Grandes crisis sucesorias
Cria cuervos.
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na de las obsesiones de monarcas y
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tizarse modelos de sucesién pacificos;
‘marcos juridicos que redujeran en lo
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‘mucho que dicen de las relaciones de poder en el seno del
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robuster del gobierno y de la solider de las instituciones.
No hay un modelo perfecto de transmisién del poder mo-
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historia, sin embargo, fueron la excepcién que confirma la
Peni e nee enterentirny
seleccién de ocho disputas dindsticas y querellas a cuenta
de la sucesién, con un denominador comin el contflicto
Penner rene een ee
sién, un mecanismo de desahogo de un Estado victima de
disfuncionalidades e incapaz de resolver sus debilidades
institucionales por otro medio que no sea el desencade-
preserer Sein Serer reece
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pocorn e tere ear eentrr ry
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Estado, Para muestra, ocho botones:
El afio de los cuatro emperadores
0s caprichos y atbitrariedades de Nerén dilapida-
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sucesor de Claudio agoté la paciencia de muchos. Ente los
descontentos estaba Julio Vindex, legado de la Lugdunense,
quien, decidido a contestar
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emperador, encendié la
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altrono, Con la inestima-
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citos acantonados en el Rhin, que desafiaron abiertamente la
legitimidad del monarca proclamando emperador al legado
de la Germania inferior, Aulo Viteio. Mientras, en Roma, los
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desencuentros entre Galba y Ot6n, vigjos cémplicesy aliados,
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imax de este duelo de emperadores-generales se produjo en
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Vitelio que, acto seguido, procedié a ocupar la ciudad eterna
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dlanubianas llegaron a Roma y, a los poeos dis, Vitelio murié
asesinado, Ante semejantetesitura el Senado no tuvo més
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provinciales dejaban de ser un.
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Babloniacvando los diddoeos, sus generale, le
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Indo. Enel momento de expiry, Alejandro no tenia descen-
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del rey y la princess bactriana Roxana, tera edad para
poder heredar el trono Argeada en Macedonia,
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‘Tuero,Polomeo | Séter,Sleuco Nieto Lisimaco y Casandra
inicaron, tras el asesinato de Pérdicas en Egipto, une guerra
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‘de Macedonia, decdiron terminar con la farsa asesinando
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se extingui sila dnastia Argeada, que habia gobemado en
‘Macedonia desde el siglo Vil aC. Sin necesidad de igi por
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rmuyeteresanteatelevisacl 75Sed resartetn
Dos reinas para un solo trono
mediados del siglo XV el edif-
«io institucional inglés se tar:
baleaba en diversosfrentes. La
\debilidad de Eduardo Vi frente
a la pujanza de politicos ambiciosos como
John Dudley, duque de Northumberland
yider del Consejo Privado,y la delicada
situacién de las arcas reals, asi como la
proiferacién de revueltas vinculadas al
slsmico panorama relgioso, dejaban a la
corona en una posicién extremadamente
‘comprometida. En el aio 1553 la salud
de Eduardo empeor6 drasticamente.
‘Ademés, el rey encaraba sus citimos dias
sin heredero apto para sucederlo, No
cobstante, Envque Vill habia dejado por
«escrito su voluntad de que, en caso de
fallecer su hermano sin haber engendrado
‘un bij, fuera Marla Tudor, primogenita
de Enrique, la designada para ocupar el
trono, in embargo, ni el tey ni el duque
de Northumberland, que velapeligrar su
puesto de pivilegio al frente del Consejo
Privado, estaban dispuestos a curplirlas
disposiciones de Envique.
