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EL JUZGAMIENTO Y LA CONDENA DEL IMPUTADO SIN


SU PRESENCIA FÍSICA CONFORME AL NUEVO CÓDIGO
PROCESAL PENAL

FERNANDO VICENTE NÚÑEZ PÉREZ1

CONTENIDO:

1. La importancia del tema

2. La audiencia de juzgamiento en sede de primera instancia sin la presencia física del imputado

3. La lectura de la parte dispositiva y la lectura integral de la sentencia sin la presencia física del
imputado

4. La audiencia de juzgamiento en sede de segunda instancia sin la presencia física del imputado

5. Pronunciamientos jurisprudenciales de la Corte Suprema y del Tribunal Constitucional

5.1. La instalación, el desarrollo y la finalización de la audiencia de apelación de la sentencia


absolutoria en los casos que no asista el imputado recurrido o no recurrente y la lectura integral
de la sentencia de vista en audiencia pública: Análisis de la Sentencia de Casación N° 183-2011-
Huaura del 05 de setiembre de 2012

5.2. La lectura de la sentencia de condena como un simple acto formal de notificación o que
pone en conocimiento la decisión final del juzgamiento: Análisis del precedente vinculante
normativo derivado del Recurso de Nulidad Nº 4040-2011-Lima del 29 de noviembre de 2012

5.3. La lectura de la sentencia condenatoria sin la presencia física del imputado para los
procesos penales ordinarios, sumarios y especiales (querellas): Análisis de la Directiva N° 012-
2013-CE-PJ expedida por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial publicada en el diario oficial El
Peruano el 19 de enero de 2014

5.4. La no obligatoriedad de que el imputado recurrente acuda a la audiencia de apelación de la


sentencia condenatoria cuando acude su defensa técnica: Análisis del EXP. N° 2964-2011-
PHC/TC-Arequipa-Mauricio Gilberto Ponce Núñez expedida por nuestro Tribunal Constitucional

5.5. La no obligatoriedad de que la parte procesal recurrente acuda a la audiencia del recurso de
apelación de autos: Análisis del Acuerdo Plenario N° 1-2012-CJ-116 del 18 de enero de 2013
publicado en el diario oficial El Peruano el 4 de enero de 2014

1
Magister en Ciencias Penales por la Facultad de Derecho de la Universidad de San Martín de Porres.
Profesor de Derecho Penal, Derecho Procesal Penal, Delitos contra la Administración Pública y en el Curso
Especial de Titulación por Exámenes-CETEX en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Martín de
Porres. Docente en la Academia de Práctica Forense del Ilustre Colegio de Abogados de Lima (2005-2014).
Autor de los libros: “La condena del imputado absuelto en instancia única y el recurso de casación en el
Nuevo Código Procesal Penal”. Editorial Grijley y Iustitia, Enero de 2013; “El contenido esencial del non bis
in ídem y de la cosa juzgada en el Nuevo Código Procesal Penal”. Editorial Grijley y Iustitia, Octubre de
2012.
2

1. LA IMPORTANCIA DEL TEMA

El juzgamiento y la condena del imputado sin su presencia física es una de las


novedades que introduce el Nuevo Código Procesal Penal a través del proceso penal
común2, tanto en sede de primera como de segunda instancia, tema que si bien se
encuentra regulado en este proceso base, no es menos cierto que existe un nivel de
polémica, de discrepancia y de contradicción, con el proceso por delito de ejercicio
privado de la acción penal como con el proceso por faltas, ya que estos últimos
proceso penales especiales tienen dentro de su estructura que la conforman la etapa
de juzgamiento3.

Nuestra Corte Suprema ha tenido a bien pronunciarse sobre el tema a través de la


Sentencia de Casación N° 183-2011-HUAURA del 05 de setiembre de 2012, como por
medio del Precedente Vinculante Normativo derivado del Recurso de Nulidad N° 4040-
2011-LIMA del 29 de noviembre de 2012, rechazándose desde ya la posibilidad de
entender de que ello vulneraría los prescrito en la Constitución, en el sentido de la
prohibición de la condena en ausencia4 5, pronunciamientos jurisprudenciales que

2
Con fecha 22 de agosto de 2013 salió publicado en la página web del diario El Comercio la siguiente nota
periodística referido a la expedición de una sentencia condenatoria sin la necesaria presencia física de los
imputados, esto es, tanto por el delito de cohecho activo y pasivo a la vez: “Un policía es sentenciado a 6
años de prisión por aceptar soborno. El suboficial PNP Élver Uriarte Núñez recibió coima de S/.500 de la
mujer de un requisitoriado para que no detenga a este. Un policía fue sentenciado a seis años de prisión por
haber recibido una coima de un mujer a cambio de que no proceda a detener al conviviente de esta quien
tenía una orden de captura en su contra. El suboficial PNP Élver Eliazar Uriarte Núñez, quien labora en la
comisaría de Villa El Salvador, es el sentenciado. Con él, fue condenada la mujer que lo sobornó, identificada
como Gloria Inés Quispe López. Ella recibió cuatro años de prisión suspendida por el delito de cohecho activo
genérico. Se comprobó, mediante un audio, su intención de sobornar al agente policial, con el fin de que éste
deje sin efecto la orden de captura que pesaba en contra de su conviviente. Entre las pruebas sustentadas
por la Fiscal Adjunta Anticorrupción de Lima Sur, Lupe Dextre López, está la grabación de una conversación
telefónica entre el acusado y la co acusada donde los dos negocian la entrega de dinero. La negativa del sub
oficial para pasar una prueba que permitiera comprobar si su voz correspondía a la grabación, así como las
contradicciones de la inculpada dieron muestra de una conducta obstruccionista, según la fiscalía. Por ello,
además de la pena privativa de libertad, el policía fue también sentenciado al pago de S/.5 mil de reparación
civil y a 3 años de inhabilitación para ejercer cargo público. La coacusada Quispe López deberá pagar
S/.1.000 de reparación civil a favor del Estado. La lectura de sentencia se realizó en audiencia pública en la
sala del tercer Juzgado Unipersonal de Lima Sur. A la misma no asistieron los inculpados si no solo sus
abogados por lo cual el Poder Judicial ordenó la inmediata ubicación y captura de Uriarte y Gloria Quispe. El
policía será internado en un penal a ser designado por el INPE mientras que a la mujer se le dictará las
reglas de conducta que deberá seguir durante los tres primeros años de la pena suspendida impuesta”. En:
http://elcomercio.pe/lima/sucesos/policia-sentenciado-anos-prision-aceptar-soborno-noticia-
1620932. Información obtenida con fecha 22 de agosto de 2013.

3
Debe tenerse en cuenta que de los 31 Distritos Judiciales que existen en el país, el Nuevo Código Procesal
Penal se encuentra vigente en 23 Distritos Judiciales, quedando pendiente la entrada en vigencia en su
totalidad para los siguientes Distritos Judiciales: Lima, Lima Norte, Lima Sur, Callao, Ayacucho, Apurímac,
Junín y Huancavelica. La entrada en vigencia del Nuevo Código Procesal Penal concretamente para los
Distritos Judiciales de Lima, Lima Norte, Lima Sur y Callao, ha quedado pendiente para el 01 de abril de
2016, esto último conforme al Decreto Supremo N° 003-2014-JUS publicado en el diario oficial El Peruano el
31 de marzo de 2014, normatividad que tiene la siguiente nomenclatura jurídica: “Aprueban Plan para la
Consolidación de la Reforma Procesal Penal y el Reglamento de la Comisión Especial de Implementación del
Código Procesal Penal”. Esto es sin perjuicio de entender de que este estatuto adjetivo en materia punitiva
se viene aplicando para los delitos regulados en los artículos 382° al 401° del Código Penal (peculado,
concusión y corrupción de funcionarios). Cabe recordar que las fases del proceso de implementación del
Nuevo Código Procesal Penal son las siguientes: introducción, transición, fijación y consolidación.

4
“Artículo 139° de la Constitución: Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

(…)
3

serán materia de análisis y de comentario en la presente, ello sin perjuicio de que a la


fecha se viene debatiendo en la doctrina si la presencia física del imputado se podrá
convalidar o sustentar en forma virtual6.

2. LA AUDIENCIA DE JUZGAMIENTO EN SEDE DE PRIMERA INSTANCIA SIN LA


PRESENCIA FÍSICA DEL IMPUTADO

Conforme a las reglas del proceso penal común, cuando el Juez Penal Unipersonal o
Colegiado dicte el auto de citación a juicio, el respectivo emplazamiento al imputado-
acusado se le deberá realizar bajo apercibimiento de declararlo reo contumaz en caso
de inconcurrencia injustificada. Se debe entender que la audiencia de juzgamiento sólo
podrá instalarse con la presencia obligatoria, entre otros, del imputado y de su
defensor7.

Debe tenerse en cuenta que en el sistema procesal anterior, cuando el imputado no


asistía a la instalación de la audiencia, el órgano judicial disponía una nueva citación-
notificación, pero ahora sí bajo el apercibimiento de que si este imputado no asistía por
segunda oportunidad, se le tenía que declarar reo contumaz, por lo que, de acuerdo a
lo descrito, existen diferencias en ese sentido con el Nuevo Código Procesal Penal.

De acuerdo a lo que se viene describiendo, la nueva legislación precisa que no es


necesario una orden posterior en donde se declare la contumacia y se ordene la
comparecencia, bastando la mera ausencia injustificada del imputado para que este
sea apercibido por grado o fuerza, siempre y cuando se haya consignado dicha
consecuencia al momento del emplazamiento8.

Si bien uno de los principios del juzgamiento oral es la presencia obligatoria del
imputado, el Nuevo Código Procesal Penal permite afirmar que si el imputado que ha
prestado su declaración en esta etapa procesal o cuando decida acogerse al derecho al
silencio (como parte de su derecho de defensa material), deja de asistir a la
mencionada audiencia, esta podrá continuar sin su presencia, siendo representado por
su abogado defensor. Con esa aseveración, se entiende que el desarrollo o la

12. El principio de no ser condenado en ausencia”.

5
Téngase en cuenta que el ya derogado Decreto Ley N° 25728 del 18 de setiembre de 1992, permitió en su
momento la condena del ausente en el caso de los procesados por los delitos de terrorismo y de traición a la
patria.

