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Discusión

La deserción escolar en Colombia es una crisis de la que se habla muy poco, que genera un impacto negativo
en la región. No solo enfrentamos el desafío de los alumnos que siguen dejando la escuela todos los años, sino
de los millones de adultos que están en su vida profesional sin estudios secundarios en una sociedad en la que
cada vez es más difícil encontrar un empleo sin tener formación.

Hoy en día, muchos de los oficios que tradicionalmente solo requerían experiencia, como ser operario, vigilante,
transportador o recolector, exigen haber terminado el bachillerato, ¿qué van a hacer entonces los más de diez
millones de colombianos que nunca obtuvieron este título?

A pesar de que esta situación sea determinante para el futuro de nuestras sociedades, sabemos poco sobre los
jóvenes que dejan las escuelas. Advertimos que la necesidad de ingresos, las situaciones familiares y la falta de
una escuela de interés para los jóvenes son de las principales causas del abandono, pero no tenemos mayores
precisiones estadísticas, ni políticas claras de cómo combatirla.

El fenómeno de la deserción escolar es una problemática altamente tratada, y su estudio permite tener valiosa
información para poder superarla, enfocando las políticas públicas en las particularidades de las poblaciones,
en vez de generar políticas nacionales que pueden contribuir a generar conciencia del problema, pero tal vez no
ofrezcan soluciones de impacto.

Por otra parte se puede afirmar que las escuelas no están correctamente diseñadas para alumnos, que en general
se han atrasado en las materias, a veces por varios meses, y que también han repetido grados y quieren volver
a empezar, según las estadísticas la mayoría de los adolescentes que abandonan las aulas escolares podrían
haber sido identificados desde el inicio a través de una serie de factores que hoy en día cualquier escuela reúne.

Estos adolescentes están tratando de llamar la atención sobre sus problemas, pero nuestro sistema educativo no
está preparado para identificar y reaccionar a estas señales que envían los estudiantes en dificultades, la
identificación de los factores que propician la deserción escolar, ayudan a generar propuestas concretas de
mejora.

El ministerio de educación nacional ha implementado su estrategia de “Ni uno menos”, (Es la campaña de
comunicaciones que visibiliza los programas de cobertura educativa que desarrolla el Ministerio de Educación
Nacional para que todos los niños, niñas y jóvenes asistan al colegio.

Esta campaña está enmarcada en la primera de las cinco acciones de la Revolución Educativa "Educación
durante toda la vida", que se propone impulsar y mejorar las oportunidades educativas de los colombianos desde
que nacen y durante toda su vida. Con ella, el Ministerio de Educación Nacional se ha propuesto posicionar la
importancia del acceso y la permanencia escolar de los niños, niñas y jóvenes en el colegio hasta finalizar sus
estudios.

Está dirigida a los padres de familia, acudientes, docentes, directivos docentes, autoridades, líderes de opinión,
organizaciones, estudiantes, no estudiantes, líderes sociales, decisores, y sociedad en general

La campaña fue concebida a partir de la película China "Ni Uno Menos" de Zhang Yimou, que trata la historia
de una joven maestra auxiliar de una escuela rural en China que tiene la misión de mantener a todos sus
estudiantes en el aula para recibir su paga al finalizar su período de trabajo).
https://www.mineducacion.gov.co/1621/article-212395.html.

La primera etapa de esta campaña se desarrolló en el 2005 con dos comerciales de televisión y tres cuñas radiales
que se trasmitieron por medios de comunicación de todo el país, pero falta mayor precisión en el abordaje del
problema.

Desde este documento se sugiere involucrar a otros sectores de la comunidad, como empresas, asociaciones
civiles, instituciones religiosas, que acompañen a los estudiantes en su proceso de aprendizaje.

Conclusiones
Las conclusiones estadísticas que surgen de este estudio y otros de su tipo dan una luz de esperanza sobre cómo
abordar un problema que impacta a nivel nacional pero cuyas estrategias de solución podrían llegar a ser
bastante particulares y locales.

Con el camino ya adelantado de la formulación de las variables más relevantes que se deben estudiar, solo resta
iniciar y consolidar la caracterización de estas poblaciones para tomar medidas tempranas y efectivas que
mantengan a los estudiantes motivados en la finalización de sus estudios. Usando tecnología y generando
indicadores de alerta a los que las instituciones pueden estar atentas tres o cuatro años antes de que un estudiante
realmente deserte podremos prevenir y mitigar una futura tragedia ya no solo educativa sino económica y social.

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