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VIDA Y OBRA DE HERMANN RORSCHACH

(1884-1922)

Dr. Henri Ellenberger

La biografía de un genio supone algo más que una contribución a la história de


la ciencia o del arte y asimismo más que una descripción de los triunfos o
fracasos en la vida de un hombre, para obedecer a una llamada surgida de lo
profundo de su ser intimo. Junto a la lucha para ganarse el sustento diario ha de
enfrentarse constantemente con la misión por él elegida. Si no logra satisfacer y
armonizar ambas necesidades necesidades vitales básicas, los conflictos de ello
resultantes concluyen con frecuencia de un modo trágico. Desde tal punto de
vista, pocos destinos hay tan conmovedores como el de Hermann RORSCHACH,
cuya muerte, en exceso prematura, nos lo arrebató nueve meses después de la
aparición de su primer libro: el Psicodiagnóstico, cuando daba precisamente
comienzo a la continuidad de sus descubrimientos en una nueva dirección y
cabía albergar grandes esperanzas en nuevos y extraordinarios rendimientos
científicos.

Las especiales circunstancias en las que hubo de surgir el Psicodiagnóstico


dieron lugar a que resultase un libro sumamente difícil y que contiene una muy
incompleta exposición de los fundamentos del test de las manchas de tinta de
RORSCHACH. El procedimiento diagnóstico, que es esbozado a grandes rasgos
en dicha obra, adoptó una trayectoria evolutiva independiente tras la muerte de
su creador. En el curso de esta prolongada y necesaria evolución fue
haciéndose cada vez más laxa la conexión entre el test y las ideas originales del
autor del mismo. Hay muchos que en la actualidad ignoran que Rorschach no
fue sólo el inventor de un test práctico, sino también un profundo pensador e
investigador de la naturaleza humana.

No tenemos posibilidad alguna de saber cómo habría continuado elaborando su


test si su vida se hubiese prolongado. Estamos, sin embargo, convencidos de
que una consideración profunda de la significado original del Psicodiagnóstico
es capaz de promover el descubrimiento de nuevas posibilidades del test, que
podrían rendir fruto en diversos sectores de la Psicología. Sin embargo, las
concepciones originales de Rorschach no han sido jamás expuestas en su
conjunto. Ello es lo que nos ha movido a la difícil tentativa de esclarecer su
significado propiamente dicho mediante una triple investigación dedicada a la
vida, a la personalidad y a las ideas de Hermann Rorschach.

1. Vida de Hermann Rorschach


Hermann RORSCHACH nació en Zurich el 8 de noviembre de 1884. Su infancia y
juventud transcurrieron en Schaffhausen. Estudió Medicina, cursando la mayor
parte de la carrera en Zurich, y trabajó luego corno médico asistente en las
clínicas de Múnsterlingen, Múnsingen y Waldau. El 2 de abril de 1922, nueve
meses después que viese la luz el Psicodiagnóstico, falleció a la edad de treinta
y siete años, cuando ocupaba el puesto de jefe clínico en el nosocomio de
Herisau. Estos escuetos datos, así como su estancia en Rusia, constituyen
aquello que, en general, se sabe acerca de él. Mas no bastan para
proporcionarnos una imagen aproximada de la fascinadora personalidad que
nos describen sus amigos, y nuestro saber acerca de la misma no goza,
lamentablemente, de aquel conocimiento profundo que seria de desear. Me
limitaré, por tanto, a ajustarme a datos ciertos e intentaré exponerlos en su
auténtica significación para describir así la personalidad de este hombre de un
modo más destacado.

1.1 Circunstancias familiares. Los padres

Los Rorschach eran ciudadanos del cantón de Thurgau, en el nordeste de Suiza.


Su comuna de origen era la pequeña villa de Arbon, situada en la orilla
meridional del lago Poden.

Hermann RORSCHACH se dedicó en cierta ocasión a investigar el origen de su


familia y logró averiguar que desde hacia siglos no había abandonado su
comuna nativa. En su mayoría se compuso de artesanos y labradores, algunos
fueron también concejales y alcaldes, mas, al parecer, ninguno destacó
especialmente. Ulrich Rorschach, el padre de nuestro psiquiatra, nacido en
Arbon, había sido el primero que rompió la tradición familiar en cuanto a la
residencia prolongada durante siglos en dicha localidad. En 1884 abandonó
Arbon y marchó a Zurich, donde permaneció durante dos años, para trasladarse
en 1886 definitivamente a Schaffhausen. El 19 de septiembre de 1882 contrajo
matrimonio con Philippine Wiedenkellcr, que procedía de una familia muy
antigua de Arbon. Era pintor-decorador, mas no le satisfacía mucho su oficio y
por ello se matriculé, siendo ya hombre maduro, en la Escuela de Artes y oficios,
en la que cursé estudios. Poseía especial aptitud gráfica y hacía las delicias de
sus hijos dibujándoles todo género de historietas. En 1886 fue nombrado
profesor de Dibujo de la escuela de Schaffhausen. Ulrich Rorschach fue, al
parecer un hombre honesto, bondadoso, sociable y de buen humor, y su esposa,
Philippine Rorschach, una persona simpática y de buen corazón.

1.2 Infancia y juventud (1884 - 1904)

Durante la estancia de la familia Rorschach en Zurich vino Hermann al mundo en


la cosa número 278 de la Haldenstrasse, sita en el arrabal de Wiedikon. Cuando
sus padres se trasladaron a Schaffhausen no contaba aún los dos años de
edad.
El cantón de Schaffbausen tiene aproximadamente 50.000 habitantes de los
cuales unos 20.000 viven en la ciudad de Schaffbauscn. Esta última es un nudo
de comunicaciones internacionales y, aparte de ello, un Centro industrial,
turístico y cultural. Pocas ciudades del Rhin pueden compararse, en cuanto a
pintorescas, con Schaffhausen. El centro de la ciudad está dominado por varias
colinas, una de las cuales está coronada por una gran fortaleza dispuesta en
círculo, que data del siglo XV: el Munot, donde se celebran fiestas y bailes
durante la temporada estival. La ciudad, que tiene siete siglos de antigüedad,
abunda en magníficos monumentos y otras cosas dignas de ser contempladas
que dan testimonio de su pasado. Un espléndido convento antiguo alberga uno
de los más bellos museos de Europa y la biblioteca de la ciudad contiene
incalculables riquezas bibliográficas. Schaffhauscn es, asimismo, conocida por
el desarrollo que ha alcanzado su industria metalúrgica y por la calidad de sus
relojes y tejidos. Aquí vivió Rorschach desde la primera infancia hasta bien
avanzada su adolescencia, en una atmósfera caracterizada por un extraordinario
nivel de vida intelectual, artística y cultural.

La familia Rorschach vivió primeramente en el «Gruben» y más adelante en la


antigua casa Tabor, en Geissberg, casa con un hermoso jardín del que siempre
conservó Rorschach un maravilloso recuerdo. La familia se cambió más
adelante a la Emmersberg y adquirió finalmente una casa que continúa aún en
su posesión. Una larga y empinada escalera conduce desde el centro de la
ciudad hasta Munot, terminando en una estrecha calleja: la Säntisstrasse. En el
número 5 de ésta vivían los Rorschach.

Herman tenía casi cinco años cuando nació su hermana Ana, el 10 de agosto de
1888 .Contaba siete años de edad cuando nació su hermano Paul, el 10 de
diciembre de 1912. Su madre falleció el 11 de julio de 1897, cuando Hermann
contaba doce años. Los das años siguientes parecen haber sido especialmente
desgraciados. En el hogar, sin madre, se sucedieron diversas amas de llaves
encargadas del cuidado de la casa y de los tres niños, hasta que el padre
contrajo nuevo matrimonio con la joven hermanastra de su difunta esposa,
Regina Wiedenkeller. De este segundo matrimonio nació el 7 de marzo de 1900
una niña, que fue bautizada con el nombre de Regina. La madrastra parece haber
sido una mujer activa y enérgica, aunque, por motivos ignorados, tuvo lugar más
adelante un alejamiento entre ella y el joven Hermann. Poco después comenzó a
padecer Ulrich Rorschach una enfermedad incurable, que le obligó, finalmente, a
abandonar, el 7 de marzo de 1902, su trabajo. Falleció el 8 de junio de 1903,
cuando Hermann tenía dieciocho años.
Finalizados sus estudios en la escuela primaria, pasó Hermann a la escuela
cantonal. A esta última, que era conocida por la actividad y competencia de su
personal docente y por su elevado nivel pedagógico, asistió durante seis años,
de 1898 a 1904. Por aquella época, la buena conducta escolar constituía algo que
se consideraba tan natural y lógico que no se estimaba preciso mencionarlo
especialmente y tan sólo se consignaba el mal comportamiento en los
expedientes escolares. El director Luthi, a cuyo cargo se encuentra actualmente
la escuela cantonal y a quien visité para obtener información, no ha encontrado
mención alguna a este respecto en relación con Hermann Rorschach, y de ello
podemos deducir que se trataba de un muchacho que se comportaba
correctamente. Sabemos además que obtuvo un sobresaliente éxito en los
exámenes finales.

A comienzos de 1904, once alumnos de la escuela cantonal de Sehaffhausen


obtuvieron sus certificados de estudios. Oskar FARNER, que más tarde adquirió
renombre como teólogo y profesor de la Universidad de Zurich, era el primero de
la clase y Hermann Rorschach el cuarto, con una nota media de 5,0 (la nota
máxima era 6). Más significativo que esta elevada calificación media es el hecho
de que se desenvolviese igualmente bien en todas las asignaturas.

Durante los dos últimos cursos escolares, los alumnos de la escuela cantonal
pueden inscribirse en una de las asociaciones estudiantiles semioficiales y no
obligatorias. El ingreso de un nuevo miembro se celebra generalmente con
cualquier divertida tarea que éste ha de realizar - de -modo análogo a la
costumbre existente en las college ftaternities americanas Al mismo tiempo, el
estudiante recibe un cerevis, esto es, un apodo, con el que será designado en lo
sucesivo por sus colegas. Hermann RORSCHACH fue admitido en 1903 en la
Scaphusia, cuyos miembros portaban una elegante gorra con los colores
blanco y azul de la asociación. El archivo de la Scaphusia contiene varios
álbumes ilustrados por los estudiantes, en los que éstos representaban escenas
de la vida de sociedad. En ellos hay varios dibujos excelentes firmados por
RORSCHACH También aparece en muchas fotografías entre sus colegas un
muchacho alto, bien parecido y de aspecto saludable.

