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RELACIÓN DEL HOMBRE Y LA ÉTICA

El hombre siempre ha tenido una moral así como una ética en él, hay muchas y
muy variadas teorías de cómo fue que el ser humano “creó” (en el caso de
algunas teorías, como la de S. Freud) así como las hay las que afirman que el
hombre siempre, desde sus inicios, ha tenido tanto una ética como una moral y ha
vivido así como también ha evolucionado con ella.

La ética que el ser humano maneja varía conforme cambiamos de zona


geográfica, al igual que las culturas, y aunque tengan cierta relación, no es lo
único que enteramente influye en ellas. Vemos éticas distintas como en las
culturas japonesas, hindú, medio oriente y las de occidente, éstas últimas, por
tener la influencia de ciertos países europeos, se parecen en cierta medida,
aunque es imposible admitir a dos como idénticas. Dependiendo de la cultura
tanto la ética como la moral de las personas cambia en cierta medida y, en
ocasiones, de manera radical conforme a las otras. Por ejemplo, Scheler
menciona que “si se pregunta a un europeo culto lo que piensa al oír la palabra
hombre el círculo de ideas de la tradición judeo-cristiana: Adán y Eva, la creación,
el Paraíso, la caída” lo cual es comprensible puesto que todo occidente tiene esa
tradición sea del gusto de todos o no. La cultura influye mucho en el hombre, y la
moral es una de esas tantas cosas en las que se influye. Dudo mucho que exista
un hombre (vivo) el cual no tenga moral o no sea parte de una ética.

Para lograr un cierto tipo de armonía, el hombre tuvo que hacer mano de las
reglas como método para la protección y buen comportamiento de los miembros
del grupo. En todo caso denota que en éste tipo de teorías el hombre ha creado la
ética o la moral para su propia protección y, en ocasiones, beneficio personal. La
ética, según veo en éste tipo de casos, al ser una creación del hombre, es posible
que podamos hablar de una ética antropológica, una ética creada por y para el
hombre, y en éste caso, no se pedirían “imposibles” como lo veo en el caso de la
ética cristiana que desea formar santos, hombres sobrenaturales que vencen todo
tipo de vicios y que no cometen error alguno que puedan lamentar, lo cual es
totalmente irónico puesto que los hombres que han sido hechos santos
normalmente llevaron una vida un tanto “cómoda” o “libertina” donde hacian
práctica de los vicios.

Una ética por y para el hombre, podría llegar como Aristóteles lo deseaba, a la
meta última que era la felicidad. Si, en efecto, el último fin de una ética es la
felicidad de manera “simple” (o séase que no se especificase qué es la felicidad ni
cómo obtenerla o llegar a ella) se adquirirían nuevos y extraños problemas a la
hora de aplicarla, por ejemplo, que una persona tomara el placer como la suma
felicidad y en este caso decir que la persona es sádica o masoquista (o quizá
ambas) entonces cumpliría con sus

Una ética basada en la naturaleza humana debe de incluir, a mi parecer, la


relación del hombre con su entorno, tanto con el ambiente así como con los seres
vivos que viven en él y no solamente en relación con los demás seres humanos.
Es importante la relación, así como la aceptación de la naturaleza humana y la
adquisición de los valores morales como importantes para la convivencia, la
relación de los seres humanos así como con los demás seres vivos y el entorno.

También tendríamos que tocar el tema de los valores, si éstos tienen un valor
inherente por sí mismo o si los seres humanos le ponen un valor y nosotros
determinamos cuál es ése valor. Como mencioné, el valor tiene un (excusándome
por la redundancia) valor en sí mismo puesto que si fuese de otra manera, éstos
valores serían, en el peor de los casos, completamente subjetivos y crearía
demasiadas confusiones. Para esto, la sociedad es la que decide, en cierta
medida, cuáles son los valores y se hace un convenio en cuanto a cuales son
aceptados, pero, podríamos decir que solamente en los inicios de una sociedad,
llámese pueblo o ciudad, porque después de eso, solamente se podrían hacer
cambios en cierta medida y no una eliminación total para una creación posterior de
toda el listado de valores que la sociedad en cuestión utilice o vea como válidos.

