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Primera edición al cuidado de:


María Eugenia Suárez de Garay
Equipo de apoyo editorial:
Ernesto Cárdenas Villarello
Dulce Pérez Callejas
Sergio Leñero Reveles
Editor:
Héctor Guzmán
Diseño de portada:
Ricardo Romo
Diseño editorial:
Sergio Haro

Esta publicación es posible gracias al generoso apoyo del


pueblo estadounidense a través de la Agencia de Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El contenido
de esta publicación es de responsabilidad única de sus
autores y no refleja de ninguna manera las opiniones de
USAID o del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.

Instituto para la Seguridad y la Democracia, A.C


Carolina 80, interiores 1 y 7, Col. Cd. de los Deportes,
CP 03710, México, D.F.
Teléfono: 911 65 304, extensiones 108 y 109.
www.insyde.org.mx
www.tortura_insyde.org.mx

Primera edición, 2014.


Algunos derechos reservados.
ISBN: 978-607-96198-8-6

Impreso y hecho en México


Printed and made in Mexico
ÍNDICE

Introducción VII

Marco conceptual sobre el uso de la fuerza 1

Marco jurídico sobre uso de la fuerza 5


Instrumentos internacionales 5
Instrumentos nacionales 8

Protocolo de uso de la fuerza 11


Fundamento jurídico 11
Proceso de detención 12
Traslado a la escena del probable delito 13
Asistencia a víctimas 15
Uso de fuerza para la detención 18
Medios de detención y control 24
Detención 30
Traslado de detenido 34
Glosario 37

Sistema de supervisión y control del uso de fuerza 39


Objetivos del sistema 39
Supervisión policial 39
Sistema de supervisión y control del uso de la fuerza 44
Actores que intervienen en el sistema 46
Componentes del sistema 48
Reporte sobre uso de la fuerza 51
V
Bibliografía 55

Anexos 57
INTRODUCCIÓN

Prevenir actos de tortura por parte de la policía está ligado, de mane-


ra íntima, al control y la supervisión de las acciones relacionadas con
obtener confesiones de personas detenidas o, con menor frecuencia,
de testigos. El documento “Prevención y sanción de la tortura”, de la
Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Huma-
nos, A.C. (CMDPDH), señala que la intención de extraer una confesión es
la causa más frecuente de tortura en el mundo.

Por eso es posible identificar dos procesos en los que la policía —pre-
ventiva o de investigación— podría estar aplicando la tortura para
obtener confesiones de detenidos o testigos. El primero tiene que ver
con el procedimiento de detención, sobre todo en los casos de flagran-
cia, ya que en los casos de ejecución de una orden de aprehensión
o de acto urgente, la confesión del imputado no resulta necesaria. El
segundo se relaciona con la obtención de información que permita
soportar las diligencias de investigación, para lo cual podría buscarse
la confesión de testigos circunstanciales o presenciales por medio de
presión física o psicológica.

Desmotivar los actos de tortura que comete la policía preventiva o de


investigación estaría relacionado con modificar los sistemas —forma-
les o informales— de evaluación del desempeño en las instituciones
policiales, donde los indicadores están muchas veces vinculados a
lograr el mayor número de detenciones o puestas a disposición de
probables responsables (Mohor, 2007:3,6). Este esfuerzo también de-
bería estar relacionado con modificar una arraigada cultura social que
motiva a la policía a actuar de manera punitiva, deteniendo a perso- VII
nas aun cuando no esté claro que existan elementos suficientes para
que esas detenciones sean legales.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

El establecimiento de controles y supervisión en los procedimientos


de detención debe ser un trabajo cuidadoso, que considere la rea-
lidad operativa y las condiciones laborales de la policía en México
para que estos esfuerzos sean aplicables en la realidad. Traducir los
controles en un sinfín de registros escritos sobre el proceder de la
policía (como está sucediendo en algunos estados del país a partir
de la implementación de la reforma al sistema de justicia, en donde
se tienen que llenar más de cinco actas por una detención en fla-
grancia 1), aunado a un registro administrativo de detenciones y un
informe policial homologado —obligatorio a escala nacional— puede
desmotivar la labor de policías que se encuentran, la mayoría de las
veces, en situaciones laborales muy desfavorables. Además, esta
cultura de reportes escritos impide, de manera directa, la inme-
diatez entre la detención y la puesta a disposición ante la autoridad
competente. Los policías han referido que, en el nuevo sistema de
justicia, el llenado de todos estos registros implica muchas veces
más de cuatro horas de trabajo de oficina, que transcurren entre
el periodo de detención y la puesta a disposición del detenido ante
el Ministerio Público.2 Este hecho, por sí solo, constituye un acto de
tortura contra el imputado.

El control y la supervisión de los y las policías en los procedimientos


de detención y de entrevistas a testigos pueden suponer el uso de
tecnología para registrar información de estos procesos. Por ejemplo,
el uso de la videograbación o de sistemas GPS para la localización de
los vehículos patrulla resultan herramientas ideales que, combinadas
con otro tipo de controles y procedimientos, completarían el sistema.
Sin embargo, es arriesgado suponer que las policías en México cuen-
ten o puedan contar con este tipo de instrumentos, así que esto no
debe darse por hecho en los procedimientos que se propongan para
el control y la supervisión de la policía.

Aunado a lo anterior, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción


de los Derechos Humanos establece puntos específicos que deben
ser tomados en cuenta para prevenir la tortura en los procedimientos
mencionados:

• Notificación de la detención a terceras personas (familiares).


Esta notificación hace del conocimiento que la persona detenida
VIII
1
Acta de Aviso al Ministerio Público, Acta de Lectura de Derechos, Acta de Puesta a Disposición de Objetos,
Acta de Inspección de Personas, Acta de Cadena de Custodia.
2
Entrevistas a policías de investigación en Baja California en el marco del proyecto de Certificación Policial de
INSYDE, 2012.
I N T R O D U C C I Ó N

se encuentra bajo la autoridad del Estado y que éste es respon-


sable de su cuidado.
• Debido registro de la detención. Además de establecer las ra-
zones de la detención, las autoridades deben asentar la hora del
arresto de la persona y la hora de su traslado al lugar de custo-
dia, así como la hora de su primera comparecencia ante el juez
u otra autoridad; la identidad de los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley que hayan intervenido, y la información pre-
cisa acerca del lugar de custodia. A esto se ha añadido también
el registro del estado de salud del detenido y la constancia de
notificación a terceras personas.
• Disminución del tiempo en que la policía tiene en su custodia
al detenido. Este medio, además de formar parte importante
del derecho a la libertad personal, constituye la forma idónea de
poner al detenido bajo protección de la ley. Mientras el detenido
esté bajo el poder de la policía se presume que está en condicio-
nes de vulnerabilidad, por lo que el plazo de esta detención debe
ser lo más corto posible.

Este libro propone una serie de herramientas, procedimientos y mé-


todos para conformar un sistema de control del uso de la fuerza
policial para prevenir la tortura en el marco del nuevo sistema de
justicia penal, tomando en cuenta las recomendaciones presentadas.

IX
Marco conceptual sobre el
uso de la fuerza

Aunque los principios para un correcto uso de la fuerza policial son va-
riados, de manera simplificada se podría hablar de tres elementos para
que la aplicación de la fuerza se haga de manera adecuada:

• El principio de oportunidad, que establece que la fuerza debe


utilizarse en el momento adecuado.
• El principio de proporcionalidad, para que el tipo y cantidad de
fuerza sean los estrictamente necesarios.
• El principio de responsabilidad del funcionario público que la utiliza.

Estos principios garantizarán un adecuado uso de la fuerza en el mo-


mento y las circunstancias que rodean al incidente, pero también se
debe considerar que una policía moderna y eficiente requiere que
cualquier actuación operativa esté soportada por una capacitación pro-
fesional, así como por sistemas institucionales internos que permitan la
transparencia y el control, para garantizar que el ejercicio de la fuerza
se mantendrá dentro de la esfera del derecho y de la justicia.

Sin embargo, es posible detectar un retraso significativo en estos as-


pectos en las instituciones policiales en América Latina y en especial
en México, donde el tema del control del uso de la fuerza, el de la
profesionalización de la policía y el de la reforma institucional aparecen
de manera constante en la agenda pública y en los medios de comu-
nicación, pero (en el caso del uso de la fuerza) más relacionados con la
preocupación sobre su uso y abuso que con el desarrollo de sistemas 1
de control efectivos, regulaciones legales o protocolos formalizados
para su aplicación. En las instituciones policiales de países del “primer
mundo”, el uso de la fuerza no es un tema de moda en la agenda públi-
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

ca sino que forma parte de los procesos internos de profesionalización


y control policial.

El monopolio de uso de la fuerza inherente a la función policial hace que


su control y efectiva utilización sean asuntos prioritarios, lo que deriva
en políticas institucionales que pueden orientarse hacia la calidad en su
utilización o, como sucede muchas veces, dirigirse más bien hacia una
mayor utilización sin calidad ni control. Esto último es característico de
instituciones policiales donde las políticas públicas están más orienta-
das a la “mano dura” o a “cero tolerancia”, lo que da como resultado,
según las experiencias conocidas y registradas, un incremento en el
abuso y la utilización inadecuada de la fuerza policial (Kliksberg, 2008).
Por otro lado, políticas públicas orientadas a una policía más cerca-
na, como los modelos de policía comunitaria o policía de proximidad,
pueden contribuir a que disminuya el uso de la fuerza para dar lugar
a otras estrategias de trabajo con la comunidad, para solucionar pro-
blemas de seguridad de una manera más efectiva y menos punitiva.

Las instituciones policiales en México se han caracterizado más por la


implementación de políticas orientadas a la mano dura y la aplicación
de estrategias reactivas y punitivas. Esto se suma a la escasez de nor-
mas especiales (reglamentos y manuales de procedimiento), así como
de programas de entrenamiento y políticas de accountability sobre
uso de la fuerza policial. En fechas recientes se ha avanzado —con
lentitud— en México en la formulación y promulgación de leyes y regla-
mentos orientados al control de la fuerza policial; sin embargo, el tramo
entre la promulgación de una ley y la implementación de los procesos
que ésta conlleva sigue siendo muy largo y complejo.

Regular el uso de la fuerza policial resulta complejo por la diversidad


de situaciones a las que se puede enfrentar el policía en el momento
en que sea justificable (o no) su utilización, así como también la diver-
sidad de variables en esas situaciones, mismas que no siempre limitan
el recurso de la fuerza para el cumplimiento de objetivos legítimos. La
experiencia institucional también muestra que las situaciones en las
que se puede hacer uso de la fuerza como mecanismo de coacción
pueden ser muy diversas, pero con más frecuencia es posible identificar
las siguientes:

2 • Procedimientos de detención de un probable responsable de un


hecho delictivo, ya sea en flagrancia o por orden de aprehensión
de una autoridad jurisdiccional, como medida cautelar personal,
en el marco de una investigación o proceso judicial.
MARCO CONCEPTUAL SOBRE EL USO DE LA FUERZA

• Operaciones policiales en el marco de una investigación de he-


chos probablemente delictivos (cateos, protección de escenas,
requisición de elementos probatorios).
• Control de manifestaciones o disturbios civiles en los que la po-
licía puede interrumpir el normal desplazamiento peatonal o
vehicular, señalar vías obligadas o, en algunos casos, buscar la
disolución.

La presencia de la policía se convierte en el nivel más bajo de la fuerza


y puede propiciar que los ciudadanos acaten las instrucciones de la poli-
cía, bajo el conocimiento de que resistirse llevaría a la posible aplicación
de un mayor nivel de fuerza. Sin embargo, los problemas de abuso de
la fuerza se presentan a partir de la aplicación de técnicas que conlle-
van un contacto físico y cuando éstas se utilizan de manera excesiva
en el control del orden público o en contra de personas privadas de la
libertad, como una forma de obtener una confesión o información para
una investigación policial. El impacto social de los casos de abuso de la
fuerza policial en situaciones de detención o control de manifestaciones
o disturbios civiles es tan grave como el que pudiera tener el uso de la
fuerza excesiva en personas privadas de su libertad o para la obtención
de confesiones o información, sólo que en estos últimos suele haber
más violaciones de los derechos humanos como resultado de tratos
crueles, inhumanos o degradantes y por tortura.

Este monopolio del uso de la fuerza por parte de las instituciones


policiales y, como contraparte, la obligación de la policía de respetar
y garantizar los derechos humanos, en especial a la integridad per-
sonal, demuestra la importancia y la necesidad de control en el uso
de la fuerza para que su aplicación atienda los principios de legalidad
y legitimidad. Fallar en esto significaría alejarse de la democracia y
del servicio fundamental por el que se creó a la policía, relaciona-
do con la protección de las ciudadanas y los ciudadanos (Martínez,
2010:7).

Por eso, la inexistencia de una institucionalidad normativa y orgánica


que regule el uso de la fuerza, así como la falta de modelos operativos
y de entrenamiento específico, pueden incidir de manera negativa en
el uso de la fuerza, toda vez que estas carencias son un indicio de la
falta de desarrollo de habilidades y destrezas en el empleo de la fuer-
za y de que, probablemente, su ejercicio se mantiene en el ámbito de 3
la discrecionalidad individual (Martínez, 2010:7). Por eso se requieren
estándares claros, que se registren en normas y modelos sobre el
uso de la fuerza policial, para prevenir que haya discrepancia en los
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

criterios de su aplicación o en los mecanismos de control para regular


y sancionar el abuso de la fuerza, siempre y cuando se prevea que
existan estos organismos de control, dentro o fuera de la institución.

4
MARCO JURÍDICO SOBRE EL USO DE LA FUERZA

Marco jurídico sobre uso de


la fuerza

Este documento contendrá una referencia sobre el marco jurídi-


co internacional y nacional para el uso de la fuerza, así como otros
procedimientos informales sobre su uso y control en las instituciones
policiales. Esta normatividad se puede clasificar de la siguiente manera:

• Principios, códigos y acuerdos internacionales relacionados con


el uso de la fuerza por parte de los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley.
• Leyes federales y estatales que rigen la conducta de los funciona-
rios encargados de hacer cumplir la ley y, en algunas ocasiones,
establecen normas específicas sobre el control en el uso de la
fuerza policial.
• Reglamentos, protocolos y procedimientos, formalizados y obli-
gatorios, dentro de las instituciones policiales, que establecen
reglas y políticas internas para el uso de la fuerza, así como para
el control de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.

Instrumentos internacionales

Las directrices de la Organización de las Naciones Unidas sobre el


uso de fuerza constituyen orientaciones universales que describen los
estándares mínimos para el ejercicio de la actividad policial:

• Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de las armas


de fuego. 5
• Código de conducta para funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley.
• Conjunto de principios para la protección de todas las personas
sometidas a cualquier forma de detención o prisión.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de las armas de


fuego
La Organización de las Naciones Unidas emitió, en su Octavo Con-
greso sobre la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente,
celebrado en La Habana en 1990, los “Principios Básicos sobre el em-
pleo de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios encargados
de hacer cumplir la ley”. Es de suma importancia y obligatoriedad que
todas las intervenciones policiales se basen en los principios de lega-
lidad, necesidad y proporcionalidad, mismos que deben ser puestos
en práctica con un alto grado de racionalidad y sustentados en una
conducta ética, como lo señala el principio básico número 4.

• El principio de legalidad se refiere a que todos los actos que


realiza el policía en el cumplimiento de su función deben estar
amparados en las normas legales (ley, reglamentos, directivas,
entre otras); de igual forma, los procedimientos que adopte la
institución policial deben ceñirse a todas las disposiciones lega-
les, nacionales e internacionales. “El uso de la fuerza debe estar
dirigido a lograr un objetivo legal”.
• La intervención policial debe ser la respuesta a una situación que
represente una amenaza y que requiera de una acción inmedia-
ta para evitar su agravamiento. Es el principio de necesidad: “El
uso de la fuerza es necesario cuando no existe otra forma de
lograr dicho objetivo legal”.
• El principio de proporcionalidad es la equivalencia o correspon-
dencia entre la gravedad de la amenaza y la cantidad de fuerza
empleada. En otros términos, es la respuesta de la policía en
relación con la conducta del sujeto.

Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir


la ley
Fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su
resolución 34/169 del 17 de diciembre de 1979. El código de conducta
consta de ocho artículos. No es un tratado pero pertenece a la catego-
ría de instrumentos de autoridad que proporcionan orientación a los
gobiernos en cuestiones relacionadas con los derechos humanos y la
justicia penal. Cabe señalar que estas normas carecen de valor prác-
tico a menos que su contenido y significado, mediante la educación, la
capacitación y la vigilancia, pasen a ser parte del reconocimiento de
6 todo funcionario encargado de hacer cumplir la ley. El Código aplica
en todos los casos en que se haya incorporado a la legislación o a la
práctica nacional y, por supuesto, si en las legislaciones nacionales se
contienen reglas más estrictas, se aplicarán estas últimas.
MARCO JURÍDICO SOBRE EL USO DE LA FUERZA

Este instrumento se dirige a los servidores públicos, sean nombrados


o elegidos, que desempeñan funciones de policía, en especial a quie-
nes tienen facultades para arrestar o detener, bajo el presupuesto del
alto grado de responsabilidad que la función supone en el servicio a
su comunidad y en la protección de las personas contra actos ilegales.
El Código obliga al respeto y a la protección de la dignidad humana
como presupuesto para el despliegue de su función, y limita el uso de
la fuerza a la estricta necesidad de hacer cumplir la ley y sólo en la
medida en que lo requiera el desempeño de sus tareas.

El instrumento, que consta de ocho artículos, establece obligaciones y


prohibiciones para el despliegue de la función pública de este tipo de
funcionarios: les exige mantener en secreto las cuestiones de carác-
ter confidencial de que tengan conocimiento, a menos de que por ley
se exija lo contrario; se les prohíbe infligir, instigar o tolerar actos de
tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, aun
cuando se invoque el cumplimiento de una orden superior o un caso
de urgencia como guerra o amenaza a la seguridad nacional; se les
obliga a asegurar la plena protección de la salud de las personas bajo
su custodia y a tomar medidas inmediatas para proporcionar atención
médica cuando se requiera; se les prohíbe cometer actos de corrup-
ción, los que también combatirán y, por último, en el artículo octavo
se les impone el respeto a la ley y al propio Código, hacer cuanto esté
a su alcance para impedir toda violación de ellos e informar a sus
superiores o a cualquier otra autoridad u organismo que tenga atri-
buciones de control o correctivas, cuando tengan motivos para creer
que se ha producido o va a producirse una violación del Código.

Conjunto de principios para la protección de todas las personas so-


metidas a cualquier forma de detención o prisión
Fueron adoptados por la Asamblea General de la ONU en diciembre de
1988 y tienen el objetivo de proteger a todas las personas sometidas
a cualquier forma de detención o prisión. Son 39 principios y una
cláusula general. A continuación se transcriben algunos que tienen
una relación directa con la actuación policial y el uso de la fuerza.

Principio 1
Toda persona sometida a cualquier forma de detención o pri-
sión será tratada humanamente y con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano. 7
Principio 6
Ninguna persona sometida a cualquier forma de detención o
prisión será sometida a tortura o a tratos o penas crueles,
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

inhumanos o degradantes. No podrá invocarse circunstancia


alguna como justificación de la tortura o de otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes.
Principio 8
Las personas detenidas recibirán un trato apropiado a su
condición de personas que no han sido condenadas. En conse-
cuencia, siempre que sea posible se las mantendrá separadas
de las personas presas.
Principio 21
1. Estará prohibido abusar de la situación de una persona de-
tenida o presa para obligarla a confesar o declarar contra sí
misma o contra cualquier otra persona.
2. Ninguna persona detenida será sometida, durante su inte-
rrogatorio, a violencia, amenazas o cualquier otro método de
interrogación que menoscabe su capacidad de decisión o su
juicio.

Instrumentos nacionales

Además de los instrumentos internacionales que establecen están-


dares específicos para la conducta policial, en México existen algunos
avances en cuanto a la regulación normativa del uso de la fuerza para
los agentes encargados de hacer cumplir la ley. La mayoría están for-
malizados en reglamentos y existen casos excepcionales, como la ley
sobre la materia en el Distrito Federal y para Oaxaca.

El Distrito Federal fue la primera entidad que aprobó y publicó una ley
en la materia, la Ley que Regula el Uso de la Fuerza de los Cuerpos
de Seguridad Pública del Distrito Federal, de abril de 2008. Tiene
por objeto regular el uso de la fuerza por parte de los cuerpos de
seguridad pública del Distrito Federal, en cumplimiento de sus fun-
ciones para salvaguardar la integridad, los derechos y bienes de las
personas, preservar las libertades, la paz pública y la seguridad ciu-
dadana y prevenir la comisión de delitos e infracciones a las distintas
disposiciones.

Esta ley retoma los principios, fundamentos y procedimientos esta-


blecidos en los documentos internacionales mencionados, en especial
en lo que se refiere a los “Principios básicos sobre el empleo de la
8 fuerza y de las armas de fuego”. Sin embargo, cabe destacar que la
presente ley no establece nada acerca del control y la regulación del
uso de la fuerza para los servicios de seguridad privada en el Distrito
Federal, con lo que deja un importante vacío, ya que la legislación
MARCO JURÍDICO SOBRE EL USO DE LA FUERZA

del Distrito Federal que regula y controla los servicios de seguridad


privada omite la regulación del uso de la fuerza para dichos servicios.
Cabe señalar que quizás una de las razones primordiales por las que
los servicios de seguridad privada son regulados y controlados por el
Estado es que la seguridad pública es una función exclusiva del Es-
tado, como también lo es el uso de la fuerza; sólo con su autorización
los servicios de seguridad privada pueden auxiliar y complementar
dicha función.

La ley de uso de fuerza del D.F. toca todo lo relativo a la clasificación


de armas que pueden ser utilizadas para la aplicación de la fuerza
policial. Este apartado es importante en el aspecto técnico, ya que la
fuerza puede aplicarse tanto con herramientas de fuerza letal (como
son las armas de fuego) como con otros mecanismos que no causan la
muerte pero que pueden contribuir al control de las personas infrac-
toras. Reconocer que existen estos otros mecanismos es importante,
pero es más importante que las instituciones policiales provean de
estas herramientas a sus policías para que sea más fácil hacer un uso
diferenciado de la fuerza.

Esta ley también establece algunos procedimientos operativos para


el uso de la fuerza policial, por ejemplo lo relacionado con la actua-
ción policial en una detención. Dicho procedimiento se redacta de
manera que se cumpla con los principios internacionales para el uso
de la fuerza en lo que respecta al trato y manejo de los detenidos, su
traslado inmediato a la autoridad competente y el registro del even-
to. Cabe señalar que algunas disposiciones de la ley, por ejemplo los
procedimientos de detención, deben estar respaldadas por una serie
de procesos institucionales que permitan el cumplimiento de los es-
tatutos. De esta forma, principios importantes como la inmediatez en
la puesta a disposición del detenido, los procedimientos del traslado
o el registro de las actividades realizadas, no pueden llevarse a cabo
de manera legal si las y los agentes no cuentan con el equipamiento,
la capacitación y los recursos para lograrlo; también es necesario que
funcionen los sistemas de supervisión y control que permitan aprove-
char los reportes que emiten los policías involucrados.

Oaxaca, junto con el Distrito Federal, es pionero en el impulso y  la


aprobación de una ley sobre el uso de la fuerza, aprobada el 10 de
agosto de 2011. La Ley que Regula el Uso de la Fuerza por los In- 9
tegrantes de las Instituciones de Seguridad Pública en el Estado
reglamenta la aplicación de técnicas de disuasión y negociación, antes
de la utilización de medidas que requieren mayor fuerza o, incluso, el
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

uso de las armas intermedias o de fuego, en casos de movilizaciones,


bloqueos o toma de oficinas públicas y detenciones, para evitar viola-
ciones a los derechos humanos.

Oaxaca es además uno de los primeros estados en contar con un


manual de protocolos de seguridad que ha sido entregado a los ele-
mentos que conforman los cuerpos de seguridad en el estado, donde
se encuentran las disposiciones de la Ley del Sistema de Seguridad
Pública de Oaxaca y la Ley que Regula el Uso de la Fuerza Pública.

La Ley que Regula el Uso de la Fuerza Pública en la entidad fue una


propuesta del secretario de Seguridad Pública, para normar la inter-
vención de las fuerzas policiales a fin de evitar abusos en el ejercicio
de esa facultad, en virtud de que en ocasiones anteriores se han dado
violaciones a los derechos humanos.

10
Protocolo de uso
de la fuerza

Fundamento Jurídico

• Artículos 16, 19 y 20 de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos.
• Artículos 6, 7, 9, 10 y 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos.
• Artículos 5, 7, 8 y 11 de la Convención Americana sobre Dere-
chos Humanos.
• Artículos 1 y 37 de la Convención sobre los Derechos del Niño.
• Artículo 5 de la Convención Interamericana para Prevenir y San-
cionar la Tortura.
• 1, 2, 3, 5, 6 y 8 del Código de Conducta para Funcionarios
Encargados de Hacer Cumplir la Ley, adoptado mediante Reso-
lución 34/169 de la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas.
• Declaración de Principios Fundamentales de Justicia para las
Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder, expedida por la Orga-
nización de Naciones Unidas (ONU) en 1987.
• Artículos 1, 2, 4, 5, 6, 9, 10, 11, 18, 19 y 22 de los Principios
básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
• Principios 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16,
17, 18, 36 y 37 del Conjunto de principios para la protección de
todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o
prisión, adoptado mediante Resolución 43/173 de la Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas. 11
• Recomendación General No. 12/2006 de la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos (CNDH), sobre el uso ilegítimo de la
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

fuerza y de las armas de fuego por los funcionarios o servidores


públicos encargados de hacer cumplir la ley.
• Recomendación General Número 2 de la CNDH Sobre la Práctica
de las Detenciones Arbitrarias del 2001.
• Artículos 40 fracción IX, 41 y 77 fracción VII de la Ley General del
Sistema Nacional de Seguridad Pública.
• Artículos 8, 14, 24, 29, 34 y 35 de la Ley Federal de Armas de
Fuego y Explosivos y los aplicables de su Reglamento.

Proceso de detención

Los estudios y la experiencia hacen evidente que las prácticas de


tratos crueles o inhumanos y de tortura por parte de los miembros
de las instituciones de policía se dan, de manera más habitual,
durante el procedimiento de detención de probables infractores,
con el objetivo de lograr declaraciones sobre culpabilidad o para
obtener información que permita a la policía recabar más elemen-
tos para sus investigaciones (Amezcua, 2006: 83, 84). Tanto las
policías preventivas como las de investigación pueden incurrir en
estas prácticas de manera más recurrente de lo que se piensa,
sobre todo por la falta de información y de registro sobre estos
hechos.

Por eso el presente documento busca establecer políticas y procedi-


mientos para que la policía preventiva y de investigación realice las
detenciones conforme a las mejores prácticas policiales, con apego
al marco normativo vigente y a los convenios y acuerdos interna-
cionales sobre la materia; también tiene el objetivo de establecer
registros que permitan vincular sus acciones con un Sistema de
Supervisión y Control Policial, Enfocado en la Prevención de Actos
de Tortura, incluido también en este documento.

Aunque el uso de la fuerza no está limitado al proceso de detención


(porque existen niveles de fuerza que sólo se utilizan para disuadir a
probables infractores), los siguientes procedimientos se refieren sólo
al uso de la fuerza durante las acciones para controlar y detener a
una persona. Este proceso se concibe desde el momento en el que el
policía se presenta en la escena del probable delito, ejerce control de
la situación, traslada a la persona detenida y la pone a disposición
12 de la autoridad competente. La gráfica 1 es una representación del
proceso:
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

G.1 Proceso de detención

TRASLADO A LA ASISTENCIA USO DE MEDIOS DE DETENCIÓN TRASLADO


ESCENA DEL A FUERZA DETENCIÓN DE LA
PROBABLE VÍCTIMAS PARA LA Y CONTROL PERSONA
DELITO DETENCIÓN DETENIDA

Traslado a la escena del probable delito

• Se debe acudir a una situación de emergencia lo más pronto


posible pero siempre observando las medidas de seguridad para
las personas.
• No se debe operar un vehículo en emergencia si a bordo se en-
cuentra un pasajero civil.
• Para la institución policial y sus integrantes debe ser prioridad
la protección de la vida e integridad de las personas, por encima
incluso de la responsabilidad de acudir lo más pronto posible a
una situación de emergencia.

Procedimiento
1. Para saber que existe una situación de emergencia, debes tener
una respuesta afirmativa para al menos una de las siguientes pre-
guntas:

• ¿Existe la posibilidad de que la situación provoque la muer-


te o lesiones graves a una persona?
• ¿Existe un peligro importante para alguna propiedad o ins-
talación estratégica?
• ¿Hay algo que puedas hacer para minimizar una situación
de peligro inminente?

2. Cuando operes tu vehículo en emergencia debes notificar de


inmediato al centro de comunicación e informar tu ubicación, des-
cripción del evento y, de ser posible, el punto de inicio, la ruta a
seguir y el destino.

3. La operación en emergencia te permite realizar acciones que con- 13


travienen las disposiciones de tránsito de vehículos en operación
normal. Sin embargo, esta autorización no te exime de responsa-
bilidad, por lo que debes tomar la decisión después de sopesar la
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

gravedad de la situación de emergencia contra las consecuencias de


poner en peligro tu seguridad y la de otros usuarios de la vía pública.
Para ello, debes evaluar los siguientes factores:

• Tu pericia para conducir, así como tu estado físico y emo-


cional.
• Las condiciones mecánicas y del equipo del vehículo.
• Las condiciones climatológicas, ambientales, del camino y
la iluminación.
• La hora del día y el día de la semana.
• El tráfico peatonal y vehicular.

4. Siempre debes utilizar las luces de emergencia y puedes auxiliar-


te de otros dispositivos como el altavoz, el claxon, los faros y otros.

5. El uso de la sirena es obligatorio, salvo que esto represente un


riesgo para ti, para otras personas, o ponga en riesgo la investiga-
ción o persecución de la persona sospechosa y puedas justificarlo.

6. Si tu vehículo cuenta con equipo de videograbación, debes acti-


varlo.

7. Puedes pasarte las luces rojas en los semáforos o las señales de


alto pero debes reducir la velocidad al mínimo para que sea una
acción segura.

8.- Tienes permitido estacionarte o pararte en lugares prohibidos


cuando con esto logres ventajas significativas en tu intervención o
no exista otra opción viable.

9.- Puedes exceder hasta en un máximo de 20 km/hr los límites de


velocidad establecidos y hasta 40 km/hr o más cuando la situación
de emergencia represente un peligro inminente.

10.- Estás autorizado a transitar en contra del sentido de las calles


o realizar vueltas prohibidas; para ello debes reducir la velocidad al
mínimo para que sea una acción segura.

11.- Si consideras que no existen las condiciones adecuadas para


14 continuar en emergencia por el riesgo que está generando o por-
que te encuentras imposibilitado para atenderla en tiempo, debes
solicitar autorización al centro de comunicación para abandonarla y
esperar instrucciones.
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

12.- Cuando participes en el evento debes elaborar el reporte co-


rrespondiente y entregarlo a tu mando inmediato al término de la
situación de emergencia. Debes cuidar que cuente con la siguiente
información:

• Tipo de evento.
• Tipo de participación o intervención.
• Localización.
• Ruta.
• Duración.
• Condiciones climáticas.
• Condiciones de tráfico.
• Cualquier circunstancia o evento inusual.

