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Antonio Guzmán Blanco

(Caracas, 1829 - París, 1898) Militar y político venezolano que gobernó el país a lo
largo de tres mandatos entre 1870 y 1888. Representante emblemático del
caudillismo americano, es una de las figuras fundamentales de la historia
venezolana.

Antonio Guzmán Blanco

Hijo del ministro y fundador del Partido Liberal Antonio Leocadio Guzmán, estudió
derecho y fue cónsul en los Estados Unidos. De regreso a su país, el presidente
Julián Castro lo acusó de conspiración y hubo de exiliarse en 1859 a las Antillas.
Allí se unió a la revolución liberal-federalista de Juan Crisóstomo Falcón y
Ezequiel Zamora, que dio lugar a la Guerra Federal (1859-1863).

Guzmán Blanco negoció y firmó el Tratado de Coche (1863), que alejó a José
Antonio Páez del poder e instauró el gobierno de Falcón. Fue recibido como un
héroe al entrar en Caracas, el 24 de junio, al frente del ejército federal. Convertido
en pieza clave del gobierno de Falcón, tuvo a su cargo varios ministerios,
delegaciones diplomáticas en Europa y la vicepresidencia de la República.

Con el retorno de José Tadeo Monagas al poder, a raíz del triunfo en junio de
1868 de la revolución que llevó al poder a los Azules, y después de que los
liberales abandonaran el gobierno tras el fallecimiento de Monagas al ver
traicionados los principios revolucionarios, Guzmán Blanco inició en la isla de
Curaçao su propia revolución. Volvió de París (donde era embajador) y
desembarcó en Curamichate en febrero de 1870, cuando ya era presidente José
Ruperto Monagas, hijo de José Tadeo Moragas. Una rápida campaña lo llevó a
Caracas y se hizo con la presidencia provisional de la República el 27 de abril.

Desde su llegada al poder gobernó durante tres períodos, y su hegemonía duró en


total 18 años, de 1870 a 1888. El primero de sus gobiernos, de 1870 a 1877, fue
llamado el Septenio. El segundo, de 1879 a 1884, el Quinquenio. Y el último, de
1886 a 1888, el Bienio o Gobierno por Aclamación, aunque no llegó a concluirlo.
En los períodos intermedios, hombres de su confianza ocupan la presidencia:
Francisco Linares Alcántara y Joaquín Crespo.

Antonio José Ramón de La Trinidad y María Guzmán Blanco (Caracas, 28 de


febrero de 1829 - París, Francia, 28 de julio de 1899), conocido como El Ilustre
Americano,1 fue un militar, estadista, caudillo, diplomático, abogado y político
venezolano, partícipe y general durante la Guerra Federal y presidente del país en
tres ocasiones (1870-1877, 1879-1884, y 1886-1888).

Ha sido considerado como el más grande ejemplo o representación del autócrata


Ilustrado,2 dada su capacidad para promover el progreso en su país, su
preparación y su amplio bagaje cultural, pero siempre con la plena intención de
concentrar el poder en su persona, creando una extraordinaria hegemonía política
que se extendió durante casi dos décadas.3

Perteneció a la corriente denominada «Liberalismo Amarillo»,4 la cual el mismo


desencadena y consolida a lo largo de su hegemonía y que le permitió extender
sus influencias políticas hasta los últimos gobiernos pertenecientes a la misma,
como lo fueron los de: Juan Pablo Rojas Paúl, Raimundo Andueza Palacio,
Joaquín Crespo e Ignacio Andrade,5 terminando con la caída de este último en
1899, a causa de la Revolución Liberal Restauradora, que le permite a Cipriano
Castro ascender al poder.

El joven Guzmán Blanco

Antonio Guzmán Blanco nace en el seno de una familia acomodada y con


variedad de contactos políticos, hijo del cuatro veces Ministro de Interior y Justicia
y Vicepresidente de Venezuela, Antonio Leocadio Guzmán, fundador del Partido
Liberal y de Carlota Blanco Jerez de Aristeguieta, Pariente del libertador Simón
Bolívar por parte de sus hermanas, además de miembro de la aristocracia. Sus
padres eran de origen andaluz y vasco, además, ambos disponían de fortunas
considerables, ella por herencia y Antonio Leocadio por su prestigiosa carrera
política y periodística.
Si bien su familia gozaba de un alto estilo de vida, y era parte de la alta sociedad
caraqueña, ésta aborrecía a todo aquel que portase el apellido Guzmán.

Las cuestionables acciones de su padre conocido por pasar de oposición al


gobierno y viceversa, a pura conveniencia, eran motivo de un generalizado
desprecio para su familia, desprecio que en toda ocasión era un atentado directo
al bien consolidado orgullo del joven Antonio Guzmán Blanco, por lo cual, se
convenció de la necesidad de apartarse de la imagen de su padre, lo cual en
efecto, mantuvo durante el resto de su vida, y que sería la razón principal para, en
el futuro, promulgar en su reforma constitucional, el precepto de «Ningún pariente
o relativo del presidente podrá a aspirar a cargo alguno, que sea de alto orden
administrativo».

Inicia sus estudios en Caracas, en el Colegio Independencia de Feliciano


Montenegro y Colón, donde recibe la instrucción básica, demostraba gran
habilidad para el debate, las leyes y el conocimiento humanístico en líneas
generales. Esta excepcional capacidad, junto con dotes diplomáticos y un
proceder social educado e impecable, darían inicio al perfil básico de Guzmán
Blanco, y que en el futuro sería usado con tanta y hasta más efectividad en su
ascenso al poder que las propias armas.

Para el momento, José Gregorio Monagas había venido gobernando con el claro
apoyo del Partido Liberal y había aprobado una serie de medidas de
repercusiones positivas para el país, tales como la abolición de la esclavitud, el
sufragio universal masculino, entre otros, pero lo cierto, era que la hegemonía de
los Monagas se extendía peligrosamente, ahora con la aprobación de la Reforma
Constitucional, que no sólo extendía el período presidencial de cuatro a seis años,
sino que ofrecía la posibilidad de reelección inmediata al cargo, parecía claro que
José Tadeo Monagas, buscaba apoderarse de la silla presidencial.

El descontento general era elevado y para el momento tanto Conservadores como


Liberales, se distanciaron de Monagas. Finalmente estalló lo inevitable, se da la
Revolución de Marzo, la cual depone a Monagas del poder y lo fuerza a buscar
asilo en la Legación Francesa establecida en Venezuela, para luego poder salir
del país, mediante el Protocolo de Urrutia.
En una acción, que el mismo Antonio Guzmán Blanco siempre le criticará, su
padre, Antonio Leocadio Guzmán, a quien Monagas salvó de la pena de muerte y
convirtió en vicepresidente, sale a caballo por las calles de Caracas, en plena
revolución, a gritar en contra de José Tadeo Monagas y clamar por su destitución
y muerte. Este acto de traición, era algo insoportable para Antonio Guzmán
Blanco, quien no solo se consideraba liberal, sino que ya se vislumbraba como
futuro líder de este partido, por lo cual era motivo de orgullo para él, el jamás
haber servido a otro gobierno.

Julián Castro en el poder

Artículo principal: Julián Castro

El nuevo presidente de la república y «supuesto» líder de la Revolución de Marzo,


es Julián Castro, quien es respaldado por políticos de ambos partidos
venezolanos, bajo la promesa de Olvido del Pasado, pero las situaciones se
vislumbran tormentosas.

En medio de todo esto Guzmán Blanco, vuelve a Venezuela, consciente de la


oportunidad política que se le presenta, hay ahora un desastre en el país y está
dispuesto a aprovechar la situación para imponer el liberalismo y él iniciar su
ascenso, pero la situación se dirigía hacia otro lado.

Julián Castro, a pesar de haber beneficiado tanto a Conservadores como


Liberales, comenzó a dar cada vez más impulso y ventaja a los primeros, esto
debido a su falta de decisión, lo que los Conservadores aprovecharon para que
tomara medidas cada vez más radicales, como lo fue la expulsión del país de los
principales líderes Liberales, entre los cuales se encuentran Juan Crisóstomo
Falcón, Luis Level de Goda, Ezequiel Zamora y a el propio padre de Guzmán
Blanco, Antonio Leocadio Guzmán, ello además de iniciar una serie de
investigaciones sobre las finanzas y las propiedades de todos aquellos que habían
formado parte del gobierno de los Monagas, pero indudablemente el golpe más
radical de todos fue el llamar de regreso a José Antonio Páez a Venezuela,
restaurándole todos sus honores, ahora el principal y más poderoso de los líderes
Conservadores volvía al país, en definitiva la promesa de Olvido del Pasado, se
había roto, una vez más los dos bandos estaban confrontándose, Liberales en el
extranjero conspirando y Conservadores en el poder, lo que sobrevenía no sería
sencillo, los roces entre ambos bandos habían llegado al punto de quiebre y
Guzmán Blanco estaba en medio de ello.

La Galipanada

Artículo principal: La Galipanada

El 17 de agosto de 1858, en medio de las hostilidades diplomáticas provocadas


por el Protocolo de Urrutia, debido a la protección brindada por naciones
extranjeras a José Tadeo Monagas y del ambiente de descontento general, un mal
planificado y excesivamente confiado alzamiento se dio en Caracas, por el sector
de Galipán en el Ávila, donde los generales Vicente Aguado y Enrique Lusón,
movilizaron una serie de tropas para tomar la capital y destituir el gobierno de
Julián Castro, pero este alzamiento fue fácilmente aplastado debido a su
desorganización.

Sin embargo en definitiva, lo que afectó el destino de Guzmán Blanco, fue las
acusaciones posteriores, las cuales, aún cuando los cargos fueron descartados,
fueron suficientes para hacer que él abandonara el país rumbo a Curacao,
además su padre Antonio Leocadio Guzmán, es expulsado del país precisamente
por este motivo, debido a que él si estuvo involucrado a conciencia en este
movimiento.

Lo hecho, hecho está, en ese momento se unió a Juan Crisóstomo Falcón, en


Curacao, donde comenzaron a planear una invasión a Venezuela con ayuda de
sus aliados, se formaba la Junta Patriótica, con él como miembro, un proyecto
para lanzar una guerra en contra de los Conservadores

Las confrontaciones políticas de Venezuela apenas estaban comenzando,


Conservadores y Liberales estaban más distanciados que nunca y con los líderes
de los últimos planificando atacar el país y los primeros consolidando su poder, no
pasaría mucho para que la situación desembocara en una de las más sangrientas
y dañinas guerras civiles de todas las que azotaron al país, la Guerra Federal, y de
la cual Antonio Guzmán Blanco saldría más fortalecido que nadie, incluso más de
lo que nadie se habría imaginado.
Durante sus mandatos, Antonio Guzmán Blanco propició el desarrollo económico y
social y realizó una contribución fundamental en el proceso civilizador venezolano.
El 27 de junio de 1870 dio un impulso definitivo a la educación mediante el
Decreto de Instrucción Pública, Gratuita y Obligatoria. Entre sus numerosos
aportes se cuentan la instauración del registro y el matrimonio civiles, la protección
de las ciencias y las artes, y la ejecución de grandes obras: el ferrocarril Caracas-
La Guaira, el Teatro Baralt de Maracaibo y el balneario de Macuto, entre muchas
otras.

Deslumbrado por las transformaciones modernizadoras que experimentó bajo la


dirección del barón George Eugène de Haussmann la ciudad de París, que había
visitado en 1864, Guzmán Blanco concibió la idea de traer algo del ornato de
Europa a la villa caraqueña y convertirla en una pequeña París. Bajo este impulso
realizó obras tan importantes como el Palacio Federal Legislativo, la fachada y el
paraninfo de la Universidad (hoy Palacio de las Academias), el Teatro Municipal, el
Templo Masónico y la Basílica de Santa Teresa.

Sin embargo, su acción pública también tuvo aspectos desfavorables. Ejerció el


poder de forma autocrática, se enemistó gravemente con la Iglesia católica y
obtuvo un enriquecimiento dudoso. Ya en 1863 había negociado a nombre de la
nación un empréstito en Londres que le dejó una jugosa comisión. El Ilustre
Americano, como se hizo llamar, llegó a poseer una inmensa fortuna. Concluida la
autocracia guzmancista, la presidencia de la República fue ejercida sucesivamente
por Juan Pablo Rojas Paúl, Raimundo Andueza Palacio y, una vez más, por
Joaquín Crespo.

Guerra Federal, también conocida como Guerra Larga o Guerra de los Cinco
Años, fue el enfrentamiento militar entre tendencias conservadoras y liberales en
la Venezuela del siglo XIX. Considerado como el enfrentamiento bélico más
longevo de la Historia de Venezuela.