Marla simpatizaba con el catolcismo y
abogaba por la restauracion dela auto-
tidad papal en Inglaterra, Los leas 2 la
‘causa anglcana no iban a ceder de buena
gana ante las rehvindicaciones de una ti
na con tales inlinaciones. Dudley, on su
inagotable capacidad de persuasion, ins
al rey avalerse del Parlamento para des-
heredar 2 Matia en favor de Jane Grey,
sobrina del propio Enrique Vil Jane con-
trajo mattimonia con Guilford Dudley,
hijo del duque de Northumberland,
‘quien de este modo garantizaba la
privilegiads posicién de su familia en el
tentomo teal, No sin antes legitimar a
Jane come heredera, Eduardo VI murié
16 de julio de 1553, desencadenando
Ja previsible crisis sucesoria. Jane se cis
Ja corona inmediatamente, pero Marla
no cedié y ze autoproclamé reina asu
Ver. La faccin protestante crela tener a
Maria y a su entorno pertectamente bajo
control en estas horas decisvas para
‘onsolidar el poder de Jane, pero sub-
estim6 el apoyo popular del que gorabe
Ia legtima heredera Tudor. En espera de
acontecimientos en Suffolk, Marfa va su
posicién més y més robustecida 2 medi
da que pasaban las horas. As as cosas,
el duque de Northumberland envié 2
2,000 soldadios para arestar a la hija de
Envique, pera en el trayecto se sucedie
ron las deserciones, desbaratando de un
plumazo todos los planes del ambicioso
Dudley. En esa coyuntue, el Consejo se
Findié a a evidencia. Al final, Maria fue
proclamada rein, Dudley, arestado y
ejecutado, y Jane, tras un efimero reina
do de nueve das, cay6 en desgraca, Un
ao desputs fue justciada en la Torre
de Londres por su presunta paticipacion
enla Rebelén Protestante
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pulso feraz entre la figura institucional del ey y la noble-
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de Enrique IV de Tastémara rey de Castilla, la chispa que en-
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hija Juane quien lo sucediera 2 su muerte, pero las grandes
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sufti,no obstante, un severo revés con la muerte de Alfonso
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esta no estaba dispuesta a dejarse manipular por as gran
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En diciembre de 1474 murié Envique IV sin nombrar suce
01, abriendo una gravisime crisis dindstica Isabel reaccion6
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Pere eee et tr es
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de la hija del malogrado rey de Castilla, Nada podia ya evitar
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ués, en defensa de los intereses de Juana y su flamante ma
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coronados reyes de Castilla y Leén, y se disponian a dar ef
de gracia a Isabel y Fernando con el impagable apoyo
de Luis x1 de Francia; sin embargo, el ejército francés se
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aria decsiva y tras la batalla de Toro,
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perenneEl ultimo shogun Ashikaga
11575 Japén era un inmenso El shogin Ashikaga Yoshiteru, un
campo de batalla en el que actor secundario ~en el mejor de fos
los sefioresfeudales (daimyo) casos durante la aguda crisis poltica
se disputaban la hegemo- del pals, se quits la vide en junio
nla obviando la autoridad central ya de 1875, En esasituacién, Ashikaga
rmeramente simbdlica, del shogtin, Yoshiaki hermano del malogrado
Desde fines del siglo XI! la corte del _shogiin, se propuso a si mismo como
Emperador en Heian (1a actual Kioto) _heredero legtimo y recutré al auxtio
fra un mero juguete en manos delas de Nobunaga. Asi las cosas, se marché
grandes familias samutds, encabezadas sobre la capital y Yoshiaki ocupé
por el shogin, gobemador de facto de al fin el lugar que teéricamente le
los destinos de Japén. En manos del conrespondia
dan Ashikago el shogunata habia ini- Era el decimoquinto shogin