De todo lo mencionado anteriormente, y a manera de conclusión, he de mencionar


que una ética basada en el ser humano es importante, ya sea que consideremos
como fin último la felicidad y en ella incluyamos la relación con la naturaleza, y
además que se apegue a las posibilidades del ser humano y nunca exigir la
perfección, se puede pedir la posibilidad más alta, la mejor virtud, la gran moral,
pero nunca la perfección. Hay que ser realistas, ningún hombre ha sido, es o será
perfecto, y quizá llegue el momento en que el ser humano evolucione en un ser
más cercano a lo que consideramos perfecto, pero, por ahora no deberíamos de
exigir tal cosa.
CONTENIDOS FUNDAMENTALES DE LA ETICA

La ética tiene tres grandes capítulos que podríamos detallar como sigue:

1. ética fundamental

2. ética de la persona

3. ética socio-política

Aunque toda división es de alguna manera arbitraria, la que aquí exponemos es lo


suficientemente práctica como para comprender toda la gama de dilemas que son
objeto de la reflexión filosófica que nos ocupa.

1. La Ética fundamental se preocupa de las condiciones epistemológicas que debe


tener la reflexión ética, de los principios y teorías sobre las que se basan los
juicios morales, y en suma, pone en evidencia las distintas concepciones
antropológicas y cosmológicas que subyacen a las teorías éticas.

Teniendo en cuenta la reflexión de los "fundamentos" la ética con su metodología


reflexiva y racional propia anima a que los seres humanos pongan en práctica lo
recto, en las circunstancias concretas de su vida.

Esta última tarea es la que le corresponde a la ética especial, que se compone a


su vez de dos vertientes mutuamente relacionadas e interdependientes: la ética de
la persona y la ética sociopolítica.
2. La ética de la persona se preocupa de los dilemas éticos que se suscitan en el
ser humano cuando, como individuo, es puesto en relación con sus semejantes.
Comprende entre sus ramas fundamentales, a la Bioética, (que a su vez
comprende a la ética bio-sanitaria, a la psicoética y a la ética sexual) la ética de
las relaciones interpersonales (familiares, amistosas), la ética de los pequeños
grupos humanos (barrio, etc.)

3. La ética socio-política, aun considerando que toda ética es personal, se


preocupa de aquellos dilemas suscitados en ámbitos que trascienden a las
relaciones interpersonales y tienen lugar en la sociedad o en las instituciones de
ésta. La ética de la dinámica política, la ética de los sistemas económicos, de las
relaciones laborales o comerciales, la ética de los medios de comunicación de
masas, son algunos de los problemas prácticos abordados por esta rama de la
ética.
ETICA Y MORAL

En contexto filosófico, la ética y la moral tienen diferentes significados. La ética


está relacionada con el estudio fundamentado de los valores morales que guían el
comportamiento humano en la sociedad, mientras que la moral son las
costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por cada sociedad.

Estos términos tienen diferente origen etimológico. La palabra "ética" viene del
griego ethos que significa "forma de ser" o "carácter". La palabra "moral" viene de
la palabra latina morales, que significa "relativo a las costumbres".

La ética es un conjunto de conocimientos derivados de la investigación de la


conducta humana al tratar de explicar las reglas morales de manera racional,
fundamentada, científica y teórica. Es una reflexión sobre la moral.

La moral es el conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana y todos los


ciudadanos las utilizan continuamente. Estas normas guían a cada individuo,
orientando sus acciones y sus juicios sobre lo que es moral o inmoral, correcto o
incorrecto, bueno o malo.

En un sentido práctico, el propósito de la ética y la moral es muy similar. Ambas


son responsables de la construcción de la base que guiará la conducta del
hombre, determinando su carácter, su altruismo y sus virtudes, y de enseñar la
mejor manera de actuar y comportarse en sociedad.
Las palabras ética y moral pueden parecer lo mismo pero no lo son. Existen
matices que indican que la ética y la moral son dos términos que se
complementan, pero cuyo significado es bien diferente. En el siguiente artículo de
un COMO te mostramos con ejemplos y definiciones el significado real de cada
uno para determinar cuál es la diferencia entre ética y moral.

A continuación te lo vamos a explicar detalladamente, pero podemos decir que la


diferencia entre ética y moral es que la moral es la serie de valores, principios y
normas que rigen nuestro comportamiento, mientras que la ética es el estudio
abstracto y teórico de estos comportamientos.

En términos generales la diferencia entre ética y moral debe buscarse en que la


primera es un estudio filosófico y científico mientras la moral es puramente
práctica; es decir, la ética habla desde la razón y la reflexión filosófica pero la
moral se refiere a los actos que realizamos día a día durante nuestra vida.

Si analizamos etimológicamente ambas palabras nos encontramos con que las


dos tienen el mismo significado originario:

"moral" viene del latín "mos" (costumbre)

"ética" viene del griego "ethos" (costumbre)

Pero actualmente, con la evolución de la lengua, ambos significados se han ido


bifurcando para terminar con dos completamente distintos. A continuación vamos
a analizarlos de forma detallada para entender cuál es la diferencia de base.

