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Teorías clásicas de la emoción.

Romántica,
conductista, psicoanalítica.

En esta clase analizaremos las perspectivas de la emoción desde el punto de vista de


Descartes, a partir de su elaboración es posible encontrar rasgos teóricos en filósofos
como Hume, y psicólogos como Watson, Skinner, incluso en el psicoanálisis.

Mi intención con esta clase es darles una idea de cómo la filosofía influye, en nuestros
días, en las elaboraciones sobre la emoción, y cómo los errores de la fundamentación
cartesiana han sido heredados también por la psicología.

La teoría cartesiana: Puede denominarse la Teoría del Sentimiento, dentro de las


elaboraciones que han intentado acercarse a la emoción. Fue la formulación cartesiana
de los problemas concernientes a las emociones la que habría de influenciar la
subsiguiente historia de la filosofía y las primeras tentativas de una psicología
experimental.

Descartes aborda el tema de las emociones y las pasiones en la obra Las pasiones del
alma, partes I y II. Empieza por advertirnos que el primer paso ha de ser distinguir entre
las funciones independientes del cuerpo y del alma.

La función fundamental del alma es el pensamiento: la del cuerpo, el movimiento y el


calor.

La función del alma - pensamiento, es de dos tipos:

1. Sus acciones o deseos. Son de dos clases:


1.1. Los que tienen como objetivo algo inmaterial, como Dios.

1.2. Los que tienen como meta alguna suerte de movimiento corporal.
2. Sus pasiones, que “son todas aquellas clases de percepción o formas de
conocimiento que se hallan en nosotros”1.

La clase de pasiones que llamamos miedo o alegría deben su origen a la percepción


de algún objeto, como por ejemplo, en el caso del miedo, un extraño y espantoso
animal que se aproxima, percepción que es transmitida, seguidamente, al alma por vía
de la glándula pineal. Una vez en el alma dicha percepción, se supone que es
comparada en la memoria con alguna otra previa y similar, y de alguna manera se toma
conciencia de que tal animal es susceptible de mostrarse tan dañino como lo fueron
otros extraños y espantosos de los que se tiene experiencia.

Lo que una “pasión” semejante suscita es, por un lado, la huída, y por el otro, efectos
fisiológicos como el aumento del ritmo cardiaco. Añade Descartes que “todas las
pasiones tienen como principal efecto en el hombre incitar y disponer el alma a desear
aquellas cosas para las que prepara el cuerpo, de manera que el sentimiento de miedo
les incita a desear la huída; el del valor, el deseo de luchar, y así con otros2”. La pasión
sería una percepción del alma y, como tal, parte del pensamiento. La pasión es la
conciencia refleja de las conmociones que están produciéndose en el cuerpo.

Las emociones serían pasivas (por eso son pasiones). Serían una percepción especial
del alma, producida por una cadena causal de la percepción, la evaluación, las
alteraciones fisiológicas, los deseos y la conducta. La emoción es como un
pensamiento segundo respecto al nexo causal básico que iba de la percepción a la
reacción corporal y de ahí a la acción intencional. La emoción es la conciencia subjetiva
de las actividades de los espíritus animales en el cuerpo. El miedo sería la conciencia
subjetiva de nuestros miembros, que son activados en la huída (los latidos del corazón).

Para Descartes distinguir las emociones consiste en distinguir los diferentes objetos
externos, o bien los “diferentes temperamentos internos del cuerpo o […] las

1
Descartes, R (2011). Cirilo Flórez Miguel. ed. Obra completa. Biblioteca de Grandes Pensadores.
Madrid: Editorial Gredos. P. 267
2
Ibidem, p. 365

2   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
impresiones que se encuentran fortuitamente en el cerebro”3. Cierta percepción refleja
es designada como “miedo” debido a que las conmociones y movimientos que ella
refleja fueron causados por un objeto extraño.

En Descartes encontramos los cimientos de lo que se puede llamar como el aspecto


evaluativo de su teoría, por cuanto los objetos excitan pasiones diversas en razón a las
maneras en que nos pueden dañar o beneficiar.

