Vous êtes sur la page 1sur 30

Propuesta de armonización

de la legislación penal
sobre tráfico de drogas
en el ámbito de la COMJIB

Presentada en la Reunión del Grupo de la COMJIB de Delincuencia Organizada


Transnacional
Centro de Formación de la Cooperación Española
Cartagena de Indias (Colombia) 6 y 7 de abril de 2015

CONFERENCIA DE MINISTROS DE JUSTICIA


DE LOS PAÍSES IBEROAMERICANOS
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

I. Antecedentes y justificación

La COMJIB viene trabajando desde hace años en el ámbito de la lucha contra el crimen
organizado transnacional, promoviendo, como parte de su quehacer, acciones de intercambio
de experiencias entre países en lo que se refiere a políticas de lucha contra la delincuencia
organizada transnacional, así como impulsando instrumentos jurídicos internacionales de
diferente rango en relación a este tema. En este aspecto, en el marco de la COMJIB se han
aprobado los siguientes instrumentos:
- Recomendaciones de Armonización de tipos penales relacionado con la lucha contra
la Delincuencia Organizada Transnacional: trata y tráfico de seres humanos,
asociación ilícita, blanqueo de capitales, tráfico de drogas, corrupción de funcionarios
y corrupción en el comercio internacional.
- Convenio Iberoamericano sobre el Uso de la Videoconferencia en la Cooperación
Internacional entre Sistemas de Justicia” (firmado en Mar del Plata, Argentina, 3
diciembre 2010)
- Convenio de Cooperación entre los estados miembros de la COMJIB en materia de
Equipos Conjuntos de Investigación”, firmado en Viña del Mar (Chile) durante la
Plenaria de Ministros, 3 de abril de 2013.
- Convenio Iberoamericano de Cooperación sobre Investigación, Aseguramiento y
Obtención de Prueba en Materia de Ciberdelincuencia, y de la Recomendación de la
Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB) relativa
a la tipificación y sanción de la Ciberdelincuencia, firmado en Madrid el 28 de mayo
de 2014.
- Proyecto de armonización de la legislación penal en crimen organizado en
Centroamérica: Aprobación de Marco Normativo Armonizado sobre nueve tipos
penales y trece instrumentos procesales; “Convenio centroamericano de cooperación
reforzada en materia de lucha contra la criminalidad organizada” (pendiente de
firma); Tratado internacional relativo a la orden de detención y a los procedimientos
de entrega entre los estados miembros del Sistema de Integración Centroamericana
(pendiente de firma).

Como parte de esta línea de acción, se ha trabajado en la lucha contra el tráfico de


estupefacientes, elaborando Recomendaciones de Armonización de la legislación penal en
esta materia que fueron aprobadas por la Reunión Plenaria de Ministros en Ciudad de México
en octubre de 2010, así como las Recomendaciones sobre la materia aprobadas en el marco
del “Proyecto de Armonización de la Legislación Penal para combatir eficazmente el crimen
organizado en Centroamérica” (Proyecto de la Unión Europea Nº DCI-ALA/2013/335-568 ).

Página 2 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

Además, la COMJIB viene trabajando también en la línea de Reforma de los Sistemas


Penitenciarios, que ha sido definida de igual forma por los Ministros como una de las
prioridades de la Conferencia. En este marco se han desarrollado diversas acciones relativas a
promover mejoras en la gestión de los sistemas penitenciarios, a facilitar el tratamiento a los
privados de libertad de acuerdo a los estándares internacionales en materia de derechos
humanos, a integrar el enfoque de género en la gestión de penas y a promover penas
alternativas a la prisión.

Conscientes del contexto actual sobre los delitos relacionados con el tráfico de drogas, en la
Reunión de la Comisión Delegada de la COMJIB celebrada en Ciudad de Guatemala, en julio del
año 2014, se encomendó a la Secretaría General de la COMJIB el siguiente cometido:

“Punto 4. Respaldar la propuesta realizada por la Secretaría en la línea de trabajo de


prevención de la violencia y del delito, consistente en la elaboración de un Estudio para el
apoyo a la definición de políticas de drogas, en la que se sistematicen y analicen los
componentes que tienen y deben tener estas políticas, incluyendo los diversos enfoques de
las mismas y las posibles posiciones en torno a cada componente, lo que debe servir para
ofrecer insumos y elementos para la definición de políticas de drogas y para enriquecer el
actual debate a nivel internacional en esta materia. Para elaborar este estudio, se partirá
de una visión integral de esta política, incluyendo obviamente la parte normativa, y se
tomarán en cuenta los avances ya realizados por otros organismos y actores nacionales e
internacionales, de forma que no se dupliquen esfuerzos. Este estudio se elevará a su
consideración y eventual aprobación en la próxima Reunión Plenaria de la COMJIB de
2015 o en una Conferencia convocada a tal efecto. Para desarrollarlo, se organizará un
grupo de trabajo con los expertos delegados por los Ministerios de Justicia que será el
responsable de elaborar este estudio bajo una perspectiva de responsabilidad
compartida, sin contenidos ni esquemas preconcebidos que tome en cuenta la experiencia
acumulada y las bases científicas conocidas, trabajando a través de medios virtuales y de,
al menos, una reunión especial”.

El objeto, por tanto, del estudio consiste en revisar la normativa penal relacionada con las
drogas en los países iberoamericanos y presentar propuestas de armonización de la
legislación penal en relación a esta materia, así como recomendaciones de política criminal
referidas a este ámbito. Este trabajo pretender constituirse en un aporte técnico a disposición
de los Ministerios de Justicia en torno a un tema que está siendo objeto de revisión legislativa
en varios países y de debate político y mediático de primer orden. Con este trabajo se intenta
contribuir a que los Ministerios de Justicia de la región elaboren una posición clara y
contundente en torno a esta temática, ya que son estos Ministerios los especialmente
competentes en materia de revisión legislativa en torno a las drogas y son estos mismos
Ministerios, por tanto, los que estas especialmente autorizados para plantear posiciones y
soluciones a esta problemática.

La COMJIB presenta este Trabajo para su consideración y valoración en la Reunión del Grupo
de Trabajo de la COMJIB de Delincuencia Organizada Transnacional, con el fin de que el
Página 3 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

mismo, de ser validado, pueda ser respaldado y aprobado, como Documento de la COMJIB, por
los Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos en la próxima Reunión Plenaria a
celebrar el próximo mes de mayo en República Dominicana.

II. Exposición sintética de las características principales de la


legislación penal de los países de la COMJIB en materia de drogas

La regulación penal de las conductas relacionadas con el uso y tráfico de drogas


ilegales ha sido abordada de formas y en épocas muy diversas en los diferentes
ordenamientos de los países incluidos en el ámbito de la COMJIB, pudiendo identificarse en
esencia dos modelos reguladores distintos:
- Leyes integrales (modelo mayoritariamente seguido): la regulación de la materia
contempla aspectos tanto administrativos como penales o procesales (y también
administrativos), e incluye la tipificación de los delitos y las penas a imponer en
cada caso.
- Concentración en el Código Penal (modelo minoritario): el principal texto punitivo
incluye la práctica totalidad de los tipos penales relacionados con el tráfico de
drogas, quedando las leyes sectoriales para regular otros aspectos, como los
administrativos o los relativos a la política sanitaria.

Pero incluso en el caso de los ordenamientos que han optado por un mismo modelo, el
tratamiento legal otorgado a las conductas de tráfico de drogas resulta muy desigual, como ya
se demostraba en el Informe elaborado en 2013 por el consorcio FIIAPP-COMJIB para la
Unión Europea: Study on judicial cooperation, mutual legal assitance and extradition of drug
traffickers and other drug-related crime offenders, between the EU and its Member States and
Latin American and Caribbean (LAC) countries.
A continuación se ofrece una descripción sintética de las principales características de
las legislaciones que han sido objeto de análisis.

ARGENTINA
La regulación penal sobre tráfico de drogas se contiene fundamentalmente en la Ley
23737 de 21 de septiembre de 1989, que ha sido objeto de varias reformas y de algún
pronunciamiento de inconstitucionalidad por parte de la Corte Suprema de Justicia (Fallo
“Arriola”). Las líneas principales de dicha Ley en materia de drogas ilegales son las siguientes:
 Se castiga una numerosa gama de modalidades de conductas relacionadas con el
tráfico con penas de prisión de entre cuatro y quince años más multa. Entre los
comportamientos más severamente penados se incluye la siembra o cultivo de plantas
o semillas para producir estupefacientes; la producción, fabricación, extracción y
preparación de drogas; la comercialización o mercadeo de cualquier naturaleza, el
Página 4 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

almacenamiento y el transporte; la tenencia con fines de comercialización, y varias


modalidades de conductas relativas al suministro de drogas por dinero.
 Las penas previstas se agravan (aumento en un tercio del máximo a la mitad del
mínimo, sin que puedan exceder del máximo legal de la especie de pena de que se
trate) por la concurrencia de un catálogo de circunstancias relacionadas o bien con las
especiales características del receptor de las drogas (mujeres embarazadas, por
ejemplo), del lugar donde son distribuidas (establecimientos de enseñanza, por
ejemplo) o de otras circunstancias (uso de violencia, intimidación o engaño;
intervención de tres o más personas organizadas; sujeto activo funcionario público,
etc.).
 La entrega, suministro, aplicación o facilitación a otros de estupefacientes a título
gratuito se castiga con prisión de tres a doce años más multa, y si fuere ocasional y
para uso personal de quien lo recepta, con prisión de seis meses a tres años.
 La organización y financiación de estos delitos es sancionado con penas de entre ocho y
veinte años de prisión más multa.
 La simple tenencia de estupefacientes es penalizada con prisión de uno a seis años en
el primer párrafo del art. 14, si bien la Corte Suprema de Justicia de Argentina resolvió
el 25 de agosto de 2009 declarar la inconstitucionalidad del segundo párrafo de dicho
precepto, que reprimía la tenencia de estupefacientes para consumo personal con
prisión de un mes a dos años
 El art. 15 declara que la tenencia y consumo de hojas de coca en su estado natural,
destinado a la práctica del coqueo, masticación o uso como infusión, no será
considerados tenencia o consumo de estupefacientes.
 Todos los delitos previstos por esta Ley son competencia de la jurisdicción federal.

