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La candidiasis crónica

La candidiasis es una infección causada por una levadura de la familia de las Cándidas.
Existen más de 100 especies de cándidas distintas, sin embargo la que más abunda en
nuestro organismo es la Cándida álbicans.
Las levadura Cándida por lo general, puede vivir perfectamente en paz entre la fauna intestinal,
como por ejemplo las bacterias acidophilus y bífidus, estando estos residentes bacteriológicos
encargados de mantener la cándida bajo control, previniendo su crecimiento excesivo. La
función de la levadura Cándida en el cuerpo es eliminar cualquier resto de comida corrompida
que se halle en nuestro sistema digestivo (hecho causado principalmente por la mala digestión
y debido a ácidos en el estómago) y evitar así que cualquier bacteria dañina pueda causar
levaduras (u hongos) que al multiplicarse pueda ser objeto de amenaza para nuestra salud.
La Cándida está constantemente chequeada por la bacteria “buena “ó “beneficiosa”
gastrointestinal y nuestro sistema inmunológico. Pero los problemas pueden empezar cuando
ciertas condiciones están presentes, es entonces cuándo la Cándida puede cambiar su
anatomía y fisiología, pasando de ser inofensivas levaduras a convertirse en hongos,
ramificándose y colonizando todo el canal intestinal. Durante este proceso, la Cándida puede
llegar a “comerse” las paredes del intestino, sumarse a la corriente sanguínea e infiltrarse en
los tejidos. La levadura por lo general beneficiosa se puede transformar en un moho de tipo
patógeno, agresivo y destructivo, que puede causar una variedad de problemas de salud sin
ninguna conexión aparente. Esta condición/ enfermedad es la candidiasis crónica.
La mayor parte de la digestión y absorción de nutrientes ocurre en el intestino delgado, el cual
está cubierto por una mucosa. Esta produce por un lado enzimas digestivas, jugos gástricos y
fluido alcalino que permite la digestión y por otro lado contiene vellosidades (diminutas
proyecciones de la mucosa) donde ocurre la absorción de nutrientes. La mucosa intestinal es
de vital importancia no sólo para permitir la nutrición e hidratación del organismo, sino también
para impedir que sustancias no deseables (toxinas, bacterias, metales pesados, químicos etc.)
penetren a través de la mucosa intestinal en la sangre. Convertida en un hongo, la cándida
puede ocasionar inflamación y excesiva permeabilidad de la mucosa, afectando negativamente
a la producción de enzimas y jugo para la digestión, al igual que la absorción de nutrientes.
Este exceso de permeabilidad de la mucosa permite que ciertas sustancias como químicos,
proteínas mal digeridas, toxinas y otros cuerpos extraños, traspasen la mucosa intestinal e
invadan la sangre. Estos invasores (antígenos) activan nuestro sistema inmunitario. Si la
invasión por cándidas se hace crónica, el sistema inmunitario permanece activado hasta que
con el tiempo empieza a agotarse a trabajar con menos eficacia. Así pues no es de extrañar
que las personas con candidiasis sufran de gripes e infecciones continuas y problemas
relacionados con la inmunidad deficiente.
