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Papers 48, 1996 7-8

Presentació

La parte central del contenido de este número está dedicada a la construcción


de tipologias sobre diversos contenidos temáticos dentro de una perspectiva
cuantitativa. La importancia que tiene el concepto metodológico de tipologia,
tanto en la sociologia empírica como en la teórica, está fuera de duda. La cla-
sificación, la taxonomia y la tipificación no s610 están en la base de todo pro-
ceso cognitivo, sino que también ocupan 10s primeros peldaños del quehacer
metodológico a la hora de construir el aparato conceptual de la investigación
o de dar referencias operativas a 10s conceptos definidos de una manera más
abstracta ylo intensiva. La definición abstracta no es la que mis directarnente
se presta a su aplicación observacional o evidencia empírica. Por el10 se está
obligado a que dichos conceptos se hayan de construir y validar a partir de
indicadores más simples que se presten mejor a la obsemación a la hora de la
recogida de la información y de un primer anáiisis. Esta construcción, y su
consiguiente validación, es propia del anáiisis tipológico. Por otro lado, en una
perspectiva mis empírica el camino de la elaboración, o incluso el mis pri-
mario de exploración, de la teoria se construye identificando 10s fenómenos
observados a traves de su regularidad clasificatoria, taxonómica o tipificado-
ra. Pero la construcción tipológica no solarnente ocupa las primeras fases de
la investigación -0perativizar observacionalmente 10s conceptos o identifi-
car 10s fenómenos observados validando sus indicadores-, sino que, en un
porcentaje muy elevado de las investigaciones en sociologia, la misma morfo-
logia de 10s modelos de anáiisis supone y se reduce a una forma tipológica. En
estos casos la manera de identificar 10s fenómenos complejos o construir teo-
r i a ~de alcance medio y validarlas pasa por, o en todo caso tiene su referencia
metodológica y morfológica en, la construcción tipológica.
Un primer articulo, aLa construcción de tipologías: metodologia de aná-
lisis)),sitúa metodológicamente el concepto y el instrumento de la tipologia.
Le sigue otro articulo, ((Laconstrucció de tipologies: procés i tkcniques de
I'andisi de dades)),más descriptivo y concreto centrado en el proceso meto-
dológico que orienta y unifica el tratamiento de 10s ejemplos de aplicación
que aparecen en 10s siguientes articulos. En 10s posteriores articulos aparecen
dichos ejemplos de aplicación a diversos ámbitos. El primero de ellos, aLa
construcción de una tipologia de segmentación del mercado de trabajo)), se
refiere a la segmentación laboral como un caso de construcción tipológica. Los
dos articulos siguientes de aplicación se refieren, el primero, (Aspectes meto-
8 Papers 48, 1996 Presentació

dolbgics i tkcnica de l'angisi de les dades per a I'estudi dels grups i les classes
socials a la Regió Metropolitana de Barcelona)),a un análisis de 10s grupos
sociales o de estructura social, y el segundo, ((Tratamientomultivariado de sub-
poblaciones en una gran encuesta social: la construcción de zonas sociales)),a
un estudio de zonas sociales en cada una de las cuales se hace también un aná-
lisis de estructura ylo grupos sociales. Por fin, el último de 10s artículos de este
conjunt0 con intenciones tipológico-estructurales, c(L'estructuraci6del con-
sum a través de l'andisi de correspond2ncies)),toma el consumo como objeto
de análisis dentro de la misma perspectiva metodológica. Lo que interesa es
que a partir de la (ceficacia)),la validez y la coherencia de 10s resultados en diver-
sas temáticas se ((legitimenel proceso seguido.
Los articulos referidos hasta ahora han sido elaborados pof el equipo res-
ponsable de la metodologia de L'Enquesta Metropolitana de Barcelona 1990.
Condicions de vida i habits de la població. La encuesta ha sido patrocinada y
realizada por el Institut &Estudis Metropolitans de Barcelona y otras insti-
tuciones. Este número es parcialmente el resultado de investigaciones concre-
tas llevada a cabo, unas en el marco de la encuesta y otras guiadas por intereses
más especializados. Estas investigaciones constituyen un intento de ir más lejos
en el tratamiento analític0 de las encuestas sociales que el que habitualmente
se propone o se hace. La colaboración del Institut &Estudis Metropolitans
de Barcelona ha sido, pues, imprescindible en la realización de estas investi-
gaciones.
El siguiente articulo, ((Lateoria de redes sociales)),está dedicado a intro-
ducir el análisis de redes sociales, temática en la que el equipo precedente está
trabajando. El objetivo de esta aproximación es también estructural aunque
lejos de la perspectiva atributiva de la mayor parte de 10s tratamientos empiricos
y, concretamente, de 10s precedentes. En próximos números de la revista apa-
recerán aplicaciones concretas de este tip0 de análisis.
Se cierra la revista con un articulo, ((Lacalidad de la encuesta)).Cualquier
examen de la calidad de una encuesta debe pasar por una previa y subsecuen-
te reflexión, no solamente sobre 10s aspectos técnicos de la misma sino tam-
bién sobre 10s metodológicos y epistemológicos. Es a la luz de tal reflexión que
han de examinarse 10s errores de diversa indole que atentan a su calidad.

Carlos Lozares, Pedro López,


Mirius Dominguez, Vicent Borras
Papers 48, 1996 9-29

La construcción de tipologias:
metodologia de análisis
Pedro López Roldán
Universitat Autbnoma de Barcelona. Departament de Sociologia.
08 193 Bellaterra (Barcelona).Spain

Resurnen

La construcción de tipologias en sociologia, como procedimiento de conceptualización y


anáiisis empirico, constituye un recurso habitual de la investigación donde cabe estable-
cer la distinción y la interrelación entre contenido y forma del objeto de estudio, entre
modelo teórico y modelo metodológico. En este articulo se expone una metodologia des-
tinada a la construcción, el anáiisis y la validación de tipologias según la concepción de la
denominada atipologia estructural y articuladan. Esta concepción consiste en una formu-
lación sistematizada y de procedimiento flexible para su necesaria adaptación a cada obje-
to de investigación. La conceptualización y el tratamiento se hacen desde la ((perspectiva
de investigación distributivar, basada en la encuesta y en la estadística como instrumen-
tos caracteristicos de recogida y anáiisis de 10s datos.
Palabras clave: metodologia, tipologia, clasificación, modelos.

Abstract. The construction of typologies: methodology of analysis

The construction of typologies in sociology, like a method of conceptualization and empi-


rical anaiysis, is an usual to01 for research. Typologies differ, not only in content, but in
form. This analytical distinction can be applied to complex theoretical constructs and is
used in order to differenciate benveen theoretical and methodological models in typolo-
gical constructions. The main objective of this article is to elaborate a methodology desti-
nated to build, analyse and validate typologies, based on the conceptualization of what is
cailed a <~structural and articulated typologyn. The methodology may be seen as a flexible
formulation that can be adapted to every research which has a typological construction as
a goal and which adopts the cdistributive approachn, that is, a perspective based on sur-
vey and statistical methods for collecting and analysing data.
Key words: metodology, typology, classification, models.

Sumario

1. Introducción 4. Procedimiento y técnicas de análisis


2. La tipologia, jcontenido o forma? 5. Conclusiones
3. La tipologia estructural y articulada Bibliografia
10 Papers 48, 1996 Pedro L6pez Rolddn

1. Introducción
Una de las aproximaciones metodológicas, con 10 que implica en mttodos y
técnicas, más frecuente y característica de la investigación científica en general,
y de la sociológica en particular, es el recurso a la construcción de tipologias
como ordenadoras de las distintas conceptualizaciones de 10s fenómenos socia-
les complejos estudiados. La construcción de tipologias satisface la necesidad
de clasificar o de estructurar y, en general, de resumir en un conjunt0 reduci-
do y significativo de categorias o tipos a 10s individuos, grupos, instituciones,
sociedades o a cualquier otra unidad de análisis que es objeto de estudio.
Constituye, pues, uno de 10s procedimientos y uno de 10s objetivos más habi-
tuales de la investigación empírica sociológica desde 10s origenes mismos de
la disciplina.
Al sugerir esta temática nuestro propósito es doble. Por un lado, este arti-
culo y algunos de 10s que aparecen en este número de la revista se conciben
como continuación de otros dos anteriores publicados en esta revista donde
se ha planteado esta problemátical. Por otra parte, se ofrece una reflexión más
general y se formula el contenido y 10s momentos de una propuesta metodo-
lógica de construcción, análisis y validación tipológicos en el contexto de una
perspectiva de investigación atributiva2.
La tipologia ha sido objeto de atención habitual desde diversas perspecti-
vas en la tradición sociológica. Buena parte de las teorías sociológicas han
encontrado en la tipologia la forma de ordenar conceptualmente 10s fenóme-
nos más diversos de la realidad social. Sin embargo, constatando la importan-
cia de la construcción tipológica en el quehacer sociológico, sorprende que las
contribuciones metodológicas de reflexión sobre su naturaleza y sobre 10s pro-
cedimientos de construcción hayan sido más bien limitadas. Existe una nota-
ble descompensación entre la proliferación de investigaciones que recurren al
uso de las tipologias y la aparición de metodologías específicas de formaliza-
ción del análisis tipológico. Esta constatación es especialmente significativa en
10s últimos tiempos cuando se recurre a las técnicas estadísticas, cuya extensa
utilización se ha potenciado con la difusión de la informática aplicada.
El proceso acelerado de posibilidades tecnológicas no se ha visto siempre
acompafiado de una preocupación creciente por las necesidades metodológicas

1. Las referencias bibliogrficas son las siguientes: LOZARES COLINA, C. (1990).{(Latipologia


en Sociologia, rnh allá de la simple taxonomia: conceptualizacióny cáiculo)).Papers. Revista
deSociokya34: 139-163. LOZARES COLINA, C.; LOPEZROLDAN, P.. (1991). aEl análisis de
cornponentes principales: aplicaci6n al análisis de datos secundarios)). Papers. Revista de
Sociologia 37: 31 -63.
2. Esta reflexión y propuesta rnetodológica ha sido objeto de tratamiento en el trabajo de
tesis doctoral que bajo el titulo de La construccidn de tipologiac en sociologla:propuestameto-
doldgica de construccidn, análisis y validución. Aplicacidn a la segmentacidn del mercado de
trabajo en la Regió Metropolitana de Barcelona, ha sido presentada por el autor de este arti-
culo en el Departament de Sociologia de la Universitat Autbnorna de Barcelona a finales
de 1994.
La construcci6n de tiooloeias: metodoloeia de anilisis Papers 48, 1996 11

que requiere la investigación, para llenar su función de vincular la teorización


de un problema sociológico con 10s instrumentos que permitan la contrastación
de modelos teóricos y de hipótesis. El caso de la construcción de tipologias es
un ejemplo de este fenómeno.
No pretendemos aquí teorizar sobre la tipologia como recurso genérico de
la investigación sociológica, sino que establecemos las condiciones de una
forma particular de entender la construcción y el análisis tipológico: la que
denominaremos como tipologia estructuraly articulada. Tras unos primeros
comentarios sobre la noción y la utilización de las tipologias en la investiga-
ción sociológica, presentaremos 10s rasgos caracteristicos de la tipologia estruc-
tural y articulada como modelo abstracto y flexible situado dentro de una
perspectiva metodológica atributiva o distributiva U. Ibáfiez, 1985b). En fun-
ción de esta conceptualización nos detendremos brevemente en la explicitación
de 10s momentos, 10s métodos y las técnicas apropiados para la construcción,
el anáiisis y la validación tipológicos.

2. La tipología, jcontenido o forma?


Un primera cuestión que se suscita al analizar las distintas formas de entender
el proceso y 10s objetivos que cubre la utilización de las tipologias, y que han
aportado autores como E. Durkheim (1984), M. Weber (1969, 1990),
G. Gurvitch (1962, 1963), H.P Becker y J.C.McKinney (1968) o PF. Lazars-
feld (1937, 1951) y A.H. Barton (1985), derivada de las palabras de sus pro-
pios autores o de anáiisis comparativos de otros3, es la persistencia de un falso
debate que ha distorsionado la visión de la tipologia y su construcción en
el trabajo de investigación.
Unos han insistido más intensamente en la importancia de la teoria y de
10s modelos teóricos en la explicación de la realidad social, sin negar la vocación
empírica de la sociologia, mostrando la necesidad de elaborar esquemas con-
ceptuales para la investigación. Otros han insistido en el carácter empirico y
en la importancia de desarrollar protedimientos de captación de la realidad
empírica, sin negar la vocación teórica de la sociologia, mostrando la necesidad
de elaborar disefios operativos de análisis. En el fondo, unos y otros coincidi-
an en sefialar que teoria y empiria son dos elementos inseparables del estudio
y de 10s conocimiento sociológicos.
Por ello, antes que considerar a la teoria y a la empiria como opuestos, todo
intento de superar esta disyuntiva, en particular en la investigación tipológi-
ca, cabe orientar10 hacia la distinción de dos momentos cualitativarnente dis-
tintos de un mismo acto que es la investigación: aquCl en el que se plantea

3. La literatura que ha analizado las distintas concepciones de la tipologia en el árnbito de la


sociologia con frecuencia utiliza el recurso de cornpararlas hablando de una etipologia de
tipologiasr. Entre esos análisis se pueden citar 10s de J.C. McKinney (1968), V. Capecchi
(1968), K.D. Bailey (1973) o C. Lozares (1990).
12 Papers 48, 199G Pedro L6pez Roldán

teóricamente una tipologia, como construcción elaborada conceptualmente,


y aquél en el que se intenta hacer operativa esa concepción a través del dise-
fio de andisis. Y ambos estrechamente interrelacionados.
Por esta razón nuestra propuesta metodológica de construcción, andisis y
validación se denominar6 articulada, recogiendo la necesidad de interrelacio-
nar ambos elementos. Esta propuesta además se encuadrará, como ya hemos
sefialado en una reflexión centrada en la denominada perspectiva atributiva o a 2
lenguaje de las variables, tomando como objeto principal de atención 10s pro-
cedimientos de andisis propios de la misma. De esta perspectiva se deriva un
modelo metodológico adecuado para el tratamiento de problemáticas de inves-
tigación semejantes. En este sentido, cabe distinguir la tipologia como una
operación clasificatoria formulada o construida teóricamente y la tipologia
como operación técnica de construcción empírica a través del tratamiento de
una matriz de datos. Pero, como afirmamos, ambas estaran articuladas en un
mismo acto de investigación.
Una segunda cuestión que emerge en esa oposición teoria-empiria y que
subyace entre las distintas concepciones de la tipologia, es la distinción entre con-
tenido y forma. La tipologia como contenido refleja la naturaleza sustantiva
de 10s fenómenos sociales: son tipos de sociedades, tipos de acción social, tipos
de capital, tipos de empleo. La tipologia como forma es una abstracción expre-
sada en términos clasificatorios que nos permite afirmar que las sociedades, la
acción social, el capital o el empleo, se pueden reconocer a través de una diver-
sidad de tipos.
El método tipológico adquiere entidad propia en la medida que identifi-
ca cierto conjunto de rasgos abstraibles de diversos objetos de investigación y
que son 10s que configuran la forma del objeto. Los ejemplos de tipologias
citados, y tantos otros, 10 son de una elaboración teórica expresada bajo la
forma de una tipologia donde confluyen múltiples aspectos de la realidad social
reducidos a un conjunto de categorias significativamente distintas que inten-
tan reflejar 10s más variados fenómenos y concepciones diversas de 10 social.
Por tanto, es pertinente establecer una distinción entre un contenido de la
tipologia y una forma tipológica, otra cuestión es cómo se construyen y qué
finalidades abarcan.
Desde el punto de vista formal, además, puede introducirse una mayor
precisión al distinguir clasificación de tipologia, y éstas de otro concepto pró-
ximo, el de taxonomia, que en el lenguaje sociológico y cientifico a veces se
emplean indistintamente. Empleadas de manera genérica, clasz$cacidn o tipo-
logia aluden a esa habitual labor de ordenación y reducción de 10s fenómenos
o unidades que son estudiadas a un número limitado de categorias. El con-
cepto de tipologia y, en particular, el de tip0 tiene una acepción con la que se
alude a alguna noción que resume una diversidad de caracteristicas, situacio-
nes, fenómenos o individuos que comparten algún carácter mis evidente o
notori0 y que puede identificarse como modelo o prototip0 diferenciado. Asi
se suele emplear de forma habitual en el lenguaje cotidiano y también en el
lenguaje cientifico. En muchos sentidos coincide con el concepto de clase y
La construcci6n de tipologias: metodologia de anáiisis Papers 48, 1996 13

de clasificación al tener un significado mis global y genérico, pero que es pre-


ciso distinguir, y también del de taxonomia.
A esta labor de precisión conceptual dedica un articulo A. Marradi (1990),
donde analiza 10s conceptos de clasificación, de tipologia y de taxonomia para
mostrar el papel de las actividades clasificatorias en el trabajo cientifico. El
análisis del autor parte de una primera distinción fundamental entre 10 que
son las operaciones de clasificación y 10s productos derivados de la actividad
clasificatoria. Según A. Marradi, el término claszJ5cacidn es habitualmente
empleado para identificar tres tipos de operaciones distintas.
En primer lugar, se encuentran las denominadas claszJ5caciones intensiuas,
que consisten en una operación de carácter intelectual donde la extensión de
un concepto (genus) se subdivide en dos o más extensiones (species) en un nivel
menor de generalidad de acuerdo con uno o varios criterios de división (&n-
damentum o findamenta divisionis). Esta operación implica básicamente un
proceso de elaboración conceptual donde la intensión o intensidad del con-
cepto se articula y se clarifica en sus extensiones antes de ser reconocidas en la
realidad empírica.
En segundo lugar, se distinguen las operaciones llamadas chif;cacionesexten-
siva, donde 10s objetos o fenómenos de un conjunto dado se agrupan en dos
o más subconjuntos según las similitudes derivadas de una o varias propiedades.
Este tip0 de operación es característica de 10s anáiisis que parten de una matriz
de datos, vectores de objetos/fenómenos cuyas componentes son las variables o
propiedades definidas operacionalmente. En este caso, hasta que 10s grupos no
son formados por algún procedimiento, no se establece el concepto que uni-
fica cada combinación particular de elementos en el grupo constituido.
Por úitimo, el tercer tip0 de operación clasificatoria es identificada por el acto
de asignar 10s objetos/fenómenos a las distintas categorias que previamente
han sido establecidas4. Por tanto, esta operación es posterior a la definición de
las categorias que se establecen a través tanto de la primera como de la segun-
da operación clasificatoria. Esta operación, además, puede aplicarse a obje-
tos/fenómenos adicionales que no pertenecen al conjunto original que ha
servido de base de la operación clasificatoria.
Esta distinción en tres categorias de operaciones sintetiza las principales
familias de sentidos que tiene la operación clasificatoria y pueden dan lugar a
diferentes resultados o productos: cuando se considera una subdivisión o una
extensión de un solo concepto, el producto obtenido es una lista de clases, un
esquema clazJ5catorio o simplemente una claszJ5cación, compuesta de diversas

4. Es de interés destacar que en castellano o en catalán, por ejemplo, se emplea el término cln-
sificar o classificar para hacer referencia a dos tipos de conceptos distintos que en la lengua
inglesa o la francesa se identifican con palabras diferentes. Por un lado, clasificar es enten-
dido por el acto de concebir, formar, ordenar o dividir en clases. Esta idea se denomina por
el verbo inglés to chst;rj,o el francés chsifier. Por otro, clasificar se corresponde con la acción
de repartir o asignar según una clasificación, para 10 cual se emplean 10s términos to class
en inglés y clacser en francés. Esta distinción es la base que diferencia la primera y la terce-
ra operación clasificatoria que comentamos de A. Marradi.
14 Papers 48, 1996 Pedro Mpez Roldán

categorias llamadas ches; cuando se opera a la vez con diversos principios cla-
sificatorios tratados simultáneamente obtenemos una tipologtá, con diversos
tipos, y cuando estos principios clasificatorios se consideran como criterios
sucesivos y jedrquicos, el orden clasificatorio resultante de la operación es una
taxonomia que incluye diversas taxa.
Este análisis conduce a A. Marradi a plantear la critica de 10 que denomi-
na el carácter ontológico de la clasificación en la ciencia y la actitud de cier-
tos académicos que tienden a considerar la certeza o la falsedad de esta en tanto
que concepto o instrumento, o su menor estatus con respecto al paradigma
de la medición cuantitativa de la ciencia fisica. La conclusión del autor es clara:
las clasificaciones, las taxonomias y las tipologías, en tanto que conceptos, per-
miten la organización de nuestro pensamiento sobre la realidad, y en tanto
que instrumentos de la actividad científica no son ni verdaderos ni falsos en
si mismos ni mejores ni peores que otros; por contra, 10 que debe juzgarse es
la adecuación de esos instrumentos a 10s problemas de la investigación tratada
y a 10s objetivos que se quieren alcanzar.
Esta última conclusión coincide con la perspectiva adoptada en estas pági-
nas. En este sentido, se pretende mostrar un proceso metodológico de cons-
trucción de un objeto de estudio en el que se establece como finalidad especifica
la construcción y la validación de una tipologia en el tratamiento de 10s datos
de encuesta: la tipologia como construcción metodológica de un objeto de
estudio y la tipologia como un instrumento o procedimiento metodológico
construido y coherente con la morfologia de dicho objeto.
La distinción entre forma y contenido y la de procedimientos distintos de
construcción y objetivos que persiguen, nos permite diferenciar analíticamente
entre modelos teóricos y modelos metodológicos que reflejan respectivamen-
te y de manera interrelacionada 10s aspectos sustantivos y morfológicos del
objeto de investigación.
Siguiendo las aportaciones de la denominada concepción sedtica de la cien-
cia, en cuya linea se sitúan autores como Van Fraasen (1980) o N.R. Giere
(1988, 1991), 10s modelos constituyen entidades abstracta que conservan las
propiedades de 10 modelado, es decir, representan formalmente una realidad
social de la que se quiere dar cuenta. Estos modelos por si mismos no son ni ver-
daderos ni falsos con respecto a la realidad que representan, como abstraccio-
nes constituyen entidades sin contenido referencial concreto. En todo caso, la
relación que cabe establecer entre modelo y realidad es de similitud o de homo-
logia, variable por consiguiente en sus grados de similitud. Y para establecer
esta vinculación son imprescindibles las hipótesis de contenido o teóricas. Una
hipótesis es una entidad lingüística de contenido y con sentido, un juicio que
afirma o niega un tip0 de relación entre un modelo y una realidad concreta
elegida. Y su validación, veracidad o falsedad, expresará las relaciones de homo-
logia o no entre modelo y realidad. La concepción de una tipologia formal en
su sentido metodológico es un modelo en el sentido de N.R. Giere. Para afir-
mar la homologia de dicho modelo con la realidad que se tipifica será necesa-
rio verificar, validar, una hipótesis tipológica sustantiva.
La construcci6n de tipologias: metodologia de análisis Papers 48, 1996 15

3. La tipologia estructurai y articulada

Los comentarios del apartado anterior sobre la tipologia y su construcción,


nos conducen a plantear la conceptualización de la tipologia como modelo
formal, evidentemente con implicaciones metodol6gicas. Veamos ahora 10s
distintos elementos constitutivos que configuran 10 que denominaremos como
tipologia estructuraly articukzda, y que llamamos también modelo metodológico
o simplemente modelo tipológico.
Al referirnos a esta concepción de la construcción de tipologias se preten-
de reflejar un modelo abstracto y flexible que puede aplicarse a diversos con-
tenidos teóricos. Constituye un instrumento de operativización conceptual,
construido de forma articulada entre la teoria y la realidad empírica, y destinado
a definir, estructurar y medir la complejidad multidimensional de 10s fenó-
menos sociales. El10 se traduce en la constitución de un conjunt0 de categorias
o tipos a través de la agrupación de un univers0 de unidades mediante la com-
binación simultánea de las caracteristicas o las variables que constituyen su
espacio de atributos. Esta concepción de la tipologia incluye una serie de ele-
mentos o conceptos clave que se detallarán seguidamente.

Instrumento construido de operativización conceptual


Reconocer en la tipologia el carácter de instrumento de la investigación iden-
tifica, en primer lugar y de manera genérica, su naturaleza de procedimiento
metodológico que permite la formulación de modelos de análisis. Y el10 tanto
aludiendo al contenidoformalcomo, más específicamente, a la naturaleza con-
ceptual del objeto construido. En este segundo sentido, tanto por su cons-
trucción como por su finalidad, la tipologia se fundamenta en la utilización
de conceptos: se parte de conceptos, elaborados y definidos previamente, para
dar lugar a nuevos conceptos que son 10s tipos de la tipologia. Por ello, la fina-
lidad principal de toda tipologia consiste en la formación de nuevos conceptos
y, por ende, se convierte en una práctica concomitante con la práctica cog-
noscitiva de la ciencia. Esta naturaleza conceptual de la tipologia le confiere
pues el contenido swtantivo o teórico a la construcción.
La doble presencia del carácter conceptual de la tipologia, como insumo y
como producto, es definitoria y coincidente con las diversas formas de enten-
der la tipologia en tanto que instrumento del conocimiento cientifico. La dife-
rencia entre las distintas formas de concebirla y de obtenerla radica
principalmente en la manera particular de relacionar 10s conceptos originales
y finales y en 10s distintos objetivos que cumplen en el proceso de investiga-
ción, en definitiva, en las diferentes perspectivas y metodologias de su cons-
trucción.
En esta labor de manipulación conceptual distinguimos dos momentos o
dos procesos de operativización cualitativamente distintos. El primer0 exige
la selección y definición de 10s conceptos originales que delimitan el proble-
ma investigado, tarea que es común a cualquier otro ejercicio de investigación
16 Papers 48, 1996 Pedro L6pcz Roldán

científica. Este proceso viene dado por la búsqueda de definiciones operacio-


nales e indicadores del conjunto de conceptos que delimitan la problemática.
Este momento se inscribe en el proceso de investigación sociológica como cien-
cia que busca la comprobación de hipótesis y teorias.
El segundo momento o proceso se puede caracterizar por la incorporación
de un procedimiento especifico de elaboración conceptual donde a partir de
10s conceptos originales se generan, por combinación de éstos, nuevas entida-
des conceptuales. Los tipos son el resultado de este proceso a partir de 10s con-
ceptos anteriormente operativizados. Asi, al construir una tipologia a través
de una operativización de conceptos nos permite identificar el fenómeno estu-
diado desde la complejidad de relaciones entre éstos, creando, por tanto, una
nueva entidad conceptual a partir de un conjunto de conceptos tip0 de la que
podemos extraer elementos de contrastación y generalización. Los resultados de
este análisis que son ya valiosos en si, 10 son también para un nuevo proceso de
investigación adoptando nuevos criterios o reformulando otros existentes para
la formulación de hipótesis. He aqui otra de las tareas del trabajo científic0
que llena la construcción tipológica: la posibilidad de generar o modificar hipó-
tesis en el marco de la teoria sociológica5.
Podemos concluir, pues, que nos encontramos ante una clase particular de
conceptos, obtenidos por construcción. La tipologia va a ser el resultado de la
aplicación de una serie de procedimientos razonados y elaborados por el inves-
tigador mediante un proceso metodológico que explicita y guia su generación.
En este sentido, la obtención de la tipologia implica un proceso de andisis (de
análisis tipológico) donde cabe establecer distintas etapas y operaciones para
su construcción según el carácter que aqui atribuimos a la tipologia.
En resumen, la particularidad del carácter conceptual de la tipologia resi-
de en la búsqueda o en la formación de nuevos conceptos a partir de 10s defi-
nidos en un primer momento y elegidos por su pertinencia en una problemática
investigada. Estos conceptos definidos apriori constituyen la materia prima a
partir de la cual se procede a la elaboración de nuevas entidades conceptuales,
10s tipos, objetivo principal del anáíisis tipológico. Estas nuevas entidades, por
su construcción, se corresponden con conceptos de naturaleza más compleja,
pues son el resultado de un proceso que va desde un núcleo diversificado de
conceptos que configuran un fenómeno estudiado hasta la síntesis en térmi-
nos de nuevos conceptos. Este proceso de elaboración conceptual que com-
prende la distinción cualitativa entre conceptos originales y conceptos
tipológicos, se inscribirá a su vez en la lógica de un proceso de investigación
que intenta vincular teoria sociológica y análisis de la realidad empírica. Esta
vinculación constituirá el carácter especifico de la tipologia que a continua-
ción calificamos como articulado.

5. Esta distinción entre conceptos originales y finales es comentada por J.C. McKinney
(1968:22) al referirse a la precisión de 10s conceptos comunes y 10s tipos construidos.
Mientras que 10s primeros implican un ejercicio de selección y limitación, 10s segundos,
ademh, exigen la combinación y acentuación.
La construcción de tipologías: metodologia de análisis Papers 48, 1996 17

La tipologia como articulación

Uno de 10s principales rasgos metodológicos que caracterizan a esta con-


cepción de la tipologia es el de ocupar un lugar intermedi0 entre la teoria
y la realidad empírica. Implica un proceso de ida y vuelta entre la teoriza-
ción de 10s fenómenos estudiados, sistematizada en un conjunto de pro-
posiciones e hipótesis, y la reaiidad empírica como conjunto de observaciones
que conforman el dato empirico construido. El carácter de articulación en
el proceso de construcción de la tipologia le confiere una dimensión que
oscila entre la deducción y la inducción, entre la abstracción y la concre-
ción.
Este rasgo de la articulación será variable en cada caso concreto, es decir,
basculará mis hacia un lado o hacia otro de esta dinámica. Asi, nos podemos
encontrar en la situación en que se parte de una formulación clara y definida
del contenido de una tipologia y se trata de verla contrastada ylo revisada en el
proceso de análisis tipológico. En otros casos esta definición tipológica previa
no existirá o será mucho más imprecisa, y 10 que se pretende es la obtención de
una tipologia que lleve a la elaboración de una teoria no definida, aunque pro-
bablemente intuida, inicialmente.
Esta doble dinámica del proceso de construcción tipológica nos lleva a
establecer un primer momento, genérico a otras aproximaciones metodoldgi-
cas, de construcción teórica de la problemática de la investigación que será el
marco en el que se contextualiza la tipologia además de servir de medio para
definir y estructurar la realidad empírica. Se parte pues de conceptos y rela-
ciones teóricas sustantivas que orientan la obtención de 10s datos para, con
ellos y con una serie de procedimientos metodológicos y técnicos, establecer
en otras fases 10s tipos o nuevas entidades conceptuales.
En un segundo momento la construcción tipológica adopta un proceso
de carácter inductivo. El resultado es la formación de una representación,
una imagen o una construcción empírica proveniente de la observación y del
primer análisis de 10s datos. Pero la extrapolación a partir de la empiria se
realiza con la mediación de la significación teórica de 10s resultados concre-
tos que se obtienen. Se puede, además, distinguir un tercer momento del
proceso de construcción tipológica, que es el de la confrontación entre imá-
genes o construcciones empiricas tipológicas y el modelo teórico tipológico
elaborado en el primer momento, y donde se establece propiamente la arti-
culación entre 10s elementos teóricos y empiricos para abocar en la constitu-
ción de 10s tipos.
La aplicación de este procedimiento será flexible dependiendo de si se da
o no una clara formulación teórica de la tipologia desde el inicio. En el primer
caso, el análisis sirve a la operacionaiización y contrastación de una concep-
tualización previa aportando la validación o no del concepto tipológico, su
eventual revisión y medición del fenómeno. En el segundo caso, el papel que
juega el análisis es sobre todo heuristico, trata de aportar una significación
conceptual a 10s tipos de la que carecian inicialmente, carencia que será par-
cialG.En consecuencia, cabria entender un cuarto momento en el proceso de
construcción tipológica que excede el nivel intermedi0 que acabamos de sefia-
lar: la posibilidad de proporcionar una formulación teórica más elaborada de
las relaciones entre 10s conceptos y de 10s tipos constituidos.
Todo este proceso de construcción tipológica se puede entender como un
primer ciclo de formulación tipológica que generaria una dinámica de sucesi-
vos ciclos de reformulaciones conceptuales, siempre en la lógica de una supe-
ración o un refinamiento de las precedentes. En este sentido cabe hablar de
una dinámica exploratoria y heurística destinada a la reelaboración teórica de
10s conceptos, de sus relaciones y de la inserción de la tipologia en un cuerpo
de hipótesis más elaborado.
Desde la dinámica explicitada la construcción tipológica se inserta en la
lógica de la formulación de hipótesis y del desarrollo de un cuerpo teórico, sea
por una linea más inductiva o más deductiva o simplemente por la conjugación
de arnbas, 10 que puede abocar en distintos disefios de investigación. En este sen-
tido es fundamental la no separación entre objeto construido y mdtodo, y la
dependencia del segundo respecto al primero. El disefio estad supeditado, por
tanto, a finalidades de carácter explicativo donde intervenga la tipologia. La
tipologia articulada tal como la proponemos aquí posee, en consecuencia, este
carácter de dependencia con respecto al papel que juega dentro de cada inves-
tigación y al contenido sustantivo que guia su generación. Se constituye tam-
biCn asi en instrumento heuristico que actúa como soporte de la investigación
para la concreción y la generalización de conceptos tipológicos y en procedi-
miento explicativo y de validación de tipologias previas7.
Al referirnos al carácter heuristico de la tipologia no hacemos más que reco-
ger experiencias que se derivan de la misma practica de la investigación socio-
Iógica o científica. Conlleva una dinámica de investigación en la que el sociólogo
se encuentra habitualmente, la que se opera entre la obtención de imágenes y
contenidos conceptuales tipológicos a partir de la observación empírica y la
validación de dichos contenidos por la empiria a partir de concepciones teóricas
previas. La síntesis de una dinámica de esta naturaleza es la que inspira el sen-
tido articulado de la tipologia al concretarse en un proceso de investigación
no exclusivamente lineal, sino enlazando caminos de ida y vuelta entre 10s con-
ceptos y 10s datos construidos. Como sefiala M. Garcia Ferrando (1979:132),

6. En este segundo sentido se expresa D. Layder (1993:137)cuando destaca el papel de la


construcción de tipologías como estrategia de investigación para el desarrollo y la formulación
de teorías de base (grounded theory). La construcción de tipologias, al convertirse en un
objetivo analític0 explicito que permite orientar la investigación sin tener un conocimien-
to exacto del resultado final en términos de su contenido y de su forma, proporciona un
medio para favorecer una teoria emergente de la investigación. En este punto el autor resal-
ta sobre todo el carácter de resultado proyectado de la investigación más que de un medio
de fiiar 10s datos en un sistema conceptual.
7 . No consideramos que de el10 se deriven apreciaciones de cientificidad que vayan m h dá de
la correcta utilización del instrumento en relación con 10s objetivos de investigación como a
veces se ha sefialado con respecto al papel de la clasificación en la actividad científica, por
ejemplo por C.G. Hempel (1978:150).
La construcción de tipologfas: metodologia de anáiisis Papers 48, 1996 19

cc[. ..llos investigadores no actúan en un solo sentido sino que 10s altibajos, las
discontinuidades, la intuición, la capacidad empática, y las circunstancias que
acompaiian a toda investigación, están continuamente modificando el acto de
la investigación)).A pesar de esta dinámica, no se elude que la dirección domi-
nante que vehicula el proceso de investigación es la deductiva y es la que per-
mite orientar y reorientar el acto de la investigación8.
Desde este punto de vista, recogemos 10s comentarios de D. Layder
(1993: 137) al entender la construcción de tipologias como una de las estrate-
gias de investigación para el desarrollo y la formulación de teorias de base, a
través tanto de las denominada tipologtas estructurales y tipologz'as de la acción.
Lo relevante aquí es el argumento del autor al vincular el uso de las tipologi-
as con la teoria como dinámica de investigación. Esta dinámica se basa en una
lógica del análisis que permite contrastar la observación de la realidad empi-
rica con formulaciones teóricas previas inacabadas o incipientes que permiten
la formación de categorias y la concreción de hipótesis de esa teoria emergen-
te. Estas comparaciones fuerzan al investigador a preguntarse si 10s aconteci-
mientos observados difieren o no de conceptualizaciones previas y por qué, 10
que ayuda a clarificar distinciones analíticas de la teoria emergente y la con-
creción en una forma tipológica como modelo teórico9. En este sentido tam-
bién nos hemos expresado al hablar de la tipologia articulada como instrumento
para la definición de conceptos por comparación, siendo este mismo ejercicio
de comparación el que se extiende también a la práctica investigativa de la
construcción articulada de la tipologia.
Pero también, y ahora insistiendo en la otra dirección apuntada, la de vali-
dación de tipologias previas, y relacionando la tipologia articulada con el desa-
rrollo del conocimiento y de la teoria sociológica, queremos destacar la
adecuación de esta metodologia de estudio a desarrollos teóricos que se empla-
zan entre 10 que se ha denominado como teorías de alcance intermedi0 (R.K.
Merton, 1970), como de parcelas teóricas que forman parte de un contexto
teórico más general o de objetos de estudio que aluden a procesos o formas de
organización social intermedias, y la generación de nuevas propuestas teóricas
o hipótesis parciales derivables o generables a partir de esos mismos niveles de
reflexión de la realidad sociallO.

8. La perspectiva de relacionar de forma articulada teoria y empiria intenta eludir posiciona-


mientos extremos que C. Wright Mills, por ejemplo, ha calificado de ((suprema teoria))y
((emprirismoabstracton, así [...]qualsevol esforg sistematic de comprensió implica una certa
reciprocitat d'adquisició empírica i &assimilació tebrica, i que si d'una banda els conceptes
i les idees han de presidir la investigació dels fets, d'altra banda les recerques detallades han
de servir per a contrastar i reformular les ideesn (C. Wright Mills, 1987:92).
9. Semejante argumento es empleado por B.G. Glaser y A.L. Strauss al referirse a la utiliza-
ción de 10s mktodos de anáiisis cualitativos (A.L. Strauss, 1987).
10. En favor de esta tesis se expresa D. Layder (1993:143) al razonar la intermediación entre
fenómenos macrosociales y microsociales: ((1want to suggest that those concerned with
intermediate forms of organization (occupations, labour markets, formal organization) are
of particular importance field researchers, especially in connection with grounded theory).
20 Papers 48, 1996 Pedro L6oez Roldin

La tipologia en la defnicidn de 10s tipos

Si la finalidad de toda construcción tipológica consiste en la formación o la


emergencia de conceptos construidos de forma articulada, la tipologia contri-
buirá a dar significado a nuevas entidades conceptuales: 10s tipos. Estos podrán
permitir la identificación de nuevas realidades de significación sociológica por
intensión de un concepto mis genérico o global y del que se desprenden o se
forman conceptos mis particulares, es decir, 10s tipos defnen nuevas realidades
conceptuales a un nivel de abstracción menor.
La constitución de 10s tipos genera y explicita un contenido especifico a
partir de las caracteristicas que forman y delimitan. Esta operación no es más
que la definición de nuevas entidades conceptuales que obtenemos y que pode-
mos reconocer a través de unos términos verbales que 10s representan. Por el10
10s tipos son equiparables con cualquier otro concepto que sea objeto de defi-
nición. Sin embargo, como conceptos derivados poseen rasgos propios.
Los nuevos conceptos que definen cada uno de 10s tipos se establecen y se
caracterizan como herederos de un concepto más genérico que 10s dota de ras-
gos comunes unificadores; son integrantes de una unidad que 10s reúne, justifica
y contextualiza. Al mismo tiempo, la definición de cada uno de ellos se establece
en relación a 10s otros, acotando asi 10 especifico y 10 diferente de cada tip0
con respecto a 10s demás por comparación entre ellos. De esta manera la defi-
nición y la constitución de 10s conceptos tip0 implica, por un lado, que pose-
an un carácter intensional,es decir, la existencia de connotaciones en 10s diversos
tipos que son rasgos complementarios y comparables provenientes de su per-
tenencia a una tipologia que 10s engloba y, por otro, la interdependencia con-
ceptual de su definición.
La tipologia, como producto final, genera un conjunt0 de conceptos tip0
definidos de forma intensional. Y el10 es asi a través de un proceso de reduc-
ción del espacio de atributos multidimensional que caracteriza el fenómeno
estudiado y a sus unidades. Sin embargo, a diferencia de otras posibles for-
mas de construcción de tipbiogias, la que aquí se presenta no es el resultado
exclusiva de una operación intensional, sino que se complementa con otra de
naturaleza extensional. El proceso extensional que permite denotar el signifi-
cado de 10s tipos al ponerlos en relación con niveles de generalidad menor que
oscilan entre un individuo o una unidad dada hasta la agregación con otras
unidades que forman el tip0 final. En este proceso extensional que conduce
a la formación y definición de 10s tipos 10s criterios teóricos son decisivos,
pero también otros provenientes de la construcción metodológica y de la vali-
dación técnica.
Las operaciones intensionales y extensionales se complementan y se emple-
an conjuntamente en la constitución y definición de 10s tipos con una densi-
dad y distribución. Teoria y empiria, intensión y extensión, son elementos y
procesos que abstraen y concretan 10s tipos para generar una definición de 10s
mismos, definición que podriamos resumir calificándola, al reunir estos dos
procesos, como a~ticulada.
La construcción de tipologias: metodologia de análisis Papers 48, 1996 21

La t*ología como estructuración

El proceso de construcción tipológica que venimos desarrollando supone que


se opera dentro de un campo conceptual de naturaleza compleja. Dada esta
complejidad conceptual inherente a la tipologia, su carácter de articulación
debe ser complementado por otro de estructuración del conjunto de concep-
tos particulares o dimensiones de su campo de aplicación, en donde se expre-
san las unidades o el univers0 del discurso.
En el caso de la encuesta social, como señala F. Conde (1987), la recogida
de datos a través de un cuestionario implica un proceso de desestructuración
del objeto investigado, 10s diferentes items suponen la reducción discreta y
concreta de objetos, la desagregación de un todo global, que suele ser de natu-
raleza compleja o multidimensional. El análisis posterior, tipológico o de otra
clase, debe conducir a restablecer la estructura del objeto de análisis como enti-
dad de carácter global.
En la construcción tipológica, el proceso de estructuración no s610 trata
de resolver la necesidad de reconstrucción del objeto de investigación deriva-
da de su desagregación inicial en una serie de dimensiones e indicadores o
items, sino que también trata de dar a 10s tipos del objeto construido una forma
y un contenido empirico y teórico, asi como validarlos. El análisis tipológico
buscará en cualquier caso establecer, primero, las interrelaciones entre 10s con-
ceptos originales del fenómeno social tratado: podemos hablar de estructura-
ción conceptual inicial. Derivado de ello, la constitución y la concreción de
grupos internamente relacionados que definen nuevas realidades conceptua-
les completa un proceso y da lugar a la estructuración tipológica definitiva del
fenómeno estudiado.
La estructuración conceptual del objeto de estudio puede presentar una
formulación abstracta precisa, o bien estar formulada con cierto grado de pre-
cisión o bien no estar10 en absoluto. En este Último caso se dispone única-
mente de 10s conceptos pertinentes del estudio. En el segundo de una serie
de hipótesis relacionales entre ellos que prefiguran no de manera precisa la
existencia de vinculaciones que dan cuenta de una supuesta regularidad. En
el primero hay un modelo de estructuración supuesto y previo. En esas tres
situaciones y por orden, de la primera a la última, se trabaja con un desco-
nocimiento o con un grado de incertidumbre superior de la estructuración
del objeto de estudio y, por tanto, con la creciente necesidad de estructurar
o sistematizar el campo conceptual de la tipologia. Su búsqueda conduce al
(re)conocimiento del fenómeno analizado, a dar significado a las relaciones
entre 10s conceptos y a la obtención de una imagen reducida y sintética de la
realidad compleja.
Se trata en todo caso de derivar y/o validar la estructura del conjunto de
conceptos implicados. Se constituye asi la estructura del espacio de atributos que
sirve básicamente para ver las pautas relacionales entre conceptos, pero tam-
bién como criteri0 ordenador de las unidades de análisis en términos de su
ubicación en un tipo. El procedimiento tendrá un componente técnico, una jus-
22 Papers 48, 1996 Pedro Mpez Roldhn

tificación teórica y unos criterios validativos de confirmación del proceso y de


su significado sociológico que se han de especificar.
De esta forma, al definir 10s tipos pertenecientes a una tipologia se pro-
cede a la estructuración de la realidad social estudiada, pues se establecen defi-
niciones de una diversidad de tipos con propiedades internamente relacionadas
en un ámbito complejo de propiedades o atributos. Los tipos obtenidos se
caracterizarán por una coherencia interna y una autonomia relativa pero en
el contexto de una unidad más global y estructurada que le confiere sus sig-
nificados. Esta estructuración define el objeto tipológico por medio de un
orden significativo que permite el posicionamiento de cada tip0 en su con-
texto' l.
El establecimiento de un orden estructural del fenómeno analizado a tra-
vés de una forma tipológica no s610 permite describir la realidad a la que aiude,
sino que proporciona también un modo de explicación del fenómeno. Será
una ccexplicación de carácter estructural))que sistematiza una regularidad rela-
cional entre tipos de la que se da cuenta a través de la tipologia. La explica-
ción del fenómeno proviene de comparar y de organizar la relación entre una
pluralidad de situaciones o hechos concretos que conceptualizamos buscando
en ellos un orden o una regularidad que 10s reúne, 10s relaciona y 10s identifi-
ca en forma de tipos que expresan la estructura no necesariamente manifiesta
del fenómeno. La. diversidad del fenómeno así identificada pone de manifies-
to las diferencia y las semejanzas que caracterizan un todo y sus partes y donde,
si bien no existe una relación de causalidad en el sentido que habitualmente
se le atribuye a la explicación, sí se obtiene un esquema de interrelación que
explica cómo se ordena y regulariza la realidad estudiada, cómo subyace un
modelo de comportamiento de la realidad social que nos permite hablar de
una explicación estructural12.