6
HURTADO POMA, Juan Rolando. “Primer caso de “presencia virtual” del acusado en el juicio oral”. En:
http://190.12.76.211/alertainformativa/index.php?mod=documento&com=documento&id=308.
Información obtenida con fecha 08 de setiembre de 2013.
7
Haciéndose mención que la legislación procesal penal italiana y colombiana permiten que el procesado sea
representado por su abogado defensor, siendo esto lo más cercano al tema de la condena en ausencia,
ARBULÚ MARTÍNEZ, Víctor Jimmy. “Lectura de sentencia y asistencia del imputado. A propósito del
Precedente Vinculante R.N. 4040-2011”. En:
http://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/articulos/a_20140108_02.pdf. Información
obtenida con fecha 02 de abril de 2014, hace mención de lo siguiente: “La condena sin contradictorio, sin
actuación probatoria de descargo, definitivamente es una violación al debido proceso, pese a que hay
legislaciones como la italiana y la colombiana que permiten que un procesado sea representado por un
abogado, y se le condene en ausencia. En una defensa judicial es sustancial la participación del imputado
con su abogado. En este supuesto ¿Cómo preparar una buena defensa? ¿Qué medios de pruebas eficaces
hay que presentar? Esto no se puede hacer si el procesado está desaparecido, por lo que en este contexto la
legislación colombiana e italiana tienen un modelo en el que la defensa esta disminuida, siendo incompatible
con tratados de derechos humanos. Aquí si se está a lo más cercano de la condena en ausencia”.

8
ORÉ GUARDIA, Arsenio. “Manual de Derecho Procesal Penal”. Tomo 1, Editorial Reforma, Primera
Edición, Diciembre de 2011, p. 190.
4

continuación del juzgamiento se podrá realizar sin la presencia física del imputado,
permitiéndose la actuación de pruebas sin su presencia, en donde, llegado el caso,
significará que el imputado renuncia en forma voluntaria a poder ejercer su derecho
fundamental a la última palabra, como parte del derecho a la defensa material o
autodefensa.

Por otro lado y no siendo contradictorio con lo anterior, se establece que si su


presencia resultare necesaria para practicar algún acto procesal, como por ejemplo
para realizar un careo, una inspección o una reconstrucción, su persona será conducida
compulsivamente. Así también se le deberá hacer comparecer cuando se produjera la
ampliación de la acusación9. Se añade que el imputado-acusado no podrá alejarse de
la audiencia sin el permiso del Juez, por lo que, existiendo el respectivo permiso, si se
podrá alejar de la audiencia.

3. LA LECTURA DE LA PARTE DISPOSITIVA Y LA LECTURA INTEGRAL DE LA


SENTENCIA SIN LA PRESENCIA FÍSICA DEL IMPUTADO

Como los últimos pasos que le van a poner fin al juzgamiento en sede de primera
instancia, se entiende que cerrado el debate los Jueces deberán pasar a deliberar en
sesión secreta, deliberación que no podrá durar más allá de los dos días, ni podrá
suspenderse por más de tres días en caso exista enfermedad del Juez o de alguno de
los Jueces que conforman el Juzgado Penal Colegiado, en tanto que si el proceso penal
fue declarado complejo, estos plazos señalados se podrán duplicar.

Luego de ello, el Juez Penal, llámese unipersonal o colegiado, se deberá constituir


nuevamente a la Sala de Audiencias después de haber sido convocadas verbalmente
las partes, siendo que la sentencia deberá ser leída ante quienes comparezcan.

Se debe entender que inmediatamente después de esta mencionada deliberación, la


sentencia deberá ser redactada por el Juez o por el Director de Debates según el caso,
dándose lectura integral de la misma en la sesión correspondiente, esto es, conforme a
los plazos señalados, otorgándose la copia respectiva a todas las partes procesales que
decidan comparecer.

A pesar de lo afirmado y como una novedad, la institución procesal del acto de lectura
sentencia, conforme al artículo 396°.2 del Nuevo Código Procesal Penal, se puede
bifurcar o diferenciar entre lo que es la lectura de la parte dispositiva de la sentencia,
con lo que es la lectura integral de la sentencia.

En lo que se refiere a la lectura de la parte dispositiva de la sentencia, la misma se da


en el contexto de que existiendo complejidad del asunto que es materia de
juzgamiento o por lo avanzado de la hora, se es necesario diferir la redacción de la
sentencia, por lo que, en esa oportunidad se deberá leer tan sólo la mencionada parte
dispositiva, en donde uno de los jueces deberá relatar sintéticamente los fundamentos
que motivaron la decisión, anunciándose el día y la hora a fin de que se lleve a cabo la
lectura integral, la que se llevará a cabo en el plazo máximo de los ochos días
posteriores al pronunciamiento de la parte dispositiva ante quienes comparezcan10.

9
ORÉ GUARDIA, Arsenio. “Manual de Derecho Procesal Penal”. Tomo 1, Editorial Reforma, Primera
Edición, Diciembre de 2011, p. 191.

10
Nuestro Tribunal Constitucional por medio del EXP. N.º 04334-2012-PHC/TC-LAMBAYEQUE-CRUZ
MARÍA CASTILLO JIMÉNEZ, se pronunció en un caso en concreto sobre el tema de la siguiente manera:
“(…) Debe precisarse que anteriormente en la audiencia de fecha 13 de diciembre del 2011, donde se leyó
la sentencia condenatoria (…) no se encontraba la recurrente; solamente estaba presente el abogado
5

En esa línea de hacer destacar sus diferencias, se debe entender que en el caso de la
lectura de la parte dispositiva de la sentencia, todavía la sentencia no se encuentra
redactada, ni impresa ni firmada, por lo que, a lo mucho se podrá obtener una copia
del audio-video del resumen oralizado, en tanto que cuando exista la lectura integral
de la sentencia, este pronunciamiento judicial se encontrará totalmente redactado,
impreso y firmado, en donde al final de su lectura la partes recibirán inmediatamente
una copia de ella.

Debe tenerse presente que la sentencia deberá entenderse notificada con su lectura
integral en audiencia pública. Sin perjuicio de lo señalado, debe tenerse en cuenta que
el Nuevo Código Procesal Penal se pone en el supuesto de que en el acto procesal de la
lectura de la sentencia no se encuentre físicamente el imputado condenado, por lo que,
se establece que para los imputados no concurrentes a la audiencia el plazo para poder
interponer el recurso de apelación empieza a correr desde el día siguiente de la
notificación de la mencionada sentencia en su domicilio procesal.

Como un tema de interés procesal, debe hacerse destacar que si el condenado


estuviere enfrentando el proceso penal en libertad, es decir, con la medida coercitiva
de carácter personal de la comparecencia, en tanto se le decida imponer pena o
medida de seguridad privativa de la libertad de carácter efectiva, el Juez Penal, según
la naturaleza o la gravedad y el peligro de fuga, tiene la facultad de poder optar por su
inmediata ejecución o el de imponer algunas de las restricciones previstas para la
comparecencia que se encuentran reguladas en el artículo 288° del Nuevo Código
Procesal Penal, esto es, mientras se resuelva el recurso de apelación ante la Sala Penal
de Apelaciones11.

La idea central de esta novedosa institución procesal, como derivado de poderse


garantizar el estatus de la presunción de inocencia de todo imputado así haya recibido
una sentencia condenatoria, no teniendo el carácter de firme por encontrarse
impugnada, es el hecho de que a pesar que el órgano judicial ad quo (Juez Penal
Unipersonal o Colegiado) haya decidido imponer una pena privativa de la libertad
efectiva, esta decisión judicial podrá no ejecutarse en forma inmediata por encontrarse
suspendida, a resultas de lo que vaya a decidir el órgano judicial ad quem (Sala Penal
Superior o de Apelaciones) en la audiencia de apelación de sentencia12.

defensor antes mencionado; que no habiendo concurrido a dicha diligencia, fue declarada reo contumaz,
medida que se levantó provisionalmente para que pudiera acudir a la audiencia de apelación de sentencia;
no obstante lo cual han demostrado su falta de interés para que se resuelva el proceso” (EL SUBRAYADO Y
EL NEGREADO ES NUESTRO).

11
Nuestro Máximo Intérprete de la Constitución a través del EXP. N.º 04334-2012-PHC/TC-
LAMBAYEQUE-CRUZ MARÍA CASTILLO JIMÉNEZ, se pronunció en un caso en concreto sobre el tema de
la siguiente manera: “(…) En el presente caso se advierte (…) que mediante Resolución N.° 27, de fecha
14 de marzo del 2012, se suspendió la ejecución de la sentencia condenatoria impuesta contra la
recurrente, quien tenía la condición de reo contumaz, para que pueda concurrir a la audiencia de
apelación contra la sentencia (…)” (EL SUBRAYADO Y EL NEGREADO ES NUESTRO).

12
Con fecha 27 de agosto de 2013 salió publicado en la página web del diario Perú 21 la siguiente nota
periodística: “Miguel Chehade fue condenado a tres años de cárcel efectiva. Hermano del congresista
oficialista Omar Chehade fue sentenciado por el delito de cohecho activo en el caso Caso Andahuasi. El fallo
no se ejecutará hasta que se confirme en una instancia superior. Miguel Chehade se salvó, por ahora, de ir a
la cárcel gracias a una interpretación que hizo la jueza del nuevo Código Procesal Penal. Miguel Chehade,
hermano del legislador Omar Chehade, fue condenado a tres años de prisión efectiva por el Tercer Juzgado
Penal Unipersonal de Lima, que preside la magistrada Nayko Techy Coronado Salazar. Sin embargo, la
sentencia no se ejecutará hasta que se confirme en una instancia superior, ya que el procesado presentó
recurso de apelación. Deberá pagar 60 mil soles de reparación civil. El Poder Judicial halló responsable a
Chehade Moya del delito de cohecho activo genérico en agravio del Estado por su participación en la reunión
6

4. LA AUDIENCIA DE JUZGAMIENTO EN SEDE DE SEGUNDA INSTANCIA SIN LA


PRESENCIA FÍSICA DEL IMPUTADO

Es verdad que la existencia de una audiencia de juzgamiento en sede de segunda


instancia que tienda, en alguna medida, a revisar la sentencia dictada en primera
instancia, es desde ya un gran cambio a favor de la oralidad, de la inmediación y de la
contradicción, con el fin de poder desterrar aquella sola existencia de una vista de la
causa, en donde si las partes lo deseaban o lo tenían a bien podían informar
oralmente.

Por otro lado, si bien en el artículo 424º.1 del Nuevo Código Procesal Penal se
establece que en la audiencia de apelación de la sentencia se observarán, en cuanto
sean aplicables, las normas relativas al juzgamiento realizado en sede de primera
instancia, es una afirmación aparentemente literal que no es tan cierto, conforme lo
demostraremos en forma motivada.

De acuerdo a los principios procesales que rigen todo juzgamiento, este nuevo estatuto
procesal penal nacional afirma que el juicio es la etapa principal del proceso, rigiendo
principalmente los principios de oralidad, de publicidad, de contradicción y de
inmediación en la actuación probatoria, agregándose los principios de continuidad del
juzgamiento, de concentración de los actos del juicio, de la identidad física del
juzgador así como el de presencia obligatoria del imputado y de su defensor.

