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EVALUACIÓN SOCIAL
DE PROYECTOS
FORMULACIÓN Y EVALUACIÓN DE PROYECTOS DE DESARROLLO
AUTOR: Rosa Milena Molina Caro
ÍNDICE
2 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
INTRODUCCIÓN
Respetados
estudiantes,
a
través
de
la
unidad
3
se
abordará
el
estudio
de
la
evaluación
social
de
proyectos
con
énfasis
en
la
inversión
pública,
evaluación
que
se
realiza
simultáneamente
con
la
evaluación
financiera
y
la
económica
en
la
etapa
de
la
Preinversión,
siendo
ésta
una
condición
técnica
y
política
(en
el
sentido
de
pública
y
colectiva)
necesaria
para
la
toma
de
decisiones.
Por
lo
anterior,
el
estudio
de
los
temas
de
la
unidad
es
fundamental
para
cualificar
su
proceso
de
formación
como
administradores
públicos,
teniendo
en
cuenta
que
es
precisamente
a
través
de
ésta
que
se
materializan
las
políticas
públicas
a
través
de
las
cuáles
se
suministran
bienes
y
servicios
a
la
población
con
mayor
nivel
de
necesidades
básicas
insatisfechas.
RECOMENDACIONES ACADÉMICAS
Para
abordar
de
manera
adecuada
los
temas
de
estudio,
es
necesario
que
los
estudiantes
den
lectura
completa
al
material
de
estudio,
en
especial
las
cartillas,
lecturas
de
apoyo,
contenido
multimedia
y
resumen
de
la
unidad.
Recuerden
la
importancia
de
estar
en
contacto
con
el
tutor
ante
cualquier
duda
o
inquietud
en
relación
al
contenido
del
material;
las
comunicaciones
con
éste
pueden
realizarse
a
través
de
email,
en
el
chat
o
por
el
foro
general.
Al
ser
un
proceso
virtual,
el
auto
aprendizaje
es
el
eje
rector
del
proceso
de
formación,
razón
por
la
cual,
deberán
ser
disciplinados
en
el
estudio
de
los
temas,
a
fin
de
sacar
el
mejor
provecho
de
los
mismos.
La
evaluación
social
de
proyectos
permite
establecer
los
beneficios
sociales
obtenidos
mediante
la
ejecución
de
un
proyecto
de
inversión
pública.
Una
de
sus
características
primordiales
es
que
aun
utilizando
criterios
económicos,
el
enfoque
antepone
el
principio
de
equidad
al
de
utilidad
y
no
particulariza
el
beneficio
en
un
individuo
o
persona
sino
que
generaliza
los
beneficios
colectivos.
4 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
1.1. Definiciones
de
evaluación
de
proyectos
Para
el
Departamento
Nacional
de
Planeación,
la
evaluación
social
del
proyecto
es
la
evaluación
desde
la
perspectiva
social
y
tiene
en
cuenta
los
costos
y
los
beneficios
asociados
al
proyecto,
que
afectan
a
una
determinada
sociedad
o
grupo
social.
Para
Juan
José
Miranda
(2005),
a
través
de
la
evaluación
social
de
proyectos
se
busca
medir
los
efectos
que
tiene
la
ejecución
de
éste
sobre
la
sociedad
en
su
conjunto,
e
incluye
el
análisis
de
todos
aquellos
costos
asociados
al
proyecto
que
afectan
a
ésta.
Así
mismo,
considera
que
el
proyecto
es
un
mecanismo
de
distribución
del
ingreso,
por
lo
que
se
considera
como
un
indicador
de
equidad.
Para
la
CEPAL
(2005),
la
evaluación
social
de
proyectos
requiere
entender
a
la
sociedad
como
un
agregado
que
va
más
allá
de
las
conductas
de
los
individuos
que
la
integran.
Este
aspecto
es
de
gran
relevancia
a
fin
de
determinar
las
preferencias
de
los
beneficiarios
y
la
situación
potencial
con
y
sin
proyecto;
la
decisión
final
se
debe
tomar
teniendo
en
cuenta
el
bienestar
de
la
sociedad
de
su
conjunto
y
no
de
los
individuos
que
la
integran.