11. El carácter estructural de la tipologia nos remite a la habitual contraposici6n de perspecti-


vas te6ricas y metodol6gicas resumida en 10s opuestos individuo-sociedad,situaci6n-con-
texto, micro-macro, comprensivo-explicativo o cualitativo-cuantitativo. En este sentido,
D. Layder (1993) distingue entre tipologr'm estructurales, que intentan reflejar 10s aspectos y
10s procesos macro de 10s entornos y 10s contextos sociales, y tipologm de kz accidn, centra-
das en 10s aspectos micro y en la dinámica de interacci6n entre individuos, reconociendo
10s beneficios de una visi6n donde se compagine acci6n y estructura. Nuestra aproxima-
ci6n coincide con la tipologia estructural que señala D. Layder y en el marco de una pers-
pectiva atributiva, pero nada impediria, m k allá de una pertinencia metodol6gica, extender
el anáiisis tipol6gico en base a la complementariedad de perspectiva. Con todo, no hay
que entender nuestra concepci6n de la tipologia como el desarrollo de una metodologia
estructuralista como, por ejemplo, muestra J. Viet (1970); por el contrario, se trata de una
visi6n mis simplificada, generica y abstracta que identifica la naturaleza formal del objeto
de investigaci6n.
12. J. Ibáñez (1985a:97) ha señdado que el significado del termino aexplicars es el de desple-
gar, llevar la madeja o la maraña a un plano. En ingles expkzin significa explanar, proyectar
sobre un plano. Por su parte, la palabra eestructuras tiene un significado vinculado a la
noci6n de espacio y a la disposici6n o colocaci6n de partes o elementos de una cosa, de un
todo.
La construcci6n de tipologías: metodologia de anáiisis Papers 48, 1996 23

La tipologia como instrumento de medida

El proceso de estructuración conceptual de 10s fenómenos sociales llevado


a cabo a través de la tipologia tiene, en el análisis empirico de esta realidad, su
fase y sus elementos decisivos. La observación de 10s datos de la experiencia con-
duce a extraer conclusiones que inducen a la contrastación y a la generaliza-
ción conceptual y a la definición de la tipologia, pero también a la
cuantificación, es decir, a la medición del fenómeno implicado. Por tanto, la
construcción de la tipologia tal y como la proponemos, además de definir 10s
conceptos tip0 y estructurar 10s fenómenos sociales, cubre una tercera fina-
lidad ligada a su concreción empírica y al proceso de operativización, su me-
dición.
Los distintos tipos van a permitir identificar un concepto mis general y a
10s conceptos tip0 en términos de una variedad de valores posibles de una
variable tipológica. Serán asi el reflejo de la diversidad y de las diferencia exis-
tentes en el propio concepto tipológico general y complejo. A dichos concep-
tos tip0 se les atribuirá un valor de clase de equivalencia o, en su caso, numérico
de acuerdo con una escala de medida. Por tanto, cualquier construcción tipo-
lógica implica la necesidad de c<homologarnla tipologia a una estructura alge-
braica, es decir, la definición y la obtención de una medida del fenómeno
estudiado.
Los conceptos tipológicos, al estar dotados de un alto nivel de compleji-
dad y/o aludir a propiedades latentes, están formados por un conjunto de
aspectos o dimensiones dificilmente observables de manera directa. Las difi-
cultades inherentes a la medición se pueden solucionar de forma indirecta por
medio de una estrategia basada en un proceso de descomposición y/o recom-
posición del concepto tipológico en un conjunto de conceptos más simples
cuya combinación proporcione la representación y la medici6n del concepto
tipológico (PF. Lazarsfeld, 1985). En esta reconstrucción se trata de resolver
dos cuestiones básicas: qué dimensiones se integran y cómo se combinan.
Adicionalmente se debedn contemplar 10s procedimientos que establezcan la
validez y la fiabilidad de la tipologia.
La medición, como procedimiento de asignación de valores dentro de una
estructura algebraica a 10s atributos de las unidades observadas, implica nece-
sariamente el establecimiento de una homologia entre la estructura de dichos
conceptos y sus propiedades y la estructura de 10s números o simbolos que se
emplean para representarlo, de forma tal que, al operar con las reglas y pro-
piedades de 10s números, 10 estamos haciendo también por homologia (isomor-
fismo) con 10s conceptos y sus dimensiones. Esta correspondencia conlleva
ciertas limitaciones dado el carácter de 10s conceptos de la sociologia
(A. Cicourel, 1982; J. Ibáñez, 1985a), sobre todo por la difícil adecuación a
las métricas continuas y por la preeminencia de conceptos medibles a nivel
nominal y ordinal. Precisamente estas dos formas conceptuales y estos dos
niveles de medición son 10s que se corresponden con las cualidades y las ope-
raciones básicas que se involucran en la construcción tipológica: la clasifica-
24 Papers 48, 1996 Pedro L6pez Rolddn

ción o la ordenación. Por estas formas se constituye un conjunto homogéneo


y limitado de categorias exhaustivas y mutuamente excluyentes que dan lugar
a 10s tipos de la tipologia.
Clasificar u ordenar la realidad social en términos de variables tipológicas
que reflejan una complejidad conceptual supone una medición de variables
cualitativas, pero también supone una medición en principio no directa, en el
sentido habitual de ccmedir para obtener datos que son analizadoss. La medi-
ción es indirecta en el sentido que se extiende a otros conceptos que ((semiden
para obtener datos que son analizados con el objetivo de medir fenómenos
más complejosa. Con este análisis se estructura teórica y empiricamente el
fenómeno tipológico, se articula, dando lugar a la definición de conceptos tip0
y se les dota de una escala de medida de naturaleza nominal u ordinal.

4. Procedimiento y técnicas de anáiisis


En este apartado se apuntarán 10s momentos y las operaciones, 10s métodos y
las técnicas de análisis, coherentes y adecuados en relación al modelo meto-
dológico que acabamos de detallar13. Se trata de elaborar un disefio de análi-
sis que opera con el carácter interactivo anunciado en dos fases. Primero, a
partir de una problemática teórica y de un modelo, mis o menos elaborado o
explicito, se trata, por la operativización de 10s conceptos y la recogida de la
información, de construir el dato. Una vez obtenido el dato bajo la forma
matricial se trata de aplicar un conjunto de técnicas de análisis que están des-
tinados a su tratamiento y de manera genérica a la construcción de la tipolo-
gia'*. Con todo, hay que insistir en que esta unidireccionalidad manifestada se
compagina con un proceso iterativo de ida y vuelta entre el modelo teórico y
el anáiisis empirico, dada la naturaleza articulada que atribuimos a la tipologia.
Las técnicas de anáiisis, en nuestro caso las estadisticas, aparecen como ade-
cuadas a la construcción de la tipologia. Mediante ellas se operan analitica-
mente las relaciones entre las variables, reflejo de 10s conceptos manejados y
operacionalizados. Los resultados de su aplicación mostraran las relaciones sig-
nificativa~entre las variables y la ordenación de las unidades para asegurar o
corroborar y, en su caso, elaborar la tipologia propuesta. Los elementos y el
proceso de aplicación del disefio se traducen en tres etapas analiticas funda-
mentales metodológicamente hablando: primera, y después del necesario y
simple anáiisis descriptivo previo, el análisis de dimensionalización para estruc-

13. En el siguiente articulo de la revista se especifica mis detalladamente la naturaleza de estos


instrumentos.
14. El dato, y su extensión, la matriz de datos, se caracterizan por la dualidrzd que expresa, de
un lado, el dato como resultado de una construcci6n de naturaleza científica insertado en una
determinada teoria, y de otro, el dato como resultado algebraic0 sometible a la lógica del
lenguaje matemático que 10 mide, trata y analiza. Por otra parte, el dato, al ser expresable
en forma matricial, supone una clara ruptura o distinción entre el univers0 de las unidades,
sujetos de la atribución conceptual, y el espacio de las variables o atributos. Esta doble lec-
tura vectorial constituir5 una distinción relevante en las técnicas implicadas.
La construcción de tipologias: metodologia de anáiisis Papers 48, 1996 25

turar inicialmente el concepto tipológico a partir de 10s conceptos originales;


segunda, en función de la anterior, anáiisis de clasificación de las unidades en
un conjunto de tipos significativos que estructuren el fenómeno estudiado15,
y, tercera, vinculada a ambos procesos, obtención e identificación de la tipologia
y validación de estos resulta do^'^.
Dados estos momentos del disefio metodológico, 10s métodos, que pro-
ponemos como 10s mis adecuados, son el análisis factorial y las técnicas de
clasificaci6n automática. Constituirán 10s instrumentos principales de análi-
sis, de dimensionalización, de clasificación y de validación de las tipologias.
Ambas técnicas explicitan y permiten la realización de las operaciones de com-
binación y reducción propias del análisis tipológico.
Para terminar, quisiéramos introducir dos últimos comentarios en relación
con otras posibilidades de procedimiento de análisis tipológico. El primer0 se
dirige a resaltar que junto a estos procedimientos, el análisis se puede com-
plementar con otros que 10 extiendan a objetivos que van más allá del estricto
análisis tipológico si asi se contempla en el modelo de análisis. Este tip0 de
análisis también se puede emplear con objetivos validativos para mostrar la
coherencia de la construcción tipolÓgica en el seno de un análisis más global.
El segundo comentari0 se refiere también a otros procedimientos pero con-
templados desde el punto de vista del análisis tipológico. El planteamiento
metodológico y técnico de la construcción de la tipologia estructural y articu-

15. La utilización de 10s términos clasificación y tipologia conserva la distinción que apuntába-
mos en otro momento de este articulo. Por chificación identificamos de manera genérica
la operación de formación de clases y de asignación de las unidades a cada una de ellas. En
sentido estricto, una clasificación es la expresión desglosada de un concepto hnico, mientras
que la tipologia 10 es de un conjunto de conceptos que se combinan. Las técnicas de clasi-
ficación automática cabe entenderlas como esa operación general de constitución de grupos
o clases. En la tradición francesa se emplea a menudo de manera indistinta las expresiones
análisis de chificación o análisis tipoldgico para identificar esta técnica de análisis multiva-
riable. Reconociendo la utilización de clasificación y tipologia como términos sinónimos
para designar a la técnica de análisis por su cadcter multivariable, preferimos emplear el
térrnino análisis de clasz~caciónpara la etapa estricta de aplicación técnica de una opera-
ción clasificatoria general, mientras que el termino de análisis tipoldgico 10 reservamos para
el proceso metodológico general de construcción tipológica.
16. En general, 10s análisis de validación se contemplan como una etapa deseable de cualquier
proceso de investigación en aras de un conocimiento riguroso y objetivable. Sin embargo,
tanto en las investigaciones sociológicas empiricas m h habituales como en la literatura téc-
nica, esta exigencia suele pasar desapercibida o suele tratarse de manera poc0 explicita. En
realidad, no creemos que ninguna investigación descuide aunque sea una mínima validación
en alguna de sus etapas. Sin embargo, pocas veces se destaca como una fase especifica ten-
dente a establer criterios de validez de 10s procedimientos seguidos y de 10s resultados obte-
nidos. Fuera de las usuales indicaciones sobre la representatividad de una muestra y de
alguna que otra conclusión estadística, situaciones en las que se puede manifiestar mis cla-
ramente el concepto de validación, no parece que la preocupación por esta tarea sea pri-
mordial o al menos no se explicita claramente. Precisamente 10s dos momentos principales
del diseño de análisis de la tipologia, el de dimensionalización y el de clasificación, contie-
nen 10s suficientes instrumentos de validación que permiten controlar 10s procedimientos
y las conclusiones resultantes.
26 Paoers 48,1996 Pedro Mpez Roldin

lada incorpora procedimientos técnicos de tip0 multivariable: anáiisis de dimen-


sionalización y de clasificación, de creciente y extendido uso entre 10s científicos
sociales. Esta elección de las técnicas de anáiisis obedece a diversas considera-
ciones que estos instrumentos procuran y por su pertinencia en relación con la
construcción de tipologias. En este punto quisiéramos seiíalar la existencia de
procedimientos, en parte alternativos, en parte complementarios, a 10s aqui
empleados y que permiten de forma similar desarrollar metodologias y dise-
ños destinados a la construcción de tipologias. Entre esos procedimientos se
han desarrollado, desde distintas tradiciones, diversos instrumentos adecua-
dos a la naturaleza más cualitativa de la información estadística tratada en la
sociologia, susceptibles de ser destinados a la construcción tipológica como
son el anáiisis de clases latentes o el anáiisis logaritmico lineal. La considera-
ción de estos instrumentos abre una linea de estudio sistemático y metodoló-
gico de comparación con el disefio aqui empleado.

5. Conclusiones
La exposición realizada nos ha permitido definir el concepto de tipologia estruc-
tural y articulada como modelo que pretende ser una abstracción simplificada,
general y flexible de una forma de entender el análisis de datos desde una pers-
pectiva metodológica atributiva.
Su carácter articulado destaca la naturaleza del procedimiento de cons-
trucción: operar una interrelación entre teoria y realidad empírica. Hemos des-
tacado la relación que se establece entre 10s conceptos derivados de una
problemática teórica, en donde éstos se seleccionan y definen, y la necesidad de
hacerlos operativos para formar o construir, por combinación de ellos, el con-
cepto tipológico (la tipologia) y 10s conceptos tip0 (10s tipos de la tipologia).
Aquí se involucra una doble dinámica, deductiva e inductiva, que favorece
tanto el ejercicio de validación de hipótesis teóricas como la emergencia de
otras nuevas en una dinámica continuada de investigación. Su carácter estruc-
tural establece el objetivo de la construcción: estructurar, la tipologia trata de
dar cuenta y establecer las pautas y 10s esquemas básicos de un fenómeno com-
plejo de la realidad social definiendo un conjunto interrelacionado de con-
ceptos tip0 que permiten medirlo.
Como definición incorpora el procedimiento articulado al dotar a la tipo-
logia de un carácter extensivo e intensivo. Por otro lado, las definiciones de
10s conceptos tip0 se entienden inmersas en una unidad conceptual (campo
de aplicación o espacio de atributos de la tipologia) a partir de un conjunto
de unidades (univers0 del discurso), establecitndose por comparación (dife-
rencia~y semejanzas) en su interior. Esta unidad configura el contexto de sig-
nificación y de explicación estructural del objeto de estudio bajo una forma
tipológica que caracteriza la realidad social.
La puesta en práctica de 10s instrumentos de análisis nos proporciona el
procedimiento de constitución, desde un punto de vista técnico, de 10s gru-
pos o las clases de la clasificación, y desde un punto de vista metodológico, de
La construcci6n de tipologías: metodologfa de anáiisis Papers 48, 1996 27

10s tipos de la tipologia. La naturaleza del proceso, además de 10s sofisticados


dispositivos tecnológicos basados en magnitudes extensivas métricas, muestra
sobre todo un esquema de razonamiento basado en la estructuración de un
orden interno derivado de una problemática teórica, de un fenómeno de la
realidad social estudiada, que se proyecta en 10s datos. Al hacerlo define cate-
gorias donde se plasma el carácter intensivo que se persigue, como producto
o resultado, en la conceptualización de un fenómeno bajo una forma tipológica;
pero al mismo tiempo se implican procesos extensivos que contribuyen a la
concreción de 10s objetivos te6ricos. Y el resultado es la construcción de una tipo-
logia y de unos tipos como nuevos conceptos de hndamento teórico y empi-
rico, dotados de forma que estructura el objeto investigado.
Como conclusión de la exposición realizada cabe afirmar, por un lado, que
la homologia entre el diseiío de anáiisis y el modelo metodológico adquiere
pleno sentido en una lógica de interrelación de procedimientos, métodos y
tecnicas, cuya base es la estructuración de la información contenida en 10s
datos estadisticos, en su dualidad conceptual y algebraica y en su dualidad de
campo atributivo y de univers0 del discurso. Por otro, que este procedimien-
to metodológico incorpora 10s elementos de validación necesarios para esta-
blecer, valga la redundancia, la valida de las hipótesis derivada de 10s modelos
teóricos construidos. En estos modelos teóricos cabe reconocer una morfolo-
gia del objeto de estudio coherente con el modelo de la tipologia estructural
y articulada, y por tanto extensible a problemiticas donde, sobre formulacio-
nes tebricas acotadas temporal y espacialmente, se pretende un análisis con-
textual y de estructuración de la realidad social mediante la construcción de
una tipologia.
En este sentido y como ejemplificación de la construcción de tipologias a
través de diversas temáticas se presentan algunos de 10s articulos incluidos en
este número de la revista: sobre la segmentación del mercado de trabajo, sobre
el anáiisis de 10s grupos sociales, sobre la caracterización de las zonas sociales y
sobre el consumo.

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La construcció de tipologies: procés i tkcniques


d'anilisi de dades

MBrius Dominguez i Amorós1


Pedro López ~ o l d á n ~
1. Universitat de Barcelona. Departament de Sociologia i Metodologia de les Ciencies Socials.
08034 Barcelona. Spain
2. Universitat Autbnoma de Barcelona. Departament de Sociologia.
08 193 Bellaterra (Barcelona). Spain

Resum

Aquest article recull un mateix procés metodolbgic en el qual s'emmarquen diverses inves-
tigacions presentades en aquest voluq de la revista, amb un mateix objectiu: la construc-
ció de tipologies en diferents h b i t s temhtics.
L'article especifica el marc general del disseny, descriu el seu procés metodolbgic i d'ank
lisi de dades que pot caracteritzar-seper: (1) La font de dades prové d'una gran enquesta sobre
hhbits i condicions de vida de la població, 1'Enquesta Metropolitana de Barcelona 1990.
(2) El plantejament d'un objecte d'estudi concret dins d'una realitat multivariable. (3) La
utilització de tecniques d'andisi multivariables, en concret, 1'Andisi de Correspondkncies
Múltiples i les Tecniques de Classificació Automhtica.
Paraules clau: metodologia, tkcniques d'andisi de dades, andisi de correspondkncies, ani-
lisi de classificació, tipologia, Enquesta Metropolitana de Barcelona.

Abstract. The construction of typologies: process and techniques of data analysis

In this article, we show the common methodological process that is shared by several resear-
ches that are presented in this journal, which follow an identicai objective: the construction
of typologies in the sociological investigation.
The investigations may be characterized by: (1) they work with a great survey of habits
and conditions of life, the 1990 Barcelona Conurbation survey; (2) the analysis of a par-
ticular object of study within a multivariate reality, whose characteristics are correlated,
and (3) the use of multivariate data analysis, particularly the Mulciple Correspondence
and the Cluster Analysis.
Key words: metodology, techniques of data analysis, correspondence analysis, Cluster
Andysis, typology, Metropolitan Survey of Barcelona.

Sumari
1. Introducció 3. Procediment i tkcniques d'andisi
2. L'Enquesta de la Regió Metropolitana Bibliografia
de Barcelona (EMB'90). Condicions
de vida i hhbits de la població
32 Papers 48, 1996 Mirius Domínguez i Amorós; Pedro L6pez Roldán

1. Introducció
Aquest article el podem anomenar (cel pbrtic,,. Pbrtic a una strie d'articles que
són aplicacions i exemplificacions de la construcció de tipologies en la inves-
tigació sociolbgica. Tipologies enteses en la seva vessant estructurada i articu-
lada, tal com ha quedat pal& en l'article tebric anterior.
S'ha considerat adient realitzar un article conjunt &introducció a les dife-
rents investigacions que es presenten, ja que:

1. Totes elles parteixen de la informació d'una gran enquesta sobre les con-
dicions de vida i habits de la població. En concret, la informació de base
de les investigacions és l'Enquesta de la Regió Metropolitana de Barcelona
1990 (EMB'90), la qual ofereix informacions sobre diversos aspectes de
les condicions de vida i els habits de vida configurant una realitat comple-
xa i multivariant.
Les diverses investigacions comparteixen un dels objectius generals: l'estu-
di concret &una tematica, superant l'andisi sectorial i bivariant, i tenint
en compte la complexitat de la realitat multivariant. A més a més de la
recerca d'una tipologia general per a cada objecte d'estudi que permeti
emergir les caracteritzacions socials en q u t s'estructuren. Per estudiar en
profunditat els grups socials, les zones territorials, la segmentació del mer-
cat laboral i l'estudi del consum s'han de tenir en compte altres Arnbits
tematics, com són la llengua, la família, els ingressos, l'educació, etc., que
ajuden a tenir una visió global de les condicions de vida.
Aquests objectes d'estudi ens encaren a una realitat complexa i multi-
variant que ens duen a resumir la informació, estructurar-la i articular-la
mitjan~antel procés tipolbgic.
3. Comparteixen un mateix procés metodolbgic i de ttcniques d'andisi de
dades. Totes les investigacions que es presenten empren l'anhlisi de corres-
pondencies múltiple (ACM) dins de les ttcniques d'andisi multivariant i les
analisis de classificació o d'agrupament.

2. L'Enquesta de la Regió Metropolitana de Barcelona (EMB'90).


Condicions de vida i habits de la població
La investigació sota el nom &Enquesta Metropolitana sobre condicions de
vida i habits de població va tenir els seus inicis l'any 1984 a partir d'un encar-
rec realitzat per l'antiga Corporació Metropolitana de Barcelona i I'actual
Mancomunitat de Municipis de I'kea Metropolitana de Barcelona, en la qual
es plantejava com a objectiu general immediat disposar de-dades sistematiques
sobre les activitats i les formes de vida de la població de I'Area Metropolitana.
D'aquesta manera es tractaria de convertir 1'Enquesta Metropolitana en un
instrument peribdic de recollida de dades de caracter social que permetés la
comparabilitat amb altres de similars realitzades en altres pa'isos.
La construcci6 de tipologies: procCs i rkcniques d'andisi de dades Papers 48, 1996 33

Des de 1984 n'han tingut lloc dues edicions, cronolbgicament situades en


1985 i 1990. Des d'aquests treballs &investigació s'ha pretks establir com a
objectiu global la realització &analisis sociolbgiques i demogr?ifiques sobre els
múltiples aspectes i dinamiques que conformen la vida social dels individus,
atenent a com es manifesten aquestes condicions en termes de desigualtat i a
com es distribueixen entre les persones i els grups socials. En funció d'aquest
plantejament es busca determinar la magnitud de les desigualtats econbmi-
ques i socioculturals en diversos imbits (treball, consum i habitatge, família,
nivells educatius, habits culturals i lingüístics, ús del temps, accés a equipa-
ments i serveis col.lectius, participació en associacions i xarxes de relació, ús i
percepció del territori), quines característiques tenen, com es viuen col-lecti-
varnent i intentant analitzar les tendencies a l'homogeneització o fragmentació
de la població.
Els objectius, l'estudi i I'elaboració d'aquesta problematica va dur a l'e-
lecció del mttode de l'enquesta per a la construcció, la recollida i l'andisi de
les dades. El qüestionari de I'EMB constitueix un extens i variat conjunt de
preguntes sobre múltiples aspectes de la vida social i familiar dels individus.
Cada un d'aquests Ambits d'estudi de la realitat social ens proporciona una
gran riquesa i una gran complexitat d'informació. Aquesta organització i ans-
lisi en imbits específics i la seva publicació en informes generals separats, ens
ha proporcionat una visió sectorialment i globalment molt complexa, i en
certa mesura independent del conjunt d'hmbits tematics de les condicions
de vida.
En el disseny de la mostra per a l'any 1990 es va establir com a objectiu
l'elecció d'una mostra representativa dels individus més grans de divuit anys
de la Regió Metropolitana de Barcelona, univers poblacional amb aproxima-
dament 3,2 milions de persones'.
En base a criteris de tipus estadístic i amb el mktode de mostreig aleatori
estratificat, es va contemplar un procés de construcció de la mostra en dues
etapes: la construcció dels estrats homogenis a partir d'una andisi multivaria-
ble de dimensionalització i classificació automatica a partir de les dades del
padró &habitants de 1986, en termes de secció censal, i l'afixació de la mostra
segons els criteri de Neyman a partir de la determinació de la seva grandaria.
El nombre final &entrevistes va quedar establert en 5.061, valor que suposa
un error mostral relatiu de lJ1,9%per un nivell de confian~adel 95,5% i refe-
rit al total de la mostra.

3. Procediment i tkcniques d'anilisi


En aquest apartat especificarem els moments i les operacions, els mhtodes i les
tkcniques d'andisi de dades, coherents i adients que s'han emprat en les inves-

1. Comarques del Barcelonts, el Maresme, el Vallts Oriental, el VallPs Occidental i el Baix


Llobregat, extnsi6 geogrsca que concentra les dues terceres parts de la poblaci6 de Catalunya,
amb un total de 129 municipis.
34 Papers 48,1996 Mirius Dominguez i Amor6s; Pedro López Roldán

tigacions que es presenten i que són eines bbiques per a la construcció de la tipo-
logia articulada i estructural, adequats en relació amb el model metodolbgic
que s'ha detallat en l'article anterior.
Es tracta d'elaborar un disseny d'andisi que opera en un caracter eminen-
ment interactiu: a partir &una problemkica tebrica i d'un model més o menys
elaborat o explícit, a partir de la informació disponible en l'EMB'90, en I'ela-
boració de la qual ja s'han operativitzat els conceptes i s'ha recollit la infor-
mació, s'han aplicat una strie de ttcniques d'andisi de les dades, prbpies de la
perspectiva distributiva, que operen amb les relacions entre les variables. Aquestes
ens permetran veure les relacions significatives entre les variables i l'ordenació
de les unitats.
El procés d'andisi en els treballs que es presenten no ha estat apriorístic,
en el sentit d'establir models com a punt de partida com a forma de teoria
establerta que s'ha de validar. De fet, la lbgica ha estat més empírica, en con-
sonancia amb el mttode general de I'enquesta.
Aixb no vol dir que no es tinguin en ment models possibles2, perb almenys
no s'han explicitat de forma analítica. En canvi, els conceptes i la seva opera-
tivitzaci6, i els models tebrics si que han estat presents en l'elecció de les varia-
bles pertinents, en la formalització de les tipologies i en la interpretació dels
resultats.
Tres s6n les fases analítiques fonamentals des del punt de vista metodo-
lbgic:

a) primera, després de l'andisi descriptiva simple prtvia, es realitza una and-


lisi de dimensionalització per estructurar inicialment el concepte tipolbgic
a partir de les variables originals;
b) segona, i en funció de la precedent, una andisi de classificació de les uni-
tats en un conjunt de tipus significatius que estructurin el fenomen estudiat;
c) tercera, I'obtenció i la identificació de la tipologia i la validació d'aquests
resultats.

Amb aquests moments de disseny metodolbgic, els mttodes que propo-


sem com els més adients són l'andisi factorial i les ttcniques de classificació
automatica. Seran els instruments principals d'andisi, de dimensionalitzaci6,
de classificaci6 i de validació de les tipologies. Les dues ttcniques expliciten i
permeten la realització de les operacions de combinació i de reducció prbpies
de l'andisi tipolbgica. A continuació tractarem successivament cada una de
les ttcniques d'analisi de les dades mostrant la seva adequació a la construc-
ció tipolbgica.

2. Provinents tant d'altres estudis com de i'experikncia en investigacions prkvies.


La construcci6 de tipologies: procés i tkcniques d'andisi de dades Papers 48, 1996 35

3.I Anrtlisi de dimensionalització:


anrtlisi de correspond2ncies múltiples (ACM)
L'andisi de dimensionalització busca determinar la forma redui'da, estructu-
rada i significativa de l'espai d'atributs inicial sobre el quual es basa i es cons-
trueix la tipologia. L'objectiu consisteix a fer emergir, a partir de l'estructura
&interrelació existent entre les variables observades, les variables i les dimen-
sions fonamentals, mitjanqant la combinació i la reducció de les primeres. A
través de diversos indicadors observables, manifestos, establim el camp més
delimitat de significació per al concepte tipolbgic no necessariament observa-
ble, més aviat latent i no mesurable directament.
Com és fara pales més endavant, la complexitat rau en el caracter multi-
dimensional de I'objecte d'estudi, fer-la visible i interpretar-la en termes d'es-
tructura. Procedim així a I'estructuració multidimensional del concepte tipolbgic
a través de la transformació de I'espai d'atributs original en un espai d'atributs
estructurat. Aquestes consideracions ens justifiquen I'elecció de ttcniques d'anh-
lisi factorial. I, més concretament, I'ACM, ja que ens facilita I'analisi d'inter-
dependtncia i dimensionalització que estructuren el conjunt definit per les
variables, i ens permet tractar variables qualitatives.
En aquesta etapa existeixen tres operacions fonamentals: selecció, combinació
i reducció, totes les quals són referides a les propietats de les unitats i enteses en
un procés analític on s'interrelacionen teoria i realitat. L'operació de selecció
és prbpia del nivell tebric de construcció de l'objecte, mentre que les opera-
cions de combinació i reducció de I'espai de les variables es justifiquen a través
d'un procés d'andisi que tkcnicament materialitza les relacions entre les varia-
bles, encara que siguin guiades pel model tebric explícitament elaborat.
L'ACM és una analisi factorial descriptiva, alhora que amb una vessant
estructural, que té l'objectiu de fer paleses les associacions més importants exis-
tents entre les variables qualitatives. I la necessitat &aprofundir en les relacions
de dependtncia que s'estableixen entre dues variables categbriques observades
en una mateixa població. El seu avantatge radica a aplicar-la com una ttcnica
de representació de l'estructura geomttrica simultania del multiespai de rela-
ció entre individus i variables, la qual cosa respon a una relació biunívoca entre
dos conjunts de dades representats per les línies i les columnes de múltiples
taules de contingtncia que creua variables qualitatives tractades com a nomi-
nals. Hem d'imaginar-nos que el punt de partida de l'andisi de correspondtncies
múltiples són les diverses taules de contingtncia de les variables entre si.
En aquest sentit, i des d'un punt de vista metodolbgic, l'andisi de corres-
pondtncies múltiples ofereix una formalització geomttrica i algebraica que
permet el pas de I'aspecte quantitatiu a l'aspecte qualitatiu, de variables mesu-

3. Una altra manera de presentar aquestes dades és a través de la construcció d'una taula dis-
juntiva completa. En aquesta taula les línies representen els individus i les columnes repre-
senten les modalitats de les variables: a la intersecció de la línia de I'individu i de la columna
k ens trobarem Xik, que mira de 1 a O segons si I'individu i posseeix la modalitat k o no.
36 Papers 48, 1996 Mirius Dornínguez i Amorós; Pedro López Roldán

rades o tractades a nivell nominal a un tractament quantitatiu que conserva la


natura i les operacions prbpies de les mesures qualitatives, permet el pas de
l'aspecte heterogeni a una construcció d'ordre estructural basat en la comparació
de perfils, en les posicions relatives i en l'ordenació espacial (tipolbgica) de for-
mes, més que no pas en els efectes de magnitud 0.2 Benzécri, 1973; F. Conde,
1987; J.M. Cornejo, 1988; J. Ibáfiez, 1985)~.Per aquestes raons, 1'ACM ofe-
reix la possibilitat d'analitzar estructures de relació, on la lectura tipolbgica,
els perfils relatius i les relacions d'ordre són privilegiades enfront del caracter més
quantitatiu i de magnitud del nombre i la mttrica continua. Es configura així
un context articulat i estructural.
Com a analisi factorial extreu del cúmul de dades l'estructura del multies-
pai a través de la projecció redui'da als eixos de mhxima intrcia, intentant resu-
mir la massa de les dades amb la menor ptrdua d'informació possible a unes
poques dimensions. I com a mttode ens garanteix la propietat desitjada per a
la construcció tipolbgica d'organitzar la realitat multidimensional d'un fet
social a partir de conceptes, encara que no necessariament estructurats.
CACM no és una mera ttcnica d'extracció de factors de qualsevol taula de
números positius, sinó un conjunt metodolbgic ben organitzat que inclou:

- regles per a la preparació de les dades sotmeses a l'analisi, en particular la


codificació disjuntiva completa;
- criteris de validesa dels resultats;
- aportació de procediments efica~osde discriminació i de regressió;
- conjugació harmoniosa amb la classificació automatica.

Per aquest tipus de transformacions es realitza un salt important, i és el


de considerar cada categoria de les variables pertinents com a modalitats de res-
posta.
Sota la transformació &aquesta informació en una taula de Burt, la matriu
de dades no s'ha de veure ja com a individus per variables, sinó que és el creua-
ment entre categories d'una variable, per exemple: la posició en el mercat labo-
ral, per les categories d'una segona, l'origen geogrg~cfamiliar. El principi de la
representació dual en un mateix espai d'individus i variables, constitueix
la seva característica geomttrica més destacable.
Es sota aquestes consideracions que la ttcnica d'ACM aconsegueix dos dels
objectius principals: l'estudi de les variables i l'estudi dels individus.
D'altra banda, cal assenyalar com un avantatge practic la fórmula inicial
de la distancia distribuciona14 que permet donar una estructura matematica a
una taula de números positius, evitant en certa mesura l'arbitrarietat de tot
particionament i codificació de la realitat.

4. Recerca de la representació dual bptima en qut les variables i els individus juguen un paper
simttric. Aquesta simetria s'aconsegueix a través de la metrica de CHI-2, establint relacions
de dependtncia simttrica entre files i columnes.
La construcci6 de tipologies: procés i tkcniques d'anilisi de dades Papers 48, 1996 37

L'equivaltncia distribucional garanteix una certa invariincia dels resultats


en relació amb el nombre de categories en qut se subdivideixen les variables, ja
que agrupant categories amb perfils semblants no es perdria informació. Aihora
que tampoc es guanyaria informació subdividint en més categories de respos-
ta la variable objecte d'estudi si aquestes subdivisions no suposessin perfils dife-
renciats. Així doncs, les divisions en categories té sentit únicament si suposen
perfils de repartició diferents en I'altra variable.
Un altre dels avantatges que ens permet I'ACM és el de poder atorgar a les
variables estatus diferents segons la seva importincia estructuradora: variables
actives, que són les que han entrat en l'andisi, i variables il-lustratives,que ens
poden permetre enriquir la interpretació en termes d'estructura5.
D'aquesta forma es garanteix una primera estructuració del fenomen estu-
diat i es disposa del criteri bbic del procés de classificació posterior que aboca
en la constituci6 dels tipus i la tipologia.

3.2 Anhlisi de clarsz~cació


El segon gran moment del procés de construcció i andisi de la tipologia con-
sisteix a classificar, a partir de I'espai d'atributs redui't obtingut en I'anilisi de
dimensionalització, les unitats considerades per obtenir un conjunt de tipus
que siguin I'expressió de grups d'unitats homogenis internament i significati-
vament diferenciats entre si. L'objectiu final és el d'obtenir un nombre redui't
de tipus que són les categories de la variable tipolbgica latent que estructuri i
defineixi l'objecte d'estudi. Igual que en l'andisi de dimensionalització, el de
classificació té I'objectiu d'estructurar. En aquest cas, estructurar les unitats a
partir de l'entramat conceptual en qui: s'inscriuen.
S'estableixen mesures de similitud i de dissimilitud amb les quals es podran
avaluar proximitats i així constituir grups o classes d'equivaltncia que ordenin
el conjunt d'unitats.
Per I'operació de classificació obtindrem, per l'agrupació dels individus
segons l'espai de noves variables dimensionalitzades (les coordenades facto-
rials), una nova variable que identifiqui el concepte tipolbgic, que estructuri
l'objecte d'estudi. Aquesta operació és complementiria a la de dimensionalit-
zació, en el sentit que en l'anterior es prenen les variables com a operacionables.
Ara es prenen com a camp de tractament els individus, i les variables són els
instruments de mesura.
Des del punt de vista de procediment, l'objectiu de les ttcniques de clas-
sificació és I'obtenció de classes d'unitats al més homogtnies possible en l'in-
terior de la classe i al més heterogtnies posible entre elles, d'acord amb un
conjunt de variables criteri, que en el nostre cas són les variables seleccionades
com a pertinents per a l'objecte tipolbgic i que han estat transformades en unes
noves i poques dimensions mitjan~antI'anilisi de dirnensionalització.

5. La possibilitat de projectar variables suplernentiries en els plans de projecció, encara que


aquestes no hagin contribui't a la determinació dels eixos factorials.
38 Papers 48, 1996 Mirius Dominguez i Amor6s; Pedro L6pez Rolddn

Com a procés general de l'anilisi de classificació es poden enumerar les


etapes següents: selecció de les variables, elecció de la mesura de semblanp i pro-
ximitat, construcció de la matriu de distancies, elecció del mktode de classifi-
cació, assignació dels individus en classes que han de ser faades i validació dels
resultats.
En aquest procés es van intercalant decisions de tipus estadístic amb deci-
sions de consistkncia, estabilitat, interpretació i justificació sociolbgica. Les
decisions tant de tipus estadístic com sociolbgic poden conduir a diversos resul-
tats o conclusions que poden ser acceptables. Per aquesta raó, és molt impor-
tant l'explicitació de criteris coherents amb els objectius fixats, com tambC la
validació successiva i global dels resultats. Com a tkcnica estadística amb tanta
variabilitat té, doncs, un cert grau &indeterminació en I'obtenció de les clas-
sificacions finals i en la delimitació de les unitats constitutives de cada classe.
Per aixb, en darrer terme, juntament amb els criteris tkcnics i estadístics que
ens ajuden a determinar els grups que emergeixen, són els criteris tebrics i de
coherkncia els que orientaran la significació de I'andisi i de les classificacions.
La tendkncia a l'empirisme en i'aplicació &aquesta tkcnica pot conduir a
conclusions precipitades, incoherents o rígides on no es respecti la natura més
aviat exploratbria i heurística de l'andisi de classificació. Per aquests motius és
indicada la realització &altres tipus d'andisis prkvies que ens permetin la millor
elecció de les variables emprades, com el de la dimensionalització.

Així doncs, en les investigacions que es presenten, juntament amb I'ACM


s'ha emprat la classificació dels subjectes sobre la base de les coordenades fac-
torials a través &un índex de distancia. L'objectiu final que es persegueix és el
d'agrupar individus similarsGsegons la realitat multivariant objecte d'estudi
en classes representatives. D'aquesta forma, a posteriori, podem operar a par-
tir de la noció &individu artificial mitja de cada classe. Perdem així tota la
riquesa original de les diferencies individuals, perb guanyem en capacitat de
síntesi i, per tant, de comprensió.
En les investigacions que es detallen s'ha emprat la tkcnica de classificació
mixta, per partició directa i jerarquica, especialment adaptada al tractament
de grans quantitats de dades. Aquesta tkcnica de classificació ha significat,
&una banda, fer una andisi detallada del dendrograma, de l'arbre de partició,
per tal de veure com va establint successivament els nusos de partició en clas-
ses. D'altra banda, aspectes tals com la grandaria dels grups de la partició, la
intrcia que ens estableix l'homogenei'tat o la dispersió dels grups i la descrip-
ció de les classes per les modalitats significatives han estat basics per fer l'elec-
ció de les tipologies.

6 . Els individus similars seran aquells que més concordanga i semblances tinguin en les res-
postes a les modalitats.
La construcci6 de tipologies: proces i tkcniques d'anilisi de dades Papers 48, 1996 39

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Papers 48, 1996 41-58
-.

La construcción de una tipologia de segmentación


del mercado de trabajo

Pedro López Roldán


Universitat Autbnoma de Barcelona. Departament de Sociologia.
08 193 Bellaterra (Barcelona).Spain

Resumen

El objetivo de este articulo consiste en aplicar un diseño de análisis que sea adecuado a la
concepción de la denominada tipologia estructuraly articulada. Se trata de un diseño basa-
do en la utilización de la encuesta y de tecnicas de análisis multivariable, dirigido a con-
trastar la hipótesis central de la perspectiva teórica de la segmentación del mercado de
trabajo por medio de un modelo teórico basado en su conceptualización desde el ernpleo.
El anáiisis expuesto toma como referente espacial y temporal el del mercado de trabajo
delimitado por la Regió Metropolitana de Barcelona para el año 1990 y en base a la infor-
mación recogida en la Enquesta de la Regió Metropolitana de Barcelona sobre condicions de vida
i bkbits de la població.
Palabras clave: metodologia, tipologia, segmentación del mercado de trabajo, modelos,
diseño de análisis, análisis de correspondencias, análisis de clasificación.

Abstract. Tbe Constrution of a labour market segmentation typology

The objective of this article is to apply an analysis design useful to the astructural and arti-
culated typologiesn, that is, a design based on survey and multivariate statistical methods
for collecting and analyzing data which leads to contrast the main hypothesis proposed
from the theoretical perspective of the labor market segmentation. The research has a geo-
graphic and temporal reference: the labor market delimited by the Metropolitan Region
of Barcelona in 1990, and analyze survey data designed and collected in the called Enquesta
de la Regió Metropolitana de Barcelona sobre condicions de vida i bkbits de la població.
Key words: methodology, typology, labour market segmentation, models, research design,
correspondence analysis, cluster analysis.

Sumario
1. Presentación: una problemática 3. Cornentarios finales
teórica y metodológica Bibliografia
2. Resultados del análisis
42 Papers 48, 1996 Pedro L6pez Roldán

1. Presentación: una problemática teórica y metodológica


El objetivo de este articulo consiste en presentar el proceso y 10s resultados de
la aplicación de un diseiío de análisis destinado a la construcción de una tipo-
logía de segrnentación del mercado de trabajo. Partiendo de la distinción entre
la forma y el contenido del objeto de investigación, por un lado, este diseño
se considera homólogo o adecuado formalmente a 10 que hemos denomina-
do modelo metodológico de una tipologia estructuraly articulada, esto es, un
modelo general que reconoce en el objeto de estudio una morfologia tipológica
de naturaleza estructural y articulada1. Por otra parte, y entendiendo que el
método no puede disociarse de 10s objetos que se investigan, una problemáti-
ca de estudio nos mostrari el contenido sustantivo de la morfologia tipológi-
ca. Esta problemática es la que se deriva de conceptualizar el funcionamiento
del mercado de trabajo desde la perspectiva teórica de la segrnentación.