Los síntomas de la candidiasis varían de persona a persona, pero los principales son:
Fatiga crónica (especialmente después de comer), ganas de comer alimentos como pan y
cosas dulces (a la levadura le encantan los dulces), depresión, cambios de humor extremos,
sentimientos rabia y agresividad (especialmente después de ingerir comida dulce), sentirse
borracho después de comer una comida alta en carbohidratos, hipoglucemia, mucosidad
excesiva en la garganta, nariz y pulmones, infecciones de hongos de la piel, vagina u boca,
diarrea, picores, pérdida de memoria a corto término, sentirse algo zombi, incapacidad para
tomar decisiones, sensación de hinchazón y gases después de comer, hinchazón en el sistema
linfático, dolores de tipo menstrual, sudores nocturnos, dolores en el pecho y articulaciones,
poca coordinación, visión borrosa, dolores de cabeza, vértigo intermitente, insomnio,
estornudos, (particularmente en condiciones ambientales de humedad) y a veces a las
humedades que dejan las colonias, perfumes y hasta el humo del tabaco, sensación de
hormigueo o entumecimiento, dolor muscular, dolor abdominal, quemazón, picor o flujo vaginal,
falta de deseo Sexual, irregularidades menstruales y/o calambres, tensión premenstrual,
ataques de ansiedad o llanto, manos y pies fríos o sensación de frío, presión en los oídos,
picores o sarpullidos crónicos, indigestión o acidez, intolerancia a ciertos alimentos, mucosidad
en las heces, picor anal, boca o garganta seca, ronchas o costras en la boca, mal aliento, picor
nasal, dolor de garganta, laringitis, afonía, tos, bronquitis recurrente, ahogo o dificultad para
respirar, necesidad frecuente de orinar, Puntos en la visión o visión errática, picor o sensación
de quemazón en los ojos u ojos llorosos, frecuentes infecciones de oído o supuración de oídos,
puede a veces causar infecciones graves en los riñones, cistitis y prostatitis.
EXCESO DE AZÚCARES Y CARBOHIDRATOS REFINADOS EN LA DIETA: El consumo de
estos productos es un factor principal para el desarrollo de la candidiasis, ya que tanto el
azúcar como los carbohidratos refinados aumentan desproporcionadamente los niveles de
glucosa en la sangre. La glucosa es uno de los alimentos favoritos de las cándidas, uno de los
problemas más comunes que sufren las personas con candidiasis son las hipoglucemias ó
“bajones de azúcar”, esto es debido a que las cándidas obtienen su alimento, tanto a través de
los azúcares y glucosa que directamente consumimos como a través nuestra propia glucosa en
sangre.
CONSUMO CONTINUO DE AGUA DEL GRIFO: El agua del grifo contiene gran cantidad de
sustancias nocivas para la salud. Entre ellas están el aluminio, nitratos, residuos fertilizantes,
herbicidas y pesticidas, metales pesados, cloro y flúor. El cloro destruye la flora intestinal y el
flúor debilita el sistema inmunitario.
USO DE ANTIBIÓTICOS, CORTICOIDES Y HORMONAS SEXUALES SINTÉTICAS: Los
antibióticos afectan negativamente el equilibrio interno de la persona haciéndola más propensa
a enfermedades crónicas, inhiben el crecimiento de microorganismos, sean estos perjudiciales
ó beneficiosos para la salud. Sin embargo no ejercen ningún efecto destructivo sobre las
cándidas. Esto significa que al quedar destruida la flora intestinal, la cual se encarga de
controlar el crecimiento de las cándidas, estas son libres de crecer y reproducirse
incontroladamente.
EMBARAZOS: Durante esta etapa los niveles de la hormona progesterona aumentan con la
finalidad de mantener el revestimiento del útero y preparar las glándulas mamarias para
producir leche. Sin embargo unos niveles altos de progesterona inducen a las glándulas
endometriales (que se encuentran en el revestimiento interno del útero) a producir glucógeno
(glucosa almacenada). El glucógeno al ser un glúcido favorece el crecimiento de las cándidas
vaginales.
ESTRÉS CONTINUO: El estrés pone en marcha el sistema nervioso autónomo (SNA) y las
glándulas suprarrenales que nos ayudan a enfrentarnos a situaciones de adaptación (estrés)
que la vida exige. Si el organismo sufre de estrés prolongado las glándulas suprarrenales serán
estimuladas para producir principalmente la hormona cortisol. Esta hormona segregada en
exceso puede producir un sinfín de desequilibrios en el organismo. Entre ellos disminuye la
capacidad inmunitaria del organismo, dando lugar a alergia e infecciones (como la candidiasis),
destruye la flora intestinal, favoreciendo el crecimiento de bacterias y levaduras y disminuye las
inmunoglobulinas A intestinales, la primera línea de defensa del sistema inmunitario en el
intestino.
