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FILOSOFÍA ANALÍTICA

La base de la Filosofía Analítica es la ciencia, la física y la lógica matemática. Tiene


como fundamento las ciencias naturales, la lógica matemática y el análisis del
lenguaje, es decir, el análisis lógico del lenguaje científico o el análisis lingüístico del
lenguaje común; con el propósito de esclarecer los conceptos filosóficos y
científicos

Para la filosofía analítica el objeto de la filosofía, en lugar de ser la metafísica es el


análisis del lenguaje desde las distintas escuelas o corrientes de pensamiento.

El rasgo predominante de estas corrientes de pensamiento es la crítica al idealismo,


desde el Empirismo y Positivismo, en oposición al idealismo de Hegel y Bradly, y el
concepto de esta doctrina sobre las relaciones internas, que sostiene que para
conocer una cosa es necesario conocer todas sus relaciones.

Se pueden distinguir tres corrientes dentro de la Filosofía Analítica..:

a) El atomismo lógico, empeñado en el análisis lógico del lenguaje científico,


llevado a cabo por Russell y el primer Wittgenstein (WI).

b) El neopositivismo o positivismo lógico, desarrollado por los investigadores del


Círculo de Viena, que siguiendo los planteamientos de la corriente anterior, se
dedicaron a desarrollar la lógica matemática aplicada a los diferentes campos de
la ciencia (E. Mach, Karl Popper, A. Einstein, A.J. Ayer).

c) La filosofía analítica, propiamente dicha, surge de los nuevos planteamientos


del segundo Wittgenstein en las Investigaciones..., y lo continúan sus discípulos de
las universidades de Cambridge y Oxford.

Según Russell y Wittgenstein, la estructura del mundo es la de la lógica matemática.

La filosofía puede realizar funciones descriptivas, normativas y terapéuticas del


lenguaje; y la lógica y la ciencia es su mejor herramienta.

Russell no creía en la existencia de un método para la filosofía porque lo más


importante para él era clarificar las proposiciones generales sobre el mundo y
terminar con los abusos de la metafísica.

Según Russell, nuestra experiencia directa es lo más importante en la adquisición


del conocimiento y todo lo demás puede solamente ser inferido o razonado pero
no conocidos directamente.

Con respecto a la ética práctica nos dice que la razón se subordina a la ética y los

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individuos pueden hacer lo que deseen, siempre que esos deseos no se
contradigan con otros que sientan.

El Atomismo Lógico de Russell es un modo más radical de empirismo y el lenguaje


tiene una forma significativa en cuanto a la forma de ver el mundo.
a filosofía analítica.

2.- El primer Wittgenstein ("Tractatus logico-philosophicus").


W. dentro de la corriente antimetafísica que comenzando en Kant llega hasta
Nietzsche, se pregunta por los límites del lenguaje y las condiciones de posibilidad
de éste (paralelismo con Kant). Su entendimiento con Russell proviene de la lucha
contra el idealismo que todavía permanecía en la cultura germánica, y en la
búsqueda de un lenguaje formal que inequívocamente significara algo con verdad
(la Lógica).

"El objetivo es trazar un límite al pensamiento, o, mejor, no al pensamiento, sino a la


expresión de los pensamientos". Se dan tres elementos que se relacionan entre sí:
realidad, pensamiento y lenguaje. A la identidad lógica entre la estructura de la
realidad, la estructura del pensamiento y la estructura del lenguaje la llama
isomorfia.

a) Estructura de la realidad. El mundo es lo que existe.


b) Estructura del pensamiento. Es el que interpreta la realidad; es como una
pintura que reproduce el paisaje.
c) Estructura del lenguaje. El lenguaje es la expresión perceptible del
pensamiento, y se expresa en proposiciones. La proposición es el retrato lógico de
la realidad.
El lenguaje tiene un armazón lógico que es el del mundo. Los significados de los
símbolos son unívocos superando la imperfección del lenguaje corriente.

La relación isomórfica, realidad, pensamiento, lenguaje, no afecta a determinados


ámbitos de la realidad. La inmortalidad, el sentido de la vida, los valores, el mundo
de la ética, de lo religioso, de lo estético, etc., traspasa los límites del lenguaje. No
son hechos verificables. Son inexpresables: "Todo lo que puede decirse, se puede
decir con claridad, y ante lo que no se puede hablar, mejor es callarse".

El segundo Wittgenstein ("Investigaciones filosóficas").


Lo común entre WI y WII es que la Filosofía es una actividad, que consiste en el
análisis del lenguaje. La diferencia principal es que primero trata el lenguaje formal
y después el lenguaje como uso, como signo del que lo usa.

Su autocrítica consiste en lo siguiente:

- El lenguaje corriente tiene expresiones imprecisas pero que sirven a nuestros fines.

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- La sintaxis del lenguaje corriente es más amplia que la del lenguaje formal, porque
debe expresar oraciones para la vida; contiene por tanto otra lógica y tiene
muchos más sentidos.

- El significado de una palabra es su uso en el lenguaje. Los múltiples usos son los
juegos del lenguaje.

Lo principal del WII es el abandono del lenguaje lógico, el isomorfismo, aceptación


de los juegos del lenguaje justificados por el uso, y la recuperación de la filosofía
como actividad terapéutica. En realidad, la propia filosofía, es un juego de enredo
lingüístico que hay que "desenredar".

a) Teoría de los juegos del lenguaje. El principal problema de la teoría anterior,


estaba en aquellos nombres que no representan ningún objeto, sino que solo tienen
uso, función dentro del lenguaje. Estas palabras necesitan del contexto para ser
comprendidas. Esto lleva a afirmar:

a. Que el lenguaje es un instrumento con muchos usos.

b. Los juegos del lenguaje (la forma de vida expresada con palabras) sólo tienen en
común cierto "aire de familia".

c. El número de juegos es ilimitado, vienen y van según la historia y la vida.