BOLIVIA
La regulación sobre tráfico de drogas se encuentra fundamentalmente en la Ley 1008
de 19 de julio de 1988, del régimen de la coca y sustancias controladas, la cual comienza
haciendo una distinción legal en el art. 3 entre la coca en estado natural (que no produce
efectos nocivos a la salud humana) y la coca “iter criminis” (que es la hoja en proceso de
transformación química que aísla el alcaloide cocaína y que produce efectos psicofisiológicos
y biológicos nocivos para la salud humana).
Con base a la anterior distinción, la Ley declara lícitos el consumo y uso de la hoja de coca
conforme a las prácticas sociales y culturales de la población boliviana bajo formas
tradicionales, así como otras formas de uso que no dañen la salud ni provoquen algún tipo de
farmacodependencia o toxicomanía. En cambio, se definen como ilícitos todos aquellos usos
destinados a la fabricación de base, sulfato y clorhidrato de cocaína y otros que extraiga el
alcaloide para la fabricación de algún tipo de sustancia controlada, así como las acciones de

Página 5 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

contrabando y tráfico ilícito de coca, contrarias a las disposiciones que establece esta Ley. Las
líneas principales en materia de drogas ilegales son las siguientes:
 Se entiende por “sustancias controladas” las sustancias peligrosas o sustancias
fiscalizadas, los fármacos o drogas naturales o sintéticas consignadas en las listas I, II,
III, IV y V del anexo de la Ley, y las que en el futuro figuren en las listas oficiales del
Ministerio de Salud Pública.
 Se considera “tráfico ilícito de sustancias controladas” todo acto dirigido o emergente
de las acciones de producir, fabricar, poseer dolosamente, tener en depósito o
almacenamiento, transportar, entregar, suministrar, comprar, vender, donar,
introducir al país, sacar del país y/o realizar transacciones a cualquier título; financiar
actividades contrarias a las disposiciones de esta Ley o de otras normas jurídicas. Estas
conductas se castigan con penas de presidio de diez a veinticinco años más multa.
 El amplio catálogo de delitos incluye entre otras conductas la siembra, plantación,
cosecha, cultivo y recolecta; la administración o suministro ilícitos a otros de
sustancias controladas; la inducción al uso indebido de tales sustancias; el traslado o
transporte ilícitos de sustancias controladas; la instigación o incitación a la comisión de
los delitos relativos al tráfico de drogas; la importación sin cumplir los requisitos
legales, y el encubrimiento de traficantes, poseedores y consumidores de sustancias
controladas.
 El consumo y posesión para el consumo no son sancionados con penas de prisión, pero
el dependiente y consumidor no habitual que fuere sorprendido en posesión de
sustancias controladas en cantidades mínimas será internado en un instituto de
farmacodependencia parra su tratamiento “hasta que se tenga la convicción de su
rehabilitación”. Si dicho consumidor fuera extranjero sin residencia permanente, se le
aplicará en su lugar la ley de residencia y se le impondrá una multa.
 La organización en grupo de dos o más personas para la comisión de los tipos penales
establecidos en la Ley se castiga con un tercio más de la pena principal.
 La cualidad de funcionario, empleado o autoridad agrava los delitos anteriores. La Ley
prevé además tipos específicos de cohecho relacionado con estas conductas.

BRASIL
La regulación sobre tráfico de drogas se encuentra actualmente en la Ley nº 11343 de
23 de agosto de 2006, la cual introdujo un cambio significativo en la legislación de drogas en
Brasil, al suprimir las penas de prisión en el caso de posesión para el consumo,
sustituyéndolas por medidas alternativas. Debe señalarse también que, en enero de 2015, la
Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil aprobó la reclasificación del
cannadibiol (CBD) como medicamento de uso controlado, de modo que ya no debe aparecer
en la lista de sustancias prohibidas. Las líneas principales de la Ley 11343 son las siguientes:

Página 6 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 La Ley no establece una clara distinción entre los comportamientos de consumo y


tráfico, introduciendo en su lugar dos clases de consecuencias jurídicas: las aplicables a
los consumidores –sujetos únicamente a las medidas alternativas: advertencia sobre
los efectos de las drogas, prestación de servicios a la comunidad y asistencia a
programa o curso educativo- y las aplicables a los traficantes o distribuidores –para los
que se prevén largas penas de prisión-, sin llegar a definir estas dos categorías de
sujetos.
 La compra, almacenamiento, tenencia en depósito, transporte y posesión para el
consumo personal están estrictamente sancionados, pero no constituyen delitos, de
modo que no llevan aparejada la imposición de una pena de prisión.
 El tráfico ilegal de drogas recibe un tratamiento mucho más severo, con la previsión de
una amplia gama de modalidades de conductas delictivas, como la exportación,
importación, elaboración, producción, fabricación, adquisición, venta, ofrecimiento,
posesión, almacenamiento, facilitación (aunque sea gratuitamente) etc., siempre que se
realicen sin autorización o infringiendo la ley o los reglamentos. Estos
comportamientos son castigados con penas de prisión que oscilan entre los 5 y 15 años
más multa. Las mismas modalidades delictivas se aplican a los precursores, las semillas
y las cosechas.
 Otros comportamientos delictivos también previstos son la financiación de cualquiera
de los delitos anteriores; la colaboración como informante con un grupo, organización
o asociación destinados a la comisión de dichos delitos; y la prescripción o
administración culposa de drogas.
 Se castiga asimismo, aunque con penas privativas de libertad menores, inducir, instigar
o auxiliar a alguien en el uso indebido de drogas; y ofrecer estas sustancias,
eventualmente y sin ánimo de lucro, a persona del entorno del autor, para consumir
juntos.
 La asociación criminal para la comisión de estos delitos se castiga con penas de prisión
que oscilan entre los 3 y los 10 años más multa.
 Se exime de pena al autor que, en razón de su dependencia, o bajo la influencia de
drogas proveniente de caso fortuito o fuerza mayor, era, en el momento de la acción u
omisión, cualquiera que haya sido la infracción penal cometida, completamente
incapaz de comprender el carácter ilícito del hecho o de determinarse conforme a ese
entendimiento.

CHILE
La regulación sobre tráfico de drogas se encuentra fundamentalmente en la Ley 20000,
de 6 de febrero de 2005, que contempla diversos aspectos técnicos de la investigación
(entregas controladas, agentes encubiertos, intervención de comunicaciones, informantes), la
protección de testigos, expertos y agentes, y también el marco de la cooperación

Página 7 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

internacional. Por lo que respecta a la tipificación de los delitos relativos al tráfico de drogas,
las líneas principales de la Ley son las siguientes:
 Se castiga como delito la elaboración, fabricación, transformación, preparación o
extracción de drogas estupefacientes o sicotrópicos productores de dependencia física
o síquica, capaces de provocar efectos tóxicos o daños considerables a la salud, sin la
debida autorización, con presidio mayor en sus grados mínimo a medio más multa. Si
se tratase de otras drogas o sustancias que no produzcan los efectos indicados, la pena
podrá rebajarse hasta en un grado. Igualmente se castiga la posesión de elementos,
instrumentos, materiales o equipos comúnmente destinados a la elaboración,
fabricación, preparación, transformación o extracción de las sustancias o drogas, así
como al quienes trafiquen (incluyendo la importación, exportación, transporte,
adquisición, transferencia, sustracción, posesión, suministro, guarda o porte), bajo
cualquier título, con tales sustancias o con las materias primas que sirvan para
obtenerlas, y a quienes por cualquier medio induzcan, promuevan o faciliten el uso o
consumo de las mismas.
 La producción, fabricación, elaboración, distribución, transporte, comercialización,
importación, exportación, posesión o tenencia de precursores o de sustancias químicas
esenciales, con el objetivo de destinarlos a la preparación de drogas estupefacientes o
sustancias sicotrópicas para perpetrar, dentro o fuera del país, alguno de los hechos
considerados como delitos en esta Ley, es castigado con presidio menor en su grado
máximo a presidio mayor en su grado mínimo y multa. La pena se atenúa si tales
comportamientos se realizaran sin conocer el destino de los precursores o de las
sustancias químicas por negligencia inexcusable.
 Las sanciones previstas varían en general en función de la cantidad de droga que es
objeto del comportamiento. Para cantidades mayores las penas oscilan entre los 5 años
y un día de prisión a un máximo de 15 años, más multa. Para cantidades más pequeñas
(microtráfico) las penas son menores: hasta un máximo de 5 años de prisión más
multa.
 Asimismo se castiga como delito, entre otros, los comportamientos sin autorización
consistentes en sembrar, plantar, cultivar o cosechar especies del género cannabis u
otras productoras de sustancias estupefacientes o sicotrópicas (“a menos que
justifique que están destinadas a su uso o consumo personal exclusivo y próximo en el
tiempo”, en cuyo caso se le aplicarán las sanciones de los artículos 50 y siguientes); la
facilitación a otro de bienes raíces o inmuebles a sabiendas de que serán destinados a
la comisión de los delitos de tráfico; la tolerancia respecto del tráfico o consumo de
drogas por parte de los responsables de determinados establecimientos (comercios,
cines, hoteles, etc.).
 La Ley castiga igualmente la asociación u organización para cometer estos delitos,
obliga a penalizarlos como consumados desde que haya principio de ejecución,
contempla un amplio catálogo de agravantes, aplica la reincidencia internacional, y
atenúa la pena correspondiente a arrepentidos que cooperen eficazmente.
Página 8 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