‘dado un lento decive desde meciados _Ashikaga, y también seria el Ultimo,
del siglo XV Los shogunes Ashikaga No tard, de hecho, en entender
ocupaban una posicién marginal, las razones de Oda Nobunage para
incapaces de neutralizat las ambicio- _apoyar su causa. Desprovisto del
nes expansionistas de los daimyo més exiguo poder efectivo que aun
prominentes. Entre todos estos, yttas_conservaba el shogunato, Yoshiaki
su épica victoria fente a Imagawa se convitié en titere del imparable
Yoshimoto en la batalla de Okehazama Nobunaga. Asi, el caucillo del can
en 1560, uno reuniaeltalento militar Oda habla conseguido consolidar su
y politico para reunficar Japén bajo la poder en la capital yerigirse en la
autoridad de un solo clan; su nombre figura politica més prominente del
era Oda Nobunaga, y sus excepcionales momento. Yoshiaki, expulsado de
dotes como general yestadsta dur Kyoto, abandons la escene politica e
jaron al fin un escenario propio para ingresé como monje en un monas
el restablecimiento de una autoridad _terio bucista, En 1575 era depuesto
central fuerte de esta forma el iltimo shogin
Todos los monarcas han intentado legislar
para asegurarse una sucesion pacifica
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Ashikaga. A primera vista, podria
parecer que la cafda de Yoshiaki era
un paso més hacia el precipicio de
Ja ingobernabilidad, pero en realidad
fue més bien lo contrario. Nobunaga
cera el lider solido y competente que
Japén necesitaba para completar
la reunificacion y, aunque no pudo
completar su obra (murié asesinado
‘en 1582), dej6 el camino expedito
para que los otros dos grandes daim-
yos del periodo ~Toyotomi Hideyoshi
y Tokugawa leyasu, que inicié a su
ver una nueva dinastia de shogunes
‘en 1603~ completaran la larga y
penosa unificacién,
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vos matimonios consanguineos
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sucesor al norte de los Pirineos.
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Imperio Romano, Tanto el empera:
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l archiduque Carlos de Habsburgo
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sin antes designar coma heredero de to-
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interesesfranceses en el comercio con
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La fragil arquitectura del Imperio
nun contesto de reciente intemacionalizacién de
los confictos en Europa, el Sacro Imperio Romano
Germénica, cada vez més una eliquia de dificil aco
modo en la aguertida patida de ajedrez que unos y
‘tres libraban en la Europa central y del este en el siglo XVII
vivla una de sus horas més negras en 1740. én medio de una
aguda crisis econdmica, los Habsburgo austiiacos celebraron
el funeral del emperador Carlos Vi, cuyos desvelos por garar
tizar una sucesin azonablemente tranquila pata el ono del
Imperio pronto iban a demostrarse plenamentejustficados,
Ante la ausencia de herederos masculinos, Carlos habla
logrado el compromiso de un buen niimero de potencias
feuropeas de respetar los derechos sucesorios de su primo-
sénita Mara Teresa, mediante la promulgacién en 1713 de la
Pragmética Sancién, que consentia que las mujeres de la casa
de Habsburgo pudieran aspirarlegimamente a tomar las
riendas del imperio, enunciando asi ala ejecucién de la Ley
Sélica El frégilconsenso en tomo al cual habia de productse
este relevo en el tone imperial se rompié en mil pedazos el
20 de octubre de 1740, Ese dia murié Carls Vi, desencade-
nando la tormenta perfecta en el Viejo Continente. Espana,
Prusiay sobre todo, Francia, que entendié el nuevo escenario
‘como [a coyuntura propicia para asestar el golpe de gracia
a Austria, entre otras potencas,dieron la espalda a Marfa
Tetesa, apoyando los derechos sucesorios de Carlos Albert,
lector de Baviera. En respuesta, Gran Bretafia se posicioné de
manera automatica en el bando austraco, Su guerra era con
