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r

C a p í t u l o 3

•El significado-
de l a R e v o l u c i ó n ' I n d u s t r i a l

Desde mediados del siglo xviii se inició una etapa de profundas transformaciones
econónn'cas, sociales, culturales— que dieron nacimiento n las sociedades ¡ndusíríalcs.
El proceso, que recibe genéricamente el nombre de "Revolución Industrial", c o m e n z ó en
"Inglatena y desde allí fue difundiéndose primero hacia Europa continental y los Estados
Unidos, y más larde hacia otros países y regiones.
En contraste con el numdo preindustrlal, en el que la principal actividad económica era
la agricultura, en la sociedad industrial el peso del sector primario fue reduciéndose al tiem-
po que se incrementó el de la industria y los servicios.
Mientras que en la sociedad preindiistrial la gran mayoría de la población vivía en e!
campo, dedicándose a actividades rurales, la sociedad industrial se caracteriza por un alto
grado de urbanización. No sólo creció el. porcentaje de la población urbana, sino que tam-
bién se incrementó slgnincativamenteel número de grandes ciudades, que eran muy pocas
antes del siglo x i x .
Una tercera diferencia entre el mundo preludustrial y el industrial radica en el ritmo de
la innovación tecnológica. Éste fue en general muy lento hasta el siglo xviii, pero a partir
de entonces se aceleró notablemente. Una de las características de la sociedad industrial es
la velocidad del cambio tecnológico, que lia permitido fuertes incrementos en la pioduc-
ción y la productividad, aumentando sensiblemente la afeita de energía, de bienes y de ser-
vicios. SI buena parte de la población pudo dejar de trabajar en la agricultura fue porque
con menos bi'azos podía obtenerse la misma cantidad de alimentos, o aun más, gracias a
las mejoras en las técnicas de cultivo. A l misino tiempo, la ofei'la de bienes manulaclura-
dos creció signillcativamente, alcanzando proporciones desconocidas hasta entonces. En
el sector industrial los incrementos de la producción y de la productividad fueron mucho
mayores que en la agricultura. P A U L B A I R O C H calcula que en los países desarrollados de
Occidente la productividad total de los factores se multiplicó, entre 1700 y (990, por 40 o
por 45. Entre lOOÜ y 1700, que fue gldbalmente una etapa de crecimiento de la economía
europea, la productividad, en el mejor de los casos, se duplicó. En los tres siglos postcrio-
res a la revolución industrial, creció al menos 20 veces más que en l;is siete centurias an-
teriores a ella'.
Junto con la industrialización no sólo creció la producción, sino también la pobla-
ción, que en los países más desarrollados se multiplicó por 5 entre 1760 y 1960. Se re-
dujo notablemente la mortalidad y creció la esperanza de vida. En la Europa preindns-
llistoriíi económica

irial, ésta e i a cu piornedio de 33 a ñ o s , mientras que en 1990 en los países nvás iks^^^^ . |¡i exp:i"S'ó" ÍJ^íli'síria a domicilio^. Paralelamente se fueron perfeccionando
fiados superaba los 75.
"',í''?^.|^.^, (les-irrollando algunas ramas que dieron lugar a gj-andes plantas de producción
Poner el énlasis en [as transformaciones q u e se iniciaron c o n el proceso de industria '^''•"''híícs empresas, como en el caso de ios astilleros, !a elaboración de cerveza, la fabri-
lizacióii no significa afirmni- q u e l a historia de los siglos previos haya sido inmóvil, gj,
Ibs cambios económicos y iccnológicos durante la Edad Media y Moderna no tucron
te sentido, es importante señalar en primer lugar que desde el siglo xi en adelante h
• -(Jtisivos del continente europeo. Una de ¡as regiones que estuvo a la vanguardia en este
nomía europea asistió a una serie de cambios económicos, sociales, institucionales, i)oJítlcQj
no fue China, que vivió una etapa de gran expansión y de iunovacioncs ya desde co-
y culttn-aies que fueron preparando el terreno para la Revolución Industrial. Entre los si-
^ ieii'ios de la era cristiaiia; y sobre todo entre el siglo X y el siglo X V , Muciios de los ade-
glos XI y"KÍlS'S,c produjeron importantes Iransforrnaciones en la agricultura, que permitid
jintós tecnológicos udopíados por los europeos a fines de la Edad Media y comienzos de
ron incrementar la pi'oducción y la productividad gracias al perfeccionamiento de iossi^-
tenias de barbecho ( c o n la introducción del ctiltivo a tres bandas); a la mejora en [Q'J |'¡ Edatl Moderna llegaron desde China: entre ellos ¡a brújula, ¡a pólvora, e) papel y )a i m -
instrumentos d é i a b r a n z a mediante un mayor u s o del hierro; a una mejor' rolación de culti 'rcnta. Entre los siglos X y XV los chinos aplicaron importantes mejoras a la agricultura
vos. con ia introducción de las leguminosas; a ia difusión del uso del caballo y a otros cntn." (obras de regadío, arado de hiej'ro. otras herramientas agrícolas), a la metalurgia (usaron
bios. Este mejoramiento no fue su/Tciente comb pai'a acompaiiar cl-ritmo de erecimimnQ •ijtos hornos con coque desde el siglo xi), a la iiuiusíria textil, a la tecnología maríiima, a
de ia pob¡ación,_pero fue turprimer paso importante. U n segundo nioinenio clave fue ei ¡la, ia fabricación de poicelana, a la edición''. Por otra parte, ya desde el siglo \n a. C . habían
cimiento, en el siglo x v i , de la "labranza convertible", en los Países Bajos {que en esa épo, comenzado a desarrollarse signirícativamente la actividad comercial, el uso del dinero y la
ca incluían la actual Holanda y parte de Bélgica), que posibilitó notables aumentos de pvo- banca; desde el siglo x i l se fue conformando un mercado de la tierra. Los cambios tecno-
ducfividad. Implicó la supresión dei barbecho (con lo cual podía cultivarse toda la tierra lóííicos más importantes tuvieron lugar bajo la dinastía Song, entre los siglos X y x i i d. C :
disponible para la agricultura, sin necesidad de dejar una parte en "descanso"), la introduc- I:i China de los Song llegó a producir más hierro per cápíta que Europa en él a ñ o ¡ 7 0 0 d.
ción de nuevas variedades de cultivos para la rotación (Ibrrajenis) y, p o r primera vez, ia C , y uúWzó muí máquina hidráulica para hilar cáñamo tan avanzada como cualquiera que
combinación de agricultura y ganadería gracias al uso de las forrajeras para aumentara! poseyera el continente europeo en ese año, mieniras que el aimiento de la productividad de
ganado y de csie para fertilizar la tierra.
la agricultura fue considerable. Se construyei'on caiTcteras y canales, y se canalizaron ríos
La llamada "Revolución Comercial" de los siglos X i i y xnt abrió el camino para la ex- .y se integró el mercado nacional, incrementándose sensiblemente ios iutcrcambios'^.
pansión de los intercambios iniereuropeos c internacionales e implicó e! nacimiento del co- Parecía que, a comienzos de la Edad Moderna, China no sólo estaba experimentando un
mercio como una espccialización en la Europa de la Baja Edad Media-. También dio orÍ-
crecinn'ento intensivo sino que estaba lista para iniciar un proceso .similar al de la revolución
geti a una serie de dispositivos institucionales q u e facilitaro!\l desvuToilo de la actividad
indtistrial de Gran Bretaila. Sin embargo, no se produjo. S i bien la economía china siguió cre-
comercial, el aumeiuo de la productividad y el crecimiento económico, enli'c los que cabe
ciendo hasta el siglo x i x , el impulso innovador se detuvo, a causa de la invasión mongol y de
destacar la de eanibio, las operaciones de descuento, los bancos, la contabilidad por
problemas internos. No podremos detenernos en estas cuestiones, largamente debatidas por
(jariida doble, ios seguros, las sociedades comerciales y c! derecho mercantit-*. E n c! siglo
los estudiosos. Pero a pesar de ello deseamos resaltar la importancia del cambio tecnológico
XV nació el servicio postal; en el x v i , las bolsas comerciales y Unancieras; en el xvij, los
derechos de paletUe''. E l comercio se traiisíbrmó desde fines de la Edad Media en ia acli- fuera de Europa, en parte porque muchos de los cambios iiegaiou al continente europeo des-
vidat! Illas dinámica de la-economía europea, y fue ampliando su radio de acción y su mag- de el Lejano Orlenle, y ea parte para evitar una imagen eui^océntrica y distorsionada dei d é -
nitud desde el siglo x v en adelante ai iniciarse [a expansión oceánica y la conquista tic te- san'oHo tecnológico, desconociendo los aportes de otras sociedades^.
rritorios de ulti^aman-Los intercambios t^^ercantües se hicieron cada vez más numerosos; En el caso de Europa, los cambios económicos y tecnológicos fueron n su vez acom-
los capitales y !as ganancias se inuUiplicaron y surgieron grandes compafífas dedicadas al pañados, en un proceso de vetroallmeutacion nuitua, por transformaciones sociales, xioUú-
comercio de larga distancia. cas y culturales, entre las que pueden mencionarse el avance de la urbanización, el naci-
miento y desurrotlo de la bui'gitcsía comercial, ¡a consolidación de los Eslados Nacionales,
En e l caso de la industria, desde fines de la E d a d Media c o m e n z ó a difinidirse el uso
la formación de imperios coloniales, e! nacimiento de las universidades, la Revolución
del m o l i n o de agua, que fue perfeccionándose constantemente y que se utilizaba sobre lo-
do para la molienda de granos pero también para oli'os fines, por ejemplo pura el abatana- Cieniíllca de] siglo xvii (que dio origen a ia ciencia moderna), y vu"ia.pui.ilat!na tendencia a
do de paños en la industria textil. La industria ai'iesanal fue expandiéndose ei\s centros ¡a afirmación de los derechos individuales, que permitió desarrollar un ambiente favorable
urbanos, y desde el siglo x v i fue creciendo la importancia de la denominada "industria a a ia innovación.
domicilio", que se rcáíjzaba e n áreas rurales, principaimenle en la actividad textil. Para al- Dicho todo esto, tampoco puede negarse la magnitud de los cambios operados desde
gunos autores, entre Ips siglos x v i y x v i i i se luibrín producido una primera fase en la indus- el siglo x v i J i , que pueden percibirse con claridad en el cuadro 3.1.
trialización europea, a la que denominan "proioindustrialización", caracterizada justamen-

-•^ MONDlil^- (1972); KRIEDTE, MEDtCK, y SCHLUMBOnM (19S6).


' HiCKS ( Í 9 6 9 ) . f' MoKYi!(l993).
• ^ ¡gtñficndo (le ¡fí Büvohición Iiidustviiil 75
HSstoñíi económica ¡nu,i,
La conti'aposlción entre sociedad prcinduslrial y sociedad industrial es muy clara en la
Cuadro 3.1
edidaen que comparemos e! mundo resullanle ¡ras dos siglos de índu^iriálización, con el
Comparación de la multiplicación de algunos parámetros económicos mundiales
•'^'yndo anterior al siglo xvni. Desde este punto de vista es evitlenie que existió una ruplu-
Datos globales ^1 que comenzó a ser visible para los contemporáneos ya destie las primeras décadas del
Datos ner nanita
T000-1700 1700-1990 1000-1700 1700 -iqqn siglo
Cereales 2 a 4 veces 14 veces 1 a 2 veces P Maraca • ' L o qi-ic también es evidente es que dicha ruptura no fue repentina, sino que tuvo lugar
Hierro 4 a 9 veces 2000 veces 3 a 3 veces • T lo largo de un proceso que abarcó muchos decenios, en los que convivieron elementos
Rbras textiles 2 a 4 veces 29 veces 1 a 2 veces (iel pasada con los de! nuevo presente. L a iiiptui-a no fue total, en la medida en que existen
Energía 2 a 6 veces 280 veces 1 a 2 veces cleinenlos de conliiiuidad enti'e ambas sociedades, menos en el ámbito de la economía que
Comercio
internEJCional 6 a 12 veces en c! de las relaciones sociales o el de la culiiira.
920 veces 3 a 4 veces 120 vprp*^ A . P. Us'HEn, un historiador de la lecnologfa, decía que la revolución industrial fue una
Producción total 2 a 4 veces 44 veces V C C 1>
1 a 2 veces
Población 2 a 3 veces revolución en el verdadero sentido del término, excepto por la rapidez de las transforma-
8 veces
ciones, ya que por su carácler los cambios no podían producirse en foi'ma repentina'-^.
Fuente: Pau\i (1997). Tal vez lo mÚR difícil de tninsmitii'a quienes comienzan a estudiar estos temas sea la
noción de qtie la revolución industrial dio origen n una nueva economía y a una nueva so-
ciedad, pei'o que fue a la vez un proceso de cambio gradual, en el que lo nuevo y lo viejo
se combinaron de for/iia divci'sa segiln las regiones y los ámbitos en los que se iban produ-
En el cuadro se pueden observar varios procesos paralelos. En primer lugar, el Imponen-
ciendo ¡as transformaciones. Los débales enire los historiadores, como veremos más ade-
te crecimiento de la producción industrial, producto de los cambios tecnológicos y organiza-
lante, giran en gran medida en torno al problema del carácter más o menos violento del
tivos, que se evidencia en los datos relativos a los textiles y, sobre todo, el liieri'o. L a ¡ntlus-
tria pasa a ser, sin duda, la actividad económica líder, mientras que el ritmo de crecimiento cambio, enfrentándose las visiones "gradualistns" a aquellas "rupturistas".
percápita de !a agricultura se mantiene reititivaniente estable. Desde la revolución industrial El historiador wglés M . POSTAN afirmaba que el castigo por ser lo bastante concreto pa-
en adelante, el sector primario lúe i'educiendo su participación en la producción y en el em- ra ser real es la imposibilidad de ser lo bastante abstracto para ser exacto. SÍ en Ins páginas
pleo; la población rural fue dismiiuiyendo y avanzó la urbanización. Ello no debe desmere- que siguen hemos simplificado algunos problemas, ha sido con el fin de hacer más clara la
cer el fuerte incremento absoluto de la producción de cereales (producto de la iimovación y exposición. Pero heii-¡OE intentado también evitar ciertos excesos de simplificación, en la me-
de la oc\ipación de nuevas llenas), que siguió en términos per cápiia la tendencia previa pe- dida en que tratamos temas que han sido fuente de debate permancnle entre los estudiosos.
ro que debió hacer frente a un aumento inucho más rápido de la población, posible a su vez
por la creciente disponibilidad de allmcnlos. L a expansión productiva y demográfica fueron 3 . 1 . E l c o n c e p t o de j R e v o J u c i ó n I n d u s t r i a l .
acompañadas por un acelerado crecimiento del comercio internacional, otro de los rasgos ca- A l g u n a s definiciones posibles
racterísticos de! período, efecto y a la vez condición de los cambios productivos.
La expresión "Revolución Industrial" fue utilizada por primera vez a fines del siglo
A la par de ios cambios económicos y demográficos, que son aquellos más fácilmen-
te mensurables, tuvieron lugar profundas transformaciones sociales, políticas y cultui'ales. XVIII, en referencia a las transformaciones que en ese entonces se estaban produciendo en
Con la sociedad industrial nacieron nuevas formas de organización del u-abajo y de la fa- la economía británica. E l término "revolución" se usaba para comparar la situación de Gran
milia, nuevas clases sociales, nuevos modos de 'actividad política. Gracias al desarrollo de Bretaña con la rie Francia, seiíalando que si en este illtimo país estaba en marcha una revo-
los transportes y de las comunicaciones se incrementó el contacto enli'e las diversas regio- lución social y política, en Inglaterra también se estaba viviendo un período de profundos
nes del planeta, creció la actividad comercial y se incrementó el movimiento de las perso- cambios en la economía y en la sociedad, uno de cuyos rasgos más visibles era el nacimien-
nas. C o n la aparición de hi imprenta a vapor y de otras innovaciones en la industria edito- to y la expansión de la industria fabril.
rial c o m e n z ó la producción de impresos a gran escala y la circulación de libros y periódicos En el mundo académico, en canibio, el uso de la expresión fue mucho más tai'dío, ya
entre sectores cada vez más vastos de la sociedad, que al mismo tiempo vieron ampliadas
que recién empezó a difundirse a partir de las clases que dictó el historiador A R N O L D T O Y N -
sus posibilidades de acceder a la educación.
BER entre ISSO y 1881, publicadas a los pocos anos con e l título de LecUires ou [he Indus-
La euumeración de factores que evidencian el contraste entre la sociedad preindustriar trial Revoliilioii in Englaud.
y la sociedad incfusirial podría continuara lo largo de decenas de páginas. No es nuestra in-
En el momeiito en que l'OYrtUEE enseñaba, el tema ceiitral que ocupaba a los estudio-
\cnción hnceríijj^ sino señalar, a partir de la información suministrada, algunos temas que
sos de la Revolución Indtistrial eran las consecuencias sociales del proceso de industriali-
consideramos _9tniraies al iniciar el estudio de los procesos de industrialización.
zación, en particular, sus electos negativos sobre (as condiciones d e vida de la cíase traba-
En primer-I"ugar, una breve consideración sobre el problema de la discontinuidad en la
historia, qi;^ puede servir de introducción al debate sobre el concepto de revolución indus- jadora. Este punto de vista prevaleció — s a í v o algunas excepciones notables— hasta la
trial. L a historia, por su propia naturaleza, es una interacción c n i T í n i n t A ri^ -> década de 1920.
..,,üoé.U^nevoluclón Industrial

A medida que la historia ecoiiómicu íV.e consolidándose como disciplina, desde prin-
cipios de este siglo, la Revolución ¡ndustrial c o m e n z ó a ser abordada desde otra pen;pe¿
[iva, en la que el estudio del pasado p o d á . b r i n d a r algunas claves para la comprensidr, ¿
¡os problemas económicos del presente. Ello no signiüca que se perdiera el interés por
aspectos sociales de la industrialización, sino que ellos quedaban enmarcados en un proce.
so global en eí que la reflexión central pasaba por la diiiáníica de! proceso económico. • Sdadc.
^"^Kn'una industriales
segunda efapa, entre los años veinte y los cincuenta, predominó el análisis de
£1 historiador francés P A U L M A N T O U X . que publicó en [906 su obra pionera La /íevo." ciclos económicos, en gran medida porque la crisis de 1929 y la depresión de los años
liiaon índnsviuí en el siglo xvm, consideraba que su trabajo debía contribuir a esiitnulai • ¡'I inipu'S'*™'"' íi ios cstíidio.sos a interesarse por las lluctuacioues cíclicas en una pers-
el interés por la íiisioria económica y "a presentar ün estudio de una de las fases más uv,,
; ¡lislórlca. Se recopilaron estadísticas históricas que permitieron establecer los c l -
portantes de la historia de los tiempos modernos, cuyas consecuencias han afectado a iodo
^os'áo la economía industrial desde fines del siglo x v i i i , y se esbozaron diversas teorías
el numdo civilizado, y continúan transformándolo y modelándolo ante nuestra vista"'".
ini exj^iiicíirlos. Algunos auigres enfalixaron el papel de los factores monetarios, mieniras
Desde los años veinte, sobre lodo a partir de la publicación en 1926 de la Ecü>wmic otros vincularon las fluctuaciones a variables de la economía real, como la producción,
Hisroiy ofModcm Britaín, de J O H N C L A Í ' U A M , esta visión fue atlrmándose. L a expresión. l'ú'i'iversión o la innovación. En este mai-co, la Revolución industi'íal aparecía como el pun-
"Revolución Industrio!" liie perdiendo el significado resn-ingido con el que había nacido,
to de partida de una economía caracterizada por un funcionamiento cíclico.
como un proceso que se había dado en Inglaterra entre las últimas décadas dei siglo xviu
De las dos últimas etapas analizadas por C A N N A D I N E nos ocuparemos más exlensamcn-
y las primeras del siglo x i x . pasando a designar al proceso de nacimiento de la tuduslria
moderna, concepto aplicable a cualquier sociedad. íc 'ya que las obras producidas a lo largo de ellas son las que conservan un mayor íinpac-

en los debates actuales.


ib

3.1.1. La 22Ísto!-iog-j'añ'a de la. Revolución Industrial


3,1.2. De los años cincuenta a los años setenta:
la Bevoliición Industrial y el desarrollo económico
A la hora de buscar una definición de ¡a Revolución índusliial, surge e! pr'oblema deque
no hay una sino muchas, casi tantas como el número de historiadores que se han especializa- Entre mediados de los años cincuenta y mediados de los setenia, cl tema qire esluvo en
do en su estudio, y cada una de cí!:is pone el énfasis en diversos aspectos. Ello sucede no só- e! centro de los estudios sobre la Revolución Industrial fue el del crecimiento económico.
lo en este caso, sino en generaí eii todos los acontecimientos y procesos históricos, particti-
Dos circunstancias contribuyeron a ello: p o r u ñ a parte, la expansión económica de los paí-
larmeníe en aquellos que tuvieron un ¡mpacio decisivo en la vida de las personas.
ses ¡ndusiriales, y por la otra, el problema del subdesanollo, que se hizo más visible a par-
Los distintos enfoques se pueden comparar desde dos perspectivas distintas, peio com- tir del proceso de descolonización y de la emergencia del 'lerccr Mimdo. En este contexto,
plementarias. Lti primera considera cómo la imagen de !a revolución y los temas seleccio- la indusírialización aparecía como hi clave del desarrollo, y la liistoria podía servir tanto
nados para su estudio se fueron modificando a lo largo del tiempo, desde fines del siglo xix
para entender el éxito de los países ricos como para proponer recetas a ios países pobres,
hasta el presente. L a segunda, en cambio, pone ei énfasis en cómo los diversos estudiosos
han privilegiado en su investigación y en su renexión.delernfmados aspectos específicos con e) fin de que .salieran del atraso.
de la r e v o l u c i ó n , s e a el cambio tecnológico u organizativo, el canibio social o el ritmo Todo ello innuyó profundamente en la forma en que los historiadores económicos en-
del crecimiento económico. Comenzaremos con la prime-ra de dichas perspectivas, refle- focaron !a Revolución Industrial, que pasó a ser considerada como la íasc inicial de ¡os pro-
xionando sobre c ó m o fue cambiando la visión de la Revolución Industrial a lo lar^o de más cesos de desarrollo, y el caso inglés coino el priniero de crecimienlo económico sostenido.
de un siglo de historiogralTa. L a segunda la desarrollaremos cuando analicemos las diver- En vez de ser vista como la causa de ios problemas de ¡as sociedades contemporáneas, apa-
sas deluiiciones de "Revolución industrial". recía como la guía para las aspiraciones del futuro. Dicho futuro era percibido en términos
Es evidente q\ic Ins preguntas que los historiadores y economistas han ¡brmulatlo a! Oj?íÍ;nistas, ya que .se suponía no sólo que el desarrollo sostenido era posible, sino que el
pasado se han visto siempre condicionadas poi' las inquietudes de su presente. D A V I D C A N - crecimiento económico coníiibuíría a acort^ir Ui ílislancia er.lre países pobres y países vi-
NADtí^JE lia propuesto una periodlzaclón que da cuenta de (a diversidad de interrogantes que cos, y a atenuar signillcativamente las diferencias sociales dentro de cada país.
han guiado a la historia de la Revolución industrial en los últimos cien a ñ o s " . Establece
cuatro etapas, en las que los lemas dominantes —aunque no cxcluyentes— fueron sucesi-
vamente las consecuencias sociales, las fiueíuaciones cíclicas, el crecimiento económico y L A TEORÍA D E L D E S A R R O L L O Y L A KBVOLXJCIÓN INDUSTB.IAL
los límites al crecimiento.
Una obra paradigmática de esta etapa fue la de W. W. ROSTOW, uno de los economis-
En la primera, entre ¡a década de ISSOy la de 1920, el énfasis estuvo puesto en las con-
tas que formularon la teoría de} desarrollo, quien tuvo siempre un gran interés por poner
secuencias sociales de la industrialización, producto de las nuevas condiciones de trabajo
en contacto a la teoría económica con la historia económica.
En su obra Lax clapos del crecimiento fco/iüíjiíco'-propuso un modelo parael estudio
79
7S Historia a c o i i ó j u i c n JJiujifjj • ¡g,ñfici^do de la Esvohición Industrial

de la transición desde la sociedad tradicional —caracterizada por el pi-edominio de !a ^^.^ P E R S P E C T I V A HISTÓRICA


gl^^ATBASO ECONÓMICO E N U N A
cultura y poi' una productividad limitada— hasta la sociedad industrial de consumo n^^-
vo. Según RosTOW, existran cinco etapas: la sociedad tradicional, las condiciones previaj [^•í obra de ROSTOW originó discrepancias y debates desde el momento de su publica-
pai-ael impulso inicial, el imptdso inicial, la marcha hacia la madurez y la era dei alioco;, • • g] que SQ discLitían la validez de su modelo y la pertinencia de extraer de la cx|)e-
sumo en masa. Este esquema lo veía como aplicable a todos los países, y consideraba
V i itig'eS''^ conclusiones generallzables a cualquier sociedad.
los países subdesarrollados estabati en alguna de las etapas iniciales, de las que podiíaq
liFapITcaiido políticas e c o n ó m i c a s adecuadas. " At-EXANDEií G E R S C H E N K I Í O N , Otro economista fuertemente intei'esudo en la historia, pu-
l"có en los años cincncnla, diversos artículos que discutían la idea de una uniformidad en
En opinión de Rot;TO\v, las sociedades tradicionales tenían como principal linúiaciói,
¡os procesos de industrinlización'^. G E R S C H E N K R O N compartía con Ros-rDw la idea de la in-
la existencia de lui tope a! nivel de la producción obtenible percápita, generado por la fai.
ta de acceso a las ciencias y a las técnicas modernas, o por la imposibilidad de aplicarla^' dustrialización como producto de una ruptura identincable en el curso de pocas décadas, a
en forma regular y sistemática. .¡•ique llamaba "gran salto" (biqspiiri). Pero no creía en la inevitabilidad histórica de la ¡n-
ji,5trialización n: en que el camino para alcanzarla estuviera predeterminado, siguiendo
En la etapa de las condiciones pj-evias comienzan a prodncii'se cambios económicos'
una serie de etapas.
sociales, culturales o políticos que favorecerán el paso a la sociedad industrial. Para Ros-
TOW, éstos se dieron en Europa Occidental entre fines del siglo xvii y principios del xviit Para CERSCI-ÍENKKON los procesos de industrialización en los países atrasados presen-
siendo Inglaterra la pi'imera en desari'ollarlos plenamente. tan diferencias considerables con los seguidos por la mayor parte de los avanzados, tanto
en ei ritmo del desarrollo como en las estructuras de producción y organización de la in-
L a fase clave es la del impulso inicial o despegue ('/a/.'ff qff), que RosTOW identifica cosí
ia Revolución Industrial, a la que considera la gran línea divisoria en la vida de las socie- duslria. Consideraba que el rilmo del proceso de industrialización es más acelerado en los
dades modernas. En ella se superan los obstáculos y resistencias contrarios a tui crecimien-" • países atrasados, fundamentalmente por la posibilidad con la que cuentan de poder copiar
to permanente, que pasa a ser la condición normal. la (ccnologi'a de los países desarrollados.
Las condiciones esenciales para el take qff son, según Ro.STOW, la acunudación de capí- ^ r Pero, además de ello, sostenía que el proceso de desarrollo podía ser i'eforzado por el
tal y la innovación tecnológica, y una variable clave ea la tasa de inversión, qucílcbeserequi- uso de determinados instrumentos institucionales y por la aceptación de ideologías de in-
vaienie al 10% o más del ingreso nacional. Debe existir también un sector empresarial oim
dagtrialización específicas.
gj-upo de funcionarios del Estado que esté dispuesto a Üílerar cl proceso tie transformación.
.-. Destacaba en primer lugar el papel que habían cumplido los bancos de inversión co-
Las características distintivas del take off son la difusión de nuevas técnicas en la agri-
mo prü\'eedores de capiud en ciertos países europeos, como Francia, Alemania, el Imperio
cultura y la industria (lo cual incluye cambios radicales en los métodos de producción), el
Austro-tiúngaro y Suiza. En Inglaterra la industrialización había lenido lugar sin necesi-
crecimiento de la producción industrial y la urbanización, contribuyendo todo ello a ia ex-
dad de recuirir a la banca para financiar la inversión a largo plazo. Pero en los casos antes
pansión del sector moderno de ia economía y al incremento del ahorro y la inversión.
indicados, los bancos cumplieron un papel decisivo al orientar el ahon-o hacia la inversión
Es iniporianle destacar que para R O S T O W este proceso tenía tugar en un lapso muy bre-
p,ira cubriry orientar la demanda de capitales para la industria.
ve; lauto la estructura económica como la social y la política se transformaban en una o dos
, GGfiSCIiENKiíON indicaba también que en otras naciones de desarrollo más tardío, co-
décadas, ¡o cual hacía posible sostener en lo sucesivo un ritmo fijo de crecimiento. La Re-
volución Industrial para él era fácilmente identiílcable si se medía la aceleración de ia ta- mo Rusia, el principal agente impulsor de la Inditslrialización h a b í a sido el Estado. En es-
sa de crecimiento de la economía y se hallaba la proporción entre la inversión y el [irodac- te país la escasez de capital era tan grande que ningún sistema bancario hubiera podido
to nacional. atraer fondos suficientes para financiar una Industrialización a gran escala. Para poder
conseguir el capital que la industria reqtrcría fue necesario el funcionamiento de la ma-
La etapa sucesiva — l a marcha hacia la madurez—es caracterizada por RO.STOW como
qiiiiiaria eslata! que, por medio de la política impositiva, desvió las rentas del consumo
LUI hifgo intervalo de progreso sostenido y de difusión de la innovación tecnológica, abar-
cando unos cuarenta años a partir del fin del despegue. En la er-a del alto consumo en ma- ,a la inversión. Asimismo, señalaba que, en los países económicamente atrasados, la indus-
sa se cosechan los frutos dei desaiTollo, con un incremento del ingreso real per cápila que írialización ¡'cquiere un clima favoi'able de ideas, una generalizada fe en los beneficios del
permite el aumento del consumo de bienes y servicios duraderos, cuyo símbolo era parn desanollo, sin la cual es muy difícil romper los diques del subdesarrollo.
RosTOvv la difusión del automóvil. A lo largo de las varias décadas que han iranscurríóo desde la publicación de stis tia-
bajos, muchas de las afirmaciones de GER.SCHENKRON han sido discutidas por distintos au-
Si nos hemos detenido tanto en el análisis de la obra de RoSTOW ha sido por diversas
>nes.
razones. tores. Entre ellas puede)) mencionarse, a modo de ejemplo, la idea del "gran sallo" como
un requisito para la indusírialización, la forma en la que encara el estudio sobre el rol de
En primer lugar, porque refleja con'claridad el tipo de interés con el que los economis-
Estado (que privilegia su papel como motor directo de la inversión pero no su función co-
tas se aproxitpaban a la historia económica en una etapa en la que la teoría del desarrollo
estaba en expjii^sión. E i tema clave eran los procesos de desarrollo, y dentro de éi, las for- mo generador de reglas de juego) o su visión sobre el desarrollo industrial de Francia y s o -
mas h i s l ó r i c a s ^ u e había asuiiiido la industrialización. bre ei papel de los bancos en el Segundo Imperio'''.
M á s allá de las críticas, uno de los aportes más slgniUcativos de la obra de GEtíSCiiEN-
En segundo lugar, porque en eila expresa algunas nociones muy difundidas en la his-
toriografía de su época, sobre todo, la idea de un saito brusco y repentino hacia la i n r l u i - KJíON, que conserva sin duda m í a gran vigencia, es la voliuitad de combinar la elaboración
trialización, en un laoso hrpvp f> ; j ^ . . ' : t - — r . i
, .,do d . J n Bsvoluaián Industrial
80 '^"rfrVj
de niodulos con !ii coniplejización de! análisis d e ia reajidad, basada en lo invesiíguciój^j^- . ^jpoixA decía en la iníroducción de) vohmien dedicado a la Revolución Industrial que
lórica. Sostenía qne dei pasado no pueden extraerse más que preguntas iiUeÜgcntcs qi]^'^" iiisioriadores, pai-a expresar la idea de un cambio drástico, han hecho un uso abusivo
formulen a los materiales actuales, pero no leyes a partir de ias cuales construir el '-né'iTiino «revolución»; sin embargo, exceptuando cpñzá la del Neolítico, no ha habido
A diferencia ü e RosTovv —también de los marxisías—, se negó a aceptar la validez ¡u •' ,„•• ¡evolución tan auténticamente revolncioivariacomo la Revolución Industrial. A n i -
modelo uniforme de industrialización, basado en la experiencia británica, ofreciendo uj, cintbhnQn el ciuso de la historia, es úcc'tr, mtrodujeron un elemento de discontinuidad
visión mucho más rica y matizada de los procesos de desarrollo económico.
'^rel proceso Iiistórico. L a Revolución Neolítica transformó a la humanidad, de un confun-
•^"de tribus salvajes de cazadores [...] en una sede de sociedades agrícolas más o menos
•'[íiepeiid't^ntes. A s u vez. la Revolución Industrial convirtió a los granjeros y campesinos
L o s H I S T O R r A D O R E S T L A VISIÓN " P R O M B T E I C A " D E L A R E V O L U C I Ó N I N D U S T R I A L • 'en nKii''P"'''^'°'^'^^ maquinas iuApuIsadas por energía inanimada"'^. Consideraba que es-
(ds cambios se habían producido cu el curso de tres generaciones, y que en 1850 el pasado
La economía del desarrollo tuvo también un fuerie impacto entre los liistoriadoi-es. Lg iio'había simplemente pasado.'sino que había muerto.
Revolución Industrial pasó a ser estudiada desde la perspectiva del ci-ecimiento cconojn;,
co, concentrándose el ínteres eu sus aspectos macroeconóniicos y en temas como los mo-
delos de desarrollo, la formación de capital, la demanda, la distribución del ingreso o las
nuctuaciones. 3 l.S. Ln. historiog-rafía de la Revolución Industria.}
en los últimos treinta, años: características y límites
Mvichas ideas formuladas explícitamente por R O S T O W se encuentran implícitas en h
nvayor parle de los estudios de la industrialización publicados en los sesenta y los setenia. I dei crecimiento
En general, los hisloi-iadores compartían la noción de que la Revolución Industrial er;i Desde mediados de ios años setenta c o m e n z ó a serci'ecientementc discutida la visión
el punto de partida de un proceso de crecimiento espectacular y de progi'eso sostenido, f-i
historiador noitcamericano D A V I D L A N D B S eligió c l título Proineíeo liberada paia su obra de la Revolución Industrial que se desprendía de los trabajos publicados en las dos üécn-
sobj-e e l desarrollo industrial de Europa desde mediados del siglo XVni hasta el pre.senie'^ das anteriores.
Para explicare! proceso de indListr¡aiÍzacÍón enfaiiza ia capacidad de los europeos para niii-
En general, en las ciencias sociales se iba diluyendo cl optimismo que había predomi-
nipular racionalmente el medio natural, el triunfo de! hombre sobre la naturaleza gracias a|
progreso <le la ciencia y la iconología. nado desde cl Tin de la Segunda Guerra Mundial, y la teoría del desarrollo se vio seriamen-
te cuestionada. L a realidad había mostrado que la aplicación de las recetas propuestas por
L A N D O S VO a ía Revolución Industrial como la gran ruptura que en el lapso de menos
ios economistas no daba necesariamente los frutos esperadas, y que la niayor p;u"te de los
de dos generaciones ha cambiado al mundo para siempre, y la considera el inicio del pro-
ceso de modernización. En tma obra reciente rescata la noción de ROSTOW de un despegue, países del 'lercer Mundo no habían logrado salir del subdesajTollo. Por otro lado, n o siem-
en la medida en que da la idea de que el c r e c i m l e i i l D sostenido fue precedido por un movi- pre el crecimiento e c o n ó m i c o se traducía en una mejora de las condiciones de vida de la
miento hacia arriba y no por una trayectoria horizontal. N o obstante, también aclara qtie, población.
desafortunadamente, la comparación con un avión en ascenso da una idea de rapidez que Pero, además de ello, aun la realidad de los países más ricos hacía dudar de que la indus-
no se condice con un proceso que llevó varios decenios'^'. írialización hubiera resuelto de una vez y para siempre los problemas económicos y sociales.
En muchos casos, las investigaciones concretas evidenciaban cambio.s más lentos que La crisis económica que produjo eí alza de los precios del pelróleo a principios de l o s afios
los que Rostow stigen'a, e incluso procesos de industrialización sin despegue (como el de setenta, puso en evidencia los límites de la expansión iniciada c o n el En de la gucn"a, y ¡as
Frauciít a lo largo del siglo Xix). Pero más allá de eílo, la Revolución Industrial era vista economías de los países más desanollados debieron enrrenlar problemas como la desocupa-
como una gran ruptura, que en el transcurso de algunas décadas linbía hecho posible el pa- ción, la recesión y la inflación. A l mismo tiempo, comenzó a reconsiderarse el problema de
so de una e c a n o m í a agraria a una economía industrial. la relación del hombre con la naturaleza, y las denuncias de los ecologistas revelaron las con-
Se trataba de la segunda gran ruptura que había tenido lugar, en c l orden económico, ^ secuencias no descadas que el desanollo económico podía generar al poner en peligro el me-
desde los tÍcm¡jos prehistóricos. L a primera había sido la Revolución Neolítica, signada \ dio ambiente. El mismo RO.STOW decía, a Unes de los setenta, que comenzó a dudarse no só-
por el naciniiento de la agricultura, alrededor de 5.000 años a. C . Desde entonces, la vida l lo de la inevitabilidad, sino también de la legitimidad del desarrollo económico.
económica se había basado cu la agricultura como actividad principal, más allá de que d i - \ Todo e l l o repercutió sensiblemente en los estudios sobre la Revolución Industrial, que
versas sociedades hubieran desarrollado también una intensa actividad comercial y de pro- ' comenzó a ser mirada desde otra perspectiva, en la que empezaron a considerarse no sólo
dticción artesana! de bienes. C- Í' los éxitos, sino Innilíién los fracasos. La industrialización pasó a ser observada ya no como
E l historiador italianb CARLO-'Í C I P O L L A dirigió en los anos setenta ia publicación de l una progresión unidívccciona!, sino corno un proceso dcVico; como un proceso a largo pla-
una obra de hístpria económica de Europa desde la Edad Media hasta nuestros días. E l mis- « zo, más que como un acontecimiento espectacular a corto plazo; conjo un modelo de ca-
rácter mulVidimcnsioual, más que como un modelo único
l.'í I " - En el caso de la historia económica de Inglaterra, cl cambio de perspectiva fue muy drás-
LANDOS (]979)\l título original en inWés e,-a U-n , , o
33 . Ilistoi-iíi eaonómicn mu'ii'din- • neldo do ¡a Bovolución Industria!