Limitaciones de la teoría cartesiana:

1. Su concepción puramente pasiva y “sensitivista” de la emoción. Es un


sentimiento desprovisto de cualquier elemento cognitivo. El miedo no nos
proporciona conocimiento alguno del mundo, ni refleja nuestra actitud hacia el
mismo. Registra solamente cambios fisiológicos. El miedo no es la conciencia de
que algo es temible y que estoy huyendo, sino el sentimiento subjetivo que
acompaña a mi huída y el hallarme en cierto estado fisiológico.
2. Para Descartes tener una emoción supone ipso facto tener conciencia de la
misma. Sin embargo, esto contradice el hecho de que alguien puede hallarse en
un determinado estado emocional y, no obstante, no ser consciente de ello.
3. Concebir la emoción como sentimiento no explica el hecho de que las emociones
susciten acciones y, en consecuencia, se las cite como motivos de nuestra
conducta. Es bastante corriente oír frases como “los celos llevaron a Jones
apuñalar a su mujer”. Entre los sentimientos y la conducta no existe conexión
directa. Descartes en últimas, no puede explicar la conexión entre emociones y
conducta, conexión que anuncia, pero no desarrolla.
4. No hay una separación clara entre las emociones y las no emociones. Una
emoción, según todo lo que Descartes deja sin resolver, podría suscitarse por
una enfermedad o una droga, en la medida en que suscita disposiciones
fisiológicas.

3
Ibidem, p. 228

3
Hume: Trata el tema en El tratado de la naturaleza humana, Libro II. Las emociones
o pasiones son “impresiones secundarias o de reflexión; o en otras palabras, marcas
en el alma que proceden de alguna de estar originales ya sean inmediatamente o a
través de la introspección de su idea4”.

Hume las distingue de dos maneras:

1. Serenas: estéticas, sentido de belleza y fealdad.


2. Violentas: amor, odio, tristeza, alegría, orgullo y humildad.

El modo en que se originan depende de si la emoción en cuestión es directa o indirecta.

1. Las pasiones directas, tales como “el deseo, la aversión, la tristeza, la alegría, la
esperanza, el miedo, la desesperación y la confianza” son el resultado de la
asociación directa del placer y el dolor.
2. Las pasiones indirectas “orgullo, humildad, ambición, vanidad, amor, odio,
envidia, la piedad, la malicia, la generosidad”, se dan cuando cierto placer o dolor,
producido por determinada cualidad de un objeto, se asocia, de cierta manera,
con una cualidad o aspecto de otro objeto. Según Hume estamos programados
por naturaleza para realizar tales combinaciones y asociaciones.
Ejemplo - Orgullo: Asociación producida entre el placer de la belleza de una casa
con uno mismo, como dueño de esa casa. La belleza causa el placer, pero el
objeto del orgullo es uno mismo como dueño.

La emoción, según Hume, es la sensación en el alma que deriva de una particular


combinación o asociación de sensaciones o impresiones habituales, y sus
correspondientes ideas. Hume conecta emoción y acción desde la Voluntad, pues es
esta la que nos lleva a buscar el placer y evitar el dolor. Las pasiones dado que son
sensaciones resultado de asociar dolor o placer a personas, cosas o hechos, nos
incitarán naturalmente a buscar la fuente del placer y a eludir las fuentes del mal. Para

4
Hume, D ( 2005) Tratado de la naturaleza humana. Madrid: Técnos.

4   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
Hume, la costumbre o el hábito y la imaginación pueden facilitar el vínculo entre
emoción y acción.

Sin embargo, al definir todas las emociones en términos de sensaciones placenteras o


dolorosas, generaliza demasiado, pues ¿es la ira placentera o dolorosa? La ira puede
producir placer cuando, por ejemplo, clama por justicia. Incluso, el amor puede resultar
doloroso cuando es rechazado.

William James pensó introducir una gran innovación en la doctrina cartesiana, pues
dejó claro que aunque concebía las emociones como sentimientos, entendía que estos
sentimientos eran cambios y desórdenes fisiológicos, que se producían durante un
estado emocional. Su esperanza era que la psicología pudiera entender la diferencia
entre emociones y no-emociones.

La herencia de James, para la Psicología, ha sido la emoción definida con base en los
cambios fisiológicos y los sentimientos.

James distingue entre emociones e instintos. Reconoce que los objetos que incitan
emociones también suscitan instintos, aunque no siempre es así. El núcleo de la teoría
es que los cambios fisiológicos siguen directamente a la percepción del hecho excitante,
y nuestro sentimiento mientras se producen, es la emoción. Nos sentimos desgraciados
porque lloramos. Sin embargo omite los aspectos cognitivos de la emoción. La
secuencia que propone es la siguiente:

Percepción objeto - Reacciones fisiológicas - Sentimiento/conciencia subjetiva.

