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SEMANA SANT A

13 AL 20 DE ABRIL
Domingo de Ramos: Si estos callaran, las piedras hablarían.
Lunes y Martes: Cumpliendo su mandato de discipular (Visitación)
Miércoles: Preparándonos para continuar su obra (Culto de Oración)
Jueves: Drama: Abandonado por todos y; negado por un amigo. Santa Cena.
Viernes: Aprendiendo de las manos del Victorioso
Sábado: Discipular Llevando Nuestra Cruz.
Domingo de Resurrección: Drama " ¿Guardar esta verdad?
Lecturas y Poesías: Mi vaso de alabastro (Marcos 14:1-19)

¿Qué te daré mi Jesús, Maestro amante? ¿Qué te daré por tu gran amor por mí? ¿Te daré una gota de un perfume sobrante?
¿Te daré sólo aquello por lo que no sufrí? ¿O sólo mi querido y divino Salvador \Murmurare al ver a otros darse por tu
amor, Y pensaré que todo lo estará derrochando, \Que no se sacrifique, que se estará gastando? No sólo yo te doy la gota de
mi nardo \La gota de lo puro, costoso y muy fragante. Por ti me sacrifico ¡Yo quiebro el alabastro! \¡Te doy esta
mi vida, perfumada y amante! Tú eres mi Señor, mi Rey, mi Protector. \Tú eres todo aquello que yo siempre
anhelé Por eso mi Jesús te doy siempre mi amor, \Te doy todo Señor, pues todo tuyo es. Y así quiebro ante ti mi corazón/
Lo derramo Señor cual nardo puro Para servirte Jesús y con pasión/ Dar perfume a este mundo inseguro.
La cruz de Cristo.
Gloriosa cruz de Cristo que antes fuiste Objeto de vergüenza y desventura Y hoy llenas de tu luz el alma
triste, Sedienta de perdón y desventura.
En ti, triunfó el amor crucificado. En ti, fue la verdad ennoblecida En ti, la santidad venció al
Pecado En ti, la muerte descubrió la vida.
Por eso el hombre inclina reverente A tu recuerdo, la
Angustiosa frente Y el alma
busca en ti paz y consuelo.
Tu al mundo entero por amor abrazas Tu eres la santa escala porque enlazas, Cruz de Cristo, la tierra con
el cielo.

Ayúdame Señor.
Señor yo siempre iré tras tus pisadas Haré lo que más pueda por seguirte Yo no te dejaré en horas
pesadas Yo iré siempre contigo para poder servirte.
Pero ayúdame Cristo para poder cumplir Con lo que he prometido de andar contigo así No sea que
el momento cuando quiera venir, Yo te siga de lejos cuando tú has de sufrir. Ayúdame Jesús maestro
amante Para yo no negarte en medio del temor Yo quiero fiel seguirte y para siempre amarte >
No quiero un día decir: No conozco al Señor. Yo no quiero llorar Señor, amargamente Y no quiero
sufrir por seguir la maldad Quiero sólo Maestro seguirte firmemente, Llorar con toda el alma, más de
felicidad. Mira mis manos, colman de bienes Están dispuestas a bendecid Sostén y abrigo en ellas
tienes Mira y no quieras en mal vivir.

Domingo de resurrección
¡Veinte siglos Señor! y no se amengua / Tu divino poder, ¡Tú eres eterno! En toda latitud y en toda
lengua Adoramos tu nombre sempiterno.
Después de Jesucristo, antes de Cristo / Estos son los linderos de la historia Y desde entonces sin
cesar se ha visto / Aumentar el portento de tu gloria.
"Resucitado ha... Cristo no ha muerto" / Renace en nuestro ser a toda hora Y nos conduce al
prometido puerto
Y si la humanidad marcha al abismo / En cada anochecer tiene una aurora Si lleva hacia la cruz su
cataclismo.

Todo y Nada
¡Oh Señor: Que gran vergüenza, qué amarguísimo dolor,
y que ingrato y miserable entonces fui!
Se hallaba junto a mi pecho llamándome el Salvador,
Y yo, necio respondía, despreciando su amor: ¡Todo de mí, y nada de Ti!
Sin parar en mis desprecios, por mí entregó su vida;
A Jesús en cruel Calvario, sufrir vi.
"Oh Padre perdónale, murmuró su voz herida,
y por fin a Cristo dije, con frase estremecida: Algo de mí y algo de Ti.
Veloces pasan los años, su amor eterno, inmenso,
Me levanta y eleva, cada vez que yo caí.
Grande, libre, santo y fuerte, se me muestra ¡Y tan materno
Que no puedo resistirlo! Respondiendo a su amor tierno:
Menos ya de mí y más de Ti.
Insondable, más sublime, que el altísimo cielo,
Más profundo y más grande que la mar casi sin fin:
Tu amor, ¡Oh Salvador mío!, conquistó todo mi anhelo
Y mi corazón responde, rendido ya a tu desvelo: Nada de mí y todo de Ti.