COLOMBIA
La regulación sobre tráfico de drogas se encuentra actualmente en el Código Penal (Ley
599 de 24 de julio de 2000), el cual regula los delitos contra la salud pública en el Capítulo II
del Título XIII, recientemente reformado por Ley 1453 de 2011. Concretamente, los delitos de
tráfico de drogas son objeto de tratamiento en los artículos 375 y siguientes, y las líneas
principales de la regulación son las siguientes:
 Se castiga la conservación, cultivo o financiación no autorizadas de plantas de
marihuana o cualquier otra planta de las que pueda producirse cocaína, morfina,
heroína o cualquier otra droga que produzca dependencia con penas de 6 a 12 años de
prisión más multa. Los mismos actos también son punibles cuando tienen por objeto
más de 1 kg de semillas de estas plantas.
 Igualmente, el tráfico, fabricación o porte de estupefacientes en diversas formas
también es punible, incluyéndose una mención expresa a conductas tales como la
introducción en el país, el tránsito, la exportación, llevar consigo, almacenamiento,
conservación, elaboración, venta, ofrecimiento, adquisición, financiación, o suministro
a cualquier título. Las penas previstas para estas conductas oscilan entre 8 y 20 años
de prisión más multa, dependiendo de la cantidad implicada en cada por cada delito
(por ejemplo, en el caso de la cocaína, si la cantidad no excede de 100 g. la conducta se
castiga con una pena de prisión de entre 4 y 6 años; por encima de esa cantidad y hasta
2 kg., la pena es de entre 6 y 8 años).
 El destino ilícito de muebles o inmuebles para la elaboración, almacenamiento,
transporte, venta o uso de estas sustancias también es delito, con penas de hasta doce
años de prisión más multa.
 El “estímulo al uso ilícito” de cualquier forma, o la propagación de dicho uso ilícito, son
conductas castigadas con penas de hasta ocho años de prisión más multa.
 El tráfico de precursores se castiga de modo específico con una pena de prisión de 6 a
10 años más multa.
 El porte, en lugares públicos y sin justificación, de sustancias que sirvan para colocar
en estado de indefensión a las personas, como la escopolamina, es castigado con una
pena de prisión de 1 a 2 años, salvo que la conducta constituya otro delito sancionado
con pena mayor.
 Se prevén agravaciones por la concurrencia de circunstancias relacionadas con
menores, institutos educativos o públicos, profesores o profesionales de la educación;
en los supuestos en que el autor hubiere ingresado al territorio nacional con artificios
o engaños o sin autorización legal; y en los casos que la cantidad incautada sea de
notoria importancia (por ejemplo, superior a 1.000 kg. si se trata de marihuana;
superior a 5 kg. si es cocaína).

Página 9 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 También se castiga con prisión de hasta diez años y multa al dueño, poseedor, tenedor
o arrendatario de predios donde existan o se construyan pistas de aterrizaje no
autorizadas, o aterricen o emprendan vuelo aeronaves sin autorización ni causa
justificada.
Por su parte, el Capítulo Primero del Título XII del Código Penal regula, en el artículo
340, el concierto para delinquir, castigando tal conducta con penas de prisión de seis a doce
años más multa en el caso de que el concierto sea, entre otros supuestos, para cometer delitos
de narcotráfico. La pena privativa de libertad se aumentará en la mitad para quienes
organicen, fomenten, promuevan, dirijan, encabecen, constituyan o financien el concierto o la
asociación para delinquir.

COSTA RICA
La regulación sobre tráfico de drogas se encuentra fundamentalmente en la Ley 7786
de 30 de abril de 1998, que ha sido objeto de varias modificaciones. Al respecto, debe hacerse
expresa referencia a la Ley 8204, de 26 de diciembre de 2001, de reforma integral de la Ley
sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado y actividades
conexas. Las líneas principales de la regulación penal son las siguientes:
 Se castiga con prisión de ocho a quince años a quien, sin autorización legal, distribuya,
comercie, suministre, fabrique, elabore, refine, transforme, extraiga, prepare, cultive,
produzca, transporte, almacene o venda drogas, sustancias o productos referidos en la
Ley, o cultive las plantas de las que se obtienen tales sustancias o productos.
 La misma pena se prevé para quien, sin la debida autorización, posea esas drogas,
sustancias o productos para cualquiera de los fines expresados, y para quien posea o
comercie semillas con capacidad germinadora u otros productos naturales para
producir las referidas drogas.
 De forma paralela y con las mismas penas se castiga la producción, fabricación,
preparación, transporte, almacenamiento, importación y exportación de precursores u
otros productos químicos incluidos en esta regulación, además de máquinas y
accesorios, para utilizarlos en la comisión de alguno de los delitos tipificados en esta
Ley. En este supuesto la pena será de ocho a veinte años de prisión cuando el delito se
cometa mediante la constitución o el empleo de una organización delictiva.
 Con penas de prisión de hasta ocho años se castiga a quien construya o facilite el uso
de pistas de aterrizaje o sitios de atraque, para que sean utilizados en el transporte de
dinero o bienes provenientes del narcotráfico, así como a quien , por cualquier medio,
intimide o disuada a otra persona para evitar la denuncia, el testimonio, la
investigación, la promoción y el ejercicio de la acción penal o el juzgamiento de las
actividades delictivas descritas en esta Ley. Idéntica pena merece el desvío de
productos químicos o precursores, máquinas o accesorios hacia fines o destinos
diferentes de los autorizados dentro de Costa Rica y fuera de ella.

Página 10 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 También se recogen varios delitos relacionados con el abuso de funciones públicas


para facilitar las conductas anteriores.
 Otros comportamientos constitutivos de delitos son, por ejemplo, la expendición o
suministro de sustancias controladas sin receta médica o excediendo las cantidades en
ella señaladas; la tolerancia por parte de responsables o empleados de
establecimientos abiertos al público del consumo de drogas; el uso de permisos y
licencias obtenidas ilegítimamente para importar cantidades mayores de precursores
que las autorizadas; y la posesión no autorizada de precursores.
 Se contempla un amplio catálogo de agravantes, en razón de las especiales cualidades
de la persona a la que se suministra la droga (embarazadas, por ejemplo) o que es
utilizada para la comisión del delito (menores, por ejemplo); el lugar donde éste se
realiza (centros docentes, por ejemplo); las características de los autores o partícipes
(prevalimiento respecto de la víctima o de cargo público); la existencia de una
organización para cometer el delito, o el carácter internacional de la infracción penal.
 En el caso de que sea mujer la autora o participe en la introducción de drogas en un
establecimiento penitenciario, la pena aplicable será prisión de tres a ocho años
siempre que esté en alguna de las siguientes circunstancias: se encuentre en la
pobreza; sea jefa de hogar en condición de vulnerabilidad; tenga bajo su cargo a
personas dependientes; o sea una adulta mayor en condiciones de vulnerabilidad.

CUBA
La regulación penal en materia de tráfico de drogas de que se tiene noticia está
constituida por los artículos 190 a 193 del Código Penal, aprobado por Ley 62 de 29 de
diciembre de 1987. Al respecto, debe tenerse presente que las dificultades existentes a la hora
de encontrar fuentes jurídicas fiables online son especialmente importantes en el caso de
Cuba. Las líneas principales de esta regulación son las siguientes:
 Se castiga con privación de libertad de tres a ocho años al que, sin estar autorizado,
produzca, transporte, trafique, tenga en su poder con el propósito de traficar, o procure
a otro, drogas tóxicas o sustancias alucinógenas, hipnóticas, estupefacientes u otras de
efectos similares.
 El cultivo de la planta cannabis indica es castigado con la misma pena, a la que se añade
la de confiscación de la tierra o derecho en el caso de que el cultivador sea propietario,
usufructuario u ocupante por cualquier concepto legal de la tierra de cultivo.
 Las penas pueden llegar a los quince años de privación de libertad si los hechos se
realizan con “volúmenes relativamente grandes” de las sustancias referidas.
 En las mismas penas incurre en los respectivos casos quien ayuda o auxilia en
cualquier forma al que realiza los hechos.
 La utilización de menores de edad para la comisión de los delitos referidos puede
castigarse, según los casos, con penas de hasta diez o veinte años.
Página 11 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 La simple tenencia de drogas se sanciona con privación de libertad de seis meses a dos
años.
 El profesional que, autorizado para recetar o administrar drogas tóxicas o sustancias
alucinógenas, hipnóticas, estupefacientes u otras de efectos similares, lo haga con fines
distintos a los estrictamente terapéuticos, es castigado con privación de libertad de
tres a ocho años. Idéntica pena se prevé para el funcionario o empleado de aduana que
permita la importación o tránsito en el país de dichos productos, con violación de las
disposiciones legales o reglamentarias.
 La infracción de las medidas de control legalmente establecidas para la fabricación,
producción, distribución, venta, expedición de recetas, transporte, almacenaje o
cualquier otra forma de manipulación de drogas tóxicas o de sustancias alucinógenas,
hipnóticas, estupefacientes u otras de efectos similares, es castigada con privación de
libertad de seis meses a dos años o multa.