Tratándose
de
proyectos,
de
manera
ideal
se
espera
que,
así
como
un
proyecto
genera
una
rentabilidad
positiva
en
el
sector
privado,
dicha
rentabilidad
se
traduzca
en
beneficio
para
la
sociedad
en
el
sector
público;
sin
embargo,
en
términos
reales
a
lo
que
nos
enfrentamos
muchas
veces
es
a
la
disonancia
entre
lo
privado
y
lo
público,
lo
individual
y
lo
colectivo.
En
el
peor
de
los
caso
nos
iríamos
al
otro
extremo
que
sería
el
estado
indeseado,
hablaríamos
de
iniciativas
que
no
son
rentables
para
el
particular
ni
para
la
sociedad,
lo
cual
indica
de
antemano
que
es
una
iniciativa
inviable
y
que
no
se
realizará.
Fuente: l (s.f.).
Es
fácil
determinar
cuáles
son
las
iniciativas
que
interesan
a
los
particulares,
pero
¿cuáles
de
esas
iniciativas
le
interesan
al
Estado?
Si
el
Estado
debe
responder
por
el
bienestar
de
la
sociedad
se
esperaría
que
el
mismo
no
actuara
igual
que
los
particulares,
es
decir,
sólo
en
búsqueda
de
utilidades
económicas.
Aquí
podríamos
entrar
en
interesantes
debates
en
torno
a
la
relación
del
Estado
y
el
mercado,
así
como
también
acerca
del
tipo
de
Estado
que
queremos
construir:
si
se
trata
de
un
Estado
eficiente,
un
Estado
benefactor,
un
Estado
regulador,
etc.
En
cuestión
de
inversión
pública
son
diversos
los
proyectos
que
se
realizan
en
aras
de
aumentar
el
beneficio
de
la
población
y
no
únicamente
de
obtener
utilidades
por
parte
del
Estado.
La
construcción
de
escuelas
y
hospitales
públicos,
la
construcción
de
vías,
acueductos
y
obras
de
infraestructura
en
municipios
de
baja
población
y
aislados;
las
cárceles,
hogares
geriátricos,
oficinas
para
el
ejercicio
de
la
justicia,
escenarios
culturales
y
deportivos.
Si
bien
es
cierto,
este
tipo
de
obras
las
realiza
el
Estado,
en
ocasiones
los
ejecutores
son
actores
privados
especializados
en
la
materia.
6 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
Lo
que
nos
interesa
destacar
es
que
un
actor
privado
no
estaría
directamente
interesado
en
realizar
un
proyecto
donde
no
habrá
utilidad
económica,
nadie
se
puede
imaginar
un
particular
que
construya
un
centro
de
salud,
una
escuela
o
un
centro
deportivo
en
un
lugar
donde
probablemente
su
rentabilidad
económica
será
negativa
o
el
margen
de
ganancia
sea
nulo,
este
tipo
de
iniciativas
sólo
las
podría
realizar
el
Estado
o
instituciones
filantrópicas
dispuestas
a
prestar
un
servicio
sin
reparar
en
la
ganancia
económica.
Los
particulares
actúan
como
ejecutores
de
proyectos
públicos
cuando
el
Estado
no
puede
hacerlo
por
medios
propios.
Para
el
caso
de
Colombia,
la
selección
de
los
contratistas
del
Estado
se
realiza
conforme
el
Estatuto
General
de
Contratación
Pública
(Ley
80
de
1993
y
Decretos
Reglamentarios).
De
ello
son
ilustrativas
las
licitaciones
públicas
para
obras
de
infraestructura
o
las
concesiones
(p.
ej.
Peajes,
colegios,
hospitales),
donde
el
Estado
es
el
aportante
de
recursos
y
el
particular
el
operador.
No
obstante,
cuando
este
tipo
de
situaciones
se
presentan
aparecen
los
interrogantes:
¿debe
el
Estado
ceder
la
prestación
de
esos
servicios
a
agentes
privados?
¿Es
más
eficiente
el
sector
privado
que
el
sector
público?
¿Cuál
opción
resulta
más
costosa
para
la
nación?
¿Los
particulares
prestan
un
servicio
de
calidad?