lies del siglo xix y su pérdida de lidcrazgo cnlre los países ¡iidLisIriaJizados, rnucíios bust.^
i'on las raíces de los males presentes en las caracíeríslicas de su Revolución Induslrial.
En general, existe hoy una tendencia a ver \-¿ Revolución Industrial como un proceso
lento, no corno una ruptura ideniií'icable en el término de pocas décadas. La mayor parig
de los estudiosos tiende a acentuar la complejidad de los pi'ocesos de !adustrv.vliz-.\ci6n, jn leniiza con el en uu^. ....... ^ ^
sistiendo en que ¡os cambios mvieron lugar en forma gradtial y con fuertes dífereneias ¡-^^ sobre iodo, que no tome en cuenta el diferencial de coitlemporancidaíl.
gionales. ^' Los ejemplos citados son sólo una muestra de las contribuciones de las últimas !i"cs
• [¡¿cadas. L a multiplicación de los estudios ha llevado a revisar muchas de [as asevera-
El importante libro de M A X I N E B E R G , La era de Ici.s- siuiunfocturas, ¡770-JS20. publi-
cado en I 9 S 5 , que lleva como subtítulo Una miem hisioriii de In Revolución ¡jidasírial hri- cioaes de los años cincuenta y sesenta, como veremos a lo largo del texto. No sólo se han
iñnica, puede servir de ptinio de referencia. La autora brinda una imagen de la industriali- rodacido revisiones y debates sobre la revolución industrial inglesa; la controversia y
zación inglesa como un proceso en el qiie conviven, durante décadas, fornias p-adicioiiales -ivauce de ia investigación lia alcanzado a todos los países y a casi lodos los temas. L a
y formas nuevas de prodLicción. Sin negar la existencia de la Revolución Indíistriíil como construcción del conocimiento es tina perinanenle revisión y discusión de los saberes y
fuente de profundas u-;tnsi'ormaciones, ofrece tma visión menos "prometeica" de ella y pro- p.nratligmas disponibles e implica la constante búsqtieda de nuevos temas, nuevos pro-
pone que la consideremos un fenómeno más complejo, pliu-ifacético y vasto de lo que han blemas y nuevos enfoques.
supuesto recientemente los historiadores econónn'cos. En la misma línea, otro prestigioso
in'storiadorde la industrialización y de la tecnología, J O E L M O K V R , afirma que Gran Breia-
3,í.4- ¿Bevolnción o evolución?
iía era durante la Revolución Jndusirial mía economía dual, en la que coexistían un sector
tradicional, que se desarrollaba gradualmente y de manera convencional, y un secioi" mo- Como hemos visto en páginas anteriores, en los últimos veinte años el debate acadé-
derno, en el que se estaban produciendo las transformaciones mássigniUcativasy en el cual
niico sobre la Revolución Industrial lia girado en gran parle alrededor del problema de la
se destacaban la industria de! algodón, la de los metales y algunas oiras^''^.
continuidad y la ruptura, y en él se han ai'irmado las tendencias gnidualistas.
La New Eeouontic Hístoi-y, por su parle, ha producido gran cantidad de trabajos sobre El historiador norteamericano RONDO C A M B R Ó N , en un artículo que publicó en 1982,
la Revolución Industrial —rundanienialmenle en Gran Brelai"ia—y sobre el proceso de in- sostiene que la expresión "revolución industrial" es incorrecta, ya que para él no rcflcju la
dustrialización en los Estados Unidos. Los historiadores de dicha e.';cuela han recalciilado complejidad y las características de aquello que se propone designar. Según C A M E I Í O N , la
las lasas de crecimiento de la economía británica (y de su productividad) entre comienzos
palabra "revolución" da la idea de un cambio nípido —mientras que la industrialización
del siglo Xvni y mediados de! xix, y lian hecho aportes a los debates sobre cl nivel de vida.
fue un proceso lento y evolutivo—, y la palabra "industrial" restiinge su significado, ya
de las clases populares. También lian tenido un gran protagonismo en las controversias acer-
ca de rupiurismo y gradualísmo en ia Revolución [iidustrial. que los cambios afectaron no sólo a la industria, sino a la economía en general y también
a la sociedad, a la política y a !a cultura. ProporiC e! uso de la expresión "nacimiento de la
Otra de las conti-¡buc¡ones recientes más .significativas a la liistoiiografía de la Revolu-
industria moderna"-'.
ción Industrial es la obra de S Y D N E Y POLLAIÍD, Siisíoriador austríaco que siendo niño debió
La contraposición entre interpretaciones gradualislas y rupturistas no es nueva, ya que
emigrara Gran Bretaña en 1938, huyendo del nazismo, y que desarrolló allí la mayor par-
te de su carrera académica. P O L L A U Ü publicó en 19S] su libro La conqtdsta pacífica, que se remonta por lo menos a la década de 1920. En su Ecoiiomic fiislory afModeni Brilain,
lleva como subtítulo La indusírialización de Europa. ¡760-]970'^^^. En dicho trabajo desa- publicada en 192Ó, JoNN C L A I ' H A M remarcaba que la Revolución Industrial en highilcrra
rrolla dos conceptos que han sido sumameiiie fructíferos para las investigaciones poslerio- no había sido violenta, sino que se había tratado de un proceso parcial y gradual. Para ello
les. Uno es el de la región como el espacio en el cual estudiar los procesos de industriali- se basaba en los datos del censo de I S 5 Í , que revelaban que el avance de la induslria fabril
zación, ya que éstos se dcsairollan en áreas geográficamente definidas, que no coinciden era lento y que las ocupaciones más difundidas seguían siendo la agricultta-a y e! trabajo
con los límites nacionales. POLLARD cuestiona las investigaciones que toman a los Estados doméstico.
nacionales como objeto de estudio, ya que en la medida en que la i[idustria!izac¡ón tiene Enire los estudiosos actuales que coinciden con esta visión gradualista de la Revolu-
un fuerte sesgo regional sus efectos se [tacen menos evidentes al considerar los dalos agre-
ción Industrial podejnos distinguir dos posturas muy diferenciadas, ya que tnia de ellas ofre-
gados para iodo ini territorio nacional. Otro concepto de P O L L A R D , que retouiaremos más
adelante, e.-j el de "diferencial de contenipoianeidad". Se refiere a las consecuencias muy ce un enfoque cttantitaiivo de la indusliialización y la Oli'a centra su atención cu las trans-
diferentes que pueden producirse cuando un mismo fenómeno llega más o menos síniuUá- formaciones cualitativas.
neumente a economías qne se encuentran en etapas muy disíimas de su desarrollo. Enume- Los cuantilativistas —que se identifican con la A'^ii' Econonúc Hisiory— se interesan
ra como ejemplos el desarrollo de la construcción de canales y luego de fciTocarriles, ias sobre todo por la medición riel crecimiento económico, y utilizando técnicas muy sofisti-
nuevas técnicasagrícolos, la llegada del cei-eal americano, las cilsis económicas recurren- cadas han propuesto nuevos cálculos del crecimiento de la economía británica en ¡os siglos
Ies e incluso dct^minadas ideas (desde el imperialismo al socialismo). Los acontecimien- XVjii y XIX. Dichos cálculos revelan tasas mucho nvás bajas que las eslimacioncs realizadas
en los años sesenta, y ello lia llevado a muchos historiadores económicos a presentar a la
industrialización como un proceso de cambio acumulativo, y a algunas de ellos a negar la
MOKVR (1^85).
existencia de la Revolución Industrial.
P0'-LAR0CI992).Véa.etumbiáiZAMAG.. (2001).
84 85
Histonn económica ,n cié revolución Industrial
cnccí i-^ -
Loa histoviadores ni:i.s 'uitcrcsados en !o.s' cambios cualitativos generados por ln ]l•^¡¡^^' vez, el iiistoriador inglés PETEK MATIUAS la define como "las fases iniciulcs de!
trialización —por ejemplo, en los sistemas de producción y de tiabajo—ponen e) énfn^-" - ^^de industrialización en el largo plazo", y .seríala que los dos criterios centrales pa-
en la lenta dllnsíón que dichas transformaciones tuvieron a partir del siglo xviii. Sin disc^* ^^^'^'^finir líi Revolución Industrial son la aceleración del cieciiniento de la economía en su
lir la pertinencia del concepto de revolución industrial, i-esaltan a ia vez la prolundiduu f-'-í'P IJ'JP y lü presencia de cambios estructurales. Pone el énfasis en que dicho crecimíen-
los cambios y s u gradual expansión. Para ellos las transformaciones no pueden medirse ''"debe darse en el largo plazo y responder no a un incremento de los íaciorcs de produc-
lo en términos cuantitativos, y menos aun con información agregada a nivel nacioimi [ju¿
•, gjiiQ .¿ i,¡i ¡lumcnto de la productividad que se traduzca en un incremento del produc-
opaca ias diferencias entre las distintas ramas de la industria y las variaciones regionnteV
^' ü/cáplla. Los cambios cstmclinalcs que acompañan dicho crecinncnto incluyen, entre
Consideran la revolución como un proceso económico y social que dio un resultudo n^
la innovación tecnológica y organizativa, la modernización institucional, el dcsarro-
cho mayor que la suma de las partes-^. .,
n') tic val sistema de transportes y la movilización de la fuei-za de trabajo. Esle proceso ge-
erj a su vez, [nodificacÉoncs e:i la estructura de la economía, en particular, la reducción
le l'i participación sectorial de'la agricultura en ei empleo y en cl iota! de la producción-''.
3.1.5. ¿En qué consistió ia. Bevolación Industrial? Otro ¡lisloriador inglés, E . A . W R I G L E Y , señala que "la caracierística distintiva de la Re-
volución Industrial, que lia transformado las vidas de los habitantes de las sociedades In-
í,Cu;il es el signillcado que los historiadores atribuyen hoy a la expresión "revoluciün (jastriaüzadas, ha sido un aumento amplio y sostenido de los ingresos reales percápita. Sin
industrial"? Como vimos en páginas previas, no existe \ina única deimición ni un conscji- un cambio de este tipo, el grueso del total de ingresos se hubiese seguido gastando neccsa-
so total acerca de su contenido. Para llegar a comprender su significado, cl camino que .se- riarnente en alimentos, y cl grueso de la fuerza de trabajo hubiese seguido siendo emplea-
guiremos será transcrlbii" algunas detlniciones para reflexionar luego sobre ellas, buscan- • do er¡ la lierra"-^. A l aumentar la productividad del trabajo, gracias al proceso de innova-
do los elementos c¡ue nos permitan tener lUia noción lo más clara posible de dicha expresión, • ción, se incrementa el producto por habitante. WIÍIGLEY contrapone dos modelos de
que a su vez no desdeñe los matices propuestos por ios diversos autores. Una vez transcrlp- - crecimiento económico, uno de ellos asociado a la economía orgñn'Kíi avanzada, y el otro
tas y comentadas las definiciones, iremos im poco más allá, para proponer una síntesis so- • a ¡a eeoiiomíu basada en la energía de origen mineral. E l primero precede al segundo en el
bi'e los significados y contenidos que pueden asignarse a la Revolución Industrial como fe- tiempo, aunque existe una superposición entre ambos. En el modelo de econonn'a orgáni-
nómeno histórico.
ca avanzada, la industria se abastecía esencialmente de materias primas animales o vege-
tales, y c! grueso de la energía que se utilizaba era proporcionado por los hombres y los
D A V I D LANDÍÍS pi'opnnc tres denniciones, que se refieren a los distintos usos que se le
suelen atribuir: animales, comp/emcntaílo en algunos cusos por la del viento o el agua. Ello ponía límites
muy precisos al crecimiento económico. E l uso de fuentes de energía de origen míneml, en
primer lugar el carbón, permitió superar dichos límites, incrementando de manera sosteni-
a) " E l término «revolución induslrial», en minúsculas, suele referirse al complejo de
da la productividad y las lasas de crecimiento de la economía.
innovaciones tecnológicas que, al sustituir |a habilidad humana por maquinariü. y
la fuerza humana y animal por energía mecánica, provoca el paso desde la produc- Combinando estas definiciones podemos sostener que la Revolución Industrial consis-
ción artesanal a la fabril, dando así lugar a la economía moderna." te en un proceso de cambio esiruciural en el que se combinan:
b) " E l significado del lérmino es u veces otro. Se utiliza para retcrii-se a cualquier pro-
ceso de cambio tecnológico rápido e importante. ¡...] En este sentido, se habla de a) el crecimiento económico;
una «segunda» o una «tercera» revolución Industria!, entendidas como secuencias b) la innovación tecnológica y organizativa;
de innovación industrial históricamente detcrniÍnadas."[Pioy ya no se utiliza la ex- c) profundas lransforin:iciones en la sociedad.
presión "tercera revolución Industrial", sino "Revolución de la Tecnología de la
El rasgo más característico de dicho proceso es el nacimiento y el desarrollo de la i n -
Información y las Comunicaciones" o "tercera revolución tecnológica".]
rliistria fiibril. E l crecimiento económico se debe principalmente a] aumento de la prodiic-
c) " E l mismo término, con mayúsculas, tiene otro significado distinto. Se refiere a lividad de la economía, y dicho aumento de la productividad es posible gracias a la inno-
la primera circunstancia histórica de cambio desde una economía agraria y arte- vación (ecdológica y organizativa. Los rasgo.s esenciales de la innovación tecnológica son
sanal a otra dominada por la Industria y ta manufactura mecanizada. L a Revolu-
el aso de máquinas que reemplazan a'la liabílidad humana y la ulílizaciún de nuevas fuen-
ción industrial se inició en (nglaierra en cl siglo xvm y se expandió desde allí,
tes de energía Inanimada que sustituyen a la fuerza humana y animal. L a principal iunova-
y en forma desigual, por los países de Europa continental y por algunas otras po-.
cién organizativa consiste en el nacimiento del sistema de fábrica, como alternativa a [as
cas áreas, y transformó, en ei espacio de menos de dos generaciones, la vida del
formas de producción tradicional (hi industria aiicsanal y la industria a domicilio). —
hombre occidental, la naturaleza de su sociedad y sus ieincioncs con los demás
pueblos .del mundo"^^. Los cambios tecnológicos y organizativos permiten producir una cantidad de bienes
muchísimo mayor que la que podía fabricarse con los métodos Iradicionales, y a la vez nue-
vos tipos de bienes que son producto de un proceso de innovación que no se detiene.

BEfiG y HUDSON (1992).


MATUIAS. en MATHIÁS y DAVIS (I9íi9).
LANDIÍS{!979).
S6
Histeria econdiinca n¡
La Revolución induslrial cslá aconiparutda por cambios eslrucinrales en la econoiin' £1 sis"'
y lá sociedad. Por una parle, se va produciendo un descenso de ¡a pariicipación de la nn •
cuKuva en c! lotal de la producción y de la proporción de mano de obra empicada en el sec
íor primario, A l mismo licmpo, se veriHca un avance de la indusfria y los servicios (¡ncau
mcnlan .-ÍU participación en cl producto y en ia ocupación. Oti'o cambio esh'uciura[ [Q
Tr rtsro.'^'^^^'^ y ^''^ Comunicaciones, o Tercera Revolución lecnoiogicu.vii.i!; UIIUL..^m .^^
constituye el proceso de urbanización. A medida que avanza la industria fabril, ta prüduc.
., en los Estados Unidos, en ¡a década de I97Ü. y está hoy (2Ü07) todavía en marcha.
ción y la población se van concentrando en las ciudades. Van creciendo el número de ciu
^•'"'•Sí l''' Pihnera Revolución Industvinl hubiera sido sólo una revolución tecnológica, su
dades, sus dimensiones y la proporción de población urbtuia en rciación con la rural.
definición y su esindio serían tríenos complicados. L o que la hace tan importante y a ia vez
El creciniiento de la industria y de los servicios y la difusión del sistema de fábrica dan
"tan rilfici' deeiicusÜlares que fue mucho má.s que una revolución tecnológica: fue también
nacimiento a nuevos sectores sociales. Cambian las condiciones de trabajo y se va niuiii,
])licando el número de trabajadores empleados en las fábricas, lo cual da origen ai proleiá- iiiia /evo/ucio'í económica.
liado induslrial. Éste se diferencia de los trabajadores del perfodo preindustrial por sus con- DoUGLASs NoRTi-t define a' una revolución económica como "un cambio fundamciUal
diciones de trabajo. La nueva ciase obrería está compuesta por trabajadores asalariados que ¿•'i el potencial productivo de la sociedad como consecuencia de un cambio básico en el
no son propietarios de los medios de producción, sino que venden su fueraa de trabajo, stock de conocimientos; y el cambio consiguiente, e igualmente básico, de la organización
trabajan en sus casas, sino en las fábricas, en las que deben cumplir con una discipliiiii es- económica para realizar dicho polencial"'^^. Para dicho autor han existido sólo dos i*evolu-
tílela. Viven niayoi'ituriainente en áreas urbanas, en las cuales .se va concentrando la pío.
cfones económicas en la historia: la revolución neolítica, con la cual ntició la agricultura
ducción induslrial.
(¡race unos diez mil anos), y la que denomina "Segunda Revolución Económica", que si-
AI mismo tiempo, se incrementa el número de empresarios que invierten su capital en íiía a fines del siglo Xfx y comienz.os de! siglo xx, momento en que se produjo lo que la
las nuevas actividades y son dueños de industrias. Una nueva burguesía industrial va bus- ,„.,yor parte de los atitores definen conio Segunda Revolticióu Industrial.
cando su lugar entre los sectores pi-opietarÍos. Pero también las clases medias son produc- Más allá de que NokTH reserve el concepto de revolución económica para lo que
to de la nueva sociedad industrial, ya que crecen junto con la e.xpansión de los servicios y
otros consideran la Segunda Revolución Industrial (y que justifica sosteiñendo que re-
las actividades administrativas.
cién a ílnes del x i x se produjo un "maridaje" entre la ciencia y la tecnología que permi-
Desde el punto de vista cronológico, la Revolución Industrial se inició en Gran Breta- tió ampliar indefinidamente las fronteras del conocimiento), puede utilizarse sin duda pa-
ña en la segunda mitad del siglo xvni, y de allí'se fue difundiendo, con ritmos y cnracierís-
licas diversos, primero hacia c l continente europeo y los Estados Unidos, y niás tarde ha- ra la Primera.
cia otras naciones. Lo que pcrniiie car;¡cierizar a la Primera Revolución Industrial c o m o una revolución
econóniica es (siguiendo la definición de Noii'fH) la combinación del cambio en el polen-
Como hemos señalado en páginas precedentes, la Revolución Industrial no tuvo lugar
cial productivo de la sociedad con cai^ibios en la organización económica, que afectaron al
en foi'nia abrupta. La mayor parte de los trabajos recientes ha insistido en acentuar la com-
sistema en su conjunto y permitieron acelei"ar radicalmente las lasas de ciccimlento.
plejidad del proceso de industrialización, señalando que los canibíos tuvieron lugar de una
manera gradual y con fuertes diferencias regionales. Aun en Gran Bretaña, la primera na- Junto con el nacimlenío del sistema de fábrica, la difusión de las ináqiúnasy el uso cre-
ción industvial, la difusión de ia industria moderna fue lenta, y afectó de modo desigual a ciente de energía inanimada, se produjo un cambio estructural en la organización econó-
los diversos sectores de la actividad industrial y a las distintas áreas geográficas. mica, ya que por primera vez en la historia de la humanidad la industria se convirtió en la
ixcúv'xúná más dinámica, creciendo a un ritmo mucho más rápido que la agricultiu-a. Este
Pero el hecho íle que se haya tratado de un proceso gradual no invalida la existencia
de la Revolución Industrial cníenclida como el punto de partida para cl nacimiento de un cambio, de una trascendencia enorn7e, implicó el paso de una economía agrícola a una eco-
nuevo tipo de sociedad y, por lo tanto, como uno de los grandes fiítos en la historia de la nomía industrial, y el jiaso de ia industria tradicional ;t la industria moderna. E! acelerado
liumanidad. aumento tle la productividad permitió —como ya vimos— que ios parámetros de creci-
miento económico se incrementaran a niveles insospechados en cualquier etapa previa de
la historia.
3.1.6, P.evoiución tecuológioa y revolución económica Pero también se produjeron, en forma par-alela, transformaciones esenciales en la for-
ma de organización de los intercambios entre las personas. La principal lúe un fuerte avan-
De acuerdo con las denniciones analizadas, la revolución industrial iniciada en ei si- ce de las relaciones mercantiles, es decir de la economía de mercado, definida como un sis-
glo XViii fue sin duda una revolución ¡ecnológlca, definiendo como tal un "cambio tecno- tema en el cual la producción y distribución de bienes y servicios se realiza a través del
lógico y acelerado sin precedentes según los parámetros históricos" que transforma los pro- inecanisnio de precios y en el que compradores y vendedores se vinctdauít través de rcla-
cesos de prod_^ieción y distribiición, crea \ aluvión de nuevos productos y cambia la cioues impersonales (gtúadas por el sistema de precios).
ubicación de la riqueza y del poder en ei planeta, dado que otorga superioridad económica
Muchos autores han estudiado este proceso desde diversas perspectivas. Sin duda
a los países que^'/ioniinan la nueva tecnología^''.
A D A M SivUTii fue el piecursor, ya que en su obra hivesiinación .wbre ¡a iiaturaiezci y ia.'i
causas de la ricjttezn de las naciones (1776) sostuvo que existía una relación directa entre
el avance de la producción para el intercambio y el crecimiento eeonónñco, oponiéndose
CASTELLS CI99S).
^ S S ' nintoriíi oconámica im,^^, '•¡•¡ando de hi Bevoiiición Indnslrinl SO

II icídu restricción cjue regidora o controlara los mercados. Por ejemplo, .se oponía a ¡as]' •ido largos debales, no es la de profundizar en las kleiis de cada uno de ellos, sino la
yes de Pobres vigentes en Gran Bretaña desde el siglo x v i , que gnriniUzaban iin ¡ngres* -='''"^'^'pr en evidencia la complejidad del proceso que denominamos Revolución Indtistríal,
los indigentes pero les im¡>cdían salir del área geográfica de su parroquia, íimitu^do la '^^^^ licularsns múltiples facetas y la profundidad de ¡as U-ansformacioncs que implicó (y,
vilidad de la mano de obra y la oferta de trabajo. j. -',jé lio, las controversias que provocó y sigue provocando).
Lo que es importanic destacar, más allá de la predilección de SiVUTH por una ecoiionif '-^ Todo indica, como ya hemos señalado repetidamente, qtie óícbns tran.s formación es no
guiada por la "mano invisible" del mercado, es que cl proceso de mercaníilizacíón av^rjí^ '• •' '!C\'on jygaren forma repentina. Fueron producto, poruña paite, de un largo proceso que
sensiblemente con la revolución industrial, difundiéndose a través de todo cl sistema eco
' ' '^'inició en Europa a luics de la Edad Media, en el que se combinaron cambios eeonónii-
nómico. Otro célebre economista británico, Sir JOHN HiCfíS (Premio Nobel en 1972), e,^[^|
' -^^ tecnológicos, institucionales, .sociales y culturales-". Poroira parte, Ins nuevas condi-
dio la iniycctoria de ia economía de mercado en Eui-opa desde linos de la Edad iVIedta v
observó c ó m o las relaciones mercantiles fueron avanzando desde el ámbito de la compi^ '^íoiies^'^ fueron difundiendo paulatinamente, a un ritmo que varió según las regiones y los
y venta de bienes muebles hasta la constitución de un mercado de la tierra y un mercado 'ses Aún así, a mediados del siglo X I X era evidente que estaban en nvarchu niodÍI7cacto-
de tiabajo, proceso este úttimo que se concretó jtisíamente a lo largo del siglo xvni. Veía a( ^'íies estructurales que justificait cl empleo de la palabra rcvoliidón, dada la profundidad y
nacimiento de la industria moderna como la culminación del proceso de desiirrollo la persistencia de sus efectos.
cantil (que ¡o había hecho posible), y a la vez como el punto de partida para una fase de
nuevas regulaciones desde Unes del xix, ai dar origen a nuevas formas de oigunización de
los actores sociales (trabajadores y cm)>refiarios) y a una etapa de fortalecimiento del Est;i. g i.7, Un.a última observación acerca de los enfoques
do en el siglo x x (HICK.S escribía en 1969, en ia etapa de auge de la economía mi.\la y cl sobre la Revolución Industrial
Estado de Bienestar)^'''". para culminar con esta introducción al significado de la revolución industrial, y con el
íjn de urganizar una información que no sólo es muy vasta sino también compleja, ufilizn-
AiíNOLD ToYNiiEG, ü qulcti hcmos citado como el autor de la primera obra académica
remos la ckwificación que propone JOEL MÜKYIÍ. acerca de los enfoques que han guiado la
sobre ia Revolución Industrial, consideraba que su esencia era la sustitución de las regula-
ciones medievales (<|ue hasta entonces habían controlado la producción y la distribución ifU'estigiición sobre ella-'-. A partir de ella desan'olhiremos también un lema pendiente, aiiun-
de la riqueza) por la competencia: se había pasado dei mercanlilismo al líüssezfíiire~'\ ciiirio en el punto referente a la historiografía de la Revolución Industrial, concerniente a
Uno de los pensadores que más rctlexionó .sobre [odas estas cuestiones fue KAÍÍ!, PO- cómo los diversos estudiosos han privilegiado en su investigación y en su refiexión deter-
LANVi'" (uno de los fundadores de la sociología económica), que a diferencia de SMITH y minados aspectos específicos de la revohiclón.
tle 1-liCK.s tenía una posición muy crítica con respecto a la ecoiiomfa de libre mercado y a Según M O K V I ! , se pueden identificar cuatro escuelas, n las que denomina del cambio
sus delén.sores. Su obra más famosa, Ui Gran Trausfonnación, publicada en 1944, anali-
social, de la organiz-jción industrial, macroeconómica y tecnológica.
za a la Revolución Indu.strial como un momento de ruptura en la organización económica
y social. PüLANYi elige una fecha para ei nacimiento del capitalismo industrial como siste- La pi-imcra —escuela del cambio social— pone el énfasis en cómo se fueron modifi-
ma social: IS34. Bn ese año se abolieron en Gran Bretaña Las leyes de Specnhamland, que cando los modos de ti-ansaccióu económica entre los individuos, en el avance de las rela-
aseguraban un ingreso mínimo a ¡os pobres a través de sus parroquias, y que desde 1795 ciones de mercado en el mundo del trabajo y en las consecuencias sociales de la revolu-
habían reemplazado a las antiguas leyes de pobres. Según POLANYI, en 1S34 se produjo e[ ción. En ella incluye, entre otros, a P O L A N Y : .
triunfo de lo que denominó "la lógica del mercado aulorregulado", que ¡mplicab;i que to-
La segtuida —escuela de la organización industrial— se enfoca en ios cambios expe-
da la producción se destinaba a la venta en cl mercado (de bienes y servicias, de mano de
obra, de tierra, de dinero) y que todos ios ingresos (salarios, rentas, intereses) derivaban de rimentados por la estructui-a y por las dimensiones de la empresa, destacando el signlñca-
tales ventas. La Revolución industrial había pi-ovocado, para POLANYI, dos efectos de dis- úo lie! uiicimieuto del sistema de fábrica como nueva forma de organización de! trabajo,
tinto signo: un mejoramiento casi milagroso de los instrumentos de producción y una dis- •fiene dos vertientes: la tradición niarxista (comenzando porci propio M A R X ) C historiado-
locación catastrófica de las vidas de la gente, subordinando ¡a sociedad a! mercado. De allí res no marxistas que hemos mencionado o mencionaremos enseguida, como PALII- M A N -
en más, hasta ia Primera Guerra Mundial, la economía de mercado continuó en ascenso, TOUX, M A X I N Í Í B E R C O S Y D N E Y P O L L A R D .
hasta que las reacciones que provocó entre los grupos sociales que .ÍC sintieron perjudica- La tercera —escuela macroecandmica— corisideni sobre lodo el comportamiento de
dos por ella llevó, desde la década de 1920, a mía nueva fase de creciente regulación, que dctermiitadas vai'iahlcs agregada-í que permitan medir las lasas de crecimienlo económico:
constituía justamente la Gran Transfommcicín en curso cuando POLANYI escribía, y que tam- PBI, formación de capital, inversión, población activa, desempeño del sector manufactu-
bién HiCKSy NORTH resaltan en sus ír;ibajos. vero. En cüa se ubican gran parle de los economistas, desde W.W. RoSTOW, S I M Ó N KUZ'
Nh-ri", P H V L L I S D E A N E , W . A . C O L E Y E . A . W R I G L K Y , a los representantes de la New Econo-
La razón que justifica las referencias a (odo.<; estos autores, cuyas aseveraciones Iv.in
iiiic Hisiory que hemos definido como cuantitativislas ( N . F . R . CIÍAFI'S, K N I C K H A R L E Y ) .

