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EL MUNDO MÁGICO
DE LAS
COMBINACIONES
ISBN 84-270-0818-X
Depósito Legal: B. 25367- 1987
Impreso por Diagráfic, S. A. - Constitució, 19 - 08014 Barcelona
Prólogo 9
Al acecho. 43
La clavada 50
Motivos geométricos 85
¿En qué sueñan los peones? . 88
7
Métodos de autodefensa. . 96
Combinaciones de cahogado• 96
La jugada intermedia 97
Jaque perpetuo 98
Celadas 99
Contraataque 101
8
PRóLOGO.
Queridos amigos:
A. Koblenz
Riga, agosto de 1979
9
EN LA «DESPENSA» DE LAS MARAVILLAS
11
rrea una rápida y magnífica vic- Con esta definición, ya lo sé,
toria. no os estoy descubriendo Amé-
-¿Seré yo capaz de adquirir rica. La podéis leer en cualquier
ese poder combinativo? ¿No se manual de ajedrez. Sólo preten-
trata de una especie de «don di- do que durante vuestro entrena-
vinO)), de talento que sólo unos miento no os contentéis con ver
pocos poseen? la combinación misma, sino que
Me parece que esta pregunta os fijéis también en los factores
no os la dirigís únicamente a vos- posicionales que la determinan y
otros mismos, sino que me la di- en las condiciones que permiten
rigís también a mi. llevarla a efecto. Esto os ayuda-
Sí, puedo responderos a la pri- rá a encontrar con rapidez la idea
mera parte. En cuanto a la se- de la combinación, a asimilar prO-
gunda, no cabe duda de que tal fundamente y recordar lo que ha-
ha sido la opinión más común béis visto. ·
durante mucho tiempo, pero la Examinemos un ejemplo toma-
actual pedagogía ajedrecística ha do de la práctica:
dejado bien establecido que la
práctica asidua y un entrena- Diagrama núm. 1
miento sistemático agudizan rá-
pidamente la visión combinativa Mores! Ferrarlni
del jugador medio. Además, no Italia, 1972
hay un solo gran maestro que
haya heredado ese don desde la
cuna. Como cualquier otro arte,
el de la combinación exige, para
dominarlo, una actitud reflexiva
y seria, una asiduidad que lo
mantenga «vivo>), un entrena-
miento constante.
Pero pasemos, como suele de-
cirse. de las palabras a los he-
chos. Puesto que os veo ya lo bas-
tante fuertes en cuanto a prác-
tica, aunque no muy versados to-
davía en cuestiones teóricas, creo
oportuno que empecemos por de-
finir la combinación.
La combinación es una variante
forzada donde se sacrifican pie- En esta posición juegan las
zas o peones para lograr uno de blancas. Circunstancia importan-
los siguientes fines: mate, ganan- te, pues con no poca frecuencia
cia de material y, en posiciones el resultado del combate depen-
difíciles, igualdad o tablas. En ca- de de quién sea el primero en
da combinación hay siempre un apoderarse de la iniciativa y ases-
temFt, ·es decir, el motivo o «pre- tar a su adversario el golpe fa-
texto» que da pie para realizarla, y tal.
una idea o proyecto combinativo. La situación es bastante ten-
12
sa. Aunque las piezas blancas de 2 .... , AxP? las negras po-
ocupan lugares activos y se dis- dían haber jugado de otra ma-
ponen a explotar la debilidad del nera y ser así las primeras en
rey contrario, han de contar con dar mate: 2 .... , DxPT+!!; 3.
la amenaza inmediata de las ne- RXD, TlT+; 4. A6T, TXA mate.
gras: ¡mate en 2CR! Por ello resulta claro que, pa-
¿Y qué? ¿Por qué tener mie- ra las blancas, lo más importan-
do? Juguemos l. A5D+, C2C,t.2. te en la posición del diagrama 1
T!CR, AxP?; 3. TXP+, A~T; es no conceder tregua alguna a su
4. D6TD con mate inevitable al adversario.
rey negro. Muy bonito ... pero falc «Pero ¿cómo no va· a ser po-
so. ¡En los cálculos hay que te- sible explotar las ventajas de mi
ner siempre en cuenta la res- posición?», piensa el blanco. En
puesta mas fuerte del adversario! efecto, se dan todas las condi-
Cualquier jugador algo experi- ·ciones favorables para combinar
mentado notará en seguida que con éxito: fuerte presión en la
el punto flaco de esta variante diagonal 2TR-8CD, posición acti-
consiste en 2 .... , AXP? va de la dama blanca, posibilidad
¿Qué es lo que le permite ·a un de que el alfil de rey intervenga
buen ajedrecista dar de inmedia.:..en el ataque por la diagonal 1TR-
to con lo esencial de la posición? 8TD. además de que una de las
Su conocimiento de las posicio- torres y sobre todo el caballo
nes típicas. En la variante que apuntan directamente al monar-
acabamos de ver, su memoria .no ca enemigo... Y el cerebro del
podía menos de evocar, por aso- ajedrecista empieza entonces a
ciación de ideas, la posición que desentrañar febrilmente los se-
sigue: cretos de la posición y a exami-
nar las posibles variantes.
Diagrama núm. 2 Con este problema de creativi-
dad tendréis que habéroslas a me-
••••
•
¡•¡; • • • • • nión, todo jugador de ajedrez de-
be dejarse guiar por el .siguiente
••••
principio, que en su tiempo for-
•••
••••
~-Wf¡·z
• P•• •
·~
~
p .¡.2 @2"%1
;p
muló así el primer campeón del
mundo, Wilhelm Steinitz: «El que
tiene ventaja está obligado a ata-
car, so pena de perderla» .
A propósito de este axiorila,
Emanuel Lasker: escribía: {(Ese
••••
...
"estar obligado"' connota una ley
ética a la que es arduo y fasti-
dioso obedecer ... Sólo el que obe-
~~
dece a tal mandato puede llegar
a ser un artista; el que no, nun-
ca lo logrará». Y más adelante
Con esta imagen en la mente, prosigue: «En ajedrez. esa ley éti-
no es ya difícil ver que en vez ca significa: busca la combinación
13
que recoja el fruto de tu venta- to es que la encontraron recor-
ja. Cree en la existencia de tal dando, probablemente, la posición
combinación y trata de descubrir- temática del mate ahogado:
la. Y si la has puscado cien ve-
ces sin encontrarla, sigue bus- Diagrama núm. 3
cándola. Es posible que la venta-
ja que imaginas tener no sea más
Q\.lle una ilusión, que te hayas
equivoca~ en tus apreciaciones:
verifícalas y mejóralas. Pero, an-
te todo, ¡busca con diligencia!
;Trabaja, pues tu trabajo será re-
compensado~)>
Volvamos ahora a la posición
que comentábamos. ¿Están las
blancas en lo cierto al pretender
que se les brindan aquí las con-
diciones objetivas indispensables
para poder realizar una combina-
ciórl? De ordinario se plantea uno
este tipo de preguntas después de
hab-er evaluado la posición, es de-
cir, sopesado sus pros y contras
para emitir un diagnóstico preci- Y he aquí que la imaginación
so. Una evaluación correcta es recobra sus derechos, junto con
como el <(hilo de Ariana», que nos la habilidad de combinar. Poco
indica por dónde hemos de bus- a poco va concretándose ~1 plan.
car la idea combinativa. En primer lugar, ¡bloquearle to-
En el caso presente, los facto- das las salidas al rey negro~ Es-
res estáticos de la posición mani- trechar el cerco a su alrededor
fiestan una neta superioridad de con las propias piezas, de modo
las blancas. Pero este dictamen que ni siquiera pueda moverse.
sólo puede guiarnos de manera Según el diagrama 1, dos ideas
general, como si se tratara de una tácticas le permiten al blanco lle-
brújula. La información definiti- var a cabo una vistosa combina-
va que determinará nuestro pro- ción de mate.
ceder será el fruto de una e··, ~·
luaclón de los factores posiciona- l. A5D+ G2C
les de carácter dinámico, el re- 2. D8C+! TxD
sultado de un análisis concreto
de todas las posibilidades tácti- ¡Ya está realizada la idea del
cas que la posición encierra. bloqueo!
No sé si las blancas habrían
sido capaces de encontrar la com- 3. TxP+!
binación decisiva sin el auxilio
de una larga experiencia ajedre- ¡Desviación! El alfil negro s-e ve
cística y del cúmulo de conoci- obligado a abandonar la defensa
mientos así atesorados. Lo cier- del punto 2AD y, al mismo tiem-
14
po, a ocupar la casilla 2TD, blo- con los temas del bloqueo, la des-
queándola a su vez. viación y el mate ahogado, las
blancas han sabido encontrar la
3. AxT solución correcta. (Sin esos cono-
4. C7A mate. cimientos podían también, claro
está, haber alcanzado su objetivo,
Diagrama núm. 4 pero ¿para qué se inventó la bi-
cicleta?)
A. Kakovh¡, 1936
Diagrama núm. 5
15
coyuntura ejecutando una combi- Diagrama núm. 6
nación de mate?
1. P4A+
l. ... R4D
2. PSA!
te del peón que más inofensivo
Sacrificio para despejar la ca- parecía al principio.
silla 4AR, que ·será utilizada por Un juego complicado y agudo
el caballo.
caracteriza el siguiente final del
compositor letón:
2. AxP
3. C4A+ R4R
4. TID P3A
Herman Matison, 1924
Parando el mate que se ame-
Diagrama núm. 7
nazaba. Sin embargo, la brillan-
te jugada que sigue lleva a una
rápida conclusión.
5. TSD+! PxT
6. C3D+! PxC
7. P4A mate.
3. ... R3C!
4. C4A+!!
17
Cierto que las negras podían cho el estudio de tales composi-
haber coronado su peón trans- ciones para desarrollar· -en breve
formándolo en alfil en vez de da- plazo la facultad combinativa y
ma, pero también entonces serian la perspícacia táctica. Lo especí-
tablas depués de 8. C3D!!, A X D. fico de los problemas es que en
¡El caballo queda ahora clavado ellos «ya está todo a punto»: sólo
en otra casilla y por otro alfil! queda hallar el camino más cor-
to para el mate.
Antes de poneros a trabajar,
Kh. Eichstadt, 1848 conviene que tengáis presente es-
te consejo práctico: cada ejerci-
Diagrama núm. 9 cio debe abordarse con la máxi-
ma concentración y seriedad po-
sibles. El propio perfeccionamien-
to rendirá en su justa ·medida
sólo si, al entrenaros, adoptáis la
actitud psicológica de qui"n se
enfrenta con un auténtico adver-
sariO. Ya desde los primeros pro-
blemas desconfiad de las jugadas
fáciles o, en otras palabras, guar-
daos de dar «capirotazoS>) irrefle-
xivos con las piezas. Por último,
tratad de analizar mentalmente
las varían tes, sin «pasean> el ma-
terial por el tablero.
Y ahora... ¡manos a la obra!