Hay que entender uso como costumbre y no como regla (ejemplo de la caja de
herramientas).

b) Las reglas del lenguaje. Hay muchos lenguajes, muchos "juegos", que responden
a los diferentes enfrentamientos del hombre con las cosas, los acontecimientos de
la vida. La práctica del juego requiere unas reglas más o menos convencionales
que lo hacen posible. Estas reglas no son fijas, sino que dependen del lenguaje
(juego) que se practique. Es distinto el lenguaje en el deporte que en la clase de
filosofía. La situación marca el juego y las reglas. No interesan a la f. a. tanto las
reglas, sino cómo hemos de usarlas.

c) Funciones de la Filosofía. Se mantiene del WI la concepción de que la filosofía es


una actividad que pretende establecer los límites del sentido: lo que se puede y lo
que no se puede decir. La diferencia es que ahora no hay un criterio único de
significación, sino tantos como usos.

La filosofía tiene una doble tarea:

1) Función terapéutica, que consiste en sanear el lenguaje de la enfermedad


metafísica. Ahora se entiende que el uso ha provocado malentendidos, como por
ejemplo, usar el lenguaje ético con el mismo valor que el psicológico. Hay que

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preguntarse siempre por el significado de las palabras en su uso ordinario, y así
libraremos al lenguaje de los "malentendidos metafísicos".

2) Función descriptiva, que consiste en mostrar la realidad cotidiana. La filosofía


debe disolver los problemas; es decir describirlos y dejarlos como están: "La filosofía
no debe, en modo alguno, interferir en el uso efectivo del lenguaje; en último
término, lo único que hace es describirlo. Lo que hacemos es devolver las palabras,
de su uso metafísico, al uso diario".
Karl Popper
Se preocupa por caracterizar e instaurar un criterio de demarcación entre la
ciencia y todas aquellas cuestiones relativas a las pseudociencias (teorías
metafísicas). Popper rechaza la metafísica, considerando que sus deducciones
(provenientes del empirismo) no pueden compararse o contrastarse con aquellas
que provienen de un tratamiento más cuidadoso y riguroso como es la actividad
científica.

El criterio de demarcación propuesto por Popper, se centra en la capacidad de


una teoría de ser falseada, es decir, de ser criticada o refutada. Por consiguiente,
toda teoría que no pueda ser criticada, refutada o falseada, aunque sea
significativa, no es científica. Bajo esta premisa fundamenta el autor su rechazo a
las teorías freudianas del psicoanálisis, al marxismo, entre otras.

En los inicios de epistemología, Karl Popper observó que la teoría de la relatividad


de Albert Einstein a pesar de ser tan rigurosa y exigente, ofrecía la posibilidad de
demostrar su falsedad, a pesar de que hasta el momento no halla sido falseada.
Frente a este punto el autor considera que “Si algo tiene la posibilidad de ser falso,
también puede ser cierto”

Un punto importante al hablar del falsacionismo Popperiano, es el valor que el autor


asigna a la verificación de las teorías. Sobre esta cuestión, Popper sostiene que las
teorías, leyes o postulados pueden no ser verificables por métodos conocidos; basta
entonces con que puedan ser contrastadas, para que puedan falsearse.

En referencia a la enseñanza de las ciencias, es de resaltar el papel que el autor


otorga a la argumentación racional, ya que esta implica la implementación de
estrategias que hagan posible los procesos de investigación en la escuela.

Se dio cuenta de que las concepciones tradicionales de la ciencia, ya fueran


inductivistas o falsacionistas, no resistían una comparación con las pruebas
históricas. Posteriormente, la teoría de la ciencia de Kuhn se desarrolló como un
intento de proporcionar una visión más acorde con su historia, tal como él la
entendía.

Un rasgo característico de su teoría es la importancia que atribuye al carácter


revolucionario del progreso científico, en la que una revolución supone el

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abandono de una estructura teórica y su substitución por otra, incompatible con la
anterior. Otro aspecto muy importante de su propuesta reside en el papel capital
que desempeñan las cuestiones sociológicas inherentes a las comunidades de
investigadores, en la dinámica del quehacer científico, así como en la toma de
decisiones de sus practicantes.

La principal diferencia entre Kuhn, por un lado, y Popper y Lakatos, por otro,
estriban en el hincapié que hace el primero en los factores sociológicos (cada vez
más importante en la dinámica de la ciencia contemporánea, en mi opinión).
Empero, a mi modo de ver, su defensa a ultranza de que el progreso de la ciencia
no era acumulativo debido a la inconmensurabilidad de las grandes teorías
científicas, generó una enorme polémica.

Fenomenología de Edmund Husserl

Características
Estudia casos concretos

Ve "al propio sujeto del conocimiento no como un ser real... sino como conciencia pura
trascendental" (Rosental, 1980)

Sus enunciados son válidos en un tiempo y en espacio específico

Es un método cualitativo

No admite como científicas las creaciones fantásticas de la mente humana, sino aquellas
que son compartidas y consensuadas por los que piensan; esa es su legitimación.

El método fenomenológico calificado a veces de subjetivo, no es partícipe de la huida de


la objetividad, es decir, que sólo en la conciencia del yo es posible recrear un mundo u
conocer la realidad

Es un método cuasiclínico. Al investigador le interesa el sujeto disocializado para reinsertarlo,


sin separar su contexto grupal o comunitario, es cuasiclínico porque profundiza en la
personalidad, integrando cuantos datos pueden ser recogidos. Este método es aplicado
concretamente en la investigación psicológica por Piaget, es observacional y flexible.

Carácter antropológico; es decir que este método estudia al hombre, esta pedagogía
social fenomenológica deserta por propia decisión de planteamientos metafísicos y
epistemológicos

Es una pedagogía científica descriptiva, bastantes ciencias naturales tienen esta misma
peculiaridad. Hay grupos de comunidades científicas que con métodos cualitativos
investigan para describir

Función crítica: éste método cumple este cometido mediante las reducciones que somete
los planos/niveles en las que operan el educador y el educando, en ser mutua interacción,

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de la criticidad se deriva la productividad fomentada de la creatividad, con la
independencia y con la capacidad de innovar.