Resulta curioso el hecho de que Hermann RORSCHACH fuese conocido por sus
camaradas de la Scapftusia con el apodo de "Klex" (Klecks significa borrón)
probablemente no fue debido a una mera casualidad el que sus condiscípulos
denominasen KIex al futuro inventor del test de las manchas de tinta, ¿Es que el
futuro psicólogo era quizá aficionado a la klecksografía, juego que por entonces
era muy popular entre los niños y consistía en emborronar un pliego de papel,
doblarlo y obtener así formas diversas? ¿O es que el propio apodo le obligó a
ocuparse e interesarse por borrones de tinta hasta dar con la prueba que lleva
su nombre? Caso de que se hubiese tratado de esto último tendríamos en ello
un ejemplo de lo que STEKEL y ABRHAM han designado como «compromiso
impuesto por el nombre». ¿O puede que Hermann recibiese su apodo en honor
del pintor Klecksel, protagonista de una historieta de Wilhelm BUSCH, que era
uno de sus autores favoritos? En el lenguaje corriente, klecksen equivale a
manchar o embadurnar, y las pinturas malas se denominan Kleckserein o
Kleckse.
Sea corno fuere KIex Rorschach no se hallaba decidido aún, ni mucho menos,
acerca del camino a emprender al final de sus estudios en Schaffhausen. Parece
ser que dudó mucho entre el Arte y las Ciencias Naturales. Ante este dilema, el
joven escribi6 al famoso naturalista alemán Ernst HAECKEL, que residía en
Jena, para preguntarle qué estudios había de elegir. Como era de esperar,
HAECKEL le aconsejó que estudiase Ciencias Naturales. Hemos de admitir que
el joven Hermann buscó aquí inconscientemente una confirmación de su
vocación secreta. Se decidió finalmente por la Medicina, y fue lo bastante
inteligente como para no olvidar por completo el cultivo del arte, sino que lo
convirtió en su pasatiempo favorito

Al finalizar sus estudios en Schaffhausen y tras una estancia en Neuchactel,


Hermann RORSCHACH partió a Zurich para estudiar Medicina en esta ciudad.
Tenía a entonces diecinueve años.

1.3 Estudios médicos (1904 - 1909)

En la Europa de aquellos días, Suiza se encontraba a la cabeza en lo que se


refiere a la formación médica. La mayoría de los estudiantes acostumbraban
estudiar algunos semestres en diversas universidades. entre ellas también las
de Suiza occidental y del extranjero, para volver a su universidad de origen a
terminar la carrera. E] joven Hermann pasó una temporada en Neuchatel antes
de comenzar sus estudios universitarios, y luego, los cuatro primeros semestres
(es decir, desde el semestre de invierno de 1904 hasta octubre de 1906) en
Zurich. Estudió otros dos semestres en Berlín y en Berna, respectivamente. Los
tres semestres finales, que exigían un duro e ininterrumpido trabajo para la
consecución del doctorado, los cursó de nuevo en Zurich.

El Dr. Walter Von Wyss, que estableció intima amistad con RORSCHACH durante
sus estudios en Berlín, me refería lo siguiente: «Era un amigo
incondicionalmente digno de confianza y una persona sumamente honesta y
decente. Su vitalidad era extraordinaria y superó sus estudios médicos sin la
menor dificultad. Era infatigable, aplicado, leía mucho, visitaba exposiciones de
arte, mostraba gran interés por todos los problemas humanos y le gustaba
mucho discutir acerca de ellos.

Durante los primeros tiempos de sus estudios acontecieron dos cosas que,
aunque a primera vista parecen insignificantes, fueron de gran importancia para
el joven: un conocimiento y un sueño.
Durante su estancia en Neuchátel emprendió un viaje de vacaciones a Francia y
conoció allí a un viejo ruso admirador de TOLSTOI. Esto constituyó un
encuentro decisivo para el joven RORSCHACH el cual quedó tan impresionado
como si dE pronto se le hubiese descubierto un mundo nuevo, y a partir de
entonces se apoderó de él un ardiente interés por Rusia y por los rusos. Poco
después estableció en Zurich relaciones con la colonia rusa en dicha ciudad, a la
que pertenecían, entre otros, el famoso neurólogo Constantin MONACOW,
diversos emigrantes y estudiantes rusos (aparte de los revolucionarios). Pronto
comenzó a aprender ruso. Sus amistosas relaciones con los rusos llegaron a tal
punto que en el año 1906, durante su semestre de estudios en Berlin, fue
invitado a pasar unas breves vacaciones en Rusia, en el curso de las cuales
quedó profundamente impresionado por la tierra y las gentes de aquel país

El otro acontecimiento, el sueño, ejerció asimismo muy intensa impresión sobre


él. Unos ocho años más tarde lo refería del siguiente modo en su tesis doctoral:

«Durante el primer semestre de clínica presencié por primera vez una autopsia y
estuve contemplándola con la atención que pone en ello un joven estudiante. La
disección del cerebro no interesó especialmente y dio lugar a que me hiciese
toda suerte de reflexiones acerca de la localización, división del alma y otras por
el estilo. Era el cadáver de un apoplético; el cerebro fue seccionado en cortes
transversales. A la noche siguiente tuve un sueño durante el que sentí cómo mi
propio cerebro iba siendo seccionado de ese modo. Un corte tras otro iban
separándose de la masa de los hemisferios e iban cayendo hacia adelante,
exactamente igual que había sucedido durante la autopsia. Estas sensaciones
corporales (no puedo designarías de un modo más preciso) fueron muy claras y
la imagen que la memoria conserva de este sueno es aún hoy bastante viva, ya
que posee todavía, si bien debilitado, aquel claro aspecto sensorial propio de las
percepciones vividas.»

En este sueño está contenido nada menos que el germen de la concepción


psicológica del Psicodiagnóstico y del test de Rorschach.
Desde que comenzó a estudiar Medicina, RORSCHACH habla albergado el
propósito de ser psiquiatra. En caso de que hubiese tenido alguna duda al
respecto, nada mejor para reforzar tal propósito que la elección de Zurich para
realizar su último semestre de carrera. En Suiza, todo estudiante de Medicina
tenía que aprobar al menos dos semestres de Psiquiatría clínica y teórica y era
examinado en las pruebas de fin de carrera de ambas asignaturas. La Clínica
Psiquiátrica Universitaria de Burgholzli, que ya bajo la dirección de Augusto
FOREL se había convertido en una institución científica de fama universal,
crecía año tras ano en consideración bajo el rectorado de su sucesor, Eugen
BLEULER. Cuando el joven RORSCHACH llegó a Zurich tenía precisamente lugar
en Burgholzlii una auténtica revolución psiquiátrica. Un oscuro neurólogo de
Viena, Sigmund FREUD, había lanzado una serie de ideas nuevas, que durante
diez años hablan sido ignoradas o rechazadas, pero que ahora encontraban por
vez primera pleno reconocimiento en un recinto universitario. Lo inconsciente,
investigado ya con anterioridad por JANET, FLOURNOY y otros, si bien de un
modo vacilante, pasaba ahora a primer plano del interés psiquiátrico. Ya no se
trataba de una abstracción filosófica, sino de un venero de tempestuosa energía
que se manifestaba tanto bajo la máscara del sueño, de los actos fallidos y del
chiste, como bajo la forma de crisis de histeria, fenómenos obsesivos y estados
de angustia. Tales manifestaciones podían comprenderse ahora mediante la
toma de conciencia de las representaciones y conflictos ocultos, inconscientes.
C. G.. JUNG habla desarrollado un método para descubrir representaciones
inconscientes: la prueba de asociación de palabras. Más también acababa de ser
introducida una interesantísima novedad: BLEULER y JUNG aplicaban los
conocimientos psicoanalíticos y la prueba de asociación de palabras en la
investigación de las psicosis (y no sólo de las neurosis, como había hecho ya
FREUD). Con ayuda de estos métodos, cuyas premisas teóricas se consideraban
como inaceptables en aquella época de una psiquiatría materialista y de
orientación exclusivamente organicista, se descifraban las aparentemente
«absurdas», «incomprensibles» e «insensatas» ideas de los pacientes
psicóticos. Estudiantes y médicos de toda Europa afluían a Zurich para conocer
tan revolucionarias innovaciones. Fácilmente podemos imaginar que tan general
entusiasmo se transmitía también a los estudiantes y que el joven RORSCHACH
debió de ser uno de los oyentes más interesados.

Esta etapa fue de duro trabajo para él, ya que logró la difícil proeza de terminar
sus estudios médicos en el tiempo mínimo entonces fijado, que era de cinco
años. El 25 de febrero de 1909 aprobó los exámenes finales y consiguió el título
de médico.
Por aquel tiempo se prometió con una colega rusa: Olga STEMPELIN. Después
de los exámenes se tomó unas bien merecidas vacaciones de dos meses para
visitar a la familia de su prometida en Kazan. Este era su segundo viaje a Rusia.
Ya que conocía algo el país y dominaba el idioma, su estancia le fue de gran
provecho. Rusia era entonces una nación dotada de un encanto extraordinario:
paisajes de inconmensurable extensión, antiguas y pintorescas ciudades, una
abigarrada mezcla de pueblos y religiones, poéticas costumbres populares,
viejas tradiciones, gentes dotadas de genio creador y con sensibilidad para lo
bello; en fin, el conjunto era fuente inagotable de admiración para el visitante. Y
además Rusia iba modernizándose progresivamente bajo la influencia de
extraordinarias personalidades. Sus establecimientos psiquiátricos no eran
peores que los de otros países de Europa, pero el cuidado que recibían las
enfermos mentales acogidos en el seno de familias era incluso el mejor del
mundo y había una serie de psiquíatras y de psicólogos que adoptaban una
actitud de apertura con respecto a las nuevas ideas. Bástenos recordar que la
primera traducción de la Interpretación de los sueños, de FREUD, fue al ruso.