Diagrama núm. JO
Mate en 4 jugadas
18
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Diagrama núm. 11
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Diagrama núm. 12 Diagrama núm. 14 (
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Diagrama núm. 15 Diagrama núm. 17
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Diagrama -núm. 16 En los diagramas 10-16, las
blancas juegan y dan mate en 2
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jugadas. El diagrama 17 propone
-~· un mate en 3. Lógicamente, este
ejercicio es más complicado por
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contar mayor número de varian-
tes. Os lo advierto ya de antema-
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no: ¡el hueso es duro de roer!
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20
EL LABORATORIO DEL AJEDRECISTA
21
7. 0-0 A3C Diagrama núm. 18
8. PXP P3D
9. C3A C3A?
22
Ahora se cierne sobre las ne- cante deben actuar con energía y
gras una amenaza similar por la armónicamente.
columna de rey: 18. TR1R. 4) Si el objeto de ataque es el
rey enemigo, se precisan a menu-
17. C2D do considerables sacrificios de
18. cxc DxC material para llevar la ofensiva
19. CxA PXC a feliz término.
Defensa siciliana
Tal Suetin
Tifiis, 1969
20. TxP!
l. P4R P4AD
¡Decisivo remate táctico! Las 2. C3AR P3R
negras abandonan, ya que des- 3. P4D PxP
pués de 20 .... , D X D la otra to- 4. CxP P3TD
rre blanca entra en juego con 5. A3D C2R
mortal efecto: 21. T1R+, etcétera. 6. C3AD CD3A
De la partida que acabamos de 7. C3C
ver podemos sacar las siguientes
conclusiones: Esta jugada no es una pérdida
de tiempo. El desarrollo de uno
1) Estrategia y táctica están de los caballos negros en 2R tie-
estrechamente ligadas. né por objeto, además de refor-
2) Para llevar a cabo una com· zar su propio flanco trasladán-
binación, el bando activo debe no dose eventualmente a 3CR, sim-
sólo tener alguna ventaja posi- plificar la posición desalojando a
cional (ventaja de desarrollo en la dama blanca de su puesto do-
el ejemplo precedente), sino tam- minante y concluyendo con nor-
bién una superioridad material malidad el desarrollo del ala de
en el sector donde se libra la ba- rey.
talla definitiva.
3) Las piezas del bando ata- 7. ... . C3C
23
8. 0·0 NC londradamente al ataque ni in-
9. A3R P3D tentan forzar los acontecimientos;
10. P4A A2R primero llevan al centro la torre
11. D5T que les queda por desarrollar. Ad-
mitiréis que, arrastrados por el
Ahora se pone en evidencia el carácter violento de los ataques
aspecto negativo del desarrollo recíprocos en distinto flanco, a
del caballo negro por 3CR: la da- menudo nos olvidamos de la exis-
ma blanca ha logrado ocupar una tencia de esa lejana torre ...
inexpugnable y amenazadora po-
sición junto a la ciudadela ene- 12. AxC
miga. 13. PXA D2A
14. T2D!
A3A Jugada de largo alcance. Una
vez abierta la columna AR, la to-
En la defensa siciliana asisti- rre de dama irá rápidamente a
mos aLenfrentamiento de dos ideas . 2AR, intensificando así la presión
eStratégicas igualmente agresivas. sobre el frente enemigo.
Las negras cifran sus esperanzas
en un juego activo en el flanco 14. CD2R
de dama, aprovechando la colum-
na semiabierta AD y la posibili- Moviendo varias veces la mis-
dad de hostigar a su adversario ma pieza, las negras sólo consi-
mediante el avance del PCD. Las guen retardar todavía más su de-
blancas, por su parte, tratan de sarrollo.
atacar enérgicamente en e_l flan-
co de rey. 15. C4D!
A partir de estos datos no es
dificil seguir el curso psicológico Este caballo no hacía nada
de la lucha. Las negras arden en práctico en 3CD. Ahora es trans-
deseos de adquirir alguna venta- ferido al centro de operaciones.
ja tangible de posición en el ala
de dama, en particular doblando 15. A2D
los peones blancos tras el cam- 16. P5A!
bio en 6AD, pero no se percatan
de que al entregar su alfil de rey Principio de una ingeniosa ma-
por el caballo enemigo debilitan niObra para abrir la columna AR.
las casillas negras en su prclpio A las blancas no les importa, en
campo. este caso, ceder a su adversario el
punto f'R (4R del negro).
12. TDlD!
16. PXP
Trasladando su dama a 5TR, 17. PXP C4R
las blancas han dado a conocer 18. C6R! AxC
sus intenciones agresivas. Sin em- 19. PXA P3C
bargo, para opon'erse a los planes
del adversario, no se lanzan ato- En esta jugada, a lo que pare-
24
ce, cifraban las negras sus espe- Las fuerzas blancas, por el con-
ranzas. A raíz del retroceso de la trario, ocupan posiciones activas:
dama blanca pensaban continuar la torre de lAR apoya el avan-
20. . .. , P4A, refutando las ame- ce del peón en esta columna; la
nazas inmediatas. La réplica si-. otra torre, es cierto, se mantiene
guiente echa. por tierra todas sus por ahora en reserva, pero su im-
ilusiones ... portancia se pone de relieve tras
21. ... , R2D, en cuyo caso sigue
Di·agrama núm. 20 un ataque a la descubierta con
jaque doble, 22. A5AR+, y des-
pués de 22 .... , R3A; 23. A4R+,
C4D; 24. A XC+ las negras pere-
cen igualmente.
También el alfil de dama ha
participado a su manera en el
ataque controlando la diagonal
1CR-7TD y, en caso de 21. ... ,
RlA, amenazando mate inmedia-
to en 6T.
En suma, esta partida, lo mis-
mo que la anterior, nos permite
apreciar cómo la superioridad po-
sicional se transforma lógicamen-
te en un devastador ataque de
mate.
¡Ahora os toca el turno a vos-
20. DxC!! PXD otros! Os propongo los siguientes
21. PxP+ Abandonan. ejercicios que debéis tratar de
resolver «sobre el papel», es de-
La posición final ilustra exce- cir, sin ayuda del tablero. En to-
lentemente los errores cometidos dos ellos el enunciado es idénti-
por las negras en esta partida. co: las blancas comienzan y dan
En primer lugar, su aciago retra- mate en 2 jugadas.
so en el desarrollo: ¡las dos to- Si no acertáis a encontrar la
rres siguen en su casilla de ori- solución, no perdáis el ánimo. Sa-
gen! Además de esto, el ca.""!lbio cad el tablero y colocad en él las
del alfil de rey por el caballo piezas. En tal caso intentaréis
blanco sólo ha s-ervido, corr.o ya grabar bien en vuestra memoria
decíamos, para debilitar laS pro- tanto la posición inicial del pro-
pias casillas negras y dejar aho- blema como su desenlace. Por
ra un hueco fatal en 2CR (21. cierto, os aconsejo utilizar a me-
... , RlA; 22. A6T mate). nudo este método de trabajo .
25
Diagrama núm. 21 Diagrama núm. 23
26
Diagrama núm. 25
27
DOS PÁJAROS DE UN TIRO
l. T8R!!
Blackburne TeiChmaJlll
El negro se rindió inmediata-
Diagrama núm. 26 mente, ya que después de l. .. .,
DxT; 2. AxC+, TXA; 3. DXT+,
D2A; 4. DxC quedaba con una
(
pieza de menos.
Así, gracias a un sacrificio de
(
\ desviación, las blancas han logra-
do finalmente ventaja de mate-
rial. He ahí un procedimiento tí-
( pico, consistente en que, a p.artir
de una idea aislada, se pone en
(
marcha toda una combinación
( victoriosa.
El siguiente ejemplo requiere
( un examen más detallado de la
situación.
(
Las negras acaban de jugar'
( C4T, atacando al alfil enemigo e
(
28
(
Muffang Devos las blancas han obligado al ad-
París, 1948 versario a debilitar también. la
diagonal 1TR-BTD tras la juga-
Diagrama núm. Z7 da P4AR que las negras han he-
cho para defenderse del ataque
a 2CR y quitarle fuerza al alfil
de rey enemigo obstruyéndole la
diagonal 2TR-8CD. A consecuen-
cia de esto, la cadena de peones
negros se ha quedado rígida y
ahora se hace mucho más into-
lerable la presión del adversario
por las casillas oscuras. Además,
las piezas negras apenas pueden
moverse, atadas como están a la
defensa. Por ejemplo, ¿podría la
dama abandonar siquiera un ins-
tante la vigilancia del punto 2CR?
¡Claro que no! Si nos referimOs
a los tres factores fundamentales
de la partida de ajedrez: mate-
Probemos a evaluar el estado rial, tiempo y espacio, hay que
de cosas tal como nos lo repre- reconocer que las negras no sólo
senta el diagrama. Las blancas, han perdido ya la batalla del
que han movilizado ya todas sus tiempo, sino también la del espa-
fuerzas, tienen ventaja posicio- cio. En resumen, vemos aquí reu-
1
nal. Su dama ocupa un puesto do- nidas todas las condiciones que. 1
minante en el centro y sus dos han de permitir a las blancas 1
torres controlan sendas colunmas aclarar «fulminantemente» la si- 1
abiertas. A su vez, el alfil situa- tuación por medios tácticos.
do en 2C desempeña un papel im- De entrada, el blanco ve que
portantísimo reforzando la pre- puede ganar un peón mediante l.
sión de la dama sobre el punto AXP, pues a l. ... , PXA; 2. DXD,
7CR. TxD seguiría 3. TxC+ con ma-
Todas las piezas blancas ac- te. Sin embargo, ya con más cal-
túan en perfecta armonía, lo cual ma, observa que no sólo el pun-
es, como decíamos, uno de los to 2CR de las negras está poco
principales requisitos para com- defendido, sino también su pri-
binar con éxito. Record.emos, con mera fila. Esto le sugiere una bri-
todo, que las fuerzas atacantes llante idea combinativa.
deben coordinar y ejecutar sus
respectivas tareas sin «pisarse el l. T7A! DxT7A
terreno)) unas a otras. Tal es el 2. TxC! Abandonan.
caso, por ejemplo, de los dos al-
files, que se complementan ideal~ Si 2 .... , D2R, las blancas cam-
mente discurriendo por casillas bian sencillamente las torres en
de distinto color. 8R obligando a la dama enemi-
En la posición que nos ocupa, ga a dejar sin defensa el punto
29
crítico 2CR. ¡Caso típico de pie- La posición de las negras es,
za sobrecargada! por supuesto, lamentable. El rey
Pero imaginad por un momen- se ha quedado en el centro, ence-
to que el PTR blanco se encon- rrando una de las torres y petri-
trara todavía en su casilla origi- ficando, por decirlo así, su propio
nal (2T), bloqueándole el paso al flanco. No hay duda de que las
propio rey. La citada combina- blancas han de ganar, pero su
ción se vendría entonces abajo, mérito estriba en hab-er encontra-
ya que después de l. T7 A??, do el camino más corto hacia la
DXT(7A); 2. TxC, TxT; 3. victoria.
