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Hipótesis: puede suceder que en el lapso en que se está desarrollando una privación
ilegítima de la libertad (delito permanente ya que sus efectos se prolongan mientras el autor
persista en su acción), por ejemplo, se dicte una ley que agrave la figura básica en los
casos en donde ésta se prolonga por más de 20 días.
No existe una regulación expresa en nuestro ordenamiento para esta hipótesis.
Veamos las posiciones de algunos autores:
Roxin: sostiene que en tal supuesto se aplicará la ley vigente en el momento de
terminación del hecho.
Zaffaroni: refiere que en el caso de agravación de la pena durante la comisión del delito,
debe aplicarse la nueva ley. Se basa en que el artículo 2° del Código Penal no obliga a
aplicar la ley más benigna cuando dos o más leyes rijan sucesivamente durante el tiempo
que perdure la comisión del hecho, sino que obliga a aplicar la ley más benigna de las que
tengan vigencia en el tiempo intermedio entre el de comisión y el de extinción de los efectos
de la condena.
6.2 Principio de Excepción:
El principio de irretroactividad no es absoluto, sino que presenta excepciones.
Principio de retroactividad: autoriza la aplicación de la ley a un hecho ocurrido con
anterioridad a su entrada en vigencia, siempre que beneficie al acusado. Al fallar, se aplica
la ley vigente en ese momento procesal, la cual es distinta a la que regía en el momento de la
comisión del hecho.
Principio de ultraactividad: permite que la ley vigente al tiempo de la comisión del
delito o en el tiempo comprendido entre el hecho y el fallo, posteriormente sustituida por
otra más gravosa, siga rigiendo para la regulación del hecho, aún después de su derogación.
La extraactividad de la ley penal, es decir la aplicación de la ley fuera de su período normal
de vida legislativa, se encuentra regulada en el art. 2 del Código Penal, reconociendo en la
actualidad, fundamento constitucional.
6.3 Sucesión de leyes penales en el tiempo.
Hipótesis.
El problema de la sucesión de leyes penales en el tiempo, abarca el período comprendido
entre la comisión del hecho delictivo y el momento en que se extingue la pena.
Esta situación se plantea “siempre que entre el momento de la comisión de un hecho
punible y la extinción de la pena impuesta, han regido sucesivamente en relación a él dos o
más leyes penales”3.
Excepción → art. 3 del Código Penal que hace referencia al cómputo de prisión
preventiva, en donde le está permitido al juez combinar dos leyes, porque la ley
expresamente lo autoriza.
El concepto de benignidad solamente comprende al tipo penal y a la pena, pero no a las
causas de justificación, ni a las de inculpabilidad, ni a las de prescripción de la acción penal
y de la pena
Posiciones:
Algunos sostienen la intangibilidad de la cosa juzgada y en consecuencia se
oponen a la posible modificación de una sentencia firme. Ej: El Proyecto Tejedor en su art.
7° no establecía la posible retroactividad de la ley penal más benigna frente a una conducta.
Otros mantienen la posición contraria, y afirman que la retroactividad de la ley
penal más benigna debe primar sobre la cosa juzgada, hasta el cumplimiento de la condena
o hasta que se extingan todos los efectos de ésta. Este criterio es el sostenido por nuestro
ordenamiento, como así también por el Código Penal Español.
Esta prevalecencia de la ley más benigna, opera de pleno derecho (art. 2 del Código
Penal), sin que resulte necesario la petición del condenado para que su aplicación.
3 Núñez, Ricardo C., “Derecho penal argentino. Parte General”, T.I, p. 132. Ed. Bibliográfica. Buenos Aires. 1978
6.4.3 Las leyes intermedias
Puede suceder que entre la ley vigente al momento del hecho y la ley vigente al momento de
la sentencia, exista otra ley que tuvo vigencia en el tiempo intermedio entre la comisión del
hecho y su juzgamiento.
Se aplica el art. 2°, párrafo 1° del Código Penal: “Si la ley vigente al tiempo de
cometerse el delito fuera distinta de la que existía al pronunciarse el fallo, o en el tiempo
intermedio, se aplicará siempre la más benigna”.
Estamos frente a lo que se denomina la ultraactividad de la ley penal más benigna.
Esta solución es la única que permite evitar la desigualdad de trato que se produciría en
caso de lentitud de un proceso frente a otras causas que tramitaron con mayor celeridad, y
que permitieron una sentencia estando aún vigente la ley anterior.
6.4.4 Las leyes transitorias:
Leyes
Temporales: aquellas que establecen sus propios períodos de vigencia.