Comenzamos a analizar qué es la moral para entender su diferencia inicial con la


ética. Se trata de una serie de principios, valores o normas que son los que rigen
nuestro comportamiento. La moral es la que determina nuestras actuaciones y la
que nos marca los límites que no queremos pasar. Actualmente, a la moral
también se la conoce como "tener principios" y se refiere a, precisamente, ese
cuadro de normas propias que seguimos en nuestro día a día para actuar tal y
como nosotros creemos que es correcto.
A nivel sociológico, la moral también puede determinar la cultura y forma de vivir
de una sociedad o un colectivo de personas. Algunas normas o principios se
transmiten entre diferentes generaciones de un mismo grupo de personas que
establecen, así, unos principios morales sobre los que crear su sociedad.

Ahora nos centraremos en el significado de ética. Se trata de reflexionar sobre los


principios que formarán luego nuestra moral y, por tanto, es la parte filosófica que
determinará el comportamiento al que tendremos que someternos para vivir en
sociedad de forma pacífica. Es decir, es el pensamiento previo, la parte reflexiva
que conforman nuestros actos.

Así pues, tal y como hemos visto, la diferencia entre ética y moral se encuentra en
que la primera es la reflexión sobre un hecho concreto de la vida y que esta
marcará la práctica moral posterior; de las conclusiones de la reflexión se extraerá
el comportamiento moral que marcará tu vida.

También cabe apuntar que la ética tiene una base totalmente personal e individual
pues de la reflexión de una persona se extraen algunas conclusiones que puede
llevar a nivel personal (como el ejemplo anterior de no comer carne) pero también
pueden llevar a unas normas sociales que involucren a un número mayor de
personas (como por ejemplo no comer cerdo, algo que cumplen todos los
musulmanes).
Diferencia entre Ética y Moral

El uso de la palabra Ética y la palabra Moral está sujeto a diversos


convencionalismos y que cada autor, época o corriente filosófica las utilizan de
diversas maneras. Pero para poder distinguir será necesario nombrar las
características de cada una de estas palabras así como sus semejanzas y
diferencias.

Características de la Moral. La Moral es el hecho real que encontramos en todas


las sociedades, es un conjunto de normas a saber que se transmiten de
generación en generación, evolucionan a lo largo del tiempo y poseen fuertes
diferencias con respecto a las normas de otra sociedad y de otra época histórica,
estas normas se utilizan para orientar la conducta de los integrantes de esa
sociedad.

Características de la Ética. Es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas


personas, es un conjunto de normas a saber, principio y razones que un sujeto ha
realizado y establecido como una línea directriz de su propia conducta.

Semejanzas y Diferencias entre Ética y Moral. Los puntos en los que confluyen
son los siguientes:

En los dos casos se trata de normas, percepciones, deber ser.

La Moral es un conjunto de normas que una sociedad se encarga de transmitir de


generación en generación y la Ética es un conjunto de normas que un sujeto ha
esclarecido y adoptado en su propia mentalidad.

Ahora los puntos en los que difieren son los siguientes:

La Moral tiene una base social, es un conjunto de normas establecidas en el seno


de una sociedad y como tal, ejerce una influencia muy poderosa en la conducta de
cada uno de sus integrantes. En cambio la Ética surge como tal en la interioridad
de una persona, como resultado de su propia reflexión y su propia elección.
Una segunda diferencia es que la Moral es un conjunto de normas que actúan en
la conducta desde el exterior o desde el inconsciente. En cambio la Ética influye
en la conducta de una persona pero desde si misma conciencia y voluntad.

Una tercera diferencia es el carácter axiológico de la ética. En las normas morales


impera el aspecto prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo.
Es decir en las normas morales destaca la presión externa, en cambio en las
normas éticas destaca la presión del valor captado y apreciado internamente como
tal. El fundamento de la norma Ética es el valor, no el valor impuesto desde el
exterior, sino el descubierto internamente en la reflexión de un sujeto.

Con lo anterior podemos decir existen tres niveles de distinción.

1. El primer nivel está en la Moral, o sea, en las normas cuyo origen es externo y
tienen una acción impositiva en la mentalidad del sujeto.

2. El segundo es la Ética conceptual, que es el conjunto de normas que tienen un


origen interno en la mentalidad de un sujeto, pueden coincidir o no con la moral
recibida, pero su característica mayor es su carácter interno, personal, autónomo y
fundamentante.