Asistencia a víctimas

• La protección de las víctimas siempre debe anteponerse a cual-


quier otra actividad, incluso cuando ello signifique postergar la
persecución de los probables responsables o la investigación
formal del hecho.
• En caso de urgencia, las víctimas tienen derecho a que se les
brinde la atención médica, psicológica o psiquiátrica necesaria,
misma que debe ser prestada, de manera preferente, por las
instituciones públicas del Estado y los municipios. Las institu-
ciones privadas o particulares de salud tienen la obligación de
prestar a la víctima la atención médica, psicológica o psiquiátrica
de urgencia, sin perjuicio de su posterior remisión a otras insti-
tuciones, públicas o privadas.
• Cuando se debe tomar una decisión para salvaguardar una vida
humana, los policías deben asegurarse de que se brinde una
atención médica apropiada a cualquier persona. Sin embargo,
esto no obliga a la institución a saldar los costos económicos que
se generen, ni siquiera en hechos en que las lesiones se hayan
producido por una acción policial.
• El auxilio urgente para poner a salvo o detener la puesta en ries-
go de una persona cuya vida, integridad física o libertad peligran,
autoriza el ingreso a propiedad privada, incluso sin contar con
orden judicial, siempre que la víctima u ofendido lo haya solici-
tado o lo requiera de manera evidente, el riesgo se materialice
dentro de la misma propiedad y la intervención resulte impres- 15
cindible para impedir la muerte, lesiones graves o privación de
libertad de la víctima.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

• Las atenciones a la víctima no deben suponer un riesgo innece-


sario de la vida o integridad física del policía, de otras autoridades
o de terceros.
• Queda prohibido revelar públicamente o dar a conocer, a tra-
vés de medios impresos, radiales, Internet, redes electrónicas
o televisivas, los nombres, direcciones, tipos de lesión, daños o
riesgos sufridos, las causas o circunstancias del incidente, infor-
mación de cualquier clase de escritos, testimonios, piezas de la
investigación o cualquier otra información de la víctima, testigos
y sus familias.
• Salvo que lo rechacen, las víctimas deben recibir protección has-
ta quedar a disposición de las autoridades competentes o de
personal médico o psicológico autorizado.
• Una persona puede ser, al mismo tiempo, víctima y señalada
como probable responsable de un hecho delictivo. Este supuesto
no excluye ni desautoriza la aplicación del presente procedi-
miento.
• Tratándose de víctimas mujeres, niños, personas con disca-
pacidad, adultos mayores o en alguna otra circunstancia de
vulnerabilidad, la protección debe ser reforzada.

Procedimiento
1. Cuando una persona se ostente ante ti como víctima pero
no te conste el hecho que señale como causa de su situación,
asegúrate de verificarlo en un grado razonable, mediante el
examen de su apariencia física y comportamiento, el análisis
de su dicho y el entorno general de las cosas. Si tú mismo,
terceras personas o ella misma no corren peligro, dale a la
víctima el tiempo suficiente para que exprese sus emociones
y te transmita la mayor información posible acerca del inci-
dente.

2. Si la víctima presenta lesiones graves o su vida corre no-


torio peligro, debes informarlo inmediatamente al centro de
comunicación y brindarle primeros auxilios —si la situación
lo exige y te encuentras capacitado para ello— hasta que se
presente personal médico o paramédico calificado. Si las le-
siones no se aprecian a simple vista, pide a la víctima que se
revise ella misma y pregúntale si considera necesario recibir
16 atención médica.

3. Identifícate, mencionando tu nombre y señalando que for-


mas parte de la policía.
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

4. Dado que la víctima en ocasiones sufre confusión, des-


orientación y alto impacto psicológico tras el delito o incidente
traumático, debes asistirla y brindarle apoyo para contribuir a que
restablezca su tranquilidad y conciencia de la situación, o quede
bajo el cuidado de personas de su confianza o de las autoridades
competentes. Debe procurarse que este apoyo y asistencia sean
brindados por policías del mismo sexo que la víctima.

5. Si las circunstancias los permiten, procede a informarle los


derechos que le asisten. Como mínimo, en el lugar del incidente
debes señalarle sus derechos a:

• Recibir atención médica, psicológica o psiquiátrica de ur-


gencia.
• A no ser explorada físicamente, ni someterse a ningún es-
tudio, examen, análisis o peritaje, si no lo desea.
• A que la exploración, la atención médica, psiquiátrica, gine-
cológica o de cualquier tipo, esté a cargo de un facultativo
de su mismo sexo cuando lo solicite.
• A que cualquier información que proporcione no sea difun-
dida públicamente.

6. Considera como regla general el deber de no dejar sola a


una víctima que se encuentre aturdida, traumatizada o heri-
da, y procura lo necesario para que reciba asistencia médica
o psicológica inmediata, aun si tus atenciones a la víctima en-
torpecen, retardan o impiden la persecución o detención del
probable responsable o implican una alteración justificada de la
escena del delito.

7. A fin de reducir el estrés de la víctima y promover una mejor


comunicación hacia ti, infórmale, tan pronto como lo consideres
prudente, que ya no se encuentra en peligro.

8. Durante tu comunicación con la víctima, abstente de expresar


juicios de valor subjetivos, de anticipar las posibles causas o efec-
tos del incidente o de recomendar a la víctima los cursos de acción
legal que pueda emprender, más allá de lo estrictamente indispen-
sable para que reciba de las autoridades competentes la atención
médica, psicológica y de orientación jurídica que corresponda. 17
9. Bajo ninguna circunstancia puedes realizar revisiones corpo-
rales a la víctima, sujetarla con candados de manos o privarla
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

de su libertad, salvo que te solicite asistencia para librarse del


peligro, cuando sea notorio que ella misma pretende causarse
daño o cuando, al mismo tiempo, sea señalada como probable
responsable, en cuyo caso debes apegarte a lo que establezcan
otros procedimientos institucionales relacionados.

10. Bajo ninguna circunstancia permitas que quien cometió la


ofensa y la víctima permanezcan juntos en un mismo espacio y
sin vigilancia policial. Cuando se trate de delitos violentos, vio-
lencia contra la mujer o de víctimas infantiles o adolescentes,
asegúrate de mantener bajo resguardo constante y por sepa-
rado a la víctima.

Uso de fuerza para la detención

• El uso de la fuerza debe ser excepcional, cuando sea estricta-


mente necesario y en la medida en que lo requiera el desempeño
de las tareas policiales.
• El nivel de fuerza utilizado debe ser siempre proporcional a la
gravedad de la falta y el objetivo legal que se pretenda alcanzar,
procurando minimizar el daño o las lesiones al utilizarla.
• El uso de la fuerza está jurídicamente autorizado en circunstan-
cias apropiadas y excepcionales, por lo que su aplicación excesiva
o innecesaria puede traer como consecuencia responsabilidades
civiles, administrativas o penales.
• Siempre que se decida utilizar la fuerza en cualquiera de sus
niveles, debe hacerse conforme a lo que establece este proce-
dimiento.
• No se debe utilizar niveles con fuerza física o fuerza letal contra
personas detenidas o que serán detenidas y que no oponen re-
sistencia alguna.
• Si no existe una situación de peligro inminente, se debe advertir
la intención de utilizar la fuerza y dar un tiempo razonable para
permitir que la persona disminuya su resistencia.
• La o el policía debe reportar la situación al centro de comu-
nicación para asegurarse de que cualquier persona afectada o
lesionada reciba lo más pronto posible los cuidados y la asisten-
cia médica necesaria.
• El uso de la fuerza letal es legítimo bajo las circunstancias descri-
18 tas en este procedimiento y sólo si se cree de manera razonable
que no existe otra alternativa para evitar o eliminar el peligro
inminente.
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

Procedimiento

1. A medida que se incrementa la resistencia por parte de la


persona, debes incrementar el nivel de fuerza necesario para
superar esa resistencia. Debes reducir el nivel de fuerza cuando
la persona reduce la resistencia.

2. Debes evaluar siempre el nivel de resistencia y el total de cir-


cunstancias que rodean el incidente. A partir de esta evaluación
debes elegir el nivel de fuerza que comenzarás a aplicar.

3. Si la situación empeora o mejora, debes estar preparado


para reevaluar la situación y seleccionar el nivel de fuerza más
apropiado. En la gráfica 2 se representa la relación entre la
actitud de la persona y el nivel de fuerza apropiado.

G.2 Selección del nivel de fuerza

INSUFICIENTE PROBABLEMENTE ADECUADO PROBABLEMENTE EXCESIVO


INSUFICIENTE EXCESIVO

ACTITUD DESOBEDIENCIA RESISTENCIA RESISTENCIA AGRESIÓN AGRESIÓN


NEGATIVA VERBAL PASIVA DEFENSIVA ACTIVA ACTIVA GRAVE

Fuerza letal
Impulsos eléctricos
I N T E N S I D A D

Técnicas intensas
Agentes químicos y proyectiles
menos que letales
Técnicas ligeras
Instrucciones verbales
Presencia policial
C I R C U N S T A N C I A S

4. A continuación se describen los niveles de resistencia, en or-


den ascendente. La “actitud negativa” se considera el nivel más
bajo y la “agresión activa grave” el más alto.
19
Actitud negativa
• Respuestas verbales en contra de la acción policial. También se
incluyen expresiones no verbales, manifestadas mediante la ac-
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

titud de la persona y su postura corporal.


• Las expresiones no verbales suelen presentarse mediante el
lenguaje corporal de la persona, lo cual puede influir en tu deci-
sión de cómo acercarte o qué nivel de fuerza utilizar.
• Las acciones de actitud negativa no verbal pueden ser detec-
tadas, por ejemplo, si la persona aprieta los puños, comienza a
ponerse pálida u otras similares que puedan indicarte su estado
de ánimo.
• Las acciones no verbales te advierten sobre una posible agresión
por parte de la persona, aun cuando ésta no haya hecho ningu-
na amenaza verbal.
• La actitud negativa de la persona debe ser usada como informa-
ción para que estés preparado para un posible ataque, pero no
como una justificación para que utilices un nivel con fuerza física.

Desobediencia verbal
• Son respuestas verbales que indican resistencia de la persona a
obedecer alguna orden.
• Una persona tiene el derecho de protestar de manera verbal
contra la autoridad. Como regla general, las manifestaciones di-
rigidas a la autoridad tienen autorización legal; sin embargo, las
amenazas y los insultos no son legales. La respuesta apropiada
a esta situación va a depender de los factores específicos que se
presenten.
• Tu decisión para determinar el nivel de fuerza a utilizar depen-
derá en parte de tu percepción sobre la amenaza y la aparente
disposición de la persona para llevarla a cabo. Un factor adicional
es tu propio conocimiento sobre tu capacidad para manejar la
amenaza o los insultos que se presenten.

Resistencia pasiva
• Son acciones físicas que no están orientadas a atentar contra la
acción policial.
• En este nivel, el ofensor nunca hace el intento de dominar físi-
camente tus acciones de controlarlo.
• La resistencia pasiva es usualmente la postura de relajación o de
“peso muerto” que pretende hacer que alces, empujes o cargues
a la persona para poder obtener el control.

20 Resistencia defensiva
• Son acciones físicas orientadas a atentar contra la acción policial,
pero que no están dirigidas a dañar al policía.
• En este nivel de resistencia la persona atenta empujando o ja-
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

lando de manera que no deja que establezcas un control. Sin


embargo, nunca intenta golpearte de manera directa.

Agresión activa
• Es cuando la persona ataca, golpea o usa alguna técnica que
pueda resultar en lesiones contra ti u otras personas.

Agresión activa grave


• Son ataques directos contra ti o contra alguna otra persona que
pueden causar lesiones graves o la muerte.

5. A continuación se describen los niveles de fuerza, en orden


ascendente. La “presencia policial” se considera el nivel más
bajo y la “fuerza letal” el nivel más alto.

Uso de presencia policial


• Es identificarte claramente como policía y establecer tu autori-
dad con tu presencia.
• Es el contacto policía–persona, en el que utilizas tu presencia y
la aprovechas lo más posible para tomar control de la situación
y evitar incrementar el nivel de fuerza.
• Puedes aplicar la presencia policial mediante tu expresión facial,
procurando siempre mantener contacto visual con los ojos de la
persona, con lo que demuestras que estás atento y pendiente
de sus acciones.
• También se puede aplicar la presencia policial mediante el len-
guaje corporal; debes mostrarte relajado y con control de la
situación.

Uso de instrucciones verbales


• Es tu comunicación directa para controlar las acciones de la
persona; incluye órdenes e instrucciones.
•En cualquier confrontación verbal, el miedo y los nervios tienen
que ser dejados a un lado para que la persona pueda entender
mejor tus órdenes. Esto requiere buena comunicación y pacien-
cia.
• El control de tu voz indica tu control emocional. Dar tus ins-
trucciones verbales despacio, con suavidad y decisión, puede
ayudarte a obtener el control y disolver la resistencia.
• Debes procurar mantenerte en un estado de estrés bajo, para 21
que sea la persona quien sufra primero el cansancio emocional.
• Debes dar tus instrucciones en forma firme y respetuosa, dando
la oportunidad y el tiempo razonable para que te obedezcan.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

Uso de técnicas ligeras de control


• Es la aplicación de técnicas de poca intensidad para el control
físico de una persona.
• Presentan riesgos mínimos de lesión. Por lo general los usas para
controlar resistencia, pasiva o defensiva. Las técnicas ligeras tam-
bién pueden ser utilizadas para cualquier nivel de resistencia, si
para esto hay autorización táctica y legal. Colocar candados de
mano (esposas) a la persona es una técnica ligera de control.

Uso de agentes químicos y proyectiles menos que letales


• Es la aplicación de sustancias como humo blanco, gas lacri-
mógeno, agente irritante, spray pimienta; de proyectiles como
cápsulas de pintura o balas de goma, que pueden ser lanzados
a través de dispositivos manuales (granadas), rociadores, lan-
zagranadas (tipo escopeta o pistola) o a través de máquinas y
vehículos (carro lanzaagua), los cuales están considerados como
armas de riesgo menor que letal.
• Se les puede utilizar en situaciones en donde sea necesario dis-
persar a personas pero también para controlar a personas que
ofrecen resistencia.
• Es un medio muy eficaz para lograr incapacidad temporal de una
persona, con la mínima probabilidad de causar lesiones graves.

Uso de impulsos eléctricos


• Es el uso de armas de menor riesgo que letal, aprobadas y
diseñadas para controlar a una persona mediante descargas
eléctricas.
• Producen parálisis muscular temporal, lo que te proporciona se-
guridad y facilita el cumplimiento de la detención.
• Con el uso de estas armas es posible estabilizar y controlar
muchas situaciones que de otra manera requerirían el uso de
niveles de fuerza superiores.

Uso de técnicas intensas de control


• Es la aplicación de técnicas de mayor intensidad para el control
físico de una persona. Pueden causar lesiones, por ejemplo un
golpe con la mano, o una patada. Los derribos están también
considerados en esta categoría.
• Por lo general estas técnicas son utilizadas contra agresiones
22 activas o agresiones activas graves.
• Estas técnicas son aplicadas cuando los niveles de fuerza an-
teriores fallaron o no aplican porque la resistencia inicial de la
persona es mayor.
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

Uso de fuerza letal


Es el uso de fuerza mediante diferentes técnicas o medios que
pueden causar lesiones graves o la muerte a una persona.

6. Ante alguna resistencia a la acción policial, no estás obligado


a iniciar el uso de fuerza en el nivel más bajo; puedes iniciar en
el nivel que corresponda en función de las circunstancias se-
ñaladas en este procedimiento. Existen muchas circunstancias
que determinan si debes incrementar o reducir el nivel en el
uso de fuerza, entre ellas:

• Edad: si tu edad representa una ventaja o desventaja respecto


de la otra persona.
• Complexión y condición física: si tu altura, peso y condición fí-
sica representan una ventaja o desventaja respecto de la otra
persona.
• Habilidades: si la persona que enfrentas tiene habilidades igua-
les o mayores a las tuyas.
• Inhabilitación: si te encuentras inhabilitado o herido al enfrentar
a la persona.
• Asistencia no disponible: si te enfrentas a una situación que re-
quiere refuerzos y no hay asistencia disponible.
• Persona armada: si tienes información de que la persona a en-
frentar está armada.
• Conocimiento especial: si sabes que la persona a ser contactada
está bajo la influencia de alcohol o drogas, es una persona con
algún tipo de discapacidad mental, posee habilidades especiales,
ha asumido una posición defensiva o cualquier otra que hagan a
la persona extremadamente peligrosa.
• Proximidad al arma del policía: si debes proteger tu arma u otro
equipo policial que pueda ser usado como arma en tu contra.
• Poblaciones que pueden experimentan una mayor vulnerabili-
dad y que exigen una mayor atención y un mayor cuidado, por
ejemplo: mujeres, niñas, niños y personas de la tercera edad.

