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SISTEMA POLÍTICO
MESOAMERICANO:
EL SISTEMA DE GOBIERNO EN
LAS SOCIEDADES DE LA
CUENCA DE MÉXICO Y SUS
VECINOS (NUEVAS DISYUNTIVAS A LAS
ANTIGUAS EXPLICACIONES )
1
A: EVAEDITH
2
CONTENIDO PÁGINAS
ÍNDICE DE FIGURAS 5-6
INTRODUCCIÓN 7-10
CAPITULO 1: EL MARCO TEÓRICO 11-12
1.1 LAS CORRIENTES TEÓRICAS EN LA ARQUEOLOGÍA DE MESOAMÉRICA 12-14
1.2 LA ALTERNATIVA TEÓRICA 14-18
1.3 CONTRAPROPUESTA AL SISTEMA DE GOBIERNO DE LA VERSIÓN 18-20
EUROCENTRISTA
CAPITULO 2: EL GOBERNANTE PRINCIPAL 21-22
2.1 LOS GOBERNANTES PRINCIPALES Y SU PROBLEMÁTICA 22-23
2.2 LAS BASES HISTÓRICAS DE LOS TLATOQUE 23-24
2.2.1 TORIBIO DE MOTOLINIA 24-27
2.2.2 LA HISTORIA TOLTECA CHICHIMECA 27-33
2.2.3 LA RELACIÓN GEOGRÁFICA DE TLAXCALA 33-35
2.2.4 JUAN BUENAVENTURA Y ZAPATA 35-36
2.2.5.- LAS FUENTES DEL ÁREA MAYA: EL TITULO DE TOTONICAPAN 36-38
2.2.5.1.- EL POPOL VUH 38-39
2.3 LA DESCRIPCIÓN DEL TLATOANI Y EL TECUHTLI EN LOS 39-40
INVESTIGADORES
2.3.1 MANUEL MORENO 40-42
2.3.2 ALFREDO LÓPEZ AUSTIN 42-43
2.3.3 DRUZO MALDONADO 43-44
2.3.4 LUIS REYES 44-45
2.3.5 HIDELBERTO MARTÍNEZ 45-48
CAPÍTULO 3.- EL TLATOCAYOTL 49-50
3.1 LOS INVESTIGADORES CONTEMPORANEOS: LA CUENCA DE MÉXICO 50-52
3.1.1 EL VALLE DE CUAUHNAHUAC 53
3.1.2 EL VALLE POBLANO 53-57
3.2 EL HUEYTLATOCAYOTL O SITIO RECTOR A PARTIR DE LAS FUENTES 57-60
3.3 CHIMALPAIN Y LA CORRELACIÓN ENTRE EL GOBERNANTE O TECUHTLI Y 60-63
EL SITIO O TLATOCAYOTL
3.4 LA POSESIÓN SOCIAL DEL LOS TÉRMINOS O CONCEPTOS DE TECUHTLI Y 63-64
TLATOCAYOTL
CAPÍTULO 4.- LOS EDIFICIOS PRINCIPALES DEL TLATOCAYOTL RECTOR 65-67
O HUEYTLATOCAYOTL
4-1 EL TECPAN EN LAS RELACIONES GEOGRÁFICAS DE TLAXCALA 68-71
3
4.2 EL TECPAN DE TIZATLÁN Y SU INFORMACIÓN ARQUEOLÓGICA 72-73
4.3 LAS EXCAVACIONES CONTEMPORÁNEAS 74-76
4.3.1 LA INFORMACIÓN EN LAS FUENTES RELATIVAS AL HALLAZGO DE LA 76-80
MANDÍBULA DE EQUINO
4.4 EL CUAUHCALLI EN LA INFORMACIÓN HISTÓRICA 80-81
4.5 EL CUAUHCALLI EN LOS CÓDICES 81-83
4.6 LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS CON CUAUHCALLI 83-84
4.6.1 MALINALCO ESTADO DE MÉXICO 84-91
4.6.2 TIZATLÁN TLAXCALA 91-92
4.6.2.1 CASO ALFONSO 92-97
4.6.2.2 NOGUERA EDUARDO 97-101
4.6.2.3 EL PROYECTO CUATRO SEÑORÍOS 101-107
4.7 EL CUAUHCALLI EN MÉXICO TENOCHTITLÁN 107-115
CAPITULO 5 EL CUAUHTLI Y EL OCELLOTL, COMO LOS SÍMBOLOS 116-120
IDEOLÓGICOS DEL SISTEMA POLÍTICO MESOAMERICANO
5.1 TEZCATLIPOCA Y MICTLANTECUHTLI COMO SÍMBOLOS EN LA 120-126
COMPOSICIÓN DEL ESTRATO GOBERNANTE
5.2.- LOS MONOLITOS DE TIZOC Y DEL ARZOBISPADO Y SU RELACIÓN CON EL 127-128
ACCESO A LA CLASE GOBERNANTE
5.2.1 LA PIEDRA DE TIZOC 128-133
5.2.2 LA PIEDRA DEL ARZOBISPADO 133-134
5.2.3 LA FUNCIÓN DE LOS MONOLITOS 134-135
5.2.4 LA VERSIÓN HISTÓRICA DE LA FUNCIÓN DEL TEMALACATL 135-139
5.2.5 LA HISTORIA TOLTECA CHICHIMECA 139-142
5.2.6 LOS CÓDICES DE LA MIXTECA 142-145
5.3 CONTRASTACIONES A LAS INVESTIGACIONES DE LOS MONOLITOS DE 145-146
SACRIFICIO MEXICA
5.3.1 EL TEMALACATL Y EL TLACAXIPEHUALIZTLI 146-148
5.3.2 LA PIEDRA DEL ARZOBISPADO COMO CUAUHXICALLI 148-149
5.3.3 LA TEMPORALIDAD DE LOS MONOLITOS 149-153
5.3.4 LA INFORMACIÓN SOBRE LA CIFRA DE LOS INTEGRANTES DEL TECPAN 153-159
EL SISTEMA DE GOBIERNO ALTERNO EN MESOAMÉRICA 160-165
REFERENCIAS 165-172
4
ÍNDICE DE FIGURAS PÁGINA
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FIGURA 26.- POSICIÓN DEL ASPIRANTE EN LOS ALTARES DE TIZATLÁN, SIMILAR A LA 104
QUE SE ADOPTABA EN LAS IMÁGENES DE LOS CÓDICES CITADOS
FIGURA 27.- LA FUNCIÓN DEL SEMI CÍRCULO EN LA PARTE CENTRAL Y DE LA 104
CANALETA EN LA CARA SUR DE LOS ALTARES DE TIZATLÁN
FIGURA 28.- PERSPECTIVA QUE MUESTRA LAS COLUMNAS QUE SOSTENÍAN EL TECHO 106
DE LA ESTRUCTURA, DONDE SE OBSERVA QUE ES UN EDIFICIO INDEPENDIENTE
FIGURA 29.- PERSPECTIVA QUE MUESTRA LAS COLUMNAS QUE SOSTENÍAN EL 106
TECHO DE LA ESTRUCTURA, OBSERVÁNDOSE QUE ES UN EDIFICIO INDEPENDIENTE
FIGURA 30.- LA CASA DE LAS ÁGUILAS DE MÉXICO TENOCHTITLÁN Y SU ACCESO 109
FLANQUEADO POR ESCULTURAS DE CABEZA DE ÁGUILA
FIGURA 31.- PERSONAJE VESTIDO CON UN ATUENDO COMPLETO DE UN CUAUHTLI A 111
FIGURA 32.- UBICACIÓN DE LAS ESCULTURAS CON ATRIBUTOS DEL CUAUHTLI SOBRE 111
LAS BANQUETAS CON RELIEVES, FLANQUEADO LA ENTRADA DEL CUARTO I
FIGURA 33.- PERSONAJE CON ATRIBUTOS DE MICTLANTECUHTLI 112
FIGURA 34.- DETALLE DEL F21r DONDE SE REPRESENTA AL CUAHTLIOCELLOTL 117
FIGURA 35.- FOTOGRAFÍAS DEL MONOLITO DE HUAQUECHULA PUEBLA (Tomado de 118
las Doctoras Plunket y Uruñuela 1991-1992)
FIGURA 36.- DIBUJOS DEL MONOLITO DE HUAQUECHULA PUEBLA (Tomado de las 118
Doctoras Plunket y Uruñuela 1991-1992)
FIGURA 37.- CERÁMICA DE TLATELOlCO 118
FIGURA 38.- EL SACRIFICIO POR FLECHAMIENTO, CÓDICE NUTALL 123
http://www.famsi.org/
FIGURA 39.- CÓDICE COSPI LÁMINA 9 http://www.famsi.org/ 125
FIGURA 40.- CÓDICE COSPI, LÁMINA 10 http://www.famsi.org/ 125
FIGURA 41.- CÓDICE COSPI, LÁMINA 11 http://www.famsi.org/ 125
FIGURA 42.- EL TEMALACATL EN DURAN 129
FIGURA 43.- EL TEMALCATL EN SAHAGUN 129
FIGURA 44.- LA PIEDRA DE TIZOC EN EL MNA 129
FIGURA 45.- TEMALACATL EN EL CÓDICE MAGLIABECHI 130
FIGURA 46.- TEMALACATL EN EL CÓDICE VEYTIA 130
FIGURA 47.- TEMALACATL EN EL CÓDICE TUDELA 130
FIGURA 48.- TEMALACATL EN EL CÓDICE TOVAR 130
FIGURA 49.- EL TECUHTLI PRINCIPAL EN LA PIEDRA DE TIZOC MNA 131
FIGURA 50.- LA PIEDRA DEL ARZOBISPADO MNA 133
FIGURA 51- EL SACRIFICIO DE LOS TLATOQUE EN LA HTCH F28r 141
FIGURA 52.- EL SACRIFICIO EN EL TEMALACATL, CÓDICE NUTALL 143
http://www.famsi.org/
FIGURA 53.- EL SACRIFICIO DE LOS TLATOQUE EN EL CÓDICE BECKER II, EL 144
TEMALACATL Y EN QUAHUTZATZAZTLI http://www.famsi.org/
FIGURA 54.- LA DESTRUCCIÓN DE LA NARIGUERA, EL SÍMBOLO DEL TECUHTLI, EN EL 152
CUAUHXICALLI O DEL ARZOBISPADO
FIGURA 55.- EL GOBERNANTE EN LA PIEDRA DE TIZOC CON LA NARIGUERA ROTA 152
FIGURA 56.- COMPOSICIÓN DEL TECPAN DE TENOCHTITLÁN, DE ACUERDO A LOS 157
DATOS DE LOS MONOLITOS DE TIZOC Y DEL ARZOBISPADO
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INTRODUCCIÓN
El estudio del pasado mexicano, en la actualidad presenta la disyuntiva de seguir
siendo un apéndice de la historia europea o bien conseguir una autonomía que le
confiera el grado de una ciencia local. Esto viene adquirir relevancia ante la
eminente llegada del medio milenio de la conquista de México y posteriormente
del resto de América, por lo que aprovechando esta coyuntura histórica se
procedió a cuestionar y proponer un sistema de gobierno alterno al que ha
dominado el panorama académico estos cinco siglos y en particular a la región
donde más información histórica existe, siendo esta la del Altiplano Central y en
particular la Cuenca de México y sus vecinos.
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en el poder, en esta clase había una jerarquización con un Tecuhtli primordial y a
sus lados izquierdo y derecho los demás Tlatoque con un poder en orden
descendente. La contraposición con la explicación tradicional consiste en que en
este modelo se plantea la existencia de un gobierno con bases ideológicas y
legales diferente y que consiste en que el parámetro principal para acceder a esta
clase dominante, consistía en acciones en servicio de su sociedad, siendo el
principal medio de promoción la guerra, dejando en un lugar secundario las
relaciones de parentesco.
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a concretar en la existencia de diferentes Tlatocayotl Rectores adscritos a uno de
estos símbolos, de tal manera que esta adscripción va normar el tipo de relación
entre estos Tlatocayotl, de tal manera que los del mismo símbolo sus relaciones
serán de cooperación y apoyo, por lo que las relaciones con los inscritos en el otro
símbolo serán de confrontación.
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ceremonia detectada es la despedida de los participantes foráneos con
acompañamiento musical.
El primer evento de este ceremonial, aporta datos concretos de que existían dos
tipos de sacrificios, que eran exclusivos de este ceremonial los cuales cada uno
era propio de uno de los lados de los integrantes del Tecpan, de tal manera que
en el caso de Tenochtitlán el sacrificio en el Temalacatl donde se lleva a cabo el
sacrificio por rayamiento era hecho por los integrantes del lado al que pertenecía
el Tecuhtli principal y el flechamiento era realizado por los Tlatoque del lado
opuesto. De tal manera que la línea de investigación muestra que esta última
inmolación puede ser adscrita a una región de Mesoamérica y que tendería a
seguir la dirección hacia el Sureste de Mesoamérica y el rayamiento sería de la
región central y norte de esta superárea.
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CAPÍTULO 1.- EL MARCO TEÓRICO
De manera particular se considera que el tiempo que ha dominado la corriente
tradicional o eurocentrista del pensamiento académico mesoamericanista es algo
alarmante, pronto serán quinientos años que se empezó a fundar dicha corriente y
sería de preguntarse qué es lo que ha impedido que no se de ese juego de la
ciencia, donde una explicación dada, se falsea o es falseada y da paso a una
nueva explicación a ese problema dado y así sucesivamente. Esto ha ocasionado
una anomalía en la teoría de las ciencias abocadas a Mesoamérica, ocasionada
por su larga permanencia como explicación, esto de alguna manera se ha
convertido en una especie de dogma en la comunidad académica, por tal situación
no se contempla la más mínima posibilidad de cuestionarla y mucho menos buscar
una explicación alterna. Esta situación ha ocasionado una crisis académica, la
cual es notoria en estas últimas cuatro décadas, donde podemos observar que el
nivel académico ha decaído de una manera alarmante, de tal manera que los
grandes problemas de la arqueología, no se han presentado soluciones claras y
tajantes, esto puede ser notado en el tema del gobierno, ya que esta visión de un
gobierno similar al europeo de aquellas épocas, es aceptada sin cuestionar.
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de esta corriente enraizada. Por tal razón se expondrá, como se ha ubicado en
esta investigación el desarrollo de la teoría arqueológica.
Continúa su exposición mencionando que existe una corriente que él llama de los
estudios etnohistóricos, donde Kirchhoff los inicia y los continúa Pedro Carrasco,
en esta corriente ubica a investigadores como Garibay, López Austin, Farreras,
León Portilla y Martínez Marín. Con respecto a la escuela norteamericana
menciona que sus estudios se han centrado en la Cuenca de México y Oaxaca,
con investigaciones ecológicas y culturales, estos estudios fueron iniciados por el
profesor Armillas y de los investigadores destacados están Sanders, Wolf, Millon,
Parsons y otros investigadores estadounidenses.
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Olive plantea que el acontecimiento teórico de mayor importancia ha sido el
debate entre estructuralistas y marxistas, en torno a los conceptos modo de
producción y formaciones sociales. A continuación menciona que Roger Bartra
desde la ENAH, difunde el concepto de modo de producción asiático, la que se
generaliza por coincidir parcialmente con los postulados de Palerm y demás
ecologistas que intentaban ubicar el papel de las obras hidráulicas en la
conformación del Estado, a tal grado que Bartra propone el concepto despótico
tributario para ubicar el modo de producción en Mesoamérica, nos menciona que
este concepto casi se convirtió en dogma explicativo de la economía y la
superestructura de estas sociedades y para terminar dice que “Sin embargo en las
últimas reuniones científicas se ha criticado esta teoría, por su debilidad
conceptual y su inoperancia metodológica” (Olive 1989, p. 83).
Esta descripción de Olive, nos indica que la corriente marxista es la que presentó
más solidez para resolver la discusión en torno a la problemática de los modos de
producción y las formaciones sociales, quedando en esas fechas como la corriente
dominante. En el presente escrito nos quedamos sin tratar las versiones de los
arqueólogos marxistas y mucho menos intentar describir los principales postulados
de la corriente marxista, cosa que hemos visto no pudo sostenerse como la
corriente dominante después de ser escrito este artículo y el día de hoy pocos se
atreven a considerarse marxistas, a tal grado que actualmente se han trasmutado
en una arqueología social.
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A esto aunamos el cambio político mundial, donde el socialismo se empieza a
retirar de Europa, la arqueología con bases marxistas se estanca. Esto ocasiona
que se busque un marco teórico fuera de los confines de México, por lo que se
voltean los ojos al vecino del norte, de donde importamos en primera instancia
desde mediados de la década de los setenta, la teoría de lo que se conoce como
la Nueva Arqueología, la cual a través del tiempo ha presentado problemas de
solides teórica, ya que le ha sido cambiado el nombre varias veces, paso a
llamarse procesual, al estar trunca se transforma en posprocesualismo, al no
llenar los requisitos pasa a ser un procesualismo plus y como van las cosas
llegaremos al procesualismo platinum.
Esta falla de las teorías para explicar Mesoamérica, se debe que a pesar de que
los procesualistas y los marxistas, sus teorías tienen excelentes fundamentos de
índole filosófica, sufren una condicionante que se debe de cumplir al estudiar
estas sociedades y que consiste en utilizar las fuentes cuando procedemos a
explicarlas, sea cual fuese la ciencia desde la cual nos avocamos al pasado
mesoamericano, debido a esta condicionante, la arqueología mexicana se
encuentra estancada desde la década de los ochenta del siglo pasado, a tal grado
que su antiguo prestigio internacional se encuentra en sus niveles más bajos.
Con esto se deja entrever que a pesar de ser ya cinco siglos de la existencia de la
explicación de cómo se conformaban los pueblos conquistados, sigue siendo de
vital importancia la información histórica de los primeros dos siglos y medio de la
Colonia, al no cuestionarse o buscar una interpretación alterna a la planteada por
las fuentes, se da por aceptada tácitamente su validez.
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degradado a una arqueología social y qué decir de los procesualistas, son polos
totalmente opuestos.
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origen extracontinental de los mesoamericanos, motiva a que por nuestra parte,
también consideremos un poco menos drástico el margen de acción y por lo tanto
se plantea que Mesoamérica sólo puede ser explicada por ella misma, es decir
con términos o conceptos extraídos de estos pueblos, que eran los que definían
los hechos sociales mesoamericanos antes de la llegada de los conquistadores.
Este planteamiento de que las explicaciones deben tener un sustento local, es una
cosa que vista a la ligera es algo sencillo de plantear, el problema se presenta al
buscar esos términos o conceptos propios de los mesoamericanos, ya que lo
único que tenemos de estas sociedades son sus restos materiales, aunque existe
la salvedad de que tenemos crónicas y códices para una etapa específica y áreas
de Mesoamérica.
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Esta situación, de la existencia de documentos indígenas de la Colonia, es una
excelente herramienta auxiliar para las investigaciones de Palerm y esto lo
demuestras en su trabajo de Obras Hidráulicas Prehispánicas en el Valle de
México editada en los setenta, donde por medio de la información de las fuentes
logra establecer la existencia de más calzadas, a las reconocidas en esa época.
Con estos resultados de Palerm, al utilizar los datos históricos para ubicar estas
nuevas calzadas, nos indica que un manejo meticuloso de estos escritos nos
permite inferir elementos arqueológicos inexistentes hoy en día, esto abre la
posibilidad de llevar a cabo este procedimiento en sentido inverso, del registro
arqueológico se buscara que datos históricos los describen y con este proceso
descartar a los datos inexactos, reafirmar los coincidentes y lo más importante, la
inferencia de datos que no existen en las fuentes, como el resultado ineludible de
esta concatenación.
