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C. Tordera, XX
DL: B-10990-2010
SUMARIO
PRÓLOGO
Juan Botella 7
ATENCIÓN Y PROCESAMIENTO
SELECCIÓN PERCEPTUAL EN RIVALIDAD BINOCULAR: EXPERIMENTOS CON 9
SERIES RÁPIDAS DE ESTÍMULOS VISUALES
Luz I. Leirós, María José Sampedro, Dolores Ponte y Manuel J. Blanco
el desarrollo de unas sesiones que colmaron acercamientos novedosos que nos ayudan a
con creces las expectativas que nos habíamos interpretarlos desde perspectivas diferentes y
formado cuando nuestros compañeros de la sugerentes.
Universidad Autónoma de Barcelona asumie- Solo los autores de libros saben el trabajo y
ron su organización. Las presentaciones orales esfuerzo que exigen. Sin una alta motivación
y las sesiones de pósters, más el colofón que y gran tenacidad no saldrían adelante. Más
supusieron las dos magníficas conferencias, aun cuando se trata de un libro editado, en
conformaron un escenario ideal para un fruc- el que hay que coordinar a muchos autores
tífero intercambio de ideas, genuino caldo de diferentes que trabajan en lugares lejanos. El
cultivo para el desarrollo de cualquier activi- trabajo de los editores ha sido impecable en
dad científica. La RECA6 estuvo a la altura a este sentido. Del resultado final no hace fal-
la que las anteriores ediciones habían dejado ta decir nada; el libro habla por sí solo. Una
el listón, tanto en cuanto a la calidad científi- simple inspección del índice se convierte de
ca como a la creación de un ambiente propi- inmediato en una invitación a sumergirse en
cio para el debate y el estímulo intelectual. múltiples aspectos específicos de este apasio-
De aquella reunión procede este libro. nante campo de investigación. Lo más difícil
Está organizado en dos secciones, dedicadas es decidir por dónde empezar.
a trabajos de corte básico y aplicado, respec- Agradezco muy sinceramente a los edi-
tivamente. La temática de los mismos demu- tores, Elena Añaños y Santiago Estaún, por
estra hasta qué punto los investigadores espa- su invitación a escribir este prólogo. Lo hago
ñoles están investigando sobre preguntas de con gran placer y con un sincero afecto que
actualidad. Pero además, cuando se abordan no hace otra cosa que devolver el que he reci-
temas o tareas más clásicos, se hace mediante bido en todo momento.
Atención y procesamiento
SELECCIÓN líneas de investigación neuropsicológica y
psicofísica están proporcionando evidencia
PERCEPTUAL EN de que los estímulos invisibles pueden pro-
RIVALIDAD BINOCULAR: cesarse, incluso a nivel semántico, y afectar
a las funciones cognitivas (p.e. Gaillard, Del
EXPERIMENTOS CON Cul, Naccache, Vinckier, Cohen y Dehaene,
SERIES RÁPIDAS DE 2006; Jiang, Costello, Fang, Huang y He,
ESTÍMULOS VISUALES 2006; ver Kouider y Dehaene, 2007 para
una revisión crítica) y a las respuestas moto-
ras (ver Jaskowski y Verleger, 2007). Por otra
Luz I. Leirós, María José Sampedro,
parte, investigaciones recientes en diferentes
Dolores Ponte y Manuel J. Blanco laboratorios han logrado identificar activi-
dad neural asociada a estímulos invisibles
Departamento de Psicología Social, en el córtex visual primario (Rees, Backus
Básica y Metodología y Heeger, 2000) y áreas visuales superiores
(p.e. Dehaene, Naccache, Cohen, Le Bihan,
Universidad de Santiago de
Mangin, Poline y Riviére, 2001; Fang y He,
Compostela 2005; Naccache y Dehaene, 2001; Moutous-
sis y Zeki, 2002). Las técnicas principales
para manipular la conciencia visual en estos
INTRODUCCIÓN estudios han sido el enmascaramiento y la
rivalidad binocular.
El fenómeno de la percepción sin conciencia
El enmascaramiento es una reducción en
es un tema persistente en psicología experi-
la visibilidad de un estímulo breve (objeti-
mental y neurociencia cognitiva. La cuestión
vo), producida por la presentación de otro
básica es si los estímulos invisibles, esto es, es-
estímulo (máscara), próximo en el espacio y
tímulos que no se perciben conscientemente
tiempo (Breitmeyer, 1984). La presentación
aunque produzcan actividad neural a lo largo
de ambos estímulos puede ser monocular
de la vía de procesamiento visual, tienen efec-
(ambos estímulos a un ojo), binocular (am-
tos conductuales y/o cognitivos similares a los
bos estímulos a ambos ojos) o dicóptica (un
de los estímulos visibles. La idea que subyace
estímulo a cada ojo). El enmascaramiento
es que, comparando lo que las personas hacen
puede ser “hacia atrás”, cuando la mascara
con y sin conciencia, podemos conseguir in-
sigue al objetivo, o “hacia delante”, cuan-
formación sobre sus funciones; es decir, para
do la máscara se presenta primero. En sus
qué sirve la conciencia.
diferentes formas, está probado que la téc-
Durante más de 100 años, la investigación
nica funciona bien con un rango amplio de
en psicología experimental sobre percepción
imágenes y en diferentes localizaciones del
sin conciencia ha sido muy controvertida;
campo visual, aunque mucho mejor en la
en parte, porque los hallazgos empíricos
periferia que en la fóvea. Sus principales li-
han sido difíciles de replicar, pero también
mitaciones son dos: Una es que no funciona
porque los procedimientos experimentales
bien con estímulos grandes (> 1º de ángulo
no han conseguido establecer criterios cla-
visual), y otra es que el tiempo de invisibili-
ros de invisibilidad (véase Erdelyi, 1974;
dad (< 100 ms) puede ser demasiado corto
Dixon, 1981; Holender, 1986). Durante los
para la baja resolución temporal de algunas
últimos años, la base empírica del fenómeno
de las técnicas fisiológicas disponibles (p.e.,
parece más sólida. Por una parte, diferentes
10 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Figura 1. Representación del procedimiento de RSVPs dicópticas. A la izquierda, se representa la condición básica: una
RSVP en el centro del campo visual de cada ojo. A la derecha, se representa la condición en la que las RSVPs centrales
aparecen flanqueadas por otras cuatro. Las distancias entre RSVPs que aparecen en esta figura NO se corresponden con las
empleadas en el experimento (ver texto para más detalles).
12 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
nancia ocular en rivalidad binocular. Cada ojo. Después el sujeto realizaba varios ensayos
sujeto pasaba por tres condiciones: En la de práctica de la tarea en las tres condiciones.
primera condición se presentaban dos RS- Finalmente, hacía tres bloques de 200 ensayos
VPs dicópticas, una de ellas formada por cada uno con breves descansos entre ellos. El
11 letras diferentes y un número y la otra observador iniciaba cada ensayo presionando
por 12 letras diferentes. El número apare- uno de los botones en la caja de respuestas.
cía entre las posiciones 4 y 10 de la RSVP. En primer lugar, aparecía un punto de fijación
La tarea consistía en identificar ese número. (0.2º diámetro) -con la misma luminancia y
Las letras se seleccionaban al azar de entre color que los caracteres alfanuméricos- en el
todas las del alfabeto español -excluyendo centro del círculo durante 500 ms. más tarde se
“Ñ” y “W”- y el número de entre el 2 y el presentaban las RSVPs. Al finalizar las RSVPs,
9. La fuente utilizada fue Arial de 22 pun- el observador debía indicar si el número era
tos (resultando un tamaño de aproximada- par o impar presionando uno de dos botones
mente 1ºx1º). Los estímulos se presentaban en la caja de respuestas. La respuesta debía ser
en color negro y con una duración de 100 lo más rápida y precisa posible y dentro de una
milisegundos (ms). Las RSVPs aparecían ventana temporal de 2000 ms. Dentro de cada
en el centro de un círculo gris (10 cd/ m2, bloque se presentaban al azar todas las condi-
diámetro 5º) que, a su vez, aparecía dentro ciones experimentales. La serie con el número
de un rectángulo (6º x 6º) relleno de puntos se presentaba siempre en el ojo no dominan-
blancos y negros al azar (ver Figura 1). Este te (resultados idénticos a los aquí informados
fondo, idéntico en ambos ojos, tenía por ob- pueden obtenerse con RSVPs dicópticas con
jeto facilitar la fusión binocular. En las otras contrastes diferentes).
dos condiciones, las RSVPs presentadas en
la fóvea aparecían flanqueadas por otras RS- Resultados y discusión
VPs diferentes, presentadas a 0º, 90º, 180º
y 270º (ver figura 1). Estas RSVPs eran dis- Calculamos las proporciones de respuestas
tractores, pues el estímulo objetivo (número) correctas para cada sujeto y condición. La
nunca aparecía dentro de ninguna de ellas. figura 2 representa la media y error típico
En una de las condiciones con distractores, de estas puntuaciones, en cada condición,
las RSVPs periféricas aparecían próximas a para el grupo de observadores. Como puede
la RSVP central (0.5º, aproximadamente) y verse en dicha figura, cuando se estimulaba
en la otra condición más alejadas (3º). In- sólo un ojo, la precisión era prácticamente
cluimos también condiciones de visión mo- del 100% en todas las condiciones, mientras
nocular, en las que las RSVPs se presentaban que con estimulación dicóptica ésta dismi-
sólo en un ojo, mientras que en el otro ojo nuía sensiblemente. Los datos se analizaron
se presentaban únicamente el rectángulo y con un ANOVA 2 (modo de presentación:
el círculo interior, con objeto de facilitar la dicóptica vs. monocular) x 3 (condición:
fusión binocular. sin distractores, distractores próximos, dis-
tractores alejados), con medidas repetidas en
Procedimiento ambos factores. Como muestra la figura 2,
se producía supresión interocular en todas
las condiciones (p < .001), aunque ésta era
La sala permanecía sin luz durante todo el ex- mayor con distractores próximos que con
perimento, excepto la proveniente de la pan- distractores alejados, y todavía mayor en re-
talla. Primero examinábamos la visión de cada lación a cuando no había distractores.
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 13
Figura 2. Resultados del experimento 1. Proporción de respuestas correctas en función del estímulo (RSVP central, con
distractores próximos y con distractores distantes) y del tipo de visión (dicóptica vs monocular).
Resultados y discusión
Para cada observador y condición calculamos
la mediana del tiempo de reacción (TR). En
la figura 3 pueden verse los resultados para
cada uno de los observadores. Los datos son
claros: En todos los observadores con un
ojo dominante (AF, MB y LL), la supresión
RSVP incrementaba en función de la estimu-
lación dicóptica precedente, con importantes
diferencias entre observadores en el tiempo
requerido para alcanzar la supresión máxi-
ma. Por ejemplo, MB alcanzaba la supresión
máxima en la tercera presentación dicóptica
(450 ms), mientras que LL la alcanzaba sólo
después de siete presentaciones (1050 ms). El
tiempo máximo de invisibilidad también era
muy variable; por ejemplo, 1 segundo aproxi-
madamente para AF y MB, y casi dos segun-
dos para LL.
Figura 4. Comparación (a partir de Kim y Blake, 2005) de la técnica de RSVPs dicópticas con los procedimientos estándar
de enmascaramiento dicóptico y rivalidad binocular, en cinco características: variedad de estímulos con los que se pueden
utilizar las diferentes técnicas (letras, enrejadas, caras, etc., campo visual (fóvea vs. periferia), tamaño del estímulo, dura-
ción de la invisibilidad y medida objetiva de la conciencia del estímulo.
16 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Como ya hemos dicho, la supresión ocurre Dixon, N.F. (1981). Preconscious processing.
con menor probabilidad justo después del on- Chichester: Wiley.
set de los estímulos dicópticos que durante los Enns, J. T. (2002). Visual binding in the stan-
períodos subsecuentes de observación (Hering, ding wave illusion. Psychonomic Bulletin &
1874/1964; Wolfe, 1983). Durante el perío- Review, 9, 489–496.
do inicial de la rivalidad binocular prevalece
la fusión sobre la supresión. Hay que descar- Erdelyi, M.H. (1974). A new look at the new
tar la hipótesis básica de que la fusión-onset look: perceptual defense and vigilance. Ps-
representa el tiempo mínimo que requiere el ychological Science, 81(1), 1-25.
sistema visual para comparar las dos imágenes. Fang, F. & He, S. (2005). Cortical responses
Por ejemplo, experimentos sobre los umbrales to invisible objects in the human dorsal
de duración para detectar disparidad binocular and ventral pathways. Nature Neuroscien-
sugieren que este tiempo es de unos pocos mi- ce, 8(10), 1380-1385.
lisegundos (Tyler y Julesz, 1976), un tiempo
mucho más bajo que las duraciones de estímu- Gaillard, R., Del Cul, A., Naccache, L., Vinc-
lo que producen fusión inicial (véase observa- kier, F., Cohen, L. & Dehaene, S. (2006).
dor EG en el experimento 2). Nuestro proce- Nonconscious semantic processing of
dimiento de RSVPs dicópticas puede ser útil emotional words modulates conscious ac-
en la investigación de estos problemas, en la cess. PNAS 103, 7524-7529.
medida que combina la eficacia de las técnicas Goldstein, A. G. (1970). Binocular fusion
de enmascaramiento dicóptico con las de la ri- and contour suppression. Perception &
validad binocular tradicional (ver figura 4 para Psychophysics, 7, 28-32.
una comparativa).
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La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 17
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Tong, F., Meng, M. & Blake, R. (2006). nisterio de Educación y Ciencia de España
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Cognitive Science, 10, 502-511
PRIMING EN UNA TAREA digma “one-shot” o el paradigma de “flicker”
(Figura1). El primero de ellos consiste en una
DE BÚSQUEDA VISUAL presentación secuencial de dos imágenes que
MEDIANTE UNA TAREA contienen – a grandes rasgos- la misma escena
aunque la segunda imagen puede presentar
DE CEGUERA AL CAMBIO un cambio con respecto a la primera. Entre
ambas imágenes se intercala una interrupción
Alejandro Maiche Marini (1) y Anna visual breve que podría ser, por ejemplo, una
Renner (2) pantalla en blanco. El paradigma de “flicker”
es similar al paradigma “one-shot” aunque la
(1)Departamento de Psicología Básica, secuencia de las dos imágenes separadas por la
interrupción se repite hasta que el participan-
Evolutiva y de la Educación
te experimental detecta el cambio (Rensink,
Universitat Autònoma de Barcelona 2000).
(2)Universiteit van Amsterdam, The
Netherlands Paradigmas utilizados en las tareas de
ceguera al cambio
INTRODUCCIÓN
Cuando miramos el mundo que nos rodea
tenemos la impresión que nuestra experien-
cia visual es completa a pesar del hecho de
que sólo podemos atender a pocos objetos a
la vez. El fenómeno que conocemos como
“ceguera a los cambios” revela que esta im-
presión subjetiva no coincide con la realidad.
La “ceguera a los cambios” ocurre cuando se Figura 1: La ceguera a los cambios se estudia en el labora-
introducen cambios en una escena después de torio normalmente usando o a) un paradigma „one-shot“
o b) un paradigma „flicker“
breves interrupciones. El fenómeno evidencia
que nuestra imagen del mundo puede no ser
Lo más sorprendente de este fenómeno
tan estable como nos parece y que – fuera del
es que los cambios no detectados resultan
foco de atención – no disponemos de una re-
obvios para el observador una vez que son
presentación completa del mundo (Rensink,
descubiertos. El elemento clave para que los
2000).
cambios no sean detectados parece ser la bre-
Los trabajos sobre ceguera al cambio han
ve interrupción que se interpone entre la es-
utilizado situaciones controladas de labora-
cena sin cambio y la escena con cambio. En
torio así como situaciones de la vida cotidia-
las situaciones cotidianas, los cambios súbitos
na. En situaciones reales, la sustitución de la
están usualmente acompañados por una señal
persona con quien se mantiene una conver-
de cambio (es decir, movimiento). Las señales
sación informal – después de una breve inte-
de cambio capturan la atención del observa-
rrupción – puede pasar desapercibida para el
dor de manera espontánea provocando que la
interlocutor inicial (Simons, Chabris, Schnur
atención se focalice en torno al cambio.
y Levin, 2002). En el laboratorio, se estudia
En los paradigmas experimentales clásicos
la ceguera a los cambios utilizando el para-
de ceguera al cambio (Figura 1), las señales de
20 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
cambio quedan encubiertas por la interrup- consciencia, existe evidencia empírica que
ción que se interpone entre las imágenes. Ésto avala la posibilidad de detección implícita
obliga a los participantes a intentar detectar de cambios (Fernandez-Duque y Thornton,
los cambios empleando estrategias diferentes 2000; Silverman y Mack, 2006; Simons,
a las que utilizan habitualmente. En princi- Chabris, Schnur y Levin, 2002). Fernandez-
pio, podemos asumir que la detección de un Duque y Thornton (2000) argumentan que
cambio en una escena visual requiere atender la medida dependiente típicamente usada en
al objeto que va cambiar antes y después del los experimentos de ceguera al cambio podría
cambio. Como consecuencia, la detección simplemente no ser suficientemente sensible
del cambio surge de la comparación entre la para descubrir las posibles representaciones
escena anterior y la posterior. Entonces, para pre- y post-cambio en tanto que utilizan pre-
tener éxito en la detección de cambios resulta guntas abiertas del tipo “¿Usted vió algo no
necesario establecer las correspondencias en- usual durante la interacción?” o “¿Usted vió
tre la escena original y la escena cambiada. En que algo cambió?”. Sin embargo, si agregamos
este sentido, la investigación sobre ceguera al una pregunta que incluya una pista en relación
cambio y, este trabajo en particular, permiten al recuerdo, se observa que los participantes
comprender aspectos vinculados al funciona- tienen registro de algún detalle del cambio
miento de la atención, la memoria visual y la (Simons et al., 2002). De todas maneras, este
consciencia visual. tipo de resultados pueden estar influidos por
Si bien existe un amplio consenso en cuan- la presencia de recuerdos explícitos. Por ello,
to a la necesidad de atender al lugar de ocu- Fernandez-Duque, Grossi, Thornton y Nevi-
rrencia de un cambio para lograr su detección lle (2003) muestran mediante EEG que exis-
(explícita) (Simons y Rensink, 2005) existen ten topografías y cursos temporales diferentes
algunos fenómenos en psicología (percepción en la activación neural para la focalización de
subliminal, visión a ciegas, ceguera inatencio- la atención, la consciencia de cambio y la re-
nal) que muestran que la información no per- presentación implícita de la ocurrencia de un
cibida puede también influir en el comporta- cambio. El perfil de activación específico que
miento (Merikle, Smilek y Eastwood, 2001; provocan los cambios implícitos (deflexión
Weiskrantz, 1986; Mack y Rock, 1998). positiva en la ventana temporal de 240 – 300
Partiendo de la idea de que existen estímulos ms) sugiere que el cambio podría ser proce-
que, bajo ciertas condiciones, pueden ser pro- sado de una manera que no es accesible me-
cesados sin consciencia, podemos plantearnos diante un informe explícito (Ryan y Cohen,
la pregunta de si podría ocurrir lo mismo con 2004). De hecho, Niedeggen, Wichmann y
los cambios no detectados (explícitamente). Stoerig (2001) sugieren que el procesamiento
Es decir, podemos plantearnos la pregunta de implícito podría facilitar la detección explíci-
si es posible, en las condiciones adecuadas, ta de los cambios influyendo en el despliegue
detectar cambios implícitamente. de la atención.
Para abordar esta pregunta, debemos consi- A pesar de estos resultados que parecen
derar el hecho de que la detección de cambios avalar la presencia de mecanismos implícitos
implica un procesamiento más complejo que en la detección de cambios y su vinculación
la de otros estímulos ya que la detección de un con la asignación de los recursos atencionales,
cambio requiere un proceso de comparación existen todavía muchas dudas en torno a este
entre la escena original y la escena cambiada. tema. Más aún, existen actualmente tres mo-
Aunque no se sabe exactamente cómo podría delos diferentes que intentan explicar las po-
funcionar dicho proceso de comparación sin sibles interacciones entre los procesos implí-
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 21
citos y explícitos en la detección de cambios Cuando atendemos a un cierto lugar, los even-
(Mitroff y Simons, 2002). El modelo busca- tos que ocurren en dicho lugar se procesan más
dor (homing model, Smilek, Eastwood y Me- rápidamente aumentando la actividad cortical
rikle, 2000) asume que la detección implícita eléctrica asociada a dicha región (Nakayama y
puede guiar la búsqueda de la localización del Mackeben, 1989). En este sentido, el elemento
cambio actuando como faro capaz de dirigir clave es el desplazamiento de la atención que
la atención. En la medida que el foco aten- puede estar motivado por una gran cantidad
cional se aproxima al lugar de ocurrencia del de variables. En situaciones naturales, los cam-
cambio, la intensidad de la señal de cambio bios pueden ser considerados como puntos
aumenta y desplaza la atención aún más cerca de interés de la escena produciendo captura
de la ocurrencia del mismo. Por tanto, este atencional (Ruz y Lupiáñez, 2002). A partir
modelo asume que el rastreo atencional que de éstas ideas, parece razonable esperar que la
realiza el participante en la escena mientras detección de un cambio en una escena visual
busca el cambio lleva progresivamente a que el determine que la atención permanezca por un
foco atencional coincida con la ubicación del cierto tiempo cerca de dicho punto. Por tanto,
cambio. El modelo de integración temporal una tarea atencional que se propone al partici-
asume que la detección explícita de un cambio pante inmediatamente después de una tarea de
requiere de un proceso de acumulación tem- detección de cambios puede verse influenciada
poral de la información y que dicho proceso por la detección previa del cambio que actuaría
determina la detección cuando se supera un como pista para la captura atencional.
cierto umbral de información pre-fijado en el Partiendo de esta premisa, es lógico supo-
sistema. Antes de que se supere dicho umbral ner que la detección previa de un cambio en
para la conciencia, la señal puede superar un la tarea de ceguera al cambio provocará la ace-
umbral menor referido a la detección implí- leración en la localización del estímulo obje-
cita del cambio. En este caso, la detección tivo en la tarea de BV y por tanto esperamos
implícita también precede a la detección ex- obtener TR menores en esta condición experi-
plícita (rol funcional de lo implícito) pero no mental. Asimismo, esperamos comprobar que
habría un progresivo acercamiento del foco los cambios no detectados en un paradigma de
atencional al lugar de ocurrencia del cambio ceguera al cambio pueden influir en la ejecu-
(el desplazamiento atencional sólo ocurriría si ción posterior del participante. Si asumimos
el umbral para la detección implícita fuera su- que, en buena parte de los cambios no detec-
perado). Por último, el modelo de atención tados en la tarea de ceguera al cambio existe
focalizada asume que los cambios no son lo- igualmente un desplazamiento de la atención
calizados hasta que éstos no son detectados hacia el lugar en que ocurrió el cambio (por
explícitamente, lo que implica asumir que la más que ésta no llegue al umbral necesario para
detección implícita de los cambios no juega convertirse en detección explícita) entonces, es
ningún papel relevante en el despliegue de la lógico esperar que en esta condición también
atención. Para los defensores de este modelo, exista una disminución de los TR en la tarea de
la atención es guiada por las regiones salientes búsqueda visual producto de la vecindad entre
de la escena que incluyen las regiones de ocu- el foco atencional y la localización del estímulo
rrencia de un cambio. objetivo (ver apartado Estímulos).
Una de las manifestaciones más di- Este trabajo pretende también mostrar un
rectas de la atención es que mejora el procesa- método que creemos más adecuado, en tanto
miento de los estímulos que se encuentran en que más sensible, para la investigación de la
el foco atencional (Eriksen y St. James, 1986). detección de los cambios implícitos. El mé-
22 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
todo que presentamos aquí combina dos pa- el software DirectRT de Empirisoft (Jarvis,
radigmas clásicos en el estudio de la atención 2004). El programa se ejecutó con un orde-
de manera concatenada aportando, a nuestro nador PC (Pentium IV 3.2 GHz) conectado a
entender, una herramienta más efectiva para un monitor de 19 pulgadas (Philips Brillian-
investigar la existencia de mecanismos implí- ce 109P4) con una resolución de 1024*768
citos en la detección del cambio. pixeles y una tasa de refresco de 85Hz. Los
participantes permanecían sentados frente al
monitor a una distancia aproximada de 30
MÉTODO cm mientras que una mentonera regulable
sostenía la cabeza de los participantes. La vi-
Participantes sión fue, en todo momento, binocular.
Figura 2. Secuencia de pantallas que conforman un ensayo. En el ejemplo la respuesta correcta en la BV es „sí“ porque el
triángulo azul (estímulo objetivo) está presente. Obsérvese que el rectángulo verde cambiado y el triángulo azul aparecen
en el mismo lugar
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 23
tación en una pantalla determinada con el fin los ocho rectángulos cambia de orientación
de impedir conjuntos estimulares demasiado durante la pantalla blanca intermedia. En los
homogéneos. ensayos sin cambio, la tercera y la quinta pan-
La tarea de búsqueda visual se forma con talla de la figura 2 son idénticas.
triángulos rojos y círculos azules colocados en El experimento completo consistía en 192
los mismos lugares en que estaban los rectángu- ensayos divididos en 3 bloques de 64 ensayos
los. Por tanto, en la tarea de BV aparecen siem- cada uno. De los 64 ensayos de cada bloque,
pre 8 elementos que se localizan en las mismas 48 (75%) contenían el estímulo objetivo en
8 posiciones que tenían los rectángulos. El cri- la tarea de búsqueda visual (ensayos positivos
terio de localización para triángulos y círculos es de BV) y 16 (25%) no contenían el estimulo
aleatorio en cada ensayo; aunque la localización objetivo (ensayos negativos). De los ensayos
del elemento objetivo es clave para determinar positivos, 32 (66%) correspondían a ensayos
el tipo de ensayo (véase mas adelante) con un cambio en la tarea de ceguera al cam-
bio y 16 (33%) a ensayos sin cambio en dicha
tarea. Todos los ensayos negativos en la BV
Procedimiento correspondían a ensayos sin cambio en la ta-
rea de ceguera al cambio (16). Todos los ensa-
Cada ensayo se compone de 5 pantallas pre-
yos fueron presentaron en orden aleatorio.
sentadas de forma secuencial. La primera pre-
senta un punto de fijación durante 600 ms, Análisis
después las dos pantallas correspondientes a
la tarea de ceguera a los cambios durante 100 Sólo se analizaron los ensayos de BV positivos
ms cada una, con una pantalla blanca inter- en los que los participantes detectaron correc-
media de 100 ms. A continuación, se presen- tamente el estímulo objetivo. Por lo tanto no
ta la tarea de búsqueda visual que permanece se analizaron aquellos en los que los partici-
en pantalla hasta que el participante responde pantes no detectaron el estímulo objetivo ni
y el ensayo finaliza con una pantalla en dónde aquellos en los que éste no se presentó. Los
se le pregunta al participante si detectó algún ensayos que se analizaron se pueden catego-
cambio (refiriéndose a la primera tarea). La rizar en cuatro grupos según la respuesta del
Figura 2 muestra la secuencia completa de observador a la tarea de ceguera al cambio y a
pantallas durante un ensayo con los tiempos la condición de ésta:
de presentación de cada una de ellas. Cambio explícito: el participante percibe el
La tarea del participante consistía en indi- cambio. Cambio implícito: el participante in-
car si el estímulo objetivo de la tarea de bús- forma de no haber percibido ningún cambio
queda visual, un triángulo azul, estaba pre- (aunque el cambio sí ocurrió).
sente o no en la pantalla. Después de esto, • Sin cambio (que utilizaremos como condi-
aparece la pregunta “¿Has visto un cambio?”. ción control): no ocurre ningún cambio
Esta pregunta aparece en letras verdes con el y el participante informa correctamente.
objetivo de recordar la tarea de cegueranal
• Cambio inventado: los participantes res-
cambio a la cual se refiere la pregunta. Los
ponden positivamente ante el no cam-
participantes solamente tenían que indicar
bio.
mediante las teclas “S” o “N” si pensaban que
había habido un cambio en la primer tarea Se descartan del análisis los cambios inven-
sin indicar la localización del mismo. En los tados debido a que no tenemos información
ensayos de la tarea de ceguera al cambio don- sobre los procesos que pueden motivar este
de efectivamente ocurre un cambio, uno de tipo de respuesta. Asimismo, se depuran los
24 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
ensayos cuyos tiempos de reacción superan el que la presencia de un cambio explícito faci-
valor de la media más 1 desviación estándar lita la respuesta en la tarea de búsqueda visual
para un participante determinado en cada BV. Sin embargo, al contrario de lo que espe-
condición experimental (Tabla 1). rábamos, los TR provenientes de la condición
de “cambio implícito” son mayores que el TR
Tabla 1: Condiciones experimentales
promedio de la condición “sin cambio” (con-
Condición de Ceguera al cambio dición control).
Cambio No cambio
RESULTADOS
Se computaron las medias y medianas de los
tiempos de reacción (TR) para todos los par-
ticipantes según las diferentes condiciones ex-
perimentales propuestas. Uno de los partici- Figura 3. Tiempos de Reacción para la tarea de Búsqueda
pantes fue descartado del análisis debido a su Visual en las 3 condiciones experimentales. Las barras de
alta tasa de error en la tarea de BV búsqueda error representan un error típico para la media
visual (>5%). En la tabla 2 se presentan, por
tanto, los resultados correspondientes a 32 Se llevó a cabo una prueba t sobre la media
participantes. de los tiempos de reacción para cada parti-
cipante y condición. El tiempo de reacción
Tabla 2. Número de ensayos analizados en cada condición,
media, desviación estándar y mediana de los tiempos de obtenido para la tarea de búsqueda visual BV
reacción en la búsqueda visual BV después de un cambio explícito es significa-
Ensayos
Tiempos de Reacción para tivamente más rápido que el TR obtenido
la tarea de Búsqueda Visual
analizados
(ms) cuando no hubo un cambio en la tarea de de-
Desviación tección de cambios (t = 2.275, df = 31, p =
N Media Mediana
Estándar 0.03). Los tiempos de reacción después de un
Cambio
1464 828 353 751 cambio implícitamente detectado fueron sig-
Explicito
Cambio
nificativamente más lentos que los TR obte-
Condiciones Implícito
1578 903 373 811
nidos a partir de la condición de “no-cambio”
experimentales
(t = 2.445, df = 31, p = 0.02).
No
1327 868 327 783
Cambio
CONCLUSIONES
Como se puede observar en la Tabla 2,
el promedio y la mediana de los tiempos de Los resultados obtenidos en el experimen-
reacción en la tarea de búsqueda visual son to parecen confirmar la primera hipótesis
menores para la condición de “cambio explí- en cuanto a que se comprueba que existen
cito” (Mn = 828 ms, Md = 751 ms) que en efectos de facilitación sobre la búsqueda vi-
la condición de “no cambio” (Mn = 868 ms, sual cuando ésta es precedida por un cambio
Md = 783 ms). Estos datos parecen indicar explícitamente detectado. Los tiempos de
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 25
reacción muestran claramente que los cam- (cambios implícitos) es suficientemente gran-
bios explícitamente detectados aceleran la de como para no permitir establecer correla-
búsqueda del estímulo objetivo en la tarea ciones fácilmente.
de búsqueda visual. De alguna manera, esto Más sorprendente resulta el efecto obteni-
podría estar indicando que el foco atencional do para los cambios implícitos sobre la bús-
permanece en el lugar donde ocurre el cam- queda visual ya que los tiempos de reacción
bio en la tarea de ceguera al cambio el tiempo se ven incrementados con respecto a la con-
suficiente para facilitar la tarea de búsqueda dición sin cambio. Este resultado podría su-
visual. Sin embargo, los resultados no pare- gerir que cambios implícitamente detectados
cen corroborar la segunda hipótesis ya que los son procesados igualmente ya que, si no fuera
TR obtenidos muestran que los cambios no- así, no obtendríamos diferencias sistemáticas
detectados (considerados como detecciones con respecto a la condición sin cambio. En
implícitas) no parecen facilitar la búsqueda este sentido, la idea básica de la segunda hi-
visual. Y todavía más, los cambios implícitos pótesis de este trabajo, en línea con resultados
parecen tener el efecto inverso provocando un anteriores de percepción subliminal (Merikle,
enlentecimiento en la consecución de la tarea Smilek y Eastwood, 2001), no puede ser des-
de búsqueda visual. cartada completamente. No obstante, parece
A la hora de interpretar estos resultados, claro que los cambios implícitos no parecen
es importante tener en cuenta que los parti- facilitar la búsqueda visual sino que más bien
cipantes no disponían de información previa inhiben la detección del estímulo objetivo de
sobre la relación entre las dos tareas, lo cual alguna manera. En este sentido, debemos su-
implica que, en el caso de que la atención poner que los mecanismos atencionales ope-
haya permanecido en el lugar donde se pro- ran de manera diferente cuando se trata de
dujo el cambio, esta permanencia fue – en información que no alcanza el umbral de de-
principio – involuntaria. Esto sugiere que la tección que cuando la detección del cambio
detección explícita parece efectivamente cen- es explícita. Parece que algo en la detección
trar los recursos atencionales en localizaciones implícita reduce la velocidad de la búsqueda
especificas tal como predice el modelo busca- visual o inhibe la detección del estímulo ob-
dor (homing model, Smilek et al. 2000) aun- jetivo.
que este resultado también podría explicarse La idea que la inhibición es funcionalmen-
mediante el modelo de atención focalizada. te importante para el procesamiento visual no
Evidentemente puede argumentarse que, es nueva (David, 1999). Obviamente, no to-
si bien los participantes no eran informados dos los elementos de una escena pueden ser
sobre la coincidencia entre la localización del procesados de manera consciente por el siste-
cambio en la primera tarea y la ubicación del ma. El sistema visual, por tanto, tiene que op-
estímulo objetivo en la segunda, ésta correla- tar por los objetos relevantes para garantizar la
ción puede ser fácilmente detectada por los supervivencia en relación con las propiedades
participantes después de algunos ensayos. Si de los objetos que son procesadas, además, en
bien existe esta posibilidad que parece ser diferentes etapas. Por tanto, un efecto de pri-
confirmada por el relato posterior de algunos ming negativo refleja en general la supresión
participantes, es importante mencionar que la de los objetos ignorados durante la selección
mayoría de los participantes (80%) informa- atencional (Tipper y Cranston, 1985).
ron de no haber detectado ninguna correla- Van Rullen y Koch (2003) investigaron
ción al respecto. Esto puede explicarse debido el procesamiento de objetos que los partici-
a que el porcentaje de cambios no detectados pantes no podían indicar explícitamente. En-
26 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
contraron que en muchos casos estos objetos en este caso sea mayor que en los casos don-
generaban un priming negativo significativo de no hubieron cambios (condición sin cam-
en una tarea posterior sugiriendo que sí fue- bios), es lógico suponer que el efecto de per-
ron procesados en un primer momento, pero manencia que provoca un cambio implícito
que después fueron suprimidos por selección es mayor que si no hay cambios en la escena
atencional. La situación para cambios im- que dirijan el foco atencional. Esta alternativa
plícitos en nuestro experimento podría ser podría explicar también el aumento de los TR
comparable. El sistema visual podría supri- encontrado para la condición de los cambios
mir la activación causada por cambios implí- implícitos.
citamente detectados para así poder utilizar Lo que verdaderamente esté sucediendo en
todos los recursos disponibles para resolver el caso de los cambios implícitos o las razones
la tarea siguiente de búsqueda visual. La in- de por qué los cambios implícitos parecen te-
hibición se justifica a partir de la necesidad ner un efecto inhibitorio es aún un tema de
de minimizar la interferencia entre ambas especulación. Resulta necesaria mayor inves-
tareas. En los casos donde el cambio es de- tigación para aclarar los mecanismos atencio-
tectado (detección explícita) la activación ge- nales que subyacen a este efecto inhibitorio.
nerada es seguramente demasiado fuerte para En cualquier caso, los resultados obtenidos
ser inhibida y por tanto, la localización donde parecen ir en la línea de otras investigacio-
ocurre el cambio es seleccionada provocando nes que proporcionan evidencia empírica de
un efecto de priming positivo en la tarea de la detección implícita de cambios sugiriendo
búsqueda visual. En ese sentido, las predic- que los cambios no detectados podrían ser
ciones de nuestra segunda hipótesis basadas procesados mediante otro tipo de mecanis-
en los estudios de visión a ciegas (Weiskrantz, mos atencionales.