Ventajas de la teoría de James:

1. La estimulación sobre el córtex le permite a James afirmar que la emoción es un


sentimiento de un estado corporal.
2. Permitía la medición cuantitativa y el análisis de objetivos. Sin embargo, toda la
evidencia experimental no basta para confirmar la posibilidad de distinguir las
emociones con referencia exclusiva a los cambios fisiológicos.

5
Teoría conductista: Watson no logró definir de manera convincente las emociones, las
estudió con niños recién nacidos y las entendía como patrones de conducta heredados
y no adquiridos. Las emociones tienen implicadas profundos cambios del mecanismo
corporal considerado en su totalidad, pero en especial de los sistemas visceral y
glandular. Las emociones son un patrón de reacción, en la medida en que los distintos
elementos de la respuesta aparecen con cierta constancia, regularidad y
aproximadamente en el mismo orden cada vez que el estímulo excitante se presenta.

Para Watson no es posible diferenciar una emoción de otra, o las emociones de lo que
no son emociones. Si la emoción es simplemente un modelo de cambios fisiológicos,
provocados por cierto estímulo externo, ¿por qué no se considera una reacción
emocional el hallarse en estado de coma, tras haber sido golpeado con un mazo en la
cabeza o ser expuesto a inhalación de gas?

Watson procede a la situación estimulante como medio para diferenciar las emociones.
Pero esta alternativa tiene sus dificultades, pues una misma situación suscita distintas
emociones en diferentes individuos: el perro grande atemoriza al niño, pero deleita al
criador. Los críticos de Watson argumentarán que las emociones son diferentes
dependiendo del modo como la persona afectada contempla la situación. Sin embargo,
Watson no puede remitirse a creencias, como tampoco a ninguna otra cosa que no sea
inmediatamente observable.

Por su parte Skinner, en About Behaviorism, escribe “el entorno desempeña las
funciones antes asignadas a los sentimientos y a los estados del organismo
introspectivamente observados”, y añade que, “lo que hace un organismo acabará
finalmente por atribuirse a lo que es en el momento en que actúa, y llegará el día en
que el fisiólogo nos proporcione todos los detalles al respecto”5. Es decir, la conducta se
explica únicamente en función de la fisiología y del entorno o estímulo externo.

En contraste con Watson, Skinner dirige su atención, no a cambios fisiológicos y la


conducta refleja de los patrones de reacción llamados emociones, sino hacia la

5
Skinner, B. F. (1981). Ciencia y Conducta Humana. Barcelona: Fontanella. P. 45  

6   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
“conducta operante”, o conducta que produce el resultado deseado y que, por tal motivo,
tiende a repetirse.

Bajo distintas condiciones emocionales, diferentes sucesos actúan como refuerzos y


diferentes grupos de operantes incrementan su probabilidad de emisión. Mediante
dichas predisposiciones podemos definir una emoción determinada.

Ejemplo: Un hombre enojado puede que golpee la mesa, dé un portazo o se enzarce en


una pelea. El hombre enojado está más predispuesto que otros a emitir ciertos
operantes. El enojo estaría en la raíz de un comportamiento como el de golpear mesas
o dar portazos, debido a que esta es una conducta reforzada, y por lo mismo,
incrementa su frecuencia en “las condiciones emocionales” correspondientes al enojo.

La conducta que caracteriza una emoción es, según Skinner, simplemente aquella que
al ser producida se constata que trae consigo un cambio deseable en el entorno y, por
consiguiente, tiende a ser reproducida siempre que el entorno vuelve a presentarse.

El problema es cuando el hombre enojado tan vez no haga lo descrito, sino que
permanezca de pie e inmóvil, enrojezca, tense y apriete los labios, y se marche en
calma. Entonces, ¿cuál ha de ser la conducta que ha de ser tenida en cuenta por
conducta de enojo? De acuerdo a Skinner, la conducta viene determinada por la
“situación emocional”, y esto no es satisfactorio del todo, pues, ¿cómo determinar la
situación emocional? ¿Acaso un insulto, un ruido? En últimas, no podemos identificar
una situación de enojo tomando como fundamento ya sea la conducta o la situación.

Para el conductismo de Skinner, el hecho de que en muchas ocasiones, o en la


mayoría, según la emoción que se trate, apenas o en absoluto, se exhiba una conducta
operante constituye una dificultad casi insalvable. El pesar por alguien fallecido no
suscita ninguna conducta operante. Incluso hay personas con ira que no muestran
conducta operante, pueden ser inexpresivas.

