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POLITICA

ENTRE LAS NACIONES


La lucha por el poder y la paz
Hans J. Morgenthau
/

POLI<fiCA EN.<fRE
LAS N..ACIONES
La lucha por el
poder y la paz

Hans ]. Morgenthau
· Sexta edición revisada por
Kenneth W. 'fhompson

GEL
Grupo Editor Latinoamericano
Colección ESTUDIOS INTERNACIONALES
l! edición - 3.000 ejemplares
Colección ESTUDIOS INTEaNACIONAL
212.{)85 Q·---- 1_1 77
ISBN 950-9432-84-9

Prólogo
E CON O M/ A
Título del original en inglés :
Es muy. probable que PolltU:a etllre las Naciones sea la obra que más
POLITICS AMONG NA'ÚONS
ha en la leona y la pi'Ktica de las relaciones internacionales a
The Struggle for Power and Peace de la posperra, particularmente en los Estados Unidos,
pa s '"'!de se pubhcó por vez en el allo 1948 y para el que
Copyright 1948, 1954, © 1960, 1967, 1973, 1978, 1985 b y Alfred A Kno f fue desunada. ResulLa pi'Kucamente imposible encontrar un libro de
Esta traducción s e publica por acuerdo con Alfred A. Knopf, P ' lnc. de las re:aciones internacionales o de poUtica exterior norteame-
ncana donde no aparez.ca cilada.
Traducción de Heber W . Olivera Hijo único de una familia judla, Hans Morgenthau, su autor, nació
en 1904 en Coburgo, una pequella ciudad del norte de Bavaria. Cierta·
._¡, mente, la derroLa alemana en la Primera Guerra Mundial, la humillante
paz _Versalles, la poljtica de la República de Weimar y el
3a. Edición. 1 (> naz.Jsmo, con su carp de racismo y antisemitismo,
e¡erc.•eron un Impacto profundo en el desarrollo de su pensamiento
polltJco. En efecto, la tremenda crisis y los avatares pollticos por los
que atravesó Alemania en las décadas del diez y del veinte contribu-
yeron de manera decisiva a alimentar el pesimismo de su concepción
antropoJ6&ica, y le ayudaron a descubrir tempra namente el espacio
ineductible de la pasión en las relaciones humanas, a desconfiar del
racionalismo y del utopismo y a comprender -como él mismo lo expre-
sar.- las "'-omplejidades t"'aicas" de la vida.
En 1923 ingresó a la Universidad de Frankfurt, aunque al poco
tiempo. desencantado por "la pedanterfa de las fútiles diferencias epis·
temológicas", se trasladó a la Univenidad de Munich, donde estudió
Derecho y Filosofla Polftica. Ya graduado, sus inquietudes académicas,
y en buena medida el ascenso vertiginoso del nazismo en su pais. lo
llevaron a Suiza, donde realizó trabajos de pos¡rado en el Instituto
de Estudios Internacionales de Ginebra y ensel\6 Derecho Público en
la Universidad de esa misma ciudad. Luego de una estadfa como docente
en Madrid durante los allos 1935-1936, emigró definitivamente a los
Estados Unidos en 1937, pafs en el que aün no tenia. al decir de
© 1986 by Grupo Editor Latinoamericano S.R.L., Laprida 1183, 1•. (1425) Thompson. ni amigos ni mecenas, y en el que de,...rrollaria toda su
Buenos Aires, Argentina. Tel. 961-9135. intensa e influyente carrera académica. Sucesivamente, se desempeñó
Queda hecho el depósito que dispone la ley 11.723. como profesor e investigador en Brooklyn College ( 1Y37-1939) , la Uni-
versidad de Kansas City (1939·1943). la Universidad de Chicago (1943-
Impreso y hecho en la Argentina. Printed and made in Argentina. 1971 ) . el City College de Nueva York (1968-1975) y, hasta su muerte en
Colaboraron en la preparación de este libro: . . 1980, en la New School for Social Rcsearch de Nueva York. '
Diseño de tapa: Pablo Barragán. . armado y acetal?s:
Tipografia Pompeya S .R.L. ImpresiÓn mtenor: E DIGRAF. Imprestón
de tapa: Imprenta de los Buenos Ayres S.A. Pelfc!Jias de tapa; Fo.to-
cromos Rodel. Encuadernación: Proa S.R.L. Se ulllizó J>!lra el mtenor
papel OESPE de 70 gs. y para la tapa cartulina grano fmo de 240 gs.,
pr ovistos por Copagra S.A.
2 Prólogo
-
Pr61oco 3
A lo la rgo de _ todos estos años: Morgcnthau publicó numerosos
1
rab a JOS, dto mftmdad de conferencias, participó en cientos de semi- el k:ntido de la filosofía clásica- inmodificables.: el esoísmo y el deseo
na n as, fo rmó generaciones de agradecidos estudiantes y ejerció de poder de los hombres; la definición de los intereses nacionales de los
una tmpo rtante tnfluencia sobre los dirigentes politicos de su país de en tt!nninos de poder; y la naturaleza anárquica del sistema
a do peto n . convertido. luego de la Segunda Guerra Mundial, en la po- que lleva a que la única garantla efectiva de una
te nc ia m undialmente más poderosa de todos los tiempos y, en conse- una conocida expresión de Aran- sea el meca-
cucnc oa , en una nación "pe ligrosa y vulnerable, temida y temerosa". ' nasmo del equahbno de poder y no el derecho internacional, dado que
Fundamentalmenre por Polít ica tntre las Naciones , Hans Moraero- sólo el poder puede al poder. En consecuencia, el analista político
thau ha sid o considerado con toda justicia el padre del realismo Poli- Y el hombre de accaón deben comprender "las fuerzas inherentes a fa
uco en los Estados Unidos. Seglin la respetable opinión de Reinhold naturaleza hu?'ana" y "no luchar contra ellas", como proponen ingenua-
N oebuhr -<>tra de las figuras clave del realismo norteamerican<>- los de las escuelas idealistas, cuyos prejuicios les
el autor de e ste libro y de otras obra; importantes sobre relaciones inter- aprec;aar -como diria Herz- los problemas que surgen del
na cio na les fue " el más brillante y mas autorizado" de los estudiosos dalema segundad y poder". Para Morsenthau es imposible "dd
de la politica internacional insc riptos en esta escuela del pensamiento mal del poder, independientemente de lo que uno haga". •
po lítico m o derno. 1 . f:ste _análisis descamado de la lucha por el poder, de su recurrencia
Tal como lo señala el propio Morgenthau en el segundo capitulo Y hml!acaones, fue acompañado tte una dura critica a la creencia "cien-
de l libro, Política entre las Nacione s tiene dos propósitos: uno teórico tificista" en el "poder de la ciencia para resolver todos los problemas
y otro empirico-nor mativo. El primero, procura idenlificar y compren- Y. todos los problemas polfticos que el hombre en·
der las fuerzas "atemporales" que determinan las relaciones pollticas frenta en la edad moderna". ' Al respecto, sus cuestionamientos más
e nt re los Estados-naciones; el segundo, proporcionar un mapa de ruta agudos fueron expresados con anterioridad a la publicación de Política
para el diseño y puesta en práctica de la política exterior, en especial entre las Naciones, en otra obra fundamental del año 1946, titulada
la d e Estados Unidos en el escenario internacional de la segunda pos-- El hombre científico wrsw la polltica del poder, en donde destaca la
incapacidad del "cientificismo" para comprender la naturaleza del hom-
guerra, caracterizado -<:n palabr as de Morgenthau- por una "triple
bre, la naturaleza del mundo, y la naturaleza de la razón misma. En
revolución" : el reemplazo del sistema multipolar europeo por un sis· sus propias palabras, el error fundamental del racionalismo es su per-
tema bipolar, cuyos centros están fuera de Europa; la bifurcación de cepción de que el mundo entero está " ... dominado por la razón, una
la " unidad moral" del mundo en dos sistemas de pensamiento y acción fuerza independiente y autosuficiente que, tarde o temprano, no puede
incompatibles y antagónicos que se disputan la lealtad de los hombres; fracasar en· la eliminación de los vestigios aún remanentes de la sin-
y , finalmente, el desarrollo de la tecnologla nuclear que. por razón". Desde esta perspectiva, el mal seria entonces -agrega Mor-
vez en la historia de la humanidad, puede llevar a la destrucción genthau- " . . . uraa mera cualidad neptiva, la ausencia de algo cuya
universal. presencia seria buena. . . Este monismo filosófico y t!tico, que es tan
En relación con su contenido teórico, Po/ltica ''"tre las Naciones característico del modo racionalista de pensar, es una desviación de la
es, entre todas sus obras, la que analiza en forma más sistem,tica dos tradición del pensamiento occidental. En esta tradición Dios es desa-
cuestiones c entrales para la escuela realista: el fenómeno del poder en fiado por el Diablo, quien es concebido como un elemento necesario
la política internacional -<:oncepto que considera _clave ente_n der y permanente en el orden del mundo". '
v explicar las relaciones internacionales-- y la obstinada e 1rremedaable Este pensamiento de pura realista fue la base filosófica utili-
continuidad de la lucha por el poder en todo tiempo Y que zada por Morsenthau desarrollar la emplrico-normativa de
adquiere por ello -<:n la perspectiva autor- la cateaoria supra· su obra, que tiene, como quedó dicho, un destinatario privilegiado:
histórica. De tal manera, rechaza de plano las VISIOnes utópicaS que los polfticos norteamericanos responsables de la formulación y realiza·
suponen que " el orden social no llega a estar a la altura de ción de la polltica exterior. Situado en la vereda de enfrente de las
nes raciona les" por falta de conocimiento, por atavismos que_ mhtben " ilusiones utopistas", criticó, de manera severa, a quienes, 'desde la
el progreso de la civilización internacional, por_ la academia y la polftica prictica, todavla se aferraban al viejo ideario
ins tituciones sociales 0 por la perversión de caertos mdava _u os. aislacionista y al pacifismo y al racionalismo sobre los que se habla
mente descreído de estos argumentos. Morgenthau. en cambao, sosuene fundado históricamente la ideoJosla polftica norteamericana, sin com-
que la imperfección del mundo encuentra sus causas en tres esencaas -en prender el tamallo de las responsabilidades internacionales que Estados

!lcar a le»
aaW:.
E&-
' AcUeU•<» emp!Md<» por Worpnth&U . , la pjlllna ":n,da - Ubro para c:all·
frOm W•bnlo Klul_.,
Loulstana. siate Untverlty Praa, 11118. P I:M
, ..... _ - . . Baao, Sclftllf*; lfaa Vo. -
Qlk:eCO Prua. IINI, p . :ID!.
111114., p . ft.
• t&ld., p . :101.
l'ollllco, Gil
4 P•ol ogo
Pr6loto S
Unidos. po r su situación de rime . por Morgenthau- tarde o temprano, como efectivamente ocurrió, estaba
posguerra, estaría oblig d P potencia en el orden mundial de
. a o a a sumir en fonn . . bl E . . condenado a sufrir un Vietnam. A d iferencia de Jos cruzados de la
llva . e l o bjetivo principal d 1 a mexora c. n dehm- Fria, Morgenthau tuvo siempre presente la cuest ión de las limi-
domi nado por la idea del ..e auto r a lemán es m ost rar a un país, aún
taciones en el uso del poder y, al igual que Lippmann, comprend ió per-
en el carácter Un ico de la norteamericano -basada
los peligros de definir los intereses nacionales s in guardar
el no involucramiento d 1 "": hlstónca de Estados Unidos y en relac1ón con los recursos reales y potenciales disponibles7 Por ello, se
X I X - que resultaría a 1 e pats en os confhctos mundiales del si¡lo
opuso de entrada a la guerra de Vietnam y a la u tilización obse•iva
al pasado automar inán a vez vano y peligroso intento de retomar del como criterio ordenador de la polft ica exterior, o
bien h . g dose del ¡uego de la pohllca mtemacional Antes
no sÓt ora la hlS_tona . ineludiblemente, requería que Estados Unidos denunció, por e¡emplo, el sin sentido de la "superioridad nuclear"
ci ara o comprendiera la esencia de ese juego sino que, además, parti- o las estrategias que han sugerido la posibilidad de pelear "guerru nu·
p en .el rrus mo. estableciera s us reglas y controlara y ordenara cleares limitadas", la diferencia existente entre las armas
s u com p le¡o desarrollo. nucleares y las convencionales. •
Vale . que en Latina -particularmente en las es-
Nat_uralmente, las ideas de Morgenthau, enraizadas en la tradición cuelas mlll!ares- la obra de Morgenthau sirvió para alimentar algunas
de_ Tuc 1d1des, Maquiavelo y Hobbes, chocaron frontalmente con Jos lamentables concepciones geopoliticas que sirvieron a sus cul tores para
o rdenadores del " American dream". Esto es, con la fe inconmo- azuzar absurdamente Jos conflictos fronterizos y las rivalidades entre
VIble en el poder de la ciencia para realizar un orden polftico racional los países del área. También en este caso. sus discípulos latinoamerica-
•Y moral. de principios abstractos y universalmente aceptados y nos fueron mis papistas que el Papa, o sólo leyeron aquello que mis
con la _VISIÓn hberal_ de un mundo integrado por Estados-naciones en convenía para engrosar sus prejuicios o poner en prtctica sus polf-
arrnoma natural de mtereses, vinculados c:omercialmente y gobernados llcas, las mis de las veces en función de intereses meramente perso-
por una "ruling class" elegida democráticamente por una ciudadanfa nales o facciosos. Sin embargo, al contrario de lo que suele creer la
educada y esclarecida. 7 mayorfa de sus apresurados -<l lectores en América
En un principio la mayoría de los norteamericanos Latina, Morgenthau nunca fue -como sellala con acierto Hoffmann-
-socializada en Jos supuestos del utopismo y del racionalism<>- reac- un "apóstol" del conflicto. Al respecto, es preciso recordar que mis
cionó despectiva y agriamente contra Jos argumentos de Morgenthau, de la mitad de este libro está dedicada a exponer extensamente una
a quien c riticarun "su manera alemana de ver las cosas". se serie de valiosas reflexione• sobre los lfmites en el ejercicio del poder y
disociaron de ell:l Jos pollticos, que no encontraro'n en los textos de el problema de la paz. Así, en su mundo de "lucha por el poder" pero
Mo rgenthau frases provechosas para inspirar sus discursos. El tambibl " por la paz", como reza el subtitulo del libro, Morgenthau
asigna un rol de primer orden a la diplomacia a la que considera
nacio'lal definido en términos de poder resultaba poco atractivo a una
como el "mejor medio", aunque "insuficiente", para mantener la " situa-
clase política y a una opinión pública acostumbradas a ver la polftica ción precaria de la paz" que nos ofrece uña sociedad de naciones sobe-
en términos de causas más elevadas. Sin embargo. a partir de fines ranas". Con un dejo extraftamente idealista, el libro concluye que la
de la década del cuarenta, de la mano de la agudización de la Guerra paz internacional podrá ser tan segura como la doméstica sólo cuando
Fría y de la ruptura , por el peso de los hechos, del "liberal approach". las naciones hayan subordinado a una autoridad superior Jos medios
la obra d" Morgenthau logró rápidamente abrirse paso en el mundo de destrucción masiva que la tecnología moderna ha puesto en sus
y político norteamericano y sentó las bases -junto a los manos, es decir. cuando hayan cedido su soberanía.
escritos de Niebuhr y Kennan- para el desarrollo de la escuela realista Es claro que la teoría de Morgenthau, escrita en el momento de
e n los Estados Unidos, hoy largamente dominante, aunque en buena incubación de la Guerra Fria, no alcanza para dar cuenta de la com-
parte remozada. plejidad de los fenómenos y procesos que signan al orden mund ial de
Más aún, muchos de sus apasionados lectores -como sucede fines de los años ochenta. cuyos perfiles y áreas de problemas centrales
inevitablemente- fueron más allá de las enselianzas del maestro, sin difieren de manera importante de aquellos que signaron al mundo
escuchar sus advertencias sobre la necesidad de utilizar moderada y de la posguerra. Por desde diversos ingulos y perspec-
prudentemente Jos recursos de poder. En el marco de la Gue_rra Fria, tiva•. un extenso espectro que abarca desde el neornarxismo
supusieron erróneamente que el enorme poderlo norteamencano de y la del imperialismo hasta las escuelas neo-realistas a la Waltz,
¡:;osguerra justificaba una definición extensiva y prácticamente ilimitada centenares de autores -particularmente a partir de fines de la década
del interés nacional y. por consiguiente, de los compromisos de Estados del sesenta- se han ocupado de marcar las falencias y falacias del
Unidos en el mundo. Este realismo de cruzada -deplorado ad
• Ver lbld.. ' 'lbom¡MOil, ol>. cU .. p . • ·
' Ver Horrman. Sl&nleJ, Rcollam """ 'Dia<Oflk>W. '!be A&l8n&lc. novlombre
de 11115, p . 132.
6 Próto1o

¡radigma de Morgenlhau, como. por ejemplo el monismo del poder


a un interés nacional autoevidente
Y cnleno . mfahble de una polllica nocional , la inadecuada sepa.:.ción
entre pohtlca Y polític a interna, la visión del Estado-nación
col!'o .un actor y unificado, su incapacidad para comprender
Y exph car la cueSioón d e l cambio en la polllica y economfa mundiales
la o b solescencoa de división enlrt: "alla" y " baja" polflica y, eslre:
c h a.mente rel.ac •onado con este último punto , la ignorancia o rclativi-
Prefacio
zaca_ó n ex c cs1va de la dime n sión económica de las relaciones inter-
nacJonales.
P or cierlo, la mayoria de cslas c rilicas lienc argumenlos muy Lue¡.:o de la segwrda guerra mundial, com o graduado de la Universidad
fuert es en s u favor. Sin embargo. a e llos y a los feroces embates de Chicaf!O, tu ve el privilegio de traba jar junto al profesor Morgenthau
recibi d os por la escuela rea lis ta a rafz de las transfonnaciones produ- en carácter de úzvestigador asistente. Más tarde, nos aplicamos a la pre-
cidas en e l s is tema internacio nal en los últimos treinta a ñ os -interde- paració, de wr libro de texto titulado Principies and Pro blems of 1ntcr-
pende n cia c reciente. proliferación de actores estatales y no estatales, nationa l Po liti cs. Fue él quien tuvo la principal responsabilidad en mi
a dvenimiento de pro blemas g lo b a les, e nt re otros-, e l "núcleo regreso a la Universidad, a comienzos del '50, como miembro del depar-
rral" - co m o diría Lakatos- de e s ta teoría aún s igue dando una dura tamento de Ciencias Políticas_ Cucudo se aco rdó qu e yo debía ed itar W1
pe lea en el campo teórico. Además , los supueslos básicos del realismo. festsch rift en su honor, trabajamos juntos en la ídeutificación de sus
at!nquc modificados y a mpli ados en re lación a su ve rsión m orgr:nthau- primeros estudiantes, colegas y amigos especialm ente familiar izados con
n iana , con tinúan dominando las visio nes del mundo y guiando los pasos sus escritos. En lc.s últimos años, cuaudo rwest ras actividades profesio-
de los diri genles polílicos de lo s pa ises -<apilalislas y socialislas- nales nos tra¡eron a Nueva York , mantuvimos frecuentes contactos y
q uc ocupa n los primeros escalones de la est ratificación internacional. largas discus iones. Como miembro de varios conse jos aseso res, cont ri-
De ta l mane ra, e l r ea li s mo s igue prevaleciendo tan to en el campo teórico buyó a los programas de la Fundación Rocke feller,
como en la política práctica. Aunque más no sea por este solo h echo para los que también yo 1ra ba jé. Pocas sem emas antes de m o rir, pre.'ien-
la lcc tur;l - --o re lectu r a - de est e libro a la luz de las recientes transfor- tó una ponencia sobre la presiclerrcia y la política e.tterior ante el M illt! r
mac iones d el sistema internacio nal bien vale la pena _ Si a ello Cen ter de la Unive rsidad de Vi rginia_ Tmrtu eu el aspec to pc rsorzal como
agregan los Inc uest ionables mérit os de la o b ra . lanlo en su s formula- en el p rofesional, uuestra a mistad _..., colaburación intelectu al coutiuuó
ciones teó ri c a s c uanto en contenidos de polftica práctica, esta edición hasta sus 1Íltim os días.
revisada y aclualizada de Po/frica entre la< Nac iones es un punlo de Aquella estrecha rdaciún determinó que la p repa ración de la sexta
p arlida incomparable para quienes quieran adenlrarse e n la compren- edició n de su clásico Política e ntre las naciones resulta ra al mism o tiem-
s ión de la incesanle y elusiva lucha de los Eslados-naciones " por el po sen cilla y uzás difícil. Por uua parte, m e Jrahia mar1tenido razonable-
poder y la paz". m eut e fam ilia rizado cou la evolucióH de su pensamieuto desde la publi-
cacióu de S cien tific Ma n vs. Pow c r Po litics has ta la revisión , poco a ,ltes
Roberto Russe/1 de su muerte, de ciertos eusayos inéditos. Cuarr clu Bert rarul W _ Lumm us,
S enior Editor d el Co llege Departm ent de la Random H ouse, m e invitó a
Buen o s Aires, agosto d e 1989. preparar w ra ,;ueva edic ió n de Po lít ica . __ , m e sentí seguro dt! posee r el
conocimiento u ecesario para la tarea. Por otra parte, al realitar la revi-
sión y currecció 11 de los últimos escritos del profesor Mo rgentlwu., d!!S·
cubrí nuevos e impo rtant es desarrollos e n las e:apas fiuales de su traba-
JO qut: lra!'ota e 11to nc:es m e erau desconocidos. De no m ediar IW Ht!Stidad,
Jwúria resulwdo !'oOrpreud ente que adoptara como principio rector no
la dt! fc usa una posit:ióll iutelectual, sirw " la búsqu edu ele la verdad".
Fiel a mi dcscubrimieuto de continuos desarrollos en su
lo, c u es ta edirió" he procu rado, en los casos posible:,, dejar que Mu rgcn -
tluw hable por :,í mismo. Grac ias a la colabo radó u de sus lliju s S us anna
y Mat th ews, ,,; asistente y yo hem os tenido acceso a su s papeles, que se
fl allan en la Aldermar¡ Library de la Universidad de Virginia. Peter (;eJt-
maH Ira sido tw Ütcausable colaborador eu la búsqueda d e nue\'OS esen-
Ios, e iueditos, do11de se abordabw1 los más urgenlts pro blemas ·
1 Prefacio

que rnfrcntaba la humanidad en las décodas del '70 y del '80. E11 su prefa-
cio a la q11ittta, )' revisada, ediciótr, Morgenthau escribió q11e aquella edi-
ción co11timwba "en 11n estilo orgánico y casi inevitable el trabajo de las
e<licimres tmtc riores". Siempre atento al hecho de que su gra11 logro fue
el d e una integridad a través de las sucesivas ediciones, procuré
PRIMERA
preservarle acudiendo a rumbos que habrlan sido intransitables sin el
14SO de sus prupios escritos. Tatnbién consulté bo rrado res, cartas a los
editores y s u correspondencia profesional.
PAR'TE
Al m ismo tiempo, la quinta edición tuvo qru ser puesta al día y re-
visada para que refleja ra los cambios que habían ocurrido desde la
muerte tic/ profesor Morgenthau. Gel/man y yo Iremos tratado de rum-
la i11(ormación factual y los datos en los casos necesarios, aunque
reconociendo que aún nrientras realizábamos nuestro trabajo las mareas
'Teoría y
d e la h i> to ria se encargaban de volver obsoleta algu11a información nues-
tra sobre tóp icos tale• como población, producción industrial, decisiones
tfe la Corte Internacional de Justicia y acciones de la5 Naciones Unrda5.
Práctica de la
En cuanto a tema5 como derechos humanos, détente y el problema
nuclear
fra¡¡mentt,s
su.'Hancialcs revis iones, introduciendo, donde era posible,
los propios escritos de Morgenthau. Dado que su pensa-
Política
era tan c reativo y sutil, ningún albacea literario puede manifestar
con SeJI.t4ridad que Mo rgenthau habría formulado y presentado sus pun·
tos de vista dentro del contexto en que aparecen aq«l. Sólo puedo afir-
Internacional
mar que /te tratado de ser fiel a su filosofía y a sus opiniones sobre pro-
blemas y pollticas tul como las he entendido.

K ENNETH W . THOMPSON
Charlo llesville, Virginia
1
Una 'feoría Realista de la
Política Internacional

La finalidad de este libro consiste- en presentar una teoría de la política


internacional. El modo en que debe validarse una tal teoría debe ser
empírico y pragmático antes que apriorístico y abstracto. En otras pala-
bras, la teoría no debe ser juzgada mediante algunas nociones abstractas
y preconcebidas, y conceptos desligados de la realidad, sino por su pro-
pósito: aportar orden y significado a una masa de fenómenos que, sin
ella, permanecerán desasidos e ininteligibles. Se debe hallar un doble
sistema de comprobación, lógico y empírico a la vez. Los hechos tal
como se presentan, ¿asimilan la interpretación que de ellos ha hecho
la teoría? Y con respecto a las conclusiones, ¿podemos sostener que son
consecuencia directa y necesaria de sus premisas? En suma, ¿podemos
sostener que la teoría es compatible con los hechos y consigo misma?
La problemática que esta teoría afronta concierne a la naturaleza
de toda política. La historia del pensamiento pOlítico moderno es la his-
toria de la confrontación entre dos escuelas que en lo sustancial difieren
en sus l:oncepciones sobre la naturaleza del hombre, de la sociedad y de
la política. Uno piensa que puede realizarse aquí y ahora un orden polí-
tico, moral y racional, derivado de principios abstractos y universalmente
aceptados. Supone la bondad esencial y la infinita maleabilidad de la
naturaleza humana, y sostiece que la razón por la que el orden social no
llega a estar a la altura de los patrones racionales reside en la falta de
conocimientos o de comprensión, en la obsolescencia de las instituciones
sociales o en la perversión de ciertos individuos y grupos aislados. Confía
en la educación, en la reforma y en el ocasional uso de la fuerza para
remediar estos defectos.1
j La otra escue-la afirma que el mundo, .imperfecto desde un punto de
vista racional, es el resultado de fuerzas mherentes a la naturaleza hu-
mana. Para mejorar al mundo, se debe trabajar con estas fuerzas y no
contra ellas. Al ser el nuestro un mundo de intereses opuestos y
tivos, Jos principios morales nunca pueden realizarse plenamente. (Pero
12 Teorla y prdctica de la política internacio"'ll
Una teorúl re4lista de la polltica internacional 13
al accrcarnc:>s a ellos ntediante el siempre temporario
de mtcrescs y la stempre precaria conciliación de los conflic- darles sentido a través de la razón. Supone que el carácter de una polítí·
t.os .. Esta escuela: por lo tanto, de un sistema de represiones y ca exterior sólo puede surgir del análisis de los hechos políticos que se
cquthbttos un pnnctpto untversal aplicable a todas las sociedades plura- producen y de las consecuencias previsibles de estos actos. Podemos,
hstas .. Recurre a precedentes históricos antes que a principios abstractos entonces, observar los actos contemporáneos de los estadistas y de las
Y asptra. a que ocurra el menor mal posible antes que el bien absoluto. consecuencias previsibles de estos hechos llegaremos a averiguar los
Dcbtdo a su preocupación teórica por la naturaleza humana tal como objetivos que han tenido en mente.
es Y por los procesos históricos tal como han ocurrido, la teoría que Sin embargo, no basta con el simple análisis de los hechos. Para dar
presentamos ha sido llamada realista. ¿Cuál es la doctrina del realismo sentido a los elementos iniciales y fácticos de la politica exterior debe-
polltico? Resulta imposible exponer aquí la filosofía del realismo poli ti· mos acercarnos a la realidad política con una especie de esquema
co, por lo que nos limitaremos a destacar seis principios fundamentales nal, una suerte de mapa que nos sugiera los posibles sentidos de la polí-
que frecuentemente han sido mal interpretados. tica exterior. En otras palabras, debemos ponernos en el lugar del esta-
dista que tiene que colocar cierto problema de política exterior bajo
ciertas circunstancias; conviene entonces preguntamos cuáles son las
alternativas racionales (presumiendo siempre que actúa de modo
SEIS PRINCIPIOS DE REALISMO POLITICO nal) que debe elegir y que encuadran el problema, y cuáles de estas
1 alternativas racionales deberá elegir el estadista que actúa bajo aquellas
l. El realismo político supone que la política, al igual que toda la circunstancias. La comprobación de esta hipótesis racional, contra los
dad. obedece a leyes objetivas que arraigan en la naturaleza humana. /l hechos reales y sus consecuencias, 1a sentido teórico a los hechos de la
los efectos de cualquier mejoramiento de la sociedad es necesario enten- polltica internacional.
der previamente las leyes que gobiernan la vida de esa sociedad. El fun· 2. El elemento principal que permite al realismo político encontrar
cionamiento de esas leyes es completamente ajeno al curso de nuestras su rumbo en el panorama de la polltica internacional es el concepto de
preferencias; desafiadas significa el riesgo de exponerse al fracaso. interés definido en términos de poder. Este concepto proporciona el
!;¡ realismo cree tanto en la objetividad de las leyes de la polltica enlace entre la razón -en de comprender la política internacio-
como en la factibilidad de elaborar una teoria racional que explique, nal- y los hechos que reclaman comprensión. Fija a la polltica como
aunque sea imperfecta y parcialmente, estas leyes objetivas. También una esfera autónoma de acción y comprensión distinta de otras esferas
cree, como no podia ser de otro modo, en la posibilidad de discernir en- tales como la económica -entendida en términos de interés definido
tre verdad y opinión en el campo de la politica, entre lo que es verdad como beneficio-, la ética, la estética o la religiosa. Sin tal concepto, cual-
objetiva y racionalmente, entre lo sustentado por la evidencia e ilu- quier teoria política, internacional o interna, seria imposible
ya que no podrlamos distinguir entre hechos pollticos y los que no lo
minado por la razón y lo que sólo es un juicio subjetivo, desprendido
son, · ni estariamos en condiciones de introducir la menor medida de
de los hechos tal cual son e influido por el prejuicio y el optimismo.
orden sistemático dentro de la esfera política.
La naturaleza del hombre, en la que arraigan las leyes de la poli- Debemos suponer que los estadistas piensan y actúan movidos por un
tica, no ha variado desde el momento en que las filosofias clásicas de Interés que se traduce en poder, ya que todas las evidencias de la historia
China, India y Grecia descubrieron estas leyes. Por lo tanto, la novedad confirman esa suposición. Ella nos permite historiar y predecir los pasos
no es necesariamente una virtud en el campo de la teoria politica, del que cualquier hombre de estado - pasado, presente o futuro- haya
mismo modo que la antigüedad tampoco es un defecto. La circunstan- dado o esté dispuesto a dar en la escena política. Miramos sobre su
cia de que una teoría política -si es que existe tal teoría- sea algo com- hombro cuando redacta sus documentos, olmos las conversaciones que
pletamente nuevo implica, por lo tanto, una prevención en su cont.r a mantiene con otros hombres de estado, leemos y anticipamos sus pen-
antes que un prejuicio favorable respecto a su sohdez. Por el co.ntrano, samientos más recónditos. Al pensar en términos de interés definido
el hecho de que una teoría política haya sido desarrollada hace ctentos o como poder, pensamos del mismo modo que él y como despreocupados
miles de años -como la teoria del equilibrio del poder- , no suscita ne- observadores ente ndemos sus pensamientos y acciones tal vez mejor
cesariame nte la presunción de que sea anticuada y no responda a la que él mismo, que es parte fundamental de la escena política.
realidad actual. Las teorías políticas deben someterse a la doble prueba El concepto de interés definido como poder impone al observador
de la razón y la experiencia. Descartar una teoría simplemente porque una disciplina intelectual, confiere un orden racional en materia de
floreció hace varios siglos significa incurrir en un prejuicio moderno que política y posibilita la comprensión teórica de la política. Desde el punto
da por sentada la s upe rioridad del presente sobre el pasado. Asimismo, de vista de los ac tores, proporciona una disciplina ra cional a la acción
exhumar una teoría por razones de moda e extravagancia implica reco- y crea esa magnífica continuidad en política exterior que hace inteltgtble
nocer que en política podemos tene r opiniones pero no ve rdades. las que llevan adelante Estados Unidos, Inglate rra o Rusia; asimismo,
Para el rea lismo. la teoría consiste en la ve rifica c ión de los hechos Y les da un aspecto racional . continuo, autoconsis tente, independientem ente
U"a teorla ,.alista de la polltica i"tem«lotuJI 15

de las motivacionrs, prdercncias o cualidades morales e intelectualrs de quien más tarde lo colocó en el patfbulo y finalmente quien des truyó
los sucesiv.os estadistas que lleguen a la cima del poder en cada uno la revolución de la que habla sido líder.
de esos patses. Por lo tanto, una teoria realista de la política internacio- Los buenos motivos proporcionan seguridad contra las políticas
nal ?os permitirá eludir dos falacias populares: la preocupación por las deliberadamente malas, pero no g.lrantizan la bondad moral o el éxito
mottvactones y la preocupación por las preferencias ideológicas. polftico de las polfticas que inspiran. Si se desea entender una polftica
Busaor la clave de una polltica exterior exdusivamente en las mo- exterior, resulta importante conocer no tanto los mo tivos primario!'
tivaciones de los hombres de es tado es fútil y engañoso. Es fútil por· del estadista sino su habilidad intelectual para comprender lo esencial
q.uc la motivación es uno de los aspectos psicológicos mas inasibles, de la política extranjera asf como su habilidad polftica para tras ladar
51<:mpre <:xpuesto a la deformación subje tiva que introduc<: tanto el esa comp rensión a un acto político exitoso. De donde se des prende que
interés del ac tor como del o b servador. ¿ Realme nte sabemos cuáles son la ética juzga, e n forma abstracta , la calidad moral de lo• motivos, en
nues tros mot ivos? ¿Y qué sabemos d<: los motivos de los demás? tanto la teoría polftica debe j uzgar las c ualidades polfticas del in telecto,
la voluntad y la acció n.
Aunque tuviér.tmos a los reales mo tivos que a nima n a los Una teoría realista de la política internacional tamb ién eludirá o tra
ho mbres de estado, ese conoc im ie nto cont1;buida muy poco a la com- falacia popular, la de igualar las polfticas ex teriores de un estadista
pre nsión de la polilica exterior y bien podría confundirnos. No obstante:, con sus simpatías filosóficas o políticas y deducir las primeras de las
e• ve rdad que el conocimie nt o de la mo t ivación de los hombres de esta· últimas . Los estadistas, especialme nte bajo las condiciones conte mporá-
do puede en t regarnos una en tre J¡¡s muc has claves po•iblcs que orientan neas. bie n puede n recurrir a la costumbre de presen tar sus politicas
su polític a ex t<:rior. Pero e n modo alguno será la clave que nos permita exteriores en términos de sus simpatías filosóricas y polí ticas a los
pred eci r el rumbo de esa política exte rior. La histo ria no muestra una efectos de consegu ir apoyo popular para ellas . Pero distinguen , con Lin-
corr-elación exacta y necesaria entre la calidad d e Jos mo t ivos y la coln, e nt re su d eber oficial. que consiste en pensar y actuar e n runc aó n
calidad de la política ex te rior. Esto es cierto tanto en té rminos morales del interés naciona l, y su deseo personal, que tiende a la corporización
como políticos. en todo d mundo de los p ropios m orales y principios politi-
No se pued e concluir de las buenas intenciones de un estadis ta que ces. El realbrno político no requiere ni condona la indi[crcncia hacia
w politic a exte rior será moralmcnle loable o políticamente exi tosa. Al los ideales políticos o los principios morales, pe ro si reclama una
enjuiciar sus mo tivadoncs, podremos dec ir qul.! no lleva rá adelante, de nítida diferenciación entre lo dc>eablc y lo posible. j e nlrc lo que es
modo int encional, mordlmcnte cens urables, pero no estaremos dc.:seablc e n todas y e n cualqu ier tiempo y lo que es bajo
en condi c io nes d e decir nada sobre las posibilidades de éxito que tiene. circ unstancias concretas de tiempo y lugar.
Si que re mos conocer las c ua lidades m ora les y políticas de sus actos, Es evidente que no todas las politicas exteriores han seguido un
son los que de ben ocu par nuestra atención y no los m o tivos que c u rso ta n racional, o bje tivo y no e moc ional. Los elemen tos cont inge ntes
los ha n i mpulsado. ¿Cuántas veces los cstadbtas han sentldo e l impu lso d e perso nalidad, prejuic ios y preferencias - y ludas las d ebilidades del
de mejo rar el mundo y, s in e mbargo, han terminado e mpeorándo lo ? intelecto y la voluntad de que es capaz el ser humano- suele n apa r tar
¿Cuá ntas veces se han fi jado determinado objet ivo y e n cambio han a las políticas exte riores de su curso racionaL Cuando la política
te rminado cons iguie ndo otro que nadie dcscab.:t? terior es impleme ntada bajo condiciones de control democrát ico , es espe-
La po lft ica de apaciguamie nto de Neville Chamberlain estuvo - has ta cialmente necesario manejar las e moc iones popul ares a erec tos de
do nde se puede j uzgar- ins pirada por buenos motivos. Segu ramente lograr apoyo pa ra la propia po lítica . No obs tante , una teo ría d e po lít ica
fue. como la de ningl1n o t ro primer minis tro britá nico, la que me nos l'"( tc rior que a spire al racio nalismo neces ita , por aho ra , deshac e rse
en cue nta tuvo cons ide•·aciones acerca de l poder personal y su o b jeuvo como sea de esos eleme ntos irracionales. al ti e mpo que const ru ye un
sólo se conce ntró e n la preservación de la paz y el logro de la felic ida d ma rco de polll ica exte rio r qui.· integre la esenc ia racional que se halla
pa.-a todos los implicados . Sin e mbargo, la política de Chamberla in en la experienc ia , si n d es\ iacio ncs co nt inge n tes p ruvcnic ntt:s del
ayudó a q u e sobrevin it·ra la segunda gut:rra mundia l y a arreó inen a- raciona li"'mo q ue también se encue nt r..t n e n la expe r iencia.
rrable mise ria a millo nes de ser es humanos. Por otra parte, los mo tivos rlcsviacio nt·'\ de la :acionalidad , que no son result a do d e capn-
que anima ba n a Wins ton Churc hill te n ía n un a lcanc e m ucho menos uni- c ho.s . pcrsona k s o de la ps tcopato logía persona l d e quit..: n ejecuta la
versal y es taban mucho más est rec hamente dirigidos hacia el pode r P? ht tC3, solo parece r con ti ngc.·n tcs desde e l vent aj oso pun to de
personal y naciona l; si n embargo, la po lflica ex lci'Íor q ue s urgió de v1s t.a d e .la ra.clOna lld ad , a unque sea n ele men tos d t· un cohc 1 e nte sb tc ma
motivos inferiores fue c.icrtamen te de c alidad moral y polít ica s u - de trrac w na lldad . Va le, pe na exp lorar la posi b ilidad de con\ tru ir una
cont ra tc-ona de la po l1ttta irracio nal.
perior a la q ue llevó a cabo s u pre d ecesor. J uzgndo e n func ión de sus
mot ivos, Robespierre rue uno de los hombre s más virtuosos que hayan Cu a ndo se a el de l pe nsa m iento no r tcamc.ricano
ex i..st tdo a lguna vc.t.. Fue el radica lis mo ut ó pico , nac ido de una pos ición
so b re ex te n or, prenden te la de a cti tudt.·s
errónea.., que..· han ..,ob rn 1vido - bajo d iferentes cl los
'irtuosa . qu ie n lo llevó a matar a aque llo s me nos virtuosos que é l,
16 Teoría y práctica de la políticu i.uenu..c.:wnu¡ Una teorla realista de la politica intemacion4l 17

embates de los argumentos intelectuales y de la experiencia po lítica. explicarse o justificarse c.on referencia a conceptos, instituciones o pro-
Una vez que es la perplej idad -en el verdadero sentido aristoté lico- cedimientos tradicionales.
se somete a los resultados de la búsqueda de comprensión racional. Todas estas situaciones tienen una característica común. El hecho
llegamos a una conclusión al mismo tiempo confortadora y perturba· moderno de la interdependencia requiere un orden politico que lo tenga
dora : nos encontramos en presencia de l:1llas intelectuales compartidas en cuenta: no obstante, la superestructura legal e que se
por todos nosotros en modos y grado diferentes. En conj unto prupor· remonta al siglo XIX, supone la existencia de una muluphctdad de es-
cionan el perfil de cierto ti po de patología de la politica internacional. tados naciones autosuficientes , impenetrables, soberanos. rema·
Cuando la mente humana se acerca a la realidad con el propósi to de nentes de un orden legal e institucional obsoleto no sólo se mterponen
emprender una acción - y la acción polít ica es una de las instancias en el camino hacia una transformación racional de las relacsones tnterna-
más conspicuas- . a menudo suele despistarse en alguno de estos cuat ro cionales a la luz de la desigualdad del poder y la interdependencia de
fenómenos mentales: remanentes de un adecuado modo de pensar y los intereses, sino que también vuelven precaria, si no imposible, la po-
actuar previo que ahora se ha vuelto obsole to ante una nue va realidad sibilidad de politicas más racionales dentro del defectuoso entramado
!ítOC:ial; interpretaciones demonológicas de la realidad que rccrnplazan de un sistema tal.
una realidad ficticia - poblada por personas malvadas más que por
Es una caracteristica del pensamiento primitivo la personalización
situaciones en verdad inmanejables- por la que se vive; negativa a
de los problemas sociales. La tendencia es particularmente fuerte cuando
aceptar la existencia de un amenazante es tado de cosas, que es negado
el problema parece no susceptible de una comprensión racional y de
mediante una verbalización ilusoria; confianza en la infinita maleabi·
un mane jo satisfactorio. Cuando una persona o un grupo de personas
lidad de una realidad ciertamente tu rbu lenta.
es identificado como causante de la dificultad, esto parece volver el
Los hombres responden a las situaciones sociales co n modelos rcpc 4

problema tanto intelectualmente accesible cuanto susceptible de solu-


titivos. La misma situación, reconocida en su identidad gracias a s itua- ción. Así, creer en Satán como la fuente del mal nos hace "entender"
ciones previas, sólo requiere entonces la identificación de un caso parti- la naturaleza del mal al concentrar la búsqueda de su origen y su con-
cular para aplicarle el modelo preformado apropi ado a él. Así. la mente trol sobre una persona particular cuya "xistencia física presumimos. La
humana sigue el principio de economía de esfuerzos, obviando un exa- complejidad de los conflictos políticos excluye soluciones tan simples.
men de novo de cada situación individual y el modelo de pensamiento y Las catástrofes naturales no se evitarán quemando brujas; la amenaza
acción adecuado a ella. Sin embargo, cuando las circunstancias experi · de una poderosa Alemania estableciendo su hegemonía sobre Europa
mentan cambios dinámicos , los modelos tradicionales dejan de ser apro- no se evita desembarazándose de una sucesión de líderes gennanos.
piados; deben ser reemplazados por otros que reflejen tales cambios. De Pero al asociar el problema con ciertas personas sobre quienes tenemos
otro modo, se produciría una brecha ent re los modelos tradicionales y -o esperamos tener- control, reducimos el problema, intelectual y prag-
las nuevas realidades, y pensamiento y acción se dcscncontrarán. máticamente, a proporciones manejables. Una vez que hemos ident.ifi·
En el plano internacional no es c•agerado decir que la propia es- cado a ciertos individuos o grupos de individuos como la fuente del mal
tructura de las relaciones internacionales -conw se refleja en las insti· nos parece haber entendido el nexo causal que lleva desde los individuos
tucioncs políticas, en los procedimientos diplon1á ticos y en los acuerdos al problema social; ese apa rente entendimiento sugiere la aparente solu-
legales- ha tendido a es tar en desacuerdo con la realidad de la polít ica ción: eliminemos a los individuos "responsables" de él y habremos re-
internacional. Mientras la primera asume la "igualdad soberana" de to· suelto el problema.
das las naciones. la última se caracteriza por una marcada desigualdad en- La superstición aún domina nuestras relaciones dentro de la socie-
tre las naciones . dos de las cuales son llamadas :!:.Upcrpo tcncias po rque tic· dad. El modelo de pensamiento y acción demonológico ahora se ha trasla-
nen en sus manos un poder sin prccedcn tt: de des trucción to tal, en dado a otros campos de la acción humana, cercanos al tipo de indagación
tanto muchas de ellas reciben el nombre de puesto que racional y acción que ha desalojado a la superstición de nuestras rela-
s u poder es minúsculo aun comparado con el de las nac rone:s C:!:.tado tra- ciones con la naturaleza. Como dijo William Graham Summer, "la can-
dicionales . Es este contrast e e incompa tib ilidad cnl rc la realidad de la tidad de superstición no ha cambiado mucho, pero ahora acompaña a la
política internacio nal y los co nceptos, instituciones y proccdulllcntos r.olítica y no a la religió n".' Los numerosos fracasos de Estados Unidos
creados para hacerla inteligible y controlarla, quien ha ca u>ado, al menos en reconocer y responder a la policéntrica naturaleza del comunismo es
nor debajo de l nivel d e grandes potencias, la inrna nejabilidad d e las u_n primer ejemplo de este defecto. corolario de su indiscriminada opo-
relac io nes int ernacionales lím ites de an arquía . El h.: rroris rno in- SICIÓn al comumsmo es.cl ln<Üsc nmmado apoy.n.a &obic rnos y movi.niien-
tel·nado nal y las diferentes reaccio nes de los gobiernos ante él, el tos que profesan y prac tican el anticomunismo. Las políticas no rteame-
luc ramicnto de gobiernos extra nje ros en la guerra civil li banesa , 13, ricanas en Asia y Latinoamé rica han der ivado de esta posición simplis ta.
ope raciones militares de Estados Unidos en el s udc, tc a>iático o la
mtcrvcnción IJ!ilitar de la Unión Soviética en Europa orien tal no pueden
11 y prdcticu. de la politit.a inte rnacional Uua uoría realis ta de. la política internacional 19

La. _guerra Vietnam y nuestra incapacidad para llegar a acucnlus con política exterio r racional que la experiencia nunca llega a asumir
Ch1na contmcntal encontraron aquí su razó n de se r. Lo mismo vale para por completo.
la teoría y práctica de la contrainsurgcncia, incluyendo los asesinatos en Al mismo ticmpo,l cl realismo polílico conside ra que una politica
gran escala bajo el programa Fénix en Vietnam y los intentos de asesi- exterior racional es una buena política ex terior; sólo una política e xte-
nato --o asesinatos- de estadistas. Signos de enfoque similar han sido rior racio nal minimiza los riesgos y maximiza los benefidos y, además,
evidentes más recientemente en Ccntroamérlca. cumple s imultáneamente con e l moral de la prudencia Y e l /
El e nfoque dcmono lógico de la política internacional fo rtalece o tra requerimiento político del éxito.l El real ismo po lítico prete nde que el
tendencia patológica, la de negar!'\e a reconocer y efec tivamen- regis tro ro tográfico de l mundo político se parezca to do cuanto sea
te con una realidad amenazante. El e nfoque demonológico ha desplazado a l re trato pintado. Consciente de la inevitable brecha entre
nuestra atención e inquietud hac ia los adherent es al - indi- una buena po lítica exterior -es decir, una racional- y una política
vidualment e en lo interno y e n lo internacional, movimientos políticos, exterior como las que existen actualmente , e l realismo político sostiene
gobie rnos e xtranjeros - alejándo las de la real amenaza: el poder de Jos que la teoría no sólo debe apoyarse sobre los elementos racionales de
estados. sean comuni s tas o no . El m aca n is mo no sólo significó e l m ás la realidad política, sino a demás que la política exterior debe ser racional
mara-do ejcntplo norteamericano del en foq ue demonolOgico, s ino que en vista de sus propios propósitos morales y práctico s.
también fue uno de los más ex tremos exponentes de este tipo de juicio Po r lo tanto, no resu lta un argumento consistente contra la teoría
erróneo: confundió la ampliamente ilusoria amenaza de subversión do- aquí presentada e l hecho de que la actual política exterior no se desa-
méstiCJ con la real amenaza del ¡.>Oder soviético . rro lle -o no pueda dcsar•ollarsc- de acuerdo con sus preceptos. E se
Firralmcnte , fo rma parte de c s h; enfoque de la política creer que argumento malinterpreta la in tenc ión de este libro, que consiste e n pre-
no hay p roblemas - por m ás irremediables que pue dan parecer- real· sentar no una indiscriminada descripció n de la realidad política, sino
mente insolubles s i existe n esfuerzos bien intencionados, bien financiados una teo ría racional de la política internacional. Le jos de quedar invali-
y comptlent cs. En o tra parte he intentado poner al descubierto las rai· dada por la circunstancia de que un perfecto equilibrio de poder rara
ces intc)(•c tuales e hist ó rica s de es ta c rcencia: 1 aq uí me limitaré a señalar vez se p roduce en la realidad, supone que la real idad , al ser defectuosa
s u persb tcnte fo rtaleza . a pesa r de mucha experiencia en contra rio, en este sentido . debe entenderse y evaluarse como una aproximación
como ha sido la guerra de Victnam y la decl inac ión general del po- a un sistema ideal de equilibrio del poder.
dc rio nort eamericano . Es ta prefe rencia por las soluciones econó micas a / 3. El realismo supone que su concepto clave de interés definido
problemas politit..:us y milit a res se encuentra sólidamente apoyada por como pod er es una categoría obje tiva de validez univer sal, pero no
los interest.. s de los potenciales rccep lores del apoyo económico, quienes o torga al concepto un significado inmutable . La idea de interés es, en
prefieren el obviamente provechoso tras lado de las ventajas económicas e fec to, la ese ncia de la política y resulta ajena a las circunstancias de
al penoso y riesgoso regateo diplomá t ico. · tiempo y lugar. Recogiendo la experiencia de la antigua Grecia, Tucídides
La diferencia entre la po lítica int ernaci01:ml tal como se presenta afirmó que " la identidad de intereses es el más sólido lazo que une a
en la ac tualidad y la teoría racional que se desprende de ella es seme- les estados y a los individuos". E n el siglo XIX, lord Salisbury retomó
la idea al señalar que " el único lazo que perdura" entre las naciones es
jante a la que existe entre una fotografía y un retrato del mismo rostro.
" la ausencia de intereses contrapuestos". George Washington lo elevó a
La fotografía muest ra todo lo que puede vc1·,c a 'im ple vista; el retrato, P!inc ipio general de su gobierno:
en cambio, no muest ra todos Jos deta lles, pero nos permite ve r - al
menos Jo intenta- algo que no suele surgir de una simple ojeada : las Tan solo un pequeño conocimiento de la naturaleza huma na bastará
carac terísticas humanas de la persona para convencernos de . que e l principio rector para gran parte de la
EI realismo político no sólo contiene e h.!mL·ntos teórico s s ino ta m· human1dad es el 1ntcres y que, en mayor o menor medida, casi todos
1
bién fac tores normativos. Sabe que la rea lidad política está lle na de hombres se enc!-'entran bajo su influencia. Por razones de virtud
pubhca, durante c1e rto t iempo, o en dete rminadas circunstancias
contingencias e irracionalidades sisté111icas y, por lo ta nto, a punta a los ho mbres pueden afectar una conducta to talmente desinte resada:
mostrar la típica influe ncia que ejerce n 'obre la política inte rnac iona l.
1
Per_o no son razones suflc 1cntcs como para produci r una permanente
Por otra parte , tiene en común con c ua lquier teoría social la necc,idad act 1tud e n ac uerdo con no rmas más refinadas y obligaciOnes socia-
de enfatizar Jos fac tores racionales d e la rea lidad política para aspirar les. Pocos son .los hombres capaces de h acer un constante sacrificio
a una completa compre nsión teórica. En última ins tancia, estos fac tores de todos sus mtereses pnvados en beneficio d el bie n común. Re-
racionales son lo' que d a n inteligibilidad a la realidad en el marco de la sulta vano clamar contra la corru pubtlidad d e la naturaleza humana
teoría. El realism o político present a una construcción teórica d e una en este aspecto; la reahdad es ast, ha sido d emost rada por la ex .
ne,nc1a de cada epoca y cada nación. Deberíamos cambiar en ian

I:M6.
1 Scierdific Jlart ocrsus Powtr Pol.ilics. Chicago, University ur Chicaco Press,
med1da la naturaleza de l ho mbre antes de poder pensar en un g .
b1o de ca mmo. Nmguna instituc ión que construya sobre otras :::s
20 y prdctica de la política
Urra teoria d t: la políttca iutcrnacional 21
que no sean las de la verdad pres untiva eJe esta máxima puede llegar
a tene r éxito.J tc rt:s' es el pa rámet ro permanente mediante el que debe juzgarse Y diri-
girse la acción polftica, la conexió n conte mporánea e ntre el interés Y e l
En nuestro siglo, estas idea!-. encontraron eco y elaboración en Max Estado-m1ción es produc to de la his toria y, en consecuencia, es tá cond e -
We ber, quien escribió: nada a desaparecer con el tranc urso de la his toria. Nada en la posición
realista es tá en contra del supu esto de que la presente división de.l
Los .int ereses - mat eriales e idea les- y no las ideas son quienes mundo político en Es tados-nacio nes vaya a ser reemplazada por unJ·
domman d 't \'Ctamcntc las acciones de los hombres. No obstante, dadcs mayores de di stinto carácter , mis de acuerdo con Jas potenciali·
las "irnágclh'' del mundo" creadas por estas ideas a menudo han dades téc nicas y las exigencias mo rales del mundo contemporáneo.
scrv.ido c?mo indicadores para dctcnninar los ca minos por los cuales
El realis ta se a leja de otras escuelas de pensamiento ante la vital
el dmanusmo dc los int ereses impulsa el movimiento de las acciones.•
cuestión de cómo d eb e transforma r se el mundo contemporáneo. Se en-
Sin embargo, c:l tipo de interés det ermin ante de las a iones poli· cuentra persuadido de que esa transformación sólo podrá concretarse
ticas en un período particular de la his toria depende del cont exto J)()lítico mediante el c uidadoso manipuleo de las fuerzas perennes que modelaron
Y cu ltural dcnlro del que se formula la poHtic:l exterior. Los objetivos el pasado y que configu rarán el futuro. El r ealista no logra convencerse
que persiguen las nac iones en su s políticas exteriores pueden incluir de que esa trans formació n puede lograrse a través de una simple con·
toda la @ama de objetivos que cualquier nación haya perseguido o pueda frontación de la realidad política, regida por sus propias leyes.
perseguir en el futuro. 4. El realismo político conoce el significado moral de la acción poll-
Las mismas observaciones se aplican al conccplo de poder. Su con· tica. También tiene conciencia de la inevitable tensión entre los precep-
tenido y el en que se usa están dctcm1inados por el entorno poli· tos morales y los requerimientos de una exitosa acción politica. Tampoco
tico Y cultural.jEI poder puede comprender cualquier cosa que establezca pretende eludir rápidamente ese conflicto, ya que de ese modo sólo
mantenga el control d e l hombre sobre e l hombre. En consecuencia, conseguirla distorsionar tanto el problema polltico como el moral ha-
l poder abarc a todas las relaciones sociales que sirven a ese fin, desde c iendo aparecer los hechos políticos como mucho más satisfactorio5 mo-
la violencia física hasta el más sutil lazo mediante e l cual una mente
ralmente de lo que en realidad son y las leyes morales como menos
controla a otra. El poder cubre el dominio del hombre por el hombre,
exigentes de lo que efectivamente son.
ya se lratc de la circuns ta ncia e n que se halla di sci plinado por fines m o-
rales y con tro lado por salvagu ardas const itucionales. como sucede en . El realismo sostiene que los principios morales universales no pueden
las occident a les. o de csJ. b:irbar.1 e indómita fuerza que aplicarse a los actos de los Estados en una formulación abstracta y
enc uentra en su propia fortaleza y su única jus tificación en untversal, SinO que deben ser filtrados a través de las circunstancias
su cngrandecirnicnto. concretas de tiempo y lugar. El individuo puede sostener, como indivi-
El realismo poHtico no presu pone que las ac tuales condiciones bajo duo: Fiat iusticia, pereat mundus (hágase justicia aunque el mundo pe-
las que se desarrollan las pohticas cxtcrio1·es, con s u cx tr·cmada inesta· rezca) . El Estado, en cambio, no tiene derecho a decir lo mismo en
bilidad )' ha presente amcnaz.a de una escalada de la violencia, nombre de los que tie ne a su cargo. Tanto el individuo como el Estado
no puedan cambiarse. El equilibrio de poder, por eje mplo, es induda- deben juzgar la acción politica a la luz de principios morales universales
blemente un ele mento e n todas las sociedades pluralistas, lales como el de la libertad. Mientras el individuo tiene el derecho
como bien lo s upieron los autores d e The Prderalis t . No obsla nte , es moral de a sí mismo en defensa de este principio moral,
capaz d e opcra1·, corno lo hace en Estados Unidos, bajo condiciones el Estado no llene_ el derecho de permitir que su desaprobación mo-
de relativa estabilidad y conflictos pacíficos . Si loo fac tores que han ral a una determinada violación de la libertad interfiera en el re-
pern1itido el surgimiento d e estas condiciones pued e n ser duplicados s.ultado de_ una acción política inspirada en el principio moral
en la escena internacional, análogas cond iciones de y paz oe la superv1venc1a No puede existir moralidad politica sin
tambié n p1·evalcccrán en ella, como ha ocu rrido durante largos tramos prude ncia, esto es, Sin consideración de las consecuencias políticas de
en la hisloria de cicrlas nac io nes . una acc1ón aparentemente moral. El realismo, pues, considera a la pru-
Lo que es verdad en el carácter de las relacio nes int e rnacio na les - la con secuencia de _más peso entre las acciones políticas alter-
también lo es en el Estado-nació n como punto de referencia final de la nativa como la suprema VIrtud en polltica. En abstracto, la ética juzga
polltica exterior contemporánea. Mient ras c,d rcalisla que e l in· en función de su _acomodamiento a los principios morales; la
polltlca _los Juzga segun su s consecue ncias políticas. Las filosofías
J TM Wntzng• of George Wa.Jhmgton, editado por Jotm C. Fitzpatnck, UnUed clás1ra y mcd1eval conocían esto al igual que Lincoln, quien señaló:
States Pnnlin& Office, Washln&ton, 1931-44, vol. X, P'¡. 363.
• Mananne Weber. Ma:r Weber, J C. B. Mohr, Tubiflcen, ln&, p&gs. 3474. VÑ.se
también Mar: Weber, Guammdte nr Rellgao nassoziologie, J . C. B. Motu, Tubtncen, Hago las cosa s co mo mejor sé hacerlas como me· .
1100, P'¡. :!Sl. contmuaré ha iéndola> has ta el fin Si fi .1°'-fucdo Y as1
que se ha dich o en contra de mi m e JUStllca, todo lo
nmguna 1mporta nc1a.
22 T corúa y prdclictJ de ltJ polltica i"tcm.JCiorual

Si elhfinb. demuestra que estaba equivocado, ni diez ángeles jurando •u• sectores? El abogado se preaunta: ¿ Esta polftica está de acuerdo
que a ta actuado correctamente me salvarían. con las normas legale•? El moralista se preaunta: ¿ Esta política está
de acuerdo con los principios morales? Y el realista político se pregunta:
5. El realismo político se niega a identificar las aspiraciones mo- ¿Cómo dec ta esta polftica el poder d e la nación ?
rales de en particular con los p receptos morales que gobier- El realista polftico no ignora la existencia y relevancia de otros
nan el mismo modo que establece la diferencia entre verdad parámetros de pensamiento distintos a Jos políticos. Pero como realista
Y op_m 1on, también discierne entre verdad e idolatria. Todas las naciones polfllco no puede subordinar esos parámetros a los políticos. Y se aleja
se Sienten tentadas -y pocas han sido capaces de resistir la ten tación de o_tras escuelas cuando éstas imponen parámetros de pensamiento
durante tiempo- de encubrir sus propios actos y aspiraciones prop1os de otras esferas a la actividad polftica. Es aquf donde el realis-
con los pror?s1tos morales universales. Una cosa es saber que las nacio- mo toma distancia de la "aproximación leplista-moralista" a la politica
nes su¡etas a la ley moral y otra muy distinta pretender saber qué internacional. Que este apartamiento no es, como lo hemos explicado,
el y el mal en las relaciones entre las naciones. Hay una enorme una mera creación imaginaria sino una proyección del corazón mismo
d1ferencta entre la creencia de que todas las naciones se someten al de _Ja controversia puede comprobarse mediante muchos ejemplos hil-
inescrutable juicio d e Dios y la convicción blasfema de que Dios sicm· tóncos. Tres nos serán suficientes.s
pre está del lado de uno y de que los deseos propios coinciden exacta· E? 1939 la Unión Soviética atacó a Finlandia. Este acto puso a
mente con Jos deseos de Dios. e dos problemas, uno legal y el otro político.
La _ecuación entre un nacionalismo particular y los consejos <La acc1ón sov1éllca v1olaba el Pacto de la Liga de las Naciones? y. en
de la prov1nc1a_ es moralmente indefendible; en ella radica ese pe· ese caso, ¿qué contramed1das debían adoptar Francia e Ingla terra? El
cado de sobertna contra el que tanto Jos trágicos griegos como Jos podía esclarccerse fácilmente puesto que obviamente la
bíblicos . han prevenido a gobernantes y a gobernados. La Un1ó? Sov1ét1ca había hecho algo que el Pacto prohibía. El problema
ecua_c1ón es tamb1én políticamente perniciosa porque puede engendrar polítiCO dependía en pnmer lugar del modo en que la acción de Rusaa
la distorsión del juicio que, en medio de l frenesi enceguccido de una afectaba los Intereses de Francia e Inglaterra, y, luego, de la distribución
cruzada, de:struyc naciones y civilizaciones en no mbre de principios mo- c!e poder existente por ese entonces entre Franela e Inglaterra, por
rales, ideales o del propio Dios. una parte, y la Unión Soviética y otras naciones potencialmente hosti·
Por otra parle, es precisamente el concepto de interés, definido en les por otra. En tercer 1érmino dependía también de la influencia que
términos de poder, el que nos pone a salvo tanto de esos excesos mora- las eventuales contramedidas podían llegar a tener sobre los intereses
les como de esa locura política. En efecto, si consideramos a todas las de Francia e Inglaterra, como, asimismo, sobre la futura distribución
naciones, incluida la nuestra, como entidades políticas en pos de sus del poder. Como principales miembros de la Liga de las Naciones,
respectivos intereses definidos en términos de poder, entonces cstarc· Francia e Inglaterra se ocuparon de que la Unión Soviética fuera éxpul-
mos en condiciones de hacer justicia con todas. Y nos en contraremos en sada de la Liga y no pudieron unirse a Finlandia en la lucha contra la
condiciones de hacer justicia e n un doble sentido: estaremos en aptitud Unió_n Soviética a causa de la negativa sueca a permitir que tropas ex·
de juzgar a otras naciones del mismo modo como juzgamos a la nuestra l':"n¡eras pasaran por su territorio para llegar a Finlandia. Si no hu-
y, al hacerlo de este modo, seremos capaces de llevar adelante politicas biera s1do por esta negativa sueca, muy rápidamente Franela e Inglaterra
que respeten los intereses de otras naciones al tiempo que protegen y se habrían encontrado en guerra contra Alemania y la Unión Sovié tica
promueven Jos nuestros. En politica . la moderación no puede ser más al mismo tiempo.
que el reflejo de la moderación en e l juicio moral. La política de Francia e Inglaterra fue un ejemplo clásico de lep-
6. La diferencia, entonces, entre realismo político y otras escuelas lismo al permitir que una solución legal, legitima dentro de su propia
de" pensamiento es muy profunda. A pesar de lo mucho que se ha mal- e_sfera, determinara sus actos polfticos. En lugar de oponer ambas cues-
entendido y malinlcrpretado la teo ría polft ica del realismo politico, hones, la legal y la de poder, atendieron sólo a la cuestión legal y
resulta imposible hablar de contradicción entre sus actitudes intelec- la re_spuesta que no estuvo en función del problema que
tuales y morales en mate ria politica . cond1c10naba su prop1a ex•stcnr.ia como países.
En el aspecto intelec tual, el realista político mantiene la autonomía . El eje'?plo ilustr a la "aproximación moralis ta" a la polf-
d e su esfera politica. del mismo modo como el econom ista, el abogado llca que ver con el estatuto internacional del gobier·
o e l moralista mantienen la suya., Piensa en términos de inte rés, defi- no comumsta de Chana. El ascenso de este gobierno colocó al mundo occi-
n ido como poder, del mismo modo como el economista piensa en térmi·
nos de inte rés entendido como beneficio; el abogado, en la conformidad 5 Otros ejemplos pueden conaultane en Hana J . Mor¡enthau, "Anot.her 'Grat
de Jos ac tos con las reglas legales; y el moralis ta, en la conformidad de Debate' : The Natlonal lnterest ol the Unlted Stateo" en Tlle Ammcon Polilictll
Sdence Review, vol. XLV_ I •. dic iembre de UJ62, pie. Wl'8 y aJ.&Wentes. Vánae ademú
los actos con los principios morales .f El economista se pregunta: ¿Cómo Rana J . Morc:e nthau, PolltiCI ira liLe 20th Centvry, vol. 1 J Tll.e Declbut O/ Demo-
afecta esta política la riqueza de la sociedad o. a l m enos, a de crall<: Polllic1. Unlverally ot Chicaco Pnoo, ChlcaCo, tila, pq. '111 y &illulontea.
24 T eorfa y práclica de la polftica i"ltr"acio"al Untl teoriG rtali.sta dt la politica internacional 25

dental ante dos problemas, uno moral y otro politico. ¿La naturaleza He apoyado enfáticamente su modo de actuar porque lo considero
y las pollticas de ese gobierno estaban de acuerdo con los principios un modelo de lo que deben hacer quienes creen que los tratados
morales del mundo occidental? ¿Debería el mundo occidental mantener deben observarse con buena fe y como parte de la moral mternaclo-
nal. Asumo esta posición como un norteamencano que no se Sltnte
relaciones con tal gobierno? La respuesta a la primera pregunta sólo más inglés que alemán, que pretende servir lealmente los intereses
podla ser negativa. No obstante, esa primera negativa no necesanamente de su pafs, pero que también intenta hacer todo lo que le es
debla extenderse a la segunda pregunta. El parámetro de pensamiento en favor de la justicia y la decencia y que, por lo tanto, se s1ente
aplicado a la primera -el moral- consistla sencillamente en comparar obligado a juzgar a todas las naciones por su conducta en ocas10nes
la naturaleza y las políticas del gobierno comunista de China con los determinadas.
principios de moralidad occidentales. Por otra parte, la segunda
tión -la polltica- debió someterse a la complicada prueba de los m- Esta defensa realista de la autonomfa de la esfera polltica frente a
tereses en juego y al poder de cada parte, y la influencia de uno u otro la subversión que significan otras modalidades de pensamiento no im-
curso de acción sobre esos intereses y ese poder. Puede haber ocurndo plica desprecio ni disgusto por la existencia e importancia de esas otras
que el resultado de esa prueba llevara a aconsejar que lo más sabio modalidades de pensamiento. Significa, más bien, la aspiración a que
no mantener relaciones con el gobierno de Chma. Llegar a tal conclusión cada una tenga su propia esfera y función.IEI realismo polltico se apoya
sin haber me diado la aplicación de esa prueba y dando una respuesta en una concepción pluralista de la naturaleza humana. El hombre real
moral a un problema tlpicamente político no habrla sido -como en es una combinación del "hombre econól'"lico". del "hombre polltico", del
realidad lo fue- un ejemplo clásico del "acercamiento moralista" a la "hombre moral", del " hombre religioso ·. etc. Un hombre que sólo tu-
polltica internacional. viera una proye-:ción "poUtica" seria como una bestia, ya que carecerla
El tercer caso ilustra con claridad el contraste existente entre d de todas las con •endones morales. Alguien que sólo fuese un "hombre
realismo y la aproximación legalista-moralista a la polltica externa. moral" seria un l<.co, puesto que desconocerla la prudencia. Quien sólo
Inglaterra, en tanto prante de la neutralidad de Bélgica, declaró -la fuese " hombre religioso" sería un santo, ya que no conocerla en absoluto
I'Jerra a Alemania en agosto de 1914 porque esta última nación habla los deseos mundanos. /
violado la neutralidad de Bélgica. La acción británica puede ser justifi- Al dar por sentados todos estos aspectos de la naturaleza humana,
cada tanto en términos realistas como leplistas-moralistas. Se podria el realismo político también acepta que para comprender a cada uno de
argumentar en forma realista que por siglos habla sido axiomático ellos es preciso ubicarla dentro de sus propios términos. O sea que si
la polltica exterior británica evitar que los Paises Ba!os q,uedaran baJO se desea entender al " hombre religioso", primero debe abstraerse ese
control de potencias hostiles. Por lo tanto no fue la de _la neu- aspecto de todos los demás que componen la naturaleza humana y tra-
tralidad belga en si misma, sino las intenciones hostiles. del VIOlador, tarlo como si fuera el único. Además deben aplicarse a la esfera religiosa
lo que determinó la actitud británica. Si la violadora hubiese s1do las pautas de pensamiento coocordantes con ella, aunque sin olvidar que
nación distinta a AJernania, es muy posible que Inglaterra hubieSe existen otras pautas que también operan sobre las inclinaciones religiosas
abstenido de intervenir. Fue ésta la posición asumida por s1r Edward del hombre. Lo que es verdad en esta faceta de la naturaleza humana,
Grey, ministro de Relaciones Exteriores bri_tánico durante el periodo. En
también lo es en las demás. Ningún economista mode rno, por ejemplo,
1908 el subsecretario de Relaciones Extenores Hardmge le formuló d
considerar{a a su ciencia y a las interrelaciones de ésta con otras
siguiente comentario: "Si en el transcurso de una guerra contra Alema-
nia Francia violara la neutralidad belga es muy dudoso que Inglaterra cias de otro modo. La economía se ha convertido en una teoría autónoma
de todas las actividades económicas del hombre precisamente a través de
0 Rusia movieran un dedo en favor de la neutralidad de Bélgica; pero,
en cambio, si fuese AJemania quien violara la neutralidad es muy un proceso de diferenciación de otras modalidades del pensar y me-
probable que Jos cursos de acción fuesen opuestos . A l_o que diante el desarrollo de normas aplicables a su propio objeto. El propós i-
sir Edward Grey replicó: " Exactamente". Tamb1én se pueden to del realismo político consiste en propender a un desarrollo análogo
los aspectos morales y legales que aparejaba la violación d': la neutrali- en el campo de la política.
dad belga, ya que las carencias morales y del Pertenece a la naturaleza de las cosas el hecho de que una teoría
temente de los intereses en juego y de la 1dent1dad del violador, JUStifi- política basada_ en prioci?ios c_o mu los expli':"dos no consiga un apoyo
caban Ja intervención británica y también la norteamericana. Esta fue unámme; lo m1smo podna dec1rse de cualquter política exterior susten-
Ja posición que adoptó Theodore Roosevelt en su carta del 22 de enero tada en las mismas bases. Tanto la teoría como la política van contra dos
de 1915 a sir Edward Grey: corrientes de nuestra cultura que no pueden ponerse de acuerdo con las
premisas y resultados de una objetiva teoría racional de la política. Una
Para mi el nudo de la situación ha sido Bélgica. Si Inglaterra o. Fran- de esas corrientes subestima el papel del poder en la sociedad con argu-
cia hubiesen actuado contra Bélgica como lo ha hecho Alemama , mentos que provienen de la experiencia y la filosofía del siglo xtx; d"'
habría opuesto del mismo modo como ahora me opongo a AJemama.
26 Teoria y prdctica de la politica iuttruacional

ella nos ocuparemos detenidamente más adelante.' La otra corriente.


opuesta a la teoría realista y práctica de la polltica, proviene de las pro-
pias relaciones que existen, y que deben c:xistir, entre la mente humana
y la <'Sfera politica. Por motivos que discutiremos más adelante, en sus
operaciones cotidianas la mente humana no puede estar frente a frente
con la verdad de la política. Debe enmascarar, distorsionar, empequei\e·
cer o embellecer la verdad cuando se encuentra implicada en procesos
políticos, especialmente si son de política internacional. Sólo mediante
esa ficción el hombre puede vivir en paz consigo mismo y con los de-
2
más en tanto animal politice.
Es, por lo tanto. inevitable que una teoría que intenta entender la
política internacional tal como es en la actualidad, y tal como debiera
ser en su naturaleza intrínseca antes que como la gente desearla que
La Ciencia de la
fuera, deba remontar una resistencia psicológica que no existe para la
mayor parte de las otras ramas del conocimiento. Por eso mismo un Política I nternacíonal
libro destinado a la comprensión teórica de la política internacional exige
una explicación y una justificación especial.

COMPRENSION DE LA POLITICA INTERNACIONAL

Diferentes aproximaciones

Este libro tie ne dos propósitos. El primero consiste en detectar y entcn·


der las fuerLas que movilizan las relaciones políticas entre las naciones
y comprender los modos por los cuales estas fuerzas actúan entre sí,
sobre las relaciones políticas internacionales y sobre las instituciones.
En la mayor parte de las demás ciencias sociales esta finalidad se daría
por sentada, ya que el fin natural de toda investigación científica im·
plica el descubrimiento de las que subyacen en los fenómenos y
la modalidad en que operan. Al acercarnos al estudio de la política inter-
nacional no se: puede dar por descontado este propósito; antes bien, re-
quiere un énfasis especial. Al respecto, el doctor Grayson Kirk ha se-
ñalado:

Hasta hace muy poco, el estudio de las relacio nes internacionales


en Nortcarnérica ha estado monopolizado por inves tigadores que han
adoptado alguna de las siguientes tres aproximaciones. Primero,
han sido hi '\toriadores, quienes han considerado las relaciones inter-
nacionaks romo mera historia reciente ante la cual el estudiante se
s ie nte en desventaja debido a la ausencia de un adecuado y asequible
conj unto de datos. Un segundo grupo, el de los juristas intcrnacio-
se ha ocupado razonable y primariamente de los aspectos lega-
les que surgen de las relaciones intcrestatales; sin embargo, pocas
veces han realizado esfuerzos serios a los efectos d e indagar en las
razonl'S fundamentales que hacen de este nexo legal algo incompleto
e inalkcuado. Finalmente, se encuentra n quienes poco se han preo-
c upado por las relaciones inte rnacionales tal como se dan en la rea-
lidad , ya que postulan la construcción ideal de un s istema que las
organic'-'. Sólo tardía y recientemente hemos visto estudiantes a pli-
28 T eoría Y prdc tica de la política ltltCIHucwnal
La ciencia de. la política mte.rnacio,al 29
de las fuerzas fundamentales y cons tantes del mu n-
do Y de las inst ituciones que las ¡·cp rcscntan si bien no con El peor vicio de las discusio nes es ese dogmatismo 4uc se
la mtcnc10n de e logiarlas o condenarlas sino scncÚiamclltc como basa en grandes principios o en hrpótCSIS en vez de apoyarse e n un
parte de u n para lograr un mejor e ntendimiento de es tos preciso examen de las cosas tal como son y de la n aturaleza h!-lmana
•mpulsos bás tcos que determinan las polft ica s inte rnacionales de tal omo cs . ... Nos construimos un ideal que eleva y meJOra el
estados. De es te modo encontramos, a l fin , a l científico de la po- ac tual es tado de cosas y casi e mpezamos a asu-
htlca m oviéndose e n e l ca mpo internacional.• mir que es te ideal es a lgo ya existente; de a cs ta.blecer de
ió n raíces en la realidad no cxtstc P.rácucamcntc
E l profesor C harles E. Marti n ha retomado las observac io nes del "·' distancia ... . Todo el método de espcculacoón abst racta soboe
doctor Ki r k agregando que tópicos políticos se encuentra viciado. Se ha hecho popular porque
no es demasiado difícil. Es más fácil imagmar un mundo nuevo que
aprender a conocer el q ue tenemos. Es más fácil .en e.s-
· .. e l que dct;Jc n enfrentar los estudiantes y los profeso res pcculacioncs basadas en unas pocas h ipótesis que estudoar la hostona
relaciones . Jnternacwnalcs en el dua- de los estados y las inst ituciones. Es más fácol to mar al vue lo un
l.•smo que de_m ovemos en dos áreas difere ntes y opuestas: el dogma popular que analizarlo para ver si es verdadero o Todo
a rca de .las JnStltucro ncs de la paz, a la que se relaciona e l arreglo esto lleva a la confusión, a admitir frases hechas y banalidades, a
de las do sputas. y el área del poder político y de la guerra . Así es mucha discusió n pero a pocas conclusiones en e l campo de la pros-
y no podem os escapar a ese dualismo . . . Creo que uno de los ma- peridad de las nac iones-'
yores e rro res en nues tra actitud al e nseñar du rante los úhimos
veinte años ha sido probablemente e l de dejar de lado la institución
de la guerra y menosprec iar los libros que estudiaban la influencia Limites al entendimiento
de l poder politico. Pienso que los cient íficos de la politica han come-
tido un gran error al ac tuar de este modo. Nos corresponde a noso- La más for midable dificultad que se opone a b indagación teórica en
t ros estudiar la política del poder , sus implicaciones y las situacio- la naturaleza y en las modalidades de la polít ica internacional consiste
nes que se desarrollan en torno a e lla; también es te ma que debe en la ambigüedad del material con que debe t rabajar e l observado r. Los
ocupar nuestra a te nc ión el de la institución de la guerra.l hechos que se procura t:ntender son. por una parte, sucesos Unicos. Ocu·
rrieron de ese modo una vez, nunca antes ni después. Por otra partt:,
Defin ida en estos términos. la polít ica internacional como disciplina !.On a ná logos en tanto implican manifestaciones de de terminadas fuerzas
académica es distinta de la hi storia recie nte. de los hechos contempo- sociales. Y las fue rzas sociales son producto de la naturaleza humana en
ráneos, del derecho inte rnacional y de la reforma polit ica. acción. Sin embargo, bajo condiciones similares deberían m a nifesta rse
La polilica internacional comprende más que la hi sto ria reciente y de modo semejante. Pe ro, ¿dónde se encuentra la línea que divide lo
los acontecimientos contemporáneos. El observador se ve a sediado por simi lar de lo único?
la escena conte m poránea con su énfasis y perspectivas sie mpre cambian- Esla ambigüedad de los hechos a comprender mediante una teorla
tes. No encuentra un piso finne sobre el c ual apoyarse ni parámetros de de la poli tica internacional implica decirlo al pasar- una
evaluac ió n obj etivos a m e nos que se interne en los principios fundam en- insta ncia especial dentro de las limitaciones gene rales del conoci m iento
ta les, que sólo surgen de la correlac ió n e nt re lo-; acontecimientos recien- humano. "Como ningún acontecimiento y ninguna forma --Qbse rvaba
tes y el pasado más distante con las pe rmanentes cual idades de la natu· Montaignc- es comple tamente igua l a o tra. ta mpoco ninguna es com-
raleza humana en ambos términos. p letamen te diferente de o tra: una iP1geniosa mtzcla realizada por la natu-
La política int ernacional no reducirse a_ las normas lega les y raleza. Si ,o hubiera nÜJgwJa similitud e n nuest ros rostros no podríamos
a las inslituciones. Opera dentro de la trama tales nom1as y a t ravés dist úrgrár al ho mbre d e la bestia; s i no existieran diferencias no pod ría-
del instrumental de ta les ins tituciones. Pe ro nunca llega a ser idénti· mos distin guir a wz hombre de otro. Todas la s cosas tienen e n común
ca a ellas del mismo modo como la política no rteamericana , a nivel na- alguna sim ili tud ; todo ejemplo es vacilante y las comparaciones que se
cional, tampoco es idéntica a la Constitución de Estados Unidos, a las derivan de la experit·ncia son siempre imperfectas. Sin embargo, sicm·
leyes federa les o a las ofi cinas del go bierno federal. pre es posible encontrar modo de establecer comparaciones. Y las leyes
se vuelven útiles y adaptab les a cualquier asunto si se las somete a in te r·
En lo que tie ne que ver con esfuerzos orientados a introducir relo r·
pre laciones forLadas y pa rciales" 4 Una teoría d e la política internacional
mas en política intemac iona l s in ha be r hecho previament e el esfu erzo
debe estar constantemente en guardia con t ra esa "in te rpre tación forzada
para tra ta r de entender Jo que es la po lít ica int ernaciona l. com partimos
y parcial" de los hechos políticos.
el punto de vis ta de William Graham S ummcr:
J "Democr acy and Responsible Go vemmcnt" en T he Clulllenge o j Facts and
• Amencan Journal oJ lnternatíonal Law, vo l. 39, 1945, págs. 369/ 70. O!her Yalc Umver slty Press, New Haven, 1914, págs. 245/ 46.
z Proceed zngs o j t he E1ght Conjerence O/ T eachers O/ l nternahonal Law and 4
The E ssays O/ Mzc hcl de M ontazgne. editado y t raduc ido por J acob ZeiLUn
Related SubJect s, Camcgle Endo wment ro r Jnternalional Peace Washmgton, 1946, Nueva Yo rk , 1936. vo l. 111. pag 270. La bastardtlla. es del p ropiO
J)ag 66.
- -
... -1- - · . ,.
1 .... ({_ .
30 Teoria y prdc tica d e la polít ica iwerrwciorral
Q... .
/A ciencia de la política iuteruacioual 31
.esos h echos aprende mos lo q ue son los princi pios d e la
polft1ca Una d e te rm inada s ituación politica p rod uce la m a n es una s imple m odificación d el principio_ge neral
formulac ió n Y la e jecución de una d e terminada política exte rio r. Al concepciones de Wash ingto n y Monroc o cons tituye rad i-
con una s ituación po lít ica dif...:re nte nus prcgu nt a mo::.: ¿ En ca l de h s t rad iciona les po liticas ex te rior es no n camcncanas . S1 as 1 fuera,
'l:ué d1f1ere es ta ::,ituac ió n de la a ntc.:rior y en qué se le parece? ¿ Las Slmi- de
ju ... ;ifica a la luz las nuevas co ndic io nes? En
Y diferencias permiten el m antenimie nto de la esenc ia de aquella ¿ las dife re ncias e n la posició n in te1·naciona l d; . Es ta . os t:n ·
poht_ICa e.n . t anto debe n ca mbi ar::,c al guno : -. d e ella? ¿O las dife- 1823. J\} J7 y 1947 j us tifica n las ditcrcntCS e,'(tCI
renc ias VICia n de tal modo la s ana logías que d e terminan la inap licabili- y e jecutadas e n vis ta de esas d ife ren tes s nuac10ncs c.Cu á lcs
so n b.s y d ife re ncias d e la s ituac ió n con la q ue E_u rupa cn.t_ren ·
dad d e la política anterior? Si se d esea e nt e nde r la política in ternacional ,
captar el significado d e los acont ecimientos cont c mpo t·áncos y pn: \'e r tó a Es tados Unidos e n 19 17, !941 y 1947 y en qué m edtda r equ•c;en
cuál ser á s u influe n cia en e l futuro, se debe se r ca p a z d e c umplir la s im ilares o difere ntes po lí ticas externas po r pa rte d e U.m dos . á
d o b le t area inte lec tual implíci ta en esta s c uestio n es. Se elc h e e . . tar e n · Que significado tienen esros cam b ios e n la bnt ·
co ndicio n es de dis tinguir e n t1·e las s imilitudes y la s dife r e nci a.;; de dos nica? · Ha n crecido e n m edio de los manejos y la de pnnclpcs Y
¿O deben at r ibuirse a la inspiración p roduc 1da po r la ac u·
!tÍLuac iunes política s. Adem ás, debe p o derse va lorar la impo rtancia de
mulada sabidu ría de un pueblo consciente de que las fuerzas . pc rma·
est as s irnilitudcs y dife renc ias para p o líticas exteriores a lt ernath·as. Tres
nc ntcs se sob repone n a las circunst a ncias indi viduales y dc tcrmman las
series de h echos, escogidos al azar, pueden ilus trar este problema y s u s
dific ullades . re laciones cori el continente e uro peo? .
Los d esastres que sob 1·evinicron a estos t res int_c ntos d e
El 17 d e setie mbre d e 1796 Gcorgc Was hington p ronunció un discur·
cont ine ntal , ¿constituye n o tros ta ntos accid e ntes debtdos a cau sa.s
so d e despedida en e l que delineaba los principios de la po lítica ex te rior
res? ¿O la s imilitud en los resultados simi litudes e n la
norteame ricana en términos d e abst e nció n con r espec to a los a s untos c u·
po lí tica global, s imilitudes que implican u na lccció.n a se_r temda en
ropcos. El 2 d e dic ie mbre d e 1823 e l preside nte Mo n roe e nvió un c ue nta por quienes d eseen inte ntarlo d e n uevo ? Y mas partic ula rmen te,
m e n saje a l Cong reso e n el que fo rmul aba lo s p r inci p ios d e la p o lítica ¿es la p olítica d e la Um ón Sov ié tica pos tcdor a la segunda mun·
e xterior no rteamericana en té rminos s imilares. E n 19 17 . E s tados Uni- d ial si mila r a las d e Na poleón, Guillerm o 11 y H itle r ? Y s upo m e ndo
dos se unió a Francia y a Gran B re taña contra Ale m a nia, que a me na- lo sea, ¿ la poh t ica que despliega Es tados Unidos habrá d e ser semeJan-
zaba la independencia d e ambos. En 1941 Estados u n c urso te a la que ejecutó e n 19 17 y 1941? . .
d e a cció n s imi lar. El 12 de m arzo d e 1947 , en un m e n saje d cvado a l Con· A com o e n t:1 caso d e lo s cambios e n la p o lítica cxte n or bn-
greso, e l presidente Truman reform u ló los p r incipios d e la pol11 ica e,'(t C· tá n ica, la parece clara: los cambios proceden de la sab1du·
rior n o rteamericana e n té rminos d e u na cont e nc ió n mun dia l del co mu- rí;:' an tt•s que dd ca pric ho. Sin emb a r go, la m ayor part e de las veces ,
nis mo. en esp ecia l c uando manejamos el prese nt e y e l futu ro, la respuesta
En 1512, En r ique VI II d e In gla terr a estableció u na a lia nza con los d ebe ser tcnt:t.ttva y a especi fi cac io nes. Los hechos d e los que debe
Habs burgo contra Francia . E n 151 5 cele bró una a lianza con F ranc ia con· derivar la 1·cspues ta son ese nc ia lmente a mbiguos y están so metidos a
tra lo> Hab; burgo. En 1522 y 1542 se unió a los Ha h s bu r go contra Fran· continuos cambios . Para quienes tra ta n d e e n carar es ta r ealidad d e o t ro
c ia . En 1756 la p ropia Gran Bre t aña a lió con cont ra los Ha b s- m odo la historia no aporta o tra cosa que no sea n fa lsas a na lo gías. Cu an ·
burgo y Franc ia . En 1793 Gra n Br etañ a, Prus ia y los H absbu rgo >C al ia· do tales hombres ha n te ni do bajo su responsabilidad la po lítica exte rna
ron contra Napoleón . E n 1914 Gra n Bretaña se un1ó a Franci.J y Ru -.ia de país es. h a n terminado en m edio de desast res. Guillcr·
contra Aus t r ia y Ale mania y, e n 1939, cvn Francia y Polon ia contra Ale· mo 11 y ll it lcr no ap re ndieron na da del dc:stino d e Na po leó n pues to que
manía. pe nsaron que nad a podía enseñarles. Quie nes el cor.l!tCjo de
Napoleó n , Gui llerm o JI y Hitler d e conqu b tar el \Vas hington e n dogma que h a bía que sostener a c1cgas se eqUivocar on
y f racasaron . no menos que aque llos q u e p rete ndi e ron igno r arlo.
¿ Ex is te n , dentro d e cada una d e e s ta s tres serie::, d e hechos. ::,i mllltu- E l ac u erdo d e Mu nich de 19 38 es o t ro caso d e esta indole . Re t ros·
d es que nos permita n form ula r un principio de p o lítica intern aciona l para pec ll vam ent e, por supues to , sabe mos por la expe r iencia prác tic a que
cada serie ? ¿O cada hech o es tan dife re nt e de los de n1á s en cada una fu e.: un fracaso y de esa experiencia h emos d esa r rollado las ca tegorías
de las series com o para r eque ri r una polít ica di ferent e? La d ifi c ult ad tcó n cas que que es taba conde n ado a se r un fracaso. No o b s·
para to rna r esta dec is ió n es la medid a d e la dificult ad p ara formular jui- tan te , recuerdo muy bien el co ns enso que obtuvo e n s u tie mpo e l a cuerd o
cios correc tos en po lítica ex te rna. e n proyec tar e l futuro y de Mu nich d e bido a su s conclu::,io ncs po r parte de teór icos. y practicantes
en hace r lo co rrc<.:to, del m odo cor recto y en d tie mpo corrL':c tu. dr.:: la po ll t 1Ca int e rnacional y t a mbié n por el ho mbre común . F u e viSto
¿ Debe m os con s ider ar que Ja s po lí t icas ex te rnas d e lineadas e n la s d es· c omo un g ra n acto d e h abilidad de est a dis ta, com o una concc-
pedida> de Was hingto n y Mo n roc ;on compatibl es co n la d oc tr ina d e !'> ió n hec h a a un triunfado r e n aras d e la paz. lo consid e ró
Tl'uma n ? O p a ra pon er e l p 1·ob lc m a e n o tro s ¿la doc trin a de Tru- ento nces F.. H . Carry a s í lo c nt ic ndr.:: a h ora A. . J . P. Taylor. La fa lla en e l
LA ciencia de la politica JJ
32 Teoría y práctica de la poli ice .trternac io,tal
. hasta que la próx ima catást ro fe
el hormiguero y a reprod uctrse
razonamiento, de la que poca gente fue -y tal vez ta mpoco podía ser-
consciente en su m on1ento, consistía en volver a despreciar las con· obligue a reco":'cnza r. ienc este t ipo de ha b ilidad recupe_ra ,_
tingenc ias inhe re ntes en la predicción política. Lo que re trospecti va m en- Pe ro la soc tedad humana no t unto límite al igual que los tndt-
te se reve la como la sencilla verdad, era entonces completamente desco - va mecáni ca . Las sociedades tJen.cn un_p h mana no consigue a.c uv ar la
nocido para c ualquier prospectiva y no podía ser determinado por ninglin viduos, más a llá del cual la u. trata de una deva.stae tón
. d 'ón espcctalmcnte st se . . .
otro medio que no fuera una vaga corazonada. capactdad e r ecupcrac1 . a a ese punto , la propta ctVk
masiva sm precedentes. Una vez_ que se 1 eg 1 de ese punto en la escala
Tomemos finalmente el problema contemporáneo de la guerra nu-
clear. De tanto en tanto. los ej ecutores de política norteamericanos cspe· lización entra e n colapso. La ubtca:tón com rens ió n teórica. Al
culan abiertamente sobre la posibilidad de "vencer" en una guerra nu· de las reacciones humanas está mas allá de la confinnará
clear. En esto reflejan los comentarios realizados por los líderes milita- respec to sólo podemos tener corazonadas que
res rusos, aunque no por líderes políticos tales como Brczhnev, quien o no. . d lítica in-
más de una vez ha advertido que una guerra termonuclear sería suici·
da para ambas superpotencias. Particularmente durante la década de los
ochenta, cuando volvían a ganar intensidad las tensiones de la guerra
La primera lección que debe aprender el est_udtante es
tcrnacional -y nunca olvidar- es que la comple¡tdad de lo
in ternacionalcs imposibilita las soluciones senctllas o las pro
t. infa-
d d
fria, en ambos países se oyeron voces apoyando la creencia de que la liblcs Allí bifurcan su camino el charlatán y e l letrado. La a
vic toria e n una guerra nuclear no era algo impensable y reclamaban de hec hos en las relaciones inte rnacio na les surge a m edtda_ que se
un vasto aumento en los gastos de defensa que contemplara el subsi- profundiza el conocimiento de las fue rzas que co nfigu ran la pohttca
guiente aumento de las fuerzas estratégicas. Es posible desarrollar una t rc las n;cioncs y de los inst rumentos d e a cu erdo que sus a-
teorla de la guerra nuclear que sólo la considere como otra clase de vio- dones políticas. Toda situación polí tica su_pone e l ¡ uego de
lencia, mucho mayor en magnitud pero no diferente a los demás tipos contradic torias . Bajo determinadas condtcJOne s alguna de te n en
de violencia con los que nos ha familiarizado la historia. De esta supo- cia s habrá de prevalecer. Pero nadie es capaz de prever
sición se deriva que la guerra nuclear va a ser mucho más terrible que cia. Lo más que puede hacer el estudioso es re leva r vanas. tend_e ncJ_a s
cualquier guerra convencional, pero no ha de ser necesariamente intole· que en forma potencial son inhere ntes a una SJtuacJ.ón
rabie ya que tomaremos las medidas necesarias que permitan, al menos a ternacional. Puede también indicar las condJc JOnes q ue la
de nosotros, sobrevivir. En otras palabras, una vez que se co- preponderancia de u na de las tendencias y calcular las postbtl tdades de
mie nza a seguir esta hipótesis teórica acerca de la naturaleza y las con- las di stintas condic iones y tendenc tas que prevalecen en la ac tualidad .
secuencias de la guerra nuclear, lógicamente se llega a la conclusión de Debido al constante cambio de los hechos de la política inte rnacional,
que la política exterior de Estados l!nidos no necesita limitarse para los asuntos del mundo reservan sorpresas para quie nes pre:'er
tratar de evitar la guerra nuclear sino que Estados Unidos también debe el futuro apoyándose en sus conocim ientos del pasado y en las ev¡dencJas
prepararse para sobrevivir a un acontecimiento semejante. Entonces se del presente. En 1776 Wash ington declaró que "el destino de nuest ra
vuelve perfec tamente legitimo suscitar el siguiente problema: puesto nación dependerá. con toda proba bilidad, de los esfuerzos de unas cuan·
que cien millones de norteamericanos morirán en una guerra nuclear y tas semanas". Y, sin e mbargo, sólo siete años más tarde llegó a s u fin la
nueve décimas partes de la capacidad económic.1 de Estados Unidos guerra de la independe nc ia. En febrcro dc 1792 el p rimer ministro _Pitt
óará destruida, ¿cómo se las ingeniarán los norteamericanos sobrcvi· ju•tificó la reducció n de los gastos mthtarcs (en espcc tal los d rá s u cos
vientes para reconstruir los Estados Unidos con la décima parte rema- apl icados :.1 di! la marina británica) y ha sta llegó a h ablar de
nente de la capacidad económica? mayon:.s rcd ucciont.:s para el futuro al sostener que "inc ucstionablemente
El elemento contingente en esta teoría de la guerra nuclear es su nun ca ha ¡_:;\i::.tido una época ¡_:n la his toria de este país duran te la cual,
pronunciada ince rtidumbre, típica en todos los niveles del análisis teó- por la de Europa. podamos como ahora aguardar con toda co n ·
rico y predicción en el campo de la política, tanto doméstica como ínter· fian za quir.<.: c año!) <k paz". Sólo dos mc!)C.!t más tarde el cont ingt:n te eu·
nacional. Aun si se aceptaran todas las es timaciones de muertes y des- ropt·o enco nt raba en g ue rra . An tc..:s de.: un año Inglaterra se veía in"o-
trucción n1at e rial , todos los índices de recuperació n, aun en ese caso es- lucrada en el conflic to . Se iniciaba un perío do de guerra casi con -
ta teoría con tinuaría manteniendo un alto grad .J de incertidumbre en lo ti nua qth: ::.1.! p1ul ongó prác ticament e durante un cuarto de sig lo . Cuando
que tiene que ver con las reaCciones frente al tipo de devastación huma· lo rd Granvil lc \kgo en 1870 al cargo de secre tario de Re la c io ne s E xt c n o-
na y material que produce la guerra nuclear. Obviamente, si una socie- res británko , fue in formado por el subsecretario permanen te que "nun ·
dad humana altamen te compleja puede homologa rse e n su modo de ca, duranl c !)U larga había p..:rc ibido tanta ca lma e n lo s a un -
operar a una primitiva sociedad de hormigas, su habilidad para la re- cxtc 1iures y que no es taba en conocimiento de ning Un asun to impor·
cuperac ión pue de darse po r desc ontada. Si la mitad de las hormigas de tantc que de biera someter a con s ide rac ión del nue vo sec re ta rio". Es e
un hormiguero son destruidas junto a nueve décimas partes del hormi- mi.,no liia el p rínc ipe Leopoldo d e Ho hc nwllern-Sigmaringe n aceptó la
guero. es seguro que ho rmigas sobrevivient<!s volverán a reconstruir
-
34 Teoría y prdctica de la politica
La ciencia de la política inttrnacional 35
corona de España, acontecimiento que tres semanas más tarde suscitó
la guerra franco-prusiana. anuales del produc to bruto nacional norteamericano (años 1953-63 ) es-
tablece un margen de error del 40 % .• En octubre de 1966, la Prudenllal
¿Cuando las profecías de los grandes estadistas re sultan tan ende- Lifc Jnsurancc Company predijo que en 1967 Jos _gastos de consumo 1ban
bles, qué podemos esperar de mentes menos esclarecidas? ¿Cuántos li- a alcanzar los 31 billones de dólares y que el conJunto de mvers10nes tre-
bros esenios antes de la primera guerra mundial no afirmaron que las paría a los 7,S billones de dólares. En octubre de 1967 comumcó que
guerras eran imposibles y que a lo sumo serian de muy corta los gastos de consumo habían sido de 27 billones de dólares, lo que su-
¿Hubo algún libro escrito entre ambas guerras mundiales pone un error de 15 %, y que las inversiones sólo habían llegado a los
que 1magmara lo que iba a ser la política internacional en la novena 7 billones de dólares. Por su parte el Council of Economtc Adv1sors
de nuestro siglo? Al comienzo de la segunda guerra mundial, sobrcestimó el crecimiento del producto bruto nacional para el mismo
¿ qutén habría podido adivinar lo que seria el mundo político al terminar año en aproximadamente un doce por ciento.
la contienda? ¿En 1945 quién habría podido imaginar lo que seria el
mundo en 1955 ó en 1960 lo que llegaría a ser en 1970 ó 1980? ¿Qué con-
fianza podemos tener e ntonces en quienes hoy nos cuentan cómo será el
mundo mañana y e l día siguiente y en el año 2000?5 COMPRENSION DEL PROBLEMA
En 1979 los servicios de informaciones, y en. particular la Central DE LA PAZ INTERNACIONAL
lntelligcnce Agency (C.I.A.). fueron criticados por su fracaso en adver-
tir a los ejecutores de política norteamericana sobre los trastornos que Estas cuestiones nos llevan al segundo propósito de este libro. Ningún
culminarían con el derrocamiento del Sha de Irán. El propio presidente estudio de la política, y seguramente ningún estudio de política inter-
Carter adoptó la actitud sin precedentes de censurar públicamente a las nacional de las últimas décadas del siglo veinte, puede ser capaz de
más altas autoridades de inteligencia por su falta de previsión. di vorciar el conocimiento de la acción y de no interesarse en aquél por
¿Qué sucedió para que ocurriera esa falta de previsión en gente su propio valor. La política internacional ya no es más, como lo fue para
bajo otras circunstancias inteligente y responsable? La respues ta se Estados Unidos durante la mayor parte de su historia, una serie de inct·
encuentra en la naturaleza del material empírico con que se manejaron. dentes, gravosos o benéficos, pero que no ponían en cuestión la propia
El observador se enfrenta con una multitud de factores, cuya totalidad existencia y des tino de la nación. La existencia y el destino de Estados
conforma el futuro. Para prever el futuro, el observador tiene que co- Unidos estuvieron más profundamente afectados por los acontec imien-
nocer todos estos facton:s, su dinámica, sus acciones y reacciones tos domésticos de la guerra civil que por Jos que llevaro n , y se desa rro-
tuas y así s ucesivamente. Lo que en un momento determinado conoce llaron e n torno, a las guerras con México y con España, y al corolario
y puede llegar a conocer no es más que un pequeño fragmento de la de Roosevelt a la doctrina Monroe.'
realidad tot al. Debe conjeturar y sólo e l futuro mostrará quién eligió Dos hechos de nuestro tiempo han variado la rela tiva importancia
correctamente entre las muchas conjeturas posibles. que Estados Un idos presta ba a la política interna y a la internacional.
Así, en el caso de Irán, Jos servicios de inteligencia conjeturaron Ante todo, al momento de escribir estas líneas Estados Unidos es una
mal. En Jugar de censura rlos indiscriminadamente, uno debe respon- de las dos más poderosas naciones de la tierrd. Sin embargo , en com -
derse dos preguntas: ¿se puede determinar con exactitud el momento paración con sus competidores actuales y potenciales, no es tan
en que estallará el descontento popular? Si la respuesta es afirmativa, rosa como para ignorar las consecuencias sus políticas im plican
¿qué podría haber hecho Estados Unidos en esa ocasión? En el mejor para su posición con respecto a las d e más naciones. Desde el fin de la
caso, la respuesta a la segunda p regunta es: muy poco. Probablemente guerra civil hasta el comienzo de la segunda guerra mundial, no tuvo
por es ta razón los servicios de inte::ligencia prestaro n menos atención demasiada importanc ia la política que sostuviera Estados Unidos hacia
a Irán de la que le hubieran dedicado en otra circuns tancia. sus vecinos lat inoamericanos . China o Es paña. La autosuficiencia de su
Es interesante señalar que la ciencia de los economistas, supuesta- pro pio poder, unida al ejercicio del equilibrio de pode r, le evitó a Es-
mente la más precisa de las ciencias sociales ya que su concepto cen- tados Un idos una desmedida ambición producto del éxito y del te mor
tral , la r iqueza, es cuantitativo por definición, también es incapaz de y frus tració n que tienen raíces en el fracaso. l os éxitos o los frac.asos
predicciones confiables. El examen de un amplio número de pronós ticos no preoc upaban especialment e a Estados Unidos. No obstante, ahora

5 La fallbiHdad de las profedas en cuestiones !ntemaclonales queda demos· Economic Fortcasts, Natlon&l
trada por Jos fant.&sticos errores cometidO& por los expertos que desde siempre tra·
1Este corolar_io se encuentra en el mcn.s.aje de Theodore Roosevelt al Con·
del 6 de diCiembre de 1904 . En el proclama el derecho de Estados Unidos a
lóc1cu, plausibles en si mismu, pero ain conexión con las continpncias del mterventr en los asuntos mternos de los paises latinoamencanos El te t ed
desarrollo hts tó n co contemporáneo. El reneral FUUer, por ejemplo , pronosticó en verse en H.uhl J. Dartle.t t ( editor ), Tt1c Record o_/ American
1SI23 que el arma dKisiva de Ja secunda gue rra mundial iba a ser el ¡as. Véase F"orezon Rclations, 4• t"dlclón, Al!r ed A.
The o/ War, E . P. Dutton and Company, Nueva York, 1923.
36 Twria y práctica de la política inte,.-nacional fA ciettcia d e la política iut e.rttactonal 37

ha desbordado las fronteras de su propio castillo continental para tomar propues tas para el mantenimiento de la paz in ternacional? O más
al resto del mundo como amigo o enemigo. Se ha vuelto peligroso y ticularmentc, ¿cuál es el va lor de la propues ta de transf o n !'ar la soc•e·
vulnerable, te mido y teme roso. dad internacional de naciones soberanas en una o rgam zaclón suprana·
El riesgo que implica ser muy poderoso, pero no omnipotente, se cional semejante a un Es tado mundial ? Y. finalment e, ¿cuál debe ser el
a c ausa d el segundo hecho: una triple revolució n en la estructura programa de acción que tenga presente las leccio nes del pasado Y que
pohllca del mundo. Primero, el sistema multiestatal del pasado, cuyo sepa adap tarlas a los problemas del presente ?
estaba en Europa, fue reemplazado por un sistema mundial y
btpolar, cuyos centros están fuera de Europa. Por otra parte, la unidad
moral del mundo politico -que ha carac terizado a la civilización occi·
dental durante la mayor parte de su historia- se ha bifurcado en dos
si.s temas de pensamiento y acción incompatibles que en todas partes se
dts putan la lealtad de los hombres. Finalmente. la moderna tecno logía
ha hecho posible la guerra total que implica la dest rucción universal. La
preponderancia de estos tres nuevos elementos de la política interna-
Cional contemporánea no sólo ha vuelto extremadamente difícil la pre-
servación d e la paz mundial, sino que tambié n ha incrementado los ries-
gos propios de la guerra hasta el punto en que la guerra nuclear total
se convierte en un absurdo que se invalida a sí mismo. Dado que Esta·
dos Unidos mantiene una posición de poder predominante en nuestro
mundo y por lo tanto una responsabilidad correlativa, la comprensión
de las fuerzas que moldean la política internacional y de los factores
que determinan su curso se ha transformado pa ra Estados Unidos en
algo más que una tarea intelectual interesante. Se ha convertido en
un¡, necesidad vital.
Pensar la política internacional desde el ventajoso punto de vista
de los E stados Unidos actuales equivale, entonces, a reflexionar sobre
los proble mas vita les que enfrenta la política exterior norteamericana
en nuestro tiempo. Si bien durante todos los tiempos la promoción de
los intereses nacionales norteamericanos para convertir a EE.UU. en
una potencia entre potencias ha significado la principal preocupación
de la política exte rio r norteamericana, en esta época, cuando hemos
asis tido a d os guerras mundiales y hemos aprendido a llevar a cabo la
guerra tota l con a r mas atómicas, la p reservación d e la paz pasa a ser
la primera preocupación de todas las naciones.
Por esa razó n este libro ha sido pla neado en tomo a los conceptos
d e poder y d e paz. Se tra ta de los concep tos centrales para la discusión
de la política mundial en la s décadas finales del sig lo veinte, cuando una
acumulación sin precedentes de poder de d estrucción o torga a la paz
una urge ncia que nunca antes tuvo. E n un mundo cu ya fuerza mot riz
es la aspirac ió n de las naciones soberanas en pos del poder, la paz sólo
puede mantenerse mediante dos artificios. Uno es el mecanismo auto-
regula torio de las fuerzas sociales, que se manifies ta a t ravés de la lucha
por el pode r e n el cam po internacional o, dicho de otro modo, por el
equ ilibrio de poder. E l o tro consiste en limitaciones no rma tivas a esa
lucha, bajo forma de leyes internaciona les, moralidad internacio nal y
opinión pública mundial. Puesto que ninguno de es tos artificios, tal
como operan en la actualidad, parece ca paz de mantener la lucha por
el po der den tro de indefinidos límites pacíficos, o t ra s tres pregunt as
deben pla ntearse y res ponderse : ¿Cuál es e l valor d e las princ ipa les
SEGUNDA
PARCfE
La Política
Internacional
como Lucha
por el Poder
3 V

Poder Político

¿QUE ES EL PODER POLITICO? •

Como medio para los fines de la Nación

Como toda política, la política internacional implica una lucha por el


poder. No importa cuáles sean los fines últimos de la política interna-
cional: el poder siempre será el objetivo inmediato. Los estadistas y
la gente común pueden proponerse como objetivo final la búsqueda de
la libertad, la seguridad, la prosperidad o el propio poder. Pueden defi-
nir sus propósitos en términos religiosos. filosóficos, económicos o
sociales. Pueden aspirar a que estos ideales se materialicen mediante
su propia fuerza, mediante la intervención divina o mediante el natural
desarrollo de los asuntos humanos. También pueden tratar de proveer a
su realización a través de medios no políticos tales como la cooperación
técnica con otras naciones u organizaciones internacionales. Pero ape-
nas intentan cumplir sus metas recurriendo a la política internacional
se ven embarcados en la lucha por el poder. Los cruzados querían libe-
rar los santos lugares de la dominación infiel; Woodrow Wilson quería
que el mundo fuese un lugar seguro para las democracias; los nazis
querían abrir Europa oriental a la colonización germana, dominar
Euro:pa y conquistar el mundo. Desde el momento en que todos ellos
eligieron el poder para conseguir sus fines, se convirtieron en actores
de la escena política intcrnaciona1.2

1 El concepto de poder político plantea uno de los más diffciles y controverti-


dos problemas de la ciencia politica. El valor de cualquier concepto usado en
ciencia politica se determina por su capacidad para explicar un máximo de fenó-
menos que convencionalmente se considera que pertenecen a cierta esfera de la
actividad politica. Asi, la amplitud del campo cubierto por un concepto de poder
poUtico para la comprensión de la politica internacional debe ser mayor que la
amplitud requerida para otro que opere, por ejemplo, en el campo de la política
municipal. Los significados poUticos empleados en el último ejemplo están mucho
más estrechamente circunscriptos que los empleados en el caso de la politica inter-
nacional. .
2 Para algunas observaciones importantes sobre el poder en relación con la
-
,.-

42 La pulitica intcnrat:ioHlJI como '"""u por el poder


Podu político 43
De este concepto d • ¡· · · .
n cs. Primero e po mlcrnacJonal se derivan dos conclusio- homb1 c sobre las mentes y la; acc iones d e ol i O> hombres. Por poder po-
respccto de toda>d las acc oo ncs que una nación puede lle var a cabo ;ítico s ignif icamos las mutua -; relaciones de contro l cn l rc los depus ll a·
ra son e naturaleza política . Muc h os de esos actos son
norma 1mente realizados s in t .d rios de la aut11ri<.l ad pública y entre estos últimos y la gente en
dcr· t ornar en consl cración ninguna razón de E l poder político e; una relac ió n p s icológica entre qu1e nes cjeo cen
poh _Y afectan el poder de la nació n que los llc•a a cabo. Mu- y aquellos sobre lo; que se ejerce. Otorga a lo> primero> control sobre
e as actiVIdades legal . · · . h . .
d cconomJcas, umamtanas y c ulturales caen ciertas c1e los segundos mediante el impac to que ejercen sobre
entro de esta categoría. De modo, una nació n no se ·•ventura en el
terreno de la polític· 10 · t · ¡ • las tncntcs de últimos. El impacto deriva de tres fue ntes : la
d' . . a ernac 1ona cuando celebra un tratado de extra- expectativa de beneficios , el temor a las d esventajas y el respeto o amor
cun otra nación, c uando intercambia bie nes y cua ndo hacia los hombres o instituc iones. Puede mediante órdenes,
.n nda ante catástro fes na tur·alcs o c uando promueve la 'dis tri bu - amenazas, la autoridad o de un hombre o de un equipo de
CIÓn mun_d l a l de logros c ultura les. En otras palabras la inlerven ió n hombres o a través de la combi nación de cualquiera de es tos factores.
d e un . e n la política irucrnacional es sólo uno varios tipos 1A la luz d e esta definic ión, deben hacerse cuatro d istincio nes: entre
de ac tlvJdadcs posibles en el marco de la esc ena internacional. poder e influe ncia, e ntre poder y fuerza, entre poder aprovechable
no toda nación se e nc u e ntra todas veces en e l mi smo y poder no aprovechable. entre poder legítimo y poder ilegítimo. /
grado de 1nvo lucra micnto en la política internaciona l. Ese grado El secretario de Estado que aco nseja al preside nte de Estados Uni-
todo el que va del máximo. correspondiente a Estados Unidos o la dos acerca del rumbo que debe seguir la política exterior norteameri-
Umón Sov1ét1ca, al mínimo, que puede adjudicarse a países como Suiza, cana sólo tiene influencia si el presidente consejo. Pero no tiene
Luxemburgo o Venezuela, pasando por la ausencia .Jota! de participa· poder sobre el ya que no tiene a s u disposición ningún medio
CIÓn. de la que eje mplo liechtcnslein o Mónaco. jgxtre mos similares para impo ner su deseo al presidente. Puede pe rsuadir pero no puede
pued<_:n encontrarse en la his toria de países. En los s iglos xvt y xvn obligar. Del ol ro lado. el pres ide nte tiene poder sobre el secretario de
E s pana fue uno de los más activos participantes en la lucha por el Es tado, ya que puede imponerle su voluntad en virtud de la autoridad
poder dent_ro de la escena inte rnacional, pero h oy sólo c umple un de su cargo, la promesa de beneficios o la amenaza de desventajas.
papel _ en ese terreno . Lo mismo puede deci1·se de paí;es como El poder político debe distinguirse de la fucrta en el sentido del
Aus tna, y Suiza. A la inversa, países como Estados Unidos, la ejercicio de la violencia física. La violencia física baj o la forma de
Umón Sov1é11ca o China se encu<"ntran hoy muc ho más profundamente acción policíaca. e ncarcelamiento, pe na capital o guerra es un elemento
en la política internacional de lo que estaban cincuen ta mtrínseco de la política . Cuando la viole ncia se convierte en realidad,
o vemte anos atrás. En pocas p3labras, la relación d e las naciones con el poder político abdica favor de l pode r mil itar o seudomilitar / Es-
la ¡><>lítica internacional tiene una cualidad dinámica. Cambia junto a las pecialmente en política int ernacional la fuerza armada como amenaza ,
VICI>IIudes del poder, que pueden empujar a una nación a la vanguardia real o po tencia l, es el rnás importante factor mate rial que contribuye a
de la lucha por el poder o quitarle la capacidad d e participar ac tiva- conforma r el poder político de una nación. Si el mismo pasa a ser reali-
rr:-cntc en c lla1 Tan1bién pucd¡; cambiar ante el impac to de dad en una gue rra . e produce el reemplazo del poder político por parle 1
c10_nes cultura1es, que pu ed en llevar a una nac ión a orienta r>c otros del poder militar.J La práctica de la violencia sus tituye re lación
ObJetivos, cumo los del comercio. tan di versos a lo; del poder. 1¿1 te n- psicológica entre dos mentes (verdadera del poder pohu co). por
dencia de las naciones a en m ayor o m e nor rncdida en Ja la rd3cióu fí'\ica e nt re dos c uerpos, uno de los c uales es lo suficie ntemente
luc ha por el poder llevó a Arnold Wulfcrs a obse rvar que ocupaban fu e rt e como para domina r a l otro. 1Por esta razón. en el ejercicio d e la
pos iciones en los extremos de un espectro que va desde un violencia fís ica se pie rde e l ele mento psicológico de la relación política
polo de poder a un polo de indiferencia] y en tonces de be mos di stinguir entre poder militar y poder polí tico ./
/L1 d isponibilidad de a rmas nucleares hace necesario dis tinguir entre ,
poder aprovechable y pode r no aprovechable. ,Una de las paradojas de la
Su naturaleza: cuatro distinciones era nuclear. que contrasta con la e xperiencia de toda la histo ria prc·
lt1 :. " .. e.. .. nuclear , e n que un inc remento del poder militar no necesaria·
r cuando en el context o de es te libro hablamos d e pode r no nos relcrin_oos me nt e lll!va a un inc re mento dd poder políticojLa a menaza de una vio.
poder d e l h o mbre >Obre la naturaleza o sobre los mcdws de cxprcs oón lcncia nuclear implica la amenaza de la total. Como
artís tica , corno el lenguaje, el dis el sonido o e l coJur. ni ta l, tontinua !lic ndo un adec u ado ins trume nto de po lítica externa cua ndo
a Jos m e dios de producción o cons umo ni a l control que pueda Jugr-dr diri gido a una nació n que no puede responde r del mis mo mudo . La
sobre ,¡ mis mo. Cuando hablamos de poder nus r e ferimos al cont.-ol del nac1ó n de armas nucleares puede ejercer pode r sobre la otra
simplem ent e diciendo : " O hacemos como digo o te des truyo". La
es d1fcrent e s i ta nación a jí amenazada puede responde r : "Si m e des·
pcllttcu InternaciOnal. véase Lioncl The Econumrc O/ War, J o ru.than truye..\ con a1 mas yo también te dest r uyo del mis mo modo". En
Cape, Lonc.Jrcs, 1939. págs 63 y ai¡cuientes.
44 LA polll 11.: a como lucha por podt r
Podu polirico 45
caso las se anulan recíprocamente. Desde que la dcs truc-
caon nuckar d.: una nación , pu'-·dt· trat.•r aparejada la destrucción de otra o, por lo menos, a equiparado a las ame nazas que han te nido Cxito o a
que ekmcnto de prc..·s ion car.:cc de Ja pc:rsuas ió n y el abando no del caris ma. Este abandono , co mo vcrcmo s,1
Cla : esto en el supuesto de que las dos actücn racional mcnt "' tiene mucho que ver con el relcgamienl o del prcstig·i o como e lemento
d , Solo en la hipotcsis de que las nac iones im·oluc radas a c tuar independiente en política internacio nal. Sin tomar en cuenta el ca risma
t: Ol(Xlo ln--acJonal, destruyéndose mutuamente en una heca to mbe nu-
de un hombre, como Napoleón o Hitler, o de una ins tituc ió n. como el
dear, la amenaza de la guerra nudear vuelve a ser creíble y así fue efec- gobierno o la Cons tituc ión de E stados Unidos, y sin traer a colación la
tivamente usada por Estados Unidos y la Unión Soviética. por ejemplo confianza o el amor por medio de los c uales las voluntades de los ho m-
du':'nte la cns1s de Su.:z en 1956 por parte de la Unión So\•iética, durante bres se someten a tales hombres o ins titucio nes, no es posible co mpren-
la c.nsls de Bahn .:n 1961 por Estados Unidos y por parte de las dos der ciertos fenómenos de la política internacional que han sido particu-
naciones durante e l c.o nflicto árabc·israelí de 1973. Sin embargo, s i bien larmente re.levantes en los tiempos actuales.
has ta ahora he mos q ue la amenaza de rt.-currir a la fuerza puede La importancia que tiene un líder carismático, así como la respu esta
ser. emp.leada como mstrumento racional de ¡hllítica exterior, la actual en amor que obtiene de sus seguidores, para la política internacional
aphcaC!on de esta dase de fuerza se toma irracional ya que su uso no surge con claridad de una carta que en 1632 escribió John Duris, presbi-
se on<."nta a cumphr el propósito político de influir sobre la voluntad de teriano escocés y luchador por la unidad protestante, al embajador bri-
la otra parte, si no hacia el propósito irracional de destruirla con la tánico Thomas Roe, en la que explicaba el decaimiento del poder de
conco mitante seguridad de la propia destrucción. Gustavo Adolfo de Suecia, quien por e nto nces era adalid de la causa
protestante en Alemania:
.De este .modo la magnitud de su destructividad, comparada con el
caracter hnutado los propósitos políticos que constituyen el objeto áe
El aumento de su autoridad es la base de su permanencia, en tanto
la pohllc acxtenor, mvahda a la fuerza nuclear como instrumento de poli- el amor es e·J sustento de su autoridad; debe ser a través del a_mor,
taca extcnor. Bajo c 1erta.s condicione s puede ser racional amenazar a ya que no es posible que sea a través de la fuerza, puesto que su
otra nación c?n la destrucció n nuclear a los efectos d e lograr un poderio no radica en sus propio s súbditos sino en los extranj eros;
canlblo de actitud; en cambio, sería irracional destruirlo efectivamen- tampoco en su dinero, sino en el de ellos; tampoco en su buena
te Y con ello asegu rar la propia destrucción. Por el contrario, la voluntad , sino en la simple necesidad de cosas que no es tán claras
convenciona l se puede usar como ins trumento de política exte- entre ellos. Por tanto, si la nece.sidad no fuera tan urgente como
nor; aceptando daños limitados y riesgos mensurables para quien la es; o si algún otro medio fuera mostrado por Dios (que es capaz
de hacer tanto por medio de otro hombre como por medio de sí
emplea, resulta rac ional recurrir a su uso como instrumento que per- mismo) para evitar esa necesidad, dinero y poder y ayuda que
mite quebrar la voluntad de la otra parte. provienen de él caerán de él y así su autoridad se perderá; porque
Finalmente, debe dis tinguirse entre poder legítimo, es decir el po- el amor que había al principio se habrá ido . ..•
der cuyo ejerc icio se encuent ra moral o legalmen te jus tificado, del poder
ilegítimo. Y el poder que se ejerce con autoridad moral o legal debe, El presidente de Estados Unidos ejerce poder político sobre el cuerpo
a su vez, distinguirse d e l poder a secas. El poder del oficial de policía ejecutivo del gobierno en la medida en que sus órdenes son obedecidas
que m e registra en virtud de una orden de arre-s to es cualitativame nte por los miembros de ese cue rpo. El jefe de un partido político tiene
diferente del poder de un ladró n que realiza la misma acción en virtud poder político en tanto y en cuanto sea capaz de moldear las acciones
de que porta un arma. La distinción no só lo es filosóficamente válida, de los miembros de su partido de ac uerdo a su vo luntad. Hablamos del
s ino que también tiene valor en política exterior. El poder legit imo , aJ poder politico de un indus trial, de un lider obrero o de un político en
invocar una moral o legal para su ejercicio , es probable- la medida en que sus preferencias influyen en los funcionarios públicos.
tnente tnás e fec tivo que un equivalente poder ilegítimo. Un poder ejer- Estados Unidos puede ejercer influencia sobre Puerto Rico en la
cido en defensa propia o en nombre de Naciones Unidas tiene más po- en que las leyes norteamericanas son acatadas por los habitantes de
s ibilidades de conseguir su propós ito que o tro poder equivalente ejercido esta isla. Cuando hablamos del poder politico de Estados Unidos en
por una nac ió n agresora o a los efectos de violar una ley inte rnacional. .\mérica Central , tenemos presente la correlación de los actos de lo s
Como v-..· re mos . las ideologías políticas s irven para dotar de una aparente go bie rnos centroame ricanos con los des eos del gobierno de Estados Uni·
leg itimidad a l;,s políticas externas. dos .5 De este modo la afihnació n de que A tiene, o tener, poder
Gcner;!)mcntc se reconoce que hechos tales como la expectativa de l Véase el cap itulo selS.
el temo r de las dcs vc ntaj;1s y e l o amor a hombres o 4 Gunnar Westin, Negc t&atiOFL$ A.bo ut Ch.urch. 16ZI ·16J4, Almquist y Wik·
ins tituciones, e n todas s us cambia ntes combinaciones, forma la base de Sf:Us, Upsala. 1932. pág. 208. Se ha modernizado la ortocratia.
5 Los e Jemplos que proponemos también ilustn.n la distinc ión entre poder
todas las polít icas domés tica s. En política internacional. 13 importancia pt.litlco com o s imple hecho social - tal e l caso del poder politico- y pode r polf-
de c..·stos fac to res es me nos obvia aunque no menos Ha exis tido una tico e n e l sentido de autoridad legitima, por ejemplo, el del presidente de Estados
Unidc s . Tanto e l presidente de Estados Unidos como e l politico ejercen poder
tende ncia a reducir el podt·r po lítico a la aplicación efectiva de la fuerza polit.JCQ a pesar de la dJfe re ncia que hay en la fuente y la naturaleza de ambos.
-
411 1 11 l '''lll il fl 111/t' tlll/1 ;,,, , ,/ , " "' ' ' lu• 11fl 1'''' r l / lllll r r Poder po/uu;o 47

1'' 1111 1•" ,.,,.,,, . U, " jt!rdl l• ,, nh· ru p r•· ' 1"'' A ''" 1 ,, 'jiHI' t•• br r u ip;.t. que nJt p cda JU\tifi.t.(lr'k:: e n térmmn-"t !Kil¡r rncntc econi;;miC(n puede.
rt•• ''''" '''1." 1
'' ' ' " " .u• u,,,,., ,,,. B u wdr.ull•· (•I •· Jt' tt ht•J d·· unHt 10 cmbarg(;, en · la pct de otra a cu-Gn
llu•·••• rlt ••u l.t "' ' " ' ' ' " ' B que le dé La pcr,pc(..tlva poc.c... c-.cgura e irn productha de n
'i•··•" •wd• ll wr•' " ¡,,t\ •thl•· t• v" " d·· ,,n;, 111,lft l a a un fl3 hl puede w:r u ua raí'hn vtJicdc ra para d.e\acon'-CJ3r
lt' '' ••)•·rnph, l11 . tdquha l• 1()11 d•• tfl,tlf•r llt ' pr lrn :t tt, ,.¡ '-'"'''''' del tt !tf Kh acto dc•dc una pt.:r,pcctíva pu ramente ftna.nc icréi. Pertt e l
,,, ,,, hl r"' ' ,, • ·'"'"' ''" t•·rrl l•ll r:t l•·"· 1\ H' "'I' n · ''' "'""'n al u ul\rul de 1•,. dc:Ja de tener \'O:s i'Jr :'tÍ el pré\tamo. a pc:\ar de lu poco dde-n dtble que
ru ' '"' 11 lr .•v ' d •• l!t lrdh11 111 Bt ,,,h rc 1:. o n•c nt ct.. 1.:• pueda 'K:r, tie ne u n -w:nt1du JXtlítíco parci la n ac16n que lo o torga. Es
ft•Hrlt ' r '' .td klrlu ••hp·tr vtJ •le 1., p•,Hiru • •· xh· r.,,r fran• cJaa po·.iblc. pur • upue w,. que la• pérdida• econ ó mic a.'> o financie ras de tal
unpll t ·• ••1 o ft )•·rlv•• fl•,flt l• '' ,¡,. rwu r r ..• 11,-.• r t• l d• •,,.,, .,..,,.nnn,, flc :ii :'"K:tr política dcbi lítc n la naciún m ud10 más allá del rédito políti co. En e..,
J' u uu fr, l11 lurrutr l.rttf•· t''' t rnl:t r dt• clrf Í1 11It ru r· l :d c u drn h:t fila cuo la p<•lhic o dehc "'' rccha1_¡¡da. Lo que decide la conduc ta a segui r
IIIIJl •PoUrll rl ar l•, c.ruu Ur•·t ;tnr. flcrlviJ pr••fhmrm•rll c fHJLkll,n é n 1:_. no son c• purarn.c ntc económicas o finan cieras, sino la com·
p ttlll l• u rnrrw ll:tl rhrr .tltl4' "''''' d -.1,$10 XIX d e la r r.krr kulr• Jlf ,HIIc.a de pa r acíún de la\ c,portun ida dc• polltíc.a• y riesgo• invo lucrados. es d e-
I UII t ' l rnuy ,,.11.,,,,.1\1, lt O ll a !\ ll a( lhfiC"l ( y:t qrrc e,,,,,, n n · l rtOH era muy ptJd. ci r . e l prc,bablc cfect u de c\la' ¡><;líticas sob re el pode r de la nación .
•r•, '' lrrrwtt•Mu ¡,, ( JlO t q u e Ufl6._ah:t M I ltwrL:• rnfldc r :Ht:.nwntc) ,,,.,;ncn.e Cuando Unrdo ' p roporciona pré.5 tamoc¡ o asistencia a países
11 dla w mc, Pc,lonía. que '<: enc ue n t ra a la som bra d el ejé rcito rojo. el objet i·
H l ••ftl••l iYh polhl• •• d e I•JI pr cp;u ra tív, ... d e , ualqrrler típ:' vo que pc r"íguc no es p rimariamente económico o frnanciero. Lo q ue se
e t' ll 11 J;,,., ll:tl "''w" ,, " "a r 1111 P"'fllrt tuc r1.a mrll· tntc nta C!i , más b ien, lle va r a es tos a cie rto grado de í ndepen-
lltt . Y·• ,, .. ,. !iil ,, h k ii•J lt fl C" f"''rttr rr. u a 1111 a n (\t lrg n• f>íc.h•, d e denc ra de la inllucncia y el poder de la Unión Soviét ica. Sí e l pago de
,,,., rnorln. f'l pnlftll.u ele n¡')rc l.ttiA m ili t are!& t ic rrdc a C(Jn· pré-.,tarno·'\ a lt, ..¡ organis mo ' credit icios norteamc n canos o a las
ft l •IC (1111' 1C-l Uf'l l r fl la r•tH"f'J n l'" Íllrh;Cc;r,[tfiO y (IUC:, cíonc-s íntcrnacionalc\ se prorroga con anue nc1a d el go b1e m o nortcame·
P'" lu '·'''"'· pru••l•· dt· w 1ar f'l rw.ulcdo mr llt::•r·. E l ,,hjc t ívo n cano, no debe ve ru: en ello r azones h umanitarias o caritativas. Se
pullf l, ,, t l1• 1•• ijllt' r r.r ru•
NI rrri Ja r" ''· lo
t' I'O , nl riel ' lll' rrtiH'' c..on trata. rná ti bu: n . de la polftíca norteamericana d e mantener abiertas
" " l ''ll'- lv.u l• · rrt •· '·'"" l"''c h u ir un t ;1111hÍ,, l' fl J;, rnc ul:..lídad opciones para e l go bier no pola c.o, o pciones q ue tratan de evitar
clt'l 41111' J,, llt•Vt: .1 l!' flf-1 :t ill e• la Vt¡flf rti.HJ de fo il ''Jlllrll' U i t;, • u d e pende nc ia to tal d e la Unión Soviética . Tales a cciones de la es fera
1-'"' e IHHifl u &e d hu u ten P• •lltu.•.J 'l f rrwru e< ,,,,ó rnu.. r•"· lcrn · cconó rnica M: e n o bjetivos p<>litic<l• q ue en e l largo plaro pueden
lft l l,tll''• '' llidi i.U I' !Il, tl lfct t' IU 1;11 Cllll t' la•. rlulf t ic;t'l C( tJOIHllÍ· llevar a la supervivencia de Polonia como estado ....abt:rano, a pes a r de
e ru, ,.,,, •·í rnpio, 'I 'W JI (•IJ,t lt rt e ah• , c u vrrl ud dt· •,u fl' ''f'IO va lor y que su po•iciún geográfica y polflica la obligan a a ceptar e l rol de saté·
'•q•wll.t •o 1111 1w pulflu ,, , qu e Nl,lo M•ll 1'1 ln s lltull Cirtl, •le una a c cil>u Jl'' ll te d e la Un run Soviétic a e n e l co rto plazo . En resumen . e l p ropós ito de
llr h ·' · • uv•' ,., ,ill¡,.¡,,, 1.111 "'' ''' '"' nwdio a l "crvídr) la polhica cconómíca nurtcamc ricana hacia Po lo nia consiMe e n lim itar
clt• 1,, JU tJII rc U W ' ll flo_d fjltl' l.t 1' 11 lt, h, l , (jlll' f 1.1C iflfH t' C tHt '11'1I C C rl dU· la influencia y e l pode r d e la Unión Soviét ic a en Europa o rie ntal y central
rrrln111 l rt p• ,lf t l, .• ,ft• ''''·' rru1 ll11r 1.:. P''llt u a fk t·xr• •rt .u ¡,·. , dt• "u11.a al tiempo que incremen ta el pod er norteamerica no en el área.
e'"' ,,, a IJrdtJw, ' ¡.,. c.k ntr•• d e l:r prirrlt: r :t u tt cuoda. La"
P••lfl l• h 't , ., .. niJtrdc :Ho d •• la fJnf ,A;u '\t;vi 1" a O tfl n·,r•·c"' a n:.dr)ne•¡
1
ti• · J 1rr upO ltl it•rii HI 1 ,t!' ll • lt-11 1 r '' t i ¡ • l.1 M "ijllnrln 1h flll".rn'' J'l l ll'd c ele
rrrtt• l'' •fft l• , , •¡ ,.,, ,ufun rc .J•J d•· E ·.t.,d <1'1 Un id''"' , . n Amé n (..a la lina , ARia LA OEPRF:CIACJON OEJ. POOF:R POLI'l'ICO
y I' "' " J'·I 1.'•
d hdiiHilm pr f•<l.i<a YMI <JIIH'.tll n
Al '>C r la a• r i ra iún de p<;dc r un ele me nto carac tc n7.ador de la politica
ltU ¡nu VItt fH iu 1111 11 fr .1 U1ldll'1l/ lfl l ' ll l:t polfl u_a y Cll la t,p!ni6 11 rr'thlr fl ,
f w dqu ln JU• II t ltn ,.,unlutr lfit, lll t!llll tt· r n. lc r r lt<,rfrd u nril ilar. lo lll lc rm.tLHHlt.t! , ..ti igual qu e de IOÓa Otra polítiCa, }a p<..tlil ÍCa int e rna -
ll tu(l.• 1'" ' 1111 P'"Jl'" val••• . r cq u l• ·tt· un.t t•vulu:1ntm ' '" I'' ' •JHft"i té nu í don¡.¡) ncu:,arí¡¡mc nte habr-á de ser una política d e poder. A pesar de
11 1111 Jl r¡ l 't lllfl rrr k. t (J f ltHH H lf'I, IJ IIt ' llll' VC III+'J 11'o,¡J ¡ ()n {• ll f' ri C que es ta d rcu n,tancia e-s reconocida en la prác tica de las re laciones
Ju Jn •••IJ'III,Hiltfl d f· l ntJIIJI IU r¡t,IH t' li.t l'l<th l.tt ll lll y );¡ t;O tllflll1fa d · ILt ir ,te r nadvr,¡¡l ...,, cvn frcLu c n t ia resul ta n egada p o r
11 11 J, tll tjlfl' Jru tll )'111 lt l 1 (Julo 1 III'IU H1'> ll t"TW f' ll C fi lllhÍtJ \' 11 la fttJift Í<a {t.Uif;l ,., L " " por lv' C\tadi\ ta"i. Desde e l fin de las gue rras napo-
rullll ltl n•lh• •• l.t r il11• rtt ,.',,, , l:t l u,hl:tt tlur y d tt u.r c rn¡, pr,Jrt i( ,, ín t ·nr,,? IL4illl (....t \ , g• L (ldt l vct maytJrc' e n el mundo OCl.IÚCntal he

J 11" ,¡, , hJ,,.,,.,. , "" rt'" l'' ' ' 1(1 ,, t " d ft•¡ 1'''"'11 ·•" ,.. lr:t <. t ' ll l'll luru tl.n l'X( lu pc r, u;.H.líd,.,,. de que la lud1a rur el pode r en la C"iccna intern acion a l e ra
urr fc n (JII1 -u ,, t c rnpur ar ÍfJ, un c.a tddcutc hi, tórí co q u e a pe·
d •• t . ,,l "lllh· r ru "''"''· rrllr
"-• 111 t' lltltiii HII , 1 11.111tl11 l•t"l lllrt'N de c •, t;l'l '1' IIIICitl :t n á Íll· 1u e r an ·linrirrada'í J¡¡c.; rcculiarc' q ue le habían
1 11 lll'"' lll l t l 1 1 Jllldt' l (q dt• 1111 Jl.l( ,l, t"' , fl "+ p • llf ll l,l ',, UJI I "'U " 1 .,rt· lÍIJ(Jti dado n :1 irnicnt o. De C\ l c nuJdo , J crc tny Bcn tha n pc n \ aba que la lut ha
pr11 ltt\ c r ;.a la c..: c.au \ a d e i nternaciOnales.
IJI• )• tt lln" , ,J,•ht'" tr pJin• rp;do wtrll· dt •" lc J:1 J'Wr •qJt'l tÍ V:I d e •.u VIO•
ltii iiJ I IIill ¡ti p•ll k t llotl Artf, JHII I' Jl' l l l jlltJ , 1111 •.1 p nHi tt :t l' (I JI16 11 11 a " 1-.rm.tll(.. lflttd ;;. la \ t vlvn1a, .. era el C(JI1,CJU que 'ug cria a los
Podu politico 49
48 La polltica intcrrracioual como lucha por el poder
. . . . l'ticas las naciones se han
para que desaparecieran los confHctos internacionales y las guerras.• de circunstancias soctales, economtcas y po • . Ío os han conseguido
Partidarios del libre comercio como Cobden 1 y Proudhon 1 estaban con- enfrentado por el poder. Pese a _los antropo carecer del deseo
vencidos de que la eliminació n de las barreras al comercio era la Untca que. algunos pueblos parece ue ueden repro-
condición para el establecimiento de una armonía permanente entre de poder, nad•e ha demostrado aun el modo enic'tonespen ue viven
las nadoncs e incluso llegaban ;\ suponer que permitlria la dcsapanc tón ducirse a escala mundial la mentalidad y las cond de la ínter-
definitiva de las políticas internacionales. "En algunas elecciones del esos pueblos para así eliminar la lucha por el _poder d los
futuro, decía Cobden, probablemente veamos aplicar la prueba de •nin- nacional. 11 Seria inútil e incluso autodestrucuvo hbc.rar a uno e ue
guna política exterior• a quienes estén en situación de convertirse en pueblos de la tierra del deseo de poder si se lo mant•ene en otros P
representantes de los hombres libres".' Para Marx y sus seguidores, el blos Si no se lo erradicara de todas las naciones, los que
capitalismo es la fuente de los conflictos internacionales y de la guerra. lo se convertirían sencillamente en víctimas de qwenes lo con-
Sostienen que el socialismo internacional eliminará la lucha por el servaran.
poder en la escena internacional y propiciará una paz permanente. La posición hasta aquí expuesta puede objetarse sobre la base
Durante el siglo XIX, en todas partes los liberales compartían la convic- de que las conclusiones del pasado no son procedentes . como lo prue-
ción de que el poder político y la guerra eran residuos de un sistema ba el uso que de ellas han hecho siempre los enemtgos de las re-
de gobierno obsoleto y que la victoria de la democracia y el gobierno formas y el progreso. Sin embargo, a pesar de que es. cierto que
constitucional sobre el absolutismo y la autocracia asegurarían el triunfo determinadas modalidades e instituciones sociales han extsudo en el
de la armonía internacional y de la paz permanente. Woodrow Wilson pasado, no necesariamente debe concluirse dr este hecho su existencia
fue el más influyente y elocuente vocero de esta escuela de pensamiento en el futuro. La situación es diferente cuando nos enfrentamos ya no con
liberal. las modalidades e instituciones sociales creadas por el hombre, sino con
En tiempos más recientes la convicción de que la lucha por el poder impulsos biopsicolóroi"l.IS elementales mediante los que. su vez, la ser
podía eliminarse de la escena internacional ha sido conectada con los ciedad es creada . Los impulsos a vivir. procrear y dom•nar son.
grandes intentos de organización mundial, tales como la Liga de las Na- nes a todos los hombres." Su relativa fuerza depende de las condtctones
ciones y las Naciones Unidas. Así, Cordell Hull, por entonces secretario sociales que pueden favorecer un impulso y reprimir otro o negar apro-
de Estado de Estados Unidos, declaró en 1943 al regreso de la conferen- bación a ciertas manifestaciones de esos impulsos y alentar otras. Por
cia de Moscú, donde se prepararon las condicio nes pa ra el surgimiento tomar algunos ejemplos del campo del poder, digamos que_ la mayor
de Naciones Unidas, que la nueva organización implicaría el fin de la parte de las sociedades condenan el acto de matar como medto para ad-
política de poder y seria el comienzo de una nueva era de colaboración quirir poder dentro de la sociedad, pero todas alientan el acto de matar
internacional." El entonces ministro de Estado británico Philip Noei- enemigos en la lucha por el poder que conocemos bajo el nombre de
Baker declaró en 1946, en la Cámara de los Comunes, que el gobierno guerra. Los dictadores ven con desagrado las aspiraciones de poder por
estaba "resuelto a emplear las instituciones de Naciones Unidas para parte de los ciudadanos. en tanto las democracias consideran como un
destruir la política de poder, de modo que, por medios democráticos, deber la participación activa en la lucha por el poder. Cuando existen
pudiera prevalecer la voluntad del pueblo." organizaciones monopolizadoras de las actividades económicas, no se
Si bien volveremos más adelante sobre estas teorías y las expecta- produce la competencia por el poder económico. Por otra parte, en los
tivas que suscitaron," bástcnos por ahora con establecer que la lucha por sistemas de competencia económica determinadas manifestaciones del
el poder es universal en tiempo y espacio y surge como dato innegable poder econó mico están fuera de la ley en tanto otras resultan a lentadas.
de la experiencia. No puede que a través de la historia, al margen Invocando la autoridad de Tocqueville, Ostrogorsky sostiene que "las
pasiones del pueblo norteamericano no son de naturaleza polític a sino
• Emancipale Your Coloniel, Robert Heward, Londres, 1930. comercial. En ese mundo que necesita cultura , el amor al poder se dirige
1 "¡Ubre comercio! ¿Qué stcnifica eso? ¿Para qué levantar las barreras que
separan a las naciones, barreras tru las cuales anidan sentimientos de orcuUo, menos a los ho mbres y más a las cosas". 1s
.enga.nza, odto y celos que a menudo trasponen su confin y bal\an a los palses con Dejando de lado las condicio nes sociales particulares, el argumento
sancre?" "'El Ubre comercio es el derecho internacional de los poderosos" y junto
.
Company, Nueva York, 1867, vol. 11 , pág. 110; carta del 12 de abril de 184.2 a Henry
11 Para una e!M:larecedora discusión sobre este problema, véase Malcolm Sharp,
"AgrE.ssion : A Study ot Values and Law", Ethics, vol. 51, 4, seeunda parte,
Ashworth citada en John Worley. LiJe O/ R ichard Cobden, Roberts Brothera, Boston, Julto de 1941.
111t,.-e.154. t 4 Los zoólogos han tratado de demostrar que el impulso de dominio se en·
• ''Eliminemos los aranceles y entonces se producirt la alianz.& de los pueblos, cuentra aun en an&males tales como las gallinas y los monos, quienes elaboran
se reconocen su solidaridad y se proclamará su igualdad". complttes. jerarquías en la voluntad y la. capacidad de dominar. Véase, por ejemplo,
Parls, 1167, vol. 1, pag. 248. 1 Warder .aJlee , Arumal L1/e and S ocial Crowth . The Wtlliams Compa.ny, Baltirno re,
• Citado en A. C. F. Bca1es, A Short HisiO'l/ o/ English L•btralism, ¡¡4. 195. 1932 y The Social L ile ot Animals . W. W. Norton and Company . Inc ., Nueva Yo rk,
10 New York Times, 19 de n1viembre de 1943, pág. l. 1!138. Véanse tarnb1en las teorias de Konra.d Lorenz y la.s controversias que suscitaron .
11 House O/ Commons Debates, quinta serie, l!Kti, vol. 419, pác. 1262. 15 M . Ostrc.gorsky, De mocracy and the Oruanization ot Polit ical ParUes, "nle
u la octava parte. Macm1llan Company, Nueva York . 1962, vol. 2, pá¡. 592.
50 La polltica inten1acional como lucha por el
-- Poder polltico 51

decisivo contra la o pinió n de que la lucha por el poder en el campo in- pletamentc ajeno a la tira nía . Comúnmente se e_ntic::nde
ternacional es un mero accidente histó r ico debe deducirse de la natura· a quien oprime a todo el pueblo mediante una dictadura ba en
leza de la política interna. La esencia de la política internacional es idé n· la fuerza. No obstante, no es contra todo e l pueblo que un
tica a la de su contraparte inte rna. Tanto una como la otra implican una puede ejercer la tiranía; también lo constgue st actua en un plano md Y
reducido. Si no sobre el conjunto del pueblo, un hombre pue de o-
lucha por el poder sólo modificada por las diferentes condiciones en
minar hasta donde llega su poder."
que tiene lugar esta lucha dentro de los campos interno o internacional.
La tendencia a dominar , particularme nte, es un e lemento de todas En vis l a de esta ubicuidad de la lucha por el poder en el marco de
las asociaciones humanas, d esd e la familia hasta las organizaciones po- todas las relaciones sociales y en todos los niveles de la
Uticas locales o el propio Es tado, pasando por las asociaciones profesiona· social, ¿es sorprendente que la politica internacional sea necesanamente
les o fraternales. A nivel familiar. e l c onflicto típico entre la ma drastra una política de poder? ¿No sería más bien sorprendente que la
y los h ijos de su esposo es en esencia una luc ha por e l poder, ya que por el poder fuese solam ente un rasgo accidental y pasaJero de
significa la defe nsa de una posición d e podc1· es rablccida con tra e l inten· política internacional cuando, en realidad, es un factor constante Y ne-
lo de establecer otra nueva. Como tal prefigura el conflicto en el campo
cesario en todas las ramas de la política interna?
inte rnacional e ntre las políticas del statu quo y las del imperialismo.
Clubes sociales, frat e rnidades, facultades y empresas de negocios son
escenarios de constantes luchas por e l pode r entre grupos que aspiran
a conservar d poder que ya tienen o que desean incrementarlo. Las con- . DOS CAUSAS DE LA DEPRECIACION
tie ndas competitivas entre empresas d e negocios, al igua l que las dispu· DEL PODER POLITICO
las laborales entre e mplead os y empleadores. son frecuentemente luc has
no sólo por ventajas económicas (a veces ni siquiera primariame nte lo La depreciación del rol que d esempeña el poder en el ca_mpo
son) si no por conseguir e l cont rol de uno sobre o tro o de uno sobre to- donal surge de dos fuentes. Una es la filosofía de las r e laciOnes mterna-
cios, lo que dicho en otras palabras no es más que u na lucha por el po- cionales que dominó durante bue na parte de l siglo XIX y que aún tiene
der. Finalmente, e l conjunto de la vida política de una nación, especial- predicamento en nuestra forma de considerar los asuntos tntemactona·
mente de una nación dcmocrátlca, desde el nive l local al nacio nal. es les. La segunda fuente son las particulares circunstancias politicas e
una con sta nte lucha p or e l poder. Media nte elecciones periódicas. al intelectuales que han d e termina do las relaciones de Estados Umdos con
votar asambleas legis lativas. en los plei tos que se llevan ante las co r tes. el resto del mundo.
en las decisiones administrativas y en las medidas tornadas por e l Ejecu-
tivo, con todas es tas actividades Jos hombres tratan de mantener o esta-
blecer su pode r sobre otros hombres. Los procesos me diant e los cuales La filosofía del siglo XIX
se llega a decisiones legislativas, judiciales, ejecutivas o administrativas
siempre son objeto de p resiones y contra prcsion es provenientes de El siglo XIX fue llevado a esta depreciación del poder politico por su
"grupos de presión " que tratan de defender y expandir sus posic iones de expe riencia interna. La carac te ríst ica distintiva de esa cxpencncta fue
poder. Como d ice uno de los rollos del Mar Mue rto: e l do minio de las clases medias por la aristocracia. Al identificar ese
dominio con el do minio politico de cualquier tipo, la filoso fia política
¿Qué n ación gu s ta ser opri mida por o t ra más fue rlc ? ¿Qu ién desea
se r inj u s tamen te despojado de su p ro piedad? Sin embargo, ¿existe decimo nó nica llegó a identificar la o posición a la politica aris tocrática
una sola nación que no haya oprim ido a su s vec inos? O. ¿en qué con h osli lidad a c ua lquier clase de política. Después de la de rrota d e l
lugar del mundo e nco ntraras a alguien que no haya robado la pro- gobierno ari stocrá tico . las clases medias desarrollaro n un s iste m a de
pie dad del otro? ¿Dónde? dominio indir ecto. Sustituyeron la divisió n tradicional en clases gober-
nantes y clases gobernadas y el método militar d e la vio lencia d esembo-
"Sabem os de los dioses, señala ba Tucídides, que es ley d e la nat u- zad;:,, carac terís tico del gobie rno a ris tocrá tico, por las invi sibles cadenas
raleza humana que los h o mbres han de goberna• so b re cuanto puedan"." de; la dcpcndenda económica. E se s iste ma econó mico se mane jó median-
O como lo expresó To lstoy " .. . para Do lokhov el proceso de domin:tr te una red de regla s e n a parienc ia legales que ocultaban la real existen-
otra volunta d era un placer , una costum b re y una n eces idad"." c ia de la s relaciones de poder. E l siglo XIX fue incapaz. de ver la natura-
Y en las palabras de J o hn de Salisbury: leza polit ica d e esas relacion<·s lcgaliz.adas. Parec ieron ser esencialmente
difere nte s de aqué lla s que ya se h ab ian visto b ajo e l nombre de política.
Pese a que n o es dado a todos lo s h o mbres alcanzar el poder p rin-
cipesco o rea l, s in embargo es esc a so o inexistente e l hombre c oon- No o b st,mtc, la politica e n su fo rma aristoc rát ica -esto es, abierta y

•• Tucidides. libro V, 105. u J ohn oC Salisbury, Pollc raticu.s, traducción de John Dicklnson, AUred A.
n León T o lsto y, v Paz. hbro octavo, cap. XI. Kno pt , Nueva York , 1971 , vol. VII, pác. 17.
Poder politice 53

y¡,,lcnt.a •.drn t•ft a d_¡a w r• la P',HIJ J:o..n la lu ha po r n.Jda d e la gue rra. Nadie pue de atacaros y vosotros esla is ansiosos
e l fl',t1 ... , fJ;t,IHl(h , t .. nt,, c u lull :. .. 1nt lJffiU C.: ll u ll c rna kma-
po r ev itar m mÍ\t.uimo.¡ e n la.s dis putas d e o tras n acioncs".l'
J,.,, 1 p .. r• rl(J, , ..t,J,; un a.cn d.cn tc ha·.lf)-nt •J Ct-1trlud ·nt c l.UO un
Desde la' playa "\ de l conlinc ntc a m e ric ano, los Ciudadanos del nuevo
.-.Jf1,,.,,,, .... , (í t iJ,h y dA;\ tHH•J") a d ,a,,a ret , c..vn ·1
mundo a \ i\ tfan al e xtraño de la luc ha internacional J>?r el
pode r que 'e en las dis tantes costas d e Europa, Afnca Y
A•ia. <..omo dura nte la mayor parte d e l siglo XIX su política exterior le
pc nn ili () a s ta d os Unidos d esempeñar el papel de espectador - lo que
e r a n Hl "ll.CUc nd a de un co njunt o de circuns tancias hi stó ricas efímeras-.
l . • t .. •1lt-••••f t a• t(m d pvder JK,IIttUJ ( .110 an !\1'"-rtU..ta cnu m tr(, no rtcameriLanos c reyeron que és ta era una condición permanente,
!:rl la "'• J.H-r '"''''-1" ,...,,rtr¡unc 1u,,ana Pode rrun d11\l m a uir 11es clcm c nlú' t..:n autoclcgida y produc to del o rden natural de las cosas. En el peor de los
f;'HI ,..JI,(Jen c r u. ia • el u ua k 'f I.Hl l l.O d e );:. CAfW' IJCrl 13 n o rt c a rncrllana, l a casos, proseguirla n o bservando e l juego de la política de pode r ejecuta·
:. )r n,Lr.d de l v '''''nc nl e a.rr wf't(.:..ntJ VJO r c t.pcc to a lr )tt fo<...ns de (<Jn fl i lo d o por otrus . E n el mejor d e los casos, estaba próxima la época e n que
d !·l 111 Jv,.J,, xr• y ,..1 JY.t,(..•h• mu y a nlurnpc:nalt \ 1110 hurna mtanos la d e moc racia seria una realidad en todas partes, el teló n caería y aca-
t1 la ,,., , ,,J,,v.fa JX,Ifr ica tlJ:,r'f e;,rn.cra ;_.n:_1 b a rla el juego de la política de poder.
lJ,,c J¡, r uptur¡t d le.." l:t7.1}\ u ,rn l•luuunalc" co n la 'nrona hritánica Colaborar e n el logro de esta meta fue una d e las condiciones de la
irnpll4 ..,.l:Y.t d <- ''"ur uu, ,le:. una pvlfllu; c:a:t c n o r nurtcamc ri<..a na d ife rente no rteam ericana. A través de la historia de la nación. el d estino
;S.c 1«-, 'tU-"' eul '"" \. • r u hf;; n cJmhn : , cla r a m e nte en el nacional fue concebido en té rminos antimilitaris tas y libertarios. Donde
dl \.4 f1e d \ fJCtJUJd de " .... urO J13 II Cilt: un co n juniO de in te· c.sa m isión e nc uentra una formulación no agre s iva y abstencionista. co-
mo e n la filo so fla política de J o hn C. Colhoun, se la concibe como
Jl'''' '''a t í'''· qw.. 11 n rcl:u,.. t6 n um De: ahf 4uc
promoc ió n de la libertad interna. As í. "con nuestro ejemplo podemos ha·
, .., J.,.,, ,,..., u uu•c rll c'i u 1n1 , ,vr r " a-'. cuy;) " nos w n cornplr:tamc nte
ccr m ás por la exte n sión de la libertad en todo el continente y en el
aj run y,,, eiJ,, .• JK I(h P<'' p•u te nuca.l n:•, at c rHé ndo nos a vin· mundo en gene ra l que con mil victoria.s militares ... En los comienzos de
'-4UC u r ·a luJ;;d IH.J CCJ\ Ic n, tnvohu.. r an"'* en ,,,. avalare) de la g uerra hispano-nortcamc ricana ,,cuando E stados Unidos pareció aban·
J U fJII"Jiltu..a . c u la 111 U JJubrll M IUOC\ w rnunc" o e n l aili cuali iones d e su s donar c"e ideal antiimpe rialis ta y democrático, William Graham Sum·
o d e • u• c ru:m lw••" En 1796 1:. polllrc a e uropea y la polilaca de mcr reafirmó su esencia : "La expansión y el imperialismo significan un
pode r '"HUI Jr, y;. q u e no c •• tn la Olrn fl'JifiiCa de poder gran alentado a la d e m ocracia . .. la expansión y el imperialis mo están
,.,, 1;:¡ qtw cn lnh:Jn 10'1 p rln c •pc?t curope<,s . "Las h e· e n g uerra con las mejores tra diciones, principios e intereses del pueblo
1 tic la a .nt)ld (,n ru rvpca, in lc rés, hurno r o capri- norteamericano" .» Al comparar las tendencias del poder político euro-
t.f,,-,.. p ru ;j r•u rtPtHl l , u. ;:-. ,,,, , 1,l;I,J crtJ n iones d e la lucha por peo c on los ideales d e la tradición no rteamericana, Summer pensó, con
r:J Jlf;dr r ult El d e la pv lf t1<..a c ur•'P ·a, UJrnU lo Georgc Washington , que eran incompatibles . Como profeta, vio que al
embarca rse en la gu erra hispano--norteame ricana , E s lados Unidos em·
J'''ie.. lttlll í•ba pudu. • •n c ruhtH'B'J, ·.c r c...u n, idc t ¡adu como el
pre ndía e l mis mo camino d e revoluc iones y guerms por el que marchaba
a h:uld,,n,, d · pt, fíttt. ts de ptXh .- r tHfi'J la l Europa.
Eu r ••d, J t u rlll t." lllu II(H t ·amcr kan(J eJe la 1r pulítt ca La concepc ió n ge neral que el s iglo x t x se había formado de los asun-
eun,f)Cd 1'' -'t.l t fu,. un pol1t ko Cun la tos cxlc riorcs, combinada con Jos e lementos e s pecífit:os d e la c xpericn·
1wtJ.1d d e ._,J.jliii•J"f r .-; (..I• JK I I)II-f ' l• . fu · Ufl h'•(..htJ J')<IIII IG U 1lCill f• C'l ahlc h a•,t a
cia nort eamericana , gcs laron la c ree ncia d e que el involucrarnicnto en la
fuw t ,¡,.f x rx 'tu f"'t.tu v rJ tt ••d.o rwu u n a d cu ión <h·l•hc 1a d:l y
luc ha por el po d e r polft ico no es inevitable s ino tan sólo un a ccidente
' XI I V llltht, I' Jil f'Ji r c.::J it'\ t' 'W JII•H '• fllJf1 U lii i C., p tJd ltHI VC r
hi>tó rieo y qu e las naciones pueden e legir entre el poder político y otras
c: n 1.) toril'!" ' #'' :íf JLa tk N o r lt·... rue r Jl ;, 1;-, llh1WJ d e f)i 'J\ , qu ic u clases d e poHtica c xlc rior no e>tigmatizadas por la tentación del poder.
h .tb l:t JH (."1 q (iltf,, a hh·nw nt c Ll , ur 1'.0 de r xJ1•.tlf',l(,n IHII l c a uu.: r a<.: a·
fi ,J ,_. .. t t fiiii (J t, U • fJI 'J. J.'t; JfJ ' J h , r•J"'V:i d()f C$ fllá A f l! ', pfJflt..Jhk•,, de
(' 11 OJ fleJ.JII('•, J¡,lfl C'•Ji 4 f rtf;J \ 1, f! JI ) l'fÍil frtr la (..f J O •
ju 11 t ,1,, d ,. ,,,,t_Sití''nt·"' W'' '''':'\1'' :Jf>¡ y <.le una c x l l'llf)r 4uc ha
l u ,,,u.., d •; f,hptí vu•• ' ' 11 fu n ut',,., fH Cl. itt;,rrwJJ it", de C 'ttJ •I c. u nd ídf mc::.
Y., W.J •, hlllf' I'HI ,,Jud í(, ,, ;s p :ttl á da y d l'd a flfc '¡Jfu a -
' r/ ,11 " y 1\t' ptt.. " _, f-''1' qu • tk ,..d, ·O:•r lu-. velll:tJú'\ th: l..an p ct ul1¡1r
u l, u .u llm i' ' ( , \ le d t• 1.1 p• Jif l tLJ I'Jf "''rt"a """' ic a u a
tlr¡tl, .• ' "
\lu• '\l ' ' ' u mHH• rd 1 1•,, \ 1' •npr c '- ICt
·.· l l h a(; "-' Alf···d 1) 1'1/l" .
nl dl tnll")
que e n
pt•hl a d ' ' "'.:' nu
S.f Ld polllh a co"'o ludw por d podt:r Poder ¡KJiítico 55

nación nccc'\aria lllc n tc habrá de serlo para t o das Y q ue el confl iclo es


un m e ro pro d uc to d e la ignor·ancia y el error.
LA Clt: N CIA llE LA PAZ: Po r lo tanto. los conrl ic tos c ntr·c naciones se a d cscqUI·
UNA U1'0PU. CONTEI\1PORANEA pro duc to d e la f•.tlta de C0111p1c nsión y d e J.. pa ione s pol&t iLdS.
Excep to en casos de ignora nc ia y pas io n , la razon debería resolver los
conflic tos int ernacionaks lan fác il y ra cionalm en te cumo los
d cJ k a rlc ::tlgu nas un,_. "-''cuda d e pcn..:;a m k n tu im
muchos problcm.ts que plan tean las cienc ias natura les . P roudhon estuvo
h uy t.•n ric1tu... c u c ulu ... po l1ti o ... e tn tl'lt: t u:. les- q ue p ru po ne
en t re 1os primeros en glori ficar los beneficios de la ciencia e n el cam po
u_na a lt e r·na lr va "c h.: ntílic ..1" a la " pc rma nt.:nlt.' del c nfoq u l.! rn-
... la la p.o lui a int...Tnacion :tl. E ... ta .: ...cuela puede int e rnacional:
_ut o pr!!. mo c rc nt ffl co" a f:l ha th- mejor no mb1-c; a l igual q ue la pull 11ca
La Verdad es igual en todas pa n es; la icncia rc presc.n t a la u nidad
o c. po d e r exa m inad a ant e .... b lllle rprc·tLacion dcn1í11 a tic·••c p r ofundas de la humanidad . Si e n vez de la re ligión o la. auto ndad, c.n cada
en la eX pl'l ic nlia dd >. I X, t an to ClH1•p c a como not·tca rncri ca-
pa a!l _..e recu r riera a la c ie nci a corno nor1na socral. co m o á rbi tro !!.O-
11·' S".' l'lnhargo, t.', lc ni las n ·lar io ncs d e l p redommio de cla!!.CS bcnm o de lus int e reses , sin intervenció n a lg una . .
n1 acnd cn rc :. po!<>i hll rtaron e l au ge d e u na c ... pC' ran za utó p ica kb lcy.:s del uni verso se c ncon t rarian e n armo n1a. _No
accrx:a unu "denc1a d e la No u b'\l:tntc . el fa n tást ico p rogreso d e c io nalidad n i patria e n el se ntido polít ico d e l térmmo; habna
1:1!!. '-lellCia!) nalur"nlc!) permi tió MqlOne r· pe nsadores que e l m bmo luga r d e nac irnicnto. Cua lquie ra fuera raza o color , d homb re
IIJl< l d e rn.:to J os , aplicados al compur-ta m1c nto humano indi,·id ua l y co- ser ia nativo del u ni ve rso; tendría derc h u d e ci udadanía en todas
le(·t ho, !-tlg111l icada un a va n e hacb lo que He rbcrt y o t ros lla- partes. Del m ismo mo d o cn que e n c ierto dis trito d e l t e rrit or io n_a cio-
" la p.lCIItLac ion d e la e,. ls h ·nc b h um::tna··. na l la municipalidad representa a la nacion y c je rcc su autondad .
cad::1 del globo rep resent ada la humanidad y dentro d e s u s
La 111od e1na c ie ncia <k la paz part e d e l s u r uesto d t.! que el mundo l1mitcs naturales a c tLwria en .,.u rep resentación . La armonía reinaría
es co n1ple ta111e nt e a nl'!)ible a 1.1 l. IC'ncia la t::twn, y que cont iene e n sí ent re nac io nes s in tJ iploma ia ni conse jo s: nada la perturba n ::t.21
los cle m e nl u!!. pa r a la ar monK..t cobburac io n de toda la h u-
m a nid::uJ. _c,.'rre:-.pund e a la 1eru:1a d e!!.cu b r u· v;¡ r " L, tarea d e l paci fist a, sq :ún C. E. M. J oad, cons btc por sob r·e to das
como armoma de cconomica'l, libre cam- las cosas en ser razona ble . Debe onf iar en el u so d e propia razó n al
biO y rnod.:rn:t!!. Cun ·c,¡-.o nJc a l:t ley aplica r los cua ndo hace r s u p rédica y debe !tuponcr qu..:. otros hombres han de se r· llevados
nu Y 0 11 e pondt• a la nc..:gociació n y a la a usa r In De hecho, la verdad t ri unfará si tan sólo se le d a a l
av.: ne llc Ju l..t upc1 f1t 1c d e los a parente ... conflic tos. pue blo la oportun idad d e c nc ontrarla " .u Fue con la m isma confia nza en
. l'ar·a (' d a tavi!l.mu de l a políti ca d..: po der e l poder ele la ra lÓn que Clare ncc St1·c it afi r m ó e n 194 1 qu...: " los hom-
qUJe n y la .1nnonia de que t.:' la verd adera bres r<.'alrncn te grandes en el senado de Est ados Un idos y en el parla-
na ltu de irrll'rnauo nate ... AJa m Smi th , uno de los pa- m ento b ri tá nico senan de la Union (de las dos naciones) una
dres del li bcJ..tlbmu lá.<>1cu como de la eco no m ía clási ca v...:z que se en tc nd icran".!.l
10 un.J a r·m um ..t d\.· S.ctTll.'J.Uitc!) La hbtoria pu la tica, t.•n toncc · , n >nvicr·te .:n una !tuccs ió n de p ro?l c-
baro la dd n JrJo r prup1o y del comp·OJtarnicnto ccunón11CO mas C1ent1fico s capaces d e solucion es c ic ntrflco:ts, e n la prác t ica han
corn!·,cliii\ U..E l .:guís u.'o pr·ct.:nde lleva r u u n m..t)(Jr bene f1 io para todos sido muy ¡,, alull..tb le mL:nte m.\nej.ldus por una huma nidad agnorantc. y
la 1111c n ..:ne ró n dc a lg una " mano in\ Siglll e udu una 16- Aun para un u b ser vadur ta n rcalt!!. la t.UJ no 1 l o m e r Le a, el
m.t.: rna , e l libre opera dbpon rc nclu to du pa ra lo mejor. E l p rublem:t de l"s 1 intern.. se reduct.: a un p1 ub lc m a de
llcl ,. I X no rcn q>1c c m p k"' C"'I IO::.. de l.UIIl>Cim •c n tu: !!.i el " \ a lur d e l.1 igno r3nLi:l" C..tmbra por el co no'-r-
tarn k ntu c 11 ele rn ed iO!!. para m ic ntu de hL:chv pcrt mc n tc!!., d humbrc !->era G qxtz de ..1r!>c
Solo apd o 3 pr inli piO!!. c:-. tnc ta- en Lt c!>lena intc r n..1Liu na l. " Pu..:dt.: y debe llegar el t acm po.
m L'n te rac wn ..d e ... : lo!!. fu e ron ibiu la pdcit b ta vo11 Suttn.:r, e n qul.! la c ie ncia d e la
do s de !!.Oiucion f uc r:J por a \ t:n •m ic n· pu luica Jc .:mplat.al .:l la ...u.:t ual habilidad dd e n q th; aque-
tu o a rb nraJt.:: qu.: los hom bre--. com parten la ra¿,on, tarde Q th: t....·rlgdn pm.h.:r lcgi... lcJ ti \ o y puhttco procurarán
o tc m pldno que t.'ncoJJ t Ja r·se en cs.: !!.Udo com ún para d e!!. ubrir la vcrth.1d y a Ir de l.1 ve rdad ...o lu lw..:hará n para a lcaut..ar el b tcn , d
que conJI.I l'tO!<> !-to n que y que pueden b ien un i\ L·a ...::tl qu e co111 p1 c nda :1 ll>d a.,. nacionc'
a lgu na formula 1 alionn l para todos. !) 1 to-
das la--. d e todos t iempo::. fue ran comp le tamente !1 " Id+..-e de tu rcvolullon a u d1x ncuvteme Sll!cle ". Oeut.res corn-
pkre:J IX , 18ti8, pag 300 v en.M· t.nrnt>lén La Gucr ,.e ct la pcu.r. E Dcntu Pans 1861
de 1 ca h•.'t brian urnp r...:ndidu que.: los int e rese!'! a pa.-cn te-- !! Pcrw n.d .md Socml lrnphcatwns" en G P Gooctl . In p 't.r l ult
lnc n tc e n rt.:.alidad que Jo q ue bueno para una o: Peacf!, M clhucn ancl f'.A.m¡>any Lld , Londres. 1913, págs 61 ·63
11
Unw •1 f\uw lV tlh Urrtam llarpcr and Brothcrs, Nueva Yo r k , 1941, pág 197.
56 LA política inur,acional como luc ha por el poder
Poder político 57
E sa época de la que h a bla ba Sullner, según Robert S . Lynd , ya habla
11 e n ta nto Y en cuanto se habia logr ado la mera posesión del co no- territorio, el relativo va lor de las partes de terri torio a ser dis tribu idas
c un te n to . fue de terminado sobre la base d e ciertos pa rámetros "objetivos", tales
como fe rtil id ad , núme ro y calidad de pobladores y otras co n s ideraci o nes
El se e nc u e nt ra prácticamente completo merced a una de esta índole. S iguiendo esta tenden cia , el Con greso de Vie na , po r su·
de es ru.d ios sob re n aciona lis mo. impcrialisn1o, ge rencia de Mc u crnich , designó una com is ión es tadística especial: tenía
nanzas Y comerc::1o mternac 1onal y o tros factores que den tro d e por mis ió n e valua r los te rrito rios bajo di scus ió n media n le pará m e tros
nues t ra c ultura alie ntan la guerra. El problema de la gue rra 1n ás "objetivos" de cantidad , calidad y tipo de poblac ión' ' La d elimita c ió n de
m !-Ich os o c ha _?traído la a te nción de cic nt Uico s d e territorio se convirtió, así, en u·na especie d e eje rcicio mate mático. La
ISC!phna s Y la dtseccwn ha procedido dc:-.dc un conocimiento in· idea d e "frontera correcta ", desarrollada e n las últimas décadas del si·
cqUJvoco: Las causas de gu erra son conocidas y aceptadas por glo XIX en Alemania bajo la inrlucncia de la s as piraciones terri toria les
un .ampho grupo de es tudiOsos. Pero la proclamacoó n de qué es Jo rusas , tuvo una connotación algo s imilar. La idea de " tarifa científica "
que que hacer langUi dece porque la s ciencias sociales eluden
co n vertir . los aus te ros hallazgos d e las m o nografías universitarias procuró int roducir la cienci a en el comercio exte rio r y fue elaborada en
C!l un vahc ntc programa de acció n . . E n e l ca so de una circun s ta n· parte sobre ideas desarrolladas a com ienzos del siglo XIX por Fried rich
c oa como é sta. donde d problema no se debe a la falta de conoci- list. La teoría y práctica de los ple biscitos in ternacionales fueron tam-
mtento , parecen necesi tar las ciencias socia les es la volun· bié n típicas manifestaciones del e nfoque racionalis ta d e los problemas
tad de s us hallazgos de m odo que la verdad que sostienen Internacionales: en este caso la vo luntad de la mayoría es la prueba cien ·
n!l co nllnue como mínimos y des iguales traros de sab id u· tífica según la cual se determina la s obe ra n ía sobre un te rritorio. Hac ia
na. Sab emos lo sufiCie nte sobre la guerra y su s cau sas como para los '30, el m a yo r Lefeburc llevó su s teorías h asta e l "desarme cien tífico ".
prese ntar es tos hallazgos. señalar su sentido y proponer cursos de la "geopolítica" tra tó de coloca r la política exterior como totalidad
a cc 1ón d e modo de sosten er es ta evidencia con fu e rza y autoridad
ante los ojos del más humilde de los ciudadanos.,. bases científicas.
Sólo despu és d e la primera guerra mundial esta tende ncia a rcdu·
Correspon dió a esta edad de la razón reemplazar los viejos métodos e ir los problemas po lítico s a propos iciones científicas ganó acep ta ció n
del poder polí tico -diplo m acia sec reta y guerra- por un nu evo enfo- ge ne ral. "Finalmente la razón se convie rte en un agente indepe ndiente ,
que científi co. Los reclamos territoriales , la soberanía de las minorías escribía lord Allen d e Hartwood , que influye en la cond uc ta de los hom-
nacionales, la di s t ribución de mate rias primas, la lucha por los merca· bres. E llo se d ebe a l advenimien to de la cie ncia . . Al se ntirse ahora
d o s, r l d esarme. la relació n entre naciones ricas y naciones pobres, los dominadores de la naturaleza , su s m e nt es comie nza n a tra bajar en forma
cambios pacíficos y la pacifica organ izac ió n del mundo e n gene ral no rac ional en vez d e supe rstic iosamente. Pa ra fo r ma rse una opimón o bser·
se con s ide raban como problemas " politico s " de so lución temporaria y va n los fe nóm e nos que los rod ean y d e ello s sacan las conclus iones. A par-
sic n 1prc preca ria seg ún la d is rribució n d e pode r e nt re naciones belico- ti r de ese mo m e nto la menlc comienza a ser un agente independient e de
sas. Se t ra laba de problemas "técnicos" para lo s c u a les la razó n c nco n· influe ncia . A part ir d e aho ra pued e se r co ns iderada como una fuerza
traria la soluc ió n correc ta en cada caso. lírica, como nunca ant es lo fue e n la his to ria de la civilización . Du rante
As í, el s ig lo x ox desarrolló una "c ie n c ia de la paz" como rama se pa· lo s trei nta últimos años este hecho ha comc:nzado a influir e n la opinión
rada del conocimiento cie ntífico. Gra n ca n tidad d e libros co n este t it ulo pública ".n
se publica ro n. Uno de ellos r ecibió e l prim e r premio en u na competencia Co me nzó así lo q u e con pro piedad puede ser llamado el e nfoque
erudita.25 E l concepto de "frontcta na tu ra l" -que tuvo una connotac ión científico de los a:,unt os c uyo fin a ún no está a la vts ta .
esta tégica y política. pero no c ie ntífica . durante los s iglos xv1 y XVII- Precedidos po r las Confere ncias lla gue y cte ntos d e r educ idos con·
fue cons truido p o r lo s r e voluc io narios fran ceses y Napoleón e n e l sen t ido gresos sobre la pal, los gobicn1os se e mbarcaro n e n un p rograma lc bnl
á e fro nte r a geográ fi came nte "correcta". E n la s décadas del '70 y el '80 y nunca vis to de ac t ividades c uyo p ropósi to era rc>o lvcr todu> los prob lc-
d e l s iglo XIX , la o p inió n pública británica d isc utió seria me nte el proble- • mas in te rnacio nale.., m ed ia nt e mctod os cien tíficos. Los la Ltga
m a de la s " fro nte ras cient íficas". es to es, la front e ra que su rgía de la de la s Nacio nc.!; y grupos r ivalizaron e n orga ni7...ar con fe r en cias
razón y que, e n con sec ue nc ia, volvía incorrec ta s a todas las de m ás fro n· mt ernacionales , e n a le n ta r la invc..,tigació n y la e nseñanza y en p u b lic a r
leras. E n su discurso d el 9 d e no vie mbre de 1878, Dis rae li jus tificaba c ie nt os d e \otú mcncs q ue a c u rar de 1
la segu nd a gue rra a fga na dic iendo que la f rontera de la India e ra "fo r- hUJnanidad de un modo c ient ífico . No h a e m uc ho h emos s ido t es tigos
tu ita y no cient ífi ca " . de pa ra e nco nt rar una !)olu ió n c ie nttft ca a lo pro--
La bú>qu eda d e tal fro nt e ra "cient if ica" com e nzó e n la segunda ble mas dd mundo de po.!;guerra. Es ta s ha n s ido las más pero
mitad dd ig lo xv 111 ua ndo. e n oca>ión de pa rticio nes y anexio nes dt'
,. Para más deta lles vease Charles DupulS, Le Pnncrpe d 'eqt.olrbr e rt le Concer t
1• 4 K ru.. u.ledge Jo r What '. P n ncelon Umvers1 l y Press, Pnnceton , 1939. Fu r opeen, Pern n e t C1e , Paris , 1909, págs. l8 y S I C y 60 y sfg
Louu Bara , La Setenc e de la pari 1872 n " Pa c lhsm Jts Mca mng and lts Task", en Gooch, op n t . P'gs 22/ 23
.58 l .t.l polltica mtuuacíoual como lucha por el poder Poder político 59

seguramente no las últimas , maniFestaciones de esta moderna tendencia moderna, ¿no es un anacronismo del imperialismo el a su vez, es
intclcc lual.u resultado de las contradicciones del capilalismo monopóhco? E ntonces,
Nue s tra época siempre está a la búsqueda de la piedra filosofal, la déjcsenos terminar con el capitalismo, dirían los marxistas , Y ya no ten·
lúnnula mágic a que rncc::i .nicamcnte aplicada produzca el resultado dremos guerra: el socialismo es paz.
scadu y así la ccrleza del cá lculo racional pueda desplazar las inccrll· El mismo modo de pensar de mano única también se en
dumbrcs y riesgos de la acción política. Sin embargo, lo que desean los la política interna. Todos los males sociales s u rgen de nuestra •gnoran-
buscadores de la fórmula mágica es algo simple, racional, mecánico; pero cia de las leyes económicas: " la tasa única" toma en cuenta estas leyes Y
llenen que lidiar con algo complicado, irrac ional e incalculable. Como resuelve los problemas sociales. Nuestro sistema económico fuera
consec uencia se ven obligados, para al la apariencia de de punto porque el gobierno gasta más de lo que recauda: equ•líbrese el
una solución cie nlílica, a s implifk:ar la realidad de la política intcrnacio· presupuesto y nues tros problemas económicos quedarán resueltos. Los
nal y a depender de lo que !<.C podna llamar "el método de la causa malos hábitos lingüísticos se encuentran en la raíz de nuestros males
única". sociales; con la adquisición de buenos hábitos lingüísticos nuestros pro-
La abolición de la guerra es o b viamente el problema fundamental 61emas sociales se resolverán. Emerson describió así en " New England
que ocupa a l internacional. Para resolverlo prime ro se de- Reformes" esta manera de pensar:
ben dctermimu su, u causas. Para una mentalidad no racionalista
lo c1uc hace aparecer tan dificulto sa la es la varied'-4d de causas Uno sentencia que todos los hombres deben dedicarse a tareas agri-
que p1 ovocan el problema, causas que tienen raíces e n los más colas y otro que nadie debe comprar ni vender, porque el uso del
tos meandros del corazón humano. Si lucra posible reducir todas esas dinero es el mal mayor; otrp señala que el mal mayor se encu_e ntra
cau sas tnúltiplcs, esos complejos htc torcs, a una única causa -a una en nuestra dicta, ya que comemos y bebemos cosas endemon.tadas.
laus a s u'\ccpt iblc de formulación racional- , la solución del problema Unos hacen el pan sin levadura porque son enemigos acérrimos de
de la guerra dejaría de parece•· impos ible. E!tto es lo que la política la fermentación . .. Otros atacan el s is tema agrícola, el uso de abo-
no animal en los cultivos y la tiranía del hombre sobre la naturaleza:
rior liberal ha estado lratando de hacer de!tdl! su comie nzo mismo. Y estos abusos contaminan el a limento .. . Incluso es preciso
desde el apogeo de la Liga de las Nacio nc!t muc ha gente cun!>idcrú como dcr el mundo de los insectos -aspecto que ha sido descuidado por
una carenc ia de pen.!tamiento creativo el h echo de que un estadis ta o demasiado tiempo--, para lo que hay que crear sin demora una so--
uu pensador polil ic u no tuviera un plan "constructivo" como remedio ciedad para la protección del suelo de los gusanos. de las babosas y
de " ca usa único:t ". de los mosquitos. Con esta gente aparecen los adeptos de la ho-
¿Nu .!tOII lo s remanentes del feudalismo la gra n causa única que meopatía. de la hidropatía, del mes merismo, de la frenología y s us
tleva a la guerra en cslc mundo? Pcrmitascnos termin ar con el gobier no maravillosas teorías sobre los milagros cristianos. Otros aun acome-
ten vocaciones particulares, como las de abogados, de mercaderes.
aristoc rálico c n luda!> parles , di r ían lo.!t liberOJies clásico s , y tendre mos de fabricantes, de clérigos, de eruditos. Otros atacan la institución
paz. En e l campo dc la prác tica política e s ta propuesta genera l fue a del matrimonio como la fuente de los sociales .. .
meuudo ango:-.tad ;t en remedios cada vez m ás especiales a plicab les a
partic.:ular. A"í, como h e m os Bentham y su s parti- Sin embargo, en e l campo interno el "método de la causa única"
dar Í(J <\ corl..,i(IL·raba n a la luc ha po r las colonias como la principa l causa ha resultado preferentemente limitado e n su importancia teórica y
de uut: rra y tk·fl.' IH.lían la d e las políticas colo uiales como tica; al res pecto, exceptu ando periodos de insania colectiva, la
re m edio para la gue rra. Pa r a las ta rifas eran la fue nte de lodos rie nda personal inmediata revela el absurdo de tal enfoque y la presió n
Jos 1-nah·..; e n campo int e rnacional; rara ello.!. el libre comercio e ra la de los intert·ses involucrados evita confundir al charlatán con el salvador.
funtt c d e toda s las bondade s. aún deseaban la abo lición d e los tra- Por olra parte, el internacionalismo utópico no tiene contacto
y la diplomacia secre ta e n gcncnll y, a del contro l tu con la escena internacional. S u pensamie nto, si es lo suficientemen te
popular d e la po lftíca int e rnacional, pensaban a!'tegura r la paz. La guerra general. puede errar po r todo el planeta sin cor rer el riesgo de entrar
en colisión con lo s tercos hechos de la política. Desearía proclamar las
11 Cf t:h:.rlcs A. Ucard, A Foreign Pohcy f o r America, Atrrcd A. Knop( , Nueva Cuatro Libertades para los propios Estados Unidos, aunque rápidamente
Yv rk HHU !JK/ !I'J. " J)c ac u erdo con los nuevos mtercscs, el estudiO del derecho
IHII·rr; :wror;:tl y la diJilOmacla fue :.d entado f•n las lns litucJnnes de upre nd ll.aJe. Los advertiría por experienc ia propia la cantldad de problemas sociales y
nnllc uarlos e urws de d iplo macia -de frlu e rudic ión - lucra n r eemplazados por políticos qul! acarrearía c u alquier intento de concretar estos grandes
cu rsos d•· rc luf' JOncs inLcrnacJo n:..lcs que e nlullz.aban la paz mundial y los modos
d .: prulllovcrla . csc nbic ron libros. panfletos. y artlculns sobre paciftcacJón que principios. Por otra parte, proclamar las Cuatro Libertades " para todo
arnp lm difusJ(m , a m e nudo m e rced R la a yuda d e subvc nclonj-s otor · el mundo" es lo s uficientemente general como para eludir todo contacto
Cfl.d.WI ¡lur fundUC'IUOCS parn la paz. Se urgunlz.otron cun(crcncias sobre la pa% 'f SC
p r umu t(' larun ecnt cnan ·s d e en todo d mundo. Aut.ondades cducahva.s. con las realidades his tór icas y los hechos políticos.
ini.Cti nlntes d e l clero y lideres rcministus a m c mtd? ta les
IJIL \' Jit.:ttrus y n ..ocJhrc l on una u ut a blc cons ide r ación po r par te d el publlt.-o. Pa rce la 29 Ralph Waldo Emerson, EssaNs: Second Series, Houehton MUflin, Boston.
, l •lll o "11 •ma n• u•va e ra de utilrdad y dtstulc tó u s e nhne ru e n e l curnpo de l«;lS pags. 204/ 205.
Ll• :\ M unto.'l y tvdus ••stu vrcran apro vc.,;hando lu. mayorfa de las o portumda.dcs .
60 La politica intern_,acional comu Juclra pur el poder Poder político 61

El reformista irresponsable e ncuentra en el a rsenal del pe nsamie n- a través de la guerra; en consecuencia, científicamente derinido, el cam-
to internacional moderno lo que se proponga buscar. Que una panacea bio pacífico haría innecesaria la guerra. Desde que los temores de los
sea frecuentemente inaplicable a determinada realidad no le preocupa. banqueros por sus inversiones aparecieron como responsables de nues-
Dado que la "causa única" es una abstracción a rbitraria elaborada sobre tra intervención en la primera guerra mundial, se propuso la prohibi-
u na multitud de cau sas reales, cualquier abstracción y, en consecuencia, ción de otorgar préstamos a beligerantes; así conseguiríamos evi lar la
cualquier "causa única" serán tan bue nas como las proximas que puedan participación en la próxima guerra mundial. Más recientemente se "des-
formularse. Más aún, dado que la búsqueda de la "causa única" deriva cubrió" que la soberanía nacional es la responsable de la gue rra ; de alll
de un vago deseo de contribuir en algo al mejoramiento de los asuntos se dedujo que el agrupamiento de las soberanías nacionales en una fede-
humanos antes que de una determinación fija a interve nir de un modo
ración mundial o al menos en una federación de democracias significa
definido en una situación política también de (inida, la explicación vir-
tual de las enfermedades del mundo y cu alquier plan global para r eme- una solución científica al problema de la guerra y la paz. De este modo
<ÍÍarlas satisfacen las necesidades psíquicas en juego. nuestra era siempre está a la b úsqueda de una fó rmula científica , pero
De a hí que el gran coto de caza para la "causa única" y la "fórmula una realidad obstinada una y otra vez hace que la solución de hoy se
cientlfica" para remediarla haya sido el escenario internacional y su convierta en la falacia de mañana.
gran época: las dos décadas entre ambas guerras mundiales.» La sociedad La era "cientifica" de las relaciones internacionales resulta del
int ernacional no estaba organizada ; de este modo las "organi7.aciones reemplazo de parámetros supuestamente científicos por evaluaciones ge-
internacionales" --en su abstracta racionalidad venían a ser una especie nuinamente políticas. En ciertos casos esto lleva a dificultar, cuando no
de contraparte legal de Jos sistemas utópicos de la filosofía de los si- a destruir completamente. la capacidad de formular cualquier decisión
glos XVIII y XIX- pasaron a ser la fórmula científica desde que el pacifis- politica inteligente . El poder, limitado y calificado, es sin embargo el
ta y premio Npbel A. H . Friend las propusiera com o tales a comienzos valo r que la politica internacional como supremo. La pregunta
del siglo, y a partir de allí el credo de toda una e scuela de pensa miento. a la que Richelieu , Hamihon (no me nos que Jefferson para el caso) o
Otros se ocuparon de los remedios materiales. ¿Las guerras no son libra- Disracli debían responder antes de actuar en la escena internacional
das con armas? Prohíbanse, o al menos redúzcanse, los armamentos Y era: ¿esta decis ión aumen ta o dis minuye el poder de ésta o de otras
e ntonces la guerra ya no será posible o , al menos, será menos probable. naciones? La pregunta de los "cientis tas" internacionales es diferente.
Dado que para ellos la historia de los asuntos internacionales ac umula
Otros aun combinaron diferentes remedios y defendieron su combina-
una sucesión de problemas cicntificos, correcta o incorrectamente mani-
ción - "sobre bases científicas"- como la única apropiada. Así el parti-
pulados por ope radores bien o mal informados, el supremo valor ya
do radical-socialista fran cés propu gnó " segurid3d , arbitraje y desarme" no es el pode r sino la verdad. Por lo tanto, la búsqueda y la defensa del
como Jos pasos sucesivos y lógicos para el establecimiento de una paz poder se convierten e n aberraciones derivadas de la ac ti tud científica,
perman ente; mientras tanto, los socialistas franceses modificaban la que siempre está a la búsqu eda d e causas y remedios. Si no nos gustan
secuencia y juraban que el exclusivo valor cie ntífico surgía de la fó r".'u- las cosas tal como están, busquemos sus causas y cambiare mos las cosas
la "seguridad a través del arbitraje y del desarme". La política e xte rtor cambiando las causas . No hay alli nada esencial por lo que luch ar; siem-
francesa fue especialmente fé rtil en esque mas abs tractos que, como el pre hay a lgo para analizar, entender y reformar.
"Plan Briand", el "Pla n Laval", el " Plan Tardicux", el "Plan Her riot" o ¿Cómo fue posible para la me ntalidad mode rna elaborar la creencia
el "Plan Pa ul-Boncour", pre tendían encontrar solució n a los problemas en los pode res globales de la ciencia como fuerza de cont rol de la polí-
de la seguridad europea en una fórmula cie ntífica legal. .. tica exte rior? Aquí nuevamente la r espues ta debe buscarse en las pre mi-
En otras la titudes, e s p ecialmen te desde la c n s1s de 1929, la causa sa s ge nerales de la filosofía racionalista, aparentemente verificadas e n
única" de la intranquilida d inte rnacional fue buscada en el campo eco- sus supuestos unive rsales por la e xpe rie ncia doméstica . El triunfo del
nómico . Los argumentos que explicaban lo s m o tivos que lleva ba_n a las liberalismo en el ca mpo interno llevó a un pec uliar est rechamie nto de la
naciones a )a guerra se basaban e n las come rc io mterna- esfe ra política con un correlativo ensanchamiento d e la esfe r a n o polí-
cional, e n Ja falta de mate rias primas y en el m s uftc 1ente pode r de tica , que fue su scep tible de un exame n racio nal inde pe ndie nte . Objetivos
pra de l mercado inte rnac ional. En tonces ,_se decía_. busque mos una .for- que a ntes había n sido cons ide rados como el precio en la luc h a po r el
mula científica para Jos a c uerdos come rc iales_ rcc 1procos, para la pod e r po lítico ahora e ran ab ord ad os de un m odo desapasion a do , pro-
t ribució n de las materias primas, para el summ1stro p réstam? s sa ico y mane jados con téc nicas específicas d e la economía , la adminis-
nacionales y así se as egurará la paz. Fre nte a la s a sp1rac1o n cs _lmpe na- trac ió n o el d e recho. En on principio las cie n cias naturales y la r eligió n
listas de la década del '30, s e a rgüía que toda vez la s no se liberaron del d o minio polít ico y establecie ron su a utoridad. Enton ces
pudie r a n cambiar su statu quo pacíficame nte t ra lanan de mod1ftcarlo el liberalismo. al conquista r el Estado, manifestó un s iempre c r eciente
dominio d el poder político; finalme nte , el liberalis mo p areció e xpulsar
lO Véase Kenneth w. Thompson , Ethic.s: Functtc;m.alilm and Powtr in Interna· incluso a los políticos del reino del E stado y hacer del propio art e d e
• Uo nal Pol1t rcs: T h.e Cri.si.t in Valuts, Lous1ana Umve rsity Press, Louisiana, 19'79, gobernar una ciencia. El comercio y la industria fu e ron los primeros e n
pács. 2!Kf20S.
62 La pollliC4 inumacional como lucha por d poder

ganar su autonomía bajo la razón. Lo que para Jos fisiócratas era aún
un program:". político que infructuosamente trataban de sugerir a Jos
poderes po_hll':"s de la época, para Adam Smith era ya un sistema de
ctenllfl'."'s verificado por la experiencia, es decir, por las im·
phcact_ones prácllc:-s a la que ningún hombre razonable podía escapar.
Los tnbunales pollltcos fueron reemplazados por cortes independientes

4
por JUeces entrenados para administrar justicia según los
de la ciencia legal. Los sistemas electorales anticuados y ar·
bllrartos que favorecían a ciertos grupos políticos prepararon el camino
los planes científicos, que asegurarían completa e igual representa·
llvtdad a todos los ciudadanos. El sistema de servicio civil colocó la
selección del personal gubernamental sobre bases objetivas y no politi·
Hoy en d ía aumentan las reformas legislativas preparadas por co- La Lucha por el Poder:
mllés de expertos influidos por consideraciones cientificas y no politi·
cas. Sistema tributario, administración o seguros se convierten en áreas
que merecen un enfoque "cientifico". En suma, no queda área de la
Política del Statu Quo
actividad gubánamental que no sea considerada como campo adecua-
do para la aplicación de la "ciencia política".
El uso del método cientifico en politica, al que ha sido llevada la
mentalidad moderna por la percepción de la experiencia liberal, fue y es La política interna y la internacional sOn, en definitiva, dos manifesta·
una falacia política en los asuntos domésticos. No obstante, el refinado dones del mismo fenómeno, esto es, la lucha por el p6der. Sus rasgos
mecanismo de presión política y autointerés allí actuante, funciona como se diferencian en cada esfera porque también son diferentes las condi-
un freno automático ante los excesos doctrinarios. En el campo interna· ciones morales, políticas y sociales que predominan en cada una de es·
cional no existe un mecanismo semejante que actúe directamente sobre tas esferas. Las sociedades nacionales de Occidente ostentan un grado
los individuos. Sin embargo, es aquí donde la creencia en el ilimitado mucho mayor de cohesión social en sí mismas que entre ellas. La unidad
poder de las fórmulas científicas se ha vuelto particularmente prolífico cultural, la uniformidad tecnológic a, la presión externa y, sobre todo,
e ineficaz. Porque es aquí donde las panaceas engendradas por esta una estructura política jerarquizada son los factores que se entremezclan
creencia no tienen conexión a lguna con las fuerzas que determinan el para delinear a cada sociedad nacional como una unidad distinta de las
actual curso de los acontecimientos. Estos, sin embargo, habrán de seguir demás.
su curso a pesar d e todas las indicaciones de las com isiones internacio- La historia enseña que las naciones activas en el campo d e la poli-
nales de expertos y de todas las estratagemas que pueda inventar el tica internacional constantemente se preparan para sostener uná violen-
racionalismo utópico. Piénsese en las que deberían aplicarse e n instancias cia o rganizada en forma de guerra o bien se encuentran en m e dio de
excepcionales y que producirían efectos no previstos por sus promotores ella o bien se están recuperando de ella. Por otra parte, e n la política in·
y frecuentemente d esastrosos para ellos, tales como las sanciones con- terna de las democracias occidentales, la violencia organizada como ins-
tra Italia durante la guerra ítalo-etíope. Y, como s uprema ironía, esta trumento de acc ión política a escala intens iva se ha convertido e n rara
escuela de pensamiento pretende monopolizar la virtud de ser " prác tica"; excepción. Sin embargo, como posibilidad siempre existe, hasta e l pun-
con sid era con desd én los escasos intentos de s ustentar la acción inter- to de que el temo r de que pueda desatarse bajo la forma de revolución
nacional sobre una genuina comprensión de las fuerzas que determinan ha sido tan intenso que ha llegado a e jercer influencia importante tanto
la realidad política antes que sobre los pos tulados id eales de la razón en el pc:nsamiento como en los actos politicos .1 En este punto la diferen-
abstracta." cia entre las políticas internas y la internacional es de grado v no de
es pecie. -
Cualqu ier política, sea interna o internacional, responde a tres mo-
delos básicos o, dicho de otro modo, cualquier fe nómeno político puede
reductrsc a tres ttpos bás1cos. Una acción politica procura mantener po-
JI Ya hacia 1m James Lorúner escribla en "Le probléme final du droit inter- der , aumen tar el poder o demostrar po der.
nalional", Re:vue du drctt intematíonal et cú kgúlation IX, .1m, J)ÁI.
lJK. " Estas especulaciones del uttutarismo inglM, tornadas en su conJWlto, &011 . A estos tres ." .'ode_lo_s típicos corresponden o t ras tres políticas inte 1.
entre todas las expo5iciones sobre el tema que conozco las meno& ütUes desde un nacwnalcs ta mb1en t1p1cas. Así , una nació n instrume nta una politica
punto de vista práctico". Cf. tambiM Beanl, op. cit., péc. 129: "Cada mal Que era
inconcebible en la ideotocta lnt.ernacionaliata de 1919 se ha convertido en realidad 1
t:n el lapso de veinte ahos"'. •, Esto esr>E:Cialmente c ierto para el s iglo x1 x, como lo ha señalado Guglielmo
r crrero en 1 he Prrncrples ot Power, G. P. Putnam's Sons, Nueva York, 194.2.
-
64 LA política itzt enracio,¡al como lucha por el poder Polltica del stat u quo 65

exterior tendiente a conservar el poder y evitar el cambio de la distri· punto de referencia para la polít ica de statu qua es frecuentemenJe el
bución de poder e n su favor, en última instancia desarrolla una polltica final d e una guerra, cuando la distribución d el poder ha s ido establcc oda
de statu qua. Por su parte una nación con una política exterior orientada en algún tratado de paz. Ocurre de este modo porque e l p ropósito prin·
a la adquisición de un mayor poder mediante un cambio en la estructura cipal de los tratados consis te en formular en términos lega les la ma di·
de poder existente -cuya política exterior, para decirlo con más clari· f1cación del poder que !rajeron aparejados la victoria y la en
dad. procura un cambio fa\'arable en el sta tu quo del poder- lleva a la guerra precedente y asegura r la estabi lidad de la nue va
cabo una política imperialista. Finalmente, una nac ión cuya política ex· del poder mediante instrumentos legales . Por lo tanto la carac tensuca
terior t iende a mostrar el poder que posee, para mantenerlo o incre· distintiva de una poUtica de statu quo es que aparezca como defensora
mentarlo, desarrolla una política de prestigio' Debe aclararse que estas del tratado de paz que dio fin a la última guerra general. Los gob1e r nos
formulaciones son de índole provisional y pasibles de un mayor perfec· europeos y los partidos polfticos que llevaban a cabo una política de
cionamiento.l statu qua entre 1815 y 1848, en última instancia defendían el tratado de
El concepto statu qua deriva de s tatu quo ante bellwn , tt!rmino paz de 181 5, que puso fin a las guerras napoleónicas . Por lo tanto, actua·
diplomático que se aplicaba a las cláusulas de estilo en los tratados de ron principalmente como garantes de un tratado de paz, es dec1r, de l
paz que proveían a la evacuación de un territorio de tropas enemigas Tratado de París de 181 5.
con la consecuente restauración de la soberanía de preguerra. De este En este sentido, la relación ent re la política de defensa del statu
m odo, los tratados de paz con Italia • y Bulgaria' al final de la segunda quo de 1815, el Tratado de París y la Santa Alianza es semejante a la
guerra mundial indicaban que "todas las fuerzas armadas de las poten· relación existen te entre la polit ica e n fa vor del statu quo de 191H, tos
cias aliadas y asociadas abandonarían e l territorio de la nación particular tratados de paz de 1919 y la Liga de las Naciones. La estructura de poder,
tan pronto como sea posible y de ningún modo más allá de los noventa tal como se manifestaba al final de la primera guerra mundial. obtuvo
días de la e ntrada en vigencia de es te t ratado". Lo que implica que dentro expresión legal en los acuerdos de paz de 1919. E l princ ipal propósito
de este tiempo limite, debía restablecerse e l statu quo ante bellum en el de la Liga de las Naciones pasó a ser el mantenimiento de la paz
territorio que correspondiera.• mediante la conservación del statu quo de 1918, según se habla asentado
La política de statu quo tiende al mantenimiento de la estructura en los acuerdos de paz de 1919. E l artículo 10 del Pacto de la Liga, que
de poder existente en un determinado momento de la historia. Puede obligaba a sus m iembros "a respetar y de fender contra la agre sió n ex·
señalarse que cumple una fuhción a náloga a la de la política conserva· terna la integridad te rritorial y la independencia política de todos los
dora en e l campo interno. El momento histórico particular que sirve de miembros de la Liga", reconocía que era uno d e los propósitos de la
Liga la conservación del statu qua territorial según fue ra establecido en
l No hay desviación de este triple modelo cuando a vecea una nación cede los acuerdos de paz de 1919. En consecuencia , durante el período entre
poder sin que sea fisicamente obllcada a hacerlo, como ln¡laterra lo hizo en 1947 ambas guerras mundiales, la lucha por y contra e l st atu quo fue e l
en favor de India y como Estados Unidos lo ha hecho en varias ocasiona con res-
pecto a paises de América Latina. En esos caaos. la nación se comporta como un princ ipal combate para defender u oponerse a las disposic iones te rnto·
jefe militar que bajo cJertas circuru.tancias puede retirarse. ya que el frente se riales de l Tratado de Versalles y su garantía en el art ículo 10 del Pacto
encuentra demasiado diversificado o sus lineas de comunJcación se ven amenazadas
o parque necesita reacrupar fuerzas para un ataque posterior. Del mismo modo, de la Liga . Por lo tanto fue coherente que las naciones que enc abezaban
una nación puede o::bandona.r una posic1ón de poder demasiado vulnerable si esti. la oposición al statu quo establecido en 1919 cortaran su s r elaciones con
convencida de que no podr4 sostenerla por mucho tiempo. O puede cambiar una
modalidad de dominio por otra, por ejemplo el dominio mtlitar por el politice o la Liga de las Naciones (Japón en 1932, Ale mania en 1933 e Italia en
el dominio polftico por el económico ( un e;emplo bien conocido es el del cambio 1937 ) .
de la poltUca del buen vecino por la poli del L También J?Uede ocurrlr
un cambio en los objetivos de la polit1ca extenor haga necesana la concen· La de_ sta tu quo no sólo se m a nifiesta en lo s t rat¡1dos de paz
tractón del esfuerzo en otra parte. De todos modos, la cesión voluntaria de poder y en las organozac o_
o ncs Internac ionales que los apoyan . Las nac iones que
no debe ser cons1derada como indicador de falla de interés en el poder; el retiro
del jefe miht.ar tampoco es indice de que no interesado en la victoria. aspo ran a l man1cntn11ento de de terminada di stribuc ió n d e pode r puede n
1 Debe señalarse muy especialmente que est.os modelos de la polítlca inter·
nacional no necesanamente corresponden a pr?pósitos. deUbera.dos de los e.stadista.s
usar como ms trume11to tratados especia les, como el " tratad o de las nue·
0 de los respectivos ejec utores de la polfUca mt.ernac10nal. Estadistas Y ejecutores ve pole ncias acerca de los princ ipios y polít icas a seguir en asun tos con·
pueden no s 1empre ser conscientes del car&cter real de la.s políticas que desarrollan.
Más partic ularmente, una nactón ;>Uede intentar desarrollar una politica de statu a China", celebrado el 6 de febo·ero de 1922 en Washington.'
quo y, sin darse cuenta, encontrarse en una imperial;f;sta. Esto o el trat ado de mutua ga rantía e ntre Alemania, Bé lgica. Francia G ran
ha sido dicho acerca de los ingleses. que adqutrieron su Imperio en un de
ensimismamiento". En lo que sigue sobre este punto en el texto, nos Brc1a1ia e Italia". celebrado en Locarno e l 6 de oc tubre d e 1925.• '
eA.clusivamente a l carác ter reaJ. de la poUUca desarrollada y no a Jos motJvos de El tra lado de las nueve p otencias t ra nsfo rmó la po lít ica no rt cam c ri·
York Times, 18 de enero de 1947, pág. 26. cana de " pue rtas abie rtas" h a cia China e n una polít ica multila te ra l que
! 3
!fiuguos ejemplos. véase COleman Philhpson, 1
Unz ted Sta tes Treaty Sen es. N• 671 , Washington, 1923.
Terminat10n o / War and Treaties ot Peace. E . P. Outton and COmpany, Nueva York,
1916, págs. 223 y siguientes. 1 Am erzcan Journal O/ !Ttternational Law, vol. 20, 1926, s uplemento , pág. 22.
66 LD. po/Ut'ca interii4Cional como lucha por r.t poder Polltica dd statu quo 61

las naciones mayormente interesadas en el comercio con China, y la pro- polltica de statu quo. Por una parte, estipula respecto a la parte que
pia China. se comprometieron a apoyar. Su principal objetivo consistía le cabe a Estados Unidos dentro de la distribu ión de poder exiStente en
en estabilizar la distribución de poder (con respecto a China) que exis- el hemisferio occidental: "No hemos interferido ni interferiremos en las
tía por entonces entre las naciones signatarias. Es to significaba que los colonias o dependencias de cualquier potencia europea". otra parte,
derechos especiales que algunas naciones ---<:specialmente Inglaterra Y proclama la resistencia al cambio por parte de Estados en todo
Japón en ciertas ¡.,artes del territorio chino, como Manchuria y varios lo que tenga que ver con la distribución del poder entonces exastente. es-
puertos -habían adquirido no solamente deberían permanecer intactos, pecialmente si proviniera de una nación no arncricana. '.'Pero en los go-
sino q,u e además ningún otro derecho de esas caracleristicas deberia biernos que declarado su independencia y la. · · · _no. po-
ser otor¡ado por China a ninguna de las naciones signatarias. demos considerar cualquier interferencia con la fmahdad de o pnmarlos
El Tratado de Locamo de mutua garantía aspiraba a complementar o avasallar de cualquier otro modo sus destinos por pa:'e de _una poten-
la ¡¡arantía general del slalu quo territorial de 1918, contenido en el cia europea; actos de esta índole significarían una manafcs tac tón de ene-
artículo JO del Pacto de la Liga, con otro especial acerca de las fronteras mistad hacia Estados Unidos". Por su parte, e l Franklln U.
occidentales de Alemania. El articulo l! del Tratado se refería expresa· Roosevclt manifestó en un discurso ante el cuerpo gubernativo de la
mente a la garantía del "mantenimiento del st:1tu quo territorial resul- Unión Panamericana el 12 de abril de 1933: "La Doctrina Monroe se
tante de las fronteras entre Alemania y Bélgica y entre Alemania y Fran· orientaba y se orienta contra la anexión, cualquiera fuera la 1nodalidad
cia". de dominio, de territorio adicional en este he misferio por parte de cual-
Frecuentemente los tratados de alianza tienen la función de conser· quie r potencia no americana".'
var el slalu quo en ciertos aspectos. Así, luego de la victoriosa conclu· Hemos dicho que la política de statu quo tiende al mantenimiento
sión de la guerra contra Francia y la fundación del imperio alemán en de la distribución de poder tal como existe en un momento particular de
1871 , Bismarck trató de proteger la recientemente conquistada posición la historia. Es to no significa que tenga que oponerse necesariamente a
de predominio alemán en Europa mediante alianzas orientadas a pre- todo cambio . Si bien no se opone al cambio en general, por el contrario
venir una guerra de revancha por parte de Francia. En 1879, Alemania y se opone a cualquier cambio que signifique la modificación de la rela-
Austria celebraron una alianza para la mutua defensa contra Rusia y en ción de poder entre dos o más naciones, reduciendo , por ejemplo, la pri·
1894 Francia y Rusia acordaron celebrar una alianza defensiva contra la macia de A a un segundo plano y llevando a B a la posición antcriormcn·
coalición austro-germana. Los mutuos temores cle que la otra alianza te sostenida por A. Los ajustes menores en la distribución de poder pue-
propiciara el cambio del stalu quo aunque aparentara mantenerlo luc- den, sin ·embargo, mantener intac tas las posiciones de poder relativo de
ran una de las principales razones que dieron origen a la conllagración las naciones involucradas y se r completamente compatibles con la poli-
general de la primera guerra mundial. tica de statu quu. La compra del territorio de Alaska por parte de Esta-
Los tratados alianza que Francia celebró con la Unión Soviética, dos Unidos. por ejemplo, no afectó el statu quo existente e ntonces entre
Polonia, Checoslovaqu ia y Rumania durante el período entre ambas gue· F.stados Unidos y Rusia , puesto que la tecnología de las comunicaciones
rras mundiales intentaban mantener el statu quo, en vistas de un posibh: y de la guerra conocidas en aquel momento no incidía para nada en la
intento alemán por cambiarlo. Tratados similares entre Checoslovaquia, distribución de poder entre ambas potencias.
Yugoslavia y Rumania y el tratado entre Checoslovaquia y la Unión So- Del mismo modo, al adquirir las Islas Vírgenes a Dinamarc a , Esta·
\'iética tuvieron el mismo propósito. La ineficacia de esas alianzas cuan- dos Unidos no se embarcó en una política orientada a cambiar el statu
do fue ron pue,tas a prueba entre 1935 y 1939 fue una de las razones del quo con respecto a las naciones centroamericanas. Si bien e sa adquisi-
alemán a Polonia e n 1939. La alianza anglo-polaca del 5 de abril ción mejoró en gran medida la posición estratégica de Estados Unidos
de 1939 fue el último intento, antes de la ruptura de las hostilidades, por en lo que tenía que ver con su acerca miento al Canal de Panamá, este
preservar por lo menos el statu quo territorial en la frontera oriental de hecho no modificó sustancialmente las posiciones relativas de poder ni
Alemania. En la actualidad, las alianzas que la Unión Soviética ha cele· de Es tados Unidos ni de las naciones centroamericanas. La adquisición
brado con Jos países de Europa oriental y las que los países de Europa de las Islas Vírgenes puede haber contribuido al fortalecimiento de la ya
Occidental han establecido entre sí y con los Estados Unidos se orientan por entonces dominante posición estadounidense en el Caribe; pero no lo
análogamente al mantenimiento del slatu quo tal como fue establecido y , por lo tanto, fue compatible con una polít ica de statu quo. Tam-
en las respectivas regiones europeas por la distribución del poder a boen puede dccorse. que , al fortalecer la p reponderancia de Estados Uni-
fines de la segunda guerra mundial. dos. sobre las re publicas centroamericanas, realmente reforzó la di stn-
La manifestación de política de statu quo que ha tenido la mayor buc.oón de poder en tonces existente y así sirvió a los propósitos de una
importancia para Estados Unidos y que se ha convertido en piedra basal pohllca de statu q uo.
de sus relaciones exteriores es la Doctrina Monroe. Una declaración uni· A comienzos de 1962, la Unión Soviética intentó extender signilicat i·
lateral del presidente Monroe en su mensaje anual al Congreso del 2 de
diciembre de 1823 establece los dos principios esenciales de cualquier Unedited Speechet and Message.s ,
--·
61 lA política. internacional como lucha. por ti podtr

vamente su influencia mediante el emplazamiento de misiles en Cuba. La


administración Kennedy sopesó los posibles cursos alternativos de ac-
ción que podía seguir para remover los misiles, incluyendo el ataque
aéreo; finalmente eligió la poUtica de bloqueo y cuarentena. Como re-
sultado del acuerdo Kennedy·Kruschev, los soviéticos retiraron sus misi-
les pero continuaron apoyando al régimen de Castro mediante masiva
asistencia económica y militar. Mientras tanto Cuba procuró incremen-
tar su propia influencia ideológica en el Caribe y en Centroamérica. Ha·
5
cía la década del '80, se descubrió asistencia y personal militar cubano
y sovié tico en paises tales como Grenada y Nicaragua. Dejando de lado
la cuestión del apoyo popular a la intervención cubana en esos paises, el
tema que debieron afrontar los ejecutores norteamericanos de poUticas La Lucha por el Poder:
fue la medida en que se encontraba amenazado el statu quo. ¿Era la
acción cubana, como vicaria de la intervención soviética, una amenaza
real? ¿El involucramiento soviético constituía una violación de la Doc-
Imperialismo
trina Monroe y del acuerdo Kennedy·Kruschev, y, de paso, una amenaza
al statu quo? Sucesivas administraciones, comenzando por la de John
F. Kennedy, se vieron obligadas a enfrentar esta cuestión. El 25 de oc tu·
bre de 1983 la administración Reagan invadió Grenada, presuntamen· W QUE EL IMPERIALISMO NO ES
te para pro;eger las vidas de cerca de mil residentes
en la isla, pero en realidad porque Grenada era constderada como un Un estudio objetivo de la compra de las Islas Vírgenes por parte de Es-
arsenal para acciones militares ideadas por consejeros cubanos Y sovté· tados Unidos podría demostrar que el hecho constituyó parte de una
ticos estacionados en la isla y en todo el Caribe. Los observadores con- política de sta tu quo en esa región. No obstante, ésa y otras acciones
tinúan preguntándose si las actividades cubanas y soviéticas orientadas al fortalecimiento de la posición de Estados Unidos en el
una verdadera amenaza al statu quo de la región; respuestas confhcttva.s Caribe han sido denunciadas como imperialistas por muchos observado-
circularon en Europa en tanto en Estados Unidos la política del prest· res. Estos han empleado el término " imperialista" no en el sentido de
dente Reagan recibió un examen muy critico. Los parámetros para juz- caracterizar objetivamente cierta clase de política exterior, sino como
gar el involucramiento cubano-soviético y determinar la de un epíteto oprobioso con el cual se puede desacreditar la política a la que
los ejecutores de políticas norteamericanos pasaban. por. 51 se esta- se oponen estos observadores. Este arbitrario uso del término para fines
ba produciendo un importante cambio en la dts tnbucton del poder y, polémicos se ha difundido tanto que en la actualidad "imperialismo" e
por lo tanto, del statu quo. "imperialista" se aplican indiscriminadamente a cualquier poHtica exte-
rior opuesta a quien emplea el término.
Los anglófobos con tinuarán refiriéndose al imperialismo inglés como
algo actual en 1960 del mismo modo que lo hicieron en 1940 o en 1914.
Los rusófobos llamarán imperialista a cualquier cosa que los rusos ha-
gan en política internacional. La Unión Soviética consideró que todos
Jos participantes en la segunda guerra mundial estaban embarcados en
una guerra imperialista hasta que fue atacada po r Ale mania e n 1941 ; en-
tonces la guerra que debió llevar a cabo fue :mtiimperialista por defi-
nición. Para los enemigos y criticos de Estados Unidos en todas partes,
"imperiali smo norteamericano" es una expresión común. Y para agregar
mayor confusión aún, ciertos sistemas económicos y políticos y grupos
económicos, como ba nqueros e industriales, son indiscriminadamente
asociados a políticas exteriores imperialistas.
A Jo largo de todo este proceso de uso indebido, el término " impe-
' ialismo" ha perdido su significado concreto. Toda nación es imperia-
lista para cualquier otra a quien desagrade su política exterior. En me-
dio de esta si tuación es objetivo prioritario para el estudioso despojar al
70 l..M polilícu ínten•ucional como lucha por el poder

t.!rmlno de un sianilicado tan inadecuado y darle otro mis definido, inmóvil y conservadora. En el ter-re:n,o int.c t·u a4.64',t-utl , d lnaJ)Iet
"tlcamc:ntc neutral y objetivo, que sea útil tanto a la teoría como a la
po 6c tlca la poUtica internacional.' opone a la de statu quo, lo que le otmp un • ""'"'"""'
La historia de lo que habituahnc:ntc: coflOC.é:lnos ...,,,-..u impe.:• •.a a, _.,.,.., b, '
Antea de preguntarnus es en realidad el imperialismo, permítase- tinico es instrucliva al respecto.
nos preauntarnoa coaa no es el imperialismo aunque a menudo se la idea de imperialis mo brlt,nlco tuvo naclmlerol<• "" t.. prt'l)ia Jr¡
»upone que lo sea. Existen tres errores muy populares que reclaman glaterra. la expresió n fue empleada inicialmente por W. '"'"'""' ••dm "'·
1
nue•tra atención. bajo el mandato de Oisraell, durante la CóllllJlt&fia clccloraJ par a In r:;J.
l. No toda poUtica exterior orientada a incrementar el poderlo de clones de 1874. la noción del imperlalbmu, oc:gún lo
una nación tiene que ser, por fuerza, una manifestación de imperialismo. raeli y lo desarrollaron luego Jooc:ph Chambc:rlaln y Worn l<lfl (.,hur h oll.
liemos descartado ya esta confusión al estudiar la poUtica del statu quo.1 era opuesta a lo que los conservadores cunsíder•btts1 v ;rnd el CIAiflllf-"'
Definimos al imperialismo como una poUtica orientada a la ruptura del litismo e internacionalismo de los libc:ralcs. S u r.xwull'in C<lf.Crct.a w:
statu quo y a la modificación de las relaciones de poder entre una o halló en el programa polhico de la " federa Ión lmpertal". l! rilrc: '"'
varias naciones. Toda poUtica que sólo procure ajustes, manteniendo puntos más ilustrativos estaban: 1) Unílicación e lnlc:¡tr"'-'Jiifl de
Intacta la esencia de estas relaciones de poder, continúa operando den- terra y sus colonias en un Imperio unilarlu onedl:onte tatllu
tro de los lineamientos generales de las poUticas de statu quo. Dos gru· nistas; 2) la reserva de territorios coloniales lohrc• para W. lnVc-oc•· 1 )
pos distintos defienden la tesis de que el imperialismo y cualquier au- fuerzas armadas unificadas y 4) un órg.;uuJ rc¡JreM:ntativo central a:•
mento intencional del poder son la misma cosa. Por una parte están quie- Londres.
nes se oponen por principio a una nación en particular y a su polilica, Cuando este programa "imperialista" IIC I>Oilulil y oc llevó a la. prl;c.
como pueden ser los anglófobos, los rusófobos o los antinorteamericanos, tica, la gran expansión territo rial inglesa llegó ou lin. Por lo lant.o, d
para quienes la mera existencia de estas naciones significa ya una ame- programa " imperialis ta" de Inglate rra era un plan de C005(,1í.dactl,..-• ;;nt.e•
na7.a mundial. Cada vez que una de estas naciones procura incrementar que de expansión. Se orientaba a asegurar y c•plotar lo que ya habla
su poder, quienes le temen verán en las acciones correspondientes un conquistado. Y su objetivo apuntaba a estabill1.ar b. de P'J
paso más en el designio de conquistar el mundo o, dicho de otro modo, dcr que habla aportado el Imperio británico.
como una manifes tación de poUtica imperialista. Por otra parte, quienes Cuando Kipling justificó al imperio británico con la ""'""'"''! ""d
en tanto herederos de la filosofia política decimonónica consideran cual- lardo del hombre bla nco", el fardo ya hacia tiempo <jUe e•taba "'hre co<r.
quier política exterior activa con1o un mal destinado a desaparecer en hombros. Desde la década de 1870, el ""imperialosrn<o"" bril.ánov> - c , tJ.o e:>,
un futuro cercano, en consecuencia se oponen a toda politica exterior Ja polftica exterior británica en relación a bntáOI..(..:Iil') de
orientada al inc remento del poder. Para ellos una política exterior de ultramar- era en lo fundamental una políhca de quo y no írnpcr
csn índole será lo mismo que el paradigma del mal, esto es, el imperia- rialista e n el estricto sentído de la p4tlabra. No obs tante, lo1 1:.
lismo. listas de lnglate rr.1 y de otras parles del mundo, aceptando los •lugaros
2. No toda política exterior que procure el mantenimiento de un im- de Disracli y Chambcrlain en todo su valor pero confundiendo 1!;1 el t:c.-
perio ya existente es imperialismo. Habitualmente se supone que cual- tos de l imperialismo con e l imperialisrno en sf, se opusiero n "' la, pulíuu
quier polilica que adopten países como Inglate rra, Francia, Unión So- brilánica de explotación y consolidación, c•pccialm ·mc en Afnca y la
viética o Estados Unidos a los efectos de asegurar su posición de predo- India, por considerarla ""imperialis ta"". E n verdad, en IIJ42 Chur-
minio en dctL·rminadas regiones implica un acto incurso en imperialismo. chill se negó ··comandar la liquidación del imperio bril.ámco"' act uó
Oc este modo, el imperialismo viene a ser identificado con la conserva- no con1o un imperialis ta s ino corno un en interna..
c ión, la defensa y la consolidación de un imperio determinado antes que cionalcs, como un defensor del s tatu quo imperial.
con el proceso que lleva a la adquisición y formación de uno nuevo. Por El ""i mperialismo" inglés y sus oponentes """ un e jemplo
ello puede ser razonable emplear el té rmino "imperialismo" en la poli- de la confusión exis tent e entre la consolidación y la ddetWO del ím peno,
líen interna de un imperio determinado; en cambio, es absolutamente por una parte, y del imperialismo, por la otra. No son. sin e mb;,ryp,
in acional y confuso aplicarlo a una política de naturaleza esencialmente. ú ni cos ejemp los. Cua ndo del impe rio rurnano o del
mu ro m ano nat u r:\lmt·ulc pensarnos en el pc dodo d e l.a rornar.La
que comicn7_, co n el primer c r·n llerador 4ue g.ob ·rn() lo que e n
1 F recurnterncnte el es empleado como sinónimo de cualquier tipo
da , ;xpams tnn colonial, por ejemplo, en Parker Thomu Moon, Impt'Tialt.sm cnd t o n l:cs fue lla.nado por primera VC"Z e l imperrum r umanum 'iin --n 1trdr , ,
W (.odd Pulittcl , 11\e Macmillan Company, Nueva York, 192fL Semejante uao es mob- c uando Augusto diu a Ruma y a MI\ la u ,nhlltuc 1Gn d ..
inopc rio, la e<pansión de Ro ma 11 ·gó a • u l in. La po llt oo..a cxtc n<.or de );,
nmmamos los eenera.les de las polfticas internacionales expansionistu, república, la!) gul!rras la fi msl d e J ulu1
ob vio quo ese concepto limitado del fenómeno de la expa.nsión colonial es
1 eiiullu.
Césa r, había !)ido cfcc tivarnl!ntc impcrialb ta ·n el pr et.wo d --1
para nuestros propósitos.
l &lbre este punto, e l planteo del capitulo 4. té rmino. Du ran te ese tic rnpo el panorama cv ruplc to de l mundu ha bía
-
72 La po/ltíca íntemacíonal como lucha por el poder lmpenali.smo 73

cambiado para pasar a ser romano. La política exterior de los emperado-


res, sus perpetuas guerras, había obedecido al objetivo central de
Y proteger lo ya conquis tado. Al igual que la política "impe-
TEORIAS ECONOMICAS DEL IMPERIALISMO
bntámca del período que se extiende entre Disraeli y Churchill,
la pohllca extenor romana fue d e conservación y de statu quo. Cuando
se conquist_as, como bajo Trajano, esa política permitió la Las teorías marxista, liberal y "demoniaca"
conservacoon del ompeno y la supremacía romana.
,. Lo _mismo..es perfectamente aplicable a los aspectos territoriales del El desarrollo de las principales teorías económicas del imperialismo ha
ompenahsmo norteamencano desde comienzos de s iglo hasta la segun- estado a cargo de tres escuelas dislintas de pensamiento: la marxista, la
da guerra El gran debate en favor y en contra del imperialismo liberal y una que ha sido denomi nada. muy adecuadamente, la teoría
norteamencano, que alcanzó su punto culminante en las primeras tres "demoníaca"' del imperialismo.
décadas de este siglo, vino a la zaga de la gran expansión territorial e La primera de ellas se basa en la certeza que está en los cimientos
Imperialista del siglo XIX. La política que estaba en el centro de ese deba- de la concepción marxista, es decir que t<>!las las manifestaciones polfti-
te era esencialmente una política de consolidación, de protección, de cas obedecen a fuerzas económicas. Por lo tanto, el fenómeno político
exploración, es decir, una política de statu quo. Cuando en 1898 William dt'l imperialismo es producto del s is tema económico que lo origina. esto
Graham Summer se refería a la política norteamericana de expansión es, el capitalismo. Según la teoría marxista, las sociedades capitalistas
territorial como "la conquista de E s tados Unidos por España".' aludía no son capaces de e ncontrar den !ro de sí mercados suficientes_ para sus
a una política ya consumada. Cuando el senador Albert J . Beveridge de- productos ni inversiones suficicnl cs para el capital que poseen. Por lo
claró que " Dios nos ha hecho aptos para e l gobierno; por lo tanto pode- tanto, tienen la tendencia a do minar áreas mayores no capitalistas e in-
mos administrar el gobierno de pueblos salvajes y seniles" • trataba de cluso áreas capitalistas a los ef<·ctos de convertirlas en mercados para
justificar una dominación ya establecida antes que apoyar la expansión el excedenle de su producción y para dar nuevas oportunidades de in-
encarada para el futuro. vers ión a los capitales también exceden tes.
De este modo tanto en Inglaterra como en Estados Unidos buena Marxislas moderados como Kautsky o Hilderfing pensaban que el
parte del debate moderno acerca del imperialismo viene a la zaga del imperialismo era una política del capilalismo y que: en consecuencia, una
proceso de expansión imperialis ta, que es condenado o justificado en política imperialista era cuestión de opció n a la que el capitalismo podía
forma retrospectiva. En términos de política contemporánea, el dcv.. recurrir o no según las Por su parte, lcnin' y sus segui-
tiene que ver, en lo fundamental, con los resultados de la política impe- dores, en especial Bukharin.' no va ibron en considerar al imperialis mo
rialista, o sea con la administración y salvaguardia del imperio. No es y a l capitalis mo como la mis ma cosa . El imperialismo es idéntico al
difícil hallar la explicación. El gran debate comenzó en Inglaterra con capitalismo en su última y monopólica etapa de desarrollo. Según Lenin
la exaltación por parte de los conservadores del imperio británico, una "imperialis mo es capitalismo en aquella fase de desarro llo en la que el
suerte de contraparte británica del nacionalismo continental. El impe- dominio de los monopolios y el capital financiero se establecen por si
rio británico fue un imperio colonial y, como tal, se convirtió en el pro- mismos, en la que adquiere mucha importancia la exportación de capi-
totipo del imperio moderno. En consecuencia, la incorporación y explo- tal , en la que ha comenzado la divisió n del mundo entre los grandes
tación de las colonias pasó a ser s inónimo d e imperio, el que adquirió tr us ts internacionales, en la que se ha producido el reparto de todos los
principal, y a veces exclusivamente, una connotación económica. Esta territorios de la tierra entre los grandes poderes capitalistas".'
connotación fue la que dio origen al más a mplio, mas sistemático y tam- Para los marxistas, el mal principal es el capitalismo y el imperia-
bién más popular c uerpo d e teóricos que ha buscado explicar el impe- lismo sólo s u expresión necesaria o probable. La escuela liberal, de la
rialismo en los tiempos modernos: las teorías económicas del imperia- que John A. Hobson ' es su principal representante, se ocupa especial-
lismo. Allí encontramos e l tercero de los-malentendidos que han ensom- mente del imperialismo, en d que ve el resultado no tanto del capota-
brecido la verdadera natura leza del imperiali smo.
Charles A. Beard. The Delrll Theory O/ Wor, 1be Vancuard Presa, Nueva York,
1936; véase también Tite New Republk. vol. 86, 4, 11 y 18 de mano de 1836.
& Collected Work.l , Intemational Pubhshers, Mueva York, 192'7, vol. XVlll; Sc-

Nue-.a York, 1121.