Excepcionales: aquellas en las cuales su vigencia está supeditada, mientras persista la
situación especial por la cual fue dictada.
La cuestión: si estas leyes son de aplicación o no luego de su derogación, para los hechos
cometidos durante su vigencia.
Fundamento: si bien es una medida correctiva, se parte de la hipótesis que la nueva ley
recepta los últimos y más adecuados medios para el tratamiento del imputado, logrando de
esta manera su recuperación o educación.
Si la medida de seguridad tiene un fin eliminatorio del delincuente, en estos casos se
sostiene que rige el principio de la retroactividad de la ley penal más benigna.
La máxima validez general de la ley penal con relación a las personas, constituye un
derivado del postulado de igualdad, e implica el imperio de la norma penal para todas las
personas por igual.
No obstante ello, no toda excepción personal a la validez general de la ley penal importará,
necesariamente, una restricción al principio de igualdad.
Excepción al postulado de validez general del derecho penal con relación a las personas
(7.1.2.1):
El artículo 68 de la Constitución Nacional: Nuestra Carta Magna, en su art.
68, consagra la inviolabilidad o indemnidad parlamentaria, prohibiendo que miembros
del Congreso sean:
acusados,
interrogados judicialmente o
molestados por las opiniones o discursos que emitan desempeñando su
mandato de legislador.
Procedencia:
Esta inviolabilidad parlamentaria sólo procede frente a
Opiniones
Discursos: Incluidos:
1. pensamientos.
2. juicios
3. calificaciones
4. actitudes
5. toda forma de expresarse
(Emitidos por el legislador a través de sus votos)
Es necesario además que dichas opiniones sean vertidas como parte de la actividad
funcional del legislador.
7.1.2.2 Naturaleza jurídica de la excepción:
Se trata de una excusa absolutoria de responsabilidad que beneficia sólo al autor del delito y
no a los cómplices e instigadores.
Razón política: radica en la libertad de opinión.
7.1.2.3 Características:
La indemnidad parlamentaria es:
Absoluta: no puede ser renunciado por el legislador y tampoco puede ser restringido por
la Cámara respectiva
Permanente: si bien sólo protege las conductas realizadas durante el mandato legislativo,
lo hace indefinidamente hacia el futuro.
7.1.2.4 Alcances:
Inicialmente, esta garantía constitucional se dirigía sólo a los legisladores.
Fundamento: la ley penal del país debe seguir al súbdito donde quiera vaya atento las
implicancias que se asignan al vínculo de nacionalidad que une al autor del delito con su
Estado.
Este principio no rige en forma directa en el derecho penal argentino, sino que se encuentra
indirectamente recogido por el art. 12 de la Ley 24.767 – Extradición.
Principio de la personalidad pasiva (7.3.2):
Sostiene el imperio de la ley penal del Estado frente a los delitos cometidos contra sus
nacionales, aún en el extranjero.
No importa el lugar de comisión o en el que deba producir sus efectos el delito, o la
nacionalidad del sujeto activo de éste.
Principio no acogido por nuestro derecho positivo.
Principio universal (7.3.3):
Propone la validez de la ley penal de un Estado para todos los casos, sin importar el lugar de
comisión o en el que deba producir sus efectos el delito, o la nacionalidad del sujeto activo
de éste.
Este principio resulta práctica y científicamente insostenible como regla general.
Como consecuencia: rige solamente para los llamados delitos contra el derecho de
gentes.
Entro ellos actualmente se enumeran los siguientes:
Tráfico de drogas.
Comercio de esclavos.
Trata de blancas.
Comercio con publicaciones pornográficas.
Lucha contra la falsificación de moneda.
Defensa de los cables submarinos.
Lucha contra la piratería aérea.
Toma de rehenes.
Tortura.
Tráfico internacional de menores.
Terrorismo.
No habrá extradición:
En razón de delitos políticos.
En razón de delitos previstos exclusivamente por la ley militar (art. 8).
Aun cuando el delito cayere bajo la jurisdicción argentina, el Poder Ejecutivo podrá
autorizar la extradición si este integra una conducta punible significativa más grave, ajena a
la jurisdicción argentina o en el que sea competente el Estado requirente (art. 23 inc.a).
Las condiciones relativas al delincuente (7.4.2.2):
Resulta necesario que al momento de la comisión del ilícito, el autor del hecho haya
contado con la eCuando la persona requerida sea de nacionalidad argentina, tanto en:
el momento de la solicitud de extradición, como
en el de comisión del delito por el que se lo solicita
(Podrá optar por ser juzgado por nuestros tribunales, mientras no medie tratado que
obligue su extradición (art. 12))
Las condiciones relativas a la punibilidad y a la pena
(7.4.2.3):
No deben haberse extinguido la acción penal o la pena, según lo disponga la legislación del
Estado extranjero (art. 11 inc. a).
