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28 mayo, 2015
Ignacio Mártil
El fabricante de vehículos eléctricos de lujo Tesla acaba de presentar lo que denomina una
“batería para el hogar” destinada, según indica el fundador de la compañía, Elon Musk, a
cambiar “toda la infraestructura energética del mundo”. Con objetivos algo más modestos y
limitados, ¿sería esto posible en España? Este artículo va destinado a tratar de responder a esta
pregunta.
Según los datos del IDAE, la energía total consumida por cada uno de los hogares españoles en
el año 2012 (datos que se obtuvieron a partir de una amplísima encuesta) fue de 0,852 toneladas
equivalentes de petróleo (9.922 kilovatios hora, kWh). Esa cantidad contabiliza todas las fuentes
de energía consumidas, cuyo reparto porcentual fue el siguiente: Electricidad: 35,1%; Gas
Natural: 24,9%; Derivados del Petróleo: 22,1%; Energías Renovables: 17,7% y Carbón: 0,1 %.
Por lo que se refiere al consumo de energía eléctrica, que es el objetivo de este artículo, la
cantidad consumida por cada uno los hogares fue, de acuerdo con los porcentajes anteriores, el
35% de 9.922 kWh, es decir, 3.487 kWh/año. Puesto que en España hay 18,2 millones de hogares
según los datos del INE, el consumo diario de energía eléctrica en cada hogar fue de 3.487
kWh/365 días = 9.55 kWh. Dado que somos 47,2 millones de habitantes, en cada hogar hay, en
promedio, 2.6 personas y por lo tanto, el consumo diario de energía eléctrica por persona es de
9.55 kWh/2.6 personas = 3.7 kWh. Los principales responsables del consumo de esa energía son
los electrodomésticos (55% del total) y la iluminación (12% del total). El resto se lo reparten
cocina, calefacción, agua caliente, etc.
Al día de hoy, cerca del 90% de los hogares adquieren la energía eléctrica a las grandes
compañías del sector, ¿debemos seguir dependiendo de ellas para satisfacer nuestras
necesidades de energía? O por el contrario, ¿es posible plantearse el futuro en términos de
autoconsumo de electricidad? Lo analizo a continuación.
Lo primero que hay que destacar para responder a la pregunta anterior es que no es necesario
plantearse revoluciones tecnológicas, ni recurrir a soluciones milagrosas que aguardan en un
futuro indefinido; hoy en día ya disponemos de tecnologías sostenibles y escalables para lograr
energía eléctrica autónoma y limpia (principalmente, energía solar fotovoltaica) y para el ahorro
energético (bombillas LED y electrodomésticos de clase A).
¿Es viable económicamente esta instalación? En los siguientes párrafos, presento unos cálculos
para responder a la pregunta.
La gran mayoría de los paneles fotovoltaicos comerciales tienen 1.6-1.7 m², y suministran una
potencia de 180-200 vatios (W). Tomando valores medios para ambas características (1,65 m² y
190W), en un hogar con tres personas equipado con esos paneles se necesitarían 25.2/1.65 =
15,3 paneles, con lo que redondeando al alza, instalaríamos 16 paneles o lo que es lo mismo,
190W x 16 paneles = 3.040W.
En los momentos del día de escaso consumo (después del desayuno y hasta la hora de la comida,
después de la comida hasta el atardecer), la energía generada por los paneles cargaría la batería
Tesla y por la noche, sería la encargada de suministrar la energía, aunque no hay datos acerca
del tiempo necesario para recargarla. El coste de dichas baterías es 3.500 dólares (~3.100 euros).
Ese es el precio de comercialización en Estados Unidos, se desconoce aún cuánto costará en
Europa.
Paneles + Inversor + Batería Tesla + Resto de la instalación = 3.200€ + 700€ + 3.100€ + 2.000€ =
9.000€.
Ahora bien, Tesla ofrece una garantía de 10 años para su batería con lo que, poniéndonos en el
caso peor, al cabo de diez años habría que sustituirla por otra. Por lo tanto, para el segundo
período de 20 años de duración de la instalación y con una batería nueva, el coste anual
repartido entre los segundos diez años volvería a ser de 605€/año. A todas luces el sistema
descrito es rentable económicamente. No obstante, hay que señalar que el cálculo presentado
aquí es muy simple, ya que no contabiliza efectos tales como períodos muy prolongados de días
nublados, evolución futura de los precios de la energía de la red, de las baterías, sobrecostes por
financiación parcial o total de la instalación, etc. Es una previsión a 20 años, pero con los costes
de 2015. Se pueden realizar cálculos más precisos teniendo en cuenta todas estas
consideraciones, pero quedan fuera del objetivo de este artículo.
La combinación de paneles solares que producen electricidad a costes comparables a los que se
pagan con conexión a la red, unido a la capacidad de almacenamiento que aporta la batería Tesla
representa un paso decisivo en el camino hacia el autoconsumo energético. Empleando algunas
similitudes y según indicó Elon Musk durante la presentación, la batería Tesla podría
desempeñar en la energía doméstica “un papel similar a la manera en la que los teléfonos
móviles han sustituido a los fijos” y añadió que la batería “será un gran paso para las
comunidades más pobres del mundo” porque “eliminará la necesidad de las redes eléctricas”.