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DEDICATORIA
A:
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ÍNDICE
BAÑO EN ESPONJA EN ADULTO MAYOR
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INTRODUCCIÓN
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BAÑO EN ESPONJA EN ADULTO MAYOR
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CAPÍTULO I
CONCEPCIONES GENERALES SOBRE CUIDADO
CONCEPCIÓN
LA Real Academia Española define la palabra Cuidado del participio pasivo
Cuidar.
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sociológica, psicológica, antropológica, económica o médicamente, tiene
singularidades y especificidades que, directa o indirectamente, influyen ya sea
en quién da y quién recibe la acción de cuidar, en él por qué y para qué del
cuidado, en el dónde y cuándo se cuida y en el cómo y con qué se cuida. La
acción de cuidar requiere de un sujeto, el cuidador.
Puede ser ejercida por la propia persona y hablamos del Auto - cuidado. Si es
ejercida por un familiar y/o amigo, nos referimos al cuidado afectivo-instintivo,
como es el caso de la madre cuando cuida a sus hijos enfermos y sanos.
Cuidar empieza por uno mismo y está íntimamente relacionado con su propia
y previa experiencia con los cuidados y con la cultura en la que se nace y en
la que se vive.
Según Colliere:
“Cuidar es un acto de vida que significa una variedad y permite la continuidad
y la reproducción. Es un acto dado por uno mismo y para uno mismo, en el
momento en que la persona adquiere la autonomía precisa para ello.
Igualmente, es un acto recíproco que supone dar a toda persona que,
temporal o definitivamente, tiene necesidad de ayuda para asumir sus
cuidados de vida. Por tanto, cuidar es una actividad sencilla y habitual en el
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ser humano, responder a la aspiración esencial de cubrir necesidades
fundamentales.”
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Paciencia: Es un componente importante del cuidado; dejar al otro
crecer en su propio tiempo. La paciencia incluye la tolerancia. La
tolerancia expresa respeto por el crecimiento del otro.
Sinceridad: Al cuidar del otro, se debe ver al otro, cómo es él y no como
debería de ser. Si se va ayudar al otro a crecer, se debe corresponder
a sus necesidades de cambio. Pero además de ver el cómo es él, uno
debe interiorizar y ver si se es sincero al cuidar, no por conveniencia,
sino porque la sinceridad es parte integrante del cuidado
Confianza: Implica confiar en el crecimiento del otro en su propio tiempo
y de su propia manera. Al cuidar de otra persona confía en que él va
errar y aprender de sus errores. Confiar en el otro es dejarlo en libertad;
esto incluye un elemento de riesgo y un salto a lo desconocido, y ambos
exigen coraje.
Humildad: El hombre que cuida es sinceramente humilde cuando se
dispone a aprender más sobre el otro y sobre sí mismo, y sobre aquello
que el cuidado comprende. Una actitud de no tener nada más que
aprender es incompatible con el cuidado. La humildad también está
presente al tomar conciencia de que al cuidado específico no es de
forma algún privilegiado.
Esperanza: Existe la esperanza de que el otro crezca a través del
cuidado. No debe ser confundido con la esperanza irrealizable ni con
las expectativas infundadas. Tal esperanza es una expresión de
plenitud del presente un presente vivo con una sensación de
posibilidades. Al contrario, donde no hay posibilidades de nuevo
crecimiento habrá desespero.
Coraje: Confiar en el crecimiento del otro y en la capacidad de cuidar
da coraje para lanzarse a lo desconocido, pero también es verdad que
sin el coraje de lanzarse a lo desconocido tal confianza sería imposible.
Es claro que cuando mayor sea la sensación de lanzarse a lo
desconocido, mayor será el coraje exigido para cuidar.
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CONCEPTUALIZACIÓN DE CUIDADO DE ENFERMERÍA
El cuidado cuando es realizada por personas entrenadas como en el caso de
los Profesionales de Enfermería, la acción de cuidar deja de ser un proceso
empírico, instintivo e innato y se convierte en un proceso científico, sistemático
y aprendido que implica no sólo el acto de cuidar en sí, sino también, el hecho
de combinar y buscar la armonía de múltiples recursos, conocimientos y
actitudes del cuidador o los cuidadores para lograr el fin último: que el sujeto
o los sujetos que requieren y reciben cuidado pasen de un estadio negativo,
de displacer, disconfort o anormal que caracterizan a la enfermedad, a un
estadio positivo, de placer, confort o normal, por medio de estrategias de
promoción, protección, prevención o de rehabilitación de la salud.
