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INTRODUCCIÓN

La relevancia del ser humano dentro del mismo mundo se desprende de un


determinante de carácter molecular, cada función básica así como la supervivencia
fisiológica y aunada a los procesos que determinan la esencia del ser humano son
los provistos dentro el estado embrionario de este. Partiendo de lo anterior y aunado
a diversos estudios dentro del mismo tópico es que se desprenden las células en
aras de un descubrimiento que demuestra un origen pero también un futuro, cuando
es que se relaciona como un objeto de estudio dentro de la ciencia natural misma.

Las células madres a partir de su relevancia en los mecanismos y determinantes


humanos han determinado infinidad de investigaciones así como aplicaciones
prácticas y teóricas, pero claro esto también denota un enlace íntimo con asuntos
de moral, incógnita así como la investigación en un sentido amplio de la palabra.

Por lo mencionado con anterioridad, nuestro principal objetivo en este trabajo es el


dar un referente, uno que provea de un sinigual de investigaciones y o artículos en
aras de construir un recopilatorio que provea un carácter objetivo en cuanto a la
mayoría de las vertientes de este tipo de células.

Existen muchos objetivos dentro de cada artículo, muchos son considerados como
teórico mientras que otros son más prácticos en cuanto a casos y culminaciones de
investigaciones, pasando así por la ética o moral dentro de este tema, las
propiedades, etiologías, manifestaciones alternas, propiedades, clasificaciones,
características, el ámbito clínico, el ámbito científico biológico, etc., dando como un
resultado una colección de la culminación en cierta actualidad o de cierto lapso de
tiempo en este tema.

Una vez previsto esto es que se pudo desarrollar una base teórica y de experticia
que determinara la preparación relevante en cuanto a un compilado, resumen de lo
relevante de cada artículo así como las conclusiones de este que previeran de saber
cómo y qué son las CM además de la sinonimia de este con temas planteados
dentro de la genética y dentro de un margen más amplio, la genética forense.
GENERALIDADES Y APLICACIONES DE LAS CÉLULAS MADRE

Una célula madre (CM) es capaz de dividirse indefinidamente y diferenciarse en


distintos tipos de células especializadas, no sólo morfológicamente sino también de
forma funcional. A finales del siglo XX los histoembriólogos Boveri y Haeckel
acuñaron el término de células madre (CM). Atendiendo a su origen, las CM se
clasifican en embrionarias y adultas, en tanto que de acuerdo a su potencial y
capacidad de diferenciación se clasifican en: totipotenciales, pluripotenciales,
multipotenciales y unipotenciales. Dentro de las características principales de las
CM se encuentran a) autorrenovación, debida a la actividad de la telomerasa; b)
potencialidad, que es la capacidad de diferenciarse en otro tipo celular; c) baja
inmunogenicidad, debido a una baja expresión del complejo principal de
histocompatibilidad I (MHC I) y carencia de la expresión de MHC II. Las principales
investigaciones que se han desarrollado con CM han sido con la fi nalidad de
diferenciarlas in vitro hacia otros tejidos como: páncreas, condrocitos y
cardiomiocitos, entre otros, con el objetivo de llegar a ser una fuente de reemplazo
celular. Sin embargo, tienen otras aplicaciones, como el vehículo terapéutico de
genes para enfermedades monogénicas o como vehículo de terapias antitumorales,
además de la tecnología de CM pluripotentes inducidas (iPSC) que ha permitido
evaluar la toxicidad en diversos fármacos.
Una célula madre (CM) o célula troncal, es aquélla capaz de dividirse
indefinidamente y diferenciarse a distintos tipos de células especializadas, no sólo
morfológicamente sino también en lo funcional. Aunque parece ser que en todos los
tejidos existen CM capaces de compensar los daños y mantener la reparación, el
sistema nervioso central y el corazón son tejidos en los cuales su activación y
reparación después del daño parece ser menor o tardío. Se conoce que a edades
más tempranas existen células suficientes para compensar los daños y mantener la
reparación. Sin embargo, con la edad y la presencia de algunas enfermedades
crónicas, se llegan a producir fallos en la capacidad de reparación, debido a que
disminuye el número y función de las CM progenitoras y además pierden la
capacidad de hacer frente a las mayores demandas de reparación existente.
Las células madre (CM) pluripotentes comparten muchas propiedades en común
con las células cancerosas, incluyendo autorrenovación, rápida proliferación y
actividad de la telomerasa.

Aplicaciones clínicas de las células madre


La primera es la de vehículo terapéutico de genes, en el caso de enfermedades
monogénicas o incluso como vehículo de terapias antitumorales o antiangiogénicas.
La segunda y principal aplicación es la que se les ha dado aprovechando su
potencial de diferenciación en el uso de la regeneración de tejidos destruidos o
dañados, como terapia de reemplazo celular o medicina regenerativa. En esta área
se están desarrollando trabajos de investigación donde se busca reemplazar células
dañadas por células funcionales que restituyan la función normal de los tejidos u
órganos en enfermedades debilitantes, tales como: diabetes mellitus, enfermedades
cardiovasculares, enfermedad de Parkinson y enfermedades de células
sanguíneas. Actualmente existen muchas investigaciones enfocadas a descubrir
células progenitoras que sirvan como banco de células para usos terapéuticos,
habiéndose evaluado varias estrategias, las que incluyen
a) terapias celulares derivadas de células autólogas, y
b) terapias celulares derivadas de líneas celulares establecidas desde una variedad
de CM que incluyen MO, cordón umbilical, CME, así como células de tejidos y
órganos de animales genéticamente modificados. Actualmente la principal
aplicación de las CM es con la MO, la cual es un recurso celular propio, accesible y
abundante para la terapia celular de CM autólogas. Sin embargo, se encuentran en
poca cantidad en el tejido humano.
Otra de las aplicaciones de las CM ha sido la que induce a la formación de
condrocitos. Poe y colegas, desde 1994 han realizado protocolos en ingeniería de
tejidos para lograr diferenciar in situ CMA en cartílago; estos procedimientos
combinan estas células con matrices biológicas activas y factores de crecimiento
que inducen a la formación de condrocitos.
Igualmente se han realizado trasplantes de CMA en pacientes con defectos
congénitos en el músculo esquelético como distrofia muscular y otras miopatías, en
que se ha observado mejoría en la estructura y función del músculo. Las CMA
obtenidas de la membrana sinovial han mostrado in vivo un potencial miogénico en
el modelo de ratón mdx con distrofia muscular de Duchenne.
Otra aplicación en el área de investigación es la evaluación de la toxicidad, la cual
es un problema importante en el desarrollo de fármacos rentables, ya que existe
una gran necesidad de mejorar las herramientas para poder predecir con precisión
las reacciones adversas a los medicamentos. En esta área, la tecnología de las
células madre pluripotentes inducidas (iPSC) humanas tiene el potencial de superar
las ineficiencias en la detección temprana de fármacos y pruebas clínicas,
permitiendo a los investigadores utilizar células humanas que reflejan una gran
variedad de orígenes genéticos en ensayos que requieren una muestra mínima. Por
ejemplo, los cardiomiocitos derivados de iPSC muestran características normales,
sobreviviendo bajo condiciones de cultivo celular durante períodos prolongados y,
por lo tanto, tienen el potencial de servir como un modelo humano para el desarrollo
de fármacos y pruebas de toxicidad.
La principal característica que define a una CM es la potencialidad, misma que ha
servido para su clasificación en totipotenciales, pluripotenciales, multipotenciales y
unipotenciales. Así mismo, de acuerdo a esta capacidad de diferenciación, diversos
científicos se han dado a la tarea de buscar genes de pluripotencialidad.
CÉLULAS MADRE Y LIBERTAD DE INVESTIGACIÓN