Entre los escritores que, aparte d e los mencionados en el tato. han influido en el
desar rollo de l a teorta man:ista d el tmperlalis mo deben mencionarse a Ro6a Luxem·
burg y Frtlz Sternberg; de este Ulhmo vénse The Comino C,-UU:, The John Day Com·
pany, Nueva York, 1946.
i Jmperralum. th e 1f19hesr Sta9e o} Capatalism, lntema.Uonal Publishers, Nueva
1 VMse cita anterior, capttulo 3, not.a;t 20. York. 1933. pág. 72.
4 Discu rso en el Senado, 9 de e nero de 1900, reeditado en RuhJ J . Bartleu. Tl&c Jm¡¡en alum. G. Alle n and Unwm, Londres, lW.
.Record oJ Amencan Diplomacr. t · ed., Atrred A. Knopf, Nueva York, 1964, JJ'c. 315.
74 LA polilica inlernac1onol como lucha por poder 75

lis mo en tal , si no de determinados desaroplcs que se producen Paraguay ( 1932-1935). En la guerra de los boers es imposible dejar de
del stslt:ma capitalista. En concordancia con el pensamiento mar· lado los intereses británicos en las minas de oro. La guerra del Chaco
xtsta, la escuela liberal ubica como ruente dd imperialis mo al excedente ruc, según algunos observadores, una entre dos compañias pe·
de bu!nes Y de cap1tal que buscan canalizarsc hacia mercados extranjeros. tro leras por e l control de campos petrollreros.
obstante, con Hobson y su e.s cucla, la expansión imperia· Pero dura nlc lodo el tie mpo de lo que podríamos llamar la madu·
h sla no es el mevllable, y ni siquiera el más racional, método de dispo- rcz del capitalismo, a excepción de la guerra cte los boers, ninguna de
excedentes. Ya que le s excedentes son produc to de la mala las grandes potenc ias emprendió ninguna guerra exclusiva o predominan·
d!slnbuctón de la capacidad de compra, la solución se halla en la expan· temente por mo livos económicos. La guerra austro-prusiana de 1866. Y
s1ón mercado mediante n!rormas económicas tales como la fra nco-germana de 1870, por citar sólo dos ejemplos, no tenían ob¡e·
aumento de la capac idad de compra y la supresió n del sobrcahorro. Pre· tivos económicos de importancia. Fueron guerr3s polític.a s, imperialistas,
ctsamen_tc esta c reencia en una alternativa al imperialismo es encaminadas a establecer una nueva distribución del poder, en el prime-
la que tnlroducc la princ ipal dirercnc ia entre la escuela liberal v la ro de los casos en ravor de Prusia dentro de Alemania y en el segundo
marxista. para ravorecer a Alemania dentro del sistema \!uropeo. Por s u parte, la
. La teoría del imperialismo trabaja en un nivel intclec guerra de Crimea, de 1854-56 , la hispano-americana de 1898, la ruso-japo-
Cual mucho_ más bajo que d de las otras dos. Es ampliamente sostcruda nesa de 19()4.()5, la turco-italiana de 1911·12 y las balcánicas sólo muy
por los pactrtslas y ha llegado a convertirse en un valor de venta de la !\ecundariamcntc, en el mejor de los casos, parecen motivadas por razo-
propaaanda comunista. Ha sido la rilosofía oficial del comité Nye, que nes económicas . A su vez las dos guerras mundiales rueron, por cierto,
enlte 1934 y 1936 inve>tigó en representació n del Senado de Estados guerras políticas, libradas con el propós ito de conquistar e l dominio de
Unidos la innucncia de los intereses Hnancieros e industriales en la Europa y hasta del mundo. Por supuesto que la victoria en estas guerras
inle_rvención de Estados Unidos en 13 primera guerra mundial. La pu· implicaba ventajas económicas y , correlativamente, la derrota signirica·
bhCJdad que lograron los procedimientos de este comité llevó a la crea- ba pérdidas «onómicas. Pero estos efectos no eran los más importantes;
ción de una teoría demoniaca del imperialismo, que durante algún tiem· f sólo e ran subproductos de las consecuencias políticas tanto de la derrota
po fue la más popular explicación de los asunto• exteriores de Esrados <.omo de la victoria. Menor peso aún tcnian estos efectos económicos en
Unidos. La senc illez de la teoría contribuyó en muc ho a su popularidad. los estadistas a la hora de tomar decisiones que llevarían a la paz o a la
La misma identifica ba a cie rtos grupos que se aprovechaban de la gue- guerra.
rra, tales como los fabricantes de material bélico (los así llamados Por lo tanto las teorías económicas del imperialismo no encuentran
..constructores de munición .. ). los banqueros internacionales (Wall correlato en la experiencia del período histórico al que teóricamente
Strecl) y otros esta naturaleza. Dado que se bendiciaban con la gue· deberían estar arraigadas. es decir al periodo del capitalismo. Peor aún,
rra, e s tos grupos dc:hian e s tar interesados en que hubiese guen a. Enton· el período de mayor auge de la expansión colonial, que todas las teorías
ces los negociante s de la guerra se en los traficantes de económicas asocian con el imperialismo, anterior a la de ma·
guerra, en demonios que planeaban guerras para así poder enriquecerse. durez del capitalismo y en modo alguno puede atribuirse a las contra·
En tanto los marxistas radicales equiparaban al capitalismo con el dicciones internas del decadente sistema capitalista. Frente a las ane-
imperialismo y en tanto los moderados , al igual que los discípulos de xiones de los siglos xv1. xv11 y xvn1, la de los siglos x1x y xx son muy
Hobson, consideraban al imperialismo como produc to de desacoples den· reducidas. La última rase del capitalismo asiste a la liquidación del im·
lro dc:l sistema capitalista, los adherentes a la teoría "demoniaca", en perio en gran escala bajo la forma de la retirada de paises como lngla·
cambio, sostenían que imperialisn1o y guerra no eran más que una cons- lerra, Francia y Paises Bajos de Asia y Africa.
piración de capitalis tas malvados para conseguir pnancias personales. La evide ncia de la historia es todavía más desravorable a las cons-
d las teorías económicas si se las conrronta con la realidad
que ofrecen los procesos precapitalislas de conformac ió n del imperio.
Criticas a estas teorías En la antigüedad. la política que llevó a la fundación de los imperios
egipcio, asirio y persa era imperialista en el sentido politico . Lo mismo
Cualquier explicació n econó mica del imperwismo, ya sea refinada como ocurría con las conquistas .te Alejandro el Grande y la política imple·
primitiva, fracasa ante la prueba de la experienc ia histórica. La inte r· mentada por Roma un siglo antes de la era c ristiana. La expansión árabe
prctació n eco nó mica del imperialismo convie rte una e xperiencia histórica de los siglos vil y vltt es inequívocamente imperialista. Argumentos cla·
li_mitada , su s tentadA en pocos y aislados casos , en una ley universal de ramcntc ideológicos en pro de una politica imperialista S\! expresaron
la his toria . No se puede negar que durante el siglo XIX y también en el xx por b oca del Papa Urbano ll , cuando e n 1095 explicó ante el Co nsejo de
una.s puc.a s guerras han es lado originadas principal, y a veces exclusiva- Clermont la primera c ruzada en estos té rminos: "Po rque este territ orio
mente, en razo nes e onó micas . L..c..s ejemplo¡ más nolo dos son los de la e n el que ha bitá is , cerrado por todas parles por el mar y "pris ionado por
&uerra de los boer s ( 1899-1902 ) y la guerra del Chaco entre Bolivia y las cumbres de las montañas . es demas iado es trecho pa ca su gran po-
r
..
76 La política iult!nracioual 'omo 114claa por d poder
lmperitdismo 77
blación; no tiene grandes riquezas y da poca alimentación a Jos culti·
vadores. Por eso se matan y :-.e comen unos a otros, por eso se embarcan Fueron en su mayor parte Jas clases medias quienes apoyaron el
rn guerras Y por eso muchos de ustedes perecen en tumultos"." Luis XIV, pacifismo, el internacionalismo, Ja conciliación internacional y el
r arreglo de las disputas. el desarme, si es que se puede habla r de
Pedro el Grande Y Napoleón 1 fuero n lps grandes imperialistas de la partidarios de cs las te ndencias. Fue ron en su mayor parte aristócra-
moderna edad precapitalista. .
tas, campesinos y a menudo las clases obreras urbanas los cxpans io-
Cualquiera de esos imperialismos precapitalistas tiene en común nistas, los imperialis tas. los patrioteros. En el ámbito de l parlamento
con los la época capitalista la tendencia a romper las relaciones de inglés fueron los portavoces de los "inte reses acaudalados" , dt: las
poder existentes para colocar en su lugar la preponderancia del poder clase s medias que e mergían en las zonas manufactureras y de la
1mpenahsta. Por Nra parte, ambos imperialismos comparten la subordi· "City" de Londres, los moderadores durante las guerras napoleó nicas .
nacaón de objetivos económicos a las consideraciones políticas. durante la guerra de Crimea, durante la guerra de los boe rs y duran·
te el lapso que va desde el surgimie nto de Hitler hasta el momento
. Na _Aie¡andro el Grande ni Napoleón ni Hitler se aventuraron en po- en que invade Polon ia. Y en nues tro propio país, la resistencia más
líticas lmpenah.s tas con el fin de obtener ganancias personales o para consistente a la revolución no rteamericana, a la guerra de 1812. al
eludar los desa¡ustes de sus sistemas económicos. Lo que pretendían imperialismo de 1898 y a la posición antinazi de l gobierno de Roosc·
era exactamente lo mismo que hace un industrial poderoso cuando in ten· velt antes de Pearl Harbor, provenía de los círculos de hombres de
la levantar un " imperio" industrial medi<onte la acumulación de em· negocios.11
presas hasta que llega a dominar su campo industrial de un modo mo-
nopolístico o cuasi monopolístico. Tanto los imperialistas precapitalis· sir Andrcw Freeport en el Spectator, a comienzos del siglo
las como los imperialistas capitalisllls o los capitalistas "imperialistas" xvm, has ta Tlae Great lllusiora. de Norman Angell, en nues tros tiempos.
asparan al poder y no a las ganancias económica•. El industrial poderoso Jos capitalista<: como clase y muchos capi talistas individuales han man·
no es llevado hac ia sus mellls " imperialistas" por necesidades económi· tenido la convicción de que " Ja guerra no paga", de que es incompatible
o por codicia personal; lo mismo le sucedía a Napoleón l. El bene· con una sociedad industrial y de que los intereses del capitalismo re·
facao personal y la solución de los problemas económicos mediante la quieren paz y no guerra. La guerra conlleva un factor de irracionalidad y
expansión imperialista son para todos ellos una placentera idea final, un caos que es ajeno a la verdadera naturaleza del capitalismo. Solamente
bienvenido producto rcs.;dual pero en ningún ca:;o un señue lo que atraiga la paz permite la especulación racional básica para el accionar del capi·
el ape tito talismo. De todos modos, al procurar la des trucción de las relaciones de
Hemos vis to que el imperialismo no se encuentra determinado por poder existentes, el imperialismo implica un inevitable riesgo de guerra.
la economía, el capitalismo o cosa similar. Veremos ahora que los capi· Pero en cuanto grupo, los capitalistas se oponen a la guerra; por cierto
!alis tas per se no son imperialistas. Según las teorías económicas, y que no iniciaron ninguna y solamente prestaron receloso apoyo, y bajo
especialmente para la teoría "demoniaca", los capitalistas usan a los go- presión, a las políticas imperialistas que podían llevar, y que muchas
biernos como herramientas para instigar sus políticas imperialistas. No \eces realmc nlc llevaron, a la guerra.
obstante, la investigación de los ejemplos citados demuestra en la mayo- ¿Cómo fue que un cuerpo doctrinario tal como las teorfas económi·
ría de los casos una relación opuesta a la que realmente existe entre esta· cas del imperialismo, que no tienen correlación con los datos de la ex-
distas y capitalistas. Generalmente los gobiernos concebían las políticas periencia, llegó a tener tanto predicamento en la mentalidad pública?
imperialistas y luego instaban a los capi talis tas a apoyarlas. De este Dos son los factores responsables del éxito tal doctrina: el clima de
modo la experiencia histórica señala la primacía de la política sobre la upinión en el mundo occidental y e l propio carácter de la doctrina. He·
economía y "e l gobierno de los financístas . . . sobre la política interna· mos señalado ya la tendencia global de nuestra época a reducir los pro-
cional' ' es en realidad, según las palabras del profesor Schumpeter, "un blemas polflicos a problemas económicos" Es un e rror que debe atri·
cuento de hadas casi ridículamente en desacuerdo con los hechos".11 buirse tan to a los capitalis tas como a sus críticos. Los primeros confia·
Lejos de ser los instigadores, los capitalistas como grupo - aparte de
cierlos capitalistas individuales- ni siq uie ra fueron partidarios entusias· u Jacob Vlner, "'Peace as an Economic lnternahonal Econom1cs; 1be
tas de las políticas imperialistas. La literatura y las políticas de los gru· l 'ree Press, Glencoe, 1951. pá&:. 255. Of. Philip S . Poner. Bv.sfnua and Slaver11: the
flcw YGrk and the Confltct . Uníveraity of NocUl Carolina
pos y partidos políticos que representan el elemento capitalis ta en las Pretl5. Chapel Hitl, 1941 . Para la oposición de le. comerciantes de Nueva York y New
sociedades modernas son testimonio de la tradicional oposición de las Lnr land a la guerra c1viJ y la declaración de DisraeU a lo rd satisbury del 26 de
setiEmbre de 1876 · "Todas las clases acomodada.s y mercantiles de todos los paises
clases mercan t il y co[l)erc ial a toda política que, como el imperialismo, estan contra la auerra . . : ·. Al respecto tambicfn • airniflcaUYO el informe que
pueda llevar a la guerra. Como ha señalado el profesor Viner: envió el embajador británico en Alemania en vfsperu de la primera cuerra mun-
ctJa l. el 30 de junio de 1914. a su cancUierfa : "Oico por todas partes que las clases
ttnanciera e Industrial son enemip.s a muene de la ruerra bajo cualquier forma ...",
1o F . A . Olg. ed .. A Book o/ Jledicvtll HistOrJJ, American Book Compu¡y, Brlfi.sh .l)(..cumenl! on the Ongill o/ tla.e War. 1191·1914, Hi.s Majesty"s Stationery
Nueva York, 1907, p4g. 286. Oflloc. Londres. t926. VGI. XI, pq. 361.
u Jo seph Schumpeter. Mc:Graw·Hill Book Companv. Nueve u Véase capilulo 3 y también Hans J. Mo rcenthau. Sdenti/tc Man os. Power
"' fv rk y Londres . vol. l. P'¡. 495. nota l. PCllitics. Untvers lly of Chicalo Press, ChJcaeo. 1M& y Phoenll: Edition, 1865. P'P·
75 y si1ulentes.
71 La polí:k• ·,ternoci0fi4Jl como /wlwl por el poder lmpcri.Jismo 79

ban en que el desarrollo del capiualismo significarla la liberación de Jos


at,vicos propios de g era prttapitalista y, siguiendo sus leyes pro-
P!as, aportarla prosperidad general y paz. Los segundos esUiban conven-
Cidos de que esas metas podrlan sólo mediante reformas o si
r que, en presencia de las condiciones objetivas y subjetivas que requiere
una activa politica exterior, casi ineviuablemente producim una
ca imperialista.

abolla el capitalista. Unos y otros se inclinaban ante Jos reme-


ec:onóm1cos para los problemas políticos. Bentham proponla la
de las colonias como medio para terminar con Jos conflictos
que llevaban a la guerra. Proudhon, Cobden y sus seguido-
cons.•deraban que las tarifas eran las responsables de los conflictos Las victorioSGs
ECON OMI fi..
mternac10nales y concluyeron que la paz radicaba en la ampliación del
libre comercio." Cuando se produce una guerra entre dos naciones es bastante proba-
En nuestro propio tiempo hemos oido que, dado que los impenalis- ble la nación triunfadora proseguiri una politica que procure un
mos alemán, italiano y japonés surgieron enancados en necesidades eco- camb1o permanente en las relaciones de poder con su enemigo derro-
nómicas, se habría evitado que esos paises desarrollaran políticas impe- tado. La vencedora adoptará esta politica sin reparar en cuáles eran sus
rialistas si se les hubieran brindado préstamos, colonias y materias pri- objetivos al momento de la ruptura de hostilidades. El objetivo de esta
mas. Según el mismo argumento, las naciones pobres ir.in a la guerra politica de cambio consiste en transformar la relación existente entre
con el fin de escapar a sus necesidades económicas; si las naciones ricas el triunfador y el sojuzgado al final de la guerra en el nuevo statu quo
se ocupan de mitigar esas necesidades, entonces las naciones pobres ca- de los acuerdos de paz. Asl, una guerra iniciada por el triunfador como
recerían de razones para ir a la guerra. Durante la época clásica del medio de defensa del statu quo de preguerra, con la proximidad de la
capitalismo, partidarios y opositores del sistema capitalista pensaban victoria se convierte en una guerra imperialista, o sea en el intento de
que las razones económicas que parecían gobernar las acciones de los un cambio permanente del statu quo.
hombres de negocios eran el par.imetro al que debian ajustarse todos La "paz cartaginesa" por la cual los romanos modificaron sus rela·
Jos actos de la explicación. ciotles de poder con los cartagineses permanentemente y a su favor, se
Otra de las razones para una inmediata aceptación de la explicación ha transformado en el emblema del tipo de acuerdo de paz que tiende
económica del imperialismo radica en su plausibilidad. Continúa siendo a perpetuar la relación entre el vencedor y el vencido existente al final de
verdadero lo que el profesor Schumpeter dijera acerca de la teoria mar- las hostilidades. El Tratado de Versalles y sus complementarios, que die-
xista del imperialismo: "series vitales de hechos de nuestro tiempo pa- ron término a la primera guerra mundial, según algunos observadores
recen quedar perfectamente explicadas. Toda g confusión de la politica tenían similar carácter. La expansión de la esfera de influencia soviética
internacional parece clarificarse mediante un sencillo y poderoso im- en Europa oriental luego de la segunda guerra mundial, especialmente
pulso analítico"." El misterio de una fuerza histórica tan amenazadora, fue reconocida en los acuerdos de Helsinki, es otro ejemplo. Una
inhumana y a menudo sanguinaria como el imperialismo, el problema poht1ca que se p roponga un acuerdo de paz de esta índole, según nuestra
teórico de definirla como un tipo dfierenciado de política internacional definición debe ser calificada de imperialista. Lo es porque trata de
y, sobre todo, la dificultad práctica de identificarla en una situación cambiar un statu quo de preguerra, donde potencias relativamente igua·
concreta y contrarrestarla con medios adecuados, todo ello queda redu- les se enfrentan unas a otms, por otro de posguerra, donde el vencedor
cido a sus tendencias inherentes o a los abusos del sistema capitali•ta. se ccnvierte en el amo permanente del vencido.
Cada \•ez que el fenómeno del capitalismo reclame una comprensión
tcór ka o una acción pr.ictica, un simple esquema proporcionará una
respuesta casi automática que traerá alivio a la mente. lAs guerras perdidas

verdadero estado de subordinación, teóricamente permanente,


con fac1hdad puede engendrar en el vencido el deseo de cambiar de pa·
DIFERENTES TIPOS DE IMPERIALISMO peles .con el ve?ce.dor, modificar e_J statu quo creado por la victoria y
camb1ar de pos1c1on en la ¡erarqUJa del poder. Dicho de otro modo la
La real naturaleza del imperialismo como política orientada a romper politica imperialista emprendida por el triunfador antes de la
el statu quo puede "'r mejor explicada mediante la consideración de puede llegar a transformarse en una politica imperialista, esta vez de
ciertas situaciones típicas que favorecen las políticas imperialistas, y parte del derrotado. Si no queda arruinado para siempre o no >e integra
a la causa del vencedor , el vencido deseará recuperar lo que perdió y
14 Váse plcina 37.
15 <ie ser posible, más aún . '
the NJOKph Schwnpeter, Capttoliltn, Sodali.Jm and Ha.rper and Bro-
rs, ueva York '1 Londres, 1947, pq. 51. ' El típico ejemplo de imperialismo entendido como reacc ión contra el
1
1

..
80 La polilica internacional como luciJa por el poder

triunfante imperialismo de otros es el imperialismo germano entre I'J35


y fines de la segunda guerra mundial. El s tatu quo europeo de 1914
estaba caractcri1.ado por un acu\!rdo de grandes pol\!ncias: Austria, F ran·
cia. Alemania. Inglaterra, Italia y Rusia. El triunfo de los aliados y los
subsiguientes tratados de paz dieron o rigen a un nuevo statu quo que
era consccucnda de la política imperialista de Francia. Este nuevo statu
r Tres metas del imperialismo

Dado que el imperialismo crece a partir de tres situaciones


lmperio.lismo

con·
secuentementc se mueve hacia tres objetivos típicos. El objeltvo del
81

quo implantó la hegemonía de Francia, quien estableció una alianza con imperialismo puede ser el dominio de todo el mundo poUticamente org"-
la mayoría de las naciones que pcr entonces eran de recien te formación nizado o , lo que es lo mismo, llegar a un imperio mundial. Puede ser
tanto en Europa central como oriental. también un imperio o hegemonía de d imensiones con·
Entre 1919 y 1935 la política exterior de Alemania se manejó apa- tinentalcs. O puede ser una preponderancia de poder estnctamente lo-
rentemente dentro del esquema de aquel statu quo , aunque en realidad calizada. Dicho de otro modo, la polftica imperialista puede carecer de
preparaba discretamente s u destrucción. Intentó conseguir ventajas para iímitcs o tener sólo aquellos que le oponga el poder de la presunta vfc-
Alemania mientras mantenía por el momento y con algunos reparos las tima. Puede. también, tener límites geográficamente detennmados, tal
relaciones de poder que había estipulado el Tratado de Versalles. No t:omo las fronteras físicas de un continente o quedar limitado por los
desafió abiertamente estas relaciones de poder, sino que propuso ajustes propósitos localizados del propio poder imperialista.
que mantuvieran inalterada su esen cia. Esta fue específicamente la na-
turaleza de la "política de acatamiento" --es decir. de acatamiento del
Tratado de Versallcs- que llevó a cabo la República de Weimar. Pre· Imperio mundial
cisamcntc este intento de mejorar la si tuación internacional de Alemania
acatando, al menos por cierto tiempo. el Tratado de Vcrsalles, fue lo Los ejemplos históricos más rotundos de imperialismo ilimitado
que determinó la violenta oposición de nacionalistas y nazis . . vez están dados por las políticas expan sionistas de Alejandro el Grande,
que estos últimos llegaron al poder en 1933 y lograron su Roma, los árabes e n los siglos VIl y VIII, Napoleón 1 y Hitler. Tienen en
régimen. abrogaron las disposiciones de desarme que cstablecaa . el común un impulso hacia la expansión que no conoce límites racionales.
tado. En 1936 también en clara violación del Tratado, ocuparon Renama cr;e alimentl\n de sus propios triunfos y si no los detiene una fuerza supe·
y declararon 'nula la desmilitarización territorio fron.rc:izo rior llegan hasta los confines del mundo politico'' Ese apetito no será
a Francia. Así comenzó la implementacton de la pohllca saciado en tanto exi sta algo en algún sitio, algún posible objeto de domi·
de la Alemania nazi. ya que és to5 fueron los primeros actos de una sene nación. lllgún grupo de hombres politicamente 'lrganizados que con su
destinada a demostrar que Alemania estaba dispuesta no mctcpcndencia desafíe n la sed de poder del conquistador. Como veremos
el sratu quo de Versalles como base de su política internacaonal. s mo rr:ás adelante. la fall a de mode ración y la aspir•ción de conquistar todo
también resuella a destruirlo. lo que sea posible de ser conquistado son las carac terísticas del impe-
rialismo ilimitado que en el pasado siempre lo han llevado a la ruina.
la única excepción es Roma . aunque por razones que vere mos dcs pués.11
Debilidad

Otra circunslancia rípica que favorece las políticas imperialistas es Imperio continental
la existencia de estados débiles o con que
s u sci tan la :tpt.:tencia 1lc un estado más poderoso. De esta sltu.acaon n.ace La modalidad de imperialis mo geográficame nte determinado se ob-
el imperialismo colonial. Es también la circunstancia que h1ro posible ser va con mayor claridad en las políticas de las potencias e uropeas ten-
la transformación de la original Federació n Trece Estados Amenca·
nos en un poder continental. El imperialismo de Napoleón, tanto l b Hobbes ha hecho el an&lisis clásico de este deseo insaciable de poder en
como el hitlcriano, participaban de este carácte r, el segundo de ellos Uvzathan . Evcryman's L1brary , cap. XI, p&gs. 49 y siguientes. "En primer lupr be
colocado un Impulso general de toda la humanidad . u:1 deseo perenne y ancustiado
particularmente durante el período de la "blitzhieg" de 1940. En la de poder por el poder, que sólo lo exungue la muerte. La causa de esto no siempre
fase final de la segunda guerra mundial y en la decada el un· 1adtca en que el hombre agua.rda un placer más intenso del que ya ha tocrado o
pcrialismo que crece de las entre nac•oncs. .Y. dcbtles que no pueda contentarse más sino porque no puede afianzar el poder y tos medios
para vtvir biCn, por lo que detesta el presente sin proc:ural'$e más. De allt esos reyes
puede st:r ejemplificado con las relacaones entre la Umo n Sov•ettca Y lac; de formidable poder que cambian sus. esfuerzos en en casa medlante
naciones de Europa oriental. El atractivo de los vacíos de poder como lt:yu del mismo modo que en el extranjero lo hacen mediante las guerras. Y hecho
esto llega un nuevo deseo; para algunos d"t nuevas conquistas mientras que para
tnccnti\'0 para el imperialismo es, al menos, una la super· otrcs de placeres sensuales y en otros at.in de querer ser admirados y alabados por
vivencia de muchas de las nuevas naciones de As ia y Afnca , vasto su dé- su ta lento en algún arte o alguna otra habilidad del pensamiento".
,1 Véase p,.nte 9, cap. 29, "Dos !>Oiuciones fal..sa.5" y pé.gs. slculentea.
licít de los más importantes cie rnen tos de poder.
12 lA pollticG inlermaciont.d como lucha por el lmp<lrialismo al

dienlc:s a conseguir una situación de predominio en Europa. Luis XIV. Los limites de esta clase de imperialismo no son --<:omo en el caso
Napoleón 111 y Guillermo JI son casos notorios. El reino de Piamonte del tipo geográlicamenle limitado-- el resultado primario de los hechos
bajo Cavour tratando de lograr e l dominio de la península itilica en obje tivos de la naturaleza, más allá de los cuales seria técmca mente
1850, los d istintos participantes en las guerras de los Balca nes de l'lll dilfcil o políticamente inadecuado ir. Por el co ntrario, son en pnnc1p10
Y 1913 en procura de la hegemonía sobre la región, Mussolini intentando Ja resultante de una libre opción entre varias alternativas. entre ellas
que el Mediterráneo fuera un lago italiano son ejemplos de imper ialismo una polít ica de statu quo, otra de un imperialismo continental Y una
del.e rminado wbre una base menor a la continental. La política norte- tercera un imperialismo loca lizado. Durante el siglo XIII e • ta última lue
americana del •iglo XIX conligurada por una creciente expansión del la que se impuso por su propio peso, ya que la realidad de un conjunto
poder norte americano sobre la mayor parte de América se encuentra de potencias con poder prácticamente had a desistir cualquier intento
primordial, aunque no exclusivamente, determinada por los límites del de imperialis mo continentaL La experiencia de Luis XIV mostró
continente, ya que E s tados Unidos no intentó colocar a Canadá y a azaroso podía ser un intento de esa naturaleza. Por otra parte, el Im·
Mé xico bajo su dominio a pesar de que hubiera podido hacerlo . En este perialismo de l siglo XVIII se fundaba primordialmente en aspiraciones
caso el imperialis mo continental se encuentra modificado por su limi· de poder m onárquico y de gloria y no en las emociones de las masas del
tación a una sección localizada del continente. mode rno nacionalismo. Estas aspiraciones trabajaron dentro del esque-
La misma clase de imperialismo mixto conforma la esencia de la ma común a la tradición monárquica y de la civilización europea, situa·
JlOiílica ex terio r norteamericana hacia e l hemisferio occidental. Al pro- ción que signilicó un !reno moral, necesariamente ausente por ejemplo
clamar una politica de statu quo con respecto al hemisfe rio occidental en periodos de cruzadas religiosas o nacionalistas.
y a paises no americanos, la doctrina Mo nroe levantó un escudo tras El !actor de opción, caracteristico de la polltica de imperialismo
el cual E s tados Unidos asentó su hegemonía sobre una determinada localizado, es prioritario durante la historia de la poUtica exterior de
región geográfica. Dentro de esos límites. la política norteamericana. Bismarck en e l siglo XIX. En primer lugar tuvo que arremeter contra
s in embargo, no fue siempre homogéneamente imperialista. Lo fue hacia la oposición de los conserva dores prusianos propugnaban una po-
las repúblicas centroamericanas y algunos países sudamericanos, pero Utica de statu quo para Prus ia y rechazaban la política de imperialismo
con respecto a otros. como Argentina y Bras il, sólo p rocu ró el manteni- localizado tendiente a la he gemonía de ntro de Alemania, posición sos-
mie nto de la superioridad propia ya exís tcnte, lo que e n de finitiva fue tenida por Bismarck. Cuando las victorias militares hicieron posible la
más el resultado de una suerte de proceso natural que de una política polftica de Bismarck, ésta debió ser protegida de quienes entonces de-
deliberada. A pesar de que Es tados Unidos ha tenido los medios para searon avanzar un poco más allá de los limites prelijados por Bismardr.
demostrar su superioridad bajo la forma de una hegcmonia electiva, ha para Prusia y para la hegemonía ale mana. La destituc ión de Bismarck en
preferido no hacerlo. Otra vez nos encontramos ante un ejemplo de orien- 1890 a m a nos de Guillermo 11 signilicó el !in de una política de impe-
taciones generales de una política geográlicamente sujeta a un imperia· rialismo localizado y, al menos, el comienzo de una tendencia hacia el
lismo localizado. imperialismo continental como polftica exterior de Alemania.

Preponderancia local Tres méWc1011 del imperialismo

El imperialismo localizado por excelencia se encuentra en las poli· Del mismo modo que existen tre s clases de imperialismo según las cir·
ticas monárquicas de los siglos XVIII y XIX. Fede r ico el Grande , Luis XV, c unstancias en las que el impe rialismo su rge y tres clases d e imperia-
Maria Teresa, Pedro el Grande y Catalina 11 fueron durante el siglo XVIII lismo en cons ide ración a s u s objetivos, tambié n es posible hacer una
las encarnaciones dinámicas de este tipo de política exterior. En el siglo triple distinc ió n según los medios tipicos que e mplean las politicas im-
XIX el reprrscntante más notorio de es ta política imperiali sta que pro- perialistas. Por lo tanto, podemos dis tinguir entre imperialismo militar,
c uraba destruir el statu qua para reemplazarlo por una hegemonía po- econó mico y cultural. Un error popular muy dilundido tiende a con-
lítica dentro de limites pr.,viamente elegidos lue Bismarc k . La difc ren· rundir estos tres m é todos con los objetivos del imperialismo, suponiendo,
cia entre la política imperialista localizada, el imperialismo continental por e jemplo, que el imperia lismo económico no busca otra cosa que no
y el imperialismo ilimitado es la misma que puede o bservarse entre las sea la explotación económica de otras naciones. Este error tienr su base
políticas ex te rio res de Bis marck, Guillermo 11, y Hitler . Bismarc k bus· en las teorías económica s del imperialismo y en la !alta de la debida
caba el predominio de .o\le mania en Europa ceniral , Guillermo JI en toda consideración de l fac tor poder en las relaciones internacionales a las
Euro pa y Hitle r en lUdo e l mundo. Por su parte los obje tivos tradiciO· que he m os aludido antes." Por c ie rto que el imperialismo militar pro-
nalcs de l im perialismo sovié tico -el dom inio de Finlandia, Europa c u ra la conquista militar, el imperialismo económico. la explotación
orien tal . los Balcancs, los Darda nc los e Irá n- son tambi én de carác·
tcT loc.a li7.ado. 11 v-.. cap. 3.
84 l A pt;llttr a ;'utr ,wdonal N Jmo lm·ha J'Ot' f l pod,.,. Imperialismo 15

c"\'"'\Uh) ll\h...U ' "' o l 1-;tS u.,d o;ws ,-t impt.'l i a lismu cultural, el n:cmp lrtzu
una c ultu ra ll\H" n ta-u . l'c•··o lt)S tn•s rcspondt•n siempre a un mismo fin
intpoc.riRlistn. In (.h·s trucdón de:· un s tnlu quo o, lo que es lo mismo, al
r expresión " Polltica del petróleo". Asimismo, el descubrimiento del uso
político del petróleo dio a las naciones árabes p roductoras de _p etróleo
un poder si n precedentes sobre las naciones industriali_zadas
\"amhio ,14;• ln n.·lnción de.. poder la Jx.-.tcncin impc..•rinhsla y sus doras de pe tróleo árabe. La inlluencia marcad a que Francoa eJercoo sobre
JlOSibl..·s vktimas. Ese fin invn.l"inblc• puede ser atend ido por medios paises como Rumania en el período de entreguerra se fundaba en gran
ntiliUU't"S, l."'(!Onó micos o culturales. en romta combinada o individual. medida sobre consideraciones económicas.
Esco.•re medios sun In materia de l11 que nos ocupai"'Cmo s ahora . Los rasgos comunes de las pollticas que llamamos imfJ"ruJiismo
t con6mico tienen que ver, por un lado, con su tende ncia a romper el
"atu quo para modificar las relaciones de poder entre la potcncoa Im-
lrnpt!rialismo tnililar perialista y las otras naciones y, por otro, con el cuidado de realizarlo no
mediante conquistas territoriales sino a cravés del dominio económiCO.
La moci:llidad más obvia, a ntigua y c ntda de imperialismo es la Si una nación no puede o no conquistar territorios a los efectos
conquista militar. Los m ayores conquistadores de todas las ,;pocas han de establecer su dominio, p uede lograr el m ismo fin ejerciendo su de>-
s ido t:ambién los mÁs grandes imperialistas. La ventaja de este mé todo minio sobre quienes dominan su territorio. Las naciones centroamenca-
dcsdC' el punto de vista dC' la nación imperia li sta radica en la circuns- nas, para tomar un ejemplo, son soberanas y ejercen esa soberanía. Pero
tancia de que nuevas relaciones de poder, a partir de la victoria milicar. depender completamente de sus exportaciones a Estados Unodos,
sello pueden cambiarse mediante o tra guerra desatada por la nación ninguno de estos países puede llevar a cabo pollticas duraderas , tanto
vencida. Napoleón 1 bie n pudo haberse apoyado e n la simple fuerza de internas como externas, que resulten objetables para Estados Unidos.
las ideas la Rc.-olución Francesa para consolidar la hcRemonla en La índole del imperialismo económ ico como método encubierto,
Europa y en el mundo entero. o sea que estuvo en condiciones de degir indirec to pero de eficacia para lograr y consolidar el dominio, e s par-
el itnpcrialismo ('Uiturnl en vez de la conquis ta militar. Por otra parte. ticula rmente perceptible cuando los imperialismos rivales encran en
si hubiese podido realizar y afianzar las conquistas mil itares , habrla competencia mediante métodos económicos para el control de un mis-
logo11do su s objetivos imperialistas con mayor rapidez, además del pla- mo gobierno. La centenaria competencia entre Inglaterra y Rusia por
cer personal que la victoria rcse1va al vencedor. Pero la misma natura- el control de Irán, a pesar de haberse desarrollado por mucho tiempo
'eza de esta afirmación revela los grandes inconvenientes de la conquista con medios preponderantemente militares, puede servir como ejemplo.
militar como mélodo imperialista: en última instancia la guerra es un El profesor P. E. Robe rts describió esta situación e n Irán -<:ntonces
JUego y. por lo tanto, se puede gana r o perder. La potencia que llamado Persia- antes de la pr imera guerra mundial:
lla una guc.-rra para sus fines imperialistas puede llegar a conscguor un
imperio y luego conservar lo; el caso t !pico es Roma. O puede conse- Ru sia la presiona desde el norte, Gran Bretaña desde el sur; no obs-
guirlo y e n medio del impulso de expansión llegar a perde rlo; el . caso tante la influencia de ambas potencias es muy diferente. Gran
típico es Napok ón. Es fac tible tambié n que lo obtenga, luego lo pocrda Bretaña tiene en sus manos la mayor parte del comercio exterior
y finalme nte quede sojuzgada por el imperi alismo de otras _pot cncoas; del sur de Persia y aspira a un control general de toda la costa
los eje mplos pueden ser la Alemania naz.i y J apón . El ompenahsmo m o- asiát ica, desde Adé n hasta Deluchistan ... Gran Bretaña nunca ha
litar cs. en verdad , un juego de azar en el que las apuestas ucndcn pretend ido posesiones territoriales ... El desarrollo de la navegación
en el Volga y la construcción del fer rocarril transcas piano le ha
s iempre a lograr los premios mÁS valiosos. dado a Rusia el monopolio del comercio con el norte de Persia.
Pe ro las armas come rc iales de Rusia son el monopolio y la prohi-
bición. Ha vetado la construcción de ferrocarriles en territorio persa
Imperialismo económico y a menudo se ha opuesto a medidas que pudieran s ignificar la
regeneración del pais.19
El imperialismo económico resulta no ta n d irecto y por lo general
no tan eficaz como su homónimo militar; en tanto método racaonal para Sólo la " r ivalidad come rcial y política de Gran Bretaña" parecía enton-
logmr el poder sólo aparece durante lo s tiempos modernos y es coetá neo t c.: s e ponerse a ht completa incorporación de 1r.ín a la ó rbita rusa.
a la (.'XIlansión del mercantilismo y el capitali s mo. Su emblema moderno Mic1:tr<1!" du ró In rivalidad y política entre Inglaterra y
m:ls conocido es lo que se conoce bajo el nombre de "imperialismo del en la región, las polilicas exteriores - y con frecuencia también
dólar". No obstante desempeñó un ro l importa nte duran te los ompcna- las del gobie rno iraní reflejaban clara mente la intensidad
lismos inglés y francés. Así, por ejemplo, la política inglesa hada Po r- de las prt ... iulh'' eco nómicas. y a veces militares , que las potencias ri-
tugal desde comienzos dd s iglo XV III fue respaldada e n gran por
el llonumo eco nómico. La prepondc:ranc1a 1nglcsa en el mundo arabc Cumt>, ulv.: M• ·dcrn 1/ts tOrJI, The Macmillan Compe.ny , Nueva York, 1810,
tue t.'OfP•cCul.'n ¡;\ de pohticas t:conóm ica") que pt.:rtincncia a la vo l XII. p:\g ot91
Imperialismo 17

vales llepron a ejercer. Cuando Rusia prometfa o aseguraba ventajas masiado exagerado decir que estos países ya se encontraban parcial·
económicas imposibles para Inglaterra o cuando Rusia amenazaba con mente conquistados mediante el imperialismo cultural antes de que
quitar las ventajas concedidas, aumentaba la influencia rusa. Rusia no la conquista militar terminara la carea. Al confinar a todos los na-
llegó a correr el riesgo de concretar sus apetencias territoriales en Irán. cional socialistas conocidos y a sus simpatizantes dentro de sus
Por su parte, Inglaterra no las tenía. Pero ambas intentaron el control teras, Inglaterra pagó tributo al peligro que ofrecfa la penetractón
del gobierno irani, el que a su vez controlaba las áreas petroleras y el cultural para las presuntas victimas del imperialismo germano.
camino a India. El otro ejemplo notable de imperialismo cultural de nuestro tiempo,
antecesor y sobreviviente a la quinta columna nacional socialista. es
la Internacional Comunista. En su apogeo, dirigida desde Moscú, guia-
lmpcri4lismo cultural• ba y controlaba los partidos comunistas de todos los paises y vigilaba
que las políticas seguidas por los partidos comunistas nacionales estu-
El asl llamado imperialismo cultural es la más sutil y, en caso de vieran de acuerdo con la polltica exterior de la Unión Soviética. En la
llegar a triunfar por si sola, la más exitosa de las politicas imperialistas. medida en que los partidos comunistas adquieren preponderancia en
No pretende la conquista de un terriotrio o el control de la vida econó- los distintos paises, la influencia de la Unión Soviética aumentará corre·
mica, sino el control de las mentes de los hombres como herramienta lativamente, y donde los partidos comunistas llegan a controlar a los
para la modificación de las relaciones de poder entre dos naciones. Si gobiernos nacionales, la Unión Soviética, que a su vez tiene control sobre
pudiera imaginar la cultura y, más particularmente, la ideología pe> estos partidos, domina a esos gobiernos.
lltica de un estado A con todos sus objetivos imperialistas concretos en El método empleado por la Unión Soviética para asentar su control
trance de conquistar las mentalidades de todos los ciudadanos que hacen sobre los paises de Europa oriental brinda un ejemplo clásico de inter-
la política de un estado B, observaríamos que el primero de los estados conexión entre el imperialismo cultural y otras formas de conquista
habria logrado una victoria más que completa y habría establecido su imperialista. En esos paises la promoción del comunismo a través de
dcminio sobre una base más sólida que la de c ualquier conquistador mili· los partidos comunistas, dirigidos desde Moscú, es tan solo un medio
tar o amo económico. El estado A no necesitarla amenazar con la fuerza para el fin de la dominación rusa y está coordinada con otros medios
militar o usar presiones económicas para lograr sus fines. Para ello , la orientados al mismo fin. De este modo, la conquista milita r se encuen·
subordinación del estado B a su voluntad se habría producido por la tra en el basamento del control de Europa oriental. A su servicio, y a
persuasión de una cultura superior y por el mayor atractivo de su veces reemplazándola, surge el control ruso sobre la vida económica
filosofía política. de Europa oriental que se manifiesta bajo la forma de la dependencia
Sin embargo. éste es un caw hipotético. El imperialismo cultural económica de la región. Además, la Unión Soviética se ha esfonado en
dista muc ho en los hec hos de estar en condiciones de obte ner una rambiar la lealtad que los pueblos de Europa oriental han manites tado
toria tan rotunda que vuelva superfluos a los o tros medios. El rol tradicionalmente a su nación, religión y partido por la lealtad al comu·
carac terístico que cumple el imperialismo c ultural en nuestros tie m· nismo y, en última instancia, a la propia Unión Soviética ; asi ha logrado
pos es el de subsidiario de los otro s medios. Ablanda al ene migo y convertirlos e n herramientas dóciles de la política soviética.
abona el terreno para la conquista militar o la p ene tración econó mica . En los gobiernos totalitarios el imperialismo cultural se encuentra
Su más caracterís tica manifestación moderna es la "quinta columna" bien disciplinado y altamente organizado ya que los mismos. en razón
y uno d e sus éxito s más notorios se encuentra en la s ope raciones de la de su carácter totalitario. deben ser capaces de ejt!rcc r un control estric to
"quinta columna" nacional socialista en Europa a ntes de la ruplu ra e influencia rectora sobre los pensamientos y los actos de sus ciudada-
de las hostilidadl·s y al comienzo de la segunda gue r ra mundial. Su nos y de los s impa tizantes en el exterior. El imperialismo cultural como
triunfo más csocctac ula r ocurrió en Austria, donde en 1938 un gobierno método fue perfeccionado por las naciones totalitarias y se forjó como
oro nacional soc ialis ta invitó a las tropas germanas a ocupa r el país. eficaz arma política e n la quinta columna. El empleo d e las simpatías cut·
Su éxito fue considerable en Francia, d o nde un número cons iderable de turales y de las afinidades políticas como armas del imperialismo es
ciudadanos inrluyentes, dentro y fuera del gobierno, adhirieron a la Iito- casi tan antiguo como el propio imperialismo. La antigua Grecia y Roma
sofía nacional socialista y a sus objetivos inte rnacionales. No es de· ofrecen muc hos ejemplos de episodios donde las políticas imperialistas
fueron impleme ntadas a través de la relación con simpatiza ntes politi·
10 Lo que hema. descrito en este apartado a menudo recibe la denominación
cos en el bando enemigo antes que por medio de conquistas militares.
dfo impcnalismo ideoló«ico; lo fX se refiere a la lucha de Hlosoftas Más modernamente, las agrupaciones religiosas vinculadas o asociadas
poHUcas. Sin hay dO& razones que parecen aconsejar el ténnlno "cultural" . con gobiernos han cumplido un papel importante en la implementación
Primero porque por Wl& parte engloba a , lodo tipo de ln!luenctu intelectuales.
poliucaa' y de otras clases que Cuncionan como medios para los objetivos impe· de las respectivas políticas culturales del imperialismo. Al respecto un
rialiatls. Por otra part.fo usamos el térmtno "ideolóeico" en el capitulo VII en su ej e mplo típico lo cons tituye la política imperialista del zar de Rusia ,
Rnlido aocioióJico; se crearfa conlusJón si empleúemos el m ismo término a qut
en su sentido popular y cenenoJ.
que sacó provecho de su doble situación como jefe de gobierno y de la
88 La política ifllerrJaciot1al como lucl1a por el poder / mtJeria ll f m o 89

iglesia ortodoxa a los ek'Ctos de ampliar el poderío de Rusia sobre los el riesgo de la a una autodc!t tru c t iva guc11 a nu c..lcar. Por lo
fieles de la fe ortodoxa en otros países. Que Rusia haya es tado en con· tanto, una n:-t ión incli nada a la inq1crial ib ta :.• m e nudo
diciones de reemplazar a Turquio como potencia hegemónica en los phw.ará los po r los y J,o: otra
Balcanes durante el siglo XIX. debe atribuirsi! en gr0sn medida a la poli- parte, la des int egración d e los imperios colonia les en un gran
hca culturalmentc imperialista que desarrolló la iglesia ortodoxa como de estados muc hos de los cuale s deben de pe nder de la
método de la política exterior rusa. exte rna para sobrevivir . abre nue vas o portunidades a un-
En el campo seglar, la misión civilizadora de Francia ha sido una perialistas para aumen tar poder m ediante mét odos econó nucus Y
poderosa arma del imperialismo francés. El uso intencional de los ras- c ulturales. Asi China. la Unió n Sovié tica y Estados Unidos e mpl ean s u s
gos más atractivos de la cultura francesa al servicio de su política in· recursos económicos y culturales de modo de competir e nt re sl por la
tcrnacional se transformó en una de las piedras basales del imperialismo expans ión de sus res pec tivos podcrfos en el as í llamado te rcer
francés en la región del Mediterráneo oriental antes de la primera guerra o al menos para evitar que los rivales lo con s igan. La debilidad de las nue-
mundial. La ola de simpatía pública que de todo el mundo acudió en vas naclones les ofrece la oportunidad y el inacepta ble de guc·
apoyo de Francia durante las dos guerras mundiales es en buena medida rra nuclear ha transformad o esa oportunidad en una neccs1dad rac wnal.
resultado del imperialismo cultural francés, el que a su vez robusteció
el imperialismo militar en los últimos y victoriosos años de ambas gue-
rras mundiales. El imperialismo cultural, bajo la forma de difusión de
una cultura nacional, es incomparablemente menos mecánico y discipli· COMO DETECTAR Y ENFRENTAR
nado aunque no necesariamente menos c(icaz que el de la variante tola· UNA POLITICA IMPERIALISTA
litaría. En tanto el segundo recurre en principio al uso de las afinidades
de la filosofía política, el primero persuade a grupos intelectualmente Las anteriores cons ide raciones llevan al tema bás ico que enfrentan los
influyentes en un país con los rasgos más atractivos de una cultura funcionarios a cuyo cargo se encue ntra el manejo de la política exterior
hasta que estos grupos comienzan a encontrar los fines y los medios pcr y los ciudadanos que p rocuran llegar a una idea definida sobre los a!tun-
liticos de esa cultura como igualmente atractivos. tos inte rnaciona les. Este te ma tiene que ver con la naturaleza de la po-
Ya hemos señalado que el imperialismo cultural desempeña un rol lítica exterior que desarrolla otra nació n y, por lo tanto. con el tipo
de las variedades económica y mllitar. Del mismo modo, a de polít ica exterior que debe adoptarse frente a e lla ¿ Es o no es impe·
veces el imperialismo económico se sostiene por sí mismo y otras apoya rialista la politica exte rior de la o tra nación? Dicho de o tro m odo,
a las políticas militares. Por otra parte, en tanto el imperialismo militar ¿busca romper la actual relación de poder o tan solo procu ra aju s tes
puede conquistar sin contar con el apoyo de otros métodos imperialis- t•n el esque ma general del sta tu qua existente? De la correcta respuesta
tas, también es cierto que ninguna dominación puede durar y estable· a esta pregunta ha dependido muchas veces el des tino de las nacion es;
cer&e si se basa únicamente en el poderío militar. Por lo tanto, el con- una respuesta equivocada a menudo ha implicado un grave peligro o
quistador acude siempre a la ayuda de la economía y la cultura para simpleme nte la destrucción. El acierto de la respuesta implica el é xito
la conquista militar. Estableció su poderío sobre la preponderancia mi· de la política exterior que se desarro lla a parti r de e lla. Si bien resultaría
litar, pero también fundamentalme nte sobre el control de los medios catastrófi co oponer medidas e nc uadradas a lograr ajustes en la polít ica
de vida de los conquistados y sobre el control de sus mentalidades. Es de s ta tu qua impe rante c uando los designios que deben enfrentarse son
precisamente sobre este aspecto, tan sutil cuanto importante, donde, en realidad imperialistas, algo me nos peli groso seria simular una poli-
excepción hecha de Roma, todos los grandes imperialismos, desde Ale· tica imperialista para lograr aquellos mismos a jus tes. El ejen1plo tí-
jandro a Napoltón y Hitle r. han fracasado. E sta falla, que impidió con· pico del error citado en primer ténnino fue a cceder a lo s requerimi e ntos
quistar las m entalidades de quienes habían sido sometidos por otro• de Ale m ania a fin es de la década del treinta. E l o tro error manilcsto
métodos, implicó la destrucción de los La siempre renovada su dccisi,•a influencia e n las polílicas exteriores de las grand es p o len·
coalición contra Napoleón. las rebeliones de los polacos contra Rusia cias e u ropeas a ntes de la ruptura de hos tilidades en la p rimera gue rra
a lo largo del siglo XIX, la lucha de la res isten<:ia contra H itler, así como mundiu1.
las de Irlanda y la India por escapar del dominio inglés son los ejemplos
clásicos de este tema bás ico que p oca> políticas imperialistas han po-
dido resolver. t:l problema de la política: contención, concesión y temor
La participación de los imperialismos económico y cultural en todas
las ac tividades internacio na les de los gobiernos se ha inc rementado enor- Debido a que las políticas de l impe r ialis mo y las d el s tatu quo son cscn·
memente des de la segunda guerra mundial. Por una parte, el impcrialis· cmlmc ntc d iferen tes e n su naturaleza, las políticas destinadas a contra4
mo militar llevado ade lante abiertamente y en gran escala ha dejado rrcstarl.a s tambi én de b en se r Así , una p o lítica apropiada para
de ser un ins trumento racional de la política exterior ya que porta e n s i ne utralizar otra t.lc q uo insuficiente para enfrentar u na poli-
90 La polftictJ internlJCiorvú como lucha por d podtr 91

Por su parte, una política de statu quo q ue procura Cuando una o las dos partes albergan intenciones imperialistas, la
reacondtctonamtento en la distribución general del poder puede enfren- situació n se torna diferente. En ese caso la satisfacción de las respecti-
tarse con una política de dar y tomar, de equilibrio y compromiso, en vas exigencias, sobre la base de principios legales o morales o
resumen con política que emplea todas las técnicas de ajuste den tro métodos de negociación que ignoren la influencia que la solución
de una determmada distribución general del poder a los efectos de podrá ejerce r •obre las relaciones de poder. implicará un cambio par-
lograr el máxtmo de ventajas con un minimo de pérdidas. E l imperia- cial que favorecerá a la naciJn imperialista; esta última se verá
lismo, cuyos fines son la destrucción del esquema de poder existente, favorecida po r el compromiso y seleccion ará cuidadosamente las bases
debe ser combatido al menos con una politica de contención que, en para su s reclamos, de tal modo que el principio tambié n la favorezca .
defensa del esquema aistente, reclame un cese de la agres ió n ulterior, En definitiva, estos cambios fragmentados se agregarán a la nueva
a la expansión o a cualquier otra modificación del statu quo por parte relación de poder en favor de la nación imperialista. Esta logrará una
de la potencia imperialista. La politica de contención levanta una mu- victoria sin sangre, aunque decisiva , sobre un oponente que no conoda
ra lla real -como la Gran Muralla China o la línea Maginot de los tran- la difere ncia entre compromiso y concesión.
ceses--, o imaginaria la Hnca de demarcación militar trazada en Alemania comenzó abiertamente sus políticas imperialistas en 1935
1945 para separar la órbita soviética del mundo occidental- . En electo, con el repudio de las medidas de desarme pre vistas en el Tratado de
lo que se dice a la potencia imperialista es "hasta este punto y nada más", Versalles. señalando el fracaso de las otras naciones en cumplir con
con la consiguiente advertencia de que un paso más a11á de ese punto aquellas m edidas y el creciente armamentismo francés y ruso. En s(
implicarla una virtual seguridad de guerra. mismo y extrapolado de su intención real , el argume nto no dejaba de
E l apaciguamiento es una política exterior que intenta enfrentar la tener valor a la luz del principio legal de igualdad. Más allá de las pro-
amenaza del imperialismo con métodos adecuados para una política de testas y alianzas , la única reacción concreta a aquella acción inicial de
statu quo. Se equivoca al trasladar una poUtica de compromiso desde Alemania hacia la escalada imperialis ta consistió en la firma del acuerdo
un medio politico propicio al mantenimiento del statu quo, al que per- naval anglo-ge rmano, por el que Inglaterra a utorizaba, tres meses d es-
tenece, a otro medio vulnerable a la agresión imperialista, al que no pués, a Alemania una fuera naval no superior a un 35 % de la de
pertenece. Es posible decir que el apaciguamiento es una política de Ing laterra. Tanto la preocupación de la región de l Rin por parte de Ale-
compromiso corrupta y errónea, porque confunde una polftica impcria· mania en 1936 como la protesta por el control internacional de sus vías
lista con una política de statu quo. marít imas hallaron base en el principio de igualdad. La anexión de Austria
En vista de la te ndencia contemporánea a u sar el término "apaci- e n 1938 se podía defender fácilmente mediante el principio de la auto-
guamiento" en forma indiscriminada con un sentido oprobioso, es determinación nacional. que tambié n hab(a s ido uno de los principios
importante señalar que e l apaciguamiento y el imperialismo están lógi- explícitos de las potencias aliadas durante la primera guerra mundial.
camente corre lacionados. Dicho de otro modo, una política de apaci- Poco después, en 1938, Alemania r eclamó las regiones alemanas de
guamiento presupone en cierta medida una política de imperiali smo. Si Checoslovaquia. El acuerdo de Munic h satis fi zo las demandas germa-
decimos que el estado A desarrolla una politica de apaciguamiento con nas. Cua_ndo poco antes del acuerdo de Munich. Hitler mani festó que
respecto a un estado B, a l mismo tiempo estamos diciendo que e l es- esas reg1ones a le manas de Checoslovaquia eran los últimos reclamos
tado B desarrolla una política imperialista con respecto al estado A. e n E uropa, en realidad estaba diciendo que la
Si la última afirmación es falsa, la primera carece de sentido. re mcorporac1on d e _esas regiones constituía un fin en si, autolimitado
El estado que cede ve en las s ucesivas demandas del poder impe ria- dentro de s us propros límites racionales. Pretendía que la política ger-
lista objetivos racionalmente lim itados, compatibles con el mantenimien- operaba dentro de la trama genera l del s tatu quo e uropeo s in
to del s tatu quo y ante los que debe ceder por los méritos intrínsecos Y que las otras potencias europeas debían ver la
d el objetivo o por via del compro miso . E l error consiste en no adverttr pol.•llca cxtcnor germana bajo esa luz y tratarla en consecu encia . Sólo
que fas suces ivas demandas. lejos de ser autolimitadas y resultado de a de ma.rzo de 1939: _cinco meses .antes del comienzo d e la segunda
agravios específicos, en realidad M>n eslabones de una cadena que con- gu.\: ' mundral , la ancx ton de toda Checoslovaquia y los reclamos te-
duce a la ruptura del statu quo. La conciliación de políticas antagó- r n to n ales sobre demos traron a las poten cias occid en tales que
n icas sobre la base de principios legales o morales o a través d e acuer- lo que. ha baa una política de s ta tu quo, en realidad desde su
dos diplomáticos es, en realidad, la gran tarea de la diplomacia, que gestac •ón hab aa stdo una política imperialista, de imperialismo conti·
cpera en ;;mbas partes dentro de los límites reconocidos del statu quo. llLOla l. aun no mundia l por cnl onccs.
En tanto ambas partes aceptan la relación de poder existente, las dos _ E n ese momento. la distribución d e poder en Europa h abia cam -
están en condiciones de contribuir a la solución de sus diferendos me- btado para favorecer a Alemania. Llegó a un ca mbio tal que un nuevo
diante la aplicación de principios o el establecimiento de compromisos; no podna e vata r sc s m guerr a. Alemania se había vuelto Jo
sea cual fuere la solución, ésta no a lterará la relación de pode r existente su ftc tc ntcmente fuerte como para desafiar abiertame nte el Tra tado de
e ntre a mbas naciones.' · y d - es dc.:cir la reput ación de que eran pode rosas-
,.... •
l nr pttr w tumo 93

de. las nac•onc.s aden11.f1cadas on r.l orden estable 1do e n Vc rsallcs habla c n t 1 r la gue rra f r.lllCO· crn1ana
dCSLXndado lanru que e ran m apa es d e. de fender lo que habia quedado 1 •.t i ..1 d e la diplum..I Ci rt f'uro p c.• hal e n 191 4 tlu sll-a e s la
d" aquel ¡t:;alu quo m dianre mcd1os m ramcnl<" diplom.t tl o lo po- 1 de 1870 y -.· 1 c-omicntu d.c b y d e l cstuhlcu mrcnto
daan rcn(tirsc o tr a la guc:rra. A.;, l los de 1938 sc- Hi ulsfurma- <rlun lll ll b VICtona e n '". rnnn.na fth ' tundMnc nt almc nl e
ron t•n lrau1orcs ( s1 pc"ns.aban, \in d c tnas1ado o ptlllnsmo. en resistir d el m rpc rro In pt•lftrc u cxt c l 't lcmn.nn en EurY•pa d e ncu
d ompcnah• mo nkm:ln) o en los hé roes d e 19 9/ 4S (st pensaban que d c f<-n'"'n. 1t .t10 d e mant e ne r la ró r• • ·1 r.u lr l' m ar
;O coalllrOUl
la •• er.a morn lrn nt c: o c es,a,,_a indc¡xn(llc ntcmentc del t ml llrtT l,l ..tmt'llr1 /.J d e una h o -.td. U J Frnn ia v que
o d la\ de ll1Unl ar). l:.l dcsa, tr C' rina l l3.S tr.ig•cas
opceonc..s que la Cllt tá t rofc o f r c: tó a los a ron":o. en el esce nario mtc r - 1 d e qttt.• hablara Rts marck l. cspec aolmc nt c
rud icr •.l a h c r ._tr c ...a
!•alta tlll' b
La tn pk u lt.alua e
fundllnWnlal
Alcrnnnm , Aust n a
Htl a drfc.n"av;t. Un
,rl!llf'lla po Rus ta r d
nacloual & "S iuv.cro n prc:dctcnnutado:'!> por aquel error 1111 ial d e onlun-
rum nt o a ux1tiar fue el trat :.do d e con · po
d•r una J:MJhta M tO'IfXIIalls lot o n una de &tBtu quo . 1
r1,u.. runes compromctwn u nc ut ral!d;:td e n d c-aso de que ·
Luc o que una puh11ca de oonl c n 1ó n ha tc mdo c:x1to en el control quiera de e llas se viera envuel to:• e n una guerra con una te r nac l n .
ck una ,ohttca o e n t:1 c aso d e que csra ultima ha n scgu1do A la ca fda c..lc U•.smarc k. e n 1890, Gwltc r rno 11 rtbohó el 1ratado de rc..__se.
su c urso r.n vu tud de logrado fmcs o porque se haya agotado guro. e n pr 1mcr lugar por te mur a que su prosc: us16 n ale a A.us tn:a
m f m•_..ma , la ontr-.no n ( una poh ttca de rc.s1st nc1a no ompromcudal y tcrnunarn co n la lriplc a lianza. o m o UIUc cuen ta , c:n 1891 Y en 1894
puede dar hojtar a un compromoso ( pohlo de lo ma y daca) . Semejante Ru.;ia llego a a cu erdos de ca r6 te r d efens iVO l.On frnn 1a , en anlboS
nef as ta cuando trata de apla ar al 1mpc:nahsmo. pa.sa a ser el•· casos motivados por e l temor a la mh: nc1o ne que pud1cra alberga r la
tall e l u.uu:Jo ¡>rU("Ura ucomodat St': ;a, un.m pohtica de statu quo que na triple a lmnza. Las e.stipul..ac auncs de In Conve.nc aó n Mll1tar d e 1984 . pn:·
abandonado u 1.01 c:nc:•on 1 impcnah 1as . A ta dtfcrcnc1a i n aludia v1c ron una poten 1al transformació n de la tnplc allanu de coahc1ó n
.,r Womlon (hur l u ll ando r1 14 d din<-mbre de 1950 de fa en la tkl c n'\ l'a en ms trumc nlo imperialista. Po r lo tanto, la 1
. n s.e
mara dr munc:a¡· mantcndrla e n vigor en tanto durara. la tnplc ahanz:a . Lo.s pnnctpalc.s
;u t aculo:-. de la Conv-.:nció n es tatu aa n lo s tgulc nt t! : S I Franc m fuese ata-
Ut dt·cl:u-a 10n d 1 P11ffif': r Mtms n o d e no habrá conces tón tam· por Alcm ama o Austna con d apoyo de Alemana¡, , prestarla
b• n rr<. huna Wl apo o Es un bue n 'i.loga n para la a'\i Sh . nc &a militar a Francia. Otro ta ntu harla Fran w s • Rus 1a r-esultaba
s,,.,
na..· ió n c.mb¡¡ r •O, U"eO u e d ebe d d 1mdn co r1 m ayur atac.·Htn po1 Ale man ia o Aus t na on el UfX-.lVO de Alc man.•a. En c aw d e
&o •ún ,.,, el ambtiO d esta mara Ptcn w que lo que en realidad
m ovil11nci6n de fuerLas de la triple alianZ3 , Fran 1.a Rus l& nlOV&ht.a
opt c'OIIlO,) nu lant o La con 10n d bado a dc b ll adad o m iedo.
L.'l. {_{JIIl.C:'Ión pu d r bu na o m;. la ,ún las r(an la s suyas sin demo ra.
So " I J ba>oadn en la de bolodad o m ied o e• onu lll y fa lal. lo la E.n pnmcr l é rmino el lcmor n las hostiles a la
ru ovem entt" dt" la tucn..a e s ntag.nán1ma y noble. puede lu ión de la triple Luego el temo r a la dtS(.alu 1ón d e c.st üluma
unvc11 1r l!>e e n el canuno m 4 to.egu ru ) ta l v z ún i o hac 1a la lle vó a Ale mania a r ol'npcr rclac1o nes co n Ru 1a. Fin;¡lmcnte , e l tc rnor
p¡u . a·nundml a las lnh:nciones de la t riple p r odUJO la El
mutuo temo r de dos alianza ' la mscgundad gene ral
011 o de I0.3o r r rof' en e l q ue s uelen u a u rrir los c reada por el a1 ác ter crra t 1 o d e la len den UlS de l,u1
1e mar jo d e hu rcla in te m 10nalo es el o puesto llc rmo 11 m ' parnro n los ma ne jos las do pr c vla'
a l qut:> " 'Jba 1n dt" o d 1r. cun tund Jr una pol1t1ca de s ta tu quo a la p nanc& ..a guerra mundrat. Cun .se trato de bu.sc.:ar nue vas c u rn
cun un• pollliC .a tmpet ta lt ta u punproo1 q u u n estado A ado pta c 1er· binac •unc que permanecían aJenas a c.n uno Fi naln • ntc
11.1 dcdc n 1\---;&_) que pued n ·r arrn.arncnto , b::..ses o ahanz.as, la conflagoacoon de 19 14 se h izo oncv.lable por el mocdo a que: el olro
vo re (":( lO» un t;Jctu B E st , a u veL., pondc con bando dcc lSI Vamcntt: rdat1oncs de pvdcr c o fa \"or de
puoiU qu una poh11 om pcnalosla e n d e•lado A. l·.«as En arnbv> bloqu •vno o · , Ru '" e 1 vsc rQn
CUIIlr.tfHCdld rc:fllt.." rzatl d enc:.n lllJCI;al dd A, J¡,.s roh t 1C3.S del e (lOI te temor , d le m ua dd ' upu 1111 pc r a.a &1 n1o de l
ratlo 8 y OJ) I ,!,U!..• . .... ' llc a.s1 a un punto en que que prvdut c un 4 uc da w.tanc ta l
es tados t.ol n ·n u r rvc o.n 1 pcctu a lal re pecu\as poltucas h.:m o r o riganal.
0 u H!Z nl ' c re..-:•eote) so pedus h:rmuuran guern . L>e l.., o\ c h:Uu dt \ lUU I'vOi de rn u tuu-s w n
Jc a rroll un c11·c u lo \IUO>O. Al procur>r de l nder tuando pulllli.. a ' c xtcr H.>Ic' anta&6 au st n nnl4l.r
tdas de lai mte nc u.m cs '"'""d..s1 a: n 1d ·u lt"t:ld h qu · pu.,.·den o no a las
pmpsos pul ll h.. ..as t: h.·\.tl\- mente en t. u 1w A'1 l• •dculogtiJ. { {HOUIU\l
toste 11po d '- lo1 I C\uht< tun mund u l de "-••munu..u.. l 11 d 1 muodu '- rt -.a
hos ha a
un d \ ' ll
94 L4 política inUrnacional como luclra por ti poder lmpaialis mo 95

naciones no comunistas el temor de que las políticas exteriores de las mirlo en estos términos: " El imperialismo es una política de
naciones comunistas están necesariamente al servicio de un imperialismo Pero no toda poUtica de conquista es imperialista"." La afir mac oó n es.
universal. En consecuencia, cualquier movimiento de paises como la en verdad, correc la y se ajusta a Jo que dacho previame nte sobre
Unión Soviética o China en el tablero de la política internacional no es la distinción en lrc una política de conquosta que opera dentro dei statu
juzgado según sus propios méritos sino en términos de imperialismo quo existente y otra que procura dcs truirlo.u Pero esta
ideológico. Por otra parte, dado que la filosofía comunista expone que ciación en una situación concreta presenta una enorme dahc ultad . o
las acciones capilalistas son por naturaleza belicosas e "imperialistas", las se Uega a saber con a lgún grado de certeza cuáles fueron los ob¡etovos
manifestaciones occidentales de preocupación por la ley y el orden Y últimos de Hitler? A partir de 1935 formuló demanda tras
de oposición a la agn:sión y a la s ubversión son interpretadas por r ada una de las cuales podía ajustarse comple tamente con la po huca
las naciones comunista.Ci como meras simulaciones ideológicas para en- de Slatu quo aunque también podía significar un escalón más en e l
cubrir políticas imperialistas. camino hacia el imperio. Cada uno de aquellos pasos era n amboguos y,
Esta percepción mitológica de la realidad en ambas partes produce por lo tanto, no revelaban la índoie de la polltica de la que formaban
políticas que procuran contener el imperialismo de la otra parte y es- parte. ¿ Dónde. entonces , se ·podía encontrar una respuesta para nues-
tas políticas confirman en la m.:ntalidad de los involucrado• la interpre- tra pregunta?
tación mitológica original. Así las grandes potencias se ven atrapadas e n Aunque te ntativa y sujeta a duda, se la podía encontrar _en dos de
un circulo vicioso. En primera instancia. el temor las hace interpretar las pollticas imperialistas. El deseo de romper el statu quo onstaurado
la realidad en términos de una idcologia de la que el temor puede ali- por el Tratado de Versalles fue desde ei comienzo m ismo uno de los
mentarse. Entonces las medidas que adoptan para protegerse de lo que principaies puntos del programa nacional-socialista, que en 1933 con-
podria ser un peligro imaginario confirma en la otra parte los temores virtió en el programa oficial del gobierno alemán. Frente a este ob¡ e tovo,
y la mala interpretación de la realidad. Luego se toman contramedidas se pudo habe r previsto que el gobierno germano proseguiría una polí-
contra aquellas medidas, que encuentran una confirmación similar y así tica exterior tendiente a concretar ese p ropósito apenas tuviera la oca-
sucesivamente. De este modo, el temor de un bando sustenta el temor sión de hacerio, es decir, apenas las nac iones involucradas en e l Tratado
del otro y viceversa. Enmarañados en recelos mutuos y embarcados de Ve rsaUcs no fuera n capaces o no desearan defender aque l statu quo
una carrera armamentista que procura tranquilizar esos temores, nm- por más tiempo.
guna de las partes es capaz de poner la hipótesis original de imperia- Esa dificultad original y fundamental se ve agravada por e l hecho de
lismo a prueba frente a la experiencia real. Lo que ongonanamente fue que cualquier política que se presenta aspirando a ajustes dentro de la
una percepción mitológica de la realidad se ha transformado ahora en una relación de pode r existente en un momento dado, al logr ar éxitos o ex-
profecla autosuficiente: las políticas engendradas por temores mu- perime ntar frustraciones puede cambiar su propósito inicial. Dicho de
tuos parecen proveer evidencia empírica para que no se puedan corrcgor otro modo, Ia facilidad con que alca nza objetivos originales dentro del
las hipótesis originales." marco de poder existente puede sugerir a la nación en vías de expansión
que se enfrenta a oponentes débiles o indecisos y que un cambio en
Ias relaciones de poder puede lograrse sin mayor esfuerzo o riesgo.
El problema de la de&ennioación Del mismo modo en que el apetito aume nta con la comida, una victo-
riosa politica <le expansión dentro del statu quo llegar a trans-
Las dos respuestas erróneas, los dos errores fatale_s que . debe tratar formarse! e n una política Lo mismo puede ser cierto para
de evitar una política exterior inteligente son el apacoguamoento, que es una fracasada polltica de e xpansión dentro de l statu quo. Una nación
el intento de llegar a un compromiso con un imperialismo no recono- frustrada en sus o bje tivos limitados. que parecen imposibles de alcan-
cido como tal. y el temor que suscita un imperialismo inexistente. . Una zar dentro del esque ma de poder existente, puede llegar a la conciu-
sión de que debe cambiar esas relaciones de poder para obtener lo
tal poi U ica exterior inteligente, capaz de reconoce r el ompenatosmo
que desea .
donde realmente existe y de determinar su naturaleza espedhca, se ve
E n los casos e n que una política es planteada en términos puramente
enfrentada a cinco dificultades, todas de un carácter formidable.
territoriales. la índole de estos objetivos territoriales podrá, a veces,
La primera y más fundamental fue señalada por Bukharin, expo- ind icar la natura leza de la poHtica en cuestión. El objetivo puede ser
nente precursor de la doctrina comunista desde la muerte de Lenon hasta por ejemplo, un área estratégica, c uya adquisición en si implique un
las grandes purgas de mediados de la década de! Argume ntando cambio e n las relac iones de poder en la región donde se halla enclavada.
contra la explicación no económtca del ompenahsmo, llegaba a resu- Ninguna ayuda puede esperarse y, s in e mbargo, puede e ncontrarse una
dif icultad adic ional si la política exterior u sa principalmente vehículos
a ct Jobn H ltautslo:y "HJth SeJf.fulfWinC Pro.l>recy, and Symbollc - . ,. de pe ne t rac ión económica o cultural. E stos mé todos tambié n son ambi-
...,_ 1n Uoe EuVWoat eonrÍlct.., The Jounllll of Cmt/loct RnollllloN, YOI. lX, K• t,
@UOS en vis ta del carác ter de la política a que sirven, pero su a mbigüedad
- do 11115. ¡Mp. t aJcuientao.
Imperialismo 91
96 La politica cumo lucha por el poder

es mucho mayor .que la de los métodos militares, los que han definido de una región limitada, luego se traslada al continente y de allí al
ObJetivos. terntonales. La expansión económica y cultural por lo general mundo. El imperio macedónico bajo Filipo y Alejandro así como el
imperialismo napoleónico fueron de este tipo. Como contraparte, una
.. . defm1r claramente áreas; se dirigen a una amplia va-
nedad de tnd1v1duos mal definidos y además son practicadas en gran politica de imperialismo mundial, a la que se opone una fuerza superior,
puede retraerse a una región geográficamente acotada o sentirse satis-
escala por un mdefinido número de naciones. Resulta una tarea dificul-
fecha con una preponderancia local. O también puede perder todas sus
tosa identificar la expansión económica o cultural como instrumentos
inclinaciones imperialistas y convertirse en una política de statu quo.
d.el imperialismo en contraste a idénticas políticas que no ocultan obje- El proceso de un imperialismo geográficamente determinado a uno
tivos de poder tras si y que, por lo tanto, no son imperialistas. También localizado y de éste a la pérdida definitiva de las inclinaciones imperia-
en este caso será útil la referencia a situaciones típicas que favorecen listas encuentra ejemplificación en la historia del imperialismo sueco
las políticas imperialistas.
de los siglos xvn y xvm.
Las activas políticas económicas que Suiza ha estado llevando a cabo Por lo tanto, la evaluación de las tendencias imperialistas y, en
en la esfera internacional nunca han tenido un matiz imperialista. En consecuencia, de las polfticas que las enfrentan nunca es definitiva. Am·
cambio las políticas de comercio exterior británicas con respecto a cier- bas, política y contrapolítica, siempre están sujetas a reevaluación y
tos paises, a veces han tenido un carácter imperialista. En la actualidad, reformulación. Pero los forjadores de pol!ticas externas siempre están
su fin es principalmente económico, es decir que tratan de proveer a expuestos a la tentación de tomar un modelo particular de expansión
las necesidades vitales de los habitantes de las Islas Británicas. Procuran imperialista o cualquier otro tipo de política exterior como permanente
la supervivencia económica a través de un balance comercial favorable Y a proseguir la polftica exterior adaptada a aquel modelo incluso cuando
} no el mantenimiento o la adquisición de poder polltico sobre otras éste ha cambiado. Un imperialismo mundial requiere contramedidas
naciones. Sólo con respecto a ciertas regiones estratégicas, como Egipto diferentes de las que son adecuadas para otro de carácter localizado;
e Irán, desde fines de la segunda guerra mundial las politicas económi- así una nación que combata a este último con medidas apropiadas para
cas británicas ocasionalmente han estado subordinadas a consideraciones el primero se acarreará exactamente los peligros que querfa evitar. En
polfticas. Algunas de estas consideraciones pueden haber tenido, o bajo esta necesidad de reconocer con rapidez cualquier cambio en la polí·
ciertas condiciones podrían llegar a tenerlo, un carácter imperialist¡¡. tica imperialista de otra nación radica una nueva dificultad y en el fra-
La penetración cultural de Latinoamérica por parte de España es- caso de la a<'• ptación de la propia política exterior al primer cambio
tuvo generalmente despojada de un sentido imperialista, ya que la debi- se encuentra otra [ucnte de error.
lidad de España con relación a los Estados Unidos hada imposible cual- Finalmente, el imperialismo plantea un problema que comparte con
quier intento de cambiar las relaciones de poder en favor de la nación toda política exterior, aunque de un modo mucho más agudo. Se trata
ibérica. La misión cultural francesa ha implicado en ciertos países y en del problema de la determinación de la verdadera naturaleza de una
ciertas ocasiones un fin en si mismo. Bajo diferentes circunstancias y política exterior tras sus coberturas ideológicas. Raramente los actores
en otros países ha estado subordinada a intenciones imperialistas. Tam· de la escena .internacional presentan la política exterior que llevan a
bién aquí, el carácter de la expansión económica o cultural puede cam- cabo como lo que en realidad es; una política imperialista casi nunca
biar cuando se produce una novedad en la situación politica. Cuando se revela su verdadero rostro en Jos pronunciamientos de quienes la im-
produce la oportunidad, el "reservarlo de buena voluntad" (o una posi· plementan. La verdadera naturaleza de las políticas desaparece tras un
ción preponderante en el comercio exterior de otra nación) que la na- velo de ocult ...m.ientos ideológicos. Las razones por las que esto es así
ción ha logrado como fin propio, puede convertirse repentinamente en y t1p1cas q':le adoptan estas ideologías serán analizadas en el
fuente de poder politico y poderoso instrumento en la lucha por el capitulo Sle_te de este hbro. En curso de ese análisis se verá cuán dificil
poder. Pero cuando las circunstancias vuelven a cambiar puede llegar es diStingUir entre la apanenc•a de una política exterior y su esencia.
a perder esa cualidad en forma igualmente repentina.
Cuando todas estas dificultades han sido superadas -y una política
exterior ha sido correctamente como imperialista aparece
aún otra dificultad. Tiene que ver con el tipo de imperialismo al que hay
que enfrentar. Un imperialismo restringido, exitoso dentro de su campo
limitado, puede hallar en el éxito un aliciente para buscar una mayor
expansión hasta lograr carácter continental o mundial. Más particular-
mente, para estabilizar y asegurar un predominio local, un país puede
sentir como necesaria la adquisición de preponderancia de poder en una
escala aún mayor y sólo puede sentirse completamente seguro en un
imperio mundial. Frecuentemente se da en el imperialismo una fuerza
dinámica. racionalizada en términos agresivos o defensivos, que procede
6
La Lucha por el Poder:
La Política de Prestigio

En la moderna literatura política rara vez se reconoce la verdadera fun-


dón de la política <;te prestigio; nos referimos a su rol como tercera de
las manifestaciones básicas de la lucha por el poder en el escenario
internacional. Las razones de esta falencia son también tres. La política
de prestigio experimenta ese relegamiento junto a las relaciones sutiles . .
e intangibles cuya captación, como hemos señalado,• se ha visto pos-
puesta ante la preponderante relación teórica y práctica con la pre-
sencia material del poder, ya sea bajo la fonna de la fuerza real o po-
tencial. Por otra parte, la política de prestigio ha recurrido principal-
mente a las formas aristocráticas como vehículo para la relación social
que se practica en el mundo diplomático. Ese mundo, con sus reglas
ceremoniales, sus disputas acerca del rango y la procedencia, y sus .
formalismos vacuos es una verdadera antítesis del estilo de vida demo-
crático. Incluso quienes no están totalmente convencidos de que la po-
lítica del poder no es más que atavismo elitista, se han inclinado a ver
en política de prestigio, tal como es practicada por los diplomáticos,
solamente un juego anacrónico, frívolo y fariseico, carente de cualquier
relación orgánica con el negocio de la política internacional.
En últimQ término, el prestigio, en oposición al mantenimiento y la
adquisición de poder, sólo muy rara vez implica un fin en sí mismo. Más
habitualmente la política de prestigio es uno de los instrumentos me-
diante el cual las políticas de statu quo e imperialista tratan de llevar
a cabo sus fines. Esto viabiliza la conclusión de que la política de presti-
gio no es importante y que no requiere una discusión sistemática.
Por más exagerado y absurdo que haya sido a veces su empleo, la
política de prestigio es en la actualidad un elemento tan intrínseco de las
relaciones entre las naciones como la aspiración al prestigio lo es en
las relaciones interindividuales. En este punto vuelve a resultar evidente

1 Véase capitulo 3.
Lu polítrca d e p r estig ro 101
100 La politicQ t-O m O luclla por d poder

su com Í!I\a, a c a ba llo y ves tido co n s u t ra je d l! c.:u .a. E l t.:n c u ·n tro


que tanto la po lítica internacio na l co n1o la interna no son más que dite-
tu vo lugar p rác aica m..:ntc e n la c i ma de 13 co lina. El ca r n1.:1jc d d
rcntcs manifes taciones de un y único hecho social. La as piración Papa fu e co nd uci do ha s ta a llí; baj ó por la puer ta iz 1u ic rcb \ ido
al recon ocimiento soc ial es una rucrz.a diná mica que determina con ro paj e E l suelo e s ta ba s ucio. por lo que no q u l!ria p i-
l::1 s rcl n io ne s sociales y c rea las ins titucione s e n c ualquie ra de las d os sarl o con ... us bla ncos d e sed a , pe ro fi na lme nt e se vio o b liga do
esferas. El individuo busc a en sus amigos la confirmació n de la cvalua· a h::u.:c rlo . Para n .·c ibirlo. Na poleón se a p ..·o del c a ballo . Se a b razar o n
c ión que hace de si mismo. Sólo con el tributo que otros rinden a su y e l ca rrua je dd c mp..·rado r , que deliberadamente ha bía s ido ale jado,
bondad. inteligencia y poder, el individuo se vuelve enteramente cons- se adelantó unos pasos com o por d e sc uido del co nduc tor . Ambos
ciente - y pue de disfrutarlas plenamente- de Jo que él considera como ho mbres quedaron en s ituació n d t! e s ta r f r e nte a un coche con las
pue rtas abiertas , agua rdándo los. El c n1pe ra do r su bió po r la de la
sus cualidades superiores. Sólo a través de su reputación de excelencia
de recha y un ofic ia l de la corte c o ndujo a l Pa pa po r la d e la izq lli c r·
puede lograr la medida de seguridad . prosperidad y poder que estima da d e m odo que los dos a sce ndie ron a l mi mo tit:mpo Obviame n te .
le es debida . De este modo, en la luc ha por la existe ncia y e l poder el empera do r se se ntó a la dere c h a y este prime r p::tso e s table ió ,
es algo asf como la materia prima del mundo socia l- lo que los demás sin discu sión , cu á l iba a ser la e tique ta que se o b se rvaría duran te:
pie n san sobre nosotros es tan. importante como lo que realmente somos. todo el tie mpo que e l Papa permaneciera e n Paris .1
La imagen en el espejo del concepto de nuestros semejantes -.,s decir,
nues tro prest igio- antes que el original cual la imagen bien puede El otro episodio s ucedió nueve años d espulis en Dre sden , luego de
se r un refle jo. distorsionado- determina Jo que somos en tanto y en la derrota en Rus ia , c uando Napoleón s e ve ía ame nazad o por una coah·
cuanto miembros de la sociedad. ción europea que muy poco despué s le infligiria la ca tast rófica d e rro ta
Por lo tanto es una tarea necesaria e importante ver la representa- de Leipzig. En e l transcurso de una reunió n de nue ve horas d e dur ación
ción m e ntal que los demás tie nen de nuestra posición en la sociedad Na po león hizo todo lo pos ible para que Mettcrnich, el canc iller austriaco:
para c ompro bar si la representa realmente. si es que no la sobrepasa. no se plegara a la coalició n que lo amenazaba. Napoleó n actuaba como
De e s to exac ta m e nte trata la política de prestigio. Su finalidad consiste el amo de Euro pa. papel que había repres e nt a do efec tivame nte durante
en impres io na r a ot ra s naciones con el poder que nuestra propia nac16n una década, en tanto Mette rn ich lo trata ba como a un ho mbre derrotado.
realme nte posee o con el poder que cree o que quiere que otras naciones luego de una discus ió n especialmente borrascosa, a los e fec tos d e mar-
c rean que la nuc st ra posee. Dos instrumentos específicos están al servicio car su supremacía. Napoleón de jó caer su sombrero co n la intenció n
de este propósito : el ceremonial diplomático. en el sentido más amplio de que el canci lle r aus tríaco se incl inara a recogerlo. Me tt e mic h s imuló
de la expresión, y el despliegue de la fuerza militar.' no advertir el episodio. con lo que expresó rotundame nte que se hab ía
producido un camb1o sustancial en el pres tig io y el pode r del triunfa d o r
de y Wagram. El mismo m en s aje fue r e iterado por el canci ller,
hnal de la reumó n. cuando le expresó a Napoleó n que e s taba conve n-
CEREMONIAL DIPWMATIOO Cido de que el emperador era un hombre perdido.
Las relaciones e ntre los diplomá ticos repre sentan ins trum e nt os de
Dos episodios de la vida de Napoleón muestran con claridad los •lmbolos u_n a polít ica de prestigio, puesto que los d iplomático s son las imáge n es
mediante Jos que, bajo formas ceremoniales, se manifiesta la posición Simbólica s de s us r espec tivos pafse s .• El respe to que se les tributa e s
de poder de un gobernante. Uno de ellos nos presenta a Napoleón en la en realidad . rendido a los países que r e presentan. El r e s peto que e llo;
cumbre de su poder: el otro revela que ya ha dejado tras de si su mo- tnbutan , en a una ma nircstació n de los p a íses que
mento más glorioso. El Insulto que mflerc n o que re cibe n ta mbié n realiza e se
Cuando en 11104 Napoleón estaba por ser coronado por el Papa, tránsito a los respec tivos f>a ises . So n abundantes Jo s e je mplos hi s tó-
tanto uno como otro experimentaba un interés vital en demostrar su- ncos d e e s tas Situac io nes . a s í co m o de la importa n cia que se les
perioridad sobre el otro. Finalmente Napoleón lo¡p-ó demostrar su su- ha atnbu1do .
premacfa no solamente al colocarse la corona con sus propias manos, en r En muc has cortes era costumbre que los e mbajado re s e xt ra n j e ros
vez de dejar que el Papa Jo hiciera, sino también con un ardid del ce- ueran a l so bera no por o ficiales o rdinarios mie ntras ue
remonial que el duque de Rovigo, uno de Jos generales y ministro de
policía de Napoleón, consigna en sus memorias: LuiS,:•v
los_c mba¡ad_o res reales e ran _introducido s po r prínc ipe s . E n 1698 .
hozo que e!
e mba¡ado r de la repúblic a d e Ve necia fu era
scnta o por el p rlnc 1pe d e Lorc na, e l G ra n Conse· d · ·
Fue a alcanzar al Papa en el camino· de Nemours. Para eludir la
ceremonia se ideó el pretexto de una partida de caza; los asistentes,
con s u equipaje, estaban en el bosque. El embajador apareció con
1
Memv n a.s del du que efe Rootoo Londre3 1828
z Para el aamen de la que es .., buerw medida un ioatrumento • Para las d ife re ntes funciones de los d lp.lo mát.i 1 t 1, D4a: 73
ros. e:l capluiio 31.
do la pohtlca do pr..uJio, . - el capitulo 21.
102 Úl po/ltíca ínttrnacíonal como lucha por t i podtr
Úl política de prest igio 103
Cons_c jn en cart a a Luis XIV. El gesto significaba q ue Francia
diferentes. Esos tres lideres polít icos simbolizaban el poder de sus res-
cons oderaba a la República d e Venecia con las mismas prerroga li\'lLS de
pec livas nacion es. En consecuencia , la prioridad o 1o rgada a cualquie ra
u n reino y este cambio de prestigio era lo q ue suscit aba el agradecimien-
de ellos hab r ía s ignificado el reconocimiento de un prestogio de
to d el Consejo . En la corte pont ificia, el Papa rec ibe a los representantes
ridad q ue ninguna de las naciones !'Staba dis pues ta a co nceder. Dado
diplomáticos de los dis tintos Estados e n salas d ife rentes. los embaja-
que r eclamaban una igualdad de poder. se ,-eian ob ligadas a c uidar los
dores ele los reinos y de Venecia era n a tendidos e n \a Sala Reggia, m ien- lim ites del p res1igio en el q ue esa igu aldad ha llaba expresión simbólica.
tras que los representantes de otros principados y repúblicas e ra n reci-
Veamos dos ejemplos recienles. Desde que De Gaulle se opusiera
bidos en la Sala Ducalt . Según cie rtas versiones. la rep ública d e Géno,·a
a las tendencias supranacionales de la Comunidad Eu ropea. Francia ot>-
llegó a o frece r m illo nes al Papa a los electos de q ue sus rep resentan tes jeló:
fu er an recibidos en la Sala R eggía, y no en la S ala Ducale. S in embargo,
el Papa se negó a satisfacer el ped ido ante \a oposición de Venecia, que
el eslilo tradicional - panla lones rayados, levita y champagne- con
no ad mi tía q ue Géno va fuese tra tada eu términos similares a los que que el d oclor Waller Hallslein. pres idcnle de la Com isión d e l Mer-
gozaba ella. la e quivalenc ia en el trato habría signjficado equi,·a lencia cado Común. ha estado recibiendo a los embajadores que acuden
de pres t igio -o lo que es lo mi• mo de reputació n de poder- y esto no a prcselllarle sus credenciales. París p iensa que semejan le ceremonia
puede ser admi tido por un Es tado con prestigio transm ile la impres ion de que el doc!Or Halls tein, a los ele tos de
Todavía a fines de l s iglo XV I II era cos1umbre en la corte de Constan- r ecib ir las credenciales d e los embajadores. oslen ta igual rango que
tinopla q ue los embajadores e integrantes de s us séq ui tos que se prescn· el de un jefe de Es1ado como puede ser el presiden te De Gaulle. los
taban a n te el su ltán, fueran tomados de los brazos por los oficiales de franceses a rguyen que la Comisió n no es u n gobierno y q ue el cere-
mon ial debe se r mod ificado. Es le es un aspcclo de la oposición fran-
la corte y se les h iciera incJjnar la cabeza. luego del lradi ional inter- cesa a las .JSÍ llamadas cara tcris ticas suprana ionales de las comu-
cam bio de d iscu r so s entre e l embajador y el pr imer minisl ro , los o ficia- n idades euro peas. Francia las considera como grupos de estados so-
les d e la corte exclamaban : "Ala bado sea el E terno que hace que los beranos}
infieles deban venir a re ndir homenaje a nuestro gloriosamente b r illan te
tro no". la humillación de los rep resentantes exlran jeros in ten taba s im- las negociaciones de paz cnlre Estados Unidos, los gobiernos de
bolizar la inferio ridad de poder en que es1aban las naciones que repre- Vielnam del Su r y Viclnarn del o rle y el Frenle de libeo acion Nacional
sen taban . · (Vietcong) que deb oan comenzar en noviembre de 1968 fueron poster-
Du rante la pres id encia de Theodore Roosevelt, todos los represe n- gadas d u ran te diez semanas a causa de la d ispula que se suscitó sobre
tantes diplomá ticos eran recibidos en una misma ceremonia el de la fo r ma que debía lenc r la mesa d e conferencias . Vietnam d el No rte
enero para q ue presentaran sus saludos y buenos deseos al presidente. proponía una mesa cuadrada o cuatro me as d ispuestas en fo rma circu-
El pres idente Tafl m odificó es ta cos1urnbre disponie ndo que los ernba· lar o rombo ida l o u11 conjunto de mesas que conformara un circulo com··
jadores y minis t ros fueran recibidos por separado. Cuando el de enero pleto. sin espac ios de sepa ración. Por otra parle, Es tados Unidos pro-
de 1910 concurrió a la Casa Bla nca el minis1ro español de gobierno, q ue ponía dos mesas semiovales colocadas una lrenl e a otra de modo de
no h abía sido notificado de la nueva disposició n. para la ceremonia de formar un óva lo quebrado en s u eje mayor o dos mes as semic.irculares
recepción de e m bajado res se le negó la entrada . Ante es1e episodio el separadas una de la olra por dos mesas recla ngulares donde se ubicarían
gobie.r no español re tiró al ministro y presen tó una for mal nota de p.ro- oos sec relarios. En lo concerniente a es la ú ltima propuesta, Estados Uni-
lesla ante el gob ierno norteamericano. Una nación que ven ia de perder dos hacia la con cesión de que las dos mesas semicirculares podían jun-
s u imperio y pasaba a ocupar un pueslo de poder de tercera clase p re- tarse de modo que esl uvieran unidas por las mesas de los secretarios .
len día, por lo menos. q ue se le reconociera un prestigio acorde a s us S m embargo, las mesas de los sccreta.rios tenían que sob resalir una.s
pasadas grandezas. pulgadas de ada lado con respec lo a las mesas semici rculares.•
E n 1946, en ocasión de celebrar se la vic toria en París, e l canciller Fmalmente se convino trabajar en una mesa circu lar sin le treros ban-
•ovié tico f ue ub icado en segunda lila mienlras que los representantes deras o dis tintivos. Dos mesas rectangu lares que med ían aproxi:nada-
de o tras potencias e ran colocados en la primera; el representan te so- tres po r cuatro y medio pies fueron colocadas en pun tos o pues tos
viético decidió relirarse de la ceremonia corno fo rma de protesla. Una a doecoocho pulgadas de la mesa ci rcular.
nac oón q ue d urante muc ho tiempo había sido considerada com o una es- se escondía tras estos procedimientos ve rdaderamente absur-
pecie de paria en la co m u nidad in1ernacional había logrado una indis- dos? Vletna?l del insis tía en e l reconoci m.ien to de l Victcong como
cutible posición de gran polcncia e ins ist ía en reclamar el reconocimien- parle negocoadora ondependiente. Es!ados Unidos quería que se recono-
to de prest igio que le era d eb ido. En 1945, Ch urchill, Stalin y Truman su prem osa - básocamem e sostenida a lo largo de toda s
coón de la guerr a d 1 v· u conce p--
no cons iguieron po nerse de a cuerdo ace rca de quién debía ingresar en - e que e oelcong era una m era pro longación del
primer término a la inau gurac ión de la Confe rencia de Pos ldam; la solu-
Tite Ntw Y ork Time.s, 4 de mayo de 1966 páa 16
ción cons istió e n q ue los tres en1raran a l m ismo tiempo por p uertas • New York Times . 14 de diciembre de 1968, 2.
104 La política Üllernaciataal c.>,., , l a.:.=ha ?Or el poder
lA política de prestigio 105
régimen norvictnamita. Por lo tanto, la controve rsia acerca de la forma
de la mesa fue una manifestación simbólica de la sustancia del confl ic to. cio nales. Del mismo modo, e l cambio de uno de estos lugares
¿Era la guerra de Vie tnam el resultado d e la agresión de Vietnam del nalcs por o tro , s ignifica que se ha producido un cambio correla tivo en
No rte, con el Victcong como o era e l V1ctcong una genumn la pre ponckrnnci:1 de poder. Du rante buena pa1 re del siglo XIX, las con·
fuerza popular ayudada e instigada, pero no creada, por Vietna m del fcrcncias in ternaciona les se realizaron en París. No obstante, el Congreso
Norte? De un modo o d e otro, la forma de la mesa implicaría prejuzgar de Berlín de 1878 se rea lizó en la capital del restablec ido imperio a le mán
sobre esta cuestión. La forma finalmente acordada pareció dejar en sus· luego de su triunlo sobre Francia, con lo que se demostraba al mondo
penso el tema. el nuevo rol de Alemania como poder preponderante en el continente
La im portancia del juego en e l que los diplomáticos rivali7Áln en tre europeo. En un comienzo. la Unión Soviética se o puso a la elección de
si resulta muy bien ilustrada en los siguientes extrac tos que corrcspo n· Ginebra como sede para las Naciones Unidas: ocurría que esta ciudad
den a un articulo donde se refiere el escenario social de Washington: había sido sede de la Liga de las Nac iones, organismo que funcionó du-
rante un período en que e l ruso había permanecido en un punto
muy bajo. Cuando la distribución de poder en e l seno de Naciones Uni-
El tema en si las embaj.a das e xtra nje ras consiguen das, reunidas e n Nueva York inmediatamente después de la segunda
algo para su s. nac10nes med1ante el despliegue de este juego cs. por
c1crto, diScutible. No existen pruebas al respec to. De h echo, la ma· gue rra mund ial, de mostró que la Unión So\'ié tica estaba en una perma-
yor parte de los embajadores continúan con sus rondas sociales nente minorfa enfrentada a una mayoría con liderazgo no rteamericano,
aplicada y seriame nte puesto que las consideran como uno de los los rusos pugnaron por el cambio de las oficinas ce ntrales de Naciones
aspectos más rendidores e importantes de su trabajo. Posiblemente Unidas a Ginebra, c iudad que no manifestaba rele rencia simbólica al·
tengan razón . guna a la supremacía norteamericana. Que e n 1972 el presidente Nixon
Es preciso tener en cuenta que e l protocolo limita las ac tivi· se rcumcra con el primer ministro chino Chou E n-lai e n Pc k in y no en
dades de un embajador en la capita l a nte la que está acredi tado. Washington o en algú n otro sitio neutral tenía un significad o simbólico
Obviame nte , un e mbajador no desea ser visto en el Capitolio alter-
de los cambio s q ue las naciones representadas pensaba n que se habían
nando con los congresales o expresando públicamente sus opiniones
sobre el tono y tenor de los debates legislativos. No obstonte, debe producido en la distribución del poder en Asia y en el mundo.
inge niárselas para recibir informes fidedignos de los asuntos y pcr· Una nación con preponderancia de poder en un sector o región par·
sonalidades norteamericanos y al mismo tiempo dejar caer ciertas ticular normalme nte insiste en que las reuniones internacionales vincu·
o piniones suyas y de su país e n la opinión pública . Para e llo, e l ladas a es te sector o región se cele bre n en, o por lo menos cerca de,
ancho camino social es casi su único acceso y, a menos que sea muy su te rritorio . Por eso muchas de las reuniones inte rnaciona les sobre pro-
atractivo y adepto a la vida social, no le será de mucha utilidad a blemas marítimos se han realizado en Londres. Conferencias internacio-
su canci llería . .. nales sobre J a pón se han celebrado e n Washington o en Tokio. La mayor
Com o los latinoamericanos ofrecen las mayores y más caras parte de las reuniones internacionales para conside ra r el futuro de E u-
recepciones e n. Washington -de las que parecen sacar muy poco
provecho-, ex1s te una tendencia a escribir sobre e llos considen\n- ropa luego de la segunda guerra mundial se lle varo n a cabo en territorio
dolos como meros playboys. Lo que es un error. Los latinos se es· ruso. casos de Moscú. o Yalta; en territorio ocupado por la Unió n Str
fuerzan preponde.rantemente por conseguir prestigio, una posición vié tica , caso de Potsdam: o en 1a s ce rcanías del suelo soviético, ca so de
de igualdad en la familia de naciones america nas : ¿y quién puede Tehcrán . Sin embargo, a fines de 1947 la situac ión política habia cam-
· sostener que os te ntando sus buenos modos y su ingenio br illante biado tanto que el presiden te Tn•man pudo manifestar con gran énfa sis
y aleg·re en una se rie de recepciones inigualadas no logran algo con que no se reuniría con Stalin en ningún otro lugar que no fuera Was h-
respecto a aquel fin ? 7 ington.•
La política de prestigio , así como la política. tendie nte a
e l poder que una nación tiene o cree que tiene, o que desea que otras
naciones su pongan que e lla tiene, halla un terre no partic ula rmente fé rtil DESPUEGUE DE LA FUERZA MILITAR
e n la selecció n de localidades que han de ser sede de e ncuentros interna-
c ionales . Cuando po r la pre ten >ión de muc has tendencias antagónicas no Para logra r fines, la política de prestigio recurre a las demostraciones
se llega a una conc iliac ión, el lugar de la reunión se elige con t rccuenc1a militares además del empleo de los manejos diplomáticos. Dado que la
en un país que no forme parte del grupo que compite por e l pres tigio. fue rza mililar es la obvia medida del pode r de una nación. su mos tra·
Por eso ciuda des como la Haya ( Paises Baj os ) y Gi nebra (Suiza) son c ión sirve para impresionar a las demás. Asi, por ejemplo, los repre·
s iempre lugares predominantes para la realización de re uni ones interna· sentantcs militares de naciones extranjeras son invi tados en tiempos de
paz a presenciar las maniobras del ejército y la armada no con e l objeto
1 "R.S V. Polittcs", Fortu.ne. febrero de 1952, Pi.< 120. Reproducido con aulo ri
r.acaOn d e f'.opyri¡;t, Ttme lnc., 1952. a N ew Tame.• . 19 de diciembre de l!M1, p4¡. 1, 21 de j ulio de 1MB, P'g 1
y 4 de f ebr ero de 1949, p&g. l.
1 • 1 1

106 lA polltica ional com o lucha por d poder LA política de prestigio 107

de ponerlos n l tan to le sec re tos militares, sin o puro impresionarlos - y su d ecisión de emplear este poder e n defensa del statu quo existente
por extens ió n a los gobie rnos q ue r c p senta n- con la capa idad mili tar e n Europa occidental. . . .
de_ nació n anfi t riona. La invita ión a o bservadores extr anj e ros , que La modalidad más extrema de la polít ica d e prestigio de llpo m1htar
as1s 11 rnn a la de tona i n d e artefa tos nu leare e n 1 Pa rr; o e n 19 46 consist e en la movilización pa rcial 0 total. Esta m odal idad puede resultar
!e nía un pro pó s ito semejante . Po r una po r te , los o b se rvado res extran· obsole ta en la actualidad, dado que la guer ra d el futuro ha. de requeru
Jcros h abrlan de asombrarse con e l po d e río na al y lo hallazgos tecno- muy p robablemente una preparación total y
lógl os d e E s tado Unidos. " Vei n tiún ob r vadores d e la Comisión d e hasta fines de la d écada del treinta el llamado al serv1c10 m1htar act1vo
o ntl·o l de la E nerg(a Ató mica d e la a io nes nidas, consign aba el de ciertas clases de soldados resc.:Vis tas o de todos los c iudadanos en
N ew Yo rk Tim es, coin idie ro n h o en que los no rtcam eri a nos esL.'lbnn condiciones de revistar fue una herramienta de la política de prestigio.
en condi io ne d e bombardear un grupo d e ba os muc ho mayor que Cuando, por ejemplo, Rusia decidió movilizar sus tropas en 191 4,
la mn orla d e las armadas de l m un lo . . ." .' Po r otra par te, los observa- c uns tancia que trajo aparejada la movilización d e los ejércitos austna·
dores ex tranjeros compn>baron pe •·sona lmentc la capacidad d e des truc- co, alemán y francés, o cuando en setiembre de 1936 Francia Y Checos-
CIÓn que tenía la bomba ntó mi tan to por e n ima o mo por debajo d el lovaquia movHizaron sus fuer.tas militares o cuando Francia hizo lo
agua Y to d o lo s upe rior que crn en fu erza milit r una na ión que dctc n· propio e n marzo y se tie mbre de 1939, en to dos los casos el propósito
taba el monopolio d e lo!> a rtefac tos nu len res trente a lns na iones que cons is t ió siem p re e n demostrar a am igos y enemigos el poderío militar
ca recían de ellos. y la decisión de usar esa fuerLa e n apoyo d e los fines políticos p ropios.
E n v i rtud d e la e no nnc mo i lidnd d e lns embarcaciones, que son El pres tigio --<>, lo q ue es lo mis mo, la reputación de poder- se
capaces de pascar el pabe lló n el podedo de una nació n por todos los us a tanto para disuadir como para preparar la guerra. Una de las ex pec·
mares d el rnundo, o n la consigui nte as te nia ió n de po de río. e n el pn· tativa.s consiste e n que e l p res tigio de una nación sea lo suricientcmen te
sado las maniobras nnvnles fueron un ins trumcn ao favorito de las po- importan te como para d isuadir a las otras de e mbarcarse en una guerra
lili as d e pres t igio. Las visitas de In fl o ta francesa 1.!11 189 1 ni puerto ruso contra esa na ión tan p restigiosa. S imu ltáneamen te se procura que, en
d e Kro n s tnd t y In r e íproca d e la nnnada ¡·u sa ni pue r to de To l n e n el cas o de fracaso de esta política de pres tigio, la movil ización de Jas
1893. sign ifica n un hito en In h isto ria po1íticn de l mun do, pues to q ue fue rza s pre via al estallido de la guerra coloque a la nación e n la pos i·
estas vis ttas mu tuas m os t raron ni mundo unn afinidad po hu a y 1111 h tar ción m :is ve nt ajosa posible. En este sent ido confluye n !as conductas
entre los respectivos que no dis taba mucho de consolidarse e n política y militar en un mismo curso de acció n. Más adclanle te nd remos
una a li anza políti a milit ar. Las po te ncias marítimas envían ocas ión de examinar las estrechas re laciones que existen e ntre las p o li·
frecu e ntemente escuadras n ava les n los p uertos del lejano orient e para ticas e xte rior y mi lita r ta nto e n tiempos de paz como dC guerra .' 0
de mos t rnr n los pueb los de la región 13 s upcrio1; d nd del po de río occi·
de ntal. Al go s im ila r h ace n los Estados nidos ni e nviar cadn tan to b arcos
de guerra a los pue rt os l::ttinonme r i anos corno modo d e recorda to r io DOS OBJETIVOS DE LA POLITICA DE PRESTIGIO
para las r-espec tivas nacio nes de q ue el poder norteam erica no es supre mo
en d o c idc ntal. Toda pollti a de prest igio t ie ne dos objetivos fi nales y posi bles: e l pres-
tigio por el prestigio mismo o , más a me nudo, el apoyo a un:1 política
Cada vez que las d e una pote ncia marítima se veían de s tatu quo o imperialista. En la s socied ades nacional es d prestigio
des afiadas e n zonas colo n b lcs o ta nto po r los habitantes es apreciado por si m ismo y muy pocas veces constit uye el fin p rio ritario
d e la regió n como por po te ncias, la nac 1ó n hcgcmon ica de una polít ic..t ex te rior. En todo el prestigio es u n grato subpro-
b::u·cos d e guerra a la zon a o mo 16n de 'u poch:1ío . duc to d e po líticas ex te r iores, c uyos objetivos finales no son la repu·
Un c krnplo fam oso d e t ipo de poh tica de pres ti gio fue In visit a que tación de poder la esencia d el p oder. Los integran tes individuales
r ea lizara e n 1905 G u illermo 11 a l puerto mal'roqu í de Tá nger; llego a de un a sociedad naciona l, al es tar amparados en su existencia y ubica ·
bordo d e un bar o d e guerra a lcrn:in con el pro pos ito d · o n- ción social por un s is te ma de inst ituciones y normas d e con -
trarn: s ta r las franct:sas sob1·e la regió n. A vez. las duc ta , pueden dedicarse a co mpetir po r el pres tigio e n una sue rte de
de escu ad ras navales no rt eamer icana a partir de 1946 a puertos italia· juego socia l ino fe ns ivo. En camb io , la s naciones, en tan to in tegran tes d e
nos, griegos y turcos expresan unn a c titud inequívoca a nte las la so icdad inte rnaciona l, en su mayor parte deben a cu di r a su propio
ciones ru sas e n la región . La elección d e áreas muy expuestas d!.! Eu- poder para proteger exis te ncia o la mis ma posic ió n d i! poder q ue
ropa occidental cuma escenario par-a rnaniobras de tienen; muy difícilment e deja l'·án de tene r en c uenta la influencia que
de los a liados occide ntales t ie ne la finalidad d e most rar a la Unió n So- un avance o un retroceso en e l campo del pres ti gio .;jercerá sob re su
vit!:tica y a su s aliados l:.t capacidad milit ar de la coalición occide ntal ubicació n en d escenario internacional.
• Jbld . 1• de j ulio d e 1946 , pig. 3. tl.t Véansc capllulos 9, 23 y 32.
108 La política internacional como luc ha por el pode.r LA polilica d t! prestigio 109

En consecuencia, tal c.omo lo hemos subrayado anteriorment e. no en el m an rcnim1cnto del s tatu qua de que Alemania era superior y tal
es que los observadores inte rnacio nales que tienden a mcnos- v<.oz Ín \cuciblc . A ese fi n tendía, por ejemplo, la ex h ibición de docume n-
prccaar 1? aml?orlancia del poder consideran a la lagera los problemas lalcs •ubre la blit¿krieg (guerra relá mpago) en Poloni a y Fran ia a un
del prcs lagao. rarnpoco es casual que sólo los cgocénlricos intré pidos •e auditoriu c o nformado especialmente po r personalidades po-
a_vcnlurcn a proseguir una polltica de prestigio por >1 misma. En los llticas Y militares. Sean cuales fueren los obje tivos fina les de la polí tica
lac.m pos modernos, Guillermo ll y Mussolini son ejem plos de esto. Ern· exterior de una nación, su pre s tigio resulta siempre un fac tor de prime r
bnagados_ el poder interno recientemente adquirido, cons ideraron orde n - a veces dccbivo- para dete rminar el éxi lo o d fracaso de su
a la polltaca mtcrnacional como una suerte de depone personal , en el política e xt e1ior. Eu consecuencia, la política de prestigio es siempre
que mediante la exaltación de la propia nación y la humillación de las un fac tor imprescindible de c ualquie r política exte rior racional.
demás se llega a go7.ar de la propia s uperio ridad personal. Sin embargo, La guerra Iría. que ha signado las relaciones del mundo occidental
ambos confundieron el escenario internacional con el interno. En lo in- con el bloque sov iético desde fines de la década del cuarenta, se ha lle·
terno, la demostración de poder o al menos su apariencia, en el peor vado a cabo primordialmen te con las armas del prestigio . Esrados Uni·
de los casos sólo seria una locura sin mayor trascende ncia . En el campo dos Y la Unión Soviérica han procurado in timidarse mutuamente con
internacional la situación varía sustancialmente, ya que el jugador juega s u_s respectivos poderíos militares, logros tec nológicos. potencial
con un fuego que acabará por consumirlo s i no tiene e l poder concor- m1co Y principios políticos a los efectos de erosionar, tambié n mutua-
dante con su punto de vista o s us pretensiones. Los gobiernos uniper· mente, sus respectivas morales y desistir de dar pasos irrevocables que
sonales -en especial las monarquías absolutas y las dictaduras- ma· condujeran a un enlrenlamiento militar. Esa misma ac titud la han hecho
nifies tan la tendencia a asociar la gloria personal del gobernante con sus aliados , a los integrantes de coaliciones hostiles y a
los intereses pollticos de la nación. En el caso de una conducción exitosa nac J<:>ncs aJenas al e nfrentamie nto. El objetivo ha s ido claro: mantener
de la polltica exterior, esta identificación implica una seria debilidad la alaan7.a con sus aliados, minar la unidad de la coalición hostil y captar
puesto que lleva a una polltica de prestigio per se, con abstracción de el apoyo de las naciones no comprometidas .
los intereses nacionales en juego y la fuerza suficiente para apoyarla. La El prestigio se ha vuelto especialmente importante como arma po-
polltiea norteamt•ricana en Indochina entre 1965 y 1975 puede colocarse lítica en los tiempos modernos, cuando la lucha por el poder no sólo
requaere los métodos tradicionales de la presión política y la fuerza
a la luz de este análisis.
m1htar, smo otros ms trume ntos más adecuados para triunfar en la luc ha
La función que cumple la política de presligio con respecto a las
de statu quo y de imperialismo surge de la propia de la po- por conquistar las mentes de los hombres. En vas tas áreas de Asia
Medio Oriente y Alrica, la guerra fría ha revestido principalmente
lít ica internacional. La polflica exterior de una nación configura siem·
forma de una contienda entre dos fi losofías, dos sistemas económicos
pre el resultado del cálculo de la relación de poder tal como existe en
Y dos modos de vida. Esto implica e l reconocimiento de que en esas
un determinado momento de la historia entre diferentes naciones y tal
regiones el prestigio -reputació n debida al desempeño y al poder- se
como posiblemente se desarrollarán en el futuro cercano y en el remoto.
ha tran sformado en el principal objeto en torno al cual se libra esta
Así, por ejemplo, la política exterior de Estados Unidos se basa sobre
guerra politica. Las principa les herramientas de esta guerra son la pn>-
una eva luación del poder no rteamericano en relación, digamos , con el paganda (cuyo fin consis te en increm entar el propio prestigio y dismi·
poder de Ingla terra, la Unión Soviética y Argentina, y con el probable nu1r el del enemigo) , y la asister;¡cia externa, que se orie nta a cautivar
desarrollo del poder de esas naciones. Análogamente, las políticas exte· a la nació n que la recibe con la supremacía econó mica y tecnológica de
riores de Inglaterra, la Unión Soviética y Argentina se apoyan en eva· la nación que la otorga.
luaciones de este tipo, las que son objeto de constantes rovisiones a los Una política de prestigio logra un verdadero éxito cuando ofrece
efectos de mantenerlas siempre actuali1.adas. a la nación que la persigue una verdadera reputación de poder que la
La función primaria de la política de prestigio se orienta a influir exame de tener que emplear el poder que realmente tiene. En este é xito
sobre estas evaluaciones. Si, por ejemplo, Estados Unidos puede imponer interviene n dos fac tores: una indiscutible reputación de poder y la repu-
su poder sobre las naciones latinoamericanas has ta el punto de persua· tación de res tringirse en cuanto a su empleo. Son ejemplos clás icos de
dirlas de que su hegemonfa en el hemisferio occidental es indiscutible, esta sutil combinación de las políticas de los imperios romano y britá.-
entonces su política de statu quo en dicho ht:mi slerio estará a salvo nico y la política del buen vecino ejecutada por Estados Unidos.
d e desafíos, con lo que s u preponderanc ia cont nuará asegurada. La re· La longevidad del imperio romano, en o posició n a la rápida diso-
lativa estabilidad política que carac te rizó a Europa duranle la década lución que por lo general afec ta a estruc turas impe riales de esas dimen·
del veinte y comienzos de la del treinta se debió principalmente al pres- sioncs. se debió fundamentalme nte al profundo respe to de que gozaba
tigio de Franc ia : tenia la reputación de ser la potencia militar más po- un romano en cualquie r parte de l imperio. Roma fue efectivamente
derosa del mundo. Los éxitos del imperialismo alemán a fines de la superior e n clarivide nc ia política y en ca pacidad militar a c ualquie ra
década del t rein ta se basaron fundamentalmente en una política d e pres· de los o tros componentes del impcri(l. Al hacer que es ta su perioridad
ti gio. Esta política fue capaz de convencer a las naciones inleresadas
110 lA polltica internacional como lucha por el poder lA política de prestigio 111

fuese tan fácil y pos ible de so brellevar, Roma quitó a los pueblos som e-
lldos el m ayor incentivo para liberarse de la dominació n imper ial. Podía
que alguno de los pueblos so metido s se reb elara, pero nunca
ex1s t1ó un motivo s uficiente como para que se formara una coalición
r TRES CORRUPCIONES DE LA
ca pa_z de enfrenta r a Roma. Rebeliones ais ladas eran dominadas rápida POI.ITICA DE PRESTIGIO
Y eficazme nte, con lo que s e incrementa ba el prestigio y el poder de
Roma. El contras te entre e l des tino desdichado d e quiene s se atre vieron A una nació n no le basta con llevar adelan te una polí tica de prestigio.
a desafiar a Roma y la tranquila y próspera existe ncia de los que o ptaron Tan to en el caso de que trabaje m ucho en ese sentido como en el d e
por permanecer leales bajo el amparo de l de recho roma no, determinó que haga muy poco, el riesgo de fracaso será el m is mo. Cor re peligro
un aumento de la reputació n de Roma en lo que te n ía que ver con la cua ndo, insegura de su poder. lo reviste con una m edida de p restigio
m o de rac ió n en el ej ercic io del poder. fue ra de tod a p ropo r ción con su real importancia. El p restigio de una
La mis m a reputación de ejerc itar a temperadamente el pode r fue nació n no está determinado por el éxito o el fr acaso de u na acción pa r·
una d e las pie dras basales del imperio británico . Los observado res se ticular en un momento determinado de s u historia. Po r el contrario,
han aso mbrado de la capacidad de unos pocos miles de oficiales britá· re fleja la s uma to tal de las c ua lidades y acciones de una nación , d e
nicos pa ra s ome te r a varios cientos d e millo nes de indios, para no hablar sus é xitos y fracasos, de sus recuerdos h is tóricos y aspi raciones. E l
de los volu nt a rios lazos d e lealtad que mantuvieron a los do minios auto- pres tigio de una nac ión es muy parecido al crédito de un b anco. Un
go bernados unidos al imperio . Pero las igno miniosas d e rrotas que Japón ba nco con amplios y probados recursos y un rcgis1ro de éxitos puede
le infligió a Inglaterra durante la s egunda guerra mundia l aventaro n afrontar lo que a un compelidor más pequeño y f recuentemenle no tan
para siempre su prestigio de poder indiscutible. Recién entonces, el exitoso le está vedado: cometer un error o exper imentar u n q u e bran to.
grito d e liberación proferido por los pue blos sometidos en toda As ia Su reputación de poder es lo suncienlemente gran de como para que su
bo r ró e l recue rdo de un gobie rno mode rado, sazonado por el tiempo prestigio sob reviva a tales reveses. Lo m ism o le ocurre a las naclon es.
y la sabiduría. Cua ndo es te doble pre stigio se esfumó y no existieron Las páginas de la histor ia eslán llenas de de naciones q u e,
recursos para m a ntener el impe rio por la fuerza, e l área asiá tica del seguras de poseer u n gran poder, y reconocidas como tdles por sus pares,
imperio britá nico no sobrevivió demasiado tiempo al prestigio d e In· han sufr ido de r rotas con relega micnlo de las posiciones que ocupaban
glaterra . s in q ue su presligio haya experimcnlado mengua. ¿Cuándo fu e mayor
Dura nte la era de la política del buen vecino, la hegemo n ía de E s- el prestigio de Francia?: ¿cuando combaua en Indoch ina o Argelia en
tados Unidos en el hemis ferio occid enta l se b a só en la re putación d e gut rras que no podia gana r aunque larnpoco p odía exponerse a pe rder,
pod e r imbatible antes que e n su e je rcic io real. La s uperioridad de Es- o después que liquidó esas e mpresas perdidas? Y ¿cuánto su fri ó el pn:;s-
tados Unidos en e l he mis fe rio occidental es tan obvia y abrumadora que tigio no r teamericano, en el largo plazo. después d el desaslre de Ba h ía
tan solo con ella le b a sta p ara asegura rle una ubicación correspondiente Coch in os en 1962? Cuando Francia demostró sabiduría y valor sulicien te
a su poder en el consenso d e las repúblicas s uda mericanas. A veces como para liquidar dos empresas perdidas en las que había comprome-
Es tados Unidos evita in s is tir en e l prestigio que le corresponde, puesto t ido su "honor", su pres1igio subió has ta alturas q u e no había alean·
que su autolimitación así m anifes tada hace que su hegemonía sea más zado desde el comienzo de la segunda gue r ra m u ndial, mien tras que
tolerable para sus vec inos d el sur. En este sentido, Es tado s Unidos d is- Ba h fa Cochinos pesó poco en los registr os del p r esligio norteameric ano,
puso d esde comienzos d e la política del buen vecino mantener confe· tan car gados como están de poder y éxi1os. Las naciones d eben tener
rencias pana mer icanas que se reunieran en los países lat inoamericanos cu idado de no coufundir las efímeras fluctuaciones d e la opin ión púb lica
antes que e n Estad os Unidos. Dado que mantiene un poder incues tio- con los perdurables basamentos del poder y el prestigio nacional. Por
nable en el hemisferio occidental , Estados Unidos puede co n siderar con lo tanto, dentro de u na de terminada perspectiva , el prest igio, como el
justa razón que significa una mayo r sabiduría no os tentar toda s las poder que refleja , debe ser vi>lo en el contexto del poder y pres tigio
expres io nes d e pres tigio que conlleva ta n abruma do r pode r y permitir glo bal de una nación. La grandeza del úhimo se refleja en el primero y
a algún otro país del h emi sferio que goce por lo menos de un a p arente las deficiencias del primero se.: encuent ran compensadas por el último.
poder que se manifieste bajo formas de prestigio. Só lo la decadencia Una nación también hace mucho cuando p inta un cuad ro exagerado
de la Orga nización de los E s tad os Americano s y un cambio en la po- de su poder y así in tent a ganar u na reputac ión de poder que excede el
lítica no rteame r ica na determinaron q ue esta pers pect iva se modificara. poder que realmente posee. En ese caso const ruye s u prestigio sob re
apariencias antes que sobre sustancia. Aquí la política de prestigio se
t ransforma en un bluf( político. Su ejemplo más noto rio en la h istoria
recien le lo conslilllyc la polilica d e lla lia entre la gu er ra de E tio pía
en 1935 y la campaña de Afri a en 1942. La nació n penins u lar desarro lló
una polí1ica de expansió n imperialis1a orien tada a hace r del Mcditer rá-
11 2 La IMlrt h,l ltllt'HIU,wual (' 0 1110 lu clw por t!l podct
La polttrca de prestigi o 1U
neo un 11131 y lkgo a tk,ufta r ..t lng l.._, tcrm., Qlh.: po r t•n tonces
cr.t la hh.' l .t...l u.n .ti m:t!oo unptH l:tnh.: ckl Inundo, un 101 p rl'pu ndt.>· Según lo d icho , res ulta cvidcnl c q u e po r lo general es un e rror en
ranrc \' Ud ¡u nplu Mt•tlltcrd ncu. St• l.'ll t:'!ool.l :lCIIturl Mb'-' ttando política mternaciona l e n una polít 1ca d e e n gaño, un error nu
la unp n ·,iun d e qu.: . ._· ra una luena milit .lr d e p1 imc ra magnuud y conM· menos grave que el s ituado e n el o tro ex t remo, en .:1 de conforma r!.c
J.:UIÓ lk\ . _u l.t •.h.h.·I.Htt e cun cxit o en tanto rnn gunn r1.1c ió n pus.o u p rudla con una repu tació n d e poder infe rior a l poder <lUC rca lmt.:n tc se
' '!oort eh· pock r . Cuando 1.1 p nac:ba M.: plantcú d cc tiv;nnc ntc l os ejemplos má s noto nos de esa " política nega tiva de pres tigio" son
quedo n la d cuntr••sw que entre la prc tc rb ion de poder Es tados Unidos y la Unió n So vié tica en e l período ent re ambas guerras
que pr<x..ln m aba in tcn iuna lrnc ntc preparad._, por u na c:.ntidad mundia les y, más pa rticula rmente, e n los p ri m e ros año!. d e la segunda
d e e mbus tes propagandbtkos, y su poder real. Con e llo quedo clru o guerra mundia l.
qu..._· la polírir a de p1 cs tig ao er.1, en r ...·alidad , un bluff po lttic o . comenzó la segunda guerra mundia l, Es tados Unidos era
L, ct..._· po l1 tica en un co 1 re la to ilus tla- ya. polenc Jalmcnlc, la n ac ió n más pod e ro sa de l mundo y h a b ía hecho
tivo en In cstrntagl'rna teatral que c1 upl ca un grupo d e ex t ra::., cnra te- una clara declaración de opos ició n a los imperia li s mos de Ale mania y
rizados como soldados , para dar \'ucltas e n to 1no escena• io, desapa- Japón. No ob>lantc, Ale mania y Japón ign o raron lo lalmenle a Eslados
reciendo t r-..ts el h.·ló n y volvi<'ndo 3 rcaparc l.!r t' ll escena. con lo que Umdos como pote ncia mundia l. A nues tros efectos, el ataqu e a Pca rl
se c rea In ilus ió n ele que e n realid:td es e nunnc cantidad d e soldad os Harbor revela el d esprecio que senl fan por el pode río mi li lar de Esl ados
la que es tarna!. vh.: ndo. E l crédulo o quie n co mo se ha pre parado Umdos. la repulación de poder de Es lad os Unidos. es decir . s u
el t r u co serán fácil presa del e ngaño. No obs tant e, si la obra requ iere era escaso que Japón llegó a calcu lar que e l podcdo m ilitar no rte-
que ese ejército C'ntre en combate con o t ro, e ntonces el truco queda a a_me n cano n o repondría del a taqu..: relámpago a Pca rl H arbor e n el
la vis ta para todos los cspectado rco;;. En este ca so la política d e engaño co mo para influir e n e l resulta do de la guerra. El
queda rcduc 1da a s u cscn i3 y s u mec:\.ni a apa rece bajo la form a más t1g1o norteamencano era tan bajo que, en vez de intentar mantcuer a
elemental. No es muy difícil que una po lítica de esta naturaleza tenga país fue ra de la conflagració n, Alema nia e Italia parecieron casi an-
é xito en el co1·to plazo, pero a la la rga sólo puede tenerlo si logra aplazar Siosos de a r ra_s trar lo cuando le declararon la guerra e l 10 de diciembre
mde finidamcntc la compraba ión de s u capacidad real, pero esto no de 1941. Se d1ce que Hiller ma nifcsló en 1934: " ... E l n orlcamcrfcano
está d cnt ro d ..: las seguridades q u e puede brindar ni siqu iera la más no es soldado. la in ferioridad y decadencia del así llamado Nuevo Mundo
a lla calidad de esladi >la. res ulta paten te en su ineficiencia militar".ll
Lo mejor q ue puede h acer la sabidurfa políti ca con la ven taja inicia l S e mejante es tuvo originado prima riamente e n lo que po-
que otorga e s t a clase de polít ica es e mplearla con e l p ropós it o de a ume n- dría mos carac tcnzar como la ca si ausencia de una polít ica norteam e ri-
lar e l poderío real d e la nación h asla hacerlo llegar al nivel que pro- cana de prestig io que enfatizara su ca pacidad Lejos d e convencer
clama la políl ica de e ngaño. En lanto las demás naciones caen y fk=' · a la s demás _nacio nes sob re lo que los recu rso · humanos y materiales d e
manecen en el e ngaño se puede a provechar ese l iempo par-d armo nizar Un 1dos podía n s ig n ificar lras ladados al plano bélico . Norle-
p1·cstigio y poder real. Así. una n ación que se ha vi .. to relegada en la a mé n ca _c asi ans iosa de . demos trar a l mundo s u renuencia y
compclc ncia por e l (Joder, tod o en el a s pcclo a r ma mcnl b tico, has ta su de convcrttr aquellas potc ncialidadc!. en ins rru-
p rocurará enmascarar esta de bi lidad tr-a !. una política de engaño mien- me ntos m1l11 arcs. De modo, Estados Unidos se exponía a l desprec io
tras se ocupa d e ct·rrar la b recha con s u s pa res E n el o toño e invierno Y ataque s us a l fracaso de s u política y a u n peligro morta l
de 1940/ 41 . ln gla lerra se encon l raba cxpues la a la invasión ; sin embargo. p ara sus mtereses VIta les.
s u prestig io .-que excedía la rgamen te s u rea l fue rL.a en ese momcn to- Unió n _Soviét i.ca tuvo que enfrentar resultados similares no por-
ful· el fa ctor que o;;cguramc nte t uvo mayor peso para que los alemanes qw. desde nara, smo porque fracasó en s u polílica d e pres ligio. E n
des is tieran de invadir las isla s bri tán ica s . Po r lo tan to , a l tiem po q ue el penodo de enlrcgucrras. la rcpulació n de poder de la Un ión Sovié l ica
procurr1ba mantener e incrementar el pres t iKiO de su gran fu c:r-ta defens i- baJa. pesar d e que en c ie r tas oca siones Alemania, Francia e Jng la-
va, lambié n se por adquir-ir una f ucrta defen s iva real. De be seña- l crra 1ra1.1ro n de lograr el apoyo ruso pam o bjc livos de sus polilicas
no obstan te , que: la suerte vmo a fa \'Orccer aquel b luff polit ico a extcnorcs , lo cae rto es que nadie tenía una op inió n lo s ufi ie ntcme n tc
través de los e rro res militare!. dl· H itler y q u e polít ica n o fue muy elevada del J?Odcrfo d e la Un ion Sovic lica como para s uperar la aversión
libn·rncn tc e legida por l n glah: rra , !.lllO que fu e como un re- a la polí_u ca rusa y d t emor a s u por e l re!.to de
sorte d(·scspchtdo por una irre!.JSt lblc neccsidad.11 Europa. As1. po r c¡cmplo , c u a ndo en la c risis d e Checoslo vaquia de 1938

11 No cabe duda de que en dos d e 108 períodos más cr lucos de su hLSton a ,


pudo sa.lvarw, al menos en buena med.Jda, g-rac1as a su En 1791 Unente europ...-o y las i51as brit,mcas En el Lm·iemo d e 1940/ 41 Incl t.erra
Jcualmente - aunque por otras rar.one sm ayuda al una En · - n sr vio
todu Eu ropa se cncontrnb.'\ SOJuzgada por Napeolón y f'rancJa todo su
peder con rm df' d estruir Inglaterra Por entonces estalló un rnot fn en lo flota temo r que tnsp1mba Ingla te rru fue el !actor que con b · e 105 . dos el
bnt.&nica. En un mo mento dete n mnad o sólo hubo d os b&rcos leales entre el con Wl aLaquc en el que mcuest.io nablemen te habrfan t riunfado 108 nerruii:OS en aJU".ar
Sons: l The VOIC'e O/ De.sl r.tcl tOn, Yo rk, G P. Put.nam's
114 La política murnacronal como lucha ¡JOr el poder

Francia e Inglaterra se vieron enfrentadas a la alternati va de acep ta r


la expans ión imperialista alemana o rec hazarla con la ayuda de la
Unión Soviética, el prestigio de esta última era tan que las po-
tencias europeas desestimaron su de colabor·acíón vac ala-
ciones. El prestigio militar de la Unión Sovié t ica tocó su punto más bajo
durante la campaña contra Finlandia d e 1939/40 , c uando la peque ña
Finlandia pareció capaz de defenderse po r sí sola gigante sovié t ico.
7
Es ta falta de pres tigio se convirlió en uno de elementos d ecis ivos
para convencer al estado mayo r nazi , como a s us de las rue r-
zas aliada s , d e que la Uni ón Soviética no podi'Ía ,oportar el ataque ale m á n.
Esta dirercncia entre prestigio y pode1· rcn l no d ..:bc ser te ma intras·
cendente para una política exterio r inteligente. Si en 1938, 1939 ó 1941 la
El Elemento Ideológico en las
Unión Soviética hubiese parec ido tan poderosa como lo era en la realidad
- si su prestigio hubiese guardado relació n con s u poder- . la actitud de
Políticas Internacionales
otras nac iones con respecto a la Unió n Sovié tica habrfa s ido distinta,
con Jo que Jos destinos d e la Unión Soviética y el mundo también habrían
sido dircrcntes. Si en la actualidad la Unió n Sovié tica es ta n poderosa
como parece serlo --o más fuerte o más d é bil- , esto implica un asunto
LA NATURALEZA DE LAS
de importanc ia vital pa ra la Unió n Sovié tica y para todo e l mundo . El
IDEOLOGIAS POLITICAS 1
mis m o afecta a E s tados Unidos o a c ualquier otra nación con gra·
vitación e n la e sc e na inte rnacio na l. a l mundo el pode r que
una n ación posee. ev it a ndo precbioncs y c ua ntifica ciones, es e l meollo de U n rasgo común a toda política -sea interna o inte rnacional - con s is te
c ualquier política de prestigio concebida. en que con frecu e ncia sus manifestaciones bás icas no apar ecen r._d como
Jo que realmente son : manifestaciones d e la lucha por el poder. Antes
bien, el elemento de poder , al igual que la m e ta inmediata de la políuca
prosegu ida, se explica y j us tifi ca e n té rminos éticos. legales o biológicos.
Lo que es lo mismo que deci r que la verdadera naturaleza de la política
se oculta tras jus tificaciones ideológica s y racionalizaciones.
Cuando más enmarañado se e ncuentra un individuo en la lucha por
el pode r menos probab le es q ue vea la naturaleza de la lucha po r el
poder. Las palabras que Hamlet dirige a s u madre puede n ser destina·
das, con la mi s ma falta de resultado, a todos los que s ienten apetito
por el pode r :

. Madre, por mise ricordia


no tomes en serio es ta halagadora unc ión,
que no tu fa lta , s ino mi locura habla.

• El concepto de ideotoeta se usa frecuentemente en el sentido cenera! de con·


vtcclones fHosófH:as, poHticas y morales; manejamos esle concepto cenera! en 1u
ü.Jtuna.s partes de este libro. El concepto de tdeolocia que empleamos m este capf·
t ulo corresponde a lo que Karl Manheim ha llamado "1deologfa particular". V4!ase
Karl Maru\heim, /deologv and Ut opia, Nueva York, Harcourt, Brace and COm-
pa.ny, 1936, pág. 49 : " La concepción particular de id6;)loata se encuentra tmpltcita
cuando el ténmno denota que somos con respecto a 1aa Ideas y repre-
sentaciones propuestas por nuestro oponente. Las consideramos como encubrt·
mJentos no del todo conscientes de la naturaleza real de la situación , c uya presen·
Lac1ón en términos reales contrartarta sus intereses. Estas cUstorsiones se ubican
en toda la variedad que va desde la m entira deliberada al enmascaramiento cons-
ciente o mconsciente, desde tretas calculadas para enK&ilar a los demú hasta el
autoenKu.fio". Véase también la P'cma 238 : "El estudlo de las ldeolocfas ha asumido
la tarea de desenmascarar los engaflos más o menos conscientes y los enmasca ra·
m 1er..tos de los grupos de Interés. en especial los de los partidos politicos " .
l..tl itleu lo¡:(a las politictu ;,u rnaciouales 117

cualqu ie r ir11plicét nccc a riame ntc una bú!-.queda d e l poder .


rdeulug i." poo;;; ihilil a n una part icipación en est a 'luch a por e l po-
d e r· q ue c, l(l r.:ve'tl ida de una turm a y m o ra lme nt e vrable
Cu.uulu 1111 hutuhn· "' 11m e n animadu pur una tau ln para a c to res como para su a uditorio .
h ' lk llh\11\' '1' lHIIh• hh· n lu 'upune, han Uttcn t adu s u co m- principio, lega les y C.: ti os, así como las bioló-
ptH HUIIU' Oiu .UUt•t Ul , tllH' Jll ' llf h ..'fHt MI fll.'' lunar y que h un gic as, viene n a cumpltr una d o hle función en e l ca m po d e la politrca
'"' M l,h'nllu lu, qth' h.t»f\ p nt(t M I n tavicbd l u lut ..l. L<ts in te r IMc.:iona l. O los últimos de la acción polít ica, es d eci r,
·•Munhk'" íh"tlmn d e la misma manera, que lo s para rca lrz.;•c ión se busca e l pod er po;i tico , d e lo s que
th·J.uttlu dt· l.ulu a quu·rws nu han p.1rtidpado dlrer·tame nl c en la ya hemos h:•bl ado,1 u bien :.u n los pre textos y fa lso s detrá s d e
hu t·,, '"' lnv,·ntat· multVl),, y relativos a
la ,u ll\1 h1Ut l (itU' 1"\:¡tltU\U t'U lo s c uaJe-, el el eme nto de poder implíci to e n lada polit ica.
l'ut {lHl' 'tlll u los franceses E sos principios y nccc..,idadcs pue d e n c umplir una u o tra funci ó n o las
'''llh'ttt.u un ,, M' l'lltlt' Y pnt a t'quilihrar el he c ho. d os a un mis mo tie mpo. Un princ ipio lega l y é tico, como pued e se r la
,,. lu ·" u mp.u\a n•u 1.1 j u ,lth rtció n d i" d <.·scos quc han forntu- jus ticia. o una necesidad biologica. c o mo pued e ser un adecuado nive l
l.td,, 'u·t h" hotnlll t'S, q ue lu lal para el bie n d e de vida , pue d en ser el objeti vo d e una política ex terior o también pue den
Ft .uh 1.1. p 1u n In tlt· In y eh- la Igualdad. Los hombres ser una ideo logfa o t a mbién ambas cosas a l m ismo t iempo. Dado que
dt•i tut ,h· tnt\lut " ' t'IIII"C ' ,.,h. h t• ho v1cnc acompañado por la no nos inte resan por el m omento los obje tivos ú ltimos de la política
iu:'\hhcrtc itl n tlt- que cr.t ncC'C:..Irifl la C'c t11 rali7a ió n d el poder o la mternac iona l. nos d e los principios legales y é ticos y de
'"'"' '"' m .h ·tOu dt· un ft t'n k dc n Europ:t y a!-.Í s uccs iva- las biológica s e n tan to y e n cuanto c umple n la func ió n
11h'llh' humiH es M' del oeste a l C)I C, masac rando a s u s
d e ideologías.
'' hl',· ho en frases sob re la g loria de
Fr.uH' t,, y 1.• vlllruu.t dt• n t y :u t La Es tas ideologías no representan e l resulrad o acc idental de la hipo-
t' tt'l'IM tJUc d e lus acontecimientos carecen cresía de d e te rmi nados ind ivtduos que b ie n podría n ser cambiados por
lull,hlh' l'\lt' th• unu'm , qu.:· tnC'OIIg rucntc\ una s con o tras otros más ho nes tos para que la conduccion ·de los a s unt os exte riores
ttHiltl pur ,· kntplo , t· l n..M·,i nal o d e un ltOittbn· como con secu cn· tambié n fu e ra más hones ta . E l d esengaño siempre se con vierte e n el
l t.l ,1\• l.t pt Ol hliH. IC IUII dt• '\1:0. dl' l e(.. O el de miJIOJU'S C ll cc lo fó n de talt..s t.xpectati vas. Los opos itores activos en la cxpos1
RuM., '' umu fut 111 •.1 de a ln•l.tt e1 ra Sin e mba rgo, todas ció n de la d e las polít icas e xteriores d e Franklin D. Roos evclt
lu vit·r u n inco ntrove rtible va lor en MI é poca. o Churchill , una que se convirtie ro n e n res ponsables de la c o nduc·
Su vt·n p ru.t ck :. plata r la 1 l'l!o\"ltH\Mtbll idad m o ra l d e los homhrcs
qut• r• Pt lun·n he hos En Mt t e m po n :aliz.n n el trabajo de escoba, ción de lo!-- exterio res tamb ié n confundieron a s us part idarios
ú_Hno d '"' .1dclnntan ni tre n para limpiar· los rie les: que a ...u vez recu rrían a disfraces ideológico s . Forma parte de
luupi.tn d C'rt11111"h) _te l.t .. mural de hombres. M ás la nalu nalcz.a d e la po lítica que el ac to r del escenario político sea empu-
allá tk no M ' ha ¡lUdido e ncontrar solución para jado a emplear ideo lo gías a los dec lo s de ocultar el o bje tivo final d e
,.1 r•ruhkma cvrtkntt.• q ue ' e p la nt ea a l anali1.nr el hecho hi s tó- su acción. El objetivo inmediato de la acción política es s iempre el poder
• icu : , , Ó rtHI fue que dt.• llegaron a reunirse para y no debe m os olvidar que e l poder poli1 ico implica podc:r sobre las
o tttt ' ll' l t ' lttlh' l h ' ', guen e le . ? 1 mcnta lidade!-> y las acdones dc los hombres . Incluso quicncs han s 1do
seleccio nados como un obje ti vo fu tu ro para e l ejercicio d e l poder de
En d tu pollt•c-o , el ac t o r no pued e a.J udar " a tuando y rc- o tros , en tan to no son víctimas d e ese pod e r . a s u vc-.t e llos mi smos lo
1" t'M'Ill a ndu" el t'll<'Ubtlmtento dt.· la natur alcza de a ccio· eje rcen sobre De C!->lc mo d o el a c to r e n el escenario político
lh'"'- pu ltth'•" t r ..,, In m (t)o( n t.i d e ttll ..\ Ideo logía pol111ca. E n la medid a e s c onsla ntemcnle un futuro amo y un futuro !->ú bd ito. Mie ntras busca
e;.•n qul' :-t.' cJh' ttl' IHt c tn ... ) akj.,do de una lucha por d poder pa •·ticular, poder sobre o lrus , o t ros buscan e jerce rlo sobre
tl·nd rá un d e e nte nder s u verdadera na- A ambiva lenda del hombre en tan to ser polít ico le corre s ponde
turnlcza. l),· ...th í QUt' no St-.a po r ac cid e nt e q ue lo s ex tranjeros a menudo una ambivalencia homó loga en la valoración moral d e su condicion .
llct•n u a uun lllt.'Jur cumpu·n tó n d e la po líl i n ex1c nor d e un pab que Es timará como su pro pio d e pod er y injusto e l
In '-llh' tic111' n lo:. no tl vo), y t.fUC se cncuen l rcn dc'lCO d e los o tro!!. de ej erce r poder so bre é l. Desde e l fin d e la
t' tl mcjot , que lu)o pa t a co mprender la g lobalidad gue r·ra mundia l, los sovié ticos han cons idera do s us apel c ncias
ele tm:l llo ht kn l.O) a VC"l , mantl ie!.la n una mclinació n ina- d e pod e r como j ustificadas por razones d e pro pia segu r ida d . No obs·
gutahk ..1 no qw.:n.:r \'l't' que lo qu · haciendo c uando Se rd ic rcn tantc . a l rni mo tiempo ha n co ns iderado com o " imperialis ta"' y prc pa·
a ,u pultltt'·' thJ l'll tc r·nuno' d e poJ r a tfd \'é:. de é t1cos ra toria de la conqui , tn mundial la d e l poder no rtea me r icano.
o lq;akl!- ,, lle b to lóg1U1:. Dic hu d e o tro m odo, e n canto a !>U \'el c!-o lig ma tizaron de igua l modo las

1 Véase el Cllpitulo 3.
11 8 LA política inlunacioual como lucl1a por t i poder Lo idt o l ogra .m l as políticas in lernaci o tlal es 11 9

soviéticas, en tanto cons ideran como obje tivo s de defensa na-


uonal a >US propios objetivos. Sob re esto, John Adam s cscribtó :

El piensa que tie ne un a lma grande y una vasta IDEOLOGIAS TIPICAS


pcr>pcc ttva que supe ra a la co mprensió n del d ébil, puesto que DE LAS POLITICAS EXTERIORES
estar llevando a cabo una mi sió n divina cuando en realidad
violando leyes . Nuest ras pasiones, ambiciones , avari- La naturalc.za de la política inte rnacional indica que las políticas d e
Cia , y mucha s utile1..a metafís ica y muc ha cort e imperialista emplean casi siempre enmascaramie ntos ideológicos,
pe rs ua s1va que m stalan en el entendimiento y la co ncien- mientras que las polfticas de s tatu quo frecuentemente se prese n tan tal
Cia pa ra ganarla s co mo partidarias .
como realmente son. Su natu raleza ta mbién provoca que determinadas
clases de ideo logías estén coordinada s con determinadas clases de polí-
Tamb ié n es ta evaluac ión, que es tipica d e l enfoque que todas las
ticas internaciona les.
r,acioncs hacen sobre e l problema del poder, e s inherente a la propm natu-
raleza de la política internacional. Si una nación abando nara las ideolo-
gías y sostuviera abiertamente que su meta es el poder y q ue en pos de
e lla se opone a a !otpiracioncs an álogas de o tras nacio nes, se vería en
Ideologías del statu quo
que cohesionaría a las d e más naciones en una resistencia cerrada a esa
La polftica d e statu quo por lo ge nera l es tá en condiciones de mo s t rar
politica tan claramente declarada, lo que llevaría a la nación a d isponer
su propia naturaleza y deja r de lado los encubrim ien to s ideológicos
d e un mayor pode r que e l que se ría necesario e mplear si re u rriera a
puesto que la propia existencia del statu quo ya le ha dad o una cierta
o tra me todolo gla. Por o t ro lado , esa confesión d e propósitos significaría
legitimid ad mor al.. Lo q ue exis te debe contar con algo a s u favo r ; d e
una afre nt a d e libera da a los parámetros morales d e la co munidad inter-
o tro modo no exis tiría . Demóstenes lo d escribió de esta mane ra :
nacional. d e curso u niversal. que d es plazaría a la nació n hacia una po-
sición ta l que la llevaría a desa rrolla r esa po lítica exte rior sin mayor
Nad i.e most raría igua l presteza para embarcarse e n g uerra s que
entusiasmo y co n conciencia culposa . A los efec tos de co nseguir la un.ió n tcnd1eran al engrandecimiento o a la de fensa de las posesio nes pro-
d el pueblo en torno a la política exterior del gobierno y el respaldo d e pias. Mi e nt ras todos lo s ho mb res co mba ten con d enued o para m an-
todas las e ne rgías y recu rsos nacionales. el jefe de estado debe invocar t ener lo que es tán en peligro de perd er. no pa sa lo mi smo cuando
necesidade s biológica s, como la p ropia existencia d e la nación, o prin- t ra ra de incremen tar lo que se tiene : los hombres pueden conver-
cipiOS mora le s , como la justicia, antes que al poder. No existe o tro modo tir es to en una meta , pero si f racasan no expe rimentan la se nsación
para q ue una nación pued a ob tener el fe rvor y la voluntad de sacrifica rse, de habe r su frido una injus ticia por pa rte de sus opone ntes . s
e lementos s in lo s que ninguna política exterior puede sortear la prueba
fina l, la d e la fuerza. En tanto una nación lleva adelante una politica de statu quo, tam-
Esta s son las fuerzas psicologica.s q ue inso slayableme ntc generan bién está tratando de conse rvar el poder que ha adquirido: esto le evita
las ideolo gías de las polfticas internacionales y las transforman en armas tener que lidiar con el rese nt imiento de o t ras naciones. El fenóme no
en la luc ha por el poder dentro del esce nario internaciona l. Una nació n se produce es pecialmente cuando la preservación del statu quo no es
c u ya política exterior cuente con la.s convicciones intc k c tuales y los suscept ible d e a taque moral o legal y cuando el poder d e la nac ión ha
valo res mo ra les de su pueblo ha b rá consegu ido una ventaja apreciable trad ic iona lmente para el mantenimien to d e l statu q uo.
sobre un r iva l que no haya logrado bases similares o . al menos, simu· SUiza, Dmama rca. Noruega o Suecia no necesita n dudar para d e finir
la rlti s . Las u.leo logías . al igual , son instrumentos que pueden levanta r sus polít icas exterio res en términos del mante nimiento del statu q uo ,
una mo ral nacional y, por consiguien te , cJ pode río de es a nación: por ya que él generalmente e s reco noc ido co mo legit imo . En cambio. a o tras
eso mismo t ambié n puede dism in ui r la mora l d e la nación r ival. El d cci· naciones. co rno Ingla terra , Francia, Yugoslavia, Checo slovaquia o Ku-
sivo apo rte que implicaro n los Ca to rce Puntos d e Wood row Wllson para mania , quic:nes durante la mayo r parte del período entre ambas gue·
l:l v icto ria de los dura nte la p rime ra guerra mundial al conso- rras m undi::tlcs desarro llaron políticas de statu quo, no les bast:1ría
lidar s u m o ral y. simultáneamente, deb ilit ar la de la s potencias centra- co n manifes ta r sencilla mente que s us políticas exte riores procuraban la
re p resenta un e jemplo clásico d e la importa n ia que reviste el fac to r d efensa d e s u s posesione>. Dado q ue la legitimidad del statu quo d e
moral en el terreno de la polít ica inte rnacio na l.4 era y fuera de esas naciones, es taban obligad as a invo-
car Ideales capaces de e nfrentar ese desafío. La paz y e l dere-
cho mternacio na l fueron los principios que cumplieron co n ese propósito .
Ambo s so n especialmente dicaces para hacer las veces de
' Acerca de.l p roblema de la mo ral nac1onal, véase el apartado correspondiente S Demóstenes, Por la libertad de los Rodtos, secc1ones 10 y 11.
en c apitulo 9
120 La política internacional como lucha por el poder

ideologias útiles a las políticas de s tatu quo. Al modificar e l statu quo,


las políticas de tipo imperialista con frec ucnc;ia llevan a la guerra y en
[ /..a ideologla t:tl las polltíca.s iutcmncumalcs 121

ldeologias del imperialismo


todos los casos deben tener en cuenta esta posibllldad; por e l contrar io,
una política exterior que se propone e l pacifismo como objetivo cs. por
lo tanto, antiimpcrialista y está al servicio del mantenimiento del s ta tu Cualquier política de tipo imperialista e n todo'
quo. Al proclamar en ténninos pacifistas los objet ivos de una política ideologia, puesto que, a dircrencia de lo que ocurre <.u n l:a'
de s tatu qua, el jefe de estado es tigmatiza como trafica ntes de gu erra de statu quo. a l imperialismo siempre se le exige q ue cargue con la
a sus rivales imperialis tas, sanea su propia conciencia y la de sus con· responsabilidad de aportar la prueba. Debe pro har que d s ta tu quo qm;
tiudadanos de escrúpulos morales y se ubica en situación de contar con procura des truir rea lmente merece ser y que el mural
el apoyo de las naciones que estén· interesadas en e l mant enimiento {que muchos confunden con la realida d tal como es) debe un
del statu quo.• más alto principio de moralidad en e l que se apoye la ex1gc nc m de
El derecho internacional dese mpeña una función ideológica similar una nueva dis tribución del poder. " Motivos de seguridad o vcngan7.a,
ante la política de statu quo. El derecho e n general -y el internacional de honor o de fervor, de derecho o de conve niencia que ju!lotifiquc n
especialmente- es e n principio una fuerza social estática. Consolida una cualquier guerra pueden encon t rarse inmediatame nt e en la jurbrru-
determinada distribución del poder y brinda parámetros y procesos dencia de los conquistadores", ha esc rito Gibbon.•
para indagar y mantenerlo en situaciones concretas. Mediante un Aunque las ideologías caracterís ticas de l imperialismo e m p lean con-
legislativo muy desarrollado, que incluye decisiones judiciales y la Im- ceptos legales, no pueden recurrir a l derecho internacional positiVO, es
posición del derecho, el derecho interno posibilita adaptaciones e tn· decir al derecho internaciona l tal como existe en la actualidad. Tal como
cluso grandes cambios en la distribución global del poder. Al no contar lo he,mos señalado, la indole es tática del derec ho internacional lo ha ce
con un sistema que permita tales cambios, no sólo primaria s ino esen· un aliado natural del statu qua. A s u vez, la (ndole diná mica del impe-
cialmcnte, el derec ho internacional configura, como veremos más _ade· rialismo necesita ideologías dinám icas. Sólo la doctr-ina del derec ho na-
lante, una fuer.ta estática.7 Por lo tanto, la invocación al "orden baJO la tural, es decir, el derecho tal c omo debe ser, se ajus ta a las neccs1dades
ley" o a "procesos legales ordinarios" de parte del de recho internacional ideológicas del imperialismo. Frente a las injus ticias del derec ho interna-
c uando procura apoyo para una determinada política exterior, s iempre cional tal como existe simbolizado en el s tatu quo , el imperialismo invo-
revela el encubrimiento ideológico de una política de statu quo. Más
\
cará un derec ho superior que s í satis faga las exigenc ias de la Ue
particularntente , cuando se establece una organización internacional ese modo la Alemania nazi sustentó sus reclamos de que se rc vasara e l
como la Liga de las Naciones con el fin de mantener un statu quo de_te• - statu quo del Tratado de Vcrsalles. la primera invocación luc a l pnn·
minado, apoyar a es ta institución equivale a apoyar ese dctermma- cipio de igualdad que, según Ale mania , habia violado por el refc·
do sta tu quo. . _. rido Tratado. La demanda de colonias, por ejemplo, de las que e l Tra·
E l uso de estas ideologías le galistas a los efectos de las tado había privado a Alemania , y el reclamo de que se rcvbasc n las
polí ticas de s tatu quo se ha generalizado d esde fines de la_ pnme ra clá usulas sobre desarme unilateral , también se bas aban en el mis-
guerra mundial. Si bien es cierto que las alianzas tan de mo principio.
épocas anterio res no han desaparecido, el hecho es que tienden a t rans· Cuando una política de tipo imperialista no se orien ta contra un
formarse en "acuerdos regionales" en e l marco de organizaciones legales s tatu qua en particular producido por a lguna guerra perdida, ... inu que
globales. El "mante nimiento del s tatu quo" lleva al "mantenimiento de surge de un vario de poder tentador para cualquie r conquis ta , lac; idco-
la paz y la seguridad inte rnacionales". estados que tengan mte res Jogí;:¡ s morales que co nvie r ten a la conq uista e n un manda to ine vi t ;lblc
en el mantenimiento del statu qua proveeran a la d e fensa de sus ocupan e l de l llamado a l de rec ho na t ural jus to c ontra un de rech o
ses comunes contra de terminada amenaza, rio mediante una "santa ahan- pos itivo injusto. Entonces conquis tar pueblos débiles se conviert e e n
za" s ino a través de un "sistema d e seguridad colectiva" o d_e . un ." tra- " la tarea del hombre b lanc o' ' . como " la misión nacio nal" , c omo " el
tado de asistencia mutua". Dado que frecuentemente las modthcacaones tino manifiL"sto''. cuma una sa grada" u como un " d e be r
del s tatu quo se realizan a expensas de las naciones pequeñas, la de- cris tiano". Espccialrnc nt c el impc ria lbmo colu n1al ha ocuhado a
lensa de los d erechos de éstas (Bég1ca. 1914; Fmland1a y Poloma, 1939) m e nudo tras frases it1eológic as del tipo bendic iones de la civ iliza ·
pasa a ser, en condiciones adecuadas, otra ideología de la polít1ca ción occidental", bendiciones que d ebían llevadas por lo s conquis-
de s tatu quo. tado res a las razas de co lor de la tierra. La ideo logía c ncu -
bicna tras la noción de "zona de en el ma-
• Acerca de la reciente transformación de la ideología de la pu:, . los
d os Ultime s apartados de este m1s mo capitulo, en el apartado 1 The Decltne and FaU o} lhe Roman Empire. The Modern Ltbrary Ed1llon ,
de na m oral de la guerra" y e n el capitulo 17 del apartado Amb¡guedad de 1a Leen · vol. 2, pá¡¡ . 1235.
racac16n tecntJ1ó¡p ca'' .
1 vétie el captLulo 26.
122 lA pollticll como lucha po r e:/ poder LA lus pulilicas internacio nales J2l

nif icsta todas las connotaciones de una mis ió n humanitaria. Toda vez La ju s tilicación práctica y el enc ubrim iento del imperialismo más
que una filosofía política se mantiene con el fervor de una fe rcllgioS<l gcncralizadamcntc empleado ha s ido siempre la ideologfa del anlllm-
y cntrn en contacto con una polític a de corte int(K:rialis ta, e nto nces se perialismo.10 El hec ho de que haya si<.lo tan gcncralizadamente empleada
convie rte e n un eficaz instrumento de cnc ubrlmic nto ideológico. El im· se debe ;__¡ que e s la más eficaz d e las ideologías del imperialism o. Según
perinlismo árabe e n s u periodo c•pansivo se s us tentó, a los electos de la a firmación de Hucy Long, el fascismo habrá de llegar a Uni-
la j us tificación, e n el c umplimie nto de un d eber religioso. El imperia- dos ba jo la forma de anti fascismo. del mismo modo que el ampcna lao;mo
lismo napoleó nico devastó a Europa tras el lema " libertad, igualdad, se presenta en muc hos paises ba jo la form a de antiimpcrialismo.
frat ernidad" . E l imperialismo ruso, particularmente e n su s apetencias e n 191 4 como en 1939 ambos bandos fue r on a la gue rra para comballr
por Constantinopla y los Da rdanclos . rec u rrió s ucesiva y s imultáneamente el imperia lis mo de la o tra parle. Alemania se lanzó contra la Unión So-
a la fe o rtodo xa, al paneslavismo, a la r evolución mundial y a la clclen- vié tica e n 1941 con el fin d e contener las apetencias imper ia li stas rus,¡¡s.
sa conlra el a sedio capitalista . A partir del fin de la segunda guerra mundial, las políticas exteriores
En los tiempos modernos, fundame ntalmente bajo la influencia de norteamericana . inglesa y soviética han c ncon lrado justificación en Jos
las filosofías sociales de Darwin y Spenccr, las ideologías imperialis tas o bje tivos imperia lis tas de o tras nacíoncs. Al presentar la propia poHtica
se han volcado al arsenal de los argume ntos biológicos. Trasladada a la exterlvr como antiimpcrialista -sostenedora y protec tora del statu
polltica internacional, la idea d e la s upervivencia del más apto ve en quo--, se deja a l pueblo esa buen a conciencia y esa con fianza en la j us·
la supremacía militar de una nación fue rte sobre otra más débil un licia de la propia causa , factor sin el que ningún pueblo podría apoyar
fenómeno perfectamente natural que ordena a la última ser la presa la po lítica ex terior de su país de todo corazón y, eventualmente, luchar
de la prime ra. Según esta filosofía, contrariada a la naturaleza que el exitosamente po r ella. Simultá neamente, se puede llegar a conJundir al
fuerte no ejerc iera dominio sobre el débil o que el débil intentara equi- enemigo q ue, s in una adecuada preparación ideo lógica, es pos ible que
pararse al fue rt e. La nación fuert e tiene todo el derecho _a "un lugar a brigue dudas sobre la porción de justicia que le asiste.
bajo el sol " porque es "la sal de la tierra". Esto lo descubnó el famoso Los reclamos econó micos que pla n tean las naciones del "Tercer
sociólogo alemán Werner Sombart durante la primera mundial Mundo" conlicncn un fuerte elemento ideológico . La responsabilidad
c u ando sostuvo que el " hé roe" alemán de b(a vencer necesanamente al por las angus tias económica s de muc has de pa..:iones, que deben
"tendero'' inglés. Que las razas infe riores de ben servir a las do- ser atribuidas a una amplia variedad de razones tales como pobreza
miné\ntes es una ley natural a la que sólo oponerse .vtllanos Y na tural , polít ica s económ icas ir racionales. corrupción o incompctcncaa,
tontos; la esclavitud y el exte rminio son el desttno de lo.s es típicamente llevada ante la puerta de las naciones desarro lla das,
E l comunism o, e l fascismo, e l nazismo y el impenah smo Ja ponés r icas e indus triales. Un hecho o bst inado e inquictnte otorga un cariz
han dado un giro r evolucionario a estas ideo logía s biológic_as. Merced de plausibilidad a la noción de confron tación entre el Norte y el Sur:
al engaño y la violencia. las naciones que la nat.uraleza para la ex trema diferencia t:ntre los es tá ndares de vida de las naciones indus-
que fu eran los amos de la. tierra s?n mantcmdas en trializadas y los de las dd Tercer Mundo. De esa supuesta r espon sabili-
naciones de menor jcrarqUia. Los v1gorosos pero pobres dad causal se deriva la responsabilidad mor;,.l de hacer cambios por los
son mantenidos al margen de las riq uc1.as de la tierra por los .n eos males p reviamente inrtigidos y para con tribuir a una futu ra distr ibu-
pero dccadc:nl es " poseedores". Alcn lada s por sus idea les, las nac10.nes ción m ás equitat iva de la riqucz¡. mundia l. El caso m ás no1orio e n este
proletarias deben enfrentar a las naciones que d.clicn- aspecto es la des igual dis lribución de alime nto, que e xceso y gula
den su dinero. La ideo logía de la subrcpoblac10n cnc..:ontro en las naciones induslrializadas, y desnutrición c rónica e ancl uso ham·
eco e n Alema nia , Italia y Japón aBies de la segunda mundiaL
alemanes e r an un ··pueblo si n es pacio" y no pod1an consegui r _u n rr.osa recibieron en un periodo de cuarenta años un porcentaje de crecimiento de
e spac io para viv 1r" se ext inguirü.,n y si no lograban de la población menor que el experimentado por la población japonesa. E n Jo que
Uene que ver con la tmpor tancl& económica d e las colonias pan tas m etrópohs.
primas morirían . Con variaciones de la m1s ma .'?cologaa la.s cUras vuelven a ser elocuente.s para los casos de Alemania e H••.h a. Dentro del
bién fue u sada por llalia y Japón para JUSIIficar su s poh llcas cxpa nsiO· conjunto total de importaciones Y exportaciones alemanas durante 1913, el porcen-
bje correspondiente a las colonias IICKó al 0 .5 •,, _ En 1933 1a.s Importaciones de las
nistas y encubrir su s objetivos in1pena lls1as.' coloma.s i talianas slrnitlcaron el 1,6 •:, del to tal de las im portaciones y las e xpor-
taciones a ellas constituyeron el 7.2 del conjunto de las e xportaciones italian as y
, La mdole exchlSlvamenLe ideológica de las exlgencnLs dedcolontas debe tenerse en cuenta que una parte sustancial de es te duto está compuesto
d t 1 per iodo de entre ambas por pacte e A1cman a. por mutcrlal bélico. Tan solo a Japón le sl¡nificar on un baslión econó mico 1m por-

t=
aergurnento de la p restón de la lantc; en 1914 el inte rcambio comercial con ellas llegó a casi el 25 •,, del comercio
total (23,1 •.-. ele la.s importaciones totales. 22 '•• d e lu e xportaciones totales) _ Véase
clara'!'ente y en t914 contaban Royal lnstitute of lnterna.Uonal Atrairs, The Colonial Problem. Oxford University
millones de habitantes. de Press, Londres, Nueva York, Toronto, 1937, e n especial pág. 281.
10 Una variante de la ideolc &ia del antiimperiahsmo es la ldoologia d e la poll-
dom.tnación, la contra el poder- SegUn esta ldeologia. las demás naciones onenlan s us poHtlcas
de Eritrea tenia aproximadamente 400 ttallan06 e n lu Corea y f'or- en pos de aspiraciones de poder, en tanto lu. p rupia nación, al margen de motivos
rtas más apropaadas pa ra ltl cololllzaCJón Las colonias Japonesas tan mezquinos, Jlevn adelante objelivos totalmente ideales.
124 La políttca internacional como lucllu. por el poder
La ideologla en la.s políticas 125
brunas en muchos países del Te rcer Mundo. Sin embargo, tanto el
nexo causal como el moral entre la abundancia e n el mundo industrial de elevar el estánda r de vida de las naciones no industrializadas y po-
Y las necesidade.s del Tercer Mundo pueden ser susceptibles de un bres rt lo anc ho del mundo se su stenta en la relación que se presume
seno c ucstlonamJento. en tre las y el alto cslándar de vida de las primeras y
A lo largo de la historia, la humanidad ha mostrado drásticas dife· el b ¿lJO estándar de v1da de las úlc imas . Sin e mbargo , la suposición dL·
n•ncias en. los estándares de vida de los distintos grupos. Lo que carac· una re lación s imple y causal de es te lipa es un mito. Los colonialistas.
tenza la Sltuacaón actual es la conciencia que de esas diferencias tienen impcrialis ras y capitalistas cumple n aquí el papel de demonios rcspon·
los privilegiados y los desfavorecidos debido a las modernas tecnologías sables de todos los males del subdesarrollo. En verdad esos males tienen
de l_a comunicación. Esa conciencia coincide con el auge del principio múl.lip!es causas , {; nt rc las c uales el colonialismo, e l imperialismo o el
de Igualdad, tanto en oportunidades cuanto en condición, en todo el capitalismo son, a lo sumo, una de ellas.
mundo. De ahí las aspiraciones de los desfavorecidos en el sentido de La e rrad icación de las desigualdades e n el aprovisionamie nto de ali-
estrechar la brecha entre los ricos y los pobres, y e l embarazo moral ment os es, entonces, no .!i:Ólo -ni siquiera primariamente- una cuestión
de los ricos rrente a tales aspiraciones. de tec nología agrícola y gene ros idad colectiva. s ino de interés político
Es innecesario señalar que esas aspiraciones y el concomitante cm· Y .voluntad. La perpetuación de la pobreza. de la que la insuficiencia de
barazo moral -ambos imposibles de satisfacer o paliar a escala mun- allmt"nto es una man ifestación impresionante, es, en muchas sociedades,
dial- son ampliamente usados como jus tificaciones ideológicas y racio- no ot ro desafortunado accidt.·nle que debe ser remediado con ¡·erormas
nalizaciones de objetivos políticos específicos al servicio de intereses sino rcsul.tado de deliberadas opciones socia les,
nacionales concretos. Esos objetivos están naturalmente dirigidos hacia Y poht1cas. S1 se qu1ere librar a l mundo del hambre, antes se debe
cambios en el statu quo a expensas de los ricos y en favor de los pobres. a esas Sociedades d e las estructuras que causan el hambre. Esto
Conscientes de que existe una extrema desigualdad , y persuad idos del signtfJca reformas radicales si no revo lución. Si las élitcs políticas del
principio moral que la condena, los ricos se encuentran en una obvia Tercer Mu.ndo están dispuestas a seguir su propia retórica es materia
controvertible.
desventaja para definir y promowr sus propios intereses; deben hacerlo
con mala conciencia y no demasiado convencidos de la justicia de su Así, los términos en que el llamado con rlicto Nort e-Sur es sostemdo
caso. Frente a las demandas de igualdad econó:nica, se encuentran en entre las ricas Y las pobres del mundo en buena m edida cncu·
una débil posición moral, similar a la que en 1938 se encontraron las bren Y al m1smo tiempo justifican el conflicto e ntre las n aciones tradicio.
democracias occidentales cuando debieron afrontar el reclamo alemán poderosas. Y. las nuevas naciones políticame nte dé biles. cuyo
de una parte de Checoslovaquia, reclamo hecho en nombre del principio P.r.mclpal Y n ·a l ObJe tivo consiste exactamen te en una nuc,,a distribu-
moral de la autodeterminación. CIOJl dd poder.
El argumento moral en favor de la equiparación de los estándares
de vida en todo el mundo aparece como una aplicación especial del ar-
gumento gene ral de apoyo de la ayuda humanitaria a las naciones en Ideologías ambiguas
infortunio. Estados Unidos ha esta obligación en la teoría y
en la práctica. Sin embargo. la situación que proporciona una justilica· la ideología del antiimper ialismo surge de su ambigüedad
0 serva or se.• Siente confundido al no 1 bl ·
ción moral para la ayuda humanitaria difiere fundamentalmente de la
si está fre nt e a una idc.·ologia del •riar. er es ta eccr con .l·.laridad
que clama por la equiparación de los de vida en todo el
mundo. La ayuda humanitaria se halla jus tificada por una súbita catás· prt:"s ión po lítica del sta tu quo. Esa so una ex·
trofe natural, cuyas consecue ncias serían muy difíciles de sobrellevar una. no es formu lada pa r a res ondcr ae p Slc":"pre que
polll u.:•'· por lo que puede ser usada r 1 un tipo particular de
por parte del país afectado con sus solos recursos. Las difere ncias a
quo como por los nd a lides dd impc riali sm:OT o;. d e l s tatu
escala mundial en los estándares de vida son el resultado de un com· larmentc l' O el transcurso ele los siglos XVtt¡ r: ICI,ona y p a rticu-
piejo de factores naturales, culturales, económicos y políticos. La ínter·
t•mplcadu como un arma itkológica tanr IX, el de poder
vención externa puede modificar tales diferencias e n instancias especi-
ficas, pero no se puede esperar que las elimine en todo el mundo. Es
esta impos ibilidad de lograr ese cambio -aunque medie n las mejores
stat_u quo
las tic la autodc tc r mi na "6 t
por los defensores del im- e _o
na lsmo.
sostencdor:s del
nues t ra e poca,
descmpcliado un ro l an:ilogo D, del n y . as de las NaciOnes Un idas han
intenciones y la más vasta aplicación de recursos- que se supone mo- h .d . •
an 1 o unuJas a una c rcc ient"" a
. e• e com ie nzos de la gue rra f . .
r d . na s1cmprc
ralme nte obligatorio lo que, precisamente, niega la o bligación moral. El de apaciguam iento de las ldtu 1 e nd l as Ideologías de la paz,
principio del d e recho romano ultra vires nemo ob/igarur (nadie está obli· s. · . · .. Y t! a c tcnte
c.:gun lo cnlc ndJc ra WoodrO\\' Wibon 1 . : .
gado a ir más allá de su capacidad) también se aplica a las supuestas · e pnnclplo de la autode ter-
obligaciones morales.
u P.•.ua un examen mlb detallado de
La supues ta obligación moral de las naciones industrializadas y ricas equ.ll bn o de poder como ideologia" . este tema , véase capitulo 14, apa rta do " El
126 1..4 politic:a inttrnaciotral como lucha por d poder
1.4 ideologitJ en las pollticas inurnaciotlales 127
min;ición nacional justificó la liberación de las nacionc> del este y ccn·
trccuropcas del don1inio ex tranJero. Tt.-óricamente se oponía no só lo a l árabes palestinos. Porque su reclamo se basa no sólo en la margen oc·
statu quo del imperio: sino también a c ualquier clase de imperialismo, cidcntal del Jordán, si no --como se verifica en innumerables pronun -
fuera de las viejas potencias imperi ales -Alemania, Ru ciamientos de la Organización para la Liberación de Palestina (O.L.f.)-
s oa- como la de las pequeñas nac iones liberadas. Sin embargo. la li· cn todo el territorio sobre el que se ha levant ado el Es tado de Is rael.
quidación del viejo orden imperial dio origen -aún bajo el rótulo de As í, el principio de autodeterminación nacional en favor de los árabes
autodeterminación- a nuevos imperialismos. Los de Polonia Checos· palestinos se revela como un encubrimien to idt·ológico para las inva- ·
lovaquia, Rumania y Yugoslavia son tan notorios cuanto inevitables, ya riablcs aspiraciones árabes de destruir e l Estado de I srael y c stabk-cer
que . el vacío de poder dejado por la ruptura de l antiguc orden imperial un Es tado árabe e n su lugar. Cuando Francisco 1 de Francia fue con-
debta ser lle nado y para ello estaban las naciones recientemente libe· sultado por qué s ie mpre estaba en guerra contra Carlos V de Hamburgo,
radas. Tan pronto como se instalaron en el poder, se ampararon en el respondió: " Porque los dos queremos lo mismo: Italia". Reemplazando
mismo principio de para la defensa del nuevo statu Italia por Palestina, la misma respuesta podría ser dada por los líderes
quo. De este modo, e l principio de autodeterminación se convirtió en de hracl } de la O.L.P.
el arma ideológica más poderosa durante el período que transcurre Naciones Unidas tenía como objetivo conver tirse en ins trumento
entre c l fin de la primera guerra mundial hasta fines de la segunda. de China, Francia, Inglaterra, Unión Soviética y Estados Unidos, así como
Debe reconocerse que Hitler tuvo un arranque genial cuando a c udió de sus aliados, a los efectos de consolida r el statu quo que impusiera
a la propaganda para presentar el principio de autodeterminac ió n na· la victoria de esas naciones al cabo de la segunda guerra mundial. No
cional como encubrimiento y justificación de su política de expansión obstante, en los años subsiguientes la realidad demostró que ese s tatn
territorial. Us minorfas a lemanas en Checoslovaquia y Polonia, ampa· era provisorio y fue objeto de interpretaciones y eJtigencias disi-
radas bajo el lema de la autodeterminación nacional, desempeñaron en· miles P_Or parte de las distintas naciones. En consecuencia, la ideología
lances el mismo papel en l'l socavamicnlo de la existencia nacional de de L'nidas ha sido empleada por c:sas naciones en e l sentido
Checoslovaquia y Polonia al r eivindicar las nacionalidades c heca, eslo- de JUStificar sus interpretaciones particulares y encubrir sus intereses
vaca y polaca, en maniobra similar a la que antes, también amparadas reales. Todas las naciones se presentan como adalides de Naciones Uni-
bajo el mis mo lema ideológico, habían ejecutado para soca var a l im· das e invocan su Carta como sustento de las politicas que llevan ade·
perio a us tro·húngaro. Al ver vuelta contra si el arma ideológica y care- lan_te. Como estas polí ticas son cont radictorias. la invocación a Naciones
ciendo de otra ideologla que no fuera la del derecho y el orde n, los Y a su Carta se convierte en un encubrimie nto ideológico para
(undadorcs dc:l slatu quo de Versallcs se encontraron sin ntedios con sus políticas con principios de aceptación generalizada y, si-
los que defender ese statu quo. Así Austria y Checoslovaquia debieron llar el verdadero propósito de esas políticas. La
rendirse, en tanto Polonia quedó expuesta a un peligro mortal. luego amb1gue_d ad determma que esa política se convierta en un armP. para
del Acuerdo c:!c Munich, que s3t isfizo las demandas a le manas en reJa· confundn a Jos enemigos }' fo r talecer a los amigos.
c ión a Checoslovaquia, haciendo suya la ideología a le mana. el London . el momento en que terminó la segunda guerra mundial , las
Tilnes manifestó: " La autodeterminación. principio profesado en e l Tra- la paz, de la distensión y de la d.!tente, vinieron a desem-
tado de Vcr>allcs, ha sido in\'oea da por Hcrr Hitler contra s u texto es· una Siempre crecien te función rle esta clase. Debido al temor ge-
crito y es ta apelación le ha sido permitida".ll Rara vez la historia mo- QUt! suscita una eventual te rcera gue rra mundial, que se rh
derna ha brindado u n eje mplo más revelador acerca de la importancia con armas que implican la destrucción masiva, ningún
que tienen las ideologías e n la politica internacional y del electo des- goboerno está _en condocoones de esperar apoyo de su pueblo 0 de otros
concertante de una idcologia ambigua usada correctamente. !'ara s.u _extcnor Si previamente no logra convencerlos de s us
la ideología de la autodeterminación nacional tambié n desempeña 1':1tenc1ones De este modo los "congresos de la paz", "las olen-
un papel crucial e n el con flicto entre Israel y los Estados á rabes. Para Slvas de la paz .Y . las cruzadas de la paz" se han convertido en iristru·
hacer iusticia a los reclamos árabes de autodeterminación nacional, és- mentos de la propaganda durante la guerra fría. Estas
tos deben ser colocados dentro del contexto en e l que han s urgido y de mtenciones pacificas tan parecidas carecen de sentido
dentro del que se supone operan. Los reclamos árabes en favor de la relac1o n .a las políticas exteriores reales , puesto que es un hecho
au todeterminación palestina deben ser vistos en el contex to de la cons- oncont rovertoble que dada la incalculable destructividad de una guerra
oposic ión de muchos árabes a la existencia no sólo del Estado de las nacoones están obligadas a l logro de sus objetivos
Israel sino a la instalación de asentamientos judíos en el territorio de por VJas. antes que por la guerra. Por la misma razón, estas
Palest ina. En otras palabras, e l reconocimiento de Israel como Estado declar aco_o nes voenen dos papeles políticos impor tantes. En·
es incompatible con el reclamo de autodeterminación nacional de los las. pohtocas tras un telón de profesiones de pacilismo
ero tamboen procuran ganar el apoyo de los hombres de buena
luntad e n todo el mundo para estas políticas sean cuales lucren a
u Lc..ndon Timr•. 21 de setiembre de 1D38.
que se lao expone como ú nicamente dirigidas · a la preservación
128 LA politica inurnacimral como luclra por el poder
/...4 ideología las polllicas intunac io,wles 129
paz, me ta que no puede dejar de ser compartida fervorosamente por los
hombres de buena vo luntad del mundo entero. explicadas en el ex terior como ;implc b luff y alarde para con sumo in·
Similares consideraciones se aplican al poco menos que universal terno. Res ulta muv ard uo dclcrminar la real naturaleza de una políri..::a
a l desarme, especialmente en su forma "general y completa". exterior tras su ideológico, deliberado o casual. cuando
El fm de la carrera armamentista es ampliamente considerado como se recurre a las ideologías del s tatu quo. Los años posteriores a la se·
deseable en los campos humanit ario, político y económico. Pero a
partir de la experiencia de las dos últ imas décadas resulta obvio que
las condicio nes políticas del mundo hacen imposible el desarme." Cuan·
do, en vista de es te completo fracaso de todos los intentos de desarme
'
1
1
'
g unda guerra mundial ofrecen ejemplos notorios de esa dificultad a
poco se repasen las políticas exteriores de Estados Unidos y de la Unión
Soviética..
Las dus naciones expresaron los objetivos de s us respec tivas poli·
los gobiernos declaran como po lítica propia la del desarme "general ; ticas ex teriores en términos casi idénticos de ideologías del s tatu quo.
completo", en realidad están haciendo una apelación ideológica a las Tanto una como o tra nación han deciOJrado que no tienen apetencias
naciones del mundo que an helan la paz y desean desahogarse de la territoriales que traspongan las líneas de demarcación militar que fueran
carga que significa la carrera armamentista. Esta apelación sirve al establecidas por los Acuerdos de Teherán, Yalta y Postdam, y firmada>
propósito de hacer que las polfticas exteriores realmente perseguidas por los respec tivos comandantes militares a fines de la segunda guerra
sean más aceptables para las otras naciones de lo que serían desde otro mundial; que aspiran a que se instauren gobiernos democráticos en
punto de presentación. Indas partes; que todas •us políticas están animadas sólo por razones
de seguridad y de defensa nac ional; y que es el imperialismo rival -<o-
munista o capita lis ta- el que los arrastra a defenderse pese a la propia
EL PROBLEMA DEL RECONOCIMIENTO voluntnd.
. Obviamcntt: muchos norteamericanos y muchos rusos están conven-
Una de las tareas más dificiles e importantes que se le plantea al es· Cidos de que estas manifestaciones son la transparente expresión de la
tudiantc de política internacional consiste en discernir a través de estos real natu raleza de la política exterior de su país. Pero la lógica indica
encubrimientos ideológicos para comprender las fuerzas reales y los que los dos no es tar en lo justo; uno u otro deben estar
fenómenos políticos que actúan tras ellos. La importancia de este dis· cados. Puede ocurnr que la Unión Soviética interprete mal la polltica
cernimiento surge del hecho de que si no se lo logra se torna imposible extcnor de Estados Unidos o viceversa, o que los dos se interpreten
determinar correctamente la naturaleza de la política exterior con la mal mutuamente. la soluc ión de este acertijo, del que tal vez dependa
que hay que manejarse. El establecimiento de las inclinaciones imperia· el dcstmo del planeta. no debe buscarse solamente en la naturaleza de
li•tas depende de una nítida diferenciación entre el pretexto ideológico, las ideologías. sino en la totalidad de factores que determinan la política
que por lo general niega enfáticamente cualquier tendencia imperialista, de una nación. Algo más sobre este punto diremos más ade-
y los objetivos reales de las políticas que se aplican. Llegar a una 1ante.l4
correcta dife renciación es dificil por la complejidad natural que implica
devclar el verdadero significado de cualquier acción humana, más allá
del que el actor cree o simula significar. El problema se ve agravado
por otras dos dificultades que son características generales de la poHtica
internacional. Una consiste en diferenciar un alarde o un bluff tfpicos
de las políticas de pres tigio, del encubrimiento del imperia·
lismo real. J.a otra estriba en descubrir, detrás de una ideologfa de statu
quo o de imperialismo localizado, el verdadero significado de la política
que un.- nación realmente persigue.
Nos hemos referido ya a la política exterior de Guillermo 11 . la que
a través de s u lenguaje y d e otras manifestaciones daba la impresión
de se r cl::ram<·nte imperialis ta, cuando en realidad no era más que una
extraña mezcla de designios jn¡Perialis tas y fanfarronadas neuróticas.
Recíprocamente. la n a turaleza verdaderamente imperialis ta de las poli·
ticas exteriores de Hitle r y Mu ssolini sólo fue <:n forma gene·
ralizada a fines de la década dd treinta, cuando hasta en tonces eran

u Para una discusión más amplia sobre las razones del fracuo del deurme,
véase el capttulo 23.
u Véase la décima parte.
'TERCERA
PAR'fE.
El Poder N.aciona1
8
La Esencia del
Poder Nacional

¿QUE ES EL PODER NACIONAL?

Ya hemos dicho que por poder entendemos el poder del hombre sobre
las mentes y las acciones de otros hombres, fenómeno que se produce
en todas partes donde se encuentren seres humanos viviendo en con-
tacto social. Hemos hablado de "poder de una nación" o de "poder na-
cional" como si . estas expresiones se explicaran por sí mismas o por
lo que hemos dicho del poder en general. Sin embargo, mientras es
fácilmente comprensible el hecho de que los individuos busquen el po-
der, ¿cómo haremos para explicar las aspiraciones de poder en las colec-
tividades llamadas naciones? ¿Qué es una nación? ¿Qué estamos signi-
ficando cuando atribuimos a una nación aspiraciones y acciones?
Obviamente una nación no es algo empírico. Una nación como tal
no puede verse. Sólo pueden . observarse empíricamente los individuos
que pertenecen a una nación. En consecuencia, la nación es una abs-
tracción conformada por un conjunto de individuos que tienen ciertas
características en común y son esas características, precisamente, las
que los convierten en miembros de la misma nación. Además de ser
miembros de una nación, y de pensar, _sentir y actuar en · tal carácter,
el individuo también puede pertenecer a una iglesia, a una clase social
o económica, a un partido político, a una familia y, al mismo tiempo,
puede pensar, sentir y actuar de acuerdo con esos grupos de pertenencia.
Además de ser miembro de todos esos grupos sociales, también es un
ser humano puro y simple, y capaz, por lo tanto, de pensar, sentir y
actuar, según su condición humana. Sin embargo, cuando hablamos en
términos empíricos acerca del poder o de la política exterior de ciertas
naciones, sólo queremos significar el poder o la política exterior de cier-
tos individuos que pertenecen a la misma uación. Como apuntó Marcel
Proust: "La vida de las naciones simplemer.te repite, en gran escala, las
vidas de sus células compopentes y quier sea incapaz de entender el
t34 El poder nacional LA esencia dd poder nacional 135

misterio, las reacciones, las leyes que determinan los movimientos de cilac10n, campañas electorales, clubes deporlivos y sociales y fra terni·
los individuos, nunca podrá aspirar a decir algo que valga la pena acerca dades s irven paré\ este propósito.
de las luchas entre las naciones". Por lo tanlo, la mayoría de los individuos llega a ser incapaz de
Pero esto plantea otra dificultad. El poder o la política exte rior satisfacer su deseo de poder dentro de la propia comunidad. En ella
de Estados Unidos no son, por supuesto, el poder y la política exterior de únicamente un pequeño grupo ejerce el poder permanentemenle sobre
todos Jos individuos que pertenecen a la nación llamada Estados Unidos la mayoría, s in estar sometido a las amplias limitaciones que otros po-
de Nortcamérica. El hecho de que Estados Unidos haya surgido de la drían imponerle. La gran masa de población se halla más propensa a
•egunda guerra mundial como la nación más poderosa del mundo nn ser el sujeto pasivo del poder que su ejeculanle y, como no es posible
afectó el poder de la gran masa de individuos norteamericanos. Sin em· que esta gran masa satisfaga sus apetencias de poder dentro del con·
bargo, afectó el poder de quienes administran las relaciones internacio- texto de la nación , entonces la comun idad deriva sus aspiraciones insa-
nales norteamericanas y, e n especial, la de quienes representan a la tisfechas hacia el le rreno internacional, donde le es posible e ncontrar
nación en el escenario internacional. Para lograr sus intereses interna- una satisfacción vicaria al aplicar el mecanismo de identificarse con el
cionales, en tanto actúa como organización legal llamada Estado, la aparato de poder de la nación. Cuando el ciudadano
nación c uenta con agentes que se desempeñan como representantes de piensa en el poder de su nación, debe sentir lo m1smo en cuanto a satis-
la nación en negociac iones internacionales, hablan en su nombre, de· facción que lo experimentado por el ciudadano romano cuando se
finen sus objetivos, seleccionan los medios para cumplirlos y procuran identificaba con Roma y todo sn poderío, se n sación que, al compararse
mantener, incrementar y mostrar su poder. Es a estos individuos - los con u n extranjero, lo llevaba a decir Civis Ronranus sunr . Al tener con-
'JUe actúan como representantes de su nación en el escenario interna· ciencia de pertenecer a una nación muy poderosa, con capacidad indus-
cional y emplean el poder con vistas a lograr los objetivos polfticos del trial y riqueza sin rival, nos embarga un sentimiento de h alago ,Y orgullo.
país que representan- a quienes nos referimos cuando hablamos en tér· Viene a ser comu si todos, no en forma individual sino como parte de
minos empíricos drl poder y de la política internacional de una nac1ón. la colectividad, la nación, fuéramos los poseedores y los conlroladores
¿Cómo es posible, entonces, que la gran masa de individuos de una de ese enorme poder. El poder que nuestros represcnlantes ejercen en
nadón, cuyo poder individual no tiene relación alguna con las_ alt_erna· el escenario internacional se transforma en el nuestro y las frustraciones
tivas del poder nacional, se identifiquen con el poder y la políuca mter· que experimentamos de nl ro de la comunidad nacional son compensadas
nacional de su país hasta llegar a sentirlos como propios y ser capaces por el deleite vicario del poder de la nación.
de expresarlos con una emotividad tal que en _mucho supenor Estas tendencias psicológicas, que operan a nivel de miembros
a la que pueden experimentar por las prop1as asp1rac1ones personales individuales de la nación, encuentran apoyo en reglas de conducta y en
por el poder? En torno a esta pregunta gira prácticamente toda la pro- insliluciones de la propia sociedad. Esla limita las aspiraciones indivi·
blemática del nacionalismo moderno. Mientras en otras épocas el grupo duales al poder denlro de la comunidad nacional y escarnece con oprobio
-con cuyas aspiraciones de poder se identificaba el individu<>- estaba ciertas manifestaciones de poder encaminadas al engrandecimiento per·
conformado por los lazos de sangre, por vínculos religiosos o la sonal. Pero alienta y glorifica las tendenc ias de las grandes masas de
lealtad de Jos vasallos hacia su señor feudal, en nuestra época la tden· población, fruslradas en sus tendencias hacia el poder individual, hacia
la identificación con la lucha por el poder de la nación e n el campo
tificación con el poder o la política de la nación ha superado amplia·
internacional. El poder perseguido por individuos para su propio pro-
mente y eclipsado esas antiguas identificaciones. ¿Cómo puede ser ex· vecho se considera como un mal que sólo puede ser tolerado dentro de
plicado el fenómeno del nacionalismo moderno? ciertos limites y en ciertas manifestaciones. Por el contrario, el poder
En nuestro examen de las ideologías de la política exterior vimos <ncnbierto Iras las id<!ologias y perseguido en r.ombre y en beneficio de
que para ciertos individuos las aspiraciones de de otros se hacen la nación se transforma en un bien que todos los ciudadanos deben
acreedoras al estigma de inmoralidad. Esta pos1c1ón encuentra una de procura r . Los símbolos nacionales, especialmente si hacen referencia a
sus raíces en la necesidad de la probable víctima de los poderosos de las fuerzas armadas y a las relaciones con otras naciones, son instru·
c!efcnder su libertad contra esa amenaza, mientras que otra debe bus- mcntos de esa identificación de los individuos con el poder de la nación.
carse en Ja necesidad de la comunidad global de controlar y neulralizar La ética y las de sociedad tienden a hacer atractiva esa
Jas ambiciones individuales por el poder. A estos efectos, la identificación al dispensar recompensas y amenazar con castigos.
ha urdido un entramado de normas de conducta y mecantsmos mst1tu· Oc ahí que no sea por accidente que cicrlos grupos d e la población
cionales que controlan las vías de acceso al poder. Estas Y. me· >can los más milita nles sostenedores de las aspiraciones nacionales de
canismos llevan el pode r hacia canales secundanos que ev1tan pel.'g:ros poder en el campo internacional, mientras que otros se niegan a tener·
a la socit-dad y que bien pueden debilitar o s upnm1r la de nada que ver con esas pretensiones. Estos grupos son el primer objetivo
poder. El derecho, la ética, l<:s costumbres, innumerables mstttuc1ones del poder de los otros y están cu idadosamente privados de las vías de
sociales con su s respectivos mecanis mos, tales como exámenes de capa· desahogo para sus propbs aspil aciones o se los coloca al frente de la
136 E l podt!r nOcional La esencia del poder nacional 137

más inscg':l ra de que disponga la comunidad nacional. Las participació n en aquella guerra de la mayorfa de los trabajadores en
clases medias baJas: tales como los o ficini sta s, aunque también el grueso todos los países beligerantes demostró la ident ificación de prác ticamenh:
de las clases t rabaJadoras,• son las que e n especial se identifican pm· toda la población con el pode r y las políticas de sus respectivas naciones.
con_las a spiraciones nacionales de poder. O también - y aquí
PI CJcmpl':l es el pro leta riado revolucionario durante el apogeo
del marx1smo, particularmente en Europa- pueden no ide n tificarse en Repliegue del nacionalismo: apariencia y realidad
absoluto con las aspiraciones nacionales. E n Ei tad os Unidos este último
ha experimentado poco interés en la política nacional, en tanto Con el advenimiento de la segunda guerra mundial se observó una cierta
e l pnmcro de ellos siempre le ha dispensado una gran importancia. retrogradación de ese máximun de identificación de que fue testigo la
Es aqui. entonces. donde se debe n buscar las raíces del nacionalismo primera conflagración mundial. Ese retroceso tuvo lugar tanto en la
moderno así como la exp licació n de la creciente ferocidad con la que se cima como en la base de la pirámide social. Por una parte, pequeños
llevan a cabo las políticas exteriores en los tiempos modernos. La cada pero activos grupos de intelectuales, politicos y jefes militares profas-
vez mayor inseguridad de los individuos en las sociedades occidentales cistas en Inglaterra y Francia se negaron a identificarse con sus paises
especialmente en los es tratos sociales más bajos, y la atomización ge: y, en ciertos casos, prefirieron identificarse con el enemigo nacional.
neral de las sociedades occidentales ha incrementado enormemente Los líderes que adoptaron esos caminos se sentfan inseguros en sus po-
la frus tración de las manifestaciones individuales de poder. Esto, a su siciones de poder, especialmente en vista de la política inicial y de la
vez, ha dado origen a un incrementado des eo de identificación compen- debilidad mtlitar de sus países; sólo el enemigo parecía capaz de asegu-
sa toria en las aspiraciones nacionales y colectivas de poder . Este incre- rarles posiciones de predominio en la pirámide social. Po r otra parte,
mento ha sido ta nto cuantitativo como cualitativo. los comunistas franceses, debido a sus vínculos con Francia y con la
Unión Soviética, no pudieron ide ntificar se totalmente con s u p atria hasta
después del ataque de Alemania a Rusia. circunstancia que colocó a
ambas naciones --Francia y Rus ia- en un mismo b ando. El ataque
LAS RAICES DEL NACIONALISMO MODERNO alemán a Francia por s í solo no s irvió para llevarlos a una activa opo-

Hasta las guerl'3s napoleónicas sólo muy pequeños grupos de población


sición al invasor. Pero el ataque alemán a la Unión Soviética convirtió 1
en a liados a Francia y a la Unión Soviética en u na causa común y per·
se idcntiricaban con las políticas ex teriores .d e s us respec tivas naciones. mitió que los comunistas fra nceses se opusieran a Jos alemanes inva·
En verdad . las políticas exteriores no eran políticas nacionales sino po- sores por considerarlos comunes enemigos de Francia y la Unión So-
líticas dinásticas y la identificación se o rie ntaba hacia el poder y las viética. La identificación de los comunistas franceses con las pollticas
políticas de l monarca indi vidual antes que hacia e l poder y las políticas nac iona les francesas fue proclamada por encima de la identidad de esas
de la colec tividad o de la nación. Como lo señaló Goethe en un politicas con las politicas e intereses rusos. Esta fidelidad comunista
s ignifica tivo de su autobiografía: "Todos nos preocupábatnos por Fede· a los intereses y las politicas extranjeras, que se sobrepone a los inte-
rico (e l Grande), pero ¿quien se preocupaba por Prusia?" reses nacionales, fue un fenómeno universal que com o tal significó un
" Estas sociedades (científicas). escribió Thomas Jefferson a John desafío a la cohesión del Es tado naciona l y a su propia existencia.'
Holl ins el 19 de febrero de 1809, están siempre en paz, aunque sus países La desintegración de la solidaridad nacional no necesariamente
estén e n guerra . Al igual que la república de las le tras, constituyen una puede considerarse como un repliegue del sentimiento nacionalista ya ·
gran fra te rnidad que comprende toda la tierra, y su correspondencia no que, en realidad, se trata de un desplazamiento de lea ltades desde la que
es interr umpida por ninguna nación civilizada" se experimenta hacia el país de or igen hasta la que privilegia a otro. De
Con las gue rras napoleónicas comenzó d período de las polit1cac este modo, el comunista francés se transformó en un naciona lis ta ruso
exterio res na ciona lis tas y las guerras de e sta índole, es decir. la iden- que sostenía la politica de la Unión Soviética. Lo nuevo en este nacio-
tificación de las grandes masas de ciudadanos con el poder nacional y nalismo es su inconsistencia, puesto que al reclamar la identificación
las políticas dejando atrás la identifica c ión con los in terese< extranjera niega el derecho de otras naciones a la lea ltad de sus ciu-
dinásticos. Talleyra!'d señalaba ese cambio cuando le dijo al zar Ale· dadanos.
jandro en 1808: " El Rhin , los Alpes y Los Pirineos son conqui stas de Testimonia también la fortaleza de la solidaridad nacional, que a
Francia". Has ta antes de la p r ime ra guerra mundial no se podía dis tin- pesar de ese desplazamiento de la lealtad de la propia nación hacia o tra ,
guir claramente hasta qué punto los partidos socialistas europeos se lo que es fuente de un vasto movimie nto político ha probado ser un
ide ntificabnn con el poder y la poli tic'\ de sus n aciones. Pero la completa interludio cfimcro. Somos testigos de un renacimien to de la solidaridad
naciona l en los gobierno5 y movimientos comunistas. los que en dile·

' Véase tambiofn ti capitulo 30.


131 El pod., ,.,cional Ú1 uencia del poder "acional 139

rentes grados han comenzado a colocar sus respectivos intereses nacic> lizadas, creadas con el propósito de convertir en realidad los
nales por encima de los intereses de la Unión Soviética. El monolítico comunes de las naciones del mundo, han sido atrapadas por la nvahdad
movimiento comunista mundial, dirigido por y al servicia de la Unión nacionalista al servicio de intereses nacionales rivales.•
Soviética, ha sido rt..-emplazado por un "policentrismo", en el que las
lealtades e intereses nacionales se sobreponen a las afinidades de filoso·
tia política. Inseguridad personal desintecraelón social
Sin embargo, las consecuencias de la segunda guerra mundial pro-
vocaron un genuino retroceso del nacionalismo bajo la forma de un moví·

La intensidad cmocionál con que un individuo se identifica con su nación
miento hacia la unificación de Europa occidental. Este movimiento logró se encuentra en relación inversa a la estabilidad de las distintas partes
varios avances concretos en los terrenos de las organizaciones supranacio- o grupos de la sociedad, la que se refleja en el sentido de seguridad de
nales: la Comunidad Europea del carbón y el acero, el Mercado Común sus miembros. Cuanto más grande sea el sentido de seguridad de una
Europeo y el Euratom (Comunidad Europea de Energia Atómica).' Dos ex- sociedad y sus diversos sectores, menores serán las ocasiones en que se
periencias han dado nacimiento al movimiento en pro de la unidad euro- presenten los impulsos colectivos del nacionalismo y viceversa.) Las
pea: la destrucción provocada por la segunda guerra mundial y la de- guerras revolucionarias de Francia en la última década del siglo XVIII y
clinación politica, militar y económica de Europa en los años subsi- las guerras de liberación contra Napoleón desde 1812 hasta 1815 son los
guientes. Los sostenedores de este movimiento no pueden llegar con primeros ejemplos en la edad moderna de este fenómeno de inseguridad
sus experiencias a la conclusión de que por lo menos en Europa occi- en las masas, producido por la falta de estabilidad de las respectivas
dental el Estado nación sea un principio de organización politica obso- sociedades, la que se expresó en explosiones emocionales de las masas
leto que, lejos de asegurar la seguridad y el poder de sus miembros, los que se adherían a las políticas agresivas y a las guerras. En el transcur-
condena a la impotencia y los lleva a la extinción a manos de cualquiera ":' del siglo _X IX, la inestabilidad social fue profundizándose en las S<>-
de sus vecinos m's poderosos. Solamente el futuro demostrará si occadentalcs y se hizo una constante en el 5iglo xx como con-
este intenso sentimiento de seguridad, no únicamente individual sino secuencia de la ruptura de los lazos tradicionales que ataban al hombre,
también de las sociedades nacionales a las que pertenece el individuo, especialmente en el campo religioso, aunque también de los que !o
se transformará en el factor de la unificación política, militar y econó- vmculaban a las crisis del ciclo económico y a la falta de racionalidad
mica de Europa o si, por el contrario, los reducirá a la impotencia política en la VIda Y en el trabajo. La inseguridad de los respectivos grupos,
bajo la forma de un repliegue al "neutralismo" --<:s decir, a la renuncia P?r es_tos factores, halló un desahogo emocional en identitt-
a una activa política exterior --<> a la desesperación politica bajo la for- cactOnes_ nac1onahstas. Como cada vez fue siendo más inestable la socie-
ma de una más intensa identificación con las naciones individuales. dad . occtdental, el sentimiento de inseguridad fue creciendo y la as<r
La fuerza que se opone al renacimiento del nacionalismo esta dada c1ac1ón _e moc1onal con la nación, a modo de reemplazo simbólico, fue
por el creciente reconocimiento por parte de estadistas, intelectuales y cada vez más. Bajo el impacto de las guerras mundiales
expertos que ciertos problemas fundamentales planteados por las de_ las la co_n centración económica y política, del pode;
modernas tecnologías del tran•porte, de las comunicaciones y de la mtluar .Y. las cns1s econom1cas del siglo veinte alcanzó el rango de
guerra trascienden los intereses y la capacidad de resolución de cual- rehg1on secular. La lucha por el poder cobró entonces en c1 aspecto
quier nación por más poderosa que sea. El control de la energía nuclear, la form_a de un combate entre el bien y el mal. Las políticas
de la protección y restauración del medio ambiente, el suministro de se convtrlleron en m1siones sagradas. Las guerras se libraron
alimentos y materias primas son problemas de este tipo. No pueden ser como s1 fueran cruzadas, con el propósito de llevar la genuina religión
resueltos por una nación individual en competencia con otras para lo- polillca al resto del mundo.
grar una ventaja nacional. Todas las naciones, o considerable número de Esa relación entre la desintegración social, la inseguridad personal
ellas, tienen un interés común en la solución de esos problemas y ese Y la de los modernos métodos de poder nacionalistas ueden
interés debe reflejarse en políticas comunes que trasciendan los intere-· estud1arse con particular claridad en el fascismo alemán zo p
ses nacionales particulares. Mientras algunas pequeñas élites han cobra- 1
que tres elementos alcanzaron un desarrollo que se ·
do conciencia de este nuevo elemento de la política mundial y tratan en _otra parte. Las tendencias generales de la edad mod J
de llegar a un acuerdo intelectual con él, la actual conducción de las hac1a la desmtcgración fueron llevadas a sus extremos en
polfticas exteriores nacionales difícilmente ha sido afectada por él. Por ma, debido a la con¡unclon de ciertos elementos del carácter nacional,
el contrario, testimonia el constante fortalecimiento del nacionalismo,
que organizaciones tales como Naciones Unidas y sus agencias especia-
el capitulo 30, apartado "Lu acenclaa espeelallzadas de Na-
s Por supuesto que estas emociones colecU
dentro de la propia nación bajo la lorma de luJ!' pueden clesahopne
rra.o; civtlea. e revoluciones 0 cue-
140 El poder nac-ional
LA e.seucru dd poder uaciotral 141
que privilegiaban los extremos antes que las pos1caones intermedias y
la conciliación, con tres que debilitaron la estructura mania. Canalizó todas estas contra dic to rias emociones hacia una pode-
social germana y la hicieron fácil presa del arrasador fuego del nacio- rosa corrienlc de fanatismo n::u.:ionalis ta. As í el nacional-socialis mo tuc
1131-socialism<.:.
i capaz de iden tificar e n un vt.·rdadcro totalitarismo las as piraciones de
El primero de estos tres acontecimientos fue la derrota en la pri- los alemanes e n tanto individuos con los objetivos de poder de la nación
mera guerra mundial, la que coincidió con una revolución que tuvo que alemana. En ninguna otra parte de la historia moderna se ve un caso
responsabilizarse no sólo por la de valores políticos tradi· de identificación más En ninguna otra parte ha existido una
cionales e ins lituciones, sino también por la propia derrota en la guerra. esfera en la que el individ!lo persiga sus aspiraciones de poder con
Naturalmente, la revolución acarreó pérdida de poder e inseguridad en tan poco. beneficio . Tampoco vuelve a darse en el campo internacio-
cuanto a status social para quienes habían estado cerca o en la cima de nal scmc.J antc fuerza en el ímpetu emocional para convcrlir en
la jerarquía social bajo la monarquía. Simultáneamente la situación SC' dad esa Identificación.
cial de amplias ma.as de la población afectadas de igual modo Aunque la conversión de las trustracioncs individuaks en una iden-
por el impacto de la idea de que la derrota y la revolución eran el re- tificación .colectiva con la nación nunca ha s ido ni tan poderosa ni tan
sultado de malé\'olas maquinaciones de los enemigos internos y externos, comprensible como en el nacional-socialismo, esta clase de nacionalismo
cuyo objetivo era la destrucción de Alemania. Asf adquirió un amplio moderno - germano en el ejemplo que estudiamos- difiere mucho más
consenso la idea de que Alemania no sólo estaba .. rodeada" por enemi- en grado en con eJ de otras grandes potencias como pueden
gos e:ltternos, sino que además su propio cuerpo político se encontraba ser la Umón SovJéllca y Estados Unidos. En la Unión Soviética la gran
socavado por organismos hostiles e invisibles que minaban su fortaleza masa de la población no tiene ocasión de satisfacer sus expectativas de
y procuraban destruirlo. dentro de sociedad inh:rna. El trabajador promedio o el cam-
El segundo acontecimiento estuvo dado por la inflación de comien- ruso parámetros con quienes compararse y su inse-
zos de la década del veinte que proletarizó a amplios sectores de las se ve por las prácticas de la policía estatal y por
clases medias y debilitó, si no destruyó, en el amplio público los lradi· el baJo estándar v1da. También aqui el régimen totalitario proyecta
cionalcs principios morales de la honestidad y de la relación justa. A esas. mseguridades y miedos al plano internacional, donde
modo de protesta cor.tra su proletarización económica, las clases medias los md1.v1duos rusos encuentran e n la identificación con "el país más
abrazaron las más nacionalistas y antiproletarias ideologías que estaban mundo", y "la madre patria del socialismo", una satis·
disponibles. En alguna medida, los estratos más bajos de las clases me- facc10n v1cana para sus aspiraciones de poder. La convicción, aparente-
dias siempre han experimentado por lo menos, una satisfacción limitada por la experiencia his tórica, de que la nación con la que
de su superioridad sobre el proletariado. Cuando contemplaban el con· se se encuentra constantemente amenazada por los enemigos
junto de la pirámide social. siempre estaban más inclinados a mirar capllahstas para elevar sus temores perso nales e inscgu1 idadeo; en
hacia arriba que hacia abajo. Y si bien entonces no se encontraban pro- el colectivo. De este modo. los temores personales se transforman
piamente en la base de la pirámide, se encontraban inconforlablemenle en ansiedad por su nación y así la identificación coa la nació n cumplt"'
cerca de ella. De ahí sus frustraciones e inseguridad y su predisposición el doble de satisfacer ambicioncs person.r.les de poder y aliviar
hacia una identificación nacionalista. Ahora la inflación lo$ empujaba los temores tndt v1duales proyectándolos al plano internacional.
hacia abajo y la desesperada lucha por escapar de la absorción poUtica de .· En Estados u.nidos el proceso por el que el individuo se apo de ra y
la masa amorfa del proletariado los llevó a encontrar un refugio seguro pode.r nacional se parece muc ho al m odelo que
en la teoría y la práctica del nacional-sociaJismo. Este les ofrecia niveles la CIV1hzac10n occ•dental durante el siglo XIX. La identificación
posibles de encarar enemigos extranjeros ante quienes era posible sen· dc:J el y la internacional de su propio pais
tirsc superio1· y conquistar. se e_n en t1p1cas frustraciones e inseguridades <te
En último término, la crisis económica de 1929 llevó a los diferentes las medias. Mas que nmguna otra sociedad la norte·
grupos sociales alemanes. por distintos caminos, a enfrentar la real está por clases medias. sector donde cualquier
o potencial pérdida de su status social, intelectual y moral y la in.egu- d1s.tmc10n de taende a ser amortiguada -es decir. solucionada-
ridad económica. Los trabajadores debieron enfrentar el real o potencial baJo el _cor:nún de l?s valores y aspiraciones de la propia
desempleo permanente. Los grupos de las clases medias que se habian clase m:d1a. Por la ad.entificación con la nació n , expresada
recupcnodo de la devastación económica de la inflación volvían a perder en térmmos de frus trac iOnes y de las clases media. . • _
lo que habían recuperado. Los industriales dcbian C'nfrentar crccienle>i cucntra tan generalizada y tiene tanto pn:dicamento en
oblieacioncs sociales y estaban obsesionados por el temor a la revolución. c_o mo la correlativa identificación del proletariado con la Unión s ·
El nacional-socialismo localizó todos estos inseguridades y hca. otro de vista, la relativa gran movilidad de la
frustraciones sobre dos enemigos del extranjero: el Tratado de Versa· para .las grandes masas de poblac ión caminos
lles y el bolcheviquismo y sus supuestos sostenedores dentro de Ale· de al socral y económico. En tiempos norma les del
pasado. estas oportunrdadcs han tendido a mantener en nivdes bajos
142 1'1 potlrr traclotral

la intensidad emocional de identificación en relación con situaciones


currc,pundic nlcs l"O la Unión Soviélica y durante el nacional-socialis-
mu gcrnmno.'
t
Sin embargo, en los últimos t ic1npos se han su!'Citado nuevos 1ac-
to como la crecien te atomización de la sociedad, la amenaza de
rcvuluc.i tm mundial. tul como en la
Comunosta. la rclauva dcsapanc1Ó11 del aillam1en1o geográfiCO y el pe·
ligro de la guerra nuclea r . Asl, en la octava década del siglo xx, las
9
frus trac imws y las ans icdactcs individuales han llevado _a gente
una m:\s intensa identificación con el poder y la polit1ca mternacaonal
de nólCÍÓn. Pero si la actual tendencia hacia una siempre creciente
inestabilidad en el plano inte rno y en el externo no llega a controlarse, t:s- Elementos del Poder Nacional
tados Unidos se encontrará en el camino hacia la participación, cada
vez más amplia, de las caracterlsticus de la c ultura moderna acaba·
da mente representadas por la Unión Soviética y la Alcmanoa nazi, es decir
a s ituaciones en las que la población será empujad• a una más comple la
e intensa identificación con la nación. Esta identific>ción. cada vez más ¿Cuáles son los elementos que hacen el poder de una nación , especial·
intensa y co mpleta, es la fuente de la ferocidad y la roMza de las poli· mente en relació n a o tras? ¿Cuáles son los elementos coflstitutivos de
tic as internacionales modernas, que representan un entrechocar de ambt· lo que llamamos poder nacional? Si queremos determinar e l pode r de
ciones. apoyndas ¡>Or vi rtu:olmente la totalidad de las poblaciones con una nación, ¿qué factores debemos tomar en consideración? Dos grupos
una dedicación y emoción sin precedentes. que en antcnores periodos f de elementos deben distinguirse: los que son estables y
histórkos súlo fue patrimonio de las doctrinas religiosas. los que están sometidos a constante cambio.

