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Introducción

El fenómeno de las drogas es reconocido como un problema de dimensiones globales, de hecho


hay una gran incidencia en el uso de diferentes sustancias que alteran el funcionamiento del
sistema nervioso central.

La situación que plantea hoy la drogadicción abarca muchas patologías que son ampliamente
reconocidas y tratadas a nivel mundial. En este sentido se desarrollan esfuerzos por controlar su
producción, comercialización y consumo, y así mismo contener las graves repercusiones que tiene
en la salud. A pesar de todo lo antes dicho, la prevalencia de las dependencias va en aumento.

Las dependencias son tratadas de diversos modos, y generalmente se obtienen bajos grados de
éxito y habituales reingresos a los servicios de salud por el mismo motivo. Es allí donde interviene
nuestro trabajo, buscamos identificar los distintos elementos que son esenciales en esta
investigación.
¿Qué son las drogas?

Las drogas son sustancias químicas que modifican el funcionamiento del organismo. Se introducen
en del cuerpo por medio de la ingestión, inhalación o inyección, las drogas llegan al torrente
sanguíneo y son transportadas a distintas partes del cuerpo, como el cerebro. En el cerebro, las
drogas pueden intensificar o adormecer los sentidos, alterar el estado de alerta y, en algunos
casos, reducir el dolor físico.

Las drogas pueden ser útiles o nocivas. Los efectos de las drogas pueden variar según el tipo de
droga, la cantidad que se toma, la frecuencia con la que se la usa y la rapidez con la que llega al
cerebro.

Clasificación de las drogas

Drogas Legales: aquellas sustancias que tienen un reconocimiento legal y un uso normativo. Por
ejemplo, el alcohol, el tabaco (cigarrillos), los psicofármacos.

Drogas Ilegales: aquellas sustancias que son prohibidas y sancionadas por la ley. Por ejemplo
marihuana, cocaína, éxtasis.
Clasificación de la OMS

A partir de la clasificación de la OMS podemos hablar de tres grandes grupos:

Drogas depresoras

Actúan sobre el cerebro entorpeciendo y adormeciendo, disminuyen la cantidad de


neurotransmisores liberados por los impulsos nerviosos ralentizando el propio funcionamiento y el
proceso cognitivo de la persona. Producen un efecto sedante y de reducción de la ansiedad.

Entre ellas están la marihuana los tranquilizantes (Valium, Lexotán, Ativán), opiáceos (heroína), el
alcohol, los analgésicos narcóticos (codeína, morfina, metadona) ,los disolventes inhalantes
(acetona, tolueno).

Drogas estimulantes

Actúan sobre el cerebro acelerando su funcionamiento habitual, y provocando un estado de


activación que va, desde una mayor dificultad para dormir hasta un estado de hiperactividad
después de su consumo.

Entre ellas están las anfetaminas, cocaína, nicotina, cafeína, éxtasis.

Drogas alucinógenas

Actúan sobre el cerebro trastocando su funcionamiento y provocando distorsiones perceptivas y


alucinaciones visuales y acústicas. Provocan en el individuo una alienación pasajera de la actividad
psíquica y desplazamiento de la imaginación. Producen delirios, alucinaciones y estados de
confusión y despersonalización.

Ente ellas están LSD, mezcalina, hongos y MDMA (sintéticas).

Un uso regular y continuado de estas sustancias puede dar lugar a diversos procesos, entre ellos se
encuentran la tolerancia y la dependencia.

Tolerancia

Es cuando la persona va necesitando cada vez mayor cantidad de droga, porque su cuerpo se va
acostumbrando a las dosis utilizadas, minimizando sus efectos, lo que lleva al drogadicto a
consumir una mayor cantidad de droga de lo normal. Esto puede desencadenar en una sobredosis
llevarlo a perder la vida.
La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:

- Dependencia física

El organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es así que cuando se interrumpe el consumo
sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se conoce como síndrome de abstinencia.

- Dependencia psíquica

Es el estado de euforia que se siente cuando se consume droga, y que lleva a buscar nuevamente
el consumo para evitar el malestar u obtener placer. El individuo siente una imperiosa necesidad
de consumir droga, y experimenta un desplome emocional cuando no la consigue.

La dependencia, psíquica o física, producida por las drogas puede llegar a ser muy fuerte,
esclavizando la voluntad y desplazando otras necesidades básicas, como comer o dormir

Algunas drogas producen tolerancia, que lleva al drogadicto a consumir mayor cantidad de droga
cada vez, puesto que el organismo se adapta al consumo y necesita una mayor cantidad de
sustancia para conseguir el mismo efecto.

¿Qué es la drogadicción?

La drogadicción, también llamada drogodependencia, es una enfermedad que consiste en la


dependencia de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales.
Producen alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones de aquellos
que consumen las diferentes drogas. En términos generales, un drogadicto se aleja en forma
gradual del mundo que lo rodea, para enfocarse cada vez más tanto en el consumo de droga como
en los medios para poder obtenerla.

Los efectos son diversos, dependiendo del tipo de droga y la cantidad o frecuencia con la que se
consume. Pueden producir efectos como las alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos,
provocar sensaciones de euforia o desesperación. Algunas drogas pueden incluso llevar a la locura
o la muerte.
Sintomatología de la Drogadicción

Cada persona tiene una manera diferente de comportarse ante una adicción, es importante tener
en cuenta que hay una serie de síntomas y comportamientos muy claros que pueden indicar que
una persona es drogadicta.