Históricamente Husserl termina el ciclo filosófico de la metafísica, pero con Husserl también
comienza una nueva era de la filosofía que busca ante todo una nueva actividad racional
diferente a la planteada hasta ese entonces: Husserl hace evidente la crisis de la razón
absoluta y universal, de modo que es necesario replantear de aquí en adelante la actividad
filosófica con una responsabilidad social como respuesta a los problemas del mundo, que
ya no se resuelven desde una razón objetiva, sino que se solucionan en el encuentro de
múltiples puntos de vista.

Otro aspecto a tener en cuenta de la fenomenología de Husserl está en la dinámica que le


imprime al sujeto, ahora el sujeto no espera ser afectado por los objetos del mundo, sino por
el contrario, el sujeto constituye esos objetos y le da sentido al mundo.

Otro aspecto importante es que el sujeto trascendental ya no es un sujeto anónimo, éste es


un sujeto activo que constituye el mundo, que tiene una responsabilidad con ese mundo y
un compromiso histórico con la humanidad.

Desde sus mismos comienzos, la filosofía de Husserl aspiraba a aplicar una forma
completamente nueva de empirismo en filosofía.
Con ello, pretendía ser la única capaz de desarrollar radicalmente el principio de
experiencia.

Consecuencia: el principio de experiencia nunca fue tratado de forma tan fructífera en


filosofía. De esta manera el principio de experiencia se presenta como fundamental para la
filosofía entendida en un sentido absoluto.

dinámica que le imprime al sujeto, ahora el sujeto no espera ser afectado por los objetos del
mundo, sino por el contrario, el sujeto constituye esos objetos y le da sentido al mundo.

Otro aspecto importante es que el sujeto trascendental ya no es un sujeto anónimo, éste es


un sujeto activo que constituye el mundo, que tiene una responsabilidad con ese mundo y
un compromiso histórico con la humanidad.

Desde sus mismos comienzos, la filosofía de Husserl aspiraba a aplicar una forma
completamente nueva de empirismo en filosofía.
Con ello, pretendía ser la única capaz de desarrollar radicalmente el principio de
experiencia.

Consecuencia: el principio de experiencia nunca fue tratado de forma tan fructífera en


filosofía. De esta manera el principio de experiencia se presenta como fundamental para la
filosofía entendida en un sentido absoluto.
Husserl formuló este pensamiento, hilo conductor de sus esfuerzos filosóficos, bajo el nombre
de "principio de todos los principios": El origen de todo conocimiento y de toda verdad es el
darse, y esto de manera que la cosa misma se da en el original -es decir, intuición de la
cosa misma.

La intuición como origen de todo conocimiento originario y primero debe ser empleada

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como se da, y sólo dentro de los límites en que se da. Si formulamos de esta manera la idea
fundamental de la filosofía de Husserl, notamos que suena en ella el eco reiterativo con el
cual se suele caracterizar comúnmente esa filosofía: una filosofía que quiere volver a las
cosas mismas como fuente de experiencia de las cosas.

Nada de principios abstractos, nada de consideraciones sobre las condiciones y


posibilidades del entendimiento, sino las cosas mismas como origen, las cosas mismas de las
cuales obtenemos toda adquisición.

El tiempo como duración real y evolución creadora de la conciencia

HENRI BERGSON

Elabora su idea fundamental, la de la duración: no solamente el hombre se percibe a sí


mismo como duración (durée réelle), sino que también la realidad entera es duración y élan
vital .

Bergson rechaza el tiempo de las matemáticas, que es el tiempo introducido en las


ecuaciones de la mecánica, no es el tiempo real, sino una mera abstracción fruto de una
previa espacialización: una mera sucesión de instantes estáticos, indiferentes a las
diferencias cualitativas y recíprocamente externos. En las ecuaciones de la física, el
parámetro t, que representa al tiempo, es reversible, pero en la vida real de la conciencia
domina la irreversibilidad.

En el yo interior, los estados de conciencia se funden y organizan en una unidad que no es


espacial, sino que posee las características de la duración . Desde la perspectiva de los
datos inmediatos de la conciencia, se pierde esta multiplicidad numérica y sólo queda una
multiplicidad cualitativa que el hombre percibe en una sucesión continua que enlaza el
presente con el pasado, y en la que no se descomponen las vivencias, sino que se
armonizan entre sí, como sucede, dice Bergson, con las notas de una melodía: es la
duración, que es a la vez el tiempo real de la conciencia, tal como lo experimentamos
profundamente por medio de la intuición.

En Materia y memoria, Bergson considera que la memoria recoge y conserva todos los
aspectos de la existencia, y que es el cuerpo, y especialmente el cerebro, el medio que
permite recobrar los datos mnémicos haciendo aflorar recuerdos de forma concomitante a
percepciones. En cualquier caso, la concepción de la memoria en Bergson es
radicalmente nueva: según él no vamos del presente al pasado; de la percepción al
recuerdo, sino del pasado al presente, del recuerdo a la percepción

En La Evolución creadora, Bergson extiende la noción de duración que ha elaborado en sus


dos grandes obras anteriores. Ahora la duración no constituye solamente el ser de la
conciencia; la realidad exterior también es duración, siempre cambiante.

El aspecto ontológico de la duración, que se manifiesta como «evolución creadora», se


manifiesta especialmente en los procesos evolutivos de los seres vivos, que son expresión de
un élan vital, impulso creador. Todo se debe a la acción del impulso vital, que es la
actualización de lo virtual. En este sentido, y en tanto que todo es duración, invención,

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impulso, energía creadora, todo es conciencia. Todas las características del ser vivo son
también características de la conciencia: «continuidad en el cambio, conservación del
pasado en el presente, verdadera duración».