7. Existe diferencia entre el nivel de fuerza y la intensidad de


fuerza utilizada en cada nivel. Como ejemplo, si decides utilizar
alguna técnica ligera de control para una situación específica; esta
decisión está considerada dentro del nivel de técnicas ligeras,
pero la intensidad de fuerza aplicada puede variar según la re- 23
sistencia que presente la persona. El modelo de uso de fuerza
continuo requiere la utilización del menor nivel de fuerza en su in-
tensidad más baja, que resulte apropiado de acuerdo a la situación.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

8. No puedes utilizar la fuerza letal para:


• Controlar a personas que sólo estén causando daños a pro-
piedad, salvo que el ataque a bienes materiales lleve implícita
o apareje la puesta en riesgo sobre la vida o integridad de las
personas.
• Detener a personas cuyas acciones produzcan heridas o daños
a ellos mismos.
• Detener a personas que sólo están cometiendo faltas adminis-
trativas.

9. No debes desenfundar, exhibir o manipular tu arma de fuego


a menos que su uso potencial en la situación sea apropiado, o si
es claro que las circunstancias requieren el uso del arma para
controlar una situación de peligro inminente.

10. El uso de la fuerza letal para el sacrificio de un animal


sólo está autorizado cuando existe peligro inminente. Siempre
que exista oportunidad, debes solicitar autorización a tu mando
inmediato. No debes sacrificar a un animal bajo ninguna otra
circunstancia.

11. No debes disparar desde un vehículo en movimiento o hacía


un vehículo en movimiento a menos que creas de manera ra-
zonable que las siguientes condiciones se cumplen:

• Ninguna persona ajena a la situación resultará herida.


• Si no lo haces, tú u otras personas enfrentarán una situación de
peligro inminente.
• No hay alternativas en ese momento para prevenir o eliminar
el peligro.

12. Siempre que utilices un nivel de fuerza mayor al de ins-


trucciones verbales, debes registrar el incidente en el reporte
de uso de fuerza.

Medios de detención y control


• Siempre que se decida utilizar una técnica, instrumento o arma
para aplicar la fuerza —en cualquiera de sus niveles— debe ha-
24 cerse conforme a lo que establece este procedimiento.
• Queda prohibido alterar o modificar cualquier arma o instru-
mento para la detención y control.
• El policía debe revisar el correcto funcionamiento de los ins-
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

trumentos y armas aprobadas, refacciones o cartuchos antes


de iniciar su jornada de servicio. Cualquier anomalía debe ser
notificada a su mando inmediato a la brevedad y solicitar ins-
trucciones.
• Los medios de detención y control, incluidas las armas de fuego,
deben ser conservados en buen estado, limpios y funciona-
les, por lo que en lo posible deben alejarse de la intemperie,
el exceso de humedad, condiciones extremas de temperatura o
circunstancias de cualquier índole que los exponga de manera
innecesaria a la corrosión, la deformación o el desgaste.
• El policía que sea separado de su servicio, cualquiera que sea la
causa, debe reintegrar en buen estado los medios de detención
y control que le hayan sido asignados para el desempeño de sus
funciones.

Procedimiento para el uso de candados de manos


(esposas o aros de aprehensión)
1. Según el nivel de resistencia, realiza el tipo de esposamiento
más adecuado, con base en la capacitación que recibiste.

2. Cuando utilices los candados de manos (esposas o aros de


aprehensión) en una persona y siempre que te sea posible, las
manos de la persona deben estar por la espalda con las palmas
hacia fuera y los pulgares hacia arriba.

3. Debes revisar que al asegurar a una persona no quede muy


apretado el instrumento que utilices. Para verificar esto, tu
dedo meñique debe caber entre el instrumento y la muñeca.

4. Cuando las circunstancias lo permitan, debes activar el se-


guro al esposar.

5. Nunca esposes a la persona a ti, esto te deja muy vulnerable


a alguna lesión.

6. A menos que sea estrictamente necesario, para no poner en


un riesgo mayor a otras personas, debes procurar no esposar
a la persona detenida a un objeto fijo, sobre todo cuando esto
pueda poner en peligro su seguridad.
25
7. El uso de candados de manos no neutraliza a la persona
de manera definitiva, por lo que debes establecer siempre una
estricta supervisión.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

8. Debes retirar las esposas en cuanto desaparezcan las condi-


ciones que hayan ameritado su colocación.

Procedimiento en uso individual de aerosoles


1. Antes de utilizar un aerosol debes haber completado satis-
factoriamente el entrenamiento para su uso.

2. Los aerosoles están considerados como arma defensiva o


de control en circunstancias en que exista peligro para ti, para
otras personas o para una propiedad. Algunos ejemplos de su
utilización pueden ser:

• Para defenderte o defender a terceros de otros ataques.


• Para evitar intentos de suicidio.
• Para controlar a personas que se resistan o interfieran con una
detención.
• Para controlar animales cuando las circunstancias lo ameriten.

3. Las reacciones alérgicas al agente químico deben ser identi-


ficadas de inmediato; éstas pueden manifestarse en problemas
respiratorios graves. Si previamente sabes que eres alérgico,
debes notificarlo por escrito a tu mando inmediato.

4. Si presentas síntomas alérgicos al exponerte al aerosol, de-


bes llevar a cabo el siguiente procedimiento:

• Lava el área contaminada con cantidades grandes de agua fría


y exponte al aire fresco lo más pronto posible. Puedes obtener
alivio adicional si lavas con jabón.
• Quítate los lentes de contacto y ropas contaminadas; lávalas de
manera concienzuda antes de volverlas a colocar.
• No te apliques cremas, lociones ni aceites, ya que pueden atra-
par la irritación.
• Si persiste la irritación, solicita apoyo para que seas llevado al
servicio médico.

5. Al usar el aerosol debes limitarte a los tiros cortos reco-


mendados (1/4 de segundo a un segundo). El aerosol reacciona
diferente en cada persona, por lo que debes dar un tiempo
26 razonable para que el gas trabaje.

6. Cuando utilices el aerosol, debes asegurar a la persona y


monitorearla por un periodo de tres a cinco minutos, para ase-
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

gurarte de que no presenta complicaciones. Si hay señales de


reacciones alérgicas, debes solicitar al centro de comunicación
la atención médica de inmediato y darle los primeros auxilios
necesarios mientras llega la ayuda.

7. Si la persona cae en un paro respiratorio, debes notificar a tu


mando inmediato y aplicar los primeros auxilios.

8. Si sospechas que la persona a la que se le aplicó el aerosol


consumió alcohol o drogas, debes solicitar inmediatamente la
atención médica por medio de centro de comunicación. Si algu-
na persona admite tener problemas del corazón, respiratorios,
diabetes, presión alta o cualquier condición médica delicada
debe ser evaluada de inmediato por el médico.

9. Para descontaminar a otras personas por el uso del aerosol,


debes realizar el siguiente procedimiento:

• Retira a la persona del área contaminada.


• Exponla al aire fresco y frente al viento.
• Sostenla y mantenla relajada lo más posible.
• Usa una toalla o papel mojado para hacer presión contra la cara,
seguido de un papel seco. Está comprobado que es el método
más eficaz para remover residuos de la piel.
• Cuando haya suficiente agua disponible, deja que la persona
limpie sus ojos con grandes cantidades de agua fría.
• No uses soluciones salinas para limpiar los ojos o la cara.

Procedimiento en uso de impulsos electrónicos (taser)


1. Antes de portar o utilizar el taser debes haber completado el
entrenamiento para su uso de manera satisfactoria.

2. El taser es considerado un arma de riesgo menor que letal,


ya que tiene pocas probabilidades de causar lesiones graves o
la muerte cuando lo utilizas —de manera adecuada— para con-
trolar a personas que presentan resistencia o agresión.

3. Debes portar el taser sólo con la funda que te haya sido pro-
porcionada de manera oficial.
27
4. Debes notificar al centro de comunicación después de que
realices alguna descarga del taser, sea accidental o intencional.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

5. No debes descargar el taser de manera intencional sobre el


cuello, la cara, la cabeza o la ingle de una persona.

6. Las situaciones en las que no debes utilizar el taser incluyen:

• Mujeres que de manera previa sepas o tengas la sospecha de


que están embarazadas.

• Para someter a una persona con la intención de obtener eviden-


cia física, como cabello, piel, células bucales, sangre, entre otras.
• Cerca de materiales peligrosos, gases o líquidos inflamables.
• En circunstancias donde la caída de la persona puede provocarle
lesiones graves o la muerte.

7. Debes evaluar los riesgos y las consecuencias cuando preten-


das utilizar el taser en niñas, niños o personas de la tercera edad.

8. Al prepararte para utilizar el taser debes procurar apuntar en


primer lugar a la masa corporal de la espalda de la persona; de
manera secundaria, a la masa corporal del pecho o las piernas.

9. Después de utilizar el taser sobre una persona y haber obte-


nido el control, debes seguir los siguientes pasos:

• Esposar de inmediato a la persona para evitar cualquier tipo


de lesión.
• Remover el cartucho del taser y después remover las puntas
(probes) de la persona. Una excepción en la que no debes remo-
ver las puntas es cuando éstas se hayan incrustado en los ojos,
cara, busto femenino, cuello o ingle de la persona; en tal caso se
debe solicitar ayuda profesional para removerlos.
• Cuando las circunstancias lo permitan, debes proporcionar asis-
tencia médica inmediata.
• Notifica al mando inmediato para que se presente en la escena,
envíe apoyo o te gire las instrucciones pertinentes.

Procedimiento en uso de armas de fuego


1. Debes realizar una inspección de los mecanismos de funcio-
namiento de tu arma antes de iniciar tu servicio y realizar las
28 medidas de seguridad correspondientes en el lugar designado
para tal efecto.
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

2. Cualquier anomalía debe ser notificada al mando de manera


inmediata y debes esperar instrucciones.

3. Las armas largas deben permanecer —en la medida de lo


posible— resguardadas por el policía responsable, y se debe
evitar introducirlas en instalaciones públicas y privadas cuando
no sea necesario.

4. Nunca debes posicionar tu dedo en el disparador o gatillo a


menos que tengas la firme y real intención de activarlo (disparar).

5. Nunca debes dirigir tu arma a una persona u objeto, a me-


nos que tengas la intención de posicionarlo, de manera real y
voluntaria, en tu línea de tiro.

6. Siempre debes mantener el dedo apartado del disparador o


gatillo, hasta que el arma apunte al blanco.

7. Al utilizar un arma de fuego debes procurar apuntar sobre


todo a la masa corporal de la persona.

8. Después de utilizar el arma de fuego sobre una persona y


haber obtenido el control, debes seguir los siguientes pasos:

• Si la persona sigue con vida y no existen riesgos por hacerlo, debes


esposarla de inmediato para evitar cualquier otro tipo de lesión.
• Cuando las circunstancias lo permitan y sólo si cuentas con la
capacitación adecuada, debes proporcionar primeros auxilios.
• En cualquier caso, debes solicitar asistencia médica inmediata
por medio del centro de comunicación o, cuando sea necesa-
rio, por cualquier otro medio disponible.
• Controlada la situación, debes proporcionar a tu mando inme-
diato toda la información del evento y esperar instrucciones.

9. De la forma más inmediata posible y en cuanto las circuns-


tancias lo permitan, debes elaborar un reporte de uso de fuerza
y entregarlo al mando. Debe ser elaborado y presentado antes
de que concluya tu servicio del día en que ocurrió el incidente.

10. El reporte de uso de fuerza se puede presentar con libertad 29


pero siempre bajo protesta de decir verdad; se debe firmar,
de puño y letra, todas las hojas que lo integren y es preferible
emplear equipo de cómputo.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

Detención

• El respeto a los derechos humanos y las garantías individuales es


una exigencia prioritaria durante cualquier detención. Durante y
después de ella, se debe evitar cualquier forma de intimidación,
tratos crueles, inhumanos o degradantes, incomunicación inde-
bida, discriminación o tortura, velar en todo momento por la
integridad física de la persona o las personas detenidas y evitar
su exposición innecesaria a lesiones.
• Las personas detenidas deben recibir un trato acorde a su
condición de personas que no han sido condenadas. Desde el
momento de la detención y durante el traslado no se podrá ob-
tener ni recibir ninguna declaración de la persona detenida.
• La persona detenida debe ser puesta a disposición de la autori-
dad competente, en forma inmediata y segura, utilizando sólo el
tiempo que resulte estrictamente indispensable para realizar los
trámites o anotaciones tendientes a formalizar la puesta a dis-
posición o a elaborar el reporte administrativo de la detención.
• Toda intención de detener a alguna persona debe ser notificada
antes al mando inmediato, salvo cuando circunstancias urgentes,
extraordinarias y debidamente justificadas lo impidan, en cuyo caso
la notificación debe producirse en cuanto se haya controlado a la
persona, superado la urgencia o desaparecido el impedimento.
• La flagrancia debe ser percibida de modo previo a la detención,
ya sea mediante el alcance normal de los sentidos o con auxilio
de medios técnicos. Por tanto, debe haber flagrancia antes de
realizar la detención.
• La simple “actitud sospechosa o marcado nerviosismo” de un
persona no es causa suficiente para realizar una detención. La
detención debe guiarse únicamente por la conducta de la perso-
na y nunca por su apariencia.
• La policía puede obtener datos de identificación de la persona
sospechosa y su versión sobre los hechos sucedidos; sin embar-
go, la declaración de una persona sospechosa a un policía no
tiene validez en el juicio.
• Si la persona sospechosa se ostenta como titular de fuero de
inmunidad, por su condición de diplomático o cualquier otra cir-
cunstancia, se debe procurar la confirmación de su identidad;
es preferible que esto se haga mediante alguna identificación
30 original, para informar al mando inmediato.
• Si la persona sospechosa se ostenta como miembro de cualquier
institución policial, el Ejército, la Fuerza Aérea o la Marina Arma-
da de México, se debe reportar al mando inmediato, para que se
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

informe a la institución, en su caso, sin proveer ninguna clase de fa-


cilidad que conduzca a una evasión o propicie tráfico de influencias.
• La detención de cualquier persona procede en casos de flagrancia:
- Cuando la persona sea sorprendida en el momento de
cometer un hecho aparentemente delictivo.
- Cuando la persona sea perseguida materialmente después
de haber cometido un hecho aparentemente delictivo.
- Cuando la persona sea sorprendida inmediatamente des-
pués de haber cometido un hecho aparentemente delictivo y
existan los siguientes supuestos:
• Fue sorprendida en el momento de su comisión.
• Fue señalada por alguna persona que presenció el hecho
probablemente delictivo.
• Se encuentre en su rango de disposición objetos mate-
riales del delito u otros indicios o huellas del mismo, que
hagan presumir que lo cometió o participó en el mismo.
• La detención de cualquier persona procede en cumplimiento de
una orden de aprehensión o de presentación forzosa, escrita y
firmada por un juez, donde se requiera la detención de una o
varias personas como probables responsables de la comisión de
algún hecho considerado por la ley como delito y sancionado con
pena privativa de libertad.
• La detención de cualquier persona procede en cumplimiento de
una orden de detención urgente, escrita y firmada por un agente
del Ministerio Público, donde se requiera la detención de una o
varias personas señaladas como probables responsables de un
delito calificado por la ley como grave.
• La detención de cualquier persona procede en cumplimiento de
una medida de apremio o disciplinaria decretada por un órgano
jurisdiccional competente o por el Ministerio Público, mediante
escrito y aun en forma verbal, según el caso. En este supuesto,
se deben acatar de manera estricta las instrucciones del juez,
tribunal o agente del Ministerio Público ordenador.