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satisfacción personal y a la del público al que se desea servir. Sobre ello opina
Evely Adam lo siguiente:
Florence Nigthingale trató por primera vez en 1859 la diferencia entre los
profesionales de enfermería y medicina y recalcó que la enfermera no
necesitaba saber todo sobre las patologías, pero si comprender en las
prácticas cuidantes la influencia que el ambiente ejerce sobre el enfermo.
Desde mediados del siglo XX otras enfermeras investigadoras han contribuido
a esclarecer la naturaleza de la enfermería como lo hizo Virginia Henderson,
Peplau, Roger, Leinerger y otras siendo lo más importante que todos los
enfoques coinciden en que el objeto de la praxis en enfermería es el cuidado
(to care), en constaste con el objeto de otras profesionales de la salud
orientadas a curar (to cure).
Para curar se necesita conocer mucho acerca de las enfermedades para así
diagnosticarlas y dar tratamiento específico (enfoque biologista); para cuidar
se requiere un profundo conocimiento del ser humano y de su experiencia
frente a la salud, la enfermedad, la vida y la muerte, en la que éste tampoco
consiste en un acto sencillo y habitual, puesto que las circunstancia van
cambiando de forma constante. Los métodos de prestación para la salud han
de ir modificándose consecuentemente.
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Cabe señalar que enfermería, en particular, está desarrollando sus contenidos
teóricos, con el compromiso de ocuparse de un aspecto concreto de las
necesidades sociales. La necesidad de cuidado de enfermería que
actualmente tiene hacia la sociedad hace que la enfermera sea la experta en
esta materia. Sus conocimientos sobre las bases conceptuales y
metodológicos de enfermería y de otros aspectos de los cuidados, la autorizan
para que sea ella la única capacitada para determinar la formación de los
distintos grupos que van a dedicarse, de una manera u otra, a prestar cuidado
de enfermería es por ello que uno de los avances más importantes para la
enfermería en el devenir de los años ha sido la definición del cuidado del
proceso salud-enfermedad del individuo lo cual han servido de punto de
partida para reflexionar sobre los contenidos teórico - metodológicos que han
sustentado su saber y la práctica como profesión.
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debiendo desempeñar esta función de tal manera que le ayude además a
lograr absoluta independencia cuanto antes."
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cuidados genéricos tienen acciones que suponen un interés y una implicación
emocional para el bienestar del otro considerándolas como, acciones
básicamente intuitivas; sin embargo, este cuidado es la base del cuidado
profesional.
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CAPÍTULO II
DEFINICIÓN DEL ADULTO MAYOR
DEFINICIÓN
Para definir cómo se es una persona adulta mayor, es necesario abordarlo desde
una perspectiva biopsicosocial o también llamada visión integral.
Uno de los objetivos del MINSA debería de “Fomentar una cultura de la vejez y el
envejecimiento, en la cual las personas adultas mayores se consideren y sean
consideradas sujetos socialmente activos y en la que el envejecimiento sea vivido
como un proceso normal, como parte del ciclo vital”.
La vejez tiene significados diferentes para diferentes grupos. Para definirla, hay que
tomar en cuenta la edad:
Cronológica
Física
Psicológica
Social
ADULTO MAYOR
LA EDAD CRONOLÓGICA
La ONU establece la edad de 60 años para considerar que una persona es adulta
mayor, aunque en los países desarrollados se considera que la vejez empieza a los
65 años.
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Si bien la edad cronológica es uno de los indicadores más utilizados para considerar
a alguien viejo o no, ésta por sí misma no nos dice mucho de la situación en la que
se encuentra una persona, de sus sentimientos, deseos, necesidades, relaciones.
LA EDAD FÍSICA
Los cambios físicos y biológicos normales durante la vejez se dan a distintos ritmos,
según la persona, el lugar en donde vive, su economía, su cultura, su nutrición, su
actividad y sus emociones.
LA EDAD PSICOLÓGICA
El significado que para cada grupo y persona tiene la vejez, puede ocasionar
cambios en sus emociones, sentimientos y pensamientos según va transcurriendo
el tiempo.
