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Francisco Tárrega
Un accidente marcó su infancia cuando, al parecer, cayó a una acequia en un
descuido de la muchacha que le cuidaba, y quedó su vista dañada. Su padre, con el
temor de que quedara ciego, se trasladó a Castellón para que asistiera a clases de
música y pudiera ganarse la vida como músico.
Niccolò Paganini
Nació en Génova, donde estudió con músicos locales. Sus padres fueron Antonio
Paganini y Teresa Bocciardo. Empezó a estudiar la mandolina con su padre a los
cinco años. A los siete años comenzó a tocar el violín. Hizo su primera aparición
pública a los nueve años y realizó una gira por varias ciudades de Lombardía a los
trece. No obstante, hasta 1813 no se le consideró un virtuoso del violín. Tuvo como
maestros a Giovanni Servetto y Alessandro Rolla. Con dieciséis años era ya
conocido, pero no digirió bien el éxito y se emborrachaba continuamente. Una
dama desconocida lo salvó de esa vida licenciosa para llevarlo a su villa donde
aprendió a tocar la guitarra y el piano.
En 1801 compuso más de veinte obras en las que combina la guitarra con otros
instrumentos. De 1805 a 1813 fue director musical en la corte de Maria Anna Elisa
Bacciocchi, princesa de Lucca y Piombino y hermana de Napoleón.
En 1813 abandonó Lucca y comenzó a hacer giras por Italia, donde su forma de
interpretar atrajo la atención de quienes le escuchaban. En 1828 fue a Viena, más
tarde a París y en 1831 a Londres.
Fue además tutor del violinista italiano Antonio Bazzini, a quien motivó para que
iniciara su carrera como concertista. Su técnica asombraba tanto al público de la
época que llegaron a pensar que existía algún influjo diabólico sobre él, porque a
su vez su apariencia se notaba algo extraña y sus adelantos musicales eran una
verdadera obra de arte.
Su salud se fue deteriorando a causa de una tuberculosis diagnosticada en 1819.
En los años 1834 y 1840 padeció dos fuertes episodios de hemoptisis, siendo el
segundo el que precipitó su muerte. Durante el avance de la enfermedad, que pasó
de sus pulmones a la laringe, padeció afonía crónica los dos últimos años de su vida.
El músico además se medicaba con mercurio para tratar la sífilis que también
padecía. Falleció en Niza el 27 de mayo de 1840.
Su imaginativa técnica influyó notablemente en compositores posteriores como
Franz Liszt, Johannes Brahms, Sergei Rachmaninoff, Boris Blacher, Andrew Lloyd
Webber, George Rochberg , Witold Lutosławski y Robert Fripp entre otros.
Ya de niño fue conocido como el violinista del diablo, y escribió varias obras para
violín que ningún otro músico de la época era capaz de tocar.
Los otros músicos creían que había vendido su alma al diablo debido a la
complejidad de sus obras, incluso hay quien aseguraba que cuando tocaba su violín
siempre había una extraña figura oscura detrás de él, y que cuando se le partían las
cuerdas, su violín sonaba exactamente igual.[1] De hecho hay un testimonio que
dice que llegó a tocar una vez con una sola cuerda y su violín no perdió sonido.
Era tal la creencia de su pacto con el diablo, que cuando murió, la Iglesia católica se
negó a darle un entierro católico.
Dionisio Aguado y García
Nacido en Madrid el 8 de abril de 1784 y muerto el 20 de diciembre de 1849, es
uno de los guitarristas españoles más célebres del siglo XIX. Inició sus estudios
musicales con Fray Miguel García, conocido como Padre Basilio. Influenciado por el
italiano Federico Moretti, y junto con Fernando Sor, adoptó la notación
convencional para guitarra, prescindiendo de la notación por tablatura, imperante
en España en esa época.
La invasión de Napoleón, y lo que esto conllevó, hizo que se retirara con su madre
a sus tierras en Fuenlabrada y se dedicara a profundizar en sus conocimientos
musicales. Después de un periodo de retiro que dedicó al estudio y
perfeccionamiento de su técnica, se marchó a París en 1825, y atrajo la atención de
músicos relevantes de la época (Rossini, Paganini, Vincenzo Bellini, Fernando Sor,
Fossa, …) por su virtuosismo, y alcanzó un gran éxito con sus recitales. Con Sor hizo
amistad, colaboró estrechamente e incluso vivió durante un tiempo. De hecho éste
le dedicó un dueto (Op.41, Les Deux Amis, los dos amigos, una parte está marcada
"Sor" y la otra "Aguado"). En 1838 regresó a Madrid, donde dedicó su vida a la
enseñanza hasta que murió el 29 de diciembre de 1849.