No procederá la extradición cuando se trate de delitos por los que pueda ser sometido a
torturas u otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes o que tuviesen pena de
muerte en el Estado requirente y éste no diera la seguridad de que no serán aplicables.
Las condiciones relativas al proceso (7.4.2.4):
Deben cumplirse una serie de requisitos previstos en los arts. 13, 14, 11 inc. d y
consecuentes.
No procederá extradición si se advierte que el delincuente solicitado:
va a ser juzgado por una comisión especial (art. 8).
va a ser sometido a torturas u otros tratos o penal crueles degradantes o
inhumanas (art.8).
ha sido juzgado por el mismo hecho en la Argentina o en otro país (art. 11 inc. b):
principio del non bis in idem.
es reclamado por razones persecutorias o que den motivos fundados que podrán perjudicar
el ejercicio del derecho de defensa en juicio(art. 8).
fue condenado en rebeldía y el Estado requirente no da seguridades que se reabrirá el caso
para que el condenado ejerza su derecho de defensa antes de dictar una nueva sentencia.
no cuenta con garantías de que se le computará el tiempo de permanencia en encierro
durante el trámite extraditorio y el proceso que motivó el requerimiento.
Cabe señalar que, aun cuando el delito cayera bajo la jurisdicción argentina, el PE, exista o
no tratado, podrá dar curso a la extradición si el Estado requirente tuviese facilidades
notoriamente mayores que nuestro país para conseguir las pruebas (art. 23 inc. b).
Las condiciones relativas a la conveniencia política
(7.4.2.5):
Cuando se declara procedente una extradición solicitada, será el Poder Ejecutivo quien
tenga la última palabra, la decisión final.
El Poder Ejecutivo, como encargado de relaciones exteriores del Estado, puede revocar la
decisión atendiendo a los siguientes criterios de conveniencia política:
que no exista ofrecimiento de reciprocidad (art. 3)
que existan razones de soberanía nacional, seguridad u orden público, y otros intereses
nacionales esenciales que lo tornen inconveniente (art. 10).dad exigida por la ley argentina
para ser imputable (art. 11. inc.c).
LEY DE EXTRACCIÓN
ARTICULO 6°-para que proceda la extradición de una persona, el hecho materia del proceso
deberá constituir un delito que tanto en la ley argentina cuanto en la del Estado
requirente tenga prevista una pena privativa de libertad con mínimo y máximo tales que
su semisuma sea al menos de un año.
Si un Estado requiriese una extradición por varios delitos, bastará que uno de ellos cumpla
con esta condición para que la extradición pueda ser concedida respecto de los restantes.
En caso que la extradición se solicitara para el cumplimiento de una pena, se requerirá,
además. que la pena que faltare cumplir fuese no menor de un año de privación de libertad
en el momento en que se presente la solicitud.
Ley 24.767 ARTICULO 12.-Si el requerido para la realización de un proceso fuese nacional argentino, podrá
optar por ser juzgado por los tribunales argentinos, a no ser que fuere aplicable al caso un tratado que
obligue a la extradición de nacionales.
La calidad de nacional argentino deberá haber existido al momento de la comisión del hecho, y deberá subsistir
al momento de la opción.
Si el nacional ejerciere esta opción, la extracción será denegada. El nacional será entonces juzgado en el país,
según la ley penal argentina, siempre que el Estado requirente preste conformidad para ello, renunciando a
su jurisdicción, y remita todos los antecedentes y pruebas que permitan el juzgamiento.
Si fuere aplicable al caso un tratado que falta la extradición de nacionales, el Poder Ejecutivo, en la oportunidad
prevista en el artículo 36, resolverá si se hace o no lugar a la opción.
ARTICULO 23.-En el caso previsto en el artículo 5°, último párrafo, el Poder Ejecutivo resolverá si le da o no
curso al pedido.
Podrá darle curso cuando:
a) El delito por el que se requiere la extradición integre una conducta punible
significativamente mas grave, que fuese de la competencia del estado requirente y ajena a la
jurisdicción argentina:
b) Cuando el Estado requirente tuviese facilidades notoriamente mayores que la República Argentina para
conseguir las pruebas del delito.
En caso que le diera curso y la extradición fuese finalmente concedida, se archivará el expediente que pudiera
estar en trámite ante la justicia argentina.
Si el Estado requirente lo solicitare, le serán enviadas copias del expediente y las pruebas que se hubiesen colectado