De
cualquier
modo,
el
Estado
recurre
a
diferentes
mecanismos
para
dar
cumplimiento
a
sus
fines
y
responsabilidades
esenciales:
actuando
de
manera
directa,
cediendo
la
ejecución
a
contratistas
seleccionados
conforme
un
proceso
de
contratación
pública.
Aquí
apenas
hemos
mencionado
la
ejecución
de
la
iniciativa
y
sus
posibles
óbices,
pero
si
retornamos
al
punto
inicial
sobre
la
evaluación
con
base
en
el
beneficio
social,
las
maneras
de
actuación
del
Estado
también
son
variadas
y
las
veremos
más
adelante.
Cuando
hacemos
referencia
a
que
la
evaluación
social
de
la
iniciativa
decimos
que
ésta
se
refiere
también
a
la
“redistribución
de
la
riqueza”,
lo
cual
nos
lleva
a
cuestionar
si
entonces
es
sólo
redistribución
y
no
generación
de
riqueza.
Claramente,
lo
que
intenta
el
Estado
es
atenuar
los
desequilibrios
sociales
y
regionales
que
están
asociados
a
la
exclusión
social
de
sectores
poblacionales,
solucionando
un
problema
social
previamente
identificado.
En
consecuencia,
la
redistribución
de
la
riqueza
a
la
que
estamos
aludiendo
es
una
forma
de
inclusión
social
que
puede
no
representar
utilidad
económica
para
el
Estado
pero
sí
una
inversión
social
cuyo
beneficio
o
utilidad
es
social,
ya
que
se
invierte
en
garantía
de
derechos
y
bienestar
de
los
habitantes
de
la
nación
o
los
territorios,
aspecto
fundamental
para
la
formación
de
capital
humano.
La
salud,
la
educación
y
la
justicia,
son
derechos
de
los
cuales
el
Estado
es
responsable;
por
ello
debe
suministrarlos,
proveerlos
o
generar
las
condiciones
para
que
los
habitantes
de
la
nación
puedan
obtenerlos
en
condiciones
de
equidad
y
a
costos
razonables.
Lo
anterior
puede
ilustrarse
con
el
sistema
de
salud
donde
el
régimen
contributivo
aplica
para
aquellos
que
tienen
garantizados
ingresos
económicos
como
empleados
o
independientes,
mientras
que
el
régimen
subsidiado
es
un
costo
que
asume
el
Estado
para
garantizar
el
servicio
de
salud
a
personas
de
escasos
recursos
y
sin
una
vinculación
laboral
definida.
Es
necesario
mencionar
las
características
de
la
evaluación
social
de
los
proyectos
de
inversión
pública,
dado
que
es
frecuente
conocer
afirmaciones
según
las
cuales
la
evaluación
de
proyectos
no
considera
a
las
personas.
Hemos
mencionado
que
en
la
fase
de
la
Preinversión
consideramos
básicamente
tres
tipos
de
evaluación:
la
financiera,
que
es
la
perspectiva
del
inversionista
con
base
en
la
relación
costo
–
beneficio,
la
económica
que
mide
la
eficiencia
de
los
recursos
frente
a
los
objetivos
y
la
situación
antes
y
después
del
proyecto;
y
la
social,
que
evalúa
el
beneficio
de
la
población
en
general.
8 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
Es
evidente
que
las
evaluaciones
financiera
y
económica
son
un
cálculo
matemático
sobre
costos
y
eficiencia
de
los
recursos
donde
las
personas
son
un
insumo
más
para
el
desarrollo
del
proyecto,
pero
la
evaluación
social
es
la
que
imprime
una
connotación
diferente
al
darle
un
lugar
distinto
a
las
personas;
en
la
evaluación
social
importan
variables
como:
percepción
del
bienestar
general,
niveles
de
inclusión
e
igualdad
y
participación
de
las
personas
en
la
solución
de
sus
problemas.
El
reto
está
en
poder
hacer
medible
esa
evaluación
social,
que
si
bien
es
cierto
utiliza
variables
cualitativas
como
la
“percepción”
o
el
“bienestar
general”,
es
preciso
cuantificar
(económicamente
hablando)
para
determinar
la
viabilidad
del
proyecto.