1986) y la importancia de la memoria implí- La existencia de mecanismos de detección
cita para la localización de la atención (Chun implícita de los cambios puede implicar que,
y Nakayama, 2000) podrían cumplirse en un aun cuando nuestra experiencia visual no sea
tipo diferente de paradigma de ceguera a los tan completa como suponemos a primera vista,
cambios donde se presente una sola tarea a tampoco es tan deficiente como algunos estudios
la vez y por tanto, no sea necesario utilizar sobre ceguera a los cambios sugieren (Rensink,
los mecanismos inhibitorios para prevenir la 2000). Mack (2002), por ejemplo, argumenta
interferencia entre las tareas. que fenómenos como el de ceguera a los cam-
Otra posible explicación se relaciona con bios que sugieren que la atención es necesaria
el hecho de que el sistema visual pudo haber para la percepción, sólo ocurren cuando la aten-
procesado los cambios implícitos sin inhibir- ción se focaliza estrechamente y no cuando la
los pero también sin localizarlos como permi- atención es distribuida más ampliamente. Bajo
te predecir el modelo de atención focalizada. condiciones de atención distribuida (como es el
De esta manera el cambio implícito tiene el caso en la experiencia visual cotidiana) es pro-
mismo efecto que una pista inválida (Posner, bable que obtengamos una representación más
Rafal, Chaote y Vaughn, 1985). En este caso, global, pero menos detallada, de la escena visual.
la atención permanecería en una localización Si consideramos la posibilidad del procesamien-
diferente pero que, en términos probabilís- to implícito de los cambios, podemos pensar
ticos, distaría de la localización del estímulo que existe mayor cantidad de aspectos de una
objetivo en la búsqueda visual. Si bien no escena visual que pueden ser representados en la
existen razones para suponer que la distancia memoria visual que los que los estudios clásicos
desde el foco atencional al estímulo objetivo sobre ceguera a los cambios parecen sugerir.
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 27
tomamos el caso del castellano, nos resulta fá- Una plausible explicación sobre el origen
cil pensar en expresiones de uso frecuente que de dicha asociación entre tiempo y espacio
utilizan el espacio de manera metafórica para está relacionada con la direccionalidad del
representar el tiempo: “Nos veremos más ade- sistema ortográfico usado por los participan-
lante” o “Muchos años atrás…”. En los dos tes. Santiago, Román y Ouellet (en revisión)
ejemplos podemos contemplar que el futuro sugieren que la gente construye modelos
está situado adelante y el pasado detrás. mentales para comprender y pensar sobre el
Además de pruebas lingüísticas, existen mundo que les rodea. Estos modelos buscan
también evidencias experimentales. Torralbo, la máxima coherencia interna. Cuando los
Santiago, y Lupiáñez (2006) hicieron un estu- modelos mentales se construyen a partir de la
dio comportamental en el cual se les pedía a lectura de textos dentro de una ortografía de
los participantes que dijeran en voz alta si las izquierda a derecha, las entidades son men-
palabras que iban apareciendo en la pantalla se cionadas literalmente de izquierda a derecha.
referían al futuro o al pasado. Las palabras eran Una estrategia que puede ayudar a construir
verbos conjugados en pasado o futuro, o ad- un modelo mental con máxima coherencia
verbios de tiempo, e iban apareciendo delante para esa situación es colocar sus referentes
o detrás del dibujo de una cara presentada de de izquierda a derecha en el espacio mental.
perfil. La cara podía estar mirando hacia la de- Debido a constricciones pragmáticas, los
recha o la izquierda. Se comprobó que los par- eventos que ocurren antes en el tiempo son
ticipantes eran más rápidos en decir “futuro” mencionados antes en los textos (Levinson,
cuando la palabra aparecía delante de la cara y 1983), lo que significa que se escriben más
“pasado” cuando aparecía detrás. a la izquierda. Como resultado de esta estra-
No obstante, cuando usaron una respuesta tegia, las personas desarrollarían el hábito de
manual izquierda o derecha para dar los juicios colocar los eventos que ocurren antes en el es-
de “pasado” y “futuro”, obtuvieron una faci- pacio mental izquierdo seguido de los eventos
litación para responder “futuro” con la mano que ocurren después, que se colocarían en el
derecha y “pasado” con la mano izquierda espacio mental derecho.
(frente al uso de la correspondencia opuesta), Torralbo et al. (2006) y Santiago et al.
y para responder a palabras de pasado presen- (2007) atribuyeron el efecto perceptual
tadas en la posición izquierda y a palabras de de congruencia espacio-temporal al hecho
futuro presentadas a la derecha. Este efecto era que, en una de sus configuraciones posi-
independiente de la localización de la palabra bles, el significado temporal está organiza-
con respecto a la cara. Este efecto izquierda- do a lo largo de una línea del tiempo que
derecha se encontró también en el estudio de va de izquierda a derecha. Cuando se activa
Santiago, Lupiáñez, Pérez y Funes (2007): un concepto temporal, la posición que ocu-
Tanto estímulos como respuestas localizados pa en dicha línea orienta la atención en la
a la derecha se asociaban a una facilitación de misma dirección.
los juicios de futuro, mientras que el patrón Esta interpretación de los resultados en-
opuesto se encontró en los juicios de pasado. tra en conflicto con la teoría de la Metáfora
Esto se interpretó como indicación de que la Conceptual. Según Lakoff y Johnson (1980,
representación mental de conceptos de tiempo 1999), los conceptos abstractos se benefi-
utiliza representaciones de tipo espacial locali- cian de las estructuras más elaboradas de los
zadas en un eje horizontal de izquierda a dere- conceptos concretos. Haría poco sentido en-
cha, de modo que el pasado se sitúa en la parte tender los conceptos concretos en términos
izquierda de ese eje y el futuro en la derecha. de conceptos abstractos. La interpretación
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 31
de los resultados de Torralbo et al. (2006) y dictivas). Suele tratarse de flechas u otras
Santiago et al. (2007) en este caso sería que el señales simbólicas tales como palabras de
efecto de congruencia encontrado se debie- dirección (“izquierda”, “derecha”) que ha-
ra meramente a una activación motora. Los cen referencia a determinadas localizacio-
conceptos de pasado y futuro activarían res- nes espaciales.
puestas hacia la izquierda y derecha respecti- Por otro lado, las señales exógenas son de
vamente, a las cuales seguiría una activación carácter explícito y aparecen periféricamen-
automática de las reacciones congruentes. te en el mismo lugar (ensayo válido) o en el
El objetivo principal de nuestro estudio lugar opuesto (ensayo inválido) al lugar de
era discriminar entre ambas posibilidades. aparición del estímulo objetivo. Suelen ser
no predictivas y normalmente consisten en la
presentación de un flash en una de las posi-
ORIENTACIÓN DE LA ATENCIÓN ciones posibles previamente a la aparición del
estímulo objetivo.
ESPACIAL A TRAVÉS DE CON-
Se ha demostrado que ambos tipos de se-
CEPTOS TEMPORALES ñales son capaces de producir un efecto de
facilitación perceptual de aquellos estímulos
Para saber si el efecto se debía realmente a que aparecen en el lugar previamente seña-
una orientación de la atención, decidimos lado. Sin embargo, el efecto producido por
utilizar un paradigma de uso común en los cada una de ellas no es exactamente igual
estudios sobre orientación de la atención (ver Funes, Lupiáñez y Milliken, 2005, para
espacial: el paradigma de “cueing” o señali- una revisión reciente). Por un lado, tienen
zación espacial (Posner, 1980; Posner y Co- un curso temporal diferente, de modo que
hen, 1984; Posner, Nissen y Ogden, 1978). los efectos con señales endógenas son más
Con este paradigma se ha comprobado que tardíos que con señales exógenas (Jonides y
señales espaciales, tales como un flash peri- Gleitman, 1976; Jonides, 1981; Müller y Ra-
férico o una flecha central, facilitan el pro- bbit, 1989; Hommel et al., 2001; Frischen y
cesamiento perceptual de los estímulos pre- Tipper, 2004). Además, el efecto de facilita-
sentados en el lugar previamente ocupado o ción obtenido con las señales exógenas, pero
indicado por dicha señal. no endógenas, se invierte cuando el intervalo
En la literatura sobre atención espacial entre la señal y el objetivo se hace más largo.
existe una clara distinción entre dos tipos Dicho efecto es conocido como “inhibición
de señales espaciales, que pueden orientar de retorno” (Posner y Cohen, 1984; Posner,
la atención de manera voluntaria o endó- Rafal, Choate, y Vaughan, 1985).
gena versus de manera automática o exóge- Weger y Pratt (2008), en lugar de utilizar
na. El primer tipo de señales es de carácter una señal espacial, presentaron una palabra
simbólico, es decir que las señales necesitan de tiempo en el centro de la pantalla como
ser procesadas a nivel semántico. Habitual- señal para estudiar la representación espacial
mente se presentan fovealmente y son pre- del tiempo. Dos grupos efectuaron un expe-
dictivas del lugar de aparición del estímulo rimento con el mismo diseño, pero con la
objetivo, es decir, que el porcentaje de en- siguiente diferencia: a un grupo se le pedía
sayos válidos es mucho más elevado que el localizar el estímulo objetivo tras la señal (que
porcentaje de ensayos inválidos (pero véase podía aparecer tanto a la izquierda como a la
Hommel, Pratt, Colzato, y Godijn 2001, derecha, Experimento 2a); el otro grupo debía
para un estudio de orientación de la aten- detectar este mismo estímulo (Experimento
ción espacial con señales centrales no pre-
32 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
que el único origen del efecto se encuentra explícita a las direcciones izquierda/derecha.
en la activación de códigos de respuesta. Así, La referencia a dichas direcciones es implíci-
analizamos las interacciones entre la referencia ta y se hace mediante procesos automáticos
temporal de la señal (pasado/futuro), el lugar como en el caso de las señales exógenas (ver
del objetivo (izquierda/derecha) y el lugar de la sección anterior para más detalles sobre las
respuesta (izquierda/derecha). La referencia diferencias entre señales endógenas y exóge-
temporal de la señal facilitó (significativamente nas).
a nivel estadístico) tanto la activación de los Además, nuestras señales temporales pue-
códigos de respuesta como la percepción del den considerarse como señales híbridas de-
estímulo objetivo (véase Figura 4), pero de bido a su presentación central (característica
manera independiente (no hubo interacción de las señales endógenas) pero no predictiva
significativa de segundo orden). El hecho (como las señales exógenas). Elegimos este
de que estos dos efectos de facilitación eran tipo de presentación porque no sabíamos
independientes es muy importante porque exactamente a qué tipo de señal nos enfren-
implica que los efectos de facilitación obtenidos tábamos, y no queríamos favorecer un tipo u
en este estudio y probablemente en estudios otro de estrategia para el procesamiento del
anteriores (Santiago et al., 2007; Torralbo estímulo objetivo. Por otro lado, se ha com-
et al., 2006) no se debían únicamente a una probado que el efecto de orientación de la
activación de los códigos de respuesta. Los atención con señales endógenas, aunque re-
conceptos temporales parecen poder orientar la ducido, sigue presente cuando éstas no son
atención espacial, facilitando el procesamiento predictivas (Hommel et al., 2001).
perceptual de los objetivos previamente Los resultados obtenidos en nuestro pri-
señalados por su referente semántico (pasado- mer experimento de localización (Ouellet et
izquierda/futuro-derecha), así como facilitar al., en prensa-b) sugieren que el mecanismo
la activación de respuestas espacialmente de orientación es más parecido al endógeno
congruentes. ya que en él no detectamos inhibición de re-
torno (que suele aparecer cuando el intervalo
temporal entre la señal y el estímulo objetivo,
¿QUÉ TIPO DE ATENCIÓN o SOA, es mayor de 300-400ms) aún cuando
nuestro SOA fue de 2250 ms.
ORIENTAN LOS CONCEPTOS
Sin embargo, el paradigma usado en el
TEMPORALES? Experimento 3 del mismo estudio (Ouellet
et al., en prensa-b) nos ha permitido poner
Si los conceptos de tiempo producen real- a prueba más directamente esta cuestión,
mente una orientación de la atención hacia es decir conocer la naturaleza del mecanis-
la localización espacial con la que están rela- mo atencional orientado espacialmente por
cionados metafóricamente, dicha orientación los conceptos de tiempo. Para estudiar si el
debería de ser de uno de los dos tipos posi- curso temporal de los efectos de señalización
bles: endógena o exógena. producidos por los conceptos temporales se
Es difícil de predecir cuál de estos dos me- asemeja más al producido por señales exó-
canismos de orientación atencional endógeno genas o endógenas, introdujimos una mani-
o exógeno, es activado a través de conceptos pulación de SOA con dos niveles, un SOA
temporales, porque las palabras, aunque son corto de 250 ms. y un SOA largo de 800ms.
símbolos que hay que procesar semántica- Una segunda variación de este experimento
mente (similar a las señales que producen la con respecto a los experimentos 1 y 2 es que
orientación endógena), no refieren de manera
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 37
Figura 5. Efecto de facilitación a nivel perceptual encontrado en SOA Corto vs. Largo en el Experimento 3
38 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Una conclusión adicional que puede de- de efecto se debía a un procedimiento experi-
rivarse del presente estudio es que pedir a los mental con ciertas debilidades.
participantes que procesen la señal en función El uso de una tarea de discriminación de
de su significado temporal tal y como se hizo tipo Stroop espacial en uno de nuestros es-
en los Experimentos 1 y 2 no parece ser una tudios (Experimento 2, Ouellet et al., en
condición necesaria para producir el efecto prensa-b) nos permitió disociar entre las dos
atencional espacial por este tipo de señales, ya causas posibles del efecto de facilitación ob-
que en este experimento no se hizo referencia tenido cuando se señala un lugar mediante
explícita a este aspecto de las palabras. conceptos temporales: orientación espacial
versus activación motora. El efecto encontra-
do en los experimentos de localización hubie-
CONCLUSIONES ra podido deberse a un vínculo directo entre
los conceptos de pasado y futuro y sus corres-
Los estudios aquí revisados tratan de dar a co- pondientes respuestas motoras (Pollmann y
nocer la naturaleza de los mecanismos subya- Maertens, 2005). De acuerdo con la hipótesis
centes a la metáfora conceptual espacio-tiem- de la activación motora, encontramos que los
po. Concretamente, se trata de analizar si los conceptos de pasado y futuro facilitaban las
conceptos temporales son capaces de orientar repuestas hacia la izquierda y derecha, respec-
la atención hacia el lugar al que están meta- tivamente. Sin embargo, estos mismos con-
fóricamente ligados (el pasado a la izquierda ceptos temporales eran capaces de orientar la
y el futuro a la derecha), de un modo similar atención hacia sus lugares correspondientes,
a como lo hacen las señales espaciales. Es im- ya que producían una mejora en el procesa-
portante destacar que tanto en los experimen- miento perceptual de estímulos que aparecían
tos realizados en nuestro laboratorio como en en el lugar “atendido”, independientemente
los de Weger y Pratt (2008), los participantes de si la respuesta era contra o ipsilateral. Los
no respondieron directamente a las palabras dos efectos de facilitación, el perceptual y el
de tiempo (en contraste con estudios como motor, se combinan aditivamente, lo que su-
Santiago et al., 2007, y Torralbo et al., 2006), giere dos orígenes diferentes. Se puede con-
sino a estímulos señalados por ellas. Aún así, cluir que el efecto perceptual depende de un
la señalización generó un efecto de facilitación mecanismo de orientación de la atención es-
en armonía con los resultados encontrados en pacial.
estudios anteriores donde sí se tenía que res- De acuerdo con los estudios de Funes, Lu-
ponder directamente a las palabras, es decir, piáñez y Milliken (2005) y Corbetta y Shulman
unos menores tiempos de reacción cuando (2002), la orientación de la atención a un SOA
el estímulo objetivo aparecía a la izquierda y largo únicamente (Experimento 3, Ouellet et
estaba señalado por una palabra de pasado o al., en prensa-b) es más acorde con uno modo
cuando aparecía a la derecha y estaba señala- endógeno de orientación de la atención.
do por una palabra de futuro. Estos resultados tienen implicaciones im-
Weger y Pratt (2008) no consiguieron en- portantes tanto para las teorías sobre orien-
contrar este efecto con una tarea de detección, tación de la atención como para las teorías
lo que sugería que el efecto de señalización no sobre las metáforas conceptuales. Extienden
era de naturaleza atencional-perceptual. Sin observaciones previas sobre la capacidad de
embargo, los estudios realizados posterior- señales no directamente vinculadas al espacio
mente en nuestro laboratorio, descritos en de orientar la atención espacial (véase Fischer,
este capítulo, demostraron que esta ausencia Castel, Dodd y Pratt, 2003, para un caso de
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 39
orientación de la atención espacial mediante Fischer, M. H., Castel, A. D., Dodd, M. D.,
el uso de números como señales). Además, y Pratt, J. (2003). Perceiving numbers
ponen en duda la necesidad de que las señales causes spatial shifts of attention. Nature
sean predictivas para poder orientar la aten- Neuroscience, 6, 555-556.
ción de forma endógena. Se necesitará más Fitousi, D., y Algom, D. (2006). Size con-
investigación para saber bajo qué condicio- gruity effects with two-digit numbers:
nes las señales necesitan ser o no predictivas, Expanding the number line? Memory &
pero esta característica no parece ser necesaria Cognition, 34, 445-457.
al menos en el caso de las señales que tienen
un fuerte vínculo con su lugar de referencia Frischen, A., y Tipper, S. P. (2004). Orienting
(Hommel et al., 2001). Las palabras tempo- attention via observed gaze shifts evokes
rales podrían ser otro caso. longer-term inhibitory effects: Implica-
Con respecto a la teoría de la Metáfora tions for social interactions, attention and
Conceptual, esta investigación apoya la no- memory. Journal of Experimental Psychol-
ción de que, por los menos para el concepto ogy: General, 133, 516-533.
del tiempo, las estructuras de los conceptos Funes, M. J., Lupiáñez, J., y Milliken, B.
pertenecientes a dominios abstractos están (2005). The role of spatial attention and
estrechamente liadas a las estructuras de do- other processes on the magnitude and time
minios concretos (Lakoff y Johnson, 1980, course of cueing effects. Cognitive Process-
1999; Johnson 1987; Mandler, 1992). ing, 6, 98-116.
Sin embargo, estos resultados van en contra
de un principio de dicha teoría, según el cual Funes, M. J., Lupiáñez, J., y Milliken, B.
los conceptos abstractos pueden beneficiarse (2007). Separate mechanisms recruited by
de las estructuras de los conceptos concretos, exogenous and endogenous spatial cues:
pero no el contrario. Nuestros resultados pa- Evidence from a spatial Stroop paradigm.
recen indicar que el factor que hará que una Journal of Experimental Psychology: Human
dimensión se beneficie de la otra será el hecho Perception and Performance, 33, 348-362.
de ser menos saliente que la otra, no de ser Gentner, D., Bowdle, B., Wolff, P., y Boronat,
concreta o abstracta. Esta interpretación de C. (2001). Metaphor is like analogy. In D.
los resultados podría explicar resultados simi- Gentner, K. Holyoak and B.N. Kokinov
lares obtenidos con otro concepto abstracto, (Eds.), The analogical mind: Perspectives
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La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 41
atención no selectivo, de manera que “prepa- cia de la alerta con las otras redes, pero éstos
ra” al sistema para un mejor procesamiento han sido bastante contradictorios. Desde la
o respuesta a un estímulo, sin necesidad de propuesta original de Posner se aboga por su
haberlo seleccionado específicamente en mo- independencia anatómica y funcional, aun-
mentos previos. Desde la aproximación com- que cabe la posibilidad de interacción funcio-
putacional, también se entiende como un re- nal dada la interconexión entre ellas (Posner
curso que beneficia la ejecución en una tarea, y Raichle, 1994). La red de alerta, en con-
por la preparación que supone para un evento creto, se ha relacionado de forma inhibitoria
posterior (Wang, Fan y Johnson, 2004). con la red de control ejecutivo (Cohen y cols.,
En todas las definiciones anteriores, los 1988), con una función inhibidora del tren
aspectos comunes a tener en cuenta son la de pensamiento interior para potenciar la re-
función de preparación y mejora del rendi- acción rápida a estímulos externos, ejemplifi-
miento que se le atribuye y el hecho de ser cado en el fenómeno conocido como “vacia-
un componente inespecífico. Además, como do de conciencia”, que ocurre en situaciones
puede deducirse, el tipo de tarea es un factor de alta alerta. Con la red de orientación, por
clave para que surjan sus beneficios y, a su vez, el contrario, la relación no está tan claramen-
fuente de discrepancias entre autores porque te establecida. Fernández-Duque y Posner
con frecuencia determina el tipo de alerta que (1990) no encontraron modulación de la red
se esté midiendo. de orientación por parte de la de alerta, pero
Si nos centramos de nuevo en la propuesta estudios neuroanatómicos (Marroco y David-
de Posner, la alerta se entiende como la habi- son, 1998), neuropsicológicos en pacientes
lidad para incrementar y mantener respuestas con neglect (Robertson, Mattingley, Rorden
de preparación para un estímulo inminen- y Driver, 1998) o aquellos en los que se tiene
te. Según él, podemos diferenciar dos tipos: en cuenta el curso temporal (véase Callejas,
alerta tónica o vigilancia que, como se señaló Lupiáñez y Tudela, 2005), han puesto de ma-
previamente, supone una activación durante nifiesto la relación existente entre dichas redes
un largo período de tiempo; y la alerta fásica, (véase también Fuentes y Campoy, 2008).
activación y preparación del sistema tras una Como veremos en los siguientes aparta-
señal de aviso y de menor duración. Posner dos, la naturaleza de los estímulos con que se
(1978) considera que no hay una separación manipula la red (visuales y auditivos), junto
real entre los componentes fásicos y tónicos con el diseño de la tarea (validez o predictibi-
de la alerta sino que se interrelacionan. lidad de las señales, tiempo entre estímulos,
Las áreas corticales asociadas con esta fun- etc.), son determinantes en el tipo de relacio-
ción están lateralizadas en el hemisferio dere- nes que se establecen entre las redes.
cho, en los lóbulos frontales (región superior
del área 6 de Brodmann) y parietales, que
reciben proyecciones del Locus Coeruleus y MODALIDADES DE ALERTA
cuyo funcionamiento está modulado por el
ATENCIONAL
neurotransmisor norepinefrina, de ahí que
drogas como la clonidina y guanfacina blo-
La capacidad que tenemos los seres humanos
queantes de éste reduzcan o eliminen el efec-
de generar y codificar sonidos emocionales,
to normal de las señales de alerta (Marroco y
además de información visual afectiva, pue-
Davidson, 1998).
de verse como una excelente herramienta al
Se han realizado estudios dirigidos a cono-
servicio de la supervivencia (Panksepp y Ber-
cer el grado de dependencia vs. independen-
natzky, 2002). Aunque no todos los sonidos
46 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
tienen un significado implícito en la evolu- dahl y Nordby (1994), las señales auditivas son
ción (la música puede ser un ejemplo), sí son más débiles que las visuales y, por consiguien-
en su mayoría importantes para nuestro bien- te, menos efectivas quizá para manipular la
estar físico y mental (Blood y Zatorre, 2001), alerta. Otros sin embargo, apuestan por el uso
de ahí que activen circuitos cerebrales involu- de información auditiva, bien por considerar
crados en los sistemas de placer/recompensa. que activa la alerta de forma más automática
En el ambiente en que nos movemos es im- y potente (Callejas, Lupiáñez y Tudela, 2004,
portante la rápida evaluación de los estímulos 2005; Fuentes y Campoy, 2008) o, por ser más
en general, pero más aún si éstos tienen un va- “persistente” (Bradley y Lang, 2000).
lor intrínseco de alarma, como ocurre cuando En nuestros trabajos hemos utilizado estí-
escuchamos un grito o vemos la cara de alguien mulos de ambos tipos para manipular la aler-
que está muy enfadado. Esta ventaja evolutiva ta, con el fin de conocer si realmente algunos
ha resultado ser perturbadora para la pobla- tienen un efecto superior a otros o si ejercen
ción con ansiedad, caracterizada por activar una influencia distintiva sobre el funciona-
sus mecanismos de detección y respuesta ante miento y/o patrón de interacciones de cada
la amenaza cuando se les presentan estímulos una de las redes. Además, como creemos fun-
que, aunque negativos, para el resto no supon- damental mantener la distinción rasgo vs. es-
drían un peligro inminente (ver, por ejemplo, tado si queremos conocer los mecanismos de
McNally, 1995; Öhman, 1992). atención propios de la ansiedad, nuestra línea
Aunque en general los trabajos en los que de trabajo se ha desarrollado hasta la fecha de
se manipula información auditiva han sido forma paralela sobre ambas condiciones afec-
menos numerosos, hoy día disponemos de tivas (Pacheco-Unguetti, Lupiáñez y Acosta,
materiales estandarizados, tanto visuales como 2008). Como veremos a continuación, tan-
auditivos, para llevar a cabo este tipo de estu- to la modalidad de la señal de alerta utilizada
dios. Lang y sus colaboradores desarrollaron como el tipo de ansiedad presente en los par-
una base de datos con material visual afectivo, ticipantes han sido determinantes en nuestros
el International Affective Picture System (IAPS; resultados.
Lang, Bradley y Cuthbert, 1999) y otra con
sonidos, el International Affective Digitized Alerta auditiva
Sounds (IADS; Bradley y Lang, 1999). Am-
bas contienen estímulos evaluados basándo- En la población general existe una ilusión
se en sus dimensiones de valencia, arousal y perceptiva que lleva a sobrestimar los sonidos
dominancia, y su validez ha sido demostrada que aumentan en intensidad en detrimento
en estudios psicofisiológicos (Bradley y Lang, de los que decaen (Bach y cols., 2008). Es-
2000) y en algunas poblaciones específicas tos autores sugieren que un estímulo auditivo
(ver por ejemplo, Verona, Patrick, Curtin, prepara al sistema para la acción y aumenta
Bradley y Lang, 2004). la activación de procesos preatencionales. Se
Como en el resto de aspectos vistos hasta sabe que un cambio en la intensidad del soni-
el momento, también la naturaleza de los es- do es suficiente para activar la amígdala y re-
tímulos de alerta ha sido origen de discrepan- localizar recursos de procesamiento gracias a
cias. Autores como Posner (1980) o Roberts, un incremento en la alerta fásica, y es que al-
Summerfield y Hall (2006), consideran que gunas regiones cerebrales que median el pro-
la alerta es un mecanismo que no depende de cesamiento afectivo auditivo interactúan con
la modalidad, así que éste no sería un factor aquellas involucradas en el sobresalto acústico
relevante a tener en consideración. Para Hug- (Morris, Scott y Dolan, 1999).
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 47
Sokolov (1963) propuso que un sonido in- va. Otros como Williams, Watts, MacLeod
tenso y repentino elicita una acción motora, y Mathews (1988), aunque comparten esta
concretamente de sobresalto, mientras uno idea, especifican que dicha tendencia es de-
menos intenso genera respuestas adaptativas bida a la ansiedad rasgo, la cual necesita in-
como la orientación. Los reflejos psicofisio- teractuar con un estado de ansiedad para que
lógicos de defensa, orientación y sobresalto, se “potencie” la significación de amenaza del
han tenido un papel relevante en el estudio estímulo. En dos de nuestros experimentos en
de los procesos atencionales y emocionales los que no incluimos estímulos afectivos (Pa-
(Ruiz-Padial, Sánchez, Thayer y Vila, 2002). checo-Unguetti, Acosta y Lupiáñez, en pren-
En un primer momento el reflejo de sobre- sa), obtuvimos una disociación entre ambos
salto llegaba incluso a ser considerado a ni- tipos de ansiedad respecto a la forma con que
vel metodológico una medida directa de las modulan los mecanismos de las redes aten-
emociones, tanto normales como patológi- cionales. Concretamente, hallamos un mayor
cas, por autores como Lang, Bradley y Cu- efecto de interferencia (menor eficiencia de la
thbert (1997). La literatura sobre este tipo red de control ejecutivo) en los participantes
de reflejos puede ofrecernos alguna pista para con ansiedad rasgo, y unos índices superiores
entender mejor lo que ocurre ante estímulos de alerta y orientación en aquellos con ansie-
de alerta en poblaciones como la ansiosa, a la dad estado.
que durante años se les ha atribuido un sesgo Para conocer si esta modulación distinti-
de “hipervigilancia”. va de la ansiedad se mantenía al introducir
Autores como Eysenck (1997) postulan estímulos de valencia emocional, realizamos
que los individuos con alta ansiedad se carac- un estudio (Pacheco-Unguetti, Lupiáñez y
terizan por una predisposición que les con- Acosta, 2009) en el que adaptamos la tarea
duce a atender en mayor medida a eventos ANTI de Callejas, Lupiañez y Tudela. (2004)
amenazantes, y a interpretar los estímulos de incorporando sonidos de valencia agradable,
naturaleza ambigua de manera más negati- desagradable y neutra como señal de alerta (la
risa de un bebé, el grito de una mujer y un un grupo de estímulos que los seres humanos
bostezo, respectivamente), en lugar del tono procesan preferentemente (Folk, Remington
usado originalmente (ver Figura 1A). y Johnston, 1992), como la dirección de la
Pensamos que, dado que los individuos con mirada (Friesen y Kingstone, 2003) o los ros-
ansiedad se caracterizan por una mayor hiper- tros (Yantis, 1996), a los que se podrían unir
vigilancia hacia los estímulos negativos, éstos otros estímulos como los que nosotros selec-
podrían mostrar un mayor índice de alerta en cionamos.
las condiciones de sonidos con valencia nega- No obstante, si nos paramos a pensar en los
tiva. Adicionalmente y si existe una relación aspectos revisados en apartados anteriores, no
de mejora sobre la red de orientación, podría- podemos descartar aún la posibilidad de que
mos obtener también algún tipo de diferen- realmente no existan diferencias en cuanto a
ciación en su índice. Finalmente, en lo que la activación de la alerta entre sujetos de alta y
respecta a la red de control el resultado espe- baja ansiedad rasgo, al mostrar ambos grupos
rado era un mayor efecto de interferencia en de participantes una respuesta máxima. Dan-
los participantes del grupo de alta ansiedad, do un paso más, incluso podríamos pensar
tal y como hemos informado que encontra- que la movilización de la alerta conlleva de
mos en un estudio previo sin manipulación por sí un componente afectivo, de forma que
afectiva alguna (Pacheco-Unguetti, Acosta y no se vea modulada por el valor afectivo de
Lupiañez, en prensa). los estímulos que la movilizan. Recordemos
Nuestros resultados confirmaron lo espe- que el arousal de los estímulos que desencade-
rado en cuanto a la red de control pero no nan la alerta debe ser de cierto nivel y que éste
ocurrió lo mismo en relación a la red de aler- es difícil que se presente acompañado de una
ta. Los grupos de alta y baja ansiedad no pre- valencia neutra (aquello que nos activa, para
sentaron diferencias en la eficiencia de dichas bien o para mal, no nos deja emocionalmente
redes. En un primer momento, pensamos que indiferentes).
podría deberse a dos factores relacionados Un trabajo reciente de Herwig, Kaffen-
con el material utilizado. Por un lado, cabía la berger, Baumgartner y Jäncke (2007) puede
posibilidad de una pérdida de la connotación aportarnos alguna información al respecto.
afectiva de los estímulos, ya que como pudi- En su estudio con neuroimagen, obtienen
mos comprobar tras el experimento, la valo- evidencias a favor de un sesgo de “cautela” o
ración en dimensiones de valencia y arousal pesimista ante estímulos de valencia inespe-
de los sonidos distaba bastante de los valores rada, similar al llamado “sesgo de negativi-
normativos en base a los que los selecciona- dad” (Cacioppo y Gardner, 1999). Cuando
mos y, además, no difería entre grupos. Otra los participantes desconocen si el estímulo
posible explicación se deriva directamente del próximo será de valencia negativa o neutra,
tipo de estímulos. En los tres casos, son soni- activan más intensamente áreas involucradas
dos de fuerte naturaleza filogenética, lo que en procesos de preparación y adaptación in-
hace posible que sean tan significativos a nivel terna, algo útil desde el punto de vista de
biológico y social que no generen la potencia- una respuesta más rápida y eficaz. Domín-
ción esperada sobre la red de alerta de forma guez-Borrás, García-García y Escera (2008)
específica en ansiosos. Trabajos como el de también explican su trabajo sobre el efecto
Seifritz y cols. (2003) refuerzan esta suposi- del contexto afectivo negativo en la distrac-
ción al registrar una activación y habituación ción, refiriéndose a una expectativa negativa
similar para el llanto y la risa, además de estar que desarrollan los participantes ante la alea-
bien asentada en la literatura la existencia de toriedad en la valencia de los estímulos, de
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 49
modificamos de nuevo la tarea ANTI intro- gruencia es exactamente el mismo en los grupos
duciendo rostros de valencia negativa y neu- de alta y baja ansiedad rasgo (96ms) cuando el
tra como alerta (el procedimiento y estímulos rostro es negativo y, en ambos grupos, la mayor
puede verse en la Figura 1B). Utilizamos dos interferencia se presenta tras un rostro neutro.
rostros extraídos de la base de datos de Ek- Sólo en la condición de no alerta observamos
man, Friesen y Hager (2002) y presentamos un mayor efecto de congruencia en el grupo de
la tarea a cuatro grupos: dos seleccionados alta ansiedad rasgo, replicando nuestros resul-
por sus puntuaciones en ansiedad rasgo (alta tados previos. Esto parece apuntar de nuevo a
vs. baja), y dos que tenían valores medios de que todos los participantes (especialmente los
ansiedad rasgo en los que se manipuló el ni- de alta ansiedad) podrían haberse preparado de
vel de ansiedad estado (alta vs. baja). Para la forma implícita para la alerta de valencia emo-
inducción de estado utilizamos el mismo ma- cional negativa, sólo mostrando un efecto redu-
terial y procedimiento seguido en otros traba- cido de congruencia el grupo de baja ansiedad y
jos en que se hemos comprobado su eficacia en ausencia de señal de alerta. En los grupos de
aplicándolo tanto individualmente (Pache- ansiedad estado sí parece haber una tendencia
co-Unguetti, Acosta y Lupiañez, remitido), hacia un mayor efecto de interferencia tras con-
como en grupo (Pacheco-Unguetti, Acosta diciones de alerta negativa, pero de nuevo esto
y Lupiáñez, en preparación) y tanto en me- se observa en ambos grupos (las diferencias no
didas de autoinforme como psicofisiológicas llegan a ser significativas).
(Pérez-Dueñas, Pacheco-Unguetti, Lupiáñez, Siguiendo la estrategia de análisis de datos
Vila y Acosta, en preparación). de otros autores (Dennis, Chen y McCandliss,
Los resultados que obtuvimos fueron, ade- 2007), realizamos comparaciones adicionales
más de los efectos principales e interacciones en- atendiendo a la valencia del ensayo anterior.
contradas en experimentos previos, una relación De esta forma, resultó significativa la interac-
marginalmente significativa entre la alerta, con- ción entre el grupo, la congruencia, la alerta
gruencia y el grupo de ansiedad rasgo. Como se previa y la del ensayo actual, en los dos experi-
puede apreciar en la figura 2, el efecto de con- mentos (rasgo y estado). Siempre el efecto de
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 51
congruencia es inferior cuando en el ensayo ac- te afectivo, es decir, que de forma implícita, al
tual no se presenta rostro como señal de alerta, movilizarse lo haga ya con una valencia positiva
pero cuando ésta es de valencia negativa, tanto o negativa, de ahí que no se encuentren efectos
en el ensayo actual como en el previo los par- diferenciales entre grupos en función de la valen-
ticipantes de alta ansiedad tienen más interfe- cia afectiva del estímulo elicitador de la alerta. Es
rencia. Además, son más lentos cuando en el posible que la biología y la facilitación genética
ensayo actual no hay alerta pero sí en el previo, de la supervivencia tengan un papel importante
siendo esta diferencia mucho mayor en el gru- en este hecho. Los resultados obtenidos al mani-
po de ansiedad estado elevada. pular la ansiedad estado pueden sugerir que para
En general podemos decir que, al igual observar la modulación de la alerta se necesiten
que con la manipulación de la alerta auditiva, estrategias de análisis que contemplen periodos
la valencia de los estímulos no actúa de ma- de tiempo o secuencias de eventos más amplias
nera diferente potenciando o disminuyendo que las contempladas en ensayos únicos.
la alerta en individuos con ansiedad rasgo. En las investigaciones futuras parece nece-
Más bien parece que, bajo un contexto de sario manipular simultáneamente la ansiedad-
presentación aleatorio, todos los participan- rasgo y la ansiedad-estado así como estudiar es-
tes, independientemente de su ansiedad alta pecíficamente las modalidades de lanzamiento
o baja, están igual de “preparados” para los de la alerta o, quizá, manipular la alerta inte-
estímulos negativos. En el caso de la ansiedad grando información visual y auditiva (Johns-
estado ocurre algo parecido, aunque aquí sí se tone, van Reekum, Oakes y Davidson, 2006;
observa una tendencia hacia una mayor alerta Morris, Scout y Dolan, 1999), han realizado
tras un estímulo de valencia negativa. ya algunos estudios con rostros y voces de dife-
rente valencia), para obtener una información
más precisa acerca de las complejas relaciones
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Agradecimientos
Treisman, A. M. (1964). Selective attention
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16. Junta de Andalucía, Secretaría General de
Van Zomeren, A.H., y Brouwer, W.H. (1994). Universidades, Investigación y Tecnología con
Clinical neuropsychology of attention. Nue- un contrato de investigador en formación a la
va York: Oxford University Press. primera autora (Proyecto de investigación de
excelencia HUM1017) y con el Proyecto de
Verona, E., Patrick, C. J., Curtin, J. J., Bradley, Excelencia P07-SEJ-03299 al segundo autor,
M. M., y Lang, P. J. (2004). Psychopathy y por el Ministerio de Ciencia y Tecnología
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evocative sounds. Journal of Abnormal Psy- 03595PSIC) al tercer autor.
chology, 113(1), 99-108.