3. El tercer nivel es el de la Ética axiológica que es el conjunto de normas


originadas en una persona a raíz de su reflexión sobre los valores.
PRINCIPALES TEORIA DE LA ETICA

Una teoría ética es una teoría que intenta fundamentar un determinado código
moral, es decir un conjunto de normas y valores morales, apoyándose para ello en
argumentos racionales. Las teorías éticas tradicionalmente se han dividido en dos
grandes grupos: Las éticas de la felicidad o éticas de la responsabilidad y las
éticas del deber o de la convicción.

OBJETIVOS

 Conocer y discutir acerca de la importancia de las teorías éticas.


 Desarrollar valores éticos basados en las principales teorías éticas

TEORÍAS ÉTICAS DE LA FELICIDAD

Estudiaremos las siguientes: Eudemonismo, Hedonismo, Estoicismo, Cinismo, la


ética cristiana basada en la Ley Natural y el Utilitarismo.

Eudemonismo:

Su creador, Aristóteles (384-322 a. C.) es uno de los pensadores más influyentes


de la Filosofía occidental, vive en Grecia en el siglo IV a. C. Elaboró una ética de
la felicidad llamada "Eudamonismo", porque presupone que el bien supremo que
todos los seres humanos perseguimos es la fe1icidad (en griego eudaimonia).
Desde luego eso es algo de lo que caben pocas dudas, la tarea de la reflexión
ética será investigar qué es la felicidad y cómo conseguirla.

La primera afirmación de Aristóteles sobre las condiciones materiales necesarias


para ser feliz es que nadie puede ser feliz en ausencia de ciertos requisitos
materiales mínimos: nadie puede ser feliz viviendo en la miseria, la indigencia, la
indignidad, la tortura y la marginación absoluta.

La única actividad humana que es propia y exclusiva de las personas es la


capacidad de pensar y razonar. Así que seremos buenos y felices si conseguimos
que nuestra vida sea lo más racional posible. Y el medio para conseguirlo es
respetar dos tipos de normas a las que Aristóteles llama virtudes: las virtudes
éticas o morales y las virtudes dianoéticas o intelectuales.

Así que, en las decisiones que tomemos día a día, no debemos dejarnos llevar
por nuestros impulsos, deseos y emociones: ira, rabia, miedo, pasión, impaciencia,
tristeza, pena, alegría, vergüenza, aversión, aburrimiento, resentimiento, envidia,
orgullo, gula, avaricia, lujuria, pereza..., sino que nuestra guía debe ser siempre la
razón, sólo serán buenas las decisiones racionales, sólo ésas nos conducirán a la
felicidad.

Ejemplos de virtud ética: Vicio por exceso Virtud término medio Vicio por defecto
Libertinaje Templanza Insensibilidad Temeridad Valor Cobardía Despilfarro
Generosidad Avaricia Ira Justa indignación Pusilanimidad Descaro Educación
Timidez Hostilidad Amabilidad Adulación En segundo lugar debemos practicar las
virtudes intelectuales, que son dos: prudencia y sabiduría.

- La prudencia:

Esta virtud nos permite saber dónde está nuestro término medio, que es siempre
algo personal.

- La sabiduría:

Esta virtud nos induce a dedicarnos a las tareas o trabajos más acordes con
nuestra naturaleza racional, los de tipo intelectual, como la 1º Bachillerato
Nocturno Filosofía y Ciudadanía IES Francisco Giner de los Ríos Unidad 6 4
investigación, el estudio, la gestión y la creación.

Hedonismo:

Epicuro (341-281 a. C.), fundó en Atenas su escuela, El Jardín, donde no sólo se


adquirían conocimientos teóricos sino que se ponía en práctica las enseñanzas del
maestro, se aprendía un modo de vida.

En ella se admitían incluso mujeres y esclavos. Según esta teoría el bien supremo,
aquello que todos los seres humanos perseguimos y que nos llevará a la felicidad,
es el placer (hedone).
Maximizar el placer y minimizar el dolor es el objetivo prioritario de nuestra
vida. El placer se define como:

 La ausencia de dolor en el cuerpo


 La ausencia de perturbaciones psicológicas o espirituales como son el
miedo, la angustia, las preocupaciones, remordimientos, la tristeza, el
estrés y la ansiedad.
 La satisfacción de nuestros deseos, incluyendo deseos referidos al cuerpo y
deseos más espirituales como son la amistad, el conocimiento y disfrutar de
la belleza. Además el placer debe ser, sino un estado definitivo sí, al
menos, duradero.