GEOGRAFIA

El factor más estable del que depende el poder de una nación es, obvia-
mente, el geográfico. El hecho de que Est ados Unidos, por ejemplo, se
encuentre separado por agua del resto de los continentes, en unas tres
mil millas hacia el este y algo más d e seis mil hacia el oeste, es una
circunstancia que configura la s ituación de este país en el escenario
mundial. Resulta más que evidente observar que la importancia de este
hecho no es la misma en la actualidad que lo que era en tiempos de
George Washington o del presidente McKinley. Pero es una falacia sos·
tener, como suele hacerse a menudo, que el pérfeccionamiento de los
transportes, de las comunicaciones y de las tecnologías bélicas ha anula·
do el efecto aislacionista que representan los oc.!anos. Por cierto que este
factor es mucho menos importante de lo que era hace cincuenta o cien
allos. pero desde la perspectiva de la posición de poder de Estados Uni·
dos aún continúa s iendo un elemento de la mayor importancia que este
país se halle alejado fisicamente del continente europeo y asiático por
grandes ma sas de agua; la difcrt'ncia tal vez pueda advertirse con mayor
claridad s i se imagina a Es tados Unidos manteniendo fronteras terre!'"-
tres con Francia, China o Rusia, por ejemplo. Dicho de otro modo, la
ubicació n geográfica de Estados Unidos s igue s iendo on te ma de constan-
le preocupación para las cancillerías de las demás naciones, a pesar de
que en la actualidad su influencia sea diferente a la de otras épocas.
Del mismo modo, el hecho de que Inglaterra se enc u entre se parada

- 1
144 El poder nGcionGI E/emen/os dd poder 145

del continente europeo por una pequeña masa de agua, el Canal de la Napoleón e Hitler, que no tenían un objetivo limitado sino que se orien·
Mancha, significó un factor que no pudieron pasar por alto Julio César, taban a la propia existencia de Rus ia como nación- tuvieron un e fecto
Guillccmo el Conquistador, Felipe 11 , Napoleón ni Hitler. Si bien mu- ; m ás bien estimulante para la resistencia rusa. En ambos casos las
chós otros factores han ido perdiendo su importancia en el transcurso partes conquistadas se volvían comparativamente pequeñas ante la in·
de los tiempos, en este caso la situación geográfica era importante hace mcnsidad de lo que quedaba por conquis tar y, por otra parte, el trabajo
dos mil años y aún continúa siéndolo ha sta el punto de que todos del conquistador, a medida que avanzaba, se tornaba cada vez más
aquellos interesados en las relaciones internacionales no pueden sos- dilicultoso, puesto que debía ir dejando guarniciones cada vez más im-
layarla en sus análisis. portantes las zonas conquistadas para que mantuvieran lineas de
Lo que ha sido dicho en relación a la posición insular de Inglaterra comunacacaón en medio de un territorio siempre hostil. Así, el verdadero
también tiene validez para Italia. La península itálica se encuentra aisla- conquastador fue la geografía: a medida que las metas propuestas se
da geográficamente del resto del continente europeo por la formación más y más, y el horizonte geográfico se volvía más y más
montañosa de los Alpes, cuyos declives caen suavemente hacia la zona allmllado, el suelo conquistado pasaba a convertirse más en una carga
norte de Italia, en tanto que la parte más escarpada da al norte. Esta que en un premio para el conquistador. A largo plazo, en vez de ser el
morfología ha resultado de la mayor importancia en la vida polilica y conquistador quien absorbiera el terreno conquistado, y en él consiguiera
militar italiana y en sus relaciones internacionales. La historia demues- las_ fuerzas necesarias para seguir adelante, era e l territorio geográfico
tra que esta particularidad geográfica ha dificultado enormemente la quaen lo aba devorando y minándole las energías.
invasión de Europa central desde Italia, mientras que ha facilitado La posibilidad de guerra nuclear ha aumentado la importancia del
la invasión de Italia desde el norte. Por lo tanto, las invasiones que debió tamaño del territorio como fuente del podtr nacional. A los efectos de
soportar Italia son mucho más numerosas que los intentos de invasión hacer creíble la amenaza nuclear, una nación requiere contar con un
por parte de Italia. Desde Anfbal, en las guerras púnicas, hasta el general territorio lo suficienteme nte amplio como para diseminar en él sus
Clark, en la segunda guerra mundial, la geografla ha determinado la centros industriales y de población, como así también sus instalaciones
estrategia politica y militar con respecto a Italia. La conjunción del amplio radio de destrucción nuclear y la
En cuanto a España, los Pirineos han cumplido una función algo relattvamente pequeña dimensión de l territorio impone una severa des·
diferente, aunque; no menos constante, en la situación internacional his- ventaja a E stados-naciones tradicionales, como Inglaterra y Francia, para
pana. Se ha dicho que Europa acaba en los Pirineos. Al dificultar el hacer crclble la amenaza nuclear. De ahí que el tamaño casi continental
acceso europeo, esta cadena montañosa se ha convertido en una barrera de sus respectivos territorios sea el que les permite a naciones como
que ha demorado el ingreso de las principales corrientes intekctuales, Estados Unidos, Unión Soviética y China desempeñar el papel de poten-
sociales y económicas, y los cambios políticos que han modahcado al Cias nucleares mayores.
resto del continente. Del mismo modo, España fue generalmente apenas . ':lo obstante, existe otro !actor que constituye al mismo tiempo una
rozada por las grandes conflagraciones políticas y militares que des- debahdad y una ventaja para la posición internacional de la Unión So-
garraron a Europa. Todas estas circunstancias, con independencaa de viética. Entre Rusia y sus vecinos occidentales no se interpone barrera
políticas continentales, han determinado en cierta medada la scgregacaon geográhca alguna, como podría su una cordillera o alguna importante
geográfica en que permanece la . . .. _ masa de agua; la campiña polaca o la de Alemania oriental forman una
Finalmente consideremos l:l ubacacaon gcograhca de la Unaon So- prolongación natural de la estepa rusa. Por lo tanto, no eltisten obstácu-
viética, país conformado por una enorme masa de tierra. equivalente los naturales que dificulten una invasión por la frontera occidental de
a la séptima parle de la superficie planetaria, y una vez y medaa mayor Esto ha implicado que desde el siglo xtv hasta el presente, la Ru-
que el territorio de Estados Unidos. Mide unas c anco mal mallas_ a_e n·as Sia blanca y la mayor parte de Rusia occidental hayan sido el esce-
desde el Estrecho de Bering hasta Kocnisbcrg (actualmente Kahmngra- nario de los constantes ataques y contraataques de las fuerzas rusas
do). la mitad d._. esa distancia desde Murmans k, en el Mar del Norte, contra sus enemigos. La ausencia de una frontera trazada por medio de
hasta Ashkabad, en la frontera norte de Irán. Scme1antes pro porc aoncs algún ac_c idente geográfico, como en los casos italiano o español, ha
se convierten en un factor de gran fortaleza que ha pcrmalldo al estado contnbuado a que las relaciones de Rusia con occidente se eslabonaran
rechazar todos los intentos de invasión. Como es un tcrntono como un _permanente conflicto. Un caso parecido, aunque asentado en
tan inn:cnso, aunque se conquiste una parte de é l _lo que queda por con- razones daferentes, está dado por la posibilidad de una frontera común
quistar es tanto que suele desanimar a quien lo . . entre Francia y Alemania en el Rhin, a la que Francia siempre ha aspi-
La pérdida de una parte considerable del terntono nacaonal s111 rado, aunque rara vez ha temdo la fortaleza suficiente como para Jo.
que . e vislumbren perspectivas rápidas de una rcconquas ta suele dis- grarla; esa frontera ha sado una constante fuente de conflictos entre
minuir d e s tado anímico dd pueblo conqui,t:Jdo. Como ya lo hemos ambas desde_ los tiempos de los romanos. En lo que tiene que
vi sto, éste es, precisamente, e l propósito político de las conquas tas nll- ver con Rusta, el mamstro de relacaones exteriores Vishinsky reconoció
litarcs. Sin e mbargo, tk es te tipo -esperia lmc:nt c las tk la trascendente importancia geográfica cuando, al ser acusado de seguir

-
t46 El poder Elemintos del poder nacional 147

una politica zarista en Jos Dardanelos, replicó: "Si un barco de guerra autosuficientc no por sus conquistas, sino merced al sistemático ham-
viene desde el Mediterráneo hacia el Mar Negro, necesariamente habrá brcamicnto y a la matanza de millones de habitantes en los ternto-
de pasar a través de Jos Dardanelos, sin tener en cuenta si el gobierno de rios conquistados.
Moscú es zarista o comunista" .1 Esa carencia en el autoabastecimiento alimentario ha sido uno de
Jos flancos permanentes de debilidad de Inglate rra y Alemania, s iWa·
ción que los enfre nta a la disyuntiva de superarla o perder la condic ión
RECURSOS NATURALES de grandes potencias. Paises como Estados Unidos, que gozan del auto-
abastecimiento, no necesitan diversHicar sus energías nacionales ni sus
pollticas exteriores de sus objetivos primarios a los efectos de que su
Otro factor de relativa estabilidad, aunque de gran influencia en el población no pase hambre en épocas de guerra. Desde el momento en
poder de una nación con respecto al de otras, está dado por los re· que tales paises se encuentran razonablemente al margen de esta preocu·
cursos naturales. pación, están en condiciones de delinear politicas con mayor fuerza de lo
que podrian hacerlo otros paise s que carecieran de esta ventaja. El auto·
abastecimiento de alimentos es, en tonces, una fuente de gran fortaleza.
Por el contrario, la constante escasez de alimentos es un elemento
generador de debilidad en materia de politica internacional. Una de las
Podemos comenzar considerando al mis elemental de Jos recursos na· mayores ilustraciones al respecto lo constituyó la India hasta el mo mento
turales: el alimento. Un país que es autosuficiente -<> esti en que la asf llamada revolución verde incrementó drásticamente su
a serlo- en materia de producción de alimentos tiene una gran venta¡a producción alimenticia. La escasez de alime nto que carac terizaba a la
sobre otra nación que no Jo es y que, por Jo tanto, debe importar Pr:c>· India era resultado de dos !actores: el incremento de la poblac1ón, que
duetos alimenticios o, de Jo contrario, sufrir el hambre. Por esta c1r· excedía los niveles posibles de producción, y la insuficiencia de las
cunstancia, el poder e incluso al propia existencia de Inglaterra -<¡u1en exportaciones que impedia solventar los gastos de importació n d e ali·
antes de la segunda guerra mundial sólo llegaba a producir el 30 49 de mcntos. Este doble déficit, que dete rminó que la presencia siempre ame-
Jos alimentos que se consumían en las Islas Britinicas- siempre de· nazante de hambrunas se convirtiera en una de las preocupaciones cen
pendió" de su capacidad para mantener abiertas las Uneas marftimas que trales del gobierno, significó una valla insalvable para todas las poli·
la unen a Jos sitios desde donde se envían las provisiones vitales para ticas exteriores que la India trató de instrumentar. La misma observa·
su supervivencia. Cada vez que esa capacidad ha sido atacada, como ción se aplica con particular én fasis a las naciones del Tercer Mundo,
sucedió en las dos guerras mundiales, en que las amenazas Y sub- que viven constante mente bajo la amenaza del hambre y la subalimenta·
marinas se convirtieron en un serio problema, el poder mglés se ha c ión. Son los así llamados basket cases, es decir aque llos que se limitan
visto afectado hasta extremos de que la propia vida de la nación pe· a esperar que la generosidad internacional los ayude a sobrevivir a la
ligr.1ba. próxima hambruna.
Por la misma razón,• aunque menos deficitaria en alimentos que La capacidad de abastecerse de alimentos -o su carencia- es un
Inglaterra, Alemania, puesta ante la necesidad de tener factor relativamente estable para edificar el poder de una nación, pero
a una guerra, debió orientar su política hacia el logro -con¡unto o mdi· a veces se ve some tido -como lo muestra e l ejemplo contemporáneo
vidual- de tres metas principales: primero, evitar el peligro de una de la India- a cambios decisivos. Pueden ocurrir modificaciones e n el
guerra prolongada mediante una victoria rápida antes de que se agotaran consumo de alime ntos como re sultante de cambios en los conceptos de
sus reservas de alimentos; segundo, la conquista de las grandes 1.onas nutrición. Pueden ocurrir modificaciones en las iécnicas de la agricul·
productoras de alimentos de Europa; tercero, la eliminación del poder tu ra que lleven a un aumento o a una disminución en la producción
marítimo de Inglaterra, que bloqueaba el acceso germano a las fuentes agrícola. Los e.jemplos más relevantes de la influencia de los cambios
de alimentos situadas en ultramar. En ninguna de las dos guerras mun· en la producción agricola sobre el poder nacional se encuentran e n la
diales Alemania pudo lograr ni el primero ni el tercero de estos ob¡ell· desaparición del Cercano Oriente y el norte de Africa como centros de
vos. Cuando, en la primera guerra mundial, consiguió el segundo ya era poder y e n el descenso de España desde el sitial de potencia mundial
demasiado tarde como para que surtiera un efecto. dec_isivo. Las al de potencia de tercer orden.
aliadas ya hablan impuesto al pueblo alemán pnvac1ones que Todos los sistemas agrícolas del Cercano Oriente y del norte d.:
minado su voluntad de resistir, elemento éste que a la postre se convullo Africa se basaban en la irrigación. Aunque es dificil probar que la de·
en factor decisivo para la victoria aliada. Durante l_a cadencia del poder de Babilo nia, Egipto y Arabia fue concomitante con
mundial, Alemania fue transformándose en una nac1ón prácticamente la desorganización de sus sistemas de irrigación, es incontrovertible que
la decadenc ia de sus sistemas agricolas tornó en inevitable la declinación
1 Citado por Denia Healey, Ampersand Lid., Looclreo, 11155, "'-· :11. de sus respectivos poderes nacionales. La desaparición del s iste ma de
1•8 El poder nacional

irrigación transformó las mejores áreas de las tierras de cultivo en de ·


sie rt os. Sólo en Egipto se conservó en alguna medida la fertilidad des-
pués de la destrucció n del sistema de irrigación gracias al aporte que
naturalmente hacia el Nilo.
En lo que tiene que ver con España, a pesar de que se sostenga
¡ Elementos del poder nacional 1•9

aluminio y níq uel , 2.' Medio siglo ant.·s, el valor del carbón habría sid"
mucho m:\s alto, ya que po r e nto nces era la fuente d e ene rgía por ex::e-
lcncia , fren te a la que compe tía n en ín fima proporción el agua Y la
madera , mientras que el petróleo no era considerado como fuente ener-
gética alternativa. lo mismo habría ocurrido con el acero, que entonces
que la fecha de su declinación es 1588. cuando sucumbe la Armada In- tampoco tenia competidores o sustitutos tales como los plásticos. Era
vencible, en realidad su ocaso político no se evidenció hasta que las la época en que Inglaterra, con su autoabastccim iento de carbón Y acero,
malas administraciones de los siglos xvu y XVIII aniquilaron vasUs áreas podía ser la ún ica potencia mund ial del siglo xrx.
de tierras cultivables por deforestación masiva. Como consecuencia, La influencia que el con trol de las mate rias primas puede llegar a
amplias regiones del norte y el centro de Espafla se convirtieron en ejercer sobre el poder nacional y sobre Jos desplazamientos de ese poder
virtuales des iertos. queda imprcsionantcmcntc demostrada en nuestros días con el caso del
uranio. Has ta hace pocos años. e l con trol o no de los yacimientos de ura·
nio era comple tamente irrelevante para el poder de una nación. El autor
Materias primas que hem os citado antes.' al esc ribir en 1936 ni <iquiera llegó a mencionar
es te mineral en su evaluación de los que tenían relación con usos mili-
Por supuesto que io que hemos dicho acerca de los alimentos también tares. La liberación de energía ató mica a partir de l átomo de uranio Y
se aplica a aquellos recursos naturales que son importantes para la el uso de esa energía para fines bé licos modificó de inmediato la real
producción industrial o. más particularmente, para la industria bélica. y potencial jera rquía de las naciones desde e l punto de vista de su poder
La importancia relativa y absoluta de los recursos naturales, bajo la relativo. Países que tienen yacimientos de uranio, como Canadá, Checos-
forma de materias primas, para el poder de una nación depende necesa- lovaquia, la Unión Soviética, la Unión Sudafricana y Estados Unidos,
riamente de la tecnología bélica practicada en un momento particular han experimentado un asct·nso en la jerarquía del poder. Otros, que ni
de la his toria. Antes de la mecanización en amplia escala de la tecnología poseen yacimientos de uranio ni tienen acceso a ese mineral. han visto
bélica, cuando la lucha cue rpo a cuerpo era la técnica preponderante, declinar S l' pode•· relativo.
lo importante eran otros factores, tales como las cualidades individuales
del soldado, antes que las materias primas con que estaban hechas sus El poder dd petróleo
armas. Durante ese período de la historia, que comprendió d esde los
albores de fos tie mpos históricos hasta el siglo xtx, los recursos natura- Desde la primera guerra mundial, el petróleo como fuente enero:éti-
les desempeñaron un papel subalterno en la determinación del poder ca ha venido siendo más y más importante para la industria y para la
de una nación . Con el incremento de la mecanización d e la tecnología guerra. La mayor parte de las armas mecánicas y vehículos funcionan
bélica, que desde la revolución industrial ha avan1.ado a un ritmo mucho a base de petróleo. En consecuencia. los paises que poseen con siderables
más rápido que en toda la historia precedente, el poder nacional se ha yacimientos de petróleo han adquirido una influencia en los asuntos in-
tornado más y más dependiente del contro l de las materias primas tanto ternacionales que en a lgunos casos debe atribuirse primaria, si no ex-
en tiempos de paz como de guerra. No es por accidente que las dos na- a esa posesión. "Una gota de petróleo --dijo Clemenceau
ciones más poderosa• de la actualidad, Estados Unidos y la Unión Sovié- durante la primera guerra mundial- bien vale lo que una gota de san-
gre de nuestros soldados". La emergencia del petróleo como materia
tica, hayan llegado prácticamente al autuabastecimiento de las materias
prima indispensable trajo un cambio en el poder relativo de las nacio-
p rimas necesarias para la moderna producción industrial y que controlen nes políticamente lideres. La Unión Sovié tica se volvió más poderosa en
al menos el acceso a las fuentes de aquéllas de las que no son productores. cuanto logró de este elemento, mientras que Japón se
En la medida que la importancia absoluta del control de las ma- volv1ó muc ho mas vulncra bk puesto que carece totalmente de vaci·
terias primas como base para el poder nacional fue aumentando en pro- micntoc petrolíferos.
porción a la mecanización de la tecno logía bélica, ciertas materias primas Además de su ubicac ión como cabeza de puente de tres continentes
fue ron , también, adquiriendo preponderancia sobre otras. Esto ha ocu el Cercano Oriente es Cl)tratégicamentc importante en razón de las cucn:
rrido siempre que los cambios fundamentales de la tecno logía han re- cas pe troleras dt: la pcninsula arábiga. Su conlrol es una cuestión de La
querido el e mpleo de matcriak"S nuevos o un aprovechamiento más in- mayor importancia c.n la disrribución del poder, pues to que quie n logre
tcn•ivo de algunos ya conocidos. En 1936, un experto en estadística es- agregarlo a s us prop1os recursos natura les di spone de una enorme fuer-
tableció un listado de los minerales básicos empleados en la producción
industrial d e material bélico asignando un valor a cada uno de ellos: car- 2 Ferdinand f'ricdensburg, Dae nuneralzschen Boden.schatze alJ: weltpohtbcM
bón. 40; petróleo, 20; acero, 15; cobre, plomu, ma nganeso y azufre, 4; cinc, ut,d F. Enke Stuttgart, 1936, pág. 175.
JSO El t1ac1onal Elem entos del nacto rral 151

za que, correlativamente, debilita la de s us rivales. Por csla razón In· tro les monopollcos 0 cuasi mo nopó licos de los gobiernos produc tores
gla lerra, Es tados Unidos y, durante algún tie mpo Franc ia, se embarcaron actuando en concie rto. Ant iguamente los consumidores podían mante -
en el Cercano Orienlc en lo que adec uadamente fue denominado como ner los precios bajos mediante acuerdos colonaalcs y control del
"la diplomac ia d el petróleo", es dec ir, en el establecimiento d e esferas consumo; ahora los productores pueden mantener los precios altos
de influencia que les daban acceso exclusivo a los yacimientos pelrolí· mediante el control de la producción. En scgundu lugar, an tiguamente
{eros de ciertas regiones. produc tores y consum idorc:, de materias primas es taban ligados por
Sin embargo, e n la ac tualidad el petróleo no es más que una de las intereses complementarios , cuyo equilibrio favorecía al consumidor.
muchas materias primas importantes para medir el poder de una na· necesidades de es te úh imo eran lim itadas e n comparación co n el nu-
ción. Ahora e s un fac tor ma terial cuya real posesión amenaza derribar me ro de produc tores potenciales y la cantidad de ma teria prima dis-
m odelos centenarios d e polllica internac io nal. El embargo petrolero im· ponible. En consecuencia , el consumidor tenía la opción de elegir e ntre
pues to por los paio;es productores en el invie rno de 1973/14, junto al varios productores a (luicn comprarle. as í como de es tablecer la can-
drástico aumento en el prec io inte rnacio nal del produc to, clarificó súbi· tidad que iba a comprar. En la actualidad. lo que antes era un mercado
lamente ciertos aspectos básicos de la política mundial que podíamos de compradores se ha transformado e n un mercado de vendedores . El
haber entendido teóricame nte, pero que se volvieron seriamente patentes consumo de materias primas se ha inc reme ntado eno rme mente, no sólo
merced al drástico cambio en las relaciones d e poder que trajeron con· en términos abso lutos -ent re 1760 y 19 13 las importaciones de a limen-
sigo las nuevas políticas d el petróleo. tos y materias primas aumentaron se tenta veces- s ino ta mbién en re-
Tradicionalme nte babia existido una relación funcional entre los lac ión a la disponibilidad de p roducció n naiUral. As í, el pet róleo se ha
poderes político, militar y económico. Lo que significa afirmar que a transro rmado en el elemento vital para Ja.s naciones indu!.tria lmcnte
través de la historia el poder polilico babia estado e n funció n del poder avanzadas. muchas de las cuales carecen complctante ntc de é l - Japón.
militar y - particularmente en los tiempos r.:cientes- del poder eco- por ejemplo-- o depende n considerablemente de su import ac ión desde
nó mico. Tómese, por ejemplo, la expansión de Europa, que más tarde o tras naciones - los países de Euro pa occide ntal, por ejemplo.
se convirtió en las zonas coloniales del hemisferio occidental, Africa Y El poder que confiere e l petróleo e s . a nte todo, resoll ad o del d esa ·
Asia. Esa expansió n se debió primariamente a la brecha tecnológica e ntre rrollo tecno lógico de las modernas naciones Quince o
los poderes colo niales y las naciones colo nizadas. Dicho de o tro modo, veinte ai'\os a trás el petróleo no confería tal poder a las naciones pro-
la conqui sta británica de la Indi a (muy inferior en efectivos militares duc toras puesto que uso como elemento vital para la indus tria era
y en much os otros aspectos d el poder nacional) fue ampliamente faci· limit ado. Cuando las que cuentan con vas tos yacimie11 tos de
litada por la mucho más elevada capacidad tecnológica británica, la que petróleo son ca paces de coope rar y coordinar polft ic as , cnmo las dc los
una vez que se transformó en poder militar no pudo ser resistida por Estados expo rtadores duran te el o toño de 1973. están e n de
loe Eslador. indios. estrangu lar a lns naciones con sumidoras y pueden im ponerles condi-
Esas relaciones d e na turaleza func ional e ntre pode r tec nológico y
ciones políticas que éstas sólo pueden negarse a aceptar a l precio de
poder económico por una parle, y poder político y poder militar por
enorme:, desajuste:, políticos, econó micos y socia les.
la otra, fueron perturbad as -hasta se podría decir destruidas- por e l
recie nte empleo del petróleo com o arma política . Muchos d e esos !::s- Un Estado que ca rece de poder en todos los demás aspec tos, que
lados productores de petróleo sólo pueden denominarse Estados e n vir· no es una fuerza mayor en términos del tradic ional, pue de eje rcer
tud de una cortesía semánt ica. Med idos en términos de recursos natu- un enorme poder - bajo c iertas condiciones has ta decisivo- sobre na-
rales, sólo c uentan con arena y petró leo. Pe ro es el petróleo p recisamente cio nes que tienen todos los alributo!) dd poder a su disposició n excepto
quien de la noche a la mañana ha hecho d e esas pequeñas parcelas uno, el petró leo. A;í, una nación como Japón, una de las principales
dibuj adas e n e l mapa, a las que llamamos Estados , Importantes v po- nacio n('S im.Justrializadas del mundo y potencia lmente una gran potencia,
derosos factores en el mundo político. En otras palabras, un Estado que es completamente dependiente del suministro exte rno de petróleo. S i
no tiene nada que hacer en la luc ha por e l poder naciona l, de repente por alguna razón las nac iones produc toras de petróleo llegaran a im-
se trans forma e n u n poderoso factor d e la política mundial porque pone r un embargo to tal a Japón, podrían destruir su estructura política,
tie ne una propiedad importante, e l petróleo. E ste es re.a lmente un hecho económica y soc ial , y si llegaran a juntar la amenaza de un e n1bargo
que tie ne una importa ncia revoluc ionaria para la m':'nd1aL total con condiciones politicas podrían imponerle su voluntad . Podrían
Dos fac tores básicos han hecho poSible en nuestra h1slona rec1en1e reduc ir al J a pón al >la lus d e >al élite, de de pendiente de los pa ises pro--
ese divorc io entre pode r político, pode r militar y poder industrial·lec- duc lores de pe tróleo. En cie rt a medida esas nacione s ya paladearon ese
nológico. En primer lugar, e l libre come rc io los p roductores pn· poder. Durante la guerra del Medio Oriente de oct ubre de 1973, o bl iga·
vados y Jos consumidores de ciertas male nas y e l control m.o no· ron a Japón y a las naciones de Eu ropa occ identa l (que só lo depe nden
polístico del comercio me diante de la importació n de pet róleo) a ado ptar ciertos pasos
por parle de lo s gobiernos con sum idores ha n s1do sus l1lu1dos po r con· polil icos que no habrían tomado pur in iciativ a prupia, pero que bajo
• 1 ls.l- n 1

152 El poder nacional

la presión de las circunstancias debieron tomar ya que de otro modo


se habrfan expuesto a la ruina política, social y económica.
No sólo e l manejo cu asi monopólico por parte de las naciones pro-
ductoras de petró leo ha provocado semejante desajuste. En el largo
r Elementos del poder traciorwl

rectamente, interru mpiendo Jos a bas tecimientos. sino tambié n


ta m cntc, mediante la colocación de los principales aliados nortcamerr-
1SJ

canus , como la República Federal Ale mana o Japón, a s us ó rdcucs . Asr.


plazo resulta más importante el control -actual o potencial- que ejer- Estados Unidos es doble mente vulnerable a l m anejo político del petró leo
cen sobre el precio del petróleo, hecho que se ha transformado en uno Y debe enfrentar c c;a doble am enaza haciéndose tan rá pida como am·
de los principales factores de inestabilidad en la economía mundial y pliarnent c po::. iblc independiente de los suminis tros externos y poniendo
en una de las p rincipales fuentes de la inflac ión . Las tendencias infla- una parte de sus rese rvas in ternas a disposición de sus aliados más
cionarias que ya es taban operando en las naciones indus trializadas deJ expuestos.
mundo se vieron enormemente agravadas por el incremento en cuatro Finalme nte, s i se es ta si tuación creada por el empleo
veces d e l precio del petróleo e n 1973 y por la duplicación adicional del político del petróleo desde un punto de vista globalizador, se advierte
prec io fuente en 1978. que c_l resultado específico de Jo que antes hemos identificado como
Es importante señalar que potencialmente esta situación es de na· la prmctpal caractcrís rica de la política mundial: el divorcio entre las
turalcza permanente. Mientras las naciones productoras de petróleo estructuras organizarivas y los procesos poll!ícos con los cuales ac-
cooperen contra las naciones consumidoras, mientras entre: aquéllas no en e l mundia l, po r una parte, y las condiciones obje·
exis ta competencia por mercados o por ventajas económicas o politicas, uvas .e n Vl.ve la humanidad , po r la otra. As í, resulta impactantc la
serán virtualmente capaces de imponer cualquier condición a las na· total que significa abandonar e l control del poder nuclear,
ciones consumidoras, t a l como lo hicieron a ra!z de la guerra de 1973. que puede destrUir a la humanidad, e n manos de E s tados nacionales
En el caso de un país como Japón. habría sido suicida rechazar tales soberanos. Lu mismo se aplica al monopolio del control del petró leo
condiciones. En el caso de otras naciones, como Estados Unidos, cuyas -que puede destruir de modo diferente (menos dramática pero ca s i tan
principales fuentes de energía S<Jn internas, habría significado una seria totalmente) la civilización de las naciones altamente indus t rializadas y
inquietud del tipo de la experimentada en 1973. Las naciones d e Europa desarrolladas- por part e de las así llamadas naciones Estado que son
occidental, por ejemplo Ale mania occidental, cuyas principales reservas so?,cranas sólo un sentido muy limitado. Los Es tados pcrte nccicnles
de petróleo proviene n del exteri9r, habría enfrentado una catástrotc si al club nuclear y los Estados productores de petró leo nunca han s ido
hubiera intentado desafiar a las nac iones de las que depende para el capaces de cump!ir las funciones para las que en primer término se
abastecimiento de petróleo. e_stablccc un gob1crno, esto cs. para proteger y pro mover la vidn. la
Si bien n o existe modo de evitar este estrangulamiento, hay modos hbertad Y la felicidad de sus ciudadanos. Su poder es esencialmente
de mitigar sus resultados. Consisten en debilitar la posición monopólica des t ruc tive.
o cuasi monopólica de las naciQnes productoras fortaleciendo la pos i-
ción de las consumidoras. últimas se dividen en dos categorias:
las que, como Japón. dependen totalmente de la importación de pe· CAPACIDAD INDUSTRIAL
trólco y para las que, por lo tanto, el acceso al petró leo extranjero es
cuestión de vida o muerte y las que. como Estados Unidos, gracias a
sus fue ntes internas de energía, pueden ser molestadas y perjudicadas. El ejemplo del u ranio demuestra . además, la importancia d e o tro factor
pero no mortalmente heridas, por el manejo politico del petróleo. Estas de poder en una nación: la capac idad indus trial. El Congo tiene vas tos
últimas están en condiciones de protegerse de las consecuencias más yacimientos de uramo de muy buena calidad. Si bien esta ci rcuns tancia
graves de tales manejos mediar.te la limitación de la importación por ha hecho aumentar el valo r de ese pais como si fuera un trofeo de
res tricción en el cons umo interno, almacenando reservas o embarcan· ."? obs tan le su importancia desde e l punto de vis ta de la cst ra·
dose en programas intensivos, según el modelo del Manhattan Projcct teg1a m1htar no ha afectado en mucho el poder del Congo en relación
para la investigación de la fis•ó n nuclear y el desarrollo de fuentes con otras nac1ones. En el país no existen plantas industriales como
c!c cncrgia alternativas. La sola exis tencia de una política de este tipo poner las de ura nio a l servicio de usos industriales 0 mi·
implica un efecto saludable para todos los involuc rados. Fortalece la htares. En e l extremo opuesto, pa ra Inglaterra. Canadá, Estados Unidos
moral d e los cons umidores de petró leo y o bliga a una pausa a los pro- para Checoslovaquia o la Unión Soviética, la posesión de
ductores. 1mpllca eno_nnc incremento del poder. En esos pa ises existen las
Tal política también s!rve como cimiento psicológico y material mdustnales o pueden ser cons truidas o pueden aprovecharse
para una segunda politica de contribución e nt re consumido res fac•lmente las país vecino, en las que el uranio puede tra nsfo r·
qut: poseen considerables fuentes internas de energía y quienes carecen marse en cncrg1a ulll tanto para la pat t:omo para lo.1 guerra.
de ellas. Es lo <·s importante p uesto que los productores d e petróleo son La situació n n:sult(l aplicable con el carbó n y e l acero.
capaces de arcclar a un consumidor como Eslados Unidos no sólo di· Estados U.mdos y la _So\'iCi ica ha n de rivado buena parte de su
poder nuc10nal de la poses1un dl.· \'ói Sta s cantidades de es tas dos m a te·
154 El poder nacional Elementos dtl poder nacional 155

rias primas porque también poseen plantas industriales capaces de sean identificadas como las grandes potencias y un cambio en el nivel
transformarlas en productos industriales. La Unión Soviética construyó indus trial, hacia arriba o hacia abajo, va acompañado o seguido por
sus plantas, y aún sigue en proceso de construirlas, con un enormt' un correspondie nte cambio en la jerarquía de poder. De ese modo, mien-
sacrificio humano y material. Si se d ispuso a realizar estos sacrificios tras Inglate rra, en cuanto nación industrial, no tuvo rival, fue la nación
fue porque advirtió que sin esas plantas industriales no podria construir más poderosa de la tierra . El ocaso politico de Francia como potencia
ni 1nantener un aparato militar que correspondiera a su polftica cx 4
con relación a Alemania auge se evidenció inequívocamente a
terio r. Sin ellas, la Unión Soviética no puede cumplir el importante papel partir de 1870 y no se detuvo pese a haber sido bloqueada tempo':"'
en la política internacional que prete nde desarrollar. namente en la década s iguiente a la prime ra guerra mund1al- obedecaó
India s igue a Estados Unidos y a la Unión Sovié tica muy de _cerca e n parte a la expresión política y militar de su retraso, el que, a su vez,
en la posesión de reservas de carbón y acero. Sólo en las provmc1as dcm?stró al resto de Europa e l predominio industrial de Alemania en el
de B ihar y Orissa las reservas de acero se estiman e n dos m1l setecientos contine nte.: e uropeo .
millones de toneladas . Por otra pa rle, la p roducció n india de manganeso, Si bien siempre fue teór-icamente una nación destinada a conver·
mineral indis pensable para la fabricac ión de l a cero, llegó. a l de tirse en gran potencia, la Unión Soviét ica sólo llegó a serlo de hecho
tone ladas en 1939, cantidad que sólo fue superada por la Umó n cuando figu ró en la lista de las principales naciones industriaJizadas
Pe ro, a pesar de esa riqueza en materias sin la que durante la década de los treinta, y se convirtió en rival de Estados Uni-
nación pue de alcanzar un primer nive l en los tiempos mode rnos, lnd1a dos como superpotencia alternativa sólo cuando, en la década de los
no puede clasificarse como nación de primer orden m puede compa· cincuenta, adquirió capacidad indus trial como para librar una guerra
rarse con E stados Unidos o la Unión Soviética. La causa de este bache nuclea r . Aná logamente, el potencial de China como gran potenc ia sólo
entre las potencialidades y las realidades del poder. que es punto llegará a concrc larsc siempre y cuando adquiera una capacidad indus·
que interesa a los e fec tos de esta serán mencionados trial semejan te. Cuando en la década de Jos cuarenta Estados Unidos se
más adelante- . es ¡3 falta de un aparato acorde con la encontraba en la cima de su poder, el Econo mist de Londres vinculaba
dancia d e m a terias primas. Mie ntras India puede Jactarse la poses1ón ese pode r a la fortaleza de la economía norteamericana del siguiente
de c ierta cantidad de ta lleres de acero, tales como 1_ndustr1as de modo:
acero Tata. una de las m á s mode rnas que existen, en pr;:;
duetos terminados, e n cambio no puede compararse m SIQUiera con En comparación con los recursos potenciales de las grandes poten·
capacidad industrial de las naciones de segundo orden ._ En 19801 poc0 c ias. aUn antes de la guerra contra Hitler, Estados Unidos ya su·
más de seis millones de indios - menos del uno por c1ento
blación to tal- trabajaban e n la industria. Vistas las reservas mdlas
materias primas -uno de los e leme ntos que hacen al
tn
_a po- en mucho a c ualquier otra nación por su fuerza material,
por su grado de indus trialización, por la cant idad de sus recursos,
por su nivel de vida y por sus índices de producc ión y consumo.
10 La guerra, que prácticamente d uplicó el ing reso nacional mientras
es ta nación d ebería ser co nside rada como una gran
bargo por el momento no llegará a serlo ya quod e carece edotarlocsanzar- que a o tras grandes potencias las arruinó o las debilitó en gran
• . ·. 1 t' mpos m ernos puc e medida, ha incrementado notablemente el nivel desde el que hoy
to res sin los que mnguna naciOn en os IC _ 'd d industrial
el rango de gran potencia. Entre esos factore•. 1a capac1 a Es tados Unidos conlcmpla avcntajadamcntc a sus congé ne res que,
es uno de los más importantes. como ratones en la c ueva del ele fante. s iguen con atcncion los m<'
La tecnología de la guerra moderna. del y de 1as coro": vimicntos del paquidermo. ¿Qué oportunidad te ndrían de salvarse
- . hecho ue el desarrollo de las mdustnas pesadas se con si (•) gigante comenzara a moverse cuando, en realidad, corren un
mcaclones ha q . . bl del poder nacional. Dado que la grave peligro s i sólo decide sentarse? •
vierta en un elemento mdiSpensa de nde de la cantidad y calidad de
victoria en las guerras _moderna_s epe os a viones , tanques, de equi- El drást ico in•rcmcnlo en la importancia de la capacidad industrial
las c_a rreteras. y rifles automá ticos a los efectos del poder nacional también ha acentuado la d istinción
pamiCnloá y y misiles dirigidos. la competencia por tradicional entre g randes y pequeñas potencias. El propio té rmino " su-
hasta m scaras . - am liamente en una competencia perpotencia'' denota la acumuladón de poder sin precedentes en manos
poder entre las__naciOnes se pmás abundantes implementos de unas pocas naciones, que las diferencian ne> sólo de las po:queñas,
por la de mayoresd d J du!.iva de las plantas industriales, sino también de las tradicionales grandes potencias. Lo qu<> diferencia
bélicos. La calidad y la capac• de los ingen ieros, el genio a las supe1 potencias de las demás naciones, además de su capacidad
el krzow-lww d e l?s
inventivo de los mves tlgadores
fac tores sobre lo s que se apoya a e
r
a la or anización empresaria son Jos
indllsÍrial de una nación
para lihrar una guer ra nuclear y absorber un ataque nuclear limitado,

• l.'conomllt, 24 de mayo d"'! J947, p8¡. 785. Reproducido con la correspondiente


o:.utorización.
y. por ende, su poder. 1 1 naciones industriales de primer orden
Por esto es mevltab e que as
w 1 Q- 1 1 1

1.56 El pt>tUr rwcioruú Elementos del poder nacional 157

e. .. 1 auiOabauecimJento industrial y su capacidad t«nológica la invasión de 1ta!ia en 1494 por parte de Carlos I 11 de Francia. Con
par.a mantenerse al margen de otras nacsones. Por el mismo mot ivo, infilntería y arullena, Carlos 111 quebró el poder de las orgullosas
u dr¡x:ndtoc13 de las naciOnes de tercer o = t o orden de las de primer ciudades-estado italianas, hasta entonces seguras t ras sus La
rango a las que llamaiTI05 superpotencias, también se ha incrementado irresistible capactdad d tntctiva de e Las nuevas técni-
drhucarnente El poder de las primer.u a vc:ccs depeo.d e exce· cas Mhcas dejó u na in deleble impres1ón sobre lo contempo neos , a l-
01vamente de la buena •-oluntad de las segundas para el aproviSIOna· gunos de los cuales la rerleJaron en su escrito • tal como
núento de arrn;u modernas e implementos de las comunicaciones Y el y a lgunos otros escntores florentmo de la poca.5
transporte rnoderoo5 Sm abastecimiento, muchas de ellas se \ enan El s1glo \'Cinte ha sido testigo de cuatro innovaciones m .. res en
dnvahdas en la conlrontación con un enemigo as! aprovisionado. la técnica de la guer ra, las q ue o cor g ron o.l menos una ,·enta ja tem-
poraria a quienes se anticiparon a usar las o bien la emplearon ante
de que sus enemigos pudieran resguarda r e . Primero, el subma rino fu e
inicialmen te empleado en la pnmern guerra mund ial por Ale1nania con-
APR ESTOS MILrT ARES t ra la armada britanica , en lo q ue pare ió un disposith o cap:rz. de
dec1d1r la guerra hasta que I nglater ra encontró u na respu :,la p:lra a
factores geográficos, los recursos naturales y la capacidad indus trial a.mcnaza. Segundo, el tanque fue empleado en gran número y concen-
"'n importantes en lo que hace al poderío de una nación merced a la tra 10n por los mglescs, pero no por los alemanes, en la etapa final d e
preparación militar. La <L.-pendencia del poder nacional con resp«to a la primera guerra mundial, lo que significó un::t de las cartas d e triu n fo
la capacidad m ili tar es lo sufi ientemente obvia _c omo para que de los aliados. Te rcero, la coordina ió n estrat gica y táctica de In fuerza
dei'Jla!loada elaboración. La preparación m il itar requiere un establect· aérea con las fuerzas navales y de tierra cont r ibuyó en gran 1nedida
m 1en to mtlllar ca paz de apoyar la política exterior que se implementa. a la superioridad germana y japonesa du rante las fases iniciales de la
Ta l ca pacidad p r oviene de u n cierto número de •.entre los. cuales segunda gue rra mu ndial. Pcarl Harbor y las desastrosas derrotas q ue
w: des a can, desde el punto de vista de nuest ra d t.Scustón, la tnnova· británicos y holandeses experimentaron a manos de \os japoneses por tie-
ciones ecnológicas, el hdera2go y la canudad y calidad de las fu erzas rra y mar en 1941 y fu eron sancion es que se deb ier on pagar por
'rrr.zdas. el retraso tecno lógico ante un enem igo más progresista. Si se r elee el
somb rio panorama de las derrotas b r itá nicas que Churchill expuso ante
el Pa rla mento en la sesión sec re ta del 23 de abril de \942,• impresJOn:l el
Tecnología hecho de que . todas esas tie rra, y aire co¡:1o
comun Ucnomtnador el descUido o la 1nco mprcns tón d e los ca mbios q ue
A menudo e l destino de las n aciones y de las civili1.acione ha estado hab ía in troducido la fuerza aérea e n la tecno logía bé lica . Finalmente ,
de c rminado por u n desequilibrio en la tec no logía que la pa: te las naciones que c uentan con armas nuclcarc.;; y los med ios para d es-
vencida no supo rompensar de o t ros modos. En su pertodo expans tvo cargarlas tienen una enorme ventaja tecnológica sob re s us com pe ti-
entre e1 s iglo xv y el X IX, Euro pa b asó poder en una técnica d e uerra d ores.
•uperio: a la d<l t>..cm isferio oriental. Africa y el Cercano )' LeJano Sin embar go. la disponibilidad d e armas nucleares también resulta
O riente . La introd ucción de la infante ría , las a rmas de y l_a a rlt· en dos extraordinar ias paradojas. ya m encionadas. Las mismas der ivan
Hería en el arsenal tradicional d e lo s siglos XIV y xv s1gmf1co un 1mpor· d e su enorme ca pacidad de de trucció n . En virtud de esa d est ruc tividad
tante ca mbio en la dis tribución del poder en favo r de qutcnes us_aban un in remcnto cuantitativo del arsenal nu clear , en contraste con
e\la s armas y e n per juicio de quienes carecían de ellas. Los senorcs armas convenc ionales, no necesa riamente s ignifica un correspondiente
feudales y las c iudades independient es, q u e fren te a las . nuevas arma s tncremen to d el poder nacional. As i, cuando una nación posee todas las
dwd 1eron segui r confiando e n la caba ller ía y en los casullos, has ta ese nucleares nccesanas para des truir a todos los enemigos en su
momen 0 habían sido prác ti camente inexpugnables frente los ataq ues to madas todas las tales como golpear primero a\
dir ec os; pero de pronto se vieron des plazados en su pos•c•on de prl'· r ncmtgo, nuevas no inc re1nentan el poder d e esa nación.7
pondcran cia. La otra paradoJa rad1ca en la relación in versa que ex is te ent re el
hechos ilustran dramáticamen te este cambio del poder que grado de des tr ucc tó n de la s armas nucleares y s u e mpleo racional. Las
polit 1ca y militarmen te mar ca el fin de la Edad Media y e l com•enzo a rmas n ucle:lrcs son m s tr umc ntos d e indisc rimina da d est rucción ma-
d e una nueva era h is tórica . Primero, e n las b a tallas Morgarten , e n
131 5, y Laupen. en 1339, ejérc itos de infan tería s uiza d esas· s relevazmento de Fehx Cilbert, "Mach1avel h : The Renaissance of tbe
Art <.f War en Makus of. :\fodem St rat ep-y. ed1lado por Ed"A·ard Mead Earle Prin-
trosas d errotas a la caballeria feuda l, as• que soldados Unt\·ersity Press. Prmceto n , 1944. p4gs. 8 y 9. '
r ecl utados e nt re e l romún de l pueblo s upe nores a Yo k W¡n:n6stoná Chur chzll's Secr et SesSJon Speeches, Simon and Shuste r Nueva
r . '" . P g. 53 y s zgulcn tes '
e 1é rc 1to de costosos y aristocráticos so ldados ecu est res. E l segundo e > 1
Véase ca phulo 11, apartado "Control armame ntista en 1a era nuclear'
1.58 El poder "acional
Flemtrrtos del poder rutaOtUJJ J
slvn y, por Jo ranlo, no puede n emplead a s para propós itos m iltta res
ionr.Jcs Pueden c mplcar.!i.c para disuadir de una guerra me diante la el alto mando francés continuaba pen•ando en una guerra de tri"'hera1,
a r-ncnn1..a d e la d est rucción total, pero n o pueden usarse para lib ra r una como la q ue habla s ido caracterlsti en 1914. Por ot ra parte, el •lw
guerra de modo racional. Una nac ión armada tan só lo con mando alemá n, comple tamen te conscie n te de laJ potencialldadeo de
oblie nc muy pequeño pode r polí t ico de s u posición m ilitar, guerra mecani1..ada, planeaba cam par aJ en ttrmmos de una m..ovi--
ya que ca rece de o rr·os medios que no sea n los mtlitarcs -es decir, la lidacl sin preced entes. La con fro nra c rón d e e•Las dm conu:pcioneo, no
tunc na.t...l. con la d es l rucció n nuclear- para impone r s u volu nt ad so b re sólo e n Fra ncia síno también en Polonia y la Unoón Sovoét íca, demostró
o tra 11::!. 1 n. una s uperioridad ral de la "bllllkroe¡¡" germana q ue llevó a
i una nJ e ión cuenta con capacidad de con lraarnq ue nuclear, amc- cerca la víctoria final El s hock intclcLtual y la dcv.ostac ión mi-
n:n.nn't co n la d cst ru ción to to l c omo rcprc alia, por lo que la amenaz.'l lit ar Y polit rca q ue ca usa ro n In cmbcst rdn d e Ja) d1vhione' panJ..er de
Y lo On l r.:t a m e na za se anularán recíproca m e n te o llevarán a la destruc- llor lcr Y los bomb.trde ros en picada whre la c" b"llcd.. ""'""" en 1939,
ción mu tua ele los beligera ntes. Si la nació n a mc naz...'lda no t ie ne capa · Y sobre el inmóvrl ejérci to francés en 1940 , ma uguraron un nu,.vo pe·
idud no 1'ar de u na d es t rucción to ta l o se rendirá : fodo. en la milrt ar, an Jogo a l m iciado por V I 11 J.a
in ondi ío na lme nr e. co mo hi1..o Japón e n 1945, luego de Hir·os hima y a ft ._d w e n 1494. Pe ro. m ic nt r..a' Jos E s ta d o' 1talrano 'J no tu-
N.•gas:lkl. Oi ho d e o t ro m odo, la nación co n capacidad puede vic ,-o n h.:.c j._, dond e re troced er para r e hacer s u f o r en la
bo r r ar d e Ja raz d e la tierra, p:1rtc por parte, ci udad ciudad, a una gue rr? mu nd bl la oupcriorid ad tccnológoca d e E•tado' n rdo• y la
no i ó n 110 nu lca r , pero no p ued e adaptar s ut ilmen te e l grad o de presión deJ po1cncia l humano sovré t ico d e rc rm inarun que las pro.
nnlltar a u ado con tra e l grado d e resis te ncia ps icológica del o po · pras rnnovacroncs de H itler Jo lleva ra n a Ja
nc nt c . La carc n ra d e a rrna.s con vencionales , única s s usceptibles de
mc ,a ntc_., a daplacfones. y la exclusiva conrianza e n las nucle..1 r·cs h:tn1n
que la na Ión M'a me nos poder osa q u e co nl ara co n una combinación Cantid a d y calida d d e Fuerzas Arm a d as
de a rma m c uto nu lc;.tr para la d houasión y un arsena l d e arma_., co n vcn-
cion alc_., pa ra los propósitos habi t:Jalcs de la guerra t rad•· En t_érminos mrl irares, e l pod e r d e una n ..1<. ió.a también depende de la
io na l. La paradOJa COII \ ÍS i c , pues , en que p a r.J po de r e mplear el cantrclad d': hombr·cs y a rm..as d e que d1s po nga , y d e .su
arrna m cnlu nucl ear se d c hc reducrr s u ren di m iento a aproxi· cn 1rc las d tferen tcs ra m.a s d e la mrl11nr. Una na.c rón pu de
rua d o s a l dd arrnarne n to convenc ro nal. co n un buen COflJU rrl o d e mnovac10nc, tecno logrca.s u \ lfc.Jcr e
sobre'lialir e n e l maneJO d e la e1 t ra tcga._. y de las tá.c
lt a.' pa ra .los .técnica5 de la KU ·rra . S m e mbargo, e sa
nac ró n puede :.cr milita r y polrr tcame n te débi l SI no t ie ne una estruc-
tu ra rn rlll ar qu ·. e n ltt ruc rut global d e sus y en la f uer.t.a de
Adc m ::i ..; del e mpleo ocasio na l de las mnovac 10ncs tcc no log icas, la cu a- ca_d a Lura de o;; u-. parl c<i, lo poderosa co mo para
ltdod d e lllh:ralgo m illl íu fri.l c ¡c r c td o una inrluc ncia dccbiva phr con que le sean req ue nda.!!o . Para .!i.Cr fu erte · una nac aón
so bre el po d er nacional. EJ J>oder d e Pr us ia duran te e l !:ligio XV III co n- d e be co n un gra n cjérc ilo o su pod ·r r 5 1, por lo
a nt · todu , e u la proyc ción del ta lc nlo militar d e Federico e l m erlO\ .l' n ltCIIIJ')O:. d_c p:•L. 1icnc p ·qucfia, u n idade!t C!tf>C ia i1Lada.J
G r ::111d c y c u innuvacione!t cs lra tégr ::t-!t y lt'"t tr a s que int roduci r. m uy b1c11 y arma das? ¿ Lo, d e gra n co¡¡cala M:
E l .u--re d e la g u crr·a M! 111ot1 rr • ó Mt\ la ncia lrnc nl c e nt re la muc tt c de o po rravio rrcs aún c ump le n una runctón úrill
d G randt•, e n 17H6. y la ba la lla d e J ena , d o nde Nnpulc(m d e be \Cr c s t r uc rura milit a r q ue upoyc a u na nac1(m
l nryÓ nJ c jc rCÍ IU prUSI:_H lO, q ue era ta n cf rt ic nfc y t all [UCIIC lOIIIO Ju en a \ U 'i rc<..u r,oo¡¡ Y com p rombo'? ¿E, út ll para e l pod e r de
lt:1t-ua "do ve m le a n te •. Pe ro, lo que e t a J:d1a ha una n a,c ró n en inte ns iva pr odu ción d e artc rac t O!t a é reos
L ll ' u ' líd c rl'' el IJI'n io rnrl11 ::u y, ante c:n c n ua, volvran a ldua r Y o t rd.o¡ nll;.ts c u t rc mpo s d e pa.t o d e be d ·o;. tina r \U.!Jo r ecur\oJ
h .Jt a Jia, d e Fed e rico e l Gra nde. E n c:unb1o, c..· n el olro ba ndo a. la Y J'H oducció n d e lunira da, d e m c 1'ores
Jwbta un l'í 111u mrlll .u al f1e nt c. Ull gcmo q ue e mpleaba 1dc.J' nuc v.J' tipo s d e
cu ::hpc y r:ic ti<.os. E'rc fa c tor volcó la __ la correc ta u incorrc ta, que una nación
1
e l" I .JVOI th O llll UL' ._. '-='US lu rnbma ha b rá d e inc id ir d irectamente
1...::• a <.. t ituJ P' Íl(J iúuka rr ue p r et.lur 11inó c rt el ..alt u II HHJdo <k el·n, .su_Podcr nacinrw l. ; una nueva arma , t.o m o la ;:u t íllc r ía a Jm cs
la L.írrca M it (lhlíl l dur ._m le el r ·dud o que III Cdra e iii Je <e 1u xv el r1
cntramb , : ., -
0 los
','o c u Ja r : un
·
c ra mundta l, d avión e n
n aw u f1a lc' 'e ha orr vertulu en urr huc n ejem plo d e .· r as rnl e rcontrnent a lcs cu da<Js
tég icu c.lc h ·l.tu u ... u . Mu; nt• ,,, la ' h.:•u.k ud a :. cJ • la tCcnicn u ricnl aban ec a<. ar una guc J ra ? Rc,p lh'!> l:h equiv<><:a da, a de la\ pre •
pur CIIIOIILe\ 11 Jr. p1oha hdidad d e 1111a UliCtl a d e IIIUVÍrmcniO, po r pa.rtc t.Jc C, ran B r c t ar1a y Fran<.ia c 11 el Pe r íu"do e ntre
g u..: rr muncllalcs uua de pode r en té t minos de
1 1
1 ' 1 '

loO Fl pod t"t H fl roual Elemenlo s dtl poder 161

t.oncc pctOnes militares t radicio n ale s. Pero esos e r rores las llevaron :\rea de poco menos de tres millones de millas cuadradas , una población
ni bor le de In derrota final durante In segunda guerra mundial , cuya de aproximadamente quince millo nes de habitan tes, micnlras Canadá,
te n ic:t militar n ."qucrfn res p ues tas di feren tes a esns preguntas. De la en una superficie de tres miHo nes y m edio de m illas cu adradas, u ene
C'al idnd d e la s resp u es tas que demos a ésas, y a s imilares, p regun tas aproximadamente veinticuatro millo nes y med io de h ab itantes. Po r o t ra
d epende e n In ac tualidad el pode r futuro de Est ados Unidos en relación parte, Es tados Unidos, con una s upe rficie entre la de los dos países
co n o tras n aciones . m e ncionados. tie ne una población d e 234 millo n es, es decir, unas quince
veces más que Aus tralia y diez veces m á s que Canadá . Co n la po blación
d e Australia o Canadá, Estad os Unidos nunca habrla pod ido llegnr a
ser la nación más poderosa de la tierra. Las o las de inm igr ació n masiva
POBLACION que llegaron durante el s iglo xtx y primeras d os décadas d el s iglo xx
le aportaron a Estados Unidos ese e lemento de pode r nacional. Si la
Cuando pasamos d e los eleme ntos m a te riale.s , y d e los combinados con Ley de Inmigració n de 1942, que redu ce el ingreso de inmigrantes a
elemen tos humanos y materiales, a los factores pu ramente humanos que 150.000 personas por año, se hubiera promulgado cien o c incu enta año s
determinan e l poder d e una nadón , es preciso distinguir entre campo· ant es , Es tados Unidos habría perdido treinta y seis o vein tisiete millones
n c ntcs c u alitativos y componentes cuantitativos. Mie ntras los de h abi tantes res pec tivam ente, y ellos y sus d escendientes n o sería n
p ri meros figuran e l carác ter nacion al, la moral Y. las hoy ciudadanos norteamericanos.
diplomá t icas y de gobierno en general, en cambto ulumos reqUJeren En 1824, la pob lación de Es tados Unidos llegaba a unos once mi·
ser e n té rminos d el tama ño de la poblac ión. llones. En 1874 había llegado a 44 millones, y en 1924 a 114 millo nes.
La p articipación d e la inmigración en ese aumento durante es te s igto fue
d e un treint a por ciento y se acercó al c uarenta por cien to e n e l lapso
Distribución comprendido entre 1880 y 1910. Dich o de o tro modo. e l aumento m ás
espectacular de la població n norteame ricana coincid e con los picos
Por supues to que seria erróneo afirmar que la absolutos y rela tivos de inmigración. La inmigración irrcstric ta a partir
poblnc ió n más grand e habrá de ser el poder de un pa1s. esa 1rreal de 1824, y más part icula rmente entre 1974 y 1924. es la causa principal
correlac ión e ntre el tamaño d e la població n y poder n acmnal luese de la abundancia de mano de obra que ta nto ha significado p ara Estados
cierta, te ndriamos que Ch ina, con s u población estimada e.n más de Un idos ya sea en tiempos de paz como de guerra . Sin esa inmigrac ión
m illo nes d e habitantes,• es la nación más poderosa de la uerra , es improbable que la población de Es tados Unidos llegara a m ás de la
por India con sus aproximada m ente 730 millones . La Umón Sovletlca, m itad de lo que actualmente es. En l:Onsccu cn cia, el pod er nacional de
con 272 millones. y E s tados Unidos, con 234 m•llones, vendrian en tercer Es tados Unidos sería infe rior al que le confie ren ho y 243 m illo n es
y cu arto lug ar respectivamente . Aunque no sea correcto con stderar Pf" de personas.
deroso a un país porque s u p o blación es más que la may?r a Dado que el tamaño de la población es uno de los fac to res de poder
de Jas o tra s naciones, no deja de ser cierto que país sobre el que se apoya el poder nacional, y dado que e l poder d e una
a ser una pot encia de primer orden st su poblac 1ó n no es de las ";,, s nació n siempre se es tablece en relación con el pode r d e o tras,
ulosas de la tierra. Sin una poblac ión populosa resulta 1mpos1 e
0 relativo de la población de los diferentes países que compite n po r e l
y mante ne r en funcionamiento las plant as industria les
y, espccia.l mcnte, el índice relativo de s u crecim iento requieren
rias :tra u na exitosa conducción d e la guerra m ode rna . no se •
cu odadosa atcnctón. Un país cu ya població n sea inferior a la de su
en e l campo de batalla vastos contingentes para que
co_mpct idor verá con p reocupación la declinació n d el índice d e creci-
tier ra aire )' mar ni tampoco es posible s ubveni r a las es dce
' d· d t porte y de comumcact n, miento de su población. sobre todo s i el d e su competidor t iende a
las !r? pas imperialis tas estimula n aumentar. más rápidamen te . E sa fue la s ituación de Francia con respecto
mum wncs y . .. . 1 hicieron la Alemania nazi y la aA lc mama e ntre 1870 y 1940. Durante ese pe ríodo, la poblac ió n de Fran·
el crecimie nto de la pob lac 10n - a s• o . . . to como pretexto ideo· aumentó en cuatro millo nes . en tanto Alemania r egistró un c reci-
I talia fa scista- para ese creclmlf:n
logico d e la expansió n impena lls ta . r m iento de veinti s iete millones. En la Europa de 1800. de cada s ie te euro-
La co m arnció n entre Jas poblaciones de Es.tados Unidos. Aus!ra •a. peos uno era fran cés, pero en 1930 la proporció n había dis minuido a un
Canadá clar idad acerca de la rel aCIÓn entre d tamano de por trece . europeos. En 1940 Alem a nia t enía a s u dispos i·
ia po b lación ) el poder n ac iona l. H oy en día Au s tra lia u enc , e n un CIÓn cerca d e qumce m 1llo nes de h o mbres para e l servicio m ilitar mie n -
tras que Francia sólo contaba con c inco millo nes. '
5e Indique lo contrario) han sido
1 T as las Cifras de población Bureau Report de mediados Por o tra parte, desd e su unificación en 1870, Alemania ha conside·
8
4 ct!"seuembre de 1983. pt¡. 49.
tomadas dde rad o, con p reocupa c ión y s iempre con respeto las c ifras d e la pobJa.
aeJumo e ,: ·
162 El podu uacioual / . lc:tt/ j' //10\ dd pode r /IUCI O IIaf l6J

ció n ruta, que s iempre se ha n caracterizado por un mayor crecimiento


que las a lema nas. Observando esta realidad tal como se prese ntaba al
co mie nzo de la primera guerra mundia l, Alemania pudo llegar a pensar Tendencias
q u e dcmográficamente el tiempo jugaba a favor de Rusia; mientras ta nto
Francia pensaba lo mi smo con respecto a Alemania; por su parte Ru sia Po r lo que J c decir, resulta obvia la importancia de la pre-
y Austria suponían , por razones ya seña la das. que la dilación del con· dicción de las tendencias demográficas para la detcrminacion de c ual·
flic to fa vorecería a l cont rario.' Todos los pro tagonistas, exce pto quier futura distnbuc ió n del poder. Aunque los demás factores pcrma·
te rra, tenían razones para p referir que la guerra fu era e n 1914 y no nezcan estables, un considerable descenso de la ma no de obra e n una
un pacifico acuerdo que no pod ían considerar como ddinitivo, sino nación, por ejemplo, le significará un descenso correlativo e n el po der
solamente corno un respiro antes del inevitable ajuste de cuentas. nacional. Por e l contrario, un aumen to s us tancia l de la mano de obra
Los cambios en la dist ribución del poder e ntre los países euro- puede im pl icar un fo rtalecimiento del poder nacio nal. A fines ctc l s iglo
peos en la historia reciente ha n sido enérgicame nte duplicados por tos xrx Inglaterra era la única potencia mundia l; te nía entonces una po·
cambios en la población; así la e me rgencia de Estados Unidos como blació n de unos 400 mi11oncs dl' habitanh:s, cit ra que representaba la
la potencia cen tral d e occid ente, e n ree mplazo de Europa central y occi- cuarta parte de la poblac ió n mundial. En 1946 se acercó a los 550 mi·
dental , puede seguirse en las cifras de población de los respectivos pai- !Iones. Si se t1enc en cue nta que po r ento nces la población de la 1ndia
ses. En 1870, ta nto la población de Francia como la de Alemania eran ' e c ..timaba en 400 de habit a ntes , ci ft as re velan la enorme
mayores que la de E stados Unidos. Sin embargo, en 1940 la población pcrd1da de poder naciona l - e n el aspec to demog ráfico- que exper i-
de Estados Unidos se habla incrementado en 100 millones mientras que m e nto In como co nsec uencin de la indcpcm.lcncia india .
el aumento de las poblaciones de Francia y Alema nia juntas sólo habla el punlu de vis ta de la població n , la posición de
Unidos continua co nsiderable fort aleza e n comparació n con
alcanzado a 31 millones en el mismo período.
Euro pa ot..ci dcntal, puesto que es ta Ultima ha rea lizado pcqucilos
Resulta obvio entonces que una nació n no puede alcanzar una po- aumento' en este ca mpo. Pe ro en comp;wac io n con la s tendenc ias de-
sición de predominio sin una población lo suficien temente amplia como de la posición de Un idos mue stra
pa ra crear y a plicar los elementos materiales del poder nacional. Por un rumbo hacia el de terioro . Latinoamerica el mayor índice de
otra parte, sólo en los tie mpos recientes se h a vue lto evidente que una inc remento de població n e ntre todas las regiones mayores del mundo.
población demasiado grande también puede ejercer una influencia drás- En 1900 su po blación podía cn unos y tres millones
ti cament e negat iva sobre el poder n acional. E sto ha ocurrido en las de habitan te s cont ra los y cinco millo nl.'S de Estados Unidos.
naciones a sí llamadas subdesarrolladas, como India y Egipto, cuyas La población de Argeutina , por tomar un eje m plo individual, e ntre 19 14
poblacion es han a umentado cons iderableme nte, en virtud de una dccli· y 1965 llegó a poco más que duplicarse - y en la aciUalidad se sitúa e n
nació n de los índices de morta lida d , sin que la producción <le a umentos unos treinta mi llones de hablta ntes- , mientras que en el mismo perícr
do la població n de Estados Unidos pasó de novl.!nta y nueve a doscientos
guardara relación en el creci miento demográfico. Estos países deben
treinta y cuat ro millones de habitantes.
e nfrentarse continuament e a la amenaza del hamb re Y a te n er que
h ace rse cargo de grandes masas de población subalimentadas y enfer- Sin e mbargo, no a lcanza co n co nocer la s cifra s absoluta s de la po-
b la ció n t:n lo s d istintos países para dete rm inar correctamente la int luen-
mas. Tienen que d esviar sus escasos recursos, que necesitarían aphcar cia que es te fac tor e jerce sobre e l poder nac ional. La de
a l desarrollo de su poder nacional, a la a limentación y el cuidado de la una po b lac ió n por edad es tambié n un ele mento importan te en los
població n . E l tamaño de la población, lejos de ser una ventaja para c álculos de poder. Co n paridad e n todos los facto re s. una nación
e l poder nacio nal, implica en estos casos un ob stáculo s u desa- con una pob lación relat ivamente grande y máx ima capacidad de utiliza·
rrollo. Para estas naciones llevar el número de su poblaCIÓn a una re- ción e n fines militares y productivo s - aproximadamente e ntre veinte y
lación armónica con los recursos di sponibles es una necesidad, y si los cuarenta ailos- tendrá una ve ntaja en el plano del poder fren te a o t ra
recu rsos no pueden incrementarse, el control de la población es una en cuyos cuadros de població n predo minan los grupos mayores de edad.
precondición para el poder nacio nal.10 Sin embargo , debe scilalarsc q ue proyecci ones sobre tendencias
de po blació n - aun s in intcrfcrcncia de g uerr a s o catis tro fcs na turales-
es a zarosa . Las c!!o timacJOnc!!o ckmográ fic as hechas e n los años cua re nta
m ostra ba n uu c uadro pesimis ta acerca del inc re mento de la pobl ac tó n
no rteame ricana en co mparació n co n la de la Unió n Sovié tica. No tan·
te , hoy cu día la pob lac io n nor team erica na supera po r un marge n m u y
,. Véase cnpltuln 5, apartado "Cómo detectar y contrarrestar Wl& polfUca
amp lio la c ifra q ut"! t'xpc rtos ha bía n c alcula do qul! alcanzarla.
· capitulo 9, "Recursos naturales".
164 El poder nacio,al Elem eutos del poder nac1oual 165

en 1975. Inc luso en campos donde la exactitud cientmca es relativa- grandeza o modes tia rela ti vas, en suma todo lo que sou o hacen
mente alta, los cálcu los acerca del poder na ional están expues tos a un -por supuesto que no en un período determinado, bajo la mfluencia
buen margen de incertidumbre. o obstante, esa incertidumbre no incide ocasiOnal de un gran hombre, como carragmcscs baJO el gran
en la impo rtancia de las tendencias demográficas para el desarrollo del Xa':tipo o el propio Aníbal, en s u lucha por llegar a "" una g.an
pode r nacional. Tampoco disminuye el interés de los estadistas en la nac10n, a tr.Jvés de gener aciones de indi viduos, c e; con,ccucncia de
cstl! espíritu . . ."
eva luación ele las tendencias demográficas de su. propias naciones.
Como una prolongación de Augusto y su suce ores en el trono del E stas co locan a una nación aparte de las otras y tienen una
impe rio romano, en calidad de Primer Minis tro inglés, Winston Churchill gran capac1dad de amoldanuento a los cambios. Unos pocos c¡cmplo•.
vo lvió a manifes tar este tema, cuando en s u mensaje radial del 22 de tomados al azar, ilustrarán la cuestión .
mano de 1943 dijo: ¿N o es un hecho incontroverti ble - tal como Jo ha Joh n
Dewey" y muchos otros- que Kant y Hegel son ejemplos tan tfp1cos
Unn de las más sombnas preocupaciones que a quienes
avizoran el futuro inmediato en uno treinta, cuarenta o cincuenta
de la filosofía trad icional a lemana como Descartes y Vo ltairc de la ideo-
años - zona que puede observarse con mucha claridad- es el índice logra f1 ancesa , Loe ke y Burkc del pensamiento político inglés y W1lila m
desce nde nt e en el promedio de nacimient os. A menos que las ten- J ames el prop1o John Dewcy del enfoque norteame ricano de lo ' p ro-
dencias a tunles se mod ifiquen , den tro de trei nta años una pobla blemas mtclcctuales? ¿ Pued e negarse que esta. diferencias fllosó!icas no
c ión tr abajadora y activa menor que la actual deberá sostener y pro- que en el más alto navcl de y sistema·
teger a aprox imadamente el doble de ancianos. Dent ro de cincuenta de las intelectuales y los rasgos morales que se rnani-
años la situación será. peor aún. Si nuestro país desea conservar un en _los _niveles de pensamiento y acción y otorga n a cada
si tbl en tre las naciones líderes del mundo y sobrevivir como tal, n_acaón su mcquívoco? La racionalidad mecánica y la sistcmá·
como gr an po tencia que puede valer e por sí mi ma ante
taca la filosofía de Descartes reaparece en las
externas. deb emos alentar a nuestro pueblo, por todos los med1os, a Corne!llc Y Raca nc no menos evidentemente que en la furia racional de
que cul!nte con familia s más numerosas.11
las reformas jacobinas. Vuelve a reaparecer en la es terilidad del forma·
lbmo aca_démico que tanto la vida intelec tual contcm puráncc:
de Y otra vez se advierte en los Jincamacntol:» de planes de
CARACTER NACIONAL paz, lógica mente perfectos pero impracticables, q ue ca rac terizaban al es-
tado mayor _fra_ncés _entre amb:1 s guerras mundiales. Por otra pan c, el
Su existencia rasgo d: Inte lectua l que Julio Césa r de tectaba en los galos ha
per manecido_a través de los ta cmpos como una ca ractcristica dbtint1vn
Ent re los tres factores humanos de naturaleza cua lit ath·a que hacen al dt.: lé' menl ahdact francesa ·
poder nacional, carácter y la m oral nacional se destacan por su elusi- La filosofía de Lockc es una exp resión del indivi dua li smo 1nglés tanto
vidad, desde el punto de vis ta d e la evaluación racional, y po r cons tante como puede serlo la Carta Magna, e l rroceso jur idico 0 el
y a m enudo decisiva influe ncia sobre e l peso que una nación es capaz pro tes ra.n_te. En su m ezc la de principios morales y opu 1 t u ni
de poner en las balanzas de la políti a internacional. No nos mteresa esencial del pensamiento de Edmun d Hu rke- , el
aquf la cuestión de qué fac tores conforma n e l desarrollo de l carác ter na- gen10 poht1co 1mprcgna tanto las Ac tas de la Refo 1ma del 51_
ciona l. S ólo nos int eresa el hecho controvert ible nosotros glo XIX como las poill lcas de eq uilibrio d e poder d el Carde nal Wol\ev 0
incont rovcnible, especiaiJnente si toma en cuenta el concepto antro- de Las 1deas que Tácito tenía acerca de la propensión polit 1co-
pológico d e " modelo cultu ral") de ciertas cua lidad es del in telecto y el de las trib_us ger mánicas también se aju stan a Jus
cará 1er o urren más frecuentemente, y tienen un valor más a lt o. en eJcl cu os de Fedcnco B arbarro¡a, a los de Guille rmo 11 y a ¡0 , de Hitler.
rletcrminadns naciones. ci tar Colcridge: Lo m1s mo puede_dec1rse_de la rudeza tradic io nal de la dcsmañ,lda tor-
de la _d1plomacm alcrnana. El au tori lar ismo, el colc<. tJvtsmu y
... "Al decir que existe un espíri tu invisible que alienta. en todo u n la sobreva lo ración del Es tado, como ca 1·ac tcrísllcos de la lli usolla
pueblo . en e l que participan todos aunque no d el m1smo modo, alemana .. 117ncn su en la _r radic1ón de gobierno autocrático, en
un espíri tu que da ca lo r y form a a sus VIrtudes y VICIOS de modo d somc tnmcnto a . cualquu;r auton dad mien tras tenga la voluntad
que la misma acdón,_aunque sea d1cha las m1 smas palabras, no Y la fuerLa ncccsanas corno para predominar y, a l m 1s mo tiempo la Jaita
tendrá el mismo s1gmflcado para un espan_o l q ue para un francés ... de valor la desatenció n de los d erechos individua le' y la
pienso que ésta es una verda d innegable, sm la cual la H1stona seria de uua trad1c 1on de hbcrtad política. A pesar de conta r con má' d e u n
un en igma. También op ino que las d1fcn.:nc•as entre las nac10nes, su

11 samuel Taylor Colertdge, Es.savs Gn hrs owt: William Pickerin¡, Lon· Phllosophv and Pohtacs, G. P. Putnam's Sona, Nueva York,
Ures. 1850. vol. 2, p&gs. 668-669.
f
166 El poder nacional ElementO$ del poder rtacionol 167

siglo d esde que fuera form ulada, la descripción del carác le r nac&onal bres ... En s us caras aparcera la pálida y ceñuda
norteamericano que surge dc las páginas de Democ;acy in America de da d e los pn.szoncros. Tras ellos caminaba un soldado ruso regar-
Tocqucvillc no ha pcrdi lo un ápice de a ctualidad . La vaci lació n d el d e ler de cara ancha: el rifle colgado en s u brazo derecho; e n
pragma tis mo no rteame ricano e ntre un idealismo d ogmático implíc ito y s us O.JO.S a.tulcs se ad1vmaba la vas ta estepa ucraniana. Cerca de la
la en los sucesos como medida de la verda d , se refleja en las cstac1on S tadtbah n , el g rupo se e ncont ró con una m uch edumbre de
vac tla de la dip loma ia norteamerica na desde las Cuatro Liber- h ombtco, y que a presuradamente retomaban a s us hogares
tades Fundament ales y la Carta del At l3ntico, por una parte, has ta la luego de la jornada de trabajo.
De p1onto mujer angulosd, de edad mediana, se puso a o bser-
llamada " doploma ia del dólar", por la otra. var d d()(;t!' hombr«!S. c...:aminó fijamen te d ura n te un manu to
luego de esquJ\ar un pesado ca m ión ca rgad o de carbón inflama-
ble con un gn to rador C(;hó el tercer prb ionc ro. us
El cará cter nacional ruso )' lo\ M! \ul\tic ron a contc mpbr con sorpres a
las rod u1cscao, que !'le palmeaban las es pa ldas d e s us
En lo que tiene q ue vc.:r con Rus ia, la vinculación de dos experienc ias, murmuraban hbtéricamcn te:
distan lcs u na de la o t ra en mas de un p ro porciona una p l'u cba \Vu hm ? . ntcht.
concluyen te de la pt:rsistc nc ia de ciertas cualidades intelectuales y \Varum' ... w e rss nicht.
. Pa1 si moniosamcntc, d sold.. do ruso caminó en tornó a s us p ri-
Y se acerco a la pareja. Lent amen te una sonrisa fue dibu·
En M em o ria:,, B is marck escribe: jánd_ose en Toc_ó a la mujer en la e spalda. Esta se e s t re·
mcc1ó. na ng1da apre ns 1ón se con tagió a todos los rostros de los
E n d tra n scurso d e m i p rimcr:-1 estadía e n an 1-'c tersbu rgo. en 1859, o bscr vad?res , pero el r uso dijo e n voz alta:
encon t ré u n ejemplo de o t ra pecu liaridad ru a . Todo!t quienes tenÍ3 n - Kcme Angsl. Kcinc Angst. ( o tema. No tema ).
a lguna vi n ulación con la Cort e, a l co mienzo . Entonces encHñonó al prisionero, quie n instintivam ente rc t ro-
de la por e l J a rdín dc.: Verano, si tuado e n tre d Pa lacio de cedtó un paso. Luego preg untó:
Pablo y e l Neva . En ese lugar e l empera dor d escu brió a u n ccn t i· - Dein Mann? (¿ Es tu hombre?)
ne la a pos1a d o e n m edio de un j a rd ín . In t errogado sobre los motivos - Ja . ( Sí. ) la mujer, mie ntras las lág r"imas se des liza-
de s u pe rm anenci a e n aque l lugar. e l centinela sólo a tinó a contes tar ban po r s us meJi llas.
que ésas eran s us o rdenes. El emperador e n vió a uno de su s ayu- .-:-Gu-ut. ( Bueno.) - gru ñó el. resopla ndo por la nariz.
dantes a inves tigar a la Sala de Gua rdi a , pero no logró enco11t rar - NIIl lfll -agrego nuentras daba un gentil golpe
otra explicación : un ce ntine la de b ía pe rma necer en aquel luga r _:: a l a tcmonzado pns aone ro en e l trasero.
inv ie rno y e n vera no. La razó n de ta n cu riosa o rden tampoco pudo •. Los e un suspiro de a livio c uand o vieron
desent ra ña rse. El hech o su sci tó come ntario s t.:n la cor te y as í llegó alejarse. a. la parej a d elirantes y tomados de la ma no. Los o tr'"Os
a o idos d e la servidu mbre. Un o d e lo s más viejos ser vido res en tregó o nce p_n s 1o neros, en tre sí a lelados, atrave saron el grupo
la s oluc ió n del e nigma al co nta r que c ie n a vez q u e paseaba por e l d e CL:Jnosos , donde prO\'e nían exclamaciones del t ipo· '' Los ru s
Ja r d ín de..· Verano , a l pasa r fre nt e al ce nt ine la , su pad re le dijo: " Aún . .. "¡ Inc re íble! ". "¡ No logro
se m a ntie ne en s u puesto para cuida r la llor. Un d ía la emperatriz No e ntie ndo a los
Ca talina d escub r ió en ese jardín una cam pa ni lla dt: in vier no que f El ruso prosigu ió s u cam ino esto icame nte y mientras buscaba
ha bía florecido muy pre m a turame nte y o rdt.:nó que no rue ra a rran· 1 s. o ro e n su bolsa, de pronto s u cara se ensombreció Puso l ·n
cada" . La orden de la empe ratriz se ejec u tó colocando un c entinda baJO el b_r_azo, u na ho j a a r rugada y s u cia d e su ;;
e n el jardín. junto a la fl or. ) d esde ento nces siempre ha habido a escu dnna rla c.c nudame nt.e . A continuación do bló el papel conpcui-
uno en el luga r. d e e s te tipo p ro mueven nues t ro bue n dado, m1ró a los o nce pns10ne ro s y luego giró la vi s ta en d " "ó
humor y nuestra c rítica. pc.:.-o e n d e fin iti va no !:IOn más q u e expre· al cong lo merado dt: caras tensas que vo lvía •recc•dn
sio n es de la pe rs is tencia y rucrza ele ment a l sob re las que se asienta la eslac1ón. a t!merger e
la fo rta leza dt· la natura leza ru sa e n rela ció n a l resto de E u ro pa. rr el ruso int erceptó a un jovenci to con un porta·
Es to nos recue rda a lo s centine las dura nte la in undación de San o tot s 1 a jo e. raza y un sombre ro colo r c afé muy sucio calado
P" tersburgo en 1825 y a los d e l pa so Shipka e n 1877 ; al no ser re le- h a s a as oreJaS y le." orden ó:
los primeros se ahogaro n y los segundos m u rie ron congelados -::- Ech, I:!u! K umm ! (¡ Eh. tú ! ¡Ven !)
en p ucs tos.U El ) 1le man se he ló, m ien.tras ech aba una ate r rorizada mirada
po r d e s u hombro h ac1a la aterro r izada corrie nte de ho b .
La T;•11e del 21 d e.: a bril d e 1947 publ ic:1 el s iguie nte re po rtaj e: Y muJe res que trataba n d e no ver ni de oír . E l ruso lo m_ rcós
En J:a fan go!'la B...:riHh.:r de Po l!tda m " i? d oce ho m· con su arma y le es pe tó: encan a n
- K om m! (¡ Ven !)
u D smarck the Man and Stat esman, bewg t he ReJlectlont and Remmucences pet ri fi cado recluta h acia el grupo de prisio ne·
o/ Otto . 1Prwce Ven Bum arc k . traducido bajo la super visión de A. J . BuUer , H arper ros . \ o lvla a tener d oce pns10ncros. La cara d el ruso
&nd Brothers. Nueva York 'i Londres. 1899. \"01. l. pág. 250. se t ranq UJIJzo . Con un tercer rós foro e ncend ió e l c iga rrillo y apac i-
168 El poder nacional Elementos del poder uaciona/ 169

blcmen te echó el humo h acia lo tensos germanos que se escabullían


a sus casas en medio del ocaso gris."
Carácter nacional y poder nacional
Entre estos dos e p isodios ocurrió una gran revolución que alteró
en todos los niveles la vida nacio nal. o ob tan te, los rasgos del carác- La in(luencia del carác ter nacio na l no puede estar ausente c ua ndo se
ter n acional ruso emergieron intactos del holocausto que e n tan tos trata de determinar el pode r nacional, puesto que quienes trabajan para
ot ros aspectos signifi có la revolución. Semejantes cambios en la es- la nación tanto en la guerra como en la paz rc.alizan y mantienen su
t ruc tura social y económ ica, en el liderazgo político y e n las instit u- política, eligen y, a su vez, son elec tos , conforman la opinión pública,
cion es, e n las forma de vivir y pensar, no fueron suficientes como producen, cons ume n y en mayor o meno r medida son depositarios del
para afec tar la " fue rza elemen tal y persistencia" del carácter ruso que es pfritu de esas cualidades mora les e intelectuales que moldean el ca-
Bismarck conclu la de su experiencia y que vuelve a reaparecer e n el rácter de una nación. La " fuerza elemen ta l y persistencia" de los rusos,
episodio del so ldado ruso e n Potsdam . la inventiva y la iniciativa del norteamericano, el n o dogm:í tico setrtido
Para ilu s trar la m isma con tinuidad del carácter naci onal ruso, romú n de los ingleses, la disciplina y la escrupulos idad de los germa nos,
con>idcremos los siguie nte fragmentos de despac hos diplomáticos en- son algunas de bs cualidades que tendrá n expresión, para bien o para
viados por un diplomático norteame ricano desde Rusia al Depart amento mal, en las ac tividades ind ividua les o colec tivas que desarrollen los
de Es tado: miembros de cada nación . Merced a esos rasgos dis tinti vos d e los ca-
rac teres nacionales, los gobiernos ruso o alemá'l, por ejemplo, han desa·
Durante el año pasado fue eviden te que la política rus.a con rcs_- rrollado determinadas políticas in ternacionales que habrían resultado
pccto a lo s extranjeros e n su inten to de ingreso al l mpeno se to rno imposib les de imple me ntar para los gobiernos inglés o norteamericano.
m ás tensa. El an timilita ris mo, la aversión a los ejércitos permanentes o al servicio
El verano pasado me enteré de que varios norteamericanos no militar obligatorio son componentc.!s esenciales de los caracteres nacio-
pudiero n conseguir visas .. . Es to e debe fundame nt almente a nales inglés y norteamericano. Por e l contrario, esas mismas institucio-
si der-dciones políticas y al miedo de que los puedan. m- nes han prevalecido en la escala de valores de Prusia, desde donde han
fluir sobre la menta lidad popular. A esto se puede a nad1r q ue e x1s te diseminado todo su prestigio a l res to de Alemania. Lo mismo ocurre
un vigoroso pa rtido en Ru sia , cuya pohu ca cons 1ste
en excluir a todos los ext ranJeros en todo Jo que no sea n asuntos en Rus ia, donde la ancestral obediencia a la autoridad del gobierno y el
comerci ales me rame nte transi torio ... tradicional te mor a todo lo que sea forá neo han h echo que las in stitu-
La situación de un minis tro aquí di> ta de ser agradabk. Predo- ciones milita res tengan aceptación en el pueblo.
mina la opini ón de q ue ninguna al menos dl! ca· De ese modo el carácter nacional ha otorgado una ventaja inicial
rác te r púb lico. se halla segura en la oflc ma de c?rrcos . .puesto que a Rusia y a Alemania en la competencia por el poder, ya que para
todo se in pccciona s is temática men te ·:. T ambtcn . se dtce que l?s ambas naciones resultó más fácil convertir, en tiempos de paz, parte
rninisrros están cons tante m ente a..un de de sus recursos naturales e n implementos aptos para la guerra. Por el
naje y que has ta s us c riados tienen la obhgac10n de. mfo rmar_acerca con trario, la renuencia de los pueblos norteamerica no e inglés a consi-
de todo lo que ocurre en la casa , sus convcrsactoncs, su!; nmts-
de rar tales transformac iones especialmente en amplia escala y e n lo
tac!cs , e tc . que tiene que ver.con la mano de obra, excepto que se trate, obviamente,
E l secreto y el mis terio en todas partes. Nada q ue
valga la pena conocerse toma t!Stado . de una e mergencia nacional, ha implicado una severa desventaja para
Los rusos c ree n en la ex traña supe rsnc tón de que cstan las respectivas políticas exte riores. Los gobiernos de naciones militaris-
d 0 s a conquis ta r e l mundo. Los lla mados a la so ldade >ca . fu nda- tas está n e n condiciones de pla nificar, preparar y llevar a cabo una
en esta idl!a fatalista y su cons iguien te recompl!n sa. guerra en el momento que lo deseen. Por el contrario, los gobiernos de
sie mpre cons igu en eso. A t!Sa ::.e ha atn.bUidO la_fue nte naciones pacifistas, de los cuales Estados Unidos era el ejemplo más
d la no table res is tencia y pac1e nc.a que caracten zan a l sold ado notorio has ta fines de la segunda guerra mundial, se encuentran e n
fre nte a las mayores privaciones y adve rsidades. . éste -y en muchos otros- aspectos en una s ituación mucho más dití-
. .. Lo que result a más imprcsion.antc para un_ noneamc n cano
q ue l!tga a qu í por prime ra vez es el n gor de la policía. ci l y con mucho me nos libe rtad para la acción. Al estar limit¡dos por
el antimilitarisn1o innato de sus pueblos, deben proseguir un más cau-
Estas observaciones no fueron hechas, como seria de en teloso curso de acción en sus políticas exteriores. Muy a menudo su
é ocas recientes por embajadores como Kcnnan , Bohlen o fhompson, fortaleza militar no es tá de acuerdo con los compromisos políticos dic-
sfno e n ! 851 y 1852 por parte cte Neil S . Brown . por e nt onces m1m stro tados por su interés en !Ós asuntos nacionales. Dicho d e otro modo, no
tendrán la fuerza militar suficiente como para sos te ner su política.
de Estados Unidos e n Rus ia. Cuando van a la guerra no están a la zega de sus e nemigos. Pero para
,. Time. 21 de abril de 1947, ¡Jág. 32. Reproducido con autorizac ión de Time, llegar a ese punto, han debido apoyarse en otros rasgos de l carácter
copyright Time, l nc. tM7.
170 El poder nacional
Eleme,.tos del poder nacional 111
nacional y en otros factores compensatorios tales como la situación elementos los llevaba a la idea de invencibilidad. Sin embargo, no to-
geográfica y la capacidad industrial a los efectos de sobrellevar el pe·
ríodo de debilidad inicial e inferioridad y llegar a la victoria. Tales , maban en cuenta ciertos otros rasgos del carácter alemán, especialmente
su falta de moderación. Desde los emperadores del Medioevo y los beli-
pueden ser los efectos, para bien o para mal, del carácter de una nación. gerantes de la guerra de los Treinta Años hasta Guillermo JI y Hitler,
El observador del panorama internacional preocupado por sopesar esa falta de moderación ha demostrado ser una debilidad fatal del ca·
adecuadamente la fuerza relativa de las diferentes naciones debe tomar rácter nacional alemán. Incapaces de restringir las metas y la acción a
en consideración el carácter nacional a pesar de lo elusivo e intangible llm1tes pos1bles, los alemanes tuvieron, dilapidaron y finalmente des-
que resulte este factor. Omitirlo lo llevaría a errores de juicio y políticos truyeron el poder nacional que se había cimentado sobre otros factores
como el_ menosprecio de la capacidad de recuperación alemana luego humanos y materiales.
de la pnmera guerra mundial o la subestimación del poder ruso en 1941-
1942. El Tratado de Versalles pudo privar a Alemania de prácticamente
todos los atributos del poder nacional -territorio, abastecimiento de
MORAL NACIONAL
materias primas, capacidad industrial e infraestructura militar. Pero, en
cambio, no pudo erradicar las capacidades intelectuales y rasgos de ca·
r;icter que al cabo de dos décadas la llevaron a reconstruir lo perdido Más dusiva Y no tan estable, pero de no menor importancia que otros
Y convertirse en la potencia militar más fuerte del mundo. La opinión factores relacionados con el poder nacional, es lo que propone mos llamar
prácticamente unánime de los e•pertos militares en 1942, dándole al moral nacional. Por ella entendemos el grado de detenninación con el
ejército ruso sólo unos pocos meses de vida, era correcta desde una que una nación apoya las políticas internacionales de su gobierno en
perspectiva puramente militar. Pero ese punto de vista ignoraba el factor épocas de paz o de guerra. Impregna todas las actividades de la nación,
de "fuerza elemental y persistencia" que una opinión más englobadora desde su producción agrícola e industrial hasta su in[raestructura militar
habla identificado como el gran elemento de la fuerza rusa en su manejo o su servicio diplomático. Bajo la forma de la opinión pública, propor-
con Europa. El pesimismo que hacia 1940 suponía que Inglaterra no ciona un intangible sin cuyo apoyo ningún gobierno, democrático
tenía posibilidades de supervivencia también desconocía determinados o. autocrático, es capaz de llevar adelante sus políticas con toda eficacia,
rasgos del carácter nacional británico. SI es que de eso se trata. Su presencia o ausencia, así como sus cuali-
Hemos mencionado en otro contexto " el menosprecio que experi- dades, se notan particularmente en tiempos de crisis, cuando la exis·
mentaban los líderes alemanes hacia el poder norteamericano antes de tencia de la nación se ve comprometida, en momentos en que es preciso
la segunda guerra mundial. El mismo error, basado en la misma razón, lomar decisiones de fundamental importancia, de las que depende la
lo cometieron los lideres alemanes durante la primera guerra mundial. supervivencia nacional.
En octubre de 1916, el Secretario de Marina alemán declaraba que la
incorporación de Estados Unidos a los aliados tenia un valor nulo eo
cuanto a términos de fuerza militar. Otro ministro alemán de la época Su laea&abilidad
anunciaba al parlamento que " los norteamericanos no pueden navegar
y no pueden volar; por Jo tanto nunca vendrán". En Jos dos casos, los Si bien ciertos rasgos del carácter nacional pueden manifestarse fácil-
dirigentes alemanes revelaron una gran subestimación del potencial nor- en la moral nacional dd pueblo en determinado momento histó-
teamericano; a los efectos de su evaluación sólo tornaron en considera· nco como el sentido común británico, el individualismo trances,
ción la calidad de la infraestructura militar en cierto momento, la po- la tenac1dad rusa-, no puede arribarse a ninguna conclusión sobre el
sición antimilitarista norteamericana y la distancia geográfica que Jos carácter nacional en el sentido de prever cuál habrá de ser la moral
separaba de ellos. Prescindieron completamente de las cualidades del bajo determinadas contingencias. El carácter nacional parece
carácter nacional norteamericano, de la iniciativa individual, de la capa- cahflcar al pueblo para desempeñar el rol de potencia
cidad de improvisación, de la habilidad técnica, elementos que en acuer- de orden bajo !as condtc1ones del siglo veinte. Sin embargo, nadie
do con Jos demás factores materiales y en circunstancias propicias po· podJa prever con algun grado de certidumbre cuál seria la moral dd
dlan equilibrar sobradamente la desventaja que implicaba la distancia pueblo norteamericano las condiciones de desintegración que
geográfica y J.- infr..estructura militar. prevalecteron en los dtstmtos patses europeos y asiáticos belige rantes
Por otra parte, la convicción de muchos expertos, al menos basta durante c1ertas fases d.e la segunda guerra mundial y en Jos años de
Ja batalla de Stalingrado en 1943, de que el ejército alemán era inveo- posguerra. Tampoco ex1ste modo de vaticinar cuáles serian las reaccio-
cible se basaba tanto en la consideración de los aspectos materiales como nes del pueb!o si se repitieran las experiencias de la segunda
en determinados rasgos del carácter alemán; la conjunción de ambos guerra mund1al. Es Cierto que vez se mantuvo enhiesto bajo las blitt
Y .bombas V. .. ¿volvena a soportar la experiencia una segunda
u Tolatol, Guerna r pu. XIV parte, capitulo 2. vez . ,Oue succdena s1 el ataque fuera con armas nudeares ? Análogas
172 El poder nacional Eltmtntos dtl podtr nacional 173
preguntas podrían aplicarse a todas las naciones y tampoco allí se ob- La ciencia milita r supone que la relativa fortaleza de Jos ejércitos
tendrían respuestas racionales. es idéntica a las proporciones numéricas. La ciencia militar sostiene
La moral nacional norteamericana, en particular, ha sido objeto de que cuanto mayor sea el número de soldados, mayor será la forta·
inves tigaciones y especulaciones en Jos últimos años tanto dentro como lcza. ús gros bataillons ont toujours raison .
fuera del país. La polltica exterior norteamericana, y a través de ella Sostener esto es Jo mismo que afirmar en m ecánica que las
el peso del poderlo norteamericano en Jos asuntos internacionales, de- fuerzas son iguales o desiguales sencillamente porque las masas de
pende en grado significativo de las modalidades de la opinión pública los cuerpos en movimiento son iguales o desiguales.
norteamericana tal como se expresa en los escaños del Congreso, en Jos La fuerza (el volumen del movimien to) es el producto de la
resultados electorales, en las encuestas y en similares formas de expre- masa por la velocidad.
En la guerra, la fuerza de los ejércitos es el producto de la masa
sión. ¿Se uniría Estados Unidos a Naciones Unidas y permanecería en multiplicada por algo, un factor x.
ella a pesar de que experimentara alguna decepción con organismo Al ver en la h istoria un inmenso núme ro de ejemplos en los
internacional? ¿ El Congreso apoyarla el programa de ayuda económica que la masa de un ejército no corresponde a su fuerza, en Jos que
y militar a Europa y durante cuánto tiempo estaria dispuesto a votar un pequeño número de hombres vence a otro mucho mayor, la
billones de dólares para la ayuda externa en todo el mundo? ¿Hasta qué ciencia militar reconoce vagamente la exis tencia de ese factor des-
punto llegaría el deseo del pueblo norteamericano de apoyar a Corea del conocido y tra ta de ubicarlo a veces en cierta disposición geomé·
Sur y bajo qué condiciones continuarla haciéndolo? ¿Le placería entren· trica de las tropas, otras en la superioridad de las armas y muy a
tarse indefinidamente con las responsabilidades, riesgos y frustraciones menudo en el genio de los lideres militares. Pero ninguno de esos
[actores logra resultados que estén de acuerdo con Jos hechos
achacados a la Unión Soviética sin distender estos esfuerzos o tratar históricos.
de terminarlos mediante una acción drástica? El factor principal del Se debe renunciar a la falsa perspectiva que glorifica el efecto
que dependía o depende la respuesta a estas preguntas es el estado de de la actividad de los héroes militares de la historia para llegar a
la moral nacional en el momento decisivo. descubrir esa cantidad desconocida, x.
La moral nacional de cualquier pueblo obviamente se quebrará en V X es el espíritu del ejercito, el mayor o menor deseo de com-
áJgún momento. El punto de quiebre es diferente según Jos diferentes batir y encarar los peligros por parte de todos Jos hombres que
pueblos y bajo circunstancias distintas. Algunos pueblos llegarán muy componen el cuerpo, lo que es bastante distinto de la c uestión de
cerca de ese punto merced a tremendas e inútiles derrotas militares, si están peleando a las órdenes de lideres de genio o no, con palos
o con fusiles que disparen treinta veces por minuto. Los hombres
como fue el caso de Francia Juego de la ofensiva de Nivelle en el Cham· asistidos por el gran ímpetu de lucha siempre saben colocarse en
pagne durante 1917. Una gran derrota siempre basta para socavar la la más ventajosa posición para el combate. El espíritu del ejército
moral nacional; otro ejemplo puede aportarlo Italia en 1917, tras el es el factor que multiplicado por la masa da el producto de la tuerza.
desastre de Caporetto, que le costó trescientos mil prisioneros y otros Definir y expresar el significado de este [ac tor desconocido, el espí-
tantos desertores. La moral de otros pueblos, como la del ruso en 1917, r itu del ejército, es el problema de la ciencia.
sucumbirá bajo el impacto combinado de las tremendas pérdidas en Este p.-oblema sólo puede ser resuelto cuando dejemos d e sus-
hombres y territorio y el desgobierno del régimen autocrático. En otros tituir arbatrar iamente ese [actor desconocido x por las condiciones
casos. la moral puede ir corroyéndose y declinando lentamente en sus bajo las que se manifiesta esta fuerza, tales como Jos planes del
general, el armamento de los hombres, cte., y reconozcamos el factor
bordes sin que llegue a estallar en un colapso súbito, aunque se sumen desconoc ido en su totalidad como el mayor o menor deseo de com-
una mala administración del gobierno, la devastación, la invasión y una batir y encarar el peligro. Entonces, sólo por la expresión de Jos
situación bélica sin esperanza. Fue el caso de Alemania en la última hechos históricos conocidos en una ecuación, se puede esperar un
etapa de la segunda guerra mundial, cuando gran número . de lideres acercamiento a su definición a partir de la comparación del valor
militares y altos oficiales dieron por perdada la causa, maentras las relativo de es te [actor desconocido. Diez hombres o batallones o
masas populares se debatlan hasta prácticamente el momento del sut· divisiones logran la victoria sobre quince ho mbres o batallones o di·
cidio de Hitler. La persistencia de la moral germana hasta 1945_, baJO visiones, esto es, matan o hacen pris ioneros a todos sus contrarios,
las más favorables circunstancias, ilustra dramáticamente la ampre- mientras sólo pierden cuatro, de modo que las pérdidas han sido
de cuatro en un bando y quince en e l otro. E n consecuen cia, cuatro
decibilidad de tales reacciones colectivas. Bajo circunstancias mucho de un bando equivale a quince del otro, relación que, por consi-
menos severas, la moral alemana había desfallecido en noviembre de x 15
1918, precedente que pudo considerarse como para un guiente podemos expresar 4x = l5y. Por lo tanto, - = - . Esta ecua·
semejante en el verano de 1944, Juego invasaón_alaada a _Francta. En y 4
Guerra y Tolstoi proporciona un VJvado anáhsts de la amportancaa ción no nos da el valor de Jos factores desconocidos, pero sí el
de J¡o moral para el éxito militar: cociente de sus valores. Y de la reducción a esta ecuación de varias
unidades históricas (batallas, campañas, periodos de guerra) se
obtienen series numéricas en las que deben haber y pueden descu-
brirse leyes históricas.
174 El poder nDcional E l e me,u os del poder nACional 115

para su desgracia, que e ntre el botfn de guerra no necesariamente se


el apoyo popular para la política del conquistador. La can-
La caHclad de la sociedad y del gobierno como tidad Y la fuerza del apoyo que encontró Hitler entre los pueblos con-
factores decisivos quistados en Europa estuvo en razón inver sa a la calidad de la moral
naciona l de cada pueblo en particular.
S_i bie n la moral nacional e nc uentra su prueba decisiva durantC la guerra, Cualquier país con profunda e irreparable división de clase tendrá
Siempre resulta importante para los casos en que el poderlo de una una moral nacional precaria. Desde la década del treinta, el poderío
nac1ón sea convocado por cualquier problema internacional. En parte francés ha experimentado es ta debilidad. Ya desde tiempos e n que Hitler
esta importancia se asienta en los efec tos anticipados que ejerce la moral se hacía del poder, las vacilantes políticas exteriores de los gobiernos
nacional sobre la fuerza militar y, por otra par te, a que la moral nacional franceses - una tras otra en rápida su cesión y ocultando su impotencia
influye e n la de terminación con que los gobiernos llevan adelante las Iras las ideologías de un statu quo que en realidad no podían ni querian
r espectivas políticas exteriores. Cualquier segmento de la población que defender- habían contribuido en gran medida al debilitamiento de la
se sienta permanentemente privada de sus derechos y de una plena par- moral francesa. Las crisis de 1938-39, con la siempre renovada amenaza
ticipación en la vida de la nación, tenderá a mostrar una mora l nacional de guerra y movilización general para enfrentarla, seguidas por los
más baja, a ser menos "patriótico" que aquellos que no experimentan triunfos de Hitler, las desmovilizaciones y una paz cada vez más pre-
tales privaciones. Lo mismo ocurrirá con aque llos sectores cuyas aspi- caria, poderosamente al decaimiento gen eral d e la moral
raciones vitales divergen de las políticas permanentes sostenidas por la !rancesa. S1 bten se observaba este decaimiento e n todas partes, sólo dos
mayoría o por el gobierno. Cada vez que disensos profundos separen a Importan tes sectores de la sociedad f rancesa mostraban una situación
un pueblo, el apoyo popular que se consiga para sostener una política de colapso. Por una parte, frente a la legislación social que limitaba
internacional habrá de ser ineludiblemente precario y pequei\o si el éxito sus poderes, grupos considerables de las clases altas francesas se unie ron
o fracaso de esa polltica tiene una influencia directa en la dilucidación al grito de " Más vale Hitler (el dictador enemigo) que Blum (el socia-
de la lucha doméstica. lista francés)". Aunque Hitler amenazaba la posición de Francia en
Los gobiernos autocráticos, que no tornan e n cuenta los deseos po- Europa Y su propia existencia como nación, estos grupos eran incapaces
pulares para la formulación de sus políticas exteriores, nunca pueden de p restar un apoyo cabal a la política francesa que se oponía a Hitler.
cosechar demasiado apoyo popular para su políticas externas. Tales Y luego de la conquista de Francia, se puede decir que más b ien favo-
fueron los casos de naciones como la Rusia zarista y la Austria monAr- recieron la dominación alemana antes que la liberación del dictador
quica. Este último ejemplo resulta particularmente instructivo. Muchas extranjero. Por otra parte, por diferentes razones los comunistas soca-
de las políticas externas de aquel pais, en especial con respecto a las varon la moral francesa mientras Hitler se limitó a luchar contra los
naciones eslavas, se orientaban a debilitarlas con el objetivo de poder capitalistas occidentales. Sólo después que la Unión Soviética fue ata-
controlar los sentimientos nacionales eslavos que vivian bajo el dominio cada por Alemania, decidieron contribuir a la restauración de la moral
austríaco. Esto trajo como consecuencia que estas naciones, en el mejor nacional francesa peleando en la vanguardia de la resistencia contra el
de los casos, mostraran una notoria indiferencia hacia la política exterior invasor.
de su propio gobierno y, en el peor, que apoyaran activamente ._¡;:-- Por más impredecible que sea la moral nacional, especialmente en
ticas de los gobiernos eslavos contra las del austriaco. Por ello no es momentos de gran crisis, existen situaciones obvias en las que segura
sorprendente que durante la primera guerra mundial unidades eslavas mente habrá de ser muy a lta, mientras que en otras condiciones dife-
completas del ejército austrohúngaro se pasaran al bando ruso. Esto rentes las probabilidades se inclinan hacia un bajo nivel. En general se
determinó que el gobierno optara por enviar a esos campos de batalla puede dec1r que cuanto más estrechamente identificado se encuentre
unidades no eslavas, de otras nacionalidades, italianos, por ejemplo. Por un pueblo con las y obje.tivos de su gobierno
razones similares, durante la primera guerra mundial el ejército alemán por supuesto, en asuntos m ejores serán lu oportuni-
empleó unidades alsacianas contra los rusos y polacas contra los fran- dades de que la moral nac1onal se e ncuentre alta y viceversa. Por eso
cese$. el hecho de que en la Alemania nazi la moral nacional se haya mantenido
La Unión Soviética pasó por una experiencia análoga de falta de enhiesta hasta el final sólo puede sorprender a aquellos que erró-
moral durante la segunda guerra mundial, cuando amplios contingentes neamente p1ensan el moderno Estado totalitar io e n términos de las auto-
integrados principalmente por y ucraniano_s crac!as de los siglos xvm y XIX. En aque lla ocasión, la moral alemana
pasa rse a filas alemanas. Inglaterra VIVIÓ otra expenenc1a de este hpo dechnó. lentame nte; no entró en un súbito colapso, como había ocurrido
con la India, c uyas energías nacionales apoyaron, contra .s u voluntad en novtembre de 1918. A pesar de las grandes dificultades por las que
y con grandes reservas, la política exterior de su amo extranJero, aunque ha debido pasar tanto en tiempos de paz como de guerra, la gran masa
en eje mplos como los d e Bose y sus ;u;udieron en de l pueblo ruso ha mostrado continuadamente un alto grado de moral
del enemigo de la metrópolt. Napoleón y H1tler tuv1eron que adm1ttr, n acional.
176 El poder naciot1al
Elementos del poder naciorud 1n
El Estado totalitario moderno ha sido capaz de cerrar la brecha ent re
mente gobernadas. La calidad del gobierno es una fuente potente de
gobierno y pueblo, una brecha que era típica en las monarquías de los
fortaleza o debilidad con respecto a muchos de los factores de los que
siglos XVIII y xtx, mediante el empleo de los símbolos democráticos, el
depende el poder nacional, especialmente en vista de la influenda que
control totalitario de la opinión pública y políticas real o supuestamente
ejerce el gobierno sobre Jos recursos naturales, sobre la capacadad m-
bcneClciosas para e l pueblo. Prácticamente todas las encrgias nacionales
dustrial y sobre la preparación militar. A los efectos. de la de
fluyen por los canales elegidos por el gobierno y la identificación de los la moral nacional, la calidad del gobierno cobra una tmportancta espe-
individuos con el Estado, al que hemos reconocido como uno de los
cial. Al operar sobre los demás elementos del poder nacional como una
componentes característicos de la moderna política." bajo e l estrmulo entre varias influencias. susceptibles en mayor o menor grado a la acción
del totalitarismo alcanza la intensidad de un fervor religioso. Por lo
humana, es el único factor tangible que debe tomarse en para
tanto, n1ientras los gobiernos totalitarios tengan o simulen tener éxito, la calidad de la moral nacional. Sin moral nacional el poder nactonal no
o por lo menos la esperanza de alcanzarlo, pueden contar con el deci· es más que fuerza material o una potencialidad que aguarda en _v ano
dido apoyo de sus pueblos para las políticas exteriores que llevan a cabo. su realización. Por lo tanto, Jos únicos medios para el me¡oramtento
Lo que el totalitarismo sólo puede realizar mediante la fuerza, el de la moral nacional descansan en el mejoramiento de la calidad del
fraude y la edificación del Estado, la democracia debe tratar de con- gobierno. Todo lo demás es cuestión de suerte.
seguirlo a través del libre juego de las fuerzas populares guiadas por
un gobierno esclarecido y responsable. Si el gobierno es incapaz de
evitar la dege neración de esta interrelación en conrtictos de clases ra-
ciales o religiosos que resquebrajan la comunidad hasta convertirla en LA CALIDAD DE LA DIPLOMACIA "
un conjunto de grupos belicosos, la moral nacional ciertamente será
baja, al menos e ntre los grupos que se sientan víctimas de la situación Por más inestable que resulte, entre todos los factores que conforman
si no entre todo el pueblo. Las políticas de Francia antes y durante la el pode.r de una nación sobresale la calidad de la diplomacia. Todos
segunda guerra mundial ilustran este punto. También es ejemplo de ello los otros factores que determinan el poder nacional son, por asi deci rlo,
la debilidad de las políticas exteriores, tanto en tiempos de paz como la materia prima sobre la que se modela el poder de una nación. La
de guerra. de paises donde a ristocracias feudales o dictaduras autocrá- calidad de la diplomacia de una nació n combina estos factores diferentes
ticas controlan el gobierno y oprimen al pueblo. Los gobiernos de tales en un conjunto integral, les da dirección y peso y despierta sus latentes
nacio nes nunca pueden elegir ni llevar adelante objetivos exteriores con potencialidades dándoles el aliento de un poder real. La conducción de
algún grado de determinación, incluso al riesgo de guerra, porque nunca los asuntos exteriores de una nación por parte de los diplomáticos es
pueden estar seguros del apoyo de sus pueblos. Constantemente temen para el poder nacional durante tiempos de paz lo mismo que las estra-
que la oposición doméstica explote las dificultades y reveses e n d campo tegias y tácticas de los lideres militares durante tiempos de guerra. La
internacional para intentar derribar el régimen. Aun en el caso de que diplomacia es el arte de combinar los distinto< elementos del poder na·
un gobierno actúe como portavoz y e jecutor de la voluntad popular, cional para que rindan el má:<imo e fecto sobre aquellos puntos de la
la moral nacional puede servir a los efectos de que se conozca la au- esce·na internacional que mas directamente concie rnen al interés na-
téntica vinculación entre las aspiraciones populares y las acciones guber- cional
namenta les. La moral nacional danesa bajo la ocupación alemana desde Se puede decir que la diplomacia es el cerebro del poder nacional,
1940 hasta fines de la segunda guerra mundial ilustra este punto no así como la moral nacional en su alma. Si su visión es defectuosa, su
me nos evidentemente que la moral nac ional alemana hasta la derrota juicio erróneo y débil su determinació n, todas las ventajas que propor-
de Staling rad<;. cione la ubicación geográfica, el autoabastecimi!'nto de alimentos, ma-
En un análisis final, entonces, el poder de una nación, con respecto terias primas y producción industrial, la eficiencia en infraestructura
a su moral nacional. reside en la calidad de su gobierno. Un gobierno militar, el tamaño y la calidad de la población. de muy poco servirán
realme nte representativo, no sólo en sentido par!amentario, en tér- a la nación. Una nación que pueda jactarse de todas esas ventajas, pero
minos de su capacidad para integrar las convtcctones y asptractones que carezca de una diplomacia acorde con ellas, puede conseguir éxitos
desordenadas de su pueblo en objetivos y políticas internacio?ales, está temporarios mediante la dilapidación de esas ventajas naturales. Pero
en las mejores condiciones para condu_cir las de en el largo plazo comprobará que las ha desperdiciado de modo incom-
modo que sirvan de sustento a esos ob¡ettvos y poht1cas. El dtcho de pleto, incierto y perjudicia l para sus intereses internacionales.
que los hombres libres pelean mejor que los esclavos puede extenderse A largo plazo esa nación deberá someterse a otra cuya diplomacia
a la proposición de que las naciones bien gobernadas están en me¡ores
condiciones de tener una alta moral nacional que las naciones pobre- 11 Necllante el término " dlplomocla", 1&1 . , 1aa p6cinaa
JJaulentes, D06 referimoa a la formación y ejecución de la Uica estutor en todos
los niveles, ya .-n loa mú altos o los mú subo · . SObre el tema aq_ui
" v - a1 comiemo del capitulo 1. el apartado "¿Qué • el poder nacional?" ttatado, veue lamblen la Parte x .
178 El poder Elementos del poder ncu:imual t19
se encuentre preparada para lograr un máximo de eficacia con los de- pero ¿alguno de ellos será jugado alguna vel? ¿Y con propó-
más elementos de poder que estén a su disposición, imponiendo su sito? 11
excelencia por encima de otros factores menos aventajados. Mediante
el empleo intensivo de las potencialidades de poder de una nación, una El ejemplo clásico de país que, aunque superado otros
diplomacia eficaz puede llevar el poder nacional más allá de lo que en de su desarrollo, retornó a las cumbres del poder pnnc1palmente gractaS
principio parecerla brindarle la posible combinación de los demás fac· a una diplomacia brillante es la Francia del período entre 1190 Y I'J14.
tores. A. menudo se ha visto en la historia como el Goliat sin cerebro Tras la derrota de 1870 a manos de los alemanes, Francia quedó relegada
ni alma ha sido derrotado por un David que si poseía ambos elementos. a la categoría de potencia de segundo orden, situación que se encargó
Una diplomacia de alto nivel conseguirá armonizar fines y medios de de mantener Bismarck mediante una política de aislamiento. A la caida
la política exterior con los recursos disponibles del poder nacional. Jun- de Bismarck en 1890, la politica alemana modificó su actitud con res-
tará los rL-cursos ocultos de la fortaleza nacional y los convertirá com- pecto a Rusia y no se mostró muy dispuesta a dejar de sospechar de
pleta y seguramente en realidades políticas. Al dar una orientación al Inglaterra. La diplomacia francesa aprovechó al máximo estos erTOres
esfuerzo nacional, conseguirá incrementar el peso independiente de cier· de la poUtica exterior alemana. En 1894, Francia llegó a un acuerdO
tos factores, tales como la capacidad industrial, la infraestructura militar político con Rusia y luego. en 1891, a una alianza militar. Más tarde,
en 1904 y 1912, celebró acuerdos informales con Inglaterra. Asi el pa-
o el carácter y la moral nacional. Por esta razón, el poder nacional tiene
norama de 1914 presentaba a una Francia apoyada por aliados pode-
la aptitud para llevar sus más plenas realizaciones a todas sus poten- rosos y a una Alemania que habla perdido a uno de sus apoyos -Jtal;-
cialidades, particularmente en tiempos de guerra, cuando fines y medios y que se vela debililada por la insuficiencia de otros -Austria, liUJll!rfa,
de la política están claramente delineados. Bulgaria, Turquía. El manejo y la configuración de esta situación se
Los Estados Unidos del período entre ambas guerras mundiales debió a una constelación de diplomáticos brillantes: Camille Barrere
proporciona un notable ejemplo de la nación potencialmente poderosa '• -embajador en Italia-. Jules Cambon -embajador en Aleman;-,
que, sin embargo, juega un papel menor en los asuntos internacionales Paul Cambon -embajador en Inglaterra-, y Maurice Paléologue -em-
debido a que su política exterior se negaba a emplear plenamente el bajador en Rusia.
peso de su fortaleza potencial en aquello relacionado con los problemas En el período entre ambas guerras mundiales, Rumania debió su
internacionales. En todo lo concerniente al poderío de Estados Unidos aptitud para jugar un papel muy superior a sus reales recursos princi-
en la escena internacional, las ventajas objetivas de la posición geográ· palmente a la personalidad de un hombre. su ministro de Relaciones
Exteriores, Titulescu. Del mismo modo, los factores para que un país tan
fica, de los recursos naturales, del potencial industrial, del tamaño Y
pequei\o y precariamente situado como Bélgica pudiera ostentar el poder
calidad de la población prácticamente no contaban, puesto que la di- que se le conoció durante el siglo XIX, fueron dos monarcas activos y
plomacia norteamericana procedía como si no existieran. muy hábiles, Leopoldo 1 y Leopoldo II . La diplomacia española del siglo
La transformación que experimentó la política exterior norteame- XVII y la turca del siglo XIX lograron, por algún tiempo al menos, com·
ricana desde el fin de la segunda guerra mundial parece haber respon- pensar la declinación de sus respectivos poderes nacionales en otros as-
dido definitivamente a la cuestión de si, y en qué medida, la diplomacia pectos. Las altas y las bajas del poder inglés están estrechamente conec-
norteamericana desea y es capaz de convertir las potencialidades ML tadas con los cambios en la calidad de la diplomacia británica. El car
poder nacional en realidades políticas. Ya a de aquel denal Wolsey, Castlereagh y Canning significan la cúspide de la dipk>-
en un articulo significativamente titulado "Impenahsmo o tndtferencla , niacia británica, mientras que lord North y Neville Chamberlain repre-
The Economi>t de Londres aún dudaba al intentar responder esa pre- sentan su declinación. ¿Qué habría sido del poder de Francia sin la ha-
gunta. Después de enumerar los factores que, tomados en mtsmos, bilidad de Richelieu, Mazarin y Talleyrand? ¿Qué habrla sido del poder
harían de los Estados Unidos la nación más poderosa de la tierra, The alemán sin Bismarck? ¿Del italiano sin Cavour? ¿Cuánto debe el poder
Ecor.omist prosegula: de la joven república norteamericana a un Franklin, a un Jefferson, a
un Madison, a un Jay, a los Adams, a sus embajadores y a sus secre-
Pero, a pesar de que esas cosas son in!!redientes en tarios de Estado?
scluto son las que convierten a nac1on en gran potenc1a. Tamb1én
debe existir la voluntad y la aplltud de emplea; los recursos nalu· Las naciones deben apoyarse en la calidad de su diplomacia para
rales en apoyo de la política Los dmgentes de la Umón actuar como catalizadores de los diferentes factores que constituyen
Soviética .. . al menos en la prox1ma seguramente no su poder. Dicho de otro modo, estos diferentes factores, cuando son pro-
han de tener cartas tan buenas como las que dispondrán los esta· yectados al campo internacional por la diplomacia, pasan a convertirse en
distas norteamericanos. Pero la naturaleza _de su s1stema de_ poder lo que llamamos el poder nacional. Por lo tanto, es de la mayor impor-
conce ntrado y censura de hierro los hab1hta para d csempenar un
papel fuerte. Las carlas de los norteamericanos están llenas de ases, " Tite Economlll, 2 ele mayo ele 11147, pq. 78'1. Reproducido con
110 El pOder naciomal Elementos poder naciontd 111

tanda que la buena calidad del servicio diplomático sea constan te . Y tradicional ba ja calidad. interrumpida sólo por breves de la
rsa calidad consta nte resulta mejor afianzada si se la hace depender de política exterior alemana. Con una incomparable supenondad en
la tradició n y de las instituciones antes que de las esporádicas apari- sos materiales y humanos, la diplomacia norteamericana en el
ciones de individuos brillantes. A la tradición debe Inglaterra la rela· rio occidenta l no pudo dejar de tener éxito al margen de la cahdad d e
tiva constancia de su poder desde Enrique VIII hasta la primera guerra s u política exterior. Lo mismo ha ocurrido, aunque e n un grado algo
mundial. ln<kpendientemente de caprichos y fallas de sus reyes "!/ mi- m enor, con las re laciones entre Estados Unidos y e l resto del mundo.
nistros. las tradiciones de las clases dirigentes y, más contemporánea- El " big stic k" bajo la forma de la superioridad material de Estados
mente, la profesionalidad de su servicio exterior pudieron , salvo cxcep- Unidos habló en su propio lenguaje; que lo hicirra en voz suave o Im-
cione's, delinear los prcrrcquisitos del poder nacional, con los que ya periosa, en articulados o confusos, con claridad conceptual o
contaba Inglaterra, para alcanzar su grandeza actual. No fue por acci- sin ella, tuvo muy poca importancia. El brillo que mostró la diplomacia
dente que cuando, bajo la diplomacia de Stanley Baldwin y Neville norteame ricana en las primeras décadas fue seguido por un largo periodo
Chamberlain, el poder británico llegó a su punto más bajo en siglos, los de mediocridad, si no de ineptitud, interrumpido por el impacto de las
profesionales del Fon:ign Office tuvieron muy poca inrluencia sobre la grandes crisis y tres breves periodos de notables logros bajo Woodrow
conducción de la poHtica ex-terior inglesa y que los dos hombres prin- Wilso n, Franklin D. Roosevelt y Harry Truman. Sí bien la diplomacia
cipalmente responsables de ella fueran. en té rminos de tradición tami- norteamericana careció de la excelencia institucional de los ingleses, en
liar, hombres de negocios y recién llegados a la aristocracia que por cambio tuvo el beneficio de condiciones materiales que incluso una
siglos habla regido a Inglaterra. Con Winston Churchill, descendiente poHtica pobre no podrla llegar a dilapidar. Mis aún, pudo sustentarse
de una familia de estadistas, las tradiciones aristocráticas volvieron a en una tradición nacional que se encuentra fonnulada en el menyje
relacionarse con el poderlo nacional inglés. En la actualidad, la exce- d e despedida de Washington y, más particularmente, en la Doctrina
lencia institucional del servicio exterior inglés se evidencia en la aptitud Monroe. La fuerza de esta tradición habría bas tado para proteger a
con que ha conseguido armonizar los compromisos nacionales disemi- una diplomacia pobre de errores catastróficos y habrla hecho que cual-
nados por todo el mundo con los reducidos recursos del poder nacional . quier mediocre diplomacia luciera mejor de lo que en realidad era.
Por otra parte. Ale mania debió su poder al genio demoníaco de dos Queda sin respuesta la incógnita de si tal tradición puede proteger a
hombres : Bismarck e Hitler. Debido a la personalidad y a las poUticas la diplomacia norteamericana de un enfoque ideológico que la a simila
de Bismarck, las tradiciones e instituciones no lograron el desarrollo a una cruzada.
necesario para perpetuar la inteligente orientación de la política exterior
germana; por eso, su desaparición de la escena política en 1890 implicó
el comienzo <k una profunda y permanente depresión en la calidad de LA CALIDAD DEL GOBIERNO
la diplomacia alemana. El consecuente dete rioro de la posición interna-
cional d e Alemania culminó en el predicamento militar con el que de bió
enrrc ntarsc el país en la primera guerra mundiaL En el caso de Hitler, La política externa mejor e laborada y más hábilmente implementada,
la fortaleza y debilidad de la diplomacia alemana descansaban en la apoyada por abundantes recursos materiales y humanos, puede llegar
mente del p ropio Führer. Los triunfos que logró la diplomacia alemana a ooufragar si no c uenta c on el respaldo de un buen gobierno. El buen
entre 1933 y 1940 fueron las "ic torias de la me ntalidad de un hombre; gobierno, considerado como un requisito in<kpendiente del poder nacio-
el deterioro de esa mentalidad rue, correlativamente, la causa directa de nal," significa tres cosas: en primer término, equilibrio cutre los recur-
los desastres que caracterizaron los últimos añ.;s del regimen nazi. El sui· sos materiales y humanos que hacen el poder nacional y la politica ex-
cidio nacional de Alemania en los últimos meses de la segunda guerra terior que se emprende; luego, entre esos recursos; finalmente,
mundial, cuando la resistencia militar se había convertido en un gesto apoyo popular para las políticas exteriores que se lleven adelante.
inútil que costó cientos de miles de \'idas y la r uina de las c iudades, y
el suicidio de Hitler en la úllimé'. fase de la guerra -en o tras palabras,
la autocxtinciOn del poder nacional alemán y d e la vida de su líder-, El problema del equilibrio entre los recursos y la poliUca
ambos h"chos se debieron a un solo hombre . Ese hombre había que-
brado aquellas tradiciones y salvaguardas institucionales mediante las Por lo tanto, un gobierno d ebe comenzar realizando dos operaciones
que los sistemas políticos saludables tratan de o lorgar continuidad a '?telectualcs. Pnmero, debe e legir los objetivos y métodos de su poll-
la calidad de la diplomacia y, d e este modo, tienden a inhibir los éxitos tlca extcnor en func1ón dd poder disponible para respaldarlos con un
espectacular"s del genio así como los vértigos abismales de la locura. máximo de probabilidades de exito. Una nación que establece metas
En lo que tiene que ver con la continuidad en la conducción de los
asuntos exteriores, Estados Unidos se mantiene en un punto de equidis-
tancia entre la permanente alta t·alidad de la diplomacia inglesa y la
182 El poder nacional Elementos del poder nacional 113

muy bajas. renunciando a políticas exteriores que estarfan dentro del al· un flujo ininterrumpido desde el ·.:xtcrior de _las primas. Y ali·
canee de su poder, abdica del legítimo papel que le cabe dentro del mentas sin los que Inglaterra no habría pod1do sobrev1v1r. .A la .'uz de
concierto de las naciones. Estados Unidos cayó en ese error e n el pe· esta politica, la dis ponibilidad de recursos naturales, la
río<lo entre ambas guerras mundiales. Una nación también puede esta· gráfica, una población mayor y un ejérci to pe rmanente habriau s•gn l_h -
bleccr sus metas en un plano demasiado elevado y emprender políticas cado o b stáculos antes que ventajas para Inglaterra. En el caso
que no podrán ser exitosamente impleme ntadas con el poder de que si Inglaterra hubiese optado po r proseguir su política de co? ·
dispone. Fue el e1Tor que también cometió Estados Unidos durante tinenta l como lo hizo durante la mayor parte de la Edad Media, habna
las negociac iones de paz de 1919. Como lo señaló Lloyd G<.:orge: "Los necesitado aquellos factores.
norteamericanos parecieron asumir la responsabilidad de la salvaguardia Una población numerosa e s una fuente de debilidad antes que de
exclusiva de Los Diez Mandamientos y del Sermón del Monte; pero fortaleza, como lo ha demostrado el ejemplo de India," si no puede
cuando hubo que encarar la cuestión práctica de la asistencia y la res- equilibrarse adecuadamente con la disponibilidad de otros recursos. La
ponsabilidad, se negaron totalmente a aceptarlas". Una nación puede apre surada construcción de grandes establecimientos industriales Y mi-
tratar de desempeñar el papel de gran potencia sin contar con los nece- litares mediante mé todos totalitarios crea ciertos elementos del poder
sarios prerrequisitos para ello, con lo qne seguramente se encaminará nacional, pero el propio proceso destruye otros, tales como la mo ral
al desastr.,, como le ocurrió a Polonia en el período entre ambas gue- nacional y la resistencia física de la población. El desarrollo de los pai-
rras mundiales. O, siendo una gran potencia. se puede embarcar en una ses satélites de la Unión Soviética en Europa Oriental es un ejemplo
política de conquistas ilimitadas, sob1·eestimando su fortaleza : los fra- de esta situación. Planear una infraes tructura militar demasiado grande
casados conquistadores del mundo, desde Alejandro hasta Hitler, ilustran como para ser sostenida por la capacidad industrial disponible implica
bien el caso. in.,vitablcmente apoyarla al precio de una inflación galopante, crisis eco-
En consecuencia, el poder nacional disponible es qui"n determina los nómicas y deterioro moral; esto significa planificar la debilidad nacional
limites de la política exterior. Hay una sola excepción a esta regla y antes que la btisqueda de una situación de poderlo real. En una emer-
está dada por la circunstancia de que la propia existencia de la nación gencia nacional, cuando se halle en juego la propia existencia de la
se encuentre comprometida. Entonces la política de supervivencia na· nación, el gobierno norteamericano, por ejemplo, puede y debe ofrecer
cional arrasa con todas las consideraciones racionales del poder nacional a su pueblo armas y no manteca. Si no enfrenta una emergencia, debe
y la emergencia revierte las relaciones normales entre la política y los establecer una suerte de equilibrio entre los requerimientos militares
elementos del poder, estableciendo la primacía del primer factor. En y los civiles, asignando una proporción justa del producto nacional para
ese momento, la nación se ve obligada a subordinar todos sus otros inte- atender el consumo de estos tiltimos. Otros gobiernos, como el chino o
reses al de la supervivencia y a realizar un esfuerzo que racionalmente el coreano, pueden no verse obligados a tomar en cuenta esas considera·
no podría esperar de ella. Es lo que hizo Inglaterra en c:l otoño '!{ el ciones sobre el bienestar civil. Dicho de otro modo, en el proceso de
inviernC' de 1940-41. construcción del poder nacional ningún gobierno puede ignorar el carác-
ter de la nación que gobierna. Hay naciones que se rebelerian contra con-
El problema del equilibrio entre los recunos diciones difíciles que o tras aceptarían paciente mente y sin alterarse; y a
veces una nación puede sorprender al mundo, y a si misma, con sacriticios
Cuando tm gobierno ha conseguido llevar su política exterior a un grado voluntarios para la defensa de sus intereses o de su propia existencia.
de equilibrio con el poder de que dispone, debe aplicarse a equilibrar
también los diferentes elementos del poder nacional entre sí. Una nac ión
no necesariamente alcanza su máximo de poder nacional porque sea muy El problema del apoyo popular
rica en recursos naturales, porque cuente con una población muy im-
portante o porque haya edificado una enorme infraes tructura industrial Un gobierno de nuestro tiempo, especialmente si se encuentra sometido
o militar. Lo alcanza cuando tiene a su disposición una suficiente can- a control democrático, sólo habr á cumplido con parte de la tarea si ha
tidad y calidad -en la debida proporción- de aquellos recursos de: po- conseguido establ.,cer los dos tipos de equilibrio que acabamos de
der que le permitirán emprender una determinada política exterior con enunciar. Atin le queda por delante otra tarea, probablemente la más
las máximas probabilidades de éxito. Cuando se encontraba en la cum- dif(cil de todas. Debe asegurarse que cuenta con la aprobación de su
bre del poder, Inglaterra era insuficie nte e n muchos de los propio pueblo para sus politicas exteriores y para las internas destinadas
que hacen al poder nacional, tales como recursos naturales, tamaño de a movilizar los elementos del poder nacional tendientes a apoyarlas. La
la población y fuerzas terrestres . Sin embargo, habla desarrollado hast:o tarea es difícil por cuanto las condiciones bajo las que puede lograrse
un grado de supremacía sin competencia uno solo de los elementos del apoyo popular para una política exterior no son idénticas a las condicio-
poder nacional, la marina, que era un perfecto instrumento para la po-
litica inglesa de expansión marítima y, al mismo tiempo, le aseguraba JI Véase •n ..te ml&mo capitulo el apartado " Alimontoa".
184 El poder nacio"'JI
Elementos del poder nacioiUJI 1&5
nes bajo las cuales una poHtica exterior puede emprenderse exitosa·
mente. Así lo expresó Tocqueville al referirse especialmente a Esta· Si se tiene en cuenla la observación de Tocqueville, el tipo de pen·
dos Unidos: samiento requerido para una satisfac toria conducción de la política
exterior algunas veces será opuesto a las consideraciones que mueven al
Las políticas c:;xteriores reclaman :apenas algunas de las cualidades pueblo. Una polhica exterior que sea apasionada y abrumadoramente
que son peculiares _a la democracia; por el contrario, requieren el apoyada por la opinión pública no puede considerarse por esa única
perfecto uso de cas1 todas aqué llas en las que es deficiente. La de- razón como una buena política externa. Por el contrario, la armonla entre
mocrac .a es propicia al incremento de los recursos internos de un polftica exterior y opinión pública bien puede lograrse al precio de so-
Es lado; difunde bienestar y confort, promueve el espíritu público y meter los principios de la buena polltica exterior a las poco firmes
forralece el respeto a la ley en todas las clases sociales. Todas estas preferencias de la opinión pública.
son ventajas que sólo tienen una inOucncia indirecta sobre las re- En el caso norteamericano, estas dificultades inherentes se. ven
laciones que vinculan a un pueblo con otro. Pero sólo con gran difi· agravadas por el hecho de que Estados Unidos casi continuamente se
una democracia puede regular los detalles de una empresa
perseverar en un _d esignio preestablecido y trabajar en encuentra recuperándose de las últimas elecciones o preparándose para
su eJecución pesar de los mas serios obstáculos. No puede combi· las próximas. Especialmente en este último caso, para cualquier adminis·
nar sus med1das en secreto o aguardar sus consecuencias con tración, resulta arrolladora la tentación de procurarse una ventaja ele<:·
paciencia . .. toral medianle la satisfacción de las preferencias de la opinión pública
La inclinación que induce a las democracias a obedecer impul· en desmedro de la polltica exterior. Por lo tanto, uno de los requisitos
sos anl_es que a la y a abandonar el designio maduro por del arte de gobernar consiste en mantener un rumbo a mitad de camino
la gra11hcac1ón de una pas1ón momentánea, fue claramente visible entre_ el respeto a los principios permanentes de una saludable política
en Estados Unidos al estallar la Revolución Francesa. Resultó tan extenor Y las veleidosas preferencias de la opinión pública.
evidente entonces, como lo es en la actualidad para cualquier enten·
Estas observaciones proyectan una reveladora luz sobre la aparente
d1m1ento, que el mterés de los norteamericanos les impedla tomar
partido alguno en la contienda que iba a inundar en sangre a Europa,
., paradoja del presidente Jimmy Carter, quien emergió de las primarias
pero que no podía dañar a su propio paJs. No obstante, las simpa· demócratas de 1980 como virtualmente imbatible en el manejo del elec·
lias de la población se declararon abiertamente en favor de Francia !orado, a pesar de que bajo su liderazgo Estados Unidos sufriera una
y sólo el carácter inflexible de Washington y la inmensa populari· cadena de humillantes derrotas en sus relaciones con otras naciones.
<!ad de que gozaba pudo evitar que los norteamericanos declararan La ""s _espectacular. de esas derrotas fue la prolongación del cautiverio
la guerra a Inglaterra, Y aun así, los esfuerzos que la razón de _los cmcuenta rehenes en Irán. Al renunciar desde el principio a cual·
de ese gran hombre debió realizar para contener lu generosas pero qu1er forma de violentia para responder a esta afrenta, Cartu se privó
imprudentes pasiones de sus conciudadanos estuvieron a punto de
arrebatarle la única compensación que él siempre reclamó, la del a si m1smo de cualquier ventaja sobre Irán. Los perjuicios con que lleaó
amor de su pueblo. La mayoría reprobó su política, aunque más a amenazar - fundamentalmente con sanciones económicas-- se mos-
tarde llegaría a ser reconocida por toda la nación." traron por completo. Las ventajas que podía ofrecer (tales
como económica y militar) tampoco tuvieron peso, puesto que
El tipo de pensamiento requerido para una exitosa conducción para los 1ran!es esa generosidad norteamericana implicaba riesgos y obli·
de la política exterior puede ser diametralmente opuesto a la retórica y A,.., Estados Unidos se encontró desemparado frente a una
la acción mediante las que las masas y sus representantes parecen mo· suuacwn que en la mayor parte de otras épocas se hubiera resuel-
verse. L:as cualidades peculiares de la mentalidad de un estadista no to med1ante una rápida acción, aun a riesgo de las vidas de algunos
siempn: parecen encontrar una respuesta favorable en la mentalidad
popular. El hombre de Estado debe pensar en términos del interés na- Al poner el énfasis en la preservación de las vidas de los norte·
cional, concebido como poder entre otros poderes. La mentalidad po- ame_ricapos el empleo de medios pacíficos, el presidente tocó
pular, inconsciente de los sutiles matices del pensamiento del estadista, la f!bra compas1va de la opinión pública. Carter hizo lo que Wilson
razona muy a menudo tan solo en los términos morales y legales del habla alegado hacer antes: "Nos salvó de la guerra". Y lo hizo sin aban·
bien o de l mal absolutos. El estadista debe tomar en consideración la donar el más visible y sentimental objetivo norteamericano: salvando
perspectiva a largo plazo, proceder lentamente y por atajos, pagar con aquellas _vi_d as. no pasó por la mente del pre-
pequeñas pérdidas las grandes ganancias, d ebe ser capaz de contempo- Sidente m de la opm1ón pubhca el hecho de que los lideres norteameri·
rizar, comprometerse y esperar ocasión. La mentalidad popular desea canos responsables de la política exterior tenlan la obligación no sólo
resultados rápidos y está dispuesta a sacrificar los reales beneficios de de preservar vidas, sino también la de preservar los intereses a largo
mañane por las aparentes ventajas de hoy. plazo del país.
La misma de compromiso retórico e inacción política ase-
ll Alexla de Tocque.W., DemocrOCf/ in AmerlcG, AUred A. Knopt, Nueva Yort, guró el apoyo pubhco para nuestras políticas hacia la Unión Soviética
ltu, vol. 1, pqo. 234·35.
y, al mismo tiempo, su ineficacia. Independientemente de la interpre·
f
1
186 El poder nGcionGJ Elementos del poder rNCioroGJ 117

ración que se tenga del golpe militar de los soviéticos en Afganistán, el no con la necesidad de un compromiso entre los requerimientos de una
hecho es que la belicosa reacción verbal del presidente no guardó nin- saludable política exterior y los reclamos de la opinión pública, sino
guna proporción con las medidas adoptadas en respuesta a aque- con el punto preciso en que debía establecerse ese compromiso. Ade-
lla acción. más de acusarlo de ignorante e incompetente, sus críticos sostenian que
Si bien es probable que esa furia verbal sorprendiera a los soviéticos, había subordinado demasiados principios de una política exterior salu-
la de acciones accrdes con esa retórica los indujo a no intro- dable a los reclamos de la opinión pública. La cuestión no radicaba en
ducir ningim cambio en sus polfticas. Los soviélicos siempre van a llegar si el presidente tenía la obligación de llevar adelante el interés nacaonal
hasta el límile previo a una confrontación nuclear con Eslados Unidos. sin considerar la posibilidad de una guerra nuclear, sino en si debla o
Casos ilustrativos al respecto son la crisis de misiles en Cuba Y la• no establecer una distinción entre lo incumbente al intero!s nacional Y
sucesivas crisis en Berlín; una confirmación negativa de esta tesis es la el temor a una guerra nuclear. La cuestión consistía en si Carter, en su
conlinuación de la ocupación militar en Afganistán. ansiedad por mantenerse lo más lejos posible de una confrontación
Sin embargo, la postura belicosa del presidente pareció suscitar nuclear, no había sacrificado innecesariamente importantes intereses
un gran éxito en la opinión pública. Al declarar su intención de conver· nacionales.
tir la protección y promoción de los derechos humanos en la piedra Enfrentado a este dilema que se plantea entre la necesidad de reali-
angular de su política exterior, cl presidente habló a la Unión Soviética zar una buena politica exterior y la presión de la opinión pública para
en el mismo lenguaje de John Foster Dulles. Los sondeos de opinión que se opte por una mala, el gobierno debe evitar dos trampas. Debe
registraron una arrolladora aprobación popular; de nuevo una ineficaz resistir la tentación de sacrificar lo que considera una buena política
política exterior era compensada por un triunfo interno. Sin embargo, en el altar de la opinión pública, abdicando de su liderazgo y cambiando
en este punto Carter tropezó con otro dilema sobrepuesto al primero: una ventaja política de corta vida por los intereses permanentes del pafs.
debía elegir entre la política exterior o la interior. El mismo se desarro- También debe evitar el ensanchamiento de la inevitable brecha entre
lló a partir de la inaceptabilidad racional de lo confrontación nuclear. los requisitos de una buena polhica externa y las p r eferencias de la
La necesidad que experimentan las grandes potencias de defender opinión pública. La brecha se amplía si, rehuyendo compromisos acep-
y promover sus intereses mediante el empleo de la fuerza como último tables con las preferencias de la opinión pública, se atasca en los de-
resorte implica, en el caso de Estados Unidos y la Unión Soviética,_la po- talles de una política exterior que considera correcta y sacrifica el
sibilidad de n :currir a las armas nucleares como instrumento de tuerza. apoyo público a la obstinada ejecución de esa política.
Su uso no como simple y aislada demostración de Jliroshima Y Para lograr éxito tanto en sus pollticas externas como en las inter-
Nagasaky- , sino como instrumentos normales de guerra significaría nas, el gobierno debe satisfacer tres requisitos básicos. Debe reconocer
la des trucción de todas las partes beligerantes como sociedades viables. que el conflicto entre los requerimientos de una buena polftica exterior
Las armas nucleares así usadas --en contraste con las armas convenciona- Y las preferencias de la opinión pública se encuentra dentro del orden
les- no serian medios racionales acordes con los fines racionales de la natural de las cosas; de ahí que sea inevitable y quizá tan solo pueda
política exterior, sino instrumentos desesperados para el suicidio '!' el ser atenuado, aunque nunca superado, mediante concesiones a la oposi-
genocidio. Este fue el segundo dilema fundamental que debtó enfren- ción interna. Segundo, el gobierno debe ser consciente de que es el llder
U!r Carter. Y no el esclavo de la opinión pública. Esta no es una entidad estática
El carácter anárquico del sistema internacional lo obligó -según descubierta y clasificada por las encuestas de opinión como hacen los
una convención colindante con la historia- a contemplar el recurso de botánicos con sus plantas, sino que es algo dinámico, siempre cambiante,
la violencia física como factor final para la solución de los problemas continuamente creada y recreada por un liderazgo informado y responsa-
internacionales. Sin embargo, la irracionalidad de semejante vaoicu.:W. ble. El gobierno tie ne la misión histórica de señalar lo que conviene a
incluso lo llevó a rehuir el empleo de la violencia convencional, temiendo la nación y no a la demagogia'' Tercero, debe distinguir entre lo que es
que aun ésta pudiera llevar a una escalada nuclear. Asf , en una crisis deseable en su política exterior y lo que es esencial. Debe, también, lu-
internacional, hoy en dfa el presidente actúa con extrema cautela - sa
c$ que actúa- y tiende a compensar la carencia de una acción efectiva
" Lord Norwlch, qulon como DuU Cooper ocupó IDUJ ..._ ..
con palabras beligerantes. Dentro de esta tendencia, el presidente Carter el pblne&e in&MI J en ouaa duranle el - - lll&nl
r.o estaba solo. ambu IU"rru mWidlalos, pone el - en la llap del malenlendlclo comlln ea la
oplnldn pública y en lu relacl.,_ dol IOblamo con ella cuando en - .......,...
El apoyo popular es la precondición para la administración presi- dloo do Nnllle Clwnberlaln !Oid 11m Forv-t, Hart-O.'ria, Londrea, 111531 : "lle pa-
dencial de la política exterior. La creación d e una opinión pública _que rece c¡ue el prtnclpel error cometido por el Primer Minlatro puede dJ'ridlrM . . - -
Pienaa c¡ue la oplnl6n públlc:a es lo que el TIMa la dice c¡ue es J ploma c¡ue la
lo apoye. aun al precio de sacrificar algunos elementos de la pohtaca oplnldn c:onoervadora • la c¡ue le p,.....ta el jefa del pU\Iclo",
exterior, es una tarea que el presidente sólo puede eludir so de esta aooptacldn pulva do lo c¡ue aJcuien dloo c¡ue es la oplnldn pública aa ._ .,....
perder su cargo y, con o!l, la capacidad de emprender pohtaca ftrtldo - J no aolamenle en la Inclaterra del - - enlre ambu auenu 1111111-
do los m&JOre& obaUculoa para la e,lec\acldn do UD& - poli-
exterior. El problema que planteó la conducta de Carter tema que ver
Ul8 El poder IIGCÍorral Elemeulos dd poder nacional 189

char, aun a riesgo de su propia fortuna, por lo que considera como mi- Por lo tanto. en este punto, como en otros mencionarcm?s más
nimo irreductible de una buena política exterior. adclantc,ls la dis tinc ión tradicional ent re poltuca externa e
Un gobierno puede tener un conocimiento correcto de los requeri- tiende a desaparecer. Se puede esta r tentado a afirmar que. ya caso no
mientos que plantean la política exterior y la interna que apoya a aqué- existen políticas internas puesto que todo lo que una nac1ón haga 0
lla, pero si fracasa en la conducción de la opinión publica tras esas deje de hacer en su 0 en su contra, se puede emplear como un
polfticas. su trabajo habrá sido en vano y el resto de los factores de reflejo de su filosofia política de su sistema de gobierno o de su modo
poder nacional a que puede recurrir no serán aprovechados en toda su de vida. Un logro interno sea percibido por otras naciones en tér·
potencialidad. De esta circunstancia, las políticas de los gobiernos de- minos de sus aspiraciones no hace más que aumentar el poder de la
mocráticos contemporáneos, incluidos los de los Estados Unidos, ofre- nación; un fracaso interno, igualmente percibido, tiende a d•smmuorlo.
cen abundantes pruebas."

Gobierno interno y política exterior'

A un gobierno no le es suficiente, sin embargo, la canalización de la


opinión pública tras sus políticas exteriores. También debe lograr el
apoyo de la opinión pública de otras naciones para sus políticas exter-
nas e internas. Este requisito refleja los cambios que se han producido
en épocas recientes en la política exterior. Como veremos más adelante
con mayor detalle," la política exterior se lleva a cabo actualmente no
sólo con las armas tradicionales de la diplomacia y el poderío militar,
sino también con una nueva arma: la propaganda. La lucha por el poder
en el campo internacional es hoy no sólo una lucha por la supremacía
por el dominio político, sino en sentido específico, una lucha por
las mentes de los hombres. Por lo tanto, el poder de una nación de-
pende no sólo de la habilidad de su diplomacia y de la fortaleza de
sus fuerzas armadas, sino también del atractivo que para otras naciones
pueda llegar a tener su filosofía política, sus instituciones políticas o
sus actividades políticas. Eso es particularmente cierto en el caso de
Estados Unidos y de la Unión Soviética, quienes compiten entre sí no
sólo como superpotencias milita res y políticas, sino también como los
representantes más conspicuos de diferentes filosofías políticas, de sis-
temas de gobierno y de distintos estilos de vida.
Por lo tanto -y esto es válido, aunque en menor grado, para otras
naciones-, todo lo que estas superpotencias hagan o dejen de hacer,
logren o dejen de lograr. en sus políticas externas e internas tiene una
'r elación directa con su condición de representantes y, por ende,
-poder. Por ejemplo, una nación que se embarque en una política
discriminación racional seguramente perderá en la lucha por conquistar
las mentes de los hombres de color. Una nación subdesarrollada que
pudiera aumentar de modo espectacular la sanidad, el grado de alta-
betización y el nivel de vida de su población, lograría un considerable
aumento de poder en otras regiones subdesarrolladas del mundo.

n Eate tema ba aido desarrollado en Hans J . Uorpnthau, "The COoduct of


Purei&n Pollq", Aopeclt o/ American Govemmcrú, Sydney Bailey, ecl.,. The Hanaard
SClclety, Le-odres, 1950, ¡¡8c. 911 y aii!Uienlel, y en In De/miO o/ Uoe National lntoroll,
Alfred A. Knopf, Nueva York, tll51,. Washin&ton D.C., Umvorsoty Preu of Ameroca,
1112, pA&. 221 y SIIUiOIIIAII.
>< Véuo el comien&o del capitulo 20.
10
Evaluación del Poder Nacional

LA TAREA DE EVALUAR

Sobre los responsables de la política exterior de una nación y sobre


quienes moldean la opinión pública en lo concerniente a asuntos inter-
nacionales, también recae la responsabilidad de evaluar correctamente
el alcance de esos factores sobre el poder de una propia nación y sobre
el de otras, en una tarea que debe proyectarse tanto sobre el presente
como sobre el futuro. ¿Cuál es la influencia que ejerce la unificación
de Jos servicios armados sobre la calidad de la infraestructura militar
norteamericana? ¿c-ual será el efecto del empleo de la energía nuclear
sobre la capacidad industrial de Estados Unidos y de otras naciones?
¿Cómo se desarrollarán la capacidad industrial, la fortaleza militar y
la moral nacional chinas luego de la muerte de Derig? ¿Cómo ha in-
fluido la hostilidad de China y Paquistán sobre la moral nacional india?
¿Cuál es el significado del renacimiento del ejército alemán para el
póder .n acional de Alemania? ¿La reeducación ha cambiado el carácter
nacional de Alemania ·y Japón? ¿Cómo ha reaccionado el carácter nacio-
nal del pueblo argentino ante las filosofías políticas, métodos y objetivos
de los sucesivos regímenes militares y civUes? ¿De qué modo la posición
geográfica de la Unión Soviética ha afectado el avance de su esfera de
influencia hasta las márgenes del río Elba? ¿La reorganización y el cam-
bio de personal en el Departamento de Estado fortalecerá o debilitará
la calidad de la diplomacia norteamericana? Estas son algunas de las
preguntas que deben ser respondidas correctamente si se desea que la
política exterior de una nación sea exitosa.
No obstante, este tipo de preguntas referidas a cambios en un factor
particular no son las más difíciles de contestar. Existen otras que tienen
que ver con la influencia que los cambios en un factor pueden ejercer
sobre otros y en este caso las dificultades aumentan y las trampas se
multiplican. Por ejemplo, ¿qué importancia tiene para la posición geo-
gráfica de Estados Unidos la moderna tecnología bélica? Dicho de otro
modo, ¿de qué modo los misiles teleguiados y los aviones supersónicos
192 El podtr nncional Evaluación del poder nacio nal 193

afectan el aislamiento geográfico de Estados Unidos con respecto a económico no totalitario en comparación con el totalitarismo politico
otros continentes? ¿En qué medida Estados Unidos perderá, y en qué y la organización económica de la Unión Sovié tica?
grado conservará , su tradicional inviolabilidad a un ataque dc!\de ultra· Estas y similares preguntas deben plantearse y responderse e n todas
mar? ¿Qué significado tienen los mismos adelantos tecnológicos desde el las naciones que desempeñan un papel ac tivo en el escenario interna·
punto de vis ta de la geografía rusa? Y dentro de este mismo contexto. cional. La influencia relativa de Jos distintos factores sobre d poder
¿cuánto le debe Inglaterra al Canal de la Mancha desde el comie nzo mis- nacional debe detcr.minarse para todas las naciones que compiten con
mo de su historia como nación? ¿La industrialización de Brasil, China e otras en el campo de la política internacional. Asi, se debe saber si
India qué significado tendrá para las fuerzas militares de estos paises? Francia es más fuerte que Italia y en qué aspec tos. Se deben conocer
¿Cuál es la importancia relativa del ejército, la marina y la fuerza aérea las ventajas y vulnerabilidades; en térm inos de factores de pode r, de
de Estados Unidos a la luz de Jos cambios operados en la tecnología India o China con respecto a la Unión Soviética, de Japón frente a Es-
bélica? ¿Qué influencia tendrá el índice previsto de aumento de pobla- tados Unidos, de Argentina ante Chile, y asf sucesivame nte.
ción en Estados Unidos para las dos décadas próximas frente al más La tarea de computar el poder aún no se ha completado. A los efec-
rápido incremento de las poblaciones de Latinoamérica, India y China, tos de lograr por lo menos una idea aproximada de la distribución del
desde el punto de vista de la capacidad industrial y la fortaleza militar de poder entre varias naciones. se deben proyectar al futuro las relaciones
}as respectivas naciones? ¿La fluctuación de la producción industrial cómo de poder, tal como parecen darse en un momento de terminado de la
afectará la moral nacional de Estados Unidos, la Unión Soviética, Ale- historia. Para lograrlo no basta con preguntarse ¿cuáles son las relacio-
mania, Inglaterra y Francia? ¿Continuarán manteniéndose los rasgos nes de poder entre Estados Unidos y ·la Unión Sovié tica en este mo-
del carácter nacional inglés con sus cualidades tradiciones bajo el im- mento y cómo serán probablemente dentro de dos años? Las decisiones
pacto de cambios fundamentales en su capacidad industrial, en la orga- en cuestiones internacionales basadas. o reft:ridas, en las relaciones de
nización económica, en la fortaleza militar y en el aislamiento geográ- poder entre Estados Unidos y la Unión Soviética no admiten mediciones
fico de las Islas Británicas? en períodos de dos años. Deben hacerse día a día. Y los cambios cotidia-
Sin embargo, la tarea del analista del poder nacional no se detiene nos, por más pequeños e imperceptibles que parezcan al comienzo, in-
aquí. Aún debe tratar de responder a otro grupo de preguntas que impli- fluyen en los factores que inciden en la formación del poder nacional,
can un orden de mayor dificultad. Estas preguntas están relacionadas agregando una pizca de fortaleza en este lado y borrando un grano de
con la comparación de un factor de poder en una nación con el mismo, poder del otro.
u otro factor de poder, en otra nación. En otras palabras, tiene que ver En la relativamente estable apoyatura de la geografía, la pirámide
con el peso relativo de los cambios en los componentes individuales del del poder nacional se levanta a través de diferentes gradaciones de ines-
poder de diferentes naciones en lo concemiente a las relaciones de mayor tabilidad hasta su cumbre, donde se encuentra con e l elusivo elemento
importancia entre las mismas. Si, por ejemplo, se considera el poder de la mora l nacional. Todos los factores que hemos mencionado, con
relativo de Estados Unidos y la Unión Soviética en un momento deter- excepción de la geografía, se encuentran en un constante fluir influ-
minado, digamos que en 1985, surge la pregunta de cómo y en qué yéndose unos a otros y recibiendo, a su vez, la influencia
forma Jos distintos factores de poder se vuelcan a uno u otro lado otor- de la naturaleza y del hombre. Juntos conforman la corriente del poder
gando una ventaja potencial a uno u otro país, ¿Hasta qué punto la nacional, lentamente y alcanzando de pronto un gran caudal
superior capacidad industrial -<:ualitativa y cuantitativa- de Estados durante s1glos, como en el caso de Inglaterra, o deslizándose e mpina-
Unidos compensa la probable inferioridad de sus fuerzas terrestres? damcnte y cayendo abruptamente desde su cresta, como en el caso de
¿Cuáles son las respectivas fortalezas y debilidades de los altamente Alemania, o moviéndose lentamente y enfrentando las incertidumbres
concentrados centros industriales y de población norteamericanos, con del_futuro, como en el caso de Estados Unidos y la Unión Soviética . Di-
su gran vulnerabilidad a los ataques aéreos y su gran facilidad de co- bu¡ar el curso de esa corriente y de los diferentes alluentes que la
municaciones, y las mismas preguntas para los d1spersos centros rusos, componen, Y prever los cambios de dirección y velocidad, es la tarea
parcialmente secretos en cuanto a su emplazamiento y carácter, odcal del observador de la política internacional.
enfrentados a grandes dificultades en el transporte? ¿Qué poder obt1ene Cc mo toda tarea ideal, es algo imposible de realizar. Incluso si los res-
la Unión Soviética de la situación de Europa occidental, expuesta a la de exterior de una nación poseyesen una sabiduría
penetración ideológica y militar desde el Oriente? ¿Cuánta es la debilidad Y un JUICIO m fahble y pudieran recu rrir a las fuentes de infor-
soviética en su flanco Pacífico, tan expuesto a los ataques aéreos Y, na- y sie mpre existirían algunos
vales? En términos de sus respectivas posiciones de poder, ¿qué Slgm- que hartan mexactos sus cálculos. Nunca estarían en con-
ficado tienen las operaciones pluralistas de grupos de servicios soviéticos de preve r catástrofes naturales tales como hambrunas y epi-
en Estados Unidos y, por otro lado, la forzada homogeneidad la opi- catástrofes producidas por el hombre, como guerras y rcvolu-
nión pública soviética? ¿Cuál es el impacto sobre el poder de así co_mo tar?poco inventos y descubrimientos, el auge y la desa-
Estados Unidos de la forma democrática de I!Obiemo y de un s1stema panctón de hderes mtelectuales, militares y pollticos, los pensamientos
(
, 194 El poder nacional

y actos de tales líderes, por no hablar de los imponderables de la moral


nacional. En resumen, aun los hombres más sabios y mejor informados
deberían enfrentarse a las contingencias de la historia y de la naturaleza.
En realidad, la pretendida perfección del intelecto y de la información
es imposible de lograr. No todos los hombres que informan a quienes
toman las decisiones en los asuntos internacionales están bien informa-
dos y no todos los hombres que toman las decisiones son sabios. Por eso
la tarea de estimar el poder relativo de las naciones en el presente Y
en el futuro sólo puede resolverse una serie de corazonadas,
de las cuales algunas seguramente habrán de ser erróneas, mientras que
otras comprobarán, a la luz de los acontecimientos, su corrección. El
éxito o el fracaso de una política exterior, en tanto dependa de las es-
peculaciones sobre el poder, se determina por la importancia relativa de
las corazonadas correctas o equivocadas que tuvieron los responsables
de una política exterior determinada en una nación, como así también
por las de aquellos que conducen la política exterior de otras naciones.
A veces, los errores que se cometen en la estimación de las relaciones
de poder por parte de una nación resultan compensados por los que
comete otra. Así, el éxito de la política exterior de una nación puede
atribuirse menos a la exactitud de sus propios cálculos que a los más
grandes errores cometidos por la otra parte.

ERRORES TIPICOS EN LA EVALUACION


Entre todos los errores en que pueden incurrir las naciones al evaluar
el poder propio y el de otras naciones, tres tipos se presentan con fre-
cuencia e ilustran bien las trampas intelectuales y los riesgos prácticos
inherentes a tales evaluaciones, que requieren ulteriores discusiones. El .
primero de ellos ignora la relatividad del poder y suele considerar al
poder de una nación en particular como absoluto. El segundo da por
segura la permanencia de determinado factor que en el pasado ha desem-
peñado un rol decisivo, olvidando el cambio dinámico a que están suje-
tos la mayor parte de los factores de poder. El tercero atribuye a un
solo factor una importancia decisiva, ignorando a todos los demás. Dicho
de otro modo, el primer error consiste en no correlacionar el poder de
otras; el segundo, en no correlacionar el poder real en determinado
momento con el posible poder en determinado futuro; y el tercero, en
no relacionar un factor de poder con los demás de la misma nación.

El carácter absoluto del poder


Cuando hablamos del poder de una nación diciendo que esa nación es
poderosa o que es débil, siempre estamos haciendo una comparación.
En otras palabras, el concepto de poder siempre es relativo. Cuando
decimos que en la actualidad Estados Unidos es una de las dos naciones
más poderosas de la tierra, lo que en realidad estamos diciendo es que
si comparamos el poder de Estados Unidos con el de otras naciones, en
Océano Attico

U.S.A.: 3.022.000 mila2 11P10X


U.R.S.S.: 8.300.000 millaa2 1p011 l::lil\llll\llll\\!l!!l:ill!lli !i\lllll\lll l'!l!!! !l 125-250
J.· ·;!. :. 25 - 125

Principelea . . . . . . . . . . . . . ct. -.u.-., 2 - 25


, ..... ct.l
J96 El pudt!r nacional Evaluació" del poder nacional 197

e l estado que ostentan en la actualidad, encontraremos que es mayor del poderío m ilitar francés habría podido revelar lo que surgía clara-
que el de todas ellas, excepto una. menle de la simple comparación de las capacidades relativas de ruerza
Uno de los más elementales y frecuentes errores que se cometen en militar tanto de franceses como de alemanes; se habrían evitado asi
el terreno de la pplftica internacional consiste en ignorar este carácter graves errores en la apreciación de las respec tivas capacidades m ilitares
relativo del poder y, en cambio, considerar el poder de una nación como y políticas.
si fuera absoluto. La evaluación del poder de Francia durante el lapso Una nación que en un momento determinado de su historia en-
entre ambas guerras mundiales es un ejemplo al respecto. Al terminar cuentra en la cúspide del poder resulta particularmeute expuesta a la
la primera guerra mundial, Francia era la nación más poderosa de la tentación de olvidar que todo poder es relativo. Veniadernmente parece
tierra desde el punto de vista militar. Y así era considerada hasta deter- pensar que esa superioridad que ha logrado es una cualidad absoluta
minado momento de 1940, cuando su real debilidad militar resultó obvia que sólo puede perder mediante la estupidez, o la negligencia en el cum-
luego de una aplastante derrota. Los titulares de los diarios desde el plimiento de sus deberes. Una política externa basada sobre tales su·
comienzo de la segunda guerra mundial, en setiembre de 1939, hasta la puestos corre graves riesgos, ya que pasa por a lto el hec ho de que el
derrota francesa, en el verano de 1940, relatan con mucha elocuencia la poder superior de esa nación es sólo en parte resultado de sus propias
historia de ese error conceptual acerca del poderlo militar francés. Du- cualidades; cu buena medida es el produc to de las c ualidades de utras
rante el período llamado de la falsa guerra, se pensaba que los ejércitos naciones.
alemanes no osarían atacar a Francia en virtud de la superioridad militar El predominio de Jn.;taterra desde fines de las guerras napoleónicas
de ésta. y en varias ocasiones corrió la noticia de que Jos franceses hasta el comienzo de la segunda guerra mundial se debió principalmente
habían roto las líneas militares alemanas. En la raíz de ese error yacía a la protección que le brindaba s u ubicación insular con respecto a cual-
el falso concepto de que el poder militar francés no era relativo con y a l control casi monopólico que ejerció en las prin cipales
respec to al de ot ras naciones. sino algo absoluto. Tomada en si misma, lmeas_ mar1t1mas del Durante e se lapso de su his toria , en com-
la fortaleza militar francesa fue la misma en 1939 y en 1919; por eso, paración con otras nac10nes, Inglaterra contó con dos ventajas de las
en 1939, se consideraba a Francia tan fuerte como lo habla sido en 1919. carecieron !as demás . La ubicació n insular de Inglaterra no ha cam-
El error fatal de esa evaluación consiste en que ignora el hecho de biado y su marina aún sigue siendo una de las más poderosas de la
que en 1919 Francia era la potencia militar más poderosa de la tierra Pero naciones han logrado armas, como las nucleares y los
solamente en la comparación con otras naciones, entre las cuales su más m1s1les que en gran medida las dos ventajas sobre
cercana competidora, Alemania, habla sido derrotada y desarmada. Para las que se Cl!flento el podeno de Ingla terra. Este cambio en la posición
dec irlo de otro modo, la supremacfa de Francia como potencia militar poder luz sobre el trágico dilema que debió enfrentar Ne-
no era una cualidad intrínseca de la nación francesa que podía ser com- VIlle Chambcrlam en los años previos a la segunda guerra mundial. Cham-
probable del mismo modo en que se detectan las características d:: !.._ berlam entendió la relatividad del poder inglés. Supo que ni siquiera
población francesa o de su ubicación geográfica o de sus recursos natu- una en la podía detene r su dedinación . Fue una iro nía
rales. Por el contrario, aquella supremacía era el resultado de una pecu- del destmo que los mtentos de Chamberlain por evitar el conflicto a
liar configuración del poder, esto es, de la superioridad comparativa de prec1o llevaran a la inevitabilidad de la contienda y que se
Francia como potencia militar frente a otras naciones. La propia calidad obhgado a la guerra qu" sabía iba a el poderío
del ejército francés no habla mermado entre 1919 y 1939. !n mglés. No obstante, es prec1so reconocer la sabiduría de l gobierno inlllés
número y calidad de tropas, artillería, aviones e infraestructura adm1ms· que, desde .el fin de la se.gunda guerra mundial, ha emprendido una 'ro-
trativa, el poderío militar francés no se habla deteriorado: Por eso aun lítica_ extenor muy consciente del descenso experimentado por el poder
un observador tan lúcido y experto en asuntos internaciOnales como relaltvo mglés r" specto al poder de otras naciones. Los hombres
Winston Churchill, al comparar el ejército francés de fines de la década de bruamcos han advertido el hecho de que si bien su marina
de l '30 con el del '19, pudo declarar en 1937 que ese ejército era la única contmua Siendo tan fuerte como lo era hace diez años, y el canal sigue
salvaguard ia de la paz internacional. tan ancho Y turbulento como lo fue sie mpre, otras nac iones han aumen·
Churchill , v muchos de sus contemporáneos, comparaban e l ejército lado su poder hasta el extremo de restar mucha efectividad a aquellos
francés de 1937 con el de 1919, que habla ganado su reputación mediante dos elementos clásicos del poder inglés.
la comparación con el ejército alemán de l mismo año, en vez de esta-
blecer la compa ración entre el ejército francés de 1937 con su par alemán
del mismo año. Esta comparación habrfa demostrado que la configu- El carácter pei"III&Jiente del poder
ración de poder imperante en 1919 se había revertido hacia fines de la
década del '30. Si bien la infraestructura militar francesa era esencial- El segundo error típico que arecta la evaluación del poder n-1ciona l tiene
men te tan buena como lo habla sido en 1919, ahora la alemana era con- tclac•ón con el primero. pero procede de una operación
superior. Aun siendo de la mejor calidad, ningún estudio rcnte. No obstante tener bien en claro la relatividad de l poder, la cva-
1 -

198 El poder nacional Evaluación del poder nacio....Z 199


luació n de un factor, o de una relación de poder, puede basarse en la mente- que el dominio alemán sobre Europa se habia establecido para
suposición de que es inmune al cambio. siempre. Cuando la oculta forlaleza de la Unión Soviética despuntó en
Ya hemos tenido ocasión de referirnos a los errores de cálculo que el mundo hacia 1943, Sralin fue saludado como el futuro amo de Europa
hacia 1940 llevaban a considerar a Francia como la primera fuerza mi- y Asia. En tos años de posguerra, el monopolio norteamericano de la
litar de la tierra. Quienes sostenían esta opinión hicieron del poder bomba alómica dio pie para que surgiera el concepto del "siglo nortea-
militar francés , tal como se !,abla configurado hacia fines de la primera mericano", especie de dominio mundial apoyado en su imbatible poder.•
guerra mundial, una cualidad permanente de Francia, aparentemente Las ralees de todas estas tendencias a coll5iderar el carácter abso-
inmune a los cambios históricos, olvidando que el surgimiento de ese luto del poder o a dar por perpetua a cualquiera de sus configuraciones
poder en la década del '20 fue el resultado de la comparación y que particulares, se encuentran en el contr-aste entre el dinámico y siempre
también por comparación debla ser probado para averiguar su verdadera cambianle carácter de las relaciones de poder entre las naciones, por
calidad en 1940. A la inversa, cuando la real debilidad de Francia se tra- una parle, y en el apetito del intelecto humano por la certeza y la segu-
dujo en derrotas militares, tanto en suelo francés como tuera de él se ridad bajo la forma de respueslas definitivas. Enfrentados a las contin-
desarrolló la lendencia a considerar aQu-;lla debilidad como algo per- gencias, ambigüedades e incertidumbres de las situaciones internaciona-
manenle. Enronces se trató a Francia con descuido y desdén, como si les, buscamos una comprensión definida de los factores de poder sobre
esluviera c ondenada a ser débil para siempre. los que se basa nuestra política exterior. Todos nos encontramos en la
La evaluación del poder ruso reconoce una trayectoria similar, aun- posición de la reina Victoria, quien tras haber destituido a Palmerson,
que con un orden histórico diferente. Desde 1917 hasta la batalla de cuyas impredecibles maniobras en la escena internacional la hablan exas-
Stalingrado, en 1943, la Unión Soviética fue tratada como si su debilidad perado, le pidió a su nuevo Primer Ministro John R.ussell " un programa
de comienzos de la década del '20 estuviera destinada a persistir inde- regular que comprenda esas diferentes relaciones con las demás po-
pendientemente de los cambios que pudieran ocurrir en otros campos. tencias". Las respuestas que recibimos no siempre han de ser tan sabias
Asi, la misión inglesa enviada a Moscú en el verano de 1939 para celebrar como la que John R.ussell expresó a la reina Victoria: "Es muy dificil
una alianza con la Unión Soviética en vista de la inminencia de la guerra establecer principios de los que a menudo no haya que apartarse".' Sin
con Alemania, concibió su tarea con una perspectiva sobre el poder embargo, una mal encaminada opinión pública sólo se muestra dispuesta
ruso que sólo se habria justificado diez o veinte alios antes. Este error a censurar a los estadistas que incurren en tales apartamientos de los
de cálculo se convirtió en uno de los más importantes faCtores del fra- principios, ignorando la distribución del poder y la posibilidad de que
caso de la misión. Por otra parte, inmediatamente después de la victoria ese alejamiento sea más una virtud que un vicio.
de Stalingrado y bajo el impacto de la agresiva poHtica exterior Lo que el observador de la politica internacional necesita a los
Unión Soviética, amplios sectores de opinión consideraron como un efectos de reducir a un minimo los Inevitables errores en sus cálculos
dogma la permanente invencibilidad .de la Unión Soviética y su perma- de poder es una imaginación creativa inmune a la fascinación que tan
nente predominio sobre Europa. ficilmente imparten los factores de poder preponderantes en el mo-
Existe una inclinación aparentemente inerradicable en nuestra ac- mento, capaz de apartar las supentlciones, una imaginación abierta a
titud hacia los países latinoamericanos, al suponer que la imbatible las posibilidades de cambio que ofrece la dinámica de la historia. Una
superioridad del coloso del norte, que existido que las_naciones imaainación creativa de este tipo seria capaz de ese Josro intelectual
del hemisferio occidental lograron su andependeiiClB, era casa una ley supremo que consiste en detectar bajo la superficie de las actuales rela-
natural a la que las tendencias defJIOII"áficas, la industrialización o Jos ciones de poder los desarrollos germinales del futuro, combinando el
desarrollos politicos y militares podfan llegar a modificar, pero conocimiento de lo que es con la corazonada de Jo que seria posible y
a alterar básicamente. AnáJocamente, se observa que desde hace sr&Jos condenSBDdo todos estos hechos, slntomas e incópltas en un mapa de
la politica del mundo ha estado determinada por miembros las probables tendencias futuras. que no tenga demasiada variación con
de las razas blancas, en tanto las raza¡ de color eran, a Jo sumo, el obje- lo que realmente ocurriri.
tivo de esa historia; resulta diftcil para los integrantes de todas las
razas visualizar una situación en la que la supremacla politica de las razas
blancas deje de existir y en la que, la relación _las
razas pueda incluso revertirse. La demostración . de _un poder mabtar
aparentemente irresistible ejerce una extralla fasc1nacaón en las men_t-:s
de aquellos más inclinados a las apresuradas profec:las que a los anábsaa
cautelosos. Les hace creer que la historia ha llepdo a un de con- -
1 di la .......
dll podor • Jame8 Jlumhul. . . . . Georp OnND, "-.ol
- - · . l ' o l n l l c, Ntl,_,.,diiMI, P'c. I I J . . , _ ; - . -
dll-,....
gelamiento y que Jos actuales detentadores de un poder ambatable con- Bumham Bldla Apba", Allltoell - . . ,, m . 7, Nt 2, ......, di IMI, P'c. 115
tinuarán disfrutándolo mañana y pasado. Así, en 1940 y 1941, cuando _el J
J Robert w. - ........ BrUaill ... .hropt, J7D.Itlf, , . lllacmlliiiD cano-
poder alemán habla llegado a su cúspide, se crela -profunda Y ampl. .
- · Nll8ft York, 111'1, N · 51.
200 El poder nactonal Evaluación d el poder nacio nal 201

hace r de Ale mania la potenc ia preponde rante del mundo. Resulta obvio
que este pos tu lado no puede in fe rirse direc tamente d e la pre misa geo-
La fala c ia d e l factor único política. Es ta sólo nos dice qué es pac io -{! n funció n de su ubicació n
re lativa con respec to a otros espacios- es tá dc.:st in:a.do a a lojar al amo
El te rcer error típico al esti mar e l poder de naciones - atnbw r del mundo. No nos d ice en q ué nación partic ular recaerá esa s upre-
un factor ún ico una importancia domin ante e n de trimento de los macia. Por eso, la escue la gcopolític.a ale mana , ansiosa de demos trar
factores- e ncuen tra la me jor ilus tra ion' en tres de s us manit es· q ue e ra misión del p ueblo a lemá n conquista r la r egió n clave, la sede
más consecue nt es en Jos tie mpos modernos : la geopolít ica, e l geográfica pa ra el do minio del mundo, combi nó la d octrina geopolítica
nac1o nahs m y e l militaris mo. con el argumento de la pres ión de la poblac ió n. Los a lemanes e ran " un
pueblo s in es pacio" y el "espacio vita l" que de bían te ner para vivir s ig-
nificaba una ten tación para que se conquistaran las estepas vacías de
lA geo poli11ca Europa orienta l.
Ta l como su rge en los esc ritos d e Mackindcr y Fairgrieve, la geo-
La gcopolíti a es una seudocienc ia que eri ge el fac to r d e la geografía política ha proporc ionado un cuadro vá lido de uno d e los a spectos que
e n . u n absoluto que supues tamente determina e l poder y. a partir de int egran la realidad de l poder nacional. cuadro desde la perspec tiva
.dh, e l des tino de las nac iones. Su co nce pc ión bási ca es el espacio . Sin exclusiva, y por Jo tanto dis tors ionad ora, de la geogr a fía. E n manos de
...: mbargo, rnient ra.s el es pacio es es tá tico, las pob laciones que viven den· Haushofer y s us d iscíp ulos, la geopolítica se con vi rtió e n una especie
tro de esos espa ios son dinám icas. Según la geopo lítica, es una ley de me tafís ica polí tica para ser usada como arma ideológica al servicio
has tó n ca que los pueblos deben expandi rse median te " la co nqu is ta d el de las pre tensiones nacionak s de Alemania;'
espacio" o perecer. y que el pod er rela tivo de las naciones se encuent ra
de te rminado por la mut ua relación co n respecto al es pacio conquis tado .
Es ta concepc ió n b h ica de la geopolítica fue escri ta inic ialme nt e por sir Nacioualismo
Ha lford Ma c kindc r e n e l document o "The Gcographical Pivot o l His-
tor-y'', y leíd o ante la Royal Gcographical Soc iety de Lo ndres en 1904. La geopolí tica cons is te en e l intento d e en te nde r e l problema del poder
" Si a te ndl!mus a rápi do repaso de las má anc ha s corrient es de la nac 10nal c xclus Jvamcntc en términos geográficos; en e l transcurso de
his toria , ¿no resu lt a evident e ciert a pe rs b tcncia de las re laciones geográ- ese proceso degenera en una metafísica política s usten tada por una jerga
ficas ? El pivo te de la politica mund ial ¿no es esa vas t& 1 .. scudoc ie ntifica . E l nac iona lis mo t rata de explica r el pode r nacional e x-
euroasiá rica inacces ible a los barcos, pero abierta e n la ant igüedad a los c lusavamcn te, o por lo me nos prepondera nte me nte , en té rm inos del ca-
nóma<.Jes ecues tres y hoy en proceso de ser s urcada por vias férreas? rác ter nacional; en e l transcurso de ese proceso degenera en una meta·
Esta es la regió n clave del mundo; se extiende d esde el Vo lga has ta e l física política de l racis mo. Del mismo modo que la ubicación geográfica
Ya ng tsé y desd e Jos H ima layas has ta d océano Artico. Fue ra de esa es d geopolitic? el facto r determinante d el poder nac ional, la per-
regió n pivo te, t:n una gran media luna interna , está n Alemania, Aus tria, tenenc ta a una nacron es para e l nac ionalis ta un determinante similar.
Turquía, India y China, y en la media lu na ex terna , Gran Bre taña, La pertene_n cia a una nación pued e definirse en términos de lenguaje,
S udáfrica, Aus tralia, E s tados Unidos . Canadá y J a pó n. 1 a ce i sla mun· cultura , ongen raza o po r la d ecisió n de los individuos de per-
dia b está co mpuesta por Jos continentes de E u ropa , Asia y Africa. y a a una. nac ao n. Pero más a llá de cómo sea d efinida, la pertenencia
s u alrededor se agrupan las regio nes más peque ñas. De esta estruc tura siempre 1mphcará e n s u esencia comparti r cie rtas cualida d es, conocidas
geográ fica d e la geopolítica m undial se ext rae la concl us ió n de que como que tie nen en común los integrantes de una
"quien man<!a en Europa o rienta l manda e n la rt!g ión cJavc ; quie n manda nacaón_ y que Jos d ife rencian de Jos integrantes d e otras
en la rl"gión clave m anda e n la t< ls la mundi ah); quien manda en la «I s la naciOnes. E l m a ntcnamaento del car ácter nacio na l y, más particularmente,
mundia l• manda en e l mundo".J el desarro llo d e sus fac ult ad es c reat ivas es la tarea s upre ma d e la nación.
en este anális is, Mac kindcr prev ió la emc1 gc ncia de Rusia, Para cumphr es ta ta rea, la nació n necesi ta poder que la proteja
o de cua lquie r o tra nació n que llegara a co nt rolar el te rri torio desc ripto contra o t ras nacaones y que estimule s u propio d esarrollo. Dicho de
a nte s, conao potencia mundia l pre pondera nte . Bajo el lid er azgo del gc·
ne ral Ha us ho fcr, quien ejeróó una impo rt a nte influe ncia sobre Jos cálcu- 4 Las connotaciones ideológicas de a islamiento y solidaridad del hemisferio
lo s d e poder y e n la s políticas exteriores d el régimen nazi , Jos gcopo li· están empa_rentadas la geopolillca en el sentido que derivan de una
ricos ale manes fue ron más específicos. Post ularon una alianza con b t.:o ncepclón de lll.J>Ollllca internacional basada en facto res geográficos distorsionados
Unión Soviética o la conqui s ta de E uropa como medios para o ficticios La d astorslón ya ha sido señalada en el texto; pan
el caracter h ctlcio de la umdad geográfica e n e l hemisferio occldentaJ véase Eucene
Stuley, "The Mylh of the Contments··. en Ca mpan o/ lhe World. ediiado por Hans
J S ar H .&l(úrd J . Nackinder, Demc,crahc ld'-als and Realltv, Henry H olt and Y Vdhjalmur Stefansson , The Macmi1lan Company, Nueva York, 1944,
Com peny, Nul."va Y ork , UH9, pág . ISO
202 El poder nacional Evaluación del poder nacional 203

otro modo, la nación necesita un Estado. "Una nación-un E stado" se su semilla prácl icam ente e n todas partes. A partir del h echo de que el
convierte así en e l postulado polític o del nacionalismo; la nación-Estado nacionalismo ha procla m ado al carácter nacional com o pivote de su
es s u ideal. filosofía polilica, de su programa y de su acción , los o bservado res cri-
Pero si bien la nac ión necesita e l poder del Estado para proveer ticas frecue nte mente han tendido a irse al otro extremo ne gando Ja cx.1 s·
a su mante nimie nto y desarrollo. el Estado, a su vez, necesita a la co- te ncia de un carác ter nacional. En e l intento de demostrar la esencia
mun.i dad naciona l a los efectos de ma nte ne r e incrcm.cntar su poder. mítica y subje tiva del nacionalismo, ha n t ra tado de mos trar, c on an-
Partic ularmente en la filosofía n acionalista a lemana --en los escritos siedad, que su discutible base empírica --el carácter nacional- no es
de Fichte y Hegel, por e jemplo- e l carác ter o espíritu nac ional aparece m ás que un mito.
como alma , y la orga nización política de l Estado como el cuerpo de Se puede coincidir fácilm ente c on los criticas del nacionalismo Y
la comunidad nacional, la que requiere de ambos a los e ft..-ctos de c um- del racismo e n que la discu tida e inevitable determinación del carácter
plir con su misión entre las dem.á s comunidades nacionales. El sentido nacional m edianle la "sang re" -esto es, las carac teríst icas biológicas
de afinidad , la participació n en una cultura y en una tradició n comunes, comunes de los integrantes de ciertos g rupos-- es una e laboración po-
la conciencia de un des tino común , que son la esencia del sentimiento lítica sin base a lguna en los hechos. Ta mbié n se pue de cslar de acuerdo
nacional y del pa triotismo, son trans forma dos por el nacionalis mo en en que la permane ncia absolu ta del carácter nacional, como derivac ión
un mis ticismo político dentro del que la comun idad nacional y el Estado de las cualidades inmuta bles de una raza pura, perte nece al reino de
se convierte n en entidades sobre humanas, distintos y superiore s a los la milología politica. La exis tencia de Estados Unidos como nación con
miembros individuales de la comunidad, acreedores de lealtad absoluta, su g ran capacidad de asimil ación proporciona una prue ba convinc ente
y. como los ídolos de la antigüedad , merecedores de sacrificios de hom- acerca de la fa lacia de ambas afirmaciones. Sin embargo, negar de plano
bres y bienes. la existencia del carác te r nacional y su relación con el poder nacional
E l misticismo alcanza s u apogeo en la celebración racista del ca- es algo que va contra los datos de la realidad, de los que hemos dado
rácter nac ional. En este punto, la nación se ident ifica con una entidad algunos ejemplos.s Tal negación se ria un error no me nos c raso para una
biológica, la raza, la que, en la medida e n que se mante nga pura, correcta evaluación de l poder de una nación en relación a o tras que la
ducirá e l carácter nacional e n todo su vigor y esple ndor. La dilución deificación nacionalista de l carácter nac ional.
de la raza mediante mezclas con e lementos extraños a ella corrompe el
carácter de la nac ió n y, consecuentemente, debilita el poder del Estado.
La homogene ida d d e la nación y la pureza de la raza se colocan asi en Militarismo
la verdadera esencia del poder nacional y, para beneficio de éste, las
minorias nacionales deben ser absorbidas o expulsadas. Al fin, el ca· El militaris mo incurre en el mis mo tipo de error con respecto a los
rácte r nacional de la propia nación comienza a ser visto como el rep<> aprestos militares que hemos vis to cometer a la geopolítica y al nacio-
sitorio de todas esas cualidades -coraje. lealtad. disciplina, industria , nalismo con respecto a la geograUa y al carácter nacional. El militarismo
r esistencia, inteligencia y fac ultad de lide razgo- cuya posesión justifica es la concepción que supone que el pode r de una nació n consiste, pri-
e l e jercicio de un poder supremo sobre otras naciones y que, al mismo maria y a veces exclusivamente, en la fuerza militar que posea, conce-
tiempo. hace posible el ejercicio de semejante poder. La sobreestirnación bida especialmente e n té rminos cuantitativos. Los e jé rcitos m á s grandes,
de las c ualidades de la propia nación, que es característica de todos las armadas más poderosas, las mayores y m ás rápidas fuerzas aéreas.
los nacionalismos, lleva desde el concepto de raza dominante hasta una la superioridad en cantidad de armas nucleares, pasau a ser los fac to res
verdadera idolatria del carácter nacional destinado a mandar en el mun- predominantes s i no los exclus ivos. los símbolos del poder nacional.
do. En virtud de estas cualidades cons igue un poder potencial como Naciones cuya c apacidad militar se apoya en la marina antes que
en la superioridad de s u ejército permanente llegaron a aborrecer el
para ejercer un dominio m undia l y es tarea de los e stadis tas y conquis-
militaris mo alemán, francés o sovié tico. s in advertir que ellas mis m as
tadores militares transformar esas adormecidas potencialidades en rea- desarrollaban un particular tipo de militarismo. Influidas por escri to r es
lidades de imperio mundial. como Ma ha n , enfatizaro n m ás allá de toda proporc ió n la importancia.
Los d esbordes intelectuales y politícos del nacionalismo, y de su el tama ño y la calidad de sus marinas a los efec tos del poder nacional.
apéndice, el racismo, han impac tado y causado repuls ió n en la me n- En Estados Unidos existe una amplia tendencia a sobre valorar los as-
talidad no nacionalista en un grado muc ho mayor aún que los des bordes pectos tecnológicos de la preparación militar, com o pueden ser la ve lo-
de la geopolít ica. Los de e s ta última se limitaro n principalmentt a Ale- cid ad y calidad de los aviones y la singularidad de las armas a tómicas.
mania y se perpetraron e n u n le nguaje esotérico. Po r el cont rario, los El alemán promedio se e ngañó con las masas d e soldados que mar-
de l nac iona lis mo son la excrecen cia lógica de una religión secular que chaban a paso de ganso . El ruso promed io experime nta la supremacía
s i bien ha arrastra do e n su fan atismo de gue rras santas de exterminio,
cscl2vitud y conquista mundial a sólo a lgunos países , ha sabido d ejar ) Vá.se capitulo 9, apartado "Carúter nacional...
204 El poder nacionQI E valuación del poder nacional 205

del poder soviético, basándose en el espacio y la población, ante las se encontrará con que sus compe tido res realizan un esfue rzo máximo
multitudes que ocupan la vastedad de la Plaza Roja durante el dla de para tralar de igualar o sobrepasar ese poder. Comprobará que no tiene
los trabajadores. El inglés típico solía perder el sentido de la propor- amigos, s ino vasallos y enemigos. Desde la eme rgencia d el moderno sis-
ción en presencia de las formas gigantescas de un acorazado. Muchos tema cs talal en el s iglo xv, ninguna nación ha conseguido imponer su
norteamericanos sucumbían a la fascinación que emanaba del "secreto" voluntad al resto del mundo desplegando solamente su fuerza material.
de la bomba atómica. Todas estas actitudes hacia los preparativos mi- Ninguna nación que haya transitado las vías del militarismo ha sido
litares incurren en el error común de creer que lo único que cuenta, o Jo suficientemente fuerte como para quebrar Ja resis tencia combinada
por lo menos lo que más cuenta a los efectos del poder de una de otras naciones, reunidas precisamente por el temor que experimen-
nación, es el factor militar concebido en términos de numero y calidad taron ante la inicial superioridad material.
de hombres y armas.' La única nación que en los tiempos modernos pudo mante ner una
El error militarista conduce inevitablemente a la ecuación del poder continua posición de predominio, la debió a una rara combinación de
nacional con la fuerza material. Hablar en voz alta y llevar un garrote poder superior potencial, a la reputación de esa superioridad y al infre-
grande, segiln el famoso dicho de Theodore Roosevelt, es el método pre- cuente empleo de ese poder superior. Así, Inglaterra fue capaz, por una
ferido de la diplomacia militarista. Los sostenedores de esta metodología parte, de sobreponerse a todos los desafíos que sufrió su supremacía
ignoran que a veces es más hábil hablar en voz baja y mostrar un garro- merced a los aliados que su autolimitación le había procurado, los que
te grande y que en otras resulta más conveniente aun dejar el garn>te en consecuencia contribuyeron a hacerla efectivamente superior. Por
en casa para cuando se necesite. En su encandilamiento con los as- otra parte, pudo minimizar los incentivos para el desafio puesto que
pectos de la fuerza militar, el militarismo se muestra desdeñoso con su superioridad no amenazaba la existencia de otras naciones. Cuando
respecto a los intangibles del poder. Sin ellos, una nac1ón poderosa Inglaterra se encontró en el umbral de su mayo r poderío, atendió las
podrá atemorizar a otras naciones como para que se rindan o podri advertencias de su más grande pensador político, advertencias tan ac·
conquistarlas mediante el empleo de una fuerza arrolladora, pero no tuales hoy en día como cuando fueron formuladas en 1793:
podrá gobernar lo que ha conquistado, porque no consegUirá volun- Entre los recaudos que deben tomarse contra la ambición no es-
taria aceptación de su gobierno. En suma, el poder del m1htansmo taría de más adoptar algunos contra nosotros mismos. Debo decir
deberá tender a atemperarse en una autorrcstricción que procure etec- que temo a nues tro propio poder y a nuestra propia
tivizar el poder nacional mediante el no empleo de la capacidad amb1c1Ón. Temo que se nos tema demasiado. Es ridículo decir que
Los fracasos de Esparta, Alemania y Japón comparados con los tnunlos no somos hombres y que. en cuanto tales, nunca hemos deseado
de un modo o de otro. ¿Podemos decir en este pre-
de las políticas romana y británica en lo concerniente a la CISO momento que no nos hemos engrandecido mediante la envidia?
de un imperio, muestran los desastrosos resultados prichcos de ese Estamos en posesión de casi todo el comercio del mundo . Nue stro
error intelectual que llamamos militarismo. imperio en la India es algo tremendo. Si estuviéramos en condi-
Así el error del militarismo confiere nueva nitidez a la estructura ciones no sólo de tener todo ese ascendiente en el comercio, sino
y conto'rnos del poder nacional. El militarismo es incapaz de entender d e ser absolutamente capaces, sin el menor control, de mantener
la paradoja de que un máximo de poder matenal no necesanamen!e el comercio de todas las demás naciones totalmente dependiente de
significa un máximo de poder nacional (y en esto la _esencia nuestro antojo. ¿podríamos decir que no abusaríamos de este asom-
broso y sin par poder? Pero todas las otras naciones pens arian que
de su error) . Una nación que vuelca a la arena de la poht1ca mtema- sí abusaríamos. Y sería inevitable que, tarde o temprano, este estado
cional el máximo del poder material que haya sido capaz de acumular, de cosas produjese una combinació n en contra de nosotros que
terminaría en nuestra ruina.7
, Esto r.specto del mllltarismo muy bien -.:ripto en B. H . Tawney,
Acqui•itive Ha.rcourt. Brace and Company, Nueva York, pele. 44. El
militarismo ea la caracteristk:a no de Wl sino de una Su MenCia
consiste no en tma cuallclod o MC&la particular de 1& preparación militar, alno on
Wl& mentallclod 1& que al concentrarse en un elemento particular de 1& 'riela IOClal,
tma.lmente ternÍinn ualtándoto huta el punto de convertirse en el irbitro de todos
Jos demás. El propóolto para o1 cual exlsl<ln Ju fuerzas a.rmadu se olvida. Eldaten
ptJr su propio derecho y no necesitan justtficaC1ón alfun&. En vea de aer considera-
das como un instrumento necaario en un mundo unperfecto, aon elevadu a la
cate1 oria de objeto de veneración supersticiosa, como li el mundo tuera un l : r
pobre e insipido sin ellas. Aaf, las in&titucionea. poUtlcas, 101 compromtao. socl es,
el intelecto. la moral '1 la rellción .e incluyen en un hecho para cumplir con
una actividad, que en una sociedad sana es acttvidad como la
policfa o la VJ(ilancia de las prisiones o la Ump.esa del _alcantarillado, pero
un Estado rrulitarista es Wl& especie de atntoma mistaco de la propia soct ·
El m ilitarismo . es el culto a un telic l:w!. Es la del alma humana
y taccracion de los cuerpos como medio pan aplacarlo . Reproducido con a uto- 1 Edmund Burk.e, " Rem arks on the Policy of tbe Allies vdth Respect to Fran·
rización del editor. ce", Work.l. vol. IV, Little, Brown and C:Ompany, Bos.ton, 1899, pác. tS1.
CllAR'fA
PAR'fE
· Limitaciones al ·
Poder Nacional:
el Equilibrio
del Poder
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El Equilibrio del Poder

Las aspiraciones de poder de varias naciones, cada una de ellas tratando


de mantener o de quebrar el statu quo, llevan necesariamente a una
configuración que se denomina el equilibrio de poder 1 y a las polfticas
que procuran preservarlo. Usamos el adverbio necesarúlmente en forma
deliberada. Nuevamente nos enfrentamos aquí con el concepto erróneo
que ha impedido la comprensión de la política internacional y nos ha
llevado a ser víctimas de ilusiones. Este error supone que los hombres
pueden elegir entre una política de poder y su necesaria consecuencia,
el equilibrio de poder, por una parte, y diferentes y mejores modalidades
de relaciones internacionales, por la otra. Insiste en que una politica
exterior basada en el equilibrio de poder es una entre varias formas
posibles de políticas exteriores y que sólo hombres estúpidos y mal-
vados podrían elegir la primera en desmedro de las segundas.
En las páginas siguientes se demostrará que el equilibrio interna-
cional de poder es sólo una manifestación particular de un principio
social general al que todas las sociedades compuestas por un cierto
número de unidades autónomas deben la autonomía de sus partes com-
ponentes, que el equilibrio de poder y las políticas tendientes a su pre-
servación no sólo son inevitables, sino que además son un factor esta·
bilizante esencial en la comunidad de naciones soberanas y que la ines-
tabilidad del equilibrio internacional de poder no se debe a una falla
del principio, sino a condiciones particulares bajo las que debe operar
el principio dentro de la comunidad de naciones soberanas.

1 La expresión "equilibrio de poder" 1e emplea en el texto con cuatro sentidos


diferentes: 1) como polltica que aspira a un cierto estado de cosas; 2) como un
cierto estado de cosas); 3) como una distribución de poder aproximadamente tcual;
4) como una distribución cualquiera de poder. Cuando la expresión se emplea sin
precisiones se refiere a un estado en que el poder se distribuye entre varias na-
ciones casi' con igualdad. Para el significado que se refiere a una distribución cual-
quiera del poder, véase en el capitulo 14 el apartado "El equilibrio de poder
como ideologi.P.".
110 Limitac ro tl eS a l puder n acwna l El eqUilibrio d<i pode r 211

equili brio adcc.uado entre difere ntes regio nes geográfica s, tales .c?mo el
Es te y el Oes k , e l Nort e y el S ur; e ntre difc ren1es tipos de ac tiVIdades,
EL EQUILIBRIO SOCIAL tales co m u la ag ricultura y la indus tria, industria e
li gera , y pequeños negocios, p rod uc tores y consumidores , admi-
El equilibrio del poder como concepto universal nis trac ió n y trabajo; e n tre dife re ntes grupos funcionale s, talt!S co mo ur-
El concepto d e "equilibrio" como s inó nimo de " balance" se emplea ha- b a nos y rura les , vie jos, m a duros y jóvenes, c ampo político Y campo eco-
bitualmente en muc has ciencias - fís ica, biología, economía, sociología nó ndc.:o, clases medias , clases a ltas y clas es bajas.
y c ie nc ias p o líticas. Significa estabilidad dentro de un s is te ma compuesto En los c imie ntos de tales equilibrios se encuentran dos supuestos:
por cierto número de fuerzas autónomas. Si e l equilibrio es perturbado primero, que los e le mentos a se r equilibrados son necesarios para .l a
ya sea por una fu e rza exterior o por el ca mbio en a lguno de los ele- sociedad o ha n ac reditado alguna razón para existir y , segundo, que sm
m e ntos que componen e l s istema, éste experimenta la tendencia a un es tad o de equilibrio e ntre dios, alguno d e los elementos conseguirá
blccer el viejo equilibrio o a establecer uno nuevo . Asi, el equilibrio ascendencia s o bre los o t ro s, u su r pará sus intereses y derechos y , en
también existe e n el c uerpo humano. Mientras és te ca mbia durante e l última ins ta n cia, puede llega r a destruirlos. Po r lo tanto, el propós ito de
pe río do de c reci mie nto, el equilibrio pers is te , independientemente de la tales equilibrios consis te en m a nte n er la es tabilida d del sistema sin
modificación de los distintos órganos. a los efec tos de n o perturbar la d estru ir la multiplicidad de ele me ntos que lo componen. Si el objetivo
e s tabilidad del c u e rpo. Esto es especialme nte notorio c uando los cambios fue ra sola ment e la estabilidad ésta podría lograrse permitiendo a un
cuantitativos y c ualitativos en los diferentes ó rganos se producen en eleme nto que destruyera o avasallara los otros y to mara s u lugar. Pero.
forma proporcionada entre unos y o tros. Sin e mbargo, c uando el cuerpo dado que el obje tivo es la estabilidad y la preservación de todos los
sufre una herida o pierde uno de sus ó r ganos debido a una interferencia elementos del sistema, e l equilibrio debe procu rar ev itar que nin-
externa. o experimenta un crecimiento anómalo o la transformación pa- gún ele men to cobre ascende ncia sobre los d e m ás . Los medios e mpleados
tológica de uno de sus órganos, el equilibrio se ve afectado, por lo que p ara m a nte ne r el equilibrio en pennitir a los dife rentes ele--
el cuerpo trata de sobreponerse a la a lteración restableciendo e l mismo mentos del s istema proseguir sus tende n cias o pues tas hasta el punto
o diferente nive l de equilibrio que te nía antes del inconveniente' e n que la tendencia de uno de e llos no sea ta n fu e rte como para sobre-
El mismo concepto de equilibrio se emplea en ciencias sociales, por p o nerse a la de otro, pero sí lo s ufidcntcmente fuerte como para evitar
ejemplo en economía, con referencia a las relaciones entre los diferentes que las de los d e más la s uperen . Según las palabras de Rober t Bridges:
elementos d e l sistema económico. entre ahorro e inversión. e xportación
e importación, oferta y demanda, costos y prec ios. Contemporáneamente, Nuestra estabilidad no es más que equilib rio; y la sabiduría reposa
el capitalismo ha sido descripto como un sistema de "poder compensa- en la m agis tra l adminis tra c ió n de lo imprevis ible.
do".' También se aplica a la sociedad como conjunto. Asl buscamos el
En ninguna otra p a rte que no sea Tite Fede rali.st se ha des cripto
' V<!ase, por ejemplo, la notable analorla entre el equlllbrlo del cuerpo bwnano el m ecanismo dd equilibr io s ocia l d e mod o más brillante y al mi smo
y el de la sociedad en Walter B . C&nnon, TM Wildom O/ IM Bodl/, W. W. Norton
and Company, Nueva York, 11132, p&p. 2SIJ.2!1f. " A primera n.ta eo precilo oboervar tie mpo m ás sencillo. Refir iendose a l s is te ma d e contr o l y equilibrio del
que el cuerpo polftico muestra alcunas manifestaciones de W1 proceso de eatabW- gobierno n orteam erica no, e l N • 51 d e Tite Fed erali.st dice:
zactc'm no del todo acabado. En el capitulo anterior oxpl'fllé el po.tulado
de que W1 cierto erado de cooa&&ocia dentro de un sistema completo ea en a( mismo
política d e s ustituir la falta de d e vados impulso s mediante
porque cualquier tendencia hacia el cambio es contrarrestada por una mayor efec- mtere ses o pues tos y a ntagónicos puede extenderse a todo el sis-
tividad del -o de 105- apnte/ s que resisten al cambiO. Muchos hechos familiares tema d e los asuntos humanos , ya sean públicos o priva dos . La en-
prueban que estas afirmaciones también son Yálidas. en cierta medida, para la conlramos partic ularme nte visible en todas las dis lribuciones subal-
sociedad, aun en sus inestables condiciones actuales. Un despliecue de conservado-
rismo incita a una rebeUón radical que, a su vez, .será seeuida por un retomo al con· ternas del poder, donde d o bje tivo constante consi s te en dividir
servadorismo. Un roblemo ineficaz allana el camino al poder para los reformadores, y o rganizar toda s las d e mane ra que cada una pueda
pero los fé rreos controles de estos últimos pronto pro vocan intranquntdad y el vtgtlar a la otra y que los mte r escs privados d e cada individuo s ean
deseo de un mayor relajamiento. El noble entuaiasmo y los sacnricios de la gue· l'?s centinelas de los derec hos públicos. E s tos logros de la pruden-
rra drvienen en una apatfa moral y en orgfas de a utolndulgencia. Casi no hay ten-
dencia fuerte en Wl& nación que oo .se desarrolle casi hast& los umbrales del desas- Cia no son nwnos neccsan os e n la distribución de los supre mos
tre; antes de que se llegue a ese punto aparecen fuerzas correctivas que la enfren- poderes d el E s ta d o .
tan. la s uperan y , a su vez. alcanzan una situac ión de preponderancia que también
suscitar' una reacción . Un estudio de la na turaleza de estas oscilaciones sociales
puede llevar a una valiosa comprensión de las mismas y posiblemente a una reduc· O, en las p a labras de Jolm R a ndolph: " Es posible: lle n ar pergaminos
ción de las perturbaciones que ocasionan. Sin embargo, aqul sólo nos limitamos e nte ros con limitacion es, pero sólo e l pod e r puede limitar al poder".'
a senalar que las perturbaciones se hallan limitadas y que ellas sugieren, tal vez,
las tempranas etapas de una homeóstasfs social". Reproducido con autorización del
editc r. COpyright 1932 by Walter B . Cannon.
J John K. Galbraith, American Capitali3m, the Concept of Count ervailing Power, 4 Citado por William cabell Bruce, John Randolph of Roano ke. G. P . Putnam ,
Houghton Mifnin, Bost.on, 1952. Nueva York y Londres, 1922, vol 11, pág. 211.
212 Limitaciones al poder nacional El del podu 213

El gobie rno norteamericano es el más ejemplo modero?


de un sistema de gobierno cuya se mantiene merced al eqUI-
El equilibrio del poder en la política interna librio en tre sus partes componentes. Dicho con palabras de lord Brycc:

Fuera del campo internacional, el concepto de equilibrio o balance ha La Constitución fue creada cxplfcitame nte c.omo i!"strumento de
encontrado su más importante aplicación en la esfera del gobierno y controles y equilibrios. Cada rama del gob terno lu!uta a las otras
y mantiene el equilibrio del conj unto . El legts la ttvo estaba para
la política interna :5 Los cuerpos parlamentarios frecuentemente han contro lar al ejecutivo y el judicial a ambos. dc,s cámaras legts-
desarrollado en su interior un equilibrio de poder. El sistema mul!ipar- lativas estaban para contrabalancearse entre S I. E l go.b1crno nacto 4

tidario contribuye particularmente a ese desarrollo. En estos casos, a nal, en su conjunto, estaba balanceado contra gobiernos estata 4

menudo dos grupos, cada uno representante dl"' una minoría del cuerpo les. Como el equilibrio era colocado bajo protecctón de un documen-
legislativo, se oponen, por lo que la formación de una mayoría depende to que sólo podfa cambiar el propio pueblo, ninguna de las ramas
de los votos de un tercer grupo. Este tenderá a unirse al potencial o del poder nacional ha sido capaz de absorber o sobrepasar a otra - -.·
realmente m ás débil de los dos, con lo que se impondrá un contralor al Cada rama mantiene su independencia y puede, dentro de c1ertos h -
más fuerte. Incluso el sistema bipar tidario del Congreso de Estados mites, desafiar a las otras. . ..
Pero entre los cuerpos políticos y las respectivas reparttct?nes
Unidos ha adoptado esta configuración típica de control y equilibrio (por ejemplo, las personas que de tanto en tanto ocupan el _mtsmo
cw.ndo, en los últimos años de la administración de Franklin D. Roose- cargo) existe una constante rivalidad, por la
velt y durante la mayor parte ce la de Trumao, los demócratas del sur similar a la que Darwin demos tró que cxts!la entre plantas y am-
se constituyeron en un tercer partido, votando en muchas ocasiones con males. Y, como en e l caso de las plantas y animales, así tambié_n.en
la minoría republicana. De este modo controlaban no sólo a la mayoría la esfera política esta lucha a cada cu erpo o
demócrnta en el Congn:so, sino también al Ejecutivo, que también es· para realizar el mayor esfu erzo a los efectos de su prop•a
taba en manos del partido Dem6crata.6 preservación y a desplegar sus aptitudes en dJrecctón
donde el desarrollo sea posible. Cada rama del gobtemo norteame-
ricano ha procurado extender el radio de sus actividades Y de su
s Parece ocioso señalar que en tanto el equtubrto de poder es un fenómeno poder; cada una de ellas ha en dirección,
social universal, sus funciones y resultados son diferentes en la politica interna· mientras que en otras ha s1do hmttada por stm tlar o mayor pres16n
cic nal y en la interna.. En la poUUca interna, el equilibrio de poder opera dentro
de un contexto relativamente estable propio de una sociedad integrada, coht!Sio- de otras ramas."'
nada por un fu erte consenso y por el poder - normalmente indesafiable- de un
gobierno central. En el campo internacional, donde no ex.iate una autoridad central
y el consenso es débil , la estabilidad de la sociedad y la libertad de sus componen· El N? 51 de The Federa/ist revela la estructura de poder de este·
"equilibrio dinámico" o "paralelogramo móvil de fuerza", como lo de-
poder.
vC también J . Allen S mith. The Growth and Decadence O/ Con.stitutional Go·
t-ernment, Henry Hc.lt and Company, Nueva York, 1930, págs. 241 y 242 : "En ausen·
nominara Charles A. Beard: 1 " • . . la falta debe ser reparada concibiendo
la estrur.tura interior del gobierno como si sus vtlrias partes con stituti·
c.ia de cualquier entidad comUn e imparcial que interprete el derecho internacional
y supervise las relaciones internacionales. cada Estado se muestra muy preocupado
vas pudieran, mediante sus relaciones mutuas, ser los medios de man·
no sólo de aumentar su propia autoridad, sino también de evitar, en la medida de tener a cada una en su lugar ... Pero la mayor seguridad contra una
lo posible, cualquier incremento en la de sus rivales. Este Instinto de autoconser- gradual concentración de varios poderes en un mismo departamento
vo.ción en un mundo cc.mpu esto por nac10nes independientes opera haciendo que
cada una desee poder a los erectos d e asegurarse contra el peligro de una acresión consiste en dar a aquellos que administran cada departamento los me-
externa. El heocho de que n ingün pais por separado sea lo suficientemente tuerte dios constitucionales necesarios y motivos personales como para rcsis·
como para sentJrse seguro contra cualquier posible combinación de Estados rivales
"·uelve necESaria la Cormación de alianzas y contraallanzas mediante las cuales cada tir la intromisión de otros . . Las previsiones para la defensa deben
Estado procura asegurarse el apoyo necesario para el caso de que su se¡urtdad
amenazas externas. Habitualmente esto se refiere a la lucha por mantener
el Equilibno de poder. se trata sencillamente de la aplicación de la teoria del con· York, 1882, pá&:. 142 : "En un tipo de sociedad asi constituida, si el sistema
trol y balance dentro del Estado a .poJilica Supone, Y con acierto, senlativo fuera idealmente perfecto y si tuera posible mantenerlo en ese estado,
que si cualquier Estado llega a adqutnr una pos1c1ón de predominio en los asuntos su organitación debiera ser tal q ue sus dos clases, trabajadores manuales y afines
internacionales, se convertiria en una clara amenaza para los intereses y por una parte, y empleadores y afines por la otra, deberfan estar bien equilibradas
del rcslo del mundo. Aun si se lo adquiere a los e fectos de la autoprotecc tón, el en la estructura del sistema representativo, cada una de ellas controlando un nú 4

poder se t rans!m ma en una amenaza para la paz mundial tan . pronto como el pais mero equivalente de votos en el Parlamento. Porque se supone que la mayorla de
que lo ¡:csee se siente más ruerte que cualquter No menos nece· cada clase, al disentir con las demás, estarli orientada por los Intereses de su clase
sario para mantener e l equilibrio de poder en la política internacional resulta el y exisUria una mlnorla correspondiente a cada una, en la que esa consideración
evitar que algunos intereses especiales cobren prepondearncia en el Estado. Pero, quedarla supeditada a la razón, la justicia y el bienestar común. La minorta de
dado que esta idea de equilibrio de poder se basa en el temor al ataque Y supone cualquiera de las clases , uniéndose a otra, bien podrta inclinar la balanza contra
que cada nación debe estar preparada para la guerra, no puede considerarse en su propia mayorla, que d e este modo no llegarla a prevalecer". Véase también
real C'.omo una garanlia para la paz inte rnacional". Reproducido con autori4
la pág. 153 y, para lo que tiene que ver con el equilibrio de l poder dentro de los
z.ación del editor. Véase también The Cambridge Modern History, vol. V, The Mac· Estados federales, las págs. 9 y 200.
mman Co., Nue va York, 1908, pág. 276. "' The American Commonwealth, The Macmillan Company, Nueva York, 198l,
' Cf . la re veladora discusión del problema en a:eneral en J ohn Stuart Mill, vnl. l . polca. 39t-91.
Cc.msiderations on Government , Henry Holt and Company, Nueva • The Republic, The Press. Nueva York . 19-14 . náRs . 190·91.
2J4 Limitaciones al poder nacional El equilibrio del poder 2t 5

ser _.,n éste como en cualquier otro campo- proporcionales al peligro


de ataque. La ambición debe emplearse para contrarrestar la ambición.
Los intereses del hombre deben estar relacionados con los derechos cons·
tilucionales del cargo . .." El objetivo de estas medidas constitucionales DOS MODEWS PRINCIPALES DEL
consiste en "preservar a una parte de la sociedad contra las injusticias EQUILIBRIO DEL PODER
de la otra parte. Intereses necesariamente diferentes coexisten en las di'i·
tintas clases de ciudadanos. Si una mayoría se reúne tras intereses co- En la base de la sociedad internacional se enc uentran dos facto res: uno
munes, los derechos de la minorfa se volverían inseguros". es la multiplicidad y el otro es el antagonismo de sus elementos, las na·
El autor, Madison, esperaba salvaguardar los derechos de la minorla
ciones individualmente consideradas. Las cxpcc tat iváS de poder de las
"dividiendo la sociedad en muchas clases separadas de ciudadanos de
modo de volver la injusta combinación de una mayoría como algo muy naciones puede n lle var a si tuaciones de conflicto e ntre ellas -y algunas ,
improbable si no impracticable ... La propia sociedad estaría sepa rada si no la mayoría de ellas, se han vis to afec tadas en algún momen to de
en tantas partes, intereses y clases de ciudadanos que los derechos de su historia- a través de dos modalidades d iferentes. En o tras palabras,
los individuos, o de las minorías, estarían expuestos a muy peque· la luc ha por el poder en el campo internacional puede desarrollarse
ños peligros derivados de la interesada combinación de una ma· mediante dos modelos típicos .
yorla". La seguridad descansarla "en la multiplicidad de intereses" y el
grado d<' seguridad "dependerla del número de interc•es". De este modo
resume Charles A. Beard la filosofía del gobierno norteamericano: "Los El modelo de la oposición directa
constructores entendieron que el gobierno en acción es poder. Trataron
de enfrentar las ambiciones, intereses y fuerzas de los seres humanos
Una nación A se e mbarc a en una política imperia1is ta co n respecto a
en tres departamentos opuestos, de modo de evitar que cualquiera de Jos
otra nación B ; ésta pue de contrarrestar aC')ue lla política con una de
grupos poseyera todo el poder convirtiéndose en algo peligroso".'
Con solo cambiar la terminología de la polltica internacional por stalu quo o a través de otra política imperialista. Francia y sus aliados
los conceptos empleados en The Federa/ist o por lord Pryce o Charles A. oponiéndose a Rusia en 1812, Japón oponiéndose a China entre 1931 y
Beard en sus análisis sobre la estructura y dinámica del gobierno norte· 1941 , Naciones Unidas contra el Eje desde 1941 , son eje mplos que co-
americano, veremos surgir los principales elementos comunes al sistema rresponden a ese modelo. Se trata de un mode lo de oposició n directa
de contrapesos y balances de la Constitución norteamericana y al equi· entre la nación que busca establecer su poder sobre otra que se niega
librio internacional dd poder. Dicho de otro modo, las mismas .... a someterse.
han dado origen al sistema norteamericano de contrapesos y balances y La nación A también puede llevar adelante una politica im perialista
al sistema inte rnacional de equihbrio de poder. Ambos s istemas procu· hac ia la nació n C. que puede resistir o cede r a ta l politica. mie nt ras
ran cumplir las mismas funcione s a los efectos de lograr su propia es·
la nación B desarrolla una política de imperia lismo o de statu quo
labilidad y la autonomía de su s ele mentos con;tituyentes; sin embargo,
con respecto a la nac ión C. En t ste caso, el do minio de C e s una nte ta
difieren mucho en los medios que emplean y e l grado en que consi·
guen realiza r sus fines. Ambos están sujetos al mismo proceso dinámico de la política A. Por otra parte. B se opone a la politica de A ya sea
de ca mbio, desequilibrio y establecimiento de un nuevo equilibrio en porque desea preservar e l slatu quo con respecto a e o porque desea
los diferentes niveles. ser la dominadora de C. En este caso, el modelo de la lucha por el poder
¿Cuáles son los principales modelos del equilibrio internacional de entre A y B no es de oposició n direc ta sino de competencia , cuyo ob jeto
poder? ¿ Cuáles son las situaciones típicas de las que surge y dentro de es el dominio de C. y sola me nte a través del inte rmediario de esa com·
las que opera? ¿Qué funciones cumple ? ¿A qué transformaciones ha es· petencia es que se lleva a cabo la contienda por el poder entre A y B.
lado sujeto durante la historia reciente? Este modelo es visible, por ejemplo, en la contienda entre Inglaterra y
Rusia por el dominio de Irán, episodio en el que la lucha por e l pode r
entre los dos paises se ha manifestado repetidamente durante los ú ltimos
siglos. También aparece con claridad en la contie nda por una influenc ia
dominante en Alemania, que en los años de la segunda posguerra ha mar·
cado las relaciones entre Franc ia, 1nglaterra, la Unión Soviética y Esta·
dos Unidos. la competenc ia entre Estados Unidos y China, 0 entre la
• Ibld. Cf. también John C. C&lhoun, "A Dlsqulsillon on Government", en Unión Soviética y China, por el control de los países del sudeste asiático
The Wcrk• o{ Joltn C. Calltoun. A. S . Johnston, Columbia, 185t , vol. 1, pqs. 35·36
y 38·39. orrece otro ejemplo del mismo modelo.
I X 1 1 1 1 1 1

216 Limitaciones al poder nacional


El equilibrio del poder 211
En tales situaciones es donde el equilibrio del poder opera y cumple la1· para evi tar que el poder <.k otras nac iones usurpe su libertad. El dia·
sus funciones típicas. En el modelo de oposición directa, el equilibrio de grama siguien te ilus tra esta situación :
poder res ulta directamente del deseo de cada nación de ver cómo sus
políticas prevalecen sobre las políticas de otras naciones. A tratar de
aumenlar su poder en relación a B hasta un extremo en que le sea
posible controlar las decisiones de B y así llevar al éxito su política
impe rialista. Por su parte, B tratará de incrementar su poder hasta un
grado en que pueda resistir las presiones de A y consiga. frustrar su poU-
tica o en que también se embarque en una politica imperialista con
oportunidades de éxito. En este último caso, A debe, a vez, incremen-
tar su poder de modo de estar en condiciones de resistir la polftica
imperialista de B y llevar adelante la suya pcopia con oportunidades
de éxito. Este equilibrio de fuerzas opuestas -el aumento del poder de
una nación como acreedor de por Jo menos un incremento proporcio-
nado en el poder de otras- continuará hasta que las naciones involu-
cradas cambien el objetivo de sus políticas imperialistas o hasta que
una de ellas gane , o piense que ha ganado, una ventaja decisiva sobre
las demás. Entonces el débil se somete al fuerte o la· guerra decide El modele de la competencia
la cuestión.
En el otro modelo, el de la competencia, la m ecánica del equilibrio de
Mientras el equilibrio de poder opera satisfactoriamente en tal si- poder es idéntica a la que acabamos de ver. El poder de A necesario
tuación, cumple dos funciones. Crea una estabilidad precaria en las re- para domina r a C frente a la oposición d e B , es balanceado, si no su-
laciones entre las respectivas naciones, una estabilidad que siempre se perado, por el poder de B, mientras, a su vez, el poder de B para lograr
encuentra en peligro de ser alterada y que. por lo tanto, siempre nece- dominio sobre C se encuentra balanceado, s i no sobrepasado, por e l
sita restauració'n. Sin embargo, ésta es la única estabilidad que puede poder de A. Sin embargo, la función adicional que en es te caso cumple
lograrse bajo las supuestas condiciones del modelo de poder. En este el equilibrio, además de c rear una estabilidad y una seguridad p n:carias
punto nos encontramos e n presen cia de una inevitable contradicción in· en las relaciones entre A y B, con sis te en salvaguardar la independencia
de C contra la intr omisión d e A o de B . La independencia de C es una
terna del equilibrio de poder. Una de las dos funciones que se supone
,era función de las relaciones de poder existentes entre A ':' B .
cumple el equilibrio de poder e< la de proporcionar estabilidad en las
relaciones de poder entre las naciones. Pero, como hemos visto, esas re-
laciones están, por su propia naturaleza, sometidas a continuo cambio.
Son esencialmente inestables. Dado que el peso que determina la po-
sición relativa de los platillos tiende a cambiar continuamente, tomán-
dose más pesado o más liviano, cualquier estabilidad que el equilibrio
de poder pueda lograr debe ser precaria y estar sometida a ajustes per-
petuos de acuerdo con los cambios que se produzcan. La otra función
que cumple un satisfactorio equilibrio de poder bajo estas condiciones
consiste en asegurar la libertad de una nación del dominio de otra.
En virtud del carácter esencialmente inestable y dinámico del
brio, que no es inestable y dinámico por accidente o solamente a
veces, sino por naturaleza y siempre, la independencia de las naciones
afectadas también es esencialmente precaria y está en constante peligro.
Sin embargo, también aquí debe decirse que, dadas las condiciones del Si estas relaciones to ma n un sesgo d ecisivo en favor de la nación im·
modelo de poder, la independencia de las respectivas naciones puede pcr ia li sta -es decir. A-. la independe ncia de C se verá compromet ida
apoyarse sólo en la base que implica el poder de cada nación en particu- de inmedia to:
El eqwlrbrio del poder 219
118 Limrlacwrres al poder ,acJOnal

definido y una ventaja más clara con cngrandecif!lien_to tnutuo


y propo rcio nal que e n reducciones rec tprocas, es dec tr._ s1 llegan a
pens ar que es más .fácil e nriquecerse m ediante una d_JVISJOn del te·
rrito ri o que some tiéndose a la vieja política de prcve nJT a los demás
para no ser d es pojados, entonces las Jibcrtades de Alemama ya
no exis tirá n .10

Las pequeñas naciones s iemp re han d e bido su independencia al


equil ibrio del poder ( Bé lgica y Jos paises balcán icos has ta la segunda
guerra mundial), a la prepo nderancia de una po tenc ia pro tec tora ( las
pequeñas nac io nes de América Central y del Sur, y Portugal) o a s u
fa lra de a trac tivo para las aspirac iones impe rialis tas (Su iza y E spaña) . La
habilidad de esa s naciones pequeñas por mantene r su neutralidad siem-
Si la nación que procura el statu quo -esto es, B- ganara una ven- pre se ha debido a alguno de eso s fac to res o a la conjunción de to dos
taja decisiva y pcnnancntc, la libertad de C se c ncunlraría más ellos; a sí ocurrió con Jos Pa ís es Bajos. Dinama rca y No ru<·ga durante
c11 la m ellida <.le esa ventaja. la prime ra guerra mundia l, y e n contr«stc con In su cedido e n la segunda,
y con Suiza y Suecia en a mba s mund ia les.
Los mismos fa c to res son res pons ables de la e xistencia de los así
lla m a dos E:.t ados dé bi le s ubicados cer ca d e ot ros po-
d e rosos. a c uya segu ridad mil ita r El más notorio t:jc111plo de
" Es tado-la pó n " que debió s u exis te nc ia a l equilibrio de poder es Bélg tca
dc>de el com ie nzo de s u hi s toria corno Estado inde pe ndiente, en 1831 ,
ha s ta la "icgunda guerra mundial. nac io nes pertenecien tes a l as í lla-
mado cintu rón de seguridad ruso, que 'e ex tiende a Jo largo d e la l ron-
tc ra occ iden ta l y s udocc idcn tal de la Unión Sovi¿ tica des de Finl•ndia
has ta Bulgaria. e xis te n gr acias a la p reponderancia de s u poderoso ve·
c ino. c uyos in te r eses mi lita res y económicos s irve n .
Si. finalmc11tc, la nac ió n imperialis ta - A- aba ndona su política impe-
rialis ta o cambia permanentemente S il objetivo <.le e a otro -D. por Corea y el equilibrio del poder
ejemplo--, la libcr tnd d1..' C qlh.:d arín a Sóli\'O pcrmancnlclllcntc:

es tos fac lo rcs han te nido que ve r s ucesivamente con el des t ino
d<· . Co rea. a s u ubicac ió n geográfica en las proximidades d e
Chrna . ha c xt>lrdo como Es tado autóno mo durante buena parte d e s u
hl!)ton a e n \ 1rtud dd contro l y la intervenció n de su poderoso vecino.
Cada Ve/. que d poder de Ch ina no fu e como para proteger
la dc Corea, _o t ra nación , generalmente Japón , tra tó de ganar
Ll1 .la pcnm.sula corea na . Desde d s ig lo prime ro an tes de
el de Corea ha s ido d e termi nado e n amplia
m ccllda por la Mtp n: mac Ja c hma o por la r ivalida d e ntre China y Japón .
La propia unific:.ción de Con.:a e n d s iglo VIl fu e resultado d e la
inlcrvL"nción . c hina. el :,iglu VIII hasta la d eclinación de l podcriu
Nadie ha rcc unocilln L''t" fu11 ciÓ11 lid equilibrio del poder para prc- chu10 e n d s1g lo XIX, Curca e man tuvo t:n una rdac ió n d e
la indepe nde ncia de la s naciones débiles más claramente que acepta ndo l'i c hino e n po líti ca y e n c ulturra . A partir .de tme;
Edmunll Burkc. En sus Tlrouglzt s f' re,ch Af/airs de 1971, d ecía: XVI, tras in vad ir Curca s in Jxltos, Japó n opuso a los reclamos
duno, por e l con trol del pa i> Jo, " 'YO> p ropio, _ J apón pudo hace r c lcc·
Mie ntras esos dos prínc ipes (el rey de Prus ia y el emperador de t1vos reclamos com o rt:s ull a d o de s u v ic toria e n la gue rra c h ino·
All-mania) estén en des acuerdo, las libertades de Alemania se halla -
rán a sa lvo. Pero llegaran a convencerse de que tienen uu interés 10 Wt.rks, vol IV . LHlle. Brown and Company, Bosto n , 1889, pág. 331.
220 Limitaciones al poder uacional

japonesa de 1894-95. Entonces J apón fue desafiado por Rusia en e l te ma


del contro l de Corea y desde 1896 la inlluenc ia r usa se tornó d o mina n te.
rivalidad entre Japón y Rusia por el control de Corea terminó con la
d e r rota rusa en la guerra ruso-japonesa de 1904-05. E l co n t rol ja ponés
d e Corea, d esde entonces sólidamente es tablecida , conclu yó con la de·
rrota de J a pó n en la segunda guer ra mundia l. Desde e nt onces, Es tados
Unidos r eemplazó a Japón como cont ralor de las ambicio nes rusas e n
Corea. Po r su inte rvención en la guerra de Corea, China se reasumió su tra-
dicional interés por el control d e Corea. De este modo , po r más de d os
12
rnil años el des tino de es te país ha e s tado en funció n ya sea del prl.!do-
minio de una nación que e je rce e l control o d e l equi li brio de poder
entre dos naciones que compiten por ese contro l. Diferentes Métodos del
Equilibrio del Poder

El p roceso del cquilibramiento de l po d er p ued e m e diante


la disminución del peso de la parte más fuert e o a traves del Incre mento
de la más liviana.