HEIDEGGER: EL DASEIN Y LA MUERTE, BREVE RESUMEN

Heidegger fue, según la mayoría de los académicos, el filósofo más importante del siglo XX.
Es imposible comprender la filosofía posterior a Heidegger sin conocer a este filósofo
aleman. La obra fundamental de Heidegger es “Ser y Tiempo”, libro de 1927. 1927: faltan 6
años para que Hitler sea canciller de Alemania. “Ser y Tiempo” viene a romper con las
filosofías basadas en una teoría del conocimiento.

Para Heidegger, no hay un sujeto y un objeto, ni el sujeto constituye al objeto ni el objeto


condiciona al sujeto. No. Para Heidegger, existe el Dasein, que por su traducción al alemán
significa “ser-ahí”. El Dasein es el ser humano existencial, que cae arrojado al mundo, como
eyectado hacia el mundo. La relación ser-mundo es indisociable. Antes de que el Dasein
fuera, había mundo, y cuando nace el Dasein, cae arrojado hacia él, pero el ser no reside
en sí mismo sino que está en-el-mundo.

El Daseín es el ser que se angustia, que muere y que asume que muere. Es un ser que no
recurre a Dios para evitarse de pensar en la muerte. Es el ser que se va a preguntar por el
ser. En ese sentido, Heidegger recupera la pregunta por el ser, olvidada desde las ontologías
de los filósofos griegos. Heidegger pone en el centro al SER, al Dasein, como ente
fundamental a partir del cual la pregunta por el ser llega a este mundo. Por lo tanto, “Ser y
Tiempo” no es una ontología (estudio del ser), sino una antropología existencial, en la cual el
Dasein tiene un lugar privilegiado en el mundo, frente al mundo cósico (animal, piedra,
árbol…). Para Heidegger, el ser humano, el Dasein, es un ser privilegiado porque se
pregunta por el ser.

Lo que nos interesa del Dasein para este texto, es que el Dasein es el ser para la muerte, que
no solo muere, sino que sabe que va a morir y se angustia por ello. Sin embargo, veremos
que la filosofía de Heidegger (del Heidegger 1, porque el Heidegger 2 es el nazi) no es una
filosofía depresiva, sino que parte de la angustia del ser por su finitud para conseguir lo que
Heidegger va a llamar “existencia auténtica”.

Un aspecto muy importante del Dasein es que NO ES REALIDAD, ES POSIBILIDAD. El Dasein


está proyectado hacia sus posibles, hacia sus proyectos. El Dasein es proyecto. Y aquí viene
la genialidad de Heidegger sobre la muerte. El Dasein tiene infinitas posibilidades. Por
ejemplo, tú mismo. Ahora puedes levantarte y gritar, o irte a la cocina y comer una pera, o
tirarte por la ventana. Tienes muchas posibilidades, pero siempre hay una posibilidad que
está presente en todas las posibilidades, que es la posibilidad de morir. Comprendan
entonces la angustia que puede generar ser consciente de que en cada cosa que
hagamos podamos morir. La angustia proviene de la experiencia de la nada y la
experiencia de la nada es la experiencia de la muerte. ¿Quién no ha sentido alguna vez
como una sensación de vacío, de nada? Para Heidegger, afrontar la experiencia de la
muerte es la más difícil, porque es la que no quiero afrontar, la que revela mi finitud. Y aquí
es donde entra la existencia inauténtica. Para Heidegger, la mayoría de las personas se

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entregan a una existencia inauténtica, es decir, no auténtica, porque no quieren afrontar la
idea de la muerte sino que la niegan. Pero, ¿qué es la existencia inauténtica?

La existencia inauténtica podemos describirla con los siguientes puntos:

El Dasein inauténtico (“das man”) se entrega al mundo del “se dice”: El Dasein inauténtico
vive en completa pasividad, leyendo lo que hay que leer, viendo los programas que hay
que ver, opinando lo que se opina…es decir, inmerso en el mundo de lo anónimo, de “lo
uno”.
¿Cómo niega el Dasein inauténtico la idea de la muerte?
“La muerte le pasa a los otros, pero no a mí”. Visión de la muerte como un espectáculo y no
como una posibilidad constante en mi vida.
“Aún no, todavía falta”. Esto es una prórroga inútil del afrontamiento de la muerte.
Religión, droga, sexismo…Todas niegan la idea de la finitud.
La publicidad es para Heidegger lo más demoníaco del mundo, porque le dice a la gente
todo lo que tiene que hacer: comer, leer, vestirse, votar…La publicidad trabaja a favor de la
inautenticidad de la gente.
Avidez de novedades: la avidez de novedades es el constante movimiento dentro de las
novedades y la no profundización en nada. El Dasein inauténtico pasa de una cosa a otra
para poder estar “al día” con las novedades. Por ejemplo: el nuevo libro de Paulo Coehlo, o
el nuevo vestido de Agatha Ruiz de la Prada. Para Heidegger, una persona que
constantemente se deja llevar por las novedades, que no para a reflexionar sobre lo que
está leyendo o escuchando, no lleva una vida auténtica.
Habladurías: ¿qué es lo que se dice? ¿Quién comienza a decir “lo que se dice”?
Obviamente, los medios de comunicación como Internet, la TV, son poderosos creadores
de habladurías. Para Heidegger, las habladurías impiden que uno tenga su propia voz.
Debemos cuestionar las habladurías.
Ahora veamos las características de la existencia auténtica:

El Dasein auténtico no se deja sofocar por las habladurías ni por la avidez de novedades: no
lee lo que hay que leer, no escucha lo que hay que escuchar, no se somete a la opinión de
nadie sino que él decide por sí mismo.
El Dasein sabe que va a morir pero eso no le impide vivir. Incluso le permite vivir con más
alegría, con más plenitud. La auténtica asunción de nuestra finitud nos tiene que llevar a la
profunda elección por la vida.
El Dasein acepta las características de la muerte:
Inminente: el Dasein sabe que puede morir en cualquier momento, pero no se trata de una
aceptación neurótica.
Irreferenciable: la muerte no refiere a nada, la muerte solo se refiere a mí. Soy yo el que
muere.
Irrebasable: no lleva a ninguna parte; más allá de la muerte no hay nada.
Irrepetible.
Intransferible: nadie puede morir por mí.
El Dasein auténtico tiene su propio juicio y su propia libertad para elegir. No deja que le
impongan ninguna verdad desde el mundo de “lo uno”, del “se dice”.