Asi fue El
Cristo, como hombre, tuvo hambre, y como Dios dio de comer al hambriento. Como hombre, tuvo
Hambre, y sin embargo, El es el Pan de Vida. Como hombre, tuvo sed, y sin embargo, dice: "Al que
tuviere sed yo le daré de la fuente del agua de
la vida, gratuitamente". El sintió cansancio, y sin embargo, El es nuestro descanso.
Pagó tributo, mas es Rey. Fue llamado demonio, mas echó fuera demonios.
Oró, mas escucha las oraciones. Lloró, pero a la vez enjuga nuestro llanto.
Fue vendido por trenita monedas de plata, más El redime al mundo.
"Como cordero fue llevado al matadero, y sin embargo es el Buen Pastor.
"Enmudeció y no abrió su boca", y sin embargo, El es el Verbo Eterno.

Se arriesgó Jesucristo
Por el hombre que vuelve de caminos sombríos con la vida maltrecha
Y con huellas de fango en sus rotos andrajos; por el hombre perdido,
Por el pródigo errante, se arriesgo Jesucristo.
Por el hombre perdido, por el hombre olvidado, desbordó su ternura.
Por el hombre perdido, con los brazos abiertos en la cruz tosca y dura,
Se arriesgó Jesucristo; y por darle la vida, santidad y hermosura,
Apuró en el Calvario la suprema amargura...

Cruces

Muchos poetas escribieron poesías a la cruz de Cristo.


Muchos artista pintaron cuadros de la cruz de Cristo.
Muchos templos tienen en sus paredes una cruz como la de Cristo.
Pero ¿Cuántas personas fueron a la cruz de Cristo buscando el perdón de Dios?
Hay cruces por todos lados; unas cuelgan de cadenas, otras, adornan anillos,
Y otras cuelgan de una oreja.
Hoy día son un adorno; antes eran muerte horrenda. Jesús por mí dio su vida En una cruz de madera;
yo no uso cruces de adorno, mas tengo la Vida Eterna.
Drama ¿Guardar esta verdad?

Personajes: Judas, seis guardias, sacerdote y ancianos.

ESCENA1
"En vísperas de la traición" (puede ser un monólogo)
Judas: (A los soldados) Este es el lugar: Getsemaní. Caminad sin ruido. Yo os prometo que El está aquí
está noche. Este jardín es su lugar favorito para la oración. Un extraño estado de ánimo pesa sobre El
en los últimos días.
Hace justamente una hora, en nuestra cena habló de misterios, traición, sangre... (A sí mismo) ¡Sangre!...
¿Qué es esto que yo hago...? Pero... escucha, Judas.
Treinta monedas brillantes suenan en tu bolsa. Es una cosa sin importancia decirles dónde está Él. (A
los soldados) Bajad vuestras voces, es imprescindible que nadie os escuche.
(A sí mismo) ¡Cómo resuena cada pisada... cómo señala la luna cada piedra y cada hoja...! siento que hay
mil ojos observándonos; pero no hay nada; sólo la noche silenciosa. (A los soldados) Detrás del portón
¿veis el Monte de los Olivos? Él estará allí.
No, es mejor esperar. Él pasará por acá. Vayamos más atrás. La pared nos ocultará. Bajad vuestra*
lanzas, la luz de la luna las hace brillar.
(A sí mismo) ¿Cómo haré esta desagradable tarea que yo mismo elegí hacer? Le encerraremos, de
repente, con gritos. En la oscuridad y confusión podré escapar, sin ser visto. ¡Ah!
¿Sin ser visto por sus ojos? No, es mejor que me acerque y le llame amigo. No quiero que los guardias
puedan confundirlo con Juan o con Pedro, que han de estar muy cerca...
¿Qué otra manera mejor habrá, más natural, que besarle amistosamente en la mejilla?
... ¿Un beso?... ¡OH, maestro, no tengo valor para hacerlo! Estoy soñando acobardado...
¡Pero ya es demasiado tarde, tengo que hacerlo! Dadme consuelo, monedas mías. Dejad que apriete
vuestras caras brillantes, conseguidas a precio tan caro, hasta que vuestro borde filoso corte mi carne.
Que así olvide el dolor de adentro, que es más fuerte.
Dulces monedas, vamos a vivir alegremente, vosotros y yo...
(A los soldados) ¿Qué hay? Dejad quieta la lengua. ¡Yo no miento! Juro que digo la verdad. ¿Engañaré
a los que me dieron las riquezas, con bromas vanas...?
Shss. ¡Atención! Un paso...
(Asimismo) Corazón turbulento que dentro de mí golpea como si estuviera en fuga. Pero yo no voy a
escuchar tu clamor... ¡Dios! Casi no puedo respirar cuando necesito más que nunca la calma. ^
... "Este es mi cuerpo dado por vosotros... “Sus palabras... Mente loca, olvida sus palabras, ¡todas sus,
Palabras, ensaya las que ahora les dirás a Él. "Salve, Maestro!' Deja que las palabras sean tan cálidas
Como siempre... Maestro...
Este momento me deja confundido y perplejo. ¡Tengo que proceder rápidamente!
(A los soldados) ¡Listos, hombres! Se acercan... Prended a aquel a quién yo bese.