DIVIDE Y GOBIERNA

El primer m étodo ha lograd o s u expresión clásica, además d e la impo-


sición de condiciones o nerosas e n los tratados de paz y en la incitación
a la traición y a la r evolución, en el lem a " divide y gobierna". De este
expediente se h a n valido las nac iones que ha n tr a tado de conseguir o
de mantener la debilidad d e su s compe tidores impidiéndoles que se unie-
ran. Las políticas más con sis tentes e importantes d e esta clase en los
tiempos m odernos fueron las d e Francia con r especto a Alemania y la
política de la Unión Soviética frente a l r esto d e Europa. Desde el si-
glo XVII has ta fines de la segunda guerra mundia l, un principio invaria-
ble d e la política f rancesa con sis tió en favorec,. la división del imperio
germano en varios pequeños E s tados independientes y e n evitar la coali-
ción de esos Estados en una nación unificada . E l apoyo de Richelie u a
los p r íncipes protestan tes de Aleman ia, a la Confeder ación de l Rhin
po r parte de Napo león 1, a los prínc ipes d el sur de Ale ma nia por Napo-
león III, a los frus tra dos movimie ntos sepa ratis tas después de la pri-
mera guerra mundi al o la o pos ició n a la unificación a lemana luego de
la segunda guerra mundia l, son todos hec hos que tienen por común
denom inado r la a tenció n a l equil ibrio de poder en Eu ropa, el que
Fra ncia consider aba amenazado por un Es tado alemán fuerte. Del m ismo
modo, la Unió n Sov iética. d c>dc la d écada del '20 h asta la ac tua lidad ,
se h a o pues to enér gicame nte a todos los planc' orie ntad os a la unifica-
ción de Europa, suponiendo q ue la concentrac ió n de .la fortaleza indivi·
dua l de las nacion es eu ropeas e n un "bloque occid enta l", d aría a los
212 Limitaciones al poder uaciorral Lo s m et o dos d el et¡u ilibri o d c.l fJOder 223

enemigos de la Unión Soviét ica u n poder ta l que lle garía a pone r en En 1a última parle de l iglo XIX con11Cnzos de es te s iglo. el pri.n ·
pe ligro su segu r ida d . c ipio de compensación fue o t ra vez a plicndo a la "d 1S·
El o t ro modo de eq uilibrar el pode r de varias naciones cons is te e n t ribución d e te r ritorios colon iales y para la dc l mutac 1 11 de es fe ras de
a gregar forta lc7...c'l a la nación más déb il. Este mé todo p uede realizarse in fl uencia coloniales o scmicolon ia les. Durante e se pe n odo, Afn a t uc
de dos modos : B puede aumentar su poder lo suficien te como en par ticu lar e l obje to de numerosos t ratados para las
compen sa r , si no so b repasa r , el pode r de A y viceversa; o B puede u m r d e influe ncia d e las gra ndes poten ia s colo niales. As í, la co111pe tc n
su pode r al d e todas las naciones q ue tienen idént icas políticas con res- en t re Francia, I ng la terra e It a lia por el d o mi n io de Et iop ía sc
p ecto a A, e n cuyo ca so A podr-á unir su pode r con todas las naciones pro vis iona lm ente, segUn e l mode lo del repa r to d e Po lo nia , m c di:an tc e l
que persiguen idé nt icas políticas con respec to a B . La primer a a lter·na- t ratado de 1906 , el q ue div idió e l pais e n t res esfe ra::. d e inll uc u in con
tiva encuentra ejemplifica ción tanto en la política de com pensac iones Y e l propósito de es ta blecer e n In región un eq ui li brio de poder entre la s
en la carrera arma me ntis ta como e n e l desa r m e; la segunda, en la po- t res naciones invol uc radas . De l mismo rn odo, l a riva lidad e nt re I11g l n.·
lit ica de a lia nzas. te rra y Rusia con respec to a I rán llevó al Tra tado anglo-ruso de 1907,
que establecía esferas de influe n c ia para las partes s ignatarias Y o t ra
esfera ne utra l bajo exclu sivo dom in io de l rán . E n es te c::tso la co•n pe n-
COMPENSACIONES sación no co n s is te e n la abierta cesión d e soberan ía te r r i to ria l, s ino
más bien e n la reserva de ci e r tos terri lor ios p ara ·Ja explo ta ción com er-
Las com pensac iones d e na tura leza terri torial fuero n un re c u rso comun cial. la pe ne t ración polí tic a o militar o e l eve ntua l cs tab lccinticnt o d e
en los s iglos XVIII y XI X a los efectos de m ante ner e l eq uili brio de pode r la sobcrania de a lguna o t ra nació n . En otras una n ación p ar-
que ha b ía s ido , o estaba a p u nto d e se r . m odificado por las a dquisiciOnes ticula r . s in ej ercer la ti tularidad d el terri to r io e n cuest ión, tie ne e l llcre·
territori a les de una n ación . E l T ratado de Ut rec h de 17 13 , q u e cerró la ch o de ope rar d c nrro de s u es fl!ra de inrlu l.! nc ia s in com pe tenc ia u o p ost-
gu erra de su cesión espa ñola , r econoció po r p r imera ve z expresamente cion de o tra nación . Esta o t ra. a s u vez . tie ne el d erec ho d e reclamar
e l principio de l e q u ilibr io de pode r fund ado en compen sacion es te rrito- para s u propia es fera de influe ncia la m is ma ó\bs ti nencia por p ar te de
ria les. Dispuso la divisió n de muc has de las poses io nes espa ño las. tant o la p rimer-a.
europeas co mo co lo nia les, los Ha b sb urgo y los Bo rbo ncs acl A pesa r de q ue e l p rincipio de conlpcns:lció n n o sea d e liberada-
cotrservmrdum in E u ropa equilibri!4m . segUn lo es ta blece e l pro pio mente aplicad o, como o cu rrió con los t ra tados a n tes nun-
Tra tado. se ha lla au cnte de los a c u erdos políticos - terri toria les o de o t ro
Los tres re partos de Po lo nia -en 1772, 1793 y 1795-, que e n que s e den tro de u n s is te n1a d e e q ui librio d e poder. E n
cierto sentido marcan el fin d el períod o clásico de l equili brio del po- un s astema sen1cjan te , n ingu na n ació n estará d e a c u e r d o en con ced er
der. po r razones que di sculircmos a clda ntc 1 reafi r m a ron su csc nna ventaj as po lít ica s a o tra nación si n la expec tativa -ctuc pue d e cs t:. r b1cn
a l ac tuar b aj o la gu ía d e l princi pio de c o m pensación . Pues to que las 0
n• a l fun dada- d e reci bir a ca m bio ve n tajas propor ciona les a las o tor-
a d q uis iciones territoriales in d i\- id ua les po r pa rte d e c u a lquie ra de las gadas. E l d e las negociaciones d iplo m á t icas que co n c luyen
tres naciones in teresadas - Au st r ia . P ru sia y Rus ia- a c osta de P olon ia en pol_n•cos no es o t ra cosa que e l p r inc ipio d e compe n sación
con exclus ión d e las de m ás hab r ían q ue brado el equilib r io de poder , en su forma mas genera l y , c o mo ta l, se e nc u e ntra o r gá nica n1cntc co-
las tres naciones acordaron d ivi d ir e l tcrril orio polaco d e ta l modo que nectado con el e quilibr io del pod e r .
la dis t r ibución d e po d e r resulta n te fuera a prox ima dame nte ig ua l a la
exis tente a ntes dd re pa r to . E n el t rata do de 1772 e nt re Aus tria y Ru sia
ta mbié n fue es tipula do q u e " las adqu bic iones . . . d e bería n ser comp le ta-
m ente iguales y que la porc ión de ca da uno no podía cxcl·dcr la por- ARIUAMENTOS
ció n del o tro".
La fe rtilidad del s ue lo y el numero y la ca lidad de las pobla c io nes e l principal m e dio de que se va le una nación pa r a e j e rcer
a fec ta d as pasaron a ser parám e tro s m ediante los c ua les de· dc •lpo a d rspos ición, o pa r a m a nt e n er o el eq u ili brio
termin ar el inc re men to del poder q ue recibía cada nación me di a nte es ta e po . cr. es el a rma me nto L .
forma d e a nex ión de ter ritorio. Mien t ras dura nt e todo e l s iglo XVIII es te una n ación A t ra l· d a. a _ca rre r a arm_a mc nll s_ta m ed ian te la q u e
armamentos de u :a nc Vt::r se '.cl_c gada. y S t es sobre pas ar, los
pa r á me t ro fue cruda me nte aplicado. e l d e Vie na es tableció un
r e f inamien to de es ta política de compe n sacio nes a l design ar e n 1815 una
equilib rio c..lc t.'. By vt.ct.'versa. l!S e l Cl p ico in s t r ume nt a \ de un
carrera arma e_• dmá uuco e mestab lt: . E l corolario inevitable de la
comisión cs tadbti ca encargada de cva luar Jos seg ún cri tc rius
nifican es e l con s ta nt t: increm en to d e la ca rga Q U t! s tg-
de n umero. c a lidad y ti po de poblac ió n .
dc l m ilit ares devorando una sie m pre m ayor pa rte
• Vé4Se el comJc nw del capitu lo 14. ch a e y p rofu n diza n do los n iveles de m iedo, sospe-
. a s ltua c tó n m m e ch a ta m c nte a nterior a la primera
224 /..mu tacw nes al pod er nacimwl Los m é10dos d el equ ilibrio d el poder 225

-·uc J ra 1nund i::- l, con la riva lidad naval e ntre Ale mania y G1·an Brc taiia no una c ues tión d e principios s ino de conve ni en cia. Un a n ac ió n evatará
en
Y la cum pc lc nc ia c nt r ejérc itos francé s y a le mán, ilus tra bien las a li a nza s s i pien s a que es lo s ufi c iente m e nte fuerte co mu p ara va le r e
e ,.te fl'Jnt o . por s i mis ma o que la carga que s upo ne n .con"'promis o s d c n vador;
Ant · "tituadonch omo des d e fine s d e las guerras napo lcóni· de la a li anza s ea m ás gr avosa que Jos be n e f1c 1o qu e espcm o btener.
•.e han h e h o rc p c t int e nt os po r rear un equilibrio estable de Por alguna o por ambas de estas razon es, Ing lat erra y Es ta<ln> Un •<lo s
P''d r. ya qu · no po 1· una paz pe rman ente, m e d iante el dcs ar- durant e la mayor parte de s u historia e n tiempos de paz han idu re-
rnc propo 1c.. JOn::tdo d e las na io ne s e n cornpctcncia. La técnica de esta· nue nt es a establecer a li anzas con otras nac io nes. Y a unque la s rni sm rul
h i l1 1'.a r e l cqullibJ io d e po d e r rnc diantc una eq u itativa reducción de los dos nac io n es hayan evitado celebrar c nlrc ella s una alianza d c,!,d e Ir•
•ntoo.¡ cs . e n pa r te. s imilar a la té nica d l! la s co mpe n saciones te· proclamación de la Doc trina l\lonroc e n 1823 has ta e l a ta q 11c a P ·a rl
1 nl o n a lc\. Ambas requiere n un a e va luación c uantitaliva so bre la in· Harbour· e n 1941 , al 1nenos en relación con o tras n a ciones euro pe a h a n
ll u ·n 1:.t que e l nc u c rdu verdade ramente ejercerá en los respectivos po- actuado como si fueran aliadas. Su relació n durant e ese pcrío tlo provee
d ·r el · ca da una d e las n aci o nes invo luc radas. Las dificultades inhe- otro ejemplo de una situación en la que las nac io nes presc in den d · las
r a ·s evaluacio nes cuant itativas - por ejemplo, para co- alianzas. Ocurre c uando su s inlereses r ecla man tan ob viamente po llt1 ca s
rr c la 1u 11ar la fo rtaleza m ilitar d e l ejérci to fmn cés de 1932 con el po- y acciones concertadas que una fo rmulación C.'<plícita de esos íntc rc es ,
ti ·r íl, rnd1t::t r r e pres entado pur e l po te ncial industrial d e Alcmauia- han politicas y acciones bajo la forma de tratado o alianza parecerla r e ·
\..t H1t1 e n g nm rncdida al fra a so de muc hos intentos tendientes dundantc.
a l. r ·ar un cqUJ IIbrio d e poder estable med iante el desarme. El único Con relación al continente europeo, E s tados Unid os e Ing la te rra
cjc r11plo n o torio de triunfo e n l'S i c aspecto fu e el Tratado de tie nen un interés en común: la preservació n d el eq uilibrio d e pode r
e Wa , hin¡:ton d 1922. pur el cual Ing laterra, Estados Unidos, Japón, Fran· euro peo. Como consecue ncia de esa idenlidad de intereses, se h a n
' cía e It a lia a o rdaro n una reducción y limitaCIÓn proporcionada de su
rw vo l. N o d ebe hacer se not¿1r que este tratado for-
encontrado por neces idad virtual en el campo opues to de c ualquier
nación que se le haya ocurrido amenazar aque l equilibrio . Y c uan do
Jltt r te le un acuerdo po lítico y territorial mayor en el Pací r-ico, Inglaterra fue a la guerra en 1914 y en 1939 para pro teger el cq U1t 1bnu
el que lt.:nd ía a cs ta hi J¡zar las rela ciones de poder e n la región sobre las de poder europeo, Estados Unidos primero la apoyó con una cons p ic ua
b ase' del p red o minio ang lo·n ortca mericano.l falta de esa imparcialidad que caracteriza a una nación 11e utral y luego
se le unió en Jos campos de batalla. Tanto en 1914 como e n 1939, si E s-
tados Unidos hubiese estado ligado a Ingl aterra po r una alianza fo rmal
AUANZAS tal vez habría entrado en guerra un poco antes, pe ro s us po lftica s ge ne·
rales y acciones concretas no hubieran sido materialme nte difer entes d e
Jo que en realidad fueron.
in e tubargo. las importa ntes manifes taci ones de equilibrio de No toda comunidad de intereses que r eclame polfticas y acc io nes
po d e r 't.: his tó rica rncnlc, no en el equilibrio de dos naciones comunes también requiere codificación lega.l en una alianza explíc ita.
ai Giadas e n la s relaciones entre una nación o una alianza de na-
Y, por el otro lado, una alianza requiere la neces idad de una coo numd ad
ivnc' ClJil utr;e. alianza. de intereses para su fundaci ó n' ¿Bajo qué condiciones, en tonces, una
comunidad de intereses requiere la ex plíci ta formulació n de una alianza?
¿Qué es lo que una alianza agrega a la comunidad de interes es ex.is tc 11tc?
J>:o u:otur:oleza general de las alianzas Una alianza agrega precisión, especialmente bajo la forma d e limi·
taciones, a una comunidad de interesc.s existente, a las políticas ge ne-
J...a, :..d iau za" se c n cucnlran en función del equilibrio de rales y a las medidas concretas para satis facer e sos intereses.• Los intc·
po d e r· qu · u pe ra dcnt ru de un multics tatal. Al competir entre reses que las naciones tienen en comlin no son tan típicamente precisos
b Í, 1\ y B li c u e n tres opciones en c uanto a mantener o me· Y limitados a regiones geográficas, objetivos y políticas adecuadas co m o
jvr ar rc lalivas de poder. Pueden aumentar su propio han sido los intereses nortearnericanos e ingleses en e l m<tntc n imicnto
pudt.: r·, p u cdc n agregar a propio poder el de o tras naciones o pueden del equilibrio de poder europeo. Tampoco son tan incapaces de prccl!, iú n
C\.i lar que o 11 a " nacio nes MI poder al adve r s ario. Si se deciden Y limitac ió n en lo concerniente a la pros pcctiva del cncm1 go comú n.
pur la p1 i111era opLión. e mbarcan en una c arr e ra a r mamentista. Si Pues to que, mientras una alianza típica se dirige contra una na c1ó n
up l.an por la o la tt:rccra alternativa, d eben acudir a una po·
lltu.. a J c :J intnla s. ! Repasando
Véanse las citas de Tucldides y lo rd Salisbury en e lcapitulo l.
(J uc unn u:.H... ió n l·rnprc nJa o no una política de alianzas es, entonces, m t los tratados de alianza de los siglosX'\' II y xv r 11. sorprend e la
precisión con que se encuentran dcfimda.s las ob lig(lc lones de p roveer
equtpamtento, apoyo logistico , aluncntos. dmero. asi corno o t.r
1 1-.. . 1 pr(Jllle rna des arme ser' exllminado con mayor detalle en el capitulo 23.
226 Limitaciorzes al poder nacional
Los métodos del equilibrio del poder 221
pec.i fica o contra un g':tlpo _de naciones, el enemigo de la c omunidad
!O una alianza a l servicio de in tereses cotu plementa rios. Para Estados Uni·
de mtereses anglo-norteamencanos no puede identificarse de antemano
pe dos responde primariame n te a l propósito de ampliar su política de con-
ya c ualquie ra que amenace el equilibrio de poder europeo es eÍ
enem•go. Del m1smo modo que J effe rson hizo o scilar su s simpatías entre tención; para Paquistán s irve primaria mente al pro pósito de inc r ementar
ag su poderío mil itar, político y económico potencial frente a s us vecinos.
Napoleón e Inglaterra, según uno u 01ro parec ie ra amenazar e l equilibrio
dE de poder d e su tiempo, durante e l siglo s iguie nte a las guerras napo- El tipo puro de alianza ideológica se prese nta e n e l Tratado de la
C< leómcas, Inglaterra y Estados Unidos tuvieron que decidir a la luz de Santa Alianza en 1815 y en la C:rrta del Atlántico de 194 1. Ambos docu-
Sl me ntos es tableciero n principios morales generales que los signatarios se
Circunstancias siempre expuestas al cambio quién representaba en cada
P• momento la mayor amenaza a l equilibrio del poder. Este carácter encu- comrom etieron a observar y objetivos generales c uyo cumplimiento
q• bierto del de terminado no ya individualmente sino por la fun- tambié n prometían. El Tra tado de la Liga Arabe de 1945 proporciona
ti CIOn que desempen_a: recue rda una característica similar de la seguridad un ejemplo contemporáneo de alianza que, desde la guerra contra Israel
el colect1va, que se dmge contra el agresor, sea quien fuere. en 1948, expresa primariame nt e solidaridad ideológica.
li Los intereses t ípicos que un.:n a dos naciones contra una tercera se Mucho más típico es el agregado de compromisos m a teriales a los
encuentran m e jor definidos cuando de la determinación del enemigo se ideológicos en un mismo tratado de alianza' Así la Liga de los Tres
trata, Y son menos precisos c uando se refieren a los objetivos y pollticas Emperadores de 1873 preveía asis tencia militar recíproca entre Austria,
a empr ender. En las últimas décadas del siglo XIX Francia se oponfa a Alemania y Rusia e n caso de que c ualquiera de e llas fuese atacada y.
Alemania y Rusia se oponía a Aus tria, en tanto Austria se aliaba con Ale- al mismo tie mpo, enfatizaba la solidaridad de las tres monarquías contra
mania contra Fra ncia y Rusia . ¿Cómo se podía encon trar un común la subversión re publicana. En nuestros tiempos, los compromisos ideo-
denominador que determinara y guiara los inte reses de Francia y Rusia? lógicos contra la subvers ión comunis ta que figuran en muchos tratados
En o tras palabras, ¿cómo podía definirse el casus focdcris para que de alianza cumplen la misma func ión. El factor ideológico también se
tanto e l amigo como e l enemigo supieran a qué a tenerse en medio de manifiesta e n la interpretación oficial de una alianza, basada sobre in-
c ier tas contingenc ias que afectaran sus respectivos intereses? Fue e l tereses materiales. en términos de una ·s olidaridad ideológica que tras-
tratado d e alianza de 1894 quien vino a cumplir con estas func iones. ciende las limitaciones de los intereses materiales. La concepción de la
Si los objetivos y las políticas de la alianza franco-rusa de 1894 hubieran alianza anglo·norteamericana previa a la invasió n británica a Egipto en
sido ta n claros cuma los de la cooperación anglo-norteamericana en Eu- 1956 como absoluta y mundia l sobre la base de una comunidad cultural,
ropa, no h abría sido necesario ningún tratado de alianza. Si el enemigo política e ideológica es un caso ilustra tivo.
hubiera perman.:c ido indete rminado, ningún tratado de alianza habría En lo que tiene que ver con el e fecto político de este factor ideo-
sido factible . lógico sobre una alianza deben distinguirse tres posibilidades. Una alian'
Por lo tan to. no toda comu nidad de intereses que reclame la coope- za puramcutc ideológica, desconectada de intcresCs materiales, se puede
ración de dos u más naciones requie re que los tCrminos de esta coo pera- decir que nace mue rta; es incapaz de de terminar políticas u orientar
ción sea n especificados mediante las es tipulaciones legales de un tra· acciones o desviaciones presentando la aparienc ia de solidaridad política
tado de alianza . Sólo c11ando los intereses comunes son incipientes e n donde no la hay . Cuando se sobrepone a una comunidad de intereses
términos p o líticos y de acció n se hace necesario un tra tado de alianza real, el factor ideológico puede darle tuerza a la alianza trayen do la s
para que los haga explíci tos y o perativos. E stos intereses, al igual que convicciones morales y las opciones emocionales en su apoyo. También
l¡¡s alianzas que los expresen y las políticas que se pongan al servicio puede debilita rla mediante el oscurecimiento de la naturaleza y los li-
de su rcaliz3ción . pueden difere nciarse en cinco categorías según: -su mites de los intereses comunes que se s uponían precisados por la alianza
n a tu ra lc1.a intrínseca y su relació n. -la distribución de beneficios y po - o por el incremento de las expecta tivas en cuanto a políticas y acciones
der. - su alcance e n re lación a los inte reses totales de las naciones UIVO- que luego pueden resultar incumplidas en la realidad. Para ambas posi-
luc rac!as, -su al cance e11 rt!rminos de tiem po y -su efectividad en tér· bilidades, la alianza anglo-norteamericana también puede servir como
mino s de políticas y acciones co munes . En consecuencia, podemos dis· ejemplo.
1i nguir a li:-.nzas q ue s irve n a v políticas idé nticos. complementa- La distribución de beneficios dentro de una alianza debería con-
nos e ideológicos. Más aú n, podl!mos dis tinguir entre alianzas mutuas tctnplar idealmente una mutua reciprocidad; los se rvicios pres tado s por
y unllo.tl·ra h:s, gene rales y litni tudas, tcrnporari:ts y permanentes , opera· cada parte deben estar de ac uerdo con los beneficio s recibidos. Esle
1i \·a r: e inoperan te s. ideal está ntás cerca de cumplirse en una alianza celebrada ent re partes
La alianza anglo-norfcarnericana con respecto a Europa proporciona t_Jenen un poder semejan te y que se mueven en pos de intereses
d ejemplo clás ico de una alia nza al de el rdénucos; en este caso, la igualdad de recursos de todos, respondiendo
o bjcti\o de uno de los soc ios -.el manten11m e nto del_cq u d rbno de poder
•:n Euro pa- es también e l objetivo del otro. La a lianza e ntre Estados tual Debe decirse que tanlo la Santa Alianza como la Carta del Atlántico habi-
Unidos y Paqublá n C> uno "" lus muchos ejernplos contem porá neos de otros compromisos materiales contenidos en instrumentos
228 Limitacio11es al poder 11acional Los m étodos d el equilibrio del poder 229

a iguales intereses, sirve a un soto interés. El otro ext remo en la distri· dades de una a lia nza -por más limitada qu;: sea e n sus .
buc ión de beneficios es el de la unilate ralidad, la societas leonia en la que dcben consider arse en e l contexto de todas las politrcas de ntro de as
una pa rte rec ibe la parte de l león mientras que la o tm sost iene la mayor que se supone va a operar.
pa rt e de la carga . Dado que el objetivo de una a lianza de esta clase con· Las alianzas d<: ti po gene ral son toptcame nte _Y
sis te e n la conservación de la integridad territo r ia l y política de la parte minan en tiempos de guerra. En ese m omento e l rnax tmo rnte res co rn
receptora, es ta clase de a lia nza es indifercnc iable de un tra tado de ga· consis te en gana r la gue rra y a segu rar mediante ac uerdos de paz los
r an tía. Los intereses contplemerHarios son los que conducen con mayor intereses que se defendieron durante el co nflic to bélrco. Stn e mbargo ,
l.tci lidad a este tipo de desproporción ya que por definición son dife- una vez que se ha logrado la victo ria y se han firmado los tra tados de
rentes en s u sus tancia y s u es tablecimie nto comparativo puede ser dis- paz .. vuelven a resurgir :os tradicio nalmente d iferent es, y a me_nudo m-
torsio nado mediante una interpretación subje ti va. Una marcada supe- compa tibles, intereses de cada nación en pa rt ocula r. Por otra P.a ne,
rioridad en poder suele agregar peso a ta les interpretaciones. existe una corre lación e ntre la permanencia d'.! una alia nza Y e l
La distribución de beneficios tiende a re flejar la distribución de limitado de los inte reses que procura def<:nd-! r; solamente un rntere s
poda dent ro de una alianza, tanto como la de terminación de las polí- especifico y limit ado puede durar lo suficiente como pa ra asegurar el
ticas a seguir. Una gran potencia tiene las mejores posibilidades de establt:cimie nto de una a lianza duradera.' La alianza entre Inglaterra Y
hacer lo que desea en cuanto a beneficios y políticas si su aliado es Portuga l celebrada e n 1703 ha sobrevivido siglos porque los inte:eses
más débil; por esta razón Maquiavelo prevenía a las naciones débiles de Portugal en mante ner sus puertos protegidos por la manna bnta mca
sobre los peligros que ent ra ñaba celebrar alianzas con naciones más y los intereses británicos e n m a nte ner el control de los a ccesos a Por-
fuertes a menos que la necesidad las torna ra inevi tables.• Las relaciont's tugal a través del Atlá ntico han perdurado secula rmente. Por lo tanto,
ent re Es ta dos Unidos y Corea del Sur ejemplifica n esta situación. puede conclui rse la o bservación histórica de carácte r general de que
No obstante, esta co r relación e ntre be neficios, políticas y poder no aunque los tratados de a lianza frecuentem ente han supue s to vahdez per-
es cotnple tamcnte inevita ble. Una nación débil bien puede poseer algún ma nente a l ser concebidos " a perpetuidad" o por pe ríodos d e diez o
eleme nto de tan gran valor para su aliado más poderoso que resulte ve inte años, en la rea lidad nunca han resultado más durables que las
irr eemplazable. Eu este caso, el único beneficio que el primero puede configuraciones, generalmente precarias y fluc tuantes, de los
aportar consis te en garantizarle dentro de la a lianza un status comple- comunes que pretendían servir. Por r egla general, h a n s1do de v1da
tame nte en desacuerdo con la real dis tribuc ión del poder material. En CGrt<:!.
la his to ria rec iente , recordarnos las re laciones ent re Estados Unidos y La dependencia de la s ubyacente comunidad de intereses ta mbién
E s pa ña con respec to a la s bases m ilitares y entre Estados Unidos y Ara- debe tenerse en cuenta a los efectos de distinguir ent re a lia nzas opera-
bia Sa udita en lo que tiene que ver con e l pe tróleo. tivas e inoperantes. Para qne una alianza sea operativa --esto es, que
Una mala interpretación de la a lia nza anglo-norteamericana antes sea capaz de coordinar las políticas generales con las medidas concretas
mencionada también ilus tra sobre la confus ión entre a lianzas limitadas correspondientes a cada uno de sus miembros- es pr eciso que estos
y genera les. Las a lianzas ce lebradas e n tie mpos de guerra total tienden integrantes estén de acuerdo no sólo con los -objetivos generales s ino
a ser gene ra les puesto que comprometen los intereses totales de las también con las políticas y las medidas. Muchas alianzas ha n quedado
partes s ignatarias en cuanto al desarrollo de la guerra y e n lo re ferente convertidas sólo en papel impreso debido a que nunca se logró tal
a los acuerdos de paz. Por o tra parte, las a lianzas en tiempos de paz acuerdo en razón de que la comunidad de intereses no sobre pasó los
tienden a limita rse a una fracción de los obje tivos e intereses tota les objetivos genera les de las políticas y m edidas concretas. E l e je mplo clá-
de los signa ta rios . Una nació n puede celebrar un gran número de alian- sico de una a lianza inoperante es la de Estados Unidos y Francia, tor-
zas co n nac iones diferentes, las que pueden sobreponerse o contrade- nada inviable por la Proclama de Neutra lidad de Was hington de 1793,
c irse e ntre s i en puntos específicos. luego de que t·s ta llara la gu re ra de la Pr imer a Coalición entre Franc oa
Una a lianza típica intenta transformar una peq ueña fracción de Jos y la s monarquías europeas. Hamilton justificó la P roclama con ui1 argu-
inte reses to ta les de las partes signatarias e n medidas y políticas comu- mento de aplicación general: " No habría proporción e nt re los d años y
nes. Algunos de esos intereses so n ir re levantes en cuan to a los propó- peligros a los que se expondr ía Estados Unidos a l e mbarcarse en la
sitos de las a lia nzas, otros los a poyan, o tros divcrgen y otros aun son guerra, y los benefic ios que la na tura leza de s us es tipula c iones procu-
incoutpa tibles con ellos. Por eso w1a a lianza típica encaja en un campo rarían a la segur idad de Francia" . Las a lia nza s fra nco-rusas de 1935
dinámico de inte reses y propósitos diversos. Si llega a ser operativa, Y 1944, y la a lianz." an glo-rusa de 1942 so n o tros e jemplos de e s te punto.
y por cuá nto tiempo, depende de la for taleza ele los intereses que sos·
tiene n la alia nza, especialme nte frente a la forta leza de Jos demás in- 7 Sin embar.::o, esta co rrelación no puede revertirse. Especialmente durante
1hos siglos xvu y xvtll, las aha.nz.a.s limitadas fuero n celebradas con frecue ncia ad
tc re!:>es que a nima n a las naciones involuc radas. El valor y las posibili- OC, es para hacer trente o e fectuar algún ataque o para embarcarse en una
¡;:ped•clón deter minada . Con el paso d e la ocasión especifica q ue había motivado
• El Prl ncl pe, capftuto 21. cetebractó n de la alianza, ésta perdfa su objeto y llegaba a su fin.
230 Limitaciones al poder owcio11a l
Los mét odos del eqw librio del poder 231

La validez legal de un tra tado de alianza y su invocac ión propagandís- mante nido desde y que la de.: q ue oos príncipes e jercen
tica fác ilment.: puede desilusionar a l observador acl'rca de su r.:al va lor la debida v1gi lancia sobn: sus vecinos a los efectos de q ue éstos no
opera tivo. La correcta fij ación de ese va lor requiere el examen connc to se sobrepasen (aumenta ndo su te rritorio, expandiendo come r cio,
de las polí ticas y medidas que las partes signa ta rias han asumi do para median te acercamien tos d iplomáticos y expedientes de es ta natura-
la imple mentación de la alianza. leza l y se tornen más molestos de lo que son en la ac tualidad . ..
Estas consideraciones son particularmente relevantes para la s alian- Durante aquel triunvirato de reyes -el rey Enrique VIII de Ingla-
zas en tre una potenc ia nuclear A y o tra no nuclear B, diri gidas contra terra , Francisco 1 de Francia y e l emperador Carlos V- se había
establec ido una vigilancia ta l que ninguno de e llos consiguió ganar
potencia nuclear C. ¿A correr;í e l riesgo d-: una destr ucción nuclear un pa lmo de terreno. puesto que los otros dos habrían neutralizado
a mano de C tan sólo a los efectos de cumplir s u alianza co11 B? El de inmed iato ese ava nce nive la ndo e l equilibrio nuevamente, ya
carácte r ext re mo de los riesgos involuc rados proyecta m u has dudas fuera por medio de la con federación o, si era preciso, a través de
ace1·ca de la calidad o perativa de semejante a lianza. Estas dudas. expli- la guerra, ya que en modo a lguno les resultaba acep table una pa7.
citadas por primera vez por De Gaulle, han debilitado las alianzas e ntre que les sigmf1cara desven taja; lo mismo ocurrió con aquella liga
E · ta dos Unidos y a lgunos de sus mayores aliados. (que Gu icciardini considera ba como e l fac tor de seguridad de Italia)
formada por Fernando de Nápoles, Lorenzo de Médicis y Ludovico
S forza . pot.:ntados los dos últimos, uno de Florencia y ·e l otro de
Milá n.
Alianzas versus dominio mundial

Si bien e l equilibrio del poder como prolongacion natural e incvitabk


de la lucha por e l poder es tan como la propia historia política.
ciertas refl exiones teóricas sistematizadas , que comienzan en el siglo xv¡
y alca nzan s u culminación en los siglos xv111 v XIX, lo ha n concebido
generalmente corno una forma ele p rotección por parte de una a lia nza
de na ciones. preocupadas por su independenc ia. cont ra los designios
de o tras naciones de dom inio mundial, llamado entonces monarquía uni-
v.:rsal. Al ser direc tamente amenazado por A, l:l se une a C, D y E, po-
tenciales víc timas de A, pam neutralizar los designios de A. Polibio ha
señala do la esencia de esta confi gu ración en su aná lisis de las r elaciones
en tre romanos, cartagineses y llierón de Siracusa:

Cercados por todas partes, los cartagineses debieron acudir a sus


a liados. Durante todo el transcurso de la gue rra, llierón ha bía per-
manecido presto a respo nder a todos los pedidos y se mostraba más
complaciente que nunca, puesto que estaba tota lmente persuadido
que hacía a s u interés e l asegurar tan to sus dominios de Sicilia
como s u amistad con Ro ma y que, para conseguirlo, Cartago de-
hería de fenderse. en tanto que la potencia más fuerte no debería
lograr su objetivo fina l sin esfuerzo. Acerca de esto razonó muy
sabiamente y con sentido común, ya que ta les asuntos nunca deben
ser y nunca debemos contrib11ir a que un Es tado logre
un poder ta n preponderante q ue nadie se <.t n:va aun a reclamarle
los dacchos más elementa les.•
Las alianzas que celebró Francisco 1 de Francia con Enrique VIII
En los tiempos modernos, tras los esta dis tas his toriadores floren-
tinos Rucellai y Guicciardini , Fra ncis Bacon fue el prime ro en reconocer Y los a los efectos de que Carlos V de Habsburgo no consiguiera
el equilibrio de poder por medio de las a lianzas. En su ensayo Of Empire estabiliza r Y expa ndir su imper io, constituyen el primer ejemplo mo-
derno
. de un cqut·¡·b · d e pode r en gran escala polarizado entre una
I no
dice :
de n aciones y otra, solitaria, que intentaba establecer una mo-
En primer luga r, no puede darse ninguna regla general para los . quta umversal. En la segunda mitad del siglo xvn Luis XIV de Fran-
vecinos ( las ocasiones son t an variables). excepto una que se ha _el rol que desempeñaban los y concitó una
enton n stmtlar por de las naciones europeas. Se produjeron
• Polibio. 1, 83.
ces a ha nzas con e¡e en Inglaterra y en los Países Bajos con el p ro-
2J2 Liml/aciones al poder uacioual Los m étodos del equilibrio del poder 233

pos atu de proteger a las nacion es europeas de la dominación l r::mce ...a Y de Prusia, Rusia e Inglaterra. Los frec uentes cambios .e n ahncam1cn·
con d fin lle es ta blecer un nuevo e quilibrio de pudl.!r e n tre Frane la y el tos. incluso e n ple n a gue rra, han a los y
d e Europa. adjud ic ad o a l siglo XV III una cierta rcput acaó u de ca rente dc
Las guc1-ras contra la Franc ia de 1789 y con t ra Napok ú n mul.!stra n prillci pios y no d e masiado apeg:1do a las
la mis ma configuración de una nació n pn.:po ndl!rant c proc urando el cisamcntc contra es te tipo de política ex terior . pre ve ma Washmglon , en
dominio mundial a la que opone uua coalición de n aciones animada s su mensaje tle despe dida, a l pueblo norteame n can o. . . .
el deseo i11dcpendc ncia. El ma nifies to con el que No obs tante, e l período en yuc flo r eció ese tipo d e pohtaca
¡>rimcra de es tas coaliciones in ició estas gue rras e n 1792 dcclarab3 luc la edad de oro del e quilibrio de p oder, laulo d esd e el punto de vosta
t¡uc " ninguna pote ncia interesada en la con servación del equilibrio d e teó rico como práctico. Fue entonces cuaudo se publicó la mayor
pode r en E uropa podaa pe nnancccr impas ihlc ante el reino d e Francia , de la lilcra tura acerca del equilibrio del poder, valo r a l que los princopes
que o trora había te nido ta nto peso en e l mant e nimie nt o de aquel equi- de Europa consideraban como el princ ipio al que
li b rio, ahora entregado a las agitac iones inte rnas y a los horro res del conductas e n asuntos de política exte r ior. Fedcnco e l Grande cscnbló .
d esorde n y la a uaa·quia que, por a sí decirlo, habían cx is·
tencia polít ica". Y aun c u ando estas gue rras llegaban a fin, todavi:t Es fácil ver que e l c uerpo poHtico de se .e n una
era propósito de los a liados, según las de la Convenció n de violen ta condición ; por as i deci rlo, ha perd•tlo su Y. se
P arís del 23 de a b1·il de 1814, "poner fin a las de Europa y pro· halla en un estado e n e l que no podrá pcrm anecc:r muc ho s m arnes·
gar demas iado. lld mis mo modo en el cuer.po humano, .que
c urar su paz me diante una jus ta rcdistribuc aó n de e ntt e l.t s sólo subsiste s i logra una mezcla con can.t1dades de
naciones que la componen"; lo que signirica un nuevo cquiltbriu de y á lca li s; cuando cualqu ie ra de las dos prcdmnma, e l
pode r. Las coaliciones que comba tlcron durante la segunda guerra mun· c ue rpo se resie nte y la sa lud conSiderablemente afectada.
dial conlra Alemania y J apón debie ron su ex is tencia a l mis mo temor, Y cuaudo a lguna de las s us tancias auml.!nta 01ás aún, puede
común a todos s u s integrantes . inspirado por aquellas naciones impe· a causar la rtcs trucció u total de la maquinaria. As í ta mbién cuando
rialistas , y persiguieron la mis ma meta, es decir. preservar su la política y la p rude11c ia de los prínc ipes de Euro pa pierden .de
dcncia en un nuevo cquilibdo d e l poder. De igual m od o. las alianzas vis ta e l ma nte nimiento de un eyuilibrio jus to e ntre las potencaas
dominantes, la cons titución de to do e l cuerpo polftico se res iente.
occidentales bi y multila tera les han tenido a partir de años En un lado se encuentra la violencia, en o tro la debilidad; en uno. el
de la década del '40 el o bjetivo de c rear un freno a la cxpans aó n smpc· deseo de invadirlo todo, en el o tro la imposibilidad de evitarlo;
rialis la sovié tica mediante la creación de un nuevo t•quilibrio de p ode r. e l más poderoso impone las leyes y el rnás débil se ve obligado a
aceptarlas . Finalmente todo concurre para aumentar el desorden
y la la confus ión: cual impetuoso torrente, el más poderoso arrasa
Alianzas versus contraalianzas con todo lo que tien e a su paso, su desborde es incontenible y así
e xpone a l cu erpo iuro rtunado a las más dcsa s trusas revo luciones.•
E l combate de una alia nza de uac io nes en dercn sa de la s respec tivas Efect ivamente, los princ ipcs se d ejaron gu iar por el equilibrio de
independencias contra un de las más poder a los erectos di.! mejor proveer a la sa ti sfacción de s u s propios
e spec taculares configurac ionc::s que posab1llta e l eqUJhbno del poder. intereses. Procediendo de este modo. era inev itable que cambiarcm de
oposición de dos alianzas, en las que una o ambas se. mueven obJ_e- bando, renunciaran a viejas alianzas y establccie rau otras nuevas cada
tivos 1m¡x:rialis tas mientras defienden la de m1e mbros vez que les parecía que se había quebrado el equilibr io de poder y que
contra la s aspiraciones de la otra coa lición, es la confagurac1ón m ás rrc· un rea lineamiento de ruer.tas era In forma de res taurarlo. Durante esa
c uente dentro de un s istema de eq uilibrio de poder. época, la po lítica exterior vino a ser una especie de deporte t.lc reyes.
Veam os sólo a lgunos de los más i m po rtantes e jemplos _a l .respec_to: considerad a con la misma scricdaU que se p res ta ba a juegos y apuestas ,
las coaliciones que comba tieron durante la G uerra de los 1 Anos celebrada dentro de limites estric ta mente es tablecidos y ruera de la
bajo el lide r azgo d e Francia y Suecia, por una parte, y de Austna, po r jurisdicción de principios trasccndl.!utes de cualquier clase. De allí s urge
la otra,' procura ron promover s us a sparacao nes ampcnahs tas, espcclal- la naturaleza de la politica inte rnacional . que mi rada retros pectivame nte
m c nt e las «..e Sucda y Aus tria, y a l mis m o tiempo trataron de mantene r nos parece sólo t ramposa e inmo ral ; entonces no era más que una clc.."-
a raya las ambiciunes de la o t ra parte . Los dive r sos trata.dos arre- gante m a n iobra. un movimie nto osado en el campo de la estrategia o
g laron los a s untos e u ropeos. de la Guerra de An?s de la táctica, todo e llo ejecutado según reglas de juego que todos los
die ron a es tablecer Llll c qtulabno del poder que s arv1e1 a a ese fm . Las jugadores conoclan y aceplaban. E l equilibrio de pockr d e aquella época
muc has coalic iones bé li cas que ,e s ucediero n cnlre Tra•ado de Ul rech
de 1713 y la prilllt: ra divisió n d e Po lonia e n 1772 mt e nta ron ' Federico el Grande. ··cc.nsidc raciones sobre el estado actu.a.l del cuerpo po-
t•l cquW Urio que había csla blec ido e l T ra tado de Utrcc h an te la a mc na1..a UUco de Europa", Oeuvres de Frédéric le Grand . vol. VIII , Rudolph Decker, Berlin,
1848, pác. 24. He .."..:' Hzudo la traducción d esde el fra ncés.
q ue sig,ni[ic a ba tan to la dedinaciún de l JlOdcr !-.HCCO co no e l auge de l
234 Limitacio nes al poder nacimtal Los m étodos del equilibrio del poder 235

fue amoral antes que inmoral. Las reglas técnicas del arte de la po lítica España , a los e fectos de evitar las consecuencias de est": ocupación,
e ra n s u s únicos pa r á m e tros. Su flexibilidad, que s ign ificó su mé rito ¿era preciso que bloqueáramos. Cad_1z? No. _Lo tnte ntc por otros
peculia r desde un punto de vista técnico, fue el resultado de s u im- m edios y encontré en otro hem1s fe no matenales para la compen-
permeabilidad a cons ide racio nes m o ra les ta les como la buena fe y la sació n. Al conte mplar a España tal com o nues tros a n_cestros la_h a-
lealtad, una insufic ie ncia moral que nos parece m ás que reprochable. bían conocido, resolví que si Francia to m a ba a Espana. no sena a
España "y las Indias". Infundí existenc ia a l nuevo mundo para res-
Desde com ienzos de l E stado moderno, a fines de l siglo xv, hasta la tablcct:r e l equilibrio en el viejo.10
>nc lns ión de las guerras napoleónicas, e n 181 5, las naciones eu ropeas
o n e lementos activos en e l equilibrio de l p oder. Turquía fue la única Es ta evoluc ión hacia un equilibrio de p od er m undial ins trumentado
no ta ble. Surgiero n a li a nza s y cont raalianzas a los efec tos de a través de a lianzas y cont raalia nzas se consumó en e l transcurso de la
m a ntene r e l equilibrio o res ta urarlo . El s iglo que va desde 1815 has ta el primera guerra mundial, e n la cual prácticamen te todas las naciones
comienzo de la primera guerra mundia l asis tió a la gradua l expansión participaron ac ti vamente en uno u o tro lado. La propia d enominación
de l equilibrio de poder europeo, que llegó a co nvertirse e n un siste ma de "mundia l" que recibió la conflagració n señala la cons umación de
m und ia l. Se puede dec ir q ue esta época comie nza con e l mensaje q ue ese desarrollo.
el p rcs ident t: Mo nroe dirige al Congreso e n 1823, fo rmula ndo lo que se En contraste con la segunda guerra mundial, la primera tuvo sus
conoce bajo e l nombre de Doctrina Mo nroe. Al declarar la doble inde· orígenes exclusivamente e n e l miedo a la perturbac ión de l equilibrio de
pe ndencia política de Europa y del hemisferio occidental, y así dividir pode r europeo, que se encontraba amenazado en dos r egiones: Bélgica
a l mundo en dos sistemas po líticos, el presidente Mo nroe pre pa ró e l Y los Balcanes. Situada en la fronte ra nordeste de Fra ncia y corno cen-
terreno para la subsiguiente t ransformación de Europa e n un s istem e. tinela del acceso o riental a l Canal de la Mancha, Bélgica en contró un
m undia l de equilibrio d e poder. punto focal inmt:jora ble en la compe tenc ia de las grande s poten cias, sin
Esta transformació n fue e nc arada y formulada con cla ridad por vez ser lo s uficien te mente fue rte como para partkipa r en esa compete ncia.
primera e n e l discurso que George Canning pronunció, como minis tro Era axiom ático que la inde pendencia de Bé lgica se hacía necesaria para
de Relac iones E xteriores británico, e n la Cáma ra de los Comunes e l el equilibrio del poder en Europa. Su anexión a cualquiera de las gran-
12 de uicicmbre de 1826. Canning había s ido criticado po r no ha ber de· des nac iones europeas las habría vue lto de ma siado pode rosas para la
cla rado la guerra a F ra ncia, a los efectos de re sta urar e l equilibrio de seguridad e uro pea. Este hecho fue recon ocido desde el mome nto mismo
poder que se había roto con motivo de la invasió n francesa a España. de la independenc ia belga, que contó con el activo apoyo de Inglaterra,
Para ne utra lizar a s u s críticos, formuló una nueva teoría del equilibr io Austria , Rusia, Prus ia y Francia. Reunidas en conferenc ia en Londres,
del pode r . Me uiante la cauc ión del reconocimiento de sus respectivas estas nac io nes de clararon e l 19 de febrero de 1831 que "Tenían el d er echo
independen cias por parte de Inglaterra, incluyó a las r eciente m ente libe- Y el deber que les habían impuesto las c ircunstancias, de velar para que
radas nac io nes lat ino·.mericanas como elem entos a c tivos e n e l equilibrio. las provincias be lgas, una vez que hubieran conseguido s u independencia
R azonaba as í : no pusieran e n pelig ro la seguridad general ni e l equilibrio de poder
europeo"."
¿No hay o t ro medio que no sea la guerra para resta u rar e l equi- En e l sentido de ese propósito, las cinco naciones involucradas cele-
librio del poder? ¿Es e l equilibrio de l poder un paráme t ro fijo e b raron en 1839 un tratado e n el que decl araban que Bélgica era "un
ina lterable? ¿ No es un p a ráme tro que cambia perpetuamente, según Estado inde pendie nte y pe rpe tua m e nte neutral" bajo la colectiva garan-
avanza la civilización y s urgen nuevas nacio nes que ocupa n un lugar tia de los ci nco sig na tarios. Es ta declaración tendía a evitar que Bélgica
entre las co munidades políticas es ta blecidas? llace un s iglo y m edio. n unca llegara a participa r , en modo a lg uno , dentro del sis tema d e equi-
el eq uilibrio de l poder de bía se r m a ntenido e ntre Francia y Es paña,
los Países Bajos, Aus tria e Ing la terra. Alg unos arios después, Rusia librio de pod er eu ropeo. Fue la violac ió n a le mana d e la neutralidad de
logró una a lta posic ión en la política e uro pea. Y ruás tarde aún, e n 1914 la cris ta lizó la amen aza a l equilibrio d e poder y jus-
Prus ia se con virtió 110 ya e n una s us tanttva, s mo e n una pre ponde- llftco la mt e r venc ró n de Inglate rra del la do de Francia , Ru sia y Jos
ran te mona rquía. As i, mie n tr as en princ ipio e l e quilibrio de poder denrás a lia dos.
co11tinua ba s ie ndo e l mismo, los m edios para lograr s u a jus te se La p reocupac ió n de Aus tria, Ingla terra y Rusia en la preservación
volvie ron más variados y nume r osos. Aume nta ron e n proporción al del eq uilibrio d e pode r e n los Balcanes fu e concomita nte con la de bili-
c recimie nto del número d e Estados que s urgie ro n o, s i se m e pe r-
mite , en proporción al núme ro de p esas que se colocaron en la ba- dad de l po der tu rco e n la regió n . La guerra d e Crimea de 1854-56 fue
lanza .. . ¿ No hab ía o tro modo de r esis tenc ia que no fue ra un a ta_quc- librada po r un a a lia nza integrada por Franc ia, Ingla te rra y T u rqu ía con-
direc to a Franc ia o una gue na que se d esarrollara e 11 s ue lo espanol? t ra Rusia con e l fi n de m a nte ne r e l equilib rio d el poder e n los Balcanes.
¿ Po r qué, s i la posesión d e E s paña h a de r esulta r ino fe 11s iva e n
ma nos d e l ri va l - inofensiva para nosot ros - y sin ni11gún valor ro Speeches O/ lht Right H ono urablt George Canni ng, vol. VI , págs. 109-11.
pa ra e l conquis tador? ¿ No podrían lograrse compe n saciones por m e- " Prc t ocolJ O/ Conter ences In London Relative to the Al/airs of Be.lgium
11830-31 }. pag. 60.
dios m ejor adap tados a los tiempos actuaies? Si F rancia ocu paba
236 Limitaciones al poder nacional
/.os mt!iodos dt.•l t.•qmlrllno d el potler 237
El lra!ado de al ianza del 13 marzo de 1854 declaraba "qu e la exislen-
cm 1mpeno o lo m a no en su ncl ual cxl c n sión es dt: esencial impor- el poder del Sin embargo, la colccr•va
lanc•a e l equilibrio del poder en lre lo> Esrados de Europa " . L.s tlifren.· dd l'C¡tullh• io del pode,. e n el princ1pio de en virtud
subsigUientes rivalidades y gu erras, en especial los eventos que lle va ron del qul· 't' fur 111 .1 1.1 altan7a. 1 as alianzas de equilibno del poder se for-
al Congreso de Be rlín de 1878 y a la guerra d<e los Balcancs de 1912 y m.ln p01 p.urc dt.• t 1et '·'' cont ra otras nac wnes m -
1913, e _rá n reñidas por e l remor de que una de las nac1oncs principal- di\ ulu;tJe, o t·un11.1 un.t alt;uua de és tas las bases de lo que estas
"_lCntc In teresadas e n los Balcancs pudiera ganar una preponderan- n.tnune ... cun...,dt.·ran como s u c; intereses naciontt les. E l principio organ i·
cm en la reg ión que no es ruviera en proporción con e l poder de las 7·1dor de la !-leglll idad colc..'CI iva en el respeto de Ja obligación
d e m._ s nacio nes involucradas. moral Y lega l de con..,idera1 un a raquc de cua lquier nación contra mie m -
En Jos años inmedia tamente previos a la prim e ra guerra mundia l, bros d e la como c;i fuera una agresión cont ra todos los integ ran-
el equilibrio de l poder e n los Balca nes aumenró s u imporla ncia; d esde tes de la nltnnla. En consecuenc ia , se supon e q ue la st·g uridad colect iva
que la T riple Alianza enrre Ausrria, Ale m an ia e Jra lia pareció conlra- opcl a auto máticamente; cs ro cs. la agresión pone de in mediato en ncción
baJancear aproxima da.menrc la trip le Entente entre Francia, Rusia e a la con lo que. no obs ranrc. se protege la paz y la seguri-
I ngla terra, la combinación de poder que ganara una ventaja decisiva en dad on 1..1 mayor e ficacia pos ible . Dcn rro d e un s is rema d e eqwli brio
los Bal anes podía lograr con fa c ilidad o! ro ran ro en el esquema e uropeo de poder, I.J s al idnL..t') frecucnrc.·mcn te son incierta e; en s u funcionamien to
d e eQuilib rio d e poder. Fue este temor lo que llevó a Aus lria e n julio real. que ckpcndcn de con..,idcracionc'\ po Hticas dC' l<1s naciones.
d e 19 14 a in te ntar un ajus te de c uen tas con Scrbia v a encontrar. e con La dl' l t.tlia dt.• la T riple A1Jan1a en y la dc-,integración
un apoyo incondiciona l por parle de Alema nia . E l m ismo te mo r e mpujó dd ""IL'ma trance' de altanl'..as t:nln: 1935 y 19 19 5.0n de es ta
a R u s ia a a cudir e n apoyo de Serb ia a Francia en apoyo de Rus ia. En dt. hlfHf:td dt'J l"C'J tllfibrio del JlOder.
e l m e nsaje re leg-ráfico d el 2 de agosto de 1914 a J orge V de Inglaterra. e l
za r ruso re umió muy bien la si tuación c u ando dijo que el e fec to del
predom inio de Aus tria sobre Serbia " ha bría s ig nificado e l desbara ta- EL " SOSTENEDOR" DEL EQUILIIUUO
m iento del equilibrio del poder en los Balcanes, el que resul!a d e l a n
vital inte rés para mi imperio com o para el de aquellas polc ncias que
Siempre que se in ten te llevar a cabo e l eq uilibrio del poder median te
desea n mantener e l equi librio de p oder en Eurupa ... Conffo e n que su
país no de jará de pres tar apoyo a Fra nc ia y Rusia en s u luc ha por ahan"?s- Y ésta ha s ido la modal idad de concre tarlo a Jo largo de la
mantener el equilibrio de p ode•· e n Europa"-"
Despu és de la primera guerra mundia l, Fra nc ia mantuvo pcnnanen-
:s dd mundo occ iden tal- deben disting uirse do variac io nes po-
con :·cspecto. al m odelo. Al usar la metáfora de la ba lanza. e l
.s•s tcma puede com o compuesto por do p latillos en cada.
tes alianzas con Po lonia. Ch ecoslovaquia, Yugoslavia y Rumania , y e n
de c uales encu..:ntra Ja, o las, naciJnes idcntificad¿s con e l
1935 ccle b1-ó una alianza -q ue no llegó a ser imple mentada- con la
trpu de de !1-la tu quo o de imperialismo. l as naciones
Un ió n Soviética. Esta política puede ser en rc ndida como una su erte de
de Europa genera lmen te han operado el e qutl1b rio del
equilibrio de pode r prcvcnri vo que pre vema el re to rno de Ale mania y , por pout:l de modo.
ende, inten ta ba manre nc r e l s ta tu quo de Ver>a lles para conjurar esa
eventualidad. Por olra parle, la formación en 1936 de una a lia nza entre
. :.1 s i-; re ma p uede en dos platillos más un
re rc<.:r e unc nro, d de la balanza u e l balanceado r :
Aleman ia, Italia y Japó n deno minada Eje. fu e concebida corno una con- se ha lla pcrmanc n tcmcn lc ide ntific ado con 1 . r . . rl . no
trapar·lida d e Ja a lia nza entre Francia y las naciones del este europeo, o grupo d e nac iu ne.). Su unico ob ·cr..ivo e na c tón
la que a su vez neutraliza ba a la Unión Sovié tica. m a nr t· nim k·nto dd eq uilibrio. abstra cc ió n en el
a b s q ue e l cquilihri E . <.: ILIS po conc re tas
As í. e l período en tre las dos g uerras mundiales se mantiene de h echo J" . • O. n CO n>CCUellCI3 e J "sostened o r" J ·J .
lbrro al fOJ<lra \..'1 a u nu de IO!i r lo t 1"ll ·. . (e equ r-
ba jo e l signo de l eq uilibrio del pode r mediante a lianzas y contraa lianzas. . . . " en unn \' e n frt ·
g w c n tc 1o d LJ ..Ira caer en el o tro rl:trillo· -. · t· ...- ·. 1 J '
a unque e n teoría el principio del c quilibrio de poder >e >uponía reem- L ·ú ·· · c.;.,: a ra o Jlor
ma COTlS I l.'TaCIOII : 1.1 pos ic ión de Jo s riatillo A : .
plazado po•· e l de seguridad c olec tiva de la L•ga de las Naciones. Sin dr.í la s pesa, e n el la !liJo , 11 • • • • , s. SI Siem pre p o n-
e mbargo, en verdad la seguridad colectiva, como veremos m ás adelan te bajo . .. El "sos rcnc(fo ,. .. r __ y no en d que m ás
con mayor deta lle ." no a bolió el equilibrio del poder. Más bien lo re afir- de In!) pot e ncia a.n_lig? .o cnclnrgo
mó bajo la forma de una a lianza universal contra c ualquie r agresor aquéllas amenacen e l equilibrio a l 3Ce . . • la psos !)t:gün
potencial, en la presunción de que una a lianza de esa natura leza s iempre minio h s c.h.:m ..¡ . . 0 • • tCa l st.: 3 una JJOSI Ct o n de precio-
• .... ... VCdll amcnaz..1cJ ·..., Jl . 1 • • •
dt.• lograr pu ... ic iOn . . .' .· ur u ras qu e ten c..er c:t
u Bntish Documents on the Origíru o/ tM War, 1191·1914, Hís Majesty's Sta· el d ·1 . . l.b .· " o un JUICI O d e Palmcrston ; mJcn tr.Js
• • t: t:q w 1 IIU cart:zca <.k pcrnnn. .
tione ry Otr•ce, Londres, 1926, vol. XI, pí.c. 776.
u Veasc el capitulo 24. tcnúra sólo tie n . ·J . . . ' tao p o<:o
tc ll cr d equilibrio dd poder. , e c.: P"' rmarJcnle d e m a n-
238 Lim;rac;ones al poder 'Jacional /.os méto dos d el eq u ilibrio d el poder 239

E l "sostenedor" del equi librio espe ra e n e l me dio , con expectante imperi a l e n lnglal c rra _ En e lla seña laba que los italianos te nían bue nas
ale j am iento, vigila ndo c uá l de los platill os es tá prox irno a bajar. Su aisla- razones par-a o ponc Jsc a Francia. pero -co nt inuaba-. "sa bé is cómo
m iento es ''es pléndido" , pu es to que su apoyo. o falta de él. t..'S un fa cto r re m en a l pod e r de c ua lquiera de dos prínci pes (Car los V y Fran-
dec rs ivo e n la lucha por e l poder y su política extL'rior; si es sabiamente cisc o 1) y c uan en el equ ilibrio d e su pode r" -14 E n los
mancj::tda , e s c apaz del máximo precio para aque llos a quie nes apoya. arios cua ndo Vt..:ncci:1 r cchazó la ofer ta francesa de alianza ,
Pero vis to que ese apoyo es, indepe ndien temen te del pr-ecio que se p3gue los ga lus c a.rac lent.aru n la polí t ica c xll.: r ior vcncc i::m a en té r -
por é l, s iempre m c icrto y cambia nte de un la do a o tro. de acuerdo con minos s imila r es. con refe rencia a Jos a s pectos d e a isla mie nt o Y
Jos m o vimie ntos de la b a la n7..a , s u políti ca se r esie nte y queda expu es ta dcsintc rcs hacia las a laantas por pa r te d e c ua lq u iera d e las En
a condc:nas de orde n moraL Según es te moddo, se ha dic ho que In.!!la· 1554, por l.!jcm plo, Enn4 ue 1 de f randa fue inf ormado po r e l emba ¡ador
terra, e l más notorio "sos tened o r " de t iem po s mode rno., q ue <h;ja venecia no de que aquel rec hazo se: había deb ido a l tt.:mor ante la evcn·
que nac io nes libren su s guerras. q ue mantiene a Euro pa div idida tua litlad de q ue la mue n e de V de pod ría co locar a e ste
para así poder domina r d contine nt e y q ue la fl uctuac ió n d e s us po lí- re ino c..:n in fe r iori da d co n rt:"lpcc to a Franc ia. Vc:nccia t ra ta ba de ' 'man·
tic a s es ta l qul! impos ible e tablccer a lia nzas con d _la . " Pé rfida te ner cosa s e n cqui lrbr io" ( t,·n e r cose il z cqzUlle st ato). O t ro c mba·
Al bicm" c.!Jo el sobre no mbre acuñado po r que no pud1eron lograr jado r venecia no expl ic::r ba e n 15'8 q ue los franceses t!Xplicaban la po lí-
el apoyo de Ingla terra por m áo,;, que hay:tn en tica ex ter io r de Venecia po r medio d t..: la s u pic.ac ia d e Csta ant e e l incre-
o por quienes Jo pe rdieron tra::. ha be r pag:tdo un p rcc10 e xccs 1v::u n c nre mento ck l poder ele Franc i:.t y España . Ve necia quería ev it a r " que la
alto por é l. bnla nz.a incl ina ra hacia alguna de las partes" ( c h e la b zlancia n o u
El sos tenedo r del eq uilibrio ocupa una posición clave en e l s is te ma pemlest' da ulcrma pa rte) _ E l t:mbajador a g regó "que esta po lítica viene
de e quil ibrio de po der ya que su posic ión determina el resultad<? dt! la s re ndo apreciada e incl uso ad mirada por las pcr::-.onas intel igen tes; e n
lucha por e l poda. También se ha dicho que es el " árbitro" del Sistema, es tos tkmpos tu r b uknt os. los ctt!bilcs encuen tra n protección sólo e n la
quien d ecide quién habrá de gana r o perder. Al bloquear a cualqUier R t.:pública di...' Venec ia y, por lo tanto, todos los it a li anos d esea n s u indc·
o g rupo de naciones, la posibilidad de gana r preponderanc ia pcndc m.:ia y dan la bie nvenida a a r ma m e nt os " _1;
sobre las demás. preserva su propia independe nc ia tant o como la d e !a.s El ej e mplo clásico de "soste ne do r" ha s ido, s in u da , Ing la terra. A
nac iones y así pasa a ser e l fac to r m á s poderoso e n la pohl t· Enrique V II se atribuye la m c:, xima cui adha ero pr.uest (a quien yo
ca int ernaciona L apoye, prevalecerá ). Se dice que se hizo pi nt ar sost e nie ndo e n su m ano
El "so tened o r" d el equilibrio puede emplear este p oder tres de recha un par de platillos e n pe rfec to equilibrio, uno d e e llos oc upado
m a ne ras difere nt es. Puede hacerlo unié ndose a una nactón segun que por Fra nc ia y e l o tro por y e n la manu izquierd:.t un peso lis to
Ja o;;: co n dicio nes sean favo rable s para e l m a nte nimiento o la restaura- a dejarlo caer en c ua lquie r a de los dos platillos_ De la Inglater ra h ajo
c ió n de l eq uilibrio. Pued e hacer que su apoyo a l acuerdo de paz de- Isabel 1 se dijo " que Fra nc i..t y España son c01110 S I f uera n los p la t i llos
penda de con ide racio nes análogas . Y, fina lme nt e, en cualquier en la bala nza de E urup..t e Inglate rra co mo en fi e l q ue m a ntie n e el equi·
si tuación tratar q ue los obje tivos de su prop1a poht1ca nacwnal , mde- libr io"." En 1624. un panfle to [rancés ins taba al rey Jacobo a seguir el
pcndient emente del ma n tenimiento del equilibrio de l po der, se vean glo rioso ejemplo de lsabd y Enri que V 111 . " quien \ 3n bien desempe ñó
realizados en e l proceso de equilibrio de pode r de los demás. s u papel en tre e l empe rador Ca rlos V y el rey Francisco. hacié ndose
te mer y li sonjear po r a mbos y manteniendo de este modo e l cquilibno
La Fra nc ia de Luis XIV y la Italia de la década previa a la. primera
entre e llo s ".
guerra mundia l ll egaron a cumplir es te rol de árbitro en el equthbno d:
poder eu ropeo. Pe ro Francia se encont raba demas1ado profundamente Con la irrupc ió n de Luis XIV com o nue\'o aspirante a la m onarquía
involucrada e n la luc ha po r el poder en e l contmentc e uropeo.. era dema- universal , se tornó cada Vl'Z m ás común , en Inglaterra y en todas part es,
s iado par te de ese equili brio y le faltaba d_c mas1ada de consider a r com o mbió n britá nica e l actu ar e n ta nto "árbitro d e Europa"
co m ando como para d esempeñar ese rol con ex 110. Por otra partc,_ltaha al ma ntener el equil ibrio entre los Habs burgo y Francia. Este m is m o
no ten íd sufic ie nte peso pa ra proyectarse al cxtcnor y dcsempenar la pará me t ro fue aplicado críticamente a la s polít icas e xteriores d e Ca r-
posic ión clave e n el equilibrio d e l poder. Por esta r azón se h1 zo los 11 v Jacobo 11 , quienes hic ieron causa común con Luis XIV -el
du r a >olamen te a Ja condena mora l, pero no a l rcs pew q ue una pohllca más fuerte riva l del po der brit á nico- contra los Países Bajos y e n
s im ilar le h 3 bía significa do a Ing la te rra. Só lo Venec1a en el s1glo X VI e apoyo d e las politica s anti[ranccsas de Guil le rmo Ill. Con la gue r ra de
Inglater r a a pa rtir del reino d e Enrique VIII fuero n capaces d e la s ucesió n española, c>tc pa trón fue cJc, ado a la ca tegoría de dogma,
d e l eq uilibrio d e l pode r entre otras naciones la base de sus respect 1vas
polít icas ex te rna s . a través del empleo los tres métodos antes men- 14 Papzers du Car drna: de G ra rwelle, P a r ís, 1943, vol. I V, pág . 121.
c ionados, separadamente o en forma cOnJunta. . 15 Albén , Le RclaziOIH elegir A. mbusc¡atori Ver.et1 aL Senato serie 1
Flo rencm. 1862, vol. 11, págs. 287 y 464. ' '
La id ea s u rge por primera vez con re ferenc ia a en 16 WJllmrn Canden, Annales O/ the Hi.story oj the Most Renowned and VJcto-
una ca rta que e n 1553 d irige la re ina María de Hungna al embajador rfcus Pr mcess E.'lzzabeth, Late QucetZ of England , Londres, 1635, pág . 196.
240 al poder Placiowll Los m étodos d el equ ilibrio del poder 241

especialmente e n Inglaterra. Aplicado a sie mpre nueva s combinaciones gob e rna n tes o na ciones; sólo se oc u pa del más fuc r lc o d el rir a no
po t e nc ia lme nte do m ina nt e. Po r lo tan to , n o . te n1c r la
de poder, perma neció indisc utib le hasta que los liberales manc h cste ria-
a c usació n d e se r p ro fra nceses a ant igerma n os. S1 la s Cl rcu n s tan :
nos d e la segunda mitad del s iglo xtx propug na ron un co mpleto y pe r- cía s ca mbia ran . po d r íamos ser igu al m e n te p ro-ge r mano s Y ant1
mar.e nlc alcjan1iento d e los asunt os del continente europeo --es to es , franceses. Seguimos una ley de p olítica pública y n o un m e ro e xpe-
ais lacionismo- como principio de la política cxh:rior britá nica . Como di e nte dic tado por ci rc uns ta ncias a ccident a les, po r gu s tos o d1s gus·
la tradició n y prác tica de la diplomacia britá nica, esta variedad de equi- tos o por c ua lq u ier o t ro sent im iento .11
librio de poder parece haber desaparecido sólo en a ños recientes con
la d eclinación de Inglaterra y el crecimiento del pod e r de nor team e ri-
canos y sovié tic os.11 Cua ndo la tradición y la p ráctica e staban a pun to
de des apa r ecer, s ir Wins ton Churchill las r es umió con mucha
cia en un discurso a lo s mie mbros conservadores de l Comité d e Asunto!'
Exteriores en marzo de 1936:

Por cuatrocientos años la po lítica e xte rio r de Inglaterra ha consis·


tido en oponerse a las potencias más fuertes, más agresivas y máli
dominantes del continente y, particularme nte, en evitar que los Pai·
ses Bajos ca yer.1n en manos de tales potencias. Vistos con la perspec-
tiva de la his toria, estos cuatro siglos de cons istente unidad de pro-
pósitos, en medio de tantos cambios de nombres y hechos, de
circunstancias y condiciones , debe n colocarse como uno de los e pt·
sodios más no tables en los anales de cualquier raza, nac ión, estado
o pue blo. Más aún, en todas las ocas iones Inglaterra tomó el camino •
1
más dific il. Frcnlc a Felipe JI de España, contra Luis XIV,
el reinado de Guillermo 111 y Malborough, co ntra Napoleón, conlra
Guillermo 11 de Alemania. en todos es to:, casos hubiera sido más
fác il -y mucho más tentador- unirse al más fuerte para luego
comparlir los frutos de sus conquistas. Sin embargo, siempre se
eligió el camino más duro, uniéndose a las potencias menos fuer·
tes, realizando combinaciones con e llas para así derrotar y frustrar
al tirano militar del continente cualquiera que fuese, inde pendien-
te mente de la nación que co ndujera . As í preservamos la libertad de
Europa, protegimos el crecimiento de sus sociedades vigo rosas y
variadas, y eme rgimos de cuatro te rribles guerras con fama creciente.
con un imperio cada vez más amplio y con la inde pe ndencia de los
Pa ises Bajos debidame nte a segurada. Es la maravillosa y no
deliberada t radición de la política exte rior brit á nica . Todos nuestros
pensamientos descansan hoy en esa tradición . No conozco nada que
haya ocurrido ca pa z de alt era r o debilitar la jus ticia, la sabiduría ,
el valo r y la prudencia con los que a c t uaron nue:,tros a nteceso res.
No c onozco nada que haya ocurrido e n la naturale za humana capaz
de alte ra r en un grado mínimo la validez de sus conclusiones. No
conozco nada que haya ocurrido en los campos militar, político, eco-
nü m1co o c ientífico que me haga sentir que sumos menos capaces.
No conoz.co nada que me haga pe n sar que no debemos , o que no
pode mos, continuar por el mismo camlno. Me aventuro a formular
ante us tedes estas propuestas generales porque me parece que si son
accpt::1da.s todo lo demás se vuelve mucho más senc illo .
Observe n que la poHtica de In glate rra no to ma en uc nt a qué
nación es la que procura el predominio e n E u1·opa. La c ues tió n no
consiste e n si es España , la monarqu ía fra ncesa, el francés
el imperio ale má n o e l régime n de H itler . No tie ne nada que ver con
1
' Winstou S . Churc hlll, The Second War W o rld, vol. 1, T h e Got herang storm,
n Sobre e-.t.e tema , véu.e el an&Ust.s detallado q ue f igu ra en el capit ulo 21. H ouchton Miffh n Co., Bost on , 194R, págs . 210'7·08. Reproducido con autorización .
13.
La Estructura del Equilibrio del Poder

SISTEMAS DOMINANTES Y DEPENDIENTES

Hemos hablado del equilibrio del poder como si se tratara de un sistema


sencillo que comprende a todas las naciones activamente comprometi-
das en la política internacional. Sin embargo, una observación más dete-
nida revela que un sistema semejante frecuentemente está compuesto
por cierta cantidad de subsistemas interrelacionados, que conservan
dentro de cada uno de ellos su propio equilibrio de poder. La interrela-
ción entre los diferentes sistemas es generalmente de subordinación,
en el sentido de que uno domina en función del mayor peso relativo que
ha conseguido acumular, mientras los demás están apegados a lo que
sucede en los platillos del sistema dominante.
En el siglo XVI, por ejemplo, el equilibrio de poder dominante se
establecía entre Francia y los Habsburgo, mientras que al mismo tiempo
existía un sistema autónomo que mantenía a los Estados italianos
en equilibrio. En la útlima parte del siglo XVII se desarrolló un sistema de
equilibrio de poder aparte en el norte de Europa, que se mantuvo al
margen del desafío que implicaba el auge del poder sueco para las na-
ciones adyacentes al Báltico. La transformación de Prusia en una poten-
cia de primera magnitud en el siglo XVIII implicó la formación de un
equilibrio de poder germano, con Austria en el otro platillo como peso
principal. Este sistema autónomo ("una pequeña Europa dentro de Ja
grande") sólo se disolvió en 1866 con la expulsión de Austria de la Con-
federación Germana como consecuencia de la guerra austro-prusiana
del mismo año. El siglo XVIII también asistió al desarrollo de un sistema
de equilibrio de poder oriental provocado por el ascenso de Rusia. El
reparto de Polonia, en virtud del principio de compensación, entre Rusia,
,,.. Prusia y Austria es la primera manifestación espectacular de este nue-
vo sistema.
Durante todo el siglo XIX y hasta nuestros días, el equilibrio de
poder en los Balcanes ha sido del interés de todas las naciones
de Europa. Ya en 1790 Turquía celebraba un tratadc con el
La es/ ructura d el equilibrio d t!l pod er 245
244 Limitaciu11es al poder nacional

cual esta última nación promet ía ir a la guerra con Aus tria Y entre Prus ia y Aus tria fue, como hemos visto. 2 una precondición para
"pues to que acarrearía un perjuicio al dc.:sc.:;tblc y ncccs;trio Ja preservación de las libert ades de lo s miembros d e la Confederación
de poder el hecho de que Jos e nemigos c ruzaran el En la ultt· Germana, este equilibrio ta mbién luc indispensable para mantene r el
ma parte del s ig lo XIX se comenzó a hablar de un de poder equilibrio de pod er e uropeo en s u conjunt o .
africano, con referencia a cierto equilibrio entre las conquts tas colom.a- E l equilibrio germano cumplía a s í una doble función : una dentro
Jes de las grandes potencias. Más tarde aUn, se agregaron al vocabulano de su pro pio contexto y otra para el s istema genera l del que formaba
diplomático el equilibrio del poder en el hemisferio occidental , en el parte. Por el contrario. la fus ió n de Prus ia y Aus tr ia o e l dominio de
Pacífico y en el Cercano y Lejano Oriente. También se habla de . un una de e llas por parte d e la otra habría resultado no só lo d es truc tivo
"equilibrio austríaco". De la monarquía austriaca con sus nacaonahda- para la indepe nde ncia de Jos Es tad os a le m a nes, s ino que también hu-
des antagónicas se decía que "estaba obligada a aplicarse las reglas de biera a m enazado la libertad de o tras nacion es e uropeas. Edmund Burkc
conduc ta que siguen las potencias de Europa para encauzar las perma- señala que "si Europa no concibe la inde pe nde nc ia y e l equilibrio del
nentes rivalidades que existen entre ellas" .! . . imperio como la verdadera esencia de l siste ma d e equilib r io de poder
No es por accidente que Ja autonomía de tales sistemas de eqUih· en Europa ... todas las politicas de Europa a lo largo d e más d e dos
brio de poder locales sea la ·mayor y que su su bordi nación a un sistema siglos ha n sido miserable!'llente erró neas".' La perpe tuació n d e l equili·
dominante sea relativamente menor; cuanto más a lejados se encuentran brio entre Prusia y Aus tria fue, po r lo ta nto, asunto del interés n o sólo
del centro de la lucha por el poder, mejor operan en la periferia del de los o t ros miembros de la Confederació n Germana, sino de todas las
sistema dominante, fuera del alcance de las naciones preponderantes. naciones europeas.
Así pudo d esarrollarse con r elativa autonomía durante el siglo XV un Cuando, como consecuencia de la guerra de 1866, Prusia, y luego
equilibrio de poder italiano, mientras las grandes naciones de Europa Aleman ia, cons iguiero n una ventaja pe rmanente sobre Au s tria , con la
se encontraban ocupadas en otras regiones. Durante la mayor parte de que quedó destruido el equilib rio de poder ent re las dos naciones deter-
la historia de la civilización occidental, los diferentes sistemas de equi- m inando que Alemania predo minara en Eu ropa, pasó a ser una de las
librio de poder en Asia, Africa y América funcionaron con entera inde- fun ciones d el eq uilibrio de po der europeo el preservar, al menos, la in-
pendencia de las configuraciones de las naciones europeas, hasta el dependenc ia de Austria fre nt e a las infracciones d e s u poderoso vecino.
punto de que estas últimas d ific ultosamente llegaron a conocerlos. Fue consecuencia de ese permanente interés europeo que luego de
En el hemisferio occidental, hasta la segunda guerra mundia l y en la guerra mundial los triu nfantes aliados proc uraran , a través
Europa oriental hasta fines del siglo xvm, el equilibrio de poder debió de med1das lega les, eco nómicas y politicas. evitar la fusión de Austria
su desarrollo relativamente autónomo a la ubicación en la periferia de Y Alemania. Más aún, den tro d e la lógica dc esta situación fue que
los centros de poder de su tiempo. Los repartos de Polonia, que se supo· encaró la anexión de Au s tria como pao;o d ecisivo en el camino
nían iban a preservar el equilibrio de poder en Europa oriental, fueron hac1a la del equil ibrio de po der europeo.
realizados por las naciones directamente interesadas sin inter(cre ncia El eqUihbno de poder de los Balcancs c umplió una fun c ión s imilar
alguna. La alianza celebrada en 1851 entre Brasil y Uruguay contra Ar- d esde las ult1mas d écada s de l siglo xtx. También en este caso el mante-
gentina con el propósito de mantener el equilibrio de poder en Sudamé- nimie nto de un equilibrio d e poder en tre las na c iones balcánicas lue
rica sólo tenía una muy remota conexión con el equilibrio de poder VISto como el prerrequis ito para el m a ntenimiento del equilibrio euro-
europeo. Por otra parte, sólo ahora se ha vuelto posible hablar de un peo. En cualqu1er parte donde e l equilib rio local se vio amenazado, las
equilibrio de poder autónomo en Africa. Desde que los pueblos indígenas grandes europeas intervinieron a los efectos de restaurarlo.
de Africa comenzaron a competir por el poder, entre ellos y con nacio-
La antes Citada . declaració n del zar ruso a comie nzos de la primera
nes no africanas, el continente negro ya no e s sólo el objeto de una lucha guerra mundia l lluslra claramente esa cone xión.
por el poder centrada en otra parte.
En la medida en que un equilibrio de poder se encue ntra más inti·
mamcn te conectado con e l dominante, menores oportunidades tendrá CAMBIOS ESTRUCTURALES EN EL
de operar con autonomía y más tenderá a convertirse en una m era EQUILIBRIO DEL PODER '
manifestación localizada del equilibrio de poder dominante. El cquili·
brio de poder dentro d e la Conlcderación Germana, desde Federico el
Grande hasta la guerra de 1866, ofrece una situac ión intermedia entre
:¡n los tie mpos1 las relac iones entre e l equilibrio de poder
Y _05 han mos trado una siempre creciente
la completa autonomía y la integración total. Combi na cierto grado de tendt:nc•a a c,tmbJar en dc tnmc nto de 1 . .
autonomía con integración al sistema dominante. Mientras e l equi librio a autonom1a de los s ts tcmas
1 Véase el final del capftulo 11
J Works, vol. IV, Little Brown ·and Com
1
Albert Sorel. L"Europe d la révolution E . PJon, Paris, vol. 1, pág. " Veasc el capitulo 12 Ü.partado "Alia pany, Boston, 1889, pág. 330.
s Para otros camb ios 'estructurales y contraalian.z...'ls''.
cc-ntraalianzas·· y el capitulo 21. · v anse el capitulo 12, apartado .. Alianzas
246 Limitacio,Jes al poder PZacio"al

loca les. Las razo nes de este desarrollo se e ncuentran e n los cambios
estruc tura les que e l equilibrio d e p oder dominante ha
d esd e la prime ra g ue rra mundial y que se han vue lto m_a mhestos en
seg unda . Ya he mos señalado la expansión gradua l del s zste m a d e
librio de pode r dominante desde Euro pa O cidcn ta l y O rie ntal h.a c1a
el del c ontinen te, y de allí a otros contine ntes has ta que fmal-
m c nt c la primera guerra mundial a s is tió a l es pectáculo.

dcr pla n e tario.


Mano a m a no con la consuma ción d e
.
.todas la s
naciones del mundo partici pa ndo a c tivamente e n un cqu11J bno d e J>(r
.
expans1ó n ocu rnó un
14
desplazamienlo e n los princ ipales pesos de la ba lanza desde E uropa
h acia o tro s continentes. Al com ienzo de la p r ime ra g uerra mundia l, e n
1914. los prin cipales pesos de la ba lanza eran
peos: lnglalerra, Fra ncia y Rusia en uno de los pla rlllos; Ale manoa Y
c_u ro- Evaluación del Equilibrio del Poder
Aus tria en e l otro. A fines de la segunda guerra mund1a l eran totaln1entc
no europeos, caso de Esta dos Unidos. o predominantemente no e u ropeos,
caso de la Unió n Sovié rica. En consec uencia, toda la estruc tura mun-
dial de equilibrio de poder ha cambiado. A fin es de la primera gu.erra
Co ns iderando u cambian te estruc tura, ¿cómo ho.rcmos
mundial , y aun a com ie nzos de la segunda, ambos plallllos, por aS'. de-
para t.:valuar el equilibrio de poder y determinar su futura ut ilidad para
cirlo, todavia se encontraban en Europa; só lo que las fuerzas mcl-
e l mantt.:nimicnto de la paz y la seg u ridad en el mundo mode J no ?
dían sobre ellos provenían de todas partes d el mundo. Los pnnc1pales
p roragoni s las de la luc ha por e l pode r y las m ayores apues ras que se Mien tras e xpli cába m os su naturaleza y fo rma d e o peración, he m os
entablaban aún eran predo minanteme nte euro peas. Parafraseando _las s u b rayado s u ine vitable conexiun - y a l mi s m o t1empo su funció n pro-
palabras d e l ya citado George Canning, pot e ncias no e uro peas tectora- l.:on un sistema m u ltics tatal. A lo largo de su h is toria de tnás
con e l sólo propósiiO de rcs la blecer el equ ilibrio de pode r en Europa. de c uatroc ic11to:, af1os . la po lític a de e q ui librio d t! pode r consiguió evitar
O , según las p a labras d e Churchill en 1940, " E l Nuevo Mundo, con lodo que n ing ún llegara a tc nt..:r d o min io u niversal. T a mblCn logró
su poder y porencialidades, se hace prcse nle para rescalar y liberar a l preservar la exb tc ncia de todos los m iembros del moderno s istema es ta-
Viejo Mundo". ta l desde fin e> de la Guerra de los T rcinra Años, e n 1648, ha>ra los re-
lloy e n d ía e l equilibrio de poder en Euro pa ya no es e l ccnlro de partos, a finl.!s d el siglo X V II I. No o b!ttantc, evitar que un solo E s tado
la política mundia l, en torn o al cual se ag rupan lo s SIStemas de equili- llegara a l pre dominio se cons ig uió al precio de una
brio locales, ni en jntima conexió n n i con mayor o m e nor grado de r ra p rácricamenlc conrinua desde 1648 hasl a 18 15 y de orra q u e en el
aulonomia. En la a c lualidad, el e quilibrio d e poder europeo se ha con- siglo xx involucró a p rac ti camenle todo el mundo. Los dos periodos de
vertido en una n1cra fun ción del equilibrio de poder mundial , en que c>labil idad -uno in ic iado en 1648 , el o l ro e n 1815- e> luvie ro n prece-
Eslados Unidos y la Unión Sovié li ca >On lo s princ ipales pesos ub1cndos d idos po r la complt!t3 e liminac ic'm d e peq ue ños Es tados, a lo que debe
en plalillos opucslos. La dis rribuc ió n del poder e n Europa es sólo uno gran númt:ro J e actos de s im ilar nat u ra leza, comen·
zando por la deslrucción de Po lonia.
de los a spec los con c relos en la luc ha por e l pode r en que c s rán e mbar-
cados E s lados Unidos y la Unió n Sovi¿lica . . . Lo impor tan te en nuestra discusió n es e l hech o de que fuero n eje-
Lo que es válido para e l sis tema e n principio ta mbté n c urados en nombre del princi pio d e equ ilib r io d e p oder cuyo o b jclivo
lo es para ro dos los s is l c mas loca les l radic io nalc>. El cqu•llbno de poder primo rdi a l. a lo"i efectos de servir d e principio b asamcn ta l al tnodcrno
en Jos Balca ncs, no menos que Jos equilibrios de podt.:r en Cercan o o sistema t.:!'ll atal , e n su indbpcnsabilid ad para mant ener la
el Lejano Orienle, han comparrido e l deslino del sislcma global; independe ncia de los E>lados indiv iduales. E l e quilibrio d e poder· no sólo
to dos se h a n conve rtido e n m e ras funciones dd nuevo equiltbno nlun- f raca!:t0 en c ua nt o a la protección eh: la itH.lcpc ndc nci a d e Polon ia, s ino
dial , en meros " !carros" donde se libra la con licnda c nlre los d os gra n- que e l pro pio princi p io d e umpe nsación territ o r ial de cada integrante
des pro! agonistas. Se puede decir que de rodo los sis lcmas de eqUIIIbno a nte d au me n to terri torial d e c ualq uie r o t ro miembr o t rajo com o con-
de poder locale s s ólo el s udame ricano ha de secuenc ia la dcsrrucción del E s rado po la co. d c slrucción d e Po lo nia e n
aut o no miOJ b ajo la protección qut.: sig n ific¡¡ c.:l pn:do nunw rcgtona l d e nom bre de l equil ibrio dd pode r no f ue 1nás que d prime ro y más
Es!ado> Unidos.• espectacu lar ejemplo tic.! u na scrk de particiones , anexiones y d estru c -
cio nes de E slados indc pcndienlc que , desde 18 15 hasla el p resen le , se
• Para el análisis de las causas responsables d e la destrucción d e la mayor
parte de esto s siStemas a.utón omos. véase el capitulo 21. llevaron a c abo ..:n ap licación del mbmo p r inc ipio. El fra caso p ara
!:tU !unc ión con a lo s E!)tado!:t i11di\ id ualcs y el 1ra-
248 Limitaciones al poder nacional Evaluacióu del eqw librro del poder 249

caso e n c umpli r s u mis ión frente a l s is t ema estata l en s u conjunt o fa c tores en e l de Prus ia desde la muerte de Fcd c_rico e l Grande_. en
seña la n la s t n.:s prin cipales debilidades de l equilibrio de po der como 1786, ha ... ta d icl' años después. Aun a comie nzos del s tglo XIX , Espamt._y
pri nc i p io 1·cctor d e la política in ternac io n a l : s u incer tidumbre, su irrea li- .
T urqUI:l. 1 q u e exccd mn e n ta mano
tc rri10n os c o o n . • d " E uro a . Sin
dad y s u ins u ficie n cia. lo s ctc cu:J iquicra d e las mayores .e del ccJ:Ku.: rto
embargo, a mba"i nac iones se con tabn n ent re la!t d c.: bllcs
d e la po lítica int ernac ional. La geografía, de la q u e fo rma parte la cx ten·
sión tc r ritorbl , es sólo uno d e Jos fac tores que concurren 3 co n ltgu ra.r
LA INCERTIDUMBRE DEL EQUILIBRIO DEL PODER
e l poder nacirmal. Aun si se torna en cons idcradó n la a liclnd del tcrn ·
torio y la ca lid ad y cant idad de la po blación compn.: ndida e n él - segun
El con e pto de eq uilibrio e n tre cierto nú m ero de naciones con e l fin de mo d e lo d e compc nsa ión que era de cu rso en e l s ig lo XVII- , esta mos
c vi ra r que c ualq uie ra de ellas se vuelva lo su fic icnl e mcnlc fucrlc como en presenc ia d e unos pocos entre muc hos fac to t·cs que componen e l po·
p ara la independencia de las o t ras es una m e táfora trasladada d e r u na nación. Lo mis mo ocun e s i se to ma a la ca ntid a d dd nnna-
d e l ca mpo de la m ecá nica. E ra adecu ada para e l mod o d e pensar d e m ento como pa tró n para la comparación . .
los siglos XV I, XVII y XVIII , q ue g us taban represe ntar la sociedad y todo El carác ter naciona l y , sobre todo . la mora l nacional Y la cahdad
e l unive rso como si fu e ra u n m ecan is mo gigantesco , como una máqu ina del gobierno, es pec ialme nte e n la conduccion rte los externos,
o un reloj , c rea do y man te nid o e n funcionamien to po r el relojero d ivino. son los más importantes - aun que tambié n los m ás e lus 1vos- compo-
Den t ro de ese mecanis mo, y dentro de los m eca nismos m ás pequ e ños n entes del poder nacional. Resulta imposible para e l o b ser vad or de . la
que lo com po n ían , se s u ponía q u e la m utua relación en t re las pa rtes esce na co n temporánea o para r l explorado r d e las futu ras. ten.dencJas
individua les podía ser exactamen te determ inada por medio de cálculos determ inar aun con p recis ió n apro ximada la re lativa con tnbuc 1ó n que
m ecá nicos. lo q u e perm itía prever con gran p recisió n su s acciones Y estos e le m entos han hech o al poder d e las d iferen tes naciones. Po r
reac cion es. La m etá fo r a de los d os pla tillo s en equil ibrio m erced a u n a parle, la calidad d e estas con tr il:uc io nes está sujt..:ta a incesa n te ca mbio
igu a l d is tribución d e pesos en cad a la d o. que pe rmite a l m ecanis m o q ue no se advie r te en el m o men to en que se produce , pues to só lo
con servar la es tabil idad y e l o rde n e n e l escenario in ternacional , tie n e se revela ante la p r ue ba real de c risis o guerra. E l c álcu lo de
s u origen e n e sa fil osof ía mcca nici s ta . Y se a plicab a a los as untos prác- la for ta leza relat iva de varias n aciones. q u e es la verdadera sav1a
t icos de la p o lítica internacional e n el esp í r itu de esa filosofía . equilibrio d e poder, se convierte en u na serie d e onjet uras cu ya
Mecán icam e nte concebido, el equilib rio d e pode r requie re un c rite- tud sólo p ued e verificarse ret rospecti vame n te.' Uno de lo s gran d es practl·
ri o c u a ntita ti vo fá c ilmente reconocible m e diante e l cu a l m edir y com - cantes d el equilibrio de pod er, Boli ngbrok c . lo for mu ló de este modo :
parar e l p oder re lativo de cierto número d e n aciones. Só lo por me dio
d e ese c ri lerio, compar a ble con las libras y las onzas en el pa r de pla- E l punto p reciso e n que los plat illos del pod e r se mul!ven. a l igual
lillos real, se puede d ecir con algún grado de seguridad que cie rra nación que los so ls t icios e n cu a lq uiera de los t rópicos. es imperceptible
tie n de a volverse m ás p o d erosa que o tra o que t iende a mantener e l a la observación común ; pero, ta n to en uno como en e l o t ro ca so.
e q u ili brio de pod er con otras. Só lo m edia nte t a l c r ite r io . esas variacio- d e be h aber a lgún proceso h a c ia la n ueva dirección antes d e que el
n es del po d e r pued e n convertirse e n unidades c ua ntit a tiva s a ptas p a ra cambio sea percib ido . Quie nes se e n cu e n tran e n e l plat illo que b:tja
ser lras ladadas de un p la tillo a o lro de mod o de pode r r cs ra ura r el equili- - pucslo que e n el eq uil ibr io de pode r políli o. a diferc11cia de lodos
los más , c.:l p latillo q ue está vacío baja y e l que está lle n o s ubt.." -
b rio. L:J leoria y la p rác lica de l equilibrio de poder c nconlró ese crilerio, no d es is te n fáci lment e d e los prej uicios h a bit uah:s de s uperioridad
co mo va lo h <"mos vis to, e n e l t errito rio , la población y los arma m e ntos. e n riqueza, poder. h abilidad o valor ni d e la confianza que estos prc·
Las p Olí ticas de compensación d e ca rre ra h an juicios inspiran . Qu ienes es t á n en d pla tillo ascendc nh: 110 experi-
a lo largo de la his roria del Es ra do mode rno como aphcacwnes prácu cas ment an d e inmedia to su forta leza ni asumen la o nrianz.a q ue sólo
d e ese cril c rio. m::ís t¡¡r de le s trae rá la experiencia. Quienes es tá n 1nas int eresados
en vigilar las va riaciones d e este equi libr io, a ma.:nudo se
¿ Pero rea lmente e l p o d e r de una n ación se apoya e n la ex te n sión de
de la m ism a mane ra e inc u rren en los mismos preJuicios. Continú:tn
su te r rito r io? ;l.a nación más poderos a es a que lla q u e llene u n m ayor tem iendo a una potem.: ia que ya no es capaz d ..: infligir daños o
territo d o? Nue.s tro e xame n d e los factores q u e h a cen e l po de r de una na - gucn s in a p reh ensió n e l c n:c imic nto diario d e u na potencia que se
ción ha d emos t rado que la respue s t a sólo puede ser a firm a t iva con con- co n vierte en a lgo formidable .1
dic iun nn tcs ta n difíc iles d e logra r que casi anula n e l carác ter a fi r m a ti vo
de la rcspucs la . E l !a m a ño del lerrirorio fr ancés era la n ¡!ra nde hac ia
fin e s de l reinad o d e Luis XIV com o lo era a com ie nzos de ese mi s mo
rei na d o. pero Francia era muc h o m ás d é bil a l fina l d e ese reinado de
1 Purn un examen más exlenso de es te pro blema. \'éa se el c apitu1 10
lo que había s ido al comie n zo. La m isma relación inversa e nt re ta m nño : " On the Study and Use o t H i.::.tory", The Wo rks oJ Lord Bolzngbroke, vol ll .
del terr i to rio y p o d er n aciona l s u rge d e la comparación en t re ambos Carey and Unrt, F1la delfln, 1641 , pág. 258
250 L i mitaciont!s al podt!r nacional
Evaluación del equilibrio del poder 251
Un opositor del poder en el siglo X \ 111 intentó d e mostrar el
absurdo de los cálculos habitua les e n a quel tiempo preguntándose raciones de política exterior y ha determinado que a menudo las
grandes a lianzas hayan resultado lo contrario de lo que habían pla-
c u á l entre dos príncipes seria m ás pode1·oso: uno que posc:ycra tres neado s us micmbro s .J
libras de fuerza militar, cuat ro de política. cinco de ahínco
y d os de a mbic ió n u o tro que sólo llegaba a doce libras de fortaleza E s tas pa la bra s. que fue ro n escri tas al fi nal del período clá s ico d e l
milit ar pe:r-o a sólo una d e las demás cualidades. El autor otorgaba equil ibrio del poder, no han perdido agudeza alguna si se las po ne a
la ventaja a l prime ro de ellos , pero es dudoso que la respuesta sea pnJCba frente a los hechos de la his toria reciente. La integración de
correcta bajo t oda s las circunstancias pos ibles, incluso suponiendo las ali_a uzas _Y contraaliauzas que se po d ían haber pre vis to en agosto de
- de rnodo to ta lmen te hipotctico- que fuera po ible la d e term ina- 1938, m medJata mc ntc anles de l d esenlace de la c ri s is checoslo vaca, era
ción c uanlita tiva del peso relativo de c..· stas difere ntes c ualidades. por bas tante diferente d e la que se produjo un año más t a rd e, a
Es ta inccrtidumhre e n los cálcu los de poder eS inht.·rentc a la comJCnzos de la segunda guerra mundial , o de la que se desarrolló má s
propia na turaleza del poder nacional. Por Jo tanto, tie ne vigencia d7 d os añ'?s des pués como consec ue ncia de l ataque a Pcarl Harbar. Nin-
aún en e l m ás s imple m o d e lo de equilibrio d e poder, es d eci r, c uando es tad1s1a , po r mayor conocimiento, sabiduría o previs ió n que tu-
uua nnció n se opone a ot ra. E sa incertidumbre se ve iuco nrnensu· v_tcra, ha bría podido an ticipa r todos estos UcsarroiJos y basar sus polí-
rable mentc: magnificada cuando los pesos a determinar no corres- ticas de equil ib rio de poder s obre e llos.
po nde n a sim ple s unidades sino a alianzas . Entonces se hace nece- . antes del comienzo d e la prime ra gue rra mundia l,
sario com putar no sólo el pode r propio y e l del oponente, y rela- en Juho de .1914, no habia medio seguro pa ra saber s i Italia iba a c um-
cionar uno con otro. sino realizar la misma operación con e l pode r plir sus o bllgac JOncs con res pecto al T ra tado de la T riple Alianza unién-
na c io ua l d e los propios al1ados y luego con los que integran la d o se a Alemania y Aus tria con tra Francia , Inglate rra y R usia, si iba a
a lian¿a opos itora. E l riesgo d e conjeturar se ve eno rmemente agra- permanecer ne utral o si iba a pasarse al o t ro bando. Hast a e l 30 d e
vado c uando se debe dete rminar e l poder de naciones pcrtenecien· julio de 19 14 los estadis tas de Alemania y Aus tria no es t u viero n se guros
res a civi li7..a cioncs dife r cnl c!!. a la propia. E s bastautc difícil eva luar de_que Rusia se o pondría a Aus tria a los efec tos d e m a nte ner e l e quili-
el podl.'r de Ingla te rra o d e Francia. Pero e s mu cho m ás dit íc1l bno _de_poder· en los Ba1canes. Por esos día!), el inglés e n Ale·
rea liza r una correc ta de t e rminación dc:J poder de China , J apón o mama mformaba a s u go bie r no que era o pinió n d e ac¡uc llos es tadis tas
inclu so de la Unión So\'ié tica . No o b s tante, la incertidumbre culmi- "que una g uerra gene ra l es tá fuera d e toda pos ib ilidad , porque Ru s ia
nante se Lnc·u c ntra e n d h echo de que no siempre se pu ede estar !li P.uede ni . quie re ir a la guerr-a".• S egú n los informes del e mba jador
seguro de qu1 é ncs sea n Jos a lia d os pro p io y quié nes Jos del mg lcs, lo miSmo se pensaba e n Viena .
Los a lincamic nl os que se pro du cen c u ,-inud de tratad os de ahanza . tampoco res ult aba e vidente para cualqu iera de partes
no son a las alianzas que se oponen en que Ing laterra habr ía de iugrc!)ar a la prime ra guerra mun-
e l ca so de una bdic a . dJal dd la d o d e Francia y R usia. En fec ha tan tardia com o e l de j unio
Uno de los ro. dd e quilibrio d e poder . Federico el (;rancie, de el sec rotario inglés de a suntos d ecla raba e n la Cá-
quie n llegó a Ja sabiduna a tra\ t::, de llamó la mara d e los Comunes. co n firmand o una afirmación dd pri m e r mi ni s t ro
atención de sob re p roblema. En su [es ta m ento el año a nt e rio r , q ue Inglaterra no es taba som e tida a n ing una
Po!Jirco de 1768 seña laba : ob iJga c •ó n. que fuC'ra desconocid a para e l Parlament o o po r e l púhlico,
que pud1aa llevarla a la guerra. El gobierno ingles estaba couveucido
El a menudo c ngnñoso sin·e como pr.ra d e que e l intl.'r cam bio secreto de cartas ent re el secre tario d e asu 11 tos
m uc hos de lo s gra ndes dcs rg n1 os po llfJcos. llno to 11_1a como pur:-t o y e l e mbajad o r f ran cés, que tuvo Juga r en n ov iembre de 1912
de p.1 rtir.Ja el m ás se g uro fac tor que conoce, lo com b rn a de la meJ Or no afl:C taba s u libertad d e acción en caso d e guerra c ontiuenta l. Lo ;
m :1 ncra p o s ible con otros fac tures, im p e rfec tament e c_o uoc rdos , gobit.·rnos ruso y f rancés s upo nían que Ingla t erra intervendría pero sin
y d e afu C'( l r a c las 111ás q ue sea postblc. Pa1a e lar clema. iado seguros.' E l embajador inglé s in fo rmaba B erlin
ha cerlo 111 ás claro. da ré un e;cmplo . Rus ra procu r a logra_r d apoyo
c'cl rey d e Dinama rc a. Le pron1e te el ducado de Jl uls tc!n-Go ttorp , .t Du! poltllJc hen Te.slament e Fried rich.s de.s Granen Berlin 1920 pá 192
que pl a l G ran Duque ruso. y d e modo con f1a e n _o b tc- • Bnt1sh Dvcument.s orr the Ongin& ot the War, 1898:1914 H i5 staii .
n c.: r !>U apoyo para Pe ro d rey d e D111arna rca es nery Oft1ce, Lond res , 1926, vol. Xt , pág. 361. ' ·O
cCo111o prL' \ L'r las ideas yuedcn cs_a ca be · . s La amb1gtiedad de la situació n que creó este in tercambio de cartas resulta
l'. .:t? l.i l\ lll ¡¡ 0 .,, y mtn Js t t·o s q ue habran dt.• _n evutente en el de la carta que s ir Edward Grey, secretario inglés de relaciOnes
exteriOr es, escrtbió e l 22 de novtembre de 1912 a Pa1d Cambon embajador f és
pl.'nsa mi cnto ofrccie ndolc ven tajas pro pues tas po r o tra en Inglaterra y que, en lo sustancia). es r eiterada en la respuesta que el
que le im po rt a nt es que po_r francés le hace llegar dlas J r
¿no ha rán que camb ie d e ba ndo C011_10 a fraclo? Ur:a JllCert tdUJilbn.: " En los a1Jtimos años, tanto en lanto. Jos expertos navales franceses e
ingleses s e hnn consultado. SJempre ha quedado que t.ales consultas
sunda r , aunque: ca d a \ 'c.."Z con fo r ma d1kre nte , domma todas upc- no afec taban la l1bertad de cualquiera de los go biernos para decidir en el futuro

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!52 Luwtariones al poder nacumal
Evaltwció H del cquilrbrio del poder 253
l' l ]t) tll\ julio de 1914 que el c mbaj adur francés " está cont inuarnentc
rq;:ul . ndome pur rnautcnc r lnglat l! n ·a HUI e n reserva sus intcnc iOih'S y que ning una d e ellas la en lo más m ínrmo y ... ella es pro-
dicl· 'Jih' d un ku n unino p:1r::1 l'Vitar una guerra general c onsis te en .. duc to ele eo; r...: maldi to sis tema de n liantas C]Uc es el azote de los tiem -
una dcdar:h._' iun ... l ' lt la que qlll·de c lar·u qu..: lngla lt.: ITa combntar:\ del moclt:r no .., " .1

l:ttlo d e Fran.._·in y Los gobh-rnos dl• las potl·ncias centra les


ignua arun n•k irHt-..n·:unbio de ha s ta d espués d e l estallido de la
p ri nhTa g ttl'l'ra munctial. A sa, supusieron que Inglaterra m a ntendrfa
LA JRI(E,\LIDAD DEL EQUILIBRIO DEL PODER
IH.' IIll':tl ; " , . . ha s ta ult im o m u nwntu" . infonnn el e mbajador iug lés en
BlTiín. " pl· n,.trun que luglnh!r·ra nn irín :t la guerra".? Por lo tanto, con-
duyeron c¡uc l'quilibriu de J1<lllc r los favorccena . Francia y Rusta E:-..la iut e rridwnbrc e11 todos Jos cá lculos d e poder no sólo d e te r mina
con la s uposic it\n o puesta y lleg'lron a conclusiones tam- que el cquilihrio de poder inc ap<J Z Uc ser apli cado pr:ícticamc ntc,
bién sino que también lleva a su verdadera nega c ió n en los h echos. D ado
que ni11guna nacióu puede segura de que sus cálculos sobre la
Ln pulíth.:U de acer·ca de los compromisos asurrudos d is tl'ibución de l poder e n un morncnto det erminado de la his toria sean
con ha s ido ampliamente criticada sobre In base de que Alcma·
correctos, al menos d ebe tene r la seguridad d e que sus e rrores, cuales-
ui.t nunca habna ido a la guerra contra Francia y Rusia si hubie ra sa.bi·
quiera fu eren, no habrá11 de exponerla a una desventaja e n la lucha por el
du que Inglate rra iba a unirse n es tas potencias, es decir. si hubiera poder. Dicho de otro m odo , la r.ac ión de be t rawr de tener por lo menos
es l.hlu condiciones de hacer su s cálculos d e e quilibrio Uc poder e n un margen de scgu r id..td que le permita hacer cá lculos erróneos y aun
conoc·i mic111u ,.kJ acuerdo anglo·fmncés de noviembre de 1912. Sin c m· asf ruau 1e11cr d c.;qudi b .-io de poder. A efcc tus, todas las naciones
de los lrcs gobie rnos - inglc!s, fran cés y ruso-- estaba debe n a spirar JJO a un equilibrio -o ·ca igualdad- de.: poder sino a una
cornp lc rn mcnr c de a ntema no de lo que este acue rdo iba SIIJX·rio ridad que las bcndicie. Y dado que nin&una nació n puede prever
a signifknr par._, l'l c.:q uilibrio de: poder e n agos to d e 1914. Por lo tanto, cuan graves serán sus err-ores, todas las nacionc:-.. d e be n esforzarse en
aunqu..: l'l gobkrnu ak·m:\n hubil'ra conoc ido el acuerdo, no ll abdn es- procurar el m áx imo de poder posible scgt_'m las circunstancias se lo per-
tado sobre c uá l hubiera la real distribución d e l poder e n rnirau. Solo as1 pueden aspi rar a obtener el rnáxirno ma rgen de
dt' la primera gucrr:t muru1ial. E n estas condiciones de extrema proporcioual a l 111áximo Uc error que pueden come ter. La illm ilad;, asp i-
incL·r·rid umbr·e. inhcn.·nfL' a cu;tlquicr de equilibrio d e poder racióu de poder, s iempre potencialtncnrc prescntc según hemos
por a lianzas. se dl'bcn busca r las razones dd fraca so del e n c uentra c u e l equilibrio de poder un poderoso ince nti vo para t rans-
equ ilib r io de podl·r para e vitar la g uerra m u ndial. El subse- forma rsc en realidad .
alemán de asuntos exterio r es manifes tó espo ntá neamente la Consideraudo que el deseo de lograr el máx imo de poder es uni-
ius cgurid:ld a que hab la llevado el s is tema de alianzas y versal, rodas las naciones siempre dcbiera n temer que sus propios erro·
di jo ing lés. el de agos lo de 19 14, que Alem:moa. r es Uc cálculo. j unto con el inc re mento del poder de o tras naciones.
Franc ia "y quizás lng l:llt.-rra" habían sido lanzadas a la g uerra "sin podrían reporta rles un mayor grado de inferioridad , situación que d e ben
evitar a roda c osra. Por eso, rodas las nac iones que han ganado un
aparen re espacio con respccro a sus compe tidoras tienden a consolidarlo
SI asls hn o no a In o tm fuerza armada. Hemos estado de acuerdo en que las
cousultns e ntre expt:rtus no son . ni deben ser . conside radas como un compromiso Y a usarlo p.1ra cambia r en fonua permanente la distribución del poder
que o bh¡:ue a Jos gObie rnos a actuar en una contingen cia que no se ha producido e n s u f..tvur. Es to puede rea li za rse a lravt.!s de presión dipl omática, ha-
y que tal vez uunca se produzca. La chspos1ción, por eJemplo, de las flotas francesa
e inglesa. rcspe<'tivurnente. no se basa en la actualidad sobre un compromiSO de c iendo scutir todo el peso de esa ven taja, empujando a las olras
cooperar en In guerra . nes a _ concesiones que conv ie rtan la ventaja temporaria en una
"Sm embargo, u s ted ha señalado que si c ualquiera d e los gobiernos tuvtera supenondad También puede hacerse mediante la guerra.
un.1 sólldB rnwn pura espemr un :.nmotlvado ataque de una tercera le
!'>cna esencial saber si ante esa eventualidad puede contar con la as1stcnc1a de Dado q ue en un s rstema de eq uilibrio de poder las nac iones viven en un
te_m or de sus rivales las desplo.ccn, todas e xperimentan
la de acuerdo en que si cualqu1cr gobierno tiene sólidas rnwnes para
1-"r'<'r:tr un ataque inmOtivado de una tercera potenc1a o SI alt'o amenaza l!l paz un mtcrés \'lfal en anllc rparse a las acciones que en ese sent ido puedan
t.: 1•: t:!rnl, inmediat.nm ente d ebe consultar con la otra parte s1 ambos gobaernos desarrollar las otras. con Jo que siempre se cucucn t ran haciendo a las
hatr:in de uaunr juntos pura evH.ar la agrestó n y p reservar la paz y, así ruc rn,
q ué mahdas debcrinn acordar para tomar en oomún. Si estas rned1das mvolu· demás lo que no les gustaria que les hic ieran a e llas. Volvamos a c itar
eraran la ncción los planes d e Jos Estados Mayores deberian ser tomados en consi ?. Bo liug bro kc :
dcrac 1ón cte mm'ediato y los gobiernos debenan decidir qué efectos se les, deberla
dar " C'ollect cd D 1plomatic Documents Relatmg to the Out break of the _E uropean
war H 1s M·•jesty's Stationery Off1ce. l..ondres, 1915, pág. 80. La amb1gUedac;:t l.os de la balanza del poder nunca estarán en un exac to
¡ 11 lnmbién cn cuentru Ilus t ración en el mensaJe telegráfico d el zar c1ta o cqUillbno, porque e l punto de igualdad tampoco es di scern ib le ni
Bntish D6cuments . loe. cit.. pá.g. 361. • l b td., pág. 284.
' lbld .• pág. 363. 9
Vé3Se capttulo 5, a p..'lrt.ndo " T res metas del imperiaHsmo" y illt1mo apartado
254 Limitacion es al pod er Haci o rw l 1: 1·n/uanón dd eqw ltbr zo d el poder 255

requiere se rlo. En es to . com o e n ta ntos o t ros a s unt os h u m anos, q ue !'>l' prvpol h.! c uando a\'ance
basta con que l a d esviación no sea St.· l t u que no pucch: pC1111 1tlr _I.J crb1a,
pre ex is ti rá. Po r lo ta nt o, se rá nccesana un a con ta nt c :ltc nc 1on
a esas desviacione s . Cuand o son pc qucfws. !:\U c urso puede
haya L'Xplicad o qut.: no p•cli..:J.al.c n;dL'. ..
c. Cu.tl l'' dchc..·t •íln ..,cr S1 .•.n .lll·
fác ilme nte m e d ia nt e un cuidado p recoz y con las precauciones q ue a e Se 11Ji, 1 tendria q ue no solo con. e l c.. : Jc..:rcl to d e
a conseje una buena polít ica. Pe ro cua ndo vue lven gr.:1ndes \ ' 'l! p ,ll '-, , co n el JlltJC ito 11 1<-Í.S. J _c P".'
consecue ncia d e no ha be r se a plicad o aque ll as med1das, o d cb1do a e nt ra r e n g uc níl con Sc..·rb1a s rn _tic.. CJ 11C 11 <>.
a c o ntecimient os imprevis ible s, d ebe ejerce rse un mayor esfu erzo. :t lac ad.t po r· Ru \ ia. !:\igui f ica q ue SIC ve ra o bll gLtcb a
Pero a un e n ta les casos , se ¡·cq uiere muc ha refl exió n sob re w d a s las o l r;t ml!ad d e ej l!1c ito. En el 1110 JnCIIlO en. <J.uc JIIO·
circuns ta ncias q ue co nfi gu ra n la conj e tura : d eb e ev it arse que por lo - vil icc tt>d o Sil ejé rcito. el c hor¡ ue co n Rus ia sc.ra JIIC \'II ah!c. Pero
g r a r poco é xit o la d esviación aument e, y el podt:r que ya pan·c1a p;t r<.l Alc JnJniJ eso el ca::ou s f o ed eris. Si J\ lcmanra nu e!:\ rá d l!'o ¡:>tlcSta
cxorb i ra ntc se to rne m ayor a ún, o que al e nfre nt a rla <·o n b uen a fa lta r a s u pal abra y pe1 mit ir que s u a l1ado s ufra a n 1qudac 1o n
éx it o, mientras un platillo se. va cía e l o t ro .se recargado d e f1 cnl e a la s u¡w1iuridad tam biCn ella debe lo
En ambos ca sos quie n cons 1dcre e n la tus tona ch.: . las e d:u.Jcs pn- l raL•ría co mo con"iCLU Crlcia la m o \·il izació n resto del CJC..:n . •t o
mit ivas las extra ñas revoluciones que p roduce el t1e1npo Y el p t.:r- 1uso. Ru -. ia d iría me a tac a . Con segu iría e l apoy<?
p c luo fluj o y re flu jo tan to d e la s fo rtunas públ ic as c uauto d t.: las ele Fra nc ia que, segú n la alia n7.t, obligada a ir a la SI
privada s , d e re inos y d e E s t a d os. de y de gobc n tado . s u ..t li:Jdo e o;; atacado . Asf la fran co·rus a , a m enudo e log1acta
se sen tirá inclinado a p e nsa r q u e s i los pue d e n se r al t..:ra- po r M I carác ter pu ramt.:nlc dcf..:ns ivo. c re ada a los solo s cf.ec tos de
d os com p le tame nt e por med io d e la gue rra has ta e l punto cunlt:ncr los p lanc..· -, ag rL's ivos d e Alemania, y CO·
a unq ue no exac to, e n que se e nco ntra ban a nt ..:s de la gran dcsvmctó n, m..:nz:uw. u na mu tua ca rnict.:ria c nt rt: las nac1ones CIV Iliza d as de
e l resto de be dejarse librado a las c ircuns tancias y al u so que la Europa. 12
bue na po lítica sea c apaz de hac e r con e llos .10
S i..:mprc s..: rá probar que la infl uencia cs tabili¿at.lora. del
A d e ser a borrecida por el le ng uaj e d ip lo m á tico y po r la equ llib1 io d e poder con trib uyó a c\·itar muc has guerras. :-Jc. puede
opinió n públi ca d e m ocrá tica. la g uerra preven tiva e s de hec ho u n desa ndar el u r..,u de la his to J ia . to m ando u na si tuac ión hi potéti ca como
due lo na tu ral d e l equilibrio d e pod e r . Ta mbié n a quí vuelve n a se r m s- e l ¡.>ropin punt o dt' par t ida . Porque s i b ien nadie pu ed e d eci r c uán tas
truc t ivos los hec hos q ue lleva ro n a l esta ll ido de la p r ime ra guerra mun- se llabriau producido s in el eq ui l1b 1·ic de podc1 nu dif icil
dial. Esa rue la ú ltima ocasió n e n que los asuntos ex te riores fu eron que la de las gue r r as que se libr aro n a part ir del
m a nejad os d e ac uerd o co n la s reg la s clásica s d e l equilibrio de po d er. co m ie nzo dd m o derno s bl c m a tuvieron s u o ri g..:n prcc isamt.:nte
Au s t r ia esta ba resuelta a c ambiar de inmediato y pa ra s ie mp re a s u en el Lquil ibrio tic po d er. Tres tipos de g u t.:rra íntima rncn tt.: c onec-
fa \·or. el equilibrio d e poder e n lo s Ba lcanes. Pensaba que , aunque Rus ia tadas con la m ecán ica del cquil1br io d e po d er: las guer ra s preven tivas.
aún n o e s ta ba lis ta para ir a la gue r ra , su po d e r estaba aumenta ndo . Y de las que ya hc mo!:t ha b la d o, e n las que amba partes no rmalmt.:nte pe r-
q ue, po r Jo ta nto, pospo ne r una acción decisiva le sig n ifi caría dls- sigue n f ines impe r ial istas, la s guerras an tiimpcrialis tas y la s gue rras
t ribució n d el poder menos fa vorable. Cálculos a nálogos se. en impt.rial b tas.
Berlín c o n r espec to a la di s t ribuc ió n d e l poder ent re Al c m a ma Y .Rusta . Bajo cond icmncs de l.'q u ilibrio d e poder, la oposic ió n entre 1111 s t a tu
Po r la o t ra parte, Rus ia es ta ba resu e lta a no pe rntitirl7 a Aus t na quo nac iu n:tl o c:l d e una alianza ) un poder iu1pc r ialis ta , u u n g r u po
ca mbiara la d is tribució n d el pode r en su favor som e tie ndo a S c r b 1a. de po t.lcrt.:s. muy p robabiL' que ll e\·c a la g uerra. En muc hos
Ru s ia calculaba que un tal a ume nto inme d ia to en el po d e r del Carlu s V H itle r ll iro hi tu, rcalmL'ntc llevo a la g uerra. E l
cial e ne migo sobre pasa ría cualqu ier p ro bable a umento d e s u p rop10 po - s ta tu quo naciona l, que por d ef inid ó n e !:ttá ded ica d o a propósitos pací-
d e r e n e l futur·o . En p a rte de bido a es tos cá lculo s rusos. Inglaterra se y quL' só lo trata d e Jlléll ltCJrc r lo qut.: ex is te , d ifíci lme nte será capaz
negó has ta último mome nto a decla rar s u. a poyo a la d e man te ner la paz con la di nán1 ica y el rápi do au111t.: nt o dd po der
za fra nco -rusa . Como lo se ñ a la ba e l e mbap do r ale ma n e l 30 de JUhO carar tc1 de uno 11a dó u ha c ia una un pena lista.
de 1914 : " Una d e claración e n ta l sent id o a es ta a ltura SI b•e n . podna auml.!n tos rda tivos Ud pode r de l ng l:u c r r a y Francia. por una
hacer vaci la r a Ale m ania t a mbié n po drfa d ecidir a R usia; Y . S I Ru s1a parte,)' de Ale ma n ia, por la o tra. en t rl.· 1933 y d estall ido d e la seg unda
atac:1ra. a Au s tria. Ale m a nia tend ría que ve nir en s u ayuda . tL'mJer_a o no mundinl c..:n 1939, cje m pli rica n VJ\'ida m c ntc el diferen te r itmo y
a la flo ta brit á nica "." En un m e m o r á ndum a l Can cille r Impc r!a l dc!l d inami ca en los aumentos de pod t.:r dt.- las nac io nt.:s imp<:r ialis tas tk
29 d e julio d e 1914 . el E s tado Mayo r a le m á n a na li zaba la m ecám ca de l las que c o nser\'an c....· J s tatu quo . En una carre ra a nnanll.·n tista, la na-
e quilibrio d e pode r con inus u a l cland a d: [Rusra] cio n..:s del quo <:s tá n inaJn s a perder. y su po -lc io n rela ti va

M ax M c..ntgelas }' Walther Schuec k tng leds. ). Out break OJ t hf. Wo r fd War :
10 Op. cit .. pág. 291. German Coll cct ed blf K arl K autsky OxJo rd Universtty Press. N ueva
11 Britjsh Docurnents , loe. cit., pág. 361. York . 1924. 307.
Evaluac r6" d t.•l eqwllbno del pode r 157

empeorará cada vcL. m .1s. con ri llno creciente . en tanto d u re 1::\ ca rTera.
E l t ran!>curso d el tiL- m po bcncfid a. a la!> naciones im pcriali,l:t!>; a me:·
d ida. que p:t,a, !>U p lnti llo baj a cada vez por c:k c to d e l peso sic11 1pre E l equilibr io d el p od e r co m o ideología
de s u pudc r·. e n ta nt o q ue d p la t illo ele: la!> nacionc:s que <-1<.H1ic:·
rc n a l !> la t u q u u s ube . E u con !>ccuc ucia, se rá cada vez m ás di lac d Nuc!> t ra dt.:!>Lri pc ion se ha basado ..:n d supu.:s to dt! q nc el t:qu ilibno
rC!> I<-lurar· el e q u ilibrio y dejar de r eco11occ r q ue si n o se invie rte e l de poder c:s un n:eca nismo pa ra la a u todefcnsa de nacione s: c u ya
P I uCt.:!>O, la posición d e las naciones imperialista!> se volverá incxpug· independencia y existencia se ve a m e nazada por un
nabh:, con lo q ue h abrá pe rdido se n ti do cualquier int e nt o de rcstau· <tum ..:11 to de l poder de olras naciones. Lo que. he m os dic ho sobre e l c.·qu r·
raci un. En esa s n uación se encon trab a n Ing la te rra y Fr.a ucia e n sc t rl·rn· llbrio de podc:r es válido só lo e n e l supuesto de que sea usado genuina·
b rc de 1939. En tal s it ua ción . la ú nica a u ua poco g lono!>;t m e n te para sus confcsaJ os propósil os de auto p ro tc:cción. No o bs tante,
ab ...o ruon a la ó rbi ta de poder d e la nación im p crialbta pa rl'CC se r la h emos vrs to cóm o los impct us de pC\dc:r de las nacioni.!S se e scu d an en
g lll..' rTa. con !>U!> incalcu lable!> pos ibilidades. l .-:1 dináauica de l:.1 po lít ica p rinc ipios idea le s q ue luego convie rte n en ideologías para encu bri r sus
int e rnacional, t:JI como se de!>ar rolla en t re nacione!> q ue !>e m a uticnen verdaderos propósitos. ofrecer ciertos fundamentos raciona les y lograr
<.k n t ru ch.: u na po lí tica d e s tatu quo y naciones im pe r ia li sta s, lleva nccc· autojus ti ficación . Lo m ism o han h echo con el equ il ibrio de pode r. Cuan to
!>a riamcnt c..· a u n3 a lt e r ación ta l de l equ ili b r io de po der que la g ue r ra he mos dic ho sobre la popular ida d de las id\!ologias an tiimperia listas
!->C pc1 fila como ú nic a sa lid a pa ra las nacio nes de l s ta tu quo, al me nos también se ap lica, en té rmi nos a l equilibr io de pod er.
corno opor tu n idad de rccnc auzar e n s u fa vor el equilibrio de pod er. La na ción que se m ueve tras im pul sos imperialistas, a mcu nJ.o pro-
Pero e l propio ac to d e rcc nca uzar e l equilib r io lleva cons igo los clama qut• su Unico a esco es consegu ir e l equilibrio. Una nación q ut! ta n
para una nth: va perturbación. L'l diru'i. rnica de la po lítica del sólo p rocu ra m a nte ne r e l s tat u quo, con fr ecuc:ncia pue de simular un
puch: r , tal cumu !-oC ha. dl·linca do pr·evia m cntc, vue h e inevita b le; a taq ue a l equilibr io de poder . A p rincipios de la Gul.·rra d e los Siete
dc!>a r rollo . E l d c...fcn sor del !> ta t u q u o d e ayer luego d e la vic toria M..' Años. en 1756, c uand o I ngla terra y Francia se cncon trahan en guer r a ,
en e l impcria lis ta de hoy, cont ra q uk·n e l vcnc iUo d e avc r los escritorc:s ingleses j u s tificaro n la po lit ica de su paí s e n t(-rmi n os d e
pro c urara maña n a . La a m b ician d d t riunf i.lo r qu e l kgó a la s la nece sidad de m a nt e ne r e l equili brio curopc:o, m ientras que los publi·
p ara rc..:!> la urar e l eq u ilibrio , ta n lo como r-l 1 c ucor del ve ncido c is tas fra nceses p roc la m a ban q ue F r a ncia se había visto obHgada a o po-
q th..' no pudo Ucrrocarlo. tiende n a ha ce r del I IIICV<J equi libri o u n p u n to ne r se a la s up rema da inglesa en e l m a r y e n Am érica del Nor te para
de \ irtualmc n tc invis ib le e ntre una perturbació n y la si· asi resta blecer el "equilib no del comercio".
guit..: n te . Po r C!> IO, d de equ ilibrio a m e n udo ha llevado al n ! Cill· C ua ndo e n 181 3 las potencias a liadas elevaron SU!-. condic iones de
p lazo d C' tma po tencia predominan te. q ue pe r tu rba el eq u ilibrio, por o t ra pat a Napolcon, también invocaron e l principio de e q uilibrio de poder .
de la rni"n" na lur-alcza. Carlos V de Habsburgo fue bloq ueado e n sus Al rechazarlas, Napoleón tamb ién i nvocó el "equ ilibrio de dt:Tcch os e
J e C!> l:t b lcn:r un3 m ona rqu ía u navcrs:1 l, pa ra deja r e l ca m ino in tereses". A com ienzos de 1814 , los alia d o s plan tearon a l represen tante
a L u is X I V d e Fra nc ia. cuvas a ná logas a s pir acionc!> u n ific;lron a tod a de Na poleó n 'tn uhim:i lum exigiendo q ue , e n no mbre del equilib rio de
Euro¡n.t l.' ll !>U contra . Cu ando el equ ilibrio fu e rcaco modado a pa reció poder, Fra nc .a abandonara toda s las conqui st a s realizadas a partir
o t ro fac t or d e pertu rbac ió n en Fede r ic o l.'! Gra nde de Prus ia. La posic 1ó n de 1792. E n to nces el representan te f ra ncés respo nd ió: no de-
d e..· r rc.:do rnini o mu n di a l pur Fra ncia c o n Na po león 1 fu e s u ce· seaba n los !<!Ohcranos alia dos ... es ta b lecer un equi lib r io jus to en E u·
elida po r 11 11:1 !>i mil;u pu r parte de la San ta Alia nza. q ue est a ba ropa? ¿Aca!>o no con ti núa n proclam á n dolo h ov? Ma n tener e l rn ismo
lick ra d :t po r lo!> dos más podcru!>US y v iejos e nemigos de Napoleó n : Aus· poder rela tiVO q ue s it.·mprc ha te n ido es el deseo d e F ra ncia.. Pero
t riél v Ru sia. E l fr aca s o de los ola nc s de es ta úl tim a trajo como consc· ropa ya no cs. lo que era h ace veinte años" . La conclus ió n de esa
d auge d e P r u s ia en Ale;nania y de Aleman ia en Eu ro pa. A ve in te razunam.tcnto lo llevaba a que según la gcogra[ia y la es tJ·a tcgia
años d e derrola en la pr imera g uerra mu udia l. Alemania e ra de m s tq u1cra la mar gen izquierda d e l Ri n, F ran\:ia c onsq; ui7·ia
n uc \ O l.t nac...ión p re po ndera nt e e n Europa , mi e n tra s Japón cxpc rirnc n · el cqu11ibno de poder en Europa. La rcspuc>la tic los aliados
t:tba ig u.d auge en A... ia . A pa r ti r del mom e n to e n que e SW\ d o:-, Ilaciones q u e UUII n : troc cdtcndo a s us dimensio nes de 1792 , F rancia con ti núa
ru <. ron Uarri d :1s como lnc torc' ac t ivos en el equi librio de poder, se p la u· u na de las po tencia s m ás f u e rt es d e l continente g racia s a
l eo una IHil.'\ a l ucha po r l'l poder e n tre Es tados Un idos, por un a pa r rc , ccnl ra l, a s u pob lac ió n , a la fc ni litlad d e su suelo, a la con tor-
v la Unión Su,·ié rica y Ch ina co rnuni >la, por la o l ra. Co n la r u p lura d e l rnac•ou de sus l ronrcr a s y a la d is tribución de s us p untos fucrl cs" . De
bloque c l!ino·so ,·ié·rico. Ch ína se ubi có má!> cerca d e Es rados Unidos. Jnodu, .unbus bandos int e nt aron .. a & d concepto tlc c q uiHbrio

con lo <JIIl' Ccc ide ntl' manruvo 'U in ct c p c ndcncia y Sl' d abc,ró u n 1ná' dt! pod ct· a mis ma llegando a resu ltados irrcconc &hahlt·s
co111pi<:J• c<¡oilibr:o de poder. con e l fra caso de los esfuerzos p ara cvita.r la guerra.
. na si m ila r oc urrió cua renta años pur r ·1zoncs
a nalogas. E n 1855, la Conferencia Jc Viena in re n taba po ner 1,;, -a la
258 LlmitacJonel a l poder nacioua/ Evaluació u d el equil ibrro del poder 259

Guerra d e Cnmca ; Rusia es tu vo d e acuerdo con !.U S adversarios e n que


a l predominio , e ncuentra e n la c scn c i3 d e l equilibrio de
el ma ntc mm•e nto del equilibrio de poder fuera la base para e l acuerd o.
y Jo convierte e n cierta medida en una Entonces e l cqlllllbno
Pero m1en1ras Rusia declaraba que " In preponderancia de Rusi a en el
Ma r cg ro . es absoluta men te ncccsana para e l equi li brio eu ropeo" , d e po d er una realida d y u n a fu n_c1ó n _q ue e n _los. no
y, po r lo tant o , ti en de a e nc ubri r , rac iOnalizar y JUS tlfl ar la polltiCa
sus ad\'c rsarios pensaban en poner fu1 a ta l prepond eran 1a y d eclararo n
que la armada era " t<ldavía demas iado fuc1 te en compara IÓn con int e rnacional ta l como es en la rea lidad.
la flo td tur a " . La pa z se estabk 16 en 1 6 e n estos ultimas té rminos .
La d1ficultad para determinar correctamenle la s pos1 iones de pode r
relatiVO de las na hit con\ertido al equilibrio de poder en una d e LA INSUFICI ENCIA DEL EQUILIBRIO DEL PODER
las ideologías favoritas de la poh tica in ternacional. Por eso, e l té rmino
se apl i a de una manera amplia e im precisa. Cua ndo alguna na 1ón ne- He mo s d a d o cue nta d e la rea l con tribución que e l equil ib rio de po der
cesita d e lermmada acción e n e l esc enario in ternacional , es ha hecho a Ja estabilidad d e l s is te ma es ta t a l m o d e r no Y a la p reser-
pro bab le que al prese nle como u na ac l it ud orien tada a man tene r o rcs- vación d e la indepe nde ncia d e s u s mie mbros dura nte s u é poca de f lo-
taurn r el cqurilbrio d e pode r. Cuan do e lrata de desacred it ar la pohuca rcci mie nto. en los ig los X\' 11 , xv1 11 y x tx. Pero, ¿ fu e sólo e l cq uillbno
in ter naciona l cmprcndrda por otr a na ió n . es p robable que se la con- de poder quien logro eso s resultados be né fi cos o , duran te aque l período
d e n e como una amenaza 0 modif1ca 1ón del equil ibrio de poder . Dado h is tó rico , a c tuó a lgun o tro rac tor s in el cual e l e qu ilibrio de po der no
q u e la con serva ión del stal u quo es una tendencia inhe re n te a l eqUJ- hubie ra podido lograrlos ?
Jibrio de po der, seg ún el propio s ignifi cado d e l térm ino , la cxprcs i_ó n
se ha c on\ c:rtido en sinónimo de statu quo. Po r Jo tanto, cualqUie r
carnbio en la d1s. tribució n del poder extMente sig nif1ca una pcrt u r bncró n Influen cia !imita dora del consenso moral
para el cqUJhbrio De ese modo una na 1011 in tercs nda en la pre e rvacion
de c rerta 1ón del poder tratara de que :.u mtc r Cs parezca un En 1781 Gibbon al ud ió a un fa c tor de es a n at ura leza . e n un mome nto
r csulr ado dcJ prin 1p10 fundamental u nive rsal d e l mode rno sas tcma en q ue s u pa ís libraba una g ue r·ra perdida contra s u s colonias ameri-
C'lota tal y, n d cmá.s , igual al de d e más na io nes. As t, la prc pi a nó\clón, canas. Francia, Es paña y Ho land a . Propo n ía e nto nces:
apa r 13dó\ d e..· la d e fensa de u n interés ego1sta, simula ser g uardiana de
pnrKipiO gl.'ncr ..ti como a gen te de Ja comunid a d internacional. . .. cons ide rar a E u ro pa co mo s i fu e ra una g ran rep úb li c a, cuya
De n t ro de ese con tex to suele hablar, por e j e mplo , dc equili brio vanad a pob lación hubiera alcanzad o casi e l mi sm o n ive l de refina-
de poder en e l he rn1>fen o occ •d enlal, s uscep1ible de se r perlu rbado mie nto y c u ll ura . E l equi librio de poder continua ría expe rimen tando
por las pohtJcas de las nac wnc5. no norteame ricanas, o de un equi librio y prosperida d d e re ino y de los vecinos
de podc1· e n cJ Medu crraneo que debe se r d e fe nd ido con t ra la int ro- se• vc na a lt e rna tiva m e n te exalt ad a o d e p r imida ; pe ro e vcn toc;
m i!Jion ru :.a. o ob ra nte, Jo que e n r ealid ad se def iende en ambos casos no !_legarían a perjudica r . e n lo ese nc ia l , esta d o d e fc lic ic.Ja d ,
el s ts !e ma d e las .a r!cs, de la s leyes y d e las c ostumbres, que tan
no e> e l equilibrio de poder, sino delenninada dislr ibución del poder ve n taJosame nte a los eu ro peos y a s us colo nias dd
q ue rcsulra fa\·orable a nacion o a cierto g rupo de naciones. El r_e st_o d e la hu man1da d . . . Los abusos d e la tiram :\ se e nc uentran
1 ew r o rk 1u1res es nbJo e n uno de art ículo s so bre la Conl crcnc 1a por la influ e ncia del te m o r y la verg üe nza· las
Jc J\·l ini 1ro de Relaciones Ex1eno res celebrada en Mosc ú e n 1947: "La n; pu b h: as adqumdo orden y es la bi lidad ; las se
n uc.:va un 1dad de Francta , I nglaterra y E::. tado s mdo s .. só lo pucdr> t:n lo_s pnnc ap tos d e libe r t a d o , al m t!nos, d e mo-
ser 1empora l porque allcrn de modo per ep llblc el equil ib r io d e poder"." d e rac iÓn ; y c tc rt ? s c nt1d0 de ho no r y ha s id o intr·o d uc 1·d
Lo q u e realmen te quena .s tgn1fkar no '-'ra que el e q u tl1 brio de pode r a un en lns mf,.., 1m pcrfc ta s cons tituciones por las
en su ""' da d cm sen tido hub•era s 1do allerado. s1no que la dis 1ribuc1ón ncr alcs .de tie mpo . En la p:1z, e l prog rc "io de l
Y la ::.e ve acele rado por l a em u lación d e
de poder que exis11a d es p ues d e la conferencia ern más favorable a las a.c t1vos; e n la g ue rra. la s fuer-Las e u ro pea s son por con-
poten c ia:. o cc ldc.:nralc que el que c xis lla an tes. tie ndas m o d c racta·s y no decisivas."'
El empleo de l eqUilibrio de poder corno ideología accmúa las d1li·
cu ltad cs prop ias d e la mecánica d el equi libr io d e poder. De be señalarse
que e l 1-a pido e mpleo idcologico a que conduce e l equili b r io de poder
no se debe a nmgún acciden te. Es una po1en c ialidad que s ubyace en burgh
14

rgs..
Th e DecUne and Fall of the Rornan Empzre The M oder n Libra

1
m forme igua lmente bnllante . a cerca de los
J 'e Edzn·
·

s u prup1a cscnc 1a. El con1ra te e mrc la p recisió n pre lendida y s u ca · esos saludables eelos de vecinos rivales q ue los pollticos modernos han
, e liCia . c nll e la prc1endida a l equilib rio y la real aspiración a va1o rar todas las conquis tas y cambios ocu rridos e n vez de guerras en 1
pocas vidas muules y se dilapidaro n algunos millones
• <. ......,. partes de la t1e rra podrfan haber sido ahogadas en san ·re
IJ 27 de abnl d e 1947 , pa¡: EJ centena res de mar inos com batiendo inofensivamente en las ándk vez
e oc ano Y unos pocos m1les d e soldados esforzándose en culminar un
l oO Ú m fftll.:wrzl!.S al pod t!r uat w nal

E)t..t atcnuon al de unu r.:.,J>Cllr. lh.- 11 .dd ...ul \ cqlll


!Jb¡;u cnl 1..._. JlJllOIIC'> d.!Jcgur.t la II.Jnqulfu.f.Hl.p..tl.l ¡ud ..,., Al
ll ., }l"t I CJ J,1 ., llJliUliC) que \ ellrJ.J')) 111,1/lllliH..II lt•.'i.h 111111..'\
D1 d p rofesor de e s te pasaje: ... /()1111.111 UIJ gran L UL'fPU ) IJil.J k· ,tHIItiiiiLtHJ
\ \1 pw t..:JL'Illplo l..t CJJ '>tiauddd fo•ma Ull.J )Ut.:J tL' dt..• IL'Pt Jhlli.. ' f!l'
Ll con f1a nza de Gi b bon se vio just ificad a e n a q ue lla ocasión por lOO v c..ornuru:., 1 ''dfh Jo.,
el t r.tt a d o de P"Z de 1783. Una a bruma d o ra coalició n de fuell a' m tt: lnhn1 , que uunponen g ran c uc1po t lelll' ll p.1r.t
d erroto fina lme nte a I ngl a terra e n la guerra rc vo luc10nan a amen· l.On Jo, Ucma\ loo., efec tos de lograr d bien comu11 \
¡¡na, aunque su riva les no proc uraro n Luc ha ba_n con 11cncn obllgac w ncs t.ons •go m ismo!J a Jos efccros de la d
d objct i\0 mmed1a to y prec iso de consegUir la 1ndepend e nc.a co n u ..KJOna l. para bloquear tualqu H.:r p a >a d e los de tu1en 1b 1 0 ..,
t cspc..· ctu a la corona britá n ica . Para lc;>s colo nos esa indcpcn J c n Lia tcudJcutc a all c rar el e q u tl1br io y J'>l aca• rcur una u.a hiL· lliiHd
c1a un fin en sí mismo y para s us a_llados fran ceses. cg un lo _c n- a los dcmá) <.ld mhmo c u erp o. Cualquu:r cosa q ue
tc m.lla el refinado arte político francés , !JC t rataba d e la sccc s wn c...:ambie o pe rjudique .. t:U i opev dcmd ., I..HJo
de las t rece colonias ameri anas de l imperio inglés , co n lo que se peligroso y t raerá c..:omo consccucnc ta mfm ttos ma les.
rcst:tur.Jna el equilibrio de poder exces ivame nte incl inado en _favo r
le l ng iJ tc rra merced a s us triunfos en tres guc..· rras antc rro rcs .
Rousseau retom ó el m 1s mo tema al que " La s de
uan d o en 1783 los franceses volviero n a conoce r el t riu nro t ra s
casi ien a ños de derrotas , la habilidad p o litica les llevó a co nfor- E uro pa fo n nan en tre el la\ una nación invis ib le ... El actua l
ma r!Je c on un o bjetivo mínimo con la m á xima d e mcd 1o s de tiene exac t amen t e el g r acto d e sol id ez q ue la Jnanue n e
Lo!J n ..·ncOi l'S d e an terio res derro tas no ob n u bli;u o n al gubh.:rnu e n un de ag ll dción p erpe tua !Jin t ra\trocdrl a" 1' ) c;cgun V.Jt td,
fra n e s pa ra apro vechar la oporlunidad y co b rar deudas vicja!J. N1 el mas infJU}l.'lliC e)CfltOr sobre dcrL'ChO lll tl'rn.lCJOilJ.I dd XVIII .
s iqu ie ra se s intió tentado a c ontinuar la luc_ha por la segregac iÓn
de Ca na d á , que ha b ía sido la principa l fra nc_esa . a Europa forma u n si'i tc m a polí tico, un c uerpo que c;c irtlcr-
po r la ing lesa en la g ue rra d e los sie te a nos, tcrnto no , concc tado a trave) de las r e lac ione) ) drfcrcnt c'i interese\ <.l e la s
que hab1:1 ido o to rgado por e l rey Luis a l r ey J o rge e n oca!JJÓn q ue habita n eMa pa r h! del m u nd o No \e rr:t l:t, como en
dd t ra tado de paz de 1763 , apenas vein te a_ños El tra ta do t iempos pasad o\ d e un t:onfu-,o montón de p.utc!J ' ucl ta'. cad a
dt: p :-t l de 1873, en el que predominaba una Frane la r e)· una d e e llas con muy p oco q ue \ er t.:on el tlc\ttnu d ..: la4i d e 1ná'i
peto al Ca na dá co m o poses ió n d e la co ro na in¡:lcs a . Pa ra ha blar y muy poco mterc.,..1da!J e n lo!J a;,u n tus que no .tcn 1a n que ve r in me
en tc1 minos g ibbonianos , Inglaterra pudo pues to que dia ta m cnre con e ll as. La a tc nc 10n p ..trt•c u ldr l t...ada de lo
tr a s h ..1ber pe rd 1do sus trc e co lo nia s ,. habta m e rced ... hace Uc una !Juerte d e •epública. lli}O!J n1icmbros,
a un equilib rio pode r que ha bía casltga d o su pros p<-rJdad, pero aunque inc..Jcpcntlil.:n tc!l, :;,e une n a 11 a\·é!J tk ·lo!J dc:l
no había provocado un pe r j u icio decisivo al es tado de cmn u11 p.1ra el m..tnt cn nnien to d e l orde n y I.J l1be r ta d . De nlfi
licidad de una sociedad cortés, que era e l s ue lo esp1n tual <Comun aqud esq ucrn<.t del cq ullibr io po lít ico o eq uili b r io d e pode r .
a los subd1 tos del rey J o rge y a los del rey Luis" por c:l n1 al L'nl(..'Otkmo' una ta l d l\ pO.,ictón d e )a) cu..,a s e n la que
ninguna po te ncia es en absolu.to.capaL d e prc d o rnma r u d e
Lo s g randes esc nrores polít icos de aquella época eran conscie ntes leyes a las demás."
d l.• esta unidad m o ra l e intelec tual , sobre la que se apoya el eq uilibrio
de poder y posi b ilita su benefic ioso fun c ionamiento. Ci taremos sólo a Lo:, punt o!J de \ d e lo s escri tores e nc ue n t ran ceo e n l:.s cx p•·c-
tre d e estos .-scrito rcs : Fé ne lon , Ro u sseau y Vattel. de lu!J De 1648 ha!J ta Jc \uluc ió n fran l e a Uc 1 79,
Fé nelo n , el gran fil ó sofo d e l re inado de Lui s X 1V y m e ntor d e su nie to los p t mc ipe!J y ) li !J conscjc ro!J c onsid e ra ro n la umdad mu r ..11 y pol 11 1 a
C")Cribió en el Suplemento al e uuneu de con ciencia sn bre lo.s d eberes d e Eu ropa como u ganan l ido y sc n:fi1 icron co mo a lgo corrien lc
de la r eale: fl : a "la re pü blica d e E lll o pa", :t " la com u ru dad de lo -, prmci pc
o al ..t po ln ico de Eu ropa". El d c..:l impe ri o napolconico
lo!J o b ligo a llau:1· la!J ba ' c"' m u •·alt..·s e
clc.nt HICO de g ue rrn. normalizado y tranquilo, en e&mpoa: destinados para tal pro·
J)O$Ito y preparados como la a rena donde se pueden dirimir d isputas de las que habht a pO} acl o d viejo equl11b1 io de r o d t:r. La S ;¡ uta Alia nl.a
nac1cnes? En nrd..ad, podemos admirar el último 5Jt:lo com o la más soberbia his· Y el Conc•er ro EU1opcu, q ue con mayo •· c..h: ta ll c adc·
to na c.n Jc..s anales de la especie, como el más notable periodo para el aprend1zaje,
la habilidad y la industria, para las virtudes moderadas y el sentido común, para !JOn im e n iO!J po r dar un rumbo a f w.:rl.<1S
el pe r!ecc lo namleuco del c o biemo y la gran dlflLSló n de la libertad y, en especull , rntdc.:ctu.:¡Jc!J m o rales qu-: hnbr an ido l...t s ..avia d el eq u il1brio dc poder.
para el acabadv manejo del arte de la adminhtración, que ha establecido ciertas El tra tJllo d e la S.1n ta Alian¿a d el 2o d e sc tie111 brc d e 18 15 so lo
r ecias .:enerales de conducta entre la.s nacjones, ha logrado evitar la cafda de
impenos y la desaparición de Estados débiles entre las tauce5 de vecinos voraces,
ha signlttcaC:o una t.arrera pera la marcha de la conquista y ha recurrido a la 1• Ocuvr e.s. París, 1870, vo l. IU, págs. 349 50
fuerza como última instancia, la fuerza que otrora se empleaba en primer 17
Ocullr c:.s completes. Th LcJeune, Bruselas, 1827, vol 10, págs. 112 y 179.
n Arnold T o ynbee. A. StudJI o/ 1/btO'lJ, Ox!ord University Pres..s, Londres, 1939,
vo l IV. pág. 149. Reproduc.ido con autoriaclón del edito r . :! La::: F'lladc lfia, 1829, Lib ro III . Cnp l ll , pág 377 78
262 f .UPIIIQCIDileS al poder HUCIOttal Eva/uaciórt del equ iltbrio d el poder 263

obligaba a su !tignatarios - todo de EuroJh excepto


1
sus leyes. pero Europa también t ien e sus propias leyes; e l urden social
lrl..'"t- a ..\etuar con re JX!Cto a las partc!t y a súhd1tos se Ja< ha dictado". Duran te la guerra franco-p ruSiana de 1870, e l m t·
de acuct do con los principios c ristianos. Pero los otros tratados del nis tlo francc't Th 1crs. a l buscar vanamente ayuda d e las otras naciOnes
tnl'-rno año, que trataban de r ccon truir el pohti o europeo y europe'" a Jos efec tos de evi tar la rupt ura del equi lib r io de poder
que ;un pupulatmcntc conocidos bajo el nombre de an ta Ahanza, e>· parte Aleman ia, se quejó de que "Europa _no p udo ser e ncon t rada .
tab..1n du cLI.JnJcntc orientados contra rcvolu ionc dondcqwcra ocu Con esa expresión rendfa tributo al mis mo pnnc tpto de u n tdad europea
rru. scn , pero ialmcnte en Francia. que la rc\olución fran que clc,dc 1648 habla cons t ituido la savia del equilibrio de p?"er. El
tsa habt.> sido la gran fuerza dinámi a que de>tntycra el equihbrio secreta• io de asuntos exteriores inglés s ir Edward Grey tamb ten apeló
de poder, ;e creía que ualquier n :volucion habrfa de signiftcar la mbma en vano al principio cuando poco antes de la primera guerra
amenam . Por lo tanto, el principio de Jegi timid.Jd e inviolabilidad <le mundial invitó a las naciones de Europa a con ferenciar para de ese
la; frontera; de 181 5 se comirtió en la piedra fundamental sobre la modo acordar sus dife rencias. También se puede decir que el P runcr
que al m e nos Ans.t11a, P rus ia y Rusia !talaron de reedificar la estruc· Ministro inglés cville Chamberlain , al forzar a Checoslovaquia en
t ur? polittca de Europa. para que ced ie ra la región de Jos S ude tes a la Alemanta nazt, actuó baJO
En fecha tan tardía como 1860, cuando Francia logró la cesión de la errónea hipótesis de que la u nidad m oral, in te lec tllal y políttca de
aboya y tLa como compen>ación por el aumento de territorio de Cer· Europa aú n exis tfa y de q ue la Alemania na zi formaba parte in tegral
dcña e n 1taita, tntcrvino Ingla terra invocando uno de Jos principios de de el la.
181 5. El cunde Ru.sell, secretario ingles de a untos extenorcs. escnbfa
al embaj.tdur francés en Francta: "El gobierno de u Majest ad se ve
en el deber de señalar que un rt.:damo por ccsion de territ orio de un Consenso mora l d e l moderno sistem a est atal
\ecino , rcaliLado por un Es tado tan poderoso como Franc ta, cuya no
muy rcrnota pohtica. de cngrandcLimicnto territorial implicó incon· La confianza en la es ta bi lida d del moderno s is te ma esta tal que emana
t.1ble; calamidades a Europa, no puede o fender a ninguno de los Es- de todas es tas decla rac iones y acciones deriva no del equilibrio de
tado ltlle rcsadus en el equihbrio de poder y e n el man tenimie nto de la poder. sino de c ie rto número de eleme n tos in telectuales y rnorales sobre
paz gcner.•l''. Jos que se apoya tan to e l equi li brio d e poder como la estabilidad del
El Co nc ierto Europeo -diplomacia basada en con feren ias entre moderno sistema es ta ta l. Co mo seña ló J ohn S tuart Mili : "En política
la' grande' putcncta , que deblü todas las amenazas a l sis tema corno en m ecánica la fucr .w q ue ha brá de man tener en fu ncionamien to
po liti CO mL·dianle la acc1ón concerta.da- se t nsformó en el instru· la máqu ina dcbc conseguir e fu e ra de e lla; y SI no se la o si
men to a del cual los ptiucipios de la. an ta Alianza, primero, es insuficien te como para ve ncer los obs táculos que razonablemen te
20
se le pue den oponer, la m: quina fa llará". Gibbon expresó con singular
, luego, t r.ts u dcsmtegrac tó n que culminó con J.¡s re,·olu iones hbc·
raJes de 184 , Ju; mterese; Lomunes de Europa tban a con cg01r con-
c recwn El <onc tc t to Europeo functonó en muchas ocasiones a lo largo 20 Con.nderatzons on Representat ive Government , H enry H oiL and Company,
Nueva Yvrk, 1882, 21. Cf. también en las págs. 235-36 las penetrrulles obS:!f ·
dl'i >tglu que va de;dc su concepcion en 1 14 hasta el es.tallido de la vac10nes sobre la tmportancJS del ractor moral para el mantenimiento de l equthbno
p nntct.l guerra mundial en 19 14 El concepto que subyac ta en é l -:-'-' de poder en la pohtaca interna : " Cuando se dice que la c uest1ó n es :.á lo cte m oral
d< dr, la uni<lad pohll a de Europa o , segu n la> palabra del estad ts ta pohllca, (.>sto no agota su impor tnncm . Los problema! d(. moral coushtucaonal no
son rte menor uupor t.ancin prácuca que los relauvcs a In prop1a constitución La
inglés. Cn>tlcrcagh, " d ll.te nta general de Europa"- pa rece refe n do propm exastencm tle algu nos gob1er nos y todo lo que hace durables n otros d(.:.sca nsa
en mu cha' ck clatactunes u fic tales. Ast, las potenctas ahadas decla ra ban en la observaci ón práctica de las doctrinas de mo ralidad con'itllncional , en Jru.
nocu:.nes LrudJClonales de las mentes van as amondodes con:,tiLtudru., las que
hacta ftnc> de 1 13 que " no depondnan la> arm as . .. an tes de q ue e l modaf1cun ti uso que ot ro modo podtan hacer de sus pod res. En no
.;,t..1tus po hu\.o de Europa fue1-a nut:\arm.'ntc rea(Jrruddn y an tes de que (.Qlllhbrados - monarqwas, an stocrncias o dcmocrac t puras- tales mú.ama.s MJO
tu w uca barrera q ue lirm ta a l gob•erno para que nv incurra c:n los excesos extremos
10 mutn.blc<: garantu.aran frente a en e l sentulo de su tendencia carncterfstica . En los gobaernos impcr'Cectamcnte ef4UJ·
a Jos efec tos de as gurar una paL real a Eu ropa". En la d ecla- li brados, donde se hacen Cie rtos mte.Jltos paru tst.abl cer llmttes
a los Impulsos del m ás fuerte, pe.ro donde ese poder es lo surac tentemcnte
dd 5 de febrero de 1 14 - fecha que generalmente se cons tdera f uerte cumo para p iSOtea r los derechos aJenos a l menos con ampunuJad ternpo·
como e l de l Concie rto Europeo- Jos representantes de Aus- 1ana, lo m edian te doct rums d e mo rahdad constatucJon.' ll, reconocJda.s y apoyad
por la opuuón. se logrará que cualquier consid eración absoluta sea mongerada por
tna . Jngl..tterr<t . Prus.ia y Ru ia manifest.1ban que no hablaban solamen te las re!5tnccl0nes h rm tatlvus de la constitución En los go bier nos bten equ1hbrndO'S
en no rnbr c de _u respec tivos er1 no mbre de Europa, que donde el máxuno poder está d 1v1dido y donde cada part se encuentra
contra las usu rpaciont·s de 1 dem ás, el go bte rno lo puede sost.enersc s1 t<Xlos
(ur ma un todc:.''. rc.nunclru t a ejercer e.o.,os -poderes cxt remc..s. sal vo en caso di! q uf> n provocados
Las m 1 mas naLione , junto con Francia "'tablecteroll cll e l pro- por una cond uc ta tguulmente extrema de o tro se< del poder. En e....e- , sólo
tU<olo 19 de Ja onfe n:ncta de Lo ndres de 1 31 la de con el retipcto de las rn xunas de morahdad consutuctonaJ se puede •q '..,ar 1a vi
ICOCla de la COnslllU CIÓO. "
Bdgtca v, e n intcrcs del eq01_librio de poder, se a Sobre este punto, \'éase también la analogia guerra md .5trtal · u 1Ubno
ranilLa!" ;, u nl!utraltdad. Para JU>ttftcarlo declararon. Cada nactón llene Interna 1onal del poder en R H 'fav. ney, The .c"OClet !l, han. 'll.lr t , Bracc
164 Lim ita ciones al pod er u aciou al E valu ación d el equilib rio d<l pode r 265

e locue n cia y pers picac ia que el c ombus tible que m antiene e n pendien tementc de cuán alto hubiera subido un o de los pla ti llos o cuán
el mo tor del equilibrio d e pode r son las bases intelectua les y morales bajo hubiera llegado el otro, ambos debían permanecer juntos, co mo
d e la civiliz."lción occidental, el clima inte lec tua l y mo ra l en d que se par, colgando del mismo b ra zo y pre stos a subir o bajar de nue vo, segú n
m o vían y con e l que pe r mca ban s u s pensam ientos y acc io nes lo s pro ta· lo indicara una futura d istribuc ió n de los pesos. Al margen d e los cam·
gon is tas de la sociedad del siglo XVIll. Esos hombres concebían a E uropa bios e n e l s ta tu quo que las nacio nes pudieran inte ntar , al menos de·
como "una gran re pública" , con pará m e tros co munes de "refina miento berian r econocer un elemento cons tante , la exis tenc ia d e un par de pla·
y cultura" y con un "sistema d e leyes , a rtes y co s tumbres" también tillos , el statu quo d el pro pio e quilibrio de poder. Y cada ve z que una
común. La per cepción con1ún d e es tos pa ráme tros con1uncs limita ba nación olvidara esa ind ispensa ble precondición de independencia y esta·
s u s a1nbic io n es "po r la mutua influe ncia d el tctno r y la vergü e nza". bilidad -<o mo Au stria en 1756 con r especto a Prusia o Fra n cia ent re
imponía " mode r ación" a s us acciones e ins tilaba e n todos ellos " cicrlo 1919 y 1923 co n respec to a Ale mania-, el consenso de todas las demás
sentido del ho no r y la justicia". En consecuencia . la luc ha por e l poder nac iones no le pe r miti ría segu ir ignorándo lo po r m uch o tie mpo.
e n el catnpo inte rnac ional transcurrió en té rminos de "una a1c n1pc rada ú te consenso creció en un clima intelectual y m o ra l propio d e la
e inddinida contie nda" . época y o btuvo su fortaleza d e las r eales relaciones d e poder, las que
Las ate mpe r ad as e indefinidas contiendas e n e l campo p o litico d esde en condicio nes normales s iempre intentan destruir el siste ma de equi·
1648 has ta las gue rras napoleó nicas y nuevamente de 181 5 IYI4, librío de poder en una empresa s in esperanza. A su vez, es te co nsenso,
no s on la causa s ino ta mbién la s imbólica y 111\.: l •.tl u l i("a en tanto fue rza moral e intelectual, reacciona contra el clima moral
d e l equ ilibrio de pod er. asi como su tcc n ica de Ante' d e e intelectual y sobre las relaciones de pode r , for taleciendo las tenden-
qut: e l equilibr io de pode r pud iera impo ne r sus a las .a s_p •· cias hac ia la moder ación y el equilibrio. Como lo d ijo Quincy Wright:
raciones d e pod e r de las nac iones mediante la intcrrelaCJOil tn cc a mca
de fuerzas o pues tas, las n aciones en compe tenc ia d ebían limi tarse a sí Los es taban tan ligados y o rganizados que la agre sió n no
mis m as aceplando el s is tema de equilibrio de poder cotno contexto conscgu ta tnuufar a menos que fuese ta n m oderada y dirigida de
común para s u s esfue rzo s . A pesar de que muchas de ellas Inte nta ron modo ta l q u': la p revalcnte o p inió n de las potencia s la a p robara.
modifica r la di s tribució n de los pe sos en ambos platillos, se v1eron Ta l a probac10n gene ralme nte se o to r gaba a las rebelion e s d e los
o blig adas a adm itir, por lla m a rlo d e algun modo , cierto pacto táciw: Ba lcanes q ue fuerou d esintegr a ndo el imperio o tc>-
m ano ; a la r ebe hó n be lga , que separó a ese país de los Países Bajos;
c ua lquie ra fue se el res ultado de la contienda , ambos pla tillos a las agresiOnes de Prus1a y Cerdeña que un ificar on a las modernas
est a r a ún a ll l c u a ndo aqué lla fina lizara . Tuvieron que acord ar que tnde· Alemania e Ita lia y a nume r osa s agres io n es en Africa , Asia y en el
Pac1hco. las que. aumentaron el pode r de lo s im perios e u ropeos y
and- Com pany, Nu eva Yo rk , 1920. págs. 40·4:1 : "Ese m otivo la guen a mtlus ·
exte ndie ro n la clvthzac •ón euro pea a esas áreas.2 1
tna l no como mcJdente sino com o resultado in ev1table. P roduce gue rra
mctuStrial pcrque su enseñanza consiste en que cad.a: mdivJduo o grup:> u e uc Ue· E s te consenso --es pecie d e padre e h ijo d e los comunes parám e tro s
.-echo a obtener le. que desea y ntf ga <..¡ue cx.1sta a.lgun p nncipw, excepto PI_ meca ·
r..lsm o d e l mercado , que determine Jo que d e ber ian ob tener . En tanto e l m greso m o r a les, de inte reses y civilizac ió n- lim itó los ilimitad os d eseos de
pcslble para d istnbu c.ión sea limttado , y pues to que cuand? traspasan c te rtos poder, potencialmente inherentes a todos los imperialismos e impidió
llmit e.s lo s ingresos de un grupo se ha.cen a d e las perdidas de. ot r o !Jrupo, que se convirtieran eu realidad política. Cuando el co nsenso de ja de
es c.bvJO que s1 los ingresos re la uvos de los d tsllntos .grupos no c.Jenvan d_1recta·
m ente d e s us (uncio nes, ento nces no es posible d ete rmm a rlos por otro mediO q ue existi r o se debilita y deja de e star s eguro de si mismo, como en el
n o sea la com pe ten cia. E l m terés puede convertirse !actor •1ue los lleve . a re· perio do que comie nza con los repartos de Polonia y termina con las
nuuc 1 ar a l empleo de la fuerza para lograr sus objetivos . S1 asi sucede. la pa z
se en contrará asegurada en la industr!a d el m1smo . medo en q u t! s ue le a.segu r.a.rse guerras napoleó nicas, el equilibrio d e poder se toma incapaz de cumplir
en les as un tos internacion a les. es d ecir por e l eqUtl1bn o de pode r . Pero esta paz sus . funciones en pro de la esta bilidad internacional y la independeucia
sólo puede man tene rse si las par tes conside ran que lo que p ueden perd e r es más
d e cu 1 nto p uEden gana r en un enfre ntarmento ab1e rto y si es el
de a lgu na base d e remune ració n com o soluc 1ó n eqtutauva 1:!. las Semejante consenso prevaleció entre 1648 y 1772 y desde hasta
De • ú· u e suele ser u ntt paz precaria, en gtt.ño sa y co rta Carf"<·l•, udem as, de
q ya que no puede existir finalida d en la sun.a de a um entos del 1933. En el primer lapso, el sistema e statal sólo parecía una sociedad
1. cuan do se llega a las d e mandas la lu ch a com 1euza en un nuevo m vc l Y competitiva de príncipes, en la que cada uno aceptaba la razón de Es-
ed rá s ie m p re en lanto lo s h ombres tra ten d e forma lizarla a umen tand o su
sin aten de r a l p rin cipio sobre el q ue se asienta todo el s is tem a de tado --es decir, la búsqueda racio nal, dentro de cie rtas limitaciones
retribuclón .'¡ am b len In ágina 50 : " Pe ro el equ ilibrio, ya sea en el campo d e la
morales , de los objetivos de poder de l E s tado-- como ultimo paráme tro
. Véase ac-Jo n a l J mo en el d e la mdus tria , resu lta m cstable puesto que en la conducta de los Estados. Cada cual esperaba, m uy justificada·
el común reconocimiento de un p nnc1p to que lnnite las mente, que lo s d emás compar tieran es te paráme tro. Las pas io ne s de
naciones y de lo s individuos , stno en un in ten to. P?r lograr un e:qu1hbn o las guerras re ligiosas sucumbie ron ante el racio nalis mo y la moderación
asuroa sc..slt.ya r un conflic to s in re nunc ta r a la reivtndtca.ct6n de asptrac1on es
No es pos 1ble e ncontmr un equilibrio d e esa en un. m undo
s lb lhdades de a ume ntar el poder, ya sea m1htar o mdus tnal. SO!l
l:t equilibriO es perfectamente íne xtstente ." CRep roducido con a uto n ·
u " lbe Bala nce c f Power" , en Han.s Wel&ert y Vilhjalmur Stefanssoa. ( eda )
Compou ot file World, The Macmlllan Company, Nueva -v:ork , 19M, ¡áp. 53-54.' '

--
zr.ción del edito r .)
266 al nacional

C!<lcéptica de la Ilus tración . E n esa a tmósfe ra tole ra nte, los od ios y e ne·
rnisr:uh.·s colec tivas, alimentados e n princ ipios de cualqu ier tipo . difícil ·
rncntc florecer. Cada cual dio por sentado que los molivos cgoís·
tns qu e ammaban sus propias acciones llevaba n a los demás a acciones
si mil ao·cs. Era c uestión de suerte y habilidad e l llega r a la c ima . La
polític a inte rnacional se convir tió e n un pasatie mpo aristocrático. en
QUINTA
un depor·tc para p ríncipes, todos reconociendo las mismas reglas de
j uego }' jugando por apues tas limit adas.
Tras el int erludio de las guerras napoleónicas. el doble temor de
PARTE
la revo lución y de un resurgimiento del im peria lis mo francés trajo como
consecuencia la irrupción de la moralidad de la Santa Al ia nza , con su
mezcla de principios cris lianos, monárq u icos y europeos. El Conciert o
Europeo en la ultima parte del siglo XIX y la liga de las Naciones, tras
la primera guerra mundial, agregaron a esta ht!rencia la idea de Estado-
Limitaciones del Poder Nacional:
nación. Como principio de aut ode terminación nacional , esta idea se
conv irtió en una de las pie dras angulares sobre la que sucesivas gene·
rac iones, desde las revoluciones liberales de 1S48 has ta el com ienzo de
Moral Internacional y Opinión
la segunda guerra mundial, trataron de levan tar una estructu ra polílica
cs lablc . Lo que el ministro fra ncés de relacio nes ex lcriorcs de La Va lc ttc
escribió en 1866 a l re presen tante diplomático francés se ha convertido
Pública Mundial
en un a de las convicciones básicas de este período histórico, procla-
mado nucvamcnle por Woodrow Wilson y tomado como uno de los
parámetros de los Tratados de Paz de 1919: " El e mpe ra dor . .. ve un
equ ilibrio real sólo e n Jos deseos sati sfechos de las naciones d e Europa"."
¿ Qué ha quedado hoy de esa herenc ia? ¿ Qué tipo de con senso unió
a las na c iones d e l mundo en el periodo subsiguiente a Id segunda gue-
rra mu ndial ? De l e xame n de los ele me ntos d e este consenso dependerá
el papel que habrá de d esempeñar ese equilibrio de poder con respec to
a la libcrtad y estabili dad de la comunidad de naciones.

!1 La importancia tlel factor m oral para la preservación de la independencia


de las pequeñas uaciones es bien expresado por AJfred Cobban en NatJonal SelJ·
Detummatlon. University ot Ch ic ago Press, Chicago, 1948, págs. 170-71 : " Pero aun
las políticas de los grandes imperios estltn in flUidas por el chma de opinión, que

mayor mterés, pero su existencia es algo que el estudioso de Jos asuntos interna·
cion3lcs no ¡::ucde ig·uorar. Los varios factores que hemos mencionado mdudable-
mente tien en importancia, pero en nuestra opin ión no rue la fo rtaleza del sentí·
m1cnto nac10nal en Jos pequeños, ni siqutera los erectos del equtlibrio
de s;cdcr. cuanto el reconocim ien to de que el att.iq uilamiento de una soberanfa
independiente consistfa en un acto excepcional e injustificable. Jo que en últim11
instancia protegió a muchos de Jos pequet\os Estados de Europa -al¡unos no m&·
yores que una ciudad- de ser absorbidos por las potencias mayo res. Incluso en
el s1glo xvtu, cuando el poder de Jos Estados mayores se incrementó
la opinión d e la - influida por el ideal clásico del Estado-ciudad- llegó a
admirar a los pequeños EstAdos y a creer en su independencia. En el siglo x1x. el
aumento del id eal naciOnalista contribuyó en m ucho a erosionar esta opinión, pero.
como hemos visto, en 1919, aún mantenía considerable in!luencia". (Reproductdo
con autoriz.actón d e la UnJversity or Chicago Press).
.15
La Moral, las Costumbres y el Derecho
como Limitaciones al Pod.er
En el capítulo anterior vimos que el poder es un método imperfecto y
poco confiable a los efectos de limitar las aspiraciones de poder en el
campo internacional. Si las motivaciones tras la lucha por el poder
y la mecánica a través de la que opera fuera todo lo que es preciso
conocer acerca de la política internacional, el escenario internacional se
parecería al estado descrito por Hobbes, el de "guerra de todos contra
todos". 1 La política internacional se encontraría gobernada exclusiva-
mente por las consideraciones de conveniencia política, sobre las que
Maquiavelo escribió en forma aguda y franca. En ese mundo, los débiles
estarían a merced de los fuertes. La fuerza sería, de hecho, la fuente
del derecho.
En la realidad,. sin embargo, la propia amenaza de un mundo donde
el poder reina no sólo en forma suprema, sino sin rival a la vista, en-
gendra ese tipo de rebelión contra el poder que es tan universal como
el propio poder. Para evitar este rechazo, para pacificar el resentimiento
y la oposición que surge cuando los impulsos de poder son reconocidos
como tales, quienes procuran el poder emplean, como hemos visto, ideo-
logías para disimular sus verdaderos propósitos. Entonces, lo que es
realmente una aspiración de poder aparece como algo diferente, como
algo que armoniza con los requerimientos de la razón, la moral y la
justicia. La sustancia, de la cual las ideologías de la política interna-
ciones no son más que reflejos, debe buscarse en los órdenes normati-
vos de la moral, la costumbre y el derecho.
Desde la Biblia hasta los acuerdos constitucionales de las democra-
cias modernas, la función principal de estos sistemas normativos ha
consistido en mantener las aspiraciones de poder dentro de límites so-
cialmente aceptables. Todas las éticas, costumbres y sistemas legales
dominantes en la civilización occidental reconocen la ubicuidad de los
impulsos del poder y los condenan. Curiosamente, filosofías políticas
como las de Maquiavelo y Hobbes, que consideran a la ubicuidad del
poder como factor último de la vida social que debe ser aceptado antes

' Leviathan. cap. XIII .

..
270 Lmulat IOuó d d J.a m oral, las costumb res y el derecho 271

que cundcna do o lim1t ado, han encon trado la dcs:lprobac 1ón de la op1· nc-. de desaprobación, tales omo bo ico t omcrcial , ostracismo soc1al
1110n publ 1ca pr c\ ._l lc icnw. H an o m111Uo la intlucncb. intclc:c tunl pr.. c· u nh tlld._l!:t serncjan tcs, t..:!'ttamos frente a u na propia d e
quc L'J l.' rTil:r on las filosofaa:, pohl! a,:.. <k San y de Locke, la" v, a partir dr a llí . de una no rma procedente de las
en d cam po de la C l\ di;r.aciOn occ idcn t:l l. S i . finalmente, A mata a B y 11113 soc iedad organizada rc ac ·
Pu r u t 1..a p._arll" . vcrd ::u..lt."ra t ra(_llcio n dt: la cavlltL;ICton <X"cidental, iu na bajo In forma de un proccdi nucnto racional con in tervención
que intenta Juni t.. r el po<h...- dd fuct te en bc nciH..io del lm policial. ncu'\nción, j uic1o, vered icto y la sanción es de na tu ra·
consid erad ._, co nhJ afc minad:l, :,en t1111e n ta \ y dc ._\dent e. sostie- lela Jc -·nl V la norma, por lo tant o. pertenece a la ca tegoría del derecho.
nen e" ta opm io n . como Nietl.sch..: , Mussol ini .:: ll1t k.-r. no sóh1 aceptan Tod as las sociedades es tá n reguladas por u n in trincado con junto
Ja \ Oiunt ad de poder y In lucha por el como he hos clcmen ta· de n ·glas de conducta de esta clase. que se apoyan o se con tradice n unas
inu q ue ..ldc m 5s gloriru.-an !'t U mamfc.._·!'tt ..ICio nc" tlllnit.ldas y postu· a otras u opc ra11 independientem ente. En la medida en que la sociedad
Jan la au!'tenc m de h mih.:!'t com o un ideal dc la socicdnd una regla para o torgue m.1yor importancia a lo \ int ereses y va lores que trata de sa lva-
l..t conduc ta de mdividuo!'t . Pero a largo pl azu ri losotí:.ts y S IS· guardar med iante reglas de conducta. m ás fuertes habrán de er las
terna!'t que han hecho de la cod 1c13 y de la luchrl por el poch:r sanciones con que cas1 iguc la infracc ió n ele esas reglas. La sociedad
han impo ten tes y a utodc!'t trucli\'OS. Su de· ejerce su mayor presión. y por lo tanto cuenta con mayores posibilida-
pone ele m3nifie•to la forta le7.a ele la tr,oeli ión occidcnl31 que des de imponer sus reglas de conducta contra los integrantes r eacios
prucu r.J no eliminar a l menos r egular ingir los de po· a aceptarlas, cuando acude a todos los ti pos de sanciones simultánea·
dl.! r, los que, de o t ro m odo, de grar rarían a 13 sociedad y ent rcga nan la mente. Resulta más débil y, por lo tanto, sus sancio nes parecen más
vida v la fclo idacl de los d éb iles a la \ Oiun tad arbitra ria de los poderosos. ineficaces cuando los intereses y valores están ga ran tizados por u na
La moral. cost umbn:s v el derecho ant ervicncn en estos dos sola dr sanción. En la circunstancia de que una norma de con·
a spectos a los efectos de a la ocicda 1 contra la desintegración duela pro ponga una acción que otra reprueba, el interés o valor en
y individ uo con trJ la esclavitud v la extinció n. Cua ndo la sociedad o j uego dependerá de la !uerLa rela tiva de la' sanl"io nes que apoyan
a lg unos de u"t miembros !'t-On incapaces de protegerse a sí mi smos con lo mandatos en co nflicto.
s u propia forta lc7a contra los impulso de poder de otros -cuando, Frente a riesgos para su propia existencia de rivados de la t raició n
en o tra> pa la bra . se d e be acudir a l mecanismo del poder, como tarde o de la revolución, o ante la amenaza de ases ina to a sus integrantes, la
o tempra no o une- sistemas nor mativos tra ta n de suplir la so oedad recurre a las tres clases de sanción . Así, la moral, la cost u mbre
política de poder con sus propia noo·mas de o nductn. Este es el men- Y el derec ho, mancomunadamente , o frecen una triple protección a la
saje qu e los norma tivos a lo s poderosos y a los dé- vida de la sociedad y de los indi viduos que la int!'gran. El hipoté tico
biles por igual: e l poder superior no oto rga de recho moral ni legal para t ra1dor o el presun to ases ino de es te modo se ven ante su remordimien-
hacer con ese pode r todo lo que fbi amente sea capaz de hacer. E l to, an te la reacción es pon tánea de la sociedad -ostracismo, por ejem-
poder se encuentra ujcto a limitaciones, en inte rés de 1:1 sociedad como plo- y ante la pena de la ley. Lo mismo ocurre cuando se t ra ta de la
conj unto y en in tcré d e su integran tes ind ividuales, que no son propiedad, la que queda a resgua rdo tras el triple muro de la moral,
resul tado d e la mecá nica de la lucha por el poder, sino que resultan so- la costumb re y d derecho. La aplica toda las sanciones a los
breimpue> tas c 11 forma de norma o reglas d e conducta por la voluntad hipotéticos estafadores y ladrones.
ele los propio miembros de la ociedad . Ante ca>os de valores e intereses menos n:lcvantes la sociedad
Tn.:s de no rmas o regla s de conducta operan en todas puede acudir a un solo tipo de sanción. Ciertas clases de' competencia
sociedades s uperiorc : la é t ica, la cos tumbre y el derecho. Sus rasgos en los negocios o en la po lítica , corno la mentira, por eje mplo, sólo
dis tin tivos han s ido largamen te d iscutidos en la filosofía y la juris pru- sanc1ó n moral. La cos t umb re, por su parte, sólo entra en juego
d enc ia . Para e l fin de e>lc e ludio basta con eñalar que cada regla ele baJO corcuns ta ncoas ext remas: s i. por ejemplo , el mo nto e indole de las
co ndu ¡ ,1 tiene dos lcmcnto : el mandato y la sanción. Ningún manda- n_1cnti ras supera n la medida tolerable. El d erecho habrá de guardar
lo part ic ula r es pecul iar a c ierto tipo particular de no rma: "no matarás" s olcncoo an te una mentira ord inaria ; ha blará sólo en el caso de u na m en-
p uede ser u n ma ndato de la é tica. de la cos tum bre o de l de recho. La 1ira califi ada, l a l como e l perjurio y la esta fa , ca os en los que la
sanció n es la qu e diferencia es tas tres clases d e normas ele conducta . mentora afecta m tcreses que están más a llá de la m era verdad . Por o l ra
"No ma tarás" es un manda to é tico , de la o del derecho pa rto:, las reglas de la moda se im ponen exclus ivamente por la co tum-
seg ún, dado el ca so de vio lac ión. se a plique un a sanc ió n propia de la brc, ya qu · la proble mática que implica no e lo s uficientemente impor-
é tica. de las costumbre 0 del derecho para a l _t rans!\resor tant e como para que tenga que in tervenir la moral y la ley. Finalmente,
evitar futuras violaciones. S i A mata a B y luego expcnmcnt a cargos ólo la ley toma conoc imiento de las violacio nes a la normas de trán-
de conciencia 0 re mordimientos, es tamos en presenc_oa d e _una sanc oó n .. La mura l y la cost umbre no part icipa n en su co n t rol, ya que las
propia d e la ét ica y, a parlir d e allí, de una norma é to a . St A ma ta a B legales o n por lo general suficientes como pa r a
y una sociedad no o rga nizada reacciona con espon tánea s demos trac oo- algun ttpo de o rde n m ecá nico en u n te r reno como el del t r án ito .
272 / , m, I UI 101/t! f t/e/ pode r 'IGLlfnW/ La m oral, las cos tumbres y el derecho 273

f.:. l de la fuerza rcl a. ttva de la s difc1·e ntes se a rmonía, la. paz permanente ; ta mpoco está en cam ino de lograrlo. Este
ru rrH• agudo l.u-..ndu conflic to en tre las d trcrcntcs regla!-> de con· c1·ror de concepto ace rca del pa pe l que las a spirac iones y la luc h a por
duda 1:.1 CJe m rti(.J lá!'!.ICO, abund...tnlem cnl c di!tc uddo e n la el poder ha n tlcse mpc f1ado e n ) a política fue tra ta do e n e l tercer ca pí·
· de conllll. to e ntre reglas del m b rno : .-. l!tlc ma tulo de lihro.
lq ;.a l la p ruh ihit ió n del duelo e n coUi go!t pe na les d e a lguno s países Lo m áx imo que h a sido capaz d e lograr la civilización occid e ntal
rruc ntra!\ 4 uc mi lll a rc!t de los m b mo s p aí· - que es , como he mos podido con1probar, lo m á ximo que una civiliza·
obl1 ' óHl a los a za nja r ch !tpu la!t por mcd to del due lo . ción puede lograr- , es la mi tigación de la lucha por el poder e n e l cam·
Un tlc c iiCóJ que obl iga a obe dec er a Dio!t a n tes que a l po int erno, c ivi liza r sus medios y enca minarla hacia objetivos que , en
h Uin b rc y al tie mpo a d a r a l lo que es de l Cesa r . plantea caso de alcanzarse, reducen a l mínimo e l grado en que la vida. la libertad
u11 confl •c i •J <..uando una ley d e l co nt radice un mandato y la búsqueda de la fel icidad se ven compro m e tidas e n la luc ha por e l
de U .Jnfl• c tos de son lt ccuc n tes la pod e r. Más parl icula rmcnle, los 1oscos mélodos de lucha persona l han
et.fc r po líiiCU. Gobiernos rivales - un gobierno revoluc io nario u l ro cedido el lugar a ins t rumentos re[inados de competencia socia l . comer ·
Jcgí111no, un gob ierno c 11 el e xilio y o1 1o t ra ad a r- r eclaman ubcdienc1a cial y profes io nal. La lucha po r e l poder se libra no con armas m o rtales,
a un m b m o g r u po d e gcn lc . Las n o rmas de co ndue la que s upo ne s ino con t.xámcncs de compet e ncia, con pujas por distinciones sociale s ,
d e be (..umplir u n p o lít•co a m en udo fuera d e to d a pro porción co n con el ecc io nes periódica s para acceder a cargos públicos y privados y,
las n c,¡mo.a!> aplic ables a todos lo s mi('mhros de la sociedad. Se sobre to do , co n la competencia por la posesió n d e l dine ro y de toda s las
un\idc •·a gene ralme nt e que la é t ica y las c..os lumbrcs pol tl icas pe rmih:n co s a m e nsurables en dinero .
u11 mayor a le jamie nt o Oc prin ipiu é li(:O::, y de cos tumbres g.e· En las suciedades de la civilización occidental la posesión del dinero
n c ra lc s de la !>OCiedaO e n cier tas a c rividade!t, com o las "ca mpa ñas se ha conve nido e n el más nolablc simbo lo de la posesió n del poder.
y la s c.n gene ral. Me dia nte la compete ncia para la a dquisición d e l dinero, las aspiracio-
e ntre c.Jifc •enl l.'' nu1111...1s d c co nduc ta son d ccldici os nes d e poder de los individuos e ncuen tra n un ca mino civiliza d o e n arm o ·
pur b pr c .. JÓ II rcla t1 va que c;,d.& ' " " L: Iun eje r ce sobre la vo lunta d O::c Jos nia con los reglas de conduc ta que subyacen en la sociedad. Las dile·
Dado que impu!tlbh.: c u mpl i1 ..:on todas las al re n te s pro h ibic iones normat ivas co ntra e l ho mic idio y la vio lencia indi-
tic1npo, el ind ividuo tiene que c lcg u· '-uá l va a a ca tar y c uá l va vid.ual o colec ti va de c u a lquie r tipo procuran crear la s condicio nes im·
a viular. fu e r7..4.1 •c la tiva de es, a su vez. la CX IHC:o,ió•• para esa reoric ntación civiliz a da de la luch a por e l pode r.
d e ht fu c r.;:a n..:Jativa de lw.. n ..a!t sociales que apoyan u n conjunte. T odos tus in s l rumcntos s oc ia les y la s ins tituciones releva ntes para las
de e mlc Jc!tC!t e n coJJt r a d t! o tro!t. E l 'u rden norma tivo de la so· formas de compe tenci a social tie nen la fina lida d no de elimi-
cicd a tl , (..uyu 1111 en ma nh.:nc r las a!tpi ra c iunes d e poder de s us na r la luc ha po r el poder, sino de c rear su s titutos civilizados para la
d en tro d e límite .) a ccplab lcs, es e n brula lidad y crudeza de la ilimilada y no reglada lucha por e l poder.
:.í e l n :!tulw.tlo d e e nfre nt adas para el d om imo En res umen, ésla es la forma en que la etica, las costumbres y el
tic la s ocied a d a lravé> de 'u in flu e ncia en. po r ejemplo . la legisla lura <!crccho limi la n la lucha por el poder e n las sociedades de la civilizac ión
o c t1 judu.. ia les. occ idcnlal. ¿ Y qué ocurre en la sociedad internacional? ¿Qut': reglas de
L.a VJt k :t e n conliuua s reacciones, moral. cos iU mbres y derechos son efcc livos e n el campo inte rnacional!
que han vuel to e n bue n a medida a ut omá ticas, frente a las presio nes ¿Qué fun c io nes c umplen e n la sociedad internacional? ¿Qué clase de
que la !loUcicd a d e j e rce sus a través de las nor mas d e elica inlernaciona l. de coslumbrcs inte rnacionales bajo la forma de
cun dul: l.:t. L:. lla s vigilan a lo !-> de la rna iia n<J a la n och e y a c o· opinió n pública mundial y de d e recho inte rnacional son los que dclimi·
nao d a u ... a I<J!lo pa rá me tros sociaJc..,. Se puede incluso decir lan, regulan y civilizan la lucha por el pode.· e ntre las naciones, del
que la !tOCh.:dad , c u ta n to Juc r.t.a diná lll ica, no m ás que la sum a to ta l mismo modo e n que los sistemas normalivos internos afectan la lucha
de \U!:J "k cund uua i m p on iend o para metros de acción a s u s nlic m· por el poder e ntre los integrantes de una soci::d ad particular?
b Ju) . L.o que lh.111WfliO!:J dvilizació n en t.il.!rto ido no es 1nás que las re·
a uu11cs ¿nll o rnát ic a :,. de i11tc gran tc!t d e u na fre nte a reglas
de conduc ta mediante la> c ua le s esa so cied ad !rala que lo> mi e mbros
a t.icrt o ob je tivo s lan dard , Jirnilcn us de
uornc' fid ndo la> y paci l ic :índoJa s en IOdOS JO!> a>pcctos Socialmen te im·
¡.orla nlc:•. La c iviliza ión con la qu e cslarno> rna ncj:lndonos - la occ t·
dcnt a J ha un amplio éxi tu e n C'i lc sen tido. Sin e mbargo.
c.o nlra lo que rcycron mucho> c >Cril o t cs de lo> >iglos XIX y xx, no ha
c.umc¡:uidu dirrn nar la luc.ha por el poder tic la e>ccna in1 e 1na rc cmpla·
n índoi.J (. OII a lgo cJ ifcrcn h.: y mejor, (.OITIO puede !)er la coopc r a c 1un , la
16
Moral Internacional

Toda discusión acerca de la moral internacional debe evitar dos extremos:


uno que sobreestima la influencia de la ética sobre la política interna-
cional y otro que la subestima al negar que los estadistas y diplomáti-
cos esttn animados por cualquier otra cosa que no sean las considera-
ciones del poder ma teriaJ.
Por una parte, existe el doble error de confundir las reglas morales
que la gente realmente observa con aquéllas que pretende observar, así
como con aquellas que los escritores señalan que debería observar. El
profesor John Chipman Gray dice: "En ninguna cuestión de interés
humano, exceptuando la teología, ha existido tanto escrito superfluo y
tanta especulación nebulosa como en el derecho internacional".• Lo mis-
mo debe decirse de la moral internacional. Muchos autores han formu-
lado preceptos morales para que estadistas y diplomáticos observen a
los efectos de hacer más pacíficas y menos anárquicas las relaciones
internacionales, acatando el cumplimiento de lo prometido, confiando
en la palabra ajena, tratando a los demás con justicia, respetando el
derecho internacional, brindando protección a las minorías o repudiando
la guerra como un instrumento de política nacional. Pero raramente se
han preguntado si estos preceptos, por otra parte tan deseables, real-
mente determinan las acciones de Jos hombres y en caso afirmativo en
qué medida lo hacen. Además, si los estadistas y diplomáticos justifi-
caran sus acciones y objetivos en términos morales, al margen de sus
motivos reales, sería igualmente erróneo tomar como valores reales
esas protestas de abnegación e intenciones pacíficas, de propósitos
humanitarios e ideales internacionales. Es pertinente preguntar si
son meras idéologías que encubren Jos verdaderos motivos de la
acción o si expresan un verdadero interés por aplicar normas éticas
política internacional.
Por otra parte, existe un concepto erróneo, habitualmente asociado
al desprecio generalizado y a la condena moral de la política del poder

1 Nature and Sources of the Law, The Macmillan Company, Nueva York, 1927,
pág. 127.
276 /. del podc.r naciorral Moral i"ternacional 277

antes e xaminado 1 que cons ide ra a la política inte rnacional como tan periodo. En 1514, Juan de Ragusa ofreció envenenar a cualquier persona
decidida ment e mala que no licnc bus ar limitaciones murales indica da por el gobire no de Venecia a un salario anual de mil quinien·
a las a.spt r.:tcio ncs de poder e n el ca mpo inte rnacional. Pero si nos prc· tos c.Jucados. El gobie rno veneciano lo tomó "a pnJcba", como se ll1rb.
guntamos qué estadistas y diplomá ticos son capaces de llevar adc l<lntc hoy, y la prueba úe lo que podia llegar a hacer úebió ejecutarla en la
los o bje tivos de pode r de sus respec tivas nacio nes, y qué es lo que en persona del emperador Maximiliano. Durante el mismo periodo, los car-
rcal! dad hace n, que hac e n me nos de lo que probablemente de nales llevaron sus propios mayordon1os y su propio vino a la cena
poJrían hace r y me nos de lo que realme nt e hicieron e n o tros períodos con que se celebraba una coronación papal, por te1nor a ser envenena-
de la historia. Se niegan a conside rar cie rtos fines y a usar cicrlos me- dos; se dice que esta costumbre se había ge neralizado e n Roma y que
dios. ya SC.' l e n conjunto o bajo ciertas ci rc uns tancias , no porque a la los an[itrioncs no la cons ideraban ofe nsiva .
luz de conveniencia parezcan imprácticos o no recomendables, sino Semejantes métodos para lograr fines políticos no se emplean en
porque c ie rtas reglas mo rales se inte rponen como barreras absolutas. gran escala actualme nte. Pero los motivos políticos para emplearlos
Las reglas morales impiden que ciertas políticas sean consideradas des· existe n hoy tanto corno cuando imperaban prác- ticas de esta naturalc:r.a.
de el punto de vis ta de la conveniencia. Cicrta.s co sas, aunque convcnic n- A las naciones e mbarcadas en la lucha po r el poder no les es indil e·
l cs. no se hacen en el campo mo ral. inhibiciones é ticas ac túan en rente la posibilidad de que sus competidore• puedan aprovechar los
nues l ro 1icmpo en diferentes niveles y con diferente efectividad. Su servicios de destacados lideres milita res o políticos. De ese modo, siem·
func ión !imitadora es más obvia y más eficaz al afirmar lo sagrado de pre exis te la esperanza de que un dirigente prominente o un elenco
l? vid? humana en licmpos de paz. tal sea llevado a entre gar las riendas del poder, ya sea por
c ircuns ta ncias políticas o a causa de enfermedad o muerte. Sabemos
aho ra que durante la segunda gue rra mundial las especulacione s ace rca
LA PROTECCION DE LA VIDA IIU!\IANA d_e cuánto tiempo Hitler o Mussolini, o al menos por cuánto
lle mpo permanecenan en el pode r, formaba n parte importa nte de los
Protección de la vida humana en üempos de paz c_á kulos de poder de la a lianza anlifasc is ta, a simismo como que la no-
llc m de la muerte del pre sidente Roosevelt rea n imó las esperanzas de
Como hemo> visto, la política internacio nal puede definirse como el es- H1tler. Dura nle la gUt:r ra fría, la política nortea mericana hac ia la Unión
fuerzo conlinuado para mantene r e incrementar el poder de la propia So v_iética siempre abrigó la espe ranza de que el régimt:n sovié tico se
nación mientras se controla o re duce el de las demás nac iones. El des mtegrara como consecuencia de la incapacidad de los gobernantes
pode r rela tivo de las naciones depende , sin embargo y como ya lo hemos para mantenerse en el. pode r . Las dific ultades técnicas para rea lizar ta les
señalado.' de la cantidad y calidad de los seres humanos, en términos carnb1os mc todo s vio lentos no son nmyores ahora de c uanto
de lama fio y calidad de las poblaciones. de tamaño y calida d de la inlra· fue ro n e n penodos anl eriores de la historia. Esos cambios continúan
estructura militar, de la calidad d el go bierno y, más particularmente, Sl_endo tan Y posibles como s iempre lo fueron . Lo que ha cam-
de la diplo macia. Encarada como una serie de ta reas técnicas ajenas b•a.d o la mfhu: nct a de la la que hace que c ie rtas polític a s
a cons ide rac iones mo rales, la política inte rnacional debe ría c on siderar deseables Y fac ubles se cons ide ren mora lmente condenables y , por lo
como uno de sus propósitos legítimos la d ráslica re ducción, o incluso tanto, sean imposibles de e jecutar.
la clirrlinac ió n, de la població n de una nación riva l, de sus má s cons· T La existenc ia y efec tividad de las limitacio nes mora les se torna ma·
picuos líde res mililares y políticos , y de sus diplomá ticos má s ca paces. lesta en las rea cciones ante los planes de asesinato urdillus por la
Y c ua ndo la polít ica internac ional era considerada exclus ivamente como ent ra! lntelhgence Agency ( CIA) de Es ta dos Unido s Lo .
m e nl ·ll · . . ·· que un seg-
una lécnica, sin significado moral, tales mé todos fue ro n usados sin c>· °
1 pre de la opmión públic a nrmcamericana objetó loe
c rúpulos, co mo algo corriente, a los cfec los de mantener o im: rc.:mcn· no a falta de esos mtentus, s ino la violación de limitac ione s m o rales
lar el pode r . lmphcaba n. Que ta les tra nsgresione s e nco nlraran una generali7.ada
De acuerdo co n sus a rc hivos o fic iales, desde 141 5 a 1525, la Rcpú· c sapro ba c1un e n e l campo rn01·a l lestimunia la permanente va lidez de
1ar. no rmas morales.
blica de Venecia pla neó o inlentó cerca de doscientos asesinatos por
mo 1ivos de políl ica exte rior. Entre las po>iblcs víctimas se ha lla ban dos . Limil_a c iones mora les de la misma clase pro tegen e n tiempos d e
cm pe rddores , dos reyes de Francia y 1res sult a nes . Los documcnlos prue· las VHlas sólo de . indivilluos notables, sino también t.le amplios
ba n q ue vi 11ua lmen1e ninguna po>ib ilida d de asesina to fue rec haza da g o mcl uso de nac iOne s c nl e ras c uya d c•trucció n pod r ia resultar
por e l go bie r no veneciano. E ntre 1456 y 1472 a cc pló ve inle o le rlas para deseable y fac liblc. E n e l caso del pro ble m a ale m á n c on-
ma la r a l >ull;í n Ma hurna JI , el pnnc ipal r iva l J e Ve nec ia du ra nlc ese ta nto dcMic e l punto de vbla de Alemania co mo del úcl
1 .' " .'Hslo n a IIIOde rn a p roporc iona una revelado ra ilus t ración de
1
Véase el capítulo J. apartado '' l.a deprecJació n del poder politlco". 111
a. • uc nc m de la e t1ca sobre la po lilica inte rnacional . Desd e e l unto
Véase el capitulo 9, apartado "Capacidad indus tn al".
de VI sta a lemán . el hecho fu nda me ntal en el plano de la política
278 Limitaciones dt.l poder nacioual Moral iutenwcioual 279

nacional fue, desde Bismarc k hasta Hitler. e l "cerco" de podero sas na- a lguna el aspec to moral trasce ndente . Como d esd e el punto de
ciones Que se es tableció t"n torno a Alemania tanto por el Es te co mo VIs t a d e las aspiraciones d e pode r de Ro ma también había dcrnas1ados
po r el Oeste. Por más despiadados e inmorales que hayan sido su s movl- Ca tó n terminaba todos sus discursos proclamando: Cete-
mientos e n e l tablero de la política int ernac ional, Bisma rck raramente rwn ceu )CO Cartlta gencu es se d elendam (Por lo demás, soy de la opinión
se apar tó de las reglas de j uego básicas que prevalecieron t.:.ll la sociedad de Cartngo debe ser dest ruida ). Con s u d pro ble ma
de prlucipcs cristianos del siglo XVlll. Fue un juego fraudulento y tram· ca.rtagmés fue resuelto pa ra sie mpre desde e l punto de vlsta r o mano.
poso , pe ro había algunas pocas cosas que ningún integrante de esa aris- Nmguna o t ra amenaza contra la seguridad y a mbición ro manas volvió
tocrá tica sociedad se hubie ra atrevido a hacer. De ese modo, entren- a 1evanlarse e n e l desolado lugar que alguna ve z ocupó Cartago. En
tacto a la proximidad de Rusia y Francia como condición para la exis- mo do aná l?go, s i Jos alemanes h ubieran te nido é xi to c u sus planes
tencia política de Alemania. Bisn1arck a ceptó la inevitabitidad de este Y SI sus escuadras de fu ego y campos de exterm inio hubie ran
hecho y trató de convertirlo en una ventaja para Alemania mantenie ndo termmado su ta rea, 13 "pesadilla de las coaliciones" se habría b o rrado
estrec has relac iones con Rusia a los efec tos d e aislar a Francia. para siempre de las men tes de los es tadistas ale manes.
Por otra parte, Hitler no reconoc ió la trama social dentro de cuyas polít ica exterior que no p e rmite la ex te rminación masiva como
limitaciones había operado la politica internacional desde e l fin de la med1o para lograr sus fines no se impone esta limitación a causa de ra-
G uerra de los Treinta Años hasta virtualmente su propio ascenso al zones de convenienc ia política. Po r e l contra rio la conveniencia acon-
poder. Se sintió liberado de los escrúpulos morales que habían obli- sejaría una operación tan e ficaz. La limit ació n 'd eriva d e un principio
gado a Bismarck a aceptar la existencia de f¡·anc l3 y Rusta como hecho absolut.o e l 4ue deb e ser obe d ecado a l margen d e razom:s de
inevitable sobre el que debía cons truirse la po lític a exterio r a lemana. convc menc1a naciOnal. Por lo ta nto. una política exlerior de esta clase
Hitler trató de cambiar este hec ho med ian te la destrucción físi ca de sacrifica el interés nacional siempre cwc su logro requie ra
sus vecinos orientales y occidentales. Consideradas como mero. VIOlar un principio moral como puede ser la prohibició n de exterminio
de técnica política des provisto de significació n é tica, la soluctón de Ht- m asivo e n tiempos de paz. Este p unto no pue de ser demas iado enfati·
tler era n1ucho n1ás explicita y políticamente m ás expeditiva ,la zado. que frecu ent emente se oye la op inió n de que este
Bis marck. pues to que prometía resolver el problema de la . pos•c.wn m- por la v1da humana es consec uencia de " la obligación de no infligir
tcrnacional d e Alema nia de una vt:z y para siempre sm mue rte o su frimie nt o iuuecesarios a otros seres humano s , po r ejem·
sus veci nos orienta les y occidentales. Además, en sí soluc1on plo, mue rte Y sufrim iento no necesarios para el logro de los e levados. fi-
d e Hitlt:r pa recía ser tan factiblt! como lo hubiera. taempos nes. q ue se esgrimen , a certa d a o eq ui vocadamente para justificar la d e nr
Bis marc k . Habría te nido éxi to d e no haber c aertos errores d e la obl igación general"." Por e l contrario, lo dcrto es que las
políticos y militares que llevaron a Hitlery a sus políttcas a_ la destruc- na.c iOnes la obligación moral d e n o infligir muerte y sutri-
ció n y que el genio polí tico de Bismarck btcn podna habe r cvttado. mtcnto baJo c acr tas condiciones, a pesa r de la p osibilidad de justificar
El problema germano, tal como se presenta a l res t? del mundo. Y ta l cond ue la a la luz de un "propósito más elevado" como e l del in·
terés nadona l. '
en especial a las naciones an1enaz.adas por la a lemana, tue
formulado con franqu eza b rutal por d es tadi s ta . El fundame nta l ent re estas dos concepc iones de 13 pulitica
cuaudo. e n Ja p r imera guerra mundla l, e xas t1an v':mte nu- mternac ao nal , la que opera dent ro d e una trama mo ral y la q ue se s itúa
lloncs c.Jc alt:manes d e más. Esta obse rvac10n scnala d hecho moc ulta· fuera de ella, resulta grá ficamen te po r un episodio que \Vius-
blc . a l que se ha n enfrentado Europa y el dc•dc la guerra franco- ton Chu rchill incluye en sus mcn1orias. En la Confe renc ia de T !.!hc rán
ale mana de 1870, de que en virtud de s u tamano y cahdad de I a pobla- Stalin pla nt eó d te ma del cast igo que se aplicaría a los alemanes
ció n Ale m a nia es la nación rnás pode rosa de Europa. es te
¡., guerra :
hecho con la scgurid ad d el resto d e las naciones. e uropeas y dci mundo
El Es tado Mayor a lc man , dijo. de be ser liquidado. Tod a la fuerza
es la lar....a d e reconstrucc ión polítlca que encaro e l mundo lro.s la pn·
de. ej ¿ rcit os de Hitle r d e p..:ndla de unos cinc u e nt a nti l
mera gue rra mundia l y que debió cufrcnta r nuevamente lue go de _la ofJCla lcs Y S i al final de la gu erra fue ran re un idos v fu si·
SL·g uuda guc t ra mundia l. Que. dc,de Ckmc ncca u . el proble ma lados , la _fo rta leza militar akma na qu <'daría extirpada. Sob re esto
sit! mprc haya s ido p lan teado en términos que c..lan por la me c orrec to dec tr : " El Parlamento inglés y el p úbl ico jamás
tc ucia ele "vein te millones d e alemanes d e más" r evela las m1 s m as lima· tolera ra n C!CCucmnes masiva s. Inclu so s i Cn medio de las pasiones
tacioncs moralcs e n la búsqueda del poder que se encontra ban en la de la gue rra permitieran s u comienzo, se volverlan viole n tame n te
olfrica ex terior d c Hismarc k y no en la d e Hirle r. No obstante, hay dos contra los r esponsables de la pr ime ra mata nza. Los suvil.!ticos no
de m ane ja r un probkma de política internac iOnal como e l a lema n . h acerse ningu na ilus ión sobre este punto". T a l vez po r ma-
ltcta , S ralin volvió a la carga : "Cincuen ta mi l deben ser fusilado•"·
Uno c onsis te en c1 por el c ual los r01nanos r eso lvteron
vocablcmc nte el proble ma cartaginés . E s el m é todo de reso lve r un Twenty Yea r 's Cnsu, 19HJ.J939. Macm¡llan and C"ompa.ny,
bkma d e tác tica po lítica con medios aproptados sm tomat e n
280 del poder nacio rral
M oral tot t , ,Of. UhttJ/
Profuuda mcn lc c ncolcri7..ado, le contes té: ,¡ Pre feri ría que a hora mi s·
mu rnc a l jan.lm y me fu!->i laran a n te!-> de Cll!->UCiar m i se tiene ror o bligación m or..d y Jeg._d fl¿,ccr tr,dtJ I•J Jr<,\ tl1 1c: p .. r-.
prop1o ho nor y el de mi pnís con semejante infami;t.''.) cv11 ar esa'\ c.on l• ngcnc l._,, . J..a, lonvc tH. 1o n ., d e J..a JJ ayr. d e v 1'-Jfn.
que t ra ta u -..obre h" r ...:gla' y C'l'tfumhrc\ d e la l t' tt c\ fr c. (.t , 111c.,

Con vc ncióu d e GincbJ a d · 1949 c xprc\all y vu HJ.:tlrnc ut • ·, 4 n


Protección de la vida humana durante la guerra o ó n lega l Ull lvcna l a c'tc pnuci piu.
Un análugo 'iC h a dc!'t<ll rollado <.hn rc\JV'l- I'J a tnlt'K.I a 11 tr\ d.!:
li m itac io nes morales se aplican a la polít ica intcrnacioual e n las armadas que d esean n·w ll r!'tc 'J c1u c e'l. I:Jn lfl.l..... pautaiJo; p 41 ¡,
(k gue rra. Conciernen a lo!-> civiles y a comba t ientes inca paci· comba ! 1r: Del o nccpt o c_h_: gue r ra prcva lc<.. Je n tc en y en
t atlos o que ya no desean comba tir. Desde comienzos de: la his toria ha sta la s meJor e-.; época' J c la l:.c..l a t.l Mcdw que n,, <..::abf41n
la mayor parte d e la Edad Media. lo s beligera nt es es taban e 11 libertad, nc s a l J moral y legal d e m atar a t<x.Ju s lu-. c nc ur1gh'\ ptar a ucr
l.:t é tica y la ley, para matar a todos los enemi gos, fueran o no in· ca reronas d e cu rn ba ric nl c!-> inca pac ita d o\ Por e ..,, tJu n
t egran lc!'t de las fuerzas a rmadas, o para t ratarlo s del modo e n que les de co n 1;:,, rnora lt·\ y l·gah.:' p re-\',¡a),c
ind1cara arbitrio. Hombres . mujeres y n iños a menudo era n pasados c rcnres '\U 11: mpo: "El den:<. hu d e mfl ig•r d ;.u;, ,. !M: lf...U«J'\
por la espad a o ve ndidos como sin que su scitara nin guna los Y lim itación d e tie m po . . . El c.Jeux hr1 <.le mil' "-" d.a u«"
rcacció u moral adver sa. En el capitulo V del Libro 111 ele Sobre el se cx tu: ndc a aquellos q ue d c !'tca n pcnJ , uya r cudr<.11m
derecho d < gu erra y el d e paz, bajo el titulo "Sob re e l derecho d e matar no C'\ a cept acta" .'
a los e nemigos e n una guerra pública y so b re: o tras viole ncia s contra Sin cn.1b.1rgo, co mo lógica d e l d e la gu · rra
los personas", Huso Gro lius un impresio na nt e catá logo de como c u tre fu e rzas armaJ a\, \e d co¡a rn.JIIó J 1 •Jea d e que w lu
ac to s de v io le ncia en la historia antigua contra pcnonas e nemigas s m p ueden ser o bje to de accion '"' armadas dcll he rad:'l ... aquel lo \ q ue r c:a l·
discrin1i nac ió n a lguua. El propio Grotius. que escrib ía en la terce ra ment e 'c"111 . ca pac c "\ Y de!->ccn part icipar ac tivamente c u la guc r r;,
década d e l s ig lo xvtl, aún co n side raba a muc has d e e llas ajus tadas a ne s n? partiCipa n e n la luc ha a l a ll!'ta t..lc c n lc rrned :uJc , ,, r uc
moral y a d(.'rccho. s i a l gue rra e ra desatada por una causa jus ta.• s rdo r•isicme ro !-> no d e be n be,· danadn'l. E, ia
Es ta a usencia d e limilcs morales a las m a tanz.as durante la guerra a lu n ramzac ron de: la comie llz.a e n el XV I y c.o n
res ultaba d e la propia naturaleza de la gu e r ra. E n aquellas cpocas. la t ratado'\ rnurtÍla te r;..lc, del big lc, x 1x y co n 11en 7...o\ t.lcl xx A
gue rra se conside raba como una contienda entre todos los habit a ntes de e lnc ro n p rác ti camen te la.., !:.ntr c ,;iS I
los E!>t ndos belige ran tes. E l e ne migo a atacar era e l conjunto de indivi· Y se clc?ranm 291 acuerd o\ inh:rna ro n a lcs c<.m el u p6'\ tt d
duos que prestaban obediencia a cierto señ or o que: vivían dentro de prol cgt: r VId a.;¡ eJe Cllfcnnos y La C .. Jl ¡' 1 1 C
c ie rto t e rritorio a ntes q u <"' a las fuerzas a rmadas de esa abs tracción legal de . l 864, n lllpliacla por la. d e 1906 1929 y 1.9 ' 9 t _onl;dcó n c oo " ' e <••nc b r<>
• t · .,. . ra\ a a C)llpulacwru:s
que en st·ntidn moderno llamamos Estado. De t.--se m odo, cada v e e: la!'t convicciones m ura les d e la b • 1
n u mdividu.a l del E st ad o e nl.." migo convt:rt iría l.." O enemigo de cada ciu· tan llt'nto que a enfe rmo\ y a l
d ndano indi,ridual d e l o tr o ba ndo. cargado dios. La a l mi \ mo t iem
Desde fin es de la Guerra de los Treinta Años . com e nzó a prcvalec<·r lo y E la rcah zacJUn d e C'ia' cunvicc ru:\ moral es
e l concepto de q ue la guerra no era una contiend a entre po b laciones n o que t1e ne q ue ver con lo · · · c..1 •

en teras, s ir.o sólo t.!nt re ejércitos d e los Es tados beli gera ntes. En
secue ncia. la di(erenciación entre combatie ntes y no comba t ientes se
e ra miscr·ab lc e n el s iglo XVIII
matarlo!'>, pe ro e ran l rat ;u.Jo"'
exp lo tació n ; ;:,u libl.." ración sólo • e
r:r. y
e gue rra : \LH.: rl c a ún
era regla e l no
corn,_, tJ b te lu <le
tra nsfo r·mó e n fundamt:nto legal y prindpio mo ral que gober naba las
arrion üs de los be li gerantes. La guerra se consid e ra como una con tienda
tfcu lo 24 d e l Trat ·odo d . A . t·
p . ..
¡""
clohn ,cguoa mcdoa llt e el re><.:. t e . 1-.1 a r·
e nll!-> ._u. ce l. " rado en 1785 en tre UrueJos
e ntre los e jé rc ito s de los Estados be ligerantes y. por lo ta nt o. la pohla· '.ll!->1.._1 e!t lab k-c ró po r primera VCL con rrdad un <.;H u hi 1
ción c ivil no participa ac tivamen te en e l conflicto arm ad o y no debe mura le;:, \Obre el t e rna. P rohib ía e l 1. - . u e n a\ c.un-
de gue rra l ' ll prbion. ·- <.on !na rmc ntu d e J"' "flncro s
ser o:;u objeto. En consecuencia. se consideró com o un tlcbcr m ora l Y
dc n as e n y <.l 'i J e l. c rnp_lcu d e <..a·
lega l no a tacar, he rir o n1a tar adrede a civiles no Los
t:on\'cnc ionL!'t d e L:J d e 1899 v 1907 . rnd rtar l..a)
darlos y la muerte que pÜed c n sufrir como consccut:ncia de operaciones dt: Gi neb ra d e 1929 v 1949 . - b l · . . . a l que la\
militares, ta les corno bom ba rd eos o batallas libradas en zona s habi tadas, mas kga ll. " .., oricnl,do a . : t.:' lil d e nt.Jr ·
son cons iderados como con secue ncias inevi ta blcs de la guerra. No o b;:,· 't!OUt:l U .') d e gUCJ d'q;ur a r UJI 11 é.l l<:t fll le lllu humanll uriu ;_¡ Jo., flrl·
5 W msto n S Chu r chiU, The Second Ward World , vol. V , Closmg the llHIC/,
H ou¡;hto n
editor
Co. Boston. 1951 , págs. 373-74 Reproducrdu con a.utonz.ac1ón d el
Dd rn"'"u inll.."rl..';:, hwn;tnJt :u JU P'' . 1·
huma nu!> a la
d
VIl a v
f
t
.
llllllc n to \ tlc
t e a gucr ra ema na n lodo., ¡0 ,
• es¡>eclalment c e l par-ágrafo Jll.
7 lb id , pnráK. X y XI
282 d t:l pode r "ac iottal Moral internacional 283

