Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
12.1. El reinado de Isabel II. La oposición al sistema liberal: carlismo y guerra civil.
La cuestión foral
- La guerra civil carlista (1833-1840)
a) El conflicto por la sucesión al trono.
b) La oposición al liberalismo: los carlistas. Guerra civil entre carlistas e
isabelinos
- Primera etapa (1833-1835)
- Segunda etapa (1836-1837)
- Tercera etapa (1838-1840)
c) Aspectos internacionales de la guerra carlista.
d) La cuestión foral.
d) La cuestión foral.
La guerra concluyó con el la firma del Convenio de Vergara
en 1839. Su contenido era abiertamente conciliatorio. Los
isabelinos reconocieron los grados de los oficiales y mandos
del ejército carlista para facilitar su reinserción en el Ejército
regular español. Al mismo tiempo, el convenio de Vergara
incluía una ambigua promesa de mantener los privilegios
forales de vascos y navarros. Sin embargo, poco después, en
1841, se aprobaron varias leyes según las cuales Navarra
perdía sus aduanas, privilegios fiscales, exenciones
militares e instituciones propias de autogobierno, pero a
cambio, los navarros consiguieron un sistema fiscal muy
beneficioso consistente en el pago de un cupo contributivo
único anual de reducida cuantía a la Hacienda estatal.
Por otra parte, las tres provincias vascas también perdieron
algunos de sus viejos privilegios forales como aduanas y
juntas y fue derogado el denominado “pase foral” consistente
en retrasar (no suspender) las disposiciones y ordenes del
gobierno central. Asimismo, en 1846, se produjo un nuevo
recorte de los fueros vascos con la introducción de los
denominados “conciertos económicos” por medio de los
cuales se calculaba la contribución anual de los ciudadanos
vascos a los gastos generales del Estado pactándose entre las
diputaciones forales de las tres provincias vascas y el gobierno
estatal. No obstante, este modelo fiscal fue ventajoso para la
población vasca y, además, ésta conservó su exclusión
privilegiada y excepcional del servicio militar obligatorio.
2) Los progresistas
Recibían el nombre de “avanzados” y componían el ala
izquierda del liberalismo español (Baldomero Espartero,
Juan Prim, Juan Álvarez Mendizábal, Pascual Madoz).
Sus apoyos sociales eran bastante heterogéneos, pero
predominaban los hombres pertenecientes a las clases
medidas urbanas: pequeños comerciantes y artesanos,
médicos, tenderos, tenderos, profesores y empleados
administrativos.
Rasgos básicos de su proyecto ideológico:
. La necesidad de ampliar el número de personas con
derecho a voto para facilitar. El objetivo, facilitar a las
clases medias la participación en las decisiones políticas
y evitar así insurrecciones.
. La conveniencia de realizar reformas más profundas y
rápidas con la intención de ampliar libertades.
. Aversión a la democracia, a las revoluciones violentas
y al radicalismo, rechazando la participación de las
clases bajas trabajadoras en la vida política.
. La desconfianza hacia el clero católico.
. La limitación de los poderes y atribuciones del
monarca.
. El mantenimiento y reforzamiento de la Milicia
Nacional como garantía de libertades.
. Dentro de las filas del progresismo se produjo hacia
1849, una escisión del ala izquierda cuando los
demócratas decidieron separarse para crear un partido
diferente el partido demócrata cuya señas ideológicas
eran la defensa del sufragio universal ampliando el
derecho a voto a las clases populares, la ampliación de
libertades en general, la enseñanza gratuita, la reforma
del sistema fiscal, la ampliación de la asistencia social
estatal y la supresión de los fueros vascos.
- La implantación de la Restauración
a) El significado de la Restauración
El principal artífice de la Restauración fue Antonio Cánovas
del Castillo y supuso varios aspectos:
- Supuso el desarrollo de la Monarquía borbónica y el
desarrollo de un régimen liberal-conservador no
democrático.
- Se trataba de crear un sistema político compartido por
todos los sectores de la alta burguesía para evitar cualquier
pronunciamiento o movilización popular.