TELÓN

Se escucha el himno: De tal manera me amó # 104 H B

ESCENA 2
(Local arreglado como un huerto, con arbustos) Pedro: Se han llevado al Maestro ¿Qué pasará con Él?
¿Qué le harán? (resuelto) Yo tengo que saberlo, sí, le seguiré, de lejos pero le veré.
Juan: (Entre arbustos) Pss, Pss, Pedro, Pedro. (Pedro se asusta) Juan: Pedro, soy yo, Juan, voy
contigo, quiero ver que hacen con el Maestro. Salen.

TELÓN

ESCENA 3
Local preparado con una puerta de entrada al patio de una casa, dentro hay fuego para calentarse.
Pedro: Mira, entraron a la casa del Sumo Sacerdote, ¿Qué hacemos ahora? Juan: Vamos a entrar
(Llegan a la puerta, Juan toca, le abre la portera; entra y se cierra la puerta, Pedro queda afuera, al ir a
sentarse Juan se da cuenta que Pedro quedó y sale) Juan: Pedro, ¿Qué pasa? ¿Por qué no entraste?
Pedro: Ah. Juan, tú conoces al Sumo Sacerdote, te llevas bien con él, aquí te conocen; a mí no, no me
dejan entrar.
Juan: Yo voy a hablar con la portera (Lo hace, llama a Pedro con la mano y entra). (Pedro se acerca a
la puerta)
Portera: ¿No eres tú uno de los discípulos de este hombre?
Pedro: No. No lo soy Entra y se sienta junto al fuego donde conversan algunos, no tan cerca de los tres
hombres)
Hombre 1: Al fin lo apresamos, ya era bastante.
Hombre 2: ¿Qué harán con él?
Hombre 3: ¿Y sus amigos? (ríe) ¿Qué hacen ahora?
Hombre 1: Sí, salieron corriendo en el huerto, ni uno quedó después de ser tan valientes.
Hombre 3: Pero ¿Y qué hacen por él.
Hombre 1: Uno de ellos sacó su espada y le cortó la oreja a Malco
Hombre 2: Y ustedes, ¿No hicieron nada?
Hombre 1: No, ese hombre le puso otra vez la oreja a Maleo.
Hombre 3: (Mirando a Pedro) ¿No andabas tú con ellos? (Pedro lo mira entrañado) Si tú (le señala)
¿No eres tú de sus amigos?
Pedro: Yo no conozco a ese hombre, no se lo que dices.
Hombre 1: (Burlón) Así que no eres de ellos, tu manera de hablar muestra que eres galileo (ríe) ¿no te vi
yo en el huerto?, sí con él, sí.
Pedro: No lo conozco, no se quién es, no se, lo juro que no. (Canta el gallo y Pedro sale mientras ellos
ríen)
(Juan al oír las risas, desde una equina trata de buscar a Pedro en el grupo; no lo ve y sale fuera.

TELÓN

(Pedro llorando y Juan) Juan: Pedro, ¿Qué te pasa? Pedro: ¿No lo viste cuando me miró?...... lo negué,
lo negué y Él me lo dijo; aún así lo hice, lo negué y Él no merecía eso, no lo merece, (viva esta escena,
recuerde que la Biblia dice que Pedro lloró amargamente)
Juan: Pedro, todavía hoy es posible, Él te perdona, Hoy es posible
Pedro mismo si es posible canta de rodillas Himno 181 Himnario Bautista a panir de: Ten Misericordia
de mí... hasta... ¡OH!, compadécete ya.
Pedro sigue arrodillado y mientras se cierra el telón se escucha el himno 361 H.B "OH Señor
recíbeme cual soy"