INMUNIDAD BAJA: El sistema inmunitario es el encargado de controlar el crecimiento de las
cándidas de cualquier microorganismo que habite en armonía con nosotros. Hay muchísimas
personas con una inmunidad relativamente deficiente sin saberlo, porque al no haber
desarrollado ninguna enfermedad, aparentemente parecen estar “sanas”, pero la ausencia de
enfermedad no es sinónimo de salud.
DISMINUCIÓN DE LAS SECRECIONES DIGESTIVAS: El ácido clorhídrico (producido en el
estómago) y enzimas digestivas (producidas por el páncreas y el intestino delgado) se
encargan de digerir las proteínas, carbohidratos y las grasas. La incorrecta digestión de este
tipo de alimentos puede causar putrefacción y fermentación intestinal. Este fallo en la digestión
genera sustancias irritantes para la mucosa intestinal, favoreciendo el desequilibrio de la flora
intestinal y el crecimiento de las cándidas.
FALTA DE NUTRIENTES: Hoy en día estamos sobrealimentados pero desnutridos esto es
debido por ejemplo a una desmineralización de los terrenos de cultivo y/ó al tiempo que le toma
al producto, una vez recolectado llegar a las tiendas. También las alergias o intolerancias
alimenticias producen una incorrecta asimilación de nutrientes y todos tenemos muchas. Los
antinutrientes (sustancias que nos roban nutrientes del organismo) como pesticidas,
contaminación, conservantes, etc. nos obligan a necesitar más nutrientes de los que podemos
ingerir con una alimentación sana.
ENFEMEDADES O DESEQUILIBRIOS RELACIONADOS CON LA CANDIDIASIS CRÓNICA:
- Enfermedad de Crohn
- Colitis
- Síndrome del intestino irritable
- Artritis reumatoide
- Lupus
- Esclerosis múltiple
- Fibromialgia
- Síndrome de fatiga crónica
- Hipotiroidismo
- Hipoglucemia
- Depresión y estados de ansiedad
- Anemia
- Alergias
SÍNTOMAS GENERALES:
- Cansancio
- Malestar general
- Dolor muscular y de articulaciones
- Hinchazón abdominal
- Diarrea o estreñimiento
- Depresión
- Irritabilidad
- Incapacidad para concentrarse
- Reacciones alérgicas
- Molestias vaginales (irritación, quemazón, picor)
- Dolores de cabeza
HISTORIAL CLÍNICO ACTUAL Y PASADO
 Frecuentes infecciones (vaginales, oídos, anginas) tratadas con antibióticos
 Uso de la píldora anticonceptiva ó tratamiento hormonal sustitutivo
 Uso de corticoides para tratar problemas de oídos, piel, alergias ó dolores artríticos
 Épocas de estrés muy fuerte
 Dieta durante años alta en carbohidratos refinados (pan, pasta, arroz blanco, etc.), azúcar,
café, refrescos, alcohol, bollería, confitería ó pastelería. Por otro lado baja en proteínas
 Inactividad física y pocas horas de sueño durante años
AFECCIONES O TRANSTORNOS ASOCIADOS
- Síndrome premenstrual
- Psoriasis
- Síndrome del intestino irritable
- Hipotiroidismo
- Ansiedad
- Depresión:
1- A menudo pasa desapercibida y no es diagnosticada, por lo cual ayuda a la levadura a
crecer sin ninguna traba.
2- Por los numerosos síntomas que presenta, lo que hace es poner mucho estrés en el
sistema inmunológico, forzando a que se enfrente no sólo a la infección de la levadura sino a
todas las condiciones que esta misma infección causa.
LAS CAUSAS MÁS COMUNES DEL DESARROLLO DE LA CANDIDIASIS SON:
 Los corticoides actúan deprimiendo el sistema inmune.
 Las hormonas sexuales sintéticas destruyen nutrientes vitales para la salud del sistema
inmunitario, por ejemplo la vitamina B6, la cual es fundamental para producir linfocitos,
antígenos y mantener los tejidos linfáticos sanos.
 Por otro lado unos niveles altos de progesterona pueden provocar resistencia a la insulina. Esta
hormona es necesaria para bajar los niveles de glucosa en la sangre.