Procedimiento
1. Antes de realizar la detención, debes identificar la causa a
partir de los hechos que te consten y que te hagan creer de
manera razonable la probable participación de la persona sos-
pechosa susceptible de la detención.
31
2.- Una vez que tengas clara la causa, debes procurar por to-
dos los medios que se encuentren a tu alcance hacérsela saber
al detenido, al momento de proceder.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

3. La sola conducta sospechosa, aspecto inusual o circunstancia


extraña de una persona no son justificación legal para una de-
tención, por lo que debes fundamentar la causa probable de tu
decisión con datos objetivos respecto del detenido u otras circuns-
tancias o hechos que hayan dado clara justificación a tu proceder.

4. Las manifestaciones, protestas públicas o concentraciones


masivas de cualquier índole no son por sí mismas una causa
probable para realizar detenciones, siempre que se desarrollen
en forma lícita. Si existe violencia, uso de armas, amenazas
o entorpecimiento contra la autoridad, daños o bloqueos a
instalaciones o servicios públicos, procederá la detención de
los responsables, con sujeción a las reglas de la flagrancia y
conforme al procedimiento correspondiente.

5. Cuando no existan elementos suficientes para acreditar que


existe flagrancia para la detención, debes individualizar a la
persona sospechosa, tratar lo más pronto posible de obtener
información sobre dónde encontrarla y dejarla en libertad.

6. Ante la duda sobre si existe flagrancia, lo recomendable es no


detener a la persona, aplicarle una entrevista como a cualquier
otro testigo, asegurando las pruebas y evidencias si esto es
posible y necesario.

7. Cuando afirmes tu intención de detener a algún sospechoso,


debes comunicarlo a tu mando inmediato antes de proceder,
siempre y cuando el tiempo y la situación lo permitan. Dicha
comunicación debe comprender, como mínimo:

• Tu identificación.
• Breve descripción de la persona a detener.
• Lugar donde te propones realizar la detención.
• Motivo o causa probable de la detención.
• Identificación del personal o institución policial de apoyo que te
brinda respaldo.

8. Puedes hacer uso de la fuerza sólo cuando sea estrictamente


necesario y en la medida que lo requiera la situación, de con-
32 formidad con el procedimiento correspondiente.

9. En caso en que se cumpla una detención, debes comunicar


este hecho a tu mando inmediato en el primer momento en que
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

la situación lo permita. En todo caso, debes cumplir con esta no-


tificación antes de comenzar el traslado de la persona detenida.

10. Cuando la detención se practique en ejecución de una de-


terminada orden de aprehensión o de presentación forzosa
decretada por una instancia judicial, debes entregar a la perso-
na detenida una copia de la misma.

11. En caso de detención en flagrancia puedes registrar las


vestimentas, el equipaje o el vehículo de la persona detenida,
todo conforme al procedimiento correspondiente; se debe pro-
curar en todo momento que dicho registro sea realizado por
policías del mismo sexo que la persona detenida.

12. Cuando las circunstancias lo permitan, se debe tomar


medidas para proteger las propiedades o pertenencias de la
persona detenida y para prevenir que las utilice para dañar a
otro o a sí misma.

13. Debes separar de la persona detenida cualquier objeto que


signifique un riesgo para alguna persona o que sea parte del
hecho delictivo (botín, arma, etc.). Debes asegurarlos y ponerlos
en una bolsa o recipiente adecuados para tal fin y evitar que se
pierdan durante la detención o durante el periodo de traslado.

14. Si el objeto asegurado es peligroso por sí mismo, según su


sola apariencia o de acuerdo con tus propios conocimientos es-
pecializados (como bombas, granadas o sustancias peligrosas),
debes pedir inmediatamente apoyo al centro de comunicación.

15. Los objetos que asegures deben ser inventariados conforme


a la cadena de custodia y ponerse a disposición de la autoridad
competente, junto con el detenido.

16. Al detener a una persona, y antes de que puedas empezar


a hacer cualquier pregunta, debes hacer de su conocimiento los
derechos que le asisten, conforme al acta de lectura de derechos,
y obtener la firma correspondiente. Si la persona se negara a
firmar, deben registrar esto y pedir a algún testigo que firme.
33
17. En una situación de emergencia por enfermedades o lesio-
nes que pongan en peligro al detenido, debes solicitar asistencia
médica inmediata por medio de centro de comunicación.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

18. Debes solicitar, a través del centro de comunicación,


asistencia social para las niñas, los niños o las personas con
discapacidad cuyo cuidado personal esté a cargo del detenido
y no haya alguna otra persona o autoridad en el lugar que se
pueda hacer responsable.

19. Desde el momento de la detención y hasta la documenta-


ción del incidente, debes preservar las pruebas o evidencias
relacionadas con la causa de la detención, conforme a la ley y
los reglamentos aplicables.

20. Tratándose de alguna falta o delito en flagrancia por meno-


res de edad, éstos deben ser puestos a disposición de la unidad
especializada correspondiente (Unidad de Menores).

21. Tratándose de adolescentes detenidos, la puesta a disposi-


ción debe realizarse ante el Ministerio Público para Adolescentes
o un Ministerio Público especializado en la materia.

22. Cuando sea notorio que el hecho que haya motivado la de-
tención consista en un probable delito de competencia federal,
realiza la puesta a disposición ante el Ministerio Público de la
Federación; en cualquier otro caso, o bien ante la duda, procede
ante tu Ministerio Público.

23. Abstente de informar a los medios de comunicación o a


terceros no autorizados la identidad u otros datos personales
del detenido, o cualquier indicio relacionado con la investiga-
ción del hecho, puesto que la revelación de datos reservados o
confidenciales puede exponerte a responsabilidades de carácter
civil, penal y administrativo.

24. Traslada al detenido ante la autoridad competente de ma-


nera inmediata.

Traslado de detenido
• La persona detenida debe ser puesta a disposición de la autori-
dad competente, en forma inmediata y segura, utilizando sólo el
34 tiempo estrictamente indispensable para realizar los trámites o
anotaciones tendientes a formalizar la puesta a disposición o a
elaborar el reporte administrativo de la detención.
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

• En cualquier traslado de detenidos se pueden utilizar esposas o


candados de mano, colocando los seguros que impidan producir
lesiones, y asegurando siempre a la persona de manera que se
evite cualquier daño innecesario a su integridad física.
• Se prohíbe trasladar en el mismo vehículo en que se traslada
al detenido a su abogado o a personas relacionadas con él pero
que no han cometido ninguna falta o delito.
• Bajo ninguna circunstancia se debe trasladar, junto con el de-
tenido, a civiles que no sean señalados como responsables, por
ejemplo testigos o periodistas.
• Si al momento de la detención la o el probable responsable es-
tuviese acompañado de una niña, niño, adolescente o persona
con discapacidad, no señalado como responsable, se debe infor-
mar al mando inmediato y esperar instrucciones.
• En una situación de emergencia por enfermedades o lesiones
que pongan en peligro a la persona detenida al momento de
estar siendo trasladada y cuando el personal médico no esté
cercano al lugar, se le debe trasladar al centro de salud u hospi-
tal más cercano, informando siempre al centro de comunicación.
• Cualquier persona detenida que sea trasladada por emergencia
a un centro de salud u hospital cercano debe permanecer con
vigilancia las 24 horas hasta que sea dada de alta o se ponga a
disposición de las autoridades correspondientes.
• Siempre que las circunstancias lo permitan, el traslado de una
persona detenida debe realizarse con ventaja numérica para los
policías, es decir, siempre que se traslade a una sola persona
debe procurarse que lo hagan dos policías, para dos personas
tres policías y así respectivamente.
• Se debe procurar que todo traslado de personas detenidas se lleve
a cabo en vehículos adaptados o diseñados para este objetivo. En el
caso de vehículos pick up, éstos deben estar equipados con meca-
nismos de seguridad para poder trasportarlas en la caja de carga.
• Cada persona detenida debe ocupar un asiento, de modo que
sólo se debe llevar a tantos pasajeros como permita el diseño
del vehículo.
• Los policías que ejecuten una orden judicial de aprehensión o
presentación deben conducir de inmediato a la o el detenido
ante la presencia del juez que expidió la orden.

Procedimiento 35
1. Debes esposar a la persona detenida con las manos por la
espalda y las palmas extendidas hacia afuera. Sólo puedes es-
posar a alguien con las manos al frente cuando tenga alguna
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

discapacidad, cuando las manos por la espalda puedan agravar


alguna lesión o cuando se presuma que una mujer detenida se
encuentre embarazada.

2. Por ningún motivo debes esposar a la persona detenida a


alguna parte de tu vehículo durante el traslado.

3. Después de esposar a la persona y antes de subirla, debes


revisar que no traiga ninguna arma u objetos de contrabando,
con una inspección corporal. Debes procurar que dicha revisión
sea realizada por algún policía del mismo sexo que la persona
detenida.

4. Debes asegurar cualquier arma u objeto de contrabando,


resguardarlo hasta el área de detención y entregarlo junto con
el acta correspondiente, debidamente complementada.

5. Debes tener cuidado y ayudar a la persona detenida a subir


al vehículo, siempre que las circunstancias lo permitan.

6. Una vez que la persona detenida esté a bordo de tu vehículo


y asegurada, debes informarle, así como a familiares o conoci-
dos que estén presentes, el lugar a donde será trasladada.

7. La persona detenida debe siempre estar sentada, de manera


que se garantice su integridad física y no quede fuera del con-
tacto visual del personal policial.

8. Una vez asegurada la persona detenida, debes colocarle el


cinturón de seguridad del vehículo durante el traslado, si esto
es posible.

9. Debes monitorear la salud de la persona detenida durante


todo el recorrido y prestar especial atención a quienes fueron
reportados o se sospeche que estén bajo el influjo de drogas
o alcohol, o a quienes tengan antecedentes de ser violentos y
agresivos.

10. Bajo ninguna circunstancia debes detenerte durante el


36 traslado de una persona detenida. Si alguna persona solicita tu
ayuda o intervención, debes continuar con el traslado y notifi-
car de esta necesidad al centro de comunicación, para que sea
atendida.
PROTOCOLO DE USO DE LA FUERZA

11. Si la persona detenida pudiera ser responsable de un delito


grave, puedes utilizar torreta y sirena, así como contravenir las
disposiciones de tránsito, siempre procurando tomar las pre-
cauciones necesarias para protegerte y proteger a la persona
detenida, conforme al procedimiento correspondiente.

Glosario

Adolescentes: las personas de entre 12 y 18 años de edad.

Arma de fuego: arma que utiliza una ignición (fuego) para pro-
vocar una explosión y de esta forma lanzar un objeto (ojiva,
misil, etc.) a gran velocidad. Son consideradas de alto riesgo le-
tal por la gran posibilidad de que su uso genere lesiones graves
o la muerte a personas.

Creer de manera razonable: valoración objetiva que se hace


de una situación, considerando todas las circunstancias que la
rodean.

Persona detenida: toda persona privada de la libertad perso-


nal, salvo cuando ello haya resultado de una condena por razón
de un delito, en cuyo caso se utilizará el término “persona pre-
sa” o “persona condenada”.

Fuerza letal: nivel de fuerza policial con altas posibilidades de


causar lesiones graves o la muerte de una persona.

Lesiones graves: aquellas que ponen en peligro la vida, produ-


cen la pérdida de cualquier función orgánica, miembro, órgano
o facultad, causan deformidad incorregible y notoria o provocan
incapacidad permanente para trabajar en cualquier arte, pro-
fesión u oficio.

Peligro inminente: situación a punto de ocurrir en donde, si no


hay intervención, pueden resultar lesiones graves o la muerte
de alguna persona. El periodo en el que se esté involucrado
va a depender de circunstancias y hechos de cada situación, y
siempre va a ser diferente.
37
Niñas y niños: las personas con menos de 12 años cumplidos.
Reporte sobre uso de fuerza: documento que describe las ca-
racterísticas y circunstancias específicas del incidente en el que
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

un policía que haya tenido intervención, directa o indirecta, me-


diante el uso de la fuerza.

Servicio: tiempo en el que un policía realiza las funciones que


le han sido encomendadas.

Taser: inmovilizador temporal que administra una descarga


eléctrica a través de un cable o mediante contacto directo y
que está diseñado para tomar el control sobre una persona en
situaciones críticas y de riesgo.

Tiempo razonable: lapso, ante una situación, en donde se con-


sideran todas las circunstancias que la rodean, antes de tomar
una decisión.

Vehículo (oficial): es el vehículo motorizado, equipado y de uso


oficial de la policía, en el que son realizadas las funciones pro-
pias del cargo.

Víctima: de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos


Humanos, es la persona que ha sufrido un daño por lesiones
físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdidas económicas
o menoscabo de sus derechos fundamentales, como conse-
cuencia de comportamientos —derivados de la violación de una
norma prohibitiva o de un mandamiento legal— que consti-
tuyen violaciones a las leyes penales nacionales o de normas,
relacionadas con los derechos humanos, que gozan de recono-
cimiento internacional.

38
Sistema de supervisión y
control del uso de fuerza

Objetivos del sistema

Objetivo general
Formular un sistema de supervisión y control policial enfocado en la
prevención de actos de tortura.

Objetivos específicos
• Mejorar y formalizar los procedimientos de supervisión y control
para la actuación policial en una detención.
• Diseñar mecanismos de evaluación externos para los procesos
de supervisión y control policial en la detención.

Supervisión policial

La supervisión policial es la acción de dirigir y monitorear las activida-


des policiales día a día. En la mayoría de las instituciones policiales los
servicios que proporcionan las y los agentes están relacionados con
la prevención y la investigación de delitos. Los policías y los investi-
gadores de calle son la estructura más básica en las instituciones y
son supervisados por la cadena de mando, que consiste en policías de
mayor grado o cargo. La cadena de mando en la mayoría de las ins-
tituciones policiales es similar a lo que encontramos en las unidades
militares, donde cada subordinado en la cadena obedece sólo a un
mando inmediato. De manera usual, las órdenes e instrucciones en la
organización fluyen de arriba hacia abajo entre cada nivel de mando.
39
El grado o cargo designado a la supervisión varía entre institución e
institución, pero lo habitual es que el supervisor inmediato de las y los
policías preventivos o de investigación en la calle sea el jefe de turno
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

o el comandante. El jefe de turno es supervisado por el comandante y


el comandante por el director operativo o director general. Entre más
grande sea la institución policial, más serán los cargos o grados en la
cadena de mando.

La supervisión de las actividades policiales es una tarea muy com-


plicada, sobre todo por tres razones. La primera es que las y los
policías patrullan solos o en pareja y están siempre en movimiento,
además de que están dispersos a lo largo de un área geográfica. Por
ejemplo, en una institución policial grande un comandante puede ser
responsable de supervisar al mismo tiempo a más de 12 policías en
patrulla, cada uno patrullando de manera independiente y dispersos
en un área geográfica de más de 20 kilómetros cuadrados. Cuando no
se están atendiendo llamadas de emergencia, las y los policías de pa-
trullaje están libres de patrullar de manera aleatoria, en un esfuerzo
por detectar actividades delictivas o hacer una labor disuasiva contra
el delito. Por eso puede ser muy difícil para un comandante localizar
a sus subordinados u observar en directo su comportamiento cuando
no se encuentran respondiendo a una llamada de emergencia.

Por otro lado, las y los policías de investigación dedican la mayor parte
de su tiempo fuera de la oficina a conducir entrevistas con víctimas o
testigos. Contactar a estos testigos muchas veces requiere el traslado
a diferentes áreas entre la geografía de su competencia y, muchas
veces, fuera de ésta. Por esta razón, la supervisión de las y los poli-
cías de investigación de unidades que están en constante movimiento
en diferentes tiempos y en diferentes zonas es complicada. Es raro
que un mando de supervisión se encuentre presente cuando sus su-
bordinados están llevando a cabo alguna diligencia.

La segunda razón por la que la supervisión policial resulta difícil tie-


ne que ver con el alto nivel de toma de decisión que tienen las y los
policías en la calle. A pesar de que la policía está normada en sus deci-
siones por las leyes y las reglas de las instituciones, los manuales de
procedimientos y los reglamentos, estas guías nunca podrán cubrir
todas las situaciones en las que los policías pueden involucrarse en
el curso normal de sus actividades. Cuando se involucran en alguna
situación sospechosa, los policías tienen que decidir lo que se debe
investigar, en dónde se pudo haber quebrantado la ley o en dónde hay
40 suficiente evidencia para soportar una investigación o una detención.