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En el presente caso tenemos cumplida con alto grado de seguridad la
correspondencia entre la información arqueológica y la histórica, donde la
presencia de elementos arqueológicos corrobora dicha información, precisando
donde haya lugar y aportando información donde la historia no la contempla, es
por eso que se amplía y corrige al dato histórico.
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ha denominado como el Tlatocayotl y el tercero son los símbolos ideológicos que
legitiman y legalizan este tipo de gobierno, estos son el Cuauhtli y el Ocellotl.
La investigación dio como resultado que se revaloraran las versiones de estos tres
términos que se han manejado sobre su significado y función, ya que en este caso
a la figura del gobernante principal le asignamos un estamento de la población,
que es una clase social, los Tlatoque plural del Tecuhtli, con la salvedad de que
dicha clase sus fundamentos como tal, son de índole social, dejando en segundo
plano las relaciones familiares, de tal manera que cualquier miembro de la
sociedad podría acceder a al estamento gobernante, sin importar su lazos de
parentesco, siendo la capacidad física y mental del individuo la que determinaba
su promoción social.
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Existe además otra construcción que ha sido ignorada entre los que conforman el
patrón de asentamiento del Tlatocayotl rector, este un edificio con la función
específica de llevarse en ellos el otorgamiento de la nariguera, la cual es el
símbolo distintivo de la clase de los Tlatoque. La importancia de este edificio en la
designación de un sitio como el Tlatocayotl rector, consiste en que solamente en
este lugar se va a encontrar esta edificación, pudiéndose decir que su existencia
es un elemento diagnóstico para designar a un sitio como el rector, a diferencia de
los otros dos edificios el Tecpan y el Teocalli, que se encuentra por lo general en
la mayoría de los Tlatocayotl.
La concatenación entre estos tres elementos son los que permiten inferir o deducir
un sistema de gobierno totalmente diferente al que se le ha atribuido a las
sociedades americanas, basado en cuestiones que nada tienen que ver los lazos
de parentesco, dándose prioridad al desempeño al servicio de su sociedad y la
actividad que permitía el camino más directo, eficaz y rápido era la militar. Por tal
razón la clase de los Tlatoque estaba compuesta por personas dedicadas a la
milicia, pero que ejercían o detentaban las diferentes actividades que normaban
las relaciones sociales, tanto al interior como al exterior del Tlatocayotl.
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CAPÍTULO 2.- EL SISTEMA DE GOBIERNO EN
MESOAMÉRICA: EL GOBERNANTE PRINCIPAL
Uno de los problemas que siempre ha estado presente en las sociedades
mesoamericanas, es el del tipo del sistema político y por ende del gobierno de
estas, en el caso del altiplano mexicano las investigaciones han ubicado tres
formas de organización gubernamental, una de ellas es la conocida como la triple
alianza de México, Texcoco y Tlacopan, en el cual uno de estos tres integrantes
era el principal, teniendo la preeminencia el tenochca, este sistema está
relacionado con la Cuenca de México. La segunda forma de gobierno es la
existencia de cuatro gobernantes con igualdad de poder y mando, los cuatro
señoríos de Tlaxcala y la tercera para el Valle de Puebla, consistente en un
gobernante principal, al cual se adscribían siete gobernantes, estos tipos de
gobierno están inscritos en la etapa posclásica. De estas versiones podemos decir
que son tan disímbolas y de difícil conciliación, lo que ocasiona que se conviertan
en explicaciones locales y por ende las sociedades que participan no tienen lazos
de unión entre ellas, por lo que se excluyen mutuamente.
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monárquico, ha sido considerada desde los primeros lustros de la colonia, como la
forma de gobierno de los antiguos indígenas, por el momento no se vislumbra un
cambio de rumbo, ni siquiera una posibilidad de pensar y mucho menos plantear
algo diferente a esta definición del sistema de gobierno. De tal manera se puede
decir con un alto grado de seguridad que la mayoría de los investigadores que
toman o tocan el sistema de gobierno de alguna manera lo van a enmarcar dentro
de la sucesión hereditaria, las genealogías.
Para establecer o designar este tipo de gobierno integrado por personajes con una
clara extracción social, es necesario recurrir en primera instancia a la información
histórica, reconociendo de antemano la existencia de alto contenido de sustrato
occidental en sus interpretaciones, pero para evitar que se reproduzca el error de
seguir encasillándola dentro términos y conceptos ajenos a estas sociedades, es
necesario que el registro arqueológico este contemplado en la descripción
histórica. En este punto es donde se deberá prestar especial atención en que esta
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correspondencia, sean claramente identificables los elementos descritos en las
fuentes con en el existente en el registro arqueológico y que no quede duda de
esa equivalencia.
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misioneros, los que escriben sobre las sociedades conquistadas y evangelizadas,
lo hacen principalmente por encargo de sus superiores, son los que de alguna
manera ponen las bases para que se definiera al sistema de gobierno indígena
como de índole monárquico similar al que conocen de su tierra de origen. Este
actuar en la recopilación y escritura de sus obras por los cronistas, obliga a que el
indígena maneje la escritura europea y la utilice para escribir documentos de todo
tipo, las principales como apoyo a peticiones a la corona española, con esto
podemos decir que se han creado las bases para interpretar a las sociedades
mesoamericanas a partir de una perspectiva occidental, es decir extra continental.
2.2.1.-TORIBIO DE MOTOLINIA
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Diego Muñoz Camargo, Gerónimo de Mendieta, Diego Durán, Juan de
Torquemada y Mariano Echeverría y Veytia. Todos estos autores manejan una
misma versión, con ligeras variantes, que no afectan el cuerpo principal de la
descripción del ritual, antes bien se complementan para hacer más amplia y
detallada la narración de este acto. Siendo los más destacados los escritos de
Toribio de Motolinía en sus "Memoriales", la que junto con "La Historia de los
Indios de la Nueva España", son asignados a una fecha de elaboración en la
década de los cuarenta del siglo XVI, información que vuelve a ser retomada hasta
trabajos muy posteriores, ya entrado el siglo XVIII, con los escritos de Mariano
Echeverría y Veytia.
Lo que se hace curioso y hasta raro, es que el tema central sea uno y
permanezca inalterable a través de ese espacio de tiempo y que además
haya sido respetado por los cronistas sin alteraciones significativas, de tal
manera que no se pierde el contenido esencial y ha quedado tal como lo describe
fray Toribio de Benavente Motolinía aunque, independientemente de los
problemas que presentan sus obras, al dejarlo patentizado.
Ante esta situación se creyó conveniente hacer la cita textual de una parte del
texto de Motolinía respecto a dicha ceremonia, por ser el primer documento
conocido que nos relata este acto. La cita es tomada de la obra llamada El Libro
Perdido (Motolinía, 1989), de Edmundo O’ Gorman y colaboradores, el capítulo
XIII, que lleva por nombre: “De las ceremonias, penitencias y gastos que hacía el
que, en las provincias de Tlaxcallan, Huexocinco y Cholollan, cuando era
promovido al ditado y señorío de Tlecuytli.”
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ventanas de la nariz, y en cada parte le hacían pequeño agujero, y allá le
ponían una piedrecitas de azabache negro, porque en esta tierra hay
azabache de otras colores (Motolonía 1989: p. 567).
... y ansí el nuevo caballero desnudo se iba a una de las salas y aposento
de los que servían al demonio, llamado tlam{a]cazcacalco, para comenzar
allá su penitencia, la cual duraba a lo menos un año; algunos hacían dos
años penitencia, y así humillado se asentaba en la tierra hasta la noche,
que le ponían una estera e un asiento bajo con otro en las espaldas para
se arrimar, e traíanle otras mantas simples con que se cubriese; dábanle
también tinta con que todo se paraba de negro, poníanle delante púas de
metl para se sacrificar y ofrecer sangre. quedaban con él dos o tres
hombres diestros en la guerra, que llamaban yaotequi[h]ua, que también le
ayudaban a hacer penitencia (Motolonía, 1989: pp. 567-568).
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dándole cierta importancia a la víbora, explicando el sistema para cazarlas; así
mismo hace una descripción de los alimentos vegetales que en gran abundancia
se preparaban para esa ocasión.
Esta generalización que no pudo hacerse es por la manera que se llevó a cabo la
elaboración de la historia nacional, donde se dio una importancia vital a la
sociedad mexica y la convirtió en el eje sobre la cual se engloba a la mayoría de
las sociedades antiguas, es por esta razón que los documentos que no eran del
área de influencia mexica, no formaron parte del corpus histórico de manera
determinante y solo aparecen como referencias a lo que se está planteando en las
bases de esa historia nacional. Para seguir ampliando el párrafo anterior, se
recurre a un documento también marginado por este regionalismo histórico,
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entendiendo esto como la preponderancia de documentos de una región o área
específica, en este caso la Cuenca de México, siendo este documento la Historia
Tolteca Chichimeca del valle poblano.
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Chichimeca vencen a los Olmeca Xicalanca. Esta victoria trae como consecuencia
que los Xochimilca y los Ayapanca emprendan una guerra de reconquista de la
región poblana, por encontrarse estos últimos emparentados con los Olmeca; ante
tal situación Tezcatlipoca el Dios de los Tolteca les ordena:
A continuación el documento describe la ruta seguida por los dos toltecas hasta
Culhuacatepec Chicomoztoc, a donde se encontraban los Tepilhuan Chichimeca,
que estaban formados por los Quauhtinchantlaca, Moquiuixca, Tzauhteca
Totomiuaque, Acolchichimeca, Zacateca, Texcalteca y los Mapantlaca.
El primer mensaje de los enviados tolteca a los Tepilhuan, es que son buscados
por: el que es dos, el que es tres, a lo que los habitantes de las cuevas les
replican: “acaso él es el Macoche, el Tepotze?”, a esto contestan los tolteca, que
ellos han venido para que abandonen su habitación en las cuevas y serranías, por
lo que en respuesta a esta propuesta los moradores de las cuevas van a necesitar
29
que a los tolteca: los nombre, como contestación a tal cuestión los viajeros
entonan un canto, que los habitantes de las cuevas consideran un saludo, donde
les solicitan como acto seguido que se nombren, por lo que los tolteca dicen: he
aquí mi nombre, mi canto, al llevarse a cabo estos dos cantos, los Chichimeca
Tepilhuan entienden que son buscados por sus aptitudes guerreras, pero refieren
que no se encuentran solos en las cuevas y agregan lo siguiente: ”acaso a mí solo
me necesitan y me buscan para la guerra y para el dardo y el Tehuehuelli, que son
mi merecimiento y mi mandato, cuando a mi izquierda y mi derecha están el Xicotli
y el Pepeyolli ?” (Kirchoff et al, 1976: pp. 166-167), los tolteca responden que es a
todos los Tepilhuan Chichimeca, entre los que se incluyen los Xicotli y los
Pepeyolli, a los que buscan para: enflorar y saludar
Con esta contestación salen de la cueva las siete sociedades que la fuente
nombra como: nuestro padre, nuestro conquistador, donde los Tolteca Chichimeca
que vienen de Cholula les refieren la razón de su viaje hasta Culhuacatepec, que
es la siguiente:
En la lámina IX (F 20r Ms. 54-58 p. 35), en que se ilustra este acto, se ven
acostados en el mezquite blanco los siguientes personajes: Teuhctlecozauhqui
con el signo de Cuauhtli como el animal que le asiste en el ayuno; Aquiauatl con
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Ocellotl; a Tzontecomatl le corresponde Cuauhtli y al tlaxcalteca Tecpatzin le
acompaña Ocellotl.
Y su rasgo más determinante consistió en que:
31
En la lámina VIII (F 21r Ms 46-50) en su parte superior, se localiza a Cuauhtli y a
Ocellotl como una sola unidad, el campo rectangular en que está compuesta la
lámina, queda dividida por las huellas de unas pisadas que descienden y dividen
en dos al referido campo; estas pisadas entran por un acceso que está en la parte
superior, dejando establecido un lado derecho y un lado izquierdo donde en
ambos lados se presenta un acceso y se observa que las pisadas descendentes
salen por el acceso inferior.
32
Estas dos fuentes nos proporcionan información relacionada claramente al estrato
dirigente, además a un elemento que era de su uso exclusivo y que se considera
como la insignia o el símbolo distintivo de la clase en el poder, compuesta por los
Tlatoque, el elemento nariguera como algo que denota la posición social y en este
caso su lugar dentro del estamento gobernante, viene a substituir los elementos
que las fuentes quieren hacer resaltar como símbolos del gobernante.
Otro documento con información sobre este tema es del Estado de Tlaxcala, su
Relación Geográfica, documento que basa su relato de este aspecto, de la Historia
Tolteca Chichimeca.
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los que se apoya siendo uno de ellos a más no dudar, la Historia Tolteca
Chichimeca.
Esto nos permite confrontarlas y de esta manera sacar una versión más concreta
acerca de la etapa descrita en estos documentos, los datos que proporciona la
Historia Tolteca Chichimeca, es lo más cercano a la realidad, pero por ser del área
de Cuauhtinchan Puebla, la información se centra en las etnias de esa área y los
tlaxcalteca solo son mencionados desde la salida de Chicomoztoc, hasta la
llegada a Puebla y posteriormente siguen su camino hacia la actual Tlaxcala, por
lo que ya no se mencionan más, salvo una vez de manera escueta. La información
de Muñoz Camargo, en el presente caso se enriquece de tal manera que se
complementan indirectamente, hay un dato que permite darle una continuidad a la
información de la Historia Tolteca Chichimeca.
Este dato consiste en que ambos documentos mencionan la manera por la cual se
convierten en Tecuhtli los tlaxcalteca, Muñoz Camargo nos informa que esta
acción sucede después de la batalla del Poyahutecatl, donde resultaron
vencedores los tlaxcalteca, pero que de todos modos abandonan ese lugar en la
Cuenca de México ubicado entre Texcoco y Chimalhuacan, divididos en dos
bandos, En su derrotero llegan a Tepeyacac, por la Sierra de Perote
(Napatecuhtli), en esa área llegan a varios lugares entre los que sobresale
Nacapahuazcan, lugar a donde los van a visitar tres personajes que se llaman
Tolohuitzil, Quetzaltehueyac e Ixcoatl, los cuales les dan unas ollas de barro para
cocer carne y en este lugar Nacapahuazcan se les confirió el rango de Tecuhtli a
varios tlaxcalteca.
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aparecen los personajes llamados Quetzaltehueyac e Icxicouatl siendo a este
último a quien Muñoz Camargo confunde el nombre y lo denomina Yxcocatl,
aunque en la traducción de René Acuña, éste a su vez le cambia también el
nombre y lo llama Ixcoatl.
Podría pensarse que son nombres de personas similares, pero el dato que nos
hace ver la adecuación de la información, está dado por lo siguiente: en la
Historia Tolteca Chichimeca, al llegar los Tolteca a Colhuacatepec Chicomoztoc,
después de entablar una conversación con los habitantes de este lugar por medio
del intérprete Couatzin y al convencer a los Tepilhuan y salir éstos de las cuevas,
acontece una acción que Muñoz Camargo quiso disfrazar, que es la siguiente: se
supone que al utilizar los servicios del traductor anteriormente mencionado, los
Tolteca y los Tepilhuan no hablan la misma lengua y para subsanar este
problema, los Tolteca les dan de comer el maíz, con lo que los Tepilhuan
simbólicamente adquieren el uso de la lengua nahua, siendo este acto el primero
que se va a llevar a cabo en la entrada de las siete cuevas o Chicomoztoc, en el
caso de Muñoz Camargo menciona que fue por el hecho de darles a comer carne
en Nacapahuazcan.
La acción que sigue es una de las más importantes, ya que con la ceremonia
anterior, los Tepilhuan están listos para hacer el ayuno del Tlatoque, es decir, se
lleva a cabo la ceremonia de la perforación de la nariz, donde los Tepilhuan
adquieren el rango de Tlatoque, rango que les es otorgado por los Tolteca
Icxicouatl y Quetzaltehueyac. Como se ve, la narración de Muñoz Camargo sigue
el mismo patrón, nada más que altera los lugares y el acto de comer maíz.
Otra fuente de Tlaxcala, solo nos informa de que en ciertas guerras, los tlaxcalteca
adquieren el rango de Tecuhtli. La información sobre este punto que nos
proporciona Juan Buenaventura, coincide en que los tlaxcalteca alcanzaron el
rango de Tecuhtli en la guerra de Teopoyahutlan, aunque no es más explicito.
Este autor refiere que en una guerra con el difunto Moctezuma, los labradores que
35
habitaban las tierras de cultivo, fueron los que ganaron muchas flechas e insignias
militares y se hicieron Tecuhtli. Aunque escueta la información de este autor
coincide y por lo tanto refuerza aún más, el aspecto que consiste de que manera
alcanzan el grado de Tecuhtli.
36
epitolteca y con esta ubicación podemos considerarlo contemporáneo a la Historia
Tolteca Chichimeca, así como una similitud en la descripción de eventos. Hay que
hacer notar que si bien no se ha localizado el Cuauhcalli en esta área, su
existencia es innegable por encontrarse presente la información que menciona la
perforación de la nariz.
Más adelante en el folio 22r y 22v vuelven a mencionar los símbolos de autoridad
traídos de donde sale el sol e insinúan que es al otro lado del mar, mencionan
además de los símbolos reseñados en el párrafo anterior, los siguientes: la
calabacilla, el vaso, las garras de águila y jaguar, la gran chirimía, la cola de
venado y las trenzas. Menciona un dato que habla del otorgamiento de la
nariguera, aunque no lo hace explicito por este momento: “estas señales de
señorío que vinieron donde sale el sol (se usaban para) perforar y cortar el cuerpo
(de los señores)”. (Carmark 1985, p. 190).
37
Los señores que tenían dos palios fueron perforados y cortados con: las
piedras negras y amarillas, el saca-sangre, el palo rojo, la cola de venado,
el brazalete, las garras de águila y jaguar, los caracoles, la red de tabaco,
las plumas de garza y las varias piedras preciosas. Usaron piedras
preciosas para cerrar las narices del los Ajpop y Ajpop C’amjá, quienes
fueron abiertos y perforados aquí en Q’uiché Chik’umarcaaj, en el pueblo
de Q’uiché (Carmark 1985, p. 196).
Estos datos presentan variantes regionales, que hacen que el sistema de gobierno
de los Tlatoque, pueda ser ubicado en esta parte del espacio geográfico, hasta el
extremo sur de Mesoamérica. Esta información histórica referida a los Tlatoque y
la nariguera como símbolo de esta clase, son del Altiplano Mexicano y uno del
área maya, podrían decirse que son pocos, por la magnitud del problema, pero
son informaciones sólidas, donde hay concordancia en la perforación de la nariz,
como el paso más importante para acceder al poder, información muy similar a la
producida en el Altiplano Mexicano.
… y él fue quien entregó lo signos del señorío, todos los emblemas; los
signos del Guardián del petate, y el Guardián del Petate de la Casa de la
Recepción fueron declarados, Naxcit dio un juego completo de emblemas
del señorío. Aquí están sus nombres: Pabellón, Trono. Flauta de hueso y
silbato de ave. Polvo brillante, ocre amarillo, garra de puma, garra de
jaguar. Cabeza y pezuña de venado. Brazalete de piel, sonaja de
38
caracoles. Calabaza para el tabaco, plato para la comida. Plumas de loro,
plumas de garza. Entonces se salieron, trayendo todos estos. Luego, del
otro lado del mar, trajeron la escritura de Tula, la escritura de Zuyua.
Hablaron de la instalación, en sus signos, en sus palabras (Popol Vuh,
1993, Tedlock, traductor. pp. 183-184).