El contenido sustantivo de la segmentación


La explicación del funcionamiento del mercado laboral desde la segrnentación,
en contraposición con la visión neoclásica, se traduce en la estructuración de
un mercado de trabajo no homogéneo y dividido en segmentos diferenciados
e interrelacionados jerárquicamente según procesos de internalización-exter-
nalización y en donde confluyen diversos factores de caracterización. Esta es
la hipótesis central y genérica que resume e identifica las distintas aportaciones
teóricas que desde 10s años sesenta han razonado 10s economistas y 10s soció-
logos segmentaristas2.
El tratamiento que aquí realizamos de esta problemática se construye a par-
tir de varios elementos. En primer término, se adopta un enfoque que parte
de un supuesto principal: la segrnentación es el resultado del proceso social de
trabajo en la empresa que estructura 10s distintos puestos de trabajo. Por tanto,
el fenómeno de la segrnentación se entiende en el contexto de las relaciones
sociales de producción, en la esfera de la producción, y se centra en 10s aspec-
tos de la demanda del mercado de trabajo. En segundo término, nuestra apro-
ximaci6n al fenómeno de la segrnentación se realiza desde una perspectiva del
empleo, en la esfera de la circulación, entendiendo que el proceso de segmen-

1. Esta concepción de la tipologia se desarrolla en otro articulo del presente número de la


revista.
2. Nuestro modelo te6rico de segmentación se elabora a partir de distintas constribuciones
teóricas que han aportado diversos autores y autoras, entre ellos: institucionalistas (M.J.
Piore, PB. Doeringer), radicales (D.M. Gordon, R.C. Edwards, M. Reich), de la escuela
de Cambdridge (F. Wilkinson, J. Rubery, i? Villa) o de la literatura francesa (M. Maruani,
F. Michom, M. Maurice, i? Desmarez). No obstante, la perspectiva adoptada parte sobre
todo de la tradición de pensamiento marxista que se expresa en 10s trabajos de la escuela
radical americana. El modelo teórico se desarrolla mis extensamente en la tesis presentada
por el autor del articulo (i? M p a , 1994) y en una investigaci6n financiada por la DGICYT
sobre Transformacidnes del Trabajo y Bienestar Social (F. Miguélez, 1989; Grup &Estudis
Sociolbgics sobre la Vida Quotidiana i el Treball, 1994).
La construcción de una tipologia de segmentación del mercado de trabajo Papers 48, 1996 43

tación de 10s puestos de trabajo originado en la empresa tiene su reflejo en


formas especificas de empleo de la herza de trabajo. Por 10 tanto, el mercado
de trabajo y las formas y condiciones de contratación de 10s trabajadoreslas
asalariadoslas que ocupan 10s distintos puestos de trabajo se convierte en el
centro del análisis. En tercer lugar, esta perspectiva nos orienta hacia una visión
del fenómeno de la segrnentación que podemos calificar como global o macro-
sociológica que pierde el referente de la empresa como centro del análisis. Por
10 tanto, la construcción del modelo de segrnentación se destina a mostrar 10s
vinculos existentes entre la esfera de la producción y la esfera de la circulación,
a la relación que se establece entre trabajo y empleo. En cuarto lugar, se con-
cibe que el proceso de segrnentación responde a explicaciones que van mis allá
de 10s factores estrictamente productivos, destacando factores sociales de ori-
gen de la herza de trabajo potencialmente activa, por tanto, factores ligados
a la estructura social y a la reproducción social3.
Esta linea de investigación nos permite avanzar en algunos aspectos del tra-
tamiento de la problemática de la segrnentación. Por un lado, y recogiendo la
necesidad de ofrecer una visión contextual del proceso de segrnentación, se
trata de contrastar la hipótesis fundamental de fragmentación del mercado de
trabajo para la Regió Metropolitana de Barcelona, una extensa zona geogdfi-
ca cuya dinámica económica, laboral y social ofrece un observatori0 privile-
giado para constatar la presencia y la magnitud de este tip0 de fenómeno. Por
otro, esta visión contextual ofrece una panorámica que es la del conjunt0 de
la economia de este área y, por tanto, se extiende más allá de 10s tradicionales
estudios del sector industrial, incluyendo la actividad de 10s servicios asi como
fenómenos de economia sumergida que 10s estudios habituales no recogen.
Por último, esta aproximación extensiva se plantea desde una visión distinta a
la de la mayor parte de 10s estudios sobre la segrnentación, pues toma como
unidad de análisis a la población asalariada que ocupa un puesto de trabajo,
10 que nos permite adoptar una visión basada en el empleo donde se conju-
gan fundamentalmente aspectos determinantes de la demanda de trabajo con
otros también de caracterización social de la oferta.
El análisis que presentamos en estas páginas busca validar la hipótesis cen-
tral que ha puesto de manifiesto la perspectiva de la segrnentación: la confi-
guración de una tipologia de segmentos o de situaciones de empleo que
estructuran un mercado laboral definido por la división del empleo asalaria-
do en dos segmentos, un segmento primario y otro secundario, el primero
de 10s cuales comprende, a su vez, la distinción entre un segmento primario
independiente y otro dependiente. Esta hipótesis se deriva del concepto de
segrnentación donde cabe reconocer la posición de dominación de 10s empre-

3. Esta apreciación sobre la esfera de la reproducción amplia teóricamente el análisis de la rea-


lidad del trabajo productivo, asi como de su ausencia, mostrando la relevancia de 10s fac-
tores ligados a la oferta de trabajo. No obstante, si bien esta referencia es tenida en cuenta
en la investigación al construir el concepto de segmentación desde una perspectiva del
empleo, el planteamiento tiene su foc0 de atención en 10s procesos derivados del lado de
la demanda.
44 Pavers 48, 1996 Pedro López Rolddn

sarios, la acción de 10s trabajadores y el papel del Estado. Las diversas estra-
tegias implicadas y el concepto de mercado interno de trabajo nos conducen
a determinar la relevancia de cuatro dimensiones ~rincipalescon las que
caracterizar 10s distintos segmentos de empleo. Tres de ellas se engloban como
dimensiones de caracterización de 10s puestos de trabajo en términos de
empleo: la estabilidad laboral, como dimensión central, la cualificación efec-
tiva4 y el salario. Una cuarta se refiere a la caracterización o contextualiza-
ción de las empresas incluyendo el tamafio de 10s centros de trabajo, el sector
de actividad, su titularidad y la presencia de representación laboral.
La interrelación o combinación de estas dimensiones nos permite mostrar
la naturaleza del proceso de segmentación y la configuración de una tipologia
de segmentos de empleo que estructura el mercado de trabajo en empleos dife-
renciados y jerarquizados. Una primera distinción es la que se establece entre seg-
mento primario y secundario, explicada básicamente por la dimensión de
estabilidad-inestabilidad. El segmento primario se caracteriza por recoger las
situaciones de empleo más estable caracteristicos de 10s mercados internos de las
grandes empresas y del sector públic0 que se corresponden con puestos de tra-
bajo centrales para la actividad de la empresa. La capacidad de negociación de
10s trabajadores de este segmento les dota de una garantia de mejores condi-
ciones laborales y la regulación de las mismas, con claros mecanismos de pro-
moción. El segmento secundario se definiria por la inestabilidad del empleo
resultado de las estrategias de externalización que configura empleos con bajos
niveles de cualificación y que no posibilitan su adquisición, con malas condi-
ciones laborales y localizados en pequefias empresas donde se carece de capacidad
de negociación. En este segmento cabria incluir también el fenómeno de la
economia sumergida. Una segunda división se establece en el interior del seg-
mento primario resultado de estrategias de flexibilización y control de la fuer-
za de trabajo. Esta división tiende a diferenciar un segmento primario
independiente, de empleo estable con 10s mayores niveles de cualificación,
mejor remunerados y más enriquecedores en correspondencia con la centrali-
dad de 10s puestos de trabajo que se ocupan. El segmento primario dependiente
contempla 10s puestos estables de menor cualificación que implican tareas mis
rutinarias y especificas, y el mantenimiento de unas buenas condiciones de tra-
bajo que resulta de una capacidad de negociación de sus trabajadores.

El contenidoformal tipológico
La aplicación de un disefio de análisis pertinente a esta problemática nos con-
ducirá a establecer la hipótesis de segmentación laboral. Este disefio, adecua-
do para el modelo teórico que se ha construido, 10 es también para el modelo
formal tipológico inherente al objeto: se trata de obtener una tipologia estruc-
tural y articulada. Esta correspondencia entre forma y contenido se expresa en
diferentes aspectos.

4. Sobre el concepto de cualificación efectiva, ver A. Lope (1994).


La construcción de una tipologia de segmentaci6n del mercado de trabajo Papers 48, 1996 45

En primer lugar, se concibe desde el modelo de la segrnentación una orde-


nación de situaciones de empleo internamente relacionadas para el conjunto del
empleo asalariado. Se trata, por tanto, de un modelo de estructuración de situa-
ciones de empleo que da lugar a una tipologia de segmentos de empleo.
Un segundo aspecto es que esta estructuración se contempla desde una
visidn global o contextual, por 10 que se añade el carácter de generalizador. Este
aspecto es menos relevante desde el punto de vista del carácter de estos mode-
l o ~aunque
, si lo sea desde el objetivo de validación externa. El modelo de seg-
mentación se ha concebido a través del empleo y en un conjunto de unidades,
la población asalariada, a la que sistemáticamente se les atribuye e identifica
de antemano con una serie de caracteristicas que nos dan idea de ciertos com-
portamientos y situaciones de hecho, estandarizables, translingüisticos e ini-
cialmente desestructurados. Este es el proceder de una perspectiva metodológica
de investigación atributiva o distributiva (J. Ibáríez, 1985), es el proceso que nos
lleva a hablar de explicacidn estructural a través de interrelación del conjunto
de variables identificativas del fenómeno de la segrnentación.
En tercer lugar, la perspectiva teórica de la segrnentación nos ha permitido
elaborar un marco conceptual que nos ofrece una aproximación desde las situa-
ciones de empleo. Esta circunstancia nos plantea dos cuestiones de interés: se
trata de una nueva elaboración conceptual, que introduce ciertos elementos
de incertidumbre en relación a la hipótesis central de la segrnentación, pero
esta elaboración se traduce en un conjunto explicito y pertinente de dimen-
siones sobre las que se justifican y se establecen diversas hipótesis de compor-
tamiento que nos aseguran criterios teóricos de combinación de atributos y de
comportamiento previsible. Las preguntas que se formulan en la construcción
del modelo de la segrnentación entroncan con el carácter del procedimiento
de construcción tipológica: jcon qué criterios operativos podemos establecer
la combinación entre 10s distintos indicadores de las dimensiones de la seg-
mentación?, jen qui medida una conceptualización en función del empleo no
introduce elementos de distorsión o aporta nuevos elementos en la configu-
ración de 10s segmentos según la hipótesis general planteada? La resolución de
estas cuestiones se orienta en primera instancia hacia la construcción teórica
realizada y también mediante una dinámica de articulación: de contraste e
interrelación entre el nivel teórico de 10s conceptos y sus relaciones y el nivel de
las variables y sus relaciones.
Estos comentarios ponen de manifiesto, en cuarto lugar, el carácter con-
ceptual de la tipologia estructural y articulada. Estructuración y articulación
en cuanto que 10s conceptos originales, individuales, que han sido seleccio-
nados y justificados en el marco de la perspectiva de la segrnentación tienen
una traducción final en una tipologia, pero a l mismo tiempo permite o sugie-
re la reelaboración conceptual original del fenómeno de la segrnentación. -
Esta forma de proceder introduce un grado de flexibilidad fructífer0 para la
investigación que recoge la practica habitual de cualquier investigación donde
se interrelacionan procesos deductivos e inductivos, de análisis y validación.
En este sentido, 10s tipos de la tipologia de segrnentación darán lugar a una
46 Papers 48, 1996 Pedro Mpez Roldán

definición asociada a ese proceso flexible de articulación, por intensión y


extensión.
Por último, esta definición de 10s tipos que incorpora el carácter conceptual
de la tipologia permite la comparación entre ellos y, consiguientemente, la
diferenciación y ordenación de las distintas situaciones de empleo, porque es
el objetivo conceptual y porque técnicamente eso se pretende según un diseño
de análisis apropiado. La diferenciación y la ordenación, en una perspectiva
atributiva, conducen por tanto a la medición del fenómeno de la segmenta-
ción, en términos de una variable de naturaleza cualitativa, nominal u ordi-
nal, inherente en el propio concepto de segmentación.
En síntesis, el modelo metodológico de la tipologia estructural y articula-
da nos proporciona un esquema abstracto y simplificado que refleja una forma
habitual de 10s objetos de estudio sociológicos y que aquí se muestra como
homólogo al modelo de segmentación laboral.

El disetio de análisis
El diseño de análisis, como dispositivo operativo de métodos y técnicas de
análisis de datos, ha de ser homólogo con relación al modelo de la tipologia
articulada y estructural y con relación al modelo de segmentación del empleo,
además de incorporar 10s elementos de análisis y la validación de la hipótesis
de segmentación del empleo. Este diseño de análisis se organiza a partir de
la distinción de dos momentos diferentes, sucesivos, complementarios y recu-
rrentes destinados a la estructuración del fenómeno bajo una forma tipológica.
En primer lugar, una etapa de dimensionalizaci6n destinada a establecer una
estructura inicial del espacio de atributos que delimita la tipologia en su
campo conceptual por medio de la combinación y la reducción de las varia-
bles originales. En segundo lugar, una etapa de clasificación destinada a cons-
tituir 10s tipos de la tipologia como conjunt0 reducido de categorias
exhaustivas, excluyentes, homogéneas en su interior y heterogéneas entre ellas
que agrupan a las distintas unidades, completando asi la estructuración del
fenómeno estudiado. Vinculadas a estos dos momentos centrales cabe hablar
de otras dos etapas: una previa destinada al tratamiento descriptivo más ele-
mental de la información recogida a través de análisis frecuenciales y de rela-
ción bivariable, destinada a preparar el análisis multidimensional, y otra
vinculada con todas las anteriores de validación de la información y de 10s
análisis realizados.
La elección de este diseño se justifica y es coherente con 10s objetivos de
construcción tipológica de forma articulada y estructural por diversas razones.
En primer lugar, la complejidad de 10s conceptos tipológicos incorpora una
multiplicidad de aspectos o dimensiones cuya interacción o combinación expli-
ca la globalidad del fenómeno que se estudia. El análisis de dimensionaliza-
ción permite operar este proceso a partir de la obtención de aqueilas dimensiones
subyacentes y significativas que explican las relaciones entre las variables ori-
ginales. Por tanto, permite la estructuración multidimensional del concepto
La construcci6n de una tipologia de segmentaci6n del mercado de trabajo Papers 48, 1996 47

tipológico que inicialmente aparece desestructurado al disponer las variables


de forma individualizada.
En segundo término, este proceso implica tres operaciones fundamenta-
les: selección, combinación y reducción, todas ellas referidas a las propiedades
de las unidades, del espacio de atributos, y entendidas en un proceso analític0
de articulación entre teoria y realidad empírica. La operación de selección es pro-
pia del nivel teórico y de la construcción del objeto de estudio, mientras que
las de reducción y combinación se materializan de forma articulada, tanto en
la aplicación de un instrumento estadístic0 como en la interpretación y vali-
dación de 10s resultados cuya pertinencia, además de técnica, se establece por
aquell0 que conceptual o teóricamente se ha construido.
El análisis de dimensionalización, en tercer lugar, se opera a través de las
técnicas de análisis factorial. Entre ellas, elegimos el análisis de corresponden-
cias múltiples por diversas razones, entre ellas: porque constituye una técnica
de interrelación entre variables donde no se establecen a priori relaciones de
dependencia entre ellas; porque permite el tratamiento de variables cualitati-
vas medidas a nivel nominal; porque ofrece una formalización geométrica que
permite el paso de 10 cualitativo a 10 cuantitativo pero conservando la natura-
leza y las operaciones propias de las mediciones cualitativas, es decir, se pre-
tende básicamente diferenciar o establecer un orden, con posiciones relativas en
un espacio geométrico más que distribuciones precisas de frecuencias o mag-
nitudes; porque permite reconocer relaciones de tip0 no lineal; porque per-
mite el establecimiento de diversos procedimientos de validación y estabilidad
de 10s resultados; porque puede complementarse con otras técnicas, en parti-
cular, con las de clasificación automática.
Como resultado de este análisis obtenemos una estructuración inicial del
fenómeno estudiado a partir de su espacio de atributos. Por ello, en cuarto
lugar, la estructuración final se obtiene por el procedimiento de clasificación a
partir del espacio de atributos reducido. La aplicación de las llamadas técnicas
de clasz~caciónautomática exige, por la diversidad de decisiones implicadas,
una referencia constante a procedimientos de validación de 10s resultados que
se obtienen, tanto técnicos como sobre todo de significación teórica que guien
el análisis. Por el10 esta técnica expresa y exige una dinámica de articulación
teórica y empírica en la obtención y en la interpretación de 10s resultados.
Entre la diversidad de procedimientos técnicos de clasificación aquí es pertinente
la elección de un proceso donde se distinguen tres etapas: la partición inicial a
través del método de nubes dinámicas, de grupos estables; la agregación jerár-
quica ascendente de las clases iniciales por el método de mínima pérdida de
inercia (ward), y la reasignación de las unidades a partir del método de clasi-
ficación no jerárquica de centros móviles. Aquí también hay que incluir diver-
sos procedimientos posibles de validación.
La aplicación de este proceso, en quinto lugar, conduce a la obtención de
10s tipos de la tipologia. Estos tipos incorporan una doble naturaleza: se obtie-
nen por medio de un procedimiento técnico extensivo y el resultado, por 10s
criterios teóricos que 10 guían y validan, expresa la intensión del concepto tipo-
48 Papers 48, 1996 Pedro L6pez Roldán

1Ógico que se construye y da consistencia, coherencia y sentido a la clasifica-


ción finalmente obtenida definiendo un conjunto de tipos interrelacionados,
homogéneos y diferenciados entre ellos. En definitiva, estructurando el fenó-
meno estudiado, dando lugar a una explicación de carácter estructural.
Por último, la tipologia finalmente obtenida significa la concreción de un
conjunto de categorias reducidas dotadas de un nivel de medición nominal u
ordinal, por tanto, el diseño de análisis aboca también a la medición del fenó-
meno estudiado.

2. Resultados del anáiisis


En este apartado se presentarán 10s principales resultados a 10s que nos con-
duce el proceso de construcción y validación de la tipologia de segmentación
del empleo, de acuerdo con la perspectiva teórica y el diseño de análisis que
se han comentado. Esta problemática condujo a la recogida de datos que se
incluye en la Enquesta de la Regió Metropolitana 1990sobre condiciones de
vida y hábitos de la población.
La información que se maneja parte de una matriz de datos con 2.05 1 indi-
viduos, la submuestra que corresponde a la población asalariada y un conjun-
to de 14 variables que definen el espacio de atributos de estructuración del
mercado de trabajo. Estas variables surgen de la distinción de cuatro dimen-
siones principales con las que se caracteriza el empleo desde la perspectiva de
la segmentación. En el cuadro adjunto se relacionan las variables incluidas en
cada dimensión inicial, con sus respectivas categorias.
Junto a estas variables se consideraron en el andisis, con una finalidad des-
criptiva, parcialmente explicativa y validativa de las caracteristicas de 10s seg-
mentos de empleo, una serie de variables de identificación social: la edad, el
sexo, el lugar de residencia, el origen geográfico, la lengua y el nivel educativo.
Tras el andisis descriptivo inicial de estas variables mediante tablas de fre-
cuencia y relaciones bivariables que nos facilita unas primeras conclusiones
preparatorias del análisis multivariable, el proceso de construcción de la tipo-
logia de segmentación del empleo se realiza mediante un análisis de estructu-
ración inicial del espacio de atributos seleccionado de las catorce variables
originales. Es una primera etapa que nos soluciona el problema de cómo esta-
blecer, combinar y reducir las relaciones significativas entre las variables origi-
nales. Mediante el análisis de correspondencias múltiples obtenemos aquellas
nuevas variables, combinación lineal de las primeras, que expresan el orden
jerárquico de variablidad de la nube de puntos, 10 que nos permitirá identifi-
car y elegir aquellos pocos factores o dimensiones que explican y estructuran las
situaciones del empleo asalariado. Los resultados nos permitirán pasar del espa-
cio original de catorce variables -y cincuenta y dos categorias o modalidades
asociadas- a otro espacio de dimensión reducida con cinco variables facto-
riales que caracterizan a la población asalariada.
La primera dimensión obtenida corresponde a la oposición estabilidad-
inestabilidad laboral, introduciendo la distinción entre 10s rasgos caracteris-
La construcción de una tipologia de segmentación del mercado de trabajo Papers 48, 1996 49

ticos del empleo primario y secundario. Se trata de un primer y principal fac-


tor que expresa la duaiización del empleo asalariado. La segunda dimensión que
se obtiene se identifica fundamentalmente en términos de cualz$cación efec-
tiva, y diferencia un perfil más cuaiificado propio del segmento primario inde-

Tabla 1. Dimensiones iniciales, variables y categorias consideradas en el anilisis de la


segmentación
1. Estabilidad
1.1. Relación laboral-Tipo de contratación:
Indefinida / Eventual / Sin contrato.
1.2. Duración del contrato:
1 dia-6 meses / 6 meses-1 año / Más de 1 año / Indefinido.
1.3. Tiempo en la empresa actual:
Menos de 2 años / 2-5 años / 5-1 5 años 1 Mis de 15 años.
1.4. Tiempo en paro en 10s últimos 5 años:
No ha estado / Hasta 1 año / Mis de 1 año.
2. Cualificación efectiva
2.1. Categoria profesional:
Trabajador servicios / Técnico medio / Técnico alto 1
Obrero no cualificado / Obrero cualificado.
2.2. Principal exigencia en el trabajo:
Iniciativa-conocimientos IPrecisiÓn-obediencia /
Habilidad manual-resistencia física / Capacidad organización /
No determinada.
2.3. Variación de conocimientos técnicos en 10s últimos 5 años:
Mis / Igual o menos.
2.4. Variación posibilidades de intervención en el trabajo en 10s últimos 5 años:
Mis / Igual o menos.
2.5. Ascenso de categoria en 10s últimos 3 años:
Si / No.
3. Ingresos
Ingresos mensuales netos:
Hasta 60.000 / 60.001-90.000 / 90.001-140.000 / Mis de 140.000 / NS-NC.
4. Caracteristicas de las empresas
4.1. Tamaño del centro de trabajo:
Hasta 25 trabajadores / 26-100 / Mis de 100.
4.2. Titularidad de la empresa:
Pública / Privada.
4.3. Representación laboral:
Con representación / Sin representación.
4.4. Subsector de actividad:
Metal / Quimicas / Textil-calzado-piel / Electrónica / Otras industrias /
Construcción / Comercio-hosteleria / Transoortes-comunicaciones /
Financieras / Administración / Sanidad / Enseñanza / Otros servicios.
50 Pavers 48, 1996 Pedro López Roldán

~ e n d i e n t ey otro de menor cualificación propio de un segmento primario


dependiente. Consiste, pues, en un factor de diferenciación y jerarquización
del empleo estable que surgia en la primera dimensión. Junto a esta distin-
ción se establece otra respecto al empleo m k inestable: entre 10s asalariados que
trabajan de forma sumergida y 10s eventuales de reciente incorporación al
mercado laboral.
Junto a estos dos factores centrales que estructuran las diferencias entre la
población asalariada, 10s análisis efectuados nos conducen a considerar tres
más, de menor importancia, pero que ayudan a matizar las principales rela-
ciones que dibujan la estabilidad y la cualificación. La tercera dimensión se
identifica con relación a la titularidad de la empresa, pero oponiendo el empleo
de menor cualificación efectiva de la gran empresa pública frente al empleo
m k enriquecedor de categoria profesionales intermedias de la pequeña empre-
sa privada. La cuarta dimensión se puede calificar de continuidad-discontinui-
dadlaboral, pues nos segrega trayectorias marcadas por la eventualidad, con
la entrada y la salida del mercado de trabajo, de la permanencia en la ocupación
y en la misma empresa. Por último, en la quinta dimensión toma peso la cate-
goria profesional para distinguir fundamentalmente el empleo públic0 entre
técnicos altos y trabajadores de servicios.
Una vez establecidos estos cincos factores de heterogeneidad de las situa-
ciones de empleo, ahora se trata de conseguir aquellos grupos o clases que a
efectos de estructuración del fenómeno de la segmentación den lugar a un con-
junto de tipos o segmentos de empleo 10 más homogéneos posible interna-
mente, por tanto, 10 más heterogéneos entre ellos, según las variables criteri0
o dimensiones de la segmentación. Partimos de una matriz de datos con 2.05 1
asalariados y 5 variables factoriales sobre la que procedemos a aplicar un pro-
ceso de clasificación dividido en tres etapas según señalamos mis arriba.
Tras el proceso de validación técnica y teórica de 10s resultados obtenidos,
el contenido final de las clases o grupos resultantes se expresa en términos de
cuatro tipos de la tipologia que permiten estructurar la realidad del empleo en
la Regió Metropolitana de Barcelona desde la perspectiva de la segmentación.
Tres de estos tipos se corresponden con la caracterización del segmento pri-
m a r i ~mientras
, que el cuarto responde a la identificación del segmento secun-
. la figura 1 se reflejan estos cuatro tipos por su ubicación en 10s dos
d a r i ~En
principales ejes factoriales o dimensiones de la segmentación. A continuación
describiremos el contenido de 10s segmentos de empleo resultantes.
El primer tip0 (31%) es el que denominamos segmento primario depen-
diente. Contiene las situaciones de empleo estable, correspondiendo a personas
que en su mayoria llevan más de quince años en la empresa y casi todos más de
cinco. Aquí confluyen otras dos caracteristicas definitorias. Por un lado, se
trata del tip0 de empleo estable con una menor cualificación efectiva. Está
constituido por asalariados de categorias profesionales medias y bajas, funda-
mentalmente de obreros cualificados y no cualificados y trabajadores de ser-
vicios, que manifiestan un estancamiento profesional derivado de no haber
ascendido de categoria en 10s últimos aiíos, con una mínima capacidad de con-
La construcci6n de una tipologia de segmentación del mercado de trabajo Papers 48, 1996 51
- --

tro1 del p r o p i ~trabajo. Mayoritariamente ocupan puestos de trabajo a 10s que


se asocian exigencias poc0 autónomas, como son la precisión en el cumpli-
miento de las normas y la obediencia, desarrollando capacidades de habilidad
manual y resistencia física. Con todo, la variación de 10s conocimientos téc-
nicos no adquiere una valoración tan negativa, si bien persiste una mayoria
que considera que estos conocimientos no han aumentado en 10s últimos cinco
aiíos. Esta moderación del aspecto de 10s conocimientos en la cualificación
efectiva confirma la dinámica propia de un perfil general que se identifica ple-
namente con la caracterización del segmento primario dependiente, donde en
particular se ha destacado el proceso de adquisición de cualificaciones más o
menos específicas como resultado de la formación y el aprendizaje en el pues-
to de trabajo.
Por otro lado, se trata del tip0 de empleo que se da en mayor proporción
en la empresa mediana y, sobre todo, en la gran empresa. Paralelamente, se
registran 10s mayores niveles de representación laboral de 10s trabajadores, 10
que permite reforzar las garantías de estabilidad laboral de un empleo de mis
baja cualificación. Siendo un tip0 de empleo coincidente con el que se ha
tipificado habitualmente un segmento del sector industrial, aquí podemos
constatar cómo se localiza tanto en subsectores de la industria como de 10s
servicios. En particular cabe destacar la presencia diversificada de distintos

A Baja cualificacion
primario
dependiente
31%

Estabilidad lnestabilidad

O Segmento
primario
intermedi0
23%
a-Segmento
secundari0
31%

O Segmento
primario
independiente
15%
' Alta cualificaci6n

Figura 1
52 Papers 48, 1996 Pedro López Roldán

subsectores, pero sobresalen en mayor medida el metal, quimicas, textillcal-


zadolpiel, otras industrias, transportes1comunicaciones y administración, 10
cua1 permite mantener la distribución global de 10s asalariados entre empre-
sas privadas y públicas.
La caracterización de este tip0 o segmento de empleo se completa con una
distribución de 10s ingresos mensuales netos concentrados en 10s niveles inter-
medios, entre las 60.000 y las 140.000 ptas. Por otra parte, si atendemos al
perfil social de este colectivo, se puede comprobar el predominio de las eda-
des rnás adultas, por encima de 10s 40 ahos de edad, con una mayoría de varo-
nes que alcanza el 73% del total de este primer tipo. El nivel de estudios
acabados es el rnás bajo de todos 10s asalariados, el 68% no supera 10s estudios
primarios. El resto de las variables ilustrativas que hemos considerado nos indi-
can la presencia mayoritaria de personas nacidas fuera de Catalufia, que no
emplean la lengua catalana, coincidiendo con 10s procesos inmigratorios que
tuvieron lugar en 10s afios sesenta.
Frente a esta definición descriptiva del primer tipo, el segundo (23%), iden-
tificado como segmento primari0 intemzedio, representa una situación de empleo
estable e intermedia entre el tip0 anterior y el que describiremos a continuación.
Intermedi0 también por su comportamiento en las distintas dimensiones con
las que hemos estructurado el espacio de atributos del fenómeno de la seg-
mentación. Desde el punto de vista de la estabilidad, además de recoger el
empleo basado en relaciones contractuaies de carácter indefinido y de personas
que no han estado desempleadas en 10s últimos afios, este tip0 se caracteriza
por una vinculación a la empresa menos prolongada en el tiempo de la que
aparecia en el primero, concentrándose sobre todo en el periodo que va de 10s
cinco a 10s quince afios, al mismo tiempo que incluye una pequefia parte del
total de empleo eventual, un 10%, que lleva mis de dos afios en la empresa y
que guarda las mismas características que describimos seguidamente.
Se trata, en primer lugar, de un tip0 que coincide con el primero en la pre-
sencia de categorias profesionales intermedias y bajas, pero sobre todo de obre-
ros cualificados, contramaestres y resto de personal administrativo, comercial
o ttcnico, con una proporción también, aunque reducida, de técnicos medios
y altos. Esta superior cualificación profesional se ve acompafiada por la reali-
zación de trabajos que exigen primordialmente iniciativa y conocimientos, asi
como capacidad de organización. Además, para 10s empleados que ocupan esos
puestos de trabajo ha supuesto, con relación a afios anteriores, un proceso de
promoción profesional (el 67% ha ascendido de categoria), y para práctica-
mente la totalidad de ellos, más posibilidades de intervención y de aplicación
de conocimientos técnicos. En segundo lugar, el rasgo que particulariza la natu-
raleza de este empleo más cuaiificado es la presencia mayoritaria de la peque-
fia empresa, hasta veinticinco trabajadores, y en segundo término la de tamaiío
medio, hasta cien, todas ellas de titularidad privada. Este predominio de peque-
fia empresa se acompafia también de una ausencia de instancias de represen-
tación de 10s trabajadores que alcanza el 64% de 10s empleos de este tipo. Esta
realidad laboral de la naturaleza de las empresas se completa con una distri-
La construcción de una tipologia de segmenración del mercado de trabajo Papers 48, 1996 53

bución de subsectores de actividad que equilibra la distinción entre industria


y servicios, pero donde destacan especialmente 10s del metal, otras industrias,
comercio/hostelería y financieraslserviciosa las empresas.
Por Último, cabe señalar que la distribución de 10s ingresos de este tip0
supera en promedio a 10s del primero por la mayor proporción de ingresos
altos, por encima de las 140.000 ptas. mensuales, aunque mayoritariamente
tarnbién se concentra en el interval0 de las 60.000 a 140.000. Comparando este
segundo tipo con el primero respecto a las variables de identificación social, se
aprecia la coincidencia en el predomini0 de 10s varones, pero no asi en la dis-
tribución de edades, donde, si bien aparecen efectivos de todas ellas, las mayo-
res proporciones se encuentran entre 10s 25 y 10s 39 aiíos. Diferente también
es el nivel educativo de este colectivo, con un comportamiento similar al del
conjunt0 de 10s asalariados y que tiende a acentuar 10s estudios intermedios
(formación profesional y bachillerato). La mayor juventud determina a su vez
una mayor presencia de nacidos en Cataluña que el primer tipo, y similar a
la de 10s otros dos que comentaremos. Sin embargo, tanto este segundo tip0
como sobre todo el tercero, son 10s que muestran una mayor familiaridad con
la lengua catalana que contrasta con el comportamiento 10s tipos primero y
cuarto.
La consideración del tercer tip0 ( 1 5%), el segmentoprimario independien-
te, completa la segmentación del empleo mis estable y de perfil identificativo
del segmento primari0 que permite establecer una ordenación de las situacio-
nes de empleo que culmina en su nivel superior este tercero. En efecto, se trata
del empleo que reúne las mejores condiciones según la evaluación derivada de
las distintas dimensiones factoriales.
Coincidiendo con 10s dos anteriores en la estabilidad del empleo que sig-
nifica la contratación indefinida, destaca sobre todo la continuidad laboral
asociada a llevar de cinco a quince años en la empresa y no haber estado desem-
pleado en 10s dltimos afios. También aquí, como sucedía con el segundo tipo,
se incluye una pequeña parte del empleo eventual, el 9% del mismo, que veri-
fica de forma acentuada el perfil de este tercer tipo.
El aspecto mis característic0 que 10 identifica es el de la cualificación efec-
tiva, y fundamentalmente por el hecho de que el 84% se corresponde con la
categoria rof fe si on al de técnico alto. Consecuentemente, las exigencias rela-
cionada~con este tip0 de empleo son de forma re domi nan te las mis autó-
nomas, aquellas que requieren iniciativa propia, creatividad o conocimientos.
Con semejante intensidad, la experiencia laboral reciente de estos asalariados
implica mis posibilidades de intervención como de utilización de conoci-
mientos técnicos. Sin embargo, respecto a la promoción laboral, por corres-
ponderse con profesionales que llevan tiempo en la empresa ocupando 10s
niveles de cualificación mis altos de la escala laboral, presentan una baja pro-
porción de personas que han ascendido de categoria, sobre todo si se compa-
ra con el comportamiento del segundo tipo.
Otro de 10s aspectos definitorios de este grupo está dado por la combina-
ción de caracteristicas de las empresas donde trabajan. Se trata sobre todo de asa-
54 Papers 48, 1996 Pedro López Roldin

lariados del sector público, el 67% está empleado en este tip0 de empresa, y
conjuntamente con 10s asalariados de las empresas de titularidad privada con-
centran su presencia en tres subsectores: enseñanza, administración y sanidad.
Esta circunstancia determina la mayor proporción de centros de trabajo de
gran tamaño, pero donde también aparecen pequeñas y medianas empresas,
siendo globalmente un rasgo común la existencia de representación laboral
bajo la forma de comités o delegados de personal.
Las mayores garantías y mejores condiciones laborales que se dibujan en
este tip0 se traducen también en la más alta remuneración, en niveles que
sobrepasan las 90.000 ptas. mensuales a precios del año 1989. Su caracteriza-
ción social da lugar a una distribución de edades similar a la del segundo tipo,
es decir, con edades situadas entre 10s 25 y 10s 44 años. Pero, a diferencia de
61, aqui son mayoritarias las mujeres, en una relación con 10s varones que se
reparte entre el 54 y el 46 por ciento, y que se explica por la doble confluen-
cia de empleo público y de subsectores con una importante presencia femeni-
na. Como indicamos anteriormente, se trata también de un tip0 con personas
nacidas sobre todo en Cataluiia, siendo el que en mayor medida utiliza el cata-
1án como lengua habitual y donde se alcanzan 10s mayores niveles educativos
(el 70% tiene estudios superiores).
Finalmente, la tipologia obtenida de segmentos de empleo se completa con
el cuarto tipo (31%), el segmento secundzrio, que se opone a todos 10s anterio-
res por la dualidad que introduce la primera dimensión de segmentación. En
este tipo nos enconuamos dos realidades del empleo que se aproximan por 10s
acentuados rasgos de precariedad laboral: el empleo estrictamente eventual y el
empleo sumergido. Si bien esta distinción en el interior de este tip0 se asocia
con ciertos rasgos de diferenciación, constituyen características menos rele-
vantes en una partición en cuatro tipos que las que marca la separación de un
segmento primari0 o central, con sus diferencia internas, y un segmento secun-
dario de empleo inestable.
De esta forma la definición y especificidad de este tip0 viene enfatizada
por la inestabilidad que se refleja en las distintas modalidades de situaciones
y trayectorias de eventualidad laboral, con excepción de una pequeña propor-
ción de este empleo que se incluye en tipos anteriores. A la eventualidad se
vinculan otros rasgos como la baja cualificación efectiva, 10s bajos ingresos y
el predomini0 de la pequeña empresa privada.
Se trata de un colectivo de asalariados con categorias profesionales medias
y, sobre todo, bajas, donde destacan 10s trabajadores de servicios. Los distin-
tos componentes que completan el concepto de cualificación efectiva mues-
tran aqui, en correspondencia con 10 que sucede con el primer tip0 menos
cualificado y de forma algo más acentuada, una experiencia laboral y la rea-
lización de tareas marcadas por la ausencia de procesos de recualificación y
control del propio trabajo. Así se pone de manifiesto al observar las princi-
pales exigencias asociadas a estos puestos de trabajo, la promoción de catego-
ria, las posibilidades de intervención o de aplicación de nuevos cono-
cimientos.
La construcción de una tipologia de segmentación del mercado de trabajo Papers 48, 1996 55
- -

La identificación de este ú l t i m ~t i p ~
se concreta también por alcanzar 10s
mis bajos niveles de remuneración, el 5 1% ingresa menos de 60.000 ptas. al
mes. Los empleadores de estos asalariados se localizan preferentemente en las
empresas de más reducido tamaño, el 62% corresponde a centros de trabajo
de menos de veinticinco trabajadores, donde se alcanzan 10s mis bajos nive-
les de representación laboral. La titularidad de estos centros de trabajo es pri-
vada de forma casi absoluta y destacan principalmente 10s subsectores de otros
servicios (donde se incluye el servicio doméstico), comercio/hosteleria, tex-
til/calzado/piel, construcción y otras industrias.
Para acabar la identificación de este tip0 sehalaremos 10s rasgos caracteris-
ticos de las variables sociales, algunas ya avanzadas. Presenta una alta propor-
ción de jóvenes, el 57% comprende el interval0 de dieciocho a'veintinueve
afios y son mayoritariamente --el 54%- mujeres. Siendo sobre todo de ori-
gen catalán, es el grupo que manifiesta una menor utilización del catalán como
lengua familiar, correspondiendo por tanto en una buena proporción a la segun-
da generación de inmigrantes.

3. Comentarios finales
La configuración de la estructura del mercado de trabajo de la Regió
Metropolitana de Barcelona que se ha presentado permite reafirmar la hipó-
tesis que planteábamos al inicio, pero al mismo tiempo también nos ha apor-
tado resultados de interés como consecuencia del análisis efectuado bajo una
conceptualización de la segmentación laboral basada en el empleo. La corro-
boración de la hipótesis de segmentación ha supuesto identificar una división
del empleo asalariado que se estructura en torno a la estabilidad laboral (com-
paginada con el tamaiio de 10s centros de trabajo, la representación laboral y 10s
ingresos) y la cualificación efectiva. La definición de 10s tipos o segmentos de
empleo ha permitido reconocer la existencia de una variedad ordenada de situa-
ciones de empleo que se corresponden con la caracterización que se afirma
desde la perspectiva teórica de la segmentación. Sin embargo, junto al empleo
primario (independiente y dependiente) y al empleo secundario, hemos podi-
do constatar la relevancia de un cuarto segmento, intermedi0 en la división
del primario, que muestra la particularidad de la pequeiía y mediana empresa
para la Regió Metropolitana de Barcelona. Por otra parte, fenómenos especi-
ficos como el empleo públic0 y en general de servicios, tan poc0 tratados en
la literatura, o el empleo sumergido, nos han permitido enriquecer 10s conte-
nidos de un análisis que ha corroborado también, aunque de forma parcial, la
existencia de importantes desigualdades sociales.
El análisis del fenómeno de la segmentación pone de manifiesto también la
implicación de 10s distintos elementos del proceso de investigación: el mode-
lo teórico construido, el modelo formal de análisis -la tipologia estructural
y articulada- y el diseño de análisis, vinculados todos ellos por una hipóte-
sis central que afirma la división y la jerarquización del empleo asalariado en una
tipologia de segmentos. La interrelación entre todos estos elementos nos per-
56 Papers 48, 1996 Pedro López Roldin

mite hablar de una homologia o adecuación entre el contenido de la segmen-


tación laboral y el modelo formal de análisis, y entre éste y.el diseiio de méto-
dos y técnicas, p r ~ ~ o r c i o n a n d10s
o instrumentos de análisis y validación
necesarios de la hipótesis planteada. En definitiva, pues, se concluye la homo-
logia o adecuación entre la tipologia estructural y articulada como morfolo-
gia del objeto de estudio para el análisis de la realidad social del empleo.
Semejantes planteamientos pueden ser aplicados en el tratamiento de otras
problemáticas teóricas de investigación donde se busque la construcción de
una tipologia desde una perspectiva metodológica como la aquí presentada.
Nada impide tampoco concebir la complementariedad de esta perspectiva con
otras más dinámicas, de tip0 relacional (análisis de redes), o de estructuras de
sentido, que permitan plantear la investigación social desde una aproximación
multiestratégica.

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Papers 48, 1996 59-69

Aspectes metodolbgics i tecnica d'anilisi de


les dades per a l'estudi dels grups i les classes socials
a la Regió Metropolitana de Barcelona

Mirius Dominguez i Amorós1


Cristina Sánchez i Miret2
1. Universitat de Barcelona. Departament de Sociologia i Metodologia de les Ciencies Soc~als.
08034 Barcelona. Spain
2. Universitat de Girona. Departament de Sociologia.
17071 Girona. Spain

Resum
--

En aquest article es presenta el procés metodolbgic, com també les tkcniques d'anilisi de
dades, que s'ha utilitzat en l'andisi dels grups socials mitjangant la informació d'una gran
enquesta sobre hibits i condicions de vida.
Candisi dels grups socials des d'una perspectiva globalitzadora i estructuradora de les
condicions de vida, tenint en compte com aquests sorgeixen mitjan~antI'associació i la
coherkncia entre múltiples característiques.
Les dcniques d'anidisi de dades que s'han utilitzat han estat l'anilisi de correspondkncies
múltiples i I'andisi de classificació.
Paraules dau: metodologia, tkcniques d'investigació social, anilisi de dades, anilisi dimen-
sional, andisi de correspondkncies múltiples, anilisi de classificació, grups socials.

Abstract. Methodological acpects and techniques of analysis of datafor the study ofgroups and
social classes in the Barcelona Metropolitan Region
In this article we present the methodological process and the techniques of data analysis
we have used in the social groups analysis through a great survey of habits and conditions
of life.
The analysis of social groups is done from an overall and structural perspective of the
conditions of life. It is very important to emphasize the point that the social groups come
out from the association and coherence benveen multiple attributes arnong thern.
Multiple Correspondence and Classification Analysis are the techniques of data analy-
sis we have used.
Key words: methodology, techniques of social research, analysis of data, dimensional analy-
sis, multiple correspondence analysis, analysis of classification, social groups.

Sumari
1. Introducció 4. El procés d'anilisi
2. Informació de quk es parteix 5. Conclusions
3. Objectius de I'anilisi i justificació Bibliografia
del metode
GO Papers 48, 1996 Mirius Dominguez i Amor6s; Cristina SBnchez i Miret

1. Introducció
Aquest article té l'objectiu de mostrar el procés metodolbgic i de ttcniques
d'andisi de dades en l'estudi dels grups socials a partir de la informació d'una
gran enquesta sobre condicions de vida i hibits de la població. En cap moment
no es pretén ni realitzar una exposició dels resultats aconseguits (per aquest
apartat remetem a la publicació del volum)', ni tampoc presentar detallada-
ment les ttcniques que {han emprat en l'andisi de les dades, l'anslisi de corres-
pondtncies múltiples i I'anhlisi de classificació, de les quals existeix una Amplia
i detallada bibliografia. Ens interessa principalment fer paleses les considera-
cions i les orientacions prtvies, ja siguin tebriques o metodolbgiques, que han
guiat el tractament i les ttcniques d'andisi de les dades.
En plantejar-nos fer I'estudi dels grups i les classes socials a partir de la
informació d'una gran enquesta sobre condicions de vida i hibits de la pobla-
ció, es va partir del treball realitzat amb anterioritat pels diferents grups de tre-
ball que analitzaven cada un dels imbits temitics i que es van reflectir en
diversos volums generals precedents. Al mateix temps, s'havia de superar l'ani-
lisi descriptiva bivariant i la visió sectorial i globalment molt complexa que es
presentava.
Candisi dels grups socials ha de venir donat per una perspectiva que podem
caracteritzar de globalitzadora i estructurant de les condicions de vida. Aquestes
característiques, evidentment no són independents, sinó que es manifesten
seguint una cohertncia i una associació entre si. Associació que ens configura
grups socials ben definits. Es tractava, doncs, d'arribar a copsar les línies estruc-
turadores de cada un dels imbits temitics de les condicions i els estils de vida,
analitzant-ne cadascun no de forma univariant, sinó tenint en consideració la
informació multivariant de q d es parteix.
Així doncs, el procés que es va seguir va ser: (1) Identificar imbits temi-
tics que estructuren les condicions de vida i que en certa manera venien defi-
nides en 1'Enquesta: consum, educació, equipaments de la llar, lleure, familia,
habitatge, origen geogrkfic, relacions personals, riquesa de la llar, treball i vacan-
ces. En cada un d'aquests imbits temitics, dels quals es disposava de moltes
variables, es va realitzar una andisi dimensional per extreure les dimensions o
els eixos estructurants i posteriorment una anhlisi d'agrupament per crear les
tipologies. Així doncs, com a resultat vam disposar d'una tipologia per cada
un dels imbits. Aquestes tipologies tenen una identitat en si, de manera que al
mateix temps es veu com emergeixen grups socials i formes de vida en cada
imbit temitic. (2) Seleccionar aquelles variables que considerivem indepen-
dents o identificatives per al conjunt dels imbits temitics: sexe, edat, posicions
en el mercat de treball (tant de l'entrevistat com del cap de familia), compor-
tament electoral i situació geogrifica. (3) La identificació de l'estructura i dels

1. SUBIRATS,M.; SÁNCHEZ,C.; DOM~NGUEZ, M. (1992). Enquesta Metropolitana de Barcelona


1990.Vol. 5 . Condicions de vida i hdbits de lapoblació. Barcelona: Institut dtEstudis
Metropolitans de Barcelona.
Estudi dels grups i les classes socials a la Regi6 Metropolitana de Barcelona Papers 48, 1996 61
-- .-

grups socials corresponents a partir de les tipologies precedents de cada Ambit,


juntament amb les variables identificatives, de nou per tkcniques de dimen-
sionalització i d'agrupació.

2. Informació de qui: es parteix


L'elecció de les variables que es van considerar pertinents per al nostre estudi no
ha estat ingknua, sinó que el nostre punt de partida ha tingut en compte els
resultats i les reflexions sorgides al llarg del treball de 1'Enquesta Metropolitana
de Barcelona 1990.
En la base del nostre punt de partida han estat preses en consideració les
etapes de les andisis bivariades i els elements correlacionals, com també la com-
paració amb les variables identificatives.
Les tematiques dels volums generals de 1'Enquesta ens han ofert una certa
cohertncia en cada un dels Ambits tematics, unes idees i unes hipbtesis dels
seus eixos estructuradors i de les seves dimensions, i una visió global de les
condicions de vida i els habits de la població. Ara bé, aquests tipus d'anAlisi
han fet que la realitat social se'ns presenti com a molt sectorialitzada i estruc-
turada separadament en els Bmbits tematics que s'han analitzat separadament.
Aquest treball intenta, doncs, donar una visió de conjunt interrelacionant
els h b i t s tematics, una andisi a partir de les línies més unificadores que donin
coherkncia al conjunt i una pkrdua de dispersió de l'estructura de significativitat.
Les variables, la codificació de les quals pot consultar-se en I'annex del
volum 5 de I'informe general, són un total de 150 variables amb 742 modali-
tats o categories, més 2 variables contínues.