Tratado de Coche, preservado por la Fundación John Boulton en Caracas,


Venezuela.

Será durante este conflicto que Guzmán Blanco, experimente el más notorio
avance en su carrera militar y política, iniciando como el principal allegado al líder
liberal en cuestión, Juan Crisóstomo Falcón, desempeñándose como su mano
derecha, en calidad de Secretario y Auditor General de los Ejércitos Federales. Su
desempeño a nivel organizativo será notorio, pero una vez que las rivalidades
entre los generales federales, especialmente la tensión existente entre Ezequiel
Zamora y Juan Crisóstomo Falcón, comienzan a resquebrajar la organización,
Guzmán Blanco, ahora convertido en general, toma cartas en el asunto, con la
aprobación de Falcón, quien accede a nombrarlo «Comandante en Jefe de los
Ejércitos Federales de la Región Central», lo cual lo convierte en el segundo
general más poderoso del bando federalista, solo sobrepasado por el propio
Falcón.

Guzmán Blanco, inicia una fuerte reagrupación, al presionar y convencer a los


generales y caudillos leales al federalismo para que reconozcan su autoridad, lo
cual finalmente logra y de esta manera, pasa a disponer de una vasta serie de
tropas e inicia una serie de ofensivas militares, todas exitosas que
progresivamente inclinan la balanza a favor de los liberales. En el proceso
Guzmán Blanco además comienza a agrupar su base de poder, logrando asegurar
la lealtad de numerosos jefes militares, políticos y empresarios, con lo cual pasa
de ser un diplomático y militar a ser un auténtico caudillo, el más poderoso caudillo
surgido de la Guerra Federal.

Igualmente, su inmensa influencia sobre Juan Crisóstomo Falcón se acrecentaba


cada vez más y con la muerte de Ezequiel Zamora, el primero ve garantizado su
ascenso a la presidencia con el final de la Guerra Federal, pactado por el propio
Guzmán Blanco quien diseña y firma el Tratado de Coche, en representación de
los federalistas, con Pedro José Rojas en representación de los centralistas. Con
ello, se crea un congreso mixto, para poner orden a la nación que designa a Juan
Crisóstomo Falcón como Presidente de Venezuela y se le entrega la
Vicepresidencia de Venezuela a Guzmán Blanco.

Estilo de Gobierno

Afiche alusivo al gobierno provisional de la Federación. Al centro: Juan Crisóstomo


Falcón; izquierda: Antonio Guzmán Blanco y Manuel Ezequiel Bruzual; derecha:
Guillermo Tell Villegas y Guillermo Iribarren
Su estilo de gobierno aunque en definitiva, autocrático y personalista,3 se
caracterizó también por su increíble efectividad para promover el progreso,6
atribuyéndosele a su administración el haber, realmente organizado al país, en
más de un sentido, al tener como muestra los múltiples logros que tuvo su
gobierno, influyéndose la puesta en circulación del Bolívar, la primera moneda
nacional, que funcionaba a cabalidad desde el peso español en la época colonial,
la urbanización de Caracas, la construcción de una vastedad de edificaciones y
estructuras sin precedentes y la organización de la educación en el país, mediante
el Decreto de Instrucción Pública.2

Además, logró consolidar una paz relativa en el territorio nacional,7 ello con el
pleno objetivo de permanecer en el poder el mayor tiempo posible. Sin embargo,
quizá uno de los rasgos de su gestión más recordados y controvertidos sería su
confrontación, durante el Septenio, con la Iglesia Católica,8 con la cual sostuvo
diferencias, que lo llevaron a tomar medidas represivas contra sus representantes
en Venezuela y derivó en un serie de acciones que buscaron la definitiva
separación de la Iglesia y el Estado, tales como la creación del Registro Civil, la
confiscación de propiedades eclesiásticas y en última instancia un intento de
separar la Iglesia venezolana de la Santa Sede, e instituirse como independiente
con él como Supremo Líder de la misma.

Fue uno de los políticos, diplomáticos y militares más poderosos de Venezuela


durante el Siglo XIX, así como también el más importante caudillo surgido de la
Guerra Federal.

Igualmente de él se ha dicho, que era un megalómano9 desenfrenado en


búsqueda constante de alabanza y adoración, algo que indudablemente
consiguió[cita requerida], así como también se ha afirmado que era en extremo
vengativo, sin embargo se le reconoce por su inteligencia, sus habilidades
diplomáticas, políticas, de estratega y militar. Todas estas cualidades que le
permitieron alcanzar el poder y ascender rápidamente debido a la Guerra
Federal,10 pasó de ocupar altos cargos en el ejército rebelde, a detentar altos
puestos en el gobierno, ocupó en dos ocasiones el Ministerio de Relaciones
Exteriores y el Ministerio de Hacienda, también fue tres veces Ministro
Plenipotenciario en Europa, continente de donde recibiría una extensa influencia
tanto en lo político como en lo ideológico, fue Presidente Interino y del Senado,
hasta finalmente alcanzar la Presidencia de Venezuela con la Revolución de Abril,
la cual detentó durante 14 años oficialmente, mientras que por otros cuatro, los
dos gobiernos que tomaron lugar entre sus mandatos fueron controlados por él
como Gobiernos Títeres

Es una de las personalidades claves de la Historia de Venezuela, su acción es de


las más reconocidas y recordadas, y su legado remarcable, representado en los
productos de su ambicioso plan de modernización y construcciones, tales como lo
son el Palacio Federal Legislativo, el Teatro Municipal de Caracas o el Panteón
Nacional, entre otros, así como también a través de su proceder político, el cual
dio inicio a la concepción de Venezuela como Estado Moderno.11

Gobierno de Juan Crisóstomo Falcón

Artículo principal: Juan Crisóstomo Falcón

Desembarco de Juan Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco en Palma Sola

«Falcón y Guzmán Blanco en el baile de La Bamba», caricatura publicada en La


Charanga, Noviembre de 1868

Al asumir el gobierno Juan Crisóstomo Falcón, el liberalismo en pleno triunfo,


celebra el comienzo de una nueva etapa en el período republicano del país.
Falcón se ha tornado en un héroe para el liberalismo, pero nada comparado con
Guzmán Blanco, quien se perfila cada vez más poderoso e influyente, al ser
nombrado Vicepresidente de la República y convertirse en pieza clave en el poder
del país, posición que había obtenido gracias a su éxito como Comandante en jefe
del Los Ejércitos Federales y líder militar liberal, así como sus alianzas con todos
los sectores de la vida nacional, incluyendo Caracas.

Además, Guzmán Blanco va a pasar a ejercer numerosos otros cargos, incluyendo


el Ministerio de Hacienda entre 1863 a 1865, Presidencia del Senado en 1867,
mismo año en el que además es nombrado Comandante de Armas del Distrito
Capital, la más prestigiosa y poderosa comandancia de armas del país, para
enfrentar a los numerosos intentos de alzamientos que se suscitaron a lo largo de
todo el gobierno de Juan Crisóstomo Falcón, ejerció además la posición de Primer
Designado, gracias a la cual se encarga de la Presidencia de Venezuela de
manera temporal entre el 13 de mayo de 1865 al 25 de mayo de 1866, por
aproximadamente un año entero, ante la ausencia de Juan Crisóstomo Falcón,
algo que era frecuente, pues este nunca mostró verdadero interés por gobernar.

Antonio Guzmán Blanco como Ministro Plenipotenciario, de Hacienda y de


Relaciones Exteriores, es quien es encargado por el gobierno venezolano para
negociar un empréstito de más de 1 millón y medio de libras esterlinas, para poder
reimpulsar económicamente al país. De esta operación, Guzmán Blanco cobró
una «comisión millonaria» sobre la suma, declarada legal por él y reconocida
como tal por el gobierno. No se sabe exactamente cuanto dinero constituyó esa
«comisión», pero si se toma en cuenta que de la suma solicitada y obtenida,
Venezuela sólo recibió dos millones de pesos, así como un compromiso de veinte
millones de pesos durante los próximos 25 años, lo cual significa, que es muy
probable, que Guzmán Blanco, recibiese más de la mitad de todo el préstamo.

No obstante, aún cuando Falcón no tuviese interés en gobernar al país, Guzmán


Blanco sí. Por ello, durante este período se encargó de llevar a cabo una inmensa
red de reformas, proyectos de toda índole, además de también fortificarse así
mismo en términos militares y políticos, al destituir enemigos y establecer alianzas.
Forjándose una brillante reputación política, militar, diplomática e incluso
intelectual.

Debido a la gran cantidad de alzamientos que ocurrían, Falcón, resolvió nombrar a


Antonio Guzmán Blanco como Jefe del Ejército Venezolano, posición que Blanco
usó para despedazar de la manera más eficiente todas las revoluciones y
alzamientos, así como para eliminar la mayor cantidad de caudillos y enemigos
posibles.

Durante el gobierno de Falcón, Guzmán Blanco aprovechó «la ausencia constante


el Jefe de Estado» para ser él quien impulsase reformas tales como la eliminación
de la pena de muerte, la prisión por deudas y el decreto del voto universal para los
Poderes Ejecutivo y Legislativo (todas estas reformas parte del Programa de la
Federación) así como se encargó de llevar a cabo la creación de gran cantidad de
obras públicas y caminos por todo el país.
Además, Guzmán Blanco pasó a aplicar en política internacional una estrategia no
utilizada nunca hasta aquel momento, al ejercer el cargo de Ministro de
Relaciones Exteriores y el cargo de Ministro Plenipotenciario en Europa (el cual
fue creado específicamente par él), Guzmán Blanco comenzó a aplicar una
práctica negociadora pero fuerte, valiéndose de ejercer sobre este ámbito una
auténtica Mano de Hierro, al exigir un trato de altísima estima y respeto hacia el
país, algo que no le impidió consolidar excelentes relaciones con otros países.

Revolución Azul

Artículo principal: Revolución Azul

Para el momento, Falcón se retira del poder y designa a Manuel Ezequiel Bruzual,
sucesor interino, pero el resentimiento de diferentes sectores dispersados en el
país, confluyó para dar origen a la Revolución Azul, respaldada por José Tadeo
Monagas, quien en el pasado había defendido el liberalismo y se había rebelado a
Páez, ocupa Caracas, mediante un reñido combate librado en junio de 1868,
destituyendo al gobierno de Bruzual, como consecuencia de lo cual Guzmán
Blanco sale del país rumbo a Curacao.

Revolución de abril

Artículo principal: Revolución de Abril (Venezuela)

Posteriormente a la Revolución Azul, el 27 de junio de 1868, José Tadeo


Monagas, en su carácter de general en jefe de los ejércitos de la revolución, dicta
un decreto reorganizando la administración ejecutiva general y promulga un nuevo
decreto que declaraba vigente la Constitución Federal de 1864. Finalmente, se
convocaron a elecciones para designar al nuevo presidente de la República, pero
el viejo caudillo Monagas, cuya candidatura era la más fuerte, no logró ver
culminar el proceso eleccionario y murió a los pocos meses de pulmonía.

Sólo dos años más tarde Guzmán Blanco volvía a Venezuela, esta vez armado
con un vasto ejército. Comandó la llamada Revolución Liberal o Revolución de
Abril, con la cual depone a Guillermo Tell Villegas, para tomar el gobierno y es
reconocido automáticamente como supremo líder, el liberalismo había vuelto y
ahora Guzmán Blanco era el nuevo presidente del país, toda una nueva etapa
estaba por dar comienzo, la hegemonía de Antonio Guzmán Blanco había
comenzado.

La autocracia guzmancista

Estatua ecuestre de Guzmán Blanco conocida con «El Saludante». Estaba


ubicada en la plaza frente a la fachada de la Universidad de Caracas.12

El Guzmanato, como es conocido por los historiadores,3 fue el período de la


historia de Venezuela, que se extiende por casi veinte años, durante el cual,
prevaleció la portentosa hegemonía de Antonio Guzmán Blanco.

Este período tiene por principales características, un evidente estilo de gobierno


autocrático, represivo para con sus adversarios y la oposición, una adulación y
alabanza excesiva hacia la figura de Guzmán Blanco, materializada a través de
eventos, celebraciones, manifestaciones públicas de reconocimiento y adoración
para con el Ilustre Americano, la creación de instituciones con su nombre en ellas
y que creaban premios sólo para otorgárselos e incluso llegaban de otorgarle
cargos y títulos honorarios. También fueron notorios los cambios de nombres que
sufrieron estados, parques y demás lugares, rebautizándolos en su honor y la
desmedida construcción de monumentos, estatuas y demás proyectos de
infraestructura, todos ellos dirigidos hacia su persona.