Esta
cuantificación
es
la
que
hace
que
en
ocasiones
se
confundan
o
se
equiparen
la
evaluación
social
con
la
evaluación
económica
siendo
diferentes
la
una
de
la
otra.
Por
otra
parte,
la
evaluación
social
intenta
representar
las
preferencias
de
la
población
en
términos
generales
y
no
de
grupos
particulares,
sin
embargo,
aquí
aparece
otra
dificultad
que
nos
conduce
a
pensar
si
es
posible
establecer
una
función
matemática
que
represente
los
intereses
o
preferencias
de
“toda”
la
sociedad
y
no
de
una
porción
de
ella,
así
como
al
hablar
del
“bienestar”
es
sobre
el
ideal
del
conjunto
de
la
sociedad
y
no
de
unos
pocos.
Así las cosas, podemos resumir como características de la evaluación social las siguientes:
• Antepone
el
criterio
de
equidad
social
al
de
rentabilidad
económica.
• Utiliza
variables
cualitativas
y
cuantitativas.
• El
actor
para
el
cual
se
evalúa
es
el
conjunto
de
la
sociedad.
• Propende
porque
la
iniciativa
conduzca
al
bienestar
general
de
las
personas
o
habitantes
de
la
nación.
• Se
interesa
por
la
redistribución
de
la
riqueza.
• Los
costos
y
beneficios
sociales
se
diferencian
de
un
proyecto
privado,
ya
que
la
utilidad
o
rentabilidad
social
de
la
inversión
se
diferencia
de
la
que
percibe
un
inversionista
privado,
al
igual
que
los
costos
recaen
sobre
terceros
a
modo
de
efectos
indirectos
o
externalidades.
Hemos
mencionado
que
el
Estado
recurre
a
diferentes
estrategias
para
la
provisión
de
bienes
y
servicios
para
solucionar
un
problema
o
necesidad
sentido
de
la
sociedad.
Ahora
nos
interesa
mencionar
el
modo
en
que
el
Estado
intenta
aminorar
los
efectos
del
mercado
cuando
los
bienes
y
servicios
son
escasos,
costosos
o
difíciles
de
adquirir
para
la
población,
pues
cuando
se
realiza
evaluación
social
de
proyectos,
es
importante
considerar
estas
variables
para
tener
una
idea
clara
de
los
costos
“económicos”
de
la
decisión
con
perspectiva
social.
Se
mencionó
anteriormente
que
cuando
se
habla
de
evaluación
social
no
significa
olvidarse
de
variables
cuantitativas
y
sólo
concentrarse
en
las
cualitativas.
Evaluar
socialmente
una
iniciativa
de
proyecto,
implica
también
realizar
una
valoración
de
los
costos
“sociales”
y
estos
deben
considerarse
en
lenguaje
económico.
En
cuanto
a
la
provisión
de
bienes
y
servicios
se
ha
venido
naturalizando
que
el
mercado
es
el
mecanismo
más
eficiente
de
asignación
de
recursos,
dado
que
se
mueve
por
las
leyes
de
demanda
y
oferta
en
una
suerte
de
equilibrio.
Sin
embargo,
permitir
que
el
mercado
actué
por
su
cuenta
para
la
provisión
de
bienes
públicos
es
desconocer
que
el
mismo
presenta
fallos
o
imperfecciones
que
pueden
fácilmente
conducir
a
desequilibrios
sociales.
En
consecuencia,
el
Estado
interviene
para
solventar
esas
imperfecciones
del
mercado
que
se
presentan
en
situaciones
como
las
siguientes:
10 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
1.4.1. Monopolio
o
falta
de
competencia:
existe
un
solo
proveedor
del
bien
o
servicio,
lo
cual
puede
provocar
que
el
precio
sea
elevado
y
el
producto
escaso
para
satisfacer
la
necesidad
requerida.
No
hay
una
única
razón
para
que
se
den
los
monopolios,
pero
en
ocasiones
obedecen
a
leyes,
condiciones
o
barreras
naturales
que
no
permiten
el
ingreso
de
competidores,
un
bien
insustituible,
costumbres,
etc.
En
Colombia
los
ejemplos
más
claros
de
monopolio
se
pueden
ver
en
las
telecomunicaciones.