Hannah Arendt

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Fue la primera teórica que entendió el totalitarismo como una nueva forma de poder
político en la historia de la humanidad. Sirvió en parte como base para un concepto
ampliado del totalitarismo y como argumento contra la Unión Soviética post estalinista
durante la Guerra Fría. Como consecuencia, fue criticada una y otra vez por socialistas más
bien ortodoxos.

Tras la caída del comunismo autoritario y desde que la teoría marxista está en retroceso en
todo el mundo, el pensamiento de Hannah Arendt ha surgido como la teoría crítica política
del momento post totalitario. Sus ideas sobre el perdón y su libro sobre Eichmann influyeron y
se vieron reflejados en la acción, el nuevo comienzo, que trajo la Comisión de la verdad y la
reconciliación de Sudáfrica, que, por primera vez en la historia, convirtió el perdón en un
principio guía para un Estado.

El filólogo estadounidense y activista palestino Edward Said,consideraba a Hannah Arendt


como uno de los teóricos del imperialismo que orientan tanto de forma imperialista como
antiimperialista

A Arendt se le reprochó a menudo que había subestimado la cuestión social. En 1972


respondió en una conversación con amigos que, por ejemplo, la construcción de viviendas
era una cuestión de la administración, pero también contiene aspectos políticos, como el
problema de la integración. Ella misma restringió cada vez más de forma explícita su
pensamiento a lo político, poniendo de forma radical en cuestión las tradiciones y
cosmovisiones.

A la hora de reflexionar sobre el poder Arendt asegura que el fenómeno fundamental del
poder no es la instrumentalización de una voluntad ajena para los propios fines, sino la
formación de una voluntad común en una comunicación orientada al entendimiento. El
poder se deriva básicamente de la capacidad de actuar en común. La personalización del
centro del poder es un rasgo crucial de los regímenes totalitarios.

JEAN PAUL SARTRE

El “ser para sí” es libre y está condenado a la libertad:

"El hombre es ahora absolutamente libre. Pero esta libertad no es un don, sino que
el hombre se halla condenado a ella, condenado porque para que la libertad sea
plena libertad, no puede haber nada enfrentado normativamente al hombre, ni fe
en Dios, ni verdades, ni valores". Sartre

A grandes rasgos, se trata de una perspectiva nihilista: El hombre se encuentra solo


en un mundo hostil, no tiene otra salida que a sí mismo.

Se podría afirmar que todo el pensamiento filosófico desarrollado por Jean Paul
Sartre, es en realidad una respuesta a la pregunta que Kant formuló en su día sobre
qué es el hombre, aunque en realidad lo menos importante para Sartre sea
precisamente saber qué somos, sino cómo somos es decir, lo fundamental en el ser

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humano no es su esencia, -lo que es-, sino su existencia, es decir su libertad -lo que
llegue a ser- según su famosa frase: El hombre no nace, sino se hace.
La preocupación antropológica surge en él desde sus primeros escritos de
psicología fenomenológica como La imaginación y La trascendencia del ego, del
año 1936, hasta consolidarse en sus obras más plenamente existencialistas como El
Ser y la nada(1940), en sus novelas y obras de teatro La Náusea, El muro, Las manos
sucias, etc., o en el ensayo El existencialismo es un humanismo (1946), donde se
observa claramente cómo el tema del hombre es el único verdaderamente
importante de su filosofía. Según Sartre, no existe una naturaleza humana, ni siquiera
una condición natural o estado natural del hombre -como habían afirmado autores
modernos e ilustrados, véase Hobbes o Rousseau-. En el ser humano, la existencia
precede y configura la esencia.
No hay una esencia o naturaleza común; el hombre no es definible a priori, como
habían señalado Aristóteles (animal racional), o la filosofía cristiana, (cuerpo y alma
espiritual); sólo hay hombres concretos, existencias que se desarrollan entre el
nacimiento y la muerte.
Los conceptos de Dios y Creación son absurdos. Dios no existe y por lo tanto todas
las cosas del mundo son contingentes porque ningún valor es superior a otro. Las
cosas carecen de sentido y fundamento siendo vana la necesidad de hallarlo en
tanto el hombre es “ una pasión inútil” .

"El hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo y después se


define". (El existencialismo es un humanismo). El fundamento profundo de esta
afirmación, que es la base de toda filosofía existencialista, está precisamente en la
afirmación de que Dios no existe; al no haber sido creado el hombre, no hay ningún
arquetipo o patrón, idea o finalidad en su vida, no hay ninguna naturaleza o
esencia. El hombre es total indeterminación o libertad. Su vida es más un proyecto
futuro lleno de posibilidades que aún no son. En realidad el hombre no-es, en un
sentido fuerte, real y completo de la palabra ser. Éste es el significado de la
distinción sartriana entre el en sí y el para sí. El ser humano no es en sí, sino para sí,
porque constantemente se está proyectando y transformando, es dinamismo y
acción; el único fin de su existencia es hacerse a sí mismo. Y esta tremenda e
ineludible responsabilidad, le produce una tremenda angustia, ya que al ser
absoluta su libertad, no tiene ni justificación ni excusas; se va realizando en cada
uno de sus actos, está condenado a la libertad. El humanismo existencialista, -
afirma Sartre en El existencialismo es un humanismo-, "es humanista porque no existe
más legislador que el propio hombre y es en el desamparo donde decidirá de sí
mismo".
La angustia no es en realidad un sentimiento, sino más bien un estado general del
ser humano, el hombre no tiene angustia, sino que es angustia, porque se ve
forzado a tomar decisiones sin tener ningún apoyo ni ser superior que le respalde;
por esta razón algunos hombres intentan escapar de su propia construcción, de su
propia libertad, huyen de sí mismos y de su propia existencia, llevan una existencia
inauténtica, se engañan buscando otro sentido a sus vidas en la religión o en otros