La biología fue considerada tradicionalmente como una disciplina de observación.


Los tratados clásicos, constituyen un claro ejemplo de ello. Con minuciosidad
describen el resultado de observaciones realizadas en torno a la estructura y función
de los seres vivos, con los medios que para ese entonces se disponía.
A partir de mediados del siglo XX y cada vez con mayor intensidad la biología ha
pasado del campo contemplativo al analítico y en consecuencia al de la
intervención, perteneciendo hoy sus aplicaciones al campo de la tecnología
avanzada, tal como advierte Gross, con cita de Rosenfeld. Sin ninguna duda –
señala Charles Suzanne – la biología se hará cada vez más profanadora de la
codificación de los mecanismos fundamentales de la vida y también de la capacidad
de intervención sobre los mecanismos vitales. Descubiertas las bases moleculares
de la herencia, convertidos los genes en material intercambiable entre variedades,
especies y familias, los seres vivos aparecen constituidos como estructuras
reemplazables, cual piezas de un mecano.
Con el criterio de oponernos a lo que altera o modifica lo dado por la naturaleza
deberíamos incluir entre las prácticas prohibidas a las técnicas quirúrgicas, a los
trasplantes de órganos, a las transfusiones sanguíneas etc., lo cual a esta altura de
los tiempos parece absurdo. Coincidimos con Rivera Weber en cuanto señala que
lo natural no es ni bueno ni malo, simplemente es, y nuestra vida está rodeada de
soluciones antinaturales que nos parecen maravillosas. Pero ese temor a lo
antinatural propicia la asunción que la vida y la naturaleza no son perfectibles y que
como lo considera por ejemplo el Tao te king, hay que dejar que la vida fluya de
manera natural sin interceder en ella. La realidad es que la vida es bastante
perfectible: la enfermedad y el dolor pueden ser menores gracias al conocimiento
científico y tecnológico. No todas las intervenciones en la vida crean Frankensteins
o Golams.
La fuente del material que sirve a la investigación se encuentra básicamente en los
embriones supernumerarios de los tratamientos de fecundación asistida, en los
pertenecientes a fetos abortados, en los obtenidos por la escisión del embrión o por
transferencia nuclear, los provenientes de tejidos humanos etc.
El tema de mayor controversia es el relativo a la extracción de las células madre
del tejido embrionario, lo que supone la destrucción o inutilización del embrión a los
fines reproductivos. Nombela señala las siguientes características de las células
madre de origen embrionario: notable plasticidad en su desarrollo
(pluripotencialidad); capacidad intensa para proliferar in vitro; clonalidad y cariotipo
estable en condiciones de laboratorio; diferenciación a tipos celulares distintos,
mediante estimulación adecuada; susceptibilidad de modificación genética;
capacidad tumorgénica al ser trasplantadas.
Esta extracción de la masa celular interna del blastocito – del embrioblastocito – se
efectúa en una fase del desarrollo en la que ya se diferencia el blastocito embrional
del trofoblastocito. A los fines de la investigación las células madre presentan
aspectos específicos que las tornan más o menos eficaces, por lo cual no se puede
considerar en un mismo plano a las células provenientes de diversas fuentes.
Ahora el conocimiento científico posibilita la fecundación del embrión in vitro, la crío-
conservación en un determinado estadio de su evolución, la implantación tardía en
el seno materno y la creación de embriones para investigación – situaciones que
instalan el debate sobre los límites de la intervención y la manipulación humanas –
llegándose a hablar de pre-embrión, embrión, embrión preimplantatorio etc., lo que
no condice con el lenguaje científico que nos anoticia acerca de la embriogénesis
como proceso continuo.
Su posible destrucción y utilización terapéutica no son de la misma naturaleza y
cualidad que la manipulación de una persona humana y no puede valorarse de
idéntica manera; sin embargo el embrión merece un trato humanitario; aun cuando
se aproveche con fines médicos. Tampoco debe desdeñarse el valor humano que
tienen en principio los fines terapéuticos, ni desestimarse el de la actual capacidad
tecnocientífica de condicionar esa vida potencial hacia la formación de nuevos
tejidos y órganos, decisivo para curar vidas humanas, ciertamente en acto. Lo que
debe quedar muy en claro es que la especial caracterización de un producto
humano – que nadie discute – no puede llegar al extremo de establecer un mismo
estatuto ético y legal para el embrión implantado y para el que no lo está.
La libertad de investigación en este contexto
Tradicionalmente se consideró que la investigación científica no tenía un vínculo
demasiado estrecho con la sociedad, ya que se desarrollaba en límites muy precisos
dentro de la comunidad de investigadores. Se partía del presupuesto que sus
integrantes tenían suficiente criterio para elaborar líneas de trabajo y llevarlas a
cabo. Toda interferencia social era criticable en tanto se consideraba que constituía
una amenaza actual o potencial a la libertad de investigación.
Criticando esta postura el Consejo Nacional de Ética Alemán, señala que la
necesidad de incluir células madre embrionarias en el momento actual constituye
una cuestión estratégica de las investigaciones en las ciencias naturales que sólo
puede ser resuelta por los especialistas. Existe una amplia coincidencia entre los
expertos que trabajan en el campo de las investigaciones con células madre en
cuanto a que en la actualidad la vía mejor y más rápida de obtener conclusiones
fundamentales y con fines terapéuticos acerca de los procesos de diferenciación
celular es una investigación comparativa de todos los tipos de células madre. Esto
se debe a que las células madre embrionarias tienen importantes propiedades que
hasta ahora no han sido encontradas en otros tipos de células madre.
Lo dicho entronca con uno de los temas centrales de esta exposición: qué criterios
legales cabe sostener en torno a estas investigaciones, habida cuenta que dé
común la extracción de células madre implica la destrucción del embrión.
Por último – y esto constituye una observación de carácter general – es necesario
tomar en consideración que una legislación que regula los procesos de las
investigaciones científicas, debe considerar la necesidad de modificaciones, porque
el objeto de la regulación cambia con rapidez. Muy especialmente en el tema que
consideramos el ritmo de avance es muy rápido, lo que obliga a un constante re-
examen para evitar soluciones que no condicen con el estado de la cuestión a nivel
científico. No se pueden sustentar al mismo tiempo principios éticos en el orden
interno y permitir la importación de células o líneas celulares para investigación en
cuya obtención se han violado esos principios en los países exportadores, aún
cuando se pretenda aliviar esta contradicción con recaudos que debe cumplir el país
exportador. En esta dirección se observa una pluralidad de criterios en cuanto al
cómputo de los tiempos que deben haberse conservado los embriones sobrantes.