Después del duro y agotador esfuerzo de su época de estudios, RORSCHACH


disfrutó plenamente, con su siempre despierta sensibilidad, de las múltiples
impresiones que emanaban de un mundo tan rico e ilimitado. Cada día captaba
nuevas experiencias, nuevas imágenes y nuevos contactos humanos. Entre las
múltiples amistades iniciadas por aquellos días se contaba un joven estudiante
polaco, llamado Eugen MINKOWSKI, que más tarde se convirtió en un famoso
fenomenólogo.

No cabe la menor duda de que RORSCHACH estaba fascinado por Rusia y


aceptó gustoso la propuesta de su prometida de establecerse allí, de un modo
permanente, en cuanto realizase su prueba de doctorado y recibiese durante
unos años formación psiquiátrica.

1.4 Práctica clínica en Münsterlingen (1909 - 1913)

Al joven médico no se le presentaban sino dos alternativas: o bien trabajar, con


escaso sueldo, en una clínica psiquiátrica universitaria durante un tiempo
indefinido, o bien, algo mejor remunerado, en una clínica cantonal, lo cual, en
cambio, no le ofrecía ninguna posibilidad de carrera docente universitaria. Ya
que ni él ni su prometida disponían de muchos medios económicos, se decidió
por la segunda alternativa, con miras a su ulterior trabajo en Rusia. Solicitó un
puesto que había de quedar vacante el 1 de agosto de 1909 en la clínica cantonal
de Müsterlingen, en Thurgau. Allí tenía la posibilidad de trabar conocimiento con
la psiquiatría clínica práctica y de trabajar en su tesis doctoral.
En la clínica de Münsterlingen, magníficamente situada a orillas del lago Boden,
había unos 400 pacientes, alojados en parte en antiguos edificios conventuales y
en parte en edificios modernos. El cuerpo médico constaba del jefe médico, el
Dr. BRAUCHLI, y de dos médicos asistentes. No había secretarias ni enfermeras,
y las obligaciones de los jóvenes médicos eran múltiples, comprendiendo desde
las consultas y visitas matutinas en las diversas secciones hasta la organización
de distracciones para los pacientes. Tras el cumplimiento de sus diversas tareas
les quedaba a los médicos asistentes algo de tiempo para dedicarse a remar,
nadar y otros entretenimientos. Los cuatro años que pasó RORSCHACH en
Münsterlingen parecen haber constituido un capítulo particularmente feliz de su
vida. El 21 de abril de 1910 se casó civilmente en Zurich con Olga STEMPELIN y
poco después se celebró el matrimonio eclesiástico en la iglesia rusa ortodoxa
de Ginebra, con arreglo al magnifico y antiguo rito bizantino. La joven pareja
pasó a residir en una vivienda que constaba de dos habitaciones, situada en uno
de los antiguos edificios del establecimiento. Desde allí disfrutaban de una ma-
ravillosa vista sobre el lago Boden. Paul, el hermano de Hermann, acudía
frecuentemente de Schaffhausen a visitarles, y Hermann, a su vez, hacía
frecuentes excursiones a Arbon, la patria de sus padres y antepasados, ya que
distaba tan sólo unos 25 kilómetros hacia el Este, en la orilla del lago. Entre los
pacientes gozó en seguida de grandes simpatías, debidas en parte a su actividad
en la organización de fiestas, representaciones teatrales y otras diversiones.

Acerca de su actividad psiquiátrica, el Dr. Roland KUHN, actual jefe médico de


Münsterlingen, me escribe lo siguiente: «Existen efectivamente muchas historias
clínicas en nuestro archivo que han sido realizadas por Rorschach. Fotografiaba
también a los pacientes, y en las historias clínicas hay todavía muchas
fotografías, ya amarillentas.. Sus observaciones, escritas con una bella
caligrafía, son excelentes y destacan con mucho del promedio de las otras
historias clínicas. Recuerdo, por ejemplo una suya en la que se ocupa del
problema relativo a cómo una ilustración procedente de un diario da lugar al
desencadenamiento de alucinaciones, en lo cual está contenida ya la
problemática propia de la prueba de interpretación de formas.» El Dr. KUHN
agrega que no le cabe duda de que un detenido estudio de dichas historias
clínicas habrá de contribuir a una mejor comprensión de ciertos pasajes oscuros
del Psicodiagnóstico.

RORSCHACH había iniciado su trabajo en Münsterlingen animado por un firme


propósito de realizar seriamente una tarea de investigación. Su labor más
urgente era su tesis. El Prof. Eugen BLEULER estaba de acuerdo con el tema
elegido: «Sobre las alucinaciones reflejas y otras manifestaciones análogas.»
Para un candidato suizo al doctorado constituía una demostración de
independencia íntima proponer por sí mismo un tema; la mayoría de los
estudiantes no sólo trabajaban bajo la dirección de sus profesores, sino que
éstos eran también los que les señalaban el tema de sus tesis. RORSCHACH fue
realizando su trabajo, pausada y cuidadosamente, durante más de tres años. El
12 de noviembre de 1912 recibió en la Universidad de Zurich el título de doctor
en Medicina.
El impulso para su tesis se lo proporcionó sin duda el ya mencionado sueño;
tras haber asistido a una autopsia sintió durante el sueño cómo su cerebro era
diseccionado en cortes transversales. Surgieron entonces en el las preguntas
siguientes: ¿cómo es posible experimentar sensaciones delirantes de esta
índole, que son fisiológicamente imposibles? ¿Cómo las sensaciones de una
clase determinada se transforman en otras de tipo distinto? RORSCHACH
examina una por una aquellas alucinaciones que surgen de un modo reflejo ante
ciertas percepciones y luego, en general, la transposición de percepciones entre
las diversas esferas sensoriales, es decir, las ópticas en cinestésicas, las
cinestésicas en ópticas, las acústicas en cinestésicas, las cinestésicas en
acústicas, las ópticas en acústicas y las acústicas en ópticas. La tesis de
RORSCHACH no es de lectura fácil. Al parecer, no concedió demasiada
importancia al estilo, ante la necesidad de compendiar un abundante material en
54 páginas. Por otra parte, el trabajo se ajusta al lenguaje propio de las teorías
psicológicas asociacionistas mantenidas por BLEULER, mas RORSCHACH no
halló en tal terminología las expresiones adecuadas a sus propias ideas.

Un examen detenido de la tesis muestra cuán hábilmente supo aunar las


observaciones clínicas sobre los pacientes de Münsterlingen. su conocimiento
acerca de la literatura que trata de las alucinaciones y sus propias ideas
personales. Llama la atención la nota personal en un trabajo sobre tema tan
especializado; incluye no sólo su sueño inicial, sino una cantidad de
autoobservaciones - cómo de niño pudo «traducir» en una melodía un dolor de
muelas y cómo consiguió recordar ciertos cuadros célebres mediante
determinados movimientos -. Habla también de su mala memoria musical y se
califica a sí mismo de tipo cinestésico, es decir, como persona en la que
predominan las imágenes de aquella índole. Hacia finales de 1912, y casi
simultáneamente a su tesis doctoral, publica en la Zentralblatt für
Psychoanalyse su trabajo «Alucinaciones reflejas y simbolismo» (P. 5). Se trata
de una síntesis de las conclusiones de su tesis y de los últimos avances del
psicoanálisis y representa un paso más en la dirección de su Psicodiagnóstico.

Ya que la lenta y progresiva elaboración de la tesis no le ocupaba todo su


tiempo, emprendió investigaciones en otros sectores distintos. Uno de sus
pacientes de Münsterlingen (que había ingresado en diversas ocasiones con
brotes hebefrénicos) murió, y la autopsia demostró la presencia de un tumor
epifisario. El cerebro fue remitido al Instituto de C. y. MONAKOW, el célebre
neurólogo ruso. En Zurich y bajo su dirección realizó RORSCHACH un examen
del mismo al microscopio. Llegó a la conclusión de que no existía relación entre
la hebefrenia y el tumor cerebral y publicó el caso en una revista médica (P. 7).
Se trataba de un trabajo concienzudo, pero árido. RORSCHACH, al parecer,
reconoció muy pronto que la patología cerebral no era su fuerte.
Resulta notable que por aquel tiempo, y sin ser consciente de ello, encontrase
ya el comienzo de un camino hacia sus ulteriores descubrimientos. Uno de sus
condiscípulos de la escuela cantonal de Schaffhattsen, Konrad GEHRING, era
maestro en Altnau, una pequeña ciudad del cantón de Thnrgau no muy alejada
de Münsterlingen, y ambos amigos acostumbraban a visitarse. GEHRING iba con
frecuencia a Münsterlingen, donde realizaba sesiones de «pantalla mágica» para
los pacientes o formaba con sus alumnos coros que interpretaban canciones
populares. RORSCHACH le mostró los trabajos artísticos de sus pacientes y la
aplicación práctica del experimento de asociación de palabras de JUNG. Había
desarrollado un método de exploración de los enfermos por medio de manchas
de tinta, cuyos resultados comparaba con los del experimento de asociación de
palabras. GEHRING le propuso explorar a sus alumnos mediante el mismo
procedimiento. Mas será preferible que incluya aquí un fragmento de una carta
de GEHRING en la que éste contesta a varias preguntas acerca de tales
experimentos: “Entonces entregué a cada uno de mis alumnos de enseñanza
secundaria una hoja que hablan de doblar tras haberla emborronado. Cada
alumno emborronó la suya, consignando en ella su nombre junto con cuanto se
le ocurría acerca de las manchas de tinta, sin controlar el tiempo de reacción.
Después les entregué una segunda hoja, con otros borrones y las ocurrencias
correspondientes, pero consignando esta vez el tiempo de reacción. Entregué
las hojas a RORSCHACH y discutimos los resultados. Luego realicé otro
experimento. Mostré a cada alumno, por separado una hoja con manchas de
tinta realizada por RORSCHACH y anoté las contestaciones que me iban dando.
Hice más tarde otra prueba con borrones de color rojo, continuando de este
modo la técnica. Mi amigo RORSCHACH estudió los resultados obtenidos.
Realizaba en sus pacientes, así como en otros adultos, tests verbales y usuales
con las manchas de tinta, comparando los resultados obtenidos” La finalidad
principalmente perseguida por él con tales experimentos era la de comprobar si
los alumnos más aventajados poseían más fantasía que los menos inteligentes.
Lamentablemente, las numerosas hojas emborronadas que realizó por aquella
época han desaparecido.

