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"Tenemos que deseducar sexualmente

a nuestros hijos"
Es la propuesta de Ángela Marulanda, socióloga y educadora familiar,
para que los padres hagan frente a la creciente tendencia de la
iniciación sexual en la adolescencia.
La educadora colombiana Ángela Marulanda basa su propuesta en el hecho de que
cuando los hijos llegan a la edad de la adolescencia vienen con una cantidad de
"experiencia teórica" que les hace creer que están preparados para mantener relaciones
sexuales.

"Hoy los adolescentes ya están mal educados sexualmente porque han crecido inmersos
en una cultura que establece que las relaciones sexuales no tienen nada que ver ni con el
amor, ni con el compromiso, ni con la procreación".

Esa cultura, explica Ángela, les ha enseñado que la relación sexual es un mecanismo que
ellos tienen incorporado a sus cuerpos para divertirse, gozar y pasarla bien. "Por eso hoy
no se trata solamente de educar sino de deseducar de lo mal educados que ya vienen".

Padres un poco perdidos

Ángela resalta que la gran mayoría de los padres de los adolescentes de hoy no recibieron
una educación sexual, lo que prácticamente los ha dejado desarmados frente a sus hijos.

Y en el afán de suprimir los tabúes, lo pecaminoso y condenatorio de la educación sexual


del pasado se han desechado también los principios fundamentales que deben regir la
sexualidad humana, como el amor, el respeto, la honestidad y el compromiso.

La sociedad es otro factor de peso en todo esto, pues empuja a los seres humanos a
interpretar la felicidad como placer constante. "Entonces todo lo que produce placer está
bien, indistintamente si es bueno o malo, conveniente o inconveniente. Y una de las
experiencias que más placer produce en el ser humano es la sexual".

La publicidad y la televisión, enfatiza Ángela, refuerzan constantemente esta creencia,


convenciéndonos de que "para ser felices sólo debemos tener lo que nos provoca y vivir
en un estado de gratificación constante, obviamente dentro de esa cultura la promiscuidad
sexual, la drogas, el alcohol y las parrandas son perfectas".

Y aunque tanto los muchachos como las muchachas reciben presiones de la sociedad,
ellas llevan la carga más pesada pues en la publicidad prevalece la imagen de la mujer
como símbolo sexual y esto, unido al hecho de que muchas artistas jóvenes venden una
imagen sexy, lleva a las adolescentes a pensar que necesitan ser sexys para ser
aceptadas.

¿Cómo deseducarlos?
Predicar con el ejemplo es la primera de las recomendaciones de Ángela. Ella invita a los
padres a revisar sus comportamientos, hacer conciencia de lo que le están enseñando a
sus hijos, a tomar una actitud más participativa en el hogar, a dedicarles tiempo, no
sustituyendo el amor por las cosas materiales, y sobre todo a conversar, a hablarles sobre
la sexualidad en un tono muy distinto al que usan los medios publicitarios.

"Alejemos a nuestros hijos de todos esos programas de televisión que establecen el sexo
como un pasatiempo, pero si ya los vieron discutamos el tema con ellos".

Establecer parámetros de cuándo pueden empezar a tener relaciones sexuales es también


deber de los padres.

"Muchos padres les dicen a sus hijos que cuando estén enamorados o enamoradas
pueden empezar a tener relaciones, pero eso no es un parámetro claro porque el
enamoramiento no es amor".

Para esta especialista, el momento adecuado para que una persona empiece a mantener
relaciones sexuales llega cuando es emocionalmente estable, sabe lo que quiere y hacia
dónde se va, pero sobre todo cuando tenga la madurez suficiente para establecer un
compromiso definitivo con alguien, "porque si en esas relaciones procrean una vida van a
tener que estar juntos los dos".

"Las relaciones sexuales son para relaciones definitivas, leales y exclusivas, puede que
una pareja no llegue a cumplir ese ideal, pero por lo menos ese es el parámetro, porque
tenemos que regular por el ideal no por la excepción".

Rompe los mitos

Algunos de los mitos que esta especialista recomienda desterrar por completo es que
mientras el hombre es más activo sexualmente más macho es.

"Mientras más activo sexualmente sea un hombre más propenso está a toda suerte de
enfermedades de transmisión sexual, más capaz de engendrar vidas que nunca conocerá
y más capaz de hacer daño".

En ese sentido, la práctica que tienen algunos padres de motivar a sus hijos a tener su
primera relación sexual con quien sea no hace más que enseñarles que la sexualidad
nada tiene que ver con el amor ni con el compromiso, que simplemente es un acto
placentero que ellos hacen con quien puedan.

Actitud que según Ángela los lleva a ser infieles e irrespetar a sus compañeras porque "es
difícil que un hombre pueda respetar a una mujer cuando su primera aproximación íntima
con ella fue para usarla como objeto de placer".

La doble moral presente en muchos padres de que "mis hijos con sus amiguitas sí, pero
los amiguitos de mis hijas con ellas no", también hay que dejarla atrás si los padres
quieren hijos adultos sexualmente sanos.

Sobre ella
Ángela Marulanda, de nacionalidad colombiana, visitó República Dominicana invitada por
el Centro Montessori de Educación Personalizada para impartir la conferencia
"Preparándonos para la adolescencia de nuestros hijos e hijas". Marulanda es madre,
escritora, educadora familiar, socióloga, conferencista y consultora en temas relacionados
con la formación de los hijos. Es autora de talleres y conferencias para padres y maestros
sobre el fortalecimiento social y emocional de los niños y de la familia y ha publicado los
libros "Creciendo con nuestros hijos" y "Sigamos creciendo con nuestros hijos".Se ha
destacado como conferencista internacional y escribe permanentemente para algunos de
los periódicos más importantes de América Latina

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