- Se excluyeron las clases bajas en la vida política,
protagonista a juicio de Cánovas del desorden del Sexenio
Democrático.
b) El programa político
El programa político de los alfonsinos se plasmó en el
Manifiesto de Sandhurst, redactado por Cánovas en
noviembre de 1874, en nombre de Alfonso XII, recogía los
siguientes aspectos:
- El principio monárquico se definía en virtud de la
legitimidad histórica y no como fruto de la decisión de una
asamblea política.
- Se definía una monarquía constitucional
- Se proclamaba un sentimiento patriótico, católico y liberal.
- El manifiesto respondía al interés de buscar un orden liberal
estable, poner fin a la inestabilidad política, a la guerra carlista
y a la insurrección cubana.
e) Los inicios del régimen
La puesta en marcha del régimen fue obra de un Ministerio-
Regencia presidido por Cánovas, en el que participaron figuras
de procedencia variada. 4 fueron los aspectos más importantes
de este gobierno:
- Preparó la llegada de Alfonso XII a España (1875-1885)
- Revisó la obra del Sexenio Democrático. Así, limitó la
libertad de imprenta, restableció el matrimonio canónico y
prohibió a los profesores de universidad enseñar doctrinas
contrarias al catolicismo y a la monarquía.
- Puso fin a la guerra carlista derrotándose al pretendiente
Carlos VII y se firmó el Convenio de Zanjón en 1878 que
puso fin por algún tiempo a la guerra de Cuba que había
comenzado en 1868.
- Realizó una nueva Constitución.
f) La Constitución de 1876
Estuvo vigente hasta 1923, siendo la más duradera de la
historia de España. El proyecto constitucional fue discutido en
las Cortes de 1876, elegidas por sufragio universal masculino
y resultó aprobado en el 87% de los votos. Aspectos esenciales
de la Constitución:
- La monarquía como sistema esencial del sistema político.
El rey se convirtió en árbitro de la situación y amplio sus
poderes: participaba en la función legislativa; podía convocar
y suspender las Cortes; nombraba a los ministros; y disponía el
mando supremo de las fuerzas armadas, lo que creó una
relación directa entre el monarca y el ejército.
- Soberanía compartida entre Cortes y rey.
- Se establecían Cortes bicamerales, compuesta por un
Congreso, elegido, y un Senado, formado a partes iguales por
miembros elegidos y senadores vitalicios.
- Se acordó la tolerancia religiosa. Se permitían otros cultos
pero la religión del Estado era el catolicismo. Y, de hecho, la
iglesia católica fue muy sólida en la Restauración sobre todo
en la en la educación y en la moral social.
- El sistema político
La estabilidad política de la Restauración se basaba en la alternancia
pacífica del poder entre dos fuerzas políticas, conservadores y
liberales, consideradas partidos dinásticos. Así, la alternancia al
turno, significaba dos cosas:
1) El fin del exclusivismo político de la etapa isabelina. El
sistema requería el acuerdo entre los políticos para
compartir el poder y la intervención de la Corona para
asegurar el compromiso.
2) La supresión del recurso al pronunciamiento militar o a la
insurrección para recuperar el poder.
c) Los partidos políticos
Los partidos que alternaron en el poder nacieron en un
complicado juego de alianzas entre 1880 y 1885 que dieron
lugar a dos partidos que se turnaron en el poder: Partido
Liberal-Conservador y Partido Liberal-Fusionista. Dichos
partidos eran partidos de notables, sin afiliados ni estatutos.
Los vínculos se establecían por lealtades personales, de ahí
que la unidad interna de los partidos fuera muy precaria.
Sin embargo, cada fuerza política tenía un perfil específico y
unas bases sociales diferentes.
- El Partido Liberal-Conservador o Conservador. Su líder
era Cánovas hasta su asesinato en 1897. Otras figuras
destacadas que lucharon por la jefatura una vez que murió
éste fueron Francisco Silvela y Francisco Romero Robledo.
Su origen lo formaron antiguos moderados, unionistas,
alguna facción del progresismo y un sector católico.
Su ideología se basaba en el liberalismo conservador e
entre sus bases sociales se encontraban grandes propietarios
agrarios y alta burguesía industrial y financiera con
intereses coloniales.