Telecom
y
ETB
fueron
en
su
momento
monopolios
estatales,
pero
también
lo
fue
Comcel
cuando
era
el
único
operador
de
telefonía
móvil.
También
empieza
a
convertirse
en
un
monopolio
Telmex
en
cuanto
a
la
prestación
del
servicio
integrado
de
televisión,
telefonía
e
internet
por
cable
.
1.4.2. Monopsonio:
consiste
en
que
hay
un
solo
consumidor
en
lugar
de
varios,
lo
cual
implica,
entre
otras,
la
adaptación
del
precio
y
la
cantidad
según
las
exigencias
del
comprador.
Un
ejemplo
clásico
de
monopsonio
es
la
venta
de
armamento
pesado
de
distintos
oferentes
para
un
único
consumidor
que
es
el
Estado,
no
obstante,
no
sería
un
ejemplo
inadecuado
para
Colombia.
Aunque
se
consideran
poco
frecuentes
en
economías
complejas
y
más
factibles
en
economías
o
mercados
locales,
en
Colombia
uno
de
los
ejemplos
habituales
es
la
Federación
de
Cafeteros
ya
que
es
el
único
comprador
de
café.
1.4.3. Impuestos:
corresponde
a
la
diferencia
que
paga
el
consumidor
de
un
bien
o
servicio
y
lo
que
recibe
el
productor.
Se
le
considera
una
falla
del
mercado
puesto
que
“distorsiona”
el
precio
del
producto
haciendo
que
se
pague
el
valor
real
más
el
impuesto.
Eso
hace
que
la
demanda
del
bien
o
servicio
disminuya
y
no
se
distribuya
eficientemente.
Por
ejemplo:
algunas
personas
prefieren
no
comprar
vivienda
por
el
costo
anual
de
los
impuestos
o
siendo
propietarios
de
un
inmueble
declaran
un
valor
inferior
para
evitar
un
pago
elevado
de
los
mismos.
1.4.4. Subsidios:
1.4.5. Externalidades:
son
efectos
positivos
o
negativos
sobre
terceros
producidos
por
la
actuación
de
un
agente
económico.
La
distorsión
que
produce
la
externalidad
consiste
en
que
genera
un
beneficio
(costo)
marginal
social
distinto
del
privado.
Un
ejemplo
de
externalidad
positiva
es
la
construcción
de
una
vía
pública
que
termina
valorizando
el
inmueble
de
algunos
habitantes,
pero
al
mismo
tiempo,
esa
vía
puede
generar
averías
en
inmuebles
cercanos
por
los
trabajos
de
excavación,
lo
cual
sería
una
externalidad
negativa.
son
bienes
especiales
que
tienen
las
siguientes
características:
no
tienen
derechos
de
propiedad,
nadie
está
excluido
de
su
consumo,
no
tienen
costo
de
acceso
y
el
consumo
de
uno
o
más
individuos
no
disminuye
el
consumo
de
otros
individuos.
Como
bienes
tiene
valor
pero
no
un
precio
de
mercado.
Ejemplos
pueden
ser:
el
aire,
el
paisaje,
la
cultura,
la
defensa.
Otras
fallas
del
mercado:
racionamiento
de
precios
por
vía
legal,
falta
de
información
y
mercados
incompletos
donde
la
provisión
de
bienes
es
insuficiente
para
la
demanda.
12 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
1.5. Método
ACB
de
evaluación
social
de
proyectos
Figura
5.
Costo-‐Beneficio
Calcular,
medir
o
cuantificar
las
preferencias
sociales
no
es
una
tarea
sencilla,
de
ello
se
han
ocupado
las
ciencias
sociales
en
extensos
debates
y
los
organismos
internacionales
han
generado
respuestas
mediante
indicadores
complejos
de
bienestar
y
desarrollo
que
utilizamos
frecuentemente:
NBI,
IDH,
ICV
y
Coeficiente
Ginni.
Si
bien,
la
evaluación
social
de
proyectos
considera
esos
indicadores
como
referente
general,
también
se
han
elaborado
modelos
para
la
evaluación
de
iniciativas
de
inversión
que
vamos
a
plantear
a
continuación.