No obstante, a pesar de todos los rasgos negativos presentes, es justo afirmar que
el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, fue el primer gobierno que trajo a
Venezuela, el ideal del Estado Moderno, con todo lo que implica. Bajo la férula de
Guzmán Blanco disminuyó notablemente la fragmentación política, se forjó un
nuevo marco institucional y un flamante aparataje cívico, se comenzó a organizar
la burocracia y determinarse las instancias del régimen civil, en un ensayo que
busca asemejar a Venezuela, para con el modelo de los Estados europeos de la
época.

Esta autocracia se divide en tres períodos de mandato personal, El Septenio


(1870-1877), El Quinquenio (1879-1884) y el Bienio o Aclamación Nacional (1886-
1888). Además, entre los tres mandatos, se hallan gestiones liberales por el
mismo Guzmán Blanco inspiradas, cuyo objetivo original es la de cuidar el país y
la silla presidencial mientras el dictador se halla ausente en el país, es decir, por
definición y concepción, son gobiernos títeres, en los cuales, Guzmán Blanco
siguió como la figura política predominante en él país. Son estos los gobiernos de
Francisco Linares Alcántara y Joaquín Crespo, característicamente opuestos,
dándose en el primero la primera reacción antiguzmancista, mientras que en el
segundo el país se mantuvo fiel en líneas generales.

De esta manera, el proyecto político que se pone en marcha, se traduce en un


intento de denominación, que signa la vida del país durante dos décadas, tiempo
en el cual, comienza el amansamiento de una sociedad acostumbrada a la
inestabilidad institucional, económica y política.

Primer Gobierno o Septenio (1870-1877)

Retrato de Antonio Guzmán Blanco

Desde el 27 de abril de 1870, cuando derroca el gobierno provisional de Guillermo


Tell Villegas, hasta el 27 de febrero de 1877, cuando se realizan elecciones
presidenciales y resulta electo su mano derecha Francisco Linares Alcántara,
como parte de una estrategia para perpetuarse en el poder de forma indirecta, el
Septenio, corresponde al período más longevo de los tres gobiernos que el «Gran
Autócrata Civilizador» tuvo.

Tras la Revolución de Abril, con el apoyo del pueblo, las alianzas con la burguesía
comercial y los caudillos, le permitieron a Guzmán Blanco, disponer de una
situación óptima para materializar su visión de Venezuela. Proclamado por el
Congreso como El Ilustre Americano, su posición y heroicidad, fueron elevados al
mismo nivel que el «Libertador» Simón Bolívar y es colmado de honores y
reconocimientos, el gran general asume la presidencia, primero provisionalmente y
luego de acuerdo a la «Constitución de 1862» o la «Constitución Federal», para
ejercerla por un período de cuatro años, es así como Guzmán Blanco comienza a
gobernar.13

Pacificación nacional
Antonio Guzmán Blanco en Campaña, durante la Pacificación

El Ilustre Americano, tenía una visión clara respecto a lo que quería, sus años en
el extranjero, particularmente en Francia, donde había experimentado de primera
mano la eficiencia y el progreso traído por Napoleón III, a dicho país, lo
convencieron de que Venezuela necesitaba un autócrata, un líder fuerte, eficiente
y poderoso, un «César» al cual seguir, y ese líder en cuestión, no era otro que él.

Decidido a permanecer el mayor tiempo posible en el poder, además de poseer el


firme propósito de gobernar a plenitud, durante los tres primeros años, Guzmán
Blanco se dedicó a pacificar todo el país, suprimió sublevaciones y alzamientos a
lo largo del territorio nacional, labor ardua, para la cual designa a sus más fieles
aliados como los Presidentes de los Estados y Comandantes de Armas de los
mismos, aquellos caudillos que no son destruidos, son atraídos a su lado,
ofreciéndoseles riquezas, cargos y prestigio, a cambio de su completa lealtad y de
traspasar sus armas y ejércitos a Guzmán Blanco, aun así y a pesar de su éxito en
su proyecto de pacificación, el propio Guzmán Blanco reconoció que dicho objetivo
no era sencillo de alcanzar, con su bien conocida afirmación:

«Venezuela es como un cuero seco, si lo pisas por un lado se levanta por el


otro».14

A pesar de todas las dificultades, el Ilustre Americano consiguió la tan anhelada


pacificación y fue capaz de gobernar y estar en campaña militar, simultáneamente,
al mantenerse en constante comunicación con sus ministros en la capital, los
cuales debían rendirle cuentas semanalmente a través de sus cartas y cumplían la
voluntad del gran líder. Por este medio fue que muchos proyectos del Septenio se
pusieron en marcha, tales como el inicio de decenas de construcciones, como la
primera etapa del Palacio Federal Legislativo, el Teatro Municipal de Caracas, la
realización del Primer Censo Nacional, la creación de la Dirección Nacional de
Estadística, la fundación de la Compañía de Crédito de Caracas (de la cual él
mismo era el accionista mayoritario) y la promulgación del Decreto de Instrucción
Pública y Obligatoria, que fue en esencia su primera acción al asumir la
presidencia y con el cual reorganizó todo el sistema educativo nacional. En 1873,
resulta reelecto presidente, era esta fecha el final de un gobierno de cuatro años a
partir de 1869, cuando resultó electo José Tadeo Monagas. Antes de culminar «El
Septenio» Guzmán Blanco reforma la constitución nacional cambiando el período
presidencial de cuatro años a dos años sin posibilidad de reelección inmediata. En
21 de septiembre de 1874, mediante decreto, creó las Colonias Bolívar e
Independencia en el actual estado Mirando con la finalidad de incentivar
lainmigracion europea hacia Venezuela. 13Los primeros en asentarse en la
colonia Bolivar fueron quince familias francesas, entre otros. No todos
permanecieron mucho tiempo en el lugar y posteriormente llegaron unos 200
inmigrantes italianos.

Conflictos internacionales

Desde el inicio, en el ámbito internacional, Guzmán Blanco fue en extremo osado


e irreverente, al iniciar toda una nueva visión acerca de como debían manejarse
las relaciones internacionales. En vez de rogar, se demandaría, en lugar de aliarse
con otros países para tener relevancia, se buscó impulsar a Venezuela como un
país de peso específico dentro del marco internacional, demandando el mayor de
los respetos al exigir un trato igualitario ante toda nación.

Mapa de la Guayana Esequiba, territorio reclamado por Venezuela.

Firme en este propósito no dudó en confrontar a Inglaterra, España, Holanda y a


Estados Unidos, llegó a cerrar embajadas, consulados y establecimientos
diplomáticos de estos países y fortificó su posición como exportador de materia
agraria.

Igualmente, consciente de que muchos de sus enemigos escapaban a las Antillas


con preferencia a las islas de Aruba, Curazao y Bonaire a conspirar en su contra,
a pesar de ser estas colonias de Holanda, no vaciló en exigir al gobierno de dicho
país que los expulsase, algo que le traería una extraordinaria red de problemas
con el mismo, al llegar a una situación tan crítica, que estuvo al borde de
declararle la guerra. Fue esto lo único que evitó semejante desenlace, el que
finalmente Holanda cediera.

La mayoría de los países del mundo, se vieron severamente impresionados por


semejante actitud, entre ellos, uno al que muchos problemas le trajo semejante
enfoque, Inglaterra con quien Guzmán Blanco se enfrentó a causa de la
usurpación de la Guayana Esequiba y de Trinidad, convirtiéndose en uno de los
presidentes que más ha presionado por su devolución.

Guzmán Blanco, sufragó la llamada “Expedición Venezolana de Vanguardia” que


arribó al departamento oriental de Cuba el 17 de junio de 1871, comandada por el
Brigadier cubano Rafael de Quesada15 y en la que iban 200 hombres, en su
mayoría venezolanos, con 600 armas, municiones y 40 mulas de carga con el
objetivo de liberar la isla de la corona española. En Camagüey, libraron el exitoso
combate de Sabanas del Ciego, en el cual quedaron muy diezmadas las fuerzas
españolas. Pero no fue óbice de que por andar el patriota cubano José Martí
inmiscuyéndose en la política venezolana, el Presidente Guzmán Blanco lo
expulsara, debiendo abandonar apresuradamente el país, donde pensaba vivir su
exilio, sin poder despedirse de sus amigos y regresar a Nueva York.

Conflicto con la Iglesia

Tras los sucesos ocurridos en la Revolución de Abril y la toma del poder por parte
de Antonio Guzmán Blanco, el país y sus instituciones se arrodillan, literalmente
ante él, excepto la Iglesia Católica, la más poderosa de todas ellas y la cual ejercía
una inmensa influencia sobre el país, desde la era colonial. El entonces Arzobispo
de Caracas, Monseñor Guevara y Lira, se rehusó a realizar actos eclesiásticos en
honor al mandatario, lo cual disgusta en sobremanera a Guzmán Blanco. Las
fricciones entre el Arzobispo y el gobierno de Guzmán Blanco, continuaron y a
ellas se sumó el Arzobispo de Mérida. Guzmán demandó a la Santa Sede la
sustitución de Guevara y Lira, por un clérigo más dócil y obediente, pero ésta se
negó.

Ante esta actitud, Guzmán Blanco decidió cerrar seminarios, claustros y templos y
transferir las cátedras religiosas a las Universidades Laicas. Como mecanismo de
presión para doblegar la jerarquía católica a las intenciones del Estado, la despojó
de su influencia y de la gran mayoría de sus bienes, pero lo único que consiguió
fue la salida de Monseñor Guevara y Lira al extranjero, quien se negó a renunciar
a su cargo de Arzobispo de Caracas, a pesar de estar fuera del país.
Entonces, Guzmán Blanco, estableció el Registro Civil, dejando sin efecto el
registro parroquial, aún vigente en otros países para la época, el cual imponía el
bautismo obligatorio en el culto católico para registrar los nacimientos y el 1 de
enero de 1873 el mandatario establece el matrimonio civil. No faltó la oposición de
una parte del clero, ante esta última medida, porque el matrimonio civil debía
realizarse ante el Presidente del Concejo, antes del matrimonio eclesiástico. La
publicación de la Ley se hizo el 8 de enero, y diez días más tarde entró en
vigencia. El 16 de enero hicieron uso de la nueva disposición las primeras parejas
conformadas por Manuel María Martínez y Carmen Paz Castillo; José Ignacio
Cardozo y Carmen Núñez de Cáceres y el General Aníbal Marott y Ramona
España. De esta tercera unión fueron testigos el mandatario y el General Víctor
Rodríguez. El propio Presidente legalizó civilmente su matrimonio con su esposa
Ana Teresa Ibarra el 14 de febrero de ese año, aunque se casó por la Iglesia
Católica el 13 de junio de 1867. También Guzmán Blanco fue quien introdujo el
concepto del divorcio, algo mal visto por la jerarquía eclesiástica, pues presentaba
la posibilidad de disolver la unión matrimonial, considerada como sagrada por la
Iglesia Católica.

A pesar, de todo este avance en contra de la jerarquía eclesiástica, esta se


mantuvo firme en su oposición al gobierno de Antonio Guzmán Blanco, quien
disgustado por la situación, optó por planificar la separación de la Iglesia católica
venezolana de la Santa Sede y constituirla en independiente. Ante esta estrategia,
el papa Pio IX, a fin de evitar dicha acción, destituyó a Monseñor Guevara y Lira y
nombró un nuevo Arzobispo de Caracas, escogido a antojo de Guzmán Blanco.

Una vez solventada la situación, el mandatario regresó parte de las propiedades


confiscadas y permitió el restablecimiento eclesiástico, además hizo construir
varias edificaciones religiosas como la Basílica de Santa Teresa y la Basílica
Menor Santa Capilla, pero la realidad era que más nunca la jerarquía eclesiástica
volvería a tener tanta injerencia sobre el país y el estado, como en el pasado.

Reacción Antiguzmancista (1877-1879)

Francisco Linares Alcántara fue Presidente de Venezuela durante el período en


que se dio la primera Reacción Antiguzmancista
Presidencia de Francisco Linares Alcántara

Artículo principal: Francisco Linares Alcántara

Quien sucede a Guzmán Blanco en el poder, es su antiguo aliado, Francisco


Linares Alcántara, un militar, hijo de hacendados, que luchó con él en la Guerra
Federal, como su subordinado y que luego, durante el período de Falcón,
demostró su lealtad en numerosas ocasiones, motivo por el cual, Guzmán,
apadrina políticamente a Linares Alcántara y este resulta electo presidente.
Recibió el mando de manos de Guzmán y luego este último partió a París.