Wang, H., Fan, J., y Johnson, T. R. (2004). Correspondencia
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119–134. artículo a cualquiera de los autores, en la si-
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y Mathews, A. (1988). Cognitive psychol- gía Experimental y Fisiología del Compor-
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Inglaterra: Wiley. - Granada. E-mails: tpacheco@ugr.es, acos-
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sion. In A.F. Kramer, M.G.H. Coles, y
G.D. Logan (Eds.). Converging operations
Cómo la distancia la respuesta, por lo que suelen denominarse
neutros, o mejor aún „no definidos“ (Botella,
entre estímulos 1995). El ECF está sobradamente probado,
modula el efecto pero todavía no hay acuerdo general acerca del
mecanismo explicativo del mismo. Un gran
de compatibilidad número de autores (Eriksen y Eriksen, 1974;
de los flancos, Eriksen y Hoffman, 1973; Lachter, Forster y
bajo diferentes Ruthruff, 2004; Paquet y Lortie, 1990; Sch-
midt y Dark, 1998, 1999; Yantis y Johnston,
condiciones de 1990) consideran que la interpretación correc-
relación objetivo- ta del efecto es que la atención se ha desviado
de la letra objetivo hacia los distractores, o bien
distractores que éstos han entrado dentro del foco atencio-
nal, de forma que la propia existencia del ECF
Maria José Pedraja(1), Pedro R. sería la prueba de que los distractores han re-
Montoro(2) y Julia García-Sevilla(1) cibido atención (para una discusión amplia del
problema, véase Schmidt y Dark 1998, y más
recientemente, Lachter et al., 2004). En esa ló-
(1)
Dpto. de Psicología Básica y gica, estudiar las condiciones que modulan el
Metodología ECF sería informativo para saber qué límites
Universidad de Murcia, tiene la atención en su actividad.
(2)
Dpto. Psicología Básica I Otra interpretación, alternativa a ésta, se-
Universidad Nacional ría considerar que los distractores son proce-
sados automáticamente por el sistema visual
de Educación a Distancia, mientras la atención se centra en otra parte,
es decir, en la letra objetivo (Cowan, 1988;
Miller, 1987, 1991; Shiffrin, Diller y Cohen,
INTRODUCCION 1996). El ECF no se debería al concurso de
la atención, sino al inevitable análisis percep-
El Efecto de Compatibilidad de los Flan- tivo automático de toda la escena. En este
cos (ECF) es un fenómeno bien conocido y caso, estudiar el ECF sería informativo sobre
comprobado en psicología experimental, que otro aspecto diferente: qué características de
fue presentado por vez primera por Eriksen y los distractores pueden ser procesadas, y en
Eriksen (1974). Recordemos que este efecto qué grado, sin que la atención intervenga. En
consiste en que la identificación de un estímu- otros términos, ¿hasta dónde llega el procesa-
lo objetivo puede verse afectada por otros estí- miento automático de los estímulos?
mulos (a los que denominaremos „flancos“ o Desde una u otra postura, se ha acumu-
„distractores“) que se encuentran a los lados de lado evidencia sobre factores que influyen
aquel, aun cuando el sujeto sea explícitamente en el ECF modulando su magnitud. Así, se
instruido para ignorarlos. Si objetivo y flancos han introducido variaciones relativas a la po-
comparten la misma respuesta (ensayos com- sición de los flancos, su tamaño, el tiempo
patibles), la ejecución es mejor en comparación de su presentación, las características físicas o
con los ensayos en los que están asociados a res- semánticas de los mismos, etc. (por ejemplo,
puestas distintas (ensayos incompatibles). Por Miller, 1991; Schmidt y Dark, 1998, 1999;
otro lado, los flancos que no están asociados a Yeh y Eriksen, 1984). Sin embargo, el cono-
ninguna respuesta ni perjudican ni favorecen
58 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
cimiento que acumulamos sobre estos facto- „g“ y „G“), o bien si ambos tenían el mismo
res no resuelve el dilema sobre la explicación formato, no sólo compartían el „name code“
del ECF. Si se evidencia, como hicieron Yeh y sino también el „physical code“, es decir, eran
Eriksen (1984) que los flancos son procesados físicamente idénticos. Yeh y Eriksen hallaron
semánticamente y no sólo por sus caracterís- que tanto la identidad física como la de sólo
ticas físicas, los partidarios de un filtro aten- categoría podían producir ECF; si bien éste era
cional temprano verán en esto una evidencia mayor en el caso de identidad física.
de la actuación de la atención (Lachter et al., Nosotros utilizamos siempre el formato
2004), en tanto que los partidarios de una mayúsculo para las letras objetivo, y son las
selección atencional tardía considerarán esto letras distractoras las que pueden variar de
como prueba de que el procesamiento auto- formato para aparecer como mayúsculas o
mático de la información visual puede incluir minúsculas. Hemos obtenido resultados que
características semánticas (Miller, 1991). muestran que flancos que comparten una
Nuestro interés en este estudio, y en tra- identidad categorial, pero no física, con el ob-
bajos previos (Montoro, Pedraja y García- jetivo (ej., g como flanco y G como objetivo)
Sevilla, 2007a, 2007b), ha sido analizar el pueden producir Efecto de Compatibilidad
grado y tipo de procesamiento que reciben de los Flancos (ECF) de manera similar a los
los estímulos cuando no son atendidos, y la flancos que son iguales física y categorialmen-
modulación que la atención ejerce sobre ese te al objetivo (ej., G como flanco y G como
procesamiento. Para ello hemos utilizado el objetivo) (Montoro et al., 2007a).
paradigma de flancos, variando condiciones En otros trabajos hemos enmascarado los
que podrían favorecer un procesamiento más flancos tras 20 ms de exposición (Montoro
atencional o más automático de los mismos, y et al., 2007a), o tras 40 ms (Montoro et al.,
observando su repercusión sobre el ECF. Los 2007b), hallando que se seguía produciendo
experimentos presentados en este trabajo se ECF en ambos casos, tanto si los distractores
centran en condiciones que hacen difícil pres- eran letras mayúsculas como minúsculas. Es
tar atención a los distractores: en concreto, decir, una presentación enmascarada que im-
aumentar la distancia distractores-objetivo, y pide la percepción consciente de los flancos
además, enmascarar los distractores tras una no impide que se produzca el efecto, si bien
presentación muy breve de los mismos. reduce levemente su magnitud. Buscando
Un aspecto relevante en la controversia en- condiciones más extremas, hemos introdu-
tre procesamiento atencional y no atencional cido los cambios que comentaremos en este
de estímulos visuales es si el nivel de procesa- trabajo: hemos ampliado la distancia entre los
miento de lo no atendido se queda en el ni- distractores y el objetivo (Experimento 1) y
vel de los rasgos físicos o alcanza al contenido además hemos enmascarado los flancos (Ex-
semántico. Para tener en cuenta el efecto di- perimento 2), con el fin de disminuir las posi-
ferente que nuestras manipulaciones atencio- bilidades de que los flancos reciban atención,
nales podrían tener sobre estos niveles, hemos e incluso de que pueda existir una percepción
incorporado a nuestros experimentos dos tipos consciente de ellos.
de condiciones de relación flancos-distractores, Respecto a la relación física y/o categorial
adaptando las presentadas por Yeh y Eriksen entre los flancos y el objetivo, mantendremos
(1984). Estos autores manipularon el forma- el formato mayúsculo para la letra objetivo, y
to mayúsculo o minúsculo de target y flancos, alternaremos mayúsculas y minúsculas para los
de modo que éstos compartían entre sí sólo el distractores, como en trabajos anteriores. Es
“name code“, es decir, la categoría de letra (ej., importante señalar que el formato de las letras
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 59
puede afectar al TR en otros aspectos, además 2. Observar si sigue habiendo ECF cuando,
de producir ECF. Nuestros resultados anterio- además de aumentar la distancia, presen-
res (Montoro et al., 2007a, 2007b) indican que tamos los flancos bajo condiciones de en-
cuando los flancos son mayúsculos (como el mascaramiento.
target) el TR puede ser significativamente ma- 3. Bajo estas condiciones, comprobar las di-
yor que cuando son minúsculos (a diferencia ferencias en el ECF que pueden producir-
del target). Nos parece detectar en esto efectos se según los flancos compartan los rasgos
de agrupamiento perceptivo, que hacen que sea físicos del objetivo, o sólo la relación ca-
más fácil segregar el target cuando lo rodean tegorial.
letras minúsculas, respecto a las cuales destaca
más, que cuando lo rodean letras mayúscu- Las hipótesis que guiarán nuestra interpreta-
las (Baylis y Driver, 1992; Fox, 1998; Harms ción de los resultados son las siguientes:
y Bundesen, 1983). Por eso hemos tenido en
cuenta dos criterios a la hora de seleccionar los 1. Si el efecto de flancos se puede producir
estímulos, como en otras ocasiones: por un procesamiento automático y no
atencional de los mismos, entonces debe-
• Elegir letras para la presentación cuyas ríamos encontrar ECF, de mayor o menor
minúsculas sean más semejantes a las ma- magnitud, en todas las condiciones expe-
yúsculas en cuanto a tamaño global (p.ej., rimentales. En otros términos: si la aten-
„H“ y „h“ tienen altura similar, cosa que ción fuera imprescindible para el efecto
no sucedería con „M“ y „m“). De este de flancos, las condiciones más extremas
modo, evitamos que un rasgo relativa- deberían anularlo.
mente simple, como la altura, pueda ser 2. Si el procesamiento automático incluye
el único responsable de las diferencias en- características no sólo físicas, sino tam-
tre mayúsculas y minúsculas. bién una identificación semántica de los
• Utilizar dos letras objetivo para cada res- estímulos, deberíamos encontrar un ECF
puesta posible, de modo que „D“ y „H“ similar, sin diferencias significativas, entre
pueden ser señal para pulsar una tecla (el los flancos mayúsculos y los minúsculos.
1, por ejemplo), y „B“ y „G“ para pulsar Por el contrario, si la atención fuera nece-
otra (el 2, p.ej.). De esta manera, podemos saria para procesar a un nivel semántico,
matizar las condiciones experimentales, al entonces debería haber una interacción
haber una situación donde los flancos son entre el ECF producido por mayúsculas
compatibles y además idénticos al target o minúsculas y factores como la distancia
(ej., „DDD“), y otra donde son compati- objetivo-distractores o el enmascaramien-
bles pero no idénticos (ej., „HDH“). to de los distractores.
entre la letra objetivo y los flancos era de 2.3 aparecían a los lados, y responder tan rápido
mm, por tanto de 2.93º de ángulo visual. como pudieran sin cometer errores. La asig-
nación entre teclas y estímulos fue contraba-
Aparatos lanceada a través de los sujetos.
El experimento constaba de un bloque de
El experimento se programó con la aplicación práctica de 48 ensayos, en el que se daba re-
informática E-Prime 1.2 (Schneider, Esch- troalimentación al sujeto tras cada ensayo, y
man y Zuccolotto, 2002) y fue presentado en 5 bloques experimentales de 96 ensayos cada
un ordenador PC, conectado a un monitor uno, entre los cuales se permitían breves des-
Flatron F700B de 17“, con una tarjeta grá- cansos. En los bloques experimentales se daba
fica Nvidia Ge Force FX5200. La velocidad retroalimentación sólo para las respuestas in-
de refresco de la pantalla fue de 85 Hz y la correctas o demasiado lentas. La secuencia de
resolución de 1024 x 768 píxeles. un ensayo era la siguiente: aparecía un punto
Los sujetos apoyaron la cabeza en una de fijación durante 500 ms, después una pan-
mentonera situada a 45 cm de la pantalla del talla vacía durante otros 100, seguidamente
ordenador. La iluminación estaba amortigua- el estímulo (hasta la respuesta, o bien 3000
da para evitar reflejos. ms máximo), y finalmente otra pantalla vacía
entre ensayos durante 800 ms.
Figura 1: Media del TR por condición de Compatibilidad y Formato del flanco, para el Experimento 1
62 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
que habíamos establecido como umbral en los del flanco (mayús. vs. minúsculas), mostró,
experimentos anteriores. Se llevó a cabo un de nuevo efectos principales significativos
ANOVA 4 x 2 de medidas repetidas con los del factor Compatibilidad, F (2,34) = 8.78,
flancos intrasujeto Compatibilidad y Formato MSe = 330.22, p = .001. Ningún otro fac-
de flanco, y con la precisión en la respuesta tor ni combinación de factores mostró di-
como variable dependiente. Dicho análisis no ferencias significativas. Las comparaciones
mostró efectos significativos ni para los facto- por pares (ajuste de Bonferroni) del factor
res principales ni para su interacción. Compatibilidad mostraron que la condi-
ción incompatible (540 ms) tuvo TRs más
Tiempo de reacción lentos que las condiciones compatible
(525 ms, p = .002) y no definida (524 ms,
p = .01).
Para el análisis de la latencia de respuesta, se
Tenemos, pues, que se ha producido un
eliminaron los errores y los tiempos de reac-
claro ECF, pequeño pero significativo (en
ción menores de 100 ms y mayores de 1500
torno a 15 ms de diferencia entre incompa-
ms (lo que supuso retirar un 3.44% de los
tible y compatible) con un intervalo de con-
ensayos). El estadístico utilizado para confec-
fianza inferior al 1%. El ECF, en este caso,
cionar la tabla del ANOVA fue la mediana,
parece más debido a un procesamiento au-
calculada para cada combinación de factores
tomático que al concurso de la atención,
y para cada sujeto. Los resultados se muestran
puesto que los flancos estaban alejados del
en la Figura 1.
target (lo que los aparta del foco atencional)
Se realizó un ANOVA de medidas repeti-
y los sujetos han sido instruidos en igno-
das 4 x 2, con los factores Compatibilidad y
rarlos (y por tanto, no tendría sentido que
Formato del flanco. El factor Compatibilidad
ampliaran su foco atencional hasta abarcar-
resultó significativo, F (3,51) = 4.65, MSe
los). No obstante, es claro que la atención
= 510.27, p = .008. Ningún otro factor o
modula el ECF, aumentando su magnitud,
combinación de factores resultó significa-
puesto que el tamaño del efecto encontrado
tivo, aunque la interacción Compatibilidad
aquí es inferior al que se obtiene en una
x Formato del flanco estuvo cerca de resul-
tarea de condiciones idénticas salvo por la
tar marginalmente significativa, F (3,51) =
proximidad entre objetivo y flancos (Mon-
2.16, MSe = 271.27, p = .104.
toro et al., 2007a).
Las comparaciones por pares (aplican-
En cambio, el posible efecto del factor
do ajuste de Bonferroni) de los niveles del
Formato del flanco se insinúa pero no llega
factor Compatibilidad informaron de dife-
a ni siquiera alcanzar siquiera la marginali-
rencias significativas entre las condiciones
dad estadística. Parece claro que los flancos
idéntico (522 ms) e incompatible (540 ms)
en minúscula, que sólo comparten el código
(p = .013) y entre las condiciones no defi-
categorial con el target, consiguen activar las
nido (524 ms) e incompatible (522 ms) (p
respuestas a las que están asociados los targets
= .20).
de forma similar a los flancos mayúsculos. En
Debido a que las condiciones idéntico y
otras palabras, el ECF ha sido consistente con
compatible no mostraron diferencias signi-
la relación categorial entre flancos y target,
ficativas entre sí, se llevó a cabo un nuevo
sin importar las diferencias en cuanto a sus
análisis fusionando ambos niveles del fac-
rasgos. Si consideramos que bajo estas condi-
tor Compatibilidad. El nuevo ANOVA 3 x
ciones la atención ha intervenido poco o nada
2 con los factores Compatibilidad (compa-
en el ECF; hemos de concluir que el proce-
tible, no definido e incompatible) y Formato
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 63
Figura 3: Media del TR por condición de compatibilidad y formato del distractor, para el Experimento
66 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
aún manteniendo el alejamiento entre letras y el Baylis, G. C.& Driver, J. (1992). Visual par-
enmascaramiento, podríamos comprobar si se sing and response competition: The effect
produce un procesamiento del flanco. of grouping factors. Perception & Psycho-
physics, 51, 145-162.
Botella, J. (1995). Decision competition and
CONCLUSIONES response competition: two main factors in
the Flanker Compatibility Effect. En A.F.
Volviendo a los objetivos e hipótesis que nos Kramer, M.G.H. Coles & G.D. Logan
planteábamos al inicio del presente trabajo, he- (Eds.), Converging operations in the study
mos observado que la atención no parece una of visual selective attention (pp. 503-518).
condición imprescindible para que se produzca Washington, D.C.: American Pyschologi-
el Efecto de Compatibilidad del Flanco, puesto cal Association.
que habiendo alejado los distractores e instrui-
Cowan, N. (1988). Evolving conceptions of
do al sujeto para que los ignore, el ECF sigue
memory storage, selective attention, and
siendo significativo (Experimento 1). Por tan-
their mutual constraints within the hu-
to, parece que hay un procesamiento automá-
man information-processsing-system. Psy-
tico de los distractores que explica, al menos en
chological Bulletin, 104, 163-191.
parte, el efecto. Sin embargo, la comparación
entre los resultados presentes y los de anteriores Eriksen, C. W. & Eriksen, B. A. (1974).
trabajos (Montoro et al., 2007a, 2007b) indica Effects of noise letters upon the identifica-
que la atención es un importante modulador tion of a target letter in a nonsearch task.
de la magnitud del ECF, aumentándolo cuan- Perception & Psychophysics, 16, 143-149.
do los distractores reciben atención. Por otra Eriksen, C. W. & Hoffman, J. E. (1972).
parte, el procesamiento automático de los flan- Some characteristics of selective attention
cos, y con él el ECF, no ha aparecido cuando se in visual perception determined by vocal
han enmascarado los flancos alejados, estable- reaction time. Perception & Psychophysics,
ciendo así un límite al fenómeno. 11, 169-171.
Con respecto a la cuestión de si dicho pro-
cesamiento automático se centra en caracte- Eriksen, C. W. & Hoffman, J. E. (1973). The
rísticas físicas y/o categoriales, observando los extent of processing of noise elements du-
resultados del Experimento 1 podemos in- ring selective encoding from visual displays.
terpretar que la atención no parece necesaria Perception & Psychophysics, 14, 155-160.
para procesar las letras distractoras hasta un Fox, E. (1998). Perceptual grouping and vi-
nivel semántico, dado que hemos obtenido sual selective attention. Perception & Psy-
un ECF similar, tanto si los distractores eran chophysics, 60, 1004-1021.
físicamente idénticos a las letras objetivo,
Harms, L. & Bundesen, C. (1983). Color se-
como si la relación entre ambos era sólo de
gregation and selective attention in a non-
identidad categorial y no física.
search task. Perception & Psychophysics, 33,
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reduces interference from same-category
distractors. Perception & Psychophysics, 48,
382-388.
AGRADECIMIENTOS
Schmidt, P. A. & Dark, V. J. (1998). Atten-
tional processing of “unattended” flankers: Esta investigación ha sido posible gracias a
Evidence for a failure of selective attention. una beca postdoctoral (EX2005-0038) y dos
Perception & Psychophysics, 60, 227-238. Proyectos I+D (SEJ2007-61843 y SEJ2007-
Schmidt, P. A. & Dark, V. J. (1999). Flanker 61042) concedidos por el Ministerio de Edu-
recall and the flanker validity effect may cación y Ciencia.
reflect different attentional processes. Per-
ception & Psychophysics, 61, 424-437.
ANÁLISIS DE TRES trenamiento de pilotos para el tráfico aéreo
(Wickens, 1992) y el del tráfico de carretera
MEDIDAS DE CARGA (De Waard, 1996).
MENTAL: JUICIOS El presente trabajo ha surgido precisamente
del ámbito de la investigación de la carga men-
SUBJETIVOS, TAMAÑO tal aplicada a la conducción de automóviles.
DE LA PUPILA Y TASA DE Recarte y Nunes (2000) investigan los efectos,
PARPADEOS sobre los patrones de movimientos oculares, de
la carga mental producida por la realización de
tareas mentales mientras se conduce. Recarte y
Elisa Pérez, Miguel Ángel Recarte y Nunes (2003) replican el estudio anterior y sus
Ángela Conchillo resultados con otras tareas mentales y extien-
den sus efectos a las capacidades para detec-
Facultad de Psicología tar y discriminar estímulos, y Recarte y Nunes
(2001) estudian los efectos de la carga mental y
Universidad Complutense de Madrid
del tiempo conduciendo sobre la tasa de parpa-
deo. Son estos trabajos, realizados todos ellos
en conducción real ordinaria con un vehículo
INTRODUCCIÓN instrumentado y equipado con un sistema de
registro de las miradas, los que han guiado la
El concepto de carga mental tiene definicio- selección de variables independientes y tareas
nes poco operativas derivadas de una mul- realizadas, la selección de las medidas de la
tiplicidad de conceptos psicológicos más carga mental y el diseño experimental, en un
primitivos: existen definiciones basadas en intento de consolidar en el laboratorio algu-
las etapas de procesamiento de información nos de los resultados obtenidos en conducción
(De Waard, 1996, 2002), en la distinción real, así como la de verificar algunas hipótesis
entre procesos automáticos y controlados referidas al concepto de carga mental.
(Mulder, 1980), en el concepto de esfuer- En correspondencia con el ambiguo esta-
zo (Vicente, Thornton y Moray, 1987), o tus de las definiciones, las medidas de carga
en el de capacidad limitada (O`Donnell y mental son muy variadas. O`Donnell y Egge-
Eggemeier, 1986). Aún así, parece existir meier (1986) las agrupan en tres clases: medi-
un acuerdo en que la carga mental no viene das subjetivas o de autoinforme, medidas de
derivada únicamente de propiedades de las ejecución y medidas fisiológicas. De Waard
tareas, ni de características del operador, sino (1996), siguiendo esta clasificación, discute
de interacciones entre ambas. El interés por las características de las medidas. También
su medición se deriva de que se ha hecho pueden verse comentarios críticos en Sanders
de ella un constructo explicativo del rendi- (1998) y en Wickens (1992). En el presente
miento en situaciones y tareas en que el ser trabajo nos proponemos analizar tres de esas
humano se caracteriza como un operador, y medidas, tomadas a partir de la ejecución
en las que una parte importante de los fa- de unas mismas tareas, tratando de estudiar
llos en la ejecución conlleva situaciones de en qué aspectos son equivalentes y en cuáles
peligro; la asunción subyacente es que tales muestran divergencias indicativas de que mi-
fallos tienen que ver con sobrecarga del ope- den diferentes aspectos del constructo de car-
rador. Los campos donde más activamente ga mental. Concretamente, vamos a analizar
se han estudiado las consecuencias de la car- conjuntamente: (a) una medida de autoinfor-
ga mental inadecuada quizá sean el de en-
70 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
me: NASA Task Load Index (NASA TLX), y así obtenidas, se usarán como coeficientes
dos medidas fisiológicas: (b) la dilatación de de ponderación. En la segunda fase, el suje-
la pupila y (c) la tasa de parpadeo. Además, to juzga, en una escala de 0 a 20, cuál es la
consideraremos la relación de estas medidas contribución de cada subescala a la carga de
con la ejecución en una tarea de búsqueda trabajo de la tarea evaluada. Estos juicios son
visual continua dado que la carga mental ha ponderados por los coeficientes de la primera
sido un constructo explicativo del deterioro fase para obtener una puntuación global.
en ejecución de tareas. La dilatación de la pupila ha sido conside-
Algunos autores piensan que la medida rada como un indicador fiable y sensible de
más precisa de la carga mental implicada en carga mental (Beatty, 1982; Hoecks y Levelt,
la realización de una tarea es preguntándoselo 1993). Un problema con su utilización es que
al operador (De Waard, 1996) y, de hecho, su dilatación no es un indicador específico de
en algunos trabajos de validación de medidas carga mental, pues, junto a su función básica
fisiológicas de carga mental se utiliza como de regular la cantidad de luz que incide sobre
criterio una medida subjetiva (Iqbal, Zheng la retina, también se dilata ante la presencia
y Bailey, 2004). De Waard (1996) habla de la de estímulos con connotaciones emociona-
posibilidad de que los sujetos tengan acceso les o en situaciones en las que se produce un
introspectivo directo a alguna clase de repre- reflejo de orientación (Näätanën, 1992). No
sentación de la carga mental, pero analiza las obstante, a pesar de las reticencias de algunos
críticas que ha recibido esta medida, como la investigadores a favorecer el uso de la dilata-
dificultad de diagnosticar introspectivamente ción de la pupila como una medida de carga
las diferentes demandas que supone la reali- mental, existen claros resultados, en el con-
zación de una o varias tareas. Nuestro diseño, texto de la conducción de automóviles, que
con tareas simples y dobles, va a permitir es- lo apoyan. Recarte y Nunes (2000) mues-
tudiar este aspecto. En nuestro caso utilizare- tran la sensibilidad de la pupila para reflejar
mos la escala NASA TLX (Hart y Staveland, la realización de tareas mentales en periodos
1988). Según Rubio, Díaz, Martín y Puente de 30 segundos, durante la conducción real
(2004), la sensibilidad del instrumento ha en más de 100 Km. de carreteras y autovías.
sido demostrada utilizando una gran variedad Estos resultados nos han llevado a estudiar la
de tareas, resaltando sus componentes mul- dilatación de la pupila con las mismas tareas
tidimensionales, que proveen información en las que mostró diferencias en conducción
diagnóstica sobre fuentes diferentes de carga real, en la hipótesis de que la pupila responde
mental, así como su escasa o nula intrusión a la carga puramente cognitiva de la tarea.
en la realización de las tareas y su validez para De Waard (1996) incluye la tasa de par-
predecir la ejecución de los sujetos en dife- padeo entre las medidas de carga mental.
rentes tareas. NASA TLX es una escala mul- Otros autores estudian el parpadeo como in-
tidimensional con 6 subescalas: Exigencia dicador de fatiga (Stern, Boyer y Schroeder,
Mental, Exigencia Física, Exigencia Tempo- 1994). Precisamente, este aspecto ha servido
ral, Esfuerzo, Rendimiento y Frustración. Se para los numerosos intentos de implementar
administra en dos etapas: en la primera, los en los vehículos dispositivos capaces de de-
sujetos evalúan, mediante el procedimiento tectar los estados de fatiga y somnolencia de
de comparaciones por pares, cuánto contri- los conductores. Fogarty y Stern (1989) sos-
buye cada una de las 6 subescalas a la defini- tienen que la tasa de parpadeo guarda una
ción de carga de trabajo, sin conocer las tareas relación inversa con las demandas visuales
que van a ser evaluadas. Las puntuaciones, de la tarea, lo que puede explicarse como un
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 71
intento de minimizar la probabilidad de pasar producción verbal se encuentra una clara di-
por alto información importante. Recarte y latación de la pupila y un juicio subjetivo de
Nunes (2001), con datos de conducción real, esfuerzo alto. Coherentemente con esta carga
encuentran que, si bien la tasa de parpadeo mental incrementada se produce un decre-
aumenta con el tiempo conduciendo, es ma- mento en el número de estímulos luminosos
yor el incremento atribuible a la realización detectados. No obstante, Kubose et al. (2006)
de tareas mentales mientras se conduce. Esto no encuentran diferencias entre comprensión
plantea un problema de interpretación, pues y producción verbal tomando como medidas
dos situaciones, a primera vista opuestas en varios parámetros de conducción simulada.
cuanto a la activación, producen el mismo Por ello, creemos de interés replicar los an-
resultado. teriores resultados en condiciones más con-
Los autores, a partir de las sugerencias de troladas y con más medidas que, en paralelo,
Stern et al. (1994), hipotetizan que la conduc- confirmen la diferencia entre ambas tareas en
ción, siendo una tarea con un fuerte componen- cuanto a carga mental, por lo que se van a uti-
te visual, inhibe el parpadeo para no perder in- lizar las mismas tareas de adquisición verbal
formación visual del entorno. Tal inhibición del y producción verbal. Acompañando a estas
parpadeo supone un gasto de recursos, pues se dos tareas cognitivas se ha incluido otra de
trata en definitiva de una operación de control cálculo o aritmética mental continua, tam-
inhibitorio. La conducción prolongada (cansan- bién utilizada en los experimentos previos de
cio) hace disminuir los recursos disponibles y en conducción real, con carga mental similar a la
parte se detraen del control del parpadeo, que producción verbal.
de esta forma se des-inhibe regresando a su tasa Finalmente, se incluye otra tarea que es
natural, más frecuente. Por otra parte, la realiza- clave para el estudio de las medidas: una tarea
ción de tareas mentales también consume recur- de búsqueda visual continua. Según nuestra
sos, que en parte son detraídos de los utilizados hipótesis, esta tarea, por su diseño visualmen-
para la inhibición del parpadeo; de este modo, te demandante, implica fuerte carga visual
el resultado final es el mismo que con el cansan- (búsqueda continua de una letra-estímulo en-
cio: des-inhibición e incremento del parpadeo tre 16 letras rápidamente cambiantes), pero
para volver a su tasa natural. En nuestro experi- poca carga cognitiva (mera identificación de
mento se diseñan las condiciones para probar en la letra y traslación a respuesta pulsando una
el laboratorio la doble hipótesis: (a) con tareas tecla). En consecuencia, se predice poca di-
que requieren búsqueda visual continua se es- latación de la pupila y disminución del par-
pera que disminuya la tasa de parpadeo; (b) con padeo por tratarse de una tarea de búsqueda
tareas cognitivas sin componente visual se espe- visual, así como que la NASA TLX le asigne
ra un incremento del parpadeo proporcional a un valor intermedio de carga de trabajo, pues
la carga que implica la tarea. contiene una subescala que evalúa presión de
Recarte y Nunes (2003) encuentran que tiempo para realizar la tarea. Esta tarea, en
la mera comprensión verbal requiere poco es- combinación con las anteriores, sirve también
fuerzo, a juzgar por la dilatación de la pupi- para introducir en el diseño el paradigma de
la y por los juicios de esfuerzo asociados con doble tarea, un componente clásico en la in-
su realización, mientras los sujetos conducen vestigación de las limitaciones de capacidad
en tráfico real. Tampoco produce efectos en atencional.
la realización de una tarea secundaria de de- En resumen, el presente trabajo trata de ana-
tección de estímulos luminosos dentro del lizar tres medidas de carga mental: una escala
vehículo. Sin embargo, durante una tarea de subjetiva de carga de trabajo (NASA TLX), la
72 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
laterales de la cabeza los sujetos se apoyaron sobre jeto para lo que se utilizaba una imagen pro-
una almohadilla de forma cóncava. Dos altavoces yectada con nueve puntos, coincidiendo con
fueron utilizados para presentar las instrucciones los márgenes de presentación de las letras en
del experimento. En otra zona de la cabina se si- la pantalla.
tuó el sistema de registro de movimientos ocula- Las condiciones experimentales. El experimento
res (Eye Tracking System, Model 5000 Control propiamente dicho comenzó con las instruccio-
Unit, A.S.L), conectado a un segundo ordena- nes generales y la realización de las ocho condi-
dor con el software específico del experimento, ciones experimentales. El sujeto controlaba a tra-
que presentaba, en modo audio, tanto las ins- vés de un teclado el comienzo de las instrucciones
trucciones generales como las de cada condición y de cada una de las condiciones experimentales.
experimental, estas últimas balanceadas a través La mitad de los sujetos comenzaron con la con-
de los sujetos. Para contabilizar los parpadeos una dición Control (sólo tareas simples) y la otra mi-
cámara de vídeo grabó la imagen del ojo del par- tad con la condición de Detectar (doble tarea),
ticipante que devolvía la cámara del sistema de dentro de estas condiciones el orden de las tareas
movimientos oculares. Por último, se utilizó un cognitivas fue contrabalanceado para cada suje-
luxómetro para medir la cantidad de luz en las se- to. Después de escuchar las instrucciones de cada
siones. El nivel de luz a nivel del ojo fue de 80 lux condición, comenzaba la presentación de letras
y a nivel de la pantalla fue de 110 lux. El hecho de en la pantalla y la realización simultánea de cada
que los sujetos mirasen a esta pantalla durante las tarea. Cada condición tenía una duración de un
distintas fases aseguró una iluminación constan- minuto. En cada condición se proyectó como
te, esencial para el registro de la pupila. fondo visual una presentación simultánea de 16
El procedimiento para la realización del letras mayúsculas que aparecían y desaparecían a
experimento fue el siguiente: una velocidad de una letra cada 125 ms., perma-
Administración de la primera fase de la neciendo cada letra en pantalla durante 2 s. La
escala NASA TLX. El experimento comenza- presentación de las letras fue aleatorizada, tanto la
ba con la realización de la primera fase de la letra que debía ser presentada como su posición
escala NASA TLX en soporte de papel. Las en la pantalla.
instrucciones de dicha fase estaban escritas en Después de la realización de cada tarea y
la misma hoja de respuesta, aunque se les in- antes de escuchar las instrucciones de la con-
formaba de que si tenían alguna duda podían dición siguiente, los sujetos completaban la
consultar al experimentador. En otra hoja es- segunda parte de la escala NASA TLX.
taban definidas las seis dimensiones de carga Se grabó de manera sincronizada, a 50
de trabajo de la escala NASA TLX (exigencia Hz/s, el diámetro de la pupila, las coordena-
mental, exigencia física, exigencia temporal, das de su mirada, el momento en que aparecía
esfuerzo, rendimiento y frustración). La tarea un estímulo y el momento en que respondía
del sujeto consistió en valorar, por el método el sujeto. Para cada sujeto y condición se re-
de comparación por pares de dimensiones, gistraron 3000 líneas de datos.
para una tarea indefinida, qué dimensión de
cada par era más definitoria del concepto de
carga de trabajo. Los resultados de esta pri- RESULTADOS
mera fase se utilizan como ponderación de los
resultados de la escala para cada tarea en la Para cada variable dependiente se ha realizado
segunda fase. un ANOVA de medidas repetidas (4 x 2) para
Registro de las miradas. Se iniciaba con una la variable Tarea Cognitiva (con cuatro condi-
fase de calibración del ojo derecho de cada su- ciones: Control (o no tarea), Escuchar, Produ-
74 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
cir palabras y Calcular) y la variable Demanda con F(1,47) = 81,19, p < 0,001 (η2 = 0,633 y
Visual (con dos condiciones: Sin detección y potencia = 1). La interacción entre Tarea y De-
Detección; para todos los efectos en el texto manda visual también es significativa y lo es para
nos podemos referir a estos dos niveles como las tres tareas con respecto al Control. En los tres
tarea simple y doble tarea, respectivamente), casos la interpretación es la misma: la diferencia
con contrastes de cada tarea respecto a la con- por Demanda visual es menor cuando se realiza
dición control. Complementariamente se han doble tarea que en las condiciones de control.
realizado las comparaciones binarias entre las
tareas, ajustando el error Tipo I por el método Pupila
de Bonferroni. Se informa además del tama-
ño del efecto y de la potencia. Los resultados del tamaño de la pupila para
Para realizar los ANOVAs se comprobó el cada tarea pueden verse en la Figura 2.
cumplimiento del supuesto de normalidad en Los resultados del ANOVA muestran dife-
cada distribución y se corrigieron los grados rencias estadísticamente significativas en el Ta-
de libertad por Greenhouse- Geisser. maño de la Pupila para la variable Tarea, con F
Además, se ha realizado un análisis de re- (3,141)=171,89, p <0,001 (η2 = 0,785 y poten-
gresión sobre los aciertos en detección, usan- cia = 1). Los contrastes respecto a la condición
do como variables predictoras las tres medi- Control muestran que existen diferencias signi-
das de carga, aún esperando que compartan ficativas entre la condición de Control y Escu-
varianza común. char (24,51 vs. 25,10), entre la Condición de
Control y Producir palabras (24,51 vs. 27,18)
NASA TLX y entre la Condición Control y Calcular (24,51
vs. 27,17). Según las comparaciones Bonferroni
Los resultados de los juicios de los sujetos en todas las diferencias entre medias son significa-
la Escala NASA TLX a lo largo de las tareas tivas excepto Producir palabras con Calcular. La
pueden verse en la Figura1. variable Demanda Visual muestra diferencias
Los resultados del ANOVA muestran dife- estadísticamente significativas sobre el Tama-
rencias estadísticamente significativas en las pun- ño de la Pupila, con F (1,47)= 8,21, p = 0,006
tuaciones de los sujetos en la Escala NASA TLX (η2 = 0,149 y potencia = 0,801). La interacción
para la variable Tarea Cognitiva, con F (3, 141) Tarea por Demanda Visual es significativa, con
= 121,25, p < 0,001 (η2 = 0,721 y potencia = 1). F(3,141)= 27,34, p < 0,001 (η2 = 0,368 y poten-
Los contrastes respecto a la condición Control cia = 1), en el sentido de que en las condiciones
muestran que existen diferencias significativas de poca carga (control y escuchar) la pupila se
entre la condición de Control y Escuchar (30,00 dilata más con detección que sin ella, mientras
vs. 47,52), entre la condición Control y Producir que en las condiciones con más carga (Producir
palabras (30,00 vs. 57,88) y entre la condición palabras y Calcular) la pupila se dilata más sin
Control y Calcular (30,00 vs. 58,82). Las com- detección, como si promediasen los efectos con
paraciones por pares Bonferroni indican que to- los de la tarea de Detectar.
das las diferencias entre tareas son significativas
p<0,001 excepto la diferencia entre Calcular y Parpadeo
Producir palabras, que son juzgadas iguales por
los sujetos. La variable Demanda Visual muestra Los resultados sobre el Parpadeo a lo largo de
también diferencias estadísticamente significati- las tareas pueden verse en la Figura 3.
vas en los juicios de los sujetos, con mayor esfuer- El ANOVA de medidas repetidas muestra
zo juzgado para la doble tarea que para la simple, diferencias estadísticamente significativas en el
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 75
Tabla 1. Coeficientes de regresión de las tres medidas de carga mental sobre los aciertos en Detección, según que las tareas
se realicen sin o con Detección.