- El Partido Liberal-Fusionista o Liberal. Su figura central
hasta 1903 fue Práxedes Mateo Sagasta. Este partido surgió
de personalidades relevantes en el Sexenio. Entre sus
dirigentes destacaron Segismundo Moret y Arsenio
Martínez Campos.
Este partido estaba formado por progresistas, algún
unionista, políticos descontentos con Cánovas y algunos
republicanos moderados.
Su ideología se basaba en un progresismo pero de orden, es
decir, contrario a todo lo que pusiese en peligro las bases
socioeconómicas del régimen burgués. Durante la
Restauración abandonaron la defensa de la Soberanía
Nacional y aceptó la dinastía borbónica, pero nunca
renunciaron a la implantación del sufragio universal
masculino.
12.6. La Regencia de María Cristina de Habsburgo y el turno de
partidos. La oposición al sistema. Regionalismo y nacionalismo.
- El turno
El 25 de noviembre de 1885 moría Alfonso XII y se abrió un nuevo
periodo, el de la regencia de su viuda María Cristina de Hansburgo-
Lorena. Ésta ocupó el cargo hasta la mayoría de edad de su hijo
Alfonso XIII, nacido en mayo de 1886.
Debido a que a que la muerte de Alfonso XII se produjo sin haber un
heredero varón pese a estar la reina embarazada, para evitar el regreso
de Isabel II al trono y asegurar la corona para el hijo de María Cristina,
se llegó a un acuerdo de turno pacífico en el poder, en el llamado
Pacto de El Pardo (1885), por el que Cánovas cedía el gobierno al
Partido Liberal. Con este turno pacífico se consolidaba el sistema,
mientras que la regente se mantuvo al margen del sistema político. De
esta forma, la continuidad quedaba asegurada con la regencia de la
reina viuda, la cual garantizó la sucesión de su hijo, el futuro Alfonso
XIII.
Así, se establecía entre conservadores y liberales un sistema de
rotación en el poder que se mantuvo hasta la 1ªGM. Pero este turno
significó más cosas en su práctica. Y es que, cuando el partido en el
poder tenía fuertes presiones, el rey llamaba al gobierno a otro partido.
Para conseguir respaldo en las Cortes, imprescindible en un régimen
parlamentario, se preparaban nuevas elecciones que eran manipuladas
para que el resultado satisficiera al nuevo gobierno llamado al poder y
respetara a la oposición. Por extensión, la representación parlamentaria
se distribuía entre una mayoría del partido en el poder, la presencia de
todos los jefes del otro partido dinástico y un muy limitado número de
diputados del resto de los otros partidos.
a) El falseamiento electoral
El funcionamiento del turno descansaba sobre dos condiciones
pactadas:
. La implicación de la Corona como árbitro entre los
partidos. El rey elegía sustituir a uno u otro partido pero
impedía la democratización y la expresión de la voluntad
popular.
. El falseamiento electoral. Que era el medio capaz de crear
las mayorías parlamentarias. De hecho, las elecciones se
manipulaban a través del encasillado y el pucherazo. Mediante
el encasillado de los candidatos, las fuerzas políticas
negociaban y se repartían los distritos electorales entre los
políticos dinásticos fundamentalmente. Por otra parte, el
pucherazo era un fraude electoral al que se recurría en caso de
que no funcionase el acuerdo entre los partidos, y este
pucherazo suponía el empleo de métodos como coacciones,
compra de votos, nombres de fallecidos, etc. Hay que destacar
que esta corrupción electoral no era nueva pero sí que las elites
pactaran la forma de llevarla a cabo.
b) La práctica del turno
Entre 1875 y 1881, el partido conservador de Cánovas estuvo
en el gobierno diseñando la base institucional del sistema. Es
decir, la Constitución de 1876 y la Ley Electoral de 1878 que
restableció el sufragio censitario y fijó las circunscripciones
electorales con ventaja para los distritos uninominales rurales,
más conservadores y con mayores posibilidades de manejos.
En 1881 llegaron al poder los liberales de Sagasta llamados
por la corona, aunque estuvieron de forma muy breve. De ahí
que la alternancia del poder no alcanzase su plenitud hasta ese
Pacto del Pardo en 1885, en el que los conservadores cedieron
el poder a los liberales dando comienzo el llamado “gobierno
largo” de Sagasta (noviembre 1885-julio 1890). Durante este
gobierno, el de mayor duración de toda la Restauración, se
emprendieron importantes reformas legislativas de carácter
liberal para modernizar el Estado:
- El código de comercio y el código civil en 1885 y 1889. El
objetivo era mejorar el funcionamiento administrativo del
Estado.