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valores, o incluso justificándose en sus propias pasiones. Esta conducta es para
Sartre, una conducta de huída y de engaño, que califica de mala fe.
La filosofía existencialista es una llamada a la existencia auténtica que es la
conciencia de la libertad, la vida no tiene un sentido a priori, sino en la media que
se va desarrollando y ejerciendo la libertad, la vida sólo tiene sentido como
compromiso y acción en el mundo de las existencias de los otros, de la sociedad.
Ésta es la buena fe.
Y es aquí donde emerge la tragedia y amargura de la existencia: Si por un lado la
inexistencia de Dios nos convierte en dueños de la libertad de actuación, por otro
lado los individuos que nos rodean, coartan nuestra libertad, son las otras libertades
las que se oponen a la mía. Este conflicto de libertades es lo que Sartre llama la
dialéctica de la cosificación*, que trata además de en El Ser y la nada y La crítica
de la razón dialéctica, en muchas de sus obras de teatro como A puerta cerrada, El
diablo y el buen Dios. Cosificar es objetivar y esto es precisamente lo que me hace
el otro al mirarme o al someterme afectivamente, sentir la mirada del otro es
experimentar que dejo de ser dueño de la situación. El conflicto es la característica
de las relaciones humanas. Este conflicto con los demás es el precio de la libertad y
la aceptación de su lugar en el mundo.

SIMONE DE BEAUVOIR

Simone de Beauvoir es un caso paradigmático ya que ni ella misma se consideraba


filósofa porque, afirmaba, no había creado un sistema conceptual propio. La
humildad no es la virtud más común en los filósofos, por lo que, cuando existe, es
digna de ser mencionada. Hoy, con el declive de los grandes sistemas filosóficos
explicativos y la redefinición de la filosofía como pensamiento crítico sin
pretensiones absolutas, se ha podido apreciar mejor la aportación filosófica
beauvoireana. Se ha visto que, en algunos aspectos, se acerca más al
pensamiento actual que la de su admirado Sartre.
El interés de Beauvoir por los condicionamientos sociales a la libertad constituye el
núcleo de su originalidad y de la fuerza de su pensamiento. Esta característica se
manifesta ya su obra ¿Para qué la acción? (1944). En ella, esboza una ética
existencialista que reivindica la figura de Pirro, uno de los tipos humanos
presentados en las Vidas paralelas de Plutarco. El reflexivo Cineas, amigo y
consejero de Pirro, le pregunta a éste para qué se lanza a sus conquistas si su
objetivo final es el reposo. ¿No sería más sabio empezar por eso? ¿Para qué actuar
en el mundo? Beauvoir cita el consejo final de Cándido, el relato filosófico de

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Voltaire: hay que limitarse a cultivar nuestro jardín. Sin embargo, señala la filósofa, la
extensión de ese jardín depende de nuestro proyecto: para unos se limita a sus
intereses egoístas, para otros, el jardín es el mundo. Las acciones buenas serán
aquellas que favorezcan el ejercicio de la libertad de los demás. Malas serán las
que lo restrinjan. En tanto existencialista, Beauvoir es una pensadora de la libertad
pero, a diferencia de Sartre, sostiene que existe una jerarquía de situaciones porque
hay personas a las que se deja poco margen para ejercer su libertad y otras que
tienen mayores posibilidades de hacerlo. El compromiso con los otros es lo que da
sentido a la acción como trascendencia. Tras largas discusiones, Sartre aceptará la
distinción de Beauvoir, corrigiendo su cartesianismo inicial que veía a todos los
sujetos igualmente libres. Nuestra filósofa prefiguraba las conceptualizaciones
postmodernas al atender a la construcción discursiva y social de las subjetividades.
La filosofía moral y política de Beauvoir se concreta en dos obras mayores: El
Segundo Sexo y La Vejez. En ambas, articula la noción hegeliana de Otro con la
experiencia vivida, mostrando el carácter político de categorías aparentemente
sólo biológicas como “mujeres” y “ancianos”. Utilizo aquí el término “político” no en
el sentido estrecho de aquello que tiene lugar en partidos y gobiernos, sino en el de
la Escuela de Frankfurt, que alude a las relaciones de poder que atraviesan la
sociedad entera. A mujeres y ancianos se les atribuye una serie de definiciones
sociales restrictivas, observa Beauvoir. En El Segundo Sexo (1948), su obra más
famosa, argumenta que si el ser humano no tiene una esencia fija, sino que es
"existencia" _o sea, libertad para proyectarse, autonomía_ el hecho de que a las
mujeres se les dé tan pocas opciones de realización personal (su único destino
honorable era ser esposa y madre), implicaba que se les impedía realizarse como
seres humanos plenos. En otras palabras, es injusto definir a la mujer como
“esencia”, como algo fijo, mientras se concibe al hombre como “existencia”,
dinámica y trascendente. Su famoso lema "No se nace mujer, se llega a serlo"
marca el origen de la crítica al Eterno Femenino a partir de criterios constructivistas.
Veinte años después de la publicación de este libro, resurgía el feminismo como
movimiento. Había desaparecido tras la conquista del voto por las sufragistas en el
primer tercio del siglo XX. Las líderes y pensadoras de esta Segunda Ola se
declararon “hijas de Beauvoir”. La lectura de El Segundo Sexo les había llevado a
examinar críticamente la situación subordinada de las mujeres, los límites que la
sociedad les imponía, su reclusión en el ámbito doméstico y las definiciones

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estereotipadas de su papel e identidad. Fueron a verla a París. Beauvoir estaba
sorprendida del alcance de su obra. Ahora podemos decir que cambió las
sociedades modernas y continúa haciéndolo en el sentido de la libertad y la
igualdad.