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La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 79
Gratton y colaboradores sostienen que estos te ensayo es compatible, ya que los ensayos
resultados no pueden ser explicados por la facili- compatibles requieren de menos control cog-
tación que causa la repetición del ensayo previo nitivo.
en el ensayo actual, sino por la repetición del Una de la características de la teoría de Bot-
tipo de compatibilidad. La expectativa creada vinick et al. (2001) es la de tratar de encontrar
por el tipo de compatibilidad del ensayo previo correlatos neurales con tareas experimentales que
influye en la respuesta que se da al ensayo actual. producen conflicto cognitivo. La activación del
Por lo tanto, estos resultados se deben al cambio Córtex Cingulado Anterior (CCA) puede ser vis-
de estrategia subjetiva de los participantes y no ta como una reacción a la ocurrencia de conflicto
a los cambios en las condiciones experimentales y es de esperar que sea mayor con mayor conflic-
de la tarea que se presenta. Lo cierto es que la to, es decir, en los ensayos incompatibles en com-
modulación del ESC en función de la alternan- paración con los compatibles. Esta hipótesis ha
cia o repetición del target es un resultado que ha sido confirmada empíricamente por MacDonald
sido informado en repetidas ocasiones (Botella III, Cohen, Stenger y Carter (2000), Kerns et al.
y Barriopedro, 2001; Botvinick, Braver, Barch, (2004), Van Veen, Cohen, Botvinick, Stenger y
Carter y Cohen, 2001; Ullsperger, Bylsma y Carter (2001). Pero también hay otros autores
Botvinick, 2005). que obtienen resultados contrarios (Casey et al.,
Fundamentalmente se han propuesto tres 2000; Milham y Banich, 2005; Burle, Allain, Vi-
explicaciones al ESC: la Teoría de Monitori- dal y Hasbroucq, 2005).
zación del Conflicto, el Priming Perceptivo y la En su última revisión de la Teoría de Moni-
Teoría de Integración de Caracteres. La primera torización del Conflicto Botvinick et al. (2004)
de ellas planteada por Botvinick et al. (2001) llegan a considerar que el conflicto puede ser
y Botvinick, Cohen y Carter (2004) sostiene un índice de las demandas cognitivas al realizar
que hay un sistema que monitoriza la ocu- esfuerzos mentales, ya que hay evidencias de
rrencia del conflicto compensando el sistema que el CCA está más activo en tareas cogniti-
para reducir los efectos del conflicto del si- vamente más difíciles.
guiente modo (procesamiento top-down): el La segunda explicación que se ha dado al
sistema primero evalúa los niveles de conflic- ESC es la de Mayr, Awh y Laurey (2003), quie-
to, después pasa la información a los centros nes sugieren que este efecto puede ser explicado
de control cognitivo y después ajusta el sis- por Priming Perceptivo y, por lo tanto, el procesa-
tema para tratar de reducir el conflicto. Para miento sería bottom-up, guiado por los estímu-
Botvinick et al. (2001) el incremento en el los. La repetición del mismo estímulo en ensa-
control top-down del sistema cognitivo sobre yos consecutivos puede ser el responsable de los
el procesamiento de la información es des- menores TR en los ensayos incompatibles pre-
encadenado por la ocurrencia de respuestas cedidos por otros incompatibles (iI) cuando el
de competición, como las que ocurren en intervalo entre estímulos es corto (1.000 msgs).
las tareas de flancos y Stroop. La explicación En su estudio cuando eliminan del análisis los
que dan al ESC es como sigue: los ensayos ensayos consecutivos con estímulos iguales (pu-
incompatibles producen mayor activación de ras réplicas) de una tarea de flancos espacial que
los sistemas encargados de control cognitivo, son iguales en target y flancos desaparece el ESC.
ya que en ellos hay mayor conflicto, que en Ejemplos de puras réplicas serían: N-1 (<<<) y
los compatibles. Si el siguiente ensayo es tam- N (<<<), N-1 (><>) y N (><>); y ensayos en
bién incompatible, al estar el sistema cogni- los que se da alternacia serían: N-1 (<<<) y N
tivo preparado para un mayor control el TR (><>), N-1 (>>>) y N (<><). Obsérvese que sólo
disminuirá en mayor grado que si el siguien- se pueden dar ensayos consecutivos exactamente
82 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
te de letra empleada para los estímulos fue mayúsculas. Los cuatro tipos de ensayos de
Courier New Negrita de tamaño 20. El color esta tarea, según la letra fuera vocal (V) o con-
de los estímulos fue negro [RGB(0, 0, 0)] y sonante (C) eran: VVV, CCC, VCV, CVC.
del fondo de pantalla cyan [RGB(150, 200, Como en la tarea anterior los ensayos compa-
250)]. tibles eran de tipo idéntico. La tarea del par-
ticipante era pulsar una tecla con una mano
Tareas cuando la letra central era una vocal y con la
otra mano cuando era una consonante.
Se emplearon tres tareas: Simon Espacial,
Flancos Numérica y Flancos Verbal. La tarea
de Simon Espacial consistía en la presentación
de una flecha a la izquierda o derecha de una
cruz central, pudiendo estar apuntando hacia
a la izquierda o derecha. En concreto, podía
haber cuatro tipos de ensayos: < + , + > , >
+ , + < . La tarea del participante consistía
en pulsar una tecla con la mano izquierda si
la flecha estaba orientada a la izquierda y otra
tecla con la mano derecha si estaba orientada
a la derecha, independientemente de la posi-
ción de la flecha con respecto a la cruz central.
Por lo tanto, los dos primeros tipos de ensa-
yos corresponderían a ensayos compatibles y
los dos últimos a ensayos incompatibles.
La tarea de Flancos Numérica la compo-
nían tres números presentados en el centro
de la pantalla. El del centro podía ser igual
o distinto que los de los lados. Se emplearon
como estímulos todos los números excepto el
0. Había cuatro tipos de ensayos, en función
de que el número fuera par (P) o impar (I):
PPP, III, IPI y PIP. Los ensayos compatibles
eran de tipo idéntico. Es decir, no bastaba con
que el target y los flancos fueran pares o im-
pares, sino que en ambos casos debía aparecer
el mismo número. La tarea consistía en pulsar
una tecla con una mano cuando el número Figura 2. Procedimiento para las tareas de conflicto
del centro era impar y con la otra mano cuan-
do era par.
La tarea de Flancos Verbal consistía en tres
Procedimiento
letras presentadas en el centro de la pantalla.
El procedimiento (ver Figura 2) en los tres tipos
La letra central podía ser igual o distinta que
de tareas fue idéntico, salvo por el tipo de estímu-
las de los lados. Se emplearon como estímulos
lo presentado en cada caso. Los participantes se
las cinco vocales y las siguientes cinco conso-
situaron a 50 cm de la pantalla. En una primera
nantes: G, K, S, P, X. Todas presentadas en
pantalla se presentaban las instrucciones de cada
84 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Tabla 2. TR en las condiciones experimentales para los ensayos con réplica y sin réplica
N-1
Tarea Global ESC
Incompatible Compatible
Figura 4. TR en la tarea Flancos Verbal para los ensayos Figura 5. TR en la tarea Flancos Numérica para los en-
con réplicas (a) y sin réplicas (b) según la compatibilidad sayos con réplicas (a) y sin réplicas (b) según la compati-
del ensayo N (Compatibles e Incompatibles) y del ensayo bilidad del ensayo N (Compatibles e Incompatibles) y del
N-1 (compatibles e incompatibles9) ensayo N-1 (compatibles e incompatibles)
Por último, en la tarea de Flancos Numé- Por lo tanto, de los resultados de los ANO-
rica el factor principal de compatibilidad en VAs de medidas repetidas realizados en las
el ensayo N es estadísticamente significativo tres tareas se deduce que aparece EC en las
tanto al incluir todos los ensayos en el análisis tres tareas evaluadas en este estudio, pero úni-
[F(1,357) = 464,654; p < ,001] como cuan- camente aparece ESC en la tarea con menor
do se eliminan las puras réplicas [F(1,357) = complejidad cognitiva (tarea Simon). Ade-
367,582; p < ,001]. Es decir, en esta tarea el más, hay que destacar que el ESC en la ta-
TR I es superior al TR C. rea de Simon Espacial se mantiene incluso al
Al analizar la interacción de los dos factores quitar los ensayos que son puras réplicas, lo
de compatibilidad del ANOVA para la tarea de que refleja que el ESC en esta tarea no se debe
Flancos Numérica, no obtenemos diferencias exclusivamente al priming producido por el
estadísticamente significativas ni para todos ensayo previo.
los ensayos [F(1,357) = 1,658; p = ,199], ni Para reforzar la idea de que estos resulta-
cuando se quitan las puras réplicas [F(1,357) = dos se debían al tipo de tarea empleada hemos
2,736; p = ,099]. Esta ausencia de interacción realizado nuevos ANOVAs incorporando el
nos indica que el EC es estadísticamente igual factor tarea (Simon Espacial, Flancos Verbal
independientemente de la compatibilidad y Flancos Numérica), entendiendo que el pri-
del ensayo previo. Es decir, no hay ESC para mer nivel implica baja complejidad cognitiva
la tarea de Flancos Numérica como se puede y los otros dos alta complejidad cognitiva. En
ver en la Figura 5. A nivel descriptivo el ESC concreto, realizamos cuatro ANOVAs de tres
disminuye ligeramente, al igual que sucedía en niveles (compatibilidad del ensayo N, com-
las otras dos tareas anteriores, al eliminar los patibilidad del ensayo N-1 y tarea) variando
ensayos que son puras réplicas (-7 msgs), en los niveles del factor tarea: un ANOVA 2x2x3
comparación con cuando no se eliminan estos en el cual el factor tarea incluía las tres tareas
ensayos (5 msgs). Incluso al quitar las réplicas y tres ANOVA 2x2x2 con la diferencia de que
el ESC es de signo contrario a lo esperado, lo el factor tarea sólo poseía dos niveles (Simon
que indica que el EC es menor cuando el ensa- Espacial y Flancos Verbal; Simnon Espacial y
yo previo es compatible que cuando el ensayo Flancos Numérica; Flancos Verbal y Flancos
previo es incompatible, si bien estas diferencias Nummérica). En el caso del ANOVA 2x2x3,
no son significativas, como se ha comentado la interacción de segundo orden resultó esta-
en los resultados del ANOVA. dísticamente significativa al emplear todos los
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 87
ensayos [F(1,357) = 241,040; p < ,001] y al de mayor complejidad contradice las predic-
eliminar los ensayos que eran puras réplicas ciones de Botvinick et al. (2004) de que la
[F(1,357) = 86,102; p < ,001]. El ANOVA mayor complejidad se debería reflejar en una
2x2x2 comparando los resultados de la tarea mayor presencia de conflicto cognitivo, al
de Simon Espacial y Flancos Verbal, también incrementarse el control top-down; y por lo
resultó significativa la interacción de segundo tanto debería tener asociado un mayor ESC.
orden, tanto con todos los ensayos [F(1,357) Los resultados del ESC en la tarea de Si-
= 253,071; p < ,001] como al eliminar las mon son difíciles de explicar si asumimos que
puras réplicas [F(1,357) = 60,982; p < ,001]. el único factor que contribuye a este efecto
El ANOVA 2x2x2 incluyendo como tareas es la repetición de la correspondencia espacial
Simon Espacial y Flancos Numérica mostró estímulo-respuesta (Hommel, 1998) o pri-
resultados significativos para la interacción ming de los ensayos consecutivos (Mayr et al.,
de segundo orden para todos los ensayos 2003). Parece más clara la interpretación de
[F(1,357) = 241,040; p < ,001] y al elimi- que es la condición de compatibilidad del en-
nar las puras réplicas [F(1,357) = 86,102; p sayo anterior, como se plantea desde la Teoría
< ,001]. Y el ANOVA 2x2x2 con las tareas de del Conflicto, desempeña un papel importante
baja complejidad cognitiva no reveló signifi- en la disminución del EC cuando el ensayo
cación para la interacción de segundo orden previo es incompatible. Incluso después de
para todos los ensayos [F(1,357) = 1,445; p = quitar los ensayos que eran puras réplicas, que
.230], aunque sí al eliminar las puras réplicas facilitaban la disminución del TR, se seguía
[F(1,357) = 4,816; p = ,029] si bien la diferen- dando ESC, tal y como encontraron otros
cia entre las dos tareas es pequeña (11,88). autores en este tipo de tarea (Stürmer, Seiss y
Este conjunto de resultados de nuevo Leuthold, 2005; Wür y Ansorge, 2005). Ade-
apunta a la existencia de diferencias en el ESC más, nuestras condiciones experimentales, en
según el tipo de tarea. La tarea de Simon Es- cuanto al intervalo entre estímulos y presen-
pacial presenta mayor ESC en comparación tación del estímulo en la pantalla se parecían
con las otras dos tareas y al comparar las ta- más a las de Mayr et al. (2003) y Hommel
reas de Flancos Verbal y Numérica entre sí no (1998) y otros autores que no han encontra-
hay diferencias en el ESC encontrado. do ESC (Hommel et al., 2004; Nieuwenhuis
et al., 2006; Wendt et al., 2006), por lo que
la presencia de ESC, a pesar de estas condi-
CONCLUSIONES ciones, fortalece más la idea de que el ESC
se debe fundamentalmente a la presencia de
LLos resultados ponen de manifiesto la exis- conflicto. Ya ha habido estudios previos que
tencia de EC para los dos tipos de tareas (alta con condiciones similares a las nuestras han
y baja complejidad cognitiva), pero sólo hay encontrado ESC en tareas tipo Simon (Ver-
ESC para la tarea de baja complejidad cogni- bruggen, Notebaert, Liefooghe y Vandieren-
tiva (Simon Espacial). Este efecto se mantiene dock (2006) y tipo Stroop (Fernández-Duque
a pesar de eliminar del análisis los ensayos que y Knight, 2008; Notebaert, Gevers, Verbrug-
son puras réplicas, lo cual contradice clara- gen y Liefooghe, 2006).
mente el punto de vista de Mayr et al. (2003) Sin embargo, hay que destacar que se pro-
y Hommel (1998) y estaría en consonancia dujo una disminución del ESC al quitar las
con los planteamientos de la Teoría del Con- puras réplicas, lo que nos hace pensar que al-
flicto (Botvinick et al., 2001). Sin embargo, el gún tipo de contribución deben tener éstas al
hecho de que no aparezca ESC en las tareas ESC, tal y como plantean Mayr et al. (2003)
88 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
y Hommel (1998). Por lo tanto, parece ser ensayos de tareas de flancos o go/no go. Unos
que el ESC en la tarea Simon se puede ex- autores que si manipularon el procesamiento
plicar fundamentalmente por la presencia de top-down fueron Fernández-Duque y Knight
conflicto cognitivo, pero la repetición en al- (2008) encontrando que cuando este procesa-
guna medida contribuye a este efecto. miento era claramente top-down se daba ESC en
Respecto a las tareas de flancos, la ausen- las tareas de Stroop que emplearon, pero cuando
cia de ESC en estas tareas podría interpretarse era bottom-up no había ESC. Estos resultados
según la Teoría de Priming Perceptivo por la fueron contrarios a los nuestros, si bien la forma
ausencia de repetición del mismo ensayo con- de manipular el procesamiento en su caso fue
secutivamente (Mayr et al., 2003). Según este diferente, pues se hizo dando a los participantes
punto de vista el procesamiento sería guiado una clave sobre la probabilidad de congruencia
por los estímulos (bottom-up) y al eliminar entre ensayos y, además estos autores presenta-
del análisis los ensayos que fueran puras ré- ron las tareas de Stroop en ensayos alternos. Potr
plicas el ESC desaparecería. En las tareas de lo tanto cabe preguntarse si la manipulación de
flancos del presente estudio había una menor la complejidad cognitiva empleada en el presen-
probabilidad de que se repitieran los mismos te estudio es adecuada o bien es más correcta la
estímulos en dos ensayos consecutivos, en de fernández-Duque y Knight (2008).
comparación con las de Mayr et al. (2003), En cualquier caso, el hecho de encontrar
ya que estos autores empleaban cuatro estí- únicamente ESC en una tarea es contrario a
mulos, mientras que en nuestro caso se em- la defensa de un sistema cognitivo general en-
pleaban 18 para la tarea de Flancos Numéri- cargado de manejar el conflicto en todas las
ca y 20 para la tarea de Flancos Verbal. Este circunstancias y condiciones, como se plantea
mayor número de estímulos redujo conside- desde la teoría de Monitorización del Con-
rablemente la probabilidad de la repetición y flicto (Botvinick et al., 2001) y coherente con
por lo tanto que se encontrara un ESC en las otros planteamientos que sostienen que el sis-
tareas de flancos, a diferencia de otros autores tema cognitivo maneja el conflicot de mane-
que sí han encontrado este efecto en este tipo ra específica en función de la tarea (Kunde y
de tareas (Gratton et al., 1992; Ullsperger et Wür, 2006; Wend et al., 2006).
al., 2005; Verbruggen et al., 2006). En conclusión, en las tres tareas empleadas
Por otro lado, los resultados al manipular la se dio EC, pero en las de alta complejidad cog-
complejidad cognitiva de las tareas de conflic- nitiva el EC no se vio modulado por el tipo
to, con objeto de incrementar el procesamiento de ensayo previo (compatible o incompatible),
top-down, son contrarios al planteamiento de mientras que en la de baja complejidad sí hubo
Botvinck et al. (2004). De hecho, en nuestros una modulación del EC. Ninguna de las ex-
resultados en las tareas con mayor complejidad plicaciones revisadas explica completamente
(tareas de flancos) no se observó ESC, mientras nuestros resultados. El ESC en la tarea de Si-
que en la tarea de menor complejidad cognitiva mon puede ser explicado principalmente por
(tarea Simon) hubo un claro ESC. Los resulta- la Teoría de Monitorización del Conflicto, aun-
dos del presente estudio son coherentes con los que en menor parte también por la Teoría de
de Stümer et al. (2005), que encontraron ESC Priming Perceptiva y la Teoría de Integración de
sólo en una tarea Simon y no en tareas de flancos Caracteres. Sin embargo, la ausencia de ESC en
y go/no go, si bien estos autores no manipula- las dos tareas con mayor complejidad cognitiva
ron el procesamiento top-down en estas últimas iría en contra de la presencia de un mecanismo
tareas y presentaron los tres tipos de tareas con- general que monitorea el conflicto como sos-
juntamente alternando ensayos tipo Simon con tiene la Teoría de Monitorización del Conflicto.
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 89
Las futuras investigaciones pueden ir en la Botvinick, M. M., Braver, T.S., Barch, D. M.,
siguiente línea. Se pueden plantear diseños ex- Carter, C.S., & Cohen J.D. (2001). Conflict
perimentales en los que se combinen diferen- monitoring and cognitive control. Psycholog-
tes tipos de tareas de conflicto cognitivo (según ical Review, 108(3), 624-652.
su complejidad cognitiva). Así, al igual que en Botvinick, M. M., Cohen, J. D., & Carter, C.
estudios previos (Fernández-Duque y Knight, S. (2004). Conflict monitoring and anterior
en prensa; Kunde y Wühr, 2006; Stümer et al., cingulated cortex: an update. Cognitive Sci-
2005; Verbruggen et al., 2006; Wendt et al., ences, 8(12), 539-546.
2006) se han combinado diferentes tareas en
un mismo experimento, se podría realizar un Burle, B., Allain, W., Vidal, F., & Hasbroucq,
experimento en el que en ensayos alternos se T. (2005). Sequential compatibility Effects
presenten tareas con baja y alta complejidad and cognitive control: Does conflict really
cognitiva. De este modo se podría analizar, matter? Journal of Experimental Psychology:
por un lado, la modulación del rendimien- Human Perception and Performance, 31(4),
to en una tarea por la otra tarea, y, por otro 831-837.
lado, si el manejo del conflicto es realizado por Casey B. J., Thomas, K. M., Welsh, T. F.,
un sistema inespecífico o general. De manera Badgaiyan, R. D., Eccard, C. H., Jen-
complementaria, también sería necesario rea- nings, J. R., & Crone, E. A. (2000). Dis-
lizar experimentos que traten de comprobar sociation of response conflict, attentional
qué forma es la más adecuada para manipu- selection, and expectancy with functional
lar el procesamiento top-down: incrementar la magnetic resonance imaging. Proceed-
complejidad de las tareas de conflicto cogniti- ings of the National Academic of Sciences,
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La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 91
ocurrencia del elemento que difiere del resto. de distractores entre los que podía aparecer
Sin embargo, cuando se utiliza una estrate- un distractor singleton. La repercusión que su
gia de “modo de detección de características“, presentación pudiera tener sobre la búsque-
basada en el conocimiento que se tiene de da se analizaba en función de los efectos que
las propiedades que definen al elemento ob- provocaba sobre las funciones de búsqueda.
jetivo (información top-down), los observa- Como señalan Turatto et al. (2004) en aque-
dores son capaces de ignorar las propiedades llas búsquedas seriales en las que las funciones
salientes irrelevantes de los distractores, aún se caracterizaban por pendientes muy eleva-
a pesar de que dichos distractores sean single- das, los beneficios de presentar el objetivo en
tons, optimizando así su ejecución. Además, la misma localización en la que ocurría un
para estos autores, la resistencia a la captura elemento singleton, se derivaban del hecho de
atencional por parte de distractores salientes que las pendientes de búsqueda en estos casos
está mediada por procesos de naturaleza inhi- registraban valores próximos a cero; esto es, el
bitoria (Bacon y Egeth, 1994; Lamy y Egeth, singleton al capturar la atención hacia su loca-
2003). En esta misma línea, Folk, Remington lización provocaba que el objetivo, que ahí se
y Johnston (1992) sostienen que la prioridad encontraba, fuese seleccionado en primer lu-
atencional que reciben los objetos viene deter- gar evitándose de esta manera un perjuicio en
minada por el conjunto de metas y objetivos la ejecución como consecuencia del aumen-
establecidos por los observadores, esto es, por to del número de distractores. Sin embargo,
factores puramente de naturaleza top-down cuando el objetivo que se debía buscar era un
(lo que constituye el set atencional), por lo singleton (i.e., buscar la presencia de un cua-
que, un objeto saliente definido por propie- drado rojo entre cuadrados verdes), los efectos
dades que no estén representadas en dicho set de tamaño de exposición eran nulos y se man-
atencional, no tendrá la facultad de capturar tendrían así, incluso si un singleton irrelevante
la atención de los observadores. capturaba la atención hacia otra localización,
De esta breve revisión se desprende que enmascarándose de esta forma el efecto de la
no existe un acuerdo unánime relativo a las captura. Para evitar estos problemas Turatto
condiciones bajo las que ocurre el fenómeno et al., (Turatto y Galfano, 2000, 2001, Tu-
de captura atencional por parte de singletons ratto et al., 2004) desarrollaron un método
distractores. Incluso, en algunos casos se llega de análisis basado en la distancia que separa
a afirmar que singletons definidos por color o al elemento objetivo del singleton irrelevante;
forma no tienen poder para atraer la atención. con este método estos autores han encontra-
A este respecto, Turatto, Galfano, Gardini y do efectos de captura atencional por parte de
Mascetti (2004) señalan que muy probable- singletons definidos por valores de las dimen-
mente esta ausencia de un efecto de captura siones color, forma y luminancia. Sin embar-
se deba al tipo de método utilizado en la in- go, una característica a tener en cuenta en los
vestigación, que bien pudiera estar enmasca- experimentos realizados por estos autores es
rándolo. Así, cabe señalar que una gran parte que las tareas que utilizaron no se correspon-
de los trabajos en los que no aparece un efec- dían con búsquedas de singleton propiamen-
to de captura fueron realizados utilizando un te dichas, sino que sus observadores debían
“método del tamaño de exposición” (Folk y realizar búsquedas de elementos definidos
Annett, 1994; Jonides y Yantis, 1988; Todd y por una característica que no era saliente (una
Kramer, 1994). En estos experimentos los ob- línea vertical entre líneas con diferentes gra-
servadores debían buscar un elemento objeti- dos de inclinación). La presencia del singleton
vo preespecificado entre un número variable irrelevante la manipularon presentando como
94 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
parte de la escena visual una serie de figuras En consonancia con lo comentado ante-
(discos) todas de un mismo color (i.e., verde riormente, el objetivo de este trabajo es ana-
o rojo) excepto una de ellas que aparecía en lizar si la presencia de un distractor singleton
otro color (i.e., rojo o verde). Cada elemento definido dentro de la dimensión color pue-
que conformaba el conjunto de búsqueda (las de interferir en la detección de un elemen-
diferentes líneas inclinadas) aparecían en el to objetivo que también es singleton y que,
centro de estos discos y se manipulaba la pro- igualmente, se define dentro de esa dimen-
babilidad de que el objetivo apareciese sobre sión. Además, analizaremos en qué medida
el que poseía el color diferente (aparecía en la captura atencional por parte del singleton
el 1/n de los casos, donde n era el tamaño de irrelevante está modulada por la distancia que
exposición). Bajo estas condiciones particula- separa a ambos elementos.
res, los resultados que encontraron demues-
tran que se producía una captura involuntaria
de la atención por parte del color irrelevante EXPERIMENTO 1
singleton provocando que, en aquellos casos
en los que el objetivo se presentaba en la lo-
calización de este elemento, el procesamiento
era más eficaz mientras que cuando el color Método
singleton estaba asociado a un elemento dis-
tractor, la ejecución fue significativamente Participantes
peor (más lenta y menos precisa).
Una duda que nos surge en este punto Este experimento fue realizado por 10 parti-
es si estos resultados ocurrirían igual en el cipantes voluntarios. Todos tenían visión nor-
caso en el que el objeto de búsqueda fuese mal o corregida en el momento de la prueba y
“per se” un singleton (i.e., cuando los obser- desconocían el propósito de la investigación.
vadores deben buscar un cuadrado rojo que Se les instó a realizar la tarea lo más rápido y
aparece entre cuadrados verdes) y en algunos preciso posible.
ensayos aparece un distractor saliente defini-
do por un color diferente al del objetivo y al Estímulos
de los distractores (i.e., un cuadrado azul).
En este caso, la presencia del objetivo en sí Los estímulos consistieron en exposiciones
misma implica la ocurrencia de un singleton formadas por un número variable de elemen-
cuya localización será la que mayor activa- tos (6, 10, 14, 18 ó 22) que podían aparecer
ción bottom-up registre, por lo que será direc- de forma aleatoria en cualquiera de las 25 po-
tamente seleccionada y, lo interesante aquí siciones posibles de que constaba el área visual
será analizar esos ensayos en los que haya (matriz de 5 filas x 5 columnas). Dicha área
más de una localización con alta activación media 17 x 17 cm. (14 x 14 grados de ángulo
bottom-up (aquellos en los que se presentan visual). Se controló la posición que ocupaba
además del objetivo un distractor singleton). el elemento objetivo en cada ensayo de forma
La cuestión que se plantea en este punto es que los participantes hicieran el mismo nú-
si la existencia de esta segunda localización mero de ensayos para cada valor posible de
con alta activación interfiere en la detección excentricidad (0, 2,8, 4, 5,6, 6,2, 8 g.a.v.). La
del singleton objetivo y si dicho efecto puede distancia mínima que separaba el centro de
estar mediado por la distancia que separa a cada dos estímulos fue de 3,2 cm. y la po-
ambos singletons. sición que ocupaba cada elemento dentro
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 95
de su celda imaginaria podía oscilar aproxi- sentación de los estímulos fue la siguiente: en
madamente 0,3 cm. en cualquier dirección. primer lugar aparecía un punto de fijación
En la mitad de los ensayos las exposiciones en el centro de la pantalla durante 300 ms,
se formaban únicamente por elementos dis- seguido del estímulo, que permanecía presen-
tractores (ensayos negativos) y en la otra mi- te hasta que se emitía una respuesta o, de lo
tad, entre éstos, aparecía el elemento objetivo contrario, desaparecía transcurridos 5 sg. Los
(ensayos positivos). Además, en el 20% de los participantes respondían presionando una te-
ensayos aparecía un elemento distractor sin- cla con su dedo índice (presencia del objeti-
gleton, controlando el lugar en el que dicho vo) o corazón (ausencia del objetivo) de su
elemento podía aparecer, la distancia que lo mano dominante, contrabalanceando entre
separaba del punto de fijación (0, 2,8, 5,6 u los participantes la correspondencia entre la
8 g.a.v.) y la distancia que lo separaba del ele- tecla que debían presionar y el tipo de res-
mento objetivo (2,8, 5,6, 8,4 y 11,2 g.a.v.). El puesta esperado.
elemento objetivo fue un cuadrado de color
rojo de 1,4 cm. de lado y la línea que lo dibu- Resultados y discusión
jaba tenía un grosor de dos pixels. El elemen-
to distractor fue un cuadrado de color verde El tipo de búsqueda llevado a cabo en los dis-
con las mismas dimensiones que el objetivo tintos tipos de ensayos se analizó utilizando
que se repetía el número de veces necesario los datos correspondientes al tiempo de reac-
para conformar el tamaño de la exposición ción medio para cada tamaño de exposición.
requerido en cada caso; el distractor singleton Con estos datos se han calculado las funciones
utilizado fue un cuadrado azul que substituía de búsqueda correspondientes a cada tipo de
a uno de los distractores verdes. ensayo (positivo y negativo) y para los ensa-
yos en los que no aparecía singleton distractor
Aparatos y en los que sí aparecía, calculando para cada
función el valor de su pendiente y el ajuste
Para la generación de los estímulos se utilizó lineal. Estas funciones y la correspondiente
el Vscope (Enns y Rensink, 1992). La presen- tasa de errores aparecen recogidas en la figura
tación de los estímulos y registro de las res- 1. Como se puede observar, los ensayos sin
puestas se realizó con un Power Macintosh distractor singleton se caracterizan por funcio-
4400/200 conectado a una pantalla Sony nes de búsqueda planas con pendientes prác-
Sx200. Los Tiempos de Reacción (TR) con- ticamente nulas tanto para los ensayos positi-
tingentes a la presión de las teclas se midieron vos como negativos. Esta ejecución es la que
desde el comienzo de la exposición hasta que cabe esperar de este tipo de búsquedas en las
se emitía una respuesta. que el elemento objetivo es tan saliente que
captura de forma automática la atención y las
respuestas son independientes del número de
Procedimiento distractores presentes en cada momento. Por
lo que respecta a la precisión de la respuesta en
Antes de comenzar la tarea propiamente di- estos ensayos sin distractor saliente, los datos
cha, los participantes realizaban 15 ensayos obtenidos son igualmente los característicos
de práctica con la intención de familiarizarse de este tipo de tareas. En los ensayos positivos
con los estímulos y el procedimiento. A con- se ha encontrado una tasa de error media de
tinuación, comenzaba la tarea experimental 4,3% y en los negativos de 4,5%. Estos datos,
que constaba de 8 bloques de 120 ensayos considerados de forma conjunta excluyen la
cada uno. La secuencia seguida para la pre-
96 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
ocurrencia de una covariación negativa entre Estos resultados ponen de manifiesto que
ambas variables dependientes (ver figura 1). la presencia de un distractor singleton entre
En cuanto a los ensayos en los que aparece los elementos que conforman la exposición
un distractor saliente, las funciones de bús- produce un enlentecimiento en la ejecución.
queda obtenidas son similares a las que acaba- Además los ensayos se realizan de forma dife-
mos de comentar: se caracterizan por valores rente en función de si el objetivo está presente
en las pendientes próximos a cero tanto en o no. Observando las funciones de búsqueda
los ensayos positivos como negativos, indi- representadas en la figura 1 se pueden apreciar
cando que los participantes realizaron la tarea estos efectos: la presencia del singleton irrele-
de forma automática sin que la presencia del vante provocó un aumento en los tiempos de
distractor saliente provocase cambios cualita- respuesta de los participantes que afectó fun-
tivos en la misma (ver figura 1). damentalmente a los ensayos negativos (resul-
tados similares fueron encontrados por Lamy
y Tsal (1999) utilizando tareas de búsqueda
de elementos definidos por conjunciones).
Sin embargo, a pesar de estos efectos, no se ha
producido un cambio en el tipo de búsqueda
utilizado por los participantes, como se des-
prende de la ausencia de efectos provocados
por el aumento del tamaño de la exposición
y la falta de interacción de dicho factor con
cualquiera de los otros dos, confirmando que
los participantes fueron capaces de realizar
detecciones automáticas del elemento obje-
tivo siempre que éste estuviera presente y, al
margen de si se presentaba o no un singleton
Figura 1. Funciones de búsqueda (panel superior) y tasas
de error media (panel inferior) obtenidas en los diferentes
distractor.
ensayos del experimento 1 Los posibles efectos de la captura atencional
sobre la precisión de la respuesta se analizaron
Por lo que respecta al efecto producido por a través de un ANOVA similar al anterior. Di-
las variables manipuladas sobre la variable de- cho análisis únicamente arrojó diferencias sig-
pendiente Tiempo de reacción, se ha realiza- nificativas en el factor singleton (F(1, 9)=5,7,
do un ANOVA en el que se han incluido los p<0,05), así como en la interacción entre éste
siguientes factores intrasujeto: singleton (en- con el factor tipo (F(1, 9)=8,98, p<0,05) y la
sayos con distractor singleton, ensayos sin dis- interacción entre los factores tipo de ensayo y
tractor singleton), tipo de ensayo (positivo, ne- tamaño (F(1, 9)=2,75, p<0,05). Si se observa
gativo) y tamaño (6, 10, 14, 18 y 22). Dicho la figura 1 (panel inferior), se puede apreciar
análisis arrojó diferencias significativas en los como se cometieron más errores en los ensa-
factores principales singleton (F(1, 9)=49,6, yos en los que se presentaba un singleton irre-
p<0,0001) y tipo (F(1, 9)=32,93, p<0,001) levante, sobre todo cuando este elemento era
así como la interacción entre ambos (single- el único elemento saliente en la exposición
ton x tipo: F(1, 9)=18,6, p<0,01); el resto de –ensayos negativos. Parece, por lo tanto, que
posibles efectos principales e interacciones de los efectos producidos por la presencia de un
primer y segundo orden no resultaron signi- distractor singleton se hacen notar, fundamen-
ficativas. talmente, en los ensayos negativos ya que, es
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 97
en este caso donde la ejecución de los parti- éstas ocurren cuando el distractor saliente se
cipantes se ve realmente afectada: los tiempos presenta a una distancia superior a 8,4 g.a.v.,
de respuesta y la cantidad de errores son signi- aunque a dicha distancia se ha encontrado un
ficativamente mayores que en los ensayos po- efecto marginal (F(1, 9)=3,92, p<0,056, para
sitivos; estos últimos apenas se ven afectados la diferencia entre d0 y d3; F(1, 9)=12,768,
por la presencia de ese singleton adicional. p<0,001 para la diferencia entre d0 y d4).