Estos experimentos con manchas de tinta, realizados en el año 1911, corno me


comunica Konrad GEHRIN, fueron abandonados por RORSCHACH al irse
ocupando éste cada vez más del psicoanálisis. Entre 1909 y 1913 existía en
Zurich un grupo psicoanalítico al que pertenecian el Prof. Eugen BLEULER, C. O.
JUNG, Alphons MAEDER, Ludwig BINSWANGER, Oskar PFISTER y otros. Es
sumamente probable que RORSCHACH se adhiriese a este grupo y comenzase
así a dedicarse progresivamente a las concepciones de FREUD e incluso a
analizar a algunos pacientes de Münsterlingen.
La Zentralblatt für Psychoanalyse (una de las primeras revistas psicoanalíticas)
publicó entre 1912 y 1914 numerosas referatas, notas y críticas realizadas por
RORSCHACH. En su trabajo acerca de un caso de «Sublimación fallida» se
refería a cómo los contenidos psíquicos reprimidos se habían abierto camino
hacia la conciencia del paciente. En «Reloj y tiempo» expresaba la sospecha de
que el interés de ciertos neuróticos por los relojes estuviese originado por su
nostalgia inconsciente del seno materno, simbolizando el tictac del reloj los
latidos dos cardíacos. «Robo de caballos realizado en estado crepuscular»
informa acerca de un epiléptico que robé un caballo y dos carros. En este
absurdo delito vio RORSCHACH un sentido inconsciente o, mejor dicho, la
condensación de diversas motivaciones inconscientes, tal como las que se
realizan normalmente en sueños. Para ello utilizó como método auxiliar el
experimento asociativo de JUNG. El breve estudio «Sobre la elección de amigos
por el neurótico» alude a que tal elección (así corno la amorosa) se halla
determinada por las imágenes de los padres. Su trabajo titulado «Observaciones
analíticas acerca de la pintura de un esquizofrénico» es una breve pero
interesante interpretación de la obra de un psicótico que copió un cuadro
representando la Ultima Cena de Cristo y sus apóstoles, con excepción de
Judas, con largas cabelleras femeninas. Otro estudio, más amplio, sobre un
dibujo esquizofrénico contiene un sutil análisis de sus diversos significados
posibles.

A comienzos de 1913, RORSCHACH contaba veintiocho años, habla conseguido


su doctorado, realizado cuatro años de práctica clínica y escribió algunos
excelentes trabajos. Iba siendo cada vez más conocido en el ambiente
psiquiátrico y, sobre todo, en el círculo psicoanalítico. Habí llegado el momento
de realizar sus planes de establecerse en Rusia. Ello era naturalmente más difícil
que viajar a dicho país, según hizo anteriormente, como visitante, y necesitaba
cumplir determinados requisitos antes de poder ejercer allí profesionalmente En
abril de 1913 renunció a su puesto en la clínica de Münsterlingen y entró poco
después en la de Münsingen junto a Berna, donde trabajó provisionalmente
como asistente hasta finales de noviembre. A principios de diciembre de 1913
abandonó su patria y se dirigió a Rusia, donde parecía esperarle una brillante
carrera.

1.5 Rusia (1913 - 1914)


Se afirma en ocasiones que Rorschach pcrmaneció bastante tiempo en Rusia y
trabajó durante muchos años allí como psiquiatra. Esto es exagerado sin duda
alguna, ya que dejó su puesto en Münsingen a principios de diciembre de 1913 y
comenzó a prestar sus servicios en Waldau en julio de 1914, por lo que no pudo
haber permanecido en Rusia más de siete meses, y hay que pensar también que,
durante este tiempo, realizó un viaje por el Volga y otro al norte de Rusia, donde
vivían unos parientes de su esposa. No tuvo necesidad de conseguir una
licencia rusa de ejercicio profesional, ya que había encontrado un puesto bien
remunerado en el sanatorio de Krukovo, clínica muy distinguida situada en las
proximidades de Moscú, en la que ingresaban pacientes neuróticos
pertenecientes a los círculos más elevados de la sociedad rusa.

RORSCHACH ocupaba allí un puesto que le absorbía mucho tiempo, pero era
interesante, y le permitía vivir con su mujer fuera del sanatorio tono. Más tarde,
sin embargo, abandonó esta excelente colocación y volvió a Suiza. ¿Qué habla
ocurrido? Se afirma que le asaltó la nostalgia de las azules aguas del lago
Boden. Otros dicen que amaba demasiado a Rusia y temía por ello olvidar su
auténtica patria y entregarse por completo a la nueva. La Sra. RORSCHACH me
ha referido que no estaba muy satisfecho con su nueva ocupación, ya que no le
ofrecía ocasión de dedicarse a las investigaciones, a las que consideraba como
su vocación auténtica.

Sea cual fuere el motivo profundo de ello, Rorschach comprendió que le


convenía retornar a Suiza y diferir algunos años su emigración definitiva. Así,
pues, partió de Rusia. Entre tanto había perdido su colocación en Münsterlingen,
pero pronto halló una plaza de médico asistente, escasamente remunerada, en la
clínica de Waldau, cerca de Berna, de la que tomó posesión en 1914. Poco
después estallaba la primera guerra mundial y se encontró separado de su mujer
por las naciones beligerantes, ya que ella habla permanecido en Rusia.

1.6 Su carrera científica. Waldau (1914 -1915)


Hermann RORSCHACH trabajó en Waldau desde julio de 1914 hasta mediados
de octubre de 1915. Este nuevo puesto estaba peor remunerado y era
probablemente menos interesante que el de Münsterlingen; pero le proporcionó
la gran ventaja de facilitarle el comienzo de su carrera científica. En la Suiza
alemana existían tan sólo tres clínicas de enfermedades del sistema nervioso,
que eran al mismo tiempo clínicas psiquiátricas universitarias: la de Friedmtatt
en Basilea, la de Waldau en Berna y la de Burgholzli en Zurich. Por aquel tiempo
era popular entre los médicos asistentes el siguiente dicho: «Si quieres comer
bien ve a Friedmatt; si quieres dormir bien, a Waldau, y si quieres aprender algo,
a Burgholzli.» Mas era extremadamente difícil encontrar una plaza en el
mundialmente conocido Burgholzli, y así, RORSCHACH hubo de aceptar un
puesto en Waldau. Había allí dos psiquíatras de más alta jerarquía por
antigüedad que RORSCHACH: W. MORGENTHALER y E. FANKHAUSER. E!
primero era hombre práctico y enérgico, que elaboró más adelante un plan de
formación para el personal auxiliar de las clínicas neuropsiquiatricas suizas y
escribió un notable tratado sobre el tratamiento de los enfermos mentales.
Fundó además un interesante museo de Historia de la Psiquiatría, que existe aún
en Waldau. Por aquella época se interesaba mucho por la producción artística de
los psicóticos y RORSCHACH le ayudaba a recoger material para dichos
estudios. Muchos años más tarde demostró ser un fiel amigo de RORSCHACH
al ayudarle a publicar el Psicodiagnóstico, contribuyendo activamente a la
divulgación de su obra. FÁNKHAUSER, en cambio, era más bien un erudito y
pensador rico en ideas originales. Se ocupaba por entonces de investigaciones
de anatomía cerebral y de una teoría de la afectividad que, en mi opinión, ejerció
más tarde intensa influencia sobre las concepciones de RORSCHACH.

Durante su estancia en Múnsingen en el año 1913, llegó a conocimiento de


Rorschach algo acerca de ciertas curiosas sectas y sobre el fundador de una de
ellas, un tal Binggeli, que había estado internado en Münsingen entre 1896 y
1901. Despertó ello en él tal interés que visitó al anciano Binggeli en su pueblo.
A su vuelta de Rusia se había reavivado de nuevo su interés y dedicó gran parte
de su tiempo libre al estudio de dicha secta y de otras distintas. Pudo comprobar
con asombro que en su propia patria y no lejos de su lugar de residencia
existían sectas religiosas no menos extrañas que las rusas, sobre las que tanto
se escribía. El Dr. Karl HAEBERLIN, que era profesor de Filosofía de la
Universidad de Berna en 1915, me refería cómo le visitó entonces el joven
psiquiatra y le comunicó entusiasmado el resultado de sus investigaciones.
Estaba firmemente convencido de que dicho estudio acerca de las sectas suizas
habría de constituir la obra cumbre de su vida. Viajó al lejano Schwarzenburg
para visitar a dichas gentes y estudiar sus usos, estableció sus árboles
genealógicos y coleccionó numerosos datos en los archivos y bibliotecas de
Berna.
Johannes Binggeli había fundado en las cercanías de Schwarzenburg una
«Hermandad del Bosque», que constaba de gran número de adheridos y de un
pequeño círculo de iniciados. A estos últimos les predicaba que su pene era
sagrado y hacía que lo adorasen; su orina era designada como «rocio celestial»
y «bálsamo celestial» y era empleada como medicina o administrada en la
comunión. Las relaciones sexuales con él eran consideradas como un medio de
exorcizar jóvenes endemoniadas. Binggeli fue finalmente encarcelado por
incesto con su hija. RORSCHACH pudo comprobar que la secta de Binggeli
procedía de otra más antigua: la de Anton Unternahrer, el cual había predicado
igualmente, hacia finales del siglo XVIII, la santidad del incesto. Un antepasado
de Binggeli había sido jefe de una comunidad de discípulos de Unternáhrer en
las proximidades de Schwarzenburg. El propio Unternáhrer había tenido a su vez
precursores: los schmidlianos. RORSCHACH encontró que también en siglos
anteriores y junto a las sectas «normales» tales como la de los anabaptistas, los
valdenses y los cátaros existieron sectas semejantes a las de Binggeli y
Unternahrer, todas en la misma región. Se disponía de documentos
pertenecientes al siglo XII, pero dicha zona había sido siglos antes un bastión de
la herejía arriana.
Sus investigaciones le permitieron trazar un cuadro general de las sectas
religiosas suizas - una grandiosa síntesis de psicología religiosa, sociología,
psicopatología y psicoanálisis -. Demostró que las sectas surgían siempre en las
mismas regiones, que venían a coincidir con las fronteras raciales y con
poblaciones cuyo entusiasmo religioso contrastaba patentemente con su falta
de interés por la política. Demostró además, en un mapa de Suiza, que la
localización de las sectas coincidía exactamente con los puntos en que residían
tejedores. Entre estos grupos de población existían «núcleos sectarios - es
decir, grupos familiares que durante siglos. de generación en generación, habían
representado el elemento esencial de las sectas: los discípulos -. Así, por
ejemplo, en el caso Binggeli encontró Rorschach que, en el curso de cuatro
siglos, diez de sus antepasados habían desempeñado un papel en la vida de
dichas sectas. Entre los discípulos distinguió dos grupos: los activos, que en su
mayoría eran alcohólicos o neuróticos que compensaban sus sentimientos de
inferioridad mediante una actividad misional, y los pasivos, en los que una
erupción de libido reprimida había dado lugar a una súbita conversión o a una
transferencia sobre uno de los jefes de la secta. Asimismo, a estos últimos los
clasificaba en dos tipos: los pasivos, que habían sido elegidos por la comunidad
y que no ejercían gran influencia personal, y los activos, que se proclamaban
profetas; o bien eran neuróticos, como Binggeli (al que RORSCHACH
diagnosticó como personalidad histérica) o esquizofrénicos personalidad
histérica), o esquizofrénicos, como Unternlihrer. En opiniónde RORSCHACH, el
profeta esquizofrénico ejerce una influencia mucho más intensa; su doctrina no
sólo contiene la «mitología inferior» del profeta neurótico, que procede de sus
complejos personales, sino también la «mitología más elevada», que procede de
los arquetipos do los estratos profundos, de lo inconsciente y que resulta
adecuada para impresionar intensamente a los discípulos. Es lamentable que la
gran obra de RORSCHACH acerca de las sectas religiosas de Suiza hubiese de
permanecer inconclusa, pero al menos conservamos dos fragmentos muy
interesantes: los informes acerca de la vida y las doctrinas de Binggeli y de
Unternahrer, desde el punto de vista del psicoanálisis

