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II.

EL NEOLIBERALISMO: 1982-1994 (MIGUEL DE LA MADRID – CARLOS SALINAS)

3. Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988)

Miguel De la Madrid fue el último del grupo de presidentes egresados de la carrera de Derecho

(López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo) y el primero que había estudiado en

una universidad extranjera (posgrado en administración pública en Harvard). En mayo de 1979,

el presidente López Portillo lo designó titular de la Secretaría de Programación y Presupuesto

(SPP). Su designación como secretario de Estado de la SSP y su posterior ascenso a la presidencia

de la República marcó la historia reciente de México, por suponer el arribo y la consolidación

del grupo tecnócrata en el poder, ya que la SPP sería la cuna de los últimos tres presidentes

priistas antes de la alternancia con el PAN (De la Madrid, Salinas, Zedillo). De la Madrid tuvo

en suerte enfrentar cuatro temas y momentos cruciales: la recuperación económica, la

renegociación de la deuda externa, el manejo de la crisis después de los sismos de 1985 y la

conducción imparcial de las elecciones presidenciales de 1988. En todas estas empresas, De la

Madrid fracasó.

a. Economía

La elección de Margaret Thatcher como primera ministra de Gran Bretaña en 1979 y de Ronald

Reagan para la presidencia de Estados Unidos en 1980 se considera el inicio de la reacción

conservadora ante la crisis mundial de 1973. Reducir el gasto público y afianzar la actividad de

la empresa privada eran dos de los argumentos de esta nueva postura que renegaba de las

propuestas de Keynes y del Estado de Bienestar. El lugar de Keynes lo ocupaban ahora

economistas que consideraban que los males de la economía residían, a final de cuentas, en el

gasto público excesivo. Miguel de la Madrid, ante la severa crisis que heredó de su antecesor,

José López Portillo, tuvo que poner en práctica las posturas de los gobiernos de Estados Unidos

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y de Gran Bretaña, además de las condiciones impuestas por el Banco Mundial y el Fondo

Monetario Internacional:

 Decremento significativo del gasto y las inversiones públicas.

 Venta de numerosas empresas paraestatales.

 Reducción a toda costa del déficit de las finanzas públicas.

 Los salarios cayeron vertiginosamente.

 Aumento dramático de la tasa de desempleo.

 Aumento de los emigrantes ilegales a Estados Unidos.

 Incremento del autoempleo y los vendedores ambulantes.

 Inicio de las actividades del narcotráfico, debido al creciente consumo de mariguana, cocaína

y otras sustancias en Estados Unidos.

 Como respuesta a las graves dificultades económicas, el gobierno fue abriéndose poco a

poco al mercado mundial:

o Adhesión, en 1986, al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio

(GATT): empresas norteamericanas comienzan a armar sus productos,

principalmente automotrices en México:

 Apertura de nuevas plantas automotrices en Aguascalientes, Sonora,

Chihuahua y Coahuila.

 Muchas fábricas de la ciudad de México cierran o se mudan a otros lugares.

 Caída del mercado accionario en 1987.

 En 1987, la inflación era del 160%.

b. Educación y cultura

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 El papel de la televisión sigue siendo preponderante en el entretenimiento de la población

mexicana.

 Con Miguel de la Madrid, la Universidad de Yucatán obtuvo su autonomía, en 1984.

c. Política y sociedad

 Buscó una “renovación moral” de la sociedad, que buscaba reducir la percepción

generalizada de corrupción e impunidad en la administración anterior.

 Sin embargo, producto de la crisis económica generalizada en todo el país, el descontento

social creció:

o Movilizaciones sociales emprendidas por la Coorinadora Nacional de Trabajadores

de la Educación (CNTE), inconformes con los líderes oficialistas y la caída de sus

salarios.

o Como resultado de la reforma electoral en el sexenio anterior, otros sectores

ciudadanos descontentos recurrieron a la vía del sufragio; otros partidos comenzaron

a impugnar y derrotar al PRI en localidades del norte del país: Durango, Chihuahua,

Ciudad Juárez.

o Movilización de grupos sociales que ocupaban calles y plazas, bloqueaban carreteras

y casetas de peaje, tomaban oficinas de gobierno y realizaban actos de boicot a

televisoras, plantones, marchas y huelgas de hambre. A estos grupos sociales se unían

nuevos actores (ya no sólo los sectores obrero y campesino, que hasta antes de 1968

habían encabezado este tipo de movilizaciones): la clase media urbana y agraria y

sectores empresariales.