Llegaron ante los hijos de Valil, los hijos de Tzunún; llegaron ante Mevac y
Nacxit que era en verdad un gran rey. Entonces los agasajaron y fueron
electos Ahauh Ahpop y Ahpop Qamahay. Luego los vistieron, les horadaron
la nariz y les dieron sus cargos y las flores llamadas Cinpual.
Verdaderamente se hizo querer de todos los guerreros. Y dirigiéndose a
todos, dijo el Señor Nacxit: “Subid a estas columnas de piedra, entrad a mi
casa. Os daré a vosotros el señorío, os daré las flores Cinpuval Taxuch. No
les he concedido la piedra a otros”, agregó. Y en seguida subieron a las
columnas de piedra. De esta manera se acabó de darles el señorío en
presencia de Nacxit y se pusieron a dar gritos de alegría.
Con los datos históricos anteriormente citados, es solida la propuesta de ser los
gobernantes una clase social que detentaba el poder, la cual se denominaba como
Tlatoque y su singular Tecuhtli. Así que antes de continuar discutiendo los demás
39
datos que apuntalan este planteamiento, se derivó a buscar la manera en que
algunos investigadores, se abocan al problema del gobernante principal y aunque
son pocos y del siglo pasado, su representatividad sigue vigente aún, ya que es
difícil encontrar investigadores actuales que presenten alternativas solidas, dado
que basan sus planteamientos en las fuentes históricas, las cuales de manera
alarmante se concentran en la Cuenca de México y por ende la sociedad con más
referencias es la mexica tenochca, cuestión que encajonaría la investigación en la
discusión eterna de la supremacía mexica y sus genealogías gobernantes. Por lo
que se centrará en ubicar como designan al gobernante principal y así mismo al
término del Tecuhtli, en la composición del estamento gobernante.
Por tal razón, que apegados a la versión de las fuentes estos investigadores,
dejan de lado o no toman en cuenta la aseveración de Motolinia de ser el nombre
de Tecuhtli el denominativo del gobernante principal, en contraposición al de
Tlatoani, cuestión que no solamente es en cuanto al vocablo aceptable, sino en la
definición de su tipo de poder. Esto a pesar de que su planteamiento está
sustentado en las fuentes y optan por la versión de un gobernante por lazos de
sangre, de tal manera que al personaje denominado Tecuhtli se le ubica siempre
debajo del Tlatoani.
40
antecedente que va a permitir un estadio superior o estatal, el que va a ser
representado por el tlatoani, quedando de ese tiempo esta jerarquización, en la
cúspide el Tlatoani y debajo el Tecuhtli.
Ante esta situación, Moreno tiene que establecer un grado más alto que el de
Tecuhtli, para superar la sociedad de cofradías, como él mismo dice, para no
incurrir en el mismo error que Bandelier. Así que, tomando los datos que se
refieren de manera directa a los mexica-tenochca, establece la existencia de un
estrato superior al tetecuhtzin, al que denomina como el tlacatecuhtli, hueytlatoani
41
o Supremo Señor (Moreno. 1971: p. 46), el cual gobernaba juntamente con el
Tlatocan o concejo formado por nobles y principales; con estas otras dos
instituciones superiores fundamenta la existencia del Estado en los mexica. Para
explicar el término de hueytlatoani o tlacatecuhtli, toma como base los datos
aportados por los cronistas como: Diego Durán, Juan de Torquemada, Francisco
Javier Clavijero, Joseph de Acosta, Bernardino de Sahagún, Pomar y Zurita así
como otras fuentes, donde a partir de ellas establece la existencia del rango de
hueytlatoani. De esta forma el concepto de tlacatecuhtli o hueytlatoani representa
para él, una forma de centralización del poder que este grupo ya manifestaba
desde los inicios de su organización, con la clara tendencia a una mayor
individualización que traería en consecuencia diferenciación y desigualdad social,
propios de un sistema estatal controlador de grandes extensiones territoriales;
entre las funciones que cumplía estaba la de designar los señores que en su
representación gobernarían los nuevos territorios conquistados y además:
Esta etapa de la teoría arqueológica, se sienta las bases más que sólidas de cómo
se debe de ubicar al tecuhtli en las investigaciones que les precederán en el área
mesoamericana y que solamente seguirán lo planteado por este investigador y los
demás que siguen esta teoría de ser el tlatoani el gobernante absoluto, por lo que
el tecuhtli queda enmarcado como una clase militar o en el mejor de los casos
como un ente del gobierno, con este supuesto a continuación se hace una reseña
de cómo se interpretan el término de tecuhtli por investigadores que le siguen.
42
durante el Posclásico. En el pie de la página 210 define al teuhctli como un
delegado o representante del gobierno estatal y por encima de éste ubica al
Tlahtoani al decir: El término Tecuhtli o Teuctli tiene el significado demasiado
genérico de jefe, señor, gobernante. “En este trabajo me refiero específicamente al
delegado del gobierno estatal en cada calpulli...” (López Austin. 1989: p. 210).
Para caracterizar el lugar donde se asienta el gobernante, menciona que:
43
teuhctli y los pipiltin, de este último sostiene era el término genérico con el que se
denominaba a los integrantes del grupo en el poder y a sus descendientes.
Este autor se basa en las conceptualizaciones que hace Pedro Carrasco de estos
términos, de ahí que considere que el tlahtoani era la máxima autoridad de un
señorío, con funciones civiles, militares, religiosas, judiciales y legislativas; la línea
de Carrasco está , como se vio en el análisis de Manuel Moreno, dentro del mismo
patrón utilizado para caracterizar a estos gobernantes, por lo que al seguir a Pedro
Carrasco nos dice que debajo o como subordinado al tlahtoani se encontraba el
teuhctli o tecuhtli al que considera como jefe de una casa señorial o tecalli. El
autor en cuestión menciona que el tercer estrato -el de los pipiltin-, estaba
constituido por los descendientes de los tlahtoani y de los teuhctli, cosa afirmada
por Carrasco y con esta base dice que el tlahtoani, era generalmente noble de
nacimiento, el cual gobernaba vitaliciamente, agregando que a éste le sucedían
sus parientes y continúa diciendo que este mismo sistema se aplicaba al Tecpan y
al tecalli, es decir el teuhctli funcionaba con los mismos lineamientos.
Luis Reyes considera que la organización del estrato dominante para su área de
estudio, especialmente en Cuauhtinchan, explicando por qué considera a este
sitio, como el lugar donde se asienta lo que él llama centlahtoani o señor universal
de una serie de sociedades, considerando a Cuauhtinchan como independiente de
Cholula, donde los cuauhtinchantlaca detentan el dominio por más de dos siglos;
éste es un señorío configurado por siete sociedades que identifica como tecalli,
siendo los siguientes: moquiuixca, cuauhtinchantlaca,chimalpaneca, calmecauaca
y tres más que identifica como chichimecas asociados al lugar en el que habitan
(Reyes: 1988, p. 75).
44
investigador precisa qué entiende por tlahtoani, al cual considera como
equivalente del rey o del cacique; el rango de teuhctli corresponde a un título que
traduce como señor (Reyes. 1988: p. 5). Con esto plantea que en la organización
de las sociedades mesoamericanas, existía un lugar donde se encontraba ubicado
el rango que los integrantes de este grupo aceptaban como el de mayor jerarquía
y que este vendría a ser el del señor universal o centlahtoani, formado por
Cuauhtinchan como el centro rector al que reconocían como tal los seis restantes,
y al parecer podemos considerar a este lugar como un hueytlatocayotl.
Al continuar revisando los escritos que hablen de una manera determinante del
rango de Tecuhtli, se consultó la publicación de Hidelberto Martínez (1984)
Tepeaca en el Siglo XVI, Lo interesante de este autor consiste en que desarrolla
un poco más el planteamiento de Luis Reyes, ubicando Tlatoani como los
gobernadores de los sitios, los cuales reconocían a un gobernante supremo, a lo
que el autor llama las casas señoriales y considera que es su organización social
interna su rasgo más relevante.
45
Al enfocar este problema, coloca el referido rango de teuhctli a una esfera de
interacción. El objetivo fundamental de su escrito es hacer un análisis de Tepeaca
y en él plantea que en el inicio del proceso colonial los tlatoque:
46
estrato gobernante designa al gobernante del Tlatocayotl, como un tlahtoani y la
unión de varios de éstos da como resultado un hueytlatocayotl, estableciendo una
relación de ambos términos a lo largo de su obra, la información siempre une
directamente al tlahtoani con el Tlatocayotl es por eso que dice:
47
voluntario, o por la acumulación de tierras y terrazgueros, efectuada
normalmente mediante despojo (Martínez. 1984: p. 126).
Es por esto que en las actuales circunstancias es improbable que las definiciones
sustentadas por los investigadores anteriormente citados, hayan sido superadas
por nuevas investigaciones, debido más que nada a que dicho planteamiento tiene
sus bases en las refutación a Lewis H. Morgan y Adolph Bandelier iniciadas por
Manuel Moreno y los demás investigadores que participaron en este debate, que
como se menciona les dan el espaldarazo a la versión iniciada en los albores de la
conquista y que se siguió sustentando a lo largo de la colonia así como en el
México independiente y posteriormente fueron la base para la creación de esto
que llamamos historia antigua y que en resumidas cuentas, sería la interpretación
arqueológica. Los datos aportados por Motolinia, no dejan duda de ser el Tecuhtli,
el denominativo del gobernante del altiplano mexicano, por lo que respecta a la
información arqueológica que sustenta el dicho histórico, se tratará en el capitulo
siguiente donde se analizarán las principales edificaciones del centro ceremonial.
48
CAPÍTULO 3.- EL TLATOCAYOTL
Es de vital importancia el análisis del sitio, ya que este es el lugar donde se va a
conjugar, la parte ideológica con la parte material, en el entendido de que de
acuerdo a la información tratada anteriormente hay una correlación directa entre
el gobernante y el sitio, por lo que la estratificación de la clase de los Tlatoque se
refleja directamente en la importancia del sitio. Este lugar va a ser el Tlatocayotl.
Hay que hacer notar que por cuestiones de procedencia, se opta por usar el
término Tlatocayotl, como el que se aplica al sitio o los sitios y la conjunción o
asociación de varios de ellos conforman el Altepetl. El tomar esta posición se debe
a que se le ve más coherencia de este término, con el del gobernante donde su
plural es el de Tlatoque, en el análisis superficial de estos términos, comparten la
partícula Tlato y en espera de que los especialistas en la materia aporten sus
opiniones al respecto, se toma esta determinación.
49
con representatividad en este tema y es de esperar poco avance en el tema desde
su publicación en el presente caso se dividirán por regiones geográficas. Por lo
que respecta a citar información de las fuentes con respecto al término o concepto
Tlatocayotl, se opto por no hacer uso de la información que estos documentos
contienen, por ser demasiado específica y necesita ser investigada en otro
contexto con la ayuda de los nahuatlatos, para sustentar o negar la validez del
vocablo Tlatocayotl. De tal manera que la información de las fuentes, solo va a ser
requerida cuando se analice el Tlatocayotl rector, ya que la información que
contienen elementos que apoyan la existencia de este sitio con supremacía.
50
(López Austin. 1989: p. 221). El sistema de alianzas había dividido a los Estados
en dos categorías:
El tener esta definición del hueytlatocayotl, nos trae como consecuencia que esta
forma de gobernarse en la época mesoamericana, encierre en un marco más
51
estrecho a dicho concepto. La primera divergencia se presenta, cuando menciona
que los Tlatocayotl de alguna manera son independientes y la coalición de varios
de ellos para dominar una zona más amplia, recibía el nombre de hueytlatocayotl.
Este autor hace patente la existencia de un centro rector o el d emayor
supremacía, al que va a denominar como el hueytlatocayotl integrado por
diferentes Tlatocayotl, tres o cuatro.
Continúa Maldonado con su alocución diciéndonos que los Tlatocayotl son los que
en la etapa colonial se conocieron como cabeceras y de acuerdo a la definición de
Charles Gibson (1991) citada por este autor, se resume como “la capital donde
había un gobernante indígena local que llevaba el título de tlatoani”. (Maldonado.
1990. 61) Como se puede ver, él autor utiliza sin distinción el vocablo señorío y el
Tlatocayotl, para caracterizar el espacio geográfico donde se asentaba el Teuhctli
al que él denomina como Tlatoani, a cuyo plural lo llama Tlatoque y agrega que el
término Ciudad-Estado originado también en Europa y más específicamente en la
Grecia clásica, pero prefiere seguir utilizando el término señorío.
52
3.1.2.- EL VALLE POBLANO
Este autor para hablar de los Tlatocayotl, parte de la forma de organizarse de los
mesoamericanos, por lo que comienza su argumentación con la existencia de los
llamados señoríos para que pueda, a través de esto explicar cómo se encontraba
organizado o cual era el papel jugado por Tepeaca -al menos en el siglo XVI -,
situación a partir de la que nos explica cómo considera él a dicho señorío:
53
donde según el autor, “había tres principales y entre éstos, uno era el más
principal” (Martínez. 1984: p. 25).
54
consideran descendientes del fundador de la casa y por lo tanto forman un
linaje en el sentido antropológico del término (Martínez. 1984: p. 91).
55
sociedad que tiene el señor supremo o universal, de siete teccalli, poder que
ostentan durante 224 años (Reyes: 1988: p. 82). Con lo que va a plantear una
independencia aparente de este grupo en relación a la influencia de Cholula, la
que intervino solamente al inicio ya que: Por el material de Cuauhtinchan parece
que Cholula una sola vez adjudicó tierras y maceualli a los Teuhctli chichimeca y
nunca más intervino para confiscar o redistribuir tales tierras y maceualli.
Este autor a pesar de no hacer explícito el nombre denominativo del lugar donde
se asienta el centlahtoani, si nos presenta la idea desarrollada de la existencia de
los sitios rectores y con esta base se puede pensar en que el nombre viable de
este lugar rector puede ser el hueytlatocayotl o centlatocayotl. Luis Reyes hace
notar la existencia de pueblos compuestos con un lugar que se constituye en el eje
rector de una serie de subdivisiones.
56
personaje son indisolubles, uno existe por el otro y viceversa y para el presente
caso el lugar condiciona el nombre del gobernante, por lo que es dado por sentado
que al hablarse de uno de los términos el otro está implícito, se toque o no.
Ante esto se opta por aceptar la propuesta de Luis Reyes de ser un solo el
llamado Centlatocayotl o Hueytlatocayotl, y siguiendo la tónica histórica se
encuentra información muy relevante en estos documentos del valle poblano y
son referidos directamente a la existencia de un espacio geográfico, en este caso
el sitio de Cholula, que es llamado explícitamente nuestra casa, donde se
reconoce ser el lugar que ubican como el dominante o el de mayor importancia de
una serie de Tlatocayotl. Por lo que a continuación se presenta una información
específica de cómo estos documentos describen ese Tlatocayotl principal.
57
80), siendo a este lugar a donde se dirigían los integrantes de varios Tlatocayotl
para que les fueran otorgados los diferentes rangos y esta fuente refiere que:
Del texto anterior se puede inferir que se resalta al sitio como el elemento
categórico en la relación que hay entre el personaje y el lugar, y nos dice que en
Cholula se otorgaba el poder o gobierno a diferentes personajes, de diferentes
lugares y obviamente Cuauhtinchan.
58
Otra fuente que nos va a hablar del ceremonial para acceder a la clase de los
Tlatoque, es paralela a la de Diego Muñoz Camargo y corresponden al mismo tipo
de documentos, es decir son las respuestas a un cuestionario de la Corona, para
conocer las potencialidades de los territorios conquistados, siendo este documento
la Relación de Cholula, escrita por Gabriel de Rojas, corregidor de dicho sitio
fechada en 1581. Lo relevante de esta información es que hace un relato breve de
dicha ceremonia, que se llevaba a cabo en Cholula, con lo que redondea o le da
sustento y al mismo tiempo se amplían los datos sobre este ceremonial en este
sitio en específico y con esto se puede plantear que Cholula es la mejor
representación de lo que es un Tlatocayotl Rector, por la conjunción de la
información recabada.
59
horadándoles las orejas, o las narices, o el labio inferior, según el señorío
que tenían. Con lo cual quedaban confirmados en su señorío y se volvían a
sus tierras. Y, para que a los tales se les diera crédito y fuesen respetados
por tales señores, iban cinco indios de los religiosos con el tal rey o
cacique, con ropas coloradas para ser conocidos por mensajeros de los
sumos pontífices, hasta ponerlos en sus tierras. Y, así en las vestiduras de
los sumos sacerdotes, como en la destos mensajeros, se muestra en
cuanta estima era tenida la purpura entre estos bárbaros, como lo fue
siempre en todas las otras naciones. (De Rojas, 1985. pp. 150-151)
Esta correlación tan estrecha entre estos dos términos que son incluyentes e
indivisibles, presupone que para identificar o decir cuales es el Tecuhtli de más
alto rango, se debe de reconocer el Tlatocayotl donde está asentado, y esta
operación puede hacerse de manera inversa, ya que los datos se complementan y
refuerzan a ambos conceptos.
60
proporcionan las Relaciones Originales de Chalco Amaquemecan, de Chimalpain
Cuauhtlehuanitzin, paleografíada por Silvia Rendón, de la cual solo se usan las
tablas cronológicas de los sitios que se mencionan al inicio de esta fuente, ya que
estas contienen el nombre de los gobernantes de once Tlatocayotl de esa área, se
seleccionan los que dan datos de la estrecha relación entre estos dos conceptos,
de los cuales seis de ellos proporcionan datos concretos, así que empezaremos
por el primer Tlatocayotl retomado de esta crónica de la región del actual Chalco.
61
años, después una Junta de Gobierno compuesta por nobles gobierna hasta 1486,
toma el poder un personaje que pertenecía a esta junta, Yaotentli Teohua Teuhctli,
este va a gobernar junto con dos jefes uno de ellos el Tlacateuhctli Teuhcxolotl y el
Tetzacuauhcuilli Xochpoyo, el cual es designado después como Teohua Teuhctli,
también con los mismos dos adjuntos y así mismo tiene ese sistema de
coejecutores el siguiente gobernante, Necuametl Teohua Teuhctli. De los
gobernantes coloniales siguen conservando el Teohua Teuhctli hasta 1534.
La función pública que desempeña el gobernante, se puede notar que está inscrita
de manera implícita asociada a un sitio, con esto obtenemos que la designación
del gobernante correspondía al Tlatocayotl que gobernaba y con esto suponemos
que el titulo y sitio eran uno solo, y esto permite plantear que cada Tlatocayotl va a
62
tener un tipo específico de Tecuhtli, y así mismo este Tecuhtli le dará el nivel al
Tlatocayotl o su jerarquía en el sistema de gobierno mesoamericano.
Para el caso del Tecuhtli principal, la información que se menciona muestra una
tendencia a que se pueda considerar que el término que detentaba el personaje
que gobernaba, y tomando como eje la información que proporciona Chimalpain,
da indicios de que no era un nombre propio, algo que fuese inherente al personaje
recibido por herencia. El nombre que recibía el gobernante del sitio era una
especie de puesto o función dentro de la estructura político social, en este caso en
la parte que corresponde a su forma de gobernarse.
63
dicho que después se le conoce como Chichimecatecpan, pues el tlahtoani
de ese teccalli lleva el título de Chichimecateuhctli. Este título desde el
momento que llegaron los chichimecas lo tenían los moquiuixca y lo
conservan hasta la intromisión de los mexicanos que consagran al pinotl
llamado Cuitlauatzin, nieto de Coxana. A partir de este momento tal título lo
heredan sucesivamente su hijo y su nieto que aparece como el tlahtoani de
Chichimecatecpan en el siglo XVI. ... los moquiuixca a partir de ese
momento aparecen ya sólo con el título de Tezcacoacatl... (Reyes, 1988,
pp. 86-87).