Por esta razón, habrá muchos placeres a los que deberemos renunciar, aquellos
de los que se derive a medio o largo plazo un dolor mayor; de la misma manera
habrá ciertos dolores y sufrimientos que serán buenos, aquellos de los que
obtengamos un placer que los compense.

La persona sabia es justamente aquella que sabe hacer el "cálculo" y sabe a qué
placeres decir sí y hasta dónde, y qué sufrimientos rechazar o aceptar según
convenga. Para poder hacer ese “cálculo”, Epicuro distingue 3 tipos de deseos y
nos da 1º Bachillerato Nocturno Filosofía y Ciudadanía IES Francisco Giner de los
Ríos Unidad 6 5 normas para satisfacerlos y así maximizar el placer y minimizar el
dolor:

 Naturales y necesarios: más que deseos son necesidades primarias y


biológicas, alimentarse, beber y dormir.
 Su satisfacción siempre hace feliz al hombre.
 Naturales y no necesarios: nacen del deseo de los seres humanos de
variar y obtener más placer de la vida. Por ejemplo satisfacer el apetito con
una exquisita paella y no con un trozo de pan, satisfacer la sed con un
zumo y no con agua y dormir en la más cómoda de las camas.
Estos deseos debemos moderarlos.

 No naturales y no necesarios: el lujo, el poder, la riqueza, la fama, la gloria,


el prestigio y los honores. A estos deseos debemos renunciar pues no se
sacian nunca, cuanto más tenemos más queremos.
 Por último Epicuro nos propone cuatro normas más que habremos de
seguir si queremos una vida placentera para poder eliminar el dolor
espiritual. Se trata de eliminar cuatro temores, prejuicios, tabúes o
supersticiones, que además son fomentados por las élites que nos
gobiernan para someternos:
 El miedo a los dioses: para eliminarlo basta pensar que no se cuidan de los
asuntos humanos, y desde luego, brujos, sacerdotes y demás son sólo
buenos psicólogos.
 El temor a la muerte: es absurdo temerla, pues mientras estamos vivos no
nos afecta y cuando nos afecta ya no estamos vivos. Tampoco debemos
temer al "más allá", pues tras la muerte no hay más vida.
 El temor al destino: Epicuro negó el determinismo, nada está escrito, sólo el
azar y la libertad existen. Cada hombre es dueño de su propio destino.
 El temor al dolor y la infelicidad: si seguimos las enseñanzas de Epicuro
respecto a la moderación y la renuncia a falsos placeres, si aprendemos a
desear lo que tenemos y a no desear lo que no tenemos, conseguiremos
sentirnos bien con nosotros mismos, íntimamente, disfrutando serenamente
de los placeres que la naturaleza nos ofrece, lejos de pasiones que
perturben nuestro equilibrio.

Estoicismo

Según los estoicos todo el universo y cuanto en él sucede, también, por supuesto,
la vida de cada uno de nosotras y nosotros, está regido, dirigido y determinado por
una Ley, Principio o Razón Universal que todo controla y domina. Nada escapa a
esa ley, el movimiento de los astros, el crecimiento de un niño y la lectura que
estás haciendo de estas líneas, están férreamente determinados por una cadena
de causas inexorable.
Nuestro objetivo es la no resistencia a lo que es y no puede no ser, a través del
autocontrol, el autodominio, la eliminación de las pasiones (el dolor, el temor, el
deseo que nos encadena, las emociones que nos arrastran); comprender y
aceptar lo que no podemos cambiar. La norma moral para conseguir semejante
objetivo es un férreo dominio de la voluntad, una disciplina casi inhumana. Cabe
plantearse, si todo está determinado, ¿qué pinta una ética?, ¿en qué queda la
libertad humana? En realidad todos terminamos por aceptar lo que no podemos
cambiar pero unos lo hacen por la fuerza, es decir con mucho sufrimiento y
resistencia, y otros de buen grado, con aceptación. Pues bien, la libertad consiste
en que podemos elegir esa actitud interior con la que vivimos lo que no podemos
cambiar:

 Podemos resistirnos, negarnos y sufrir persiguiendo eso que no es para


nosotros en este momento porque no es un bien universal sino sólo un
bien personal y ficticio (salud, riqueza, éxito, prestigio, fama, bienes
materiales, etc.). Entonces aparece la frustración, el dolor ante el
fracaso presente. O por el contrario, si se tiene éxito, aparece el temor a
perder lo que tenemos en el futuro o la constante presión del deseo y la
sensación de “no es suficiente” que separa al hombre de su felicidad.
 Podemos adoptar una actitud interior de aceptación, no resistencia,
rendición a lo que ya es y no puede no ser a través del autodominio y la
imperturbabilidad.