Considerando el hecho de que se trataba de una ocupación para los ratos de


ocio, RORSCHACH realizó su investigación acerca de las sectas en un lapso
sorprendentemente breve: poco más de un año. La cantidad de material reunido
era, sin embargo, de tal magnitud que fue preciso largo tiempo para elaborarlo.
En el intervalo había regresado su esposa de Rusia y el escaso sueldo que
RORSCHACH recibía en Waldau no resultaba suficiente. Estaba por entonces
vacante la plaza de jefe clínico en Herisau y la solicitud de RORSCHACH fue
aceptada. Abandonó Waldau el 20 de octubre de 1915 y ocupó su nuevo puesto
el 1 de noviembre
1.7 Investigación con las láminas. Herisau (1915-1922)

El establecimiento psiquiátrico de Krombach era la clínica cantonal del cantón


de Appenzell, en Suiza oriental, no lejos de la frontera austriaca. Construida
pocos anos antes, se consideraba como una de las más modernas de Suiza. Era
una de las pocas clínicas instaladas con arreglo al llamado «sistema de
pabellones». En lugar de un gran edificio único, consistía aproximadamente en
una docena de casas dispuestas circularmente sobre la cumbre de una colina
situada junto a la pequeña ciudad de Herisau. En el sótano del edificio principal
estaban las oficinas, el médico jefe, el Dr.. KOLLER, vivía en el primer piso, y el
jefe clínico en el segundo. Los deberes de éste eran de índole muy variada. No
existían sino dos psiquíatras para atender a los 300 pacientes del
establecimiento (el médico jefe y el jefe clínico), sin médicos asistentes,
enfermeras ni secretarias. Fácil es imaginar el sobrecargado trabajo que
desempeñaban ambos médicos. A pesar de ello, RORSCHACH introdujo una
innovación: en los años 1916 y 1917 organizó un curso dedicado al personal
auxiliar (cursos de esta índole eran por entonces desconocidos en las clínicas
suizas). Dos años más tarde se creó una plaza de médico asistente. De los tres
asistentes que se sucedieron entre los años l9l9 y 1920. dos de ellos fueron
discípulos de Rorschach: Georg ROEMER y Hans BEHN-ESCHENBURG

El cantón de Appenzell se distinguía en muchos aspectos de las demás regiones


en las que RORSCHACH habla trabajado hasta entonces. En Thurgau, cantón de
sus padres, se encontraba exactamente como en —su casa. En Miinsingen y
Waldau habla aprendido a conocer a los berneses y a apreciar su seriedad y su
tranquilo modo de ser. En cambio, no pudo, al parecer, aceptar jamás ciertos
rasgos de la mentalidad propia de Appenzell, por ejemplo, su afición a los
chistes malintencionados. La gran diferencia existente entre la mentalidad de
Berna y la de Appenzelí, así como entre los cuadros clínicos psiquiátricos
respectivos, le interesaba sobre manera, y a ello se refirió brevemente en su -
Psicodiagnóstico

Aun cuando el sueldo de un jefe clínico era considerado como relativamente


elevado, los gastos de la familia aumentaron a causa del nacimiento de dos
hijos: una niña llamada Elisabeth, nacida el 8 de junio de 1917, y un niño,
Wadim,, que vino al mundo el 1 de mayo de 1919. Desde el punto de vista de las
circunstancias suizas, Herisau se hallaba muy alejado de los grandes centros
intelectuales del país, como, por ejemplo, Zurich, y era un lugar poco atractivo.
Más, desde un principio, intentó sacar el máximo provecho posible de su
estancia allí y redactar algunos trabajos científicos.
En primer término publicó un caso interesante en extremo que había investigado
en Waldau y que guardaba cierta semejanza con el de Munsterlingen relativo a
un robo de caballos durante un estado crepuscular. Intentaba por entonces
suprimir la amnesia del paciente mediante el método asociativo de JUNG y habla
lamentado la imposibilidad de emplear la hipnosis y el psicoanálisis En esta
ocasión usó simultáneamente el método de asociación libre, la prueba de
asociación de palabras y la hipnosis, comparando los resultados
respectivamente obtenidos. El paciente era un soldado suizo que había
ingresado en prisión por desertar: no se habla vuelto a incorporar a su unidad
después de un permiso. En el momento de ser detenido estaba confuso, aunque
recordaba fragmentariamente haber tenido un accidente de bicicleta dos días
antes, no pudiendo acordarse de nada de cuanto después había sucedido. Los
tres métodos de exploración dieron resultados notablemente distintos. Las
asociaciones libres provocaron rápidamente en el paciente vivos ensueños
diurnos, muy semejantes a estados crepusculares y que contenían muchos
elementos del primitivo estado correspondiente. La prueba de asociación de
palabras de JUNG no provocó nada parecido, sino que proporcionó numerosos
datos relativos a los complejos más esenciales y permanentes del enfermo, así,
por ejemplo, su profunda aversión hacia su padrastro. La hipnosis proporcionó
pocos datos acerca del estado crepuscular en sí pero reveló,
sorprendentemente, un pasajero delirio epiléptico que había surgido
súbitamente durante el estado confusional: al paciente le había parecido que las
calles y los postes de los faroles estaban retorcidos, deformados, que las casas
presentaban color rojo y las gentes, todas vestidas de negro, demasiado
grandes o demasiado pequeñas, le miraban de mi modo extraño. Así, pues, tres
métodos se complementaban muy bien en la exploración del inconsciente del
enfermo.

RORSCHACH envió además algunas de sus colaboraciones a la revista


Schweizer Volkskunde. Se trataba de fórmulas mágicas populares y, sobre todo,
de un caso de «Asesinato por superstición» . Una familia de labradores había
sido afectada por una serie de desgracias. Sus vecinos, un viejo matrimonio,
tenían fama de brujos y, con ocasión de un determinado motivo, la vieja «bruja»
fue asesinada a tiros por un miembro de la familia.