Con lo anterior queda sustentada la existencia de una clase social, donde los
puestos de poder se encuentran en posesión de ciertas sociedades,
representadas por la existencia de un Tlatocayotl y Teuhctli rector o principal. Por
lo que al tener analizados a los personajes de la clase de los Tlatoque, los cuales
para ejercer el poder, deberían de contar con un espacio geográfico y este era el
sitio arqueológico; el Tlatocayotl, el cual se procederá analizarse de una manera
más sucinta, ya que parte de la información del personaje o personajes se
relacionan directamente, ya que la organización de ambos elementos es similar,
responden a mismos principios de jerarquización.
64
CAPÍTULO 4.- LOS EDIFICIOS PRINCIPALES
DEL HUEYTLATOCAYOTL O TLATOCAYOTL
RECTOR
Por lo que respecta al Tlatocayotl rector, en este caso los datos son más amplios,
esto debido a que se tienen las evidencias arqueológicas irrecusables, de la
existencia de este tipo de lugares preeminentes, ya que solamente ciertos sitios
van a ser los destinados a ser una especie de capital o en otros términos un
hueytlatocayotl, los cuales pueden ser ubicados por ser los únicos que van a
contener un edificio dedicado expresamente a otorgar el cargo de gobernante,
dicha edificación debe de contener un edificio y en su interior los altares de los
Tlatoque, donde se llevaba a cabo la perforación de la nariz, para recibir la
nariguera símbolo distintivo de esta clase y a ese lugar acudían los demás
Tlatocayotl y sus respectivos Tlatoque, siendo este elemento el que definiría a
esta construcción.
Con esto podemos decir que el patrón de asentamiento de este tipo de sitios,
consiste en un área aislada del resto del asentamiento, ha sido denominado
genéricamente como el centro ceremonial o el más extremo, espacio sagrado,
separado del resto del asentamiento generalmente por una barda y con entradas
específicas. Dentro de este recinto existe una división entre lo cívico y lo religioso,
en este último vamos a encontrar el elemento representado en primer lugar la
estructura arquitectónica del Teocalli principal del sitio, y que como regla general
va a ser la estructura más importante de este patrón, a tal grado que es el de
mayores dimensiones, su monumentalidad es evidente.
65
El segundo conjunto arquitectónico es el Tecpan o palacio de gobierno, la sede del
Teuhctli, ya que si bien la mayoría de los Tlatocayotl tenían su Tecpan y sus
propios integrantes, en el Tecpan principal se reunían todos los Tlatoque de los
sitios secundarios y obviamente era el lugar de gobierno del Tecuhtli principal.
En este escrito se trataran solamente dos edificios, los cuales van a estar
relacionados con el aspecto civil, dejando de lado el edificio religioso o Teocalli,
por ser un aspecto que debe de ser analizado de manera independiente, ya que
su inclusión abriría un abanico muy amplio de investigación, lo que supera la
logística de este escrito.
Las grandes dificultades que existen hoy en día con respecto a la definición del
Tecpan, sucede porque siguen en la línea de ubicarlo como algo similar al
europeo, esto ocasiona que las evidencias que se buscan son en ese sentido, por
lo que se recurre mucho a buscar la evidencia ocupacional del sitio, tomando muy
en cuenta las áreas habitacionales, para poder relacionarlas con el o los edificios
que consideran como Tecpan, con respecto a este edificio ha sido encasillado
66
como un lugar exclusivo del gobernante hereditario, donde llevaba a cabo diversos
actos de la vida cotidiana de un gobernante o ceremonias, además de gobernar.
Esta información es nueva, ya que son ya más de cuatro siglos de que ese
manuscrito fue entregado en España y como se dijo solo se conocía lo publicado
en la Historia de Tlaxcala por Alfredo Chavero y esta obra no menciona nada
sobre este tema. Su novedad o aportación consiste en ser por el momento, la
información más fidedigna sobre el tipo y forma de construcción así como por
mencionar que en este edificio lo ocupaban una serie de individuos gobernantes
integrantes de la clase denominada como Tlatoque. Aunque si bien dicho cronista
conoció la construcción, esta ya no estaba en funciones cuando la visito por
primera vez, ya que el gobierno indígena había cambiado por el colonial,
representado por el cabildo indígena establecido en la actual ciudad de Tlaxcala.
67
4-1 EL TECPAN EN LAS RELACIONES GEOGRÁFICAS DE TLAXCALA
Para describir el Tecpan del sitio rector, se utiliza la información de los escritos de
Diego Muñoz, escritor tlaxcalteca, quien nos aporta datos que precisan de una
manera clara, la forma en que estaban jerarquizados los Tlatoque de Tlaxcala, y lo
más interesante es que nos da una muy buena descripción del Tecpan de
Xicoténcatl, no solo del edificio sino de su organización al interior de la manera en
que se acomodaban los diferentes Tlatoque que conformaban este Tlatocayotl de
Tlaxcala.
Diego Muñoz Camargo, menciona que ha estado muchas veces en las casas y
palacios de Xicoténcatl, procediendo a describir estas estructuras o edificios,
respecto al Tecpan nos refiere que: (Figura 3)
FIGURA 3.- CROQUIS DEL CENTRO CEREMONIAL DE TIZATLÁN Y EN PRIMER PLANO EL TECPAN DE
XICOTÉNCATL. (LÁMINA PROPORCIONADA POR RICARDO MENDOZA CRTLAX INAH)
Aquí esta una sala de extraña grandeza, que tiene de ancho 59 pies y, de
largo, 62, y de alto 22 palmos, y el maderamiento della, por lo alto, tiene
ante todas cosas una viga de inmensa grandeza por medio de la gran sala,
que la atraviesa de parte a parte, que sirve de madre. Es una sala casi
cuadrada. Descansa esta viga sobre dos postes de madera que están en
medio de esta pieza, los cuales postes se asientan sobre unas basas de
piedra. (Muñoz, 1984: pp. 60-61). Tiene esta sala tres puertas o entradas
68
sin puertas con que se cerrasen; tiene la puerta de medio, veinte pies de
ancho y, las dos colaterales, de a seis pies de ancho. Tiene de altor la
dicha casa, desde el suelo hasta las vigas, veinte dos palmos, que se
entiende dichos palmos, los de vara de medir; el altor de las tres puertas es
de, desde el suelo hasta los lumbrales altos, son de nueve palmos (Muñoz,
1984: p. 62)
Los anteriores datos son con el fin de seguir una secuencia y pasar a continuación
al dato más relevante acerca de conformación de la sala de gobierno, el lugar
donde sesionaban los Tecuhtli de este sitio, refiriéndolo de esta manera:
En torno a esta sala, hay un poyo de cinco pies de ancho y de alto, de dos,
donde tienen cantidad de esteras puestas echas de enea que llaman los
naturales Petlates, y unas banquillas de madera, bajas, de una pieza,
concavadas, en que se asientan, otras hacen de enea y espaldares de lo
mismo, arrimadas a las paredes, las cuales llaman Icpalli o Icpales, todas
puestas como referido tenemos, por gran orden, desde el fogón, por la
mano derecha, que da vuelta en torno por toda la sala, y lo propio hace por
la mano siniestra. Y la persona de más dignidad y más señor, se asienta y
tiene su asiento a la mano derecha del fogón, y, el que no era tan
preeminente, a la mano siniestra; y de esta forma van sucediendo en sus
asientos, según su valor, y dignidad y merecimiento. En este lugar trataban
69
sus negocios, y hacían sus ayuntamientos y consejos, o según su calidad.
Y, ansí mismo, servía esta gran pieza para sus convites y banquetes y
fiestas, en medio de la cual hacían sus bailes y danzas. (Muñoz, 1984: pp.
61-62)
Aunque si bien los datos concretos tanto arqueológicos como históricos del
Tecpan, son de un solo sitio en Mesoamérica, se debe a que por el momento los
colegas no se ponen de acuerdo sobre los elementos que lo van a definir y la
generalidad aplica el modelo europeo de palacio, combinando en una sola sede
las funciones de gobierno y habitación del gobernante, estas cuestiones aunadas
a otras más, no permite la posibilidad de presentar más sitios con Tecpan ubicado
en Mesoamérica, sus datos y argumentos no son confiables, para asegurar que
estamos hablando del Tecpan y por tal razón con uno basta, para perfilar como
era y cómo funcionaba el Tecpan o palacio de gobierno en Mesoamérica en la
etapa Posclásica.
Un dato muy importante que aporta este documento, reside en que de una manera
indirecta, nos muestra una división del centro ceremonial, entre una parte civil y
otra religiosa, siendo dividida por un elemento arquitectónico consistente en dos
escaleras y en medio de esta un terraplén, con lo que se indica la entrada y salida
de cualquiera de estas dos áreas. Esta división entre un lado dedicado a las
cuestiones de gobierno o civiles, con sus edificios dedicados ex profeso para
70
ejercer estas funciones, como sería el Tecpan y el Cuauhcalli, la otra parte se
dedicaba a las cuestiones religiosas y entre los edificios que la constituían estaba
el Teocalli principal, la construcción más notoria del sitio.
Se plantea lo anterior, debido a que en este caso hay una concatenación entre las
informaciones arqueológica e histórica, de tal manera que lo parco del dato
arqueológico es suplementado por la información histórica, por lo que tenemos
una descripción bastante aceptable sobre este edificio y su función.
Por ser el sitio de Tizatlán, el único que cuenta con un Tecpan claramente
ubicado, se hace necesario hacer una semblanza sobre dicho sitio, mencionando
las investigaciones más sobresalientes, que trataron sobre el tipo de edificación
que se está indagando. Por consiguiente se incluye las excavaciones de 1981,
donde un hallazgo en las escalinatas del Tecpan, de la mandíbula superior del
caballo muerto en las primeras batallas entre tlaxcaltecas y peninsulares.
71
4.2.- EL TECPAN DE TIZATLÁN Y SU INFORMACIÓN ARQUEOLÓGICA
Estos altares, que como he dicho, pertenecen a la primera época, junto con
otra ofrenda, que cuando fue descubierto el edificio sacaron y también es a
base de instrumentos musicales: flautas, ocarinas, carapachos de tortuga,
etc. nos demuestran sólo una cosa, que en la primera época, en el edificio
de Tizatlán, Macuilxochitl era el dios que se adoraba. Así pues se puede
resumir, conforme a los datos históricos y los arqueológicos lo siguiente: a).
Que en Tizatlán, hubo dos épocas de habitación. b). Que en ambas existió
el culto principal al señor del canto, de la música y del baile Macuilxochitl-
Xochipilli.
La información existente sobre el sitio de Tizatlán, solo un informe refiere que el edificio
en cuestión era el Tecpan de Xicotencatl y este es el del El Señor Concepción Fuentes,
como inspector instructor, quien había sido comisionado para supervisar los hallazgos
de los altares polícromos inicia su relato e informa lo siguiente:
72
indígenas no se lo permitieron. [A] Uno de los indígenas Pánfilo Sánchez
en agosto de 1924 se le había aparecido Xicoténcatl, diciéndole que fuese
a sacar algunas cosas que allí tenía guardadas.". Esta aparición la describe
como una persona vestida como "huehue" de carnaval, pero con una
vestimenta más fina. Este "huehue" quería que fuera al palacio para
enseñarle la entrada; el informante manifestó que este hecho le dio miedo,
por lo que huyó a su casa, hasta donde fue a buscarlo el "huehue" y refiere
que una vez fue con él hasta el palacio; el número de apariciones del
"huehue" al informante son seis y narra que una vez soñó que la esposa de
Xicoténcatl el viejo, le decía que lo que había en el palacio no era de su
esposo, sino de los padres de ella.
Debido a que los elementos más importantes son los altares polícromos, poca
atención se prestó a este problema, por lo que la aparición en 1980 en Glasgow
Escocia, la Relación Geográfica de Tlaxcala escrita por Muñoz Camargo, donde
aparte de la información escrita, presenta un buen número de láminas, siendo la
más relevante una lámina donde viene un plano del llamado centro ceremonial,
ocupando un lugar preponderante el Tecpan de Xicoténcatl (Figura 3).
Con respecto a este croquis, hay que hacer la mención que en su publicación se
encuentra incompleto, faltándole la parte correspondiente al espacio de la capilla
abierta, pero investigadores del INAH Tlaxcala lograron conseguir la lámina
entera, con lo que dan la perspectiva completa de cómo era el centro ceremonial
de Tizatlán dos décadas antes de terminar el siglo XVI. Aunque este plano no
muestra el Teocalli, su ubicación quedaría debajo de la capilla abierta del sitio,
dato que muestra el tratamiento que se les aplico a estos edificios religiosos en el
proceso de la conquista, de tal manera que se puede inferir que este sistema de
ubicar la iglesia sobre el Teocalli, va a ser aplicado en todos los sitios. Con esta
información histórica complementaria, queda zanjada la discusión a este problema
y queda ubicado histórica y arqueológicamente el Tecpan en el sitio de Tizatlán,
en el basamento de los altares polícromos, como ya se dijo sus restos consisten
en gran parte del muro Oeste y las escaleras de acceso por el sur.
73
4.3.- LAS EXCAVACIONES CONTEMPORÁNEAS
Por lo que traza una cala, en este lugar para investigar esta presencia del muro
en su largo y profundidad, cosa que no pudo comprobar ya que en lo largo estaba
debajo de la alfarda de la última construcción. Esta cala es la que aporta la
información más relevante de estas investigaciones y que son los restos de la
mandíbula de un equino. (Figuras, 6 y 7)
74
FIGURA 5.- CALA DE EXCAVACIÓN DONDE FIGURA 6 PROCESO DE EXCAVACIÓN DE
APARECIERON LOS RESTOS DEL EQUINO LOS RESTOS DE LA MANDÍBULA DEL
(Tomado de Sánchez Toscano 1981) EQUINO (Tomado de Sánchez Toscano 1981)
75
perdieron su dureza. Por este motivo tuve que sacar de emergencia estos
restos para que los mejor conservados pudieran ser tratados fuera de su
lugar original y así protegerlos.
FIGURA 8.- RESTOS DE LOS TRES FOGONES EN LA CALA DONDE APARECIERON LOS RESTOS DE
UN EQUINO (Tomado de Sánchez Toscano 1981)
76
Se comenzaron a retirar y llevaron la yegua, la cual hicieron pedazos para
mostrar en todos los pueblos de Tascala. Y después supimos que hablan
ofrescido a sus ídolos las herraduras y el chapeo de Flandes, y las dos
cartas que les enviamos para que viniesen de paz. (Bernal, 1976, p. 81)
Este cronista nos relata que después de salir de Iztacamaxtitlan y luego de cruzar
una muralla que según era como frontera con los enemigos de los mexica, tienen
una primera refriega, en la que salen heridos cuatro españoles y dice Bernal que
parécele que uno murió días más tarde. Al día siguiente se da la batalla donde
acontece el dato registrado por esta arqueóloga:
Por lo que respecta a los datos de Bernal, poco es lo que se le puede cuestionar,
ya que solo le falto el nombre de la yegua.
77
La versión que nos da Cortés es más escueta ya que decide seguir el camino por
dominios de los tlaxcalteca y no de lo mexica, siguiendo el consejo de los
cempolteca, y refiere que al pasar esta muralla al encumbrar un cerro, se
encuentran con las tropas de Tlaxcala y se da la batalla donde según Cortés le
matan dos caballos. Este dato que es de primera mano y escrita poco tiempo
después de haber pasado este evento, no es lugar para elucubrar el porqué esta
diferencia en el número de caballos muertos, podríamos argüir que Cortés los
aumenta por cuestiones de meterlos como gastos de guerra, por aumentar los
peligros por los que pasaron o cualquier otro motivo, pero esta versión recibe
apoyo mayoritario de los conquistadores que escribieron su versión.
78
queda aún por precisar este dato, solo sabemos con certeza la existencia de
restos de un solo animal y una parte muy pequeña; la mandíbula superior y el
momento en que es ofrendada esta parte de la cabeza del animal, en el Tecpan o
palacio de gobierno.
Aunque las fuentes nos indican que los restos de este caballo es el anteriormente
reseñado, surge el cuestionamiento del porqué fueron ofrendados a un edificio civil
y en este caso en el Tecpan lugar en el que se ejercía el gobierno. Esto nos
conduce a plantear que el animal fue considerado como parte o componente del
ejército invasor y con esto se deja de lado la versión idealista de la historia
tradicional, que implantaron la idea de que los caballos eran considerados entes
sobrenaturales, se menciona que este animal fue desmembrado y mostrado en los
pueblos, con esto vemos que no solo los mostraron, sino que fueron enterrados
como ofrendas en dichos pueblos y en el caso de Tizatlán es en el edificio donde
se reunían los gobernantes, el Tecpan. Es difícil establecer el significado de
encontrarse solamente la parte superior del equino asociado a este edificio.
Con esta información, no queda la menor duda que la edificación sobre los
altares polícromos, es el Tecpan de Xicoténcatl y por ende es el sitio rector y la
información histórica refiere que la distribución de los Tlatoque era en tres de las
paredes del edificio.
79
Descrito a grandes rasgos como era el Tecpan de Tizatlán, se describe el tercer
edificio identificado como un componente del centro ceremonial del Tlatocayotl
rector, el cual solamente se encontrará en el Hueytlatocayotl, siendo este el
Cuauhcalli o el edificio con los altares de iniciación al rango de Tecuhtli.
80
Existe la Relación de Cholula, documento contemporáneo a la Relación de la
Provincia de Tlaxcala, el cual habla de la existencia de un edificio donde se
llevaba a cabo la perforación: En este caso se puede aplicar que dicho cronista
conoció directamente dicha edificación, ya que quizá y esa es la esperanza que
aún se encontraba en pie. Con respecto al edificio donde se llevaba a cabo esta
ceremonia, nos describe de manera sucinta Gabriel de Rojas en su Relación de
Cholula, al referir la manera en que los indígenas accedían o se convertían en
capitanes de guerra, para lo cual:
…los metían en una capilla q[ue] para este efecto estaba dedicada, en la
cual los dos sumos sacerdotes los señalaban horadándoles las orejas, las
narices o el labio inferior, según el señorío que tenían. Con lo cual
quedaban confirmados en señorío y se volvían a sus tierras (De Rojas,
1985, p. 131).
81
imagen está deteriorada y se pierde parte del edificio representado, pero por lo
general es un edificio con una sola plataforma.
Sobre estas tres franjas que viene a conformar un solo elemento, similar a un
espacio físico e ideológico, sobre la cual se lleva a cabo la perforación de la nariz
82
y por ende en este mismo espacio se sitúa el altar donde se recostaba el aspirante
y obviamente el oficiante, todo esto se hace fuera del edificio, por lo que es posible
inferir que este simbolismo es el que contendría el interior del Cuauhcalli y que de
acuerdo a la información arqueológica se encontraba en el interior.
Por lo que respecta a las imágenes en códices con información sobre este
ceremonial o acto, en los restantes solo se observa el elemento altar, donde
recostaba la cabeza el aspirante a Tecuhtli, (Nutall, Bodley), existen además las
imágenes de la Historia Tolteca Chichimeca y la Tira de la Peregrinación o códice
Boturini, donde en la primera el elemento es un árbol de mezquite y en la segunda
es un cactus y una biznaga, así mismo en el Códice Aubin la imagen corresponde
a un árbol.