Una de las primeras cosas que hace Linares Alcántara, es restaurar la libertad de
prensa, lo cual dio pie a que comenzaran a surgir críticas contra la persona de
Guzmán Blanco, el Autócrata omnisiente, el Divino Ausente, convirtiéndose en
blanco de fuertes insultos y degradantes acusaciones.

Esto le enerva la sangre al mismo Guzmán Blanco, quien era informado


asiduamente por sus seguidores y aliados, consciente de todo lo que acaecía, le
escribió a Linares Alcántara sobre la imperiosa necesidad de poner fin a tal
pandemonio, pero este nunca le dio importancia al asunto.

No obstante, pronto se dieron acercamientos entre los opositores de Guzmán


Blanco y Linares Alcántara, los cuales dieron como resultado el inicio de un intento
de distanciamiento entre Alcántara y Guzmán, respaldado por los estudiantes
universitarios, quienes clamaban por la desaparición del caudillo de la vida política
del país, mediante asiduos escritos en la prensa y manifestaciones públicas,
logrando dañar varias estatuas de Guzmán Blanco, durante las mismas.

Alcántara, buscó materializar el distanciamiento, pero no fue capaz de hacerlo,


pues por más que estudiantes y grupos políticos lo respaldasen, dicho alejamiento
resultaba imposible en un país donde todavía, los círculos del poder, le
pertenecían a Guzmán. Los sectores burgueses, financieros y empresariales,
veían con preocupación como las acciones de Alcántara perjudicaban sus interés,
mientras que los militares fieles a Guzmán, entre ellos Joaquín Crespo,
consideraban insultante, semejante traición al gran civilizador y muchos políticos,
leales a Guzmán, se mantenían firmes ante la situación, esperando el regreso de
su líder, pues era claro que Venezuela no podía permanecer en orden, sin
Guzmán al frente de ella.

Todo esto ocasiona un clima de tensión constante, que permanece hasta que
repentinamente, Francisco Linares Alcántara, muere en 1878, dejando la
presidencia en manos de José Gregorio Valera.

Presidencia de José Gregorio Valera

Artículo principal: José Gregorio Valera

Panteón Nacional en 1874

La muerte de Francisco Linares Alcántara, ocasiona que muchos de los líderes


antiguzmancistas, comiencen a temer, pues proyectaron, que este había sido
envenenado por los seguidores de Guzmán, aunque sin fundamento alguno, pues
el diagnóstico médico determinaba que la razón de su muerte había sido una
afección bronquial, durante un viaje a la Guaira, que lo forzó a guardar reposo,
tras lo cual fallece, al cabo de nueve días. Tras la muerte de Linares Alcántara, el
presidente de la Alta Corte Federal, Jacinto Gutiérrez, asume la presidencia y
posteriormente en diciembre de 1878, la Asambea Constituyente designa como
primer designado presidencial a José Gregorio Valera, ocupando la primera
magistratura de forma provisional hasta las elecciones venideras en 1879.

Una vez en el cargo, Valera se centró en continuar el distanciamiento con


Guzmán, al acercarse aún más a los opositores de Guzmán Blanco, para así
fortificar aún más su posición, igualmente permitió que los estudiantes continuaran
manifestando y oponiéndose públicamente al Divino Ausente, pero lo cierto es que
no solo sería incapaz de siquiera debilitar el predominio guzmancista, sino que
sería testigo del regreso de Guzmán Blanco al país.

Revolución Reivindicadora

Artículo principal: Revolución Reivindicadora

Artículo principal: José Gregorio Cedeño


La negativa de múltiples sectores y círculos a aceptar una Venezuela sin Guzmán,
trajo como consecuencia el estallido de la Revolución Reivindicadora, la cual fue
ejecutada por José Gregorio Cedeño (segundo designado presidencial),
presidente del estado de Carabobo y fiel seguidor de Guzmán Blanco, de quien
había recibido antes de partir, todos los recursos para armar un ejército y retomar
el país, en caso de ser necesario y claramente el momento lo ameritaba.

Así, respaldado por los aliados, seguidores y por los círculos burgueses que
querían el regreso de Guzmán Blanco, Cedeño, se enfrenta a Gutiérrez y Valera,
lo derrota, entrando a Caracas el 13 de febrero de 1879, y lo fuerza a dimitir.
Guzmán asume nuevamente el mando el 25 de febrero del mismo año, tras su
regreso al país.

Segundo Gobierno (1879-1884) o El Quinquenio

Teatro Guzmán Blanco (Actual Teatro Municipal de Caracas)

Guzmán Blanco asume su segundo período presidencial en medio de una


dificultosa situación. Los altos círculos financieros, empresariales, terratenientes y
la clase media y media alta venezolana, cada vez más creciente, anhelan su
retorno, deseosos de recuperar la muy beneficiosa situación económica y de
estabilidad interna que Guzmán mantuvo durante el Septenio, enturbiada gracias a
la incapacidad de Alcántara y José Gregorio Valera para liderar al país. Al morir
inesperadamente Francisco Linares Alcántara Guzmán decide regresar al país,
tras el aplastante éxito de la Revolución Reivindicadora que restaura el culto a su
persona, presentándose en las elecciones de diciembre de 1878 y resultando
electo por gran mayoría en el congreso.

Asume el poder en 1879 para gobernar hasta 1881, pero en 1880 reforma otra vez
la constitución aprobando la reelección inmediata del presidente y fue reelegido
para gobernar hasta 1882.Luego en las elecciones de 1882 resulta fácilmente
reelecto presidente para gobernar hasta 1884.

Durante el Quinquenio, Guzmán labora para restaurar la situación económica,


devastada por la caída de los precios de muchos productos agrícolas, eje principal
de la economía venezolana, en los mercados internacionales. Consciente de la
situación, Guzmán aborda el problema desde otro flanco, acelerando los procesos
de construcción de todas sus líneas férreas y desplegándolas sobre gran parte del
territorio nacional, con lo cual consigue que el transporte de los productos se torne
más rápido y eficiente, dando como resultado que el envío de las cosechas
agrícolas, sea mayor, al desaparecer las iregularidades que antes impedían el
comercio por tierra y asegurarse un flujo continuo de las mismas, dando como
resultado que el país mantenga una exportación constante de productos, por lo
cual, a pesar del descenso de los precios, Venezuela recupera la estabilidad. El
día 18 de agosto de 1883 Guzmán Blanco crea por decreto el Territorio Federal
Armisticio expropiando partes del entonces llamado Estado Los Andes, sección
Táchira (actualmente Estado Táchira); Sur de Occidente, sección Zamora (hoy en
día el Estado Barinas) y del Estado Bolívar, sección Apure (que conforma el actual
Estado Apure). Estas expropiaciones se debieron al contrato que celebró el
gobierno de entonces con el General colombiano Leonardo Canal González para
colonizar y explotar los bosques y minas de dicha entidad territorial, así como
plantar quina y viñedos. Este territorio quedó disuelto por decreto del poder
ejecutivo de fecha 19 de mayo de 1890, haciéndose efectivo el 17 de junio de ese
año. 16

Plano de Caracas en 1884

Aparte de la culminación de vías férreas, continúa con otros planes y acciones,


como la oficialización del Canto Patriótico, Gloria al Bravo Pueblo, como Himno
Nacional de Venezuela. También es en este gobierno que inaugura el Teatro
Baralt de Maracaibo, el Teatro Municipal de Caracas, se introduce el Teléfono en
Venezuela, se transfiere el Sistema de Telégrafos a manos del Estado, continua
su política de construcciones e introduce el Bolívar, en sustitución de la anterior
moneda, el Venezolano.

Al culminar el gobierno sugiere al congreso a elegir a su nueva mano derecha


Joaquín Crespo presidente. Éste resulta electo para un bienio.

Tercer gobierno (1886-1888) o «Bienio»


En su tercer y último gobierno ganó la presidencia en las elecciones de 1885 para
gobernar un bienio de 1886 hasta 1888, de manos del Consejo Federal, que lo
eligió tras el regreso de Europa del Ilustre Americano, el cual se debía a que un
grupo de estudiantes, intelectuales y personalidades políticas, militares y
empresariales organizaron una «Aclamación Nacional», con la cual le rogaron por
su regreso.

Este período no fue igual a los dos anteriores, ya que debió enfrentar una nueva
generación de intelectuales y de jóvenes estudiantes, quienes organizaron una
fuerte oposición a su gobierno, la cual Guzmán Blanco hubiese reprimido
fuertemente sino fuese por su delicado estado de salud, el cual finalmente lo lleva
a renunciar, retirándose antes de concluir su mandato. Sin embargo, su influencia
prosiguió, hasta el punto de proponer ante el Consejo Federal al Doctor Juan
Pablo Rojas Paúl como presidente para el período constitucional 1888-1890.

Durante este bienio, Venezuela rompió relaciones con Inglaterra debido a la


invasión del Territorio Esequibo por ciudadanos de la Guayana Británica. Sin
terminar su período, Guzmán Blanco se va a Europa dejando el poder
provisionalmente en manos del General Hermógenes López.

Obra de Gobierno

Política interior

Guzmán Blanco y su gabinete

Desde el inicio, Guzmán Blanco, tuvo como principal objetivo, lograr la


estabilización del territorio nacional y el afianzamiento de su régimen, para lo cual
sería necesario erradicar a la inmensa cantidad de caudillos existentes en el país,
así el Ilustre Americano, atrae a su lado a aquellos que deseen deponer las armas
y serle fieles y aniquila mediante la fuerza militar a los demás, logrando así
purificar al país de los líderes rebeldes, que habían convulsionado el t

Juan Crisóstomo Falcón


(Tabes, Venezuela, 1820 - Fort-de-France, Martinica,1870) Militar y político
venezolano que fue presidente de la República (1863-1868). Después de derrotar
a los conservadores, Juan Crisóstomo Falcón instauró una república federal en
Venezuela y se mostró indulgente con sus enemigos, lo que le valió el
sobrenombre de «Magnánimo».

Juan Crisóstomo Falcón

Nacido en 1820 en el caserío de Tabes (en la provincia venezolana de Coro,


convertida después en el estado Falcón), Juan Crisóstomo Falcón emprendió la
carrera de las armas y en 1848 fue nombrado comandante de la milicia nacional
por su participación en la lucha contra José Antonio Páez. Miembro del partido
liberal, permaneció fiel al gobierno durante el llamado «Monagato» (1848-1858),
periodo en que los hermanos José Tadeo Monagas y José Gregorio Monagas se
alternaron en el poder.

Cuando en 1858 el golpe de estado del conservador Julián Castro puso fin al
Monagato, Juan Crisóstomo Falcón hubo de partir al exilio. De inmediato estalló la
Guerra Federal (1859-1863), en que los liberales, liderados por Ezequiel Zamora y
el mismo Falcón, se levantaron en armas contra el gobierno conservador, siendo
derrotados a principios de 1860. En 1861, Falcón volvió a invadir Venezuela y
luchó tenazmente hasta derrocar a José Antonio Páez (que una vez más se había
hecho con el poder) e imponer su victoria con el Tratado de Coche (1863).

Falcón fue proclamado presidente provisional, con Antonio Guzmán Blanco como
vicepresidente. En 1864 proclamó la nueva constitución federal, y fue elegido
presidente constitucional el 18 de marzo de 1865. Más militar que político,
abandonó frecuentemente las tareas de gobierno en sus ministros, mientras él se
dedicaba a atajar personalmente las insurrecciones militares. Su mismo partido se
escindió por esta causa, ya que muchos no aceptaban las atribuciones políticas
que iba adquiriendo Antonio Guzmán Blanco.
En estas circunstancias, el general José Tadeo Monagas se puso al frente de la
denominada Revolución Azul (1867-1868); en junio de 1868 entró en Caracas, y
Falcón hubo de exilarse en Europa. Al iniciarse la presidencia de Antonio Guzmán
Blanco fue llamado nuevamente, pero murió en el viaje de regreso desde París, en
Fort-de-France, en 1870.

Juan Crisóstomo Falcón y Zavarce (Jadacaquiva, estado Falcón, Venezuela, 27


de enero de 1820-Fort-de-France, Martinica, 29 de abril de 1870) fue un militar y
político venezolano. Junto a Ezequiel Zamora el Mariscal Juan Crisóstomo Falcón
lideró a los federalistas durante la Guerra Federal.

Nacido en el Hato de Tabe, cerca de Jadacaquiva, estudió en el Colegio Nacional


de Coro.