Dx D?? contaría sobre todo la de-
bilidad de la primera fila... ¡de l. P6T! PXP
las blancas!, y serían éstas las 2. D4R
primeras en recibir mate: 3 .... ,
Atacando la torre y amenazan-
T8D mate. do al mismo tiempo 3. DBR+ !,
He ahí por qué, pese a lo mu-
TxD; 4. TXT mate.
cho que pueda seducirnos una
Combinación· én cierneS, Y -·a ·10 2. ... DlA
dispuestos que estemos a llevar- 3. A7D!
la audazmente a cabo, debemos
examinar con gran cuidado la po- Sacrificio de desviación mer-
sición, tratando de no perder de ced al cual las blancas ganan el
vista ni el más menudo detalle. caballo y con él la partida.
Hay que hacerlo, como dicen al- Otro recurso táctico, la obs-
gunos, <<Con la. cabeza fría, aun- trucción, le permitió a D. Ja-
que arda el corazón». nowski rematar brillantemente
una de sus partidas de torneo:
30
l. A5Dl Diagrama núm. 30
2. DXPA+ RlD
3. DxT+ R2D
4. D7C+ R3R
5. D6A+ A3D
¡Y las negras p:erden a causa
de una elemental clavada! nera forzada el problema de la
defensa.
6. ASA Abandonan
l. A8CR+l
En efecto, desp Jés de 6. . .. ,
1 2. DXA D7R+
DXT+ y 7.... , DxT, la dama 3. D2C DxD+
blanca, ayudada por el alfil, aca- 4. RXD ASR+
ba rápidamente con el solitario
Las negras ganan ahora la to-
e indefens.o rey :::egro.
Supongo que es:Os ejemplos ha- rre y obtienen tablas.
En el ejemplo siguiente, A. Ale-
brán bastado pa:a convenceros
de la fuerza de la dama en la rea- khine orienta sus operaciones a
lización de ataques dobles. una conclusión análoga:
En su ausencia. el alfil puede Diagrama núm. 31
desempeñar con éxito el mismo
papel destructor.
Lilienthal Tolush
Parnu, 194'?..
(Véase di~gr11.~a núm. 41)
31
Reti Alekhine Diagrama nrím. 33
Baden-Baden, 1925
Di'agrama núm. 32
2. ... R2A
32
Diagrama núm. 34 Diagrama núm. 36
33
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al efectuar Li.!'la combinación, to-
dos eses va~ores S'~leler:. alterarse
y h~:y· ·~:.<e- rcv~s2rlss en caC.a eJ.-
so. A ~csar de c¿o, an~es de de-
• •••• •
:·wj )';'""% binación tiene por objeto dar ma-
&\1 ~!~
r1""".í!'i
te al rey? Entonces queda pros-
crito todo espíritu ((mercantilr):
~----~
•• •
~ ~
'?<-<?///;:;; ¡ningún precio es caro por la ca-
beza del monarca! Cierto que en
¿m los demás casos no debéis sacó-
ficar nada sin haberos represen~ perdigadas y... ;a tiro del caba-
tado antes la posición final y ha~ llo negro! Este típico motivo g~
ber respondido a la siguiente pre- métrico facilita frecuentemente
gunta: ¿a quién :favorecerá el ba- la sel~ción de golpes tácticos en
lance de fuerzas materiales una los que interviene la horquilla
vez concluida la combinación, de caballo.
cuando «la calma suceda a la tem-
pestad»? Lo peligroso de la hor~ l. TxA!
quilla de peón consiste precisa~
mente en que, BJt\cando dos pie- Recurso habitual: el sacrificio
zas a un tiempo, ~se peón, a me- que atrae una pieza enemiga a la
nudo a costa de su propia vida, casilla critica.
inflige al adversario un daño irre-
parable, al paso que restablece 2. DxT DxP+!!
el equilibrio material del juego, 3. RXD C5C+
Pasemos ahora a la parte prác~ 4. RlT CxA+
tica, comenzando por un instruc- 5. R2T CxD
tivo ejercicio de P. Roinanovski.
Fin de la combinación. Las ne--
Diagrama rtúm. 43 gras salen de ella con pieza y
. peón de más .
En el ejemplo que viene aho-
ra, las blancas ofrecen la torre
seis veces seguidas -¡un récord
en su género!- previendo que, de
aceptarse su sacrificio, el rey y
la dama del adversario quedarán
situados de una manera «espe-
cial» ... Por lo demás, la presen-
cia del caballo no deja lugar a
dudas sobre lo que va a ocurrir.
l. T4C! DlA
36
A. Troitzky, 1910 l. A8C! D3TR
2. A4A! DIT
3. A5R! D3T
4. A7C+!!
Fascinante, ¿verdad?
También en la partida real sur-
gen pesibilidades análogas cuan- ·
do el bando activo logra instalar
sus caballos en el centro o, me-
jor aún, en la fila 5, desde donde
Juegan blancas y ganan les es fái::Ü ·:e~pTender peligro-
sas incursiones en territorio ene-
silla fatal, si se le brinda la oca- migo.
sión de mostrarse tan impertinen-
te como la torre del ejercicio an-
terior.
Randwi_r. Heinra
P. Sobolevskl, 1950 'I'allinn, 1950
••••
~i!
•
• lliiBl
11 • •
• m•• •
~•¡¡m
•~
••••••••
•••• Juegan blancas y ganan l. CxP!
37
A primera vista parece que las Suttles Ostoic
blancas, cansadas de una guerra
«de trincheras», se lanzan impe- Diagrama núm. 47
tuosamente al asalto de la forta-
leza enemiga. Pero esto sólo es
una fachada. Su verdadero obje-
tivo es lograr ventaja de mate-
rial mediante una astuta horqui-
lla de caballo, sirviéndose de la
casilla 5AR como trampolin.
l. ... TIA
l. ... A4D?
2. D6A+!
38
Blau Donner l. P5A! AxP
Amsterdam, 1958 2. D5A Aba.">J.donan.
Diagrama 11.úm. 49
Con su sacrificio de peón, las
blancas atraen primero el alfil
contrario a la casilla 5AR ( 4AR
de las negras), y luego, con una
i!} jugada «tranquila» de dama, ame-
nazan dos cosas a la vez: mate en
BAR y, más prosaicamen~e, ga-
nar una pieza ( 3. D x A).
El único método de lucha -por
así llamarlo-- contra las horqui-
ilas de peón consiste en la posi-
bilidad de eontraatacar con una
de las piezas amenazadas o en
que al menos ésta se retire dan-
do jaque.
Chigorin Janowskl
París, 1900
Diagrama núm. 50
••
Las negras deciden atacar re-
curriendo a una típica horquilla
de peón.
l. P4A
2. PxPR P5D
3. PGT TIC
39
A primera vista parece que las Suttles Ostoic
blancas, cansadas de una guerra
«de trincheras», se lanzan impe- Diagrama núm. 47
tuosamente al asalto de la :forta-
leza enemiga. Pero esto sólo es
una fachada. Su verdadero obje-
tivo es lograr ventaja de mate-
rial mediante una astuta horqui-
lla de caballo, sirviéndose de la
casilla 5AR como trampolín.
l. ... TlA
l. A4D?
2. D6A+!
38
Blau Donner l. P5A! AXP
Amsterdam, 1958 2. D5A Abandonan. (
Diagrama núm. 49
Con su sacrificio de peón, las (
tancas atraen primero el alfil (
e>ntrario a la casilla 5AR (4AR
re las negras), y luego, con una (
~ jtgada «tranquila» de dama, ame-
rnzan dos cosas a la vez: mate en
8\.R y, más prosaicamente, ga- (
rnr una pieza ( 3. D X A). (
El único método de lucha -por
a:í llamarlo- contra las horqui-
llis de peón consiste en la posi-
:>lÚ!ad de contraatacar con una e
1: las piezas amenazadas o en (
:¡te. al menos ésta se retire dan-
j, jaque.. ·· (
(
Trifunovic Gnimard (
l. TXA! DxT
2. PXP Mar del Plata, 1953 (
Aquí la dama nj;!gra está dG.I· Diagrama núm. 51 e
mada contra este insolente pr, (
pues si 2.... , DxPR quedl.i
ella misma atrapada tras 3. .1./A (
Chigo~ Janowski
e
París, 1900 (
Diagrama núm. 50
e
(
e
e
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( ;
(
las negras deciden atacar re- (
~triendo a una típica horquilla
:l~peón. (
(
l. P4A
2. PXPR P5D \
3. P6T TIC
(
39 (
La idea de las blancas se apre- Las blancas inician una ma-
cia en la variante 3.... , PXPT; niobra forzada confiando en la efi-
4. PXP, AxP; 5. C4R y una de cacia de una horquilla de peón.
las piezas <'condenadas.~: se esca~ ¡Pero el tiro va -a salirles por la
pa contraatacando. culata!
40
Diagíai-ri.a núm. 53 Diagrama núm. 55
41
La idea de las blancas se apre- Las blancas inician una ma-
cia en la variante 3.... , PxPT; niobra forzada confiando en la efi-
4. PXP, AXP; 5. C4R y una de cacia de una horquilla de peón.
las piezas ''condenadas» se esca~ ¡Pero el tiro va a salir-les por la
pa contraatacando. culata!
40
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41
Diagrama nú1. 57 Diagrama núm. 59
. 7(Z"r~ r~"Y--J~
jk~:71 ~]@§
42
r
¡
!
'
AL ACECHO
43
lanzas en el noble juego, no cayó Torre Em. Lasker
alguna vez en la siguiente cela- Moscú, 1925
da -astuta a los ojos del novi-
cio- de la defensa Petroff? l. Diagrama núm. 62
P4R P4R; 2. C3AR, C3AR; 3.
C X P, C X P? (hay que jugar pri-
mero 3.... , P3D); 4. D2R, C3AR?
(relativamente mejor es 4. ...,
P4D); 5. C6A + y la dama negra
sucumbe. !f
En sesiones de partidas simul-
táneas jugadas por un maestro
contra adversarios inexpertos, no
es raro ver esta celada: l. P4D,
P4D; 2. P4AD, C3AR; 3. P X P,
_C x P; 4. P4R (es más- fuerte 4.
C3AR), C3AR; 5. A3D, DxP??
(aquí es indispensable 5 .... , P4R!);
6. A5CD +, etc. Da vergüenza,
claro está, tener que rendirse a
la sexta jugada, pero ¿qué reme-
dio queda? ¡La dama es la dama! adversario, sembrando en ella la
El más voraz entre los jaques desolación.
a la descubierta es el que recibe
el nombre de ((molino». En un 3. RlC
abrir y cerrar de ojos, este tipo 4. T7C+ RlT
de jaque deja la posición enemi- 5. T X A-i- RlC
ga literalmente arrasada. Hasta el 6. T7C+ RlT
propio Lasker experimentó una 7. TSC+
vez sus mortales consecuencias.