Considerando los resultados que obtu-
vieron Turatto et al. (2004) hemos llevado a Figura 2.- Tiempos de Reacción medios (panel superior)
y tasas de error medias (panel inferior) obtenidas en las
cabo una serie de análisis adicionales tanto de diferentes distancias que separan al objetivo del distractor
los tiempos como de los errores, correspon- singleton para los ensayos de los experimentos 1 y 2
dientes a los ensayos positivos, en los que in-
tentamos comprobar si los efectos potencia-
les de la presencia de ese singleton adicional
se pueden ver enmascarados por el método
de análisis empleado, “método del tamaño
de exposición”. Para ello, hemos aplicado
un método adaptado del “método de la dis-
tancia” utilizado por estos autores (Turatto
y Galfano, 2000, 2001, Turatto et al., 2004)
para ver si, de este modo, se detectaban los
efectos de captura que se podían esperar. El
efecto que se analiza es la presencia del dis-
tractor singleton en función de la distancia a
la que se encuentra del objetivo, para lo cual
se realizó un ANOVA simple incluyendo el Estos resultados indican que, tal y como
factor distancia (d0, d1, d2, d3, d4), donde d0 se afirman Turatto et al. (Turatto y Galfano,
corresponde con aquellos ensayos en los que 2000, 2001, Turatto et al., 2004) el método
el único singleton es el elemento objetivo y d1, que se utiliza para explorar los efectos de la
d2, d3 y d4 se corresponden con los ensayos en captura por parte de elementos distractores
los que además aparece un distractor singleton puede influir en la detección del mismo. Así,
separado del objetivo en 2,8, 5,6, 8,4 y 11,2 una vez que se toman en consideración los
g.a.v., respectivamente. efectos que la distancia puede tener sobre la
Los resultados encontrados ponen de captura atencional se comprueba que cuan-
manifiesto que la distancia únicamente pro- do los distractores singleton aparecen a una
voca efectos significativos sobre el TR (F(1, distancia relativamente amplia producen un
9)=5,13, p<0,01). En la figura 2 están repre- enlentecimiento en la tarea de detección del
sentados los TR medios (figura 2, panel su- singleton objetivo. Por el contrario, cuan-
perior) y el porcentaje de errores (figura 2, do estos elementos aparecen en posiciones
panel inferior) obtenidos para cada distancia. próximas, los participantes son capaces de
Como se puede comprobar, los efectos de la anular los efectos distractores de la locali-
distancia se hacen más evidentes a medida que zación ocupada por el distractor saliente y
aumenta la separación entre ambos elemen- centrarse eficazmente el la localización que
tos singleton. Las pruebas a posteriori aplica- ocupa el singleton objetivo. Una posible ex-
das para ver cuál, o cuáles, de las distancias plicación es que, al estar próximas entre sí
arrojan diferencias significativas indican que las dos únicas localizaciones con niveles de
98 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
activación altos en la escena visual, ambas objeto evitar que los participantes puedan in-
caen dentro de la ventana atencional y dicha cluir dentro del set atencional la identidad de
información se puede procesar en paralelo, material irrelevante saliente, impidiendo que
aplicando un componente top-down en tér- se desarrollen estrategias de naturaleza “top-
minos de la identidad de las propiedades que down” que favorezcan la inhibición de este
definen al objetivo que se busca e inhibiendo material irrelevante.
la información contenida en la otra localiza-
ción (Bacon y Egeth, 1994; Lamy y Egeth,
2003). De hecho, si se tiene en cuenta que la Método
identidad del distractor singleton se ha man-
tenido constante durante toda la tarea es fac- La tarea ha sido realizada por 10 nuevos par-
tible pensar que ese mecanismo de control ticipantes, todos tenían visión normal o co-
top-down pudiese incluir información rela- rregida en el momento de la prueba y desco-
tiva a su identidad (el color azul) y proceder nocían el propósito de la investigación; se les
así a la inhibición de dicho elemento. Por instó a realizar la tarea lo más rápido y preciso
otra parte, cuando ambos singleton caen en posible. Para la presentación de los estímulos
localizaciones muy separadas, los participan- y el registro de las respuestas se utilizó el mis-
tes se ven forzados a realizar desplazamientos mo sistema instrumental y el mismo procedi-
de la atención para aplicar ese control top- miento que en el experimento previo; la úni-
down, en cuyo caso, los cambios o reorien- ca diferencia con respecto al mismo era que
taciones de la atención se manifiestan en los ahora el distractor singleton no se mantenía
costes que aparecen en estos ensayos. constante a lo largo de los diferentes ensayos
Una forma de comprobar esta hipótesis es sino que cambiaba de color de uno a otro.
a través de una tarea en la que la identidad del Así, se utilizaron como distractores singletons
distractor singleton no pueda ser adelantada cuadrados de color azul, amarillo, magenta,
por el participante, por lo que no podría estar naranja, cian, marrón, granate y morado. El
contenida en el set atencional que gobierna resto de las condiciones se mantuvieron cons-
el componente top-down. Así, teniendo en tantes.
cuenta esta posibilidad, planteamos un nue-
vo experimento que nos permita comprobar
la pertinencia de la interpretación que hemos Resultados y discusión
realizado de los resultados obtenidos en el
presente experimento. Como ocurría en el experimento anterior,
los participantes realizaron detecciones au-
tomáticas del elemento objetivo como así se
EXPERIMENTO 2 manifiesta en los valores obtenidos para las
pendientes de las funciones de búsqueda (ver
En este nuevo experimento, los participantes figura 3, panel superior). Respecto a la preci-
deben realizar una tarea de búsqueda similar a sión de la respuesta se puede ver como el nú-
la del experimento previo (i.e., buscar un cua- mero de errores es relativamente bajo: en los
drado singleton rojo que aparece inmerso en- ensayos positivos se ha encontrado una tasa
tre un número variable de cuadrados de color de error media de 2,1% y en los negativos de
verde). En el 20% de los ensayos se presenta 4,2%. Estos datos excluyen la ocurrencia de
un distractor singleton que varía de color de una covariación negativa entre ambas varia-
un ensayo a otro. Dicha variación tiene por bles dependientes (ver figura 2.
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 99
cuesta más dado que se carece de información ton, que compite en saliencia con el objetivo
previa respecto a cuál puede ser, por lo que, los y con la misma intensidad (ambos son los dos
participantes se ven obligados a identificarlo. únicos colores distintos dentro de un campo
En los ensayos positivos, en los que hay dos homogéneo), es capaz de capturar la atención
localizaciones con alta activación bottom-up la hacia la localización que ocupa y, siempre que
competición entre ambas se resuelve aplican- ambos elementos se encuentren lo suficiente-
do un control top-down que sólo se puede ba- mente alejados, provocar un enlentecimiento
sar en la propiedad conocida del objetivo (el en la respuesta de los observadores.
color rojo) y esto es suficiente para que una de Una primera implicación que se despren-
esas dos localizaciones gane en activación res- de de estos resultados es que si la captura está
pecto a la otra: la que contiene efectivamente mediada por la distancia concreta que sepa-
al elemento que se busca. ra a ambos elementos salientes, queda claro
Respecto a los efectos de la distancia, en el que el proceso de captura atencional ocurre
análisis realizado únicamente han aparecido vía localización y no a través de valores de ca-
diferencias significativas en este factor (F(4, racterísticas (Folk y Remington, 1998) como
72)=12,97, p<0,0001) sin que se dé una inte- ocurrió en nuestros experimentos.
racción entre éste con el factor experimento, Una posible explicación de nuestros resul-
indicando esta ausencia de interacción que el tados sería a través de la hipótesis de la orien-
efecto producido por la distancia fue similar tación contingente involuntaria (Folk et al.,
en ambos casos: a medida que aumenta la dis- 1992) según la cual, la captura involuntaria
tancia ente las dos localizaciones en las que de la atención por un singleton provoca la
ocurren elementos singleton el tiempo que se orientación hacia la localización que ocupa;
tarda en dar la respuesta es mayor (ver figura pero, según Folk et al. (1992), para que este
2, panel superior). proceso de orientación ocurra tiene que haber
una coincidencia entre las propiedades que
definen al singleton irrelevante y las que con-
CONCLUSIONES forman el set atencional que utiliza el sujeto
en su estrategia de búsqueda. Sin embargo,
De los experimentos presentados se desprende nuestros resultados no confirman este supues-
la importancia que tiene el modo de enfocar el to ya que, si bien en el primer experimento la
estudio de la captura atencional por parte de repetición consistente del distractor singleton
distractores singletons. Así, utilizando un mé- podía facilitar que su identidad pasase a for-
todo basado en el análisis de las pendientes de mar parte del set atencional y ganar así priori-
las funciones de búsqueda el efecto de captu- dad en el procesamiento, produciéndose por
ra quedó enmascarado por la ausencia de una lo tanto el efecto de captura, esto no podía
efecto del tamaño de la exposición sobre los darse en el segundo experimento, en el que
TR, resultado que, por otra parte es esperable seguía ocurriendo un efecto de captura simi-
dada la tarea que se utilizó: la detección de lar a pesar de que la variación del distractor
objetivos definidos por características simples singleton impedía la inclusión de su identidad
únicas en la exposición y altamente salientes dentro de la estrategia top-down.
dado que se presentaban entre distractores Por lo tanto, parece que la presencia de
homogéneos. Sin embargo, cuando se utilizó distractores singletons de saliencia similar al
un método de estudio basado en los efectos de objetivo tienen la facultad de capturar la aten-
la distancia, los resultados que emergieron in- ción de forma involuntaria dado que sus nive-
dican que la presencia de un distractor single- les de activación bottom-up son elevados y de
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 101
igual magnitud. En estos casos se necesita del candidato a ser seleccionado (Connor, Egeth
componente top-down como mediador en la y Yantis, 2004).
resolución del conflicto que se genera al exis-
tir más de una localización que compite por
la selectividad atencional. La manera de resol- REFERENCIAS
ver esta situación es aplicando un set atencio-
nal que contiene información relativa a cuáles Bacon, W.F. & Egeth, H.E. (1994). Overri-
son las propiedades relevantes para la tarea y, ding stimulus-driven attentional capture.
si es posible, también incluiría información Perception and Psychophysics, 55, 485-496.
relativa a cuál es ese elemento que provoca la
distracción. Parece claro que la información Bacon, W.F. & Egeth, H.E. (1997). Goal-
relativa a las propiedades conocidas del ob- directed guidance of attention: Evidence
jetivo se utiliza en términos de activación, de from conjunctive visual search. Journal of
forma que, aquellas localizaciones con alta sa- Experimental Psychology: Human Percep-
liencia bottom-up siguen ganando activación tion and Performance, 23, 948-961.
a medida que cumplen los requisitos exigidos Connor, Ch.E., Egeth, H.E. & Yantis, S.
en la tarea (i.e., poseer las propiedades que (2004). Visual attention: Bottom-up ver-
definen al objetivo). Pero, cómo se utiliza la sus top-down. Current Biology, 14, R850-
información conocida del distractor singleton R852.
y, por lo tanto, contenida en el set atencional,
Duncan, J. & Humphreys, G. (1989). Visual
todavía no está claro; así, podría ser mediante
search and stimulus similarity. Psychologi-
un proceso de inhibición de esas propieda-
cal Review, 96, 433-458.
des conocidas (Bacon y Egeth, 1994; Lamy y
Egeth, 2003) mientras que, cuando esa infor- Eriksen, C.W. & Hoffman, J.E. (1972). Tem-
mación no está disponible (como ocurría en poral and spatial characteristics of selective
la tarea del experimento 2) únicamente se uti- encoding from visual displays. Perception
lizaría la información conocida del objetivo. and Psychophysics, 12, 201204.
Además, esto no implica necesariamente que Enns, J.T. & Rensink, R.A. (1992). Vscope
conocer las propiedades que definen al ele- software and manual: Vision testing software
mento “extraño” sea requisito suficiente para for the Macintosh. Vancouver, BC: Univer-
eliminar los efectos de la captura (Hommel, sity of British Columbia, Micropsych soft-
2002; Lorch, Anderson y Well, 1984; Lorch ware.
y Horn, 1986) sino que se pueden tener en
cuenta a la hora de priorizar cuál de las locali- Folk, C.L. & Annett, S. (1994). Do locally
zaciones es la primera en ser seleccionada. defined feature discontinuities capture at-
En síntesis, se puede afirmar que la aten- tention? Perception and Psychophysics, 56.
ción bottom-up alerta de aquellos ítems que 277-287.
son salientes y están presentes en la escena Folk, C.L. & Remington, R.W. (1998). Se-
visual activa, pero lejos de ser la única que lectivity in distraction by irrelevant featu-
determine la prioridad en el proceso de selec- ral singletons: Evidence for two forms of
ción, como suponía Theeuwes (1991, 1992), capture. Journal of Experimental Psycho-
se precisa de la atención top-down que es la logy: Human Perception and Performance,
responsable de modular estas señales bottom- 24, 847-858.
up, sobre todo, cuando necesitamos encon-
Folk, C.L., Remington, R.W., & Johnston,
trar algún objeto concreto y hay más de un
J.C. (1992). Involuntary covert orienting
102 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Wolfe, J.M. (1994). Guided search 2.0: A re- Yantis, S. & Jonides, J. (1984). Abrupt visual
visited model of visual search. Psychonomic onsets and selective attention: Evidence
Bulletin and Review, 1, 202-238. from visual search. Journal of Experimental
Wolfe, J. (1996). Extending guided search. Psychology: Human Perception and Perfor-
Why guided search needs a preattentive mance, 10, 601-621.
“item map”. In A. Kramer, M. Coles & Yantis, S. & Jonides, J. (1990). Abrupt visual
G.D. Logan. Converging operations in the onsets and selective attention: Voluntary
study of visual selective attention. (pp. 247- versus automatic allocation. Journal of Ex-
270). Washington, DC: American Psycho- perimental Psychology: Human Perception
logical Association. and Performance, 16, 121-134.
Yantis, S. & Egeth, H. (1994). Visual salien-
ce and stimulus-driven attentional capture
[Abstract]. Investigative Ophtalmology and
Visual Science, 35, 1619. AGRADECIMIENTOS
Yantis, S. & Egeth, H. (1999). On the dis- Esta investigación fue financiada por
tinction between visual salience and sti- el Ministerio de Educación y Ciencia
mulus-driven attentional capture. Journal (SEJ200761039/PSIC).
of Experimental Psychology: Human Percep-
tion and Performance, 25, 661-676.
ÁMBITOS APLICADOS DE LA
INVESTIGACIÓN EN ATENCIÓN
SINESTESIA sico-gustativa (Beeli, Esslen y Jancke, 2005),
lexico-gustativa (Ward y Simner, 2003; Ward,
TEMPORO-ESPACIAL Y Simner y Auyeung, 2005) o temporo-espacial
ORIENTACIÓN DE LA (Smilek, Callejas, Dixon y Merikle, 2007).
Este último tipo de sinestesia es el que nos
ATENCIÓN interesa en la presente investigación.
Aunque hay muy poca literatura al respec-
Alicia Callejas(1) y Juan Lupiáñez(2) to de la sinestesia espacio-temporal (Smilek
y cols., 2007), este tipo de sinestesia parece
(1)
Department of Neurology, ser bastante frequente (Day, 2005). Implica
Washington University in Saint Louis, la experimentación subjetiva de una posición
espacial determinada para cada unidad tem-
Missouri poral. Los meses del año, días de la semana,
(2)
Departamento de Psicología horas del día, periodos de la historia o los años
Experimental y Fisiología del de una vida se perciben en un lugar espacial
Comportamiento concreto.
Universidad de Granada
Características de la
INTRODUCCIÓN sinestesia
Figura 1. Ejemplos de cuatro disposiciones espaciales de los meses del año (tomado de Smilek y cols. 2007)
108 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
tar replicar estos resultados previos con una el extremo superior izquierdo, agosto en el
tarea de discriminación, así como estudiar si extremo superior derecho y noviembre en el
las características de la orientación atencional extremo inferior derecho (ver cuarto ejem-
evocada por la sinestesia se asemejaban a las plo en Figura 1).
de señales centrales o periféricas. La consistencia entre las descripciones
Las señales centrales son de carácter sim- de las experiencias sinestésicas recogidas en
bólico y requieren un procesamiento más distintos momentos temporales es la prue-
profundo y una interpretación ya que no ba más utilizada como índice del carácter
son presentadas en el lugar de presenta- genuino de las experiencias descritas. En la
ción del objetivo. Las señales periféricas, al Figura 2 se presentan los resultados de un
contrario, se presentan en el lugar al que se test de consistencia administrado a CS y a
quiere convocar la atención y no requieren un grupo de participantes no sinestésicos.
interpretación alguna pues es su abrupta Cada mes del año se presentó un total de 6
aparición lo que atrae la atención de forma veces a cada participante en orden aleatorio.
automática. Los meses aparecían escritos en la pantalla a
Si bien la sinestesia temporo-espacial pa- la vez que una grabación los reproducía. Se
rece ser automática, no está claro si la orien- pidió a CS que fingiera que la pantalla del
tación atencional se asemeja a la encontrada ordenador era el plano en que se situaban
con señales centrales que requieren una in- sus meses y que, para cada mes presentado,
terpretación, o es tan automática y potente indicara el lugar exacto en que lo percibía.
que activa el lugar espacial exacto asociado La pantalla permaneció vacía durante todo
al estímulo que produce la orientación (mes el procedimiento (a excepción de un punto
particular) de un modo similar al que acon- de fijación en el centro). A los participantes
tece con la presentación de un estímulo pe- control se les pidió que fingieran ser sinesté-
riférico. sicos e intentaran indicar siempre el mismo
lugar para cada mes del año.
Se tomó como medida de consistencia la
TEST DE CONSISTENCIA distancia en píxeles entre las distintas respues-
tas para cada mes. Aunque algunos partici-
La participante CS, anteriormente estudia- pantes control informaron que habían inten-
da por Smilek y cols. (2007) realizó la tarea tado utilizar la distribución de horas del reloj
experimental. Para CS los meses se disponen como referente para situar los 12 meses, en
en orden consecutivo en forma de cuadra- la Figura 2 se hace evidente que la dispersión
do curvo en el que enero se encuentra en el de respuestas es mucho mayor que en el caso
extremo inferior izquierdo, mayo-junio en de CS.
Figura 2. Resultados del test de consistencia para CS (izq.) y el participante control con mejor resultado (dch.)
110 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
lo variable aparecía el estímulo objetivo que pos de reacción (TR) más rápidos. También
consistía en una flecha apuntando a derecha se encontró un efecto principal de validez
o izquierda y que podía aparecer a la derecha (F(1,16)=17.41, p=.00072) de manera que la
o izquierda del punto de fijación. CS debía respuesta en los ensayos válidos era más rá-
informar de la dirección en que apuntaba la pida que la respuesta en los ensayos inválidos
flecha ignorando su posición, así como la se- (menor TR cuando la flecha aparecía en el lu-
ñal previamente presentada. gar indicado por el mes usado como señal).
CS participó en cuatro sesiones experi- Por tanto, incluso la presentación breve de los
mentales de cuatro bloques cada una y con meses del año de forma no contingente con
un total de 144 ensayos por bloque. el estímulo objetivo, produjo una orientación
atencional que facilitó la respuesta en los ensa-
Figura 3. Procedimiento del Experimento 1 yos válidos en comparación con los inválidos.
No se encontró una interacción de esta va-
riable con el SOA (F(2,32)=2.30, p=.117) pero
sí del SOA con la Congruencia (F(2,32)=3.51,
p=.041).
Resultados
Por otro lado, varios estudios han inves- Cohen, 1988, Harris y Slotnick, 1996, Lip-
tigado cómo la orientación atencional inte- shits y McIntyre, 1999, Lipshits, McIntyre,
ractúa con la frecuencia de aparición del esti- Zaoui, Gurfinkel, y Berthoz, 2001, Wolfe
mulo objetivo (Klein, 1980, Klein y Hansen, y Amis, 2006; tareas de juicios, Künnapas,
1987). Estos experimentos utilizan un para- 1955, Wolfe, Maloney, y Tam, 2005, Dixon
digma de señalización donde se presentan dos y Proffitt, 2002; tareas de agarrar -“grasping”
tipos de estímulos que tienen una frecuencia en inglés- y de alcanzar -“reaching” en in-
de aparición diferente. Así, un estimulo apa- glés-, Vishton, Rea, Cutting, y Nunez, 1999,
rece en la mayoría de los ensayos, mientras Raudsepp y Djupsjöbacka, 2005; tareas que
el otro, se presenta menos frecuentemente. usan prismas invertidas, Richter, Wennberg
Se ha observado que los efectos atencionales y Raudsepp, 2007; tarea háptica, Gentaz y
sólo modulan el procesamiento del estimulo Hatwell, 2004 y tareas que usan substitu-
más frecuente (Folk, Remington y Johnston, ción auditiva de la visión, Renier, Bruyer, y
1992; Folk y Remington, 1998, Milan y Tor- De Volder, 2006). La magnitud del efecto
nay, 2001). Nótese que en estos estudios la de sobrestimación de la línea vertical es al-
frecuencia de aparición de los estímulos está tamente dependiente de la configuración de
directamente relacionada con las teclas de las dos líneas. Mientras la línea vertical se
respuesta. Por ejemplo, los participantes ha- sobrestima en un 5% aproximadamente en
cen una tarea de discriminación de letra (X la figura en forma de L, la sobrestimación
o O) en la que se manipula la frecuencia de alcanza el 15 o 20% si las líneas se cruzan
aparición de los estímulos: la letra X aparece en forme de T (Avery y Day, 1969). Esta di-
en 75% de los ensayos mientras que la letra ferencia se explica por el hecho que la línea
O en 25%. Dado que se utiliza una tarea de vertical se magnifica por dos razones distin-
discriminación de letra, se manipula también tas. En la forma de L, se sobrestima debido
la frecuencia de respuesta (75% de X y 25% al sesgo de verticalidad, y en la forma de T, el
de O). En consecuencia, en estos estudios, efecto de sesgo de verticalidad se suma al de
investigaron cómo la orientación atencional la bisección de la horizontal. Unos estudios
interactúa con la frecuencia de aparición y de previos realizados en nuestro laboratorio de-
respuesta. En el presente estudio utilizamos mostraron que el efecto del sesgo de verti-
un paradigma similar, en el que manipulamos calidad y el de bisección interactúan (Cha-
la frecuencia de aparición de los estímulos, rras y Lupiáñez, en prensa). Aunque los dos
pero disociamos la frecuencia de aparición de tengan efectos aditivos en la figura de T, el
los estímulos de las teclas de respuesta. sesgo de verticalidad se extingue cuando las
El ser humano tiende a sobrestimar la dos líneas están biseccionadas. Pero precisa-
longitud de las líneas verticales cuando las mente, si se presenta una figura en forma de
compara con horizontales, como se demues- cruz en la que las dos líneas se cruzan por la
tra en la ilusión Horizontal Vertical (Fick, mitad, las líneas se perciben tal y como son
1851, Wundt, 1897, Coren y Girgus, 1978). y no se sobrestima ni la vertical ni la hori-
En esta figura, dos líneas están presentadas zontal. Es importante enfatizar que aunque
en forma de L o de T invertida y, aunque las figuras en forma de cruz y en forma de T
sean de la misma longitud, la línea vertical invertida sean físicamente muy similares, los
se percibe más larga que la horizontal. Este juicios perceptuales divergen. Por tanto, su-
efecto es muy robusto, dado que se puede ponemos que se utilizan dos formas distintas
observar en una gran cuantidad de tareas (ver de procesar la longitud de las líneas en estas
tareas de ajuste y de producción, Brosvic y dos figuras.
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 117
Siguiendo esta hipótesis de la existencia de podría influir sobre el desarrollo del otro es-
dos formas distintas de procesamiento, deci- tilo. Esperamos que el hecho de comparar
dimos llevar a cabo un experimento donde con alta frecuencia las líneas en forma de
manipulamos la frecuencia de ambos tipos cruz en la que las líneas horizontal y vertical
de procesamiento a través de la manipulación se perciben tal y como son (sin sesgo), per-
del tipo de figura. El objetivo es investigar si mita reducir el sesgo de sobrestimación de
el tipo de procesamiento involucrado en la la línea vertical en la figura de T invertida.
percepción de la ilusión horizontal vertical se Por el otro lado, queremos comprobar si el
puede extender a la comparación de líneas en sesgo de sobrestimación de la línea vertical
forma de cruz. en condición de alta frecuencia se generaliza
o no a la estimación de longitud de líneas en
la figura cruz.
Objetivos e hipótesis Además, en este experimento los estímu-
los aparecen en lugares previamente señala-
El objetivo principal de este estudio es inves- dos o no señalados (señal periférica). Varios
tigar si la frecuencia de sesgo de sobrestima- estudios han demostrado que la señalización
ción de la línea vertical influye sobre la per- espacial mejora la percepción (Handy et al.,
cepción de la longitud de ésta. Para ello, en 1999). Nuestro objetivo es demostrar que la
la presente investigación se usan dos figuras, ejecución es mejor en los ensayos de lugar se-
una (la cruz) que no produce ningún sesgo ñalado que en los de lugar no señalado. Por lo
de sobrestimación vertical u horizontal, y la tanto, la señalización espacial debería también
T invertida, que produce un sesgo de sobres- reducir el sesgo de sobrestimación de vertical
timación de la línea vertical. Suponemos que en la figura de T invertida y aumentar la dis-
para comparar la longitud de líneas inserta- criminabilidad.
das en la T invertida y en la cruz se utili-
zan dos formas distintas de procesamiento.
La manifestación del sesgo de verticalidad METODOLOGÍA
se debería al estilo utilizado para juzgar la
T invertida. Para ello, en este experimento Participantes
manipulamos la frecuencia de aparición de
las dos configuraciones. Esta manipulación Treinta estudiantes (4 hombres) de la facultad
crea una expectativa en los participantes so- de psicología de Granada participaron a este
bre el tipo de figura que tendrán que juzgar. estudio, 15 en cada grupo, a cambio de crédi-
El objetivo es investigar cómo la expectativa tos para una asignatura. La edad media era de
de un tipo de procesamiento influye sobre la 21 (con un mínimo de 18 años y un máximo
manifestación de otro tipo de procesamien- de 28). Todos tenían una visión normal o co-
to. No obstante, a diferencia de estudios pre- rregida. No sabían nada del carácter ilusorio
vios, esta expectativa se genera de forma in- de las figuras.
directa, ya que el tipo de figura no es nunca
objeto de respuesta diferencial. Al contrario, Estímulos y material
los participantes deben responder en ambos
tipos de figura a la longitud de una de las Los participantes tenían que sentarse delan-
líneas en relación a la otra (tarea de compa- te de una pantalla de ordenador (15 pulga-
ración de longitud de líneas). La frecuencia das) en una habitación poco iluminada. Un
de utilización del estilo de procesamiento ordenador que ejecutaba el software E-Prime
118 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Figura 1: Porcentaje de sub o sobrestimación de la línea vertical (magnitud de la ilusión) en función de la señalización (señalado vs.
no señalado), de la frecuencia del tipo de figura (frecuencia alta de T invertida o de cruz) y de la figura (cruz vs. T invertida)
Ni la frecuencia del tipo de figura, ni la reflejan una modulación del PIS en el caso
señalización modulan el PIS, pero las inte- de la figura cruz en la condición de alta fre-
racciones entre la figura y la señalización y cuencia de la figura T invertida (grupo 1),
entre la señalización y la frecuencia del tipo F(1,26)=4,5, p=.04. En los ensayos de lugar
de figura tienden a ser significativa, F(1, no señalado del grupo 1, el PIS de la cruz es
26)=2,99, p=,095 y F(1, 26)=3,5, p=,07. La más bajo que en los ensayos de lugar señala-
interacción tipo de figura x señalización x do (3,79% en los ensayos de lugar señalado
frecuencia de tipo de figura no es significa- y -1,12%, ver Tabla 1).
tiva, F(1,26)=1,93, p=.17. Estas tendencias
Tabla 1: Datos de PIS (punto de igualdad subjetiva) con la magnitud de sobre/subestimación de la línea vertical (en %), la
pendiente y los tiempos de reacción para los ensayos de lugar señalado y no señalado, en función de la figura (cruz vs. T
invertida) y del grupo (alta frecuencia de T invertida vs. de cruz)
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 121
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CONTROL ATENCIONAL Y tractora que sugiere una respuesta incorrec-
ta (ej. tarea de flancos; Ericksen y Ericksen,
EJECUCIÓN EN TAREAS 1974) o inhibir una respuesta dominante
AFECTIVAMENTE pero incorrecta en favor de una respuesta
no-dominante pero correcta (ej. tareas tipo
RELEVANTES EN NIÑOS Stroop; Stroop, 1935). La susceptibilidad a
EN EDAD PREESCOLAR la interferencia por parte de la información
irrelevante en este tipo de tareas es indicati-
Purificación Checa, Milagros Santonja va de la capacidad de control atencional. Esta
capacidad parece estar influenciada tanto por
y M. Rosario Rueda
factores constitucionales, como el tempera-
mento o la variación genética, como por la
Departamento de Psicología Experimental y
maduración y la experiencia (Rueda, Posner y
Fisiología del Comportamiento
Rothbart, 2005).
Universidad de Granada
Diferentes estudios indican que la aten-
ción ejecutiva experimenta un gran desarro-
llo en los primeros 6 años de vida (Rueda,
INTRODUCCIÓN Rothbart, McCandliss, Saccomanno y Pos-
ner, 2005). Durante el primer año, los bebés
La atención es una función cognitiva que ha muestran un incremento progresivo en la ca-
sido relacionada con el control voluntario del pacidad para mantener la atención y detectar
comportamiento desde los primeros modelos circunstancias anómalas, como errores de tipo
teóricos (James 1890). En las últimas déca- aritmético (Berger, Tzur y Posner, 2006). Pro-
das, Posner ha desarrollado un modelo neuro- gresivamente, los niños adquieren mayor ca-
cognitivo de atención en el que propone tres pacidad para controlar su comportamiento y
funciones diferenciadas: 1) alcanzar y mante- seguir instrucciones. A partir de los 2 años de
ner un nivel adecuado de alerta, 2) orienta- edad los niños pueden realizar tareas de con-
ción de la atención, y 3) control ejecutivo de flicto adaptadas a su edad (Gerardi-Gaulton,
pensamientos, emociones y respuestas. Estas 2000) y su ejecución mejora sustancialmente
funciones están relacionadas con el funciona- entre los 3 y los 6 años de edad (Rueda y cols.,
miento de tres redes de áreas cerebrales espe- 2005).
cíficas que en conjunto constituyen el siste- Por otro lado, en estudios sobre tempera-
ma atencional en el cerebro humano (Posner, mento se ha abordado la temática sobre dife-
Rueda y Kanske, 2007). De estas tres redes, rencias individuales en la capacidad de control
la red de control ejecutivo (o atención ejecu- voluntario del comportamiento. El tempe-
tiva) es la que está principalmente implicada ramento hace referencia a diferencias indivi-
en el control voluntario del comportamiento, duales tanto en las reacciones emocionales y
tanto del control del procesamiento de la in- comportamentales como en la regulación de
formación procedente de los sentidos, como las mismas (Rothbart y Bates, 2006). Estos
de la selección, planificación y puesta en mar- aspectos, reactividad emocional y regulación,
cha de respuestas acordes con los objetivos de pueden medirse a través de cuestionarios de
cada momento. temperamento. Generalmente, las medidas de
Un modo de poner en funcionamiento la temperamento se estructuran en tres grandes
red de atención ejecutiva es a través de tareas factores (Rothbart, 2007): 1) reactividad emo-
de conflicto. Estas tareas requieren dar una cional de tipo negativo (Afecto Negativo, AN);
respuesta en presencia de información dis-
128 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
2) Reactividad emocional de tipo positivo o y cols. 2006; Olson, Sameroff, Kerr, Lopez, y
tendencia a la aproximación hacia objetos o si- Wellman, 2005). Por otro lado, estudios de
tuaciones sociales (Extraversión, E); y 3) Auto- neuroimagen con adultos muestran que es-
regulación y control voluntario de respuestas y tructuras cerebrales de la red de atención eje-
emociones (Control Voluntario, CV). cutiva se activan en situaciones en las que es
El factor temperamental de Control Vo- necesario controlar la reacción ante estimula-
luntario ha sido relacionado con el funcio- ción afectivamente relevante (Ochsner, Bunge,
namiento del sistema neural de la atención Gross y Gabrieli, 2002; Beauregard, Levesque
ejecutiva y representa la capacidad de un y Bourgouin, 2001).
individuo para elegir, cuando sea necesario,
entre las tendencias de respuestas competiti-
vas, suprimiendo las respuestas incorrectas o
inapropiadas. OBJETIVOS E HIPÓTESIS
Varios estudios muestran que existe un re-
lación positiva entre la capacidad de control El presente estudio tiene como finalidad exa-
voluntario medida a través de cuestionarios de minar las relaciones entre la eficacia atencio-
temperamento y la eficiencia de la red de aten- nal, el temperamento y la toma de decisiones
ción ejecutiva medida a través de la ejecución afectivamente relevantes en una muestra de
en tareas de conflicto (Ellis, Rothbart, Posner, niños en edad preescolar.