ECUADOR
La regulación penal en materia de drogas en Ecuador ha sido extraordinariamente
severa hasta hace muy poco tiempo. En julio de 2008, la Asamblea Constituyente aprobó una
resolución para el indulto de las “mulas del narcotráfico” o personas que transportan
pequeñas cantidades de sustancias psicotrópicas y estupefacientes, que fue otorgado a 2,221
condenados por haber transportado hasta 2 kilos de drogas. La nueva Constitución de
Ecuador, aprobada por referendo en septiembre de 2008, establece en relación a los
dependientes de las drogas que “en ningún caso se permitirá su criminalización ni se
vulnerarán sus derechos constitucionales”. Fruto de lo anterior es la nueva regulación de la
materia contenida en la Sección Segunda del Capítulo Tercero del Título IV del Código
Orgánico Integral Penal, de 3 de febrero de 2014, cuyas líneas principales son las siguientes:
 La producción, fabricación, extracción o preparación ilícitas de sustancias
estupefacientes, psicotrópicas o preparados que la contengan, es castigada con pena
privativa de libertad de siete a diez años.
 La realización de las mismas conductas con precursores o químicos específicos
destinados a la elaboración ilícita de drogas se castiga con pena privativa de libertad de
tres a cinco años.
 El tráfico ilícito de tales sustancias (en el que se incluye la oferta, almacenaje,
intermediación, distribución, compra, venta, transporte, comercialización, importación,
exportación, tenencia o posesión) se castiga, según sea la cantidad objeto del delito
señalada en la respectiva escala prevista en la normativa correspondiente, con penas
privativas de libertad que oscilan entre los dos meses y los treces años.
 Cuando se trata de tráfico ilícito de precursores (en el que se incluyen las mismas
conductas anteriores), la pena será de cinco a siete años, sin que en este caso se haga
distinciones en función de la cantidad.

Página 12 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 Si las conductas relacionadas con el tráfico ilícito de drogas tuvieren como


destinatarios a niños o adolescentes, la pena a imponer será la máxima aumentada en
un tercio.
 Se despenaliza expresamente la tenencia o posesión de drogas para uso o consumo
personal en las cantidades establecidas en la normativa correspondiente.
 La organización o financiamiento para la producción o tráfico ilícitos
de “sustancias catalogadas sujetas a fiscalización” (lo que incluye tanto las drogas como
los precursores) es sancionada con pena privativa de libertad de 16 a 19 años.
 La siembra, cultivo o cosecha de plantas para extraer “sustancias que por sí mismas o
por cuyos principios activos van a ser utilizadas en la producción de sustancias
estupefacientes y psicotrópicas, con fines de comercialización”, es castigada con pena
privativa de libertad de uno a tres años.
 El suministro mediante engaño, violencia o sin el consentimiento de tales sustancias se
castiga con la misma pena, al igual que la prescripción injustificada por parte de
profesionales de la salud.
 Otros comportamientos penalizados son los relativos a la simulación de delitos de
tráfico de drogas, conductas que se castigan con penas privativas de libertad de cinco a
siete años.

EL SALVADOR
La regulación penal sobre tráfico de drogas se encuentra en la Ley reguladora de
actividades relativas a las drogas, emitida mediante Decreto Legislativo 153 de 2 de octubre
de 2003, modificada por Decreto 215 de 4 de diciembre del mismo año. Las líneas principales
de dicha Ley son las siguientes:
 Se consideran drogas las sustancias especificadas como tales en los Convenios
Internacionales ratificados por el Salvador, las que se mencionan en el Código de Salud
y demás leyes del país; “y en general, las que indistintamente de su grado de pureza,
actúan sobre el sistema nervioso central y tienen la capacidad de producir
transformaciones, bien sea aumentando o disminuyendo su funcionamiento o
modificando los estados de conciencia y que su uso indebido puede causar
dependencia o sujeción física y psicológica”. Asimismo se consideran drogas las
semillas, florescencias, plantas o parte de ellas y cualquier otra sustancia que se utilice
como materia prima para la purificación, modificación o fabricación de drogas.
 Se considera tráfico ilícito de drogas toda actividad no autorizada por autoridad
competente relacionada con el cultivo, adquisición, enajenación a cualquier título,
importación, exportación, depósito, almacenamiento, transporte, distribución,
suministro y tránsito. Tales conductas se castigan con prisión de diez a quince años
más multa. La pena se aumenta en una tercera parte del máximo señalado si el delito es
cometido realizando actos de tráfico internacional.
Página 13 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 La siembra, cultivo o cosecha no autorizadas son castigadas con prisión de cinco a


quince años más multa.
 La elaboración, fabricación, transformación, extracción u obtención de drogas se
castiga con prisión de diez a quince años más multa.
 La posesión y propiedad de las drogas se castiga en función de si la cantidad supera o
no los 2 gr., con penas que oscilan entre 1 a 3 años de prisión más una multa en el
primer caso, y penas de prisión de 3 a 6 años más una multa en otros casos. Si el
propósito de la posesión es el tráfico, las penas se aumentan hasta prisión de 6 a 10
años más multa.
 Hay otros hechos punibles como la promoción, el fomento y la facilitación, mediante la
prestación de medios, instalaciones, locales y establecimientos, con penas de prisión de
5 años a 15 años, además de la correspondiente multa.
 Se incluye asimismo un amplio catálogo de circunstancias agravantes relativas a
aspectos objetivos y subjetivos con los que los comportamientos básicos tienen lugar.
 La Ley también incluye otras normas de procedimiento para la lucha contra el tráfico
de drogas. Esta ley especial prevalece sobre cualquier otra norma que la contradiga.

ESPAÑA
La regulación penal del tráfico de drogas se encuentra en el Capítulo III del Título XVII
del Código Penal (Ley Orgánica 10/1995 de 23 de noviembre). Dicha regulación fue
modificada por Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio, y sus líneas fundamentales son las
siguientes:
 El consumo y la posesión para el consumo personal no son conductas delictivas. La
jurisprudencia considera posesión para el consumo personal la tenencia de una
cantidad de sustancia equivalente a la necesaria para el consumo individual entre tres
y diez días de acopio.
 Se castiga a los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo
promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas. Las penas
oscilan entre prisión de tres a seis años (para el caso de sustancias o productos que
causen grave daño a la salud) y prisión de uno a tres años (en el resto de los casos),
más multa proporcional en todos los supuestos.
 Se prevé un tipo atenuado (pena inferior en grado) en atención a la escasa entidad del
hecho y las circunstancias personales del culpable, que no resulta aplicable cuando se
den determinadas agravantes.
 Se contempla un amplio catálogo de circunstancias que agravan la responsabilidad
penal (penas superiores en grado) por el empleo de violencia o intimidación, o en
función de determinados aspectos objetivos (si los hechos fueren cometidos en
establecimientos abiertos al público, centros docentes, penitenciarios o de

Página 14 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

deshabituación; si la cantidad fuera de notoria importancia, o estuviera adulterada) o


subjetivos (si el culpable fuere autoridad, funcionario público, facultativo, docente, etc.,
o participare en otras actividades organizadas; si las sustancias se facilitan a menores
de edad, disminuidos psíquicos o dependientes).
 Junto a las anteriores, se prevén otras agravantes cuya aplicación conjunta puede dar
lugar a penas de prisión superiores a 30 años: pertenencia o dirección de organización
delictiva; utilización de menores o incapaces para la comisión de estos delitos;
conductas de extrema gravedad (cantidades desproporcionadas de droga, utilización
de embarcaciones o aeronaves, redes internacionales dedicadas a este tipo de
actividades, concurrencia múltiple de las agravantes anteriores).
 La fabricación, transporte, distribución, comercio o tenencia de equipos, materiales o
sustancias enumeradas en los cuadros I y II de la Convención de Naciones Unidas de
1988 (precursores), a sabiendas de que van a utilizarse en el cultivo, producción o
fabricación ilícitos de drogas, se castiga con prisión de tres a seis años más multa
proporcional, penas que se agravarán en caso de existencia de una organización
dedicada a estos fines (mitad superior para los partícipes; pena superior en grado para
los jefes), añadiéndose la de inhabilitación especial para profesión o industria por
tiempo de tres a seis años.
 Se contempla una pena de inhabilitación especial para el ejercicio de cargo, profesión,
oficio, industria o comercio de tres a diez años para determinados sujetos activos
(empresario, intermediario en el sector financiero, facultativo funcionario público,
etc.). Si el culpable fuera autoridad o agente de la misma, la inhabilitación será absoluta
por tiempo de diez a veinte años.
 La provocación, conspiración o proposición para cometer los delitos anteriores se
castiga con la pena inferior en uno o dos grados.