LA INVESTIGACIÓN CON CÉLULAS MADRE Y LA CLONACIÓN


HUMANA

Una célula madre es una célula relativamente no especializada que, cuando se


divide, puede hacer dos cosas: producir otra célula igual a sí misma o producir una
variedad de células con funciones más especializadas. Por ejemplo, cualquiera de
los tipos de células madre de nuestra sangre puede producir células rojas nuevas o
células blancas o células de otro tipo, según lo que el cuerpo necesite. Estás células
son como el tronco de una planta que se extiende en diferentes direcciones al
crecer. Partiendo de esto es que se resuelven diversas preguntas dentro del tema
de células madres:
La Iglesia Católica ¿se opone a cualquier tipo de investigación con células madre?
De ninguna manera. La mayor parte de la investigación con células madre usa
células de los tejidos adultos, la sangre del cordón umbilical y otras fuentes que no
plantean problemas morales. Se han encontrado células madre útiles en la médula,
la sangre, los músculos, la grasa, los nervios y aun en la pulpa de los dientes
infantiles. Algunas de estas ya están siendo empleadas para tratar a personas con
una amplia gama de enfermedades.
Algunos embriones humanos van a permanecer congelados en depósitos y a la
larga serán descartados. ¿Por qué está mal intentar hacer algo bueno con ellos?
En última instancia, cada uno de nosotros morirá, pero eso no le da a nadie el
derecho de matarnos. En todo caso, estos embriones no morirán porque son
intrínsecamente inaptos para sobrevivir sino porque otras personas han decidido
entregarlos para investigación destructiva en lugar de permitir que se implanten en
el vientre de su madre. Una elección equivocada no justifica otra elección mala
como es matarlos para investigar y mucho menos justifica la decisión de obligar a
los contribuyentes a financiar semejante destrucción. La idea de experimentar con
seres humanos porque igualmente pueden morir también significa una grave
amenaza para los presos condenados, los enfermos terminales y otros.
¿La investigación con células madre embrionarias está avanzando lentamente
porque está prohibida en Estados Unidos? No. La investigación con células madre
embrionarias está plenamente permitida en Estados Unidos —no hay ninguna ley
federal (y casi ninguna ley estatal) que la prohíba. El gobierno únicamente ha
establecido algunos límites a la cantidad de líneas de células madre embrionarias
que pueden recibir fondos federales. Algunos partidarios de este tipo de
investigación que han sufrido fracasos al usar estas células a veces le echan la
culpa a esta “prohibición” (que no es tal). Pero, como se ha dicho, el mayor obstáculo
radica en la naturaleza de estas células que están produciendo resultados distintos
a los que algunos esperaban.
¿Se han logrado avances en la investigación con células madre adultas? Las células
madre de tejidos adultos han salvado miles de vidas: generalmente bajo la forma de
“trasplante de médula ósea” para la leucemia y otros trastornos (en los que el
ingrediente activo de la médula ósea son las células madre). Hoy en día las células
madre adultas han sido usadas para ayudar a gente con el mal de Parkinson,
lesiones en la médula espinal, diabetes juvenil, lupus, esclerosis múltiple, anemia
de células falciformes, enfermedades cardíacas, daño corneal y docenas de otras
enfermedades. La investigación con células madre y la clonación humana
Preguntas y respuestas Existe el peligro de que los avances en estos tratamientos
sea detenido o demorado por las campañas que distraen la atención y los recursos
hacia la investigación con células madre embrionarias.
¿Se pueden almacenar células madre en un banco? Sí, al igual que la sangre o la
médula donadas, pueden ser congeladas y guardadas. Por ejemplo, en 2003 el
Congreso aprobó fondos para crear un banco nacional de células madre de cordón
umbilical en vista de los usos clínicos de estas células que hoy en día suelen ser
descartadas después de los nacimientos vivos. Muchas muestras de estas células
que reúnen los requisitos para la investigación con fondos federales según las
políticas actuales también están congeladas en bancos y cuando las necesiten las
descongelarán y transformarán en una línea de células troncales.
¿Quién financia la investigación con células madre? ¿Qué papel juegan los fondos
federales en la fijación de las prioridades de la investigación? Muchas fundaciones
privadas y compañías de biotecnología con fines de lucro contribuyen a financiar la
investigación con células madre, pero el gobierno federal (especialmente por vía de
National Institutes of Health) sigue siendo la principal fuente de fondos. Las
prioridades del gobierno en términos de financiamiento tienen una gran influencia
sobre la dirección que toma la investigación médica. Desde que se comenzaron a
desviar los fondos disponibles hacia la investigación con células madre algunas
avenidas muy prometedoras para tratar diabetes juvenil, lesiones de la médula
espinal, mal de Parkinson, etc., han quedado postergadas y menos financiadas.
Muchos de los adelantos en estos campos han surgido en otros países.