El sitio que marcará como se debe de entender la ubicación espacial del edificio
con los altares de iniciación, es Malinalco en el Estado de México, donde en
primer término tenemos una ubicación dentro del patrón del sitio, a los altares de
iniciación separados en un conjunto de estructuras aisladas del resto del sitio. En
lo que respecta al edificio, es una estructura autónoma, y de acuerdo a las
estructuras cercanas a él no se puede hablar de que estuviese cerca al Teocalli
Mayor del sitio, al que se presupone que está en el área no explorada en la cima
83
del cerro, se piensa de una manera aventurada que el Cuauhcalli de Malinalco es
vecino a edificaciones del orden civil entre ellas el Tecpan.
Arqueológicamente solo existía este sitio donde se afirma que en ese lugar estaba
un edificio y que en su interior contenía estructuras donde se perforaba la nariz,
pero fue encajonado como el lugar donde se hacia una ceremonia o actividad de
una parte de los militares, lo más selecto, los guerreros Cuauhtli y Ocellotl. Ante
esta situación la investigación se mantuvo en ese nivel y poco se hizo para darle
consecución. En el año de 1990 las investigaciones realizadas en Tizatlán
Tlaxcala redefinen las estructuras encontradas en este sitio, y que desde 1927
eran considerados altares de sacrificio humano, quedando ubicados como altares
de iniciación al rango de Tecuhtli.
84
que él las relaciona directamente a la ceremonia donde se perforaba la nariz. El
término Cuauhcalli al que traduce como casa de las águilas, asociándolo a lo
militar en específico a las órdenes de los Cuauhtli y de los Ocellotl a los que
denomina caballeros del sol.
85
representación de Ehecatl Quetzalcoatl, a la cual también desecha y considera
que el relieve representa al monstruo de la tierra y el cual está representado en el
Códice Borgia P. 14, el que Seler confunde con una cueva. (García, 1947: 16)
86
Tlatoque, La manera en que se llevaba a cabo esta función en este edificio, el
personaje se acostaba sobre el Cuauhtli central, quedando la cabeza de dicho
individuo, sobre la cabeza del Cuauhtli y así le era perforado la nariz, con el hueso
del Ocelotl y la uña del Cuauhtli.
Como se puede observar la mayoría de los datos que aporta este autor
corresponden a la información de las fuentes y son los más coincidentes la
presencia física de estos animales en ese edificio, desde estas fechas se tenían
ya datos concretos de la correspondencia entre la información histórica y la
arqueología, pero esto muy poco ha influido en los investigadores, ya que según
se compendia en el escrito de Hernández Rivero, las interpretaciones del sitio y
sus elementos no rebasan el parámetro puesto por García Payon y se encasillan
en el ámbito militar.
FIGURA 12.- POSICIÓN DEL ASPIRANTE, EN LOS ALTARES SOBRE LA BANQUETA CIRCULAR DEL
CUAUHALLLI (Foto cortesía del INAH)
87
La manera en que se acomodaba el aspirante en los tres altares sobre la
banqueta semicircular, presenta una posición anatómica de estar acostado sobre
la figura del animal, con la cabeza apoyada sobre la de este y las piernas
recogidas a diferencia del altar central donde las piernas cuelgan sobre las plumas
de la cola del Cuauhtli (Figura 13).
FIGURA 13.- POSICIÓN DEL ASPIRANTE, EN EL FIGURA 14.- FRAGMENTO DE LA ESCENA DEL
ALTAR CENTRAL DE MALINALCO (Tomado de AYUNO, EN EL CÓDICE BOTURINI (Tomado de
Hernández Rivero, 1993) Lord Kingsborough, 1964)
88
En la Tira de la peregrinación, los que están tumbados sobre un mezquite y
dos biznagas son, como dice el autor del Códice Aubin, los mimixcoa
Xiuhnel, Mimich y una mujer que, al carecer de glifo no se supo decir quién
era. Inclinándose sobre ella está nuevamente Amímitl, aunque no es muy
claro lo que está haciendo. Podría sugerirse que quizás les esté perforando
el septum o, por qué no, que simplemente los esté acomodando en las
plantas. Empero, lo que no comparto es la idea de que Amímitl esté
llevando a cabo un sacrificio como generalmente se ha interpretado la
ilustración, puesto que en ningún momento tenemos un cuchillo de
pedernal, una apertura de pecho, sangre, banderas o plumones asociados
con este tipo de ceremonia. (Castañeda de la Paz, 2007, p. 194)
Lo que sí creo es que estamos ante un ritual chichimeca a través del cual
los protagonistas se consagran como cazadores y guerreros de alto
estatus, cual dignos hijos del Sol. Un ritual que los mexicas incorporaron en
su relato de la peregrinación, de ahí que ambos grupos interactúen y los
aztecas se confundan con aquellos mimixcoa creados a la postre por
Mixcóatl, llegando a ser difícil a veces distinguir a unos de otros. Lo mismo
sucede con el dios mexica a quien veremos suplantar a Mixcóatl.
(Castañeda de la, 2007, p. 195)
Lo mismo ocurre con el códice Aubin (Figura 15), en un contexto que si bien es
precedido por el desgajamiento del árbol y posterior separación de las sociedades
que migran juntas, pero existe la acción de acostarse en el mezquite, en este
caso la fuente refiere que dicho suceso de acostarse en esta planta, en este caso
va a estar representada por un árbol, donde la escena consiste en que se
acuestan al pie de este árbol, siendo tres los personajes que intervienen, entre
ellos una mujer, a la que denominan solamente como la mujer poderosa, los otros
son Xiuhueltzin y Mimitzin, los tres cuidadores de la deidad, en este caso a
diferiencia del Códice Boturini, no existe el personaje que va a estar de pie, sobre
los que se encuentran acostados haciendo el ayuno de los Tlatoque.
89
FIGURA 15.- LÁMINA DEL CÓDICE AUBIN, EL ACTO DE ACOSTARSE EN EL MEZQUITE (Tomado de
http://www.britishmuseum.org)
FIGURA 16.- CÓDICE AUBIN FOLIO 7r, LOS MEXICA PORTANDO EL CHITACO Y EL ARCO (Tomado
de http://www.britishmuseum.org)
90
nariz, en la escena siguiente los participantes salen ya con diferentes símbolos del
poder político como son el arco, las flechas y el chitaco, aunque no es visible la
nariguera, los datos dicen que esta la deberían de portar.
91
Ante esta cuestión se procede a mencionar las investigaciones más importantes
que se han hecho con respecto a la función e interpretación de las pictografías en
los altares, ya que la información que contienen poco se ha avanzado en este
aspecto, ya que los últimos intentos fueron hace tres décadas.
Alfonso Caso (pp. 1-34), quien también participa en los primeros trabajos
arqueológicos, esboza varias ideas o interpretaciones importantes. Este autor se
dedica básicamente a efectuar la descripción de los motivos para dar a conocer
sus conclusiones, derivadas éstas de las diferentes representaciones que decoran
los altares. Inicia su escrito con la descripción de la plataforma donde se
encuentran ubicados los altares, a los que califica como un "aposento superior o
santuario de un templo indígena", asignándoles literales a cada uno de los dos
altares, dándole la letra A, al altar occidental y la letra B, al altar oriental;
menciona además como un dato importante la presencia de ladrillo en las
construcciones, ya que solo en Tula y en Tabasco hay indicios del uso del ladrillo.
92
FIGURA 17.- LADO IZQUIERDO CON LA FIGURA FIGURA 18.- LADO DERECHO ALTAR
DE UN PERSONAJE CON ATRIBUTOS DE PONIENTE, CON LA FIGURA DE UN PERSONAJE
TLAHUIZCALPANTECUHTLI SEGÚN CASO Y CON ATRIBUTOS DE TEZCATLIPOCA, SEGÚN
MICTLANTECUHTLI DE ACUERDO A NOGUERA CASO Y NOGUERA
Las interpretaciones que ofrece de los símbolos pintados en los costados de este
altar las inicia: con el cráneo con el símbolo del chalchihuite (Figura 19).
93
El segundo es un corazón con el símbolo del chalchihuite, que en la parte inferior
termina en un rostro, que el autor identifica como la cara del dios Xipe, el tercer
dibujo es una mano izquierda, ésta también tiene una pulsera con el jeroglífico del
chalchihuite, del cuarto símbolo no precisa su significado; éste corresponde a un
anillo rojo, con un anillo azul con puntos negros y una faja con los colores del
chalchihuite que los corta transversalmente
La descripción de la cara Sur del altar B, dice que en lado izquierdo se encuentran
tres dioses a los cuales no identifica; en la parte central identifica a la diosa
Mayahuel, por encontrarse desnuda y presentar la peculiaridad de ostentar tres
senos; ella aparece nadando en una vasija en cuyas paredes se aprecian los
colores del chalchihuite y a ambos lados de esta imagen se encuentran un tigre y
un águila. En esta representación, aparece una cabeza casi destruida, que por
tener delante de la cara y atrás de la cabeza, lo que el autor considera unas
nubes azules, aunado a otros atributos que presenta, hacen concluir al
investigador de que es una cabeza del dios Tláloc. (Figura 20)
FIGURA 20.- PARTE FRONTAL DEL ALTAR FIGURA 21.- PARTE FRONTAL DEL ALTAR
ORIENTE LADO IZQUIERDO ORIENTE LADO DERECHO
94
En el lado derecho del altar, hay una escena semejante al otro lado, con tres
dioses uno de los cuales tiene gran similitud con el del lado izquierdo, donde las
figuras centrales también simbolizan al mismo dios de ambas representaciones,
en cuanto a este dios del cual solo se encuentra un fragmento, por sus atributos lo
hace corresponder con Tlahuizcalpantecuhtli. (Figura 21)
Los lados del altar B son semejantes pero no iguales y las figuras de uno y
de otro no se corresponden como las del altar A: dos bandas horizontales
de jeroglíficos, en las que se alterna, como en un tablero de ajedrez, una
figura que siempre es la misma, con otras que varían, pero se repiten en el
cuadro de la banda superior y en el inmediato a la izquierda de la banda
inferior... Este motivo que se repite es el del alacrán y entre los motivos que
describe se encuentra la calavera, continuando con las espinas de maguey
ensangrentadas; la figura que sigue es el escudo identificado en el altar A
(Caso 1927) (Figura 22)
Llama su atención que este dibujo ocupe la parte central de ambos altares; el
siguiente elemento es un corazón del que sale una arteria con adornos de
chalchihuite, continúa con el glifo que identifica con las ramas del axoyatl, más
adelante menciona los dos cráneos sin abundar en detalles.
95
El último signo (que se repite) son las espinas de maguey cubiertas de sangre. Al
describir el otro costado del altar occidental menciona lo siguiente:
Con estos datos, el autor identifica a este jeroglífico como el tlapapalli de Eduardo
Seler, donde los cuatro colores están asociados a los puntos cardinales, de ahí
parte para definir la serie de cuadros que están abajo de la banda inferior, donde:
... hay 52 en el lado occidental, doce en cada una de las secciones del
frente y 47 en el lado oriental;... pintados con cinco colores que entran en
las pinturas: rojo, azul, blanco amarillo y negro y dispuestos en este orden
regular.
Con esto y apoyado en datos que proporciona B. Sahagún, relaciona los colores a
los puntos cardinales, donde el rojo sería el Norte, el azul el Oeste, el amarillo el
oriente, el blanco el Sur y el cuadrete negro representa la región central o
subterránea, los cuadretes de este altar siguen el orden de los puntos cardinales,
en el sentido opuesto a la forma en que se desplazan las manecillas del reloj.
Aunque deja abierta la posibilidad de que los cinco cuadretes puedan
relacionarse con los cinco períodos venusinos. Concluye sobre estas
representaciones lo siguiente: "Creo que toda la decoración de todo el altar B,
representa como una manta que cubría dicho altar; rematada por el xicalcoliuhqui
y orlada de plumas de águila..." (Caso 1927).
96
Le queda la duda y es por esta razón que apunta que si se hubiera sacrificado de
la manera normal, la sangre derramada habría destruido las pinturas; le preocupa
la función de la taza y la canaleta en la parte frontal, por lo que plantea
tentativamente esta hipótesis:
97
toma el autor para clasificar o designar a éstos como altares de sacrificio y con
esto da por explicada la función del reborde o canal situado en la cara Sur de
ambas estructuras, al que considera como un Cuauhxicalli o conducto por donde
se vertía la sangre de la persona inmolada. Propone que en futuras
investigaciones se precisar tal interpretación, que él mismo considera como
provisional. Así, Noguera rinde un informe del sitio, donde refiere de éste lo
siguiente:
Hay un gran espacio rectangular de 5.45 metros de ancho por 11.20 metros
de largo, este cuadrángulo está perfectamente orientado a los puntos
cardinales. Hay dos lápidas o plataformas de 0.35 metros de altura por 1.80
metros de largo y 1.17 metros de ancho. La lápida oriente, en la pared del
mismo lado presenta una hilera de 13 cuadretes y la mitad de un
decimocuarto que no alcanzó a completarse (Noguera, 1927, informe).
98
Aunque el investigador no logra dilucidar a que deidad o festividad están
dedicados los altares, da por hecho que la función específica de éstos, es la de
inmolar a las personas destinadas al sacrificio, ya sea para alguna fiesta o para
celebrar alguna deidad en particular, quedando el autor en espera de futuras
investigaciones que habrán de darle los datos que le faltan para redondear esta
conclusión.
Como se ve, este autor es el creador del concepto "altares de sacrificio", que ha
dominado el ámbito profesional, para designar las estructuras con dibujos tipo
códice de Tizatlán. A esta definición no se le habían aportado los datos que
Noguera esperaba, para redondear más su conceptualización y mucho menos
había sido puesta en duda su veracidad, al aceptarse por cierta esta definición por
los investigadores, dando por hecha esta situación.
En este trabajo el autor analiza las pinturas de este sitio, empezando por el altar
poniente y en la cara Sur en el lado derecho identifica al Tezcatlipoca Negro
(Yayauhqui), por tener el cuerpo y miembros de color negro y presentar en la cara
los colores amarillo y negro en bandas. El personaje que aparece a espaldas del
primero corresponde a Tezcatlipoca antes o después de efectuar una penitencia,
ya que ciertos atributos lo representan en esa acción, siendo éstos, la bolsa de
copal (copal xiquipilli), las púas de maguey y un fémur hincados en un
zacatapayolli (Figura 18).
En la parte izquierda de esta misma cara, ubica a Mictlantecuhtli, esto lo hace por
medio de la comparación de los atributos del representado en Tizatlán y los que
aparecen en el Códice Borgia y destaca algunas características relevantes como
son: el cuchillo de pedernal en la mandíbula superior, así como el estar provisto
de púas y punzones, símbolos del auto sacrificio y agrega además que:
99
alegórica y no relación aparente con el Tezcatlipoca, él que está en su
frente, como personajes que van a efectuar la misma ceremonia religiosa.
El motivo que está detrás del personaje, por no encontrar uno similar en los
códices, piensa que posiblemente se trate de una serpiente de fuego (xiuhcoatl),
devorando un pedernal, ambos símbolos representativos del fuego (Figura 17).
Al describir los costados oriente y poniente de este primer altar, explica que están
decorados con los símbolos de una mano, un corazón, un cráneo y un motivo
central, los que en forma simétrica se repiten a ambos lados, pintados en color
rojo sobre fondo negro (Figura 19).
Del altar oriente, empieza su descripción por el lado izquierdo de la cara Sur,
donde en la parte central, hay una mujer desnuda con tres pechos dentro de un
100
"recipiente" con agua, en el lado izquierdo de la deidad está representada una
águila y en el lado derecho un tigre; menciona la existencia de las tres
divinidades pero dice que es difícil establecer su significado y a la vez su relación
con los demás motivos de los altares. (Figura 20)
En cuanto al lado derecho de esta cara Sur, son análogas al del otro lado, siendo
la variante más notoria, el motivo que aparece dentro de la vasija con agua y en
lugar del tigre y el águila aparecen dos figuras geométricas, de estos dos últimos
glifos no puede precisar su significado (Figura 21).
En cuanto a las pinturas del segundo altar, menciona que presenta en ambos
costados una serie de trece cuadretes, con la salvedad de que en el lado
occidental presenta la mitad de un cuadrete más, los motivos que están
representados y el número de veces que ocurren en la decoración, nos da las
siguientes cantidades: el alacrán (27), púas de sacrificio (6), agua o sangre (6),
cráneo (5), cuadrete rojo con centro negro (3), mano (3), corazón (1), círculo rojo
orlado de discos (1), dando un total de ocho motivos; la abundante representación
de la figura del alacrán, hace llegar a este autor a la siguiente conclusión: "Este
motivo más que ninguno nos revela el significado total de los dos altares de
Tizatlán y si a ello agregamos las demás representaciones íntimamente
relacionadas con el sacrificio, como lo vamos a ver, tenemos que llegar a la
conclusión de que eran altares de sacrificio (Figura 22).
Para terminar, menciona que no puede asignar una deidad en particular o a que
festividad fueron dedicados estos altares, por lo que continuar en espera de
investigaciones más metódicas, para que se les asigne la época de construcción
de los altares y a su vez las circunstancias que los originaron.
101
Alfonso Caso y Eduardo Noguera, sobre la función de los altares, así como un
estudio iconográfico. Los investigadores anteriormente citados, hacen el análisis
de los motivos representados en los altares, recurren al estudio de las fuentes y a
la analogía con los códices, logrando identificar la función de los altares,
redefiniéndolos como altares de iniciación o por decirlo en otras palabras, los
relacionan con el lugar donde se llevaba a efecto la perforación de la nariz para
obtener el rango de Tecuhtli, en el territorio tlaxcalteca.
Para reforzar su hipótesis dan varias explicaciones de los motivos y los relacionan
a algunos aspectos del ritual, por esta razón consideran que el altar que
denominan como A situado al oriente, era el lugar donde se investía al aspirante
como Ocellotl; en su interpretación intentan precisar la fecha o el momento de la
ceremonia, la que según su estudio se establece por los motivos representados
principalmente por Tlahuizcalpantecuhtli, símbolo de Venus como estrella
vespertina y proponen que el momento habría de ser cuando Venus y la Osa
Mayor entraran en conjunción.
102
FIGURA 23.- LA PERFORACIÓN DE LA NARIZ CÓDICE NUTALL (Tomado de Dover Publications, 1975)
103
La posición en que se coloca el futuro Tecuhtli durante este ritual, en los altares de
Tizatlán y de acuerdo a las imágenes que nos presentan los códices Nutall Becker
I y Colombino, consistiría en que la cabeza queda con la nuca descansando en el
semi círculo central de la parte superior de la canaleta, la que divide la cara Sur de
ambos altares (Figura 26).
FIGURA 26.- POSICIÓN DEL ASPIRANTE EN LOS FIGURA 27.- LA FUNCIÓN DEL SEMI CÍRCULO
ALTARES DE TIZATLÁN, SIMILAR A LAS EN LA PARTE CENTRAL Y DE LA CANALETA EN
IMÁGENES DE LOS CÓDICES CITADOS LA CARA SUR DE LOS ALTARES DE TIZATLÁN
Con esta posición el aspirante quedaba centrado, sentado en el piso del edificio y
sus espaldas recargadas en la canaleta y las pictografías de esa cara y las piernas
cruzadas o recogidas (esto último a consecuencia de la cercana presencia de una
columna que impide en ambos altares que las piernas se puedan estirar con
comodidad).
Esta explicación aclara dos de las dudas que le surgen a Alfonso Caso, una de
ellas es la función de la canaleta o reborde en la pared sur de ambos altares, que
Caso supone que es para depositar las ofrendas o los instrumentos de auto
sacrificio, por lo que de acuerdo a la versión de ser altares de iniciación, la
canaleta y en especial la parte semicircular sobre el altar, es donde se acomodaba
la cabeza del aspirante a Tecuhtli y parte de las espaldas sobre la canaleta de la
parte frontal del altar. (Figura 27)
104
altares de perforación de la nariz, para acceder al puesto de gobernante o
Tlatoque.