Estos artículos constituían una nueva actividad accesoria, porque RORSCHACH


se ocupaba sobre todo de su obra acerca de las sectas suizas. Había comenzado
a ordenar su abundante material y un año después de la llegada a Herisau, el 11
y el 12 de noviembre de 1916, presentó a la Sociedad Suiza de Psiquiatría, en
Neuchátel, su primera comunicación acerca de dicho tema . Esta referata es de
incalculable valor, pues nos informa sobre las principales ideas y el esquema
general del libro, cuya publicación anunció por entonces. Nunca perdió de vista
este proyecto y más tarde presentó una comunicación sobre aquéllas ante la
Sociedad Suiza de Psiquiatría, en Zurich (12 y 13 de octubre de 1918). También
disertó acerca de Binggeli y Unternahrer en la Sociedad Psicoanalítica Suiza.
Unas pocas semanas antes de su muerte le hablaba al párroco Oskar PFISTER
del mencionado libro, que constaría de unas 400 o 500 páginas.
En el intervalo dedicó su atención a otros aspectos. Desde hacía años el
psicoanálisis constituía uno de los temas principales de su interés. Ya en 1912 y
1913 trataba a algunos pacientes con dicho método durante su estancia en
Múnsterlingen. Pero desde entonces se habían producido algunos cambios. El
primer grupo psicoanalítico que funcionó en Zurich entre 1909 y 1913 no existía
ya. FREUD había ampliado considerablemente su doctrina, en lugar de la toma
de conciencia de las representaciones y conflictos inconscientes, lo que se
encontraba ahora en primer plano era la dinámica de la transferencia, e iba a
publicar su Metapsicología. El movimiento psicoanalítico se iba extendiendo -
universalmente y, una vez terminada la primera guerra mundial, algunos
psicoanalistas helvéticos propusieron la creación de un nuevo grupo suizo. El
10 de febrero de 1919, Oskar PFISTER, Emil OBERHOLZER y la esposa de este
último, Mira OBERHOLZER, enviaron una circular al respecto a unas cincuenta
personas. El 21 de marzo se celebró en Zurich la asamblea constituyente del
grupo, en la que participaron los tres fundadores y otras ocho personas, entre
las que se contaba Hermann RORSCHACH, el cual fue elegido vicepresidente,
siendo nombrado presidente Emil OBERHOLZER. La primera reunión oficial tuvo
lugar el 24 de marzo, con asistencia de varios invitados extranjeros. Es digno de
mencionarse que las primeras sesiones fueron dedicadas principalmente a la
psicopatología de la religión. En la tercera sesión habló KIELHOLZ acerca de
Jakob Boehme; en la cuarta y en la quinta comunicó RORSCHACH el caso
Binggeli (11 de julio) y el caso Unternáhrer (19 de septiembre). mientras que
MOREL habló en la sexta asamblea sobre «introversión mística». Durante los
tres últimos años de su vida desempeñó RORSCHACH un importante papel en la
Sociedad Suiza de Psicoanálisis y no sólo en su calidad de vicepresidente, sino
también por cuatro contribuciones científicas, dos de las cuales, como ya hemos
dicho, se hallaban referidas a las sectas suizas mientras que las otras dos
estaban dedicadas a su Psicodiagnóstico. Lo cierto es que en el grupo
psicoanalítico encontró una atmósfera mucho más abierta que en la Sociedad
Suiza de Psiquiatría. Sus ideas fueron acogidas con interés y varios de sus co-
legas psicoanalistas, como, por ejemplo, OBERHOLZER y ZULLIGER, apren-
dieron de él su test. También realizó análisis en un pequeño número de
pacientes en Herisau. El mismo no se había hecho analizar, ya que por entonces
no era aún obligatorio el análisis didáctico. Cuando algunos de sus colegas le
propusieron someterse a análisis, les contestó que no lo estimaba necesario.
Mientras tanto, los intereses capitales de Rorschach habían experimentado un
cambio decisivo. Como ya dijimos, llegó a Herisau con el firme propósito de
escribir allí una obra basada en la vasta documentación recopilada acerca de las
sectas suizas. Mas de pronto renunció a este propósito y comenzó a trabajar con
celo y entusiasmo en su test de las manchas de tinta, en su Psicodiagnóstico.
¿Qué había sucedido? No cabe duda de que el estimulo para ello partió del
trabajo de investigación de un joven de Varsovia llamado Szymon HENS, que
estudió en Zurich durante los años 1912 a 1917 y trabajó un cierto tiempo en su
policlínica médica. Había creado un test de manchas de tinta y había dado a
conocer en su tesis doctoral, hacia finales de 1917, los resultados con él
obtenidos, con la aprobación del Prof. BLEULER. Naturalmente, este trabajo le
recordó a RORSCHACH sus anteriores experimentos e hizo que las ideas que
desde entonces, más o menos conscientemente, había mantenido al respecto se
hiciesen plenamente claras.

A partir de este momento se dedicó cada vez más a esta nueva orientación de
sus investigaciones. En un lapso sumamente breve, y simultaneándolo con sus
funciones como jefe clínico, sus tareas en la Sociedad Psicoanalítica y su
trabajo acerca de las sectas suizas, redactó su Psicodiagnóstico. La elaboración
de las láminas; su aplicación a los pacientes y a personas normales; la
redacción del libro y su difícil publicación en junio de 1921, todo ello lo realizó
solamente en algo más de tres años. Pero ya durante y después de la difícil y
prolongada publicación, las concepciones de RORSCHACH habían asumido
otras formas y se hallaba ocupado con las nuevas posibilidades de su test. Poco
después de su publicación lo consideraba como superado. Su última comunica-
ción a la Sociedad Psicoanalítica, presentada el 18 de febrero de 1922 , ya
contenía datos firmes acerca de los progresos realizados en cuanto a la técnica
expuesta y a las mejoras con respecto al método de interpretación. Creía haber
descubierto nuevos caminos que prometían un éxito pleno. Sin embargo, el
destino dispuso de otro modo y seis semanas más tarde sorprendió a sus
amigos la noticia de su súbito e insospechado fallecimiento a la edad de treinta
y siete años.

1. 8 La muerte (2 de abril de 1922)

Pocos acontecimientos existen en la biografía de Rorschach que se hallen tan


envueltos en un aura de fantasías como las circunstancias que rodearon su
muerte. Lo mejor que podemos hacer es compendiar aquí algunos hechos
indudables en toda su trágica sencillez.
El 1 de abril de 1922, Hermann RORSCHACH ingresó en un estado
amenazadoramente grave en el hospital de Herisau. Desde hacía una semana
venía padeciendo de dolores en el bajo vientre, mas a pesar de las
recomendaciones de diversos médicos no había sido ingresado en el hospital
para su tratamiento. El médico jefe, Dr. LOOSER, diagnosticó una grave
peritonitis difusa acompañada de ictericia. Una laparotomía exploradora
demostró que el estado era ya inoperable. Como única medida quirúrgica se
dejó un drenaje de goma en la incisión operatoria y otra incisión paralela fue
drenada con gasa. Tras la intervención se practicaron infusiones intravenosas.
El paciente falleció a las diez de la mañana del 2 de abril de 1922. En la autopsia
realizada al día siguiente no pudo comprobarse con seguridad si la causa del
fallecimiento había sido una inflamación aguda o bien una perforación del
ciego.

Hermann RORSCHACH fue enterrado el día 5 de abril en el cementerio de


Nordheim, en Zurich. Pronunció el discurso fúnebre su viejo amigo el párroco y
psicoanalista Oskar PFISTER, que habló a los presentes de la actitud estoica de
RORSCHACH y de sus cristianas palabras pronunciadas antes de la muerte. El
Prof. Eugen BLEULER habló de su fallecimiento como de una trágica e
irreparable pérdida, no sólo para su familia, sus amigos y colegas, sino
asimismo para la ciencia, y lamenté el hecho de que ninguno de ellos sería
capaz de proseguir y completar la obra del genial investigador. Su tumba lleva la
inscripción siguiente:

Hermann Rorschach

Dr. Med.

1884 - 1922

Psiquiatra.

1.9 Su Personalidad

Hermann RORSCHACH fue un hombre alto, delgado, rubio, de movimientos y


gestos vivaces y de rasgos expresivos y animados. En el trato con los demás
parecía al principio, y con frecuencia, retraído, pero era en realidad amable,
alegre y bromista. Su modo de ser, tranquilo y equilibrado, su natural modestia y
sencillas maneras, no dejaban translucir fácilmente la multitud de dotes de que
gozaba. Sus amistades refieren que podía ser un conversador fascinante,
siempre que se tratase de un tema que le interesara. Poseía una aptitud especial
para poner en relación entre sí los más diversos sectores del saber.
No cabe duda de que en el fondo se trataba de una personalidad de artista.
Mediante constantes esfuerzos había logrado desarrollar su talento gráfico de
un modo completo y aún existen gran número de los dibujos por él realizados,
sobresaliendo sus álbumes, lo cual posibilita apreciar las dotes que poseía. No
satisfecho con la mera impresión aspiraba siempre a una semejanza lo más
aproximada posible a la naturaleza raleza. Estaba especialmente dotado para
reproducir los movimientos actitudes y rostros humanos y poseía una
asombrosa capacidad para realizar esbozos de sí mismo en diversas posturas,
en los que se representaba visto por otros y también a distancia. No acertaba
con tanta perfección, en cambio, al reproducir animales y paisajes, como
demuestra, por ejemplo la falta de perspectiva y sombreado en su dibujo de la
basílica de San Basilio, en Moscú. No pintaba, pero a veces coloreaba. Estaba
más dotado para la representación de formas que para el USO de los colores.
Por otra parte, la Sra. RoRscHAcH me ha informado que su color predilecto era
el azul, y en su Psicodiagnóstico menciona en varias ocasiones que es el color
predilecto de aquellas personas que aspiran al autodominio.

Aparte de que desarrollaba una actividad como artista creador, RORSCHACH era
también notable critico de arte. Algunas de sus observaciones sobre el pintor
suizo Ferdinand Hodler, así como acerca de otros, son de sumo interés.
Dedicaba gran atención a las creaciones artísticas de psicóticos. Konrad
GEHRING me refirió que RORSCHACH distribuía papel, colores y barro de
modelar a sus pacientes de Múnsterlingen y estudiaba luego sus obras. El Dr.
MORCENTHALER, a su vez, me ha referido que Rorschach demostró el más vivo
interés cuando aquél animaba a dibujar a los pacientes de Waldau y que multitud
de las creaciones artísticas de esquizofrénicos que se conservan en el museo de
dicha clínica psiquiátrica se deben a sus incesantes esfuerzos para animar a los
enfermos a la producción artística. El Dr. Walter von Wyss, de Zurich, uno de sus
mejores amigos, me decía que RORSCHACH era muy aficionado a visitar
exposiciones de pintura durante su época de estudiante y que siempre le
interesaba observar cómo reaccionaban ante los cuadros las diversas
personalidades.

En contraposición con las artes plásticas, la música no desempeñaba ningún


destacado papel en su vida, aun cuando había aprendido a tocar el violín. Le
gustaban sobre todo las canciones populares y la música romántica.

Siempre se interesó, no obstante, en alto grado por el teatro. Cuando trabajaba


como médico asistente en Miinsterlingen disfrutaba organizando frecuentes
representaciones teatrales para los pacientes, en las que éstos hacían de
intérpretes. y se interesó sobre todo por la escenografía y la dirección artística.
No escribió obras teatrales ni desempeñaba papeles en las mencionadas
representaciones, aun cuándo en alguna ocasión recitó, caracterizándose para
ello del modo adecuado. Le gustaba disfrazarse, y existen aún varias fotografías
que lo atestigüan. Prefería las comedias a las tragedias o los dramas.
Las dotes de RoRscHAcH para los idiomas no desmerecían de sus aptitudes
artísticas. Aparte del alemán y del dialecto suizo-alemán de Schaffhausen,
hablaba correctamente francés, y poseía excelentes conocimientos del italiano.
Durante sus estudios médicos había aprendido el ruso y ya después de su
primera estancia en Rusia lo hablaba correctamente y con excelente
pronunciación, si bien algo lentamente. Empleaba este idioma con su mujer y
leían juntos un gran número de autores en su versión original. Sentía una
profunda admiración por los clásicos :

PUSCHKIN, TOLSTOI y sobre todo DOSTOYEWSKI. En cierta ocasión tradujo al


alemán una novela de Leónidas ANDREIEW para un periódico. Acostumbra a
mostrar orgullosamente a sus amigos un autógrafo de TOLSTOI que le habla
regalado un amigo del famoso escritor. No cabe duda de que RORSCHACH no
era solamente un gran admirador de Rusia, sino también uno de los pocos
europeos occidentales que comprendían auténticamente su cultura.