GUATEMALA
La Ley contra la Narcoactividad de 24 de septiembre de 1992, modificada parcialmente
en 1999 y 2003, aunque sin introducir cambios esenciales en las conductas delictivas y las
sanciones previstas, es también norma integral en la materia. Las líneas fundamentales de tal
regulación son las siguientes:
 Se penaliza el tráfico ilegal de una manera muy extensa (producción, fabricación,
extracción, preparación, oferta, distribución, depósito, almacenamiento, transporte,
venta, suministro, tránsito, posesión, compra, o la tenencia de cualquier droga o
sustancia psicotrópica sin autorización legal). También se castiga lo que se conoce
como el tránsito internacional, la siembra y cultivo y la transformación. Las penas de
prisión en tales casos pueden llegar a los veinte años.
 La posesión para consumo propio se castiga con prisión de cuatro meses a dos años
más multa. Se entiende que es para su propio consumo, cuando la droga incautada no

Página 15 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

exceda de la cantidad razonable para el consumo inmediato, siempre que de las demás
circunstancias del hecho, surja la convicción de que la droga es para uso personal.
 La promoción o fomento de las conductas delictivas anteriores se sanciona con prisión
de seis a diez años más multa. También puede llegar hasta los diez años de prisión las
penas impuestas por facilitar, poseer, transportar o distribuir los medios necesarios
para realizar las conductas anteriores.
 Otros comportamientos penalizados son la alteración de recetas médicas, el expendio
ilícito; el suministro sin receta; la procuración de impunidad o evasión; la promoción o
estímulo a la drogadicción, y el encubrimiento (real o personal).
 La pertenencia a asociación delictiva para la realización de los delitos de tráfico de
drogas se castiga con pena de prisión de seis a diez años más multa, y la promoción,
dirección, financiación o cualquier otra forma de colaboración necesaria en la
asociación con penas de diez a veinte años, sin perjuicio de las correspondientes a los
demás delitos cometidos.

HONDURAS
La regulación en la materia se contiene en la Ley de 23 de noviembre de 1989,
promulgada por Decreto 136/89. Esta ley especial se denomina “Ley de uso indebido y tráfico
ilícito de drogas y sustancias psicotrópicas” y ha sido modificada por el decreto 86/93. El
objetivo de esta ley es controlar, prevenir, combatir y sancionar la producción, el tráfico,
tenencia y consumo ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas. Sus líneas
fundamentales son las siguientes:
 Se sanciona el cultivo y la producción, el tráfico y transporte así como el consumo
ilícito y la posesión de drogas. El artículo 7 prohíbe la producción, siembra o cultivo y
recolección de plantas o semillas que contengan principios que puedan considerarse
estupefacientes o sustancias controladas. Este artículo da algunos ejemplos como la
amapola o el peyote, conocido este último por sus efectos alucinógenos. La diferencia
en las penas es en general bastante alta: hasta un máximo de 20 años de reclusión más
multa, para el delito de tráfico de drogas.
 En el caso de posesión para el consumo, si se trata de la primera incautación se
someterá al aprehendido a internamiento en un centro de rehabilitación hasta un
máximo de 30 días con la correspondiente multa; si se trata de una segunda
incautación, el internamiento podrá llegar a 90 días más multa; y si se produjese una
tercera vez se pasaría al internamiento hasta su resocialización. En el caso de que se
tratase de una persona dependiente, aun tratándose de la primera vez, se dará orden
de ingreso en un centro de rehabilitación. Se contempla además la expulsión del país
de ciudadanos extranjeros cuando se hallen en posesión de drogas aún en el caso de
que la cantidad que posean sea para consumo propio.
 Las conductas relacionadas con precursores se castigan con penas de prisión que
oscilan entre los tres y seis años, más multa.
Página 16 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 La existencia de una organización delictiva conlleva una agravación de la pena en un


tercio en todos los casos.

MÉXICO
La legislación en materia de drogas en México se halla dispersa en diferentes
instrumentos normativos. Al respecto hay que tener en cuenta la Ley General de Salud de
1984, junto con diversas disposiciones del Código Penal Federal, tras la reforma de 1994. Por
otra parte, la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada de 1996 aumentó
exponencialmente las penas por los delitos cometidos por grupos delictivos organizados.
Además, el 21 de agosto de 2009 fueron objeto de reforma por decreto la Ley General de
Salud, el Código Penal Federal y el Código de Procedimiento Penal Federal. Este decreto es
conocido popularmente como la “Ley de Narcomenudeo), ya que su principal objetivo es
luchar contra el tráfico de drogas de menor importancia. El decreto también establece los
montos máximos permitidos para el consumo personal de diversas drogas. Las líneas
fundamentales de este conjunto de normas son las siguientes:
 El Código Penal Federal regula este tipo de conductas entre los delitos contra la salud,
haciendo referencia a los comportamientos incluidos en la Ley General de Salud. Las
penas privativas de libertad oscilan entre los 10 y los 25 años, además de la
correspondiente multa.
 Los comportamientos penalizados abarcan la producción, el transporte, el suministro y
el tráfico, así como el tráfico en tránsito dentro del país.
 En tablas adicionales se establecen las sanciones específicas en función de la cantidad
de droga incautada, siempre y cuando la persona en cuestión no pertenezca a un grupo
criminal.
 El cultivo de estupefacientes también se castiga con penas de 1 a 6 años de prisión más
una multa.
 El consumo no es delictivo, pero sí la posesión con fines de consumo. No obstante, si no
se excede los montos máximos que se establecen en las tablas y la posesión no se
produce en los lugares expresamente señalados en la Ley General de Salud (escuelas,
prisiones, etc.), la posesión no llevará aparejada pena privativa de libertad.
 El desvío ilegal de precursores químicos se castiga con penas de cinco a quince años de
prisión más multa.

NICARAGUA
La regulación en materia de drogas se encuentra fundamentalmente en la Ley 285 de 6
de abril de 1999, que reforma y adiciona a la Ley 177 Ley de Estupefacientes, Psicotrópicos y
otras Sustancias Controladas; Lavado de Dinero y Activos Provenientes de Actividades Ilícitas.
Las líneas principales de la Ley son las siguientes:

Página 17 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 Se contempla como delitos el tráfico interno de estupefacientes, sicotrópicos y


sustancias controladas, así como de las semillas o plantas de las cuales se extraen o
elaboran dichas sustancias; la adquisición ilegal para su distribución; venta permuta,
expendio o cualquier otra forma de comercialización. Estos comportamientos son
castigados con penas de presidio de cinco a veinte años más multa.
 El tráfico internacional de tales sustancias es castigado de forma separada, con
presidio de veinte a treinta años más multa.
 La industrialización no autorizada de estupefacientes, sicotrópicos y otras sustancias
controladas (extracción, elaboración, fabricación o transformación) es castigada con
presidio de veinte a veinticinco años más multa.
 El transporte ilegal de dichas sustancias dentro del territorio nacional o en tránsito
internacional se sanciona con presidio de diez a quince años más multa.
 La siembra, cultivo o cosecha de plantas o semillas se castiga con presidio de cinco a
quince años más multa.
 La fabricación, transporte, almacenaje o tenencia de precursores se castiga con prisión
de cinco a diez años más multa.
 La promoción o estímulo para el consumo o expendición de tales sustancias, así como
la inducción al consumo, se castiga con prisión de cinco a diez años más multa.
 Se contempla como formas específicas de complicidad la facilitación de propiedades de
cualquier tipo para almacenar, elaborar, fabricar, cultivar o transformar
estupefacientes, sicotrópicos o sustancias controladas, así como la facilitación de
medios para su transporte. Estas conductas se castigan con penas de presidio de ocho a
trece años.
 Se considera encubrimiento la facilitación de propiedades de cualquier clase para que
en ellas se consuma drogas, hecho que se castiga con prisión de uno a tres años, sin
perjuicio de las que correspondan por otros delitos concurrentes.

PANAMÁ
La regulación penal en materia de tráfico de drogas, si bien se contiene
fundamentalmente en el Código Penal, procede en esencia de la Ley de 30 de diciembre de
1986. Ambos instrumentos legales han sido objeto de diversas reformas (entre ellas, las de
1994, 2007, 2012 y 2013). Las líneas principales de dicha regulación son las siguientes:
 La conspiración para cometer delito relacionado con drogas se castiga con pena de
ocho a doce años de prisión.
 La introducción de droga al territorio nacional, aunque sea en tránsito, o sacarla en
tráfico o tránsito internacional, con destino a otro país, se castiga con prisión de diez a
quince años. Si la introducción es para la venta o distribución local, la sanción se
aumenta de una tercera parte a la mitad.
Página 18 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 La introducción de droga para consumo personal se castiga con penas de prisión que
oscilan entre 2 y 4 años de prisión o multa.
 Las conductas básicas de tráfico de drogas, que abarcan ampliamente todos los
comportamientos posibles, se castigan con penas de prisión que oscilan entre los 10 y
15 años.
 Las conductas relacionadas con precursores son castigadas con penas de prisión de
diez a quince años.
 De forma independiente se castiga a quien con fines ilícitos la compra, venta,
adquisición, permuta, almacenaje o traspase de droga, a cualquier título (prisión de
diez a quince años, sanción que se duplicará en caso de utilización de menores, empleo
de violencia o intimidación, prevalimiento, etc.).
 El destino de un bien a la elaboración, almacenamiento, transformación, distribución,
venta, uso o transporte de droga se sanciona con prisión de ocho a doce años, o de diez
a quince años cuando se trate del dueño o administrador de local comercial.
 La compra o posesión ilícitas para consumo personal en escasa entidad se castiga con
multa, arrestos de fin de semana o trabajo comunitario. Si el consumidor es
dependiente, se le impondrá una medida de seguridad.
 La posesión ilícita para otros fines distintos del consumo se castiga con prisión de ocho
a doce años.
 Las penas a imponer a los jefes, dirigentes y organizadores de bandas criminales
nacionales o internacionales pueden llegar a los 25 años de prisión.
 De forma paralela, y tras la reforma de 31 de diciembre de 2013, se castiga como
delincuencia organizada la pertenencia a un grupo delictivo que tenga como propósito
la comisión, entre otros, de delitos relacionados con drogas o precursores con prisión
de quince a treinta años, estableciendo varias circunstancias agravantes que permiten
incrementar hasta la mitad dicha pena.