A pesar de lo afirmado, el Nuevo Código Procesal Penal permite, por medio de su


artículo 423º.4, que el juzgamiento o la audiencia de apelación de la sentencia
absolutoria se pueda llevar a cabo sin la presencia física del imputado absuelto
recurrido, pudiéndose afectar con ello no solo el principio que obliga a que en todo

en el restaurante ‘Las Brujas de Cachiche’, realizada el 6 de octubre del 2011, donde presionó a un grupo de
generales de la Policía Nacional para que desalojen a los actuales administradores de la azucarera
Andahuasi. En la famosa cita estuvieron presentes los generales Abel Gamarra, Guillermo Arteta y Raúl
Salazar, además del entonces vicepresidente de la República Omar Chehade, quien se vio obligado a
renunciar por este escándalo. La jueza tomó en consideración la visita que efectuó Chehade a la sede
policial de El Potao, donde iba a entregar a Arteta una resolución judicial que autorizaba la intervención
policial para entregar la administración de la azucarera al Grupo Wong. El fiscal Hamilton Castro, quien había
pedido una pena de cinco años de cárcel para Chehade, explicó que el Ministerio Público se reserva el
derecho de apelar, pues primero analizarán los alcances de la sentencia. Además, precisó que Coronado
Salazar no tiene competencia para condenar al legislador de Gana Perú”. En:
http://peru21.pe/politica/miguel-chehade-fue-condenado-tres-anos-carcel-efectiva-2146529.
Información obtenida con fecha 27 de agosto de 2013; así también, vinculado al mismo caso, con fecha 18
de noviembre de 2013 salió publicado en la página web del diario Perú 21 la siguiente nota periodística:
“Poder Judicial ordena la captura y reclusión de Miguel Chehade. Tribunal eleva condena a hermano de
congresista Omar Chehade y le imponen cuatro años de prisión efectiva y S/.60 mil de reparación por caso
Andahuasi. Miguel Chehade no acudió a la lectura de su sentencia. El Poder Judicial ordenó hoy la captura e
internamiento en un penal de Miguel Chehade Moya, hermano del congresista humalista Omar Chehade, al
subirle la condenada de tres a cuatro años de prisión efectiva por presionar a altos mandos de la Policía
Nacional para que ejecuten una acción de desalojo de la azucarera Andahuasi a favor del grupo Wong. El
tribunal de la Sala Penal de Apelaciones de Corte Superior de Lima anuló la condena inicial de tres años
prisión preventiva a Chehade y ordenó que pague una reparación civil de S/.60 mil. Miguel Chehade fue
sentenciado por los delitos de corrupción de funcionarios y cohecho activo genérico en agravio al Estado, a
raíz de la polémica cita promovida por su hermano Omar, en ese momento vicepresidente del país, en el
restaurante “Brujas del Cachiche”, en el que participaron los generales Guillermo Arteta, Raúl Salazar y Abel
Gamarra, los dos últimos ya en retiro. Según la sentencia, el hermano del congresista oficialista trató de
presionar a Arteta –quien denunció el hecho– para que ordene el desalojo de trabajadores de la Cooperativa
Andahuasi, ofreció bombas lacrimógenas a los agentes, el traslado de la caballería e incluso el ascenso de
oficiales que participaran en esta acción. El procesado no asistió a la lectura de la sentencia, pero su
abogado indicó que se acatará la decisión del Poder Judicial”. En: http://peru21.pe/politica/poder-
judicial-ordena-captura-y-reclusion-miguel-chehade-2158038. Información obtenida con fecha 18 de
noviembre de 2013.
7

juzgamiento se encuentre físicamente el imputado, sino que también se afectarían los


principios de oralidad, de contradicción y de inmediación, ya que se permitiría la
actuación o la producción probatoria justamente sin que el imputado se encuentre
presente en forma física. Si bien se podría sostener que en todo caso cuando el
imputado absuelto recurrido no se encuentre físicamente en la audiencia, su defensa
va ser ejercida por su abogado defensor, sin embargo, esa posición significaría la
reducción al máximo del derecho de defensa, ya que esta no solo se manifiesta a
través de la defensa técnica o letrada ejercida por el abogado defensor, sino que el
mismo también se manifiesta por medio de la defensa material o de la autodefensa
que la ejerce el propio imputado13.

Además, se debe apreciar que, conforme al artículo 425º.4 del Nuevo Código Procesal
Penal, se permite además que la sentencia de segunda instancia pueda ser
pronunciada en presencia de las partes que decidan asistir14.

Por tanto, la posibilidad de realizar la audiencia de apelación y dictar sentencia


condenatoria sin presencia del imputado, es la ejemplificación máxima de que en el
juicio de apelación no se regula una audiencia oral y contradictoria, conforme a los
principios bases del modelo acusatorio15.

Si se permite, conforme lo autoriza el Nuevo Código Procesal Penal, llevarse a cabo


una audiencia o juzgamiento en sede de segunda instancia sin la presencia física del
imputado absuelto recurrido, más allá del cuestionamiento que pueda existir a la
actuación probatoria sin su presencia, cabe añadir que en el juzgamiento de primera
instancia el imputado tiene derecho a que el juzgador le informe de sus derechos,
como el de informarle que tiene libertad en declarar o en no declarar sobre lo que se le
imputa, teniendo también derecho a que en cualquier estado del juzgamiento en
solicitar ser oído con el fin de poder ampliar, aclarar o complementar sus afirmaciones
o de declarar si anteriormente decidió abstenerse, derechos últimos que no podrán ser

13
El profesor ORÉ GUARDIA, Arsenio. “Manual de Derecho Procesal Penal”. Tomo 1, Editorial Reforma,
Primera Edición, Diciembre de 2011, p. 191, precisa que: “(…) en el procedimiento de apelación regulado
por el Código Procesal Penal de 2004, el derecho a no ser condenado en ausencia resulta afectado; toda vez
que, podrá llevarse adelante la audiencia incluso con ausencia del imputado recurrido (…), pudiendo
ordenar, en su caso, la conducción coactiva y declararlos reos contumaces. No siendo suficiente con ello, el
legislador ha previsto que el pronunciamiento judicial puede realizarse únicamente en presencia de las
partes que asistan (…)”. Este autor también afirma esta posición en su libro: “Principios del Procesal
Penal”. Editorial Reforma, Primera Edición, Diciembre, 2011, p. 134.

14
Con fecha 18 de noviembre de 2013 salió publicado en la página web de RPP la siguiente nota
periodística: “Condenan a cuatro años de prisión a Miguel Chehade. La Sala de Apelaciones de la Corte
Superior de Lima ordenó la captura e internamiento en una cárcel del hermano del congresista oficialista. La
Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Lima ordenó la captura de Miguel Chehade Moya y el
internamiento en una cárcel para que cumpla prisión efectiva de cuatro años por el caso Andahuasi. En esta
audiencia, el tribunal ordenó que la condena inicial de tres años de prisión preventiva no sea ratificada,
emitiendo un nuevo fallo, en esta oportunidad de cuatro años de prisión efectiva. El hermano del congresista
oficialista Omar Chehade fue hallado culpable del delito de cohecho activo genérico, además de un pago de
60 mil nuevos soles por reparación civil. Según la sentencia, Chehade sobornó al general Guillermo Arteta
para ordenar el desalojo de los trabajadores de la Cooperativa Andahuasi. Se dice que ofreció la compra de
bombas lacrimógenas, traslado de caballería y hasta ascensos. Miguel Chehade no asistió a la lectura de
sentencia, pero su abogado, Alonso Peña, ha dicho que su patrocinado acataría la decisión que ha adoptado
la Sala de Apelaciones”. En: http://www.rpp.com.pe/2013-11-18-condenan-a-cuatro-anos-de-
prision-a-miguel-chehade-noticia_648492.html. Información obtenida con fecha 18 de noviembre de
2013.

15
ORÉ GUARDIA, Arsenio. “La condena del absuelto. Documento Complementario”. En: Jus Liberabit –
Revista Informativa y de Actualidad Jurídica, Corte Superior de Justicia de Ica, Año I – Nº 6, Junio de 2011,
p. 114.
8

ejercidos por el imputado absuelto recurrido, por permitirse justamente la audiencia de


apelación de la sentencia absolutoria sin la presencia física del imputado.

Sin perjuicio que la no asistencia a la audiencia del imputado absuelto recurrido,


origine su orden de captura por medio de la respectiva requisitoria judicial, un derecho
fundamental que no podría ejercer también al llevarse a cabo la misma sin su
presencia, sería el derecho a la última palabra como una manifestación del derecho de
defensa material o de la autodefensa.

En una manera de reflexión, es pertinente tener presente que uno de los procesos
especiales que regula nuestro Nuevo Código Procesal Penal, es aquel denominado
como el proceso por delito de ejercicio privado de la acción penal, el mismo que
detalla en su artículo 463º.2 que si el querellado, que es el procesado en ese tipo de
proceso penal, encontrándose debidamente notificado, no asiste a su juzgamiento oral
o se ausente durante su desarrollo, se le declarará reo contumaz y se le dispondrá su
conducción compulsiva, reservándose el proceso (debiendo entenderse el
juzgamiento) hasta que sea habido16.

Conforme se puede apreciar, la etapa de juzgamiento de esta modalidad especial no


podrá ser iniciada ni continuada sin la presencia física del querellado-imputado, ya que
si ello ocurriera (la no asistencia), el mencionado juzgamiento deberá ser reservado
hasta que sea habido previa conducción compulsiva.

Lo curioso del tema, en términos de comparación y de resaltar alguna incongruencia,


es el hecho de que la querella, que es el acto procesal que busca dar inicio a este tipo
de proceso, se somete a las reglas de un proceso penal que es de interés privado, el
mismo que podría culminar en cualquier momento vía desistimiento o transacción,
siendo que a pesar de ello o de la naturaleza jurídica mencionada, el juzgamiento
requiere la necesaria y la neurálgica presencia del querellado tanto para que se inicie
como para que continúe aquella etapa procesal, rechazándose la posibilidad, por
tanto, de que el plenario o juicio oral se lleve a cabo sin la presencia física de este
sujeto pasivo del proceso.

