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ÉL MURIÓ
Los que promueven esta doctrina errónea tratan de decirnos que “mundo”
realmente no significa “mundo” y que “todos” realmente no significa “todos”
y que “todo hombre” realmente no significa “todo hombre” y que “todo el
mundo” realmente no significa “todo el mundo”. Se nos dice que versículos
tan sencillos como Juan 3:16 e Isaías 53:6 no deben entenderse como los
entendería un niño, sino como los entendería un teólogo. Es decir, debemos
reinterpretar esos versículos a la luz de nuestro sistema teológico.
El Calvinista extremo diría que la cruz fue designada sólo para los elegidos y
que no tenía propósito para los “no-elegidos” (los incrédulos persistentes).
Pero la muerte del Hijo de Dios tenía una intención y un propósito divino
para ambos grupos. Para los elegidos, la intención de Dios era salvación de
acuerdo con Su propósito y gracia en Cristo Jesús desde antes de la
fundación del mundo (2 Ti.1:9; 2 Ts.2:13). Para los incrédulos, el propósito y
la intención es dejar al incrédulo sin excusa. Los hombres son CONDENADOS
porque han rechazado la Persona y la OBRA de Jesucristo y rechazaron el
único remedio de Dios para el pecado (Juan 3:18; 5:40). Los incrédulos nunca
podrán decir que no se hizo provisión para su salvación y que no les fue
ofrecida. Jamás podrán estar antes Dios y decir, “La razón por la cual no soy
salvo es porque Cristo no murió por mí”. No, la razón por la cual no son
salvos es porque rechazaron a Aquel que murió por ellos y que es el
Salvador de todos los hombres (1 Ti.4:10). Están sin excusa.
“Es posible que Cristo muriera por ti. Si llegas a ser salvo, sabremos que ÉL
murió por ti, pero si continúas rechazándole, entonces ÉL no murió por ti”.
“De cierto, de cierto os digo: El que cree en Mí, tiene vida eterna” (Juan 6:47).
“Para que todo aquel que en ÉL cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3:15).
El calvinista extremo dice, “¡VIVE Y CREERÁS!” Juan 1:12 no dice esto: “Pero a
todos los que han sido regenerados, a ellos les dio poder para creer en Su Nombre, y ser
hechos hijos de Dios.”
Note también que Juan 20:31 dice, “para que creyendo, tengáis vida en Su
Nombre”. No dice, “para que teniendo vida, podáis creer”.
Algunos hombres reformados, incluso R.C. Sproul, hasta enseñan que una
persona puede ser regenerada cuando niño y luego no llegar a la fe en
Cristo hasta años más tarde. Para mayor información ver ¿La Regeneración
Precede a la Fe?
Nunca debemos olvidar que una persona es salva porque pone toda su
confianza en la misericordia de un amante Salvador que murió por ella.
Es porque soy salvo, que estoy de acuerdo con los términos del
discipulado
Los requisitos del discipulado son muchos; los requisitos para ser salvos es la
simple fe y confianza en el Salvador.
La vida eterna no es algo que nosotros podemos ganar o alcanzar por medio
de nuestra fidelidad durante nuestra vida cristiana. Por el contrario, es un
don gratuito que recibimos en el momento mismo en que creemos en Cristo.
Cada creyente posee esta VIDA ahora: “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que
no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida” (1 Juan 5:12; todos los verbos están en
tiempo presente).
El teólogo reformado John Gerstner lo describe como estar tan alejado del
dispensacionalismo como alguien puede estar y seguir siendo llamado
dispensacionalista.
No es que simplemente recibe algo nuevo, sino que llega a ser una nueva
persona. La nueva naturaleza no es agregada a la antigua naturaleza, sino
que la reemplaza. La persona transformada es un ser completamente nuevo.
La terminología bíblica entonces no dice que un cristiano tiene dos
naturalezas diferentes. Él tiene solamente una naturaleza, la nueva
naturaleza en Cristo. El viejo yo muere y el nuevo yo vive; ellos no
coexisten. No es un residuo de la vieja naturaleza, sino un vestigio residual
de la carne pecaminosa que causa que el cristiano peque.