En 1848 ingresó al Ejército, participando en la defensa del gobierno de José


Tadeo Monagas contra la revolución liderada por José Antonio Páez; al año
siguiente fue nombrado comandante de armas de Maracaibo. En 1853 fue
ascendido al grado de general y enfrentó a la revolución del coronel Juan Garcés
en la península de Paraguaná, derrotándola en las batallas de La Salineta y
Coduto. A continuación se trasladó a la provincia de Barquisimeto, a enfrentar a
otro jefe revolucionario, el general Juan Bautista Rodríguez, avanzando sobre
Siquisique y Carora y capturando al general Clemente Fonseca, aliado de
Rodríguez.

Guerra Federal

Artículo principal: Guerra Federal

Estatua del Mariscal Falcón en la Plaza de Las Mercedes de Caracas

Al triunfar la Revolución de Marzo se sanciona una nueva constitución el 31 de


diciembre de 1858, el 4 de enero de 1859 Julián Castro fue designado como
presidente interino hasta unas próximas elecciones.
No obstante, la situación de aparente tranquilidad fue alterada por el estallido de la
Guerra Federal en Coro (20 de febrero de 1859) y los consiguientes alzamientos
de Ezequiel Zamora y Juan Crisóstomo Falcón en Barinas y Apure,
respectivamente. Ante tales circunstancias, Castro apoyado en grupos
«oligárquicos», realizó una serie de maniobras políticas destinadas a mantenerlo
en el poder directa o indirectamente.

Como consecuencia de la ambigua actitud de Castro ante los factores de poder


(liberales y conservadores), los grupos conservadores optaron por derrocarlo el 1
de agosto de 1859 siendo sustituido por Pedro Gual.

Tras la muerte del general Zamora en el sitio de San Carlos, Falcón y el general
Manuel Ezequiel Bruzual (llamado el “Soldado sin Miedo”) asumen la dirección
militar de las fuerzas rebeldes federales.

En la Batalla de Coplé librada el 17 de febrero de 1860 el general Falcón fue


derrotado por los conservadores del general León de Febres Cordero. Fue junto a
la previa batalla de Santa Inés (9-10 de diciembre de 1859), el otro gran
enfrentamiento de la Guerra Federal de Venezuela.

La batalla pudo terminar siendo la derrota definitiva de la rebelión federal pero en


cambio terminó siendo decisiva para el transcurso de la guerra ya que los liberales
se vieron con ella obligados a pasar de una fase de enfrentamiento regular a una
guerra de guerrillas que a la larga los llevara a la victoria.

Presidencia

El 17 de junio de 1863 Falcon es designado presidente provisional de la República


por la Asamblea Constituyente de La Victoria. El 18 de agosto de ese mismo año
firma el llamado Decreto de Garantías orientado a establecer los derechos del
ciudadano, acabar con los odios políticos y afianzar la paz en el país. Eliminó la
pena de muerte, la prisión por deudas y estableció la libertad de prensa, el libre
tránsito y el voto universal para los Poderes Ejecutivo y Legislativo. También se
decretó la construcción de obras públicas y caminos. Bajo la vigencia de la nueva
Constitución venezolana de 1864, en octubre es elegido Presidente Constitucional
de Venezuela y ratificado como tal por el Congreso el 18 de junio de 1865. Falcón
debió enfrentar una fuerte disidencia desde su propio movimiento, que empezó a
armarse tras la renuncia pública del Ministro de Guerra y Marina Manuel Ezequiel
Bruzual, y durante más de tres años acumuló líderes políticos y militares en sus
filas, muchos de ellos muy favorecidos por el gobierno. Los primeros alzamientos,
que tuvieron un nivel regional, fueron rápidamente reprimidos por el gobierno.
Debe tenerse en cuenta que el ejército central sumaba apenas 3.000 regulares en
1866, muy pequeño para derrotar a las fuerzas de los caudillos regionales.

Sin embargo, debido a la cada vez más represiva administración central los
grupos de insurrectos empezaron a expandirse por todo el país en 1867,
principalmente tras el encarcelamiento del general Manuel Ezequiel Bruzual. Ello
llevó a una alianza entre liberales y conservadores para ganar fuerzas como
oposición.

Objetivo 2 El eje del café.

HISTORIA DEL CAFÉ EN VENEZUELA (Grupo 1).

El café ha sido de valiosa importancia para la economía venezolana, en sus inicios


ayudó a incrementar los ingresos nacionales gracias a la demanda del producto.
Venezuela fue un gran exportador de café y cacao durante los primeros años del
siglo pasado, marcando una pauta especial gracias a su calidad de renombre
internacional. Sin embargo con el proceso petrolero poco a poco fue reduciendo
su área de siembra.

El primer cafeto llegó a Venezuela, sembrado por misiones españolas asentadas


en la cuenca del río Caroní en 1730. Fue más tarde, por los años 1784 cuando se
hizo la primera plantación de café en los jardines de la aldea de Chacao, en la
célebre Hacienda La Floresta, Blandín propiedad de Bartolomé Blandin, o
Blandain, como al parecer era el nombre correcto y San Felipe Neri. Poco a poco,
el café fue desplazando al cacao como el principal rubro de exportación de la
economía venezolana.

El café cambió favorablemente las condiciones de vida de los pueblos andinos


especialmente de Mérida, mejorando todos los aspectos sociales y de
infraestructura del estado, abriendo caminos y canales fluviales; así como el
comercio e intercambio con el puerto de Maracaibo a través del cual se exportaba
el producto a Europa y Norteamérica para luego regresar los agricultores con
productos y tecnologías importados de esas naciones.

La expansión del cultivo del café en Venezuela, se inscribe dentro de un escenario


de grandes cambios en la producción y el consumo. Desde inicios del siglo XIX el
consumo mundial de café se había incrementado rápidamente, especialmente en
Estados Unidos, que importaba a principios del siglo unos 100.000 sacos anuales,
menos del 10% de consumo mundial, elevándose al 30% entre 1855-1859 y al
40% entre 1880-1890. Notables crecimientos del consumo también se observaban
en Alemania y Francia.

Venezuela como productor histórico de café

Hasta 1895 Venezuela ocupaba el tercer lugar entre los mayores productores
mundiales de café, seguido por Brasil y las Indias Holandesas. Para ese momento,
el país producía entre el 6,5 y el 6,7 por ciento de la producción mundial, y entre el
15 y el 16 por ciento del total mundial de los cafés suaves. Al año siguiente, en
1896, Venezuela se convirtió en el segundo productor mundial y en el primero
entre los grandes productores mundiales de café suave. Después vino el
descenso en caída libre: en 1920 descendió al tercer lugar, en 1925 al cuarto, en
1931 al quinto, en 1932 al sexto, en 1933 al octavo. En 1979, y así fue durante
todo el quinquenio 1979-1984, Venezuela incumplió la cuota de exportación que la
Organización Internacional del Café (OIC) le había asignado. Las escasas
estadísticas disponibles, muchas de ellas no comparables entre sí, evidencian
claramente el estado de debilidad de la economía cafetalera nacional.

Hoy en día, el gobierno Venezolano exporta su producción de café a los países


árabes y euroasiáticos, con la finalidad de convertirse en una potencia en el rubro
del café; además de convertirlo en una alternativa rentable de vida para los
caficultores y un producto de consumo y disfrute para los venezolanos.

El cultivo del café se extiende en casi toda Venezuela. Los principales Estados
productores de café son: Lara, Portuguesa, Táchira, Mérida, Trujillo, Monagas,
Sucre, Yaracuy. Biscucuy es el primer productor nacional de café, luego le sigue
Rubio, Guárico, Chabasquén, Boconó y Ospino.
INTRODUCCIÓN DEL CAFÉ EN VENEZUELA (Grupo 2).

Cupo en suerte a las ubérrimas tierras adyacentes al caudaloso Orinoco, recibir en


sus entrañas calientes las primeras semillas de café introducidas en Venezuela,
por los Misioneros Castellanos, allá por los años 1730 a 1732. Se cree que fue el
misionero José Gumilla, autor del "Orinoco Ilustrado y Defendido" quien introdujo y
sembró las primeras semillas en terrenos de su misión, cuando afirma: "El café,
fruto tan apreciable, yo mismo hice la prueba, lo sembré, y a propósito para dar
cosechas de este fruto". Fue más tarde, por los años 1783 a 84, que se hizo la
primera plantación de café en los jardines de la Aldea de Chacao, en la célebre
hacienda "La Floresta", que hoy lleva aún este nombre; Blandín, hoy Country Club
y San Felipe, hoy Urbanización La Castellana.

Fue el presbítero Pedro Ramón Palacios y Sojo, quien en compañía del Presbítero
García Mohedano, fundó la primera plantación de café en Venezuela y la primera
escuela de música, pues amaban tanto a ésta como a la naturaleza. En efecto, por
una de aquellas casualidades, como en el caso de la denominación de América
para este Continente, en honor de aquel Américo Vespucio que fue de escasa
figuración en el descubrimiento de América, se atribuye solo al Presbítero Antonio
José García Mohedano, la primera siembra comercial de café en Venezuela,
cuando tanto éste, como el Presbítero Palacios y Sojo tuvieron igual participación
en el memorable hecho, así fue como en el año 1799, poco antes de morir el
Padre Palacios, deja herederos universal de sus bienes a la Congregación de
Padres Neristas y por Administrador de su hacienda a Don Martín Tovar Ponte.
Fue, pues, en la hacienda de propiedad del Presbítero Palacios y Sojo, en donde
sembraron los primeros cafetos en escala comercial y fue igualmente allí en donde
se celebró la degustó de la primera taza de café, preparada con los primeros
frutos cosechados en la plantación nombrada, acto que fue amenizado con
partituras de Mozart Pleyel y Haydh, fiesta bellamente descrita por Arístides Rojas
y Luis Correa, a quien tantas páginas memorables debe Venezuela.

Venezuela fue un gran exportador de café y cacao durante los primeros años del
Siglo pasado marcando una pauta especial gracias a su calidad de renombre
internacional, luego con el proceso petrolero poco a poco fue reduciendo su área
de siembra, sin embargo y a pesar de tantas dificultades, el café representa un
rubro muy valioso para la economía primaria de miles de caficultores que viven
gracias al cultivo del café
El primer cafeto llegó a Venezuela, sembrado por misiones españoles asentadas
en la cuenca del río Caroní en 1730, traído desde Brasil, a donde había llegado a
su vez desde Surinam o Cayena. Allí lo recibieron, asimismo, de Martinica y
Guadalupe. El café, bebida muy relevante en el cambio de las condiciones de vida
de los pueblos y como producto de exportación paso a ser fundamental integrante.

EXPANSIÓN DEL CULTIVO EN VENEZUELA (Grupo 3).

El cultivo del café se extendió a San Antonio, Las Minas y los valles de Aragua a
partir de 1784, pasando luego a las provincias de Carabobo y Barcelona. En 1776
se observaron cultivos en Cumaná y Río Caribe. En 1780 el cultivo se extendió al
occidente, difundiéndose en tierras andinas: en Mérida, donde a pesar de una
temprana introducción, probablemente antes de 1777, comenzaron a fundarse
plantaciones después de la Guerra de Independencia; en Táchira, gracias a la
iniciativa de Gervasio Rubio, quien lo introdujo en 1794 a la hacienda La Yegüera,
en las inmediaciones de la población que más tarde, en 1855, sería llamada
Rubio; en Trujillo, probablemente introducido por Francisco de Labastida en 1801,
y siguiendo por los Andes tachirenses, el cafeto continuó su viaje hasta Colombia,
penetrando por Cúcuta y Salvador de las Palmas. Hacia 1809, según José
Domingo Rus, en su descripción geográfica de la provincia de Maracaibo, en
Mérida abundaba el café, en Táchira se daba mucho, y en Trujillo ya había algún
café. Poco a poco el café fue desplazando al cacao como el principal rubro de
exportación de la economía venezolana. El cacao, que había reinado casi solitario
en la escena económica nacional entre la segunda mitad del siglo XVII y la
primera mitad del siglo XVIII, declina visiblemente en su predominio desde
principios del XIX. Hacia 1830, la sustitución del cacao por el café ya es un hecho
que se expresa por un doble desplazamiento: el del cacao, que se traslada desde
el centro al occidente y, particularmente, al oriente del país, convirtiendo a
Carúpano en el principal puerto de exportación de cacao en Venezuela y en una
de las plazas comerciales más importantes del país; y el del café, del centro a los
Andes, valorizando a las laderas, dinamizando económica y políticamente a las
tierras andinas, especialmente al Táchira, y dando un enorme impulso al puerto de
Maracaibo, que actuaba como la salida natural de las exportaciones cafetaleras de
la región andina y del departamento colombiano del Norte de Santander. La
expansión del cultivo del café en Venezuela se inscribe dentro de un escenario de
grandes cambios en la producción y en el consumo. Desde inicios del siglo XIX el
consumo mundial de café se había incrementado rápidamente, especialmente en
Estados Unidos, que importaba a principios del siglo unos 100.000 sacos anuales,
menos del 10% de consumo mundial, elevándose al 30% entre 1855-1859 y al
40% entre 1880-1890. Notables crecimientos del consumo también se observaban
en Alemania y Francia. El desarrollo de la agricultura andina tuvo una enorme
repercusión económica y política en el país: incorporó a la producción tierras hasta
ese momento inexplotadas de la zona montañosa del nor-occidente, reforzó la
pequeña propiedad agrícola andina, dinamizó una región deprimida, estimuló los
flujos importadores de Colombia, incorporó al Táchira al escenario político
venezolano, fortaleció la red urbana andina e indujo cambios en las formas de
vida. Y dinamizó igualmente a la región zuliana, especialmente a Maracaibo. Hacia
1841 vivían en Maracaibo unos 60 comerciantes alemanes. Algunos se dedicaban
a la explotación y comercio de la madera. Y otros a la exportación de café, de la
que fueron casi pioneros, junto con otras casas comerciales extranjeras, como las
italianas Riboli y Abbo. Hacia 1870 las firmas alemanas Minlos, Breuer (más tarde,
en 1896 Breuer, Möller y Co.), Steinvorth; Van Dissel Thies (luego Van Dissel
Rode), Blohm, Schmilinski, Feuner, etc., controlaban la exportación de café desde
Maracaibo, extendiendo sus redes comerciales por el estado Táchira, otros
estados andinos, y hasta Cúcuta y Bucaramanga. Desde sus casas centrales en
Maracaibo, establecieron sucursales en San Cristóbal, Rubio, Valera, Sabana de
Mendoza, Motatán, etc. Pero no sólo eran exportadores, sino también
importadores, prestamistas, almacenadores, transportistas, aseguradores,
consignatarios, etc. A finales del siglo XIX, según Herwig, el comercio exterior
desde Maracaibo estaba controlado por cinco casas comerciales alemanas:
Blohm, Breuer, Van Dissel, H. Bornhorst y Schon-Willson.