Algunos experimentos en torno a producción de cólera en animales descorticados y


descerebrados, supuestamente, confirmarían la tesis conductista acerca de las

7
emociones. Sin embargo, solo un conductista, que afirma que basta observar la
conducta para identificar la emoción, creería que lo que presentan estos animales es
una emoción. ¿Cómo saber si esa rabia es rabia y no es miedo?

Teoría Psicoanalítica: Freud nunca trató de manera sistemática la emoción, o en su


terminología el “afecto”, por lo general, se limitó a exponer el funcionamiento de ciertas
emociones y, en particular, la de la ansiedad.

Según Freud, la fuente de todas nuestras neurosis radica en deseos inconscientes o


insatisfechos, impulsos e instintos, parece lógico que el tipo de explicaciones que en
principio podían interesar al psicoanalista incluirían la referencia a los instintos y los
deseos inconscientes y reprimidos. Los intereses clínicos se dirigían a las emociones
de los sujetos psíquicamente transtornados, por lo que son la ansiedad, el miedo y la
histeria los “afectos” que más desarrolla.

En la Introducción al psicoanálisis Freud dice:

“Un afecto comprende en primer lugar determinadas inervaciones motoras o descargas


y en segundo lugar ciertos sentimientos. Estos últimos son de dos clases: percepciones
de las acciones motoras que se han dado y sentimientos directos de placer y displacer
que, como decimos, confieren a la emoción su nota característica […]. En el caso de
determinados afectos parece que veamos más profundo y que reconozcamos que en el
núcleo que encierra la combinación que acabamos de describir es la repetición de
determinada experiencia significativa6”

Freud contempla que las emociones, como la ansiedad y la reacción a sucesos


traumáticos, no le sucedieron al individuo, sino que simplemente forman parte de sus
recuerdos heredados, inconscientes y reprimidos. La emoción es la resurrección del
estado emocional traumático originario, desencadenada por cierto acontecimiento
presente que despierta ese recuerdo.

6
 Freud, S (1914/1980). Introducción al psicoanálisis. En Obras Completas (O.C.) vol. XIV. Buenos Aires:
Amorrortu Editores. 1980

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En el “Postscriptum” de Psicología de las masas y el análisis del yo, Freud habla de la
emoción afectiva como síntoma patente del instinto sexual reprimido.

David Rapaport, seguidor del Psicoanálisis, dice que cuando las energías de los
impulsos o pulsiones instintivas, que residen en el inconsciente, no pueden ser
descargadas por el procedimiento normal en una conducta instintiva apropiada debido a
algún tipo de inhibición, represión o cualquier otra clase de bloqueo, son descargadas
por medio de una válvula de seguridad. La válvula son los hechos emocionales y los
afectos, que liberan la energía psíquica acumulada a través de las perturbaciones o
descargas del SNC, que constituye el núcleo de los mismos.

Las limitaciones de la visión psicoanalítica son las siguientes:

1. En la versión puramente psicoanalítica la emoción no es ya una reacción


respecto al mundo sino a algo en nuestro inconsciente.
2. El modelo psicoanalítico de la emoción parece hecho a la medida de las
emociones violentas, tales como la cólera y la ansiedad, más que a las de
emociones serenas o sutiles.
3. La caracterización freudiana del afecto como sexualidad reprimida.

Referencias:

Catanzaro, D. (2001). Motivación y Emoción. México: Pearson Educación.


Cofer, C.N. y Appley, M.H. (1979). Motivación y emoción. México: Trillas.
Ekman, P. & Davidson, R. (1994). The Nature of Emotion. Fundamental Questions. New
York: Oxford University Press.

9
El cerebro emocional

Las emociones son hilos que mantienen unida la vida mental: definen quiénes somos
tanto desde el punto de vista de nuestra mente como desde el punto de vista de los
demás. Las emociones han sido un tema que no ha generado demasiado interés en los
neurólogos, para algunos escépticos son demasiado complejas como para localizarlas
en algunas zonas del cerebro.

De acuerdo a LeDoux (1996) las emociones son funciones biológicas del sistema
nervioso. Si entendemos cómo se representan en el cerebro podremos comprenderlas
mejor. Este enfoque se diferencia de aquel que estudia las emociones como estados
psicológicos, independientes de mecanismos cerebrales.