CÉLULAS MADRE: UNA REVOLUCIÓN EN LA MEDICINA


REGENERATIVA

Los avances en la medicina regenerativa han sido evidentes en los últimos años y
esto se ha obtenido por los nuevos conocimientos alcanzados en relación con las
células madre, cuyo uso en la terapia de reemplazo ha dado lugar a una nueva era
en la medicina. A tales efectos se realizó una revisión bibliográfica con el objetivo
de difundir sus generalidades y aplicaciones, así como lo relacionado con las
investigaciones básicas que se realizan en ese campo y los principales logros
obtenidos. La posibilidad de expansión y diferenciación de dichas células, permite
obtener un número suficiente de estas, lo cual ayuda al desarrollo de la terapia
celular.
Por otra parte, cada vez se establecen nuevas conexiones entre las células madre
y las cancerosas, lo que hace del estudio de estas una buena manera de
aproximarse al conocimiento y tratamiento de pacientes con cáncer. Por tanto, en
el área de la investigación en biomedicina, dichas células son cada vez más
utilizadas como fuente de terapia celular en quienes padecen las enfermedades de
Parkinson y Alzheimer, así como diabetes mellitus y afecciones cardíacas, entre
otras.
Las células madre presentan una serie de propiedades que las distinguen del resto
de las células y les confieren las características óptimas para su uso en medicina
regenerativa, entre las cuales figuran: la alta tasa de proliferación y regeneración
clonal mediante divisiones simétricas (autorrenovación) y su alto grado de
potencialidad para diferenciarse en distintos tipos celulares a través de divisiones
asimétricas (diferenciación).

Clasificación de las células madre


Las células madre pueden clasificarse atendiendo a su origen en: células madre
adultas (CMA) y células madre embrionarias (CME). Las CMA o multipotenciales,
también son conocidas como órgano-específicas, ya que generan los tipos celulares
del mismo tejido. Estas provienen de embriones y actualmente se conocen 3 fuentes
para su obtención, a saber: a) embriones que no llegaron a utilizarse en los
procedimientos de blastocisto producido por fertilización in vitro (FIV), b) embriones
creados de células somáticas por técnicas de transfección y c) líneas de CME ya
existentes, las cuales se obtienen de cultivos celulares. Estas últimas son las que
han provocado menos controversia en cuanto a factores bioéticos.
La diferencia entre ambos tipos de células radica en la capacidad de cada una para
generar las líneas germinales de un organismo. Las CMA se derivan principalmente
de la médula ósea, que son capaces de generar todos los tipos celulares de la
sangre y del sistema inmune; también se han aislado de la piel, del tejido adiposo,
de ligamentos periodontales, de membranas sinoviales, de hueso trabecular y del
sistema nervioso, entre otros.
Aunque parece ser que en todos los tejidos existen células madres, capaces de
compensar los daños y mantener la reparación, el sistema nervioso central y el
corazón son tejidos en los cuales su activación y reparación después del daño
parece ser menor o tardía. Como bien se conoce, a edades más tempranas existen
células suficientes para compensar los daños y mantener la reparación; sin
embargo, con la edad y la presencia de algunas enfermedades crónicas, llegan a
producirse fallos en la capacidad de reparación, debido a que disminuye el número
y función de las CM progenitoras y además pierden la capacidad de hacer frente a
las mayores demandas de reparación existentes.

La primera aplicación que se le atribuye es la de vehículo terapéutico de genes, en