- La Ley de Jurados (1887) y la Ley de Asociaciones (1887)
que favoreció la libertad de prensa al suprimir la censura
previa e impedir que la jurisdicción militar actuara en delitos
de difamación; y legalizó la formación de partidos y
sindicatos. En 1888 se celebraron gracias a ello los congresos
fundacionales de la UGT y el PSOE.
- La Ley de sufragio (1890), que implantó sufragio universal
masculino y permitió integrar en el sistema a los republicanos
posibilistas de Castelar, un republicanismo de tipo moderado.
No obstante, esta ley no supuso la existencia de una
democracia, la manipulación electoral, la fabricación de las
Cortes y el turno continuaron después de 1890.
- El caciquismo
En el sistema de la Restauración aunque hubo elecciones, la voluntad
de los electores no se expresaba de forma libre sino que estaba
sometida a la manipulación y al fraude por la existencia del
caciquismo. Ese caciquismo, era una relación político social que se
establecía entre una persona –el cacique- y sus clientes.
c) Los caciques
- Eran los jefes locales de un partido político, que controlaba
un área electoral.
- Su poder se basaba en el control de la administración del
Estado.
- Podía hacer uso no legal de las instancias Estatales a favor de
sus amigos políticos y en contra de sus enemigos.
- Actuaba a nivel local y comarcal, y a veces, hasta provincial.
- Era un intermediario entre el Estado y su comunidad,
aceptado por ambos. Tenía que convencer al Estado de que
podía controlar a la comunidad y a ésta de sus grandes
influencias en el Estado.
d) Los clientes
Los caciques intercambiaban con sus clientes votos por
favores, así compensaban su apoyo electoral con cargos,
prebendas, recomendaciones, obras públicas, etc. Así, la
relación entre el cacique y el cliente se basaba en la relación
personal y el interés político.
Los caciques ejercían un patronazgo político en el que los
electores eran clientes, a quienes protegían y defendían.
Hay que añadir que el caciquismo fue más fuerte en los
pueblos que en las ciudades.
a) Los carlistas
La derrota militar del carlismo en 1876 no supuso su
desaparición como opción política, pero provocó una crisis que
no superó hasta la década de los 90. En la Restauración hubo
dos etapas en la evolución del carlismo.
1) Fue una etapa política de retraimiento en la que
muchos efectivos del carlismo estuvieron en el exilio
y en la que se dio una gran desorganización y
divisiones internas hasta 1888. A partir de esa fecha,
esa disgregación se consumó con la escisión de los
integristas con fuerte arraigo en la vida política.
2) A partir de 1890, se abrió una segunda época en la
que triunfaron los neocatólicos, partidarios participar
en la vida política. Esta corriente estuvo apoyada por
la jerarquía católica y formó el partido Unión
Católica, dirigido por Alejandro Pidal, que participar
en alguno de los gobiernos conservadores de
Cánovas.
b) El movimiento obrero
El régimen de la Restauración no se preocupó de integrar al
movimiento obrero en el sistema político. Asimismo, las
libertades de asociación, expresión y reunión estaban
limitadas. De ahí, que sus posibilidades de acción fueran
reducidas.
Hay que añadir que además de este marco, el movimiento
obrero estaba dividido desde los años 70 en una corriente
anarquista y en otra socialista reformista. Así, hubo tres rasgos
principales que caracterizaron al movimiento obrero:
1) El sindicalismo obrero no unitario, cuyas principales
vertientes fueron: el socialismo; el anarquismo; el
reformismo moderado.
2) El peso del anarquismo, sobre todo, en Andalucía y
Cataluña, a diferencia de lo que sucedía en el resto de
Europa.
3) El apoyo del republicanismo político por parte de los
sectores obreros y populares.
- El anarquismo
.Se reorganizó en 1881 con la creación de la Federación de
Trabajadores de la Región Española (FTRE) con
implantación en Cataluña y Andalucía.