Sin embargo, de acuerdo a lo descrito en líneas previas, en la etapa de juzgamiento


en sede de primera instancia del proceso penal común, que es un proceso de interés
público y de mayor relevancia que el mencionado proceso especial, no se exige la
presencia física del imputado para la continuación del juzgamiento luego de que haya
declarado o de que haya podido ejercer su derecho al silencio, así como para el acto
procesal en que se vaya a dictar la respectiva sentencia de condena (lectura de la
parte dispositiva de la sentencia y lectura integral de la sentencia). Sin dejar de ser
menos importante y de acuerdo a lo también desarrollado, para el juzgamiento en
sede de segunda instancia del imputado absuelto recurrido en el proceso penal común,
su presencia física no es necesaria para dar inicio al juzgamiento, para el momento en
que se actúen las pruebas, como para el momento en que la Sala Penal de
Apelaciones dicte la respectiva sentencia, órgano judicial ad quem que podrá aplicar la
institución procesal de la condena del absuelto.

16
En este sentido, ARBULÚ MARTÍNEZ, Víctor Jimmy. “La querella en el nuevo proceso penal”. En:
Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 34, Editorial Gaceta Jurídica, Abril de 2012, p. 248, apunta lo
siguiente: “En caso de que el querellado haya sido debidamente notificado y no asista al juicio oral o se
ausente durante su desarrollo, será declarado reo contumaz y se dispondrá su conducción compulsiva,
reservándose el proceso hasta que sea habido. Para estos efectos, aplicándose la ley de contumacia, el juez
podrá suspender los plazos de la prescripción”. Así también véase: NEYRA FLORES, José Antonio.
“Manual del Nuevo Proceso Penal & de Litigación Oral”. Editorial IDEMSA, Lima, Julio de 2010, pp. 461-462.
9

Esta contradicción e incongruencia resaltada entre el proceso penal común con el


proceso por delito de ejercicio privado de la acción penal, se le debe agregar las reglas
que nos brinda otro proceso penal especial, que es el proceso por faltas, en cuyo
artículo 485°.2 del Nuevo Código Procesal Penal se regula que cuando el imputado no
se presente en forma voluntaria a la audiencia de juzgamiento de esta modalidad
procesal, la judicatura podrá hacerle comparecer por medio de la fuerza pública, en
tanto que, se dice que si fuera necesario, se ordenará la prisión preventiva hasta que
se realice y culmine, la cual se deberá celebrar en forma inmediata17.

Este último articulado demuestra que para este tipo de proceso penal especial, como
es el de faltas, también se requiere la neurálgica y la obligatoria presencia del
imputado para que se lleve a cabo el plenario o juzgamiento, ya que sin su no
presencia física la misma no se podrá realizar, debiéndose resaltar que el artículo
484°.1 del Nuevo Código Procesal Penal hace hincapié que la audiencia se deberá
instalar con la presencia del imputado.

Nueva incoherencia que podemos encontrar y advertir ahora entre el proceso penal
común con el proceso por faltas, que deberá ser materia de reflexión por nuestros
Jueces Supremos al expedir un futuro Acuerdo Plenario o una Sentencia Casatoria, o
que en todo caso deberá ser materia de reforma legislativa a fin de poder
contrarrestar las incoherencias manifestadas.

5. PRONUNCIAMIENTOS JURISPRUDENCIALES DE LA CORTE SUPREMA Y DEL


TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

5.1. LA INSTALACIÓN, EL DESARROLLO Y LA FINALIZACIÓN DE LA


AUDIENCIA DE APELACIÓN DE LA SENTENCIA ABSOLUTORIA EN LOS CASOS
QUE NO ASISTA EL IMPUTADO RECURRIDO O NO RECURRENTE Y LA LECTURA
INTEGRAL DE LA SENTENCIA DE VISTA EN AUDIENCIA PÚBLICA: ANÁLISIS
DE LA SENTENCIA DE CASACIÓN N° 183-2011-HUAURA DEL 05 DE
SETIEMBRE DE 2012

Con este pronunciamiento judicial nuestra Corte Suprema desarrolla lo regulado en el


artículo 423°.4 del Nuevo Código Procesal Penal, concretamente en el tema del
juzgamiento del imputado absuelto en sede de segunda instancia, incidiendo en las
implicancias o en las consecuencias por su inasistencia de este último a esta
audiencia.

Debe tenerse presente que para la audiencia del juzgamiento en sede de segunda
instancia (audiencia del recurso de apelación de sentencia), deberán ser convocados
tanto las partes recurrentes como los no recurrentes. Si bien se parte de la idea de
que es obligatoria la presencia-asistencia de las partes recurrentes, se añade que la
mencionada obligación es en similar sentido de los imputados recurridos, también
denominados como no recurrentes, en tanto la impugnación fuera interpuesta por el
Fiscal, estableciéndose que la no asistencia del imputado absuelto recurrido no
impedirá la realización de la audiencia, tanto más si concurre la defensa técnica del
imputado, por lo que, la mencionada audiencia no podrá ser suspendida o reservada
hasta que el referido sujeto procesal sea ubicado y capturado.

Por lo expuesto, nuestra Corte Suprema autoriza que se realice la audiencia del
recurso de apelación de sentencia con la inasistencia del imputado absuelto recurrido,

17
NEYRA FLORES, José Antonio. “Manual del Nuevo Proceso Penal & de Litigación Oral”. Editorial
IDEMSA, Lima, Julio de 2010, pp. 484-485.
10

debiendo ser ello convalidada con la presencia de la respectiva defensa técnica a fin de
garantizar sus derechos y sus garantías procesales. Por tanto, la obligatoriedad en la
asistencia del imputado recurrido tiene una aplicación relativa.

Por otro lado, debe asimismo hacerse hincapié que el hecho de que el imputado
absuelto recurrido no asista a la audiencia del recurso de apelación de sentencia, no
siempre la Sala Penal Superior o Sala Penal de Apelaciones deberá declarar la
contumacia con la consecuente conducción coactiva de este imputado, ya que tal
proceder deberá ser merituada caso por caso, no debiendo ser aplicada en forma
absoluta, definitiva, indiscriminada o general. Por ello se asume que, para este caso
en concreto, la no imposición de la conducción coactiva, no significa por sí mismo la
afectación del debido proceso.

En cuanto al acto procesal de la lectura de la sentencia en sede de segunda instancia


por la Sala Penal de Apelaciones, debe tenerse presente que existen normas genéricas
en el Nuevo Código Procesal Penal que regulan su desarrollo tras el juzgamiento oral
llevado a cabo por el Juez Penal Unipersonal o Colegiado en sede de primera instancia,
en cuyo artículo 396° establece que la sentencia quedará notificada con la lectura
integral en audiencia pública, en tanto que la lectura de la sentencia en segunda
instancia también se deberá pronunciar siempre en audiencia pública, acto que podrá
realizarse con las partes que asistan, conforme lo regula el artículo 425°.4.

De lo descrito se puede llegar a la conclusión de que sea para la expedición de la


sentencia de primera instancia como para la de segunda instancia, es de obligatorio
cumplimiento que se de lectura a la sentencia en audiencia pública. La Corte Suprema
nacional apunta que ello garantizará el conocimiento de los argumentos y la decisión
judicial en forma oral a los justiciables presentes y al público concurrente, por lo que,
la sentencia de segunda instancia, al igual de aquella que es derivada del juzgamiento
en primera instancia, debe ser neurálgicamente leída en audiencia pública y después
de ello ser notificada a los sujetos procesales.

5.2. LA LECTURA DE LA SENTENCIA DE CONDENA COMO UN SIMPLE ACTO


FORMAL DE NOTIFICACIÓN O QUE PONE EN CONOCIMIENTO LA DECISIÓN
FINAL DEL JUZGAMIENTO: ANÁLISIS DEL PRECEDENTE VINCULANTE
NORMATIVO DERIVADO DEL RECURSO DE NULIDAD 4040-2011-LIMA DEL 29
DE NOVIEMBRE DE 201218 19

La importancia del estudio de este pronunciamiento jurisprudencial radica por el hecho


de permitir que la expedición de una sentencia de condena se pueda llevar a cabo sin
la necesaria y la neurálgica presencia física del imputado, regla normativa que si bien
se encuentra regulado en el artículo 396° del Nuevo Código Procesal Penal, por medio
de esta decisión judicial desarrollada por nuestra Corte Suprema, se permite su
aplicación y su invocación para la etapa de juzgamiento del proceso penal ordinario, no

18
Esta Directiva entró en vigencia a partir del día siguiente de su publicación, siendo por ello de aplicación
inmediata incluso a los procesos penales en curso, esto como una manifestación del tempus regis actum.

19
Analizando este Precedente Vinculante se encuentra TABOADA PILCO, Giammpol. “La prohibición
constitucional de la condena en ausencia en el proceso penal ordinario y sumario”. En: Gaceta Penal &
Procesal Penal, Tomo 56, Editorial Gaceta Jurídica, Febrero de 2014, pp. 241-251.
11

viendo por ello inconveniente, por tanto, que tal autorización jurisprudencial pueda ser
extendida para el proceso penal sumario20.

Debe quedar en claro que el hecho de que el imputado no asista a la sesión de la


audiencia en donde se tendrían que dar lectura las cuestiones de hecho como la
respectiva sentencia, no puede traer como consecuencia la nulidad o el quiebre del
juicio, ya que permitir que se retrotraiga todo al momento inicial del juicio oral sería
asumir un proceder perjudicial para el proceso mismo21 22.

20
Sin embargo, a pesar de lo explicado, con fecha 22 de noviembre de 2013 salió publicado en la página
web del diario El Comercio la siguiente nota periodística referido a una decisión judicial que contradice lo
expuesto en el Precedente Vinculante normativo derivado del Recurso de Nulidad 4040-2011-Lima del 29 de
noviembre de 2012, creando con ello impunidad y afectándose el derecho fundamental a la celeridad
procesal: “Jueza ordenó captura de Guillermo Alarcón, ex presidente de Alianza Lima. Alarcón ha sido
declarado reo contumaz. Ex dirigentes Carlos Gallardo, Augusto Donayre y Renzo Chiri fueron condenados a
cuatro años de prisión efectiva. La jueza Judith Villavicencio, del 36 Juzgado Penal, ordenó la captura del ex
presidente de Alianza Lima Guillermo Alarcón luego de que este no se presente a la lectura de sentencia por
fraude en agravio del club íntimo de La Victoria. Al ex dirigente íntimo se le reservó la lectura de la
sentencia. El Fiscal Julio Gutiérrez Aragón pidió cinco años de pena privativa de la libertad para Alarcón,
quien fue presidente durante el período 2009-2012. Quienes sí asistieron a la lectura fueron los ex dirigentes
Carlos Gallardo, Augusto Donayre y Renzo Chiri, quienes fueron condenados a cuatro años de prisión
efectiva. Andrés Pujazón, socio de Alianza Lima, informó en Radio Exitosa que los tres ex dirigentes
mencionados fueron trasladados a la carceleta del Poder Judicial. “(Alarcón) no se presentó a la lectura y
tiene orden de captura a nivel nacional. Hay que recordar que tanto él como estos tres ex directivos
utilizaron dinero de Alianza en sus cuentas personales y llevaron a cabo una asamblea ilegal que fue inscrita
en Registros Públicos”, agregó el socio íntimo”. En: http://elcomercio.pe/deporte-total/futbol-
peruano/juez-ordeno-captura-ex-presidente-alianza-lima-guillermo-alarcon-noticia-1662798.
Información obtenida con fecha 22 de noviembre de 2013.