La cuarta —escuela tecnológica—• privilegia, como queda en evidencia, el proceso de


2S HICK.S- (J969.):. cambio tecnológico, e incluye entre muchos civos a D A V I D L A N D E S , a quien ya hemos cita-
2<¡
|-ÍARTVVi:LL{I9r)7). do más de una vez.
3(1
í ' o u N v i (¡992). •^1 NoiiTH(l984).
90 llistorin ecanómian mun, irirndo ds ta lievolución Industrinl
3.3. El nacimiento de la industria moderna
¿•50 de comercialización esiaba en manos de los comerciantes empresarios, y los produc-
tos se destinaban a mercados no locales, europeos o ultramarinos.
¿Cuáles son los rasgos sobresalientes de la industria moderna? ¿Cómo sedi(erencin,j"j
las Ibrmas anteriores de producción industrial? -", En este sistema de trabajo, la mayor parte de los trabajadores eran campesinos que rca-
liz:im actividades industriales en los tiempos muenos qtic dejaban las (ai-eas agí ícolas.
En su deimición más general. Industria significa cualquier transformación de la niaig
' , • .Liis ventíips que presentaba esta tbrma de organización del trabajo con respecto ti ¡a
ria prima llevada a cabo por parle del hombre, y existe como tul desde los tienipos prelii^
lóricos, como mío de los rasgos distintivos de !a especie humana. ¡[idiisiria urbana artesanal consistían en que, por un lado, era un sistema muy fiexible, en
•el que 1¡' prQá^<:(^'^^i^ se regulaba de acuerdo con la demanda, y en el que rio existía una obli-
A lo largo de la historia, se fueron sucediendo diversos modo.'í de producción i^dus
garon por parle del empresario de mantener un vínculo pemvMüms con los trabajadores.
trial, a los cuales nos referiremos brevemente para poder comprender qué es ¡o que se fu^
Lo.'; COSÍOS fijos eran mínimos, y ¡os salarios más hiijos, ya que no se aplicaban las r c n l n -
iransforniando a partir de la Revolución Industrial de! siglo xvin,
ciones que establecían los gremios para la industria urbana. Los Irabajadores aceptaban y^-
cibinm pago menor porque para ellos se Halaba de una actividad complementaria, ya que
síiocupación principal era ía agrieulíura. Además, a diferencia de la industria urbana, eii la
3.3.1. Las formas trB,d¡dónales de producción industrial
;„;iiaifactura rural trabajaban también njujeres y niños, cuyas remuneraciones eran más ba-
L A INDUSTRIA ARTESANAÍ- jüs f]ue las de los hombres adultos.
En las zonas agrícolas menos fértiles, la industria a domicilio ofreció la posibilidad tie
La industria artesanal se caracteriza por ser una fornia de actividad industrial en la que mejorarlos mgmsos de los campesinos, ya que a la producción de la tierra sumaban !as re-
los productores utilizan ¡icrramienlas manuales que exigen una alta dosis de habilidad. muneraciones provenientes del trabajo industrial.
La indtistria artesanal puede ser doméstica —cuando la actividad se realiza en el do- El SiSlam de trabajo a domicilio se extendió lundaincnialmenie en la industria LcKlil.
micilio de los trabajadores—o llevarse a cabo en un taller. aunque también se utilizaba en otras ramas, como la industria metalúrgica, la fabricación'
Desde luics de ia Edad Media creció la industria artesanal urbana, que funcionaba en de ñúriQ y la de relojes. Se difundió por las disúntas áreas de Europa; y eu algunas regio-
pequeños talleres, con una organización jerárquica basada en el sistema de aprendizaje. Los nes sisii'ió teniendo un papel muy relevante hasta Hncs del siglo xix. Ello se debió a que o
talleres funcionaban en las casas de los maestros, donde aprendices y üllciales realizaban bíeJi era más ventajoso que ei sísieina de fábrica o bien se complemcnfaba con él. En rea-
sus tareas y convivían. En algunas ciudades de Flandcs y dei norte de Italia surgieron ta- ldad, en diversas ramas de h acíiviílad industrial sigue utilizándose hoy en día, por ejem-
lleres de mayores dimensiones, sobre todo en ta industria textil, llegándose a concentrar un plo, en laconieccióu.
número considerable de trabajadores bajo un mismo techo. Pero la forma más extendida
de producción industrial eran los pequeños talleres.
LA PROTOINDUSTRIAL^AOIÓN
La actividad industrial urbana estaba fuertemenlc regulada por los gremios, que esta-
blecfan desde las normas de calidad hasta las cuotas de producción, y ofrecían algunos ru- A comienzos de la década de 1970, el historiador F R A N X L I N M E N D E L S elaboró el concep-
dimentarios servicios sociales a sus miembros. En general, salvo en determinados rubros, to de protoindusirialización para referirse a lo que consideraba la primera fase del desarrollo
como el de los paños de lana, la producción artesanal de las ciudades estaba destinada a!
mercado local y al campo circundante, aunque una proporción muy alta de la población induslrial de Europa, caracterizada por la expansión del sistema de trabajo a doniicilio^-\
campesina elaboraba en su hogar los productos industriales que consiunía: vestido, calza- Esie concepto ha tenido un fuerte impacto en la histoi-iografía reciente, que ha sido
do, utensilios domésticos. comparado con las rcpeicusione.í del concepto de ílespegue de Ros'row en los años sesen-
ta^. Ha ampliado el horizonte del tiempo histórico en el que son analizados los procesos
de industrialización, y ha permitido comprender mejor la relación y ia coinplcmentación
L A INDUSTRIA A DOMICIUO entre viejos y nuevos sistemas de producción.
Para M E N D G L S , el proceso de industrialización en Europa pasó por dos etapas: la pri-
mera había consistido en una "industrialización preindustrial", y la segunda, en la indus-
Desde el siglo xvi ívie desarrollándose paulatinamente una forma de organización de
la producción Industrial í¡ue tuvo una creciente expansión, conocida con el nombre de "in- trialización moderna propiamente dicha. Llamó "protorndusírialización" a la primera fase,
dustria a domicilio", cuya mayor difusión Uivo lugar dtiranic los siglos xvii y xvni. caracterizada por la difusión del sisieniii de trabajo a domicilio en la producción de bienes
Se caracteriza porser un sistema descentralizado de producción, en el que tos trabaja- para mercados no locales, que generó, a su vez, cambios signiUcativos en la economía ru-
dores realizaban las tareas en sus domicilios, con herramientas que en general eran de su ral. L'.i segmida fase sería para M E N D E L S la de la Revolución Industria!, signada [lor el sur-
pertenencia.'iRíbajuban para un cotrierclanle-empresario, que les encargaba los quehace- gimiento del maquinismo y e! sistema de fábrica.
res y les suministraba la materia pri¿iia, retirando luego las piezas elaboradas por las que La proioindustrialización, que se difundió entre los sÍ6!o.<; xvi y xvni, permitió el ci'e-
pagaba a destajó?.
cimicnlo de la producción dentro de los sistemas técnicos tradicionales de la industria do-
Los producios fabricados por los trabajadores en sus hogares podían estarya listos pa-
ra su venia en el mercado, o bien podían requerir un proceso de tcnninación que era lleva-
¡nriílo fíe ¡ii novolaaión Inüusti-ii\l 93

mcsiicü, aumentando la productividad de los trabajadores al ocupar en' la indusiria tna^ ' n o 2. El sistema de labrica
de obra antes desempicada o empleada parcialmente en actividades agrícolas.
Con la protüindustriaüzación se cslablecieroii nuevas relaciones entre los cenirog Con ía Revolución Industrial nacIÓ el sistema de fábrica, que puede ser definido como
baños y ias áreas rurales. De la ciudad proveníiin los empresarios, los capitales y las redej sistema que se caracteriza por la mecanización de la producción (producción con rviá-
de comercialización, y en la ciudad se realizaban algunas actividades industriales, sóbrete linas). pQi' ^' cnei-gta inanimada cu reemplazo de la energía humana o animal (las
do, proce.sos de preparación o acabado. En c! campo se llevaba a cabo la mayor parte de • ncras formas de energía inanimada utilizadas en las ¡;tbricii.s fueron la energía hidníuli-
producción, con una organización descentralizada que operaba a escala regional. Otros ras', ^3 y la energía del vapor), y por la presencia de irabajadoi es a.saíariados someíido.s a un ré-
gos centrales eran que la producción estaba orientada a mercados externos —regionales
nacionales o internacionales—. y que el management estaba en manos de los comcrciun'
tes empresarios y no de los trabajadores.

.Al ofrecer un medio de subsistencia complementario a la agricultura, la proloindustríi


. El^-MAQUtNTSMO
contribuyó a mejorar las condiciones de vida de los campesinos, reduciendo el im[)aciQdc
las tradicionales crisis de subsistencia y estimulando el crecimienlo demográfico. El sistema de fábrica constituye lo que se denomina también "industria inodcnia", que
El concepto de protüindustrlalizacióu generó extendidos debates entre los historiado, sü contrapone a la "industria tradicional". Desde el punto de vista de ía producción, un i'a.s-
res económicos. Mientras quealgvuios autores aceptan la visión de M E N D E L S de la protqia- gáccníral deí proceso de modernización íle la industria fue la pavslalina difusióit del uso de
duslria como ia primera fase del proceso de industrialización, otros sostienen que no se tra-
máquinas activadas por energía inanimada,
ta de una etapa necesaria, sino de una forma de producción que coexistió con otras en loj
• Como señala P A U L M A N T O I / X - ' ^ no ei- s e n c i l l o encontrar una definición adecuada del
siglos anteriores a la Revolución industrial. Uno de ios puntos más cuestionados es esta-
termino "máquina". Un primer paso es diferenciar una máquina de una herramienta. 'lan-
blecer por qué en algunas regiones la protoindustria condujo al nacimiento de la industria
I'abril, mientras que en otras ei proceso de industrialización quedó tnmco. ío una máquina cotno una herramienta permiten economizar trabajo nianual, yaque poten-
cian I» actividad humana. Hasta una herramienta sencilla como uiui azada hace la tarca de
Por otra parle, la obra de M E N D E L S sirvió para revalorizur el sistema de trabajo a do-
micilio, que dejó de ser visto como un híbrido que no era ni artesanía urbana ni industria veinte liombies q u e titilizaran sus uñas para cavar la tierra.
fabiil. para ser considerado una forma de producción industrial que había sido caracterís- Sin embargo, uno de los rasgos que distingue a las herramientas de las i-náquinas es que
tica de la Europa Moderna. las primeras son instrumcuios en manos del trabajador, que reqrilercn una habilidad espe-
cífica, sin la cual no puede llevarse a cabo el proceso de producción. Hay herrnjnienias sen-
cillas, como el martillo, y otras más complejas, como el telar, y no siempre es Fácil trazar
L A MANUFACTTÍRA CEKTIIA112ADA la línea divisoria entre un;i hcnamienta eonipleja y una máquina sencilla. Pero sieiuprequc
se utilizan herramientas, el hombre o la mujer que las manejan emplean sus conocimicn-
Además de la pequeña indu.stria artesanal urbana y de la industria a douMcilio, existió tus, su fuerza y su habilidad para producir bienes.
en la Europa moderna un tercer tipo de organización industrial, caraclerlzada por las ma- En el caso de las máquinas, en cambio, estamos frente n artefactos que disponen de
yores dimensiones de la empresa, a la que suele denoininai-sc "protofábrica"-'^. mecanismos que i-cemplazait a la habilidad humana. MAWroíJX define la máquina como "un
SiDNriY P O L L A R D , uno de [os más imporiantes historiadores contemporáneos de la in- mecanismo que bajo ei Impulso de una fuerza motriz simple ejecuta los movimienios com-
dusírialización europea, distingue tres clases de "p''Olofabricas", y a la vez aclara c¡ue ias pueslos de una operación técnica efectuada antes por uno o varios hombi'es". Las máqui-
fronteras cnli-e ellas no son slempi'e precisas:
nas pueden ser impulsadas por energía animada (humana o animal) o inanimada (hidráuli-
ca, cólica, del vapor, eléctrica, de motores a explosión, atómica).
Talleres centnties que preparaban y terminaban el trabajo de ¡os trabajadores rura- Algunos ejemplos pueden servir para aclarar más este punto. Tomemos en primer lu-
les a domicilio, priucipaimenic en el sector textil.
gar la industria del hilado. Desde ilempüs rcniotos se utilizaron herramientas como el hu-
Unidades qiie tenían que ser bastante grandes o que requerían mucho capital por so y, más adelante, la rucea, que era la más difinrdida en Europa desde la Edad Media. El
razones técnicas. Ejemplos: metalurgia, minería, fabricación de vidrio, astilleros,
rcluierías de a^ticar. manejo de la rueca requiere un alto grado de hubilidad, ya que se utilizan las manos, para
sostener y retorcer el vellón que se va transformando en hilo, y también los pies, para ac-
Agrupación de (allercs por una razón que no es económica ni técnica, como con-
cionar un pedal que sirve para mover la rueda.
secuencia de un monopolio o de la iniciativa de algt'in magnate territorial. Ejem-
plos: manufacturas reales creadas en Francia en el siglo xvii (lapices, porcelanas, En J765 J>\fviES HARGi-üíAva;, un tcjcdory caipintcro de Lancashire, inventó la prime-
armasV^mprcsas reales creadas en Piusia en el siglo xvin (ftmdiciones de hierro, ra hiladora mecánica, que recibid e l nonrbre de "xpiiwtjig-junny". S e iralaba de ima má-
fábricas^extites. de armas, de porcelana), fábricas textiles establecidas por nobles quina Tclaiivamenie sencilla, compuesta por un marco rcctnnguhir moiUado sobre cuatro
cliccqs,vn, cl siglo xvm. palas, en el que se colocaban los husos para enrollar los hilos —husos que reciben e l nom-
bre de " c a n i l l a s " " y dos barras de madera montadas sobre una especie de carro, que se
deslizaban hacia adelante y hacia atrás e iban estirando cl hilo. Con una mano el hiUinde-
95

94 Historia económicn m\\n^- •filando de hi F-evoliición Industrial

ro hacía ir y venir el cari-o —pai"a qne el hilo se estirara y torciera—, y con la oti-a (•idos ijorellas antes de mediados del siglo xix. En lus primeras décadas de la Revolución
vueltas a inia manivela cayo raovímienlo se comunicaba a los hnsos, en los que.se cnroU ^ ^ dusiri'il se combinó cl uso de la fuerza hidráulica y el de la energía del vapor, e incluso en
ban los hilos. ¡„lo xviii también se utilizaban caballos y bueyes para accionar las máqm'nas en la ¡ndus-
Laji-'/i/iy se derivaba de la rueca, y fue alguna vez definida como (mu rueca con vario "^..j jexiil. La máquina a vapor de W A T T fue patentada en 1769, pero su uso se difundió !cnia-
husos. Lo que tenía de ventaja clave era que un solo obrero podía producir varios hilos i'l^iiití en la industria, y en los primeros (lempos se cm¡>!eaba sobre todo en las minas.
la vez, con lo cual el trabajo humanóse multiplicaba. Las primerasJennk-s tenían ochoca • En lili principio, las fábricas se instalaron en las orillas de cursos de agua que tuvieran
nulas, con lo cual una persona hacía el trabajo que antes realizaban ocho. Todavía en vij^
^' ^^^ candil! suncicoíe para aprovechar la energía hidráulica. Los primeros ingenieros que
de HARGIÍEAVES llegaron a tabricavse con ochenta y más, y ello multiplicó atni más la [H-Q
ductividad del trabajo. ^gi^strdveron iábricas eran ios antiguos constructores de molinos, y la primera máquina de
-liilarse llamó, como ya dijimos. "u'n/(?/-/rcnjií;". Todavía a mediados del siglo Xix, la im-
A l mismo tiempo era una máquina muy sencilla, y era accionada por el trabajador, es portancia dtí la fuerza hidráulica seguía siendo muy grande en Inglaterra, a pesar de que se
decir, por energía humana. Tenía una ventaja adicional: las Jcnuies su utilizaban cti lasca .-j^., generalizando el uso de la ínáquina de vapoi;
SUS de los hilanderos, como las ruecas, con lo cual el sistema de organización del trabajo
Muchos autores siguen considerando la máquina de vapor como el invento más carae-
no se niodificaba, pero se incrementaba notoriamente la producción.
lerístico de la Revolución Industrial. Su principal aporte fue poder transformar la energía
De todos modos, el rasgo dominante de la industria moderna fue la difiisión de las iná- ic'rmicn (calor) en energía cinética (movimiento y trabajo). Desde el siglo xvis se uliüza-
quinas accionadas por energía inanimada —primero energía hidráulica, más tarde energía
del vapor— que obligaron a sustituir las formas tradicionales de organización de! trabajo roii en Inglaterra y en países del conliricnte europeo máquinas precursoras de la de WAIT
y dieron nacimiento al sistema de fábrica. •__comD la máquina atmosférica de N E W C O M E N — para bombear agua de las minas, pero
• erJii demasiado grandes, poi' lo que consumían excesivo combustible.
Volviendo al ejemplo de la industria textil, poco tiempo después de la invención déla
JAMES W A I T inventó una máquina de vapora latitie inirodtijo mejoras decisivas, que per-
janiiy, RICHARD ARKWRIGMT patentó otra máquina de hilar, que recibió el nombre de "wa-.
¡iiiiieron reducíreí consumo de carbón, disminuir sus dimensiones y minimizar su costo, Gra-
/cv_/rí//;ií.'". A diferencia de la jcnny, no era movida a mano, sino impidsada por energía ¡li-
cias a ello pudo ser utilizada en cualquier p:nle, y su uso se fue extendiendo de las minas a la
dráullca, lo que permitía aniplhu" la escala de la producción e introducía modificaciones
clave en la forma de organizar el trabajo. Con la v.'aícrJ'rninc y sus po.=!teriores modinca- icduslna manirfaclurera. Con ello la industria pudo independizarse de ¡a geograíTa, porque
ciones. el hilado pasó de ser una actividad doméstica a convertirse en un trabajo realizado las fábricas ya no debían instalarse a la vera de los cursos de agua. Se fueron localizando pau-
en fábricas. Ya el tamaño y el costo de la.-í maquinarias hicieron imposible que fueran pro- latinamente en los centros urbanos, dando naciniienio a las ciudades industríales.
piedad de los trabajadores y utilizadas en los domicilios. Además, al ser accionadas por La máquina de W A T T fue, a su vez, perfeccionada a lo largo del siglo Xfx por oli'os in-
eneigíu hidráulica, requerían una localización específica, junto a un curso de agua, y de me- ventores, y ello permitió que pudiera iiúiizarsc para impulsar medios de transporte. A pai-
canismos a través de los cuales el moviniiento se trasladaba a la máquina. Desde este pun- tirde la década de 1820 se construyeron los primeros ferrocarriles y barcos de vapor, que
to de vista, significó un cambio fundamental con respecto a la jcnny, ya que fue ei uso de revolucionaron las comunicaciones.
energía inanimada el que generó la difusión del sislema de fábrica, característico de la mo- Como yii señalamos, además de la eriergía del vapor, durante todo el siglo xix siguió
derna producción industrial. utilizándose la energía hidráulica, sobre todo en aquellos países o regiones en los qtie no
había carbón o era muy escaso y c¡n-o, y donde, en cambio, abtindabati los cursos de ngua
(como Suiza o el nordeste de los Estados Unidos). También la tecnología hidráulica se fiie
LAS K U E V A S F U E N T E S DE E N E R G Í A perfeccionando, en especial gracias a la invención de la turbina en la década de 1830, que
permitió reemplazar la rueda y aprovechar nuicho más eficíentemcnie la fiteiza del agua.
En la iiuíustria textil de Nueva ingiateira la turhinn rc(cnsó por varias décadas la difirsión
Una de las claves del proceso de industrialización fue el acceso a nuevas fuentes de de lu energía del vapor.
enei-gía calorífera y mecánica, y el símbolo de los nuevos tiempos fue la máquina a vapor.
Volviendo al tema ceníral dei significado del uso de fuentes de energía inanicnada co-
En la sociedad preindustrial, el grueso de la energía que se utilizaba provenía de fuen-
mo caracieríslica de la Revolución industrial, debemos destacar una vez más que el prin-
tes orgánicas. La mayor parte de la energía era suministrada por la fuerza humana o ani-
cipal impacto que tuvo fue posíbrlríar aumentos de !a productividad insospechados. Las in-
mal, complementada en algunos casos por la del viento o l a del agua, y por el calor propor-
cionado por ¡a madera. Por ello, los niveles de pi-oductfvidad que podían conseguirse eran novaciones que se intiodujeron desde las últimas décadas del siglo x;x —la electricidad y
niodestos, a pesar de los avances que se lograran con la división de! trabajo o con la mejo- el motoi- a explosión— no hicieron uvas que reforzar esta tendencia, multiplicando la ofer-
ra de las hcrramienlas y lo.s artefactos mecánicos que se empleaban en la producción. ta de bienes y servicios.
Como ya vimos, WIÍIGLEV señala como característica disúnñva de la Revolución Indus-
ti-¡al el paso de vina economía orgánica avanzada a una economía sustentada en la energía de L A DISCIPLINA Y L A O R G A N I Z A C I Ó N D E L rRAB.4JO
origen mineral.l!a ulilización de la energía calórica y mecánica proveniente del cai^bón mine-
ral permitió increíiientar hasta niveles insospechados la productividad del trabajo. En un gran La productividad creció no sólo gracias n lu utilización de máquinas y al uso de nue-
• número de procéios industriales la energía que gasta cl trabajador es considerable, y su tuer- vas fuentes de energía. L o íiizo también como producto de las nuevas \'ormns de organiza-
za física es una limitación fundamental para ei nivel de productividad que se puede alcanzar. ción del trabajo c[ue ¡icompaiínron a] sistema de fábrica y del nuevo tipo de empresa que
La difusión de las innovaciones fue lenta, y amplios sectores de la economía no se vieron iba surgiendo con la Revolución Industrial.
06
Hislori.-i económica :¡,vn^¡. Revolución Industrial 07

• La disciplina
e lo podía privar de la paga de todo un tumo. También se rcpriuu'a seveiamcnlc la falta
Con In rábriL-ii se produjo en primer Iug;ir un;t hitensinaición <lel trabajo. A difercnci- ^rsclp'i"" duriinle el trabajo, por ejemplo, cuando los trabajadores hablaban entre sí mien-
de la industria a domicilio, e n la que los trabajadores decidían libremente cuándo y cu^^ s realizaban sus t;u-eas, no estaban en su puesto o dejaban objcios fuera de lugar.
(o trabajar, la fábrica se caracteriza por exigir a los obreros un horario estricto y una
vidad constante.
. , Uí división (¡ei (rabajo
El trabajo liumano debió adaptarse al ritmo impuesto por las máquinas. Los trabajado, • Una segunda caracieríslica de las fábricas, además de !a disciplina, ftie la iniciisirica-
res debieron acostumbrarse a una precisión y ima asiduidad desconocidas con anterioridad
y modiUcar profundamente sus hábitos laborales. ciéii de la división del trabajo.
Se irala, en primer lugar, de ima Innovación organizativa, que no necesariamente estuvo
Antes del advenimiento del sislema tle fábrica, el trabajo era muy irregular, y en gene-
íiiiciilada a la difusión de las :náqii¡nas, pero permitió aumentos muy grandes de la produc-
ral se combinaban momentos de trabajo intenso con períodos de ociosidad (como recuer-
(¡ridad, que se obiuvieron'gracias a nuevas formas de organización d é l a actividad laboral.
da el historiador E. P. TÍIOMPSON, esto hoy sólo es posible en muy pocas profesiones-, anis-
tas, csci'itores, pequeños agricultores, estudiantes,..)-'^. En iin'esit^neiún sobre ia naluralezci y causas de la riqueza de Ins núciones, que ya
hcíuoscitado, A D A M SMITH dedicó el primer capítulo del libro primero a la división del ira-
Los luties y martes .se trabajaba a un ritmo lento; los jueves y viernes, éste se acelera-
bajó, a ¡a que consideraba "causa principal de la expansión tle su cllciencia
ba. Si por la mañana se empezaba tarde, se recuperaba tiempo por la noche. Casi todos los
oficios hacían honor a "San Lunes": ese día no se trabajaba, sino que se usab;i pura reco- Si bien le daba a la división de! trabajo un signillcado amplio, que Implicaba la difu-
brarse de los excesos del domingo, sobre todo los de la bebida, i-iasla tas primeras décadas sión de lu producción para el intercambio, también incluía en ella a la especialización de
del siglo .\*ix, el uño laboral estaba salpicado de fiestas y feria.s, qne eran rigurosamente res- j'i mano de obra. En su famoso ejeinplo sobre una manufactura de altlleres, comparaba la
petadas por los irabajaóorcs. Un alio funcionario francés calculaba que en el siglo xvii nn cantidad de piezas que podía confeccionar por día una empresa que aplicara métodos ira-
artesano trabajaba unos 120 días al uño. dicionales y la que podía fabricar otra que utilizara la división del trabajo. En su cálculo
Un aspecto central de la producción preindustrial era que el conocimieuío tecnológico (que, por otra parle, parece poco verosímil), indicaba que empleando 10 obreros, \ina lu-
tomaba lu fonna de oEcios calincados, y quienes poseían el oficio controlaban los proce- brica sin división dei trabajo podía producir como máximo 200 alllleres por día, mientras
sos de producción.
t]ueuna que utilizara la división del trabajo podía llegara fabricar4S.000. En el primerea-
La nueva disciplina no era fácilmente aceptada por los trabajadores adultos, acostum- so, cada obrero producía como máximo 20 alfileres por tlía; en el segmido, 4.800, es decir,
brados a sistemas mucho más flexibles, en los que el ritmo de trabajo era mucho más rela- 2A0 veces más.
jado. Ello explica en parle que en la Revolución Industrial se haya recurrido ai empleo de Amique su cálculo fuera exagerado, da una ¡dea muy precisa de cómo la división del
niños en las labiMcas, aunque otra razón era que cobraban salarios mucho más bajos. trabajo genera un fuerte aumento de sus facultades productivas. Implica la especialización
Los nuevos empresarios lucharon por modificar los viejos sistemas de tnrbajo recurrien- de los Irabajadores en una o varias tareas determinaílas. Ya no ,se trata de que cada uno de
do ai control de los obreros, y algunos de ellos establecieron una normativa muy rígida. ellos haga un alfiler completo: "Uno estira el alambre, otro lo endereza, un tercero lo va
La entrada de ios obreros en la lubrica, sus comidas y su salida tenían lugar a una ho- cortando en trozos ¡guales, tui cuarto hace lu punta, mi quinto obrero está ocupado en limar
ra rija, paulada por el loque de una campana o por una sirena. En el interior, cada imo tc- cl extremo donde se va a colocar la cabeza; a su vez, la confección de la cabeza requiere
m'a un puesto determinado y una tarca eslriclamcnle delimitada. Debían trabajar regulur-
dos o tres operaciones distintas; fijaria es un trabajo especial, esmaltar los alfileres, otro, y
mcnley sin detenerse, bajo la mirada del capataz.
todavía es un oEcio distinto colocarlos en el papel".
Lu jornada laboral era no sólo muy intensa, sino también muy extensa. A comienzos SMITH indicaba que la mayor productividad derivaba de tres factoies: la mayor destre-
del siglo XIX, el promedio de los eslableeimientos alcanzaba y sobrepasaba las catorce ho-
ras diarias. za dec;ida obrero en partictilar, cl ahorro de tiempo que comúnmente se pierde al pasar de
irmi ocupación a oíra y la invención de máquinas que faclllian y abieviaii el trabajo, capa-
Para disciplinar a los trabajadores, los empresarios recurrían mayoritariamente a los
citando a un hombre para hacer la labor de muchos.
castigos, y en mucha menor medida, a los premios para quienes cumplían sallslácloriumen-
le con las exigencias. SIDNEY POLLARD utilizó la información proporcionada por una en- Con la difusión del sistema de fábrica y el empleo creciente de maquinarias, la divi-
cuesta llevada a cabo por el gobierno inglés en 1833 sobre el trabajo en las fábricas, para sión del trabajo se intensificó. La introducción de las máquinas luvo varias consecuencias.
calcularen qué proporción se util;zab-an prejnios y castigos en el trabajo de los niños. De En primer lugar, muchas tareas se simplillcaron, ya que los niccanisinos fueron reempla-
607 empresas consideradas, 575 recun-íun al ca.stigo, que en más de la mitad de los casos zando a la habilidad de los trabajadores. Ello hizo posible incrementar la contratación de
consistía en el despido. Las que utilizaban los castigos corporales eran 55, y sólo 34 las que personal no calificado que se especializaba en aclivid;!des rutinarias, como el simple con-
daban premios^?. trol de la máquina. En segtmdo lérmino, muchas tareas dejaron de requerir no sólo habili-
dad, sino también fuerza. Ambas condiciones llevaron a que en las fabricas se contrataran
J^os casiigOS;más difundidos eran el despido y las imillas. Estas ú)iima.s eran mtiy eleva-
das y no guard-aban proporción con las fallas. A un obrero que llegara uno o dos minutos lar- cada vez más nuijcresy niños, a los cuales se pagaba salarios mucho más bajos y a los qtic
scsoinelía a la disciplina con más facilidad que a los hombres adultos.
En el tomo 1 de El capiíal^^, KARL M A R X ;ma!!zó la lógica del proceso de división del
THOMI'SON (1979),
POLLAR[J(1965). SMITH (1953).
9S • Historia económica mi¡^^.
• -nz-iieio de Ja Revolución Industi-ial 99
trabajo en las maniifaciuras y en las Fábricas, i"einarcando las direrencias entre ambos
, llevado a cabo por artesanos más o menos especializados. Sin introducir ínno-
sos. En la manufactura, ia división del trabajo consiste en la descomposición de un ofic¡
''"cione'í lécnicas, W E D C W O O D trato de increnientar al máximo la productividad del !ra-
manual en las diversas operaciones parciales: por ello, en este caso M A R X hablaba de] "ob^
'fir-icias a la disciplina y la división de las tareas, es decir', mediante imiovaeiones
ro parcial". Pero, a la vez, el oficio manual sigue siendo la base de todo.
' Pava M A U X , la lógica dei maquinismo, caracieríslica de la fábrica, es de fndole dive,
En primer ktgar, separó la producción en cinco partes y diseño los talleres de lorma de
sa. E l principio que rige en ella es el de un órgano de producción objetivo c inipersonai
onsogw' líi más estricta economía de ¡rabajo, ya que las piezas iban siguiendo un recorri-
que impone sus condiciones a los obreros. Aquf la máquina siLStituye al obrero por un mg'
canismo, y las hen'amientas se transforman en componenles de ini aparato mecánico. Mien do desde la preparación y los hornos lursta los depósitos.
tras que el obrero de la manufactura y de la industria manual se scrvfa de sus herranMe¡j En sus fábricas existía una estricta división de tarcas, y los obreros no podían pa.'íar
las, el de ia fábrica debe servirá la máquina, siguiendo sus mo\'imÍentos, como parte deun ^^^i^,,,¡,ctiviriad a otra. Oe los 278 trabajadores empleados en unu de sus plantas ^—•Eiru-
"mecanismo muerto". ,;,,^en sólo cíjico no tenían asignado un puesto especíneo, y lodo el resto se cs-
_•. ....i„ r\..,s,,T, ,1^ IHÍ; f.süeres. W E D G W O O D buscaba lu ma-
Como consecuencia de ello, la graduación jerárquica de los obreros que se conserva-
ba en lu manufactura va siendo reemplazada por la tendencia u igualar o a nivelar los tiíi-
bajos. La degradación de la caUncación, que explica el aumento del trabajo de niujeres;^
niños, redunda en una pérdida del intcré.s por el Irubajo. Con la gran industria se coniple-
ta, para M A R X , la separación entre el trabajo manual y las potencialidades ¡ntelectuate.s de Además de adiestrar u los alfareros especializados, tenía que amoldar a los trabajado-
la producción. res a las necesidades de su labrica. Las normas que fue imponiendo fueron la pimtualidad,
la asistencia constante, ias horas fijas, estrictas reglas de cuidaíloy limpieza, medidas con-
En realidad, la división del trabajo en las fábricas no implicaba necesariamente la pér-
tra el derroche, la ])rohibición de beber. Pero como tos alfarei'os no estaban díspuesios a
didu de la calincación, y en la mayor parte de los seciores de la industria los trabajadores
aceptarlas fácümeiite, fue ideando diversos sistemas para ponerlas en práctica.
de oficio siguieron teniendo lui papel significativo, por lo menos hasta Enes de! siglo xixj
El factor clave para W E D G W O O D fue un esiricio control. En primer lugar, supervisaba
Por una parte, siguieron diferenciándose las larcas entre irabajadores calillcndos y peones,
y las máquiiras generaron también un nuevo tipo de obrero especializado: el de los mecá- personalmente a los trabajadores, llegando a romper las piezas que consideraba que no cum-
nicos responsables de su manuiención y reparación. plía/; con las normas de calidad. A medida que sus aciividadcs sedlversificarou y no pitdo
•csiar todos los días en la íabrica, delegó esta función en capataces y vigilantes móviles. Pe-
En palabi-as de B I - W A M I N CORIAT, "ni la máquina ni el trabajo de las mujeres y los ni-
ños podrán suplirlo lodo. Y e ! oEciosigue siendo un puso obligado pai-a muclias tareas"'". ro pura hacer más estricto el control, elaboró instidcciones qtie conicnían las normas por
¡as cuales debía regirse la actividad en los talleres.
A L A I N ToURAiNir'- describe como sistema profesional aquel en el que los obrei'os con-
Uno de los principales problemas era garantizar la puntualidad y la asistencia regular
servan una cierta autonomía y controlan los tiempos de producción, diferenciándolo de ua'.\
.de ios trabajadores. Para ello se utilizaba una campana que iba marcando desde la hora de
segunda etapa, que se inicia a fines dei siglo X I X , en que los ritmos son lijados por la ma-
enlradu hasta las pausas pura la comida y ia salida. Para conli-olarüfecliva:iienle que los
quinaj'ia y el trabajo es continuo. Esta segunda fase corresponde a la producción en masD
Irabajadores llegaran a horario, inventó un sistenra de fichado, eu el que se empleaban fic-
y la difusión del taylorismo y del fordisnio, a los cuales nos referiremos más adelante.
héis y pizairas, y se castigaba con multas a los infractores.
iMsfiibricas de Josiali Wedgn'ood
Las instrucciones incluían también normas sobre la limpieza y el aprovechamiento de
Una de las empresas que es considerada un modelo en cuanto a la eHciencia y la la arcilla, y reglamentaciones muy detalladas sobre la fabricación de las piezas.
disciplina en los primeros tiempos de la Revolución Industrial es la que pertenecru a Jo- El no cumplimieniD de las disposiciones era castigado con severas mulias. Además de
SiAii WEDG\VOOD''^, dedicada a la fabricación de productos de alfarería, que todavía si-
gue existiendo. ¡as infracciones u lu pttntuulidad, la asistencia, la limpieza o las normas de producción, las
multas se aplicubun a quienes introdujeran cerveza o licorcn los laüeres, l¡rar:m algt'm ob-
En sus talleres, VVEDGWOOD luchó por imponer vma estricta disciplina a los obreros al- jeto a los palios, escribieran obscenidades en ias paredes o jugaran a las cartas couti-a cual-
fareros, que hasta entonces tenían hábitos de trabajo muy Irregulares: la costumbre era que
quier pared que tuviera venlanas.
los lunes y martes, las mujeres y los niños prepararan la arcilla, y que ios alfareros trafaa-
En la nueva sociedad industrial, el tiempo y la eficiencia pasai'on a ser las metas de los
jaian a un ritmo intenso a partir del miércoles.
empresarios, pero para imponerlas debieron lucharcontra las prácticas tmdldon'dles del tía-
Una de las facetas más interesantes que presenta el ejemplo de W O D G W O O D es que bajo y conira los hábitos de los trabajadores. Aun en las fábricas de W E D G W O O D los aifure-
consiguió grandes incrementos de la productividad mediante la organización del traba- rüs volvieron, después de su muerte, a muchas de las antiguas costumbres.
jo, sin rccurrij'U las máquinas. En sus empi'esas el trabajo no estaba mecanizado, sino
En realidad, se trató de un cambio no sólo de las formas de trabajo, sino de una nueva
concepción del tiempo y de una nueva visión del valor del trabajo y del ocio en ía sociedad.
A fines del siglo xvijj, el reloj todavía era considerado en Inglaterra un produelo de lu-
CORIAT (19Í52).
jo: en 1797, el ministro P i r r decidió cobrar im impuesto a los projjietarios de todo tipo de
TOURAJNE, en FmeDMANN y NAVILLK CI962). relojes (impuesto que duró menos de un año). Pero para enionces, la realidad estaba cam-
McKi-NDiucK, en LANDES (1972). biando, y ¡os relojes se iban difundiendo a medida que descendía su precio.
El uso del reloj se difundía también porque eran cada vez más necestirios para regular
-loo