Heitor Villa-Lobos
(1887- 1959) Nació en Río de Janeiro en una familia de clase media en la que el
padre era músico aficionado y recibía en casa, todos los sábados, a amigos con los
que tocaba hasta la madrugada, lo que influyó decisivamente en que el pequeño
Heitor empezara a interesarse.
Así, a los seis años aprendió a tocar el violonchelo con su padre en una viola
especialmente adaptada. En seguida se sintió fascinado por Bach.
Tuvo que residir con la familia en otras ciudades hecho que le hizo entrar en
contacto con otras músicas más enraizadas en el variado folclore brasileño, lo que
acabaría por ser otra fuente de influencia en su música.
De vuelta a Río, entra en contacto con el choro y la guitarra, que se tocaba con
profusión entonces por músicos aficionados. Tal impacto le produjo que empezó a
estudiar guitarra a escondidas de sus padres, los cuales consideraban esta música
como menor y marginal.
A la muerte del padre se volcó en el choro, componiendo un ciclo de 14 obras que
tituló Choros y en las que aportaba modernas técnicas de composición a esta
música popular.
A los 18 años, y durante los 3 siguientes, recorrió varios estados de Brasil
transcribiendo los temas del folclore popular.
De vuelta a Río, se ganaba la vida tocando el chelo en orquestas, dedicándose en
paralelo a la composición.
Preocupado por la difusión de la música, presenta un Plan de Educación Musical a
la Secretaría de Educación del Estado de São Paulo. Su aprobación hizo que volviera
a Brasil. En 1931 organizó una Concentración Orfeónica que llamó "Exhortación
Cívica", y que concentró a cerca de 12 mil voces. Posteriormente estas experiencias
se repetirían, llegando a concentrar en una ocasión hasta 40.000 escolares.
En 1942, crea el Conservatorio Nacional de Canto Orfeónico destinado a formar
profesores para las escuelas, promover el estudio de la musicología brasileña,
grabar discos, etc.
Murió de cáncer el 17 de noviembre de 1959, en Río de Janeiro
"Sí, soy brasileño, y muy brasileño. En mi música dejo cantar a los ríos y a los mares
de este gran Brasil. No le pongo mordaza a la exuberancia tropical de nuestros
bosques y nuestros cielos, que yo transporto, instintivamente, a todo lo que
escribo." Heitor Villa-Lobos.
En Buenos Aires conoce al editor Francisco Núñez, el cual publicará, con el tiempo
una centena de obras de Sagreras. En 1905 fundando su propia escuela, La
Academia de Guitarra.
La música por naturaleza no puede pasar por desapercibida, sino más bien forma
parte de nuestra vida cotidiana y cuando compositores como Sagregas logran
penetrar sus obras dentro del público, difícilmente se olvidarán por toda la vida.
Ernesto Nazareth
1863 – 1934 Ernesto Nazareth, (o Nazaré, como se le conocía en Brasil) nació en
Río de Janeiro, un 20 marzo de 1863. Su madre fue pianista y además su primera
maestra hasta que falleció cuando su hijo tenía diez años de edad. Tras la muerte
de su madre, Nazareth siguió estudiando con los profesores Eduardo Madeira y
Lucien Lambert. Poco a poco comenzó a conocer músicos populares de “choro”,
que estimularían su original sentido del ritmo. Fue un apasionado de la obra de
Chopin, pasión que se ve reflejada en su música. Escribió piezas de concierto,
pero su identidad musical estaba en las obras con carácter de música ligera del
Brasil de su tiempo, presentando un estilo inconfundible. Su producción pianística
abarca más de 200 títulos. Escribió, sobretodo, valses, polkas y tangos brasileiros.
Ernesto Nazareth convirtió los sonidos callejeros tocados por los músicos
populares brasileños y los tradujo al piano, dándoles un ropaje delicado. Su obra
se sitúa en la frontera de lo popular con lo erudito, transitando a voluntad por las
dos áreas. De hecho, sus obras para piano se utilizan en conservatorios, tanto de
música académica como popular, ya que, como hemos indicado, Nazareth
trabajaba en el límite de los dos universos.
A finales de los años veinte comenzó a mostrar problemas auditivos, los cuales
empeorarían en esos sus últimos años de vida. El trauma provocado por la muerte
de su hija y su esposa intensificaron el deterioro de su salud mental. En 1933, a
los setenta años, el compositor fue internado en la colonia “Juliano Moreira”, en
Jacarepaguá. El 1 de febrero de 1934, Ernesto Nazareth huyó del manicomio y fue
encontrado tres días después, ahogado en el embalse de la Cachoeira dos Ciganos
(Cascada de los Gitanos).
e-grafía:
http://www.19trastes.com/romanticismo.htm
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/barrios_agustin.htm
https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/16591/SossaRopain
JuanMiguel2015.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Evolución
Comienza a tener una participación muy destacable a partir del renacimiento,
cuando se desarrolla el repertorio contrapuntístico de los instrumentos de cuerda
pulsada (Vihuela en España y América, y Laúd en el resto de Europa).