En estudios sobre la escisión cerebral realizados por Gazzaniga se encontró que


cuando se divide el cerebro, deja de existir comunicación entre los dos lados del
cerebro. Si a la persona con el cerebro dividido se le muestran estímulos que solo ve el
hemisferio derecho, no es capaz de describir verbalmente el estímulo (función del
lenguaje en el hemisferio izquierdo). En el paciente con el cerebro dividido la
información que se pone en un hemisferio permanece atrapada en ese lado del cerebro,
y no está disponible para el otro lado. El hemisferio izquierdo puede ser incapaz de
reconocer y nombrar los estímulos presentados al hemisferio derecho, sin embargo el
hemisferio izquierdo acertaba en los calificativos emocionales (bueno-malo).

Lo que sucedía era que el hemisferio izquierdo había efectuado juicios emocionales sin
saber lo que juzgaba. Sabía el resultado emocional, pero no tenía acceso al proceso
que lo había conducido a ese resultado. El proceso emocional se había dado de forma
inconsciente para el hemisferio izquierdo.
 

¿Cómo procesa el cerebro el significado emocional de los estímulos? De acuerdo a


LeDoux (1996):

1. El enfoque adecuado de análisis de una función psicológica es la que se


estudia en relación con su localización. La palabra “emoción” no se refiere a
algo que sucede en la mente o el cerebro, es una etiqueta, una manera de
referirse a aspectos del cerebro y la mente. El mecanismo para defendernos
del peligro es distinto del de la procreación, las sensaciones que las originan
(miedo y placer) tienen orígenes distintos. La “emoción” no es una facultad, ni
existe un único mecanismo cerebral involucrado.
2. Los mecanismos cerebrales que generan conductas emocionales se
conservan casi intactos a través de los sucesivos niveles de la historia
evolutiva. No todos los cerebros son iguales, pero la organización neurológica
de determinados mecanismos de conducta emocionales son muy similares en
las especies.
3. Las emociones conscientes ocurren cuando estos mecanismos funcionan en
un animal que es capaz de tener conciencia de sí mismo.
4. Los sentimientos conscientes por los que conocemos y apreciamos las
emociones son pistas falsas o desvíos en el estudio científico de las
emociones. Lo que es relevante no es el estado consciente o las respuestas
que lo acompañan, sino el mecanismo inconsciente que detecta el peligro,
que produce como consecuencias sentimientos de miedo y reacciones
fisiológicas.
5. Si los sentimientos y las respuestas emocionales son efectos de la actividad
del mismo sistema subyacente, es posible utilizar las respuestas emocionales
objetivamente mensurables para investigar el mecanismo subyacente, y de
ese modo acercarnos al mecanismo que genera los sentimientos conscientes.
6. Los sentimientos conscientes (miedo, enfado, amor, etc.) no son diferentes de
otros estados de consciencia, tales como la percepción de que el objeto
redondo y rojo que tenemos delante es una manzana. Los estados de

 
2   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

conciencia ocurren cuando el mecanismo responsable del conocimiento


consciente se percata de la actividad que está teniendo lugar en los
mecanismos de procesamiento inconsciente. Hay un único mecanismo de
consciencia que puede procesar información relacionada con hechos triviales
como emociones intensas.
7. Las emociones son algo que sucede sin que lo planeemos. Alguien puede
buscar estímulos que ponen en marcha las emociones. Tenemos poco control
sobre nuestras reacciones emocionales. La mente tiene poco control sobre
las emociones, y las emociones pueden avasallar la conciencia.
8. Cuando las emociones aparecen se convierten en motivadores importantes
de conductas futuras, no solo influyen en las reacciones inmediatas, sino
también en las proyecciones futuras. También pueden ocasionar problemas.
La salud mental es salud emocional.

El estudio del cerebro muestra que las experiencias emocionales conscientes son solo
una parte, y no siempre la más relevante, de los mecanismos que las generan.

La proeza más sorprendente y complicada es la creación de las emociones. Los


científicos han discutido mucho sobre la naturaleza de las emociones: para unos son
reacciones físicas que evolucionaron como parte de la lucha por la supervivencia, para
otros son estados de la mente que surgen cuando el cerebro “detecta” reacciones
físicas, otros opinan que las reacciones físicas son secundarias a las emociones y que
lo importante ocurre solamente en el interior del cerebro. Algunas teorías afirman que
los impulsos inconscientes están en el núcleo de las emociones, mientras que otras
resaltan la importancia de las decisiones conscientes.