Francia, yno podia permitr que su archienemigo impusiera su
hhegemonia en un escenario tan estratégico. Ast se inci la a-
mada Guerra de Sucesién Austriaca, 0 Guerra dela Pragmitica
76 muyinteresante comme
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Gainey
Sancién, que es, ademés, uno de los miiiples escenatios de
la guerra franco-briténica por la hegemonia en Europa y en
‘América, Pese 2 una situacién sumamente comprometida al
inicio del conflcto, Austra logré resist, mermando paula
rnamente el furor ofensivo de sus enemigos. En 1748 se puso
fin ala contienda con el Tatado de Aquisgrén. Mara Teresa y
su esposo Francisco Esteban eran reconacides como empe-
ratiz consorte y emperador, y se respetaban las posesiones
teritoriales de Austra antes de la guerra, con excepcién de
Silesia y del Ducado de Parma, en manos de Prusia y Espa,
respectivamente. La crisis sucesoria estaba resuelta, pero no
f frgilequiibriotertorial. Austia nunca renuncié a Silesia,
Ia insistencia en recuperarla acabarla por desencadenar, ocho
aos después, la Guerra de los Siete ARos, la primera gran
guerra global de la era modemaSO ee ea
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fa guerra al nuevo monarca espafol,
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Revolucién Gloriosa y el fin de los Estuardo
I novelesco ocaso de la dinastia Estuardo tiene sus
raices en la traumtica abdicacién de Jacobo It de
Inglaterra. Firmemente decidido a deribar el anglica-
nismo en favor del catolicismo, Jacobo pecé durante
su reinado de exceso de entusiasmo,favoreciendo el des
plazamiento de anglicanos de cargos publicos en beneficio
dde sus corrligionaios. Con el tibio apoyo de los whig en el
Patlamento, el dltimo rey Estuardo neutalzaba a duras penas
la oposicién frontal del clera y los politicos, que confiaban en
{que su reinado fuera solo un mal sueRo pasajero para Gran
Bretafia, Sin embargo, entre bambalinas se foraba un golpe
de Estado. Marla, hija de Jacobo y sucesora natural del rey, era
con
ermesttry
Peet en
protestante, al igual que su mario, el estatider (lugarteniente)
holandés Guillermo de Orange.
Monarquia partamentaria, Sus timidas maniobras conspi-
rativas dejaron de ser tales con el nacimiento inesperado en
junio de 1688 de Jacobo Il, un heredero varén para el rey, lo
‘que amenazaba con instaurar toda una dinastia de reyes cate
licos en Gran Bretafia. Ast las cosas, el Prlamento dio un paso
al frente ofteciendo la corona a Guillermo de Orange, defensot
‘europeo de la causa protestante. Guillermo acepté la invitacién
yal amparo de un ejécito de 20.000 hombres, desembar
cb en Inglaterra en noviembre de 1688, Poca 2 poco Jacobo
fue perdiendo posiciones, mientras en las calles se sucedian
las manitestaciones y las revueltas populares en favor dela
‘causa orangiste. Abandonado por los nobles y derrotado en fa
batalla de Reading, el monarca opté por el exilio en Franca, El
Parlamento interpreté la huida como une abdicacién en toda
regla, y acto seguido Guillermo de Orange y Maria I se cferon
ta corona regia, Pro el exilioforzoso de Jacobo no extinguié
‘el empefio de sus patidarios: naci, en la llamada Revolucién
Gloriosa, la causa jacobita, que se hizo fuerte en ilanda y en
las Tierra Altas de Escocia en defensa casi roméntica de los
Estuardo catélicos. Guillermo hubo de reprimir en persona la
primera rebelién jacobita, sutiendo serios reveses en la batalla
de Boyne, en lilanda,y en Killencrankie, en Escocia, en los
afios sucesivos. Al final, logré apagar Ia chispa dela llama jaco-
bite, que volvefa a arder, no obstante, en un futuro inmediat.
La Revolucién Gloriasa implied, ademas, ls consoidacién de un
nuevo modelo de monarquia, en virtud del cual a ley estaba
por encima de la voluntad del rey. Toda Europa terminaria
sSiguiendo el camino inglés: la monarquia parlamentaria era ef
nuevo horizante politico, La victoria del Parlamento sobre el rey
‘en la Revolucién Gloriosa fue la prueba definitiva.
rmuyeteresante@televisael 77