"liís disciplinada Jo CM->I •- económicn mu '

C a p í t u l o 4
\

Los factores condicionantes


de l a i n d u s t i ' i a l i z a c i ó n

• ,L:i dinámica de la Iiistoria económicn, de la cual el proceso de indusírialización es un


aspecto, es produelo de la interacción de una pluralidad de factores, entre los ciniles se in-
cluyen variables de orden tamo económico como no económico.
tin él inciden sin duda los recursos naturales o la población con la que cuentan lui pai's
•o una región, pero también otros aspectos que son mucho más difíciles de medir. Cmindo
en 1949 DAVID LANDES publicó lui trabajo sobre la industrialización francesa, indicó que
le interesaba dar una e.xplicación que fuera más allá de considerar a Francia como un pafs
cúñ una dieta "pobre en minerales". 'lYadicionalmente se había insistido en que la razón
principal por la cual Francia no había conseguido una industrialización tan exitosa como
!a inglesa o la alemana había sido la escasez de hierro y carbón. LANDES" reclamaba una vi-
sión que incluyera también factores culturales, e insistía en remarcar que la sociedad fran-
cesa liabfasido muy conservadora con respecto a la innovación tecnológica y a la usuneión
de los riesgos que implicaba invertir en sectores no tradicionales. Más allá de que la hipó-
tesis de LANDES haya sido muy discutida, el ejemplo sirve para hacer evidente la plurali-
dad de circiuislancias que contribuyen a poner en marcha o a obstaculizar lai proceso de
industrialización.
Uno de los temas más debatidos en ia historiografía de la revolución industi-ial ha si-
do el de sus causas, tanto en lo referente al caso Inglés como al de los demás países. Enti'e
lüS que han idenlíncado distintos autores pueden mencionarse la acumidaclón de capital,
la Innovación y el cambio tecnológico, el cambio demográllco, el crecimienlo de la deman-
da, la e.Kpansión de los mercados, los cambios en el contexto social, las transformaciones
instilucionales y o i r á s ' . Es un debate sin En, condicionado por los marcos teóricos a los
qne adscribe cada autor, a su formación académica (los economistas se inclinan por las ex-
plicaciones monocausales; los historiadores por las pluricatisales), al avance del conoci-
miento, a las condiciones especíHcas de cada momento histórico.
En las páginas que siguen nos detendremos sobre esta cuestión, con la salvedad de que,
dada su vasicdad y complejidad, sólo esbozaremos algunas consideraciones generales, a
luí de proporcionar herramientas analíticas para ordenar la información.
En un artículo titulado "Porqué fue tan desigual la industi'ialización europea", escrito a
comienzos de los años setenta, el historiador norteamericano RONDO C A M E R O N - propuso, a

HArmvf=i.i,(iy67).
103
lores aondicionantes de in indiisti-inUzn Clon
^^.^ Historiii económica n,..
IOS
"""til, (]¿ bienes manufaciui'odos. La población inglesa creció aceleradamente a lo largo del
partir del estudio de casos comparados, una clasilicacióii que desiiués retomó en oíros ini, °'^^'^'xv'"' y D ' ^ " ^ ' ' ' ' ^"^ condiciones de vida eran mejores que las del coníineníc. Ade-
jos-'. Allf considera qtie [adinámica de !a íiistoria económicn, de ia que el proceso de ^ ^'^''^le ello existía ya entonces un rnercaílo nacional integrado. Con respecto al mercado
trialización es un aspecto, incltiye interacciones eiiirc cuatro amplias categorías o cl^se^j nl^^ había consolidado gracias el desarrollo del comercio de ultramar, u lu conquis-
láctores; población, recursos, tecnología e instituciones sociales. Una ventaja de esta ciasip (Íq ierrilorios colom'ulcs y al poderío naval británico, factores que le otorgaban una con-
cación, que es ecléctica y abarcadora, es que permite considerar la phn-alidad de dlmensi'" ^¡ble superioridad sobre sus competidores del continente.
nes tlel proceso de industríaliaición, evitando ia tentación cíe las explicaciones monocaua^
les, que .son elegantes pero necesarlamenie simpÜficadoras y, por lo tanto, poco verosfmiiiij'
•4 2 ' L o s r e c u r s o s naturales
4.1. L a p o b l a c i ó n
i a úot:icióv\e recursos naturales es otro de los condicionantes de los ()i-ocesos de in-
¡liisirÍ!''''^''^'^"' ^'^''' "'^^'''"^'1 '1*"^ garantiza, o no, la provisión de materias primas y encr-
Destie el punto de vista económico, la población de un paí5 constituye un factor clave
•fn necesarias para la actividad industrial.
ya que condiciona dilectamente tanto la oferta de mano de obra coino la demanda iutemá
de bienes y .servicios. S i bien la cantidad de población incide en la conformación de iadc- ' Dichos recursos comprenden no .sólo la cantidad de tierra disponible, lu fertilidad del
manda interna, una población ninnerosa no basta para generar un gran mercado para ia pro. stieJo o los recursos naturales tradicionales, sino también el clima, la topografía, la dÍ.spo-
ducción industrial. Para que ello ocurra, es necesario también que los consumidores dis- nibiíidad de agua y otros aspectos del ambiente natural, incluida la posición geográfica.
pongan de suricientes ingresos, y que estén acostumbrados a comprar en el mercado bs Lus regiones pi-ov¡stas de carbón mineral gozaron durante decadas de amplias venta-
productos que no puedan o no quieran elaborar por sí mismos. jas comparativas, ya que éste fue el combustible que se ulilizó para accionar las máquin-as
Cuando la mayoría de lu población de un país vive en el nivel de subsistencia, apenas de viipory para la fundición de los metales. Gran Bretaña y Bélgica son dos ejemplos so-
puede satisfacer sus necesidades elementales, y no dispone de excedentes que pueda des- bresaíienles. Recién en la segunda mitad del siglo xix, con la introducción de lu energía hi-
tinar a la adquisición de bienes industriales. En estas circunstancias, las familias campesi- droeléctrica, países pobres en recursos minerales pero ricos en cursos de agua, como Sui-
nas elaboran en el bogar ciertos productos básicos, como los aümeiuos y los lexliies. A me- za e Italia, pudieron abastecerse sin tener que recurrir a la importación. E. A . WIÍIGLEY ha
diados del siglo X!X, la población de Rusia era muy superior a la de cualquier país europeo, insistido en que la disponibilidad de recursos naturales responde en gran medida al azar, y
y también mayor que la de los Estados Unidos. Pero no coníribuía a generar una demanda
por ello es un factor poco controlable por el hombre. Lo ufiimu a partir del cuso inglés y
interna elevada, ya que la mayor parte de sus habitantes eran campesinos en condición de
de sus riquezas minerales. Otros países favorecidos con una gran variedad de recui-sos na-
servidumbre.
turales fueron Estados Unidos y Rusia, pero sus trayectorias fueron muy úlÍGrentcs, al igual
El incremento de la población puede ser producto tanto dei crecinfiento vegetativo co- que sus procesos de industrialización.
mo ele la inmigración, que en muchos países j u g ó un papel centra! a lo largo del siglo xix" Sin emb:irs,o. también en este campo las ausencias pueden ser suplidas: si un país no
y en las primeras décadas de! siglo x x . Los Estados Unldo.í tenían en 1790 una población posee determinados recursos naturales, puede importarios. Para ello necesita tie uno o más
de menos de 4 millones de habitantes; en I87Ü, de cas! 40 millones, y en 1915, de más de mercados externos que lo provean y de los recursos monetarios para ¡>agar las importacio-
100 millones. Lu tasadenatalidad era nuiy elevada, pero además entre IS70 y i914 ingre- nes, que pueden obtenerse del saldo comercial (vía exportaciones íle bienes o servicios) o
saron en el país más de 30 millones de inmigrantes. Con una población tan numerosa, coa de oU'iis íuenies (inversiones externas, remesas de emigrantes, etcétera).
un nivel de ingreso alto en términos comparados, hasta la Primera Guerra Muiidial desti- Tai vezei caso que mejor ilustre hasta dónde In falta de ciertos recursos naturales pue-
nó la mayor parte de su producción industria! al mercado interno. di: superarse es que la industria nvás dinámica eu Inglaterra durante Ja I^evolución Indus-
La escusa población no es un obsláculo insalvable, ya que la producción puede desti- lrial fue la del algodón, cuya materia prima no podía producirse ¡ocalmente por razones c l i -
narse no a! consiuno interno, sino a ta exportación, en la medida en que los países estén in- niiitlcus. E l algodón se importaba de los Eslados Unidos, antes y después de la Guerra de
tegrados en el comercio internacional. Desde sus orígenes, la industria suiza se desarrolló [a independencia: la actividad coujcrcial compensaba los déficit de la naturaleza. Y el ca-
para la exportación, y la experiencia comercial ¡tdquirida desde el siglo x v i contribuyó a so de Jupón es seguramente el mejor ejemplo de industrialización exitosa desde Unes del
que el proceso de indristriaüzación iniciado en el siglo x i x pudiera sustentarse en la pro- siglo XIX con Una fuerte penuria de recursos naturales. Italia debía importar hierro y car-
ducción para ulereados externos. La reducida capacidad de consumo también puede ser su-
bón a fines del siglo xix, pero sus críenlas externas estaban equilibradas porque recibía un
perada, destinando ta producción preferentemente a la exportación, como fue el caso de las
enorme flujo de oro y divisas a través de las remesas que enviaban ¡os emigrantes. Fran-
nuevas naciones industriales de Asia Pacífico—como Corea oTaivv'án— en la scgimda mi-
cia, por su parle, debió ¡mpoiiar carbón de Bélgica durante las primeras décadas de su in-
tad del siglo x.x. E l mismo proceso de industrialización puede ir generando una mayor de-
dustrialización, y ello generó desequilibrios en su balanza comctcial.
manda intenrh'a. medida que crece el ingreso de ia población local.
Los ejemplos son innumerables. L o que queremos destacar es ciue la falta de recursos
Una de lá_s-''ventajas que tuvo Gi-an Bretaña en su proceso de industrialización fue que naturales puede dificultaren determinadas clrcunsluncias un proceso de industrialización
contaba tanto con un mercado interno como con uno externo, a los cuales se destinaba la pero no es un obstáculo insalvable. En muchas circunstancias la disponibilidad de un re-
curso que se valorice mucho en el mercado inteniacional puede atrasar ¡a indusírialización,
104
Hislorhi eaonóiiiioa ii¡i¡^^^ . randicionante.-^ do hi ¡ndustrmUzación 1°^
4.3. L a t e c n o l o g í a
'' .-ion por su parte, puede generarse en forma endógena o transmitirse vía di-
'""o vñlución industrial inslesa fue fundamentalmente un proceso endógeno, sin
Uno de lo.'; rasgos sobresalientes de la sociedad industrial, desde sus orígenes, li;|,^¡^ fnslói'-L'i industrialización del conlinenie europeo, en cambio, comenzó a
ia permanente innovación tecnológica, que lui lieclio posible lanío cl ineremenlo sostenijj n^"'^''? f "iinitación de la tecnología británica (sobre todo en la industria textil y metalui-
de la productividad como la producción de nuevos bienes. irave'sdoi""'"" ^^^,,„.„ t,„,bién sus
imvesd« - propias innovaciones o una manera part.cularde uti-
Definirnos a la tecnología como cl uso ílel conocimiento para especificar modos delij a) í"^™ fue generando también sus pi'opias innovaciones o una manera pariicularde uti-
ccr las cosas de una maneiTi reproducible. La tecnología adopta a su vez distintas formas Eij '['i ntis^'a tecnología. Por ejemplo Alemania comenzó copiando el modelo inglés, pe-
general, se conoce como "iccnología dum" a los bienes tangibles, porejemplo la niaquin^f-j '•'^cn las úliinias décadas del siglo xix dio origen a muchas de las innovaciones de la
y equipo o una semilla genéticamente modillcada. La "tecnología blanda", por.su parte h,i^ g"e''ia'clíi Revolución Industrial. J3aste como ejemplo que el primer automóvil con motor
ce referencia a bienes no tangibles, como el kiiow hon; las habilidades, las lécnicas. j.cótiibusdón interna fue inventado en dicho país en 1886. Francia, por su parte, combi-
La innovación tecnológica abarca desde la introducción de nuevas maquinarias e;¡ gj nó cíe fornv.i original la nueva y la vieja tecnología.
taller o la oficina hasta la reorganización del trabajo y la adopción de prácticas gcrenciale^, • Los siglos XVI y xvii, y cl xviii en sus inicios fueron más notables por las reaüzacio-
mejoradas. El economista austríaco JOSEI'U SCHUMÍ'ETEII, uno de los más importantes esin.
ncs ea la ciencia y en la invención primaria que por los avances que aumentaran de un ino-
diosos de la innovación, definía como tai la introducción de un nuevo bien, la intrnduccióq
(lo'conspicuo la productividad de la industria y la agricultura. Sin embargo, dm-ante ellos
- de lui nuevo niétodo de producción, la a¡)ertura de un nuevo mercado, la conquista deunj
se echaron los cimientos de los grandes avances técnicos que siguieron.
nueva fuente de aprovisionamiento de materias primas o de bienes sctnimanufaciuradoso
la creación de una nueva organización de cualquier industria (por ejemplo. Ia creación o la • La Primera Revolución Industrial se basó más en el ingenio mecánico que en la cion-
anulación de un monopolio)''. c;a Desde mediados del siglo xix, en cambio, el desarrollo tecnológico pasó a depender en
El curso histórico del cambio tecnológico lia sido irregular y espasmódico, concentrán- forma creciente de la invcsligación cientíHca.
dose en deleiminados momciiios históricos y en ciertas áreas geográficas. No es sencillo
explicar por qué ha habido sociedades, como las de Europa Occidental y los Eslados Uni- 4^3.1. Iiivención e innovación
dos (pero más recientemente también países de tradición no occidental, como Japón o Co-
Los economistas e historiadores de la tecnología distinguen entre los conceptos de in-
rea), con lui mayor niíniero de individuos creativos que otras.
vención e innovación. La invención hace referencia fundamentalmente a un acto creativo,
El historiador inglés H . J . H A B A K K U K ^ distingue Ircs tipos de factores que explican que. y lii innovación, a su difusión en la esfera de la aclividad económica.
algunos países inventen y adopten métodos mecánicos antes que otros.
. . E l cambio tecnológico no es necesariamente producto de un acto genial. En realidad,
En primer lugar, las influencias sociológicas; el valor otorgado a la invención, la capa- • existen distintos tipos de actos creativos. Una novedad puede .ser frtiio de un acto de intui-
cidad inventiva de la sociedad, la vinculación enirc la capacidad inveniiva y el ámbito tle
ción, de un invento llevado a cabo poruña perso(Uí su(ieriore(i condiciones especiales. Pe-
la [jroducción iiuíustrial, y las caracherísficas del enipresariado. en parlieular. su disposl-'
ción hacia la innovación. ro puede ser también consecuencia de actos de iniuición desarrollados en el curso normal

Un segundo factor, de orden económico, es el volmnen de acumulación de capital." del ejercicio de las habilidades.
Cuando ya existe capacidad creada, los empresarios tienen más oportunidades para adop- Existen iiicicioüu'aiciancsy imcro'uivcndoncs. Las macrolnvenciones (denominadas
tar nuevas lécnicas y para desarrollar nuevas ideas. La parle más importanic de muchas me- también ¡raiovacioncs radicales) son aquellos inventos de los que emerge una Idea radical-
joras no fue una idea nueva, sino la acumulación de pequeñas modificaciones realizadas mente nueva, sin precedentes. Constituyen "una ruptura capaz de iniciar un rumbo tecno-
una vez que la idea había sido llevada a ia práctica. lógico nuevo [...], introducen productos y/o procesos productivos verdaderamente nue-
La tercera influencia también está vinculada a la acumulación de capital, en la medi- vtJs"'. La máquina de vapor, el telar o la hiladora mecánicas, la locomotora, el proceso
da en que la reducción de la [asa de ganancia que se verillca como consecuencia del incte- Bcssemer para fabricar acero, el automóvil, el avión, la computadora, son algunos pocos
mento de los costos de producción puede favorecer la innovación [loi- parte de los empre- ejemplos. Lus microinvenciones (t) innovaciones increinenlalcs), por su parte, son peque-
sarios y estimular el progreso técnico. ños pasos progresivos que mejoran, adaptan y modernizan lécnicas existentes que ya están
Es evidente que la innovación tecnológica no es un acontecimiento aislado; refleja un en uso. Se definen como "las mejoras sucesivas a las que son sometidas todos los procesos
estado determinado del conocimiento, un entorno instituciünnl y productivo, una cierta dis- [productivos] y productos. Sustentan un incremento de la productividad"^.
ponibilidad de aptitudes para definir un problema técnico y resolverio, una mentalidad eco- Microinvenciones y macroínvenciones no se sustituyen, sino que se complementan. Aun-
nómica para hacer que la aplicación sea rentable y una red de productores y usuarios. Di- que en términos numéricos las microinvenciones son más frecuenies. las mncrDÍnvencioncs
versos autorgs utilizan la expresión "medios de innovación" para referii'se a las condiciones son igualmente esenciales en la historia de la tecnología''^. Un ejemplo permite aclarar estos
que favorecen el cambio tecnológico en determinadas economías y sociedades^'. conceptos. La primera locomotora fue construida en Inglaterra porTREViTHiCK en 1804, y fue

•i
SCHUMPETEK (1957).
5 ''. PÉREZ. ÜllOMlNAMl (1989).
HAHAKKUK(I967).
fi
CASTGLLS (199fi}. ^ Ibid.
M0KYK(i993).
¡.gj¡c¡jaionnntes de hi inciustrialización lOY
106
Historia c<?Djjd/(i/ci jj
• \a utilización de maquinarías destinadas a la producción, y más (arde, al irai^spor-
te Desde comienzos del siglo -XVlu se inició una etapa de invenciones e innova-
• cienes que no se detuvo hasta c[ presente, aunque el rilmo de la innovación no ha-
y porque ei'u demusiudo pesada pora los rieles de liierro colado que se usaban eaioi,-- ya sido uniforme. Implicó la aparición permanente de nuevos bienes y de nuevos
Un nuevo modelo, la "'Roya! Gcorge", consiriiida en Ifi26, era una locomotora dec5y„
' ; procesos para fabricarios.
pesada, pero no adecuada para cl servicio de pasajeros. La "Rockei", consiruidu pQj-^^'
' - La utilización de sustitutos para las materias primas de origen animal y vegeta!,
beii Sieplienson & Co. en 1829, fue la primera locomotora en que se incorporaron enfor
•• " cuya disponibilidad era limitada. Las materias primas de origen mineral cumplic-
nía madiira todas las caractcn'sttcas esenciales, y la primera diseñada para operar a Dltjj
velocidades sobre los rieles. Gracias a una serie de microinvenciones o inventos seciir) ron este papel; en primer lugar, cl carbón y el hierro. Si bien son recursos no reno-
durios fue posible construir una máquina apta para el servicio de transporte de cargáj vables que en el largo plazo pueden agotarse, sus reservas eran tan amplías que a
de pasajeros, que fue utilizada en la primera lúiea ferroviaria que unió las ciudades ¡jj ¡o,'! fines prácticos podían responder a los incrementos de la demanda,
Liverpool y Mancliester. d) Nuevas formas de organización de la producción y del trabajo, que se resumen
en el sistema de fábrica. Más tarde, con la Segunda Revolución Industrial, na-
El progreso tecnológico depende tanto de la capacidad inventiva de una sociedadCQ.
cieron cl taylorismo y el fordismo y nuevas formas de organización y gestión de
ino de la disposición <!e los empresarios a adoptar nuevos métodos de producción. CQ.
la empresa.
mo veremos nvás adelante, SCHUMI'ETER consideraba que los principales agentes del cam-
bio económico eran ios empresario.-; innovadores. Como ya hemos mencionado, concebía
la innovación en un sentido amplio, que no se limitaba al cambio tecnológico, sino que 4 "4. L o s f a c t o r e s institucionales
además incluía los cambios organizacionaics o la apertura de nuevos mercados.
La teoría evolutiva de la empresa, que toma mucho de SCHUMrETEU pero tunibién Las Instituciones juegan un papel relevante en los procesos de crecimiento económico
discute algunas íle sus ideas, señala que la tecnología no se genera necesariamente fue. yde industrialización, combinándose e Interactuando con los otros factores mencionados.
ra de las empresas, sino que en gran medida se origina en cl seno de ellas. En primeria- Liis coiiíliciones políticas, la legislación, las políticas públicas, el sistema educativo,
gar, en el caso de las innovaciones increméntales, que suelen estar estrechamente vincu- ¡as características de los grupos empresarios y, en general, los rasgos culturales de una su-
ladas con el trabajo y el uso cotidiano de las máquinas, pero también en el de las ciédüd ctjniribuyen aclivamenlc a acelerar o retrasar el crecimiento económico.
innovaciones radicales, como producto de los procesos de investigación y desarrollo que En general los historiadores económicos, más Inclinados hacia el eclecticismo, han
se llevan a cabo dentro de las firmas. otorgado desde siempre un rol destacado a las instituciones en los procesos de creciniien-
to y de indusírialización. Para Toynbee, como vimos, la principal causa de la revolución
iíidíistria! había sido el paso del mercantilismo al laissczfnire. Y diversos autores, de allí
en adelante, remarcaron la interacción entre instituciones y crecimiento económico.
4.3.2. La Revolución Industria} y J a innovación tecnológica
Los economistas, en cambio, hasta la década de 1970 habían puesto en general el én-
fasis en otros aspectos, como la acumulación de capital, cl cambio tecnológico o el pa-
Los economlslas clásicos suponían que el crecimiento económico tenía límites preci-
pel de la demanda. Dos excepciones imporiaiites fueron los representantes de la Escue-
sos, determinados por la disponibilidad de los factores de producción (tierra, trabajo y ca-
la Histórica Alemana, en las últimas décadas del siglo x i x , y los rie la Economía
pital). La tierra era la principal fuente de alimentos para la población, y casi la única fuen-
ínstitucigna!, cu las primeras del siglo X X . Pero cl papel de las Instituciones en los pro-
te de materias primas empleadas cu la producción industrial. Aun ios trabajadores qac
procesaban los metales dependían de ia productividad del suelo, ya que se utilizaba U M cesos de crecimiento económico ha sido muy resallado, desde los años 1970, por la lla-
materia vegetal—el carbón— para fundir y trabajar cl metal. mada Nueva Economía Institucional y su principal representante, DotJGLASS IMORTII'"
(Premio Nobel de Economía en J993), cuya obra ha lenido una importante repercusión
Lo que para los clásicos limitaba el crecimiento era que todo aunieuio de la población
exigiría un aumento de la producción. lo que implicaría cultivar tierras niás pobres o Incre- en los estudios de historia económica.
mentar las inversiones para aumentar la producción de las tierras ya cultivadas, o alguna
combinación de ambas posibilidades. En todo caso, ello suponía rendimientos decrecien-
tes del capital y la reduccióiA del incentivo a la inversión. El mismo proceso de crecimien- 4 . 4 . J . JUi marco jurídico
to producía cambios que diHcuitaban ei crecimiento posterior, lo cual los inducía a tener
una visión pesiniista de las perspectivas futuras.
e « .u.or, ,as licitaciones ideadas por el ^ ^ ^ ^ ' ^ ' ^ ^ ^ ^ ^ ,„„dieio-
El camino para escíipar de las limitaciones del principio de rendimientos decrecientes „„; incluyen los condicionamientos termales , a j ¡ i ' , j e eondncla
fue la inno\'áción tecnológica y organizativa. Desde el punto de vista tecnológico, la Pri- namientos informales (normas de comportam.ento, convenciones, cotllg
mera Revoltréión Industrial Implicó;

a) La utilización de nuevas fuentes de energía inaniniada, gracias a la invención y di-


fusión de la máquina de vapor y al mejor aprovechamiento de fuentes de energía
ideas de N o r t l t e ^ p a e s t a s ea ana s.ie de ^^^Z^:^^^"""
(1984; 1993); NolíTH, en PoNl y SCAZZiERi (uds.), y HxRiwELL y ÍNORUI.
tradicionales, como la energía hidráulica.
100
IOS mstoriiL económica n¡ut\^'¡ • Y ctoi-fls condicioiiaiites ele 2n indusínulJzación