El
modelo
es
similar
al
utilizado
en
evaluación
financiera,
porque
plantea
la
relación
Beneficio
(ganancia)
–
Costo
(pérdida)
pero
ya
no
a
precios
de
mercado
sino
a
precios
sociales,
es
decir,
con
base
en
las
preferencias
de
la
sociedad.
En
consecuencia,
es
un
precio
relativo
que
se
mide
por
la
“valoración
agregada”
sobre
beneficio
o
costo
asignada
por
la
sociedad.
Según
Díez,
María
y
Etxano,
Iker
(2008).
“…
el
ACB
encuentra
su
fundamento
en
la
Economía
del
Bienestar.
El
principio
por
el
que
se
rige
el
fundamento
teórico
del
ACB
es
que
los
‘ganadores’
en
relación
a
un
determinado
proyecto/política
hipotéticamente
pueden
más
que
compensar
a
los
‘perdedores’,
pues
se
obtiene
un
mayor
bienestar
conjunto
incluso
tras
la
compensación.
La
sociedad,
por
tanto,
estará
mejor
en
su
conjunto.
Esto
es
conocido
como
el
criterio
de
compensación
de
Kaldor-‐Hicks,
que
además
es
consistente
con
el
óptimo
de
Pareto.
Esto
es,
para
los
‘perdedores’
la
situación
inicial
es
indiferente
con
respecto
a
la
situación
posterior
(una
vez
ejecutado
el
proyecto)
pues
han
sido
compensados,
mientras
que
para
los
‘ganadores’,
siempre
que
puedan
‘sobre-‐compensar’,
la
situación
posterior
es
preferida
a
la
inicial”.
Con
este
método
se
busca
determinar
si
los
beneficios
son
superiores
a
los
costos
y
para
ello
se
utiliza
la
fórmula
del
Valor
Presente
Neto
o
también
conocido
como
Valor
Actual
Neto
(VPN
o
VAN),
que
si
resultare
positiva,
indicaría
la
viabilidad
o
factibilidad
de
la
alternativa.
Como
se
hace
referencia
a
la
evaluación
social,
también
al
Valor
Actual
Neto
Social
(VANS),
que
según
el
Ministerio
de
Economía
y
Finanzas
del
Perú
(2006),
“es
la
diferencia
entre
el
valor
actual
de
los
beneficios
sociales
netos
(VABSN),
y
el
valor
actual
delos
costos
sociales
netos
(VACSN).VANS
=
VABSN
–
VACSN
Dado
que
este
indicador
mide
rentabilidad
social
de
cada
proyecto,
se
elegirá
aquel
que
tenga
mayor
VANS”.
El
método
ACB
aplica
entonces
varios
criterios
para
determinar
la
rentabilidad:
el
del
Valor
actualizado
neto
(VAN)
o
valor
presente
neto
(VPN),
la
tasa
interna
de
retorno
(TIR)
vs.
Tasa
de
descuento,
Relación
beneficio-‐coste
y
Periodo
de
retorno.
En
Colombia,
la
Metodología
General
Ajustada
MGA
formulada
por
el
Departamento
Nacional
de
Planeación
DNP
equipara
la
evaluación
social
a
la
evaluación
económica,
pero
le
adiciona
como
particularidad
la
distribución
de
la
riqueza,
lo
cual
implica
realizar
ajustes
o
ponderaciones
al
método
ABC.
Si
revisamos
las
denominaciones,
el
DNP
hace
referencia
al
VANES
(Valor
Actual
Neto
Económico
o
Social)
y
la
TIRES
(Tasa
Interna
de
Retorno
Económica
o
Social).
También
encontramos
en
la
MGA
el
uso
de
indicadores
de
costo
–
eficiencia
que
miden
cualitativa
o
cuantitativamente
el
impacto
de
una
acción,
(ej.
14 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
Unidad
De
Beneficio
y
el
indicador
de
El
Costo
Por
Unidad
De
Capacidad)
y
el
indicador
Costo
Anual
Equivalente
Económico
y
Social,
CAEES,
el
cual
sirve
para
escoger
entre
por
lo
menos
dos
alternativas
que
producen
los
mismos
beneficios
pero
que
tienen
vidas
útiles
diferentes,
siendo
lo
más
adecuado
escoger
aquella
de
menor
CAEES.