3. Objectius de l'andisi i justificació del mktode


A t b l'ampli debat en curs en la sociologia per tal d'escatir la validesa del concepte
de classe i les dificultats per situar d'una manera precisa els nous grups socials que
emergeixen, no s'ha volgut partir d'una classificació tebrica prkvia que establis
a priori aquests grups, sinó que, a partir de les possibilitats ofertes per una Amplia
base de dades que ens dóna informació sobre múltiples característiques de l'ac-
tivitat, l'accés als recursos i les formes de vida dels individus, s'ha volgut veure
quines són les agrupacions que es produeixen i quines són les variables que con-
tribueixen d'una manera més decisiva a la formació dels grups, establint una
via de dideg entre teoria, conceptualitzacions i dades empíriques.
La perspectiva metodolbgica que s'adopta ofereix dos avantatges impor-
tants. En primer lloc, no partir a priori de la hipbtesi que són les posicions en
les relacions de producció les que constitueixen la base de l'estructura social i
de la formació dels grups. I com a segon avantatge, fugir d'una visió massa
economicista de la formació dels grups socials que ens porti a ignorar la f o r ~ a
dels habits culturals i de les formes de vida com a elements d'estructuració.
Els objectius principals que més tenen a veure amb el tractament meto-
dolbgic són:
62 Pavers 48. 1996 Mirius Dominguez i Amor6s; Cristina Sdnchez i Miret

1. Realitzar una anilisi i un tractament del conjunt dels hmbits temhtics.


Un dels primers punts metodolbgics era el de representar l'estructura
de relació de les dades com una radiografia que ens revelava estructures
presents en la matriu de dades, perb ocultes a la nostra percepció limitada
que provenia de les anilisis bivariades. Es evident que la complexitat rau
en el carhcter multidimensional dels problemes abordats, afrontar-se amb
el problema de fer visible aquesta construcció multidimensional i a fer-ne
una interpretació en termes d'estructura.
2. Realitzar-10 oferint perspectives o línies conductores que estructuren aques-
ta realitat global.
La metodologia emprada respon a la necessitat d'aprofundir en les rela-
cions d'interdependkncia que {estableixen entre variables qualitatives obser-
vades en una mateixa població, i en particular insistint a explicar com els
diferents valors o categories de les variables es relacionen els uns amb els
altres, intentant resumir la complexitat de les dades, amb la menor perdua
d'informació possible, a unes poques dimensions, trets significatius, de la
descripció inicial. Hem de poder descriure en un espai multidimensional el
sistema de relacions de covariació o correspondkncia de l'univers de varia-
bles incloses en l'anhlisi, representant, en termes de proximitat, les sem-
blances entre perfils de resposta.
3. Dimensionalitzar la realitat social examinada segons les hipbtesis provi-
nents de consideracions tebriques.
gs un dels propbsits de la investigació trobar aquelles dimensions rele-
vants i estructuradores de cada un dels hmbits temhtics de les condicions
de vida que hem conceptualitzat.
4. La construcció de grups socials.
A partir d'aquestes noves variables que són les dimensions i les tipolo-
gies tematiques, i a través de tkcniques d'anhlisi classificatbries, la cons-
trucció d'una tipologia final de grups socials.
5. Identificar estils de vida diferenciats a través dels perfils més característics
de les condicions de vida i els habits de la població dels grups socials exa-
minats, reprenent la tipologia final dels grups socials i mitjan~antanhlisis
bivariades d'associació amb les variables originals.

4. El procés d'andisi
Les consideracions i orientacions anteriors es concreten en tres tipus d'exigkncies:
(1) Tenir mttodes que permetin tractar la complexitat i la quantitat de dades
de tal forma que, semblant a un embut, s'aconsegueixi una informació densi-
ficada. Per consegüent, aquests mktodes ens han de permetre reduir el camp
i, al mateix temps, que les noves variables o factors obtinguts siguin al més
independents possible els uns dels altres, alhora que és imprescindible que
aquests mktodes aconsegueixin també l'agrupació d'individus per tal que sor-
Estudi dels grups i les classes socials a la Regi6 Metropolitana de Barcelona Papers 48, 1996 63

geixin els grups socials. (2) D'altra banda, les variables que s'empren són de
natura qualitativa, la qual cosa ens orienta cap a ttcniques de dimensionalització
i classificació que ens permetin tractar-les. (3) En tercer Iloc, aquests mttodes
han d'incorporar almenys procediments de validació estadística adequats.
En línies generals, el procés ha estat el següent:

1. Establir els ambits temkics de les condicions de vida i els habits de la pobla-
ció i l'elecció i classificació de les variables més pertinents per a l'anilisi
(vegeu la taula 1).
2. Canalisi de dimensionalització i tipificació dins de cada Arnbit tematic i
restabliment &una tipologia en cada un.
3. La identificació de l'estructura i els grups socials a partir de les variables
tipolbgiques precedents juntament amb les identificatives generals, de nou
per ttcniques de dimensionalitzaci6 i classificació.

4.1 L'estructuració dambits temlitics: dimensions i tipologies


Com ha quedat palts, el primer pas que es va realitzar va ser el de generar varia-
bles tipolbgiques de cada un dels ambits tematics a través de I'andisi de dimen-
sionalització i de classificació. En la taula 1 es presenta aquesta informació.
De fet, ens interessava retenir en cada Bmbit una tipologia per a la fase
següent de l'anilisi. La necessitat &aquesta fase obeeix a dues raons basiques.
D'una banda, I'intent de realitzar una anilisi amb 742 modalitats (més dues
variables contínues) ens pot conduir a una confusió real més que no pas a un
aclariment. I, en segon Iloc, cada ambit es concep com un espai social amb
una certa lbgica i autonomia social prbpia. Per aquest motiu, ens interessava
contixer-la per saber quins són els eixos o les dimensions més rellevants de
cada Ambit, és a dir, donar el seu contingut més redui't i trobar una tipificació
&aquest espai.
La ttcnica que s'ha aplicat és I'andisi de correspondtncies múltiples (ACM)
quant a la dimensionalització. En I'ACM, més que els efectes de magnitud,
interessen els efectes de perfil i forma, la seva formalització geomttrica té com
a objectiu donar rellevancia a l'estructura de la forma que adopten les inte-
raccions entre les variables sotmeses a I'analisi. Aquesta ttcnica té en compte,
per definició, el caracter multidimensional dels fenbmens, perb com que els
fenbmens reflectits són molt diversos -per bé que bbviament relacionats-,
no seria pertinent pensar a efectuar una ACM global respecte a totes les varia-
bles de I'Enquesta, sinó que cada fenomen -o tema- dóna lloc a una ACM
especifica, amb la qual cosa s'obté un mapa definit per les associacions exis-
tents entre individus respecte a I'hmbit &estudi.
Sota aquesta premissa s'ha realitzat una ACM de cada un dels imbits temi-
tics extraient per cada un aquells eixos estructuradors que donen sentit als
subambits. Una vegada s'ha procedit a la identificació i a la retenció dels eixos
en cada h b i t , s'ha construi't una variable tipolbgica a partir de les seves dimen-
sions corresponents per mitja del Cluster Analisis.
64 Papers 48, 1996 Mirius Dominguez i Arnorcis; Cristina Sdnchez i Miret

Taula 1. Ambits temiitics: 1. Consum; 2. Educació; 3. Equipament d e la llar; 4. Lleure;


5. Família; 6 . Habitatge; 7. O r i g e n geogrhfic; 8. Relacions; 9. Riquesa d e la llar;
10. Treball; 11. Vacances.

Variables Dimensions Tipologia

1. Compra de vestit i cal~at, 1. Eix de modernitat en les GI. Formes de consum


ús de les targetes de crtdit, formes de consum, mobili- modernes.
compra servei a domicili. tat en la compra i ús de tar- G2. Transici6.
getes de crtdit i a domicili. G3. Compren en la mateixa
població i no fan ús de la
targeta de crkdit.

2. Estudis acabats, nivell 1. Eix cultural, reglat i G 1. Alt nivell educatiu reglat
educatiu de la llar de pro- d'hhbits. i habits.
cedkncia, nombre de lli- 2. Habits de lectura. G2. Hhbits de lectura espora-
bres a casa, lectors de 3. Lectura de revistes. dics.
llibres, diaris i revistes. G3. Nivell educatiu baix.
G4. Sense estudis.

3. Possessions de béns 1. Bens domkstics. G1. Tots els bens domtstics.


domtstics, caracteristi- 2. Cotxe. G2. Nivell mis baix de béns.
ques del cotxe i assistent 3. Característiques cotxe. No té els de luxe.
a hores. G3. Pocs bens domkstics, un
cotxe utilitari.
G4. No tenen cotxe ni cap
dels bens dornkstics.

4. Temps lliure i tipus d'ac- 1. No realització d'activitats GI. Activitats de temps lliure
tivitat. Espectacles, gtne- de temps lliure. artístiques i individuals,
res musicals preferits. 2. Activitats recreatives, de música moderna. No
grup primari. espectacles.
3. Tipus d'espectacles i G2. Activitats de mitjans de
música. comunicaci6, individuals,
pautades i amb bastant
temps Iliure.
G3. Activitats de manualitats.
G4. Activitats recreatives, de
grup primari. Poc temps
Iliure.
G5. No activitats de temps
Iliure.

5. Nombre de membres a 1. Composici6 unipersonal de GI. Llars amb quatre mem-


la llar, tipologia de com- la llar. bres, dos fills.
posició de la família i 2. Llars extenses. G2. Llars tres membres, un
organitza& familiar. fill.
G3. Parella sense fills, o no
nucli.
G4. Cinc membres, amb més
d'un nucli familiar.
G5. Llar unipersonal.
Estudi dels grups i les classes socials a la Regió Metropolitana de Barcelona Papers 48, 1996 65

Taula 1. ( Continuacio3.
Variables Dimensions Tipologia

6. Tipus d'habitatge i 1. Possessió d'habitatge. GI. Pis petit, no segona


infraestructura. 2. Habitatge gran i amb alta residtncia.
Segona residencia. infrastructura. G2. Habitatge mitji.
3. Habitatges mitjans. G3. Habitatge gran, unifami-
Lar.
G4. Segona residencia.
7. Origen geogrhfic familiar 1. No relacions exteriors. G1. Matrimoni emigrant,
i llengua de l'entrevistat. 2. Relacions secundaries. castelli.
3. Relacions primhries. G2. Matrimoni mixt, castelli
i totes dues llengües.
G3. Matrimoni mixt, catali i
rotes dues.
G4. Origen i llengua catali.

8. Relacions fora de la llar, 1. Nivell econbmic general baix. G 1. Relacions locals de grup
on acudeix en cas de 2. No resposta a les dades. primari. No dificultats.
dificultats, xarxes de 3. Nivell de renda baix. G2. En dificultats, no acudeix
relacions i associacions. a les xarxes de relacions.
G3. Relacions familiars no
locals.
G4. Relacions secundaries no
locals.
G5. No relacions.

9. Nivells de renda, 1. Ocupats sector públic, GI. Nivell de renda baix.


propietats, inversions no treball domestic. G2. Nivell de renda mitja-
i seguretats. 2. Mestresses de casa, baix.
treball domestic. G3. Nivell de renda mitja-alt.
3. Treball productiu i G4. No hi han dades.
reproductiu. G5. Nivell de renda alt.

10. Situació laboral, dades Ocupats sector públic, G 1. Mestresses de casa que
sobre el sector i I'empresa no treball domestic. treballen en el sector pri-
i hores de treball Mestresses de casa, vat i a la petita empresa.
domestic. treball domtstic. G2. Sector privat, empresa
Treball productiu i petita i mitjana, cap hora
reproductiu. de treball domtstic.
G3. Ocupats en empreses
grans.
G4. Sector públic, cert treball
domestic.
G5. Mestresses de casa i inac-
tius.

11. Temps de vacances, tipus 1. Realització de vacances. GI. No té vacances.


i modalitats. 2. Estancia i modalitats. G2. Té vacances perb no surt
fora del municipi.
G3. Vacances a I'estranger.
G4. Vacances al país a casa
d'amics.
-

66 Papers 48, 199G Mirius Dominguez i Amor6s; Cristina Sánchez i Miret

4.2. Els grups socials


El pas següent en l'anilisi tenia com a objectiu trobar l'estructura global i amb
aixb la identitat dels grups socials que emergeixen.
El procés quant al mktode és idkntic al precedent. De nou s'ha emprat
I'ACM en la recerca de la dimensionalització i l'andisi &agrupament per cons-
truir la variable tipolbgica dels grups socials.
En l'ACM final el que s'ha buscat és l'objectiu &estructurar la realitat social
dimensionalitzada, més que no pas l'objectiu de resumir. Així doncs, s'ha tre-
ballat amb tots els eixos estructuradors que ens era possible per tal de, poste-
riorment, dur a terme una classificació autornitica jerarquitzada.
En la taula 2 es poden veure les variables que han estat les actives en aquest
segon pas.
Un dels aspectes importants que cal assenyalar en aquest apartat és que si
bé en la construcció dels grups socials les variables actives eren les variables
tipolbgiques de cada una de les dimensions temitiques, en la interpretació dels
mateixos es torna a les variables originals. Són aquestes les que ens permetran
caracteritzar i diferenciar els grups socials amb més riquesa i aprohndiment. Per
aquest motiu, s'han realitzat andisis bivariades entre la variable tipolbgica final
de grups socials amb les variables originals per interpretar els estils de vida dife-
renciats. Amb aixb hem enriquit aquesta caracterització dels grups socials fent
palesa la complexitat i la multiplicitat de situacions que existeixen en els dife-
rents grups socials.
Es tracta, doncs, d'un doble nivell d'anilisi: d'una banda, les variables
tipolbgiques estructuradores &Arnbits temitics i objectes de la construcció dels
grups socials, i, d'altra banda, les variables originals que tornen a emergir amb
forsa.
L'objectiu final que perseguíem era el &agrupar els individus similars segons
la realitat multivariant objecte &estudi en grups representatius.

Taula 2. Variables actives en 1'ACM dels grups socials.


A) Identificatives o estructurals B) Variables tipolbgiques
1. Sexe de I'entrevistat. 9. Consum.
2. Sexe del cap de família. 10. Educació.
3. Edat de I'entrevistat. 1 1. Equipament de la llar.
4. Edat del cap de família. 12. Lleure.
5. Posicions en el mercat de treball 13. Família.
de I'entrevistat. 14. Habitatge.
6. Posicions en el mercat de treball 15. Origen geogrific.
del cap de família. 16. Relacions personals.
7. Vot. 17. Riquesa de la llar.
8. Divisió per corones. 18. Treball.
19. Vacances.
Estudi dels grups i les classes socials a la Regió Metropolitana de Barcelona Papers 48, 1996 67
- - -

D'aquesta forma, a posteriori, podem operar a partir de la noció d'indivi-


du artificial mitja de cada classe. Perdem així tota la riquesa original de les
diferencies individuals, perb guanyem en capacitat de síntesi i, per tant, de
comprensió. És per aquesta raó que els grups que s'han extret ens dibuixen els
perfils d'aquestes classes, aquells trets significatius que els diferencien de les
altres, tot i que pot ser que no sigui el comportament majoritari.
Per exemple, un grup social pot estar descrit significativament per votar a
certs partits polítics, tal com IC i ecologistes; tot i que si s'observen les dades
es veu com l'opció majoritaris és la de votar els partits polítics més votats.
Nosaltres hem utilitzat una ttcnica &agrupament, de classificació mixta,
per partició directa i jerarquica, especialment adaptada al tractament de grans
quantitats de dades.
Aquesta tecnica de classificació ha significat, d'una banda, fer una anhlisi
detallada del dendrograma, de l'arbre de partició, per tal de veure com va esta-
blint successivament els nusos de partició en classes. A més a més, s'han tin-
gut en compte, per l'elecció de les classes bptimes, la grandaria dels grups de
partició, la inercia que ens dóna compte de I'homogenei'tat o la dispersió dels
grups i, finalment, s'ha extret la descripció de les classes per les modalitats sig-
nificatives.
El resultat final, tal com pot observar-se en el g r g ~ c1, consisteix en l'obtenció
d'una partició dels individus en deu grups representatius del conjunt i que,
bbviament, caldra caracteritzar estadísticament i sociolbgicarnent cercant aque-
lles modalitats significatives més presents en cada grup que en la població de
referencia.

Treballadors manuals (32%)

Tbcnics mitjos (23%)

Figura 1. La tipologia de grups socials.


68 Papers 48, 1996 Mbrius Dominguez i Amorós; Cristina Sánchez i Miret

5. Conclusions
El que aquesta investigació ha aportat en l'estudi dels grups socials és un pro-
cediment metodolbgic i unes ttcniques multivariables d'anilisi de dades que,
juntament amb l'objectiu de resumir la gran quantitat d'informació, ens per-
meten estructurar la realitat social a través d'imbits tematics que indubtable-
ment estan interrelacionats entre ells.
D e la banda més tebrica ha permts treballar i conceptualitzar els grups
socials a partir de les seves condicions de vida i no pas com a models tebrics
tancats i limitats per una aproximació massa apriorística. D'altra banda, i com
a ttcnics en la investigació social, s'ha pogut comprovar com més que I'ús indis-
criminat de les ttcniques multivariables damunt una matriu de dades, és mes
feixuga, laboriosa i fructífera la feina de seleccionar les variables pertinents per
a I'estudi i I'estructuració de les mateixes en continguts temitics coherents i
estructurats.

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Papers 48, 1996 71-87

Tratamiento multivariado de subpoblaciones


en una gran encuesta social:
la construcción de zonas sociales

Carlos Lozaresl
Mirius Dominguez i Amorós2
1. Universitat Autbnoma de Barcelona. Departament de Sociologia.
08193 Bellaterra (Barcelona). Spain
2. Universitat de Barcelona. Departament de Sociologia i Metodologia de les Citncies Socials.
08034 Barcelona. Spain

Resumen

Cuando se realiza una encuesta social en un amplio territori0 queda siempre el deseo de
aplicar análisis similares a 10s realizados en la encuesta a poblaciones o territorios m b redu-
cidos, evidentemente utilizando 10s propios datos de la encuesta.
El objetivo de este articulo consiste en mostrar cómo cada estrato de una muestra estra-
tificada puede constituir una base muestral para llevar a cabo dichos análisis con todas las
garantías de precisi6n o, al menos, con garantías calculables y aceptables sin aumentar el
número muestral para la encuesta general.
Palabras clave: metodologia, muestreo estratificado, andisis de correspondencias, análisis
de clasificación, zonas sociales.

Abstract. Multivariateprocessing of subpopukztions by socialsurvy: the construction of social


mnes
When one carries out a Social Sumey in a wide population, one would like to carry out
the same analysis with a small population, using, of course, the same data of the Survey.
The aim of this paper is to show each stratum of a stratified sample can be a sample
population which allow an analysis with the reliable, or at least, calculable and acceptable
guarantees without increasing the sample number of the general Survey.
Key words: methodology, stratified sample, analyse of correspondence, social zones.

Sumario
1. Introducci6n 7. Comentari0 final
2. El proceso general seguido Anexo 1. Distribución de las zonas
3. Los errores de cada estrato muestral en la regi6n
y su transformaci6n en zonas sociales. Anexo 2. Elecci6n de variables
perfil de las 'Onas Anexo 3. Perfil de las zonas sociales
4. La estructura dimensional de cada zona hexo 4. Ilustraci6n de la distribucibn de
5. Los grupos sociales en cada zona social las zonas sociales en el distrito 6: Grkia
6. Algunas conclusiones generales Referencias
referentes a la estructura dimensional
y a 10s grupos sociales
-

72 Papers 48, 1996 Carlos Lozares; Mirius Dominguez i Amorós

1. Introducción

El estudio presentado en este articulo se enmarca en 10s anáiisis realizados en


la Enquesta de la Regió Metropolitana de Barcelona 1990. Nos remitimos pues
a 10s volúmenes ~ublicadosde la misma y, mis concretamente, a 10s que apa-
recen en la bibliografia final y, en particular, en la referencia que se hace a dicha
encuesta en uno de 10s artículos de este mismo número de Papers.
Cuando se realiza una encuesta social en un amplio territorio queda siem-
pre el deseo, a veces satisfecho, de aplicar análisis similares a 10s realizados en
la encuesta, u otros diferentes, a poblaciones o territorios mis sectoriales. El
~roblemaque surge es que suelen ser irrealizables dado que el error de tales
poblaciones o territorios no es admisible por ser excesivamente grande dentro
de 10 habitualmente aceptable. Evidentemente esto se hubiera podido solu-
cionar previamente si se hubieran elegida errores convenientes para dichos
territorios o poblaciones calculando en función de ellos el error de la muestra
general pero con el consiguiente elevado número de muestra que haria invia-
ble la realización de la encuesta.
Nos proponemos mostrar cómo el muestreo estratificado, utilizado para
construir la muestra, permite llevar a cabo análisis en territorios y poblacio-
nes más reducidos que 10s de la encuesta general con todas las garantias de pre-
cisión o, al menos, con garantias calculables y aceptables sin aumentar el número
de muestra previsto para la encuesta general. El procedimiento consiste en
aprovechar 10s estratos territoriales de dicha muestra estratificada para que sean
soportes poblacionales más reducidos sin que 10s errores sobrepasen limites
inaceptables. Es obvio que a menor error en la encuesta general corresponde-
rá un menor error en cualquiera de sus territorios y poblaciones, pero, en igual-
dad de condiciones, la muestra estratificada consigue ganancias adicionales
para realizar la operación que proponemos.
El principio en que se basa este procedimiento es sencillo. Los estratos de
una muestra estratificada son partes del territorio (o de la población) en el que
(Osobre la que) se realiza la encuesta general. En el objetivo de la construc-
ción de la muestra estratificada está la idea básica de que cada estrato ha de ser
10 más homogéneo posible con relación a las variables criteri0 que sirven para
calcular la muestra. En consecuencia, se construyen 10s estratos de tal manera
que la dispersión y, por tanto, la desviación de cada uno sea la menor posible.
Por tanto, el territorio o población que abarca cada estrato tendrá tambitn el
menor error posible, pues depende de la desviación. Evidentemente, no entra-
remos aquí en el detalle de la construcción de la muestra y de 10s estratos, y
mucho menos en su descripción (Carlos Lozares, Pedro López, 199la.; Carlos
Lozares, Pedro López, 1991b).
Pretendemos, pues, dar cuenta del proceso metodológico seguido para con-
seguir 10s objetivos que acabamos de describir. Las reflexiones que hacemos
sobre 10s aspectos de contenido tienden a poner de manifiesto 10s resultados
y la eficacia del método.
Veamos previamente algunos conceptos o términos utilizados. Hemos men-
Tratamiento multivariado de subpoblaciones en una gran encuesta social P a ~ e r s48, 1996 73

cionado anteriormente 10s estratos muestrales. Como ha quedado claro, son


conjuntos territoriales o poblacionales más reducidos que el territorio o pobla-
ción en el que se realiza la encuesta general. Se calculan y se hallan en el pro-
ceso mismo de la construcción de la muestra estratificada. Por el mismo proceso
de su construcción cada uno de estos conjuntos es 10 mis homogéneo posi-
ble. Los estratos muestrales son conjuntos de secciones censales que son las
unidades utilizadas para construir la muestra estratificada. El10 hace que 10s
estratos puedan ser geográficamente localizables. Lo que denominamos zonas
sociales son 10s mismos estratos, pero a 10s que se les aplica 10s datos corres-
pondientes de la encuesta general. Evidentemente, el conjunt0 de las zonas
sociales llenan así toda la Región I Metropolitana, que es el territorio en el que
se ha realizado la encuesta. Cada zona será objeto de 10s anáiisis sociológicos con-
venidos si tienen, como veremos, niveles de error aceptables.

2. El proceso general seguido


He aquí un esquema del proceso.

/ En el proceso mismo de construcción de la I


I muestra estratificada 1
I y utilizando 10s análisis de componentes j
/ principales y cluster se obtienen 10s /
estratos muestrales.
,........................................... J ..............................................
/ Por la aplicación a 10s estratos de 10s datos de j
............................................L ,-............................................
la encuesta se obtienen las
,

I zonas sociales I
:........................................... J ..............................................

i y, a su vez, utilizando el análisis de 1


j correspondencias múltiples y de cluster, 1
obtiene en cada zona su

perfil social,
su estructura dimensional

Como acabamos de ver en el esquema precedente, para construir las zonas


sociales se parte de 10s estratos de la muestra estratificada. Daremos breve cuen-
74 Papers 48, 1996 Carlos Lozares; Mirius Dominguez i Amor6s

ta de 10s errores ~orres~ondientes de cada estrato que serán 10s de las zonas
sociales a fin de asegurar su representatividad muestral a la hora de aplicar 10s
datos de la encuesta a cada uno.
Por la aplicación de las encuestas realizadas en cada estrato muestral, éstos
se convierten en 10 que hemos llamado zonas sociales. En ellas se pueden hacer
10s análisis que se crean convenientes. Los realizados por nosotros correspon-
den a 10s perfiles sociales, la estructura dimensional y 10s grupos sociales de las
zonas sociales.
Por la estructura dimensional tratamos de conocer las dimensiones que mis
y mejor explican la diversidad de la población de cada zona en las variables ele-
gida~,esto es, aquellos ejes que más discriminan a su pob1ació.n. Por 10s grupos
sociales damos cuenta de cómo se agrupa la población de la manera rnás homo-
génea posible con relación a la estructura dimensional en cada zona. Estos dos
últimos análisis son paralelos a 10s realizados en la encuesta general para toda
la población (Marina Subirats, Cristina Sánchez, Mdrius Dominguez, 1992).

3. Los errores de cada estrato muestral y su transformación


en zonas sociaies. El perfil de las zonas sociaies
La primera parte del proceso de análisis ha consistido, pues, en retomar 10s
estratos muestrales de la muestra estratificada. En su momento, se habian iden-
tificado ocho estratos. En su transformación en zonas sociales se consideran
solamente siete debido a la agregación de dos de ellos por las razones que vere-
mos a continuación. La primera cuestión consiste en saber si cada uno de 10s
estratos es suficientemente consistente desde el punto de vista muestral.
En la tabla 1 aparecen una serie de datos sobre 10s estratos muestrales,
número de secciones que le corresponden, número de encuestas realizadas en
61, población de más de dieciocho afios, distancia media de cada sección al
centro de inercia de cada estrato, varianza, desviación típica y error corres-
pondiente para el número de encuestas realizadas.
Como vemos en la mayor parte de 10s estratos, 10s errores son aceptables
para tratar cada uno como una unidad poblacional. Las encuestas realizadas
en cada uno son representativas de su población en la medida que 10 indica su
error correspondiente. Con todo, el error de 7,5% para el estrato 2 es inacep-
table; además, habrá que ser prudente con las afirmaciones que se hagan en
10s estratos 4 y 7, ya que sus errores son, respectivamente, del 4,4% y del 5,6%.
Para resolver el problema del estrato 2 se ha unificado con el estrato 1.
Rehaciendo 10s cáiculos para estos estratos agregados el error se rebaja al 2,8%.
El10 nos permite tratar 10 que llamaríamos un nuevo estrato 1+2con todas las
garantias. Esta agrupación esta plenamente justificada desde el punto de vista
de 10s contenidos, ya que, analizados independientemente, ambos estratos a
partir de 10s datos de la encuesta, poseen caracteristicas similares. Ver de nuevo
la tabla 1 para 10s datos de ambos agrupados.
En el anexo 1 aparece el número de secciones censales por municipios y
por zonas sociales en la Región I Metropolitana de Barcelona. Evidentemente,
Tratamiento multivariado de subpoblaciones en una gran encuesta social Papers 48, 1996 75

Tabla 1. Serie de datos para cada uno de 10s estratos muestrales.(l) Estrato. (2) Núm.
de secciones censales. (3) Núm. de encuestas realizadas. (4) Población de mis de
dieciocho años. (5) Distancia media de cada sección al centro de inercia de cada estra-
to. (6) Varianza. (7) Desviación típica. (8) Error para un 95% de confianza.

10s limites no coinciden con 10s administrativos de las comarcas, municipios,


distritos o barrios. La agrupación de las secciones censales por estratos viene
de la homogeneidad que en ellos tienen las caracteristicas de las variables que
sirvieron para construir la muestra estratificada, es decir, de 10s datos del censo.
Como deciamos precedentemente, las zonas sociales no son mis que 10s
estratos a 10s que hemos aplicado 10s datos de la encuesta. No hemos trabaja-
do con todas las variables de la encuesta metropolitana, sino con una serie de
variables elegidas. Concretamente, se han retomado las mismas que en el estu-
dio de 10s grupos sociales aplicado a toda la Región I (Marina Subirats, Cristina
Sánchez, Marius Dominguez, 1992). Además, en el articulo precedente se da
cuenta de dicha selección de variables. Con todo mostramos una descripción
breve en el anexo 2.
El primer estudio realizado en las zonas sociales es su perfil social.
Hablaremos muy brevemente de proceso de análisis, ya que 10s resultados mis
caracteristicos han sido objeto de un tratamiento mis detallado en uno de 10s
monográficos de la Enquesta de la Regió Metropolitana 1990 (Carlos Lozares,
MArius Dominguez, 1993). Este proceso es descriptivo por análisis bivariado
al comparar las zonas entre si y con toda la Región. I como marco de referen-
cia general. Por consiguiente, en este análisis no se toma cada zona social como
univers0 poblacional y, por consiguiente, muestral. Lo mis característic0 o
modal de cada zona social, y por tanto su perfil social, es 10 que mis la dife-
rencia de las otras. En el anexo 3, aparece un resumen de dichos resultados.
Las zonas sociales pueden mapificarse siguiendo las secciones censales que
pertenecen a cada zona. Como ejemplo del interés del tratamiento que pre-
sentamos hemos elegido el distrito 10 de Gracia, en el anexo 4.
76 Papers 48, 1996 Carlos Lozares; Mirius Dominguez i Amor6s

4. La estructura dimensional de cada zona


Realizado el anáiisis del perfil descriptivo de cada zona -recordemos que dicho
anáiisis se ha hecho comparando las wnas entre si sin considerarlas como unas
poblaciones muestrales independientes- el siguiente paso ha consistido en
construir 10 que denominamos la estructura dimensional de cada zona.
Por estructura dimensionalde h mna entendemos la organización del conjunto
de 10s datoslvariables elegidos para cada zona en ejes o variables más densos de
contenido, combinación lineal de las primeras variables, que den cuenta del
mayor porcentaje posible de la varianza total sin que el10 suponga una excesiva
pérdida de información. Para el10 se ha utilizado tarnbién el anáiisis de corres-
pondencias múltiples. La interpretación de dichos ejes acostumbra a ser un tra-
bajo laborioso. Para poder entrar en el análisis de la estructura dimensional de
las zonas sociales es imprescindible que el error muestral sea aceptable en cada
zona, puesto que cada una se toma ahora como población muestral.
Para llegar a dicha estructura dimensional, ha sido necesario realizar un
paso intermedio, es decir, dimensionalizar cada uno de 10 que hemos deno-
minado ámbitos sociales y construir una tipologia en cada uno y para cada zona.
1. Dimensionalizar cada uno de 10s ámbitos de las variables y construir en
cada uno una variable tipológica que dé cuenta de la agrupación de la pobla-
ción de la zona en cada ámbito.
No insistiremos demasiado en este objetivo intermedio, pues el méto-
do ha sido idéntico al explicado anteriormente para hallar las dimensiones
de la estructura de la población total.
Un ámbito está definido por un conjunto de variables elegidas que
corresponden a fenómenos sociales que tienen una cierta coherencia y auto-
nomia sociales, sea por darse en un mismo cuadro institucional/organiza-
cional, sea porque son ccpróximos,, 10s espacios o tiempos sociales en que
se dan, p.e., el conjunto de variables referentes al trabajo, a la educación, a
la vivienda, etc.'. La necesidad de esta fase previa en cada zona obedece
básicamente a una razón de simplificación y racionalización del proceso:
realizar un análisis con 742 modalidades (más dos continuas) nos hubiera
conducido mis bien a una confusión real que a una clarificación real.
2. Hallar la estructura dimensional para el conjunto de las tipologias de 10s
ámbitos para cada zona social.
Por la fase precedente disponemos de once variables tipológicas en cada
una de las siete zonas sociales retenidas. Cada una de las once tiene unas

1. Los ámbitos retenidos son 10s siguientes: trabajo; trabajo productivo y reproductivo; rique-
za del hogar; equipamiento del hogar; residencia; educación; relaciones personales; tiem-
po libre; hábitos de consumo; composición y relaciones familiares; vacaciones; origen
geográfico. (Ver de nuevo el anexo 2 para una descripción mis detallada). La identidad de
estos ámbitos, 10s resultados de su dimensionalización y las tipologias construidas en ellos
para cada zona no son más que 10s resultados de 10s mismos procesos aplicados a toda la
Región I.
Tratamiento multivariado de sub~oblacionesen una gran encuesta social Paoers 48. 1996 77

cuatro o cinco modalidades. Se trata ahora de encontrar unas nuevas dimen-


siones en cada zona a partir de las once variables tipológicas, o mejor, a
partir de todas sus modalidades, es decir, repetir 10 que se habia hecho en
toda la Región I pero ahora en cada zona. Por tanto, dichas tipologias han
sido tratadas como variables activas y, con las variables estructurales como
ilustrativas, son las que se han empleado para dimensionalizar cada una de
las zonas sociales. El método seguido ha sido de nuevo el andisis de corres-
pondencias múltiples.
La estructura dimensional da cuenta de 10s contenidos mis explicati-
vos del conjunto de 10s valores de las variables que definen cada una de las
zonas. Es como el esquema o esquelet0 sustantivo de la misma.
3. Los resultados de la estructura dimensional de las zonas.
Daremos solamente una visión esquemática de 10s resultados a fin de
mostrar la eficacia del método seguido.

En general con cinco dimensiones retenidas se superaba el 60% de la varian-


za en cada una de las zonas sociales analizadas. A la hora de identificarlas 10
hemos hecho solamente de las dos primeras. La tercera presentaba ya algunas
dificultades interpretativas. Con todo, en algunas zonas hemos llegado a iden-
tificar tres.
Se puede afirmar que se da una gran semejanza en 10s contenidos de
la dimensiones de todas las zonas y, por tanto, que bajo la diversidad mani-
fiesta de sus perfiles sociales aparecen unas formas de estructura dimensional que
solamente difieren en la variabilidad explicada por cada dimensión en cada
zona. Este hecho es importante, pues nos permite hacer una lectura mis sim-
plificada y en código unificado del conjunto de las zonas que no es mis que
la traducción de la estructura dimensional de toda región en la variedad de
cada zona. No entraremos en explicar con detalle la identidad de cada una de
las dimensiones en cada zona, ya que no es el objetivo de este articulo.
Simplemente expresaremos esquemáticamente cual es el modelo más habitual
de dimensionalización extraido de 10s resultados de cada una de las zonas.
Solamente hacemos una descripción de las dos dimensiones, que aparecen en
todas las zonas.
- La primera dimensión viene dada por el conjunto de valores que se expre-
san a continuación. (Se entiende que 10s valores de un lado se oponen a 10s
del otro dentro de la dimensión y que dicha polaridad es la que contribuye
a definirla.)
Edad: 26 a 45 Edad: + de 65 (a veces +5 5 )
Más presencia del hombre Mis presencia de la mujer
Alto estatus socioeconómico Bajo (a veces muy bajo) estatus
y cultural socioeconómico
Familia nuclear reducida Hogares unipersonales
Origen catalán (o mixto) Origen no catalán
Nivel elevado en todos 10s ámbitos Nivel bajo en todos 10s ámbitos
78 Papers 48, 1996 Carlos Lozares; Mirius Dorninguez i Amor6s

- La sepnda dimensión viene dada también por el conjunt0 de 10s valores que
se expresan a continuación
Edad: mis fuerza 10s 35 a 55 Edad: sobre todo de mis
de 65 y menos de 35
Aigo mis presencia del hombre Aigo más presencia de la mujer
Estatus social y cultural Estatus social y cultural medio-alto
medio-medio bajo
Familia nuclear Hogares unipersonales
Origen no catalán Origen catalán
Nivel medio-bajo en Nivel medio-alto en todos
todos 10s ámbitos 10s ámbitos

La intensidad de cada dimensión (varianza explicada) en cada zona es dife-


rente. Incluso hay en alguna zona una tercera dimensión que posee más varian-
za que ambas. pero estas dos están presentes en todas las zonas. La originalidad
y especificadad de cada zona está dada por la manera de combinarse en prio-
ridad las dos y con una tercera no que varia según la zona.

5. Los grupos sociales en cada zona social


Los grupos sociales de cada zona se constituyen clasificando automáticamen-
te 10s individuos en función de las dimensiones retenidas en eilas. Veamos el pro-
ceso seguido.
Los grupos sociales buscados habrán de tener suficiente significación en el
interior de la zona. Hemos mantenido la idea de construir el menor número de
ellos: dos, tres, o a 10 sumo cuatro, para poder retener un volumen frecuen-
cial suficiente. Para dicha construcción se han utilizado, en cada zona, 10s cinco
ejes o dimensiones obtenidos en el análisis precedente del análisis de corres-
pondencias. El método de análisis ha sido el de cluster. La descripción e iden-
tidad de 10s grupos sociales de cada zona social han sido hechas por análisis
bivariado de las variables estructurales y de 10s ámbitos y por su proyección en
10s ejes explicados. Los grupos sociales de cada zona se contemplan y se anaii-
zan comparativamente teniendo la zona como referencia global. Veamos algu-
nos de 10s resultados mis remarcables de este análisis en vistas precisamente a
mostrar el interés y la eficacia del método seguido.
1. Es relevante la tendencia a que el mágico número de tres satisfaga en el
análisis de cluster las particiones en cada zona. En todas ellas 10s razona-
mientos abocan a elegir esta cantidad como Óptima. Hay variedad, pero
evidentemente no tan extensa como en toda la Región I. Todos 10s inten-
tos de extenderse a cuatro o cinco grupos ha conducido al nacimiento de
Grupos poc0 significativos dentro de cada zona.
2. La variación de la identidad de 10s grupos sociales en cada zona proviene
sobre todo del peso diferenciado que tienen las dimensiones precedentes
Traramiento multivariado de subpoblaciones en una gran encuesta social Papers 48, 1996 79
.

en cada zona que dan también un peso distinto a la variedad no excesiva-


mente grande de 10s grupos sociales posibles.

3. Otro hecho importante aunque esperado consiste en que el Perfil de la


zona coincide con el grupo social más modal y, en la casi totalidad de zonas,
con el más cercano al centro de inercia de la zona. Si hay dos grupos con fie-
cuencias altas y casi similares, el perfil es una combinación de ambos. Lo que
es interesante es que por debajo del Perfil social subsiste y se manifiesta
una realidad social que no apareceria de no hacer este análisis indepen-
dientemente en cada zona. Por ejemplo el grupo representado por 10s mayo-
res de edad, 10s inactivos, las mujeres, 10s hogares unipersonales, el bajo
estatus socioeconómico y cultural y el origen no catalán está presente en
todas las zonas, aunque no es mayoritario en ninguna zona salvo en la siete.

6 . Algunas conclusiones generales referentes a la estructura dimensional


y a 10s grupos sociales
Aparece claramente manifiesta la función estructurante que en todas las
zonas sociales y grupos juegan las categoria socioeconómica y/o sociopro-
fesional, en general el estatus socioeconómico y cultural (CSE, CSR acti-
vidad, ocupación, situación en mercado del trabajo, nivel educativo y
prácticas culturales, etc.). Se suele acompañar, evidentemente, de 10s ingre-
sos del hogar en sus diversas manifestaciones. Con todo, no siempre estos
factores son 10s de más peso en alguna de las zonas. A veces es el hábitat, en
sus múltiples concreciones (vivienda, segunda residencia, barrio), el más
evidente; otras, el equipamiento del hogar y el consumo.
2. En casi todos 10s grupos de las zonas las variables ligadas a la movilidad y
a la radicación en el barrio (año de construcción de la vivienda, años de
llegada al mismo o al municipio, dimensión del municipio, piso deseado,
razón de cambio de vivienda) intervienen en 10s perfiles aunque no tanto
en la configuración de 10s grupos. Por contra, el origen individual, de
Cataluña o no, que está presente en la estructura dimensional, es un ele-
mento que pierde fuerza en la configuración de algunos de 10s grupos con
relación a otros valores de la variable origen que adquieren mis peso como
el ((dedentro y fuera de Catalufias de 10s miembros del hogar, 10s matri-
monios mixtos y el bilinguismo.
3. Dos factores sociodemográficos, la edad y el sexo, aparecen claramente a la
hora de configurar las zonas y 10s grupos, y ambos con fuerte incidencia.
4. Cuanto más se haya llegado a la madurez productiva, a la plena ocupación
laboral, a una mayor cualificación -sea ésta de obrero cualificado o sea,
sobre todo, a partir de técnico medio-, cuanto mis elevado sea el estatus
socioeconómico y cultural y se disponga de más tiempo libre y de vaca-
ciones, más masculinizado aparece el perfil del grupo social, y al contra-
80 Papers 48, 1996 Carlos Lozares; MAr~usDomínguez i Amorós

rio. He aquí una constante permanente de la configuración de 10s grupos


sociales de las zonas.
5. Este tip0 de anáiisis puede prestarse también a estudiar la capacidad evolutiva
de las zonas. Hay zonas que por sus caracteristicas manifiestan una apa-
rente propensión a una permanente e imperturbable reproducción. Otras
se muestran mis dinámicas observando 10s grupos que las componen. En
este sentido, hay algunas de las zonas que por la naturaleza de su perfil y
de sus grupos, por su dinámica estructural, por sus indices indudables de
modernidad, por la influencia de 10s factores culturales, por su nivel tec-
nico-profesional, por su mezcla generacional y de origen, por su edad y
movilidad social y geográfica y por su nivel relacional y asociativo, mani-
fiestan mis dinamismo social y mis capacidad innovadora. Las hay que se
mantendrán precariamente o en un progresivo declive dada la edad de sus
individuos y la escasez de gente joven en ellas. Pero al hacer estas afirmaciones
no solamente nos referimos a la edad como factor fundamental, sino tam-
bién a otras caracteristicas ligadas a 10s aspectos socioprofesionales, a la
movilidad geográfica, etc.

7 . Comentari0 final
Esta visión de la región a partir de las características de las zonas como una
aglomeración de realidades plurales, no precisamente simples, es de gran inte-
rés. Sea en anáiisis genéricos, sea en anáiisis de estructura social de una región,
se puede llegar a tener una visión excesivarnente abstracta, de tiralineas y manual
social, de un territorio. La vuelta a una realidad, localizable geográficamente
y más desmembrable como las zonas, nos permite ver un mapa más variado
en sus calles y secciones censales y descubrir además en el interior de cada zona
una nueva variedad. Cada zona se nos aparece diferente en sus perfiles pero,
dentro de su homogeneidad, también hay una estructura ,y de la comparación
entre las diferentes zonas surgen unos modelos generales de composición de
grupos y la idea de una cierta dinámica social.
Tratamiento multivariado d e subpoblaciones e n u n a gran encuesta social Papers 48, 1 9 9 6 81

Anexo I. Distribución d e las zonas sociales e n la región.


El cuadro que viene a continuación representa el número de las secciones censales en
cada municipi0 pertenecientes a cada zona. Aparecen ocho zonas y no siete, pues están
desagregadas la 1 y la 2.