auioimpuesio.s). nsf como las maiicrns en las que son impuestas y respetadas. PartiendQ ••• xvili fue ir suprimiendo las reglamentaciones, favoreciendo la iniciativa intlividual y
esia dennición, NoRTi! considera que las instituciones son un condicionamiento hísicoj) -^^]¡2iición del mercado de trabajo. Se llegó a ¡a aboÜciót! de los gremios y a la pro-
desaiTüllo económico, y que ias diferencias institucionales son las que explican las difj' ' V c i ó a de las asociaciones obreras, medidas que comenzaron a ser revocadas desde n i c -
reacias en la petjbnnaiice económica de las naciones. Sostieitc también que entre hi^j^ r'd's del siglo xiX como consecuencia de la reacción y la lucha de los trabajadores. C o -
olas del jtiegü que regulan el funcionamiento del sislema económico la principal fnncjú^ •'' 's'ibeinos, el lema de la regulación y la desrcgulación del mercado de trabajo sig\ie
corresponde a ios dereclios de propiedad, que cuando están blea detlnidos generan ¡nceti
§ e i i d o una gran vigencia en nuestros días.
tivQs para la 1:^versión productiva y reducen los "costos de transacción" {es decir las fric-
ciones que se producen al llevar acabo intercambios, originadas en costos de ¡nforniaciiSn.
de negociación y de seguinn'enlo de los contratos).
P'W<^^ ^^-^ astado
Para NoiíTii los derechos de propiedad condicionan el crecimiento económico po^.
que al gai;uilÍ2ar exiicctativas de ganancia lon^entan la inversión. Ma estudiado cómo sé • Como y^ señalamos. GERSCIIENKIÍON había observado qne en aquellos países en los
fueron afirmando en Occidente desde fines de la Edad Media, y encuentra en ello la pnV que elsecior privado no protagoniza los procesos de indvrstvializacióu y desarrollo, el Es-
cipa! explicación de su expansión y de sus ventajas tecnológicas. También ha enfaiizado
taílo puede asuniiresc rol, impulsando mediante políticas públicas activas los cambios re-
cónio se fueron creando otros dispositivos institucionales para sostener el creciiniea(o
desde la leira de cambio hasta los derechos de patente, dando a estos últimos una gran . ijijeridos.
relevancia. ' Como muchos otros temas, el del papel del Estado en los procesos de indusírialización
' y en general, el de la intervención del Est-ado en la economía han dado lugar a encarniza-
El historiador inglés M A X P I A R T W E L L " ha allrmado que durante el período que de.,
dos debates. La tradición liberal considera que el Estado debe ser lo más prescindeiue po-
semhoeó en la Revolución Industrial y en el iranscm-so de ella, el derecho y las institu-
ciones jurídicas Inglesas fueron importantes para determinar el iiderazgo induslrial de' sible y que la economía debe ser librada a las fuei-zasdel mercado. Otras corrientes depen-
Inglaterra y para manicnerlo durante ia mayor parle del siglo Xix. En su enfoque, los cam-' sainienlo le atribuyen, en cambio, un papel ¡nucbo más dinámico en la tictividad económica,
bios jurídicos que se fueron dando desde el siglo xvii ampliaron las libertades económi- vsDSÓeiien que el Estado debe concgir las falencias del mercado y promoverla industi'ia-
cas e hicieron más explícitos y menos limitados los derechos de pro¡)Ícdad, Ei i-esuliade lización y el desarrollo (lo cual implica no sólo crecimicnío sino tma mejora de ¡as condj-
fue reforzar el mercado como principal mecanismo coordinador de la asignación de re- •ciones de vida y ima mejor dlsiribuclón del ingreso).
cursos, eliminando los mecanismos regulalorios heredados del Antiguo Régimen. Las posiciones sobre el rol del Estado han ido cambiando a la par de los paradigmas
El mismo H A R T W E L L considera, al estudiar la indtrstriaüzación en el continente euro- ecoiióniicos y de las condiciones de la economía mundial. Los economisias clásicos y neo-
peo, que su ritmo se adecuó a ia adaptación, por parte de los diversos países, de nuevos có- clásicos siempre fueron partidarios de ¡ni Eslado "mínimo", qne se linútara a garantizar la
digos civiles y comerciales, basados en el modelo napoleónico, que gai-antizaban los dere- defensa. Ia ley y el orden y proporcionara algún bien público considerado esencial (como
chos de propiedad y abolían las viejas normas heredadas del período feudal. porejemplo el dinero). A lo largo del siglo xix, y hasta la crísts de 1929, las políticas eco-
Los trabajos de HAtíTWCLL y N O R T H ' - reflej-an una posición fuertemente inercadisia y nómicas se inspiraron mayoritariamente en los principios del liberalismo. Otras teorías, en
prívaiista, y consideran que, en general, las regidaciones obstaculizan el desarrollo. Otros cambio, consideran que el Eslado debe leuer un i'ol nu\ dinámico. El economista alemán
aurores, en cambio, renrarcan que un marco regulatorio puede ser el motor de un proceso pRiEORiCH LIST allrmaba, a mediados del siglo xix, que para fomentar la industrialización
de industrialización. debía proiegci"se la producción nacionnl medinnicelevados impuestos a la Ím|ioilaclón, tal
como lo habían hecho ios Estados Unidos. EnIre IS73 y 1896 varios países aplicaron po-
Para el caso inglé^, PATÜICK O ' B K I E N y oíros han remarcado cómo una legislación pro-
tectora que gravaba coiVáltos impuestos la importación de telas de algodón favoreció el de- líticas proleccionistas para defenderse de la recesióii económica que a lo largo decesos años
sarrollo de la industria algodonera desde principios del siglo XVlIl'-*. afectó a la economía mundial.
• La leoría keynesiann sostiene que el Estado debe implenientar políiicas monetarias y
Otro tema que i'evisie gran interés es el de la legislación comercial. Ésta puede faciü-
fiscales activas para contrarrestar los efectos de los ciclos económicos y mantener el ple-
t-ar o no, por ejemplo, ia forniación de sociedades. A medida que el tamaño de las empre- no empleo. Políticas iníervcneioiiisias fueron aplicadas en los años treinla para combatir
sas se acrecienta, junto a fas sociedades simples se van desarrollando las de responsabili- los efectos de ¡a Gran Depresión (I92P-I932}, y el keyuesianismo luvo \m gran eco en la
dad limitada y las anónimas. La legislación eu cuanto a estas últimas variaba en el siglo seguntfa posguerra, durante la cv\al se ínapiantaran economías ml:<t!:is m los países de-Eu-
XIX de país a país; era muy restrictiva en ínglaterra y más liberal en los Eslados Unidos, lo ropa Occidental. Diversos análisis sobre el éxito económico de [os países de Asia-Pacífi-
cual contribuyó en este ¡)aís al desarrollo de ia gran empresa. co, desde el Japón hasta los tigres asiáticos (Corea. Taiwán, Singapur, Hong Kong) han
En lo que hace a la legislación laboral, en ¡a sociedad preindusti'iai existían normas pussio el énfasis en que en lodos ellos el papel del Estado fue crucial para generar compe-
muy precisas que regiLlaban los salarios y la actividad laboral, pero la tendencia desde ei liíividad y creciniiento.
Ei consenso íceynesiano comenzó a ser cree ien temen le cuestionado en Occidenle en
los años setenta, en el marco de ias crisis económicas que afectaron a dicha década, y las
^ _HARTWELL. en A A ; V V . (19Sl). luicvas teorías económicas donn'nanies (monetarismo, expectativas racionales, nueva es-
!Md. NonTH y THOMAS (] 978). cuela austríaca) pregonaron la vuelta al Estado mínimo. La visión privatista predominó has-
O'BiuBN. GKii-Tm-isy H U N T ( 1 9 9 | J . ta In década de 1990.'pero desde comienzos del nuevo siglo ha sido crecientemente cues-
Histonn económica m. 'S
'^%tPt-es coadicioiinnies do ¡¡i industrinüzíición
o !e! iníirxí5i"o, diversas ecojioinías lolalnienle reguladas por el Estado (ei g^^^^*;
%-i scgimt'í' cuestión es la de las vías a través de las ciniles el ahorro se transforma en
^leóricosj^^^^i cn'las cuales se eliniÍJió la propiedad privada de los inedios de prodaceió^*^'
s^^^U^niñciiron todas las aclividades ccoaómicas. y cuyo principal exponeiUe iue ¡a QJ^^Í í"' lóH productiva. Si se atesora o se invierte en actividades rentísticas (porejemplo en
Sovíélica. Las experiencias de los Esuidos niáxinios no permitieron generar procesos j '^is del Eslado) la olería va a ser escasa. Si exisle disposición a inverlirlo en actividades
creciniiento sostenidos, ya que culminaron en crisis terminales a fmes del siglo xx. pg^ ' giicii^'í'S y mecanismos a través de ios cuales puede destinarse a ese rin, la siluacíón
dieron origen a una vaslísima literatura sobre las ventajas de los sistemas de libre merci^' .Wj^.^ j^Q3 bancos y otras instituciones tinancieras se encargan de transformar ei ahorro
do y los de econonn'a pianiHcada. '"'•jjy^j.gii^ji recibiendo depósitos de parle de los ahorristas y otorgando crédito a las em-
"il'asy ^'^^ empresarios cjue lo requieren. Las sociedades por acciones cumplen la mis-
A l margen del problema de las ideas dominantes entre los economistas en la discasló^;
^lífiñición, y los bancos actúan como ¡nlenncdiarios para la emisión de la acciones, que
sobre el papel del Eslado en la economía y en los procesos de desarrollo'^, la expenenc;
bislórica ofrece abundantes ejemplos en los que la acción estatal impulsó la inda siria Ii2a; Vcgoo'im en las bolsas de valores. Ei desarrollo de las instituciones rinancierasse vjn-
ción. Lo hizo a través de medidas tales como la protección aduanera, los incentivos a la ín. l'i'á'nsi'estrcchanienle con los procesos de industrialización.
versión, la construcción de una inlVnesiructura de transportes y servicios, o la partlcipacién' 'ííOiro punto esencial a remarcar es que en la medida en que la industrialización fue
directa en la actividad empresaria. . viitizíindo desde Inglaterra hacia otros países y otias regiones, los requerimieiuos de in-
" rsión se incrementaron. Ello se debió a que por efecto del avance lecnológico fueron
Ofrece lambién otros ejemplos de países que lograron un desarrollo sostenido con un
mínimo de protección estatal. Los Estados Unidos aplicaron altos aranceles a la Ímporta-v^ drg'ieiido nuevos bienes cuya fabricación y puesta en funcionamienio implicaba una in-
ción en los primeros tiempos de su industrialización; Inglaterra, en cambio, se inclinó tem.,ií[ ersión mucho mayor y requerimlenlos de escala mucho más altos. E l primer paso fueron
pranameiUe por el libre comercio. E l Eslado puede también asumir un papel más indirec- -i óVferrocnrriles. La fabricación de la maquinaria ya signiricó una mayor inversión de ca-
lo como promotor de la industrialización, fomentando, por ejemplo, el sistema educativo "pit'ái r¡p> dí'do el tamaño de las plaiUas y la complcjida<! tecnológica que implicaban, pe-
o la investigación cíeiUífica; o redistribuir el ingreso mediante políticas sociales. En todo ^ro fue sobre todo la cün.struccíón de las líneas ferroviarias la que requirió y absorbió in-
caso, la historia económica sirve para mostrar que hay una multiplicidad de caminos, y qne ^fenles cantidades de capitales, que se obtuvieron con rmanciación bancaria y emisión de
no existen recetas infalibles. '^••'^'ccioncs y obligaciones. Fue jnstamenle en la actividad ferroviaiía donde nació la "gran
•i "(Impresa moderna". Más tarde fueron I;ts grandes plantas sidertlrgleas, químicas y nietal-
' *[Tiecá7!Íca.s de la Segunda Revolución Industrial y las grandes empresas dcsiinaíias a la fa-
Las inststuojonea fJnancxeras -bricación en serie de distintos tipos de bienes las que demandaron grandes volúmenes de
capital, jimio con las obras de infraestructura y otras actividades- económicas. De allí en
Es evidente que no puede existir un proceso de industrialización sin inversión, y que niás el avance tecnológico coniinuó, y con él la demanda de capitules. S Y Ü N E V P O L L A K D
ésta a su vez requiere una oferta adecuada de capital. Una de las caracíeríslicas especíllcas señala, con el concepío de "diferencial de conlemporaneldad", cómo el momento en que
de la industria es que necesita un lipo de financiación distinta que la actividad comercial o lia pwcmo de industrialización se inicia condiciona su irayecioria. No cs lo misino co-
agropecuaria. En las dos tiltimas el crédito es tundamcnlalnienle de corto plazo, ya que se menzar antes del nacimiento de los ferrocariiles (como Grun Bretaña y Bélgica) o después
destina a operaciones en las que la inversión se recupera en un breve lapso. En la industria de él (como el resto de los países). O las diferencias entre industrializarse en una fase en
se usan dos [¡pos de crédito. El de corto plazo, para financiarcicrto tipo de operaciones co- que las ramas más dinámicas son poco intensivas cu capital o en otra en ía cual son capi-
mo el pago de salarios o la compra de materias primas, y el de largo plazo, para financiar tal-intensivas.
la inversión en capiial lijo: edificios, maquinaria y equipo. Este es cl crédito induslrial por La acumulación de capital ha sido mencionada rccurrentemenic como una de las cau-
antonomasia, y su naciniiesito implicó un cambio sustantivo en la actividad ñnanciera. sas de la Revolución Jndustrial'^ En La riqueza ríe las naciones A D A M SMITH consideraba
A l analizarla llnanciación de los procesos de industrialización emergen dos cuestio- que el determinante fundamental del crecimienlo era la lasa de formación de capital, y que
nes diferenciadas, aunque relacionadas entre sí. L a primera de ellas es la de la aciunuia- ésta era proporciona! a la tasa de inversión. M A R X y la tradición marxisia retomaron esta
ción de capital, o sea la existencia de un stock de capital disponible para ser prestado e
perspectiva, otorgando a la acumulación primaria de capital un rol decisivo. En la literatu-
invertido. Dicho stock pi-ovÍene de la capacidad de ahorro de una sociedad, si bien tam-
ra leórica sobre cl desarrollo económico eu la segunda posguerra se consideraba que el pro-
bién puede tener origen exlenio. De hecho, la inversión extranjera luvo un rol muy im-
blema de la insuficiencia de ahorro era c! principal obsláctdo que impedía superar cl sub-
portante en gran parte de los procesos de industrialización, aunque no en Gran Bretaña.
La exportación de capitales en un sentido moderno comenzó en el siglo xix, desuñándo- desarrollo. Para ROSTOW el despegue consisiía principalmente en una aceleración de la ta.sa
se a ios ferrocaiTÍles, los servicios públicos y al desarrollo de recursos locales (como la de formación de capital y de invci'sión, y otros autores coincidían con él.
minería). Jugó.tm papel más iniportatite en los países de industrialización tardía que en Lu afirmación de que el crecimiento es el resultado de la lasa de ahorro y de la rela-
los de industrialización temprana. ción cupilal/producto plantea algunos problemas. Los principales soa que la acumulación
decapita! ¡lerse no produce crecimiento y que la relación entre inversión y crecimiento no
Gs uniforme. Oira observación posible es que no es ciara la relación de causalidad, es de-
ZAMAGNI (2001). cir si el ahorro genera crecimiento o si el crecimiento genera ahorro.
K:RUGiVIAN(l99é).

• HAHTWELL(1967).
112
„ fniidicionantas do ¡R industrinliznoión H3
HisLoyia ocouoniiDa ¡7n¡¡j^^^.

Dicho eslo, uimpoco puede dudiirse de que la dispouibilidiid de capital coiistítuyt. ' pdr último, también se fueron difundiendo las sociedades por acciones, ya sea las so-
i'equisiio indispensable para todo proceso de indusii'ializacitín. Asimismo, es evidenteqj,- iidesen comandita como las .sociedades anóuín?as,sí bien estas últimas lo hicieron con
los requerimientos de Imauciamiento y las formas de acceder a éi varfan sensiblemente^'
tüd dado que en la mayor parte de los países su creación encontró muchos obstáculos
un caso a otro.
mediados de! siglo Xix. Con el desanollo de las sociedades por acciones creció la ac-
Como ya mencionamos, las necesidades de capital se fueron modificando a niedidiq^^ lS!h'd de las bolsas de valores.
avanzaron los procesos de Industrialización. En general existe un fuelle consenso en <:\'\t^^
el caso de la Primera Revolución Industrial en Inglaterra fueron relativamente bajas, y q^^.^ i - . i^QJidres se convirdó en el principal centro financiero mundial, y París en la'plaza que
cubrieron principalmente con capitales propios de los empresarios (solos o asociados eon siguió en importancia.
rientes y/o amigos y conocidos), con reinversión de utilidades y con crédito de corto pla^Q,
otorgado por bancos o por comerciantes (y que podía renovarse en forma casi automática)"'-
'i( ''4 4. --Bi sistema educativo
EIlo se explica porque la proporción de la inversión en capital Hjoera baja con respecto i ]j
inversión total, y el crediio se destinaba fundamentalmente a capital variable (niaicri^lesj, •' • I •! Importancia del capital humano en cl desarrollo económico ha sido enfatizada por
mano de obra). Los industriales usaban el crédito para la compra de materias ¡irimas y el des.- jos economistas desde cl siglo xvm. A D A M SMITH decía que un hombre educado a costa
cuento de letras de cambio obtenidas por ventas. A fines del siglo xvii; aún en las grandes
• [le niiicho trabajo y de mucho tiempo se puede comparar a una máquina muy costosa,
planuis industriales el capital fijo representaba un poicentajc menor del total de la inversión-
••qiieporsu rendimiento pernntlrá reponer el capital invertido en ella y proci[r"ará, además,
Las maquinarias eran relativamente simples y los edificios poco costosos (en general n
nos u otras construcciones con alguna reforma). Ello implica que la demanda de crédito üe íin beneficio.
largo plazo, característica de la industria modenni, era todavía reducida. ¿En qué medida ¡a educación contribuye a sustentar los procesos de crecimiento y de
A medida que avanzó ei proceso de industrialización ias condiciones se fticron modi- iadus trialización?
ficando y las necesidades de capital fijo fueron aumentando. Para entonces se fueron desi- •. > Una primeni cuestión se refiere a la educación que podemos llamar masiva, del con-
iToIIando diversas instituciones financieras y nuevas formas de organización de la empre-
jijiiio de la población, que se mide a través de la tasa de alfabetización y de la escolaridad.
sa, y comenzó la exportación de capitales.
¡vTcóS sencillo establecer una coiTClación directa entre estas variables y el desarrollo, aun-
En lo que concierne al desarrollo de las insiilueiones financieras, el siglo xix fue pro-, que desde el ¡junto de vista cualitativo no puede ignorarse que un país con un buen sisie-
lírico en innovaciones. Por una parte, se fue difundiendo el uso de billetes de banco, aun- ¡m de educación básica debería contar con ventajas a la Irora de emprende!- un proceso de
que en forma lenta, ya que consistían en promesas de pago de los bancos emisores conver-
iadastriulizución. Esto parece confirmarse más para el siglo xix que para cl siglo xviu, ya
tibles a una relación tija con la moneda de curso legal. Si bien se utilizaban como medio
que en Inglaterra la Revolución Indtistria! tuvo lugar con una población con im nivel edu-
de pago y circulaban entre el público, en los intercambios se usaban mayoi-¡lariamenie mo-
cativo muy bajo. Pero a medida que la Industrialización avanza, la capacitación se va con-
nedas de oro y plata; sólo en los países más desarrollados se generalizó el uso de billetes'^.
.virtieado en un requisito indispensable, ya que el grado de instrucción requerida para los
Continuaron utilizándose como medios de pago las letras de cambios y pagares, y empezó
u reglamentarse el uso de cheqties. En varios países se fue definiendo con mayor claridad trabajadores se eleva.
la función de los bsuicos centrales (emisión de moneda, redescuento, supervisión del sisle- • - En palabras de C A M E R O N , "mientras que para los niños que trabajaban en las fábri-
ma financiero) y se sancionaron leyes para regular la actividad bancaria.^^i bien hasta L cas algodoneras de iVIanchcster no era necesario saber leei-y esciibir, es inconcebible que
década de IS70 predominó el uso,3e un patrón biníelálico (oro y plata) o del patrón plata. una industrialización que ponga en juego una tecnología avanzada y que se extienda a
. desde entonces, hasta la Primera Guerra Mundial, se inipuso el patrón oro, que Gran Bi una amplia gania de industrias, pueda realizarse sin una población trabajadora altamen-
laña había adoptado desde 1717. tcalfnbetiznda''^'". %
Por otra parte, la educación sirve también como experiencia de disciplinamlento que
Fueron surgiendo nuevos tipos de bancos, para hacer frente a los desafíos de la econo- tacilita la incorporación en el mundo del trabajo.
mía Industrial. !-Iasta fines dei siglo xviii las principales actividades de los bancos habían Desde fines de la década de 1920 comenzó u utilizarse la expresión "capital humano"
sido el crédito comercial y los préstamos a los gobiernos. Desde mediados del Xix nacie- para denominar las habilidades y capacidades de los Irabajadores, que se vinculan esencial-
ron instituciones bancarias espcciullzudas en el financiatnienlo de largo plazo, que se des- mente con su nivel, educativo, si bien también se adquieren a U'avcs de la experiencia. El
linó a la construcción de fen'ocarriles y otras obras públicas y a la industria. Si bien reci- concepto fue elaborado poro! economista inglés ARTHUIÍ PIGOU (tllscípuio de MAIÍSIIALL),
bieron distintas denominaciones scgim los países, se los conoce como bancos de crédito pero fue difundido en la segunda mitad del siglo xx primero por el TÍIEODORE SCI-IULTZ y
industrial o_.bancos de inversión. Se desarrolló asimismo la banca regional, en Gran Bretii- luego por G A R Y B C C K E R .
ña y en el continente, al Igual que las Cajas de Ahorro''-". En cuanto a la educación tle élite, ella garantiza la formación de los cuadros técnicos
y empresariales, y permite sustentar el desarrollo científico y tecnológico. En las primeras
etapas del proceso de industrialización, hasta mediados del siglo Xtx, la innovación tecno-
17 MATHIAS, en MATinAs y DAVIS (1990). lógica no estuvo necesariamente ligada a! avance de la ciencia. Muchos de los primeros in-
IS CoRTGs CONDE (2003).

CAMI-HON (1974); KlNDLEBl-ltGER (Í9S>S).


CAMERON, en A A . W . (1981); CAMBRÓN (1995).
loros coritl/fl/oJimiíes ííe ¡a i¡icH!s¿Hít!iza<;¿án Ijg
Wstorjn ecoiiójuioa IT,,,,,^^

• g^«.inizacióu. A medida que se han Ido desarrollando las sociedades anónimas y que
VGiiio.s riieron realizados por artesanos habilidosos sin i'ovaiación cienlífica. Pero ello se f
^"^lan itlo expandiendo las empresas con ima organización gerencial, muchas de las refle-
modificando al pimío qne desde fines del siglo X i x los avances en la tecnología fuero^ij'
la mano dei conocimiento científico. ' ' ' . i de ScnUMi'ET^R deben ser reconsideradas. Más que los empresarios individuales,
^\5 cnipresas como organizaciones las que pasan a ser las protagonisias de la innova-
•' I -I ndministración de empresas pasa de ser el resultado de la intuición a convertirse
4.4.5. El factor empresa.rial lina ilisciplma con mriis científico.
LOS estudios más recientes sobre el factor empresarial en una perspeciiva histórica es-
¿Qué papel cumplen los em¡jresarios y las empresas en los procesos de ci-cciniicuiQ • i inris orientados hacia c! análisis de la empresa como estructura administrativa, del ma-
económico? '"ilgenieiit y de las estrategias de [a dirección. Es el caso de los trabajos del historiador nor-
A partir de J. li. S A Y , los economlslas han toniado en consideración la función del eni '-tmerieano ALFIÍED CIIANOLER, a los cuales haremos referencia más adelante. Otros
presado como aquel que combina los factores productivos en el ámbito del proceso de pro investigiidorcs discuten esta prefei'encia por la gran empresa, y enfalizan el rol que siguen
ducción y que asume los riesgos financieros consecuentes. A L R Í E D MAIÍSIIALL proponía '•loando pequeñas y medianas empresas en las economías contemporáneas.
considerar el factor empresarial (o factor organización) como un cuarto factor de produc- - iviás allá de ello, la obra de SCHUMPETEK ha sido central para estimular el interés por
ción, agregándolo a los tres factores clásicos: lierni, trabajo y capital. Más recientemente effáctor empresarial y la reflexión liislórica sobre la problemática de la innovación. A
SoLOW ha cnnuiztulo que el creciniiento económico no puede ser explicado sólo a partir n-lrljrd'í sus propuestas, l o que podemos preguntarnos es hasta dónde es posible un pro-
del incremenlo de inpuls de los factores clásicos. Define el re.mhio como la parte del pro. C6S0 exitoso de desan'ollo sin empresarios y empresas innovadores, caiiaces de aceptar
duelo que no puede ser atribuida al crecimiento de los medios de producción, sino a otror los riesgos de la inceriidtmibre y del cambio. O. en todo caso, como diría GERSCHENKRON,
facieres ligados al capital humano. ¡aicfrogarnos acerca de qué instituciones han reemplazado a la empresa privada en esa
Gran parte del residuo se origina en el ámbito de la empresa, determinado por dü.s ele-
- Elriesgode atribuir un peso excesivo a cualquier factor explicativo en detrimento de
mentos. P o r un lado, el sistema organizativo en cuyo ámbito se lleva a cabo la combina-
üiros es perder de vista la complejidad de los procesos históricos. A propósito dei factor
ción de los factores pioductivos y en ei que se elaboran las estrategias. Por otro, ia prepa-
empresarial, nos parece útil transcribir un texto del historiador alemán JÍJUGEN K O C K A . " S Í
ración, la experiencia y la capacidad de qm'enes conducen ias empresas.
los recursos empresariales y gerencíaies son un factor independíente que facilíLt el proce-
so'ée industrialización o también una de las condiciones csli'atégicas prclimínaicsde la in-
dustrialización (o del desarrollo económico en general), o son. en cambio, una forma de
4.4.6. ScHUMPJSTER y la teoría del empresario innovador
simple adaplación casi automática a las nuevas exigeñcia.s' emergentes con la aparición de
determinados factores ambientales (como las oporuniidndes de mercado, la disponibilidad
E l ccouomlsla que más coniribuyó a la consideración del factor enipresarial como de factores de producción, ¡as posibilidades de beneficio, las invenciones, etc.), es una cues-
una variable clave en los procesos de desarrollo fue Jostiini SCHUMI'ETEK. A diferencia,
tión muy debalidii que ha tenido respuestas diversas, debidas en gran parte a la especiali-
de los cconomisias ntíociósícos, que centraban su Interés en la economía en equllifino,
SciitJNU'ETEi; trató de explicar el cambio económico, y en parlieular, los procesos de de- zación tle ios estudiosos, a! clima ¡nlcleciual, a los Intereses científicos y no cienlíncos, y
sarrollo. a oíra serie de motivos," Según K O C K A . el rol del emprcsariado no puede ser considerado
con independencia de los factores ambientales. "Pero no debería haber ulngumi duda de
En su Tforín <le.í ilcscnvolviniienio económico, publicada por pnmcra vez en alemán en que el problema no puede comprenderse en forma adecuada sin hacer referencia al espíri-
1911, señalaba la función empresarial como la variable clave del desarrollo económico-^ tu de empresa y al management, al menos en la óptica de las relaciones enire ¡n¡nn, poruña
SciiUMi'crrER sostenía que la leoría económica debía explicar las alteraciones del equi- parte, y el desarrollo y el crecimiento económicos, por la otra""".
librio, en particular, las que se verifican en la técnica y la organización productivas. Afir- ,
maba que los cambios económicos se originan en ei ámbito de los productores, gracias a
la acción de los empresarios Innovadores, que eran capaces de "poner en práctica nuevas
combinaciones". 4.4.7. Factores culturales y sistemas de valores

En finición de ello, consideraba a los empresarios innovadores como "el fenómeno fun-
damental del desenvolvimienlo económico". Éste es. sin duda, uno de los temas más controvertidos y menos mensurables a la hora
de explicar los procesos de industrialización. ¿Son ciertos sistemas de valores más adecua-
E l modelo de empresario que ofrece SciiUMPETEií es fimdamenlalmente el empresario
individual, el "patrón" de fábrica, característico de las primeras etapas de ia industrializa- dos que otros como marco de un proceso de indusírialización?
ción, del cual un ejemplo es JOSIAU W E U G V ; Q O D . A principios de este SÍQIO, M A X W E R E ) ; publicó un libro que tuvo una gran repercu-
sión, lilulado La éticaproiestaníey ei espírhn del capitalismo'^^. Diversos trabajos de cam-
Aunqué'csteíipo de empresario sigue existiendo, más que nuda en las pequeñas y me-
po habían arrojado como ['esultado lo que WEBER llamaba "el carácter eminentemente pro-
dianas empit^as, desde fines del siglo X(X se ha ido produciendo la expansión de las gran-
des empresasT en las que la función individual del empresario ha sido reemplazada por la

KocKA, ün OÍANDLER; PAYNti; KOCKA y YAMAMURA (1986).


ScnuMi'irTEi; (1957). WsüfR (1969).
117

IIB Historhi eaonóíiiicii nm

tcsUüUe taiUo de la propiedad y empresas capitalistas, como de las esferas superiores (¡t]¡^
clases trabajadoras". A partir de esta comprobación, elaboró la tesis de que la i'ororniapro,
testante, y sobre iodo, cl calvinismo, habían jugado un pape! clave en el desaiTollo del^j
pitalismo en Europa. Indicaba que existen fuertes coitexiones de la ética económica ¡iio'
(lerna con la ética racloiud del protestantismo ascético, y en general, que existen conexión^- impl
entre "las más importantes religiones habidas en el mundo" y la economía y la esiructun-
social del mundo en que nacieron.
Aclaremos que VVEDER consideraba que la relación entre la religión, por un lado, y ¡j
estructura económica y social, por el otro, era muy compleja, y rechazaba tanto las mti.
pretaciones materialistas de ¡a cultura como el "unilateral causalismo espiritualista".
Más recientemente, un historiador japonés, M . MORISÜIMA, aplicó el modelo de WE-
EER para e! Japón^''. Según MORISHIMA, el confucianismo había ctmiplido allí el papel del
calvinismo en Europa. Para MORlSlltMA, ciertos rasgos de !a cultura japonesa, como cl sen-
tidú de las obligaciones mutuas, la disciplina, el respeto por los ancianos o la búsqueda de
consenso, permiten explicar el éxito económico del país. Dichos rasgos son para éi produc-
to de la mora! confucianista, que enfaiiza el sentido del deber, del trabajo y del colectivis;
mo. Muchos otros autores han retomado esta posición no sólo para c! caso de Japón, sino
lambién para otros países asiáticos.
Estos ejemplos nos sirven como punto de partida para reflexionar sobre la relación
cnlie factores culturales y desanollo económico. También en este tema existen posínras
extremas.
Por una parte, está la visión malerialisia, que ve a la cultura como un subproducto
de la eslructin-u económica y social, y de ninguna manera como un factor determinante
del desan-otlo. El marxismo economicista es un ejemplo de ello. Por lu otra, se encuen-
tran las visiones culturalistas, que invierten el orden. La sociología funcionalisia noqca--
mericana. por ejemplo, atribuye a los valores sociales un papel decisivo en la explica-
ción de la acción social.
Con respeclo al proceso de industrialización, muchos estudiosos se han preguntado por
qué tuvo lugar en algunos países occidentales, y qué aspeólos de la cultura occidental pu-
dieron contribuir a ello, DAVID LANDES, por ejemplo, retomando n:uchas de las propuestas
de WEBER, considera que determinados rasgos culturales de Occidente, c o m o el raciona-
lismo y la "ética faustiuna" de dominio sobre la naturaleza, fueron las bases del desarrollo
de la ciencia y de la consccueiUe innovación tecnológica. "La voluntad de dominio, el en-
foque racional de los problemas a! que podemos llamar método cientííico, la competencia
por la riqueza y el poder, todo este conjunto de fenómenos consiguió eliminar la resisten-
cia impuesta por las formas tradicionales de comportamiento e hizo del cambio un valor
positivo"-^.
Si aun en los dalos cuantitativos sobre cl crecimienlo económico existen puntos de vis-
ta divergentes, en el teiTcno del impacto de los factores culuirulcs las posiciones son múl-
tiples. A comienzos de los años cincuenta, GEÍÍSCHENKIÍON disculfa con LANDH^' y otros
acerca del caso francés y, en general, sobre la relación entre sistemas de valores y desarro-
llo económico. Con manifiesta ironía, sostenía que "puede que las variaciones observadas
en el componamiento seguido con i'cspecto a las actividades empresariales no dependan
del sistema de-\alores dominante y del grado de aprobación social con que éstas se encuen-
C a p í t u l o 5

L a Revolución- I n d u s t r i a l
en G r a n B r e t a ñ a

5 1- L o s p r i m e r o s p r o c e s o s l i i s t ó r i c o s d e industrialización

Desde el siglo xviii, Europa Occidenial se transformó en la cima de la industria mo-


dcniii- La Revolución industrial comenzó en Inglateri'a y desde allísc difundió hacía el eon-
tiaciiíe, afectando a las distintas naciones y regiones con ritmos diversos.
-Los países continentales que primero transitaron el camino de la industrialización
fueron Bélgica, Erancia, Suiza y Alemania. La industria moderna fue después extendiéu-
: dosé hacia los países escandinavos, y los de Europa del Sur y del Este, incluyendo Ru-
. siá. Para fines del siglo XIX, la industrialización era un proceso en marcha en la mayor
parte del territorio europeo. Fuera de Europa, el único país qne se industrializó tempra-
namente fueron los Eslados Unidos, donde el proceso se inició ya en las primeras déca-
das del siglo XIX.
A partir de esa evidencia, una inquietud conu'ln-a muchos historiadores que esludian
csíos temas es tratar de comprender por qué fue Europa la primera región industrial, y no
otras zonas del planeta, considerando que existían en el siglo xvm algunas áreas con un
considerable desarrollo económico, político y cultural, como el Medio Oriente Islámico, la
China o la India.
Diversos autores han insistido en que cl problema de las causas de la Revolución In-
dustrial debe ser estudiado, en primer lugar, no tanto'desde la especificidad Inglesa como
desde la especificidad europea. Es decir, sostienen que ciertos rasgos comunes a los países
de Europa Occidental, distintos a su vez de los de las otras regiones del mundo, explican
• que el proceso de industrialización se haya iniciado en Europa, y que el caso de Inglaterra
debe ser visto dentro de este contexto.
Eiíic JONES afirma que no hay que dar prioridad al estudio de los elementos "únicos"
del caso Inglés, y que "es mucho más Instructivo considerar que Gran Bretaña estuvo afec-
tada por unas fuei-zas que estaban actuando en el conjunto del continente europeo, y a [jar-
tirde las cuales se destacó ligeramente como la primera potencia industrial sobre la base
del cambio tecnológico en la manufactura del algodón y del hierro"'.
A la hora de explicar la especificidad europea, las razones esgrimidas son múltiples y
diversas. Citaremos sólo a algunos autores que han-renexionado sobreesté tema, con la fi-
nalidad de ofrecer algunas interpretaciones alternativas que puedan servir de base para una
posterior profundización.