Cada situación en la que se involucra la policía es única, por tanto las


y los policías deben tener cierto grado de discrecionalidad para decidir
SUPERVISIÓN Y CONTROL DEL USO DE FUERZA

lo que constituye una violación de la ley y en qué situaciones puede


utilizarse la fuerza. Por tanto, no sólo es difícil para el supervisor po-
licial estar presente en el terreno para observar de manera directa y
supervisar a los policías en su trabajo, ya que aunque estén estable-
cidas reglas y procedimientos, éstas siempre están abiertas a cierto
grado de interpretación por parte del policía que debe obedecerlas.
Aunque los supervisores estén presentes en una escena de acción
policial y sean testigos de las circunstancias que rodean a los policías,
es algunas veces difícil para ellos determinar si los policías actuaron
de manera apropiada.

La tercera razón por la que es difícil la supervisión directa sobre la


conducta de los policías es la gran cantidad de trabajo administrativo
que muchas veces deben realizar los mandos encargados de la su-
pervisión. Aun cuando las funciones específicas de los mandos varían
de institución en institución, es común que se tengan que encargar de
la asignación de servicios, de la revisión de todos los reportes escritos
que hacen sus subordinados, de atender reuniones con directores u
otras áreas gubernamentales, atender reuniones con la comunidad,
contestar llamadas telefónicas, recibir quejas ciudadanas, recopilar
y registrar información para las estadísticas en sus áreas o elaborar
reportes disciplinarios. Estas innumerables actividades administra-
tivas pueden imponer un severo límite al tiempo que el supervisor
tiene disponible para salir a trabajo de campo para monitorear las
actividades de manera directa.

Ente los métodos más formales con que cuenta el mando para
supervisar el comportamiento de los policías están las reglas es-
critas, los procedimientos formalizados y las políticas. La mayoría
de las instituciones policiales cuentan con reglamentos para regular
la conducta policial en muchas situaciones. La dependencia de los
mandos policiales de estos reglamentos y regulaciones tiene im-
portantes desventajas. Primero, es imposible que los reglamentos
y los procedimientos formalizados consideren todas las situaciones
en las que los policías pueden involucrarse, por lo cual los policías,
de manera habitual, tienen que usar su buen juicio o interpretar las
reglas de la mejor manera posible. Segundo, las reglas pueden apli-
carse sólo cuando una violación ha sido detectada. En la subcultura
policial es usual que existan fronteras entre los policías de calle y los
mandos. Como parte de la cultura de los policías en la calle existe 41
un código del silencio, así que sólo unos cuantos policías reportarían
violaciones a las reglas y los procedimientos por parte de sus com-
pañeros (Mastrofski, 2011). Así, como ya se expuso, la supervisión
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

directa en campo que pueda identificar una falta al reglamento o a


un procedimiento, será difícil de comprobar.

A pesar de lo anterior, las investigaciones sociales han demostrado


que el uso de reglas y procedimientos formalizados puede contribuir a
controlar ciertos tipos de comportamiento de los policías. Por ejemplo,
se ha documentado un patrón consistente de reducción en el número
de disparos de arma de fuego contra civiles después de que las ins-
tituciones policiales han escrito reglas que limitan las circunstancias
en las que se puede disparar un arma. El desarrollo de regulaciones
estrictas para el uso de la fuerza en las instituciones policiales mu-
chas veces ha dado por resultado que los policías tengan una mejor
aplicación de la misma.

Por otro lado, la mayor parte de la evidencia sugiere que la efectividad


de las reglas y los procedimientos formalizados tiene que ver con lo
que se suele llamar decisiones policiales de “alta visibilidad”. Son las que
son fácilmente detectadas por los supervisores policiales y sujetas a
revisión de los jueces. Por ejemplo, el disparo de un arma de fuego
contra un ciudadano es una situación que es muy difícil de ocultar.
Por la seriedad que tiene el uso de la fuerza letal, es normal que esta
decisión de la policía sea investigada y revisada por los mandos y por
los ministerios públicos. Otras violaciones a políticas y procedimientos
en las instituciones policiales pueden ser menos propensas a ser de-
tectadas, por ejemplo dormir en servicio.

Otro método comúnmente utilizado por los supervisores policiales


para controlar el comportamiento de los policías a su cargo es a
través del liderazgo transaccional, donde el mando usa un sistema
de recompensas simples para promover el comportamiento deseado
y castigar el indeseado en los policías. Los comandantes de poli-
cía suelen utilizar su autoridad sobre los policías para cambiarlos
de servicio, transferirlos a otra zona, otorgarles días libres, asig-
narles compañeros y evaluar su desempeño. Los policías aprenden
que si se comportan de la manera en que sus mandos esperan,
obtendrán beneficios como éstos de manera más frecuente. Si los
policías se comportan de manera inadecuada según las expectativas
de su supervisor o mando, serán asignados a áreas o servicios me-
nos cómodos o menos convenientes. Si los policías persisten en un
42 comportamiento inadecuado, puede ser aplicado un procedimiento
disciplinario formalizado, como una amonestación por escrito, sus-
pensión temporal o despido.
SUPERVISIÓN Y CONTROL DEL USO DE FUERZA

Igual que las regulaciones en políticas y los procedimientos formali-


zados, el sistema de recompensas y sanciones será más efectivo en
las actividades donde la supervisión o los resultados de la acción pue-
dan ser medidos, por ejemplo el número de infracciones aplicadas, el
número de quejas ciudadanas recibidas o las detenciones realizadas.
Existen investigaciones que han ilustrado la efectividad de las recom-
pensas en el control del comportamiento policial (Mastrofski, 2011).
Éstas han revelado que, cuando los policías son motivados y super-
visados para que realicen detenciones de conductores en estado de
ebriedad y los agentes perciben que dichas detenciones darán como
resultado beneficios para ellos, cumplirán con esas instrucciones e
incrementarán el número de ese tipo de detenciones. También se ha
demostrado que, cuando los mandos policiales no muestran interés
por las detenciones de personas que conducen en estado de ebriedad
y dichas detenciones no significan un beneficio para los policías, mu-
chos de ellos se abstendrán de realizarlas.

Como se ha señalado, la supervisión de las y los agentes en campo es,


con frecuencia, una política complicada, e investigaciones recientes
han revelado que cuando éstas pueden ser llevadas a cabo tienen una
influencia significativa en el comportamiento de los policías (Mastro-
fski, 2011). Se ha demostrado que cuando la supervisión es posible
en el campo de acción, por ejemplo en la respuesta a llamadas de
emergencia por parte de los subordinados, su comportamiento en el
respeto de las señales de tránsito y en el cumplimiento de los pro-
cedimientos y las políticas institucionales es notable y conforme al
comportamiento esperado por el supervisor.

Cuando las y los policías reciben un más alto nivel de supervisión por
parte de sus mandos en la calle, tenderán a realizar más detenciones,
realizarán más investigaciones en campo, se involucrarán más con la
comunidad y emplearán menos tiempo en actividades personales que
no estén permitidas durante su servicio. Sin embargo, la supervisión
directa en campo es siempre muy difícil de llevar a cabo en las insti-
tuciones policiales.

Por último, otra problemática relacionada con la supervisión policial


es la falta de entrenamiento y capacitación para los supervisores. En
la mayoría de las instituciones policiales, los agentes no reciben ningún
curso sobre liderazgo o entrenamiento para la supervisión hasta que 43
no hayan sido promovidos a un cargo de mando. Aun cuando han sido
promovidos, los nuevos mandos tardan meses o, en ocasiones, años
en recibir una capacitación formal en cómo ser supervisores.
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

En algunas pequeñas instituciones policiales con pocos recursos, los


mandos no reciben ningún curso sobre supervisión policial.

Esta falla general en el entrenamiento y la capacitación suele ser el


resultado de los costos de los cursos y del hecho de que, cuando los
mandos están fuera recibiendo entrenamiento, la operación se torna
menos manejable. Algunos titulares en las instituciones manejan la jus-
tificación de que los policías que han sido seleccionados y promovidos
como mandos ya tienen, de forma natural, las habilidades de mando
requeridas y que por tal motivo no requieren de entrenamiento.

Sistema de supervisión y control


del uso de la fuerza

El sistema propuesto se concentra en mejorar los procedimientos de


supervisión de los mandos policiales sobre las y los policías a su cargo,
cuando éstos realicen en campo actividades de detención de perso-
nas responsables de un hecho probablemente delictivo, ya sea para
ejecutar una orden de aprehensión o con motivo de una situación
de urgencia o flagrancia. Los mandos deberán supervisar las opera-
ciones en campo, así como asegurarse de que éstas se desarrollen
conforme a los procedimientos formalizados e implementados en la
institución policial (Protocolo de uso de fuerza). El cumplimiento, por
parte de la policía, de estos procedimientos formalizados, traerá como
resultado diferentes productos (outputs) que deberán ser utilizados
para el monitoreo, el control y la prevención de actos de tortura. La
gráfica 3 es una representación de este proceso.

G.3 Procedimientos y resultados ( outputs)

TRASLADO AL LUGAR DE LOS HECHOS PARA LA DETENCIÓN


Monitoreo y registro de las DETENCIÓN DEL PROBABLE RESPONSABLE
comunicaciones por radio.
Monitoreo y registro TRASLADO DEL DETENIDO
Posibles registros en GPS de comunicaciones por radio.
Monitoreo y registro
o videograbación. de comunicaciones por radio.
Actas e informes elaborados.
Registros de consumo Entrega de actas e informes
de combustible y de kilometraje. Posibles registros GPS
a la autoridad competente (MP).
o videograbación de la detención.
Registros de consumo
44 de combustible o kilometraje.
SUPERVISIÓN Y CONTROL DEL USO DE FUERZA

En el procedimiento de detención, por tanto, se generan diversos out-


puts. Estos outputs son recibidos por tres actores principales. La tabla
1 presenta, en su primera columna, las acciones en el procedimiento
de detención que generan estos outputs; la segunda columna mues-
tra el output que se genera a partir de un procedimiento formalizado
e implementado (Protocolo de uso de la fuerza); la tercera columna
presenta al actor que recibe el output, y la cuarta el proceso de control
o supervisión en el que se propone utilizar ese output.

T.1

Acciones en Output Actor que recibe Proceso de control


el procedimiento o supervisión

Supervisión en calle Lista de verificación de Mando inmediato. Evaluación periódica


del procedimiento. cumplimento de proto- por policía respecto a
colos implementados. la correcta aplicación
de protocolos.

Monitoreo del proce- Registro de tiempos Despachador en central Tablero de alertamien-


dimiento por medio y ubicaciones de la de radio, C4 o centro de to temprano a través
de GPS. patrulla que participó comunicación. de indicadores (cruces
en el evento. de información entre
registros de bitácora,
partes informativos,
registros GPS o posibles
quejas).

Reportes obligatorios a Registros en bitácora Despachador en central Tablero de alertamien-


central de radio sobre física o electrónica de radio, C4 o centro de to temprano a través
acciones en el evento con información sobre comunicación. de indicadores (tiem-
(traslado al lugar del horarios, kilometrajes pos utilizados en el
incidente, llegada, de inicio y final. proceso de detención,
detención, inicio de kilometraje utilizado,
traslado, llegada al cumplimiento de polí-
MP, etc.). ticas de protocolos).

Videograbación del Video sobre el evento. Despachador en central Evaluación periódica


evento. de radio, C4 o centro de por policía respecto a
comunicación (algunas la correcta aplicación
veces mando inmediato). de protocolos.

Llenado y entrega Actas o informes con Mando inmediato. Tablero de alertamien-


de actas o informes datos sobre horarios, to temprano a través
policiales sobre el acciones, tiempos, etc. de indicadores (tiem-
evento. pos utilizados en el 45
proceso de detención,
Continúa pag 17
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

T.1
Cont.

kilometraje utilizado,
cumplimiento de polí-
ticas de protocolos).
Evaluación periódica
por policía respecto a
la correcta aplicación
de protocolos.

Quejas ciudadanas Registro de infor- Asuntos internos, área Tablero de alertamiento


por actuación policial mación de queja de recepción de quejas temprano a través de
en el procedimiento. con narración de los u otras. indicadores (cruces
hechos por parte del de información entre
ciudadano afectado. registros de bitácora,
partes informativos,
registros GPS o posibles
quejas).
Evaluación periódica
por policía respecto a
la correcta aplicación
de protocolos.

Actores que intervienen en el sistema

Lo anterior permite identificar a estos tres actores institucionales


que participan en la recepción de información sobre la aplicación del
procedimiento de detención, así como dos principales procesos de su-
pervisión y control para el sistema. Queda claro además que tienen
un carácter preventivo y se diferencian de otros posibles procesos de
control institucionales, más relacionados con la aplicación de sancio-
nes por el incumplimiento de una obligación establecida en el marco
jurídico vigente para la institución policial, es decir, los procedimientos
inherentes al sistema disciplinario institucional no están considerados
dentro de la propuesta de procedimientos de supervisión y control en
este sistema.

Despachador en central de radio


Las instituciones policiales, sea con funciones preventivas o de investi-
gación, cuentan con equipo de radiocomunicación que les permite enviar
46 mensajes de manera inmediata entre los propios policías o coordinarse
con otras instancias. Es habitual que este proceso de comunicación
pase por un tercero, quien registra las comunicaciones o enlaza al
emisor con la instancia competente. Los protocolos o procedimientos
SUPERVISIÓN Y CONTROL DEL USO DE FUERZA

institucionales, formalizados y relacionados con el proceso de detención


de probables responsables, deben establecer obligaciones para que los
policías notifiquen, por medio del sistema de radiocomunicación, los he-
chos más relevantes durante la detención. La figura de despachador
debe entenderse como la persona en la institución policial encargada de
recibir los mensajes, registrarlos en una bitácora física o electrónica y
enviar el mensaje al receptor o, en su caso, gestionar los recursos para
apoyar las acciones del emisor. En este proceso, el despachador general
podrá generar registros a partir de estas bitácoras, los que contribuirán
a alimentar los dos procesos de supervisión y control policial inherentes
al sistema propuesto.

Mando inmediato
El Sistema de supervisión y control supone una estructura organiza-
cional en la policía integrada por diferentes grados y cargos, conforme
a las leyes vigentes. Las y los policías que trabajen en calle y sean los
encargados de aplicar los procedimientos o protocolos relacionados
con la detención de personas deben contar con mandos policiales que
supervisen estas acciones. Por lo regular las acciones de supervi-
sión por parte de estos mandos están relacionadas con lo que en el
ámbito policial se suele denominar “supervisión de servicios” y que
consiste en verificar que los policías se encuentren en las zonas a las
que han sido asignados y que estén realizando las actividades que
les han sido encomendadas. Sin embargo, el Sistema de supervisión
y control propuesto busca que los mandos realicen nuevas activi-
dades de supervisión relacionadas con verificar que los protocolos o
procedimientos se apliquen de manera correcta, a través de una
supervisión en calle en la que se confirme que cada política o paso
del procedimiento que se está aplicando en la realidad, sea conforme
a lo establecido. Esto generará información que nutra los procesos
que se proponen más adelante.

Los mandos policiales también son los responsables de recibir diver-


sos informes policiales o actas, que son elaborados por los policías a
su cargo. De esta manera, el sistema busca que dicha información
sea recibida, analizada, canalizada y procesada de manera correcta
para los fines para los que se haya implementado, pero también que
los propios mandos inmediatos extraigan de ella datos que permitan
alimentar los procesos propuestos.
47
Asuntos Internos o área de recepción de quejas
Las variadas estructuras a las que se integran los cuerpos de policías
preventivas y de investigación en las instituciones de seguridad públi-
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

ca, no permiten identificar con claridad cuál es el área encargada de


la recepción de quejas ciudadanas por hechos en los que los policías
hayan participado. Así, en algunas instancias es la propia unidad de
asuntos internos la que se encarga de recibir la queja, analizar la
información y, en su caso, sancionar al policía, como también puede
haber otras estructuras en las que un área independiente de asuntos
internos (Visitaduría en algunos casos) sea la encargada de la recep-
ción y canalización de la queja (oficina de atención al público), otra esté
encargada de la investigación y otra de la resolución y aplicación de
sanciones (Comisión de Honor y Justicia). Por tanto, al hablar de esta
área se considera a aquella que se encarga de recibir la información
del ciudadano para registrarla en algún formato de queja.

