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Paleolítico superior

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Paleolítico medio • Paleolítico superior • X milenio a. C.

El Paleolítico superior es el tercero y último de los periodos en que está dividido


el Paleolítico, la etapa inicial de la Edad de Piedra. Está caracterizado por la preponderancia
de las industrias líticas englobadas en el modo técnico 4 y clasificadas en
distintas cronoculturas: Châtelperroniense, Auriñaciense, Gravetiense, Solutrense y Magdaleni
ense, según los yacimientos epónimos de Francia donde fueron identificadas. Se extiende
aproximadamente entre los años 40-30 000 antes del presente (AP) y el 12-10 000 AP.
El Paleolítico superior coincide con la segunda mitad del último periodo glacial, de clima muy
frío aunque con intervalos algo más templados (los interestadiales). También se caracterizó
porque las especies humanas de anteriores periodos, como Homo erectus, el homínido de
Denísova, Homo neanderthalensis u Homo floresiensis, fueron sustituidas en todo el mundo
por el Homo sapiens, que quedó como el único superviviente de la subtribu Hominina.

Índice
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 1Antecedentes
 2Homo sapiens
 3Paleolítico superior europeo
 4Paleolítico superior africano y asiático
 5Paleolítico superior en Australia y Oceanía
 6Periodo lítico o Paleoindio
 7Cronología aproximada
o 7.1Paleoamericano
 8Otras cronoculturas de este periodo
 9Véase también
 10Notas
 11Bibliografía
 12Enlaces externos

Antecedentes[editar]
Mapamundi de las migraciones de Homo sapiens, con el polo norte como centro. Los patrones de
migración están basados en estudios del ADN mitocondrial (matrilinear). Los números representan miles
de años. África es el punto de partida, leyéndose desde la parte superior izquierda hasta América del
Sur en el extremo derecho.

La caracterización inicial del Paleolítico superior se basó en la aparición en el registro


arqueológico de una nueva tecnología lítica conocida como modo técnico 4 y esta fue
encontrada básicamente en Europa.1 Por ello su cronología se relacionó con la llegada y
expansión del H. sapiens por el continente europeo y sus regiones aledañas. Las
investigaciones posteriores han relativizado y ampliado esta visión, demostrando que algunas
de las novedades culturales que se dieron en Europa a partir del 40 000 AP ya se habían
producido en África con anterioridad: el arte, la talla lítica laminar, una industria ósea muy
específica y nuevas herramientas y estrategias de caza. Las primeras manifestaciones
simbólico-artísticas se han hallado en Sudáfrica y se datarían en unos 75 000 años, mientras
que en la República Democrática del Congo se identificaron instrumentos óseos de unos 90-
75 000 años. Los restos más antiguos conocidos del H. sapiens arcaico tienen una antigüedad
de 150 000 y de 170 000 años y corresponden respectivamente a Sudáfrica y Etiopía.
Asimismo, los estudios del genoma mitocondrial señalan nuestro origen en África entre tales
fechas y los 200 000 años AP.2 Las transformaciones que dieron lugar a nuestra especie
debieron producirse en una pequeña parte de la población africana, en unos 10 o 15 000
individuos, a partir de los cuales se generaron todos los grupos humanos modernos. Así lo
demostraría la poca variabilidad genética existente entre las personas actuales.3
En Israel se hallaron restos óseos de hace unos 100 000 años, lo que indicaría una pronta
expansión de nuestra especie por el sur de Asia, llegando a Australia entre los 60-50 000 años
AP. Por Europa empezarían a distribuirse hace 40 000 años y en América se asentaron
definitivamente hace 15 000,2 aunque hay autores que adelantan la fecha de penetración
hasta hace 75-40 000 años.4 Relacionadas con la expansión mundial de nuestra especie
estarían las extinciones masivas de especies animales que se produjeron en Australia,
América y aquellas islas que todavía no habían sido colonizadas por humanos.2