Otro punto que hay que mencionar de los alcances de esta investigación es la
forma en que van a dar datos que apoyan la tesis de García Payón, ya que
solamente cambian a los actores y la función queda intacta, quedando la misma
línea planteada por este investigador, de ser el lugar donde se perforaba la nariz,
por lo que deja de ser una función de la clase militar, para insertarse dentro el
evento político más importante de esas sociedades, la toma del poder.
Esta investigación iconográfica de estos dos colegas que llegó a esta conclusión,
no ha sido valorada en lo más mínimo y ha pasado desapercibida para la
comunidad académica, debido en primera instancia a que pocos investigadores
están metidos de lleno en esta problemática y los que llegan a tocarla, lo hacen
superficialmente sin cuestionar la información que investigan y la aplican a sus
trabajos, otra cosa que ayuda a que esta investigación de la iconografía de los
altares no sea conocida y por ende cuestionada o aceptada, es que los autores de
dicha propuesta, no profundizaron más en su investigación, dejándola enunciada.
Hay un aspecto que distingue más a los sitios con altares de iniciación y ésta sería
su ubicación en el patrón de asentamientos del sitio. En un recorrido por el sitio de
Malinalco, el arqueólogo José Hernández Rivero preguntaba: si los altares de
Tizatlán presentaban la característica arquitectónica de ser un edificio que estaba
construido exclusivamente para albergar a los altares, como es el caso de
105
Malinalco. Ante esta pregunta tan evidente pero sin respuesta momentánea, se
procedió a checar este dato.
FIGURA 28.- PERSPECTIVA QUE MUESTRA LAS FIGURA 29.- PERSPECTIVA QUE MUESTRA LAS
COLUMNAS QUE SOSTENÍAN EL TECHO DE LA COLUMNAS QUE SOSTENÍAN EL TECHO DE LA
ESTRUCTURA, DONDE SE OBSERVA QUE ES UN ESTRUCTURA, DONDE SE OBSERVA QUE ES UN
EDIFICIO INDEPENDIENTE EDIFICIO INDEPENDIENTE
La presencia de este edificio debe de ser revaluado a la vista de los nuevos datos,
ya que su presencia es determinante en el patrón de asentamientos, debido a que
es el sitio o lugar donde se otorgaba la nariguera y que de acuerdo a la
106
información sobre este tema, solo unos pocos sitios podrían tener la presencia de
un Cuauhcalli, cuestión que ha sido corroborada por la arqueología, ya que
solamente dos sitios se han encontrado con evidencias irrecusables de ser el
edificio en cuestión es un Cuauhcalli. Dentro de la arqueología Mesoamericana
los sitios de Malinalco y Tizatlán son los únicos que se puede afirmar que
contienen estructuras o altares de iniciación, este número es obvio que es muy
bajo en el amplio territorio de Mesoamérica y dado que este tema poco se ha
trabajado en el ámbito académico, la información que se está produciendo podría
ser más concreta y con mas evidencia que la existente.
Lo ideal sería el detectar otro sitio en cualquier parte de Mesoamérica lo que nos
ampliaría de manera exponencial el conocimiento que se tiene de este tipo de
sitios, podemos suponer por la información histórica con alto grado de precisión, la
existencia de altares de iniciación en Cholula y obviamente en México
Tenochtitlán. Es por eso que se analiza la tesis doctoral de López Lujan donde
aborda este problema.
Con esta información se puede plantear la existencia de estos sitios con altares
van a corresponder a lugares que tenían un cierto dominio político en un área
dada, aglutinarían de alguna manera un número de sitios en diferentes territorios y
de filiación étnica diferente, serian algo así como sitios rectores. Con esta
condicionante se supone con un alto grado de certeza de que podemos hablar de
sitios que tuvieron altares de iniciación, aunque no hayan sido localizados restos
arqueológicos determinantes, por lo tanto se puede plantear sin duda que los sitios
de Cholula en Puebla y México Tenochtitlán al menos, eran lugares que otorgaban
el poder, ungían a los Tecuhtli en los altares. Es por eso que es de esperarse la
aparición de estructuras con elementos que puedan indicar que esas son los
elementos que nos permitan hablar de la existencia física del edificio donde se
llevaba a cabo la ceremonia de ungimiento. Al tenerse información precisa y
certificable de dos sitios con una función específica y de una importancia capital
en la sociedad mesoamericana, se ha buscado o esperado la aparición de más
107
sitios con este edificio y sus altares a lo largo y ancho de Mesoamérica, cosa que
no ha sido productiva.
108
FIGURA 30.- LA CASA DE LAS ÁGUILAS DE MÉXICO TENOCHTITLÁN Y SU ACCESO FLANQUEADO
POR ESCULTURAS DE CABEZA DE ÁGUILA
109
Lo más interesante de la manera en que López Lujan entierra la propuesta del
profesor Matos, planteando que para ser considerada como un edificio o recinto de
la orden militar de los Cuauhtli-Ocellotl, arqueológicamente no hay evidencia de la
presencia del Ocellotl, como contraparte o complemento del Cuauhtli, por lo que
plantea lo siguiente:
110
ceremonias de primerísimo nivel: la velación de dignatarios de alto nivel y
la penitencia del tlatoani previa a su entronización. (López, 2006: p. 275).
111
Estas cuatro figuras son asociadas a la deidad que ha sido denominada como
Mictlantecuhtli, el cual ha sido asignado a la región del inframundo y más
coloquialmente como dios de la muerte, por los atributos anteriormente
mencionados (Figura 33).
La información que nos presenta dicho autor, de los materiales arqueológicos que
le permiten llegar a esta conclusión, lo notorio es la ausencia de otros elementos
arqueológicos entre ellos el del Ocellotl, contraparte y complemento del Cuauhtli,
permite objetar de manera tajante esta conclusión, ya que si hablamos de que en
este lugar tenía lugar dos de las ceremonias determinantes en la vida del Tecuhtli,
es de esperarse que deberían estar presentes los símbolos de este rango, puesto,
posición etcétera, siendo lo mismo que le cuestiona a Matos y De la Fuente, de no
estar presentes ambos elementos, el Cuauhtli y el Ocellotl, por lo tanto, lo mismo
112
se aplica a su tesis, no hay elementos concretos que representen al Tlatoani o por
decirlo mejor al Tecuhtli.
Esto que debiera de haber sido una excelente oportunidad de tener evidencia
arqueológica de otro sitio relacionados directamente con estos altares de
iniciación, al analizarse la información que se da de este sitio en el zócalo
capitalino, los resultados obtenidos fueron en el sentido de que no hay elementos
arqueológicos precisos que sostengan que en este lugar se llevara a cabo la
primera ceremonia del Tecuhtli, es decir el ayuno o penitencia previa a su
ungimiento como dignatario.
113
los símbolos. La presencia del Cuauhtli y el Ocellotl en Tizatlán está representada
en el altar oriente y no muestra la misma magnificencia que Malinalco, pero están
presentes. Esta sería el binomio que se encuentra en el registro arqueológico de
estos sitios, la que se contrapondría a la que se localizó en México Tenochtitlán.
Es por estas razones en este lugar no pudo llevarse a cabo al menos de una de
las ceremonias descritas, el ayuno previo, o como dice el investigador “la
penitencia del tlatoani previa a su entronización. (López, 2006: p. 275)”, por la falta
de un elemento que está asociado directamente con otro, el Cuauhtli y el Ocellotl,
114
los que son un binomio donde uno no puede existir sin el otro, son la dualidad que
dan legalidad y orden al universo político mesoamericano, confirman el ascenso al
poder de los gobernantes mesoamericanos, por lo que se usaron como elementos
contrastantes la presencia del Cuauhtli y el Ocellotl, pero ubicándolos como
símbolos ideológicos.
Por lo que corresponde a la función de ser el lugar de la velación del cadáver del
dignatario y gentes principales, presenta la misma debilidad que la situación
anterior, no hay elementos arqueológicos suficientes para garantizar el ejercicio de
esa función, por lo que respecta a la información de las fuentes sobre este tema,
de acuerdo a la propuesta o tesis, sobre quien era el gobernante principal y que en
este caso se falsea la definición o conceptualización de la versión eurocentrista
que lo define como un gobernante por lazos consanguíneos y en contraposición se
plantea la existencia de una clase gobernante, donde existe la figura del
gobernante principal o supremo, por tal razón la información de estos documentos
sobre la ceremonia fúnebre del gobernante, queda igualmente en duda al negarse
la existencia de este tipo de gobernante. Por lo que el tema de la muerte y el
ceremonial que conlleva del gobernante no se discute en el presente escrito.
El haber hecho una descripción más o menos detallada de los sitios arqueológicos
reportados con altares de iniciación, es con el fin de hacer notar la intima relación
que hay entre el gobernante principal y los animales Cuauhtli y Ocellotl,
representado muy notablemente en Malinalco, con la existencia en este sitio de
tres Cuauhtli y un Ocellotl, estos datos arqueológicos nos permiten usar con un
grado de precisión alto, la existencia del Teuhctli como el nombre o designación
del personaje con la mayor jerarquía en el gobierno y por ende en la sociedad, así
mismo a los animales Ocellotl y Cuauhtli se dejan de considerar como nombre de
una jerarquía militar por más alta que ésta sea, para el presente caso los datos los
ubican como símbolos ideológicos, debido a su más que notorio protagonismo,
son el elemento central de esta ceremonia, ya que son estos elementos animales,
no solo los que confirman el acceso a la clase en el poder, sino que la legalizan y
legitiman como tal, es decir como la clase gobernante.
115
CAPITULO 5: EL CUAUHTLI Y EL OCELLOTL,
COMO LOS SÍMBOLOS IDEOLÓGICOS DEL
SISTEMA POLÍTICO MESOAMERICANO
El tercer elemento es el que le da el sustento suficiente para la construcción de
este modelo, ya que en sí, los dos componentes anteriores (el Tlatocayotl y la
clase de los Tlatoque) es algo que la corriente tradicional retoma y por ende los
investigadores los contemplan en su esquema teórico, en este caso solo se difiere
en la posición del Tecuhtli en el esquema del sistema de gobierno. Por lo que
respecta al tercer componente ha sido reubicado en el mismo plano de la
superestructura de estas sociedades, donde su nueva función es la de ser
símbolos ideológicos que legalizan y legitiman el acceso al poder, estos son el
Cuauhtli (águila) y Ocellotl (felino). Como se puede observar en este punto hay
una marcada diferencia con la corriente tradicional, ya que si bien los consideran
como parte de la superestructura, los encajonan de tal manera que los remiten a
un plano mítico y en lo que respecta a su posición en el ámbito gubernamental de
estos dos animales, los ubican como categorías militares, los famosos guerreros
Cuauhtli y Ocellotl.
Por tal razón, aunque se reconoce que estos animales funcionaron de alguna
manera en estos aspectos y en otros más, podemos decir que su función principal
es la de ser símbolos que rigen las relaciones sociales, que en el presente caso se
ubican en el ámbito político y por lo que respecta a las cuestiones ideales de ser
una dualidad, oscuridad-claridad, frio-caliente, tierra-cielo, día-noche etcétera,
quedan supeditados a la función como símbolos que rigen el acceso al poder,
determinando la posición del gobernante o gobernantes en la esfera política, tanto
al interior, como con las demás sociedades integrantes de Mesoamérica. Esto esta
ejemplificado con claridad en la Historia Tolteca Chichimeca.
En el folio 21r, (Figura 2) además del cuadrángulo con cuatro entradas, formando
contornos que asemejan ser una trama o tejidos de alguna planta, dentro de ella
están los tepilhuan en dos ceremonias el acto de comer maíz y la perforación
116
nariz, en esta escena en la parte superior donde se forma una entrada y donde
entran un camino de huellas de pie humanas, se encuentra una escena que llama
la atención de ser los dos animales Cuauhtli y Ocellotl, los dos símbolos rectores o
titulares que son representados como uno solo, ubicados de tal manera que
comparten el mismo espacio, con la particularidad de ambos están amalgamados
de tal manera que forman uno solo y de esta manera presiden esta parte del
ceremonial como el cuauhtliocellotl, esta imbricación es la que rige este momento,
de tal manera que es lo que legaliza y legitima el acceso a la clase de los
Tlatoque, siendo el momento definitorio al serle perforada la nariz. (Figura 34)
117
y Plunket 1992, p. 41). Junto con estos elementos mencionan otros existentes en
este monolito, como son un corazón con tres volutas atravesado por un dardo, así
mismo en la parte posterior hay un Chimalli o escudo redondo y debajo cuatro
dardos y en su parte superior y del lado izquierdo se encuentra un atlatl, rodeado
por plumones, donde salen dos plumas. (Figuras 35 y 36). Esta superposición de
estos dos símbolos en esta piedra, aunque no es igual a la de la Historia Tolteca
Chichimeca, es evidente que comparten un mismo espacio.
FIGURA 35.- FOTOGRAFÍAS DEL MONOLITO DE FIGURA 36.- DIBUJOS DEL MONOLITO DE
HUAQUECHULA PUEBLA (Tomado de las HUAQUECHULA PUEBLA (Tomado de las
Doctoras Plunket y Uruñuela 1991-1992) Doctoras Plunket y Uruñuela 1991-1992)
118
Existe además una pieza cerámica de Tlaltelolco en la Ciudad de México, la cual
presenta a estos dos símbolos, espalda con espalda y solo una porción menor de
sus cuerpos se comparte, pero se puede decir que no hay una separación física.
Aunado a esto podemos agregar que el dato coincidente en estas tres
representaciones, es la orientación de las cabezas de ambos símbolos, es cada
uno viendo hacia un lado diferente. (Figura 37).
119
digital en las memorias del III Congreso de Folklore y Tradición oral en
Arqueología del 2014.
120
de la nariz. En la mano izquierda porta el chimalli y una bandera, en la derecha le
cuelga una bolsa o un Chitaco, así como en la mano tiene un elemento indefinido,
ya que se supondría que en esta debe de portar algún tipo de arma. El pie
derecho es el que es substituido por unos círculos, uno casi completo de color rojo
y dentro de este uno completo de color azul o verde.
121
diferentes, pero estrechamente relacionadas, ya que el sacrificio va a ser un paso
obligado, para llegar a los altares a recibir la nariguera.
122
de sólo dos peldaños y sin color, descansa sobre un rectángulo dividido en cuatro
colores, blanco, amarillo, azul y rojo el sacrificado presenta los mismos atributos,
que el del Temalacatl, en este caso al igual que en el códice Becker II, la sangre
del sacrificado cae hacia un elemento circular orlado de color azul y al centro una
cruz en un círculo de color amarillo. El sacrificador en una de sus manos lleva un
atlatl y en la otra el chimalli con dardos, su cuerpo está pintado de rojo, del que
cuelgan desde el cuello tiras de color rojo y blanco, presentando atuendos de color
amarillo combinado con el rojo, en el pecho y en el tocado sobre la cabeza y las
cintas en los tobillos. En este caso, el sacrificador porta sobre la cabeza una
cubierta con la imagen de un cráneo, con manchas redondas de color amarillo, en
la mandíbula y la nariz tiene color rojo, como la cinta que le amarra el pelo
ensortijado (Figura 38).
Este es el elemento que nos permite sugerir que dentro del estamento gobernante
uno de los puestos principales, estaba representado por uno o varios individuos y
dentro de su principal símbolo de poder se encontraban atributos de la deidad
Mictlantecuhtli y en este caso está cubriendo toda la cabeza, por lo que el dato
relevante ubica en esta parte del cuerpo, como el lugar donde se ponían los
principales elementos de poder que definían el tipo o lugar que ocupaban en la
estratificación del poder y que en el presente caso, los indicios tienden a ponerlo
en el escaño anterior para ser el Tecuhtli principal.
123
En este caso a pesar de lo escueto de la información, su solidez consiste en que
su origen es arqueológico, de tal manera que los conceptos de Mictlantecuhtli y
Tezcatlipoca, van a corresponder cada uno a un estrato de la clase gobernante y
de acuerdo a la información recabada sobre este tema, da indicios que dichos
estratos están dentro de los rangos más altos en el sistema de gobierno, por
consiguiente en el caso de Tlaxcala se pueden asignar a cada uno de estos
símbolos a un lado especifico de la composición de la estructura de la clase de los
Tlatoque y en este caso estos serían los más altos, antes del Tecuhtli principal.
Los Tlatoque representados con este símbolo, consiste en que todos ellos
conquistan a otros personajes o lugares con diferentes insignias. Son cinco las
124
representaciones donde existe un binomio de vencedor y vencido, algo similar a
las representaciones de las parejas en las piedras de Tizoc y la del Arzobispado.
En la lámina nueve hay dos escenas donde son representados asaeteados, como
símbolo de conquista dos personajes, portando ambos vencidos la nariguera del
Tecuhtli (Fig. 39). En la lámina diez, los lugares conquistados, son representados
por un Altepetl o cerro flechado y el otro es un Icpalli atravesado por el dardo del
atl-atl, este está asentado sobre las fauces abiertas de un ofidio, el monstruo de la
tierra o Tlaltecuhtli (Fig. 40). En el caso de la lámina once, solo se encuentra un
personaje, el cual le clava un dardo a un Ocellotl.
FIGURA 39.- LAMINA 9, CÓDICE COSPI (Tomado FIGURA 40.- LÁMINA 10, CÓDICE COSPI (Tomado
de www.famsi.org) de www.famsi.org)
125
Lo característico de los personajes que vencen, es que todos son de colores
distintos, teniendo la particularidad de que el tocado que sobre la calavera que
cubre la cara, es similar en todos ellos, donde existen unas ligeras variantes. En el
primer caso el personaje tiene el cuerpo rayado de rojo y blanco, los brazos son
de dos colores, en las manos de color rojo y del brazo hacia arriba de color negro
con dibujos y la calavera que cubre la cara es blanca con un círculo verde. El
segundo personaje está pintado de un verde oscuro, hasta la cabeza y de igual
manera que el anterior, los brazos son de color negro con dibujos en blanco y las
manos rojas. El tercero es un personaje que está pintado todo su cuerpo de color
amarillo y únicamente las manos son rojas, el cuarto su color es café, donde como
en los dos primeros sus brazos y sus manos van a estar pintadas con esos
colores. El último personaje es de color verde claro y al igual que el tercero solo
sus manos son de color rojo.
Debido a que la iconografía existente sobre la imagen del que ha sido designado
como deidad del inframundo o del Mictlan, un dios de la muerte, es bastante
extensa, por eso se tomo esta información, ya que la simbología es la más
apegada al tema de la composición del estrato gobernante.
126
5.2.- LOS MONOLITOS DE TIZOC Y DEL ARZOBISPADO Y SU RELACIÓN
CON EL ACCESO A LA CLASE GOBERNANTE
La cuarta parte del ceremonial detectada, es el acto que se lleva a cabo, donde los
recién electos Tlatoque, son despedidos por los Tlatoque del sitio donde fueron
investidos, con músicos, de esta ceremonia podemos decir con seguridad que es
127
la que cierra todo el ceremonial de los Tlatoque y como se ha mencionado, son
varias y diferentes las partes que conforman este ceremonial, son las únicas
detectadas con seguridad.