JONES (1990).
121
120 j-jii-ion;i ecoiíómiaii Jtujn^, •ónlndustri^í Gr«» Bretaña

¡*ara DAVID LANDES, la clave debe ser buscada eu ciertos rasgos cuíiiu'ales y po!fi¡i-j| .non SUP.SO un ™ p I i o „b:,„lco r « u . o . , lo g e n o » ct d c u r o l l o
de las sociedades europeas desde lines de la Hdad Medía. Enire ellos destaca, en primer]'
gur, la funcitjn de ia iniciativa económica privada, respaldada por el respeto a los derecliQ ' „.rcÍD niultilaterul. . (.nntexto cultural de Eu-
de propiedad y por la consolidación de unidades jiolfticas en conipciencia cnti-e sr(iascii, • de carácter único, contribuyó asimisnio u la acuiiuiLiiL,iuii ... _.
dades Estado, primero, y ¡os Eslados nacionales después). Todo eso, según LANDES, \\rí\)¡¡^ . .A. carácter ánico, contribuyo f^^^^^' . ,,i,,r,ados pa
'"'''[i'iveics de vida, o que los Estados nacionales europeos fueron más adecuados para el
tavorecido ia actividad comercial y cl desarrollo de una clase mercantil de gran viiaüfjjj^
^"'¿iniici'io económico que los imperios despóticos de Orlenle, ya que favorecieron el In-
y creciente inlluencia, que jugo un papel decisivo en el proceso de expansión económica j
• "|,^^j[)iü V la competencia, y respetaron más ¡a projiíedad privada. En este sentido dcsta-
de disolución dei viejo orden icudal.
•j qi'ie desde su punto de visla, el crecimiento n muy largo plazo de Europa "no fue tanto
El segundo elemento clave de la peculiaridad europea es para L A N D E S "el alto valor ¿[resallado de una conjunción de fuerzas que promovieron el desarrollo como la conse-
airibuido a la manipulación racional del medio natural", lo cual puede descomponerse j
cucíicia de ¡a eliminación de los impcdiinciitos"-\
su vez, en dos elementos: " L a racionalidad y lo que podríamos llamar el sentido de doinj,
• PAUL BAÍIÍOCM se pregunlo por qué el desarrollo económico moderno comenzó en In-
iiio iaustiauo .sobre el hombre y ia naturaleza". En esta inierpreiaclón, LANDES coincide en •
gran !\icdida con la tesis de M A X WEBEIÍ acerca de la vinculación entre la ética protesian- (ihtcm, y enumera ocho respuestas jiosiblcs, cada una de ellas enfal¡z;u)do c! peso de un
ic y el desarrollo dei capitalismo. Pero también sostiene que la ciencia consiiiuyó ei pnen. f ictor determinado. Dichos factores son la religión y las mentalidades, íu estructura políti-
te perfecto entre la racionalidad y cl dominio, y que el avance cienífrico hizo posible, por ca laáoiacidn de recursos naturales, el comercio Jnlernacional, la colonización, la existen-
su parte, el desarrollo tecnológico. c¡:i i'e grandes núcleos urbanos, un nivel avanzado de desarrollo y un cvec'íDÍienio demo-
gririco rápido. Después de analizarlos ano por uno, llega a la conclusión de c^ue no son
Segtin LANDES, "ía voluntad de dominio, el ealóque racional de los problemas al que
Cíclnycnies de Inglaterra, sino que se cncucnlran en diversos países europeos, a parlir de
llamamos niétodo científico, la competencia por la riqueza y e] poder, todo este conjunto
¡o cuíil sostiene que la pregunta "¿por que Europa?" es casi tan pcriinenie como el iníerro-
de teaónienos consiguieron cütninar la resistencia impuesta por las formas tradicionales de
comportamiento e hicieron del cambio un valor positivo". Agrega que, sin duda, estas ven- gaute "¿pof (¡"ó Inglaterra?"
lajas se vieron reforzadas por la conquista de territorios exíraeuropeos, y el ejercicio de b Buscando lu respuesta a la primera de dichas cuestiones, señala que sólo puede oble-
violencia y cl poder, lo cual tuvo consecuencias muy desiguales que, a su vez, profundiza- aeisc comparando la situación de Europa con la de otras icgioncs avanzadas, particular-
ron la distancia entre el mundo de los países colonizadores y los colonizados. No obstan- menie, lu China. Pui'a SAIROCH, los clcmcnlos decisivos serían cuatro: el espíritu europeo
te, insi.sie en que el inipcrialismo no es de m'ngún modo una explicación siiricientc, yaque abierto al cambio, las características geogi'áficas del coitlrnciUe (incluyen la localización,
las sociedades que sufrieron la conquista europea no eslnban en camino de llevar adelante •
el clima ien:platloy la disponibilidad de energía), cl fraccionamicnlo político (que favore-
una revolución industrial cuando fueron sometidas poi" las poleucias coloniaii.'ítas-.
ció, u sn vez, lu compeiencía entre Eslados, y a partir de ella, el desarrollo del eomerciü y
JONES sosliene, al igual que LANDES, que ío que denomina "el milagro europeo" debe !a innovación tecnológica) y, por último, la existencia de ciudades de dimensiones más ¡no-
ser comprendido como un proceso tle muy largo plazo, que se vislumbra, por lo mcncs, dcslas que las de los grandes imperios asiáticos (que absorben una propoicióu demasiado
deííde fines de la Edad Media. Considera que la industrialización tuvo lugar en prinier tér-
alta de los excedentes agrícolas)'*.
mino en las economías de mercado, "donde no sólo los productos, sino también loa facto-
res de producción podían comprarse y venderse librenienic". Una vez consiutudo ello, no
cree que las íuci-zas del mercado puedan ser compi'endidus sin tener en cuenta el papel del 5.2. L a R e v o l u c i ó n I n d u s t r i a l e í i G r a n Bretaña
poder político, ai que lambién aLribuye un rol signillcalivo a la hora de exj?licar la génesis
de la economía motlerna. El estudio deesie tema puede iniciarse con una pregunta que se formula lu mayor par-
te de los historiadores: ¿qué factores explican que Inglaterra haya sido la "primera nación-
.Además de ello, insiste con énfasis en que Europa se vio favorecida por las condicio-
industria"? ¿Por qué ella y no otros países que en el siglo xvui le disputaban la primacía
nes de producción que, como señalaba M A K X , no pueden generarse a sí mismas. Para JO-
NES, Europa poseía características tan especiales de empltizamiento. localización y dota- comercial y económica, como Holanda y Francia?
ción de recursos que lo llevan a asirse a una explicación ambiental, aunque entiende que ei Hemos visto en el punto precedente que buena parte de las razones que pueden adu-
papel de los factores aniblenUtles fue esbozar las sendas con menores costos pai-a la acción cirse para explicar lus ventajas británicas eran comunes a varios países europeos. Pero, más
humana, que siguió siendo decisiva.
allá de eso, ciei tas condiciones especíHcas <íe Gran Bretaña y la combinación de todas ellas
Desde este punto de vista, sostiene que tanto la fructífera variedad política como la dieron como resultado la primera Revolución Industrial.
acumulación de capital y el comercio pueden, en parte, explicarse como ajustes a! em- Debe íksUxcrirsc en primer término que la economúi británica creció u lo largo de todo
plazamiento y a los recursos concretos de Europa. Señala, por ejemplo, que en el conti- el siglo xvni. y que la Revolución industrial tuvo Ligaren c! marco de una expansión se-
nente europeo lus catástrofes naturales fueron menos frecuentes que en Asiii, o que la cular. Inglaterra era uno de los países más ricos del níundo al iniciarse lu Revolución In-
geografía contribuyó a la conformación de ios Estados nacionales, en cuyo marco tuvo dusíritil, ysu situación era muy diferente de la de los países subdesarrollados del siglo xx.
Jugar el proceso^de modernización. También afirma que ía variedad lopogeográflca, clí-

LANDEí(i97gj, 3 JOMES (1990).


12í

•ydlució'i Industrial en Gran Bretañn 133

. ,-,¡(ÍÓMALTHUS publicó en I79S su ftiincr ensayo sobre In poblaciúir. oslaba alarma-


• gj crecimiento de la población británica a lo largo del siglo xvm. MALTHUS sostenfa
'^^^ en el sig-Jo x VIII - capacidad de crecimienlo déla población era infinitamente mtiyorque la capacidad de
LA POBLACIÓN -'^-'p^parap''''^''^''''^''"^^"^^^ P'""^^' hombre. Señalaba que mientras que la población pue-
• '•''•'¿^cataren progresión geométrica, los alimentos ainnenlan sólo en progresión arltmétl-
Desc/cílne. del . í g , o , , , „ ^^•''Eii igtüíl''^'' de las demás circunstancias, se puede afirmar que la población de un pafs
' población inglesa "^^'en función de la cantidad de alimentos humanos que produce; ysu fellcidtid, determlna-
" tjor la generosidad con la cual estos allmcnlos son distribuidos, o, lo que viene a ser lo mls-
/ir h cantidad de productos que el trabajo de un dia es susceptible de adquirln"
'"Él problema que él vei'a era que la mejora de las condiciones económicas generaba un
alimento de población, pero que la población crecía más deprisa que la producción. Con-
•¡¡iernba que era el instinto natural de las personas —la atracción entre los sexos— lo que
]¡is llevaba necesarlamenie a reproducirse cuando la situación económica era favorable.
P^í^'^cion estimada (en millones) ' Él desequilibrio entre la olérta de alimentos y el crecimiento de la población podía, sc-
giín MALTHUS, resolverse por dos caminos. Uno era el que históricamente había servido de
frenó ni crecimiento demográfico: el incremento de la mortalidad como con.sccuencÍa de
la enfermedad y el hambre. A l aunjentar la mortalidad, la población se reducía, y el eípii-
¡ibriose restablecía. Lo que él proponía, en cambio, era la reducción de la natalidad, a ira-
vds del matrimonio tardío y del control de la reproducción, si bien era pesimista porque no
creía en la capacidad de las personas, fundamentalmente de las clases popuhu'es, para re-
primir sus instintos.
. Las previsiones de M A L T H U S no se cumplieron, y el crecimiento de la población, tan-
to de Gran Bretaña como del continente, no desembocó en un período de hambre y morta-
lidad. Lo que todavía no podían percibir los contemporáneos era que las condiciones en la
Inglaterra del siglo xviii diferían de las de los siglos precedentes.
El crecimienlo deinogidfico tuvo como causa inmediata principal c! aumento de la fe- Estaba desapareciendo la correlación positiva entre tasa de crecimiento de la población
cundidad, y en menor medida, el descenso de la mortalidad. E l crecimienlo de ia fecundi-
dad fue, a su vez, consecuencia del incremento tle la nupcialidad y de la reducción de la y lasa de cambio de los precios de los alimentos, lo cual permitía mantener un aumento sos-
edad del matrimonio^. teriido sin que se verificaran las consecuencias catastróficas que la experiencia de los si-
glos precedentes auguraba. Ello se debía principalmente al Incremento de la producción
¿Porqué creció ei mimero de matrimonios desde fmes del siglo xvu? Ello invoque ver .agrícola, que había posibilitado sadsfacer la creciente demanda generada por el aumento
tundamcntalnicnte con las condiciones económicas favorables de la econonn'a, ya que aun- de la población.
que las decisiones matrimoniales se ven, sin duda, afeciadas por un conjunto de presiones
individuales y sociales, además de las intluencias económicas, la nupcialidad tiende a in-
crementarse en las etapas de prosperidad. En Inglaterra, durante un largo periodo que du-
ró más de un siglo, los incentivos para casarse aumentaron conlinuamente, y ios frenos dis- LAS THAKSFORMAGIONBS E N L A AGRICULTURA
minuyeron a medida que las rentas reales crecfan.
En los siglos precedentes, todo aumento de la La principal actividad económica en la Inglaterra del siglo xvm era la agricultum, cu-
los precios de los alímH"!'"" ya prüductividad creció de modo constante en los siglos xvii y Xvni gracias a la introduc-
ción de mejoras en las técnicas de cultivo.
El incremento de la pr"oducción agrícola permitió no sólo que la población creciera a
un ritmo acelerado, sino lambién que una proporción cada vez mayor de ella pudiera ira-
bajaren aclividades no agrícolas, con lo cual aumentó la oferta de mano de obra para la In-
dustria y los servicios.
Diversos autores han sostenido que la Revolución Industrial no hubiera sido posible
sin una precedente "revolución agrícola"', que al incrementar la producción agraria habría
permitido y fomentado un desarrollo sin precedentes de los sectores industrial y minero.
WnjGL[-vfJ992).

MALTHUS (I9S2).
BAIROCH, en Cn'OLLA (1979).
Biütoi-ia econáinic-, . • i/irj lndíislrí'il en Grnn Bt-etnfiíi 125
:¡¡3voni°""'

sTjí- • • _
bi'ii "rcvoliluiüii" (la la idea de cambios aceleiados, mientras que la difusión de las iniieí'^"
pal,,: ^ ' ^ E n c l caso inglés, las Innovaciones en las técnicas agrícolas fueron acomiiailadas por
clones eu ias técnicas agrícolas fue muy gradual. E l proceso se inició en los Países Ba'^" ¡ific'ic'^"^^ '''^ sislGnvdS de propiedad. A principios del siglo xvui, aproximada-
a Enes de la Edad Media, y los cambios se fueron incorporando, Icntanicníc, en íngluic ./[UOí, ,j'_^'^^^jj.^d de las tierras en producción eran explotadas con el sistema de campos
y Europa coiuinemal. ,^
* ' ' ' ^ ¿ r t ^ o s ' m e d i e v a l . Los cultivos se llevaban a cabo en franjas discontinuas, y
La agricultura tradicional tenía tina serie de rasgos que hacían muy difícil lograr inctj- ^"'^^''canipssitios tenían derechos de pastura, de recolección de leña y de caza cu las tic-
mtínlos en la prtxiuctividad. El sistema de rotación (}ue se utilizaba desde la Edad iVlej¡j- • éonuinales incultas. Hacia ISjO, esta forma de explotación de ¡a tierra h;\bfa práctl-
dejaba en cada estación un tercio de ia tierra en barbecho, es decir, sin cultivar, para cviia^'
su agotamiento. Como ios rendimientos eran bajos, la cantidad de aninr.ilcí que podían nli' • S n c a í c desaparecido.
mentarse era reducida, lo cual redundaba, a su vez, en la escasez de abonos, que ¡nipe^íj ' L-i desaparición de los campos abiertos se dio como consecuencia de las Leyes dcCcr-
un uso más intensivo del suelo. La consecuencia más grave de esta situación —que per oira cai"'.'^'''?^ (É'nc/íJíif/'í.'Ac/j'j, que establecían la obligatoriedad de cercar tierras que podían
parte no era uniforme sino variada, segán las regiones—era qviesi ia población crecía a ta-- 'de'cultivo, de pastoreo o Incultas. Las antiguas parcelas alargadas, distribuidas entre las
sas muy elevadas, la producción de alimentos no podía hacerlo al nfismo ritmo. Comu viV liejT'is ^'^ cultivo, eran reemplazadas por nuevas parcelas en las que los propietarios cou-
mos, ello generaba un desequilibrio entre población y recursos que desembocaba en peno-" j.j,,jir.iban la superílcie de lien-a qtrc antes ícnían repartida.
dos de carestía, de hambre y de elevada mortalidad- Estas leyes, que habían comenzado en el siglo x v i , se muiiiplicaron eu 'a segunda mi-
La nueva agricultura consistió en la cümbinación de tres eiemcnios que se refoizamc. "
latl ilft! siglo xviil, en general, por presión de los grandes pro])iolarios, eu un contexto de
mutuamcnie; la introducción de cultivos novedosos, la alimemacíón de la ganadería ea es-.
alza (le los precios del grano, consecuencia, a su vez. del crecimiento de la población y del
tablos y la supresión del barbecho.
- ¡¡esarrollo de las ciudtides.
El resultado fue que los campesinos pudieron tener niás ganado y alimentarlo mejor; . • El resultado de los cercainlentos fue que una proporción muy alta de los pequeños pro-
locvuil aumcniaba cl suministro de productos animales. De animales mejor alimentados se pieiarios se vio obligada a vender sus tierras, que fueron compradas por grandes propieta-
obtenía más abono, lo que contribuía a aumentar ia producción de cereales. Las nuevas ce- rios locales o inversores provenientes de otras áreas. También se vieron fueriememc per-
.sechas de forraje, como la alfalfa, cl trébol, los pastos artificiales, los nabos y la remóla-. judicados los campesinos sin tierras que ocupaban campos comunales, y, en general, lodos
cha, resultaron ser cultivos útiles para alternar con los cereales en los sistemas de roiacién. ios campesinos que perdieron la posibilidad de utilizar dichos predios para cl pastoreo. Los
Atgmios de estos cultivos servían para fijare! nitrógeno y para acabar con los cielos de pia- • campesinos expulsados de sus tiems se [ntnsformaron, en su imyoi'hi, en jornaleros o arren-
gas y enfermedades de las plantas. Gracias al mayor uso de abonos y a la rolación de cui- datarios coa contratos de corto plazo.
Vivos fue posible suprimir el barbecho, lo cual permitió incrcmeniar la superílcie cíe tierra La couci;i\U'iicÍón de la propiedad de la tierra generó una mayor desigualdad social, pe-
cultivable. to coatribuyó a incrementar la pioducclón agraria, sobre, todo, porque creció la superficie
A los iUievos sistemas de ¡-otación se agregaron mejoras en las hen'amientas, en la se- de terreno cultivado, al Incoiporarsc a la agricultura tierras comunales y baldías.
lección üe semillas y en los sistemas de cría de ganado, así como otras innovaciones que
Diversos autores han sostenifio que los cercamlentos favorecieron la dit'uslón de las In-
contribuyeron a elevar los rendimientos y a modificar las condiciones en las que tenía la-
gar la producción agrícola. Desde mediados del siglo xvn comenzaron a uiitizarsa arado.'; aovaciones, en la medida en que los grandes propietarios y arrendatarios disponían de ma-
de hierro, que eran más fáciles de manejar y requerían menos anitnales de tiro. Alrededor yor capiUil y mayor información para incorporar ¡os avances tecnológicos. Se había elabo-
de n o ü fue inventada ia primera sembradora, aunque fue poco utilizada hasta principios rado una imagen de los grandes empresarios agrarios como fuertemente Innovadores a partir
del siglo xix.
de una serie de casos individuales de propietarios "apasionados por la moda del progreso
La nueva agricultura permitió rompercon el círculo vicioso de la contraposición entre agrícola'''^
agricultura y ganadería.
Los estudios recientes revelan, en cambio, que no hubo un proceso automático de in-
El desarrollo de este proceso fue lento c Irregular, afectando más a unas regiones que novación por parte de los propietarios incipientes. Mientras algunos de ellos aplicaron a
a otras, y aun en las áreas más adelantadas su adopción por paite de los agricultores no fue sus tierras las nuevas técnicas agrarias, oíros dejaron esta decisión en manos de los arren-
uniforme. No lodos los suelos eran aptos para los nuevos cultivos, pero la difusión de las
tíalurios, y algunos ni siquiera las explotaron'".
innovaciones se veía lambién (rabada por la falta de eapiiales, ia dispersión de las parcela.';
y la resistencia de los campesinos a las prácticas innovadoras. En el análisis que realizó KAJÍL M A I Í X en El capiial acerca de los orígenes y causas de
la Revolución Industrial, otorgó a los cercannento.'; una función clave en lo que llamaba
Desde principios del .ságío xvn las nuevas técnicas agrícolas comenzaron a difundirse
"proceso de acumulación originaria". Según M A U X , la acumulación originaria era el pun-
fuera de los Países Bajos, en primer lugar, a Ingiatevra, luego, a Francia (desde mediados
del xvm), y más\iarde, a otros países de Europa continental. En algunas mgiones se adop- to de partida del régimen capitalista de producción, y consistía, en esencia, en la separa-
taron recién a fines del siglo xix. ción de los trabajadores de la propiedad de los mcdio.s de prodticción. en "el proceso his-
tórico de disociación entre cl productor y los medios de producción". Para M A I Í X , al perder

MoKyRC1993). DE,\NE(t97l).
¡ncl>,strü^^ en Gran Brotan.
de alfileres qne describe SMITII y el
los inibüjacíorcs la propiedad de lo.s medios de nm,],,. • - " "'"^'^^ W^'''^ • , visio el ejemplo de la mamifactava
t b e . a de . . b a l o en ei melado, ea ua °^''S-'os a ve„. . Ú^-^^'''^:ZM^ WBDOWOOO ea la alfiirevía.
o las grandes tabricas üe cerveza,
• • Í Í l a s ^ f S o r e s , como la minería, los astü eres o las ,
ran los requenmicnlos de capUal,

leiarios libres y privado.'; de medios de vida que necesitaba la indnsiria de las cindndes'ní feióii^^- ^emaicnr que ^•i^^^ combinaron con el sistema uc .^^^^ ^^^^^^^
Tambie'n en este tema la investigación empírica ha ofrecido una visión mucho másij^^'p'ík?^-''^^^"^ 0111"^'°" Indasirial y se c^^ pava 1-acapacitaci ^^^^^^^ comerciales.
'.izada, yaque no necesariamente los campesinos que dejaban de ser propietarios e i n r ! * ^ ' - i r l i d " P'""^ '^'^'^"^""^'^•csario y parala conformación u
xm a las ciudades. Miiclios de eilos continuaban en la tierra como arrendalarios o jornap Sl^íel P'"^^^^^ ''¡Itución de un sector emprcs^
ros, y otros encontraban ocupación en tas IVvbvlcns establecidas en áreas i'urales, a la\e*'^''-l)3f^-'"^°^^
de los ríos que proporcionaban la energía hidráulica. La emigración del campo a la ciajaj s*^!^'
fue un proceso más paulatino, como ¡a tndusti-ialización en general. * • '•

liAS ^^IDUSTRLiVS
tTi mercado interna en Gran Bretaña a lo largo del siglo XVill se
: li^nfornmción de: mañereado ^
La actividad industria! tuvo en Gran Bretaña un crecinficnto sostenido a lo laigo del sí.
glo xviii, pero con un modelo muy ¡negular tanto en términos regionales como sectoriales _ r.,,^.- UTO;!!'
La producción tenía lugar a través de distintas formas or-ganizalivas. coexistiendo b r. .asó a casi 9 millones eri 18ÜÜ. ^ Fcu-
producción ai'lesanal, el sislema de trabajo a domicilio y la manufactura centralizada.
^— contribuía a la unincación. debido a
La producción artesanal se llevaba a cabo, sobre todo, en los centros in-banos y ios su- •
bmbios. .Además de ta organización gremial tradicional, existúin formas cooperativas dé •
las dimensiones reduci de transportes y comunicacio-
producción entre artesanos de un mismo oficio. . :'
• - - • -sioucs públicas y pii-
Gran parte de! avance industrial en la Jugialeira de! siglo .xviii consistió en la expan-
sión de las industrias ariesanales a través del sistema de indusiria a domicilio. Ello afeció iics. i ^ ^ - - . , , • nnvi'd fa través de la construcción Cw^.-
sohre todo a la industria textil, y también a algunos sectores de la industria del meta!, co-
mo [a fabricación de cuchillos y clavos.
del mar. y menos aun
El sistema de trabajo a domicilio tenía como principal ventaja su flexibilidati. El capi-
tos: ningún punto del país
tal podía cti-cular nuidamcnte de una indusuia a otra, ya qne la parte inmovilizada en in-' •
•ganos canales navegables. iicrcado que la del coatí-
versiones tijas (cdiHcios o eqifipo) eia muy reducida. También la fuerza de trabajo era fle-
' L aLa población i
^^^^J^^,,,^^
xibie, iácilmentc expandible o prescindible, dado que se trataba de una ocupación a tiempo población ruiui — ',„rnHn'; Pero el mcrenn;uiu .
parcial para las familias que vivían de la agricultura, la minería o la pesca. Los salarios eran „e,úe. y gastaba más en pro uctos de sectores urb
.•o. .l.hln sobre todo a las
las nnecesidades y pautas ^^^^^ ^.^^^^^ ^^^^^^^^^^^
muy bajos, inferiores en la mayoría de los casos a los salarlos de subsistencia, en parle por-
que para los trabajadores consiituían un ingreso suplementario, y en parte porque la des- _os n
centralización de la producción y la ausencia de. rcglanieniaclones gremiales daban a los rafo.se
rato se desarrollaron tempri
tempranamente . . , ,;dn x
empresarios un margen mayor de negociación.
El desarrollo del trabajo a domicilio contribuyó por diversas vías al crecimienlo Indus- ; " I c i e r o , , r3pUl.m=,«c, estimulndos por 1» pms
trial. Permitió la capacitación de los irabajadoi-es, y la acuniulación de capital y de expe- ííún estampadas
riencia empresarial por parte de los comerciantes empresarios. También favoreció el desa- peridad de los
iTollo de una infraeslructuia comercial en el mercado nacional e internacional. Por último, Parle de I;
ayudó a scstenerel crecimiento demográfico, al ofrecer mayores oportunidades de trabajo
nada por la moda, ^iv.^ ^.
a la población rural. ba la arisiocracia, que era imitada por los otros seciores ÜUI.I.I.V,L.. •
bricaban aitfculos para la realeza y la aristocracia, y luego producían artículos parecidos,
Otra forma de producción era la maimfacasra centralizada, difundida en la minería, la
en materiales diversos, que estaban a! alcance de todos los niveles de la sociedad. Un ejem-
metalurgia, tílíjinias ramas de ias industrias textil, del vidrio, de la cerveza, del papel, de la
plo de ello son las hebillas de los zapatos, que se fabricaban eu distintos materiales, desde
sa! y oíros rubros. En genei-al, se basaba en técnicas de trabajo intensivo, en la disciplina
de los trabajadores y en la maxlmización üe las habilidades como resultado del trabajo ar- diamantes y oro hasta piedrits de imitación y metales baratos.

MARX{!9GÍÍ).
8EitG(1995).
• • Jjidiistriíil tíii Orüii ffrtüiui/! 129

Además de emular n los más ricos, Ia.s clases medías incrcmemaron desde h •' • • " \S menores de las familias de abolengo se dedicaran a actividades mercantiles,
¿¡"^l"^ nobles propietarios de tierras fueran proclives a las innovaciones eu la produc-
los de loza, relojes, cuadros, espejos y coriinas. • y que 1°^ " _ inversión en otros negocios. Ello contribuía a legitimar el comercio y

• E! mercado externo '.' '^•'"""^Sldcg^'m^ncias'''.


Ijbásq'^^^^^^^^l barreras a la movilidad social eran más bajas que en cl continente, y la
Juntamente con el mercado inierno, Inglateiia coniabacon ia ventaja de poder acccti' ' 1" "iónde la reñía, más equitativa. Eso incidía en las pautas de consumo y creaba con-
un amplio mercado externo. Desde el siglo xvi había ido desairoliando .su floia hasta tra^ • tlj-l", ¡iivorables para la producción de bienes de consmno masivo, pero lambién favo-
formarse en la principal potencia marítima mmidial en el siglo XVni. Poseía importantes Jt" ''"^Ma versatilidad y el movinncnto de las personas hacia nuevas ocupaciones.
rritorios coloniales, sobre todo, las trece colonias de América del Norte, pero además dce||*' ^'"'{jnji'Jírelaña no ¡loseía una superioridad científica y técnica con respecto a los países
tenía elaciones comerciales, gracias a la extensión de su podeiío naval y a sti política • ['neníales: ^' terreno educativo, algunos de ellos la aventtijaban. Pero para la prime-
rioi; con ias colonias españolas y portuguesas en América, y con otras áreas de ultramar ""^Revolución Industrial estas condiciones no fueron decisivas. La realización de los pri-
Desde el siglo xvi, el Eslado había stislcjilado, niediante sn política exterior, h^.^ - ""^^^^^ inventos se encargó, en su mayoría, a los ariesanos, y las nuevas máquiiuis eran seu-
pansión económica y comercial. De su paiticipación en las guerras, Inglaterra habíaob. .¡.¡(¡asdcconslrulryde fácil uso.
tenido leri'itorios coloniales y tratados de comercio p re! ere aciales. Las Actas de Navc
gación del siglo xvn, que establecieron privilegios para los barcos ingleses en el comerció
de ultramar, habían servido para protegerá la flota inglesa y para debilitar el poderío i^j.
val holandés. ¿ o L f i primera Revolución Industrial

¿Consumo interno'o consumo externo? 'LAPERlODiaAOlÓN

Uno de los lemas en debate ha sido el de los roles de los mercados interno y externo co- .vAsícomo existen diversas detuuciones con respecto a la Revolución Induslrial, hay
mo motores del proceso de industrialización. Mienti-as que algunos autores estituaa qaccl . también fuertes discrepancias acerca de su cronología. Convenclonalnicnle se ubica a la
mercado interno jugó el papel decisivo, otros se lo atribuyen a las exportaciones. La escasa revdiacjón inglesa entre I760-17S(] y [S30-1850, aunque, como ya vimos, no hay de nln-
disponibilidad de estadísticas para el siglo xvm conti-ibuye a generar posiciones encontradas. •guaa manera un consenso generalizado. La periodización cambia según (¡ué aspectos secn-
Podemos aíirmarque hoy predomina la tendencia a otorgar un rol determinante al uler- - faticen'y según se vea cl proceso como una ruptura nvás o nienos vioicnta.
eado interno por lo menos hasta las dos liltimas décadas del siglo XVtit, y a cafaíizariii , " .-También, convencionalmentc en ella pueden a su vc7. distinguirse dos fases: la prime-
papel de las exportaciones para el período posterior a 17S0. Ello, en el marco de fluclira-.. ra entre 1760-nSOy ISOO. y la segunda cutre ISQQy 183Ü-1&50.
ciones a lo fargo tie todo el siglo, con etapas de expansión y de estancamiento de las ex- En lii primera etapa tuvo lugar un acelerado proceso de innovación en algimos .secio-
portaciones, debidas, en parle, a los avamres de los conflictos bélicos'^. res clave, que fueron ia industria textil y ía metalúrgica. Este proceso generó cambios en
Esto indicaría que el comercio exterior no tuvo un papel decisivo como motor de las jit organización y un rápido aumento de ¡a producción, n partir de los cuales la economía
transformaciones en las primeras décadas de la industrialización, pero que una vez en mar- ipglesa comenzó a diferenciarse de las econotnías de Europa continental.
cha el proceso de cambio, una proporción creciente de la produccÍü¡\e los sectores más
- • La etapa que iranscuire entre ISOQ y IS30-IS50 fue cl período de difusión de la me-
modernos de la industria estuvo destinada al mercado externo, tanto al de Europa cominea-,
tal como a los territorios de ultramar. canización y del sistema de fábrica. El incrcnieuto de! uso del vapor como fuente de ener-
gía permitió que la industria se concentrara cada vez mC\s en las ciudades, dejando de de-
Una de las ventajas mayores que tenía la Industria tc\fil del algodón era que fabricaba , pender de la existencia de cursos de agua.
un producto de demanda muy amplia y elástica, adecuado para todo lipo de climas y fácil-
mente colocable en los mercados ultramarinos. . El proceso de innovación tecnológica continuó, sobre lodo, en la industria metalúrgi-
ca y en la de maquinarias. A l final (le esta fase comenzó la consirucción de los p|-¡ meros fe-

Para mediados de! siglo XíX, Gran Bretaña se había transformado en "el taller del num-
U N A SOCIEDAD ABIERTA A L CAMBIO
tlo". La producción de niuclios bienes, como el carbón, el hierro o los textiles, había alcan-
zado niveles sin precedentes, que no tenían paralelo en ninguna paile. Los costos de produc-
Las características de la sociedad inglesa del siglo XVlll sin duda favorecieron el pro- ción Se habían reducido, conviniejido a la ind\islria británica en la más competitiva del mundo.
ceso de Ínclu.sTiialización. Se Halaba de una sociedad monos rígida que las de la mayoría de
A l mismo tiempo, las rentas reales de la población se habúm elevado, gracias a la cre-
los países <\&} continente, más abiertti a los cambios y a las imiovaciones.
LANDES ticstaca que se distinguía por una extraordinaria sensibilidad a las oportimlda- ciente disponibilidad de bienes y servicios.
des pecuniarias, y por una legitimación de las Innovaciones y de la búsqueda de riqueza Todo ello se debió principalmente a la expansión del sislema de fábrica y a la difusión
corno modo de vida. Señala que la aristocracia inglesa tenía rasgos peculiares; era habitual ée la innovación tecnológica, si bien, como ya señaláramos más de inui vez, las viejas foi-
nias produelivas y las ocupaciones tradicionales sobrevivieron por mucho tiempo.