Homo sapiens[editar]
Los primeros afectados por nuestra expansión fueron las otras especies de hominidos que
vivían en Europa o Asia y que, tras un periodo de coexistencia, desaparecieron. Hace unos
100 000 años el H. sapiens arcaico llegó a Palestina, pero no fue capaz de seguir
hacia occidente, quizás porque su tecnología, la musteriense, era igual que la de su
contemporáneo, el H. neanderthalensis, que habitó esa misma región posteriormente, sobre el
60 000 AP. Pero sí que se distribuyó por oriente, sustituyendo fácilmente a los últimos Homo
erectus de Indonesia o China y llegando a Australia hace unos 60 000 años. Hacia el 40 000
AP y ya con sus nuevas herramientas auriñacienses, los cromañonesempezaron a extenderse
por toda Europa, compartiendo durante unos 10 000 años el terreno con los neandertales, que
llegaron a adoptar industrias y comportamientos culturales similares antes de desaparecer
definitivamente.5

Manos en negativo de la cueva de Gargas, Altos Pirineos, Francia.

Todos nosotros pertenecemos a la especie Homo sapiens. Nuestro cráneo, con una
capacidad media de 1400 cm3, es más redondeado y alto que el de nuestros predecesores,
tenemos mentón y unos arcos supraorbitales poco evidentes. La inteligencia de H. sapiens no
es superior a la que debió tener H. neanderthalensis, pero sí es diferente, muy relacionada
con los comportamientos simbólicos que nos llevaron a desarrollar el arte y unas relaciones
sociales cada vez más complejas.2 Un claro exponente de esta nueva preocupación por los
simbolismos es la abundancia de adornos personales cosidos a las ropas o en forma de
collares, pulseras o cinturones, decorando sus herramientas o incluso su propio cuerpo, como
parece indicar la presencia de ocre en algunos enterramientos. Estos ornamentos no
solamente cumplirían un papel estético sino que también servirían para identificar a sus
portadores y relacionarlos con su grupo o tribu.6
El esqueleto de los primeros H. sapiens era más ligero que el de los neandertales y se fue
volviendo cada vez más grácil a lo largo del Paleolítico superior. También se fue haciendo más
pequeño: si al principio del periodo la media de altura masculina era de 1,76 m y la femenina
de 1,63, en el Mesolítico-Epipaleolítico se había reducido a 1,63 y 1,51 respectivamente. Es
posible que estos cambios fueran la consecuencia de la aparición de armas como
el propulsor y el arco, que les permitieron matar sus presas a gran distancia, necesitando así
mucha menos energía y fuerza.7 A la vez, su mayor ligereza les permitía realizar largos
desplazamientos con un gasto energético relativamente bajo.3
Paleolítico superior europeo[editar]
El Paleolítico superior europeo se extiende entre la llegada del H. sapiens al continente, hace
unos 40 000 años y el comienzo del Holoceno, hace 12-10 000. Aunque los primeros restos
óseos conocidos, hallados en Peștera cu Oase (Rumanía), Mladeč (República Checa) o Cro-
Magnon (Francia), tienen entre 35-30 000 años.89 Durante ese tiempo se desarrollaron una
serie de técnicas basadas en la talla laminar o modo técnico 4, mediante la cual
las lascas obtenidas alcanzaban un alto índice de estandarización y especialización.
Estas láminas u hojas presentan una tendencia a ser progresivamente más largas y
pequeñas. Se diferencia entre raspadores, buriles, láminas de dorso rebajado y puntas
foliáceas, trabajadas mediante la percusión y/o presión. Además hay una abundante industria
ósea entre la que destacan las azagayas, los bastones
perforados, agujas, arpones, anzuelos, espátulas etc.10 Paralelo a esta evolución apareció
el arte, medio de expresión simbólico que encontramos sobre diversos soportes: pinturas
parietales, estatuillas y esculturas.9
Los principales complejos culturales relacionados con todos estos instrumentos son:

 Châtelperroniense (40 000-35 000 AP): identificado en el centro y suroeste de Francia y el


norte de España. Parece ser que derivó del Musteriense, representando una fase de
transición hacia el siguiente.
 Auriñaciense (38 000-25 000 AP): se encuentra en Europa y suroeste de Asia, pudiendo
haber sido contemporáneo del Perigordiense, una controvertida agrupación del definido
anteriormente y el posterior Gravetiense. Abundancia de raspadores, láminas de dorso y
azagayas.
 Gravetiense (25 000-20 000 AP): desde Francia hasta Rusia. Presenta elementos de
dorso acabados en punta, raederas y una importante expansión del arte mueble.
 Solutrense (20 000-17 000 AP): su limitada distribución está restringida a la Península
ibérica y Francia. Sus artefactos característicos son unas puntas en forma de hoja de
laurel, de sauce o con aletas, fabricadas con retoque plano.
 Magdaleniense (17 000-10 000 AP): hay buriles, raspadores y laminitas, pero sobre todo
hay un gran aumento de los instrumentos realizados en hueso o asta.10
Placa paleolítica grabada sobre hueso hallada en la gruta Sous-Grand-Lac, Dordoña, Francia.

Se multiplicaron las muestras de arte mueble o portátil, con esculturas y relieves de animales
en hueso y cuerno, así como miles de grabados en pequeñas placas de piedra, que en unas
pocas ocasiones representan motivos abstractos de líneas y puntos o secuencias de muescas
y surcos. Se fabricaban también adornos como colgantes de cisne de ámbar o cuentas de
marfil y cuerno en Rusia. Llaman la atención las figurillas de Venus, talladas con detalle y
representando a mujeres de formas exageradas. En el arte rupestre se observa un estilo
análogo, ya que se han descubierto bajorrelieves de Venus que tal vez representen a una
diosa madre. Pero el grueso del arte parietal está en los valles del Vézère y del Dordoña (en
Francia), en los Pirineos y en la cordillera Cantábrica (en España), si bien se han encontrado
pinturas y grabados en yacimientos muy alejados de estas regiones.
Los cromañones se extendieron rápidamente por todas las áreas eurosiberianas, coexistiendo
con los neandertales durante unos 10 000 años, lo que, según la mayoría de los
investigadores, fue el desencadenante de que estos últimos produjeran las industrias
châtelperronienses y comenzaran a utilizar adornos personales como collares de cuentas o de
dientes. Pero algunos autores creen que fueron los neandertales los inventores del modo 4 y
que los cromañones lo copiaron, ya que, dicen, esta tecnología no se la encuentra inicialmente
fuera de Europa. Incluso pudieron haberla creado ambos de forma paralela, imitándose
mutuamente. Además, en algún yacimiento del norte ibérico no hay diferencias claras entre la
economía y el instrumental lítico de los musterienses previos y los auriñacienses posteriores.
Algo que sí ocurre en otros yacimientos.9 Para Eiroa, los orígenes del modo 4 estarían en
diferentes áreas de Oriente Próximo y Europa entre 47-37 000 AP. En lugares como Ksar
Aqil (Líbano), Boker Tachtit (Néguev) y, quizás, Starojelse (Crimea) se habría producido una
transición entre el método Levallois y las técnicas de hojas que se extenderían por toda
Europa.11
Industrias neandertales similares a la chatelperroniense han sido identificadas con distintas
denominaciones en Italia (Uluzziense), Europa central (Szeletiense)
o Bulgaria (Bachokiriense). En la Iberia mediterránea y, posiblemente, en las
penínsulas itálica, balcánica y de Crimea, los neandertales permanecieron como únicos
pobladores, mientras al norte se extendían sus competidores. Está comprobado que el
río Ebroactuó como frontera hasta hace unos 30 000 años: en el Cantábrico y Cataluña hay
yacimientos auriñacienses previos a esas fechas, mientras que al sur son todos
musterienses.9
La expansión de los cromañones por Europa representa una paradoja: los neandertales que
habían evolucionado en un continente medio congelado por el último periodo glacialfueron
desplazados y eliminados por los recién llegados de la cálida África. Al producirse
el paroxismo glacial hace unos 25 000 años los neandertales habían ya desaparecido de sus
últimos refugios mediterráneos, convertidos para entonces en frías estepas. Los sistemas
simbólicos de los cromañones les permitieron forjar alianzas a larga distancia, compartir
conocimientos y adaptarse a las adversas condiciones climáticas, mejorando y diversificando
las prestaciones de su tecnología.12