Su interés por la Historia Natural, que había sido muy grande durante la época
escolar, disminuyó más adelante. Hemos de señalar, sin embargo, una
excepción. Durante su estancia en Múnsterlingen logró hacerse con un mono, al
que mantuvo durante varios meses en la clínica y cuyos movimientos y muecas
le divertían mucho. El Dr. Engen MINKOWSKI refiere que RORSCHACHI
mostraba con frecuencia dicho animal a esquizofrénicos y estudiaba así las
reacciones de éstos, pero tales observaciones no fueron seguidas de una
valoración sistemática de las mismas

En el transcurso de su vida parece haber dedicando atención creciente hacia las


diversas ramas de la etnología. Algunas citas y alusiones de sus primeros
escritos indican su interés por asuntos relacionados con el folklore y más
adelante reunió un copioso material relativo a costumbres y supersticiones
populares. Su interés etnológico se fue concentrando cada vez más en lo
relativo a sectas. En el transcurso de los años dedicó gran atención a las
diversas manifestaciones de lo religioso y, sobre todo, de la Gnosis. Gracias a
su extraordinaria capacidad para sintetizar y armonizar mutuamente sus
diversos conocimientos, albergaba el proyecto de un magno enlace entre
historia de la religión, sociología y psicopatología.

Si bien no poseía especiales aptitudes para trabajos prácticos; aprendió el


oficio de carpintero, dadas las facilidades que para ello le ofrecía Herisau. En
sus días libres pasaba con frecuencia algunas horas en la carpintería, donde
construía camitas u otros juguctes de madera para sus ninos o bien marcos para
fotografías y dibujos, y en cierta ocasión un cofrecillo muy bellamente decorado
al estilo ruso para su mujer. Su deporte favorito consistía en el excursionismo y
en Múnsterlingen remaba y nadaba con frecuencia. Otra de sus aficiones era la
fotografía.
Por lo que se refiere a sus hábitos de trabajo, su rasgo más característico era la
rapidez, sin que a pesar de ello diese la impresión de tener prisa. Tras una breve
e intensiva ocupación con una cosa, acostumbraba encauzar su actividad hacia
otra. A causa de este rasgo sumamente individual se diferenciaba mucho del
típico modo suizo de trabajar, que se caracteriza por una cuidadosa, intensiva y
prolongada concentración sobre un tema. Otra notable diferencia estribaba en la
manera de ocupar sus ratos de ocio. El suizo alemán, por lo general, no tiene
hobbies (que incluso considera frecuentemente como algo poco serio), sino que
tiende a proseguir su trabajo habitual en su tiempo libre y en los días festivos.
RORSCHACH, en cambio, se apartaba en tales ocasiones de los problemas
científicos que le ocupaban de momento y prefería pasar las veladas en su casa
leyendo o dibujando. En tales ocios tan sólo muy rara vez mencionaba los temas
científicos o profesionales, trazando así una neta línea de separación entre vida
profesional y privada. Aun cuando no era un montañero, pasaba sus vacaciones,
por lo general, en los montes del Ticino o del norte de Italia. No leía jamás
durante sus vacaciones, ni siquiera el periódico, sino que se limitaba a
preguntar a su, mujer acerca de las últimas novedades. Pocas personas deben
de haber comprendido cuánto dependían sus realizaciones creadoras de estos
aparentes ocios. Jamás habría podido imaginar su test si no hubiese poseído
dotes de creación artística. Sus concepciones psicológicas fundamentales, de
las que su prueba representa sólo una parte, se basaban sobre la grandiosa
visión que le permitía su multilateral y elevada cultura.

Su innato retraimiento, que a veces era tomado por susceptibilidad, desaparecía


rápidamente cuando se establecía con él un contacto más intimo, en esto eran
de la misma opinión tanto sus amigos como los pacientes y el personal auxiliar.
No otorgaba importancia a las diferencias sociales. Tenía un amplio círculo de
conocidos, pero sólo unos pocos amigos íntimos.
Uno de !os rasgos principales de su modo de ser parece haber sido la pietas en
el sentido original del término, una actitud sencilla, natural, desprovista de
formalismos o de exageradas confianzas con respecto a aquellas personas con
las que estaba vinculado: padres, hermanos y hermanas, la esposa, los hijos y el
amplio círculo de sus relaciones sociales,. Su hermanastra la Sra. Móckli, me
refería que constituía una auténtica fiesta cada llegada de Hermann a
Schaffhausen durante su época de estudiante y cuán cariñoso era con sus
hermanos menores. «Ya que apenas he podido conocer a mi padre, él
representaba para mi al padre, al hermano, a! amigo y al consejero en una sola
persona.» No se cansaba de dibujar para sus hijos, de coleccionar sus
anécdotas y de hacerles animales de madera. Su pietas se extendía asimismo a
sus antepasados. En la casa de la Säntisstrasse, en Schaffhausen, existe aún un
retrato del abuelo Wiedenkeller y un cuadro que representa la casa de los
Wiedenkeller en Arbon, realizados ambos por RORSCHACH. A su hermano Paul
le hizo un regalo de bodas consistente en un árbol genealógico de la familia
Rorschach, maravillosamente dibujado en colores, que representaba el
resultado de sus investigaciones en Arbon. Incluso realizaba dibujos llenos de
fantasía acerca de pormenores de la vida de sus antepasados. Con excepción de
los acontecimientos mundiales de tipo general y de la revolución rusa, no le
interesó nunca en especial la política. Escribió algunos artículos acerca del
problema del comunismo para los periódicos de Herisau.

En contraposición con sus numerosas aptitudes para otras cosas, era


marcadamente inhábil en asuntos financieros y en lo que se refiere a la lucha
profesional, careciendo de sentido de autoafirmación y de un cierto y sano
egoísmo. Ignoraba por completo el arte de transformar el saber en moneda
contante y sonante, lo cual dio Jugar a que más de una vez fuese muy
insuficientemente retribuido por su trabajo. Tan sólo ganó en vida 25 francos
suizos con su test.

A pesar de estas flaquezas parece haber sido plenamente consciente de su


propia valía y de la importancia de sus ideas, aunque rara vez hablaba acerca de
éstas, únicamente cuando estaba seguro de que iba a ser escuchado con
auténtico interés y con verdadera atención. Podemos suponer que sentía un
profundo respeto ante los enigmas del Universo, de la vida y del hombre. En
este sentido era una persona religiosa, aun cuando parece haber otorgado poca
atención a la religión convencional y a sus prácticas. Como ciertos filósofos del
Romanticismo alemán, imaginaba una corriente espiritual fluyendo a través de
las centurias y expresándose de modo múltiple en la vida de los pueblos y de los
individuos humanos. Le preocupaba la idea de hallar una clave para descifrar y
comprender todas estas múltiples formas de manifestación, que, en su opinión,
sería necesario encontrar en el ámbito de la fantasía creadora. Hacia finales de
su vida creyó haber hallado la solución definitiva a tales problemas. La expuso,
si bien de forma muy incompleta y poco clara, en su obra más importante: el
Psicodiagnóstico.
El test de Rorschach [rrór-shaj] es una técnica y método proyectivo de
psicodiagnóstico creado por Hermann Rorschach (1884-1922). Se publicó por vez
primera en 1921 y alcanzó una amplia difusión no sólo entre la comunidad
psicoanalítica sino en la comunidad en general.

El test se utiliza principalmente para evaluar la personalidad. Consiste en una serie de


10 láminas que presentan manchas de tinta, las cuales se caracterizan por su
ambigüedad y falta de estructuración. El psicólogo pide al sujeto que diga qué podrían
ser las imágenes que ve en las manchas, como cuando uno identifica cosas en las
nubes o en las brasas. A partir de sus respuestas, el especialista puede establecer o
contrastar hipótesis acerca del funcionamiento del sujeto.

Básicamente es un test proyectivo aunque a partir de él se ha estudiado su


cuantificación. Entre 1935 y finales de los años 1950 se desarrollaron cinco intentos de
cuantificación de las respuestas. Los máximos exponentes de estos intentos fueron
Beck, Klopfer, Hertz, Piotrowski y Rapaport. Este último le sugirió a John Exner (Jr.) la
conveniencia de conocerlos todos, y de allí Exner extrajo la idea de reunir toda la
información internacional y los distintos sistemas interpretativos en uno solo: así creó
el llamado Sistema Comprehensivo. Mediante una red de rorschachistas en todo el
mundo, se fue constituyendo una impresionante base de datos de protocolos
individuales que permitió un estudio y reinterpretación de estos sobre la base de los
descubrimientos que se iban haciendo. Otra contribución fundamental para el
desarrollo científico de la herramienta fue la creación de un Resumen Estructural, en el
que el psicólogo, una vez codificadas las respuestas obtenidas, vuelca los datos y
obtiene una configuración de la personalidad del sujeto.

Actualmente el Sistema Comprehensivo es el más extendido y fue aportando datos


muy importantes para la valoración de la personalidad y el descubrimiento de
estructuras mentales opacas a otros sistemas de estudio de la personalidad.

Es por ello por lo que se le considera una de las pruebas más completas [cita requerida].
Pero su mayor logro es la amplia difusión que posee, ya que a partir de ella existe una
amplia cantidad de investigaciones y casuística[cita requerida]. El material actual disponible
es inmenso.

Junto con el MMPI, es uno de los test psicológicos más ampliamente difundidos en el
ámbito jurídico-forense.

Método

El test de Rorschach consta de 10 láminas compuestas por manchas de tinta (negras


y policromáticas) sobre un fondo blanco. Estas láminas poseen una morfología vaga
por lo que resultan especialmente sugerentes. Las láminas son presentadas de
manera sucesiva a un paciente preguntándole lo que ve en ellas y cómo y dónde
manifiesta lo observado. El análisis del test está basado en las respuestas que da el
individuo.