el caso de enfermedades monogénicas, o como vehículo de terapias antitumorales
o antiangiogénicas; la segunda —y principal— es como terapia de reemplazo celular
o medicina regenerativa, por su potencial de diferenciación en el uso de la
regeneración de tejidos destruidos o dañados.26 En esta área se están
desarrollando trabajos de investigación donde se busca reemplazar células
dañadas por células funcionales que restituyan la función normal de los tejidos u
órganos en enfermedades debilitantes, tales como: diabetes mellitus, afecciones
cardiovasculares, así como enfermedad de Parkinson y de células sanguíneas.
Hoy día, la principal aplicación de las CM es con la médula ósea, la cual es un
recurso celular propio, accesible y abundante para la terapia celular de CM
autólogas; sin embargo, se encuentran en poca cantidad en el tejido humano.
Los potenciales terapéuticos de las CMA y las CME han sido ampliamente
investigados, específicamente las CMA en ensayos clínicos de fases I, II y III en
enfermedades cardiovasculares, como esclerosis múltiple, apoplejía, esclerosis
lateral amiotrófica, enfermedad de Crohn, osteogénesis imperfecta, distrofia
macular, degeneración macular y lesión de la médula espinal, entre otros.
La posibilidad de expansión y diferenciación de dichas células, permite obtener un
número suficiente de estas, lo cual ayuda al desarrollo de la terapia celular.
MEDICINA REGENERATIVA. CÉLULAS MADRE EMBRIONARIAS Y
ADULTAS
En los últimos años ha surgido una nueva rama de la medicina denominada
medicina regenerativa, basada fundamentalmente en los nuevos conocimientos
sobre las células madre y en su capacidad de convertirse en células de diferentes
tejidos. Las células madre se clasifican en embrionarias y somáticas o adultas.
Durante varios años se consideró que la célula madre hematopoyética era la única
célula en la médula ósea con capacidad generativa. Sin embargo, estudios recientes
han mostrado que la composición de la médula ósea es más compleja, pues en ella
se ha identificado un grupo heterogéneo de células madre adultas, entre las que se
encuentran las: hematopoyéticas, mesenquimales (estromales), población lateral,
células progenitoras adultas multipotentes (MAPC). Varios estudios han sugerido
que la potencialidad de algunos tipos de células madre adultas es mayor de lo
esperado, pues han mostrado en determinadas condiciones capacidad para
diferenciarse en células de diferentes linajes, lo que las acercan a la potencialidad
de las células embrionarias. Esto ha creado nuevas perspectivas para el tratamiento
de diferentes enfermedades con células madre adultas, lo que inicialmente se
pensaba solo podía hacerse con las embrionarias
Los términos aplicados en español para identificar a estas células han sido variados.
Inicialmente se utilizó el mismo término que en inglés: stem cells, pero
posteriormente se han introducido diversos nombres que han dependido más bien
del criterio del traductor. Así encontramos los de células troncales, células tronco,
células precursoras, células progenitoras y células estaminales. De estos
preferimos el término de células madre. Por otra parte, le célula progenitora o
precursora puede considerarse una célula que ya ha alcanzado una diferenciación
parcial y ha perdido la capacidad pluripotencial de la célula madre. Además, en su
progresión evolutiva, puede comprometerse con un determinado linaje celular y dar
lugar a células especializadas específicas. Desde el punto de vista de su capacidad
reproductiva y funcional, las células madre se han definido como aquellas que
pueden dividirse simultáneamente para mantener por un lado su autorenovación,
con producción de más células madre semejantes a ella, y por otro lado, generar
células hijas comprometidas con diferentes linajes celulares que se diferencian en
diversos tipos de células especializadas, no solo morfológicamente, sino también
funcionalmente. Además, se le han añadido 2 propiedades funcionales: las
capacidades de implantación persistente tanto en tejidos dañados como en sanos.
Célula madre embrionaria deriva del embrión de los mamíferos en su etapa de
blastocisto y posee la capacidad de generar cualquier célula diferenciada en el
organismo. Después de la penetración del espermatozoide, el óvulo fecundado
adquiere la condición de cigoto, en el que durante su recorrido por la trompa de
Falopio, se van produciendo sucesivamente distintos períodos de división celular
que aumentan rápidamente el número de sus células, las cuales reciben el nombre
de blastómeros. Aproximadamente a los 3 días, el embrión tiene el aspecto de una
esfera compacta que se denomina mórula y que contiene de 12 a 16 blastómeros.
Alrededor de los 4 días llega a la cavidad uterina, y sobre los 5 días, comienza a
introducirse líquido en su interior para formar una cavidad: el blastocele. En esta
etapa, el cigoto se llama blastocisto y posee en uno de sus polos una agrupación
celular que recibe el nombre de masa celular interna o embrioblasto que forma una
prominencia dentro del blastocele. Las células que la integran dan origen a todos
los tipos celulares, sistemas, tejidos y órganos del individuo en formación. Además,
tiene una capa celular aplanada que recubre la cavidad del blastocisto y la parte
exógena del embrioblasto, la cual se denomina masa celular externa o trofoblasto,
de donde deriva la placenta.
Clásicamente se ha definido como una célula especializada dentro de la
organización de las células de un tejido específico de un organismo ya formado, que
está restringida en su capacidad de diferenciación y es capaz únicamente de
generar células del tejido que representa, a las que debe recambiar de forma
natural. Se ha señalado que en su evolución el organismo sitúa en los tejidos células
madre somáticas como parte de los mecanismos que emplea para su renovación
en condiciones fisiológicas o ante un daño hístico.
Las células madre totipotentes son aquellas que en las condiciones apropiadas son
capaces de formar un individuo completo, pues pueden producir tejido embrionario
y extra-embrionario. Así en el ciclo evolutivo posfecundación, el cigoto u óvulo
fertilizado se considera una célula totipotente, capaz de dar origen a todo el
organismo. Igual sucede con la etapa siguiente de mórula, en que todas las células
son totipotentes. En el ratón se plantea que la totipotencia solo persiste hasta el
estadio evolutivo de 8 células.
Los estudios que han puesto en evidencia las propiedades pluripotenciales de
algunos tipos de células madre adultas han creado grandes perspectivas
terapéuticas, por lo que se ha planteado que aunque no están bien definidas las
características de estas células y su mecanismo de acción, es posible que se amplíe
su uso clínico mediante su aplicación autóloga en la regeneración de tejidos. Por
otra parte, se han tratado de contraponer sus indicaciones con las de las células
madre embrionarias, pero todavía es muy temprano para definir la superioridad de
unas sobre las otras, por lo que las futuras investigaciones en este campo
contribuirán seguramente a esclarecer aspectos hoy no bien delimitados. Por el
momento, con ambos tipos de células madre se han señalado ventajas y
desventajas, que quizá podrían modificarse en el futuro.
Entre las ventajas de las células madre embrionarias humanas está que ellas
virtualmente pueden formar cualquier tipo de tejido y mantenerse indefinidamente
en cultivo. En su contra tendrían los problemas éticos que provienen de la necesidad
de extraerla de su medio natural que es un embrión en desarrollo, lo que equivaldría
a la interrupción de la vida de un nuevo ser ya en proceso de formación. Además,
su procedencia alogénica es en la actualidad una gran limitante, establecida por las
conocidas diferencias en el sistema de histocompatilidad HLA.
En los últimos años, se ha acumulado una serie de conocimientos sorprendentes
que contradicen el dogma de que una célula madre adulta solo puede diferenciarse
en células de un tejido específico. Así, ha surgido el concepto de plasticidad de las
células madre adultas. Como este concepto no está perfectamente esclarecido, se
le ha dado una posible definición, en la que se identifica a la plasticidad como la
capacidad que adquieren estas células, bajo determinadas condiciones
microambientales, de diferenciase en células de tejidos distintos de aquel con el
cual la célula madre se encuentra aparentemente comprometida.
Hasta el momento, ninguno de los modelos expuestos puede por sí solo explicar
completamente el mecanismo de la plasticidad atribuida a las células madre. Es
posible que en determinados casos, tejidos y situaciones ambientales, pueda ocurrir
más de uno de estos procesos. La explicación de la versatilidad planteada en las
células madre adultas es el objeto de diferentes investigaciones, y resulta de gran
interés y preocupación para muchos científicos en el mundo, lo que seguramente
contribuirá a esclarecer este importante tópico de la moderna biología celular. Todos
los aspectos analizados en este trabajo ofrecen una visión panorámica de los
grandes avances que se han logrado en el estudio de las células madre en un
tiempo relativamente corto, y aunque aún persisten muchas incógnitas por despejar,
no cabe duda que la investigación en este campo ha creado grandes expectativas,
fundamentalmente en relación con la aplicación terapéutica de estas células y el
desarrollo de la medicina regenerativa, pues los nuevos conocimientos podrían abrir
las puertas a una verdadera e importante "revolución" en el tratamiento de diversas
enfermedades.