Paleolítico superior africano y asiático[editar]


En Sudáfrica, el Stillbayense final muestra una tendencia hacia las puntas foliáceas de
tipología solutrense. En el Oriente Próximo, el denominado Emiriense se identifica con unas
puntas y otros útiles líticos y óseos de características auriñacienses y con una antigüedad de
35-30 000 años. Su última fase se denominará Kebariense, ya relacionada con el Mesolítico.13
En Japón hay yacimientos con talla laminar datados entre 25-20 000 AP. En Mal'ta, cerca
del lago Baikal, un campamento de cazadores de mamuts de hace 25 000 años ha deparado
un enterramiento infantil y obras de arte hechas con marfil. En el valle del Nilo se han
identificado las industrias sebilienses, con una datación de 14-12 000 AP y tendencia hacia
el microlitismo. En China, la cueva superior del yacimiento de Zhoukoudian presenta
raspadores, hojas y adornos de influencia siberiano-mongola, fechados entre 20-16 000 AP.
En Borneo hay más de treinta yacimientos en cueva de hace 14 000 años con pinturas
rupestres. Asimismo, se han excavado yacimientos del Paleolítico superior
en Tailandia, India, Pakistán, Sri Lanka, Irán e Irak.13

Paleolítico superior en Australia y Oceanía[editar]


En los momentos de máximo rigor de la última glaciación se formó un puente terrestre desde
la península de Malaca hasta Bali (bautizado como plataforma Sonda), así como entre Nueva
Guinea, Australia y Tasmania (plataforma Sahul), existiendo un rosario de islas entre ambas
que obligaban a salvar tramos marinos con menos de sesenta kilómetros. Este paso debió ser
franqueado por el H. sapiens entre 60-45 000 AP y quizás hacia el 10 000 AP de nuevo,
utilizando para ello embarcaciones hechas de bambú. Inicialmente se distribuyeron por la
costa de Nueva Guinea y el área septentrional australiana, para luego ir penetrando hacia el
interior y el sur del continente, llegando a Tasmania hace unos 34 000 años. El yacimiento
del lago Mungo, en Nueva Gales del Sur, ha aportado los restos humanos más antiguos
conocidos, de hace 42 000 y 30 000 años, alguno con ocre en sus huesos y otros con
evidencias de cremación. También se han encontrado en él 457 huellas dejadas por el pie de
un humano de 1,90 m de altura corriendo. Las representaciones de arte rupestre aparecen
en abrigos, cuevas y sitios al aire libre repartidos por casi todo el territorio australiano, excepto
Tasmania. Los mejores ejemplos están en el norte y, con diferentes variantes, han tenido
continuidad hasta nuestros días en el arte aborigen.14

Periodo lítico o Paleoindio[editar]