11 alnclus mlcrnacionalcs celebrados desde mceiiados del siglo xtx con raks q ue rcs rringcn el empleo de lil guerra como instrumento de poli·
el pro pósito de human1zar la guerra. Prohíben el empleo de ciertas armas, tic a cxlcrior. Los es tadistas han cen surado los es tragos de la guerra y,
lim11 an el uso de otras, definen los derechos y las obligaciones de los desde Jos propios comienzos de la historia, han justificado su part ic ipa·
pabcs en suma, tral a n de introducir en la guerra un cspfritu ción en ella por razones de autodercnsa o por imperalivos religiosos.
de LkCnl Ci ay de respeto por la humanidad comú n a todas las posibles Pero la condena de la guerra en sí misma -de cualquier guerra- se ha
vic timas y de n .:s lringir la violencia a un mfnimo compati b le con Jos convertido en un rin de la política a partir de comienzos de
obje tivo:-.. de la guerra. es1o es, ha sta quebrar la voluntad de resistencia siglo. Las dos Conferencias de Paz de La Haya de 1899 y 1907, la Liga
del e ne migo. La Declaración de París de 1856 limitó la guerra marítima. de las Naciones de 1919. el Pacto Briand-Kellog de 1928 que proscribe la
La Dec laración de San Pclersburgo de 1868 p roh1bió el empleo de las guerra agres iva Y las Nac iones Unidas en nuestros dias h an sido instan·
bombas incendia rias cargadas con o inllamablcs. cias que se han pronunciado contra la guerra en sí como objetivo último.
La D,·cloración de La Haya de 1899 prohibió el uso de balas de f¡agmen- En los rundame nros de éstos y otros instrumentos legales y o r gant·
lación (dum-dum ). Una gran cantidad de convenciones inter nacionales zac1ones. que tra taremos detalladamente en la PdrtC Octava de este libro,
prohibieron el uso del gas y de armas químicas y bac teriológicas. Las está la convic ción de que la guerra, y en especial la guerra moderna, no
convt ncio ncs de La Haya de 1899 y 1907 codificaron las leyes de la gue- es sólo a lgo terrible que debe ser evitado por razones de conveniencia,
rra te rrestre y marítima así como los derec hos y obligaciones de los sino también algo maligno que debe evitarse po1 razones morales. Quien
ne ut ra les. Lo> Protocolos de Londres d e 1936 limitaron el uso de subma- estudie las diferentes colecciones de documentos diplomáticos sobre los
rinos contra barcos mercantes. Y , en nues tro tiempo, se rea lizan intcn· orígenes de la primera guerra mundial se sorprenderá ante la vacilación
tos para limitar la guerra nuclear. Todos es fuerzo:-.. testimonian e l de la mayoría de los estadis tas involucrados. tal vez con la de
c rec imiento virtualmente unive rsal del rechazo moral a la violencia •ti- los de V1ena y San Pelersburgo, en dar pa;os que pudieran conducir
mirada c omo de política exterior. irrevocable mente a la guerra. Esta vacilación y e l desaliento casi gene-
Pu eden c xbtir argume ntos lega les contra la validez o efi cacia de ra l que se produjo enlre los estadistas cuando fina lmente la guerra se
es tos tra tados internacionales. motivados por cierta no observancia gc· presentó como inevi table , cont ras ta no toriamente con el deliberado cui·
n<.•raliznda o po r las vio lacione s a s u s prohibiciones. Sin embargo.' dado <c;>n e l que , hasla e l siglo XIX , se planeaban las guerras y se fabri-
hay con tra la existencia de una conciencia mural que lácl l· caba n 111 1dcn1es que las hic ieron inevitables y, de paso, culparan al
rncntl.' s..: l asti mada en presencia de la violenc ia , u al nl('nos an te o tro bando de haberlas iniciado.
cierto tipo de violenc ia, e n el can1po internac ional. La cxbtc nc ia de tal En los añ_os precedentes a la segunda guerra mundial. las políticas
cun cit.·nda d e muestra por medio de los intenl os d e acomodar la con- de las po1enc1as occ1den1ales estaban animadas por el deseo de evitar
duc ta de Jos E!> ta dos a principios morales a través de acuerdos interna· a loda costa la guerra, debido a su gran d esventaja política y militar.
c ionalí'S. Se rcvd a también en las jus tificaciones Y excusas Es te deseo sob repasó cualquier olra consideración de polilica nacionaL
en té rminos morales con que se pretende justilicar las violaciones de Del miSmo modo. la ansiedad de las grandes potencias por limitar la
es tos a c uerdos. Muchas nac iones susc riben acuerdos h:galcs de ('Stc t ipo guerra d e Corea a la península coreana y así evitar el desarrollo de una
v tra tan d e vida , a l mc:nos en cierta l'ncdid a . Por lo ta nto, las tercera guerra mundial o el auloconlrol mos trado por todas ellas durante
pro testas de inocencia o de jus tifi cación mora l con las que lo general las muchas crisis internacionales suscitadas el fin de la segunda
se res ponde a las a c u sac iones son más que meras uJcologias .. el guerra mund1al , son notorios ejemplos del cambio fundamental que se
rLconoc ifT'ic ntu indircc lo de tnora lcs que la s nac 1oncs a ha producido en la actitud hacia la guerra. La conde na moral a la
vec es por completo y frcc u cn lcmentc violan .. Final n: c ntc, la guerra se ha manifestado en tiempos en e l h emisfe rio occi-
conc iencia 1noral ll c amplios grupos dentro de una nac1611 dental en el rechazo a considerar seriamente la posibilidad de r ecurrir
puede rebelarse con t ra innegables y flagrantes violac iones de a la guerra preventiva. al margen de la convenienc ia a la luz del interés
morales y lega les por parte de s u propta duran te la gue rra . raks nac 1onal. Cuando ocurre la guerra, ésta debe venir como una catástrote
g rupo> pueden manifes tarse comra la guerra n':'gá ndose a apoyarla, con natural o como la obra perversa de al guna nación y n o como la cuhni-
lu que tes timonia n la ex is tcr.c ia ele una cunc 1euc .a mo ra l m u y cono naclón pre viSta y planeada de la propia polilica ex terior. Sólo a s í podrán
ccd ora d e morales. salvarse cscrupulos m o rales . que surgen de la norma legal v iolada
que proscnbe la guerra. s i es que tienen a lguna chancc de mantenerse
a salvo.
t.a coudena moral de la guerra
p._, ulumo. partir ,k de nuc!>tro siglo ha >ido no tono
qu e en la ac lilud hada la gucn ..,e refl ej a con-
ciencia ror r artc d e la m :l\'o ri Ol d e los CStadts las a cerca t.Jc llmJ lCS 1110·
234 Limitaciones poder nacional
Mo ral imernacional 285

mundial. Sin embargo, los medios tecnológicos para afectar los proce-
Moral intemadonal y guerra total sos productivos civiles recién se encontraban en su infancia. Los beli-
gerantes debían recurrir a medios indirectos, como los bloqueos o los
Como hemos visto, en oposición a lo que ocurría en la antigüedad y ataques submarinos. Intentaban interferir directamente en la vida civil
durante la mayor parte de la Edad Media, la época moderna establece mediante ataques aéreos y bombardeos en amplia escala sólo esporádi-
limitaciones morales a la conducta en asuntos exteriores en tanto ella camente y con resultado variable.
puede afectar las vidas de individuos o grupos de individuos. Sin embar- La segunda guerra mundial ha empleado los últimos m é todos de
go, ciertos factores importantes en las actuales condiciones de la huma- interferencia direc ta convirtiéndolos en más eficaz inslrumento para
nidad apuntan a un definitivo debilitamiento de esas limitaciones mora- la destrucción de la capacidad productiva de una nación y, por ende, de
les. Recordemos que la ausencia de limitaciones morales en lo concer- su capacidad de resistencia. El interés por la destrucción m asiva de la
niente a la destrucción de la vida fue concomitante con el carácter total vida y propiedad civil coincidió con la capacidad par allevarla a cabo
de la guerra, cuando poblaciones enteras se enfrentaban entre sí como y esa combinación resultó demasiado fuerte como para que pudieran
si fueran enemigos personales. Recordemos, también, que la gradual li- resistirla las convicciones morales del mundo. Como portavoz de las
mitación de matar en la guerra, y su sometimiento a ciertas condiciones, convicciones morales de las primeras décadas del siglo, el Secre tario de
coincidió con el gradual desarrollo de la guerra limitada, en la que sólo Estado Cordell Hull declaraba el 11 de junio de 1938, con respecto al
los ejo!rcitos se enfrentan entre sí como oponentes activos. En las gue· bombardeo a Canton a manos de Japón, que la administración norte-
rras de tiempos recientes, que en diferentes aspectos han sido llevadas americana desaprobaba la venta de aviones y armas aéreas a naciones
a extremos sin precedentes, las limitaciones morales al hecho de matar que habían bombardeado poblaciones civiles. En su discurso del 2 de di-
son observadas en grados decrecientes. De hecho, su propia existencia ciembre de 1939, el presidente Roosevelt proclamó un embargo moral si-
en la conciencia de lideres pollticos y militares, al igual que en el pueblo, milar contra la Unió n So vié tica en vis ta de las operaciones militares de
se vuelve cada vez más precaria y amenaza extinguirse. este país contra civiles finlandeses. Solamente pocos años después, todos
En nuestro tiempo la guerra se ha vuelto total en cuatro aspectos los beligerantes se entregaron a p_rác ticas de este tipo en una escala tal
diferentes: 1) con respecto a la parte de la población involucrada en que a la que los estadistas norteamericanos habían condenado.
actividades esenciales para el manejo de la guerra; 2) con respecto a Y Rotterdam, Londres y Coventry, Colonia y Ntiremberg, Hi-
la parte de la población afectada por el manejo de la guerra; 3) con roshlma Y Nagasak1 son escalones no sólo del desarrollo de la moderna
respecto a la parte de la población completamente identificada en sus tecnología bélica , sino también del desarrollo de la moderna moralidad
convicciones y emociones con el manejo de la guerra, y 4) con respecto de la La guerra de lndochina olvidó, a todos los efectos la dife-
al objetivo de la guerra. renc1ac1?n entre combatientes y población civil. '
Los ejércitos masivos sostenidos por el esfuerzo productivo de lama- . El mterés nacional en la destrucción de la productividad ene-
yoría de la población civil han reemplazado a los ejércitos relativamente miga Y de su capac1dad de resistencia, tal como ha sido conformado
pequeños de siglos anteriores, los qüe·consumían sólo una pequeña parte de la moderna. y las posibilidades de la moderna
del producto nacional. El éxito de la población civil en mantener los rantcs ¡'ca par: ese interés han tenido efectos deterio-
suministros a las fuerzas armadas puede tan importante para el a mternac JOnal. Este deterioro se acentúa a á
resultado de la guerra como el propio esfuerzo militar. Por Jo tanto, la poir la parhclpacJOn emocional de las grandes masas de pobl . s
ucradas en Ja gue rra mod As " ac1on mvo-
derrota de la población civil (la ruptura de su capacidad y voluntad siglos XVI y XVII fueron se o' como las religiosas de los
para producir) puede ser tan importante como la derrota de las fuerzas XVII Y XVIII Y así como últfm: guerras dmastlcas de siglos
armadas (la ruptura de su capacidad y voluntad para resistir) . Así, el de los siglos xIX y comienzos d 1 s a las guerras nacionales
carácter de la guerra moderna, al depender de un amplio mecanismo tienden a retornar a las de l ti o e rxx, as guerras en nue stro tiempo
industrial, borra la diferenciación entre soldados y civiles. El trabajador, lógico. El ciudadano de una P rcó· •g•osod tornando su carácter en ideo-
el ingeniero y e l científico ya no son inocentes observadores que alie n- nacl n mo erna en
con sus !'redecesores de los siglos XVIII guerra, en contraste
tan a las fuerzas armadas desde afuera. Son una parte tan intrínseca e de su pnnc1pe 0 por la unidad r . yxxx, no por la glona
indispensable de la organización militar como pueden serlo los solda - embarca en una "cruzada" ydgf a ndeza de su nacJon, sino que se
dos, Jos marinos o Jos aviadores. Por eso una nación mode rna en guerra .. · . . para e ender un "rdeal"
pnncrp10s", un "modo de vida" . un conjunto d e
debe procurar la interrupción y la des trucción de Jos procesos produc- la verdad y de la vir tud E . para el que reclama el monopolio de
.. . . · n consecuenc ia pele h
tivos del e ne migo y la moderna tecnología bé lica proporciona Jos medios ta 1a rend•c•ón incondicional" d d . a asta 1a muerte o has-
para conseguir ese fin . La importancia de la producción civil para la "ideal" o un "modo de vida" to os aquellos que defiendan otro
guerra moderna y el interés que implicaba e l ata que y d estrucción de la ese "ideal" o " modo de erado perverso. Dado que se trata de
producció n ene miga ya fue advertido e n oc a sión de la primera guerra da de ouie nes adhie ren a se opone tras la contien-
. a Jstmc•on entre soldados y comba-
286 Limitacio,t.s poder "acioual Mo ral twuotw l 281

tientes y soldados incapacitados, entre soldado s y civiles, c uando no á ele m edio en un épol "::t de o pl imÍ\1110 gL:ncral, un
aparece eliminada totalmente, se subordina a otra distinción que es la 1 . .11·1: ' ·1 r "cv•6 la ra;nc ntc la poc;ibilldad de e"i le c.h:\:H tllllu y
g ran 111\ t:S IIgi.H u 1 . J 1 n \Vcsthkc c.Jc Ocret ho I n tcrnacwnal
que rea lment e interesa: la distinció n entre r epresentantes de la lilosotia litó e cm cn tos. o 1 • • . • .
y m odo de vida correc tos y Jos que adsc riben a Jos incorrec tos. La obli- de la
·u · ·rsi,hd . '·
d e Ca mb1idge. c!'>c n b ló e n 1894 .
gación moral de proteger a Jos heridos , Jos enfermos, a quienes se ha n
rendido y a Jos enemigos desarmados y de r espe tarlos como a se res E s cas i una neceda d dcc ar que la rnillga l:ión de la g ucr ru
humanos que son enemigos únicamente en virtud de enco ntrarse del o tro d e las parle' e n con llic to , que ! Or rnan 1 ..t
pe · i mác; ampl io q ue t nbus o un luc.1o
lado de la trinc hera, es reemplazada por la obligación moral de ca stigar
y borrar de la faz de la tierra a quienes profesan y practican el m al.
un 'f' ow.l el tambaé n e'l á co rnpn .: nd_i du .. de mod ? qut:
..que su rgen de c iudada nía a mplia _tambae n le pc •_-
Es ta s tendencias destruc tora s de las limitaciones m o rales se han Desde d co miento d e lus tiempos h"tó rH..os. e\te
visto poderosamentt fortalecidas por el carác ter impersonal d e la ·nunca ha tota lmc nlc au sente e n Europa, pc ru
1111
guerra moderna . A lo largo de la his toria y hasta la primera guerra .t.: t"do g rand es variaciones e n cu an to a la natu ra leza y
1
mundial, los soldados se encontraban fre nte a frente en e l com ba te. c onjun lo al que sentido . .:
Estos enc uentros mortales no estaban desprovistos de un eleme nto hu- licmpo cxis lc un sc ntim h.:nlo cos m opolita, la cn .:c.;n t la de
mano: Jos hombres se m iraba n a Jos ojos mientras trataban de matar munidad humana a la de aunque llh
y evitaban caer muertos. Estos encuentros d ejaban un lugar para las l m.: rtc u r..::, lo que '--'1 terreno ya ha p re parado po r u
y ,fur c1 m utuo que lus g ra m.h:... estados de ' .' mrl..t r pode r
emociones humanas , para las virtudes y Jos vicios, que eran demos trados c..le e h diLac iu n tie ne n e ntre . . . Han pe ríodos
y percibidos por seres humanos. Tras he rir dr mue rte a Likaos, Honwro los niveles ha n caíd o y _uno de ello' al cac;o
hace que Aquiles se incline sobre su adversario agonizante y diga: del uc ce; tamos ha bbndo . L-.s guc1 ras rc l1g ao"ól'i que c;uccd 1c ron a la
"Muere, amigo". R es tuvie ro n entre las m ás lt.: rrihlcs que haya
La guerra moderna es en amplia medida una guerra de apretar bo- 1 t: best ia huma na . a pesa r d e q ue hayan ocurndo e n una epoc a de
tones, un combate anónimo d e gente que nunca antes ha visto a su ene- ilu stra c ión. La pasión por u na ca usa, al de todo lo
migo y que nunca sabrá a quienes ha matado. Las víctimas tampoco ve- di , 03 que ·ésta pueda se r, e s uno d e fu e1 tcs .v
rán jamás la cara del enemigo. La única conexión e ntre los enemigos pJigro;o; a Jos quo; c;tá som e tida la nal u r •. Jcza na ; y e l_la zo
es la maquinaria con la que tratan de destruirse unos a otros. Semejante que unía a Jos pro te s ta nte s en t re s í y catol1 cOS entr: s í, al
cunar cun el q u,· Jus u nía a l E s tado d c blill o Jos co nt ro i<S de la pa-
deshumanización tecnológica lleva a una correlativa deshumanizac ió n
sió n cu ando m ás necesarios Una .
moral. Para el operador de la maquinaria , la experiencia de un objetivo dación s imilar de la guerra volvería a produc 1r se . el
de práctica casi no tiene diferenc ia con un ataque real, y un ataque con- alca nzara la con s iste n c ia y e l pode r de un c redo malltant c y e n f re n-
tra ins talaciones militares le resulta indisce rnible de otro contra obje- tara la idea a c t ua l de cslado e n el campo d e bata ll a E' po "ble
tivos civiles. Como decía un piloto en misión de bombardeo sobre Viet- que entonces viCra mos e n la gut:rra un libcrt m aJc a l q ut< c1
nam: "Es como entrenarse en un juego de tele visión. como ser un anarquismo nos ofrece e n la paz.•
nico " . De este modo, la tecnología de la guerra m oderna debilita drásti-
came nte - s i no es que la destruye lisa y llanamente- la capa c idad de
establecer las dis tinc iones fác ticas sin las que e s imposible discriminar MORAL UNIVERSAL VERSUS UNIVERSALISMO
entre ac tos de g uerra morales e inmorales . NACIONALISTA
Bajo e l impacto de este cambio fundamental en la concepció n de
13 guerra, no sólo fu eron viaJadas amplia mente las limit.:ac io nes E l de ter io ro de la mora l inte rnaciona l e n loo; años lo que
les de matar durante la guerra, de las que he mos hab la do a ntes, en la t iene que ve r con b prot ecc ió n d e l a vida, "'ólo un a s pec to espec ia l
segunda guerra mundial , sino que a demás Jos beligerantes han llegado de la diso lución de muc ho mavor alcante de un s is te m a é tico que e n
a justificar en e l te rre no moral s u rechazo a to m a r pris ioneros , la con- el pasa do impuso a o pL:r ac io ncs co tidianac; d e la
veniencia de ejecutarlos, la de matar indisc riminada m e nt e a militares y pu litica exterior y que a ho ra ha d e ja d o de h (1ccrlo. di_!,Uiución se
civiles; de e s te modo parec e n haber atenuado Jos esc rúpulos mo ra les, ha debido a dos fac tures: el n:cm pb7u d e la..,
o haber se des prendido de ellos Así, si bien las lim itaciones m o rales c rá ticas por la s (.)(-mocrá ti cas e n po líti ca C\;I L"I ior y d rcl·mpl at o d e l0s
acerca de matar en tiempos de paz pe rman ecen intac tas, las mismas patrones un iversale s de conduc ta por pa t rune'
a plicadas a tiempos de guerra han demostrado ser ampliamente inefi-
caces. Y lo que es más importante a los efectos de nues tra exposi-
c ió n : bajo el impac to de un concepto de g uerra funda mentalmente
alterado, han d e mostrado la tendencia a debililarse y desaparecer en • Chaptas Ofl t he PnflC1plet oj l nter11a tro rral Law, Carnbndgc Un1ve r..,ll) Press,
reglas de conducta. Ca m bndgc.. 1894, 267 y ..agutentes
--
2Klt / lllllfdl" tmlt'\ d!'/ fXJdt'l tille iutwl Mo ral iu ttruacional 289

de esle juego cuando informó a su gobierno en 1802: "La expcn c nc1a


ha enseñado a c ualq uiera que eslé a quí en e l serviCIO q ue
Eti.-u J•ersonul de la aristocracia internacional nunca se d ebe entregar a ntes de que e l negoc1.o e s te d c hmuva·
menle cccrrado y lambién ha dcmoslrado que 13 1en1ac1ó n por las ganan-
En los SIJtlo s X \ 11 X\1111, en menor grado has ta la primera gue rra cias s uele o perar milagros''. . . .
muuch .d , la mora l mt crm\Cio nnl era a sunto d e un soberano pe nonnl Difíci lmcnlc se pod ía esperar que csladlStas que pa r1oc1paban en
- c.·s ch·c lr, dt: un dt:t erminado p ríncipe individual y de s u s s ucesores- esta clase d e transacciones se mos t raran apasionadamente d evo tos a la
y . de un pcquL·ño. coherente y hom ogéneo de go- cau sa de los pa íses cuyos intereses estaban a s u c uidado . Obviamen te,
E l p riudpc. y los gobe rnant es aristocráticos de te nían olras lealtades que eslaba n por enc ima d e la que dcbian a l pals
una n.anón t'l'\ pnrtic-ulnr se encontraban e n co ns ta nte e íntimo contac to que Jos e mpleaba. Además, la expcc taliva de beneficios maleriales a la
cun lus pnnd pc.:·s )' gobcn1,mtcs aristocráticos d e o tras naciones. Esra- concl usió n de l tralado , no pudo d eja r de acluar como pode roso mcen-
bnn unidos ent re sí por· luzos ra rniliarcs. JlOr una lengua común (el tivo para h acer expeditivas la s E s tancamie nto, a pla za-
f1·nncés) . por vnlorcs culrurales comunes. po r un común estilo d e vida mientos sine die y guerras a largo plazo no eran e lementos que contaran
Y pur con\ ie<· iones m orales comunes a cerca de lo que le era permitido con el ravor d e estadistas que tenía n un int l'rés muy personJI en la
Y lo le <"stnbn Vl'ttad o hacer a un caba lle ro e n sus relaciones con celebración d,- 1ra1ados . La com ercialización d e l aparato del Es lado
o t ro cabnllc.-ro. tant o de su propia nación como con los de naciones ex- duranle los s ig los XVII y XVIII llevaba a que se limara n la s asperezas de
t':'njcrns . Al competir por e l poder . los príncipes se con sideraban a si las controversias internacionales y se confinaran las aspi racio nes de
nus mos como jugadores en un j uego cu yas reglas eran aceptadas por poder d e las naciones d e ntro de límites relativame nte estrechos.
los dcm:i.s jugadores. Los intcgranlcs de s us servicios diplomá t icos En aquel período, e l embajador austríaco en Francia se sentía más
Y m1htnrcs se cons ideraban como empleados que se rvían a su e mpleador a gusto en la corte de Versallcs que con s us compatriotas no aris tocrá-
en vi.rtud de algUn accidente de nac imiento (a menudo rerorzado, aunque ticos. Tenía vínculos sociales y mo rales más cstrC"chos con los inte-
no por cierto sentido de la lealtad persona l hacia el monarca ) grantes de la a ristocracia rranci.!Sa y OlfOS m iembros aristocráticos de
o por In pronwsa de pago, inrlucncia o gloria. los cuerpos diplomálicos que con los a us lríacos de orige n humilde . En
deseo de beneficios materiales significaba para es ta sociedad a ris- 1757. el conde Stainvillc e ra minis tro austríaco e n Paris, que
tc.x-r-átl ca un law comlm mucho más ruc rtc que los vínc ulo-; de lea ltad su hijo - más larde, como d uque de Choiseul. Primer Minis l ro de
diná stica o nacional. De ese modo, resultaba corriente y natura l que un Luis XV- e ra embajador francés an le la corle d e Viena. Al mismo
gobernante pagura al de relaciones exteriores o a diplomáticos tie mpo. o t ro hijo s uyo er a m ayor de un regimiento c roata en Hungría.
dt." ut1·us pm ses una pens1ón , cslu cs. un soborno. l o rd Robert Cec il, el No era sorprendente que en ta les circunstancia., el personal diplomático
minis tro eh: Isabel. recibía un pago así de España. En el sig lo XV II , sir y mililar fluc luara e n medida no d espreciable e nt re un e mpleador mo-
Wntton, el embajador inglés en Venecia , aceptó uno de Saba ya nárquico y otro. No era ra ro que u n dipl omático o un o ficial francés,
nue_ntras rcclam?ba dt: Es paña. Los documentos que publicó el por r azones de interés propio, ingresara al servicio del rey de Prus ia,
rcvohJC'IOnano rra ncés e n 1793 muestran que Francia s ubsidió se idenliricara con las aspi racione s prusianas y que d esd e e l e jé rci to de
a I<>S auslríacos cnlrc 1757 y 1769 por la canljdad de esa nación luchara conlra Francia. Luis XIV negó una comisió n a l
82,652,479 libra<, de las que el canci ller aus lríaco Kaunilz recibió IOO.OOU. p ríncipe Eugenio de Saboya, hijo de una sobrina de Maza rin, después
Tampoco St' considcr·aba impropio o inus ual recompensar a gobernantes d e lo cual el príncipe ingresó al servicio austríaco y se convirtió en el
ext ranjeros po r M I cooperación en la celebración de tra tados En 1716 más grande genera l d e Auslria, posició n d esde la que puso fin a l s ueño
d canknal fran cés Dubois ofrec ió el minis lro inglés S lanhapc .600,000 Ji: rrancés de do minar Ita lia. Du rante e l s iglo XVII I, un g ran número de
b r-as por un3 alianza con Francia . E inrorma ba que , a pesar de no aceptar alemanes ingresó a ro das las ramas d e l gobierno ruso: muc hos de e llos
la p1·o pucs ra en esa ocasión , "S ta nhopc escuc hó amable n)chtc, s in mos- ruc ron d espedidos más tarde en una especie de p u rga y se vo lvieron a
l rar rli'l!'"lo". Luego de la conclusión del lra lado d e Bas ilca de 1795 su país de o rigen.
p u r d r ual Prus ia desis tió d e b gue rra contra Francia , el minis tro En 1756, poco a nlcs del eslall ido de la Guerra de los Siele Años
>ia n<> Hard t·nbcrg rec ibió dt'l gobierno francés joyas por valor de 30,000 el a l escocés Earl Mari scha ll co m o embaj ada;
f rn nro, y se q u<·jó por la in>ig nifican<.'Oa del rcgo lo. En 1801 el Margrave a. co_n d e recabar inro rmación acerca de las intc n-
dt• B.l<kn ga>IÓ 500,000 fran cos en " rega los de los cua les E l emba jador escoct!s d e Prus ia te nía un a migo e n
,.. 1 min ist ro d e t'X Ic riorcs rrancés Tallcyrand recibió 150,000. Se un de nombre Wall . quien era minis t ro d e rc la; iones
h=-bia [JCIU•:ldo l'ntrcgar so lo 100,000, pero la s uma inc r ementó luego cxtcnon:s d e el q ue le confió todo lo que 1:.1
de sabcrSl' que había rc..'cib ido una caja de rapé valu ada en 66,000 l rancos s.u mfo rmac ión prime r minis tro inglt.!s . quie n, a su
V 100,000 rrancos cn ckc ti vo dt• se la co mumco a l rey Pr usw. En 1792. tnU)' poco antes dd es ta -
El prus iano e n Paris muy bien la reg la p rincip¡tl llido dl." la Guerra d e la Pn mcra Coa lic ió n contra Francia. d gob tc r nu
290 dtl poder A·l o rul mtcnrac ron 1 191

f rancés ofreció e l mando supr emo de s us fuerzas al duque de Brunswic k, volucradas así como en la consigUiente md1gnació n que
quie n , sin embargo, dec idió ac eptar una oferta del rey de Prus ia para . inc adcn tc ; tcndnamos así la med1da d\o! 1? protund tdad del ca ·
conduc ir e l ejército prusiano contra Francia. En 1815, en e l Congreso ha sufndo la ctica de la pol tl ica ex te rio r e n los tiempos n .· cJcntcs.
de V1cna. Alejan dro 1 de Rusia tenía como ministros y consejeros en HJO q "1 dia ' una okrta d e e sa 10dolc SC IJa c ons 1d era . d a com e un 3 1nvi·
a untos ex teriores a dos alemanes, un griego, un corso, un s uizo, un oy. Cla la es to es la violocJOn de la m :i 1unda mcntal dL tod:lS
po laco y un ruso. Incluso a fine s d el siglo xvn , aún era posible para el ta CIOil ' ' . 1 1 d •1 10
la:-t oblig;::.c io ncs morah:s e n a s unt ':'s intc rnac JOnalcs: la ca ta a _r.rop _
prínc ipe Ch lodw ig zu Hohenlo he-Schillingsfuerst ser canci lle r alemán, · Poco a nt c :-t de termi nar d XI). , c u..and o se hac1an o se ml or
a uno de sus hermano s ser cardenal en la c uria romana, a uno de sus acerca de proposic iones de este t 1po, se las ac e ptab? o rec hazaba
ser mini>tro aus tríaco y a o tro ser general aus tríaco y d iplo- m · su va lor int rínseco · s in adosarles ninguna consJde .r.J.c JÓn dc ·d ecoro.
seg un a
mát ico q ue más tard e se convertiría en embajador en Berlín. De e se modo pautas m o rales de cond uc ta con qw; se m aneJaba ans tocr ·
el primer minis t ro fran cés Guizot pudo escribir a mediados del siglo xtx: cia internacional eran ne cesa r ia mente de carac tcr upran_a uon.:t.l. No se
a plicaba n a todos los p rus ianos. au o f rancese s . a los hom-
E n la com un idad europea, los diplomátic os pro fesionales forman bres que por r azones de nacimicnto o cdutac1on capac c:, de co.m ·
una soc iedad pro pia, que se maneja según su s propios principios, prenderlas y actua r de acuerd o con dla s. E sta SOCie dad cosmopolita
cos tumbres. sabe res y a spiraciones, y que incl uso e n m edio de los halló la fu en te para sus p receptos morales e n ,.1 concepto ) l.:t.s. normas
c o nflic to'; e n t re E stados mantiene una t ranqui la y permanente uni- del derecho nat ural. Por lo tanto , los integ ran te s de esta soc1e dad se
dad . Impul sado por los in tereses divergen tes de las nac io nes, pe ro
no po r su s prejuic io s y pas iones momentáneas, e l pequeño mundo scntian personalmente re ponsa bks po1 el c umplimiento de est_a s nor-
diplo m á tico bien puede reconoce r e l interé s general d e la g ran co- mas morales de co nduc ta; era a ellos como seres humanos raclOnajes,
munid a d e uropea con s uficiente claridad e insuflarle la fo rta leza como mdi vid uos. que es taba d irigido e s te c odigo moral Cuando se le
necesaria como para hacerlo triunfa r por enci ma de las difere ncia s. • ugirió a Luis XV que falsi fica ra los bille tes del . Ba n o d e I n glat erra,
Los hombres de ese c uerpo ha n sos tenido durante muc ho tie m po e l rey rechazó la propUt:sta. la que " d e be ser u ns1der ada aqul con toda
po líticas muy distintas sin que es to provocara desavene nc ia s entro: la indignac ió n y todo el horro r que ins pira". e n I792. a los efcc·
e llo s ; c a s i ha n compartido la mi sma atmósfera y horizon- tos de sa lvar a Lu is XVI , se le form ulo una p ropuesta s amtlar con n :s-
tes: t ra baja r sinceramente por e l éxito d e la mis ma política .' pecto a la m o neda francesa , el empe rador a w:.triaco F rancisco li de-
c laró que " un proyecto tan inla.me no debe a ceptarse". .
La experiencia de B ismarc k , cuando se alejaba de su de c m· Es te se nt ido de tlevada obligación mora l persona l en qUienes esta-
bajado r prus ia no e n Rusia, es elocuente para mos t rar la pers iste ncia de ban encargados de la polí tica ex tc n or con re pcc to a s us co legas de
esta cohesión int e rnacional de la aristocracia. Al exp resarle al zar q ue o tros pa íses explica el é nfa!:!>iS con que e c rit ores de lo s iglo s XVII )'
!amc ntaba te ne r que dejar San Pc tcr>burgo, aqué l, malinterprcta ndo la xvut acon cjaban a l monarca pa ra q ue sa lva guardara s u " ho nor" Y s u
observac ió n le preguntó s i dc:,caba e ntrar al serv ic io diplomático ¡·uso. " re putación" como su:-t m ás p rec iadas posesio nes . Cualquier acción que
En su s memorias . Bis marc k indica q ue declinó la oferta "corlé:-tmente" .1u emprendiera Lu is XV e n el cam po era suya personalmen te .
Lo impona ntc y s ignifica tivo a los e fec tos de nues t ro te ma no es que con su personal de las o b ligaciones m o rales y en la que , po r lo
Bismarck haya d ecli nado la oferta - muc has de esa s o fertas ciertame nt e tanto , es taba compro metido s u ho nor pc.:r sonal. Una vio lac ió n de sus
fu ero n rcch..tzada... an tl'S y tal vez a l!!unas poca s hayan sido d cclin:lclas obligaciones mor a les que fuera reconoc ida como ta l p..>r :,US p3n.:s mo-
de sd e sino que lo hiciera "cortésmente" y que e n su informe, nárqu icos , habría afec ta do no sólo a s u conciencia , s ino qm.: habría pues to
escnto más d e t re inta a r-IOS después. no exista n ras tros de indignac ió n en movimiento la rea cción e spontá nea de la sociedad aris tocra t s u-
m oral. H a ce tttn ::,ólu poco más d e cinc uenta años, e s ta o ferta planteada prana iona l, la que se de hace r paga r por la violación d e sus
a u n em bajador que de ser nombra do Primer Minist ro -con- co::.tu mb res un precio en d e prest igio o , lo que es lo mi s m o,
cre tamen te, p::tra que s u lea ltad de un país a o t ro-- era ron- en pé rdida de pm.ler.
sidLr a da po r e l co m o una c · pccic d e propuest?.
que e n :.ah-,o lut o s iquiera la violación d e un norma m o ra l.
S uponga mos que una o fe rta s imilar es formu lada por el Prime r Destrucción de la morai internacional
Mrn is tro ru !:!>O a l embajador nort camcrkano o p o r e l p res ide nte nor te-
am e r icano a. c ualquier diplomático ac reditado en } En el tra n:-tcur o dd X JX , c uand o tt sclccc ion d l.· rnur rá t ica y Ja rcs-
mos e n la. s atuación embarazos a que se le pla ntcaria a las pcn.ona s 111- de gubername nta les rec.•. rn plazO al g,obicr no
de la aristocrac ia. la de la socicUad in tcrnacional )·, c on ella ,
1¡ Bruselas, 1858·67, vol. ll. págs . 266-67. . . de la m o ra l un cambio fu ndamen tal. Virtualm e n te,
1u Btsmar c..k. th e Ma n and Stutesma11, tll e Reflectrons and Remw rs· fin es d e l XIX los gobcrna n 1cs ari:,tocrátÍcos ..:ran
cenct s o / Ot to Prrnce von Bumarck H arpcr and Drot hers, N ueva York Y Londr es.
1899, vo l. l . pág. 341.
blc:-t de la condu c :ó n de a:,un to:, c..·xt c nurcs m uchos países. En
Mo ral mternat.. lf1Ml 293
292 dd poder nacional
corrco.,pondc a cc; tc conlcpto lcg¿d C.ualqUJcr <..osa que demande
la nueva época su luga r fue ocupado por func io narios elegidos o desig- l.t cond cntia cid monarca como j efe c.on , l tlut tonal de ltt uHnun tdad
nados sm en cuen ta distinción de son inglc'l:t u de rnlllat crra en la condutuón de loe; asu nt o\ cxtcr u,rc.,,
lega l Y moralmen te responsables por su ac tos oficiales no a n te un mo- al rnancjo real de C1ius puc\I O que el monan.a n(J es res--
narca es. ante una persuJKl es pecífica) , si no an l c 1;- colcc tJv!dact ponsable de el los ni in fl uye ; obre ellos. ¿ Y qué pod ·mo< decir de Jos
(es un a mayoría parlamentaria o el pueblo en su conjunto). Un y sec retario' de E stado para de
camb1o en la o pin ión pública f:\cilm cnte puede acarrear Ingla terra y d e sus d om inios> So n sólo int eg rante< del ga bine te , que
un ca mb1o en el personal que conduce la polít ica exterior. Los funciona- como cuerpo co lect ivo det erminan la po líti c.a ex ter ior. como cualquier
rios sc_rán sustituido por o tro conjunto d\.! personas provenien tes de otra polít ica, por mayoría de vot os. El gabinete en conJu nto e \ polít tca·
cualquwr o t ro grupo de la poblac ió n que preval.·zca en ese mo mento. mente res po nsable ant e la mayoría d el partido. cuya• preferencias poli·
_Los funcionarios gubernamentales han dejado de ser reclutados cx- ticas se supone que tra o;lada al campo de la acc ión pol.Jr ica. Es Jegal-
clu sJva mente en tre grupos aristoc rálicos ; ahora prov ienen de práctica· nwnl e responsable anrc el Pa rlament o, del cual es, consttt ucionalmen tc
mente toda la población. e n la que Jos integrantes del "establishment" ha blando, sólo una comis ió n. El parlamen to, a s u vez, e< rc>p<>nsa ble ante
Ciertamente con tinúan ocupando una posición privilegiada. Esta sido, el electorado, de quien ha recibido el mandato pa ra gobernar y de quien
po r s upuesto, la tradición de Es tados Unidos. pero en países como In- sus espera n rec ibir otro mandato t·n la\ próx imas eleccio-
glaterra o la Unió n Soviética no tiene precedentes. Bevisn , quien fuera nes generales.
Secretano Gene ral de Transporte y de la Unión Genera l de Trabajado- Los integrantes individuales del electo rado, finalmente. puede n
res _en 1945 pasó a ser Secretario de Estado inglés para Asuntos Inter- carecer de convicciones morales de carácter supranacional q ue detcrmt -
naciOnales. M olo tov, quien fuera revoluciona rio prol csional, llegó a ser
nen sus acciones en el día de elecciones o, si las tienen, pueden ser muy
durant e muchos años responsable de la polílica ex terior sov iética.
he terogéneas en cua nto a s u contenido. Dic ho de ot ro modo, habrá quie·
En países como Inglaterra, Francia o Italia, donde el gobierno ne- nes actúen de acuerdo con la máxima m ora l: " En el acierto o en el error,
cesita el apoyo de una mayoría parlamenraria para continuar en sus
apoyaré siempre a mi país". Habrá quienes apliquen a sus pro p ias accio-
f unciones, cualquier cambio que se produzca en la mayoría parlamen-
nes con respec to a los a.!.untos internacionales, así como a las acciones
taria implica un ca mbio en la composición del gobierno . Incluso en un
del gobierno, las normas de la é tica cris tiana. Habrá qui enes a pliquen
pa ís como Es tados Unido•. d o nde ya no el Congreso sino únicamente las normas de Nac io nes Unidas o de un gobierno mundial o de u na
las ele c io ncs generales pueden llevar o sacar del poder a una adminis· ética humanista. La fluctuació n de los integrant es en el sec tor que de-
tración, la ro tación de Jos func ionarios del Departamento de Estado
ter m ina la política, o de la bu rocracia permanen te de la cancillería, pue-
ser con, iderable. En dieciocho meses - -de julio d e 1945 a enero
d e 1947- , Estados Unidos tuvo tres Secre tario• de Estado. De todos Jos de o no reflejar es tas diferencias de opinió n. De todos modos la rete-
funcio narios políticos del Departamento de Estado --<l sea el Subsecre- renda a una regla moral de conducta requiere una concie ncia
tario y Jos Secretarios Adj untos-. q ue asumier.:>n su cargo en octubre de de que emana; pero no existe conciencia individua l alguna de la que
! 945, ninguno 'e mantenía en él dos años después. Dura nte la adminis- lo q ue llamamos moral internacional de Inglate r ra o
tración Rengan, una tendencia que había co menzado con Carter rcsuJtO ac cualqu1et' ot ra nación.
<"n designaciones políticas por encima de la junta del Departa mento de Un estadis ta puede seguir Jos dictados d e >u pro pia conc 1enc 13 en
E stado para niveles que van desde delegado asis tente has ta secretarios. lo que llene. que \'Cr co n el manej o de la polí tica exte rior. Si Jo hace
La fluc tuació n de Jos funcionarios gubernamentales para asuntos inter- esas morales dc.:bcn atribuirse a él en cuan to persona v
nacio nales y la respo nsabilidad que tienen a nte una entidad colectiva y a la nac•on a la que pertenece Y en cuyo no mbre puede rea lmente ha blar
amorfa implica consecuencias de largo alcance para la eficacia y aun De modo, cuando lo rd Morley y J olm Burns sinti eron que la parti:
pa ra la pro pia ex istencia de un orden moral internacional. ClpaciOn de en la primera guerra m undial era inco mpat ible
Esta transformación ocu rrida en las naciones cam bió la moral in- conviCCiones morales. r enunciaron a S U'\ ca rgos en el gabinete
ternacional como s is tema de lim itaciones morales llevándolo de realidad actos personales y aquéltas, con viccio nes e rso-
a mera fi gura re tórica. Cua ndo decimos que J orge 111 d e Inglaterra ob- nalcs.
b ,. Cu,¡mJu
1 ·1 b.cll el m iSmo momento t::·1 e·anc ·¡¡
t cr J á d · p
Ll cm n a nllttó como
ciert as normas morales en su trato con Lui s XVI de Francia a eza te terno ale;·nt:.tn, la il egalidad e inmora lidad de l a viol ación
o con Ca ta lina la Grande de Rus ia, nos es tamos refiriendo a algo real, d.c belga. jus ti fi cá ndo la ó lo med ia n te el estado de
a lgo que puede ser iden lificado como la conciencia y Jos actos d e deter- SIC1a . .w aba Cll su no mbre exclusivamen te La vo 1 de .!.U conci<.:ncia
m inados individuos. Cuando decimos que la comunidad ingles?. de no PO(.1Ja !-.CJ - y no lu fue.:- identi ficada l 1· · ·
tiddad llam:uta Aleman ia. Los principios de la colee-
naciones. o inclusu que Inglaterra so lamente, tiene o bligaciones mo ra-
como nllni flu de RdaLionc s F.xt crioi cc; \' PJim , que_ guiaron a
les hacia E s tados Un idos o Francia estamos recurriendo a una licción.
Mediante esta ficció n, el derecho internacional actúa con las naciones progc t liJ.IIII dl· \ 'i(.ll\ duran te la
com o s i fuera n personas, a unque nada en la esfera de las obligaciones
294 d el pode,- ,acioual Mo ral inten1acioual 295

suyos propios Y no los de Franda y a se le ocu rrió pe nsarlo Los republicanos son re vol ucionarios d e rratura . La sangre de S us
de o t re n1od o. Ma jes ta des aún e:, tá en aquel país. ¿Se ha sentido a lguna vez desde
normas m o rales a c túan e n la cun ... knc ia individual d e cada en to nc es fe liz o tranqui la? ¿ No se de e n ma-
hombre. Un gobierno que pueda idc ntific.trsc claramente a través de ta nza? ic ky . que la ma ld 1c 10n d e 01os ha catd? ese
los hombres que lo inl egran. Jo s que son perso nalme nte respo nsables pue blo s ie mp re. Nosotros, reyes y c mpe rad_orc s .. te-
por a c tos. es el requi sito previo para la exis te ncia de un elec ti vo ne m os u n "anto deber q u e nos ha Ciclo y que cun s tste
si s te m a . de ética internacional. En Jos casos en que la responsab ilida d en e l p rinci pio d e Pu r la G rac •a d e Dros.
dd gub1e rno es ampliame nte repa rliJa entre gran número de pe r sonas
con dikrc ntcs concepciones a cerca de lo que es m oralmente ncce sano Y e l anac ro nis m o d e l abortado plan d e Guillermo 11 , concebido e n
en a s untos internacionales, o completamen te c arcn lcs de concepciones vfspc ras de la gue r ra hispa no-norteamerica na , pa ra unir a las pote ncias
a l rc !>pcc to, se vuelve impos ible la exi s lcncia d!.! una moral internacio nal europeas e n apoyo d e la monarquía española contra la re pública norte-
co m o s is tema eficaz para limitar la política internac io nal. Por esta ra zó n, americana desalen tó a sus c onsejeros.
en 1923 e l re verendo Rosccx.· Po und pudo d ecir: " U n o rde n mora l entre Pero aú n e n 1914. poco antes dd co m ie nzo de la p r ime ra gue rra
lo s E , tados hubiera sido m ás pos ible a mediados del siglo XVIII que en mundia l. había e n m u chos estadis tas y e n s us d espachos un tono m e-
dia s".'t lan cólico a n te el hecho d e que indi viduos que te nían tan to e n común se
vi e ra n o bligados a c;c pararsc y a unirse a los grupos en confli cto a ambos
lados de la f rontera . Aun e l gran E stado Ma yo r alemá n , e n e l me morá n-
Destrucción d,. la sociedad internacional d um a ntes citado. se refiere a la inmine nte prime ra guerra m undial
com o " la ca rnicería mutua de la s n acio nes civi lizad as de Europa" y
En ta nt o l;" lormas de selecció n democ rá tica y la responsabilidad de con tinúa con es ta no ta de a n s it..:dad y p resen t imiento: " Después que esa
los funcionariu::. gubernamt·ntalcs des truyeron la moral internacional m oda se d esarrolle , se puede decir que a m e nos que ocurr a un milagro
corno s is tema efectivo de limitaciones, cJ nacionalismo destruyó la propia de ú lt imo no podrá e vit arse la gue rra que a niqu ilará durante
socied a d inll.!rnaciona l d e ntro de la que operaba aquella moral. La revo- dC:cadas la civilización de c asi to da Euro pa". E s to, n o obstante, e ra ape-
luc ió n francesa de 1789 señala el comie nzo de una nueva época his tórica nas una dé bil rcminisct..: ncia q ue no tcnUría la ca pacidad de incidir duran-
que el g radual ocaso de la sociedad aris tocrática cosmopoli- te mucho en las acciones de los h o mbres. En aque l esos
ta y de la inrluenc ia m o de radora de su moral sobre la política exterior. ho mbres te nía n obviamente menos en común e ntre sí de lo qu e tcnian
El pru[csor G. P. Gooch escribió: los respec tivos pueblos d e los que había n surgido y c u yos in t e reses y
volunta d representaban. Lo que separaba al Prime r Minis tro francés de
que el es tan viejo como el ins tinto d e a socia- s u opositor en Berlín era mucho más importante d e lo que los un ía. Por
c rón humana , el nac iOnalismo. e n cambio, como credo articu lado es el cont rario. Jo que unía a l Prime r Minis tro trancés con 1". nación fran·
a lgo de Jos fuegos volcánicos de la revolución francesa . cesa era muc ho m ás impo r·ta nt c q ue c u a lquie r c o sa que pudiera sepa -
La m arca de la batalla cambió e n Valmy; y, e n la noche, tras la c sca- rarlos. El lugar de una sociedad inte rnacion a l a la que pe rte n ecian los
Gocthe ... .. una consulta acerca de s u opi- diferentes grupos gobe rna ntes y que proporcionaba un conte xto común
m on. con es tas palabras hr s to n cas : "Hoy comie nza una nue va era para la s dife re ntes soc iedades nacionale s hab6a s ido ocupado p o r las
y u s tc d t:s podrán dec ir· que es taban presentes cua ndo nació".'! pro pi as sociedades nacionales. Est as e ntregaban aho ra a sus r e presen -
tantes e n e l campo inte rnacional las paut a s de conduc ta que antes p r o-
Fue un lento p roceso de corros 10n. valie ntemen te res is tido po r e l
po rc ionaban la sociedad int e rnacional.
viejo o rden , c omo lo demues t ra la Santa Alia nza e inc identes tales como
el a nrcs referido de 1862, cuando e l zar ruso invitó a Bis rnarc k a ing re- Cuando, en e l transcurso del s iglo XIX, esta fragmentació n de la so-
sar a l 'c n •icio diplomá tico ruso. Pe ro la declinación de la sociedad inte r - cie dad aris tocrá tica int e rnacio na l en segm en tos nacionales se e n contraba
nacion a l y d e su m o ral , que había unido a los mona rcas v la no ble za en vía s de cons umac ión. los p rotagoni s tas nac ionalis tas es taban con ven -
del c ristianis m o , e s inocu ltable hacia fines del s iglo XI X. Es; d eclin ació n cidos de que aque l d esarrollo fo rta lece ría los lazos de la m o ral inte r -
e ncontró s u ilustracció n más dolorosa en los teat ra les inte ntos ve rbale s en vez de tk b ilit arlos . Pe n s aban que una vez que las a spiraciones
de G uill e rmo 11 por d e tene rla . En 1895, escribió al zar ru so , refiri é n- naciOna les de los pue blos libe r a dos fuéra n sa t is fechas y las n o rmas
dose él Francia: a n s toc ráticas deja ran p aso al gobierno p o pular, nada podría dividí•· a
las n acio nes d e la tierra. Co n scient ('S de pe rt e necer a la mis ma huma ni n a d
e in spirados po r los mi s m os ide a les d e libe rt a d , to lerancia y paz. habrían
11 " Phllosvphlca l Theory and Intcrna u onal Law", 8Jbl:othcca Vuscnana, vol. I. de p e rseguir s u d est ino nac io na l e n a rmo nía. Pero c:1 realidad e l es p íri t u
Leydcn, t92J, pág. 74.
11 Sl udws m Dt plomacy artd Stul ecraf l . Longmans. Grccn and Company, Lon· nnc 1o nalas tn , una n .·z que se hubo ma ter ializado en los E s ta dos n acio-
dres. Nueva Yo rk. Toro nto . 19<42, págs . 300·01. nales. demos tró se r no u ni\"L'rs:tlis tn y humanitar io. sino pa rti culari sta
296 dd poder na cimral ¡\·f o r al i Hten 1ac-iau al 297

y exclus ivo. Cuando quedó des truida la socie dad de los s iglos XVII y occidenta les, se d e terminada s por la a mplitud con que cada
XVIII , rcsull ó o bvio que no había nada que la reemplazara co mo eleme nto sis tema de moral es ca pa z de mode la r las acciones. o a l m e nos las c on-
unificador y !imitador para so breponerse como sociedad real a las so- cienciaS. de los hombres de acue rdo con su s p receptos. Cad a se r humano.
nacionales individuales. La solidaridad inte rnaciona l de la clase en tanto es capaz de res po nde r al llamado é tico. de ca nto e n tanto se
trabaj<Jdora ba jo el estanda rt e d e l soc ia lis mo demostró ser una ilusió n. ve e nfre nta do a un conflic to de concienc ia que p r ue ba la fortale:z.:"l re-
La rc lígión organizada tendió a id e ntifica rse con el E stado naciona l antes lati va de los ma ndatos m ora les en pugna . Una prue ba si m ilar debe
que a lrascendcrlo. De ese modo, la nación se convirtió en e l Ultimo minar la respectiva fortaleza. en lo que tiene que ver con e l mane J_O de
punto de r·cfcrcncia par a la a lianza del individuo y los int egrantes de las la pulitic.a exterior, de la é tica y de la é tica nac1ona·
dHcre ntcs naciones 1uvicrun s u s propios o bjetivos par ticulares para lis mo. El le nguaje diplom:\1ico le r inde tributo y muchos escnto re s pos·
aliarse . tula n la é tica s u pranacional com p uesta por ele mentos c ris tianos , c os mo-
E n el re trato que pinta lord Kcynes de Clern enceau. tenemos una politas y huma nitarios. Pe ro la é tica del naciona lis mo ha venido
vfv ida visión de esta nueva moral del nacionalis mo: ascende ncia por todo el mundo durante e l Ultimo siglo y m ed1o.
Sintió Francia lo m ismo que Pcricles experimentó por Atenas: Es un hecho cierto que, aún antes de l influjo de la é tica d e l nacio-
que . lo unrc_o q_ue valía e r:a ella, que nin gun otra cosa importa ba ... nali smo , ésta. ta l como era formula da po r eje mplo en la filosofía de la
Tenra una llustón: Francra; y una desilu sión: la humanidad , inclu-
ra zó n de Es tado de los siglos xvtt y XVIII , de mostró se r supe rior a las
yendo a los france ses, y tambié n a sus colegas . . . Las naciones son
entre las que !te ama a una mientras se experimenta normas de cond uc ta de carácter unive rsal en la mayor parte de los casos
md1fercnc aa ante las demás, u odio. La gloria de la nación que se de conflic to. Es to resulta obvio el examina r las más e le mentales y a gudas
ama es un fin deseable. pero gc ncra imcnh: se logra a expen sas de situaciones de conflicto de es te tipo. por e je mplo el que se plantea entre
l«?s vecinos. La prudencia 1·c qucría algo de demagogia hacia Jos el precept o é tico unive rsal " No m a ta rás" y e l ma ndato de la é tica de
"Ideales" de los norteamericanos tontos y de los ingleses hipóc ritas, una nacion e n pa rt icul a r: "Ma ta rás b ajo ciertas circunsta ncias a los ene·
pero sería estúpido creer que hay suficiente espacio en el mundo, mi ga s de tu pa tria ". El ind ividuo a qu ien se dirigen estas dos reglas d e
como en realidad ocurre. para asuntos tales c omo la Liga de las conduc ta se e nfre nta a un conflic to e ntre su a lianza con la huma nidad
Naciones o cualquier sentido de l principio de autodeterminación,
com o conjunto. que se m a nifiesta en el r espe to a la vida huma na inde-
excepto para alguna fórmul a ingeniosa que rea comode e l equilibrio
de poder según los intereses propios.11 pendie nte men te de la naciona lidad o de c ua lquier o t ra ca rac tl.!ris tica, y
La fragmentación de Ja anterior sociedad internacional en una mul- su lea lt ad a u na nación en pa rtic ular c uyos intereses está llamado a
tiplicidad de comunidades nacionales moralmente autosuficientes que defe nde r a expe nsas de las vidas de integrantes de otras naciones. Como
dejaron de operar dentro de un contexto común de preceptos morales Jo decia Pascal:
no es más que el síntoma exterio r del profundo cambio que en tiempos
recientes trans formó las relaciones entre los preceptos morales univcr· ¿ Po r qué me matas? ¡Qué ! ¿ No vives a l o tro lad o del río? Si vi\"ieras
de es te lado , amigo. yo sería un asesino y seria injusto m a ta rte de
sales y los sislcmas de ética nacional paniculares. Esta transfonnación cslc modo. Pe ro, dado que vives del o lro lado, soy un hé roe y es
se produjo de dos modos difcrenlcs. Debilitó has la la ineficacia las reglas justo . . . Tres grad os de la titud a rrasan con c ualqu ie r j urisprudc n·
de conduela uni\·,·rsales y supranacionales, las que antes de la era del c ia; un meridia no d ec ide la verdad. ¡Extraña jus tic ia esa que es
nacionalismo habían impuesto un sistema -por cierto que precario y limit ada por u n río! Lo q ue es ver dad d e es te la do de los Pi ri neos,
enredado- de limitaciones sobre Jas políticas exteriores de las naciones es un e rro r a l otro la do. 14
indi viduales. Y, por el contrario, fortaleció enorme me nte la tendencia
de las naciones individuales a do tar de validez universal a sus sistemas Muchos individuos tant o hoy co mo durant e la mayor parte de la
parliculares de é tica. hi st or ia resolvie ron es te conflic to e n t r e la é tica na c iona l y la supra-
nac iona l e n fa Vór de la lealtad a s u na c ión . No obs tan te , a l res pec to tres
fac tores distingue n a la época actual d e las a n1criores. '
Triunfo del nacionalismo sobre el internacionalismo Primero , ha ocurr ido un e no r me inc rc n1e n to e n la cap ac ida d d el
Estad o naciona l pa r a e jercer compulsión moral sob re sus inte gra n tes .
La vilalidaJ de un siSicma mo ral llega a s u prueba cruc ial cuando su Es ta capac idad de r iva en pa rt e del casi divi no pres tigio de que goza la
cotH ro l d e las conciencias y acciones de los hombres es desafiado por n ación e n nuestro tie mpo y e n pa rte de l con trol sobre los inst rumentos
u tro 'tÍ!> h.: rn a ruural. As í. la fortaleza rcJa tiva d e la é tica de la hu- que mo ldean la o pinió n pública, los que han llegado a manos d el Es tado
mildad y d e l rcnunc ia micnlo, pro pia del Sermón del Mo nl e, y de la é tica me rced a Jos desarro llos económ icos y tecno lógicos.
del y Jel poder. carac lcrí>lica de las mode rnas socicd•des Segundo , exis te un aumento tal de la lea ltad a la nación que dctcr-

IJ Tht: Eccm a mrc Consequencts of Pt ace, Harcourt , Brace and Company, 14 Pensfes. Random H ouse, lnc., Nueva York, 1941 , Sección V. Reproduc ido
Nueve. Yo rk, 1!120, págs . 32·33. con autorización de l editor .
M or'al illt emaLIOtral 299

11111"13 QUt' lo' in lividuos dc!ltcntic nctan de rt>gl.1 ' de conduc ta un t· ba rgu . a lo'l efec to -. d-.: 'iupc rar el confltc lo tdcn t ifi an la moral de s u
l__.'_l moderna te nologín de lu guerra ha prol>Orcionuctu o los noc iou l."u n lu" de la é t1c.t V1erte n , así de-
fO(II Vt luo' o pur·tunidndes d e d es t n.tc ió n nuhi\'a e n cpvca.!'> CiliO, el co nt e nido de In m o ral n:.c wn.d e n la ahora ca si vac 1a b o tc.lla
ll uy e 11 día unn na ió n puede p cdu· a un solo ind ividuo q ue de 1:1 t't lta unl\ e l ,,,l. A-.í cada llega a conol cr nuevamen te. unn
dt.• , tr-u y..t lo ' virlns de C'tc nt us y miles de pc 1so nn.;; dl,pnrando un ruurnl \1111 \lt.'l ' nl ,., d ec ir, -.u propio mor.1l nncion.Il- . la que con·
lnl " ' <ahf';,n nu leor La eje u 1 n d e unn dc m rmdn de t a n cno 1·mes s•tlcr.u ta una que tod as l.,s nac iones de be n ace pta•· como p ropw
In d c blltd ntJ d e In e ftca supranac1o nnl d.: m odo L:1 u rlivcr,n litb d de una a In q ue to{b.S n ac iones odl11e rc n e
m th lnlpi CMWl nntc q ue e n el ca so d e vr oln Io nes lim it a das d e por un:l é t ka naciona l qu e recla m a el derech o :l un rcconoci·
rnn1 .dc ' de C'OIIdut lo d e cnr-á te r universal que se com e t ie ro n e n q >OCas mte nto Ent onces cxis rt.:n p o tc ncinln"'lf"nt c tonto código-. é ticos
a"'. 1 eclama ndo um ver, a lidad co mo naciones polítlc;lmen tc dm:\m icas.
Fin. Jmc nt c , cxis t,· e n In o 1ua h la 1 m o con sc uencin de los dos miciuncs han dcj.ulo de oponerse unas n o t ras, como lo h Kk ron
an te muc h a m e no r c hnn e pnr-n l os individuos dc en e l pe ríod o q ue me dia entre e l Tratado d e Wcs tf:llia y las guerra · na·
m a nh·n cr:,c Jcn lcs o unn é taca suprnnnc tonn l c uam.lo ésta e nt ra en con- po lcónicou y desde a lll ha s ta la prin1cra guerra mu ndial. dentro de una
fll lo o n de la nac •ó n Enfrenta lo o la e no rmidad tram ::. de rce ncia s co mpart idas y va lores comunes. los qut: impoman
Uc ruu q ue e le pide o m e ta en no mbre de la na ión y al rodo ¡lO- limitaciones efec t ivas a tincs y los m edio'\ que e mpleaban en la
d c l OM) <.le la m o ral que In na ion e jerce sobre é l. e l ind i- luch a por e l pock r . Ahora se o po ne n unas a o tras com o abander adas de
vaduo rcqucr ina una c xtraordmana fo rtalc7..n moral com o pa ra resis tir s iste mas é ricos, cada una con s u orige n n a c ional , cada una reclamando
'' t uc lu a Ln magni lud de las m fra c ao n cs a la é tica um vcrsa l co- y a s pi rando co n for mar u na trama s upranacion.1l de pautas mor3.lc s que
mc udas en no mbre de la nn 1 n y la compuls ió n m ora l que e e je rce en toda s la no ck ban ace pta r y dent ro de la que to das las
numbrc d e ella. afc ta n la s rcla aones u nllt a trvas de lo s dos s is lcmas poli l icas se vean obligadas a o perur. El código m ural etc una nacio n
de é ta a . Po ne e n mar .ado re lieve In d e e s pera da debi lidad de la é tica lnnz.a a s u oponente e l desafío de s u clamor universa l con fe rvor nlcsh\-
Ufll\'c r·sa l e n MI o nfli to o n la m o ral de la nación y decide e l co nflic to nico ; aquél le responde rá de modo reci proco. El compromtso. virtud de
en fn v01 de la uac Jó n a un d e que haya c o m e nzado . In vieja d iplo m acia, se vu e lve traició n en In nueva pues e l mutuo aco-
m o damie nt o de las de mandas en confl ic to , posible o legít im o d e una
t rama común de no rmas nlOralcs, se torna p r3cticam e nt e impos ible
Transformación del nacionalismo c uando son las p ropias norm a s morales a ls que están e n ju ego . De ese
rnod o, se p lantea una lucha e ntre las nac io ne s c u yos obje tivos ya n o
En punt o rs c uando la impo tt=n c 1a de la l:llca se convtc rtc son su s pos icio nes relativas d\.'ntro de un !-.l"ll:ma po lít ico y m o ra l acep-
c u un llllf>nrt u nt c fac ru r a l aporlil: r un cambio sigmfi atlvo y de largo tado por todos, si no la capaci da d p ara imponer :..\ las de más un SISte ma
al ..1n e e n las rcla iones c nrre los sis te mas de m orn. lidad na cional y político y m oral nuevo, de carác ter univer a l , según las cun-
.)u p n uw ío nal. uno d e los fa c to res q ue lle va a la identificac ió n de vlcciunt·s política s y m orales de la s nac io n es t r iu nfadoras .
Lo.:. md i\Jduo llegan a udverttr que e l escarnio de las normas E l prim er indic io de este proce::,o q ue desd e un
un 1vcrsn lc.:. d e m oral no la m an10bt a de unos pocos malva dos, smo gl!nuinamc nte a unn mu ltiplicida d de sis te mas m ora les par-
t'l r t"s ultado ir.cvi1ablc d e las condi iones bajo las que la nación e xis te tic ulares que reclaman y comp ite n pur o;c puede detec tar
p c1·s •g uc s u s o bje t ivos. Expcnmcn tan e n u p ropia con ciencia C'l debi· e n la cont ienda l'lltrc Napoleón y lds que habian a liado en
lll ar nic nl o d e n unnas Ulll\ t:f.)alcs y la prcpondl.!ran ia de la m oral su contra . E n ambos lados. la contie ndJ. fue librada c"n nonlb rc de
com o que m o ta van la:, a c aones e n el •.unpo in ternaciona l y q ue p r inci pios particula res que rcclatn ;_, ban validez. aquí lo s pn n·
n d ·j.m eJe pcr l urb:ar !)U concie ncia. dpios d e la revo lución france sa , a llá el p r inc ipiO di.:" legit im idad . Pero
l'or u n ..1 p3 rlc. el co n s ta nte n1ales rar de una oncic nc1a pe rpetua· con la de rro ta de Napo h:ó n y d f raca so de la San ta Ali;_m¿a en
m e n le tnt rn nqui la c!t una C JI ga de rna!>iado pesada pa ra .)0brclleva1·; por sus f re nte al c rcc ic nh! m o"i mien to te mtc nto
rro l3do, d c mn Í!.ldu apegado al con c pto de é t ic a como por e rigi r un código ..!lico partic ula r 1..'11 va lo r llegó a t 111 y
parn rcnuradur u él Ant e e e con fl ic to s e abren dos po,ib il ida d es de rcso- pasó a ser un me ro interludio his tórico .
lu l lon . e p uL:d c n so ri fic ar m a ndato s mornlc;) de la nacion en b c ncti· E l attu al period o de la h b to r ia. en d q ue por lo genct-;.tl •, al pa·
10 d e la a univcr a l. Surge a s í la severidad del con llic to contc m po· n .:ccr, pc rrnancntc m cn tc las nor m as de conduc t ::l unt
r n eo que h:1 Jlcv:tdo n minorías a re a Ji¿,ar el sacnficio de n ega r se ve r sa les pur o t ra:, pa rtic u lares que:: acclama n fu e anunt iado
n npo ... ,. d.,.._.,
mulada po lllic as ex te a iorc:t d e sus re pec tivas nac io nes po r Woodruw Wibon al hablar d e " halcr el mundo seguro IMt l,t tic
t.n nunl hll.' d e u n a m¡b e le vad a m o ral Las mayoría s , s in c m· m o c rac ia" u por accich:ntc y tiene g ra n qu\..'
t.ompart acaun la ck \ V!Iso n pc n ....arun qLac la t;lll.'tra t.·¡ a una " nu
n Otros ra tore.s pueden encontrarse en el capitulo 20. :t...td a " po r la democracia. Vi sta desde la pers pc ti"' de Wtbon. la pn
Moral i11ternacimral 301
300 Llmuaciones del podt-r nacional
ba. Pero para muchos hombres de l lado de Naciones Unidas, lal como
mera gue rra mundial tie ne en común con las cruzadas de la Edad Media
fue librada con e l propósjto de hacer que un siste ma moral, sostc· surge de lus princ ipios de la Carta Atlá ntica y los Acuerdos de Yalta,
la segunda guerra •nundia l fue además una conti enda por la democracia
nido por un grupo, prevaleciera e n todo e l mundo. O. como Jo dijo
Robe rt C. Binklcy: universal y la democracia también te rminó no pasando la pr·ue ba. Ves-
de fines de la segunda guerra mundial los dos sis temas n1ora l Y poli-
La gue rra mundial no sólo llevó al pináculo a csladis ras que eran
tico sobrcvivi ..:ntes que reclamaban validez - la
filosofas. sino que también arrojó de sus pedestales a inrclec lualcs y e l comunismo- entraron en una activa competenc ia por el do mm.IO
y a 1ilósofos prof<.·sionales. En todos los países. es hombres habían del mundo y ésa es la s ituac ió n en la que nos hoy en d1a.
empk a do sus esclarecidos talentos para dotar a la cu es tión de la Seria una ilus ión muy peligrosa pasar por alfo o mcl uso .
guerra de un s ignificado cósmico. Demostraro n que las prccia r la profundidad de la diferencia que exisle cs •a s1tuac10n
del ad\'ersario siempre habían estado p resentes bajo la forma de y la condición del moderno s is tem a esta tal desde foncs de las gue rras
una filosofía y de una cultura naciona les, y que el triunfo del religiosas hasta la en trada de Estados Umdos a la pn mera guerra mun·
partido propio era necesario para e l esquema ético del unive rso . dial. Só lo se neces ita tomar a l azar cua lqu ier conflicto que haya
Inmediatamente d espués de la ruptura de hos tilidades, Bcrgson
descubrió que la gue rra era un conflicto entre "vida" y "materia", rrido en el primer período - con excepc ió n de las gue rras napoleont-
con las potencias del Entendimie nto alineadas del lado de la "vida" cias- y compararlo con Jos conflic tos que han desgarrado a l mundo
y las potencias cent rales defe ndiendo a la "materia:·. pro- en las últimas tres décadas para adver tir la importancia de aque·
clamó que la fil osofía y el carácter inglés eran ma mfestacwnes de Jla d;fcrencia.
gazmo ñería; y el tranq ui lo J osia h Royce, gran deudo r de Hegel, Pe rmítasenos comparar los problemas internacionales de nuestro
llegó a la conclusión de que "Aiemama es el enemogo premedttado tiempo con los problemas que llevaro n a Francia y a los Habsburgo
d e la r aza humana ; le está permitido a c ualquier hombre ser pro-
germano s i comparte esa enemistad". Los filósofos procuraron a un conflicto casi continuo desde comienzos del siglo XVI has ta me-
hacer un g ran c isma de un mero conflic to polít.ico .. diados del siglo xv ttt o Jos que enfren taron a Inglate rra y Prusia co n-
para dejar un rec uerdo permanente de la prost1tuc10n del arte filo · tra Franc ia en e l siglo XVIII. Esos pro ble mas consistían en e l e ngran·
sófico. los gobiernos victoriosos a s'?.ldado de decimicnto territorial y e n cont iendas dinásticas. Lo q ue estaba en
ejércitos una medalJa de bronce con la rnscnpCión Gran Gucn a juego entonces era un aume nlo o una disminución de la gloria. el bienes-
por la Civilización"." tar o el pode r . Ni el modo de vida, es decir, el sistema de creencias
y convicciones é ticas, de Austria, de Inglate rra. de Francia o de Prusia
Pocos meses después que se iniciara es ta cruzada democ rática. en se encontraban en juego. Y eso es exactamen te lo que se e nc uentra en
octubre de 191 7 y e n Rusia, se echaban las bases para o tra estruc tura juego hoy. En los siglos xvtt y XV !Il ninguno de los conte ndientes e n el
moral y politica que por • u par te, e n tanto e r3 aceptada solame nte por campo internacional aspiraba a imponer su propio s iste ma ét ico, si es
ur:a fracción de Ja humanidad, n.:clamaba proporc iona r· un techo co· que lo tenia, a Jos demás. La posibilidad de semejante aspiración nunca
m.-.n bajo el que toda la human idad podría vivir junta en j us tic ia y en se les habría ocutTido, puesto que era n conscientes de la existencia de
paz. Mie ntras , en los a ños '20, ese reclamo era apoyado por un poder un código moral universal al que habla prestado incuestionable ad he,ió n.
insufic il'nte y, por lo tanto, se convi rt ió en poco más que en un pos· Aquel común "sis tema de artes ; leyes y costumbres", "el mismo
tulado teórico. el universali smo democrático se re tiró de la escena de nivel de cortesía y cultura" y el "sentido del honor y la justicia" que
la política activa y el a islacionis mo ocupó s u luga r . Sólo el desalio Gibbon ha b ía detectado en " las costumbres generales de estos tiempos"
teó rico q ue los sacerdotes del nuevo marx 1s mo umversalls ta arrOJaron y <jUe Fénclon, Roussea u y Vattel consideraban como una rea lidad vivida
a la faz del mundo democrático. y el o stracismo moral, politico y eco- y viviblc, y cuyos resullados polilicos había señalado Arnold Toynbec,"
nóm ico con e l que csre úlrimo res pondió al re to. fueron las formas se ha lra ns formado hoy principalmente en una re.miniscencia his lórica
que 3dquirió el conflicto de los dos uni versalismos e n el ca mpo de la ras treable con doctos tra tados, e nsayos u tópicos y docume ntos diplo-
politic;- int ernac ional. máticos, pero ya sin ca pacidad de impulsar a Jos hombres a la acción . Sólo
En Jos oños '30, la filosofía del naciona lsocia lis mo, crecida e n el sobreviven jirones y fragmentos de es te sis te ma de ética supranac ional
de una nación parricular, fue proclamada como el nuevo código que solo eje rce s u influencia Jimitadora sob re la politica internacional,
mc:. rol que iba a ree mplazar a l c redo vicioso del bo lcheviquis mo y a tal como hemos vis to, en ins tancias ais ladas como e l ase si na to e n tie m·
la moral decadente de la democracia y que se impo ndría a toda la huma- pos de paz y en la guerra preventiva. En lo concernie nt e a la inl lucncia
nidad . Vi s ta a la luz de nuest ro exame n, la segunda guerra mundial que es te sis te ma de é tica supranacional ejerce sobre Jos p rotagoni s las
probó bajo la forma de conflic to a rmad o la va lidez de esta p retensión del escenario inle rnacional , sólo se parece a Jos dé b iles rayos de un sol
de un ivers alidad y, por supuesto. el naciona lsocialismo no pasó la prue- escasamente visible por e ncima del ho rizonte , que apenas iluminan la
lo Selected Papers o/ Robert C Binkley, editado por Max H. Fish. Harvard
17 Véase el capilulo 14, apartado "Inlluencia lim1tadora del consenso moral"'.
Umverslty Press. Cambridge, 1948. pág. 328.
302 l.mr ilUciou es poder uacio ual M u ral ;,uenracrutJal 303

condc nc ia humana. Desde la primera gue rra mundial, con intensidad es a lgo ba stant e dife rente. Existe una cnot me distancia ent re el j uicio
Y gt·nc rnlidad sil:mprc c recien te , cada uno de los co ntendientes en la que nos aplicamos a nosotros y a nues tras propias acc iones y la aplica ·
arena in ternacional proclama q ue su modo dt: vi da posee la verdad abso· c ió n universa l de nuest ra s propias normas de conduc ta a o t ros. Tó mese
luta e n cuanto a morali dad y política y sólo 3 riesgo de su integridad un principio de conducta tan c kmental y o bvio como el respe to por la
pudr ran rc.:c haa rr los de más esa ve rdad . Con fcro1. exclusividad, los vida humana y e l rechazo a destrui rla excepto bajo las más extraordi na-
cu ntendienles su¡>unen que sus concepciones naciunalt:s de moralidad r ias y justificadas circuns tancias. Obviamen te , e xis ten civilizac iOnes y
<kbcn sa las del mundo, y que é•tc deberá ace ptarlas y aju•tarsc a aun grupos de ntro de la c ivilización occidenta l que tiene n una co nccp·
e ll as. En c>to, la é tica de la política internacional regresa a la política ción mucho menos estricta acerca de la santidad de la vida humana , q ue
y a la moral del t ribalismo, de las cruzadas y de las guerras religiosas.'' presta n mucho menos a te nc ió n a l ahorro de vidas ajenas de la que pres·
Po r que el con tenido y los objetivos d e la é tica del uni\'ersa· tariamos ba jo ci rcuns tancias similares.
lism o n.tc iona li , ta de hoy del de las tribus primitivas o dd de Por lo tanto la necesidad de un cie rto rel ativismo e n la rela·
la Guerra de los Trein ta Años . no difieren en cuanto a la función que ció n e n tre los principios mora k s y la polít ica exterior: no se puede
cumpkn ...:n la polit ica internaciona l y en el clima moral que crean. La pasar po r a lto esto s i se desea hace r j ust icia a l principio de mo ra lidad
m o ra l un ¡;ru po part ic ular, lejos de limitar la lucha por el pode r en en política internac io nal. E l relat ivismo es dobh.:. Es un en
el r <\mpo inte rnac iona l, le o torga una fe rocidad e intensidad no conocida cua nto a l tlempo: ciertos p rinci pios aplicables e n un periodo ha stó·
e n o t ra s l:pocas . Porque el reclamo de universalidad que inspira e l có· r ico y no en otros. es un relativism o en términos de c ultura
digo mo ra l de un grupo en partic ular es incompa tible con el reclamo - de cultura co ntempo ránea- en q ue ciertos principios son obedecidos
s imi lar de ut ro gru po; el m undo só lo lienc cabida para uno y, por lo por dete rmina das civilizaciones polltica s, pero no por todas .
ta nto. el otro debe someterse o ser destruido. De ese modo, agrupadas En años recien tes , la relació n cn l rc po lí tica inte rnacio na l y mo ra l
!\US las masas nacionalistas de nues tro tiempo se encuentran internaciona l a menudo ha sido discut ida bajo d ruhro de los de rechos
en b nr·c na internacional, cada grupo con la convicción de que está humanos. El centro de la cucs lió n consiste en determinar d grado e n
cu mp liendo con un mandato de la historia, sintiendo que hace por la que es moralmente justo e intdectua lrnente sosh.:niblc aplicar los prin·
hum;tnida d lo que parece estar hac ie ndo por él y seguro de que cumple cipios dcmocráticus liberales o los Estados que , por cie r to número de
una mi sió n sagrada ordenada por la providencia. No advierten que com· razones. son impermeables a e llos. Result a obvio que el intcnlo de im·
baten bajo un cielo vacío que ha •ido abandonado por los dioses. pone r los así llama dos derechos huma nos ;¡ o cambia rlos po rque
no los observan , su pone que los dc1·ec hos huma nos tienen va lidl!Z um·
versal o , dic ho de ot ro modo, que todas las naciones o todos los pueb los
Derechos humanos y moral internacional que viven t:n las difere ntes nacio nes fue ran a respe ta r los derechos hu·
manos si supieran que existen y que cn cualquier so n tan
li emos visto que e l manejo de la política internacional no es una em- inalienables para todos los ho mbres como la D...:cla rnción de la l ndepcn-
presa desprovista d e significado moral; s iempre es tá sometida a juicio, dcnc ia los proclama para los norteamericanos .
ya sea de su s ac to res, de aque llos sobre q u iene s se ha actuado o de Es innecesa rio e nt rar aqui en la di scusión teológica o estric tamente
parte de meros tes tigos. Conc luir rlc la omnipresencia del elemento mora l filosófica sobre la naturaleza de los derechos huma nos. Baste con dec ir
e n po lítica e xterior que un país tiene la mi sió n de aplicar sus propios que cua lquie ra sea la concepció n teológica o filosófica acerca de su na-
princ ipios mo ra les al res to de la humanidad, o a cierta s partes de ell a, tura leza, los dcrl!chos huma nos ta l como son perc ibidos po r los indivi·
duos están incvit ablcmt: nt c filtrados a tra vés de ci rc uns ta nca is h istó ricas
1a E l extremo a que puede UeKar la proCesión de principios universales de la y sociak s que llevan a d ife rentes resultados en t ie mpos dife re nt es y bajo
mo ral puede 1r de la mano con la desenfrenada depnvacióe: en la conducta, como circunstancias dife rentes. Sólo se necesita o bservar el carácte r único de
la organi zació n política no rtea mer icana y las muy e specia les caractcris·
y el As 1a Menor . T ras matar a cientos de miles de personas, el 12 de d1ciembre ticas de la protección de los derechos humanos d en l ro de los co nl incs
de masacró cien mil prisioneros hindúes en Delhi para. mayor gloria de Dios
)" del mrthomeLanis mo. Entonces d ijo a un representante de la conquistada Aleppo : de la Unió n Sovié tica . de todo, existe una casi co mple ta ta ita
.. No soy un hombre sanguinano; Dios es testigo de que en t odas m is guerra'S de respeto po r los d erechos huma nos en muchas nacio nes o casi en todas
nunca h e sado el agresor , smo que mts enemigos s iempre han sido los auaores las naciuna lc s; considé rese que sólo unos pocos países en Africa . po r
de sv pro pia co..lamldad ··.
Giblx..n . quaen consigna esta crta , agrega : .. Durante es ta paclfaca conversación. e je mplo, cuent a n con un siste ma político plura lis ta ; lodos los demá s son
las c3lles de Alcppo se anega ban en sangre y en ellas res --¡naban los gritos de !as dil:ta du ra s de un tipo o de ot ro. Es ta o bscn •ació n nos ayuda a ad vert ir
mad res y de s us htJOS y los ala ridos de las virgenes VIOladas. Los ricos despoJOS
"b."lndonndus n sus soldados debia.n estimular su av.:.ricra ; pero s u crueld ad e ra cuán t..: n,c ra rio - o c uá nt a ignor:.'.ml L\, si se qu ie re , imp lical ser teme·
rdortud:l por In orden perentoria d(: producir un adecuado nUmero de ca t>e1..as, ra rio- tratdr de al lt:!:>to J el mundo n uestro pro pio n ·!:>p c to
las quo de acuerdo con s u costumbre . eran curiosamente a piladas en columnas
y pará n;1des .. ". T he D eclwe a r:d Fall O/ the Ro marl E m pir e. Modero Libra ry Por los de rechos o cn"-l igo.tr a o t ras 11.1c iones po rque rro mues·
Edmon. \ OI. 11. pag. 1.2-t3. t ran po r Lo qul aquí es un pr inci·
304 l.tmllaciones d el pocler rwcio,al M o ral iuternacional 305

pio abstr;1c to que soslcncmos con intensidad, el que ha sido puesto


atreve a criticar y cnfren lar a la Unió n Soviética porque sus rclaci.o-
en en un cons iderable nUrnc¡·o de países, pero que presen-
ncs, a pesar de los períodos de dé tcntc, no son amts-
tam os al res to de la humanidad no para que lo imite sino para que tosas. Pero, e n cambio, tiene inte rés en continuar la normahzactón
lo aCl.'J>IC obJiga loriamcnte .
sus relaciones con Chi na continental y por esta razón procura no
Es e1Tónco supo;1cr que és ta ha sido la trad ición norteamericana. "tos sen timientos chinos; poco es lo que se ha oido durante las admt-
No lo h:1 sido en absoluto. Jultn Quincy Adams argume ntaba que no nistracioncs de Cartcr o de Reagan acerca de los derechos
era propio de Estados Unidos imponer sus propios principios de go- en China. Corea del Sur es un aliado de Eslados Unidos que
bierno el resto de la humanidad, sino más bien atraer al resto de la
considerable importancia militar para los de la pohuca
humanidad a lravés del ejemplo de Eslados Unidos. Esle ha sido el norteamericana; por lo tanto, la po lítica nortcamcncana tratará de
principio que habitualmenlc ha seguido Eslados Unidos. La revolu-
no hace r nada que perjudique las relaciones con ese Estado.
ción norteamericana. para citar a Thomas "no fue hec ha sólo En olras palabras, la dc!ensa de los derechos humanos no puede
para Estados Unidos, sino para la humanidad"; por eso, la politica aplicarse cons istentcmentc en política exterior puesto que puede Y
norteamericana ha consistido e n la práctica de estos principios debe e n trar e n conrlicto con o tros intereses que pueden ser de mayor
universales y no e n su exportación a fuego y espada al res to del mun- importancia en determinadas circunstancias. Decir que la defensa de
do. Esla ha sido la gran diferencia e ntre la tcmp1·ana concepción de los derechos humanos debe eslar entrelazada en la !rama de la política
Norleamérica y sus relaciones con e l resto del mundo, por una parte, exte rior norteamericana significa enc ubrir las inconsistencias nec esa-
y lo que puede ser llamado la concepción wilsoniana, por otra.
rias de cualquier esfuerzo en ese sentido. . . . .
Woodrow Wilson quería hacer un mundo seguro para la democra· Así, hay dos impedimenlos básicos para una pohhca extenor m·
cia: quería transformar el mundo medianle la voluntad de Estados tegrame nle dedicada a la dclcnsa de los derechos humanos. Por una
Unidos. Los Padres Fundadores querían presentar un ejemplo de lo parte, es imposlblc lograr consistencia en semejante def.e nsa , dado que
que el hombre puede hacer en las naciones del mundo y las instaban no es ese el primer interés de un Estado, e l que debe tnteractuar . con
a que lo imita ran. Por lo lanto existe una diferencia fundamental, orros para la defensa de los derechos humanos. Por otra parte, no es
tanto filosófica como polilica, enlrc la agitación contemporánea en fac tible defender los derechos humanos sin lomar en constde ractón
favor de los derechos humanos como principio universal y la duradera otros aspectos de las relaciones con las demás naciones . que pue de n ser
tradidón norteamericana e n esta materia. más importantes que aquellos relacio nados con los de rechos
Otras dos objeciones pueden planlearsc a la concepción wils<r Orro aspcc lu del papel de los derechos humanos en la pohllca .exle·
niana. Una consiste en la imposibilidad de forzar una aplicación uní· rior tiene que ver con la noción de responsabilidad en las vto lac toncs
versal de los derechos humanos. Podemos decir de la Unión Sovié· en que puedan incurrir los de más. El genocidio camboyano a manos
tica que su tratamiento a las minorías es incompatible con nuestro del Khme r rojo a fines de la década del '70 y comienzos de la de l '80
concepto de los derechos humanos. Pero una vez que hayamos dicho planteó esta cuestión de un modo particularmente agudo. La cadena
eso. verem os que es muy poco lo que podemos hacer para cambiar de acontecimientos que culminó con la destrucció n de la sociedad cam·
la siluación. La historia ha mostrado que la Unión Soviética puede so· boyana comenzó con la extensió n por parte de los no rteamen.canos de
mclcrse bajo ciertas condiciones a presión privada. Existen ejemplos la guerra de Vietnam a Camboya a través del bombardeo mastvo de su
de ello - la \'Crgüenza de los allos oficiales soviéricos- que han de· territorio. La politica del gobernante camboyano , el príncipe Sihanuk,
mosrrado un r·csulrado obvio. Pe ro es inconcebible que semejante pre· consistia en ma nte ner a Camboya fuera del conflic to armado entre t:.s-
sión pueda ser efecti va si se le da carác ter público. Más aún, considc· rados Unidos y Vietnam del No rte. Fue la política de Es tados Unidos la
rando la naturaleza del gobierno de la Unió n Soviética -que emplea que involucró a Camboya en ac tivas operaciones militares a los et'ectos
c ualquie r síntoma de presión externa para jus tificar la represión in- de facilitar la victoria en la guerra vietnamita. Existió un nexo causal
terna- , la movi lización norteamericana en favor de los derechos hu· enrre la polilica norteamericana con respeclo a Camboya y la catást ro-
manos no tiene oportunidad de ser e ficaz. Por lo tanto, existe una fe que sobrevino en aquel pa is. En otras palabras , si Estados Unidos
con!-.;dcrablc confus ión en nues tra te oría y en nuestra prác tica sobre no hubiera conve rtido a Ca mboya en un activo participante en la gue·
lo s de rechos humanos , es pecialme nte vis il vis en o tras naciones. rra de Vie tnam , esa nación con toda seguridad habría evit ado la ca·
Hay una segunda debilidad en el e nfoque wilsoniano. Es lados Uni· tástrofe. Esto nu significa decir que E stados Unidos tuvo una directa
dos es una gran potencia con rnúllipks inte reses por lodo el mundo; respon sabilidad mora l por lo ocurrido en Camboya, s ino que apunta
los de rechos huma nos so n sólo uno de ellos y no el m:is imporlantc. más bien a demostrar la cootinua responsabilidad moral que t iene n
Por csu. Es tados Unidos no puede seguir a::lclanlc consisrc ntcmenlc los estadistas ante las consecuencias imprevistas e indeseables d e su s
por el ca mino de la ddcnsa de los derecho• . humanos sin colocarse acciones. Sería o t ra cuestión suponer que a causa de ese nexo causa l
en una pos ic ió n quijulesca . Es to rcsulla obvro e n nucslro d llcrcn re Estados Unidos tuvo la obligación moral de evitar lo que ocurrió en
11 al u Curca dd Sur, China y la Unión Sovié tica . Es lados Uni dos se Camboya o de mitigar los sufrimientos del pueblo camboyano.
306 Llm uaciou es poder nacioual Moral 307

bien , com o he m os vis to , las o bliga ciones mo ra les ta nto como las lega· mcnlc a m í; que, a me nos q ue me enga ñe más de 1?
Je e s tán SUJeta s a la c a lifi cació n que s..: expres a e n el p ri nci pio d el dc rc- es m i más in tenso d eseo conocer la volun tad d e Ja Provrdenc 1a e n
ch romano d e q ue n a die p uede se r oblig ado m ás a llá de su capac idad cs lc le ma . ¡Y si puedo saberlo quiero Jzace rlo.1 Sm es tos
( ultra vires ue.mo o bligatu r) . Así, a unque Es t.:ldo s Unido s hubiera s ido no so n d ías de milagros y s upo ngo q ue no voy a rcc1b1r una reve_la-
m oralme n te res ponsable por lo ocu rrido e n Ca mboya , no ha b ría e stad o ción d irecla. Debo cs iUdiar los simples hechos físicos del ca s o, m -
daga r q ué es posible y reconocer qué es lo que pa rece ser lo p ru-
o bligado a lle va r ade lan te una polít ica particul a r que im ple m e nta ra
de nte y lo co r rec to ."
e s.J ob ligación m ora l. Aun s i h u b ie ra re s ue lto ac rua r en ese sentido,
Estado s Unid o s h a bría s ido incapaz de h acer lo s in riesgos y pérdi d a s
de p roporcionadas .
Los " h a lcones" so s tu\'ieron que Cam boya n unca habría s u frido tanta
m is eria y des trucción s i E s tados Un idos h ubie ra decid ido seguir ade·
ld nte has ta g anar la gu e rra en e l sudeste a siá l ico. Pero, además de se r
imposible la pred icció n de loda s las posible s consecuencias de la pé rd1d a
de la g ue rra d e Vie tnam , e \'i tar toda s la s posibles consecuencias d e la de-
rrot a g a n and o a c ualquie r p recio ha bria. s ignifica d o la vio lación del
princ ip io básico de política ext erior m ili tar: que los ri esgos que se
a sum e n y b s pérdidas p rod ucid os e n cua lq uier acción particular
d eben es ta r en p roporciones a las o portunidades de éxito que o frece
esa acción.
E n es ta consideración de las relacio nes e ntre política e xte rio r y
m o ral nos encont ramos en presencia no de una pec ulia r y extr ao rdi·
naria s i luac ión sino d e una part icular manifestación de la condición
h u m a n a . To dos tra ta m os en m a yor o me nos medida de llevar a la prác·
u c.a los principios m o rales con lo s que nos ide ntificam os. Una y o t ra
vez no s e ncontramos fre nte a contradicciones y dificultades. Quizá Jo
m e jor que podamos hacer sea a c tua r sobre lo que Abr aham Lincoln
propuso como bases de la moral política.
No s p r evi no contra la exageració n d e las virtudes morales que re-
clamamos pa ra n osotro s y s ubrayó los limites de n tro d e los c uale s e l
ho mbre pued e a c tua r moralme nte tenie ndo, a l mis mo tiempo. una opor-
tu n ida d de éxito . Las observacio nes d e Lincoln fueron hechas dura nte
la g uerra ci\'il y die ron r e-Spue sta a una pe tición f ormula da por una
d elegac ión d e ministro s p re s bite rianos que le reclama ba la emanc ipa-
ció n inmed iata d e todos los esclavos:

E n las grande s d isp u ta s ca da pa rte p r oclama es ta r ac tuando d e


a cuerdo a Ja voluntad de Dios. O a mba s parles pued en cs la r cq ui·
•oca d as o u na de e lla s debe es tarlo. Dios no p ued e estar a favor y
e n con t ra a l mismo tie mpo . .
Ht: a bord ad o los m á s o pues tos co nsej os y o pi n io nes p rovc nic n·
tes de hom b res consag rados a Dios, que es taba n seguros
d e re p res e ntar a la Divina PrOv idencia. E stoy con venc id o d e q ue
u nos u se equi voca ban y ca l vez en alg u nos eran
los que m c u r rían en e l error. Es pe ro n o ser rrrevcr-enlc a l
que 5 , Dios s u volu n ta d a o tros, e n un a s un to '" Tht Collected Works of A bruham Lmcoln. edatado por Roy P Baslrr, Rutgrrs '
nado cc..n m i tarea, pod ría s upo ne rse q u e me la rcvc la na d irecta · tfnaver suy Press, New Bruns wtck , vol. V . págs 403 y sigUientes y 419 y srg-t•·•·II! C'

J
17
La Opinión Pública Mundial

Poco puede decirse acerca de la opinión pública mundial que no esté


implícito en el texto del capítulo precedente. Sin embargo, la adver-
tencia con la que iniciamos la discusión sobre la moral internacional
de be ser reiterada con especial énfasis. Estamos ocupados con la actua-
lidad de la opinión pública mundial. Queremos saber en qué consiste,
cómo se manifiesta, qué funciones cumple en la política internacional
y, muy particularmente, de qué formas impone limitaciones a la lucha
por el poder en el campo internacional. Pero difícilmente haya un
concepto en la literatura moderna de asuntos internacionales que, en
las últimas cuatro décadas, haya sido empleado por estadistas y escri-
tores con tanto énfasis y escasa precisión analítica como el concepto de
opinión mundial.
La opinión pública mundial era considerada como el fundamento
de la Liga de las Naciones. Debería ser la influencia ejecutora en el
pacto Briand-Kellogg, en las decisiones de la Corte Permanente de
Justicia Internacional y en el derecho internacional en general. "La
gran arma con la que nosotros contamos -declaró lord Robert Cecil
en la Cámara de los Comunes el 21 de julio de 1919- es la opinión
pública . .. y si estamos equivocados al respecto, entonces todo el asun-
to es erróneo". 1 Aún el 17 de abril de 1939, a menos de cinco meses del
es tallido de la segunda guerra mundial, el entonces secretario de
Es tado norteamericano Cordell Hull sostuvo que "una opinión pública,
la más potente de las fuerzas de la paz, se desarrolla fuertemente a
través de todo el mundo".2 Hoy día escuchamos que la opinión pública
mundial se valdrá de las Naciones Unidas o bien a la inversa. La Asam-
blc.:a General de las Naciones Unidas, en particular, ha sido declarada
"la abierta del mundo".3 El New York Times, incluso, llega
a afirmar como un hecho bie n conocido que la Asamblea "tiene consi-

1 The Parlamentar11 Debates: O!lzcial Report, serie, vol. 18, House of Com·
mons, pá¡. 992.
2 New York Times, 18 de abril de 1939, pág. 2.
J Lcland M. Goodric h y Edward Hambro, Charter of the United Nations,
World Peacc Foundation, Doston. 1949, pág. 151 .

'
La opinión pública miUidilll JIJ
110 Limitaciones del poder nacioual

d , ·rva bajo la Carla ... al menos en lo que unificación tecnológica del mundo. Lo que se descarta es el hecho de
dcrablcs poderes \rcsc a la opinión pública mundial, la cual, en últi· que, en todas partes, opinión respecto de los asuntos internactonales
nccesano para, movt •_zar ·l •quilibrio de poder internacional" .• está moldeada por los organos de dichas políticas nacionales. Estos órga-
a instancia uctct nnna t:: e 1 nos, como antes,! tienden a reclamar el reconocimiento de
m ' . ¡ -'amen tales deben ser cuntc>tac as antes de que
Dos preguntas unu 1 . . sus conceptos nactonales . de moralidad supranacional, o sea de reco-
. . ·f· do de estas e innumcrab !!S aserctones semc¡antes
el postblc stgm tea .• h bl d- 1 · ·• nocimiento universal.
.. . . . . é queremos decir cuanuo a amos e a optmon
puctla f t¡atsc . <qu .. · ·ó "bl. · b ·
. . d. 1 cómo se mamftcs ta esta optm n vu a¡o las
pubhca mun ta Y . · 1 )
condiciones morales y sociales de fmalcs 1 s tg o xx . . . . .
L"l opinión pública mundial es, obvtamcnle, una o pmtón pubhca LA UNIDAD PSICOLOGICA. DEL MUNDO
quc cxcc·de 1a s fronteras nacionales y que. une _ a .los nuembros . d e . dt!c-
rentes naciones en un consenso que se rcfterc a ctcrlas _c uesllones mtcr- Hay en el fondo de todas las diferencias políticas y conflictos un irre-
nacionales fundamentales. Este consenso se hace scnttr por mecho de ductible mínimum de rasgos psicológicos y aspiraciones que son patri-
reacciones espontáneas a través del mundo contra cualqutcr movtmtento monio común de la humanidad. Todos los seres humanos quieren vi\'ir
que sea rechazado por dicho consenso en tohkro mtcrnactonal de y, por lo tanto, buscan las cosas necesarias para la vida. Todos los seres
la política. Cuando el gobierno de una nac ton ctcrta pohllca humanos quieren ser libres y, por consiguiente, tener la oportunidad
0 toma determinada actitud en la escena mte t nactonal que contra- de expresarse y desarrollarse libremente según su particular grado de
viene a la opinión de la humanidad, é>ta se kvantará, imlependtcnte- cultura. Todos los seres humanos aspiran al poder y, por ello, buscan
mente de lazos nacionales, y tratara al menos de tmponcr>e mcdtante distinciones sociales -variables según las particularidades su cul-
sanciones espontáneas a este recalcitrante gobierno. Por éste tura- que les permitan sobresalir entre sus iguales.
se halla en la misma posición que el individuo o grupo de mdtvtduos Sobre estas bases psicológicas, las mismas para todos los hombres,
que haya violado las normas de su sociedad nacional o de una de sus se yergue un edilicio de convicciones filosóficas, postulados éticos Y
subdivisiones. La sociedad los obligará a respetar sus costumbres o el aspiraciones políticas. Estas, también, pueden ser comunes para todos
ostracismo será la condena ante su !alta de conformidad. los hombres bajo ciertas condiciones, aunque actualmente no lo son.
Si és te es el significado de las abundantes refere ncias a la opmtón Lo serían si las condiciones bajo las cuales los hombres pueden satis-
pública mundial, ¿existe como tal una opinión pública en la actualidad facer sus deseos de vivir, de ser libres, y de tener poder fueran stmtla-
y ejerce una influencia restrictiva sobre la politica exterior de los res en todo el mundo, y si las condiciones bajo las cuales tal sat1stac
gobiernos nacionales? La respuesta, forzosamente , debe ser negativa. La ción se encierra y puede ser alcanzada fueran también similares en to-
historia moderna no registra ningún ejemplo de que un gobierno haya das partes. Si esto fuese así la experiencia, común a todos los hombres,
sido desviado de politica exterior alguna por la reacción espontánea sobre lo que ellos buscan lo que pueden obtener, lo que les es
de una opinión pública supranacional. Hubo intentos en la historia re- negado y sobre aquello lo que deben luchar, crearía sin duda_una
ciente para moviliza r a la opinión pública mundial contra la política comunldad de convicciones postulados y aspiraciones que p_roporclona-
exterior de ciertos gobiernos: la agresión japonesa contra China en rian las normas comunes de evaluación para la opinión pubhca mun-
los treinta; la politica exterior alemana desde 1935 ; el ataque do: !taha d .tal. Cualquter
. vtolacton
. . . de esas normas, quten · quiera que fuese el h
t rans-
.
contra Etiopía en 1935; el aplastamiento de la revolución húngara . "ón por parte de la umaOI-
grcsor, h a ría surgir una ondiciones, todos
1956 por los rusos. Aun suponiendo que esos esfuerzos hayan tentdo dad· porque en vista de la h1potellca tgualdad de e .
éxito en cierta medida y que la opinión pública mundial existió real- los 'h ombres' temerían que lo que le sucedo: a un grupo pudiera suce-
mente en estos casos, c iertamente que ella no limitó en forma electiva derlc a cualquier otro. · ·ón de seme-
las políticas que condenaba. Pero esta suposición, como vo:rcmus, no Pero la realidad no se corresponde con nuestra supostcl . . .
se a puya en los hechos . od0 el mundo Las vanac10nes
¡anza en las condiciones existentes en t · b dancia· las
¿Por qué, pues, se da una respuesta afirmativa y frecuente a estas en el nivel de vida abarcan desde el hambre hasta 1a a un. de es-
. . d 1 · ía a la democracia,
preguntas? La razón se halla en una mala interpretación de dos tacto- en la libertad, des e a llrau d d de desirual-
res de la situación internacional que indican el posible desarrollo de clavttud econó mica a la igualdad; en cuanto poi er, la an':plia
una opinión pública mundial, y en desdeñar un tercero que por el mo- dadcs extremas e ilimitadas dictaduras untpe•sona _ets, . as laes Esta na-
d. t ·b ·. . ¡· ·taciones consll uc1ooa .
mento hace imposible dicho desarrollo. Los dos factores en los que >s n uc1on de un poder su¡eto a tmt . . élla está bien alí-
se origina esa errónea creencia en la existencia de una opinión C>ón goza de libertad em pero está hambnenta, aqu ¡
mundial son las comunes experiencias basadas en ciertos rasgos pstc<>- mentada, pero anhela, la libertad; la de más allá cuenta con 1a segur -
lógicos Y aspiraciones elementales que unen a todos los hombres, Y la ' v ea t apartado "Victoria del nac ionalismo sobre e\ mtem a·
e cap1lulo 16,
• ts ele noviembre de 1941, pác. 16.

-
312 l .hmtaciorres d el poder uaciou a l La opiniótf pública mundial 313

dad y la libertad de la vida huma na. pcn> sufre bajo un gobierno auto· gicamente posible que los gobiernos y organismos privados de comu-
c rático. En con secue ncia, mie ntras las semejanzas filosól&cas de las nicaciones s upriman totalmente tales comunicaciones si lo creen con·
normas de conduc ta son considerables a t ravéo; del mundo - la mayoría venicntc. Y mientras que las comu nicaciones entre individuos han
de las filosofías po lít icas aceptan una mi sma valoración del bien co- permanecido en gran parte sólo como posibilidades técnicas, los con·
mün . de l d e recho, la paz. el orden. la vida , la libertad y la búsqueda troles gubernamentales y privados se han convertido en una realidad
de la fe licidad- los juicios morales y va loraciones políticas muestran técnic?. y po lítica.
amplias d ivergencias. Conceptos morales y polí ti cas obran signiticados Hace c inc uenta años e l ciud adano norteamericano que deseaba
diferentes en m edios dis tintos. Jus ticia y democracia tiene n aquí esta visitar un país extranjero necesitaba tan sólo disponer de los medios
:-onnotadón, micnrr·as que a ll á reciben o tra muy difere nte . Una m e d ida de Hoy día. el '' un solo mundo" de la tecnología de nada
en la escena internacional declarada inmoral e injusta por un grupo le serv1rá SI le falta uno de esos papeles gubernamentales sin los cuales
es a labada por otro. En té r·minos e l contraste entre la comunidad ningún ser humano puede cruzar una frontera . Sin embargo. aún e n
de rasgos psi cológicos y asp iraciones e lementales, por un lado, y la 1914 se estigmatizaba como atrasados y casi bárbaros a Rusia y Turquía
ausencia de experiencias com unes, convicciones morales universa les y por ser los únicos dos grandes países que requerfan un pasaporte para
a s pirac iones políticas comunes, por o tro. en lugar de demostrar la exis· aquél que saliera o e ntrara en su territorio. No debemos olvidar que
tencia de una opinión p ública mundial más bien demuestra su imposi· es .la t.ecnologia moderna la que ha hecho posibles a los gobiernos to-
bilidad, tal como la humanidad está constituida e n nuestro tiempo. tahtanns al permitirles colocar a s us ciudadanos dentro de una dieta
e intelectual, manteniéndolos s umidos e n sus propias ideas e infor·
mac10nes con la supresió n de cualesquie ra otras. Es también la moderna
tec nología la que ha hecho posible la recolección y diseminación de
LA Al\lBIGtlEDAD DE LA not1c aas al mvel de las grandes e mpresas , lo que requiere con sidera-
UNIFICACION TECNOLOGICA bles concentraciones de capital.
. En una era primitiva, cuando la impresión se
La mis ma era, s in embargo, es la que testimonia un desarrollo que pa· a. mano . .cualquoer h ombre de moderada fortuna podía llegar
r ece haber traído a la opinió n públic a mundi a l muy cerca de su con · al pubhco medoante un !obro. panfleto o periódico impreso 0 distri·
creción, si no es que ya la ha creado: la unificación tecnológica del buodo a su costa. Actualmente. las grandes masas en todas partes no
mundo. Cuando decimos que éste es " un solo mundo" queremos decir t.oenen onflucncia sobre los portavoces de la opinión pública. Con
no sólo que el moderno desa rrollo d e las comunicaciones ha u perado cxcepctones, solo hombres y orgamzac10nes de m edios con siderables
las distancias geogr á ficas e n lo que concierne a los contac tos fís icos e -y cuyas opiniones son aprobadas por ellos- pueden hacerse oir en
inlercambio de información e ideas entre los mie mbros de la raza hu- el campo de la opinión pública. Virtualmente en todos los paises el
mana . Tambi é n queremos d ecir que es ta oporlun idad, virtua lme nte peso preponderante de estas opiniones apoya lo que los respectivos
ilimitada, para la comunicación fís ica e intelec tual ha creado una co- e n . sus con gobiernos extranj eros, e l
munidad de experiencia que abarca a toda la humanidad y sobre la cual mterés Escas.a mformac1ó n y pocas ideas, s i son con trarias
puede apoyarse esa o pinió n pública mundia l. Pero es ta conclusión no a l punto. de nacoonal. llegan hasta el público. Esta afirmación
es tá confirmada por los hechos . Dos cons idcrac io ues nos muestran que es obvoa para e laborarla. Este es sin duda "un solo mundo"
nada en la esfera moral y po lítica cor responde a la unificación tecno- pero e l_lo. no es razón para convertirse en " un solo
lóg ica del mundo; que. por lo cont rario, el m"ndo hoy en día se halla mundo . mo ral y tecnologocamente. El unive rso tecnológico. que es
más a le jado de la un ificación mora l y polí tica de lo que se encontraba tec nológoca mente posoble. no llene como contraparte el intercambio de
bajo condic io nes tecno lógica s muc ho menos propicias. mformacwn entre los miembros de difere ntes naciones.
En prime r lugar. la moderna tec nología, micootras fac ilita enorme· Incluso so la on formación y las ideas pudieran moverse libremente
m e nte las comunicaciones en t re dife ren tes países, también o to rga a su s
sobrL e l globo. la exi>tencia de una opinión pública mundial no estaría
gobiernos y organismos privados un poder sin para impo- por cllu a segurada. Aquellos que creen que la opinión pública mundial
sibi litar tales comunicaciones. Hace doscientos años e ra más fáci l para es e l result ado del !obre fluir de noticias y de ideas no dis tineuen
un ruso culto conocer el pensamiento y la experiencia po lít ica lranccsa proceso técnico de la trasmisió n y la ese ncia de lo q u'é se
que lo que es hoy én día. Un inglés que buscara seguidores de sus ideas : rasmotc .. Se solo de lo primero y de,;atiende n lo segundo. La
políticas entre lus france,es te nía mejores oportunidades que en la ac- nformac oo n Y las odeas a tra,mitirse son e l resultado de la reflexión
tualidad. E ra muy senci llo para un español e migrar o incluso viajar a l sobre las experiencias que han moldeado la s fi losofías. é tica s y
con ti nente norteamericano. Porque la moderna tec no logía no só lo ha c!c dofcrentcs pueblos. Si esas experiencias y s u s derivados in tc·
he ho po,iblc a l individuo comunicarse cou o t ros indoviduos indepen· fuesen idén ticos para toda la human idad. cntoncc la libre
cot n cnte de información e ideas po d ría seguramcnk c r ea r p or s i mis·
die ntc mcntc de la s distancias geográficas; también ha hecho tec noló-
J '" d el poder La o p iuió tJ pública mundial 315
mn una o pinión pública ntund ia l. actualmente, como hemos visto,
no hny tal ide ntidad de experiencias que una a la huma nidad por
encima de esas a spiraciones e lementales que son com unes a todos. LA BARRERA D EL NACIONALISMO
Dado que esto es as í, el norteamericano, e l indio y el ruso conside·
r ar:in cada uno a la mis ma noticia desde su particular perspectiva
11l0n'tl y política, y las difcrc:ntcs JlCI"Spcc tivas darán a las A lo_s efec tos de ilus trar la importancia de esta última afirmación
noticias un co lor diverso. El mis mo informe sobre la guerra de Viet nam los Cator ce Puntos de Woodro w Wilson. Durante
o la revo lución chccoslovac..'l de 1968 te ndrá n un distinto peso como meses de la primera guerra mundial los Catorce Puntos fueron
no ticia, de la opinión que el se forme de ella. por una gran parte de la humanidad - independient emente
No sólo se ve dl.'sde distintas perspectivas cada inrormación, sino que e as rontcras Y las lealtades a uno u otro de los beligerantes-
tamb1én se afec ta la selección de lo que es digno d e destacarse entre . pnncJpiOS una paz justa y duradera, pareciendo existir
el infinilo número de sucesos que ocu rren e n todo e l mundo. "Todas rca men te una optmón pública mundial en s a s·
como lo señala Walt L. . u poyo. tn emba rgo, tal
las no ticias que son dignas de imprimirse" quiere decir una cosa para tiór: cr lppmann en s u bnllante a ná lisis de esta c ues·
el 1\ • w York Tim• s. otra para e l Pravda y aun o tra para el Hindt.stan
Times . comparación dd contenido de e s tos distintos periódicos en
un día cua lquiera va le para comp1·obar la veracidad de la afirmación. Se ria fa lso suponer que el e .
Cuand o se arriba a la inte rpre tación de las not ic ias a la luz de las con· q ue se reci bieron los apare ntemente unánime con
so b re e l programa. Todos encontra tos un acuc;rdo
\'icciones filosó licas, m o ra les y po líticas, los ab ismos que separan a remarcaron ese aspec to y ese d e ta ll r o; . a go les y
Jos n1ien1bros de diferentes naciones se manifies tan plenamente. Una lirios. l as f ra ses c ar adas c . ero se animo a
mis ma no ticia y una misma idea significan algo distinto para un nor· mundo c ivilizado.' los con n•.c tos subt erráneos del
tcamcricano , un ruso y un hind ú ; porque tal elemento de información pero s uscitaba n una misma tdcas opues tas,
y ta l idea son percibidos, asimilados y filtrados por mentes que han pa ra coadyuva r con los pueblos ·.d , en lese partt.cular Slrvtcron
sido co ndic ionadas por d iferentes experiencias y moldeadas por dis- pcrad os diez meses de g uerra a r es tst Jr los deses·
tintas concepciones d e lo que es verdadero, bue no, d eseable y con- En tanto que los Cato rce aun telllan. por de lan te .
veniente políticamente. b ru moso y rcliz que segu iría a r l.'ftncron ese ruturo
verdaderos confl ic tos de inter . t no se mamfvs taron los
Por lo ta nto, aun s i viviésemos en un mundo actua lmen te uni· un medio e n. planes J?ara arreglar
ficado por la tecnología moderna, un mundo donde los hombres, las todos los gr upos sus varias , y . co:;IO esos p lanes m s piraban a
n o ticias y las ideas pudieran m ove rse libreme n te sin tener en cuenta he los con vcrg•an en una pnva todos lo s an.
la s fron teras, no podría mos tener una opinió n pública mundial. Porque se ascie nde en la jerarquía a y dpu_ esperanza . . . En tanto
si las mentes de los hombres fueran capaces de comunicarse en tre si secto res, puede conse rvarse una cada m ás y más
s in impedi men tos po líticos, aun así no ha bría unidad. Aun si el nor- de conexio nes intelec tuales Pe de cmoc::Jones aunque
teamericano, e l ruso y e l hindú pud ieran ha blar entre si, hablarían htan. E n tanto se aparta uno d 1 ro aun. esa_s emoc •o ncs se dt:bi·
o incluso a In s uti lczae se llega a la gene·
len guas d is tintas. y si u sasen las mi-.ma.., palabras . ést as si guiticarian
cad a \ 'CZ más o bje tos conc re to; e en u n glo bo y se arrojan
objetos dis tin tos, valores y a spirac iones propias de cada uno de e llos. a la cima con a lguna frase como "o y cuando se llega
Lo mis m o ocurre con conceptos ta k ' como los de d e mocracia, libertad, o la de Asegura r e l Mundo para la crcc hos d e la Humanidad
segu r idad. Cua ndo mentes diferente manera comunican le¡o,, pero es muy poco lo ue se di . . mocracta, se puede \'cr muy
con iguaks palabras ideas enc,una n sus más firmes conviccioues, cmociono.!s ha n s ido des per(,.da s tmgue . P ero los pueblos cuyas
s us emociones má s profundas y s us mayores a spirac ione s, y no ha lla n el lla m ad o público aume nta s t pe_rmanecen pas ivos. Así como
la re pues ta compre nsiva que es pe raba n . aparec e una desilusió n que la e moc ió n se profund iz-, en t a t n cm do para todo s los ho mbres
ha llevado a los mie mbros de la s di s tintas nac iones má s bien a la lc rprc tac io nl.'S s u Slg nt;!cad? se d is persa :
q ue se d esea a toda cos ta son los Duna_ ap tcae•ó n unive rsal. Lo
divis ió n an te s que a la unida d . E llo ha so lid ificado la corteza de las f ra.sc , cada vez m ás \'acia de de la Hum_a!Jidad . La
d ive r sas o pin iones públicas naciona les y ha fort a lecido 'us reclamos qUJc r cosa , pront o llega a s i nifiear o, capaz de Slgntftcar cual-
hacia la exclu,ividad. en vez de hacerlas conwrger hada una so la se en ten<ile ron de mane ras Las frases d e Wi lson
opinión pública mundial. los rincones del mund o . .". y así po r todo,
a rreg lo real, todos e s peraba n L . . o llego e l mome nto d e l
'.adu pod ía n hacer una a mplia del tra·
ex pecta t iva s que e ran la s d e sus co y ·" us e tgte ron aquellas
en s us pa ises. mpatn o tas con mayo r po der
Se de, ciende e n la j crarquia de los De rec hos d e
la Humanida d

-
,.. _

316 Umitaciones del poder tlacional


La o pinión pública mundial 311

a Jos Derechos de Francia, Gran Bretaña e Italia. No abandonaron


el uso de símbolos. Abandonaron sólo aquellos que después de la raza humana. tales como c hinos, Y
la guerra no tenían raíces permanentes en la imaginación de sus rusos. obse rvan una guerra específica tal y com<;> lo
constituyentes. la unidad de Francia por medio del desde e l punto de vista parttc ular d e sus .nac1oncs. Se oponen a
simbolismo, pero no arriesgaron nada por la unidad de Eumpa. uer ras que no ._,rectan sus intereses c orno la. de !taha
El símbolo Francia tenia raíces profundas; el símbolo Europa sólo Etiopía , pe ro no desea n o apoyar, .nmguna
contaba con una historia reciente ...• ·6 . . uc pueda ser cricaz para prcvenar o pone r h n a la Porque,
ef icaz , esa acción debería ser drástic:t., implica ndo c acrtas
El análisis de Lippmann respecto a la aparente opinión pública y riesgos que deben ser con siderados desde e l punto de VISta
mundial que apoyaba a los Catorce Puntos de Wilson nos coloca en
del in tcrés nacional. . .
lo esencial del problema: la interposición del nacionalismo ---eon todas Las sanciones contra Italia, después de haber atacado a Et10p1a
sus concomitancias intelectuales. morales y políticas- entre las con· en 1935. son el clásico ejemplo de esta co ndenación general de la guerra
vicciones y aspiraciones de la humanidad y los problemas del ámbito por la a sí lla mada opinión publica mundial y de su deseo ausente de
mundial que confrontan al hombre por, todas partes. Mientras los to ma r me didas c rectivas que no eran requcndas por el 1nterés na·
hombres suscribieron los términos de los Catorce Puntos. fue cada cional. Churchill formuló mordazmente este dilema entre la conde·
nacionalismo, moldeando y las mentes humanas, dio nación abs l rac ta de la guerra y la falla de deseo de actuar eficazmente
su particular significado a los vocablos, los pintó con su particular e n una siluación conc re ta c uando dijo al representante bn·
color y los hizo símbolo de sus aspiraciones. Jánico de esa opinión publica mundial: " Primero, el Pnmer Mm1stro
El nacionalismo tiene el mismo electo sobre aquellos problemas declaró que las sanciones implicaban la guerra; segu.ndo, resolviÓ. que
respecto a los cuales la humanidad ha desarrollado expresiones ver· no hab ria gue rra, y lercero, decidió impone r las sanc toncs . Era ev1den·
bales comunes, tales como los Catorce Puntos, democracia, libertad Y 1emc ntc impos ible cumplir las tres condiciones".1
seguridad, pero también comprende aquellos con un consenso comtin La opinió n publica mundial. por lo demás, deja de actuar como
que afecta la sustancia misma del problema. No hay en la política una fue rza unitaria c uando la guerra llama a nues tras puertas o estalla
internacional contemporánea ninguna opinión más generalizada en el y afec ta los interese s de varias naciones. Bajo estas circunstancias, la
mundo que el odio a la guerra, la oposición a ella y el deseo de evitarla. unive rsal condenación a la guerra s ufre un s ignificativo cambio en s u
Cuando se piensa y se habla de la guerra en este contexto, el hombre perspec tiva. La oposición a la guerra como tal se transforma en oposi·
medio de Washington, Moscu, Pekín, Nueva Delhi, Londres, París Y ción a la nación que amena7.a con iniciar, o ha comenzado ya , esa
Madrid, tienen bien claro lo mismo: la guerra llevada a cabo con los guerra; y s e da la circunstancia de que esa nación es el mis mo enemigo
modernos medios de destrucción en masa. Parece existir una genuina nac ional cuya actitud be ligerante amenaza los inte reses nacionales, y
opinión publica mundial con respecto a la guerra. Pero aquí también la cua l debe se r condenada como b elicista. Dicho de otro modo, de la
las apariencias son engañosas. La humanidad se muestra umda. en raíz comun de la condenación a la guerra surgen actos específicos
contra de la guerra en tanto esta oposición se manifieste en térmmos de condena e n contra de quienes se atreven a amenazar a determinadas
filosóficos, postulados morales y aspiraciones políticas abs trac tas, esto naciones. Habrá, pues, tantos belic istas, condenados por las opiniones
es, con respecto a la guerra como tal, en abstracto. Pero la humamdad pUblicas nacionales. c omo naciones amenacen a los intereses de otros
a si unida revela su impotencia y la aparente opinión publica mund1al por medio de la guerra.
se divide en sus componentes nacionales, cuando el problema ya no La situació n que atravesaba el mundo e n 1938 es ilustrativa a e ste
es la guerra corno tal sino una guerra .e n particular, esta guerra; no res pec to . Durante este periodo de la his toria, todas las naciones se
cualquier guerra, sino la guerra aquí y ahora. ha bian opuesto uniformemente a la guerra en general. Pero cuando
Cuando la guerra amenaza en nuestros días, como >ucedió con llegó e l momento de formar una opinión publica activa que a c tuara
las crisis rccurrenlcs sobre Berlín a principios de los scsenla, la hu· para prevenir u oponerse a una guerra en particular, el plan se sub-
manidad permanece unida en su horror a la guerra como lal. Pero d iv idió según los inte reses nacionales involucrados e n e s ta situación
los hombres se mues tran incapaces de trasladar esa abstracta oposl· < s pccílica . fue así corno la opinión pública de Gran Bretaña y Francia,
ción a la guerra en acciones concre tas en conl ra de una guerra deter· duranl c lodo el período, condenó a Ale ma nia como a un agente poten·
minada . Mienlras que la mayoría de los miembros de la raza humana, cial o real de la guerra; sin e mbargo, condenó como tal a la Unión
en taniO miembros de esa raza, consideran a la guerra dentro de las Sovié tica sólo desde a gosto de 1939 a junio de 1941 , esto es, durante
condiciones del s iglo xx corno un mal que hará del triunfador una la vigencia del pacto ruso-germano. Desde fi nes de 1945, la opinión
vlctima apenas menor que el perdedor, la mayoría de los miembros publica en estos dos paises se opuso nuevamente a la política exterior
de la Unió n Soviética calificándola de amenaza a la paz mundia l.
• Walter Uppmann, Public O¡;mion, The Macmillan Compo.ny, 1922, pács. 214
y alculentes. Reproducido con autorización del editor. 1 London Standard, 26 de JW>io de 1836.
La opinión pública mundial 319
u opinión pública rusa, por otra parte:, se: opuso a Alemania como
la principal amenaza a la paz hasta la firma del pacto con Alemania consenso es predominantemente moral cuando las costumbres de la
en agosto de: 1939. Desde: entonces hasta el ataque alemán contra la sociedad se refieren a los problemas políticos. En otras palabras, cuan·
Unión Soviética c:n junio de: 1941 , las democracias occidentales fueron do la opinión pública, bajo la forma de costumbres, se muestra activa
consideradas como belicistas. El ataque alemán movilizó a la opinión con respecto a un problema político, el pueblo generalmente trata de
pública en su contra, y hasta fines de 1945 Alemania mantuvo su an. apl icar sus normas mordlcs a dicho problema y lo resuelve de acuerdo
lerior imagen en el consenso público ruso como una amenaza a la paz. con ellas. Una opinión pública capaz de ejercer una mflucnc1a restr&C·
Desde fines de 1945, cada vez con mayor énfasis, la opinión pública tiva sobre la acción política presupone una sociedad y u?a
rusa consideró a Estados Unidos como la principal amenaza a la paz. común de la cual rL'Ciba sus normas de acción, y una op1món pubhca
La opinión pública norteamericana coincidió en distintos grados de mundial de esta clase requiere una sociedad mundial y una moralidad
intensidad con el punto de vista británico y francés hasta lincs de mediante la cual la humanidad como un todo juzgue las acciones po-
1945. luego, devolviendo el cumplido ruso, comenzó a considerar a la líticas de la escena internacional.'
Unión Soviética como la mayor amenaza a la paz. La intensidad Como hemos visto, tal sociedad mundial y tal moral universal no
de: estas opiniones en ambos paises ha crecido paralelamente. existen. Entre las elementales aspiraciones a la vida, libertad Y poder
u actitud de las distintas naciones hacia la guerra de <.:orca con· que unen a la humanidad y que podrían las de una
u
firma este: análisis. guerra de Corea fue condenada universa lmente sociedad mundial y una moral universal, y las hlosof1as pohllcas, et1cas
y objetivos que realmente poseen los miembros de la raza humana,
por la "opinión pública mundial". Sin embargo, en tanto que la Un1ón
Soviética y sus aliados criticaban a los Estados Unidos y a los suyos, interviene la nación. La nación llena las mentes y los corazones de los
éstos consideraban a Corea del Norte: y a China como los agresores hombres en todas partes con experiencias paniculares y. de ellas de·
apoyados por la Unión Soviética, en tanto que los " neutrales", como rivadas. con los conceptos particulares de la filosoffa política, normas
pa rt iculares de moral política y fines particulares de acción política.
la India, dividían las culpas entre los dos bandos. La real panicipación
Es, por lo tanto. inevi table, que los miembros <le la raza humana v1van
de: las diversas naciones en esta guerra estuvo también determinada y actúen políticamente, no como miembros de una sociedad mund1al
por su concepción del interés nacional. Naciones tales como China y que aplica normas de ética universal, s ino como mtembros sus
Estados Unidos, cuyos intereses se veían directamente afectados por la respectivas sociedades nacionales, guiados por sus n_o rmas nacionales
guerra Y que tenían el poder de protegerlos, llevaron el peso de esta de moralidad. En política la nación, y no la humamdad, es el hecho
guerra. Otros como Francia, de limitados intereses y recursos, tomaron fundamental. "Las naciones tienen afectos para consigo, aunque no
parte en la luc ha. Otros más, como Dinamarca, sin intereses ni re· tienen ninguno entre si". escribió un folletista irlandés en 1779; "el
cursos, o la India, con un positivo interés en abstenerse, no tomaron cuerpo político no tiene corazón ... No hay nada parecido a una hu-
parte en ella.
manidad política .. .".' Es inevitable . entonces. quc lo real sean las opl·
Por lo tanto, cuando se una amenaz:1 concreta a la paz, niones moldeadas a imagen de las filosofías !JOiiticas, éticas y de las
la guerra no se ve contrariada por una opinión pública mundial, sino a spiraciones de las respectivas naciones. Una opin.ión pública mund1al
por las distintas opiniones públicas de aquellas naciones cuyos inte· limitante de la política internacional de los gobiernos nac1onalcs_ es
reses están amenazados por esa guerra. De ello se deduce que es obvia· un mero postulado; la realidad de los asuntos internacionales dlltCJI·
mente fútil fundar cspcranus para la preservación de la paz en el mcnh: muestra trazas de ello.
mundo, tal como está constituido, sobre una opinión pública mundial Cuando una nación invoca a " la opinión pública mundial" o a
que existe sólo como sentimiento general, pero que no es fuente de " la concienc ia de la humanidad" a fin de asegurarse a si misma. tanto
acc1oncs capaces de prevenir una guerra en ciernes. como a otras naciones, que su politica exterior se ajus ta a las normas
Cuando se indaga por debajo de la superficie de la fraseologla po compartidas por los ho mbres en todas partes, hace un llamado a algo
pular, hallamos que una opinión pública mundial limitativa de la poli· irreal. Tan sólo está siguiendo esa tendencia general, a la que antes
t1ca extenor de un gobierno nacional no existe. Como consideración nos hemos refe rido. que consiste en elevar una particular concepción
final respecto de la naturaleza de: la opinión pública, tal como se mues· nacio nal de moral a la dignidad de una ley universal que obliga a toda
Ira en las costumbres de la sociedad, podemos decir que 110 puede In huma nidad. La confianza con que todos los antagonistas en la arena
ser de otra manera bajo las presentes condiciones del mundo. En tanto
concebir una sociedad en la que no haya una activa opi· • Cuando los cobiernos se ven Enfrentados a la distribución de votes en la
Asamblea General de Naciones Unidas, tal como les ocurre f'el11la.rmente c. lu
ruón -y que sin duda existíeron y existen aún sociedades primeras potencias coloniales. lo que realmente está en Jueco no es la opinión
la opinión pública no opc:r,. como una fuerza actíva pUbUca mundial sino su presticio ante otroa cobiernos, el que puede resultar afee·
tcdo por un voÍo adverso que mueslrt' la poca cantidad de partidaria. que tiene
pollllc;& Internacional-, no existe, obviamente, ninguna opinión e&a potencia colonial.
púbhca de la sociedad. Esta, sin embargo, significa consenso • Considen:tions on the Expediency, etc .. Dubltn, l'M9, citado por L . B . Namier ,
England in the Age o/ the American Revolution. Macmlllan and Co.. Londres. 1930.
respecto a cu:rtos problemas básicos de carácter moral y social. Esh! P'¡. 42.
320 Limitacio nes del poder nac io nal

internac io na l se c reen apoyados por la opinió n pública mundial con


respecto a un mismo problema , sólo s irve para subrayar lo irraciona l
del lla m ado. En nuest ro s iglo , como hemos visto, los ho mbres desean
cree r que defienden no sólo , y quizá pr i mariamcnte , su s propios in te·
reses nacionales, sino también las ideas de la humanidad . Para una
SEXCfA
civilización c ie ntífica , que recibe la mayor parte de su información
acerca de lo que pien sa la gente de enc uestas de opinió n pública , la
opinión pública mundia l se convie rte en el á rbitro mítico con e l que
PARCfE
se puede con tar para mantene r Jos propios ac to s y a s pirac iones, tanto
como Jos de cualquier o tro pueblo. Para aquellos más inclinados a la

Limitaciones del
filosofla, e l llamado "juicio de la his to ria" cumple una función similar.
Los hombres r e ligiosos tie ne n "la voluntad d e Dios" para apoyar su
causa, y los creyentes observan e l extraño y singularmente blasfemo
espe c tá c ulo de un solo y mismo Dios bendicie ndo a tra vés de sus mi-
nistros a Jos ejércitos de cada lado de la linea de co mba te y guiando
a ambos hacia una merecida victoria o a una inmerecida derrota.
Pocler N..acional:
El Derecho lnternácional
18
Los Principales Problemas
del Derecho Internacional

LA NATURALEZA GENERAL DEL DERECHO


INTERNACIONAL

La misma advertencia contra las postc10nes extremas que hicimos al


comenzar la discusión sobre la moral internacional y la opinión pú-
blica mundial debe reiterarse ante el estudio del' derecho internacional.
Un creciente número de autores sostiene la opinión de que no existe
el derecho internacional. Un decreciente número de observadores pien-
sa que si el derecho internacional se encontrase debidamente codi-
ficado y alcanzase a regular las relaciones políticas entre los Estados
podría convertirse a través de su propia fuerza, si no .en un sustituto,
al menos en una influencia limitativa para la lucha por el poder en
el campo internacional. Como señala J. L. Brierly: •

Demasiada gente supone, generalmente sin haber echado un vis-


tazo serio a su carácter o a su historia, que el derecho internacional
es y siempre ha sido uua farsa. Otros parecen pensar que es una
fuerza con suficiente poder propio como para que, si solamente
tuviéramos la sensatez de poner a trabajar a los abogados en un
código comprensible para las naciones, podríamos vivir juntos en
paz y en armonía con el mundo. Es difícil determinar quién es
más nocivo entre el cínico y el erudito; pero lo cierto es que ambos
cometen el mismo error. Ambos suponen que el derecho interna-
cional es un tema sobre el que cada cual puede intuitivamente
formarse una opinión sin tomarse la molestia, como suele hacerse
ante otros temas, de indagar en sus hechos relevantes.'

El moderno sistema de derecho internacional es el resultado de


la gran transformación política que marca la transición de la Edad

1 J L. Brierly The Outlook for International Law, The Clarendon Press,


Oxford, · l!K4, págs. '¡ y 2. Reprodutido con autorización del editor.
324 Limitaciones poder nacional Problemas d el d erecho internacio"al 325

Media a l periodo moderno de la historia. Puede resumirse como la Estados entre sí. Esas reg las de de recho inte rnacio nal fueron segura·
del sistema feudal en el Estado territorial. La principal men te establecidas e n 1648, cu:m do e l Tratado de Wcstfalia puso fin
d e este úllimo que Jo diferencia de su predecesor fue la a l01s re ligiosa e h izo de los Estados territo riales la piedra
asunuo n por parte del gobierno de la autoridad suprema dentro del basal del mode rno s istema es tatal. Es Hugo Gro tius, en Subre el d ere·
tcrrll o no del Estado. El monarca ya no comparte la autoridad con ciJO e11 In guerra y e11 la paz. p ublicado en 1628, el codificador clásico
los señores feudales en el territorio del Es tado del cual fue en gran de ese temprano sis tema de dc..recho internac ional. Sol>n: esas bases,
mcd1da la cabeza nomina l antes que la real. Tampoco la comparte cJ sig lo x v 11 r y, en especial. e l xrx y e l xx. co nstruyero n un edificio im ·
con la Ig lesia, la que durante toda la Edad Media reclamó en cienos ponente, cons is tent e en m iles de tratados, cien to s de decis iones de
aspectos la autoridad suprema dentro del cristianismo. Cuando se tribunales intcruacionalcs e innume rables dec.isiones de cortes nac io-
consumó es ta transformación en el siglo xvr, el mundo político con- nales. Esos tratados y decisio nes regulan, a menudo en detalles m inu·
sis tía en un determinado número de Estados que dentro de sus respec- ciosos, las relaciones que s urgen e ntre las naciones como consecuenc ia
tivos territorios eran, legalmente hablando, completamente indepen- de la multiplic idad y variedad de Jos contactos inte rnacionales, que
dientes y que no reconocían ninguna- autoridad secular por encima son e l produc to de las modernas comun icaciones , del intercambio in·
de ellos. En resumidas cuentas, eran soberanos. ternacional de bienes y servic io!i y del grau número de orgamzac tones
Si e xis tió al me nos, y en cierta medida, paz y orden en Jas rela· inte rnacionales con las que n1uc has nadones han cooperado para la
ciones en tre tales entidades que poseían autoridad suprema dentro de promoción de s us intereses comunes. Esas organizaciones incluyt:n
s us territorios. relac iones 4:ue, por otra parte, fueron continuas, e llo la Cruz Ro ja Inte rnacional. la Corte Internacional de Justic ia, los
se debió inevitablemente a la existencia de ciertas normas legales que organis mos especializado s de Naciones Unidas. tales como la Orga-
-ordenaron esas relaciones. Lo que significa decir que deben cxislir cier- nización I nternacional de las Naciones Unidas para la Econo mia, la
tas normas de conducta previamente definida•. cuya violación normal- Ciencia y la Cultura (UNESCO). la Unión Postal Universal, e l Fo ndo
mente implicará cierras sanciones, también definidas de antemano en Moneta rio Internacional ( FMI) y muchas o tras.
lo que tiene que ver con su naturaleza. condiciones y modo de apli- También vale la pena decir que, a pesar de una generalizada y
cación. Por ejemplo, el Estado debe saber dónde se encuentran las errónea opinió n al respecto, durante sus cuat rocientos años de exis·
fronteras de su territorio, ya sean marilimas o terrestres. Debe saber tencia, el derecho internacional fue observado escrupulosame nte en
bajo qué condiciones puede adquirir titulo válido sobre un territorio muchas ocasiones. Sin embargo, cuando una d e sus nonnas 1ue VID--
no perteneciente a nadie (como en el caso de descubrimiento) o de lada no siempre se trataba de algún mandato obligatorio y cuaudo
otro Estado (en el caso de cesión o anexión). Debe saber qué auto- efectivamente se tomó a lguna medida o bliga to ria , ésta no sie mpre tue
rida d tiene sobre los ciudadanos de otros Estados que viven en su efec11va. Pero negar por completo la ex iste nc ia del derecho inrerna-
territorio o sobre los suyos propios que viven en el extranjero. Cuando como s i.s tema de normas legales obligatorias significa negar la
un navío mercante que navega bajo el pabellón del Estado A entra al prop1a ev1denc1a. Es te error acerca d e la exis te nc ia d d d erecho in ter -
puerto del Estado B. ¿cuáles son los derechos del Estado B con res- nacional es, al menos en pa rte, e l resultado de la
pec to a ese navío? ¿Y cuáles si se trata de un navío de guerra? ¿Cuáles aten_c•ó n que la opinió u pública pres tó en tiempos rec iente s a una pe-
son los derechos de Jos representantes diplomáticos acreditados ante quena de ese derecho en tanto o lvida ba su cuerpo principal. La
un gobierno ext ranjero y cuáles los de un jefe de Estado en suelo opm10n publica se ha ocupado principalmente de instrumcnl os de
extranjero? ¿Qué le está permitido y a qué está obligado un Estado derecho internaci?nal tan es pec tacu lares como el Pac to B rian d-Ke llogg,
en tiempos de guerra con respec to a Jos co•nbatientes, a Jos civiles, el Pacto de la L1ga de las Naciones y la Carta de las Na ciones. S 1n
a los prisioneros. a los neutrales, tanto en tierra como en mar? ¿Bajo embargo, estos instrunacnlos son de dudosa ericacia ( es decir son t rc-
qué condi dones un tratado entre dos o más Estados se torna obliga· cue ntcmen!e violados) y a veces de dudosa va lidez (es d ecir, ,; me nu d
torio y e n qué condiciones pierde su obligatoriedad? Y si se proclama no son obllga to n os en casos de violac ión). Nu o bs ta nte, no son tipic
la violación de un tratado o de cualquier otra norma de derecho inter- con respecto_ a las normas tradic io nales del d erecho in te rnac ional apl 1
nacional. ¿quién tiene el derecho de comprobar la violación y el de- cable. por eJemplo. a la clelimitació n ele la j urisd icción tc rritona l. a
recho de tomar el tipo de medidas de fuerza adecuado y bajo qué los derc hos de navíos en aguas extranje ras o al s ta tus de Jos
condiciones? E sos y muchos otros problemas de naturaleza similar sentantes diplomáticos. ·
s urgen necesariamente de las relaciones entre Estados soberanos y, _ Reconocer que: e l_derecho internacional e:t is tc no es Jo mi s mo que
si no se desea que impere la anarquía y la violencia, ciertas normas sos tener que como s rs tema legal es tan efecti vo como lo son s•s·
legales deben determinar los mutuos derechos y obligaciones en tales temas legales nacio na Jcs o que sea e fi caz par·a regula r y lim itar l..t
situaciones. lucha por el pode r en e l campo inr e rnacional. El derecho intcrnacíon.ll
En los siglos xv y XVI se desarrolló un cuerpo de normas de dere· .·u.n lipo primi li vo. a l que.: cx: is lc c r1 algu 1,as
cho internacional que establecía Jos derechos y las obligaciones de los socied ades ant cn o res a . la edad d e p1cdra . co mo la de Jos a borígc" cs
australianos o la de loa yurok, al oortc de California.• Es un tipo de i<JIIeS büicas que debe cualquier s.istensa lepl: lqlslar,
lkr..cho primitivo porque, en primer lupr, .:s un lkrecho casi fuDC hacer cumplir la ley.
pletamcnle descentralizado. dictar - '
Esta naturaleza descentralizada del derecho internacional es e.1
resultado inevitable de la cstnactura desuntralizada de la sociedad
lnternxional. El derecho interno puede ser Impuesto por el crupo LA FUNCION LEGISLATIVA
que detenta el monopolio de la fuerza organizada; es decir, loa man- t:N EL DERECIIO INTERNACIONAL
datarios del Estado. La caraclcrlstica escocia! de la sociedad interna.
clonal, compuesta pot" Estados aobera-.
loa que por definición soo
la suprema autoridad lepl en sus respcctivot territorios, consiste en
s• c:aráder deseeD&raUaado
que no e1iste una aulorid.ad central lecislativa con poderes coactivos. E.n nuestras IOCiedades contempor4neas, las normas leples mú im·
El derecho internacional debe su eltislcncia y funcionamiento a dos nantes son elaboradas por los legisladores y los tribunales o, lo que
factores, ambo!. de caricter dacentralizado: intereses idénticos o COill- : lo mismo, por orpnismos centralizados crean la ley ya sea
plementarios de cada woo de los Estados y la distribución del poder para todos loa ntiembroa de la comuntdad nactonal, como el Conareso
entre ellos. Donde no hay comunidad de interesa ni equilibrio de y la Suprema Corte de Estados Unidos, por ejemplo, o caertos
poder tampoco hay derecho Mientras el na- rupos rqionales, como las legislaturas estatales, los
cional puede originarse y encontrar sancaóo en la voluntad arbatraria 1
cipales y los tribunales regionales y locales. En la esfera mte.rnacaonal
de los órpnos de Estado. el derecho internacional. en cambio, es en 110 hay mú que dos fuerzas capaces de crear ley: la necesidad Y el
aran medida resultado de fuenas sociales objetivas. mutuo consentimiento. El derecho internacional contiene un pequdlo
Ese equilibrio de poder fue reconocido como una de esas fuerzas ndmero de normas que se aplican, por ejemplo, a los limites de la -
sociales por uno de toa más afamados maestros de derecho Interna- beranla Internacional, a la interpretación de sus propias normas Y
cional. L. Oppenheim considera al equilibrio de poder como "condi- otras análogas, las que son obligatorias por encima e independiente·
ción Indispensable para la existencia del Derecbo Internacional".' .lin mente del consentimiento de cada Estado; sin esas normas DO eltistiria
''Seis conclusiooes" dice orden legal en absoluto o, al menos, niniJÚD orden lqal que reculara
el 1istema multi-estatal. Adem•s de este pequeilo número de normas
La primera y (condición el de las Na· que podrlamos llamar comunes o necesarias al derecho internaciooal,
ciones sólo puede aisllr st hay un eqouhbrao, un eqwhbrao de pocla:r, cada nación sólo está oblipda por las normas de derecho internacio-
entre los mtembros de la Familia de las Naciones. Si las Potenc::oas Dal que ha aceptado e1presamenlc.
no pueden conlrolarse entre sí, nin¡una regla de derecho podrá Los principales instrumentos que contribuyen a crear el derecho
tener fuerza, a menos que un todopoderoso trate de internacional son los tratados internacionales. Estos crean derecho in-
naturalmente de acuerdo con su propia dlscrectón, desobedectendo
1a ley. Como no hay ni nunca habrá waa poUtlca central ternacional sólo para aquellas naciones que loa suscriben. Los tratados
por encima de los Estados aoben.nos que pueda tmponer las nor· cclebradoa entre los Est.dos americanos sólo oblipn a éstos y no a
mas lkl Pcrecbo de tu Naciones, sólo el de pocler podrá otros Estadoa. Un tratado celebrado entre la Unión Soviética e Irán
Impedir que cualquier inte¡rante de la Famaha de NacioneS IC usualmente no tiene efectos legales para terceras naciones. Por lo tanto,
vuelva omnipotente.• las oondiciones bajo las que actúa la función lqjslativa en el campo
del derecho Internacional son similares a las que existirian en el cam-
El equilibrio de poder Ktúa coano fuerza descentralizada sólo . bajo po interno s.i la función legislativa dentro de Estados Unidos fuera
la forma de disuasivo peral contra las violaciones
nacional y en los casos excepcionales en que una vaolactón recia
m': cumplida por ciudadanos individuales en fonna de contratos privados
'1 no por legi5laturas y tribunales actuando bajo la norma de sttUe
una· acción que refuerce 1a norma. por o t ra parte • intereses
. icUnttCOS
liD d«isis, es decir, oblipdos por los precedentes. En vez de que un dere-
y complementarios que actúan como aa-:ntes descentraltZ&dores es c)k) municipal re¡ulara las disposiciones sobre drenaje o el planea-
en juego: son savia de_l urbano de una localidad, estos problemas serian resueltos por
ciunal. Los mismos ejercen su mnuencta descentralizadora caerto número de acuerdos privados celebrados entre los residentes
de distintas calles. Entooces, la municipalidad tendria tantas c•i.-
1 V- A. R. a.dcl!fta.Bnnnl. "Prilllltl.. IAW", 0/ 1M ,.,., como calles hubiera. El resultado inevitable de seme)arte
1 L.
. .al. IX,
OI>Po<tl>elnl. 1 • - -
•• L11t11 :1! eclldeln
. . . -
o.-.
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legislativo seria, por una parle, la falta de un conjunto de dt.-
Lon<Sr-. uh2. vol 1, "'-· 1.:1. D de 1M idlcloDII "'" ":'clone¡ leplcs cuando no existiera un consentimiento unánime otor·
NDCla al equiUbrlo de J>odet fueron elunu- por 0

. ........ por parte de los interesados. Por otra parte existirla inccrtidwn-
re acerca de qul! ley aplicar en cada cato concreto y contradic:c:iones
32& Limitociones del poder nacional
dd derecho inttrntJCional 329
los diferentes conjuntos de normas que regularan las mismas
Mientras cierto número de naciones adhiere al principio de tres millas
sttuactoncs con respecto a diferentes individuos. Esta es la situación
que existe en el derecho internacional, la que resulta apenas atenuada como limite máximo, Finlandia y Noruega -a pesar de las objeciones
sólo merced al número relativamente pequeilo -cerca de 160 naciones de otros Estados- reclaman una extensión de cuatro millas para la so-
soberanas- de sujetos que podrían crear un derecho internacional al beranía marltima. Italia, España, Yugoslavia, India, México, Islandia,
celebrar tratados entre si. Indonesia, la Unión Soviética, Egipto, Francia y Polonia reclaman doce.
De este carácter descentralizado de la función legislativa derivan Albania pide quince, Ecuador doscientas millas. Otras naciones, como
dos consecuencias para el derecho inte rnacional. Por una parte, muchas Alemania, Bélgica e Inglaterra, reclaman sólo tres millas; pero Ingla-
cuestiones vinculadas con las relaciones internacionales, tal como la terra también reclama una zona asf llamada contigua, situada más allá
migración y muchos aspectos de las politicas económicas, no son re- de las a¡uas territoriales propias. Otras naciones, que rechazan el re-
gulados por el derecho internacional. Los intereses de las naciones en clamo de la zona contigua, reconocen que bajo ciertas circunstancias
cuestiones de esta lndole son tan divergentes que no logran ponerse de una nación tiene derecho a extender su jurisdicción más allá de las tres
acuerdo sobre normas legales para que las regule n. Por otra parte, en millas y someter a los barcos mercantes de otras naciones a ciertas
el campo de estas cuestiones, en las que sería posible celebrar acuerdos, medidas de control. El artículo Parte 11 , Sección 2 del Tratado sobre
suele reinar la inseguridad y la confusión. Si se desea conocer cuáles Derecho Marftimo de 1982 propone las veinte millas como limite para
normas de derecho internacional Estados Unidos escaria dispuesto a los Estados que ratifiquen el tratado; el problema se plantea en tomo
considerar obligatorias para consigo, se deben con su llar todos los tra- a saber si los Estados con limites jurisdiccionales diferentes ratificarán
tados celebrados por ese pals, tras determinar cuáles se encuentran aún esta disposición y si lo hacen en qué medida renunciarán a sus propias
vigentes en el momento de la investigación. Luego se deben examinar disposiciones.
las decisiones de los tribunales internacionales en los casos en que Es- Esta falta de precisión, resultante de la multitud de reclamos uni-
tados Unidos ha sido parte y las decisiones de los tribunales norteame- laterales, impregna en mayor o menor medida muchas ramas del de-
ricanos al aplicar normas de derecho internacional. Finalmente, se deben recho de las naciones en virtud del carácter descentralizado de la fun-
estudiar los documentos diplomáticos en los cuales los representantes ción legislativa. Sin embargo, los gobernantes siempre se muestran
de Estados Unidos en negociaciones internacionales hayan reconoctdo ansiosos por aventar la influencia !imitadora que el derecho mterna-
ciertas normas de derecho internacional como obligatorias para la con- clonal puede llegar a tener sobre sus politicas externas, por emplear
ducta de Estados Unidos en asuntos exteriores. La suma total. de todas el derecho internacional para promover sus intereses nacionales Y para
estas normas es lo que Charles C. Hyde ha llamado fl:tcrnn110na/ Law evadir las obligaciones legales que puedan res u liarles perjudtctales .. Han
Chief/y as Jnterpreted nnd Applied by the United (El derecho empleado las imprecisiones del derecho internacional como herramtenta
internacional tal como ha sido interpretado y aphcado por Estados para proveer a sus fines. Lo han hecho proponie ndo reclamos carentes
de sustento legal y rnalinterpretando el sentido
Unidos).' · d ·1 1
Mediante un proceso igualmente pue en com.p t arse as • las normas de derecho internacional. Asf, la falta de preciSión mhe·
normas de derecho internacional reconoctdas nacton.es. rente a la naturaleza descentralizada del derecho internacional da ongen
nocer la suma total de las reglas de derecho mternac10nal • una mayor falta de precisión, con Jo que el vicio que estuvo presente
:rante un particular período histórico en todo el mundo, seria. teón- desde el nacimiento mismo continúa minando su fortaleza.
camente necesario realizar una compilación que atendaera a_ Sólo aquellas ramas del derecho internacional, generalmente de na-
todas las naciones del mundo. Si realmente se htctera un": tarea seme turaleza técnica o humanitaria, que han sido codificadas en acuerdos
jan te. los resultados mostrarían considerables . &enerales, en cierta medida escapan a esa debilidad.' Porque la cod•h·
cacl6o del derecho internacional es en sus efectos legales el equtvaiente
• una Jlllrte genuina de la legislación internacional en tanl?
falta de acuerdo. Muchos autores america nos o al ruso.' todos 0 virtualmente a todos los sujetos del derecho
ropeo al al de . 1 tensión de la soberanía el reeluno del consentimiento de todos aquellos que van a ser obhga
Para tomar Ur;t e¡emplo en el mar se extiende JIOr -en contraste con el voto mayoritario por. el proceso
marítima --:-es decrr, la cuestrón . e cu a udamcntc según las democrático de legislación- es quien diferencia la codtftcactón mterna·
la jurisdicc tón de Jos Estados coslteros distintas naciones. clona¡ de una ¡enulna legislación.
normas de derecho intcrnaclona que rec

, 2 vole [Jttle, Brown aod COmpanJ, y 1a literatura a


, Para Cstos diferentes conceptos '::'1 lntent4lioruJl Law, 8• ed..
eUoo referida, •o!ue L.
o""'n and Compu>y, •
· 1955 '101. l, "'-"·

.a
1 ...

P 1 ufJ/ema \ clt 1 dl!t ' ''- ho mter nacronal 33 1
330 Lmutoeu:m e.i d el Hacro ,al

cado e n un t.onflic to en tre rMcio nes. ocu r n ra un impasse "'


ocu n ió u na ve¿ en la de la Laga de Y
his to na d e Un idas nos bn nda gran núme ro de eJemplos e
y fuerza coactiva
na ru ra lcza s im tlar.•
Exis re. fi na lmcn le, o tr a d ificu lra d q u e e l pun to de vas ta
1 • nccc..,clad d e el co n ..c nt imic nr o unón irnc de rodos lo s s u- legis la tivo co nt rib uye a la debi lid a d de l d e r echo . es tá
jciO'\ d e d e n :. hu tntc rna ciu rwl por u na k-gb lac ió n inte rnaciona l gcnwna dada po r la incertid umbre q u e s ie m p re se p la nt ea de c rerlo
da o rige n a o l ru llpo de compltcnc ró n. E s el p roble ma de nvc n gua r t ra tado inte r"Tl aciona l, d eb idamen le fir mado y t a t lft cado, cor:t h: ne
el \ Cil l tdo d e la ' ... d e intc r n acauna lcs . de los realme nt e, e n s u to ta ltdad o e n par te, _re gla s de_ derec ho
que cn nf1c rc n y de las obligacio nes q u e unponc t . E n el campo na ciona l obliga ror ia s pa ra tod os s us s1g na ta n os. S e m eJa n te_
1111c r no, e l p rúhll·mn que d a por lo' pro pio s lcg as la ta vos , cría prác t ica me nt e im pensable e n c ualquier zo na de la leg1s la caón
lu s q ue por lo veu e ral t ra tan de o torgar toda lo e xac t itud postb lc a las Es tad os Unidos , po r CJCm plo . Una le y fed e ra l, o b ae n ha por e
q ue promu lgan ; por tn bu na lcs. q u e cont inua me n te se ven Co ng reso y ha s ido firmada por e l Presid en te según Jos r eq utSJIOS co ns-
apllc.a du ' a la I.Jrca de in te r p re tar al a ca sos con- l ituc iona lcs, o bien nu h a po r esa o bae n ha
y por lo ' eJeLu l ivu' y q ue e nut cn inva lid ada por la S uprema Cor te o ha s ido aprobada. Pue de_ ha be r m -
que cump len ltJ lu nLi on . legnlcs tn le r - cert id umbre e n c ua n to a s u co nsrituciona lidad o sobre s u '.n te rprc ta·
c uw o la Ca r ta de J•.• Naciones Unidas así como mu· ción has ta tan to la uprc1na Co rt e pro nu ncie su pab.bra fma l. pe ro
chus o l de L :tr.'IC lc r pu ra m c n lc técn ko, vagos y a mbigüo s n o nunca será s u p ropia e xis te nci a como no rma legal _
pv r accrdc n tc o , c..ornu la ConM nuu o n no r tcnmc n ca na, por razo nes par· de W1l1dcz. Es prec1same n te esa incer tid um bre ace rca de la exts tc ncaa
y s ino regulamlcn tc y po r necesidad. A los de cierta!'> normas funda mcrrta lcs. d ebid amc nre .Y r ..
d e co n, cgu ar la a p robación de todos los del derec ho , vir w a lmcn re por tod os lo s m iemb ros d e la
neLe\ario p;.u a q u e ;•dqUicra fucn.a legal, tales d ocu m entos lo que conmuc \·c c amic n tos mb mos d el m tc rnac10nal.
d e ben IOtn:.n onucim tc ntu d e tnt ercscs naciona lc' d ivergen- e l cje1n plo más es pectac u lar de ripo _de dere-
q ue podrmn r C\ Ui ta r por la s no rmas que se ha n de p r o- c ho. e l P.JciO Briand- Kc llog de 1928 . por m ed io d cJ que pr_actrcamcntc
tnu lgn r . P:H:... h •.d l:u u na común :.o hrc la que c ncuc n trc u en 1..1 aco rd._,ba n " re nu nc ia r a la gue r ra como 10\lrumcnlo
tll m un ia todo!t c:c;o :. n:1ciona les, las de d e po lírica nadorMI e n las con o t rus E stados". ¿ Fue este
de t eLho in tl·n mc tona l tnco r p,,r ac.la.\ e n gen erales a rnc nudo ac ue rdo, e l t:orn rcnt.o. una norma d e d erech o m tcrna c ronal que
de be n !ter \ aga!'t y ambigua s para pe r111i ti r a todos los s ignata r ios que ublig._,ba a los o fue rner..tmc ntc u na decla ración de prtn ·
vean en el rccon uu rr11en tu tlc M I ' p rupto!'t na c w na k s cipro!'t sin cfctto legal ? ¿ E l d erec ho aplKado e n
e n el tc xru lega l a co rda d o . S t es to ocu rne ra e n la es fera inte r u(• . como Jos de urc mbcrg. segú n el cua l la Y dclicncade-
t.) I.J Ot u rr re ru lu n<.. ltw lmc n te e n g ra n rnc d rda con r espec to a la na m icnto de u n.\ gul.'rra d..: ._¡,gr esion es u n c.:nmcn intern:tcwnal.
IUc rón dt.· E \ t.Jd o' Untdos, l:t deCI!:IIOn d e a lg una a u tondad - la. C011e S u- e l del'{'t ho )d cx b te nte q ue e manaba del Pau o Briand-Kellug o creo
p re naa e n Umdo!t u el Pa r la rne ntu e n Gran B re ta ña- propor· un in lcrnaciona l q u..: no c.xis t1a 10 Y en uno u o t ro
CtU11.Jrta Lon c.relo a tmpr cc bas y e!:tltpu lnc w · ¿c ra aplicab le a e!'tpccí ft cos, t:omo los en o
de la ley. !:te extie nde a cualqu ier Ol ro c..t'o s im ila r q ue pued a ocurnr en el lu-
E n el u uupo !:tOn d el de recho lll ro ? de pcnsam ic n ro h a n respo nd ido e n lorm a
qu ic rH:' uu \ olu nu h.:gb lan pa ra ru b m u!:t, \ ino q ue \ O il la d ivcna y no es el lugar para re!'tohcr la con ll-o-
l n ta rd :.•d pa r a la ttttc r p rc i.1Ctó n d e la lcgi!tla t:ió u promu lga da. L o q ue es im porla TI IC en el contc'{ tO Uc est a cxposiuUn
Po r \ Uj)UC'.ll u que habrá n d e apli ca r e in tc r prd ur llcl
de Jcd to rn h.'rrrat.iw1al \Cglm pa r li ula r c!'t y de 1 C:ommen tatre d u Pacte dr la Soczt te des Nat1ons, S1rey, Pans . 1930. pag. 44
' !:>ara rcrnt'<ha r esta snuac1ón. ta Asamb lea Ceneml de Nac1ones UmdD.s en
, u, p ru p tu\ y h a brán de manejarla s, na tu r a ltnc n tc, el 14 de novaernbre de 1947, a probó una resoluc1ón declarando
c fl tic , u ., c lim rnan do d e este modo c ua l- que era d e la mayor 1m portanc m que la mterpre-tacJOn d e la Carta y de las cons-
tituciones de las agencta.s e!iopecinhzndas cstuvac rdn basadas en pnuc 1p1os recono-
qurc r poJ c r lun ital rvo .... p lic:.•b le a que la norm a inte r nac iOna l, cidos del dert.'ChO anternacaonul La resoluCIÓn lm •Jtó e!iopcctfJcamente a los o rga·
rTW\ a llá de \ ll rmprc u \lo n. p ud tc ra ha be r lc u ido. J ean Ray arw ll¿ó b at·n msrnus de Nac iones Umda.s 11 a·equme ran, con cnnictcr consultivo, la opm1ón
csla " lUa u o n c uanJu d ijo c:.un rc.,peL tu a l J:la<.·. ro tle la Liga de Na- de lu Corte Jntemacaonnl do J usticia sobre pu ntos du derecho que se planteasen
en el desarrollo de sus aclavtdndes ( Un lled NatiOTJ! Docum enu A "59' En res-
c io ru.:': " P..:ru d p d tgru o bvio. Si todo!:! de la Ltga puest1l al rcqucrumento de la General. In Corte formuló un buen numero
tienen ind ividu:.tl rnc niC mrlo r idad final e n rn:.tl e r ia de in lcrprclaCIÓJ• de opunoncs rt!.ltpectu a la m tcrpretaclón de ln Cart.a y otros tratados mterna
clonales
o e n in lc rpre ta c au nc\ las bus- lO Vease Hans J Mo rgenlha u . E nch Huta, Moorhouse F. X . Millar f'.n
c ••r{m pe rpet u a r ,l. a ,r y c u .J ndo u n tex to ambiguo irwu- n ca vol 76, N 10. 1 de dlciembre de 1946, pigs 266 68
l)wblc m a.s dert!d1o ulteruac ao nal 333
331 l..umta w n e.s del podu nacioual
l r·, ron m equtvocas y
es la de bilidad de un sis rcma lega_J que sea in a paz de dar una rcs- po r prime! a \ CZ. , prcgu nla :, no uga ue la t ransfo nua IÓn de
puc... ta n una ucs t1ón ta n fundamcntnl como la de si prohtbc prcu-.as; ti Cil\.' 11 aho ra. No h.t} . ro ec tado por la Carta,
auos d e violc nna o lcc llva para de term inados f10cs. De ah ( que sea N4' c iu nc'\ Umd4'." e n a lgo e nfrenta a t
IITIJ>OSib lc cs ra blc c r con Cierro grndo de autoridad s i alguna de las co n d de e n c.stc caso las rcspues-
na 1one" que rcc u n ·icron a la gue rra des pués de 1929 para rca hz.ar sus cuu ta m t n . El . áctc r d e t ic l·
tas só lo pued en ser a m b iguas y te ntallvas. ... dar la
violó a lguna norma d e derecho inrc nmciona l Y si
es responsa ble por esa violac 1 n , o si sólo los Au tores ind1v1dualcs de iu d..: la:, t e pues tas a tan impo t tan te s a unto de
me dida de la ddic rl.!nc ia de l de rec h o mt c rnac 1onal e P
la prcparac tUn desencadenamiento d e la segunda gu erra mund1al son
vista leg1s la t ivo.
res ponsa bles e n este scnt tdo o S I todas las naciones e 1nd1viduos que
p repare n v guerras de agresion serán respon sable s tururo.
, Oué dcc 1r c nton es sobre la va lidez legal d e la ConvenCIÓn sobre LA FUNCION JUDICIAL EN EL DERECHO
Lt· ,., y oslum brcs de la Guerra Terrc l rc de 1899 v 1907 en su ca· INTERNAC IONAL
ni te r· de ruc rza coacrrva para los s tgna tanos durnnlc la segunda guerra
mundml y en una guerra fu lura ? Esta Couvcnc aó n , que fue. bas!antc
A pesar de cs las defic iencias resulta ntes del carácte r d cscentrahz.ado
bien ob:.ervada du ra nte la pnmcra guerra mund1al y cuyas vwlac •ones
fueron rcgulam1cn1c denu nciada , fue, a mo hem os vis to ." regu lar· le la funCIÓn legisla t iva, un s is te ma legal aun d ebe capaz de man·
mcnle v1olnda a e& ala mas1va por todos los bcl agerantes en la segunda rc nc r bajo co nt rol las a spiracio nes de poder d e su s s uje tos en tanto Y
guerra mundw.l. ¿ Estas v1o la iones, no den un aadas ni cas tigadas, en cua nto organis mos judiciales que puedan hab la r con a uto--
s acrorl fan a la fucn.a oa 11\' 3 de es ta onvcnc1ó n o, por e l contrano, ru.la d cada vez q ue se plan tea n conrroversias con resp ecto exaste n ·
sobr eVI VIÓ a la &cgunda guerra m und1al a m o ins t r umento lega l que cia 0 alca nc..: de una no rma legaL De ese modo, las ambigü e dades Y
puede." "t' r 111\ ocado, aphcado convenido en no rma de .en genera lidades de la Cons t itución ejemplo , re-
una futu ra guerrn ? ¿ Qué podnamos dcctr sobre Slmtla- sult ado p rác ticamente inocuas a la JU.r.lsdiCC IÓn compuls iva de
rcs con a las normas de gue rra mant1ma , que 1aa nb1e n luc ran la S upre m a Cort e e n cu estiones etc m terprctacwn Y
gen c r a ltnc nt c violudas e n la segunda guerra s in que se partic ularme nte, e l de recho ing lés ha
i nt c11to ..tlgu no por ha erla s umpltr? E l Eje hund1ó buq ues cn c mtgos sió n fund a me nt a lme nte grac 1as a las d ec1s 1o nes de los tnbuna les Y_ SOL
lllJ a&e· ranunnd::u ncn tc sin p rcvJO avi o ; lo m1smo lucieron los aliados en pequeña medida m erced a la p romulgació11 legisla tiva E.n to--
.un bo mba r dcaron '' lle ·. j us tifi ando es tas v1ola iones a las nor- dos los sb tc m as legales desarrollados, la jerarqu fa d e o rgan1s mos )Udtcla-
de •uc11 n rnt..:diant e la IO\•ocacaó n de obje tivos miht a res . Si las lcs c umple la tarea de dete rminar absoluta y fina lmente los de rechos
noartl,a)) d¡; d ,·, ..:c ho mternac aonal so n con sta n tem e n le violadas, Y s i y las ob ligaciones de los s uje tos d e d e recho.
'aulac1u ne.) auptadas como algo cornente por par te de todos Si un ciudadano de Es tados Un1dos so tiene, e n contra d e o t ro,
de der echo - s 1, por lo tanto , la.s legales son tra· que u n esta tut o fede ral no r ige para é l - porque tie ne defe c tos consti·
lada' por qu iCJh.'.) deben cumpl trla.s como .)1 no ex b tiera n- , se plantea tuc ionalcs o po r e l se ntido d e l es ta luto e n sí mi m o--. cualquie ra d e
ra pn.·gun ra . ,.)igucn c xi.) llendo com o normas legales Po r los dos , bajo cie rtas cond iciones p rocesales. pue d e llevar e l c aso ante
el m o m en to no st· puede ad elantar n inguna rc.)pucs ta prcCJ.)a. Pero, e n la co r te r..:ckral para lograr una decisión. La j u risdi c tón de la corte se
va> la dl'i probable de a r rollo de la 1ecno logía de la gu.:rra y de la moral establece c u ando la de m a nda es pre sentada por u alquiera de la s par ·
lllll."t ..d , )a.) probabt lidadc.) n.o favorecen la s uperv ivencia de es- tes; nu dept:nd e dd de la o t ra part e. En o tras pa labrdS,
ta no r m a un dudadano nortcamc rk a.no pue de llevar a ot ro iudadano ante una
E n 1936, la> san iones de la Liga de las Na oo n.e s conlra llalia co rte p ara que divc rgenc b.s sean dirirrtida y, po r lo tanto, es c apaz
IJ a ca.)_¿IIOn en los años s iguient es la c ont mua v1olac1ó n de las más de la jurbdicció n d e la c orte r _u p ropia a ción untlateral.
importanl cs dis po.)iCIOnes del Pa c to fue V l .) t a con indife ren c ia por todos La part e que n o se on Id puede apel a r ante
Pobicr no.) afec tados. En tonces se pla n tearon sin1ilan."S in terrogan- un 1nbuna l has ta q u..: la Suprema 0 1 te cmila s u palabra
les ; o n re pecio al Paclo de la Liga de las aciones en su conjuniO o dcrim tiva En ' ir t ud de la no rma dd sl a r e dec;uis , csa d cuc;otó n ltenc la
t:n lo a t.nc nle a algunas de sus dis pOsiciones. ,Los gobie rnos a c tuaron enttdad de un alto lcgi lati\u, q u e (.rca dc r e(. ho no sólo entre
como s i t:.)as hubieran perdjdo su fuc r1..a coac tiva por que la \ y nm a c a">oS p rt1 u lares. con I CS.pec \o a
r calrn<' rrl c la ha bía n perdido o su \'alidez legal sobre vivió la e risos de lo d.J\ l..t, pc r'<JIHI'\ futut en s nnildrcs.
de lO> anos '30 a la segunda guerra mundral para expirar sólo El c1t..•rcc..ho in te anadona l e<; dc fic llano e n los fundan\CnlO':!. de
con b lormal disoluc ió n de la Liga en 1946 ? Cuando fueron planleadas u n \ 1'\lc naa judtt htl eftdcntc: JU r i eh tón comp u lsiva, jernrquta d e de-
¡udrtrdiC'> y la ápl rcacrón de 1.. norma del al menos
a ht\ de( I.,.H,OC:\ del má.'lo alto t r tbuna)
11 Véase c.apHulo 16. apartado " Mo ral lntemaciOnal y ruern toe.aJ" .
334 Limitacioues del poder nacio,at
- t11..·l dcred1o iu u nracional l35

lograr nn1c rdo para so mc u· r ('ierra clase de a la judsdicc•ó n


de un t ribunal in tenmc1o nal. Segundo, se rcq u 1crc para acw.:rdos. par-
Jurisdicción compulsiva ticuh.\rCs - celebrados luego de que d conflic to s e haya produCldo:--
e n el que las par tes dcc la r:u1 que c.se confl ic to en part lcular
L1 únic;, fuente de competencia de los tribunales interna ionales es la po ndc.: al tipo para el que un OL tH.: n to ge neral prevé tn·
vo lunt a d d e Esta dos que someten sus controve rs ias a la judic a tura. tcrnacional. Cuando. po r t: jcmplo . un t ra tado de arbur.aJC c ntre dos
axiomático en derecho int ernacional que nmgün Estado p u ede ser naciones dispone que todos los co nrtic tos le gales que surJ a n c nt t_,:c e llas
obligado a someter ante un tribuna l internac ional su di sputa con olro deberá n a un tribun al inter·nacio nal , nin guno ck !ns Est;1.dos
Dic ho d e ot ro modo, nin guna o n e puede rec la- tie ne cu ma no rma el d e. t:stablccc1· un ila teralme nte la juns dtc·
m ar competencia e n controversias in ter naciona les s in el asen ttmrc n to cion de l tribuna l me diante d s imple expt:die ntc de el conthc to
ele los El T r ibunal Pe rmane nt e de Jus ticia lntc ma- a u na jw..ticatu r::L Es necesa rio un ac u e r do especial para establecer la
dijo e n el caso Carelia del E ste: " Es tá bie n es tablecido en el de re· jurisdicción del t ribunal.
c ho inte r nacio nal que ningún E st ado p uede, sin su consentimiento. se r El cuidado co n que , po r lo g\:ncra l. los E s tados observan e l caract c r
obligado a someter a media c ió n , arbi t raj e o c ualquier otra clase d-.! contrac tua l de la jurisdicció n de los tribunales int e rnacion ales es co-
arrc li!IO pacifico, su s dis putas con o tr-os Es tados. Dic ho consenti mie nto mentado por sir H . La utcqJac ht :
pod•·á ser o torgado de una vez y para siempre bajo la forma de una
obligac ión libre me nte asumida , a unque ta mbién podrá ser formulado, . . . la mayun a de las e mitidas por e l Tribunal P t:rt1la-
e n casos c..:spccialcs. a l margen de c u alquier obligació n cxis h:ntc.l z ncntc d e Just icia tra tan sobre las así den ominadas "dem a ndas d e
En e l caso así Jla Jnado arbitraje aislado u -es decir, c uando las compete nc ia" , pur ejemplo, la nt:gativa d e una de las partes, .sust e n-
partes some ter un confJic to, Juego de planteado, a la compc- ta da en una intcrpretadón e ingc nio !:>a d e los mas rele-
lencia lle un tribunal internacio nal- . este principio se n1anificsta s im- van tes ac ue rdos de a rbitraje , a o torga r a la otra el derech o -que
H obbcs cons idt:raba elemental aun e n e l es tado e uat ura leza- de
plt:mcntc e n el es tab lecim iento de una obligación contractual entre las
una j udicatura imparcial. Es to h a s ido hecho n rma lm e nte no por
partes fijando la jurisdicción del tribunal. Así, cuando Estados Unidos la razón de qut: otro organism o intl.!rnaciona\ fue ra com pete n te
y Gra n Bretaña fueron incapaces de solucio nar la situación del Alaba· para t:1 pro ble ma , s ino sobrt: la base de que el Esta do e n
ma, resultante de la guerra civil, mediante negociaciones diplomáticas, no es ta ba ligado por a c u\:rdu alguno a somt:tc rsc a un
en un tratado a c ordaron someter la dis puta a un tribunal in ternacio- arreglo jud icial.
nal. Luego de entrega r s u sentencia para ese caso partic ular, el tribunal
se disol\'ió; en cuanto a su jurisdicción , derivada del tratado cele brado El a utor agr ega que " aun cu ando la obligación ele• r enlal de some-
por ambas naciones, quedó agotada con la decisión e n aquel caso par· te r se a judicatu ra sea accpt3da decir, c n un a c u erd o general-, e n
ticular. Si surgiera otro conflicto entre Estados Un idos y Gran Bretaña la prác tica se ve a m enudo a co mpaii.ada de elab or"dJ.s reservas que Ja
que debiera ser res uelto por un tribunal inte rnacional, debería cele· reducen a una mera fórmula desprovis ta de c ualqui<r obliga ción legal"."
brarse ot.-o tra tado y seguirse e l mismo procedimie nto. Si no se licgara
a un a c uerdo entre las partes en cuanto a los modos de definir el con·
flic to, a la compos1ción y procedimientos del tribunal, así como en lo La cláusula opcional
que tic n.: que ver con las normas legales a aplicar, entonces no sería
posible solución judicial alguna. Bajo esas circ unstanc ias resulta obvio que es muy difícil hablar de
En e l caso de l as í llamado arbitraje ins tituc ional --<!S decir, c uan· una obligación ge neral por p arte de las naciones de someter los con·
do totlo un tipo de conf lictos ( por ejemplo, de carácter legal o los fliclos a arreglo judicial antes de q ue ocurran. El requisito de un a ue r·
que s urgen de tra ta dos de paz o comerciales) son sometidos ant es de do general re lativo a la judicatura de un conflicto en particular, Y la
su eclos ión a una judicatura inte rnacional mediante un acue rdo gene· calidad de las r eservas a ese convenio, \'i rtualmente impiden lodo litigio
ra l- el consentimie nto de las partes se requiere generalmente en dos compulsivo. Si as i lo d esea, la nación mantiene su libe rtad de acción en
ins ta nci:ls durante d proceso. P r imero, se requiere a los efectos de las primeras e ta pas del procedimiento. Con e l fin d e asimilar la !unció n
j udicial inte rnadonal con la inte rna - al menos e n cierto l ipo de con·
u Tnbuual Permanente de Justicia Internac ional (P.CJ.J .), series B . N• S. flictos- el Es t a tu to de la Corte Permanente de J u sticia diSpuso en su
pá¡¡. 27.
11 Usam os indiscrimmadnme nte Jos té rminos ''arbitr aje" y "judicatura". Mien- a rtic ulo 36 la así llamada "cláusula o pc ional". E sta ingeniosa d 1spos1·
tras que el primero se usa preponderantemente para los organlSmos judiciales ; ión f ue incorp orada sin cambios en e l artículo 36· de la nueva Co rte
que, antes del establec1m1ento de la Corte Permanente de Justicia Jntem acwnal,
fu eron creados por acuerdos bilaterales, el témuno ''judicatura" se usa actual-
mente para todos Jos judiciales de carácter internacional, al margen 14 H . Lauterpacht . The Function O/ Law in the l nt ernahon Commumt y. Th,.
c.iel modo de c reación. Cla rendon Press, O:dord, 1933, pág . 42'7 . Reproducido con autori7.actón del ed1tuo.
336 Limitac iones d el pode,- nacional
Prublcnra.s del duecho internac iot1al 337
de Jus ticia. La di s pos ic ión da la oportunidad a los signa·
de como_ compulsiva ipso {ac to y s in p a ís como juez final en el te ma . E n abri l de 1984, la
.. c::n con cualqu1er ot1·o Estado que acepte la Rcagan anunció que, por un pe ríodo d e dos a ños , no aceptada la JUfiS·
m•s ma obhgac1ón, la Junsd•cc ió n de la Corlc en todos los con fli c- dicción de la Corte en cualquier a!l.unto relativo a América Central. Ue
tos legales". ese modo, Estados Unidos no sOlo invocaba la c uestión de la
Bajo régimen de la antigua C01·te , la clá u sula era obligatoria para interna, sino que la ampliaba a la región co lindante con s u trontc.-a s ur.
cer ca _d e c mc uc nta E stados. Bajo el nuevo esta tuto, el número de sig- La reserva e ) c uida de todo aque llo que haya pod ido esca par a la
es c uarenta y cinco. Sin embargo, muy pocas naciones tirma- reserva b) . En los tiempos modernos, muc hos de los más importantes
ron sm reservas. trata dos inte rnac ionales, cspcciahncntc en vista de s u c onexió n con La
La declaración de Estados Unidos del 14 de agosto de 1946 acep- política int cr11acioua l, son multilat c ralc'i, como los Tratados Panamc n -
tando la JUns dJCCIÓn compul siva de la Corte Internacional de Jus ticia canos, la Carta de las Nac iones Unidas y los tra tados de paz que pus ie-
es cJ de a c ue rdo debilitado has ta el punto de r educi r la estricta ron fin a la segunda guerra mundial. Cons iderando el limitado núme ro
observancia de la ley a la nada debido al gran alcance de las reservas. d e adhes iones a la cláusula opcwnal y las pos ibilidades de evadirla me-
Según s us términos : diant e el mé todo de las reservas, no resulta probable que en e l ca so de
un conrtic to 4uc se plantee ba jo ta l tratado, todos los signatarios puedan
.. . esta declaración no se aplicará a llegar a se r simullánca mc ntc partes ante la Corle . Po r lo tanto, es pro·
a) la de aquellos conflictos que las partes, en virtud b able que Estad os Unidos conserve su libe rtad de acción e n todos aquc·
acuerdos preVIOS o futuros. confíen a otros tribunales; llos casos e n que la aceptació n de la jur isdicció n compulsiva de la Cor te,
b). co:nflictos reJa ti\'OS a asuntos que caiga n dentro de la com en relac ión con trat¡,dns multilaterales , sea a plicada.
pctcnc1a mterna de Estados Unidos; Así, al final , el desarrollo de la jurisdicción compuls iva ante la cláu-
e) conflict_o s que _surjan de tratados multilaterales, a menos que sula opcional regresa a l punto de pa rtida : preservar en gran medida Y
1) todos los s 1gnatanos del tr atado afectado por la sentencia sean para los m ás impo rta ntes conflic tos. la libertad de acción nacional c on
también partes en el juicio ante la Corte, o 2) que Estados Unidos respecto a la jurisdicción d e los tribunales internacionales. Los instru-
esté esp ecia lmente de acuerdo con la competencia ...u me ntos legales des tina dos a preserva r esa Hbertad se han vuelto más
re finados bajo el régime n de la clá u sula opcional. En vez de exceptuar
Mie ntras la reserva a) es de menor impor la ncia, es difícil imaginar francamente a la m ayoría d e los conflictos más importante de la judica-
un conflic to internacional que no sea inlerprctado bajo las reservas b) tu ra, ahora son e mpleados con e l propós ito primario de ocultar y atem-
o e ) . Exi s te n p ocos asuntos s usceptibles de convertirse en objeto d e un perar e l cont raste exis tente e ntre la adhes ió n verbal a la jurisdicción
conn ic to inte rnac io na l sobre los cuales la juris dicción inte rna de los compuls iva y la rea l voluntad para hacerlo. Por lo tanto , no es sorpren-
países in volucrados no ten ga a lgo que ver. ¿ Puede un acuerdo comer- dente que la Corte Permanente de Justicia Internacion a l no es tuviese
c ial celebrado entre E slados Unidos y otro país e liminar los aspecto:; principalmente preocupada por la limitación de la lucha por el poder en
que re gula de la ca tegoría de asuntos que caen " esencialme nte dentro el campo internaciona l, sino con la cues tión prelimina r de determinar
de la juris dicció n inte rna de E s tados Unidos?" ¿ Y qué decir sobre tra- si todas las partes estaban obligadas a someter sus conflictos a la juris-
tados intcrnac io n a lt!s relativos a inmigración, présta mos int c rnac iona· dicción de la Corte. Sólo una vez la Corte tuvo que a(rontar el problema
les o limit ación d e armamento? Los as untos así tratados po r e l derecho de limitar las as piraciones de poder de un Estado. Fue en el caso de
int e rnacio nal seguramente 110 caen "exclu sivame nte " dentro de la juns- la Unión Aduanera ger mano-austríaca de allí la jurisdicción de la
dicción inte rna d e E s tados Un idos. Pe ro, ¿cuá ndo dejan de estar "esen- Corte se !undaba no sobre un acuerdo libremente celebrado por las par-
dalmcntc" de ntro de esa jur is dicc ió n ? Obvia me nte. c ua ndo E s tado s Unt- tes sino en el articulo 14 d el Pacto de la Liga de las Nacio nes , que autori·
dos deja d e estar interesado e n preservar s u libe rtad pa ra contro lar zaba al Consejo de la Liga a recabar asesoramiento de la Corte. También
j udic ia lmente e sos asuntos. Dado que lo que es y no " esencial" en la vale la pena señalar que, aunque desde fines de la segunda guerra mun·
juris di cc ió n interna d e Es tados Unidos e s materia de opi nión po líttca dial la comunidad de naciones se vio afectada por muchas disputas de
y que. segú n la reserva b). la opinión de E s tad os Unidos d ecidirá, diverso tipo, la Corte Internacional de Justicia sólo intervino en veinti-
s in es te te ma. s i a s í lo desea ese país será ca paz, e n virtud nueve casos durante sus primeros treinta y cinco años de existencia.
d e la rcsc rv::t b) , de excluit· po r s í solo mu ch us de los co nflic tos en que Las cuestiones teóricas y prácticas que hemos reseñado llevan a la
puede ser pa rte d e ntro de la jurisdicció n de la Corte. Incluso s i la o pi· conclusión de que la cláusula opcional ha dejado el tema de la juris-
nió n de E s tados Unidos a este res pecto fuera clara mente a rbit raria Y dicción compulsiva en el exacto punto donde lo encontró. En el terreno
care nt e de basc;;s tác ti cas. los términos de la declaració n d ejarían a aq ue l de la judicatura, aunque un poco menos que en la esfera legislativa, es
aún la voluntad de las naciones la que sigue siendo d ecisiva en todas las
IS Documento Estados Unidos-Corte Internaciona l d e Jusucia¡ 5, D epa,-t ment
o/ Stal e Bu llc t111, vol. 15, N• 375, 8 de setiembre de 1946, pág. 452.
" P .C.I.J. Serios A/ B. n' 41.
Prob l emas dt!l derecho i nternacional 339

Jn ·;l atlt- ,..,, del f' n K..-Cdtmt ·nt<J. De a lu que la JUdic a tu ra !tea incapa¡; de que gozan de la m ás alta reputació n m oral" .a E s to fac ilita la selecció n
l t.U ·•• d cc l t VOb a la lut.ha por d poder e n el ca mpo inte rnac iO· de jueces para alguno de los tribunales especiales que sean organizados
n.,J J (, ruuJ.., ,. ::• tnhtg u¡¡ -.. y dc!.:.S!\tda, d · uniJ obl 1ga c iuu gcnc r de para e nte nde r e n a lgún confl icto específico. La a sf Ha mada Corte Perma-
,,., ..-n d • y en rar t u.:ula r una -.:not m e var icdad de rc!tcr- ne nt e de Arbitraje nunca e ntendió en ningún caso; sólo lo hicieron los
V..t \ , 11 'Jtw n ;, f.:d v,, del n cl'lgo d e \Om c l c r lo!t co nflic ros a arbi ll aje mter· integrantes individua les de ese p a ne l. El o rga nis m o pe rpetuó la descen-
ll :H ,,,,, a l la -. p ... r t ' no lu dc:-.can Pu• lu tttc u o' con 1 da tó n a la tra lizació n de la o rga ni zación j udic ial en el campo internacional al tie m ·
J IUJ "K,I JU . tt.. ll !!.Ub r e <..unJJ u,. tO\ J:1 des po que r econoc ía -en su propia deno minación- la necesidad de una
u dt· la f un c..u í u JUdlual C!il o mplc fa, apc n;.13 e ucub tcrta por a uto rida d judicial cent ralizada.
f,u U l flht \ lcp,alc\ , l;n qu e:, por p::ute, p tc r d e n to d a 3 U va ltdel 11 en te E l principal irnpcc.limc nto para e l establecimien to de un tribunal
;__, J;J, t c:..c t va -. 1:.1 ..cc..rc ta rio genera l ll arn rt•an.kjBid cx prc!tó e n in- inte rnacional realmen te permanente fue la propia composición de la
f,u , ,e de JfJS7 . " no pucdu dq.J z d e c xpn:\ ar 111 1 p reuLu pac aon s obr e corte . Las naciones se m ost raron tan a nsiosa s de preservar su libertad
Id d e que la 1e ntJ c nc za al.lua l , de no dc tc nu.Ja, convzerta de a cción con respecto a la sclecdón de los jueces p a ra cada caso espe-
a lt;do el hHtl c ma de la JUfl.)d J c ztm en un a virtual c ífico com o en conservar su independencia para decidir el sometimiento
o no de cada disputa a judicatura. l\lás par ticularmente , las naciones
fu e ro n renuentes a permit ir que un confli c to fuera resuelto por un tri-
'J r ibuna les int.ernacíonales buna l internaciona l e n el que no figura ra u no de s us dudadanos o e n e l
que no estuvie ra re presen tado su punto d e vista. Ningún tribuna l inter-
U.,d,J (IU'' Junu u n fl·g.a l pued e :.cr c fcuivu e n lo referente a la n aciona l permanente con jurisdicción que exceda a la d e un limitado
ck ¡._." •. lic jurisdicción compuJ...zva. número de naciones sujetas a la jurisdicdón de un tribunal mundial
''J' ,J,,,,. do'\ f undamcn rolc!l d e JUclica lu ra - la urgani7...t:lCió n habrá de ser necesariam e nte q ue el núm e r o de jueces. En espe-
<k J(J-. 0 1 y d t.: tlec i:.ionl.!s- se vuc l- cial las pequeñas naciones, temerosas de que b a j o esas condicion e s mu-
vul de- u u por tauua J.uhor d111ada . El irnicntu d e la Corte Pcnna- de e llas fu e ra n con s ta nte m en te privadas de re presentación en e l
11' ni,. d e .. h.t Jnr e rnru.ioJJal y de s u an tccc:,ura, la Corte lntc ruaciunal tnbuna l, pueden pensar. con razón , que éste se con ve rtiría en un in s-
dl' " ' p,nlf íca u n pa:.o unpurtan t c , tal vez e l m ás importan te d e trume nt o d e las g ra ndes po te ncias.
''Jtfv•. la Lcn rr;:. Jr 1..ac •ón c.Jc func wnc), e r1 e l ca mpo del derec ho m- El Esta tu to de la Corte Permanente de Justic ia I nte rnac ional así
t.Ct m.u ,,m;:.J. J el d'· la Corte Perm anente e n 1920. como e l de su antecesor, resolvieron este problema. La Corte está
lí• O JI';JOIL3 •un JUd lt. ta l e n d t.arnp o int erna c ional era complc ta znc utc puesta por quince miembros, dentro de los que no más de dos pueden
d• l!•. t•, dcc..11" q u e '-"Ua ndu d o!. acon..laban pcrtt.·neccr a un mismo Es ta d o (artículo Por otra parte , "Los e lec to-
una ...ol u c. ' ' ' " JUdu•. w l p::tr;_, un c onfllc lu también !-tl.' punían de res tc ndráu cu c uenta . . . q ue t:n e l conjunto d e l c u erpo estarán repre-
.u.u• 1d'; \(Jbr c una e n p art ic u lar, ta l o m o el Papa, un p11nl!lpe. sen.tadas las princ ipa les formas dt: civilización y los principales sistema;
u11 -.. buJ' ttd'J ll •te rnac u.m a l o Ull gru¡1o de p a r a que ¡und1cos del lllulldo" (artículo 19'?) . Los miembros de la Corte son no-
t uol'll HI:JJ a n el 1 1 Jbu 110J I q u e dchm fa llar e n ooufllc to . Con la so lu- m inados y e legidos med iante un complicado siste ma <kstinado a ascgu -
l..J',n tJ, . , ...... <..-•JII fll< ro , Ja Ju n<..tWl judicia l d e t ribuna l llegaba au to- un a lto nivel profesio na l y para observar los requerimientos de l ar-
" '''''lt.OIIt:ll tc::. .\U fi n . La ' uluuón JU<.1JLÍa l de o tro confli c to requería el llculu 19. Las 11otninac iones p rovienen de los miembros de la Corte Per-
lt'j rahJ,•c.. JHII CllftJ <.Jc ntru rrzhunul. l:. l tn buual <.Je Geu ova, que e n 1H7 1 tna llente ele Arbitraje. organizada en grupos nacionales , o de grupos na-
t· n cJ '- tJ',IJ '-' ·1 unte!) 1cfc11du,17 es ta s itu¡,caó n . Cionales de>tgnados. por Jos re spec tivos gobiernos (art ículos y
'-" ' '-' ' nvc nLwnn La Haya para la 'olución pacífica de los con- La eleCCIOll se rcaltza por absoluta mayoría de votos en la Asamblea
ll u,. ltJ\ de I MYtJ y 1907 l ra taron de s urc r ar d eseen - General Y por e l Consejo ele Scgurida<l de Naciones Unidas. en vot ación
' 1 " ' " ' ' " ' "'tic la <•rw•ni1.auóu judic1a l c reando la a ' l llamada Co rte Pe r- separada de cada uno de esos cuerpos (artículos y E l artículo 31
lli<JIIc rll · ti•· A1 b111;, ¡e : \e rraraba de u11 panel de u 11o' 120 jueces clesíg- del Esta tu to ha ce una concesión adic ional a l disponer jueces
"·'tl" ' por ¡,,. tl tl ·renl c\ de la conve nción. De las
1"'"''' ti · u 11 • unll1<.1o pudía11 e>CI)gcr a Jos in tegrantes de l t ri buna l que se . 11 idealmente_ cierto lo_ que acabamos de decir ; en el ejercicio
actun.l d el s lstc!na judicial m te rno experzmenta excepciones . En el sistema federal
t t JI, -.l •t u" b p:JrH c ut c nd cr e n cJ Po r Jo Lanlo, c abe seña lar q ue JUdtcml , por ejemplo, la cor\Sistencin lógica de las decisiones de los diferentes
"' '·' tri•;lrtuuón 11 i era p ·nnancn r.c 11i c 1a un tri bunal. La así llamada tnbunatcs. fed erales sólo se con s1gue en la medida en que ta suprema corte tiene
lu1 h; rJtJ t.OII lo u1u pu, u n JO ta l no cump le funciones ju<.Jiciales Y eje rce Jllnsdzcciórt como el más alto tnbunal de apelaciones . En los casos en
que por ley o porque la suprema corte se mega a oír una apelación los dwersos
111 ,¡_ ntrl ur ro 111du lc. En r<..a lidatl no e' má' q ue una lb ta de perso- lnbunalcs de apelac100 entienden CO casos a nálogos s m recurnr a un tn bunal
I •..J', "tk ; C'-h' H-'(..Jda c..o J11fl4..: 1Cn l-la en c u c) tioncs de derec ho inte rnac ional. :,upen or en cuanto a las normas legales aplicables, con el resultado frecuente de
que pueden dife rir entre si En este aspecto existe en el sistema judicial federal
excepc10nal que resulta normal en el terre no de la JUdicatura intrr
11 V en te rui1Jmu CDpitulo en t:J apartad.o " Jurisdicción compu l:uva".
- Probt•- dd úreclto Íllrc,_.,_,
341
vías si así lo decidiera. Existen situaciones ante las
especiales que poclrúl aer aclecc;ionadqt por los interesados cuya nación al principio del stare decisis vacilaría en
no esté n!preaentada entn! lol miembros de la Corte. tnbu. anteriores; no es el caso de la Corte lntcrnac"'-·' de J . .
Ella Corte, un verdadero orpnismo judicial centralizado, con su c!e<=IStO•- d · 'd b 1 ...._ UStiCta.
Este elemento um re en a jurisprudencia de la <.:orte
nistencla cumple: dos Importantes funciona para la comunidad inter· cional de Jusucaa es, a pesar de lodo, pequeño en COII'Ipvacióo
nacional. Por una parte, la Corte, :ademas de ser pcrmanenk, e indepcn· Intc::o que, en virtud del aftíéulo 59 del Estatuto, afecta las rclacionn
dlentemc:nte de cualquier conflicto pendiente de judicatura, liempn: la jurisprudencia de la Corte y los muchos y hcterocéneos otros
est' disponible para las nac:lonn que deseen resolver los conflictos a cP ·smos judiciales que operan en el campo internacionaL u lorJa.
través de vlas judiciales. Cualquier cosa que pueda obstaculizar el arre- los sistemas nacionales de judicatura COtno medios de establecer
slo judicial de las diferencias entre las naciones, como el problema del efectivos a las acciones de los ciudadanos individuales deriva
establecimiento de un tribunal, la elea:ióo de sus lntqrantes o la esll· medida de la estructura jel'llrquica de laic:s sistemas. Ante a&aJ.
pulación de un derecho sustantivo y de un procedimiento, han sido re·
sueltos para liempn! por el Estatuto de la Corte. Las dificultades a que en. acto que lleve a cabo un ciudadano cualquienl, siempre hay un
atos problc:mas hayan dado IIJiar son resueltas nuevamente en cada listo para dictaminar si ese acto infrinae o no la ic:y. <:uando
111
caso en que debe entender, por lo que desaparecen como obst,culos para tribunal se ha expedido, siempre puede apelarse a un tribunal su-
la administración eficaz de la justicia internacional. csc;_ior que aprobar' o desaprobari la decisión del tribunal de menor
u Cork Internacional, cuyoa miembros son dqidos por un pcriudo Y. finalmente, una supn!ma corte establecel'll, como autoridad
de nueve allos y ser n-"Ciectos, asc¡ura la continuid•d en el ejer· hnal. la última en el caso. que estas
ciclo de sus tareas judiciales. u calidad es factor nccei.ariamentc ajeno actúan bajo el pnncapao del stare deetsu, sus dec1saones Jósicamenk
m un tribunal que: se establece para la solución de un eonOicto espc· serán coherentes entre sí dentro de lodo el sistema de tribunales. HJ
clfico y que deja de existir una vez que emite su fallo. En cambio, una carktcr jel'llrquico de sus relaciones garantiza la uniformidad de deci-
corte cuya intqración sel'll pl'llcticamente la misma durante varios al\os Jiones a ID largo del sistema." u combinación de una orpniución je-
-ya que los jueces son elegidos por periodos de nueve alias-- no puede rirquica y el principio del stGre decisis produce, cntooces, un sistema
dejar de desarrollar una tradición propia para trasmitir a los miembros ele jurisprudencia a lo largo de todo el sistema judicial, un cuerpo de
sucesivos y de la cual han de depender las partes que acuden a ella. Este leyes coherente siempre listo a entrar en acción ante d requerimiento
eic:mento de predecibilidad y estabilidad que se Introduce en las opera· ele protección de cualquier internado.
clones de un tribunal internacional contrasta notablemente con aza. En la esfera intemacional no hay nada que se asemeje, siquiera
rusos procedimientos típicos de los tribunales de arbitraje previos a la remotamente, a esta situación. La Corte Internacional de Justicia es el
primera JUCrra mundial.
único tribunal que potencialmente tiene jurisdicción mundial. El c:oo-
junto de otros tribunales creados por tratados especiales J por panes
también especiales, para conflictos particulares o para casos especllicos,
El de las dedsione. judidalea
no tienen ninguna conexión legal entn! ellos o con la corte mundial que
Esta estabilidad y prcdecibilidad son el resultado psicológico de una pueda decidir, con autoridad final, sobre apelaciones contra sentencias
OrJlllnización permanente antes que el efecto legal de las operaciones de otros tribunales internacionales. No es mú que un tribunal intcr·
judiciales de la Corte. Por otra parte, con respecto al efecto legal de las nacional entre otros varios, que sobresale por la permanencia de su
decisiones judiciales de la Corte, el Estatuto rinde tributo al prindpio organización, el alcance potencial de su jurisdicción y la usualmente
de descentralización cxprcsadu en el articulo 59, según el cual "la do:cl· calidad legal de sus decisiones. Pero en nin¡ún sentido se sobrepone
sión de la Corte no tiene fuerza compulsiva excepto para las partes y Jerárquicamente a otros tribunales internacionales. En virtud de su
con respt.'Cio al caso particular de que lie trate". Aunque el hecho social excelencia profc.sional las decisiones de la Corte Internacional de JJJ$o
de l:a continuidad de las mismas penonu dentro de una organización !icia dejar impronta en las decisiones de otros.
llev:o al dc.."Sarrollo de una uniformidad y una tradición en la jurispru· Pero, dado que no obligados por el
dem:ia de la Corte, ésta no est' obligada legalmente -<omo los tribu· srare decrsis, los dem's tribunales internacionales no se SICDial
nales :mglo-nortcamcricanos -a seguir el prindpio del siGrc decisis y la obligación legal de buscar coherencia con las decisiones de la Corte
a justific:ar sus decisiones a la luz de los precedentes. Sin embarp;o, a de Justicia; apenas si procuran que la coherencia se esta-
caus:a de la pn!sión social hacia la uniformidad que hemos visto antes, !ezca entre sus propias decisiones. Nuevamente aqui la descentraliza-
la jurisprudencia de la Corte durante sus primeras tres décadas de exis· ción vuelve a ser el estigma de la función judicial.
tencla diffcllmente h:abrfa sido difen!nte en el caso de que la Corte real·
mente hubiera estado sujeta al principio del decisis. No obstante,
la Corte siempre se ha sentido en libertad para pasar por alto sus dcci·
342 Limitaciones dt!l poder nacional Problemas d el ilereclro ;,rteruacional l43

infractor. Nadi e liene la obligación d e forzar a B para que d é e se paso.


Nu puede haber un s istema. legal más primitivo y débil que ..!ste,
I. A IMPOSICION DEL DERECHO INTERNACIONAL po rC]uc a bando na d c umplirnicnlo de la ley a las vicisitud{'S de la dis-
tribtJció n dd p odL:r que puedan ocurrir en tre e l infrac tor d e la ley y
la víc tima d e esa violació n . Esta sit uación facilita a los Estados fuertes
Su carácter descentraliudo tanto la violación de la ley como hacer que o lros la cumplan. con el
cons igui en te peli gro para los derechos de los más d é biles. Una gran
Del mismo modo en que las funciones legi s lativas y judic ial es requieren pot enc ia puede vi olar los d e rec hos d e una pequeña nación sin ten1or
pru.-bas e laboradas, resulta claro que en el caso de la función cjccullva a sa nciont"s efectivas por parte de esta última. También puede pL:rmi·
es necesaria una completa e irrestricta descentra lización. E l derecho tirse aclua r e n contra de un Estado m ás con el p retexto de
inte r n aciona l no dispone d e organismos ni m s1rumentos que le permitan que ést e ha violado su s derec hos aplicando m"•didas coactivas sin esta-
imponer su obJigatoriedad; los unicos m cdio"i que le otorgan ese ca- b lecer s i las pre tendidas infracciones realmen te ocurrieron o si su cn-
ráct er >On los de los gobiernos nacion ales. Brierly describe la situación tidad guarda relación con la severidad de las sanciones que se aplican.
de es te modo: Para la protección de sus derechos, la pequeña nación debe recurrir
a la asi s te ncia de amigos poderosos; sólo así pue de esperar oponerse,
El internac ional no cuenta con un órgano central que h aga con a.l gún é xito, al intento d c vio lación de s u s derechos. Si tal asistencia
o bli ga tori o> lo> derech os legales internac ionales y la creación de se produci rá o no ya no es una c ues tión d e d e rec ho internac iona l sino
un e !'lq u ..: ma general de sanciones d e esa índol e _se c?r:no de internacionales tal como los concibe n las naciones . las que
pos ibi lidad remota ... E ta ausenc ia de un poder c¡ecuiiVO s1gmf1ca en cada caso decide n s l les convlene o no acudir en ayuda de lo s nliem-
que c a d a Estado enc u entra _e n libe rtad : .. p ara b ros débiles de la comunidad internacional. Dicho de otro modo, el
m ed idas que co n s 1dere n ecesanas para obhgar a l cumpl1m1cnto de he ho de que se r ealice o no un intento para sancio nar e l d(!recho inte r -
s u s propios d e rec h os. Esto no significa que e l derec ho
no posca sanciones, si es que u samos la pa la b ra en el scnt1du d e nacional , o que dic ho int ento sea exitoso o no , depe nde e n principio
rnedio de asegurar la o bservancia de la ley; !?ero una reahdad de ci rc uns ta nci as al de recho o al funcionaJniento desinte-
que las sa ncion es d e que d1 spone no están s1stemauca u central· res ado d e un coacció n . Tanto e l int e nto con1o el é xi to
ment e dirigidas y que e l ac uerdo para es precano. d e pe nde n d e cons ideraciones pulit ica s y d e la real disl r ibuc ió n del poder
c::u c ncia del s is tc n1a es obviamen te msau s fa c tona, paruc ularf!lcntc e n cada ca so partic ular. Po r lo tanto, la protl!cció n de los derech os
para aq u e llos E>tad os que son me nos capaces que otros para afmnar de una nac ió n d¡¿b il que son amenazados por ot ra más fw.:1 te cs t:::trá
" liS d erechos e fect ivame n tc.20 determinada por e l equilibrio de ta l como opera e n una s itu a-
ción d e te rminada. Así, en 1914, los derechos de Bé lgica fueron salva-
F.n el mis m o sen tido e n que ca d a naciun es s u p ropio legis lad o r de la vio lació n akmana porque en ese mume nt o la pro tecció n
' el d e s u s pro pi os tribunales y j lll isdicción , ta mbién es 'u de d e rec hos pa rec ió convenien te para los intereses de vec inos
propio a lg u a cil y po licía. Cuando el in dividuo A vio la los del poderosos. Algo si mi la r ocurrió en 1950 en Corea del Su r, que fue ata-
indi vi duo B d e ntro d e una comunidad n aciona l, los organ1smos coac u - cada por Corea del No rte; e l intercs de mantener un e quilibrio d e
vos etc ese Es ta do interve ndrán y pro tege r án a B , a l tiempo que o bli- pode r e n d Lejano Orie nte y una estabil id ad terri torial a lo largo
ga rá n a A a dar satisfacc ió n _a B según lo q_ue det e rmine la ley. de lleva ron a Es ta d os. Unidos y a a lgunos de su s con1o
parl' 1do e x is te e n e l ca mpo 1ntcrnac 10nal. S 1_e l Estado A v1ol a los d c- Franc 1a e Ing la te rra , a acud1r en ayuda d e Corea dd Sur. Po r o tra p a rte,
r cc ho' del E' tado B, nin gún organ ismo c oac u vo ve ndrá e n apo yo de B. lo> derec hos d e Colo mbia, c uando E s tados Unidos a poyó la revolució n
B 1ic nc e l derec ho de a yuda r se a s í mi s111o s i es que puede hacerlo, de 1903 que d io unge n a la Repúbli ca de Pa namá, y lo> d e rech os de
lo q u e "gnifi ca d ecir que s i es lo sufic ie ntc1.1e ntc fue rt e e n co mparac 1ó n Fin landia, c uando fue atacada por la Union Soviética e n 1939, l ueron
co n A d e berá opone r a ccion es d e fue r7..a pa r a sus v;olado, con impunid ad e n d caso d e Colomb ia , y, e n e l caso d e Finla n -
S ó lu b a jo m uy e xce pcionales y limi tada s ci r c uns ta nc ias, co m o la. dia , !'tin '.tuc m c di aran e fec tiva s. No exist ía e quili b r io de p oder
ti ma d e fensa o e l es tad o de n ece s idad , el derec h o conced e a la que puchera p rOtl!gl! r a aque llas naciones.
vfc t im¿¡ e l d rec h o de tornar la ley en s u s m a nos y e¡ e rccrla el No obs tant e , debe señala r se que la a c tua l situación es muc ho
in frac to r . J.o que es tá es trech a m e n te c irc unscript o como e xcep c iÓn e n d escon so ladora de lo que pued e h ace rnos s uponer el anális is previo.
el der ec ho in te rno , e s la no rma de c umplimiento usu? l e n e l d e rec h o La gra n mayoria d e la s norma s dd derec ho int e rnacion al son ge n era l-
in tL'I nation a l. S egún e s te p r inc ip io, la víc ti m a , y nad1e más que m en te o h ,crvadas por todas las nacio nes s in qu e rn edi e fu erza com pu l·
tk d e l de rech o t ie n e d er echo a e 1c r cer la ley contra d s1va a lguna , ya q u e por lo genera l inte re sa a todas las nac io n es c um plt r
con la s obligacion e> que les fija e l d erc h o internacio nal. U na nac ió n
., Emmcnch d.e vanet, The Law of Natwns, libro 2, pág. 193, Camegie Ins· vac ilará a nt es d e a te nt ar contra lus d e r ech os los di plo m á t icos a cre-
t1tut10n. Was hmgton, 1916
Problemas d el derech o i m ernacional J.45
344 Lim itacio nes del poder nacional
con tra ta ntes. La garant ía es u no de esos mé todos. Cuaudu quie nes
dit ados e n su ciudad capira l , puesto que estará in teresada , a l igual q u<· cclc b ra 11 un rra tado d e paz, o d e c ua lq u ier otra índole, no se encuco ·
las d e m ás naciones en la o b servación u n ivt:rsal de las norm as rran to ta lmente seg u ros de !>U cu mpli mi('nto , piden q ue s ea
de inte rnac io na l a segura n p rot ecció n ta nto a !>US propios ti1.ado po r un soberano pode roso . E l ga ran te pro me te man te ner los
rep rese ntant es diplo m á ticos en las capita les d e o tros países como a los térmi nos del tra tad o y procu rar que sean obse rvados. Como este
d iplo m ñ ticos e xtra nje ros en s u p ropia ca pita l. Una nació n se mostra rá compromiso puede o bli garlo a e mpl ear la fuer/..._'\ . en e l caso .de_ que
re nue nt e a d ej a r d e cumplir las obl igaciones q ue le a s ig na un t ra tado alg u na d e l¡1s partes cont ra la nt cs tra ta ra d e dud1 r e l c ump.lunte nt o
de s us o bligaciones, la condición d e ga ra nt e no es a s um1 d a a la
co m ercial. d ad o que los bene fi cios que espera lograr d e la e jcc uci_ó n lige ra o s in buena s razo nes po r pa rte de los soberanos
del tra tado po r pa r te de otras partes contra tuntes son co m plc m cnt a n os A me n ud o los p ríncipes sólo se co n vierten en ga ra nt.c s s •.
a Jos a nt ici pados por el p rimero. Si no cumplie ra pod ría perd e r mucho intereses indirectos e n la o bserva ncia del 1 ra tado o S I es tan
más d e lo que gana ría . Esto es par tic ularm e nte válido en e l . largo gados por pod e rosos mo t ivos d e a m istad.11
pl::tzo. dad o que una nación que tiene la rcpuración de no cu mphr con
s us ob ligaciones come rciales tendrá dificultad es pa ra ce lebrar nuevos Esta observación d e Vatte l, la gran a uto r id ad en derecho i nte rna·
tra tados que le r esulten bene fic iosos . cional de l s ig lo XVIII , define bien lo s motivos y e l conte n ido kgal de
Muc h as no rmas de derecho inte rnaciona l formula n en té rminos le - Jos t ratados d e garant ía y n o deja de reparar e n s u natu raleza proble-
ga les esos inte reses idénticos o comple me nta rios. Po r esta razón m át ica como reem plazo d e una o rganización verdaderam e n te centra li-
o bliga to rias por sí mismas y gene ralmente: no necesitan de una a cc1ó n zada para el c umplimie nto del d e rec ho internacional.
que haga fon.o so s u cumplimiento . En la m ayor part e de los ca so s en la clase más s imple d e tra tado de garanlfa enc ue n tra e je mplific a -
que normas d e derecho internaciona l resulta n a pesar .d e ción en e l q ue general men te se cons idera como e l m ás lcmprano t r·atado
la comunida d de in tereses que las respald a, la pa rte d a mmf1cad a rec1be d e ta l na tu raleza de la h istoria m oderna : el tratado de Blois d e 1505
u na sat i!'t la cc1ón volunl aria o por med io d e judicatura . Vale la pena en tre Fr ancia y Aragón , ga rantizado por Ing la t erra. Esa garan t ía sig·
ha cer no tar que e n la m ayoría d e los fallos judiciales en n if icaha que lug latc r ra a s umía la o bligació n legal de c u m plir e l ro l d e
lo!> ú llimos 150 años. la ejecución vo lunta r ia a la par te d a mmf1cada sólo policía con respecto a la ejecución del tra ta d o, com p rom e tiéndose a
se frus tró e n me nos d e diez casos. hacer que am bas pa rtes o bser va ra n Jo es t ipulado.
De e se mo d o , la g ran mayoría d e las no rmas de d e recho Un t ipo más ava nzado d e gara ntía internacional se e nc ue nt ra, po r
ciona l por Jo gcuc ra l no res ultan a fec tadas por la d e bilidad de s u S IS- ejc1Hplo. en la ga ra nt ía de inc cgrid ad terri toria l d c.: Tu rqu ía susc n pta
tema d e ejecución . ya que e l cumplim iento volunt ario evit a el pro ble m a por Jos sigua ta rio s d el T rata d o de París de 1856 y del T ratado d e Be r lín
d e la o bliga to rie da d d e s u c umplimie nto . El proble ma se to rna _ag udo de 1878, y c u la ga rantía d e neut ra lidad de Bé lgica ) Luxembu rgo por
e n a que lla mino ría - por lo genera l espect acular- d e casos pa rticula r· parte d e Jos >ignatarios d e Jos trata dos de 183 1, 1839 y 1867 res pect iva-
me nte im po rt a ntes en e l coute xto d e nues t ra . .e n los que. e l m ente . En el T ratad o d e Ga rant ía Mutua del 16 de oc tubre d e 1925,
a c-atamiento d el derecho int ernacio na l y s u cu m plimie nto fre ne n relaCIÓn que form a pa rte d e l a sí lla m a do Pacto tlc Locarno, Gran Brc cailn, Bé l-
di rec ta con el pode r r e la tivo d e las naciones involuc ra das. En g ica. Francia, Alemania e It a lia "co le c ti va e ind ividua lm c n tL: garant i-
co m o he m os visto, las con sideraciones sobre e l poder que zan ... el man te nimiento d el sta tu q ua rcsulta nlt! de las f ron teras cn rn.:
e l derech o son las (J UC determinan el acatam ie n to y el c umphm1cnto . Ale ma nia y Bé lgica , y ent re Alemania y Fra ncia , a s í como la inviolabi-
Do s m te ntos se ha n hecho pa ra re m ediar es ta si tuación y a!a lida d de d ichas fron teras". En e s te tipo d e tratado de garan tía no u na
f u nción e jecut iva <.lcl d erecho internaciona l por lo m enos la. ap a n e nc1a sino un grupo de nac iones - p or lo genera l m uc has. si no todas la s gra n·
d e o bj e t ivid a d y cent ralización . Am bos fracasaron y por la razón. d es pote ncias- se comprometen, individua l u colec t ivament e, a hac..:r
Uno d e e llos, q ue revis t ió la fo rma d e los tra tados d e garanlla , puede c u mplir las d ispos iciones legales a cua lq u ier e v<.: n tual vio lador. qu ien
hasta d comien zo d e l moderno sistema e sta tal ; e l o tro, de! i uc rc.
seguridad co lec tiva, fu e a d o ptado por primera vez por e l Pacto d e la A los efe tos d e es tar e n c ondiciones d e c u mplir s u f unción como
Liga d e las Naciones. SU!> IÍiulo de organbmos ejecutivos ce n tra lizados, t ipos d e
lados d e ben sa t is fa cer dos requi sitos prev ios: deben se r nfcct ivos e n
.:jec uc ió n y la ejecución d e be ser auto m á tica . Pero n uevamente o b-
Tratados de garantía serva mos q ue la e fec tividad e n la ejecución es tá e n fu nció n del equi-
lib rio d e po der, Jo que implica q ue depende d e la d is t r ibuc ió n de poder
Tris tes experi e ncia s h:m <.lc m o!>tra<.lo q ue el sagrado e e nt re e l ga rante y e l in fra c to r. la dis t ribuc ión <le pod e r p uede favorecor
d e be r d e fid e lida d a Jos tra tado• q ue se ha n s u sc npto no
s iem p r e result a triunfa d o r . Por éllo , ho m b res han .
buscar seguridad es co nt ra la pe rfrd1a , m etodo s para o bligar a c um- 11 l nternatronal Law , vol. l. pág. 966. Reproduc.tdo con au to n:r.ac 1ón d e Long-
mans, Green and CO Jnc.
p lr r Jo pacta d o indcpcnct icnt emente d e la bue na fe d e las pa rtes
M"" Y' E

ProblemtU dd derecho interrtiiCioNJl 347


346 Umilllde>Ms del poder II4CÍOII<Il
racticamentc: todas las continaeocias. Los tratados de ga-
a . la nación npec:ialmente en el caso de que la prantla la que pen el campo internacional, a la función ejecutiva vinculada
eJerza conJunto de naciones, pero no siempre y necesariamente es ranua de¡ . 'r cuestión práctica tan descentralizada corno se encontrada
asl. Particularmente bajo las modernas condiciones de la suerra, se con cualqu•e
puede pensar ficilmente una situación en la que una &ran potencia sitl eJios.
mfr:'ctora puede soportar la presión conjunta de un ¡¡ran número de
nac1ones ¡¡arantes. Securidad colediva
La incertidumbre en cuanto a la aplicación de la prantla es la que
vicia su efectividad. Uno de los textos de derecho internacional más uridad .:olectiva es el intento de mayor alcance de que se tenp
autorizados resefta hábilmente los muchos asujeros a través de los que en el sentido de superar las deficiencias de un sistctrul
un garante puede eludir la ejecución del tratado sin violarlo. En Op- legal completamente descentraliL'ldo. Mientras el derecho
pcnheim-lautcrpacht puede leerse: e el . . .
intcrnadonal trad1c10na 1 a.b and ona e 1 cump¡·1m1ento
. d_e sus normas a
manos de la nación la colccllva propone q_ue
Pero el deber de los prantes de prestar . .. la prometida ayuda al todos los miembros de la comumdad de uactones -sean o no dammlt-
Estado 1uantizado depende de muchas condiciones y circunstan- cados- comprometan a hacer observar las normas del derecho
cias. Asi, en primer término, el Estado garantizado puede requerir
del prante la asistencia necesaria. De ese modo, en segundo tér- internacional. De e se modo el futuro infractor se encontraría sic:mpn:
mino, el Estado garante debe ser capaz en los momentos críticos ante un común de naciones, que aulumática meute cmprenderfan
de: prestar la asistencia solicitada. Ct¡ando, por ejemplo, se encuen- colectivas en defensa del den.- cho internacional. Como ideal,
tre <ttado de rruanos por una suerra contra un tercer Estado, o 1<t colectiva no muestra fallas; ofrece, además, la solución per-
cu¡¡ndo se vea debilitado por perturbaciones internas o por otros fecta para el problema del cumplimiento de la ley dentro de una comu-
factores que en el caso de intervención lo expongan a serios peli-
gros, entoncc:s no está obligado a prestar la ayuda que se le solicita. uiJad de naciones soberanas. Pero los dos intentos que se realizaron
Asimismo, en el caso de que el Estado garantizado no haya obser- para poner eu práctica la idea de la seguridad col;..-cliva a .rticulo 16
vodo los consejos formulados por el gara nte acerca de lineas de dd Pacto de la Liga de las Nac iones y c:l capitulo VII de la Carta de
acción, tampoco entonces c:s deber del prante prestar asistencia." Naciones Unidas- se ubil;aron muy lejos del ideal. A su vez, la práctica
actual de los miembros de estas dos organizaciones se han situado muy
Dicho de otro modo, el cumplimiento de una obligación de garantla por detrás de las medidas colectivas autorizadas por estos dos docu-
en derecho inlernacional mediante acciones que hagan forzoso su cum· tnenlos.
plirniento no es más eficaz -y tal vez Jo sea menos- que la obllg;ación
de someter Jos conflictos a la judicatura de un tribunal internacional.
En ambos casos, la obligación se torna virtualmente carente de todo
sentido imperativo debido a las caWkaciones, reservas y excepciones Articulo 16 del Pacto de la Up de Jaa Naciones

r !:J articulo 18 del PKto de la Llp de la& " · -¡.._ dice : Si bien el Pacto de la Liga tic las Naciones en la aclualid'ld sólo pre-
1. SI un nriembro de la Up recur..- a la IJUOrra, a _.,- de loa compro- srnla rntcrés histórico, los primeros tres parágrafos de su artfculus 16 "
mraoa contraldos en loa artlculoa 12, 13 ó 15. &e le considerará lpoo lacto como al
hubie.e ccmetido un acto de cuerra contra tod01 los dem41 miembros do la Lt¡a.
Eatos oe comprometen a romper toda relación comercial o flnan- 12. 13 y 15 se lee :
elera cun fl, a prohibir toda relación de aua ,...pecuvoa nacionalea con loa del
u
:"'.:' ..J..! l. Lo& miembros rt
capaz de
Ira e o al examen
e
1
a P conVIenen en que si surce entre ellos alguna
junco ruptura, la 110meterán al procedimiento !le arbl·
cualquier otro Eat.aclo, - o no mlembru de la Up. 0 · Convtenm.
2. En <ste caso, el Coo&ae.lo tendrá el deber de reclamar a loa diveraoa coblemoa Ir a la ra en que en n inaún caso deberán
interesados la. efectivos nanlea o aérec::. con Jo. que los miembros do la sentencia de lo á b . que haya transcurrkto un plaoo de trn n"""'5 ckspuc!e
2. En lodos 5 r rtros o el dictamen del Consejo.
de la Up han <le contribUir a tu fuenaa armadaa clesttnadaa a hacer reapetar
deber' ser previstos en artlt-ulo, la sentencia tle los lll'blt ros
los Uaa conm-t, adernú, en pnstane unos e otroa Oentru en ro _d e Plazo rruonable y ti dictamen del consejo delrerá aer
mutuu ap" yo en la aplialdón de la& medidaa econórnlc:aa y finaocitru que ha;YaD <le resotvor la dil;de Mra mesea siguientes a la lecha en que ae le baya encarpdo
de adoptarM m wlrtod del pr...,..te articulo, a Jos elect.oa de reducir al mlnuno Arttc ¡,¡z0 lJ pU ·
1aa P'nfldu o loa Jnc:on••>len&es que podi-.. raultar . Se prestarán iClralmente una 1 Loo mren,bros de la ' ;_
mutuo apoyo para reelsUr cualquier medida eapeclal duipda cootra cualqurera
do ellos por un F.alado que haya infrln¡ido el Pacto 7 tomarú> la& diapoalciorwo
<ltapUta IU&cept1
Y Q1re no Pueda 11le. a su._. conv¡men en que . , _ vea que surja entre ellos
juicio, de aer rtllrle.lta por arbitraje o acuerdo judicial
necesarau para facilitar el puo a trafts de su terrttoflo de Ju ruena.s armadaS
de cualQuier miembro de la aocledad que tome pan. ., una acclóa comrln para
""""!'drt
d • Entre las d "
1
aabt is!acjetoriamente por vi& dlplomjtk:a, la e.-lda _ .
ar 1Ira o al arreciO judicial .
hacer resp<tar loa compromisos de la Llct..
4. CU<llquler miembro que oe haya hecho culpable de haber Yiolado al¡uno
de loa cornpromlooa de la Up podrá oer erccluldo de .... lA uclualcln aerá acor·
dada por el voto de lea demia miembro• do la Llp rep..-ntadoo "" el COnsejo.
q:.