EXPERIENCIA CUBANA CON EL USO TERAPÉUTICO DE CÉLULAS


MADRE ADULTAS
Las investigaciones básicas y clínicas realizadas en los últimos años sobre las
células madre y sus posibilidades terapéuticas, son en la actualidad uno de los
temas más excitantes de la medicina contemporánea. Ya se han obtenido
importantes avances en el estudio y aplicación de las células madre adultas que
muestran notables ventajas sobre las embrionarias, pues su manipulación resulta
más simple, económica y se pueden obtener del propio individuo que va a ser
tratado. Para la introducción en Cuba de la terapia celular regenerativa, en el
Instituto de Hematología e Inmunología se seleccionaron como fuentes celulares las
células madre adultas derivadas de la médula ósea y las movilizadas a la sangre
periférica. Para facilitar la extensión del tratamiento a otros centros hospitalarios, se
estandarizó una técnica para la movilización de las células madre hematopoyéticas
a la sangre periférica, mediante un factor estimulador de colonias de granulocitos
(Filgrastim, de producción nacional) y se desarrolló un método simple, económico y
también más tolerable para los enfermos. De esta forma, se ha extendido la terapia
celular a 6 provincias cubanas y hasta abril del año 2009 se habían tratado 563
casos con trasplante de células madre adultas autólogas, de los cuales el 81,7 %
corresponde a pacientes con enfermedades angiológicas, en los que se ha logrado
disminuir significativamente la indicación de amputaciones mayores. También los
resultados han sido muy prometedores en las lesiones óseas y procesos
periodontales, entre otras enfermedades tratadas. Los resultados obtenidos hasta
el momento se pueden considerar como un nuevo logro de la ciencia revolucionaria
y de nuestros sistemas nacionales de salud y de ciencia y técnica. El método
empleado es un proceder económico y factible para instituciones con recursos
limitados.
En el estudio se incluyeron 563 pacientes (560 adultos y 3 niños) con diferentes
afecciones: 460 (81,7 %) con enfermedades vasculares periféricas; 55 (9,9 %) con
alteraciones óseas; 17 (3 %) con cardiopatías; 7 (1,2 %) con trastornos
neurológicos; 7 (1,2 %) con periodontitis; y 17 (3 %) con otras enfermedades. La
distribución de pacientes por provincias fue la siguiente: Ciudad de La Habana 256;
Pinar del Río 208; Villa Clara 44; Cienfuegos 30; Holguín 20; y Matanzas 5.
En el estudio inicial realizado en el IHI HGDEC, se incluyeron 30 pacientes con
isquemia crítica de un miembro inferior que habían sido tratados previamente sin
éxito con los métodos habituales y no existía ninguna posibilidad de
revascularización por angioplastia o procederes quirúrgicos.
En 13 pacientes, el trasplante celular autólogo se hizo con CMN-MO y en 17, con
CMN-SP. Veintiún pacientes (70 %) tenían indicación de una amputación
supracondilea del miembro afectado. La mayoría de ellos tenía el miembro afectado
en un estado sumamente crítico, principalmente los enfermos incluidos en el grupo
en que se implantaron CMN-SP.
En 14 (67 %) de los 21 casos que tenían indicación de amputación mayor, se logró
evitar esta intervención quirúrgica. La amputación se evitó en 5 (83 %) de los 6
casos con esta indicación en el grupo en que se implantaron CMN-MO; y en 9 (60
%) de los 15 con criterio de amputación supracondílea que recibieron CMN-SP.
En la mayor parte de los que salvaron la pierna, solo se hizo la amputación de los
dedos con gangrena y en unos pocos pacientes con notables alteraciones tróficas
y riesgo de extensión de las lesiones, se practicó una amputación
transmetatarsiana.
De los 7 (33 %) pacientes restantes con indicación de amputación supracondilea, la
amputación se practicó en 6, entre los que se incluyeron 2 de los enfermos que
presentaban asociación de gangrena de los dedos con úlcera isquémica. En el
paciente restante se hizo una amputación infracondílea.
Recientemente se ha planteado la utilidad del trasplante de células madre
hematopoyéticas en pacientes con accidentes cerebrovasculares agudos, y existen
algunas comunicaciones en la literatura de su uso en enfermos con trastornos
neurológicos crónicos. En experiencias previas en pacientes con infarto de ganglios
basales, se implantaron en el cerebro, mediante cirugía estereostática, neuronas
cultivadas, con lo que se produjo mejoría de los enfermo.46 Hasta donde tenemos
conocimiento, los casos evaluados en Cuba están entre los primeros en que se han
implantado satisfactoriamente en el cerebro células madre adultas autólogas
provenientes de la médula ósea.14 Las mejorías apreciadas después de un año de
evolución en relación con las condiciones clínicas y la ausencia de efectos adversos
importantes, relacionados con la cirugía o el trasplante celular, abren nuevas
perspectivas para el tratamiento de pacientes con este tipo de afección neurológica
crónica.
Mediante una evaluación integral de todos los datos antes expuestos, podemos
concluir que el uso de las células CMN-MO y de las CMN-SP movilizadas mediante
el FEC-G, ha sido efectivo en las entidades en que las hemos utilizado. Un trabajo
reciente en un pequeño número de casos con insuficiencia arterial crónica de los
miembros inferiores, coincide con publicaciones previas y apoya nuestros criterios.
Además, el método de obtención y separación de células mononucleares que
hemos aplicado es relativamente simple, poco costoso y por lo tanto, más accesible
a los centros con pocos recursos. Sobre la base de los resultados obtenidos hasta
el momento, consideramos que estos procederes son una buena alternativa, con la
que se podría beneficiar un buen número de enfermos que de otra forma no tendrían
acceso a esta novedosa terapéutica.