JAQUES LACAN

Jacques Lacan (1901-1981, es el más relevante psicoanalista francés, que provocó


reacciones extremas al intentar unir el psicoanálisis con el estructuralismo.
La lectura de los escritos de Lacan, desaniman a los lectores más entusiastas pero
no demasiado legos, por lo oscura y compleja que resulta.
La intención de Lacan es darle al psicoanálisis sustento científico y hacer una teoría
científica del inconsciente.
Lacan, se inspira en la filosofía, la lingüística, las matemáticas y por supuesto en la
teoría de Sigmund Freud, pero a diferencia de Freud, no menciona en sus escritos a
ninguno de sus pacientes.
Para elaborar una concepción del hombre como sujeto deseante impulsado por la
falta de ser, Lacan se basa primeramente en la filosofía de Georg Hegel y Martin
Heidegger.
Tal como lo hace Lévi-Strauss para la antropología, Lacan pretende integrar el
método lingüístico estructural al dominio del inconsciente.
La primera contribución importante de Lacan fue su conferencia de 1936 titulada
“El estadío del espejo”, la etapa de la primera infancia de los niños entre los 6 y 18
meses, que es cuando toman conciencia de su identidad y acceden a la vida
simbólica.
La función simbólica es la capacidad de estructurar imágenes y sentimientos por
medio del lenguaje. De allí, desarrolla su conocido tríptico “real, simbólico,
imaginario”.
Para Lacan, el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Recordemos que
para Ferdinaud de Saussure, padre de la lingüística, el lenguaje es un conjunto de
signos que se dividen en un significante, que es el soporte acústico del signo y el
significado, que es el concepto.
Lacan integra la idea de la estructura del lenguaje a la estructura del inconsciente,
construida por signos relacionados entre sí que forman una cadena de significantes.
Para el inconsciente, el padre real no cuenta, sino el símbolo general de la
paternidad, que se asocia al falo, lo prohibido, la ley, etc. El inconsciente habla a
través de las metáforas reenviando significados más profundos.
Lacan se destacó como un erudito de la mente. Era un hombre extravagante,
aficionado al juego, que seducía a las mujeres y que ansiaba la fama y el dinero
pero que también amaba las matemáticas y la topología.
En 1953, su pensamiento se organiza en función del estructuralismo. Para Lacan, lo
real no se puede conocer. Lo imaginario es la suma de las imágenes caóticas
individuales y lo simbólico es el imaginario instituido y codificado por la sociedad.

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PAUL MICHAEL FOUCAULT

Foucault abrió un estrecho camino para saber cómo y hasta dónde es posible
pensar de otro modo; el poder, la historia, los saberes, la locura, el discurso, el sexo,
el lenguaje, las cosas, la psiquiatría, la medicina y la política: son tópicos, problemas
y prácticas en el que la sociedad moderna se mueve, se desliza, se enfrenta de
manera implícita, no se han detenido en ello, se han ocupado de sistematizar, de
categorizar, de jerarquizar las distintas racionalidades del sujeto. Paul Foucault no
sólo se ha detenido analizar esos tópicos, problemas y prácticas sino también ha
dado cuenta de sus trasformaciones; ¿de dónde vienen?, ¿cómo se formaron?,
¿Qué implicaciones tienen en la actualidad?, y ¿Con qué método funcionan hoy?
Esto, nos ha conducido a otro camino en el cual por un momento creímos haber
pasado, no; es un camino cuyo propósito es retomar todo aquello singular que esté
sobre él, a un lado él y encima de él. En este punto se une al pensamiento de
Nietzsche sobre posibilitar la idea del filósofo loco. La primera obra de Michel
Foucault exhibe y muestra además las trasformaciones de la locura en la época
clásica, este manuscrito constituye lo que fue su Tesis doctoral de Foucault en la
Universidad de Sorbona. Se piensa al loco como aquel vago, mendigo, ocioso,
sucio, en suma, la pobreza personifica un síntoma de locura, ésta, todavía no es
una enfermedad clasificada y instrumentalizada por la psiquiatría del siglo XIX.
Foucault, a partir del cuadro de Bosco La nave de los locos entrevé la imagen
literaria de la locura en la época clásica; la tripulación estaba integrada por
individuos sin quehacer, ociosos, vagos y quizás estéticamente mal parecidos. Los
individuos eran arrojados al mar con el objetivo de limpiar la ciudad de esos
individuos que sólo daban mal aspecto. Ya en Las palabras y las cosas,
encontramos todo un análisis arqueológico de la vida, el lenguaje, eltrabajo y el
campo del psicoanálisis y la etnología.
Con ellos, vemos cómo estos conceptos han ido cambiando al tiempo en que la
historia de la mano de la sociedad han trasformado a Occidente. La vida es un
antecedente del nacimiento de la biología; el análisis de las riquezas fue el
hermano de pila de la economía política de Adam Smith y Ricardo: las voces, gritos
y llantos, fueron prisioneros de la gramática general, el lenguaje estructurado, así
como también el descubrimiento de la episteme como una categoría que sirve
para conocer y hablar. Pero hay algo que me atrae de Foucault; se trata de cómo