Cinismo

Antístenes fue el fundador de la escuela de los Cínicos (del griego kinos, perro),
llamados así por su extravagante manera de vivir: justos hasta la escasez,
"pasando" de usos, costumbres y convencionalismos sociales.

Se trata de buscar una moral plenamente independiente y por ello,


necesariamente, antisocial, pues la sociedad no permite un individuo plenamente
independiente, antes al contrario, nos modela y socializa hasta convertirnos en lo
que necesita que seamos. La sociedad, por una parte, complica enormemente la
satisfacción de las necesidades más primarias por medio de infinidad de
convenciones, reglas y usos, y por otra, convierte al ser humano en esclavo de
nuevas necesidades perfectamente superfluas, mujeres y hombres cada vez
somos menos dueños de nosotros mismos. Vivimos inmersos en una especie de
glorificaciones de la mercancía, que somete nuestra vida cotidiana a multitud de
materiales. Pero también internamente vivimos encadenados, necesitamos
prestigio, éxito, educación y estima. La norma moral que los cínicos nos dan para
lograr la autarquía es esta: renunciar a lo social, liberarnos de esas falsas
necesidades, seguir los dictados de la naturaleza, llevar una vida sencilla, frugal y
adaptada como la de un animal. No debemos dejarnos guiar por convenciones,
usos y costumbres sociales o legales; son los primeros objetores e insumisos de la
historia y se acercan mucho a los "hippies" de los años sesenta. Los cínicos vieron
que ninguna transformación de la sociedad es posible; su crítica fue la más
atrevida y radical, vieron con inquietante lucidez que lo social formaba parte del
problema y no de la solución. La de los cínicos es una moral combativa, de
resistencia, antipolítica, de denuncia.

La Ley Natural:

La ética cristiana es una ética de la felicidad en la que ésta consiste en llegar a ser
dignos ante Dios y, así, merecedores de la vida eterna. Ello se consigue siguiendo
los preceptos de la Ley Natural.
Se debe a Santo Tomás de Aquino (1224-1274) la formulación más precisa e
influyente del concepto de "ley natural". Para Santo Tomás, la Ley Natural es la
parte de la Ley Eterna, ley con la que Dios rige toda la Creación, que concierne a
los hombres, seres racionales y libres creados a imagen y semejanza de Dios.

El ser humano se siente naturalmente inclinado a seguir la Ley Natural cuyo


precepto fundamental es hacer el bien y evitar el mal. De ese precepto
fundamental se siguen otros 3 secundarios que dan contenido al bien:

 El precepto de conservar la vida, es bueno todo lo que conserva la vida y


malo lo que la acaba (tendencia natural que compartimos con todos los
seres)
 El precepto de procrear y cuidar de la prole (tendencia que compartimos
con los animales)
 El precepto de buscar la verdad y especialmente la suma verdad que es
Dios (tendencia exclusiva del ser humano)

La Ley Positiva, la que los seres humanos elaboramos en nuestros ordenamientos


jurídicos, debe ser la realización jurídica y política de tales disposiciones naturales,
según los problemas y circunstancias de cada tiempo. La ley positiva ha de
respetar los preceptos inmutables de la ley natural. Se establece así la
subordinación de la política respecto de la moral y de ésta a la religión. Todos los
fundamentalismos religiosos ya sean cristianos, islámicos o judíos… se basan en
esa subordinación.
Utilitarismo

El utilitarismo tiene a Jeremy Bentham (1748-1832) y a John Stuart Mili (1806-


1873) como sus principales representantes. Según esta doctrina nuestra conducta
debe regirse por el principio de utilidad o interés de la mayoría. De ahí el principio
utilitarista por excelencia: una acción es buena cuando produce la mayor felicidad
para el mayor número de personas. En cada acción debemos calcular la cantidad
de utilidad o inutilidad que proporcionará. Pero como el hombre vive en sociedad,
el cálculo del interés debe hacerse en relación con la utilidad colectiva. El principio
básico de moralidad y justicia es que la felicidad de los individuos debe ser
compatible con la felicidad del conjunto, las leyes e instituciones sociales han de
jugar un papel básico en la promoción de los intereses públicos y en su
conciliación con los intereses privados.

El utilitarismo es, tal vez, la escuela ética que mejor encaja con la mentalidad del
mundo occidental y con las coordenadas propias del liberalismo social y
democrático.

