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TERAPÉUTICA
La dieta baja en hidratos de carbono es más eficaz que la dieta
hipocalórica convencional
Stern L, Iqbal N, Seshadri P, Chicano KL, Daily DA, McGrory J, et al. The effects of low-carbohydrate versus
conventional weight loss diets in severely obese adults: one-year follow-up of a randomized trial. Ann Intern Med
2004;140:778-85.
Objetivo. Comparar la eficacia al año de una dieta baja en hidratos de car-
bonos y una dieta hipocalórica convencional de adelgazamiento.
Diseño. Ensayo clínico aleatorizado con evaluación a los 6 meses (publicado
previamente) y al año.
Emplazamiento. Consultas externas de un centro médico en Filadelfia (Es-
tados Unidos).
Población de estudio. Ciento treinta y dos obesos ambos sexos (un 80%
varones) mayores de 18 años (edad media, 55 ± 9 años), con un índice de
masa corporal (IMC) ≥ 35 kg/m2 (media, 44 ± 7 k/m2), un 55% de ellos
afroamericanos. Criterios de exclusión: enfermedad hepática, medicación o
programa para adelgazar, creatinina > 1,5 mg/dl, enfermedad invalidante o
incapacidad para automedición de glucosa capilar. El 83% presentaba sín-
drome metabólico o diabetes mellitus; el 49%, hiperlipemia; el 16%, enfer-
medad coronaria, y el 60-75%, HTA.
Intervención. Sesenta y cuatro pacientes recibieron consejo para restringir
su ingesta de hidratos de carbono a menos de 30 g/día (dieta baja en hidra-
tos de carbono) y 68 para reducir en 500 kcal su ingesta diaria con < 30%
de las calorías proveniente de las grasas (dieta convencional). La tasa de
abandonos fue del 31 y el 37%, respectivamente.
Medición del resultado. Cambios de peso, valor de lípidos, glucemia, sen-
sibilidad a la insulina y presión arterial. Se realizaron cálculos con los casos
que completaron el estudio (variables metabólicas) y con todos.
Resultados principales. Al año de tratamiento, la disminución de peso fue
de 5,1 ± 8,7 kg en el grupo bajo en hidratos de carbono y de 3,1 ± 8,4 kg
en el de dieta convencional, pero sin diferencias entre los grupos (p = 0,2).
La ingesta calórica en la dieta convencional disminuyó en 97 ± 1.067
kcal/día (de 1.919 a 1.822 kcal/día) y la baja en hidratos de carbono dismi-
nuyó en 510 ± 1.187 kcal/día (de 1.972 a 1.462 kcal/día); las calorías in-
geridas fueron similares en ambos casos. La ingesta de proteínas no difirió
entre grupos. Con la dieta baja en hidratos de carbono los triglicéridos dis-
minuyeron más (55 mg/dl) y el colesterol ligado a lipoproteínas de alta den-
sidad (cHDL) menos (3 mg/dl) que con la dieta convencional. Entre los dia-
béticos (n = 54), la hemoglobina glucosilada (HbA1c) bajó más con la dieta
baja en hidratos de carbono (el –0,7 frente al 0,1%). El colesterol total y el
colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad (cLDL), la creatinina, la
presión arterial y la sensibilidad a la insulina no variaron significativamente
en ningún grupo.
Conclusión. Al año de seguimiento, la disminución de peso de la dieta baja
en hidratos de carbono no difiere de la dieta convencional, pero los efectos
sobre los triglicéridos, el cHDL y el control metabólico de la diabetes es más
favorable.
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Comentario
Los autores realizaron un primer análisis a los 6 meses del inicio
del estudio, con 118 de los 132 pacientes iniciales, en el que obser-
varon que la pérdida de peso en el grupo con dieta baja en hidratos
de carbono fue superior a la conseguida con la dieta convencional
(aproximadamente unos 5 kg de diferencia)1. En este primer análi-
sis llama la atención que la pérdida de peso en el grupo de dieta
convencional tiene una media inferior a 2 kg, lo que se consideraría
como nula desde un punto de vista clínico.
A pesar de que algunos estudios sugieren que la dieta baja en hi-
dratos de carbono presenta una rápida recuperación del peso a lar-
go plazo2, en este estudio se mantiene el peso disminuido al cabo
del año, pero al continuar disminuyendo el peso en el grupo de die-
ta convencional y ser una muestra pequeña, las diferencias entre
ambos grupos no son estadísticamente significativas.
La mayor disminución de peso en el grupo de dieta baja en hidratos
de carbono podría explicarse por una mayor disminución de la ingesta
calórica. Llama la atención que el grupo de dieta convencional no dis-
minuyó su ingesta calórica conforme a lo recomendado (–500 kcal),
ya que la ingesta calórica media fue superior a la esperada. Ello po-
dría explicar la poca repercusión sobre el peso y sobre las variables
metabólicas. No debemos olvidar que se aconseja que la disminución
del peso sea de al menos un 5% de su peso actual. Si tenemos en
cuenta que estos pacientes tenían pesos de 130 kg, la disminución es-
perada sería de unos 6-7 kg, cosa que no se consigue ninguno de los
grupos. Dado que el tamaño de la muestra era pequeño, no se pudie-
ron realizar análisis de los casos en que la disminución de peso fue
mayor o de aquellos en que el cumplimiento de las dietas fue óptimo.
No se observó que la restricción de hidratos de carbono se asociara
a un aumento de la ingesta de proteínas, ni a una alteración de la
creatinina. La mejora del perfil lipídico y glucídico estuvo en con-
sonancia con la pérdida de peso, pero fue discreto, debido a que la
pérdida de peso también lo fue. En otro estudio, en que la pérdida
de peso fue mayor, se observaron mayores disminuciones en los
triglicéridos3.
Pilar Orozco López
Servicio de Endocrinología. CAP Gòtic. Barcelona. España.
Bibliografía
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