Este proceso de recepción y registro de la queja ciudadana también


generará datos que deben utilizarse para alimentar tanto a la eva-
luación de la aplicación de protocolos como a los indicadores que se
propongan para el tablero de alertamiento temprano.

Componentes del sistema

Los tres principales componentes propuestos para el Sistema de su-


pervisión y control para la prevención de actos de tortura son:

Evaluación periódica de cumplimiento de protocolos policiales


La supervisión de cumplimiento de protocolos policiales supone
que la institución policial tenga formalizados e implementados
documentos legales y operativos que establezcan un marco de
actuación para la detención de probables responsables. Estos
protocolos, implementados de manera efectiva, requerirán de
una supervisión en campo que permita identificar que se están
llevando a cabo conforme a las políticas y los procedimientos
que los integran. El mando policial, por tanto, tendrá una nueva
función de supervisión para la que requiere ser capacitado y
contar con herramientas que hagan más sencillo este trabajo.
Específicamente se propone efectuar revisiones aleatorias en
campo para verificar que los policías a su cargo realizan, por
ejemplo, el traslado al lugar del incidente conforme al protocolo.
El mando inmediato debe monitorear que los policías a su cargo
reporten a la central de radio desde el momento en que inician
48 el recorrido. Debe acudir para supervisar que los policías, al
llegar al lugar de los hechos, realicen las operaciones conforme
al procedimiento establecido y debe monitorear también que la
detención y el traslado del detenido cumplan con lo establecido
SUPERVISIÓN Y CONTROL DEL USO DE FUERZA

en los protocolos. El mando inmediato también debe verificar


que existan los registros y resultados de la aplicación de los
procedimientos revisando, por ejemplo, que se hayan hecho to-
das las actas necesarias para la detención en flagrancia, que
exista un certificado médico para toda puesta a disposición al
Ministerio Público, entre otros.

Se propone que este tipo de supervisión se haga de manera


aleatoria y constante, estableciendo para ello una agenda por
parte del mando inmediato y procurando que se evalúe por lo
menos una vez al mes la aplicación de los protocolos por parte
de cada policía a su cargo. Este proceso de supervisión requiere
algunas herramientas:

• Capacitación de mandos en supervisión de protocolos.


• Procedimiento de supervisión formalizado y por escrito.
• Formato de verificación de aplicación de protocolos.
• Formato de reporte sobre evaluación de cumplimiento de
protocolos.
• Procedimiento formalizado por escrito para canalización
de reportes.
• Reportes formalizados de uso de fuerza (véase página XX).
• Políticas institucionales por escrito sobre resultados de la
evaluación del cumplimiento de protocolos.

Tablero de alertamiento temprano para prevención de actos de tortura


Este tablero está integrado por una serie de indicadores alimentados
con datos de diferentes procedimientos relacionados con la actua-
ción policial para la detención de probables responsables de un delito.
Se busca que, de manera gráfica, el tablero pueda indicar situacio-
nes donde la institución debe poner atención sobre el proceder de
sus policías para, a partir de ahí, implementar estrategias que per-
mitan evitar y prevenir actos de tortura. El funcionamiento de este
proceso debe suponer que la institución policial ha implementado
procedimientos que permitan responder a las situaciones en las que
el tablero emite una alerta, por ejemplo procedimientos sobre ca-
pacitación remedial para policías, procedimientos de amonestación,
procedimientos de actualización y corrección de protocolos, entre otros.

El desarrollo de los indicadores para integrar el tablero debe conside- 49


rar también que la institución tiene ya desarrollados e implementados
los protocolos de actuación en caso de detención de personas. Ade-
más, debe considerarse la asignación de personal que estará a cargo
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

de recopilar los datos, alimentar los indicadores y reportar a las ins-


tancias competentes.

Algunos ejemplos de indicadores a desarrollar para este tablero po-


drían ser:

• Tiempo promedio entre el reporte de inicio del traslado del de-


tenido y el reporte de llegada al Ministerio Público.
• Variación de tiempos reportados en el parte informativo del po-
licía y los tiempos registrados en GPS o bitácora de radio.
• Número de quejas ciudadanas mensuales contra un policía por
procedimientos relacionados con la detención (con indepen-
dencia de su investigación y resolución conforme al sistema
disciplinario establecido).
• Promedio de kilometraje en un procedimiento completo de de-
tención (desde el inicio del traslado al lugar de los hechos hasta
la puesta a disposición ante la autoridad competente).
• Número de grabaciones en video de detenciones en relación con
el número de detenciones realizadas en un mes.
• Número de reportes realizados por un policía a central de radio
en un procedimiento de detención en relación con el número de
reportes obligatorios establecido en el protocolo correspondien-
te.
• Número de detenidos que presentan alguna lesión en el certifica-
do médico en relación con el número de detenciones mensuales.

Estos indicadores pueden presentarse para un policía, un grupo


operativo, todo un cuadrante o sector, o toda la institución policial.
Se deberá también establecer los parámetros en los que el indicador
debe permanecer para no considerar una alerta, de manera que
cuando haya una desviación en estos parámetros, el tablero pueda
indicar de manera gráfica la situación de alerta, en cuyo caso el
responsable deberá generar un reporte de la situación a la instancia
competente.

El tablero de alertamiento temprano para la prevención de la tortura


debe considerar las siguientes herramientas:

• Indicadores para la integración del tablero.


50 • Procedimiento formalizado, por escrito, sobre la alimentación de
indicadores.
• Capacitación de quien sea responsable del manejo del tablero.
• Procedimiento formalizado por escrito sobre reportes de alertas.
SUPERVISIÓN Y CONTROL DEL USO DE FUERZA

• Formato de reporte por alertas del tablero.


• Procedimiento formalizado por escrito sobre canalización de re-
portes de alerta.
• Políticas institucionales por escrito sobre uso de información de
reporte de alerta.

Evaluación externa de los procesos de supervisión y control


Este proceso considera que una instancia externa a la institución po-
licial (podría encontrarse en la estructura orgánica de la Procuraduría
o Secretaría, pero no dentro del área de policía) sea la encargada de
realizar una evaluación periódica de la implementación de los pro-
cedimientos vinculados con la evaluación periódica de cumplimiento
de protocolos y el funcionamiento del tablero de alertamiento. Se
contempla que esta evaluación se realice mediante una herramien-
ta diseñada para valorar factores vinculados con el cumplimiento de
ciertos pasos de los procedimientos o sobre los outputs que éstos de-
ben generar. Para la evaluación externa de los procesos se consideran
las siguientes herramientas:

• Procedimiento formalizado, por escrito, de aplicación de evalua-


ción.
• Herramienta de evaluación.
• Procedimiento formalizado, por escrito, sobre reporte de resul-
tados de evaluación.
• Políticas sobre resultados de evaluación de procesos.

Reporte sobre Uso de la Fuerza

Conforme a los códigos y principios internacionales sobre el uso de


la fuerza y lo que se establece en el protocolo establecido en este
documento, existe la obligación de que los policías que ejerzan el uso
de la fuerza durante el servicio elaboren, bajo lineamientos uniformes
y tendientes a garantizar la claridad y la veracidad de la información,
un reporte oficial que documente su actuación.

La elaboración del Reporte sobre uso de fuerza y la responsabilidad


sobre su contenido son siempre individuales. El Reporte sobre uso de
fuerza se debe presentar bajo protesta de decir verdad, en el formato
que al efecto autorice la institución (véase anexo 1). Sólo por causa
justificada podrá elaborarse de manera libre, pero siempre por es- 51
crito, firmando de puño y letra todas las hojas que lo integren, y es
preferible que se emplee equipo de cómputo. Todo Reporte sobre uso
de fuerza debe satisfacer las siguientes condiciones:
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

• Veracidad, informando los detalles del incidente tal como ocu-


rrieron en la realidad.
• Claridad, narrando los hechos de manera comprensible, con pre-
cisión, en orden lógico y cronológico.
• Integridad, describiendo el incidente de manera completa, según
la información de la que dispongas.
• Objetividad, evitando en lo posible expresar juicios de valor sobre
las causas o efectos de los hechos que no te consten, o sobre tu
estimación personal del incidente.

La revelación del contenido de los Reportes sobre uso de fuerza a


personas no autorizadas puede dar lugar a responsabilidades admi-
nistrativas y penales. Los reportes sobre el uso de fuerza deberán
ser valorados por las instancias disciplinarias, de inteligencia y de
formación y capacitación policial de la institución, conforme a los
procedimientos y para los efectos que ordene la normatividad y los
mandos superiores. Cuando el uso de la fuerza haya recaído sobre
dos o más sujetos pasivos, deberá elaborarse un reporte individual
por cada uno, aun cuando se trate del mismo incidente o de eventos
relacionados entre ellos.

Procedimiento para elaborar el reporte sobre uso de fuerza

1. Para evitar olvidos e imprecisiones, asegúrate siempre de re-


copilar la información sobre el incidente en una libreta personal,
hasta el momento en que puedas preparar tu reporte oficial.
2. El formato o escrito libre para la presentación del reporte sobre
uso de fuerza contendrá, cuando menos, los siguientes datos,
salvo que los desconozcas:

2.1. Fecha del incidente.


2.2. Nombre y placa del agente que reporta.
2.3. Datos generales, apodo, media filiación y vestimenta del
sujeto pasivo.
2.4. Hora de inicio y conclusión del incidente.
2.5. Ubicación y características ambientales del lugar donde
inició y concluyó el incidente.
2.6. Lugar y situación material o legal en la que se dejó al
sujeto pasivo al concluir el incidente.
52 2.7. Motivo determinante que justificó el uso de la fuerza.
2.8. Narración sucinta de las circunstancias específicas y di-
námica del uso de fuerza.
2.9. Nombres y datos de contacto de las y los servidores pú-
SUPERVISIÓN Y CONTROL DEL USO DE FUERZA

blicos y particulares que hayan tenido intervención durante


el incidente, incluidos otros agentes de tu corporación o de
otras instituciones de seguridad, paramédicos y personal de
emergencias o de seguridad privada, agentes ministeriales,
testigos, etcétera.
2.10. Medios de detención y control utilizados durante el
incidente (candados de mano, armas de fuego, etcétera).

3. Todo reporte sobre uso de fuerza será elaborado y presentado


en forma inmediata posterior al incidente, es decir, cuando la
persona sobre la cual haya recaído la acción policial se encuen-
tre bajo resguardo o a disposición de autoridad competente y tú
te encuentres en condiciones adecuadas para cumplir con esta
obligación. Si aún no has concluido tu jornada de servicio, pide
autorización para salir de tu ruta o servicio asignado y presen-
tarte a la base operativa para redactar el documento.
4. Una vez redactado o llenado el reporte, imprímelo y léelo por
segunda ocasión antes de firmarlo, para verificar que los datos
sean correctos.
5. Cuando consideres que el reporte está completo, imprímelo y
fírmalo por triplicado. Entrega un original al personal autoriza-
do para ello en tu base operativa, otro a tu mando directo y el
tercero consérvalo para tu archivo personal, asegurándote de
obtener el sello y firma de recibido de los dos primeros.
6. El reporte puede llevar anexos o hacer referencia a otros docu-
mentos que consideres relevantes para documentar de manera
correcta el incidente, como originales o copias de actas, oficios,
identificaciones, comprobantes de ingreso hospitalario, actuacio-
nes ministeriales, fotografías o videos, etc.
7. Cuando el uso de la fuerza haya derivado en la detención
del sujeto pasivo, deberás atender las disposiciones de la Or-
den General aplicable, realizar la inscripción ante el Registro
Administrativo de Detenciones, presentar el Informe Policial Ho-
mologado y llenar las actas aplicables, en el marco del nuevo
Sistema de Justicia Penal Acusatorio, conforme a la ley.

53
Bibliografía

Amezcua Noriega, Octavio. (2006) Reforma al sistema de justicia pe-


nal mexicano: Prevención y sanción de la tortura, Comisión Mexicana
de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, (CMDPDH), A.C.

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tro de Estudios para el Desarrollo, Santiago de Chile.

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Criminológico, Universidad del Zulia, Maracaibo.

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rica Latina? La falacia de la mano dura”, en Revista Nueva Sociedad,
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http://www.cesc.uchile.cl/publicaciones/dt_04_usodelafuerza.pdf
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Mastrofski, Stephen, Rosenbaunm, D., Fridell, L. (2011) “Police


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mento en línea, National Institute of Justice, National Police Research
Platform. Disponible en:
http://www.nationalpoliceresearch.org/storage/updated-papers/ 55
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[sitio consultado el 11 de febrero de 2014].
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

Mohor, Alejandra. (2007) Uso de indicadores para evaluar el fun-


cionamiento policial, Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana,
Universidad de Chile, Documento de Trabajo Número 2, Santiago
de Chile.

56
AnexoS

1. Formato de reporte de uso de fuerza

I. Datos generales del incidente:

I. 1. Reportante

a) Nombre(s) del agente que reporta:

b) Apellidos:

c) Placa de identificación del agente No.


d) Placa del mando inmediato superior No.
e) Número de identificación de la unidad
en la que se transportaba al llegar al incidente No.

I.2. Sujeto pasivo


[Sujeto 1.- Si intervinieron otros sujetos, anexar datos a este reporte por separado)

a) Nombre(s):

b) Apellidos:

c) Apodo o sobrenombre:

d) Sexo: Masculino Femenino


e) Media filiación
Altura aproximada (m:cm) : Peso aproximado (kg) 57
Complexión: Delgada Media Robusta/obesa
Color del cabello: Apariencia natural Apariencia teñida
Cantidad de cabello: Normal Escaso Abundante
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

Tipo de cabello: Lacio Ondulado Rizado


Largo del cabello: Largo Mediano Corto
Frente: Amplia Corta Mentón: Afilado Oval
Nariz: Recta Aguileña
Boca: Grande Chica Labios: Gruesos Delgados
Usa bigote: Si No
Color del iris: Negro Café oscuro Café claro Verde Azul
Otro (especificar):
Apariencia esclerótica (fondo ocular):
Blanca limpia Enrojecida Con manchas o lunares
Señas particulares:
Cicatrices Lunares Tatuajes Amputaciones Deformidades
Describa las señas particulares (tipo, ubicación, apariencia) u otros detalles
físicos que contribuyan a identificar al sujeto pasivo:

f) Vestimenta y accesorios:
Superior: Camisa Playera Chamarra o sudadera
Color
Inferior: Pantalón vestir Pantalón casual
Pantalón deportivo Shorts
Color
Vestido dama
Color
Anteojos Color
Accesorios: Sombrero Cachucha Aretes Piercing
Lugar del piercing:
Calzado: Vestir hombre Vestir mujer Botas
Deportivo (tenis) Sandalias Otro
Color
g) Objetos en poder del Sujeto Pasivo, al iniciar el MUF:
Arma punzocortante (navaja, cuchillo o similar)
Arma contundente (bastón, chacos o similar)
Arma de fuego
Mercancía presuntamente robada
Documentación, dinero o valores
Drogas según su apariencia
(envoltorios o cigarrillos, “grapas”, pastillas, solventes, etc.)
58
Teléfonos o equipos de radiocomunicación
Vehículo(s)
Otros (describir):
A N E X O S

h) ¿Percibió que el sujeto pasivo estaba bajo la influencia de alguna de estas


sustancias?:
Sí No Se desconoce
Drogas:
Alcohol:
Otro:
i) Estado de ánimo y comportamiento del sujeto pasivo:
Tranquilo Nervioso o ansioso Violento verbalmente
Violento físicamente Triste o deprimido Somnoliento
Desorientado o confundido Cansado o agitado
j) Relaciones del sujeto pasivo con los civiles/espectadores:
Se desconoce Conocido o amigo
Cónyuge, familiar o íntimo No hay relación
k) Estado de detención del sujeto pasivo al iniciar el MUF:
No detenido Detenido por civil(es)
Detenido por otra autoridad (especificar)
l) Lugar y situación material o legal en la que se dejó al sujeto pasivo, al concluir
el incidente
Situación: Hospitalizado Fallecido
Puesto a disposición de otra autoridad
Otra:
Lugar