PARAGUAY
La regulación en materia de tráfico de drogas se incluye fundamentalmente en la Ley
1340/88, que modifica y actualiza la Ley 357/72, que reprime el tráfico ilícito de
estupefacientes y drogas peligrosas y otros delitos afines. Esta Ley considera sustancias
estupefacientes y drogas peligrosas a las incluidas en la lista anexa a la Convención Única
sobre Estupefacientes y al Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas. Las líneas principales de
la ley son las siguientes:
 Se castiga la posesión no autorizada de drogas con cinco a quince años de
penitenciaría, comiso y cuádruplo de su valor. Si bien se ordena la internación de
farmacodependientes, la medida curativa se impondrá además de la pena que
corresponda, computándose en ésta el tiempo de la recuperación.

Página 19 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 La posesión para consumo de una dosis diaria (que no podrá sobrepasar los 10 gr. de
marihuana o 1 gr. de cocaína, heroína y otros opiáceos) estará exento de pena, pero si
la cantidad fuera mayor será castigado con penitenciaría de dos a cuatro años.
 La siembra, cultivo, cosecha y recolecta de plantas que sirvan para la fabricación de
drogas, así como proporcionar dinero, inmueble, semillas o cualquier otro elemento
para ello, se castiga con penitenciaría de diez a veinte años.
 EI propietario, arrendatario, poseedor, encargado o quien por cualquier título ejerciere
la tenencia de un inmueble que a sabiendas ceda el uso del mismo para el depósito,
guarda o permanencia ocasional de estupefacientes o drogas peligrosas a que se refiere
esta Ley, así como de sustancias utilizables en su elaboración, transformación o
industrialización será castigado con penitenciaría de diez a veinte años. La misma pena
se aplicará a quien facilite cualquier medio de transporte utilizado para el tráfico
prohibido por esta Ley.
 Toda persona que hubiere instigado o persuadido a otra, o que con engaño, amenaza o
violencia lograre la producción o el tráfico ilícitos de las sustancias referidas, será
castigada con penitenciaría de diez a veinte años. La pena será aumentada, de una
tercera parte a la mitad cuando la víctima muere menor, pariente del culpado dentro
del segundo grado, cónyuge del mismo o estuviere en relación de obediencia o de
dependencia.
 EI que de cualquier forma preconizare o difundiere el uso de sustancias a que se refiere
esta Ley, será castigado con penitenciaria de tres a seis años.
 Se contemplan diversas modalidades delictivas aplicables a funcionarios públicos, que
son sancionadas con penas de prisión.
 La participación en asociaciones u organizaciones constituidas con el objeto de
cometer cualquiera de los delitos anteriores se castiga de forma autónoma con
penitenciaría de cinco a quince años. Si el sujeto fuere jefe o promotor, se le impondrá
el doble de pena.
 El arrepentimiento activo permite atenuar la pena correspondiente.
 El comercio, intervención o beneficio económico del producto de la comercialización
ilícita de sustancias es castigado con penitenciaría de cinco a quince años.

PERÚ
La regulación en materia de tráfico de drogas se contiene en la Sección II del Capítulo
III del Título XII del Código Penal de 1991, y ha sido objeto de diversas reformas. Las líneas
principales de tal regulación son las siguientes:
 Se castiga la promoción, favorecimiento o facilitación del consumo ilegal de drogas
mediante actos de fabricación o tráfico con pena privativa de libertad no menor de
ocho ni mayor de quince años más multa e inhabilitación. Con las mismas penas se

Página 20 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

sanciona la promoción, favorecimiento, financiación, facilitación o ejecución de actos


de siembra o cultivo de plantas de amapola o adormidera de la especie papaver
somníferum o marihuana de la especie cannabis sativa.
 La posesión para el tráfico se sanciona con prisión de entre seis y doce años más multa.
 Proveer, producir, acopiar o comercializar materias primas o insumos para ser
destinados a la elaboración ilegal de drogas en cualquiera de sus etapas, así como
promover, facilitar o financiar dichos actos, se castiga con prisión de cinco a diez años
más multa. Con las mismas penas se sanciona la comercialización o transferencia de
semillas de las especies de adormidera o marihuana ya señaladas.
 Se prevé atenuaciones para supuestos en los que la cantidad de plantas no exceda de
cien, o el número de semillas no exceda del necesario para sembrar dicha cantidad.
 Obligar a otro mediante violencia o intimidación a sembrar, cultivar o procesar
ilícitamente plantas de coca, adormidera o marihuana se castiga con penas privativas
de libertad de entre 25 y 35 años.
 Formar parte de una conspiración de dos o más personas para promover, favorecer o
facilitar el tráfico se sanciona con prisión de cinco a diez años más multa.
 Importar, exportar, fabricar, producir, preparar, elaborar, transformar, almacenar,
poseer, transportar, adquirir, vender o de cualquier otro modo transferir precursores
se castiga con pena privativa de libertad de entre cinco y diez años más multa.
 Se contempla un amplio catálogo de agravantes en función de las circunstancias
objetivas y subjetivas del hecho (abuso de ejercicio de funciones públicas,
establecimientos de enseñanza, facultativos, venta a menores de edad, etc.). Dicho
catálogo prevé además agravaciones por la existencia de una organización criminal o la
cantidad de droga objeto del delito (más de 20 kg. de pasta básica de cocaína y 100 kg.
de marihuana, por ejemplo). En todos estos supuestos la pena a imponer será privativa
de libertad no menor de quince ni mayor de veinticinco años.
 Se establece una agravación adicional para los jefes, dirigentes o cabecillas de la
organización, así como para el agente que se vale del tráfico de drogas para financiar
actividades terroristas (la pena en estos supuestos será de veinticinco a treinta y cinco
años).
 La microcomercialización o microproducción se castiga con prisión de tres a siete años.
Se entiende por tal la que tenga por objeto cantidades que no superen los 50 gr. de
pasta básica de cocaína, 25 gr. de clorhidrato de cocaína, cinco gramos de látex de opio
o un gramo de sus derivados, cien gramos de marihuana o diez gramos de sus
derivados, o dos gramos de éxtasis o sustancias análogas; se le da el mismo
tratamiento punitivo a la comercialización de precursores que no excedan de lo
requerido para la elaboración de las cantidades anteriores, y a la comercialización y
distribución de pegamentos sintéticos con propiedades psicoactivas acondicionados al
consumo humano por inhalación. No obstante, en todos estos supuestos la pena será

Página 21 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

de entre seis y diez años cuando el hecho se ejecute concurriendo las circunstancias
agravantes anteriores.
 La posesión de droga para el propio e inmediato consumo no es punible, siempre que
lo sea en cantidad que no exceda de cinco gramos de pasta básica, dos gramos de
clorhidrato de cocaína, ocho gramos de marihuana o dos gramos de sus derivados, un
gramo de látex de opio o 200 mg. de sus derivados, o 250 gr. de éxtasis o sustancias
análogas. Sí es punible en cambio la posesión de dos o más tipos de drogas.
 Otros comportamientos delictivos son el suministro indebido de droga, y la coacción,
inducción o instigación al consumo.

PORTUGAL
La regulación en materia de drogas en Portugal contempla en la Ley 30/2000 la
despenalización de la posesión de una cantidad de cualquier droga ilegal destinada para el
consumo personal, al mismo tiempo que se mantienen penas severas para vendedores y
traficantes.
 De acuerdo con la Ley 30/2000, las personas a las que se encuentre en posesión de una
cantidad de droga ilegal para el consumo personal, no son arrestadas ni encarceladas,
ni se les impone ninguna sanción económica, pero se les puede obligar a asistir a
cursos de rehabilitación. Si se detecta a algún individuo que lleva droga encima o que la
está consumiendo, puede recibir una citación de la policía y ser remitido a un grupo de
profesionales que van a determinar la mejor forma de tratamiento.
 Las cantidades definidas como “personales” varían según la droga y, en general, se
destinan a cubrir el consumo de diez días. Un individuo puede llevar consigo hasta
veinticinco gramos de marihuana o cinco gramos de hachís. Además de los productos
elaborados a base de cannabis, también se permite la tenencia de hasta dos gramos de
cocaína o un gramo de heroína, de MDMA, anfetamina o metanfetamina.
 Las leyes que regulan la venta y el tráfico de drogas ilegales son mucho más duras. En
el Decreto Ley 15/93 de enero de 1993, se imponen penas de hasta doce años de
prisión para la venta o el tráfico de drogas ilegales. No obstante, si la venta o el tráfico
se llevan a cabo para financiar una adicción, la pena máxima que se puede imponer es
de tres años de prisión.
 En 2003, se realizó una enmienda a la Ley de drogas para tipificar la posesión o venta
de cualquier tipo de semillas de cannabis que no hubieran sido certificadas como
semillas de cáñamo industrial. También está prohibida la venta de herramientas y
equipos a efectos del cultivo de cannabis.