Desde los griegos, el hombre se ha visto obligado a separar la razón de la pasión,


pensamiento de sentimiento y cognición de emoción, ejemplos de ello han sido las
filosofías de Platón y la teología cristiana. Hoy en día, existe un área que indaga en la
racionalidad o cognición, el cognitivismo, y se dedica a estudiar la racionalidad sin

 
3
 

tener en cuenta las emociones. Busca comprender cómo llegamos a conocer el mundo
que nos rodea y cómo usamos estos conocimientos para vivir en él.

El cognitivismo surgió en la mitad del siglo XX y a menudo se lo describe como “la


nueva ciencia de la mente”. Sin embargo, es una doctrina que estudia únicamente un
aspecto de la mente (pensamiento, razón, intelecto) y deja de lado las emociones.

Durante la primera parte del siglo XX la psicología estuvo dominada por los
conductistas, quienes consideraban que los estados interiores y subjetivos de la mente
(como percepción, los recuerdos y las emociones) no eran un tema de estudio para la
psicología. Por el contrario deberían estudiar hechos observables, conductas medibles,
así que la conciencia no era susceptible de análisis científico.

A mediados del siglo XX el conductismo empezó a debilitarse. Se hallaron similitudes


entre la manera en que los ordenadores procesan la información y la forma en que
funciona la mente. Surgió el cognitivismo y provocó una revolución en la psicología, uno
de los avances conceptuales más importantes fue el afianzamiento de la corriente
filosófica llamada funcionalismo, que sostiene que en las diferentes máquinas que
realizan funciones inteligentes subyace el mismo proceso funcional (por ejemplo, un
computador y una persona hacen lo mismo al calcular una suma). El funcionalismo
sostiene que la mente es al cerebro lo que un programa informático es a su soporte
físico.

Basándose en la idea de la mente como procesador de información, el cognitivismo ha


dejado de tratar en gran medida la naturaleza de la conciencia y de sus contenidos
subjetivos, y se ha centrado en la comprensión de la organización funcional y de los
procesos que subyacen a los sucesos mentales y los originan. Nunca somos
conscientes del procesamiento sino del resultado. El cognitivismo hace hincapié en la
distinción entre los procesos inconscientes y el contenido consciente.

El psicólogo John Kihlstrom (citado en LeDoux, 1996) acuñó la denominación de


“inconsciente cognitivo” para describir los procesos ocultos que le interesan al

 
4   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

cognitivismo, cómo el análisis de nuestros sistemas sensoriales realizan las


características físicas de los estímulos, pasando por el recuerdo de los sucesos del
pasado, la expresión gramatical o la imaginación de objetos no presentes. Es una
suerte que no seamos conscientes de estos procesos, porque estaríamos tan ocupados
procesando la información que no llegaríamos a percibir nada. El inconsciente cognitivo
no es el mismo que el inconsciente freudiano o dinámico.

El cerebro empieza a atribuir significado a partir del análisis de las características


físicas de los estímulos. Para saber que el objeto que se ve es una manzana, las
características físicas del estímulo tienen que abrirse camino hasta los recuerdos
almacenados a largo plazo, una vez se halla esta información se compara la
información del estímulo con la información almacenada y se clasifica como “manzana”
al objeto. El resultado final es la creación de recuerdos conscientes (contenidos
conscientes), a través de procesos a los que no accedemos conscientemente.

Las personas a menudo cometen equivocaciones al justificar las causas internas de sus
acciones y sentimientos. Aunque los sujetos siempre dan explicaciones, estas no
obedecen a un acceso especial a los procesos que subyacen en las decisiones, sino a
las convenciones sociales, a una idea sobre cómo funcionan las cosas normalmente en
tales situaciones o, simplemente, a suposiciones. Las personas suelen hacer muchas
cosas por razones de las que no son conscientes (porque la conducta se produce
mediante mecanismos cerebrales que funcionan inconscientemente), una de las
principales tareas de la conciencia es hacer que la vida del individuo sea coherente,
creando un concepto del yo. Para lograr esto genera explicaciones sobre la conducta,
partiendo de la imagen que tiene el yo, los recuerdos del pasado, las expectativas para
el futuro, la situación social del momento y el entorno físico en que se produce la
respuesta. Es por esto que la introspección no es muy útil para observar el
funcionamiento de las numerosas facetas del inconsciente.

La conciencia sólo podrá entenderse estudiando los procesos del inconsciente que la
hacen posible.