ESCENA 5 Los Guardias


(Al lado del sepulcro, de noche)
ler. Guardia: Finalmente los que lloraban aquí se han ido y la oscuridad envuelve el jardín como una
neblina. Aquí tenemos que vigilar. ¿Fue solamente ayer que este hombre fue matado? Coma la eternidad, las
horas se arrastran una tras otra...
2do. Guardia: ¡Qué puesto raro éste! Ser guardia de la muerte, un triste deber en verdad. ¿Ha notado
Hermano, como esta todo quieto, como si el mundo estuviera esperando algo...? ¿Qué era lo que dijeron?
"Vigilad, pues, el sepulcro hasta el día tercero, porque no vengan sus discípulos de noche, y le hurten y
digan al pueblo: Resucitó de los muertos". Cómo un hombre que con un sólo contacto sanaba, y
cuya voz traía sereno encanto y dulzura ¿no podrá vencer dificultades como está?... ¿vencer hasta las
puertas selladas de la muerte?
ler. Guardia: ¿Estás loco?
2do. Guardia: Pero... ¿Quién lo puede saber?...
ler. Guardia: ¡Qué frió este aire de la noche que mueve los árboles!
2do. Guardia: Solamente ayer al medio día, en el pueblo donde estaba yo, este hombre, seguía
haciendo bien. Y había amor en la expresión de su rostro...
ler. Guardia: ¡Cómo! ¿Amor?
2do. Guardia: El podría haber amado así, si era un Dios... yo casi creería en Él..., pero, ¡por todos
lo dioses! No es justo matar a un hombre que sólo pasando por las calles, las dejó más santas! ler.
Guardia: Ellos le crucificaron ayer al medio día. ¡Qué suerte que no nos llamaron para verle morir!
(Canta un gallo)
... ¿Fue ese el canto del gallo? La aurora llegará pronto.

TELÓN

La congregación o un solo canta el himno: La tumba le encerró # 125 H B

ESCENA 6 En el atrio del templo

(De mañana)
ler. Sacerdote: ¿Qué narración es esta tan disparatada que traéis? ¿Qué palabras palpitantes y sin
sentido?
Yo debo amonestaros, romanos, por la manera en habláis; no es discreto estar borrachos ya desde la
mañana.
ler. Guardia: ¿Por qué dudáis de nuestra historia? ¿No habéis oído el ruido de la tierra, el golpe
Espantoso, como si todas las fuerzas de los cielos, encendidas en venganza terrible, levantaran sus armas
contra este hecho? Un terror que conmovió nuestra alma, nos postró en tierra, y no supimos nada más,
hasta que pasado el ruido, y en la luz...
2do. Guardia: Vimos el sepulcro con la puerta abierta.
3er. Guardia: Así fue.
4to. Guardia: Así fue. Todos hemos vista lo mismo.
6to. Guardia: La tierra temblaba y relámpagos rojos acuchilleaban el oeste. 6to. Guardia: La puerta
de la tumba fue removida misteriosamente.
2do Sacerdote: Se desató una tempestad y vuestro terror concibió el resto.

ler. Guardia: Él no estaba, pero en el lugar donde se encontraba el sudario que lo envolvía, se hallaba
una presencia resplandeciente que anunciaba a todos su resurrección. Entonces hemos venido asustados
para buscarlos en vuestra Corte de Justicia. Vosotros ayudasteis a matarle.
ler Sacerdote: ¿Qué, se fue? ¿Dices que no está?...
Anciano: Tenemos que guardar esta noticia para nosotros solamente, pues podría esparcirse fácilmente
ler Sacerdote: Podemos pagar bien a aquellos hombres para que guarden con cuidado sus lenguas.
Que siempre digan: El muerto está muerto.
Ved, aquí está el oro... Sus seguidores podrían haber entrado en el jardín..., vamos a presumir que
entraron, mientras vosotros, vencidos por el sueño, dormíais...
3er. Guardia: Dadnos el oro y guardaremos en secreto esta historia.
(Los guardias 4to, 5to, 6to adoptan la misma actitud)
ler. Guardia: ¿Es qué puede haber entre los Ancianos los que ofrezcan dinero para guardar en silencio
esta historia, diciendo que han robado el cuerpo del Maestro?..¡No, guardad vuestro oro, sacerdotes
perversos! ¡Nunca más me inclinaré ante los dioses de las riquezas, la codicia y la espada.
2do. Guardia: Su reino no podrá perecer, ni ser dominado por magistrados romanos ni por leyes
judaicas. ¡¡ El Vive!! Cerca de aquel sepulcro yo encontré al Salvador de mi alma. EL HIJO DE DIOS

TELÓN

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