Algunos de los criterios usados para evaluar las respuestas son:


 Tiempo de latencia. Cuánto se demora el individuo en dar la primera respuesta
a cada lámina.
 Posición. Cómo lo ve respecto de la posición de la lámina: en la posición
estándar, con 90º o 180º de rotación.
 Localización. Dónde lo ve: en la mancha completa, en un detalle, en un espacio
en blanco.
 Forma. Cómo es la calidad de lo percibido: rica en detalles, forma bien definida,
forma vaga, etcétera.
 Movimiento. Si lo percibido parece estar en movimiento o siendo movido por
alguna fuerza.
 Color. Si refiere al color de lo percibido. Si con ello justifica profundidad,
perspectiva, sombras, texturas, etcétera.
 Categoría. Qué es lo que ve: una forma humana, animal, objeto o sus
derivados. Otras categorías suelen considerarse aparte, tales como paisajes o
respuestas de carácter sexual.

Varios caminos han tenido un desarrollo independiente. Los de mayor desarrollo y


difusión fueron los de Klopfer y Rapaport, también alcanzaron un importante desarrollo
las lecturas de Beck, Hertz y Piotrowsky entre otros. El nombre de John Exner merece
una mención particular, integró las cinco principales corrientes en un único Sistema
Comprehensivo, y es en la actualidad la corriente de mayor desarrollo, difusión,
utilización y expansión en el mundo. A diferencia de los anteriores posee un enfoque
menos complicado en sus lecturas y desarrollos diagnósticos. Se presenta a sí mismo
como un medio y no un fin, por lo que se promociona como un test para ser utilizado
en diferentes ámbitos y por diferentes lecturas teóricas.

[editar] Controversias

Las controversias que arrastra este método psicológico son varias: una proviene de su
mala utilización, ya que el método de Rorschach fue muy utilizado por psicólogos sin
una óptima preparación. La otra, también la más difundida, es que este método no
está científicamente comprobado al carecer de verdadero rigor científico; en un 75%
de los casos los sujetos entrevistados ven cosas totalmente diferentes.

[editar] Argumentos a favor de la validez científica del test

La solidez a nivel de rigurosidad científica está sustentada en la innumerable cantidad


de estudios científicos realizados. La sociedad internacional de Rorschach y sus
extensiones dentro de cada país se encargan de promover que este valioso
instrumento clínico cuente con parámetros psicométricos óptimos.

A favor de las pruebas proyectivas se responde que esta controversia proviene de la


ignorancia de las leyes que acompañan a todos los paradigmas en ciencias humanas
y sociales. En este caso, las diferencias entre lo que los sujetos ven (proyectan) en la
láminas es precisamente, lo esperable. En cambio se pueden establecer categorías de
pertenencia de los perceptos encontrados por cada sujeto explorado. Así el sistema
comprehensivo se expresa a través de un resumen estructural de cada exploración,
donde se asignan valores a las variables previamente establecidas en función de las
categorías. Por poner un ejemplo, en el resumen estructural se puede codificar las
respuestas de forma de saber la manera de resolución de problemas del sujeto
estudiado, independientemente de las figuras que diga haber visto. Otra forma de
estudiar sus respuestas incluye datos diversos que, combinados, pueden alertar de un
riesgo de suicidio del sujeto en cuestión, aunque durante la exploración no haya dicho
absolutamente nada al respecto.
[editar] Las diez láminas del test de Rorschach

Acompañando a cada lámina se listan las interpretaciones más comunes (populares)


dadas a la imagen, según Samuel Beck. Se señala que esta técnica no posee
respuestas correctas, por consiguiente que una respuesta sea popular no indica que
sea "correcta":

Lámina 1 Lámina 4 (piel deLámina 5


(murciélago, Lámina 2 (dosLámina 3 (dosanimal, animal(murciélago,
mariposa, polilla) personas) personas)
grande) mariposa, polilla)

Lámina 6 (animalLámina 7
oculto, piel,(cabezas Lámina 8 (rosa:Lámina 9
alfombra) humanas, caras) animal) (naranja:
persona)

Todo el mundo sabe, o al menos los mensistas deberíamos saber, que Rorschach es
algo mas que una población suiza: es el apellido de un eminente psicólogo que diseñó
un test de investigación de personalidad basado en la interpretación que el sujeto
testado hace de unos dibujos simétricos, como producidos por una mancha de tinta al
ser esparcida aleatoriamente sobre un papel doblándolo.El test es una continua
sucesión de trampas contra el entrevistado.

Al igual que en la mili, donde uno tenía una nota de 10 al empezar el campamento y se
le iban restando fracciones de punto por cada falta cometida, usualmente en el
Rorschach el entrevistador va tomando nota de todas las cosas negativas que
hagamos, de acuerdo con unos códigos de interpretación mantenidos igualmente
secretos. Por ejemplo, si uno pregunta si se puede girar la figura, el psicólogo
responderá “Haga Vd. lo que quiera”; de ningún modo le dirá que muchas de los
dibujos son más fáciles de interpretar cuando son vueltos boca abajo. El entrevistador,
sentado junto al entrevistado y ligeramente por detrás, para que no pueda verse al
mismo tiempo el dibujo y su cara, hará anotaciones cada vez que se hagan preguntas
de ese tipo, y anotará cualquier comentario, cualquier acción, lo que redundará a
menudo en contra del entrevistado. Por ejemplo, si uno dice: “Esto parece...”, ésta es
una buena respuesta, pero “Esto es...” merecerá una sanción. Una respuesta
demasiado literal, como “Esto es una mariposa” o (¡no digamos!) “Esto es una mancha
de tinta” sufrirá su castigo, más grave cuanto mayor sea la evidencia (aunque no
siempre).

En efecto, tampoco hay que temer a la obviedad: ésta mostrará que uno es un buen
muchacho. Tampoco hay que temer dar dos o más interpretaciones. Eso sí, hay que
intentar ser lo más rápido posible. Una larga vacilación ante una figura, especialmente
si va seguida de una respuesta obvia, le descalifica a uno. Las respuestas muy
originales son en general positivas, salvo que correspondan a cosas que nunca se le
ocurrieron al entrevistador: en ese caso, la veleta puede inclinarse hacia cualquier
lado. No importa hacer alusiones sexuales, pero que no sean demasiadas.

Vamos a dar un ligero vistazo a las figuras del Rorschach, olvidando que algunas
están coloreadas. Bien entendido, a figuras parecidas a ellas, pues las auténticas
están protegidas por un Copyright y no quiero meterme en líos.


 Mancha 1. La rapidez de respuesta e indicativa de cómo uno reacciona ante
situaciones nuevas. Lo mejor son las respuestas obvias, dadas enseguida. Por
ejemplo, murciélago, mariposa, polilla y también mujer (en el centro, arriba),
siempre que no se comente que le falta la cabeza. Algunas interpretaciones
raras (máscara, cara de animal) pueden sugerir paranoia.
 Mancha 2. Es importante ver esta mancha como dos figuras humanas (mujer o
payaso). Si no, uno tiene problemas en su relación con la gente. Otras
respuestas son también válidas: entrada de una cueva, mariposa e incluso
vagina.

 Mancha 3. Esta mancha se supone que detecta las preferencias sexuales. La


mayoría de la gente ve ahí dos figuras humanas con importantes pechos o
penes. Si ambas figuras son consideradas masculinas, uno es heterosexual, en
caso contrario, homosexual. Pero hay excepciones, como las respuestas de los
gays.
 Mancha 4. A primera vista es difícil (¿cabeza de perro, dragón?), pero una
observación atenta revela un hombre visto desde debajo. Vale también ver en
ella un gorila, oso u hombre con abrigo. ¡Ojo con decir que el monstruo está
atacando! Es fatal: representa al propio padre.

 Mancha 5. La interpretación de Rorschach es la más obvia: un murciélago o


una mariposa. No diga dada más. Ver las prolongaciones de las alas como
bocas de cocodrilo significa hostilidad, ver pies o tijeras indica castración. Si se
dan demasiadas interpretaciones... ¡esquizofrenia! Y también si se ve gente
moviéndose.
 Mancha 6. La más difícil. El secreto está en voltearla. La interpretación más
socorrida es un pene, pero es mejor decir que se parece a una madriguera de
animal. También una nube, dos máscaras teatrales, hombres narizotas, etc. En
conjunto, parece que revela las actitudes inconscientes hacia la sexualidad.

 Mancha 7. Revela nada menos que los sentimientos hacia la madre. Todo el
mundo ve en ella dos mujeres. Decir “brujas”, “solteronas”, etc., indica conflicto,
poco amor o incluso aborrecimiento. Nubes, fatal. Peor ver una cáscara de
nuez: ¡fijación vulvar! El espacio entre las dos mitades puede ser también
interpretado como una lámpara de aceite, pero sólo los esquizofrénicos lo ven.
 Mancha 8. La respuesta más corriente la relaciona con animales de cuatro
patas, y no verlo es una mala señal: ansiedad. Vale también un árbol, e incluso
mariposa. Mejor todavía: diseño heráldico o un árbol de Navidad con
ornamentos.

 Mancha 9. Pocas respuestas buenas aquí. Un fuego con humo, una explosión
(ojo, según qué interpretadores verán paranoia en ella), un mapa, una flor. Ver
una vagina en el centro, malo, malo. En definitiva, no hay mucho por ver. El
psicólogo puede estar contando sus respuestas.
 Mancha 10. Esta última mancha escudriña su capacidad organizativa. Aquí
puede haber de todo: cangrejos, la cabeza de un conejo, huevos fritos. Buenas
respuestas: algo visto a través del microscopio. Algunos llegan a ver caras. Si
ve Vd. el humo de una pipa, tiene una fijación oral. Ver testículos y penes es
ansiedad de castración (!).

En fin, que una cosa es segura: entrevistador y entrevistado pueden divertirse la mar
con el test. Claro que si de él depende conseguir un empleo, éste promoverá más bien
terror en quien ve su destino dependiente de los dibujitos.

http://es.wikipedia.org/wiki/Test_de_Rorschach

http://www.chw.net/foro/off-topic-f16/62543-solucion-test-psicologicos-rorschach-
manchas-y-luscher-colores.html

http://www.rorschach.es/ear/biografia.html#indice

http://es.wikipedia.org/wiki/Hermann_Rorschach

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