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Introducción.

¿Has pensado alguna vez como se rigen las conductas de los seres
humanos? Y ¿Por qué estas se repiten en algunas ocasiones o en el
trascurso del tiempo?

Esto es explicado en una teoría denominada condicionamiento


operante propuesta por frederic skinner, como un intento de
resolver interrogantes existentes en la psicología (ya que esta se
enfocaba en otra área y no en lo anteriormente mencionado), en
dicha teoría el objeto de estudio es la conducta y su permanencia
según las consecuencias, las cuales si son positivas se refuerzan y si
son negativas se castigan y se extinguen.
Burrhus Frederic Skinner nació el 20 de marzo de 1904 en la pequeña ciudad de Susquehanna en
Pensilvania.

fue un psicólogo, filósofo social, inventor, y autor estadounidense. Condujo un trabajo pionero en
psicología experimental y defendió el conductismo, que considera el comportamiento como una
función de las historias ambientales de refuerzo.

durante su juventud se propuso crearse una carrera como escritor, pero desistió en sus propósitos
al darse cuenta de que no tenía facilidad para ello. Decidió, sin embargo, que los estudios de la
Psicología podían aportarle una perspectiva más amplia sobre cómo es y cómo actúa el ser
humano, por lo cual empezó a estudiar esta disciplina en Harvard.

Este renovado entusiasmo no le duró mucho tiempo. A llegar a la universidad se encontró con una
psicología poco desarrollada y muy centrada en los procesos mentales privados, algunas ideas
inconexas sobre la mente humana y teorías muy abstractas sobre los estados de consciencia que
estaban más relacionadas con la filosofía que con el estudio científico del comportamiento.

B.F. Skinner (1938) acuñó el término acondicionamiento operante. Skinner identificó tres tipos de
respuestas o operantes que pueden seguir el comportamiento:

Operantes neutrales: respuestas del entorno que no aumentan ni disminuyen la probabilidad de


que se repita un comportamiento.

Reforzadores: respuestas del entorno que incrementan la probabilidad de repetición de un


comportamiento. Los reforzadores pueden ser positivos o negativos.

Castigos: respuestas del entorno que disminuyen la probabilidad de que se repita un


comportamiento. El castigo debilita el comportamiento.
Refuerzo

Es el responsable de la emisión de respuestas, es decir, de la probabilidad


de que sucedan, sea mayor o menor en un futuro. Es un estímulo
reforzante y consecuente, ya que se da una vez se ha producido la
respuesta.

Es imposible saber si un reforzador determinado influye en la conducta


hasta que no se presenta de manera contingente con una respuesta y se
comprueba que el comportamiento cambia a consecuencia del reforzador.

Existen dos tipos de refuerzo: positivo y negativo. Ambos tienen la misma


finalidad de aumentar la probabilidad de que la respuesta se emita en
situaciones futuras. Además, para Skinner los reforzadores se definen por
medio de las conductas que son observables y medibles.

Refuerzo positivo

El refuerzo positivo refuerza un comportamiento proporcionando una


consecuencia que un individuo encuentra gratificante.

Refuerzo negativo
La eliminación de un reforzador desagradable también puede fortalecer un
comportamiento. Esto se conoce como refuerzo negativo porque es la
eliminación de un estímulo adverso que es “gratificante” para el animal o la
persona. El refuerzo negativo refuerza el comportamiento porque detiene o
elimina una experiencia desagradable.

Contingencia de tres términos


Es el modelo básico del condicionamiento operante y está formado por tres
componentes: el estímulo discriminativo, la respuesta y el estímulo
reforzador.
Un estímulo discriminativo sería aquel que va a indicar al sujeto que el
reforzador está disponible, señalando que si lleva a cabo una determinada
conducta podrá obtener dicho reforzador. En contraposición tenemos el
estímulo delta o estímulos que indican que la conducta no va a llevar a la
obtención de ningún tipo de reforzador.

La respuesta sería la conducta que realizará el sujeto, cuya ejecución le


llevará o no a la obtención del estímulo reforzador.

Un estímulo reforzador, como se ha mencionado anteriormente, es el


responsable de la emisión de la conducta ya que gracias a su aparición la
probabilidad de emisión de una respuesta aumentará o disminuirá en el
futuro.

Conceptos a conocer del condicionamiento


operante

Castigo

El castigo también se mide por sus efectos en la conducta del sujeto. En


cambio, a diferencia del refuerzo, lo que se pretende es la disminución o
supresión de una determinada conducta.

Un castigo reduce la probabilidad de emisión de una conducta en


situaciones posteriores. No obstante, no elimina la respuesta ya que si la
amenaza de castigo disminuye, la conducta puede volver a aparecer.

En el castigo también existen dos tipos o procedimientos diferentes, castigo


positivo y castigo negativo.