Es muy importante tener en cuenta que ningún cambio repentino en la forma de ser
de una persona adulta mayor es normal. A veces se piensa que la vejez trae
consigo tristeza, enojo o apatía, pero ninguno de estos sentimientos es causado
por la edad, en ello pueden intervenir otros factores como la pérdida de seres
queridos, del trabajo, la modificación del papel que desempeñaba en la familia, etc.
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didácticas específicas, sin embargo, el aprendizaje es de la misma calidad que
cuando se era más joven.
LA EDAD SOCIAL
La vejez tiene significados diferentes para cada grupo humano, según su historia,
su cultura, su organización social.
Es a partir de estos significados que las personas y los grupos actúan con respecto
a la vejez y a las personas adultas mayores.
Por el contrario, es un grupo social que necesita de los demás, pero que contribuye
de manera muy importante tanto en la familia como en la sociedad.
“Las personas adultas mayores forman parte de una sociedad que necesita de
ellas, por lo que su participación, opiniones y decisiones son fundamentales para el
desarrollo de la misma”.
Para concluir, es importante mencionar que hay disciplinas dedicadas al estudio de
esta etapa de la vida y que tenemos que ir incorporando a nuestro conocimiento.
Como ya vimos, cada ciencia o disciplina concreta y matiza lo que entiende por este
proceso y sus características.
Gerontología social: Estudia las relaciones que se dan entre el individuo que
envejece y su interacción con la sociedad.
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Gerontología médica o Geriatría: Rama de la gerontología y la medicina relacionada
con todos los aspectos de la salud y el cuidado de las personas adultas mayores
durante el proceso de envejecimiento.
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CAPÍTULO III
NORMAS GENERALES DEL ASEO DEL PACIENTE
La piel con restos de secreciones (sudor, orina, heces), llegan a ser un riesgo para
el desarrollo de enfermedades que para ello hay que evitar o eliminar
sustancialmente sobre todo durante la estancia del paciente en el hospital.
Con un correcto desarrollo del aseo en el paciente hospitalizado se pretende
conseguir los diferentes objetivos:
Conservar un buen estado en la piel, para lo cual eliminaremos las diferentes
secreciones y evitamos un olor desagradable en el paciente
Conseguir el bien estar del paciente para sentirse más relajado y con mayor
bienestar durante su estancia.
Disminuir en casos de Pirexia la hipertermia para favorecer la regulación de
la temperatura corporal.
Estimular la circulación sanguínea de los pacientes que llevan un largo
tiempo inmovilizado en la cama.
Favorecer la estimulación de la piel con una aplicación y fricción de crema
hidratante para mejorar su aspecto y evitar irritaciones, además de
disminuir la aparición de ulceras por presión.
Identificar el estado de la piel, para advertir, evitar y cuidar anomalías que
puedan estar apareciendo, desde el comienzo de una ulcera por presión en
estadio 1 hasta cualquier tipo de enfermedad.
Precauciones a tomar durante el proceso del aseo del paciente
Evitar las corrientes dentro de la habitación y el enfriamiento del paciente,
para ello siempre que estemos realizando el aseo del paciente, debemos
cubrir la zona donde no estamos realizando el aseo. También es importante
que la temperatura del paciente se encuentre entre 22º-24º grados.
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Cuidar la intimidad del paciente aislando del resto de pacientes a través de
una cortina o biombo, ya que es un momento intimo que hay que respetar
Realizar los cambios posturales del paciente durante el aseo en cama, sobre
todo en pacientes con fracturas o ulceras por presión
Siempre secar correctamente todas las partes del cuerpo e incluso
prestando más atención a las zonas erógenas y pliegues cutáneos.
Mantener la seguridad del paciente durante el aseo para evitar caídas a
través de la colocación de las barandillas de seguridad.
Cuidar mucho el lenguaje no verbal siempre mostrando una sonrisa para que
el paciente no se sienta incómodo y colabore con nosotros.
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Foto: Simulando un Baño de Cama Completo.
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Baño en bañera o ducha: se realizará siempre que el paciente pueda
incorporarse de la cama y se realizará en la bañera o ducha con la ayuda
del auxiliar.
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CAPÍTULO IV
HIGIENE DEL PACIENTE EN CAMA
OBJETIVO
Proporcionar al paciente el aseo necesario para satisfacer las necesidades
de higiene,
confort y seguridad, conservando el buen estado de hidratación de la piel.
Fomentar el autocuidado.
Observar cualquier signo patológico en la piel y estado general del paciente.
