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Resumen
En este artículo se propone una epistemología que trata la teoría como un proceso
constante de configuración de conocimiento científico y de inteligibilidad de lo real,
priorizando en dicho proceso la participación activa y protagónica de los sujetos
estudiados y de los investigadores, a partir de la identificación de las configuraciones
que caracterizan los procesos humanos y sociales estudiados. Se reflexiona sobre la
lógica configuracional del conocimiento científico, presentando un procedimiento
metodológico para la argumentación científica y la comprensión en las ciencias socio-
humanas. Se explica la relación entre las macro, meso y micro-configuraciones.
Palabras clave: Epistemología; conocimiento científico; ciencias humanas y sociales;
lógica configuracional.
1 Este artículo es una reflexión derivada del proyecto de investigación Modelo didáctico para la formación
ética del estudiante de contaduría pública. Grupo de investigación UMBRALES. Universidad
Cooperativa de Colombia. Santa Marta, Colombia.
Abstract
This article proposes an epistemology that treats the theory as a constant process
of scientific knowledge and intelligibility of the real configuration, giving priority in
that process the active participation and leading the study subjects and researchers,
from the identification of configurations that characterized the human and social
processes studied. It reflects on the configurational logic of scientific knowledge and
presents a methodological procedure for scientific argumentation and understanding
in social and human sciences. Explains the relationship between macro, meso and
micro-configurations.
Keywords: Epistemology; scientific knowledge; human and social sciences;
configurational logic.
Introducción
Los problemas cruciales del siglo XXI implican el reconocimiento de la
complejidad, del caos, de las fluctuaciones, el desorden y la oscilación, lo cual nos
permitirá encontrar instrumentos para describirlas, caracterizarlas y comprenderlas;
y así poder efectuar una lectura configuracional dentro de este nuevo contexto de las
relaciones siempre cambiantes del ser humano con el mundo que le rodea.
Es una realidad innegable que, en este tercer milenio la ciencia experimenta
un cambio radical de perspectiva. Los fundadores de la ciencia clásica quisieron
eternizar la universalidad de la ciencia y el carácter eterno e indestructible de las
leyes de la naturaleza. Sin embargo, a pesar de que formularon modelos generales
para perpetuar la racionalidad más absoluta, hoy, tres siglos después de Newton,
percibimos que no se lograron dichos objetivos. El interés hoy se orienta cada vez
más hacia dinámicas no lineales, estructuras disipativas, fluctuaciones, relaciones
tríadicas, sistemas complejos y su evolución temporal. En efecto, en los albores del
tercer milenio observamos tendencias científicas muy bien marcadas encaminadas a la
configuración de invariantes procesales de los eventos y a considerar al ser humano,
investigador-observador, como el centro de todo proceso de investigación.
El problema consiste en encontrar un punto de diálogo armónico y coherente
entre ambas culturas científicas, un terreno firme en el que las ciencias físico-naturales
y exactas, puedan encontrarse con las ciencias socio-humanas y de la cultura, para
convivir de manera útil y pertinente, desarrollando procesos beneficiosos para la
consolidación de ambas. Precisamos encontrar la pauta que conecta a las ciencias
fácticas con las ciencias de la cultura, nos urge identificar la configuración que
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3 BATESON, G. (2010/1972). Pasos hacia una ecología de la mente. Una aproximación revolucionaria
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1997, p. 79.
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conocimiento se define por los procesos que tienen lugar en los marcos del objeto de
estudio, del sujeto concreto y de la teoría.
El proceso natural del conocimiento humano es configuracional. El ser humano,
en su proceso y actividad de conocer siempre busca el sentido y el significado de
los acontecimientos, mediante una interacción dialéctica, sistémica y compleja
del pensamiento, en una dinámica del todo a las relaciones y procesos inmanentes
y de las relaciones y procesos al todo. Este proceso se manifiesta a través de una
actividad hermenéutica en forma de espiral, en la que los procesos configurantes del
evento cognoscitivo, aun siendo heterogéneos, establecen una relación dialógica de
dependencia vital identitarias: cada uno se refleja en los demás y depende de éstos,
a pesar de ser contrarios, pero contrarios complementarios que se configuran para
proporcionar una configuración de orden superior, contenida en ellos mismos, pero
que no es la suma mecánica y algebraica de los procesos inmanentes que la conforman.