La llegada del H. sapiens a América está sujeta a fuertes controversias: unos sostienen que
no pudo ser antes de hace unos 16 000 años, mientras que otros calculan la primera entrada
en el continente entre 72-47 000 años AP, llegando algunos a proponer fechas más antiguas
que estas últimas. Si que hay un cierto consenso en establecer el estrecho de Bering como
lugar de paso, habiéndose prácticamente descartado la teoría de una migración
transoceánica. Durante el último periodo glacial el nivel del mar en esta zona bajó hasta 85 m,
emergiendo un puente terrestre de 1600 km de ancho que debió ser cruzado en diversas
ocasiones. Además, no se puede descartar la posibilidad de una navegación
de cabotaje similar a la que hasta tiempos recientes realizaban los esquimales. Las fechas
más antiguas propuestas para yacimientos de Alaska son de entre 32-27 000 años AP,
aunque también se han anunciado dataciones sobre los 30 000 años AP para lugares
de Texas o Idaho. En Sudamérica se han propuesto fechas de unos 30 000 años para Pedra
Furada, en Brasil y para un asentamiento cercano al de Monte Verde, Chile, pero hay muchas
dudas acerca de la correcta interpretación de los datos y su cronología.15
Algunos autores han establecido una periodización para la Prehistoria americana cuya
correlación con el Paleolítico superior sería el denominado Periodo lítico, subdividido en:

 Estadio pre-puntas de proyectil o Lítico inferior, que sería plenamente aplicable sólo en el
oeste de Estados Unidos y morfológicamente sería similar al modo técnico 2.
 Estadio paleoindio, con las clásicas puntas clovis o folsom, cuyas derivaciones llegaron
hasta tiempos históricos.
 Estadio protoarcaico.
Aunque también se utilizan las definiciones de Paleoindio antiguo y Paleoindio reciente, de
América del norte o de América del sur.16

Cronología aproximada[editar]
 31000–27000 A P: Venus de Dolní Vestonice, en la República Checa, cerca de Brno, la
pieza arqueológica de cerámica más antigua conocida en el mundo.17
 29 000-25 000 A P: Oscilación de Paudorf, clima menos frío.
 c. 26 000 A P: en el Norte de África empieza el segundo período pluvial musteriense.
 c. 25 000 A P: Venus de Petřkovice, figura femenina de cerámica, en Ostrava (República
Checa). Pinturas en la cueva de Pech-Merle, Francia.
 c. 24 000 A P: en Europa se extinguen los neandertales, la última especie de humanos
no Homo sapiens.
 Último máximo glacial:
 c. 24 000 A P: Dama de Brassempouy, figura femenina tallada en marfil, Gruta del Papa,
en la población de Brassempouy de las Landas (sur de Francia).
 c. 24 000–23 000 A P: Venus de Willendorf, figura femenina esculpida en caliza, hallada
en Aggsbach, Austria.
 c. 22 000 A P: en el norte de África termina el segundo período pluvial musteriense.
 Apogeo de la glaciación de Würm: los glaciares cubren Groenlandia, Canadá, la mitad de
las Islas Británicas, toda Escandinavia y Siberia, la cordillera
del Himalaya, Australia, Nueva Zelanda, la cordillera de los Andes. Hay tanta agua
atrapada por el hielo que el nivel del mar bajó hasta 150 metros en algunos puntos. Se
estima que la población humana en todo el mundo rondaba los 6 millones.
 En el noreste de Siberia se crea la cultura dyuktai. Se cree que los colonizadores habrían
migrado desde el norte de China.
Venus de Dolní Vestonice.

 c. 20 000 A P: pinturas de caballos en la cueva Pech Merle, en Dordogne (Francia). Las