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 La reacción del gobierno a los temblores de septiembre de 1985 fue débil y tardía, en

contraposición a la rápida respuesta de la sociedad civil, que pronto se apropió el problema

y, en la medida de sus posibilidades, lo resolvió mejor que el propio gobierno.

 El gobierno tampoco supo cómo reaccionar al incremento del tráfico de drogas: el negocio

se extendió por todo el país y cada vez se fueron volviendo más comunes las noticias sobre

sobornos a las autoridades, ajustes de cuentas, lavado de dinero y captura de algunos capos

y cargamentos incautados.

 Incremento desmedido de la delincuencia, de los secuestros y de asaltos en carreteras.

 En 1987, surge, de las filas divididas del PRI, la Corriente Democrática, encabezada por

Cuauhtémoc Cárdenas.

 La Corriente Democrática atrajo a otras agrupaciones que luego fundaron el Frente

Democrático Nacional.

 En julio de 1988, se celebran las primeras elecciones presidenciales realmente plurales y

competidas de la historia reciente de México: Cuauhtémoc Cárdenas representa al Frente

Democrático Nacional (FDN); al PAN, Manuel Clouthier (proveniente de grupos de

empresarios distanciados del gobierno y del PRI); y Carlos Salinas de Gortari, al PRI.

 “Las elecciones del 2 de julio de 1988 se recuerdan sobre todo por la asombrosa ‘caída del

sistema’ de cómputo de votos. Tal falla provocó la suspicacia y la irritación de los partidos

de oposición, lo que no impidió que la autoridad electoral”, que todavía dependía del

Secretario de Gobernación, a la sazón Manuel Bartlett, declarara vencedor al candidato

priista, Salinas. Panistas y cardenistas protestaron con furia, pues sostenían que el candidato

oficial había sido derrotado y que por eso se había hecho necesaria la maniobra cibernética.

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 Aunque las protestas se diluyeron, ya que Clouthier y Cárdenas nunca pudieron ponerse de

acuerdo para una estrategia común, el episodio electoral de 1988 tendría grandes

repercusiones en el futuro de la política nacional.

4. Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)

Tras la grave crisis económica que había heredado el gobierno de Miguel De la Madrid, y la

intensificación de ésta, el régimen eligió que el sucesor tendría que dar continuidad a las políticas

de austeridad que había iniciado De la Madrid. En este contexto de crisis, el elegido en 1987 para

representar al PRI en las elecciones presidenciales de 1988 fue Carlos Salinas de Gortari,

licenciado en Economía por la UNAM, maestro en administración pública, maestro en economía

política y doctor en economía política y gobierno por la Universidad de Harvard. El crecimiento

económico necesitaba ser reactivado tras la “década perdida” de los años ochenta. Como Salinas

era el candidato de la continuidad, elegido para mantener las medidas de austeridad y las reformas

económicas de De la Madrid, no habría ninguna salida radical, como el desconocimiento de la

deuda. El gobierno de Salinas necesitaría ganarse al sector privado y a los mercados

internacionales para obtener acceso al capital requerido para restructurar la economía mexicana.

Al mismo tiempo, necesitaría crear cierta estabilidad política y reconstruir las bases del apoyo

político, luego de que los viejos mecanismos del PRI fracasaron tan desastrosamente en las

elecciones de 1988. Se requeriría cierta reforma política para conseguirlo, pero las prioridades

del gobierno eran, claramente, la reforma económica y la reconstrucción del apoyo político, más

que la democratización misma.

a. Economía

 La desaparición del bloque de países socialistas europeos y la Unión Soviética, entre 1989 y

1991, provocó que se reforzaran las posturas oficiales estadounidenses y británicas que

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buscaban la disminución del gasto público y la liberalización del mercado mundial, así como

el impulso a la inversión privada y a las reglas del mercado, lo que se conoce como

“neoliberalismo”.

 En ese contexto, Salinas fue obediente a las exigencias internacionales y continuó y reforzó

la política económica de Miguel De la Madrid:

o “Adelgazamiento” del Estado.

o Control de la inflación por medio de la reducción del gasto.

o Venta de más empresas gubernamentales: bancos, Teléfonos de México, aerolíneas,

etcétera.

o Renegociación de la deuda externa con el FMI en más de 7,000 millones de dólares,

lo que se logró en 1992. Con esto, la deuda externa quedó en 20,000 mdd.

 Aunque el saldo de la renegociación de la deuda externa fue positivo (baja en el déficit de las

finanzas públicas y la inflación), no evitó el declive de la economía:

o Se mantenían salarios bajos.

o La tasa de desempleo no mostraba mejoría.

o Se mantenía la reducción presupuestal en salud y educación pública.

o En materia agraria, la política gubernamental apoyaba sólo a los campesinos y

agricultores que podían exportar sus productos. El resto, estaba abandonado, y otra

buena parte, endeudada con los bancos, de donde surgió el movimiento de El

Barzón.

 Negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canadá. Con las

condiciones dadas para el florecimiento del nuevo modelo de desarrollo económico

(neoliberalismo), que buscaba reducir la intervención del Estado en la economía y favorecer

la libre circulación de mercancías entre los países, sólo faltaba un nuevo tratado comercial

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con los socios económicos más importantes del país, Estados Unidos y Canadá. El nuevo

tratado, firmado en 1993 y entrado en vigor en 1994, buscaba:

o Abandonar el modelo de sustitución de importaciones e impulsar en su lugar la

apertura comercial y las exportaciones como sustento del desarrollo nacional.

o Fortalecimiento de la integración económica con Estados Unidos, que ya se

apreciaba en le mercado laboral, con los millones de mexicanos que desde Estados

Unidos aportaban a la economía nacional.

b. Política y sociedad

Resulta tentador decir que la presidencia de Salinas vio el ascenso al poder de una nueva élite

tecnócrata en México; sin embargo, los tecnócratas —particularmente aquellos cuyas carreras

habían iniciado en finanzas y planeación— dominaban la burocracia mexicana desde el sexenio

anterior, al controlar las carteras clave de economía y planeación. En el sexenio salinista, los

tecnócratas expandieron su dominio hacia áreas más ligadas al control político que a la pericia

técnica, y sin duda intentaron cambiar las bases del control y el apoyo político en México.

Hicieron esto mediante alianzas con sectores de la burocracia y la maquinaria política que se

distinguían por su control político y represión. En esa administración habría de venir una

transformación de la élite política en México pero no se trataba tanto de que una nueva élite

tomara el poder sino más bien de un reforzamiento de los vínculos y, hasta cierto punto, de una

fusión entre los burócratas tecnócratas, algunos priistas a la vieja usanza y ciertos segmentos de

la élite del sector privado, especialmente aquellos asociados al capital financiero. Al mismo

tiempo, grandes fracciones de la antigua alianza del PRI, incluidas formalmente a través de los

sectores corporativos, fueron excluidas progresivamente. Si bien el grupo de Salinas solía ser

dogmático en cuestiones de política económica, sus integrantes también eran políticos

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pragmáticos. Reconocían la necesidad de forjar alianzas y estaban dispuestos a negociar y hacer

compromisos, siempre que no se pusiera en peligro su proyecto económico y la reforma política.

También veían la necesidad de un Estado y un ejecutivo fuertes para imponer sus reformas.

Aunque eran economistas neoliberales, no tenían en la mira un Estado minimalista. El poder se

concentraría en un pequeño círculo en torno al presidente, pero estaban dispuestos a usar ese

poder y aun la fuerza para conseguir sus metas. Necesitarían mantener la estabilidad política para

ejecutar su proyecto reformista. Por ello forjaron una alianza con algunos políticos veteranos

relacionados con el poder político e incluso con la represión. El gabinete de Salinas se asemejaba

mucho a un “matrimonio entre las finanzas y el orden”.

El primer año de Salinas en el cargo se caracterizó por sus acciones para reafirmar su

autoridad lo mismo sobre el PRI que sobre la oposición. Esto fijó el tono de su sexenio. Salinas

quería ser un líder fuerte y tener todo bajo control. No temía usar la fuerza, si era necesario, para

imponer su voluntad. La toma de decisiones se centralizó exageradamente. Esto supuso un

presidencialismo acrecentado en un país ya conocido por el poder del primer mandatario.

 Carlos Salinas tomó posesión con muy poca legitimidad, tras los dudosos resultados en las

elecciones de 1988. Para fortalecerse, tan pronto llegó a la presidencia, Salinas dio tres golpes

mediáticos:

o En enero de 1989, mediante un despliegue policiaco y militar, se capturó al líder de

los trabajadores petroleros, Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”.

o En 1989 reconoció públicamente el primer triunfo de un candidado opositor a una

gubernatura estatal: el panista Ernesto Ruffo, en Baja California.

o Accedió a la conformación e institución del Partido de la Revolución Democrática

(PRD), formado por ex priistas, comunistas y socialistas de diversas orientaciones.