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El baño de esponja o ducha es un acto que puede llegar a ser cada vez más
difícil para los pacientes frágiles y/o discapacitados, al menos el 90% de
estos pacientes requieren algún tipo de asistencia para la higiene personal.
Los factores que contribuyen a tener experiencias negativas o positivas
durante el baño son:
Las necesidades individuales de la persona con demencia.
Las necesidades personales del cuidador.
El entorno físico en el que la ducha se lleva a cabo.
Los pacientes con algún tipo de deterioro cognitivo suelen ser etiquetados
como agresivos o resistentes a bañarse / higiene personal, estas reacciones
son a menudo acciones defensivas de sentirse amenazados o por ansiedad.
La comunicación clara da al paciente control sobre el proceso de la higiene
y reduce estos síntomas de comportamiento.
Atender a las necesidades de higiene personal puede ser una experiencia
agradable si se respeta y se tiene en cuenta las consideraciones personales
en cuanto al método, el tiempo y la frecuencia del baño.
El baño en cama beneficia psicológicamente a los pacientes: mantiene la
autoestima y una imagen corporal positiva.
El personal de enfermería debe conocer las preferencias individuales, las
rutinas diarias y las capacidades de los pacientes.
La seguridad del paciente relacionada con baño / ducha incluyen la elección
de los equipos y el tipo de ducha, el control ambiental y el personal
debidamente capacitado en métodos, tiempo y frecuencia del baño. Algunos
pacientes se angustian por tener el pelo mojado, una alternativa es mojar el
pelo y lavarlo al final del baño, o realizar el procedimiento del lavado del
cabello independiente y utilizar poca o la menor cantidad de agua, si es
posible.
Los pacientes con deterioro cognitivo nunca pueden estar solos durante la
ducha.
Se recomienda que se incluyan barandillas, asientos de ducha o sillas de
rueda para la ducha que sean de fácil acceso, control termostático del agua,
alfombrilla antideslizante, o pisos antideslizantes.
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El dolor puede causar que el baño sea una experiencia desagradable. Los
pacientes con demencia puede que no sean capaces de verbalizar el
malestar por lo que se deben observar los signos físicos de dolor.
Las enfermeras deben explorar las causas posibles del dolor (por ejemplo,
artritis), y considerar la analgesia de rutina antes del baño, mover con
cuidado las extremidades y comunicar sus acciones a los pacientes para
reducir el dolor y la angustia.
Se recomienda una evaluación completa de las necesidades y preferencias
personales para prestar una atención adecuada y reducir la angustia o
malestar de los pacientes.
Una evaluación del riesgo de los pacientes es esencial, y se debe realizar
periódicamente ya que éste puede mejorar o empeorar.
La higiene de las manos del paciente puede influir en las infecciones, las
infecciones cruzadas y aumentar tasas de infección en instituciones
hospitalarias.
Un 60% de los pacientes no pueden lavarse las manos después de usar un
orinal o inodoro en unidades de agudos, a pesar de que lo harían si
estuviesen en el hogar.
Los posibles motivos de los pacientes para no lavarse las manos son:
Falta de conocimiento sobre la importancia de la higiene manos.
Incapacidad para acceder a las instalaciones.
El personal no le ofrece ayuda.
Incapacidad debido a restricciones físicas.
La renuencia a preguntar al personal de asistencia, porque parecen
demasiado "ocupados".
Si los pacientes piden ayuda para lavarse las manos, es indicativo de las
prácticas de higiene en el hospital.
Se recomienda el uso diario de cremas emolientes para proteger la piel. Las
sustancias emolientes hidratan la piel y actúan de la misma manera que los
aceites naturales que sirven para proteger la capa externa de la piel.
Las cremas//lociones hidratantes deben ser aplicadas en la dirección del
crecimiento del pelo, después del baño, inmediatamente después que el
paciente se ha secado, ya que la piel todavía está húmeda.
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Si las cremas hidratantes las aplica el personal de enfermería, es necesario
que haya correcta higiene de las manos y uso de guantes para prevenir la
propagación de bacterias.
La temperatura del agua durante el baño debe estar caliente, pero no
hirviendo, ya que esto puede provocar quemaduras en pacientes que tienen
disminución de la sensibilidad en sus extremidades.
La higiene perianal diaria, el uso de cremas hidratantes y la aplicación de
una crema barrera contra la humedad en la piel, son acciones necesarias en
los pacientes con incontinencia.