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mueve las piezas con las que cimenta un saber, un objeto, un fenómeno, un
práctica y un problema.
Ese saber, objeto, fenómeno, etc., se convierte en una huella imborrable no sólo
para historia sino también para un sector exclusivo de la vida cotidiana. Asimismo,
en Vigilar y castigar Michel Foucault describe los mecanismos de cómo se han
castigado según la justicia tradicional del siglos XVII-XVIII: se ha pasado de los
“suplicios” ha una política más mesurado pero quizás potencialmente más peligrosa
para aquellos que han cometido delitos, esta “política” es disciplinariedad que
imperan en las cárceles, escuelas, fábricas e incluso en las instituciones religiosas.
A decir verdad, la disciplina hasta cierto punto es positivista, no en el sentido en que
la piensa Foucault; cuando habla de las “positividades del discurso” se refiere a las
formas específicas de acumulación, a la dispersión de los enunciados, etc. Ahora
bien, digo que la disciplina es positivista: en el sentido en que es cerrada, lineal,
sigue un estatuto, no hay flexibilidad, las reglas no deben de ser violadas, y su fin
principal es obedecer a como dé lugar.
Finalmente, decía Hannah Arendt “¿Qué es lo que queda?”. Queda, la puerta
abierta que Foucault abrió precisamente para analizar críticamente el poder, la
historia, los saberes, la locura, el discurso, el sexo, el lenguaje, las cosas, la
psiquiatría, la medicina y la política. Esta puerta abierta quizás nos conduzca por
otro camino un tanto apegado a lo que vivimos y creemos como individuos.

JACQUES DERRIDA

Jacques Derrida es un filósofo francés que trabajó sobre las estructuras del lenguaje.
En ese sentido se le puede adjudicar un comienzo a partir del estructuralismo, pero
vincularlo al estructuralismo sería engañoso, porque aunque utiliza en su trabajo el
análisis de las estructuras del lenguaje no lo hace tanto para buscar sus estructuras
sino para ir más allá de ellas, para ver en que se sustentan las mismas. La
deconstrucción
A partir de eso Derrida realiza una labor profundamente crítica a la vez que
analítica, que ofrece argumentos a favor y en contra del estructuralismo, por lo cual
se suele asociar a Derrida con el postestructuralismo -es decir, algo relacionado
pero posterior o sucesor del estructuralismo-.

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Al trabajo de Derrida sobre el lenguaje y a los postulados alcanzados en ese mirar
“la estructura debajo de la estructura” se le denomina “deconstrucción” -a partir
del término francés “déconstruction" que utilizará Derrida en su obra “Carta a un
amigo japonés”- .Que llegará a alcanzar una notable influencia en la filosofía
continental europea del siglo XX.
Derrida dice que toda estructura es artificial, completamente artificial. Para decir
eso lo hace desde la filosofía del lenguaje, es decir, se centra en las estructuras del
lenguaje. Estructuras que, a fin de cuentas, son las que definen como entendemos
cualquier cosa: desde las matemáticas, hasta las novelas del oeste, pasando por la
física newtoniana, es igual lo que se trate, primero se ha de definir, de
conceptualizar, y eso solo se hace a través del lenguaje.
Estructuras y ontología
Como las estructuras son artificiales se puede ir a ver cuales son sus componentes,
pero no solo eso, se pueden cambiar si se desea -cambiar "la norma de juego"-. La
noción de inamovible de esas estructuras es una mera ilusión tranquilizadora -y/o
garantista- que, en realidad, no forma parte esencial de la estructura -la idea de ser
algo inalterable e inamovible-, dicho de otra manera: pueden tener una ontología
original -en este caso su ontología sería su sentido original- pero eso no significa que
no pueda cambiarse dicha ontología -sencillamente, otorgando otro sentido a la
hora de interpretar-, y ambas ontologías -el sentido original de partida y el nuevo
que se da a través de otra interpretación- son igualmente válidos.
Ese proceso lo denomina Derrida "dissémination", que viene a significar la
diseminación o difuminación de un sentido único y la posible transformación en
cualquier otro. Esa sería de forma muy resumida la "deconstrucción" que es la base
del pensamiento de Derrida.
En su conferencia La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias
humanas, pronunciada en 1966, se puede leer uno de los pilares de su forma de
entender el lenguaje, cuando dice: "La ausencia de significado trascendental
extiende hasta el infinito el campo y el juego de la significación". Eso indica que
para Derrida no hay un significado ni trascendente ni único en cada término, en
cada palabra, por lo cual se abre el campo para dar juego a toda posible
significación

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Por esa vía la deconstrucción es nihilista -negación de algo que se daba por
supuesto-, porque niega la estructura fija en la lengua, en el caso de Derrida, y es
un paso más allá de Wittgenstein que aceptaba ya la multiplicidad de lenguajes.
Deconstruir para construir
Cuando se habla de nihilismo en estos casos, en la negación de estructuras fijas
"predeterminadas" y externas a la creación humana, se habla en el sentido de
negación de ontología propia, es decir, lo humano lo crea todo en el lenguaje:
desde los elementos del mismo lenguaje hasta las "cosas" mencionadas -el sol es el
sol porque hemos definido que es sol, creado la categoría y aplicado la misma a
algo que observamos y a lo que otorgamos ciertos parámetros-.
En ese sentido el lenguaje es el vehículo creador y es artificial. Eso, naturalmente, no
es objetivista sino que es profundamente subjetivista y tiene cierta carga de
solipsismo -creencia de que solo existe o solo puede conocerse el propio yo- sin
llegar a serlo, en todo caso sería un solipsismo compartido por toda la especie
humana, no estrictamente individual. Y eso es nihilista en el sentido que destruye
una ontología externa a lo humano -niega lo "objetivo del objeto"-.
No obstante la deconstrucción implica un nihilismo relativo: se deconstruye pero
para entender cómo se ha construido, para ver sus estructuras. Y lo que se ve es
que no son -o no son nada fijo, no hay "núcleo duro"-, nada impide, sin embargo,
construir a partir de ahí, sencillamente se facilita la comprensión de la naturaleza
artificial de lo que se construye.

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