No
es
preciso
detenernos
aquí
en
cada
una
de
las
fórmulas
dado
que
éstas
fueron
referidas
en
el
capítulo
anterior
y
se
recomienda
volver
sobre
ellas.
En
su
defecto,
también
pueden
ser
consultadas
en
la
MGA
del
DNP.
Identifica,
desde
el
punto
de
Tiene
la
perspectiva
de
la
Igual
que
la
económica,
analiza
vista
de
un
inversionista,
los
sociedad
o
la
nación
como
un
el
aporte
neto
de
la
alternativa
ingresos
y
egresos
atribuibles
a
todo
e
indaga
el
aporte
que
al
bienestar
socioeconómico,
la
realización
de
la
alternativa
hace
la
alternativa
al
bienestar
pero,
además,
pondera
los
y
en
consecuencia
su
socioeconómico,
sin
tener
en
impactos
de
la
alternativa
que
rentabilidad.
cuenta
su
efecto
sobre
la
modifican
la
distribución
de
la
distribución
de
Ingresos.
riqueza.
Fuente: Elaboración propia con base en la MGA del DNP
En
cuanto
a
las
ponderaciones
que
se
realizan
en
Colombia
al
ACB
es
preciso
indicar
que
son
éstas
las
que
intentan
controlar
los
desequilibrios
del
mercado
mediante
el
uso
de
fórmulas
matemáticas
más
complejas.
Según
Álvaro
Moreno
son
tres
argumentos
por
los
que
se
pondera
diferente
en
el
ACB:
Utilidad
marginal
del
ingreso
decreciente.
Esto
significa
que
un
peso
pagado
o
recibido
por
una
persona
de
altos
ingresos
afecta
menos
su
utilidad
que
lo
que
afectaría
a
una
persona
de
bajos
ingresos.
En
consecuencia,
el
ingreso
tiene
una
utilidad
marginal
decreciente.
Debería aplicarse el principio de una persona -‐ un voto
• Las
personas
ricas
tienen
más
ingresos,
los
beneficios
de
los
proyectos
aumentarán
más
su
excedente
del
consumidor
que
el
de
las
personas
pobres.
Por
tanto,
según
K-‐H
(relación
costo
–
beneficio)
hay
más
beneficios
si
el
proyecto
beneficia
a
los
primeros.
• Cómo
el
principio
de
una
persona
un
voto
es
aplicable
a
las
asignaciones
públicas,
las
personas
pobres
deberían
tener
tanta
influencia
como
las
personas
ricas.
La
medición
del
excedente
debe
ser
ajustada
como
si
todos
tuvieran
el
mismo
peso.
A
modo
de
síntesis
digamos
que
el
método
ABC
tiene
ventajas
y
desventajas
para
la
evaluación
social.
Dentro
de
las
ventajas
tenemos
que
sirve
para
la
toma
decisiones
de
política
pública
y
es
un
método
universal
que
partiendo
de
una
función
económica
también
se
puede
aplicar
en
la
evaluación
social.
Por
el
contrario,
sus
desventajas
radican
fundamentalmente
en
que
pueden
aparecer
problemas
derivados
de
la
agregación
de
preferencias
individuales
en
función
del
bienestar
social,
lo
cual
es
problemático
frente
a
la
equidad
y
la
redistribución
de
la
riqueza.
16 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
REFERENCIAS
Referencias Bibliográficas
• Díez,
M,
Extaxano,
I
(2008).
La
Evaluación
Social
Multi-‐criterio
como
alternativa
para
la
evaluación
de
la
política
de
conservación
de
la
naturaleza.
XI
Jornadas
de
Economía
Crítica,
Bilbao.
• Ministerio
de
Economía
y
Finanzas
(2006).
Portafolio
de
Proyectos
de
Inversión
Pública
a
nivel
Perfil.
Perú.
P.
49
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50.
• Moreno,
A
(2006).
Evaluación
Social
de
Proyectos:
Aproximación
y
dificultades
para
su
aplicación.
Publicado
en:
Seminario
sobre
la
Evaluación
de
Proyectos
de
Inversión.