MATHIAS. W MATUIAS y DAVIS (im).


LANDES (1979).
w
130

'4 Histonn
E L CRECIMIENTO ECONÓMICO •p/áji Industrial en Gran Bretaña 131

Uno de los criier


ÍO.S utilizados par. dciccfar,
^_^'stndhasidoeIdeIamed¡
^'-Jn.odeiodeRo.,^.,t^:;;:^;^^^^^^^
inicio de un proceso de
§ .^V.•
•Om
^.¿leídos indican un crecimiento del producto nacional a lo la rgo de todo el sl-
j.pi-,,0 una aceleración en ¡as dos últimas décadas, periodo en e¡ que el produc-

jTó'^XVi"'' •,p¡j,j.¡o[,5 mus rápido que el de la agricultura.


de m^cremenlo
Co de la producción """"'^ característicos del despegue j?" " " ^ V t'^^SAI nás^'O tiempo, las estimaciones de CRAFTS, que se basan en cálculos más sotistica-
'Os fp(j. _ niie entre í 7 S 0 y 1S30 la expansión fue menos rápida que loque D C A N E y Co-
la definición de ,a R c v o f ü ; : ^ . : ! : : . : : ^ " ; ' ? ^ ' ' ^ ^ P^^P^"'^ do. criterios giobufes
- ; - a n industria,. Según M^rniAS, en prin.er ^^'^^fows nuevas estimaciones sirvieron de base, como ya liemos visto, para las discusio-
,i5s recientes sobre la pertinencia tlel concepto de Revolución Industrial. Para aque-
^•'"^"""liisionaílores que ponen el énfasis sólo en el primero de los criterios propuestos por
sostenido. Deben considera rse tanto_ los índices ^..^o.-. ue ürccjiíij^p M^^^f 2_les decir, en la aceleración del crecimiento—, la comprobación de que las tasas
to globales como los índices do crecimiento per cápiía. • 'crecTniicaío de la economía británica en las úllJmas décadas del siglo xvni fueron más
Como indica MATHIAS, al mismo tiempo deben registrarse cambios csíructurales ^•'•^^'isqáeloque hasta ahora se había supuesto, bastaría para considerarla industrialización
implican un incremento de ¡a productividad y de la eficiencia del sistema, y transformacjo. ^oi^o uii proceso evolutivo, negando la existencia de la Revolución Industrial.
nes en la esiruciura sectorial de la econoniín.
- - Como también vimos precedentemente, este enfoque ha sido muy discutido. En parte,
La economía británica creció a lo largo de lodo el siglo x ,--^V:.MIS( fiJ' riiüe implica una visión excesivamente cuantilativista sobre un proceso que es mucho
ticeleró a partir de ia década de 1780, razón por la
^';''j^^,j.oiii|)lejo. A l mismo tiempo, diversos historiadores han insistido en qtie las lasas de
í-- crec'"''*^^^"' menos aceleradas pueden explicarse por distintas razones.

v ^ * a cabo, co„,o p„edo . " v ^ l S ! ! " " " ' " " ' " -.o,, En primer lugar, porque se trató de un proceso Interno, basado en recursos domésticos.
Elio íi¡í'^''^"'^''ó "^''^'^ Bretaila de otros países que se industrializaron más tardíamente y
"pudieron aprovechar la experiencia inglesa. Por otra parte, los parámetros de la evolu-
''i' ción tecnológica del siglo xvm eran limitados en relación con la evolución posterior.
' En segimdo lugar, y éste es un punto crucial, debe establecerse con fundamentos sóli-
^' dos qué se considera un crecimiento rápido, y con qué se lo compara. En relación con las
lasas de crecimienlo del siglo xx, las de la Revolución Industrial fueron bajas. Sin embar-
Cuacfro 5.2 go, fueron altas si se las confronta con los siglos precedeiilcs. y en general con el período
Crecimiento del producto preindustrial. Por último, como ya hemos señalado, la industrialización comenzó en deter-
nacional británico fpcrcenta/eantra/j
minadas famas (textil, metalurgia) y ea determinadas regiones (principalmente Laiicaslii-
Autores
Agricultura Mdusíria re). La medición del crecimienlo, en términos agregados a nivelrietoda Gran Bretaña, ocul-
Producto Producto ta los cambios que se estaban produciendo en los sectores y regiones clave, desde los cuales
CfíAm nacional
nacional el proceso se fue difundiendo al conjunto del len-itorio.
1700-1760
0,60 0,71
1760-1780 0.69
0,13 0,31
1780-1aoi •• i;5i 0,70
0;75 0,01 E L CAMBIO T E C N O L Ó G I C O
1801-1831 2.11 1,32
3,00 0,35
DEANE y COLÉ 1,97 0,52 Desde el punto de vista lecnológico, la Revolución industrial consistió en una fuerte
í700-1760 aceleración del proceso de innovación que se había iniciado en Europa a parlir de la Edad
0,24 0,98
1760-1780 0,66 Media.
QA7 0,49 0,45
1730-1SOO 0,65 Se combinaron dos factores: los inventos y la iniciativa de los empresarios para adop-
0,65 3,43 -0,04
1,64 2,06 1,08 • tarlo.í. Como ya vimos, SCHUMPETI-K distinguía invención de innovación. La invención es
4,44 3,06 el descubrimiento, el acceso al conocimlenlo teórico o práctico que hace posible un cam-
1,61
bio en los métodos de producción. La innovación es la aplicación de este nuevo conocí-
eNewEconomieHísíoryand the Industrial
BevDluí/or!", en MATHIAS y DAVIS {1989], micalo o el empleo de la nueva máquina en la actividad económica práctica; es ella la que
laultiplica la posibilidad de producción.
En la Gran Bretaña del siglo xvm, la actividad inventiva se desarrolló mucho más que
en cualquiera de los países del continente europeo. En ella se patentó la mayor parte de las
niáquinas que conmociotiaron a la industria y, más tarde, a los transportes, y la historia de
C«APr..enMATMiASyDAv,s(;9sy). la Revolución industrial es, también, !a de los hombres responsables de dichos inventos.
No hubo en esta época una conexión estrecha entre desarrollo cientííico y desarrollo
132
HistofintícoíJÓHijcnniiin(]¡^ 133
jlevoh'oióu hidusti-ial en Gran Broluña

0 por técnicos sin íbrinución cientíHcii o iiniversilnria. En uuichos ciisos, los inventos res- La mecanización del hilado incrementó la producción en tórma notable. Ello puede
pondieron :i In necesidad de resolver problemas muy concretos, y en oti-os consistiei-on en j^^gdlrsecou las impoitaciones de algodón, que entre I7Süy ISOO se multiplicaron parodio.
mejoras a máquinas ya exisicnies. Ello de ninguna manera invalida su impacto, ya tiiie, co. La innovación en e l lejido fue más tardía. El primer telar mecánico i'uc inventado cu
mo señalamos, la innovación tecnológica es, sobre lodo, un proceso acumulativo. 1787, psi'o se difundió muy gradualmente, y recién a partir de la década de 1820 comenzó
Hubo dos sectores que experimentaron los primeros cambios revolucionarios en la tec. utilizarse en gran escala.
nolúgía y en la organización económica: la industria del algodón y la industria del bierro. : El sislema de fábrica no suplantó rápidamente a la industria domésiica, con la cual con-
vivió por mucho tiempo. En el tejido, el aumento de la producción provenía, sobre todo,
• La ¡nduslria del algodón
del tmbajo a domicilio. Los trabajadores prefen'an este sistema a ¡a fábrica, y los empresa-
Esta industria pasó, en pocas décadas, de tener un papel insignificante a ser la princi- lios eran reacios a iucrenientar su inversión en capital fijo. La niecanización de ia indus-
pal actividad industrial, y fue el primer sector que utilizó máquinas en gran escala. tria algodonera concluyó recién hacia 1850.
LANDES aflrnui que para que tttviera lugar la Revolución Industrial debfan conjugarse . Una de las características del sector textil es que se trataba de una industria irabajo-in-
diversos l'aclores. Por un lado, eran necesarias máquinas que no sólo sustituyeran ai traba-,
lenslva, que no requería altas ¡nvei"siones de capital. Ello facilitó el proceso de innovación,
jo manual, sino que imptisieran la concentración de la producción en las fábricas, es decir,
ea la medida en que los empresarios pudieron disponer de capitales suficientes, provenien-
que no pudieran ser utilizadas con el sistema de trabajo a domicilio. Por el otro, era impres-,
tes de su aclividad en la industria a domicilio, de las utilidades obtenidas en las fábricas o
cindible mía gran industria que produjese una mercancía sujeta a una demanda amplia y
elástica, en la cual la mecanización de cualquiera de sus procesas de marnifactura crean del crédito comercial.
fuertes tensiones en los otros y en la que el efecto de las mejoras introducidas repercutie-
se cu toda la economía. • La industria meialúrgicn
En los primeros tiempos de la Revolución Industrial, el sector metalúrgico tuvo un cre-
Ello se dio en la industria del algodón, que presentaba una serie de vcrUajas. Desde e[
cinúeiito mucho menoi'que el del algodón, aunque ílebido a su irnpoiiaucia posterior se le ha
punto de vista tecnológico, se prestaba mejor que la lana a la mecanización, porque era más
atribuido un papel más slgnificaiivo que el que mei-ece. De todos modos, su peso fue decisi-
resistente. Tenía un mercado de consumo más amplio, por la diversidad de usos que se le
daba y por ser adecuada para todo tipo de clima, y la elasticidad de la oferta de materia pri- vo porque la creciente ofeita de metal barato facilitó la mecanización de las otras industrias,
ma era mayoi'que la de la lana. Iadrfu.s¡ón de la máquina de vapor y la transfomiación de los medios de transporte.
Desde principios del siglo xvitl fueron introduciéndose importantes innovaciones tec-
Los inventos ílicron lugar a ima secuencia de desafíos y respuestas, en la que la acelc- .
ración de una fase del proceso de industrialización llevaba a la necesidad de innovaren las nológicas en la metalurgia del hierro, que perniíticron obtener un producto más resistente
otras fases. y más barato.
La primera gran innovación tuvo lugar en el tejido, con la invención dií la lanzadera La industria del liiciTO se divide naturalmente en dos ramas principales: una comprende
volante de Joi-iN K A V en la década de 1730. Consistió en un perfeccionamiento del antiguo la extracción y el iraiamienlo del nn"ueral; la otra, c l irabajo del metal eu todas sus formas.
iclai-, al que se le adicionó im dispositivo que permitía a ios tejedores mover la lanzadera Los productos que se obtienen del tratamiento del mineral son el liieiTO fundido, el hle-
accionando tm mecanismo sencillo, en vez de Uacerla pasara mano entre los hilos de la ur- n-o forjado y el acero, que se diferencian entre sí ¡lor la proporción de carbono que contie-
dimbre. También simplificaba el lejido de telas anchas, para el que anteriormente se nece- nen y por su dureza. El hieiro fundido es el que posee más carbono y menos resistencia, y
sitaban dos tejedores por cada telar. el acero, el que tiene menos carbono y más resistencia.
Hacia I7Ó0 su uso se había generalizado, y al incrementar lu prockictividuí! del tejido Tradicionalnienle, para la fundición del hierro se usabaii la madera y c l carbón vege-
se había acelerado la demanda de hilado. tal, hnsla que en 1607 AÜIÍAHAM Ü A R H Y , un maestro de'farjíis británico, comenzó a utili-
La respuesta fue la invención de los primeros modelos de hiladoras mecánicas, entre zar con éxito un nuevo combustible, el coque (término qlic proviene de la palabra inglesa
los que se destacó la j'enny, patentada por JAMES HAticriEAVi-s en 1770. E l efecto imnedia- "coke "). Se trata de un derivado del carbón de piedra o hulla, que se obtiene por un proce-
to de su uso fue multiplicar la cantidad de hilado que podía ser producido por un solo tra- so de destilación que da como resultado un producto de mayor piu-eza.
bajador. Se difundió rápidamente, cnli'e otras cosas, porque era una máquina económica y La utilización del coque fue fundamental para el desarrollo de hi industria metalúrgi-
simple, y sus dimensiones reducidas pernn'tían instalarla tanto en fábricas como en los do- ca pordiversüs'razones. Eu primer lugar, porque la disponibilidad de hulla era mucho ma-
nucilios de los trabajadores. La jenny hizo posible un fuerte íncceniento de la productivi- yor que la de madeiii, que estaba empezando a convertirse en un recurso escaso y cada vez
dad, ¡)evQ.tío obligó a cambiar las formas de organización de la producción.
más caro.
Pero eJ.-invento que transformo más radicalmente a la industria algodonera fue la hila- En segundo téiniino, el coque genera una cantidad de energía superior a la del carbón
dora hidniullca patentada por RICHAÍÍD ARKWiíiGHTen 1769. A diferencia de la jenny, fue de leña, lo cual facilita el proceso de fusión del mineral. Por último, la difusión del uso del
una máquina destinada desde el princijiio a ias fábricas; en sus ÍIIÍCÍDS, se accionó por ener-
Coque exigió y estimuló ei uso de honios de fundición cada vez mayores, lo cual redundó
gía hidráulica, y en 1785 se la usó por primera vez con nníqiunas de vapor.
en economías de escala que permitieron abaratar los costos.
Las nuevas máquinas fueron constantemente modificadas y mejoradas. En 1779, S A -
Otras dos innovaciones clave en la.metalurgia del hierro fueron el pudelado y el lami-
MUtíL CROIMITON patentó una hiladora qtie esa una combinación de V.\ y la hiladora de
nado, y ambas luvlcron lugar en la última década del siglo xviii. E l metal obtenido por la
AiíKWRiGHT—porsu Carácter híbrido, recibió el nombre de "innle"— y que podía produ-
lundición (el hierro fundido) debía ser sometido a ima serie de procesos que eliminaran lus
134 j^gvalacián Industrini en Grnn Brotnña 135
Historia aaonómioa muncu^j
Como ya señalamos, la otra gran fuente de energía de la Revolución industrial fue el
lieos. En 17S4. HENIÍY C O R T puteiiló un nuevo sislema, llamado pudelado, que permitió e]¡,
yipoi", q'icse utilizó lanío para la producción manid'acturera como para los medios de irans-
minar las impui'ezas de carbono mediante el uso de un tipo especia! de liorno, el liomo lii-
reverbero. E l mismo CoRT inventó para esa época el proceso de laminado del melal, con e|' lorte: ferrocarriles y los barcos.
que se tei'minaba de purillcar el metal por martilleo y se lo moldeaba utilizando cilindros Las primeras máquinas a vapor comenzaron a emplearse desde principios del siglo xvui
El laminado permitió producir de manera más rápida y en grandes cantidades, c hizo posi. en la minería, para bombear el agua de las galerías. L a pionera fue construida por T H O M A S
ble obtener una serie de formas estandarizadas —-vigas, barras, rieles-— que fueron la ba- ^EVVCOMEN en 1712, y a lo largo del siglo Xvni se difimdio tanto en Inglaterra como en cl
se de lá industria, la construcción y el transporte. continente, c ' ^
La máquina de N E W C O M E N fue perfeccioiuida por J A M E S W A I T , un técnico de la Uni-
De acuerdo con los cálculos de BAIROCH"^, la producción de hierro en Inglaten'a pasó
de 25.000 toneladas en 1750 á 5S0.0Ü0 toneladas en 1825, y a 2.250.000 toneladas en 1850; versidad de Glasgow que le Introdujo una serie de mejoras que permitieron superar gran
en menos de cien años se imultiplicó por 100. En 1760, Inglaterra producía poco más dcun parte de los problemas técnicos que presentaba y adaptarla a nuevos usos. W A T T patentó su
tercio del hierro que consumía, e Importaba los casi dos tercios restantes. Un siglo más lar- propia máquina a vaporen 1769 y se asoció con un fabricante de herramientas, J O H N BouL-
de, exportaba una tercera parte de su producción. TON, para produciria comcrcialmeníe.
Debido al abaratamiento del precio hierro, su consumo se incremenlo en proporciones A diferencia de la máquina de NEV/COMEN, que se utilizaba sólo como máquina de bom-
que no tenían precedentes. Parte de la producción se destinó a la fabricación de instrumen- beo, la de W A T P comenzó a usarse como fuente de energía para la producción manufacui-
tos agrícolas, cuya demanda era creciente como consecuencia de la modernización de la agri- rera. Fue adoptada primero en las hilanderías de algodón (desde 1785), y más larde, en oíros
cultura. E l hierro .sirvió también de base para la fabricación de la maquinaria induslrial; en sectores de la industria. Su introducción fue paulatina, y aun en la industria textil su difu-
piámer término, las máquinas de vapor, y luego, la maquinaria textil, a medida que ésta se sién fue lenta: en la producción de tejidos recién se Impuso después de la década de 1830.
fue perfeccionando (las primeras máquinas textiles tenían una alta proporción de madera). Pero aunque su difusión no haya sido inmediata, ia máquina a vapor fue uno de los in-
Desde las décaílas Iniciales del siglo Xix se fue ampliando el uso del hierro en la cons- ventos que transforuíó más profundamente a la industria. En primer lugar, por(]ue permi-
trucción—porejemplo, de puentes— y fue esencial para el desarrollo de los nuevos slste- tió que ésta pudiera desarrollarse en forma crecietUe en las ciudades, liberándola de la de-
• mas de transporte, en primer lugar, los fen'ocarriles. pendencia con-respecto a los cursos de agua: las moderiias ciudades industriales fueron
lujas del vapon Además, a dlfei'encia de la energía íiidráulica, la del vapor no está sujeta a
variaciones estacionales (por ejemplo, la congelación del agua) o climáticas (como el des-
LAS NUEVAS FUENTES DE ENERGÍA censo del nivel de los ríos).
En segundo lugar, porque al utilizar como combustible e¡ carbón mineral hacía uso de
Como decíamos en el capítulo 4, la Revolución Industrial se basó en cl uso de dos fuen- !¡n recurso abimdanle y barato, y ofrecía la posibilidad de librarse de las fuentes orgánicas
tes de energía: la energía hidráidica y la del vapor. En ambos casos se trataba de energía de materias primas, que comenzaban a ser escasas, como en el caso de la madera.
inanimada, que reemplazó a la de! hombre y a la de los animales, y que permitió multipli-
El uso más intensivo de la energía hidráulica y, sobre iodo, el uso del vapor proporcio-
car la productividad de la industria.
naron etionnes incrementos en la productividad. Las máquinas pudieron funcionar más rá-
La energía hidráulica era un recurso queso había utilizado desde muchos siglos atrás,
pido y por más tiempo, multiplicándose muchas veces la cantidad de trabajo realizada por
ya que los molinos de agua se difundieron en Europa a partir de la Edad Media. Dnranie
mucho tiempo se los empleó sólo para moler cereales, pero desde el siglo IX comenzaron cada trabajadon
a ser usados en aclividades industriales, sobre todo en el sector textil y en el tnelalíirgico. " Él carbón
Los productores texlües los usaban especialmente para el abatanado de las lelas (un ])rocc- Como vimos, el carbón tuvo una importancia decisiva en la Revolución Industrial In-
so por el cual se las golpeaba para desengrasarlas y darles cuerpo), y los herreros, para mo- glesa, yaque se lo utilizó como combustible en las máquinas a vapor y como fuente de ca-
ver los martillos o los fuelles de las forjas'^. lor y de transformaciones químicas en la industria del hieiTO. L a dotación de recursos na-
Las primeras fábricas que nacieron a fines del siglo xvui para la producción de hilado turales cumplió im papel decisivo en los primeros tiempos de la Revolución Industrial, ya
de algodón (a partir de la utilización de la waterfraiiie de ARKWRIGI-IT) usaron la energía i^ue Gran Bretaña contaba con abundantes yacimientos de carbón y de hierro que le otor-
hidráulica. Ello explica porqué en inglés la palabra "mili" significa a la vez molino y fá- garon fuertes ventajas comparativas.
brica. Por mucho tleinpo la energía del agua siguió teniendo un rol primordial en la pro- Aunque en el largo plazo se trataba de un bien no renovable, los yacimientos de car-
ducción manufacturera, no sólo en Inglaterra, sino en lodos los países industrializados. bón mineral eran tan vastos que la demanda resultó pequeña en comparación eon las reser-
A lo Iflfgo del siglo Xix, el aprovechamiento de la energía del agua se Incrementó sig- vas disponibles. Es paradójico que la utilización de un recurso no renovable -—cl carbón
nincativaifj.chté gracias a unu serie de innovaciones tecnológicas, de las cuales la más im- tle piedra—permitiera a la industria liberarse de los límites de un recurso renovable—la
portante filé, como ya señalamos, la turbina hidráulica, que abrió a su vez el camitio para madera—^, pero, por cierto, renovable a im ritmo muy lento.
el nacimiento, en el último cuarto del siglo, de la energía hidroeléctrica. Como ya sefíalamos, WRIGLEY presenta como característica distintiva de ia Revolu-
ción Industrial el paso de una economía orgánica avanzada a una econonn'a basada en la
utilización de energía de origen mineral, y habla de una "revolución energética" en la in-
BAiROCit{iy79).
dustria manufacturera. Considera que en la Revolución Industrial inglesa hubo una cuota
I' WniTG, en CIPOLLA (1979). de azar, proporcionada por la riqueza mineral con ¡a que contaba el territorio británico.
136 IH ¡¡ovoluoión ¡iniastríiii en Gran Bretaña 137
Historhi eaonóinica mtUicl¡.

El impacio del uso del carbón Tne muy amplio. A l ser un produelo coa costos de [rans, foblemas concreíos de management, de gestión cotidiana de la empresa, que en muchos
porle elevados, generó una fuerte presión para el mejoramiento de las comuuicaciQues. E[ j^sos efan completamente nuevos. Con la Revolución Industrial nació también el manage-
Inglaterra, la demanda de carbón eslavo en la base de la extensión de la red de canales des. ijient moderno, fundamentalmente, a partirde ¡a difusión del sistema de fábrica y de la am-
de la década de 1760. en la que fue el principal producto transportado. E l canal que uniólq pliación de la dimensión de las empresas-".
ciudad industriid de Manchestercon el puerto de Liverpool, inaugurado en 1776, es coasi- Como decíamos, existen posiciones encontradas acerca de los rasgos del emprcsaria-
dorado un símbolo de la Revolución industrial. do inglés de la Revolución Industrial, sobre todo, a partirde la Idea de hasta dónde es po-
Más adelante, cl carbón cumplió un papel decisivo en el desarrollo de un nuevo y re- ' sible generalizar en un tema tan poco concreto como el del espíritu de empiesa. Existen
volucionario medio de transporte: el fciTOcarril (un [ema que analizaremos en detalle en los •ibaiidaníes ejenjplos de empresarios innovadores exitosos, ])ero a ellos se los conoce más
capítidos siguientes). En las minas, que se explotaban a una profundidad cada vez mayor, qiie a los que no lo fueron, porque sus empresas sobrevivieron por mucho más tiempo.
cl carbón se llevaba a rastras de las galerías al pozo principal, desde donde se subía a la .sa- Más allá de que el componente empresarial haya sido o no una clave del éxito inglés,
perficie. Este ti'abajo era realizado por mujeres y nlHos, a menudo las esposas e hijos de los es cierto que sin empresarios dispuestos a introducir Innovaciones, el cambio no hubiera
mineros. En la década de 1760, en algunas minas comenzaron a u.sarse ponies. que tiralían sido posible. La pregunta sigue siendo si lo hicicion porque eran personalidades fuera de
de vagones que circulaban sobre vías. Ya desde el siglo xvu se utilizaban vfas en las gran- serie o porque las condiciones ambientales eran sumamente favorables, y dicha cuestión
des cuencas carboníferas para comunicarlas minas con los muelles de los ríos o las costas,' iio tiene una sola respuesta.
hacia los cuales se desplazaban los cairos llenos de carbón, que eran luego transportados Bnírc los factores favorables se destaca, sin duda, el bajo costo de las invei-slones en los
de nuevo hacia las minas por caballos. Los primeros ferrocarriles fueron construidos des- primeros tiempos de la Revolución Industrial. Ello se debía a que las máquinas eran, en ge-
de principios del .siglo .\'ix justamente para transportar el carbón, y gracias a las mejoras nera!, sencillas y poco costosas, a.que .se podían utilizar cdil7cÍos ya existentes para instalar
que se introdujeron en ellos fue posible a partir de JS30 inaugiu-ar las primeras líneas fe- liis fábricas y, también, a que la mano de obra era barata, y las condiciones de contratación,
rroviarias para transporte de cargas y de pasajeros. n'uy flexibles. A l mismo tiempo, los beneficios eran muy elevados, y permitieron que la au-
lofinanciación fuera una práctica muy extendida. Más difícil que retmlrel capital necesario
erti probablemente lograr el reclutamiento, la organización y el control de los trabajadores.
EMPRESAS Y EMPRESARIOS Con la expansión del .sistema de fábrica fue surgiendo un nuevo tipo de empresario, el
capitalista industrial. En términos generales, ln mayoría de los nuevos empresarios prove-
nía de los sectores mcicauíiles, incluyendo en ésios a los "comercianles-empresarios" de
Además de las innovaciones tecnológicas, el proceso de industrialización requería em-
presarios dispuestos a adoptarlas y a introducir nuevas formas de organización del trabajo. la industria a domicilio.
En este campo, la Revolución Industrial inglesa contó con un sector empresarial dispues- A medida que la industria fue transformándose en la actividad donu'nante <le la econo-
to a motorizar los cambios y a correr los riesgos que ellos componuban (aunque algunos mía británica, la burguesía industrial pasó a ocupar un lugar destacado en la sociedad, jun-
autores sostienen que dichos riesgos no eran tan altos como suele suponerse). to a la burguesía comercial y financiera. Su [loder radicaba esencialmente en su riqueza, a
Como la mayor pane de los temas vinculados a la Revolución Industrial, el de la ac- diferencia de la aristocracia, deiniida por el nacimiento y los privilegios.
ción empresarial también ha sido profusamente discutido. Algunos historiadores ofrecen En las primeras etapas del proceso de industrialización, el modelo de organización era
una visión "heroica" de los empresarios Ingleses de la primera Revolución Industrial: otros, la empresa personal, en !a que el propietario del capital ejercía tanio las funciones empre-
en cambio, disienten en ello y Ies otorgan un papel menos relevante'^. sariales como las gerenciales. Las empresas eran mayoritariamente individuales o com-
puestas por un número reducido de socios, (jue se dividían las (áreas.
Sin entraren la polémica, puede ser útil tratar otros pi"oblemas. En primer lugar, debe-
mos distinguir entre la función empresarial propiamente dicha y la ftmción gerencial. Aunque existían algunas empresas de grandes dimensiones —sobre todo, en la mine-
El término "empresario" se utiliza pi eferentemente para designar a aquellos Individuos o ria y la metalurgia—, la mayor parte de las tuinas era de tamaño reducido, y no había re-
grupos que dentro de la empresa desempeñan funciones estratégicas, mientras que los geren- quisitos de escala, fundamentalmente, en el sector lextll, que fue el sector de punta duran-
tes o inanagers ejecutan las Ideas propuestas por los em presan os''^ Esta distinción es válida, te décadas. En general, lo que diferenciaba a las grandes empiesas de las pequeñas y
sobre lodo, para la gran empresa moderna, en la que las funciones están netamente diferen- medianas no era c! lipo de máquinas que u-saban, sino la cantidai!, y una grnn empresa era
ciadas, pero es de gran utilidad aim para el caso de los primeros tiempos de la industrializa- una yuxtaposición de empresas pequeñas-'.
ción, en la medida eu que permite reflexionar sobre dos campos de problemas diversos.
Aunque.duranle décadas ambas funciones hayan eslado en manos de las mismas per- Los R E C U R S O S F I N A N C I E R O S

sonas, no pbr ello dejaban de ser diferentes. Por una parte, debían enfrentarse problemas
La financiación de la Revolución Industrial británica, como ya hemos señalado, no pre-
de orden esfratégico, como el de adoptar un nuevo método de producción o de organiza-
sentó grandes desafíos. La demanda de crédito fue limitada, y pudo cubrirse salisfactoria-
ción, fabricTif un nuevo tipo de bien o penetraran ntievo mercado. Por otra, se prcsenlubaa
meitíe Con la oferta disponible.