Se trata de extender el llamado estado de bienestar conseguido gracias al


desarrollo científico y tecnológico. Sin embargo vemos que si bien se ha
conseguido un avance indiscutible en la calidad de vida de los ciudadanos, no son
la mayoría si pensamos en términos planetarios y vemos que también se han
ocasionado graves riesgos; piénsese en el deterioro del medio ambiente y en el
enorme potencial destructivo de la industria armamentística.
ÉTICAS DEL DEBER

Estudiaremos las éticas elaboradas por los siguientes filósofos: Kant, Nietzsche,
Sartre y Habermas.

La ética del deber de Kant

Immanuel Kant (1724-1804), filósofo alemán del siglo XVIII, el siglo de la


Ilustración, elaboró la primera ética del deber. Según Kant lo que hace buena una
conducta no es la conducta misma sino la intención con que la realizamos. Para
comprender con qué intención debemos actuar para que nuestra conducta sea
moralmente buena tenemos que saber que Kant distingue tres tipos de acciones:

 Contrarias al deber y, por tanto, inmorales


 Conformes al deber pero realizadas por interés, miedo al castigo o
inclinación, que carecen de valor moral
 Conformes al deber y realizadas por respeto al deber: sólo éstas son
moralmente buenas

Sólo es moralmente buena aquella conducta que es conforme al deber y está


hecha con la intención de respetar el deber independientemente de las
consecuencias de la acción y, por tanto, de si me proporciona algún beneficio o de
si me hace feliz o no.

El deber es “la necesidad de una acción por respeto a la ley”; obrar por deber es
reconocer que se debe hacer algo o no hacerlo porque la ley moral lo exige y debe
ser respetada aún en contra de mis intereses e inclinaciones.

Cumplir con el propio deber es un imperativo categórico, absoluto, universal y


necesario, es algo que no depende de las circunstancias o de si me hace o no
feliz, sino que manda incondicionalmente. Kant dio dos formulaciones del
imperativo categórico:
 Obra siempre de tal manera que puedas desear que la norma de tu
conducta se torne ley universal. Ejemplo: Romper la promesa que hicimos
en otro tiempo.

En un mundo en el que esta conducta fuese ley universal no habría promesas,


pues nadie creería en la palabra del otro.

 Obra siempre de tal modo que utilices a la humanidad, tanto en tu persona


como en la de los demás, siempre como un fin y nunca como un medio. A
diferencia de "las cosas", el ser humano no tiene precio sino que posee
dignidad.

Las cosas tienen un valor meramente relativo porque son medios; en cambio, las
personas no puede ser usado meramente como medio, no pueden ser usadas a
capricho, sino que siempre son objeto de respeto.

La ética kantiana es una ética autónoma pues es cada persona quien en cada
caso aplica el imperativo categórico, dándose a sí misma su propia ley moral y
estableciendo su deber independientemente de causas externas.

Nietzsche y la transmutación de los valores

Federico Nietzsche es un filósofo Alemán que vive en la segunda mitad del siglo
XIX, desde 1844 hasta 1900. Famoso, entre otras muchas cosas, por haber sido el
gran profeta de la "muerte de Dios", así como de la revolución ética que tal muerte
acarrearía: muerto Dios, desaparecen los valores tradicionales de la cultura
occidental y el hombre no tiene más remedio que crear nuevos valores y ponerse
a sí mismo en el lugar de Dios.
Nietzsche considera que desde siempre han existido dos tipos de personas, con
dos morales contrapuestas:

Los nobles o señores con su moral se señores: son las personas fuertes,
superiores, distinguidas, poderosas, individuos que no aceptan sujetarse a
normas, que no aceptan ser masa y por ello viven en permanente lucha y peligro,
arriesgando su seguridad sin temor. Su moral es la moral del dominador, son
personas autónomas porque se dan a sí mismas sus propias normas de conducta,
creando sus propios valores. No buscan la aprobación de los demás sino solo de
sí mismas. Se encuentran felices consigo mismas y con lo que hacen. Sus valores
son la plenitud, el poder, la fuerza, la dureza, la disciplina, la confianza. Son
capaces de luchar y descargar toda su cólera, y por ello,jamás les envenena el
resentimiento y el rencor contra la vida y los hombres.

