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Los niños aprenden de diferentes maneras, pero se ha podido consolidar que

aprenden principalmente a través de:


La experiencia con los objetos:
En este tipo de aprendizaje se va dando cuando los niños exploran los objetos, es
lo que Piaget denomina la actuación a partir de los esquemas, en donde el niño
actúa sobre el objeto cogiéndolo, estirándolo, moviéndolo, soltándolo, mirando, etc.
Esta exploración le permite llegar a conclusiones sobre las características de los
objetos que lo rodean. Este aprendizaje se da mediante dos procesos que Piaget
denomina asimilación y acomodación.
La asimilación se relaciona con la aplicación de un mismo esquema a diferentes
objetos y situaciones.
La acomodación hace referencia a la forma como los niños introducen en los
esquemas para adaptarse a diferentes situaciones.
Con estos dos procesos el niño aprende a resolver situaciones y hacen un
aprendizaje del mundo que los rodea. Ahora bien, con estos procesos el niño va
utilizando instrumentos los cuales le permiten indagar e intervenir en la realidad, es
así como en la medida en que se interviene la realidad los esquemas se van
especializando y se van volviendo más complejos.
El aprendizaje por experiencia con los objetos requiere que el maestro fomente
ambiente donde se propicie el juego, la experiencia y la manipulación de objetos
que sean significativas y de interés para el niño.
La experiencia con situaciones:
Se refiere a todas aquellas experiencias relacionadas con situaciones de la vida
cotidiana como, por ejemplo: las rutinas de asearse, vestirse, alimentarse, jugar,
relacionarse con otros o situaciones menos frecuentes como por ejemplo ir a un
restaurante, a un espectáculo, etc. Todas estas situaciones le permiten al niño
aprender a hacer predicciones y anticipaciones, como, por ejemplo: que un cepillo
del cabello no puede estar en un cajón de la cocina.
El maestro por eso en esta etapa requiere fomentar experiencias que le ayuden al
niño a conocer situaciones próximas, recrear otras vividas y experimentar
situaciones que se le pueden presentar pero que aún no ha vivido, de tal manera
que a partir de ella pueda ir creando expectativas, hacer predicciones y
anticipaciones.
Este aprendizaje le favorece además al niño, la posibilidad de ir alcanzando la
seguridad en sí mismo y la sensación y control sobre el entorno que lo rodea.
Los premios y los castigos:
Este tipo de aprendizaje es uno de los más utilizados por los docentes y consiste en
premiar cada situación que un niño realiza de acuerdo con los objetivos propuestos.
Estos premios pueden ser una sonrisa, un aplauso, una carita feliz, un regalo, un
reconocimiento, etc. Con este tipo de aprendizaje el niño aprende que puede y no
puede hacer, porque cuando no cumple con un propósito puede recibir una sanción
como, por ejemplo: la indiferencia, una palabra con tono molesto o enfadado,
aislarlo de la situación, entre otras.
Este aprendizaje puede ser utilizado y trae grandes beneficios en la formación de
hábitos y normas que son necesarias para la seguridad el niño. Pero no puede ser
empleado de manera permanente y para todo tipo de enseñanza porque se puede
llegar a generar dependencia del adulto e inseguridad.
La imitación:
El niño a través de este tipo de aprendizaje aprende mediante la imitación de los
modelos que son significativos para él. Imitan por ejemplo expresiones, maneras de
hacer, actitudes y comportamientos de sus padres, es decir, el niño aprende lo que
ve y vive en su medio, lo cual es importante para revivir, controlar y representar
situaciones vividas.
El maestro puede fomentar este tipo de aprendizaje a través de representaciones,
experiencias recreativas, juegos de roles, entre otros.
El aprendizaje mediante la creación de andamios:
Es un tipo de aprendizaje compartido en donde el niño requiere de la interacción
con otro para aprender y avanzar en el desarrollo de sus potencialidades. Este otro
en la edad inicial, puede ser el adulto o el igual, pero no todos los tipos de interacción
son válidos y significativos para que el niño aprenda y desarrolle sus
potencialidades, ya que se requiere que se cumplan tres condiciones que son:
a) Maduración, el niño requiere tener cierto grado de maduración que le sirva de
base para conseguir nuevos niveles de desarrollo y aprendizaje. Ejemplo: estimular
a que el niño controle esfínteres antes de los seis meses.
b) Ajustarse a las necesidades e intereses del niño, el adulto por ejemplo tiene
que conseguir interacciones que fomenten el desarrollo y el interés del niño por
aprender cosas nuevas, de ahí que las ayudas requieren ser adecuadas al nivel de
dificultades que el niño puede encontrar al realizar una actividad. Ejemplo: si se le
pide al niño que tome la cuchara para comer solo, es necesario que se tenga en
cuenta su nivel de desarrollo y capacidad y brindarle varias ayudas hasta que por sí
solo pueda llevarse el alimento a la boca, por lo tanto, si un niño aún está en una
prensión de barrido será muy difícil que lo haga con autonomía.
c) Motivación, es otra de las condiciones necesarias en la interacción que el
docente se proponga con el niño. Si en la interacción que se establece existe una
relación positiva, llamativa y gratificante, el niño se sentirá tranquilo, seguro y
confiado y prestará atención a lo que se le está explicando, solicitando o diciendo.
Ejemplo si un niño tiene hambre y una maestra quiere en ese momento que el niño
juegue con ella a armar un rompecabezas, juego que le encanta al niño,
probablemente no jugará con ella porque en ese momento tiene una necesidad
primaria no satisfecha que le impedirá realizar la actividad.

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