Página 22 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

REPÚBLICA DOMINICANA
La regulación sobre drogas se contiene básicamente en la Ley 50-88, de 30 de mayo
1988, sobre Drogas y Sustancias Controladas en la República Dominicana, que ha sido objeto
de varias reformas (como la operada por las Leyes 17-95 y 72-2002). Las líneas principales de
esta normativa son las siguientes:
 Se establece una lista de definiciones legales y se realizan distinciones en función del
tipo y cantidad de sustancia controlada respecto de la cocaína, marihuana y LSD para
establecer casos concretos de sujetos a la aplicación de la Ley (por ejemplo, en el caso
de la cocaína, cuando la cantidad de la droga no excede de un gramo, se considera
simple posesión, y la persona o las personas procesadas se clasificarán como
adicionados. Si la cantidad es mayor de un gramo, pero menor de cinco gramos, la
persona o personas procesadas se clasificarán como distribuidores. Si la cantidad
excede los cinco gramos, se considerará a la persona o las personas procesadas como
traficantes).
 Se castiga el tráfico ilícito de drogas en un sentido muy amplio, así como la fabricación,
distribución o posesión de materiales precursores y lavado de activos, también en
términos amplios, comportamientos que son considerados delitos graves. Las penas de
prisión oscilan entre los 5 y 20 años.
 El tráfico ilícito es considerado como un delito internacional.
 La introducción o extracción de una droga controlada hacia o desde el país, un delito
que puede ser cometido por ciudadanos extranjeros, se castiga con una pena de prisión
de entre 5 y 20 años más multa, pero si el último destino es el territorio nacional, la
pena privativa de libertad será de treinta años.
 La asociación para cometer los delitos anteriores se castiga con prisión de tres a diez
años más multa, y con el doble de ambas penas si se trata de promotores, jefes o
dirigentes.
 Usar o destinar con fines ilícitos un establecimiento para el consumo, venta o
suministro de drogas se sanciona con prisión de tres a diez años más multa y clausura
temporal o definitiva del establecimiento.
 El cultivo de plantas controladas y sus semillas se castiga con pena de prisión, cuya
duración depende de la cantidad y naturaleza de las plantas incautadas (entre 2 y 20
años).
 La posesión de precursores se castiga con penas de hasta cinco años de prisión más
multa.
 La simple posesión se sanciona con prisión de seis meses a dos años más multa. Si se
trata de distribuidores o vendedores, así como intermediarios, la pena será de tres a
diez años, y se trata de traficantes, de entre cinco y veinte años. En el caso de
patrocinadores, la pena será de treinta años.

Página 23 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

 Los cómplices son sancionados con la pena inferior en cada caso, salvo en el supuesto
de simple posesión, que son castigados con la misma pena.
 Se contempla asimismo un amplio catálogo de circunstancias agravantes, incluyendo la
participación de grupos criminales organizados.

URUGUAY
La regulación en materia de drogas se halla dispersa en varios instrumentos
normativos, entre los que cabe destacar Ley 14.294 de 31 de octubre de 1974, modificada por
la Ley 17.016 de 1998, y por la Ley 19.172 de diciembre de 2013. Conforme al art. 2 de esta
última norma, el Estado uruguayo asume el control de la regulación de las actividades de
importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición a cualquier
título, almacenamiento, comercialización y distribución de cannabis y sus derivados, o
cáñamo cuando correspondiere, a través de las instituciones a las cuales otorgue mandato
legal. Por su parte el Código Penal sólo incluye un artículo relativo al tráfico de drogas. Las
líneas principales de este conjunto normativo son las siguientes:
 No se penaliza el consumo ni la posesión para el consumo personal. Sin embargo,
constituye delito la posesión para otros fines.
 El artículo 31 de la ley 14.294 despenalizó a quien “tuviere en su poder una cantidad
razonable, destinada exclusivamente a su consumo personal”, precepto que también
fue modificado con la nueva regulación, estableciendo para el caso del cannabis una
cantidad de 40 gramos. La modificación establece también que “tampoco se verá
alcanzado por lo dispuesto en el primer inciso del presente artículo el que en su hogar
tuviere en su poder, fuere depositario, almacenare o poseyere la cosecha de hasta seis
plantas de cannabis de efecto psicoactivo..., o se tratare de la cosecha correspondiente
a los integrantes de un club de membresía...”. (artículo 7 de la Ley 19.172).
 Al margen de la regulación del cannabis, en general se penaliza la siembra, cultivo,
cosecha y comercialización de cualquier planta de la que se extraen drogas prohibidas,
con la excepción -en su caso- de los comportamientos que tienen un propósito
exclusivo de investigación científica o para la producción de productos terapéuticos
para uso médico. Las penas oscilan entre los 20 meses y los 10 años de prisión.
 Las actividades de organización y financiación también pueden conllevar penas de
hasta 20 años de prisión.
 La exportación de drogas se castiga con hasta 8 años de prisión, al igual que tráfico
ilegal para el consumo.
 Por su parte, el art. 223 del Código Penal castiga con penas de prisión de seis meses a
cinco años al que fuera de las circunstancias previstas reglamentariamente ejerciere el
comercio de sustancias estupefacientes (coca, opio o sus derivados, según la rúbrica
del precepto), las tuviere en su poder o fuera depositario de las mismas.

Página 24 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

VENEZUELA
La regulación en materia de drogas se halla fundamentalmente en la Ley Orgánica de
2010 sobre medicamentos, que deroga la anterior Ley de 2005 sobre Tráfico Ilícito y el
Consumo de Drogas y Sustancias Psicotrópicas. Se trata de una ley integral que combina
disposiciones penales y administrativas, tratando de abarcar todos los ámbitos de esta
actividad. Las líneas principales de la regulación son las siguientes:
 Son penalizados, siempre en relación con el crimen organizado, todos los
comportamientos que favorecen el tráfico ilegal de drogas, con penas de prisión que
oscilan entre los 15 y los 25 años. Las personas que dirigen o financian estas
actividades pueden ser castigados con penas de 25 a 30 años.
 Las conductas típicas pueden consistir en ocupar ilegalmente, distribuir, ocultar,
transportar por cualquier medio, almacenar, y llevar a cabo actividades de
intermediación con las sustancias o sus materias primas, precursores, solventes y
productos químicos mencionados en la Ley, para la producción de drogas y sustancias
psicotrópicas. Estas conductas son castigadas con penas de prisión de entre quince y
veinticinco años.
 Si se trata de conductas que afectan a cantidades pequeñas, las penas de prisión
pueden ser menores, no bajando en ningún caso de los ocho años.
 La fabricación y producción, así como el tráfico ilegal de semillas, resinas y plantas
también son punibles con penas de prisión que oscilan entre los 12 y los 18 años.
 La posesión ilegal de drogas que no sean para consumo personal se castiga con penas
de prisión de hasta 2 años, estableciéndose cantidades específicas en cada caso para
determinar qué constituye posesión ilegal.
 Las operaciones ilícitas relacionadas con precursores de sustancias químicas
controladas también se castigan con penas de prisión de hasta 5 años.
 La incitación o provocación al consumo se castiga con una multa, excepto en el caso de
los reincidentes, en cuyo caso se castiga con penas de prisión de hasta 4 años.

III. Valoración de conjunto sobre las legislaciones

1. El tratamiento dado al tráfico de drogas en las regulaciones de los diferentes países


que conforman el COMJIB es muy heterogéneo, y en muchos casos adolece de una
casuística excesiva, lo que viene propiciado por el frecuente uso de leyes penales
especiales.
2. Todos los países recogen en sus respectivas legislaciones penales las conductas
nucleares relativas al tráfico de drogas, pero el tratamiento otorgado al consumo y a la
posesión para el consumo difiere notablemente de unos países a otros.

Página 25 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

3. Junto a los anteriores, se contemplan en las regulaciones penales de varios países otros
tipos penales “menores” (como el falseamiento o alteración de recetas) o ciertas
conductas abusivas o fraudulentas llevadas a cabo por funcionarios o empleados
públicos.
4. La sanción penal usada en todos los ordenamientos para el castigo de estos
comportamientos es la pena privativa de libertad, acompañada en la inmensa mayoría
de los casos por una pena pecuniaria (que a veces es proporcional, otras responde al
esquema de días multa y en otros supuestos es de cuantía fija). Por lo que respecta a
las penas de prisión, las máximas son con frecuencia de extrema severidad, llegando a
superar en muchos casos a la correspondiente al homicidio.
5. Buena parte de las legislaciones analizadas contienen tipos penales cercanos a
infracciones meramente formales, tales como la conducta consistente en tolerar o no
impedir el consumo de drogas en establecimientos abiertos al público.

IV. Directrices político criminales

El declarado fracaso de la política de la prohibición en materia de drogas, el enorme


peso de sus secuelas, la necesidad de detener el extraordinario sufrimiento que para
los ciudadanos ha significado –y todavía supone- la “guerra contra las drogas” tal como
se ha orientado en los últimos treinta años, el convencimiento de que estamos, también
y no de forma secundaria, ante un fenomenal problema de salud pública, así como el
respeto a principios y derechos fundamentales, hace necesario replantear la política
legislativa en materia de tráfico de drogas, así como fortalecer las políticas
penitenciarias, de reinserción social y de prevención con el declarado objetivo de
recobrar para nuestras sociedades un ámbito de seguridad sin el cual difícilmente
puede ejercerse la libertad.
En su virtud se formulan las siguientes recomendaciones en la conciencia de que los
muy diferentes escenarios existentes en los diferentes países que se integran en la
COMJIB, exigirá diferentes soluciones para disímiles problemas. Es ese convencimiento
el que lleva a formulaciones amplias, generales y abstractas que exigirán diferentes
concreciones en cada caso, pero ello no impide también el convencimiento de que nos
encontramos ante un problema que afecta a todos, que se proyecta en el ámbito
internacional y que por ello requiere también no pocas soluciones globales; es por ello
por lo que se proponen las siguientes:

RECOMENDACIONES

I. La despenalización del consumo y de la posesión para el autoconsumo, en sintonía


con la tendencia a su despenalización en un buen número de legislaciones.