Distribución del número de secciones en cada municipi0


según las diferentes zonas sociales

Zonas Zonas
1 2 3 4 5 6 7 8 1 2 3 4 5 6 7 8
11 Baix Llobregat 21 Maresme
001 Abrera 2 0 0 0 0 0 0 0 003 Alella 3 0 0 0 0 0 0 0
020 Begues 0 1 0 0 0 0 0 0 OO6Arenys de Mar 7 O O 0 O 0 O 0
056 Castelldefels 0 0 0 0 3 5 0 7 007ArenysdeMunt 4 O O O O O 0 O
066 Castellvi de Rosanes O 1 O O O O O O 009 Argentona 4 0 0 0 0 0 0 1 1
O68 Cervelló 3 0 0 0 0 0 0 0 029 Cabrera de Mar O 1 O 0 O O O 0
O69 Collbató 0 1 0 0 0 0 0 0 030 Cabrils 0 1 0 0 0 0 0 0
072 Corbera de Llobregat O 1 O O O O O O 032 Caldes &Estrac O I O O 0 O O O
073 Cornella de Llobregat O O 4 O 50 15 O 1 035 Calella 1 0 0 0 0 0 7 0
076Esparreguera 5 O 1 O 2 1 0 0 040 Canet de Mar 4 O O O O O O O
089 Gava 0 0 2 0 1 8 0 0 1 075 Dosrius 0 1 0 0 0 0 0 0
114 Martorell 4 0 1 0 3 1 0 1 110 Malgrat de Mar 5 O 0 O O O O O
123 Molins de Rei O O 5 O 3 2 O 1 118 El Masnou 4 0 0 0 1 0 0 - ,
147 Olesa de Montserrat 3 O 1 O 3 O 1 O 121 Mataró 3 015 I 02 4 L 2 2
157 Palleja 3 0 0 0 0 0 0 0 126 Montgat 3 0 0 0 0 0 0 0
158 El Papiol 2 0 0 0 0 0 0 0 153 Orrius O 1 0 0 0 0 0 0
169 E1 Prat de Llobregat 1 O 3 O 26 7 O O 155 Palafolls 0 1 0 0 0 0 0 0
244 Santa Coloma de 163PinedadeMar 5 O O O O O 0 i
Cervelló 1 1 0 0 0 0 0 0 230PremiBdeDalt 3 O O O O 0 0 0
196 Sant Andreu de l 172 PremiadeMar 3 O 1 0 4 O 0 4
a Barca 0 0 0 0 5 1 0 0 197 Sant Andreu de
200 Sant Boi de Llobregat O O 2 O 36 5 O 1 Llavaneres I 1 0 0 0 0 0 0
204 Sant Climent de 261SantaSusanna O 1 O O O O O O
Llobregat 0 1 0 0 0 0 0 0 203 Sant Cebriá de
208 Sant Esteve Sesrovires O 1 O O O O O O Vallalta 0 1 0 0 0 0 0 0
21 1 Sant Feliu de 193 Sant Iscle de Vallalta O I O O O O O O
Llobregat 0 0 3 0 2 1 2 0 0 235 Sant Pol de Mar I I O O 0 O O O
217SantJoanDespi O O O O 11 O O 2 264 Sant Viceng de
263 Sant Vicenq Montalt 0 1 0 0 0 0 0 0
dels Horts 1 0 0 0 8 4 0 0 281 TeiA 2 0 0 0 0 0 0 0
289 Torrelles de 282 Tiana 2 0 0 0 0 0 0 0
Llobregat 0 1 0 0 0 0 0 0 284 Tordera 4 0 0 0 0 0 0 0
295 Vallirana 2 0 0 0 0 0 0 0 214VilassardeDalt 4 O O O O O 0 0
301 Viladecans 1 0 0 0 2 2 1 0 0 219VilassardeMar 7 O O O O O O 0
82 Papers 48, 1 9 9 6 Carlos Lozares; M i r i u s Domínguez i A m o r ó s

Zonas Zonas
1 2 3 4 5 6 7 8
00 E l Barcelones 41Vallks Oriental
015 Badalona 014 Aiguafreda O 1 0 0 0 0
0 0
O19 Barcelona 005 L'Ametlla del Vallhs O 1 O O O O
O O
077 Esplugues de 023 Bigues i Riells 1 1 O O O O
O O
Llobregat 039 Campins 0 0 0 0 0 0 0 0
041 Canovelles 2 0 0 0 4 2 0 0
101 L'Hospitaletde
042 Cinoves i Silamús O 1 O O O O O O
Llobregat 046 Cardedeu 4 0 0 0 0 0 0 0
245 Santa Coloma 055 Castellcir O 1 0 0 0 0 0 0
de Gramenet 064 Castellterqol O 1 0 0 0 0 0 0
194 Sant Adrii de Besbs 08lFogarsdeMontclús O 1 O O O O O O
221 Sant Just Desvern 086 Les Franqueses
del Valles 4 0 0 0 0 0 0 0
088 La Garriga 4 0 0 0 0 0 0 0
095 Granera 0 1 0 0 0 0 0 0
096 Granollers 1 0 6 0 6 3 2 1 7
097 Gualba 0 1 0 0 0 0 0 0
105 La Llagosta 0 0 0 0 7 0 0 0
107 Lliqd $Amunt O 1 O O O O O O
108 Lli@ de Vall 0 1 0 0 0 0 0 0
Zonas 106 Llinars del Vallb 2 O O O O O O O
1 2 3 4 5 6 7 8 115 Martorelles 2 0 0 0 0 0 0 0
124 Mollet del Val1l.s O O O O 13 5 O 2
40 V a l l b Occidental
134Montmany-Figaró O 1 O O O O O O
252BarberidelValles O O O O 17 O O O 135 Montmeló 2 0 0 0 3 0 0 0
033 Caldes de Montbui 5 O O O 2 O O O 136 Montornes del Valles 3 O O O 3 O O O
001 Castellar del Vallts O O O 1 1 O O 2 137 Montseny 0 1 0 0 0 0 0 0
054 Castellbisbal 2 0 0 0 0 0 0 0 159ParetsdelVallks 3 O O O 2 O O O
181LaRocadelVallb 4 O O O O O O O
266 Cerdanyola del VallesO O O 1 19 3 O 3
248 Santa Eulalia
087 Gallifa 0 1 0 0 0 0 0 0 de Rongana O 1 0 0 0 0 0 0
120 Matadepera 0 1 0 0 0 0 0 0 256 Santa Maria de
125 Montcada i Reixac O O 2 O 12 O 1 1 Martorelles O 1 0 0 0 0 0 0
156 Palau de Plegamans 3 O O O O O O O 259 Santa Maria de
167 Polinyi 0 1 0 0 0 0 0 0 Palautordera 4 0 0 0 0 0 0 0
179 Rellinars 0 1 0 0 0 0 0 0 198 Sant Antoni de
180 Ripollet O 0 1 0 1 1 2 0 1 Vilamajor 0 1 0 0 0 0 0 0
184 Rubí 0 0 3 0 1 8 5 0 2 202 Sant Celoni 6 0 1 0 0 0 0 0
207 Sant Esteve de
187 Sabadell O O 20 5 20 53 O 32
Palautordera 0 1 0 0 0 0 0 0
260 Santa Perpetua 210 Sant Feliu de Codines 4 O O O O O O O
de Mogoda 5 0 0 0 2 1 0 1 209 Sant Fost de
205 Sant Cugat del Valles O O 4 O 3 2 O 13 Campsentelles 2 O O O O O O O
223 Sant Llorenq Savall O 1 O O O O 0 0 234 Sant Pere de
238 Sant Quirze del Vallb 2 O O O 1 O O 1 Vilamajor 0 1 0 0 0 0 0 0
267 Sentmenat 2 0 0 0 0 0 0 0 239 Sant Quirze Safaja O 1 O O O O O O
279 Terrassa 1 02 8 2 35 3 023 276 Tagamanent O 1 0 0 0 0 0 0
290 Ulastrell O 1 0 0 0 0 0 0 294Vallgorguina O 1 O O O O O O
296 Vallromanes 0 1 0 0 0 0 0 0
29 1 Vacarisses 0 1 0 0 0 0 0 0
306 Vilalba Sasserra O 1 O O O O O O
300 Viladecavalls 0 1 0 0 0 0 0 0 902 Vilanova del Valles O 1 O O O O O O
Tratamiento multivariado de subpobiaciones en una gran encuesta social Papel.s 48. 1996 83
- --- .--.

Anexo 2. Elección de variables


El criteri0 mis general para realizar esta elección ha sido el de tener en cuenta su peso
explicativo o comprensivo en la totalidad del campo de aplicación y en cada ámbito,
aunque no sean necesarimente independientes. Para el10 se disponia de numerosos
análisis previos publicados en diversos volúmenes temáticos. Para la agrupación el cri-
terio ha consistido en asociar en un mismo cuerpo de análisis aquellas variables que
se sitúan en un mismo ámbito o temática social. En total han sido 152 variables que
intervendrán activamente en el análisis con un número de modalidades o valores en
total de 742. Dos de estas variables son continuas. Veamos 10s ámbitos y una indica-
ción de las variables que les corresponden.

a) Se han elegido, primero, un conjunto de variables que hemos denominado den-


t$cativas o independientes. Podemos suponer que tienen un fuerte peso en la
estruturación de la realidad social de la Región, no s610 por 10s resultados ya con-
s u e t u d i n a r i ~en~ este tip0 de estudios sino también por 10s análisis previos biva-
riados hechos en la misma Enquesta. Estas variables categóricas se refieren a:
- la posición en el mercado de trabajo del entrevistado y de su cabeza de hmi-
lia,
- el sexo,
- la edad del individuo y del cabeza de familia,
- el lugar de nacimiento en función de coronas geográficas y
- el voto politico emitido.
b) Otro conjunto de variables tenidas en cuenta son de carácter dependiente con rela-
ción a las primeras y que configuran 10s diferentes ámbitos sociales.

En la linea del capital econdmico encontramos diversos ámbitos de variables que


intervienen fuertemente en el proceso de estructuración del conjunto de 10s datos y, por
consiguiente, de la identidad de 10s grupos sociales. Están ligados a la producción, a 10s
ingresos y a otras formas de posesiones.

1. Trabajo
- Trabajo productivo: sector de actividad, tamaiio de la empresa, situación labo-
ral.
- Trabajo reproductivo expresado en horas dedicadas.
2. Riquezas del hogar
- Niveles de ingresos: individuales, familiares.
- Otros indicadores: inversiones, propiedades, seguros contratados, gastos csco-
lares.
3. Equipamiento del hogar
- Equipamiento en infraestructura.
4. Residencia
- Caracteristicas de la vivienda donde se vive: superficie, antigüedad, etc.
- Posesión de segunda residencia.
En la dirección de 10 que se demomina capital cultural, que comprende iul
conjunto de variables que tienen como referencia 10s hábitos culturales y 10s bie-
nes y las capacidades educativas. Globalmente su valor estructural es consider-able
84 Papers 48, 1996 Carlos Lozares; Mirius Dominguez i Amorós

y posiblemente cada vez mis importante y no absoluta o lniméticamente traspa-


sable o reducible al valor económico precedente.
5. Educación
- Nivel educativo reglado: del entrevistado, del hogar de origen.
- Indicadores de frecuencia de hábitos culturales.
Según la orientación, en parte de 10 que podríamos llamar capital relacional,
en parte según un conjunt0 de prácticas que componen el entramado de activi-
dades cotidianas, relacionales o más generales. Su importancia es grande, en par-
ticular porque cimentan y constituyen el fluir de la vida diaria y porque son
elementos de relativa inercia a su modificación y a la penetración de otros factores.
6. Relaciones personales
- Número, frecuencia y expresión de las relaciones personales.

7. Tiempo libre
- Tipos, modalidades, uso y expresión de las actividades del tiempo libre.

8. Hábitos de consumo
- Hábitos de compra.
- Modalidad de pago.
- Movilidad debido al consumo.

9. Composición y relaciones familiares


- Tipologia y organización de la familia.

10. Vacaciones
- Frecuencia, duración y modalidades de las vacaciones.

11. Origen geográfico


- Origen de 10s miembros del hogar.
- Lengua del entrevistado.

Anexo 3. Perfil de las zonas sociales


La zona 1+2:pequeños municipios fuera de Barcelona
Su especificidad proviene precisamente de estar constituida por pequeños muni-
cipios. En este sentido no tiene ninguna semejanza con el resto de las zonas. Si que
guarda una cierta similitud de otros contenidos con la media general. En ella se Ile-
gan a percibir dos tipos de población: una que parece la población de siempre, asen-
tada, y otra de mis reciente implantación, aunque es difícil, salvo en el año de llegada
y de construcción de la vivienda, diferenciar ambas poblaciones.

La zona 3: la media o la reducción a escala social de toda la región.


Como zona media, en parte se parece a todas y en parte se diferencia. Globalmente
es una población de gran estabilidad y equilibri0 en todos 10s ámbitos sociales aun-
que con tendencia a un cierto declive generacional: una cierta identidad que aumen-
tari en el futuro. En este sentido, es una media decreciente o menguante. Es una zona
afincada y enraizada y que puede representar aproximadamente bien la imagen del
ciudadano urbano medio barcelonks.
Tratamiento multivariado de subpoblaciones en una gran encuesra social Papers 48, 1996 85

La zona 4: 10s ricos.


La zona 4 representa el estatus mis alto de la población de la región en todos 10s
ámbitos. Tiene una delimitación social muy definida y está relativamente concentra-
da geográficamente. Es una zona no muy extensa, relativamente bien localizada.
Globalmente es una población de gran coherencia entre todos 10s ámbitos sociales. Es
palpable la idea de continuidad generacional dado que se mantienen 10s resortes bási-
cos de reproducción de la zona.

Las zonas 5 y 6 la inmigración.


Las zonas 5 y 6 están compuestas, en su gran mayoria, por el medio inmigrante
de 10s años cincuenta, sesenta. Ambas se convierten en el paradigma de un medio
popular con caracteristicas, en casi todos 10s indicadores, de 10s niveles bajo y medio-
bajo y a difícil remolque de su integración a la cultura catalana de recepción. Se ha de
decir que la distinción entre zonas 5 y 6 , que aparecia neta en 10s estratos muestrales,
sobre todo a partir del factor edad, no está tan clara cuando se introducen 10s datos
de la encuesta. Se dan diferencias, pero no son suficientes como para hablar de dos
zonas distintas. Si no las hemos unificado en una zona 5+6 es porque aquí habia sufi-
ciente consistencia muestral como para tratarlas separadamente. Ambas, globalmente,
son un medio migrante proletarizado, de vida modesta, de relaciones familiares y cer-
canas, vinculadas al barrio en el que encuentran su autonomia y donde desarrollan su
vida cotidiana. La zona 5 es menos cerrada al medio que la 6. Viven en la precaridad
que produce la inseguridad de 10s tiempos que corren, la zona 6 quizás está más inmer-
sa aún en dicha incertidumbre.

Zona 7:10s mayores de bajos estatus


La Zzona 7 contiene también una población de base inmigrante antigua, aunque
el paisaje urbano y la caracterización social no sean similares a las precedentes. Es una
población inmigrante de hace muchos años, mis allá de las grandes oleadas migrato-
rias: son de ahi, son de siempre, aunque muchos sean de fuera, y son mayores. Es una
zona popular que se encuentra en 10s limites de la marginación social. Afincados a un
barrio que es, en muchos de 10s casos, 10 Único que les queda en la soledad de sus
hogares unipersonales: viudos, mayores, sin hijos y con 10s indices mis bajos en todos
10s ámbitos sociales. Es evidente, como sabemos, que no toda la zona es asi, pero es
el perfil mis prominente. La vivienda y el entorno son, pues, importantes para esta
población siendo parte de su especificidad.

La zona 8: 10s inicios a la vida profesional de un medio bien situado


La zona 8 representa globalmente un alto estatus y es una de las mis dinámicas
desde el punto de vista de movilidad social, geográfica y de edad. Es una población
emergente, de gran ocupación, profesionales ~ r e ~ a r a d osobre
s, todo técnicos, par-
cialmente proveniente de la segunda generación y de movilidad ascendente, tanto en
estatus como generacional y en nivel educativo. Tiene signos evidentes de moderni-
dad en 10s aspectos profesionales, en el estilo de vida, en el tip0 de familia, en el tra-
bajo de la mujer, en el tip0 de relaciones asociativas que mantiene, en la disponibilidad
y ocupación del tiempo libre, etc. La familia es reducida. Sin olvidar que también se
dan en su interior otras capas de la población.
Tratamiento multivariado de subpoblaciones en una gran encuesta social Papers 48, 1996 87

Referencias
LOZARES, Carlos; LOPEZ,Pedro (1991a). aEl muestreo estratificado por análisis mul-
tivariadon. En Latiesa, M. Elpluralismo metodológico en la investigación social:
Ensayos tt;oicos. Granada: Universidad de Granada, p. 107-160.
- (1991b). aEl análisis de componentes principales: aplicación al análisis de datos
secundariosn. En Papers 37, 1991: 3 1-64.
LOZARES, Carlos; DOM~NGUEZ, Mirius (1993). territori i realitat social: les zones
socio-demogrifiquesde la Regió Metropolitana de Barcelona,. Vol. 9 de Enquesta
de la Re@ Metropolitana de Barcelona 1990: Condicions de vi& i Mbits de la pobla-
ció. Barcelona: Institut &Estudis Metropolitans.
SUBIRATS,Marina; SANCHEZ, Cristina; DOM~NGUEZ, Mirius (1992). ((Grupsi classes
socials a la Regió Metropolitana de Barcelona)).Vol. 5 de Enquesta de la Regió
Metropolitana de Barcelona 1990: Condin'ons de viah i Mbits de lapobhió. Barcelona:
Insitut &Estudis Metropolitans.
Papers 48, 1996 89-102

L'estructuració del consum a través de l'anilisi


de correspondtncies

Vicent Borras i Catala


Universitat Autbnoma de Barcelona. Departament de Sociologia.
08 193 Bellaterra (Barcelona). Spain

Resum

L'article parteix de la perspectiva tebrica que considera el consum com una practica de
comunicació; intenta demostrar com els habits, els objectes i les mercaderies presenten una
estructuració derivada de la seva mateixa naturalesa comunicativa. Mostra tamb.6 un exem-
ple de construcció de tipologies articulades, mitjan~antI'aplicació de tkcniques d'anilisi
multivariada, i tracta d'esbrinar estructures internes entre les diferents practiques de con-
sum per tal d'establir noves concepctualitzacions.

Paraules clau: consum, estil de vida, metodologia, tkcniques d'andisi multivariada.

Abstract. Consumption structure by means of correspondence data anaíysi~

This article takes a theory which considers the practice of consumption as a means of com-
munication. Demonstrating that habits, goods, possessions, etc. together from a elabora-
te structure. This structure components are derived from the communicate essence of each
object. Also if demonstrate by means of multivariate data analysis an exempla of interloc-
king typologies. It goes on to further interior structures within the various areas of con-
sumption thus establishing new conceptual typologies.

Key words: consumption, life style, methodology, multivariate data analysis.

Sumari
1. Introducció 4. La dimensionalització d'una realitat
2. Fonamentació tebrica de l'existkncia 5. Anilisi final
d'estructuracions del consum finals
3. El perquk de I'andisi Bibliografia
de correspondkncies
90 Papers 48, 1996 %cent Borris i Catala

1. Introducció
A final dels anys seixanta i durant els setanta, una skrie de tebrics que alguns
autors han denominat socidlegs de la diferenciació(un dels representants dels
quals és Baudrillard), entenen el consum com a mitja que serveix per a I'alie-
nació, la integració i sobretot la dominació simbblica de les masses, per part
d'un sistema que fa servir la i el control dels missatges, I'apropia-
ció i la generació d'uns codis, juntament amb una creació d'un univers simbb-
lic de paral.lelisme amb I'univers social.
L'article que aqui presento aprofita aquesta perspectiva tebrica i més con-
cretament la que considera el consum com una practica de comunicació.
Mostraré que es dóna una estructuració entre els objectes, els fets, els habits
de consum i que les diferents practiques conformen una estructura derivada
de la seva mateixa naturalesa comunicativa.
No és el meu propbsit aqui entrar en una discussió tebrica sobre el possible
valor explicatiu global d'aquesta perspectiva, sinó que mes aviat voldria mos-
trar que ens ajuda a esbrinar un dels fets del consum contemporanis i que
segueix sent valida per entendre alguns dels aspectes del consum d'avui en dia.
No hem d'oblidar que el tret característic de la societat de consum és la seva
multidimensionalitat.
La meva proposta aqui va lligada a la necessitat de veure quines estructures
internes, quines articulacions, presenten els diferents arnbits en que podem
dividir els habits, les formes i els tipus de consum (consum cultural, consum
de béns duradors, modalitats de compra) per tal de, posteriorment, obrir la
porta a noves conceptualitzacions sobre la praxi del consum.
Aquest objectiu va lligat a tot un procés metodolbgic i de tkcniques d'ana-
lisi de dades, que parteix d'una gran enquesta sobre condicions de vida i habits
de la població (I'Enquesta de h Regió Metropolitana de Barcelona 1990), de la
qual seleccionem la submatriu de dades referides al consum, per després tre-
ballar el conjunt d'aspectes referits a aquesta tematica.
La utilització de tkcniques d'analisi multivariable en el camp dels estudis
sobre consum ha estat usual, perb, al meu parer, no ha estat emprada per veure
estructuracions internes de diferents aspectes i conceptes que configuren el con-
sum. Ha estat sovint la utilització d'aquestes tkcniques per establir models més o
menys explicatius, perb no per establir articulacions internes, construir tipolo-
gies i grups dins d'un mateix h b i t de consum. El procés que aquí presento és una
proposta metodolbgica per al tractament de realitats tan multidimensionals.
Sera mitjanpnt I'andisi de correspondkncies que podrem establir una radio-
grafia que ens revelara les estructures presents en les dades. A travts d'aquesta
tkcnica podem extreure i validar les dimensions i els eixos que estructuren i
articulen els diferents dmbits tematics en qut hem subdividit el consum.

2. Fonamentació tebrica de i'existkncia d'estructuracions del consum


Entendre el consum avui en dia passa necessbiament per allunyar-se de la pre-
tensió de trobar un marc naturalista objectiu i general, per definir el concep-
L'estructurac~ódel consum a través de I'anilisi de correspondenc~es Pa1x1d48, I996 91

te de necessitat. La noció basica de necessitat ha quedat trencada definitiva-


ment davant d'un món ple d'objectes, serveis, mercaderies, símbols i imatges,
que la moderna societat de consum ha lligat de forma indissoluble al mateix
acte de consumir. La lbgica del consum no es pot reduir a una simple lbgica
de satisfaccions i necessitats, és una lbgica de la producció i de la manipulació
dels significants socials (Baudrillard, 1974).
La producció en les societats capitalistes avan~adesés una producció per
ai desig i els béns no són aquells que els caracteritza el seu valor d'ús, Orti diu
al respecte que el consum és una practica homogknia en quk la necessitat s'ha
transformat en un desig i el valor d'ús en un fantasma. Cada vegada més cl
que es consumeix és el símbol dels béns més que el propi bé, realment el mer-
cat d'avui és un mercat dominat pels aspectes simbblics, pels aspectes efímers.
El valor signe ve a superar i desplagar el valor d'ús i el valor de canvi, ja que
estan dominats per la lbgica de significació social.
Hem d'entendre precisament el consum com un procés de significació i
comunicació, segons les paraules del propi Baudrillard, que reorganitza el nivell
primari de les necessitats a la manera d'una llengua. Els objectes, les mercade-
ries, els béns, els serveis, fins i tot els mateixos actes de compra s'han conver-
tit en un llenguatge. Perb no hem d'oblidar que aquest procés de significació
se situar a sobre d'una realitat marcada per una desigualtat d'accés al consum.
Una desigualtat que es fa patent en el propi missatge que donen els objectes i
bens i que, a més a més, es legitima i es reprodueix pel sistema productiu. Els
objectes no es fabriquen i es difonen per satisfer les necessitats majoritaries,
sinó que responen a la seva capacitat de generar un fort efecte de demostració
d'estatus (Alonso i Conde, 1994), a la qual cosa inevitablement contribueix
el valor signe de quk són posse'idors.
Totes les practiques de consum no tenen cap sentit si les tractem d'analit-
zar com a fets individuals i separats els uns dels altres. Si fem el paral.lelisme amb
el llenguatge, seria com si tractéssim d'esbrinar el significat que tenen els noms,
els verbs, els adjectius,etc., de forma deslligada i separada. No hem d'enten-
dre el consum com un deler de possessió d'objectes, sinó més aviat com tota una
organització de la substancia significant que transforma la cosa en un signe,
des d'on el consum passa a ser una activitat sistematica de manipulació de sig-
nes (Marafioti, 1988). Nosaltres juguem i manipulem els signes, acumulem,
canviem i distribu'im els objectes; utilitzem uns serveis o uns altres, prescin-
dim d'unes mercaderies i invertim amb unes aitres segons el missatge que voler11
donar. Podem dir que no és casual que qui disposa de microones també dis-
posa de rentaplats, ni qui tingui més de 500 llibres a casa sigui lector regular de
diaris. No s'entén que una senyora que va a una sessió d'bpera al Liceu, ho K~ci
amb metro; perquk amb un abric de visó, ho fara amb taxi. No són, per tant,
els objectes com a tals els que es consumeixen, sinó els signes dels quals clls
són portadors. La lbgica del consum és una lbgica de manipulació de signes i
no pot ser redui't a la funcionalitat dels objectes. Consumir significa intercan-
viar significats socials i culturals i, de fet, els bens són el mitja d'interc,~nvi
(Leonini, 1982).
92 Papers 48, 1996 Vicent Borris i Catali

El propbsit &aquest article és doble, per una banda, es pretén donar evidtn-
cia empírica que el consum presenta una estructuració, que tant els fets, com
els objectes, les mercaderies, i tot el conjunt d'aspectes que envolten la reali-
tat del consum estan articulats, de manera que presenten una estructuració
interna. Per altra banda, es pretén mostrar tot el procés metodolbgic i les tec-
niques emprades que ens ajudaran a esbrinar els eixos estructuradors de la rea-
litat del consum.
3. El perqd de I'andisi de correspondttncies
El fet de sotmetre sols aspectes referits al consum, per veure quina es la seva
estructura interna, sense tenir en compte el perfil social dels grups als quals
van dirigits, sense caracteritzar-10s socialment, no és el que m'ha dut a aplicar
aquesta ttcnica, ja que ((Nocrec convenient ni tan sols suficient l'ds indiscri-
minat de repertoris de ttcniques estadístiques, per sofisticades que siguin aques-
tes, per garantir la rellevincia de les dades sotmeses a l'andisi o I'adequació del
tractament estadístic, o la validesa dels resultats))(J.M. Cornejo, 1988).Més aviat
ha estat al contrari a causa de la perspectiva tebrica de qut parteixo, tracto de
veure les formes d'articulació que presenta la praxi del consum, la proposta
aquí presentada no té en compte les variables identificatives socials per tal de
veure les estructures que configuren els fets. Els mttodes no són pas neutres, ja
que d'una manera o altra impliquen una concepció de la realitat i condicio-
nen la prbpia construcció de l'objecte &investigació.
Per si mateixa la ttcnica de l'andisi de correspondtncies no ofereix un accés
directe a la realitat, sinó que s'insereix, com les dades de les quals parteix, en el
marc conceptual que ha presidit la formalització inicial de les dades. Es tracta,
en definitiva, d'extreure els fets més característics que estan per sota de les dades
i les estructures que es manifesten en forma de relacions entre els elements que
formen part de l'andisi.
Tractar de veure l'estructura és entendre aquesta com un producte de I'ani-
lisi dels sistemes definits com a objectes complexos, compostos per elements,
els comportaments dels quals només són comprensibles amb relació al tot en
q d estan inserits. $ important la noció de conjunt com a univers d'objectes
de representació qualitativa que es redueix a la seva diferenciació i que ens
ajuda a configurar I'entramat de I'estructura.
L'anilisi de correspondtncies és la ttcnica adient per a aquests propbsits,
ja que en operar sobre les interaccions conjuntes de perfils contextuals globals
entre línies i columnes, sembla respondre de forma específica als plantejaments
tebrics, metodolbgics que persegueixen I'existtncia &estructures.
L'anilisi de correspondtncies fa possible parlar d'una certa quantificació
de I'aspecte qualitatiu, compta amb una formalització geomttrica que permet
el pas de I'aspecte quantitatiu a I'aspecte qualitatiu, del que és heterogeni a
una construcció d'ordre estructural, per la qual cosa es quantifica la importin-
cia d'aquelles variables i10 categories de variables que configuren unes dimen-
sions determinades i no pas unes altres, ajundant-nos a esbrinar quins són els
conceptes clau en l'articulació del consum.
L'estructuració del consum a través de I'anilisi de correspond&ncies Papers 48, 1996 93
-- -

Canilisi de correspondkncies és una ttcnica amb l'objectiu de fer paleses


les associacions més importants entre les variables donant rellevincia a l'es-
tructura de la forma que adopten les interaccions entre les mateixes.
Aquesta ttcnica és especialment indicada per reduir a un petit nombre &as-
pectes significatius la descripció inicial dels objectes dels quals es desitja conti-
xer la forma, no per aixb hem de pensar que un augment indiscriminat de
variables ens ajuda a aclarir més bé els fets de l'estructura que poden, en canvi,
fer fosca la seva visualització. Jo aquí, preveient aquesta possible dificultat, he
dividit en una skrie de grups el conjunt de variables que configuren la massa de
dades tenint en compte dos aspectes: per un costat, la temitica a la qual va
referida, i per l'altre, la possible identitat sociolbgica.
L'objectiu de fer servir aquest tipus d'anilisi respon a la necessitat d'apro-
hndir en les relacions d'interdependtncia que s'estableixen entre variables qua-
litatives observades en una mateixa població i, en particular, insistint en
l'explicació de com els diferents valors o categories de les variables es relacionen
els uns amb els altres; com també descriure en un espai multidimensional el
sistema de relacions funcionals de covariació o correspondkncia de l'univers
de variables incloses en l'anilisi, que representa, en termes de proximitat, les
semblances entre perfils de resposta.
Un altre objectiu és agrupar individus similars segons la realitat multiva-
riable objecte &estudi. Per realitzar aquestes agrupacions he utilitzat la ttcni-
ca de classificació autornitica jerarquitzada (cluster). Aquesta tecnica extreu
aquells trets i aquelles característiques amb més significació dels grups com-
parats entre ells. Grups formats per agrupacions d'individus, al voltant d'un
concepte resultat de les andisis i interpretacions dels eixos obtinguts a través de
I'anilisi de correspond2ncies. Els resultats obtinguts només poden ser consi-
derats com una aproximació a la realitat, la bondat de la qual vindrh donada per
la seva cohertncia i utilitat.

4. La dimensionalització &una realitat


Per tal de veure l'articulació interna del consum, he dividit el conjunt de varia-
bles per irees temitiques, en les quals l'articulació entre les mateixes ve dona-
da per la interdependtncia dels diferents items, segons els pressupbsits tebrics.
El procés ha estat el següent: (1) Selecció de les variables pertinents per cada
imbit o irea temitica. (2) Dimensionalització amb extracció i validació dels
eixos estructuradors. (3) En els casos que he considerar pertinents, andisi de clas-
sificació (cluster). (4) Construcció de les tipologies.
A. Béns duradors
Un dels.fets característics del consum al nostre país ha estat la possessió o, en
altres paraules, la propietat, el tenir tot un seguit de béns d'equipament domts-
tic, es converteix en símbol d'estatus i de benestar social, com també en sím-
bol de modernitat. Per tant, el fet de posseir tot l'ampli ventall de béns duradors
que el mercat ens ofereix es converteix en una cursa en la qual tenir cada cop
més implica ser o pertinyer al grup dels que gaudeixen de més benestar.
94 Papers 48, 1996 Vicent Borrh i Catali

En aquest Bmbit s'ha partit de la possessió o no dels diferents béns dura-


dors, la majoria dels quals són bens &equipament domestic. No hi he inclbs el
cotxe ni l'habitatge, perque he considerat que per si mateixos ja tenen identi-
tat sociolbgica prbpia.
Taula 1. Béns duradors
Variables Dimensions Tipologia
Rentaplats ler eix 1. Equip bisic
Aspiradora 2. Estindard
Rentadora PossessiÓlPropietat 3. Ben equipats
Congelador Inp. versus
Mlcroones
' N o Possessió
Vídeo
Cadena H.F. 89% Varianqa Explic.
Televisió
Ordinador personal

A causa d'aquesta dimensió, el criteri seguit per la construcció de la tipo-


logia ha estat el nombre de béns posseits.

B. Habitatge
Seguint en la mateixa línia anterior, si hi ha algun bé que ha estat el més repre-
sentatiu i pel que més han lluitat les famílies ha estat per ser propietaris d'un
habitatge (almenys). Durant tota l'epoca del desenvolupament, als anys sei-
xanta, un dels motors fonamentals de l'economia va ser la construcció d'habi-
tatges per a tota una massa rural de població que acudia a les grans ciutats a
cercar un lloc de treball amb el qual pogués acumular el capital suficient per
poder comprar el pis. Tampoc no hem d'oblidar tot el moviment migratori cap
a Europa durant aquells anys, amb I'aspiració d'arreplegar prou efectiu per poder
tenir un habitatge. Aquest país és un dels paYsos d'Europa amb la taxa més ele-
vada de propietat de I'habitatge. La propietat és un valor i un símbol de la nos-
tra societat de consum i I'habitatge un dels seus mkims representants. Per tant,
tot el conjunt de característiques dels nostres habitatges serveixen per mostrar a
les altres persones com som i com ens agrada que els altres ens considerin.
Aquí he inclbs totes les variables relacionades amb I'habitatge, fins i tot
aquelles col.laterals, com tenir garatge o segona residencia.
Taula 2. Habitatge
Variables Dimensions Tipologia
Tipus habitatge lr eix 60%VE. 1 . Bisicalpreciria
Superfície EspaiIPropietat 2. Unifarniliar de luxe
Rkgirn tinen~a versus 3. Unifamiliar de skrie
Nombre de dutxes Petitllloguer 4. Pis equipat
Garatge
U
2n eix 20%VE. 5. Pis de luxe
Segona residtncia Grans-més grans
L'estructuració del consum a través de I'anilisi de correspondincies Papers 48. 1 'Ic)(, 95
- -

Les dues dimensions validen els criteris per a la construcció de la tipologia.


D'una banda, tenim la propietat enfront del lloguer, fet que torna a marcar
aquesta dimensió com a fonamental per entendre el consum. D'una altra banda,
tenim l'espai com a element diferenciador entre les que ja es diferencien segons
la primera dimensió. La tipologia final ha estat realitzada mitjanqant una clas-
sificació jerarquitzada tenint en compte aquestes dues dimensions.

C. Cotxe
Aquest bé té unes implicacions sociolbgiques determinades, ha estat durant
molts anys, i avui en dia també, en segons quins grups socials, un símbol d'es-
tatus o de triomf. Durant els anys seixanta era sinbnim d'un cert nivell de vida,
d'haver arribat a la modernitat i de participar dels avantatges de la societat mal
anomenada moderna d'aquells moments. Avui en dia, el cotxe ja no marca un
fet diferencial per si mateix, són ja nombroses les llars que disposen de més
d'un vehicle. Hem de buscar en les característiques del primer cotxe i c n algu~is
casos del segon cotxe les possibles diferencies.
Taula 3. Cotxe -

Variables Dimensions Tipologia -

Possessió de cotxe 1r eix 69% KE. I. Bé motor de luxe


Possessió de moto Possessió-no possessió 2. Bé motor esthnda~d
Tipus del 1r cotxe 3. Utilitaris
Antiguitat del 1r cotxe l r eix 55% VE. 4. Familiars
Antiguitat del 2n cotxe Qualitat-antiguitat 5. No cotxe
2n eix 26% KE.
Luxe-utilitaris

La primera dimensió torna a diferenciar els qui en posseeixen dels qui n o ,


tal com succeeix en les anilisis dels Ambits anteriors. Després he realitzat u n a
nova anhiisi, perb tan sols amb el grup dels qui posseeixen, i aquí és on poden1
veure que la novetat i la qualitat marquen la diferencia enfront de l'antiguitat.
Un segon eix ens diferencia, dins dels que estan ben motoritzats, aquells que
tenen un cotxe de luxe dels que tenen utilitaris. Tenint en compte aqucsles
dues últimes dimensions, he realitzat una classificació jerarquitzada, la qual fa
patents els criteris abans esmentats com a fonamentals a l'hora de construir la
tipologia.

D. Consum cultural (lectura)


Cada cop més, una vegada consolidada la moderna societat de consum de mas-
ses, els béns de primera necessitat no ens serveixen per establir principis de
classificació. Són aquells aspectes referits al consum cultural els que van mar-
cant o ens serveixen per veure o esbrinar de manera més acurada els diferents
habits i comportaments de la població. Aquí la limitació de les dades ens ha
fet que sols ens dediquem a una dimensió del mateix, com és la lectura.
96 Pavers 48, 1996 Vicent Borris i Catali

He considerat tot un paquet de variables referides a la lectura, tant de lli-


bres com de tot un seguit de publicacions diverses, que van des dels diaris fins
a les revistes del cor.

Taula 4. Consum cultural


Variables Dimensions Tipologia
Lectura de llibres l r eix 55% YE. 1. Nivell molt baix
Nombre de llibres Quantitat llibres 2. Nivell baix
Lectura de diaris versus 3. Nivell regular
Diaris informació general No llibres 4. Nivell alt
Premsa esportiva
Revistes del cor 2n eix 21% KE.
Revistes inf. general Lectors esporadics
Revistes de Ilar-moda versus
Revistes professionals No lectors

La propietat segueix marcant la difertncia entre els consumidors de bens


culturals, que es configura com a eix principal. Després, la freqütncia de lec-
tura és la que ens ajuda a establir noves diferencies dins d'aquells que tenen
poc habit de lectura. La tipologia final ha estat el reflex d'aquests criteris, obte-
nir la classificació de forma jerarquitzada.

E.Mobilitat de compra
La cultura del consum s'ha arribat a interioritzar tant que la forma de consu-
mir, el mateix acte de compra, s'ha convertit en un aspecte més dins del feno-
men. Anar de compres és una activitat més d'oci i la manera, el lloc i el temps
dedicat constitueixen tot un m6n que s'inclou dins de les mateixes lbgiques
del consum en general.
Aquí hem considerat tot aquells indicadors que ilalustren mobilitat espa-
cial i freqükncia de compra.

Taula 5. Mobilitat de compra


Variables Dimensions Tipologia
Periodicitat de compra l r eix 40% VE. 1. Lliures
O n compra queviures Modern-tradicional 2. Mbbillfora
O n compra robalsabates 2n eix 38%YE. 3. Estatics
O n com. aliments frescos Lliure-reglat 4. Mbbillciutat

Dues són les dimensions que caracteritzen aquests aspectes, en primer lloc,
la polaritat que ja es feia palesa des dels inicis del naixement de la societat de
consum, tradició enfront de modernitat. Modernitat vinculada a tot allb nou
que venia de més enlla dels Pirineus i que no tan sols fa refertncia als objec-
tes sinó també als mateixos habits. Els espanyols som els consumidors euro-
Uestructuraci6 del consum a través de I'anilisi de correspondkncies Papers 48, 1996 97

peus que més comprem quan viatgen a I'estranger. L'altra dimensió va lligada
a dos models diferents, un que forma part d'unes pautes de consum més regla-
des marcades per la tradició i l'altre referit a unes formes de consum més lliu-
res i menys lligades, mts vinculades al desig.
Amb aquestes dues dimensions he realitzat una classificació jerarquitzada que
ha servit per arribar a formar la tipologia.

l? Distribució de la despesa
Un dels aspectes més importants a I'hora de parlar del consum es la despesa, és
a dir, la seva distribució, tal com en diuen els economistes, l'estructura de la
despesa. Ja des dels inicis dels estudis sobre consum Engels va establir quins
eren els comportaments de les famílies quan la seva renda augmentava i quins
canvis es donaven en l'estructura de la despesa segons les variacions de renda.
Aquí no ha estat el propbsit de fer una anilisi exhaustiva sobre la distribució de
la despesa a les famílies de 1 ' ~ r e aMetropolitana a causa de la mancanGa de
dades, perb si que he pogut esbrinar quins són els trets diferenciadors respec-
te a aquest aspecte, amb els pocs items de que disposem. Tres són els ítems que
tenim: despesa mensual d'aliments i begudes, principal capítol de reducció de
despeses, dificultats econbmiques.

Taula 6. Distribució de la despesa


Variables Dimensions Tipologia
Desp. mensual alimen. l r eix 80% VE. 1. Sobrants
Reducció despesa Satisfets-precaris 2. Satisfets
Dificultat econbmica 2n eix 12%VE. 3. Bisics
Precaris-bdsics 4. Precaris

El primer eix ens estableix una clara polaritat entte els que es troben satis-
fets i aquells que presenten característiques d'economia precaris. El segon eix
ens serveix per diferenciar els que es troben en més dificultats, de manera que
s'estableixen dos grups segons el grau de benestar, tant objectiu com subjec-
tiu. Amb aquest dos criteris he realitzat la classificació jerarquitzada que ha
dut a la construcció de la tipologia.

G. Oci
L'oci es un dels altres aspectes pel qual nosaltres ens classifiquem i pel qual els
altres ens classifiquen. Segons les afinitats que tenim establim models diferents
de relacions, configurem un tipus o un altre de distribució del temps, en defi-
nitiva, forma part de la nostra quotidianitat com a eix estructurador. E4 món
de l'oci és tan ampli que he redui't a tres aspectes (esport, espectacles i músi-
ca) el ventall de possibilitats, per tal de trobar més claredat en l'articulació d'a-
quest Bmbit.
98 Papers 48, 1996 Vicent Borris i Catala

Taula 7. Oci
Variables Dimensions Tipologia
Practica d'esport 1 r eix 83% VE. 1. Oci empobrit
Assistkncia a espectacles Oci empobrit-ric 2. Oci estandard
Preferkncies musicals 3. Oci d'elit

Tan sols tenint en compte el primer eix, veiem que el criteri classificador
va des de i'enriquiment fins a I'empobriment, és a dir, unes practiques van lli-
gades a les altres, sembla que es produeix el mateix efecte que quan parlavem
dels bens duradors, el fet de tenir-ne uns duu a tenir-ne uns altres.

H. Vacances
Les vacances ha estat un dels fenbmens de més extensió (quant a percentatge
de població) al llarg dels anys seixanta, i formen part d'un dels guanys de les clas-
ses treballadores. Les vacances avui segueixen sent un dels punts de refertncia
de qualitat de vida, per tant, són un dels referents del que som i del que volem
ser. Hi ha tot un seguit de característiques que envolten les vacances (el lloc, el
temps, el nombre de vacances al llarg de rany), i serveixen per establir difertn-
cies entre tots aquells que en poden gaudir.
La primera polaritat que se'ns presenta és no tenir vacances. Hem fet una
analisi en la qual hem separat el grup que sí que gaudeix de vacances.

Taula 8. Vacances
Variables Dimensions Tipologia
Lloc de vacances 1r eix 37%VE. 1. No tc? vacances
Llocon va estar Mbbils-estatics 2. No surt
Temps de vacances 2n eix 31 % VE. 3. Vacances estandard
Altres vacances Quantitat-abskncia 4. Bones vacances

El primer eix ens serveix per veure que la mobilitat és el fet que més marca
la difertncia entre els que gaudeixen de vacances, anar a l'estranger segueix
sent un símbol d'estatus i de nivell de vida. La segona dimensió ens serveix
per diferenciar aquells que tenen més quantitat de vacances, és a dir, els que
gaudeixen de més temps de vacances al llarg de I'any, dels qui tan sols tenen
les de I'estiu. Amb aquests dos criteris he establert la tipologia.

L Modalitats de compra
El mercat, en el seu deler per aconseguir més guanys, ha inventat tot un seguit
de modalitats de compra, que van des de les targetes de crtdit per fer paga-
ments fins a les vendes per correu, etc. Tot aquest seguit d'aspectes per si matei-
xos també ens ajuden a esbrinar diferents comportaments a l'hora de consumir,
L'estructuració del consum a través de I'aniiisi de correspondkncies Papers 48, 1996 99

ja que aquestes modalitats comporten models diferents d'entendre el consum.


Aquest grup va referit en una major part a les formes de pagament (targe-
ta de crkdit, targeta de cooperativa, etc.) i a les modalitats de compra (servei
a domicili, correulcatdeg, etc.)

Taula 9. Modalitat de compra


Variables Dimensions -
Tipologia
Servei a domicili 1r eix 47% VE. ' 1. Tradicional
Correulcatileg Tradicional-nou 2. Transició
Directe a pagesos 3. Nou
Consum no comprat 2n eix 20% VE.
Targeta de crkdit
D
Noulhabitual
A terminis versus
Targeta cooperativa Noulocasional

Tal com hem establert ja en I ' h b i t de la mobilitat, aqui tenim la polaritat


tradició enfront de modernitat o nou com a dimensió principal. Aixi, el cri-
teri fonamental per a la construcció de la tipologia ha estat el nombre de prBc-
tiques de consum que poden considerar noves.

5 . Andisi final
Una vegada tenim totes les tipologies dels diferents Bmbits passem a realitzar
l'andisi final de totes aquestes per veure I'estructuració global, és a dir, quina
és o quines són les diferents dimensions en les quals s'estructuren i s'articulen
tots els Bmbits de consum aqui tractats.
En un primer eix, i que ens explica el 62% de la varian~a,tenim un clara
polaritat: en un extrem ens trobem els que consumeixen d'una forma preci-
ria, tenen els nivells més baixos quant a consum cultural, no tenen cotxe ni
gaudeixen de vacances, el nivell &equipament de les llars és el bBsic. En l'al-
tre extrem tenim els que viuen en habitatges de luxe i ben equipats, practi-
quen un oci enriquit, estan ben motoritzats i gaudeixen d'unes vacances més
llargues fen viatges a I'estranger. Veiem clarament en aquest eix que els dife-
rents Bmbits presenten una estructuració i una articulació prbpia que estB per
sobre del propi Bmbit, és a dir, que els diferents aspectes que componen el con-
sum poden ser tractats de forma global donant a coneixer estructuracions més
globalitzadores. El fenomen del consum creua tots els aspectes que hi fan
referencia, configuren realitats multidimensionals. Aixi el fet de tenir un habi-
tatge ampli va lligat al fet que estigui ben equipat, al fet de posseir almenys un
cotxe i a gaudir d'un oci d'elit. El fet de no posseir creua tant els Bmbits culturals
com els més vinculats a necessitats primaries.
La resta d'eixos ens aporten matisos &informació, i el que en realitat fan
és trencar o dividir les polaritats de I'eix principal. Aixi, es pot establir una
nova polaritat entre els que tenen habitatges grans perb que no gaudeixen d'u-
nes vacances llargues i la resta.
100 Papers 48, 1996 Vicent Borr2.s i Carali

Comentaris finals
Mostrar que el consum presenta una estructuració per si mateix era un dels
objectius fonamentals d'aquest article, I'altre era el fet d'aplicar l'analisi de
correspondtncies com a ttcnica que ens ajuda a fer palesa aquesta realitat. Hi
ha algunes reflexions de caire metodolbgic que poden provocar aquest tipus
de treballs. Per un costat, cal preguntar-se per qut tan sols analitzo una o dues
dimensions i, per l'altre, com és que no hem perseguit la construcció d'una
tipologia final. Aquestes dues reflexions van lligades a dos punts fonamentals,
l'un és l'objectiu que es persegueix i l'altre l'operativitat del mttode. No hem
d'oblidar, com deia abans, que els mttodes no són pas neutres i ser&segons el
tipus de propbsit i objectiu que tinguem el que fara més factible la utilització
d'un o d'un altre. Així mateix, el que es tracta en la construcció de tot un seguit
de tipologies parcials, dels diferents Bmbits de consum, és fer més operatiu el
conjunt de dades de qut disposem. El fet d'analitzar tan sols una o dues dimen-
sions ve justificat per l'alt percentatge de variansa explicada i de significació
tebrica que acumulaven tots dos eixos, com també l'assoliment de l'objecte
proposat.
Un altre aspecte que ens podem plantejar és per qut no fem servir la clas-
sificació jerarquitzada per la construcció de totes les tipologies i tan sols la fem
servir en alguns casos. La classificació jerarquitzada ens serveix per formar grups
en aquells casos en qui: les dimensions que obtenim de l'analisi de corres-
pondtncies comporten més d'un aspecte. Si, en canvi, {esbrina clarament la
dimensió i aquesta segueix un criteri clar, podem establir l'agrupació imme-
d latament.
'

El fet de no haver utilitzat variables d'identificació social o que en podríem


dir de tipus més explicatiu, com puguin ser el sexe, l'edat, la categoria socio-
econbmica, etc., és perqut pensem que són els fets, les practiques i els habits de
consum els que han de parlar, els que ens fan emergir noves estructuracions i
són aquestes, les quals caracteritzarem socialment.