Las blancas podían también, de
(Véase diagrama núm. 62) paso, capturar el PTD negro, pe-
ro, mirando al futuro, deciden no
Las negras acaban de jugar abrirle la columna TD a la to-
P3TR, intentando ganar así el al- rre enemiga.
fil enemigo aparentemente clava- 7. R2T
do en 5CR. Pero las blancas te- 8. TxD R3C
nían prevista una réplica fenome- 9. T3T RxA
nal... 10. TxP+
l. A6A!! DxD Y las blancas ganaron.
2. TXP+ RIT Para arrastrar al monarca ene-
3. TxP+ migo hacia una casilla desde don-
de pueda dársele esta clase de j a-
Mientras el alfil, en retaguar- ques a la descubierta se requie-
dia, mantien<:: a tiro el rey negro, ren no pocas ve<:::es sacrificios de
la torre oscila como un péndulo gran envergadura, que no siem-
fatídico a lo largo de la fila 2 del pre saltan a la vista.
44
Westerinen Sigurjonsson blero. Con frecuencia se Ierde
Nueva York, 1978 la dama cuando, ávida de éiqui-
siciones materiales, irrump sin
Diagrama núm. 63 consideración en el campoene-
migo y, una vez satisfecho stape-
tito, se encuentra de pront con
que le han cortado todas la~vías
de retirada.
Najdorf Reshevsk:
Diagrama nlÍm. 64
l. DxPC+! RxD
2. A8D+! RIT
3. T8C+!
45
T¡
Di:1granza núm. 66
Krup;;k¡ Heuer
Naroch, 1966
Diagrama núm. 65
46
L. Kubbel, 1935 Aquí este jaque es oportuno. La
jugada 7. A6D daría solamente
Diagrama núrn. 67 tablas en vista de 7.... , D2CR!
7. A2T
8. D3AD+! RlC
9. ·D8A!!
9. R2A
4.7
Diagrama núm. 68 Diagrc...-r;.c. núm. 70
•••
42
Diagrama Húm. 72 Diagrama núm. 74
••
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L-.'ii • L.--~ ,!fj@í ~!fj@í h~
49
LA CLAVADA
50
dor acepta de buen grado que lo grave cuanto G,:le no disponen de
aten (<de pies y manos», pero no fuerzas aptas para anular la he-
pocas veces las circunstancias le gemonía de S"'..: adversario en las
obligan a dejarse el a var alguna casillas oscuras.
pieza. Esto es siempre peligroso,
pues proporciona al adversario 2. PxA
nuevas posibilidades tácticas que 3. PTDxP P3C
!e pe)t_Piten asumir la iniciativa,
o acr~entarla si ya la tenía. El Con la inte:::ción de cerrar la
método más común consiste en peligrosa diago::al por medio de
atacar la pieza clavada con fuer· · 4 .... , T4T seg-~:co de 5.... , P4R.
zas superiores a las que la de- Una segunda ::-.a::lera de liberar-
fienden. SQ. de la cla\·s.Cs sería jugar 3.
Al estudiar los ejemplos que ... _. R2A, pero entonces el blanco
siguen, fijaos también en esos empezaría por C.esviar a la dama
«nuevos)> recursos: demolición de enemiga de la. C.efensa de su se-
las barreras de peones, atracción gunda fila y g~;;:.r!a tras 4. Cx T,
hacia una clavada, etcétera. DxC; 5. Di.-\.~ seguido de 6.
DxA.
Lilienthal Capa.blauca
Hastings. 1934-1935
Díagrc.":.: Húm. 78
l. TxP! TxT
2. DxC
1
La torre negra está «absoluta-
mente» clavada. Ahora las blan- (
cas amenazan 3. TIAR. La situa-
ción de las negras es tanto más í
Especialmente peligrosa es la Trifunovic Golombek
clavada en una columna abierta Amsterdam, 1954
cuando el rey se encuentra to-
davía en el centro. A este pro- Diagrarna núm. 79
pósito conviene recordar el anti-
guo refrán: «Al hierro candente,
batir de repente}>.
l. PxC! DXD
2. PxP TlCR
3. C4D D5R
52
Claro está que el éxito de la casillas negras, que ahorc. irá a
operación se ha debido en gran clavar el caballo enemigo. defen-
parte a la mala posición de las sor de la torre.
piezas negras, totalmente aleja-
das del flanco de rey. l. PxP
Veamos ahora tres ejemplos su- 2. A5C T5D
mamente instructivos tomados d~
la práctica de ilustres maestros. Las negras se resignan a entre-
gar la calidad, pero a pesar de
ello no se libran de la da va da.
Nimzovich Marshall También tendrían una partida
Nueva York, 1927 muy dificil después de 2 ..... A3R;
3. DXP, TlA; 4. TDlR!
Dr'-agrama núm. 80
3. C6C+ P5A.
4. D3AD PXC
5. DXT R2C
6. TDlR! PXP
7. TSR!
53
Ragozin Kasparia der el PR, sino que él mismo se
Tiflis, 1934 convierte en objeto de ataque.
54
A cualquier jugada •"'diferen- Espero ¡u e estéis ya bien con-
te», por ejemplo 2. . .. , C3C, las vencidos el mal que puede ha-
blancas responderían con toda cer una cl;;ada ... y deseo al prO-
sencillez 3. T X T +, D X T; 4. D6AR pio tiemp1 que no la padezcáis
ganando.
vosotros lismos. Sin embargo!
La partida siguió todavía 3. hay en elajedrez un campo, el
AXPR, C3C; 4. TXA+, RlA; 5. de la comosición artística, don-
T7T y las negras abar:donaron. de la sah.ción reside a veces
(!-- En el siguiente ejemp~o, las ne- precisamere en la clavada o, pa-
gras se atienen a la norma: «Cla- ra ser má: exactos, en la <cauto-
var, remachar el clavo y atacar clavada}>.
dos veces para asegurarse una su-
perioridad de material>.
A. Herbstm.nn y V. Korolkov,
Bela venetz Panov 1935 .
Leningrado, 1939
Dh_'?flma núm 83
Diagrama núm. 82
55
ría 2 .... , C4C+ logrando la vic- Zakharov Anikaev
toria.
Diagrama mím" 85
2. ... RxP
3. P6R+!
3. RxP
4. R4R C4R!
5. P4D!
3. TlC
4. Tl-lD T5C
5. T6A!
Amenazando 6. T X A. La parti-
da aún continuó: 5. .. . , T5T; 6.
D3D, P5R; 7. D2R, A2C; 8. P3CR
(esta horquilla de peón obliga a
¡Tablas por ahogado! Ni siquie- las negras al cambio de damas),
ra tres signos C.e exclamación D5C; 9. DXD, TXD; 10. T7A,
bastarían para- traducir el encan- abandonan.
to de este magnL5co final.
El siguiente mé:cdo es típico de
cómo forzar la c:.avada de una
pieza enemiga.
56
Spielmann Wahle Alexandria Shul
Viena, 1926
Diagram.a núrn. 87
Diagrama núm. 86
57
6. P4D! Cl-2D Veidzan Hodja
Tirana, 1954
Sería un craso error 6.... , PXP,
ya que después de 7. P5R las ne-
Diagrama núm. 88
gras no están en condiciones de
hacer frente a la doble amenaza
8. PXC+ y 8. DXT.
7. D3C AxA
8. P4AR!
8. C4T
9. D4C C2-3A
10. AxG+ RXA
11. PAXP+ R2R
:v1 •
i
!.
•
®'
•
Juegan negras Juegan negras
59
Dic..grc:..?na núm. 93 Diagrama núm. 9j
(
60
(_
ARTERÍAS DE DAMISELA
1. P7C A4D
2. P7T A3R+
61
verswn sólo alcanza su objetivo ¡Por fin! Aprovechando la cla-
gracias a una clavada. vada, las blancas fuerzan el des-
vío de la torre enemiga hacia
una columna desde donde no pue-
Em. Lasker, 1890 de seguir «vigilando)) al peón.
Diagrama núm. 98
Stevenson . Brian
Middless~. 1962
Diagrama núm. 99
l. R8C! TiC+
2. R8T TiA
3. TSA+ R4T ¿Qué es lo primero que salta
4. R7C TiC+ a la vista al evaluar esta posi-
5. R7T TiA ción? Por descontado, la debili-
6. T5A+ R5T dad del rey negro. El peón ene-
migo instalado como una cuña en
El rey negro no puede ir a la 6TR (3TR de las negras) es es-
colu1W12 CD debido a la amena- pecialmente peligroso, aunque sin
za R7C. ayuda ajena no pueda hacer nada
concreto. ¿Existe algún medio de
7. R7C T-7C+ ponerlo en contacto· con otras pie-
8. R6rr:. TiA zas blancas, en particular con la
9. TM.+ RST dama? ¡Sí! Ello es posible me-
10. R60 diante un sacrificio de desvia-
ción. A decir verdad, un cálculo
Amenazando 11. TxP. más preciso demuestra que, para
obtener la victoria, las blancas
10. T7C+ han de recurrir todavía a un se-
11. R5T T7A gundo procedimiento táctico: el
12. T3A+ R7T sacrificio... de atracción (o <<de
13. TXP! arrastre»).
62
esperar más. En efecto, a 2. D X T
(dejando de controlar el punto
La dama neg::--a es apartada de lAR) sigue sencillamente 2 .... ,
la defensa del ??..., DSR+; 3. TXD, TXT mate. Tam-
poco arregla las cosas 2. P X T a
1. DxT causa de 2 .... , D x T+; 3. TIC,
2. DxP D2D TSR+ !, etc. En esta última va-
3. D8T+!: riante se da la situación llamada
de <üos rayos X)), cuando una pie-
De tales ce vis: :c.s» no puede es- za (en el caso presente la dama)
perarse nada b'i...:e~o. ejerce su poder a través de otra
enemiga que se le interpone.
3. RXD En la fase final de la siguiente
4. T8A rr..a:e. partida, ya clásica, la dama blan-
ca se .ofrece en sacrificio tres~ve
Cuando la fila 1 del adversario ces consecutivas para desviar una
está mal defen::.:éa, el sacrificio pieza contraria de la defensa del
de des'viación es a menudo un punto crítico SR (IR de las ne-
buen medio pa"- despejar el ca- gras).
mino hacia las Ce-pendencias rea-
les. Adams Torre
Nueva Orleans, 1920
1. D4Clt! D4C
2. D4AD! D2D
3. D7A!t D4C
l. TxP!
Si 3. . .. , D5T sigue 4. T4R!,
¡Jugada de ra:-a fuerza y bell~ P3T; 5. DXT!, DxT; 6. DXT+!.
za! Las blancas c.bandonaron s1n etc. ¡Los «rayos X»!
63
4. P4TD DxPT rre enemiga a una casilla domi-
1
5. T4R D4C nada por el caballo y, como ve-
6. DxPC! remos en seguida, crítica.
3. RXT
¡Atraer a toda costa! 4. CxT+
•
l. DxA!
64
l. P4CD! AxP l. DxP+!