La configuración del conocimiento científico se produce mediante un impacto,
activación, estimulación o potenciación afectivo-cognitiva del objeto en el sujeto,
pero no un impacto lineal, dogmático y metafísico, en forma de reflejo condicionado,
por cuanto depende de las configuraciones del sujeto para configurar dicho objeto.
Las configuraciones afectivo-cognitivas del sujeto nunca se separan del contacto
con el objeto. El conocimiento científico del investigador no existe al margen del
objeto de estudio, que es una vía nada despreciable de la configuración de las propias
configuraciones humanas cuando éstas se vuelven inestables y se atomizan por su
incapacidad para configurar nuevas formas y configuraciones del objeto.
Es muy difícil mantener como rehén al lenguaje para poner entre paréntesis o
suspender o reducir a cero los supuestos y creencias. En la Configuralogía no hay
reducción fenomenológica sino emersión, no se trata de eliminar las creencias o
reducirlas, suspenderlas y ponerlas entre paréntesis, sino más bien de potenciarlas,
hacerlas visibles para reconfigurarlas. El proceso de configuración del conocimiento
científico es hermenéutico, sistémico, dialectico, complejo y configuracional, pero no
es sólo una relación pasiva sujeto – objeto, sino que es algo más parecido al vuelo de
una mariposa: catastrófico, caótico, irregular, circular, en espiral, o sea, oscilántico. Es
un proceso dinámico, no lineal, conflictivo y contradictorio, tanto en el nivel eterno
(sujeto – objeto) como en el nivel interno del propio sujeto.
El conocimiento científico se genera a partir de la configuración sistémica
y compleja de las configuraciones biogenéticas del sujeto, en dialéctica con las
configuraciones neuropsicológicas y las configuraciones socioculturales, de las que
emerge un sentido y un significado holístico y personal extremadamente complejo.
Esta postura epistemológica configuracionista es el resultado de una configuración
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16 Ibídem.
17 Ibídem.
18 ROGERS, C. El proceso de convertirse en persona. Paidós, Buenos Aires, 1972, p. 106.
32 Ortiz, A., Revista de Filosofía, Nº 87, 2017-3, pp. 25-47
20 LASZLO, E. El cambio cuántico. Cómo el nuevo paradigma científico puede transformar la sociedad.
Kairós, Barcelona, 2009.
21 Ibídem.
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26 Ibíd., p. 2010.
27 Ibíd., p. 211.
28 Ibíd., p. 214.
40 Ortiz, A., Revista de Filosofía, Nº 87, 2017-3, pp. 25-47
de las interacciones del sujeto con el entorno configurante, de manera tal que la
propia dinámica configuracional como sistema cerrado de cambios de relaciones
configuracionales permanece generando correlaciones configurativas en el sujeto, que
dan sentido a su existencia como sujeto psicológico en su relación interactiva con el
medio que le rodea y los demás sujetos.
Como ya hemos expresado, a lo largo de los últimos 40 años, Chew, con la
ayuda de sus colaboradores, ha utilizado el enfoque “bootstrap” para desarrollar
una teoría global de las partículas subatómicas, junto con una filosofía más general
de la naturaleza. Esta filosofía “bootstrap” no sólo abandona la idea de los bloques
fundamentales de materia, sino que no acepta ninguna entidad fundamental en
absoluto: ninguna constante, ley, ni ecuación fundamental. El universo físico se ve
como una red dinámica de sucesos interrelacionados. “Ninguna de las propiedades de
cualquier parte de dicha red es fundamental; todas se desprenden de propiedades de
otras partes y la consistencia global de sus interrelaciones determina la estructura de
la totalidad de la red29”. Esta concepción de redes de relaciones es muy parecida a la
concepción configuracional que anima este artículo. No aspiro a un descubrimiento
decisivo que demuestre de una vez por todas mi teoría, sino que para mí el reto consiste
en configurar, con paciencia y lentitud, una configuración de nociones y conceptos,
ninguno de los cuales es más fundamental que cualquiera de los demás.
Conforme progresa la teoría configuracional, las interconexiones de esta
configuración adquieren cada vez una mayor precisión, y el conjunto de la
configuración está cada vez mejor enfocado y configurado. En este proceso, la
teoría configuracional se hace también cada vez más emocionante a medida que la
configuración incluye un mayor número de nociones y conceptos; es decir, conforme
éstos se explican mediante la autoconciencia global de la configuración conceptual.