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Papers 48, 1996 103-126

La teoria de redes sociales


Carlos Lozares
Universitat Autbnoma de Barcelona. Departament de Sociologia.
08 193 Bellaterra (Barcelona). Spain

Resumen

Sumario
1. Origen y desarrollo 5. Perspectivas o rnodelos de tratarniento
2. Deftnicibn: que son las redes sociales en las redes sociales, criterios (intuiciones)
para analizar la estructura relacional y
3. La perspectiva relacional de las redes principios de anilisis
sociales y la individualista-atributiva.
Datos, lenguajes y niveles de rratamiento '.Reflexiones finales
4. Las redes, un enfoque estructural Bibliografia
104 Papers 48, 1996 Carlos Lozares

1. Origen y desarrollo
I . Ortgenes e injluencias en la teoria de redes
La teoria de redes es deudora de diferentes corrientes de pensamiento y teo-
rias: antropológica, psicológica, sociológica y también matemática. Estos ori-
genes históricos han sido excelentemente tratados por J. Scott (1991: 1-38).
Scott se remonta a la Gestalt Theory para encontrar sus primeros orige-
nes. Dentro de esta concepción la percepción de un objeto se realiza dentro
de una totalidad conceptual compleja y organizada, totalidad que posee pro-
piedades especificas diferentes de la simple adición de las propiedades de las
partes. La teoria de Kurt Lewin pus0 de relieve el hecho de que la percepción
y el comportarniento de 10s individuos de un grupo, asi como la misma estruc-
tura del grupo, se inscriben en un espacio social formado por dicho grupo y
su entorno, configurando asi un campo de relaciones. Estas relaciones pueden
ser analizadas formalmente por procedimientos matemáticos.
En esta misma linea se inscribe también Moreno (1934) y su sociometria,
quien puede ser considerado como uno de 10s fundadores de la teoria de redes
bajo el nombre de sociometrid. Moreno se interesó por la estructura de 10s gru-
pos de amigos aunque fuera por razones terapéuticas. En la misma corriente
teórica sitúa también Scott 10s grupos dinámicos de F. Heider (1946).
La teoria matemática de grafos (Cartwright y Zander, 1953; Harary y
Norman, 1953; Bavelas, 1948, 1950; Festinger, 1949) trata, por otro lado, de
formalizar 10s estudios de Lewin, Moreno y Heider. Todos ellos, Moreno,
Heider, Bavelas, Festinger, Cartwright (1959), Newcomb (1961) fueron psi-
cólogos que trabajaron sobre 10s pequeños grupos a partir de 10s modelos de gra-
fos teóricos para dar cuenta de la estructura social de 10s mismos y para poner
de manifiesto cómo la estructura del grupo afecta a 10s comportamientos indi-
viduales (J. Galaskiewicz y S. Wasserman, 1993).
Otra de las fuentes u origenes de las redes proviene del estructural-funcio-
nalismo antropológico desarrollado en Harvard en 10s años treinta a cuaren-
ta por L. Warner y E. Mayo a través de sus investigaciones sobre la estructura
de 10s subgrupos en sus trabajos en la Hawthorne, factoria eléctrica de Chicago.
Los anáiisis de 10s grupos y subgrupos a partir de la utilización de sociogra-
mas jugó un papel importante. Warner trabajó también, entre 10s treinta y 10s
treinta y cinco, en un estudio sobre la pequeña ciudad de Newburyport, Yankee
City en N. England, sobie una base antropológica: observación, entrevistas y
documentos históricos, y promovió 10s estudios de Old City.
Para Scott no hay constancia de la existencia de influencias mutuas entre la
corriente que viene de la Gestalt y Grafos y la del estructural-funcionalismo
antropológico entre 1930 y 1940.
En la linea del estructural-funcionalismo, aunque con diferencias, apare-
ce la escuela antropológica de Manchester, con Max Gluckman como figura
importante. Sus rasgos caracteristicos se pueden resumir en dos aspectos: pri-
mero, en la insistencia en el conflicto mis que en la cohesi6n como factor del
mantenimiento y la transformación del grupo y, segundo, y en consecuencia
La teoria de redes sociales Papers 48, 1996 105

la visión de la estructura como redes relacionales analizables por técnicas espe-


cifica~y como conceptos sociológicos basados en la teoria del conflicto.
Como punto de confluencia entre el estructural-funcionalisme antropo-
lógico a través de Max Gluckrnan y 10s grupos dinámicos de F. Heider apare-
cen Barnes, Bott y Nadel.
J.A. Barnes (1954) analiza la importancia de las relaciones informales e
interpersonales como la amistad, el parentesco y la vecindad en la integración
de una pequeña comunidad de pescadores. La totalidad de la vida social se ha
de contemplar ((como un conjunt0 de algunos puntos (nodos) que se vincu-
lan por lineas para formar redes totales de relaciones. La esfera informal de
relaciones interpersonales se contempla asi como una parte, una red parcial de
una total)) (J.A. Barnes,1954:43 referenciado en Scott). Bott estudi6 la vida
de familias británicas, sobre todo sus relaciones de parentesco a través del dise-
fio de redes (E. Bott, 1955, 1956). Nadel parte de la definición de estructura
como la articulación de elementos en la formación de una totalidad (S.F. Nadel,
1957). Las estructuras sociales son estructuras de roles. Separando su conte-
nido de la forma Nadel piensa que la estructura puede ser investigada por
métodos comparativos y por modelos formales matemáticos.
Las redes sociales tienen pues una rica tradición en la antropologia cultu-
ral. Hacia mediados de 10s cincuenta 10s antropólogos estudian la urbaniza-
ción, particularmente J.A. Barnes (1954), y encuentran que las aproximaciones
de la tradición antropológica a las organizaciones sociales no son suficiente-
mente ricas en las sociedades complejas. Se necesitan pues nuevos conceptos para
cuantificar las relaciones en el trabajo de campo, conceptos como apertura,
conectividad, circulo social, densidad, etc. aplicables a las situaciones sociales
estudiadas.
J.C. Mitchell (1969) es ~osiblementequien mejor representa la conver-
gencia de ambas escuelas, la que viene del estructural-funcionalisme antropo-
1Ógico a través de Warner, Gluckman hasta Barnes, Bott y Nadel y la que
proviene de la teoria de grafos, Koening, Cartwright, Zander, Harary, Norman
y Bavelas poniendo las bases sistemáticas para el análisis social de las redes.
Los cincuenta y sesenta no son de excesiva~dedicaciónde 10s sociólogos a las
redes sociales. No obstante, aparecen algunos nombres importantes: Hunter
(1953), Blau (1955), Coleman, Katz y Menzel (1957, 1966), Coleman (196 l),
Laumann (1966). Se hacen también progresos decisivos sobre todo en el campo
de 10s métodos y de la conceptualización matemática (Cartwright y Harary,
1956; Davis, 1963, 1967). Pero, de todas formas, la teoria de redes sociales
no acaba de entrar dentro de la sociologia ortodoxa (J. Galaskiewicz y
S. Wasserman, 1993).
Al final de 10s sesenta se da una ruptura importante con las corrientes men-
cionada anteriormente a partir del llamado estructuralisme de Harvard, pro-
tagonizado por la escuela de White (1963), Boyd (1969), Lorrain y White,
(1971). White establece el análisis de las redes como un rnétodo de análisis
estructural llegando a esta concepción a partir de modelos algebraicos, la teo-
ria de grafos y el desarrollo de técnicas como la escala multidimensional.
106 Papers 48, 1996 Carlos Lozares

Granovetter y Lee, aunque algo aparte de las primeras discusiones de la


escuela de Harvard, realizan estudios que, sin ser explicitarnente algebraicos
tienen una importancia decisiva. Granovetter en Gem'ng a Job (1974), anali-
za la forma de transmisión de la información en la búsqueda de trabajo y sobre
todo, 10s lazos que se establecen. Lee en The Searchfor an Abortionist (1969)
estudia cómo la mujer adquiere la información necesaria para abortar.

2. Los años setenta y ochenta


Como hemos visto, ya desde Moreno en 1934, el concepto de red social ins-
pira diversos temas de estudio y también en 10s posteriores afios cincuenta y
sesenta. Pero es sobre todo a partir de 10s setenta que proliferan las temáti-
cas y 10s contenidos de investigación que utilizan la perspectiva y 10s métodos
de las redes sociales como orientación e instrumento de análisis (R.D. Alba,
1982). Antes de 10s setenta se realizaron numerosas tentativas para disefiar
métodos, estudiar minuciosamente las relaciones sociales y descubrir sus pau-
tas aunque muchos de estos intentos fueran relativamente rudimentarios y
no condujeran a métodos suficientemente atractivos y de sencilla compren-
sión para 10s investigadores. En buena medida todo cambia en 10s últimos
sesenta y en 10s setenta con un mayor desarrollo de la base matemática, con-
cretamente de la teoria de grafos (Harary y otros, 1965; Harary, 1969). La
llegada de 10s algoritmos de computación hace además posible su implanta-
ción práctica.
Los afios setenta marcan asi un gran momento de crecimiento de la teoria
de redes: nacimiento de la INSA en el 78, de la revista Social Networks asi como
muchas investigaciones y su bibliografia correspondiente. Se puede decir que
en estos afios adquiere la teoria de la redes su mayoria de edad (D. Knoke y
J.H. Kuklinski, 1982; J. Galaskiewicz y S. Wasserman, 1993). Los cientificos
sociales se ven también atraidos por un tip0 de análisis que presenta aspectos
de la estructura social que quedaban un tanto abstractos en otras perspectivas
(R.D. Alba, 1982).
Las innovaciones mis importantes se llevan a cabo en 10s campos meto-
dológico, teórico y conceptual, por un lado, en el de 10s métodos, algoritmos
y técnicas, por otro, y, por fin, aunque con menor intensidad en el de la reco-
gida de datos y del muestreo.

1. En el campo metodolÓgico, teórico y conceptual: en estos afios las redes


llegan a una cierta plenitud teórica como cuerpo especifico de métodos.
La teoria de las redes sociales abre nuevos marcos de referencia o la rein-
serción en ella de teorias existentes. Se dan también influencias con otras teo-
rias, p.e. la teoria del intercambio y la teoria de la elección racional. Además,
aunque el análisis de redes es para algunos s610 una orientación teórica par-
ticular sobre la manera de entender la estructura de 10s fenómenos sociales
vinculada a las teorias estructurales de la acción, para otros constituye una
teoria en sentido estricto.
La teoria de redes sociaies Papers 48, 1996 107

2. Métodos, algoritmos y técnicas: el avance en 10s métodos, algoritmos y ttc-


nicas ha sido importante sobre todo en la aplicación del formalismo gene-
ral matemático. A partir de la necesidad de identificar subgrupos de actores
a distancias dadas dentro de la red, de agruparlos y de justificar por qut
un conjunt0 de actores están en el mismo subgrupo, etc. (J. Galaskiewicz
y S. Wasserman, 1993), se han desarrollado técnicas de análisis estadisti-
co para datos relacionales y han proliferado procedimientos y programas
de ordenador para analizarlos.
3. Recogida de datos y del muestreo: se han llevado a cabo trabajos pioneros
sobre la recogida de datos y se han usado métodos de muestreo para describir
la estructura global, p.e. para estudiar su densidad, la reciprocidad de 10s
lazos. Tambitn se han hecho intentos de obtener muestras de lazos rela-
cionales. Aunque hay que decir que 10s resultados en este sentido no han sido
muy eficaces.
Pero, 10s años setenta aunque han supuesto el inicio de la puesta de largo
de la teoria de redes tambitn ha dado muestras de signos de inmadurez, mani-
festada sobre todo por la escasez, al final de la dtcada, de estudios sustantivos
importantes basados en datos y métodos de redes y en la acusada predomi-
nancia de cuestiones y contenidos metodológicos en su literatura (R.D. Alba,
1982). Los mayores progresos se han dado en 10s mttodos, ya que al princi-
pio de la dtcada se limitaban a un abanico de procedimientos un tanto ecltc-
ticos e inciertos en sus resultados. Esta situación acaba en buena medida a
finales de 10s setenta. Los procedimientos analíticos ganan en sofisticación y
potencia de análisis, aunque la profusión de 10s mismos ha podido estar al ori-
gen de una cierta confusión para 10s no iniciados en la literatura de las redes.
Los diversos mttodos y modelos existentes, sin duda potentes, son aún deu-
dores del marco especifico teórico y de aplicación en el que fueron creados.
Además hay otra fuente de confusión que proviene de la existencia concurrente
de dos importantes tradiciones: la tradición mis sociométrica, que viene de
Moreno, con base psicologizante y centrada más bien en pequefios y bien limi-
tados grupos y otra tradición más reciente que ve las redes como un medio
para estudiar fenómenos más estructurales y macroscópicos.
Es de gran interés seguir la exposición histórica que hacen S. Wasserman y
K. Faust (1994:10-16) de las redes sociales a partir de las tres motivaciones
que confluyen, según ellos, en su creación y desarrollo: las motivaciones empi-
ricas, las teóricas y las matemáticas.

3. Aplicaciones
Veamos algunos campos o temáticas de anáiisis en 10s que las redes han mos-
trado su eficaz aplicación (D. Knoke y J.H. KuWinski, 1982).
Los estudios sobre organizaciones a pequefia escala han sido muy abun-
dantes: clases escolares y escuelas, despachos, bandas o grupos, clubes socia-
les, laboratorios u otros lugares de trabajo. La ventaja es que en este tip0 de
estudio se dan limites claros al poder enumerar 10s individuos. Tambitn se han
108 Papers 48, 1996 Carlos Lozares

realizado estudios de organizaciones de mis envergadura: élites de comunida-


des, redes en la economia nacional, redes de científicos en una disciplina pro-
fesional y relaciones internacionales. Dentro del marco organizacional y/o
institucional las redes han tratado las relaciones de poder y autoridad sobre
todo en organizaciones complejas formales, p.e.: las redes entre empresas a par-
tir de la presencia en consejos de administración.
.Las relaciones de afinidad y de amistad han sido también una materia habi-
tual de las redes sociales; idénticamente las de familia y parentesco, p.e. de
roles entre miembros de las familias, matrimonios.
Otra temática corriente se refiere a las relaciones de comunicación: lazos
entre actores como canales de transmisión de mensajes; de transacción: acto-
res que intercambian instrumentos físicos o simbólicos, regalos, venta econó-
mica, compras, servicios, información sobre trabajo, aborto, consejos politicos,
trabajo social.

2. Definición: qué son las redes sociales


I . Dejnición y representación.
Las Redes Sociales pueden definirse como un conjunto bien delimitado de
actores -individuos, grupos, organizaciones, comunidades, sociedades glo-
bales, etc.- vinculados unos a otros a través de una relación o un conjunto de
relaciones sociales. Mitchell (1969:2) afiade que las cccaracterísticas de estos
lazos en tanto que totalidad pueden ser usados para interpretar 10s compor-
tamientos sociales de las personas implicadass, pero parece más bien un obje-
tivo genérico que un criteri0 especifico de definición. Otras definiciones son
mis instrumentales o más centradas en el aparato metodológico, como la de
Freeman (1992: 12): cccolección mis o menos precisa de conceptos y procedi-
mientos analíticos y metodolÓgicos que facilita la recogida de datos y el estu-
dio sistemático de pautas de relaciones sociales entre la gente)). El rasgo mis
característic0 de las redes sociales consiste en que requieren ccconceptos, defi-
niciones y procesos en 10s que las unidades sociales aparecen vinculadas unas
a otras a través de diversas relaciones))(S. Wasserman y K. Faust, 1994:6).
Se pueden dar diversas maneras de formalizar y medir 10s datos y el aná-
lisis de las redes sociales, las dos mis importantes: la teoria de 10s grafos, ope-
rando a partir de productos cartesianos con 10s grafos como representación, y
la teoria matricial, a partir de las sociomatrices como matriz de datos inicial.

2. Conceptosfindarnentales en el andlisis de las redes sociales


S. Wasserman y K. Faust (1994: 17-20), 10s circunscriben a 10s siguientes:

1. Los actores sociales: son entidades sociales sujetos de 10s vínculos de las
redes sociales. Son de divers0 tipo: individuos, empresas, unidades colectivas
sociales, departamentos en una empresa, agencias de servicio públic0 en la
ciudad, estados, etc.
La teoria de redes sociales Papers 48, 1996 109

2. Los lazos relacionales: son 10s vinculos entre pares de actores, unidad de
análisis en las redes sociales. Son de muy divers0 tipo: personales -amis-
tad, respeto, consejo, etc.-; transferencias de recursos -hienes, dinero,
información, etc.-; asociaciones, interacciones comportamentales; movi-
lidad geográfica o social; conexiones físicas; relaciones formales u organi-
zacionales; etc.
3. Diada: es la relación especifica entre dos actores. Es inherente al par y no se
piensa como propiedad de un solo actor. Una diada consiste en un par de
actores y el posible lazo entre ambos.
4. Triada: es el conjunto de tres actores y sus relaciones. Permite el análisis de
balance y también el considerar propiedades transitivas.
5. Subgrupo: es una extensión de 10s conceptos anteriores. Subgrupo de acto-
res es cualquier subconjunto de actores además de 10s lazos existentes entre
ellos.
6. Grupos: las redes sociales tienen además capacidad de modelizar relacio-
nes entre sistemas de actores que denominamos grupos en tanto que conjunro
de todos 10s actores sobre 10s que se miden 10s lazos. Se trata siempre de
un conjunto finito.

3. Forma y contenido
Cabe hacer en las redes una distinción entre forma y contenido. La aproxi-
mación de las redes, como muchos otros métodos en sociologia, es un proce-
dimiento de análisis formal, evidentemente sobre una base sustantiva de
relaciones. Se recoge la información, se transforma en dato, se trata formal-
mente y se interpreta sustantivamente. Ambas caras, forma y contenido, son
indisociables en el análisis de redes.

1. El contenido es la materia, la sustancia relacional -afecto, información,


dinero, etc.- que c(fluye),a través de las unidades por medio de las rela-
ciones que se dan entre ellas a partir del intercambio de dicho contenido.
Constituye la materialidad sociológica de la relación. Evidentemente impli-
ca, y es 10 que realmente interesa, un tip0 de comportamiento o acción, e
incluso percepción de tal relación, entre dos unidades. Estas relaciones tie-
nen interés para el sociólogo ya que han sido elegidas como problemática
de investigación: una unidad tiene a la otra como objeto o efecto directo o
indirecto y/o reciproco. No entraremos en la discusión (L.C. Freeman,
1992) de si han de considerarse como sociales todas las relaciones o sola-
mente algunas, p.e., únicamente las conscientes, como sugiere Weber
(1947:88), o solamente las consensuadas normativamente, en la visión de
Parsons y Shils (1 95 1: 195). Con todo, hay un consenso sobre la unidad
mínima, la persona, y sobre el vinculo o relación entre ellas como unidad
básica de la red y del análisis (Wallace, 1969:5).
Las relaciones pueden ser formales en el sentido de institucionales/
regladas o informales; permanentes o pasajeras; en proceso o consumadas;
110 Papers 48, 1996 Carlos Lozares

direccionales o no; superficiales o profundas; conscientes o inconscientes.


Todo depended de la naturaleza del problema analizado (R.D. Alba, 1982).
Aunque las relaciones pueden ser muy diversas y múltiples -para una cla-
sificación de esquemas de estas relaciones ver Michell (1973) y Tichy y
Fombrun (1979)-, sin embargo el análisis se puede focalizar solamente
sobre una o algunas de estas relaciones.

2. Por forma de la red se entienden la expresión abstracta de la relación y las


propiedades de la configuración global o de algunas de las partes, es decir,
10 que se suele describir como pautas, modelo o estructura de la red. Un
ejemplo de tal propiedad formal es la densidad que se define como la pro-
porción de las relaciones de hecho sobre las relaciones potenciales.
Es importante insistir en que una precisa definición conceptual de la
relación y su correspondiente expresión formal están a la base de la posi-
bilidad que las redes tienen de modelizar las relaciones y validar 10s mode-
10s correspondientes. S. Wasserman y K. Faust (1994:l l) citan a Leinhardt:
ccno es posible construir teorias explicativas efectivas usando metáforasn.

Aunque el poder de las redes se vincula al potencial explicativo de las pro-


piedades formales ninguna de estas dos dimensiones, sustantiva y formal, ha de
ser vista y sobre todo interpretada independientemente, si bien el proceso de
anáiisis se focaliza en 10s aspectos formales.

4. Idea central de las redes sociales


La idea central del andisis de redes reside en el supuesto de que 10 que la gente
siente, piensa y hace tiene su origen y se manifiesta en las pautas de las rela-
ciones situacionales que se dan entre actores oponiéndose asi a la idea de que 10s
atributos o las caracteristicas de 10s actores individuales están a la base o son
causa de las pautas de comportamientos y, por tanto, de la estructura social.
La raza, la edad, el sexo, la categoria social importan mucho menos en la teo-
ria de redes que las formas de las relaciones, mantenibles o mantenidas. Son
las relaciones, 10s vinculos que mantienen 10s actores, 10s que establecen las
estructuras en cuyas posiciones se sitúan las unidades. Por consiguiente, la expli-
cación de 10s comportamientos requiere un análisis de cómo 10s actores están
conectados unos a otros en las diversas situaciones en las que son observados.
El análisis de redes no es más que un conjunt0 conceptual y de métodos
descriptivos, estructurales y predictivos para conseguirlo (STRUCTURE, ver-
sión 4.2., 1991).
Veamos algunas ideas o principios centrales en la teoria de redes sociales
independientemente de las diferencias que puedan darse entre 10s distintos
analistas (S. Wasserman y K. Faust, 1994:4).

1. Los actores y sus acciones son contemplados como interdependientes y no


como independientes o unidades autónomas.
La teoria de redes sociales Papers 48, 1996 111

2. Los lazos relacionales entre 10s actores vehiculan transferencias de recur-


sos, tanto materiales como no materiales.
3. Los modelos contemplan las estructuras de relaciones como entornos que
o bien proporcionan oportunidades o bien coaccionan la acción indivi-
dual.
4. Los modelos de redes identifican la estructura social, económica, politica,
etc. como pautas constantes de relaciones entre actores.

3. La perspectiva relacional de las redes socides


y la individudista-atributiva. Datos, lenguajes y niveles de tratamiento
Insistamos en algunos aspectos del apartado precedente. Para el10 volvamos a
las diferencias existentes entre el tratamiento que habitualmente se da a 10s
estudios empiricos de la estructura social dentro de la perspectiva atributiva
propia, p.e. de las encuestas -claramente reflejados y ejemplificados en todos
10s articules de este número de P a p e r t y la aproximación de las redes socia-
les. Arnbas no son excluyentes, aunque la mayor parte de las investigaciones
en el campo empirico sean atributivas. Y no son excluyentes porque muchos
aspectos del comportamiento social pueden tratarse de ambas maneras, rela-
cional o atributivamente. Pero para el10 se requiere un sutil, aunque impor-
tante, cambio de perspectiva {G. Ritzert, 1992, 1993).
No olvidemos que las redes sociales centran su análisis sobre la relación
entre las unidades que actúan: todo, es decir, teoria, modelos, métodos y
aplicaciones son expresables en términos relacionales de conceptos o proce-
SOS.
La diferencia fundamental entre explicaciones dentro de la teoria de redes
sociales y otras perspectivas consiste en la inclusión de conceptos y de infor-
mación sobre las relaciones entre unidades, siendo dicha relación la unidad de
análisis fundamental. Asi pues, la unidad de análisis en la aproximación de las
redes sociales no es el individuo sino el conjunt0 formado por 10s individuos
y 10s lazos entre ellos.
En la visión atributiva y atomista 10s atributos observados de 10s actores,
variables, se entienden en términos de pautas o estructuras entre unidades. En
la visión relacional 10s atributos son secundarios, las relaciones, primarias.

I . La visión atomistay atributjua versus la uisión relacional


de la teoria de redes

1. La visión atomista y atributiva


En esta visión el actor o agente, unidad de análisis, es descrit0 o disehado en
una perspectiva individualista o bien emitiendo opiniones independiente-
mente de 10s otros, o bien realizando una acción intencional basada en cál-
culos racionales de maximación de utilidades, o bien actuando según
motivaciones predeterminada por causas antecedentes constrihentes y/o socia-
112 Papers 48, 1996 Carlos Lozares

lizadas que explican sus acciones individuales. En general no se consideran


10s contextos sociales en 10s que el actor social está implicado e inmerso. En
10s anáiisis individualistas raramente la interacción del individuo con la estruc-
tura social de pertenencia es vista como foc0 explicito de investigación y, por
tanto, de toma de datos.
En esta perspectiva las ~ropiedadesde 10s sujetos, p.e.: sexo, edad, inteli-
gencia, ingresos, ocupación, opciones personales, etc., son vistas como carac-
teristicas intrinsecas de las unidades e independientes de las relaciones con
otros miembros y, desde luego, como acabamos de afirmar, también inde-
pendientes del contexto especifico en el que se observan. Los atributos per-
sisten en y se trasladan a 10s diversos contextos en 10s que está implicado el
actor. De esta forma dichos atributos aparecen perfectamente inalterables e
intercambiables entre, p.e.: el sexo en la casa y en la fábrica, la edad en la asis-
tencia a un espectáculo o en situación laboral, etc. No s610 se intercambian las
unidades muestrales aleatoriamente sino que el individuo también ccpasea))
sus cualidades, sociales si pero ccesencialistasa, por todos 10s contextos de su
realidad social (D. Knoke y J.H. Kuklinski, 1982). La idea fundamental de
la perspectiva atributiva consiste por tanto en que todo actor tiene acceso
diferencial, p.e. a recursos -riqueza, poder, información-, dependiendo de
las cualidades intrinsecas de 10s sujetos sociales. El resultado es que la pobla-
ción, no las relaciones, se estructura -se agrupa y se identifica- en deter-
minada~posiciones según la posesión de, o la pertenencia a, determinadas
caracteristicas o combinaciones de 10s atributos elegidos. Además, dichas agru-
paciones y sus pautas estructurales correspondientes se ccejecutan))en el aná-
lisis, sea correlacional u otros.
Aunque la sociologia se ha propuesto siempre estudiar las organizaciones,
10s sistemas, la estructura social, etc., después de la Segunda Guerra Mundial
la mayor parte de 10s trabajos empiricos han estado mayoritariamente focali-
zados hacia la perspectiva individual y atributiva. En el10 han tenido un peso
decisivo, como sabemos, la imparable introducción de las clásicas encuestas
sociales --que se han convertido en el paradigma de la aproximación atomis-
ta y atributiva-, con sus correlatos empiristas de la estadística y de 10s indi-
cadores sociales ademk de la posibilidad que ofrecieron, y continúan ofreciendo,
las técnicas y 10s métodos de análisis para ir más allá de 10s grupos reducidos
U. Galaskiewicz y S. Wasserman, 1993).
El anáiisis de las redes ha aparecido un tanto inconfortable a 10s valedores
de la perspectiva atomista y atributiva. No hay duda de que el enfoque atri-
butivo ha producido y producirá informaciones y análisis válidos sobre movi-
lidad social, comportamientos politicos y sociales, actitudes y otras muchas
temáticas. Sin embargo ha ignorado que la base de la sociologia es la interac-
ción, o la relación entre sujetos o actores sociales y entre posiciones, y que, por
tanto, esta base o unidad elemental sociológica debe ser respetada en su inte-
gridad en la elección de la problemática, en el modelo de análisis, en la toma
de información y, por supuesto, en el análisis. Además, debe recuperarse en la
interpretación.
La teoria de redes sociales Papers 48, 1996 113

2. La visión relacional de la teoria de redes


La idea central de la visión relacional consiste en que el análisis no se cons-
truye tanto a través de categorias sociales o atributos, sino a través de 10s lazos
o vínculos entre actores, incluso no estando directamente relacionados y uni-
dos (Wellman, 1983; Granovetter, 1973).
En la perspectiva relacional las acciones son consideradas en la medida que
expresan una(s) propiedad(es) emergente(s)de la conexión o ligazón entre uni-
dades de observación (D. Knoke y J.H. Kuklinski, 1982). Además, las rela-
ciones están contextuaiizadas específicamente y se alteran o desaparecen según
dichos contextos de tal manera que se considera al actor a partir de la interac-
ción con otras partes del contexto de la red o, al contrario, no es considerado
si no está incluido en un contexto relacional dado. En las redes la existencia y
la intensidad de las relaciones pueden ser tambitn medidas; no olvidemos que
estarnos dentro de una sociologia cccuantitativa)).Se miden, p.e., la fuerza de
la relación amical, de 10s servicios dados en el interior de las familias, de 10s
intercambios económicos entre organizaciones, etc. Las medidas y pautas rela-
cionales pueden captar propiedades emergentes o establecidas del conjunto
social estudiado no percibibles como simples agregaciones de 10s atributos de
10s individuos. Tales propiedades afectan al conjunto del sistema y al com-
portamiento de las unidades de la red. En este sentido no es suficiente, p.e.,
con afirmar que la gente de estatus alto tiene más poder que la gente de bajo
prestigio. De 10 que hay que dar cuenta o explicar es de como 10s modelos o pau-
tas relacionales crean diferencias de poder, estatus o prestigio entre la gente.
La teoria de redes cambia el visor de la investigación: de la búsqueda de
factores concomitantes o causales a la indagación de como dichos factores pue-
den producir sus efectos a partir de las relaciones. El supuesto básico de la teo-
ria de redes, ya 10 hemos dicho, consiste en que la indudable correlación que
se da entre comportamientos, opiniones, etc., y las variables atributivas como
sexo, raza, edad, educación, ocupación, etc. -ai origen de las estructuras socia-
les clásicas en 10s análisis empíricos a partir de 10s valores de dichos atribu-
tos-, no dejan de ser globalmente espúreas, ya que las verdaderas variables
explicativas alternativas son las relaciones (STRUCTURE, versión 4.2, 1991).

2. Los tipos de datos en fincidn de estos enfoques


Los tipos de datos pertinentes para las redes serán, por consiguiente, 10s rela-
cionales y no precisamente 10s datos atributivos como actitudes, opiniones o
variables de hecho, etc., aunque también pueden ser utilizados. Los datos rela-
cionales, o variables estructurales, pueden obtenerse también por cuestiona-
rios, documentos, archivos, por la observación o también por otros mttodos
etnográficos.
Los datos relacionales expresan contactos, transacciones, lazos, conexiones,
vínculos, servicios dados o recibidos, comunicaciones entre grupos a partir de
agentes. En definitiva, como venimos insistiendo, conectan pares de agentes
entre si. Precisamente expresan 10s lazos de funcionamiento entre distintos
114 Pa~ers48, 1996 Carlos Lozares

tipos de agentes. El dato es la información y la medida de esta relación


(J. Scott, 1991).

3. Los lenguajesformalizados utilizados


Como ya deciamos al tratar de 10s origenes de las redes sociales la teoria de
grafos ha sido de uso habitual. Esta teoria proporciona una representación
apropiada y un conjunt0 de conceptos para estudiar las propiedades formales
de las redes sociales. El grafo, presente ya en Moreno, es simplemente una serie
de lineas que conectan puntos. Los puntos son las unidades y las lineas son
relaciones, dirigidas o no dirigidas. Asi se puede estudiar el grupo global a par-
tir del punto de vista de cada uno sin centrarse en un solo punto focal.
La teoria de grafos, y su representación, ha suministrado no s610 una forma
de visualización, y con el10 una cierta familiaridad y popularidad a la teoria de
redes, sino que, tomada como teoria matemática, ha proporcionado también
conceptos y teoremas para muchos de 10s indicadores utilizados en las redes
sociales. Con todo, la matemática requerida de la teoria de grafos y utilizada para
el tratamiento básico o elemental de las redes sociales no es excesiva: se traba-
ja sobre todo con conceptos de dicha teoria y algo menos con su desarrollo en
teoremas. La teoria de grafos traduce o traslada 10s datos en conjuntos forma-
les que pueden estar directamente relacionados con 10s hechos sustantivos de
las redes. El grafo ha suministrado 10s algoritmos a 10s programas UCINET y
GRADAP.
La teoria de grafos no es la única expresión formalizada utilizada para mode-
lar las redes, aunque haya sido punto de arranque de muchos de sus conceptos
fundamentales. La teoria matricial y de 10s espacios vectoriales, asi como la
teoria estadística han sido importantes en vistas a validar hipótesis sobre ten-
dencias estructurales. Además diversos modelos matemático-algebraicos han
estado presentes en el tratamiento de las redes sociales, p.e.: 10s modelos de
log-linear en el análisis de las interacciones entre diadas. Los modelos alge-
braico-estadisticos permiten validar proposiciones teóricas sobre redes, calcu-
lar errores y usar tests de ajuste (S. Wasserman y K. Faust, 1994:15-16). La
teoria matricial, concretamente, está a la base del tratamiento de las Redes,
aunque la visualización que consigue no sea tan clara como la de 10s grafos.
Desde luego si las unidades aumentan y las relaciones son mis complejas el
tratamiento matricial es imprescindible. Con la teoria matricial se utilizan,
teorias algebraicas y métodos habituales en el tratamiento multidimensional
de la sociologia, espacios vectoriales, distancias y similitudes, análisis factoria-
les, análisis de cluster, etc., caso del programa STRUCTURE, escalas multi-
dimensionales, asi como 10s conceptos y desarrollos habituales de la estadística
aplicada a las ciencias sociales, correlaciones, ajustes, etc.

4. Los niveles de análisz's


El enfoque de las redes sociales trabaja sobre diversos niveles de análisis. El
La teoria de redes sociales Papers 48, 1996 115
- -

interés de esta aproximación es debido también a la posibilidad de tratarlos


conjuntamente (PV. Marsden, 1990).
El nivel egocéntrico o personal de análisis: hay analistas que tratan la estruc-
tura de las redes buscando y explicando las diferencias entre actores por sus
posiciones sociales provenientes de las redes locales que rodean a 10s actores y
que, en cierto sentido, les ccpertenecenr. Este diseño no conduce a una des-
cripción completa de la estructura social de una población, a menos que las
unidades estén ya redefinidas como posiciones sociales generales tales como
grupos ocupacionales o étnicos. Por contra y como ventaja, este enfoque se
presta a utilizar muestras representativa y es compatible con 10s métodos de la
estadística tradicional para la generalización de resultados a amplias poblacio-
nes.
El nivel intermedio de análisis: 10s estudios de las redes pueden reducirse a
un nivel intermedio al pretender analizar las relaciones de las unidades entre
si, de las unidades con parte de la red o con la red total. A menudo 10 que se
analiza son diadas pero pueden también ser estudiados subconjuntos mis
amplios. Se ha tratado también de realizar directamente el muestreo aleatori0
de diadas o triadas, aunque no es habitual.
La referencia mayor y de mis interés es el nivel de la estructura completa.
Lo más pertinente consiste en comparar entre si estructuras completas sociales
p.e.: de trabajo, grupos, organizaciones, comunidades. Requiere datos com-
pletos de redes sobre 10s lazos sociales que vinculan 10s elementos de la pobla-
ción o de una población con otra. La enumeración completa de la población
relacionable es esencial para las técnicas analiticas que usen información sobre
lazos indirectos o 10s compuestos que ligan 10s actores. Tal diseiío es necesa-
rio para estimar algunas propiedades estructurales o para técnicas tales como 10s
análisis de modelos de bloques a fin de identificar 10s roles y las posiciones
basados en 10s conceptos de equivalencia estructural, que comentaremos poste-
riormente. Hay otros métodos para este nivel de estudio, p.e., de centralidad
(Freeman, 1979) y algunos tipos de análisis posicional (Winship y Mandel,
1984).
El análisis de redes desarrolla un nivel descriptivo de explicación de 10s
fenómenos sociales proporcionando un vocabulario y un conjunt0 de defini-
ciones formales para expresar conceptos teóricos y propiedades. Pero también
puede ser usado para validar y evaluar teorias sobre 10s procesos relacionales y
estructurales. Tales teorias proponen resultados especificos estructurales que
pueden ser contrastados con 10s datos observados (S Wasserman y K. Faust,
1994:5).

4. Las redes, un enfoque estructural


El enfoque de las redes es estructural. No se entra aquí en la naturaleza de
dichas estructuras, de si son latentes o manifiestas; objetivas, autónomas,
coercitivas y exógenas a 10s sujetos sociales o, al contrario, inherentes a ellos;
construidas simbólicamente, antes, durante o después de la interacción o inte-
116 Papers 48, 1996 Carlos Lozares

riorizadas via socialización. Tampoco se entra en la variedad y el contenido de


10s distintos estructuralismos como corrientes de pensamiento en sociologia. Las
redes sociales acostumbran a adoptar una perspectiva pragmática y empírica
en la consideración y el tratamiento del concepto de estructura. A 10s pensadores
de las redes sociales les ha interesado menos filosofar y mis la realización de
análisis metodológicos rigurosos, empiricos o formales, de 10s diversos tipos
de redes. De todas formas, su punto de vista tiene mis que ver con la idea de
estructura de la sociologia tradicional que con la de Levi-Strauss.
El enfoque de redes concibe la estructura social como pautas, modelos de
relaciones especificas que ligan unidades sociales, incluyendo actores indivi-
duales y colectivos. Más a116 del uso del concepto de red social como simple
metáfora y como un pur0 instrumento de investigación, esta aproximación trata
de interpretar el comportamiento de 10s actores a la luz de sus posiciones varia-
bles dentro de la estructura social. Por dicha posición se ponen de manifiesto
las constricciones de la estructura social sobre la acción individual y también
las oportunidades diferenciales --conocidas como recursos sociales, como capi-
tal o como soportes sociales- a las que tienen acceso 10s actores.
Dado un conjunto de actores, el análisis de redes sociales trata las variables
estructurales medidas sobre 10s actores considerados como tal conjunto.
Precisamente define la estructura relacional de un grupo o de un sistema más
amplio como las pautas, o la pauta, de relaciones del conjunto de actores del
grupo. Los analistas de redes sociales estudian 10s modelos de estas relaciones
para dar cuenta de la estructura del grupo. De esta forma se puede estudiar el
impacto o la influencia de la estructura sobre el funcionamiento del grupo ylo
sobre 10s individuos (S. Wasserman y K. Faust, 1994:9).
Wellman y Berkowitz (1991) sefialan diversos tipos de errores o malen-
tendidos en el tratamiento de las redes sociales como, p.e., el considerarlas
como pur0 método de análisis vacio de cualquier punto de vista sustantivo.
Las redes sociales requieren nuevos hábitos intelectuales, aunque se ha de pen-
sar que la manera estructuralista de contemplar e interpretar 10s fenómenos
sociales también se adecua y está presente en nuestra experiencia ordinaria:
siempre nos situamos y situamos a 10s otros en conjuntos de similitudes y dife-
rencias cuando conocemos e interpretamos las relaciones que mantienen: quien
trabaja en el mismo sitio que otro, etc. Los analistas estructurales hacen 10
mismo pero más abstractamente y a escala mis amplia. Pensar estructural-
mente requiere que pongamos atención a las pautas de relaciones que se dan en
conjuntos humanos, instituciones u organizaciones.
Para Wellman el análisis estructural, análisis de redes, se alimenta en una serie
de consideraciones básicas, que llama paradigmas, que proporcionan la uni-
dad intelectual del análisis: 1) la idea de que 10s comportamientos de las uni-
dades (individuos, grupos, etc.) han de ser interpretados m k bien en términos
de constricciones estructurales sobre la actividad de dichas unidades que en
términos de fuerzas internas existentes dentro de las unidades adquiridas, p.e.,
via socialización de normas; 2) que 10s análisis no se han de hacer tanto a tra-
vés de la clasificación de unidades por sus atributos sino más bien a partir de
La teoria de redes sociales Paoers 48, 1996 117

las relaciones que mantienen; 3) que son precisamente las relaciones pautadas
las que afectan a 10s comportamientos de 10s miembros de las redes tradu-
ciéndose en que las poblaciones y las muestras se han de definir relacional-
mente; 4) que 10s métodos categoriales de descripción y análisis atributivos
han de ser reemplazados por métodos relacionales; 5) que la estructura puede
también ser considerada como una red de redes pudiendo a su vez ser, o no,
subdividida rnás discretamente sin asumir así la impenetrabilidad de 10s gru-
pos; 6) que 10s métodos analíticos han de usar directamente la naturaleza rela-
cional y las relaciones pautadas de las estructuras sociales como unidades de
análisis, 10 que quiere decir que se ha de utilizar menos una perspectiva indi-
vidualista y rnás una matemática y estadística que permitan estudiar la estruc-
tura social rnás directamente.
Para Wellman el estructuralisrno de las redes sociales es diferente de otros
estructuralismos, ya que se focaliza sobre las relaciones sociales concretas entre
actores sociales específicos y porque pone de relieve el intercambio que 10 apro-
xima mis, según 41, a 10s input-output económicos y a la física cuántica que al
estructuralisrno de Levi-Strauss.
Wellman establece cinco principios generales que han de guiar el trabajo
analític0 estructural de las redes sociales en una gran variedad de áreas sus-
tantivas:
1. Las relaciones sociales estructuradas son una fuente más poderosa de expli-
cación sociológica que 10s atributos personales de 10s miembros de un sis-
tema. Wellman hace un desarrollo exhaustiva sobre las diferencias entre el
análisis atributivo y el relacional que ya se ha comentado.
2. Las normas emergen de la localización de las relaciones sociales en 10s sis-
temas estructurados.
3. Las estructuras sociales determinan la operación de las relaciones diádicas
o relaciones a pares.
4. El mundo está compuesto de redes, no de grupos.
5. Los métodos estructurales complementan y suplen 10s métodos indivi-
dualista~.

El desarrollo que Burt hace de las redes como aproximación estructural


difiere evidentemente de toda visión normativa y atomista. Burt parte de la
existencia del conjunt0 estatuslroles de 10s actores generados por la división
del trabajo. Un actor evalúa la utilidad de las acciones alternativas, en parte,
en función de las condiciones personales y, en parte, en función de las condi-
ciones de 10s otros. De esta manera 10s actores son, para Burt, intencionales
bajo las constricciones de la estructura social (R.S. Burt, 198223, 9).
El esquema de Burt, muy repetido, es el siguiente,

> - I Intereses del actor1 -


~structurasocial: &
conrexto de acción > Acción
1'
118 Papers 48, 1996 Carlos Lozares

La teoria de redes incorpora para Burt dos supuestos básicos y significati-


VOS. El primer supuesto es que todo actor social participa en un sistema social
que implica otros actores que son puntos de referencia significante en las deci-
siones mutuas. Las relaciones que un actor mantiene con otros pueden afec-
tar a sus acciones, percepciones y comportamientos. La distribución desigual
condiciona tanto la cooperación, 10 que implica colaboración entre individuos,
como la competencia, 10 que implica conflicto. Esto da una naturaleza dinámica
a la teoria de redes, ya que la estructura del sistema se modifica conforme a las
pautas cambiantes de la coalición y el conflicto. El segundo supuesto es que
no se puede detener el análisis en el comportamiento social de 10s individuos.
Se ha de llegar a diversos niveles de la estructura del sistema social. La estruc-
tura son regularidades de relación entre entidades concretas (D. Knoke y
J.H. Kuklinski, 1982).
El tratarniento o perspectiva de las redes afiade, en la búsqueda de la estruc-
tura relacional, valores a la investigación como eficacia, claridad y validez. La
eficacia proviene sobre todo de su capacidad para iluminar estructuras sociales
completas y para comprender 10s elementos particulares de las mismas. Además,
en la teoria de redes la ((fuerzacausal))se origina en la estructura relacional que
define una situación. La claridad proviene de tener que explicitar qué tip0 de
relación se combina para generar la ((fuerzacausals. No es suficiente con decir
que determinada gente similar socialmente, p.e. 10s de una categoria o grupo
socioeconómico, tiene unas caracteristicas de comportamiento porque perte-
necen a tal categoria o grupo, sino que 10 que hay que decir es como las rela-
ciones, única realidad social de base, producen una estructuración tal que da la
similitud de comportamientos. La validez del efecto directo relacional y la
superación de todo posible efecto espúreo de las variables atributivas provie-
ne de tener que explicitar qué relaciones se agregan para crear la fuerza causal
ya que, precisamente, se han rechazado 10s atributos como variables causales
(STRUCTURE, versión 4.2., 1991).

5. Perspectivas o modelos de tratarniento en las redes sociaies,


criterios (intuiciones) para andizar la estructura relacional
y principios de andisis

I . Perspectivas o rnétodosy criterios de cohesión social


y de estructura de equivalencias
Existen diversos métodos de análisis, de ahi la riqueza que supone la utiliza-
ción de las redes para el tratamiento de 10s datos relacionales. Lo que mis
puede interesarnos dentro de la visión general que se persigue en este articulo
es entrar en las dos perspectivas de tratamiento ya anunciadas que han creado
escuela dentro de las redes sociales: la relacional y la posicional (Burt, 1978,
1980b.; R.D. Alba, 1982).
Veamos también, después de dar cuenta de dichas aproximaciones, cuales
son 10s criterios que a manera de intuiciones guian el análisis en la aplicación
La teoria de redes sociales Papers 48, 1996 119

de dichas perspectiva a la hora de identificar las posiciones y determinar 10s acto-


res que ocupan cada una.

1. Caracterización de las aproximaciones


a) Los métodos relacionales se basan en conexiones directas e indirectas que
existen entre unidades de una red y están rnás focalizados hacia el análisi's
micro poniendo mis el énfasis sobre subgrafos de pares ordenados, diadas
y triadas. La cohesión es la palabra clave.
b) Los posicionales se basan sobre las similitudes en las pautas de las rela-
ciones de unas unidades con otras. Se centran mis en el análisis macro,
en particular en la descripción de estructuras sociales globales. En la pers-
pectiva posicional la semejanza entre conductas se debe a la equivalencia
estructural. Es decir, al hecho de que 10s actores estructuralmente equi-
valentes tienen relaciones idénticas con el conjunt0 de 10s otros actores.
Puede haber equivalencias estructurales entre corporaciones aunque no
haya relación directa o indirecta entre ellas, cosa que es impensable en la
perspectiva relacional. Las unidades que están en la misma posición en la
estructura se comportan del mismo modo porque mantienen una rela-
ción idéntica con otra u otras dentro de la red total. La equivalencia estruc-
tural juega aquí el papel clave en la explicación de la semejanza de las
conductas.