2004; Rothbart, Ellis, Rueda y Posner, 2003; La ANT (del inglés Attention Networks
Simonds, Kieras, Rueda y Rothbart, 2007). De Task) es una tarea de ordenador que ha sido
hecho, la red de atención ejecutiva es conside- desarrollada para medir la eficacia de cada
rada el sustrato neurocognitivo del factor tem- una de las funciones atencionales en el mo-
peramental de control voluntario (Rothbart y delo de Posner (Fan, McCandliis, Sommer,
Rueda, 2005) y ambos conceptos se relacionan Raz y Posner, 2002). Esta tarea combina el
con la capacidad de auto-regulación del com- paradigma de flancos con la presentación de
portamiento (Rueda y cols., 2005). Estos au- señales de orientación y/o alerta. En nuestro
tores consideran que el control atencional está estudio utilizamos una versión de esta tarea
implicado en la autorregulación tanto en ta- adaptada a niños para medir la eficacia de
reas puramente cognitivas como en situaciones la red de atención ejecutiva en condiciones
afectivamente relevantes. La evidencia para esta afectivamente neutras. Para medir la toma de
idea viene de estudios en los que se encuentra decisiones afectivamente relevantes utiliza-
que la capacidad de control atencional, bien remos la tarea de demora de la gratificación
medida con tareas de conflicto, bien a través de y la tarea de apuestas (Hongwanishkul, Ha-
cuestionarios de temperamento, está relaciona- ppaney, Lee y Zelazo 2005). Estas tareas se
da con la regulación del comportamiento en han utilizado para medir el aspecto “hot” de
situaciones social y emocionalmente relevan- la función ejecutiva, definido como un siste-
tes, como controlar la expresión de decepción ma de control en condiciones donde es ne-
tras recibir un regalo no deseado (Simonds y cesario la regulación motivacional y afectiva.
cols, 2007) o tener un comportamiento apro- Tanto la tarea de demora, como la tarea de
piado en la escuela (Checa, Rodríguez-Bailón apuestas implican problemas afectivos que
y Rueda, 2008). Además, niños con mayor ca- requieren de la interpretación afectiva de los
pacidad de control voluntario y atención eje- estímulos (Zelazo y Müller, 2002). Investiga-
cutiva presentan menos conductas antisociales ciones previas encuentran que la relación en-
y menos expresiones de agresividad (Eisenberg tre medidas de atención ejecutiva y el factor
temperamental de control voluntario se esta-
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 129
Figura 2. Composición de las cartas en cada baraja en la Tarea de Apuestas para niños
132 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Las puntuaciones ANT se expresan en milisegundos. Las medidas del CBQ son la media de las puntuaciones obtenidas en cada
factor. Las escalas y CI del K-BIT son el promedio de las puntuaciones estandarizadas. Las puntuaciones en la tarea de demora
de la gratificación son el porcentaje de elecciones de demora. La puntuación de la tarea de apuestas indica el número de elec-
ciones de la baraja ventajosa en los 20 últimos ensayos. Las diferencia entre niños y niñas en cada medida fueron testadas con
la prueba t de Student o con el test de Mann-Whitney para las medidas en las que no se cumplía el supuesto de homogeneidad
de varianzas entre los grupos
Diferencia
niñas – niños
Tamaño Student Mann-
Prueba Medida Todos Niñas Niños del efecto t-test Whitney
test
TR general 1.068 (234,2) 1.154 (279,2) 995 (161,5) 159 p=,05
7,4
% errores general 8,73 (11,7) 6,30 (3,7) 2,43 p=,46
(8,3)
ANT 75 36
Conflicto - TR 121 (172) 85 p=,11
(163) (148)
Conflicto – 2,1
3,4 (10,8) 4,8 (15,3) 2,7 p=,30
% errores (4,6)
2,8 2,9 2,7
Control Voluntario (CV) 0,2 p=,94
(0,5) (0,4) (0,6)
3,6 3,6 3,7
CBQ Afecto Negativo (AN)
(0,5) (0,6) (0,5)
0,1 p=,71
Tabla 2. Correlaciones entre atención, factores temperamentales y regulación afectiva** p<,01; * p<,05
Demora de la
ANT CBQ
gratificación
TR-total % ER CONF-ER CONF-TR CV AN EX DS DO DT
% ER ,19
Tarea de apuestas G-20 -,09 -,13 -,19 -,05 ,09 ,13 -,05 ,08 ,01 .05
134 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Tabla 3. Resultados del análisis de regresión para predecir la ejecución en tareas afectivamente relevantes
Solo se muestran los modelos que produjeron resultados estadísticamente significativos (* p<,05)
Además, llevamos a cabo varios análisis de Nuestros datos indican que las niñas
regresión lineal para examinar la posible con- muestran una ejecución ventajosa (mayor
tribución de las variables sexo (codificándo- porcentaje de opciones de demora) en la ta-
se con un 1 para masculino y con un 2 para rea de demora de la gratificación. En la lite-
femenino), atención ejecutiva (Conflicto-TR ratura, hay estudios que indican diferencias
y Conflicto-% Errores) temperamento (CV, de género en aspectos como la focalización
AN y EX) y el factor de vocabulario del test de atencional, la capacidad de atención, el afec-
inteligencia, en la predicción del rendimiento to negativo, la extraversión y en el nivel de
en las tareas de demora de la gratificación y actividad. Las chicas muestran conductas de
apuestas. El procedimiento utilizado para in- regulación emocional en contextos sociales,
cluir las variables predictivas en la ecuación como sonreír, en mayor medida que los chi-
final fue por el método de pasos sucesivos en cos (Else-Quest, y cols, 2006). En nuestros
el orden especificado anteriormente. Los re- datos, las niñas tienen una conducta de re-
sultados de estos análisis se pueden ver en la gulación afectiva más eficaz que los niños.
Tabla 3. Encontramos que solamente la varia- Este hecho podría estar indicando que las
ble sexo contribuye de forma significativa a niñas desarrollan su capacidad de regulación
la predicción de la puntuación en la tarea de antes que los niños. Estudios con la técnica
demora, especialmente en la condición de be- de Resonancia Magnética funcional (RMf )
neficio propio. Este resultado indicó que las muestran evidencia de diferencias de género
niñas obtuvieron mayores puntuaciones que en el desarrollo cerebral. La materia gris en
los niños en la demora de la gratificación. Por el lóbulo frontal, área implicada en el control
otro lado, ninguna variable contribuyó signi- cognitivo y emocional, incrementa en la ado-
ficativamente en la predicción de la ejecución lescencia teniendo un pico máximo para las
en la condición social de la demora de la gra- chicas entorno a los 11 años y en los chicos
tificación (demora para otro) ni en la tarea de a los 12 años (Gield y cols, 1999). El hecho
apuestas. de que nosotros encontremos diferencias de
género en la toma decisiones afectivamente
relevantes en la edad preescolar, podría ser
CONCLUSIONES debido a que estos patrones diferenciales en-
tre niños y niñas pueden estar manifestándose
Diferencias de género antes de la adolescencia en conductas que im-
plican toma de decisiones afectivas, las cuales
En nuestro estudio encontramos que existen requieren de la puesta en marcha del sistema
diferencias de género en la tarea de demora de de control. Por otro lado, encontramos que
la gratificación, que es una medida de toma de los niños son más precisos y comenten menos
decisiones con un componente motivacional errores que las niñas, y que su puntuación en
añadido, y el nivel de inteligencia verbal. eficacia atencional tiene una tendencia a ser
mejor que la de las niñas. Este dato está en
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 135
consonancia con datos previos que encuen- de ambientes más enriquecedores donde se
tran que los niños focalizan su atención, son les fomente esta habilidad en mayor medida
más extrovertidos y tienen un nivel de ac- que a las niñas. Para controlar este sesgo pro-
tividad mayor que las chicas (Else-Quest, y ponemos que en futuras investigaciones se to-
cols). Quizá el sistema atencional se desarrolla men medidas del ambiente cultural que rodea
de tal manera que primero nos hace capaces al niño teniendo en cuenta ciertas variables
de regularnos de forma afectiva y después de como el tiempo de lectura semanal, juegos
forma cognitiva. Esto estaría en consonancia educativos a los que suele jugar…
con la idea de que la parte ventral de cíngulo
anterior que controla los afectos se desarrolla Relación entre atención ejecutiva y facto-
antes que la zona dorsal que es la encargada res temperamentales
de la cognición (Posner, 2009). Este hecho
podría estar explicando las diferencias encon- Las puntuaciones de conflicto obtenidas con
tradas en nuestro estudio. la ANT fueron utilizadas para medir la efica-
En nuestros datos encontramos diferencias cia de funcionamiento de la red de atención
de género en el nivel de inteligencia verbal, ejecutiva. Como era de esperar, los partici-
donde los niños obtienen una puntuación en pantes respondieron más rápido y con mayor
nivel de inteligencia verbal mayor que las ni- precisión a los ensayos en los que los flancos
ñas. La literatura sobre diferencias de géne- que rodean al estímulo objetivo tienen aso-
ro en inteligencia muestra que los hombres ciada la misma respuesta en comparación con
parecen tener puntuaciones más altas que las aquellos ensayos en los que los flancos tienen
mujeres en inteligencia general (Lynn, 1999), asociada una respuesta incongruente con la
pero en cuanto a la inteligencia verbal existen respuesta correcta (Rueda, et al, 2004). Sin
datos opuestos. Mientras unos estudios mues- embargo, cuánto más tiempo es necesario
tran que los varones tienen puntuaciones más para responder en la condición incongruen-
altas en inteligencia verbal (Lynn, 1998; Kau- te con respecto a la congruente o cuanto se
fman, Chen y Kaufman, 1995), otros mues- ve afectada la precisión de la respuesta difiere
tran que son las mujeres las presentan pun- de un individuo a otro. El efecto de conflic-
tuaciones más altas (Owen y Lynn, 1993). to, que es como llamamos a la diferencia en
Al igual que Lynn, 1998 y Kaufman, Chen ejecución entre las condiciones congruente e
y Kaufman en 1995, los datos de nuestro es- incongruente, es pues indicativo del grado de
tudio muestran que los niños obtuvieron ma- interferencia que cada individuo experimenta
yores puntuaciones en la sub-escala verbal de por la presencia de estimulación que sugiere
la prueba de inteligencia que las niñas. Lynn una respuesta incongruente con la respuesta
(1999) argumentan que estas diferencias correcta. Mayores efectos de conflicto in-
son debidas a que el tamaño del cerebro es dican menor eficacia de los mecanismos de
mayor en hombres que en mujeres, y esto le detección del conflicto y/o inhibición de la
proporciona mejor eficacia a uno que a otros. respuesta sugerida por los distractores, y por
Nosotros sugerimos que el hecho que podría tanto, menor eficacia del sistema de atención
estar afectando al hecho de encontrar diferen- ejecutiva.
cias entre niños y niñas es que las sub-escalas Nuestros datos muestran que la puntua-
que miden inteligencia verbal se ven sesgadas ción de conflicto se relaciona de forma positi-
por las diferencias a nivel cultural/educativo va con la capacidad de control temperamental,
(Kaufman y Kaufman, 2000) de los partici- apoyando la idea de que el sistema neurocog-
pantes. Podría ser que los niños provengan nitivo de atención ejecutiva está relacionado
136 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
con la habilidad para ejercer control sobre el En nuestros datos encontramos que el efecto
propio comportamiento en situaciones de la de conflicto, medida de atención ejecutiva, y
vida cotidiana. Otros estudios han encontra- el factor temperamental de afecto negativo
do esta relación con participantes de distintas correlacionan de forma positiva con la demo-
edades, desde niños entre los 2 y los 4 años de ra de la gratificación, una vez que controla-
edad (Rothbart y cols, 2003), niños de entre mos el CI de los participantes. Esta relación
7 y 10 años (Simonds y cols., 2007), preado- fue contraria a la esperada. Sin embargo, el
lescentes (Checa y cols, 2008) y adolescentes análisis de regresión indica que ni el conflicto
(Ellis y cols, 2004). Nuestro estudio confirma ni el afecto negativo contribuyen significati-
la existencia de esta relación en la edad pre- vamente en la predicción de la ejecución en la
escolar, en la etapa de mayor desarrollo del tarea de demora de la gratificación. Por tan-
sistema de atención ejecutiva. to, se puede considerar que la correlación que
Otro dato coherente con la literatura es la encontramos entre el control atencional, cog-
relación negativa encontrada entre la capa- nitivo y temperamental y la regulación afec-
cidad de control atencional y el factor tem- tiva es espuria. Hay numerosos estudios con
peramental de extraversión (EX). Los niños niños mayores y adultos que han encontrado
que presentan una alta puntuación en EX son relación entre sistemas de control cognitivo
aquellos que tienden a ser más impulsivos y y emocional (Checa y cols, 2008; Simonds
presentan mayor comportamiento de acerca- y cols, 2007; Ochsner y cols, 2002), puede
miento a situaciones novedosas incluidas si- ser que en nuestra muestra de preescolares
tuaciones que pueden conllevar riesgo. Este no encontremos la relación esperada entre el
factor temperamental se relaciona en mayor sistema cognitivo y emocional, debido a que
medida con la posibilidad de desarrollar pro- el sistema neurocognitivo de control no haya
blemas de conducta externalizantes (Ormel y alcanzado la maduración suficiente para in-
cols, 2005). Sin embargo, los niños caracte- tervenir en la regulación de los afectos.
rizados por un alto nivel de control tempe- En resumen, en nuestro estudio encontra-
ramental muestran patrones opuestos a los mos que las niñas regulan mejor ante proble-
anteriores, tienden a ser niños cautos ante la mas afectivos, que requieren de la interpreta-
novedad y muestran bajos patrones de impul- ción del significado de los estímulos, ya que
sividad. A su vez, datos de estudios previos muestran mayores porcentajes de demora en
indican que resulta poco probable que los ni- la tarea de demora de la gratificación. Futuras
ños con puntuaciones altas en CV presenten investigaciones podrían tener como objetivo
problemas externalizantes de conducta (Ro- conocer si estas diferencias de género se man-
thbart y cols, 2001). tienen en muestras con un número mayor
de participantes. Por otro lado, volvemos a
Relación entre atención ejecutiva y toma encontrar la relación entre el factor tempe-
de decisiones afectivamente relevantes ramental de control voluntario y la atención
ejecutiva observada en otros estudios con par-
El objetivo principal de nuestro estudio era ticipantes de distintos rangos de edad. Esta
analizar la relación entre el sistema de aten- relación apoya la idea de que la habilidad para
ción ejecutiva y la capacidad de regulación en ejercer control en situaciones de la vida diaria
situaciones afectivamente relevantes. Hemos está relacionada con el sistema neurocogniti-
encontrado que existe una correlación signi- vo de atención ejecutiva.
ficativa entre la puntuación de conflicto y la Futuras investigaciones también podrían
ejecución en las tareas de regulación afectiva. examinar la relación entre atención ejecutiva
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 137
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La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 139
SOA 100 SOA 1000 SOA 100 SOA 1000 SOA 100 SOA 1000
TIEMPO/ ms
I V I V I V I V I V I V
CONTRALATERAL 568 560 540 555 276 279 279 280 844 839 819 835
IPSILATERAL 539 515 501 512 279 279 280 280 819 794 780 792
Figura 4. Media de las diferentes variables (TRC: Tiempo de Reacción Cinemáitco; TM: Tiempo de Movimiento y TC: Tiempo
de Contacto) en las diferentes condiciones de correspondencia objetivo-mano de respuesta: Contralateral e Ipsilateral
Figura 5. Media y del Tiempo de Contacto (TC) en la interacción SOA x Validez. Obsérvese inversión del efecto de señal
sobre rendimiento: facilitación en SOA 100 e IR en SOA 1000
146 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
fenómeno de IR pero más tardíamente que tando e inhibiendo la acción para conseguir
en las tareas de discriminación (con SOAs agarrar el objeto. Otro dato en esta línea sería
de 700 y 1000 ms). La inhibición de retor- el obtenido por Howard, Lupiáñez y Tipper
no parece originarse en las etapas premotoras (1999). Ellos realizaron una investigación en
de la tarea, ya que se manifiesta en el Tiem- la que, en línea con nuestra investigación,
po de Reacción Cinemático y no en Tiem- estaban interesados en estudiar los procesos
po de movimiento (luego, por extensión en facilitatorios e inhibitorios inducidos por se-
el TC). Además, el hecho de que el efecto ñales espaciales exógenas en el desarrollo de
se observe en una tarea tan indirecta, en la la acción de alcance de objetos. A diferencia
que debe romperse la correspondencia de lu- de nuestros experimentos, las participantes
gar entre el estímulo objetivo y el lugar de la debían alcanzar directamente la posición en
mano de respuesta, para responder no con la que se presentaba el objetivo, que siempre era
mano elicitada directamente por el lugar del del mismo color. Éste, al igual que la señal, se
objetivo sino por el significado del color del presentaba en una de cuatro posiciones posi-
mismo, nos indica la potencia de este efecto bles. Dada la naturaleza más directa de la ta-
y su naturaleza de proceso atencional general. rea, el efecto de IOR (mayor TR cuando señal
En posteriores estudios (Gálvez y Lupiañez, y objetivo se presentaba en el mismo lugar) se
2008a) con una mayor división de la acción obtuvo desde los 200 ms. El dato más inte-
final midiendo Tiempos de Reacción Muscu- resante se obtuvo, no obstante, en el análisis
lares Agonistas y Antagonistas y Tiempo de de la trayectoria de la mano al pasar por la
Ejecución Muscular (Tiempo entre que se posición de la señal (lugar a ignorar) en su ca-
activa el músculo y se produce la respuesta ci- mino a la posición del objetivo. La hipótesis
nemática o Tiempo de Reacción Cinemático) que manejaban los investigadores era que si la
obtuvimos sin embargo efectos atencionales IR concierne la inhibición de la acción en su
en el espacio, más concretamente efectos de propia programación y desarrollo, debiera la
facilitación en los ensayos validos en SOA trayectoria de alcance del objetivo desviarse
largo en el mencionado Tiempo de Ejecución alejándose de la posición de la señal (supues-
y Tiempo de Movimiento. Si observamos de- tamente inhibida). Los resultados indicaron,
tenidamente este dato, podremos aseverar que no obstante, en línea con nuestros datos de
hay efectos atencionales en la transmisión de Tiempo de Movimiento, una ausencia total
la orden muscular. Una posible explicación es de desviación en la trayectoria. Sin embargo,
que el efecto de Inhibición de Retorno que en el SOA de 200 ms (en el que hemos de
se obtiene al finalizar la acción, es decir en el recordar que se obtuvo también IR) se obtu-
Tiempo de Contacto, es la mezcla de diferen- vo una desviación de la trayectoria, pero, en
tes efectos (facilitatorios e inhibitorios), los contra de la hipótesis de partida, la desviación
cuales actuarían en los diferentes tramos de era acercándose, no alejándose, de la posición
la acción completa. Esto implicaría una mo- de la señal. Esta desviación hacia la señal re-
dulación atencional en el tiempo entre que el flejaba, al igual que nuestros datos, la existen-
músculo se activa y se produce el inicio real cia de procesos facilitatorios de la acción, los
de la acción, de forma manifiesta y observa- cuales actúan con otros procesos inhibitorios
ble. Un símil con este efecto podría ser la ac- para determinar conjuntamente el incremen-
ción que se produce en los movimientos con- to en TR en los ensayos señalados con seña-
trolados, es decir no balísticos, como puede les exógenas que es conocido como efecto de
ser coger el ratón del ordenador, los músculos Inhibición de Retorno. Estos datos nos lle-
agonistas y antagonistas interactúan facili- van a pensar que hay influencia de procesos
148 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Ivanoff, J., Klein, R.M. & Lupiáñez, J. Tipper, S. P., Howard, L. A., Houghton, G.,
(2002). Inhibition of return interacts with Meegan, D. & Lupiáñez, J. (1998). Cómo
the Simon effect: An omnibus analysis and alcanzar un objeto con la mano de forma
its implications. Perception & Psychophys- selectiva: mecanismos atencionales basa-
ics, 64(2), 318-327. dos en la acción. En J. Botella y V. Ponso-
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tentional and unintentional contributions chophysics, 55, 323-339.
to nonspecific preparation during reaction
time foreperiods. Journal of Experimental
APLICACIÓN DE para desviar la atención, la restricción de la
atención y la autoafirmación (usar conducta
UN PROGRAMA DE verbal en voz baja para dirigir el comporta-
REHABILITACIÓN miento o cambiar la atribución causal). Con
respecto al desvío de la atención, si bien pue-
DE LOS PROCESOS de resultar útil al paciente cuando siente una
ATENCIONALES EN gran incontrolabilidad sobre sus alucinacio-
EL TRATAMIENTO nes, algunos estudios han señalado que así
sólo se consiguen efectos transitorios puesto
DE ALUCINACIONES que no se centra en el problema (Haddock,
AUDITIVAS Slade, Bentall, Reid y Faragher, 1998).
Dado que la alucinación es un fenómeno
subjetivo, resulta muy difícil enseñar estrate-
Beatriz López-Luengo, José Antonio gias de afrontamiento a los pacientes debido a
Muela, Alejandro González, Álvaro que el terapeuta desconoce el fenómeno que
Rodríguez y Cristina González puedan estar experimentando en ese momen-
to y sus características. Es difícil averiguar
Departamento de Psicología cuándo el paciente tiene una alucinación y, si
es así, redirigir su atención hacia otro estímu-
Universidad de Jaén lo; lo que sí es factible es enseñarle a controlar
su atención, a desviarla cuando lo considere
oportuno y a no dejarse distraer por estímulos
INTRODUCCIÓN irrelevantes; una vez que adquiera dicha capa-
cidad, el paciente la puede poner en práctica
A pesar de la eficacia de los neurolépticos, en el momento que tenga una alucinación.
los síntomas psicóticos persisten en un alto Es por ello que una aproximación de interés
porcentaje de pacientes y, además, las exacer- consiste en realizar un entrenamiento donde
baciones y recidivas son frecuentes. Esto ha el paciente desarrolle la atención selectiva y la
favorecido el desarrollo de otros métodos para atención alternante, de forma que sea capaz
intentar controlar los síntomas psicóticos que de atender a aquello que le interesa sin que
complementen el tratamiento farmacológico su atención se vea “atrapada” por otros estí-
(Tarrier, 1987). mulos; así, el paciente podría ser capaz de no
Desde esta perspectiva se han diseñado di- prestar atención a su “alucinación” y atender
versos planteamientos que intentan tratar los a otros estímulos.
síntomas psicóticos utilizando medios psico- El objetivo de este trabajo es crear un
lógicos. Entre ellos, los resultados más alen- entorno en el que se entrene a la persona
tadores se han encontrado en la utilización con alucinaciones auditivas a prestar aten-
de estrategias de afrontamiento (Birchwood ción a una estimulación relevante en con-
y Tarrier, 1995; Perona y Galán, 2001). Los diciones en las que hay estímulos auditivos
datos parecen concluir que el entrenamien- distractores, de forma que una vez que ad-
to sistemático de métodos de afrontamiento quiera esta habilidad, sea capaz de atender
podría constituir una fórmula muy producti- a actividades de forma adecuada cuando
va de tratamiento. Entre los tipos de estrate- se encuentre en situaciones en las que la
gias de afrontamiento que se pueden enseñar estimulación auditiva distractora sea, por
al paciente con alucinaciones se encuentran ejemplo, su alucinación.
las cognitivas, destacando el entrenamiento
152 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
uno de los cuales se puntúa en una escala de cada del test de Toulouse-Pieron; López
siete puntos de gravedad. También se calculó Luengo, 2000) consistente en tachar un
la puntuación de cuatro factores correspon- objetivo determinado durante cuatro mi-
dientes a: síntomas positivos, ansiedad/de- nutos y medio. Se analizaron el número
presión, síntomas negativos y actividad/ma- total de aciertos y de falsas alarmas así
nía (Dingemans, Linszen, Lenior y Smeets, como la cantidad total de figuras que se
1995). recorrieron durante el tiempo que dura la
Para obtener una información específica prueba.
sobre las alucinaciones auditivas se utilizó la
entrevista semi-estructurada Psychotic Symp- Para evaluar la atención selectiva se em-
tom Rating Scale (PSYRATS; Haddock, Mc- pleó una prueba de escucha dicótica (Váz-
Carron, Tarrier y Faragher, 1999; versión es- quez, Fuentenebro, Sanz, Gómez, Calcedo,
pañola González, Sanjuán, Echánove y Leal, Ochoa y Cerviño, 1990) en la que a través
2003). La escala consta de once ítems refe- de unos auriculares, se presentan de forma
rentes a la frecuencia, duración, controlabi- simultánea palabras diferentes por el oído
lidad, intensidad y localización de las voces; izquierdo y por el oído derecho. El objetivo
severidad e intensidad de la angustia genera- de la tarea consiste en que el sujeto partici-
da así como del contenido negativo, creencias pante repita, en voz alta, todas las palabras
sobre el origen de las voces y el trastorno que que aparecen por el oído derecho. Aparecen
generan. un total de 120 pares de palabras. Se anali-
Como las estrategias que se enseñan al zaron el número total de aciertos y de errores
paciente tienen que ver con los mecanismos (palabras repetidas por el sujeto que no se
atencionales, se emplearon diversas tareas para presentaron y palabras que se presentaron
evaluar la atención. La atención sostenida fue por el oído izquierdo).
evaluada con las siguientes pruebas: La atención alternante se evaluó con la
parte “b” del Color Trail Test, que se presen-
• Continuous Performance Test (CPT; Con- tan los mismos estímulos que en la primera
ners, 2004). En una pantalla de orde- parte, pero aquí el sujeto debe alternar el co-
nador aparecen letras y la persona debe lor de los números que se unen.
presionar un botón lo más rápidamente Para evaluar el funcionamiento en aten-
posible cada vez que aparezca una letra ción dividida se aplicaron las pruebas de can-
que no sea la X. Se analizaron el porcenta- celación y escucha dicótica de forma simul-
je de errores de omisión (no pulsar la tecla tánea. Los valores empleados en el análisis de
ante una letra que no fuera la X), de erro- datos corresponden a los mismos utilizados
res de comisión (presionar la tecla cuando en su aplicación por separado.
aparece la letra X) y el tiempo medio de
reacción de los aciertos. Intervención
• Parte “a” del Color Trail Test (D’Elia, Satz,
Uchiyama y White, 2004). En esta parte Con el objetivo de enseñar a los pacientes del
aparecen en la pantalla números dentro grupo experimental estrategias para ignorar sus
de círculos de colores que la persona debe alucinaciones, se empleó un entrenamiento in-
unir en orden ascendente. Se analizó el formatizado dirigido a mejorar sus procesos aten-
tiempo invertido en la realización de la cionales. Para ello se emplearon los tres módulos
prueba y los errores cometidos. de rehabilitación atencional del Rehacom (Schu-
• Una tarea de cancelación (versión modifi- hfried, 1996) que se describen a continuación:
154 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Tabla 3.Puntuaciones en la PSYRATS de los participantes con alucinaciones del grupo experimental
VARIABLE/PACIENTE P1 P2 P3 P4 P5
Evaluación (1ª= pre; 2ª= post) 1ª 2ª 1ª 2ª 1ª 2ª 1ª 2ª 1ª 2ª
1. Frecuencia (1= una vez semana; 2= una vez al día; 3= una vez hora) 1 0 1 0 2 0 3 2 2 0
Sin embargo, en aquellos pacientes del grupo control con alucinaciones auditivas presentes en el
momento del estudio no se produjo ninguna modificación en su patrón alucinatorio (ver tabla 4).
Tabla 4. Puntuaciones en la PSYRATS de los participantes con alucinaciones del grupo control
VARIABLE/PACIENTE P1 P2 P3 P4 P5
Evaluación (1ª= pre; 2ª= post) 1ª 2ª 1ª 2ª 1ª 2ª 1ª 2ª 1ª 2ª
1. Frecuencia (1= una vez semana; 2= una vez al día; 3= una vez hora) 3 3 2 2 3 3 3 3 3 3
2. Duración (1=segundos;2=minutos;3=inferior 1 hora;4=cuatro horas) 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2
3. Localización (1= todas dentro cabeza; 4= todas fuera) 2 2 1 1 2 2 1 1 2 2
4. Intensidad (1= baja; 2= igual que la propia voz; 4= gritan) 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2
5. Procedencia (1= todas generadas internamente; 4= t odas externas) 3 3 4 4 4 4 3 3 4 4
6. Cantidad contenido negativo (1= algo desagrad.; 4= todas desagr.) 3 3 4 4 3 3 3 3 0 0
7. Grado contenido negativo (1= alguno negativo; 4= todo negativo) 2 2 3 3 2 2 3 3 0 0
8. Cantidad angustia (1= algo angustia; 4= siempre angustia)) 2 2 4 4 2 2 2 2 0 0
9. Intensidad angustia (1= ligeramente; 4= muy angustiosas) 2 2 3 3 2 2 2 2 0 0
10. Trastorno que genera (1= mínimo trastorno; 4= completo trastorno) 2 2 2 2 2 2 2 2 1 1
11. Control (1= siempre control; 4= ningún control) 3 3 4 4 4 4 3 3 2 2
En relación con el resto de participantes, es decir, pacientes que en el momento del estudio
no presentan alucinaciones pero las tuvieron con anterioridad, evidentemente no se les aplicó
la PSYRATS. No obstante creemos necesario indicar que seis participantes del grupo control,
que fueron descartados del estudio, fueron ingresados por una descompensación psicótica con-
sistente en una reaparición de la sintomatología positiva, mientras que esto sólo le ocurrió a un
paciente del grupo que recibió entrenamiento. Esto hace pensar en una posible “protección” del
entrenamiento, de forma que las personas que recibieron entrenamiento tienen menos probabi-
lidad de recaer en los síntomas que las que no lo reciben; no obstante estos casos no han podido
ser incluidos en el análisis de datos ya que el hospital no permitió realizarles la segunda evalua-
Tabla 5. Medias y desviaciones típicas (entre paréntesis) en la evaluación pre y post de las pruebas cognitivas.
CPT Omisiones (%) 16,51 (22,14) 19,12 (25,62) 1,35 (1,16) 1,2 (1,67)
Comisiones (%) 54,46 (21,92) 59,36 (23,87) 44,88 (15,2) 25,74(18,95)*
TR aciertos 633,9 (233,4) 633,3 (220,7) 443,52(79,7) 459,87 (78,6)
Tarea cancelación Aciertos (%) 935,01 (6,97) 93,52 (6,23) 97,18 (2,56) 97,84 (2,12)
Total figuras 405,4 (163,6) 392,7 (170,1) 555,9 (215,7) 654,2 (190,9)*
Total errores 3,4 (5,15) 2,2 (4,76) 7,3 (22,73) 0,6 (1,07)
Escucha dicótica Total aciertos 91,6 (23,18) 91,2 (21,5) 95,3 (30,17) 104,7 (18,43)
Total errores 5,9 (3,75) 4 (5,05) 4,8 (3,82) 2,7 (1,83)*
Tarea cancelación Aciertos (%) 88,55 (8,8) 89,27 (8,1) 95,5 (2,48) 96,09 (2,73)
(atención dividida) Total figuras 404,3 (139,8) 437,5 (128,7) 589 (251,4) 655,6 (227,9)*
Total errores 4,1 (7,79) 3,5 (5,44) 4,7 (9,82) 0,7 (1,49)*
Escucha dicótica Total aciertos 72,8 (28,26) 74,4 (32,24) 91,4 (32,34) 99,7 (26,35)
(atención dividida) Total errores 2,7 (1,5) 3,5 (2,6) 1,8 (1,93) 1,6 (1,71)
Color Trail Test Tiempo total (a) 81,3 (36,69) 81,8 (41,32) 67,6 (23,4) 61,7 (31,63)
Total errores (a) 0,1 (0,32) 0,4 (0,97) 0,2 (0,63) 0 (0)
Tiempo total (b) 224,3 (141,5) 181,2 (75,39) 165,9 (86,03) 118,6 (52,61)*
Total errores (b) 1,7 (1,25) 1 (0,94) 0,6 (1,07) 0,2 (0,63)
*p < 0,05
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 157
ción, por lo que falta la información con la la atención, tanto en tareas visuales como au-
que comparar la primera evaluación. ditivas (menos impulsividad, mayor veloci-
En relación con los cambios producidos en dad de respuesta, mejora en la habilidad de
las pruebas cognitivas, los resultados obtenidos manejo de información). También hay que
(tabla 5) muestran que en el grupo experi- destacar la mejoría de las funciones ejecutivas
mental se produce una disminución signifi- encontrada en los sujetos que han recibido el
cativa del porcentaje de errores de comisión tratamiento.
que cometen en el CPT, aumenta conside- Hay estudios en los que se han realizado
rablemente el número de figuras que recorre entrenamientos atencionales en los que la
en la prueba de cancelación tanto cuando se sintomatología positiva no se ha visto modifi-
realiza sola como en la condición de atención cada (Lewis, Unkefer, O’Neal, Crit. y Fultz,
dividida, y disminuyen los errores cometidos 2003; López-Luengo y Vázquez, 2003). Pue-
en la prueba de cancelación en atención divi- de ser que esto sea debido a que en los en-
dida así como en la escucha dicótica cuando trenamientos se trabaja con estímulos visuales
se realiza sola. pero en ellos no se entrena al sujeto para que
ignore la información auditiva. De hecho, en
un estudio de caso único en el que se entrenó
CONCLUSIONES la atención selectiva de un paciente se produjo
una mejora en la capacidad para ignorar sus
El estudio tenía como objetivo entrenar a las alucinaciones (Hatashita-Wong y Silverstein,
personas para que fueran capaces de no pres- 2003). Por ello, es posible que los datos de
tar atención a sus alucinaciones. Los partici- este estudio constituyan un punto de partida
pantes del estudio con alucinaciones auditivas inicial para intentar mejorar las alucinaciones
que han recibido el entrenamiento han deja- entrenando a los pacientes en atención, sien-
do de tener alucinaciones o ha disminuido su do de especial interés utilizar distractores se-
frecuencia en relación con las personas que no mejantes a sus voces (Muela y López Luengo,
recibieron entrenamiento, en las que no se ha 2008).
modificado su patrón alucinatorio. Una posi- Los resultados obtenidos en este estudio
ble explicación de este hecho puede estar re- permiten concluir que el entrenamiento reali-
lacionada con el control de las respuestas im- zado es válido para mejorar el fenómeno alu-
pulsivas que han adquirido los pacientes que cinatorio en personas que actualmente pre-
han recibido el tratamiento, dado que hay es- sentan alucinaciones auditivas, para prevenir
tudios que indican que las respuestas impulsi- su aparición en aquellas que las han sufrido
vas están relacionadas con alucinaciones más en el pasado y para mejorar los procesos aten-
severas (Poole, Ober, Sheanaut y Vinogradov, cionales. No obstante, el tamaño reducido de
1999); por otro lado puede ser que la mejo- la muestra y los resultados obtenidos hacen
ra observada en el control atencional de estos necesario seguir trabajando en esta línea, am-
pacientes mejore la capacidad de automoni- pliando el tamaño muestral e incluyendo una
torización implicada en la alucinación (Frith fase de seguimiento que permita conocer la
y Done, 1998). evolución de los resultados.
Si se analiza lo que ocurre en las medidas Es importante señalar que la intervención
atencionales, se observa una mejoría significa- desarrollada en este estudio es fácilmente apli-
tiva en los pacientes que han recibido entre- cable en los centros de intervención ya queel
namiento, en relación con el grupo control, personal que la aplique requiere una mínima
y un aumento de su capacidad para mantener formación en relación con otro tipo de inter-
158 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
venciones. La herramienta informática desa- Haddock, G., McCarron, J., Tarrier, N. &
rrollada resulta útil tanto en el manejo de alu- Faragher, E.B. (1999). Scales to measure
cinaciones como de déficits cognitivos. Esto dimensions of hallucinations and delu-
es especialmente relevante ya que la posibili- sions: The Psychotic Symptoms Ratings
dad de disponer de intervenciones por orde- Scales (PSYRATS). Psychological Medicine,
nador permite resolver numerosos problemas 20, 879-888.
generados por intervenciones con otro sopor- Haddock, G., Slade, P.D., Bentall, R.P., Reid,
te (por ejemplo, permite un mejor control de D. & Faragher, E.B. (1998). A compari-
los estímulos, rápida retroalimentación, eficaz son of the long-term effectiveness of dis-
análisis de datos, etc.). traction and focusing in the treatment of
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afrontamiento en psicóticos: conceptua-
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 159
METODOLOGÍA Diseño
sus registros y obtener un control del grado adulto guía verbalmente la acción del niño
de subjetividad. El índice do concordancia (ARG).
utilizado es el Kappa de Cohen (1960) que El análisis de la atención compartida se
varía de x-1 (discordancia) a 1 (concordancia efectúa cuando simultáneamente (en el mis-
perfecta). En general, la concordancia entre mo punto temporal) el niño orienta su mirada
observadores (en la mayoría de categorías hacia el objeto (NMO) y el adulto no mira el
del niño y del adulto) es significativa (Kappa rostro del niño. Esta categoría, el adulto mira
= ó >.80) a partir de 1 segundo de toleran- al objeto (AMO), no ha estado creada en el sis-
cia. Por tanto, en el análisis estadístico no se tema de categorías porque consideramos que
mostrarán relaciones secuenciales entre com- cuando el adulto no mira al rostro del niño
portamientos dados y comportamientos con- esta mirando los objetos. Por tanto, modifican-
dicionados en retardo 0 (relación secuencial do la categoría (ACM) obtenemos la categoría
simultánea entre un comportamiento dado y (AMO).
uno condicionado), si no que se mostrarán en A continuación, los siguientes gráficos nos
retardo 1 (que en nuestro estudio muestran muestran la tasa de frecuencia de las situacio-
una relación secuencial simultánea entre el nes de atención compartida (gráfico 1) y la
comportamiento dado y el comportamiento duración media de estas situaciones (gráfico
condicionado) y en retardo 2 (que en nues- 2) de los 12 a los 24 meses de edad.
Gráfico 2. Duración media en segundos de los episodios de atención compartida
tro estudio muestran una relación secuencial Los resultados muestran que a medida que
consecuente entre el comportamiento dado y el/la niño/a se desarrolla aumentan las situa-
el comportamiento condicionado. ciones de atención compartida entre niño y
Se crea una categoría para el/la niño/a: el adulto y estas tienden a durar más.
niño mira al objeto (NMO); y se crean cua- Los resultados también muestran que hay
tro categorías para el adulto: el adulto mira determinados compartimientos adultos que
al rostro del niño (ACM), el adulto muestra facilitan o inhiben que se produzcan situa-
un objeto al niño (ACO), el adulto denomi- ciones de atención compartida entre niño y
na objetos o nombres de persona (ACE) y el adulto.
164 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
La tabla 1 muestra la relación secuencial entre la mirada del adulto y la atención compartida.
Los resultados de la tabla 1 muestran que el comportamiento adulto de mirar al rostro del
niño (ACM) condiciona negativamente la atención compartida en todas las edades de desarrollo
del niño. Por tanto se establece una relación secuencial negativa (p<.05) entre el comportamiento
adulto de mirar al rostro del niño y la atención compartdia. Cuando el adulto mira al rostro del
niño tiende a impedir que se produzcan episodios de atención compartida.