. En Andalucía tuvo lugar el episodio de la “Mano Negra”
en 1883, una supuesta organización clandestina considerada
responsable de una serie de delitos y asesinatos y que
provocó una fuerte represión del anarquismo en Andalucía.
. La estrategia del anarquismo se centró en tres tipos de
acciones:
a) La acción violenta o directa como los atentados en
Barcelona en 1893 y 1896 o el asesinato de Cánovas
en 1897.
b) La acción sindical a través de la huelga general y la
reivindicación de una jornada de 8 horas.
c) La producción cultural.
- El socialismo
. En 1879 se fundó el PSOE cuyo primer secretario fue
Pablo Iglesias, el cual en 1910 logró ser diputado gracias a
la formación de la Conjunción Republicana-Socialista.
No obstante, la implantación del PSOE fue lenta.
. En 1888 se creó en Barcelona el sindicato socialista
Unión General de Trabajadores (UGT), pero también el
arraigo de este sindicalismo reformista fue lento salvo en
Vizcaya y Asturias. Una de sus principales iniciativas fue la
celebración a partir de 1890 de la Fiesta del 1º de Mayo
como una cita anual aglutinante del movimiento obrero.
c) Regionalismos y nacionalismos
A finales del siglo XIX se produjo la eclosión política de los
nacionalismos periféricos en Cataluña, País Vasco, Galicia y la
Comunidad valenciana. El motivo, la centralización
administrativa del Estado y el reforzamiento de la identidad
nacional española. Hasta entonces, los movimientos
regionalistas se había centrado en el ámbito cultural.
Así, varios fueron estos regionalismos finiseculares que
tuvieron como característica esencial su heterogeneidad:
- El catalanismo
A finales de siglo tuvo importantes transformaciones:
. Valentí Almirall presentó en 1885 el Memorial de
Greuges que defendía proteccionismo industrial y el
derecho de Cataluña frente a la uniformización del derecho
español.
. En 1891, se creó la Unió Catalanista, que dio a conocer
las Bases de Manresa que fue el primer programa del
catalanismo y que tenía un ideario político conservador con
un nacionalismo basado en el orden, propiedad, religión y
propiedad.
. En 1901, la burguesía catalana para defender el
catalanismo moderado, creó la Lliga Regionalista cuyas
figuras principales fueron Francesc Cambó y Enric Prat de
la Riba.
- El nacionalismo vasco
. En 1895 se fundó el PNV (Partido Nacionalista Vasco),
por Sabino Arana, el cual extrajo del fuerismo su
consecuencia última, el independentismo. El ideario de
Arana se basaba en varios aspectos:
a) Defensa de la integridad cultural y étnica del
pueblo vasco puesta en peligro por la abolición de los
fueros y por la industrialización la cual había
provocado la inmigración de gente no vasca.
b) Se propugna desde un principio la independencia
política.
- Los regionalismos gallego y valenciano
Regionalismo Gallego:
. Estuvo apoyado por propietarios agrarios y comerciantes.
. Hubo dos tendencias:
A) Tendencia tradicionalista, con Alfredo Brañas, con
planteamientos antiliberales que mitificaban la
sociedad tradicional gallega.
B) Tendencia liberal-democrática, representada por
Manuel Martínez Murguía y que defendía una
Galicia como ente nacional desde un punto
racional.
Regionalismo Valenciano:
. Fue un fenómeno tardío y minoritario y su punto de
partida se encontró en 1878 con la creación de la
sociedad Lo Rat Penat, núcleo del valencianismo
cultural.
A finales del siglo XIX, el régimen establecido por Cánovas pasó por una
fuerte crisis de dos tipos:
1) Crisis externa en la que España perdió peso internacional pasando a
formar parte de las naciones débiles debido la guerra colonial y la
pérdida de los últimos restos del imperio ultramarino.
2) Crisis interna derivada de lo anterior y que tuvo como consecuencia
la reorientación de las principales líneas de acción política.
- La política exterior
El gobierno de Cánovas practicó lo que se denominó política del
“recogimiento”, que consistía en mantenerse al margen de las
grandes alianzas diplomáticas internacionales y concentrar todos los
esfuerzos políticos en cuestiones internas. El motivo de esta política
es que los políticos españoles partían de la idea de la decadencia de
España y de los países latinos frente a las potencias germanas y
anglosajonas. Por ello España, apostó por una política de
neutralidad y no se lanzó a una expansión imperialista.