0 1
ae <le<'lara.l:,Putas
de' a CUalqui.,r
ser comprubed 1
de oer rasueltaa por arbitraje 0 arte&lo Ju·
todas las Alati... a la Interpretación de un
ntemaclonal, a la ralldad de cualquler Mcho
• •nsron 0 natu 1 o bnplicue la ruptura de un compromao lntemaclooat 0
lidr¡ 3 la e ra eza de la reparación debida a dicha ruptura
<ltbor& ser ele cualquier dlaputa, el tribunal a que debe ser aome-
Pertnanente de Jll5tlcia Internacional, •tableclda de IICUer·
349
tUl breclto
341 U mi del potÜr "cu:iort<ll
· · aJ sólo es apli-
se han conYertido en los intentos pionei"'5 de poner en préctica un Para las demás violaciones del provisto
sistema de seguridad colectiva. El sistema previsto en esos tres paré· cablt- un sistcoma ejecutivo individualizado y de$cen
arafos se limita desde un principio a un solo tipo de violación del
internacional, es decir, recurrir a la guerra en violación de las
por el derecho internacional se.o eral. .
Las violaciones al der«ho totemactonal de. se
primeros par,grafos del uticulo 16 crea1_1 los s•gulCnles.
c.!:
ocu n los ares
ro electos
de un
di•posicion0!5 para el arrr,lo pacifico de los •·onflictos internacionales
tal corno se: establecen en los arllculos ll, 13 y IS del Pacto." legales: 1) La nación infractora " es consrderada como Estos
acto de guerra contra todos los dem&s m•embros de la aga ·mediante
últimos tienen la obliaación de aislar a la nac•ón mfractora. .
d<> con el artleulo 14, o eualqw.r tribunal - por 1u puteo o Mtlpulodo . , un boicot completo, impidiéndole cualquier tipo de intercambiO COO
eualquier C O D - - . .&re ollu. cualquier otro miembro de la comunidad de naciones. 3) . El
4. t.o. mlelniJrm de la Llp . . a eumpllr de buena le 1u - ·
NDdU o dk:tadu y a no recurrtr a la I'Mirr& contra nn miembro de la de la liga liene la obligación l"'!al de recomendar a las nacaones mtem-
Llp que • - - . a dlchu - . c l u u cleclsklnM. En cuo de cumplimiento de la
antonda. el Comajo JWOP(ll>llÑ lu - que baJan de _.,rar el electo bros la contribución militar necesaria para la defensa de las
de aquélla.
Artk'lllo /S
l. SI ........ -re
pro-.ar ..- rup&ura 7 al -
loo mMn>IJroo de la Llp oua1c1t*r - - - d e
deaacuerdo no r - aometldo al arbllnJe o ar.,.lo
}Udi.-Jal preototo en el articulo 13, loo mlembroo de la Lira convienen en oomelerlo
cionn del Pacto que hayan sido violadas. 4) Los micmbr05 de la . Liga
tienen la obligación lepl de pn:star a los demás toda la
y económica necesaria para la ejecución de acciones colectavas.
mahtar

El texto literal de estas disposiciones parece crear obligaciones


al • - del con.¡o. A ..u electo baatanl con que uno de alloo IW avtao al
a.cncu;o General, el .,..¡ toman 1oc1ea 1u modidaa _ . . . para que .. aulomáaicas de carácter colectivo con respecto a los puntos 1), 2) y 4).
a una lnlorrnactón 1 a ua eurnea completo.

poelble mr...- del CMO COD - loo bec'- 7 -1<>1


J . A ..,. elactoo, lU _ . eleftrúl al soc:ncano General con la mayor rapl-
reJenDtea y el eoo.
Pero con respecto al ponto 3), obviamente el más importante, se limita
a luaccr recomendaciones a las naciones miembros. quienes están en

por--
Mjo podrá la pubücaclda de eetoo Informes. libertad de aceptarlas o rechazarlas. La apariencia de los puntos 1 ),
J. r:1 eonoe¡o procuran _,..,- 1a aotuclón del conn1cto 7 11 tal.. ear- 2) y 4) es enpñosa. Las resoluciones inaerpretal.ivas, aceptadas por la
rwul&lln ..... _ . • ban una declaraclcln pública dando a conocer loo beclloo 7
apllc:llclorws YiDculadoo con la dlapula 7 loo WnniDoo del acuerdo. Asamblea de la Lip en 1921 y gc:neralmeute cousi.Jenodas como auto-
4. SI la disputa no fuera .-.ella. el Conoejo redactan y publlcari un dictamen, ridad de hecho, si no de derecho, eliminaron viraualmeule los elem.,utos
ap..- O por d e - · para dar a conocer lu CII'CWIO-
- do la . , . _ _ y 1u - que el Corwejo racomlenda como mú oqul· compulsivos y automalicos del articulo 16 y dedujeroaa las

lll-
5. CUIIIquln miembro de la Llp rep..-nlado en el Conoejo puede dar a pu·
b&icided una declanlc:ión .obre loe que motJnron la diaputa 1 su. conclu- llallo 11 .. obllplorlo para - loo mwmbroo de la Llp MCr1n loo U""""-
...,._oubrela.-. J no "'**> ronunclar a elloa liD taka.r a - ob11pcicJ1-.
c:uen! t. Todoa los Eatadoo deben recibir mismo trato en lo q••
11one que .,.. con
la aplleaclón de lu meclldae de prwldn econóonlea, con tM llielMatea .......,.. :
compromelen a no noc:urTir a la ....,.... contra puta que • • - a 1u
cooclua- del dlclarnen.
7. En el cuo de que el COneejo no qre que IU dictamen ..,. aceptado por
....,.. - n o ,...,.,.,.._,. la ejecución ele n - .._¡&1M
m:=,.r::.,
e.l.J "; como lo
bl SI ae considerara - b l e la toW o parcial, en e1 caao ele
doCer1IIIMdoo Eatadoo, de la eledl•a aplicación ele 1aa - " ' - _nu._
1. Sl atcuna de 1M _ . prelend-. y Conoejo ul lo reconocleH. que la vtatao . , el articulo 11, tal poalerrackln tiCllo podn autonane en la R*hda 811 pr.
&liapu&a es&á relacionada con CUMUón que el derecho tnternactonal deja a 1• resulte conwnlenteaJ:.ra nito del plan de aecldn 0 para rerluctr al mlnlmo ' \ :
cac1ua1. . competoacla de dicba pa.W.
ooludón.
COO...jo to han conatar y oo recomendan de la ?4..1a aplk:acldn de 1aa aanclaa. podrta . . , _ para

=
t. ED cualqUier caoo prevla&o en - artJeulo. el ConMJo podrá llevar la de 10. No eo polible determinar de antenoano, 1 en detalle 1aa dlftraaa medlclu
naturateaa económica. cornen:lal 7 1'11-.:lera que clabÚI • ..._.__
loa ca-. eo que ee declcla aplicar poiiUcaa de prea1c1n IIOOQdmJca- . . . - - "" -
-.a oer tonnulada donl.ro ele toa catoree d iu .,.wenc- a la lecha en que la :=iun":"ci.!: a los n•lembroa de la Llp.
eucstJón baya aldo prM8>Iada ante el Conoejo.
11. La dlplor"'Ucu
artleulo ' del
10. En lodo uunto -
articulo 12. relaU•u a la acddo y
a la Ao&mblea, lu dia¡x.lclonea del pr-nte
a loo podereo del consejo,
aplloabln a la acckla y loa poderos de la Asamblea. Queda entendido
lúmlno, al retiro de loa
lnlarrupclón
J•tes de loo <ue'1XJ&
11. Laa relaclonea eonsularea
13. A loo efecwa de 1a rupt ra de relaci
- - - · en
¡x-., .W .._ _,t._.
que t'ldo d1ct.amen emitido por la Asamblea. con la aprobAción de loa repreeentantee 11
lnctor y - per1enecientea a loa otroe on. en&n el.-..._ del a:...so lo-
ru.t Jos miembrol de la (Jp representados en el ConseJO y de uua mayorta de loa
ucmlll miembroo de la Llp. con la excl1151dn en ca<k caeo de los reprnentantee determinante habn de aer la realdencla Y no ele la Llp, al factor
14. En .,._de proJonpda apllcadOñ de ....dad.
do Ju
la loCalidad de .,. rnlembroo. al"' lo. rep.-tantoa
IAlndrá el mismo <electo que un dlclarnen del Conaejo aprobado por
de laa parta.
medido& de c....,.,te OHerldad No obatan
rnentoa a la población civil cid
-..clrnlca, dober6n adop&ane
lnlerrupeión del IUIDioláro .t. all·
La
z.: LM resoluciones nlnantea dicen Jo &ipiente :
2. acción unllatenll de un Eatadn Infractor no puede crear una altuaclón de
,._,... 101o autoria a loo demU mlembroa de la Llp a recurrir a actos de ....,.
medida eatr<madatnet•te dnatk:a '
poolbleo clarllmOIIta
ractor deber4 conalderane co
l6lo P<ldn aptlearoe al otraa :
rra 0 ;. declarene en eatado de cuerra con el Eatado Infractor; pero, de acuerdo 7 tudoa loa· dernú medloo de
con el aplritu del hdo. la Llp de 1u Naelo.- Intentar, al menoo en un 18 , __ · - · - - - espeelales comunicación MtariD
eomlen<o. nltar le a.-ra y .-.taurar la medi...C. pr.sldn económica. · - relaciones humionltar.U deberin
. 1!:1 tato vompleto en lJ J:,rooecutr.
t . Cada miembro de la Llp deba decidir al .., ha c:ornftldo woa ruptura de lo clal SUpplemen¡ N• 8, OCtubre de tt21 _.'f!' laa N..,ton.., OfllciaJ JOIIFMI, s-

_____
cataókcldo por o1 Pacto. El cumplimJ<nlo de 1aa dtapoo•ctoa• prevlslae . , el ar·
• -· ' aiiUleniM.

-··-· - · - - - -- - _ .....
Pro blemas d el derc.cho mterMc tmJal .351

obliu iones del texto a meras recomendaciones sustentadas ta n sólo En 1934. durante la guerra d e l Cha o ( 1932·35 ), cuando Pa raguay
por -la autoridad moral del Consejo de la L•ga-" continuaba las hos tilidades en viola ió n del l'ac lo, rnu hos
Ante todo, en contraste con el aparente significado del a r tículo lb, de la Liga lim iraron e l embargo de armas, o nginalmen1e n n pues ro "
J:u resoluciones establecen el carácter individualizado y centralizado ambos beligerante"· olamcute a Pa raguay. Esta fue una m ed•da d1 n ·
de las ,...ncioncs de la Liga al declarar que es deber de cada nacion minatoria que se e ncontraba a muc ha di•ta nc ia del e'plnlu y la
miembro decidir si se ha cometido una infracción al derecho interna· ()el primer prágrafo del artículo 16. Cuando Japón . q ue hab1a rcnun·
cional y si. por lo tanto, es aplicable el articulo ló. Por otra parle, tal ciado a la Liga, invadió China en 1937, la Asamblea d <! le rrninó que
como lo interpretan las resoluciones, el punto 1) autoriza a los miem· Japón había violado el Tra tado de las Nueve Po tencias de 1912 , el Pac to
bros de la Liga a recurrir a la guerra contra el Estado infractor. pero Briand-Kellog y que el articulo 16 e ra aplicable, por lo q ue los nll(:mbros
no crt"a, como podrfa pensarse, una obligación legal al respecto. Como de la Liga tenían de recho a adoptar medidas cornpuhivas uul•v•dual·
Jo señalan los puntos 2) y 4), las resoluciones dejan librada a cada mcnle, según las estipulaciones respc: l ivas . Ninguna !le esas medidas
nación la de cisión acerca de qué medidas tomar contra el infractor y llegó a to marse nunca . Cuando la Unió n Soviéti a en tró en guerra con
en favor de las na<'iones que deben enfrentarlo. El Con.cju actúa eomu finland.a en 1939, fue e xpulsada de la Liga " " virtud del articulo 16,
mero organismo coordinador con la potestad de formular recomenda· parágrafo 4, pero ninguna acción eole t•va fue cmp rcnd1da contra ella.
cionu sobre las medidas que deben tomarse, en qué momento y por En contraste con estos casos, la Asamhlea halló en 1935 que la
parle de qué naciones, pero sin autoridad para obligar a las naciones invasió n de Etiopía por parle de Italia implicaba re urrir a la guerra
miembros a que actúen contra su voluntad. en abierta violación al Pac to y que por lo tanto, el art iculo 16, en s u
F.n suma. en tanto la obligación de emprender las acciones pre· parágra fo era apli able. Pero las d os medidas. prev istas ¡x>r e l ar·
vistas por el articulo 16 es de carácter descentralizado, las acc•on<'S lfculo 16, parágrafo l . que ofrece11 la me jor oport un idad para la apli·
decididas por cada una de las nac iones han de ser ejec utada s baJO la cación del derec ho internacional y que con toda seguridad habrían ob h·
dirección cenlralizad<l del Consejo de la Liga. Las resoluciones gallo a Italia a dcs i•lir de su ataque a E t io pb 1 c mba r o al a ba <lcCI·
un paso adelante en la centralización de la técuica de obligar el cumph· mie nto petrolero y e l c ie rre del Canal de Suez- 110 fueron lomadas.
miento forzoso de las acciones adopt:>das por un cierto número de na· Como lo señala sir 11 . L,uterpaehl : "Sin emba rgo, aunque las sancione'
cion<·s . Pero. con respecto al carac ter compulsivo y automático de la del art ículo 16. par:lg.afu l . fueron fonu a lmen le put·stas en p rác1ica y
ohligaloncdad, cumplen la misma función que las reserva• e n lo• ca,os aunque se ·stahleció una complicada n1aquinaria des linada a conse¡;ulr
!le los f" llos judiciales o que la.s excepciones y calificaciones en los t ra· su paularina i111plantació n , el carác ter d e la acción t·mprcnd ida fu e tal
lados ele raranlía, es decir, llevan hasta un punto evanescente el ca· que sugirió que las m edidas rc¡>rc>ivas se tornaban más b ien como una
ráctcr compulsivo de lo que significa una obligación legal. expresión mural de n ·prohación que como una dcc tiva medida de
La rdor·mulación J.-1 artículo 16 por pane de las resoluciones de coacción''.:'
la Asamblea tiene el efecto de r eafirmar d carácter descenlrah7ado
Jcl cumplimiento forzoso de la ley. La experiencia de la Liga de .la< Por lo tanlo. se pueden resum ir los iut ,·nlos de un
Naciones Ja n:uucncia de las n1icmbros a pcrmat•r lema centralizado para implantar la ley baj u el 16 del
que en la J'llayor p..1rh: J c los ell que hjb Jaa ju!» UI Í·
siqu iera las limitadas oportunidades de una -:jecución ce ntralizada de
'klnciones que la nueva formulación del articulo 16 ofrece. Las lado la ap licación de éstas nu ful'n.Ht aplicadas t·n
En ,•J único ca so en qut.· se se en prác t 1c...a de un
,-olccllvas d,· c j.:<·ución previs tas por e l artículo 16 sólo fu e ron aplicadas
en uno de los cinco casos en los que inJudabl<-mcnte uno de Jo, mH.:m nto do ta n ineficaz que v ir lua lant·nl c fJ ac:..su y d triunlo
de l Es tado rccalcit ra nlc .
de la Liga recu rrió a la guerra e n flagrnnle violac ió n del Pac to.
Con rcspe lo al conflicto chinc.>-japonés que se inició en 1931 , la Asarn·
blca de la Liga de las Naciones consideró unán imemente que "sin de la·
ració n de guerra. parte del territorio chino fue tornado por la luerza Capitulo VII de la Carta de Naclonea Vnldaa
v ocupado por tropa• v que las hos lll idad.:s !le g ran o.:nv<' l ·
del primer del artkulo 16. Cuando Japó n. que había renun · E l Có!plluln VIl de la Carla de Umdas , que cumpre n!le lo>
bicrno, de China y de Japón. Pero la Asamblc3 también de terminó qw: art•c ulos 39 a 51, onslituyc la contraparte del art iculo 16 del Pa lO de
Japón no habla recurrido a la guerra en ••iolae ión del Pac to y qu•·. por la liga d e las Naciones como intento por supcrdr la d c btll!lad de un
lo tanto. no era aplicahlc el artículo 16. >i• tcma inl<:lllac iuual centralizado para la unpbntac1ó n de la ley. Como
tal, sigu il ica un pa•o imporl3nlc hac1a el de uu 0 1ga·
, " Lea1ue ot Natlona Report on lhe Slno·Japa.nae Dispute", Ame· n•>mo .:entralizado. l..o• arllculos J9 , 41 y 42 de la Can .•. <JUe >On el
Jo tuna t o{ /nfuna t ronnl Low, vol. n. 1»33. SuplemenlO, JlA1 . 146.
OPPt-nhe•m Laute.rpacht. Inttrnatrorwl Law, 6: ed., J944. vo J 2, p&jr1. l39 40
ltq>rcAucld O oon a ulo rttacldn de I...onamana. Green ll Co . 1nc ll No obstante. véue en el O.pltulu 211, c-uo. 1 y l . cómo laal lroru.lonl*:io-
nes poiJUcas ateuuan la desce.ntrallzacaón.
. 353
Probl- del d•r•clto mt•r
obli.,ación de compartir
corazón del sistema pera la implantación de la ley de Naciones Unidas, . _ __... evadir por completo la ... . d "'"-'•·
el acuerdo comun, 1'-- . . decididas por el ConseJO e
nn mucho más lejos que el Pacto de la Liga de las Naciones o que las .....,iones militares obhgatonas Tta en el mecanismo c;oacuvo
cualquier otra dlsposk:lón de derecho Internacional en este campo. Sm ridad. Dicho de otro modo. el factor mt 1 rración con Ja condición de
embargo, est'n sometidos a tres importantes determinaciones y excep- del capitulo VIl aólo puede su Y ope·
las que, como veremos. limitan y en ciertas circunstancias anulan que cada Batado miembro acuerde 10 lVI son creados por los
la centralización previlta en el te11to de esos arlfculos. ración. Una vez que los contingentes mahtares convierte en la au-
E.l Pacto de la Lip de las Naciones permite a cada una de las na· acuerdos Individuales, el de se rtes lleaa a su fin,
ciones decidir si el Pacto ha sido violado. La resolución 4, toridad suprema y el poder aa pa
que interpreta el anlculo 16, dice: "Es obliaación de cada miembro de al menos dentro de los llmitea _leplel de la de la conclusión
la Liga deeidir si se ha cometido una violación al Pacto". De acuerdo E.n realidad los Estados aun spu s-en violación de
con la resolución 6, el Consejo de la Uga no toma decisiones al respecto, de los acuerdos están en conchcJOnes de rechazar ..
1
<:on
sino que: se limita a fonnular noc:omendaclones basadas nada mb que las obligaciones 'estipuladas por el artkulo 43- el "llamado ·
en su autoridad moral. Por el contnrio, el articulo 39 de la Carta de ICjn de Seguridad y nqarle la asistencia militar. que es
Naciones Unidas dice: " El Consejo de Scauridad determinar• la exis· De c:sc: modo pueden dejar al Consejo de Segundad san fuerza pa
tencia de cualquier amenaza a la paz, ruptura de la paz o acto de ac1uar. Sin embargo. esto seria una especie de "motln" Y en cuanto tal
agn:sión . . . y dec:idi" las medidas que deben adoptarse de acuerdo un acto ileaal, cuya posibilidades tomarían muy en cuenta todo.s loa
con los artículos 41 y 42 pera mantener o restaurar la paz internacional establecimientus militares. No obstante, a diferencia de elloa, la t'llra·
y la seauridad". Es el Consejo de Seguridad, y no los Estados miem· ellructura militar de Naciones Unidas encara la posibilidad de no
bros. '!Uien tiene la autoridad para decidir en qué situaciones deben a existir si quienes est'n sometidos a su ley no se obligan a darle exas·
adoptarse "":didas coactivas. Tal decisión no es una recomendación tenc:ia mediante acuerdos voluntarios.
cuya ejecución depende de la voluntad de los Estados miembros, sino Las disposiciones de la Carta relativas a medidas militares de cum·
que es obliptoria, ya que los Estados, por el articulo 25 de la Carta, plimiento forzoso han sido hasta ahora letra muerta, dado que no se
"acuerdan aceptar y llevar adelante las decisiones del Consejo de Se· ha celebrado ninaún acuerdo bajo el articulo 43. Por lo tanto, se aplica
auridad. de acuerdo con la pre&ente Carta". el articulo 106 de la Cana. El mismo dispone que en ausencia de taJe¡¡
El mismo tipo de decisión compulsiva y autoritaria por parte del acuerdos, Estados Unidos, Gran Bretaila, Unión Soviética, China y Fran-
Cooscjo Je Seguridad determina la acción obligatoria que ha de aplicarse cia debe"" "consultarse entre sí y, en caso de ser oportuno. con otros
en Jo¡¡ ca505 particulares, sin que tampoco aqul tcnp participación miembros de la organización a los efectos de emprender acciones con-
alauna la voluntad de los miembros individuales de la organización. juntas en favor de la or¡anización con el objeto de mantener la paz
Con respecto a las sancíones económicas mencionadas en el aniculo 41, internacional y la seguridad". Con esto, la Cana de Naciones Unidaa
el Consejo de Seauridad puede "decidir" e "instar" a los miembros a retorna a la descentralización c:n el uso de la fuerza que se encuentra
que cumplan con sus decisiones. Con respecto a sanciones militares, en el artículo 16 del Pacto de la Liga de las Naciones y en el derecho
previstas en el arlfculo 42, el Consejo de Seguridad "puede emprender internacional común. De este modo, la voluntad de cada uno de los
acciones". A Jos efectos de hacerlas posible, el articulo 43 impone a Estados -esto es, la descentralización- que encontramos en las bases
Jos Estados miembros la obligación de "poner a disposición del Con· del derecho internacional con respecto a la legislación y a la
sejo de Seguridad .. . fuerzas armadas, asistencia y facilidades . . . nece- Judacatura es. en la actualidad, todavía la esencia del cumplimiento
sari:" a Jos ckctos de mantener la paz internacional y la seguridad" forzoso Je la ley en lo que tiene que ver con la de una inlra·
y el artículo 45 enfaliza esta obligación especialmente en lo referente e5tructura militar en Naciones Unidas y, en su ausencia, el empleo de
a contingcntcs de fuerzas aéreas "par.. la ejecución combinada de ac· la rucrza en Jefensa de la Cana.
dones coactivas internacionales". Estas obligaciones habrán de imple· Esta caliBcación del sistema del capitulo VIl de la Carta de las
mcntarsc me.Jianlc acuerdos entre los Estados miembros y el Consejo Nacaones Un.adas no es necesariamente de naturalc:u. organic:a. puesto
ele Seguridad. Los acuerdos delerminaran "el número y tipo de fuerzas, auromáucamente se tornarj inmaterial si tienen lugar los acuerdos
el grndo de disponibilidad y. ubicación general, y la naturaleza de las e los que habla el arllculo 43. Sin embargo, la Carta contiene dos das·
facilidades ·y asistencia a ser provista". de carjcter diferente. Su operatividad no depende de una
Estos acuerdos ofrecen el único elemento descentralizado en el como la prevista por el articulo 106. Ambas limitan la
coactivo del capitulo VII de la Carta, porque al negarse a operacaón del Sistema coactivo del capitulo VIl d d ·
establear otra cosa que no sea una modesta conlribución a Jos esluer· y permanente. Una es la d 1 . e mo o necesano
zos militares del Consejo de Seguridad, cada nación se encuentra parágrafo 3 del artículo 27.e arucu1o SI y la otra se encuentra en el
posición de limitar correspondienlemente las obligadones subsiguienlc:s El artículo 51 estipula que .. ad
en ...r marco de la• decisiones del Consejo de Seguridad. O al rechazar impedir el derecho inherente a atoden 1fa Carta habrj de
au e ensa mdavu.lual o colectiva
Prol>/cma dd irttcnracionlll J J5

si se produce UD alac¡Uc armado conll'a UD Estado miembro de Nacio- . . lbir las belldlciones pollticu Y
lrctift, una coehcr6n brllca puede 'das Pero diflcilmcnle perckr*
IIH Unidas". La <ide- propia incbvidual, del lllOclo en que la cala· lqales, y el apoyo activo ck Naciones nr · .6 de cumplimirnlo
blccc cl derecho -a falta de un 6rpno estatal pera hacer respelar su caDcter inicial y sc tranoformaD en n rielad
.. ley-, para enfrentar un ataque con luenaa apropiadas es una ea· forzoso bajo la conducción real del ConseJO de 8" ·
cep<:ión al cumplimicnlo foraoao, centralizado, inhcreuiC a cualquier
aillema lepl, interno o internacional. El Jimataria el m«a-


ni•mo pana el fon.ooo de: .. ley de: Naciunco Unida& El Veto
-nque DO eat""inc CllpreaameniC rccoouc:ido cn cl arllcuio 51. Por
Olra rartc. la dcfcnaa propia colectiva ha llqado ""i.enlemeole a la El verdadc:m punto crucial del aiatcma ele cumplimiento
lcrminotosla lcpl e incluao puecle considerarse como una cxpnsión de Naciones Unidas, que afecta cada 8Cción que pueda lomar e on-
coniJ'aLikt.o ria. w que el arllculo SI obvlamnete procura es cl recono- sejo de Sesuridad aqún las disposiciones del VIl, el ar·
cimiento del derecho ele cualquier nación, directamente atacada o no, tfctalo 17, peDsnfo 3, de la Carta. Bl mismo raltpula quoo las
• pro:slar aaastencia a cualquier otra nación que haya sido aliiCada. siones del Conscjo de Sesuridad ... deben adoptarse por el voto al r·
Sin rmbafwo. esto ca oquivaleute a la rcafirmación del principio Ira· mativo de nueve miembros incluyendo Jos votos de los miembros per·
dicioc>al del derecho inlemacional camW.: corraponcle a la lUICión manrnlcs". Según el articulo 23. loa miembros . _ Chtna.
damnificada la aplicación dcl derecho inlemaciuoal contra la nación in· Francia, Gran Brrtalla, Unión y Estado. Unidos. BalO lig-
rraclora. para lo que pod'"' contar con la cooperación voluntaria de nifica que para poner rn funcionamiento d dispositivo coachYO dcl
otras naciones. Aun en el caso de que la violación del derecho inter- capitulo VIl ea ncccaario el conaentianicnlo de los cinco mtembros
nacaonal adopiC la forma de un ataque armado, el articulo SI n:alirma pcrmancntes. El desacuerdo de uno aolo de ello& es suficiente pera
la desccnlraliución del si•tcma de cumplimiento lo......, de la ley DO bloquear la ejccución ele cualquier medida coactiva, aunque todos loa
sólo para la na<:iún inmediatamenle damnificada, aino también para den"• miembros del Consejo ck Sesuridad rslurieran de acuerdo. l>r·
''"" dcmia nacaunn. cho de otro modo, cada uno de los miembros permanentes dispone
Es caeno que el articulo 51 10me1c esta rcalirmación a tres con· del veto ante cualquier medida coactiva que vaya a adoptarse en obler·
diciones . Sin embei"JJ, son de naturaleza m4a vcrbal que •uatantava. nrión del capitulo VIl de la Carla.
Primcro, d dcrccho a la autodclftiSil colecliva dcbc'"' permanc:cer in- De este m<>do, el ftto n:introcluce en el •iaterna de cumplimiento
columc sólo " hasta que c1 Consejo ele Squridad haya tomado las me- forzoso de la ley de Naciones Unidas el principio de descentralización,
didas necnanaa para el mantcn.imiento de la paz internacional y la al determinar que la operación del sislerna dependa de la voluntad
sevuridad" las medidas que se adoplen pera el ejrrciCJO de de elida uno ele Jos miembros permanentes. Las d isposiciones del ca-
la autO<klrnsa colecliva drbrn scr anmrdiatarnente denunciadas al <.:on- pitulo VIl que, como hemos vlato, constituyen rn si rn.ismas un im-
aejo de Seguridad. Y. tei"C"ro, &aln medidas no afrcla'"'" la autoridad portante paso hacia la crntralizacióo del cumplimiento forzoao de la
y la responsabilidad ckl ConM>jo de SeiUridad para adoptar sua pro- ley, deben ser leidas a la luz del articulo 27, paDsnfo 3, el que les
pias m.::d idas qün lo entienda apropiado. quita mucho de su efecto cenlralizat.lor. Y, especialmente, las incapa-
Maentraa la segunda condicióo rs obvia m.-nle ya quc cila para el cumplianienlo de la función que noe impona por eneima
duplica la información que el de Se¡uridad ya debe haber de cualquier Olra: la imposición ele lirn.itaclones efectivas a la lucha
ncibido por mrdiu de la prensa, la radio y los canalcs por el poder m el campo internacional. Al reapccto, vaic la pena sd\a-
ordin:arius. los olr.u doa con<hcionc• 10n, a la luz de aituaciones con lar tres consecuencias del velo.
mu<:ha probabilidad de ocurrir. virtuahnenle carenlrs dr importancaa Allle lodo, el ftlo elimina toda po&lbilidad de aplicar medidas de
pr.clica. Un ataque armado de A contra 8, m cuya ayuda acuden <.:. U cumplimiculo lorzoto de la ley contna cualquiera de Jos miembros per-
,. E ron ws respectivas fuerzas " """'tres. aoin:as y navales. c:nln:nla manenles. En el caso de ser vlctlma hipoltllca ele tales medidas, un
ConM:jo ele Sepridad. cspecio11mrnte bajo bs condiciones de la gue- mac:mbro permanente simplemente velarla la determinación requerida
rra moderna. con un hecho consumado al que debrri adaplat aua me- el Consejo de aqún el articulo 39, para el que "cual-
oblll(atoria•. Se habrá n consumado ataq.,... aéreos . se hab,..n quarr. amenaza a la paz, ruptura de la paz o aclo de "'P"ftÍÓII" ail"ilica
ucupado territorios. es decir, en virtud del derecho de autodclensa la ex•s1enc1a t.lr razones leples pera la aplicación de medidas
colcclin se habrj descncadena<lo una prra a gran escala. ujos de rlaa de cumplimiento de la ley. lncluao el planteo de tales medidas
estar .,. condiciones de cktrner la guerra y dr aplacar •u• me:· qucda rla bloqueado.
didas obli11atorias, el Cons.:jo de Sesundad sólo puede en Squndo, si atento al artic ulo 27, peri&rafo 3, el Consejo de Sesu-
e lla cn que """''' ""narncntc habrjn dr eSiar subordinados 11 rldad es capaz de poner en funcionamiento la maquinaria co.c:tlva de
,. _,,. 1ral"l!'a de los beligcrlllltc.-s que ya rstarM embarcados rn hosllh· la sólo aplicarla con respecto a pcqueilu y medianas
dadn a ¡m.n escala. Una \'CZ iniciada cvmo mrdrda de autodclenaa co- po1enc1as, ra drcar, a &qlléllas que no forman parte de los miembros
ÜMilfJC*- . . , . . , llfJCioMl ProlllctftJU dd dercclto i11ter...ao.tal 157

pe1'11la..ates del c-.cjo de Squri"-'1 y que, por lo tanto, no pueden acción -<ASO en que w medidas centralizadas de defensa propl.'l
interponer el veto coatra lu medidu c:oectivas. Pero, en vista del veto continuarlan adelante como si Naciones Unidas no existiera- o a5e-
que ejcrCCA lu arauda potencias, tala medidas contra pcquo:llas y ¡urara de otro modo la aprobación del Consejo de Se¡uridad para
mcdiauas potencial l6lo .. aplicarin m ciramstancias extraordinarias. 1a adopdón de medidas descentralizadas, en cualquiera de los ca50s la
Tal corno se eacucntra confonnada la política internacional en la actua· amenaza o la realidad del veto le tornari" imposible al Consejo de
lidad, muchas de' au potencias están lntimamente alineadas con una SeJuridad la adopción de medidas coactivas centralizadas indepen·
u otra de las lfUidcs polcnCias que dominan la escena interuadooal. dicntemcnte de la presencia de las medidas descentralizadas ya tomadas.
Es muy improbable llevar a cabo una violación del derecho interna- El panorama que presenta la Carta de Naciones Unidas es. por lo
ciooal que IUKite IIICdidu coec:tiYU previstas en el arúculo VIl de canto, diferente al del derecho internacional común sólo en sus po-
la -Cana ain el .,o,o. o al meaos la aprobKión. de la aran potencia tencialidades legales, difícilmente realizable bajo las presentes cond•·
con la esU aliaado. lncluso sin tal alineamiento, ninlún cambio ciones mundiales, aunque no en la actual operación de su sistema de
ea el atatu quo entre do. potencias pequcllas w cualquier parte del coacción le¡al. La tarea más importante de un sistema semejante con·
mundo clirec:ta repereuaión en 1M posic:loacs de poder relativo sisee en la imposición de limitaciones efectivas a la lucha por d poder.
de lu arandea potencias que 10ft miembros pennancntca a• el Consejo Naciones Unidas es incapaz de cumplir en absoluto con est;a tarea alll
de Seturidad. La poUtica Jlob&l y la estralqia militar de nuestro tiem- dondr se le requiere con mayor necesidad: con respecto a las grandes
po se encarpn de que esto sea inevitable. potencias. Ya el articulo 27, l. de la Cana pone a las lran-
Que loa miembros perrnanentca otorauen un consentimiento UM· des potencias fuera del alcance de cualquier acción coac:1iva que se
ni- a medidas de fucna contra pequcAas o medianas nacioaes de. tome de acuerdo con la Carta. En Jo que tiene o.ue ver con otras na-
penderá. por lo tanto, no demasiado de cucstiooes de derecho inter- ciones, los artículos 51 y 106 de la Carta operan como reservas de lar¡o
naciooal sino, lllh bien, de lu relaciones de poder entre los miembros alcance bajo la• oblipcioaes .,merales de lo'l anlculos 39, 41 y 42. La
perrnanentca. Si estoa último. no .. eacucntran lanzados 11 disputas situación polllica general, en tanto afecta las relaciona entre los miem-
de poder entre ai, n posible que .. ponpn de acuerdo accre11 de me- bros permaneates del Consejo de Squridad, junto al articulo 27,
didas coactivas cc:atraliudas. Porque entonces estin en condiciones de arafo l, milita contra este último para cualquier acción en el campo
encal'llr con relativa ecuanimidad cualquier cambio futuro en las rela- de la coecclón lepl.
ciones de poder entre do. nacioon beliprantes. Pur otra parte.
cuando .c&o. o más miembros permanentes se encuentren activamente
emban:ados en una ltKha por el poder, con lo que tales medidas
coactivas podrlan llcpr a afectar sus poaicioes de poder, entonc:es el 1.4 R*soluciórt "U11i6ft fltl'" la l"'lé'
consentimiento IIIIÚiimc ICri Unpo.ible. Al consentir una medida de Estas debilidadea del sistema de Nacionc5 Unidas para la seauri-
ate lipo, al meno. uno de loa miembros íx:rmanentes au dad colectiva resultaron obvias cuando debió- aplicarse a la ..re.•ión
propia po6ición de poder al debilitar la de su ami¡o o aliado, es decir, de Co.- del Norte contra Corea del Sur en junio de 1950. El Consejo
la del hipoUtico objeto de las medidas. Ese miembro perm"nf'nte de Squridad fue capaz de aplicar lu disposiciones de securidal:l co-
deMria renunciar . a prose¡uir lo que con&idera au propio intenll na- lectiva previstas por la Carta contra Corea del Norte en vntud
cional. NatUI'almente que tal po61bil.i dad debe ser deacartada. En todos de que la Unión Sovietica ac había ausentado
los casos, la punta m operación de medidas de cumplimiento forzoao ol'lanismo y, por lo tanto. no podJa interponer el de veto. Con
centrali.zad;as aqún lo que dispone el capitulo VIl depende de la
el rqrao de la Unión Sovietica al Consejo de la
voluntad de los miembrol permueatea del Cooaejo de Squridad fue reunida para que orpnizue la acción culecttva de Naao-
actuando individualmente. La centralización de la coacción lcpl, en nes Unidas. Las funciones de la Asamblea General con respecto a me·
amplia medida por d capitulo VIl. es no menos amphamcntr
didas de squridad colectiva eat•n limitadas por los ank':'lol 10 '! 11
am¡lada por el arclcuJo 27. pará¡rafo l .
de la Carta a formular recomcrnlaciones a los Estados mtembros flOr
Finalmente, el veto elimina a todos los efeo.:tos pr"=ticos 1u cali·
cloa tercios de la mayorfa. Por naturaleza, estas dejan
llcacJOMs mediante J.a¡ c:uales el artículo 51 loara subordinar el dcrecbo
librada a la voluntad del destinatario la cin:uastaocta de aceptarlu
a la autudefensa colectiva al sistema COKtivo ccncnlizado del capí-
tulo VI. C.. difídl iiiUifinar un caao de acción militar colectiva que
O DO. Por ello, IU medidas de secundad
colectiva tomadas eD virtud
de tales recomendacione1 son completamcote desceatrallzadaa.
involucre a varias naciones en el que por lo menos uno de los miem-
bros permanentes del CoNejo de Squrldad no tcnp al¡o que ver con
la experiencia de la ¡uerra de Corea alertó a
de Naciones Unidas acerca de La impoteocia del ConseJO de
uno u otro bando. Sin embar¡o, bajo tale• circunstancias el requW.to
de unanimidad de Jos miembro. pennaocotes, sqún el artículo 27, -J»ennanente bajo las pn:seotes coodiciones para
paráarafo J. sea que impida al Conaejo de Squrídad adoptar cualquier funcioaes como orpnismo de squridad c;oJec:uva. Cuaksquiera med1·
dn de squridad colectiva que Naciones Unidas fueran capaces de 10·
lSI ÜlftlffiCiOflas del I'Odcr
mar en un futull> deberia
consecuencia
llamada
Asemble
la segu
n
'

1) la disposición de ue
""CÍOIIGI

n 1er tornadas po 1
noviembre de 1950 1
" Unión para la
principal
p
a Aaamblea General. l::n
la mble_a General votó la asl
que tntenta fortalecer a la
colecttva. Sus cinco unt tsm:" para la or¡anización de
os pnnc:tpalcs son:
T
¡
Problemas del der«ho interlfiiCi«Nl 359

Por lo tanto, en la actualidad la coacción del derec"?


nal signe siendo tan descentralizada bajo la Carta de

comun. Todos los intentos que se han realizado por dotar


internacional de la efectividad de un sistema legal
Unidas
como en el Pacto de la Liga de las Naciones o en d derecho tnternactonal
derecho
han
de las veinticuatro ho':u <';ne;:l pod" reunirse den- sido anulados por las resc:rvas . calificaciones y las condictones poUU·
mari: tiun veto que le impida el ejercicio d: gundad "" ve entren- cas genuales bajo las que actúan las naciones dentro del modenw sis-
e asegurar la paz internacional y su responsabilidad pri- tema estatal.
2) la disposición d 1a seguridad. No se han realizado esfuerzos concertados para reformar la fun-
formular e: l:a General pue- ción legislativa del derecho internacional. No obstante, se han hecho
CI n de medidas colectivas, incluyendo para la adop- intentos sucesivos para reformar las funciones judicial y ejecutiva. Con·
3) la recomendación de u a fuerza armada. tra cada uno de esos intentos, se ha reafirmado el caricter descentra-
tro de sus fuerzas armadas n!:,:,:=:da Estado miembro manten¡a den- lizado del derecho internacional. Por ello, la descentralización parece·
toa con al servicio eventual les que puedan ser pucs- ria estar en la propia esencia del derecho internacional. Y el principio
4) El est blec" . como um a es de Naciones Unidas. búico que hace inevitable la descentralización debe buscarse en el
a amtcnto de una Comisión de Obse ió de principio de soberanfa.
para que estudie e infom¡c IObre cualquier tensió rvac: n la Paz
en el campo internadonal. n que se produzca
5) la creación de un Comit4! de Medidas Colec:tiv
ludie informe IObre los caminos y medios para
temactonal Y la 1quridacl de acuerdo con la Carta de Naciooea Umdas.
C:: :=;
El Comul! de Medldu Colectivas ha informado periódicamente a
la Asamblea General, la que a su vez ha votado resoludoael robando
el trabaJo de la Comisión y llamando la atención de los Esta:S micm·
bros sobre 4!1.
En vista del hecho de que la Asamblea GeoeraJ IÓIO tiene et dere-
cho de recomendar pero no de ordenar a sus Estados miembros, la
resolución ""Unión para la Paz" y el trabajo del Comit4! de Medidas
Colectivas sólo pueden cumplir con el propósito de fortalecer la volun-
tad y la capacidad de los miembros para adoptar ripidamentc y cfi.
caces acciones en el caso de que la Alantblea General las recomiende.
Por lo tanto, es natural que el Comitl! de Medidas Colectivas se baya
preocupado fundamentalmente por estimular las medidas de los t::st•
dos miembros, la coordinación de dichas medidas y su apoyo por me-
dio de consejos y medidas supletorias por parte de Jos orpnismos
especializados de Naciones Unidas.
Por lo tanto, eu vista de las limitaciones constitucionales dentro de
las que operan, la resolución "Unión por la Paz" y el de Me-
didas Colectivas no pueden pretender modiflc:ar el carictcr clacentra-
lludo de las medidas de coacción lepl que la Alambica General puede
recomendar a sus Estados miembros. Estos permanecen libres como
siempre lo han sido, para cuatpllr o no esas recomendaciones. EstaS
fonnas descentralizadas 100 la w:rdadera bale constitucioaal sobre la
que se asienta la resolución "Unidad para la Paz" y dentro de las que
opera el Contil4! de Medidas Colectlvu. La raolución y el Comihl rafi.
flc:an, por asi dceirlo, esa dcacentraUzaclón y procuran que las
nn coactivas descentralizadas sean tan efectivas como puede serlo ese
tipo de acciones.
1 9

L a So ber a n i a

L A N A T UR A- G E N E R I C A D E L A SO B E R AN I A

co n d e n a r e l p ń n c i p i o d e l a s o b e r a n fa
p o r p a r te d e a q u e l lo s q u e
a

v ie r te n l a i n t i m a c o n e x i ó n e x i s te n te e n t r e e s te
p r i n c i p i o y l a d ebi
l

da d d e u n s i s t e m a d e s c e n t r a l i z a d o d e d e r e c h o i n t e r n a c i o n a l e s u n h e c h o
m u ch o m á s f r ec u e n te q u e o s e s f u e r z o s se r i o s
p o r c o m p r e n d e r su n a
tu r a l e z a y l a f u n c i ó n q u e d e s e m p e ñ a e n e l mo d e r n o s i s t e m a e s t a ta l .

En co n se c u e n c i a , y pe se a l o s e s fu e r z o s b r i l l a n te s d e u n o s p o c o s y
n o ta b l es e stu d i o so s e x i s t e m u c h a c o n f u s i ó n a c e r c a d e l s i
g n i f i c a d o m i s
,
·

m o d e l té r m i n o . s o br e o q u e e s y n o e s co m p a ti b l e co n l a so b e r a n ia
dc u n a n a c ió n .

E l c o n c e p to m o d e r n o d e so b e r a n i a f u e f o r m u l a d o p o r p r i m e r a v e z
a f i n a le s d e l s i g l o x v i , c o n r e fe r e n c ia a n u ev o fe n ó m e n o d e l e sta d o

te r r i t o ń a l Se ju r ĺd i c o s a l h ec h o p o l fti c o f u n
d

. r e fe r fa e n té r m i n o s

m en ta l d e e sa é p o c a e l su r g i m ie n to d e u n p o d e r ce n tr a l izad o q u e e je F .

d e t e r m i r a d o t er
j
r

c ta s u a u t o r i d a d l e g i s l a t i v a y e e c u t i v a d e n t r o d e u n

to r i o E s t e p o d e r , q u e p r i m e r a au n q u e n o n e c e sa r - i a m e n th i n v e sti a
,

a u n m o n a r c a a b s o l u t o , e r a s u p e r i o r a \a s o t r a s f u e r za s q u e ex i s ti an

a se c o n v i r tió e n
en aq u e l te r ń to r i o n e l tr a n sc u r so d e u n a c e n tu r i
. E
ir r ec u sa b le d e n tr o o fu e r a d e e se te r r i to r i o E n o t r a s p a l a b r a s , e r a .

su p r e m o .

H a G u e r r a d e o s T r e i n ta A i i o s la s o b e r a n fa c o m o
ac ia f i n e s d e ,

r a y a u n h ech o p o l i tico ,
su p r e m o b r e u n c ie r to te r r i to ń o e
p o d e r so
le s so b r e l a a u to r i d a d
sig n i f i c a n d o l a v i c to r i a d e l o s p r i n c i p e s te r r i to r i a

de d e r r e a l p o d ĺa d a r ó r d e n e s y
F r an c ia ad v i r tió q u e n a d ie sin o el p o
r e
l c i u d a d a n o f r an c é s se
p

j
e ecu ta r l a s E sta ex p e r ie n c i a i n d iv i d u a l e
.
d

r e y d e E s p a ñ a po r q u e
t fa e n l a e x e r i e n c i a d e l r e y d e I n g l a t e i a o d e ,

p s
la a u to r i d a d s u r e m a d e l r e y d e F r a n c ia d e n tr o d e te r r i to r io f r a n cé
p iso
e n o s q u e o b tu v i e r a n p e r m
le s i m p e d i a e e r c e r s u p r o p i a a u to r i d a d a m
j r Po r
d r o t a r a m e d i a n t e \a g u e r a
c é s o se lo d e r
.

e l
p r o p io m o n a r c a f r a n
362 Limitaciottes del poder tracim1al La soberanía 363

otra parte , si los reyes de Inglaterra y de España no tenían autoridad de su consentimiento, y pueden ser llamadas de derecho internacional
en Franela, sf tcnfan un poder exclusivo en sus propios territorios. común o necesario, el jus necessariutn del moderno sis tema estatal. Su
Estos hechos políticos , corrientes en la experiencia de los hombres fuerza obligatoria no afecta a la soberanía de las naciones individuales.
aquel e ntonces, no podían ser explicados a través de la h;o ría me· En verdad, ellas hacen posible a la soberanía como un concepto legal
dteval del Estado. La doctrina de la soberanía convirtió a estos hechos posible. Sin el respeto mutuo por el respeto territorial de la nación
en u.na t.coda jurídica y logró de este modo la aprobación moral y la individual, y sin la ejecución jurfdica de ese respeto, el derecho interna-
_legal necesaria. Ahora el monarca era supremo dentro de cional y el sistema estatal basado en ellos, obviamente no podría existir .
su tcrntono no solo como un hecho político sino también como un Haciendo a un lado estas pocas -conJUnes y necesarias- normas
hecho jurídico. Era la única fuente de todo el derecho positivo, pero del derecho internacional, vcrernos que cada nación individual es la
es ta ba por enci_m a de ese derecho. Era superior a la ley, /egibus solutus. más alta autoridad legislati va en lo que se refiere a las reglas obliga-
Sus poderes. s m e mbargo, no e ran ilimitados: él quedaba ligado por torias del derecho internacional. No hay normas de derecho mtc rna-
la ley tal como se revelaba en su propia conciencia y tal como cional que sean obligatorias aparte de las que ha creado para sí a tra-
se mamfesla?a en la razón humana por medio de la ley natural. vés de su consentimiento. No hay autoridad legislativa superior a ella,
La d()('"t nna de la soberanía ha conservado su importancia a través porque no hay un Estado o grupo de Estados que· puedan legislar para
de todo el período moderno de la his toria, y el concepto de soberanía él. La descentralización de la función legislativa en el derecho inter-
popular ha proporcionado al Es ta do nacional dcu10crático una poderosa nacional no es, por lo tanto, sino el principio de la soberanía tal como
arma polit_ica. Sin embargo, también ha experimentado reinterpreta- se aplica al problema de la legislación.
ctones, revtstoncs y ataques, especialmente en el campo del derecho in- Esto, que se aplica exac..tamente a la función legislativa, con la
ternacional. La fuente de estas dudas y dificultades radica en la lógica única limitación antes mencionada. también encuentra su aplicación
Y aparente incompatibilidad de dos suposiciones que constituyen la en las funciones judicial y ejecutiva. La nación individual permanece
esencia del derecho internacional moderno: la presunción de que el como autoridad suprema que decidirá cuándo y bajo qué condictones
derecho internacional impone limites legales a las naciones individua- someterá una disputa a una judicatura internacional , y ninguna otra
les, y la creencia de que esas mismas naciones son soberanas, esto es, nación podrá llevarla ante un tribunal internacional sin su consenti-
que poseen la suprema autoridad legislativa y ejecutiva, y que por lo miento. El consentimiento puede ser dado en términos generales, pero
tanto no están sujetas a restricciones legales. Pero en realidad la so- por lo general hay reservas que hacen generalmente posible evadir esa
beranía es incompatible tan sólo con un sistema centralizado, y por jurisdicción del tribunal internacional en casos concretos, s in por ello
ello fuerte y efectivo, de derecho internacioual. Pero de ninguna ma- violar e l derecho internacional. Aquí nuevamente la descentralización
nera es incompatible con un sistema descentralizado, y por consiguiente de la adjudicación internacional aparece como otra fonna de la sobe-
débil e ineficaz, del orden legal internacional. Por que la soberauía na- ranía nacional respecto de la función judicial.
cional es la fuente misma de esa descentralización, debilidad e ineficacia. Al discutir el problema de la soberanía en el campo de la ejecu-
El derecho internacional es un orden jurídico descentralizado en ción de la ley, debemos distinguir dos situaciones. La soberanía de la
un doble sentido. En primer lugar, sus normas ligan, en principio, a nac.ión como órgano ejecutivo es igual a la soberanía en el campo de lo ju-
aquellas naciones que las han aceptado. Eu segundo lugar, muchas de d icial; es to es, la decisión d e cuándo y cómo iniciar una acción ejecutiva
esas normas que son obligatorias en virtud del consentimiento de los reside en última instancia en la nación individual. Por otra parte, la
Estado, son vagas y ambiguas y además están tan calificadas por con- soberanía de la nación como e l objetivo propuesto de una acción eje-
dic iones y reservas, que permiten a las naciones individuales un muy cutiva, se manifiesta en lo que se ha llamado la "impenetrabilidad"
alto grado de libertad de acción cuando se les reclama cumplir con de la nación. Esto es otra forma de decir que, en un territorio d ado,
una norma del derecho internacional. Mientras que el último tipo de sólo una nación puede tener la soberanía -la autoridad suprema- y
descentralización impone su impronta sobre las funciones judicial y que ningún otro Estado tiene el derecho de ejec utar actos gubernamen·
ejecutiva del derecho internac ional, el primer tipo es de suprema im- tales sobre territorio s in su consentimiento. Por consiguiente, todas
portancia en e l campo de la legislación. las acciones ejecut ivas previstas por el derecho internac ional, con ex-
Tan solo un relativamente pequeño número de normas internado· ce pción de la guerra, se limitan a ejercer presión sobre el gobierno re-
nales no deben su existencia al consentimiento de los miembros de la calcitrante - tales como las protestas diplomáticas, la intervención, las
comunidad internacional. Ellas son la precondición lógica de la exis- represalias, los b loqueos-, las cuales dejan intac ta la soberanía tcrri·
tencia d e to do sistema legal, tales como las normas de interpretación torial de la nación que viola e l derecho. La guerra como medida extrc·
y las que proveen sanciones, o bien el basamento lógico de la existe n- ma de ejecución del derecho internacional e s la única excepc ión a esta
cia de un sistema multiestatal, como por ejemplo las normas que deli- norma, porque pertenece a la verdadera esencia de la guerra e l pe-
mitan la jurisdicción de Jos Estados individuales. Estas reglas de la ne trar en territorio enemigo a la vez que se salvaguarda la "impene tra-
humanidad so n obligatorias para todos los Estados, independientemente bilidad" del propio, y el derecho internacional permite a la nación
l64 del potlcr uu"unal

invattura ejercer derechos de &f.1bcraufa en el te r ntor•u V(.U pac.Ju por·


rrulítarcs . U:t rlr- ''''''V.·•' umc"' •• ml nu q u e r.c :s c ll•, , d · Hllllc a r a
A.sf t.omo l;, L(Jrnplcla de-..cc:nr n albadón d e
funt.ru nc:¡ leghtlal•· lll lf'l lt'Y''" •ll·lw y CJI'f rif a r , 111 , ru u(..ht, fll "ll'J', , pn.rnu l
Vá:l, judiCial Y CJC<..U IIVól IKJU C"fJI CSifJUC't eJe ):;. la111hié n lu SfHl y CJt' • ll hu lr•·· •·u lc rnl tJrav il JC IIU . &.'.thc r ana1\, la•¡ ua lfJne\
Ulff.J!l trc " p r rn<..ÍpÍUI dcJ c.Jc r c t..fHJ IIII C I JHH lf.JU:d qUe l.CHPtl ituyc·n Ctlll l· "'' fHH.:d •·u ::a uu pt1dc r l•·•·.•s la 11 V'' ,, que t, rcra
del Cfm CCplu de y qw; ndul\u puc d cu (...u nl\ ulcrursc dn •·c l:ulll' llh' "''lu c M I lc •r llurr• t. P.l dc rcdlf, •nt c r-u a t.l'lfl«tl e 'l un
I U f...VnKc u c u <..l.a. E.s lu& princ tpio.s stm la h•dc pc rulc uc ht, la iguul· e '"' t'llll c Clll ltlr••lt-•. ' "''HrJiuft d o • ,..,, 8uhur dlflad a' J..;¡ o¡,
y l;• unanirníd,.d. -.uluu'diii.U. h t'l a l fl c n ·c hft 1111 ••ma l, pcrfJ ur, la una a la , , t,-a ; e n
.,, , ,_.,.. JMI,thr .&-a, e lla -¡ M H I lv,ua lc'i . <.:uarHJ,, el r•rr (c uJ,, 2 d e lrt <..arta d e
Nru iuuco.¡ IJrwln s d cc l:ant c1uc " l:t Or gan i7..a i6n C\tá h ;t \ada c:n e l prln-
WS SJNONJMOS DE LA SOUF:RANJA: JNUI':Pt:NUF.NCJA , tl plo de 1" •w •:.•lda d , ohc raua de todo-. sw'
HWAI-DAU, VNANIMIDAU •nlurul:.111l t' c nfnlrMt l;_a irn¡uutund a que a tnhuye al p rl nci p ío de la
h ' Henfa y d e -ou 16gr u curola rlo: ·1 p r in ipio de iguald;:td.
La 111dcpc ndcnc ta ese part icul:.ar :t\pc.Cto de la autoridad s u· Dd Jl• m dp1o de 'e deri va una norma lundamc nlal del
prcma de la naci6 n que cun1is tc en la c "clu-.ióu de Ju autoridad de: dc rc dto int c nuu... •o nal . Ir• que c::s de la dcA.Centralizaci6 n de
Lualqujcr o tra nat.ró n . J,..a afirmación de q u e la nad6n es ha auturidad la fun i6n leJti•dat lva y , e n derla m edida , de lá:l funció n eje utiva: la
1iuprc ma ·s tu e , , nobcra rra dcn lr·u de un dc tcrmi nndo tcrrltorll ntn lila d e la unanlnlicla d . S ignifica que, con referencia a la l'unció·n
nnplít.a J6 g k arnen tc que c li mdc JX:rH..Iic nle y que no unu a utor id ad t ud;., las nad un ., '\un iguale$, independientemente de su
rx,r c nd 1na de e lla . Con"e cu c ntc m c nl c. cadn nac tó n es libre d e m:tnCJirAf laruunu. ión y puder. e n c ualqu ier co nfe re ncia internacional
&WJ a 1; un1u•¡ in lc tnus y a r.u vuluntr_ad , y cuando no esté "' ' cada fHJr el de rec hu de la w munidad inlc r nacional e l voto de
limitada pur un trai•Hlo u pur lu que ""1 ·riorrn(•lltc he mos d c uu mluadu nruná c uenta lanru cumn e l voto de Estados Unidos: y los vo tos de
d c r e d1u Jnlcrnal iona l C(Jrnún (.1 ncl.cnar lo. La n:u ltm tie ne el derecho d e ambos son necesarios para que las nuevas reglas del derecho inte rna·
tla n.c la u ..u.l ilución <JU<· le plazca . Jll vomol¡pr la' leyes que quie ro lude· cluoo;al rlj¡on para ambos. Si luc n• de o tra manera. una nación grande y
p ·ncJ1 ·nr c rncnlc tic tous pr(Jp iua dut.ladam,-., y cl(_'g ir c ualquier s is te ma pucJcrosa pud1 fa usrn· s u p reponderancia para imponer
a dmuH fl ll a tívu . en libe rtad d e te ne r l.l_talquit·r clase d e Ins tituciones lega les sobre una na Ión pcquc t\¡a y débil s in el consentim iento d e e lla.
lllíiÍt:il c\ que OCtC'HH "i:t •¡ pane lu1 JllfJJ1f', •u loS ( flo MI JlOifiÍLa La nación de mayor IKJCier potlrla llegar a ejercer la autoridad s uprema
,¡,Jr, h.1 (..Ua l. a 1iU vez . libre de dc tcrmin:Jr C(JnlU le pt.tn.7..Ca c onveuicn l •. denlru del lcrrltorlo el · la nación pequel\a, d estruyendo la >oberanla
A1lf (..()filO ka indc pcndc n tra CG, c 11 au ,cnda d e lntt:.uh•s que e' la <le c>la ú lt ima. Baju todas 1:" circuns tanci as, la r egla ele 1" unanimodad
hl ' ZA..é:I H Ju (. tJHII OJríu , una c..ualu.lrad nccc.·•.ari:.. de tudr•s In" rwdoncs, ulur¡¡a a cad¡o na íón partí ípan te de las del ibera iones <!1 derecho de
LtJJJJbi ·n e l t.lc bc r (.)e re ) p ·lar CNíJ índc pc iHJ c nt ia cta una no r m a uc·t e clccldío· l"'r s i mís rna se dese" o no verse obligada por la d ecis ió n de la
del d c rc d1u ÍH ic r rrOJc.lunal. A IJi l'II'J ' que aht•J•}:u la lll(.'dianll; conferenci a . Corno quiera que el consentimiento ele todas las naciones
tr;.. radv'• c r.U• u tH ifló.l (jUC pr•Jh lbc la iutcr v• ·ndtm t ''"IJ'Ht· ndc a todas purl lcipan lcs es requerido pan• dar validez legal a tales d ecisiones
na.t.JfJriC'L En J Yi 1 l a Liga de Jw¡ Nauow "1 111tc r vino c·11 e u1111 n de cada nadón l icm· el d e r echo d e vetar esa d ecisión : d e mane ra to taÍ
u 11 lrilftu.l•J e ul rc Alc mau iu y que •·•.lablcda 1111 r1 uni(HI rt dunrw r a vu tundu e n cunlrn . u n :hu,a ndo su conscnt in1ie nto.
f'llf r c i.l lll bus E ,..r;_ , ínt c 1 vc n d6n z,6lu pod fu jw. riliu u 'w pw dc • ta-t t"'" Luego . d ve lo lle ne, e n con la e'tric ta regla de la una-
p uJauuru; "J <.Id rrala t.hl, xcgúrr l;w c.. ualt·'l A11•, 1J ia t.c l1ahfa ohliv.:-u lo H 1111 n imidad . nu l:-1 onsccu c ncia de libe rar :a nac..:ión que di s ie nt e
t(Jnwr lllcc.Uda qu • pudíc ut e o iiiJUOIIlt' l c r t>o u iud r·pl·radc w 1a . cual4t11C1' ubiiiJa•·ión lcfJal t¡ue p rovenga de tl lch a decis ión, sino taon·
En de e·.pcd lo a q . por la' 'JIIC lro Jlfllfll(l h oéoo la d e de lcner poo· o noplclo los proceso' legblativo y ejecuti vo.
Au \ tnu JwfJftr Jjuut;•do h U líhc rli.u_J fl c at ( 16 11. lnth l,•ttc Cli tHdo "n l1hcrtad ANI COIIl<> la 1echo d e la uroaooi noídad es una ""'e u c ncia lógica de la
d.!: (.h llduir 4.U¡tlqUI CI (. (Jfl lu"i E·.I ,Jdo•¡ lJIIC qu h l t ' HI , r•:ll.l h.J'1 uh ·nu tfa , 11u pu cd · d cdr:-..c lo n1b n m del v ·to. La rq .rla de la una·
<Ji>JCIÍ VIJ'I de fiii C ' Ifr ¡.. d fSf...U'.ÍÚfl l"l lfllf)UI l :111lt' r C\.fJIIfltl' l llfJ la laJia, nhnldad J cd ru a : !\in mi ·utrnucnt o vuestra d ecis ión n() m e obli-
·u ·1 d ., ·t.. hu iut c uwd •Jru. d , <.J • al uunn ... ,,, ,. la fHIIf t lc·o •·x El v•· ln el ic e : !\in u ti < nu d cC I\tÓn
,,,r
tt: r de tlilt.Í'JIICt•. rd ii'J f;•ruhré rl la lu,,d iJ va u d ln·t un 1-.oo o ll a •¡ p.1lahms , el ve lo cooo l ruool a a las nac iuooe' parl lcop ., e n las
p UC'il a ()'Jr r l d ·rct..l•u iurc r fi:J f. llma l t 1J III,·, , , de "" Julf·rlt·r 11 c 11 lu con la a ltea nativn de tuo, trar e t.k o.teuc• d o c on una
UJOdU t,4 Jt'Ífl ()t• J;;a •¡ 1 t ' Jti\. IUOC'I CX I C I ÍfJI 1" 1 d ' lfJdJ'I Ja-1 1111 a"¡ Jl.lllfllll''o <kd•ll'>oo I'O lc ' I Íva a la que ludo• ha n atlh ·ridu, u b ien d e no contar
l...a íg rra J<f¿_,tJ llt1 C'• rnth qw · ru1 ·. iu6 11Í11 If1 d e 1.• ,,oi H 1.111fa , il fHIIIf liiJdo u m clct l:un • a esta lunción dual a la VL7. ru
..t t JII ptJt i H, II lí! t iJ'IJWt (•J d t: (') J¡t, !'-.j I(Jda'. J:,o¡ II.H 11111!''¡ l i•' I WII ollll f Jitd Hi J tiva y crc.·.,tava . •·1 vclu t' ' ru:\"\ que una tn ·ra •ó n d e la
' •U J'H f' ffla tJ ' II( I {J (f ' l,lJI, 1 ' IJJIIHIIJ'I, H Í fiH! IfHI flllt ' d t> '¡fiJIJI'I t ' l ' ll' ll ••ll .t l ' ll \uhc t au,a. Vulvc-n·rnus sohrc es le punto.!
J J' t< lt l'' d '" t''I:J il" ' ' '"d;..<J, N 111K U" ·' I HI( ¡( ,u l l l ' IU' d d c· rl'dln , 1' 11 . 111' ,1 ' 11
366 Lmutacio,tes dd pod er IUIC tUHuf
La soberanía 367

tes a l tratam iento dado a determi nadas mi norías racia les o religiosas
de su ciudadanía. Ru mania, junto con Bulgaria, Mo ntcnegro y Se rbia,
f.•H (l Ut: LA SORERANIA NO ES quedó sometida a obligacio nes int e rnaciona les por el mis mo
tratado que e n 1878 la reconoció como u na nación soberana. Es tre·
Dc>pué, de haber apre ndido lo que es la sob"ranía veamos ahora Jo cue nt e que algunas naciones, obligadas a cumpli r con obligaciones le·
que la so beranía no a unqu e frcc ue ntc rncn tc :!'.C que cs. galcs de las que otras naciones se ven eximidas , hava n invocado los
J. La sobcrama no co usis1c en la l1be rtad Oc res tr icciones legales. p rinci pios de la soberan ía y la igua ldad a fin de s us demandas
La de .ob ligaciones legales por las c uaJe, la nación !omita su pa r a derogar esas cargas jurídicas. Pe ro el problema en tales casos
d e acc1un no afecta. como ta l, a s u subl.'ran ia . El conocido siempre ha s ido la revisión de Jos tra tados. 110 la soberanía.
argu!1_1c n1 o. e l cua l un dct c rmmado tra tado impo ndría a una 4. L1 soberanía no s ign ifica la iudependcncia real e n as unt os po·
nac 10 11 obhgacJoncs Lan onerosas que dcs tr uinan sobera nía es cicr- líti cos. milit;u·cs, eco nómicos o tecnológicos. La actual interdepen de ncia
tanrcn te , carente de se nt ido. o es la can tidad de res tricciones de naciones e n estas mate rias y la dependencia actual -política,
lo _q ue . n fecta s u ca lidad. Una nación p uede aceptar mi litar y económ ica- q ue ciertas nacio nes tienen de o tras. hace difíci l
ClhdqUicr canti dad de y aun pcnnanl·ccr sobera na, e nt cn- no imposible que a lgunas de ellas s igan una política independiente
dr c ndo q ue restricc io nes lega les no a fec te n su co ndición de su· tan to interna como exte r io r . si bie n ello no afecta norma lmente su
p rc111a a utoridad legislativa y ejecu ti va. Pero una sola cs tipulacióu legal autoridad suprema legislati va y ejec ut iva dentro de su terr itorio, esto
que a fec te a C:!'.a au tor idad es en sí m isma suficien te para destrui r 1:1 cs. lo que constituye su so bc ranía.1 Incluso puede hacérseles imposible,
soberanía de la nación. de bido a las condiciones reinantes, el pro mulgar y ejec utar esa clase
de leyes con las que qui s ieran poder con tar y que naciones más pode-
2 sobcra.nía no cons iste en librarse d e las es tipulaciones del
rosas s i pueden promulga r y ejecu tar. Pero su a ut oridad, dentro de los
sobre todos esos asuntos que normalmente 4ucd a11
la de las naciones en lo individual o , que tal como Jo lími1cs de sus obligac1011es bajo el derecho intcrn'lcio nal , para pro-
senalan e l anículo 15, párrafo 8 de l Pacto de la Liga de las Nacio nes' mu lga r y ejecutar las leyes que les pbzca no por ell o queda abrogada.
Y e l artícu lo 2, párrafo 7 de la Carta de las Naciones U11idas, quedan La ::tcsiguaiJad real de las nac iones y su III L11ua dept!'ndcncia no tiCOl.'ll
baJo la JUn sdocctó n tnl erna de las naciones en Jo individual. La relación ningu na relevancia en el s tatus legal llamado soberanía. Panamá es una
entre Jos asuntos que reglamentan el derec ho internacional y aquéJJas nación tan soberana como Es tados Un idos, pero la elección que e l pri-
que. no le conciernen es flu ida. Depe nde de la política que s igue cada mc•·o tiene para sus polit icas y sus leyes es mucho mas limitada que
nac tó n e n lo ind ividual y del desarrollo d el d rec ho internacional. Por 1> del segundo.
lo tanto , es erróneo afirmar, por ejemplo. que la regla mentación iuc cr-
nacioual d e las poJílicas de las naciones en Jo individual
seria incornpa rible con su soberanía. sería cierto sola mente para
las regla mentaciones internacionales que las n.lc iones no hubieran cou- C0:'\10 SE PfERnE LA SOBERANIA
previa m e nte. La firma de tratados inte rnacionales rela tivos J.
as untos inmigratorios no afec ta ría la sobc ra uía de las naciones con· ¿ Bajo qué condiciones. entonces, p ierde una nación su soberan ía ? ¿Cuá·
trat&:. ntcs . les son las normas Ocl <.lcrecho iulcruac ional y la clase d e institucionc:s
3. La soberanía no s ignifica u na igualdad de derechos y o bliga- in ternacionales por ellas c reaOas. que son realmente incompatibles con
cinne> bajo el derecho internacional. Grandes desigualdades a este res· la sobera n ía? ¿ Dó nde se ha lla la línea Uivisoria e ntre las desigualdaOes
pec io pued e n ir mano a m a no con la >obcranla. Los trat ados de paz legales y efec tivas que dejan intac ta la soberanía, y aquéllas q ue dete-
frec ucn rcmcntc imponen fuertes Jimil aciones a los vencidos referentes rioran la autoridad nac ional y des truyen su mdepcudencia?
a l monto y calidad d e s u organización militar, arm amen tos, forlifica· E u términos teóricos, la respuesta a es tas preguntas no presenta
ciones, reparacio nes. polltica económica, y la d irección de los asuntos dificultades. !,.;• sobera n ía es la autoridad legal suprema de la nación,
ex terio res e n general. No por ello la uación d errotada se ve privada d: 4 ue pued e promulgar y ejecutar la ley dent ro de un cier to territorio
soberanía . Alemauia, Aus tria, Hungría y Bulgaria pcrmauccacrou como y c¡ uc, por Jo tan to, de be c0111a r con la independencia de la autoridad de
Es tados soberanos pese a las d esigua les ob ligacionc• jurídicas que les c ua lquier otra uación, y con la igualdad den tro del de recho internacio·
ompus ieron Jos tra tados de paz d e 1919. Lo mi>mo puede decirse de nal. Oc ello se deduce que la nac ión pierde s u soberanía c uando es co-
Jos tra tados de paz con otras unciones, ta les como Checos lovaQuia, Po· locacla bajo la a utoridad de o tra nación, pues sería ésla la que cjcr-
Jon ia y Rumania , pur las ubligacioncs cont raídas conccrmen·
J Para la s ituación extrema en la q ue se pierde la soberania, véase e n este
m rsmo caprt ulo el apartado " Voto rnayoritarto en las or1anizaclones interna·
1 S u t-exto se en el cUl.JI Iulo 18, apartado " SecurJdad colectiva ", nol:l 6. cronales".
# so b e r a n ta 1 60
·

368 h m t a c · n e s d ¢ p o d e r n o L r o n a l

e s d e n t r o
fe d e r a l d e n t r o d e te r r i to r i o d e l 0 \ E s ta d o s U n i d o s h u b i e s e d c s e r c
t a r l a s l e
e u
t e r ia a a u t o r i d a d s u p r e m a
r o m u a r e c y
I a d e s y j
. p o r o r a n i z a c i o n ie
c c n a d a g s o l i t i c a l o e c m n ó m i s l o a s t a n t e ĺ u c r t c s
p p c a b
d e d o s n a
c r d c r s c

dc l tc r ń to r i o d e a q u ė l la L a so b e r a n i a p u e d e . p
u E s . p
l e i s l a r
o n o a r a o r s i m i s m a s i m
c p g p c o n e r s i l s l e e s s i n ł n c o n t r u ł
p y

e f i c a z p o r p a r t e d e l o b i e r n o f c tl e r a o d r i a s i t u a c i ó n s ll m i l a r
a g , p s u r i r u t a
l l \ ï c u t o r g a n g
o b l i g a c io n e s l e g a l e s
u n a a Ľ io n p u e d e a c e p ta r q
a l a q l c c n ĺ r e n t ó c l e rn
p c r a d o r d e l S a c r o I m R o m a n o c u a n d o a
r ï a s p e r io
i a d u e p r o m u l g a r Y e j e c u t a
o t r a \a a u t o n d a d ĺ i n a l s o b r e s u c a p a c d
i a b c o n c c d e a
ley e s L a n a c ió n A p e r d e r á s u so b e r a n
tu t o r i t l a d s p r c m a
p
o r a d e ć ï . E s a d o r i v i d i r s e e n t o n c e s

i a s a t
t s u n i d o s o d i a d

a d a p o s u s p m
p

e g i s l i *c i ó n p m n p
de r e c h o d c v e l a r c u a l q u ie r u 1 吕
e ï \ u l l n ú m e r o u c u n i d a d e s f u n c i o n a l e s o te r r i t o r i a l e s e s e r i a n ac t u
r l e L c d e q u
i o n d e c u a l u i e q
r id a d e s c o n s t i tu c io n a le s b i e n a e e c u c q y
. o j
e n t e s o b e r a n a s a u n u e e o b i e r n o f e d e r a l r e t u v i e r a o r a l ú n t i e m o ,
m g p
q p
E n e s te c a st)
g
o s e je c u t i v o s
i e r n o
o b

b ic r a s e r l o p o r su s p r o p io s ó r g a n
E l
. g

o d e r
e m e r a o r u n

l a s
c o ï o e d l o s a t r i b u t o s e a c s c l r e s t i i o d e

o r i d a tl q u e p r o m u l g a y e j e c u t a
p , p g p
s y

A p e r m a n e c e c o m o l a ú n i ca a u t
y

de
o u e s t o
s o b e r a n o .

u c s u t e r r i t o r i o
r e [ n

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l ï o c s s u ,

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D e t o d a s f o r m a s , g r a n d e s e n l a a l i c a
d i f i c u I t a d e s e n t o r c c
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p

r o b le m a s c o n c r e t o s E n
e s to s n i v e l e s a b s t r a c to s a s i t u a c i o n e s r e a l e s y p e s
r d i d a s . E l a n á l i s i s t l e u n c i e r t o n ú
a \ p r o b l e i n a d e l a H A l a u z d e e s t a s c u a t r o c o n c l u s i o n e
e l o r i g e n d c e s t a s p e r p l e j i d a d e s q u e a lt i e n d c
á u n a p r u e b a p a r a v a lo r a r
m e r o d e s i t ï a c i o n e s h i s tó r i c a s n o s o f r e c e r

l i d a d o l i t i c a

te m p o r á n e a le g a l o b e r a n i a l a r e a
t r c l c o n c e t o d e s p
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l e g a l b l i a c i o

a I a q u e se s u p o n e q u e e l c o n c e p to o to r g a e x p r e s ió n
o b r e c u á l e s o
t c ï e s t i ó n s s
d c l a f u n d a m c ï ï a \
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c s s o n c o m p a t i b le s c o n la s o b e r
n o l o s o n

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c u á l e s

o y e n d ia . T a n t o c o n o c u a n d o e l c o n c e
p
t o a
p
a r e c i ó e n e l s i
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l o x v i
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I n t l i a e n 1 9 4 ? ,
e n c i a d e a

la l a e x i s te n c i a tİ e e e n d
so b e r a n i a i r d i c a u ï h e c h o p o l i t i c o E s te h e c h o e s ! A n t e s t l e a d c c k r a c i ó n d e l a i n d
p

a n r e g u la d a s
n d io s y G r a l l B r c ta i ia e s ta b
u n a p c r so a o g r u p o d e p e r so n a s q i e n e s , d e t r o d c l o s l i m i t e s d e u n
l a s r e l a c i o n e s e n t r e l o 5 E s t a d o s i
e n d e n c i a
a b a n ł a i n d e
a r a n t i z p
te r r i to r i o d a d o , s o n m á s
p
o d e r o s a s t
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u c c u a l
q
u i e r o t r a
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e r s o t l a o
g
r u
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u r t r a t a d o s A l m i s m o t i e n t
p
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d e r e c h o
r e t a i i a c l
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de a n a G r a

p e r so n a s
t a d o s d a b
i a l i T o i i e r a e r d u r a r s l o s t r a
c u o o d e r I ï ł s t i t u c o n a d o c o m s d e b , t o E s t a d o
, . p t e r n a d e c s s ,
y y p
a s u n t o s
a r s u s
a g r e s ió n m i n i s t r
se m a n i f ie s ta c o m o la a u to r i d a d su p r e m a e r m a te r i a s le g i sla t i v a y e j e
a d
d e p r o l c g c r u » c l l c o n t r a d c l a
d e
,

c u ł i v a d e n t r o d e SU te r r i to r i o D e e s te m o d o l o s i n o n a r c a s a b s o l u to s t ¢ ľ l o r c h V d e s u e r v i s a r S U a đ m i n i s t r a c i « in i n te r n a A u ï q u e m u c h u \ d c
, p
d e s u s
l e t o d e n t r o
de e n t e c o m
l s i g lo x v l y s ig u ie ï te s c o n s i u i a n Ia a u t o r i d a tl s u p r e m a e s t o e s r e s t o s o b i c ľ n o s c n i a n u n c o t t r o l v i r t u a l m p

g
b i e r m »
to ta l c o n t r o l d e l g o
e r a n so b e ra n o s d e n t r o d t
·
s u s t e r r i t o r i o s
,
n ( Ĵ c o i n o u n a e s
p
e c u l a c i ó n
t e r r i t o r i o s , e l l o s e s t a b a n ,
d e h e c h o
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te r p r e ta c i ö n j u r i d i c a o b e r a n o s
n e r a n s
s i n o c o m o t l r h e c h o o l i t i L u E r a e n t e n o
. s i u i ,
p b r i t á t i c o o r c o n
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x lc r o s o s q u e e l P a a E tn h a b

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y q b r i t á n i c o s c o m o l o s d c l a

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ro n e s f e u d a l e s p o r la o t r a , y p
o r e l l a e r a r c a
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y
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ł i v u c o n t r a s t a r e s t a s i t u a c i ó n

2 E s i n s t r u c
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r e \ o b E s
1 9 0 1 e n t
b a n a c n
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P l a lt t o d c L a
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i n c o r a d a a l
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Dc m o d o s im i la r . E l
gobi er no fe d e r a l c s h o y d ia s o b e r a n o c n c l
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e l i r o s u
n e r e n d
t İ i e r a o p g
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a c i o n a l p
n i n ú n t r t a d o i n t e r n q
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c i o n a l q u e p u Ľ tl a d e s a f i a r s u Ħ x l e r , n i h a a u t o r i d a d e s s e c c i o n a l e s o
y

{ r b l i c a s
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f a c o n t r a e p
n o d e b
C u b a
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so b e r a n i a ,
n o m e n o s u e I a d e l m o n a r c a f r a r c ė s e n e l s i l o x v 】
,
c 5 e
q 吕

2 1 3 U S
r es u lła t l o d e l a d i s r i b u c i o n a c t u a l d c l s t a d o E s a 】ï a n a C b ņ u n t t e d Ħ w i t C o ,

p o d e r d e n t r o d c ] E , B
4 l c * o -
« x J u e z H o l m e s e n e "
e i t e m . 2 S
e n r h * W ,
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e s L i on d e p o d e r y
P , o d c a v i c t o r i a d c l a U n i ó n
l a c t -
a s o b e r an i a e s u l
Co n fe d e r a c i {) n e n l a
Ë ' 92 1 L
g u e m c i v i l i e r n o
. S i a a u t o r i d a d s u r e m a d e l o b -
p g
. ) l m ï t a d o
C ba Por otra parte, ¿contaba Estados Unidos con recurrir al articulo 3
que no pudieran cubrirse por 1nedio de sus ordinarios. Deberla Tratado de la Habana _a fin de decidir en última instancia y a su
proveer de lo necesario para la sanidad de sus ciudades a tin de
1. vor todas las 1m portantes surgidas y Cuba? En-
venir la recurreacla de epidemias o enfem1edades infecciosas. Y deberí'" la nccs la autoridad suprema dentro del territorio de Cuba habria pasado
0
YCDder n alquilar a lns Estados Unidos las 1ierras necnarias para la Estados Unidos. La cuestión se resolvíó de nl3ncra definitiva sólo con
Instalación de bases navales o estaciones arbonera5 en ciertos puntos ' 1 Tratado del 31 de mayo de 193-', que abrogó el articulo 3 del Tra-
a fijar en acuenlo con el presidente de los Estallos Unidos. Estas di• de La Habana y restableció inequívocamente la soberanía del go-
posiciones limitaron en muy alto sr841o la libertad de acción del go. bierno de Cuba. . _.
biemo aquel pats tauro en asunw. inteniOS como atemos, y hasta lo El ejercicio de la soberanía es, entonces, un polít•co, dehmdo
obllpron a ceder su soberanía sobre ciertas partes del territorio cu- circunscripto dentro de términos legales. Su precisíón puede depender
bAno. Pero mientras ellas no sustituyeron al &Qbierno cubano por el camhios graduales en el ejercicio del polltico .de un gobier_no
norteamericano como la suprema autoridad legislativa y ejecutiva en otro. Puede perc ibinc a de la valorac1on de la s1tuacíón polftaca
el resto del territorio cubAno, estas .Jisposicioncs no afectaron la sobe· 11
ás bien que a través de la interpretación de textos jnrfdicosJ
rania de Cuba eotno tal. "' 3 liemos indicado antes que la cantidad de obligaciones legales COD
La situación uo es tan sencilla con respecto al artículo 3 del Tra-
las una nació n se ata en sus relaciones con o.t ras naciones no puede,
tado de La Habana, el cual dice que " . .. el gobierno de Cuba consiente
como tal, afectar su soberanfa. Esta requ1cre de c1erta
que los Estados Unido5 puedan ejercer d derecho de intervenir para
elaboración a la luz de la explicación antenor. Sa b1eu es caerto que una
preservar la in.Jcpendeuda de Cuba, el m11111enunicnl<> uc '"' ¡;ubkrnu
adecuado para la protección de la •i<.la, tle la propiedad y de la lih.-rt;.u.l nación no puede perder su soberanla por limitaciones a su ck
lndivídll&l ...". Esta dbposición dio al gobicruo de Estadus lln•dus d cción a través de la conclusión de un gran número de tratados_mter·
derecho de posesionarse del gobierno de Cuba y destruir a s l h1 si habrá perdido su soberanía si su ya
ranía cubana, dentro de coudiciones tan generales que dejaban una 110 comprende esas fundarnent.'lleS funciones y e1ccUII\U
latitud sin l.lmiles para el accionar de Estados Unidos eu este aspecto. las cuales uing ún gobierno puede, bajo las cond1caones contemporánas.
Si el pierno de este país hubiera querido aprovechar al máximo este mantener su autoridad dentro del territorio nacional. otras palabras,
derecho y establecer su control pennaucntemcute sobre el gobierno de no es la cantidad de los compromisos juridicos sino su mfluenclól sobre
Cuba. l!sta no hubiera tenido ruás soberanía que la de los Estados indios la culidad Jel control pc•litico del gubierno lo 14ue determma el pro-
bajo la dominación britáuica. Si Estados Unidos. por otra parte, nunca blcan;> de l;> soberanía. . . · de
hubiera utilizado el derecho estipulado en el articulo 3 del 'fratado de Un dicaz control internacional de la enei!!lól atónuca. en VIS1_a
la Hat.na, la soberanilo de Cuba hubiese permanecido intacta; porque 't su actual iwporta ncia militar y de la futura importancia Y
el pierna cubAno. en su accionar lc:¡islalivo y ej<.'Cutivo, 1 social tornari.i podero!kl a la agencia que e jercitara el control
habría quedado libre de control exterior. Habria per· tkutr;, del rcn·itorio de su operatividad. Como un tipo de hecho pohnco,
manecido como la auturi<.lad suprema dentro del territorio Ullcional, .
d1cha . e ¡cree
ageuc1a . . la auton·d a d suprc•
na . na dentro. del terntono . Loen
-•s que mternanona 1-
independientemente de h1 posibilidad legal de un control extranjero. ·
Cllt:>tiúll' l'l control •
sería >llpranaclona 1 u.. . 1
ool s
En la realidad, sin embarco. EalAdeti Unido5 utilizó el .Jcrecho uadonales, por 111ás grande que fuese SIJ en os
obtenido bajo el articulo 3 del 'fratado de La Habana y sometió al tc:rri· t..,. rcrrcnus, cxcc:plo el de la eul'Tgla . atonuca,
- . habnan ,..rd1do
r·-
su so-
torio cubano a ocupación militar desde 191.16 a 1909. Durnute ese periodo
bcrauia. . tacíón entre
la autoridad suprema deutn> c.lel territOTio cubano fue ejerci<.la por las Ous e jemplo> histó ricos aclararán o:stc probkma, 1a . Es tados
fucrus armadas de Estados llnidos. El de Cuba, pur lo tanto los nuemhn>' n.•rmancull'S del Consejo do: Segundad Y, 105 0
ya no era soberano. En cuanto a si recobró su sobenmía inmediata- · . · "ó 11 d Jas na<:IODCS 111
•n1emhrus dc Naciones Umdas. Y la pDSICI . e . 'dad • los or¡:a·
mente después de la eYacuacíóo de las tropas norteamericanas en 1'109, rcs¡:><:clo de las desviaciones dd pnnc1p1o de unanlml .... <d
11
es una presunta cuya respuesta ucpende de la evaluacié>n de las íntcn- nbmos mlcruac ionalcs qu" no sean el Conscju de Segun " ·
ciotacs politices futuras de Est841os Unidos con respecto a Cuba. Podrla
ser totalmente afirmativa solo si el gobierno de Estados Unida& hubiera
·d ejado bien en claro en 1909 que en lo futuro se abstendría hacer ..
uso drl artkulo 3 del 'tratado de la Habana. En ausencia de semejante
aclaración respecto a sus futuras intenciones. la respuesta a nuestra pre·
BUnta, en 1909, podria g1rar en torno a conjeturas sobre cuál sería la
Politice de Estados Unidos. ¿Iría Estado» Unidos a seauir una polllica
de pese a su derecho contractual de intervenir en los asun· 10 bien puede EciptO
Mr probedo _con
tos cubanos? Entonces la soberanta habría retornado al gol.oierno de ' Valor d el criteriO d esarrollado . , Y f¡llptnU
• 1 •n&IU.U. tle pa1ses tales t-omo los de la Colm
•n d iStlnl·JS pcriOOO. de ou hl•torla.
t# so b « r a n f a 31 )

m b im i - S d e ł p o d e

D c l m i s m o m o d o , f r e c u e n t e m e n t e s e f o r m u l a e l
p
u n t o d e v i s

r e p r e s e n [a c i d n d e s i g u a l y l a d e c i s i ó n ï n a y o r i t a r i a m k ) « o r s *
q u e l a

n i s m o s i n t e l n a c i o a l e s s o n i n c o m p a i b le s c o n a s o b e r a n i a d e la s

o r g a n 加 n 储 \n 妞 n 诌 c f o n a l e s c i o i l c s p a r t íc i p e s F t e e s te a r u n c n to e l q \ e d e r m t ó to d a s a s p r u p t
目 冒o 切 m * y o r tt a r ło e n 蛔 g

[ a c l m t a b c c i m i e n to d e U n a v e r d a d e r a c o r te in tc r n a c i o m l
las P .
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S e u s ¢} n ł a r c a d a m e n te p a t a
ta d a s c n l a s d o s c o n íe r e n c i a s d e L a l l a y a
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l c n i ¢ n M t l a g
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E s t a cl o s U n i d o s s e u n i e r a a l a L i g a d e a s N a c i o n e s y a l a
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i e n t r a s ł o

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\n U n i d a s la p c t t p n g e n e r a l i z a d a r e q u i e r e s e r a c o
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s o rr* m i e n b r o * d e N a c im e s n a c iu

* * ¢* l i n e r l »r e ï a c i ó n
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d e s ig u a l
r a c i a s a e s ta s p r e c i s i o n e s p o d e m o s v e r q u e ïa r e p s e r
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a ï i t» e s c o o ïa s o b c r a n
sc r e f i e r e h s r e a c lo ł e s e n re \ l a n o r m a d Ľ l a m a y o r i a p u e d e n o n o sc r c o m p
o o d e
l a r e s ta a u n a n i m id a d
r e s p u e s t a d e p e n d e d c s i e s ta đ es v ia c i ó n d e
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i m s d c l C
La
jn d c S e s u r m
n t n i e n b
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Se a c i o n e s U i i o
n łi c m b r o s d le N E r i n c
o r itl a d s u p r e m a d c l g o b i
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n t e r n a c i o n a l .
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n * f i n I n t e r n a c i o n a l
c l u s o d e c o
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m m i c n b n » d e C tm s c j o d e S e B u r i tl a t l æ
c o s i d c r a b l c n ú rr «r o d e a g e n c i
s i ï r ĺ ïĽ a r a t r a b la tl a v l u l r ï
dl e N o n u y o r i ta r l
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* c k ) ï ¢» U n ł d a r S i * l m g t i v a s u e s e a a r t a n

c io n e s l e g i s l a t i
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L a s c o m
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n i e n t o d e l a l c y d c l a n n s t l c l u s E i d a d
m c n ï a l tl c c u ï n l i
¡ u a l r e p r e s e n ta c ió n y d e u n a n i m
p t i n t rp iu tlc g
k ) b c tb }s r c ·

i o n e s U n i d a s p = r * s c r a p l i c a }l o t o u t r a i
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l..tJ sob<ranoa 375
374 Lcmuacw•rc.s del poder •Tac roual
.• te implícita en e l artoc 11lo 27. parágralo 3. cs. como hconos
pcnódicamente por la Aumblca General. Esta preponderanc ia se ve está kga 1mcnll . d. realización en el present e o en un fu turo prcvi.,ble.
considerablemente incrementada por e l d erecho de los m iembros pcr· visto. ant po!) t > e e
mauenl es_ llc: vetar las decisiones fue ra .d e procedimiento dd ConseJO
d e Segundad. tal como lo establece el pan·afo 3 de l articulo 27.
. . La e \:aluación de las que estas excepciones del p rin- ¡ES DIVISIBLE LA SOBEUANIA?
ctp&o d e tgual rcprescnlac1ó n h c.ncn sobre la sobe ran h.1 de las naciones
inoplicadas debe, asimi smo. guiarse por e l cri terio de dó nde, a canse· ues tra exposición nos ha cond ucido al últ imo y q u11.ás el on.1s ompnr·
cuc nria de cstas excepciones. se halla la suprema autondad lega:,lat i\'a N te d e los fa lsos conceptos que han oscu rec1Jn el proble ma la
y ejecutiva dentro del territorio de estas nac to nes. Lo que es dcciswo tan . . en ,.¡ mundo m o dcrnn: la c r een ia de q ne la sobcrJOna
en cslc aspt.'C tO, también. no es la diverSidad v cantidad de asuntos y sobcrama · d d rcnder el
· · ' bl• Aclarar esta confusión nos puc e ayu ar a comp
orgamzactones do nde una nac 1ón pueda hallarse en mmoria de votos, la y e l del d erecho en gene ral. llcntro
sino la calidad dc esos asuntos. Aqui, nueva me nte. la prueba debe ser política in te rnacional conte m poránea . 01mos tkc.or.'. una y o tra
cuali tath'a y no cuantitativa. El hecho de que una nación se encuentre uc tlrbc 111 ns "abanLlo nar parte ele uucstra a o.:sam:
bajo la obligación legal de cumplir con una decisión mayoritar ia tom ad a iutcrnacional e n bie n d e la paz que clch<:lllOS.
en una organizac ió n internacional con reSJ>t;!C tu a tari fas pos tales en artir" nues tra soberanía con tates orgautzac toHcs; que ellas tcn?nan
correo internacional. no afecta su calídad com o la suprema a utoridad p .. bcranía limitada" mient ras el pa ís couservar ia la
dentro su territorio nacional. La nación ha consen tido una so · be ¡ " 1 Estadns · senil·
ella . 0 viceversa; que exis te la "cu ast so •ra11 a Y. os •· •
en renunciar 3 su libertad de acción en aqudlas cues tiones e n que, en soberanos". Intentare m os demostrar qnc la conccpcoon •le una sobcrau 1a
virtud de su esa libertad de acción rxis tiria en a usencia divisible es c o ntraria a la lógica y po lotica nocntc irrealozabk. l'<'ro .'. ¡".e
de ta l consen timiento. Pero no ha ren unciado a su soberanía . es un s ignifk a tivo sfnto rua J c la discrepanc.·ia entre las rcla auues n:alcs
La nación hubiera renunciado a s u soberanía si hubiese consenlido y las p retendidas qlh.' existen cut re d d erecho internaCIOnal Y la pohtlca
rn somc: tcrst: a un \'oto mayoritario en un o r ganis m o in tca-nacionat que internacion a l en el moJI.."rno s istt:ma c:,tala l.
act uara en le mas tales corno re formas a la cons litució n , 1::t. decla ración 0
Si la sobcra.nia significa autoridad suprema, es claro q ue
de guerra y la cnnclus io n de la paz, taon añu, compos ició n y act ividadcs más - persunas. grupos de personas. organi sm os- uo pue en
de fue rus cotnpos ic ión del gobi...:r no y polit ica fin 3nc icra. se r snbt.· r a nn s llc ntro d e un mbn1o tiem po y esp3cio. El q ue e s
Luego. y en virtud de ese acuer do internacional que establece el do- . od . los demás. no puede tener
es por lo'w ica neccsillad s n l'<'nor a t os · d
minio de l;o mayoría. el poder político tlcc i>il'o >c h abría l ra>ladado un superior " ni un igual a su la d o . s·t e 1 prc·sidc nte de Est . .allos. Uno 3os b
de l gobierno nac ional a l o rganismo internacional. No seria ya d go· es d comandan t ..• en jefe d L' las tuerzas armadas. es d·
bicrno nac ional si no el organis mo internacional el que dete ntaría el )Urdo que cua lqu ier otra persona, di gamos el r:
poder y, pur lo tanto, quien ejercería la autoridad suprema ' d d sobre las fuerzas a• mauas.
\lcrcnsa. COOlparte L'S3 supn:1na au to n 3 l · .
legislativ;o y e jecutiva dentro d e l territorio nacional. L · · . · · t 'dad suprema ,·ntrc dos un oo
a constatuctó n puede Utv tdl r esta au o n la doctrina medieval
O.,be ser obvio, segun lo que ya hemos tlicl1o. que en n ingún caso na rios siguiendo líneas llifcrcntcs, tal como e n ·l . .1 l'rc·
t'O la esc.:na intern aciona l desv iaciones a la regla de la uuam· la au tor idad !:tUprcma se di\ i'-lia entre el y e e: rnam·
midad que afcctcn a la sobc:rania del Est.1do ondiv idual. La judi<·a tura sit.kntc p odria, cntonC('S. t<.·n c r la a utorida U so a o .o d
inte rnac ional se ve rodeada pur claborallas .all•aguardas •1ue impiden .. . . 1 1 f ·rz.as a r madas y el sccrctano e
y el m antt...·an mtc:nto l e uc . . . fuera la real t.lis lribu·
que aquellas c uestiones de importancia pul11 ica sean deddidas l"'r el l>efcnsa sobre la s opc racionL:s militares. SI '-= sta nte
• . nadie nodria !!tCr comanc1a
voto mayo ritario de un tribunal E l vo1u mayorlta n o l-" 0 C IÓII de la autoridad } de las [unCIOne S, . 1 f ·rza•
• • • •ta
1t: a utonllall snbt c as 11<
los organismos inlernacionales es capaz de d ispo ner en )d..: nadie tc mlna odría lógico., mcutc existir ,
cu n1atcrias puramcnh: técnicas, no tienen :,ag· armadas. E l rango de comantlanlc en ¡de no P tnridad linal,
nificación en la dis tribución del poder entre los gobierno> nacoonaks t.t' . . 1 s lu ·rz.as armac..1as con a u
) Ca porque d Pn:sidcnt..: InJa a J.ic lo haga. Estas alH·rua·
113
o entre los gob iernos nacionale s y los organi>mos El u tu h aga a lguna o tra o porque d mo vcn:mos \O O
voto mayoritario en la Asamblea General di! Naciones Umda> u cne e l ti\'ao,; son lugic;un n tc L'UIICebibh.· , a unqlh.' to colO con cu a lq u ií!T
· p el prcsoden tc ¡uoo
carácter de una r<'COm<"ndación y. por lo tanto. no es o bhgatono para t'"' tt1 a 1ucn t1: lac tibks. e ro t¡uc J . auton<lad t111al es
los miembros. La decisión estrictamente mayoritaria, aco rdada en el tHro func ionario cnnmn dcn hu•. ar.: n a irn: alltabh.·.
artículo 27. parágrafo 2 de la Carta , se rcfkre sólo a a>untos de procc· al rnhu ao tietU(lO lúgi,·a n tc nt c Y po .. . l'd por
1 . r01lCioncs po lttlcas cump 1 as
d imientn que no a lcctan la autoridad suprema de los Estallo> La d e las actua es o nJ rá en claro qué sobcran ia
bros dentro de sus territor ios. la capacidad potl!ncial pa ra s uperponerse la autoridad den u·o del Estado P . . to oidad , u prcma
a las sobc:ranias nacionales que tiene d Conse jo de Seguridad. . q ue no PliL'th: d i\ ulad..l. La ob\..'I.HII3 s• gnl ft C.t u n a au

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Le wbcrtVtlll 319
)71 Lilfiii«IOftU del podct POGCiOttel
ta la fuente predominante de las
penonal. conlundcn la sujeción de la autoridad tobcrana a control un Jrado más alto que de referencia final para sus
Y restrtecloncs poilt•c. . con su .Uiminación. En su empello por 1 es valoraciones Y c!ucas Y el P pod entre las otras nac:iones
dc: la <lcmocracoa " un aoblcrno de las Jc:yc:ll y no de: los lealtades seculares. su c:rprincipalcs preocupacio-
1
dan que todo Estado, democ:ñttc:o o de otra manera, tlcnc: que contar y la preservación de su sobc:ran a son as t son ese mismo poder
con un bombr.,. n un 1rupo de hombres, que sea el responsable final nes en asuntos internacionales. Podrl moderna civilización,
por el la autoridad Puo&to que en una democ:racia aoberauia quienes, bajo las con ctones . li·
con el poder y la soberanía de otras nactones Y ponen en
esu responnbohdad latente en t14'mpos normales, escaumentc vi· aro la existencia de esa civilización y , con ella, la de los propto!l
o.oblc: a través <k la trama de constituciunalc:s y de: normas
lc:¡¡alcs. se supon.. por lo ,cnc:ral que no elliste, y que la suprema auto- tados-nación.
nd:od lc:tisl.,th•a y c:jccuti\'3 -nterionncnte la responsabilidad de un Por consiauiente. desde fines de las guerras napoleónicas, los hu·
"'lo hombre, d estA ahora distribuida entre diferentes 0 ,._. manistas y·los estadistas han buscado o:on intensidad y frccuc:ncu• ere·
aosmos <.'OOrdmactos dc:l aoblcmo 'f que, en consecuencia, nin¡uno de dente los medios P"ra evitar las guerras autodestructivas a las que la
ell<• es supremo. O boc:n se !<Upunc a tal autoridad establecida en d tuch• por el poder entre las modernas naciones-Estados ha dado lugar
,.,c:blo cotnn un todo. el que. por supuesto, no puede actuar como tal. Sin embargo. ha lleaado a ser mAs y mAs evidente, en particular .:n
Sin l!mbarao. I!D lleaopos de c:risls y de: tucnas, esa responsabihdad los últimos liAos, que el principal obst4culo que ha invalidado tl do.; tus
fmotl se: ro:alirma. tal c:omo auc:cdió bajo las presidencias de Linculn, esfuen:os por restrinair la lucha por el poder en el escenario lntana·
WIIS<•n y los d<>1 Ronsc:\·ell, y deja a las teorías constitucinnales la ardua cional es la propia soberanía nacional. Mientras la suprema autoridad
tarea de: explicarla una •·ez que los hec:hos han pasado. legislativa y ejecutiva permanezca asentada en los gobiernos nacionales,
En lus f"derales, monárquicos u dc111ncráticus, debe lll amenaza de auerra, espc:ciah,..,nte bajo l•s condiciones morales, poli·
11na s¡olislacc:ió.n idc:olóaica a los Est:odos individuales que, s ido ticas y tecnológicas <le nuestra era, puede decirse Inevitable. De estf'
60bc:ranos y• no lo soa. pero do:testan 3dmillrlo. Cnn este fin la pniclica modo la realidad polltica de la probabilidad de una guerra autodes·
polftica olc:sarmlla todo un sistem:a de lisonj:os constituciouales que de· tructiva confronta la preferenc:ia polltica para la preservación de la
rranoa •obre In> funcionario• y 105 •imbolns de los E stallos indivirlualcs. soberanía nacional. Mientras que por doquier las gentes se muestran
y también hace: uso de conceptos y proyectos constitucionales que ansiosas de librarse de la amenaza de la guerra, esas mismas gentes
•ólo licuen si¡uificado con rckreou:ia a Estados subcl";n¡os." ru.-sto se igualmente ansiosas por preservar la sobc:rania de
que ea constitucionalmente y políticamente imposible ue113r que el rupccuvas naciones. Sin embargo, si el precio de la paz fuera sólo
aobinuo lc:deral es >-Obc:rnnn, y da.Jo que es paiculótficamcnte impo· una de la soberanía y no el todo, si a los efectos de disminuir
sible admitir que los Esta<los individuales ya no lo son. la teor l3 cnnsll· la poSJbthdad de guerra fuese ni!Cesario tan sólo que la nación c(\m·
tuclnilal seuc:illamente divide la entre el piemo federal y partiera su soberanía con una organi:ución internacional y no la aban·
los E stados, tralnndo asl de conciliar las realidacles poUticas con las donara por completo, podría tenerse P"Z y soberanía nacional al mi,;-
prdcrt•ncoa.s polflicas. Es asl, puco más o meuus, como Hamiltun y M:>· mo ttempo.
di.un. quoc ncs hablan proclamarlo c nf;íticamcntc la indivisibilidad de En una encuesta de opinión pública llevada a cabo en 1 ·
la sobcr.llli:l en 13 <.:onvencióu .Jc: 1767, fueron igualnl4'ntc enfáticos en de 1974 un sct 1 · . a prtmavera
su insistencia acerca de la dh•isibílidad de: la soberanía cuando un ai\o afiror.ativ¡¡ment:"a los contestaron
desput!s <"11 Tire Ft"deralist persuadir a los E stados que po- participara en un movimiento ust que Estados Untdos
dlan con•crvar su 50berania a pesar de: que habí•n dotado al gubiemo nacional destinada al mantenimiento de inter-
federal con los podn-es soberanos provistos por la nueva ao. sólo el quince por ciento de la b . p mundtal. Son embar-
Debitlo a la uecesidad sc:nu: jante de construir un puente tdeolós•co ciento de los que favoreclan la total y el diecisiete por
entre las realidades poUticas y las prefercnci3s pnliticas, la doctrma traron dispuestos a que las fuerzas po ctal Internacional se moa-
de la sobcrnuia dividida ha crecido C"OII amplia a<:ept•ción e n d c;unpo de menores que las de la fuerza ínter de_ Estados Unidos fuesen
la• rdaciuues "'""nacionales. Por una pane, la nación-Estado, en ciento de la población desea que tJ.hdal. "Sólo el trece por
:ucrza policial internacional y forme parte de una
'' Laa pi'Ktccas t1e IEaladoo Uuld010. Urudn Soviética J Alema· Uer7.a policial sea mayor que la• r es n e acuerdo en que esa
- '-10 la ll0018Utuct0n de 11171 ou.tiUI - palio. . uerus armadas de su pefs''." Dicho
"Cf . C . E . W.rrlaru. HWOfll O/ 1M Tlloorw O/ 8oocrftt71<1V 11M• .Rouu•11•
Col..,.llla Uuln:l'$11J "'-"· No_. York, 1111111, 1111 : conatltucWD
por to ta11tu. loa - · pollllcoo J la teorl& Pollttca ele su tiempo . , . . Chl " UN•sco alld l'llbllc Ophoioft
ele JI<-- ODVa ceulftl J local, J eu 111 fracaso para -
clara 1 uplk í\amft>IOo la fueniOo última del poder ...-a&oo" .
r ':"?.".:';!¡.P'la.
mo.tn>do r.ul\ab
12J
cuerra mllndlal en · ta - de
Cent.er
..u'
Para el r....xneno _ . . dol la disaeplncla - ... lu teorlas dol la IOberanla l'wbllc: A !'lhufJ br C110tn41ctonoe pala 1 en Gran
J .. ..u<Md polltlca de la - - . - ........... . . : . - BarUr. · - ""
Go<-c•nmcnt, O.lord Onl. .rSIIJ rr.a, Oaford. IMI, pie. • Y • · Nuett York, Taraato Lcacmai.i d. .Peat:. 11114 lila
. . • Compan,, Londrea,
de o t ro mOOo. unn con)tde rnblc ma 'orm dt..•l p tu...·b lu nort c.mh..'
d •.:anu t.' S lavo rablc a )., c rcn"· iou ck unn ullc.:rnndona l
\<l(MZ prevenir la gu e r ra, s ulo una ¡x.qudln minona de qutcncs
\'\li"C\. C'n CS..'\ org-;1nlluci6 n ( tlor lo tan to de población tot 31) se mues-
tra db.pucst.a a transferir la aul oriJ_.d ejec utiva s upn.· m a "'S dccar,
sobe-roma de Estados UniJos- u unn orgn niz..., .1ó n inh: nm H.>nul. l..'l
nul oría quiere a ntbas cosas: quiere "divadir" In s'-)bcruma. Es s ignili·
C'.ati\ o a c.sle rcspcch> que auicnt rn:o. e l t rei nt a y dos por L'l<' nlo de los
SEP'TIMA
que f:wortten una fuerza Jh>ltclal interuacio na l dese._\ que la s fu erzas
nürtcam eri ·a nas se.11n mayores qul" esa fu<"t-z.a polinnl ; cu arenta y uno
por el rnn.yor grupo que C'Xprcsó su opin ión e n e !!ola c u cst ió n .
PARCfE
que sean de igual tamai\o . Quieren "divld ir" la sobl•rnnln im pa.rcinl
y dejando e l ci nc uentn por ciento " E stados Unidos y
e ntn:g-.utdo el o tro cinc uenta por ciento n una orgnniz.nciú n internacional.
La crecnciu en una sobcn,nu1 di\' is ible c.s 1.., nmnif'-•s t.\ción idl.!oló- La Politica Internacional
gica de esta contrndicción entre la •·calidad po lítica y In prcll'rc ncla
idt."<>lógica. la doctrina d.- la llivisib ilíJad de la sobcranla h ace intdec·
twalmcntc fac tib le reconciliar no sólo lo que la lógic a demuest ra como
en el Mattdo Contemporáneo
incompatible - renunciar a In sobcranJa :al mism o tie mpo que se la
re u e ne--, s ino tarnbit:n lo que la expcric1tcia nos muest ra com o irrccon·
d liable b ajo las condicione s d e la moderna civilimció n : sobcr.tn ia n:t·
cional dC' o rde n . LC'jos de exp resa r una ve-rdad tcó ric:l
o de n:flcjar d estado ac tual de la expe rie ncia polit ica. el consejo de
e nt n-gar .. una p4rtc de la sobernnía n3c ional" pnra la prcscn'nción de ha
paz. equivale a la ilusión de tener y no tc nt· r una cosa a l mism o tiempo.
20
La N_ttetta Ftterza Moral Jel
llniversalis1no N..acioJur.lista

NACIONALISl\10, VIEJO Y .NUEVO 1

Nos encontramos ahora en condiciones de contestar la pregunta que


nos planteábamos cuando señalamos a la tradición moral e intelectual del
mundo occidental como la fuerza que, mediante el equilibrio de poder,
mantuvo congregado al sistema estatal moderno desde el fin de las
guerras de religión hasta la primera guerra mundial. ¿Qué es lo que
queda de este patrimonio hoy en día?, nos preguntábamos entonces.
¿Qué clase de consenso une a las naciones del mundo en el período si·
guien te a la segunda guerra 1nundial? 2
La respuesta pnetle ser solamente que las limitaciones morales a
la lucha por el poder en el escenario internacional son hoy en día más
débiles de lo que han sido en cualquier otro período de la historia del
sistema estatal moderno. La sociedad internacional única de los si·
glos xvn y XVIII ha sido reemplazada por cierto número de sociedades
nacionales que proporcionan a sus miembros el más alto nivel de in·
legración social. En consecuencia, la moral internacional, que en los
siglos pasados mantuvo dentro de ciertos límites las aspiraciones de
poder de las naciones, dio lugar a la moralidad de éstas, excepto cier-
tas limitaciones fragmentarias. Esta moralidad no sólo se niega a re-
conocer obligaciones morales por encima de ella, sino que también
demanda su reconocimiento universal. La opinión pública mundial no
es más que una sombra ideológica, carente, incluso, de esa sustancia
de valores y reacciones comunes que en otros tiempos compartía, al
menos, la aristocracia internacional. La mayoría de las normas de de-
recho internacional debe su existencia a la soberanía de cada una de
las naciones. Resguardar una soberanía con salvaguardas legales es

1 Esta parte reforrnula la exposición efectuada en el capitulo 17. apartado "La


barrera del nacionalismo".
2 Véase el fiual del capitulo 14.
316 LA polftiC'G i"lt'trtflcional en 11 murt4o ctMiemf'Ordnto {A fuer:a morAl del n4CiOitiÚiSIII .117

humano Una R8ción panicular llevará la antorcha en cualquier mo-


mento, en principio cualquier nu:ión De este
bies en la distribución domc!stica del poder en nacio:S
mover las que son favorables, constituyen asuntos vJtales pa cabo
1
:S ra
modo. las demandas puedm variar de nación a nación, aeaun las con- tendientes en la lucha que las filosoflas polittcas llevan a pa
diciones del poder y del espfritu. contar con la lealtad de Jos hombres.
La auerra psicolótllca o de propaaanda se une a la Y•
las fuerzas militares como el tercer elemento por cuyo la
LA LUCIIA POR LA MENTE DE'L 1101\mRE' polftica exterior procura llevar a cabo sus fines . .
del Instrumento empleado. el fin últi•no de la polluca ex tenor. es_ s.lcm-
Este nuevo viaor del uoivenalismo naclooaliata ha acrepclo una nueva pre el mismo: promover los intere&c:s p"?pios la vanactón . de
dimensión a la estructura de la poUtica intc:maciooal. La de la paerra la mente del opositor. Con este fin, la d1plom.w:1a ut1hza la persuasión
psicolótlica o propapuda. No hay, por nada nuevo en el uso de las promesas y las amenazas en vistas a o la. ncp-
de la propapn<ia con fines de pollt1ca utenor, ya que: 5c: la ha usado clón de determinados intereses; la fuerza 111lhtar, el 1111pacto ffstco de
con tales propóUtos, esporádicamc:nta y c:n peq.aeM escala, desde uem· la violeracia sobre el opositor para perseguir ciertos intereses; la pro-
po il1mc:111orial. Las facciolln dominantes c:n ciudades-Estado grle- paganda. el uso y la crc:aciún de convicciones intelectuales, de
pa e italia'las trataron de pnar su• batallas pohucu atrayendo para su dones morales v de preferencias morales en apoyo de sus propios '""
política exterior el apoyo de aquellos extranjeros •fmes con teo- tereses. Toda pÓIItlca exterior es, pues, una blotalla por la mente del
riu políticas para ul puar adeptos entre ellos. En Jos re- humllrc, pero la propaganda lo es de modo especifico en tanto que
Jí¡iosoa de Jos sialoe xvt y xvu y en In _IUCrraS de la _Fraracl& revolu- intenta moldear la mente del hombre directamente antes que mediante
ciuuaria, la de simpatías reliii'OIIIs o politacas y el reclu· manipulación de intereses o de la violencia fislca.
lamieuto de •inopati>.antr• ·entre extranjeros llqó a ser Wl arma pode- La diplomacia y la guerra tienen detrás de si una Jara• y continua
rosa c:n la aucrra política y militar. El priracipe protestaniC que era historia, Jo que permite una empila comprensión de sus principios. La
capu de: captar a la población de su católicO a IU. propia le, propaganda. en cambio, es un instrumento autónomo de la polftlca
o au"''uc: fuere de: explotar simpatlaa relí&IO&U de uua mmoria pro- exterior; su teorfa y su pr,ctica ostentan las huellas de la inexperiencia.
testante: hacia sus p1 opólilos poUiicos y 1nilitara, podla pn&r Wl&
bataUa y aw1 la auerra. siu empellane en una acción bélica. El con-
•·erso a w ideas de la revolución francesa probablemente fuen un
activo apuyu de la polilica eatericw de la Francia revohaclonaria. TRES PRINCIPIOS DE LA PROPAGANDA
La propapnda contenoporánea c:s cuantitativa y cualitativammte
distinta de la de las épocas precedentes, pues la moderna teenoloaf3 ¿Cuiles son los principios fundamentales .<Jue deben Jlrlar la lucha
ha inc.-rmentado enormemente su alcance y efectividad desde la se- por la mente del hombre, de esa lucha q11e se efectúa con las armas
aunda """ra mundial. Jla llegado a ser _instrumento autónomo de la propaaauda? 'frc:s problemas, frecuentemente oscurecidoa en la
de la política eaterior, c.-dinada con Jos tradlctonals instrumentos de teorfa y ter¡iversados en la práctica, necesitan diluciclarse: en primer
la diplomacia y la fuerza militar. Es asf como durante el rno· lupr, la relación entre el contenido de la propaaanda y su
nolítico del comunismo un comunista apoyarla. en cualquier lugar en segundo, la relación entre la propa¡anda y las experieracias que de la
que se hallare, la poUtica exterior de: la Unión '1 ':'n vida e intereses tie11en aquellos a los que la propaaanda procura Ue-
rio de: la dernoc..cia se n101trar', cuanto menoe, c:ontrano a d1cha tercero: la relación entre propapnda y poUtica exterior, a la que
polftica, si no es que defiende: activamc:ate la de Estados !itrvc como 1ustrun1cnto.
Cuantos más comunistas haya, .U. fuerte será el apoyo a la polltacD l. Las ¡randes filosofías del pasado, que 5c: aclueñaron de la im•
exteriur de la Unión SovM!tica: y el álto de la polltica ntericw de Es- ainacióu de los hombres y los impulsaron a la acción polftlca tales
tados Unidos dependerá en gran parte de la difusión y el Yip de las como la• ideas de laa revoluciones americana y francesa, y los '1en181
convicciones democriticaa a travá del nwndo. El resultado de una bolchevismo y del fasciarno fueron exitosos no por ser verdaden»
elección o de una auerra civil pocde determinar d cuno futuro de la swo . cn:ér><:los. verdadel06, pon¡ue dieron a 105 hombres a quieoa
polftica nterior de una nación. Si triunfa d partido comunista. el pala se d1ri¡lan llos llusiO<ICS necesarias en "rminos de conocimiento y de
pod.rfa alinearse con La Unión SovM!tica; si son Jos panidos democrá· acción. Nadie pone en duda l(ue laa teorfu ra.ciaJea dc:l nac:loA.Hocia-
tlcos quienes pnan, el pala puede permanecer sin comprometerse o liamo 1011 tot..tmcute falsu: s1u embuto, loa arpmcn&o& de reputa-
bien apuyar a Estados Unidos. Prevenir talc:s dc:soarrollm clesfa-.ora- dos antropóloaos uo tuvieron el menor efecto en su lucha con aqueUM
t"?rfas el de la rneute pOpular. La ceotH>
mtca del nnpenalismo y de la aucrra catA obvia1ne11&e contrapuesla
LA fu er za m oral del rmiversali.sm o ,¡acionalis ta 389
388 La polilica inttrnaciona/ eu el mtmdu COHiempordm!O
El com unis mo ha tenido éxito en aquellos lugarc; doude sus prin-
con los hechos conocidos; sin embargo, la cre.,ncia popular en s u vali- cipios de igualdad soc ial, económica y po lítica interesaron a un. pueblo
dez es prácticamente inconmovible. ara el que re mover esa des igualdad era s u m ás urgenw asp1rac1ón.
La patente falsedad de estas tcorias era irrelevante para su éxito La filosofía occidental ha triunfado Jonde qwe ra las as p1racwnes po-
o fra.:aso. Lo decisivo para s u éxito fue la capacidad para dar satislac- pulares de libertad política tienen prec nuneuc1a sobre las ?Iras nece-
ción a uecesidades intelectuales y políticas muy profundas. El trus· sidades. De esta mane ra, el comums mo ha perd1do ampliamente la
trado autoritarismo del pueblo alemán consideró a estas teorías racia- lucha para cont rolar las mentes de los hombres en Eu ropa Cen tral y
les como un instrumento que podía demostrarle cómo, pese a todas las Orh.:n tal , mic ntn.1s que la dem ocracia ha igualment e derrotada en
apariencias en contrario, era por naturaleza superior a todos los de· Asia. En las mencionadas áreas euro peas. las pro mesas de
más , y que con un gobierno adecuado de hec ho podrían llegar a ser igualdad uo pudieron prevalecer a que
superiores. Como anticipo de esta tendencia de Alemania, las teorías pueblos soportaro n bajo la tiranía del ejé rcito rOJO y de la pohcta
raciales hicieron virtualmente imperativo al pueblo alemán probar su secreta rusa. En Europa Ceutral y Oncntal. el cotnu•ustno ha t rumlado
superioridad con las minorías existentes dentro de sus fronteras, y el solam..:nlc cutre los segmentos de poblacióu cuyos auJtc1os de igualdad.
éxito inevitable del ensayo pareció aportar una prueba experimental especialmente en el catupo cconóntico, son más importantes que los
r especto a la veracidad de las propias teorías raciales. · de libertad.
De manera semejante, la interpretación económica del imperia- Por otra parte, J o nde la democ racia ha perdido, como eu Asia,
lismo y de la guerra satisface necesidades intelectuales y politicas muy la causa del fracaso d ebe buscarse en su divorcio de las expe riencias
profundas. La mente popular, desconcertada aute la complejidad apa- vitales con los intereses de los pueblos. Lo <]ue e llos desean priorita-
bullante de las relac iones internacionales de nuestro tiempo, procura riamente es librarse del colonialismo occidental. ¿Qué oportunidad te·
uná explicación que sea a la vez sencilla y plausible. La interpretación nía allí la democracia de triunfar en la lucha d e las ideas en tanto su
económica, a l proporcionarla, deja satisfech3 a la mente popular. filosofía era cont raJ icha por las experieuc ias reales de los pueblos de
Desempeña, en la acción política, una funció n similar a la llevada a Asia? El fracaso de la propagan<.la política cuando se aparta de las
cabo por las teorías raciales. Proporciona a los "belicistas de Wall Street" expcrieucias de los hotn bres CUJnunes es vívida111cnt c revelada en un
o a los "fabricantes de municiones" un símbolo fácilmente accesible articulo que apareció el 30 de seti em bre de 1950 en el Chicago Daily
que la acción política puede utilizar; algo así como si sirviera de blanco News, con la finna de Fred Sparks :
de prática. De acuerdo con la teoría, se pueden tomar medidas "para
suprimir los beneficios de la guerra" o para restringir el comercio con El otro <.lía visité a u11 hu111ild e labriego cerca de Saigó n
los belige rantes. Una vez que se han tornado estas medidas, imperia-
Co11 la ayuda de mi i11té rprete le pregunté q ué pensaha acerca
lis mo y g uerra aparecen como poco amenazadores y la mente popular de la llegada de los nortea mericanos a ludochina. Cu11tcs tó:
puede quedar d o blemente satisfecha, porque sabe todo acerca de la " El hmubrc hla11co ayuda a l hon <bre hla nco. llstedcs dan armas
política inte rnacional y es cousciente de haber actuado de acuerdo a Jos fran ce;es para ayu<.larlos a •na ta r a mi pueblo. Noso tros que·
con ese conocirnien ro. · · remos desembarazarnos de todos los ex tra11jeros y e l Vict Minh .. .
No existe correlación exacta entre la verdad de una filosofía poH- poco a pocn e., p ulsará a los franceses".
tica y su efec tividad corno propaganda política. Algunas veces una fi. Yo le dije: "¿No sahe que hay un h01ubre blal!<:u d e trás del Viet
losofía política falsa en sus hipótesis y conclusiones, capta la mente Minh? ¿Que Ho Chi Minh recibe órdenes de los rusos:>"
de gra ndes masas humanas, mientras que otra mucho más importante Coutcs1ó: "Eu he _a los norreaUtcricanos y a los
no cons igue predicamento. Más bien debe tratar d e establecer una co- franceses. Nunca he sa b1do de nmgun hom bre blauco 4 ue esté con
nexió n particu lar entre sus verdades y las mentes humanas en las que el Viet Minh".
procura influir. Esa conexión es proporcionada por las experiencias de
la vida e intereses que determinan la receptividad de Jos hombres a las Lo que hace signilicativo a este epi>odio es e l hecho de , 1ue, en
ideas políticas . gran medld.a, es rcprcst!ntativc de la reaccióu as iá ticJ aute lus ideas
2 Las filosofías políticas se dicen poseedoras d e verdades válidas occid_c utalcs. Eu n_iuguna parte esta rcaccióu ha s ido 1nás drás tica y
en todo tie mpo y Jugar, en tanto que los hombres se muestran recep· ampha. que en Chma, con lamentables cousecue uc ias para Occidente;
tivos solamente a ciertas ideas en determinados la psos, acordes a las Y e u nmguna parte el con! ras te entre la filosofía y la experiencia del
circun s tancias bajo las cuales viven. Estas circunstancias, como ya pueblo es tan marcad a. El h•stonal autiimperia lista de de una
hemos visto,• va rían notoriamente no sólo en tie mpo sino también en ce1.11uria de Es tados Unidos y la bucua voluutad co11 que contaba ese
lo que respec ta a diferentes tipos humanos en un solo y mismo pe- pa1s, ms tan táneamente cua 11do se u;a ron armas norte-
ríodo his tórico. para n1atar chinos, as í corno c uando aviones de )a 1nis n1a
nac10na hdad bo mbardearon ciudades coste ras cllin;.>. Tal como lo ex·
• Véase el capitulo 17, apartado " Unidad psfcofóclca del mundo".
390 lA polftica inurnacional en el mwrdu cowcmpordneo lA fuerza moral del universalis mo nacionalista 391

presara el Se manario londinense Tire E coHomist con referencia a las L3 capacidad de la ctemoc racia occic1cnl al de llegar . a
incursiones aéreas nacionalis tas sobre Sha ngai : los pueblos de Europa y As ia depcmte, pues, d e la habohclad es·
lablcn:r dos clases de relaciones: una, entre las asp1rac10nes eJe esos
La .Pr.csentó estos bo_mbardcos tanto como provenient es de pueblos y las directivas politicas de y o tra, entre esas
los 1mpcnallstas nortcamcncanos" con10 de los "reaccionarios la·
cayos .T.aiwan; J'?s provocarou la pénÍida ticas y s u pro pagación verba l. Hay suuac wnl!s donde la
de hac oa Choang cutre las clases populares ent re c:,os tres faclores puede llevarse a cabo de mane ra relativa-
y de tolla confianza en Es tallos Unidos . ment e fácil. La f5uc rra Ue íudo lc po lítica efectuada en contra de la A.le ·
mania nazi cu la Europa ocupada durante la S(!gunda guerra mund1al
llc aqul nuevamente cómo las cualidades inherentes de los idea· era rclativa uoente sencilla . Las aspiraciones popu lares estaban clara·
les norteamericanos respecto a su verd:1.d y a su bondad se mos- mente Jefinillas, as í cmno las políticas que perseguía Naciones Unictas.
traron to talmente irrelevantes en cuanto a l éxi to o al fracaso en la Ambas procuraban la destrucción del nazismo y era [ácil encarnar c:,os
lucha ideológica. Lo que decidió la cuestión fue la aparente desco ne· aul1clos . De ruaucra seruejante. las direc tivas po líticas y militares apun-
xión entre la propaganlla democrát ica y la experiencia del hombre ta das al rr wnteuimit·uto UeJ s tat u quo territorial en Europa en contra
COIIILIII . La polltica que Estad os Unidos apoya ba o parecía apoyar de la expaus ió u soviética expresaban las de los pueblos de
hacia in1pos ible su victo ria en la guerra de ideas. la Eu ropa occidenta l, y ellas se prestaron para fórmulas verbales en los
3. En la guerra ps icológica las directivas políticas deben cum- tér minos de la Doctrina T ruman, el Plan Marshall y el Pacto del Atlán·
plir tres coru..licioucs. En primer lugar, c.Jcbcu de finir claramente s us tico Norte. Pero ni eu Europa o rien tal ni en As ia ni en la Unión Sovié-
. objetivos y los métodos 111ediante los cuales se propone alcanzarlos. tica , la guerra psicológica es wn sencilla. J)ebe superar dos dile mas
En segundo té rmiuo , deben determinar las aspiraciones populares básicos. Uno es el que co11cieruc a la iucompatibilidad entre una deter-
de aquellos a quienes se dirige la propaganda, consideraudo métodos minada politica perseguida en una región con la clase de guerra psico-
y objeti vos. Tercero, del.ocn determinar has ta qué punto la guerra lógica que se lleva a cabo en otra. El otro dilema procelle de la impo-
psicológica puede apoyar y fortalecer directivas políticas. sibilidad de apoyar una di rectiva política únicamente por medio de la
La dcbilidall psicológica de Occidente en Asia proviene, además guerra ps icológica.
de o lras causas ya mencionadas, de la endeblez de sus directivas El primer dilema lo ilustran las relaciones en tre lo que se consi-
políticas . Desde que Occidente no se ha 1110strado seguro llc sus obje· dera el objetivo de la política norteamericana en la Euro pa orien tal
tivos y d e los m étodos requeridos para a lca nza rlos, s us directivas y el objetivo de nues tra guerra psicológica hacia la Unión Soviética. El
psicológicas ta mhién se han mostrado inclinadas a vaguedades de· objetivo de nuestra política en Eu ropa oriental fue ddinido, en los años
nooc rá tica s que iuútiltucntc procuran encubrir las inseguridades po· cincuenta. como el de la liberación de los pueblos de esa región de l<1 do-
líticas. Por ello la propaganda occidental se ha vis to casi obligada minación rusa. El objetivo de nuestra guerra política con respecto a
a remarcar las virtulles y \'erdadcs de la d emocracia y los vicios y la Unión Soviética cons iste en hacer un llamado al pueblo ruso por
fa ls edades llel bolchevisono. encima del gobierno sovié tico, en términos de nuestros verdaderos ob-
La mi sma propensión hacia tales abstracciones morales y lilo- jetivos y forzar así a una revisión de la política soviética a través de
sóficas h::J imped ido una inves tigación objetiva d e lo que o tros pue· la presión de la opinión pública rusa. Pero el objetivo de la liberación
blos desean. Seguros como es tarnos de la protección de nuestras de la Eu ropa oriental , especialmente en lo que se refiere a Polon ia y
vid3s frenlc a fas vicisitudes o a no enfre ntar la carencia dr ali- los Es tados bált icos, se opone a las muy antiguas aspiraciones nacio-
mento s y ' 'ivicnda, hemos aca bado por considerar la satisfacción nales r usas, y a este respecto nunca ha habido divergencias entre el
d e esas necesidades biológicas como cosas de suyo. Una vez que se gobi erno y el pueblo ruso. Una política que en Europa o r iental trate de
ha pro teg ido en bucua medida Ja vida mi sma, concentramns nues tros frustrar las aspiraciones de l gobierno y el pueblo rusos se verá obligada
pensam ientos y esfuerzos en la preservación de la libertad y en tratar a poner fin a cualquier posibi lidad de separar al pueblo ruso del go-
de conseguir la feli cidad. Consider ando todo esto como un hecho soviético por medio de la guerra psicológica. Es en situaciones
natural, cu a ndo en r ealidad es una experiencia limitada en el tiem- como és ta cuando se hace necesaria una po lítica superior que establez-
po y en el espacio, se erige un principio que se s upoue universa l ca prioridad de o bje tivos y subordine así los objetivos de la guerra
y <¡uc tra ta de ser aplica ble en todo tiempo y lugar. Se tiende as! a pulllll'a a los de las direc tivas políticas , o viceversa .
suponer que lo que el esta llounidens e da por descontado, todos los Una buena ilus tración de l o tro dilema es proporcionada por los
hombre> t<1 nobié n lo dan igualnocnte por sentado y que sus aspira· efectos de la propaganda de la inter venció n norteamericana en Indo-
cioncs so n las a spiraciones de la humanidad. Pero ya se ha demos· china . Los efectos ps ico lógicos inmediatos d e esa intervenc ió n lue ron
trallo cómo, basá ndos e e n sus difere ntes experiencias, los hombres desfavorable• para Es tados Unidos. Lo que el cam pesino indochino res-
han cons tr uido c>truc turas pollticas muy distintas, pese a que todos pondió a Sparks era testimonio de un sentir generalizado. Pero lo im·
de rasgo s ps icológicos comunes . portante c 11 el co ntexto de csh.· era la incapacidad de Es téldos
392 lA política internac ional el m uudo C0 11tempo1áueo

fA fuc r[.a moral dd w rive r,alis mo uacio nalis ta 393


Unido !!. para contrarrestar el impacto ps icológico de esa intc r\'endón
con contramcd idas psicológicas Los efec tos ps ico lógicos de . . r a la opmt· 'ó n pu· b l'aca
. d ·t rás de una de te. r·
la inl e rvcución blanca, según e l modo tradicio n3l de l impcri31ismo occ t- mas de moviitLa
minada políttca . son ar mas s in fi lo en la lucha de 1 nacio-
ch:nt al. pueden rc futarsc no por medio de arttfic ios polítk ns , S III O so la- nes por d do minio dt! las mcnt t!S . La pt·o paganda no . es s. o una
nu.:ntc a través de experiencias polítiCa!!., m ili ta res y cconó nu cas que
Juch3 e ntre lo bueno y lo malo . ent re la verdad Y la mc nttra , tam-
co ntradigan los rcsahios indod liuo s de la intcrvcución blanca. En s ttU:l ·
bién• ent re un pode r co nt ra o tro. En ta l lucha , la vir tud Y la verdad
dones como ·ésta. la inrncdi ata respuesta a los pe rjuicios psicológicos no p reva lece n por s u s imple co municabilidad . Deben ser llevada s por
de uua de terminada experiencia po lítica o nlilitar no es pro patianda,
la corrit! ntc de la conducc ión po lítica . que las re levantes Y
s ino polllica s que establecerá n las prcco ndicioncs psicológicas una
propagauda exitosa. plaus ibles. Co ncebir la tarea ps icológica de en s u
contra el bo lc hev is mo princi pa lment e en los tc r rnmos d el pro blema tec
Es <!11 es te contexto do nde la ayuda técn1 ca y econó mica para re· nico de la cortina de hierro y trans mitir ve rdades
subdesarrolladas una importa ncia es pecia l. Pues tal de la d emoc rac ia a todo e l mundo es. en g ra n m cd1da, el p u n to.
ayuda se diferenc ia de la s imple propaganda rxactamente en que es una La guerra politica es Ja co nsecuencia, en e t te rre no de las tdcas: de las
realidad y 110 prome-sa. Eu vez de decir a o tros pueblos lu que pod n a ha- d irec tivas po líticas y milit ares que se ha n trazado. Ta l vez pued e se r peor
cerse , o lo hace eu partes, e ncarna de manera mmc0 1ala las que estas directivas. pero nunca puede ser mejor que ellas . Po rq ue de
pronacsas de la propaganda. Sin t:mbargo, a liu de se r l·ul np k la n l ...·ntc las cuali dades de e llas recibe su fue rza. Con ella!!. vence o se ve frus-
ek·c tiva con•u anna propagandística . tal ayuda récnica y t..h.: bc trada El llamado a la victoria en la lucha por mente de los ho m·
satis facer dos requerimiento s . brcs, para poder ser efec t ivo , debe ser p nnc1palmentc en tanto
En primer lugar, debe beneficiar a los pueblos a los que se la o tor· direc tivas po líticas y militares que ha n s1do fo rJadas para ser Vlcto no-
ga, no sólo a largo plazo sino inmed iatamente y de mauc ra perceptible. >as. Aq uí tam bién los hechos son más fuertes que las palabras.
A menudo la as istencia externa deja de curnplir cou ese requis ito. El Es ta lucha por la me nte h u ma na . que s us tenta los r eclam os encon·
subdesarrollo económico frecue ntemente no es el resultado de causas tradus de dom inio universal por parte de d i"ttintas co n·
naturalc>. sino de un sis tema político que ha apostado a la · perpetua· ctuido con ese sis te ma social de interca mbio internacio nal mcdtante el
ción del retraso . Por ejemplo, un sistema político que as ienta su po<tcr cual. y por casi tres s iglo s , las nacio nes convivían en cons-
en la ausencia de propiedad úc la tierra, es improbable qne quier a des- tante, aunque bajo el techo co mún de va lo res compartidos y normas
truirse a s í 1nis mo embarcándose en un programa de r eforma agraria. universales d e acción. El co la pso de ese techo ha d es trUido el há b1tat
Al ser absorbida por grupos sociales opuestos al desarrollo económico, co mún de las nac io nes del m undo y la s más poderosas de e ntre ellas
la asis tencia exte rna puede realmente vigorizar las fu e rzas del s tatu CJUO tratan de afia mar e l dc.!rt:c ho de reconstruirlo, pero según s us pro pias
e inc rementar las difere ncias entre ricos y pobres. El retraso econó- Bajo las ruinas de ese techo permanece ente rrado tne-
mico puede debe rse también a factores culturales, tales romo la des canismo que mantuvo cnh ies los los muros de la casa de lns naciOnes:
confia nza en la s po>ibilidadcs d el pro greso o en la ut ilidad del ahorro, el eq uilib r io de po de r,
los que bloquean la transfe rencia de dine ro y de conocimientos téc11icos
a través de la as is te ncia exte rna ..s
Seg undo , la fu ente exterior de la ayuda externa d ebe aparecer cla·
ra mcn te ante los que la reci ben. Es aqu í donde la p ropaganda propia·
me nte dicha entra nuevam ente e n j uego pa m da r el crédit o que le co-
rres ponde al o rganis mo e xtra njero d e do nde pro viene la ayuda, es ta·
blec ic ndo una re lació n entre esa ayuda y s us beneficiarios con la tilo-
sofía genera l, el ca rácte r y la po lítica del d ado r extranjero.
La lucha por e l do minio d e la ment e humana es . pues. u na ta rea
d e infinita s utileza y complejidad . Na da cs más fác il ni más segum que
o btene r apoyo popular en >U propio país y ta 111bién nada es más seguro
que fracasar al apruxi111arse a la ta rea cou el espíritu y las téc nicas de
un discurso de a niversario politico. La filosofía simplis ta y las técn icas
d e una c ruzada moral son útiles y aun indis peusables para los proble·

) PKra una exposic aón sistemática, véase Hans J. Morgenthau , A Nl!w Forcign
Policfl Jor t h.e Unitl!d States, Frederick A. Praeger, Nue va Yo rk, 1961, pác. 88 y
sJgu..ieut.ea.
21
El Nuevo Equilibrio del Poder

La destrucción de aquel consenso intelectual y moral que limitó la lucha


por el poder durante casi tres siglos, privó al equilibrio de poder de
la energía vital que lo convierte en un principio activo dentro de la po·
lítica internacional. Concomitantemente con la extinción de esta ener·
gía vital, el sistema de equilibrio de poder ha experimentado tres cam-
bios estructurales que considerablemente sus operaciones.1

INFLEXIBILIDAD DEL NUEVO


EQUILIBRIO DEL PODER

Reducción numérica de las grandes potencias


El más obvio de estos cambios estructurales que afecta la operación
del equilibrio de poder se encuentra en la drástica reducción de los
jugadores que participan en este juego. A fines de la Guerra de los Trein-
ta años, por ejemplo, el imperio germano estaba compuesto por
900 Estados soberanos, a los que el Tratado de WestfaJia de 1648 redujo
a 355. Las intervenciones napoleónicas, cuyo ejemplo más notable son
las reformas a la Dieta de Regensburgo de 1803, eliminaron más de 200
de esos Estados soberanos germanos. Cuando en 1815 se fundó la Confe-
dt!ración Germana, sólo estaban en condiciones de unírsele 36 Estados so-
beranos. La unificación de Italia en 1859 eliminó otros siete Estados
soberanos, mientras que la unificación de Alemania en 1871 hizo lo pro-
pio con 24. Hacia fines de las guerras napoleóniéas, en 1815, solamente
ocho naciones -Austria, Francia, Gran Bretaña, Portugal, Rusia, Pru-
sia, España y Suecia- alcanzaban el rango diplomático de grandes po-
tencias. Como Portugal, España y Suecia gozaban de esa consideración
merced a una tradicional cortesía, pronto la perdieron, con lo que el
número real de grandes potencias se redujo a cinco. En la década del

• Por otros cambioe ocurridos en nueatro st&lo, •Mie el capitulo 12.


El nuevo e quihbrio d e pod er 397

96 /.A pu/111 a IIJletiJlletOual t!ll d H1 1111 d0 COfiUtU po PlUICO


parh: si violando les reglas del juego, Alc m<tnia no hubiese d ado
a' Austria en su s m anejos con Serv ia, es que Aust na
S.C!)cnta )t":,. Ita lia y Esta do:, Cnido" . s iguic nd h.tci:l lt th.'"
nu haiJ1 ía a trevido a lle gar tan le jos dc.:: lo h tzo , con lo q ue
d . Japon .
la pri m era gue r ra mundial podría h abcrsc evtt ado . .
...\ 1 cun11en7o de la pnmcr;:t guerra m und i._ll h._tbia ot ho grandes pu- Micnt nw\lor sea d núme ro dl! j u gadores activos , se rá el
I Cih.·t a s r n t n.: ).. quL: por primera ' "-'Z dos etc d l ..1s s-.· ..:nco ntra han tot:ll- n úmero de combinaciones posibles y, en con sccu encla, la lncer udu mb_re
m c ntc fucrn de.: E u rnpól . El f in d e gucrr ;1 c nnmt ró a An s t aia ddini·
a cer ca Jc las co!llbinaciones q u e c a da jugador opondrá a s u contnn-
fu c r.t de la lb t.1 y a Ale mau i:\ y prn dsori.unent c a l
r a nt c. T an to Guillermo JI e n 19 14 como lli tlc r en 1939 se .negaro n a
margen de dla Uo s Jecadas despu és, o -.::nm iCIILOS de la segun da gue rra
c n·er q ue Gra n B retafla , y finalme nte tatnbién U rudos, llega-
muruJaal. :,.t.: pod tau sie te gro nt cs ya q uc r\l c- ría n a co nvertirse en sus e nem igos y amb os Uescsta waro n el c tcc to de
mani a v la t 1nion So\liéti a hahta u recobrado e l rango Uc prim e ras pu- la in tcrver:ció n uortea m c ricana. Resulta o h vio r¡uc esos errores de
tenu as rn icu tra que las dermh lo hab1an E l fin d e e s ta c:ílculo quié nes pe lear ían con t ra q u ién s ignificar on _par a Ale1na·
2ucrra vio el lll.1111Cro a tres - G ran B reta ftó\ , la Un ión Snvté-
nia la difcn:ncia e ntre la vic toria y la derrota . Cuando se enfrentan coalt-
( ,ca v E:,.ta do:,. Un idos- . en ta n to q ue Chi na y Francia, e n consitlcra-
cioncs nacioues, los cá lcu los d e este tipo son rela tivos. puesto que
uóu a pas¡ado o :t su pote n iali...bJ. en negociaciones y orga m z ..1cio ncs
la dcfccci611 d-.· u n supue s to al iado. o la lle gada d e uuo _uo era espe-
coneo si gra tules potencias. A su vez, el pod.,;r hri- rado. puc J e afec tar co ns idera b letne nte. y a veces el
tanico de huo has ta e l e xt remo Je (olocarsc claramen te por debajo l..'q ui h brio Ue po d er. Asi. cu el s iglo X\'111, los acostum-
d el de E'itaJos m J os o d el d e la ll u ión Sovi.,:Otica, q ue , en con s a- braban a c ambiar s n a lineación con gran fac ahdad . tales calcula s
deraciou a la enorwe superior idad de su pod er con respecto a su s Htás Lon frc cucnc ia indis tin gu ibles de la pu ra y s iwple a d ivinanza. E n con -
ini itediatc•S seguid ores. d e ben dC110111inarsc s u per potenc ias . oecucnc ia, la ext rema n e xibilidad de l eq uilibr io de poder resultan te d <:
Es. tn reduc ion del u úmero de uaciones capaces de dcsem pe ilar un la carencia de segu rid ad en las a lia nzas, d e term inab a que todos los JU·
papd preponderante en la polil ica iuten1aciona l ha te n ido u n elec to
);adores nto:, tra ra n p reacu ción al realizar s u s e n el
detcr iorautt! en el ejercí io de equ ilibr io de poder. Este fe nó m e no se
d e la polít ica inte rnacio na l y, d a d o que e ra m u y dtftc tl. ca lcula r los rres-
vi(J fo rtalec ido pu r la reduccióu de l n ún •e ro d e Estados q:u e sobrcvtno gos. estaban obligados a equivocarse en la men or m edrda pos tblc . Antes
tras. c<Ju !tu li d aciunes d e 164M v 181J3 v la s uuificacioncs naciona le s de la prime ra guerra rrntndial, era de muc ha unport a nc ta para e l r esul-
del s1g lo XIX. Esta reducciuu te1np<;rariamc n t · cu nt rarn :s ta d a e n tado fin a l del conflic to sab e r s i Ita lia se m a nte ndría n eutral o si se vol-
19 1'1 wcd1aul c la eJe u uevas c u E u ropa O n c n t::J I Y c a ría a l b a ndo Jo s a lia dos. En virtud de la importancia de es te hecho,
Cc rllra l; algunas de liarr - los E s tados bál- partes realizaron grandes esfu erzos, tncdiante la prornesa de
t ico s . por '-' j cr n pJu-- o h:Ju d ej:..d o d e se r fac tores indepe n d ie ntes e n e l e ngrandecimiento terri to r ial. pa ra influir en la decisió n d e llalla. La
campo inrenwcional. Estos desarrollos quitaro n a l equilibrio tJe poder m isn oa s itu ac ión se produjo, e n m enor m e d id a , inclu so con respe c t o a
ou irrc ertidu rnbrc y flexi b ilidad y , por lo tan to , de su e lec to u na potenc ia ta n re lativam e n te déb il con1o Grecia.
lirn il<:t Uor las naciur1es erubarcaJ:.ts en la lu c ha por
el pode r .
Eu o tros rier11 po . co u 1o h e 111os vis to, el equil ibrio d e poder ope ra- La bipularidad del poder
ba pn ncipalrueu tc: por Jue d io de coali c iones c utre cierto m'u ne ro de
nacio ues. c.Jiferíau eu pode r, a úu e n contraban E s te ao¡•ec tu del equ ilibrio d e poder h a experirrreut a<lo u ua transfor-
e u el utis u w ord e u de JJ t(lgui tu des. E u el siglo XVIII , por ejentplo, Aus- n 1a r iü u e u los aftos recientes. Durante la segu utla guerra t n un-
tria, F ranc1a , Gran Bre taíra . P rusia, Rus ia y S uecia perte uccian a u na dial, las d ec is io nes d e pa ises ta les como 1 ta lia, Espafoa, Turqu ía o in-
mis 111a clase co11 ende ute a s u po der rela tivo. Las flu t uaciones de p<r cluso Francia sobr e vo lcarse a orrro u o t ro de los b andos fu eron m eros
d.:r podíarr srrs r e pec t iva s pos iciorres ero la de poten- d eseados o te m idos por los b e lige ra ntes, p ero e n modo a l-
pero uo !:tU COJH.Jicióu d e grauc.les potencias. De l 111is n 10 modo, e u e l e ut JO eran re wo taJ uente ca paces de t ransforrna1· la vic toria en d errota
pt:nodo que de Jg7fJ a 1914, e l j nego d e la polílica de ¡JOder era o vic eversa. La disparidad e n e l poderío d e n acione s d e pri mer r ango,
por oc !Ju jngadores de pri me r rau go, se is d e los c na les - los c'.'rno E s ta d os U nidos. Un ión Sovi¿ tica, C ra n Br e taña , J a p ó u y Alcrna-
lo jugabau c o n otaut e rnente. Ba j o tales ci rcunstancias, nin- n ra. por u n a parte, y las d e rrrás naciones, p or la o t ra . e r a por entonces
gun jugador podía i r " " ' Y lejos e11 s u s a s pi rac iones d e po d er a m e 11os ya tan gn\ndc que la de fección d e u n a lia d o o la p resen c ia d e o t ro uo
que cst u iera segu ro de l apoyo de por lo m e nos uuo 11 o tro d e s u s com : podía a ll c rar e l equilibrio d e poder y , d e este m odo, i ncidir e n e l res u l-
pañen.s y, por lo ge11eral, nad ie podía e s tar demasiado seguro de ese tado final de la c o ntie nda. Ba j o la iurluencia d e los cambios e n e l a li·
ap< •)O. Durante los s ig.los XV III y xtx, virtualmen te ninguna uació n se u rr plat illo po d ía e levarse a lgo m ie n t ras que el o t r o se hun -
vio o bligada a r e t irarse d e una posición a va n zad a por q ue no r e cibie r a d ra pres touado por el m ayor peso. Pero estos cambios no podían im·e r -
el apovo rnili tar o di p lomá t ico con e l que había conta do. E s to es espe·
eddente e u -e l caso de R u s ia dura nte el s ig lo XI X. Por o t ra
98 【a in l r ic a i n r e i i « C ò i ' k ń e l Hu nd o c o n ta n p o r d n co

'

ür ņe e ș t a b a d e l d rm i n a d a E t n u c w e u i l i
q b r io d e o d er
p o r e p e so
1 a i e l a c i ö n E n t r e l o s ü l o s ] a
.
p a q
'
p 39 9
pæn q emn t e d ċ l a s u c l o n e ș d e p i īm ė r a Ūï l a . U l c à r i n t e a
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o s i e ī û n
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c a u t i v o s t c n u e n t e '
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j
y o c o n f i
p a b l e s . E n Ė l m e o r d e o s c a do s
ta n a . p <
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t n n l a d o .
y
Nn\ il i a J p¢n , p
o r e o t t o e r a o
q
t e r e a l ·
f e r i a r c [ l n c i e n t l o c c o n t r o l
gu r a r s i i ç n l a s e g u
re l a n
M e n t e c o n t a t ta . E s t a s i t u b c , s t . Q u e n e M o n
ó rb a y a t e n l : m
w p e r p o tc n c i a e e r c e d e n
j
\p n d a r r o d e s u
ç \ ç q
i t n ,l o
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ėn ç l r d s g l t á
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480 ÚJ PDil tica intcntaeiDI'Uil d 11Umdo
El ,.,¡evo equilibrio de poder 40!
esla funci(Hl en el marco del equilibriu ..te po..tc:r Ho -
ya _no es ..te cumplir esa func.ióu, porque la· 1 d e una "tercern fuerza" al mante-
ciones puc:c.len el. . da lítica y militar entre el
.• la fuer;:¡ naval su Incontestable llominio Lle
o ·rse 111 margen de la prmcrpal p:a 0 definitivamente. A
de laa Islas Br"t ' . aerco . no o ha puesto fin a la mvulnerabili<lad y el Oeste, sin comprornetcrae y las cJos superpotencias.
. . . •. IU)O que tamhiéu ha transformauo en dcsvcn- ¡¡ lut ue la c.lisparic.lac.l d e poder e as Kir.ln manejarse para con·
la ventaja .•n•c•"'l !le coucentracióu de la población y laa indus-
d <lih.:il ima¡ioar por el momento cuu·" ' p':-'esuntU050 suponer que sus
ln•u en UU CC:IatiVOIDICUte pt'<jUCilO y IUUY cerca ¡JeJ CCHitiiiClltC
seguir rucjorar at\n su posiCión. .. 0 como "tercera tuerza"
Eu la gr":n cont1cuda cutre: y los U 01 bsburgo, eje en torno 8 j
evohac1onó. cl ..modeniO estatal (al IIICUos hasta la aspir..ciuncs de conformar "" _pape concretarse, especial-
d1plomáuca ..te _17S6, CWU•do la propia Francia se alió con los en el equili!Jrio de JXI<!er po'.ecnnlógicos; no obstante,
Hab¡;burgo contra Prusra) , Drctail& fue capaz llc ucsernpci•ar el meure c:u vista eJe los ca:;;s:::slonadas en un futuro pre-
papel. d_c: coutroiOAdor y lurut01dor llcl equilibrio de pollee pnrc¡ue era cs bastante probable 'l"e se sen 1 11 • discursos acudos
lu fuerte eu compar3cióu cnu los otn>S dos conteuuor"s vi.sibk. El lc:ueral De por debla cumplir,
Y sus rc:s¡>ectJvos aliados COIIIO paca asegurar la victoria Jcl laclo al y elocnenh:s postuló la tdc:a lle il dora eJe "aostenc-
corno "rercera fuena", la tarea y un a • 28 de 'ulio
que "' volca_ra. Esto siendo asi llunu•te las guc:cr;as naiK>Ieóuicas, dora" del r'luilibrio entre los colosos del Este y Oeste. ; : su J
durante el 11110 XIX y llurante las prin1eras uecadas .Jel XX. En la actua-
Jidall, Gnw Bretaña ya uo desewpt'ña esa posicióu decisiva. Su rol como
de J9ol6 -as( COIIIU lllUChas otraS veces, en C$pecUlJ luego reareso
"sosteuedor" Uc! la baLauza ha llcgadu a su fin, ucjanuo al 111<Klcrno al puder en 1958- dijo:
aillema estatal sin los beneficios de la limitación y la pacificación que En verdad que con respecto a lo que era •!'tes de esta cuerra de
le brindó c:u tiempos pasados,. Hasta la segunda auerra muudlal, La rrc:inta ailos, el roatro del mundo ha cam_biado en toc.los. los sen-
nc:utraHc.lac.l de Gran Brctat\¡¡ u su alineamieutn co11 Alcruauia y Japón, tidos. Hace tcc:inta años vivíamos en un umverso donde se1s u
en vez de con los aliados. fácilruc:nte podría haber significado para estos granJea naciones, aparentemente en fC?rtalc:za, al asoclaJ'ae
últirnm la diferencia cutre la victoria y la derrota . . \llora, en vista de cou olra:s por medio de ucuc:rc.los suttles Y, dtferentes procuraban
l<&s probables letaUC!ucias Uc! la tecuologia bélica y de la uistribuci6n eslablc:cer un equilibrio en el que las nacaoues rnc:uc;lS podc:r;-osas
de poder ea1tn: Estados Uuic.los y la Uuión Suviétic3, es 111uy posible una prantla relativa y donUC! el derecho mternacaonal
que la actituc.l de Gran Bretail& eu WJ conflicto arruado entre arnbas era reconucit..lo, d;ulo que ctmlqnier infractor cJc:bcrla enfrentarse
aupcrputc:ncias no atec<..e decisivamente: el resultado firiAI. cun una coalición lle intc:cc:ses morales y matc:nalcs y donde, en
últi111o análisis, las estrnlegias c:laooratlas para resi>Onder a futnroa
De ello K deduce que lo <¡ue ha dicho antes acerca de la c.lc:cli- confliclos Implicaban tau sólo una r.íplda y limitada destrucción.
nación del poder relativo de Gran Brelaña, y su resultante incapaci..t..d Pero pasó un ciclón. Se puede: hacer un lnveur.ario. Cu&Ddo
p;tra su posición clave eu el e<¡uilibrio de poder, nu es un rep¡¡ra010s ea_a el colapso Uc! Alc:mania y Japón y la c.lcbilic.lad de
hecho únicamente atribuible " Gran Bretaña. Es más bien La c.o nsccueu- Europa, auverlimos que .Oio la Rusia Soviética y Escados Unidos
cia de un cambio eatructural que afect3 el fuuciouamieuto del e<¡uilibrio so11 11bor" potencias eJe primer rango. como si el destino del
de poder en IOdas sus wanifestacioncs. Por Jo tardo, es iruposihle que munlln, que: en loa tiempos mudenaos ha sonrelllo suc:csivnnrente
la pos;ción privilegiada y dominante que ejerció Gr.u1 Bret3ña dur.111te al Sacro a Espafia, a Francia, a Gran Bretaña y
tanto tiempo pueda ser heccdaüa por otra uaci<iu. Nu se soLa- al R':,JCh aleu>an, uua Uc! preeminencia ruo-
mente lle que el poder del tradicional " sostenedor" haya c.lt:clinado, mcutauca, llhora .. c.lecldtdo davldir sus favores entre llos
uaciuues. Jle esta ll«is i<m surge Wl factor Uc! división que ha re-
cap:acitánc.lolo para desempeñar su rol tradicioual. sino <¡UC: el prop10 eJuplóiZOAdo el equilibrio de anlev.
rol ha d.:saparc:clc.lo. Basca con dos gigant"s fuertes pana dc:tcruunar
la posiciúu de: los platilk.a y ya no existe espacio para uua tercera de señalar 13s ansiedades provocadas por las tendencias ex-
potencia ejerza tma influencia decisiva. Por lo tanto, es tútrl esperar que Je Estados UuiJus y la Unión Soviética De G· 11 la
otr:a nación o grupo de ruoclones vaya a ocupar el lupr que Gran Bre- la curstión de la reslauración Llc: u n equilibrio de ntea
talw. dejó vacante.
¿(Juién, eutonces , pucllc rest;ablc:cer 1 TI . .
munuo, entre los Llos IIUC:Vos7 La . .e ;qm a >no, sa no del vlo:jo
•islos fue la dc:l . vrc:Ja Uf'OJ>3, que: dnr.ante tantos
Bl ,......._. ele una "tenen ta.na" de coustituine eu el coruón se eu situación
Sin er11burgo, tales esperanzas hao sido alentadas a por
era dos, en el necesario elemento
las uaciunes del 11111 ¡ 0
J:'

mundo tleude a dividirse
Y entendimiento.
naciones 0 grupos eJe nacioues que no ae han comprometido dcfamuva
111 Mar del _Norte, al J>Or . arterias vitales
o conrplelam.,nte con el biO<jue occidental ni con el oriental. Esas na- cuentrau SIIUlldas entre: arnbos bÍ 11 • se en-
servar 1111a irac.lepc:udencia q oques nuevos. Resueltas a
ue se vena Bravemeute expuesta
402 La pol/tica mternaciotral en el lllw ulu c. u ntemporá,eo
El nuevo de poder 403
caso de confl agración se . • f .
por el masivo esfucrz'o d l:tllcucntran as aca y moralme nte a. un vecino fue un m é todo de ganar poder. No obstante, ex 15•
bc•·aJ de 1 . ··- -. . · e os rusos como po r t.• l ava nce ti- t 1aJ1 o port umdadcs muc ho menos ricsgosas de conseguirlo. Las mismas
dial - os no• Ambos tiene n una inrlucuc ia niUn-
dalias por los a mplios espacios de tres continentes : Africa , las
• prop1os recursos y sobre los los vastos tc..·rrit orios
J1
a hecho sean colindantes, sus influenc ias y ac tivi-
. . x oen en enormemente y podemos preguntamos cuál serfa
Améncas Y la parte de Asia que lindaba con los océanos orie nta les.
A través eJe la historia del equilibrio de poder, Gran Bretaña en-
su pe.so st lograran combinar s n s políti cas, a pes ar de la s difcr·c ncia s eu csla la princ ipal fucnle para su ;>oder y la razó n
que se plantean en tre ellos de tanto en tan to.J P 111!c rpal para a leJa r se de los pro blemas que involucraban a las demás
nacroucs __eu un constante conflicto. Es paria dilapidó su fortaleza en la
. Pero no es sólo la debilidad de las nac iones de Europa, en com· de esa oportunidad y así se e liminó a si misma como fuerza
parac oó n Estados Umdos y la Unión Sovié tica, lo que las inhabilita d1gna _de tener c uenta e n la lucha por e l pode r . Lo q ue para Gran
para c umplir c on esa tarea. Sobre todo, e l argumento del gen<!ral J>e B rcta11a Y Espana fue una preocupación mayor y constante , atrajo en
Gaulle olvoda_el hecho decisivo de que Gran Bre tañ a fue capaz de rca- muc ha n1e dida o csporádicameute las euergías de o tras naciones.
Jozao· sus beneftcas contnbuciones a la paz y a la es tabilidad sólo porque Las pollttcas f rancesas de l s iglo XVIII muestran ej emplos iustn1ctivos
se hallaba geográficamente alejada de los centros de fri cció n y conllicto. de la e xpansión colonial y de los a taq ues
porque no te nía interese s vitale's que dependían de esos con flic tos y tn1pen:.ltstas a l cq UJhbno de poder e xistente; cuanto más intenso tue
porc¡uc . tuvo la oportunidad de sa tisfacer a s pirac iones Uc poder c.:n el fra ncés. m e rtos atenció n prestó Fran cia a la expansión
áreas Situadas más allá de los mares. las que gcnt.·ralmc ntc se c.:ncon- colomal Y vrceversa. Estados Unidos y la Unión Soviética estuvie ro n ab-
traban fuera del alcance de los principal<!s por el r oda. sorbidos c.Jura ur e largos periodos de sus respectivas historias por la
ese triple alejamiento, junto con sus recursos de poder, lo que tarea. d e expandir sus frouteras hacia los espacios políticamente vacíos
habolot o a Gran Bretaña para dese mpeñar e l papel de "sostenedor" del de sus_ coutiue_n tes y du rante esos períodos no desempeñaron un papel
eq uil ibrio. Ninguna de esas condiciones es c umplida por las actuales de111as.ado ac ttvo eu el eq uilibrio d e poder. En especial durante el siglo
naciones de Europa con respecto a los centros de conflicto. Muy por XIX. la rno uanpría austriaca estuvo mucho 111:is preocupada por ma.ntener
e l cont r a rio, está n profundamente implicadas en cualquiera de los tres su COJttrol sobre las nacionalidades no alemanas de Euro pa central y
aspectos. Son a la vez el campo de batalla y la presa en la contienda del sudeste. las que forrna ba u la mayor parte de su im perio , como para
entre Estados Unidos y la Unión Sovié tica . Están permanente y vitai- c s t:u en cond iciones de h:.ccr más que limi tadas incursione-s en la
J"nente interesadas en la victoria tic una u otra parte. Y son incapaces lític a internaciona l. Más aún , h asta ya basta nte avanzado el siglo xvtn,
de procurar sa tis facción para sus vitales intereses políticos en otra parte la eJe uua agresión turca limitó Ja li bertad de m ovimiento de
que no sea el propio continente europeo. Por estas razones Jas naciones Aus tria cu el tahlero de la política iotcrnacional. Finalmente, Prus ia,
de Europa n o pueden gozar de ese a lejamiento y libertad d e maniobra cou1o ll ltima ingres3da e n e l cí rculo de grandcc; potencias, tuvo que con-
sin los que no puede exis tir una .. tercera fuerza", ya sea como neutral formarse cou ddcnder y asegurar s u posición de gran poteucia. Además,
era demasiado dé bil c u el campo inte rno y demasiado poco favo recida
no comprometido o como "sostenedor" del equilibrio de poder.
pcJr su ubicación geográfica como para pensar e n un programa de ex-
p<.t nsitjn ilimi tada. Incluso después de que Bismarck hiciera predominar
"el podl!r de Prusia en Alcmau ia e hic iera de ésta la potencia predomi-
DESAPARICION UE LA FRONTERA COLONIAL nante e n Europa, su polític a se orientó a prese rvar y no a expandir
aquel poder.
Con cs le tema nos h e n1os a cercado a un tercer ca mbio en la es t ructura Entre 1870 y 1914. la es tabilidad del statu q ua Europa fue el
dd e quilibrio d e poder, a saber, la d esapa rició n de la fron tera colonia l. r esultado din.·c ro , po r una parte. de los riesgos im plícitos en cada mcr
E l equi li bro de poder debió la influen cia moderadora y !imitado ra que virnic nto, por pcque1io que fuera, en las fronte ras de las grandes poten-
ejerci ó e n s u perio do clásico no sólo a l clima moral d entro del <JIIe opc· c ia s y, por o t ra . de la oport unid:1d de cam b iar e l sta t u quo en rcg10nes
ró, o a s u propia mecánica, sino, e n buena medida, a la c ircunstancia OJiedañas sin incurrir en el riesgo de una conf lagr ación general. Co mo
de q u e las nac io nes que participaban en el raramente neces it a ban poner observa Ar no ld Toynbcc:
todas s u s e nerg ías nacionales en las luchas pohllcas y rnolotares en las
que se embarcaban. En aquel periodo, las nac oones buscaban ·el poder Eu el cen tro (del grupu de Estados que forman el equilibrio de
a través de la ildquisición de territorio, que por entonces era consode- pode r ) cada movimien to de Estado t.cudiente a su propio
rado corno símbolo y s us tancia del poder nacional. Arre bata r terntono e ugra.ndeci rn icnto e cclosamcu tc y h abilmcn te con trarres-
tado pcJJ· toc1us s us \'c·ci nos y la sobera11ía sobre unos cu:::m tos pies
c uadrados y unos pocos cientos "almas" se e n re m a
1 New Ynrk T imes, 29 de julio de 1946, p4e. 1; por di.leursos posteriores el. de las más a n1 argas y tc n:.ce contiendas. E n las factles ircuns-
tbtd 30 d e junio de 1!147. pág. 1; 10 de julio de 1!147, pág. 3; conferencia de prensa
del 23 de Jl.Jio de 1964 y d 1SCu1·so de Estraslmrgo del 22 de no viembre de 1964.
-lC4 I.A polaic ll mt en wcwua l eu el numdo COII ft!ntpíu d 11 c:o

tancias d e.: la un lllt.:dtoc n.: talt..: n to polit k-o a mc.:nudll El nuevo equ ilibrio dt. poder 405
pneJc obra r maravtllas . . . El c1omi nttJ d e Unido"> puede
c :xtl.!ndersc tcta mcn tc a d e.· t odCJ e l con tiuc ntc nortcamc· embargo, es d udoso que se hu b iera llegado a e se punto . Se puede pensar
ncano, e l Atl:lntico ha s t a e l P.tcífico : el do m iuiu de con cierta pla usibi lidad que si las o t ras grandes potencias -especial-
a lo anc ho de desd e el Bá ltil.O d Pacíftco , e n una é poca m en te Alemania- hubier a n mane jado en 1914 la cuestión balcánica
Cll q ue los de o de Ale m ania no corno lo habían hec ho exitosame nte e n el Congreso de Berlín de 187ij
log ra r la no IJtlgtosa de Alsacia o -<:S decir, reconociendo s u carác te r periférico-, es m uy posible que
Ja primera guerra mundia l hubiera pod ido evitarse.
Con la unificación d e Alcmau ia en 1870 se consumó la consoll- Cuando en 1876 Bismarck declaraba ' c¡ue en lo que tenía que ver
d3c io u tlc . los_ Estatlos-nación y tlc e n a de lante la adqui- con los in tereses de Alemania. los Balcanes 110 valían " los !me nos huesos
SICió n tcrnto n a l en E uropa sólo puUo logra r se a d e.: las grandes de un solo mosquetero pomcra nio", estaba ¡¡,firmando enfá ticatnentc e l
potcnc •as o de sus aliados. A partir d t.: e n lot tces, por m ás d e c ua t ro ca rácte r periférico t..lc la c uestión balcá nica en relación con los intereses
d¿cadas, los gra ndes de la política mu ndial estu\' icrou a so· políticos y militares de Alema nia . Cuan do e n j ulio de 1914 el gobierno
ciados a uo mbri!S a f r icauos, conto Egipto, Tüncz, Marn1ecos, el Co ngo, alemán pro met ió apoyar cua lquie r paso que Austria decidiera dar contra
Slu.láfr ica y con los d ecrépit os lmpcril):, as iá ticos de Ch ina y Pcrsia. Servía. atlopró exa c tamente la posición coutraria a la de Bis marck y,
La.s g u e r ras locales surgieron como resu lt ado de es tos proble m as: la ad\!más, sin ninguna buena razón . Alemania se ident ificaba con e l in·
guerra de los Bocr s de 1899-1902 e nt re Gran Orctaf>a y las tLrés aus triaco por el sometim ien to de Servía , mientras Rusia se ide n-
Bocrs, la g u erra ruso-japonesa d.: 1904-1905 y las guerras ruso-turca e tificaba con la defensa de la independencia de Servia. As(, un con Oicto
ita liano-turca de 1877 y 19 11 -1912 respec tivamente. Pero debe hacerse en la peri feria dcJ sistema es ta ta l europeo se trans formó en una luc ha
no ta r q ue e n todas esas guerras, una d e Ja s po tc uc ias comba tió que amenazó co n a fec tar roda la distribució n de poder d en tro del si s-
co ntra Jo q ue podría una "pote ncia " pe riférica, uua nac ión que tc..ma.
era e l o bje t ivo escogid o p a ra u na expansió n te r rito rial d e las pri me ras La ncgociación se volvió imposible. puesto que lo único negociable
o --corno e n e l caso excepciona l d e J a pó n- un competido r exteruo . En era n in tereses vitales. Ya no eran posibles Jas concesiones a cos ta de
ni ng ún caso fue necesa rio que una gran po fcncia to mara la s armas alguien, porq ue la iden tificación de los intcr('ses propios con los de las
co ut ra o tra gran potencia a los efec tos de ocu par los es pa cios política· naciont:s m ás pequeñas hacían que las concesiones hechas aparente-
m e nte vacíos de Af rica y As ia. ment e a cx:pens:-ts de otros fu eran, en rca lit..Ltd , concesiones a p ropia
La política d e compensaciones podía opera r aquí co n un máx-i mo EJ onflicto no pudo posponcrsc porqut.:, com o hemos visto , mu-
de éxito, pues hab ía muc hos es pacios políticos vacíos con los que bc nc· l has de las grandes potencias te mían q ue d aplazamie nto fue ra a fo r·
f ic i::u ·se y permitir que ot ros hicieran lo m is mo. Siempre existía la p<r t31cccr al o tro bando para un conflic to que se consideraba inevitab le.
sibil idad de compro miso sin comprom e ter los p rop ios intl·rcscs vi taJt!s, vez que los probll·mas dco;dc la periferia ha s ta e l cen t ro del
de una reti rada que dejara a salvo el prest igio . d e •oslayar y pospone r los círc ulo de grandes po lcncias r'u hay modo de sos laya rlos; es como
con flic l os. El pcriotlo e ntre 1870 y 19 14 fue . pm·s. uua época de a c uerJ os no espacio \ ' 3CÍO rned1an te e l c ual transitar para e lud ir el
dip lomá ticos y t nJCque d e territorios, de confl ictos pospuestos y Je p1 obk·nta . tuvo que en frenta r la de terminación au st ro-a lemana
pr o b le m as sos layados y tambié n fue el grau pe n a do de paz conttnua za njar el probkma sc rvio e n los 1é rm inos a us tríacos. En con secut.:n·
e nlrc la s g ra ndes po tencias. gia , Franc i.t debió a-,urn ir la invocac ió n de Ja alianza f ranco-rusa,
Es s igni ficativo que d proble m a m ás pcrsis tenle y explosivo del Alc: ma nia cnc:1rar el activam ic nto de dicha alianza y Gran B re·
pcnodu . a unq ue s ituado en la periferia del cin.:ulo de las po- tail:.t tU\U que encarar la amc:naza belga. No había soslayamiento po·
te ncias, e s taba rn:ís cercano a é l geográ fi camente y 1nás s ibk par:t tales e xcept o al precio de rend ir lo que cada nac ión
m e nt e sobre la tlis lribució n del pode r político y militar dcu tro de é l com.;de raba como sus in tereses vi ta les.
qu e c ualquie r o t ro de los proble rnas de la é poca. Nos refe rim os a la Lo que ocurrió en j ul io de 1914, a l menos en parle debido a erro res
ll a m a da c ue s tión ba lcánica u orienta l y cons is tió en có rno dist ri buí•· puede considerarse hoy como cJ resultado ineluc table de
la hcrcuc ia de la p:arre e uro pea del impe r io turco. de ese pro· cam bio-; que habían ocurrido en el er¡uili brio de pode r.
blc m a, só lo se p la nteó la conflagración de la pr ime r a gue rra mundial. En d pcríoc.Jo ant erio r a la primera guerra mundial aün era pOsi ble
Más que c ua lquier o t ro asun to d e l:l época, la c u..:s tió n balcá 11ica estuvo las grandes pott.:nc ias desviaran sus riva l idades de sus propias
c.:crca de llevar a u n conflic to abierto e nt re grand('S pote nc ias , e n fronte ras a la pcrifc ria y a los espacios pol íricatncntc vacíos. po rque,
especia l desde que los intereses vi de uu a de e llas. se vieron corno hemos vbto, virlualmcnh· todos Jos participa ult'S activos e n eJ
dircc tar11e ntc a fectados por las nacionales de Servia. S in CqUJirbrio Jc pudcr e ra n e uro peas y, adcn1ás, los prin c ipdlcS
pesos de IJ balanza c>taban ubic3dos e u Euro pa. Sustener que d u ran te
' An10ld To ynbee, A S tudv O/ JIISt OrJI, O:dord U ul verslty P ress. Lon d res, N ueva e se período hubo un a pc1ifc ria de e pacios políticame nte vacíos es se n·
Yo r k . To ro nlo, 193". vo l. 3, p:1g. 302. Jteproduc1d o co11 aulo rlzudón del editor.
' En la sc s1ó n del lli!1chs ta g a lemán del 5 de d1c1embrc de 1876.
406 La polítrca 111/ e nwc;o,w t c!H el ,, 11 1utu
Ll 11uevo eqwltbrio d e pod er 407
1111
m odo nega tivo ele decir que t: ll e se t ie mpo el equilibrio
0
e_ P l er c uantita tiva y c u a litativa m e n te circ unscripto por ¡¡. f1·:tncés y portugués e n Africa , para dar paso a l n acimien to de n acion es
gcngraf1cos. En tanto e l eq uilibrio eh: pod er - a hora co n s u prin- indcpcmJicntcs.
Cipa peso apoyado c u l rt:s continc.!THes- se vu e lve mundia l, la dicotom ía Re t ros pec tivamente, se puede ver a hora que esta revoluc ió n colo n ial
re ci_rculo c.lc g ra ndes p o te ncias y su c cutro, por una p a rt e y cutre subsiguiente a la fina lización de la segunda guerra mundi al no fue m ás
sr u. pcnfena . )' los ·spac·o · · que la concl us ió n de un capítulo y la culmina ción de un proceso d!..!
. s vacJos, p o r otra, n eccsa natuc ntc d ebe· d csapa- descolon ización que había comenzado con la revo lución norrcarncrican3
Aba ra_ la pc n fena del equilibrio de pode r coinc ide c on los con-
fines d e la t1erra. contra Gran Bre taña e n el s iglo XVIII, h a bía se guido con las rcvolu-
cioucs de las n aciones latinoa me ricanas con tra Espaíaa y Po rtugal a
co mienzos del siglo XIX y habfa dado un formidab!"e paso adelante tras la
primera guerra mundial c on la disolución del impe rio aus tr<rhúngaro.
LA REVOLtJCION COU)NJ.\L la pa rte euro pe a de l impe rio r u so y los c omponentes arábigos de Tur-
quía. La ú lt ima fase de la revolución colonial . nacida de la debilidad
As í. lo <'JIIC antes era la p er iferia Ue 13 política n1undial, ahora tiende de Euro pa. debilitó aun naás a Europa. La preemine ncia política de
ser tnao d e s ns centros. u no de los principales escenarios donde se Europa a lo largo de los t iempos modern os se debió principalme nte
h.b r a la l11c 1ln. e ut rc las superp otenc ias e n t..=nuinos de c ontrol tc rrito-- a s u predom inio sobre las razas de color. Fueron las diferencias tecno·
n a l Y el e la s llle ntes d e los laon1bres. E s te cambio se d e be a dos fac tores: lógicas. econón1icas y militares las que establecieron las difere ncias
r evoluc ión Uc los países co loni a les y scm icolon iales contra s us a n· e ntre e l h on1bre blanco de Europa y el ho mbre de color de Africa y
a uaos ?1 la te udc n cia i11hcre ntc c u un s.is tcn1a bipolar a conver· As ia, y la s que permitieron a Europa adquirir y 1nantener su do mtnio
t1rsc C ll un Sls tenm d e d os bloques. sobre el mundo . Su desaparició n secó la princif'al fuen te de fortaleza
-mili tar, económica. política- en la que las nacio nes europe as pu·
La Ues apa rició u d e la frontera colo nia l - esto cs. la consumación
dieron abrevar para c ompe nsar inferiorida d uumérica. espacial ':' en
de colo nial- c:s seguida por -y en gran
c u anto recu rsos nat ura les.
med all a cou¡ c u..Je co n é l- un 1110vim iento r eg res ivo e n e l que los ohjctos
Pero mientras la declinación del poder europeo otorgó a la revo-
d e la cxp a u s i()JI colo ni a l trat a n de re cupera r s u indc¡u: ude ucia y logran
lución co lon ial la op ortunida d d e triunfa r , uo le coufirió su ímpetu. Al
un c a rnhio fundam e nta l eu las relaciones en tre la raza b la nca y las
igu a l 4uc todas las revoluciones genuinas, la colo nial surge corno un
razas d e color. Así como la m arca a lt a s ign ifica el final del i111p11lso dcsa rí0 a l mundo tal corno era entonces. Esto es particularme nte cierto
del océa u o y e l conlienzo d e s u re troceso. d el m is 1no uaucto la consu· en s u ma n ifestac ión m ás madura, la revolución de Asia.
n1 ac iuu de la cxpaus ió n colo u ial s ign ifica el comienzo d e l fi n de l propio El des afío rnoral que e wana d e Asia es en su esen cia el tr iunto de
colo uia li s nlo . Cu a ndo las grandes pot e n c ias colo niale s alcauzan los lí las ideas n1orales de Occide nte. Se desarrolla bajo las bande ras de dos
mi les de s u cxp:m s ió 11. oc urre que ta mbié n alcanza n los límites de su princ ipi os morales : autodetern1inación nacional y justicia social. Son
s upre tu o poder e n el rnu udo. Má s part ic ulanne ntc. la decl inac ión pn Jí. las ideas que po r más de un s iglo han guiado en Occidente las polí ticas,
tic a y rni li ta r de las na c io ucs de E uropa fu e la ca u s a -y rnás tarde ta nto inte rnas co mo externas, y a las que se ha apelado para justiticar
e l res ult a d o-- d e la revolución colouia l. acc io nes po líticas. Al cornieuzo de s u conquis ta, Occidente llevó a Asia
Si la desapa rición d e la fro u tcra c o lon ial n o hubi e r a co incidido con no sólo su tecnología y su s instit uciones política s , s ino ta rnbién su s
la d e clinació n de Europa con10 poder cc11tral Lid IIIUn do, lo que hoy princ ipios de mora l política. Las nac io nes de Occide ute e nse ñaron a los
lla JI13JIIOS la revolución colouial, y que se h a co n vert ido Cll u n o de los pue blos de Asia con su pro pio ejemplo que el completo desarrollo de
gra ndes ej es de b hi s loria , h a bría aparec ido retros pec t ivamente como las fa cultades ind ividuales depend e d e la capacidad de la nació n a la
una serie de r e b e liones colouiales, uo demasiado di fere ntes a tantas que pe rtenccl! n para det e rminar librernentc su s d estinos polit icos y
o tr:ls que no consigukron triunfar. Pero la o Uvia d ecl inación d e las cul tu ra les, y que, po r lo tanto, vale la pena lucha r por esa liber tad
p rinc ipa le s p o te n c ias europeas. como qu e d ó clarament e d c rnos tra do con n:-tcio na l; y lo s pueblos as iáticos aprend ieron la lecc ió n. Occid ente tam·
la s de r ro tas que su fricrou a rnauos de Japó n en la seg11nda gue rra mun· b ién c nse i)ó a Jo s pueblos asiát icos que la miseria y la po bre za no son
dial , fue un a e s p ecie tl e invitacióu para la revoluc ió n co lon ia l y una de Dios q ue e l hombre debe a ce ptar pas ivamente, sino que
gara ntía p ara s u éxito o una promesa d e é xito e n un futuro ine vitab le. consecu e nc ia d e a ccio nes humauas de larga t rayectoria que e l h o m ·
De es te modo. lo que parecía casi inconcebible, a fines de la seg uuda b rc pue d e remediar; y m uc hos de los pueblos as iáticos también apren·
g u erra muntlia l se co n virtió en un h ec ho a p e nas vein te a ñ os di crun es ta lecc ió n . Est os princ ipios de autode terminación n acional y
después: e l rdi ro voluntario de Gran Bre taña de Binna nia , Cey lán. jus tic ia soc ia l son los q ue hoy Asia a rroja contra Occiden te.
India , Paq ui s tá n , Ma laya, Singa pur y Egip to y su ex pubión de I rá n , y re belándose contra las políticas y medidas econó micas occidenta les; y
l raq y J ordán; e l re ti ro forzoso ele H obn<b de l ndo nL" sia; la exp11lsió n todo e llo lo hacen en nombre de las propias pautas morales de Occi-
d e Fra n c ia de l ndoc h ina ; la d isoluc iun de lo> imperio> be lga, bnt:\n 1co . c!Ln te
1 El nuevo equil1brro d e poder 409
408 La po lítica internacional t u el mundo coutemporrl Heo
r;•lnu..:ntc del secre ta rio de Estado J o hn qu1c n
dividía al mundo e n naciones bue nas, naciones m a las y nacione s man-
ci lladas por la ne utralidad, expresaba e n el p la no m ora l la conl ron-
tacióu polít ica militar de la guc.:rra fría . llc e s te w odu, E:,taJos Un1dos
LA DECLINACHIN HE OCCinENTE
se co nvirlió e n "e l líd er de l mundo libre", tanto p o r impe rlo de la ac tual
d is tribuc ión del poder político co mo por la si mple posi ión m o ral que
L'ls p r esentes consideraciones acerca de la declinació n de Occidente puúo asumir frcutc a c uemigos ú d " 111u11do libre". E:,a a:,cc ndenc1a
también han es tado mot ivadas por la obvia d eclinac ión del poderlo de Estad os Unidos para cou vcrtirs e e n líde r apa re ntcmc ute incontro ve r -
norteame ricano. L.'l clerrota sufrida por Estado s Unidos en lndoch ina tibl e uo sO iu d e ntro del " muntlo libre'' s iuo e n to do e l mundo. elcc tiva-
fue n o sólo tota l, sino iguominiosa. Incluso si la de rrota a siete nlil m l.!ntc cnc u b 1ió la rea l declinació n de la llamada mundo
tnillas de las costas norteamericanas Ucbió ser prevista com o inevitable, o cidcnta l así COIIIO las tende nc ias h acia e l dete r ioro dentro d e los
no h abía uac.la iucvitable acerca de la incapacidad nortea111c ricau a para Es tados Uuidos. Esas tcnde ucias haci a la decl inació n ncc ident al
ret1rarsc tic tuJa posición insostenible c o11, a l rne nos , una pizca de se de manifiesto en la cruzada ideo lógica de la admin ist ración
d o naire. La natural preoct.pación por la declinació n del poderío nortea· Rcag..m con tra el " impe rio rualvadn" del comuni sJno soviético, a menudo
lnl't icuuo euson1brece la rcJacióu que existe entre ella y la declinación si n tomar en c uenta la unic..Ja d de la ya d ebilit alla Organización d e l
de (Jcc idcutc en gcut·ral. particulanueutc, os\.:un.·cc el hecho de que Atlantico Norte.
C>t.odos ll11idos d e be el a uge de su p rcpuudcra nc ia tra s la s egunda guc· Lo que soca vó la fo rtaleza moral de E s tados Unidos no fue la con·
rra IIIIIIIL.Hal a la correlativa decliuación de Occidente, de la que a hora trad icción en t re el interés nacioual y los inte r eses de clases {cOino en
aparece cocno priJUcr <'jcmplo. En o tras palabras, la declinac ión de Europa) , s ino, po r una parte, la reducción d e comple jos problemas
Occ ide 11le e s tuvo precedida por la dccliuaciún de los tradicionales Es- políticos a la simple identificació n moral con el comunismo y, po r otra,
tados-Ilac ión de Euro p a occ ideulal, de la que Es tados Unidos fu e. en las espec tac ulares demostraciones de torpeza ta nto en casa como en el
s uwa. el benc::fkiario. extra nje ro. Lo que enfr entaron las naciones de Europa occ ide ntal luego
El res ulta d o de la segunda guerra mundial fu e decidido por na· de la segunda guerra mundial --como amenaza y corno desafio-- fue
o hicu complcla1neu te ajcuas o marginadas de Eu· la p rese ncia 1nilitar dd ejército rojo a 100 kiló m e tros a l este del Rin , la
ropa . l.:c produc tiv idad m a terial y la inve11t1va téc nica de Es tados presencia po lítica de grandes partidos comunistas d e ntro de s u s 1rnn·
Urlidvs , iudem ncs --cu contraste cou lodos los otros iutegrantes del leras nacio nales y las estructuras y políticas económ icas y socia les
sb1c n1a t..J e corubat e- y granderucute es tirnulada s por la guerra, sign i- qut: c rea n y mantie ne n las resquebrajaduras con las que el cornunismo
fica r o u un fa c to r decis ivo eu la vic toria y en la re o Jr strucci ó n . Así. medra.
la coujuncióu d e la declinac ió n de los t radicionales Es tados-nac ióu de El anticomunis mo s implis til d e E s tados Un id os fue adecuado pa ra
Occ idente y la asceudenc ia d e Uuidos - aoubos hec hos r csul· en fre ntar la an1enaza militar sov ié tica a través d e la po lítica de cant e n ·
taut r..., d..: J¿¡s dos gu e r ras JJtunUialcs-- c uc utan para el asceuso de Es- ción . Pero los progra mas contrasubversivos que Estados Uuidus puso
tm lo s U n idos dcutro d e l contexto de la d eclinación o ccid e ntal. en práctica e n los pa íses d e1 noc ráticos d e Occid e nte fue ron no sólo Ine -
U11 c¡11 nbi o s inlilar pued e ob c r varse e n e l plano JJ&ora l. La prime ra fi caces, s ino también contraprotlu cent es . Lo que res ultó difíc il d e en teo ·
gu e r r a traju a un pl"imcr p la u o dos d c¡;;affos a l o rd e n mo ra l ctcr para los téc nicos en con trasu bve r s ión nortearnerica nos fue que el te·
tradic iona l: e l crnnuni nlo y el fascismo. Enfrcutadas a la o pción , IIIU- rr c no sob re d que trabajó el comunis m o en muchos p ueblos occide nta les
d e ) ;J'; <'Ji teS cfirCCIÍ\"3" el ig ieron a l fascis rnn CIJmO p ro tección CUIIt ra no c1 a pri maria m ente - no sólo exd u s iva m c nte- d de las.
el comunis mo o icccluso coutra re formas rad ica les. Eligieron al fas· maqu inac io nes de gob ie rnos comunis tas e xtranjc:ros, s ino d e condiciones
au n q ue s ig nifica r a abrir las puertas d e la nació n a l c n c 111igo. a n tóc to nas ex plotadas - pe 1o no creadas- d e de afuaa. As í e l com p ro-
" M :h va le ffitkr que Blurn " fu e el esloga n d e la d erec ha fran cesa y IIIISu rígi d :.u nt: n k ideológ ico cun un anticomuni smo dog m át & c0, que re-
e l regirn c n d e V ich y se convirtió e n la man ifes tación po líti ca de esa duda lllW realidad com pleja a una s i m p le yuxtapo:,ició n cutre el h ien y
o p c ió n m o ral. l'l mal, >e lllU>tró insoste nible e n e l terre no filosófico e hi>tó rico , por
E s tados Unidos nun ca tuvo que e legir e ntre fasci, mo y cornunis n 10, no d eci r q ue term i nó !>it.:ndo un d..:sas t re pol1 ttco y moraL
porque amhas amc.:."nazas a la d e m ocra c ia n ortea m e r icana fu e ro n s iempre Co111pro mt:tidu con un preca rio, si n o co ndcnat..lo, s ta tu q u o en un
remotas - por m ás que las a b e rrac io n es d e l m aca rti s mo haya n hec ho m uudo decidida m e nte r evolucionario o prcrrcvo lucinn a rio , Est a d os Unt·
pnrccc r temporaria mentc al cornunis m u com o d princ ipa l pdi gru para ""' se \'io fUI-tado por la p ropia ló gica di! su com pron n so a apu)ar o
Norte:11nérica y el mundo--. As í, rnie ntras las na cio ne s d e Eu ropa ucci· c r ear e l tipo d e gobic1 no c uya r e tóric a a nt a gónica e r a n1ás b ien mdc-
d c nt .d arri c,gah a n la d c>in tcg rac ión n acro na l e n la luc ha entre dccno- st:abk y c u ya ú11 ica voluntad cunsis t ía e n luc h ar cont ra el u m u u &l:tJTIO
cr3 ia ,. am bo s to ta litaris m os. E s tados Unido s fu e capaz d i.! presentar pur touu, lo s medi os. ya fuc>en limpio> u no tanto. A>í, E · tados ' mdos
un fiT JJ IL" unido contra primero co nt ra e l to- ,,. " num tró :opoyau o, y apoyando, gubiernu> c u ya filu>ofía y p ráclt a
t •.dil.u i mo tll.' l fasd s1no y luego c un l r a el corn u n bmo. U:.a nlo·
. -

410 lA po litica itttenlaciOPial etr el L;t mu:vo eq14i1ibrio d e poder 411

r n li.tica estaban completamente en los antípodas de los principios d e gtlycndo dcnr ro de su 1radicional trama 1noral, Estados Unidos carec1ó
gobJCrno no rteame ricanos. La protección del " mundo libre" contra el d e respuestas cuando sus propios argumentos fueron vueltos contra é l.
se convirt ió e n la principal preocupación de la política ex· !labra hablado cumo e l ca mpeón de la lucha conlra Jos opresores Y los
tenor no rteame r icana. ya fuese en Europa, Asia o América Cen tral. E n explotauo rcs , e n nombre de la igua ldad y la libertad, y ahora del c ndra
su -:> Ctl sus seudónimos- se llevaron adelante políticas de en Jos hechos e l s tatu quo del colonia lismo y la cxplotacrón, sólo que
segundad nacwnal y se come tieron excesos que dcsafbba n las Hu nt•as en nombre del a nticomunismo.
nwrales po r las que, tant o teórica canto prác ticamente tradiciona lmcn· Este desarme moral a m anos del adversario, que invoca la contra·
le han s ido juzgados. ' cara de los argu m en tos mora les para s us propios fines, no es una ncr
mo r a l nort eamericana y el compromiso polít ico con el an tico· vedad; ya fnc bri ll antemente usad o por Hitler e n la crisis checoslova-
mums wo triunfaron a llí d o nde el pode r militar y cconó111ico de ca de 1938'
Es rados Untdos pudo ser efectivamente pues to e n juego. Fracasó todas Estad os Unid os -ame nazado ma terialmente y debilitado moral-
las. veces en que debió apoyarse tan sólo en su pura fuerza moral. Para- mcutc por s u asociación con los t radicionales Estados-nación de Occl·
no fracasó porque Jos pueblos cuya li ber tad cstaha en dente- se enco nt ró al fi n debi litado por la propia magnitud de su po-
Juego no .es luviera n dispues tos a escuchar su mcnsajc , sino porctue Es- de r m a teria l. Una de las paradojas de la e ra nuclear es que. en contras te
tados Um dos, el portador del meusaje, no s upo vivir de acuerdo con con toda la experiencia his tórica previa, un incremento en el poder
él. E l temor a l comunismo b loq ueó el cantillo a la libe rtad . E11 la con- mili ta r ya no ucccsariarneute s1gnirica un incrcJncnto del poder poli-
t icr.tda Clltre las potencias co lo nia les de Europa y sus co lo u ias. E s f;.tdos ticu.' El poder sin precedentes que la m oderna tecno logía ha puesto en
U.rndos frccueuternenle luOJÓ pélrtc por las primeras, 110 po rque e IU· Jllanos de naciones de Occ idente es úti l sólo bajo condiciones extra-
VJcra a favor del colottialismo. El campeón d e l::t li bertad se co11 virt JO o rdinariamc.:ntc li111itadas. Bajo las circunstancias 111ás posibles y actua-
e n e l defe11sor y el restaurador del statu quo colo 11ial. Al hacer les, ese poder es una a menaza vacua , a la que las uacioncs muy inte rio-
común con las potencias colon ia les. llcgú a cornparli r con ellas e l estig- res en po der Jllateria l pronto d e jan de prestar atención. Así, el poder
m a n1oral de l colo u ia lisrno. Así, Norlcamé r ica perdió su pecu liar a u ra que realn .c ntc cuenta - a pesa r de alguu as pocas e xcepciones en con·
CO!I cuya concepc ión s e habla colocado aparte d e las <ierná' t rario- es e l poder co nvenciona l, y aquí la brecha en tre Es tados U ni·
n;.tCJOJICS. dos y las o tra s 11ac iones occidentales. por una parte, y con las nac ione s
Pero mie nt ras la indiscrim inada y dogm ática oposición a l comu nis- no occ id cut alcs, por la o t ra. es naturaln1Cn lc tan ancha como s i se pu·
mo - o a. lo que cons ideraba como comunismo- Jo obligab a a uui rsc: sicra el poder nuclear en •uro de los p lat illos de la balanza. En conse -
a las fuerzas del s ta tu quo. s u tradición lihera l y an tico lo nia l evocaba UJI.!IIcia, c uando !>C compara el poder convencional de Occ iden te con
sus simpalías con las a s pir;.¡ciunes del Tercer Mundo. Ese numUo liahia el poder convenciona l del mundo uu occide n tal, se advierte que las na-
ei:Jborado una imagcu complacida de su propia condic ión y en la q t•P ciuucs d e Occitkntt: so u IIIUCho t nCIIOS poderosas de lo que prev1ameute
des preciaba a s us an tiguos :Jmo!' coloniaJe!> y a la!> naciones iudus triaii- p:.tn:cían ser. E sa i111prcsiúu se for lalcce cuaudo se examinan los prin·
L"ldas en genera l. Sus 111iserias y fracasos eran presenlados con1o pro cipio!> tiiOr a le!> en non1brc d e los que las uacioucs occidcu taks p ueden
due to de la r·e spo11sahilidad de l:rs nac iones d esa r rolladas. las que lc nian estar dbpues tas. a usar \!Se poch.:r couvcn ioual con posibilidades de
la ohligaciórr mora l de reparar los errores que h abían cuructido. Es ta La derro ta d t! E s tados lluidos e n l udochina ilus tra vívidamcntc
dicoto mia m ora l en t re los " IJUenos" int egra ntes del Tercer Mundo y Jos la clccli naciou nro ral y rna tcrial d el poder occide ntal.
"rnalos" explotadores colonia les se solopó a la dicotor11ía uortcamenca- Una d e graudc!-> irouías de la coutc111 poráuca consiste
n;¡ e ntre "buenos" demóc ratas cap italistas y corn uu istas "rnalos". Pe ro :.: n q u..: l.t d ecl inaci<lfl mora l y rna l..:: ria l d e Occidente cn bucn:t medida se
muc has naciones del "mundo libre" llegaron a s impa tizar con una p rodu jo como d e los tri11nfus II IO. Ierbles y ruoralcs de Occi·
u o trn rama del comunismo, o a l menos con a lguna rama de au toritan s- E l T e rcer Mundo se d c!) prcudió d e l yu go occide nt a l invocaudo
mo que ca rgaba con la denominación de "comunismo" o "socialis mo". los d . :: au tud c tcrn li llacióll y j us ticia social q ue Occidente ha-
Lo que ocurrió e n e l plano mora l, pues, fu e lo opu esto a Jo que b ta procl:un ad o y lla bb co mpron1e1ido a poner en práctica. Era de
s u cedió en la arena del poder. En esta ú ltima, Esta dos Unidos se bene- c'\pc1ar que dura n te e l proceso d e in1plcrncntacio n , la a uto d e te n nina·
fi c ió a cos ta de s us asociados. En el primero, se a provechó de su d es- t iun · L' twn 1rt u.:r 1 la ideolog ía d e los y la
crédit o . Tal vez no sea sorprend en te -cons ide rando el r ese nt imiento trua e n e l e ncubrimient o idculógiLo de viejas y nuevas s erv1ctum·
que p rovoca ese poder indcsafiable- que e l poder si n prcccderrles d e h rc' Lo que que cl ago ta mien to mor a l de Occiden te con s is t e en
Estados Unidos no h aya estado unido a una repu tac ión d e empleo be- m t:a pJc u.l ad p a t a es tip ular princ ip ios morales con los que jus tifi car
n évolo d e ese poder. Esa discrepan cia produjo la ruina d e la pos ición "u' l.' co nt ra s us enemigos y d e t ractores.
m oral norteamerican a. E l Te rcer Mundo a tacó a E s tados Unidos con
' VL':.Hit t-l c.&pttulo 7 . aparta do " Ideolog1as ambiguas•·
los mi >mos argu men to s que Estados Unidos empleó pa ra a tacar a l co- 1 Vt: 1nM• t:l capJtulu ;t, apartado "Su naturaleza : cuatro dtsunc1o nes". y el
lonia lis rrro, el raci>mo y la explo tació n perpe tuad a por s us amigos. Ar- e· IJillll<.. !., m 1hlures"
412 La ¡;olitica iHt e,lu.ciOIIlll cu el mw1d(l ccmtcm portltlcu
-
El PIIWVO equrlil•11o de poder 4:3
Este desampa ro m oral e n carla ocasió n que Occulcn tc
tuvo que recurrir a l uso de s u s p r inci pios mont les en nombre ch..· irrcvo ablernc nt c compro metida con de ambos ¿_Arlh\!·
e nemigos -dramáticamente ejculplificado e n la crisis c hcL:oslo ' de rirá.n cs w s nuevas naciones al o a l.a d c m ocracaa? alt·
IQ38-- ha s ido uua d e las priuci pa lcs de su Uc b ilidad par a la ncarán poh ri ca y m ilitarme nte co11 Moscu.' Pc km o \ Vashmgto.n ! Este
acció u . Es seucillo y conve nie nt e ide ntificar esta d e bilida d cou uu ho m - e:,. pues. el rlc:,nfío que pla u.tcan las naciOnes no com prometidas del
bre e n panicular ac tua uUo en un caso partic ula r. para así a islar el "es- 111111 Hi o :1 las duc; . .
píritu de Munic h " de la posicióu mo ral occid e ntal cu po lítica cxtcnor. Es te 11 lti111as no han demorado e n recoger e l r eto, p orqu e un
Es iguahuente sencillo y co nven iente cens urar c ualquier tipo l.lc arreglo rc rna po lítaco bipolar tiene una tende ncia inherente a en
Y con1pro•uiso en política exterior como "apacigua mie nto", mien tras se un de dos bloques. Sin la flex ibilidad de un 1nulttpolo.r
de la inflex ibilida d dd e ue m igo. Al ca rece r d e pa ut as mora les y con sus aliados firrncrncnte a ta dos a sus rc 'ipcc t iva.s las do s
creíbles que guíe n su acciuuar . e l estadista se ve reducido a negar el pro- p uc<.lc n inc n :mcntar s u forta leza en terun nos de prcs t1·
blcuaa moral o a universaliza r lo de tal mndo que se \'uclva irrelevan te . gio. ter ritorio. pobl ación y na tu rales .solan.l en.tc a
Como heuaos v isto, e ra el plano 111atc ri a l Occid e nte se ha vuelto vul- las naciones no corup rom e th.la.s a s u s respecti va s orbatas. Su tlexJbll t·
nerable al u so d el petróleo co111o arma politica' Esta vulnerabilidad de tJad se enc ue ntra limitada a aquellas regio ucs que a ún n o se han unido
las naciones occidentales altarnerrle desarrolladas resulta de a\ancc a una 11 otra órbi ta , o q u e lo lla.n tu.:ch o bajo la
industrial. El can tbio de poder desde las uacioues cousuruiduras a las ompuls ion d e la ocupac ión tnilit a r . Aquí las s upe rpo te nc ias to davía
naciones produc tnras es un subproduc to d e l po de r indus trial. E l desa - pueden a\ an lar y retroced er, n egoc iar y rua niobr ar. Aq u í h a.y tod avm
rrulln indus trial ha ensanchado la brecha entre naciones d esarrolladas pa ra la co nquis ta mural, ntilitar y política. Si la ll111on
y s ubdesarrolladas en favor de las prirneras, pero ha concedido a las Sovietica pudiera arras t ra r a la India a ó rbita o b tendría una ian·
últimas una nueva arrua: e l casi ruunopolio J c l petró leo . 1rónica rnc nte. \'Íc turia e n la luc ha e nt re Ü1 ieute y Occideutc. l Jc te snodo, las
es un arnta que algunas uaciones suhtlesarrolladas han u sado contra do s vuelcan hacia los esp acios no comprornc tidos los re·
otros Estados suhdesarrollados, situación que ilus tra el e nobro llo de las cursos de fo rtaleza - mora l, económic a. mil ito. r y política- t ratand o
pautas de la política irrterrrac ional. de transfor m:.r eso s espacios e n dos b lo4 ues gi gantescos c o n trun tl!ras
Esa anua puede ser tuorr al y se parece al poder nuclear en su ca- comu ru..:s pe ro muruan1cn tc opuesto s en los c u atro puntos card1nales
rácter puramente destructivo. Una nació n produc tora de pe tról eo puede J 1: tk rra .
doblegar a otra consumidora, pe ro n o puede gobernarla en virtud de su
monopolio petro le ro. Cle este modo, el poder del arma p e tro lera ta m -
bié n demuestra drarnáticarnente la declirración del po d er occidental. La posibilidad de su disolución
Demuestra asimismo que nu hay altern ativas para pod er declinante,
excepto el pode r de destrucción . Pe ro que hacen atrac t iva la t ran fonuac ión Ud
la decinaclió n m o ral y rna tc r ial d e Occiden te es un hech o visible. sistc 111a hipular c11 u rro dé d os hloques para las s upc r po teucias, lo vuel·
"w C II repuls ivo pa rn las nacion es 110 c u111prontctidas o para aquellas que
Lo que no se ve es e l tipo de urde n que podría to rna r el sitio c1ue queda
vacanlc. En Juga r de c ntrevers4.! lo s linca rni e utos d" un nuevo o rden h a n sid o llcvach.1S a uuu u otro bloque por la (lll..' r1-a d e las c ircuns ta n c aas
c r eado y sostenido por un rrucvo centro de pod e r, lo que aparece e n e l y q th.: proc uran recupe rar Sil liber tad de a cció n . La oposición a e s ta
horizonte del mundo c ivilizado es el esp ectro de la a narquía, con ac uer- transfu rm:tc ión. potencialn1cn te inhcre n h: a un sistetna hipola r . hace
u tra potenc ia lidad .
d os legales. ins t ituciones y procedimientos que tota lmc utc
con las condiciones tcCII<> Ióg icas ol>jetivas de la época. En es te d e cosas, la revoluc ió n de las n¡¡,c io n cs asiáticas
Y. más de C hina. puct.lc te ner las más graves con secu e n:
p.ua el f\.'S to del rnun do. S u cedl.! que ccm es pac io territo-
1 ral, uatu ralcs y gra ru..lcs masa s d t: población sólo co mie nzan
PO'fENCIALlUAil UEL SIS'fEl\IA 811'0LAR a u:,a r d pod e r p<JII tico , la t.ec no lugia nu>derna y las m o d ernas
mt..: J.dcs 1iucs. de.: Juil qu in ie n tcJS ntillo ues de
La revolución colonia l ha alt e r ad o p rofunda 111e nt c las relaciones - bua cont a r los cerca de rni l mill o ne s ch inos- que h asta
nrorales, 111ilitarcs y políticas e ntre Africa , y La ti11oa rné rica, p or ahura haU actn ." ido o bje to d e las políticas de o tros , in gresa n aho ra a ¡3
una parte, y dd res to del mundo . por la o tra . Vis to e n ténrri nos d e la polnaczt rnund1a l como par tic ipautes ac thus . S e puede p reve r que e tas
bi polari dad del mundo político cont ernporá Hco , se ba c read o 1111a tie rra \.'ll pknu dl'SJ1t!llar ta rde u tc wp ra no llegarán a la cnrnplcta po·
de rra die m o ra l, 111ilitar y política que rro ><! e Hc ue nt ra n i cornplc ta nt de lu-., de la Jnoclerna tecnología, espccia1mente e n
el t.IIHpu ·. que h a,ta h., cc puc...u h a bmu cun, tll uido un vtrtual
111u nu pul1 c d l.
• Véase e l capitu lo Y. apartado '"El poder d el petró leo".
T .tl qu e prn\ot ara un ca mbio e n la dis l nbw ..: ton
414 La po/ltic a i ii/ CYH UC /Otta/ í'tl e/ lt/UIIdU COtHC/tl ¡JOrau eo
- E l •wcvo eqwli br io d e pode r 41 5

dd poder, habni de sc..· r más im port a nte p ara el futurn del mundo qul: a .,. g iga n tes que hoy d e t_c rrnin a n el. c urso de los
10
c u ..llqu icr otro fa c tur que h aya mos me n cionado . Podría sign ificar el 1in só lo una polí11ca pa rece po s1h le: la de s u pro pao
de l.t bipo l.1ridnd cc nt rnd a en \ Vas hing tun y Mos cú, que a h o ra s ign a mu n.d h' 1.'1 de a liad os. La mayor d e los jugadores_1mportantc s
la p o lít ica nmuttia l. Después de todo. la Un ión Sl1viética ya 110 es el po,k r Y lc.:ió n y no d e es perar e n el fut uro iumecilato mayores
1
líd t.:r iltcontnnrcr·tiblc c u los ca mpos político , moral y tec no lógico dct h 3 11 ;' n ado que c: 11 c u n lquicr parte lo s p ro blcauas se rcdu·
lllllm_lo conumis ta : 1.."11 tl!rnliuos 1111111é ricos y e n po ckr potencial es .(e : 0 a h ac ia á reas fliiC am b a s partes como
C h ina , y no la Unió n Sovit! t ica, el pab co rnunbta lidct· c u el ll l tllldO. j' 1 t:1 11 in..tc rcs cs las pos icio11cs dc b c11 m antene rse y d to m a Y
La. posibi lidad t.lc u na ruptura del s is tema hipo lar e n el la rgo plazo se' convie r te e n una debilidad c¡uc cada ba nd o
tar11 bi e n es s ugerida po r una pote ncia lidad inherente a l propio sis te ma. p roc 11r¡-. evitar . _ . . .
La o posición de las u acionl!s no comprometidas , o co tnp ro 111c tidas por ,\ licnt ras q 11 e antigua me nt e la guerra ero la cla ·
b lucrLa , a la a t raccion d e los d os polos r o líti cos, \.Vas hi ugto u y Mosc ú , sica dc fi nic iún Jel f ilósofo de la gue rra von Cla u scwu z . con1o
a\'anza c u la 111is ma Jin:c ción : a s upe rar esa a tracció n ro da vez que la continnación de la tl iplomacia por otros rued10s: :tc tua illlcntc d art e
sea pos ible . La fo rmacit'Ju de cent ros de pode r im..lc pc n dicutcs e ntre esas de la diplomaci:t se h a trau sronnado e n d e l art e de la
n:tc iones, pr·o ,,ist os d e a n11a s nuc karcs . puede s iguificar el fi n de ese guerra . Lo q 11 c s ign ifica d ecir cpte he mos v tv1do e l pe n odo de la guerr a
bipolar. fria , c.Ju nc.Je los p ro j,ositos de la g_u e rra p rocur_abau co n c r: ta r sc por n'le·
Es te , pues, contie ne dos potc ncialida J I.!s coutrad ic t o l'ias: l;.t tc uden- dios 110 violc nrus. En ta l situ a c1Ót1 , las c ttahdade s p a rt 1c ula res d e \a
cia a e xpandirse c u u11 s istenw de dos hl rnJUCS med ia n te la ahsorción me n ta lidad d iplo mática so n despr eci adas, ya que no ti enen nada so bre
n ac io 11e s 110 comp t"OIIJCtida s d e l ruu ndo y la te nde ncia a desi11te· Jo flli C ope rar y co Hsccu c nte m e utc s on rcc111plazadas un
g n u·sc b ajo la pres ió n de fuerzas cent rifugas iu lcru as, y la a tr::1cdón to de tipo mi lit a r . Uu a vez q u e es pe rtu r bado el equtl tbno de poder so lo
uucvos ce ntro s d.: poder. internos o exte rnos. puede se r res taurado wcdiant e un iuc re m e nto e11 el pode n o de l lado
dé l1il. Pe ro, dado que no exis te n va riab les d e poder l ue-ra
de la fonakza propia de los d o s giga nt es , cada lado h abrá d e te me r q ut:
Continuación de la guerra fria la 1c1nporar ia s upl"e m acía de c u a lq uiera d e la s p a rtes pueda ser u sada
para e liminar a l o po11C11tc n rcdiant e un a p res ió n 111ilitar y eCOIJÓ ffil C:l
Dl.! ja ndo las prubabilida d e o; de largo pla7o y volviendo a las de..: co rto o a través de un a gue rra d e a ui qu ilautie nto.
p l.uu, enc o nt ra m os com o prubablc · qth.: dos b loqu es poder cc u· l>c ese m od o, la s iruaciúu inte r n ac io nal s e reduce a l
trado s en las s u pcr po tcncras co ntinuará n dorniua ndo la a re na de la po· p r im itiVO d e dos gigant es o h sc rvá udusc y ll e nos d e sosp ec has. Los dos
líti ca rnundia l. Dc.:sdc fin es Je la segun d a g uerr a munJia l i ! ll a delan te , h::tccn totlu lo pos ib le po r in c rcrncn tar a l s u s r esp ect ivos po·
e · to s d os bloques se ha n e n frentado CO IIIo fu e ran dos luc hadon..:s en teuc ialcs milita res, pues es to es lo único que c ue n ta . Arnbos se p n:paran
u11 es trecho y co r to es pacio. llau te ndido a a v..u1z.ar y e u contrar e e n lo pa ra a sesta r e l decis ivo p rimer go lpe, p ues l u q ue.: si uuu 110 lo hace . SC·
que p a recía un co1nhare s eguro o h a u n .: t rnccdido, pc rnliticud o a la otra gurarne ntc e l n tro lo h a rá. As í el sa nto y se ña d e la diplo m acia d e la
r a rte a van za r· e n Jo que e s ella un tcrrc rto pn:c ic •so. va ri a· gue rra f r ia es co nt e ner o se r con te nido . con q ui s télr o ser COHC]UiStC:I d O,
d as v Jive r s ilic adas rncd ia 111 ..: las que los a mos d el equi li- des t ruir o se r d est r ui do.
brio "ctd pudcr h a ll tratado d e evi ta r cou[ lic to-; armado s o a l n1e nos de (Juc.: es te d es ta do po1ítico d e l tHuntlu no es e l result ado n ece
hacc.:rlus y o. u11que lin11tados c u sus sa rio d e b m ecá nic a d e l ttuc vu equi librio t..h.: pode r . L.t va ri ad a c struc·
/.-a s v c o u rraalia n za s. c;u11 b ios t! ll las se gún e l orip.L'n d e la ól fll t.'· l ura del equil ibrio d e pode r ha hec h o pos ible la o posic ió 11 h os tol d e los
o dl! o pu rlu n ida d cs . el v la d ilac JÚII de dos hluques d e pode r . pe ro no la hace i n ev itable. Muy por d c ontra rio ,
proble lll:tS. )a l ras laciÓII c.k ):¡ ._.. d l! la pd igro S:t J) I'ÍfllL'f:J llnt..:J. c_l equilihrio de pü d e r es un tnccmli s u iO que con t ien e potc n c ia-
de :ti pn tio rra e ro d e.: Jns colo n i:tlcs - ha n Jd (J d tl r· ltcb c.leo; para h a ce r e l b ie n , a-;í c o m o para p ro duc 1r c a la·
c ilc s de ma111 enc r. Con L' ll a s h::u1 c..ksaparcc ido la pl.!ctlliar li· '"'l preced e nt es. Cu :ilc s d e c..,a s p o te n cia lid ad es h ab r án de con·
n cl:J y s utikza , la iut e ligc nc ta y y th.'CI Jo nt"s c rt.:t . n o d e la ntecá11i a Ud cq u ilih r io de pode r . de
y c irc uus pcc..: ta . que cr;t n lo s n!4u is it o s ca rac t c rbtico s c..lc los lt_H! rt::,.., Jllura ll:._. v m ah.:rble"\ que utilice ese mcca ni o;; m o para la real iza·
jug ::'JCfu r cs de aqud j uego . Y cou estos 1/Jodos d e acción y a c titudes iu· CIOI1 d e f ll'l eS.
lc lcc ruo les . rambi.:n lta 11 des a p arec ido la llcxobllidad a ur urreg ul ado ra .
a qood la rc ud..:oocia ao u ooná l ica d e la que h c m o lo.1h la do a nrcs,' que p e r ·
noilb q ue las r e lac io nes de pode r a lr cradas recobrasen su vie¡u equo lo· l .a nue\'a diplomacia
bric o adq uiriese n uno nuevo.
Al co m parar el mur.d o polo t ico de h oy con e l apc n:l> 'cc oenrc d e la d e
d e 1960 r ·, u ll
Véase el capitu lo 21. primer apar tado. · e an no ra bl es lan to los c amb .oo s drás t .ocos que se' han
El nuevo eqttilibno d e poder 417
416 La polit ica ¡,llenwc w , al eH el mundo CO Hl em pord,eo

, ortunidadcs. a la veL que las enfrentó a nuevos riesgos.


produc ido como las con tinuidades que han sobrevivido. Es sorprenden- nu cHtS
0
P d . . · ·jos problemas dio origen a o tros nuevos, y las ve ntajas
te el grado en que muc hos de esos cambios no fuerou planiltcados, y L'l 10
_ L: ,\ naciones que advirti eron lns nuevos probl emas y e ll·
ni siquiera previstos. por las naciones más poderosas. E l tnundo polí- adecuadas para enfrentarlo s . Europa, y n1á s pa rticu-
tico de hoy e s mucho meuos manejable -y, por lo tanto, mucho mas g•cron po la •Al'ta,Jtza Atlántica proporciona una ilu stración empírica
pcli ¡!roso-- que e l muudo que terminó, grosso modo, con e l ascenso al Jarmc11tc - ·
poder de Ri chard Nixon en 1969. de lo que acaba iiiOS de señalar. _ .
La configuración del mundo político que se habia c rista lizado tras Las tcndcuc ias hacia la desintegrac tón dentro de la Altanza Atlán-
la fina lización de la segunda guerra mundial era relativamente simple ti ca sou. por cierto, de larga data. E llas se han debtdo a las dudas
y de manejo bastante sencillo . Había dos bloques de poder, delin idos ace rca de Ja estabi lidad de la di suas ió n nuclea_r _ a
en términos ideológicos y rígidamente agrup.tdos en tonto a las dos las catnh ian tcs percepciones sobre la m11ltar sov1e ttca, é' los
superpotencias, que se mantenían a raya mutuan1ente con la a menaza enfoques norteamerica nos sobre las ncgoc tactones para el control arma-
de la destrucción nuc lear; estos agrupatnientos c01 npe tía n bie n men t ista , al resurgimiento económico de Europa occidental y a los
inocente y futilmente por la fidelidad de las nac iones del así lla mado dh·c rgcntc.:s intereses nacio nales. panorarna de los. pro blemas _tnter·
Terce r Mundo, esto cs. de aque llas naciones que no se habían unido a nacionales que preocupaban a los. mtegra ntes de la altanza a comtenzos
ninguno de los bloques de poder. El principa l problcttta que e nconaba de los '60, de los '70 y de los '80 no muestra que los mismos se hayan
a los dos bloques de poder e ra n los a cuerdos territoriales de la segun- enf rentado a uno solo. El liderazgo. así como la estrecha cooperación
da guerra mundial, especialmente en Europa, y precisamente como cau- con Estados Unidos. ace ptados a comieuzos de la década del '40 no
sa de ese problema irresuelto surgió la Guerra Fría. co1110 ¡¡sunto de opcióu si11o corno condición de supervive ncia, ahora son
El punto fue virtualmente liquidado por la Oscpolicik de la Repú· ampliamente sentidos a ambos lados de l Atlántico como una carga de
blica Federal Ale ma na. La ejecución de esa política fue ratific ada en la que hay que aligerarse para realizar los propios inte reses nacionales.
los trat ados de 1970 y 1972. los que reconocieron e l statu quo territo ria l Ett la medida eu que la cohe sión de la Alianza Atlántica se atloja
e n Euro pa Cent ral y renunc iaron a la "Doctrina Hallsteiu", que pro· y el y la norteamericanos d ecl ina n, e l pode r y la intluen-
clamaba que la República Fede ral era la ú11ica represe nta nte de toda c ia de la Unión Soviética cobrarán mayo r irnp•)rtancia t!O los asuntos de
AlemaníH. Oriental y Occ idental, la que algún día sería unificada bajo Europa occidental. Aunque ya no es percibida como la amenaza que
su control. Aquell os acuerdos no es taba n del todo co1nplc tos por dos significó durante las d écadas del '40 y d el 'SU, la Unión Soviética aún es
razones, una exis tencial y otra que derivaba directamente del proble ma objc tivatltentc el coloso a horcajadas de las rnoutañas eurasiáticas, con-
central de la Guerra Fría. Ningún acuerdo, por más generosamente re· tra el que sólo puede rnautenerse un equilibrio de po de r e uropeo viable
dactado que esté y po r más bue na fe que se e mpe ñe e n su c umplimie nto, mediante la pe rmanente presencia militar de Es tados Unidos en Europa,
puede cambiar e l hecho de que Berlín occide nta l es un c uclavc rodeado cooperando con las nacioues de Europa occidental. Dicho de otro modo,
por e l territorio de un Es tado ho>til. Esta situación geopolít ica da a Ale- la Alianza Atlántica ha sido el ins trume nto mediante el que Estados
mania oriental u n pode r absoluto que las naciones occidentales no pue- Unidos y las uaciones tle Europa prime ro restauraron y luego mantu-
den equiparar. Esta situación -en conjunc ión con problemas mas vas· vieron e l equilibrio de potl"r e uropeo.
tos- puede conver tirse en una pode rosa fue nte de conflic tos , como lo Por lo tanto, la declinación del poder y la influencia de Estados Unt·
hau demostrado las pasadas c ri sis de Berlín . dos inclina el equilibrio de poder eu favor de la Unión S ovié tica y, en
Por otra parte, mientras la R epública Fedl!ral a bando na ba las poco consecuencia, increme nta la iuseguridad e n Europa occidental. Estas
prácticas posiciones de la Guerra Fría, continua ba man teniendo la idea naciones -ambivalentes hacia Estados Uuidos, cuyo apoyo necesitan
de que Alemania oriental y occidental forman uua sola nacióu -"una auuque las agravie- pueden entonces perc ibi ne como abandonadas por
nación en dos Estado s"- que algún día debería se r un ificada. La gc· Estados Unidos y libradas a sus propias fuerzas para enfrentarse a la
nuina aunque mode rada dé te ntc en e l área deutro de la que s urgió la Unión Soviética, que cuen ta con un poder militar insuperable. Esta
Gue rra Fria estuvo acompañada - y a veces for talecida- por uu ab lan· me ttt3lidad es lo que podría otorgar a la Unión So viética su tan ansiada
damicnto ideológico en las relaciones este-oeste. La rigidez en e l alinea - oport unidad de estabilizar lo que e lla llama " la seguridad e uropea" , ver-
miento, que hab ía sido c arac terística e n la Guerra Fría, fue consecuen· cufcmtsmo para referirse a s u p ropia seguridad. Vis ta desde e l
c ia no sólo de la intransigencia d e las posiciones políticas sustantivas, ventaJOSO de partido del Kremlin, la segur ida d euro pea re qui e re la
sino tambié n de la natura leza irreconciliabl<! de las posiciones ideoló- teducc tótl, s1 no la elltutttacton, del poder uo rtcamerica no en e l conti·
gicas. La parcial libe rac ión de la política e><terior d e su o rie nt ación ne11tv. la tnutilación de la NATO y c1 consecue nte a is la mie nto
ideológica facilitó e l cami no para una nueva diplomac ia más flexible la Rc p_ubltca l·edcral l as n ac io ucs de Europa o ccidental.
que s ustituyó las rigideces e n las polémicas de comienzos de la Guc· co11 los lazos corta dos e ntre st y con Esta d os Unidos, ya no se ría n ca-
r ra Fría. paces de man tc t1cr un de pod er viable f rente a la Unión So-
La nueYa diplomacia ofrecio a las naciones po lítica mente ac lt\•a>
4J 8 La poll11ca mte r,a ,o ,ul eu el mmrdo cmuempo rd, ,·o
El twc:vo e.qwl1br1o de. pudrr 4 19
vié ric.a . por lo que tendrfan que ac...omodat !)c a Id hcgcm onJ:'1 !)Ovrct rc:.t,
.!tobre roJo el t.:n i torio curoa!)iatico. llht:JWd eJe manwbra an te las potcncra' n.:.stan1 es, las q ue permi-
Es rc reacom odo - en el que C!) tarr a comprcndrda la RcpliiJIIca t-c- tieron q ue 1011 .ar J vcn ta;a pa rtir de la hos t dadad
de ra l Alemana un cambio d rást ico en la d r!)t r ibr rcrón del cornunastao, dos debrcr on . om r c ttr por
¿,
d
poder mundial. La 01 ic n1 ac1ó n occidenral de la Re públi a Federa l Ale- d pU)O nurrcamcricano pa ra o ponen(.• en tre sr o para C\ltar que una
fue derivado de cá lcu los de ¡>Oiíti ca compara tiva y ventajas nu- de c! J¡¡o; lo , cdbiera . Eso s 111tcrc es aconsc;aban la den-
hla res y económi a s. El volo del 21 de noviemb re " " 1983, con una sus- rro ele lrmtrcs c.ada vct más cst• cchos para la prosccustón d<! poh trcas
tancial mayon a deJ Par t ido Social dcmocr::t ta contr·a la insta lación de
3 J. 1, que E... rados Unidos pudier a opon_ c rsc C_a mthtar a
m 1si les Cruise y Pcrshing 2, s ugiere que aquella oric nraci n no se ha Vie tnam del Norte y a "guerra de llberacJOn nac10nal en general)
man te nido a sa l vo de desafíos den tro de la Buudesre pu blik, ni siq u iera y la celeridad para adapt a rse. ta mb tén den tro de linutcs cada vez mas
an te la ir unsta ncia de que álcu los ra ionalcs la favo recían. Si estrechos. a las prcfcr enctas no r tcamcncanas. r\ su \C l , Estados ntdos.
se produje ran los desa rrollos descriplos más arn ba. dcberfa n tormu- ;w nquc no con la libertad de acción qut: tuvo Gran Brt:taña l:.n·
Jarse argumen tos racionales en apoyo d..; uua orien tación orien tal. M á.s r iquc VII I has la s1r Edward Grey para se r e l " sos re nedo r" del equ lil-
allá de su tcn 1or a l " oso r uso". una Alemania occident al caren te de 13 brro de poder curOJ1CO, tuvo la libertad necesaria com o para introduci r
segura pro tcccion nor tea mericana sena ll evada :\ una posición politrca peq ueños camb ios en su pos ición entre amba" potencias pa ra as1 es tl-
Y militar neu t ral. si no amis tosa . con r espec to a su enorme vecino del rnular po llticas favo rables a sus in tereses.
te. ión r !rana grandem ente fot raJen da por la complc- China es e l país que m ás se benefi c ió con la normalización de las
lncnración de l:ls economías germano-occidental y oviét ica. Como que- relaciones. Esto ha sido así en d os mayores . Su adm1stón en
dó en claro co n Ja sobn: el o leoducto cut opco :\ de la comunidad de nacion es. y particulannr.:ntc en Naciones Un tdas , le
la década del '80, la Un ió n So' iélica ob\ iamenlc ha dec idido comple- ha proporciOnado una nueva oportunidad para a ptrar a un cierto li-
m entar su m oderniza ió n indu tr ia) con un in rlujo masivo de tecno lo- dera zgo en el a sí lla mado "Tercer Mundo de nac iones ubdesarrotta-
gía occidenla l. La República Federa l es una de las nacio nes ind11sl rialcs en cla ra compet encia con las dos superpote ncias. M1cnt ras desde
m ás a llamcn rc de>nrro ll nda s qu e para u prosperidad depende de ex- 1917 In Unió n Soviélica se idenl ificó a sí misma con " la revo tuc1on
POII•ci nl'S e n gra n e a la . S i lo; lazos políli os, mi lilares y económicos n•uncli a l de los des poseídos" conlra lodos los rmpcriali smos, lanto a
c·nl rc Es Ja do; Unid o, las naciones de Euro pa occidcn la l y las del o n- ni vel de naciones como de clases sociales. Chi na co locó a las dos su -
jun lo de b regio n ' L' afloja n, la Unión So viélica p uede o f rece rse como per pot encias en la bo lsa iurpt:!rialista y re ivi ndiCO para SI la
una rrovechosa a ltcrnat i\'3. posición tradicional que - al n renos en la re tó r ica china- habta dejado
Scm ejanle desa rro llo lnmbién a liviaría e n gra n medida las a n,ie- vacant e la Unión Soviética . Adem ás, la nueva actitud no rteamen cana
daclcs sobre la amenaza hina. que al menos en el corto pla7o hacia China liberó a Japón de la s one rosas li:nilac ioncs q ue hasra e n-
ha \'e nido infl11yendo sobre la posición sm iéli a c11 la po lílica tonces afectaba n sus relacio ucs con China en v1rtud de la estrecha coor-
La a s l llamada políri a de dé rcnle con Esrados Un idos de be s u cxis rcn· dinaci n de s us po lir ica; cxle rio res co n las de Es lados Un idos. Sr b1e n
cía no >ó lo a co n iderac io nes econó micas y a l deseo de deslruir la Al ia n- Japó n no podía asumi r la iniciat iva en la normaliac ión de r elacione"i
za Ali:ÍIII ica co1no la p1edra fundaciona l de l equilibrio de poder e uropeo, Chma, una vez q ue Es tados Unidos la s in icio , J anón Jo sig uió de
sino también a l temor de quedar a t rapado en u na conf ron tación simu l· mmed1a1o . Sopesa ndo la s pole ncialidadcs de es la nue•.1 rcl ..c ión e nlre
l ánc;¡ en f ron teras occid t.'n tnlcs) o ncn talcs. En tan to la U n ióu Sovté- J..tpón y Chin._t, de cubr e n in h:rcsc ... cornp lcmcnta r ios no di-
l ica fue con venc ié ndo;c d e que la reco nci li.1c ió n con China era impos1h le de aquello ' q ue JJO'ibil irarían un d "-" los lalu.s entre
-y que, e n consecuencia . la g uerra con esa nación es posible a unque no Alemania occidl·nta l y la U nió n So viéti cn.. Ja pó n es una mod•: rna naclón
proba ble-, Jra ló de ali viar la pr esió n que la Alianza Allá ntica ha eje rc i- alta mente dc'">arrollada que debe expor t ar en escala
do so bre s us fron leras occiden iales m ed ia nte la polílica de "co n lencrón". para pode r vivir China o frc c. e pccialme nle en e l largo p lazo, u n 111 •
En ese senlido, la nue va polilica noncamcrica na hacia Ch ina im- men \o me rcad? para ma4uinaria indus 1ria l y p rod ;,clos.
p li a al mis mo ticmp<> u na oporlu nidad y un riesgo. Ca; i no es nece- En comh1nac1o n . los dos pa1ses podnnn inclu'o dominar a Asia desde
sa rio recordar q ue la norma lización de relacio nes e nrre Es rados Unrdos el run ro de v1s1a polírico, ccon m i o) 1nilirar. cmejanle com bmacron
y China e vio re lrasada unos ve inle a r'ios con respec to a los primeros JO,c p.u ccc n a a un a de cuprospcridat.l asiá tica" q ue durante tanto
pasos q ue hac ia ese fin :.e d ie ron e n 197 1. Esos pasos signi ficaron poco tu.· mpu Japón ( ft: es tablt:Cl.T por tncdio de la s o nquts-
pa ra las relac ione bi larera les en rre E>tados Un idos y Chi na en la me di- ra,, ahora podna basándo;e e n e l rcconoumiento mutuo d :::
com ph:mcntarto\.
da e n que e l prime ro d e los países conJ inuó r econociendo a l gob iCrnO
de T aiwan y man leniendo en la !e rra y e n Jos hecho> la val idez de s us . _w nue'•' lllo \lllddd d.: que goza e l J a¡x)n como s ubpJOduc ro d" 1.1
c.ornnrum "os con ese gob ierno . Pe ro s ign ifica ron mu hu para la nu evas Jn llla tl\d nCJ t lcamcrrcana no \e li mlla a su\ r elacio nes con ChlnJ IA:I
re lauone l nlal eralcs de esos países. Es tado; Unrdos gozó de c 1c r1a nu smo e n 4t1c E"ado' nido' p uede maniob1a r a ho 1d de m ro de
ilm iiCS la nrón Soviéri<.a y China, lo rni ,mo ruede h acér
1:.1 uuC\'0 cqwlrbrro ele poder 421
420 La poliuca lllternadouu/ eu el mwulo cotllempo , du¡'O
·lati va cchen·ncia. de los dos bloques d om u.aados por Jas
Japó n . Las necesidades soviéticas de panicipación extranjera e n s u bic.: riO la n : . na p·t r tc y la dcbll td.td de na to nes d el T..:r·
desarrollo indus tria l y tecno lógico so n una pe¡ manen te iu\"itac aó n para u Es
p.rccisa me ntc la nueva dtplomaci a d e m ovl ·
Japón, a sí como para Alcmauia occil.lcnral. ccr Mundo. por . a res tas tl·nd.:ncJ3S ocultas a u n primer plano
La nueva diplomacia llc movimiculo carac teri1.a no sólo las reta· micut u la que.: a mc u..t.la ó .- 1 •r 1 ... c n " I CI A n de una "es u uc tu r..l d e la
y n nuc ea . ·• • '·"
cioncs d ireclas entre las g randes potencias, s ino también la s relaciones
indirec tas entre las potencias m e nores. E l m ás notahlc ejemplo d e esto
lo aporca e l Medio Orieule. llasla la guerra de oclubrc d e 1973, las na·
,;, sob reponga a esas te n dc:.·nCI:\!)
máxima par::& la
y
de Jos cs ladss tas.
cioues á rabes de Medio Oriente cs tabau alineadas contra Is r ael y o:uJa
superpol<!ncia apoyaba a uua Lic las parles. La rigidez de ese almea
J)étente }' pacüica
mieulo ha dado paso ahora a uua fl exibilidad s iu prccedenlcs en la
polílica norleamer icaua Es ca Lios U u idos uo sólo fa cili ló y a poyó los • 1nh.'nt..: ,u.:.ccp r 1b l - "• los peligros
Las ideas po liticas .son c specaa • •• 1d e dla.
acuerdos de paz d e Egiplo e hracl alcauzados en Cam p Daviu; la m bién . 1 in te r re tacion v de los a buso' c uando se uH c n.t ..l 11 asb..dar a s e
ha suminisl rado asisccncia a Jordania y Arabia Saudica y cSiá dis pucs lo m.l a r PI En la d éc ld.l tld '70. el R acharct M.
a hacer Jo Jnismo con Si ria. Obviamente, la política nortcamericaua pro. la tcor a a a p r .. · ._ . ¡ p •r potc n·
ixo u procuró u n rt!luja m iento d e las h.!ns aones cut re as su . . ..
c u ra la limilació n . si no la expul•ió n, del poder y la infulcncia soviéticas r i::&s rncdiante una polít ica exterior dc . de le nt e. En prc
e n e l Medio Orienle, del mismo modo que la polít ica soviética procura J. Carter trató de redef inir el -..,cnudo y el contc n u.lo dc..: la d e te nt e.
la limi lación , s i no la expulsión, del poder y la influenc ia nortcame r i· ent o nces Ull d cb;J IC Cll i H.! JOS c dliCOS y los dcfCilSOfCS d e la
caua s e n Europa occ iden tal. Si la Uuió n Soviética pudiera emerger d e L.n confus rón d e aqud debale - p roducto e n. parte d e una
e stos cambios como potencia predominante en 10da Europa, Estad os nu ina collfusion y a veces d e 11 113 in tcncao nada-
Unidos también debería alcanzar una posición si milar en el Medio c mp:uia ndo las vi talcs para una adecuad a compr e ·
Oriente.
s to n d e la poluica ex terior.
Eslas oporl unidades para las maniob ras d iplo m áticas fueron algu na Dos ejemplos puedt:n ilus trar c!'> ta dific ul tad. 1) En IQ72 . el
vez las principales apues tas de la j.X>Iítica exterior. Su crnpleo j u icioso dc-n ll! Nixo n dc Moscu tkclara ndo que Esrados Umtlos Y la
fue a lguna ' ' t:'Z el principal ius rnunen lo, fuera de la guerra, mediante llnio n Soviéticn habmn dado un " irrcver:,.ible"' e n la cons truccaón d e
el que las naciones t rataron de alcauzar sus fines. S u utilidad uo ha una "est auc l u rd d e paz". Pcro la pr1111 Cra lección que se aprende al es tu-
sido elimiuada enteramen te porque aún es ncccsuria para las naCIOnes diar l.t n:laCJoncs Hllc r·mH.:iona lcs c -.., qiiL' tot..lo es rel'crs1bk: a m ls tntles,
que compilen por e l poder, para acomodar y reconciliar in tereses d l- c nculisradcs. ali neamicnros. m cd tOS y fines. Una o jeada s u-
vcrgenles, para resolver conflic tos pacíficamenle. Pero esa ul ilidad se pe-rficia l a b In!) tona de L1s relaciu!lc.:s (antes
ha visto condicionada por dos fac tores sin precedentes en los anales y después d e 1'}72) y a las rel aciones en tre la
his lóricos : 1 ) e l divorcio del poder m ilita r d el poder ecouómico y po- pn r t c . y r\h: m ania y por la o tra. llu:,t r.tcao·
lítico, en ta nt o y en c ua uto e l segundo d eriva del priuwro, y 2) la dbpo- m·, lk lo que d e afinnar. ¿Cu ti c.; la ent re una
nibilidad de las a rmas a tó micas. que transforma la guerra de parte del "rs tnrc rura" de la paz pu ra y s im ple? ¿Cuáles son las Y
COil lilí tWI11 racional de la po lit ica ex terior en un ius t ruru cnto para Ja p rUC'cdimicn to.:. qw· han hecho mLt..; a la paz d e ..:u anto -.:ra ant -.:s
d csl rucción lolal del e nemigo. dl! que 1:\ d é te ntc .:-.-.: convirlic ra L:n 13 con!)ag na dd d ra ? La J_J.:.t.l t.:n t rc
La impolc ncia mil icar de las uaciones más fuertes fren te a nac 1oncs las .:.u pcrpurem no mediante la dctl.' ll h.:. srno a tra·
débiles en codos los a s pcclos m<!nos eu dos (el coutrol casi ruonopólico ves ck· un equil ibno ..:x tcrior Uc !)Upcrpotc nc iLrs; pit.: n SCSL", por
del petróleo y los enorm es recursos fiu a ncieros d e que pueden dis po· .:!jcmplo , e n 1:t nbs tc nc iu n ut>t lc:nllcr il;.ma dur:u1h: la r·c,•o luc ró n hun·
n er) señala e l d efecto básico del 111undo político contc1uporánco , la gnr-n d e 1 o la o u pacion sovit:l n:a Ch-.:Co!-> lov.tcpua l.'ll
fuenle m ás importanlc de desórde ues globales y la principa l ame nala 1968. U en lu 1 L: pliegUC.) Cll Ol:'.:l h HI tk fa C l b iS de 10.) nll'lk:'
para la supervivencia de Jas civilizaciones. una ir:cduc l ible { L'll 19o2 y ,·n la g ucrr ..t tk Oncntc tle 1973. DI.! .ti u C] l h ' 110
cornpa tibilidad eot r c la nacióu ·E s rado como la unodad bás1ca d e organi- n-,ult.: l ou:ulu -..,ug •.:n r que l..r po.:. ibll i dad d e Lt d c h.:ntc tarn b ien
zación política y las fuerzas sociales que crabajan en la tec no logía de d e aquel c:qurltbt io. A!-oi. no e ' la dt: IL'Ill l! qlllcn hace la p Lrl, q u l.· es
los tra usportes. las comunica c iones y la guerra, y con el con- d L·qu ll1b r io n uclear q w cr a gcne r.:t l.t cumu la pal .
trol casi rnono pólico -po r parte de rela ti vamente pocas naciones- d e 2 ) El dilun to :-.c na dur lknry c ierta vc7 q ue
Jos produc tos necesarios para m a ntener la civilización y has ea la pro· du.:. Un idu' th;bcna tr.tbap r por uu a<.. ucrtlo ron Ch ina que con
pia vida. l.t U111u n So' ic 1 il-.l, dLH_Iu quc c\u ..t fác il d e lo gr.tr. Ha Jo
El desord en iut ernacioual y s u pos ible desenlace e n una catás t rofe l(JIILcpllt)ll "'L" c nLth.: nla :-t una itleL1 e'l"IH.. i a l mcnt c 11ll'l...l1Hl"3 de lcl:t -
n uclea r es una genuiua y dram;i tica posibilidad de la po líti ca rnund1a l Liolll' ' illl c l n.u. IUIILi fL· , La ntl"'lll.t MIJ>U IIC que se puede intL·t cu mbi..tr un
co ntemporánea. lfdsta mu y recientemente, s ituación se haJlía cnc u ·
422 LA ,.olltica inlcriiiiCiOiual tll d mu11do conltmpordneo El m•evo equilibrio de poder 423

poder por otro como ami&o o enemi&o del mismo modo que los peones La corta lista de éxitos de la détenle c:s contrabalanceada por una
en el tablero de ajedrez. Si la Mteute con la Unión Soviética no lun· lista larga <le problemas que no pudieron ser afectados por ello; incluso
ciona, bastara con reemplazar a esa nación por China para que todo muchos de ellos resultaron agravados como consecuencia de su aplica-
ande muy bien. En virtud de la debilidad militar de China y de la auscn· ción parcial. Esto ha sido particularmente notorio en Europa. donde
cia. de puntos de fricción agudos, las tensiones entre Estados l lnidos y las conferencias sobre seguridad europea y sobre reducción mutua y
Chma son de bajo nivel; de ahi que su atenuación o eliminación podrla equilibrada de fue rzas militares permanecen estancadas. En esas ins-
ser fácil. Pero precisamente porque serta fácil -porque en cierto sen- taucias, el propio hecho de la détente en Europa Central y la aparente
tido es como si fuera un hecho ya consmuado- esa détente entre China di"uiuucióu ¡;eueral de las fricciones entre Estados Unidos y la Unión
y Estados Unidos no es una tarea urgente para la polftica exterior nor- Soviética acculuaron las tendencias desintegradoras dentro de la NATO.
teamericana. Por el contrario, precisamente porque es difícil la En el Oriente Medio, las superpotencias compiten por el poder y la
con la tlnió n Soviética. esta tarea se vuelve urgente, pon¡ue cada vez inrlueucia, al igual que en los paises que bordean el Océano Indico.
que las dos superpotencias se eufrentan directa o vicariamentc: a Ava11z;uodu desde el Mc:dilerrá uco oriental a través del Medio Oriente y
de alineamientos hostiles la disuasión nuclear mutua se pone a pmeba. hasta el sur de Asia, la expansión soviética, apoyada por un
Si la disuasión no pasara la pmeba una sola vez, los resultados podrlan aumculo de su poder naval y militar. parece animada por el
ser destruccióu mutuamente asegurada o MAD." como la han apo de ucupar los espacios "vados" dejados por la liquidación d e
dado los estrategas. !"'penos de ahf que la polltica exterior de la Unión Su-
A los efectO& de conseguir una mayor perspectiva, no es superfluo VIe tlca haya coutmuado crea ndo nuevos focos de tensión. Más recien-
recocdar el sentido literal de détente. La palabra alude a la existencia teme nte. el ret iro soviético de las conversaciones START vuelve a ilus-
previa de tensión. que ha sido atenuada o eliminada. liado que han exis· trar e l delcri?ro de las soviético-norteamericanas. que ha al-
tido muchas tensiones entre Estados Unidos y la Unión en canzado su mvel más baJO desde la década del '40.
diferentes niveles de interacción social y en diferentes ubicaciones ¡geo- tanto abstracción, la déteute comparte la misma apelación psi-
grificilS. es inútil plantear la cuestión de si la como concepto col(og¡ca a conceptos previamente p r opuestos por la Unión
y comprensivo, ha fwacionado o no. Sólo tiene sentido pre· tales colmo el de la paz elaborada por congresos de la d '
guutarse si las especificas previamente existentes fueron o no y general. aflojamiento de las tensiones y seguri=·
ateuuadas o eliminadas por las politicas soviéticas y uorteamericauas. Nmguua persona razonable podría oponerse a esos conceptos cuando
Cuandl• se plantea en esos ténniuos co¡acrctos y espcclficos. la pregunta son p1esentadus baJn la forma de metas abstractas Nadie eu sus caba-
merece una respunta positiva -al menos hasta la década del 7G- con les podrfa estar a favor de la guerra, de la carrc:;... armamentista, ':ie
respc:Cto a los tres tipos de tensiún que hasta cnto1aces hablan mayores Y mtensas tensiones. de mayor inseguridad. Pero mientnu
nado las relaciones entre las superpotencias. los '.'urteamencanos tienden a tomar estas abstracciones en su valor
Una nNlnifestación de esa détente fue la elinúnaci()n de aquel fervor uonuual, los soviéticos realizado exitosas campai\as de propagancla
ideológico de cruzada. que durante la temprana Guerra Fria -y nueva- en de e llas pomeu_dolas al servicio de intereses y metas políticas
mente en la dbda del '86-- transformó cada enfrentamiento en un No han descubierto súbitamente las virtudes y beneficios de
conflicto maniqueo entre el bien y el m¡¡J, haciendo dificil, si oo im- la de tente co mo abs tracción universal. Lo que descubrieron fue que la
po5ible. la nqocíacióu de acuerdos. Esa descontaminación ideológica carga de . sostener presiones militares en sus fronteras orienta-
mejoró la atmósfera politica internacional durante parte de las décadas le s Y y simultáneamente competir con Estados Unidos por
del '60 y del 70, mejoramiento que, a su vez, facilitó de modo intangible la _pandad tecnoltigica nuclear y general, era de un peso agobiante. De
las para alcanzar acuerdos negociados sobre proble mas al u .•tue fue ran muy rccepli\'us al reconocimiento por parle de Alemania
sustantivos. Otra manifestaci<.n de la détcnte fue el acuerdo so- del slatu quo territorial e11 Europa Central, el que creó un.l
bre la cuestión alemana, a través del reconocimiento por parte de Alema- gcn_u1ua en el propin corazón de la Guerra Fria. También pro·
nia occidental del statu quo territorial en EuNpa Central y, más particu- curaron, con cxno. el m1smo reconocimiento por parte de otras naciones
larmente. del estado de Alemania oriental. Finalmente, los acuerdos <·uropc a s, asi cumu de mieuohros 110 europeos de la NATO, a de
Salt 1, que regularon la competencia de armas nucleares ofensivas y la Coufereuci;, de Seguridad Europea, en un nuevo uso de la abstracción
que virtualmente las eliminaron como armas ddensivas, la licita obser- de la seguridad e uropea co1_no co bertura para las políticas que servían
vancia del moribundo tratado Sah 11 y la negociación continua sobre a s u prupoa segundad. Fmalme111e -y lo más importante-- pro-
armamento nuclear , fueron todos (actores que al rncnos parcialmente curaron intnxlucir una masi\'a inycccló u de tecnolocfa e industr ia Octl·
redujeron lu tensiones propias. de una carrera armamentista nucleaJ dcutal en el n ·za¡¡ado sistema econó mico soviético.
no regulada. . La in\'ocación a la déte11te como una suerte de espíritu que
unpn:gua y por c.so transforma el eunjuuto de relaciones de naciones
,. UAD • la alela <le m•tiUIUp dlsvnd cfeJtnoctlon ( "datrucclón mutua -
.,..._.••. .,.... IICnlllca. lalllbWn. loco. - · derneJM. has ta ese mou•ento hostiles. se ha convertido en un sustituto para el
424 LA política inte rnacmna{ en el mmrdo contem pordu eo
rt "'"·"' 'o ('ll"''' b' zo d pOfl c!r· 4l5
c.xamen imparcia l_d e los facto res obje tivos de los intereses y del poder.
un cstad1sta tan astuto corno e l Secretado de E stado lknry ( Debe . . d p .. CjUI.! Bts m a rc k pc n saha qul'
suc umbió ante esa fa lacia. Ki ssi nge r es pera ba que la Un ión Pru - l._t th) pud1.1 llCf!'-''",: i.ar c011 po r<1u e la p o llttc a c x t c n or d,•
Sovaé ttca a c tuara " dentro de l e s pír itu de la d é tc u lc " d u ran te y 1111 go b11.:r nu p.at \.aath.: nt .u io era intnu.:-ccauH.:n tc iudigna de c o u f ia u ¿.L)
luego d e la guerra del Yom Kippur de 1973, pero eso no su cdió. Los Lt !tU::.t tc n c q u e . iudcpc n die ntc m eutf! de su s po-
SOVIé ticos ac tua ro n lle a c uerdo co n s u couce pt o del mten!s n actona l. lllll' t n.1s o dd t.:a r.t t l ' r d e s us la s nacione s t r.t ta u d e
Ay udaron y e ncubrier o n lo s pre pa rat ivos á rabes pa ra Jn gue r ra , no m· conr n::t:-. r MI !> lll tc.• Jt.:Sl'::. de rnn 11c r .t r ac io na l y que en cada e vent o la po-
fonuaron a Naciones Un idas so bre la inmine ncia dd co nflicto e m s tn· ll ti'-·a l'Atcrio t t il..· uc p ropias leyes. q ue uuncu result a n csc nc ta huc utc
r ? u a to dos Jos gobien1os árabes a part ici pa r e n e l co nflic to, e n viola · afcc t.u l;t!'l- po r circ u us ta uci:.as iutcruas J c ..:ad a pa ís . Ik a hí q ue un
CIÓU de los acuerdos de la cumbi"C de 1973. Se opus1crou a l cese de la pat!-1 d c.: HHl"-· aa t ico C U I IIO E s tados Ul.!ba t r at a r con to do tipo d e
gu e rra Jos á rabes iban ganando y urgicrou el cese in m..:-diato gobic l nos . inclu so co n .tqudlos uyo c.u3c tc r polít ica s le resulte n
d e host1hdac.Jes cuando come nzaba n a pcn.Je r. A111c u a zanm co n la co ud c uabk , , y tkha co uh•mplar en e l pa t rón de su s polít icas lo s i nten..... ..
nariva eJe uua interveució n nail itar direc ta ante la dilaciúu de l cese d e sc:s d pm.kr d e las u;.Jcio n es c u c ues tió n . No p uc Uc expon e rs e a cotn-
h ostilidades. No fue el "espíri tu dt! la d é tente" lo que e vitu una co n- pr(II IIC: tc r iu lc:rcs c:s a cnu s a d el esc rutiuio de las p nd e r c n-
direc ta entre Es tallos Unidos y la Uuió 11 cias polí t icas int..:-rua s o lo s j u icios mora les d e o tras na cio nes . Para (ra·
SliJO .la v•g rlauCJa d e las fuerza s es tra tégicas u o rtt.!ame ricana:i e n el pu n to sca ud o a Chur d1 ill , se: d c bcría u hac e r pac tos CC\U el mis m o Uiabln ::.i e l
c ruc1al _la luc ha. Fue la atueuaza y la coutra·:tlllc naza d e e m p leo d e la in tc rt!s naoww l lo ,,cunscj:l. ludud ..lb lc u u.:u tc csla t..' S la
nuhtar .lo que asegu ró la paz cutre Es tados Uu idos y la Uuióu So- correc ta. En los hcc h os. las nac ion es s e h a n incl ina do sis te n1á tic ante ntc
VJCll ca Y lo oc urr ió lluraute la c ri sis lle tuis iks c ub:.a11os d i.! 1'•62. po r es ta po !-oicic"m , d :ulo que d i.! o tro m odo seria impo s ible e j ec uta r c ual-
Dos fac tores ma rcan los límites de Jos pocos supuestos logros al- t¡uicr polític a l' Xtc r io r rac io ua l. Pero s i b ie n es ta respues ta apare ce
canzados tucdtaute la d é te ute: el r egi s tro aruplia 111e nte iusatis tac to nu COII IU corrcc l3 y la prác tica deriva da de ella resulta saludable, la his ·
sotJr.c u egociaciones para el coutrol a nuauaentis ta que s e estableCIÓ a tu r i:-t no te r n am a aqu i.
par11r de 1972 y la reaccióu uorrea1ue rica ua ante cie r tas polit i""s int er- La paz y d u rden int c rnacionul es tá n en func ió n dd eqnilib1 io d e
nas de la Unió u S ovié tica. El r cavivaruic uto d e la ca rr e ra a nua ruc nt is ta poder, es det·i r . J c una ap roxiu md antc utc igual Jis trihw.:iún d e l pod e r
nuclear gcucró teu sioucs t.¡uc anularo n muc hos llc los bew..:lacios luna- e111 rc varias na cio nes --o g rupo s d e uacion es- 4ue evite q ue c u alquie-
lados c¡uc l1a bía logrado la dé te nl e. llauo 4ue c ada pa rte sospecl1a q u<· ra de e lla s cob re ven taja so bre las clc lll:is . E s es te a p r o xirna tivo y te n ue
la otra proc ura situarse en capaciua d de ases ta r e l prioncr go lpe, la equil ibrio e l que sus te n ta c ua lquie r paz y orde n exis te nte e n e l mundo
anua 1uc u1i s ta intro duce nue va iucs ta bilida d a l present e de las naciones- Es tado.
d e! te rro r y . COIIIO he wus vis to , e s este - y u n la Pero . a pesa r tk Jo que sugiere la 111e táfom " bala nza", el equilibrio
dete nte- <JUICn e n la a c tua lidad evita e l descn""dcnanoie uto de la gue- no ll!ecánic3nlcnt c . Mi s bieu , req uiere e l con se n so e nt re las u a -
rra 1111clea r . cioucs in vo luc ra d as e n favo r del tu a n tc u i111 ie uto --o, s i lla s ido p ertur-
El impac to negat ivo de las polí ticas inre noas de la Unióu So viética bado , la res taura iún- de l equilibr iu de p<•der. Dic ho d e o tro modo,
sobre la dérenle es o tro loecho obse rvable. llcsdc ti c n1pos de Woodrow la d in:.\noic a de l a rreglo es t:i enca jada d eu tro de un e nt rama do m oral
Wilsou, la re le vancia d e las politic as inte rnas de una nación ( pa rtic ular- ' in el q ue, n la la rga , no podría operar. Los pa rtic ipante s d eben o lor·
ment e el carácter de su gobie ruo) sobre e l Jipo de po lit ica exter ior que gar s u a pru bac iént litOral , en teoría y fundanu.:nta hnc utc en la p ráctica,
lle va a ca bo, ha sido una c nesliü n de inten so deba te en Es ta dos l/ n1ctos. a los princi pios d e l p ro p io equilibrio d e p o d e r p :1r:1 que é o;;. t e e ntre en
Dos rcspueslas diferent es ' e han fo rmulado pa ra cs tc tcn1a . Una co n- fnuc io 11a1n ien tu. El siglo xvttt fue una de las é poca s clás ica s de l e qui-
s is te e n el as erto wilso uia uo y liberal de q ue sólo las dc u1oc racias son lib rio Jl· poJ c r p r ecisa1ue utc po r que un fue rte c o u sc us o 111o r 3l s u s te n -
confia bles para el ona11te nin1i cnt o <l e su, co m pro1nisos y pa ra l::o p rosc· taba aq11d .:once p to de noccanis 1110 po lítico .
c uc ió u ú c po lític a s pa c íficns . ya las a ut oc rac ias s on La cucs lión pnic Jica que hoy e n db recla m a una resp uesta e s: ¿ll na
no co nfia bles y p rope nsas a e l Ucsco utc nt o iuteruo ha c ia g u e- co n 1ú t1 , s izullar a la 4uc e x is tilJ en e l s ig lo x vttt , ¡.n H!d c uui r a l3s
r ras y avent uras ext ra njeras. E u co nsecuencia, es 1nis ió u de Esta d os na IOIIe> del ll lundo , o a l 1neuos a Es l:•d<> Unidos y Unió n S ovic t ica?
Unido s a poyar a los go bie rno' de moc rá t ico s en todo e l n1undo y opo ne rse ¿Qu tc,; u pu c.;d c fu nuular uua res pue s ta p o s itiva p:wa esa pre gtmt a -! Las
5 11
y Jra ra r de reform ar a los gobianos a ut oc rát ico>. Pu r debajo de es le J'Cif'Ulc nc ias es J:\n un idas uo po r u11;1 tnora l co m ú n , s ino Ja n sólo po r
punto d e vis la se e uc ..wntra e l su p ues to filosó fico, e xplic itado con IOa- una gue r ra n uc lea r que aca ba rla po r ue k h ::l-
yor cla riJa d por Ro ussea u , de 4ue " e l p ueblo es po r ua1 11ra leza bue no f de las pus1b 111dadcs de un segu ndo golpe lo suii CICntc m en tc
y pac ifico. po r Jo q ue e l co n t rol de moc rático de la política ex te r io r Jen- ucrtc co ruo par a e l ni ve l del priluc r o . . . au n es ta c lcr uc n ta l
duá a produc ir re lac io nes intc noac io ua lcs dccc11tcs y pacificas. As í, no po r la a uto p re>e rvac iún c ond ic io na da por e l e fucrw iln-
es po s ible negoc iar con d ic ta do res; só lo cabe n1a nteucr t ratos co n las p ICIIO de logra r u na VC IIt::l ja <le isiva q ue :bcgu rc b p1opin ; upc n 1
\enc la a cos ta de la d est rucc ión ajc n:t.
El nuevo equilib n o de poder 427
426 La polrtica in ternacio,al en d mu11tlo cmttem pordrwo

Es m uy sombría la co nclustón de que en la Uni ón Suviét 1ca . y en 1\0IO !',lr\Cr .tra aplacar a la o pi món p u blica domés t i a . En p r ter-
menor gra.do tam bién en Es tados Un idos, en \ 'Cl de la moral co mun mino encue ntra a l se rvicio de ese interés bás ico tienen en
indis p e n sable para u n eq uilibrio de pode r viable y pa ra una genuina co mun Un idos y la Umon S ovié tica: sob rev1v1r . en la er a
dé tc nrc . tene mos una moral naciona l q ue s e apuya en la c ree nc ia d e nudcar mcd 1ante un e qui li brio d e pod e r viable y u na gc numa dé tent e.
que el gobierno tie ne d m o n o po li o d e la vc.-dad y la villml y qUt.: d El fdu!)ofo francés Fénclon . en sus :..dvc rtc ncias al de LUIS
pueblo es co mo los ch icos que deben ser gui ados, cuando n o o b ligados, XIV, que hemos ci tado a n tcs.u h izo una s ínt esis los tt po_s
para que cumplan con las ó rdenes de l gobierno. aún , la Unión de cq uil ibno d e poder. Al d eterm inar s us respectivas vcn taps Y debi-
vié tica. ha ngrcgn d o a las tradi ciona les prác tic3 del despo t ismo zans ta , lidades, ot o rgó el más a lt o elogio a la opOSICIÓn entre dos Estados
los m eca nismos del to ta litarismo moderno . E ... man11c ncn igua lment e fuer tes. cons iderando a éste como el ltpo pe rfec to d e equt·
virtualme nte a toda la población e n la ign01·ancia lo que ocurre librio d e poder. Dijo:
en s u p ropio país y e n eJ resto de l mundo . y reducen a un mm1mo los
co ntac tos fís icos e intelec tua les con d mundo exterio r. Reemplazan la El cuan o s is tema es el d e un pod er que rcs.ulta ca s i igual . con
rea lidad por una e nsa lada d e nociones me tafís ica s llamada --con bas- o tro y que lo mantiene equ ilib r io por e l bten de la
lante injus t icia para M arx y Lc nin- marxi s mo lc nin b mo. pUb lica . Es ta r en s i1uac10n sem eJa nte, y no tene r qu-
Jo lleven a aba ndona rla. es indudab le me nte la Sltua 1ó.n mas
Un gobierno q ue se cor ta a sí m ismo, y a su pueblo, todos los y arortunada p ara u n Es te .Esta do es el :lrbtt ro
cont ac tos obje t ivos con el mundo ex terior se con vie r te en e l pris io nero sus veci nos son sus am tgos y qUie nes no lo son . el solo
d e s u pro p ia p rop aganda ; no puede lle var ade la nte u na po litica c xt cnor hecho d e no serlo se vuel ven sospech osos a tod os los dema . Nada
capaz d e acep tar las limitac iones morales q ue son la parece hecho ruera d e l á n imo d e. bc ne !iciar a todos los
bas e de una polilica d e eq uili brio de pod er viab le . No es posib le pensar y al p rop io pueblo. Ese Estado d 1a a dta aume nta su fuerza SI
que un arlojamicnto d e l tota litaris mo interno implicaría automática- cons igue , como es c a s t mcvtta bl.e que lo logre a la .larga
me nte la p osi bilidad d e un a política ex te rio r m ás racional. em- a po lítica s m ayor fu erza mterna y m ayor de
bargo, e liminarla uno de los obstáculos rná impo rtautes para esta- zas que la po tencia que se mue tra celosa , es aconsejable . adhc n r
cada vez m ás a esa p rude nt e modc rac io n que . lo llm ttado a l
b lece r un3 polít ica q ue haga posible el co m ienzo de un diá logo en tre manlc nim ic nto d d equilibrio y la segurid3d comun . Saemprc d eben
la d iferen tes escuelas de pensamient o d entro de la Unión Sovié tica, tenc"c p r es<'ntes lo> ca les con lo que el E stado tien e que pagar.
según el m odd o de los grand e deba tes que preced ieron y s iguieron tanto en lo inte rno cuanto l.!n lo exte rn o . sus grandes conquts ta s.
a las gran d es d ecis ion es de la po lít ica ex terior norteamericana. Sc m e - conqub tas no son provcl:hosas y consigu t'n . 3
j ::m te di:i logo tendría, a l rne nos, la pos ib ilidad de cla rifica •· las posi· cos ta d e grand es riesgo s . Fina lmente. es prc c 1so recc:>rdar . cuan
cio nes y co n lr ibu ir a un le n to y do lo ro so c reci mien to de un co nse nso vacío:, e in ú t iles. cuán breve s resultan lo grandes tmpe nos Y
polít ico y mora l má s a corde a l q ue exi te e n el res to d el mundo. cuá nt u aco mpaña s u caída .
Lo que conform a e l arác tc r y la s p o lít ica> iutc rnas de l gobierno o dado que no es en a to espe r a r que un p oder
s ovic.?t ico co m o al go de \'Í tal pa ra el mundo cx lcrior es s u ne- , upcrio1 a los de m ás no abu se a la b re ved ad de e a superio rid ad,
un prude nte y JU St O n unca d e be d eJar a sus s uu::,o r
ga tiva a formar parte c.k u n "sis tem a de arte>. derecho y costumbres"
- a q uienes co ns ide ra como menos que él- . en l.:t
que es la savia d e l equilibrio d e poder y que haría pos ib le una geno u na tent ación \' io lc n ta y constante q ue tmphca una supeno n d ad dc-
détcn te . Si la Unió n Sovié ti ca forma ra p3rte de uu , ¡, !Cilla semejan te, ma\ tctclo e viden te . Para e l pro p io bien d ..: y de u
no sería ne cesario to n1ar e n c uent a los au1oc rá ticos y des- puc blu . c5e pnnc ipe dcbl! confi narse a de tgualdad .12
pótico que pu d ie r a llegar a te ne r >u gobicruo. Pe ro en tant o la Unión
Sovié tica fuera d e u n s is te m a s eme jante - \!n e l mejor La d"t r ibuc ió n del poder que ucscnbta Fcnclon >e pa1ecc n ítida-
d e los casos indifcr<:n tc y e n el p eor h os ti l a el- . el res to d e l m undo men te a la di , tnb uc ion qw: ex is te ent re Es-tad os Umdos y la Umon
cxpc rimc nt 3 r á una in c.h.·clina ble por e l cará cter del gnb1e r no S<J\'Ic tlca. Los rl.!su h ndus poten ta lm en te d e u n equt llbrto
wl'ic! tico y d e s us po lítica s inte rnas. Si e l Krem lin d c pu;iera s us ac- c11t rc po ten c ias q ut..: manti ene a t ravés de una·
tu aks prti c t ic::tS to ta litaria s, r e r m itic ndo a S'l puch lo una JII ÓdiCa li- \..UIIlpCtCIICia modera da , fue r o n impue StOS al por la
bertad d e m ov imien to y expresió n , esrat ía d élndo d pnmc r paso para cuntun p lrtc ió n de la hi to ri a. dd mi s m o m o d o que a nosot ros n os
un irse a , y e n cier ro s e ntido re crear, un que una mani- tm punt..: la con te mporá nea . La n.:Jac iu n e n ll e la bipol::u tc.Jad
fe -, racir'm de la d é ten le v pro po r cio naría el e ntra m ado mo ra l para de l pu dct v la pu li t ica no C \ u n d c :,cu b t im icntu rno d c:1no
el equilibrio d e poder. · Lo , dllttguu ... la conoc 1an y tra t aro n de dabo 1a1id mcdi..tn h: d at ttl 1uu
De es te m odo, e l s e r io int erés e n los e xcesos tota litarios del go- d e lo> a 1reglo, c ons t it uc ionales As t. Es p a 1ta fu e gob-:1 nada por do'
bie r no sovié tico no es s imp le m ente una injus tificada en
Jo s d e una nación sobe ra na seg ún el desca rria do es p íritu d e l 11 Véa.M= el capttulo 14. apartado " Influencia hmtta.dora del consenso moral''
r cfur mi"no libe ra l. No exp re sa so lamen te inquie tudes human ita rias n1 ll Ueut.rcJ vol 111 , págs 50, Paris. 1870.
428 La. polít ica imeruacioPial en el uumdo courempordueo

reyes y la rcpüblica romana por dos có nsules de igual poder. Una


relació n s imil ar existía entre los dos lidcr\!s militares d e la conrcde-
ració n iroq uesa y las dos cabcz;¡s civi les de la ciudad m edieval de
Augsbu rgo.u
Semejante cquiHbrio se halla siempre amen azado por su incsta ·
bilidad intrínseca. E s ta inestabi lidad res ulta de la din:lmica de la luc ha
por el poder. Y es a esta ame naza precisamcntl.. a la que está con s ta n-
temente expuesto el equilibrio t :po lar e ntre E s tados Unidos y la Unión
22
Sovié tica. Esa amenaza se ve magnificada por el carácte r d e la guerra
moderna. la que, bajo e l impacto del univer salis mo nacionaHsta y de
la moderna tecnología, ha experimentado cambios verdaderamente re-
vo lucionarios. Y es aquí do nde encontramos el últ imo de los cambios
La G uerra 'Total
fundame nta les que d ifere ncia a la política mundia l conte mporánea de
la política inter nacional d e épocas anteriores.