PAYNn. en CHANOLEn;: PAYNE; KOCKA y YAMAMURA (J9S6). -° [^OLLARD{1965).-


Pl!NIÍOSIí(I959).
13AmocH(19í>7}.
138 ^ ¡{evolución Industrial en Grun Brelnñít 139
Histonn eapnómian inumii
jy producción rie muchos bienes de consumo o en buena parle de las minas y canteras, to-
Tul como mencioniimus, la índusiria se financió, dmanle las primeras décadas, concg
davía no había tenido lugar una "revolución industrial",
pítales propios de los empresarios (solos o asociados con parientes y/o amigos y conocj.
dos), con reinversión de utilidades y con crédito de corto plazo, otorgado por bancos o pQ,
comerciantes (y que podía renovarse en forma casi automática)^-. También indicamos q,,,, g 3 3. Lns consecuencias sociales de la industrialización '
la proporción de la inversión en capital fijo era reducida con respecto a la inversión inia]
y que el crédito se destinaba iLmdamentalnienlc a capital circulante. Aiíu las inversiones
La industrialización fue modificando profundamente a la sociedad británica. Fue un
más costosas eran bajas con respecto a otros gastos. En IS09-I0 el total de inversión enea,
proceso largo y complejo, cuyos efectos se hicieron visibles, sobre todo, a partirde media-
pital lijo en toda la Industria del algodón representó menos de un I % de los gastos miliig,
res (Grnn Bretaña esiaba en guen'a con Francia)--', dos del siglo XIX, y que se debió no sólo a la difusídu do la industria, sino también a las
,Pj(,gfonnaciones que tuvieron lugar en la agricultura.
Gran Bretaña contaba con suficiente capacidad de aliorro, y el principal desafío con- Entre 1751 y 1851, la población de Inglaterra y Gales pasó de 6,5 millones de habl-
sistió en trasladar los capitales desde las zonas agrícolas, en las cuales se acumulaba, ha- lijnles a casi 18 millones. Ello fue consecuencia principalmente del Incremento de la fer-
cia las áreas industriales en las cuales se utilizaba. Dada la importancia de ta inversión en
tlliilad. vinculada, a su vez, a las nuevas condiciones económicas. Dos factoics que in-
capital circulante, el crédito coniercial siguió cimipliendo un rol decisivo.
fluyeron signillcativamente en el incremenlo de la población fueron e¡ crecimiento de la
Los bancos funcionaron no sólo como intermediarios entre aliorrislas y presiatarios, economía y las nuevas posibilidades de empleo, tanto en el campo como en la ciudad, que
sino también como creadores de crédito, y.otorgaron más crédito a largo plazo que lo qne
favorecieron el matrinjonio temprano y cl atunento de la natalidad.
se suponía, actuando Incluso cómo accionistas en compañías.
Las consecuencias rie la industrialización no fueron uniformes en todos los sectores de
la sociedad. Si bien la economía creció a un ritmo sostenido, la nueva riqueza se repartió
en forma nuiy desigual, sobre todo en los primeros tiempos de la industrialización. Aun-
L A S REGIONES Y L A IWDUETRIAUZAGIÓN
que sobre estos temas se ha generado una larga polémica, como veremos más adelanie. Imy
razones sullcienics para afirmar (}ue la renta real pcrcáplia, en el mejor de los casos, se eu-
Como hemos remarcado más de una vez, la Revolución Industrial británica no fue un contmba estancada entre 177Ü y 1820 más que en cualquier otro período desde las prime-
proceso imitarlo e Ininterrumpido, y afectó en forma desigual a las diversas ramas de la in- ras décadas del siglo xvn, y que los salarios reales mejoraron —si es que efectivamente lo
dustria y a las distintas regiones. Los sectores industriales evolucionaron a ritmos diversos,
iácieron—recién a partirde 1820"''.
y sólo algunas áreas geográficas sufrieron el Impacto de los cambios.
Debemos aclarar que en la medida en que se impone unu visión tnás giaduaíista de la
Ya en la etapa previa a la Revolución Industrial, la aclividad nianufacturera había es- Revolución Industria!, Ia ruptura con las viejas formas de organización del trabajo y, en ge-
lado concentrada en algunas regiones, principalmente en fimción de la localización de los
neral, con las ibrmas de vida tradicionales es percibida como menos violenta y menos cos-
recursos naturales. Las industrias se ubicaban con preferencia cerca de los yacimientos de
tosa para los protagonistas. Desde este punto de vista, el carácter de largo plazo del creci-
carbón o de minerales, o bien, junto a los cursos de agua, ya que ésla se utilizaba como
miento de la industria de fábrica debió permitir uu cierto ajuste frente a los cambios y la
fuente de energía^ como medio de liansporle o como insumo en los procesos productivas.
posibilidad de elaborar algún tipo de respuesta a las nuevas condiciones^^.
Además de los recursos naltirales, otro factor de localización era la oferta de mano
Plecha esta aclaración, es evidente que la industrialización fue introduciendo profun-
de obra, sobre todo de Irabajadores calificados. Algunas regiones se fueron especializan-
das modificaciones en las condiciones de trabajo. En primer lugar, el sistema de fábrica
do en la producción de determinados bienes de acueulo cos\a piescucía de trabajadores
conllevó, como vimos en c) capítulo 3, un nuevo tipo de disciplina y largas jornadas de la-
de oficio, como los fabricantes de clavos de las Midlands o los trabajadores del metal de
bor con bajos salarios y gi-an inestabilidad. Como veremos en las páginas que siguen, im-
ShefHeld.
plicó también cambios muy grandes en el trabajo femenino e Infantil, todo ello con altísi-
Una vez comenzada la Revolución Industrial, la diferenciación regional se mantuvo, mos costos sociales. A l mismo tiempo, el debilitamiento de los antiguos mecanismos de
aunque no necesariamente en las mismas ái'eas. Ello explica en gran medida por qué el cam-
protección social redundó en mi empeoramiento de las condiciones cíe vida de los sectores
bio fue tan significativo, a pesar de que las cifras a nivel nacional indiquen un crecimien-
to lento. más vulnerables. _,/
Con el desarrollo urbano y la expansión de los servicios privados y públicos fue cre-
La induslria textil del algodón, que fue el sector más dinámico en las primeras déca-
das, estaba concentrada cu el condado de Lancashire. ciendo también la clase media urbana, otro de los sectores característicos de los nuevos
Aún a mediados del siglo xiK él impacto del nuevo industrialismo era limitado. SID- tiempos.
NtíY POLLARD propone la imagen de un mar de sectores preíndustriales masivos, que for- La expresión "clases medias" engloba a diversos grupos sociales, y en Inglaterra sue-
maban un océano en torno a las pequeñas isiíis de Industrialización. Sólo en algunas ramas le usarse como sinónimo de burguesía-^. Junto a los propietarios de empresas y a los pro-
de la industria textil había una mayoral de trabajadores empleados en fábricas, en otros sec- fesionales fue creciendo el número de empleados, que se diferencian de los obreros indus-
tores eran sólo una minoría, y en otros su presencia era excepcional. En la construcción, en
WiílOLEY(1992),

-- MATUIAS. en MATHIA.S y DAVIS (1990). STEVENSON, en O'BRIEN y QUINAULT (1993).

¡hid. HoBSBAWM, en KOCKA (I9S9).


140
Hiütoi-in económica mund¡,.¡
¿rf ¡¡óvolución Industrial en Gran Bretaña 141

tríales (jorque no <[cseiupeiíaa tvabajos manuales. Son los irabajadores "de cuello blanco"
• La industria niodÍI7có cl paisaje urbano, a medida que las fábricas ganaban terreno. En
por oposición a los trabajadores "de cuello azul". Su ntimero no era nniy elevado en IQS
pi-inieros tiempos de la Revokición Industrial, pero para Hues del siglo XiK habían adquiri- general, las nuevas ciudades industriales se caracterizaron por el deterioro de la calidad de
do tai peso siguincativo. vida y del medio ambiente urbano. E l hecho de qtie crecieran rápidamente, sin una Infraes-
i'ructura adecuada, creó condiciones de vida muy precarias pani los trabajadores, con fuer-
l¿s déllcil en lo relativo a la vivienda y a la sanidad.
L A URBANIZACIÓN En otros centros urbanos, en cambio, la Industria se desarrolló en forma más gradual,
5Íi] que los costos sociales fueran lau elevados: "Ver la urbanización induslrial sólo en léi'-
L;i difusión del uso de la energía del vapor hizo posible la localización de las activida- nános de Coketown es no sólo simplista, sino también erróneo"-'-'.
des industriales en las cluclades y la creciente coneeniración de la población en los centros En un caso o en el otro, el crecimienlo uibano Implicó un incremento de la escala de
urbanos. Esle proceso luvo lugar a lo largo del siglo Xix, pero en forma más acentuada en liis ciudades y una niayor densidad de población, y fue transforniando las relaciones socia-
la segunda mitad. Entre 1800 y 1850, la producción de energía generada por máquinas a les, que se hicieron más complejas y más anónimas.
vapor creció 10 veces, mienlms que entre 1850 y 1907 se multiplicó por 25. A mediados
del siglo XIX, menos del 12% de los trabajadores estaba empleado en fábricas, y todavía eu
187! el tamaño promedio de los establecimientos industriales era de menos de 20 perso- LA FORMACIÓN D E L A CLASE DBREHA
nas empleadas. Las actividades artesanales y los trabajos no mecanizados eran los más nu-
merosos. En 1851 había tnás zapateros que mineros, y en la minoría el uso de !a energía Junto con las fábricas nació un nuevo tipo de trabajador, el obrero industrial, cuyas
mecánica se combinaba con el irabajo manual-^. condiciones de trabajo se diferenciaron marcadamcnle de las de los oficios manuales tra-
La proporción de población empleada en la agricultura fue descendiendo desde prin- dicionales.
cipios del siglo XIX, pasando del 35,9% en 1800 al 21,7% en 1851 y a aproximadamente el El nioílerno obrero industrial recibe lanihién el nombre de proletario. En la antigua Ro-
8% en 1901. La población rural excedente emigró hacia las ciudades o hacia destinos tran- ma, esta palabra designaba a los no propietarios, a los que sólo tenían a su familia o prole.
soceánicos. El proletariado induslrial se caracleriza por no ser propietario de los medios de producción
A mediados del siglo xvm, Londres —con 675.000 habitantes— era la única ciudad —las fábricas y las máquinas, que pertenecen a los capitrüistas— y por vender su fueiza
inglesa con una población que superaba los 50.000. En 1851 había 29 ciudades con más de de trabajo en c! mercado, a cambio de un salario. Desarrolla sti actividad en las fábricas,
50.0D0 habitantes. 9 de las cuales tenían más de 100.000. En el censo que se realizó en di- trabajando con máquinas y sometido a una estricta disciplina.
cho año en Gran Bretaña, la población urbana superó a la rural. A fmes del siglo Xix, casi Así conio la difusión del sistema de fábrica fue gradual, también lo fue la formación
el 80% de la población británica vivía en áreas urbanas. íle la nueva clase obrera. A prinf^ipios de la década de 1830, los tejedores manimles de al-
godón eran todavía más numerosos que todos los hombres y mujeres empleados en el hi-
• Las nuevas undades industriales lado y el tejido de todas las fábricas a¡godoner;is, laneras y sederas.
En general, las ciudades que más crecieron fueron aquellas en las que se llevaban a ca- Todavía en 1S30 el obrero industrial caractenstico no irabajaba en una labrica, sino
bo actividades industriales. Entre 1770 y 1830, Manchester, centro de producción textil, (como aitesano o trabajador manual) en un pequci~io taller o en su propia casa, o (como
pasó de 27.000 habitantes a iSD.OOO, A l mismo iltmo se incrementó la población de los peón) en empleos más o menos cvenltiales^".
centros de la Industria metalúrgica, como Bírminghani. Sheffield y Leeds. L a induslria y
De todos modos, durante la primera mitad del siglo xix los empleos tradicionales es-
la minería eran también la actividad principal de una multitud de ciudades menores, que
tuvieron permanentemente amenazados por ¡a innovación tecnológica y la competencia del
tenían entre 3.000 y 5.000 habitantes.
trabajo no calificado. Ello generó la radicalización política de artesanos y trabajadores a
C H A U L E S DICKENS, en su novela Tiempos difíciles, ofrece un retrato fuei teniente nega- domicilio, así como movinilenios de resistencia contra las nuevas ibrmas de producción,
tivo de las ntievas ciudades industriales textiles del norte de í n g l a l e i T a . Cokeiown, el lugar que incluyeron la destrucción de máquinas, fenómeno (¡ue alcanzó su mayoi- virulencia a
donde uanscuiTc la acción, "era una ciudad de ladrillo rojo, e.s decir, de ladrillo que habría comienzos de la década de 1810.
sido rojo si cl humo y la ceniza se lo hubiesen consentido. [...1 Era una ciudad de máqui- Más allá de la supervivencia de los oficios tradicionales, la extensión de! sislema de
nas y de altas chimeneas, por las que salían interminables serpientes de humo que no aca- trabajo de fábrica constituye uno de los rasgos más destacados de la Revolución Industrial.
baban nunca de desenroscarse. [...] Pasaban por la ciudad un negro canal y un n'o de aguas
En el capítulo 3 hemos descripto las características de dicho sistema. Nos detendremos aquí
teñidas de púiiiura maloliente; tenía también grandes bloques de edificios Henos de venta-
en alguno.s temas especíricos.
nas, y en cuj-ií interior resonaba lodo el día un continuo traqueteo y temblor, y en el que el
émbolo de la'^ujáquina de vapor subía y bajaba con monotonía, lo mismo que la cabeza de • Las nuevas condiciones de trabajo
uu elefante eñroquccido de nielaneoiía"-^. Como ya hemos visto, el sistema de fábrica implicó una nueva forma de «rganiza-
clón del Irabajo, caracterizada por la concentración de gran número de trabaja alo res en

*' STEVENSON. op. cil.


DlCKENS(1982). HoHENDERG y LEES (1995).
143
Historia económica m
¡javolu^ión Industrial on Gran Bretaña 143
un mismo espacio para cumplir sus tarcas bajo vigilancia y según una estricUi discipü
na. En palabras tic LANDE.S. "la labrica era un nuevo tipo de prisión, y el reioj. un nuev( coniietizos de la mecanización, cuando empezó a utilizarse la jcnny en las ñíbricns, ésla se
tipo de carcelero"-". veía como una amenaza pani los oficios femeninos de base familiar. En la práctica, las con-
5ccueiicias de la mecainzación fueron otras. Las mujeres pasaron a trabajaren otras indus-
Los trabajadores habituados a otras foimias de trabajo, con hoi'arios irregulares y
supervisión directa, debieron adaptarse a i;is nuevas condiciones. La resistencia de los ob[T,. iriasrurales o en los nuevos oficios urbanos que norccicron desde la década de ¡830.
ros a aceptarla nueva disciplina e-xplica que las normas establecidas por ios patrones dcla^ • .•• La división sexual del trabajo había eslado relacionada, desde sus orígenes, i;on las .di-
fábricas fueran tan estrictas, y que se castigaran severamente el ausentismo, la falta de puQ. ferencias de fuerza y de desti-eza entre hombres y mujeres, lo que implicaba que ciertas ta-
tualidad y cualquier distracción durante el tiempo de trabajo. reas sólo podían ser desempeñadas por los hombres. A l mismo tiempo, los oficios especí-
ficamenl'i femeninos, que requerían unu habilidad curactei ística eu las manos, como el
El uso de maquinarias fue modificando también el grado de calineación requerido a
los obreros para realizar su trabajo. Ello varió según las ramas de la induslria, jjero en ge- hilacfo u otras tareas, eran consltierados por los hombres como inferióles a los oHcios mas-
neral tendió a crecer el número de trabajadores no calificados en relación con los califica- culinos, y ésta es una razón por la cual las mujeres recibían una paga menor por su traba-
dos, y el.trabajo de oricio fue perdiendo teireno. A l mismo tiempo, surgieron nuevos ira. jo. Aun las mujeres que realizaban trabajos calificados eran infiavaloradas: en los talleres
b-ajadores calificados, los mecánicos, encargados de la reparación y el mantenimiento de (Je ^YEDG^VOOD en Londres, una pintora de (lores ganaba dos tercios de lo ciue percibía un
las máquinas. hombre que luciera la misma tarea-'''.
El sistema de íábrica también modificó las condiciones de trabajo de los obreros que Cuando comenzai'on a utilizarse máquinas accionadas por energía Inanimada, la situa-
seguran realizando oficios manuales. ción se modificó parcialmente. Las mujeres pudieron desempeñar tareas antes reservadas
a los hombres, pero como el trabajo femenino se consideraba infei-íor, siguieron percibien-
El historiador británico E. P. THOMPSON ofrece una descripción pormenorizada de la
do salarios ujenores. En la primera milad del siglo xix, la mayor parte de las mujeres tra-
situación de los tejedores ingleses a lo largo de la Revolución hiduslrial. Eu el siglo xviii,
bajaba en la industria textil y la del vestido, que eran las principales ocupaciones jimio con
el oHcio era desempeñado por artesanos que trabajaban en sus talleres o por trabajadores :i
servicio doméstico. En la industria del hierro y en la minería las mujeres trabajaban muy
domicilio de tiempo parcial. Entre 1780 y IS30, su situación se degradó en gran medida, el servicio uuniuaui-o, ^i,... — ^
convirtiéndose en su mayoría en proletarios a doniicilio que tejían para agentes de las Ur poco, salvo en la fabricación de clavos, o scleccianando y clasificando los minerales en ¡a
bricas o para algún intermediario. Los artesanos y oficiales tejedores se transformaron ca
superficie de las minas. En general, estaban excluidas de lo^ oficios artesanales y de las or-
"tejedores manuales", expuestos a permanentes reducciones salariales.
ganizaciones de trabajadores masculinos calificados'^''.
En tma primera etapa, hasta la década de tS2Ü, el problema no fue la competencia coa El trabajo de las mujeres eu las fábricas tuvo un fuerte Impacto .•iobre la vida familiar.
el telar mecánico, sino la reducción de los salavioa.TnoMKSON remarca que el bajo precio A diferencia de las otras formas de actividad industrial, implicaba la ausencia del hogar por
y la abundancia de la mano de obra retrasaron la mecanización, pero al costo del empobre-
larguísimas horas y la imposibilidad de cuidar de los hijos durante ese licmpo. Desde co-
cimiento y la explotación de los tejedores manuales-'^.
mienzos del siglo XIX se incrementó el número de hogares en los que junto a un matiimo-
nio y sus hijos vivía alguna persona anciana —en general, la madre de uno de los cónyu-
ges—que se ocupaba de la.s tareas domésticas y de! cuidado de los niños mientras la mujer
E L T R A B A J O D E L A S M U J E E E S Y LOS NIÑOS
tuibajaba en la fábrica'*^. De todos modos, era más habilnal el trabajo fabril de las n-mjeres
solteras que el de las casadas.
Con el sistema de fábrica se incrementó el trabajo de las mujeres y los niños, para quie- Al igual que eu cl caso de las mujeres, en la época prcindustiíai los niños trabajaban,
nes se reservaban las tareas menos calificadas y que recibían luia paga menor que la út los pero lo hacían en genera! dentro de la unidad domésiica, ayudando a los adultos en las la-
hombres adultos, con respecto a los cuales eran además más disciplinados. reas agrícolas e induslriales, o bien, en el seno de otro grupo familiar en el cual realizaban
El trabajo femenino e infantil no era una novedad, ya que en la sociedad preindustrial 'el aprendizaje de un oficio. Sus condiciones no eran las mejores, y había muchos casos de
lambién trabajaba lodo el grupo fannliar, pei'o lo que cambio radicalmente con la industria- abuso y explotación, pero en comparación con ios primeros tiempos de la indusírialización,
lización fueran las condiciones laborales. <
la brecha es enorme.
Con la difusión de la industria doméstica en el siglo xvtii se había extendido el tmipleo Con la Revolución biduslrial, los niños con-ienzaron a trabajar masivamente en las fá-^
de mujeres y nii'ios, y sus ingresos eran generalmente imprescindibles para la subsistencia bricas. Eran más dóciles que los adultos, recibían una paga mucho menor e incluso eran
de la familia. A l estudiar estos temas es preciso no idealizar la situación precedente a la Re-
más adecuados para algunas tareas que requerían manos pequeñas o baja eslatura, porejem-
volución Industrial, en lu que las condiciones de [rabajo y de vida eran también muy duras
plo, el manejo de las máquinas de hilar o ciertos trabajos en las minas.
para los sectores populares. Pero ello no parece ser un argumento suficiente para negar los
El irabajo infantil constituye, sin duda, el aspecto más negro de la Fícvolucióu indus-
costos sociales que tuvieron las primeras décadas de la industrialización.
trial. Una enorme cantidad de testimonios —entre ellos, los informes gubernamentales—
La activ^ídad más característica de las mujeres era el hilado, y podían utilizar la rueca
confirma que las condiciones solían ser iniuunanas.
mientras deacmpenubun otras tarcas, como vigilar los rebaños o ctfidar a los niííos. En los

^' LANCES (I979J. 3.1 BEUG(I987}.


THOMI'SON(I989). 34 Rui.E(199Q). •
3i ANDERSON, en BAai3AGLi (1977).
144 145
Historia económica nuin,];^ ^jlevohioión Industrial en Gran Bretaña

En primer lugar, su redujo lu edad mfnima del ingreso en el meicado de Irabajo y critica de ella. Las obras clásicas en esle campo son lade A R N O L D ToYNi!EEf77íí.' Indii.strial
disminuyó la importancia dei aprendizaje, que era cl pcrfodo de transición por excelencin llevohition, 1S84), ¡adeSlDl^iHYy ^\iKV[{[CE\Vtm (Hisloiy oJ'Tradc Uiñonixm, [Z9A), y la
En la industria algodonera, los niños comenzaban a trabajar desde muy pequeños, a part¡[ de BAIÍBAÍW y J . L . H A M M O N D (The SkiUed Labouren 1919). Todas ellas veían a la Indus-
de los (S u S años.
írialización como un proceso que había generado un empobrecimiento creciente de la po-
El horario de trabajo era el m i s m o que ei de los adultos, entre 14 y 16 horas por día. • ijjacidn y una degradación de grandes grupos de productores, y consideraban que el resul-
Los salarios ei-an irrisorios: en las hilanderías de Lancashire.ja remuneración de los niño^, tado final había sido níuy ncgativo^l
de menos de 11 años eia 6 veces menor que la de un adulto no calificado, y con lo obteni- . En 1926. L , H . C L A P I I A M publicó su Econumic Hisiory qf Modera Brilain, en la que
do por un niño en una jornada de Irabajo se podía comprar menos de un kilo de pan^^ L-, discutió la visión pesimista desde una nueva perspectiva. Por una parte, sostenía que la si-
disciplina era muy dura, recurriéndose en muciios casos a los castigos corporales. Además tuación de los trabajadores no había empeorado durante la Revolución Industrial, pero ade-
de lodo ello, las condiciones insalubres del trabajo eu las fábricas tenían efectos muy ne-
más decfa que las afirmaciones que se hicieran en este campo debían fundamentarse en da-
gativos sobre la salud y el desarrollo infantiles.
los estadísticos. En ía base de su argumentación utilizaba dalos sobre salarios que habían
Aunque ya en ISÜ2 el Parlamento aprobó una ley pai'a protegerá los niños que tmhu- sido compilados por distintos autores, a pardrde los cuales afirmaba que entre 1790 y 1850
jaban c o m o aprendices en las fábricas, recién a partirde la década de 1830 el Estado co- el poder adquisitivo medio de los obreros industriales había aumentado aproximadamente
menzó a penalizaren forma efectiva los abusos cometidos por los propiclarios de las fábri- en un 60%. En los años cuarenta,'T. S. AsiiTON coniinuó la línea inaugurada porCLAi'HAM.
cas y a poner en vigencia nuevas reglamentaciones, dirigidas a regulare! tiabajo infantil. Utilizó nuevos dalos estadísticos porque consideraba que los que había usado CLAPI IAM no
AI avanzar el siglo xix, la situación fue mejorando paulatinamente, aunque pasaron mu- eran confiables, pero coincidió con él en sostener una posición optimista, afirmando que
chas décadas hasta que se prohibió cl irabajo de los menores en las fábricas.-
en IS30 los náembros de las clases trabajadoras que habían salido beneficiados eon el ad-
venimiento de la Indtislria fabril superaban en número a los que no habían experimentado
mejora alguna^'-^.-
E L DEBATE SOBRE E L m v B L D E v m A D B LOS TRABAJADORES
Hasta la década de 1950, las respuestas de los pesimistas se basaron uo en dalos esta-
dísdcos, sino en apreciaciones sobre la calidad de vida de la población trabajadora: unos
La discusión sobre las consecuencias sociales de la Revolución Industrial ha dado lu-
se situaban en el terreno de laeuanlificaeión, y oíros, en el del impacto cualitativo de la in-
gar a un largo debate acerca del nivel de vida de los Irabajadores, iniciado en la década de
1920 y todavía no concluido. L o que se discute fimdamentalmente son los electos de la Re- dustrialización.
volución Industrial sobre el nivel de vida de las clases populares {lower classes), equiva- En 1957, Eiíic H O B S B A W M fue cl primero que fundamentó la posición pesimista con
lentes a los 2/3 o 3/4 inferiores en la distribución del ingreso. Algunos autores consideran (latos cuantitativos, tratando de demosirarque la industrialización había tenido tm impac-
sólo a los Irabajadores, pero al hacerio dejan de lado a los sectores marginales y a los tra- to negadvo también en cl nivel material de existencia de las clases trabajadoras. En un ar-
bajadores ocasionales. También se debate, menos explícitamente, acerca de! efecto neto de tículo sobre el nivel de vida en Gran Bretaña entre 1790 y 1850, sostenía que ¡as estadís-
la Revolución Industrial sobre los niveles de vida (¿hubiera habido una crisis maltusiana ticas disponibles sobre salarios no eran adecuadas, y que para establecer cómo había
sin industrialización?) y si hubieran podido evitarse coslos sociales mediante políticas eco- evolucionado el nivel de vida debfan utilizarse otros ¡ndicadoi"es, como la mortalidad, la
nómicas adecuadas. El espacio geográfico considerado es Gi'an Bretaña (Inglaterra, Esco- salad, el desempleo y el consumo. Consideraba que cl aumento de la mortalidad entre 1810
cia y Gales) y no se incluye Irlanda, que no tuvo Revolución Industrial y se suele usar co- y 1840, y los datos disponibles sobre desempleo apuntalaban la posición pesimista, y que
mo ejemplo de lo que hubiera sucedido en Gran Bretaña con crecimiento demográrico y la información sobre consumo arrojaba bastantes dudas con respecto a la posición optimis-
sin Industrialización. E l período considerado es el que transcurre entre 1780 y 1S50; de allí ta. Como conclusión, afiimiaba que para el período comprendido entre 1790 y mediados de
en m á s hay consenso en que la situación mejoró. la década de 1840, los niveles de vida habían descendido, y que para dicha etapa la posi-
En general, los contendientes en la polémica suelen agruparse en dos líneas: los "pe- ción optimista carecía de toda base sólida'^".
simistas" (que enfalizan los aspectos negativos del proceso de Industrialización) y los "op- El trabajo de HOHSBAWM provocó la respuesta de R. M . H A R T W E L L , que publicó en
timistas" (que subrayan, eu cambio, las mejoras obtenidas por los irabajadores en sus con- 1961 un artículo titulado " E l aumento dei nivel de vida en Inglaterra, 1880-1850". Asu-
diciones materiales de vida). J O E L M O K Y I Í propone otra clasificación que resulta muy útil. miendo la posición optimista, la fundamentaba con una nueva argumentación. HAIÍT-
Divide a los pesimistas en "blandos" (aquellos para quienes los niveles se mantuvieron WELL decía quedado que en ese peri'odo había aumentado la renta media percápita. que
constantes) y "duros" (los que sostienen que los niveles de vida decilnaron)^^. Las eviden- no hubo en la distribución una tendencia en contra de los trabajadores, que desdé ISI5
cias utilizadas por los distintos autores pueden ser cuantitativas o cualilalivas; en la argu- bajaron los precios pero se mantuvieron constantes los salarios nominales, que se incre-
mentación piieden utilizarse o bien datos agregados o bien casos específicos. mentó el consumo per cápila de alimentos y otros bienes, y que el Estado intervino ere-
Como vimos en el capítulo 3, los primeros trabajos publicado^ sobre la Revolución In- cientemenle para proteger o elevar los niveles de vida, "hay que concluir que en los años
dustrial se centraban en sus consecuencias sociales, y brindaban una imagen fuertemente

RULE (1990). _
^f'^BAiR0CH(I997).
TAYLOR(I985).
MoKVR (I9SS).
HoiiSUAWM.iín HoiiSiíAWM (1979).
147

146 Hiatorín scoitómicfi ÍHIJJKJJ, ¿£n]osívin)o mediante un análisis economéirico que las lendcncias en el consutuo de ciei-
(os blcntiS ímporliióos como et tabaco, el azúcar y cl té no parecen respaldar ¡a leáis de uu
que van cié ISOO ;i 1850 se produjo un aumento en los sninrios reales de la m a y ü r á i de
nuntet'to de los salarios reales y qnt; aparentan sugerir mejoras muy limiiadas en cl nivel
los trabajadores Ingleses""''.
de vida de la mayoría de los obreros hasta mediados del siglo xix'^. Oirás investigaciones
La polémica adquirió a partir de entonces una gran intensidad. Se babían puesto en , recientes han resaltado que los salarios pttdierou aumentar pero el ingreso de las íamillas
marcha tres Ifneas básicas de invcsligación: el nivel de los salarios reales, las paulas de coi\ -disminuyó por la desocupación, que los salarios femeninos aumenlaron inás lentamente y
sumo y la distribución de la renia nacional. El enfrentamiento entre HOBSBAWM y HAR,T, que aunque aumenten los salarios, las condiciones de vida ]Hiedcn empeorar. También se
WELL se acentuó, y otros autores intervinieron en la contienda. Eu l a discusión se combi- ba argumentado que no subió el consumo de productos alimentarios, sino que sólo el de te-
naron la evidencia emptrica y las posiciones ideológicas, así como ei desacuerdo acerca de jidos fie algodón aumentó significativamente. Por último, los indicadores biológicos pare-
cuáles eran los datos m á s relevantes a lu hora de medir el impacto de la industrialización cen respaldar las (esis pesimistas, ya que la esperanza de vida creció hasta 1820 pero lue-
sobre cl nivel de vida. go se detuvo, al igual que la mortalidad infantil, y la.nutrición no mejoró. Mientras que
TiiOMPSON retomó en los años .sesenta la senda de los H A M M O N D . Sostuvo que los pro- áunme ñnas del siglo xvm y comienzos del xix los reclulamíeníos en el ejército habían
blemas m á s acuciantes de los primeros tiempos de la industrialización no se rctlejan nece- • cstdúo, disminuyeron en el s^gunúo y icrccr cuarto del siglo xix, lo que rellejaría un sta-
sariamente en una estadística sobre el cosió de vida y tienen que ver, en cambio, con la
puesta enjuego de valores como las cosuimhres Iradicionales, la justicia, la itidependen- , lus nutricioual menos satisfactorio'"''.
c i a , la seguridad o la econonn'a familiar. Considerando los estudios sobre cl consuma, Por otra parte, diversos autores coinciden en aUrmaí-que hubo fiieites variaciones ¡c-
THOMPSON insisie en que si bien la renta percápita aunienió, es enormemente difícil eva- giQital&s, y que también deben considerarse las'fluctuaciones económicas de corto plazo,
luar cómo estaba distribuida. Desiaca también que los cambios en ciertos hábitos de con- •jsf como el impaeiDrielas guerras a la liora de hacer cl balniiee de las consecuencias de la
sumo —-por ejemplo, ia disminución del consumo de cerveza y el paralelo aumento del Revolución ¡nduslria] en el nivel de vida tíc los trabajadores.
consumo de té, o el Ínciemento del consumo de papas— eran vividos por los conlempová- Los optimistas han enfaliz;)do que, en el largo plazo, la industrialización permitió un
neos como una degradación. incremento de! bienestar para el conjunto de la sociedad; no sólo una mayor abmidancía y
Para THOMPSON, "en conjunto, los logros no Fueron demasiado brillantes. Tras cincuen- variedad de bienes, sino lambién utójores condiciones sanitarias y educaiivns, y uu iuuueu-
ta años de Revolución Industrial, la clase obrera tenía una participación en el producto na-
10 sostenido de ¡a cxpcclaiiva de vida. Desde e.ste punto de vista, no puede nognrsc que un
cional que, casi con toda seguridad, había descendido en relación con la parllcipticlón de
- obrero Inglés del siglo XX vive mejor que nn noble del siglo xvn.
los propietarios y profesionales. El trabajador medio siguió estando níuy próximo al nivel
de subsistencia, en una época en que estaba rodeado de testimonios evidentes del aumen- Los pesimistas, en cambio, aun reconociendo esta realidad, sostienen que ella no pue-
to de la riqueza nacional. Gran parte de ella era, a todas luces, fruto de su propio irabajo y de ocultar ni hacernos olvidar los altísimos coslos sociales (¡ue se pagaron en los primeros
pasaba, también con toda transparencia, a manos de sus patronos. En términos psicológl-' tiempos de la industrialización, costos pagados por personas de came y hueso durante va-
eos, esto se vivía en forma muy parecida a un descenso de los niveles"''-.
rias generacÍone,s.
Desde los anos setenta el debate se hizo menos virulento, pero aún continúa, sin qiie
una posición haya triunfado sobre la otra en forma defunliva. PETÍ^R LlNDERxy jErFííEV VVi-
LLIAMSON, dos liisioriadores cuantitativislas norteamericanos, han propuesto una nueva pe-
riodización a parlir de sus cálculos sobre los salarios. Afirman que cnlre 1790 y 1820, los
salarios reales permanecieron estancados, y que pura este período sus conclusiones csián a
mitad de camino entre las de los pesimistas y ias de los optlmislas. A l mismo tiempo, sos-
tienen que entre 1820 y IS.^0. los stdarios reales prácticamente se duplicaron, y que ello
consistió en un incremento mucho mayor que lo que cualquiera de los optimistas hubiera
supuesto hasta ahora''^. CRAFTS ha calculado tasas de salarios reales menores para 1820-
1850, pero superiores para el período previo y en promedio similares a las de LiNDEUTy
VViLLiAMSON, si bien todos estos autores consideran sólo la situación de los hombres adul-
tos que trabajaban en fábricas, los que sólo constituían una porción de las clases popula-
res. FEiNSTGiNy CRAFTS afirman que el consumo per cápíta creció desde 1820, peí o no ana-
lizan .si hubo cambios en la distribución del ingreso''''.
Las posiiJiques pesimistas también han encontrado nuevos defensores. JOEL M O K V R ha

HARTWELL, en TAYLOR {19S5}.


•'- TnOMPsON(198y). '15 MOKVK(19SS).
""^ LiNDGKTy WlLLIAMSON (I9S3).

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