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 Represión generalizada (Fernando Gutiérrez Barrios, actor fundamental de los hechos de

1968, fue el secretario de Gobernación de Salinas, de 1988 a 1993):

o Deposición de gobernadores que no lograron contener a la oposición en sus estados

durante la elección de 1988: Luis Martínez Villicaña (Michoacán), en diciembre de

1988; Xicoténcatl Leyva (Baja California), en enero de 1989, y Mario Ramón Beteta

(Estado de México), también en 1989.

o Ante la manifestación y ocupación de varios ayuntamientos en el estado de

Michoacán por parte de gente del PRD, en oposición al fraude cometido en las

elecciones de 1989 en ese estado, Salinas envió al ejército con tanques a Michoacán

para retirar a los perredistas de los ayuntamientos que mantenían ocupados.

o Las elecciones en Guerrero también se caracterizaron por el fraude y la violencia ante

el descontento de los opositores del PRI.

o Numerosos perredistas murieron en los conflictos electorales en ambos estados.

o Recompensa a la oposición “responsable” del PAN y castigo a la oposición

“intransigente” del PRD.

o En las elecciones de 1991 en Guanajuato y San Luis Potosí, los priistas que

oficialmente habían ganado las elecciones fueron obligados a renunciar, en vista de

las protestas masivas, y se designó a gobernadores interinos.

 Ante estos problemas, el país se veía en la necesidad de una reforma política, que si bien

no permitiría que la democracia “dañara” el proyecto de reforma económica (como quedó

demostrado con las fuertes medidas tomadas contra el PRD), daría al gobierno salinista una

imagen reformista, lo que era importante y necesario: dar la imagen de cierta transformación

del sistema político para restaurar la credibilidad tras el descalabro de 1988:

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o Reforma agraria, que modificó el artículo 27 de la Constitución de 1917 (establecía

la obligación del gobierno de dar tierra a todo el que la solicitara) y permitió que los

ejidos se convirtieran en propiedad privada.

o Reforma de las relaciones entre el Estado y la Iglesia.

o Reforma electoral (Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales

(Cofipe) en 1990: mejoró la imparcialidad del proceso electoral, al hacer autónomo

del gobierno al IFE; aunque, en la práctica, el PRI mantenía el control y volvía ilegales

las impugnaciones a los resultados cuando los procesos oficiales de apelación habían

sido desahogados por el nuevo Tribunal Electoral.

o La reforma electoral también fortaleció la estructura del PRI desde sus bases, que

buscaba una transformación gradual, de un partido basado en sectores corporativos

dominados por caciques y prácticas clientelares, a un partido de ciudadanos

individuales.

o Debido a las crisis económicas que el país había enfrentado en la década de los

ochenta, la brecha de la desigualdad se había hecho más grande con altos costos

sociales. Para soslayar el problema, se lanzó el Programa Nacional de Solidaridad

(Pronasol), “una organización tipo sombrilla destinada al desarrollo de la salud, la

educación, la nutrición, la vivienda, el empleo, la infraestructura y otros proyectos

productivos para beneficiar a 17 millones de mexicanos que vivían en la pobreza

extrema”.

o El gasto social en general sí aumentó significativamente durante el sexenio de Salinas.

El porcentaje del presupuesto dedicado a salud, educación y seguridad social

aumentó de 14.9% en 1987 a 26.5% en 1992. Sin embargo, estos nuevos gastos no

fueron pensados para eliminar la pobreza, sino para proveer la estabilidad política

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necesaria para las reformas económicas de Salinas. Aliviaron, sin duda, algunos de

los efectos de dichas reformas, aunque las peores consecuencias ya habían ocurrido

durante el sexenio de De la Madrid. El programa también dio a algunos sectores

marginados de la población acceso a los recursos del Estado y a servicios hasta

entonces inexistentes. Mucho de esto se logró, pero de manera paternalista: Salinas

visitaba los barrios pobres y las áreas rurales repartiendo títulos de propiedad y

beneficios más como un monarca que como un político moderno.

c. La caída de Carlos Salinas

 EZLN. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunció su existencia en las

primeras horas del 1 de enero de 1994, el día en que el TLC entró en vigor, al ocupar San

Cristóbal de las Casas y otras poblaciones de Chiapas. El EZLN demandaba justicia social y

democracia. Con ello ponía en entredicho la legitimidad de Salinas justo cuando éste se

encontraba en el pináculo de su poder. Mientras el presidente proclamaba que México se

había unido al Primer Mundo, los zapatistas atraían la atención internacional sobre la

permanente pobreza y la violencia en las vidas de los indígenas. El gobierno respondió a la

insurrección armada del EZLN con el envío del ejército a Chiapas. Las versiones oficiales

intentaban presentar la rebelión como algo injustificado, producto de la interferencia

extranjera por parte de “profesionales de la violencia”. Pero el hábil manejo de los medios

de comunicación por parte del EZLN y las protestas en su apoyo por parte de un segmento

sustancial de la población llevaron a un cese al fuego y a que se solicitara la negociación tras

unos días de combate.