El prototipo delo que hoy es la guitarra española, tal como la conocemos ahora
apareció en el siglo XIV, utilizada por el pueblo para acompañar canciones y bailes
populares, mientras la vihuela se convertía en el instrumento de cuerda preferido
por los cortesanos y el laúd por las cortes europeas.
La obra más brillante del barroco español fue la de Gaspar Sanz (1640/1710),
titulada Instrucción de música sobre la guitarra española que significó la
introducción de la guitarra en los ambientes cultos.
A pesar de ello, la guitarra seguirá sin ser aceptada en la música de cámara, donde
el clave y los violines imponían su dominio, ni en la religiosa.
En el siglo XVIII, tras la brillantez del periodo barroco, si bien musicalmente no se
dan grandes progresos musicales, sí se producen una serie de transformaciones
físicas en el instrumento que mejoran sus condiciones técnicas y sonoras,
adquiriendo muchas de las características básicas de la guitarra actual.
El siglo XIX termina con una figura clave en la guitarra española Francisco Tárrega
(1852/1909) Nacido en Villarreal es considerado el padre de la guitarra clásica
contemporánea. No sólo compuso obras de extraordinaria belleza como “Capricho
Árabe” o “Recuerdos de la Alhambra”, sino que adaptó obras de compositores
como Beethoven, Mozart, Bach, o Haendel.
Pero además su dedicación a la guitarra le llevó a desarrollar una ingente labor
estudiando los más mínimos detalles: perfeccionó las reglas académicas de la
guitarra clásica, la forma de sujetar el instrumento, el modo de pulsar las cuerdas,
la postura ideal del intérprete, etc. Introduciendo el uso de una pequeña banqueta
para apoyar la pierna sobre la que reposa la guitarra, alcanzando la altura ideal para
la ejecución.
Andrés Segovia, es sin duda el guitarrista más conocido del siglo XX. Su prodigiosa
técnica fue admirada en los grandes teatros y escenarios del mundo gracias a las
interminables giras que realizó durante más de 70 años, con una medida de cien
conciertos anuales. Su enorme esfuerzo ha dado a conocer la belleza de la guitarra,
despertando el interés de los compositores hacia la guitarra, dotándola de un
repertorio de calidad, estimulando la creación de cátedras en los Conservatorios y
Academias de música, dejando una estela de guitarristas en Estados Unidos,
Australia, Japón, etc.
Lectura
Para escribir la música dedicada a la guitarra barroca se empleaba la tablatura. Seis
líneas, cada una representa un orden de la guitarra. Si se lee de arriba a abajo
tendremos que la línea superior es la quinta cuerda u orden, y así sucesivamente
hasta la última de abajo que corresponderá a la primera. Hay que advertir que para
quienes leen tablatura moderna, este método les parecerá extraño. Se trata de la
tablatura italiana, mediante la cual la línea de arriba representa el sonido más grave
y la de abajo el más agudo; mientras que la francesa es análoga a la tablatura que
leen nuestros guitarristas del siglo XXI.
Afinación
La afinación más común en la guitarra española tiene intervalos de cuartas entre
sus cuerdas (excepto entre la tercera y la segunda cuerda que es una 3.ª mayor),
siendo de la siguiente manera Mi (6.ª cuerda), La (5.ª cuerda), Re (4.ª cuerda), Sol
(3.ª cuerda), Si (2.ª cuerda), Mi (1.ª cuerda)
Partes de la Guitarra
La guitarra ha sufrido variaciones en su forma a lo largo de los siglos. Además del
número de cuerdas, las variaciones del instrumento han surgido para adaptarlo a
las necesidades del intérprete hasta adoptar la forma actual. Este instrumento está
fabricado con madera prácticamente en su totalidad y los tipos de madera más
utilizado son “palo santo” de la India, abeto y cedro de Canadá, pino ciprés o ébano,
en función del tipo de guitarra que se desea fabricar (clásica o flamenca)
Básicamente está compuesta por la caja de resonancia, el mástil, el puente, el
diapasón, los trastes, las cuerdas y el clavijero.
Introducción
La guitarra clásica o popular o criolla o española, es un instrumento musical de la
familia de los Cordófonos con un origen muy antiguo.
El origen y formación de la guitarra española es un tema misterioso y complejo
sobre el que han investigado numerosos expertos durante el último siglo. Existen
diversas teorías acerca del nacimiento de la misma, las cuales se remontan a la
Edad Media en las culturas hispano-cristiana y árabe-musulmán.