ASPECTOS BIOÉTICOS EN LOS TRATAMIENTOS CON CÉLULAS


MADRE
La Bioética ha devenido un campo indispensable dentro del desarrollo de la ciencia,
desde las tres últimas décadas del siglo XX. En lo referente a las investigaciones
con células madre, se han promovido múltiples debates desde que surgieron los
primeros estudios con las células madre embrionarias hasta la actualidad, en que
se están desarrollando investigaciones con células madre adultas con el propósito
de evitar las implicaciones morales del empleo de embriones humanos. Las
legislaciones se están adaptando a las nuevas tecnologías y los investigadores
tienen que estar actualizados en las normas y leyes que continuamente surgen. Se
realiza una revisión de sobre Bioética en las investigaciones con células madre.
Ellas han tenido enfrentamientos con otras disciplinas y la utilización de células
madre mesenquimales ha venido a solucionar los dilemas en cuanto al uso de
embriones. Al obtener el consentimiento informado el paciente debe tener
conocimiento acerca de los efectos adversos del tratamiento.
Según Robertson, esta década de investigaciones con células madre embrionarias
ha conducido a un amplio consenso sobre la necesidad de proteger los intereses y
la autonomía de los donantes de gametos y de embriones. En marzo de 2009 la
Federación de Alimentos y Medicamentos (FDA) autorizó el primer ensayo clínico
en los Estados Unidos con células madre embrionario en el tratamiento de lesiones
traumáticas medulares. Este autor plantea que es esencial mantener la seguridad y
eficacia en los tratamientos y justificar los riesgos a los sujetos de investigación;
estos deben recibir intervenciones seguras, efectivas y convenientemente
prescritas. Los ensayos deben ser diseñados de forma que aporten información
confiable, esto significa alguna forma de ensayo aleatorio.
En los Estados Unidos, el consentimiento informado de uso de embriones tiene que
especificar si es para fines investigativos y que no puede ser modificado después,
pues ya no podrían identificar la procedencia de las células por la protección de la
privacidad de los sujetos y la confidencialidad de los datos. Debe anticiparse la
posible identificación del DNA (determinación de paternidad). No debe incluir
lenguaje exculpatorio que pueda parecer que a los sujetos se les ha privado de sus
derechos legales. Una buena práctica de los bancos de tejidos es permitir el retiro
del consentimiento antes de que el material llegue a los investigadores. El
consentimiento informado es para uso del embrión con un fin específico; si va a otro
destino, requiere llenar otro modelo, pues una línea celular puede no tener valor
terapéutico, pero puede ser muy útil en toxicología, por ejemplo. Puede darse el
caso de que haya muchos donantes y sea difícil contactarlos para su
consentimiento, pero esto es imprescindible.
En investigaciones realizadas con ratas sometidas a oclusión de una arteria cerebral
media, Chen y otros9 trasplantaron células madre mesenquimales de médula ósea
en los cerebros isquémicos y encontraron una significativa mejoría de las funciones.
El trasplante de células madre embrionarias evidenció recuperación de la disfunción
producida. Pero las consideraciones éticas y la posibilidad de reacciones inmunes
limitan la accesibilidad de estas células en las investigaciones con humanos. A las
cuatro semanas del trasplante, se halló una elevada incidencia de formación de
teratoma en los tejidos cerebrales, cosa que no ocurrió en el trasplante subdural.
Las células mesenquimales (MSCs mesenchymal stem cells), como otras células
madres, tienen la capacidad de autorrenovación ilimitada, dando lugar a células
diferenciadas de distintos linajes; modulan los mecanismos inflamatorios, estimulan
la neurogénesis endógena y la angiogénesis y reducen la formación de cicatriz glial.
Las más usadas son las provenientes de la médula ósea. Evaden los mecanismos
inmunes, por lo que no inducen respuesta de proliferación de linfocitos. También se
encuentran en otros componentes del feto y del adulto, incluyendo sangre, placenta,
tejido adiposo, piel, hígado y pulmón. Las de la médula ósea tienen el más elevado
potencial de diferenciación, razón de su uso preferente en aplicaciones
experimentales o terapéuticas. Los cultivos pueden alterar sus propiedades
biológicas. Las inyecciones locales podrían proveer mayor número de células
(prerrequisito para análisis posterior de cómo las células madre mesenquimales
inducen neuroprotección pos isquémica, pues tienen la capacidad de migrar a la
región isquémica.
La investigación con células madre embrionarias ha tenido diversos dilemas éticos
y el empleo de fuentes alternativas, como la obtención de células madre adultas, ha
contribuido a la disminución de los conflictos. Los investigadores deben adoptar
muchas precauciones al diseñar sus estudios en sujetos humanos, seguir todas las
normas internacionales y buscar siempre el bienestar de los pacientes.

USO DE CÉLULAS MADRE EN EL COMPLEJO BUCOFACIAL


Las células madre tienen la capacidad de dividirse indefinidamente y diferenciarse
en distintos tipos de células especializadas, no solo desde el punto de vista
morfológico sino también de forma funcional. Los conocimientos que en
este campo de la medicina se realizan, han elevado las expectativas de enfermos
y profesionales de la salud que contribuyen a la curación de múltiples
enfermedades.
se realizó una revisión bibliográfica acerca del uso de las células madre en el
complejo buco facial, las cuales pueden clasificarse en embrionarias y adultas
según su estado evolutivo, y en relación con su potencialidad celular en
totipotentes, pluripotentes y multipotentes, que actúan en la regeneración del
tejido óseo, el ligamento periodontal, la dentina y el diente.
Las células madre que aparecen en pulpa de dientes temporales
(SHED Cells) manipuladas enzimáticamente y sometidas a factores tisulares de
crecimiento son capaces de diferenciarse en células nerviosas, adipositos
y odontogénicas. 12,13 A su vez, las que se encontraron en la pulpa de dientes
permanentes (DPSC 2) se caracterizan por su capacidad de regenerar el complejo
pulpodentinal, además de expresar marcadores óseos como las sialoproteínas
óseas y fosfatasas alcalinas, entre otros. La principal fuente de células
madre adultas de dientes permanentes son los terceros molares. 14 Las células
madre que se encuentran en los espacios periodontales se caracterizan por
presentarse en la vecindad de los vasos sanguíneos. Varios estudios afirman que
el ligamento periodontal tiene poblaciones de células que pueden
diferenciarse tanto hacia cementoblastos como hacia osteoblastos. Los análisis
in vivo con PDLSC realizados en ratones inmunocomprometidos, sugirieron la
participación de estas células en la regeneración del hueso alveolar al propiciar la
formación de una fina capa de tejido muy similar al cemento que, además de
contar entre sus componentes con fibras colágenas, se asociaron íntimamente al
hueso alveolar próximo al periodonto regenerado.
Se han realizado estudios experimentales donde se han aislado células madre del
ligamento periodontal (PDLSC) de dientes humanos, se observó en las
mismas una diferenciación en células como adipositos, cementoblastos y células
formadoras de colágeno. 22 La ciencia cubana despunta entre las primeras por
países en el empleo de células madre en el tratamiento de los defectos
óseos periodontales, destacándose Pérez.
Borrego, et al, 23,24 además se encuentran en desarrollo proyectos de
investigación del uso de células madre en la cirugía maxilofacial. 25 La
periodontitis juvenil puede llevar a la pérdida del diente, de la función y afectar
la estética del paciente. 23,24 En su investigación lograron neoformación ósea en
las zonas afectadas por la enfermedad a través de la implantación de
CM abriendo nuevas expectativas para
la curación de la periodontitis, enfermedad de difícil manejo.
En estudios realizados a nivel experimental se ha podido observar que las células
madre adultas adecuadamente estimuladas podían dar origen a un diente con su
tejido óseo circundante, esta inducción se realizó mediante estímulos de genes
como MSX y PAX9 sumado a factores de crecimiento; del mismo modo quedó
demostrado que los tejidos presentes en el diente en estadio de brote,
pueden ser usados en la bioingeniería para crear la totalidad de la corona dental.
26,27 Los avances recientes en la identificación y caracterización de células
madre dentales y las estrategias de la ingeniería tisular
dentaria, sugieren que en la próxima década la bioingeniería se acercará a la
creación de tejidos dentales, y se demostrará que puede proveer un
tratamiento seguro y que justifique el costo beneficio.
Las células madre constituyen la unidad natural de generación durante la
embriogénesis y regeneración en la vida adulta, se demostró que las mismas
juegan un importante papel en la regeneración de diferentes estructuras del
complejo bucofacial, y tienen su mecanismo de acción en la diferenciación de las
células del complejo pulpodentinal, el ligamento periodontal, y en la regeneración
de deficiencias del esqueléticas cráneofaciales.