Siglos más tarde aparece el cristianismo que negará la vida presente, de la


materia y el cuerpo, para afirmar la vida eterna del más allá. Considera el
cristianismo que lo sensible, lo mundano, lo vivido con el cuerpo es secundario y a
ello opone el mundo supra terreno, auténtico, verdadero, trasmundo, al que
concede prioridad. ¿Quién es el bueno desde el punto de vista cristiano? el pobre,
el enfermo, el desgraciado, el deforme, el abnegado, aquel que se sacrifica a sí
mismo, que lleva una vida ascética, el que renuncia a lo material, a la belleza, al
deseo, a la felicidad, en definitiva, el que no quiere nada. Todos los valores con los
que el esclavo se siente protegido.

El formalismo ético existencialista


Según Jean Paul Sartre (1905-1980), el ser humano es un ser libre, es un
proyecto abierto, cuya existencia está por hacer. Sin valores ni ideas que
resuelvan de antemano lo que hemos de hacer, condenado a ser libre, el ser
humano intenta construirse un proyecto individual. En ningún caso podemos
renunciar a ese quehacer angustioso que es la creación y asunción de nuestros
valores y normas. Aunque decidamos que otros, la sociedad, la religión o el
Estado, decidan por nosotros, estamos ya eligiendo un modo o proyecto de
existencia.

Justamente cuando elegimos que sean otros los que decidan por nosotros
actuamosde "mala fe" y estamos siendo inmorales. La mala fe consiste en el
vano intento de eludir la angustia de decidir por nosotros mismos. Lo contrario de
la mala fe es la autenticidad, que consiste en asumir la carga insoslayable de
nuestra libertad, ese es el verdadero imperativo moral.

Ahora bien, pese a este carácter irreductiblemente individual y subjetivo de la


libertad, Sartre afirma la posibilidad de una cierta moral común pues el ser
humano debe comprometerse a querer, al mismo tiempo que su libertad, la
libertad de los otros. Sin duda que las circunstancias históricas, tras el desastre de
la Segunda Guerra Mundial y en medio de una Europa asolada, tuvieron que ver
con este giro humanista y comprometido de la ética de Sartre.

La ética comunicativa o del discurso


Formulada por Jürgen Habermas (1929), el objetivo de la denominada "ética
comunicativa" o "del discurso" es establecer las condiciones en las que una
comunidad podría alcanzar, a través del diálogo, un consenso universal sobre
cuáles deber ser sus valores, normas y fines morales. Haber más insiste en que
no se trata de establecer unos valores, normas y fines abstractos. Por el contrario
una comunidad tiene un interés básico: la emancipación o progresiva liberación de
las personas y los grupos en sus circunstancias concretas. Por tanto las normas
acordadas para conseguir esa emancipación tienen como referente la situación
concreta de la comunidad y no tienen carácter definitivo. Son normas
históricamente revisables, expuestas a ulteriores procesos dialógicos, como
aquéllos en que han sido producidas.
Según Habermas estas son las condiciones que deben cumplirse para alcanzar
consensos que respondan verdaderamente a los intereses de los interlocutores:
 El diálogo debe ser público e inclusivo: no puede excluirse a nadie que pueda
hacer una aportación relevante.
 Igualdad en el ejercicio de las facultades de comunicación: a todos se les
conceden las mismas oportunidades para expresarse sobre la materia.
 Exclusión del engaño y la ilusión: los participantes deben creer lo que dicen.
 Ausencia de coacciones: la comunicación debe estar libre de restricciones, ya
que éstas evitan que el mejor argumento pueda salir a la luz y predeterminan
el resultado de la discusión.
CONCLUSION:

Las teorías éticas son teorías filosóficas que fundamentan la moral y justifican su
validez y legitimidad, siendo la moral, a su vez, una serie de preceptos, normas y
valores. Estas teorías éticas, determinan según varios pensamientos filosóficos,
cómo logra el ser humano la felicidad, debido a que los estudiosos del tema
determinan que existen muchas maneras de entender en qué consiste este
sentimiento y cuáles son los diferentes medios para lograrla. Para ello, existen
varias teorías que lo explican, entre las cuales están, la tradición aristotélica, que
considera a la felicidad el fin de la vida humana y el máximo bien, siendo la razón
la que se encarga de determinar los deseos, y así realizar los que conducen a la
felicidad; la tradición hedonista, donde se identifica el placer con el bien, ya que la
felicidad se concibe en el marco de una vida placentera; la tradición kantiana, que
es una teoría muy racional y se basa en el principio de que hay que actuar de
acuerdo al deber; por último, la tradición dialógica, que se refiere a que el deber y
los mandatos son normas que se dan del acuerdo que resulte luego de que cada
una de estas normas se haya argumentado racionalmente en defensa de su
posición.

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