2. C2A!
El rey negro es atraído a un
Ahora las dos piezas negr-a.s es- jaque a la descubierta. Ahora de-
tán amenazadas. En el fu:or de berá emprender un arriesgado
la batalla, incluso a los j1..:gado- viaj-e por entre las filas enemi-
res más duchos se les pas.an a gas. Por supuesto, de nada ser-
veces por alto estos taimados sa- vía l. C x A+ a causa de l. ... , fJ}
crificios intermedios. PxC.
En especial son peligrosos cuan-
do arrastran al rey enemigo a un l. RXD
punto desde donde puede dánele 2. CxA+ R3T
jaque a la descubierta, tanto más
si es doble. La siguiente ccmbi- Ya no hay vuelta atrás. En ca-
naci§n pertenece a la flor y ~nata so de 2.... , RIT, las blancas hu-
del arte ajedrecístico. bieran dado el elegante mate de
los dos caballos (3. C6C mate),
poco frecuente en la práctica.
Ed. Lasker Thoma.s
Londres, 1911 3. C5-4C+ R4C
4. P4TR+ R5A
Diagrama núm. 104 5. P3CR+ R6A
6. A2R+ R7C
7. T2T+ R8C
8. R2D mate.
65
Diagrama núm. 105 Diagrama nchtt. lG7
66
Diagrama núm. 109 Diagrama mún. 111
67
NO SóLO EN LOS VUELOS SON PELIGROSAS
LAS SOBRECARGAS ...
68
Sim.a.&in Nlk:ollch Tolush Kopylov
Kíslovodosk, 1968 Leningrado, 1954
6!1
salvar la pieza amenazada jugan- negra no está en condicic::J.es de
do 6. A2C, pero entonces segui- detener sin abandonar al !::'tismo
ría 6.... , D3CR+; 7. RlT, D7A; tiempo la defensa de su propio
8. TlCD, AXP!, etcétera. peón débil.
Además, las blancas se dan
6. T5A! cuenta de que deben explo""::ar rá-
Abandonan. pida y enérgicamente la actual
h posición insegura del rey negro,
En la siguiente posición, inten· ""' ya que a cualquier jugada pasi-
temos primero analizar el proce- va las negras podrían co:c.testar
so mental de las blancas. l. ... , R2C y apoderarse de la ini-
ciativa mediante 2.... , TxT; 3.
PX T, D x P. Si, por otra parte,
Tal Dvoretzkl la torre blanca se retirara en es-
Leningrado, 1974 te momento de la fila 7, el PD
caería en manos del enemigo.
Diagrama núm. 116 Al calcular variantes, las blan-
cas no tardan en percata:::-se de
que a nada conduce el prosaico
cambio l. T X T, A X T, pe!'o, de
repente, se les ocurre ur::.a idea:
¿qué pasaría si el alfil negro se
fuera de 3R y dejara de defen-
der la torre? Entonces seria efi-
cacísimo T X T, por estar sobre-
cargada la dama enemiga. De es-
ta idea nace un plan co:::creto:
¡desviar dicho alfil!
1. A4A P4AR
70
5. D6A+, R4T; 6. P4C+, RST; 7. Con todo, parece difícil que las
D6T mate. blancas puedan intensificar aúu
A menudo es preciso provocar más su ataque, debido al influjo
artificialmente una situación de nue a su vez ejerce el caballo ne-
sobrecarga. Para ello se echa ma- ~ro sólidamente instalado en el
no la mayoría de las veces de centro. La primera jugada, por
un recurso táctico auxiliar, la tanto, tiende a aniquilar ese mo-
destrucción de una de las defen- lesto adversario.
sas, que consiste en alejar del
punto atacado una de las piezas o 1. TXC! PxT
peones que lo defienden, dejan- 2. ASA!
do así sobrecargados a los demás
Si las negras aceptan este nue-
defensores. Sólo hay que tener
vo sacrificio, sus peones del ala
en cuenta que si la combinación
de rey qliedarán seriamente debi-·
entraña algún sacrificio, la su-
litados. Así, después de 2. .. . ,
perioridad de fuerzas en el sec-
p x A , las blancas penetrarían de
.
tor decisivo de la batalla ha de
inmediato en la fortaleza enerru-
ser bastante grande.
ga por la brecha reclén ableria:
3. D4C+ seguido de 4. D7C mate.
Tal Najdorf
Leipzig, !960
2. D3C
3. AxP TRlR
4. A5R D3C
Diagrama flúm. lll
5. C6T+ RIA
6. P5A! Abandonan.
Si ahora 6 . ... , D4C sigue 7.
CxP!
Botvlnnlk Chekhover
Moscú, 1935
Diagrama núm. 118
71
La búsqueda de un medio para Windrich Holz
acabar con las defensas enemigas, RDA, 1969
destruyéndolas o alejándolas del
sector crítico) ocupa a menudo un Diagrama núm. 119
lugar predominante en los cálcu-
los del bando activo. En esta po-
sición, claro está, las blancas ~en
tran sus reflexiones en dos fac-
tores: !) Aunque las negras tie-
nen dos piezas de más, una de
sus torres (en 2TD) y la dama
están prácticamente fuera de jue-
go; se impone por tanto actuar
con energía, de manera que el
enemigo no disponga de tiempo
para reagrupar sus fuerzas. 2) La
única debilidad en el campo de
las. negras, que hay que tratar
de explotar cuanto antes, es la
posición precaria en que se en-
cuentra su rey; pero de momen-
to la dama blanca no puede pe- l. TXP!
netrar en las filas enemigas «vi-
giladas» por el caballo de 3AR. Precisamente este peón era el
Conclusión lógica: ¡eliminar este pilar en que se sostenía la posi-
caballo aun a costa de un sacri- ción de las blancas. Todo el edi-
ficio de calidad! ficio se viene ahora abajo.
l. TXC AxT 2. TXT TXT
2. D7T+ RlA 3. DxT AxC
3. TlR! 4. D7C AxT
Abandonan.
Cortándole la retirada al rey
negro y atrayendo a la vez el al-
fil enemigo a la casilla 4R, donde En caso de 5. D X A seguiría 5.
quedará clavado. ... , D7C +; 6. R3T, D8A!, etcétera.
72
Kholmov Banlllk 2. RxA
URSS, 1.962 3. C5A+!
3. PxC
4. D2Il.+ A4CR
5. T3i'R+ R3C
6. AXP4A+ Abandonan.
73
Diagrama núm. 121 Diagrama núm. 123
.i.
R, __~ ir.. A • .. -.ii
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75
EL COMBATE POR L;\S «ESFERAS
DE INFLUENCIA»
76
En la siguiente composición ar- 3. RlR A5C
tística las blancas le bloquean va- 4. A2D+ R7A
rias veces al alfil negro el cami- 5. A4A!
no hacia la casilla 2D, desplegan-
do en ello notable ingenio. Bloqueando sólidamente el PAR
negro y obteniendo así la victo-
ria, pues en caso de 5 .... , P X A
A. Herbstmann, 1927 sigue 6. P6D y se corona este peón
sin ob~culos.
Diagrama núm. 130
Al analizar la combinación de
la partida Moresi-Ferrarini (véa-
se el capítulo «En la "despensa"
de las maravillas») pudimos ya
ver cómo a veces una pieza pro-
pia no_s estorba ocupando uná ca-
silla imprescindible para instalar
otra pieza. Sucede a menudo que
una torpe disposición de fuerzas
no sólo nos corta la retirada, si-
no que nos impide llevar a. cabo,
dado el caso, operaciones táctica-
m-ente ventajosas. En la práctica,
esto equivale a un <<autoblo-
Juegan blancas y ganan queo».
En semejantes casos hay que
averiguar si con un sacrificio o
La amenaza por parte de las un jaque (¡para no perder precio-
blancas de coronar el PD puede sos tiempos!) se podrá despejar
ser parada por el negro median- la casilla crítica.
te l .... , P5C o la maniobra l. ... , Examinad con atención las me-
ABD seguido de 2.... , A4T y 3. jores partidas de Karpov, Spassky,
... , AlR. Veamos cómo se las arre- Tal, Fischer ... En ellas veréis lo
gla el blanco para lograr la an- bien que {(respiran)> las piezas de
helada pr:Jmoción. esos carripeones por las columnas
y diagonales abiertas, para poder
l. P6C PxP desplegar toda su actividad en
2. A4C! ASD+ cualquier mom-ento.
77
Hemsohn Heisenbutter Gurgenidze Sergievskl
RFA, 1958 URSS, 1962
Y/·_,;<'M
t~
del negro en el flanco de dama co- ra posición del AD enemigo y la
bran relieve. columna TR abierta en manos de
¿Qué pueden emprender aquí las negras, A éstas no se les plan-
las blancas para llegar oportuna.,. tea más que un problema: ¿cómo
y eficazmente al punto 7CR? Es- despejar para su dama la casilla
to lo podría hacer la dama blan- 4CR?
ca si las dos torres de su bando
no le cerraran el camino ... l. A. iD!
78
-- --------..,.~·-
Panov Makogonov
TifUs, 1937
l. P5R!
1. PDXP
2. C4R C4D
Al estudiar este ejemplo nota-
A su vez el caballo negro dis- réis que durante el ataqL.:.-: :C.J se
pone de un fuerte punto centraL .:~'..:.ú:'_ ::2.n piezas únicamente pa-
pero esto ya no cambia las c~r ra destruir los defensores activos
sas, pues las amenazas que crean de la posición enemiga, sino tam-
las blancas con su siguiente ju- bién para incrementar el poten-
gada son demasiado graves. cial bélico de las propias piezas
atacantes.
3. C6-5A AlA Sin duda habéis caído ya en la
cuenta de que, distribuyendo mal
Las negras se ven obligadas a nuestras piezas y asignándoles pa-
79
peles pasivos, no pocas veces les ejemplo doblando las torres, re-
impedimos actuar con libertad y sultaría poco eficaz debido a su
entorpecemos sus maniobras aun lentitud. Al blanco se le ocurre
en el propio campo. una magnífica idea para ganar
Observad con qué sencillez se rápidamente la partida.
desarrolla aquí el ntaque de las
blancas una vez despejada, me- l. P4CR
diante un sacrificio de calidad, la
diagonal 1TD~8TR. La amenaza 2. P5A obliga a las
negras a aceptar este «regalo».
l. Txct PxT
2. P7A+! l. AxP
2. TDlC A4A
Con esta jugada las blancas de- 3. TxPT!
satan toda la potencia de la ba-
tería que .constituyen la dama y - Sólo ahora se percibe el verda-
el alfil. dero sentido de la apertura de la
El resto de la partida no re- columna CR. Al no poderse jugar
quiere comentariós: -2-... , Tx p; 3.... , RxT a causa de 4. T1T+
3. DXP, RlA; 4. D7C+, R2R; 5. seguido de 5. T8T+ +, hay que
A4C+, abandonan. capturar esta torre con la dama,
tras lo cual queda «al descubier-
ta» el alfil que desempeñaba un
Starchenko Goldberg importante papel en la defensa
Moscú, 1956 de las negras.
5. AxP D5T
6. A4R+ RlA
7. TlT Abandonan.
Si la dama se va de la columna
~ TR, sigue 8. TBT+ y las negras
pierden la torre de 1T.