 El sistema inmunitario puede “deprimirse” por muchos factores como estrés crónico, mala
alimentación, falta de nutrientes, consumo excesivo de tabaco y alcohol, contaminación, falta
de descanso, falta de ejercicio moderado, etc.
 La falta de acidez estomacal y de enzimas digestivas es común en personas que abusan del
azúcar, refrescos, café, carbohidratos refinados y alcohol.
TRATAMIENTO TÍPICO DE UNA PERSONA CONCANDIDIASIS CRÓNICA:
DIGESTION:
La clave para vencer la cándida consiste en limpiar a fondo el sistema digestivo, el cual es la
raíz del problema. En general se tiene que intentar a toda costa no tener problemas de
estreñimiento para ello es necesario beber agua (siempre embotellada) y se recomienda tomar
fibra a menudo. El beber mucha agua también ayuda a la eliminación de las células muertas de
la levadura en el sistema, una vez se empiece a progresar en el tratamiento.
Una buena digestión es muy importante, ya que nada es mejor para la Cándida que encontrar
restos de alimentos mal digeridos y en estado de descomposición. Es prioritario por tanto en el
tratamiento de la candidiasis crónica realizar un test de intolerancias alimenticias y empezar
una dieta eliminando los alimentos que en el momento de hacerse el test dan intolerancia, al
mismo tiempo que una dieta anticándidas.
DIETÉTICA
Teniendo en cuenta que la cándida adora los alimentos dulces, deberían ser borrados de la
dieta en todas sus diferentes formas (dextrosa, sucrosa, glucosa, maltosa, lactosa, fructosa).
Mejor decir adiós a todo tipo de frutas también, excepto las que contienen un grado bajo en
azúcar, tales como las fresas, las cerezas, la papaya, las cuales se pueden tomar con cierta
moderación. También es bueno leerse las etiquetas con los ingredientes en los productos que
se compren envasados para asegurarse de que no contienen azúcar.
La dieta es el mejor aliado contra la Cándida, pero lo más frustrante es tener que dejar de lado
ciertos alimentos, vinagres, bebidas alcohólicas, bebidas con cafeína, trigo, levaduras y
fermentos en general, ya que promueven el crecimiento de levadura en el organismo ó por lo
menos pueden agravar la condición de las colonias de levaduras ya existentes. Se debe
mantener la comida bien tapada en el refrigerador para prevenir la formación de mohos.
Algo muy importante a tener en cuenta es la importancia de comer regularmente durante el día.
Se deben respetar las principales comidas (desayuno, comida y cena) y también picar algo a
media mañana y media tarde si se desea. Se deben evitar los altibajos bruscos de glucosa en
sangre. La razón es porque las cándidas se alimentan también de esta sustancia, así pues es
fundamental que se mantengan unos niveles de glucosa moderados y estables durante el día.
Otro consejo importante es no olvidar comer algo de proteína en cada comida. La proteína es
fundamental para reparar la pared intestinal, producir hormonas y enzimas metabólicas,
controlar la glucosa de la sangre y producir glóbulos sanguíneos, entre otras muchas
funciones.
Durante la primera fase del tratamiento es muy posible que se produzca un empeoramiento
temporal de los síntomas hasta ahora sufridos. O sea la persona que con los años haya tenido
tendencia a sufrir de dolores de cabeza y cansancio, al principio tal vez note que estos
síntomas se agraven o intensifican. Esto es debido a la desintoxicación que se produce al
eliminar ciertas sustancias adictivas (como el azúcar, el café, etc.) y también que las cándidas
al pasar hambre producen más toxinas de lo habitual.
LA MEJOR ARMA
Habiendo sufrido personalmente de la cándida en el pasado y como kinesióloga que ha
ayudado a muchos individuos afectados, puedo decirles que sin lugar a dudas, el mejor aliado
es la dieta y la paciencia. La recuperación es muy frustrante y pesada ya que, como hemos
dicho, la cándida es un organismo muy tenaz. Sin embargo, lo mejor es no darse por vencido y
saber que eventualmente uno se recuperará y esto produce mucha satisfacción. Los resultados
se agradecen realmente.

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