21
En ese sentido crítico se pronuncia ARBULÚ MARTÍNEZ, Víctor Jimmy. “Lectura de sentencia y
asistencia del imputado. A propósito del Precedente Vinculante R.N. 4040-2011”. En:
http://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/articulos/a_20140108_02.pdf. Información
obtenida con fecha 02 de abril de 2014, al señalar la siguiente reflexión jurídica: “El último tramo del
juzgamiento, después de la defensa material, a veces es usado por el procesado y la defensa para realizar
actos dilatorios y maliciosos, para entrampar el proceso. Un colega magistrado me contó que en un caso de
violación sexual se citó a lectura de sentencia y el abogado no había hecho llegar sus conclusiones por
escrito. El día de la diligencia de lectura de sentencia no se podían votar las cuestiones de hecho y la misma
sentencia sin las conclusiones de la defensa solicitándose en el acto que trajera el escrito. Entonces el
abogado defensor les pidió a los magistrados que se suspendiera por unos minutos la audiencia, ya que
traería las conclusiones que las tenía lista en su oficina (que quedaban cerca al local del tribunal), y se fue
dejando a su cliente. Como no venía el abogado, se instó al acusado para que se asesore con abogado de
oficio; pero no aceptó, y la sala tuvo que suspender y reprogramar la audiencia para el día siguiente con
apercibimiento que si no volvía el abogado privado, se asesorara con abogado de oficio obligatoriamente. El
imputado ni su a abogado volvieron más. Era un trabajo en “pared” con un abogado deshonesto. El objetivo
era quebrar el juicio, como así se hizo. La idea era esquivar una sentencia condenatoria con pena efectiva.
En otro caso que tuve la posibilidad de conocer por una acción de garantía, se programó lectura de sentencia
en la Corte de Lima. Los imputados con sus abogados se hicieron presente; y luego de unos minutos, al ser
llamados sólo estaban los letrados que manifestaron que sus patrocinados habían tenido una “urgencia” y se
habían retirado. La sala dispuso continuar con la lectura de sentencia en aplicación del R.N. 4040-2011.
Fueron condenados a penas efectivas y los abogados defensores presentaron recurso de nulidad. Los
sentenciados luego presentaron un Habeas Corpus alegando condena en ausencia. La acción de garantía fue
rechazada”.

22
Sin embargo, TABOADA PILCO, Giammpol. “La prohibición constitucional de la condena en ausencia en
el proceso penal ordinario y sumario”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 56, Editorial Gaceta Jurídica,
Febrero de 2014, p. 249, dividiendo, en términos comparativos, el supuesto de lectura de sentencia sin la
presencia del imputado con respecto a la posibilidad de llevar a cabo el juzgamiento sin la presencia
obligatoria del imputado, hace mención de lo siguiente: “Algunas legislaciones comparadas también
contemplan el supuesto de la lectura de sentencia sin la presencia del acusado, e incluso la posibilidad de
llevar a cabo el juicio oral sin la concurrencia obligatoria del imputado; ambos supuestos siempre bajo las
garantías procesales y de defensa a fin de no afectar el debido proceso. Así tenemos como países que han
12

Por ello se debe entender que si el imputado ha asistido a todas las sesiones que
conforman la audiencia única del juzgamiento en compañía de su defensa técnica, la
sesión final en la que se tenga que dar lectura tanto a las cuestiones de hecho como a
la sentencia, representa simplemente un acto formal de notificación o de comunicación
de la decisión adoptada, la misma que se podrá realizar con presencia o sin presencia
física del imputado, situación que no afecta su derecho fundamental a la defensa, ya
que en forma previa precluyó la actuación de la prueba.

Este proceder del órgano jurisdiccional no significará afectar el principio constitucional


de la prohibición de la condena en ausencia, ya que el estatus jurídico del ausente,
conforme al artículo 79°.2 del Nuevo Código Procesal Penal, se encuentra vinculada o
se entiende cuando se ignora-desconoce el paradero del imputado, no apareciendo de
autos evidencia que su persona estuviere conociendo de la existencia del proceso penal
que se encuentra iniciado en su contra, no pudiendo bajo estas circunstancias ejercer
su derecho de defensa.

Nuestro Tribunal Constitucional a través del EXP. N.° 003-2005-PI/TC-LIMA-MÁS


DE CINCO MIL CIUDADANOS, se pronunció sobre el derecho fundamental a no ser
condenado en ausencia cuando se demandó la inconstitucionalidad del Decreto
Legislativo N° 922, haciendo destacar lo siguiente: “Derecho a no ser condenado en
ausencia. 164. Se aduce también que el ordinal "c" del artículo 12.9 del Decreto
Legislativo 922 viola el artículo 139.12 de la Ley Fundamental, ya que posibilita que la
Sala Penal pueda leer una sentencia condenatoria en ausencia del acusado, en
circunstancias excepcionales como las allí contempladas. El artículo 139.12 de la
Constitución reconoce, como principio y derecho de la función jurisdiccional, "El
principio de no ser condenado en ausencia". 165. La prohibición de que se pueda
condenar in absentia es una garantía típica del derecho al debido proceso penal. Es el
corolario de una serie de garantías vinculadas con el derecho de defensa que tiene
todo acusado en un proceso penal. Como ha expresado el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos, si un acusado tiene el derecho a defenderse por sí mismo, a
interrogar o hacer interrogar a testigos, a hacerse asistir gratuitamente por un
intérprete si no comprende o no habla la lengua empleada en la audiencia, el ejercicio
de esos derechos "(...) no se concibe apenas sin su presencia" [Sentencia del 12 de
febrero de 1985, Caso Colozza c/. Italia, párrafo 27; Sentencia del 1 de marzo de
2006, Caso Sejdovic c/.Italia, párrafo 81]. 166. La cuestión de si la prohibición de
condena en ausencia se extiende a la realización de todo el proceso penal o sólo al
acto procesal de lectura de sentencia condenatoria, el Tribunal ha de absolverla en los
términos que lo hace el ordinal "d" del artículo 14.3 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, según el cual "Durante el proceso, toda persona acusada
de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
(...) d) A hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida
por un defensor de su elección (...)". 167. De esta forma, el derecho en mención
garantiza, en su faz negativa, que un acusado no pueda ser condenado sin que antes
no se le permita conocer y refutar las acusaciones que pesan en su contra, así como
que no sea excluido del proceso en forma arbitraria. En su faz positiva, el derecho a no
ser condenado en ausencia impone a las autoridades judiciales el deber de hacer
conocer la existencia del proceso así como el de citar al acusado a cuanto acto procesal
sea necesaria su presencia física. 168. El Tribunal observa, sin embargo, que la
ausencia de una persona en el desarrollo del proceso y, en forma particular, durante el
juicio, no sólo puede tener por causa el desconocimiento que tenga de aquél, sino
también la rebeldía o renuncia expresa a la comparecencia. En el ámbito del proceso

regulado sus procesos penales a favor de esta posibilidad: España, Italia, Venezuela, Ecuador, Chile,
Argentina, entre otros”.
13

penal, el desconocimiento que el acusado tenga de la existencia de un proceso genera


un supuesto de "ausencia"; mientras que la resistencia a concurrir al proceso, teniendo
conocimiento de él, se denomina "contumacia". 169. En el caso, el ordinal "c" del
artículo 12.9 del Decreto Legislativo 922 faculta a la Sala Penal, entre otras cosas, que
pueda dictar una sentencia condenatoria sin contar con la presencia del acusado,
cuando en el acto procesal de lectura de sentencia éste incurra en una falta de carácter
grave. El Tribunal aprecia que, en el contexto en que dicha facultad puede ejercitarse,
no se está frente a un supuesto de condena en ausencia o de contumacia. El acusado
no ha sido ajeno a la existencia del proceso. Tampoco ha sido rebelde a participar en
él, conociendo de la existencia del proceso. En la hipótesis abstracta a la que se refiere
la disposición impugnada, el acusado ha estado presente en el desarrollo del proceso y
aun en el acto procesal de lectura de sentencia, en la que incluso ha podido expresar
los argumentos que mejor han convenido para su defensa. Su desalojo, que presupone
su participación en la audiencia de lectura de sentencia, por el contrario, se origina en
una falta grave por él cometida, que perturba la culminación eficaz del proceso. 170.
Ciertamente, el principio/derecho reconocido en el artículo 139.12 de la Ley
Fundamental también garantiza que un acusado esté presente en el acto de la lectura
de una sentencia condenatoria. Pero este derecho no puede entenderse en términos
absolutos, al extremo de que el acusado pueda frustrar indeterminadamente la lectura,
valiéndose para ello de la realización de actos graves cada vez que se programe el
referido acto procesal. La expulsión del acusado, en tales circunstancias, no tiene la
finalidad de dejarlo en indefensión, sino de impedir indebidas perturbaciones con la
impartición de la justicia penal. En ese sentido, el desalojo de la sala, prima facie, no
puede considerarse como una exclusión arbitraria, en los términos del artículo 139.12
de la Constitución. 171. El Tribunal no pierde de vista que tras la expulsión de la
audiencia y la subsiguiente lectura de la sentencia condenatoria, se encuentra también
en cuestión el ejercicio de otros derechos fundamentales de orden procesal, que
pueden resultar restringidos. En particular, el derecho a la interposición de medios
impugnatorios y, con ello, el derecho de defensa, que, como este Tribunal ha señalado,
es uno que atraviesa transversalmente todo el proceso judicial. Sin embargo, en
cualquiera de los tres derechos intervenidos con una medida como la dispuesta en el
ordinal "c" del artículo 12.9 del Decreto Legislativo 922, el Tribunal advierte que el
legislador ha previsto la adopción de medidas razonables que hacen que dichas
restricciones no puedan considerarse como una afectación del contenido esencial de los
derechos comprometidos. 172. Así, en primer lugar, el desalojo de la sala de audiencia
está establecida como una medida excepcional, de aplicación sólo en casos
particularmente graves y extremos. En segundo lugar, se trata siempre de una medida
temporal, que no comporta la exclusión del acusado del proceso, sino sólo para la
realización del acto procesal cuya realización se pretendía perturbar. En tercer lugar,
siendo una medida excepcional y temporal, adicionalmente, el legislador ha previsto
que la lectura de la sentencia condenatoria necesariamente deba realizarse con la
presencia del abogado defensor del acusado o del abogado nombrado de oficio, de
modo que no se postre al acusado en un estado de indefensión. Finalmente, se ha
previsto la obligación de notificar la sentencia condenatoria bajo determinadas
exigencias de orden formal, a fin de que el condenado decida si hace uso o no de los
medios impugnatorios que la ley procesal pueda haber previsto. Por estas razones, el
Tribunal considera que este extremo de la pretensión también debe rechazarse”.