Cepillarse los dientes por lo menos dos veces al día con un cepillo de dientes
suave es eficaz para la eliminación de la placa y la prevención de la
enfermedad periodontal.
El uso de limón y glicerina, no se recomienda como una intervención cuidado
de la boca.
Los pacientes y familiares deben ser incluidos en los cuidados de la piel y de
la incontinencia.
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CAPÍTULO IV
GUÍA DE PROCEDIMIENTOS DE ENFERMERÍA EN EL BAÑO DE ESPONJA
DESCRIPCIÓN:
Es la limpieza del cuerpo de paciente incapacitado que se encuentra en cama.
OBJETIVO:
Promover y mantener hábitos de higiene personal.
Observar cualquier signo patológico en la piel y estado general del
paciente.
Activar la circulación periférica y la ejercitación de los músculos y
extremidades.
Brindar comodidad y bienestar.
Fortalecer una buena relación con el paciente que le permita exteriorizar
sus precauciones.
Eliminar residuos de solución, secreciones, microbios y desechos.
INDICACIONES:
Paciente hospitalizado que pueda movilizarse solo en cama.
Los pacientes debilitados por enfermedad.
Pacientes Post operatorio inmediato.
Pacientes en reposo absoluto.
Pacientes con tercer y cuarto grado de dependencia
CONTRAINDICACIONES
Inestabilidad hemodinámica.
Paciente con patología dérmica que requiere baño indicado.
EQUIPO
02 Toallas
02 juegos de sábanas
01 Bata limpia
04 Torundas de gasa estéril.
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01 Jabón
01 solera
01 Hule
02 Esponjas
01 Bolsa de desechos
01 Lavatorio
Dos recipientes (uno con agua tibia y otro con agua caliente) y un recipiente
para agua sucia.
01 Corta uñas
01 par de Guantes desechables y/o manoplas (dos pares para el cuerpo y
otro para la cara).
01 Crema hidratante
01 Colonia
01 Shampo
01 peine o cepillo para cabello
01 Biombo y / o cortina
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PERSONAL RESPONSABLE: Lic. Enfermería.
PROCEDIMIENTO:
ACCIONES FUNDAMENTOS
1. Explique el procedimiento al 1. Promueve la cooperación y
paciente. participación del paciente.
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bien la frente, las mejillas, la nariz, el
cuello y las orejas.
7. El jabón tiende a resecar la cara.
7. Lave, enjuague y seque bien la
frente, las mejillas, la nariz, el cuello y
las orejas.
8. Evita pérdida de calor por
8. Coloque la cabeza dentro del evaporación.
lavatorio, lave, enjuague y seque bien.
9. Facilita el procedimiento.
9. Coloque la toalla debajo del brazo y
lave con agua y jabón el brazo, desde
el área distal a la proximal con
movimientos circulares. Levante y
mantenga el brazo elevado mientras
lava las axilas.
10. Evita restos de jabón en el cuerpo
10. Enjuague y seque el brazo y axila y mantiene la temperatura corporal.
completamente.
11. Permite frescura y adaptación del
11. Sumerja la mano en el agua, lave baño.
la mano y uñas. Retire el lavatorio y
seque la mano.
12. Completa una parte regional del
12. Levante la baranda y realice igual cuerpo.
procedimiento con el otro lado.
13. Cubrir al paciente mantiene el
13. Cubra el pecho del paciente con la calor corporal y la privacidad.
toalla y doble la sábana por debajo del
ombligo; Con una mano, levante la
toalla en la zona del tórax, con la otra
lave el pecho utilizando movimientos
amplios y firmes.
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14. Evita enfriamientos innecesarios.
14. Mantenga el pecho del paciente
cubierto entre el lavado y el enjuague,
seque completamente.
15. Mantiene temperatura corporal y
15. Coloque la toalla a lo largo del privacidad.
tórax y abdomen, doble la sábana por
encima de la región púbica, Con una
mano levante la toalla, con la otra lave
el abdomen con atención al ombligo y
pliegues abdominales, enjuague y
seque abdomen.
16. La toalla evita manchar la ropa,
16. Cubra el tórax y el abdomen con la sostener la articulación evita fatiga.
sábana de baño, exponga la pierna
doblando la sábana; Flexione la pierna
del paciente, deslice la toalla por
debajo, lave, enjuague y seque las
rodillas, tobillos y los muslos.
17. Entre los dedos puede haber
17. Lave, enjuague y seque el pie, secreciones y humedad.
asegurándose de lavar entre los
dedos, lave y recorte las uñas.