representaciones fueron descubiertas en diciembre de 1994.
 c. 20 000–13 000 A P: lanza con cabeza de íbex aziliense en Le Mas d'Azil,
en Ariège (Francia).
 c. 20 000–14 000 A P: en la aldea de Mezhirich (Ucrania), los seres humanos conviven
con mamuts.
 c. 19 000 A P: manos pintadas en la cueva Pech Merle, en Dordoña (Francia). Fueron
descubiertas en diciembre de 1994.
 c. 19 000–17 000 A P: pinturas de toros en el «Salón de los Toros» y pinturas de aves con
cabeza de hombre, bisontes y rinocerontes en la caverna de Lascaux (Francia).
Descubiertas en 1940 y cerradas al público en 1963.
 c. 19 000–17 000 A P: lámpara con diseño de íbex en la cueva La Mouthe,
en Dordogne (Francia).
 c. 18 500 A P: pinturas en la cueva Cosquer, en Cap Margiou (Francia).
 c. 18 000-14 000 A P: pinturas de mujeres embarazadas y ciervos en la cueva De
Laugerie Basse (Francia).
 c. 17 000 A P: pinturas de bisontes en Le Tuc d'Audoubert, en Ariège (Francia).
 c. 16 000 A P: pinturas de bisontes en el techo de la cueva de Altamira (España).
Descubiertas en 1879 y aceptadas como auténticos en 1902.
 15 000 A P: fecha aproximada del comienzo de la extinción masiva del Holoceno.
 14 000-13 000 A P: Oscilación de Bølling, clima menos frío.
 14 000 A P: primeras evidencias en Egipto de la molienda de semillas silvestres.
 13 500-12 000 A P: primeras vasijas de cerámica de Japón.
 12 000-11000 A P: Oscilación de Allerød, clima menos frío.
 12 000 A P: en el Levante mediterráneo y Siria, cazadores
recolectores natufienses comienzan a cultivar cereales silvestres.
 12 000 A P: en Japón comienza la cultura Jomon.
 12 000 a 11000 A P: se extinguen los mastodontes.
 11 600 A P aprox.: fin del período de glaciación Dryas Reciente, el límite entre
el Pleistoceno y el Holoceno (y tradicionalmente el límite entre el Paleolítico y Mesolítico).
 11 500 A P: en Göbekli Tepe se construyeron templos de piedra, considerados en la
actualidad como los más antiguos del mundo.
Paleoamericano[editar]
Artículo principal: Paleoamericano

 Entre el 50 000 y el 23 000 A P: por distintas vías inicia el poblamiento de América.


 c. 16 000 A P: en el Monumento Nacional Hovenweep, viven varias familias paleoindias,
en busca de caza mayor.
 14 000 A P: en Monte Verde (sur de Chile) un grupo de cazadores recolectores habitan en
chozas.
 14 000 A P: se inicia el Cenolítico de la etapa lítica de la historia de México, de acuerdo
con José Luis Lorenzo.
 13 500 A P: se comienzan a producir las puntas clovis en América del Norte, consideradas
como la evidencia más antigua de la presencia humana en el continente de acuerdo con
la teoría del poblamiento tardío.
 13 500-12 000 A P: casas de madera en Chile, las primeras de América del Sur.
 13 000 A P: en la Cueva de las Manos (Patagonia argentina) varios pobladores dejan
pruebas de su asentamiento.
 13 000 A P: en la isla de Santa Rosa (frente a las costas de California) muere el hombre
de Arlington Springs.
 13 000 A P: frente a las costas de Yucatán (México), los pobladores depositan los
cadáveres de sus familiares en cuevas.18
 12 000 A P: en la Cueva de las Manos pintan animales en las paredes. Hacia el 550 a.
C. grabarán la imagen negativa de sus manos (esténcil aerográfico) y hacia el 180 a. C. la
imagen positiva de las manos (apoyándolas pintadas).

Otras cronoculturas de este periodo[editar]


Desde el Cuadro sinóptico de las principales culturas prehistóricas:
Reconstrucción de una vivienda del Paleolítico superior.

Norte y oeste de África, incluido el Sáhara:

 32 000 A P, cultura ateriense


 12 000 A P, culturas ibero-maurusiana, sebiliana
Resto de África:

 52 000 A P, cultura fauresmithian


 32 000 A P, cultura stillbayan
 12 000 A P, cultura lupembian
 11 000 A P, cultura magosiense
 9000 A P, cultura wiltonian
Asia occidental, incluido Oriente Próximo:

 52 000 A P, cultura jabroudian


 42 000 A P, cultura amoudian
 32 000 A P, cultura emirian
Sur, centro y norte de Asia:

 32 000 A P, cultura angara


 11 000 A P, cultura khandivili
Asia oriental y sudoriental:

 52 000 A P, culturas ordos y ngandong


 32 000 A P, cultura sen-doki
 10 000 A P, cultura hoabinhian
América:

 Monte Verde I (14 800 A P), en Chile.