Sin perjuicio de la existencia, a la fecha, de este comentado Precedente Vinculante


Normativo, es pertinente tener presente que nuestro Tribunal Constitucional ha venido
manifestando que es posible la invocación del Nuevo Código Procesal Penal a pesar de
que no esté vigente en todo el país y para todos los temas, debiéndosele considerar
14

como un parámetro de interpretación que busca dar solución a casos similares


evitando cualquier tipo de arbitrariedad23.

En ese sentido, el Supremo Intérprete de la Constitución Nacional por medio del EXP.
N.º 05504-2011-PHC/TC-LIMA-FULGENCIO POMACHAHUA ECHEVARRIA A
FAVOR DE ROGER FULGENCIO POMACHAHUA ARZAPALO, sobre el tema en
concreto y aceptando en forma anticipada lo desarrollado en líneas precedentes, se ha
pronunciado de la siguiente manera: “1. El objeto de la demanda es que se declare la
nulidad de la resolución de fecha 14 de diciembre de 2010, que resuelve no haber
nulidad en la sentencia que condena al beneficiado por el delito contra la libertad
sexual -violación- entre otros (Expediente N.º 328-2008), aduciéndose (…) que se
habría aplicado el Nuevo Código Procesal Penal en la lectura de la sentencia en primera
instancia, sin que el referido cuerpo normativo estuviera vigente en el Distrito Judicial
de Huancayo, vulnerándose así los derechos a la motivación de las resoluciones
judiciales, a la defensa, al debido proceso y a la tutela procesal efectiva. (…) 3. Sobre
la aplicación del artículo 396º inciso 2 del Nuevo Código Procesal Penal cuando éste no
se encontraba vigente, se tiene que en este articulado se dispone que “se lea tan sólo
la parte dispositiva de la sentencia cuando por la complejidad del asunto o lo avanzado
de la hora sea necesario diferir su redacción, y uno de los jueces relatará
sintéticamente al público los fundamentos que motivaron la decisión, anunciando el
día y la hora para la lectura integral, la que se llevará a cabo en el plazo máximo de
los ocho días posteriores ante quienes comparezcan”. Al respecto, no corresponde a
este Tribunal Constitucional dilucidar controversias de mera legalidad, es decir, no
corresponde determinar si resultaba o no aplicable el Nuevo Código Procesal Penal,
sino si su aplicación vulnera el derecho invocado. Así, de la lectura de la demanda se
tiene que el beneficiado habría cuestionado la vulneración del derecho de defensa por
la indebida aplicación de una disposición que autoriza la lectura de la parte dispositiva
de la sentencia; sin embargo, como obra de autos a fojas 155, al beneficiado se le
concedió el plazo de 10 días, computados desde la lectura de la sentencia en su
integridad, para que fundamente el recurso de nulidad, recurso que interpuso; por lo
que resulta de aplicación el artículo 2º, a contrario sensu, del Código Procesal
Constitucional, debiendo este extremo desestimarse”.

Así también, complementando lo anterior, debe tenerse presente que conforme a la


Sentencia Plenaria N°01-2013/301-A.2-ACPP del 06 de agosto de 2013, nuestra Corte
Suprema determina que las sentencias que se emitan y que se lean en audiencia,
deberán ser entregadas inmediatamente a las partes para que estas, sin riesgos de
indefensión material, puedan examinarlas así como el de poder fundamentar en forma
debida sus impugnaciones, debiéndose por ello entender que lo leído no son, en ese
contexto temporal, proyectos o documentos sin firma, entrega de sentencia que

23
Nuestro Máximo Intérprete de la Constitución con expresión del EXP. N.º 06079-2008-PHC/TC-LIMA-
JOSÉ HUMBERTO ABANTO VERÁSTEGUI, llegó a resolver de la siguiente manera: “8. Si bien el nuevo
Código Procesal Penal no se encuentra vigente en el Distrito Judicial de Lima, ello no impide para que sea
tomado en cuenta al momento de evaluar la arbitrariedad de la investigación preliminar iniciada
contra el demandante, pues su función de parámetro de razonabilidad es pertinente” (EL
SUBRAYADO Y EL NEGREADO ES NUESTRO). Así también nuestro Tribunal Constitucional a través del
EXP. N.° 02748-2010-PHC/TC-LIMA-ALEXANDER MOSQUERA IZQUIERDO, tomando en cuenta el
Nuevo Código Procesal Penal como un parámetro de interpretación que busca dar solución a otros casos en
que sean aplicables así no esté vigente en todo el país, ha llegado nuevamente a la siguiente conclusion:
“10. Por otro lado, si bien el Nuevo Código Procesal Penal de 2004 aún no está vigente en todo el
país no cabe duda que este cuerpo legal contiene diversos dispositivos que contribuyen al perfeccionamiento
del derecho procesal peruano que se erige como el programa procesal penal de la Constitución, y que por
tanto, pueden servir de parámetro interpretativo para la solución de otros casos en que sean
aplicables (…)” (EL SUBRAYADO Y EL NEGREADO ES NUESTRO).
15

deberá constar en el acta bajo responsabilidad, evitándose toda manipulación


posterior.

5.3. LA LECTURA DE LA SENTENCIA CONDENATORIA SIN LA PRESENCIA


FÍSICA DEL IMPUTADO PARA LOS PROCESOS PENALES ORDINARIOS,
SUMARIOS Y ESPECIALES (QUERELLAS): ANÁLISIS DE LA DIRECTIVA N° 012-
2013-CE-PJ EXPEDIDA POR EL CONSEJO EJECUTIVO DEL PODER JUDICIAL
PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL EL PERUANO EL 19 DE ENERO DE 2014 24

En esa línea de contexto, es pertinente hacer mención que nuestra Corte Suprema, por
medio de la Directiva N° 012-2013-CE-PJ, expedida por el Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial, bajo la denominación del “Procedimiento del acto de lectura de
sentencia condenatoria previsto en el Código de Procedimientos Penales de
1940 y en el Decreto Legislativo N° 124” (publicado en el diario oficial El
Peruano el 19 de enero de 2014), concordantemente con lo desarrollado por el
Precedente Vinculante derivado del Recurso de Nulidad N° 4040-2011-Lima, con el fin
de poder evitar las dilaciones maliciosas atribuibles al imputado o a su defensa técnica
en la frustración del acto de lectura de la sentencia condenatoria, se han establecido,
entre otros criterios, las siguientes reglas jurídicas aplicables tantos a los procesos
penales ordinarios, sumarios y especiales:

 El acto procesal de la lectura de sentencia debe ser considerado como un acto


formal (finalidad de comunicar la decisión judicial sin afectar las garantías que
rigen el contradictorio al haber precluido la actuación probatoria), público (se
desarrolla en presente del órgano judicial permitiéndose el libre acceso a las
partes y al público) e inaplazable (se lleva a cabo con los que concurran al acto
público siendo que la inconcurrencia de las partes no constituye una causal de
suspensión, de interrupción o de frustración del acto procesal de lectura de
sentencia).

 En los procesos penales sumarios la citación al acto procesal de lectura de


sentencia condenatoria, se deberá realizar en el último domicilio procesal fijado,
siendo que para el imputado la citación se deberá realizar adicionalmente en su
domicilio real señalado en el proceso. En los procesos penales ordinarios, la
citación se deberá realizar a los sujetos procesales concurrentes a la última
sesión de la audiencia única en donde se declaró cerrado el debate. Para los
procesos penales especiales, la citación se deberá realizar observando la forma
más adecuada según la naturaleza del pro.

 En todos estos casos, la citación deberá consignar en forma expresa, clara y


precisa que el acto procesal de lectura de sentencia deberá ser considerado
como un acto formal, público e inaplazable, llevándose a cabo con los que
concurran al mismo, bajo el apercibimiento de designase defensor público en
caso exista la inasistencia del abogado defensor elegido por el imputado.

 En el caso que no concurra el abogado defensor elegido por el imputado al acto


procesal de lectura de sentencia condenatoria, este deberá ser reemplazado por
otro que, en este mismo acto, deberá designar el imputado, en tanto que si
esto último no fuera posible, el Juez deberá nombrar en este acto a un defensor
público.

24
Esta Directiva entró en vigencia a partir del día siguiente de su publicación, siendo por ello de aplicación
inmediata incluso a los procesos penales en curso, esto como una manifestación del tempus regis actum.
16

 En la citación al acto procesal de lectura de sentencia de los procesos sumarios,


se deberá consignar en forma expresa, clara y precisa que esta lectura es un
acto público e inaplazable, la misma que se llevará acabo con los que concurran
a la mencionada diligencia, así como el apercibimiento de designarse defensor
público en caso de inasistencia del abogado defensor elegido por el imputado.

 Leída la sentencia condenatoria en acto público en la fecha y la hora


previamente señalada en la citación judicial, quedarán notificados todos los
sujetos procesales concurrentes a la misma, debiendo en ese mismo momento
entregárseles copia de la resolución.

 En el caso de inconcurrencia del imputado al acto procesal de lectura de la


sentencia condenatoria, esta persona deberá ser notificada con la resolución en
el último domicilio real señalado en el proceso.

 Los sujetos procesales inconcurrentes al acto procesal de lectura de sentencia


condenatoria distintos al imputado, deberán ser notificados con la entrega de
una copia de la resolución en el último domicilio procesal señalado en el
proceso.

 Cuando el acto procesal de lectura de sentencia condenatoria se lleve a cabo sin


la presencia del imputado, el plazo para poder impugnarla se computará a
partir del día siguiente a la notificación en su domicilio real25.

 En caso de inconcurrencia de los demás sujetos procesales al acto procesal de


lectura de sentencia, el plazo para poder impugnarla se computará a partir del
día siguiente de la notificación en sus respectivos domicilios procesales.

 La condición jurídica de contumaz no impedirá la citación al acto procesal de


lectura de sentencia condenatoria, siempre y cuando el proceso penal se
encuentre expedido para sentenciar.