El enfoque posicional está más vinculado a Burt y White, que proporcio-


naron el algoritmo básico del modelo. Se percataron de que examinand0 10s
~erfilesde 10s actores en la red se ~ o d i a ndescubrir conjuntos de roles dife-
rentes dentro de un sistema social (J. Galaskiewicz y S. Wasserman, 1993).

2. Criterios que a manera de intuiciones guian el análisis en la aplicación de


dichas perspectivas
La diferencia de 10s enfoques, relacional y posicional, tiene en cuenta una dife-
rencia fundamental a la hora de concebir la vinculación entre actores. Mizruchi
(1990: 21, 25), habla de dos conceptos de cohesión: subjetiva y objetiva.

a) La cohesión subjetiva, en la linea rnás relacional, tiene una función de iden-


tificación o asociación de 10s miembros del grupo con 10s de su grupo, en
particular a partir del sentimiento de que 10s intereses individuales están
ligados a 10s intereses del grupo. El10 implica la acentuación del sistema
normativo. La cohesión se da, o bien via internalización del sistema nor-
mativo, o debido a la presión ejercida por el grupo.
b) La vinculación de la cohesión objetiva, quizás en la linea más posicional,
es considerada como proceso objetivo observable independiente de 10s sen-
timientos de 10s individuos (G. Ritzert, 1992, 1993).
120 Papers 48, 1996 Carlos Lozares

Burt (1978), presenta también estas dos alternativas.


a) El primer criterio, más bien en la perspectiva relacional, es el de cohesión
social. Por 6110s actores están agregados y juntos en una posición en la
medida en que están conectados mis directamente a 10s otros por lazos o
vinculos (cohesivos).
b) El segundo criterio, mis bien en la perspectiva estructural o posicional, es
el de la estructura de equivalencia (Lorrain y White, 1971; White y otros,
1976). Este criterio ha sido definido en el sentido de que 10s actores ocu-
pan posiciones o roles equivalentes en un conjunt0 debido a 10s lazos comu-
nes a otros en el sistema. No se requiere que sean lazos directos. (Ver la
ilustración extraida de D. Knoke y J.H. Kuklinski, 1982.)~.
Las diferentes maneras de identificar pdsiciones estructuraies llevan a dife-
rentes resultados. La elección dependerá básicamente de la elección metodol6gica
y del problema sustantivo y teórico investigado. Para algunos propósitos la
aproximación relacional será preferible, mientras que en otras situaciones
la de posiciones equivalentes será mis interesante.

2. Fenómenos y principios que abarcan dichos criterios


Los fenómenos inherentes a las redes sociales, y por tanto objeto también de aná-
lisis, son fundamentalmente tres: 10s limites de las redes, 10s lazos y 10s com-
portamientos (STRUCTURE, versión 4.2., 1991).
Los principios que corresponden a 10s modelos y a 10s criterios para el aná-
lisis de estos fenómenos son, además de 10s de cohesi6n y equivalencia estruc-
tural ligados a 10s criterios precedentes, otros como de prominencia, rango y
corretaje.
Estos principios definen 10s diferentes tipos de interpretaciones que se pue-
den dar de 10s fenómenos sociales a partir de las redes sociales. Cada princi-

Ei-@l+g"
E2

I
E3
D2
...
...
PN
R2

Por el primer criterio, de cohesión, se identifican dos ~cliquess:una pequeña de 10s dos
recepcionistas y otra mis amplia de 10s doctores y enfermeras. Por el segundo de 10s crite-
rios, el de equivalencia, hay cuatro posiciones diferentes correspondientes a 10s cuatro roles
del diagrama: enfermeras, doctores, pacientes y recepcionistas. Precisamente 10s doctores y
las enfermeras no están agregados, pues difieren en roles de 10s otros, 10s doctores están vin-
culados a 10s pacientes y las nurses no 10 esdn. Tres de las posiciones de equivalencia estruc-
tural son a su vez cliques, posiciones de cohesión, pero la posición del paciente no 10 es
de clique pues 10s pacientes no discuten de cuestiones medicinales entre si (D. Knoke y
J.H. Kuklinski, 1982).
La teoria de redes sociales Papers 48, 1996 121

pio implica una intuición estructural, un motor implicito dentro del com-
portamiento y creencias y un modelo teórico que agregan relaciones observa-
das en imágenes estructurales2. (Ver en nota 2 un grfico aclaratorio para todos
ellos.)

- Principio de cohesión. Como hemos dicho precedentemente, la intuición


estructural que alimenta este principio consiste en que 10s actores similares
10 son en la medida en que están vinculados por relaciones entre ellos.
Dichas relaciones son además responsables de 10s procesos de socialización
por interacción y por el10 de la similaridad de creencias y tendencias com-
portamentales. La fuerza causal de 10s comportamientos se basa precisa-
mente en la intensidad de 10s lazos de comunicación. Es un principio que
nos marca también las fronteras del grupo.
- Principio de equivalencia. Como también hemos comentado, la intuición
estructural que está en la base de este principio es que actores equivalen-
tes son 10s que poseen pautas de relación semejantes a 10s de su misma posi-
ción con relación a otros actores. El modelo define 10s limites sociales de
posiciones distintas y origina creencias y tendencias comportamentales
homogéneas entre actores equivalentes. La fuerza causal está vinculada al
rol jugado por la posición dentro del armazón de referencia compartido
(Lorrain y White, 1971; White, Breiger y Boorman, 1976; Burt, 1976,
1977, 1982, 1987; Winship y Mandel, 1984).

Los principios que vienen a continuación, de prominencia, de rango y de


corretaje, predicen el comportamiento midiendo el poder o la libertad de un
actor a actuar. Los dos últimos, de rango y corretaje, miden más directamen-
te su potencial de acción difiriendo del primero, de prominencia, en el senti-

2. Principios de:

Cohesión Equivalencia

Prominencia, Rango, Intermediari0


122 Papers 48, 1996 Carlos Lozares

do de que 10s individuos tienen posibilidad de evitar o negociar 10s esfuerzos


de control de 10s otros.
- Principio de prominencia. El principio de prominencia sitúa a 10s indivi-
duos sobre un eje vertical a manera del organigrama de una organización:
10s lideres arriba, 10s dirigidos abajo. Se invoca el mecanismo causal en la
medida en que un individuo es el objeto de las relaciones de muchos otros,
que son a su vez objeto de las relaciones de otros, etc. Este principio supo-
ne la ccutilización~)de otros por parte del líder de la red a fin de impulsar-
10s a que lleven a cabo sus deseos u Órdenes (Hubbel, 1965; Coleman,
1966, 1972; Marsden, 1984).
- Principio de rango. El principio de rango se aplica de una manera simple
como es, p.e., la suma de las relaciones que posee un actor: más relaciones
se poseen, más acceso se tiene a 10s recursos sociales. Pero se pueden encon-
trar modelos más sofisticados como 10s vínculos de puente. Las relaciones
de puente son un importante recurso social. La fuerza causal se encuentra
precisamente en esta posibilidad de acceso relacional para evaluar y utili-
zar recursos (Granovetter, 1973).
- Principio de intermediari0 (Brocker). Bajo este principio un actor indivi-
dual tiene la libertad de seguir o perseguir sus propios intereses en la medi-
da en que sus relaciones conecten con gente que está desorganizada,
pudiendo contraponer unos contra otros, libdndose él, de esta manera, de
dichas constricciones. La herza causal reposa en el contacto que se mantiene
con 10s otros que están desorganizados (Freeman,1977; Burt, 1980a.,
1980b., 1982).

6. Reflexiones finaies
Hemos pretendido en estas primeras páginas hacer una introducción descrip-
tiva de las cuestiones fundamentales, 10s objetivos y las temáticas sociales pro-
pias a, y que están en el centro de, la teoria de las redes sociales. Volveremos
en el futuro con otras contribuciones dedicadas a aspectos mis específicos y
más vinculados a 10s métodos y a la práctica de investigación.
Cuando se trabaja en el campo de las redes sociales se tiene la percepción
no errónea de estar en un ámbito algo lateral y al margen del quehacer gene-
ral de 10s sociólogos. Esta sensación es tanto más chocante cuanto que la intui-
ción central, que está a la base de las redes sociales, es la unidad conceptual
básica de la misma sociologia: la relación e interacción social. Son diversas las
causas que han podido originar tal situación sobre todo en la sociologia, entre
otras, la diversidad y dispersión de 10s métodos y modelos empleados, su ele-
vado tecnicisrno, su sofisticación y formalización conceptual, la relativa ado-
lescencia en que se encuentra el desarrollo de las redes -aunque su origen se
remonte a 10s cuarenta es en la década de 10s setenta y ochenta donde se han
dado 10s avances mis notorios-. La teoria de redes sociales necesita realizar
progresos en aspectos que son decisivos para su ccintegración))o para que sea
considerada como ccsociologia)).
La teoria de redes sociales Papers 48, 1996 123

Entre 10s investigadores de las redes sociales se da un consenso sobre las


temáticas o 10s aspectos en 10s que las redes sociaies deberian progresar. He aquí
alguno de ellos sin ánimo de exhaustividad ni tampoc0 de entrar en detalles y
tecnicismos. Ha de llegar a ser una teoria, en el sentido de que se consolide
como una perspectiva o aproximación más unificada, no s610 en 10 referente a
10s principios e intuiciones sociológicos que están en su base, en buena medida
conseguido, sino también en cuanto a 10s modelos, 10s métodos y las técnicas que
abarca. De alguna manera se ha de llegar a que el atractivo que evoca su nom-
bre, redes sociaies, se vea correspondido con una teoria coherente y, si es posi-
ble, deductiva. En este sentido es importante que se desarrollen modelos
aigebraicos y estadisticos más ambiciosos y adaptados a las redes a fin de inte-
grar en ellos 10s numerosos conceptos que aparecen, a veces, yuxtapuestos. Estos
modelos, a su vez, han de desarrollar e incorporar métodos y técnicas de análi-
sis distribucionaies con pruebas de ajuste que superen una visión metodológi-
ca de las redes sociales excesivamente descriptiva por el momento.
Es importante también un mayor progreso en el estudio de las redes múl-
tiples, o de varias relaciones, como tarnbién las redes valuadas, o no dicotómicas,
y las direccionales. Es necesario un desarrollo imprescindible en el campo del
muestreo, básicamente por la dificultad que existe de compaginar redes com-
pletas con redes extensas y representativas, hoy por hoy reducidas solamente
a 10s análisis egocentrados. De favorecerse esta conjugación el salto de popu-
laridad y de propagación que conseguirian las redes sociales seria considerable,
tanto para su integración en la sociologia corriente como para el manejo y el
conocimiento de sus técnicas y su jerga correspondientes. Las redes sociales,
que han supuesto una esperanza e innovación en el tratamiento de la reali-
dad social, han de confirmar tal supuesto en 10s próximos lustros.

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Papers 48, 1996 127-146
- -

La calidad de la encuesta

Juan Javier Sánchez Carrión


Universidad Complutense de Madrid. Departamento de Sociologia IV.
28023 Madrid. Spain

Resumen

El articulo hace una reflexión sobre la bondadJcalidad de la encuesta contem~lándolacon un tri-


ple ojo escrutador: técnico, metodológico y epistemológico. El ojo técnico busca 10s posibles
-
errores cometidos en su implementación. El oio metodológico mira la pertinencia de la la uti-
lización de la encuesta. Y el ojo epistemológico mira la encuesta después de haber contestado
previamente a una pregunta clave: ¿para qué sirve la investigación?,¿para explicar la realidad
social, para comprender 10s fenómenos sociales o para transformar el objeto de estudio? Los tres
niveles estan relacionados en orden jerárquico, de manera que la respuesta que demos al epis-
temológico influye en el metodológico, y éste a su vez en el técnico.
Palabras clave: encuesta, calidad, metodologia, errores.

Abstract. The quality ofsurvey

This article reflects upon the quality of the survey, contemplating with a triply scoutini-
zing eye, according to technical, methodological and epistemological perspectives. 'rhe
technical eye searches for possible errors committed during implementation. The metho-
dological eye views the pertinence of the use of the survey. And rhe epistemological eye
views the survey after having previously answered a key question: what is the purpose of rese-
arch? Is it to explain social reality, to understand social phenomenon, or to transform the
object of study? The 3 levels are related in hierarchical order, in a way in which the ans-
wer we give to the episthemological question influences methodology, and this in turn
influences the technical aspect.
Key words: survey, quality, methodology, errors.

Sumario
1. Contexto problemático de la encuesta 4. Errores en la implementación
2. Marco epistemológico de la
3. Pertinencia metodológica/
epistemológica de la encuesta
128 Papers 48, 1996 Juan Javier Sinchez Carri611

1. Contexto problemático de la encuesta

En este articulo se inicia una reflexión sobre la calidad de la encuesta, abrien-


do una via de estudio de esta técnica que la contemple en toda su compleji-
dad. Se trata de ofrecer un esquema tentativo con el que abordar el estudio
de la encuesta, que habrá que ir rellenando de contenido en trabajos poste-
riores -que incluso pueden cuestionar la bondad del esquema-. Asi como
desde 10s practicantes de otras técnicas de investigación ha habido una mayor
preocupación por las implicaciones teórico-metodológicas de su trabajo
.-en nuestro país hay toda una corriente de sociólogos, cuya figura más repre-
sentativa es Jesús Ibáñez, dinamizadores de la reflexión metodológica en la
sociologia, tanto cuantitativa como cualitativa-, es mi opinión que desde el
lado de 10s practicantes de la encuesta se ha dado una mayor autocompla-
cencia con nuestro trabajo, quizá como resultado de la hegemonia de esta téc-
nica en la investigación social y de la propia dificultad tecnológica que está
implícita en su utilización, y cuyo conocimiento prácticamente agota las capa-
cidades de aprendizaje de sus practicantes. Cualquiera que sea la razón, el
hecho cierto es que la reflexión metodológica que se realiza desde el lado de
10s practicantes de la encuesta o es escasa o, cuando se produce, cada vez está
mis centrada en la discusión de 10s aspectos que aquí voy a llamar tecnoló-
gicos, y que tienen que ver con las condiciones en las que se realiza, pero sin
entrar en grandes problemas relativos a su pertinencia o al papel que cumple
en la investigación social.
El resultado de la situación descrita en el párrafo anterior es que la refle-
xión metodológica se ha quedado casi en exclusiva en manos de 10s filósofos
de la ciencia, en general desconocedores de las técnicas que se utilizan en la
investigación social, o de personas que no utilizan la encuesta como herra-
mienta regular de su trabajo, y que superada una fase defensiva frente al impe-
rialismo de la encuesta, y ({debilitadoel enemigov, terminan siendo 10s únicos
que le dan un papel dentro de un esquema general de reflexión sobre el proceso
de investigación social.
Como hipótesis subyacente a la realización de este trabajo sostengo que el
mayor enemigo de la encuesta es la propia ceguera de quienes la utilizan acri-
ticamente, amparándose en la hegemonia de un modela de investigación posi-
tivista, en el que la encuesta encontró sus mayores, pero no únicas, glorias. El
camino a seguir, como si de un tránsfuga honrado se tratase, es el de recuperar
la encuesta como técnica, conociendo bien sus posibilidades y limitaciones
(conociendo bien el oficio), para ponerla al servicio de un modelo de investi-
gación que conciba el proceso investigador como construcción y no s610 des-
velamiento de la ccrealidad socialn.
El titulo del articulo habla de la calidad de la encuesta, y como ocurre siem-
pre que se piensa en la calidad de algo, 10 primer0 que hay que decir es desde qué
perspectiva se procede a la evaluación. En nuestro caso disponemos de un h.i-
ple ojo escrutador, que nos permite acercarnos a contemplar todos 10s proble-
mas que afectan al proceso de investigación de la realidad social basado en la
La calidad de la encuesta Papers 48, 1996 129

ttcnica de la encuesta. Ante 10s múltiples problemas que acechan al investiga-


dor que hace uso de esta ttcnica, se trata de tener listo un ojo que permita ver
la encuesta en su pluridimensionalidad técnica, metodológica y epistemológica:
un ojo con componentes técnicos, metodológicos y epistemológicos.

El ojo técnico
El ojo técnico ha de buscar 10s posibles errores que se cometen en la imple-
mentación de la encuesta. Este ojo no duda de la pertinencia de esta técnica
para estudiar el tema en cuestión, pero busca 10s errores que se hayan podido
deslizar en su utilización. Por ejemplo, un requisito de la encuesta es que la
muestra sea representativa de la población de la que se extrajo. Si no se cum-
ple este requisito, quizá porque, entre otras circunstancias, haya gente que no
responde a la encuesta, 10 mis probable es que las estimaciones que hagamos
estén sesgadas. Igual ocurre si las personas al informar, por ejemplo, de su edad
tienden a quitarse afios. También en este caso estimaremos sesgadamente la
edad de la población a la que trata de representar la muestra. Independiente-
mente de que todas las personas contesten y 10 hagan con exactitud, puede
ocurrir que también se cometan errores a la hora de analizar 10s datos obteni-
dos, quizá debido a que no se utiliza la técnica apropiada, por ejemplo: si se
utilizan técnicas de análisis que hacen supuestos no cumplidos por 10s datos
disponibles. En todos estos casos, por motivos distintos, se están cometiendo
errores a la hora de utilizar la encuesta: en el primer caso por no disponer de toah
la información, en el segundo por tener mala información y en el tercer0 por
analizar mal la información obtenida.

El ojo metodológico
El ojo rnetodológico realiza su trabajo antes que el ojo técnico y se pregunta
por la adecuación de la encuesta a la dimensión del objeto que estamos estu-
diando -objeto, por 10 demás, definido teóricamente-. Por ejemplo, si que-
remos conocer 10s motivos por 10s que la gente hace determinadas cosas (comprar,
votar, etc.), probablemente la encuesta no sea la ttcnica mis adecuada y haya
que recurrir a otro tip0 de técnicas/metodologias cualitativas (entrevista en
profundidad, grupo de discusión, etc.) más pertinentes. Si nuestro objetivo es
conocer el comportamiento de 10s individuos, la ttcnica de la encuesta puede
ser una ttcnica idónea. La primera responsabilidad del ojo metodológico es
decidir si la opción que hacemos es la más acertada para, posteriormente, super-
visar que todas las técnicas que se utilizan en la investigación se adecuen al
método seleccionado -de la encuesta como ttcnica a la encuesta como méto-
do-. Podria darse el caso de que el ojo técnico certificase la calidad de la mues-
tra que se ha utilizado en una encuesta, mientras que el rnetodológico
cuestionara la pertinencia de haber realizado dicha encuesta.
Alfonso Orti (19) sistematiza esta pluridimensionalidad del objeto de inves-
tigación, que él denomina ((nivelesy procesos constituyentes de la realidad
social)),distinguiendo entre diferentes niveles: el nivel de 10s c(hechos)),forma-
130 Papers 48, 1996 Juan Javier Sánchez Carri6n

do por todo aquello que ccacontece y se hacen; el nivel de 10s ((discursos)),en el


que entraria todo 10 que ((sedice, se expresa o significa en la interacción social));
y el nivel o ccreino de las motivaciones)),en el que se plantearia el ccporqué de la
interacción social: su sentido y su intencionalidad o finalidad, consciente o no
consciente)).A cada uno de estos niveles de la realidad social le corresponderia
un modelo metodológico diferente: estadístic0 (del cua1 la encuesta seria la
técnica paradigmática) para estudiar el nivel de 10s hechos; modelo lingiiistico
para estudiar 10s discursos, y modelo heurístic0 (apoyado en el psicoanálisis y
la teoria de la racionalidad) para conocer acerca de las motivaciones.

El ojo epistemológico
El ojo epistemológico reflexiona sobre el papel de la encuesta y, mis en gene-
ral, de la investigación: ¿para quésirve la investigación que estamos haciendo?
Para ciertas tradiciones de la sociologia, basadas en la obra de Durkheim, la
investigación ha de servir para explicar la ccrealidad social)),que se presenta con-
formada por un conjunt0 de cchechos sociales)).Otras tradiciones, con antece-
dentes en Weber, entienden que con la investigación hemos de ser capaces de
comprender el sentido que para 10s propios individuos tiene su actuación, tra-
ducida en forma de ccdiscursosa. Por último cabe una tercera posibilidad, con
paternidad en Marx, que se plantea como objetivo del conocimiento la mns-
formación de la realidad objeto de estudio.
A este nivel epistemológico se plantean preguntas sobre la naturaleza del
objeto investigado (aquello sobre 10 que se investiga), del sujeto investigador
(aquel que investiga) y de la relación entre ambos. Si, tal como pienso, el obje-
to de la investigación es de naturaleza reflexiva -reflexiona sobre 10 que se
hace con (dice de) él e incluso utiliza esta información para orientar su actua-
ción en el mundo- y el sujeto de naturaleza subjetiva (como diria Jesús Ibáñez,
s610 se es objetivo para la caza), de identidadparcial a la del objeto investiga-
do y sobredeterminado en sus posibilidades de plantearse preguntas sobre la
realidad social por las circunstancias materiales que rodean su existencia, con
la investigación 10 que se hace no es conocer/reproducir la realidad (el objeto
investigado), sino contribuir a su construcción en el propio acto de investiga-
ción. Esta labor constructora lleva a enfocar la investigación como un elemento
transformador-constructor-definidor de la realidad antes que instrumento que
sirve para su explicación (en términos de porcentaje de varianza explicada de
la variable objeto de estudio) o su comprensión (en términos del sentido que
tengan sus actos para el propio objeto investigado).

Los tres niveles que acabo de sefialar se integran en un todo, el proceso de


orientación del investigador en el mundo, con diferentes niveles de responsabi-
lidad -a la manera que el operari0 de una fábrica es menos responsable que
el director, y éste que el duefio de la empresa: el primero pone la técnica, que
por definición es aséptica; el segundo pone el método, desde el que se justifi-
ca la pertinencia de aquella, y el tercer0 define 10s objetivos, que informan

-
La d i d a d de la encuesta Papers 48, 1996 131

todo el proceso anterior-inferior. Cada uno de 10s niveles -técnico, metodo-


lógico y epistemológico- tiene que dar respuesta a una pregunta diferente,
ordenada temporal y jerárquicamente: al cómo responde el técnico, al que el
metodólogo y al para quéel epistemólogo. La respuesta que demos a cada uno
de 10s niveles determinará la respuesta que demos a 10s niveles inferiores. Por
ejemplo, imaginemos que asumimos el papel transformador de la investigación
-frente a una concepción reproductora-. Si esto es así, malamente dirernos
que hemos cometido un error (de naturaleza técnica) a la hora de utilizar una
encuesta para medir mediante una escala alguna característica de 10s entrevis-
tados, sujeta a transformación-construcción en el mismo acto de investiga-
ción; por el contrario habrá que introducir la idea de efecto del instrumento
de medida en 10s resultados, modificando completamente el enfoque de la
investigación: ya no se trata de encontrar el instrumento ((neutro))que permi-
ta conocer la ccverdad)),sino de conocer nuestro instrumento con el fin de con-
seguir-construir 10s efectos deseados, o simplemente de entender 10s efectos
que se producen.
Con este marco de reflexión es con el que debe de abordarse el estudio de
la calidad de la encuesta. Entendiendo que hay problemas técnicos, e incluso
metodológicos, que son susceptibles de encontrar solución mediante el recur-
so a un modelo estándar de actuación (más o menos formalizado según el tip0
de metodologia de que se trate). Pero también entendiendo que hay otros pro-
blemas de naturaleza epistemológica para 10s que no hay una respuesta defini-
tiva, siendo responsabilidad del investigador la toma de partido por una u otra
opción, sabiendo que con la respuesta que dé (cestará descubriendo su juego,
sus cartas y su estrategia)), de manera que tal exhibición pueda servir ((para
potenciar las posibilidades de jugar, 61 y sus contendientes))(Ibáñez, 1985: 2-3).

2. Marco epistemológico
El valor heurístic0 de cualquier investigación no se puede entender sin una
definición previa de cua1 es la naturaleza del objeto que se pretende investigar
-en este caso un objeto sociológico-, del sujeto que investiga y de la rela-
cidn que existe entre ambos. De manera esquemática abordamos aquí estos
problemas. La explicación que se haga de estos aspectos determinará la natu-
raleza de las técnicas que se utilice y su papel en la investigación social.
Desde una perspectiva epistemológica 10 primer0 que hay que decir es para
qué sirve la investigación --en este caso la encuesta-. La respuesta ingenua de
un hipotético interlocutor seria que para conocer la realidad social. La senci-
llez de dicha respuesta es más aparente que real, puesto que a tal respuesta ense-
guida se le superponen nuevas preguntas, en particular dos:

a) ¿Que es la realidad social? Dicho técnicamente, ¿cuál es la naturaleza del


objeto con el que trabaja el sociólogo?
b) 2Qué es conocer? Dicho técnicamente, jcómo se valida el conocimiento
cientifico?
132 Papers 48, 1996 Juan Javier Sánchez Carri611

Sobre el objeto de la sociología

El objeto de la sociologia es la realidad social, entendida tanto como ccrealidad


real)),independientemente de 10 que el10 sea, como su apariencia --si es que se
puede hacer tal diferencia-, en la medida que tanto una como otra influ~en
en el resto de la realidad o, como diria Beltrán, parodiando la famosa frase,
parece que erróneamente atribuida en exclusiva a W.I. Thomas, son ccreales en
sus efectes)) (A.C., 1991: 15); la frase en cuestión dice asi: ccsi 10s hombres defi-
nen las situaciones como reales éstas son reales en sus consecuencias)~, y según
Lamo de Espinosa y otros, 1994, pertenece a Thomas y Swayne, 1928. Esta
definición pragmática de 10 que es la realidad social (realidad más apariencia)
tiene la ventaja de que soslaya el problema ontológico de definir 10 que realmente
sea y remite directamente a un problema epistem~ló~ico, que consiste en expli-
car cómo la ((conocemos)).
Definida la realidad social como objeto de la sociologia, el paso siguiente es
decir cuál es la naturaleza de esta realidad, y si tiene alguna diferencia con las
realidades que estudian otros investigadores. Entiendo que 10 especifico de la
realidad social, y que al mismo tiempo la diferencia de otras realidades físico-
naturales, es, por un lado, su carácter reflexivo: 10s hombres (objeto de inves-
tigación) reflexionan sobre 10 que 10s investigadores dicen de ellos, cosa que
no cabe esperar de las plantas -tal como señala Lamo de Espinosa: cciqué pasa-
ria si las plantas leyeran libros de botinica?))(A.C. 1990: XI)-; por otro lado,
en la realidad social estudiada se encuentran tanto el objeto como el sujeto de
la investigación: salvo que se produzca una escisión epistemológica entre ambos,
objeto y sujeto comparten identidad.
Decimos que el objeto de la sociologia es de naturaleza reflexiva, en dos de
10s sentidos en 10s que utilizan este concepto Lamo de Espinosa y otros (1994):
10s actores pueden saber que se les está investigando, y a partir de este conoci-
miento modificar sus comportamientos, actitudes, etc.; igualmente, 10s acto-
res investigados a su vez investigan, con el fin de orientarse en el mundo, para
10 cua1 puede que utilicen las teorias que sobre ellos mismos han escrit0 otros
investigadores. Estos aspectos de la reflexividad han sido reconocidos por 10s
sociólogos, bajo conceptos tales como 10s de ccprofecias que se cumplen a si mis-
mas))(seIf-f;.l&llingprophecies,según Merton, 1964) y tenidos en cuenta a la
hora de la investigación, recomendando técnicas que se denominan no obs-
trusivas (unobscrusive meaurement), con las que se pretende que el objeto (per-
sona) investigado no sea consciente de esta circunstancia (Webb y otros, 1966).
La importancia de este tip0 de reflexividad es que cuestiona la capacidad
predictiva de cualquier teoria, modificando el esquema tradicional de predic-
ción, basado en una predicción ajena a la influencia que tal predicción tiene
sobre el objeto predicho. Por ejemplo, Lamo y otros ponen un ejemplo de
David Riesman, quien mostraba que después de la publicación del libro de
Thorstein Veblen sobre la Teoria de la clase ociosa, en 1899, ccalgunos de 10s
ricos, sientiéndose bajo presión, y a medida que 10s esloganes del libro se filtraban
en la conciencia popular, aceptaron el libro como una guia de 10 que no se
La calidad de la encuesta Papers 48, 1996 133
--

debia hacer)) (Riesman, 1960: 17, citado por Lamo y otros, 1994: 630). Si
Veblen tratase de confirmar la bondad de su teoria, jcon q d se encontraria?
De ser cierto el comentari0 de Riesman, su teoria habria fallado, podriamos
decir del puro éxito que tuvo, en la medida que modificó el comportamiento
de las personas investigadas.
La importancia de 10s párrafos anteriores es enorme, porque cuestiona desde
el lado del objeto de la investigación -posteriormente veremos el problema
del lado del sujeto- un principio básico de la epistemologia positivista, que
separa sujeto y objeto de la investigación, atribuyendo al primer0 el estudio
del segundo, de naturaleza distinta a aquél. Frente a este principio de escisión
entre sujeto y objeto, la naturaleza reflexiva del objeto sociológico obliga a
reconocer la necesidad de incorporar la teoria (el sujeto) como un elemento
mis que explica el comportamiento de 10s individuos, uniendo de esta mane-
ra sus destinos. Ya no se trata de conocer un objeto exterior, que una razón
instrumental intentará manipular hasta la saciedad (a la manera que se mani-
pula la naturaleza), sino de reconocer que, antes que un acto de conocimien-
to, 10 que la sociologia hace es contribuir a la construcción de la realidad social
en el mismo acto de estudiarla.
El reconocimiento de esta situación de reflexividad social obliga a darle
una solución, puesto que hace insostenible el mantenimiento de 10s supues-
tos positivistas de la ciencia, que han informado e informan gran parte de
la investigación que se realiza en el ámbito de la sociologia. Un intento de alter-
nativa es la creación de 10 que Coleman, utilizando uno de 10s posibles usos
del concepto, llama una ciencia social de segundo orden que tome en cuenta
la influencia que tiene en la realidad la ciencia social de primer orden
(A.C., 1990). Se trata de hacer una sociologia que estudie la influencia de la
sociologia en la realidad. Se parte de la aceptación de que una sociologia S,,
afecta a la realidad:
SI -> Realidad social

y 10 que se propone es una sociologia S2 que tenga en cuenta este hecho:

S* -> (S1 -> Realidad social)

La idea parece interesante, si no fuera porque inmediatamente se nos ocu-


rre por qué no pensar en una sociologia de tercer orden que explique la influen-
cia de la sociologia de segundo orden, y asi sucesivamente, en una cadena
infinita de sociologias. Emilio Lamo y colegas se dan cuenta de este problema
al sefialar que no hay razones (capriori para interrumpir la reflexividad donde
él (Nagel o Coleman, indistintamente) la interrumpe y cabe preguntarse qué
ocurriria si C2 (el equivalente a nuestro S2) pasara a ser conocido por 10s acto-
res, dando asi lugar a la necesidad de un nuevo conocimiento C3 tal que

C, -> (CC-> RS)


134 Papers 48, 1996 Juan Javier Sánchez Carri6n

Y por supuesto, esto de nuevo, ad infinitarn))(A.C., 1994: 612) -Jesús


Ibáñez, que ha estudiado en profundidad este problema, hablaria de una cas-
cada transfinita de reflexividades (A.C., 1994: XIV)-. A partir del reconoci-
miento de la inevitabiliddddel recurso a una sociologia de órdenes superiores,
que dé cuenta de cómo la sociologia de primer orden influye en la realidad,
10s autores citados tienen que admitir la imposibilidad de esta tarea, recono-
ciendo su incapacidad para encontrar una solución al problema, salvo que se
produzca un cambio ((delas reglas del juego, en este caso las reglas del juego
cientifico)) (A.C., 1994: 612) -cccuando algo es necesario e imposible, hay
que cambiar las reglas de juego)),diria Jesús Ibfiez (1994: XV) refiriéndose a este
mismo problema-. Los autores cifran el cambio de reglas en el propósito de
cambiar 10 que ellos consideran el enfoque tradicional de la investigación, con
el fin de estudiar la influencia de la ciencia social (variable independiente) en
la sociedad (variable dependiente), ((paraindagar cómo esta ciencia (la socio-
logia) es capaz de alterar la sociedad que trata de captar neutralmente y ello,
a menudo, sin saberlo. Es decir, que analicemos cuáles son las consecuencias no
intencionadas de la acción social investigadora))(A.C., 1994: 632).
En el caso de Coleman, Lamo de Espinosa y colegas han visto muy bien la
insostenibilidad de la solución que propone. En su propio caso soy yo el que
entiende que no han captado todo el calado que tiene el problema de
la reflexividad, como se desprende de la solución teórica (dedicar más o menos
atención a tal o cual tema, a sujeto u objeto de la investigación), y no episte-
mológica, que ellos mismos proponen. Se trata de seguir adelante con su razo-
namiento constructivista -en definitiva ese es el gran merito de la teoria de
la reflexividad- para aceptar la identidad parcial de sujeto y objeto de la inves-
tigación, rompiendo la escisión en la que les ha mantenido toda la tradición
científica, tanto natural como social, dominante en las sociedades occidentales
desde 10s tiempos de la Ilustración. Está bien que se reconozca la naturaleza
reflexiva del objeto y el papel determinante del sujeto de la investigación, pero
todo el10 parece insuficiente si no se va hacia el reconocimiento de la identidad
parcial existente entre ambos, en un proceso totalizador que tenga como prin-
cipio de validación no la teoria (de un sujeto sobre un objeto), sino las prácti-
cas sociales (en las que ambos participan). En las siguientes páginas se trata de
justificar esta propuesta de solución al problema de la reflexividad.

Sobre el sujeto de h sociologia


Si el objeto de la sociologia es reflexivo -((s610 es objetivo en la medida que es
objetivo para la cazan (Ibáííez, 1994: 19)-, el sujeto es subjetivo. Si esto fuera
cierto, y yo pienso que 10 es, desapareceria del vocabulario cientifico una pala-
bra maldita, junto a todos sus derivados: 10 objetivo, la objetividad, tras la que
se escudan todo tip0 de actos terribles. El sujeto que investiga no s610 influye
en (construye) la realidad que dice estudiar, sino que influye en él mismo, en
la medida que forma parte de esa misma realidad. Su estatus económico, pro-
fesional, etc. puede ser distinto al del objeto investigado, pero no asi su natu-
La calidad de la encuesra Papers 48. 1996 135

raleza ontológica. jCómo distinguir al investigador que estudia las condiciones


de vida de 10s trabajadores de estos mismos trabajadores, si no es por su pre-
tensión de situarse fuera (por encima) de 10s mismos? 2Acaso sus conclusiones
no le van a afectar, para bien o para mal? Desde el momento en que al inves-
tigar el investigador se investiga a si mismo, jcómo se puede hablar de objeti-
vidad en el proceso del conocimiento?, jcómo se puede hablar de objetividad
en un contexto en el que ni objeto ni sujeto son objetivos?
Esta idea contraria a la objetividad choca con 10s planteamientos, tanto de
Durkheim como de Weber, que son 10s autores que han aparecido repetidas
veces como paradigmáticos del pensamiento sociológico y sus diferentes orien-
taciones metodológicas, y que plantean el problema de la objetividad en torno
al tema de 10s valores (juicios de valor) del investigador y su influencia en la
investigación. Durkheim acepta la existencia de juicios de valor por parte del
investigador, 10 que le resta objetividad a la hora de estudiar la realidad social,
pero entiende que se trata de una circunstancia pasajera, atribuible a la juven-
tud de la investigación social, si la comparamos con las matemáticas o las cien-
cias fisico-quimicas. Con el tiempo la sociologia llegará a este estado de madurez
intelectual, en el que se hará posible la primera de sus reglas metodológicas:
tratar 10s hechos sociales como cosas (Durkheim, 1977). Como muy bien seiia-
la Lucien Goldman, el optimismo cartesiano de Durkheim y su poc0 interés por
10s problemas de 10s valores y las ideologias se explican por la cctradición opti-
mista de una burpesia -a la que el autor representaba-, que todavia habia
sido poc0 sacudida por el desarrollo de un proletariado que le pudiera oponer
su propia visión socialista))(A.C., 1966: 40-4 1).
En el caso de Weber, las ideologias, 10s juicios de valor y la presencia del
sujeto en la investigación tienen un papel mucho mis relevante que en
Durkheim -de hecho, el tema de 10s valores es central para la sociologia de
Weber-. Para Weber 10s valores existen, pero solamente intervienen en la
investigación en el momento de la elección y la construcción del objeto de
investigación; una vez hechas estas elecciones resulta posible estudiar10 de
manera objetiva e independiente de 10s juicios de valor. Por 10 tanto, existen m61-
tiples posibilidades, todas válidas, de selección del objeto cientifico, sin que
en la selección esté implicito ningún criteri0 valorativo. El hecho de que se
utilicen metodológicamente unos valores no implica su validez, tan solo nos
dicen de su existencia (Beltrán, 1988: 31-32).
Si se da por supuesta la identidad parcial de sujeto y objeto de la investi-
gación (véase Ibáííez, sobre El regreso delrujeto, 1994), tal como se hace en esta
exposición, el paso siguiente, y para mi de mayor interés, es determinar la natu-
raleza de este sujeto de investigación. En primer lugar, se trata de un sujeto
reflexivo, en la medida que comparte naturaleza con su objeto de investiga-
ción. En segundo lugar, el sujeto de la investigación es un sujeto cuya capaci-
dad de conocer viene determinada, no solo por su capacidad técnica, sino por
10s limites de su conciencia (Lukács, 1975).
La idea de conciencia posible, asociada a 10s conceptos de determinismo
económico y papel de las clases sociales, me parece central en la investigación
136 Papers 48, 1996 Juan Javier Sitnchez Carri6n

social, por cuanto muestra, siguiendo a Goldman (1966), que el conocimiento


no tiene sus limites en la mayor o menor capacidad técnico-metodológica-
teórica de 10s investigadores, sino en sus propias condiciones existenciales
-10s origenes de la idea de conciencia posible se encuentran en 10s tipos
ideales de Weber, de quien Lukács fue discipulo aventajado hasta que cambió
de orientación teórica-. Se trata de un desarrollo atribuible a Lukács, pero
que está en sintonia con todo el pensamiento marxista, resumido en la famo-
sa frase de Marx sobre la influencia que tiene la existencia de 10s hombres
sobre su conciencia, y no a la inversa, y que el autor hizo como critica a una
concepción idealista de la sociedad que anteponia la segunda (la conciencia) a
la primera (la existencia). La importancia de la idea de conciencia posible es
enorme porque sitúa al sujeto de la investigación en un mundo real, lleno de
limitaciones para el conocimiento que produce (limitaciones propias de sus
condiciones existenciales), y no en el limbo de las buenas voluntades, preci-
samente siempre postuladas pero nunca materializadas, debido a la propia
imposibilidad que existe de partida.
Como elemento determinante de esta conciencia se encuentran las condi-
ciones existenciales de 10s individuos. Y dentro de las condiciones existenciales
esta la manera como 10s individuos se ganan la vida, cualquiera que sea la forma
de conseguir tan loable objetivo. No se trata de proponer un determinismo
económico que explique la vida social única o exclusivamente por 10s factores
económicos, pero si de atribuirles un lugar privilegiado en la sobredetermina-
ción del comportamiento individual y colectivo. Lo ideológico tiene su lugar,
pero subordinado a 10 que gentricamente he llamado las condiciones existen-
ciales. Este patrón de relaciones entre 10 económico y 10 ideológico está muy bien
recogido en el prefaci0 de Marx a la Contribucidn a la crítica de la economia
política. ((Enla producción social de su existencia, 10s hombres entran en rela-
ciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad; estas relacio-
nes de producción corresponden a un gade determinado de desarrollo de sus
fuerzas productivas materiales. El conjunt0 de estas relaciones de producción
constituyen la estructura económica de la sociedad, la base real, sobre la cual
se eleva una supraestructura jurídica y política y a la que corresponden formas
sociales determinadas de conciencia. El modo de producción de la vida mate-
rial condiciona el proceso de vida social, política e intelectual en general. No es
la conciencia de 10s hombres 10 que determina la rea1idad:por el contrario. la rea-
lidad social es la que determina su concienciau (A.C., 1970: 37; la cursiva es
mia) .

Conocimientopraxeológico
;Conocer o controlar?Este es el tema central del pensamiento sociológico (y de
la ciencia en general). Todo conocimiento es control (puesto que al conocer
se participa en la construcción de la realidad que se pretende conocer). Lo que
hay es un control positivo (estructural-funcional), que juega con 10s medios al
apostar por un mantenimiento del orden establecido, o un control negativo
La calidad de la encuesta Papers 48, 1996 137

(escuela de Frankfurt), que busca explicitarnente el cambio e introduce 10s


fines en el proceso de investigación social. Si a nivel de la calle se acepta la
imposibilidad de ser apolitico, dado que siempre se es politico, tanto por acción
como por omisión, 10 mismo se puede decir de la investigación social: se quie-
ra o no, el investigador siempre es un sujeto-subjetivo.
Después de hablar del objeto y del sujeto de la sociologia llegamos al punto
final de la argumentación, que cierra el marco epi~temoló~ico propuesro. Si
el objeto de la investigación es reflexivo y el sujeto subjetivo, y ambos forman
una unidad indisoluble, jcómo se puede evaluar la validez de un conocimien-
to? Se trata de un problema semejante al de la persona que quiere medir su
sombra, cuyo tamafio dependerá de la posición que dicha persona ocupe en
relación con la luz que la genera: si se acerca a medirla, o si cambia su posi-
ción relativa al sol, la sombra cambia de tamafio. Todo 10 que se puede hacer
es conocer las leyes de la geometria y del movimiento solar para determinar-pro-
ducir el tamafio deseado, colocándonos en la posición adecuada con relación
al sol.
La esencia reflexiva del proceso investigador (proceso del conocimiento)
hace que cuando el individuo proyecta su luz (conocimiento) sobre el objeto
que estudia, el objeto se desplaza y cambia de contenido. En estas circunstan-
cias es imposible conocer la esencia del objeto, puesto que tal objeto en ningún
momento aparece objetivado (medible) para el investigador. Como muy bien
advierte Jesús Ibáfiez (1994), se trata de una paradoja, puesto que cuando
medimos algo, 10 modificamos, 10 que convierte a la investigación social en
una tarea, a la vez necesaria e imposible. Necesaria porque ni 10s individuos ni
la sociedad pueden renunciar a su propio conocimiento, aunque sea un cono-
cimiento ideológico; imposible, por la identidad entre el que conoce y 10 cono-
cido. En estas circunstancias, ¿cuál es la salida?
Frente a la solución estándar, basada en un racionalisme extremo que s610
acepta la coherencia interna como criterio de verdad, la única salida a la para-
doja es ligar el destino del investigador a sus propios conocimientos, no s610 en
cérminos del dinero que le reportan, sino del movimiento que provocan en su
propia identidad y en las identidades de 10s demás. Esta solución rompe el
estatuto técnico, aséptico, de investigador, distinto al estatuto de investigado,
para fundir ambos roles en el Único. de sujeto en proceso. La práctica será el
Único criterio de verdad que se puede utilizar para evaluar la bondad de un
saber sobre la realidad social: frente a la explicación positivista o la compren-
sión fen~menoló~ica, la transformación de la realidad como criterio de vali-
dación de la actividad cognoscitiva humana.
Tal como seiiala Marx en su segunda tesis sobre Feuerbach, (cel problema
de si puede atribuirse al pensamiento humano una verdad objetiva no es
un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el
hombre debe demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poder, la terrena-
lidad de su pensamiento. La disputa en torno a la realidad o irrealidad del
pensamiento -aislado de la práctica- es un problema puramente escolás-
tico,, (A.C., 1974: 666; cursiva del autor). Y esta práctica transformadora,
138 Papers 48, 1996 Juan Javier Sinchez Carrión

dada la naturaleza social de 10s hombres, tiene que estar asociada a 10s intereses
del grupo al que 10s individuos-investigadores pertenecen, 10 cua1 nos lleva a
la consideración de su carácter social, que limita -aunque no anula- el rela-
tivismo inherente a toda validez basada en criterios pragmáticos -10 que es
pragmático para unos no 10 es para otros.
Esta reflexión sobre la validación última del conocimiento, de carácter pra-
xiol6gic0, no anula el recurso a la utilización de métodos especificos de inves-
tigación, en función de la dimensión de la realidad social que estemos
investigando y de 10s intereses que persigamos. Lo mismo que el hecho de
entendir la realidad social como una totalidad, en la que las partes se relacio-
nan todas entre si, haciendo imposible encontrar causas primeras, no evita el
recurso a explicaciones causales, en la medida que la vida de las personas asi 10
exige -si la variable sociedad es la que explica el comportamiento criminal de
algunas personas, miembros a su vez de esa sociedad explicadora, ¿por qué s610
a éstas se las mete en la cárcel, como responsables de sus delitos?-, igualmen-
te, el hecho de que se niegue la existencia de una Verdad (Dios), exterior al
sujeto investigador, como criterio de evaluación de la bondad del conocimiento,
tampoc0 evita el recurso a algún criterio para evaluar la verdad de un conoci-
miento particular. Y este criterio será especifico de la metodologia de investigación
que se esté utilizando para obtener-producir ese conocimiento, que a su vez
vendrá determinado por la dimensión del objeto que se esté investigando.