 Cambios de ánimo repentinos


 Irritabilidad
 Descuido en el aspecto y aseo personal
 Temblores
 Insomnio
 Apariencia somnolienta
 Depresión
 Crisis nerviosas
 Falta de apetito

¿Por qué la adolescencia es un momento crítico para prevenir la drogadicción?

Como se señaló con anterioridad, el consumo temprano de drogas aumenta las posibilidades de
que una persona desarrolle una adicción. Recuerde, las drogas modifican el cerebro y esto puede
llevar a la adicción y causar otros problemas graves. Por lo tanto, la prevención del consumo
temprano de drogas o alcohol puede marcar una gran diferencia en la reducción de estos riesgos.
Si podemos evitar que los jóvenes experimenten con drogas, podemos prevenir la drogadicción.

El riesgo del abuso de drogas aumenta en gran medida tiempos de transición. Para un adulto, un
divorcio o la pérdida de un trabajo pueden llevar al abuso de drogas. Para un adolescente, los
periodos de riesgo incluyen mudarse o cambiar de escuela.12 En la adolescencia temprana, cuando
los niños pasan de la primaria a la escuela media, se enfrentan a situaciones sociales y académicas
nuevas y desafiantes. A menudo, durante este período, los niños están expuestos a sustancias que
se prestan al abuso (como los cigarrillos y el alcohol) por primera vez. Cuando entran a la escuela
secundaria, los adolescentes pueden enfrentarse a una mayor disponibilidad de drogas, al
consumo de drogas por parte de adolescentes mayores o a actividades sociales donde el consumo
es común.
Al mismo tiempo, muchos comportamientos que conforman un aspecto normal de su desarrollo,
como el deseo de probar cosas nuevas o correr mayores riesgos, pueden aumentar las tendencias
de los adolescentes a experimentar con drogas. Algunos adolescentes pueden ceder ante la
insistencia de amigos que consumen drogas para compartir la experiencia con ellos. Otros pueden
pensar que consumir drogas (como los esteroides) mejora su apariencia o rendimiento atlético o
que si abusan de sustancias que se prestan al abuso, como el alcohol o la MDMA (éxtasis o
“Molly”), disminuirá su ansiedad en situaciones sociales. Cada vez más adolescentes abusan de
estimulantes recetados para el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) como
el Adderall® para estudiar o perder peso. Las habilidades aún en desarrollo de los adolescentes
para ejercer el buen criterio y tomar decisiones pueden limitar su capacidad para evaluar con
precisión los riesgos de todas estas formas de consumo de drogas.

El consumo de sustancias que se prestan al abuso a esta edad puede perturbar la función cerebral
en áreas críticas como la motivación, la memoria, el aprendizaje, el juicio y el control del
comportamiento. Así, no es de extrañar que los adolescentes que consumen alcohol y otras drogas
a menudo tengan problemas familiares y sociales, bajo rendimiento académico, problemas de
salud (incluida la salud mental) y problemas con el sistema penal juvenil.
Las encuestas nacionales sobre el consumo de drogas indican que algunos niños ya consumen
drogas a los 12 o 13 años de edad.

¿Pueden los programas basados en la investigación prevenir la drogadicción en los


jóvenes?

Sí. Al decir “basados en la investigación”, nos referimos a que estos programas han sido diseñados
racionalmente basándose en evidencia científica actual, han sido rigurosamente probados y se ha
demostrado que producen resultados positivos. Los científicos han desarrollado una amplia gama
de programas que altera positivamente el equilibrio entre los factores de riesgo y de protección
para el abuso de drogas en familias, escuelas y comunidades. Los estudios han demostrado que los
programas basados en la investigación, como los que se describen en Cómo Prevenir el Uso de
Drogas en los Niños y los Adolescentes: Una Guía con Base Científica para Padres, Educadores y
Líderes de la Comunidad del NIDA, pueden reducir significativamente el consumo temprano de
tabaco, alcohol y drogas ilícitas.
¿Cómo funcionan los programas de prevención basados en la investigación?

Estos programas de prevención aumentan los factores de protección y eliminan o reducen los
factores de riesgo para el consumo de drogas. Los programas están diseñados para diferentes
edades y pueden ser diseñados para contextos individuales o grupales, como la escuela y el hogar.
Existen tres tipos de programas:

 Programas universales: abordan los factores de riesgo y de protección comunes a todos los
niños en un entorno determinado, como una escuela o comunidad.
 Programas selectivos: apuntan a grupos de niños y adolescentes con factores que los ponen
en mayor riesgo de consumir drogas.
 Los programas indicados: están diseñados para los jóvenes que ya han comenzado a
consumir drogas.
¿Todos los programas de prevención son eficaces para reducir el consumo de drogas?

Cuando las escuelas y las comunidades implementan de manera adecuada los programas de
prevención del consumo de sustancias basadas en la investigación, el consumo de alcohol, tabaco
y drogas ilegales se reduce. Estos programas ayudan a maestros, padres y profesionales de la salud
a moldear las percepciones de los jóvenes sobre los riesgos del consumo de sustancias. Si bien
muchos factores sociales y culturales afectan las tendencias del consumo de drogas, cuando los
jóvenes perciben el consumo de drogas como perjudicial, reducen el nivel de consumo.
La prevención es la mejor estrategia

El consumo de cigarrillos entre los adolescentes está en su punto más bajo desde que el NIDA
comenzó el seguimiento en 1975. Pero el consumo de marihuana ha aumentado en los últimos
años, así como ha disminuido la percepción de sus riesgos.

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