Por esta razón, nos adscribimos en la posición académica que permite entender que el
paradigma judicial, según el cual no sería posible leer la sentencia condenatoria sin la
presencia del acusado en los procesos penales sumarios y ordinarios, debe desterrarse
definitivamente, no solo porque la prohibición de la condena en ausencia (artículo
139°.12 de la Constitución) no es absoluta (no ampara al acusado que frustra
deliberadamente dicha diligencia), sino porque dicho paradigma menoscaba el derecho
a la verdad, a la justicia y a la reparación, además de generar graves perjuicios
económicos y sobrecarga procesal en el Poder Judicial26.

5.4. LA NO OBLIGATORIEDAD DE QUE EL IMPUTADO RECURRENTE ACUDA A


LA AUDIENCIA DE APELACION DE LA SENTENCIA CONDENATORIA CUANDO
ACUDE SU DEFENSA TÉCNICA: ANÁLISIS DEL EXP. N° 2964-2011-PHC/TC-

25
En términos comparativos, debe tenerse en cuenta que, conforme al artículo 401°.2 del Nuevo Código
Procesal Penal, con respecto a los imputados no concurrentes a la sesión de la audiencia en donde se iba a
realizar el acto procesal de la lectura de sentencia, el plazo para poder impugnar esta decisión judicial
empieza a correr desde el día siguiente de la notificación en su domicilio procesal.

26
TABOADA PILCO, Giammpol. “La prohibición constitucional de la condena en ausencia en el proceso
penal ordinario y sumario”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 56, Editorial Gaceta Jurídica, Febrero
de 2014, p. 241. Este mismo autor, en lo que se refiere a los procesos penales especiales, bajo la p. 250,
sostiene lo siguiente: “En los procesos especiales como las querellas por ejercicio privado de la acción penal,
la lectura de sentencia condenatoria puede realizarse sin la presencia del querellado, ni tampoco del abogado
defensor privado o público, bastando la anterior citación a dicha diligencia y la posterior notificación de la
sentencia en el domicilio real y procesal señalados en el proceso”.
17

AREQUIPA-MAURICIO GILBERTO PONCE NÚÑEZ EXPEDIDA POR NUESTRO


TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

El Supremo Intérprete de la Constitución Nacional, ha decidido interpretar en clave


constitucional el artículo 423°.3 del Nuevo Código Procesal Penal, el mismo que regula
el trámite de la institución procesal del recurso de apelación de las sentencias, esto es,
en los casos donde el imputado recurrente, apelante o impugnante de la misma decida
no concurrir injustificadamente a la audiencia de apelación de sentencia,
concretamente por los efectos de poder declarar inadmisible el recurso de apelación
que sea interpuesto y fundamentado.

En esta sentencia, nuestro Tribunal Constitucional ha asumido y desarrollado que el fin


que persigue la referida disposición, la misma que no permite la realización de la
audiencia de apelación de sentencia si no se encuentra presente la parte impugnante
(en este caso concretamente el imputado apelante), es el asegurar la contradicción, la
inmediación y la oralidad, a través de la presencia de las partes en el acto oral de
apelación.

En ese sentido, para poder garantizarse dichos fines, se hace mención y destacar que
no resulta indispensable que el propio imputado condenado impugnante acuda a la
audiencia personalmente si se encuentra presente su abogado defensor, bajo el
entendido que el derecho de defensa no solo se limita en su vertiente material o de la
autodefensa (que lo realiza el propio imputado), sino que el mismo también se
extiende a su vertiente técnica o letrada (que lo realiza el abogado defensor).

Es así que, dentro de una restrictiva interpretación literal del artículo 423°.3 del Nuevo
Código Procesal Penal, en donde se declare la inadmisibilidad del recurso por no haber
concurrido personalmente el propio imputado condenado apelante a la audiencia de
apelación de sentencia, esto es, aunque se encuentre presente su abogado defensor,
devendría en una restricción innecesaria e injustificada, afectándose en forma
totalmente desproporcionada el derecho fundamental a los recursos que es parte del
debido proceso, de la tutela procesal efectiva y del derecho de defensa.

Conforme a estos considerandos, el Tribunal Constitucional nacional declaró fundada la


demanda de hábeas corpus interpuesta por el ciudadano Mauricio Gilberto Ponce
Núñez contra los Jueces de la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, en este caso por no haberse llevado a cabo la audiencia de
apelación de sentencia condenatoria, pese a que se encontraba presente el abogado
defensor de la parte impugnante, violándose así el derecho de la pluralidad de
instancia.

En contexto, se ordenó que se programe nueva fecha para la realización de la


audiencia de apelación de sentencia condenatoria en el proceso seguido por el delito de
uso de documento público contra el mencionado beneficiario.

En ese sentido, se precisó que esta decisión constitucional no trae como consecuencia
la excarcelación del imputado ni la suspensión de las órdenes de captura, pues la
sentencia condenatoria mantiene sus efectos.

Debe considerarse que esta posición que asume nuestro Tribunal Constitucional es una
reiteración del criterio establecido anteriormente por la Corte Suprema en la Apelación
Nº 02-2009-La Libertad, por lo que, en ese sentido, se debe entender que dicho
pronunciamiento constitucional era innecesario, ya que la vía más idónea para realizar
18

dicho cuestionamiento era el recurso extraordinario de casación penal en vez del


proceso constitucional27.

De acuerdo a lo descrito, debe hacerse mención de que si bien en el caso en concreto


el impugnante de la sentencia de condena fue el imputado, acudiendo a la audiencia de
apelación de sentencia sólo su abogado defensor, medio impugnatorio que fue
rechazado arbitrariamente por la no asistencia del imputado, esta decisión judicial que
asume la Sala Penal Superior de Apelaciones de Arequipa al declararla inadmisible,
pudo haber sido cuestionada por medio del recurso extraordinario de casación penal
dentro del desarrollo del mismo proceso penal, en donde si bien, como regla y en
principio, tal recurso solamente es admisible cuando el delito materia de imputación
tiene una pena privativa de la libertad mínima mayor de seis años, situación que no se
presentaba en el caso que es materia de análisis, sin embargo, sí es permisible
interponer y fundamentar, conforme al artículo 427º.4 del Nuevo Código Procesal
Penal, el recurso extraordinario de la casación penal en su modalidad excepcional o
discrecional, especie de casación que se caracteriza porque permite que la Sala Penal
de la Corte Suprema, cuando lo considere necesario, desarrolle la doctrina
jurisprudencial, dentro del entendido de que el caso presenta interés casacional,
buscando con ello la correcta interpretación de una norma objetiva de carácter
procesal que va más allá de los fines particulares, esto es, de acuerdo al fin
nomofiláctico que debe ostentar toda casación.

Complementando esto último, debe destacarse que el Máximo Intérprete de la


Constitución nacional ha venido señalando que la interposición y fundamentación de la
casación excepcional o discrecional no es de carácter imperativo (obligatorio), por lo
que, no es preceptivo interponer este recurso extraordinario a fin de poder dar por
cumplido la existencia del requisito de procedibilidad (resolución judicial firme) que
exige el artículo 4º del Código Procesal Constitucional.

Así, por medio EXP. N.° 04298-2012-PA/TC LAMBAYEQUE ROBERTO TORRES


GONZALES, se dejó sentado lo siguiente: “3. La Sala Especializada de Derecho
Constitucional ha declarado improcedente la demanda por considerar que al no haber
impugnado (recurso de casación) la sentencia de fecha 22 de mayo de 2012, el
recurrente dejó consentir dicha resolución. Al respecto, si bien la Sala ha considerado
que el demandante se encontraba habilitado para interponer el citado recurso, pues el
artículo 427.4 recoge un recurso de casación excepcional, “cuando la Sala Penal de la
Corte Suprema, discrecionalmente, lo considere necesario para el desarrollo de la
doctrina jurisprudencial”, este Tribunal considera que dicho razonamiento no es válido,
pues la interposición del citado recurso de casación, dado el carácter discrecional con
que éste es admitido por la Corte Suprema, no representa una obligación procesal para
el recurrente. En dicho contexto, la resolución judicial cuestionada por el demandante
en este proceso de amparo tiene la condición de firmeza exigida por el artículo 4 del
Código Procesal Constitucional (C.P.Const.)”.

Por tanto, solo podrá declararse inadmisible el recurso de apelación interpuesto contra
la sentencia condenatoria cuando no concurran a la audiencia respectiva tanto el
imputado como su abogado defensor, ello a fin de poder evitar una interpretación
meramente literal, es decir, con el objetivo de poder de salvar su constitucionalidad28.

27
FLORES LIZARBE, Henry C. “¿Era necesaria la interpretación del artículo 423.3 del CPP de 2004 por el
Tribunal Constitucional? A propósito de la STC Exp. N° 02964-2011-PHC/TC”. En: Gaceta Penal & Procesal
Penal, Tomo 53, Editorial Gaceta Jurídica, Noviembre de 2013, p. 295.
28
Mostrando su disconformidad con lo asumido por el Tribunal Constitucional nacional se encuentra PISFIL
FLORES, Daniel Armando. “La apelación de autos. Un recordatorio de lo que significa el derecho a los
19

5.5. LA NO OBLIGATORIEDAD DE QUE LA PARTE PROCESAL RECURRENTE


ACUDA A LA AUDIENCIA DEL RECURSO DE APELACION DE AUTOS: ANÁLISIS
DEL ACUERDO PLENARIO N° 1-2012-CJ-116 DEL 18 DE ENERO DE 2013
PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL EL PERUANO EL 4 DE ENERO DE 201429

Una de las características que sobresale en el Nuevo Código Procesal Penal es la


existencia de diversas audiencias, que buscan ser el escenario idóneo para poder
dirimir o resolver algún tema de relevancia penal (de fondo y de forma). En ese
sentido, se tiene entendido que el recurso de apelación que se vaya a interponer y a
fundamentar contra una sentencia o un auto, no sólo va a generar que la causa sea
materia de conocimiento y de resolución por parte de la Sala Penal Superior o de
Apelaciones, sino que ello puede ser producto de una audiencia oral, pública,
contradictoria y bajo los cánones de la inmediación. Sin embargo, este novísimo
estatuto adjetivo en materia punitiva distingue, en lo que a trámite se refiere, la
audiencia del recurso de apelación de sentencias con respecto a la audiencia de
apelación de autos30.
En lo que se refiere a la audiencia de apelación de sentencias, se debe entender que,
en forma expresa, si la parte impugnante o recurrente no asiste a esta audiencia (en la
que se incluye al Ministerio Público y a la defensa técnica del imputado, del agraviado,
del tercero civilmente responsable y de la persona jurídica), el mencionado medio
impugnatorio deberá ser declarado inadmisible. Se debe asumir que en la citación a la
audiencia de apelación de sentencias debe contener el respectivo apercibimiento en
caso exista inasistencia de la parte impugnante (artículo 423°.3 del Nuevo Código
Procesal Penal).