80
Rubtzova Borisenko 4. . .. RxP
Sukhumi, 1966
La partida prosiguió todavía 5.
Diagrama núm. 136 T6T+, R2A; 6. A3R, R2C; 7. T1T,
D2R; 8. A4R+, A3A; 9. AxA+.
RXA; 10. D4R+ (como veis, la
diagonal abierta se ha aprovecha-
do bien), R2A; 11. T5T y las ne-
gras abandonaron.
Obstrucción
2. D7T+ R2A
3. A6C+ R2R
4. P6D+!
No sólo ganando tiempo para
que la torre partícipe en la ofen-
siva, sino despejando también la
diagonal 1TR-8TD. l. T5D!!
81
·De un solo golpe las blancas CxA; 6. D7D+, etc. Y a l. ... ,
1
acaban con la arrnoma '
de 1as D2A sigue 2. D5C+, R!A; 3.
fuerzas enemigas! Si l. ... , A X T D6T+, R2R; 4. D6A+, RlA; 5.
o 1.... , PXT, la torre negra que- CxP+, TxC; 6. DxT.
da sin defensa. Tampoco sirven
l. ... , DXT, a causa de 2. D6A 2. CxP+ R3A
mate, ni l. ... , T X T, a lo que si-
gue igualmente mate (2. DSA No es posible 2. Dx e debi-
mate). do a 3. D6D mate.
Asimismo es típico el ejemplo
que viene a continuación. 3. T6D+ RxC
4. D3AR+ TSA
5. D5T+ RSR
6. A2A+ R6R
7. T3D+ Abandonan.
82
Diagramq núm. 139 Diagrama núm. 141
!J·
83
Diagrama núm. 143 Diagrama núm. 145
.!1:\.
Diagrama núm. 144 Diagrama núm. 146
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~- •• ~
Juegan negras
•••• Juegan blancas
84
:\IOTIVOS GEOMÉTRICOS
85
¡He ahí por qué la torre negra R3A; 4. D4TD+; o 3.... , R4R;
fue atraída a 4TR! 4. DlR+. ¡Espléndido final!
También en el siguiente ejem-
plo las blancas consiguen ganar
A. Troitzky, 1898 la dama enemiga gracias a sus
«intrigas'' por las diagonales.
Diagrama núm. 148
V. y M. Platov, 1909
l. A7T+!
86
perderían inmediatamente la da~ Mecking Tan
ma tras 4. A5C+. Tampoco sir- Petrópolis, 1973
ve 3 .... , R7D a causa de 4. C3C+
con análogo resultado. Les queda Diagrama núm. 150
sólo una jugada.
3. D4T
4. AxP+! RxA·
5. C3C+
87
¿EN. QUÉ SUEÑAN LOS
. PEONES?
88
Besaler Milller Teich:rnaD.JJ Aficionado
Landau, 1962 Zurich, 1921
l. TxP!! CxT
2. D5C C2A
3. D8D+! CxD
4. P6T! Abandonan.
89
...
No es posible, naturalmente, l. Zelinski V. Dzuravlev
PDxP a causa de 2. AXA. Por correspondencia, 1971-1972
2. TIA
3. D3A!
3. TRIR
4. AxA PxA
5. DxPR! DxD l. C6A! AxC
6. TxD TxT 2. PXA PxA
7. TxP+ 3. P7A D2R
90
...
negras prefirieron rendirse de in- 5. P7R! D8A+
mediato.
Las negras aún confían -en el
jaque perpetuo, pero el blanco ha
Botvil!nik Capablanca previsto ya el modo de cubrirse:
Torneo AVRO, 1938 6. R2A, D7A+; 7. R3C, D6D+; 8.
R4T, D5R+; 9. RXP, D7R+; 10.
Diagrama núm. 156 R4T!, D5R+; 11. P4G, D8R+; 12.
R5T, abandonan. <ll'
Geller Averbach
Kiev, 1954
91
Ganando un importante tiempo Las negras tienen una torre de
y, a la vez, atrayendo la torre más, pero toca jugar a las blan-
enemiga a lD. Las blancas aban- cas, que a su vez disponen de un
donan, ya q_ue después de 7. T X T peligroso peón pasado. Es claro
el negro logra la victoria median- q_ue no puede continuarse l. A X D
te 7.... , P7A, etcétera. a causa de l. ... , TBAR+ seguido
En algunos casos es necesario de 2.... , TxD. Tampoco resulta
transformar el peón q_ue llega a bueno l. P8A =D, pues las negras
la última fila no en dama, sino pasarían i:ri;jhediatamente a la
en cualquier otra pieza. La ma- ofensiva: l. ... , D7A+; 2. R3A,
yoría de las veces esto tiene la fi- D7R+; 3. R4A, D5R mate.
nalidad de evitar las tablas por Parece que na hay solución. Sin
ahogado. El caballo constituye una embargo, transformando el peón
excepción: a él se recurre cuan- en caballo, las blancas ganan un
do hay q_ue aprovechar su aQti- . tiempo esencial pa.ra reavivar su
tud para atacar das piezas ene- ataque, al paso que asumen la ini-
migas mediante una horquilla o ciativa. ¡Y ésta, como ya lo ha-
para entrar instantáneamente en béis podido comprobar, es la cla-
juego dando jaq_ue. De todas for- ve del triunfo!
mas, este tipo de promoción pro-
duce siempre un efecto de sor- l. PSA=C+! RIC
presa, pues estaréis de acuerdo 2. A6R+! DxA
en que es bastante raro que en 3. DxD+ RXC
la práctica un peón se transfor- 4. DxPD
me en caballo. Y las blancas ganaron explo-
tando su ventaja de material.
92
La beUeza de esta fantástica ¡Y ahora os toca a vosotros
composición se aprecia sin comen- crear obras maestras! Todos los
tarios. ejercicios que siguen tienen un
enunciado común: las blancas jue-
l. C4A+ R3T! gan y ganan. Os advierto que es-
2. P8C=C+ R2T tos ejemplos no provienen de par-
3. C8C-6A+ R3T tidas reales, se trata de compo-
4. CxP+ R2T siciones artísticas donde la solu-
5. C8-6A + R2C ción nunca es superficial. ¡Buena
6. CoR+ R2A suerte[
7. P8D=C+! R2R A propósito, no todos los ejem-
8. P8A=C mate. plos tienen por protagonista un
peón pasado; en algunos de ellos
¡La posición final bien merece hay que atender a los motivos
un diagrama! geométricos.
93
Diagrama núm. 161 Diagrama núm. 163
iil • • • -~·· • • •
• • •ti). • ••• •
•••• ~- [d • •
•
··@¡.•••
• •.• •.§
[1.[1 • • • • •
•••
·'ª·· i.
•
•• • •••
• •
~
•
~t•
,IJ • • •
94
Diagrama núm. 165 Diagrama núm. 167
95
MÉTODOS DE AUTODEFENSA
Combinaciones de «ahogadm>
96
4. T5D+ PxT quiere perder la dama después de
5. DSAD+! DxD 4 .... , R3C; 5. D8CR+.
La jugada intermedia
-··
que había podido salvarse me-
diante una idea de tablas por aho-
gado! En lugar de su erróneo mo~
vimiento de dama tenía que ha-
ber hecho:
l. TxT RxT
2. T3C+!! Dx T
3. DSC+ R2T
4. D8TR+!
5. C6C+ R4C
6. C8A! TlD
7. C7T+! Tablas.
Jaque perpetuo
98
ludio al jaque perpetuo, con una Steinberg ~akarov
espléndida combinación salpicada Kharkov, 1956
de sacrificios.
Diagrama n.!Ím. 17~
N eumann Aficionado
Viena, 1912
Celadas
gg
Chig<>rin Marco Makog<>n<>v Chekhover
Viena, 1898
Diagrama núm. 176
Diagrama núm. 175
l. R2T!
•
zas de la posición, las negras die-
ron el siguiente jaquel en apa-
riencia inocuo:
Creyendo que era un «descui~
dm> de su adversario, y cegadas l. ... D5C+
por la consiguiente eufor.ia, las
negras jugaron sin reflexwnar: Aquí ganaban las blancas fá-
cilmente después de 2. RlA, pero
l. TxA? pensaron que <dados los caiTIInos
2. TxT C7R conducen a Roma)L ..
100
Contraataque Rosenthal Makogonov
rAoscú, 1936
Cuando el adversario ataca. la
reacción natural es defenderse de Diagrama núm. 178
sus amenazas inmediatas. Pero,
como ya sabemos, la mejor de-
fensa consiste ... ¡en el ataque! Un
inopinado contragolpe táctico lo-
gra muchas veces cambiar de re-
pente el curso de la batalla.
Johanssen Metzing
.
Diagrama núm. 177
l. A5CR
l. ... C6A!!
Las blancas esperaban que la Abandonan.
dama atacada se retirara, y a l.
... , D XC tenían la intención de No existe defensa satisfactoria
contestar 2. AXT. Pero, cor:no sue- contra 2 .... , CXD+ ni 2 .... ,
le decirse, (cet hombre propone y TXT+. Si, por ejemplo, 2. PxC,
Dios dispone» ... sigue 2 .... , A6T mate.
101
Miscto Kloza Alekhine Verlinski
Polonia, 1955 Odessa, 1918
1\
•
2
102
Diagrama núnz. }81 Diagrama núm. 183
103
----------------
Diagrama núm. 185 Diagrama núm. 187
• • • •
.
m • • •
~• • rm •
• ••••
~· • ••
•• • •••
• • Id • •
·~·
Juegan blancas y tablas Juegan blancas y tablas
104
A LA CAZA DEL REY
l. C6C CXC?
105
En tales combinaciones apare- Abriéndole paso a la dama para
cen varios motivos: los alfiles la maniobra final.
({apuntan~~ al flanco de rey y, des-
pués de su sacrificio, al bando 2. ... RlC
atacante le quedan todavía fuer-
zas en número suficiente para dar Si 2.... , R3T sigue 3. D4C y 4.
mate al aterrorizado rey enemigo. D4T mate.
,;¡>;
3. D5Tt" Abandonan.
Marshall Wolf
Nuremberg, 1906 A 3.... , P X D sigue «sencilla-
mente)) 4. A 7T mate, y en caso
Diagrama núm. 190 de 3 .... , P3A; 4. DXP+, D2CR;
5. DXD+, RXD; 6. CXP+ se-
guido de 7. C X T las negras que-
dan en una situación enteramen-
te desesperada.
La combinación realizada por
las n~gras en la siguiente parti-
da es una de las más bellas que
existen en relación con el ataque
por las diagonales.
Rotlevy Rubinstein
Lodz, 1907
l. CxPT!
l. RxC l. TXC!
2. C5C+ 2. PxD T7D!
106
---
DesvianO la dama blanca para Después de 5. T:\R el ataque
que deje d defender su AR y, al hubiera sido irresüible, pero en
mismo tierpo, amenazando mate la partida se les poó por alto a
(3 .... , T x'TR mate) en caso de las blancas esta poibilidad.
que la dara se retire de la fila
que ocupa.