Castigo positivo
Este implica la presentación de un estímulo aversivo tras la realización de
un determinado comportamiento. Es dado de manera contingente a la
respuesta dada por el sujeto.

Castigo negativo

Consiste en la eliminación de un estímulo como consecuencia de un


determinado comportamiento, es decir, consiste en la retirada de un
estímulo positivo tras la realización de una determinada conducta.

Extinción

En la extinción se deja de emitir una respuesta debido a que el reforzador


ya no aparece. Este proceso se basa en dejar de proporcionar el reforzador
correspondiente que se espera conseguir y que ha hecho que ese
comportamiento se mantenga a lo largo del tiempo.

Cuando una respuesta se extingue, el estímulo discriminativo pasa a ser


estímulo de extinción. Este proceso no debe confundirse con el olvido, que
es dado cuando la fuerza de un comportamiento disminuye al no haber sido
emitido en un período de tiempo.

Generalización

Ante una situación o estímulo determinado se condiciona una respuesta,


que puede aparecer ante otros estímulos o situaciones parecidas.

Discriminación

Este proceso es el opuesto al de generalización, en él se responde de


manera diferente según el estímulo y el contexto.
Programas de refuerzo
Skinner también estableció gracias a sus investigaciones diversos
programas de refuerzo, entre los que están los programas de reforzamiento
continuo y los programas de reforzamiento intermitente.

Programas de refuerzo continuo

Están basados en el reforzamiento constante de la respuesta cada vez que


se presente, es decir, cada vez que el sujeto ejecute la conducta deseada
obtendrá un estímulo reforzador o positivo.

Programas de refuerzo intermitente

En cambio, aquí el sujeto no siempre obtiene el reforzador al realizar la


conducta deseada. Estos se definen en base al número de respuestas dadas
o al intervalo de tiempo transcurrido entre respuestas, dando lugar a
diferentes procedimientos.

Programas de razón fija

En estos programas el reforzador se proporciona cuando el sujeto genera


respuestas fijas y constantes. Por ejemplo, en un programa de razón 10 la
persona obtiene el reforzador tras haber realizado diez respuestas cuando
se presenta el estímulo.

Programas de razón variable

Éste se construye igual que el anterior, pero en este caso el número de


respuestas que el sujeto debe dar para obtener el reforzador es variable.
El reforzador seguiría dependiendo del número de respuestas emitidas por
el sujeto pero con una razón variable, gracias a la cual se evita que el
sujeto llegue a predecir cuándo obtendrá el reforzador.

Programas de intervalo fijo

En los programas de intervalo la obtención del reforzador no depende del


número de respuestas que el sujeto dé, sino que está determinado por el
tiempo transcurrido. En consecuencia se refuerza la primera respuesta
producida después de haber pasado un periodo de tiempo determinado.

En los programas de intervalo fijo el tiempo entre reforzador y reforzad

or es siempre el mismo.

Programas de intervalo variable

En estos programas el reforzador se obtiene después de un tiempo, aunque


el tiempo es distinto para cada reforzador recibido.

Cambio conductual

Aproximaciones sucesivas o moldeamiento

El moldeamiento consiste en el cambio conductual a través del


moldeamiento de conductas o el refuerzo diferencial de aproximaciones
sucesivas.

Para moldear una conducta concreta se siguen una serie de pasos. En


primer lugar se identifica cuál es la conducta inicial que se pretende
moldear para saber a cuál se quiere llegar.
Después, se delimitan los posibles reforzadores que se van a emplear y se
separa en pasos o etapas el proceso para llegar a la conducta final,
reforzando cada etapa o aproximación sucesiva hasta llegar a la última.

Con este procedimiento dinámico se van transformando tanto las conductas


como sus consecuencias. En este sentido, se refuerzan las aproximaciones
sucesivas hacia una conducta objetivo.

No obstante, para que se pueda llevar a cabo, es necesario partir de una


conducta previa que ya realice el sujeto, para así ir reforzando poco a poco
sus conductas hasta llegar a la meta.

Encadenamiento

Con él se forma una nueva conducta a partir de la descomposición en pasos


o secuencias más sencillas, reforzando cada respuesta dada en cada uno de
los pasos para así llevar al establecimiento de una respuesta más compleja
en el repertorio conductual del sujeto.

Se pueden llegar a formar cadenas largas de respuestas utilizando


reforzadores condicionados, adoptando una unidad funcional y cuyo
establecimiento lleva a la adquisición y definición de una destreza
particular.
Conclusión
Es innegable el aporte que ha tenido esta teoría en la vida del
hombre, ayudándole en todo tipo de áreas, al saber manejar bien
una conducta del ser humano, es decir, se puede controlar el
comportamiento del individuo que es de carácter manipulador a
través de los refuerzos para eliminar o perpetuar una conducta o a
través de los castigos para eliminar una conducta.

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