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Cuando la víctima del psicoterror rompe la cadena que le lleva a reaccionar con ira,
frustra las intenciones del acosador y sale de su esfera de control: rompe el juego.
El acosador vive de la ira, del rencor y de la agresividad que suscita en la víctima. Una
vez que ésta no le proporciona tal recompensa o refuerzo, deja de tener interés para ella
como víctima. Para lograrlo es esencial que la víctima decida desembarazarse de la
rabia y de la ira canalizándolas.
1. Aceptar las propias limitaciones, en especial los propios estallidos de cólera, ira o
rabia provocados por el acoso psicológico.
· Aceptar la impotencia que uno siente ante situaciones sobre las que no tiene ningún
control ni cuenta con ninguna alternativa.
· Comprender y aceptar que uno no puede hacer nada por reparar el daño que ha
recibido.
· Comprender y aceptar las dificultades que uno puede tener para desembarazarse de la
rabia.
· Entender que uno no tiene capacidad para evitar o eliminar los comportamientos de
acoso (aunque sí para hacerles frente), ni tampoco para convertir o cambiar al acosador
(pero sí para protegerse de él)
· Comprender que el objetivo final no es lograr una aplastante y definitiva victoria sobre
el agresor, sino obtener el mejor entre los distintos grados de supervivencia personal, y
para ello actuar lo más inteligentemente posible.
2. Recuperar el control interno: Decidir que uno es dueño y señor de sus propias
emociones.
· Aceptar que uno tiene el control último sobre sus emociones, aunque no así sobre los
perversos ataques y estrategias de acoso del acosador laboral.
· No hay ataque del acosador que pueda perturbar a uno, si uno no lo permite.
· Hay que tener en cuenta que el objetivo último del psicoterrorista es la destrucción
psicológica de la víctima y su desaparición del lugar de trabajo. En la medida en que los
ataques dejan de perturbar emocionalmente a la víctima, dejan también de tener
efectividad para el que los perpetra.
· La victoria está a la vista cuando la víctima empieza a tomarse con cierto humor lo que
le ocurre o le ocurrió.
Controlar la ira no quiere decir que no tenga derecho a enfadarse. Es importante saber lo
que siente y ser auténtico con sus emociones, así que no intente reprimirlas ni
ocultarlas. Expresar el enfado es incluso recomendable, pero en el contexto donde no
existan riesgos. Como víctima de mobbing no debe participar del juego que plantea el
acosador.
Los siguientes ejercicios se pueden hacer en tan sólo diez minutos, lo importante es
encontrar un lugar tranquilo donde nadie le moleste:
Para descargar emociones: Elija una sílaba (mantra) y repítala en un tono de voz cada
vez más alto. Grite si es necesario.
-Retener el aire en la parte baja del abdomen mientras cuenta hasta diez y exhalar
lentamente contando otra vez de uno a seis.
Conecte con el silencio: Piense en algo que sea de su agrado. Sienta el cuerpo cómodo y
relajado. Mentalmente repítase a sí mismo frases positivas como “Elijo estar bien”
¿CÓMO HACERLO?
·Las primeras veces que lo practiques hazlo en un lugar tranquilo, sin nada que te
distraiga y sin ruido.
·Después de los primeros ensayos es conveniente realizar el ejercicio en situaciones que
te provoquen malestar.
¿CUÁNDO HACERLO?
Practícalo sobre todo en las situaciones en las que te encuentres nervioso y tenso
A partir de esta fecha te asaltan ideas y pensamientos sobre lo ocurrido que no te puedes
quitar de la cabeza, no sabes qué hacer porque siguen apareciendo constantemente y
cada vez te agobian más.
Realmente los pensamientos pueden pararse y tu puedes hacerlo. Hay cosas que los
interrumpen, el timbre de la puerta o el sonido del teléfono, es decir, prácticamente
cualquier cosa lo suficientemente intensa como para llamar nuestra atención puede
hacer que dejes de pensar en lo que tu cabeza estaba ocupada en ese momento.
¿CÓMO HACERLO?:
·Elige una palabra que normalmente utilices para terminar alguna conversación
odiscusión con alguien “basta”, “para”, “ya” o “se acabó”. Utiliza siempre la misma
palabra.
-Realiza una actividad agradable como llamar a un amigo o recuerda una situación en la
que te lo hayas pasado bien e intenta recordar las conversaciones, la gente que había e
incluso que llevabas puesto.
¿CUÁNDO HACERLO?
¿DÓNDE HACERLO?