3. Pertinencia metodolÓgica/epistemológica de la encuesta


Desde la perspectiva metodológica se produce una reflexión general sobre la
pertinencia de la encuesta para responder a 10s problemas teóricos de la socio-
logia, independientemente de la calidad técnica que pueda tener el trabajo rea-
lizado. En la investigación social se produce actualmente un relativo abandono
de la encuesta, en la medida que no satisface las expectativas que, injustifica-
damente, habian depositado en ella muchos sociólogos. De ser la técnica domi-
nante de la sociologia, hasta el punto de ser acusada de imperialista y responsable
del ccempirismo abstractos (Wright Mills, 1971) en el que se rnueve gran parte
de esta disciplina, pasa a ser una técnica que ha de competir con otras técnicas
de carácter cualitativo y participativo, en las que depositan su confianza dis-
tintas orientaciones de la sociologia. De esta manera, para muchos, la antigua
confianza-dependencia se convierte en denostación.
El movimiento hacia 10 cualitativo y hacia metodologias participativas tiene
su explicación-justificación en la pérdida de legitimidad (llarnada crisis) de la
sociologia occidental: perdida de legitimidad del paradigma estructural-fun-
cional y, por consiguiente, de su instrumento preferente de investigación, la
encuesta. Todo el10 producto de la pérdida de legitimidad del modelo de socie-
dad en el que se inserta la sociologia, en tanto que instancia de reflexión cuya
función es la de proporcionar la coherencia formal que dicha sociedad nece-
sita para su supervivencia. En este contexto, al tiempo que una parte de 10s
sociólogos vuelven la vista hacia metodologias cualitativas y praxeológicas,
La calidad de la encuesta Pa~ers48. 1996 139

algunos de 10s que estamos en el campo cuantitativo debemos orientarnos


hacia un proceso de ccajornamiento)),consistente en integrar, en la medida de
10 posible, las criticas que desde las otras perspectivas de investigación se hace
de nuestro trabajo, relativas a las limitaciones del método de la encuesta, y en
conseguir un mayor refinamiento de nuestros propios instrumentos de inves-
tigación. Después de un primer momento de enfrentamiento nitido entre las
diferentes perspectivas, lógico en el proceso de consolidación de una de ellas (la
cualitativa) -por el momento, la praxeolÓgica deberá esperar- y de acepta-
ción de la pérdida de su papel hegemónico por parte de la otra (la cuantitati-
va), el resultado del conflicto puede tener un marcado carácter positivo, en la
medida que cada metodologia se beneficie de 10s aspectos positivos de la otra,
estableciéndose entre ellas una situación de complementariedad.
En todo este contexto problemático que acabo de presentar, en el momen-
to actual la encuesta se ve enfrentada a una serie de dilemas, a 10s que respon-
de con mayor o menor éxito, sola o combinando su actuación con otras
metodologias, y de 10s cuales yo ofrezco una relación, sin Animo de exhausti-
vidad:

- Explicación causas-comprensión sentido. Como consecuencia de la presión


cualitativista, que acentúa el interés por 10 subjetivo y la construcción del
sentido que a sus acciones atribuyen 10s individuos, se produce toda una
orientación hacia el estudio de 10s procesos comunicatives que se dan en la
encuesta, dando un papel privilegiado al hasta entonces entrevistado-fron-
tón-caja negra de las entrevistas -descubrimiento de la psicologia cogni-
tiva (Bradburn y Danis, 1984; Tanur y Fienberg, 1992).
- Sincrdnico-diacrónico. Tampoco es casualidad la importancia que adquie-
re el estudio del cambio, y el desarrollo que toma la creación de las bases de
datos, tip0 barómetro, y todas las técnicas de análisis longitudinal, tip0
análisis de series temporales o análisis de eventos (event analysis), coinci-
diendo con una sociedad que se encuentra sumida en algo mis que un pro-
ceso de cambio lineal. La recuperación de la historia como atalaya desde
la que contemplar y comprender la vida social necesariamente se refleja en
la preocupación que tienen 10s metodólogos en introducir la variable tiem-
po en 10s modelos estadisticos.
- Colectivismo-individualismometodológico. iY qué decir de la importancia
que adquiere el estudio del contexto en el comportamiento individual, supe-
rando la antinomia individuo-sociedad? A partir de 10s años ochenta se
desarrolla toda una corriente de estudio denominada análisis a múltiples
niveles (multi-levelanalyss), que tiene como objetivo desarrollar tecnologias
(basadas en el modelo de la regresión) que permitan cuantificar la influen-
cia de la sociedad (familia, escuela, etc.) en aspectos propios de 10s indivi-
duos (rendimiento escolar, voto, etc.) (Goldstein, 1987; Paterson y
Goldstein, 1991).
- Realisme-cons~uctivismo. i Y acaso en la orientación hacia un tip0 de inves-
tigación no obstrusiva no está latente la preocupación por el carácter refle-
140 Paoers 48. 199G Juan lavier Sánchez Carrión

xivo del objeto-individuo de la sociologia y las consecuencias no intencio-


nadas de la acción? (Webb, 1966).
- Elproblema de la medidd. No menor importancia tiene toda la reflexión
que hacen autores como, por ejemplo, Ray Pawson tratando de resolver el
enfrentamiento entre empiristas y teoricistas, en base a una revisión del
concepto central de toda metodologia: la m e d a (Pawson, 1989).
- Lógica de la contrdstación-ldgica del descubrimiento. Por último, y sin Animo
de agotar la elucidación de las vias de interpenetración entre perspectivas y
10s frentes que tiene abiertos la encuesta, hay que citar la importancia de
. 10s análisis exploratorios (frente a 10s confirmatorios), en una sociologia que
ni después de hacer bueno el desideratum mertoniano de buscar teorias de
alcance medio encuentra ámbitos de seguridad; en este contexto adquiere
especial relevancia la técnica del análisis exploratorio de 10s datos (EDA)
(Tukey, 1977).

4. Errores en la implementación de la encuesta


Desde el lado de 10s practicantes de las técnicas cuantitativas, una vez que
se acepta su pertinencia como técnica más adecuada para investigar deter-
minados aspectos de la realidad social, se produce una reflexión sobre la cali-
dad de la encuesta, con una gran preocupación por 10s errores que se cometen
en su utilización. Libros como 10s de Groves (1989), Survey Errors and Survey
Costs; Biemer y otros (199 l ) , Measurements Errors in Surveys; o 10s mono-
gráficos de las revistas Sociological Metboa5 and Research -dirigído por Alwin
(199 1) , y titulado Research on Survey Quality- Journal of Oficial Statistics
(1992) -0rganizado por Biemer y Lyeberg-; asi como 10s numerosos arti-
culos que aparecen en las revistas especializadas, dedicados a la calidad de la
encuesta; o la también numerosa presentación de ponencias en congresos y
jornadas de metodologia, relacionadas con este tema, serian la expresión del
interés, creciente, que despierta en la comunidad profesional la calidad aso-
ciada a la técnica de la encuesta -bien es cierto que en este movimiento,
cada vez más tecnificado, 10s sociólogos vamos cayendo, para dejar paso a
10s estadisticos de encuestas, y a 10s especialistas en psicometria o en econo-
metria.
Desde un punto de vista conceptual, la investigación sobre 10s errores se
suele dividir en tres partes diferenciadas. Por un lado, 10s investigadores son
conscientes de que en toda encuesta se cometen errores atribuibles a que no
se obtiene toda la información necesaria (por ejemplo, para saber 10 que pien-
sa una Población s610 se pregunta a una Muestra). Siguiendo a Groves (1989),
en quien está parcialmente basada esta tipologia, a este tip0 de errores le voy a
llamar de ((noobservaciónn, puesto que ésta es la razón de que aparezcan. Por
otro lado, aún cuando obtenemos información de las personas entrevistadas, es
muy probable que contenga errores de medida (por ejemplo, el entrevistado
no siempre dice 10 que piensa, el instrumento utilizado influye en la respues-
ta, etc.); por 10 tanto, este segundo bloque de errores recibe el nombre de erro-
La calidad de la encuesta Papers 48, 1996 141

res de medición. Por último, aún en el supuesto de que no haya errores de medi-
ción, el tratamiento informático estadístic0 que se hace de 10s datos, con el fin
de sacar las conclusiones, puede originar nuevos errores, a 10s que voy a lla-
mar de cálculo.

Errores de no observacidn
Entre 10s errores de no observacidn 10s investigadores estudian 10s problemas
atribuibles a que algunos miembros de la población estudiada no están inclui-
dos en el marco muestral (por ejemplo, población que no tiene teléfono en un
estudio de la población general), mientras que otros aparecen dos o más veces
(por ejemplo, todos aquellos que tienen varias lineas de teléfono). Este tip0 de
errores reciben el nombre de errores de cobertura. La solución al problema pasa
por un estudio detallado del marco muestralque se utiliza en la investigación,
con el fin de detectar este tip0 de errores de cobertura, y de adaptarlo, si es
posible, a las condiciones de la población investigada, o, alternativamente,
redefinir la población en términos del marco que se utiliza.
También se estudia el problema que surge cuando algunos miembros de
la muestra no son entrevistados, bien porque no es posible contactarlos o por-
que rechazan participar, total o parcialmente, en la encuesta. Cuando se pro-
duce esta circunstancia estamos en presencia de un error de no respuesta.
Dependiendo de que la no respuesta 10 sea a la totalidad o a una parte (pre-
gunta) del cuestionario, hablamos de no respuesta total o parcial, respectiva-
mente. La diferencia es pertinente por las consecuencias diferenciadas de cada
tip0 y por el distinto tratamiento que reciben. Si las personas que no contes-
tan son una submuestra aleatoria de la muestra seleccionada -dicho de otra
manera: son iguales a las que contestan-, la no respuesta tan s610 disminu-
ye el tamafio de la muestra, 10 que incrementa el error variable de muestreo
-también llamado simplemente error de muestreo, según infra-. En el caso
de que las personas que no contestan sean distintas a las entrevistadas, al pro-
blema de la disminución del tamafio de la muestra -evitable si se sustituyen
a las personas que no contestan por otras cccontestadoras))- se añade el del
sesgo que se ~roduceen las estimaciones de 10s parámetros poblacionales, que
aparecerán sobre o infraestimados.
Por último, el hecho de que se utilice s610 una parte de personas (la mues-
tra) para conocer 10 que piensan todas ellas (la población) afiade un tercer tip0
de error, llamado error de muestreo: si queremos saber 10 que piensan muchas
personas a partir del conocimiento que tenemos de 10 que piensan unas pocas,
es comprensible que cometamos algún error en la extrapolación. Por defini-
ción, la muestra es mis pequefia que la población, y de esta circunstancia se
deriva que al utilizarla se cometa un tip0 de error llamado error variable de
muestreo -el error muestral que se suele calcular en las encuestas-; si ade-
más la muestra no es representativa, quizá debido a la presencia de 10s dos tipos
de errores previarnente mencionados, hay que afiadirle un nuevo error, el sesgo,
llamado error5jo de muestreo. La suma de ambos errores determina el llamado
I
142 Papers 48, 1996 Juan Javier Sdnchez Carri6n

error medio d r á t i c o o error total de muestreo (sobre 10s errores de muestreo véase
Sánchez Carrión, 1995).
Errores de cobertura
Errores de no observación Errores de no respuesta
Errores de muestreo

I Errores de medicidn
Mayor interés que 10s errores de no observación reciben 10s errores de medi-
ción: las diferencias que se dan entre 10s (supuestos) verdaderos atributos de
10s entrevistados y 10s resultados que se obtienen al tratar de conocerlos utili-
zando la técnica de la encuesta. A este nivel se plantean dos enfoques de inves-
tigación distintos, dependiendo de 10s supuestos epistemológicos que haga
cada investigador. Un enfoque posible, que es el que subyace a la práctica regu-
lar de la encuesta, parte de unos supuestos epistemológicos que atribuyen rea-
l& objetiva a las caracteristicas de 10s individuos y que confia en la neutrali&
del instrumento técnico utilizado, capaz asi de captar esa realidad. Desde esta
perspectiva, 10s errores de la encuesta son verdaderos errores, y se producen
cuando no mide 10 que hay que medir: el individuo tiene un valor de 8,O en una
variable (por ejemplo, la valoración que tiene de su profesor de estadística) y la
encuesta nos da un 7,7. Puesto que el 8 tiene un valor de realidad, si la encues-
ta llega a la obtención de otro número, el10 es debido a que hemos cometido
algún error. A este enfoque se le puede poner el nombre de realista, y es uno
de 10s pilares del método positivista de investigación.
Desde un enfoque distinto al del párrafo anterior, al que se puede llamar
constructivista, se empieza por dudar de que haya habido un error en la encues-
ta, puesto que no está claro que el individuo tenga realmente un valor de 8,
independientemente de cuál sea el proceso de medición. Frente a la idea de una
realidad objetiva, medible con las herramientas del investigador (en este caso, la
. encuesta), se plantea la idea de una realidad socialmente construida, en este
caso por el investigador y las herramientas que utiliza, que actuarian como ele-
mentos que introducen información en la sociedad y no como elementos que
sirven para obtenerla. Desde esta perspectiva, 10s errores de las técnicas se recon-
vierten en efectos de las técnicas, queridos o no queridos por el investigador.
La consecuencia de que se adopte una perspectiva realista o constructivis-
ta -con todas las matizaciones que quepa hacer en el continuun definido por
esas dos perspectivas, que actúan como polos- es fundamental, puesto que
determina el curso que debe seguir la investigación por encuesta, situada en
una encrucijada, por la pretensión que tienen muchos de sus practicantes de
seguir manteniendo la ficción de que es posible desarrollar un instrumento
neutro, con el que descubrir la verdad. Pensemos s610 en un problema como
el de dar o no dar incentivos a 10s entrevistados: a partir de una concepción
realista se plantea toda una polémica en torno a la pertinencia de esta prácti-
ca, alegando su posible efecto distorsionador sobre las respuestas que dan 10s
entrevistados. Es cierto que si se paga a 10s entrevistados, este hecho determi-
na 10 que contestan, pero no menos cierto es que si no se les paga, también
La calidad de la encuesta Papers 48, 1996 143

este hecho influye en sus respuestas, puesto que ninguna de las dos situacio-
nes es la ((natural))y ((neutra)),frente a la cual la otra introduciría distorsión en
las respuestas.
Mi opinión es que, no s610 10s dos supuestos sobre 10s que se trata de sus-
tentar la técnica de la encuesta, realismo social y neutralidad de la técnica, no
están justificados, sino que además están entorpeciendo el desarrollo de la
encuesta -a la manera que el modelo de sociedad capitalista entorpece actual-
mente el desarrollo de la humanidad-. Lo que para muchos investigadores
son efectos no queridos (por ejemplo, por dar incentivos o utilizar una u otra
formulación de las preguntas de 10s cuestionarios), y por 10 tanto efectos per-
versos de la encuesta, que hay que eliminar para que esta técnica alcance su
plenitud -algo que se desvela como imposible-, en realidad son parte con-
sustancial a la encuesta, y s610 aceptando esta realidad, que libere a la técni-
ca de la carga metodológica y epistemológica positivista que la acompaiia,
podrá realmente progresar.
Lo que unos (realistas) calificarán como un error de la técnica, que infra-
valora la realidad, otros (constructivistas) 10 calificarán como un efecto de la téc-
nica, que tiende a infravalorar-sobrevalorar resultados obtenidos con otra
técnica. Para 10s primeros habrá un absolut0 (la verdad), que actuará de están-
dar de comparación -en este planteamiento se mueve toda la teoria clásica
de la medida-, mientras que 10s segundos se plantearán problemas de rela-
tividad -10 cua1 no impide el consenso en unos procedimientos de trabajo
ajustados a unos estándar de calidad-. En 10 sustantivo hay coincidencia en
descomponer 10s elementos de la encuesta, con el fin de estudiar 10s erro-
reslefectos que se producen en torno de ellos: se podrá tener diferencias a la
hora de valorar la influencia del método de recogida de la información (entre-
vistas cara a cara o telefónica) en 10s resultados, pero está claro que hay que con-
siderar este factor si queremos comprender la información que se ha obtenido
en una encuesta.
Según Groves (1987), 10s errores pueden aparecer debido a: a) la influen-
cia que tiene el entrevistador sobre el entrevistado (su forma de actuar, de ves-
tir, etc.), 6) la naturaleza de las preguntas del cuestionario (su formulación, el
orden en el que aparecen las alternativas de respuesta, etc.), c) la actuación del
entrevistado a la hora de contestar a las preguntas que se le formulan (quizá
no tiene interés en decirnos la verdad, trata de agradar, etc.) y d) a la influen-
cia del modo de recoger la información de las personas estudiadas (cuestiona-
rio postal, entrevista telefónica, etc.).
Debido a que es mis fácil estudiar este tip0 de errores que 10s de no obser-
vación (que por definición son difíciles de observar), la literatura est5 llena de
estudios en 10s que se analiza la influencia de todos estos factores que acabamos
de enumerar, mientras que son menores 10s estudios del primer tipo.
Errores en torno al entrevistado
Errores de medición Errores en torno al entrevistador
Errores en torno al instrumento
Errores en torno al método
144 Papers 48, 1996 Juan Javier Sánchez Carrión

Errores de postrnedición
A estos dos tipos de errores aún cabria afiadir un tercero, verdaderamente error
y no efecto, relacionado con el procesamiento de la información que se obtiene
en la investigación y su posterior análisis. Ya no se trata de que 10s datos sean
parciales (referidos a una muestra) e inseguros (con errores de observación),
sino que ahora hay que afiadir el hecho de que todos 10s datos obtenidos tie-
nen que ser tratados informática y estadísticamente, con el fin de sacar con-
clusiones. El procesamiento corresponde a la fase que va desde el momento en
que se han cumplimentado 10s cuestionarios (soporte de recogida de la infor-
mación) hasta que se realizan 10s análisis definitivos (regresión, tablas de con-
tingencia, etc.). Se trata de una etapa muy delicada, dado que en las encuestas
se trabaja con miles de observaciones (n casos por p variables) -y a veces,
millones-. En estas circunstancias la grabación de esta información y su edi-
ción (editing) es todo un proceso industrial, sometido a optimización y con-
trol. A tal fin existen procedimientos estándar de grabación y validación de 10s
datos -especialmente en 10s grandes centros estadisticos- que sirven para
realizar todo este proceso (véase Villán Criado y Bravo Cabria, 1990).
Básicamente, esta etapa de procesamiento comprende la grabación, la depura-
ción de errores y la transformación de 10s datos.
En la grabación se trata de garantizar que la matriz de datos con la que se
realizarán 10s análisis refleja fielmente 10s resultados obtenidos con 10s cues-
tionarios. La depuración se suele hacer para detectar c6digos inválidos (por
ejemplo, la pregunta tiene dos alternativa5 de respuesta, 1 y 2, y en la matriz apa-
rece un 4) y para detectar inconsistencias en las respuestas de 10s entrevistados
(Oen la grabación de 10s datos): si la persona dice tener diez afios (variable
edad) no puede contestar que tiene carnet de conducir (variable permiso). La
transformación pretende poner 10s datos ccguapos))para el análisis: por ejemplo,
tenemos la variable edad en afios e interesa utilizarla agrupando las edades en
intervalos; o, quizá, en diferentes preguntas se indaga sobre la posesión de dife-
rentes objetos y queremos construir un índicede posesión de objetos, que nos
diga en una sola variable el número total de objetos poseídos por cada indivi-
duo.
Errores de procesamiento
Errores de postmedición
Errores de anáiisis

Después de que 10s datos están listos, hay que analikarlos. También a este
nivel se presentan múltiples posibilidades de cometer errores. Si se trata de
datos muestrales, el primer0 de ellos es su incumplimiento de 10s supuestos
especificados en el modelo de anáiisis utilizado (quizá la muestra es pequefia,
la población no es normal, y el test es paramétrico). A nivel del anáiisis también
se pueden cometer errores si el nivel de medición de 10s datos no se corres-
ponde con las exigencias de la técnica que se va a emplear (por ejemplo, 10s
datos son ordinales y la técnica utilizada exige información interval). Los orde-
La calidad de la encuesta Papers 48, 1996 145
.. . ~-

nadores y la utilización de paquetes informático-estadisticos en la investiga-


ción social han facilitado el análisis que se hace de la información obtenida,
en la medida que simplifican totalmente cálculos que antiguamente exigian
un esfuerzo muy considerable, pero esa misma facilidad de obtener resultados
instantáneamente y sin apenas esfherzo también ha creado las condiciones para
que investigadores inexpertos realicen toda suerte de anáíisis estadisticos con una
ignorancia casi absoluta de 10 que están haciendo.

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Papers 48, 1996 147- 150
.
.

Obituari
Lluis Carrefio i Piera: membria personal
Salvador Giner

El 5 de febrer d'enguany morí Lluis Carrefio, que fou president i un dels fun-
dadors de 1'Associació Catalana de Sociologia. Fou també un dels introductors
principals de la professió al nostre país. Per raons d'estreta amistat amb ell, i
per haver compartit una part important dels seus esforsos com a socibleg, les
ratlles que dedico aquí a la seva membria tindran forsosament un tarannh de
record personal. De segur que altres podrien donar una visió més arrodonida
de la rica personalitat d'en Lluis Carrefio, com també de la seva faceta com a
home públic i com a ciutada molt actiu, la preskncia del qual ha estat forsa
important en la vida recent del país, i sobretot de la ciutat de Barcelona.
En Lluis Carrefio i Piera nasqué a Barcelona rany 1933, en el si d'un famí-
lia culta i professional. El seu pare, metge, coneixia la meva família, i abans
que tots dos entréssim alhora a la Universitat jo ja havia estat a la casa, burge-
sament ben endre~ada,on els Carrefio vivien, a la dreta de I'Eixample, al cos-
tat de mar de la Diagonal. L'abunddncia de llibres d'aquella casa restava eclipsada
per l'exotisme de les vitrines plenes de vanos i altres objectes, molts d'ells orien-
tals, duts per l'avi des de les Filipines. Potser tot aixb ajuda a donar a Lluis
Carrefio l'aire un xic aristocratic que sempre tingué -de jovenet ja semblava
un gentlema- i la seva atracció per l'estranger, per Europa. Aquests trets aviat
el distingiren dels altres estudiants quan entra a la Universitat, per estudiar-hi
dret. El seu interks pels estudis de la cosa jurídica era, perb, i com el de tants
d'altres que hi érem, més aviat circumstancial. Esperava fer alguna altra cosa
a la vida, com em digué amb un posat un xic misteriós un dels primers dies
de classe, que celebrarem passejant pel jardí acadkmic en comptes &assistint
a la llisó de Formación del Espiritu Nacional. Aquesta darrera assignatura pre-
tenia en va transformar els alumnes en aspirants a bons feixistes.
La nostra amistat es desenvolupa al voltant de les aules de la Facultat per
raons verament extrapolítiques. Malgrat que tots dos militavern en moviments
clandestins contra la dictadura, el que ens uní fou un desencís fort amb una
carrera que no sentíem nostra i la recerca compartida d'una sortida intelslectual
diversa. Com he tingut ocasió de dir en alguna oportunitat, Lluis Carreño fou
la primera persona amb la qual vaig poder ((enraonar,,de sociologia. De fet, la
148 Papers 48, 1996 Salvador Giner

descobrírem plegats. ExplorBvem les llibreries de vell del carrer d'Aribau i


comprAvem edicions anteriors a la guerra civil d'autors clBssics de l'economia,
la política i la sociologia, algunes &importades de 1'Argentina o Mtxic, que
per la seva aparent inanitat burlaven I'arbitraria mA dels poc diligents censors
de duana. De tots els textos que queien a les nostres mans, els que parlaven de
quelcom remot que s'anomenava ccsociologia,) eren els que més ens atreien.
En Lluis Carreño desen vol up^ aviat un interks paral.lel per altres activitats,
com ara la possibilitat &entrar en el cos diplomkic, el qual, al meu parer, escin-
dí un xic la seva vocació primera. Fou així com es IlicenciB en Citncies Polítiques
a la Universitat de Madrid, on hi féu després els cursos de doctorat correspo-
nents, i acabi els estudis de Dret a Barcelona. El seu interts per la sociologia no
minvava, perb. Jo, per la meva part, havia passat el curs de 1957-1958 a la
Universitat de Colbnia. (En Lluis i jo, i el nostre amic Carlos Moya, un altre
futur socibleg, llavors a Madrid, havíem decidit que I'alemany era cabdal per
fer sociologia seriosament!). En tornar els vaig convkncer a tots dos que Colbnia
era el lloc on calia anar. No crec que anés errat, tot i que em penso molt que algú
ha lamentat després de no haver anat a Frankfurt, amb la seva escola marxis-
titzant, en aquells anys. El cas és que el professor René Konig, que havia esde-
vingut alli el meu primer mestre sociolbgic, ho fou, poc després, el de Lluis
Carreño, seguit al final per Carlos Moya. Fou Konig qui dirigí les meves pas-
ses vers qui seria el meu veritable mestre, Enrique Gómez Arboleya. En aquest
cas, perb, no vaig aconseguir que en Lluis estudiés sota el seu consell.
En tornar de Colbnia, el 1961 en Lluis Carreño s'endinsa en una forta acti-
vitat organitzativa i de recerca en el camp territorial i de la sociologia urbana,
de la qual és testimoni un bon conjunt &estudis i &informes que iniciaren,
en aquest país, la codificació de les dades urbanístiques, els estudis socio-
econbmics territorials i els primers lligams formals entre arquitectes, planifi-
cadors i sociblegs. Amb en Jaume Nualart i jo mateix, participarem en jornades
i seminaris (alguns practicament clandestins) organitzats pel Grup R, inspi-
rat, entre altres, per I'Oriol Bohigas, el qual intenta &establir aquests lligams
i de promoure una visió democratica i multidisciplinAria de l'urbanisme i de I'ar-
quitectura.
Mentrestant, en Lluis Carreño participava en una curiosa activitat d'apos-
tolat sociolbgic entre la societat civil. Sembla que hi ha un cert acord en el fet
que I'única catedra existent aleshores a Catalunya (els primers anys seixanta)
no va complir aquesta tasca: no solament hom no la pot comparar ni de bon
tros amb la feina intel.lectua1 que aconseguia desenvolupar en un terreny afí
a la mateixa Facultat &Economia en Manuel Sacristán, sin6 que més aviat la
sociologia procedent del lloc era percebuda com un element afí a la ideologia
oficial, i no com l'eina crítica i fins i tot alliberadora que hom esperava de la dis-
ciplina. A tall d'il-lustració de I'ambient que s'hi respirava, recordem que la
Revista Espagola de Sociologia, de la qual eixiren només el número O i 1'1, fou
tancada per l'autoritat governativa, com a publicació subversiva. Aquesta revis-
ta tingué entre els seus fundadors i inspiradors en Lluis Carreño. Editada a
Madrid i Barcelona, hi figurivern a la redacció catalana ell mateix; un c o n -

--
Lluís Carrefio i Piera: rnernbria personal Papers 48, 1996 149

vers))posterior a nosaltres, perb f o r ~ amés gran, 1'Esteban Pinilla de las Heras,


i jo mateix.
Durant el decenni dels anys seixanta en Lluis Carrefio s'endinsh cada cop
més en les activitats professionals de la sociologia urbana i regional, sovint
entrant en conflicte amb la visió oficial, autoritbia i centralista dels afers públics.
En tornar dels meus estudis a Chicago, el 1964 me'l vaig trobar en un centre
privat d'estudis, CEDEC, acabant la direcció d'un estudi sobre l'estat de l'en-
senyament a Barcelona. (CEDEC era un cau subversiu on {editava la revista
Promos i on es feien cursos i seminaris sociolbgics, coordinats per 1 ' ~ n ~ e l s
Pascual, que feia també &alumna). Poc després participi en els cursos extrao-
ficials de citncies socials, perb certament molt ben atesos per un alumnat f o r ~ a
distingit, que foren organitzats per Antoni Jutglar i jo mateix a la Residtncia de
Sant Anton (afectuosament anomenada Can Colapi), sota els auspicis, si no
recordo malament, de la mateixa iniciativa cívica que endegi després una pro-
touniversitat alternativa, EISA, la qual també comptava amb ell en el seu equip.
EISA fou tancada amb l'estat d'excepció del 1969; i en Lluis Carreño es feu
chrec, abans de I'esdeveniment, de molts contactes formals amb I'escola paral.lela
de Madrid, CEISA, que ja funcionava; ho féu principalment a través d'en Josep
Vidal Beneyto.
Aquella fou una tpoca, a més, en qut Lluis Carreño consolidh la seva pro-
fessionalitat amb estades acadtmiques a Fran~ai Alemanya. Llavors es vinculi
també al Gabinet Ttcnic del Departament de Programació de I'Ajuntament
de Barcelona, i comen$ a dur a terme tot un seguit d'estudis de planejament
&activitat municipal i també d'informes sociolbgics i demogrifics per a l'al-
caldia. Esdevingué assessor de cooperació ttcnica de la Corporació Metropolitana
de Barcelona, des d'on impulsi i organitzi un nombre considerable de con-
gressos i &activitats, algunes de mena sociolbgica, altres més interdisciplinh-
ries, i moltes &internacionals. Ai marge de la seva entrada posterior al Consorci
&Informació i Documentació de Catalunya, aquestes activitats havien de con-
figurar la dimensió pública i ciutadana d'en Lluís Carreño.
Durant els anys setanta en Lluis decidí de romandre fora del món acadtmic
i practicar la sociologia com a professió lliure de tota doctncia. (Tanmateix,
durant els anys 1962-1966 s'encarregi del curs de sociologia urbana -nom
oficial: ie sociologia i Habitatge),- a I'Escola &Arquitectura.) Es curiós que,
malgrat la seva intensa activitat per engegar I'AssociaciÓ Catalana de Sociologia,
que ell ajuda a fundar amb uns quants companys, se sorprengués molt i molt
quan els seus col.legues de junta el triirem com a president, I'any 1981. Ja
havia refusat el cirrec abans amb el pretext que es ((trobava fora de la
Universitat)). L'argument que esgrimíem alguns membres de la junta (entre
altres, el secretari &aleshores, en Jordi Estivill i Pascual) era que en Lluis Carreño
podia esdevenir un president ideal precisament perqut no pertanyia a l'acadk-
mia i era el viu exemple del socibleg professional, competent i exemplar que
calia fomentar. Ell era aleshores secretari executiu del Consorci d'Informaci6 i
Documentació de Catalunya. Des d'allh i poques hores després del frustrat
cop d'estat que sofrí la democricia espanyola al febrer de 1981, em va escriu-
150 Paoers 48. 1996 Salvador Giner

re una espltndida carta (jo era en aquells moments professor convidat a la


Universitat de Yale) insistint en la importincia de la nostra Associació com a
entitat defensora dels drets cívics dels catalans, i insistint, perb, en el seu reíiís.
Els esdeveniments es precipitaren. La signatura d'un membre fora de la Junta
en la redacció del Manijesto que es publica llavors contra la llengua catalana
(membre que fou invitat a abandonar-la) i les tensions polítiques que hom res-
pirava en el moment posterior al cop el feren acceptar finalment: calia, més
que mai, donar suport a I'Institut d'Estudis Catalans, institució a la qual per-
tanyia i pertany 1'AssociaciÓ. Fou president de I'ACS de 1981 a 1984.
Lluís Carreño fou capdavanter en la preskncia dels sociblegs en el si d'altres
grups i associacions professionals. Ell en ccnormalitzi))la participació, per dir-
ho d'alguna manera. Ja havia estat promotor de la Comunitat de Vei'ns Esquerra
de I'Eixample, en el moment en qut les associacions cíviques vei'nals adquirien
una gran rellevhcia. Fou membre del Cercle d'Economia, del Comitk del Urban
Data Management Symposia, president de la International Association for
Regional and Urban Statistics (1978-1979), vicepresident de 1'AssociaciÓ
Espanyola de Citncia Regional, membre de la Societat Catalana &Ordenaciódel
Territori, i de diverses entitats internacionals més. Compatibilitzi tot aixb amb
el carrec de director de relacions institucionals al Port Autbnom de Barcelona
(1987-1990), l'assessorament per a la projecció internacional de la capital cata-
lana a la Corporació Metropolitana de Barcelona. Tingué un paper molt destacat
en l'anomenat C-6, la Xarxa de Ciutats Espanyoles i Franceses, i coordini i pre-
sidí, recentment, un important congrés internacional de citncia regional.
Lluis Carreiio fou un element integrador dins la comunitat cientificosocial
catalana. Els seus estrets contactes amb economistes (fou sempre molt amic
d'en Jacint Ros Hombravella) i els ja esmentats amb els arquitectes, es com-
plementaren amb esforSos decisius per apropar les diverses disciplines i plane-
jar activitats conjuntes. El professor Claudi Esteva Fabregat, per exemple, que
acabava de tornar del seu exili mexica, troba en Lluis Carreño una immediata
porta d'accés a la citncia social espanyola. I, a més, es preocupa exemplarment
per la vida i les necessitats dels seus col.legues, sobretot les d'aquells que feien una
vida, diguem-ne, acadkmicament heterodoxa. El cas més significatiu fou pot-
ser el del seu suport i ajut a I'Esteban Pinilla de las Heras, que l'ha precedit d'un
any en la seva desaparició. Tant en Jordi Porta, director de la Fundació Jaume
Bofill, com jo mateix, podem testificar la pacitncia, dedicació i companyia que
en Lluis Carreiio dona amb desinterks i generositat a aquest col.lega nostre que
es troba solitari, gairebé indigent i certament desemparat durant els darrers anys
de la seva vida. Només vull dir que fou ell qui troba les solucions, no gens facils,
perquk fos acollit en institucions, com ara les Llars Mundet, on en Pinilla fou
tractat com calia, i també a les clíniques i els hospitals on fou ingressat. És aquest
el record que vull que més m'acompanyi de la seva vida.
Voldria aprofitar I'avinentesa d'aquestes notes escrites en homenatge a en
Lluis Carrefio per transmetre el condol dels sociblegs catalans a la seva vídua,
Elena Giráldez, professora de política econbmica a la Universitat, com també
a la seva filla.
Papers 48, 1936 151-154
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Recensions

A. TOURAINE
i Qué es la democracia?
Madrid: Temas de Hoy, 1994
Alain Touraine repren la reflexió final de taylorista) impossibiliten la creació d'un
la seva obra anterior, Critica de la moder- ordre social i uolitic democrhtic.
nidad, i ens ofereix una brillant disserta- La democrhcia s'ha de definir no pas
ció sobre la democdcia i les causes de la pel grau de consens o participació que
seva creixent debilitació en els nostres dies. assoleix, sinó per la capacitat de perme-
Si ens atenim a la guia de lectura que tre als individus conjugar (en la seva acció)
el propi autor proposa, tant la tercera part l'univers globalitzat del mercat amb la
de l'obra com la conclusió final recullen particularitat de les identitats personals i
les seves idees principals. Segons Touraine, col.lectives. L'es~eritdemocritic ha de
les amenaces totalitaristes que han impreg- fonamentar-se en la consciencia de la
nat el nostre segle XX, han provocat que interde~endknciade la unitat i la diver-
el concepte ((democricia. quedi redui't a sitat. E:per aixb que el fonament de la
un simple conjunt de garanties contra l'ar- democricia no cal cercar-10 en les insti-
bitrarietat política. Touraine reivindica la tucions, sinó en la cultura democrhtica,
necessitat de dotar la democricia d'un I'estudi de la qual Touraine considera de
contingut positiu que vagi més enlli de primordial importincia.
les institucions i els simples procediments Touraine manifesta que el desenvo-
i que englobi aquells judicis morals, com lupament del mercat és positiu, ja que
la igualtat i la justícia, als quals l'ésser Dermet satisfer unes demandes diversifi-
h u m i s'ha vist forgat a renunciar. Es cades i canviants, al marge del control del
aquesta manca actual d'una democricia poder estatal. Malgrat I'aparent constata-
voluntarista, la qual s'expressa mitjan~ant ció que les portes del consum i dels mit-
el laisser-faire del seu funcionament, la ians de comunicació de massa estan
causant de i'afebliment de les conviccions obertes, fins i tot als grups més desval-
democritiques. guts, l'autor enfasitza en el fet que la lbgi-
Touraine constata que el món actual ca del liberalisme pur no garanteix la
presenta dues divisions: d'una banda, la integració
" de les diferencies i acaba ex-
instrumentalitat del mercat i del món tec- cloent una part important dels marginals.
nic i, de I'altra, I'univers segmentat de les El oroblema no rau en la societat de con-
identitats nacionals, religioses i culturals. sum en si, sinó en la naturalesa de les seves
Tant el multiculturalisme radical com ofertes actuals -de les quals se'n deriven
l'universalisme de la raó (I'one best way les demandes-, que atorguen prioritat
152 Papers 48, 1996 Sbnia Parella Rubio

als objectes sobre les relacions socials. Cal interessos bisics socials, a les societats de
procurar que les eleccions actuals de béns complexitat creixent, ja fou contemplada
individuals es transformin en demandes per Schmitter (1974) a la seva obra Still
socials que qüestionin l'statu quo actual. the Centuy of Corporatism,i continua ple-
Correspon a I'educació la tasca de desen- nament vigent entre els sociblegs i els cien-
volupar la creativitat personal i el reco- tífics europeus i americans. Segons aquests
neixement de l'altre com a subjecte. autors, les limitacions del sistema plura-
La primera part del llibre ens ofereix lista van deixant pas, de manera gradual,
un apropament analític al concepte de a formes d'intermediació d'interessos de
democdcia, a partir d'una minuciosa dis- caricter copporatiu que coexisteixen amb
secció de les seves tres dimensions. 6s pre- ell. Apareix el ccneocorporatisme))com a
cís, primerament, que la democricia nova forma d'eliminar el conflicte obert,
garanteixi la limitació de 1'Estat en nom a partir de restabliment de múltiples rela-
dels drets fonamentals; en segon lloc, que cions de cooperació i de mútua interac-
els individus se sentin ciutadans amb ció entre els grups d'interessos (externs i
consciencia de pertinenqa i ganes de par- desvinculats dels mecanismes de repre-
ticipar en la construcció d'una vida sentació pluralista) i 1'Estat.
col.lectiva i, com a darrer requisit, que la A la segona parr de l'obra, Touraine
representativitat social del! dirigents polí- fa un breu recorregut per la histbria de
tics estigui assegurada. Es, per tant, la l'esperit democritic modern. La seva for-
interdependencia entre Estat, societat civil mació parteix del liberalisme del segle x ~ < ,
i societat política allb que constitueix la caracteritzat per una voluntat explícita
democricia. Malauradament, aquests d'evitar els excessos de la sobirania popu-
principis només susciten indiferencia o lar, és a dir, la dictadura de la majoria. A
rebuig, ja que avui dia l'universalisme és les acaballes del segle xx les reivindica-
un reflex de la ideologia de les nacions cions obreres, a conseqüencia de la nova
dominants, el terme ccciutadania))esta industrialitzaci6, deixen pas a les social-
carregat d'ambigiiitat i la representativi- democricies i a la correspondencia con-
tat dels interessos de la majoria només següent entre interessos socials i programes
engloba I'implia classe mitjana. El paper de govern. No pot parlar-se d'una elimi-
del sistema politic com a mediador entre nació dels ideals liberals, perb si que la
1'Estat i la societat civil s'esti afeblint. realitat histbrica proporciona, per prime-
Bona part de les demandes socials utilit- ra vegada, un sentit politic a la justícia
zen mecanismes d'expressió que prescin- social. El repb conclou amb la democrk-
deixen de I'oferta de partits polítics (com cia d'avui -a les societats posindustrials
ara associacions, ONG, moviments socials que Touraine tan bé coneix- integrada
i culturals que defensen els interessos de per un espai politic fragmentat i degra-
les minories oprimides o excloses, etc.), i dat, totalment sotmts a les exigencies del
és aixi com I'acció democritica es refugia mercat mundial, mancat d'objectius i ali6
al marge de les institucions oficials. La a unes necessitats dels individus que ja
classe política és arrossegada cada cop més han deixat de girar exclusivament al vol-
per les responsabilitats de 1'Estat i I'eco- tant de les relacions de treball.
nomia internacional, de manera que s'ay- Touraine conclou l'obra amb una
lla de la societat i ignora les demandes reflexió sobre quines són les relacions entre
privades. Els actors socials i els actors polí- democricia i desenvolupament, partint
tics ja no estan vinculats els uns amb els de la premissa que, a llarg termini, el pro-
altres. grés és la conseqütncia i no la causa de la
Calternativa a la incapacitat que té el democricia. Tot i aixi, I'autor reconeix
sistema politic actual per representar els que els pai'sos de modernització exbgena
Recensions Paoers 48. 1996 153

(sotmesos a un agent estranger) no poden democricia política, per si sola, no


permetre's el luxe de constituir un siste- la garanteix. Es per aquest motiu que la
ma polític pluralista i que, ben sovint, el caiguda dels rkgims comunistes i de les
moment del take-ofia fet necessiria una dictadures militars, no implica auto-
dictadura provisional -ja sigui a mans miticament un triomf de la democricia.
de la burgesia capitalista o bé de I'Estat Ben sovint, aquests pai'sos -Polbnia i
socialista- que assolís la velocitat de Hongria en són una clara excepció- es
desenvolupament adequada i fes possible limiten a incorporar liberalisme econb-
la introducció de la democricia, la qual mic i a deixar de banda el polític, la qual
esdevé condició sine qua non per al pro- cosa contribueix a agreujar encara més la
grés endogen posterior. situació. Aquesta incapacitat de construir
Aquesta visió de Touraine coincideix un sistema d'integració, comporta que
totalment amb la dels sociblegs d'hkrica una part del món corri el perill de mal-
Llatina', els quals propugnen que cal asso- metre's enmig de guerres civils, lluites ttni-
lir el desenvolupament no només en ter- ques i conflictes entre nacionalitats.
mes econbmics, sinó també socials i Els pai'sos amb tradició democritica
polítics (control polític a mans de 1'Estat també es troben en una situació ben crí-
nacional, participació política de la massa tica. La impotkncia del sistema polític
de la població, etc.) si es pretén superar per gestionar el canvi, pot provocar des
la dependkncia estructural vers els pa'isos d'apel.lacions a líders antidemocritics fins
rics. Si, contririament, es comet I'error a crisis de participació democritica i re-
de reduir la modernització a la fal.licia clusions en comunitats restringides o
&endinsar-se dins el mercat internacio- guetos. En el cas dels pa'isos en vies de
nal i no es transcendeix la dimensió desenvolupament, el risc de rebutjar la
econbmica, lluny d'induir el desenvolu- democricia i entregar-se a autoritarismes
pament endogen, es contribuid a reforpr és encara més greu, com a reacció a una
més encara la relació dialkctica entre pal- modernització que destrueix les formes
sos rics i pobres (I'endarreriment dels p s - tradicionals de vida.
sos subdesenvolupats és un requisit per Un cop desglossat el contingut de I'o-
tal que existeixi progrés en els desenvolu- bra, no hi ha dubte que ens trobem
pats). davant una esplkndida i ambiciosa recons-
Cautor vol evitar caure en un racio- trucció de l'espai polític del moment.
nalisme extrem i obviar I'esperit democri- Touraine proporciona al lector una eina
tic que ha acompanyat moltes lluites eficag per comprendre I'estat actual del
d'alliberament nacional o moviments món i la direcció que ha de prendre, per
obrers, malgrat que s'hagin acabat trans- tal de superar aquesta crisi. Tot aixb, I'au-
formant en dictadures repressives. De la tor ho aconsegueix sabent conjugar I'abs-
mateixa manera, tampoc no podem con- tracció que requereix un assaig d'aquestes
demnar tots els moviments d'inspiració pretensions, amb un gran nombre de
religiosa i equiparar-10s sistemiticament referkncies a la situació particular de bona
a I'integrisme, ja que n'hi ha molts que part de les societats integrants del món
també són formes d'apel.laci6 democri- d'avui.
tica i cal reconkixer-10s com a tals. La concepció de la democricia plan-
Tal i com Touraine ja ha exposat ante- tejada per Touraine ens ofereix la clau per
riorment, tot i que I'economia de mercat poder resoldre els nous dilemes del pre-
és un requisit indispensable per a la sent.

1. SOLB,C.(1976).Modernización: zln análisis sociológico. Barcelona: Península.


154 Papers 48, 1996 Sbnia Parella Rubio

El futur de la recent creada Unió A part del rebuig a quk es veuen exposats,
Europea, sense anar més lluny, no pot la seva voluntat &incorporació a la socie-
prescindir de les tensions derivades de la tat passa per escollir entre l'assimilació
construcció de la nova nacionalitat euro- i la ~ t r d u ad'identitat o bé el gueto i la
pea, a conseqükncia de l'afebliment de la contracultura. La integració només serd
sobirania de 1'Estat nacional europeu. Una possible quan la seva diferkncia sigui com-
vegada més, esdevé primordial aplicar la patible amb la pertinen~aa una societat
tesi de Touraine i aconseguir refor~arla comú.
diversificació dels sistemes polítics Així doncs, aquesta obra evidencia la
nacionals, com a contrapks a una Europa ~ k r d u ade les conviccions democritiques
que posseeix instruments de sobirania. i com urgeix que les nostres societats arri-
La proliferació creixent dels corrents bin a fer-les rentixer. Touraine, tal com
migratoris vers els paYsos avangats origi- ell mateix menciona de manera anecdb-
na conflictes, dia rere dia. Certament, les tica, troba en la seva F r a n ~ anatal, un
nostres democricies no estan capacitades exponent fidedigne del centralisme demo-
per integrar aquests immigrants. La solu- critic i burocritic que ell tan denuncia i
ció a aquest problema dista de ser a prop que contribueix a ofegar l'acció autbno-
i mes encara quan continuen sent utilit- ma dels actors socials i culturals.
zats com a c a p s de turc)),per tal de des-
viar I'atenció vers els vertaders problemes. Sbnia Parella Rubio

Bibliografia consultada

SOLC, C. (1976).Modernizacidn: un análisis sociológico. Barcelona: Península.


-- ~Neocorporatismei pluralisme en les societats democritiques: un debat obert)).A
Papers 24. Bellaterra: Servei de Publicacions de la Universitat Autbnoma de
Barcelona.

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