I.3. Circunstancias específicas del incidente


a) Dentro del horario de servicio Fuera del horario de servicio
b) Inicio del incidente
Hora (hh:mm) : Día Mes Año
c) Término del incidente:
Hora (hh:mm) : Día Mes Año
d) MUF (Aproximado):
Hora (hh:mm) : Día Mes Año
e) Cómo se tomó conocimiento del incidente:
Aviso procedente de C4/Central
Orden verbal del mando inmediato superior
Aviso verbal de un(a) ciudadano(a)
Como testigo directo del hecho
Otro (especificar)

f) Causa de la intervención. Describa qué tipo y características de evento le reporta-


ron u observó, que lo hayan motivado a intervenir en el incidente (p.ej., riña callejera, 59
persona alcoholizada escandalizando, venta de drogas en la vía pública, etc.):
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

g) Lugar donde ocurrió el MUF.- Descripción de la dirección, calle, número exterior


e interior, orientación, piso o nivel, referencias cercanas, etcétera:

h) Tipo de lugar donde ocurrió el MUF:


Casa o lugar de habitación del sujeto pasivo
Casa o lugar de habitación de la víctima
Casa o lugar de habitación de terceras personas
Restaurante, bar, centro nocturno o similar
Hotel
Hospital o centro de atención médica
Vía pública, estacionamiento, plaza a cielo abierto, parque o sitio similar
Tienda o centro comercial
Industria u oficina pública o privada
Banco, caja popular, centro de cambio de divisas
o institución financiera análoga
Otro:

i) Conocimiento previo del área por parte del agente que reporta:
Ningún conocimiento previo
Si tenía conocimiento previo, señale de qué tipo:
• Lugar considerado como no amenazante
• Lugar considerado como zona de actividades criminales
• Lugar considerado como peligroso para policías
j) Circunstancias ambientales (MUF).- Descripción de las condiciones climáticas, de
iluminación y visibilidad, características del terreno, entorno humano, etcétera:
k.1. Clima
Seco Lluvioso Humo Fuego
k.2. Visibilidad en el momento de completarse la detención:
Excelente Buena Moderada Mala
10 9 8 7 6 5 4 3 2 1

k.3. Número de personas presentes, incluyendo al agente que reporta:

Número presente Contacto inicial Al completarse la detención o concluir el MUF

No. policías
No.
sujetos/sospechosos
No.
60 civiles/espectadores
A N E X O S

k.4. Nombres y datos de contacto de los servidores públicos y particulares que


hayan tenido intervención durante el incidente, incluyendo otros agentes de tu
corporación o de otras instituciones de seguridad, paramédicos y personal de
emergencias o de seguridad privada, agentes ministeriales, testigos, etcétera.

Guardia seg. privada


Nombre y/o apodo Teléfono Dirección
o correo electrónico

Paramédico o

Testigo civil
Agente MP

bombero
Policía

Militar

k.5. Motivo determinante que justificó el uso de la fuerza. Describa en forma


concreta por qué consideró necesario utilizar la fuerza (p.ej. el sujeto me ame-
nazaba con un arma de fuego).

l) Medios de detención y control utilizados por el agente:


Candados de mano, esposas o aros de aprehensión:
Sí No Tipo: Metal Plástico Otro
Tolete, PR24, bastón retráctil o similar:
Sí No
Lanzadores de agentes químicos o proyectiles no letales, aerosol, paint ball,
granada de humo, gas lacrimógeno u otros similares:
Sí No
Arma de fuego: Sí No Tipo: Larga Corta
Matrícula:
Impulsos eléctricos: Sí No
Otros. Describir:

m) Actitud general al MUF/progresivo:

Tipo de actitud Civil Antagonista


Actitud del sujeto hacia el/los agente(s)
Actitud de civiles/espectadores hacia la Policía
Actitud del agente hacia el sujeto

61
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

n) Reacción general del sujeto pasivo hacia al agente que reporta:


Sí No
Cooperación inmediata con las instrucciones del agente
Actitud negativa
Desobediencia verbal
Resistencia pasiva
Evita, se esconde o se escapa de la policía
Obstruye los movimientos del agente
Se resiste al esposamiento
Se resiste a meterse/subirse en la patrulla
Agresión activa
Usó o trató de usar fuerza letal contra el agente

o) Heridas y/o lesiones aparentes que resultaron del uso de la fuerza:

Sujeto pasivo Heridas y/o lesiones Agente


Sí No Sí No
Dolor muscular, óseo o dérmico
Dolor timpánico
Visión borrosa, ceguera temporal o definitiva
Irritación química temporaria
Moretón o contusión evidente
Quemaduras
Cortada, laceración u otra herida de cuchillo
o arma cortante o punzante
Balazo
Lesiones a órganos internos
Contusión/pérdida de conciencia
Fractura ósea (incluso dental)
Sangrado nasal, auricular o urinario
Otras (especificar):

62
A N E X O S

p) Lugar de causación de las lesiones en el cuerpo del sujeto pasivo (indique


mediante marcas):

BRAZO I. BRAZO D.

BRAZO I. BRAZO D.

63
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

Lugar de causación de las lesiones en el cuerpo del sujeto pasivo (continuación)

64
A N E X O S

q) Primeros auxilios o atención médica relacionados con este incidente o detención:

Sujeto pasivo Atención médica Agente


Sí No Sí No
Ofrecida y rehusada
Primeros auxilios en el lugar de la detención
Traslado al hospital o centro médico
Otro. Especifique:

r) Narración libre de las circunstancias específicas y dinámica del uso de fuerza. Des-
criba ampliamente qué fue lo primero que hizo al emplear la fuerza, cómo reaccionó
el sujeto pasivo y cómo realizó la detención, en su caso, aportando todos los detalles
que considere útiles y relevantes para esclarecer el hecho.

II. Croquis del punto de contacto para el uso de fuerza (momento inicial)

65
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

III. Fecha y firma de este reporte

Bajo protesta de decir verdad, el suscrito agente de la Policía, declaro que lo


asentado en este reporte, corresponde a la realidad según mi conocimiento.
Municipio de , a los días del mes de
del año .

Firma

Nombre(s) del agente

Apellidos

Placa de identificación del agente No.

POLÍTICAS DE LLENADO Y GESTIÓN DE ESTE REPORTE


• Las anotaciones en el reporte deben realizarse a mano, con letra de molde,
legible, utilizando bolígrafo de tinta negra o azul y respetando los casilleros
o recuadros establecidos en el formato.
• Todas las hojas del reporte deben ser firmadas por el agente responsable
del reporte, en el lugar indicado para ello.
• Las tachaduras, sobreescritura, uso de corrector o cualquier otro indicio de
alteración del contenido de este reporte, lo invalidará para efectos admi-
nistrativos, aun cuando las marcas o alteraciones hayan sido incorporadas
por su autor original. En caso de requerirse correcciones, debe elaborarse
un nuevo reporte.
• La presentación de reporte no sustituye el mandato de presentar el Informe
Policial Homologado, ni exime al agente de la obligación de atender cualquier
requerimiento legítimo de información por parte de autoridad competente.
• La información contenida en este reporte se considera reservada conforme
a la Ley. La revelación a terceros y/o reproducción no autorizada de su con-
tenido puede dar lugar a sanciones de carácter civil, penal y administrativo.
• Puede agregarse como anexo a este reporte y/o hacerse en él una re-
ferencia expresa a cualquier otro documento tendiente a esclarecer las
circunstancias de modo, tiempo y lugar del incidente, como fotografías,
videos, mapas, etc., debiéndose adjuntar una copia o indicar el lugar de su
localización o poseedor.
66 • Una vez que este Reporte sea completado y suscrito, debe ser presentado
conforme lo indique la Orden General relacionada, conservando el agente
responsable de su elaboración, una copia con sello de recibo para su res-
guardo personal.
A N E X O S

2. VERIFICACIÓN DE APLICACIÓN DE PROTOCOLO

Instrucciones: este formato debe ser aplicado por el supervisor en


campo para evaluar la aplicación individual del Protocolo de Uso de
Fuerza del Sistema de Control de Uso de Fuerza. Una vez realizado
este procedimiento, se debe completar el Formato de Reporte sobre
Evaluación de Cumplimiento de Protocolo (anexo 3).

Item Descripción
Información del evaluado
Nombre
Número
Departamento
Área
Fecha de ingreso
Cargo
Grado
Jefe inmediato

Información de evaluación
Nombre del evaluador
Cargo del evaluador
Grado del evaluador
Fecha de evaluación
Lugar de evaluación
Hora de evaluación
Sector de evaluación
Breve descripción
de condiciones climáticas
Nombres de policías
que acompañaban al evaluado

67
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

Lista de revisión Sí / No
No Descripción Si No No
Aplica
1 Notificó a Central de Radio sobre el traslado a la escena
2 Encendió las luces de emergencia del vehículo patrulla
3 Notificó a Central de Radio al llegar a la escena
4 Se identificó con la víctima mencionando su nombre
5 Informó a la víctima sobre los derechos que le asisten
6 Notificó al mando inmediato antes de proceder con la detención
7 Le hizo saber la causa de la detención al probable responsable
8 Notificó al mando inmediato una vez realizada la detención
9 Realizó una inspección al probable responsable una vez detenido
10 Notificó al probable responsable sobre los derechos que le asisten
11 Protegió, resguardó y registró los objetos personales del detenido
12 Ayudó o protegió al detenido al subirlo al vehículo patrulla
13 Colocó cinturón de seguridad al detenido antes de iniciar recorrido
14 Notificó a Central de Radio antes de iniciar el recorrido
15 Notificó a Central de Radio al llegar con la autoridad competente

Notas:

Firma del evaluado : Fecha:

Firma del evaluador : Fecha:

68
A N E X O S

3. REPORTE SOBRE EVALUACIÓN DE CUMPLIMIENTO


DEL PROTOCOLO

Nombre del evaluado: Grado:

Apellido paterno Apellido materno Nombres

Nombre del evaluador:

Lugar de evaluación:

Fecha de evaluación: Del: / / 20 Al: / / 20

Actividades realizadas (elegir una opción de calificación):


Favor de evaluar las siguientes criterios: Excelente Bueno Bueno No satisfactorio
/completamente /seguro /seguro /no es seguro
seguro

Desempeño operativo
Cumplimiento del protocolo
Obtención de los objetivos de la intervención

Comentarios sobre la evaluación:

Señale el número de aspectos cumplidos según la lista de verificación:

Si se utilizó un nivel de fuerza física, comente si considera que fue adecuado:

Nombre y firma del evaluador:


Fecha de evaluación:

69
A N E X O S

4. TABLERO INDIVIDUAL DE ALERTAMIENTO TEMPRANO

Instrucciones: capture la información por cada persona detenida


por el policía evaluado. Ingrese los resultados en la Herramienta de
Control.

Tablero individual de alertamiento temprano


Mes:
Nombre
Número
Departamento
Área
Fecha de ingreso
Cargo
Grado
Jefe inmediato
Número de detenidos
en el mes

Información sobre detenido 1


(a) Hora de reporte de (a) (b) Hora de reporte de (b) Total de tiempo de (c)
inicio del traslado llegada a autoridad recorrido (b-a=c)
competente
(c) Total de tiempo de (c) (d) Total de tiempo de (d) Diferencia entre reporte
recorrido recorrido registrado y registro (d-c=e) (e)
en GPS
(f) Queja ciudadana sobre (f) (g) Número de reportes a central de (g)
el procedimiento de detención radio desde el inicio de evento hasta
(Sí-1, No-0) la puesta a disposición
(h) Lesión certificada (h) (i) Kilómetros recorridos durante el (i)
sobre la detención turno (servicio) de la detención.
(Sí-1, No-0)

Información sobre detenido 2


(a) Hora de reporte de (a) (b) Hora de reporte de (b) Total de tiempo de (c)
inicio del traslado llegada a autoridad recorrido (b-a=c)
competente
(c) Total de tiempo de (c) (d) Total de tiempo de (d) Diferencia entre reporte
recorrido recorrido registrado y registro (d-c=e) (e)
en GPS
(f) Queja ciudadana sobre (f) (g) Número de reportes a central de (g)
el procedimiento de detención radio desde el inicio de evento hasta
(Sí-1, No-0) la puesta a disposición
(h) Lesión certificada (h) (i) Kilómetros recorridos durante el (i)
sobre la detención turno (servicio) de la detención. 71
(Sí-1, No-0)
FUERZA POLICIAL : PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS

Información sobre detenido 3


(a) Hora de reporte de (a) (b) Hora de reporte de (b) Total de tiempo de (c)
inicio del traslado llegada a autoridad recorrido (b-a=c)
competente
(c) Total de tiempo de (c) (d) Total de tiempo de (d) Diferencia entre reporte
recorrido recorrido registrado y registro (d-c=e) (e)
en GPS
(f) Queja ciudadana sobre (f) (g) Número de reportes a central de (g)
el procedimiento de detención radio desde el inicio de evento hasta
(Sí-1, No-0) la puesta a disposición
(h) Lesión certificada (h) (i) Kilómetros recorridos durante el (i)
sobre la detención turno (servicio) de la detención.
(Sí-1, No-0)

Información sobre detenido 4


(a) Hora de reporte de (a) (b) Hora de reporte de (b) Total de tiempo de (c)
inicio del traslado llegada a autoridad recorrido (b-a=c)
competente
(c) Total de tiempo de (c) (d) Total de tiempo de (d) Diferencia entre reporte
recorrido recorrido registrado y registro (d-c=e) (e)
en GPS
(f) Queja ciudadana sobre (f) (g) Número de reportes a central de (g)
el procedimiento de detención radio desde el inicio de evento hasta
(Sí-1, No-0) la puesta a disposición
(h) Lesión certificada (h) (i) Kilómetros recorridos durante el (i)
sobre la detención turno (servicio) de la detención.
(Sí-1, No-0)

Información sobre detenido 5


(a) Hora de reporte de (a) (b) Hora de reporte de (b) Total de tiempo de (c)
inicio del traslado llegada a autoridad recorrido (b-a=c)
competente
(c) Total de tiempo de (c) (d) Total de tiempo de (d) Diferencia entre reporte
recorrido recorrido registrado y registro (d-c=e) (e)
en GPS
(f) Queja ciudadana sobre (f) (g) Número de reportes a central de (g)
el procedimiento de detención radio desde el inicio de evento hasta
(Sí-1, No-0) la puesta a disposición
(h) Lesión certificada (h) (i) Kilómetros recorridos durante el (i)
sobre la detención turno (servicio) de la detención.
(Sí-1, No-0)

Información sobre detenido 6


(a) Hora de reporte de (a) (b) Hora de reporte de (b) Total de tiempo de (c)
inicio del traslado llegada a autoridad recorrido (b-a=c)
competente
(c) Total de tiempo de (c) (d) Total de tiempo de (d) Diferencia entre reporte
recorrido recorrido registrado y registro (d-c=e) (e)
en GPS
(f) Queja ciudadana sobre (f) (g) Número de reportes a central de (g)
el procedimiento de detención radio desde el inicio de evento hasta
(Sí-1, No-0) la puesta a disposición
72
(h) Lesión certificada (h) (i) Kilómetros recorridos durante el (i)
sobre la detención turno (servicio) de la detención.
(Sí-1, No-0)
A N E X O S

Resultados
Promedio en tiempos de recorrido (C)
(C1+C2+C3+C4+C5+C6)/6
Promedio en diferencias entre reporte y registro (E)
(e1+e2+e3+e4+e5+e6)/6
TOTAL DE QUEJAS CIUDADANAS (F)
(f1+f+2+f3+f4+f5+f6)
Promedio de reportes por evento (G)
(g1+g2+g3+g4+g5+g6)/6
Total de lesiones (H)
(h1+h2+h3+h4+h5+h6)
Promedio de kilómetros por turno (I)
(i1+i2+i3+i4+i5+i6)

Notas:

Firma del evaluado : Fecha:

Firma del evaluador : Fecha:

73

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