El problema de la complementariedad como síntesis de integración de lo individual y
de lo colectivo, de la escala micro y la escala macro, fue abordado por Simmel: “La
existencia del hombre no es, en parte social y, en parte, individual sino que se halla
bajo la categoría fundamental, irrepetible, de una unidad que sólo podemos expresar
mediante la síntesis o simultaneidad de las dos determinaciones opuestas: el ser a la
vez parte y todo, producto de la sociedad y elemento de la sociedad30”. Nadie puede
ser sujeto individual si no es como parte de un sujeto colectivo, nadie puede ser sujeto
autónomo si no es como configuración que se relaciona en su entorno configurante.
Los seres humanos (como sistemas psíquicos, es decir, procesos y
configuraciones), tienen su identidad propia al mismo tiempo que participan de
29 CAPRA, F. La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos. Op. Cit.
30 SIMMEL, G. Sociología, (vols. I y II). Revista de occidente, Madrid, 1977, p. 46.
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la identidad del todo, si bien la identidad del todo no puede entenderse sino como
alteridad (reconocimiento de la presencia de otros sujetos, de otras culturas, de otras
formas de ser y estar). La identidad del individuo se conforma, pues, en referencia
a los otros individuos; identidad y autonomía no pueden entenderse sin la alteridad
que les deja participar del juego de la comunicación relacional. Precisamente la clave
de la complementariedad se encuentra aquí, en la apertura-actividad sistémica con
suficiente tolerancia, en la aptitud sistémica para proyectar la diversidad en unidad,
sin anular la diversidad, es decir en proyectar la unidad en diversidad, sin anular
la individualidad, lo cual tiene significativas implicaciones metodológicas para la
epistemología configuracional.
De forma congruente con las consideraciones anteriores, defino la metodología
configuracional como un proceso permanente de identificación por los sujetos
implicados en la investigación, de las principales configuraciones que caracterizan
el objeto estudiado, con el fin de ir produciendo el proceso de configuración
del conocimiento científico, precisamente desde la caracterización de aquellas
configuraciones conceptuales más representativas de la esencia y naturaleza de dicho
objeto de estudio.
El planteamiento sobre la integración del sujeto y la personalidad desarrollado en
la obra de González31 tiene un conjunto de consecuencias epistemológicas ineludibles
en un plano metodológico configuracional.
La concepción metodológica configuracionista que he planteado como expresión
concreta de la epistemología configuracional en las ciencias humanas y sociales, se
basa en la epistemología cualitativa formulada por González32 para la Psicología.
Son significativos en este caso, a manera de ejemplo, los estudios desarrollados por
Salcedo33 en su intento por aportar una teoría del pensamiento configuracional infantil,
basado en la actividad lúdica libre, mediada por problemas matemáticos.
34 Ídem. Este ejemplo ha sido tomado de la Tesis Doctoral defendida por Mileidy Salcedo Barragán, de la
cual fui asesor.
35 Nótese que se ha cambiado la pregunta tradicional ¿Qué es el pensamiento configuracional infantil?
por la pregunta sistémica ¿Cómo se genera el pensamiento configuracional infantil?
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39 Ibídem.
40 Ibídem.
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Conclusiones
Aunque en la actualidad existe un caudal extraordinario de paradigmas y
metodologías emergentes en las ciencias humanas y sociales, la Configuralogía, que
es como denomino a esta nueva propuesta, merece ser tenida en cuenta, por cuanto
llena el vacío de las alternativas metodológicas que hoy proliferan en la actividad
científica. Es evidente que toda configuración de conceptos básicos, toda proposición
de nuevas nociones científicas, nos lleva hacia una racionalidad diferente, hacia
un nuevo modelo de inteligibilidad, hacia un nuevo enfoque de comprensión de la
realidad, es decir, hacia un nuevo paradigma científico.
Las configuraciones heurísticas y problémicas seleccionadas, así como su
configuración, no se han escogido de forma arbitraria, sino que se considera el
estudio de los debates históricos como el contenido central de una epistemología
y metodología configuracional de las ciencias sociales y humanas. Es cierto que
algunos debates ya se han superado, pero muchos otros siguen abiertos, activos y
dinámicos, preocupando a todos los filósofos y epistemólogos que han reflexionado
sobre el sentido de las ciencias socio-humanas en el marco del saber científico sobre
la realidad social. Precisamente, en este artículo se caracteriza un nuevo paradigma
epistemológico para la ciencia del tercer milenio. De esta manera, se incita a un debate
sobre la metodología de la epistemología configuracional.
Nº 87-3
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