 
5
 

Científicos como Howard Gardner, Jerry Fodor y Bárbara von Eckardt coinciden en
afirmar que la perspectiva cognitivista no toma en cuenta el estudio de las emociones.
El pensamiento se empezó a considerar como un tipo de lógica, sin embargo la
cognición no es tan lógica como se creía en un principio y las emociones no siempre
son tan ilógicas.

El pensamiento no suele llevar consigo normas razonadas de lógica pura, a menudo las
personas sacan conclusiones lógicas erróneas, lo cual indica que, si la mente humana
es una máquina lógica formal, es bastante limitada. Somos racionales, pero no
conseguimos la racionalidad siguiendo las leyes de la lógica formal, se utilizan modelos
mentales, el conocimiento implícito que se tiene sobre el modo en que funcionan las
cosas, a menudo se apoyan en conjeturas aprendidas más que en principios formales
de lógica.

Si la cognición no es tan lógica, y a veces es ilógica, puede que las emociones no sean
tan ajenas a la cognición como se pensaba al principio. Muchas emociones son
producto de la sabiduría evolutiva, que probablemente sea más inteligente que todas
las mentes humanas en conjunto.

Otra de las razones por las que el cognitivismo no tomó en cuenta a las emociones fue
por que estas se han considerado tradicionalmente como estados subjetivos de
conciencia, lo cual entraba dentro del dominio de los resultados y no del procesamiento.
En realidad, la subjetividad que pueda tener la experiencia de una emoción no es mayor
o menor que la que pueda tener la del color rojo de una manzana o la del recuerdo de
haber comido una. Lamentablemente el cognitivismo no vio la oportunidad de tomar la
idea del procesamiento de la información como herramienta conceptual para la
comprensión de las experiencias conscientes, como por ejemplo, los sentimientos
emocionales subjetivos.

Algunos psicólogos han visto a las emociones como procesos cognitivos: una emoción
no se diferencia de un acto de cognición, las emociones son únicamente pensamientos
sobre situaciones en las que nos encontramos. Este intento ha convertido a las

 
6   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

emociones en algo frío e inerte. Las emociones como cogniciones no significan nada, o
al menos nada que sea emocional.

¿Por qué huimos cuando nos damos cuenta de que estamos en peligro?

William James concebía las emociones como una secuencia de sucesos que comienza
con la ocurrencia de un estímulo y finaliza con un sentimiento apasionado, una
experiencia emocional consciente. La respuesta de James fue otra pregunta:
¿escapamos de un oso porque tenemos miedo o tenemos miedo porque corremos?
Propuso que la respuesta obvia es que tenemos miedo porque corremos.

Las emociones se sienten de forma diferente a otros estados de la mente porque tienen
respuestas físicas que dan lugar a sensaciones internas y, a su vez, las sentimos
diferentes entre sí porque van acompañadas de respuestas y sensaciones físicas
distintas. El miedo no se siente igual que la rabia o el amor debido a su singular patrón
de feedback sensorial que da a cada emoción su carácter único. El sentimiento es
esclavo de la fisiología.

Walter Cannon creía que las respuestas físicas que constituyen la reacción de
emergencia se producían por acción del Sistema Nervioso Simpático, una de las dos
porciones del Sistema Nervioso Autónomo. Los correlatos fisiológicos característicos
del estímulo emocional se consideraban en la época de Cannon como producto de la
activación del sistema simpático del SNA. Concluyó, en contra de James, que todas las
emociones tienen el mismo sello de SNA, por lo cual no era correcto decir que las
emociones se diferenciaban por el feedback sensorial. Para Cannon, la respuesta al
enigma de las emociones está en el cerebro y no precisa que este “lea” la respuesta
física (como James afirmaba). Si bien el feedback sensorial no daba cuenta de las
diferencias entre las emociones si desempeñaba una función asignando a las
emociones un sentido característico de urgencia e intensidad.

Schachter & Singer razonaron que las cogniciones o pensamientos llenaban el vacío
entre la ausencia de especificidad del feedback y la especificidad de las experiencias

 
7
 

sentidas. Creían que las respuestas fisiológicas en las emociones informan a nuestro
cerebro que existe un estado de activación intensificado. Sin embargo, como estas
respuestas son comunes a emociones diferentes, no identifican la clase de estado
activado en el que nos encontramos, por lo cual la información sobre el contexto físico y
social, y el conocimiento sobre los tipos de emociones que tienen lugar en esa clase de
situaciones determinadas, nos da lugar a clasificar el estado de activación como amor,
miedo, rabia. Las emociones serían el resultado de la interpretación cognitiva de las
situaciones.