De los avances colaterales a estos símbolos ideológicos, pero no por ello menos
importantes, se presentan a continuación, diversos resultados obtenidos en la
investigación y que como se advirtió son derivados del tema de los símbolos
ideológicos, donde se observa en la información del apartado anterior, la
existencia de dos símbolos usados por una facción de los Tlatoque, los que se
encuentran relacionados al Temalacatl y al Cuauhxicalli. De tal manera que esta
información, cambia drásticamente la dirección que se llevaba a ser considerado
como un sacrificio religioso a uno de índole política.
Para llegar a este dato se recurrió a los dos monolitos circulares de México
Tenochtitlán, conocidos como la piedra de Tizoc y la del Arzobispado, de tal
manera que se expusieron resultados parciales en dos ponencias, una en el 2013
y otra en el 2014, así que se toman los datos relevantes de ambos eventos, para
dar un panorama de cómo han sido investigados o citados desde inicios de la
colonia y reforzar la función de ambos monolitos como un Temalacatl y un
Cuauhxicalli, donde se contradice que fuese este acto un ceremonial religioso
dedicado a una cierta deidad y son en realidad elementos usados en el ceremonial
de los Tlatoque, resolviéndose a su vez la temporalidad de los monolitos.
128
vista por Duran (Figura 42) y Sahagún (Figura 43), posteriormente fue enterrada,
lo que detuvo en parte su destrucción.
Hay que mencionar que este elemento ha sido plasmado en diferentes códices de
manufactura colonial como son el Magliabechi, el Veytia, el Tudela y Tovar
(Figuras 45, 46, 47 y 48). Así como en el códice Ixtlilxóchitl, el cual es similar al
Veytia, por lo que la información es bastante amplia para este elemento, algo que
129
indica la importancia en la sociedad mesoamericana de la ceremonia que en él se
efectuaba. De estos códices coloniales en cuatro se encuentra representados los
círculos pequeños, en torno a un círculo mayor y en ninguno se muestra el objeto
al cual se amarraba el mecate y se agrega que en el Tudela al sacrificador lo
identifican como el principal de México y al futuro sacrificado como un esclavo.
130
son similares, salvo el personaje central que se distingue al portar un tocado con
forma de ave sobre la cabeza, identificado por los especialistas e investigadores
como el símbolo de Huitzilopochtli (Batalla Rosado, Umberger, López Austin.
Eduard Seler (López Austin 2006) identifica en los vencedores atributos a
Tezcatlipoca, referido por la existencia de las dos columnas de humo que
substituyen al pie faltante en la imagen. Pero hay un elemento que va a definir el
nombre y por ende su atribución a un gobernante en particular, siendo este el glifo
de una pierna, atribuido a Tizoc, atributo único que lleva este Tlatoani (Figura 49).
FIGURA 49.- EL TECUHTLI PRINCIPAL EN LA PIEDRA DE TIZOC MNA (Foto de Minda H.)
Este elemento se ha convertido con el paso del tiempo en el eje central, de las
investigaciones sobre este monolito, por lo que es como un paso obligado, el
análisis de dichos glifos. En lo que respecta a la interpretación de los glifos, hay
una coincidencia entre los investigadores en la identificación de nueve y
variaciones en seis de ellos, según el estudio de VanEssendelft (2011, 28),
131
situación parecida al desglose que hace Graulich (1992, 7). La lectura de algunos
investigadores que abordan la investigación en estos monolitos, se nota una
tendencia a centrarse en las pictografías y en particular en los glifos, cuestión que
solo dan datos ya conocidos y en ningún caso se aprecia información nueva o
relevante, como en el caso de los glifos que tienen variantes graficas, estas son
atribuidas a cuestiones de estilo.
Las investigaciones sobre el tema como sugiere Uremberg (1998), los enfoques
más recientes son los de Wicke y Townsend, donde él primero considera a las
figuras de los conquistados, como deidades de los sitios y que las escenas
representan a las conquistas de la sociedad mexica en general y no solo las de un
gobernante. El segundo ve en estas representaciones un cosmograma, donde la
expansión del espacio sagrado se ve en el territorial. Después del análisis
iconográfico e iconológico se expondrán los argumentos contradictorios a dichos
planteamientos y a los que se han hecho a lo largo del tiempo.
132
Austin y Lujan 2010, Wright Carr 2009, Uremberg 1998), esta consideración no ha
tenido fundamento para tal aseveración.
Con respecto a los glifos en lo general coinciden con las interpretaciones iníciales
de la piedra de Tizoc y con las variaciones en su interpretación, Graulich (1992, 7),
aunque hay pocas variaciones son, atribuidas a cuestiones de estilo (Figura 50).
133
¿Qué interpretaron los especialistas a partir del segundo hallazgo?
Simplemente, el problema específico continuó su trayectoria, abarcando
ambos monumentos; subsistió la diversidad de opiniones, y en algunos
casos apareció la indecisión cuando se tuvo que hacer el listado de las
conquistas (2006, 110).
Esta observación de Graulich, sirve para plantear una interrogante con respecto al
monolito del arzobispado y que consiste básicamente en la ausencia de una figura
que muestre evidencias notorias de ser de un rango superior a los demás
integrantes de las parejas, que sería la existencia de un registro explicito de un
gobernante determinado, tal como sucede en la piedra de Tizoc. Esta ausencia de
un personaje sobresaliente y que los lugares conquistados se repiten en ambas
134
piedras y de los personajes vencedores representados tienen muy pocas variantes
perceptibles a simple vista, pudiendo mencionar en primer lugar el extremo del
penacho, en la muñequera en la mano que toma del cabello al prisionero y el
collar, variaciones que llevan diferentes personajes, por lo que no es posible
asignarlos, como rasgos distintivos del gobernante supremo.
Si a esto aunamos el contexto arqueológico en que fue excavada esta pieza, que
no estaba in situ y su contexto era colonial y los investigadores López Austin y
Lujan (2010), siguiendo la información de las fuentes, ubican a esta piedra como la
que se encontraba en el predio propiedad del conquistador Rodrigo Gómez, donde
posteriormente quedo dicho Arzobispado. También es mencionada por Duran, de
la cual dice la vio antes de ser enterrada. Esto abre la posibilidad de considerarlas
como contemporáneas, cuestión que debe de reflejarse en su función, ya que si
son contemporáneas y ambas funcionan como Temalacatl, o bien como
Cuauhxicalli, van a presentar problemas, ya que nos presenta una dualidad de
ceremonias, por tal razón es más viable asignarles funciones diferentes en el
mismo lapso de tiempo, por lo que la piedra de Tizoc sería el Temalacatl y la
piedra del arzobispado vendrá siendo el Cuauhxicalli. Esta determinación se toma
en base a los datos aportados por la piedra de Tizoc y que consiste en la
presencia de un personaje principal, esto aunado a que en la parte central
debería de existir un elemento que permitiese ser atada la soga o mecate, no
existen evidencias claras de la existencia de este artefacto en la piedra Sánchez
Padilla y Pérez Castro, menos probable es encontrarla en la piedra de Tizoc. Esta
función debe de ser argumentado con datos más concretos y para esto se
recurrirá a la información de las fuentes y los códices.
135
cuando escribe su obra, menciona que ya había sido enterrada y que se ubicaba
en la plaza mayor, junto a una acequia frontero a las casas reales. De la segunda
da datos concretos por tenerla a la vista (Figura 44), diciendo que era una batea
donde se recogía la sangre de los sacrificados en una pileta ubicada en el centro y
tenía un canal para que escurriera la sangre, dice que fue encontrado por las
obras de la catedral y que fue puesta en la puerta del Perdón (Duran, Tomo 1,
1984, p. 100).
Duran describe la fiesta de la siguiente manera, que cuarenta días antes, vestían a
un indio con los atavíos del dios para representarlo en ese lapso de tiempo,
diciendo que dicha fiesta se solemnizaban todos los dioses en una unidad (Duran,
Tomo 1 1984, p. 97), ya que el día de la fiesta sacaban a este indio y detrás de él,
menciona un total de ocho indios portando atributos de otros tantos dioses, de los
barrios más importantes, todos estos eran llevados a la piedra de sacrificio donde
se les extraía el corazón, para después pasar al desollamiento de dichos indios
imágenes.
La piel de estos se ponían a otro tanto de indios, vistiéndolos con las insignias de
cada uno de los dioses representados en este primer sacrificio, menciona que se
hacia un acto muy particular y que consistía en amarrar el pie derecho al izquierdo
136
hasta la rodilla del otro participante y de esa manera quedaban atados todos los
indios que portaban la piel y las divisas de las deidades que representaban.
Estos indios así amarrados eran llevados a un lugar llamado Cuauhxicalco, donde
se encontraban juntos el Temalacatl y Cuauhxicalli, la manera en que funcionaba
este sacrificio, consistía en que los indios capturados combatían sobre el
Temalacatl con armas sin filos, el objetivo era que fuesen rayados, rasguñados en
cualquier parte del cuerpo y sucediendo esto se daba por terminado ese evento y
el vencido era llevado al Cuauhxicalli para ser sacrificado por extracción del
corazón, esto le sucedía a todos los indios preparados para este sacrificio. Lo
característico del Temalacatl, es que del orificio del centro salía una cuerda que se
ataba al prisionero del pie, a la que denomina como centzonmecatl. Con respecto
a los sacrificadores, menciona en primera instancia, a dos personajes con divisa
de águila y a dos con distintivo de felino, aparte de estos venía un personaje
llamado león viejo, acompañados por otros cuatro vestidos de color blanco, verde,
amarillo y rojo, todos los cuales entraban a la ceremonia del sacrificio del
tlauauanaliztli que es el rayamiento, el señalar o rasguñar.
137
Tolteca Chichimeca, ya que muestra a este sacrificio como un acto en que los
participantes, en el caso de los sacrificados son Tlatoque o gobernantes y los
sacrificadores son los que van a ocupar este puesto, el de Tlatoque.
Para enfrentar la problemática de estas dos piedras, se verá la manera en que son
descritas en la información histórica y en este caso será fundamental la Historia
Tolteca Chichimeca un documento de mediados del siglo XVI de Cuauhtinchan
Puebla, la información que presenta con respecto al Temalacatl, consiste en que
está relacionada a un evento específico y es el sacrificio de personajes de un alto
rango en la política y que son identificados como Tecuhtli, los cuales conforman
una clase, la de los Tlatoque, donde los sacrificadores van a acceder a esta clase.
138
Con este dato de ser el sacrificio en el Temalacatl, una ceremonia que va más allá
de lo religioso y se enfoca al aspecto político, referido al sistema de gobierno y por
ende al o los gobernantes y que como nos indica la información esta promoción
política, era posible por haber sido vencedor en una guerra de un alto nivel. Este
dato redimensiona la función del Temalacatl, por lo que es necesario analizar en
esta fuente el pasaje anterior a la mención de los sacrificios.
Al pasar a esto de ser aceptado el canto, hay que resaltar que en este discurso
metafórico de cómo se va a resolver el problema del sometimiento del tolteca al
olmeca, esto sucederá cuando se lleve a cabo el baile originado por el canto del
Pancuicatl en una fiesta en el que será bailado por los tolteca. En este proceso se
139
habla de las insignias de los Tlatoque olmeca, las cuales van a ser pedidas en
préstamo, pero hacen la acotación que deben de ser las insignias usadas y viejas,
el escudo y la macana, el arco, el ichcauipilli, las cuales están arrumbadas, nunca
las nuevas para no romperlas y causar un problema. Logran conseguir estas
insignias y la fuente nos menciona que la macana y el escudo son pintados de rojo
y azul y cocidos los ichcauipilli. Por desgracia falta saber cómo se llevó a cabo la
guerra entre estas dos sociedades y que acabo con el dominio por parte de los
olmeca, por faltarle dos hojas y media como dicen los traductores.
Los eventos que ocurren desde la ida a Chicomoztoc, en busca de una alianza
con los Tepilhuan habitantes de este lugar y los sucesos que acaecieron después
de lograr la unión de Toltecas y Tepilhuan, por medio del otorgamiento de la
nariguera y con este resultado se da la salida de los Tepilhuan al valle poblano
para vencer al enemigo del Tolteca, el Ayapanca y el Xochimilca, han sido ya
reseñados en las páginas 19 a 24 de este escrito, por lo que se procede a seguir
en el momento que se da la guerra.
Nos refiere la fuente que los Tlatoque Quauhtzitzimltl y Tlazotli, fueron sacrificados
el primero en el Quauhtzatzaztli o la estructura donde se aspaban a los
140
sacrificados por flechamiento o Tlacacaliztli y el segundo el Quauhtemalacatl por
rayamiento o Tlauauanaliztli. En el primer caso fungen como sacrificadores los
chichimeca Tepilhuan: Tecpatzin, Moquihuix, Tzontecomatl y Couatzin, en el
segundo sacrificio los ofrendantes son Teuhctlecozahuqui y Aquihuatl (Figura 51).
Después de hacer esto, la fuente nos refiere que los tolteca Icxicouatl y
Quetzaltehueyac los encaminan fuera de Cholula y les dicen:
Con esto, los Tepilhuan van acomodarse en la geografía política del área,
asentándose en los lugares que ocupaban al momento de la conquista, es a partir
de este momento que se deja de seguir la información de esta fuente, por
considerarse suficiente la evidencia, de ser estos dos sacrificios, uno en el
Temalacatl y otro en la estructura llamada Quauhtzatzaztli, ambos ritos están
141
asociados al acceso al poder, donde los participantes tanto sacrificados como los
que los ofrendan, pertenecen a la clase de los Tlatoque.
142
área poblano tlaxcalteca, donde en esta última parte la información que aporta
consiste en la descripción escrita y gráfica de un ceremonial donde interviene el
elemento llamado Temalacatl, donde se precisa su función y quienes participaban
en ambos bandos y lo principal, el porqué razón se hacía este sacrificio. Esto es lo
que permite la inclusión de la mixteca como parte de este problema, ya que en dos
de sus códices aparece el Temalacatl, el Becker I y el Nutall.
143
el adorno en las rodillas, consistente en una tira bicolor con un círculo redondo en
medio. Por lo que respecta al faldellín que viste el personaje del Temalacatl y que
termina en una tira con tres puntas, similares a la que llevan en el pecho.
Por lo que respecta a los sacrificadores, son representados por tres personajes,
dos de los cuales sacrifican en el Temalacatl, portando atributos de felino en la
cabeza, uno pintado el cuerpo de color amarillo y otro con el cuerpo de color rojo.
Aquí hay un aspecto que debe de hacerse notar y que consiste en que estos
personajes portan en la mano izquierda un chimalli o escudo y una banderola, en
la mano derecha no portan nada y curiosamente la mano es substituida por una
garra de felino, se dice esto ya que no se nota que sea un guante, por su forma
anatómica que sigue la forma felina. El tercer personaje que sacrifica, tiene el
cuerpo pintado de rojo y como atributo principal porta un yelmo o casco de un
Mictlantecuhtli, en una mano lleva el chimalli y dos dardos y en la otra porta el
atlatl, pudiéndose precisar que esta no lleva ningún atributo, como es el caso de
los otros dos personajes que sacrifican.
144
Por lo que respecta a la escena del flechamiento, en el Quauhtzatzaztli, la imagen
del Tecuhtli sacrificado está muy deteriorada por la pérdida de los colores y
formas, de alguna manera se aprecian la terminación en tres puntas, sin
precisarse el color, solo se puede decir que tenía el cuerpo pintado de rojo y nada
más con respecto a sus insignias. Lo más notorio de esta escena es que el
sacrificador está pintado de negro y flecha con un atlatl, de los cuales hay cuatro
dardos en el cuerpo del sacrificado.
145
respecta a la de Tizoc, se le considera como un Temalacatl, debido a que este
sacrificio es nombrado recurrentemente en las fuentes y el flechamiento es poco
mencionado, a esto se le suma que este elemento contiene indicios claros de ser
el de mayor importancia y es el único que cuenta con un gobernante principal.
El cuarto punto, se refiere a nueva información que aportan estos dos elementos y
que van a versar sobre el número de personajes conquistadores y vencidos, los
cuales van a ser un total de cincuenta y dos Tlatoque, por lo que son 26 los
Tlatoque que son vencedores. De tal manera que correlacionando las
informaciones del valle tlaxcalteca, donde se menciona que en este lugar el
sistema de gobierno consistía en un Tecuhtli principal y a sus lados izquierdo y
derecho se acomodaban los demás Tlatoque integrantes del gobierno. Otra
información que se correlaciona, es del valle poblano, donde la información ubica
a por lo menos siete Tlatoque que van a ser sacrificados en el Temalacatl y en el
Quauhtzatzaztli, y presenta una iconografía que se puede aplicar sin problemas a
los dos monolitos mexica. Es por esto que se plantea que en el Tecpan de México
Tenochtitlán, estaba conformado por un Tecuhtli principal y de un lado tendría
catorce Tlatoque y del otro serían once.
Se tomará a la descripción del fraile Duran, como la base sobre la que van a girar,
las investigaciones sobre estos dos elementos arqueológicos, este ubica al
146
Temalacatl y el sacrificio que en él se llevaba, como una parte importante en la
fiesta de la deidad llamada Xipe Totec, cuya característica principal consiste en el
desollamiento de varios personajes.
Con esta información se puede ver que la versión de Diego Duran, por lo que
respecta a la ubicación dentro del ceremonial mesoamericano, queda contrastado
que este sacrificio fuese de la festividad del Tlacaxipehualiztli, por lo que los
sacrificados no era cualquier indígena, eran los de mayor rango o puesto en las
sociedades en conflicto y que por ende eran gobernantes los participantes en
ambos bandos. En este sentido se manifiesta Ortiz García al analizar la Historia
Tolteca Chichimeca:
147
número de gobernantes implicados en la piedra de Tizoc son treinta, donde 15 van
a ser los conquistados, por tales motivos, es imposible que en tan poco tiempo se
regenere el tejido político en el territorio de su influencia. Si a esto le aunamos que
cada año se tendrían 15 nuevo Tlatoque, estos excederían la capacidad del
Tecpan principal.
Otro dato que está en duda consiste en la piel del prisionero, ya que si este era
rayado, es decir su cuerpo o su piel era herida, es de plantearse que su calidad
era cuestionable, ya que tenía esas imperfecciones producidas por el rayamiento,
por desgracia es un tema que no se puede poner a discusión, ya que ni el mejor
peletero del orbe, tienen los conocimientos necesarios, para determinar la
viabilidad de confeccionar un vestido con la piel herida de ese prisionero, pero
esto es secundario.
Al aludirse que en esta ceremonia se llevaba a cabo otro sacrificio, que era flechar
o asaetear a los cautivos, se amplía el rango de esta ceremonia, aunque la
información es escueta, es lo suficiente para que se asocie a estos dos sacrificios
a un ceremonial especifico, con se tendrían elementos más que necesarios para
encontrar una similitud precisa con la información de los códices Nutall y Becker,
donde se muestra escenas de estos dos sacrificios. Estas representaciones
proveen más información con la escena del flechamiento o Tlacacaliztli, donde al
pie del sacrificado que esta aspado en el Quauhtzatzaztli, en medio de este se
encuentra una piedra circular, sobre la que escurre la sangre del sacrificado.
Lo sugerente de la imagen de estas dos piedras, consiste en primer lugar que las
representaciones del Temalacatl son diferentes en esos dos códices, a pesar de
que ambas son redondas, en el Nutall es una circunferencia completa sin
148
interrupciones, mientras que en el Becker I, presenta siete protuberancias visibles,
en el círculo central se nota la existencia de una sola barra donde se amarraba el
mecate o cuerda, en el Nutall el centro está cubierto por un color y no se ve alguna
barra o algo para amarrar dicho mecate. En lo que respecta a los dos elementos
representados en la base de la estructura de madera o Quauhtzatzatli, son casi
idénticos, son dos circunferencias de color azul o verde, con su superficie exterior
irregular, de tal manera que las hendiduras asemejan a pétalos o algo así, en el
centro está un círculo y dentro de este dos barras que atraviesa dicho círculo, de
tal manera que al unirse en el centro, lo hacen a través de un círculo menor, la
única diferencia palpable es el color de dichas barras y círculo, ya que en el Nutall
es amarilla y en el Becker I es roja.
