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. borrones
La doble herencia
Ya hace tiempo, en un campo olvidado, vivía don Eliseo junto a su hijo. EL anciano, de barba blanca y
ojos bondadosos trabajaba todo el tiempo. Sembraba cuando había que sembrar y cosechaba cuando había
que cosechar.
Gerónimo, el hijo, siempre andaba por ahí. Ese muchacho de cortos años y ojos saltones, no hacía más
que pensar en él y en pasarlo bien y le pedía plata al padre para pasear y divertirse con sus amigos.
-Gerónimo, ayúdame a sembrar el trigo- le pedía el padre – solo no puedo.
-Gerónimo, ¿Vamos a nadar al río?- le preguntaba sus amigo Miguel -. Y se iba no más al río.
-Gerónimo, ayúdame a cosechar, me duele la espalda – le decía son Eliseo.
-Gerónimo, vamos con los muchachos a la kermés del pueblo, ¿vienes? – preguntaba su amigo, a quién
apodaban el Flaco, no porque lo fuera sino más bien porque su aspecto reflejaba la buena vida que llevaba.
Y Gerónimo no dudaba, siempre elegía irse con sus amigos a divertirse, mientras el padre se quedaba
trabajando.
Pero un día son Eliseo, aquel campesino incansable, sintió el peso de los años y sus delgadas piernas no
resistieron tanto esfuerzo, y enfermó.
Gerónimo, al ver el rostro pálido y delgado de su padre, pensó que este podía morirse, entonces les
preguntó cuál iba a ser su herencia. Y él le respondió: ¡Mucha riqueza!
-¿Y dónde está guardada la plata?- le preguntó el muchachito ansioso.
-En las tierras tengo una botella llena de monedas de oro.
-Pero, ¿dónde?, ¿en qué lugar?
-No recuerdo – le dijo el padre-. Pero es seguro que ese tesoro está en una botella enterrada en el
campo.
Sin esperar un segundo, Gerónimo se puso inmediatamente a cavar. Y cavó, cavó y cavó las tres
hectáreas del campo con toda la fuerza que podía. Y recién al final, en un rincón del campo entre las ruedas
de una carreta vieja y bajo un enorme roble, encontró la botella. La abrió desesperadamente y cuánto fue su
asombro al ver que las monedas no estaban. En su lugar había un papel escrito por su padre que decía:
“Ahora que has cavado toda esta tierra, siémbrala. Después cosecharás trigo y te harás rico”.
Pasaron los días, don Eliseo mejoró y su hijo empezó a trabajar en el campo.
Gerónimo había entendido la lección y pensaba en lo afortunado que era por haber recibido doble
herencia.
La doble herencia. Cuento popular (Adaptación)
Ambiente Físico
(Lugar)
Tiempo
(Cuándo)
Pero un día don Eliseo, aquel campesino incansable, sintió el peso de los años y sus delgadas
piernas no resistieron tanto esfuerzo, y enfermó.
Gerónimo, al ver el rostro pálido y delgado de su padre, pensó que éste podría morirse,
entonces le preguntó cuál iba a ser su herencia. Y él le respondió: ¡Mucha riqueza!
____ Don Eliseo le dijo a su hijo que el tesoro estaba en una botella enterrada en el campo.
____ Pasaron los días, don Eliseo mejoró y su hijo empezó a trabajar en el campo.
____Gerónimo encuentra la botella, pero no tenía monedas.
____El padre le pidió a Gerónimo que le ayudara a sembrar el trigo.
____Gerónimo le preguntó a su padre cuál iba a ser su herencia.
____Un día don Eliseo, enfermó.