Tabla 1. Frecuencias conjuntas, residuos ajustados y cociente de correlación de Pearson entre el comportamiento adulto de
mirar al rostro del niño (ACM) y la atención compartida
ATENCIÓN COMPARTIDA
12 m. 14 m. 16 m. 18 m. 20 m. 22 m. 24 m.
R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2
A
C FRCN 43 73 74 134 81 143 167 309 67 127 74 140 136 242
M
RSAJ -24.52 -17.20 -22.95 -15.72 -24.50 -17.28 -39.25 -28.28 -30.00 -23.76 -26.33 -19.02 -39.74 -31.84
p <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05
ATENCIÓN COMPARTIDA
12 m. 14 m. 16 m. 18 m. 20 m. 22 m. 24 m.
A R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2
C
O FRCN 71 71 96 96 82 78 291 282 96 91 88 90 148 148
RSAJ 4.00 3.97 0.25 0.25 -1.77 -2.35 4.24 3.47 -1.33 -2.01 -1.77 -1.51 -2.20 -2.23
p <.05 <.05 NS NS NS <.05 <.05 <.05 NS <.05 NS NS <.05 <.05
ATENCIÓN COMPARTIDA
12 m. 14 m. 16 m. 18 m. 20 m. 22 m. 24 m.
R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2
A
C FRCN 73 75 110 115 70 62 227 224 107 106 78 81 184 196
E
RSAJ 1.23 1.55 -1.85 -1.23 -5.71 -6.77 -2.72 -2.94 -2.82 -2.95 -3.29 -2.83 -3.47 -2.40
p NS NS NS NS <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 165
ATENCIÓN COMPARTIDA
12 m. 14 m. 16 m. 18 m. 20 m. 22 m. 24 m.
A R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2 R1 R2
R
FRCN 12 10 53 53 65 64 97 97 50 51 102 101 202 199
G
RSAJ 0.05 -0.59 4.50 4.48 4.47 4.25 3.93 3.93 3.31 3.52 4.97 4.79 5.26 4.91
p NS NS <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05 <.05
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INFLUENCIA DEL la actividad del lóbulo parietal superior (Cor-
betta, Kincade, Ollinger, McAvoy y Shulman,
GÉNERO Y DEL 2000). Si dicha clave se presenta en un lugar
CONSUMO DE TABACO no atendido, entonces tenemos que “desen-
ganchar” nuestra atención y “moverla” hacia
EN LAS DIFERENTES ese nuevo lugar. En este caso, se produce una
REDES ATENCIONALES actividad en la unión temporo-parietal (Cor-
betta et al., 2000) y está implicado el sistema
Carmen Noguera, Dolores Álvarez, colinérgico (Davidson y Marrocco, 2000). Fi-
nalmente, el control ejecutivo de la atención,
Encarnación Carmona y Vanesa Plaza-
estudiado mediante tareas que implican resol-
Ayllón ver un conflicto entre más de una respuesta
posible (v.g. Tipo Stroop o de flancos), activa
Facultad de Psicología áreas frontales medias (cingulado anterior) y
Universidad de Almería el córtex prefrontal dorsolateral (Bush, Luu y
Posner, 2000).
Para evaluar el funcionamiento de cada
una de estas redes atencionales, Posner y co-
INTRODUCCIÓN
laboradores desarrollaron un procedimien-
to conocido como the attention network test
Nuestro sistema atencional lleva a cabo dife-
(ANT; Fan, McCandliss, Sommer, Raz y
rentes funciones de alerta, de orientación o de
Posner, 2002). Este test proporciona unas
control ejecutivo que nos permiten interac-
medidas (en términos de tiempos de reacción
cionar con el medio ambiente de una forma
promedio) de alerta, orientación y atención
eficaz. Así, mientras la red de alerta posibilita
ejecutiva que ofrecen la posibilidad de deter-
prepararnos para la presencia de un evento,
minar si estas redes atencionales funcionan
la red de orientación capacita la selección de
de forma independiente o si la actividad de
información importante para nosotros. Final-
una de ellas interactúa o correlaciona con las
mente, la red ejecutiva nos permite resolver
otras. Algunos autores consideran que las tres
conflictos entre distintas respuestas que pug-
redes atencionales forman parte de un siste-
nan por predominar.
ma cognitivo (sistema atencional) que actúa
Diversos estudios en los que se han utili-
de forma interactiva (Fuentes, Vivas y Hum-
zado técnicas de neuroimagen para registrar
phreys, 1999; Posner y Raichle, 1994; ver
la actividad cerebral de una persona mientras
Fuentes, 2004, para una revisión). Mientras
realiza una tarea, han puesto de manifies-
no se cuestiona que la red ejecutiva interac-
to que cada una de estas funciones produce
túa con las otras dos según las demandas de
la activación de áreas cerebrales anatómicas
la tarea, la interacción entre la red de alerta y
diferentes y que además son moduladas por
de orientación es objeto de controversia. Por
neurotransmisores distintos. El sistema de
un lado, son diversos los autores que sugieren
alerta se ha asociado con regiones frontales
que ambas son independientes en la medida
y parietales del hemisferio derecho y con la
en que no han observado ninguna interacción
actuación del neurotransmisor norepinefrina
entre las dos redes (Fan et al., 2002; Fernán-
procedente del Locus Coeruleus (Marrocco y
dez-Duque y Posner, 1997). Por el contrario,
Davidson, 1998). Por el contrario, la orienta-
otros autores sí ofrecen datos de dicha inte-
ción de la atención que se produce después de
racción tanto con sujetos normales (Callejas,
aparecer una clave espacial está asociada con
168 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Lupiañez, Funes y Tudela, 2005; Callejas, Lu- llis, 1995; Sherwood, Kerr, y Hindmarch,
piañez y Tudela, 2004), como procedentes de 1992). Asimismo, algunos autores han obser-
pacientes (con neglect visual) (Heilman y van vado un mayor efecto de priming negativo en
den Abell, 1979; Pardo, Fox y Raichle, 1991). fumadores, sugiriendo que la nicotina podría
Asimismo, los datos de diversos estudios neu- influir sobre la eficacia del mecanismo inhi-
roanatómicos resultan coherentes con la idea bitorio para ignorar información distractora
de dependencia al observar que importantes (Rodway, Dienes y Schepman, 2000), mien-
conexiones noradrenérgicas procedentes del tras que otros sugieren que la nicotina podría
locus coeruleus (asociado a la activación de afectar a algunas de las funciones atribuidas al
la red de alerta) viajan directamente hacia córtex prefrontal dorsolateral (área relaciona-
el lóbulo parietal, el pulvinar y los colículos da con la red ejecutiva), como la memoria de
superiores, áreas que forman parte de la red trabajo espacial, evaluada mediante una tarea
de orientación (Morrison y Foote, 1986; Ma- de respuesta demorada, pero no a la atención
rrocco y Davidson, 1998). Parece que la ob- selectiva espacial (Park, Knopick, McGurk y
servación de una independencia o interacción Meltzer, 2000). La estimulación del sistema
entre las redes de alerta y orientación podría colinérgico (implicado en la red de orienta-
depender, entre otros factores, de la forma en ción), a través de un agonista como la nico-
la que se induce el estado de alerta (señales tina, podría influir sobre la atención amplifi-
visuales vs. auditivas). Las señales auditivas cando las respuestas corticales a los estímulos
suelen producir un estado de alerta más auto- atendidos mediante la inhibición de las res-
mático que las visuales. Por ejemplo, Callejas puestas corticales a estímulos no atendidos.
et al., (2005) sugieren que la presencia de un Por otra parte, un número cada vez mayor
tono de alerta modula el efecto de orienta- de datos pone de manifiesto que la respuesta
ción en términos de velocidad (la atención metabólica cerebral (en términos de consumo
se orientaría más rápido) más que de incre- regional de FDG, un derivado de la glucosa) a
mento en la magnitud del efecto, ya que sólo la nicotina es diferente en el hombre y la mujer,
observaron esta interacción con un nivel de y que esto podría explicar las diferencias obser-
SOA de 100 ms. vadas a nivel cognitivo. Así, por ejemplo, Fa-
Pero además, el ANT permite comparar llon, Keator, Mbogori, Taylor y Potkin (2005)
la ejecución de personas normales (niños y observaron que, en la mujer, la administración
adultos) con otras que presentan algún tipo de nicotina producía una disminución de la ac-
de patología (ver Posner y Rothbart, 2007, tividad metabólica en el córtex prefrontal, en el
para una revisión), o medir la influencia de lóbulo temporal anterior y medio, en áreas del
intervenciones comportamentales o farma- lenguaje y en sistemas subcorticales relaciona-
cológicas en cada una de ellas. En este senti- dos, mientras realizaba una tarea de ejecución
do, por ejemplo, diversas investigaciones han continua; por el contrario, la administración
puesto de manifiesto que la administración de de nicotina incrementaba dicha actividad en
nicotina en no fumadores mejora su ejecución el hombre. Igualmente, observaron que ya en
en vigilancia y tareas de elección con tiempo la condición “placebo” la mujer presentaba un
de reacción (Kerr, Sherwood y Hindmarch, metabolismo cerebral más alto que el hombre,
1991; Wesner y Warburton, 1984), mien- y que la administración de nicotina reducía esas
tras que en fumadores mejora el rendimiento diferencias de género.
también en tareas de elección con tiempo de Efectivamente, las diferencias de género
reacción y de búsqueda en memoria a corto existentes en la sensibilidad a la nicotina (el fu-
plazo (v.g. Bates, Mangan, Stough y Corba- mar) y a sus propiedades de refuerzo indican
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 169
que fumar es distinto para hombres y mujeres privación de nicotina. En cualquier caso, tan-
(Benowitz y Hatsukami, 1998; Perkins, 1996). to en los estudios cuyos participantes tenían
Así, respecto a las diferencias de género en el un intervalo de privación, usualmente entre
comportamiento de fumar, algunos autores se- 10-12 horas, como en aquellos en los que el
ñalan que la mujer tiene más probabilidades periodo de privación era mínimo (Bates et al.,
de fumar en respuesta a situaciones cargadas de 1995), los fumadores realizaban mejor las ta-
estrés y para regular su efecto negativo, mien- reas atencionales que los no fumadores.
tras que el varón fumaría más por sus efectos En este sentido, también esperamos en-
estimulantes (Ikard y Tomkins, 1973). Existen contrar un patrón diferencial de ejecución
otras investigaciones, utilizando potenciales para fumadores y no fumadores en la tarea
evocados, cuyos autores exploraron este fac- ANT. Además, si la nicotina estimula el sis-
tor del género en los fumadores mediante una tema colinérgico debería influir a su vez sobre
tarea de go/nogo y el registro del componente el funcionamiento de la red de orientación y
de variación negativa contingente (CNV), un ejecutiva, principalmente, facilitando la res-
potencial negativo largo que refleja la prepa- puesta en los fumadores en relación con los
ración del sujeto para responder al target. Los no fumadores.
datos mostraron que las mujeres fumadoras no Por otra parte, teniendo en cuenta que la
diferían de las no fumadoras en la CNV, tanto mujer presenta una mayor actividad meta-
temprana como tardía. Por el contrario, los fu- bólica cerebral que el hombre cuando realiza
madores varones tenían amplitudes más gran- una tarea y que el consumo de nicotina re-
des de las ondas temprana y tardía de la CNV, duce esas diferencias, no esperamos encontrar
que los no fumadores. Además, los fumadores tales diferencias de género en la tarea ANT en
varones presentaban una CNV en la condición la condición de fumador pero sí entre los no
„no go” (no responder) lo cual es característico fumadores.
de personas con impulsividad, relacionándose
ésta, a su vez, con la condición de fumador,
particularmente en los hombres (Daurignac, MÉTODO
Pérez-Díaz, Grillon y Jouvent, 2002).
Participantes
OBJETIVOS E HIPÓTESIS Para la realización de este estudio se pidió la
colaboración de 36 estudiantes voluntarios
Mediante el presente estudio pretendemos de la Universidad de Almería: 21 mujeres (9
aportar más datos que contribuyan a incre- fumadoras) y 15 hombres (8 fumadores). El
mentar el conocimiento sobre el funciona- intervalo de edad fue de 19 y 35 años y to-
miento y el tipo de interacción que mantienen dos ellos tenían visión normal o corregida.
estas tres redes atencionales, explorando las Tras finalizar el experimento se les entregó un
diferencias de género y el consumo de nicoti- crédito de curso que podían canjear por 0,25
na (fumar) en la tarea ANT. Es preciso señalar puntos sobre su nota total.
que aunque en nuestro estudio no medimos
los niveles de nicotina en sangre de los parti- Aparatos y Estímulos
cipantes en el momento de realizar la tarea,
todos ellos completaron un cuestionario sobre La tarea utilizada fue la versión original para
sus hábitos de consumo que nos proporciona- adultos del ANT (Fan et al., 2002), cuya pre-
ba información sobre el tiempo estimado de sentación y registro de la respuesta se llevó a
170 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
cabo mediante el software E-Prime en una se- derecha). Una flecha o una línea tenía 0.55
rie de ordenadores personales compatibles con grados de ángulo visual y los demás estímu-
IBM con monitor a color (tarjeta VGA) de 15 los separados a una distancia de 0.06 grados
pulgadas. Cada uno de ellos estaba situado en de ángulo visual.
cabinas individuales con condiciones simi- Cada ensayo consistía en la presentación
lares de insonorización y luminosidad. Para de 5 eventos: En primer lugar, aparecía un
responder cada ordenador estaba provisto de signo “+” como fijación con una duración va-
un ratón sobre el que debían presionar la te- riable de forma aleatoria de ensayo a ensayo
cla izquierda o derecha con la misma mano. (400-1600 ms). A continuación, aparecía la
Cada participante estaba situado a una dis- pantalla de señal (donde tendrán lugar las dis-
tancia aproximada de 60 cms del monitor. tintas condiciones de señal) durante 100 ms
Los estímulos consistían en filas de cin- y, tras un intervalo de 400 ms, se presentaba
co flechas presentadas bien por encima del el target y los flancos simultáneamente, bien
punto de fijación central o bien por debajo hasta 1700 ms bien hasta la respuesta del par-
del mismo sobre un fondo gris oscuro. El ticipante (si ésta se producía antes). Después
target era la flecha central y podía señalar de la respuesta tenía lugar una demora (una
a la izquierda o a la derecha. Los flancos fijación post-target) entre estímulos que se cal-
consistían en dos flechas a cada lado del tar- culaba del siguiente modo: 3500 ms menos la
get y podían apuntar en su misma dirección duración de la primera fijación (400 ó 1600
(condición congruente) o en la dirección ms) menos el tiempo de respuesta del suje-
contraria (condición incongruente). En la to. Y a continuación, comenzaba el siguiente
condición control aparecían unas líneas ensayo. Cada ensayo tenía una duración de
como flancos. La tarea del participante con- 4000 ms (ver Figura 1). El experimento cons-
sistía en identificar la dirección de la flecha ta de 4 bloques de ensayos, uno de práctica
central presionando la tecla izquierda del de 24 ensayos, y 3 bloques experimentales de
ratón (si el target señalaba hacia la izquier- 96 ensayos cada uno, con un descanso entre
da) o la tecla derecha (si apuntaba hacia la ellos.
Figura 1. Secuencia temporal de eventos para un ensayo incongruente. Enmarcadas se presentan las distintas condiciones
de señal que podían aparecer en el ensayo previo. (ANT; Fan et al., 2002)
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 171
Para medir la alerta y la orientación se pre- intrasujeto fueron: Tipo de Flanco (con 3 ni-
sentaron cuatro condiciones señal: una con- veles: neutral, congruente e incongruente) y
dición de no señal, una de señal central, otra Tipo de Señal (con 4 niveles: no señal, central,
de doble señal y una de señal espacial. En la doble y espacial). La variable dependiente fue
condición de no señal, aparecía sólo el punto el tiempo de reacción para el target.
de fijación (+), por lo que no había señales de
alerta ni de orientación. En los ensayos de se-
ñal central aparecía un asterisco en el punto de RESULTADOS
fijación, como señal de alerta. En los ensayos
de doble señal, se presentaban dos asteriscos La Tabla 1 muestra los tiempos de reacción
simultáneos, uno por encima y otro por de- (TRs) promedio y los porcentajes de errores
bajo de la fijación. Se espera así inducir al sis- obtenidos en cada condición experimental.
tema de alerta pero con un campo atencional Para evaluar la eficacia de las tres redes aten-
mayor que con la condición de señal central. cionales se realizaron una serie de sustraccio-
Para los ensayos de señal espacial, un asterisco nes cognitivas. El efecto de alerta se calculó
podía aparecer por encima o por debajo de la mediante la resta entre el TR promedio de la
fijación, indicando el lugar de aparición del condición no señal y el de la condición doble
target (100% ensayos válidos). Bajo estas con- señal, y fue de 45 ms con una desviación es-
diciones se espera la implicación de la red de tándar de 25 ms. En situaciones de no señal
alerta y de orientación. la atención tiende a permanecer difusa entre
las dos posibles localizaciones del target pero
no induce un estado de alerta en el partici-
Diseño y procedimiento pante ante la llegada de un estímulo, mien-
tras que la doble señal sí y además mantiene la
La sesión experimental consistía en la prácti- atención entre ambas posibles localizaciones.
ca de 24 ensayos en los que los participantes En segundo lugar, el efecto de orientación se
recibían feedback sobre sus latencias y errores. calculó mediante la resta del TR promedio
A continuación, se presentaban 3 bloques de la condición señal central menos el de la
de ensayos experimentales, con un descanso condición señal espacial (promediada la loca-
entre ellos y en los cuales ya no recibían fee- lización arriba/abajo). Esta señal proporciona
dback. Cada bloque estaba compuesto por 96 información predictiva de la localización del
ensayos (4 condiciones clave x 2 localizacio- target antes de que aparezca, permitiendo así
nes del target x 2 dirección del target x 3 con- orientar la atención hacia ese lugar. El efecto
diciones de los flancos x 2 repeticiones). Los de orientación media fue de 51 ms con una
ensayos se presentaban de forma aleatoria y desviación estándar de 29 ms. Finalmente, el
los participantes eran instruidos a focalizar su efecto de control ejecutivo (conflicto) se cal-
atención sobre la fijación durante toda la ta- culó mediante la resta de los TRs promedio
rea y a responder tan rápido y precisos como de las condiciones congruente e incongruente.
les fuese posible. Puesto que el uso de la condición congruente
Se trata de un diseño factorial 2 x 2 (entre- o neutral para calcular el efecto de control eje-
grupos) x 4 x 3 (intrasujeto). El primer factor cutivo producía efectos similares, decidimos
entregrupos es Género (con dos niveles: hom- incluir únicamente la condición congruente
bre y mujer) y el segundo factor Consumo Ta- (e incongruente) en los análisis para simplifi-
baco (con dos niveles: fumador y no fumador). car los mismos. Este efecto medio fue de 91
Ambos factores se cruzaron. Los dos factores ms con una desviación estándar de 38 ms.
172 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Tabla 1. TRs promedio (en milisegundos) y % de errores (entre paréntesis) para cada condición de
tipo de ensayo (congruente, incongruente) y de tipo de señal (central, doble, espacial y no señal)
El análisis de varianza de la medida de pre- de alerta auditivas (más que visuales) contri-
cisión reveló un efecto principal del Tipo de buían a que los sujetos fuesen más rápidos
Flanco, F(1, 32) = 41,65; p < .0001, debido a para orientar su atención hacia la localización
que el porcentaje de aciertos fue mayor en los correcta del target, reduciendo así la influen-
ensayos congruentes (.99%) que incongruen- cia de los flancos incongruentes (Callejas et
tes (.92%), y del Tipo de Señal, F(3, 96) = al., 2005). En el caso de señales visuales de
5,45; p < .001, ya que la señal espacial y la alerta, parece que aquellas que proporcionan
no señal produjeron un mayor porcentaje de información espacial sobre el lugar de apari-
aciertos (.97%) que la señal central y la doble ción de estímulo objetivo (señales espaciales),
señal (.95%). La interacción Tipo de Flanco inducen una orientación de la atención más
x Tipo de Señal, F(3, 96) = 4,31; p < .007, eficaz que permitiría “ignorar” o “inhibir” los
también fue consistente con la observada para estímulos incongruentes de una forma más
los TRs, ya que los ensayos congruentes pro- efectiva y facilitar la respuesta al target.
dujeron una menor tasa de errores en todas En segundo lugar, otro resultado que nos
las condiciones de señal que los incongruen- parece interesante fue que la condición de no
tes, obteniéndose una diferencia entre ambos señal produjo un menor efecto de interferen-
tipos de ensayos de mayor magnitud para las cia de flancos (87 ms), que la de doble señal
señales de alerta (central y doble). (104 ms). Este resultado replica también el
observado por Fan et al. en su investigación
(2002). La condición de no señal induciría
CONCLUSIONES un estado de alerta relativamente bajo que
conllevaría una mayor latencia. Sin embargo,
En primer lugar, la ausencia de correlación esta mayor latencia de respuesta proporcio-
entre las redes atencionales de alerta y orien- naría un tiempo adicional para los procesos
tación en nuestro estudio es coherente con los de atención ejecutiva en la condición de con-
datos obtenidos por otros autores, los cuales flicto, reduciéndose las diferencias entre las
consideran que ambas redes son indepen- condiciones congruente e incongruente. Es
dientes (Fan et al., 2002; Fernandez-Duque decir, un nivel de alerta bajo, inducido por
y Posner, 1997). Sin embargo, la interacción la ausencia de señal, “enlentece” la respuesta
observada entre las diferentes señales y el tipo del sujeto tanto cuando los flancos interfieren
de flanco, resulta coherente con la idea de que como cuando son congruentes con el target,
las redes atencionales no operan de forma in- dando lugar a un efecto de conflicto menor
dependiente en todas las situaciones (Calle- que el producido por la señal doble, que indu-
jas et al., 2004; Callejas et al., 2005; Pardo ciría un estado de alerta más elevado.
et al., 1991). Efectivamente, la presencia de En tercer lugar, esperábamos observar
una señal de alerta (central o doble), sin infor- un patrón diferencial de rendimiento en las
mación espacial acerca del lugar de aparición tres redes atencionales para fumadores y no
del target, produjo una interferencia de flan- fumadores, con una mayor ventaja para los
co de mayor magnitud que la señal espacial fumadores. Sin embargo, este factor entre-
y la condición de no señal. Por lo que cabe grupos no resultó significativo ni tampoco
pensar que la demanda o características de la interactuó con las distintas condiciones, pues
tarea podrían definir el tipo de relación entre tanto los que consumían nicotina como los
ambas redes atencionales. En este sentido, y no fumadores obtuvieron un efecto de flan-
como se comentó anteriormente, algunos es- co de magnitud similar. Igualmente, la ni-
tudios sugerían que la presentación de señales cotina tampoco produjo ninguna ventaja de
174 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
las señales sobre el efecto de interferencia de de que los niveles de nicotina en sangre de las
flancos (reduciéndolo). No obstante, cree- mujeres en el momento de la prueba no fuese
mos que algunos comentarios son pertinentes suficiente para influir sobre la tasa de actividad
aquí: Por un lado, es preciso tener en cuenta metabólica (disminuyéndola), y reducir así las
que esta investigación es un estudio explora- diferencias de género, como se encontró en
torio de los efectos del consumo de nicotina otros estudios (Fallon et al., 2005). Y en segun-
sobre la actuación de las distintas funciones do, aunque la respuesta metabólica cerebral a
atencionales implicadas en la tarea ANT. El la nicotina hubiese sido diferente en hombres
hecho de no observar una interacción de este y mujeres, esto no tendría porqué reflejarse en
factor con ninguna de las tres redes, no impli- un patrón de rendimiento distinto, al menos,
ca necesariamente que aquél no tenga ningún en esta tarea ANT.
efecto sobre el mecanismo atencional (o sobre Controlar el nivel de nicotina en sangre de
alguna de sus funciones). En este sentido, en los participantes en el momento de realizar
otros estudios llevados a cabo en nuestro la- la tarea, nos permitirá explorar en la siguien-
boratorio mediante un paradigma de priming te fase de esta investigación la tendencia ob-
semántico negativo, los fumadores mostra- servada entre hombres fumadores, según la
ron un efecto de priming ignorado de mayor cuál las señales espaciales (red de orientación)
magnitud que los no fumadores, sugiriendo les producen un mayor beneficio sobre sus
que la nicotina podría influir sobre la efica- respuestas al target. Este patrón resulta inte-
cia del mecanismo inhibitorio para ignorar resante en la medida en que la estimulación
la información distractora o irrelevante. Por del sistema colinérgico (mediante un ago-
otro lado, si bien es cierto que en este estudio nista como la nicotina) implicado en la red
no medimos los niveles de nicotina en sangre de orientación, podría facilitar la respuesta
en el momento de la prueba, ningún fuma- al target atendido inhibiendo las respuestas
dor excedió de un periodo de privación ma- corticales a los estímulos no atendidos. Igual-
yor de 10-12 horas (excepto dos de ellos que mente, la manipulación de señales de alerta
fue superior). En nuestra opinión, la tasa de visuales vs. auditivas, no sólo en la tarea ANT
consumo de cigarrillos/día podría haber sido sino también en otras que impliquen la par-
determinante para observar un patrón de eje- ticipación de estas tres redes (v.g. Stroop es-
cución similar al grupo de no fumadores. pacial o priming semántico negativo), podría
Finalmente, también cabe destacar que la contribuir a obtener más información sobre
diferencia de género observada en el efecto de cómo y bajo qué condiciones interactúan las
conflicto (red ejecutiva) entre los fumadores redes de alerta y orientación.
pone de manifiesto la importancia de tener
en cuenta este factor para interpretar de una
forma adecuada el patrón de resultados ob- REFERENCIAS
tenido entre fumadores y no fumadores. Así,
las mujeres fumadoras mostraron un mayor Bates, T.C., Mangan, G., Stough, C. y Corba-
efecto de interferencia de flancos (105 ms) que llis, P. (1995). Smoking, processing speed
los hombres fumadores (73 ms), mientras que and attention in a choice reaction time
para el grupo de no fumadores la diferencia de task. Psychopharmacology, 120, 209-212.
género no fue significativa (sí bien observamos
una tendencia en el mismo sentido). De nue- Benowitz N.L. y Hatsukami, D. (1998).
vo, es necesario tener presente dos observacio- Gender differences in the pharmacology
nes aquí: En primer lugar, cabe la posibilidad of nicotine addiction. Addiction Biology,
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La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 175
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176 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
experimentales porque con las tareas clásicas Recientemente, se han publicado algunos
(stroop o dot probe) no se pueden contrastar experimentos en los que se ha manipulado la
estas dos hipótesis ya que sus resultados se pue- valencia emocional de la señal para poner a
den interpretar en apoyo de cualquiera de ellas prueba las hipótesis anteriores. En algunos de
(Stormark, Nordby y Hugdal, 1995; Fox, Rus- estos estudios se han utilizado SOAs cortos
so, Bowles y Dutton, 2001; Koster, Crombez, y una mayor proporción de ensayos válidos
Verschure y DeHouwer, 2004). que inválidos (Fox, et al., 2001; Yiend y Ma-
Una tarea que se ha utilizado para poner thews, 2001). La lógica subyacente es que si
a prueba estas hipótesis es la de costes y be- los tiempos de respuesta de los ensayos váli-
neficios de Posner y Cohen (1984). En ella dos son más rápidos cuando aparece una se-
se suele presentar un estímulo objetivo, que ñal con estímulos amenazantres que cuando
debe ser detectado o discriminado por los no lo son, estos datos apoyarían la hipótesis
participantes, en una de dos posiciones -por de la captura atencional. Por el contrario, si
ejemplo, a derecha o izquierda de un punto de los tiempos de respuesta de los ensayos invá-
fijación central- de la pantalla del ordenador. lidos fuesen más lentos cuando aparece una
Antes de la presentación del estímulo objetivo señal con estímulos amenazantes que cuando
aparece una señal, en una de las dos posicio- no lo son, estos resultados serían favorables
nes, la cual atrae supuestamente la atención a la hipótesis del desenganche. Por lo tanto,
hacia ese lugar. Producto de esta captura aten- para estudiar la hipótesis de la captura cuan-
cional es que las respuestas son más rápidas y do se manipula la valencia de la señal, hemos
precisas cuando el estímulo objetivo aparece de comparar ensayos válidos entre sí y para
en el lugar de la señal (condición válida) que estudiar el desenganche compararemos úni-
en el lugar contrario (condición inválida). Si camente ensayos válidos entre sí. Cuando
se utiliza una condición neutra, por ejemplo, han realizado esta tarea participantes con alta
cuando se iluminan a la vez las posiciones de y baja ansiedad, la mayoría de investigaciones
la derecha y de la izquierda del punto de fija- han proporcionado datos a favor de la hipóte-
ción, puede disociarse el beneficio debido a la sis del desenganche en los individuos ansiosos
captura de la atención en el lugar de la señal en comparación con los controles, ya que en-
(mejor ejecución en la condición válida que cuentran sólo diferencias en los ensayos invá-
en la neutra), del coste debido a la necesidad lidos en el sentido descrito anteriormente.
de tener que desenganchar la atención del lu- Esta misma lógica se ha utilizado manipu-
gar señalado para orientarla al lugar opuesto lando el nivel de conciencia de los estímulos
(peor ejecución en la condición inválida que afectivos con el procedimiento de enmascara-
en la neutra). Por otro lado, si se utiliza un miento en personas ansiosas. En este caso se
intervalo entre la aparición de la señal y la del han encontrado datos a favor de la hipótesis
estímulo objetivo (SOA) largo, se ha obser- de la captura en los participantes con alta an-
vado que las respuestas son más lentas en la siedad cuyo nivel de conciencia del estímulo
condición válida que en la inválida, un efecto emocional no excedía lo esperado por el azar
que se conoce con el nombre de Inhibición en una prueba de reconocimiento (Correa,
de Retorno -IR- (véase para una revisión Lu- Fox, Carmona, Noguera, Lupiañez y Tudela,
piáñez, Tudela y Rueda, 1999). Parece como 2002).
si ese retraso favoreciese un desenganche de la Sin embargo, como Fox y colaboradores
atención respecto a ese lugar, quedando inhi- apuntan (Fox, Russo y Dutton, 2002), ma-
bido el retorno de la misma hacia la posición nipular la valencia emocional de la señal no
previamente atendida. implicaría poner a prueba en sentido estricto
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 179
Figura 1. Esquema del procedimiento usado en una tarea de costes y beneficios. Cada ensayo comienza con un punto de
fijación, seguido por una señal espacial. Después de un intervalo temporal variable aparece el estímulo objetivo al que
tienen que responder los participantes
182 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
la literatura ninguna publicación que describa este efecto con una tarea de categorización emo-
cional.
Respecto a la hipótesis de la captura en relación con los sesgos atencionales presentes en las
personas ansiosas destacamos que:
1. Los resultados obtenidos en la primera serie experimental verificaron la hipótesis de la
captura en individuos con alta ansiedad rasgo. Como muestra la Figura 2, los datos reflejaron un
efecto de IR con palabras de valencia emocional neutra y positiva en todos los participantes. Sin
embargo, con palabras de valencia negativa relevantes de ansiedad, el efecto de IR desapareció
con individuos ansiosos, no siendo así con los controles.
2. Los resultados obtenidos en la segunda serie, confirmaron igualmente la hipótesis de la
captura con material pictórico afectivo. Sin embargo, no hubo diferencias estadísticamente sig-
nificativas entre los participantes con alta y baja ansiedad rasgo. Como muestra la Figura 3 apa-
reció el efecto de IR con rostros neutrales y alegres y desapareció con los airados.
Figura 3. Media de los tiempos de respuesta (TR) en ms. en función de la valencia emocional de los rostros (neutra, feliz
y airada) y señalización (válido e inválido)
3. Como muestra la Figura 4, los datos de la tercera, fueron similares a los de la segunda se-
rie. Aunque en este caso lo que se manipuló fue la ansiedad estado. Ambos grupos mostraron el
efecto de IR con caras neutras y alegres y desapareció con las airadas.
Figura 4. Media de los tiempos de respuesta (TR) en ms. en función de la valencia emocional de los rostros (neutra, feliz
y airada) y señalización (válido e inválido)
184 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
4. Por último, en concordancia con resultados previos, encontramos que las personas con
alta ansiedad rasgo, y no las de baja, tardaron más en realizar la tarea stroop emocional cuando se
presentaban caras airadas que cuando eran neutras y positivas. Estos resultados quedan reflejados
en la Figura 5.
Sin embargo, no encontramos ningún efecto modulador de la señal exógena. En términos
procesuales, estos resultados muestran que las personas ansiosas presentan dificultades para inhi-
bir la información negativa incluso cuando se les presenta de forma enmascarada y este efecto es
independiente de la orientación espacial.
Figura 5. Media de los tiempos de respuesta (TR) para participantes con alta y baja ansiedad en función de la valencia
emocional de los rostros (neutra, feliz y airada)
Williams, J.M.G., Watts, F.N., MacLeod, C., Yiend, J. & Mathews, A. (2001). Anxiety and
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ester, England: Wiley 665–681.
INTEGRACIÓN DE Los teóricos que investigan las señales de
tráfico, durante mucho tiempo, han estado
LA INFORMACIÓN Y de acuerdo en que las señales de prohibición
SEÑALIZACIÓN DE LAS producen TR más lentos y mayores errores
que las señales de obligación (entre otros,
INTERSECCIONES DEL MacDonald y Hoffman, 1978).
TRÁFICO CON UNA En este contexto, la psicología del pensa-
SEÑAL DE OBLIGACIÓN, miento podría sugerir estrategias más eficien-
tes para tomar decisiones en el área del trá-
PROHIBICIÓN O AMBAS fico, proporcionando un conocimiento más
exhaustivo sobre las representaciones men-
Cristina Vargas, Sergio Moreno-Ríos y tales inferidas que subyacen a las señales de
Cándida Castro tráfico.
En la presente investigación las señales de
tráfico representan afirmaciones sobre situa-
Facultad de Psicología ciones permitidas o prohibidas. En la primera
Universidad de Granada premisa se mostraba una intersección de dos
vías (con forma de T) con una o dos señales de
INTRODUCCIÓN tráfico y un coche aproximándose a la inter-
sección. En la segunda premisa, se mostraba
La señal de tráfico es un display crucial para la misma escena con el coche posicionado en
incrementar la seguridad en las carreteras, alguna de las otras dos vías. A continuación,
ya que proporciona al conductor informa- los participantes evaluaban si el giro simulado
ción relevante y redundante, que le facilita la por el coche era no-permitido o permitido,
toma de las decisiones correctas, anticipando de acuerdo a la señal o señales de tráfico que
las maniobras y evitando accidentes (Rumar, se mostraba en las premisas (obligatorio vs.
1990). prohibido vs. redundante). La tarea consistía
Por ejemplo, imaginémonos una situación en combinar la información con los hechos
de tráfico simple donde un coche se aproxima presentados para decidir qué acción tomar.
a una intersección con forma de T (dos posi- Esta combinación de información podemos
bles alternativas). Hay tres formas de infor- concebirla como una tarea de inferencia (por
mar al conductor de que se puede girar hacia ejemplo, si voy conduciendo en dirección a
la vía izquierda pero no hacia la vía derecha, Granada y hay una señal que indica que el
señalizando bien con una señal de “obligato- próximo giro es para Madrid, yo no tengo
rio girar a la izquierda”, bien con una señal que tomar el próximo giro).
de “prohibido girar a la derecha” o señalizan- Una de las teorías más relevantes que es-
do con ambas señales (“obligatorio girar a la tudian los mecanismos generales del razona-
izquierda” y “prohibido girar a la derecha”), miento deductivo es la “Teoría de los Modelos
proporcionando información redundante. Mentales” (Johnson-Laird, 1983; Johnson-
Aunque todas las alternativas producirían una Laird y Byrne, 1991). De acuerdo con esta teo-
conducta semejante, la investigación acerca ría, el razonamiento depende del significado de
del razonamiento sugiere que la representa- las afirmaciones y el conocimiento general para
ción de dichas señales es diferente. Así que, construir modelos mentales de las posibilida-
en esta intersección de dos vías, ¿qué opción des compatibles con las premisas. Uno de los
sería la más adecuada? principios básicos de esta teoría es conocido
190 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
como “Principio de verdad”. En él se seña- más fácil responder que un giro a la izquierda
la que las personas tendemos a representar y es permitido, que decir que un giro a la dere-
pensar sobre aquello que es verdad o posible cha no es permitido, pues el primero ha sido
evitando hacerlo sobre lo que es falso o imposi- representado inicialmente, mientras que el
ble para no sobrecargar la memoria de trabajo. segundo debería ser construido a posteriori.