Vallins: Para que la actividad fisiológica intervenga en la experiencia emocional, tiene


que ser representada cognitivamente. Es la representación cognitiva de la activación
fisiológica, y no la activación en sí misma, la que interactúa con los pensamientos sobre
la situación para la generación de sentimientos.

El impacto de las teorías de Schachter & Singer es su revitalización del viejo concepto
implícito en la obra de Aristóteles, Descartes y Spinoza: las emociones podían ser
interpretaciones cognitivas de las situaciones. Hasta la fecha, la psicología de la
emoción se centra casi exclusivamente en la función que la cognición desempeña en
las emociones. Sin embargo en esta teoría no se aclaró qué genera las respuestas en
primer lugar. El cerebro tiene que saber que el oso es una fuente de peligro, y debe
prever las respuestas adecuadas al peligro que puede ocurrir, así que la parte
emocional del cerebro ya está en marcha cuando el mecanismo de Schachter & Singer
comienza a actuar, entonces ¿qué es lo que ocurre primero? ¿Qué nos hace huir del
peligro?

Magda Arnord desarrolló el concepto de evaluación o valoración mental del daño o del
beneficio potencial de una situación. La emoción sería la “tendencia sentida” que
conduce a acercarse al placer y alejarse del dolor. Esta evaluación es inconsciente,
pero sus efectos se graban en la conciencia como sentimiento emocional. Por ejemplo,
percibimos el oso y lo evaluamos inconscientemente, y la experiencia consciente del
miedo es el resultado de la tendencia a huir. No es necesario que una respuesta ocurra

 
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para que el sentimiento surja, un sentimiento solo necesita una tendencia hacia la
acción, más que una acción real. Las emociones se diferencian por que las
evaluaciones provocan tendencias de acción distintas, que dan lugar a distintos
sentimientos.

Según este punto de vista una vez que el resultado de la evaluación se graba en la
conciencia como sentimiento, puede recordarse la experiencia y describir qué ocurrió
durante el proceso de evaluación.

Richard Lazarus demostró que las interpretaciones de las situaciones influyen


decisivamente en la emoción experimentada. Por ejemplo ver unas escenas con una
banda sonora intensa o calmada influía en la evaluación que hacían los sujetos de las
películas. Concluyó que las emociones pueden iniciarse automáticamente
(inconscientemente) o conscientemente, pero resaltó la importancia de los procesos de
pensamiento superiores y de la conciencia, sobre todo al hacer frente a las reacciones
emocionales una vez que estas se producen.

Smith & Ellsworth concluyeron que las emociones de las personas están estrechamente
asociadas a las evaluaciones cognitivas de las circunstancias y que es posible
comprenderlas pidiendo a los sujetos que las recuerden. Suponen que el tipo de
información que los sujetos utilizan cuando recuerdan una experiencia emocional es el
mismo tipo de información que el cerebro utiliza al producir las experiencias
emocionales.

De acuerdo a LeDoux, las teorías de la evaluación se acercaron mucho a la solución: la


evaluación de un estímulo es claramente el primer paso en la iniciación de una
experiencia emocional, las evaluaciones ocurren inconscientemente; las emociones
llevan consigo tendencias a la acción y respuestas físicas, así como experiencias
conscientes. Sin embargo estas teorías cometieron dos fallos:

1. Basaron, casi exclusivamente, su planteamiento de los procesos de evaluación


en informes personales, es decir, en reflexiones introspectivas verbales. Muchas

 
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veces la introspección es una vía confusa para conocer el funcionamiento de la


mente, muchas veces no tenemos idea de por qué sentimos como sentimos.
2. Las teorías de la evaluación concedieron demasiada importancia a la
participación de procesos cognitivos en las emociones, por lo que no era tan
clara la diferencia entre emoción y cognición.

Robert Zajonc: Es posible crear preferencias, que son simples reacciones emocionales,
sin ningún registro consciente del estímulo. Ello demostraba que las emociones tienen
ventaja ante la cognición, ya que pueden existir antes que esta, y que además son
independientes de la cognición, pues pueden existir sin ella. La emoción no es
simplemente un acto de la cognición.

Referencias:

Grzib, G. y Garrido, I. (1997). Psicología de la Emoción. Madrid: Editorial Síntesis.


Ledoux, J. (1996). El cerebro emocional. Barcelona: Planeta.

 
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