REPERCUSIONES ECONÓMICAS DE LAS CRISIS MUNDIALES SOBRE LA


VENEZUELA CAFETALERA. (Grupo 4).

La crisis de 1825, que deprimió económicamente a la Gran Bretaña, redujo el


precio del quintal de café en Venezuela de 11 pesos en 1825 a 7,50 en 1827,
cuando el peso del quintal oscilaba entorno a los 9 pesos. Entonces, muchos
productores prefirieron dejar perder los frutos sobre los arbustos del café.

La crisis de 1836, provocada por la desmedida exportación de oro de Inglaterra a


los Estados Unidos. Y las medidas tomadas por el Banco de Inglaterra para
frenarla, así como sus efectos sobre el mercado financiero de Nueva York, trajeron
consigo el derrumbe de los precios del café‚ en los años sucesivos, hasta
principios de 1840.
La crisis de 1857, que afecto a Inglaterra, Francia y los Estados Unidos, iniciada a
raíz de la disminución de los beneficios de la exportación de las minas de oro de
California y de Australia y de ciertas líneas de ferrocarril, por cierto crisis ocasionó
en Venezuela la caída de los precios del café‚ en un 20 por ciento, del azúcar en
un 50 por ciento y de los cueros en un 70 por ciento. El cierre casi total del
mercado exterior para las exportaciones venezolanas dejó como saldo una
balanza comercial desfavorable y un aumento en la deuda, tanto interna como
externa.

La crisis de 1882, iniciada con la quiebra financiera de la Unión Genérale francesa,


difundiéndose sus efectos negativos a muchos otros bancos e industrias
europeas, sacudió a la bolsa de Nueva York entre 1882 y 1884, lo que llevó a la
quiebra a 404 bancos. Sus consecuencias fueron desastrosas para la economía
venezolana: baja en los precios internacionales del café‚ disminución del
numerario circulante y, particularmente, de los ingresos por derechos de
importación que, según la Memoria de Hacienda 1884-85, " constituye la primera
base de existencia del Tesoro Público" La crisis de 1890, que estallo en París con
el escándalo de Panamá y del ring del cobre, llevó a la quiebra parcial a la Casa
Baring Brothers, removió al mercado financiero francés, inglés, italiano y
estadounidense. Y se extendió hasta 1896, cuando se presento una severa crisis
mundial de la sobreproducción de café‚ particularmente por la intensa competencia
del café‚ brasileño. En Venezuela, estas crisis provocaron una drástica reducción
de los precios de exportación del café‚, que duró hasta 1908. Además esos años
fueron aciagos para el país, ya que además, según R. J. Velázquez (1973), se
produjeron dos revoluciones, un ataque de viruela, una plaga de langostas y una
larga sequía. La baja de los precios del café‚ hizo perder el crédito internacional
del país, y ocasionó la paralización de las aduanas y una drástica reducción en las
ventas que llevó a la quiebra a muchos comerciantes. A finales de 1898, ante la
gravedad de la crisis, el gobierno de Andrade sometió a la Cámara de Comercio
de Caracas tres soluciones para superarla: la emisión de papel moneda, la
acuñación de monedas de plata y el incremento de un 25% en las tarifas de
aduana. Prudentemente, la Cámara escogió la tercera medida.

4) Las Siete Hermanas (Grupo 5).

Las Siete Hermanas de la Industria petrolera creada por Enrico Mattei, padre de la
industria petrolera moderna italiana y presidente de ENI, para referirse a un grupo
de siete compañías que dominaban el negocio petrolero a principio de la década
de 1960. Mattei empleó el término de manera irónica, para acusar a dichas
empresas de cartelizarse, protegiéndose mutuamente en lugar de fomentar la libre
competencia industrial, perjudicando de esta manera a otras empresas
emergentes en el negocio.

Debido al desmembramiento de la Standard Oil, ordenado por el gobierno de los


Estados Unidos a principios del siglo XX, se forman tres nuevas compañías, que
junto a otras cuatro grandes del resto del mundo, conformarán las Siete
Hermanas. Con un dominio casi total de la producción, el refino y la distribución
petrolera, el acuerdo entre ellas les permitió aprovechar con ventaja una demanda
rápidamente creciente a nivel mundial y consecuentemente, obtener enormes
ganancias. Con una notable organización y coordinación, estas siete compañías
tuvieron un control completo del circuito petrolero gracias a su enorme influencia
sobre los gobiernos de los países productores. No fue sino hasta 1960, con la
creación de la OPEP y su posterior fortalecimiento durante la década de 1970,
cuando la influencia de las Siete Hermanas comenzó a mermar.

Las Siete Hermanas eran las siguientes empresas:

1. Standard Oil of New Jersey (Esso), que al fusionarse con Mobil formó
ExxonMobil (Flag of the United States.svg Estados Unidos).

2. Royal Dutch Shell (Flag of the Netherlands.svg Países Bajos, Flag of the
United Kingdom.svg Reino Unido).

3. Anglo-Iranian Oil Company (AIOC), luego conocida como British Petroleum


(BP) (Flag of the United Kingdom.svg Reino Unido).

4. Standard Oil of New York, luego conocida como Mobil. Hoy en día se
encuentra fusionada y es parte de ExxonMobil (Flag of the United States.svg
Estados Unidos).

5. Standard Oil of California, luego conocida como Chevron. Se fusionó


posteriormente con Texaco para formar ChevronTexaco. Actualmente su nombre
es Chevron Corporation (Flag of the United States.svg Estados Unidos).

6. Gulf Oil Corporation, que en 1985 fue adquirida casi totalmente por
Chevron, mientras que la otra parte de las acciones quedó en poder de BP (Flag
of the United States.svg Estados Unidos).

7. Texaco, que se fusionó con Chevron en 2001. Esta fusión fue conocida
durante algún tiempo como ChevronTexaco, pero en 2005 cambió su nombre
nuevamente a Chevron. Texaco es ahora una marca de Chevron Corporation
(Flag of the United States.svg Estados Unidos).
Debido a estas fusiones empresariales hacia 2005 sólo sobrevivían cuatro de las
Siete Hermanas: ExxonMobil, Chevron, Royal Dutch Shell, y BP. Sin embargo, el
capital conjunto de estas cuatro megacorporaciones es inmensamente superior al
que poseían las originales Siete Hermanas.

Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, estas compañías lucharon por
apoderarse del control del negocio petrolero global; sin embargo, sus esfuerzos
aislados no rindieron fruto sino que por el contrario, la lucha entre ellas era
desventajosa para todas. Por ello decidieron coordinar los esfuerzos y repartirse el
mercado: para 1960 habían conformado un verdadero cártel petrolero. La
fundación de la OPEP, gracias a las gestiones realizadas por Juan Pablo Pérez
Alfonzo, ministro petrolero venezolano, ante los gobiernos de Arabia Saudita, Irán,
Irak y Qatar, vino a equilibrar el juego de oferta y demanda petrolera mundial.

5) GRAN DEPRESIÓN DEL CAPITALISMO (1929-1933).

Los años veinte fueron buenos para los Estados Unidos, como dice Galbraith, “los
más ricos se enriquecieron mucho más deprisa que los pobres dejaron de serlo”.
Además los norteamericanos desplegaron un asombroso afán de enriquecerse
rápidamente y con un mínimo esfuerzo. El ánimo especulativo fue creciendo día a
día, y en el caso de Florida, donde hombres del norte se lanzaron a comprar
terrenos que aumentaban de valor sin motivos aparentes, es una prueba de ello.

El 24 de octubre de 1929 es conocido como “jueves negro” porque se produjo una


quiebra del mercado de valores de Nueva York, que provocó un prolongado
período de deflación (la caída de la producción, la acumulación de stocks, el
desempleo masivo, la contracción del comercio mundial y la ruptura del sistema de
pagos internacionales marcaron la coyuntura en la mayoría de países capitalistas
avanzados). Los negocios eran rápidos y beneficiosos. Había muchos pequeños
ahorradores que decidieron invertir, e hicieron de ello su forma de vida. Los
agentes de bolsa prestaban a sus clientes tomando como garantía los propios
títulos comprados, y, a su vez, pedían prestado a los bancos para comprar esos
títulos, pues con las ganancias de la bolsa se podía pagar los créditos y sus
intereses.

El paro en el trabajo superó los 12 millones en EEUU, siete millones en Alemania


y tres millones en Gran Bretaña. La producción industrial cayó entre 1929 y 1932
un 38 por ciento a escala mundial, y un 50 por ciento en EEUU. Galbraith («El crac
del 29», 1955) distingue entre el crac propiamente y lo que él llama la «Gran
Crisis», período este último que se prolonga hasta 1939.
CAUSAS DE LA GRAN DEPRESIÓN:

La teoría económica marxista ha hecho hincapié a la sobreproducción, como


Nogaro, sin en cambio para Nere, en cambio, la sobreproducción es un mito
ideologizado y no explica todas las posibilidades causales.

La producción supera las necesidades reales de consumo a partir de 1925, sobre


todo en los Estados Unidos, donde los Stocks aumentaban conforme se
reconstruían las economías europeas. Las causas de la sobreproducción son:

Distribución desigual de las rentas, que lleva implícita la limitación del consumo a
las capas sociales más ricas.

Mantenimiento de precios de monopolio, tipo cartel, que obligaba a la existencia


de grandes cantidades de stocks sin vender.

Desfase entre precios agrícolas e industriales: los primeros crecen más


lentamente que los segundos y hacen disminuir.

El sector agrario fue el más perjudicado por los excedentes invendidos y la


consiguiente baja de precios, cuyo índice pasó de 147 en 1925 a 138 en 1929.

EL EJE DE LA VIOLENCIA

La violencia es un comportamiento deliberado que puede provocar daños "1sicos


o ps1quicos al pr'#imo. *s importante tener en cuenta que, m+s all+ de la a resi'n
"1sica, la violencia puede ser emocional mediante o"ensas o amenazas. or eso
la violencia puede causar tanto secuelas "1sicas como psicol' icas. *ste e#e es el
m+s protuberante y apunta, m+s bien hacia una 3otalidad &nte radora de los
dem+s e#es, los cuales lucen p+lidos

"rente a una violencia permanente a lo lar o de los si los %&% , %%,


eintensi$c+ndose en esta primera década del milenio.*n la !enezuela
ontempor+nea aparece un dec+lo o de la violencia entre 5672 y 2752. Lo
8curioso9 es que ambas décadas est+n marcadas por la in#erencia extran#era,
con su dosis permanente de violencia. ero lo trascendente, como hecho hist'rico,
es señalar que la constante in#erencista siempre va car ada de violencia,
cualquiera sea el e#e esco ido. : si usted se detiene en la historia de las casas
comerciales, de 8Las ; <ermanas9, durante la dictadura de Juan !icente 'mez, se
encontrar+ con la intensi$caci'n de la cultura de la violencia, derivada de la
superexplotaci'n del traba#o y de los mecanismos decontrol que desarrolla el
*stado, para arantizar una paz petrolera que nunca la hubo, a pesar del
estandarte levantado por 'mez durante su dictadura/*l e#e de la violencia
quedar1a me#or estructurado si examinamos al campo petrolero como una
totalidad, y su hinterland. : sin entrar en un an+lisis m+s detallado, se señalan
al unos temas para su estudio/= *l obierno de las petroleras/ Mecanismos de
control/= olicial. = ortuario. = omercial.