18. Evita desgaste de energía y
18. Trasládese al otro lado de la cama mantiene posición corporal del
y repita los pasos anteriores. personal.
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20. Lave, enjuague y seque la espalda 20. Completa el procedimiento
desde el cuello hasta la nalga. Frote la totalmente y evita la transmisión de
espalda. Utilice gasa y realice la infecciones.
higiene del ano, luego descarte
guantes y gasa. Continúe higiene
perineal.
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CAPITULO V
MANUAL DE PROCESOS Y PROCEDIMIENTOS DE ENFERMERÍA
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CAPITULO VI
CUIDANDO AL ADULTO MAYOR EN CASA
BAÑO
El baño puede realizarse desde cada dos días hasta cada cinco, dependiendo de
factores como el peso del adulto mayor (si lo bañas a diario, antes de un mes
tendrás hernias por todos la-dos), la frecuencia de sus evacuaciones, la limpieza al
dársele sus alimentos, las dificultades que represente su traslado al baño por la
distribución de la casa, etc.
Debes utilizar jabones neutros, o especiales que no resecan demasiado la piel (de
almendra, de cacahuate, etc.), o los que proveen ciertos lubricantes apropiados
para la misma.
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Reemplaza el tradicional estropajo por una toallita facial o por una esponja; en el
mercado local hay esponjas con felpa en el lado opuesto que constituyen un
excelente auxiliar para el baño.
El baño del adulto mayor se lo deberás dar siempre sentado, en una silla de
plástico, con piernas abiertas y que cuente con un orificio para poder asear
perfectamente las “pompis” (glúteos) y sus más recónditas áreas, para impedir el
desarrollo de focos de infección en esas áreas de tan difícil acceso.
El mismo cuidado en el secado debes aplicar especialmente a los pies puesto que
las infecciones que mencionábamos determinan una cantidad extraordinaria de
complicaciones.
Éstas van desde la simple comezón o pies ardorosos hasta graves problemas
circulatorios que conducen irremediablemente a la amputación de dedos o hasta
del mismo pie, hecho frecuente en el paciente diabético.
El aseo de los genitales del adulto mayor exige de todo tu tiento, respeto y
minuciosidad, no olvides que estás tocando lo más delicado en lo referente al pudor
del individuo, por otro lado, lo que peores olores produce y en donde más bacterias
y bichos se esconden.
Mencionado esto, utiliza una toallita de felpa o de algodón (toalla facial) impregnada
de espuma de jabón y cuidadosamente asea a fin de prevenir cualquier irritación o
infección que se pueda producir a consecuencia de una limpieza mal
proporcionada.
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BAÑO DE ESPONJA
El baño de esponja es una alternativa que debes adoptar cuando la persona está
permanentemente en la cama y el traslado al cuarto de baño es doloroso o
dificultoso.
El baño de esponja se realiza sobre la cama misma: cierra las puertas y mantén las
ventanas entreabiertas evitando corrientes de aire, desnuda completamente a la
persona y colócale debajo del cuerpo una sábana plastificada. Para ello rota el
cuerpo y desliza la sábana por debajo, enseguida voltéalo hacia el otro lado y
desliza el resto de la misma. Coloca sábanas enrolladas en los lados de su cuerpo,
empacando minuciosamente y cuidando que no queden espacios vacíos.
Procede a enjabonar su cuerpo con la toallita facial repleta de agua jabonosa. Retira
la espuma con la misma toallita con agua limpia. El agua que escurra hacia los
lados se retendrá en la sábana enrollada. Una vez que termines de asear la parte
superior de su cuerpo voltéalo hacia un lado, y repite la misma operación en el otro
lado. Evita colocarlo boca abajo para que no trague agua y espuma contenidas bajo
su boca, lo cual resultaría desagradable e incluso peligroso.
Lava minuciosamente cada parte de su cuerpo, incluidos los genitales, separa los
pliegues y asea dentro; la vergüenza conduce a complicaciones derivadas del
desaseo.
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Seca y lubrica de la forma antes mencionada, sigue los procedimientos cosméticos,
de afeite, vestido y.… ¡listo! Nuevamente el adulto mayor se encuentra limpio y
perfumado, de nuevo seguro de sí mismo, pues tus cuidados fueron bien
proporcionados.