Por otro lado, en lo que se refiere a la audiencia de apelación de autos, se debe


entender que la misma se podrá llevar a cabo con las partes que decidan
voluntariamente asistir, por lo que, si la parte impugnante o recurrente no asiste a
esta audiencia (en la que se incluye al Ministerio Público y a la defensa técnica del
imputado, del agraviado, del tercero civilmente responsable y de la persona jurídica),
el mencionado medio impugnatorio igual deberá ser resuelto en el fondo de su
controversia. Se debe asumir que en la citación a la audiencia de apelación de autos no

recursos legales”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 55, Editorial Gaceta Jurídica, Enero de 2014, p.
42, al señalar lo siguiente: “(…) Al parecer del Tribunal Constitucional esta norma es inconstitucional, y
habría que entender que la presencia del imputado no es necesaria en el desarrollo de la audiencia de
apelación, por lo que bastaría con la presencia de su abogado defensor, quien hará los informes orales-
técnicos necesarios (…). En nuestro opinión, lo afirmado por el Tribunal Constitucional no es del todo cierto,
dado que, conforme al modelo de apelación que presenta el CPP de 2004, si resulta necesaria la presencia
del imputado, esto por la actuación probatoria que se realiza en dicha etapa, e incluso, de conformidad con
el artículo 424 inciso 5 del CPP, se dispone que en la audiencia de apelación el imputado tendrá el derecho a
la última palabra”.
29
Comentando lo debatible de este tema se encuentran las siguientes posiciones doctrinarias: PISFIL
FLORES, Daniel Armando. “La apelación de autos. Un recordatorio de lo que significa el derecho a los
recursos legales”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 55, Editorial Gaceta Jurídica, Enero de 2014, pp.
33-43; FIGUEROA NAVARRO, Aldo. “¿Inadmisibilidad de la apelación de autos por inconcurrencia del
apelante?”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 49, Editorial Gaceta Jurídica, Julio de 2013, pp. 219-
225.
30
Por medio de la Directiva N° 005-2012-MP-FN del 08 de agosto de 2012, publicado en el diario oficial El
Peruano el 15 de agosto de 2012, se ha definido que, sin perjuicio de que el Fiscal Superior en lo Penal
decida no asistir a la audiencia de apelación de sentencia, declarándose por ello inadmisible el medio
impugnatorio, este representante del Ministerio Público tiene la potestad de poderse desistir, en forma
escrita, expresa y motivada, del recurso de apelación que haya sido interpuesto y fundamentado por el Fiscal
Provincial en lo Penal, en el caso que no se encuentre de acuerdo con la impugnación formulada,
desistimiento expreso que también lo podrá realizar en forma oral cuando concurra a la audiencia de
apelación. Este desistimiento escrito u oral también lo podrá realizar el Fiscal Superior en lo Penal con
respecto al recurso de apelación de autos.
20

podrá contener el respectivo apercibimiento en caso exista la inasistencia de la parte


impugnante (artículo 420°.5 del Nuevo Código Procesal Penal).

En la práctica de la entrada en vigencia del Nuevo Código Procesal Penal se ha podido


observar el hecho de que si bien las reglas procesales de la audiencia de apelación de
autos no se encontraba regulado, en forma expresa, el mencionado apercibimiento en
el caso de que exista inasistencia de la parte impugnante, sin embargo, bajo la
denominada interpretación “sistemática”, los efectos de la sanción procesal de la
inadmisibilidad por inasistencia del recurrente se le aplicaban31, conflicto interpretativo
que ha originado la expedición del Acuerdo Plenario que es materia de comentario.

Aquellos que sostenían que en la audiencia de apelación de autos no era necesaria la


concurrencia-asistencia del recurrente o impugnante, se fundamentaban en la
explicitud de las reglas procesales que la contenían, es decir, que a la audiencia de
apelación de autos podrán concurrir los sujetos procesales que lo estimen conveniente,
con lo que se advertía que la asistencia de la parte recurrente es de carácter
discrecional, por lo que la ley les faculta a asistir o no a dicho acto procesal, sin que
ello implique que exista la sanción procesal de inadmisibilidad.

En sentido contrario, se manifestaba que siendo el problema planteado una cuestión


interpretativa, el mismo debía resolverse dentro de los alcances propios y no
extensivos de lo que se entiende por audiencia, en donde si el apelante no concurría,
no podía existir audiencia realizable, por lo que, en ese supuesto, el recurso de
apelación debía ser declarado inadmisible, siendo que el artículo 420°.5 del Nuevo
Código Procesal Penal no contenía un vacío que requería ser llenado o complementado
por medio de la analogía, sino que podía integrarse por el sentido semántico, lógico y
sistemático de la audiencia oral, contradictoria e inmediata.

Frente a la existencia de este conflicto interpretativo, este Acuerdo Plenario llegó a


tomar las siguientes conclusiones:

 La realización de la audiencia de apelación de autos se deberá llevar a cabo con


la presencia de los sujetos procesales que voluntariamente decidan, sin ser
necesaria la presencia obligatoria del recurrente o impugnante.

 Existe un tratamiento diferenciado entre la apelación de autos con el de


apelación de sentencias, ya que en este último supuesto se podrá declarar
inadmisible el recurso de apelación por inasistencia del recurrente o
impugnante, absteniéndose por ello la Sala Penal Superior o de Apelaciones de
pronunciarse sobre el fondo del recurso.

 Lo dispuesto en el artículo 423°.3 del Nuevo Código Procesal Penal que declara
la inadmisibilidad del recurso de apelación de sentencia por inasistencia del
recurrente a la audiencia, no puede ser aplicado extensivamente a la
impugnación de autos, ya que ello implicaría una aplicación analogica in malan
partem, perjudicando de esta manera, pese a que la norma contenida en el
artículo 420°.5 del Nuevo Código Procesal no contiene el mencionado
apercibimiento de la sanción procesal con respecto a la inasistencia.

31
Esta posición fue acogida en el Pleno Jurisdiccional Regional sobre el Nuevo Código Procesal Penal
realizado el 4 de julio de 2004 en la ciudad de Arequipa.
21

 La interpretación sistemática que se busca hacer al artículo 420°.5 del Nuevo


Código Procesal Penal no es una interpretación a favor del reo sino en contra
del mismo, vulnerándose el principio de la función jurisdiccional.

En base a esta decisión que ha asumido nuestra Corte Suprema, la misma que en
principio nos encontramos de acuerdo, acoge una solución respetuosa de los principios
de legalidad procesal, de interpretación restrictiva de las leyes procesales que
restringen derechos o establecen sanciones, así como la tutela jurisdiccional efectiva y
del derecho a los recursos, en donde siendo el derecho a recurrir uno de configuración
legal, la ausencia de previsión de la sanción de inadmisibilidad impide imponerla a la
parte recurrente que inasiste a la audiencia de apelación de autos, supuesto en el cual
el tribunal deberá resolver sobre el fondo de la impugnación con base en el recurso
efectuado de forma escrita32.

Sin perjuicio de lo afirmado y sin ser contradictorio, somos de parecer que se debe
promover, en términos de lege ferenda o de propuesta legislativa, una modificatoria
legal del artículo 420°.5 del Nuevo Código Procesal, en el sentido de que se exija la
presencia a la audiencia respectiva de la parte que decidió impugnar un auto, bajo el
apercibimiento expreso, ahora sí conforme al principio de legalidad procesal, de que en
caso de su inconcurrencia el medio impugnatorio interpuesto y fundamentado será
declarado inadmisible.

La idea central es el hecho de que la oralidad (y no la simple o la fría lectura de


papeles) deberá ser considerado como el medio idóneo que permitirá efectivizar los
principios de contradicción, de publicidad y de inmediación, esto es, como
características sustanciales que debe ostentar toda audiencia sin distinción,
permitiéndose que las partes se comporten y se comprometan en una forma más
responsable con el nuevo sistema que se viene implementado, dentro del entendido
que el cambio no sólo se limita ni se restringe a un código, sino que este requiere un
real cambio de mentalidad donde cada sujeto procesal cumpla con lo que le
corresponde, conforme a un sistema de roles y de competencias claras.

32
PISFIL FLORES, Daniel Armando. “La apelación de autos. Un recordatorio de lo que significa el derecho
a los recursos legales”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 55, Editorial Gaceta Jurídica, Enero de
2014, p. 33.
22

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

ARBULÚ MARTÍNEZ, Víctor Jimmy. “Lectura de sentencia y asistencia del imputado. A


propósito del Precedente Vinculante R.N. 4040-2011”. En:
http://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/articulos/a_20140108_02.pdf.
Información obtenida con fecha 02 de abril de 2014.

ARBULÚ MARTÍNEZ, Víctor Jimmy. “La querella en el nuevo proceso penal”. En: Gaceta
Penal & Procesal Penal, Tomo 34, Editorial Gaceta Jurídica, Abril de 2012.

FIGUEROA NAVARRO, Aldo. “¿Inadmisibilidad de la apelación de autos por inconcurrencia del


apelante?”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 49, Editorial Gaceta Jurídica, Julio de
2013.

FLORES LIZARBE, Henry C. “¿Era necesaria la interpretación del artículo 423.3 del CPP de
2004 por el Tribunal Constitucional? A propósito de la STC Exp. N° 02964-2011-PHC/TC”. En:
Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 53, Editorial Gaceta Jurídica, Noviembre de 2013.
HURTADO POMA, Juan Rolando. “Primer caso de “presencia virtual” del acusado en el juicio
oral”. En:
http://190.12.76.211/alertainformativa/index.php?mod=documento&com=document
o&id=308. Información obtenida con fecha 08 de setiembre de 2013.

NEYRA FLORES, José Antonio. “Manual del Nuevo Proceso Penal & de Litigación Oral”.
Editorial IDEMSA, Lima, Julio de 2010.

ORÉ GUARDIA, Arsenio. “Manual de Derecho Procesal Penal”. Tomo 1, Editorial Reforma,
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ORÉ GUARDIA, Arsenio. “La condena del absuelto. Documento Complementario”. En: Jus
Liberabit – Revista Informativa y de Actualidad Jurídica, Corte Superior de Justicia de Ica, Año I
– Nº 6, Junio de 2011.

PISFIL FLORES, Daniel Armando. “La apelación de autos. Un recordatorio de lo que significa
el derecho a los recursos legales”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 55, Editorial Gaceta
Jurídica, Enero de 2014.

TABOADA PILCO, Giammpol. “La prohibición constitucional de la condena en ausencia en el


proceso penal ordinario y sumario”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 56, Editorial
Gaceta Jurídica, Febrero de 2014.

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