Richter 1!icionado
3. DcT AxA+ Berlin, ]35
4. DC T6T!
Abanonan. Diagrama ml1. 193
Bog<jubov Red!
lermont, 1933
l. AxP+! .xA
2. C5CR+ xC?
107
5. D5T+ RlC l. CxPA! RXC
6. P6C! Abandonan. 2. CxPC! Pxc
3. AxPCR+ RlC
La cuña introducida por las 4. A7A+! RlT
blancas en la fortaleza enemiga
justifica la decisión del negro, ya Naturalmente, no es posible
que el mate es inevitable. capturar el alfil a causa de 5.
En suma, el plan de ataque en D7T mate. ¡El caballo negro está
semejantes posiciones viene a ser clavado!
éste: sacrificar un alfil en 7TR y
llevar en seguida el caballo a 5CR 5. A7C+
sin conceder tregua ni cuartel
(¡dando jaque!) al adversario, Ambos alfiles se muestran ine-
abriendo a la vez paso a la pro- xorables ...
pia dama hacia 5TR. La actua-
·ci'Dn conjunta de la dama .. y el ca- 5. RXA
ballo es aquí excepcionalmente
eficaz. También es útil disponer Todo lo que viene ahora es for-
de una torre en cualquier colum- zado.
na abierta, para trasladarla con
rapidez al flanco de rey por la 6. D6C+ RlA
fila 3 y reforzar así el ataque. 7. D6T+! RxA
Algo distintas son las operaciO- 8. D7T+ RIA
nes contra el punto 7AR, aunque 9. TXC+ AxT
también en este caso desempeña 10. TxA mate.
un papel de primer orden la de-
bilidad de las diagonales. Los alfiles blancos han traba-
jado a las mil maravillas prepa-
rando el ataque final de la artille-
Fürsten berg Witman ría pesada.
1955
Después de los ejercicios que
Diagrama núm. 194 os daré para resolver personal-
mente, hablaremos de algunas
otras formas de combinación asi-
mismo utilizadas como «ariete>>
contra los peones que defienden
al rey enemigo.
108
Bagirov Furman Todavía siguió 7. TXA, T1TR;
Bakú, 1972 8. D3C+, R2A; 9. T x C con estra-
gos irreparables.
Diilgrama núm. 195
Tatal Karpov
Las Palmas, 1977
l. CSA+! PxC
109
Si las blancas retiran el alfil su primera fila. Contra los defen-
a lA o lo defienden por medio sores de ésta se dirigen uno tras
de 9. C3R, el negro replica 9 .... , otro los tiros del blanco.
A4AD seg•.1ido de 10 .... , TlT
mate. l. C4C
2. D2D
3. D5D!!
3. RlA
Liberándose de la clavada. Si
3.... , P3CR, decidiría 4. T3-3R!
110
pujarlo hacia el propio campo, R5D; 6. TxA, R6R (se ame::=-
donde le será leída la sentencia ba 7. R2R y 8. P3A mate): ~-
de muerte. Ello se consigue de or~ 0-0, C5D; 8. TDlR+, C7R7: ;.
dinario por medio de jaques ince- TXC+, RXT; 10. A5T+, R6R: ::.
santes y a menudo también sa- T3A+, R5D; 12. A7A!, ab2.!:ó:-
crificios. nan.
¿Por qué <cmagnéticas»? Fijaos ¡El florón que viene ahora ::-..:2
bien en los ejemplos y ·os pare- llamado por Paul Keres lpe:-:.:;.
cerá como si las blancas estuv~e del arte ajedrecístico»!
ran haciendo uso de un poten te
imán que atrae fatalmente al rey
adverso hacia su inexorable des- Pérez Najdorf
tino ... Torremolinos, 1961
112
Diagrama núm. 200 Diagrama núm. 202
113
Diagrama núm. 204 Diagrama núm. 206
114
SACRIFICIOS INTUITIVO~
ll5
Griinfeld Spielmann 5. C2A A4D
6. D3TR D2R
Diagrama núm. 208
Las negras no se distraen de su
ataque capturando el PTD blanco.
7. A2R P6D!
8. CxP TRlR
9. RlA AXPCD
116
Tal Pachman hay que tener constantemente en
Riga, 1954 cuenta la ventaja material del ad-
versario. Aquí las blancas deci-
Diagrama núm. 209 dieron lanzarse con valentía al
ataque, confiando en que la ini-
ciativa así conseguida sería larga
y peligrosa para el negro.
5. DXC
6. PxP TxT
7. P7C+ RlC
8. AxPT+
8. ... RxA
9. TxT C5R!
l. P3C
2. Tl-1AR P3A
3. P4TR! RlT
4. T5-3A P4A
5. PxP!?
117
pasados y avanzados, sostenidos Con esta jugada «tranquila}} las
por la dama y la torre, plantea- blancas preparan una astuta com-
rían al adversario problemas de- binación.
fensivos sumamente difíciles que
le llevarían a cometer errores. 13. T2R
Así sucedió en realidad ...
Merecía considerarse 13 . ... ,
12. T2T D1T.
118
Según la escala de valores ma- P X P y ahora 12. A5D. Po:- otra
teriales, las blancas no tienen .su- parte, s.i no toman el peó~ (11.
ficiente compensación (dos peo- ... , PxP), sigue 12. P5A con
nes) por el caballo sacrificado. efectos igualmente mortales.
Pero esto no significa que su com-
binación se haya construido «so- 9. TXA! Abandona!!.
bre arena»: la posición del rey
negro es ahora bastante insP~,U Decisión justa, ya que después
ra y la clavada del caballo limi- de 9.... , PxT; 10. A5D, TXA;
ta no poco su libertad de movi- 11. D5A + las blancas queda!! con
mientos. gran ventaja de material.
Esta otra clase de compensa- La compensación más «volátil»
ción (dinámica) es característica que pueden traernos los sacrifi-
de los sacrificios intuitivos de Tal, cios intuitivos es la que se da en
los cuales d:e ordinario no llevan -términos de tiempo. Esto r::e re-
automáticamente a la victoria y cuerda una partida de Tal con-
exigen la búsqueda de nuevos gol- tra Vladimir Simagin. Mucho des-
pes tácticos, nuevos recursos de pués de haberse acabado, los dos
ataque. A su vez, el adversario grandes maestros seguían tOOavía
suele disponer de múltiples posi- analizando la posición critca.
bilidades de defensa, entre las -¿Tenían las negras que per-
que puede elegir libremente. der forzosamente? -pregt:.!ltaba
incrédulo Simagin-. ¡Con t:n ca-
4. D3R ballo de más!
-Sí, pero ... jtan lejos! -res-
Amenazando acabar con la pre-
pondía Tal sonriendo.
sión blanca mediante 5 .... , D5C.
He aquí la posición en ~tigio:
5. P3TR! A4A
6. RlT!
Tal Sima.gin
Ahora las negras deben contar Moscú, 1963
con la amenaza P4AR.
Di·agrama núm. 212
6. A5D
No es posible, claro está, 6 . ... ,
AxP a causa de 7. T1AR.
7. TlD!
¡Todas las piezas blancas han
de <<arrimar el hombro»!
7. T3D
8. A3T T3T
Las negras se dan cuenta de
•
que no pueden regresar a lD, por
ejemplo 8. ..., TlD; 9. P3AD!,
A3C; 10. TXT, AxT; 11. P4AR!,
119
l. T7D P7A a uno de los principios generales
2. Cxl' ex e de la defensa: «iCuantas m~nos
3. P7A piezas, mejor!» Pero las negras no
tuvieron en cuenta que esta ju-
¿Qué indujo a las blancas a sa- gada debilitaba su primera fila.
crificar el caballo a cambio sola- A 3. . .. , R2C el blanco pensa-
mente de un peón? Dos cosas: ba replicar 4. P5T!, y a 3.... , DBA
,:'} la posibilidad de explotar el ale- 4. D4A manteniendo las amena-
jamiento temporal del caballo zas TSD y P5T-6T, etcétera.
enemigo y la fuerza de su propio
peón avanzado. 4. TxT DxT+
En este momento amenazan 4. 5. R2T C5D
TSD, además de lo cual existen
verdaderas perspectivas de com- El caballo corre en ayuda de su
binación y ataque en el flanco de desamparado rey pero ya es" tar-
1
rey. de ...
120
¡HACIA NUEVOS ENCUEJ'IfROSL
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Diagrama núm. 213 Diagrama núm. 215
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Juegan blancas Juegan negras
123
Diagrama núm. 217 Diagrama núm. 219
124
Diagrama núm. 221 Diagrama núm. 223
125
Diagrama núm. 225 Diagrama núm. 227
Juegan blancas
126
¡COMPROBAD VUESTR4.S SOLUCIONES!
127
2. P4A mate. l. ... , TxA; 2. TXP mate. l. ... , R XA; 2. T3R mate. l. ... ,
T5D; 2. D7R mate.
Diag. 17: l. Khokholoush. - l. RlC!! (el objeto de esta jugada es
despejar la casilla lAD para el alfil: 2. AlA amenazando 3. P3A mate),
PxP; 2. R2A! seguido de 3. DlTR mate. l. ... , A4AD; 2. A7C+, R4A;
3. D7D mate. l. ... , P6A; 2. DlT+, R6D; 3. A6T mate.
128
Diag. 38: Vogi-Alexander. - l. ... , P5A! (las negras amenazan aho-
ra con un sacrificio de desviación, 2.... , DXC!, g:mando así el caballo);
2. P X P, D6T! 3. Abandonan.
Diag. 39: Lllicnthal·Botvinnik.- l. ... , T7C!; 2. D4R (naturalmente,
no sirve 2. DxT a causa de 2.. :., D4TR mr;te, y después de 2. DlR,
T7C; 3. T2D, D4TR+; 4. R2C, D4T! las blancas son víctimas de una
doble clavada), TxPT+; 3. RXT, D4TR+; 4. R2C, DXT y las negras
ganaron todavía otro pgpn.
Diag. 40: A. Troltzky:'- l. T6R+ !, T X T; 2. D6T+ !, R4D; 3. D4A +,
R3D (si 3 .... , R4R, las negras pierden la dama tns 4. DJA+); 4.
D5A +, R2D; 5. D7T+ seguido de 6. D X D.
Diag. 41: L. Kaiev.- l. T7T, RlA; 2. C6R+, R2A; 3, CXA, RlC;
4. T6T!, R XC; 5. T6CD, C2D: 8. T7C y las bianc:.s ganan el caballo.
Tampoco hubiera cambiado las cosas l. ... , R2A e l. ... , R3A.
129
R3C! (la vulnerabilidad del caballo negro queda ilustrada en esta va-
riante: 3 .... , C3A; 4. AxA, CXA; 5. T7D, etc.); 4. TBA, C3A!; 5. AXA,
R2C (las negras esperan aprovecharse de la mala posición de la torre
y forzar las tablas mediante un «ataque perpetuo», pero el blanco dis-
pone de un motivo geométrico que le conducirá a la victoria); 6. TSR,
R2A; 7. T8T!, R2C; 8. A6A+!!, RXA; 9. T6T+ seguido de 10. TxC.