 Asesinato de Luis Donaldo Colosio. El surgimiento del EZLN trajo consigo

consecuencias políticas muy graves para el gobierno de Salinas. Como respuesta al

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levantamiento, Salinas envió a Chiapas a Manuel Camacho como mediador del conflicto, lo

que supuso una exposición mediática superior a la del mismo candidato del PRI a la

presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio (muy cercano al círculo político de Salinas

y designado por él como su sucesor), quien, dicen, se encontraba confundido e indeciso

sobre la postura que debía tomar ante el conflicto. Ante esto, el 6 de marzo de 1994

pronunció un discurso en el que se distanciaba de Salinas y prometía una reforma política.

Dos semanas después, el 23 de marzo, fue asesinado en un mitin electoral en Tijuana. El

asesinato de Colosio supuso otra crisis política más grave aún: ante la imposibilidad (legal)

de nombrar como candidato algún miembro de su gabinete, Salinas tendría que nombrar a

alguien que en ese momento no formara parte de su círculo cercano: Camacho Solís o

Ernesto Zedillo. Ernesto Zedillo, que no era tan cercano a Salinas como Camacho, fue

finalmente designado y Camacho se distanció tanto de Salinas como de Zedillo.

 Asesinato de José Francisco Ruiz Massieu. En septiembre de 1994 fue asesinado el

secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, lo que aumentó nuevamente el

temor de una “colombianización” de México; aunque el hecho tuvo en ese momento escasas

repercusiones, después desempeñaría un papel importante en la caída de la familia Salinas.

 Devaluación del peso en diciembre de 1994. El gobierno mexicano había estado

apoyando al peso todo el año. Hacia el 19 de diciembre las reservas habían caído a niveles

peligrosamente bajos. El 20 de diciembre, el nuevo secretario de Hacienda, Jaime Serra

Puche, anunció una ampliación de la banda de fluctuación permitida al peso. La presión

contra esta moneda creció y las reservas del gobierno continuaron su descenso. El 22 de

diciembre el gobierno permitió la libre flotación de la moneda. Su valor se colapsó al

evaporarse la confianza de los inversionistas. Éstos temían que el gobierno mexicano no

tuviese suficientes reservas internacionales para cumplir con el pago de sus deudas. El capital

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huyó del país a un ritmo alarmante y la economía cayó en un sumidero. El peso se devaluó

súbitamente en casi 100%. Salinas culpó de la crisis al gobierno entrante por no haber sabido

manejar la devaluación del peso. Zedillo, a su vez, culpó a la administración saliente de haber

mantenido sobrevaluada esta moneda durante demasiado tiempo y de haber equivocado la

política fiscal en sus últimos meses. Esto abrió un profundo abismo entre ambos hombres.

Hoy se sabe que la culpa de la crisis del peso de 1994 y la profunda depresión que ésta trajo

consigo en México debe ser endosada sin duda a Salinas y su equipo económico. Sus

reformas políticas habían creado un círculo vicioso de crecientes déficits comerciales e

hicieron extremadamente vulnerable a la economía mexicana respecto a la confianza del

inversionista extranjero.

 Arresto de Raúl Salinas de Gortari. El abismo entre Salinas y Zedillo creció aún más con el

proceso penal en contra del hermano del primero, Raúl, por el asesinato de José Francisco

Ruiz Massieu. Inicialmente, Raúl fue arrestado en Estados Unidos por no haber declarado

el efectivo que llevaba consigo al entrar al país. Tras su arresto se descubrieron cuentas

bancarias secretas de cientos de millones de dólares, lo que levantó la tapa de la corrupción

en el corazón mismo de la administración de Salinas. Se acusó a Raúl de haber ordenado el

asesinato de Ruiz Massieu en septiembre de 1994, ya que éste estaba a punto de ser

incorporado al gabinete de Zedillo y estaba por hacer pública la corrupción durante el

régimen de Salinas, en la cual Raúl Salinas era, aparentemente, pieza central. Carlos Salinas

había tenido la esperanza de controlar a su sucesor tras bambalinas y convertirse en el primer

secretario general de la Organización Mundial de Comercio. Hacia 1995, sin embargo, la

crisis financiera y las acusaciones de asesinato, corrupción y tráfico de drogas que pesaban

contra su familia hicieron añicos su reputación. Salinas pasó la mayor parte del sexenio de

Zedillo en Irlanda.

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