CONSECUENCIAS DE LA CRISIS:

La primera y más terrible consecuencia de la gran depresión. En 1932 había en el


mundo 40 millones de desempleados. En los Estados Unidos, el paro total y el
paro parcial.

Después encontramos el descenso demográfico. Se produce por la disminución de


la nupcialidad, la natalidad y las migraciones, unida al aumento de la mortalidad
infantil y senil. En cuanto a las migraciones, los Estados Unidos se negaron a la
entrada de emigrantes. En este aspecto la crisis también contribuyó a cambiar el
statu quo imperante en el mundo.

Y finalmente tenemos la desigualdad en la estructura social. Los patrimonios


personales de los ricos no mermaron mucho, mientras que la depresión afectó de
lleno a las clases medias y bajas.

El Caracazo o Sacudón

fue una serie de fuertes protestas y disturbios en Venezuela durante el gobierno


de Carlos Andrés Pérez, que comenzó el 27 de febrero y terminó el 8 de marzo de
1989 en la ciudad de Caracas, e iniciados en Guarenas,2 cerca de Caracas. El
nombre proviene de Caracas, la ciudad donde acontecieron parte de los hechos,
El saldo de muertes empezó el 27 de febrero cuando fuerzas de seguridad de la
Policía Metropolitana, Fuerzas Armadas del Ejército y de la Guardia Nacional
salieron a las calles a controlar la situación. Aunque las cifras oficiales reportan
276 muertos y numerosos heridos, algunos reportes extraoficiales hablan de más
de 3000 desaparecidos.3

La economía venezolana cayó a partir del endeudamiento que generó el país


después del "boom" petrolero en los 70. A partir de ese momento, comenzó una
caída paulatina a medida que el Estado venezolano aumentaba su recaudación y
gastos. Esto causó una devaluación de la moneda en 1983. A partir de entonces
las políticas económicas de los gobiernos de Luis Herrera Campíns y Jaime
Lusinchi no fueron capaces de frenar las espirales inflacionarias, generando
desconfianza en las inversiones y pérdida de credibilidad en la moneda nacional.
Algunas de las políticas que emplearon estos gobernantes para frenar los efectos
estructurales fueron controles de cambio a través de RECADI (Luis Herrera
Campins) y un control de precios (Jaime Lusinchi), medidas que devinieron en
corrupción administrativa y mercados negros de divisas y bienes. Sin embargo la
quiebra estructural del mercado interno, la falta de Soberanía Económica y
Alimentaria, generó una escasez gradual. En 1988 resulta electo Carlos Andrés
Pérez en los comicios del 4 de diciembre con 3.879.024 votos (52,91% de los
sufragantes), una cifra muy alta, con un discurso populista que apelaba a la
justicia social.

Con este gran respaldo electoral, el gobierno de Pérez, en lugar de buscar un


cambio hacia la inclusión social, giró al liberar la economía, imponiendo su
desregulación a través de un programa de ajustes macroeconómicos promovido
por el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que se le llamó "Paquete
Económico", también conocido como "El Gran Viraje", concebido para generar
cambios sustanciales en la economía del país dentro del modelo neoliberal. Se
anunciaron medidas de aplicación inmediata y otras de aplicación gradual en
plazos breves. El paquete comprendía decisiones sobre política cambiaria, deuda
externa, comercio exterior, sistema financiero, política fiscal, servicios públicos y
política social. Sin embargo, la liberación de precios y la eliminación del control de
cambio generó un reajuste sumamente brusco para las personas de menores
ingresos, que eran la gran mayoría, lo que derivó en más hambre y desempleo.

Las principales medidas neoliberales anunciadas fueron:

Someterse a un programa bajo supervisión del Fondo Monetario Internacional con


el fin de obtener aproximadamente 4500 millones de dólares en los 3 años
siguientes.

Liberación de las tasas de interés activas y pasivas en todo el sistema financiero


hasta un tope temporal fijado en alrededor del 30%.

Unificación cambiaria con la eliminación de la tasa de cambio preferencial.


Determinación de la tasa de cambio en el mercado libre de divisas y realización de
todas las transacciones con el exterior a la nueva tasa flotante.

Liberación de los precios de todos los productos a excepción de 18 renglones de


la cesta básica.

Anuncio del incremento no inmediato, sino gradual, de las tarifas de servicios


públicos como teléfono, agua potable, electricidad y gas doméstico.

Aumento anual en el mercado nacional, durante 3 años, de los precios de


productos derivados del petróleo, con un primer aumento promedio del 100% en el
precio de la gasolina.

Aumento inicial de las tarifas del transporte público en un 30%.

Aumento de sueldos en la administración pública central entre el 5 y el 30% e


incremento del salario mínimo.

Eliminación progresiva de los aranceles a la importación.

Reducción del déficit fiscal a no más del 4% del producto territorial bruto.

Congelación de cargos en la administración pública.

A solo pocas semanas de asumir el gobierno el entonces presidente Pérez, se


decide poner en práctica de manera inmediata el paquete de ajustes y de medidas
económicas, financieras y fiscales. El 26 de febrero el Ministerio de Energía y
Minas anuncia el alza en 30% de los precios de la gasolina y el incremento de las
tarifas del transporte público urbano e interurbano también en un 30% a partir del
27 de febrero, válido para los 3 meses siguientes, después de los cuales podrían
aumentarse hasta el 100%.

Las medidas económicas y sociales impuestas por el gobierno y la creciente tasa


de pobreza originaron las protestas populares y la posterior represión por parte del
gobierno.

Protestas

Saqueadores corriendo con bienes robados


Las protestas se iniciaron en Guarenas (ciudad ubicada a 25 km al este de
Caracas), la mañana del 27 de febrero de 1989, también se desatan los saqueos y
la violencia en Caracas, la gente de escasos recursos de la capital, en zonas
populares como Catia, El Valle, Coche y Antímano, toman el control de las calles.
Los canales de televisión transmitían en vivo los hechos, al principio en los
sectores populares había protestas pacíficas, pero ante el abuso, la brutalidad y la
ineficacia de los cuerpos de seguridad, se producen más enfrentamientos, motines
y protestas, cada vez tornándose de forma más violenta.4

En horas de la tarde, había problemas en casi todos los barrios populares y


urbanizaciones de Caracas, los comercios habían cerrado y el transporte público
no prestaba servicio.

Nubes de humo de incendios en Caracas

En los días siguientes, los medios de comunicación mostraron imágenes que


permitieron ver la magnitud de los saqueos. Durante muchos meses se discutió
cómo pudo acontecer algo tan violento en Venezuela.

Protestas violentas también se originaron en otras ciudades como La Guaira,


Maracay, Valencia, Barquisimeto, Mérida y Ciudad Guayana.

Desbordado por los saqueos, el Gobierno declaró el toque de queda, militarizó las
ciudades principales y aplastó las protestas con violencia. En la ciudad de Caracas
se activó el "Plan Ávila", el cual confería al Ejército la custodia de la ciudad,
habilitándolos para el uso de armas de guerra al momento de contener las
manifestaciones.

Multitudes reunidas durante disturbios

Hay un número de muertos no calculado, organismos de Derechos Humanos


hablan de miles, hubo también enormes pérdidas materiales y miles de heridos. El
Comité de Familiares de las Víctimas (COFAVIC) determinó con identificación
exacta de las víctimas (cédula de identidad, nombre y apellido, circunstancias de
la muerte)un número de 380 que siempre se consideró parcial (la lista fue
entregada al Ministerio Público). La represión fue especialmente dura en la
Universidad Central de Venezuela, así como en los barrios pobres de la capital.5

El poder ejecutivo de Carlos Andrés Pérez, suspendió las garantías


constitucionales. Durante varios días la ciudad vivió sumida en el caos, las
restricciones, la escasez de alimentos, la militarización, los allanamientos, la
persecución política y el asesinato de personas inocentes.

El 2 de marzo, es decir, cuatro días después de iniciadas las protestas, fue


fundado -bajo la coordinación de Enrique Ochoa Antich, exdiputado y para
entonces Coordinador del Comité para los Derechos Humanos- a las puertas de la
morgue de la ciudad el Comité por los Desaparecidos y las Víctimas Inocentes que
luego cambiaría su nombre por el de COFAVIC (Comité de los Familiares de las
Víctimas). Fue este Comité el que informò a los medios nacionales e
internacionales de las dimensiones de la violación masiva y sistemática de los
derechos humanos por parte del Estado venezolano durante los sucesos.

Consecuencias

La consecuencia evidente del Caracazo fue la inestabilidad política. El programa


de gobierno fue modificado durante el mismo año tras los hechos, pero hacia la
derecha. El 7 de marzo se decreta la liberación de precios, volviendo más caros
los alimentos. Se acelera el proceso de descentralización con la primera elección
directa de Gobernadores y Alcaldes celebrada en diciembre de 1989; lo cual
permite un respiro democrático. En 1992 se producen dos intentos de golpe de
estado, uno en febrero y otro en noviembre. La creciente desaprobación de la
gestión del Presidente Pérez, la ruptura con el partido Acción Democrática, la falta
de nuevos liderazgos, la corrupción de la "clase" política y del Bipartidismo
tradicional, y el paquete de medidas aplicado tuvo como consecuencia una gran
falta de legitimidad del Gobierno de turno y un descontento popular mayoritario.

En marzo de 1993 el Presidente Carlos Andrés Pérez es acusado oficialmente de


corrupción y apartado del cargo, asumiendo la Presidencia por decisión del
Congreso Nacional (Actual Asamblea Nacional) Ramón J. Velásquez, quien es
sucedido por Rafael Caldera tras la convocatoria electoral de 1994. El teniente
coronel Hugo Chávez, uno de los organizadores de la primera intentona golpista
de 1992, es declarado culpable de dirigir la rebelión militar, siendo encarcelado y
luego sobreseído por el Presidente Rafael Caldera, tras lo cual gana las
elecciones presidenciales celebradas en 1998.

Respuesta militar a los saqueos.

Como fruto político principal de esta tragedia popular y del descontento de las
clases subalternas, salió fortalecido el proyecto liderado por Hugo Chávez, quien
luego fuese elegido Presidente en 1998. La Corte Interamericana de Derechos
Humanos condenó la actuación del gobierno. El Estado se comprometió a
indemnizar a las víctimas, hecho cumplido parcialmente en el año 2004 con
aquellas víctimas representadas por la organización de derechos humanos
Cofavic.6 Sin embargo, a finales de 2006 el gobierno del Presidente Hugo Chávez,
a través del Ministerio del Interior y Justicia, anunció mecanismos para indemnizar
también a las víctimas que no tuvieron acceso a la Corte Interamericana.7

En 2005 se estrenó en los cines venezolanos "El Caracazo", una película dirigida
por Román Chalbaud, cuyo argumento está basado en los sucesos del mismo.

Cifras

Muertes: Según la cuestionada cifra oficial emanada por el gobierno de Carlos


Andrés Pérez, los sucesos de febrero y marzo de 1989 dejaron un saldo de 276
muertos, numerosos lesionados, varios desaparecidos y cuantiosas pérdidas
materiales. Sin embargo, estos números de víctimas quedaron desvirtuados por la
posterior aparición de fosas comunes como La Peste, a consecuencia de una
solicitud a los tribunales de Enrique Ochoa Antich a la sazón Coordinador General
del Comité de Familiares de las Víctimas, en el Cementerio General del Sur,
donde aparecieron otros 68 cuerpos sin identificar, fuera de la lista oficial. “Nunca
pudo conocerse la cifra exacta de civiles muertos en estos sucesos”, según se cita
en el portal del Comité de Familiares de las Víctimas (Cofavic), de los sucesos
ocurridos entre el 27 de febrero y los primeros días de marzo de 1989. En esta
organización no gubernamental sólo se reunieron 42 familiares de fallecidos y
desaparecidos y otras tres víctimas que quedaron incapacitadas, no obstante, la
cantidad de civiles masacrados el 27 de febrero y los días posteriores es difícil de
calcular. De hecho, se habla de entre 2.000 y más de 3.500 personas asesinadas,
aunque el entonces ministro Italo del Valle Alliegro contaba poco más de 300. En
el libro Desaparición Forzada, sus autores, Yahvé Álvarez y Oscar Battaglini,
señalan que las acciones por parte del gobierno de Carlos Andrés Pérez el 27 de
febrero alcanzan proporciones que las acercan al más brutal genocidio de la
historia venezolana. Un fallo de la Corte Interamericana de los Derechos
Humanos, 10 años después de la masacre al pueblo venezolano, ordenó al
Estado venezolano indemnizar a los familiares de 45 personas asesinadas durante
la revuelta social, todas representadas por Cofavic.