Ya hemos señalado que la guerra en nuestro tiempo se ha totalizado


e n cuatro as pec tos dircrcntcs: con respecto a 1 ) la parte de la pobla-
ción fn tcgra mc ntc identificada e n su s emociones y convicciones con
las guerras de s u nació n ; 2) la parte de la población que interviene
en la gue rra; 3) la parte de la poblac ión afectada po r la guerra; Y
4) el objetivo perseguido por la guerra. E n la época de Fénc lon. a
principios del s iglo XVI II , la gue rra se e ncontraba limitada en todos
es tos as pec tos y del mismo modo ha estado limit ada d esde los co-
mienzos del s iste ma estatal moderno.
Tomemos como ejemplo límile de es te tipo de guerra limitada
a las gue rras italianas de los s iglos X IV y xv. En es tas contiendas pe-
leaban principa lmente me r cenarios c uyos intereses eran financieros,
de mane ra primordial, y no estaban demasiado dispuestos a m orir en
batalla o dcsariar ese r iesgo n:tatando a muc h os de s us e nemigos. Adc-
mfls, los cottdot tie ri - los líderes de los ejércitos contendie ntes- no
estaban dispuestos a sac rificar a su s soldados , pues és tos consti tuian
su capi lal de trabajo. Habían invertido dinero e n sus ejércitos y que-
ría n que .¿s tos continuaran e n ac tividad. Los condottieri tampoco de-
seaban ma lar a muchos soldados enem igos. pues to que a l hacerlos
prisioneros los podian vender como botín o arrcndarlos como soldados
de sus pr opios muertos, e n cambio, n o producía n ningún
b e neficio. Los condottieri tampoco estaban interesados e n batallas
d ecisivas ni e n gue r ras de aniq u ilación, que si n guerra y sin
un e ne migo desaparecía la fuen te de t rabajo. En con secu e ncia, estas
gucrrn s cons is tían e n gra n medida e n há bi les tn a n iobras y
de tác ti ca a fin d e ob ligar a l e ne mi go a abandona r sus posi-
y perdie ndo prisiom.- ros e n lugar de provocar he ridos
u 1 De este mudo . Maquiavdu p ued e hablar de n ume rosas

1 Vé3St! ló\ de Sir Charles Oman, A. liastO'l/ o f the. A.rt O/ War m


1l CL Kurt H . WoUf, ed., The Socwlogv O/ George Sammt:l, The Free, Glencoe, lhc Allddlc Age s . Mlhuen nnd Company, Ud., Londres. 1924. vol. 11 , pág 3()4 ·
1950, págs. 138 y siguientes. Las expresiOnes " aflojamiento de tensiones" y "détente" ··t..os combatien tes no cxpenmentaban odio nacional ni religioso y. por lo general,
son, en r ealidad, sinónimas de "coexistencia pacifica", cuando son empleadas para n1 odio t>erMJnal; algunos condottleri sentían celos de sus pares o abrigaban \'le jos
retenrse a las relac:ones particulares ent re d os superpot.encias de poderlo aproxi· re ncores por LJ'a 1ctones o Insultos de antigua data. Pero los combaucntes de cada
RWUm•nte Igual.
430 LA política intenwcimral eu el mwulo cOHicmporárreo !..A gut!rra total 431

bata llas d e l siglo X\ ' , a lgunas de gran trascendencia his tórica, en las los n:cur"ioS de la nac ión, y que no iban dirigidas n i a
c uales nadie o a lo sumo un solo homb re resulta muerto, y no por d inás !Jcos ni a la conquis ta o P<?scs1ó_n de u_na provJnCJa , SJO<J a
a cc10n del ene migo sino por ha ber se caído del caballo. la defensa o difusion d e ideas fll osófocas pnme ro. y ctt:
La relació n de Maquiavelo puede ser exagerada, pero no cabe duda principios de: independencia. umdad y vcntaJ_a s de
varias clases. Es laban dest inadas a at ra_cr el y las hscul·
d e que a quellas guerras' eran la manifestación de un tipo de guerra
tadt.·s de a to mar ventaJa de los scnll mJcntU:ot Y
hmJtada que preva lec ió, con la única cxc<'pc ió n importante d e las gue- pa s iones nunca ant es reconocidos como elementos de ·. · Por
rras d e religión y las gu-.·rras napo león ic as, a tra vés de tod a la his toria una parte, e l uso int e nsivo de la masa. ena rdecidas por
moderna hasta la primera guerra mundia l. Uno de los grandes lideres fue rtes sen ti mientos que absor ben toda a_c llvJd.ad soc1al Y co n·
militares de l siglo X\' ttt , el mari sca l de Sajonia, postuló el princ ip io forman a neces idades Jns partes matcnales del SJSlcma. tales
del tipo d e guerra que guiaba a Jos corzdott ieri e n Jos siglos x tv y xv como fortificac iones, abasteci mientos, uso del terre no. armamento.
c uando dijo: " Yo no estoy de ning una manera a favor de las ba ta llas, campamentos, cte. .
esp ecia lmen te a l com ie nzo de una guerra. Estoy pe rs uadido de que Por ot ra parte, el del siglo x vw : regu lar y m c tódoco de
esos aspec tos materiales que se conv1rt1er on en los f_undamen tos
un general hábil puede sostener una guerra durante toda su vida sin de varios is temas, difiriendo na turalme nte con el ttcmpo . . pero
ver se compelido a dar batalla". Dani e l Oe foe señaló: " Ahora es !re- apun tados s iem p re hocia el co nt ro l del u so de las . t ropa\ a fon
c ue nte tener ejércitos de 50.000 hombres de un lado, e n e l mayor prese rvar e l ejé rci to , prop iedad del .soberano , e md.tfe rente a la
peligro. e nfrent ados a otros tantos enemi gos, ,. e mplear una campaña causa por la cual luc ha , pero no son a lgun_as cua lidades pro fe-
íntegra e n esquivarlos o , como se dice más cortésmente, en observarse s ionales. con respecto al esptntu m1h tar Y a la
unos a otros, y luego marcharse a los c uarteles d e invierno".' El 12 t radició n.'
de enero de 1757, en una carta a su hijo, el conde de Chesterfield
describía las guerras de su s tiempos estos té rminos: Es significa tivo en es te marco que la fras e de Fénelon e mpleada
en Jos inic ios del siglo XVIII para describir las bata llas de las guc rr a5
. . . aún la gue rra se lleva a cabo de m a nera pusilá nime en esta de re ligión -"Eres vencedor o vencido"- la caracte·
e ra degenerada; se da c uartel ; se to man los pueblos y se ahorra rización de Foch de las nuevas gue r ras mundoa les t.!cl s oglo xx:
la gente; a un en medio de una torme nta, una muje r difícilmente
pued a es pe rar e l t>e ncficio de un rapto.• .. . S i e l derrota do sólo en tra en arreglos c uando ya no posee
Por o tra parte, cua ndo a quella época d e guerra tan p a rtic ular medios de discus ió n. e l objeti vo d ebe st:r e l d es tr u irle esos me d iOS.
Una decisión por med io de las armas es e l único que c uen ta .
llegó a su fin , e l marisca l Foch . e n las conferencias que pronunc ió e n porque e la ú nica que fo rja un venced o r o un \C n _Jdo ; sólo
1917 e n e l Colegio Fra ncés de Guerra. resumió e l tipo de guerra total , puede al tcr:lr la respec tiva _d e los cc:m tend1en te.s, la que
Jos hace dueños de sus prop1as acc10ncs, m1entras que la o tra
tant o an tiguo como moderno:
cont inúa sujeta a la volunta d de su adversario.•
Ve rdade rame nte, una nu eva era ha bía come nzado, la de las gue-
rras nacionales que ve nían a absorbe r de ntro de la luc ha todos
GUERRA DE POBLACIONES TOTALES
jete p robablemente, en muchas ocasiones. hablan sido compañeros de arrnns de
quienes tenfan ante s i como rivales, ya que los soldados s iempre rolaban de amo El hecho d e que e n b nueva época bélica la s masas de ci udadanos
en a m o a la bU.squeda de su sustf'nto. A menud o se daba e l caso de que eran grandes individua les se iden rifiq uen completame nte co n las guerras e n las
am1gos del escuadrón contra e l que ahora combntfan . Todos lo3 mercenarJo3 se
sentfan más o menos hermanos de armas, del mismo modo que estaban hermana- cua les su país ·e ve e n vue lto , res ulta no tablemente ilus trado po r dos
d os en el desprecio al tirano o al burgués que les pagaba. El prisionero le sl.:nJrJ· fac tores, uno mora l y el o tro empírico .
caba a su capto r no sólo el valor del caballo y la armadura, sino también un res·
cate; un ho mbre muerto, en cambJo, no valla nada. Por lo tanto, las vJclOrias se El fac tor mura l es el re nac imien to , e n el siglo \ \ , Jc l..a Jot 1 rina
hablan vuelto ndiculas; un escuadrón tácticamente derrotado no ponla demasiado
en escapar , porque rendirse sólo le significaba una pérdida pecWliar la . Y, de la guerra jus ta, es d-.·ci r , la l' HI re los
por otra parte, s 1empre e.xi.stfa la posibilidad de que el vencedor ofreciera la Incor- cuya es tá ju;t ifi cada por la é tica y la ley, y aquellos q u e
poración a sus tilas, caso en el que los derrotados ni s1quiera perdfan a rmas no se hol la n cons iderados como poseedo res de un de rec ho legal y
o caballos".
2 Los contemporáneos distJnguian entre las guerras "buenas" y las "malas". mo ra l para lomar las armas. Es ta doct nna prevalecía en la Edad
Lus primeras pertenedan al tipo de guerra descrito en este texto, m ientras que las Media , pero con el ascen so del ;istc ma del Es ta do mode rno fu e dilu-
segundas se referían a aquéllas en las que los su izos hacian g-.,¡Ja de su fe rocidad,
en particular cuando se encontraban con los larJdsknechts a lemanes, quienes Jos yéndo"'c has ta el punl u de desaparecer. Como e l pro feso r Ballis ha
reclbian con la misma reciprocidad.
J CJtado de J ohn N. Net. "Lirnlled w arfare and the Progress o! European C1VI·
J:zatJon 1640·1740'', The Revrew oj Politics, vol. 6, julio de 1944, pág. Z77. s Ferdinand Foch, The Pn nctples oJ lVar, traducido por J d e Mo rlnm, !1 K
• Charles Suachey. cd Tht! Letters oj the Earl O/ Chest erjield to 1/zs Son. Fly, Nueva York . 19 18 , págs . 31 32
G. P . Putnam's Sons. Nueva Yo rk, 1901. voJ. Jl , pág . 321. • tbld . págs 39 y 42 43
5;
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E n t r e u m sin o d e u n id ad p s c o m p le tas e ran al g o co r ri en te . U n m e m r u ń o


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p e - i 6 a m b i g u = y t i n a h n c n tc f u e a b an m e r ce n a r ios , s e r y i a a u n a m o d u r a i t c
In j ust j ¢ r c i to d e
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t n ad a d- g u s i d e r a d a
te d l id o x n , c u a n d o a c o m o e n e o to ñ o , d e a c u e r d o c o n o s b e n e f i c i o s
q
u c s e 】e o f r e c i a n . S i s u

un - h e ch o W m n ì o e s m b a s o m e t i d o a c i e r t as r e g l a * m o r a l er co n t ra to e ra só lo p o r u a t e m p o r a d a
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c r t e c - n u

a ù i l o d i l o s U » d o s t e n u n d e r e c h o m o r a l
y i p el o ú bæ h n o r m a 】, a u n c u a n d o n o d u d a b a c n s e
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u i r l o a
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e s a r d e s u s o b i
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Ł * į W M Į ° P , ==
' c o n u a c tu a l e s . s i n o e s t a b a s a t i s f e c h o c o n a a a o 】a s c o n d i c i o n e s
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de tra b a j o b a j o s u a n tig u o p a tr ó n

p en te o a i W e - a l t c r n a t i v a o s i m u l u *n e a m c n t e c o n Era u su a m co n f l ic to s
p o r c u e s ti o n e s d e t n h
j o d e e s ta c l a s e
l qu e u n co n j u n to d e m e rc en ar io s b u scara o tro e m
p - r a n tes d e

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- ]e s er o b v i a m e n te i m p o si b l e i d e n t i fi ca r se u lm b a ta l l a o e n c tr a n sc u r s o d e u n s tu d i
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p a_ c on ł a ü p o d e g u - Fa x ta i d e n t i f i c a c i ó n s e n e ce s ļ b b a f r a n c es y se p as a ro n
, 3 . 0 0 0 i t a H a n n s d c s e r t a r o n d e e

b tro b an d o
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e n l e s u i z o d e l e
jer c i t o
4-W lA polltú:a interna.cional en :! mundo cc>nlempordneo Lll cucrra total 415

recompensa, y en vista de su origen y prestigio moral, y el carácter alquiler de mercenarios, prohibieron el aliatamiento de extnnjei'OI
de Las auerras en las que luchaban, no pocHa haber 1ido de otro modo.• hasta culminar con la ley de 1814 que proclamó el deber de todo ci '
Para tener un ejército capaz de identificarse pleraamente con 1a dadano de defender a w pa_la. Tanto la Francia de la rewlución como:
causa de la auc..-rra, era necesario contar con una causa que pudiera Prusia de auerra de emplearon la conscripcióa como
congrcpr a una gran cantidad de hombres Iras de si y un ejército una hcrramtenta del con':"- la a¡reaión extnnjera,
que fuera homogéneo en función de esa causa. Cuando protestantes la primera contra la Prusaa del cmcaen y la última contra la
Y católicos por la cuestión de cuil religión debi<a prevalecer, Francia del imperialismo napoleónico.
la causa untftcadora y la masa de hombres capaces de ser unilicados
bajo tal causa se habla materializado. Cuando, en el periodo del estado
de auerra limitado, las guerras ae produclan por la sucesión de un GUERRA MEDIANTE POBLACIO!IfES TOTALES
trono, la conquista de una provincia o de un pueblo, o la &loria del
monarca, los dos recaudos prnios estaban presentes sólo para aquella Cuando en el siglo xx el carácter de la ¡uerra cambia nuevamente y su
parle de la nobleza que consideraba el servicio militar a las órdenes propósito se transforma de la liberación y la unificación nacional en
del mooarca corno un privilegio hereditario, pero para nadie más. Con un universalismo nacionalista, La participación de la población en la
la defen5a que Franci<a -la nación en armas- hace de las libertades ¡uerra se ve correspondientemente incrementada. Ahora no sólo los
revolucionaria• contra la agresión atranjcra, nuevamente se tuvo un hombres capacitados físicamente son enrolados, sino que en los paises
ejército homogéneo, pues habla una causa a la que se podla ser leal totalitarios también revistan las mujeres y los nifios. En los paises
Y pur la cual se estaba dispuesto a morir. La ley francesa de 1793 no totalitarios, los servicios auxiliares de las mujeres -WAC, WAVE
impu59 el servicio militar para todos los hombres capacitados fl5ica- y similares- son requeridos sobre uraa base voluntaria. Sin embargo.
mente, de entre 18 y 25 alios de edad, y fue el primer reconocimiento en todas partes, las fuerzas productivas de la nación son eocauzadas
legislativo al nuevo carácter de la guerra. por los propósitos del estado de guerra. Mientras que en el periodo
Si bien es cierto que aun un ejército originado en el servicio de guerra limitada ella inquietaba poco a la población en seneral. la
militar obligatorio puede no identificarse del todo con la causa de la cual se veía afectada primordialmente debido al aumento de los im·
auerra que: está librando, se puede afirmar con 5egUridad, y como puestos, las guerras del siglo xx se han convertido en un asunto de
regla, que sólo un ejército asl formado puede ser capaz de tal identi- interés general, en el sentido no sólo de la identificación nacionalista.
ficación . No es por accidente que el período de auerra limitada coin- sino también de la participación militar o económica.
cide en lo fundamental con los conceptos moralmente indiferentes de Dos factores han posibilitado este desarrollo: el aumcDto de 1»
La auerra librada por ejércitos heterugéneo5, cuya mayor fuerza con- dimensiones de los ejércitos y la mecanización en el arte de la prra.
gregante era la compulsión y la pasión por la aventura y por el dinero. El tamaño de los ejércitos se ha incrementado enonnemeate en _el
Por otra parte, la guerra total es contemporinea a la nación en armas, siglo Xll, tanto de manera absoluta como en relación con la
animada por La convicción de la justicia de la guerra en la que está total. Durante los siglos XVI, XVII y XVUI la medida de los ejérclW.,
luchllndc. pese a su constante aumento, se contaba en decenas Bn 1»
De tal modo era previsible que, con d fin del período napoleónico guerras napoleónicas aJaunos ejércitos Ueproa a vanos de
y la restauración de los Borbolles y su polilica dinástica extranjera, núles de hombres. En la primera guerra mundial, por w:z pnmera los
la conscripción fuera abolida en Francia, para ser restablecida sólo ejércitos pasaron el millón de hombres y en la sqwtda guerra mundial
por la Terura República. Lo que la ley de 1793 fue para Francia, las se vieron organizaciones militares que superaban la decena de milloDcS
leyes de 1807 y años siguientes fueron para Prusia. Proscribieron el de hombres.
La proporción de la población compromett'da en el servicio militar
• Otra nrledad de la IIU'Irra limllada . . la que loa fueron mMalr<», durante los diferentes períodos de la historia mode'm. se
es bien descrita por un autor anónimo en la Edlnbllrgla R.. vol. 1, do aproximadamente con estas cifras absolutas. Movthzar e los . fas
1103, pflc. 38'1: "Aquelloa Estados que tennlnllll peor . . las openel- mili-
...,¡_. - 1011 mú 11cc» at bMMa ouperOuoe. Bu lnYWádo uaa -n.e de COD- ciento de la pobÍación para Jos servicios militares durante stg
rnutacldn pecuniaria de la cuerra, llmilar a la conmutación del aernclo ,militar. que xvt Y XVIII era un cometido enorme y raramente Edan pdro-u
despeJa el camino para la IDtroducclón de loa ején:itc» eataetorwdoa; asl
lUido aJejU 1a CODI.iellda de - _ . . . papndD a 1oa alllldoa 11>11101 ar...-....- medio, no más del uno por ciento de la pobJact'ón f ue andes
movt IUtencias'
para que pe'-t su ca.- a Wllo dlataDcia pnJdeDclal. .Eslal operaclooa de ¡uena .., rante este periodo. En la primera guerra las En
IAIItaban muy tnotens!vas J ee han ec"-do 1011 dmlentc» para 111 rra<fualln
!le acriflean una. c:u&Dkl& mllloNs lndtll. . J - CUUitU Yldu taml>i*l .... europeas llamaron a las armas al 14 por de los printipalcl
para que 1u anea de la pu contJnúeo Ooreclendo. L& IIOIUica de oompnr - la segunda guerra mundial, la cifra correspondiente :Cnto sólo en el
derT'Ota a cterta dlstancla prudeDclaJ J de pecar a loa al!adoa que han de cierro-
- ha stGo enormemente por la II&IIJrladd, el lnerenleDIO de ... bclsgcrantes fue algo más baja. Excedla el 10 . Esta dismi-
.,..,._ J el ...,_lo ,..¡ de t...... derl- del 100& do lodu lu bllldlclOGM - caso de Estados Unidos, la Unión Soviética '!' emanta .
lanelal• de la pu. coa 1aa poeu ftrllajas realaa de un eatado de cuerra".
436 lA po/urca rut ernacio11al eu el m u 11do o tHempord11eo
LA guer r a total 437
nución se debe a la mecanización eno rmemente increm entada de los.
medios de guerra.
tafia mues tran la c urva t ípica , que baja en el s iglo x rx y se cmpma
La mecanizació n de los armam e ntos, abastecimie ntos , transportes ma rcadamente en e l xx. Gran Bretaña registraba quince muertos en
Y comunicaciones, j unio con un aumento en cant idad (que a un en el militar por cada m il muertos d e la población to tal durante e l
un 10 por cien to de la població n es todavía 10 veces mayor que e l má · s iglo XV II , catorce en el XVIIJ, scts en el XIX y cuarenta y ocho en
x_imo obten ido e n los siglos ante riores) requiere del esfuerzo produc- el xx. has ta 1930. Las cifras correspo ndientes a Francia mues tran u n
tivo de casi toda la población trabajadora si la o rganización militar ascenso no lablc en el XVIII y no bajan en el s iglo x rx por la in te rrup-
d ebe n1anh.·ncrsc p reparada pat·a la guerra. Se ha est imado que se ció n del pe rio do d e gue r ra li mitada debido a las guerras napoleónicas.
necesi t a n po r lo menos los esfuenos productivos de doce hombres L.,s c ifras arrojan o nce para e l siglo XVII , veintisiete pa.ra e l XVI II ,
para m:1ntc ncr a un hombre en la linea de comba te. Durante la se- trei nta para e l x rx y sesen ta y tres p;-.r:t el x.x , ha s ta La des truc-
g unda guerra mu nd ial, las fu en.as armada s de las grandes potencias ti vidad d e la guerra rno tlcrna , exprc a c..la e n c :; ros núme ros, quc:da
m ilitares. tales como Alemania, Unión S ovi¿tica o Es tados Unidos, ,tun rnás so rpre ndent emen te demost rada por c i hec ho de que en los
sobrepasaron los diez millo nes. Aun si se toma en cuenta que sólo precedente s las e nfermeda des causahan más pé rdidas milita res
una parte de esas fuerLas e r a realmen te comba tien te, y que la mayoria que las acciones armadas. E11 consecue ncia, las bajas d e l"lidas a la
e ran tropas de servic ios, e l numero de la poblac ión c ivil que Jos proveía acc ió u m ilitar han aume ntado, la nto re lat iva como absoluta me nte,
de armas. transportes. comun !caciones, veslidos y alimentos, debe e n forma abrumad ora durante e l siglo xx.
haber comprendido a la mayor parte de la poblac ión trabajadora. De
la> pérd ida s que la po blac ió n c ivil ha sufrido por il acc ió n mi·
ta l modo la guerra moderna se ha con\'ertido necesariamente en guerra
lita r e n gue rras del sig lo xx han sido siu prccedcn rcs desde e l l iit
de poblaciones totales.
d e las gucn as de religióu. Hay pocas dudas d e que las bajas ci\'lles
pro vocadas por la a cció n milit ar e n la segunda guer ra mund ial
sob re pasan a las bajas ruilitares totales. La ca ntidad de civiles
GUERRA CONTRA POBLACIONES TOTALES po r lus ale ma nes so lamerHe por m eUida s de ex terminio deliberado.
se estima en cerca de 12 millo nes. Auu cuando e l máx imo fran cés
La g ue rra se ha vuelto total no sólo e n e l sent ido de que c•d a uno de ca s i e l 15 °o d e la po b lació n total mue rta o herida Ju rant e la pri-
es un participante potenc ial, sino ta mbién e n el sentido de que cada m era guerra mundial no ha sido n i siquil:ra apro ximado por la mis 1Pa
uno puede ser una víc tima potencial de este tipo d e guerra. Las ci fras Francia duranll! la scgu11da guerra murtdial, la parl icipac ió n de la
compa ra t ivas de las pérdidas durante la guerra, aunque poco dignas publac10u c ivrl en las pé rdidas to tales se ha iucretncruado notoriame n-
de confianza en d e talle, son elocuentes acerca de este p unto. Tomando te. Lo m is mo pued e dec irse para la Unió n Sovié tica , que debe ha ber
a Francia como la nación que en la his to ria moderna se ha visto pe rdido d u r:m tc la scgu nd;J gue rra rmtndial , e nl re mue r tos y he ridos,
involucrada con regula ridad e n las grandes guerras de la época. y a proxi ma d;l mcntc e l lO 0, o de la po blac ión tota l.' De e s te modo, en lo que
adoptando como ejemplo e l porcentaje, computado por décadas, de n :spcc ta a los c ivil es, ha coutinuado la tendencia !1acia un e norme m -
la población francesa mue rta o herida en las g uerras d e 1630 a 1919, crcme u to e n la des truc tividad de la gue r ra mode rna. La inva sión d e
encont ramos que de 1630 a 1789 -<:uando estalló la revolución fra n· Jos nue vos m é tm.Jos t..lcs t r uc t i\'OS Je gue rra. q ue no fueron usaUos e n
cesa- e l máxim o es de 0,58 y e l mínimo d e U,Ul por ciento. En e l las gue r ras lllltnd ialcs preceden tes ( la les COIIIO la gue rra bac teriológ i-
periodo de 179U a 1819, que es aproximadame n te d lapso de la s g uerra• ca) , o empleados sólo en pequeña escala (como Jos gases ve nenosos o
napoleónicas, la c ifra s ube m arcadamen te a 1,48. 1.19. 1,54 por c iento, arma:. a :.cgu n t la pe rsis tenc ia y mayor a ccle rJ c io n d e
respec tivamen te . mien t ras que d esc iende en el pe ríodo que va d e 1H2U tt.•nd..:ncia tanto para ci viles como para militares.
a 1829, coincidie ndo con e l resta blecimiento de la política de las dinas-
t ías ext ranjeras. hasta un bajo 0,001. En tauto q ue las cifras para e:
resto d e l s iglo xx se aj us tan al c uadro general prese nt ado para to do I.A MECANIZAC ION IIE LA GUF:R itA
el período, las cifras para la segunda d écada d e l siglo xx. periodo de
la p rime ra guerra mundial, se e levan a lo más a lto d e todos los ticm· E l c no rml' aurnl'lltO en la des t n1 c tividad ck la guerra del s iglo xx. ra nto
pos: 15 por ciento . Es ta mbién s igni fica ti vo que mien t ras el periodo para lu!) l'Ui n ba t it:ntcs como para los civi les, e s consecue ncia de la m c-
de 1630 a 1820 mue>t ra du ran te sólo una década ( 1720. 1729) a usenc oa cahii'ac iú n de la g uerra. Su ::, e fec tos a este rcs pccro son dobles : la ca-
de bajas, hay c inco ejemplos de ta le s décadas en el s iglo xrx solame nte,
e l sig lo d e la expans ión colonial. ' Para las coulrnth ctorins c ifras eJe las perdidas rusas , véase Oud lcy K lfk ,
E l c uadro es s imilar cuando las cifras d e los E urope's Poprdatum m t he lntcr war Ycars , Serie de )a Liga de Naciones . 11 Eco·
non11c :tnd f."111ancrar . Jl , :\8, pág. 69. nnta 24, pág. 70. nota 28; Thc Wo rld
mue rtos e n e l servicio rnili la r duranle Las cifras ti c Gran Brc- Alrnanac 19-16, p:tt:. H . 521. pág. 552. l!H9 , pág 32G. I..n cst1mnción del texto se
dcnva de los cálculos preponderantes de esas Cuentes
438 La po /it ica j¡ l(C III flC i UIIU/ Cll ¿/ rtllllllfO COil/ C: HI JJOilUICO LA gu erra tOlal -" , 9

p a<.:idad p a ra el iminar un núme ro s in de a tra- vis ta de s u e xtre m a le n titud pa ra cargar, la inL·xac titud de la punte na Y
vés d e una única ope ración , o de la múlt iplt.: y a celer ada operació n de el limitado alcance ( u n máximo de 2.000 yardas) . Pe ro el siglo XIX fu e
un a rm a y la cap acida d p:. ra rea li za¡· ta l cosa a grandes d is tancias. tc!) tigo d e u n progreso e n la rapidez de fuego y alca nce de esas
Ambos adl'l a n tos e n el sig lo XI V co n la in vención de la q ue p rca nunciaba n la revolución del siglo xx. En que. po r CJe m·
pólvo ra y s u us o p a ra la a rt ill ería. Pc r·o ful.! sólo a fines d el s ig lo X I X plo e n 1850 el núm e ro d e ba las dispa radas po r m1_1 ho mbres con fu·
c ua ndo es to s pr·og¡·esos se ace le ra ro n e n un g1·ado y n ues- silcs tk a vanca rga y án ima lisa e ra d e 500 por m m uto y su a lean e
t r o tiempo ta mbié n h a s ido tes tigo 1.h . : la e no rme acckración de tales apro xi rnad:lmcn tc el m ismo q ue el d el mosquete de los siglo s XVI, XVII
te nde nc ias, quc a po rt a n u na revo lució n t.:n la bélica . y xv1 11 -es to es, ce rca de 300 yardas-, la s cifras para
el fusil de aguja eran de 1.000 disparos y 2.200 yardas; para un mo-
ddo de 1866, 6.000 dispa ros y 3.800 yardas; y pa ra el r ifle de repettcton
La m ecanización de las armas con cargado r, en 19 13, 10.000 tiros y 4.400 yardas. Entre 1850 Y 19 13
la r apid ez d e fuego había a umentado vei nte veces y e l alca nce se e x·
La extrema lcn ritud de es to s ad e lan tos d u ran te lo s p r ime ros seis s iglos tend ió dieciséis veces. As i te nemos a hora amet ralla d oras que dis paran
d e s u hi s to ria y la no toria rapi dez el séptimo , e nc ue nt ra una 1.000 t iros por minuto , hacie ndo 1.000.000 de disparos por tm l ho m-
bue n a ilu s tración e n la h is to ri a d e la o.rtil lcría . Las arm as con las c ua- b res , con tra 10.000 en 19 13 , y a u n los rifles semiauto mát icos. tales como
les lo s turcos sit iaron a Co ns ta n tino pla en 1453 disparaba n balas de e l Gara_nd , p ueden dispa ra r 100 veces po r mi n uto, o sea . diez veces
cañón que pe saba n 800 libras con un alca n ce de u na m illa y su fr ccu c n· más que las a rmas pequeñas m ás r áp idas e n 19 13.11
c ia de ti ro e ra de sie te descargas po r día y una po r noc he. E n 1650 , un La magni tud de los ade lan tos log rados a este respecto en tre 18 'U
cañón ll evaba una ba la d e nueve libras q ue te n ía su punto-bla nco a y 1913 , y su no to ria a ce lerac ió n ent re 191 3 y 1938, se pone de mam-
175 ya rdas, m ientras q ue dos s iglos después el a lcance d e una pie7.a a l compa rar los lentos p rogresos r ea lizados e n tre 1550 y 1850.
inglesa de nueve libras con á ni ma lisa , era de 300 yard3S. Ta l como A med iados del s iglo xvt, e l alcance del cañón de mano era de u nas
Ce rvantes lo expresó cua ndo la a r ti llería ape na s ha bía s ido in ventada: 100 ya rdas. y un di spa ro e n dos minu tos era la mayor ve locidad de
fuego q ue se podía obte ner. Dura nte la p rimera gu e r ra 1nund1a l el a l·
Bie n haya aq ue llos benditos siglos que carecie ron de la espantabk' canee maximo d e la a r till e ría pesada -<:on g ra n ine xactitud en la
fu r ia d e aq ues tos e n d em o nia dos in s trumen tos d e la a rt ille ría , a pu n tería y u n excesivo de te rioro del ca ñón, que se desgastaba d espués
cuya inve nc ión tengo pa ra mi que e n e l in fie rno se le es tá dando de u n máximo de tre inta d isparO!<- no exced ía las 76 millas (logrado
e l pre m io de s u dia bó lica invenció n , con la cua l d io causa q ue un sólo po r los cañones a le ma nes de 18 .4 pu lgad as ). Po r con t ras te, los
infa m e y cobarde b razo q u it e la vida a un va le r oso caba lle r o, y que, proyec tiles di r ig idos de hoy --esto es. que con t iene n e xp losivos q u e
s in sabe r cómo o por dó nde, en la mi tad del co ra je y brío q ue en- viajan con su propio impulso- t ie ne n , a los fines prácticos , un alcan ce
cie nde y a nima a los valie ntes pechos. llega una desmandada ba la .
d is pa ra da de qu ie n qu izás huyó y se C>pan tó del respla ndor q ue ilim itado. E l alcance de un bo mba rdero com pletamente ca rgado capaz
hizo el fuego a l dis pa ra r de la ma ld ita máquina , y cor ta y acaba de r e to rna r a su base d espués d e la e jecución de su m isió n , era d e unas
e n un in s ta nte los p t!n sami e n tos y vida de qui e n la m erecía goza r 1.500 millas a fines de la segunda guerra mu ndial . y ha aume n-
luengos siglos.•• ta do conside rableme nte desde e ntonces ha ta exced er las 6.000 millas .
As í. m ie n tra s que a p r inc ip ios d e la d ista nc ia m á xi ma d e ntro de
Al fina liza r e l s iglo XVIII la a r tille ría era cons iderada en la mayo ría la c ua l u na nación podía atacar un pun to s itu:td o en territorio e nemi go
de los paises. y con la no ta ble excepc ió n de Fra ncia. como un arma era <k unas pocas m ill as. és ta fue aun1e n tada d urante la pri mera gue·
s ubord inad a y de poco brillo c on la c ua l un caballe ro más bie n pre· r ra m u ntl i<Jl a 76 m ill as por la arti ll e ría y u nos c u an tos cientos de millas
fe r ia no lc ner nada que ve r . Aun Fede1 ico e l Grande pregun tó despre- po r la fuerza aCrea - inefi caz y mu y ligerame nt e cargada- , y d u r ante
c ia ti vanl e nte c uá l era e l valo r de la a r t ill e r ía y qué arte ha b ía en tira r la sl'gu nda guerra mu ndia l has ta cerca de 1.500 mi lla s; ac tu alme n te se
bie n . Sin e mba rgo, sólo u na s pocas d éca das des pués Napo león pudo h¡,¡ vu e lto ilim itada. Po r lo ta n to, en la se gunda m ita d del xx la
deci r : "Es con la a r tillería que se hace 13 guerra" y se ha e> ti1nado q ue h a co n ve r tid o total e n c u a nt o a q u e virtua lmente toda
en d s iglo s ig uie n te a es ta a fi r mació n la e fi c iencia de la arti llc ria ha la t icrr:l p ued e se r un tea tro d e o p eraciones para cualquier país com·
aumen tado tlit:z veces. plc t3 me nt c cq eu ipado con los inst rumen tos te cno lógicos de es ta e ra.
La p o ca es ti m a de es ta a rn1a má s po ten te qu e . jun to co n e l rnos · La ex tens ión del a lca nce d e los ins tru men tos gue rra a la tier ra
q uc tc , era n los ún ico.'-. rep rcse rH3ntes de la meca nización e n la gue rra, puede sig nif icar mucho o poco para la na tura leza de la uc rra
fue t radiciona l e n el cj érc ilo p rus iano. Es posib le q ue este me nospre-
11 Estas cirras son teór icas en cuanto a que refle re n al óptimo ob t.cmble baJO
c io no haya c arecido lo la lmen le de jus ti ficació n e n e l s iglo xv tt t , e n condiciones Jdeales. Es mnecesar to decir que bajo las actual condiciones de. com-
bate estas Cifras rf"su ltan considerablemente menores; no obstante, su relactón per
10 M1gue1 de Cervantes. Dou 9u ijote d e la M aTJcha. Parte 1, capitulo 38. m a mx:erá aprJ xunad runcntc ce rca de las condicion es t eón cas
------- - - - -·-.

t. 1wrr• total 441

tlva de unas pocas de las bombas nuclearea má$ potentes cqw•vate . al


moderna y su lncidcocia sobre la política muodial CODkmpor•nea. oa
de todas las bombas arrojadas durante la 5C1Unda ¡uerra mund•al.
que concuudc o no el aumento eo la destructividad de la ¡uerra con potencialidad de la destrucción en maaa, Inherente a la ¡uerra bacteriO-
el aumento eo el alcance de sus armas. A través del enonne incremento Iótica, sobrepaaa aun a de la má$ potente . bomba nuclear,
en la destructividad operado durante es&e lillo. y má$ particularmente en cuanto a que una o unas pocaa unidades de
dnde la squnda ¡uerra mundial. la suena moderna ha transfonnado ntratqicamente colocada• pueden crear ficilmcnte eptdemUIS que alee·
la potcncialidad del alcanc.: total de sus armas en la realidad de una ten a un número ilimitado de personas.
1uerra total. Pero las armas capaces de destruir millones de penooas en tod..
llalla la invención de la artillerla. y fuera de la ¡u.:rra naval, la partes de la tierra no pueden hacer mts que esto, a tal punto son un
operación militar realizada por un solo hombre proponla eUmmar mero elemento negativo en el esquema de laa cous militares y polili·
a no mis que un encmico. Un JOipe de espada, de lanza o de pt.ea, un cas. Pueden quebrar la moral del enemito para resistir. pero no pueden
di,paro de moequctc, podla redituar cuanto mucho un enemi¡o incapa- conquistar y conservar de por si lo que han conquistado. Para cosechar
citado. El primer puo hacia la mec:anización, tomado a fines de la los frutos de la guerra total y tranaformarlos en pnanciaa polfticas
Edad Media cuando .e empleó la pólvora para la ¡uerra, no aumentó permanentes se requiere la mccaniuc:ión de u transportes y las
al printipio la proporcióo de uno a 11110 entre la operación militar y el comunicadono.
enemiao eliminado. IIUs bien el caso era al revb. El c:arpr y disparar
uno de los pri!Mros por ejemplo, requcria tanto como se-
senta diferentes movimientos, ejecutados tmenlmente por más de un
hombre, y luqo la punterla ena tan pobre que sólo un pequefio por-
centaje de los tiros disparados daban en el blanco, eliminando a un Ciertamente que en ni.qwla parle los rnecáAicol de la.' úl-
hombre. En cuanto al Clll\ón, se necesitaba un número considerable de timas décadas han sido má$ acelerados que en lo que se refiere a la
individuos para ponerlo en posición y carprlo, y la ineuttitud en la facilidad y velocidad de los transportes y comunicaciones. Se puede
pun&erla anulaba ¡ran parte de este esfuerzo colectivo. Cuando un tiro afirmar coa toda scptridad que el PJ"CIII'CIO obtenido a este respecto
daba en el blanco, sus vlctimas eran escasameo&e significativas. durante la primera mitad del siglo :u es mayor que el top-ado en toda
La aituación se modificó rápidamente con la invención d.: la ame- la historia precedente Se ha dicbo que los trece dlas que t0111<i sir
tralladora, perfecciooaüa en la última parte del siglo XJX. Con esta bert Peel en 1134 para ir apresuradamenae·dc Roma a Londres a hn de
arma un hombre podla disparar cienlol de tiros con un ef.:cto óplimo. presentarse en una reunión de pbinete eran Clt&Ciamente a
nunca obtenido antes bajo las condiciones reales de batalla, y eliminar los que necesitaba un ofic:ial romano pera haur el mismo viaje dieci-
en una opRr&eión caai tantos encmiaos como tiros hablan sido dispa- siete si¡los antes. La mayor velocidad rqistrada en ua viaje por tierra
rados. El mejoramiento radical de la artilleria comenzó aproltimada- Y mar hasta rncd.iadoa del siJ)o xu f.- de 10 millas por hora, velocidad
mcnte en c:l miwno periodo. y los wbsiguicntes pf01reSO$ en los me- raramenae ak:anzada IObre la tierra. A prillcipios del si¡io xx. los
dios de ,uerra por aire o tnc:diante gaaes, aarrcaron un considerable carriles hablan aumentado la velocidad a 65 millas por hora en el treo.
aumento c:n el número de enemigos que podían ser eliminados en una mis rápido, seis veces y media de lo conocido hasta entoaces. Loa bu--
operación por uno o muy pocos hombres. El número aún &e podla con· cos de vapor incrementaron la velocidad de los viajes por DUII' a 36 mi-
tar por centenares durante: la primera guerra mundial, donde las per· lla• por hora. tres veces y media el mhimo anterior. Actualmente la
didu vertiginosas se debieron principalmente a las ametralladoras que velocidad máxima del avión de pasajeros e&ecdc las 600 millas por
k.'Jllban laa cargas de infantería. Aún durante la mayor parte de la 5C· hora. es decir , 10 y 20 veces mts respectivamente, que la mayor
cunda aucrra mundial el número de victimas de un impacto directo velocidad de viaje de hace unas cuatro décadas. El avión supersónico
.obre una fortificacicin diflcihncnte podía el!Uder las mil, y se ha calcu· de pasajeros más que duplica estas cifras .
lado que c:l número total de bombas arrojadas equivale aproltimada· En 1790 se necesitaban cuatro dlas durante la mejor epoca d.:l ailo
mente al total de vidas perdidas debidas al bombardL"O aéreo. para Ir de Bostun a Nueva distancia que apena$ acede las 200 mi-
La guerra atóntíca y. potencialmente. la guerra bacteriológica han ll¡¡s. Ahora el mismo tiempo es suficiente para circunvalar el slobo en
tocrado a este respecto una revolución muy similar, aun cuando muy cual<¡uicr En ténninos de velocidad de viaje, Moscú esta tan
en ma11nilud, al causado por la ametralladora unas décadas próxima a Nueva York como Plladclfia lo estaba hace siglo y m ed io, y
atr ás. Ur10s poco' hombres qu.: arrojaron una bomba atómica al final la tierra entera c:s considerablemente m•s pequclla de lo que eran los
de la sesuoda ilJCrra mundial eliminaron a mú de 100.000 de sus enemt· 13 E stados que formaban los Estados Unidos de La rapidn de
gos. Con las bombas atómicas que aumentan drásticamente en poten· este desarrollo, especialmente en los últimos allos, superando todas las
,ia, y wta defeDA prácticamente iDcxistc:ote hasta ahora, el número upectativas de los observadores más expertos, esti sorprendentemente
<k las víctimas posibles de una bomba nuclear arrojada sobre una re- por la pregunta hecha en 1939 por el profesor Slaley. mkntr..
Fiún •knsnmente poblada se contará por millones. La fuerza destruc-
442 LA pvltlrcu iutc!nwcwual ell el Hllmdo cow em po rá u eo La g u.e rra tota l 443

d isc ut ía los problemas que aquí planteamos : "¿ Una velocidad de 300 la Lo lonial e n espacios po lí tica me nte vacíos que e l uso
millas po r h o ra será imposible para un t rans porte de pasajeros d en t ro de una fue rza d ominante sobre e nemigos de prime ra magni tud. Los
de c:intic inco años?" 11 En 1960 la velo idad de cru cero de los aviones o tros impe r ios, no obs tante , no pu d ie ron durar y cayeron poco después
d e pa,ajcros e r a más del dob le d e lo que d profeso r Staley e spe raba de habe r co nqu istado todo el mundo po lític.r"\mc ntc co nocido porque
en 1964. La Ge ne ral Mo tors predij o e n 1939 q ue p ara 1960 ha bría 38 mi- no c onta ban c o n los recursos tec no lógicos necesarios para el somell·
llones de automóv iles e n la s carre te ras, número que ha sido más que mien to y perma nen te contro l de g randes m asas dis persas sobre amplia!:
d u p licado e n c.;s c a ñ o. e xt en s iones d e territ orio.
La import a n cia del prog reso mecánico p ara e l viaje de p asaj e ros Los p rcrrequ is iros tecno lógicos para un imperio mundial estable
es p r ác ti ca n1e nt c idén t ico a su si gn ificació n e n el tran sp orte de bienes, so n esencia lme nt e tres: l ) la integración social forlada a través de un
porque Jos ntc dios rnec:in icos e n a111bos casos son virtualmente idé nticos. contro l centralizado sobre la s m en tes de los súbditos del imperio; 2 )
La única d ifen.:n c ia pu c.;de enco nr rarse e n la m ayo r rapid ez Uc los pro· Ja fu erza o rganizada e n c ualquie r punto del imperio fa c tible
g resos m ecáni cos e n e l trans po rte de bie nes por tierra d ebid o a s u p un· de d esin tegració n ; 3) la permanencia y ubicuidad de estos medios de
to d e pa r tida m ás b aju. Mie nt ras q ue actua lme n te las mercandas puc. contro l e imposició n en to do e l impe rio. Ninguno de estos tres prer re·
d e n ser t rans po r ta das ta n ráp idament e cotno las pe rso nas , y a una qu isit os mi litares y polí t icos ha s iUo logrado en e l pasado, pero se
vdocidad máxi m a. d e la in venc ió n del fe rrocarr il las limitac iones hal la n Ucn tro de los alcanc es d e nues tro tiempo.
d e espac io y fu c t-za impon1an m ayores sobre la veloc ida d En aque l e n tonces los medios de comunicación no eran mecánicos
d e l trans port e de b ie nes por ti erra q ue pa ra d d e pers o nas. La irrup- o, du ndc lo e ran. es ta ba n estric ta m e n te ind ividualizados y, por lo tanto,
c ió n de los fc rr·ocarril es e n Alc n1a nia an tes de la mit a d d e l siglo X IX, deseen! raliza dos. Las not icias y las ideas podían tras mit irse sólo oral·
aUJnc..:ntó 13 veloc idad d e l tra n s po r te d e bie nes e n ocho ve ces, mientra s ment e , por cartas o a través de im p resos que un individuo pudiera
que e l a um e nt o c o r res pondient e a l:.t.s pe r sonas a penas s i s upe ró las hace r e n s u hogar. En es te c a m po , por lo ta nto , e l posible conquis ta do r
c inco veces . de l mundo ten ía que competir e n igua les cond iciones con una cantidad
Un d esarro llo corre la tivo es, sin e mbargo, incomparable mente más pol c nc ialrnc n te ili mi tada de ri va les. Podía encarce larlos o condenarlos
rápido e n e l campo de las comun icaciones ora les y escritas. Aquí los a m ue r te e n ca so de pode r ide nt ificar los y aprehe nderlos a todos. Pero
progr esos m ecánic os han sobre pas ado larga m e nte a del tra nsporte no pod 1a silenciar s us voces a t ravés de un m o nopolio o c uasim onopo-
de p e r son a s y bie n es. Antes de la inve nción , en el s 1glo XI X, del .'c ié- lio d e la y difus ión d e notic ia s, prensa , radio y cine. Hace
grafo. del teléfono y d e l cab le s ubma r ino. la velocida d d e trasm1s1ón d iec i nueve.: s ig los San Pablo tu vo que ir de ciudad en c iudad y cscribtó
para la s co mun ic acionc..: s o r a les o esc r itas e ra In d e la cartas a Jos co r in tios y ro manos propaga ndo el E va ngelio, lo cual tam·
c idad de vbjc. O se a que e l ún ico medi o p a r a tr;Js m tttr comum· bié n e r a cas i todo lo q ue los represe ntan tes de la po liteísta reli gió n oti·
cac io n cs -excepto las seña les era el de los me U10s u su:tlcs c ia l d e l Impe rio Ro mano podía hacer ; cuando é l fue ejecutado, dejó
t ran p o rte. Las invenciones d e l iglo X I X reduj e ron a horas la ve lo- m iles de hac ie ndo lo q ue é l hubi e ra hecho e n una eficaz y
c ida d n ecesaria pa r a la t rasmisió n d e comunicacio nes , c uando a n tes se ampl ia compe tenc ia con los rc;prescnta n tes del Es tado. ¿ Qué p odría
l'mpleaban días y se manas. La radio y la televis ió n ha n lügrado la Iras· hace.;¡· S€\n Pab lo en e l mundial del futuro s in periódicos o re·
vist as pa ra 1mprimir sus mensajes . si n la rc..:d de radio para llevar s us
m is ió n s imult á n ea a la c..:mición .
-;in not iciosos c ine ma tográficos ni la te levis ió n para man·
tener M I image n ant e e l público, pro bab leme nt e.: sin una oficina posta l
p<,ra trasmitir cartas y cie rt a men te sin un perm iso pa ra
LA GUERRA POR AP U ESTAS TOTALES las fronteras nacionales?
Lus mc.:di os de viole ncia, c omo apu ntáramos antes . 110 estaban ma·
E::, to s ade lan tos mecan icos hacen la yo n ncntc mec a nizados e n lic111pos pasados y sie mpre eran lnd ividuaii·
m u n do y t:tmbJC:n el con scr \a r e l _t..:. J.cl ·1 zados y En p u nto tamb ién e l a p irante a l unda-
h ubo g r a nd es inl pcrios : e l I mpcno dor dt' u n i1t1pcr io mu ndial e ncontraba a su s fu turos s úbd itos en un
Adriat ico a l In do; c1 I mperio Ro m a no , de I slas Bntam cas a _.' p ie tlc a p roximada igua ldad , sa lvo en c uanto a o rga nizació n y cn trc na-
la c o n< uistas d t: Tapo lcón los de G1 b1a lt ar n nttl·n to , e n lo q ue era s uper ior. Cual quh: ra de ambos b:tnclos tenía las
y.. s 1 "'S to s r a ndcs im perios no pe rduraro n , o s¡,; nJant u \ pa ra cortar. o tira r . El c o nqu is ta d o r , a 1111 de
5 1;1 a g r an dife n .:n cía e n civilizac iou Y. tcclll· rmantcnc.:r im pc.:rio. dc.::bia logra r lo imposible e tabl ecicndo e n todas
13 poh.:nc ia d om in an te. La dc_l 11 na m a rcada s u pe rioridad de fuerzas contra to dos sus po Sibles
ilus tra c..:s k pun to . Muc hos d e mo\'lnu c nt os rccut:n a l o ponc.; ntco.;;. De es te m od o los ha bita ntes de Ma d rid pudi e ron le vantar
co n tr a e l el 2 tlc mayo de 1808, la mis mas a rm as
u Eugenc Stal cy , World Ecorlo m y i n Transzt wn . councJI of Fo reJ.gn Rcl atlon. que és te te n ia a dispos ic ió n . y lo ex pul saro n de la c iudad . Ac tual·
p ág . 13.
444 Lu ¡:o/itic:a eu el mundo cmacmportit1eo La ¡tuerta /ola/ 445

mente el gobierno de un imperio mundial, puesto en aviso de una s i· caron. ayudadas por los recursos aún no oc Gran Bn.:·
tuación similar por medio de la radio, euviaría en pocas horas un es· raña y Rusia, la mayor parte de las fuerzas de Napoleon es.t aba leJOS
cuadrón de bombarderos y otros tantos transportes cargados de para· ruvo que regresar al escenario de la revuetla desafiando el mvtemo Y
caidis tas, morteros y tanques -armas de las que ya tendría el mono- :ufriendo tremendas pérdidas, para ser finalmente batida en el lugar
polio o poco menos- a la ciudad insurgente para aplastar la revuelta que 110 el conquistador sino los conquistados habían elegido. .
con facilidall . La misma amenaza de intc rvcncilm de la fuerza abru- Actualmente, el hipotético conquistador del mundo tiene a su
madora, lista para atacar en cualquier lugar apenas es notificada, desa· posición tos medios técnicos para estabilizar más allá de cualquier re·
tentaría la simple idea de revuelta. ceso lo que se ha ganado una vez, porque dentro del territorio con·
Por último, la mecanización de los transportes ha liberado al !un· quist ado la superioridad de las fuerzas organizadas, de las que hemos
dador de uu imperio mundial en perspectiva de la dependencia de un hablado anteriormente, está a su disposición en cualquier lugar y en
clima favorable o de la ubicación geográfica, como la que vino a re· todo tiem po. prescindiendo de la estación del año y de la distancia.
soltar la ruina de Napoleón y que también impidió que otros dirigentes Uua revuelta incipiente que ocurra a mil millas de la más cercana con·
menos dinámicos y osados concibieran siquiera la idea de la conquista centración de su fuerza aérea es como si tuviera lugar a unas cinco mi·
del mundo. El único gran obstáculo para la conquista mundia l a este llas en términos de la tecnología napoleónica de los transportes, y a la
respecto fue la necesidad existente, hasta bien entrado el siglo XIX, de vuelta de la esquina en térnrinos de la tecnología napoleónica de comu·
tener que suspender la lucha durante la última parte del otoño, el in·
nicadoncs. Dicho de otro modo, el conquistador está en posición de
viemo y los comienzos de la primavera, dada la imposibilidad de pro-
teger a los ejércitos en campo abierto contra las inclemencias del tiem· po ner en operación casi instantáneamente todas las técnicas modcrnas
po y abastecerlos con los víveres necesarios y los implementos de gue- de propaganda masiva a fin de disuadir a los descontentos. En el lapso
rra. De esta. manera, el enemigo, si no se encontraba sobrepasado en de unas pocas horas puede movilizar a sus fuerzas superiores y orga·
fuerzas más allá de toda esperanza de rL-cuperación de una cnmpaña, nizadas para donlinar a los revolucionarios.n
tenía la oportunidad de prepararse para la nueva campaña en el si· De este modo, una vez lograda, la conquista es para siempre, desd.:
guicnte período de lucha. La guerra, por consiguiente, se asemejaba a el punto de v1s 1a de las posibilidades tecnológicas y con excepción, por
una competencia boxistica, en la cual las interrupciones después de de: dd gubjcrno. iutc:rvcnción cxlt!rna o contingencias
cada vuelta e ran lo suficientemente largas como para asegurar virtual· pohllca> Y nulrtarcs dentro del imperio. Bajo estos requisitos uu pu.:·
mente el re@·reso, del oponente más d&lbil, con tal de que no lo hubie· blo que haya sido conquistado permanecerá conquistado ya no
ran golpeado hasta dejarlo inconsciente. Bajo tales circunstancias, el tendrá m.ás los medios para kvantarse, y las probabilidades son de que
pensar en la conquista del mundo habría sido un comple to desatino, el a través del control monopolístico de los medios de
porque la tarea de ('Onquista efectuada en un período de lucha habrla comu;ucacro n, lo haya privado de su voluntad para llevar a cabo una
tenido que repetirse en el siguiente. Puesto que la victoria era menos revuc In. Tal como dijera Edmund Burke: "Si sólo cousentimos que una
el resultado de la conquista y la aniquilación que del comparativamente persona nos diga s u histor ia, mañana y tarde al duodécimo mes él será
mayor agotamiento del vencido, aun el vencedor distaba de poseer los nucslro amo".l4 •
recursos ncccs..arios enfrentar a nuevos l'ncmigus cada A c tt.'almcntc no existe ohstáculo tecnológico para la formación de
hasta llegar a conquistar el mundo.
un ..•mpeno mundral la nación predominante puede mantener su SU·
Sin embargo. aun si éste hubiera sido lo bastante atrevido como pc1 rorrdad en los medros tecnológicos de domin 1·0 Utta 11 'ó
para recomenzar la conquista del mundo, tampoco habría podido lle· ga r. . acl 11 que ten·
. u.n monopo ro de . armas nucleares y de los principales medios de
gar muy lejos. Incapaz de mantene r la superioridad real de las luerzar,
h ans portes. y comuntcacrones puede conquistar el mundo y conservar
armadas en los territorios conquistados, habría tenido qut• afruntnr su conc¡ rus t.l, ('On tal de que S<'a capaz de conservar tal mo 1'
constantemcnte la perspectiva <k revueltas preparadas y ejecutadas sin coutrul En pri . nopo 10 y
tiempo suficiente como para enfrentarlas. La lentitud de las com uui· d. . . . rner 1ugar, pm1ra moldear las mentes de lo · d d
e su unpl.·no eJe modo unifo . . s cJu a anos
cacion.:s las dificultades técnicas de los transportes huhiera n hcT ho to talitarias del pasado rcci de lo c ual las sociedades
imposible al probable conquistador del mundo consolidar cualq uicr e e y e presente nos han dado amplios
conquista que hubiera llevado a cabo. Cuanto más lejos extendía los 11
F.J f T'lC' &SO del l
lirl'ites de su imperio, mayores eran las pro babilidades de caída. Cuan· ·dct 'ct;b,erno bien esta enorme supe.
do el imperio de Napok'ó n hubo alcanzado el cénil de su poderío en
1812, estaba más cerca que nunca de su de>intcgración. Pues micntras ue ha voz de Httl h b
eu partlcularo Ja o
rnas1va. controlados por el gob'
f:
Napolecn luchaba en los límites de sus dominios, empujándolos cada •u , 1ue pueblo y a algunos de los
1
vez m:is lejos de las fuentes francesas de poder, las víc timas de sus con· Macu!,'11<:1·n el excelente relato de Aleen w. en favor del
u "Thou .r;;P_any, Nueva York. 1947. o rt¡ 1 ndvground, orhe
quistas podfan prepar;u· su liberación tras sus espalda>. Cuando ellas ata· Bc ston. 1889, Cr.J!. o3n28.French Attairs", Work&, voL IV, LJtUe, B
.-a rown and Comoany,
«6 lA política internacional en el """'do cmrtempordneo lA guerra total 447

ejemplos. En el supuesto de que el gobierno sea razonablemente eficaz, ces a es te mundo de agriculrura y pas toreo, de pueblos con
la voluntad de revuelta estará di spersa, e11 el mejor de Jos casos, y de Entonños' mercados y unos pocos puertos y ciudades gubernamcn-
todas formas le faltará significación militar y política. Scguudo. •JUC pelquclfegó hace poco más de un siglo y medio el princip!o de la Reva;
cualquier intento de revuelta encontrará fa r.ipida reacció11 de la fuerza Judus trial. El que habra usado aqur
superior y así estará condenado a fracasar desde un pri11cipio. Final· allá sofamc11te con fmes domés trc:os, se para Impulsar má-
mente, fa moderna kcnofogía hace posible la ampliación del control de y uinas que produjeron mayor trabaJO que Jos ammales o un ho mbre
úi vidua lmcntc, o aun más de lo que una gran cantidad de hombres
la mente y de la acción a cualquier rincón del globo prescindiendo de la ::'de animales podla11 rendir. El hombre lograba energía fuera de
ubicación geográfica y la estació11 del añn. si mismo para hacer cosas que antes tenía que hacer con sus manos.
Aqui hab ía u11a nueva y tremeuda fuente de euergía, que no era en
ahsohrto fa energía obtenida de los alimentos, sino otra con la c ual
!UECANIZACIUN TOTAL, GUERRA 'fO'fAJ, se podían hacer cosas nu11ca antes logradas. El hombre ha podido
usar fa energía en 1111a más vasta escala . . . Sus ropas se le preparan
Y J)()l\IINifJ TOTAL hasta la última puntada, de modo que hay muy poco trabajo de
coufccción e n casa. Los alimcutos es tán en su mayor parte lis tos para
Este auálisis de la mecanización de la guerra moderna y de sus impli· su mesa, con el resultado de que auu en e l hogar se necesitan numos
caucias políticas y militares no estaria completó si no se considerara prepara r ivos para coci rrar , y en las grundcs ci udades fa preparac ió n
la marcada mecanización l!e la cultura occidental, de la cual esa carac- de a limentos eu gra11 escala es tnra iuJus tria ta l que casi a cualquier
terística de fa guerra no es más que manifestación particular. Porque hora del día o de fa uoche se puede obte11a una comida tal como le
si11 esta sobresaliente mecanizació11 las naciones modcnras nunca po- corrvcnga a su bols illo u a su paladar . . .
. dría11 llevar a sus ejércitos a una campaña y con"·rvarlos abastecidos Se calculado qo.e el carb.'m usado sólo eu nrrcs tras fábricas,
de armas y provisio11cs. La guerra total presupone la mecauización cxcfuycudo rodos los dc:u.ás usos, equivale a la e11ergía de 175.1JI)U.OOO
total, y la guerra puede ser total sólo al grudo e11 el cual fa mecaniza· de horrrbrcs •rue trabaj.·u drrran.errte, err for ma más útil que la que
los h o111brcs pucde11 rLrruir. Ut fuerza de Grecia, co11 la que consi-
ción de los recursos de las nacioues sea to ta l. grHo tantos at.lclarrtos err toda' las ramas del progreso humano, se
Desde los comieuws de la his toria hasta la guerra civil norteame- apoya ba cu e l trabajo realizado por la clase servil. Corno promedio,
ricana y la guerra franc()-prusiana de 1870. todos los movimientos mr- cada griego libre, cada familia griega, tenía cinco ilo tas en los cua les
litares eran ejecutados media11te la fuerza muscular. Lus hombres se num:a pensarnos cuando se habla de los griegos, y sin e mbargo ellos
trasladaba11 a sí mismos y a sus implementos de guerra, ya fucr.1 por eran <1urenes proporcumaban la mayor parte de la e11ergía a Grecia.
sus propios músculos o por los de los animales. Todos los moviurientos En Gran Bretaña podemos decir que cada familia tiene más de vein te
militares estaban limitados, tanto por el tanraiio y calidad de sus armas para su_minis trarfe _energía, los cuaf!'s no requieren comida
y ejércitos como por la ca11tidad natural y cualidad de la fuerza muscu- 111 sren ten el rr y vcmr s rn esperanzas de fa vida servil. Con una

lar que se podía lograr de hombres y bestias. El ejército aleruáu fue el publ_adún de 45.000.000 de hombres, mujeres y niños, fas
brrlanrcas se mueven corr una fuerLa de m:ís de 175.000.000 de h om -
que por vez primera u só en 1870 a los ferrocarriles, sistemáticamente, bres-fue rza. En compa ración con la e ner¡;:ía proporcionada por la;
como medio de transporte, después de haber sido empleados esporádica- maqumas hec has para 1novcrse por mcdJos puramente m ecánicos
mente durante la guerra civil en Estados Uuidos. Los alcrnaues nl>tuvie- la cncrgb física suminis trada pur ni<'IIIIS de 20.000.000 d e hombre;
ron así una considerable ve11taja estratégica y táctica sobre los frauceses. Y cucuta cscasa rucntc. Nos hemos convertido cu uut:1 nació n
Aún en 1899, durante la guerra angl()-bocr, se ernpleal>an hasta 32 de <fue apric:1:1n hotonr::s Y. empujan palancas. a ceitan y
bueyes para arrastrar un cañóu de ci11co pulgadas. La lentitud eu el empacan, <k JncH_Io q.u<: la gran ma<4u1na socra J trahajc s uavemente
movirniento, las lirnitac ioru.·s uaturales de los con tingentes que ruugún de la manera noas facrl que le sea posible. Los ilotas inanimados
esfuerzo humano podía superar y Jos requisitos para la obtención del muelen maíz, hacen nuestras ropas, traen nuestra cornida
transporte y el forraje haciau <rue la guerra financiada tuera le11ta de _lus de la tierra, nos llevan aquí y allá para trabajar
o rnoprrrrcn nues tras noticias y nuestros libros y desem-
y engorrosa. La energía proporciouada 110 por e l músc ulo sino por el pcna n numerosos servrcros con los cuales los gl'iegos nunca soña-
carbón, el agua y el aceite e u la furnra de la máquiua de vapor, la tur- ron · · · quince esclavos ina nimadus en las calderas de Jos Es-
bina, el motor eléctrico y el motor de corubustión interna, fue Jo que tados Un1dos pur c.:ltf:l I I(Jm hr·t-" mujer y niño . ..
multiplicó muchas veces la produc tividad del hombre cu la paz y en
fa guerra. El profesor James Fairgrieve, refiriéndose principafmeute a El ahorro de trabaju que permite est, mecanización es enorme.
Gran Bretaña, describe con gran claridad la contribución del carbón Leamos nuevamente al profesor Fairgncvc:: Entre 1855 y 1894 el t .
a este adelanto: rcqu . ·d . rempo
crr o pur e 1 tra 11a¡o humano para producir un bushel d<· rnaiz indio

l!H " G•og;aphv World Power, e• ed., Unlversity of London Press, Londres,
1, p4gs. .IU-17 Y 326 Reproducido con autorización del editor.
448 lA política iutt:rnac.:ional en el mundo coutewpordnto La guerru to tal 449

se redujo de un promedio de cuatro horas y media a menos <le tres hidroe léc trica , la c ual tiene lugar sin la presencia de_ un solo trabajad?r
cua_rtos de hora. Entre 18311 y 1896 el tiempo de trabajo humano m·ce- a que está manejada por sefoales eléctncas La
sano para obtcucr uu bushel de trigo se redujo de tres horas a diez mi - Y
de 1pa de pape l es cornpletanoente antonoallca desole la ahnoentac1on
nutos"." La producci6n agrícola norteamericana de 1952 fne la más de pu
la pulpa ·
f(uoda ·
a la noaqumana · hasta sah'd a d e 1 pape1. enro11 a d_o .
grande de la histor ia, en tanto que en el mismo afoo el número de per· Lo mismo ocurre con la imprcsi_ón d e penódrcos olcsde la ahmentac1on
sonas ocupadas en la agricultura fue el más bajo en onás de oc henta años. con papel ero blanco a la rnaqnmana has ta la salida del prodncto Im-
Mientras que en los países tecnol6gicameute atrasados hasta el 90% preso y doblado. La manufactura de rayón y seda, de acero y automó-
de la población trabaja en el campo, el porcentaje de la población cm· viles , y la prodnccicín y envasado de ahnoentos, especoahnente en el
picada en la agricultura cu los Estados Unidos declinó de 50 o/o en 1870 proceso de la harina, se han mecanizado con similares efectos en el au-
a menos del 20 o/o en 1940. Y mientras <Jue de 1910 a 1914 aproximada· mento de la productividad y e l desplazamiento del trabajo muscular.
mente un tercio de la población de Estados Unidos estaba ocupada en Mientras que debido al pe4uefoo grado de rncca uización, en muchos pro--
la agricnltura produciendo e l 12,4 % del ingreso uacioual, las respectivas cesos productivos los resultados de la rnecanizaci<'m son considerable-
cifras fueron de 22,7% de la población y e! 7,8 % del ingreso nacional mente menos impresionantes que lo que estos tuás espectaculares
en 1941, 15,'1% de la poblac-ión y 6,4% dd ingreso uacioual en 1952,6,8% plos podrían indicar, la tendencia tan general corno radical en algunos
de la poblac ióu y 2,5 % d e l iugreso uacional en 1964 y el 3,1 o/o de la de los más importantes campos de la producción equivale a una revo-
pol>lación y el 2,8% del ingreso nacioual en 1981. · lució n -la mayor registrada en la historia- de los procesos produc-
El p rofesor lloruell llar! da los siguientes cjcuoph)s de la misona tivus de la huma nidad.
ll.'Hdt!ucia en la industria: Esta revolución en los procesos productivos de la era moderna ha
hecho posible la guerra total y el dominio de todo el mundo. Antes de
llasta 1730 el loila,to se hacia a mauo. El h ilauor, lenta y laborio· su advenimiento, la guerra esiaba limitada e n sus aspectos tecnológic-os.
sanoent e. l"'da u oo;o ruaueja por \'ez. Durante "" P"""los dos siglos L,., productividad de una nación no era suficiente para alimentar, vestir
la 1uuc¡uiuaria ha revolucionado tanto es te p 1 qttc u u y alojar a s us mie mbros y mantener a grandes ejércitos abastecidos
se hace cargo de 125 husos, 4ne trabajmo a n11 a vrf,.ddad de IIJ.UOO con los imple me n tos d e la guerra durante cierto tiempo. Más par-
revoluciones por utiuulo. Eu las Filipinas, lhmdt· la industria se ticularme nte, las economías nacionales operaban con un margen tan
baila ao'ou en la antigua etapa del hombre un cargamento estrecho por encima del nive l de la sinople subsistencia que les era
de copra es c wb;.arcadu por medio de 200 a {IJII coo lies. udcutras
4ue en Sau Francisc-o, co11 la economía J;¡ .-ra de la oná4uina, imposible aumentar en grado apreciable la participación de las fuerzas
16 hu11obres descargan u11 barco en la enarta J•:ortc de l tiempo re- armadas en el producto nacional sin poner en peli¡!rO la exis tencia
querido para cargarlo. La eficiencia de lus hno ulm:s 4ue trabajan misma de la nación . Durante los siglos XVII y XVIII no era inusual que
t:on h:' Jnaquina rhl·fuerza es SU veces m;-¡yur qw· b c..k· hmnbrcs- los gobiernos gastaran los dos tercios, o tal vez m:is, del presupuesto
fuerza. Una pala de vapor lwce el trabajo de 201o loornbrcs 110 cntn:· nacional para fines militares. Algunas veces los gas tos militares consu -
nadus; una má4uina sopladora de vidrio recour>l:o7.a a 600 traba ja- mieron más del 90 'lb de h•s gastos to tales del gobierno durante aquel
dores expertos; una máquina automática de bombillas eléctricas periodo, pues to que tenían natural precedencia sobre los otros, y d
prodnce ta nto corno antes podían hacerlo 2.300 trabajadores." producto n acional era demasiado pequeño como para <"xigirle un es-
fue rzo excesivo para otros fines. Así que no fue por accidente que
A m ediados d e l XIX el 22 % del traba jo tísiw en Esta dos fracasara n todos los intentos para establecer un servicio militar obli-
IJ11idos era hecho por bornbrc:s, el 51 % por anirn.ok' y el 27 o/o por arte- gatorio an tes del siglo XIX, puesto 4ue era el interés de conserva r el
fac tos mecánicos. En 1900 las cifras fueron de 15 °o, 33% Y 48 % En producto naciona l d que mantenía a las clases produc tivas de la pobla-
1948 Jos hom bres hacían e l 4 % de l trabajo físico, los a nirnales el 2% ción exen tas dd servicio militar. Sólo la escoria. incapaz de emplearse
y e l 94 % Jo realizaban los artilu¡!ios rnec:\nicos. Corno resultado de esta e n e mpresas produc tivas. y la nobleza, renue nte a e llo, podían ser enro-
revoluciú n mecánica, la producción de artículos por hora-hombre de ladas.
trdhajo agrícola p roducía más de cinco veces tantos alimentos cor.no La revolución industrial y , más la mecanizaciór•
en 1920 y un trabajador agrícola alimentaba a 32 personas conttra solo d,· la a¡!ri cnltura y los procesos indmt en d sil¡lo xx, tuvieron un
12 en 1945. triple sobre el carác te r de la guerra y la política internacional.
Un gran núme ro de procesos industriales ha e lirninado virtual- Ha n aume ntado e normemente la productividad total de las grandes
m.:nte el trabajo humano; la mecanizac ión se ba convertodo en aut?· nac iones indus triales. Más aún, ha n reduc ido drásticamente la partici-
matización. Esto es particularmente a plicable a la producción de encr¡na pación relativa del traba jo humano .:n los procesos productivos. Por
último , han traído. junto con las nuevas técnic as de la medicina y la
hi¡!ic nc, un sin prec-edentes en la población. E l incremento
:; Soci41 Progress, Henry Uolt and Company, Nueva York, en la produc ti\'idad as i ob ten ido excede largame nte las demandas ere -
1931, P'l¡. 134. Repruducido con autorización del editor.
1& o 1

450 La política iPIIer,acioual t.1 nruudo contempordnco


La guerra total 451
sobre el producto nacional m otivadas pur un más alto nivel de
v1da Y el mayor número de consumidores. El exceso en la prod uctividad el me nos debilitado puede ser el conquistad_o r, prevaleciendo sobre
está dlsponiblc para nuevos propósitos, que se puedl·n encauzar dcva!itación universal. Tales las que oscurecen la poh·
hac 1a _los cana les de la guerra total. La nueva energía crea1la por la tica mundial en la segunda m ttad del Siglo xx. .
Y gran parte de la cncrgia humana que hace ciento cincuenta Hemos desc rito un ci rculo completo. Rcconoc1mos el eleme nto
anos era en el trabajo para sobrevivir, ahora puede cm· dirigente de la políliea mundial contemporánea en la
_fmcs militares. ya .sea direc tamente por medio Ud servicio oral del universalis mo nacionalista. Encontramos un equthbno s tm·
mthta r o mdtrcctarncntc a través de la producción industrial. ";ilicado del poder operando entre dos bloques inflexibles, p resagiO
t.:' energía humana ahora disponible para la guerra 110 es sólo la grandes bienes o grandes males. Descubrirnos la amenaza del mal
energaa la era de la m áquina ha alivianado inmensamente en las potencialidades de la guerra total. Pero el elemento que hace
la carga y moral que cada uno tiene para mantenerse alimen- posible a la guerra total -la mecani1...ación de la vida moderna- tam·
tad?, vest1do Y protegido de los elem entos y de la e11fcrmedad, tanto bién hace pos ible la fuerza moral que , a través de quien le sirve de
a SI . m1smo como a qu ienes de é l dependen, tarea s que hace siglo y instrumento, la guerra total precisamente, apunta hacia el dominio total.
m cdto a un absorb1an la mayor parte de las energías vi lales de casi Las tres grandes revo luciones de nuestra era -la moral, la política y
todos los hombres. Además, la era de la máquina ha provisto a la ma- la 1écnica- tient!n en común que se apoyan y forta lecen m utuamen te
yona de los h.ombrcs con una cantidad de comodidades que Olllcs sólo y se mueven en la misma direcció n , esto es, la con flagración global.
unos IK>cos disfrutaban . Sin embargo, y paradójicamente, en Su coincidencia en el tiempo y su desarrollo paralelo agravan la ame-
tanto que esto ha liberado enormes energías intelectuales y morales naza a la supervivencia de la civilización occidental que cada una de
que se h?n a la construcción de un mundo mejor, también ellas conticuc independientemente de la otra.
ha contnbu1do la p reparación y financiamien to de la guerra total. E l encadenamiento de estas revoluciones ha tenido tre'\ resultados
E s te encadenamiento de fuerzas humanas y materiales, liberadas y imporlantcs: la permanente declinación de E uropa como centro del
crcndas por la era d e la máquina, ha conferido a la guerra su carácter mundo político. el ascenso de dos superpotencias a una prominencia
de total. inm utah le y la emergencia de Asia como un factor político y moral
También le ha dado a la g uerra to tal el impu lso aterrador que independiente. As i como la emancipación política de Europa por partl!
abarl:a a todo el mundo y que parece no satisfacerse con nada rnenos de Asia coincid e con e l aumento creciente de su oposición m oral a
que con s u dominio. Con sus energías intelect uales y morales que ya occidente, tambi¿n el auge de \Vashi ng lo n y Moscú como centros poli·
no se hallan primordialmente interesadas e n C!:.ta vida. y 4uc tampoco ricos del mundu coincide con su transformación e n sedes de las rcli-
pueden desviarse hacia la preocupación de o tra vida posterior, el hom- g.ioues pulitira <:t universales. La declinación de Europa como centro
bre moderno busca conquis tas, couquistas de la naturaleza y conquistas rolíticu, mur:ll y tecnológico del mundo es un mero subproducto de
de o t ros ho mbres. La era de la máquiua, que ha s u rgido de la mente la destrucción. a lra vés de su expansión luuqd!al, del dchcado meca-
autosulidenh! del hombre, le ha sugerido la confianza de que él se nismo tld dd Estado rnutlt.:rno. de la difusión de la mo-
puede salvar a si mismo. pur s us propios esfuerzos, aqu í y ahora. Dt! derna tccuulogm de Eu ropa a los cuatro r incones de la tierra. d e l triunfo
este modo, las religiones tradicio11ales, negando es ta seguridad y de- de las ideas murales europeas en Asb. Europa ha dado al mundo su:i
pendiendo de la intcrvcnciún divina. se hau convertido en anémicas politicas, tccnulúgicas y m••ralcs , y e l mundo las ha usado
imágenes de si mismas. La savia intelectual y moral del homhrc ruo- poner a la pre..:mincncin de Europ..t.
dcrno fluye a las re ligiones políticas que p rome ten la sa lvación por F1 t.•ntc a somhrio dl: politka contt·mporánea
medio de la cie ncia. la revolución u la guerra san ta del nac ionalismo. v potL·nd.. debemos examinar el m ñs importan te -problema
La era de la máqu ina engend ra s us propios triunfos; cada paso hac ia de ro t el proLJcm a c.Jc la pnz.
ade la nte da lugar a dos más c u el camino del p rogreso tecno lógico.
También produce sus victorias, milil arcs y políticas: con la
c..:a pacid,ad d e t·onqu is tar d mundo y co nserva rl o, crea esa misma vo-
luntad de conqu ista.
Sin embargo, también puede causar s u propia d est rucción. La
guerra to tal sostenida por las poblaciones totales con miras a un botin
to tal , ba jo las ac tuales condiciones de l equili brio de l poder puede ter-
'"'nar en el dominio del mundo o en la destrucción del mismo o en
ambas cosas, puesto que cada uno de los conte ndientes por el domiuio
mundial puede conquis tar al u t rn con relativamente pequeñas pérdidas,
o pueden destruirse d uno a l otro s in haber conseguido la conquista, o
OCTAVA
PAR'fE
El Problema de la Paz:
Paz a través
de la Limitacióll
23
Desarme

EL PROBLEMA DE LA PAZ
EN NUESTRO TIEMPO

guerras mundiales dentro de una generación, además de la posi-


bilidad de una guerra nuclear, han hecho de la búsqueda de un orden
internacional y de la preservación de la paz internacional los máximos
intereses de la civilización occidental. La guerra siempre ha sido consi-
derado -Y aborrecida- como un azote. Desde que el auge del Estado
territorial transformó el Sacro Imperio Romano de una real organi-
zación política del cristianismo en una caparazón vacfa y en una ficción
legal. escritores y destadistas se entregaron a reflexionar con mayor
intensidad acerca de los sustitutos posibles de la perdida unidad polí-
tica del mundo occidental. Erasmo en el siglo XVI, Sully, Eméric Crucé,
Hugo Grotius y William Penn en el XVII, el abate de Saint-Pierre,
seau, Bentham y Kant en el XVIII fueron los grandes avanzados intelec-
tuales de los intentos prácticos realizados en los siglos XIX y xx para
resolver los problemas del orden y la paz internacional.
Entre esos intentos, los ejemplos más notables son la Santa Alianza,
las Confen:ncias de Paz de La Haya de 1899 y 1907, la Liga de las Na-
ciones y Naciones Unidas. Esas organizaciones y conferencias, ju_n to
con otros intentos menos espectaculares por configurar un mundo pa-
cífico, fueron posibles gracias a cuatro factores --espirituales, morales,
intelectuales y P'Jliticos- que comenzaron a convcrgl.'r a comienzos
del sigh-' xtx y culmiuaron en la teoría y la práctica de los
mll:rnaciunaks que prevalecían en el pe ríodo entre ambas guerras mun-
dial<..:s .
Desde til!mpos de los estoicos y de los primeros . cr_istianos, ha _pcr-
mant:t ido vivo eri la civilización occidental un scntm11ento ''e umdad
n.oral toda la humanidad que proc•tra encontrar una
pvlítica a,_·ordc con él. El imperio roma1 o t::ra poJítica
de fines universales. Después de su caíd<. .. s1cndL•
p 01 ¡,s suc.:sivas épocas como un s1mbohco de la uma'ld ctd
1 o (J •

456 El w ob/emu de /u
Dcsurme 457
mundo occidental fue la mc r ' 1 . . .
magno no nl<'nos. u. N a u lima y d par ron que in spiró a Cario- La co nve rgencia d e estas cuatro experiencias de comienzos del
Imperio Romano "el yd derenninó las pulí ricas del Sacro siglo x tX y s u r:ípida diseminac ión en la arena política mediante el shock
' • COmtcnzo e las gtPrra . j" · de las guerras uapoleónicas propon:iouaron la energía moral e intc-
azar que la disolución el 1 S . . e s re tgiOsas. No es por
con el intento de Nap 1 acto_ Impeno Romano en 1806 coincidió lcclltal que durante un siglo y medio sustentó la búsqucc1a de alterna·
de una década al y precedió por poco menos tivas a la guerra y la anarquía internacional. Esta búsqueda, en tanto
htzo de la restauración del penodo de la ht s lona moderna que ha abandonado el reino de las meras ideas, esperanzas y admoniciones
objclivos. m ter nacronal uno de: sus mayores y se ha ma terializado en . medidas e instituciones reales de carácter
La raíz moral de esos intentos . bl inrernacional (estas últimas son las que nos interesan ahora) , ha sido
estable y pacífico d e be busc . por esta ccer un orden ir.ternacional lle,·ada adelan te a 1 ravés de tres modalidades: 1) la limitación de las
el car ácter civilizado de las a;sc en el aumento de la humanidad y en des truc tivas y anárquicas d e la política internacional; 2) la
los últimos siglos e n el humanas: lal c?mo lo testimonian trausfu r mación de la política internacional mediante la eliminación
y la teoría política del libe occt cntal. La ftlosofta de la Ilustración conjunla de sus tendencias destructivas y anárquicas y 3) acomoda·
1 micnl o de los inte reses divergentes despojando a las tendencias des·
humana y el me 'oramiento tsmo el respeto por la vida
madure< 0 1' . J . de la condtcton humana. Los gt·andcs retor· tructi va s y anárquicas del campo internac ional de sus objetivos ra-
.. - P lltcos Y soctalcs de: los siglos XIX y xx abrevaron su inspl cionales.
racwn en esos p 1 1 -
la paz el orden . or o ampliar el reino del derecho. Entre todos los intentos por lograr la paz mediante la limitación.
q ue d eYb.. a la esfera mt<"rnactollal fue la gran tarea humanitaria
to resolver la era mode rna.
el más perdurable ha sido el del desarme.

que promovió este desarrollo se encuentra


h ? con e ascenso de las clases comerciantes primc.>ro a cierta
etgcm.o nta soctal Y luego _a poiHica. Con ellas llegó a preponderar UISTORIA DEL DESARME
1 esprntu_comerctal .Y CtCIIItftco, siempre temeroso de la guerra v de
8 El desarme consiste en la reducción o la eliminación de algunos, o d"
. a '_1arqUta mternacwual, a las que considera como
•n·acton_a les para. las calculables operaciones de mercado. "Una guerra todos. los armamentos a los efectos de terminar con la carrera arma-
eDndmcdto de dtfen:nres nactones comerciales, decía el filósofo francés menris ta. ·se piensa que, haciendo a un lado una de las manirestaciones
la1 fero! • es un fuego pcr'JU d tc
' ta
· 1 para :odos. Es un proceso que amenaza típicas de la lucha por el poder en el campo internacional, tambtén se
Se del gran m ercader Y hace que sus deudores palidezcan" • eliminan los efectos típicos de esa lucha: la anarquía internacional y
comercial no puede coexistir con la ·guerra..:' la guerra.
Ast.. hacta el ftn del s rglo XVIII, se había vuelto convicción en muchos Deben estar presentes cuatro distinciones básicas: entre desarme
que 1a guerra era obsoleta o , a lo sumo, un atavismo al que un concer- y control de armamento, entre desarme general y local, entre desar-
Y rac10nal esfuerzo de humanidad podría barrer de la faz de la me cuanritativo y cualitativo, y entre desarme convencional y nuclear.
con relativa facilidad. Mienrras el desarme consiste en la reducción o la eliminación de arma-
Sin . embargo, el cataclismo de las guerras napoleónicas demostró mcnr os, el control armamen tista sólo se orienta a la regulación de
la ncccstdad complementar con medidas prácticas la búsqueda teórica carrera armamentista a los efectos de crear una cierta m edida de esta·
de una solucrón al proble ma del orden y la paz internacional. Al res- bilidad m ilitar. Cuando hablamos de desarme general, nos referimos
pecto, la tmportancia de las guer ras napoleónicas es doble. Las mismas a un li po de desarme en e l que participan todas las naciones involu-
destruyeron el equilibrio de poder y temporarhmente amenazaron con cradas. Ejemplo> de esta variedad pueden ser el Trata<lo de Washington
rccmplaza•·.l o_ un imperio universal. Mientras este factor desaparecla para l:t limitación del anuantento uaval de 1922, qm: fuera susc npiO
con la dcftntltva derrota de Napoleón en 1815, o tro ele mento vino a por tudas las mayores potenc ias nava les, y la Confcn..'ncia de l>csarmc
_la estabilidad del moderno s istema estatal por un siglo y Mundial de 1932, en la que prác ticamente todos los miembros de la
mediO y aun no h a agotado su fuerz<!. E>e elemento es el nacionali s mo. com tnidad de las naciones estu vieron reprcsent;u.Jos. Hablamos de
La idea de naciona lismo, evocada por la r e vo luc ión francesa y trans- d l·sa.1 Hh.' local cuando sólo un limitado núme ro de nac iones se hallan
porra_d a por las conqui stas napoleónicas a todo el resto de Europa. in \'U!ucradas. El Acuerdo Rus h-Bagut de 1817 entre Es tados Unidos y
desafió el principio de legi timida d dinástica, que había sido el principio Cauadü es un ejemplo de es te tipo. El desarme cuantitativo procura
organizador d e l moderno sistema es ta tal y que aún en 181 5 habia ser- una reducción general de los armamentos en prác ticament<: toda s -o
vido como c imiento para los acue rdos de paz de entonces. <·n wdas- sus variedades. E s ta fue la meta de muchas nac iones n·prc·
sent ada, en la Conferencia para el Desarme Mundial de 1932. El d,·sarmc
' "Prapnenta Onvre1 Compléút, 901. IV, Garnler ,.,..,..., Parl.l, cualil a li vo encara la reducción o la abolición de sólo ciertos tipos
11115, pq. 42. de armamen tos. ta les como las armas agresivas que (.jra n
l Perpdll41 PNJ:e, 1be Uacmlllan Company, Hueva York, 1e11. pq. 157.
¡,¡,¡ 1 Q"' 1 1 1

458 E l problema de la pa¿ Dtsarme 459

Bretaña trató de proscribir en la Conferencia antes rcrerida ' J como b le para el aume nto del bienestar mat e rial y moral de la humanidad" .'
las arr_nas nucleares . cuya abolición y control fueron por la adoptar esta resolución , la Confcr_c ncia expresaba "el deseo ele que
Com1s1ón de Energfa Atómica de Naciones Unidas y fueron ei objeto los gobie rnos, tomando en cons idcrac tó n la.s .p.ropucstas for muladas
d e los SALT (Strategic Arm s Limitatiou Treaty) y START Con fe rencia , pudieran examina r la pos1brhdad de un ac uerdo par
1
Arms Reduction Talks) entre Estados Unidos y la Unión : lirnitación de las fuerzas armadas, terres tres o aéreas, y de los pre-
1
Sov1éttca . La distinción entre armas nucleares y convencionales tiene supues tos militares ". .
que ver con prerrequisitos políticos y militares para el control arma- La segunda Conferencia de Paz d e La Haya de 1907, a la que a s1s·
mentista y para el desarme. tieron c uarenta y c ua tro naciones, confirmó adoptada
La historia de los intentos de desarme es la his toria de muchos r la Confere ncia de 1899 con res pecto a la hmJt acJOn de los gastos
fracasos Y unos pocos éxitos. Tanto los unos como los o tros evidencian y como tales gastos ha n c recido cas.t
el problema fundamental que plantea el desarme como mecanismo para todos los paises desde la finalización de la Pnmera Conferencia, de·
asegurar el orden internacional y la paz. clara que es eminentemente deseable que los gobiernos un
examen serio de esta cucstión".s El presidente de la Con.fcrencla , e l dele·
gado ruso, resumió los esfuerzos de ambas _con
al desarme comc ntaudo de este modo la resolución: S1 la cuest1ón
Los fracasos estaba madura ·e n 1899. ta mpoco lo está en 1907. No ha sido posible
110
hace r nada en ese sentido, y la Conferencia m isma se encuentra hoy
El primer paso prác tico en favor del desarme como medida de paciti- tan poco pre pa rada p a ra tratar el tema como lo estaba e n 1899".•
cación general 1 coi ncide con el comienzo de aquel periodo de relaciones El Tratado de Vcrsailles dio otro paso hacia e l d esarme como
internacionales en el que los estadistas dedicaron crecientes cstucnos medio de pacificación general a l esti pular una limitaci?n a
al establecimiento d el orden y la paz internacional. En 1816, el zar los armamentos alemanes "a los efectos de hacer pos1ble el conucnzo
de Rusia propusu al gobierno b ritánico la "simultánea reducció n de las de una limitació n genera l de a rma m entos por p arte de todas las na·
fuerzas armadas de c ualquier tipo". E l m onarca británico respondió ciuncs ".1 El articulo 8 del Pac to de la Liga de las Nac iones decla raba
sugiriendo la imple m e ntación de la propuesta rusa bajo la forma de más específicame nte que "el mantenimiento de la paz la re·
una conferencia internacional en la que representantes wilitarcs de ducc ió n <.le los armamentos nacionales hasta el punto más baJO com·
todas las potencias dete rminasen la respectiva fortaleza de los p;ttible con la seguridad nacional y e l c u mplirniento de acciones comu·
de cada potencia. Austria y Francia expresaron sus simpatfas hacia la nes resultantes de obligaciones internacionales". Ade más, al
propuesta, la que, sin embargo, no fue seriamente considerada por Cons.:jo de la Liga de las Naciones la formulación de los r espectivos
n inguno de los gobiernos y asi permam:ció sin resultados práctico•. pla nes para tal rt·ducción. Para cumplir con aqucll:ss cst1pnlac ro nes,
En 1831, el gobierno francés hizo una pro pues ta similar a los " 'prescn- el Consejo estableció e n 1925 una Comisió n Prepar"toria para una Con-
tantcs de las grandes potencias. Esa pro puesta rut! favorablcmc utc aco- fc n:ncia sohrc el Ucsarrne. Sus conclusiones, te ntativas e incotnplelas,
gida, pero nunca ruás se oyó hablar d e ella. Lo ru ismo pucdt.: dcdrsc lucran elevadas :s la Conferencia pa r:s el Desarme Mundia l, celebrada
de las propuestas que hizo Napoh:<iu 111 en 1!163, 1867 v 1H69 c11 pos c 11 Génova en 1932. Al retirarse Alemania en octubre de 1933, la Conte-
de una re duccion gcut!ral de armamentos. En 1870. inrncUiato.uucntc r-:ncia ,,;ntrú e n ;-¡gouia. Sus comisiones generales se reunier.on oor úl-
antes dd inic io de la guerra frauco-prusiaua, Gran Urctaña, ins tigada t11ua vt:z ":n JQ34. La Cnnkrcnda para el Dcsar111c Mund1al fue un
por Francia, se act:rcó d os \ ' l."CCS al gohicrno para propo-- rraca su incupaz de a h.:anzar acuerdos fo rmales de clase alguna.
ne rle el tema de la rl•duc.:ción de :Jrwaml!ntos , pt.:ru un run) IU. Otra e n pos de u n dcsannc general se vieron intcrrum·
tenta tiva semcj;IIIIC, ,-s ta vez c111prc ntlida por Italia e n 1877 , 1g11al· pidos pur la sec unda guc·rra mundbl. La Carta de Naciones Unida<
mente rcdaaz.."U.I;t por Alcm auia. U primera Conferencia de Paz tk La p n ,s igu iO la tarea en el punto donde la el Pacto la
lfnya de 1899 tuvo como rrincipal la lirnitadóu Uc annarncu tu ltc l;ts N:1d tnh:s. Scp.Únl:l artínalo 11 , paragrafo 1, de la C:s rtu : l...a
y dd presupucslo 111ilitar. A ella asistido representnntes de ge neral ptJdrá considcr¡n tos prindpk•s generales de la coo pe-
vcintiodw u:.aduuc-., e ntre \!llas ltH.hts las putcucias los rc3UI· r:lción e n el manh.:nimicntu de la paz y la segurid ad intcrnadouales,
tados de las dclib..:racioucs con al dcs..."lrme se c nc ue n tr1.1r1 en inclu so lus p ri nclpios que rigen el d es arme y la regulación de los arma
dos resoluciones qw.· hablan por si El cumilé qul había ser\'ido rnc ntus . y poJ1 á también h acer recomendacione s res pec to dt." tal.:
de asiento para aquellas deliberaci<Hit'S declaraba que era " de la opi-
nió n que la Jimitacirin d e las cargas militares. que en la actualidad • James Bwwn &:ott, The Proce:e:dings of Th.e: Ilafll'e Pe:ace l ttc
ot 18'19. Odurd Untversity Press, Nueva York, 1920, p6c. 390.
cou sti tuye n un pl..'sadu laslrt! •.:1 mundo, t•s l"Xtremadamcntc etc- ' lhtll .• 1'hc Ccu:Jctcttcc O/ J!J(Jí, vol. 1, págs. 89 Y 90.
1

1 Durante el siglo xvur hubo mU)' pocos pasos hacia el de.'W\rmc lnc:ll .
; la t:tarte V del Tratado de Versailles.
4CIO El problema de la ¡xn Desarme ·K>l

principios a los miembros de Naciones Unidas o al Consejo de Scgu- 1957. La Unión Soviética rechazó participar en o tra neg":'
ridact o a :omhos". El a rlículo 26 de la Carla dispone que "a los electos ciación d e Ja Comisión de Desarme o de su subcomts ton y r<:clamo
d.c prn_movcr establecimiento y de la paz y la st.·gu· una Comisión de Desarme compuesta por todos los mtcmbros de Na-
rutad tntc rnat:IOIIa l con la menor dcsvt.Jcion de hu- ciones Urmlas. En una maniobra de compronuso. el 19 de uovtembrc
nmnus y cconótuicos del mundo hacia los armamentos, el Consejo de de 1957 J¡ Asamblea General amplió el número de integr\'ntes de la
Seguridad t<·tulrá a Sil cargo la elaboración de .. . planes que se >Otue- Comisión J 25. La nueva Comisión resultó ineficaz y desde cotuicnzos
lcrá n a lo> nticmbros de Naciones Unidas para el establecimiento de de 1958 la ; neguciacion<:s para el desarme -que se ocuparon prmc tpal-
la n·gulación de arm:unentos". nu:nlc de la de lo scnsayos de armas uuclca rcs y de la
Para el cumplimie nto de estas disposiciones, mc...fiantc una rcso- vención d•· ataques sorpresivos- se desa rrollarou al margen de Nacio-
lucióll del 24 de c11cro de 1946, la Asamblea C..:ncral creó una Comisión nes Unidas debido al impulso de Albania, Canadá, Checoslovaquia, Fran-
de E11cr!da A tólloica para hacer propuestas especificas " para el control cia. Gran Brelaiia, Ita lia, Polouia. Rumania, la Uuióu Soviética Y Estados
de la Cllcrgía atótuica cu la tucclida 1tccesaria que asegure su uso sólo Unh.los. En 1959, estas nlismas naciones eslablecieron uua nueva cornt-
para fines pacíficos; para la eliminación de Jos arscualcs nacionales sión para el desarme al margen de Naciones Unidas a los electos de
de las armas atómicas y de todas las armas mayores susceptibles de cousiderar los problemas generales del desarme y, con Bulgaria sus-
producir destrucción masiva".' Con respecto a los así llamados arma- tituyendo a Albania, se reunieron eu marzo de 1960. Tras con tinuos
mentos convencionales, la Asamblea General dictó el H de diciembre bloqueos, el bloque soviético se retiró de la conferencia e n junio de ese
de 19·16 una rcsoluciciu sobre " Principios para gobcruar la Rcglamcn- año. En marw de 1962 se convocó bajo los auspicios de Naciones Uni-
lacióu General y la reducción •le armamentos".' En ella, la Asantblca das, una conferencia gcncraí para el desarme integrada por represen·
General reconocía "la uecesidad de una temprana rcglamentacióu gc· ¡antes de dieciocho naciones. lJesde el comienzo f ue boicoteada por
ncral y reducción de armamentos y fuerzas armadas", y reclamó al Francia; aunque se ha reunido periódicamente no ha logrado concre-
Cousejo de Seguridad que considerara rápida111cnte los medios prác· tar resultados.
ticos necesarios a tales cf<-ctos. Cousccucutetucule, el 13 de febrero de
1947, el Consejo de Seguridad dictó uua resolucióu en la que cstablecla
la Comisióu de Arma111entos Couveuciouales. El propósito de dicha Co-
misión cousistla en la preparación de "proput•stas a) para la reglamcn·
tación gcucral y reduccióu de armamentos y fuerzas anuadas y b) para
Las t'mkas disposiciones exitosas sobre el desarme del siglo XIX se en-
salvaguardas prác ticas y efectivas en conexión con la reglamentación
¡¡eneral y reducción de annantenlos ". 10 cuentran en el Acuerdo Rush-Bagot de 1817, relativo a la frontera co·
mún entre Estados Unidos y Canadá. El mismo limita las fuerzas na·
Al hacer esta distinción entre armas atómicas y convencionales,
vales en los Grandes Lagos a navíos d e igual tonelaje y ann:unento
Nacioues lJuitlas confiaba en que el progreso eu el desarme atómico,
para cada nación. A pesar de 11ue el Acuerdo fuera revisado a comienzos
logrado en fornta "-"Pamda, e>limularia las cortdi cioucs para llegar al
de la segunda guerra mundial a los efectos de permitir a Canadá la
dcsanuc cu e l t.:altlpo de las anuas cuJJvcucionalcs. Ni la Cmnisión
cons trucción de navíos en la zona de los Grandes Lagos para luego ser
para Arru:uncnlus Cuuveucínuales ui la Co111is ión de Atómica
usados contra el Eje, ha permanecido vigente hasta nuestros días 01
consiguh..-ron llegar a ac uerdos ele clase alguua para los problcruas sus-
El ejemplo rrrás notorio de un esfuerzo en pos del desarme jalo-
tanlivos que se les plantearon. Así, la Asamblea Geueral resolvió el JI
de cuero de 1952 combinar el trabajo de las dos comisioues y establecer nado de éxitos y d e fracasos es el Tratado de Washington de 1922 para
la Limitación del Armamento Naval. El mismo establecía una igualdad
una uu,· va Comisióu de fJcsanuc. cowpuc!:!ola por los micJnbros del
aproximativa en acorazados gr.:ndes entre Estados Unidos y del
Consejo de Seguridad y Cauadá . Tarubi.:u incapaz de alcan1..ar acuerdos,
imperio Británico con los de Japón, Francia e Italia, en ese orden, tras
fue reemplazada por uua subcontis ió u compues ta por China, Francia,
los países de habla inglesa. En consecue ncia, el Imperio Británico. Es-
Gran Bretaña, la lJuióu Soviética y E>tados Unidos para el cumpli-
tados Unidos y Japón destnryeron alrededor de l 40 CVo de sus acora1..ados
miento de la rc:solucióu del 28 de no viembre de 1953 de la Asamblea
grandes. Además se estipuló quc los reempl.uos, que empezarían en
Geuera l, en la que "' couvoca "a que las potencias principalrneute in- 1931 . deberían es tablecerse para 1942 en una proporción de 5:5:3:1.67: 1.67
volucradas cstablezcau ncgociaciOl,cs". Cou la oposicióu de la Unión
para Jos acorazados grandes del Imperio Británico, Estados Unidos,
Soviética, es ta >Ubcom isión elevó a la Asamblea General un proyecto
Japón, Francia e Italia. Sin embargo, la Conferencia de Washing lon
de acuerdo sohre desarme t:¡ue fue acep tado el 14 de noviembre de
fracasó en cuanto a la producción d c acuerdos relativos a otros tipos
• Resoluciótt de la Asamblea General, Álomic Energr Commlu1011 01/lciDI &·
cord1. Supplemenl N• 1: también U.N ., doc. A/ 6f, P'&- 8. " Acerca de SUII persistentes YíolacJones, véase James Ea)'ts, "Arma CoutroJ
• Jounuú of lile Unilrd NaJioru, N• 75, Supp. A-64, add. 1, P'f. 1125. on !he Greal Lakes", Dllarm4rMill ""d AN!U Ccmtrol, wl 1!, N• 4, otoño de IY64.
'" U N . doc. 5/ P .V. 105. pO¡s. 3•3 y sl¡u..,.nteo.
462 El dt 463

de que no fueran los grandes acorazados, como podrían


haber sido c ruceros, des tructor"s y submarinos.
la Conferencia Naval de Génova de 1927, e n la que p3rticiparon CUATRO PROBLEMAS DEL DESARME
sola mente Gran Bre 131\a, Japón y Estados Unados, también fracasó en
lograr acuerdos sobre este punto . Finalmente, en la Conferencia Naval Es ta hostoria, larga en fracasos y exigüa en éxitos, cuatro cues-
de Londres de 1930. Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón acordaron tiones fundamentales. El éxito o el fracaso de de de-
establecer una pAridad entre Estados Unidos y Gran Bretaña p3ra sarme depende de la respuesta que se dé a esas cuesltones .
cruceros, destructores y submarinos, e n tanlo Japón se limitaba a a) ¿Cuál debería ser la proporción entre los armamentos de las
aproximadamente <los tercios de las fuerzas norteamericanas y brili- diversas naciones?
nicas en esas categc:rias. Francia e Italia no accedieron al tratado, por b ) ¿Cu:ll es el patrón según el que, de aquella proporctón ,
cuando Italia de mandaba la paridad con Franc ia , si tuación que e ste pafs deben ser asignados a cada nación en lo atmente a ttpos y canttdades
no cSiaba dispuesto a conceder. de a rma mentos?
En diciembre de 1934, Japón notificó formalm ente su intención de e ) Una vez que esas p reguntas han logrado respuesta, ¿cuál es el
desistir a lo acordado en el Tratado de Washington de 1922. Elevó a la efeciO real de las respuestas en vistó\ de la pro puesta rcducctón d e
Conferencia Nava l de Londres de 1935-36 una demanda de p3ridad en armamentos ?
todas las categorfas de la fuerza naval. La misma fue rechazada por d) ¿Cuál es la incidencia del desarme sobre los pro blemas del orden
Estados Unidos y Gran Bretaña. En consecuencia, Japón recobró su y la paz internacional ?
liber tad de acción. El ú n ico resultado de la Conferencia, que estuvo
limitada a establecer las dimensiones del armamento naval, fue un
acuerdo entre Estados Unidos. Gran Bretal\a y Francia, al que adhirie- lA proporción
ron Alemania y la Unión Soviética en 1937, que limitaba el tamatlo mi-
ximo de Jos navíos en tanto y en cuanto n inguna otra nación excediera Los annilmcntos y la ctlrrera a rmamentista son manifestaciones -y no
ese máximo. Un acuerdo aparte en tre Aleman ia y Gran Bre taña, cele- de las más importantes- de la lucha por el poder en el campo inter·
brado en 1935 , limitaba la capacidad naval total de Alemania a un 35 % nacional. A pa rt ir de cSie hecho fundamc nlal cobran todos
de la brilánica y concedía a Alemania una fuerza s ubmarina igual a la los a rgumentos técnicos. propucslas, contrapro pucstas y desacuerdos
dd Imperio Britá n ico, siempre y cuando e l tonelaje s ubmarino to tal que se producen. Las naciones se arman ya st:a porque quieren dclcn-
de Alemania permaneciera denlro d e aquel 35 dcrse de o tras naciones o porque desea n a tacar a otras. Todas las na·
En el campo del deS<trme nucleur y del control armamentístico, Jos cioncs poHticamcnte activas. por definición se encuentran compromc tr·
Acuerdos SALT de 1972 y 1975 const ituyen un éxito. El Trat ado para das en una lucha por el poder para la cual los armamentos son un
lu Limitación ABM ( misiles ant ibalisticos) proporciona un genuino d emenlo indispensable. Así, todas las naciones polilicamente ac tivas
desa rme. Pro híbe el dc>plieguc d e sistemas ABM par.a la defensa del de ben intenlar adquirir tanto poder como les sea posible, lo que stgn i-
te rritorio de E stados Unidos y la Unión Soviét ica , limitándo lo a á reas fica, ent re otras cosas, es ta r tan bien armadas como les sea posrblc .
de ISO kiló metros e n 1o rno a las respectivas capitales de ambas nacio- La nación A, qut.· se sien te inferior en ar mamento a la nación H, debe
nt.s. El Ac uerdo lnh:rim sobre misiles ofensivos es un ins trumento para procurar llegar a l mi>mo nivel que B y, de ser posible, so brepasarla.
el contro l armamentis tu en el que se es1ablcc-.: la limitación numérica Por utra parte, la nació n B debe procu rar por lo menos manlelk"r su
sobre diSiinlos t ipos de armas nucleares es tratégicas. Limitaba e l mi· vcnlaja sobre A, si no aumcnlarla. Como hemos vis to,u tales son los eJec-
mero de m i>ilcs baliSiicos int<·rconlinenta lcs ( ICBM) a lo' instalados o los incvilables del equilibrio de poder en d campo de los am1amentos.
en t.·ons tr ucción a l mome nto de eJ tra tado. Per mite la cons- Lo que está en juego en la currera armamentrs ta entre A y B es la
trucció n de derlo núme ro d e y :,ubmru inos para el lan- rroporción de armamcn los entre ambas naciones. ¿A y B deben ser
mie nto d<" JCBM si se d esman ldan ogual c.a nt idad de ba•cs de la ou..o· igua les en armamt·nto, A debe ser a 8 o vicc\•crsa, asf luc ra.
m mil.· nlo JC BM o s ubJnarino!) c.k l:ln7...a rni¡;nl u. Aunque! ,:J T1 a 1.a du t·n medida? NL·ct•sariamc ntc, cs la pregunta es la pnmC'ra e n la
SALT JI >UScripiO por lo s pre>idc nt cs C.arter y Boczhncv e n JY7'1 no ag'-·nda lit• desarme de c uulqukr comision o conft·rc ncia. Sólo
fue ralific;,edo por d Senado, por 1a c itu •..unba.s !\upcr rra suti"racto ri:.a bajo lrcs condiciones: a) las nac1ones In·
potencias con linuab:on guiándose por é l atin en 1984. voluc radas no se embarran en la competencia ¡')()r el poder con o tra!
naciones: b) una nación o grupo de naciont•s tienen tal p reponderancia
sobre o tr> nación o grup" de nacio nes que son capaces de imponerles

u Vease el capitulo 12. apartado ''Arrnarnentoll'".


464 El problm oa de la pa¿ 465

una proporción que las favo rezca : e) d os o •nas naciones ('ncu cntran y a..:u"Ja ndo Unidos u.n.a que podfa asumir, Gran
compromcrcrsc en una com peten w. l"t.'gu l ad n antes que en problemas po llttco rmhtarcs en el campo del arma-
una l1brc Y e nt rar c:n la ar·rcra annamt.:-n iJsta dentro clc límttcs con· oncn lo nava l. Al separar a G111n llrclaña de Japón y alcanzar la paridad
ccrtados que t.:n una d is pula fcruz por d inc n.·mc nl o de capad· coo la primc 1a de ambas n ácioncs a un cos to muy bajo. Unidos
d ad molila r . lol;t ú lo q ue en ese t:4Jmpu.
Rcsulla o b vio q ue esas allc m a livas sólo licncn probab ilidades de Ese cnlcndimit•noo c nl re Es1ados Unidos y Gran Brclaña n o sólo
baJo las cond•cioncs J cl de!)annc tocn l. Só lo baJo tales a isló a Japón. sino que simullá ncamcnh! lo colocó en una posició n de
cuud ocoonc• la lu ha por el pod e r podrll >er elimin ada del lud o o lrans· insuperable inferiorida d en lo concerniente a armamenlos navales pe-
formada en mode lo regulado. rclathamcn tc estable. que se rcrleja sados. En luga r de embarcarse en una ruinosa carrera armamentis ta que
en la p roporCIÓn de los armamcnros. Los pocos inrcntos exitosos de no ocnía c ha nce de ganar. Japón consiguió extraer lo mejor de una
desarme han s ido rcalmcnlc del lipo loca l. s iouac ion desfavorable y humillante: aceptó su s ta lus de in fe riorid ad
oempurari" y acordó cslabilizar es la inferioridad en la proporc ió n a nlcs
desc ripta . Cua ndo la rcacdón anglo-norteame r icana a la invasión japo-
El Acuerdo Ruslt· Banot. d T ratado d e IVasloiorgtoor nesa a China a comienzos de la década del '30 moslró que e l frenle uni·
' ' el Acu ertl n Navnl AHtlo (; crmann do t·un rc>pcclo a l Lejano Oricnle que habla hecho posible d Tralado
de Washinglo n de 1922 ya no e•istía, de inmedialo Japón se libc:ró d e
E l ejemplo clásico del modelo a) es el A uc rdo Ru sh·Bagol las cadenas de aquel t ralado. En cua nlo a la pos ición japonesa frenle
Es lado• Uu odos y En las rclacoones cnl re ambos países virlual· a la naval anglo -no rreamericana, las dis posiciones de desar·
men te no exis lc chancc d e qu.c una lucha por d pod e r se 1rans fo rmc en nu· del Tratado de Was hing lo n fueron el resollado de una peculiar situa·
una lucha armada en pos del terri10rio de la o t ra parh:. Es ta auscncta cion polltic;-. d isposiciones no pudieron sobrevivir a las condicio·
d e pos ibilodadcs de confl iclo armado ha convenido a las 3.800 millas de ncs pulllicas que las hablan c reado. ·
front era canadi en se-no rteamericana en la línea fron lrriu d esarmada El Acuerdo Naval anglo-germano de 1935 es un lipico ejemplo del
más del mundo . Tambien con s tiluye e l p rcrrequisilo polftico p ara modelo e). Por aquel enlonces, el colapso de la Conferencia Mundial
un éxol? permanenle en d naval de los G randes L.1gos. dd Dcsarol)c y las polilicas del gobierno alemán dcmoslraron la incon·
El r ratado de Washonglon d e 1922 proporcio na un ejemplo de mo- movible resolución de t•s lc Ultimo para eJ rearme a los efec tos de lograr
delo a ) con respc<"IO a la.s relaciones en lre Es lados Unidos v Gran !!re· lo que denominaba " igua ldad "' con las demás polcncías mililares de
litña y de modelo b) con res pecto a las relaciones cnlre Unidos primera magnilud. Con re lació n a Gran Brclaña, e l rearme sólo podia
y Gran Bretaña . por una parle. y Japón, por la otra. fortaleza en pequeños navíos para oponerse a la
Eslados Unido s buscaba la paridad con Gra n Bretaña e n el campo brllá_noca en barcos mayores. Por oora parte, el gobierno
los acorazad os dt· comb:Jtc . Estaba d ispuesto a conseguirla en run· bnt fu_u co fi rmemente res uello a no embarcarse en políticas que
ctón d e: la su perioridad de recursos que no estaban com· eslu\"Jcran t:alculadas para mantener el s tatu quo con respec to a los
militarmente . la única c uest ión que quedaba por resolver !wrmanos. Po rque esas pulítiLas podrían implicar
era st _Jo tba a cons(*J;uir media nte u na v costosa compete ncia el pt.•ltgro de guerra o , por lo menos, de una carrera armamentista des·
o mcdtantc un acuerdo m u tuo. Dado 4uc no ex ist ía con flicto político co n Aleman ia v. l'n toJo caso, podrían to rtalccc r la in tluen·
alguno ambos pa(scs que justifica ra cornrx-tcncia , las c •a rra nt:csa y rusa t·n Eu ropa a expe nsas de Alemania. En raJes cir·
acordaron esla blocer u n to ne laje máxi mo prác ticamente c uns lanc1as la c ues tió n q ue se le p lanleaha a l gobiern o brit.imro era
tdcntrcu los acorazados de cad a una de ellas. no t:tnto ctlmn ev it ar d rconnc naval de Alemania. sino cómo prcscr ·
la p rimera mundia l habla h echo de Japón la po- var la na\al b1 it:ínica. sin im ponerse un costoso prog1·ama
naval preponderante e n el Lejano Ot icnte, amcn:::.zandu as i intere- de r earme.
ses d e ES!ado s Unidos y Gran ll relaña en aquella región y planlcando E l Acu crJ u Naval anglo-germa no d e 1935 fue la cod ificac ió n d e
la carrera armanlc.JIIb la na\ a l. Por razonl!S y p)iculógicas, miel eses dc- Gr.1n Hrctaña y Alt:m a nia. Bretaña
y Gra n Bretaña halla ban m u v p reocupa dos por (·vira r nl;liii ii\ O, en tl.! nninos de tone laje. a Ale mania a una distancia cgura.
carrera . Por otra par te, Gra.n Brcl:lña \'inculada .:t E_n r ,"hO d e :o,cr pocHa a umcn lar aquel la dis ta ncia me-
Japón por una a Hanza militar. Y. más parl icularmc nle, los domonios dtonllc f..'l 1m·n.:nh·n1o de p 1C.p1o ro nd:t)L. e n una y
b rilá n ico s lemian la po•ibilidad de ha llarse del lado japonés en el caso alcólnltl r , ;1 una vclocid;•d q ue.· k· rcsullar:1 a Alemani a , con
de un conflicto enl re Japón y E>tados Unodo>. As l. Gran Brclaña v Es· MI n: t :-1 1d ada inici;-l th a y 1 e l máxi mo
lóldoo Unidos no sólo no lcnoan conflictos polilicos que los pudieran de 35 % del lo nc la je británico. Alemania lograba el rcco-
lk var a la 13mbién lcnían idénl icos en ('VÍiar nor un•l·ntu de a l rcarm L· dent ro d e límites que, e n vis ta
una carr·cra armame'nti .. ra con Japón. Disol\'iendo s u alianza con Japón d e s us y o t ros compromisos mi litares. no podría sobrt'p a.sa •·
E l p ro l>l cma d• la paz Duarme 461

c a so dentro de l futu ro inmediato. M:is específicamente el


u c en <:> to rgó a la parid ad en submarinos, e l a rma
de d(•fc d e la pos tc tó n es tratégica a lemana, era e l m edio na tura l LA Co u fcrcucia d e /Jrsarme A1undial
. n sa ) ataque con t ra una armada c uya superioridad e n to ncla ·e
u7.•dadc > nava les de c o m bate estaba más allá d e cualquier La pl"im¡;ra guerra mundial con virtió a Francia en la poten cia mt·
'' de _1939 result ó inequívoca m en ee claro que Gran Hre: lira r prc pondcranrc en Eu ropa y e n el mu ndo. Alemania quedó desa r·
tista uc habran en carrer-a armamcn- ntnda e incnpac irada pa ra la gue rra con cualquie r potencia de primera
d 1
1 . os P e paraba para una e tncvitable gue r ra De acuer m agnilud , con lo que Francia quedó sola . Esta disl ribución persistía
A7 con . c ambio que se ha h ia produc ido en s u sir uac iÓn pollt ic; en prin cipio, a pesar eJe las modificaciones que introducía el rearme
C IIUIICI<Í en abri l de 1?39 el Acuerdo y rea su nHó e n el sec reto de Alemania y la c reciente: o bsolescencia tecnológica y est raté-
b ·· 11 cchdo una hbcr!ad de a cc tó n cu yos objerivos polír ieos ya la ha· gica de la infracstrucl ura mili tar fra ncesa , c uando se reunió en 1932
cva o a reasumtr en e l tcn·cno de los hechos. la Confere ncio de Desar me Mundial. El propósuo confeso de Alemania
. Los SALT rantbio:ll son un ejemplo d e l modelo e). Los co ns isrla e n ca mbiar aquella disrribución de poder. El propósiro tam-
m•s nlos dcn van d e l reconocimie n to d e d os hechos básicos que d is tin- bién confeso de Francia era el de manrenerla. Alemania t raró de lograr
guen . las armas 11uclea res de la s conven io nales: la dudosa efica c ia de su obje rivo mediante el rcconocim k nro de la " igua ldad de d erechos"
los sastemas defensivos, c uyo despliegue. s in e m bargo, h ubiera c stunu- c orre ella y Francia que se t rasformara gradualmente ---es decir . luego
lado la c ompetencia en e l ca mpo de las armas csrrategi· de un dctt·rminado número de año s- e n una real igualdad de a rma-
c as Y _la. segundad para la d esrmcciú11 iufa lible del h iporé rico enemigo m e nt os. Po r la o lra p arle . Francia t ralaba de realizar su s o b jetivos con-
que habta n nlcau1..ado arnbns E n \'ista del rccomx•m•e n- Imponiendo a l principio a lemán de igualdad, e l principio de seguridad.
to p rimer hec ho. e l Trarado para la Lirni radón de los ABM. parcela E l concepro francés de seguridad implicaba en la prác tica q ue cualquter
m a s un. m cc a lll!tiTIO p.1n1 salvar ap:.ricnc ias que para abolir ercc ti- increme nto de la capacidad m ilita r a lemana tenia que sigmlicar un in-
v.amcntc nquc ll os :.isl,·rnas. Ncgá ndost: a admitir que era un error des- cremc n ro para lelo del poder fra ncés. Sin emb .. rgo, Francia ya se en·
plega r los ABM . rindtó rribur o a la idea de su ex is te nc ia pcrmi riendo 3 conlraba próxima a l limi re de sus propias polcnc ia lidades militares,
cncta nac ió n In in s lalac ióu de sólo d o sis temas. mie n tras Ale ma nia ni siquiera h abía comenzado a explolar s us recur-
De be seña b rsc yue e n tod us L'S i o:. casos e l desarm e (ue acordado so s e n po blación y en potencial industrial. para mencio nar sólo dos
por dos nn donl..'s o por un limitado mll ut.·ro de nacio nes y qUl' fue d e de s us m ás espectaculares y portentosos recursos militares en relació n
COP. 1-'rancia.
car áclcr local. T a mbié u de be que la proporció n reflejada en
convenios nuJicaba la ::utscnc-ia c.Jc un..J cont íe uda po r d poder o por Bajo tales circu nstancias. a los e fec tos de conseguir ''seguridad"
p r·cpond\.·r.:t n cit\, i11 c ue s t iuna hlc pur d m o mc uto , de una o más na· en s us rclacio nt:s con una Alemania de capacidad pote ncialment e nta-
ClOnes sobre o p rL·fc rc.ncia h: niJ>OI 3rt:.& d e uno d e los lados por yor, Fra ncia d ebió mirar m ás a llá de: s u s propias fronte ras para con-
la l'Otn pc tc nc ia sq; ula da por el poder bajo la forma d" co mpete nc ia seg uir mayor poder. Y Jo co nsiguió e n t res fac tores : en a lianzas militares
por ann amcntos. cun Pa loma y las nacionc:s de la pcqu(:ña e nte nte -Checoslovaquia, Yu-
ia y Rumania- , en nuevas garantías colec ti vas sobre e l s ta lu quo
¿ Cuáh:s e nto nces. las l. h t.HIC\.' :. p;u-a llegar a sobre la
terntnrial dd T ra tado 1..k Vl'rsai llcs y en e l arn:glo judicial compulSIVO
prupordón de ..·ntu s í u =tndu nJt ll h a,, u la mayor parte dt" las
de dis putas int ,·rnacionales sobre la base del d e rec ho mt er-
polc nc ias. procura n e l d esarme gL·n c-t.ll mic nt1--as al mis mo tie mpo ,.,ro-
naciona l dd Tra tdd O de Si las francesas h ub 1c ·
sigth.'l1 cun su lu..:ha por d pc)lh!r? P:tr.J d cdrlu clara ment e , ninguna.
ran sido ado p t:u.Jas po r la Conferencia. cualqUJf!r incrcm"'·nto l.lc:l poder
Tollus lu s ini(' Uiu e n pos d"· 11 11 g..:nc r.J I, t a le s como las dos
rn•li t::tr :.dc:rnán h a l>ria :!!Ido neutra lizad o y c.lespojac.Jo de lodo efecto po·
d\.· L:t H ;.eya, c u 1nu 1.1 d e Génuva de JY32, como
IHICO fa, orotblc: a Alemania . se- habna logrado por decisiouc' j u-
1;..-., J .· l in h.J.t-., co 1nn la 1nayor parte
di.:t.lc::. el qua Vcrsai llcs y llam a udo e n dctcnsa
d \.: lus csfuc r L.v:. durau k d ultu uv ) nu..:dro, no lrou.:a saro n ;!l pod er \.Oillblll:.t úo tk pr3ct ic:uncntc todas las dem á.s naciones del
p rimarkii iJ\.'Il h,.• por ra ll:t:-. f' n la pt'l "PLII .tLioll. por d JX.' r w n a l o por mala lll unclo. P n:ci:.fUllt.;'ll h! por esta razón, las no tem a n
sue rte Nu h u briL1n p udido te n ..·r .. ni baju la:. c it·c unstan· upurtu nid :HI d e adoptada:.. Po r o tra part e, s i e l p lan gerrnano hu-
cin"i más porq u(! lc.t J"'· la lucha po r el poder b it.'!>C •.u.Jopr;u.Ju po r la Cunlc:n: ncia, e l intl..' rnacional de Ver·
t'nt rc Jas rtt:tciunc:r- irnpv,:,ibi lita cualquíc:r acuerdo :.ailks y el quo estrtblcci do por la 'ic toria J c lo s a liado s en la
propurdóu de a ttu.. Du-, t> jl.'mp!us bdslaran p:.ar·a csla pnmc rn gu..:n •• mundi;:ll se habna des moronado gradu a l e inevitable·
..:utr.._· F r·a ru.:iu y Alc t11a n1 a e n la <.:onl e- 10( nle ha .-:. IU que Alemania. en razó n de su s upe r ior polcnctal m1lltar.
4

lh: Ot..·...,;uJ HI..' Mundial de líJJl \' conllic tu c.:nlr¡,: Es ladus Unados d'"· \ Cnctdo ¡¡ vencedor.
v la Uuiuu So\ 11.!11("._, en la Cumi , ¡;;u de Al o nn a d e Naclo- Po r Jo I.JtllO, la con lruvc rsJa entre Francia y Alema nia sob re la
l'll ' l l JJ IC.kl
%M l-!'1 problc111a de la paz. D es<J rm c 469

proporción de s us respectivos era, en esencia, un ..:onllicto ins istentemente sobre la r elación entre Y Y
sobre la distribució n del pod..:r. Tras lo que los delegados a la Contc- el carác ter de este último. La Unión Sov1e t1ca ha defend1do la pnort
rcncia del Desarme expresaron en términos ideológicos de seguridad dad de la pro hibición sobre el control y, de un modo u otro, la
versus igualdad, el análisis retrospec ti vo Ucscubrc las fuerzas accuan- nía nac ional con respecto al con trol. Este plan t1cnde meJorar la P
tcs en el lrasfondo de la política inte rnacional: el deseo de mantener sic ióo militar de la Unión Sovié tica y por esta sola razon no puede ser
la dis lribución de poder existente, que se manifiesta en una política aceptado por los aliados occidentales. La prohibición de las armas
de s tatu quo. por una parte, y el deseo eJe rompe r la distribución de fehacientemente cumplida por todas las nacio nes tnvolucra·
poder cx.istcnte, que se expresa en una política imperialista, por la otra. das, despojaría a los aliados occ.idcntales de s u únko contrapeS<_l elec-
Por eso, esperar que Francia y Alemania pudieran ponerse de acuerdo tivo con tra la s uperioridad rusa en armas convencionales. El sJs.tema
sobre la proporció n de sus respectivos armamentos era lo mis mo que de ..:ontrol, cuya operación o resultado en última instancia estana en
esperar que pudieran llegar a un acuerdo sobre la distribución del po- manos de: la 'propia llnión So vié tica. preservaría ese sec reto que du-
der entre ambas naciones. Un acuerdo sobre este último tema. bajo la ranlc dCcallas ha desvelado a los. gobiernos soviéticos. Y las annas. s:'u-
fornaa de un compromiso entre la real preponderancia francesa y Ja clcares no dctccladas habrían dado a la Unión Soviética una decJstva
potencial p reponderancia alemana, tal vez hubiera sido posible - aun- \'enlaja militar. que las potenc ias occidentales. en del caractc.r
que las dudas son considerables- en la década del '20. Estaba tuera democrático de s us e.obicrnos v socict.lades. h abrían temdo mucha di-
de toda posibilidad en el momento del ascenso al poder de Hitler; tam- ficu ltad en ig ualar. - . .
bién estaba fuera de la realidad cualquier ac uerdo sobre la proporción Por la o tra parte, los aliados occidentales se han negado a consl-
de los armamentos. dt!rar un dcsarnlC nuclear sin un erectivo ----es decir. verdaderamente
Reclamar la igualdad en armamentos hubiera significado para Ale· su pn,nou. 1onal- s istema de con trol. Semejante sistenta, al abrir
mania ac eptar su in(eriorida d en poc.Jcr como permanente y legitimo, y insla lo.u.: lu lll:s y modus de operación de la Unión So viética
renunciar a todas sus aspi raciones de volver a convertirse en la ¡)O ten· cxo.m wn de obs..: rvadurcs t•x tra njcrus , h abría dado a Jos aliac.los occi-
cía preponderante de Europa. Para Francia abandonar sus reclamos dentnlcs una gran ven taja militar. Esta ventaja d ecisiva du·
de seguridad hubiera significado renunciar a su posición de prepon- rantc 1..1s p rimeras eta pas lk' un desarme nuclea r gr adual , cuando el s is-
derancia y aceptar el regreso de Alema nia como potencia de primera tema d e contro l se encon trara en plena operación ruientras los a liados
magnitud. 1:.1 Impasse que se produjo entre Francia y Alemania cou aUn en posesión dt! las armas nucleares y de
respecto a la proporción de sus respectivos armamentos fue, por lo Jos de producción.
tanto, incapaz de solución en términos de desarme. Dado que era una Po r lo tanto, el conflic to en tre Estados Unidos y la Unión Soviética,
manifestación de la luc ha por el pred.,minio entre dos paises, este im· como el que se planteara entre Francia y Aletnania. a
passc sólo hubiera podido resolverse en términos de una dis tribución comic uzos de l;1 década di..·l '30. se desarrolla t.'ll dos n iveles: en d nivel
general dd poder entre ambas naciones, s i es que existía realmente al- supe rfic ia l d el y en el mús fundamental de la lucha por el po-
gún tipo de solución. c1cr. En el dc.:l desarme , el conflic to se resuelve e n una con trover -
s ia ent re dos con cepciones t.:ó r icas : segu ridad primero, luego;
desar m e primero. seguridad luego. En e l nivel de la lucha po r
NeJ!.O('iaciones sobre el desarme d esde la el poder. (.') co ufllcto se pla ntl!a en t.:rminos de competencia por ven-
seglutda guerrc1 numdial tajas militares. con cada uno de los lados tratando , en el peo r de los
casos, d e m a ntc ru.:r la distribuciúu de poder ex istente y. e n el n1cjor,
Las n egociaciones de desarme, de las c uales las varins comisiones p rocu rando ca mbia rla e n s u favur. Hurantc los prime ros años de la
de Naciones Unidas y s us sucesores fuera del organismo mundial han década del 'SU, la adminis tración Rcagan propuso que la Unióu Sovié-
sido escenario, reanudaron de rnodo cuonncmcutc simplificado la trama tic;• <lesman tda ril todas. u la 111"yor pa rte, de s us amplias bases de lan-
básica de la Conferencia de Desarme Mundia l de 1932. Cada lado -es zamie nto de SS·lO instaladas en Eurupa a cambio de lo cual
dct·ir. princ ipahncntc Eslados Unidos y la Unión Soviética- lormuló Estad os Unid os se abstendría d e d esplegar sus misiles Pcr s hing y Cruise.
propuestas que hubicseu estabilizado la distribución del poder milita r A M I vez. lus rea lizaron p ropuestas que tcndian a 1nantencr
en tanto esa s ituación los favorecía o que lo cambiaban en lanto (•sto s u s up...:1 europea c u o.u 1to a tales nlisilcs. en tanto pcrm1tian
IJcv aha agua a sus molinos. En e l campo de (c,s conve:·n· un muy l11nit Ln\u dc.,.plit..·guc lil' los ,,: quivah.:nt cs nortca1ncricanos. Co mo
c ionalcs, la Unión Suvictica propuso una reducción propordonal, que las luego se dete rioraron , cada ladr) proclantó pUblicamcntc
hubiera mautcuido intacta su superioridad, en tanto las potencias occi- su pllS ic ion e u d(•claracio ncs televis ivas autes que e n ásperas negocia·
dentales for111ulaban propuestas que te ndían a climinn r o. al me nos, dones privndas. E n es ta competl'ncia . la contro ve r s ia acerca de desarme
reducir drásticamente esa s uper ioridad . nu dcnr llU..'I'41 1U.: ut e umt c:\pn.:sió n exterior. del mismo ruodo que la
En el campo de las armas nucleares, e l problema se h a centrado forma de arci lla res ponde a l llll>ldc e n <¡U(' fue moldeada. -'si como la
•10 El problema de la pa:
471

forma sólo puede cambiarse si se cam bia el molde, de la misma manera ta rea enfrent ó a la Conferencia con tres dificultades que probaron ser
el pmbkma del desarme nuclear sólo puede resolvcr•e mediante un in superables.
acuerdo sobre e l conflic to de poder del ha surgido. Pero. esa ta rea no puede realizarse sin la evaluación del poder de
una nación en comparación con el poder de otras nac;ones. Más al
comienzo de este libro hemos tratado de most rar u <.uán difícil, especu-
Patrones de distribución lativa y, en cierto modo. imposible resulta semejante eva luació n campa·
rativa. Si los datos de tal evaluación ajustan con los patrones para la
La proporción entre los armamentos de las diferentes naciones es el dist11bució n de armame ntos. no por ello los pa trones han de presen-
problema más importante que debe resolver cualquier intento de desar- tarse como altamente subjetivos y . de ahf, serán motivo más de con-
me. Una vez que es solucionado, se plantea otra c uestión. E< menos trovers ia que de acuerdo.
fundamental que el problema de la proporc ión, pero rebosa de dificul- Sl·gundo. la tarea requiere la es timación de las pulili-
tades prác t1cas. e n cuyo seno se vuelven a reflejar las relaciones de cas de los go biernos involucrados. Habitualmente todas las naCiones de-
poder de las _naciones involucradas . Esta cuestión tie ne que ver con los claran tener intenciones pacíficas. Pero todas las naciones tambié n
patro nes segun los cuales serán dist ribuidos los diferentes tipos y can- declaran que deben es tar en condiciones de defenderse. con lo que
de armamentos a las difl'rentcs nac iones dcntm de la propor- están imputantlo intenciones agresivas a algunas ot ras naciones. Lo-
CIOn acordada. Las Mund iales dt· De, arme de Génova y grar un acue rdo en tre las naciones involuc radas acerca de quién debe
sus respectivas preparatonas, tuvi eron que e nfrentar esa cuestión innu· defenderse y con tra quién es o bviamente algo imposible por la propia
veces. La voluminosa literatura que legaron ambas conleren- naturaleza de la controvers ia .
CJas cs. en su fut ilidad y en su caJ·ách.•r incond u venl c un monun1cnto a Finalmente, y llega mos a l punto más importante, las controversias
lo desesperanzado de la tarea, a la luz de bajo las que nacen de los puntos en divergencia asf planteados habrá n de rcl k·
que se rea liza. jar inevitablemente las políticas reales y anticipadas de la s naciones
. En la Conferencia Mundial de Desarme, como hemos visto, Ale ma- interesadas . La nació n que experimenta lcndencias agresivas contra
ma reclamaba igualdad dt: arn1amentos con Francia. Francia acordó esa orra o teme las tendenc ias agresivas de otra -y todas las naciones
proporción como principio abst rac to, en tant o el problema de la seguri- cn1ra n en es ta última ca tegoría- se sentirá obligada por razones de
dad pudiera ser resuelto a su satisfacción . No obstante, una vez logra- intc1·és propio a mantener la es timación de sus propias necesidades
da e sa proporc ión e n lo a bstrac to. ¿qué significó la igualdad en lo con- defcnsh·as en el nivel más alto posible y a reduc ir las de su rival al
c reto t:on respeclo, digamos, a los efec tivos armados. a las reservas puntu más bajo posible. Dicho de otro modu, lo que las diferente:;
entrenadas, a la artillería pesada , al tipo y número tota l de aviones desean logr3r a través de sus políticas exteriores - la retención
y así sucesivame nt e? y eng randeci miento de su propio pode r y la con tención y reducción del
Los palrones a empl ear estaban obviamente en función de las se cxpn:sa en numéricos en la e valuac10n dt:
necesidades militares de cada uno de los dos países. Y esas necesidades sus propias neet.·s idades militares as í como en las de su rival. Los pa·
militares se definían en términos de defen•a. ¿Defensa contra quién "! trono:s que apl ica están determinados por sus fines políticos y no por
La respuesta implícita y explícita fue : contra la otra nación . Como re- algo que se parezca n·rnotamcnte a un criterio objetivo. Por lo tanto,
sultado inevitable de esta de finición se deducfa que las necesidades esos patruncs pueden determinarse mediante libre acuerdo de las na-
militares de los dos países no eran idénticas. Las diferentes posiciones ciones interesadas solo después que éstas hayan acordado el arreglo
estratégicas de ambos países - para mencionar, sobre este punto, uno de lo s problemas que las dividen. El proble ma de los patrones para la
entre varios factores pos iblt:s- requerían armamentos diferentes en dist ribuciún de armamenlus, entonces, se prese nta en los misn1os té r-
calidad y cantidad. Por tanto. igualdad en armamentos no podía signi- mino, que d problema de la dis tribución: el arreglo político debe pre-
ficar igualdad matemática en el •entido de que Francia y Alemania ceder el dc,arme. Sin a rreglo polflic o, el desarme no tiene opor tunidad
debían armar efectivos, entrenar reservistas , armar arttllcría y fuera de lriunfar .
aérea absolutamente iguales en y calidad. Igualdad sólo podía El ejemplo m:is contundente de esta relación entre arreglo pol1t1co
significar igualdad en las posiciones defensivas de cada país contra un y a< ucrdo subrc los pa trones para la di stribuc ión de armamentos es
ataque exterior. proporc ionado nueva ment e por el conflicto entre Francia y Alemania
Fue, pues, tarea de la Conferencia del Desarme Mundial, en primer e n la Conferencia del Desarme MundiaL A la luz de su irresuelto con-
término, los riesgos de un ataque ex terno contra cada país; segundo. flic to sobre d s tatu qua de Versailles, Francia trasladó la proporción
Jos medios de defensa que no fueran armamentos, tales como ubicación abstracta de igualdad en normas de armamentos reales que hacían
geográfica, autoabastccimiento en alimentos y materias primas, capa- bablt' la perpetuación de la preponderancia francesa. Por la otra parte,
cidad industrial, número y calidad de la población ; tercera, la necesi-
dad de armamentos a la luz de los dos fa ctores previos. Esta triple 11 Véase el capitulo 10.
472 El problema de la pa¿ Desarme 473

Aleman_ia transformaba la misma proporción en normas concretas que,


de la ha brían llevado a una posición preponderante con res-
pecio a Fr ancia. Así, Francia insistía en su necesidad de contar con ¿El desarme significa la reducción de armamentos?
un ejército mayor que el de Alcmauia en virtud de la mayor cantidad
de población alcna.ana a1tí como de su mayor fndicc de crecimiento. A la Juz de las pocas ocasiones en que esos problemas fueron real·
Alem¡ania contraatacaba señalando la superioridad rranccsa en rcscr- mente resueltos lográndose acuerdo sobre la proporción y la dtslnbu·
c ntr·enados y las amplias de mano de obra y malcnas d ón etc armamentos. es Ucito preguntarse c uál fue el efecto de esos
en el imperio colonia l francés. Alemania reclamaba cierta can- a ucrdos sobre la cantidad y la calidad de los armamentos de todas
riruod de arrillcria y aeroplano> a causa de su posición geográlica en las naciones inl'olucradas. Es preciso considerar tres tratados: el Tra-
medio Jc naciones potcncialrucntc ho M ilcs. Francia negaba esa po:!r!oibi- rado de Was hington de 1922, el Tratado de Londres de 1930 y el Acuer·
Jidad al r ec ordar a la Con(crcncia s us propias necesidades ddcns1vas do Anglo-germano de 1935.
en vista de su falla de lroutcras naturales estratégicas con Alcmama y En virrud del Tratado de Washington, el poderío norteame ricano ,
del hec ho de que tres veces e n un s iglo había s idn víctima de invasio- inglés y japonés en grandes barcos se redujo en un 40 % . Un total de
nes alemanas . posible escr-ibir la historia de la Conrcrcncia sch: uta barcos rucron Jcsmantclados por Jos signatarios. Hasta ese
dial de IJcs anne en términos de ese conflicto de ¡xxlcr entre Francia limite, el TrataUo de Washington signiricó una reducción general de
Y Alemania. un conrJichJ que bloquecJ acuerdos hasta cu los más pe· a rmamcnlos. Sin embargo. deben tenerse en cuenta dos factores. Por
queños dcralle" réc nicos. Las de mandas coutradiclorias por e l poder una parle, la reducción era sólo temporaria. El Tratado estipulaba que
de naciones en competencia se vieron reflejadas e n las contradic· los cinco s ignatarios a partir de 1931 podían comenzar a construir pie·
lorins de mandas de armns. •·ccmplazo en un proceso que hacia 1942 debería establecer una
Adcrnás de los problemas políricos que surgieron entre .!'rancia y proporció n Jc 5:5:3: 1.67:1.67. En 1931, el período de reducción de arma·
Alc m a uia , e l pr<Jblc m a d e la eva luación conaparaliva s ignificó un tor· mcntos en lo conce rniente a barcos grandes llegó a su fin y luc rcem·
midablc contra el que la Conrcrcncia disputó en vano. ¿Cuál pla1.ado por un período d e compclencia armamentista regulada.
era el valor Jc 100.000 rcscrviM:b rranccscs entrenados en 1é rminos de Por otra parte, a causa del rápido desarrollo de la tecnología bé·
un correlarivo núrnc ro de c!cc tivus del cjérciru a lemán? ¿ 50.tl011, 60.000. lica , especialmente en lo concerniente a la capac idad de fuego y a la
80.000. IOO.OUO o quizás 120.000? ¿Cuál era el rnargen de s upt·rioridad ac ronáulica, el lipo Jc acorazados mayores usados durante la pnmera
de la capacidad indus trial ale mana co n res rx:-c to a la rrann ·sa mcciJdo guer ra mundial te ndió a volverse obsoleto a una velocidad muc ho ma·
en c antidad de artille ría y aviones franceses? ¿Cuántos a lema- yor que c ualquier otro tipo de armas, con ex<"cpción de los aviones.
nes de más con respecto a la po blació n fran ce sa cquivalian a cuántos Rt:cordando las enseñanzas de la primera guerra nu.andial, un creciente
d e las colonias ? O. para usar un eje mplo cuntcmporánco, IIÚIIl l ' rU d e l Xpcr to s pensó que el barco de gue rra como tal se habla
¿ t.- uá ulas divi siones de la infanter ía rusa son equivalentes a cuánlos mi· vudtu ubsolci<J, qu<' significaba un d espilfarro de dinero y que el tu-
.¡Jics nvrtca mcricanos ? ¿O cuánlas ba.s cs soviéticas de lanzamiento de furo <lel poder naval es laba en navíos rápidos y veloces con gran capa·
rm.5ílc' cquivaiL"n a c uá utos avumes y submarinos n o rtcamcricanvs des- tillad J.c ruego. Si se asume que ta les consideracione s pesaron en tos
de 105 c ua les lan7...a r Obviamente no puede haber res pues ta para siguararios del Tralado de Washington, la reducción de la canridad d e
scmc;antcs prcgunta-5 en términos de cxaclitud matemática, como Jos aparcct.· como un reconocimiento de la declinación del aco-
que concc hía la Confere ncia Mundial de Desarme. Las únicas respucs· ra7.ado como arma.
ta\ sólc" pueden tene r origen e n la negociació n política y en tos com· Co1110 pa ra re fo rzar e se supues to , el Tratado de Washington fue la
prumí dirlorná ticu s . E n las his tü ricas que estamos con· 1111a annamcnt b ta entre lo s signatarios en relación a
1>idc rando . el cn1plco de tales rné rodos habría pt-c>upuc sro el arreglo todo' huqucs nu Co 11 tcmpla Jns por el Tratado, especialmente cru·
del cunllic h, p<>lil ico Pcru la continuació n de dic ho conllkto bloqueó y s ubmarinos. Cuauo he mos ruerun los
la ptt\.Íb Jiidad d e que Fram. ia y Ale mania pu"'icra n d e ac uerdo sobre iaupo rt a ntcs p a ra el tipo de guer ra nava l ento n ces av izora-
I<>S d e dbrribucífm de los difercnres tipos y canridadcs de da . 1\ rin d..: c uc ut as, al m enos e n s u s efectos, el Tratado
a rruamc r.to\ mediante las lc:Cnica.s de la l.• t t lllf·'-' h .. nria la d ...· donde h1 c.:om pc ·
A, ;, d prub lc n1a es acer ca d e la rru purcióu tot a l de los arn1a· km. ia uu iha a S l' f intensa . Del mismo rnodn , liberó y rec ursos
d e la.J dife rent es nac ioues o si la gira en torno él los y, po r lo tautu, c!-.t imuló la compe tencia en aquellas ramas
parrunes para disl• ibu ir diferente s ripos y cantidades de armamcnlos. dd :u m,,nJt..·ntu naval '-'11 la s las potencias navales se mostraban
a mbos problcm:..s insolublc5 e n propio!'> tCrrninos en taulo y IIJ , •.., indinada .., a co1npc tir.
en CtMnfu len, nmflk tos de poder que están en s u origen pcrmancz· lus mo tivos de los signatarios y c ualesquiera
t.ó"' ll ir'l l"\ lll..lttJS . lu,·, c n >U> dct.:tus. lo cierto es que e l Tralado de Washington realrnen·
"-' lu11itU c ic rlo!> a rmarnt.·ntos nava les. No puede d ecir se lo mi s mo del
.,. -
474 El problema de la paz Desarme 475
Tratado de Londres de 1930 o del Acuerdo Anglo-germano de 1935. 1::1 d ver con el desarme. Proveía francamente al rearme naval de
principal logro del Tratado de Londres fue el acuerdo entre Estados na a d ntro de limites que ese pais no podia y no quena exceder
Unidos, Gran Bretaña y Japón con respecto al tonelaje de cruceros, Alemania e B -
en ese entonces y que, salvo mediante la guerra, Gran reatna tam-
destructores y submarinos. El Tratado de Londres intentó disponer la
limitación del poderío de las respectivas naciones en estas categorías poco podía evitar.
de navíos. Sin embargo, en realidad sólo tendió al rearme de Estados
Unidos y Japón dentro de los límites establecidos por el máximo pode-
rlo de las naves británicas en esas categorías.
¿El desarme significa la paa?
El Tratado otorgó la paridad a Estados Unidos y Gran Bretaña, El desarme sólo se ha logrado bajo condiciones Inclu-
con Japón a aproximadamente dos tercios de ese máximo. Sin embar- so cuando parcela haberse concretado, con frecuencia el desarme stg-
go, haciendo esto, el Tratado sencillamente reconoc ió como legítima la nificó un incremento de los armamentos antes que una reducción:
supremacía naval británica, especialment" en cruceros, y la perpetuó a las consideraciones son preliminares a la cuestión que resulta dec1s1va
lodos los efectos prácticos. El tonelaje distribuido por el Tratado fue en el contexto de nuestra exposición. ¿Cuál es el sentido del desarme
alto y estaba fuera del alcance de Japón, en tanto Estados Unidos con respecto a los problemas del orden y la paz internacional? Supo-
sólo lo podía lograr a un costo (mil millones de dólares en cinco años) niendo que las naciones de la tierra fuesen capaces de ponerse de acuer-
que la opinión pública norteamericana consideró por entonces como do sobre un desarme cuantitativo o cualitativo y consiguieran realmente
intolerable. En otras palabras, el Tratado permitía a Estados Unidos desarmarse según ese acuerdo, ¿cómo afectarla semejante reducción
remontar su fortaleza naval por lo menos tres categorías con de todos -o la eliminación de cierta parte- los armamentos al orden
a la británica siempre que estuviera dispues to a invertir el dinero ne- y a la paz internacional?
cesario, inversión que obviamente Estados Unidos no estaba dispuesto La moderna filosofía del desarme procede del supuesto de que los
a hacer." El T ratado permitía a Japón contar con dos tercios del lo- hombres pelean porque tienen armas. La conclusión lógica de este su-
neta je de Gran Bretaña y Estados Unidos, siempre y cuando Japón puesto es que si los hombres no tuviesen armas, todas las peleas se
EStuviera en condiciones de construir semejante flota, cosa que era im· tornarían imposibles. En política internacional sólo la Umón Sov1ét1ca
posible. La única contribución del Tratado de Lond1·es a la limitación ha tomado en serio esta conclusión -y es cuestionable si verdadera-
del armamento naval cons istió, pues, en el establecimiento de un má- mente la tomó en serio- al elevar a la Conferencia de Desarme Mun-
xi mo que ninguno de los signatarios podía exceder y que Estados Uni- dial de 1932 y en 1959 a Naciones Unidas propuestas para un desarme
dos y Japón estaban lejos de alcanzar. Así, lejos de reducir los arma- completo y universal (con excepción de armas ligeras para las funcio-
mentos, el Tratado permitió su incremento dentro de ciertos límites. nes policiales). La actitud contemporánea con «ilipecto al desar-
Por otra parte, este acuerdo sobre tonela je máximo se encontraba me atómico tiene algo que ver con esa posición. Tal es la filosofla del
condicionado e'l su propia ex istencia por la constante libertad de Fran- desarme expresada en el informe al presidente por el repn:sentante
cia e Ita lia -que no fueron signatarios- para incren1entar los arma· alterno de Estados Unidos ante la Comisión de Desarme de Naciones
me ntos en sus respectivas categorlas. A los efectos de enfrentar una Unidas el 12 de enero de 1953:
posible a m enaza a los intereses de cualquiera de los signatarios - y en
espec-ial de Gran Bretaña e n el Mediterráneo- el Tra ta do restableció .. . El objetivo de un programa de desarme debe ser evitar la gue-
la completa libertad de acción de cualquiera de los signatarios si en rra v no la regulación del armamento <¡ue debe emplearse durante la
su opinión los emprendimientos de paises no signa tarios al respecto guerra. Hemos tratado de aclarar que Estados Unidos no acepta
ponían e n peligro su seguridad nacional. En caso de que uno de los la guerra como algo inevitable, que la consiste en reducir la
probabilidad de guerra medmnte la segundad de que nmguna na-
signatarios incrementara su tonelaje en las referidas ca tegorías mas ción posca los med1os ncccsanos como para llevar a cabo un exi-
de lo estipulado en el Tratado, las ot ras dos naciones quedaban toso acto de agresión armada. El objetivo consiste en reducir la
facu ltadas para aumentar su poderío en la misma proporción. Lo que probabilidad de guerra mediante la reducción de esa -posibilidad
quedaba entonces del Tratado de Lo ndres no era muc ho más que y de la agresión armada.
carrera armamentista cuyo ritmo resultaba determinado por una u otra
de las grandes potencias navales. Pero aun con conclusiones menos extremas, la propuesta admite táci-
Muy poco cabe decir del Acue rdo Anglo-Germano de 1935. Este tamente que existe una relación directa entre la posesión de armas, al
acuerdo, preparado dentro de la terminología de la limitación, no tuvo menos de .ciertos tipos y cantidades, y el problema de la guerra y la paz.
Tal relación existe , pero es lo contrario de lo que los defensores
,. En los afios ttscales 1931·35, Estados Unidos gastó en la construcción de del desarme suponen que es. Los hombres no pelean porque tengan
barcos de toda clase poco nlás de 32t millones, es decir un tercio de los mil mi· armas. Tienen armas porque las consideran necesarias para pelear.
llones de dólares. !The World Almanach HM7, P'c- 812.1
1Ao 1

476 El problmra d• la paz Desarme 4n


Ou_ftcnles las armas e igual pelearán ya sea a puño limpio o conse- defensivas, ilustra la imposibilidad de resolver el problema
gturán nuevas arntas con las qne pelear. Lo que lleva a la guerra son 1
de un desarme cualitativo. Gran Bretaña suponfa que la predJs-
las condiciones que están en las mentes de los hombre s, quienes hacen sició n para la guerra agresiva era el resultado de la_ poses1ón de
Rpareccr a la guerra como el menor de los males. En esas condiciones ::;mas agresivas. La conclusión falla junto con la h1póteS1S. Las_ annas
d ebe encontrarse la enfermedad de la que el deseo - y la posesió n- de no son agresivas o defensivas por naturaleza, smo por el propós1to que
arruas no es más que el síntoma. En tanto Jos hombre s traten de do-
1 anima . Una espada, no menos que una ametralladora o un tanque.
minar a los demás y de arrebatarles las posesiones y en tanto teman :Ss un instrumento de ataque o defensa según las intenciones quien
Y odien a los demás, tratarán de satisfacer sus deseos prescindiendo
de sus emociones. Donde exista una autoridad Jo suficientemente fuerte 1 usa. Un cuchillo puede usarse para cortar carne, para realtZar una
quirúrgica, para intimidar a un o para apuAalear
como para dirigir las manifestaciones de esos deseos y emociones por alguien por la espalda. Un av1ón puede servir para pasa-
8
vlas no violentas, los hombres sólo procurarán instrumentos no vio- jeros y carga , para reconocer posiciones enemigas, para atacar czudades
Jentoa para la concro:ción de sus fines. Sin embargo, en una sociedad inde fensas o para dispersar concentraciones enemigas preparadas para
de naciones soberanas, las que por definición constituyen la más alta el ataque.
autoridad dentro de sus respectivos territorios nacionales, la satisfac- Las propuestas británicas realmente apuntaban a convertirse en
ción de esos deseos y el escape de esas emociones se conseguirá por un inte nto de ase gurar el stalu quo ante un ataque mediante la pros-
lodos los medios que proporcione la tecnologia del mome nto y que per-
cripc ión ele las armas que más habitualmente se empleaban para que-
mitan las uonnas de conducta prevalecientes. Esos medios pueden ser,
en diferentes períodos de la historia, arcos y flechas, revólveres y bom- brarlo. Se trató de resolver el problema político manipulando algunos
bas, gas y misiles, bacterias y armas nucleares. de los inst r ume ntos que pudieran servir a su solución por medios vio-
lentos. Incluso si fuera posible llegar a un acuerdo sobre las caracte-
Reducir la c..nlidad de armas reales o potenciales en cualquier tiem-
po no tendrá ninguna incidencia sobre la guerra; podrá, a lo sumo, afec- rís ticas de las armas agresivas, el problema polltico volvería a plan·
tar su desarrollo. Las naciones limitadas en la cantidad de armas y hom- tca rse con el uso Ue cualesquiera armas que estuviesen disponibles. Sin
bres concentrarían todas sus energías en el mejoramiento de la calidad embargo, el ac uerdo sobre ese punto estaba fuera de toda cuestión. Las
de esas armas y de los hombres que se les ha asignado. Además, se armas que Gran Bre taña consideraba corno agresivas eran las mis·
aplicart..n a buscar nuevas armas que compensaran las que han per- mas que aquélla; sobre las cuales las naciones anli statu quo deposi-
didu para asf conseguir alguru. ventaja sobre sus competidores. taban toda su confianza para el logro de sus fines politicos. Por ejem-
La eliminación de cierto tipo de armas incidiría en la tecnologfa plo, Gran Bretaña pensaba que los acorazados eran defensivos y los
de la guerra y, a tnavés de ella, sobre el desarrollo de las hostilidades. submarino!' agresivos, mientras que las naciones con pequeños navíos
Sin embargo, es dificil averiguar cómo podrfa tomar influencia en la consideraban el te ma de modo distinto. Como parte de una empresa
frecuencia de las guerras o en su eliminación. Supongamos que fuera genera lm ente sembrada de contradicciones y condenada a la futilidad,
posible, por ejemplo, la proscripción de la fabricación y uso de armas las propuestas británicas en pos de un desarme cualitativo cargaro n
nucleares. ¿Cuál sería el efecto de semejante prohibición, suponiendo en grado peculiar con e l estigma de esa estupid.:z politica que llevó a
que fuese universalmente observada? Simple mente retrogradaría la tec- la Confe re nc ia Mundial de Oesarme a un fin tan poco glorioso. ·
nologla bélica en esíe terreno al punto en que se encontraba la ma- Supongamos finalmente que los ejércitos establecidos o las armas
ñana del 16 de julio de 1945 , antes de que explotara la primera bomba nuclea res fue ran completatncute proscriptos y, en consecuencia , desa·
atómica en Nuevo México. Las naciones que adhirieran a la prohibición parecieran. El único e fec to probable de tal prohibición sobre la guerra
emplearían sus recursos humanos y materiales para el descubrimientos seria d carác ter limitado y primitivo de su comienzo. La carrera arma-
y desarrollo de armas diferentes a las nucleares, pero que resultarían mlntis ta l'ntrc las nacicues hos tiles simplemente se pospondría más
igualmente destructivas. La tecnología bélica podría cambiar; no ast allá del comienzo de las hostilidades, en vez de precederlas y culminar
la incidencie de la guerra. No obstante, puede argüirse plausiblemente cu e llas. La dcdaración de guerra se ria, entonces, la señal a las na·
que la amenaza de una guerra nuclear total ha sido el factor más im- cioncs be li ge rantes para que orientaran sus recursos materiales y hu-
portante que ha evitado el estallido de una guerra general en la era manos y , más e specialmente, su saber tccnológicu hacia la veloz ela-
atómica. La anulación de esa amenaza mediante un desarme nuclear bor ación de todos los implementos bélicos que su capacidad tecnoló-
puede aumentar el riesgo de guerra sin asegurar, como veremos, que gica les pudiera brindar. Por lo tanto, es posible proscribir las armas
Jos beligerantes, usando armas no nucleares al comienzo. no recurrir.in nucleares, pe ro no es posible prosc ribir e l conocimiento tec nológico y
a taJes armas en el transcurso de la guerra. la ca pac idad pa ra fabricarlas. Por e sta razón obvia la prohibición de
J.os frustrados intentos de Gran Bretaña pur hacer que la Cont·e · armas pa nic ulares por lo general no ha sido efectiva en la guerra. Ella
rencia Mundial de Desarme proscribiera las armas ofensivas, en vez de ha fracasado. por ejemplo. cuando se aplicó a proyectiles ligeros carga-
478 El problc:,a de la paz Desarme. 479

dos con sustancias o inrlamablcs, al bombardeo aCreo de . n pasu mdis pcnsa.blc hacia un arreglo de lns conlllc tos in·
civiles o a la guerra submar ina sin límitcs.15 Puede , sin embargo. no ser d_ pnmer paso. La ca m pe·
La victoria es la principal preocupació n de las naciones bcligcran· cncia por lus armamentos refkja -y es un de- la luch a
tes. Pueden observar ciertas normas de conducta con respecto a las t or d p oder. Del mism o modo e n que las nac10ncs demandas
víctimas de la guerra, pero no dejarán de emplear todas las armas que e n la co ntienda por el po d e r, la lógtca
su tecuologia sea capaz de producir. El a catamiento d e la prohibiCión ..:o nticuJa las ob liga a rea lizar d e mandas s?brc anna·
de usar gas venenoso en la s egunda guerra mundial no es más que una mcntos. Po r lo tanto, un ac uerdo mutuamente sattsfactono so bre la
aparente excepción. Todas las mayores potencias beligerantes tabnca · contienda po r d pode r es la precondición para el Una vez
rou gas venenoso; entrenaron tropas para su uso y para d efenderse de las nociu uc:, invo luc ra das ha n acon.lado una dt:l
sus l fc<.:tos y estaban para emplearlo si tal uso les resul· mutuamente satis factoria, pueden dedicarse a _ lu:nuar y reduc ir sus
taba vc utajoso. Sólo considcraciuues de conveniencia militar contuv•e· A v..:l , el desarme puede contnbutr en g ran · medula_ a
ron a Jos beligerantes para que no hicieran uso de un arma de la que la palificac ió u . E l grado ..:n qw.: las sean de so h:'c.IO·
todos se habían provisto con e l ánimo de emplearla si e ra necesario. na r d problema del desarm e, será la medida del e ntc ndnmcn to po llti CO
El desarme c ualitativo y cuanlitativo afecta la tec no logia y la es· que lograr·o n alcanzar.
l ra lcgia, pero no la incidencia de la guerra; ciJo qucdJ. claramente de- El desarme , no m e nos que la c arrera a rma mentista, es d retkjo
mos trado por Jos resultados del desarme impuesto a Akmania por el de las relaciones de po der e ntre las distintas naciones. El no
Tratado de Versailles. Ese desarme fue tanto cualitativo c uanto c uanll· '"'-·nos que la carrera armamentista. rea cciona an te las rclacwncs de
tativo y tan amplio como para hacerle imposible a Alemania uua nucv;t pod1..· r las que nace . L>c l mismo modo en que_ la ca rre ra armamen·
como la prime ra guerra mundial. Si é s te era e l propósito, puede tis ta agrava 1.1 lucha po r el a tra vés del m ze do que g t ' IICn.t Y la s
4ue fue c abnlmcnrc realizado. Sin l'mbargo, si el propósito era que impo ne, a sí el des arme contribuye al m c j o ramknto d e la
a Alc uiania para qut! no pudiera embarcarse en guerra de snu.H: ión po1itica m cd iautc el a flojamiento de las te ns io nes y la c r e a·
tipo alguno -y éste era el propósito real- las disposiciones de desarme c ion d e confianza en los propósitos de las rcspccti\"as nacion es. E sa e s
dei Tratado de Vcrsailles fueron un fracaso espec tacular. Las mismas la tontri bución que el d esarme puede hacer a l esta blecimie nto de un
obligaban al Es tado Mayor alemán a alejarse d e los métodos b é licos o n.i .:n int e rnaciona l y a la preservación de.: la paz internac io naL Se trata
prevalecientes durante la primera guerra mundial y a volcar s u inven- d e una cont ribuc ió n im portante, pe ro obvia m c ntl.! no es la soluczón
tiva hada nuevos métCHJos no prohibidos por e l Tratado de Vcrsallles dl'i o rden y la paz internac ional.
pOn.Jue 110 habfan sido demasiado usados -o no usados en absuluto-
du raule la primL·ra gue1 ra muudiol. Así el Tratado de Versaillcs - le jos
de arrebatarle a Alcmauia la capacidad d e e mbarcarse en una nueva
guerra -virtualmc:nte la empujó a prepararse para una próxima y
CONTROL ARMA\\JENTISTA EN LA ERA NliCLEAit
dirercnte guerra mundbl e n vez de pensar, como hizo fra uci a, en re ·
pc tir las mis m as experie ncias de la primera guerra mundia l. En ¿ Por cji1é el control armamentista --<:se esfuerzo por fortalece r la paz
nos ele la tecnología y la estra teg ia de la primera guerra 1<1umlial. e l iut crnacional d inc remento de la es tabilidad tnihtar- sólo
desarme ruc para Al emauia , en realidad, una hcudició n e ncubierta . ha s ido moderaUameute exitoso en el campo nuclear y ha trac asado con
El desarme le hizo prácticame nte inevitable la actualizac ión de su po- respec to a las armas couve nciouales? En cu a uto a esto Ultnuo. la s ra·
lítica mililar mirando hacia el futu ro antes que hacia cJ pasado. zoJh!S Uc los frac asos son las 111ismas que ex plicaban el frac aso del
dcsa rn1c. La cantidad y la disposición de las armas c onve n ciouales
Se ha sugerido que si bien el d esarme no puede por s í mis111o abo-
tie nen una re lación directa cou la distribución del poder militar. Dado
lir la guerra, en ca mbio sí puede en gran m e dida aflojar las te ns ione s
que )¡¡s compit en por veutajas militares. un a cuerdo sobre e l
políticas que fácilmente pueden llevar a la guerra. Más particularrncn-
control de las armas couvencioualcs signific aria el fin de la comp.:te n-
te. la carrera armamentista no regulada -la que genera y alimenta el
cia . L"l conclus ión ele la cornpcteucia militar. sin e mbargo ,
miedo e impone s iempre crecientes cargas financi e ras- puede llevar
del de los prublcmas politic<>S más importantes.
a una situación tan intolerable que todas o algunas de las pa rtes que
intervienen en ella podrían Jle par a preferir su te rminac ión por no El de las armas nucleares es posible, al menos en \cona,
impor ta qué med1os, incluso c orriendo el riesgo de la guerra, a ntes que mediante la capac idad de las mayores potencias uucleares para alcan-
soportar su indefinida continuación. zar ese punto ó ptimo que asegura la total destrucción , límite que sería
El desarme, o al menos la regulación de la carrera a rmamentista, irracional tras poner. Este punto puede d efinirse como la s ituación en
que >e d ispou e del número de cabezas nucleares y los sistemas invul-
" Para los respectivos tratados lntemaclonales, véase el capitulo 16, apartado nerables de lanzamiento necesarios como para destruir las instalacio-
"Protección de la vida humana durante la cuerra". nes militares y los centros industriales y de población del hipoté tico
480 El problema d e la paz
Desarme 481

enemigo. Una nación que posea esa capacidad ha alcanzado su máximo las mejoras cualitativas y cuantitativas experimentadas por los misiles
8
potencial militar tanto en términos de disuasión como de real capa· ofensivos. .
cidad nuclear. La adquisición de más cabezas nucleares y dispositivos El control armamentista también puede revestir la forma de la ex-
de lanzamiento es redundante, porque no agrega nada al poder militar clusión de ciertos tipos -{) de todos los tipos- de armas en c¡ertas
de esa nación. En consecuencia, los conceptos convencionales de supe- regiones geográficas o en algún grupo de nac1ones. Caen en esta cate-
rioridad e inferioridad militar han pasado, dentro de ciertos limites, goría el Tra tado Antártico de 1961, el Trat.a do Sobre el Extenor
a carecer de sentido. Una nación que sea capaz de infligir una destruc- de !967, el Tratado de la Zona Latinoamencana Desnucleanzada de 1967,
ción total a su hipot<!tico enemigo mediante diez golpes nucleares, no el Tratado de No Proliferación de 1970, el Tratado Sobre Lechos Ma-
gana militarmente nada aumentando su ya abundante capacidad nu- rinos de 1971 y la Convención para la Prohibición del Desarrollo, Pro-
clear; su hipotético enemigo, capaz de infligir un daño equivalente con ducción y Almacenamiento de Armas Bacteriológicas (Biológicas) Y
sólo seis golpes nucleares, no es militarmente inferior, pero tampoco Tóxicas de 1972. Sin embargo, debe señalarse que la mayor parte de
ganaril un poder militar adicional incrementando su capacidad nuclear. estos tratados no hicieron más que ratificar mediante estipulaciones
Una vez que ambas naciones han alcanzado ese punto óptimo de des- legales lo que las naciones involucradas no habrían podido o sabido
trucción asegurada, se encuentran iguales en capacidad nuclear apro- hacer de otro modo. El mantenimiento de relaciones pobres entre paises
vechable; dentro de ciertos limites, las diferencias cuantitativas no tales como Estados Unidos y la Unión Soviéticá, o en tre Irán e lrak,
afec tan el equilibrio cualitativo. Esos 'limites serían traspuestos si una determina que los progresos en ciertas áreas estén conlinuamente ex-
nación ganara ·una ventaja tan grande que fuera capaz de destruir la puestos a retrocesos.
capacidad de represalia de la otra nación en un primer golpe. El debate nuclear ha planteado cierto número de problemas verda-
deramente vitales: entre ellos, el equilibrio de . poder militar entre Es-
Muy conscientes de que esa d isparidad debe permanecer dentro de tadus Unidos y la Unión Soviética -tanto en el presente cama en el
estos límites, Estados Uuidos y la lJuión Soviética tienen un interés future>--, las potencialidades de ciertos sistemas de armamentos o la
común en estabilizar la carrera armamentista unclear mediante su re- posibilidad de verificar el cumplimiento soviético de las disposiciones
gulación. Pueden hacer de tres maneras. Primero, pueden limitar la estipuladas en los tratados sobre armamentos. Pero el debate también
producción de armas nucleares y dispositivos de lanzamiento mediante ha traído a primer plano un elemento común a todos los armamentos,
acciones unilaterales, basadas en su propio juicio acerca de qué es lo
aunque en el largo plazo demostrará tener mayor importancia para el
suficiente eu térmiuos de disuasión y de guerra nuclear real. Estados futuro de Estados Unidos que todos los demás campos, detalles y tecni-
Unidos hizo esto interrurnpieudo o espaciando la producción de ciertos
cismos que hasta ahora hayan reclamado nuest ra atención: la obsoles-
tipos de misiles y aviones, y es de suponer t¡ue la Unión Soviética hizo
cellci:. de nuestros modos de pensar y actuar con respecto a las armas
lo mismo.
nucleares. Lo que hace medio siglo dijo Einstein aún sigue teniendo
Segundo, las naciones pucdt'n controlar sus armamentos mediaule vigencia: " El desencadenamiento del poder de l átomo lo ha cambiado
acuerdos tácitos: la acción u omisión de una de las partes incide sobre todo, excepto nuestro modo de pensar". En otras palabras, la liberación
la otra y viceversa. Sobre estas bases, Estados Unidos y la Unión Sovié- de la energía del átomo es un hecho que nos enfrenta a problemas de
tica detuvieron· sus eusayos nucleares en la atmósfera desde 1958 a una novedad sin precedentes, cuya solución requiere modos de pensa-
1961; en 1964 anuJJciaron la interrupción de la elaboración de mate- miento y acción de análoga novedad. No obstante, muchos grupos de
rial fisionablc. ambas partes siguen pensaudo y actuando tan Imperturbablemente como
Tercero, las naciones pueden controlar sus anuameutos mediante si la revolución atómica de !945 no hubiera ocurrido.
acuerdos formales . El tra ta do parcial de prohibición de ensayos nu- La disponibilidad de annas atómicas ha alterado fundamentalmente
llleares celebrados en 1963 entre Grau Bretaña, la Unión Soviética y la relación tradicional entre Cines políticos y violencia física. Luego de
!;:stados Unidos es un caso ilustrativo. Prohibía los ensayos nucleares 19-15, una gran potencia, como Estados Unidos, se vio obligada a una
en la atmósfera y bajo el agua, pero permitía la prosecución de las de- opción racional ent.re violencia y no-violencia para el logro de sus lines
tonaciones subterráneas. Por tanto estabilizaba la tecnología de las frente a otras naciones. Si quería evitar un resultado lo suficientemente
armas en cuanto su· desarrollo dependía de ensayos atmosféricos o sub- malo, y no podía lograrlo por medios pacíficos, bien podla recurrir
acuáticos. El Acuerdo sobre Misiles Ofensivos (SALT 1¡ inspirándose en a la violencia, siempre que el respectivo cálculo de riesgos y ventajas
la propia naturaleza de las armas atómicas, logra las consecuencias de favoreciera a esa opción. Pero ese cálculo a priori aconseja contra el
más largo alcance sobre control armamentista. Estabiliza enérgicamente uso de las armas atómicas dado qoe su propia destructividad, tanto a
la cantidad de armas nucleares, pero permite su mejoramiento cuali- corto como a largo plazo, elimina todas las posibles ventajas. El uso
tativo. En especial, al disponer un moderado incremento de los sub- de las armas nucleares, aun tomando la iniciativa o en pequeña escala,
marinos lanzamisiles, reconoce los cambios tecnológicos que afectaban es un desastre irrremediable que a fin de cuentas sólo puede llevar
las bases terrestres de lanzamiento, las que se habían vuelto vulnerables a la destrucción de ambas partes.
De<Grmc 4&3

'dad militar comparativa es tan sólo uno entre muchos


Asl, Incluso nuestro uso convencional del lmsuaje, que nos lleva a La capact'.,. santificados por la tradición. que se han vuelto
Rferirnos a los fenómenos nucleaRs con tirminos tala como "armas"
otros revolución nuclear. Defensa, guerra limitada,
o "suerra", muestra una falta de adecuación ativlca. Porque estos Jetos ueg ·¡· ación distinción entre combatientes y no comba!lente•
minos 1mplicao una relación racional entre esos conceptos v ciertos ahanzas ven IC • · 'do · l'dad
objetivos humanos. Un "arma" sirve tradicionalmente para pro- son tantos conceptos familiares que han s1 . 1 os
pósito racional y la "prra" tradicionalmente se ha sobreentendido de sentido por la irrupción de las armu atóm1cas. Lo Y
como alBO adecuado para tal propósito racional; ambos sentidO. estin ominoso es la renuencia de muchos de qu1enes forman . op1món sobre
ausentes en las Rlaciones nucleares entre las dos potencias nucleares. estas cuestiones a dejar de aplicar formas de Y acción
Asl, el uso del Jencuaje convencional, cuando se RfieR a armas nu- obsoletas a las nuevas circunstancias de estos ttempos. El contuso Y
cleares o a suerra nuclear, encubre una nueva realidad para cuya nove- confundidor debate SALT 11 y el caricter discontinuo e infructuoso
dad aún no se han encontrado palabras adecuadas. de las negociaciones subsiguientes son los principales ejemplos de la
. El empleo de palabras convencionales para fenómenos nuevos no 1161o oprración de n:za¡¡o cultural que nos lleva a procurar resolver PJ"'>o
t1ende a ocultar la verdad; tambiél susieR que la verdad debe buscarse blemas de la era nuclear con modalidades de pensamiento y acción de
en el sentido convencional de las palabras convencionales. Dado que una era pasada.
esas palabras earsan con lafiOS tramos de historia "" los que se han Este rezago cultural ha predominado de modo fundamental en
acumulado de asociaciones, suposiciones y conclusiones, su la teorla y la prictica de las armas nucleares desde 1945. La historia
aphcac1ón acrftlCa a los fenómenos nucleaRs impide una comprensión de la doctrina y de la prictica militar nuclear es la historia de una
adecuada y una acción exitosa. De ahf que sea fatal para la causa del sucesión de intentos fútiles por asimilar las armas nucleares a los fines
contr_ol de las armas nucleares, como asl tambiél para la del desarme, tradicionales de los Estados-nación. Por mis de tres d«adas hemos
refenrse a las armas nucleares '!' a la guerra nuclear como si no turran tratado de simular que las armas nucleares sólo 1011 armas conve&
que una extensión cuantitativa de las armas y la suerra convcn· cionalcs que deben manipularse de modo conveocioaal.
aonal. En verdad, son de naturaleza diferente porque resultan instru· El meollo de ese debate reside en el concepto de la superioridad
men!os de destrucción total, tanto espacial como temporal; por lo tanto, de Estados Unidos y la Unión Soviética. En el transcurso
son tncapaces de cumplir con las funciones que la historia nos ha ense· debate ambas partes reconocen en abstracto la Irrelevancia de ese
ftado a asisnar a las armas y a la suerra. hecho. Henry Kissinger dio rienda suelta a esa irrelevancia cuando. du-
Reconociendo esa irracionalidad, las superpotencias han tratado de rante una conferencia de prensa de julio de 1974 manifestó: HiPor Dios!,
controlar la carrera nuclear, para que semejante control ¿Qué sigllifica superioridad estratqlca? ¿Cuil es su sipliflcado .. . trente
pueda desembocar finalmente -a•l es de esprrar- en el desarme nu· a estos números? ¿Qui se puede hacer con esa superioridad?H
clear. Durante este proceso, han demostrado en forma alarmante la en su declaración ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado
medida en que han olvidado distinguir entre control armamentista y del 31 de julio de 1979 manifestó que al noción ele superioridad estra·
desarme nuclear y convencional. Durante aflos han nqociado y dispu- se habla convertido en un conceptb carente de sentido:
tado sobre probkmas que podrlan ser relevantes para las armas con-
venclonale•. pero que, en la ma'!'Or parte de los casos, son Irrelevantes Si ambas partes mantienen el equilibrio, efectivamente
en el campo nuclear. ¿()ui significa, por ejemplo, que a ciertos misiles la carrera se vuelve fútil y SAL'f tiene sentido a los efectos de
rusos se les permita portar sólo un número determinado de cabezas fortalecer la estabilidad. Pero si optamoS unilateralmente por la
nucleares independientes? ¿Qui pasarla si llenran mis, ya sea por con- carrera, probablemente nos enfRntemos a la 1arp con uo 1rupo
sentimiento mutuo o por violación de lo pactado? En tanto el número de lideres soviéticos mis jóvenes quienes resuelvan que also pueden
de cabezas nucleares no afecte el principio de destrucción mutua ase- hacer con la superioridad estratésica.
gurada, la calidad y cantidad de medios mutuos de destrucción es irre- Es casi innecesario seflalar que éste es un arsumento meno• coo-
levante. Para emplear una me!Afora convencional: en tanto y en cuanto ' 'incentc el' favor de la superioridarl
mi enemiso tenp un arma con la. que pueda matarme, es completa-
Kisainser y otros admitieron la carencia de sentido del concepto de
mente irrelevante para nuestras mutuas relaciones que ademis tenp
superioridad en el sentido militar conveoclonal mientras trataban de
la más fina colección de armas del pueblo. Repitimoslo: el equilibrio
nuclear estroligico entre Estados Unidos y la Uni6n Sovi¿tico, el que darle un nuevo sentido, polttíco. Cuando una nación· ha alcanzado el
debe su tftctiYGmente m4nlenido, dASCCliPUd en lo upocidtld de dutruc- óptimo nuclear en de destrucción asqurada, Jaa armas nu-
cleares adiclonala pueden iQCI'CIIIeDtar silnificalivamente su poder poli·
<'ión total mutUG, lo que, o su desetatlSQ no en 141 num;..
ric:a o de desemprilo sino uclldiVGmenrc m ta ccpocidad de destr11ir tico ú.nicamente si lo que cuenta Cll Iros c:ilcua de poder a no sólo
el poder real disponible aino la pcrupción por parte ele otras naciones
al enemigo independientemmte de ta CGlidod y ta contidtld de armoJ
de ese poder disponible. Lo que slplifica decir que &i la Unióa Soviética
•1ucleorcs que úte pued4 tener.
Ş-
486 El problema de la paz Desarme 487

Secretario de . Defensa Roberl S. McNamara en 1962, fue o tro ejemplo en la m isma posición en la que nos encontrábamos antes, es decir. no
de mal.enren<hdo fundamental en torno a la gtrcr·ra nuclear. Consislró habría ve ncedo res ni vencidos . . .
en un miento de limitar la guerra nuclear, para a sí convertirla en ins- Es to lleva a otro punto -la dis tinció n básica entre vrctona y de-
aceptable de la política nacional. Esa estrategia e ra simple : rro la e n g ue rra- que nuevamente es una dis tinción profundame nl_e
supoma que una guerra nuclear podía y debía librarse no contra centros arra igada e n la concie ncia. pues to que deriva de una hl t.;IO·
.o poblados, sino estrictamente contra objetivos militares. r ica milenaria. Así, a Jos militares. en pa rticular, les res ulto rnaceprable
El resurgrmrento de esta doctrina en tiempos recientes vuelve a apo- que tanto en Co rea como en Vie tnam una guerra no te r-
yarse en el mrs mo supuesto, aunque se ha robustecido debido al au- minara co n una cla ra victoria del Jado cuya causa se consideraba c_omo
mento de la .sofisticación de las armas nucleares. En 1962 era fácil llegar ·usla (que. por supues to, era el bando al que se pertenecía). La mrs ma
a la conclusrón de que se trataba de una estra tegia imposible debido al :.t.'nw.:ncia a conseguir una difere nciación entre victoria y derrota se
propio de las armas nucleares, que impedía distinguir en vuelve manifiesta a l pe nsa r e n una guerra nucle ar. La idea de que una
la prác!lca entre objetivos es trictamente militares y objetivos civiles, gue rra nuclear nccesariawcnlc debe terminar en un .punto muerto o
pues to que el vasto e indiscriminado poder de destrucción de es tas en b mutua destrucción de los beligerantes resulta macepta ble para
armas era tan enorme que una de ellas orientada hacia un objetivo quienes ha n hec ho de la preparación para ganar guerras una
militar, por la simple proximidad de obje tivos civiles, inexorablemente Se e ncuentran en la misma pos ició n de los hombres de negocros cu)!a
obligaba a destruir los también. Esta misma circunstancia co ntinúa te- principal preocupación en la vida es conseguir un beneficio para
niertdo vigencia. Si la Unión Soviética trata de destru ir los silos nu- compañia y que de pronto deben enfrenta rse con la ahrmacrón de que
cleares instala dos en las cercanías de Phoenix y de Cheyenne, para lo mejor que puede espera rse es una situación en la que no podrá
tomar sólo dos ejemplos, los misiles soviéticos seguramente no han de perder pe ro tampoco ga nar. Ya no podrá lograr ningún beneficio ni
ser tan precisos como para des truir los silos sin afectar negativamente podr:'a pagar dividendos; obviamente , se trata de una idea que va contra
los centros pobla dos e industriales cercanos. El reciente incremento en su naturaleza. Del mis mo modo, tal como ha llegado a conlrgurarse la
materia de precisión de los proyectiles puede haber mejorado en algo guer ra nuclear , éste es d tipo de si tuación que e ncara mos , una situació n
la situación otorgando una pizca más de valor al resurgimiento de esa rornlmcnle diferente de cualquie r otra que 5e haya produc ido en e l
estrategia con respecto al que tenia en su fonnulación original. pasado: la guerra se ha vudto una cmpn:sa .!»in sentido: irracional. In-
Sin embargo, puede plantearse una cuestión más profunda acerca cluso >i a lguien puede mantenerse limirndo (es lra legia de contraluerzal ,
de esta es trateg ia: el rema de su finalidad militar última. En el caso de simplemente tc nn ina rá L:n el mismo tipo de equililJrio con e l que
la versión norteamericana de esa estrategia, que ha sido la más conoci- comcnz:•do; sólo la composición de fuerzas será dife rente.
da, Estados Unidos no inicia la guerra nuclear mediante un primer gol- Tomemos el concepto de defensa. A lo lar·go de la his toria ha sido
pe. Espera hasta que el otro bando inicie la guerra con un primer axiomá tico que roda nueva a rma tarde o temprano traerá apareJada una
golpe; sólo entonces ataca objetivos militares, que la otra parte pre- contraarma, es decir, un modo de defenderse contra ella. Supongamos
senta no mera mente bajo la forma de silos para misiles, sino como que es te axioma resulta confirmado por la expe riencia histórica . Pero
misiles en si mis mos. Pero el primer golpe ya ha vaciado de sentido la cap:rcidad de destrucción de las arma s nucleares es tan enorme que
la distinción entre silos nucleares que aún contienen sus misiles y otros res ulta inconcebible - a la luz de la actual tecno logía y en particular
silos de los que ya han partido Jos misiles. de lus cos tos que a lgunos integrantes de la administración Reagan pasan
Supongamos que, no obstante, es ta distinción puede hacerse y que :rkgrcmenle por alto- que pueda inventa rse una d e fensa efec tiva contra
el interca mbio funciona de acuerdo con la teoría. Por supuesto que esto las armas nuclea res . Así, la a bolición a todos los efectos prác ticos de
p resupone que el enemigo que t-mpezó la guerra no destruyó todos Jos los m isiles antibalis ricos (ABMs ) en las dos negociaciones SALT tue
silos propios y que uno cuenta con suficiente número d e misiles con un rcconocimicnlo d e hechos obje tivos de la e ra nuclear. Una vez que
los que des truir los silos enemigos que aún contienen rnisilcs. Acep- se tiene una defensa contra las armas nucleares, se ha perdido la prin-
tando todo esto y suponiendo que los dos beligerantes ponen fuera de dpal di suasión contra la guerra nuclea r. Es esta realidad lo que encaran
combate rec(procamente sus bases terrestres de misiles, ¿qué habrían las propues tas de una guerra de las galaxias defensiva. Si la humanidad
ganado? Están en la misma posición en que se encontraban original- espera s obrevivir a una guerra nuclear, embarcarse o no en una guerra
mente, excepto que ahora dependen exclusiva mente de la disuasión nuclear irnplicn un enfoque similar a l de la guerra convencio nal , un
marina y, tal vez, de la aérea. Algunos expertos arguyen que todas las rálculo pr[lgmri ti co de convcn;encia.
bnses terres tres de misiles resulta n obsoleta! y que deben ser materia La cstralt.'gia d e una guerra nuclear táctica es ot ro intento de hacer
de negociación entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Si este punto posible una guerra nuclear qu.: no lleve a la d e. ambas
de vista es correcto, entonces la estrateg ia de contra fuerza vcndria a parr.:s, sino que permita la vic toria de una de ellas. El concepto de
ser una simple empresa de desarme mutuo mediante la eliminación guerra nuclc;lf táctica - que es como si dijéramos el empleo de armas
. igualmente mutua de bases terres tres de misiles. Pero así estariamo> nucleares en el campo de batalla- enfrenta cierto número de dilicul-
4&1 El problema de In pa¿

tades prácticas y tL-óricas. Primero, está la imposibilidad de trazar una blcmcntc realizará una escalada hacia <!\. La polillca de deh:nsa de
línea objetiva, universalmente reconocida y reconocible , entre táctica la Alianza Atlántica se basa en la inexorabilidad de la escalada. La•
Y estrategia. Las escuelas de pensamiento militar de todos los paises metáfo ras oficiales para escalada wn "cadena d e " tra.'n_.
disuaso da" . "continuum disuasorio" ; los nuevos ml.sllcs serán tOS·
han debatido esta cuestión sin llegar a ninguna conclusión delinotiva. ¡;¡lados de modo de continuar esta cadena, esta trama, con·
La diferenciación no se encuentra tanto en la situación objetiva del tinuum.1•
campo de batalla, sino en la mente de los planificadores mtlitarcs o
del director de las operaciones militares. El hecho de que las bombas La disuasión debe sostenerse en todos los niveles si se desea
de Hiroshima y Nagasaki sean clasificadas hoy en dla como armas nu- no llegue a ocurrir el peor peligro nuclear de esta era. Asi , renun-
cleares tácticas muestra el grado de elasticidad a que se puede llevar ciarsc a la guerra convrnciona_l para que no llegue a ocurnr un esce·
el concepto de táctica: puede llegar a cubrir lo que generalmente seria nario táctico de armas nucleares; las armas nucleares tácticas deben
consrderado como estrategia. Lo que una parte realice como maniobna rcchazars<: a cualquier precio. La promesa de escalada está en manos
tác tica, la otra puede interpretarlo como un movimiento estratégico y, de todos. Las metáforas de disuasión son, después·de -todo, metáforas
• .•u vez, la n!plica de esta última puede considerarse ya sea en términos de embrollo . Cuando hay paz, existe una promesa de beneficio. Pero
cuanto estnatégicos por parte de la primera. Dado que en tales cuando hay guerra, hay una de prejuicio. Cuando fracasa la
s¡tuacrones ambas partes se sienten inclinadas a usar el peor coloque disuasión. puede fracasar en todos sus niveles. Ese es su lado oscuro.
ppsrble de los problemas, es decir, a suponer Jo peor en materia de En su famosa política del "primer golpe". Estados Unidos ha manifes-
del enemigo, la distinción está condenada a malograrse muy tado repetidame nte su intención de acudir en ayuda de los ej<!rcitos de
ráprdamente. Dado que esto es válido lauro pana la guerra convencional Europa mediante el empleo de armas nucleares, es decir, que está dls·
como para la nuclear, el problema se agrava en función de la naturaleza puesto a ''remontar" desde una guerra convencional basta una
de esta última. y la Unión Soviética ha expresado su intención de interpretar cualqmer
Supongamos por un que una guerra convencional se ataque nuclear de la NATO como un ataque de Estados Unidos, es decir,
desata en Europa Central involucrando tanto a la Unión Soviética como a interpretar cualquier escenario nuclear como una guerra nuclear es·
a Estados Unidos. Este último pals, que tiene unas 9.000 de las asl tratégka y a actuar en consecuencia.
llamadas cabezas nucleares tácticas distribuidas '"' Europa, se Pero no es sólo la doctrina la que ton\a inexorable la escalada. Es
a usar algunas de ellas contra objetivos militares soviéticos: puentes, la real si tuación en los hec hos. El más sencillo y decisivo factor: acerca
concentraciones militares, depósitos de municiones e instalaciones lo- ele esa s itua ión es la insuficiencia de las defenSas convencionales de
gfsticas. Pero ese uso limitado de las armas nucleares lleva a la des- nuestros aliados. La NATO y el Pacto de Varsovia son bast:mte similares
trucción de, digamos, ciertas ciudades de la Rusia Blanca. La Unión en efectivos militares, pero el Pacto de Varsovia tiene una sensible ven·
Soviética responde con el mismo esplritu táctico atacando puertos como raja e n tanques (2,64 a 1). en piezas de artiller!a (2,0'7 a 1), bases te-
Brest, Cherburgo, El Havre y asl sucesivamc:ntc, de modo de infligir rrestro.:s de bombarderos (4,83 a 1). cazas (5.07 a 1) , interceptores (7,1-\
a lo• ejércitos occidentales las mismas desventajas tácticas que los a 1) ; y sus lineas de abastecimiento son algo más que un problema ...
norteamericanos hablan causado a los soviéticos. Pero, dado que Jos Si una guerra convencional empieza a ponerse mal por todas estas ra·
objetivos tácticos son de naturaleza diferente y asimétricos en ambas zones, es prácticamente seguro que escale a un intercambio nuclear.
partes, al ver en llamas a El Havre. Brest y Cherbur{!O, los nortea me- El "primt·r golpe" es. en realidad, un último recurso. A. los efectos de
ricanos se preguntar.in. ¿qué harán los soviéticos a continuación?, ¿esto hacer más creíble una defensa nuclear (aunque en modo alguno para
es táctico o estratégico? Aplicando la peor de las interpretaciones, los los ciudadanos de las democracias a ser defendidas) , las consecuencias
norteamericanos destruirán algunas ciudades rusas como represalia. Los des tructivas del "primer golpe" fueron encubiertas durante cierto tiempo
soviéticos replicarán de la misma manera: si los norteamericanos des- tras la doctrina de la "respuesta flexible", según la cual el más terrible
truycR .algunas de nuestras ciudades, nosotros destruiremos algunas de go lpe nuclear debía ser reservado hasta el final. las deficiencias de
las suyas. Ambas partes se encontrarán embarcadas en una guerra es- esta doctrina fueron ampliamente puestas en evidencia. El menos ho-
traté¡;ica total. no porque cada una de las parles lo haya querido, n ib\c de los golpes nucleares es de por si bastante horrible."
porque el dinamismo objetivo del acto inicial no deja opción alguna En vez de adaptar nuestro pensamiento al fcnómeqo de las armas nu-
a las partes. Leon Wieseltier lo explica así: cleares, hemos tratado de adaptar el propuesto usp de tales armas
a nues tro modo convencional de pensar. Pero más de tres décadas de
Si alguna vez Estados Unidos libra una guerra nuclear con la Unión debate demuestran que· esto no puede hacerse. Una guerra nuclear lt·
Soviética, es casi seguro que no sl'rá a causa de: que la Unión So
vi.!tica a141que a Estados Unidos. Será a causa de que la Unión .. Leon Wleseltier, HKCicGr Wu, HltCicGr Pea.c•, Holt, Rlnebart 111111 Wtn&\on,
Soviética at11que a un aliado ele Estados Unidos. La guerra no Nueva York, 1983, pl.cs.
comenzar' con un intercambio nuclear estratéjico, sino que proba- n lbtd.. p6p.
490 El problema de la paz Desarme 491

mitada con daño limitado sólo es concebible bajo la premisa de que de otras nuevas. A la luz de la dependencia de la estabilidad tecnológica,
las apuestas de la guerra son igualmente limitadas. Pero es dificil ima- el control de las armas nucleares muy probablemente permanezca 11·
ginar un uso racional de las armas nucleares en nombre de intereses mitado y temporario. Mientras en el plano de las armas convencionales
que no sean de primera magnitud, justificando -inicialmente o me- persista el incentivo político a la competencia militar y mientras_ no se
diante una escalada- un ilimitado compromiso nuclear y un daño po- establezca claramente la distinción básica entre armas convencionales
tencialmente ilimitado. Esta es la principal razón por la que no se han y nucleares el desarme será imposible y el control armamentista resol·
empleado las armas nucleares desde 1945. La idea de aplicación limitada tará, en el mejor de los casos, precario.
significa una contradicción: las armas nucleares son instrumentos de
destrucción incontrolable y potencialmente ilimitada. Por eso la doc·
trina militar soviética estipula que la guerra nuclear en nombre de
intereses limitados, si bien es posible en sus etapas iniciales, segura·
mente debe escalar. hacia una guerra nuclear total. Si son usadas en
nombre de intereses de primera magnitud, como en el caso de Europa,
serán usadas como instrumento de guerra total.
Los modos de pensar que han predominado durante el debate
nuclear no son accidentales. Son los síntomas de una importante re-
nuencia a romper con las convenciones consagradas por la historia y
de la determinación de aplicar a las armas nucleares los modos de pen·
samiento y acción apropiados para otras épocas. El problema del control
de las armas nucleares es literalmente un problema vital, no sólo para
las superpotencias, no sólo para sus aliados, sino para toda la huma-
nidad. Porque con la proliferación actualmente en marcha, no hay duda
que la carrera armamentista nuclear -ya no solamente limitada a las
dos superpotencias con cautelosos gobiernos que recíprocamente se
temen en forma mortal-, sino diseminada en todo el planeta, tarde
o temprano habrá de; llevar a una catástrofe inenarrable. La historia
muestra -si es que la historia sirve para demostrar algo- que todas
las naciones han sido gobernadas durante algunos periodos por tontos
y bribones, y a veces por una combinación de ambos. Esto ya era lo
suficientemente preocupante antes de que existieran las armas nucleares.
Basta con imaginar a un tonto o a un bribón -o a ambos mancomu-
nados- en posesión de armas nucleares y tendremos una guerra nuclear
inevitable. El peligro casi insoslayable de una guerra nuclear reside en
el dinamismo de una carrera nuclear generalizada e ilimitada; de ahi
que el control de las armas nucleares y, finalmente, el desarme nuclear
sean una cuestión de vida o muerte para la humanidad.
Pero lo que en el plano teórico resulta necesario, es particularmente
difícil de lograr. El control de las arinas nucleares se torna posible
mediante la capacidad de las potencias nucleares mayores para alcanzar
ese óptimo de destrucción asegurada más allá de cuyos límites es irra·
cional avanzar. En la práctica esto se basa en la estabilidad de la tecno-
logía nuclear; sólo en base a este supuesto las naciones involucradas
pueden desistir de la competencia. Así, las potencias nucleares mayo-
res pueden ponersb de acuerdo sobre el cese de los ensayos atmosféricos
y submarinos siempre que no quepa esperar progresos tecnológicos de
las pruebas en esos medios. Pero continúan haciendo pruebas subte·
rráneas y en el espacio exterior, y embarcados en la investigación y
experimentación, en búsqueda de nuevas oportunidades para el mejora·
miento de las tecnologías nucleares existentes o para el descubrimiento
24
Seguridad

Los observadores más perspicaces han advertido que la solución al pro-


blema del desarme no reside en el propio desarme. Se han dado cuenta
que se encuentra en la seguridad. Los armamentos son la consecuencia
de ciertos factores psicológicos. Mientras estos factores persistan, la
decisión de las naciones a annarse también persistirá y esa decisión
volverá imposible cualquier desarme. El motivo más generalmente pro-
fesado -y con frecuencia el más real- para el armamentismo consiste
en el miedo a un ataque, es decir, el sentimiento de inseguridad. Por
lo tanto, se ha argumentado que lo que necesita es asegurar realmen-
te a las naciones de los ataques mediante algún nuevo mecanismo
para así darles una sensación de segliridad. Así desaparecería la com-
pulsión hacia una real necesidad de armarse, puesto que las naciones
encontrarían en ese nuevo mecanismo la seguridad que anteriormente
habían buscado en los armamentos. Desde fines de la primera guerra
mundial, todas las naciones políticamente activas del mundo han estado
-una u otra vez- legalmente comprometidas con dos de estos meca-
nismos: la seguridad colectiva y una fuerza policiaca. internacional.