TRATAMIENTO CON CÉLULAS MADRE: NUEVO PASO DE


AVANCE EN EL OCCIDENTE CUBANO
Las células madre adultas muestran notables ventajas debido a que su
manipulación resulta simple y económica, aspecto a tener en cuenta para su uso
como fuente celular para la introducción en Cuba de la terapia celular regenerativa.1
Para la generalización del tratamiento a otros centros hospitalarios en el Instituto de
Hematología e Inmunología se estableció un programa de capacitación con la
finalidad de extender a todo el país la obtención y procesamiento de las células
madre adultas procedentes de la médula ósea o movilizadas a la sangre periférica,
con lo que se acerca este procedimiento a las personas con dolencias con escasas
opciones terapéuticas. A partir de mayo del año 2009, prendió la llama regenerativa
en San Cristóbal, y tras una intensa capacitación se comenzaron a realizar los
primeros implantes celulares.
De esta forma, en el año 2011 la provincia de Artemisa se convirtió en la octava en
sumarse a la ola regenerativa cubana a que hace referencia el profesor Fernando
Cruz en su editorial publicado en esta revista.2 En el banco de sangre de San
Cristóbal se ha trabajado en la obtención y procesamiento de células madre
procedentes de la médula ósea, movilizadas a la sangre periférica mediante el factor
estimulador de colonias de granulocitos (Filgrastim).
Este proceder se ha realizado mediante el método de centrifugación y se han
obtenido volúmenes y número de células que varían en dependencia de la
especialidad y la enfermedad a tratar, con una viabilidad celular en todos los casos
superior al 96 %. Por otra parte, se ha iniciado la implementación de las buenas
prácticas clínicas en estos procedimientos, lo que le confiere un alto grado de
confiabilidad y excelencia.
Las células mononucleares han sido implantadas en 786 pacientes de ortopedia,
152 de angiología, 10 de reumatología y 41 de urología (enfermedad de Peyronie).
En estas dos últimas especialidades los resultados han sido muy alentadores. Se
debe destacar que hasta el momento, según referencia de la literatura internacional,
la terapia celular en la enfermedad de Peyronie se ha hecho fundamentalmente en
modelos preclínicos donde los resultados obtenidos se atribuyen principalmente a
un efecto paracrino de las células implantadas.3,4
En 20 pacientes, en quienes se ha usado como tratamiento estético facial, los
cambios más evidentes se precisaron en la tersura de la piel, contorno facial,
marcada atenuación de los surcos nasogenianos, labiomentonianos, arrugas
peribucales y periorbitarias. Los resultados son apreciables desde los primeros días
y adquieren su mayor expresión a partir de los 30 días de realizado el proceder. En
mayo de 2013 se inició un promisorio camino para el tratamiento de enfermedades
neurodegenerativas. Hasta el momento se han implantado 9 pacientes con
esclerosis lateral amiotrófica y 4 con esclerosis múltiple (en colaboración
multicéntrica con Villa Clara y Matanzas).
En estos casos no se apreció evolutivamente deterioro marcado de las funciones
neurológicas ni disminución de la fuerza muscular respecto a evaluaciones previas.
Después de un año del implante, no se observaron signos ni síntomas sugestivos
de disfunción de la musculatura respiratoria ni tampoco deterioro o progresión de
otros signos neurológicos, como fasciculaciones, calambres, rigidez o cansancio,
que sugirieran progresión de la enfermedad.
En los pacientes con esclerosis múltiple se observó una recuperación de su
capacidad motriz en un periodo notablemente corto (10 a 14 días) después del
tratamiento y de la movilidad, seis meses más tarde. Ambas enfermedades fueron
tratadas con células mononucleares autólogas aplicadas mediante un método
acupuntura.
Estos resultados coinciden con los obtenidos en otros centros del país y también
con los publicados en la literatura internacional.1, 2,5 Todos los pacientes incluidos
en proyectos de investigación han sido evaluados por un equipo multidisciplinario,
que inicialmente eran 5 investigadores pero que hoy suman 30. Las salidas de los
resultados de estos proyectos han sido a través de 7 publicaciones nacionales, 6,7
3 trabajos de terminación de residencia, 2 maestrías, 4 especialidades de II Grado
y varias presentaciones en Congresos Nacionales-Internacionales, Jornadas
Nacionales y se han recibido varios premios nacionales que incluyen 4 premios
provinciales anuales de la salud, de la Investigación CITMA 2012 y 6 Premios
Relevantes en el XVI Forum de Ciencia y Técnica. Todos los datos antes expuestos
evidencian el desarrollo y avances que se han ido obteniendo progresivamente en
esta nueva provincia del occidente cubano.

UTILIZACIÓN DE LAS CÉLULAS MADRE MESENQUIMALES EN EL


TRASPLANTE RENAL
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GLOSARIO
Angiología

Cardiología

Ortopedia

Periodoncia

Neurología

psoriasis.

MEDICINA REGENERATIVA

MEDICINA ORAL
Autóloga: elementos que constituyen el cuerpo tales como las células o los tejidos,
que son propios de un individuo.
Blastocisto: fase del desarrollo del embrión de los mamíferos, equivalente a la
blástula, que constituye una estructura celular compleja derivada de la mórula.
Blastocele: cavidad de la blástula rellena de líquido que se forma con la separación
de los blastómeros.
Cardiomiocitos: células del músculo cardíaco capaces de contraerse de forma
espontánea e individual.
Embrioblasto: estructura celular situada en un polo del blastocisto en su proceso de
gastrulación, en el embrión humano de cuatro días.
Histoembriólogos: subdisciplina de la genética (según el código UNESCO), es la
rama de la biología que se encarga de estudiar la morfogénesis, el desarrollo
embrionario y nervioso
Microambiental: revisión del clima interno de una empresa. La revisión normalmente
cubre todos los aspectos que están bajo el control operativo
Osteogénesis: proceso de formación de los huesos.
Tumorgénica: cualquier sustancia que cause formación de tumores.
Totipotente: potencia celular máxima, que le confiere a la célula la capacidad de
dirigir el desarrollo total de un organismo.

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