La masacre de Cantaura

fue el resultado de una operación militar llevada a cabo el 4 de octubre de 1982


por diferentes fuerzas de seguridad del gobierno de Luis Herrera Campins contra
un grupo de guerrilleros del Frente Guerrillero "Américo Silva" del partido Bandera
Roja en las cercanías de la ciudad de Cantaura en el estado Estado Anzoátegui,
Venezuela. En esta operación considerada una masacre por los sectores de
izquierda venezolana, fue bombardeado un campamento del Frente Guerrillero
"Américo Silva" en armas, compuesto por cerca de 41 guerrilleros de los que
fallecieron 23 combatientes. Dentro de ese grupo hubo sobrevivientes como
Alejandro Velásquez Guerra, que más tarde narraría lo sucedido en el sitio.

Índice

1 Historia

2 Víctimas de la masacre

3 Exhumación de víctimas

4 Monumento a los caídos

5 Referencias

Historia

A principios de 1982, el Frente Guerrillero "Américo Silva" se encontraba en una


situación de euforia, después de obtener varias victorias militares, como la toma
de San Antonio de Maturín, San Félix de Caicara, la Alcabala de Santa María de
Ipire (diciembre de 1981). En esa época el Frente Americo Silva (FAS) imprimió a
la lucha armada un carácter muy violento. Por ejemplo, en el enfrentamiento de
Barbacoas, donde causó varias bajas al Ejército entre muertos y heridos y un
agente de la DISIP que fue capturado y posteriormente liberado. La toma de los
pueblos de Santa Inés y Bergantín daba muestra de la disposición de lucha de ese
grupo.

A finales del mes de septiembre de 1982, la guerrilla se estableció en el


campamento donde se produjo posteriormente el enfrentamiento, fue el mismo
sitio utilizado años atrás como refugio de los fugados del Cuartel San Carlos. El
gobierno del presidente Luis Herrera Campins ordena una operación conjunta para
someter a los insurrectos en la cual participaron el Ejército Nacional de Venezuela,
la Fuerza Aérea de Venezuela, la Guardia Nacional, el Cuerpo Técnico de Policía
Judicial (CTPJ) hoy conocido como, Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas (CICPC), la Dirección de los Servicios de Inteligencia y
Prevención (DISIP) hoy conocido como Servicio Bolivariano de Inteligencia
Nacional (SEBIN) y la Dirección General de Inteligencia Militar (DIM), hoy
conocida como Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), entre
otros organismos de represión del estado venezolano

La acción comenzó a las 5:45 de la madrugada del 4 de octubre de 1982. Las


Fuerzas de Seguridad del Estado hicieron un clásico operativo de cerco en acción
combinada por tierra y aire. Una vez ubicado el foco guerrillero colocan en los
sitios estratégicos de los alrededores, emboscadas distribuidas en forma de semi-
luna, formando varios anillos, luego se inició el ataque con la fuerza área
bombardeando con aviones Canberra y ametrallando con aviones de observación
Bronco OV-10 de forma intensa. En este primer asalto, el FAS sufre seis heridos
sin haber muerto ningún combatiente.

Durante dos días de combate la guerrilla cae en diez emboscadas, con un saldo
de 23 muertos y varios heridos leves y queda fraccionada definitivamente en tres
grupos, cada uno de los cuales trata de romper el cerco por vías distintas. El grupo
que rompe primero el cerco es liderado por Alirio Quintero Paredes y otro grupo
liderado por Alejandro Velásquez Guerra lo consigue más tarde.

Lograron escapar cerca de una veintena de guerrilleros, de los cuales muy pocos
quisieron reconstituir el FAS posteriormente. Todo el grueso de la Comandancia
del Frente había muerto en el enfrentamiento. Algunos de los capturados fueron
asesinados a quema ropa, a las mujeres les mutilaron los senos a otros los
descuartizaron o fueron rematados por los organismos de seguridad y represión
del Estado Venezolano. Dentro de ese grupo hubo sobrevivientes como Alejandro
Velásquez Guerra, que más tarde narrarían lo sucedido en el sitio.

Víctimas de la masacre

Los mandos y combatientes muertos en Cantaura fueron:

Roberto Antonio Rincón Cabrera, (alias Sergio y El Catire, Primer Comandante del
Frente);

Enrique José Márquez Velásquez (alias Florencio, Segundo Comandante);

Emperatriz Guzmán Cordero, (alias Sonia o Chepa, Tercer Comandante) Primera


Mujer Guerrillera del Oriente Venezolano al comando del Frente Guerrillero
Antonio José de Sucre, fundado por el legendario Comandante Guerrillero
Américo Silva (el Flaco), Luis Tinéo Gamboa (Diego), Juan Bautista Alvarez
(Dante), Angel Rafael Ramos (Nolasco), entre otros.

Sor Fanny Alfonzo Salazar (alias Patricia y Pat, Miembro de la Comandancia);

Carlos Jesús Arzola Hernández;

José Miguez Nuñez, (alias Rivas y El Españolito);

Mauricio Tejada, (alias Plaza)

Carmen Rosa García, (alias Rosi);

Ildemar Lorenzo Morillo;

Carlos Alberto Sambrano Mira; (alias Jaime)

María Luisa Estevez Arranz (alias Natalia);

Antonio María Echegarreta Hernández;

Beatriz del Carmen Jiménez, (alias Maira);

Baudilio Valdemar Herrera Veracierta;

Jorge Luis Becerra Navarro, (alias Gilberto);


Eumennedis Ysoida Gutiérrez Rojas, (alias Heydy);

Diego Alfredo Alfonso Carrasquel;

Luis José Gómez;

Eusebio Martel Daza (alias Domingo);

Rubén Alfredo Castro Batista;

Nelson Antonio Pacín Collaso; (alias Freddy)

Julio César Farías Mejías

José Isidro Zerpa Colina

Finalmente en mayo de 1994, después de un cambio en la realidad política de


Venezuela la militancia del partido decide cambiar la estrategia y decide disolver el
Frente Guerrillero y varias columnas de ex guerrilleros bajaron de la montaña para
en un acto simbólico entregar las armas y se pacifican. A partir de este momento,
el Partido Bandera Roja (BR) acentúa su trabajo político en sus dos frentes
legales, los cuales usaba para captar cuadros y militantes, eran estos la Unión de
Jóvenes Revolucionarios (UJR), el Movimiento por la Democracia Popular (MDP) y
el movimiento de educadores Simón Rodríguez (MESR).

Exhumación de víctimas

Hasta el año 2011 fueron exhumados 18 cuerpos en las ciudades de Anaco,


Barcelona, Caracas, Cumaná, La Guaira y Puerto Cabello, cuyas autopsias
demostraron que en su mayoría las víctimas fueron torturadas y ajusticiadas, tal
como lo aseveraron en su momento los familiares y sobrevivientes del hecho.

La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, destacó que además de los
documentos y expedientes de la época, se han tomado testimonios de familiares
de los guerrilleros asesinados, quienes después de la masacre de Cantaura fueron
objeto de persecuciones, torturas y allanamientos.

En 2013 el Ministerio Público imputó al ex director general de la Disip, Remberto


Uzcátegui Bruzual y al exdirector de Inteligencia de la Disip, José Domínguez
Yépez, por la presunta comisión del delito de concurso real en el homicidio
calificado con alevosía y motivos innobles por las 23 víctimas fatales de la
masacre de Cantaura y quebrantamiento de principios y pactos internacionales en
materia de derechos humanos suscritos por el Estado venezolano.

La Masacre de Yumare

fue el asesinato de nueve miembros desarmados del grupo subversivo Punto


Cero ocurrido el 8 de mayo de 1986 venezolanos en el estado Yaracuy, caserío La
Vaca del actual municipio Manuel Monge.1 An investigation was re-opened in
2006,2 A pesar de que los funcionarios inicialmente reportaron al evento como un
enfrentamiento armado en el que fueron sorprendidos en un lugar boscoso por los
asesinados, las evidencias fotográficas revelaron que la zona donde las víctimas
murieron mostraban una topografía distinta a la descrita por los funcionarios
involucrados y en el estudio criminalístico las evidencias revelaron que la zona
estaba poblada de «vegetación baja, tipo pasto, grama y/o maleza, todos de muy
corta altura, característicos de terrenos despejados, de gran iluminación».
Testigos declararon que las nueve personas asesinadas por el comando de la
DISIP fueron detenidas, torturadas y ejecutada

El 8 de mayo de 1986 nueve dirigentes sociales fueron capturados y


posteriormente asesinados por un comando de la DISIP, a las órdenes del
entonces comisario López Sisco.

Tras realizar la ejecución, los efectivos de la DISIP manifestaron que estas nueve
personas “formaban parte de la guerrilla”. Sin embargo, los estudios criminalísticos
y las evidencias ayudaron a demostrar lo contrario, y dejaron ver que lo de
Yumare fue un ajusticiamiento, una masacre contra dirigentes sociales. Las
incongruencias en las declaraciones de los ejecutores de aquella masacre
permitieron detectar las mentiras y la confabulación para realizar la matanza.

Como justificación, los funcionarios alegaron un supuesto enfrentamiento armado,


el cual se habría producido cuando se desplazaban por un lugar boscoso y fueron
objeto de una emboscada por parte de los ciudadanos fallecidos. En el estudio
criminalístico, no obstante, las evidencias revelaron que la zona donde todos los
ciudadanos murieron estaba poblada de “vegetación baja, tipo pasto, grama y/o
maleza, todos de muy corta altura, característicos de terrenos despejados, de gran
iluminación”.
Además, de acuerdo con las experticias practicadas en los morrales que portaban
quienes murieron en la acción, estos objetos “no presentaban perforaciones ni
daños por proyectiles ni esquirlas”, a pesar de que varias de las víctimas habían
presentado orificios en la región dorsal.

Tras los falsos testimonios dados por los responsables de la masacre, muchos
testigos de ese lamentable incidente declararon que las nueves personas
asesinadas por el comando de la DISIP habían sido primero detenidas, luego
torturadas y, por último, ejecutadas. Posteriormente, los propios funcionarios les
colocaron ropa militar encima de su ropa civil, con el propósito de presentarlos
como guerrilleros.

Los declaraciones de los testigos revelan que las nueve personas ejecutadas
extrajudicialmente eran, además de luchadores sociales, promotores del ideal
bolivariano. Los fallecidos fueron: Rafael Ramón Quevedo Infante, Ronald José
Morao Salgado, Nelson Martín Castellano Díaz, Dilia Antonia Rojas, Luis Rafael
Guzmán Green, José Rosendo Silva Medina, Pedro Pablo Jiménez García, Simón
José Romero Madriz, y Alfredo Caicedo Castillo.

No sería sino hasta 2011, 25 años después de la masacre, cuando se logró


desmontar la versión sostenida por los funcionarios del gobierno de Jaime
Luisinchi, cuando fiscales del estado Yacacuy lograron condenar a 13 años de
prisión al general retirado del Ejército, Alexis Sánchez Paz, quien admitió su
responsabilidad en los hechos de Yumare. Para el momento de los hechos,
Sánchez Paz era coronel y director de la Escuela del Comando de Operaciones
del Ejército.

También fueron acusados los exfuncionarios de la extinta DISIP, Oswaldo Ramos,


Eugenio Creassola, Freddy Grangger, William Prado, Raúl Fernández, Adán
Quero y Hernán Vega. En junio de 2009, el Ministerio Público también acusó al
comisario jubilado de la DISIP Henry Rafael López Sisco, al tiempo que se pidió
iniciar el proceso de su extradición desde Costa Rica.
A López Sisco se le imputan delitos de concurso real de homicidio calificado con
alevosía por motivos innobles en grado de complicidad correspectiva en perjuicio
de las nueve víctimas; y es también señalado por su participación en las masacres
de El Amparo, Cantaura y El Caracazo; además de participar en el asedio a la
embajada de Cuba en Venezuela, durante el golpe de Estado de abril de 2002.

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