Absolutamente toda la piel del cuerpo del adulto mayor debe lubricarse, ya sea con
cremas o con aceites, porque la acción del jabón, sea cual sea, desprovee a la piel,
del ya de por sí escaso, lubricante natural que posee. El uso del talco debes limitarlo
a situaciones muy especiales, por ejemplo, cuando una mano se encuentra cerrada
por un espasmo en el paciente con un problema neurológico.
En tal caso es muy frecuente que el adulto mayor desarrolle infecciones por hongos
o por otros bichos, para evitarlo es útil que impregnes un algodón con talco
medicado, de preferencia, y lo coloques dentro de la cavidad de la mano. Para
mantener el algodón en su lugar coloca un calcetín con elástico un poco flojo o una
mallita tubular; será suficiente y no necesitarás usar vendas.
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ASEO DEL CABELLO
El aseo del cabello se lo podrás proporcionar con un champú apropiado,
dependiendo si el cabello es graso o reseco. Después del baño seca con toalla y
peina adecuadamente. La dignidad y la adecuada autoestima del adulto mayor
están por encima de muchas cosas y el aseo personal es uno de los elementos
para lograrlo.
Si se requiere lavado del cabello en la cama, se recomienda que reúnas:
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PREPARACIÓN:
1. Cierra las ventanas.
2. Pon la silla o el banco en el piso, cerca de la cabecera de la cama. Cubre la
mesa o el banco con la hoja pequeña de plástico y pon la cubeta sobre el
plástico.
3. Pon cómoda a la persona enferma con la cabeza cerca de la orilla de la
cama. Sopórtale los hombros en la almohada con funda o forro de plástico
para que la cabeza quede más baja que los hombros.
4. Envuelve una toalla de baño en el cuello de la persona y sujétala con el alfiler
de seguridad.
5. Enrolla tres lados de la hoja grande de plástico para formar los lados por los
cuales escurrirá el agua hacia la cubeta. Pon la hoja debajo de la cabeza de
la persona para que quede rodeada por los rollos y baje el extremo de la hoja
a la cubeta.
PARA LAVAR:
Dale a la persona el lienzo para que lo ponga sobre sus ojos y vierte el agua
sobre la cabezahasta que el cabello esté bien mojado. Si se pone nerviosa,
vierte el agua poco a poco sobre su cabeza hasta que se acostumbre y evites
salpicaduras.
Aplica champú y frótalo con suavidad sobre el cuero cabelludo. No te
apresures ya que este masaje es una sensación agradable para una persona
enferma.
Enjuaga el cabello.
Si es necesario, vuelve a llenar las jarras con agua, repite el champú, el
masaje y el enjuague hasta que el cabello esté limpio.
Exprime el cabello para eliminar el exceso de agua.
Seca la frente de la persona con la toalla para la cara y envuélvesela en la
cabeza para absorber la humedad.
Levántale la cabeza, quita el plástico enrollado y pónselo en la cubeta.
Quita la almohada que tiene bajo los hombros y pónsela bajo su cabeza.
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Quita la toalla para la cara y ponle una toalla de baño limpia y seca. Frota el
cabello con suavidad para dejarlo casi seco y deja la toalla envuelta en la
cabeza.
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CONCLUSIONES
Durante el baño se cambiará el agua cuantas veces se enfrié y se torne jabonosa
o se ensucie.
Es conveniente y necesario cambiar el agua del baño al concluir la pierna etapa del
baño, antes de asear las piernas y los pies y nuevamente para lavar la espalda. Es
indispensable renovar el agua constantemente en e aseo vulva y perineal.
Se deberá aplicar una mayor presión a los movimientos ascendentes que en los
descendentes a fin de favorecer el retorno venoso.
Se debe poner especial atención al lavar arrugas en la piel del paciente, enjuagarlas
y secarlas bien.
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El baño completo no es indispensable diariamente, a menos que el paciente
presente sudoración profusa, por lo tanto, corresponde a la enfermera valorar esta
necesidad.
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BIBLIOGRAFÍA
Gonzales, Rosa y colab. “El cuidado Humano como Valor en el Ejercicio de los
profesionales de la salud. (publicación en linea)
49
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Kim Griggs: Personal Care: Hygiene. JBI Database of Evidence Summaries. 2009
Kozier & Erb's Fundamentals of Nursing: Concepts, Process, and Practice (8th ed.)
2007
Nursing Practice: why give bed baths. Nursing Time. 2003. Vol: 99, issue: 05, page
29.
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