En este final compuesto nos admira la aguda y tenaz defensa de las
negras. '
Diag. 60: G. Kasparia.n.- l. C8R! (amenazando 2. C7C+ seguido
de 3. A5A mate), R3C!; 2. P5T+, TxPT; 3. P5A+, TxP; 4. P4C, T4R;
5. A5A + !, T X A; 6. C7C! y el rey negro ha caído en una trampa
mortal.
~acecho
130
horquilla 4. C5A+); 4. AXD, PxP+; 5. RXP, RxC; 6. A6D ga-
nando.
Diag. 75: Sviderski-Marshall. - Aquí no es bueno ganar un peón
mediante l. ... , DxP+?; 2. RXD, C6R+; 3. R3A, CxD, ya que des-
pués de 4. P4A! el caballo negro queda atrapado al borde del tablero.
La clavada
Arterías de . damisela
1
Diag. 105: Belavenetz-Makogonov. - l. ... , A6A!; 2. D2A, A5T ;
3. DxAD. DxT+; 4. T2C, DXAR; 5. D5T, A2R; 6. P6R. DXPR!; 7.
TxP, T7D+; 8. T2C+, TXA!; 9. Abandonan.
131
Diag. 106: Bondarevski-Ufimtzev. - l. T8T+, R2A; 2. A8R+ !,
C X A; 3. R5C! y el mate es inevitable. Las blancas sacrificaron el
alfil para privar al adversario de la posibilidad CXPR+.
Diag. 107: Ejemplo escolar de A. Mason. - La jugada l. ... , T7C
es un error, puesto que debilita la fila 1 de las negras: 2. T1D, D1 T
(a 2 .... , TxD seguiría 3. TxD, P3C; 4. P7T, T7T; 5. T8D+ y 6.
P8T=D); 3. D4R! (¡sacrificio de desviación!), T1C; 4. T1CD!, P7A
(4 .... , T1AR; 5. DxD, TxD; 6. P7T); 5. TXT+, DXT; 6. P7T, DlAD;
7. P8T=D, P8A=D; 8. D8R+!, DxD; 9. DXD mate. (f-
Diag. 108: Ficher-Reshevsky. - l. AXP+!, RXA (si l. ... ,
TXA, sigue 2. C6R ganando la dama); 2. C6R! y se acabó la partida,
ya que las negras pierden la dama. En caso de 2 . ... , RxC; 3. D5D+,
R4A; 4. P4CR+, R X P; 5. T1CR+, el rey negro no tarda en su-
cumbir.
Diag. 109: Behting-Romashkevich. - l. A5T!, D x A (después de
l .... , P3C; 2. T5XC! se abriría con fatales consecuencias para el ne-
gro la diagonal 1TD-8TR); 2. T3XC, D3C; 3. TSR+, R2A; 4. DXPD+!
(sacrificio de' desviación), abandonan. En efecto, a 4 . ... , TxD sigue
5. T4-7R mate. ¡Espléndida conclusión! ·
Di ag. 110: A. Troitzky. - l. D4D+, R4C!; 2. D6A+, R5C; 3.
D3AR+, R4C; 4. D3CR+, A5C; 5. D4T+! (¡atracción!), RxD; 6. A6A
mate. En caso de 5.... , R5A decide 6. D2A +, A6A +; 7. D X A+, R4C;
8. D3CR+, R4A; 9. D3D+ ganando la dama.
Diag. 111: Guusberg-Chigorin. - l. ... , TxPA! (arrastrando a
la dama blanca fuera de su fila 2); 2. DxT (2. RXT, D5A+; 3. R2C,
D6C+ seguido de 4 .... , T2AR+, etc.), D7D+; 3. RlC, A7A+!; 4.
RlA, C5D! (desviando al alfil de la deiensa de la torre: ¡sobrecarga!);
5. AxC, DxT+; 6. R2R, TxT; 7. AXA, DXA; 8. Abandonan.
Diag. 112: Niedermann-Zuchs. - l. ASA! (atrayendo la torre ne-
gra a lAD), TxA (si l. ... , D8C+; 2. R2T, DxP; 3. AXT, DXA; 4.
D6D+, D2AD, decide el sacrificio de desviación 5. TST+!, R2C; 6.
T7T+); 2. TST+!, RXT: 3. DXTl+, TIC; 4. D6A+, T2C; 5.
D4T+, RlC; 6. D8R+, DlD; 7. DxD mate.
132
lC está ligada a la defensa de su dama. La partida continuó 4 .... ,
R x T, lo q:.:e les p_ern1itió a las blancas dar el siguiente jaque doble:
5. ASA+ • obstruyendo la fila 8) y ahora 5 .... , R X A; 6. D x D+, R2A;
7. D7e+. a~andonan.
Diag. 124: Keres-Mikenas. - l. e5A!, Pe X e; 2. T3T, abandonan.
No hay def-ensa contra el mate.
Diag. 125: Smejkai-Adorjan.- l. TxP+ !, RxT; 2. D4TR mate.
Diag. 126: Rada-Castel. - l. T X A! (las negras pierden su prin-
cipal defe:c.sor y sus casillas oscuras quedan <<desesperadamente» dé-
biles), Tx T; 2. D4D, D4R; 3. T1R!, abandonan.
Diag. ·127: Averbakh-Bondarevski.- l. AxP!, AxA; 2. DxA+!!
(¡magnífico:). RxD; 3. T6e+, AxT; 4. TxA+, RXP (4 .... , R2T;
5. e5e+, e:c.); 5. CXP+, C5e (a 5.... , R5T sigue 6. T6T+, R4e;
7. CxT-:-. R4A; 8. exD, Txe; 9. A2A+, R4R; 10. P4A+, etc.); 6.
Axe+, R5T: 7. T6T+, R4e; 8. exT+, RxA; 9. exD y las blancas
ganaron.
Diag. 128: Ragozin-Veresov. - l. TXA+, PTxT; 2. TXP+!
(dos ideas com_binativas se suceden -inmediatamente:_-¡elirninación de_
la pieza c'eóensora y desviación!), RXT; 3. D7T+, R3R (3 .... , R1A;
4. e4A!); 4. DxPe+, R4R; 5. D7e+, RxP; 6. e6A+! En esta hor-
quilla se basaba toda la combinación. Después de 6 . ... , P x e; 7.
D x D las ':::::ancas ganaron.
133
sólo amenazan jaque perpetuo en las casillas 6CR y 6TR, sino tam-
bién el contragolpe 2. TíA. Por eso se declararon inmediatamente
las tablas. A l. ... , DxA (pero no l. ... , AxA? a causa de 2. T7A)
seguiría 2. D5T+, R1C; 3. D7A+, R1T; 4. D5T+, etcétera.
Diag. 144: Reggio-Mieses. - l. ... , T6C!!; 2. DxT, A5Tr; 3. Aban-
donan, pues en caso de 3. DX A decide 3 .... , D6R+; 4. A2R, Dx AR
mate.
Diag. 145: Tarrasch-.Co.usultantes. - l. A7A!!, DxA (si l. ... ,
TxA sigue el sacrificio de diversión 2. D7C+!!, TXD; 3. TxP mate;
y si 2 .... , RXP, entonces 3. T1T+, D5T; 4. TxD mate); 2. TxP+!,
DxT; 3. D7C+, RxP; 4. T1T mate.
Diag. 146: A. Troitzky.- l. P7TD, A5A+; 2. R1T (naturalmente
no 2. R3T, ya que después de 2 .... , A4D las blancas perderían), A4D;
3. C6A, T5TD +; R2C, A X P; 5. C4R 1 !, A x C; 6. P7T, etcétera.
134
co, sin embargo, encontró un camino más seguro para ganar, digno
de una ccmpcsición artística: l. TXA!, T2 x A; 2. T8D+ !! (no repor-
taba nada 2. PxT?, PxT; 3. T1AD, R1A), TxT; 3. PXT, T1AD; 4.
T1D!, abandonan.
Diag. 166: L. Kuhbel.- l. D4C+, R1C; 2. C7D+, AXC; 3. PxA,
T8A + ; 4. R2C (las blancas capturarán la torre en la casilla 2AD
para acercarse al punto 3D), TIA+; 5. RxT, D3AD+; 6. R3D, DXT;
7. DxP+, R2C; 8. D7A!! (sólo ahora aparece lo profu.@,do de la de-
cisión de las blancas de no tomar la torre enemiga en...:rlAD; de ha-
berlo hecho así, el negro podría salvarse dando jaque en 7CR),
DXD; 9. PSD=C+!
Diag. 167: K. Traxler y F. Dedrle.- l. T2T+!, RXT; 2. AxP+!,
DxA; 3. P8C=A!!, TXC ¡ahogado!
Diag. 168: F. Lazard. - l. P7D, A3T! (amenazando mate en una
jugada); 2. ASA!, A5A; 3. A6D!, AxA (de otro modo las ·blancas
continúan su persecución «perpetua»); 4. PBD=T!! (en caso de 4.
P8D=D? decide 4.... , A5A; a cualquier jugada de la dama, el rey
negro se retira con jaque, y después de 6. DX A, RXD las negras ga-
nan fácilmente), A5A (a 4.... , AXP sigue 5. T3D+, RXT y tablas
por ahogado); 5. T2D, A4C!; 6. T5D, R5A; 7. T2D!, A3T; 8. T6D, R4C;
9. T2D, tablas. Tan pronto como el rey negro se retire de la diagonal
del alfil, el blanco queda ahogado.
Métodos de autodefel)Sa
135
R3R!; 8. C5C+, R4A; 9. CXP, R5C; 10. C2A+, R6A; 11. C3T, T7C+;
12. RlC 0 RlT, R6C y las negms ganan), T7C; ?. RlC, P?T+; 8. Rl T,
TXC ¡ahogado[
Diag. 187: A. Gurvich. -.l. C6R! (no sirve l. C5R+, RXC; 2. C3D
a causa de 2.... , P4C!), P7C; 2. C6T+, R3A; 3. C4C+, R4A; 4. C3R+,
R4R! (4 .... , R5R; 5. CID! con tablas); 5. C4C+, R5R!; 6. C2A+, R4A;
. 7. P4R+ !, P X P; 8. CID!!, P8C =D. No se ha podido impedir la pro-
moción de este peón, pero las blancas se salvan dando jaque perpe-
tuo: 9. C3R+, R3A; 10. C4C+, R2A; 11. C6T+, R3A; 12. C4C+, R4A;
13. C3R+, R4R; 14. C4C+, R4D; 15. C3R+, etcétera.
136
A la caza del rey
137
jHacia nuevos encuentros!
138
y si la dama se retira, las negras ganan la calidad des¡::c:és de 2.
AxA.
139
COLECCIÓN ESCAQUES
Un libro en el .....
en texto e imág~~: el niño hallará
fundamentales qu~ .:os_ ~oncepto~
en la práctica d 1o _mlciarán .
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48 • . . rez.
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Formato 23 o color.
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