Algo que esta simple vista y que define la función y nombre de la piedra ubicada
en medio del Quauhtzatzaztli, es el hecho que la sangre del sacrificado escurre
hacia dicha piedra, por lo que su nombre y función es la del Cuauhxicalli, o el
recipiente donde se recibe el liquido precioso. Este es un dato que ha pasado
desapercibido, ya que en la Historia Tolteca Chichimeca no está representada
dicha piedra, pero la información de los códices es tan clara, que se
complementan entre ambas informaciones y dan por certificado la existencia de un
elemento similar en la Historia Tolteca Chichimeca. Con esto tendríamos dos
opciones para ubicar el Cuauhxicalli, una sería como exclusiva de esta ceremonia
o como un nombre genérico para todo recipiente que tenía como función recibir la
sangre en cualquier tipo de sacrificio.
De tal manera que traspalando aún más la información, se tendría una correlación
que se aplicaría a las escenas laterales de ambos monumentos, donde el tan
discutido glifo que identifica a los vencidos, se enmarcaría tal como lo describe e
ilustra la Historia Tolteca Chichimeca en su folio 28r, donde el reborde superior y
que se continua hacia abajo en lado derecho de la lámina, estas dos columnas
están divididas en siete cuadretes, dentro de cada uno se encuentran
representados siete personajes con la cabeza decapitada y atravesada por una
149
flecha, cada uno contiene un glifo, el cual ha sido designado como gentilicio por
Rossell, y que es donde se:
Por lo que respecta a las demás figuras de guerreros victoriosos siguiendo la línea
marcada por la Historia Tolteca Chichimeca, se supondría que son otros tantos
aliados, como los siete Tepilhuan, que según esta fuente sacrificaron a los
Ayapanca, Xochimilca y su complemento, en el Temalacatl y en el Quauhtzatzaztli.
Por lo que se infiere que en el Temalacatl de Tizoc, está representado un
gobernante principal y catorce secundarios, lo que nos daría un total de treinta
sitios o lugares de ambos bandos, que participaron en esta guerra. Viéndolo desde
la perspectiva de la información de Historia Tolteca Chichimeca, se puede decir
que las escenas en los costados de estas dos piedras son correspondientes sin
duda alguna a las escenas superior y lateral de este documento, con lo que
tendríamos la representación arqueológica de la información histórica.
Se cuentan con pocos elementos para intentar una aproximación para identificar a
los gobernantes y sitios participantes, solo es posible aventurar una hipótesis
150
alternativa y que consiste en considerar que estos elementos son el Temalacatl,
en el caso de la piedra de Tizoc y el Cuauhxicalli correspondería a la del
arzobispado, que ambos funcionaron en el mismo lapso de tiempo.
Por lo que al ser de la misma etapa histórica justifica la repetición de los glifos en
los personajes vencidos, los cuales vienen a ser otros gobernantes vencidos, de
igual manera serían diferentes los personajes de los conquistadores, esto
explicaría la ausencia del gobernante principal en la piedra del Arzobispado, de tal
manera que su presencia en la piedra de Tizoc, nos indicaría que sería el
monumento principal y la de Sánchez, Padilla y Pérez Castro sería la secundaría y
por ende complementaria en este ceremonial.
Con esto se argumenta a favor de la función diferente en una etapa común, ya que
los personajes representados de ambos bandos, corresponderían a diferentes
individuos, por lo que tendríamos un total de cincuenta y dos gobernantes
implicados en estas escenas y por lo menos quince sitios conquistados con
veintiséis gobernadores de estos y de igual manera serían veintiséis los
vencedores, pero la ausencia de datos de su lugar de origen, no es posible decir
los sitios a los que pertenecían, ya que la lógica de la información implica que no
solamente serían gobernantes de Tenochtitlán, tendría que haber sitios aliados
fuera de este lugar.
Otra información que nos permite inferir que ambos monolitos funcionaban
simultáneamente, consiste básicamente en la destrucción intencional del símbolo
del gobernante y que en este caso sería la nariguera. Ya que curiosamente este
151
es el aspecto más atacado, afectando poco a los demás símbolos secundarios,
esto se puede observar en ambos monumentos, acción que solamente pudo ser
hecha por gentes contrarias a los mexica, cosa que ocurrió en los primeros años
de la conquista, ya que si tomamos en cuenta un dato que ha pasado
desapercibido en la mayoría de los investigadores del tema, el cual consiste en
que la ciudad de México Tenochtitlán fue ciudad botín, por lo que todos los
indígenas fueron expulsados de esta, quedando sin gobierno indio y es viable
pensar que en estos primeros años tropas indígenas contrarias a los mexica,
deberían de haber servido de protectores de los españoles, por el temor a una
rebelión de los vencidos, miedo que siempre les acompaño, hasta que como ellos
decían pacificaron a la tierra (Figuras 54 y 55).
152
cercano a la catedral, del cual se ignora su función en el ceremonial y de acuerdo
a la información recabada, estos monolitos eran usados en una de las ceremonias
civiles de mayor importancia y que era la legitimación y legalización del acceso al
poder, las ofrendas que deberían de contener no eran cualquier cosa que pasase
desapercibida y su lugar de depósito debería de ser en un lugar muy especial,
pero a pesar de que ambos elementos no estaban in situ, la localización de la
piedra de Tizoc en el costado poniente al construirse la catedral y la de Sánchez
Nava hacia el oriente de la actual catedral, está indicando que su lugar de origen
era cercano a estos lugares.
Como se dijo está es una hipótesis inicial, la cual está fundamentada en los datos
existentes y los no existentes, pero la información de los códices apoya la
existencia de al menos con certeza del Temalacatl y por inferencia se ubica la
existencia de un Cuauhxicalli, por lo que respecta a la piedra de Tizoc y la del
arzobispado, no se encuentra la forma en que estaba ubicado el elemento que
sostenía al mecate que amarraba al prisionero, podemos pensar si las armas eran
fingidas, lo mismo podría ser para amarrar al mecate, con un elemento simbólico,
ya que es falso que este personaje podría aspirar a vencer alguno de sus
oponentes, debido a que solo se necesitaba darle una marca, rasguño o rayarlo,
esto se infiere del códice Nutall, donde los sacrificadores portan como arma una
garra de Ocellotl.
Así mismo el número total que Tecuhtli que estaban representados en el Tecpan,
era difícil de establecer, ya que los números propuestos por fuentes e
investigadores, es muy variable y por tal razón no ayudan en mucho a dar un
número al menos aproximado, ya que la descripción de Muñoz Camargo de la
distribución de los Icpalli en la banqueta que se encontraba la interior del Tecpan,
hace que el número de integrantes que ocupaban estas esteras, sea mayor a
siete, once, cuatro o tres integrantes del Tlatocayotl, como podemos suponer por
la información existente y que nos da esos números, a los cuales consideramos
que no se aproximan a darnos un número posible. Para salir de este problema una
153
vez más las investigaciones arqueológicas en Tlaxcala nos dan elementos para
poder plantear que los Tlatoque componentes de un Tecpan es un número mayor
a veinte integrantes.
De los arqueólogos que abordan este problema, están los trabajos de Ángel
García Cook, en dos de sus escritos: El desarrollo cultural del valle poblano:
inferencias (1976), así como la Integración y consolidación de los señoríos en
Tlaxcala; siglos IX al XVI (1986), este último escrito en colaboración con la
arqueóloga Leonor Merino Carrión, abordan este problema y son quienes
apoyados por la información obtenida en ese proyecto, afirman que se pueden
considerar como señoríos los siguientes: Tepeyanco, Atlihuetzian, Hueyotlipan y
Tzompantzinco (García Cook, et al,:1986, 26), los que a partir de los elementos
arqueológicos hallados justifican su denominación de señoríos y agregan además
que se pueden considerar también como señoríos a: Xaltocan, Huilopan,
Tlacocalpan, Yauhquemecan, Xalpetlahuaya-Quimicho, Xipetzingo, Temetzontla y
Chiauhtempan, así como los sitios de Atlangatepec y Tecoac; otro más que puede
ser considerado señorío es el de Texcalac a los que se suman los cuatro señoríos
reconocidos como los más principales; el de Tepeticpac, Ocotelulco, Tizatlán y
Quiahuiztlán y se hace la aclaración de que” "no todos poseen la misma
importancia socio económica;" (García Cook, et al,:1986 p. 26). Se redondea el
planteamiento de los investigadores, con la siguiente conclusión:
Esta información arqueológica nos habla de 19 lugares y que el día de hoy podrán
ser de 24 a 28 los sitios que el autor considera como señoríos (comunicación
personal). Este número de sitios relevantes en el área tlaxcalteca, se considera
154
como el más viable o más cercano a la cantidad de integrantes del Tlatocayotl,
nos da la posibilidad de intentar ubicar a los gobernantes de estos sitios, formando
parte de los Tlatoque que tenían un asiento en Tizatlán y que eran los que
conformaban el lado izquierdo y el derecho. Esta información de los citados
investigadores, nos permite plantear que la existencia de estos sitos que
denominan como señoríos, vendrían a corresponder al Tlatocayotl o el lugar
donde gobernaba el Tecuhtli, por lo que esta información es la más cercana al
número real que los Tlatocayotl que integraban el Altepetl de Tlaxcala, siendo por
estas razones el Tlatocayotl dominante en Tlaxcala el sitio de Tizatlán.
Como cosa curiosa, la existencia del Tecpan de Tizatlán sobre los altares,
presenta en un solo espacio arquitectónico, dos de los edificios que eran
determinantes en el Tlatocayotl rector, los cuales corresponden a momentos
constructivos diferentes, siendo el último el Tecpan, por tal razón se presentan
información relevante sobre le Tecpan Tlaxcalteca, más que nada por ser este el
único que puede decirse sin temor a equivocarse que es un Tecpan.
De tal manera que traspalando aún más la información, se tendría una correlación
que se aplicaría a las escenas laterales de ambos monumentos, donde el tan
discutido glifo que identifica a los vencidos, se enmarcaría tal como lo describe e
ilustra la Historia Tolteca Chichimeca en su folio 28r (Figura 47), donde el reborde
superior y que se continua hacia abajo en lado derecho de la lámina, estas dos
columnas están divididas en siete cuadretes, dentro de cada uno se encuentran
representados un personaje con la cabeza decapitada y atravesada por una
155
flecha, cada uno contiene un glifo, el cual ha sido designado como gentilicio por
Rossell (2006), y que es donde se
156
escenas superior y lateral de este documento en el folio 28r, con lo que
tendríamos la representación arqueológica de la información histórica.
FIGURA 56.- COMPOSICIÓN DEL TECPAN DE TENOCHTITLÁN, DE ACUERDO A LOS DATOS DE LOS
MONOLITOS DE TIZOC Y DEL ARZOBISPADO
157
Tlatoque en el Tecpan de este sitio, de tal manera que siguiendo las indicaciones
de Muñoz Camargo consistentes en la existencia de dos lados en su distribución,
da la posibilidad de que al ser estos monolitos elementos sobresalientes en el
ceremonial de acceso al poder, estén nombrando o diciendo quienes formaban
ambos lados. Esto apoyado en datos incidentales tal como el tamaño y acabado
de ambos monolitos, donde podemos ubicar al de Tizoc como el de mayor
importancia y secundario al del Arzobispado, la que presenta una cierta
irregularidad producida por su tamaño, que rebasó las dimensiones del material.
158
asentado sobre una plataforma, con lo que se contradice la información de los
supuestos Tecpan mexica de dos pisos, ya que el Tecpan de Tenochtitlán era
similar al de Tlaxcala, una sala grande y espaciosa, con los Icpalli arrimados a las
paredes y su gran bracero
Esta información histórica ha sido ignorada por la comunidad académica, pero los
datos que aportan son claros y concluyentes respecto a los integrantes, ya que da
el dato que permite correlacionar a estas dos áreas, consiste en la división en dos
lados o facciones, siendo la más importante la que se ubica a la derecha del gran
fogón, de tal manera que ahonda más en la jerarquización de la clase que utilizaba
este Tecpan y que consiste en que el poder o el nivel del mismo era de acuerdo a
la cercanía a dicho bracero, por lo que mientras más se alejan del centro, va
disminuyendo su posición en la cúpula gobernante.
159
EL SISTEMA DE GOBIERNO ALTERNO EN MESOAMÉRICA
En este caso la fuente indica que además de estas siete sociedades llamadas
Tepilhuan Chichimeca, estas a su vez, están integradas o conformadas por un
lado izquierdo y un derecho, donde los animales simbólicos están representados
por dos insectos voladores con aguijón, el pepeyolli y el xicote, dato que confirma
la existencia de esta dualidad en la organización, la derecha y la izquierda y da
una información adicional que muestra que la utilización de animales como
símbolos, es de varias especies, desde aves, felinos, insectos, lo que deja abierto
el uso de otras especies y entre ellas los ofidios, uno de los animales más
conocidos en la simbología mesoamericana. En este mismo rubro se pueden
situar muchos de los animales que aparecen en códices y elementos
arqueológicos, como serían, los alacranes, mariposas, venados, arañas, primates
y muchos más que se hallan representados, siendo el único problema ubicarlos en
su exacta dimensión, es decir, como funcionaban en esas sociedades.
160
en un Tecuhtli principal y a sus lados izquierdo y derecho se distribuían los demás
integrantes, como se puede percibir cada uno de los lados estaría precedido ya
sea por el Cuauhtli o el Ocellotl, los cuales habían sido ubicados como símbolos
opuestos y en confrontación, cosa que es algo inesperada que en un gobierno
participen enemigos, por lo que la amalgama de estos dos símbolos, es lo que
permite esta coexistencia política de entidades contrarias, en un mismo sitio y por
lo tanto en la misma área.
En esta fuente, aunque se nota una relación con el sistema de gobierno que
formaban Tenochtitlán, Tezcoco y Tacuba, el dato relevante consiste en la
mención de la distribución jerarquizada con un Tecuhtli central y el del lado
izquierdo de una importancia mayor, que el de el lado derecho. Este dato viene a
ser refrendado páginas más adelante, en el año 1047.
161
En este tiempo viene a cumplirse ciento noventa y un años de haberse
dado el mando desde tres entidades: Culhuacan, además de Tullan y
Otumpa. Entonces, en este año mencionado, vienen a desaparecer las
otras dos partes de la sede del mando, allí en Tullan y en Otumpa: Pero
Culhuacan todavía siguió fungiendo como sede del mando; no desapareció
del todo. Y enseguida, durante este año mencionado, de nueva cuenta vino
a mudarse la sede del mando de las otras dos partes: como substituto de
Tullan sobrevino Cohuatlinchan, allí vino a mudarse; y como substituto de
Otumpa sobrevino Azcapotzalco, allí vino a mudarse. Con estas dos partes
se formó la sede del mando en Culhuacan; de manera que determinaban
lso tlatohque por medio de la justicia y se auxiliban y actuaban los tres
cuando conocían de la guerra o de algún otro suceso, lo cual determinaban
con la ayuda de los ancianos (Chimalpain, 1991, pp.13-15)
Esta separación en dos lados, en uno derecho y uno izquierdo es la clave para
sustentar y entender este tipo de gobierno alterno, ya que esto permite que el
sistema de gobierno se respalde en la presencia de contrarios al interior este, ya
que estas ramas tenían como su representante al Cuauhtli o el Ocellotl, y
dependiendo de su adscripción sus relaciones con los demás integrantes será
regida por su símbolo, si su ascendiente es Cuauhtli, las relaciones con los
Tlatoque adscritos a este, serán de cooperación y por lo general pacíficas, con los
que tenían como símbolo al Ocellotl, las relaciones entre estos dos tendían a
desembocar en confrontación directa, eran sociedades enemigas, por lo que la
llamada contradicción social, se da entre las clases dominantes, a diferencia de
las sociedades conocidas, donde estas contradicciones se dan entre reinos,
etnias, naciones, clases sociales, etcétera, de tal manera que el pugna será entre
162
los Tlatocayotl y sus gobernantes de acuerdo a las relaciones de sus respectivos
animales símbolos.
163
Siendo así que el Tecpan de México Tenochtitlán estaba constituido por un total
de 26 Tlatoque, los que estaban distribuidos de la siguiente manera: al centro de
este edificio casi cuadrado en la pared del fondo, se ubicaba el Tecuhtli principal y
a su derecha (según Camargo 1984), se distribuían catorce Tlatoque, siendo este
lado el dominante, por estar incluido el Tecuhtli principal y ser mayor el número de
Tlatoque que lo conforman. Al lado izquierdo del Tecuhtli principal se ubicaban los
once Tlatoque representados en la piedra del Arzobispado y está de más decir
que era el lado con menor poder. En cuanto a que símbolo regía a cada uno de los
lados y aventurando un poco la asignación, se diría que el Cuauhtli es el símbolo
que regía el lado derecho y por ende el principal y Ocellotl regiría el lado izquierdo
y de menor poder. Hay que hacer la observación que estos 26 integrantes del
Tlatocayotl rector, cada uno tenía su sitio donde gobernaba, por lo que es factible
que tuviesen un Tecpan con diferentes tipos de Tlatoque, esto es inferido a partir
de la conformación del Tecpan y el Tecuhtli principal, reproduciendo este modelo
en los demás Tlatoque que integran el Tlatocayotl rector.
Con esto tenemos que la dualidad que se crea entre el Cuauhtli y el Ocellotl, está
representada en la conformación del sistema de gobierno, tanto en el ámbito de
los personajes, así como en el espacio geográfico, con esto tendríamos que en los
Tlatocayotl rectores o Hueytlatocayotl, existirían dos tipos básicos, siendo uno el
Tlatocayotl rector donde gobernaba un Tecuhtli principal adscrito al Cuauhtli, así
mismo habría como contraparte un Tlatocayotl rector con un Tecuhtli principal con
el predominio de Ocellotl, por lo tanto esta situación se va a repetir en todo el
territorio mesoamericano, de esta manera se crea una división geográfico política,
que va a permitir que las sociedades interactúen entre ellas, por medio de
relaciones políticas basadas en la dualidad Cuauhtli Ocellotl, la cual consiste en
hacer una división territorial de Mesoamérica en dos partes, una dominada o en
posesión por el símbolo de Ocellotl y la otra en manos del Cuauhtli, con esto se
establecía una rivalidad entre los símbolos, de tal manera que la apropiación del
poder, se hacía por medio del establecimiento de sitios rectores de ambos
símbolos a lo largo y ancho del territorio, y a estos se adscribían una serie de
164
sitios con su gobernantes que le reconocían la categoría de ser el lugar dominante
en un área dada.
Con esta acción se subsana sobre todo la cuestión étnica como un determinante
en quienes van a tener el poder, el cual va a ser regido por su posición dentro de
esta dualidad y con esto queda descartado el acceso al gobierno por lazos
consanguíneos. Este esquema de una división política en Mesoamérica, basada
en estos símbolos Cuauhtli Ocellotl, a la que se adscribirían las diferentes
sociedades de este territorio, se obtendría como punto de unión la existencia de
Tlatocayotl rectores de ambos símbolos, distribuidos estratégicamente. Por lo
tanto la distribución en el espacio geográfico de Tlatocayotl rectores de ambos
símbolos a lo largo y ancho de Mesoamérica, crea una división territorial inscrita a
estos dos símbolos.
165
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