Al amanecer el 08 de octubre, entre Mejillones y Antofagasta, el Húascar y la
Unión fueron vistos por las naves chilenas, Blanco Encalada, Covadonga y Matías Cousiño. Cuando estaban por burlar este peligro aparecieron otras naves Chilenas, el Cochrane, O´Higgnis y el Loa. Casi al iniciar la lucha una granada del Blanco Encalada reventó la torre de mando del Húascar muriendo Grau despedazado, igual suerte corrió su ayudante Diego Ferre, también murió el capitán de Corbeta Elias Aguirre, sucesor del mando. Los que sucedieron en el comando, José Melitón Rodríguez y Enrique Palacios sucumbieron en el combate, así como Melitón Carvajal y Pedro Garezón, el cual al ver que todo estaba perdido ordena abrir las válvulas del célebre monitor, hecho que será evitado por los chilenos al abordar la nave y ordenar trasladarlo como trofeo de guerra a Chile. Hoy, nuestro buque insignia aún se encuentra en manos mapochinas esperando el momento de reivindicarlo como nuestra.