Página 26 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

II. La despenalización del uso terapéutico de los derivados del cannabis, tal y como se
está llevando a cabo en numerosos Estados. La citada decisión deberá ir
acompañada de una estricta regulación de los supuestos a los que afecte.
III. Se recomienda proceder a la legalización de los usos tradicionales de sustancias
naturales, como la hoja de coca, en aquellos países donde estas prácticas aún no
sean legales.
IV. Resulta altamente recomendable que las legislaciones establezcan claras diferencias
entre el tratamiento penológico otorgado a las drogas “duras” (esto es, las que
causan mayores daños a la salud) y el dado a las “blandas”.
V. El empleo como referencia de las listas de sustancias contenidas en los anexos de las
Convenciones internacionales de Naciones Unidas puede resultar asimismo
recomendable, introduciendo en la legislación penal positiva las cautelas y/o
excepciones que se estimen necesarias u oportunas.
VI. Se recomienda prever un tipo penal atenuado al tipo básico, atendiendo a la escasa
entidad del hecho o a las circunstancias personales del culpable, con el fin de dar
una respuesta adecuada a determinados casos límite en los que la regulación penal
general puede producir consecuencias desproporcionadas.
VII. Sería preciso diferenciar con claridad, tanto en las tipificaciones como en las
correspondientes sanciones, los supuestos de “menudeo” entre adultos con los de
tráfico a gran escala o aquellos en los que estén involucrados organizaciones
criminales (así como otros casos en los que la distribución se realice a menores,
discapacitados, en centros penitenciarios, educativos, cuarteles, etc.), reservando
para estos últimos penas de mayor gravedad, y dedicando a los primeros sanciones
de importancia mucho menores a las que actualmente se contemplan.
VIII. También sería necesario clarificar y simplificar la descripción de las conductas
típicas, prescindiendo de enumeraciones casuísticas que pueden producir lagunas
de punición, y de ciertos tipos penales que no son expresión de un derecho penal de
hecho o que conculcan derechos humanos fundamentales.
IX. En general, es asimismo recomendable huir en la tipificación de cláusulas abiertas
que no permiten discriminar los comportamientos verdaderamente graves de las
conductas de bagatela, y que pueden suponer una clara infracción de los principios
de legalidad y taxatividad.
X. Resulta igualmente muy recomendable atemperar y homogeneizar los máximos de
las penas privativas de libertad, asegurando el respecto del principio de
proporcionalidad y optando, cuando ello resulte oportuno, a sanciones alternativas
a la de prisión (al respecto, véase el Informe de la Secretaría Técnica del Grupo de
Trabajo de la CICAD sobre Alternativas al Encarcelamiento para los Delitos
relacionados con Drogas, de 14 de noviembre de 2014).
XI. En relación con los puntos anteriores, se recomienda prescindir de la legislación
penal especial en esta materia e introducir los tipos relativos al tráfico de drogas en
Página 27 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

el Código Penal, evitando la excepcionalidad y adecuando la regulación a la


estructura y principios generales del ordenamiento penal respectivo.
XII. También atendiendo al principio de proporcionalidad, junto al de intervención
mínima, se recomienda sancionar las conductas delictivas relacionadas con
precursores de manera menos severa que el propio tráfico ilegal de drogas. En este
sentido, resulta plenamente aplicable lo mantenido al respecto en la Propuesta de
armonización de la legislación penal en la lucha contra el crimen organizado en
Centroamérica, elaborada en el seno de la COMJIB.
XIII. Sería conveniente delimitar los tipos con mayor taxatividad y huir de términos
redundantes a los efectos de clarificar el objeto material del delito, las conductas
relativas a precursores y su relación con los concretos tipos de tráfico drogas, así
como despenalizar las infracciones de carácter meramente formal (que siempre
pueden ser sancionadas como ilícitos administrativos).
XIV. La figura del arrepentido que colabora activamente con las autoridades facilitando
información útil para desarticular la organización criminal, debiera recibir un
tratamiento privilegiado en términos de pena.
XV. Los supuestos, que en alguno de los países de la COMJIB constituyen casos de
atipicidad, como las entregas compasivas, el consumo compartido, la donación o
invitación a sujeto determinado y otras similares, deberían ser objeto de un
tratamiento penal singular.
XVI. Se recomienda contemplar, en general, la adicción a las drogas como una
circunstancia eximente o, en su caso, atenuante de la pena a imponer por la
comisión de cualquier delito (en la medida en que dicha circunstancia suponga una
anulación o aminoración efectivas de la capacidad de culpabilidad del sujeto).
XVII. Resulta necesario, a la vista de las diferencias existentes entre los diferentes
participantes en los delitos de tráfico de drogas, incrementar las penas alternativas
a la pena de prisión así como supuestos de suspensión de la pena privativa de
libertad. De esa forma puede lograrse más fácilmente adecuar el castigo a la
gravedad de lo injusto cometido y a las condiciones del culpable.
XVIII.Es preciso, asimismo, otorgar un mayor protagonismo a las penas privativas de
derechos en la represión de las conductas de tráfico de drogas; se trata de sanciones
que pueden encontrar un particular protagonismo y adecuación tanto en su
imposición a funcionarios públicos y a profesionales de la salud, como a personas
jurídicas en, especialmente, el tráfico internacional de drogas, lo que exigirá una
regulación específica de la responsabilidad referida a personas morales. En relación
a estas últimas resulta preciso, asimismo, la imposición de sanciones de todo tipo
(pudiéndose llegar a la disolución de la sociedad) que supongan una efectiva
intimidación.
XIX. Junto a todo lo anterior resulta imperativo profundizar en los sistemas de control
del mercado financiero, pues aunque todos los países han incorporado
Página 28 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

nominalmente a sus legislaciones ilícitos penales referidos al lavado de activos, es lo


cierto que los dichos ilícitos difícilmente (más allá de casos puntuales) van a verse
reprimidos, pues la carencia de suficientes mecanismos de control en los mercados
de capitales lo impiden.
XX. El sesgo internacional del tráfico de drogas exige dotarse de instrumentos de
cooperación internacional cada vez más eficaces. En ese sentido, resulta
indispensable sustituir viejos instrumentos de cooperación –como la tradicional
extradición- por otros más adecuados a los tiempos y a las necesidades, o al menos
complementarlos con acuerdos bilaterales o multilaterales que permitan dotar de
mayor agilidad la imprescindible cooperación entre los Estados.
XXI. Resulta sumamente conveniente elaborar una política penitenciaria especialmente
dedicada a los penados como consecuencia de su participación, por adicción, en el
tráfico de drogas. La implementación de programas en las prisiones que combatan la
adicción, debe convertirse en objetivo prioritario del tratamiento penitenciario.
XXII. Deben ser objeto, también, de una contemplación detenida los supuestos de la
participación de mujeres en el tráfico de drogas (especialmente en la llevanza de
éstas a Centros Penitenciarios con destino a sus parejas que están descontando
penas de prisión), pues en no pocas ocasiones son expresión de una violencia de
género especialmente reprochable, pues puede suponer para ellas además del
sometimiento a la violencia del varón el soportar duras penas de prisión como
consecuencia de su participación en el tráfico.
XXIII. Asimismo debe atenderse a la especial situación en la que se encuentran los niños
que acompañan a sus madres en las prisiones, y que padecen por ello una radical
limitación de sus derechos en tan corta edad. En este sentido deben los países
realizar un especial esfuerzo por compatibilizar ese derecho de los niños a
permanecer con sus madres, con la defensa de su también derecho a la vida en
libertad.
XXIV. Los países deben realizar un esfuerzo adicional por proveerse de medios para
afrontar un problema que no es sólo de delincuencia sino también de salud pública:
la apertura de instalaciones para proveer a un tratamiento adecuado de los adictos y
procurar su deshabituación en un marco de seguridad y profesionalidad, debe ser
uno de los principales objetivos de toda política criminal en materia de drogas.
Junto a ello deben implementarse programas de reinserción socio laboral de estos
adictos, pues ello es condición para evitar la pérdida de generaciones enteras de
jóvenes y para poner coto a la posible recaída en la adicción.
XXV. Resulta imperativo actuar sobre los ciudadanos con programas de prevención que,
al menos, dificulten la adicción y la creación (o expansión) de mercados interiores
para el tráfico de drogas. Sólo de esta forma será posible construir un dique
duradero y sólido al tráfico de drogas.
XXVI. Finalmente señalar que el fortalecimiento institucional y, particularmente, del
Sector Justicia y Seguridad, resultan condiciones esenciales para el combate con la
Página 29 de 30
Propuesta de armonización de la legislación penal sobre tráfico de drogas

gran criminalidad que está al servicio del tráfico de drogas. En este sentido subrayar
que junto a su reguero de sufrimiento la peor huella que ha dejado el crimen
organizado vinculado al narcotráfico consiste en la erosión del Estado a través de la
corrupción, lo que convierte en inútiles a instituciones fundamentales de lo público.

Página 30 de 30

Vous aimerez peut-être aussi