 Cueva del Guitarrero (13 000 A P), en Perú.
 Cultura clovis (11 050–10 800 A P): en el sur de EE. UU., México y Centroamérica.

Véase también[editar]
 Paleolítico
 Paleolítico inferior
 Paleolítico medio

Notas[editar]
1. Volver arriba↑ Arsuaga, Juan Luis (2004). «El collar del Neandertal. En busca de los primeros
pensadores». Barcelona (tercera edición) (Random House Mondadori). p. 97. ISBN 84-9759-298-0.
2. ↑ Saltar a:a b c d Fullola, Josep Mª; Nadal, Jordi (2005). «Introducción a la prehistoria. La
evolución de la cultura humana». Barcelona (primera edición) (Ed. UOC). pp. 86-91,98. ISBN 84-
9788-153-2.
3. ↑ Saltar a:a b Arsuaga, Juan Luis. El collar del Neandertal. En busca de los primeros
pensadores. pp. 386-387.
4. Volver arriba↑ Eiroa García, Jorge Juan (2010). «Prehistoria del mundo». Barcelona (primera
edición) (Sello Editorial SL). pp. 120-121. ISBN 978-84-937381-5-0.
5. Volver arriba↑ Arsuaga, Juan Luis. El collar del Neandertal. En busca de los primeros
pensadores. pp. 97-99,134-135,351-352,373-374.
6. Volver arriba↑ Arsuaga, Juan Luis. El collar del Neandertal. En busca de los primeros
pensadores. pp. 364-370.
7. Volver arriba↑ Arsuaga, Juan Luis. El collar del Neandertal. En busca de los primeros
pensadores. pp. 136,257-249.
8. Volver arriba↑ Eiroa García, Jorge Juan. Prehistoria del mundo. p. 269.
9. ↑ Saltar a:a b c d Arsuaga, Juan Luis. El collar del Neandertal. En busca de los primeros
pensadores. pp. 354-363.
10. ↑ Saltar a:a b Fullola, Josep Mª; Nadal, Jordi. Introducción a la prehistoria. La evolución de la
cultura humana. pp. 89-94.
11. Volver arriba↑ Eiroa García, Jorge Juan. Prehistoria del mundo. p. 268.
12. Volver arriba↑ Arsuaga, Juan Luis. El collar del Neandertal. En busca de los primeros
pensadores. pp. 374-377.
13. ↑ Saltar a:a b Eiroa García, Jorge Juan. Prehistoria del mundo. pp. 282-286.
14. Volver arriba↑ Eiroa García, Jorge Juan. Prehistoria del mundo. pp. 309-315.
15. Volver arriba↑ Eiroa García, Jorge Juan. Prehistoria del mundo. pp. 289-291,297.
16. Volver arriba↑ Eiroa García, Jorge Juan. Prehistoria del mundo. pp. 292-294.
17. Volver arriba↑ Fotografía satelital del sitio arqueológico donde se encontró la Venus de Dolní
Vestonice.
18. Volver arriba↑ Enterramientos en cuevas de Yucatán.

Bibliografía[editar]
 Atlas histórico universal (artículo 1.02). Andromeda Oxford, 1999; ISBN 8401-620-767.
 Atlas histórico universal (págs. 10-17). Madrid: El País–Aguilar, 1995.
 Historia del món: l’inici de la civilització (pág. 35). España: Larousse, 1999; ISBN 84-8016-
521-9.
 Historia del mundo (pág. 34). Times Books, 2003; ISBN 84-9734-575-4.

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