Esto no quiere decir que no podamos repre- Lo opuesto debería suceder para la señal de
sentar los modelos mentales correspondientes prohibición a la derecha. Por lo que, aunque
a lo que es falso, pues existe la posibilidad de ambas señales son lógicamente equivalentes,
crear notas mentales que indican que existen éstas conducen a representaciones mentales
otros modelos o situaciones alternativas pero completamente diferentes, lo cual puede ex-
que no son inmediatamente accesibles. Para plicar los diferentes resultados.
acceder a ellas, debemos realizar una operación En el siguiente experimento, Castro, More-
que requiere tiempo y esfuerzo (Johnson-Laird, no-Ríos, Tornay y Vargas (2008), el objetivo fue
2001; Johnson-Laird y Byrne, 2002). examinar qué sucede cuando se debe combinar
Retornando al ejemplo anterior, un conduc- información de dos señales, en lugar de una,
tor ante una señal de obligación a la izquierda para llevar a cabo correctamente la tarea (por
generaría un modelo mental que represen- ejemplo, dos señales de obligación o dos señales
taría un giro compatible con la información de prohibición). En esta ocasión, observamos
contenida en la señal, ya que inicialmente se un paralelismo, desapareciendo la interacción
representan los modelos mentales que las pre- entre señal y maniobra, y apareciendo una ven-
posiciones sugieren directamente. El modelo taja global de la señal de obligación. Por lo que,
mental de un giro a la derecha no se represen- la señal de prohibido siempre producía respues-
taría en un primer momento. Sólo más tarde, tas más lentas que la de obligación, además de
si fuera necesario, el conductor construiría tal presentar tiempos de reacción más rápidos para
representación a partir de las notas mentales re- un giro permitido frente a uno no-permitido.
tenidas. Por lo tanto, el modelo mental inicial Este resultado es consistente con la hipótesis de
representaba lo posible o permitido, que sería que es dificultoso combinar información sobre
un giro a la izquierda, pero no representaba la situaciones imposibles o no permitidas (prohi-
información falsa, que era un giro a la derecha. bidas) pues se incrementaría la carga de memo-
La teoría de los modelos mentales predice que ria (Goldvarg y Johnson-Laird, 2001). Así, en
a las situaciones inicialmente representadas se una intersección de cuatro vías (+) con dos se-
responderá más rápido y con menos errores ñales de prohibición, una a la izquierda y otra a
(Jonson-Laird, 2001; Moreno-Ríos y García- la derecha, se debería transformar la representa-
Madruga, 2002). ción inicial en representaciones de giros posibles
Con el propósito de examinar estas predic- o permitidos. Es decir, se transformaría en un
ciones, Castro, Moreno-Ríos y Tornay (En- permitido seguir hacia delante. Dicho proceso
viado) llevaron a cabo una serie experimental de conversión lleva más tiempo y produce peo-
donde encontraron que la señal de obliga- res resultados.
ción mostraba una mejor ejecución cuando Nuestra siguiente pregunta sería, ¿qué su-
la maniobra estaba permitida, en cambio, en cederá cuando debemos combinar informa-
la de prohibición, la respuesta era más rápi- ción posible (o permitida) e imposible (o no
da cuando la maniobra estaba no-permitida. permitida), y a la vez redundante? Imagine-
Estos efectos son explicables de acuerdo a la mos una intersección con forma de T, donde
“Teoría de los Modelos Mentales” (Johnson- aparezca una señal de obligación a la izquier-
Laird y Byrne, 1991). En el primer caso es da y otra de prohibición a la derecha.
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 191
Por otra lado, desde la Ergonomía Cogniti- gación o prohibición (Figura 1). En todas las
va, cuando se quiere garantizar la transmisión de situaciones se presentaba una señal de tráfico
una información importante, se suele utilizar la (Figura 2).
redundancia. Así, una información se transmite
de forma redundante cuando hay más de una Figura 1. Un ensayo formado por dos escenas de tráfico
consecutivas que representan una intersección de dos vías
dimensión, canal o señal que emite la misma in- con una señal de obligación
formación. Por ejemplo, en una intersección con
forma de T mostrando una señal de obligatorio
girar a la izquierda y una señal de prohibido gi-
rar a la derecha. En esta situación se garantiza la
transmisión de la información pero se pierde en
eficacia al disminuir la cantidad de información
que se podría transmitir. Así que, la redundancia
del mensaje, por ejemplo, de una señal, se deberá
estimar en función de si se quiere transmitir mu-
cha información o si se pretende que se transmita
menor cantidad pero de forma más segura. Si de-
cidimos esta última alternativa, no se dispone de
información relevante sobre el efecto que puede
tener las dos dimensiones redundantes en la rapi-
dez de la respuesta o en la precisión de las mismas
frente a una sola dimensión. Figura 2. Condiciones experimentales
En el presente trabajo se examina como se
combina información permitida y no permi-
tida. Así como los efectos que tiene la redun-
dancia en los TR y precisión.
MÉTODO
Participantes
En esta investigación participaron 21 univer-
sitarios (16 mujeres) de la Facultad de Psico-
logía de la Universidad de Granada. La edad
media de los estudiantes era de 20,32 años.
Todos ellos tenían una visión normal o co- Procedimiento
rregida y recibieron créditos por su participa-
ción. Los participantes realizaron el experimento
individualmente. Cada uno de ellos se sentó
Estímulos en una silla en frente de la pantalla del orde-
nador y realizó la tarea. En cada ensayo se
En cada ensayo se presentaron 2 pantallas su- presentaron 2 pantallas sucesivas: a) La pri-
cesivas con escenas de tráfico que representa- mera escena mostró un coche situado en la
ban intersecciones de 3 vías con señal de obli- parte inferior de la pantalla y varios caminos
que puede seguir. También se encontraba en
192 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
esta escena una o dos señales de tráfico que luado con la prueba de esfericidad de Mau-
obligaban o prohibían determinadas trayec- chly. Cuando este supuesto era violado, los
torias. Esta escena se presentó durante 1000 grados de libertad eran modificados con la
mseg; b) La segunda escena, que aparecía a corrección epsilon de Greenhouse-Geisser.
continuación de la primera, mostraba al mis- Tabla 1. Medias de TR para respuestas correctas (en mseg)
mo coche llegando a uno de los dos caminos y porcentaje de errores entre paréntesis de cada condición
experimental
permitidos. Esta escena duraba hasta que el
participante daba la respuesta o un máximo Obligatorio Prohibido Redundante
de 2000 mseg. El programa E-Prime, Version
No- 494,32 530,54 511,98
1.1. (Schneider, 2003) Software controló am- permitida (15,80%) (8,23%) (10,36%)
bas presentaciones de estímulos y el registro 432,96 546,47 478,15
Permitida
de las respuestas. (12,98%) (19,50%) (6,08%)
ñal fue significativo, F(2,40)= 7,08, MSE = Cuando se muestran dos señales, una señal de
69,29, p < 0,01. obligación y otra de prohibición, el patrón que se
Para analizar la interacción de primer or- obtiene es consistente con la hipótesis de que es
den se realizó un análisis posterior para las dificultoso integrar información imposible (Gold-
condiciones de la variable tipo de señal. Esta varg y Johnson-Laird, 2001). La representación
variable produjo resultados significativos en el de una señal prohibida va acompañada de una
análisis de la condición prohibido, F(1,20)= nota mental que representa una situación impo-
24,81, MSE = 53,76, p < 0,001 y para la sible. Esta condición complica la combinación de
condición redundante, F(1,20)= 5,05 , MSE información, en este caso la proporcionada por
= 38,05, p < 0,05. una señal de obligación. Por tanto, representar de
forma aislada una señal de prohibición puede lle-
gar a ser igual de eficiente que representar una de
CONCLUSIONES obligación. Sin embargo, combinar información
cuando se presenta una señal de prohibición es
El patrón de resultados obtenidos cuando se dificultoso porque sería necesario incluir las notas
mostraba una señal, en general, corrobora los mentales. Resultados similares se han obtenido
encontrados en anteriores investigaciones tan- cuando se tenía que integrar información proce-
to para tiempos de reacción como para por- dente de dos señales de tráfico, desapareciendo la
centaje de respuestas incorrectas (por ejemplo, ventaja de no-permitida (Castro et al., 2008). En
Castro et al., 2008). Cuando se presenta una esa ocasión se usaba una intersección de cuatro
señal de obligación se obtiene mejores resul- vías (+), por lo que la información no era redun-
tados si la maniobra es permitida. Lo contario dante. Las cuestiones inmediatas que nos po-
sucede con una señal de prohibición, donde la demos plantear es si el patrón encontrado en el
ejecución es mejor cuando la maniobra es no- presente trabajo se mantiene cuando incremen-
permitida. En la situación donde se presentan tamos el número de vías, por lo que la situación
dos señales, con información redundante y es no proporcionaría información redundante. Tal
necesario integrarla, la maniobra permitida vez los participantes hayan usado algún tipo de
tiene ventajas sobre la no-permitida. estrategia para facilitar la ejecución de la tarea. Así
Los resultados obtenidos pueden explicarse que estas incógnitas deberían de ser evaluadas en
a partir de la teoría de los Modelos Mentales. posteriores trabajos.
De acuerdo con las predicciones de esta teo- De acuerdo con la Ergonomía Cognitiva,
ría, las situaciones inicialmente representadas cuando una información se transmite de forma
se responderá más rápido y con menos errores redundante, garantizamos la transmisión pero
(Jonson-Laird, 2001; Moreno-Ríos y García- disminuye la eficacia. Los datos obtenidos nos
Madruga, 2002). El modelo mental que se permiten incrementar el conocimiento sobre las
generaría inicialmente cuando se presenta una consecuencias que tiene la redundancia en TR y
señal de obligación es un giro compatible con la precisión. En general, se ha encontrado una ma-
información mostrada en la señal. Es decir, ante yor precisión cuando se usa señales redundantes
una señal de obligación a la izquierda, el parti- frente a una señal de obligación o de prohibición,
cipante representaría mentalmente un giro a la garantizando así la transmisión de la informa-
izquierda. Lo inverso sucede cuando se presenta ción. Estos resultados van asociados con unos
una señal de prohibición a la derecha. En esta mejores TR cuando el giro es permitido frente al
ocasión, el participante representaría un giro uso de una única señal de tráfico, si consideramos
no-permitido a la derecha, compatible con la el promedio de actuación ante señales de obliga-
información que origina la señal de tráfico. torio (más rápidas) y prohibido (más lentas).
194 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
En conclusión, los resultados obtenidos co- Castro, C., Moreno-Ríos, S., Tornay, F. J. &
rroboran los encontrados en previas investiga- Vargas, C. (2008). Mental representa-
ciones (Castro, Tornay, Moreno-Ríos, Vargas y tions of obligatory and prohibitory traffic
Molina, 2005; Castro et al., 2008). Una señal de signs. Acta Psychologica, 129(1), 8-17.
obligación es mejor para indicar que la manio- Castro, C., Tornay, F.J., Moreno-Ríos, S.,
bra es correcta que para indicar que es incorrecta. Vargas, C. & Molina, E. (2005). Men-
Lo contrario ocurre para la señal de prohibición. tal Representations of Traffic Signs. Role
Cuando integramos información permitida y no of sign complexity and semantic informa-
permitida, y a la vez redundante, se encontró me- tion. En G. Underwood (Ed.). Traffic
jores resultados en la situación permitida vs. no and Transport Psychology: Theory and Appli-
permitida. Lo cual ponía de manifiesto la dificul- cation (pp. 419-429). Oxford: Elsevier.
tad de combinar situación no permitida.
Estos datos nos proporcionan información Goldvarg, E. & Johnson-Laird, P.N. (2001).
de cómo interpretamos y actuamos ante señales Naïve causality: a mental model theory of
de obligación, prohibición o redundante, ex- causal meaning and reasoning. Cognitive
plicando las diferencias que existen en la ejecu- Science, 25, 565-610.
ción. Aunque la tarea utilizada en este estudio Johnson-Laird, P.N. (1983). Mental Models:
es de evaluación de situaciones de tráfico y no Towards a Cognitive Science of Language,
es una tarea propiamente de conducción, con- Inference and Consciousness. Cambridge,
tiene elementos cognitivos comunes relativos a Cambridge University Press.
la interpretación de señales. Por ello, creemos
que estos resultados deben de tenerse en cuenta Johnson-Laird, P.N. (2001). Mental models
a la hora de diseñar la mejor forma de transmitir and deduction. Trends in Cognitive Sci-
información al conductor. Ello podría orientar ences, 10, 434-442.
en la colocación de las señales o en la creación Johnson-Laird, P.N. & Byrne, R.M. (1991).
de sistemas de señalización más potentes que Deduction. Hillsdale, NJ: Lawrence Erl-
aporten información más compleja pero fá- baum Associates.
cilmente comprensible. Johnson-Laird, P.N. & Byrne, R.M. (2002).
Conditionals: A theory of meaning, prag-
matics and inferences. Psychological Re-
AGRADECIMIENTOS view, 109, 646-678.
Macdonald, W.A. & Hoffmann, E.R. (1978).
Esta investigación ha sido posible gracias a
Information coding on turn restriction
una beca postdoctoral (EX2005-0038) y dos
signs. Proceedings of the 9th ARRB Confer-
Proyectos I+D (SEJ2007-61843 y SEJ2007-
ence, 9(5), 361-82.
61042) concedidos por el Ministerio de Edu-
cación y Ciencias. Moreno-Ríos, S. & García-Madruga, J.A.
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La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 195
los no poderosos, actúan más y lo hacen de ejemplo, los no poderosos, debido a que ti-
forma más variable. enen mayores constricciones sociales (Kelt-
El poder también suele tener efectos sobre ner et al., 2003), necesitan prestar atención
diversos procesos cognitivos, como lo son la no sólo a los aspectos primarios o focales de
percepción social (Fiske, 1993; Goodwin, Gu- una situación, sino que también se detienen
bin, Fiske, &e Yzerbyt, 2000), la estereotipia en los aspectos secundarios o periféricos, uti-
(Rodríguez-Bailón, Moya e Yzerbyt, 2000), la lizando mayores recursos cognitivos para así
supresión de pensamientos (Guinote, 2007a), aumentar (y restaurar) su sensación de con-
la accesibilidad de experiencias subjetivas trol (Guinote, 2007b). Asimismo, los no po-
(Weick & Guinote, 2008) o el pensamien- derosos están más expuestos a las amenazas
to abstracto (Smith & Trope, 2006). En este del entorno (Keltner et al., 2003), por lo que
capítulo se revisan algunas investigaciones en en su caso resulta adaptativo encontrarse en
las que se muestra que el poder también afecta un estado constante de vigilancia.
a otro proceso cognitivo básico, la atención. En los últimos años han surgido un núme-
A continuación se resumirán algunos estudios ro importante de investigaciones que tienen
anteriores relevantes sobre el tema, así como como objetivo estudiar la forma en la que el
algunos de los procesos subyacentes propue- poder afecta a la atención. Guinote (2007c, ex-
stos para explicar estos efectos. perimento 1) encontró que el hecho de primar
a los participantes con poder, hace que tengan
una mayor habilidad para inhibir la informa-
¿AFECTA EL PODER A LA ATEN- ción periférica. Para esto, usó la tarea de Kita-
yama, Duffy, Kawamura, & Larsen (2003), en
CIÓN?
la que se les presenta a los participantes una se-
rie de cuadros de distintos tamaños en los que
Guinote (2007b) propone que las diferencias
aparece una línea dibujada en el centro de cada
de poder afectan a los procesos cognitivos a
uno de ellos. Posteriormente a los participantes
través de la sensación de control que experi-
se les pide que dibujen, en un cuadro de dis-
mentan las personas.
tinto tamaño que el presentado originalmente,
De acuerdo a ciertos procesos motivacio-
una línea de igual longitud a la línea que se
nales básicos, los individuos están motivados
les presentó antes (véase una representación
para alcanzar estados deseados y evitar los in-
gráfica de esta tarea en la figura 1). Kitayama
deseados. El poseer control sobre el entorno
et al. (2003) mantienen que para realizar esta
inmediato es una de las motivaciones más
tarea adecuadamente los participantes tienen
básicas y firmemente ancladas en los seres
que inhibir la información periférica (el ta-
humanos (Fiske, 2004). Así, esta necesidad
maño de los cuadrados en los que se presenta
de control se encuentra incluso en los recién
la línea). Los resultados mostraron que los no
nacidos (Skinner, 1995) y probablemente sea
poderosos, en comparación con los poderosos,
innata (Baumeister, 1999). Como el funcio-
cometían más errores a la hora de inhibir dicha
namiento de los distintos procesos cognitivos
información secundaria, por lo que la longitud
está determinado por su capacidad para per-
de la línea que dibujaban era menos parecida
mitir que los individuos se adapten al medio
a la original. Este resultado pone de manifiesto
en el que viven, éstos se verán influidos por la
la superioridad de los poderosos para prestar
sensación de control que las personas tienen.
atención a la información más importante, así
Es decir, las personas tenderán a desarrollar
como la dificultad de los no poderosos para in-
procesos cognitivos que se adapten a las ne-
hibir la información no relevante.
cesidades de control que experimentan. Por
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 197
Figura 1. Representación gráfica de la tarea de Kitayama et al., (2003). (Tomado de Guinote, 2007c, experimento 1). Los
participantes deben dibujar una línea (imagen de la derecha) de igual longitud a la presentada en primer lugar (imagen
de la izquierda). Se cambia el tamaño de los cuadrados para ver el efecto del contexto irrelevante en la ejecución de la
tarea. Los no poderosos se ven más influidos por el contexto irrelevante
Con el fin de conseguir mayor apoyo contrar la manera en la que las diferencias de
empírico a estos resultados, Guinote (2007c, poder afectan la utilización de esta informa-
experimento 2) utilizó un paradigma de com- ción secundaria. Analizando sólo los ensayos
patibilidad estímulo-respuesta de los micro- en donde los objetos aparecían en posición
affordances (configuraciones estimulares inci-
tadoras de acción; ver Tucker & Ellis, 1998).
Esta tarea tiene como objetivo estudiar la
activación de movimientos de agarre (gra-
sping movements) mediante la presentación de
estímulos periféricos que incitan a la acción,
como el asa de una taza. Para esto, los auto-
res presentaron a los participantes objetos que Figura 2. Representación gráfica de la tarea utilizando
podían asirse por el asa (p. ej. una taza) y se el paradigma de compatibilidad estímulo-respuesta usada
les pidió que contestaran si el objeto que se por Guinote, (2007c, experimento 2). La posición del asa
les presentaba estaba inclinado o recto. Anali- activa automáticamente la acción de agarre correspon-
diente, bien con la mano derecha o con la izquierda (los
zando solamente los ensayos en los que la taza
datos se analizaron solamente usando los ensayos en donde
se encontraba en posición recta, Tucker & El- la taza aparecía recta; es decir, cuando aparecía como en
lis (1998) encontraron que cuando la mano las primeras dos imágenes).
con la que se daba la respuesta coincidía con
el lado donde aparecía el asa del objeto, los recta, los resultados mostraron que cuando el
participantes eran más rápidos. Es decir, aun- asa aparecía del lado contrario de la mano de
que ellos sólo tenían que contestar si el objeto respuesta (por ejemplo, el asa aparecía al lado
estaba inclinado o no, el hecho de que el asa izquierdo y el participante debía responder
se encontrara hacia el mismo lado de la mano con la mano derecha), los participantes “no
de respuesta activaba el movimiento de agarre poderosos” (subordinados durante una tarea),
del objeto, y por ello eran más rápidos (un se vieron afectados en mayor medida por esta
ejemplo de ensayos presentados en esta tarea incompatibilidad, siendo más lentos que los
puede verse en la figura 2). poderosos al responder. Estos resultados de
Debido a que para discriminar la posi- nuevo muestran que los no poderosos sue-
ción inclinada o recta de la taza el asa es un len tener una mayor incapacidad para inhibir
estímulo irrelevante, Guinote (2007c) uti- los aspectos irrelevantes de una tarea (en este
lizó esta misma tarea con el objetivo de en- caso, el lado en el que se encontraba el asa).
198 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Por último, Guinote (2007c, experimento 3) a los participantes con una situación en la que,
utilizó el paradigma global-local de las letras o bien tenían poder sobre otra/s persona/s, o
de Navon (1977), que consiste en presentar esa/s otra/s persona/s tenía/n poder sobre el-
a los participantes letras grandes formadas los. En el diseño de la investigación también
por letras más pequeñas (por ejemplo la letra incluyeron un grupo control. Después de la
E en grande formada por As pequeñas). Los manipulación, los participantes realizaron una
participantes tenían como tarea identificar tarea Stroop. Los resultados mostraron que los
las letras grandes (tarea global) o identificar no poderosos, en comparación con los podero-
las letras pequeñas (tarea local). El resultado sos y con el grupo control, cometieron mayo-
observado generalmente con esta tarea con- res errores durante la tarea Stroop.
siste en un mayor tiempo de respuesta en la Todos estos resultados de nuevo confluyen
condición incongruente (las letras globales y en la idea que ya se describió en el inicio de este
locales son diferentes), en comparación a la capítulo; esto es, que el hecho de tener poder
condición congruente (ambas coinciden). (o no) afecta la manera en la que se procesa y
Los resultados, tal como se pueden apreciar se atiende la información. Sin embargo, ciertas
en la tabla 1, indican que no hubo diferencias cuestiones permanecen aún abiertas sin tener
en el tiempo que los participantes poderosos una respuesta clara. Algunas de ellas estarían re-
y no poderosos utilizaron en la tarea Local; lacionadas con la definición de poder que se usa
sin embargo, los no poderosos tardaron más comúnmente en la literatura. Estas preguntas
tiempo en la tarea Global que en la Local y serían: ¿Tiene el poder siempre los efectos descri-
que los poderosos en esa misma tarea. Asimis- tos anteriormente? Es decir, ¿siempre los podero-
mo, los participantes poderosos tuvieron un sos son más eficientes, cognitivamente hablando,
funcionamiento similar en ambas tareas. que los no poderosos? o ¿hay algún tipo de poder
(o de bajo poder) que tenga efectos diferentes o
Tabla 1. Tiempo de reacción en una tarea Global-Local
en función del poder de los participantes y de la tarea
incluso contrarios? Esto es, ¿existen variables que
(respuestas en milisegundos) modulen los efectos encontrados por las inve-
stigaciones citadas anteriormente? En las inve-
Global Task Local Task stigaciones desarrolladas por Rodríguez Bailón &
Poderosos 549,23 556,30 sus colaboradores (Rodríguez-Bailón & Moya,
No poderosos 580,73 556,35 2002; Rodríguez-Bailón et al., 2000; Rodríguez-
Bailón, Moya, & Yzerbyt, 2006) se muestra que
Considerando en conjunto los tres experi- existe una importante variable psicosocial que
mentos presentados, Guinote (2007c) concluye típicamente caracteriza al poder social, la (i)legiti-
que los poderosos tienen una mayor habilidad midad, que puede modular los efectos del poder;
para utilizar y obtener rendimiento de los re- especialmente aquellos relaciones con determina-
cursos cognitivos con los que cuentan. Cuando dos procesos atencionales.
la tarea precisa inhibir la información periférica
(experimento 1 y 2), muestran un mejor desem-
peño. Sin embargo, cuando la tarea demanda LA IMPORTANCIA DE LA LEGITI-
usar la información periférica (experimento 3),
MIDAD
los poderosos también son más eficientes.
En otra serie de experimentos se investigó si
Por lo general, a la hora de hablar sobre el po-
las diferencias de poder afectaban directamente
der social suele hablarse de él como si fuera un
a los procesos ejecutivos (Smith, Jostmann, Ga-
constructo aislado. No obstante, suelen existir
linsky, & Van Dijk, 2008). Para esto, se primó
algunas variables que pueden moderar los efec-
La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar | 199
tos que el poder tiene sobre los procesos cogni- PODER, LEGITIMIDAD Y LAS
tivos y comportamentales. En diversos experi- REDES ATENCIONALES
mentos, Rodríguez Bailón y colaboradores han
encontrado que la legitimidad inherente a las Además de tomar en cuenta la legitimidad
relaciones de poder puede afectar, de manera como variable relevante, en el estudio realiz-
general, los efectos que éste tiene (Rodríguez- ado por Willis et al. (2007) también se buscó
Bailón & Moya, 2002; Rodríguez-Bailón et explicar los efectos del poder sobre la aten-
al., 2000, 2006). Cuando las relaciones de po- ción a través de la teoría de las redes aten-
der son ilegítimas, además se tienden a percibir cionales (Posner & Dehaene, 1994; Posner
como inestables (Turner, 1981) y, en consecu- & Petersen, 1990). Dicha teoría propone que
encia, los poderosos que ostentan una posición la atención no es un mecanismo único, sino
ilegítima suelen sentirse amenazados por su que está compuesto por tres sistemas distin-
entorno (Rodríguez-Bailón et al., 2006). De tos y diferenciados. Estos tres sistemas son: a)
igual forma, los no poderosos ilegítimos suelen la red ejecutiva, encargada de los procesos de
centrarse en las metas relacionadas con la pro- control, planificación y toma de decisiones;
moción (aquellas cosas que pueden ganar) de b) la red de orientación, responsable de loca-
la misma manera en que típicamente lo hacen lizar la atención en un área del campo visual o
los poderosos (Willis, Rodríguez-Bailón, & escala adecuada de procesamiento, y c) la red
Guinote, 2008). Es decir, centran su atención de alerta, encargada de la adquisición y man-
en aquellas metas que consisten en alcanzar los tenimiento de un estado de vigilancia (Posner
aspectos deseados (ideales, aspiraciones, espe- & Petersen, 1990). Para estudiar los efectos
ranzas, etc.). Esto podría deberse a que, a fin del poder sobre las redes atencionales en el
de cuentas, los no poderosos ilegítimos, al ser estudio de Willis et al. (2007) se utilizó una
conscientes de que el sistema en el que se en- adaptación del paradigma diseñado por Fan,
cuentran es injusto, están en una situación en McClandiss, Sommer, Raz & Posner (2002)
la que pueden ganar (y creen que están en su para medir el funcionamiento y la interac-
derecho de hacerlo) la posición de poderosos, ción de las redes atencionales. En concreto,
y tienen pocas cosas que perder (puesto que se usó la versión de la tarea ANTI creada por
ya están en una situación desfavorecida). Estar Callejas, Lupiañez & Tudela (ANTI, 2004).
en una situación de posible ganancia (en com- Esta tarea consiste en una combinación de un
paración con una situación de posible pérdi- paradigma de flancos con una tarea de señali-
da) hace que el optimismo aumente (Willis & zación y tiene el propósito de estudiar la ma-
Rodríguez-Bailón, 2008) y que los no podero- nera en la que las diferentes redes interactúan
sos tiendan a actuar (y a utilizar los procesos entre sí. En consonancia con la teoría de las
cognitivos) de forma muy parecida a lo que la redes atencionales, la ANTI tiene un diseño
teoría psicosocial propone para los poderosos. factorial con tres variables intrasujeto, cada
Las revoluciones sociales y las manifestaciones una con el objetivo de medir una de las redes
en contra del sistema, son buenos ejemplos atencionales.
de esto. En esta línea, en un estudio reciente Durante la tarea, los participantes tienen
(Willis, Rodríguez-Bailón, & Lupiáñez, 2007) que discriminar la dirección en la que aparece
se propone que los efectos que el poder tiene una flecha (target), flanqueada por otras dos
sobre los atención (Guinote, 2007c; Smith et flechas a cada lado, que puede aparecer en la
al., 2008) se verán afectados por la legitimidad parte superior o inferior del punto de fijación.
(o ilegitimidad) con la que se perciben las dife- En algunos ensayos, las cincos flechas apuntan
rencias de poder. al mismo lugar (ensayos congruentes), mien-
200 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
tras en otros el target apunta hacia un lugar encargado de dirigir las actividades, mientras
y las otras cuatro apuntan al lado contrario el subordinado tendría que obedecer y seguir
(ensayos incongruentes). Las flechas pueden sus indicaciones. También se les informó de
ir precedidas o no por un estímulo que señala que los roles serían establecidos mediante un
el lugar donde se presentarán las flechas o el prueba que medía las habilidades idóneas
lugar contrario. Así, se puede señalar el lugar para desempeñar las funciones, y que, en base
donde se presentarán las flechas (ensayos de a los resultados de dicho test, serían asignados
lugar señalado), se puede señalar el lugar a una de las dos posiciones.
opuesto a donde se presentarán las flechas Una vez que terminaron de leer las in-
(ensayos de lugar no señalado), o se puede strucciones, los participantes contestaron al
no presentar ninguna señalización previa a la supuesto test. Posteriormente, se les dio una
presentación de las flechas (ensayos sin seña- retroalimentación en función de la condición
lización). De igual manera, los participantes experimental a la que habían sido asignados.
podían escuchar (ensayos con sonido) o no Dependiendo de la condición de poder asi-
escuchar (ensayos sin sonido) un sonido o gnada (poderosos/no poderosos) se les decía
señal de aviso que pretendía aumentar su ni- que, durante la tarea, despeñarían el rol de lí-
vel de preparación (alerta). Una descripción der (poderoso) o subordinado (no poderoso).
gráfica de la tarea puede verse en la figura 3. En función de la legitimidad que ostentaron
Para manipular el poder y la legitimidad, y se les decía que la posición que desempeñarían
así medir sus efectos sobre la tarea ANTI de- era congruente (legítimos) o incongruente
scrita anteriormente, se realizó un experimen- (ilegítimos) con los resultados del test. Por
to en donde se les dijo a los participantes que ejemplo, a los participantes poderosos ilegíti-
tomarían parte en una tarea en la que habría mos se les dijo que, por los resultados de la
un líder y un subordinado. El líder sería el prueba, deberían desempeñar el rol de líderes,
pero que, por otras cuestiones no justificadas, poderosos, suelen tener un mayor efecto de
desempeñarían el rol de subordinados. alerta. Podría ocurrir que los no poderosos se
Los resultados no mostraron efectos de in- encontraran en un estado endógeno de alerta
teracción entre el poder y la red ejecutiva, ni o de vigilancia crónica, por lo que el hecho
entre el poder y la red de orientación. Donde de escuchar un sonido de alerta no represen-
sí se encontró un efecto de la interacción fue tara un beneficio para ellos, mientras que sí
entre el poder y la red de alerta. Este efecto lo era para los poderosos. De hecho, análisis
de la interacción se debe a que la diferencia específicos mostraron que, en comparación
entre los ensayos sin sonido y los ensayos con a los poderosos, los no poderosos legítimos
sonido fue mayor en el caso de los poderosos mostraron una mayor mejoría en el TR a tra-
(55 ms) que en el caso de los no poderosos vés de los bloques de ensayos, lo que podría
(39 ms). Considerando esta diferencia entre ser indicativo de un incremento en la vigilan-
ensayos con sonido y ensayos sin sonido como cia a lo largo del experimento. Esto podría
un índice de alerta (véase Callejas et al., 2004; deberse a que, tal como Keltner et al. (2003)
Callejas, Lupiánez, Funes, & Tudela, 2005), proponen, el hecho de depender de otras per-
se podría decir que, en esta investigación, sonas hace que se active un estado de vigilan-
los poderosos mostraban un mayor efecto de cia y aumenta la sensibilidad a los peligros y a
alerta que los no poderosos. Cabe considerar las amenazas del entorno. Esta idea también
que, como en el caso de Callejas et al. (2004; recibe apoyo de parte de la investigación de
2005), este análisis se realizó considerando Shepherd, Deaner, & Platt (2006) quienes
sólo los ensayos sin señalización para que esta encontraron que, incluso en animales, aquel-
variable no interfiriera en los resultados (ob- las poblaciones que tienen bajo poder suelen
sérvese que la señal visual ya produce de por sí estar más vigilantes al medio.
cierta alerta, que podría enmascarar el efecto Por otro lado, en relación al efecto de con-
del sonido o señal de alerta). gruencia como medida del funcionamiento de
la red ejecutiva, se replicó el efecto facilitador
Tabla 2. Efecto de alerta (ensayos sin sonido – ensayos con
sonido) en función del Poder y la Legitimidad (los números
de la red de orientación sobre el funcionami-
representan los milisegundos de diferencia) ento de la red de control, ya observado por
Callejas et al. (2004; 2005). Así, el efecto de
Legitimidad Ilegitimidad
interferencia fue menor cuando los estímulos
Poderosos 54 54 aparecían en el lugar señalado que cuando
No poderosos 34 44
aparecían en el lugar no señalado. Lo más in-
teresante para nuestros objetivos de investiga-
Considerando los efectos de la otra va- ción, como puede observarse en la figura 4, es
riable psicosocial, la legitimidad, en diversas que esta reducción fue mayor en el caso de los
comparaciones planeadas se encontró que las poderosos legítimos, quienes vieron reducida
diferencias significativas entre los poderosos la interferencia en el lugar señalado en 54 ms,
y no poderosos sólo aparecían en la condi- por sólo 32 ms en el caso de lo no poderosos.
ción legítima, mientras que en la condición Además, este efecto se produjo sólo en el caso
ilegítima no existían diferencias. En la tabla de los grupos legítimos. De hecho, se obtuvo
2 se puede ver el efecto de alerta en función una tendencia no significativa en la dirección
de cada una de las cuatro condiciones experi- contraria en el caso de los grupos ilegítimos,
mentales. mostrando en este caso los no poderosos una
Estos resultados ponen de manifiesto que mayor reducción -46 ms- que los poderosos
los poderosos, en comparación con los no -34 ms-.
202 | La atención (VI): Un enfoque pluridisciplinar
Figura 4. Efecto de congruencia en función de la orientación presentaron los resultados de tres publicacio-
atencional y del poder (datos de los grupos legítimos exclusi- nes recientes. :Estos resultados son importan-
vamente). Obsérvese cómo el efecto de congruencia se reduce
tes porque los efectos del poder sobre un nivel
en el lugar señalado, lo que es un índice del efecto facilitador
de la red de orientación sobre la red ejecutiva. Nótese que cognitivo básico repercuten a su vez en proce-
los poderosos se aprovechan en mayor medida de este efecto sos cognitivos más complejos, como la forma
facilitador, al mostrar un mejor funcionamiento de la red en la que las personas se plantean sus metas
ejecutiva en el lugar señalado (menor interferencia) (Keltner et al., 2003) y la forma en la que se
auto-regulan con el fin de alcanzarlas (Guino-
te, 2007d). Esto podría devenir en un círculo
vicioso que perpetua las jerarquías de poder
existentes en diversos contextos sociales. Así,
el hecho de tener poder ocasiona que las per-
sonas actúen de una forma más controlada y
organizada; y esto a su vez ocasiona que las
personas obtengan un mayor poder. No ob-
stante, el estudio realizado por Willis et al.
(2008) muestra que este círculo vicioso se
puede romper. Cuando las relaciones de po-
der son percibidas como ilegítimas, el mejor
rendimiento cognitivo (e.g. mejor uso de los
procesos ejecutivos) que típicamente mue-
Los resultados encontrados por Willis et al., stran los poderosos tiende a desaparecer.
(2007) tienen implicaciones interesantes. Por Investigaciones futuras deberían seguir
ejemplo, el hecho de que se tenga una mayor investigando los mecanismos mediante los
vigilancia puede desembocar en que los no po- cuales las diferencias de poder causan estos
derosos utilicen mayores recursos atencionales efectos a nivel cognitivo. Además de la sen-
al tener que mantener un estado continuado de sación de control, se podrían investigar otras
alerta endógena. Esto puede hacer que no usen variables mediadoras en la influencia del po-
los recursos cognitivos necesarios para desem- der social sobre procesos cognitivos básicos
peñar adecuadamente distintas tareas cognitivas, como la auto-eficacia, los diferentes estilos
como la planeación (Smith et al., 2008) o la fi- de autorregulación, o las emociones genera-
jación de metas (Goal setting, Guinote, 2007d). das por la situación de poder. Asimismo,
Esta última idea queda reforzada gracias a que sería importante tomar en consideración
los no poderosos (especialmente los legítimos) otras cuestiones asociadas a las diferencias
fueron aquellos a los que los estímulos irrelevan- de poder, como la estabilidad de dichas rela-
tes para la tarea (ensayos de lugar no señalados) ciones o el contexto cultural donde las rela-
les causaron mayor interferencia a la hora de ciones se llevan a cabo.
realizar una tarea de flancos.
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