- La política colonial
Las tesis anteriores de recogimiento y neutralidad marcaron esta
política colonial, la cual, por ende, sólo tendría dos objetivos:
mantener la soberanía sobre los territorios de ultramar; intervenir en
el norte de África.
c) África y Micronesia
En cuanto a los derechos del norte de África, fueron reconocidos en
la Conferencia Internacional de Madrid sobre Marruecos de
1880.
En cuanto a los archipiélagos de Micronesia, los intereses
españoles chocaron con los de GB y Alemania. El incidente más
grave tuvo lugar en las Carolinas en 1885 con el enfrentamiento de
comerciantes alemanes y españoles. El conflicto se resolvió mediante
el arbitraje del Papa León XIII que otorgó a España la soberanía pero
concedió al Kaiser alemán ventajas económicas.
d) Cuba y Filipinas
Mantener su soberanía fue la gran preocupación de los gobiernos de
la Restauración en vez de promover soluciones políticas de carácter
autonomista que satisficieran las demandas criollas.
La Paz de Zanjón de 1878 puso fin a la denominada “guerra larga”
pero sólo aplazó el problema cubano. El tratado aunque prometía
nuevas condiciones políticas, administrativas, el fin de la esclavitud
y la amnistía, no fue cumplido en un periodo corto de tiempo. La
esclavitud no fue abolida hasta 1886 y las instituciones de un
gobierno autónomo llegaron tarde en 1893.
Por otra parte, los círculos independentistas de José Martí lograron
más apoyos de sectores sociales cubanos y de estados Unidos que
tenía fuertes intereses económicos y estratégicos en la isla para
controlar el Caribe y el Estrecho de Panamá. Por ejemplo, en 1894 el
91’5% de la exportación de azúcar cubano se destinaba a USA frente
el 2,2% que llegaba a la Península.
- La guerra colonial
c) La guerra de Cuba
Así, la guerra de Cuba estalló de nuevo en 1895 con el llamado
“grito de Baire”, aprovechando el clamos popular de las
celebraciones del carnaval y el apoyo de la población negra y multa.
Tras la muerte de Martí, el movimiento siguió bajo la dirección de
Máximo Gómez y Antonio Maceo.
En cuanto a efectivos militares españoles destacaron Martínez
Campos y Valeriano Weyler, los cuales combatieron la insurrección a
través de la táctica de las guerrillas. Dicha táctica consistía en
combatir y concentrar a la población civil para evitar que apoyasen a
los independentistas mediante un importante contingente militar de
220 mil soldados enviados entre 1895 y 1898.
En cuanto al apoyo de la guerra, decir que la opinión pública
española fue inicialmente partidaria de la guerra con la excepción de
federalistas, socialistas, anarquistas e intelectuales como Miguel de
Unamuno. No obstante, el apoyo popular se fue perdiendo a medida
que se hacía visibles los costes de la guerra y los jóvenes adinerados
compraban su redención de su servicio de armas embarcando hacia
Cuba sólo los pertenecientes a clases populares.
Por otra parte, la intervención de USA en la contienda por intereses
imperialistas a partir de mayo de 1898 iba a ser decisiva tras la
voladura del buque Maine en La Habana. A partir de entonces, las
derrotas militares españolas en Cavite (mayo de 1898) y Santiago de
Cuba (julio de 1898), llevaron al gobierno a negociar y capitular
mientras USA desembarcaba en Puerto Rico y Manila en Filipinas.
Finalmente, el tratado de Paz de París de 1898 entre España y USA
puso fin al imperio español ultramarino.
d) La guerra de Filipinas
Se produjo a partir de 1896 con una insurrección. La respuesta
española dirigida por el general Polavieja fue tremendamente
represora siendo fusilado el líder histórico del movimiento José Rizal
sin demostrarse si había participado en la insurrección. El curso de la
guerra hasta 1897 fue favorable a España que alcanzó un acuerdo
con Emilio Aguinaldo, aunque el ritmo de la guerra cambió con la
intervención de USA.