SEGURIDAD COLECTIVA

Ya hemos examinado los aspectos legales del problema de la seguridad


colectiva tal como se presentan en el artículo 16 del Pacto de la Liga'•
de las Naciones, en el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas y
en la resolución "Unidad para la paz" de la Asamblea General de Na-
ciones Unidas.• Quedan por considerar los problemas politicos que plan-
tea la seguridad colectiva, con especial énfasis en el problema del orden
y la paz internacional. ·
Dentro de un sistema de seguridad colectiva en funcionamiento, el
problema de la seguridad ya no es sólo de incumbencia de una nación

t VM8e el capitulo 18, apartado "Securidad colectiva".


494 E l problema d• la paz

c.:n particular, la cual debería alcndcrlo armamentos y o tros


clc..· m_cnlos que hace n al pode r nacional. La se convierte en ya en 1919 un cierto número de nactoncs se oponía fuer temen te a ese
que
d . mc un1bc . a tod.as las· n-le · "' QUienes
._ IOOt:s, · ·
se encargarán culcc llvamcntc quu lcrri lorial ( las nacionc-; en la prim era guerra
1
l ' a scgund;.l d de cad;l una de como si fucr·a la propia scuundad rnu n<liol, a sf corno Ita lia. que se v:o despo jada de al guno• de los p ro-
Cla que ·Se c nc· u ' ·nt ra
. en
• ¡ucgo.
. s·' A amenaza la seguridad de B (el
" resto llltdidos frutos d e la VICto r ia ) . Otra..; naciones. como E s: ados U nidos
• 0_ • E , F. G, H 1 J Y K) lomará mcdrdas en nombre d e B contra A y la Uni ón Soviética, se a lo indiferent es tren te a
conw SI A an1enaza ra tanto corno B y viccvcrsa.z Uno para todos y aque l quu. Para Francia y s us a liados. que e ra n Jos pnnc1palcs
todos para uno c:s la c onsigna de la seguridad colec tiva. Ta l como lo bene ficia rio' de l s ta tu quo de 191 9 y los m ás p reocupados po r defen-
exprc:,a ra Br_s marck al embajador britá nico, lord Loftus. e l 12 de abnl derlo m cdi:mtc la colectiva , s rg. 1ificab a la defensa
d.: _1869, el informe de este ultimo al Sec retario de Asuntos Ex- de las front e ras ta l como ha bían sido c< ta blecidas por los t ratados d.e
tenores bntanrco. el c·ondc de Clarendon, el 17 de abril de 1869 : "Si Ud. paz d e 1919 y la perpetuac ión de su predominio e n el contine nte euro-
dec larara que c ualquier potenc ia que romp iera la paz dt: Europa st:ria peo. Seguridad, para las nacion.:s in sa tisfec has. significaba exactamente
por su país como un enemigo común. rápidamente nos aso- Jo contrario : la rcclifi cación de esas fronteras y un incremento de sus
c ranamus a esa declaración; si tal camino fuera apoyado por las otras respeclivos poderes en relación a Francia y sus aliados.
potenc ras. se ría la más segura garantía para la paz de Europa". Este agrupamiento de naciones. tanto en favor co m o en contra del
statu quo, no es absoluto cara c teristico únicamente del período que
Ya hemos scilalado que la lógica de la seguridad colectiva es im- sigu ió a la prime ra guerra mundial. Por lo que sabem os. es e l paráme·
_e n tanto pueda ponerse en funcionamiento bajo las condiciones tro clc·mcntal de la polírica internacional. Y como tal reaparece en todos
prevaleCientes en el ca mpo internacional.' Para que la seguridad colec- los periodos <le la histe ria. Me di a nte e l antagonismo entre statu quo y
trva actue como un mecanismo de prcvcndón de la guerra. deben cum- naciones impe rialis tas se configura la dinámica de los proces()S his tó-
plirse tn:s supuestos: 1) el sistema colectivo debe ser capaz de congre- ricos. Ese anlagonismo se rcsueh·c ya sea en compromisos o en guerra.
gar las veces tal fuerza intimidatoria contra cualquier agresor Sólo bajo el supues to de que la lucha por el poder como fuerza motriz
p o tc ncral, o coalición de agresores. como para que éstos no se atrevan <le la politica internacional pudie ra atenuarse o ser s uperada por un
a el orden que defiende el sistema; 2) por lo menos aquellas principio de mayor e ntidad , la seguridad colectiva puede tener una
naciOnes cuya fuerza combinada c umpliera con el punto 1) deberían c hance de éxito . Sin embargo, dado que nada en la realid ad de los asun-
tener la misma concepción de seguridad que se supone están deten- tos internacionales corresponde a ese supuesto, el intento de congelar
drendo; 3 l esas naciones deben avenirse a subordinar sus intereses po- un s tatu quo particula r me diante la segu ridad colectiva en el largo
hircos opuestos al bien comun definido en términos de defensa colec- plazo se encuentra condtmada al fracaso. En e l co rto plazo. la se¡!Uridad
tiva de todos los Estados miembros. colectiva puede triunfar en la salvaguardia de de terminado statu quo
Es concebible que todos esos supuestos pueden darse dentro de debido a la t e mporaria debilidad de sus oponentes. Su fracaso en e l
una s ituación particular. Pero los antecedentes reales se oponen tucr- largo plazo se debe a la ausencia del tercer supues to que he mos tormu-
temcntc a la realización de esa posibilidad. Nada en la experiencia pa- lado como factor de éxito para la seguridad colect.va. A comienzos de
sada o en la naturaleza general de la política internacional sugiere la la décad:1 del '80, Gran Bretaña y Argentina combatieron por las I slas
probabilidad de que tal situación pueda ocurrir. Sin embargo, es cierto Malvinas, Israel invadió e l Líbano y Estados Unidos e nvió tropas a
que bajo las presentes condiciones de la guerra, no menos que en las Grcnada. Ninguna de las resoluciones aprobadas por Naciones Unidas
dd pasado, ninguna nación individual es lo suficientemente luerte como o por sus miembros fue capaz de torce r e l rumbo trazado por es-
para dcs.,fiar a toda una coalición de naciones v tener chance de triun- tas acciones.
far. Pero es exlrt:madamenle improbable que una situación actual A la luz de la experiencia histórica y de la n:al naturaleza de la
una sola nación pudiera encontrarse en la situación de agresor. Por lo politica internacional. de be mos supo ne r que los conflic tos de intereses
g<!neral mas de una nación se opondra activamente al orden que la se- continuarán existiendo en el campo Ninguna nación, o
guridad colectiva trata de defender y otras naciones simpatizarán con coalic ión de naciones. por más fuerte y devota del de recho internacio-
(' :>il o posición. nal que sea puede comprometerse a oponerse mediante la seguridad
La razón de esta situación reposa en el carácter del orden defen· colee! iva a todas las agresio nes e n c ualquier tie mpo. con prcscmdencra
diJo por la seguriLlad colectiva. Ese orden es necesariamente el statu de donde provengan y contra quienes deba oponerse. Estados Unidos y
quo existente en un momento particular. Así. la seguridad colectiva Naciones Unidas decidieron a yudar a Corea d e l Sur cuando fue atacada
la Liga de las Naciones procuraba preservar el statu quo territorial en 1950 porque te nían la fortaleza y los intereses necesarios para ha·
c., isl<' nle c uando fue establecida la Liga de las Naciones, en 1919. Pero cerlos. ¿Volve rían a ser los campeones de la se guridad colectiva >i ma-
ñana Indones ia o Chile o Egipto fue ran victimas de una agres ión? ¿Uué
1 Véase el dJagroma "El ideal de la seguridad colectiva". harían Estados Unidos y Naciones Unidas si dos agr esores d ite re ntes
l Véase f'l ,.r. pHulo lH. apartado ..Seruridad colectiva ... t: mpczaran las acciones al mismo tiempo? ¿Se o pondrían indiscrimrna·
496 El problema de la pa¿
Seguridad 497
damente a Jos dos agrcso . .
go y 1 <1 d ' . res, con prescmdenc1a de los intereses en jue-
c. po er ls ponabJc Y se n..:garían a viular el principio de segundad naciones como deberlan sentir y actuar si la seguridad colecciva tuviera
co 1CCIIVa o se abscendrían d. d. . éxiro. Como hemos tratado de demostrar,• hoy en d la exiscen menos
de ellos o, r el . . e acciones contra el más peligroso
y si las comarcan conlra el más fácil de manejar? chances de las que ha habido en chalquicr otro periodo de la historia
.· . cam bcara los papeles y llevara a cabo un acco de moderna de que actúen etc acuerdo a pr<!<·cpcos morales de car6cter
agrcslon concra Corea del N 1 Cl . . . supranacional si esto signific.a algluo detrimento para Jos intereses de
Unidas le volverían 1 ore •_ma, ¿Eslados Umdos y Naciones las respectivas naciones. No existe ningún organismo coactivo por en-
La . a cara Y se ded1canan a luchar contra Corea del Sur'
. respuesta que ser "no", como en el úhimo caso cima de las uaciones individuales ni tampoco aparecen presiones mo-
tlco, 0 u_n s•gno de cnterrogación. Pero, de acue rdo con los principios de rales o sociales lo suficientemente ava,..llantes como para someterse a
1a segundad colec11va, la respuesta debiera ser un irrestriclo "si". Esos ellas. Por Jo tanto, siempre están limitadas a moverse en pos de lo que
pnnclplos reclaman colectivas conlra codas las agresiones, in- consideran como sus propios intereses nacionales. Los conflictos entre
de las c1rcunscancias de poder o de incerescs. Pero Jos intereses nacionales y Jos supranacionales y la moral son inevitables,
los prmCIJ?IOs de la exlerior requieren discriminar entre Jos di- al menos para ciertas naciones, bajo cualquier condición concebible que
ferentes llpo_s de agres1ón y de agresores, según las circunslancias de pueda requerir la seguridad cole-ctiva. Esas naciones no pueden ayudar
poder o de mlereses. La seguridad colectiva como ideal está dirigida a resolver semejante conflicto puesto que al favorecer sus propios in-
contra !odas las agresiones en abstracto; la politica exterior sólo puede tereses sólo consiguen paralizar las operaciones del sistema colectivo.
con!ra un agresor parlicular y concrcco. La única pregunta que Ante estos hechos, debemos concluir que la seguridad colectiva no
se le permlle a la segundad colecuva es "¿ Quién cometió la agresión?" puede funcionar en el mundo contemporáneo según sus supuestos idea-
P<;>h11ca cxtenor no pued" incervenir sin anles preguntarse: "¿Qué les. Y la gran paradoja de la seguridad colecliva es que cualquier
mleres lengo en oponerme a este agresor en particular y cuánta fuerza incento de hacerla funcionar fuera de sus condiciones ideales habrá de
lengo para oponérmele?" tener los efeccos opuestos que se supone habrla de tener. Es propósito
La seguridad colectiva, pues, sólo puede tener éxito en el caso del de la seguridad colectiva evitar la guerra mediante la congregación de
uhenor supueslo de que todas, o virtualmente todas, acudirán en de- toda la fuerza posible para la defensa del statu quo, de modo que nin-
fensa del Slatu '!uo, amenazado en la seguridad de una nación en par- guna nación pueda acreverse a desafiat1a para concretar una modifi-
aun_ al de guerra e independientemente de si semejanle cación del mismo. Pero mientras menos perfectas sean las condiciones
pohuca se JUSllflca en función de sus propios intereses. Dicho de otro de funcionamiento de la seguridad colectiva, menos importanle será la
modo, lo que la seguridad colectiva requiere de las naciones individua- fuerza de las naciones preocupadas por defender ese statu quo. Si un
les _e s el despojamiento de sus egoísmos particulares y de las pollticas número apreciable de naciones se opone al slatu quo y si se muestran
nac1onales que eslán a serlvicio de los mismos. La seguridad colecliva renuentes a contribuir al bien común, definido en términos de seguri-
e-spera que las politicas nacionales e• tén inspiradas por el ideal de la dad colectiva, esta oposición determinará que la distribución de poder
mutua y por el espíritu de auto-sacrificio, el que no debe entre las naciones pro stalu quo y las naciones anti stacu quo ya no
vac1lar m aunque se plantee la posibilidad del supremo sacriticio de será incuestionablemenlt: favorable a las primeras. Es posible que la
la guerra. distribución de poder revis la la forma de un equilibrio de poder que
.. Este tercer supu<!sto equivale realmente a la hipótesis de que .,n la ci- aún favorezca a las naciones pro statu quo, pero ya no en una medida
VIlización occrdental ha ocurrido una revolución mo ral infinitamente mas suf1c1entt: cmuo para que opere como disuasivo absoluto frente a quie-
fundamental que cualquier cambio moral. Se tra ta de una revolución mo- nes se oponen al statu quo.
ral no stiln en lo concerniente a Jos actos de Jos estadistas que represen- El intento de poner en funcionamiento la seguridad colectiva bajo
ran a sus países, sino también en la conducta de los simples ciudadanos. condiciones no contribuirá a preservar la paz, sino que hará Ine-
No sólo se espera de estos últimos que apoyen las políticas nacionales que VItable la guerra. Y no sólo eso: también harli imposible las guerras
a veces par.,ccn contrariar Jos int.:reses d" la nación, sino que tambrén se localizadas, con Jo que· el único camino que preparará es el de la guerra
es pe¡-¡¡ que estén dis puestos a entregar sus vidas arriesgando la dcst ruc- mundral. Porque bajo un régimen de seguridad colectiva tal como opera
ciün rotal en una guerra nuclear en aras de la seguridad de cualquier na- dentro de las condiciones contemporáneas, si A ataca a B, entonces C, D.¡;
ción en cualquier parte del planeta. Se puede sostener que si en todas nar- y F pueden cumplir con sus obligltciones colectivas y acudir en ayuda de H
tes los hombres sinliernn y actuaran de ese modo, las vidas de todos Jos mientras G y H pueden tratar de permanecer neutrales, al tiempo que I, J
hombres del mundo estarían a salvo para siempre. La verdad de la con- Y K pueden apoyar la agresión de A. Si 110 existiera sistema de seguridad
clusión se encuentra tanto más allá de cualquier controversia como el colectiva alguno, A podría atacar a B sin que las consecuencias de ese
carácter hipotéticCI de la premisa. acto involucraran a ninguna otra nación. Bajo un sistema de seguridad
Por Jo general los hombres no sienten ni ac túan, en tanto individuos
y en tanto ciudadanos de sus respectivas naciones, con respecto a otras V'-ae el capitulo 16, apartado "Moral unlvenal w. universalismo .....,,0 ..._
491 El problema de la paz
499
colectiva que opere en condiciones por debajo de las ideales, una guerra
entre A Y B, o entre dos naciones cualesquic1·a en alguna parte del
mundo, necesariamente suscita el riesgo de guerra entre todas --o
en tre la mayor parte- de las naciones del mundo.
Desde comienzos del moderno sistema estatal hasta la primera
guerra mundial, la principal tarea de la diplomacia consistió en locali-
zar un conflicto real o potencial entre dos naciones a los electos de
evitar que éste se extendiera a otras naciones. Los de la di-
plomacia británica en el verano de 1914 para limitar el contlicto entre
y Secvia a aquellas dos naciones son un ejenaplo ade..-cuado, aun-
!0®0)
-----,
\@@CiJ,l
que mfructuoso, de esa práctica. Por la propia lógica de sus supuestos,
la diplomacia de Ja seguridad colectiva siempre tiende a transformar
todos los conflictos locales en conflictos mundiales. Si éste no puede
ser un mundo de paz. tampoco se puede evitar que sea uno de guerra.
Dado que se supone que la paz es indivisible, también ha de suponerse
que la guerra es igualmente indivisible. Bajo los supuestos de la segu-
ridad colectiva. cualquier guerra en cualquier parte del mundo es, po..
lencialmente, una guerra mundial. Así, un n1ecanismo que trate de hacer
in.1posi blc la guerra, sólo terminará haciéndola univer sal. En vez de
preservar la paz entre dos naciones, la seguridad colectiva, tal como
ope.-a en el mundo contemporáneo, está condenada a destruir la paz
<..._ ___________ J,-:'\A
e nt•·c Jas naciones.'
Estos comentarios sobre la seguridad colectiva en tanto mecanismo
práctico para la preservación de la paz son confirmados por la expe-
riencia de los dos intentos de aplicar la seguridad colectiva en casos El ideal de Seguridad Colecliva
concretos: las sanciones de la Liga de las Naciones contra Italia en
1935-36 y la intervención de Naciones Unidas en defensa de la integri-
dad territorial de Corea del Sur entre 1950 y 1953.

La perra ítalo-etíope
Tras el ataque italiano a Etiopía, la liga de las Naciones puso en movi-
fr\ 0 l1'i'----'\
miento el mecanismo de la seguridad colectiva previsto por el articu-
lo 16 del Pacto. Pronto resultó evidente que ninguno de los supuestos
sobre los que se basa la concreción del éxito de la seguridad colectiva
estaba presente ni podía estarlo bajo las actuales condiciones de la
t0___ K}
\ J
':\;............
1
, ,/

/
mundial.
Estados Unidos, Alemania y Japón no eran miembros del sistema
de seguridad colectiva de la Liga y, además, tenían simpatías contra-
puestas. Alemania ya se habla embarcado abiertamente en políticas
orientadas a quebrar el statu quo europeo. Japón ya se habla entregado
a Jo mismo con respecto al statu quo del Lejano Oriente. Por lo tanto,
ambos países sólo podían mirar con simpatía un acto que al quebrar
el statu quo de una región ajena, debilitarla las posiciones de Gran Bre-

' El modo en que la securldad cotectin puede operar ultooamente a nivel


regional - decir, a la sombra de una eran J>(llencla- fue en el capitulo
11 aD&rledo "El modelo de c:ompetencla". volue tambWn el capitulo 30, -rtado
"Él 'tratado de la Orpnladdn clel Atl'nUco Nor1e (NATO)". La Realidad de la Seguridad Colecliva
500 El problema de la paz Seguridad 501

tafia y Francia, quienes estaban vitalmente interesadas en el mantem- quo. Entre las razones que incrementaron la osadla de las naciones antl
miento del statu qua tanto en Europa como en el Lejano Oriente. Por stalu quo a fines de lo. década del '30, proceso que culminó en guerras
otra parte, Estados Unidos aprobó los intentos por fortalecer la de- de agresión, esa pérdida de prestigio ocupó un lugar prominente.
fensa del statu quo, en tanto que el peso de la opinión pública norte- La debacle de la seguridad colectiva, tal como fue aplicada a la
americana le impedía tomar parte en tales intentos. Las naciones que agresión italiana a Etiopía, deja dos importantes lecciones. Muestra la
es taban en condiciones de hacer lo que fuera por el éxito del expcri· contradicción entre un esquema de reformas idealmente pertecto
mento de la Liga o eran demasiado débiles para hacer algo que tuviera una realidad política que carece de todos los elementos sobre los que
repercusión -tal como los paí!<es escandinavos -o, c-omo en el caso se basaba el éxito del esquema. También muestra la fatal debilidad de
de la Unión Soviética, sus moti\ os finales resultaban sos¡>t!chosos. Ade- una política exterior que es incapaz de decidir si se va a guiar por los
más, la Unión Soviética carecía de poderío naval, lo que era indispen- intereses nacionales o por un principio supranacional que englobe lo
sable en' aquellas circunstancias. y no tenía acceso al escenario de las que se considera como un bien común para la comunidad de naciones.
operaciones definitivas sin la cooperación de las naciones geográlica-
mente frouterizas. lo cual era improbable.
Así. el planteo de seguridad colectiva versus Italia fue, en realidad, ... e-rra de Corea
el planteo de Gran Bretaña y Francia versus Italia. Esto. se situaba a
mucha distancia del prerrcquisito ideal de una concentrac1on avasallante Las lecciones que se desprenden del análisis teórico de la seguridad
de poder que ningún hipotético infractor se a d.e sahar. Natural- colectiva, y que resultaron confirmadas por la experiencia de la guerra
mente que las fuerzas conjuntas de Gran Bretana y Franela bastaban para ítalo-etiope, son completamente convalidadas por el episodio de la
aplastar a Italia. Pero Gran Bretaña y Francia no sólo eran miembros del de Corea.
sistema de seguridad colectiva de la Liga; también tenían otros compro- El ataque de Corea del Norte a Corea del Sur, llevado a cabo el
misos morales, legales y polilicos. No sólo estal>an e.m barcados en la de- 25 de junio de 1950 y al que se unió China en noviembre del mismo
fensa del statu <¡uo contra Italia. También estaban mvolucrados en una año, fue uno de los casos más evidentes de agresión que se puedan
lucha mundial por el poder, de la que el conflicto con Italia era solo un imaginar. En ausencia de la más leve duda sobre los aspectos legales
-y no el rnás importante-- segmento. Mientras se oponían al ataque Ita- del caso. la seguridad colectiva indicaba que todos los miembros de
liano al statu quo, no podíau pasar por alfo el ataque del Naciones Unidas deblan acudir en ayuda de Corea del Sur, la víctima
Jap<'m ni olvidar los preparativos para el ataque al este del Rm. NI tam- de la agresión. A la luz de la naturaleza y de las consecuencias mili-
poco eran capaces de apartar de sus políticas el tr!.mOr al comumsmo tares de la agresión, para ser efectiva esta ayuda sólo podla adoptar la
de la Unión Soviética, en tanto movimiento revolu..:10nano. <¡ue amena· forma del envío de efectivos militares al frente de batalla. Pero de los
zaba su statu quo doméstico. Lo que Gran Bretatla. y concebían sesenta miembros de Naciones Unidas. sólo dieciséis enviaron fuerzas
como sus intereses nacionales estaba en contradicCIQn con lo que la militares de algún tipo, y de éstas sólo Estados Unidos, Canadá, Gran
seguridad colectiva les reclamaba que hicieran. Concretamente, estaban Bretaña y Turquía contribuyeron con un aporte algo más que simbó-
resueltos -e hic-ieron conocer esa resolución- a no llegar demasiado lico. Corea del Sur, el país más directamente afectado, y Estados Uni-
lejos en la defensa do:- Etiopía, 110 lo suficiente como para correr el nes- dos proveyeron un 90 % de los efectivos que combatieron en Corea.
go de una guerra con Italia. Según las ya citadas !?'"labras de s•r Wms- Durante el transcurso de la guerra, una gran potencia, China, se unió
ton Churchill: "Primero, el Primer Mrn1stro hab•a declarado qu¡, al agresor convirtiéndose en ac tivo participante del conflicto. Otros
sanciones significaban guerra; segundo, había resuelto que no habna miembros de Naciones Unidas con capacidad militar, como Argentina,
guerra; y, tercero. optó por. Era evidentemente Impasible Brasil, Checoslovaquia, India, México o Polonia permanecieron al mar-
cumplir con estas tres condiciones . . gen, sin tomar parte activa en las operaciones militares. Así, la rer :;dad
No dispuestos a subordinar sus intereses a los requeri- de la seguridad colectiva. tal como fue aplicada en la guerra de Corea,
mientos de la seguridad colectiva, Gran Bretana y tampoco corresponde exactamente al modelo antes descripto. Dadas las condi-
c<tahan dispuestos a trabajar en pos de sus intereses nacwnales ciones de la política mundial contemporánea, no hubiese podido ser
a¡endcr a la s.:guridad colectiva. Este fue el err?r de la de otro modo.
exterior británica y francesa. Al aplicarse a medias y sm total A los efectos de entender las distintas actitudes adoptadas por
ciún a cada una de ]as causas, fracasaron en No sól? no sa diferentes naciones con respecto a la guerra de Corea, no es ni suti-
el statu uo en el Este de Africa, s ino que también a . llalla ciente ni necesario .c onsultar textos legales que estipulan las obli-
en de Alemania. Destruyeron el colectivo d..- la Liga de gaciones de los Estados miembros de un sistema de seguridad colectiva.
las Naciones tanto como su propio de defensores del statu Sin embargo, es suficiente e incluso indispensable consultar cuáles son
sus interes<' s y cuál es el grado de poder que tienen para respaldar
esar. pretensiones.
• London Eveni71(1 Slm!dard, 26 de junio de IJM.
502 El problema d e la paz

Como fue visto antes/ la propia existencia de Corea como una guerra tradicional, en la que cnfrenlaban fuerzas aproximada·
autónomo estuvo pot· más de dos mil años en función del cquollbno mente equivalentes de dos coaliciones dis tintas. Sin provoC4lr una con-
de poder en el Lejano Oriente, ya fuese en términos de supremacla de flagración mundial, no ha bla posibilidad de que una de la> parte> derro-
una potencia que protegiera a Corea o en ténninos del tara a la otra, a menos que con ayuda de la.s fuerzas de Nacíoncs Uni-
de imperialismos rivales en la península cor-eana y del cstablccunJcn- das Corea del Sur fuera capaz de derrotar a su adver;ano. Ucsde el
to de equilibrios muy inestables, por lo general de duractón. momento en que una gran potencia se unió al agresor, un
La potencia controladora y protectora fue, por lo general. Chma, desa· de segu ridad colectiva equivalente a la magnitud de la agrc>ión -es
fiada de tanto en tanto, y con éxito variable, por Japón. Hac ta Iones decir, la guerra total contra una gran potencia- hubiera podido dcrro ·
del siglo XIX, Rusia reemplazó a China como competodor del Japon tar a los agresores. En resumen , la seguridad colectiva, conccb tda como
por el control de Corea. A fines de la segunda guerra_ mundoal, con un instrumento ¡>ara la protección del statu quo m edia nte métodos pa-
China y Japón de masiado debilitados como c umphr co_n su_ cíficos , atcnla con tra su propósito confeso y se transforma en un
..:ión h istórica con respecto a Corea, Estados Umdos y la Unoón Sovtc- instrumento para la guerra total si el agresor es una gran potenc ta.
tica tomaron esa función : Estados Unidos asumiendo: por aso dcctrlo. La gue rra de Corea no llevó a la seguridad colec tiva al límite de
c1 pa pel de Japón y la Unión Soviética. e l de Cluna. Nt Estados Unodos esta pa radoj a porque los intereses de las grandes poiencías involucra-
ni la Unión Soviética podían permitir qu_c uno de dios controlara das e n ella limita ron la guerra a la península coreana. China in tervino
toda Corea. Desde el ventajoso punto de vosta de Japon, cuya protec- contra el avance de Naciones Unidas en Corea de l Norte por las mts-
ción es uno de los intereses vitales de Estados Unidos, en manos de mos razones que habian llevado a Estados Unidos a tomar parte contra
una potencia potencialmente hos til Corea se conviert.c: en una cspcctc e l avance de Corea del Norte en Corea del Sur: el- temor de una Corea
de puñal clavado en 'u lo desde _el punto de unida en manos potencialmente hostiles. La seguridad colectiva hubtera
vista de la Unión Soviética y de China. Ast, la dtvtstón de Corea en una requerido no sólo el momentáneo rec hazo de la agresión. sino tambié n
zona norteamericana y en otra r-usa hada fines de la el establecimie nt o de una seguridad para el futuro, objetivo posible
mundial fue tanto la expt·esión de los intereses de las dos nactoncs m- únicamente en el caso de que China fuese derrotada en una gue rra
volucradas como del poder disponible para apo_v arlos, dado que en ese total. Del mismo modo, la restauración del tradicional control c hono
momento ninguna de las dos se encontraba en situación de arriesgarse sobre la península coreana habría requerido la derrota de E>tados Um-
a un conflicto mayor por el control de toda Corea. . . dos en una guerra total. Ni Estados Unidos ni China estaban dispuestos
El problema del control de toda Corea fue rca bterto cuando Corea a asumit· la carga y los riesgos que implicaba se mejante emp resa. Asl,
del Sur fue atacada por Corea de l Norte con el apoyo de_ la Union So- ambas naciones se sintieron satisfechas con la temporaria conttnuac•ó n
\'iéJica. El apoyo total de Eslados Unidos a_ Corea del Sur se encon- de la división, por más precaria e inestable que fuese, de Corea en dos
traba justificado po r su interés e n la segundad de Japon Y de toda esferas de influe ncia que reflejaran el equilibrio de poder en el Le·
la eslabilidad en el Lejano Oriente. Este último interés fue tambten jano Oriente;.
el que explicó el sustancial apoyo de Canadá y Gran Bretaña. con- Al respecto, como en otros casos que hemos examinado antes. los
tribuciones simbólicas d e otras naciones, tales como Austraha, Helgtca, dilemas y contradicciones a los que dio orige n la gue rra de Corea, con-
Colombia. Francia, Luxemburgo y Turquía, pueden expltcarse por los s iderada como una acción de seguridad colectiva, surgen d e la propia
mismos inJereses o por su especial dependencia de la buena idea de seguridad colectiva cuando es pues ta en práctica bajo las con-
de Estados Unidos. Y la falta de apoyo de la mayor parte de las nacto- diciones políticas del mundo contemporáneo.
ncs dcri\'a de su falta de interés o de poder, o de ambas circunstan-
cias combinadas.
Pero incluso este apoyo, escaso si se lo compara con· todo el po·
dcrío militar de miembros de Naciones Unidas, habría bastado para UNA FUERZA POLICIACA INTERNACIONAL
rechazar la agresión de Corea del Norte, el_u dtendo confltcto mayor.
Dicho de otro modo, la seguridad colcctJva habna operado exttosa- La noción de una fuerza policíaca internacional implica un paso ade-
mcntc incluso bajo las menos que ideales pre valecte ntes lante con respecto a la seguridad colectiva en lo que tiene que ver con
antes de la inlervención de China. Esa intervenctón Jranslormó com- la aplicación de una fuerza colectiva contra un real o hipotético trans-
plctamcnlc e l carácter de la guerra de Corea. Antes de ella, l_a guerra gresor; según csla modalidad, la misma ya no queda bajo e l control
aún podía considerarse como de segundad, como una acctón poli- de las naciones individuales. La policía internacional operaria bajo el
ciaca en virtud de la fuerza militar preponderante que se oponía al comando de un organismo internacional, quien decidiría cuándo y cómo
agresor. Con la intervención china, el conflicto adquirió el carácter de emplearla. Semejante policía nunca ha operado como una organización
internacional permanente. Sin embargo, los mie mbros de Naciones Um-
1 Véase el capitulo 11, apartado "Corea y el equilibrio de poder". das están obligados por el articulo 42 y siguientes de la Carta a c rear
-.-
504 El de la pa: 505

una fuerza de ese tipo, la que revestirla la forma de fuerzas annadas necesariamente deberla estar integrada por una cantidad proporcional·
de Naciones Unidas. No obstante, no se han hecho progresos en la mente semejante de ciudadanos de diferentes naciones. Sin embargo,
ejecución de esa obligación. como hemos visto. esas naciones prácticamente siempre se encuentran
Las esperanzas de preservar la paz asociadas a una fuerza policiaca divididas entre defe nsoras y opositoras al slalu quo existente, es decir,
internacional derivan de la analogfa con las funciones que, dentro de las al orden y la ley existentes. Estos ciudadanos, en tanto miembros de la
sociedades domésticas, cumple la policfa. Sin embar¡o, esta analo¡¡ia es polida inte rnaciona l, no podrfan menos que compartir las inc linacic·
equh·oca en tres sentidos. nes nacionales al respecto. ¿Seria esperable que pelearan contra sus
las sociedades internas están compuestas por millones de inte- propias naciones en defensa de un statu quo al que, en tanto ciudada-
grantes, de los cuales por vez sólo una fracción muy pequella se da a nos de nac iones particulares, se oponen? Dada la relativa fortaleza de
violar la ley. La diseminación del poder entre los integrantes de estas las lealtades nacionales e internacionales del mundo contemporáneo,
sociedades e s extrema, dado que son, al mismo tiempo, muy poderosos en el caso de conflicto estas lealtades no harlan más que atraer a sus
Y muy débiles; pero el poder conjunto de la ciudadanfa respetuosa ·de respectivos miembros de la polida internacional, disolviendo asf este
la ley seri normalmente muy superior a cualquier combinación de organismo aún antes de que experimentara un desafio efectivo.
los más poderosos infractores. La policía, en tanto organismo organi- Estas consideraciones generales aplicables a la sociedad interna-
zado de la mayoria respetuosa, no necesita exceder proporciones rela- cional como conjunto y, particularmente, a sus integrantes más pode-
tivamente pequeñas para ser capaz de neutralizar cualquier amenaza rosos, por supuesto que no invalidan la posibilidad de una fuerza po-
a la ley y el orden. licíaca internacional para evitar infracciones estrictamente localizadas,
En estos tres aspectos, la situación internacional es significativa- puesto que todas las naciones directamente involucradas tienen espe-
mente diferente. La sociedad internacional se halla compuesta por un cial interés en ese tipo de prevención. El ejemplo clásico de esa posibi·
número relativamente pequeño de integrantes, que llega a poco mis lidad es la fuerza de emergencia de Naciones Unidas, creada luego de
de 150 Estados soberanos. Entre ellos hay gigantes, como Estados Uni- la invasión a Sucz en 1956 para proteger las fronteras entre Egipto e
dos y la Unión Soviética, y pigmeos. como Luxemburgo y Nicaragua. Israel en torno a la zona de Gaza y para obligar a la desmilitarización
Y, lo que es más importante, el poder de cualquiera de esos gigantes de los estrechos de Tirán. El ejemplo de esa fuerza de emergencia tam-
constituye una fracción muy considerable del poder total de la comu- bién ilustra las limitaciones que crean Jos Estados opositores; valga
nidad de naciones. Un gigante, en combinación con una o dos potencias como prueba lo ocurrido cuando se reclamó el acatamiento inmediato
de segunda magnitud o con unas pocas pequeñas, fácilmente puede al pedido egipcio de retiro de esa fuerza en 1967.
superar la fortaleza de todas las naciones combinadas. En vista En una sociedad de Estados soberanos, una fuerza policía ca inter-
de tan formidable oposición potencial. se requeriria obviamente una nacional es algo comradictorio. En el contexto mayor de un Estado
fuerza policial de dimensiones verdaderamente gigantescas para que mundial volvere mos a encontramos con este proble ma. Para ser re-
fu era capaz de dominar cualquier infracción a la ley y a l orden sin que suello compll!lamenle, el problema de una fuerza policíaca internacio-
ca,la una de esas acciones se convirtiera en una guerra mundial. Esto nal dl!bc encararse dentro de la trama de una sociedad mundial que
continuaría siendo válido, si bien en proporcicnes más pequeñas, aun- domine las lealtades seculares de sus miembros individuales y que haya
que un desarme general redujera drásticamente las fuerzas armadas desarrollado UAa concepción de justicia mediante la cual las naciones
de las naciones. Porque la policía internacional aún seguiría constitu- individua les que la componen estén dispuestas a probar la legiti midad
yendo un contrapeso de superioridad avasallante. de sus reclamos partkulares.•
Admitiendo el supuesto -meramente hipotético- de que las na-
ciones estuvieran dispuestas a delegar los instrumentos para la pro-
lección de s us intereses a una fuerza policíaca internacional, ¿cómo
debería es tar compue sta esa fuerza? La naturaleza de la sociedad inter-
nacional ta l como se presenta en la actualidad no permite una res-
rucs•a satis factoria a esa pregunta.
En las sociedades domésticas, la fuerza policial naturalmente está
compuesta por integrantes de esa sociedad que están completamente
identificados con la ley y el orden existente. Pero supongamos que
hay entre e llos algunos que se oponen a ese orden y a esa_ ley y 1 Para mayora detalloa, d . Hans J . Uorpnthau, "Tbe PoUUcal Con<litioc.a
que su cant idad es proporcional a la del segmento de poblactón to· lor an lnternaUonal Police Force", InlemationGI Organi.zalion vol XVII N• 2
tal que también se opone al orden y la ley; la cantidad de oposito- Primavera de 1963, pq. 393 y slruientea; ''nle Imputiallty ór u,e tntemau.;...¡
res seria tan pequeña que podrfa considerarse como despreciable on Sillo En&el y B . A. Law. Sfale, and lnlemationaf upal Ordn:
'" Honor o/ Han• Ke!Jm. Tbe Univenity of Tennessee Presa. Knoxv!Ue,
e incapaz de afectar el poder de la poilcfa. Una policfa internacional .... pq. 2011 y alrulentes.
25
El Arreglo Judicial

LA NATURALEZA DE LA FUNCION JUDICIAL

La existencia de conflictos entre naciones hace imposible la instaura·


ción de la paz internacional a través del desarme, de la seguridad
colectiva y de la creación de una fuerza policial internacional. La na-
ción A quiere algo de la nación B, que ésta no está dispuesta a otor-
garle. En consecuencia, un conflicto armado entre A y B es siempre
posible. Si hubiera un medio aceptable para que A y B solucionaran
su conflicto pacíficamente, ello terminaría con la guerra en su carácter
de árbitro supremo de los conflictos entre las naciones. En este punto
vuelve a ser tentadora la con la sociedad nacional.
En las sociedades primitivas, los individuos solucionan frecuente-
mente sus pretensiones opuestas por medio de la lucha. Se abstienen
de esta metodología violenta sólo cuando en su apelación de la deci-
sión autorizada de jueces imparciales encuentran un sustituto a la vía
armada. Por lo tanto, parece una conclusión obvia que si se contara
con tales jueces imparciales para la decisión autorizada de las disputas
internacionales, desaparecería la principal causa de la guerra.
Esta es justamente la conclusión a la que muchos humanistas y
estadistas han llegado, con mayor frecuencia e intensidad desde me-
diados del siglo XIX. Hacia fines de ese siglo, el llamado Movimiento
Arbitral, cuyo principio fundamental radicaba en el arreglo obligatorio
de todas las disputas internacionales por medio de tribunales interna·
cionales, _podía jactarse de contar con un considerable apoyo de masas
y de lealtades entusiastas. Su influencia pública era comparable a la
de los movimientos de masas que con posterioridad fijaron sus espe-
ranzas en la Liga de Naciones, en Naciones Unidas y en un Estado
mundial. Ya hemos trazado la historia de los infructuosos esfuerzos
.para establecer una jurisdicción obligatoria de los tribunales internacio-
nales para el arreglo pacífico de las disputas internacionales que de
otro modo podrían conducir a la guerra.• Quedan por examinar las ra-

t Véase el capitulo 18, apartado "Jurisdicción compulsiva".


SOl El problema de la paz El arrt!glo judicital 509

zones del fracaso de la mayoría de las naciones, dt: sistcncia a ella por parte de las occidentales, lo que envenena
las grandes potencias, para aceptar la jurisdicción obligatoria de los tn- la a tmósfe ra internacional hoy e n d1a . _
bunales internacionales. No es a la estupidez o a la maldad de los En términos políticos, tales choques entre el orden legal ex1stente
estadistas o de las naciones a qujenes debemos responsabilizar por y la demanda para que cambie no son más que otra man1feslac1ón del
estos fracasos. sino a la naturaleza de la política internac ional Y de anlagonismo e ntre el statu quo y el impcnalismo. CualqUier d1stnbución
la sociedad dentro de la cual actúa. panicular del poder, una vez que ha alcanzado c1erto grado de estabi-
La similitud entre la influencia pacificadora de los tribunales na- lidad, se solidifica en un orden legaL Este no sólo provee el statu
cionales y el efecto análogo previsto para los tribunales internacionales. quu con sus disfraces ideológicos y justificaciones morales, s1no
es errónea. Los tribunales deciden las disputas basándose en el dere- la mbién lo rodea con una muralla de salvaguardas legales, cuya VIo-
cho tal como es. La Ley es la que proporciona el suelo comun sobre lación pondrá en movimiento los mecanismos legales ejecución ob_h -
el cual se mueven el demandante y el demandado. Ambos reclaman gatoria. La fun c ió n de los tribunales es en mecanis-
para sí que ley apoye su causa, que esté de su lado y piden que "1 mos, determinando en el caso concreto st se JUStlftca
tribunal decida el caso ubicándolo sobre este terreno. Las disputas que según las norm as legales existentes. De esta manera, cualqu1er
piden al tribunal que decida -aparte de las cuestiones de hecho- se legal existenle es necesariamente uu aliado del statu quo y los tnbu-
refieren al alcance de la ley en vigor. muy diferentemente interpretada naks no pueden dejar de ser sus protec tores. Esto ocurre tanto en la
por el demandante y el demandado desde sus respectivos puntos de vista. internacional como en el campo interno.
Tales son Jos problemas fundamentales con los que los tribunales que el proble ma resida en la determinación de los derechos
locales o internacionales, deben lidiar y esta la naturaleza de prác- 0 e11 acomodar los intereses dentro de los marcos. generalmente
ticamente todos los casos que han tratado hasta hoy los tribunales tados . del stalu quo. los tribunales pueden fallar e n favor del deman-
internacionales. Pero esos no son los problemas que enfrentan a una o dd acu sado, según sea el caso. Cuando el problema consiste
nación contra otra en un conflicto mortal y suscitan el riesgo de una c11 la o en un cambio fundamental en el statu quo, la sen-
guerra. ¿Qué se Jo que se expone en todos e stos conflictos internacio- tencia de los tribunales ya es conocida aun antes de que la pregunta
nales, correctamente llamados "políticos". y que han causado todas sea formulada; la corte debe fallar en favor del orden legal existente
las grandes guerras, sino Jo que el derecho debiera ser y no lo que y n·chazar la d ema nda de cambio. Los tribunales franceses de 17'JU
realmente es? El problema no reside en la interpretación de una ley no podían abolir la monarquía feudal y transformar a Francia en una
existente y reconocida como legitima por ambas partes, al menos para burguesa . asi como un tribuna l internacional en 1800 tampoco
Jos fines del pleito judicial, sino en la legitimidad de la ley existente podía <tceptar d predominio de Napoleó n sobre Europa. No pot.lemos
frente al reclamo de cambio. en duda que un tribunal internacional hubiera fallado judicial-
Citemos unos pocos ejemplos recientes: todos ment e a favo r d t! Checoslovaquia en 1938. de Dantzig y Polonia en 1939
era la situación legal existente en ChecoslovaqUia. Nad1e ten1a ry contra Alemania) y a favor de Corea del Sur e n 1950 (y en contra
ninguna duda en 1939 de lo que el derecho internacional estipulaba con de Corea del Norte) . Desde el momento en que la ley vigente no es más,
respecto al status de Dantzig y de la frontera germano-polaca. Actual- en est·ncia, que ese statu quo expresado en términos legales y que Jos
mente no hay desacuerdo en lo concerniente a las normas del tribunalt's sólo pueden aplicar el de recho existente a los casos que
internacional aplicables a los derechos y obligaciones de la Umón So- afrontan, la ley vigente favorece al statu quo.
viética y de Turquía con respecto a los Dardanelos. Lo que estaba, o ln\'Ucar al derecho internacional y a los tribunales internacionales
está. en discusión en todas estas controversias que evocan al espectro en una crisis donde la determinación de los derechos y el acomodo de
de Ja guerra no es la aplicación e interpretación del intereses dentro del statu quo no es lo que se juega sino la misma
cional como tal. sino la legitimida d del orden legal Y lo existencia del s ta tu quo. es un ardid favorito de las naciones que se
tificado de una demanda para cambiarlo. A lo que Alemama se opoma hallan ligadas a ese s tatu quo. El derecho intemacional y los tribunales
en lo referente a Checoslovaquia. Dantzig y Polonia, y a lo que la Umón son sus aliados naturales. Las naciones in1perialistas
Soviética se opone con respecto a los Dardanelos. no es a una mterpre- •e hallan ine\'itablemcnte opuestas al statu quo existente y al orden
tación particular del derecho internacional sobre estas matenas, smo juríd ico y no picusan en somete r esa controwrsia a la decisión auto-
al orden legal existente como tal. Lo que Alemania buscaba. Y lo que rizad<t un tribuna l internacional . pues to que esa corte no puede rc-
busca la Unión Soviética, es un nuevo orden legal que reemplace _al ,·onotcl sus <k-mandas sin destruir los fundamentos mismos sobre los
antiguo. Es esta demanda la que ha sido resistida por Gran Brctana que descansa autoridad.
y Francia en el caso de Alemania. La incompatibilidad entre la demanda
por un nuevo orden legal y la defensa del antiguo fue lo que trajo la
segunda guerra mundial. Y es ésta misma parte de _la
Unión Soviética. en la forma de guerras de hberac10n nac1onal, y la 1e-
SJO El problema de la Ptll
El arreglo judicial 5tl

LA NATURALEZA DE LOS CONFLICTOS Disputas puras


INTERNACIONALES: TENSIONES Y DISPUTAS
Ocurre algunas veces que aunque no hay tensiones entre dos naciones,
Las controversias que se refieren a cambios en el statu quo no sola· pueden, sin t:n1bargo, exis tir disputas. O tambié n, a pesar d t; la exis-
mente no serán sometidas a los tribunales, sino que tampoco serán tor- tencia de una te ns ió n, la disputa no tiene relación con ella. En este
muladas en términos legales, únicos términos que los tribunales pueden caso hablamos de "disputas puras".
reconocer. En setiembre de 1938 el verdadero problema ent re Alemania Supongamos que Estados Unidos y la Unión Soviética se hallan
y Checoslovaquia no era la soberanía de los Sudetcs sino el dominio envueltas en una disputa sobre el tipo de cambio entre los dólares y los
poll!ico y militar de la Europa Central. La disputa sobre Jos Sudetcs rublos necesarios para el personal diplo mático de ambos paises. A pesar
fue sólo un síntoma entre otros varios que giraban alrededor del mismo de la tensión que existe entre Estados Unidos y la Unión Soviética, es
punto. El principal fue el de Austria, que culminó con la anexión aus- concebible que dicha dispu ta pueda ser some tida por las dos partes
triaca a Alemania en marzo de 1938, y la disputa con Checoslovaquia a un tribuna l internacional para una decisión autorizada. Luego, las
en marzo de 1939, que resolló en el establecimiento de un p rotectorado disputas puras son susceptibles de decisión judicial.
alemán sobre ese país.
La causa única y fundamental de todos estos síntomas era un con-
flicto cuya naturaleza no eran concesiones territoriales y ajustes legales Disputas que Implican una tensión
dentro de los marcos de un statu quo reconocido, sino la supervivencia
del propio statu quo, de la distribución general del poder, de la supre- Sin embargo. puede existir una rdación entre una tensión y una disputa.
macía absoluta en la Europa Central. Las disputas sintomáticas del Esa re lación puede ser de dos clases difere ntes. La s ustancia de la
conflicto de poderes pcdrían formularse en términos jurídicos de deman- disputa puede ser idéntica a cierto segmento de la sustancia de la ten-
das, contrademandas y r éplicas. y como tales podrían ser admitidas sión. Esta puede compararse a un iceberg, cuya mayor parle se halla
o rechazadas por una corte legal. La causa subyacente aún era incapaz sumergida en tanto la cima se eleva por encima de la superficie del
de formularse en términos jurídicos, puesto que el orden legal cuy2. océano. Este pequeño segmento de la tensión puede ser definido en
supervivencia estaba amenazada por la demanda de cambio no tenia té rminos jurídicos y objetivarse dentro de una disputa. Llamamos a
conceptos legales con los que expresar esa petición, s in hablar de re- este tipo el de "disputas que implican una tensión".
m edios legales con que satisfacerla. Uno de los principales problemas de la tensión entre Estados Un idos
En el fondo de las disputas que entrañan e l riesgo de una guerra Y la Unión Soviética es la distribución del poder en Europa. El acuerdo
existe una tensión entre el deseo de preservar la distribución existente de Po tsdam es un documento legal que trató de determinar los aspectos
del poder y el deseo de derribarlo. Es tos deseos conflictivos, por razones de ese problema en lo que se referia a la ocupaci1n y administración
ya expuestas.' son raramente expresados en sus términos verdnderos de Alemama por los aliados. La esencia del acuerdo de Potsdam es,
- términos de poder- pues resollan encubiertos bajo términos legales y por '':' tanto. a un segmento del problema que constit uye la
morales. Los representantes de las naciones hablan acerca de p rincipios esenc1a de la tens1ón e ntre Estados Unidos y la Unión Soviética. Una
morales y de demandas legales, pero a lo que ellos se refieren es a con- d1sp.uta sobre la interpretación d el acuerdo de Potsdam tiene una re-
flictos de poder. Nos proponemos aludir a los conflictos de poder no lacJOn . las re laciones totales de poder entre Estados Unidos
formulados como "tensiones" y llamar a los conflictos formulados en Y Umon Sov1é11ca. Una interpretación favorable a una nación agre-
términos legales como "disputas". Un análisis de las relaciones lipicas gara tanto poder a un lado como lo extraerá del otro, puesto que el
entre tensiones 'Y disputas pondrá en claro la función que los tribunales problema cons1ste en averiguar sobre cual de las dos naciones se ha
internacionales pueden desempeñar para la preservación de la paz in- concentra do la lucha por el porler.
ternacional. Podemos distinguir tres de tales relaciones. Aceptar antemano una autorizada de dic ha disputa por
un tnbunal mternac1onal, cualquiera que fue re, equiva le a ceder el
control sobre el resultado del conflicto de poder mismo. Ninguna nación
estado a llegar tan lejos. Puesto que un tribunal no puede
de el statu que ha sido formulado en términos ju-
m. cos. s u dec1s1ón prefenrá apoyar una interpretación de un docu-
1 legal que favorezca el statu quo. Al proceder de esta manera
1 V - el capitulo 7.
" In una! podrá resolver el punto en disputa, pero no incidira en ci
punto que genera la tensión. Respecto a ésta. la interpretación de un
...,.-
512 El problema de la paz El mreglo judtcial 513

documento legal, tal como el acuerdo de Potsdam es sólo una fase en tancia intrínseca. Una vez que esto ha sucedido, la disputa se
un difercndo cuyo objetivo no es la de la ley como tal, con la tensió n en las relaciones entre los dos paises. Toda la mtens1dad
smo la propia justicia de su existencia. del sentimiento y la dureza sin compromiso de 1? nvahdad por el poder,
Un tribunal, producto y portavoz del derecho tal como es, no dis· según la cual las naciones consideran la tens•ón en tiempos de paz
pone de medios para decidir sobre el punto clave de una disputa, cuya y acllian sobre ella en Jos de guerra, es liberada y volcada a la
esencia lo es también de una tensión. El tribunal es, en cierto sentido, Lo que las naciones no pueden hacer en tiempos de paz con rcla.c Jón
parte en tal disputa. Una corte, identificada tal como está con el statu a la tensión, lo hacen ahora con relación a la disputa. Esta se convierte
quo Y la ley que representa, no tiene patrones de juicio para discernir en una prueba donde la demanda y la contrademanda representan Y
en el conflicto entre la defensa del statu quo y la demanda de cambio. simbolizan a las respectivas posiciones de poder de las nac10nes. Las
No puede ese conflicto; tan solo puede tomar parte en él. Hajo concesiones ni se consideran. Para el conceder, a.unquc
la apanenc1a de una resolución imparcial del problema real, la corte fuera una décima parte del objeto disputado, equ1valdria a mamtestar
se halla casi obligada a decidir en el conflicto a favor del statu quo. una debilidad proporcional en su posición total de poder. Para la otra
Es en esta incapacidad del tribunal para superar las limitaciones de parte, es completamente impensable perder. La pérdida del objeto
su origen y funciones donde reside la causa verdadera de su incapacidad de la disputa equivaldría, de manera simbólica, a la pérd1da de una
para decidir entre los méritos relativos del statu quo y de una nueva batalla decisiva o aun de una guerra. Significaría una derrota en la
distribución de poder. lucha total por el poder, en tanto ese conflicto aflora en el nivel de las
disputas. Por lo tanto, cada nación luchará por una cuestión de proce·
dimiento o de prestigio con una tenacidad sin límites, como si la exis-
Disputas que representan una tensión tencia misma de la nación estuviera en juego. Y en un sentido simbólico,
está realmenle en juego.
El otro tipo de disputa que se halla en relación con una tensión es el
más importante desde el punto de vista de esta exposición. Llamamos Ser grande no consiste en agitarse
a las disputas de es ta clase, "disputas que representan una tensión". sin una causa grande, sino hallar
motivo de querella en una paja
Superficialmente, disputas de este tipo se asemejan a las disputas puras. allí donde el honor se encuentra en juego.•
En realidad, éstas frecuentemente se transforman en disputas que re·
presentan una tensión y viceversa. El objeto de semejante disputa no Siempre que una disputa se encuentre en semejante y represen·
guarda ninguna relación con el objeto d e la tensión. Es únicamente tativa relación con una tensión, obviamente un arreglo en
en la función representativa y simbólica donde la relación entre tensión los términos de la disputa. Esto es cierto para un arreglo por medio de
y disputa cobra consistencia. negociaciones diplomáticas, que debe necesariamente proceder por me·
Consideremos nuevamente el ejemplo de una disputa entre Estados dio del toma y daca del compromiso. Del mismo modo, también es
Unidos y la Unión Sovié tica concerniente al tipo de cambio entre dólares aplicable a un arreglo por medio de una decisión judicial autorizada.
y rublos para las representaciones diplomáticas de ambos paises. Como Lo que he mos dicho con respecto a las disputas que se refieren a la
hemos visto, la disputa puede no tener ninguna relación con la tensión esencia de la tensión, se aplica a esta categoría de disputas. Las disputas
existente entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Pero también es que representan una tensión son consideradas por las naciones a quie-
posible que las dos naciones, comprometidas como están en su dife· nes les concie rnen como si se tratara de la propia tensión. De manera
renda sobre la distribució n general del poder, tomen esta disputa y semejante, la decisión judicial sobre dicha disputa será evaluada en
hagan de ella un proble ma conc reto, en el cual probarán sus respec· términos relativos a sus erectos sobre la tensión. Ninguna nación, en
tivas fuerzas . particular ninguna que se oponga al s tatu quo, aceptará, por las razo.
El proble ma fundame ntal que separa a la Unión Sovié tica y a Es· ncs antes expuestas, e l riesgo de someter una disputa de esta clase,
tados Unidos -la distribución total del poder en el mundo- es im· por lo tanto el problema de la propia tensión, a la decisión autoritaria
posible de formular racionalmente en términos de demandas y contra· lk un 1 ri bun;d.
demandas por las razones mor¡¡les e ideológicas antes mencionadas'
Para emplear un término de la psicología moderna, está "reprimido".
Trasmitiendo en cierta rorma ese incierto rundamento de las relaciones
entre los dos paises, la tensión puede comunicar su turbulenta agitación
a cualquier disputa de cualquier clase y cualquiera que sea su impar·

1 V - el capitulo 7. 1
Humlet , acto JV, escena IV.
--...-
Sl4 El probltma dt la paz El arrtglo iudicial 515

El Consejo de la Liga de Naciones actuó en esta cuestión como


del del statu quo. Fue inevitable que el Consejo desempeñara
UMITACIONES A LA FUNCION JUDICIAL un . g te papel en vista de su composició n y de la funcoón que se
scme¡an • . . · d 1 L" de Na-
suponía debía llevar a cabo como e¡ecutor po 1otrco e a rga
Hemos llegado, pues, a la conclusión de que las disputas políticas dones.
-aquellas que tienen relación con la tensión y que, por lo tanto, afectan Esta solicitud de una opinión consultiva llevó a la Corte a _una con-
la distribución total del poder entre dos naciones- no pueden solu- fusión que acabó en el mayor desastre intelectual en la hostoniJ de ese
cionarse mediante métodos judiciales. Esta conclusión, a la que hemos organismo judicial. De hecho, hubo cuatro opiniones diferentes - y
arribado por medio del análisis, se confirma por la actual conducta los quince jueces, siete sintieron la neces1dad de con l -
de las naciones. Hemos señalado antes el e"tremo cuidado con que las dos opiniones concurrentes y siete avalaron una drsrdente-.
naciones acostumbran a definir y limitar su obligación de someter ilustrativas del grado de confusión alcanzado. La medoda del desastre
las disputas a los tribunales internacionales.' Hacen esto con el fin de intelectual sólo puede transmitirse por la lectura cuodadosa de las pro-
conservar el control final sobre la clase de arreglo que se les aplicará pias opiniones. La incapacidad de un alto tribunal tan competente para
a sus disputas. Tal como lo expresara el primer ministro Nehru, de la superar adecuadamente un caso como el de la unión aduanera austro-
India, cuando rechazó una resolución del Consejo de Seguridad de germana era el resultado inevitable dada la na turaleza del_caso. .
Naciones Unidas que llamaba a la India y Pakis tán a someter a arbitraje Con esta propuesta unió n aduanera, Alemania y Au_s tna desafiaban
la disputa sobre Cachemira: "las grandes cuestiones políticas -y esta al statu quo de 1919. la Corte Permanente de Justrcra. lnternacronal
es una gran cuestión política- no se delegan de este modo en árbitros estaba intelectua lmente preparada para . resolver cualqurer caso ong•-
venidos de paises extranjeros".' nado y enmarcado dentro del statu quo existente. El orden legal de ese
Es significativo que las naciones que han concluido tratados dé statu quo le proporcionaba los instrumentos legales con los que
arbitraje sin limitaciones, sometiendo de tal manera todas sus disputas desempeñar su ta rea. Enfrentada a un desafío de ese statu quo, la Corte
de cualquier clase al procedimiento judicial, son aquéllas entre las cuales perdía equi librio por su incapacidad para encontrar fundamentos que
los conflictos sobre la distribución total del poder, y por lo tanto las le pe rmitieran ubicarse por encima de las partes y valorar las demandas
disputas politocas, resultan virtualmente imposibles. Tales tratados han y contrademandas. Puesto que era un órgano del _statu quo que desem-
sido celebrados, por ejemplo, entre Colombia y El Salvador, Pení y Boli- peñaba funciones que deberían tomar a la legotrmrdad de ese statu quo
via, Dinamarca y los Paises Bajos, Dinamarca e Italia, Dinamarca y Por- como un dogma. la Corte se encontró frente a una tarea para la que
tugal, los Paises Bajos y China, los Paises Bajos e Italia, Austria y Hun- ningún tribunal de justicia es idóneo: emitir un juicio sobre la legotr-
gría, Francia y Luxemburgo. Bélgica y Suecia, e Italia y Suiza. Ningún midad del statu quo mismo al fallar sobre la legalidad de la proyectada
par de Estados que tenga la más mínima razón para prever la posibi- unión aduanera austro-germana.
lidad de un conflicto político en un futuro no muy distante, ha acep- El juez Anzilotti, en su brillante y profunda opinión, fue quien
tado obligaciones legales que requieran de ambas partes el someter sus señaló la esencia política del problema que enfrentaba la Corte y que
disputas políticas al arreglo judicial. no podía resolver con los medios judiciales a su disposición: "Todo
Además, entre las veinte decisiones producidas por la Corte Perma- señala el hecho de que la respuesta depende de consideraciones que en
nente de Arbitraje, no hay ninguna que pueda llamarse política, en el su mayor parte, si no enteramente, son de naturaleza política y econó-
sentido usual de este térmi no. Entre las treinta sentencias y veintisiete mica. Podemos entonces preguntamos si el Consejo realmente deseaba
consultivas producidas por la Corte Permane nte de Justicia ob tener la opinión de la Corte sobre este aspecto de la cuestión y si
Internacional.' sólo hay una que pueda llamarse política· la opinión la Corte debería tratarlo .. . Digo que que la Corte debe negarse a dar
consultiva en el caso de la unión aduanera austro-germana. Hemos se- una opinión que la obligue a apartarse de las normas esenciales que
ñalado antes el hecho de que la jurisdicción de la Corte en este caso gobiernan su actividad como tribunal ...".' La Corte no se negó a dar
se basó en el articulo 14 del pacto de la Liga de Naciones que autori- •una opinión y, a l tratar de decidir un conflicto entre el statu quo y
zaba al Consejo de la Liga a . requerir opinio nes consultivas de la Corte.• el intento de cambio, se apartó "de las normas esenciales que gobiernan
Siendo una opinión consultiva. no era por lo tanto obligatoria para el su actividad como tribunal".
Consejo. sino que lo dejó libre para adoptar cualesquiera otras medidas
le parecieran adecuadas a la luz de su propia evaluación, legal y política, La Corte Internacional de Justicia evitó esta trampa en la que
había caído la Corte Permanente de Justicia Internacional. Cuando en
! Wue el capitulo 18, apartado "Jurisdicción compulaln". 1951 Gran Bretaña le sometió el ca so de la Anglo lranian Oil Company,
• London Time•. 8 de acosto de 11152, 1>4- 4. nego tener jurisdicción sobre él. El gobierno irani habla nacionalizado
1 Diferentes auton!S maneJan cifras diferentes. Seculmoo a Oppenbelm-LIIuter·
pacht, op. cit., 7• ed., 1952, vol. Il, P4s. 80-1111.
• V - el capitUlo 18, a.-rtado " La opcional". ' P.C.Ll . Serlea A/B. N• 41, pqa. 151.ee.
516 El problema de la pu¿ El m reglo judicial 517

las propiedades de dicha Compañía en obvia violación de los tratados statu quo y quienes desean ca mbiarlo. Ningún tribunal, interno o inter-
existentes. La disputa entre Irán y Gran Bretaña no incumbía a la apli- nacional, se halla preparado para solucionar este problema. El examen
cabilidad del derecho vi¡:ente; mas bien se refería a la legitimidad del de cómo este problema se resuelve normalmente en la esfera local n?s
statu quo, codificado en dicha ley, y opues to a la legitimidad de un muestra. <lc sde otro ángulo, la falacia de la analogía entre la func1on
nuevo orden legal. Un tribunal , como hemos visto, debe asumir la legi- pacificadora de los tribunales y de las cortes mternac1onales.
timidad del orden legal vigente y defenderlo por medio de sus tallos.
En era perfectamente lógico que Gran Bretaña, interesada
como estaba en la preservación del statu quo, apelara a la Corte Inter-
nacional de Justicia, en tanto Irán, más interesada en cambiar ese statu
quo, se negara a aceptar la jurisdicción de la Corte. Si ésta se hub1era
declarado competente en el caso, solamente habría podido apoyar a
Gran Bretaña sin considerar la esencia real del problema. Al negar su
jurisdicción en términos técnicos reconoció implícitamente la limitaCión
de la función judicial que aquí expusimos.
Finalmente, quizá la experiencia más impresionante que avala los
análisis ya expuestos es la que presentan las relaciones entre la Unión
Soviética y Estados Unidos, tal como se han desarrollado desde lmes
de la segunda gue<ra mundial. Ha sido tema para muchos comentarios
la extremada dificultad para definir el problema fundamental que
separa a Estados Unidos de la Unión Soviética. No es Alemania, o Cuba,
o Corea o Vietnam. Ni tampoco es la suma de todos estos problemas.
El problema fundamental no puede definirse en términos de conthcto
entre dos filosofías antagónicas y dos sistemas de gobierno, puesto que
ese conflicto existió durante veinticinco años sin que tuviera las reper-
cusiones que exhibe hoy sobre el escenario internacional y del que todos
somos tes ti¡:os. Los problemas mencionados, simples o combinados, no
pueden dar cuenta de la profundidad y amargura de los conllictos que
oponen a Estados Unidos y la Unión Soviética dondequiera se encuen-
tren, n i de la parálisis que ahoga todos sus esfuerzos por solucionar
esos conflictos mediante medios pacíficos.
La existencia de una tensión que abarca a todo el globo puede ex-
plicar las peculiaridades de los conflictos individuales. La tensión
proporc io na la sada que da las pulsaciones a lodos los problemas,
grandes o pequeños, que cxist.:n entre la Unión Soviética y Estados
Unidos y les da el mismo color, la misma temperatura y las mismas
peculiaridades. Es, realmente, el problema esencial, del cual lus pro-
blemas partil.ularcs antes 1ncncionados son tan sólo ramificaciones o
representaciones si mbólicas. La discordia entre Estados Unidos y la
Unió n Soviética sobre la distribución del poder a través del mundn
impide la solución, por sus propios méritos, de cualquier disputa par-
ticular que quede pendien te entre los dos países. De la misma manera,
también hace imposible la solución judicial de tales disputas.
A través de consideraciones analíticas y empíricas hemos arribado
a la conclusión de que las disputas más apropiadas para llevar a la
guerra no pueden resolverse por medios jurídicos. Puesto que son las
ramificaciones o representaciones simbólicas de una tensión, su pro-
blema r eal consis te en d conflicto entre quienes desean mantener el
26
C:an1bio f>acifico

EL CAMBIO PACIFICO DENTRO DEL ESTADO

Las tensiones son un fenómeno normal de la vida social. Suceden tanto


en el plano interno como en el internacional. En el primero tenemos a
un determinado statu quo estabilizado y perpetuado en un sisteana legal.
Fuerzas sociales hostiles a este statu quo se levantan y tratan de derri·
bario para cambiar ese sistema legal. No son los tribunales quienes
entienden en este problema, puesto que deben actuar como a¡entes del
statu quo. En la lucha entre el deseo de cambio y el statu quo, el motivo
del cambio es defendido, si lo es, por las legislaturas y algunas veces
por el poder ejecutivo. De este modo la tensión entre el statu quo y
la demanda de un cambio frecuentemente se resuelve en el campo in·
terno en un conflicto entre los tribunales defensores del atatu quo y
la legislatura como líder del cambio.
Esto se aplica a muchas de las grandes controversias de la historia
moderna en las que se manifiestan las tensiones. Fue as( como la tensión
existente entre el statu quo del feudalismo y el deseo de cambio de la
clase media se expresó en la rivalidad entre las cortes y el Parlamento
en la Inglaterra del siglo XIX. En el campo intelectual, esta rivalidad
se evidenció en la de Bentham, el apóstol de la re(orma por
medio de la legislación, contra Blackstone, el conservador defensor del
derecho consuetudinario y de sus tribunales. Un conflicto similar surgió
en Estados Unidos en las primeras décadas del siglo xx, cuando el statu
quo del laissez faire fue protegido por los tribunales contra una legis·
lación social reguladora. En ambos casos fue el cambio quien ganó y
las cortes se convirtieron en defensoras del nuevo statu quo.
Tres factores posibilitaron esta transformación pacifica: 1) la a·a-
cultad de la opinión pública para expresarse libremente, 2) la capacidad
de las instituciones sociales y políticas para absorber la presión de la
opinión pública, y 3) el poder der Estado para proteger al nuevo statu
quo contra el cambio violento.
En la Inglaterra del siglo XIX y en los Estados Unidos del siglo xx,
la opinión pública expresaba su deseo de cambio por medio de la pa-
.... -
520 El problema d< la paz Cambio pacifico 52t

labra Y. a través de esfuerzos o rganizados y reacciones la misma función para la opinión pública: pro porcionar
espontaneas. Ba¡o el Impacto de éstas, e l clima moral de la comunidad cana les pacífil.:os y ordenados para la presentación y escrut inio de sus
sufrió un cambio, poniendo el sello de su aprobación en el deseo de dcmaudns, para su evaluación a la luz los principios de justicia
Y al statu quo y sus . defensores. Ningun ó1·gano generalmente com partidos y para la transformación en realidad de
ial Y poht1co pudo escapar a la mfluenc1a avasa llante de este clima aquellos reconocidos como legítimos.
moral. Es en esa intangible trans formación de mora les donde La contribución de los cuerpos legjslalivos a este proceso de cambio
hallamos la más potente fuerza promotora de la transformac ión del consiste principalmente en ser el foro donde se presentan las
statu quo. divergentes y se ratifica la eleccion ya hecha por la sociedad no orga-
La opinión publica no sólo tuvo la oportunidad de expresar sus nizada. Seria ingenuo creer que el problema entre el statu •JUO y el·
deseos de cambio, sino que también la tuvo para competir con los cambio, cuando surge. no necesita más que ser sometido a un cuerpo
del statu quo en la de normas legales que apoyarían lcgisla rivo, que Jo aprobará o rechazará como ley. En este proceso de
o_camb1anan el statu quo. Esta competencia adoptó la forma de elec- cambio pacifico, las JegislaiUras juegan un papel indispensable aunque
CIOnes en cuerpos legislativos o de campañas apoyando cierras leyes secundario.
dentro de esos c uerpos. De este modo, las fuerzas sociales que deman- Cualqu wr cont ribución que hagan los tribunales en e l proceso de
los cambios eran canalizadas hacia las instituciones pa rlamen- cambio pacifico de un sta tu quo a otro está gobernada por el clnna
tanas, enfr<"ntaron a sus oponentes en una lid pacíl ica, la que moral que predomina en las Cámaras del Congreso no me nos que en
determma qu1en era el vencedor según las normas objetivas del voto las salas de Jus ticia, la Casa Blanca y los hogares de los ciudadanos
de la mayoría, aceptadas de antemano por todos. De fal forma el statu comunes. Pues to que, tal como hemos visto, los t ribunales sólo pueden
quo se transformó e n esas do• espectaculares ocasiones sin ruptura aplicar la ley tal como es y no pueden evitar el se r instrumentos det
de la continuidad de los procesos legales y sin poner ron peligro la paz statu quo existente. Una vez que la legislatura ha aprobado una nueva
y el orden de la sociedad. ley que incorpora a un nuevo statu quo, los tribunales pueden acelerar
Finalmente, la autoridad y la fuerza del Estado se hallaban en con- y afemperar la transición de un statu quo a otro, o bien pueden retar-
diciones de imponer cualquier orden legal surgido de la contienda entre darla y poner en peligro su progreso pacifico y ordenado. En otras
grupos sociales y facciones politicas, a condición de que dicho orden palabras. las cortes pueden oponer resistencia al cambio inevitable o
legal concordara con los requerimientos mfnimos del consenso moral confribui r a su realización pacifica y ordena da . Una u otra opción de-
en el cual se basa toda la estructura de las instituciones públicas. Esta penderá de la fuerza de la opinión publica tanto como de la recepti-
aptitud del Estado y su indisputable superioridad ante cualquier posible vidad de las .:orles a dicha opinión pública.
oposición no sólo a Jos grupos minoritarios a o pone rse a un La rama ejecut iva del gobie rno en una de mocracia puede inlhnr
statu quo por medios violentos sino que también impone dos impor- y gu;ar a la opinión pública y tratar de a las o tras ramas
tantes limitaciones a la opinión pública. Contiene a los grupos intlu- del gobierno. No puede efectuar ca mbios importantes por su solo es-
yentes de la opinión pública para que no realic en dema ndas que sean fuerzo. Su función principal es la de ejecuta r las decisiones de las otras
tan extremadas como inaceptabJt,s para c ualquier otro sector infbye:J!C ramas. En una dic tadura, todas las funciones de l gobierno convergen
y ¡.or lü stlo pvcirinn ser impuestas por ::1 Estado corriendo en las manos del poder ejecuti vo, quien decide e impone sus decisiones
el ries!O de la resistencia armada. Actúan como poderosos incentivos al m1smo 11empo. Pero seria un e rror creer que e l dictador puede pro-
para ponerse de acuerdo con los cuerpos legislativos conocedores del ceder sm tener en cuenta a la opin ión pública. Aunque é l puede mam-
poder y d" las limitaciones del Es lado. Porque el Estado puede imponer pularla a fravés del contro l monopólico que tie ne sobre los medios de
e impondrá aque llas leyes que no burlen Jos requerimientos mínimos para ser efectiva, su propaganda no puede a lej arse mu-
del orden mora l del Es tado mismo. pero no puede imponer aquéllas que cho de las_experiencias de sus súbditos . por lo que tiene que adaptar
contravengan dichos requerimientos sin someterse al riesgo de la desin- esas a su propaganda o a la inversa. De cualquier forma,
tegración de su propio edificio en la anarquía o la guerra civil. aun un d1clador ve expuesto a las presiones de la opinión pública
Tal e s el proceso normal del cambio en una sociedad libre. ya que no puede m moldeada comple tamente ni tampoco igno rarla.
f , tá claro que este proceso no lo lleva a cabo un organismo especial Tales son, de manera esquemát ica , los procedimientos del cambio
en el desempeño de sus funciones regulares. Las fuerzas sociales . al pacifico en la escena doméstica. Hacen posible la m a n ifestación de las
elevar sus nect:sidades al carác ter de princi)Jios de justicia, captan tensiones en las controve rsias públicas. campa ñas para elecciones, de-
la opinión pública. Es precisamente la influencia a r rolladora de la opi- hales parlamentarios y crisis gubernamentales, en vez de resolverse en
nión pública la que determina las valoraciones murales y conllagraciones viole ntas; pero si, de todos modos. estos
lega les de los o rganis mos legis lativos. asf como a la larga también son o actúan ddcctuosamente, la situación doméstica pre-
J¿;s de las cortes y del poder ejecut ivo. Los organismos legislativos, se nta rá cond1c1o nes seme¡antes a las existen tes e n la escena interna·
judiciales y ejecutivos son instrumentos de .la opinión pública; todos Clona !. Las demandas de cambio, cuando no pueden hacerse oír o:n el
522 El d• la paz Cambio pacifico 523

mercado local, ni en las luchas electorales y legislativas, se convierten (o contra Jos monopolios) , que aunque decretadas por la legislatura
en un movimiento de resistencia. La controversia existente entre el y vigentes en los estatutos, no han cumplido con sus (mes porque no
statu quo Y el deseo de cambio pasa a ser una tensión rerlejada en han sido apoyadas por el consenso moral de la sociedad. Estos_ cuerpos
disputas similares a las ya reconocidas en el campo internacional. A legislativos no cuentan con una capacidad mayor que la que llenen tos
continuación, la sociedad de un pafs entra en un período prerrevolucio- tribunales para efectuar el cambio pacífico del antiguo statu quo a uno
nario o revolucionario; los grupos de la población identificados con el nuevo con sólo desempeñar sus funciones otro modo,
s tatu quo o con la demanda de cambio se enfrentan, y como son mca- la le¡zislación no es más eficiente que las decisiOnes ¡ud1c1ales cuando
de apelar al arbitraje de la mayoría o a un patrón común de la sociedad se ve enfrenlada a un desafio supremo: el camboo en la diS·
JUSIICia, buscan la decisión en la guerra económica o militar. tribución del poder dentro de la sociedad sin comprometer el orden Y
El que una situación semejante degenere realmente en una revo- Jos procesos pacíficos de los que depende el bienestar de la soc1edad.
lución y guerra civil depende de la distribución del poder dentro de la
sociedad doméstica. Hemos señalado antes que la moderna tecnología
militar y de las comunicaciones hace extremadamente difíciles a las EL CAMBIO PACIFICO EN EL
revoluciones populares.' Hay una manifiesta ventaja a favor de un cam- TERRENO INTERNACIONAL
bio violento en la fonna de un golpe de Estado, en vez de que una
parte de la población se alce contra el gobierno apoyado por otro sector
Podemos extraer una importante lección de la analogía existente entre
del pueblo; es más fácil que una fracción del mecanismo gubernamental.
Jos procesos legales en una sociedad nacional y en una mternac10nal;
en particular las fuerzas armadas, trate de obtener el control total del
gobierno. pero no es la lección que pueden tomar en cuenta los del
arreglo judicial para las disputas internacionales. los tnbunales mter-
lo 4ue importa e n nuestra exposición es reconocer que no son nos no pueden desempeñar las funciones que dichos defensores les atn-
los tribunales internos los que arreglan pacíficamente las disputa• buyen; no pueden solucionar pacíficamente disputas que o tr o
que pueden lleva r a la revolución y la guerra dvil. Cuando en el caso podrían conducir a violentas conflagraciones. Las fuerzas e mst1tuc1ones
Dred Scott se llevó ante la Suprema Corte de Estados Unidos el pro- que cumplen esta funció n en el ámbito inte rno no exis ten en el esce-
blema de la extensión territorial de la esclavitud, la Corte falló en favor nario internacional.
del statu <JUO. Pero esta decisión no solucionó nada; ninguna corte po- Como hemos visto.' ya no existe un consenso moral internacional
dría haber solucionado lo que se jugaba en el caso Dred Scolt. Incluso que pueda ofrecer a las naciones en disputa un patró n co mún de justi-
la sociedad entera fue incapaz de arreglar por medios pacíficos el con- cia para el arreglo de sus disputas. Esta carencia de un consenso m o ral
flicto entre el statu quo y el deseo de cambio, puesto que ese conllicto ha impedido la realización de las disposiciones que se encuentran en
no sólo desafiaba la distribución del poder existente entre el Norte Y muchos tratados de arbitraje y también en el Estatuto de la Corte In-
el Sur, sino que también ponía al desnudo los problemas de la escla- ternacional de Justicia, que bajo ciertas condiciones autoriza a las cor-
vitud y de las relaciones entre el gobierno federal y los estatales; ade- tes internacionales para decidir, no de acuerdo estrictamente con el
más, reabría el desacuerdo e:tistente dentro del consenso moral en el derecho internacional sino exaequo et bono, estos es, aco rde con los prin-
cual se basa la estructura política de Estados Unidos. El problema no cipios generales de igualdad y justicia. Las disposiciones de e sta clase
fue dirigido a los tribunales o a las legislaturas, sino a la sociedad son apropiadas porque reconocen la existencia de disputas no suscep-
y fue esta sociedad norteamericana quien dio dos soluciones incompa- tibles de arreglo judicial basado en las normas existentes del derecho
tibles, las que hicieron irremediable al conflicto. internacional; y sin embargo, son inapropiadas porque suponen que el
La función vital del camhio pacifico dentro del Estado no es desem- problema planteado por la última categoría de disputas puede resol-
peñada por un organismo aislado del gobierno, sino por la sociedad del verse con una simple autorización para que los tribunales se aparten
país en su conjunto. El consejo moral de la sociedad, apoyado por la_ auto- de las normas que regulan el derecho internacional e invoquen algunos
ridad y el poder materi:tl del gobierno, empleará todos los organismos principios generales de igualdad y justicia. Los tribunales internaciona-
suciales y políticos para configurar un estado de cosas de acllt!rdo con les pueden invocar tales principios sólo si existen, pero no pueden
su concepto de la justicia. En este proceso de cambio pacifico, los cuer- inventarlos o apelar a ellos como a un deu.s ex machina, dispuestos a
pos legislativos desempeñan un importante papel si, tal como sucede en intervenir siempre que una corte internacional deba decidir entre el
las sociedades democráticas, son organismos independientes. Pero los statu quo y el deseo de cambio. La sociedad internacional necesita pau-
cuerpos legislativos son sólo órganos de toda la y sin su tas de justicia de aceptación general a través de las cuales determinar
las leyes son impotentes para llevar a cabo el camb1o deseado. La hiS- los respectivos méritos, según sus atacantes y defensores, del statu quo.
toria de la legislación está salpicada de leyes tales como la Antllrust
1 V...., el capitulo 11, apartado "Yoral lllllwraal n . lllllwnallamo naciona·
1 Vó.aae el capitulo 22, apartado "Guerra por lolalea''. hala".
524 El problem<J de la P"l C<Jm b to p4cifico 525

Facu ltar a un tribunal para emplear tales pautas es muy pequeña Pero suponga mos que la Asamblea hubiera aconsejado a las partes
s1 lalcs pausas no existen. la rcconsideración de un tratado o una situación que amenazara_ la paz;
La sociedad internacional carece también de cuerpos legislativos esas partes estarían en libertad de aceptar o el conseJO; SI lo
las funciones internacionales en los procesos de cam- aceptasen voluntariamente, es de suponer que los Intereses en juego no
b•o pacfrtco stm1lares a las que dichos organismos llevan a cabo en el eran vitales y que cualquier presión externa que pos1b1htara_ encubnr
mterno. El articulo 19 del Pacto de la Liga de Naciones, y los las apariencias probablemente las habría induc•do . recons1derar tal
aruculos 10 y 14 de la Carta de Naciones Unidas han hecho esfuerzos tratado o situación. Pero tal reconsideración no s1gmf1ca
para proporcionar una instrumentación para el cambio pacfrico. El ar- un acuerdo. Las parles pueden haber reconsiderado el tratado o la SI-
llc_ulo 19 del dice: " La Asamblea puede de tiempo en tiempo acon- tuación para cumplir con el consejo de la Asamblea .. pero pueden no
sejar a los m1embros de la Liga que reconsideren los tratados que se haber llegado a una solución, y el articulo 19 no autonza a la Asamblea
hayan vuelto inapropiados, y la consideración de las condiciones mtcr- para imponerles tal solución. .
nacionalcs que puedan poner en peligro la paz del mundo". El articulo Queda por resolver la cuestión de si la Asamblea puede aconsejar
10 de la Carta estipula que: " La Asamblea General puede discutir cual- ateniéndose al articulo 19 sólo si obtiene un voto unánime o si logra
quier asunto o materia comprendida en el campo de la presente Car- un voto mayoritario. En el primer caso se verla imposibilitada de !:la-
ta · .. Y ... podrá hacer recomendaciones a los miembros de Naciones cerio si un solo país se opusiera y muy probablemente aquella nac1on
Unidas o del Consejo de Seguridad o a ambos en lo que se reriere a cuyos intereses se vieran adversamente afectados por un cambio en el
d1chos asunt ·. o materias". El articulo 14 de la Carta se reriere aún statu quo votarla en contra. Si, por otra parte, las partes concer-
más e specíficamente al "arreglo pacírico de cualquier situación, inde- nientes de acuerdo en la reconsideración del statu quo, no era
pcnd•cntcmcnte de su origen, y que /4 Asamblea General juzgue que necesario que se les aconsejara a tal efecto y el procedimiento dispues-
puede perjudicar al bienestar general o a las relaciones de amistad to por el articulo 19 no tendria ·sentido.
entre las naciones··. Si en cambio suponemos que sólo es necesario el voto de la
mayorfa, nos veríamos frente a una situación similar a la encontrada
en el caso del funcionamiento de la seguridad colectiva.' En cualquier
El Artículo 19 del Pacto de la Lira de las Naciones situación donde se pone en juego la perpetuación del statu quo es pro-
bable que la comunidad se halle dividida en dos campos hostiles; un
En lo concerniente al artículo 19 del Pacto de la Liga de Naciones, el grupo favorecerá dicha p.!rpeluación, mientras que el otro pedirá su
profesor Frederick S. Dunn ha expresado correctamente que "ha sido extinción. Cuál de estos grupos sea el numéricamente mayoritario
letra muerta desde su principio".' El articulo 19 fue invocado lormal- una cuestión irrelevante; lo único que cuenta en una sociedad de na-
menle sólo una vez, por Bolivia contra Chile en 1920. En vista de un in- ciones soberanas es dónde reside el poder preponderante. Una minorla
forme des favorable producido por un comité de jurisconsultos nom- de potencias seguramente ignorará el consejo de una mayoría de nacio-
brados por la Asamblea de la Liga de Naciones, Bolivia r e tiró s u d eman- débiles y de m"diano poder; el consejo de una mayorla dispuesta
da y en 1929 se negó a participar en cualquier trabajo futu ro de la Liga. a emplear s u fuerza preponderante será indudablemente escuchado por
En su informe, el comité de jurisconsultos señaló dos puntos im- la minoría. En realidad, sin embargo, es mucho más probable que se
portantes : uno de ellos era obvio, pero el otro limitaba seriamente la trate de dos campos opuestos cuyas fuerzas no estén tan despropor-
aplicabilidad d el artículo 19. El informe declaraba que el texto del ar- cionadas a las que se opongan. En caso de ocurrir esta contingencia,
ticulo 19 sugería claramente que la Asamblea no tenia autoridad para el problema no seria decidido por el consejo de las naciones anti-slatu
modificar tratados con efectos obligatorios, que tales modificaciones quo que pudie1 an tener la mayoría de los votos en la Asamblea <le la
eran de exclusiva competencia de las partes contratantes y que la Asam- Lig? de Naciones.
blea só lo p odía aconsejar a las partes que fueran mkmbros de la Liga.
La condición para proceder de tal manera en lo referenle a los tratados
era inaplicabilidad. Y el Comité definió a la inaplicabilidad de un Ln Carta de las Naciones llnidas
tra tado como la inlervención en asuntos tan radicales y cambios mora-
les sos te niendo que su aplicación ha dejado de ser razonablemente po- Estas cons ideraciones, meramente especulativas con respecto a l ar-
s ible "' Una s ituación donde la perpetuación del statu quo fuera tan ticulo 19 del Pac to de la Liga de Naciones, han sido comprobadas por
ultra jante como para reunir estas condiciones seria ciertamente muy el desempeño real de los organismos de Naciones Unidas. El articulo 111,
dificil de e ncon trar. parágrafo 2, de la Carta dispone que la Asamblea General de Naciones
Unidas pueden hacer recomendaciones en virtud de los artíc ulos 10 y
' Peacoful Ch4nge, Council on Foreip> Relat.loaa, Nueva Yorll, 1113'1, p6c. tll .
• JourMI G/ IM Second Auemblr o/ lile l.eGgue ot Nalkmt, 1921, p6c. 211.
' Veue •• capitulo 2t.
526 El problemG de IG P"l

14 por la mayoria de loa dos tercios de loa miembros presentes y vo-


lantes. Aunque son más amplios y menos específicos en su redacción
que el utículo 19 del Pacto, los artículos 10 y 14 fueron pensados para
desempeilar en Naciones Unidas la misma función que se suponla cum-
plla el articulo 19: la de abrir un camino legal al cambio pacifico. La
Asamblea General de Naciones Unidas ha hecho uso con notoria fre-
cuencia de este poder para hacer recomendaciones. Muchas de estas
recomendaciones .no tenían mayor relevancia en cuanto al problema
del camb1o paclf1co, o a lo sumo apuntaban al mantenimiento del
27
stalu quo la restauración o preservación de la paz. Sin embar-
go, Cierto numero de casos presentados ante la Asamblea General reavi-
varon el problema del cambio pacífico. Estos casos fueron Jos de Pales-
tina: Corea, Alc:manía, Austria, Hungria, Túnez, Marruecos, Ar¡elia, Jran Gobierno Internacional
Occ1dental, Chtpre, Formosa, el Canal de Suez, Jordania, Líbano y las
an11guas colonias italianas. El conjunto fue negativo, como necesaria-
mente estaba destinado a serlo.
Por otra parte, una recomendación para el cambio del slalu quo
que sea aceptable para todas las partes resulta superfluo; su aceptación Las soluciones hasta aqul expuestas para poner fin a la anarquía inter-
demuestra que cualquier desacuerdo que pudiera producirse entre las nacional son todas de carácter especifico. Ellas enfrentan un problema
parles no llegarla a afectar la distribución general del poder coexistente particular, en el cual se pone r..le manifiesto la debilidad del orden in-
entre ellas, sino que tan sólo afectarla aspectos parciales dentro de esa ternacional y la tendencia hacia el conflicto armado; por otra parte,
distribución, sobre los que seria fácil ponerse de acuerdo. Por otra par- intentan resolver el problema general del orden internacional y de la
le, una recomendación para cambiar el stalu quo que fuera resistida paz mediante la solución de un problema determinado. El gobierno
por una sola de las parles, la convertirla en letra muerta u obligarla internacional debe su existencia al reconocimiento de que la paz y el
a su cumplimiento compulsivo. De ahi que para ser efectiva, la reco- orden son los productos, no de un artilugio especifico, dedicado a re-
mendación debe convertirse en una decisión respaldada por la l'uerza. solver un problema particular, sino de los lazos comunes que uoen a
Era propósito de la Asamblea General que esa transformación de la una sociedad integrada bajo una autoridad común y un concepto común
recomendación en decisión fuera llevada adelante por el único orga- de justicia. Cómo se puede encontrar tal autoridad en una sociedad de
nismo de Naciones Unidas al que la Carta ha facultado para el empleo Estados soberanos, y cómo se puede crear semejante concepción de la
de la fuerza : el Consejo de Seguridad. Pero dado que el Consejo de justicia es, desde luego, la principal tarea a encarar cuando se haga uo
Seguridad fue incapaz de emplear la fuerza, las recomendaciones de la esfuerzo hacia el gobierno internacional.
Asamblea General continuaron siendo letra muerta. Cada una de las tres guerras mundiales ocurridas durante el último
Si las partes no llegan a un acuerdo, el cambio pacifico sólo es posi- siglo y medio ha sido seguida por un intento de establecer un gobierno
ble bajo las condiciones ideales de la seguridad colectiva siempre que internacional. El fracaso total para mantener el orden y la paz interna-
una fuerza considerable disuada a la parte disidente. Pero, como hemos cionales obligó a un esfuerzo mayúsculo a fin de mantener y asegurar
visto, la concreción de esas condiciones resulta muy improbable; por el orden y la paz internacionales. La Santa Alianza siguió a las guerras
ello, los mecanismos para el cambio pacífico que proporcionan las or- napoleónicas; la Liga de Naciones a la primera guerra mundial y N•
ganizaciones internacionales modernas por lo general esúln condenadas a ciones Unidas sucedió a la segunda guerra mundial. Con respecto a
ser impracticables. Al ponerse en operación, o no llevan cambio o el cam- estos intentos determinados a establecer un gobierno mundial, debemos
bio resultante no es pacifico. Dicho de otro modo: si las recomendaciones plantearnos tres preguntas: 1) ;,Dónde reside la autoridad para gober-
de no son obligatorias, la guerra entre las naciones defensoras y nar, o quH!n es el que va a gobernar? 2) ¿Cuál es el principio de jus-
opositoras al cambio decidh'á el problema. No podria ser de otro modo ticia que guiará a ese gobierno o cuál es la concepción del bien común
en una sociedad de naciones soberanas. Porque las naciones soberanas que tratará de cristalizar ese gobierno? 3) ¿Hasta qué grado ese p
se inclinan a la acción según lo que consideren como sus intereses na· bierno se ha mostrado capaz de mantener el orden y la paz?
cionales antes c¡ue por la lealtad al bien común que, como común
justicia, no existe en la comunidad de naciones.
528 1:.1 probl•ma de fa
Gobierno urternacw11al 529

tusliticación moral para los prindpios de just icia que los tres signa-
tarH.)S del tratad,., propusiero n y para las política s que e llos
LA SANTA ALIANZA siguiero n l rata ndo d e lll!va r a cabo. e l t ratado de la Santa Ahan-
aamb ién c1c"c mpc¡-ui u na hmció11 ideo lógica y llegó a convertirse
l 'l"l d símbolo de toda cst., cr..- de L.s rc lach.m cs internacionales.
Historia
En 1818, los cuatro fi11nantes de la Cuádruple Alianza admitieron
a Fra ncia como Sil quinto miemb ro, haciéndola partícipe de todas las
El gobic.rnn inlcrnaciunaJ comünm cntc co noc·ido como la Sa nta Alianz 3
se. fundo sobre tres tratados: el tratado de Chaumont del 9 de marzo reuniones que de allí en más se lle,·aron a cabo en virtud del articulo VI
de 1814, la Cuádntple AJ1anza firmada en París el lO de noviembre de de ese t rat?do. En. una circular datada en el Congreso de Troppau de
1820. Aus tna, Prus1a y Rusia se comprometieron a no reconocer nunca
181 5 Y el tratado de la Santa Alianza del 26 de se t iembre de lSI S. En
el dcr.c cho de cualquier pueblo a limitar el poder de su monarca. Este
tratado de C ha umont, Austria, Gran Brctaiia, Prusia y Rusia cele·
covemo es conoc1do como la Nueva Santa Alianza. Castlereagh, en los
u.na ahanza .por veinte años con el propósito de impedir que
de m1smo año, se negó a tomar parte en poHticas cuyo obje-
la dmas t1a J?apoleomca pudiera retornar a Francia y para garantizar el
tivo era mterfenr por me dio de la fuerza en los asuntos internos de
arreglo terruonal que se haría a l terminar la guerra con t1·a Napo león. otros países. Su sucesor, George Canning, mantuvo este principio en el
La Cuádruple Ah.anza reaf1rmó las disposic iones del tratado de Chau. Congreso de Verona de 1822, el último de los congresos a los que con-
Y .e n su VI dictó los principios de lo que se conoce como currió Gran Bretaña.
el gobierno congresional" o la " diplomacia por conferencia".' Cua ndo le llegaron las noticias acerca del fracaso del Congreso de
. En contraste con la Cuádruple Alianza -la cual representaba, en Verona. el 3 de enero de 1823, Canning escribió al diplomático británico
Cierta al derecho constitucional del gohierno intemacional de la Bagot, saludando e l fin del gobierno internacional por medio de con-
Santa Alianza-. el tratado de la Santa Alianza, del cual recibió su nom- gresos y el comienzo de una nueva era, así como, en lo que a Gran
bre el gobierno internacional, no contenía ningún principio de gobierno. Bretaña concernía, por esa invocación a los principios religiosos que
Procl..n1aba . la adhesión de todos los gobernantes a los principios hada la Santa Alianza con un expresivo: "cada nación para sí, y Dios
del cnsllamsmo. con Dios como el .soberano real del mundo. Se para todos". El gobierno internacional por medio de conferencias no
halla repleto de frases tales como " servicios recíprocos", "ínaltera· sobrevivió a la defección británica. Después de dos intentos abortados
blc buena voluniad", " afecto mutuo", "caridad cristiana", "fratemi· - uno referente a las colonias españolas y el otro conceriente al con-
dad md1soluble". Originalmente firmada por los monarcas de Aus- flicto greco-turco-- llegó a su fin en 1825.
tria, Prusia y Rusia, la Santa Alianza recibió la adhesión de todos los El sistema de Wl gobierno internacional total ins tituido por el
gobernantes europeos, con la excepción del Papa y del Sultán.' Inspi· artículo VI de la Cuádruple Alianza del 20 de noviembre de 1815, no
rada obviamente por el zar Ale jandro 1 de Rusia, logró reafirmar la duró ni siq uie ra una década. La pe rmanenc ia del sistema de conferen·
unidad moral de Europa. Esta reafirmación de un consenso moral entre cias de embajadores para el arreglo de problemas especiales fue aún
las naciones fue la función principal que el tratado de la Santa Alianza más corta; también ha bía sido establecido en los tratados de 1815 y
logró llevar a abo en la realidad. consis tió e n tres organismos: los embajadores de Austria, Gran Breta-
. El tratado de la Santa Alianza no tuvo una imponancía significa· ña, Prusia y Rusia se ocupaba n principalmente de los problemas surg1·
ttva para el accionar real del gobierno internacional que llevaba su dos de los tra tados de paz con Francia. pero actua ban de modo general
nombre. Sus principios sólo fueron invocados de tiempo en tiempo por como d órgano ejecutivo s upe rior de la Cuádruple Alianza; los e mba-
el Zar, afirmados en sus té rminos y descartados en Jos actos de las otras jado res de las grandes potencias acrcdilados en Londres tenían a su
potencias. Casllereagl1, el ministro británico de asuntos exteriores en cargo la abolic ión de la esclavitud, en tanto que la conferencia de e m·
el momento de firmarse el tratado, lo calificó como " un fragmento de bajadores de Frankfurt se ocupaba de la disc usión de los problemas
mi.s ticismo sublime y absurdo" y el canciller austríaco Metternich a lemanes . Todos estos organ ismos desaparecieron hacia 18\8.
lo hizo objeto de vulgares burlas. Pese a todo es to, se lo empleó como

1 El articulo VI dice lo "Para _.,rar y tacUil&t la ejecucldo del


presentA! Tratado y para consolidar Jao lntlrnu relaciones que hoy unen a los
El gobierno de las grandes potencias
cuatro sober.mos para el bien del mundo, las Alt.u Partes Contratanlell acuerdan
renovar en períodos fijos y bajo los Inmediatos auspicios de los soberanos o de El gobierno internac ional de la Santa Alianza era lísicamente un go-
sus re<¡Jeetlvos ministros, reuniones dedicadas a los crandeS Interesa en común bierno de grandes pote ncias. El estadista y escritor austriaco Fricdrich
y al examen de las medidas que. en cualquiera de esas ocasiona. se Juzcuen como
las mú adecuadaa para la prosperidad de los pueblos y para el mantenimiento de Gc ntz d escribió su carácter genérico de la siguiente fo rma:
Jr. paz de Jos Estados ."
z Por rar.ones constitucionales. el monarca britanico no pudo adherir formal·
mente: el primer ministro lo hizo de modo Informal.
530 El probl•ma d• la paz Gobierno 531

El sislema que ha sido es lablccido e n Europa desde 1814 y 1815 es a plantearse la cuestió n de cuál era el significado del statu quo. Lo que
un nunca visto en la historia del mundo. El princ ipio dd Gran Breta i1a entendió desde un principio no era desde luego Jo que
o. de los conlrapcsos formados por a 11a nzas cnlendia Rus ia y la concepción de l slalu quo que guiaba la polilica
partic ulares, pn nc1p10 que ha gobe rnado pero que tambacn ha pr·co .
de la Nueva Sa uta Alianza era dia metralmente opuesto a la concepción
con y c ubierto de sang re a Europa en los último!>
tres ha sado rccmpJazado JX)r ura p r incipio de unión genera l, que impulsaban las polílicas de Casllereagh y de Canning. El statu quo
que reune la suma total de Estados en una fede ració n bajo la direc- que Gran Brelaila lral ó de preservar a lravés del insl r umental de la
ción de las potencias mayores . . . los Es tado s de segunda . lcrccra Santa Aliauza s e encontraba es trictamente limitado por lá situación
y c ua rta clase se someten e n s ile ncio, y sin previa es lipulació n , a política e xistente en el momeuto de la terminación de las guerras na-
las decisiones que toman los pode res preponderantes en conjunto; poleónicas respec to a Francia. Para los gobernantes británicos, el pe·
y Europa parece finalmente forma r una g ra n familia poJitica., uni- ligro mortal en el que se habían vis to las islas británicas frente a Na·
da ba jo Jos auspicios de uu areópago, ¡·es ultado de su propio ingcnio.J polc6 n era idénlico a la ame.naza que el establecimiento del imperio
napoleónico habia rcprcsenlado para el equilibrio del poder en Euro-
La diferenciación entre grandes y pcquerias potencias como un he- pa. Gran Brelaña eslaba dispucsla a apoyar a un gobierno internacional
cho político indicativo de las extremas diferencias existentes en el po- cuyo propósito era impedir el surgimiento de un nuevo conquistador
der entre las naciones, es, desde Juego, una de las experiencias elemen- en e l suelo de Franc ia. y con lal fin imponer el arreglo de paz de 1815
tales en el campo de la poliliea internacional. Como una inslilución de en contra de Francia. La co ncepción británica del statu quo estaba
la política y de la organizació n inte rnacional, que a carreaba estas dite- Jimilada al arreglo lerriiOrial de 1815 y a la exclusión de Jos miembros
rcncias incluso en un eslalulo legal , surgió de la mcnlc de Cas!lereagh de la familia napoleónica del lrono francés. Puede decirse que, al res-
y se convirlió en el verdadero fundarnenlo del proycelo adoplado en pecio. no ha bía difere nc ias enlrc la poliliea exlerior de Castlereagh
1815. Es cierlo que el pro1ocolo del Congreso de Aquisgrán del 15 de y le de Canning.
noviembre de 1815 estipuló Jos fuluros eucuenlros de las grandes po- El conce plo de slalu quo que fi ió la polilica de Rusia desde un
tencias, y que tatnbién determinó "que en el caso de que estas reuniones princ1pio. y las de Auslria, Prusia y Francia desde fines de la segunda
tuvieran como objetivo asuntos especialmente conectados con los in- década del siglo XIX, era ilimilado la nlo en lo le rrilorial como en su obje-
tereses de Jos olros Estados de Europa, sólo lendrán lugar en cumpli- tivo. En cumplimiento de esta concepción -formulada en términos más
micnlo de una formal invilación por parte de dichos Eslados cuyos asun- rígidos que lo que las rea les condiciones polfl icas del momenlo lo per-
tos puedan concernirles, haciendo expresa reserva de su derecho a par- milían-. iban Jos pro pósilos del gobierno inlernacional de la Sanla
ticipar en ellas, sea d'i rectamente o por medio de sus plenipotenciarios". Alian7.a de manlcner en loda s partes del mundo el s latu quo tc rrilorial
Sin embargo, esla cláusula no tuvo una influencia apreciable sobre las de 1815 y el slalu quo cons lilucional de la monarquia absolula. El ins-
po lilicas de la Sama Alianza y. más parlicularmente, sobre las de la lrumenlo para llevar a cabo eslc último propósilo debla ser la inter-
Nueva Sanla Alianza. vención en los asuntos internos de todas las naciones en donde pare-
ciera peligrar la instilución de la monarquía absolula.
El subproduc lo inevita ble. o rcsullado indireclo de lal inlervención.
Doble sifllillcado del siatu quo era el incremento en el poder de las naciones interventoras. Cuanto más
amplios fueran los movimientos nacionales y liberales. mayores serian
En lo que respecla al inlerroganle formulado sobre cuál era el prin- las oportunidades para la nació n o grupo de naciones inlerventoras
cipio de justicia que guió a la Sanla Alia nza . la respuesta aparece bas- de aumentar su fuerza y a s i expandirse, con lo que nuevamente se
lanle clara: el manlcnimienlo de la paz sobre la base del slalu quo. alleraba el equilibrio de poder. La principal bene fi ciaria de un desa-
Esle principio nunca fue lan claramenle establecido como en la de- rrollo seme janle habia de ser Rusia. Fue e n csle punto donde Gran
Bre laña y Rusia se separaron,
claración de las cinco grandes polencias signado en Aquisgrán el 15
de noviembre de 1818: "El objetivo de e sta unión es lan sencillo como Ciertamenle que Gran Bretaña. que habla luc hado durante casi un
grandioso y saludable. No liende a ninguna nueva polílica; cuarlo de siglo conlra e l imperio napoleónico fomentado por el dina-
ningún cambio en las relaciones tal y como han s1do sanciOnadas en mismo d e la revolución francesa. no Jo había hecho rara cambiarlo por
Jos 1ra1ados exislentes. Pausada y consecuente en sus proced1m1entos, un imperio ruso inspirado por el misticismo de una hermandad uni-
no tiene otro objetivo que el mantenimienlo de la paz y el garanli"'!!' versal y de un go bierno absoluto. En la medida en que la expansión de Jos
aquellas transacciones sobre las cuales la paz fue fundada y consohdada . movimicnlos nacionales y libera les dio a la Santa Alia nza una oportuni-
La respuesta. sin embargo. se convierte en muy ambigua si llegara dad para poner a prueba sus principios de intervención general , Gran
Breta ña permaneció alejada y opuesta a estas políticas . Cuando en 1818
l Friedrich Genlz, /J4Jk/re1 /nédtl., du Claroaller de Gnt• ara H01pod0r1 Rusia propuso e nviar un e jérc ilo a liado para ayudar a España en su
de Val«hie, E . Ploo, 1176, YO!. l . P'c- 354. gue rra conlra las colonias americanas. Gran Brelaña previno conlra la
532 El problema de la paz inUntaciontJI 533

ejecución de tal plan . Sin embargo, c uando en 1820 estallaron revolu- bié n la única situación surgida durante la era de la Santa Alianza que
ciones en NápoJcs, Piamonre y Portugal. Austria restauró en sus tronos contenía los gérmenes de una guerra general. y que en el siglo siguiente
a los monarcas absolulos de los dos primeros Estados , en nombre de llt!vó una Y otra vez al estallido real de la guerra. Los principios de la
la Nueva Santa Alianza y por la fucr.<a de las armas. En t820, cuando Nueva Santa Alianza sólo admitíau una actitud frente a una revuella
también estalló una revolución cu España, y en contra del régimen nacio nal qu e se alzara en contra de su legítimo gobierno: éste debía
constitucional por eiJa instalado, Francia intervino por medio de las recibir el apoyo más activo. Sin embargo, esta no era la respuesta que
arn1as en 1823, actuando por sí rnisma pero contando con el apoyo reque ría el interés nacional de la pote ncia más directamente afec tada.
moral de Austria, Prusia y Rusia. Rusia habfa sido la tradicional protectora de Jos súbditos del im·
perio otomano que prorcsaban el c ristianismo ortodoxo. La posesión de
Cons la nlmopla era uu sueño que desveló a los gobernantes de Moscú
La paz, el orden y el interés nacional durante siglos. Por lo tanlo, cuando estalló la revolución griega, "t
Zar de Rusia se incli"aba, en completa contradicción de los principios
Estas acciones de la Santa Alianza revelan dos hechos. Una es la scri?. de la Nueva Santa Alianza. por declarar la a Turquía. Por otra
an1cnaza de guerra en cualquiera de estas situaciones. La disparidad parte, Austria y Gran Bretaña no podían ver sin la misma desconfianza
de poder entre el Estado interventor y el objeto de la intervención que ha bfan sentido antes y que aún sentirian durante casi un siglo, la
-grupos revolucionarios que tenían que enfrentarse no sólo con sus exlensión del poder de Rusia a lra vés de los Bakancs y el avance ruso
propios compatriotas antirrevolucionarios, sino también con un ejército hacia el Mediterráneo. Fueron estas condiciones las que unieron a
era tal que daba a la intervención el carácter de una ex- Castlereagh, el oponente a la Nueva Santa Alianza, con el canciller
pedición punitiva más que el de una guerra. . austríaco Mcttcrnich. su ardiente defensor. con el propósito de disua·
El otro hecho a considerar es la determinación de la polillca de dir a Rus ia de que to111ara medidas activas en apoyo de los insurgC'ntes
todas las naciones de proceder srgún conviniera a sus intereses nacio- griegos. El que utilizaran ex itosa mente los principios de la Nueva Santa
nales, pese a que el lenguaje de la diplomacia del período haya hecho Alianza e n contra de su auto r es sólo uu comentario irónico sobre las
concesiones a las predilecoiones místicas del Zar. Esto es particularmen· que debe en rrcntar una política exterior basada sobre prin·
te obvio en las acciones de Gran Bretaña. Ni Castlercagh ni Canning cipios abstrac tos en luga r dt: reconocer claramente el interés nacional.
--quien era marcadamente franco y elocuente a este. respecto- to- Tal como sabiamente lo expresara Castlcrcagh: resulta bastaute dilicil
la molestia de ocultar que se guiaban por los mtereses tradtCIU· en los asuntos iJJtcrnacionalcs mantener el "entre naciones
nales de Gran Bretaña, limitados tan solo por el interés general en la en conflicto ...
paz y la seguridad. Tanto la intervención austríaca en. Italia su En 1826. ruando finalmente el peligro de guerra entre Rusia y Tur-
similar francesa en España fueron dictadas por tradtctonates mtet·eses quía lkgó a ser agudo, nu fue la fenecida Santa Alianza quien lo im·
Esta conexión se demuestra por el hecho de que la politica pidió, sino la a udaz jugada de Canning de llegar a un acuerdo con
de intervenciones por parte de Austria y de Francia en l':ls asuntos de Rus ia a de obligar a Turquía a hace r concesiones a los griegos, sin
sus vecinos sureños sobrevivió a la Santa Alianza por cast medto stglo. que Rusta o btuviera ventajas de tales reformas internas:.
Más importante aún, en vista de nuestra exposición, .es la victoria .aue Después de la muerte de Canning ocurrió el acontecimiento que el había
Jos intereses nacionales particulares obtuvteron por enctma de los prtnct· lrabado salisfactoriamcnte: en 1828 Rus ia le d<>claró la guerra a Tur·
píos generales de la Santa Alianza cuando ambos s" encontran.>n en con· quta Y lo tuvo a su merced. Es posible (jUe el estallido de este con·
flicto. Esto sucedió en dos oportumdades: en 1821 y 1822, Y en ambos flic lo se haya debido en parte a la decadencia de los estadistas britá·
casos Rusia propuso una intervención por parte d.e. nicus que s ucedieron a Canning, pero ciertamente no se debió a la
mi ' rnbros de la Alianza y con tal fin ofrectó cnvtar un gran c¡erctto ruso ausencia del gobierno internacional de la Santa Alianza.
a Europa Central y Occidental. Que Gran Bretaña se hubtera opuesto La Santa Alianza fue. pues, un experimento de corta vida que en
a s.:mejante propósito es obvio, desde q.ue ya demostrado (jUC los nada contribuyó al mantenimiento de la paz intrenacional. Como un
hrit;ínicos habían rctornadu a su tradtc tOnal pohttca de cqUthbno de gobierno inlernacional que imponía su autoridad sobre su esfera de
poder. Pero el que Gran Bretaña haya sido apoyada por Austna, el dominio, sólo tuvo éxito por poco más de U!1 quinquenio. En el mo-
otro pilar de la Nueva Santa Alianza, es .l o que demues.tra. c.l carácter mcntc de auge. en 1818, fue Friedrich Gentz, una de sus arquitectos y
idcológiw dc los principios de la Santa pnnctptos >u principal filósofo. quien señaló sus debilidades congénitas:
invocados cuando parecían conceder una ¡usttftcaeton moral a la
f ·a dictada por el interés nacional, pero fueron al obscr· La objeción más fuerte al presente sistema radica en la obvia difi-
que no se ganaba nada, en pro del interés nacional, al tnvoc.arl.os. cultad para mantener durante largo tiempo la combinación de los
la actitud de las potencias en 1821, cuando los gnegos se alzatOn demcntos he terogéneos que lo componen. Los intereses más diver-
contra el dominio turco, es muy instructiva al respecto. Esta es tam· gentes, las tendencias más antagónicas, las más contradictorias pre-
534 El problema de la paz Gobierno inttruacional S35

dicciones y puntos de vista, y los pensamientos se encuen- en la política británica hacia el continente europeo lo que habría de
tran por el momento aislados y sumergidos en la acción común de ser el clt!mentn dominante a través de todo el siglo XIX.
una liga que se asemeja mucho más a una coalición creada con un El gobie rno internacional de la Santa Alianza carecía de cualqtuer
propósito extraordinario, que a uua alianza germina basada en cJa. tipo de organización permanente y sólo consistía. aparte de Jos
ros y permanentes intereses. Fue1·on circunslancias únicas Jas que
dicrou lugar a scrncjante liga; sería contrario a la naluralcza hu- comilés de embajadores ya mencionados, en un cierto número de con-
mana y a la naturaleza de las cosas que ella misma tomara el lugar gresos intcruacionales convocados con el propósito de solucionar Jos
de esa oposición por un cierto lapso y que rivalizara con la diversi- problemas intcruacioualcs coyunturales. No obstante, se puede decir
dad de situaciones. intereses y opiniones que siempre guían a un que la Santa Alianza fue un gobicruo internacional en el ven.Jadero
número de naciones independientes, cada cual y necesariamente con de la palabra. Una lista incompleta de Jos pmhlernas tratados
su propio y particular carácter y su plan de acción.• en el Congreso de Aquisgrán ilustrará sobre el amplio espectro de
sus actividades gubernamentales: Jos reclamos de los príncipes alemanes
Dos debilidades congénitas hicieron inevitable la temprana desapa- que se cncoutrabau cou su soberanía intervenida en contra de Jos abusos
rición de la Santa Alianza. La primera fue la oposición diametral entre de sus nuevos gobernantes; la petición del efector de llesse de convertir
Jos dos principales miembros de la Alianza referente a Jo que signilicaba su titulo en el de rey; fa solicitud de fa madre de Napoleón por la libe-
en términos políticos concretos la tan declamada defensa del statu ració u de su hijo; las quejas del pueblu de Mó naco contra su príncipe;
quo, en cuyo norr•bre todos se habian pueslo de acuerdo, en abstracto. en Jos reclamos de Bavaria y de la Casa de Hochberg a la sucesión en
que fuera el principio conductor de la justicia. Este significado quedaba Badcn; una disputa entre el duque de Oldenburg y el conde Benlincl<
determinado por el interés nacional de Jos Estados miembros. pero la sobre el sciaorio de Kuupenhausen; la situación de los judíos en Prusia
Alianza podría actuar al unísono, como un cuerpo colectivo, sólo si y Austria; el rango de Jos representantes diplomáticos; la supresión de
dichos interese,. coincidían accidentalmente; pero si ellos diverglao. tal la trata d e esclavos y de lus piratas de Berberia, y la cuestión de fas
como debla ocurrir de tiempo en tiempo y como sucedió de manera culouias
permanente entre Gran Bretaña y Rusia, la Alianza ya no era una fuerza
operativa.
la otra debilidad que afectó a la Santa Alianza fue el contraste El Concierto de Euro¡>a
entre el principio de justicia que los gobiernos de Prusia, Rusia y Austria
convinieron fuera su gula en fa acción política concreta. y la concepción Eu comparacióu con estas amplias ac tividades gubcruamentales de fa
Sa uta Alianza, el siglo subsiguiente fue de retroceso. El espectáculo
la justicia a la que se adhería la mayoría de Jos individuos que vivían de un gobierno de las grandes potencias sesionando como un tribunal
baj o el dominio de la Santa Alianza. El connicto entre Jos principios acerca de los asuntos del mundo no reapareció sino hasta 1919, cuando
del gobierno legítimo y Jos principios del liberalismo y el nacionalismo el Consejo de la liga de Naciones reprodujo el papel que la Santa
hicieron que el funcionamiento del gobierno internacional, inspirado Alianza hahia a cabo. Sin embargo el periodo que separa a
por aquellos, dependiera sobremanera del continuo uso de la r...,, ... la Al1am.a la l•ga no está exento de intentos ad lwc para solucionar los
armada para proteger y restaurar a las monarquías absolutas y a sus pro bletuas internacionales a tra\'és de la acción concertada de las gran-
poses iones en todo el mundo. des potenc1as. Después de la desaparición de la Santa Alianza las grandes
Es materia de conjeturas el saber hasta qué punto un gobierno potenc1as contmuaron asumiendo la responsabilidad para el arreglo de
habría podido desempeñar su cometido si todos los miem- los problemas políticos que sin tal arreglo bien hubieran podido llegar
bros hub 1cscn ccmp4.1rrido las cunvicciunes y d celo de AlcjandJ"o I de a convertirse t!n Es ra realidad se evidenció cu un número de
Rusia. La Santa Alianza no pudo prevalecer contra la oposición de al- conferencias que se enfrentaron con problemas que ponian en pellgr•>
gunos de sus miembros y de Jos pueblos a _su autondad. En la tales como la cuestión belga a principios de la década de 1830, la
Ja era de Castlereagh esta oposición dual se moviÓ sm mantener con- cuesuon de Orien te a principios de los años 1850 y nuevamente en
lacto entre fas líneas paralelas. por Jo que su gobierno se abstuvo de 1878, Y los problemas del Africa a comienzos del s iglo xx. Esta er a la
participar activamente con las políticas de la Nueva Santa Altanza. fue responsabilidad común a las grandes potencias en pro del manteni-
Ja gran innovación de Canning -favorecrda por el mcremento de la miento de la paz mundial, que operaba mediante conferencias ad /roe
fuerza d e los movimientos nacionales y liberales. y más larde pertcc- y que ha sido generalmente conocido como el Concierto de Europa,
cionada po1· su sucesor Palmerston-. el emplear dichos movimientos en al que apel<i en vano Sir Edward Grey ,.n las visperas de la primera
mundial.
provecho d e los propósitos británicos, esto es, como pesas en los pla-
tillos del equilibrio del poder. Con una innovación tal. Canning introdujo . El Concierto de Europa difería de un genuino gobierno interna-
ctonal en dos aspectos. Por un lado, no se hallaba institucionalizado;
no l1abia ningún convenio entre las grandes potencias a fin de reunirse
• lbfd .• P'c- 355.
'j

.1
S36 El problema d• la paz inte,.naciomtl 537

regul:lrmentc, o ran solo reunirse; ellas d ec idían c ncont rnrse c-uando la


si hJac•ó n inle n1acJonal pa recía dema ndar una acción concertada . Po r
Ott·a parle, e l Concierto d e Europa ya no cslaba aniu1adll, co rno lo or,aniznción
o bst.•tv:ulo.1 por un fuerte con senso moral que pudo haber neutra lizado
y proporc ionado las normas que pe rmitiera n acdones y L'l Liga Jc Naciones. e n contraste con la Santa Alianza, era una
Jutc Jos comu nes. La resquebraja dura e nt re d naciona lis n•n y la lcgi· nizació n rea l que tc nfa una personerfa legal, y a gcn.t cs prop1os.
ti m idad . que la re volución frdnccsa ha bfa abie rto, se mantuvo Sus órga nos polllicos e ran la Asamblea . e l Con seJO y el Sccrela n a do
todo e l si!(IO XIX. Algunas vc&.-cs se estrechaba, t a mbié n se e nsnuchaba . Permane nte. La Asam blea estaba compuesta por de todos
pero uuuca se cerró. Sólo a l concluir la primera guerra munJia l lriunl ó los Eslados miembros. Tanto en la Asamblea como e n el Consejo c ada
el principio uacional , lo que condujo a la condena de las monarquras Estado te nía u n voto, y se requería la unanim idad t.Je todos los rn 1e1n·
d e la E u ropa Cenl.-al y Orienlal. bros prcsc nlcs para las decisioucs polllicas. incluyendo a aquéllas con·
S in e m bargo, y pese a 13 carencia de un sosrc n ido consenso m oral, ccrnic ntcs a la prevención de la g uerra.1 Las principales excepciones
de 011 gobierno ins t itucionalizado por medio de coll fc rc llcias, sin mcn- crau e l arliculo 15, "'rraro 10,1 y la norma de que en las decisiones
c ion::t r uno lJrgan izndo. el Concierto de E u ropa fue b astante exitoso conccrnienlcs al arreglo de disputas internacionales las partes en la
en la p reservación de la paz genera l durante los novt•nta años de su cuestiún no dcbfan participar con su voto.
La única guerra inte rnacio nal de imporlancia ocurrida du- El Co uscjo cons islla e n miembros de dos clases: los permanenlcs
r;or,rc e re periodo, el conflic lo localizado e n Crirnea de 1854 a 1856. y los no permancnles. Todas las grandes polcncias que perle nccieron
S<' dc b i a una serie de accidenlcs, de lal manera que s i a lguno de e llos dur:lllle algún liempo a la Liga ruero n mie 111bros permancnlcs: origi na l·
110 horhic ra ' u t•dido la guerra no habria esra llado . E l Concie rlo de me nle Francia, Gran Bre laña, Ilalia y J apón , a los que con poslc rio-
E u to p._t v:-t se habín acuerdo e n la fó rmula para m a nte ner ridad se agregaron Alemania y la llnión Soviélica. los m iembros no
la r rt7. Jll' ro u n retraso de vein ticuatro horas e n su transmis ión cambió permanentes fue rora cuatro oriJinalmente y s u número se inc r e m e ntó
c-1 pano r:m1a . progresivam e ute has la que en el Consejo cornpreudla a o nce m iem·
, A q ui: se d e bió e l éxilo dd Concierlo de Europa e n impedir las bros no perma11entes. En un principio los miembros permanentes e ran
gth'l ' ·' ' Deben me ncionarse tres rac tores. Si hil'n es cierto lantos como los no pemtanenles, pero desde 1922 eslos últimos tuero n
t.tth' e n t.:s te periodo d e la hi s toria el consc..' IISO mura l de la comun idad convirliéndose en uua mayorla por sobre lus permanen tes. En 193'1. des·
c.:u ro p l'.:.t co m o un dé bil ceo. por o l ra parte se veía fu rta lcc..:1do pués de que llalia, Alemauia y Japón se hubieran reli rad o, y de que la
por el clima hurnanilario y moral d e la época. Ta l como he m os vislo,• Uuinóu Sovié lica hubiera sido expulsada, el Cou scjo comprendía a d o•
la cu nfig u raciún pol1fica favorecía fa expa n ión e n espacios política· miembros permaneules (Francia y Gran Bretaña) y once m iembros no
m t:r. l(' \'._' a fin de s ua\' izar Jos confliccos de intereses. Por últ imo. permanentes.
dUIH¡uc nu por d io m e n os imporla nle, ese la pso de la hisloria fue les· Es irnportanle deslacar, en vista tie la J islribución del poder e nlrc
l igo d e un.t > U .-sió n de diplomá l icos brillanr.es y esladis las que sabían las nac iones gr andes y las pequeñas, que no era la relac ión nurno!nca
có mu la paz. cómo manh.:nerla y c ó m o iim it a r las guerr as tan •n lo <¡ue conlaha sino la mcrnbrecia permanente en e l Consejo. En vtr lud
,.,, lit·IIJ¡>u corno en oujeli\'o ·. E l ,igniricado de cx lraord inaria lec· de e lla. eu conjunción con la regla d e la unan imidad, las grandes ro·
t..iun !>..: r=í lx;:nnina d o en o rru punto de este libro. lc ncias podian es tar seguras ti<· que el Cons.:jo no lomaria dec isiones
si n e l couscn l imier.lo de lodos. Más aún, la dis lribucióu del puLler d e
vu lu en un o rganismo internacional nunca se e xpresa de rnaucr a com ·
LA LIGA HE NACIONES
1 Ct el eutasis que puso 101 Corte Permauentc de Juaticia. Intentacao rLiil sob re
los pr i ncipios de unauimidad eu la Opinión Consultiva pera lo concen 1ientc a1
Al llcgM a s u 1l'rmi11o la p rimc rd g uerra mundi¡¡l l icnc luga r e l cunucnzo 3, par'crafo 2, del:T."-tado de Lausana 1 entre TUnJUUt. e tmq J
de u11a nueva época en la hisloria del gobierno inlernacioual. La Liga Eu uu cuec¡>u .. . cuya lh.lSIOII es trabaJar con c uah¡u1er terna 4uc 'CilK:il dt:ntro
de la estera de de la Liga o que alectc la pu.z mund,Jat · y aun
de rnos l ró e n s u s runciones una gran semejanza con la Sanla llt.- ctsar!o obscrvur el cumplimienlO de la regla lle 1a Utw.l•hnidad. Solamcn!c 51
E 11 s u orga nizac ión. sin embargo, se veriricó una radical des· .dcc1s1ones dol ConscjfJ cuent.a.n CVi.a t!-l apoyo CS. un t.-onscnao ufUlnlmc de l cu
})Oieuctas que lo ultegran, éste trndrá el Krado de autoridad que debe lCJJC J el
viación del c xperime nl o q ue lo h abía precedido una an1cs. propio p rbii810 de la Lt¡:tt se vería compromclido si se adnutJera 4ue. en auscnca
de uua exprr..sa disposic ió n aJ efecto, l&a declAiortes sobre cuesUurtett impvn.:m te
fucmn por aimple mayoria. Mú aún. es dHicll concub lr qU€' aqt..elb.s
r csetltJt:IOIK!S sohrc eues.ltOrM!S que afect.en la paz m undaal pudJcran adopUrsc m
de la de . los m1embros del Corwejo que. .ur.que en nunona. en
VJrlud Ue su pcn¡¡culn pohtJca debcrian carpr la mayo r de las
1 \·<!ase el capllulo 16, apartado "Dealrucción de L• moral mtemacional". y
sabtlldadts consecuencios de tus rsoluclones" . 1P .C.I.J.
• El texto puede consultarse en la nota M&ulmt.e
s...,.,. n. N· Jl . po1c 29 1
• e l capitulo 21. a panado " Desaparición de' la tront.era colo mal".
538 El problema de la paz

plera: ninguna gran potencia estará sola en una votació n a favor o en pe ndic n le, modo nunca antes_ lograro n la historia moderna. Per..:>
contra de una dctenninada medida si no quiere aparecer aislada, m el gobierno internaciOnal de la L1ga de Naciones, al menos en la esfera
ninglin grupo de grandes potencias asume el riesgo de ser de rrotada de la alta polltica , fue un gobierno de las grandes potencias.
si no desea hallarse en minoría en una cuestión particular. La mayoria
de Jos Estados pequeños y medianos dependen económica, militar y
polilicamcnte del apoyo d<' una gran potencia, por lo que dific ilmente Dohle significado del statu quo: Francia vs. Gran Bretaña
un Es tado e n tales condiciones votará en contra de una gran potcnc 1a,
máxime si ésta ha pedido a la pequeña nación que atienda a sus con· ·Cuáles eran los principios de juslicia que el gobierno internacional
scjo s. De esta naanera toda gran potencia controlaba cierto número de de la Liga de Naciones procuraba llevar a cabo? Esta pregunta ha
votos de los pequeños y medianos miembros de la Liga. En alguna encontrado una respuesta simbólica en que los 26 artículos del Pacto
c ues tión importante Francia podía contar cou los votos de BCigica. Che· de la Liga e ran idénlicos a los primeros 26 artículos de los tratados de
coslovaquia. Yugoslavia, Rumania y -por más de una década- de paz que concluyeron los surgidos de la primera guerra mun-
Polonia. Gran Bretaña, a su vez, sabía que tendría Jos votos de sus dial. As í, desde s us inicios fue obvia la íntima conexión exis tente entre
dominios. de los paises escandinavos y de Portugal. la Liga de Naciones y el statu quo de 1919. Las disposiciones del Pacto
Esta influenc ia dirigente de las grandes potencias, independiente- hacían explicita en términos legales dicha conexión; ya el Preámbulo
mente de la estruc tura legal de la organización, actuó en la Ltga de se refiere al "dere cho internacional como la norma de conduc ta actual
Naciones acompañada po r uu brillante liderazgo intelectual de los repre- entre gobiernos", y a "un escrupuloso respeto por todas las obliga-
sentantes de algunas naciones pequeñas y medianas. Es tos rcprescn- ciones surgidas de un lratado". El articulo 10 convierte a la liga de
la nrcs ejercieron una influencia fue ra de toda proporció n sobre los Naciones en la defensora del statu quo territorial de 1919 y establece
tra bajos de la Liga . e independientemente de l poderío de sus paises. la o bligación legal de los miembros de "respetar y preservar en contra
La Asamblea era el escenario p rinc ipa l de semejante liderazgo. En con· de la agresión externa la integridad territorial y la existencia indepen-
traste con la Asamblea General de Naciones Unidas, la Asamblea de diente de todos los miembros de la Liga". Todas las d isposiciones de
la Liga de Naciones tenia la autoridad para tomar obligato- los subsiguientes arliculos que conciernen al arreglo de las disputas
rias no sólo co n res pecto a asunlos de rutma u cuestiOnes de y a su imposición deben leerse a la luz de lo estipulado en el artículo
tancia secundaria sino también en lo concerniente a problemas pohttcos 10. puesto que alll se formula la norma a la cual deberán atenerse los
tales como las medidas en torno al mantenimiento de la paz.' La Asam- órganos de la Liga para evaluar los reclamos y conducta de las naciones
blea de la Liga de Naciones jugaba el papel de un verdadero parlamento y para encontrar métodos factibles para enfrentar una amenaza a la paz.
donde el liderazgo caía muchas veces sobre el representante me¡or Ciertamente que los arquitectos del Pacto trataron de evitar que 1:1
calificado. independientemente del poder e incluso sin tener en cuenta Liga sufrie ra el estigma de una identificación completa con el statu
los intereses de su propio país. quo de 1919. Para ello incluyeron en el articulo 19 una disposición
Pero este liderazgo llegaba a su fin cuando comenzaban a hacerse acerca del cambio pacífico. Pero ya hemos señalado con anterioridad la
sentir los intereses vitales de las grandes potencias. En las grandes debilidad intrínseca de esta medida, que fue letra muerta desde su naci-
cris is de la Liga, el liderazgo de las grandes potencias se afirmaba. miento. Pero aun aparte de sus defectos intrínsecos, el articulo 19 se
Cuando en un conflicto de primera importancia política, tales como desvanece si se obse rva el aislamiento en que se halla dentro de la es-
la guerra ítalo-etiope o la guerra civil español_a. las aclituaes tructura del Pacto y si se lo compara con la conexión orgánica que
de algunas de las pequeñas y grandes potenctas, .c asi obhgatortamente el artículo IO m.ar:ttiene con los tratados de paz de 1919, por una parte,
triunfaban las de las últimas. Esta preponderancta de las grandes po- Y con las d•.sJ?Ostctones en pro del mantenimiento de la paz e imposición
tenc ias en la escena internacional es un hecho, así como lo es la de de sus dectsJones expresadas en los artículos 11 a 16 del Pacto· por
las grandes organizaciones económicas en la sociedad nacional.. Ningú? otra debemos asumir que el artículo 19 era poco más una
arreglo legal o ardid organizado puede anular las consecuenc tas poh- concestón verbal al hecho mnegable del cambio. Tanto por su origen
tica s de esta disparidad, so pena de destrutr la propta prepo_nderancta corno por su ley fundamental, era inevitable que la Liga, identificada
de l poder. As í fue que en la Liga, las pequeñas naciones con los tratados de paz de 1919, actuara y juzgara como un defensor
de la mayor oportunidad para alcanzar influencia y actuar de modo md<> del statu quo.
El estatuto de 1919 se basaba en dos principios: la incapacidad
, el artlcuio 3, paf'ácralo 3, del Pacto : " La Asamblea debe tratar cual· permanente para _sostener una guerra y el principio de
uler asunto que caica dentro de la esfera de ooclón de la IJp o que &tecle la
'1 undial " Véase también el articulo 15, par"rafDS Y y 10: "El COnsejo podrá la autodetermmactón de las nac1ones. Sin embargo, ya desde sus inicios
cualquier cuo de disputa sujeto a este articulo a la Asamblea. La disputa las dos naciones principalmente responsables de la política de fa Liga
será elevada a requerimiento de cualqwe.ra de las siempre que
rimiento se realice dentro de los catorce dfas postenores a la elevac
¡: e Gran Y Francia, interpretaron estos dos principios de
dispute al CO....ejo. muy dtstmta y trataron de adaptar la polltica de la Liga a sus respec-

-
t "·· 1 •

540 El problema de la pa z Go bierrro ;,uerrracioual 541

ti\·as interpretaciones. Para Francia . la incapacidad pcrmancnlc de Ale- pero 110 o bluvn na da de esto: sólo logró dos adiciones a s u pro pic:'
mania para ir a la guerra era e l sinónimo de la pe rma- pode río militar, las cuales sa.rvacron .para ocultar su dcba_-
nente de Francia sobre e l continente cm-opcu. Para Gran Bre taila, e sa lidad inlrinscca en comparacaón con la potcnc1ahdad alenmna. Uno de
incapac idad a le mana no era incompatible c on un retorno de Ah.:ma ma estos agregados c onsi stió en las alianzas con Checoslovaquia, Poloma
a la cat egoría de gran potencia dcnlro de ciertos limit e s. para que a l y Rumania y cu un tratado de amistad con Yugoslavia. Pero estos alia-
menos existiera nuevamente una seme janza del equilibrio de poder sobre dos eran , cu el mcjm· de los casos, potencias medianas ; a algunos , s a C'i
el coJHiucntc e uropeo . . . que no a todos, se les daba mayor valor del que en realidad tenían
Fr·ancia veía e n la Liga de Naciones una especie de pollcfa y 110 pudia cun ta r sc cma ellos para ac tuar al unís ono. La (ltra ad ición
nac io naJ que añadiría s u poclcrio a la fuerza militar f¡·a_nccsa a _ fm de fue ron los tratados de Locarno de 1925, que pusieron a la lrontcra
mantc ucr el sta tu quo de 1919. Gran Bretaña, en cambiO, consideraba frauco-germaua bajo la garantia c onjunta de Gra n Bretaña e Italia.
a Ja liga como una especie de cámara de donde se reu- Pero Francia rue incapaz de lograr uua garantía similar la lrontcra
nirían los es tadistas de todo el mundo para dascutlr sus problc.mas ni de gauarsc e l apoyo británico para un sistema auto-
conaunes y buscar un a c uerdo por med io de un málico de segur idad cu lcclivo que hubiera cerrado a lgunos huecos abier-
m e nte, F n mcia utilizó el principio de la autode tc rmanaCión tos por e l Pacto de la Liga de Nacioncs.'0
corno un arma política con la cual ro 1·talcccr a su s aliados de la Bajo tales cond iciones de poder hege mónico en e l corto plazo y
de l este e n contra de Alemania. Gran Bretaña vio en es to un prlllCifJIO de incurable debilidad e n e l largo plazo. Francia c omeuzó a seguir
faclible de aplicación universal. al menos en el continente europeo, Gr;ooo Bretaña en la Liga desde mediados de la década del veinte, al
qu<! también podía e mplearse para fortalecer a Alemama a expensas principio de modo dubitativo, y en los años treinta ya sin o tra alter-
de lm. aliados d e Francia . . nativa.11 Por lo tanlo, debido a su propia indecisión y a su ah or a apa-
En el fondo de es tas interpretaciones divergentes de reglas de JUS- renle debilidad, Francia ya no es taba capacitada para buscar por si
ticia y de principios políticos encontramos nuevamente e l bástco misma los medios para llevar a cabo las disposiciones del Pacto segun
de la polftica intcmacio naf. Francia subordinaba toda polrt1ca como el cual la Liga deber ia haber desempeñado el papel de un gob ie rno
uno de los miembros dirigcnles d el gobierno internacional de la Liga intctrnacional eu pro del m a ntenimiento del orden inlernacional y de la
de Naciones a su a nhe lo d e mantener el s ta tu quo de 1919, el cual se pre,·cnción de la guerra. Francia por si sola no tenía el poder necesario
identificaba con la hegemonía d e Francia s obre el con tm<:nle curope?. para IJc var a caho esa funci ó n e n la Liga. Gran Bretaña no te n ia interés
Gran Bretaña pensaba que podía recuperar esa influencia que h abla en que ello ocurriera. porque tal papel hubiera significado la perpe-
ejerc ido durante el s iglo XIX sobre los asuntos europeos. tuación de la supremacía rrancesa sobre el continente eu ropeo, suprc-
1
3
es te fin, trató de res taurar la co nfiguración del qGuc. CXIBS : macia a la que Gran Bretaña cSiaba resuelta a poner fin. Oc este modo
·¡·b · de poder en Europa con tan r e
durante ese pcríodo : un equl 1 no . . 1 1 d 1 las concepciones y politicas británicas dejaron su huella sobre las acti-
raña como su "manten edor". Por lo tanto. su pohuca. ta como a e vidades guberna m en ta les de la Liga de Naciones.
otro miL!mbro principal de la Liga. se dirigió a socavar el
de 1919 -claro que d e ntro de los limites Gran n: a':"
d c rerminara-. Este objetivo de la política extenor bntamca sólo poda
'fres debilidades de la Liga de Naciones
obte nerse mediante e l debilitamiento de Franela: . 1 t' as
P ' se a todo ello el c onrlicto entre las co ncepciones y as. rcspec IV
" · d · 'ó la Liga de Nac1oncs como No por ello queremos decir que la Liga de Naciones no ejerció impor-
¡>o lítkns británica y frances a no csqul.cl a retaña . Rusia. lautes funcroncs gubernamentales. La Liga adminis tró dos territorios:
la cuenca del Sarre y la ciudad de Dantzig. También gobernó indirec-
de la Lil!a a su incapacidad para tornar .accrone s con r tamente - ajustáudose a lo prcscriptu en e l articulo 22 del Pacto-- más
que de otra forma, los territorios bajo mandato." Si n embargo, c uando
la s al y a la paz
de b concepción bntanlca sobre la rances.a . d• • •-
Francl·a fue la principal responsable e este re eu este rnismo capítulo el apartado " Debilidac..les estructurales".
entre Gran Bretaña y Esla U:ntlcr¡cla sólo se mtcrrumpaó por un breve periotlo en 193..¡ cuando
ei· muustro. de Rclaciolles Exteriores frands Barthou preparó el lerrcno Para ltna
su lwdc. . 'd d francesa co m enzó a reducirse a me- u nuhtar con la Unión Soviética, la que ninguno de sus sucesores se atrevió
El margen la ." id ue crecía e l poderlo alemán, pri- " nuplerncntar. La política exterior de LavaJ, aWlque fuertemente anlibritáuica
diados de los vemlc, a m.ed a q Jue 0 -despu és del ascenso de f:J.vora.u,l.': u u.n entendimiento cuu las potencias del E era idéntica a la
1
que 1au1a rmuadu el statu quu de 1919.
mero lenta e lmperccptrblcmcnte. Y g E 1919 Francia IC 11 C!. las Siguientes disposiciones del U'llculo %1 : " A aquella& colonias y terrl·
'dez cada vez mayor. n
Hitler a l poder- con una . . d d •1 Rhin de Alemania, Y dcomo cunsecuencia de la última cuerra hayan dejado de estar bajo la
e los Est.ndo.s que anteriormente los gobernaban y que se encuentran
había tratado. de scparard y Estados Unidos, os por pueblos IWl no capaces de sostenerse por si mismos bajo las arduas
bus có s uscnb1r tratados e a 1anza e
1 .- •• •

542 El pru/Jiema de la paz Go bierno iPI/ertlacioual 543

se trató de mantener el orden internacional y de preservar y res taurar frncaso. ade m ás de la de la con cepción británica sobre
la paz. gobernó sólo en raras o portunidades, cuando los intereses de la fran cesa. son triples : co ns utucaona lcs. estructurales y polftlcas.
las grandes potencias que eran miembros no se hallaban afectados o
cuando los intereses comunes de los miembros más influyent es parcc'an
l)ebflldad.es constltuclonalea
La Liga de Naciones no actuó como un gobierno intcnaacional
cuando en 1920 Polonia se apoderó de Vilna. la antigua capital lituana, El pac to de la Liga de Nac iones no proscribió a la guerra como tal.
puesto que tal violación del derec ho internacional fue co m e tida por el Los miembros de la liga no podían ir a la guerra baJO condt-
más fuerte aliado de Francia, y porque la Unión Soviética se oponla cinncs. Pero de la misma forma, eu a usencia c.Jc esas coudac10nc s , es-
a la intervención de la Liga. Pero en 1925 una incipiente guerra entre taban e n liber tad de' ir a la guerra. De es ta manera, el Preámbulo del
Grecia y Bulgaria fue fácilmente detenida por el presidente del Consejo Pac to estipulaba " la aceptación de obligaciones 1• para no recurnr a
de la Liga, quien envió un telegrama a las partes demandando la inme· la guerra" . El artículo 12 establecía que los mie mbros no " rccurririan
diata cesación de las hostilidades. En este caso se vio activamente apo- a Jn guerra has ta tres meses d espués del fallo de los árbitros . . . " . En
yado por Francia y Gran Bretaña, que actuaron al unisono y em· vi r tud del artículo 13, pá rrafo 4, los mie mbros estaban de acuerdo en
pica ron su influencia, en particular para dete ner toda acción ofe n siva "q ue ellos no acudirían a la gue r ra en contra de un miembro d e la Liga
de Grecia. que consie nta" en lleva r la disputa a una decisión judicial. Por último,
La Liga de Naciones se rehusó a proceder cuando Italia ocupó en de acuerdo con el artic ulo 1. parágrafo 6, " si un informe del Co nsejo es
1923 la isla griega de Corfú. Nada hizo que parecie ra siquiera una im· unáuimeme nte aprobado por los mientbros de ese ó rgano. aparte del
posición cuando Japón invadió Manc huria en 1931 , ni cuando en 1937 de los representantes de una o más de las partes en la disputa, los
invadió territorio propiamente chino. Tampoco hizo nada la Liga a l in miembros Jc la liga acuerdan que no iráu a Ja guerra contra cualquie r
de prevenir o detener la guer ra del Chaco entre Bolivia y Paraguay par te en e l diferendo que cumpla con las recomendaciones del int·orme".
( 1932-1935) , salvo el r ecomendar un embargo de armas. Desde 1935, la Só lo las dos última s dis posiciones cout icncn uua prohibició n sin
Liga no se preocupó de hacer efec tivo el mantenimiento de su a uto- reservas de ir a la guerra. Tal coJno señaló Jcan Ray : "Estamos conven-
ridad en el territorio de Dantzig, ni tampoco hizo nada para encarar cidos de que esta timidez de los autores del Pac to tuvo serias conse-
las continuas violaciones del tratado de Versailles por parte de Ale· cue ucias y puso e n pe ligro e l nuevo sistema que trataro n d e e r igir. En
manía. La actuación de la liga con respecto a J ataque italiano contra realidad. y puesto que la opinión contraria no se expresó clarame nte,
Etiopía en 1935·36 no podía haber sido más inefectiva aun si así lo quedó táci tmncut c admitido que la guerra es una solución , la solución
hubiera querido•. como hemos visto." Entre 1936 y 1939 la Liga no hizo
normal de los conflictos internacionales. Estas obligaciones, como parte
nada para controlar los efectos internacionales de la guerra c ivil es-
del derec ho, se presentaban sólo como excepciones; la r egla implícita
pañola. Sin embargo, en diciembre de 1939 expulsó a la Unión Sovié tica
era recurrir a la guerra".n Incluso si los nlicmbros hubiera n res petado
basándose en su ataque con tra Finlandia. Esta fue la última -aparte
las disposic iones del Pac to , habrían encontrado en la ley fundamental
de las sanciones contra Italia- y la más drástica de las acciones poli·
de la Liga un instrumento para prevenir algunas guerras y legalizar
ticas de la Liga. o tras n1ás.
La Liga de Naciones no evitó ninguna guerra de importancia y fue
ineficaz para mantener el orden internacional. Las razones de este
DebUidades eatructuralea
ccudicfones del mundo mc..demo. de be a pUárseles el prJncJpio de que el bienestar
1 desarrollo de tales pueblos Implica una 111rada millón de la civUiaclón, a la
que debe coutribulr este Pacto. Esta s debilidades constitucionales. pese a todo, no afec taron las act•-
"El mejor método para dar tuerza e!ecUva a este princtpio consiste en que \'ldades d.e la Liga puesto que ésta no alcanzó c:l nive l fijado por s u
r-1 tuteJaje de tales pueblos sea confiado a las naciones avanzadas que, en virtud
de st;.s recursos, experíencia o ubicación ceocrUJca, puedan asumir mejor esta las debilidades estructurales de la L iga
nsponaabUidad y que estén dispuestas a aceptarla; este tutelaje sert ejercido por tuv1eron una m c 1de n c1a dtrecta sobre su fracaso en impedir aque llas
eJJas como mandatarias en nombre de la Lip . . .
"En cada cas<J de mandato, el mandatario debe" rendir al Consejo un In· guerras que ocurrieron bajo su jurisdicción. Esta d e bilidad consistió
tormt" anual sobre el territorio confiado a su careo. ci e ntre la distribución del poder dentro de la Liga y s u
" El grado de autoridad, control o adrnlnJstraclón que ejerce" el mandatario, d1s tnbuc1ón a todo lo ancho del mundo.
s.i no previamente acordado por tos mtembros de la IJp, deberá ser expUcJtarnente
definido en cada caso por el COnsejo.
por contraste, de " la obligación" . El texto francc!s (ce-rtaines
Uvas ,. la observancia de los mandatos ." •¡\ .. es m. s enfático al respecto.
11 Véase el capitulo 24, apartado "L& guerra ltalo-etlopa". 73 .7• . Commenta1re du Pacte de la Soctété dn NatiOnJ , Sirey , Parts , 1930, páe:s.
lil pwb/ema do la /Ja l

ln de la Lit!a de nc1a preponderanc ia e urope a l' ll ucrra tanlbil!n a escala universal.'' De este modo, la pcrl cncnc•a de
un..a t.'plK"a e n los prinnpalcs lac lorcs ele la po lítica intcrna":iunal y la no mcmbrccia de otras tantas llevó a la
llf' l'rur.r ,pn.•duru•nnntcnH.'ntc Las ctos gra ndes polt:ucias que L,Sa a ser una fu erza exangüe como para mantener la paz a
...u un ..'. M .l lurun, y Gra n Urctalia, eran europeas, nncn. mundial.
1 . In UIIH".t gr-nn pu h.·ncia nn europea IHicmbro de la L iga era Esta carencia de universalidad en la membrecfa de '"-' grandes po-
Japun. De las dus naciones ya e n lus mlvs vei nte t.•ran las más tencias nos señala también la razón fundamental del fracaso de la
u rbe. Unidos nuuca ruc miembro, y la Unión política francesa e inglesa en el periodo que medto entre las dos guerras
S_U\Il'fh..:a suh_l pcnn:\IICl." iÓ Cll Ja Liga t.lu ran l c Jos a tlas de S U <.h:clilla· mundiales. pues ambas eran políticas anacrónica s. Las de Frarocia quozas
coón, <'oll rc 19H y 1939. hubieran tt·nido durante la erd de Luis xrv, ya que en tonces las
Ciat.UII<'ntc o¡ue de los 31 miembros originales sólo 10 eran cu- pesas principales en el eq uilibrio de poder se hallaban ubicadas en la
I"Upc.• us. Y d e las IJ naciones <¡uc se le uniero n m ás tarde sólo 7 Jo c ral1' Europa Central y Occidental y la preponderancia que Francia obtu\'0
los . nUm,·rus 110 caba lmente la rcalld41ll . Uuu en 1919 le huhiera conferido una gran oportunidad para establecer su
lllhTIIUCH.mal cuyo propósito radica e n el manlcuiJOicnlo del hegemon ía de modo permane nte el conl ine ntc. Pero que
ordL:o Y de la paz iutcrnaciunall'S 110 ncccsilu ser uni versal CJI el seu l idu Rusia se convirtió en uno de los pnnc opales factores en el eqnolobroo de
dt.· Q lll' lns nncioucs del mundo pc"rtcnczcan a ella; sin embargo, poder y que Napoleón comprendió que la hegemonia sobre el
debe uru vcrsal e n el sentido de que todas las naciones podcros;ls europeo significaba muy poco si Jos recursos de la Europa Oroe.ntal y
<tU<' puedan po:-rtoorbar la paz <'SI'I.'n bajo s u jurisllicción. de la mayor parte de Asia eran neutrales u hostiles. los brillantes diplo-
Por lo tanto . d artoculo 17 del Pacto tratÓ <le hacer universal Id máticos franceses tomaron buena nota de estos hechos para tundar la
iuri>dk cio n d,• la Liga p oescindiendo de s u nocmbrecia. Dio autoridad política exterior francesa sobre estrechas ligas con Rusia en las dos
" In Lign <'n el c.oso de un llifcreru.lo ent re dos Estados aunque uno de décadas que precedieron a la primera gue rra mundial. Sus sucesores
dhJs o arnbfJS no n l:t Lign, para invi lar a los nu miembros en el periodo entre las dos guerras basaron sus espe ranzas en un sis-
a "n l'pl.tr obligadoru:s d .: la Inl.!nlhrccía en la Liga con e l propósito tema de alianzas con los países balcanizados de la Euro pa Central y
c.k fl.'Solvt·r· dispuras haju las condicio nes que e l Consejo considere Sudorienta!, un pobre sustituto de la "gran alianza" con Rusia. Obse-
... uno E s tados iodtadus rehu sara a at·cplar las obli - sionados por el temor de la revolución , tal como lo estaban los aristó-
gaduru·s inlpllcitns t•n la mcmbn:da y rec urriera a la guerra en conlra cratas franceses después de 1789, se hallaban dispuestos a cometer un
de uno dl... mi,·•ubros de la Liga ", le !Jcran aplicadas las s anc10ncs suicidio nacional antes que a doblegarse ante la lógica de una nueva
¡,.·,·vi> tri> <11 el ortoculu 16. "Si aoooba> parles de la di>pula ... se rehúsan configuración internacional.
:o a<'q>lar la> o bligadoooes propias a Jos Es tados miembros ... el Con- La politica exterior británica <le esh! periollo era tan anac rónoca
st•Jo podrá tono;or aqudbs medidas, y hacer las recomendaciones nccc- coono la francesa. Gran Brelaña era intrinsecaonente tan débil con res·
' " rons para prcv.:ni r las loostilidalles y que r esulten el arreglo de pec io al continente europeo como Francia lo era con respecto a Ale·
l;: mania. El papel que Rusia jugaba en relación con Frarocoa era si rooolar
ultimo pá rrafo del art ic ulo 17 se esforzaba en convertir a la al 4ue Estados Unidos y, en mucho menor grado, Japóu, eje rcían con
l...ign ck N..1cionf'S un g ubil..·rnu nH111dial dl.·dicado a la pl'escrvac ión respec to a Gran Bretaña. Una polilica 4ue había sido exotosa en tocm-
ck la JlM . 1 a f.oc tihilidad d.: un gohierno senoejantc debía depender, po de Disraeli estaba condenada al fracaso en la era de Stanlcy Ba lllwir>.
nuo:\alll<'lll <'. de la d is trihución de poder en tre los miembros de la l.oga Durante lodo el siglo XIX la retaguardia británica habla peronanccodo
ac tuand" ni """""" y d<· aqudlus Estados sobre los cuales habrian de bien asegurada; la Marina Real controlaba los mares sin oponentes.
l'jcJCCI"Sl' l,1 , fundonl'S guhcn wmcnra lcs. J..•.l Li g;.¡ nu h: ndría dil1c ult ad Pero en los años treinta surgieron otrds potencias navales, una de ellas
o:n Jli'<'Va lo•,·¡•r subn· dos E't;odos po:quo:ños u nwdianos. Pero supo n- la mayor potencia sobre el orbe. Además, el aeroplano llevó a las islas
qo11.: lnobic•e >urgido un dikrendo o:ntrc un miembro de la Liga, británicas mucho noás cerca del continente 4ue antes. Estas condiciones
por unn p.trto:, y l:t Unión Sovié tica o Estallos Unillos o ambos por la pcrmitian dos alternativas a la politica exterior britá nica: o bien colo-
u lr:o; o cooto c cst;os do> po tenc ias entre 1919 y 1934, cuando ninguno ra r su peso de modo permanente sobre ese platillo de la balanza de
poder europeo llande los intereses británicos de largo alcance parecían
d,· estos p.ois.·s crn miembro <le la Liga. Bajo tales circunsta ncias, d
uotn rto de inopdncr la vulunwd de la Liga a la Unió n Soviélica o a Es- estar más seguros, o si no convertirse en la punta de lanza de la poll-
tica americana en Europa." Lo que Gran Breta ña no podía hacer era
l.oclvs Unidos oo a unohos hubil'l'a resultado cu una guerra mundial entre
1•., oooi,·mho U> <k b Liga y toota o dos de las na ciones polcncialmcnlc
" El lector record&"' que •ta aituac!ón .. lrWnllca a la . que ,;.ulta da la
más pud,•rus.os sobl'<' l;t Tierra , con un número de nacio nes no miem- lltrtcta aplicación ele la OleCW'ldad colectiva; .-,.. loo eoquemu del capl(ulo l4.
hr us CJll<' ,e totoiroa n a pai>cs o bien perma ncccrian neulralcs. El 11 Vale la pena oetlalar que deocle fines ele la 1181\Ulda ruerra mwodlal , Oran
oooto·ooto ok pro.:savnr l:t paz <'11 t•scal:t uni versal ha brfa conducido a una Brelafla ha llevado adelan.., •tu clos pollllcu exteriores
546 E l p r oblema d e la pat
itllertracwtral 547
continuar en su polftica de "espléndido aislamiento" . Y eso fue lo
que hizo. una nrnL:naza común y como un sucio oculto, e inició una abierta puja
. Ouetlará como una cuestión siempre discutida determinar s i Fran- con Francia y Gran Brcta11a por el dominio del Mediterráneo.
Cia Y Gran Brc tafla tuvieron alguna vez una ve rdadera opción frente a La Unión Soviética se encontraba lan aislada dentro como luera
las po líticas que siguieron la llnióu Soviética y Estados Uuidos. Pero Jo de la Liga. So pode rlo potencia l como nación y su respaldo a la revo-
que de duda es que un gobierno internacional cuyos miem- lución munc1ia l la convertían en una doble amenaza para las potencias
bros <.h rect1vos, fuese por elecció n o por ucces idad, scguíau políticas occidentales. por lo que le resultó imposi ble unirse a Francia y Gran
tan d1 spares cou respecto a la verdadera d istribución de poder en el Bretaña en una acción común en ninguna de las grandes crisis de 1934
mundo, jamás tuvo una opor tunidad para desenvolverse. a 1939. con la excepción de las sanciones contra I talia. En todas es tas
crisis, las pote ncias occidentales y la Unión Soviética se hallaron en
cam pos opuestos. Ni aun en 1939, cuando Alemania amenazaba a ambos,
Uebllidade pulíticas pudie ron ponerse de acuerdo en una acción preventiva comün. En
bio. cada parte trató de desviar el amenazante golpe hacia el lado opues-
Es lo huiJiera sidu cxacro aun bajo el supuesto de que la Liga de to. Fue sólo la locura de Hitler de emprender la guerra cont ra ambos
hubiese sido capaz de actuar corno una unidad frente a una bloques a l mi smo t iempo lo que consiguió hacerlos aliados.
amcuaza de guerra de grandes propo rcio nes. Pero en 13 realidad es te Fina lmente, Japón, dolorido por la inferio ridad que le habían im·
supuesto nunca llegó a coucrcrarse, los divergcutes in tereses naciona- puesto los tratados d e 1922, se preparaba para el momento en el cual
les de las grandes potencias preva lecieron por encima de los principios pudiera establecer su propia hegemonía en el Lejano Oriente; pero
de justicia definidos por la Liga en los términos del statu quo. En 1921, sólo podía hacerlo si lograba desalojar a Gran Bretaña y a Estados
inwcdia tamcnte después de la primera guerra mundial, Jos cuatro micm· Unidos de s us posiciones en e l Lejano Oriente, además de "cerrar Ja
bros permanentes del Consejo de la Liga aún podían ac tuar al unísono puert a" a Chi na, pues como objetivo de tradicional politica aquellas
cnn respec to a problemas po líticos de relativa importancia, tales co mo nac iones insistían en man tenerla abierta para todos. Así pues, cuando
:a fortificación de la s islas Aaland. lo que involucraba a Suecia y a Japón d io el primer paso hacia el establecimiento d e su imperio en el
finl and ia; y la partición de la Alta Silesia, cuestión que daba pie a di· Extremo Oriente, al invadir Manchuria en 1931 , era inevitable que cho-
fcrencia s entre Alemania y Po lonia. Pero después de estos promisorios cara con Francia y Gran Bretaña, los miembros dir igentes d e la Liga
comienzos, la Liga se vio imposibilitada de actuar en forma colectiva de Naciones. No deja de ser irónico que para establecér su imperio,
en asuntos de mayor im portancia no só lo por el conflicto entre Francia Japón hiciera uso del mismo principio de autode terminación naciona l
y Gran Brela11a sino por las políticas d ivergentes y generalmente anta- que había llevado a Francia y Gran Bretaña a establecer su dommio
gó nicas de las grandes potencias. en la Liga. Y ahora se empleaba para reunir a las razas de color del
flcspué> que Alemania ingresó a la Liga en 1925. continuó la polilica Lejano Oriente en contra del colonialismo de los dirigentes de la Liga.
destinada a minar el statu quo d e Vcrsailles, empleando para ello el prin· embargo, "' cuando Japón pertenecía a la Liga ni despucs d(• su
cipio de la autodeterminación nacional como el explosivo con el cual retiro en 1932 Gran Bretaña se sint ió lo suficientemen te fuerte como
dc>truir los fundamentos del sta tu quo terri to rial. E s ta política, opuesta para conducir a la Liga en una efectiva acción colectiva a fin de dete ner
a la de Francia y a la de s us aliados orientales, apuntó, a l principio a la agresión japonesa contra China.
su b reptic iamente y de ma nera abierta después, a concluir con su pre- La capacidad de la Liga de Naciones para prevenir la guerra radt-
ponderancia sobre el continente europeo. Y añadido al principio de la caba en la de sus miembros, particularment e de las grandes
a.ulode tcrminación nar.ionaJ , Alemania empleó el doble temo r de la re· po1enc1as . .En VIrtud d el p rincipio de unanimidad, cualquier miembro
volución bolchevique y del imperialismo ruso. que obse sionaba a las de la con excepción de las partes en una disputa, podía vetar
potencias occideulales, como un arma para fortalecer su propia posi· una dectSión por m edio del voto en con tra d e una moción para a c tuar.
ció n. A>í. Alemania se ofrecía allcrnativamenlc como un baluarte contra Y dada.s las políticas antagón icas seguidas por los miembros d irigentes
e l bolchevismo mientras amenazaba al iarst- con la Unión Soviética, con de la L1ga , la misma posibilidad de un veto impedía incluso los intentos
lo q11e pÚdo ext raer conces io nes de los poderes occidentales, abia r a de una acc ión colectiva. Solo un p rincipio superior de justicia podría
Polonia de Francia y paralizar a la Liga. haber hecho posible una acción semejante , pero como hemos visto , tales
Italia, por s u parte, siguió en los años veinte una política bastante pnnc1pros coc.,islcn en fo rma abstracta con la defensa colectiva del
similar a la de Gran Bre taña. Le complacía el regreso de Alema nia, den- staJu quo en contra de los. vencidos en la pt imera guerra mundial y
tro de ciertos límites, como un medio para d ebilitar a Francia y a sus con la autodeterminación de las naciones.
aliados orientales. especialmente a Yugoslavia. Cuando en los años Confrontados con una situación política que requería una acción
treinta ya se hizo ubvia la impotencia de la Liga, IJalia usó a Aleman ia concreta, es los principios abstractos se transformaron en justil icacJO-
como ésta ha bía usado a la Unió n Soviética; allernalivamente como Ideológicas d e las políticas diversa• que seguían nJciones diversas.
e tal modo, estos abstractos principios de justicia en \CZ de propor-
S4ll El problema de la pa¿

cionar niveles de criterios comwtes y normas para la acc....n común,


fortalecieron tanto la anarquía internacional como las pollticas antagó-
nicas de naciones individuales. La incapacidad de la Liga de Nactones
para mantener el orden y la paz internacionales fue, pues, el inevitable
resultado del influjo que la ética y la polltica de naciones soberanas
pudieron mantener sobre los objetivos morales y pollticos del aobiemo
interna cional de la Liga de Naciones.
28
Gobierno Internacional:
Naciones Unidas

A los efectos de comprender las funciones constitucionales y la real


manera de operar de Naciones Unidas, es preciso distinguir con clan-
dad las disposiciones constitucionales de la Carta del modo en que los
organismos de Naciones Unidas, sometidos a la presión de circunstan-
cias políticas imprevistas, han cumplido verdaderamente las tuncio-
nes que les asigna la Carta. El gobierno de Naciones Unidas, al igual
que el gobierno de Estados Unidos, sólo puede entenderse a través de
la confrontación de sus disposiciones constituciones con las realidades
<le la práctica política. Un análisis separado de las funciones constitu-
cio nales y de la práctica real revela una serie de significativas trans-
formaciones no sólo en las funciones políticas particulares c umplidas
por sus distintos organismos, sino en el propio carácter de Naciones
Unidas como organización internacional.

NACIONES UNIDAS SEGUN LA CARTA

El robiemo de las superpotencias

Desde el punto de vista de su organización constitucional , Naciones


Un1das se a la Liga de Naciones. También ella tiene tres orga-
msmos poht1cos: la Asamblea General, com.puesta por todos los miem-
bros de Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, como órgano poU-
tlco ." ¡ecullvo de la . organización, y el Sec retariado. Sin embargo, la
dl5tnbución de func1one s entre la Asamblea General y el Consejo de
Segun dad difiere de la que existía entre el Consejo y la
Asa nli>lca de la L1ga de Naciones. La tendencia hacia un gobierno de
las grandes potencias, que ya era inconfundible en la Liga de Naciones
es ahora una n:alidad total en lo que hace a la distribución de !unciones
550 El problema de la pat Gobierno Naciones Unidas 551

en Naciones Unidas. Esta tendencia se manifiesta en tres caracterfs ticas Santa Alianza y en la Liga de Naciones. El defecto radica más bien en
de la Carta: la incapacidad de la Asamblea General para adoptar decisio- la oportunidad de la Asamblea General para demostrar su impotencia.
nes en polllicos, la limitación del requerimiento de unanimidad La Santa Alianza fue francamente un gobierno internacional de las
de los del Consejo de Seguridad y el derecho de grandes potencias. La Liga de Naciones fue también un gobierno inter-
las parles en drsputa a mterponer el veto contra las medidas coactivas nacional de las grandes potencias, pero con el consejo y consentimiento
que les sean impuestas. de todas las naciones miembros, cada una de las cuales, en virtud del
Co01o hemos visto, la Asamblea de la Liga de Naciones era un ver· principio de unanimidad y exceptuando el artículo 15, parágrafo JO, del
dadero 'parlamento internacional, con capacidad para actuar en asuntos Pacto.' podla impedir la acción de aquel gobierno internacional. Nacio-
políticos por si sola o en competencia con el Consejo de la Liga. Seglin nes Unidas es un gobierno internacional de grandes potencras que se
los arliculos JO a 14 de la Carta, la Asamblea General de Naciones Uni· parece en su disposición constitucional a la Santa Alianza y en sus pre-
da_s sólo tiene facullades para efectuar recomendaciones en asuntos po- tensiones a la Liga de Naciones. Lo que caracteriza a las disposiciones
lfhcos, ya sea a las partes involucradas o al Consejo de Seguridad. Con constitucionales de Naciones Unidas es el contraste entre las preten-
respecto al mantenimiento de la paz internacional y la seguridad, puede siones y la realidad constitucional, entre las expectativas democrAticas
debatir, investigar y recomendar, pero no actuar. E incluso esas mo- suscitadas por las palabras de la Carta y el desempeño autocrAtico que
funciones están condicionadas por el arliculo 12 de la Carta, que implica la actual dis tribución de funciones.
I!Jlplde a la Asamblea General formular recomendaciones sobre temas El gobierno intemacional de Naciones Unidas se idenlifiC<I, enton-
que son de competencia del Consejo de Seguridad. De este modo, la ces. con el gobierno internacional del Consejo de Seguridad. El Consejo
concurrente jurisdicción de un Consejo decisivo y de una Asamblea de Seguridad se presenta, por así decirlo, como la Santa Alianza de
también decisiva, que eran las características distintivas de la Liga de nuestro tiempo. Una vez que el Consejo de Seguridad ha quedado así
Naciones, ha sido reemplazada por la jurisdicción allerna de un Con- establecido, la Carta procede a instaurar el predominio de las grandes
sejo de Seguridad decisivo y una Asamblea General recomendativa. potencias dentro del Consejo de Seguridad. En la actualidad, son los
Cuando un asunto cae en la órbita del Consejo de Seguridad, la Asam- cinco miembros permanentes quienes se s upone cumplen funciones gu-
blea General puede debatirlo, pero ni siquiera puede formular reco- bernamentales. Hemos visto que el principio de unanimidad ha sido
mendaciones sobre el mismo. abrogado con respecto a todas las decisiones del Consejo de Seguridad,
Este mecanismo habilita al Consejo de Seguridad para controlar siendo reemplazado con respecto a las decisiones sustantivas por el re-
indirectamente las funciones de la Asamblea General en cuestiones de quisito de nueve votos afirmativos, dentro de los que se incluyen Jos
importancia politica. Mediante el simple expediente de incluir un tema votos de los cinco miembros permanentes. Dada la inOuencia prepon-
en su agenda, el Consejo de Seguridad puede transformar a la Asam- derante de algunos de los cinco miembros permanentes (China, Francia,
blea General en un organismo de debates carente hasta del derecho de Gran Bretaña, la Unión Soviética y Estados Unidos), se supone que su
expresar su opinión colectiva sobre el tema. decisión unánime atraería por Jo menos cuatro votos de otros miembros
Esta limitación en las funciones de la Asamblea General ha dotado dd Consejo de Seguridad.
a Naciones Unidas de una suerte de personalidad dividida. La Asamblea Naciones Unidas, por tanto, se inspira en la unidad continua de los
General, con mayoría de dos tercios de sus integrantes, puede reco- miembros permanentes del Consejo de Seguridad. En el esquema de
mendar al Consejo de Seguridad la solución de un problema interna- la Carta, esos cinco miembros son, por así decirlo, el núcleo de una
cional, la que puede ser discrecionalmente descartada por el Con•ejo. federación mundial, una Santa Alianza dentro de La Santa Alianza. Al
Esta discrecionalidad del Consejo de Seguridad no seria algo serio si limitar el principio de unanimidad a ellos, la Carta los convierte el
la Asamblea General fuese un cuerpo consullivo integrado por una li- gobierno_ internacional de Naciones Unidas. De donde se deduce que
mitada cantidad de miembros y no el cuerpo representante de virtual- c':'n el drsenso de tan sólo uno de los miembros no podrá haber go-
mente todas las naciones del mundo. Pero como Jo es, la distribución brerno internacional de Naciones Unidas.
de funciones entre el Consejo de Seguridad y la Asamblea General es Este monopolio de las grandes potencias en cuanto a la acción gu-
una monstruosidad constitucional. Naciones Unidas puede hablar con bernamental se ve rdorzado aun por el articulo 27, parAgrafo 3, según
respecto a un mismo problema con dos voces -la del Consejo de Se- el cual una parte en disputa sólo puede ser impedida de votar con res-
guridad y la de la Asamblea General -y entre esas dos voces puede no pecto a solución pacífica de los diferendos bajo e! capítulo VI de la
existir conexión orgánica. Dos tercios o más del total de Jos Estados Carta. D1cho de otro modo, el veto de las grandes ¡:íotencias se apliC41
miembros de Naciones Unidas pueden recomendar algo y nueve de Jos a la imposición de las medidas bajo el capítulo VII. Cuando una gran
quince miembros puede ignorar la recomendación y decidir algo di- petenera es parte de disputa, el Consejo de Seguridad puede adop-
ferente. tar una decrsrón en vrrtud del artículo 27, parágrafo 3, independiente-
El vicio de este esquema constitucional no reside en el predominio
1 El tn:to puede CONiultarse en el capitulo 18, apartado "Securtdad colecllva".
de bs grandes potencias, ya que ellas también predominaban en la

--
SS2 El p•ob/ema de ¡., pat Gobierno intunacional: Unidas 553

menre de la aclirud de la gran porencia en cut'slión. Si el Consejo de dicción inrerna de cada Eslado" de la jurisdicción de Naciones Unidas,
Seguridad rrara de imponer su decisión, <'1 disenw de cualquiera de las uceplo las medidas coactivas previslas en el capitulo VII.' Pero loda
orras grandes polencias, aunque sea parle en la dispura, opondria una la estrucrura de Naciones Unidas, lal como aparece expuesta en el
barrera legal a la imposición de la medida. Anre ral contingencia. la cuerpo principal de la Carla, se basa en lo que paradójicamenle podria
decisión del Consejo de Seguridad pasaría a ser Jerra muerra. denominarse como " desigualdad soberana" de sus miembros. Ya hemos
No obstante, en realidad, el gobierno de Naciones Unidas es un ..,ñalado el hecho de que si Naciones Unidas operara como lo drspone
gobierno de las grande• potencias en un grado aún mayor de lo que Carla, rodos sus miembros --excepluando los inlegranles del Con-
el análisis precedente indica. De los cinco miembros pcrmanenres del sejo de Seguridad- pcrderian su soberania efecliva, conse.r vando
Consejo de Seguridad sólo dos, Esrados Unidos y la Unión Sovio!tica, únicamente el nombre y forma de esla soberania.' Asi, el pnnc1p1o de
son realmenle grandes polencias. Gran Brelalla '!' Francia son polencias igualdad soberana proclamado por la Carra en sus disposiciones inlro-
medianas y China sólo porencialmenre puede considerarse como una ducrorias es conrradicho por la ,real d isrri bución de funciones que la
gran polencia. Bajo las presenres condiciones de la polflica mundial, Cart11 prevec.
muchos miembros del Consejo de Seguridad -incluidos los miembros El Preámbulo y el capilulo formulan cinco propósilos para la acción
pcrmanenres- pueden ser inducidos, si fuese necesario, a que apoyen polllica: 1) rnanlenimienlo de la paz y la seguridad inlernacional; _2 )
la posición adoptada por Estados Unidos. China o la Unión Sovitrica. la prohibición del empleo de la fueru "conrra la inlegridad lerrrronal
Despojado de sus máscaras legales, el gobierno de Naciones Unidas es, o la independencia pollrica de cualquier Eslado" y la reserva de su uso
entonces, en realidad el Jobiemo de Estados Unidos, China y la Unión para "el interés común" tal como lo define la Carta; 4) manlenirnic:nlo
Soviélica acruando al unisono. En el mejor de lo• casos -si se encuen- de " la juslicia y el respelo hacia las obligaciones emanadas de trala<los
rran de acuerdo- pueden gobernar al resto del mundo con el propó- y otras fuenles de derecho inlernacional" ; S) aulodelerminación nacional.
siro de mantener el orden y evirar la guerra. En el peor de los casos Es significalivo que la Carl3 sea m's expllrila al elaborar e imple-
-si se encuentran en desacuerdo- no habrá gobierno internacio- mentar los dos primeros propósitos ( cf. los capllulos V 1
nal alguno. y VII) y que manrenga un virrual silencio con respeclo a los olros lre•.
Desde una perspecliva ideal, Naciones Unidas es un instrumento El arlfculo ll , parligrafo l, y el arliculo 24, parágralo 2, se refieren a la
para gobernar el mundo a rravés del poder combinado de Esrados Uni- Asamblea General y al Con•ejo de Seguridad en lérminos generales y a
dos. China y la Unión Soviélica. Sin embargo, la Carla de Naciones los Propósilos y Principios como gulas para sus deliberaciones y acciones.
Unidas no encara la posibilidad de que el organismo opere como un Pero el signifis;ado concrero de conceplos raJes como justicia. respeto por
gobierno internacional con el propósilo de eslablecer o manlener orden el derecho inlernacional y aulodelerminación nacional no es evidente ni el
en las relaciones enlre Estados Unidos, Clúna y la Unión Soviética o mismo en cada lugar o siruación. En ahsrrac to, muchos hombres po-
para evilar la guerra entre ellas. El mecanismo del velo excluye la po- drian eslar de acuerdo con una definición de esos lérminos. Pero es una
sibilidad de someler a Eslados Unidos, China y la Unión Soviética a concrela situación polftica la que olorga a esos términos abslraclos un
un gobierno inlernacional con el que no eslén de acuerdo. senlido especifico habililándolos para convertirse en guias para el juicio
y las acciones de los hombres. En parle alguna del cuerpo principal de la
Carla exisle una dt:finición o referencia a un principio suslanlivo de jos-
Principios indefinidos de just.lcia ricia. Tampoco exislen orras fuenles que den un contenido inequfvoco a
eslas abslracciones.
Los mudelos de jusricia que deben guiar el juicio y las acciones de los
organismos de Nacionrs Unidas se encuenrran en tres parles: en el
PTeámbulo, en el capitulo que trata de los propósiros y principios,
y a lo largo de toda la Carra. Pero, en contraste con los principios bási- NACIONES UNIDAS. REALIDAD POLITICA
cos de la Santa Alianza y de la Liga de Naciones, los principios de jus-
ticia sobre los que se b3sa Naciones Unidas eSián acosados por dos upos Aure y declinación de la Asamblea General
de contradicciones internas: una concernienle a la forma de las accio-
nes que cumplirá Naciones Unidas y otra relativa a los propósitos con El e.quema consritucional de Naciones Unidas fue conslruido sobre la
que- van a ser e jccuradas dichas acciones. base de tres supuestos políticos. Primero, las grandes potencias actuarian
El Preámbulo reafirma "fe . .. en la igualdad de derechos . .. de las
naciones grandes y peque/las" y el arlfculo 2, parágrafo l , declara que
' V - el capllulo 11, apar\ado "a cl'uaula opcional". donde ao
" la Organización se basa en el principio de igualdad soberana de ocorca CS. los efoc:tos claotructl- que tenor la ruena ., la jun.dlcclcln
sus miembros". Ese principio es robustecido por el arrlculo 2, parágrafo Interna aobre tu obUpc- 1n1a....-.
7, que excluye los "asunros que caen esencialmente dentro de la juris- ol capitulo lt. apar\ado " Voto mayorltar1o en tu o r . - inlar-
..... -
554 El problema de la pat Gobiuno internacional: Naciones Unidas SSS

ante cualquier amenaza a la paz y la seguridad, inde- ta1cs intereses y compromisos. Esa implicancia por lo general torna
pendlen_temente de cual fuera su fuente. Segundo, la combinación de su imposible los acuerdos y la votación en el Consejo de Seguridad habi-
'! su fortaleza bastaría para contrarrestar c ualquier amenaza tualmente encuentra a la Unión Soviética de un lado y a la mayorla del
s1n recurnr a la Tercero, en ningún caso esas amenazas preven. otro. Entonces, mediante el instn1mento del veto, esa gran potencia en
drlan de las prop1as grandes potencias. E sos supuestos no han resistido minoria regist ra su disenso con respecto a la mayoria y protege sus
el careo con la experiencia. Las grande• potencias no han sido capaces de intereses para que no sean adversamente afectados por una mayo-
actua r de acuerdo cada vez que intereses divergentes han estado en juego, rla hostil.
que es una forma de decir que sólo en muy escasas y excepcionales
Circunstancias han sido capaces de actuar concertadamente. Y la princ 1pal Asuntos Polillcos Considerados por la Asamblea General y el Conajo
amenaza a la paz y la seguridad del mundo proviene, precisamente, de las de Seguridad entre el de Enero d e 19-46 y el 30 de Junio de 1964
grandes potencias. Asl, el esquema constitucional de la Carta ha sido ja-
quea do por la realidad polltica de la posguerra.
Asamblea Consejo
El contraste entre intenciones constitucionales y realidad política ha
Periodo General de Seguridad
transformado a Naciones Unidas en algo dife rente de o quel se pretendla
que fuera. A la luz de la dinámica de los cambios ocurridos entre am- l!/ l/1946 - 30/6/1946 2 8
bos, se pueden distinguir tres fases en esa transformación. Hablando 6 8
en términos generales, durante su primera década de existencia se asis- l!/711947 - 30/6/19-18 9 14
tió a la declinación del Consejo de Seguridad y al auge de la Asamblea Ge- 15 10
neral. La segunda década se caracteriza por el auge del Secretario 30/6/1950 13 12
General, actuando bajo la autoridad delegada del Consejo de Seguridad . 30/6/1951 24 12
y de la Asamblea General. La crisis constitucional de 1964, resultante l!/7/ 1951 . 30/6/1952 17 9
del conflicto sobre la financiación de las operaciones para el mante- 30/6/1953 18 S
n imiento de la paz, puso de manifiesto la declinación de los poderes - 12 8
de la Asamblea General y del Secretario General y, en consecuencia, el l!/7/ 1954 - 30/6/1955 18 4
Consejo de Seguridad comenzó a reafirmar su autoridad constitucional. . .l0/6/ 1956 13 4
Estos cambios en la importancia relativa del Consejo de Seguridad . .l0/ 6/1957 19 11
y d e la Asamblea General se encuentran gráficamente ilustrados por l!/7/ 1957 . 30/ 6/1958 22 9
los cambios cuantitativos ocurridos en las actividades de los dos orga- 30/ 6/ 1959 15 6
nismos. A juzgar por el número de asuntos polfticos que manejó, el 30/6/ 1960 14 2
Consejo de Seguridad comenzó a ser -de acuerdo con las intenciones . 30/6/1961 20 6
de la Carta- el organismo de conducción política de Naciones Unidas. l!/7/1961 . 30/ 6/ 1962 24 8
Pero desde el ]! de julio de 1948 en adelante, sus actividades, aunque l!/7/1962- 30/ 6/ 1963 15 4
fluctuantes en términos absolutos, fueron considerablemente inferiores . 30/6/1964 11 8
a las de la Asamblea General. Total 2.86 147
El conflicto entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y la ausen-
cia de China comunista, impidieron que Naciones Unidas se convirtiera
en el gobierno internacional de las grandes potencias, según el deseo
de lá Carta. Ese conflicto paralizó al Consejo de Seguridad como orga- Número de Reuniones del ¿JUejo de Seguridad
nismo de gobierno internacional. En las pocas oportunidades que pudo 1946 88 1956 51
actuar como tal, consiguió hacerlo, como en Jos comienzos de la guerra 1947 137 1957 48
de Corea, por la accidental y temporaria ausencia de la Unión Soviética 1948 168 1958 36
o , como en los casos de Indonesia, Kashmir, Medio Oriente y Suez, por 62 1959 5
una fortuita y excepcional coincidencia de intereses. 1950 73 1960 71
Análogamente, los cambios en el número de reuniones del Consejo 1951 39 1961 68
de Seguridad sirven para ilustrar los camb ios en importancia en cuan- 1952 42 1962 38
to organismo político de conducción de Naciones Unidas. 1953 43 1963 58
Los intereses y compromisos mundiales de Estados Unidos y la 1954 32 1964 86
Unión Soviética hacen inevitable que en casi todo asunto que llegue 1955 23
pueda llegar- ante el Consejo de Se guridad se vean implicados
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556 El probl<ma de la pGl Gobierno internacional: NtJciones Unidas 557

El ascenso de la Asamblea General a su situaciñn cte ruma más la Carta levanta un obstáculo verdaderamente insuperable a cualquier
activa del gobierno internacional se debió a dos factores : el uso de usurpación al otorgar sólo al Consejo de Seguridad la facultad de adop-
cinco mecanismos constituciouales por parte de la mayoría de la Asam- tar decisiones legalmente obligatorias y al permitir a la Asamblea Ge-
blea General y el carácter de la política mundial contemporánea. neral tau han :r rccomem.Jado ues. La caUa vez más marc ada
Las prácticas constitucionales que observó la Asamblea General pacidad del Consejo de Seguridad para adoptar decisiones introdujo
en sus ac tividades como organismo de gobierno iulcrnacional tcudieron un sutil cambio en el poder relativo de los dos organrsmos. Este cam-
a disminuir la autoridad del Consejo de Seguridad y a incrementar la de bio confirió a las recomendaciones de la Asamblea General, al m.:nos
la Asamblea General. Ante todo. el control sobre las actividades de la en ciertos asuntos y dentro <.le ciertos Urnitcs.' una autoridad semejante
Asamblea General, que el artículo 12, parágrafo l . de la Carta confía a la de las decisiones legalmente obligatorias. Una sustancial mayorta
al Consejo de Seguridad. fue eludido mediante dos mecanismos consti· de miembros de Naciones Unidas obviamente sintió que el organismo
tucionales. Cierto número de casos fue trasladado del estancamiento tlcbía emprender acciones con respecto a ciertos asuntos y que. en
del Consejo de Seguridad a la Asamblea General por simple mayoría ausencia de un Consejo de Seguridad capaz de hacerlo. la Asamblea
de votos, en el supuesto de que tal traslado era una cuestión de pro- r.cneral debía actuar del modo en que Jo haría un Consejo de Segundad
cedimiento que no requerla la unanimidad de votos de todos los miem- más eficaz. Así. 111ientras técnicamente hablando la Asamblea General
bros permanentes según lo que dispone el artículo 21. parágrafo 3, de sólo puede recomendar, uua sustancial mayoría de sus miernbros ma·
la Carta. Dicho de otro modo. el Consejo de Seguridad procedió según nifcstó la tendencia, con respecto a ciertos asuntos y dentro de ciertos
el supuesto de qu eel veto no se aplica a una dec isión mayoritaria ten- limites, a actuar corno si esas recomendaciones fueran decisiones legal-
dienle a trasladar un asunto desde el Consejo de Seguridad a la Asam· mente obligatorias.•
blea General. Esta transformación de la Asamblea General en el organismo po-
Más aún, la Asamblea General ha interpretado el articulo 12, pará- liticamentc dominante de Naciones Unidas fue posible tan sólo porque
grafo J. liberalmente y ha formulado recomendaciones con respecto a las dos terceras partes de los miembros integrantes de la organización
asuntos que estaban en la agenda del Conse¡o de . Segundad. Esto ocu- asi Jo quisieron. Porque si una mayoría de esa envergadura no hubiera
rrió en los casos de Palestina y Corea. El proced1m1ento encontró JUS- votado en favor de las recomendaciones elevadas a la Asamblea General,
tificación medianre el argumento legal de que la Asamblea se estaba aquella transfunnación no ocurrido. Esa mayoría fue quien d10
manejando con un aspecto diferente del mismo asunto qu_e trataba el vida y sustento a la transformación, y quien determinó su contenido
Consejo. Resulta obvio que este argumento tiende a desvrrtuar el ar- y fortaleza. Asimismo, de la composición de esa mayoría dependió el
tículo 12 parágrafo 1. y, en consecuencia, abre la puerta de par en par carácter de la transformación.
para eJ de la Asamblea acerca de su ilimitada jurisdicción La composición de la 111ayoria que apoyaba las recmneudacinnes
sobre virtualmente cualquier asunto que le sea somet1do. de la Asamblea General cxpcri111entó u11 camhio drástico con la admi-
La Asamblea General fue más allá aún al asumir de manera poSI- si_ón de veinte nuevos mie1ubros en 1955-56. Este dato coustituye un
tiva una responsabilidad primaria y en la preservación ae ta hito en la historia de Naciones Unidas. un episodio que cierra una etapa
paz y la seguridad, cuestión en la que -:-segun el art1culo 24, parágrato Y abre otra. lucluso puede decirse <¡ue Naciones Unidas anterior a esa
1- es responsable primario el Conse¡o de Segundad. La Asamblea fecha fue nn instrumento diferente de gobierno internacional con res-
llegó a este resultado a través de la resolución " Unión para pecto a la organización que funcionó luego, una organización capaz de
la paz",' que es tablecía el Comité de Med1das al que le otor- cumplir diferentes funciones de la que Naciones Unidas es ca¡.>az
gaba amplias funciones consultivas para el mantenrm1ento de la paz Y de <umplir hoy en dta. La transfor111ación no se limitó al cambio del
la seguridad. Cuando la Unión Soviética declaró rlegal esta centro de decisiones políticas desde el Consejo de Seguridad a la Asam-
fue demasiado lejos; y cuando alegó que el Com1té de MedJdas_ Colecti- blea General. Autes, creó dentro de este útlimo organismo dos tipos
vas habla sido instaurado para "eludir" al Consejo de_ Segundad._ no d1ferentes de organización internacional sobre la base de dos tipos di-
estaba demas iado lejos de la realidad .. el de ferentes d cmayorias.
Colectivas debe su existencia a la manrf1esta rncap?c1dad . del Conse¡o l.:>. mayoría que vehiculizaba las recomendaciones de la Asan1blea
de Seguridad para actuar como organismo de gob1emo mtemactonal hasta fines de 1956 estuvo integrada por Estados Unidos. las
en cualquier asunto donde se presenten los intereses divergentes de las naciones de Europa occidental , la mayor parte de los miembros de la
grandes potencias. .
A la Joz del texto de la Carta. la Asamblea General nunca hubtera
limites se estud1ar"'- en este mismo capitulo, apartado
podido reemplazar al Consejo de Seguridad en ningún aspecto. Porque
. • _Al respecto, vale la pena recordar que en una aislada y en ciertos aspectos
tnstanc1a --el caso de lu colonias italianas-, Francia, Gran Bretaña, la Unión
• su contenido fue comentado en el capitulo 11, apartado "La reooluclón Y Estados Umdos acordaron de antemano aceptar la decisión de la A.sa.m-
e. . "ft;neral como obliptoria.
' Unión parz la pu' " .
SS8 El problema de la IH'<
Gobierno imernacional: Naciones Unidas 559

cClmunidad hrilánica y las naciones latinoamericanas, quienes en totaJ


Aswttos_Pollticos CoHsiderados por la Asamblea Gcne,.al
su1nal>a n 39 votos. En rorno a es te núcleo se agrupaban otras naciones
• e/ Cnnse;n dt Se¡:uridad
en configuraciones siempre cambiantes -a veces votando con la ma·
yorin, a veces con tra e lla. a. veces absteniéndose-.
excluido de esle grupo e s taba e l bloque soviético, que sumaba canco
volns. Estas Naciones Unidas no sólo eran un gobierno internacional
im pleme ntado sin participación del bloque soviético; era también un
gobicruo internacioual que se oponía al bloque soviético del tnis mo
modo cun¡o es te últi111o se opon ía a él . En rcalillad , debía su
tcncia y encont raba s u principa l objetivo po lítico y milit ._lr en la
sición que rcalizaha contra el blor¡uc sovietico. Se puede decir que su
grau fiualiUad era conformar una gran a lia nza contra e l bloque soviético.
Coucebic.Ja como 1111 iustrumento de: gobierno de gran poder cont ra
la agresión , cualquiera fuera su orige n , Naciones Unit.las se c onvirtió,
por neces idad, e n uu instrume nto de muchas potencias, grandes y pe-
quef.as , coutra la agresióu. rea l o po tencial, ftue emanara de c ualquier
fueu tc iclentificahle. De acuerdo con su Carta, Naciones Unidas pasaría
a ser un arma contra h1 agresión en ¡¡bstr:acto. cont ra cua lquie r tipo
de agre sión, ocurriese úoude ocurriese. Pero por la lógica de intereses
políticos. se couvirtió e n un arma contra ciertos agresores individua les,
identificados como tales por sus actos . Ací , c uam.to vn marzo de 1'.:153
el deleg.. do ruso a la Asamblea Genera l, durante la discusió n del in-
fornlc del Cmni té c'e Medidas Colect ivas, declaró q ue la resolución
"Unidad para la Paz" y el trabajo en general del Comi té eran un plan
impulsado por Estados Unidos cont ra la Unión Soviética, esta ba se ña·
landu e n lenguaje demagügico el cambio ruudament al en la es truc tura
y finalidad de Naciones Unidas. Y cuando e l de legado norteamericano
replicó que ni la resolución ni el trabajo del Comité estaban tlirigitlos
contra " nadie", sino contra la agresión , rindió tríbulo verbal a l espíritu
de la Carta antes que a la realidad política, ya que usó la Carta como
encubrimiento ideológico para oculta r la realidad de la política inter-
nccional.
El aumento del número de m iembros de Naciones Unidas de Jos
originales cincuenta hasta los actuales 158 1110dificó drásticamente la
distribuc ión de Jos votos tlentro de la Asamblea General y, con e llo,
las funciones políticas que la organizac ión es capaz de cumplir a través
de la Asamblea General. El aumento de m ie mbros posibilitó tres cam-
bios políticos siguificativos en la distribución de los votos. El bloque
occidenta l perdió su capacidad de dirigir regularmente la mayoría de
dos tercios en apoyo de resoluciones dirigidas contra el bloque sovié tico.
Lo mejor que Estados Unidos puede esperar consis te en la aplicac ió n
del velo contra l"s resoluciones que le resultan objctables, contando
para ello con el voto de sus a liados. En el mejor de los casos, E stados
Unidos aun p uede cumplir una tarea negativa: evi tar el empleo d e Na-
ciones Unidas en contra de sus intereses. Pero ya no puede co ntar con
:::::::2 ...... fll't .......... el empleo de Naciones Unidas para la tarea positiva de promover sus
intereses.
En tanto la influencia de Estados Unidos ha declinado drástica-
mente en Naciones Unidas, la del bloque sovié tico ha aumentado. Du-

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!1(10 El problema de la paz Cobinno mtt rnacioncd: U"idas 561

rante la primera década de la posguerra, la Unión Soviética estuvo en distintos órganos de la organización". De estas disposiciones de la Carta
una desesperanzada minoría tanto en el Consejo de Seguridad como derivan las nuevas funciones del Secretario Gene ral como aparente
la Asamblea General. En el Consejo de Seguridad, como hemos jefe politico de Naciones Unidas. . .
Sto, fue capaz de protegerse de las consecuencias de ser regularmente Las nuevas funciones están íntimamente relacionadas con la ampo-
vencida en las votac1ones únicamente por medio del empleo del veto. tencia de la Asamblea General, del mismo modo en que la responsa-
En la Asamblea General fue incapaz de evitar resoluciones perjudiciales bilidad para la acción que ha asumido la Asamblea General se encuentra
para sus mtereses, ya que sólo contaba con un tercio de Jos miembros lntimamente relacionada con la impotencia del Consejo de Seguridad.
para que apoyaran su posición. Ahora, la Unión Soviética tiene una y se puede ir un paso más allá y decir que la responsabilidad para
buena oportumdad de sumar a los votos de los miembros de su bloque Ja solución de Jos problemas politicos que se ha delegado en Nac1ones
los de Cierto numero de otras naciones, con lo que llega a sumar más Unidas como una unidad es un subproducto de la incapacidad de las
de . .terc1o de votos, situación que le permite colocarse en una po- naciones directamente involucradas, en especial las grandes potencias,
SICion 1deai para evitar las resoluciones que le resulten objetables. La para solucionar los principales problemas politicos surgidos entre ellas.
representación de Ch1na continental e11 Naciones Unidas no ha atectallo Por lo tanto, cargan a Naciones Unidas con la responsabilidad de en-
matedalmente esa oportunidad. ya que ella y sus aliados, si bien adoptan contrar una solución. Al tomar el Jugar del paralizado Consejo de Se-
poSICiones antagó111cas con respecto a la Unió11 Soviética, en la actua· guridad, los miembros de la Asamblea General no fueron más capaces
hdad no controlan más que unos pocos votos. para llegar a acuerdos que solucionaran conflictos de cuanto Jo fueron
Este cambio en la distribución de la fuerza de votación deriva del en tanto naciones individuales. Por Jo tanto, encargaron al Secretano
hecho de que el masivo incremenlo de los miembros de Naciones Unidas General que encontrara una solución.
benefició primariamente a las naciones pertenecientes al asi llamado Así, el Secretario General se convirtió en una suerte de primer
bloque afro-asiático. Este comprendía mas de un tercio de los miem· ministro dr Naciones Unidas. En virtud de sucesivas delegaciones de
bros de Naciones Unidas. Por lo tanto, si votara unido podrla ejercer poder. generalmente vagas, realizadas por el Consejo de Seguridad o
el veto cuutra cualquier resolución advers. a sus intereses o más aün por la Asamblea General, sus funciones implicaron tareas politicas que
en acuerdo con el bloque norteamericano o soviético ambos organismos hablan desarrollado aunque con manifiesta incapa-
rnarsc c.n el corazón de la decisiva mayoria de dus tercios. Sin crnbargo, cidad de lograr resultados efectivos. Esta transformación del cargo
en real1dad. el bloque afro-asiático raramente ha votado como un> debió mucho a la iniciativa y habilidad de Dag Hammarskjold, quien
tmidad ; su voto ha sido típicamente desunido, con alguuos miembros fuera Secretario General entre 1953 y 1961. Fue él quien translorrnO
vnlcám.Jose al biO<tue uorteamericauo. otros al sovit!tico y otros aUn a Naciones Unidas, según sus propias palabras. en "un dinámico ins-
abs teniéndose . EJJ consecuencia, eu Ju concen1icnte a la cap:.u:idad de trumento de gobierno". Para citarlo nuevamente, procuró 'jcrear una
NacioHt'S Unidas para fuucionar políticamente a través de la Asamblea nueva responsabilidad ejecutiva donde fuese ..." para "ayudar a ocupar
el bloque afru·asiático ha cumplido una función negativa. AL cualquier vacío que pudiera aparecer en los sistemas que la Carta y la
dividir su votu, ha fortalecido el poder de los bloques norteamericano diplomacia tradicional disponían para la salvag\larcla de la paz y la se·
o soviético para oponerse a la vo lunt:.sd de uua rnayoria simple con gurid'ad". A veces Hammarskjold fue más allá de una amplia interpre-
el veto de naás de uu le(cio de los miembros. Corno resultado, la Asam- taci(,n del mandato que recihido de la Asamblea General o del
blea General ha encontrado dificultades para emitir resoluciones que Consejo de v actuó sin mandato alguno, enfrentando la ex-
impliquen políticas más específicas que la declarada opo- plicita oposición ele al¡ojn micmhro de Naciones Unidas. Asi. en 1959,
sición a los remanentes de colonialismo y discriminación racial, exhor· estableció una presencia de Naciones Unidas en l..aos, aunque la Unión
raciones a las partes beligerantes a cesar el fuego y buscar una soluc1ón habla declarado previamente que se oponla a su visita y espe-
negociada de l couflicto o para autorizar al Sec retari\l General a inves· clficamente a que quedara una representación del organismo alli. l)el
tigar , observar, info rmar. usar sus hucnos oficios, organizar fuerzas mismo modo. en 1958 decidió ampliar el cuerpo de observadores de
para el mantenimiento de la paz o realizar cuanto estime necesario Naciones Unidas en el Llbano, aunque la Unión ya habla
para rcslaurar la paz y el orden. Así, la dificultad de los dos tercios vetado una propuesta para ampliarlo asl como otra
de la Asamblea General para lograr acuerdos sobre políticas sustan· japonesa para dejarlo en libertad de acción.
livas y especificas pro pició la ascendencia del Secretario General como Esta ampliación del cargo de Secretario General en algo parecido
funcionario ejecutivo de Naciones Unidas . a un organismo poUtico supranacional no sólo suscitó la oposición
l a Carta determina que el Secretario General ha de ser "el jefe de algunas naciones a ciertas medidas adoptadas por el Secretario Ge-
administrarivo de la organización". "Puede someter a consideración neral, sino que planteó de modo agudo las contradicciones
del Consejo de Seguridad cualquier asunto que en su opinión pueda internas que paralizaron a todas las organizaciones poUticas interna-
el mant..,nimiento de la paz internacional y de la seguridad". cionales: las contradicciones entre la soberanla nacional y la efectividad
Y "cumplirá todas las demás funciones que le sean confiadas por los de la organización internacional. La Unión ha defendido ent•-
562 El problema de la pal
.- 1 1

Gobieruo i111enracrv 11al: N acioP!tS Urudas


1 l 'i1

563
-
ticamente la sobcranl . 1
los tratados 1· a naciOna las limitaciones que implican Albania tra tó de traer e l asunto a ca rriles no rmales, ins tando a la Asam·
se opus0 ly organtzacaoncs lnternacionalcs y con el mis mo vigor
blca Ge nera l a reasumir su procedimie nto de vo tación ordinario, la
. a os _
es uerzos
Lte, por corponzar las aspir · de Hammarskjóld y de su predecesor Trygv
' e moción fue votada en cont ra. En la votación participaron los miembros
Cuando en 1958 Ch aciOnes supranacionales de Naciones Unidas. morosos, apoyándose en el supues to de que el artículo 19 sOlo se refería
1 b '. · arles De Gaulle llegó al poder, la Unión Soviética a votos sus tautivos y uo de procedimiento.
a JUdnto a Francta. Entonces la Un ión Sovié tica trató de destruir
Esas posiciones legales y argumentos son meras rnanifcstaciones
e po er el Sccretano General mediante la asi llamada propuesta triple
superficiales de un coullicto iuherente en la propia estructura de Na-
que a reemplazar a un solo Secretario General por tres lunciona:
ciones Unidas . Es el conflicto existente entre la soberauía nacional y
rlos e tgual poder a ctuaran de acuerdo y representaran a naciones
una organizació n interuacioual e fectiva. Es tos dos conceptos, como
no cornpromettdas. nt con el bloque occidental ni con el soviético. Si
heutos visto.' son irreconciliables tanto en la teorfa como en la práctica.
esa. propuesta hubt.ese tnunfado, las iniciativas del -o de Jos- Secre-
Eu la 111cdida e n que Ulla o rganizació n internaciona l es c l1caz está co n-
General habnan estado sometidas al ve to, que hubiese surtido los denada a limitar la libertad de acción de sus miC'mbros y e n la medida
efectos paralizadores que había ejercido sobre el Consejo d.- en que los Es tados miembros arirman su libe rtad de accióu limitan la
Al fracasar, tanto la Unión Sovié tica como Francia y las e ficacia de la organización interuacional. La propia Carta testimonia
nactones que las apoyaban encontraron otro instrumento para detenec ese irresuelto conflicto al dedarar, por una parte, la "igualdad soberana"
Y reverttr las tendencias supranacionales de Naciones Unidas. Lo encon- de todos los Estados rnicmbros y, por la ot ra , al asignar a tus miembros
traron en el tema del apoyo financiero para las medidas d e manteni- penua ueut cs del Consejo de Seguridad la posición privilegiada que los
miento de la paz recomendadas por la Asamblea General. convierte en uu pequeño gobierno muudial.
. El artículo 19 de la Carta dispone que "el miembro de Nacione:; Los de fensores de la sobe ranía nacional y opos itores a una orga-
Umdas que se encuentre en mora en el pago de sus contribuciones h- nizarión de Nacioues Unidas fue rte lograrou una definitiva victoria
nancieras a la organización no tendrá voto en la Asamblea General en 1965, cuaudo la As amhlea Gcueral decidió deponer la obligatoriedad
si el m o nto de la mora iguala o supera el monto de las contribuciones del ar tículo 19 de la Carta y aceptar el p rincipiu de contribuciones
realizadas en los dos años anteriores completos". Al de diciembre voluntarias para las medidas de mantenimiento de la paz de Naciones
1964, _la Unión Soviética se encontraba en esa situación; Francia y Unidas. Es ta vic to ria siguificó uua verdadera contrarrevolución contra
cterto numero de naciones pequeñas llegaron a ella el de enero de Nacio nes Unidas tal como se habia desar rollado en virtud de los es-
1965. A pesar de la opinión en contrario de la Corte Internacional de ful.'rzos e xtracuns tituc ionalcs que rcscñú ramos antes. Esa decisión anu-
Jus ticia, la Unión Soviética y Francia sostuvieron que no estaban obli- ló el tlll\! se había hcc: hu prác ticame nte Jos décadas.
gadas a pagar los costos que implicaban las medidas de mantenimiento Volvió la organización a las intenciones originales de la Carta.
de la paz que habla votado la Asamblea General. Arguyeron que sólo Eu la práctica esto s igniCicú 411e el Consejo de Seguridad volvió
el Consejo de Seguridad, en el cual las grandes potencias estaban a a ser el ó rgano ejec utivo superior, aúu amenazado de parálisis por e l
salvo de ser derrotadas en la \'otación, era competente para ordenar veto y por e l aumento de sus integrantes de once a quince, que la Asan\·
medidas de mantenimiento de la paz, tales como las de la zona de Gaz2 biL".t C.ener al se redujo esencialmente a debates insustanciales al ser
y del Cong o, las que habían sido autorizadas por una mayoría de dos d ehilitada por el masivo flujo de miniestados cuya fuerza en la votación
te rcios de la Asamblea General. colectiva e stá fuero de proporción con su poder real y que el Secretario
Si las disposiciones de la Carta se hubiesen aplicado, la Unión Genera l fue despo jado del poder ejecutivo que le había conferido la
Sovié tica habría s ido des pojada de su voto en la sesión de comienzos Asamblea General. Lo que significa decir que el Consejo de Seguridad
de 1964 y Francia y las demás naciones mo rosas tros e l de enero de es menos fuerte, que la Asamblea General es ntenos fuerte y que el
1965. Naciones Unidas habría afirmado así su autoridad aun entre las Secretar io General es menos fuerte. Naciones Unidas ha dejado de ser
grandes potencias que se contaban entre sus miembros. Pero al hacerlo una o rganización internacional eficaz. Como señalara el Secretario Ge-
se habría expues to a una división entre sus filas o incluso a defecciones. neral U Thant en el discurso que pronunció el 22 de marzo de 1965:
Cierto número de miembros se oponían a asumir esos riesgos e
Estados Unidos, que verbalmente era enérgica partidaria de Siento que asistimos hoy a un definitivo retroceso del lento p ro-
la aplicación del artículo 19, en última instancia no estaba dispuesta greso que Naciones Unidas había hecho hacia la estabilidad y la
a pagar tan elevado costo por la afirmación de la autoridad de la orga- paz mundial. Un paso más allá en la misma dirección, de no ser
de tenido a tiempo, marcará el cierre de un capitulo de
nización. En vez de votar, la Asamblea General operó mediante "unani- expectativas y la apertura de otro nuevo en el que la orgamzacton
midad de consenso", es decir, transó en considerar el a sunto como SI mundial se convertirá en un simple forum de debate y en nada más
fuera únicamente solucionable mediante ese procedimiento, pero el "con-
senso" no se establecía mediante votación formal sino a través de 1 Véase captlulo 19, apartado "El voto mayoritario en los orcanismos
acuerdos infor m ales de pasillo. Y. cuando el último día de ternacionales ··.
564 El P'Oblema de la pa¿ Gobauno internacional: U"idAS 565

Sólo el futuro podl"ái deci.- si existe n actualmente suficientes comu- tribución que en la actualidad puede hacer Naciones Unidas al arreglo
nidades de intereses entre los miembros per manentes del Consejo de pacífico de las disputas internacionales.
como para permitirle ac tuar según las intenciones de la t:arta La Asamblea General está en la misma posición en la que se encon-
Y s i existe en el presente entre los mie mbros de la Asamblea General traba el Consejo de Seguridad en sus comienzos: se encuentra incapa·
conciencia suficie nte e interés en una Naciones Unidas fuerte como para citada para actuar en virtud de que la mayorfa requerida por la (;arta
devolve r a la Asamblea General el poder que tuvo alguna vez. no aparece. Mientras el Consejo de Seguridad se vela paralizado por
La declinación de los poderes del Secretario General es el resultado el p!"evisible y casi automático empleo del veto por parte de la Unión
no sólo de las oposiciones internas de la organización, que hemos Soviética, la par*lisis de la Asamblea General, a su ve;,, ha sido el resul·
referido antes, sino también de debilidades congénitas del cargo. Las tado de un proceso dinámico que puede eslabonarse en tres fases :
partes de un conflicto político pueden ser inducidas a un acuerdo desintegración de la mayorfa de dos tercios liderada por Estados Uni·
pacifico de su controversia mediante cuatro métodos de uso alternatiVO dos, el vano intento de ambas superpotencias de remodelar la mayorla
o simultáneo: pueden ser amenazadas con que las desventajas previ· de dos tercios en apoyo de sus respectivas políticas y el intento de las
sibles sobrepasen las ventajas que esperan obtener de la continuación dos superpotencias de minimizar los votos que apoyaban a la otra parte.
del conflic to; pueden ventajas mayores de las que espe- Esta continua búsqueda de votos, o al menos de abstenciones, se ba
raban lograr si se avienen a zanjar el conJicto a través de una satistac· convertido en una de las principales preocupaciones de las grandes
toria conclusión; pueden ser persuadidas media nte argumentos racio- potencias en la Asamblea General. De ella ha surgido un nuevo proce-
nales señalen las ventajas y desventajas esperables, las intenciones dimiento diplomático de doble significación. El mismo obliga a las
y capacidades de la utra parte y los intereses de terceras partes; pueden grandes potencias a acceder a las preferencias de las naciones peque-
ser ayudadas para que den pasos muy pequeños hacia la consumación ñas, al menos en la formulación de sus políticas, eliminando asl w
de un acuerdo ya logrado en susl3ncia mediante la elaboración de una aristas más agudas de los conflictos internacionales. También propor-
fórmula técnicamente satisfactoria. De estos cuatro mecanismos tos ciona a las naciones involucradas la oportunidad de trasladar a Na-
dos primeros superan a los otros dos, los que cumplen funciones esen- ciones Unidas la responsabilidad de adoptar decisiones ingratas, con
cialmente subsidiarias. Una medidá de la debilidad del cargo de Secre· lo que el organismo funciona para salvar las apariencias y absorber los
"rario General como agente polltico proviene de la circunstancia de golpes. Las excepciones a esta tesitura han sido los embajadores Kirlt·
que casi siempre se encuentra privado de los dos instrumentos más patriclt y Moynihan, los cuales han optado por formular y defender la
política norteamericana en Naciones Unidas de forma combativa.
poderosos de conciliación, la coacción y la promesa, y limitado al uso
de la persuasión racional y a la fonnulación de acuerdos ya casi alcan·
zados en lo sustancial. Nuc:YOII proeeclimic:nto.
La debilidad de la Asamblea General. tal como se presenta en la
actualidad, se refleja, pues, en la debilidad del Secretario General. Las naciones poderosas, quienes para la exitosa ejecución de sus po-
Ambos celebrar conversaciones, explicar y formular, pero en Uticas requieren el apoyo de las naciones pequeñas, seguir uno
la realidad no echar mano a ese nivel de coacciones y promesas de los dos cursos de acción siguientes. Pueden recurrir al método
que es la verdadera alma de la acción política. El auge temporario del diplomático tradicional y ejercer su poder superior directamente sobre
Secretario General no fue más que el resollado de la personalidad de las naciones mlls débiles. De este modo se configuran dependencias y
un funcionario y de la impericia de la Asamblea General para actuar se establecen alianzas. Sin embargo, una nación poderosa que trate de
en una situación en la que había sido llamada a intervenir. Cuando el ganar apoyo para sus políticas a través de la Asamblea General de Na-
Sec retario General Kurt Waldheim procuró libe rar a los rehenes de Irán, ciones Unidas no podrá confiar solamente en su mayor poderio. Este
primero debió enfrentarse con la hos tilidad de los captores y luego carece de valor si no consigue atraer el número de votos suticiente
con las crllicas de los norteamericanos por su fracaso. los reclamos para los fines de su política. Por ello debe proseguir un curso de acción
de acción dirigidos a la Asamblea General no son más que las voces de diferente, el que estarll determinado por los procedimientos de la Asam·
impotencia de las grandes potencias al sentirse incapaces de solu· blea General. Estos procedimientos, y la nueva diplomacia de Naciones
cionar entre ellas problemas que, en tanto permanezcan irresueltos, Unidas que se ha desarrollado a partir de ellos, tienden a disminuir
implican una amenaza de guerra. Asi, la acción del Secretario General, la diferenciación entre naciones grandes y pequeñas, ya que cualquiera
al igual que las resoluciones de la Asamblea General, no son remedros de ellas tiene un solo voto.
demasiado eficaces para tratar una enfermedad que muestra notorios Si una gran potencia tuviera solamente la tarea de celebrar una
síntomas de intratabilidad. Sólo pueden tener el efecto de sedantes alianza con las técnicas de la diplomacia tradicional, elegirla Jos miem-
para nervios altcradc s o de una med icación que lofra evitar que las bros de esa alianza atendiendo primariamente al grado de poder que
h.:ridas ya extstc:ntes se agraven aún más. Es ésta, en realidad, ' la con· éstos podrían brindarle. Pero la tarea de la nueva diplomacia de Na-

---
566 El problemo de la paz GoiJiuuo úrtenracumal: Naciones U,Jidas 561

cioncs Unidas ya no consiste en construir una alianza con el máximo dcsdibujamiento de una posición de vang':'ardia y su reformulación Y
de poder militar y político. sino en conformar una ntayoria con la ma. adaptación a la luz de principios supranactonales expresados en el len-
xima capacidad de votación. En la Asamblea General, el voto de India guaje de la resolución. Los más e_x perimcntados dlplom,áttcos de Na-
vale tanto como el de Islandia v el de Quatar es tan valioso como el de ciones Unidas han logrado reputación grac1as a su hab1huad pata que
Gran Bretaña. Los integrante; más poderosos de una alianza pueden otras naciones no pert enecientes a su bloque cambien Y aJUSten sus
permitirse ignorar las preferencias de los Estados pequeños, cuyo poder pollticas de acuerdo con aquéllas de una emergente.
no cuenta en absoluto, y hacer concesiones sólo a aquellos cuyo po- El mismo resultado se logrará directa y cast mcv1tablcmente en el
der cuente. El integrante más poderoso de una mayorla en proceso de transcurso de las negociaciones orientadas a buscar la conformactón
formació n debe tener en cuenta los deseos de hasta el más débil Estado, de la mayorla de los dos tercios. La divergencia de intereses .. capac1dades
porque su voto es necesario. Por esta razón, algunos embajadores ante y puntos de vista entre los miembros cuyo apoyo se nccestta
Naciones Unidas, como Adlai Stevenson, Charles Yost, William Scranton un comlin denominador que probablemente estará por deba¡o del má-
y Donald Mcllenry, son muy bien recordados por sus pacientes es- ximo deseado por el originador de la política nactonal. El grado en que
fuerzos en pasillos y antesalas en procura de apoyo a las políticas nor- se sitúe por debajo del máximo dependerá en parte de la habthdad
teamericanas. con que las diferentes naciones hagan uso de los nuevos m_étodos d_tplo-
Por esta razón el poder de una gran nación es tan aparente como máticos de Naciones Unidas. Sin embargo, en gran medtda la dlstn-
la debilidad de una pequeña: la primera habla con la voz persuasiva bución del poder material entre las naciones que buscan_ apoyo para
del poder y la segunda le responde tan sólo con el murmullo de la de- una política y las naciones cuyo apoyo es buscado determmará la am·
bilidad. Pero mientras el poder y la debilidad aún cuentan en la nuev.1 plitud con que los primeros concederán a los efectos de ganar ese apoyo.
diplomacia de Naciones Unidas, en cambio no tienen la misma impor- Los países poderosos usarán el poder como forma de obtener conce-
tancia en la diplomacia tradicional. En ello radica la diferencia im- siones y evitar hacerlas. En este punto se confunden la vte¡a y la nueva
portante entre las técnicas de la diplomacia de Naciones Unidas y la diplomacia. . .
tradicional : las primeras están obligadas a persuadir, en tanto las ul- Sin embargo, Naciones Unidas presenta dos grandes ahctentes para
timas pueden obviar ese requis ito. Así, una gran potencia debe presentar hacer concesiones, al menos en la formulación de sus políticas: por el
los asuntos a ser votados bajo términos aceptables a los miembros momento carece de pode r para actuar y habla con una voz que pre-
cuyos votos necesita. Esta necesidad implica una doble transformación tende ser -y dentro de ciertos límites lo es- diferente de la de las
de b. propuesta que no existiría si tan sólo se tratara de satisfacer grandes potencias. De este modo las naciones en conflicto dis-
las necesidades de dicha potencia. cutir de igual a igual, cosa que no podrían hacer en otras ctrcunstan·
Ante todo , la propuesta debe presentarse en un lenguaje que refleje cias sin respetar las apariencias y hacer concesiones, si no de hecho
los intereses comunes de los miembros que conformarán la mayoria por lo menos en apariencia, y sin temor a la pé rdida de prestigio. Esto
de dos tercios antes que de un modo que denote los intereses de una es particularmente cierto si la fórmula de transacción es presentada
nación e n particular o de un grupo limitado de naciones. Esta trans- por una nación o grupo de naciones neutrales. En ese caso, las partes
formación lingüística frecuentemente puede constituir no más _que la en disputa parecen hacerse concesiones no entre sl, sino a la mayoría
justificación ideológica y la racionalización de las polft1cas nactonales de la Asamblea General en cuyo nombre la nación " neutral" parece
para que aparezcan como supranacionales. El empleo . de hablar. Po r el contrario, la ne2ativa a hacer concesiones se presenta
cierta terminología, no sólo a los efectos de la propaganda, smo tambtén en tales circunstancias no como la defensa de la posición prop1a
en el toma y daca de las transacciones pollticas, bien puede ejercer y justa, sino como un desafío a la "voz polltica de la propia humanidad".
una sutil influencia sobre la sustancia de las propias transacciones. Ese A r>esar de lo intangible e imponderable que resultan estas influencias,
lenguaje constantemente usado creará en los participantes de la tran- son ellas las que determinan que la Asamblea General sea un organismo
sacción expectativas a las que la transacción de alguna manera deberá operativo, con existencia propia y que debe ser tenido en cuenta por
¡tjustarse o de las que, por lo menos, no podrá desviarse completa· las naciones interesadas.
mente. El Secretario General, como arquitecto de la fórmula transacctonal,
Así, una polltica exterior con la que se identifica . cierta nación o personifica tanto a las naciones "neutrales" como a la "voz política de
un grupo de naciones limitado, y para la cual se requterc el de la humanidad" y participa de la influencia que ellas ejercen sobre la
una mayoría de dos tercios de la Asamblea General, puede expenmentar Asamblea. No obstante, tiene a su disposición otros dos mecanismos
un sutil cambio si, a los efectos de lograr tal apoyo, es const:mtemente que lo facultan, bajo circunstancias favorables, para mitigar Jos con-
presentada en términos supranacionales. Sin embargo, cam- flictos internacionales. Uno es una (unción propia de su cargo y cons-
bio difícilmente podría llegar tan lejos como para contradectr los ob- tituye el único medio de presión real de que dispone. Puede advcrttr
jetivos y métodos encarados por la política nacional orig_inal. El_ cambio a una parte rebelde que someterá la situación a consideración de la
apenas puede suavizar las aristas más agudas de la polltlca nactonal, su Asamblea General presentándola como una amenaza para la paz y la
Gob 1erno inur,acional: Nacio,:es Unidas 569
563 Eil problema de la PGt

se¡uridad internacional y en términos que coloquen la censura donde


el Sccret_a ,r io
con
piensa que corresponda. De este modo, presiona
sus mfluencias para que la Asamblea General las adopte
ciones Unidas para contribuir a la presen·ación d e_ la paz.. En tanto los
dos bloques cCMxis te n dentro de la misma organtzactón
con naciones 110 comprometidas flu ctuando entre uno y o tro. e l objetivo
de la Carta de las Nactoncs Unidas e n pos de la Y d_cl
1
Y sea ella qu1en pase a desempeñar el papel mediador y mitigador que
hemos referido antes. mante nimien to de la paz ent re las naciones. grandes y pcque nas . aun
se mantiene vi vo . Y t:an tbién pl..'.-sis te la oportunidad de contactos per-
El otro .de que dispone el Secretario General depende
de su personalidad y rad1ca en su poder de persuasión. La actuación de sonales e ntre representaul es del Este y de Occidente, los que pueden
propende r a una más flu id a mitigació n de los _la
Dag Hammarskjüld demuestra con claridad el grado de dependencia
que llenen las funcaones de promoción de la paz del Secretario General década del '60 y última parte de la· del '70. a causa de Ciertas admmlS·
de las condiciones intelectuales y morales de quien detenta el cargo: traciones y de la personalidad d e sus embajadores. Estados Unidos
Sólo un hombre corno Hammarskjold pudo atreverse a hacer lo que obtuvo mayores éxitos en el e mpleo de cana les diplo máticos mforma-
h1zo en este sentido y a lograr lo que logró. les. En otros tiempos, incluidos los comienzos de la déc ada d e l '80, los
representantes norteamericanos emplearon a Nac iones Unidas como
En vi.s ta de la de los problemas no resueltos. es procc-
medio d e sondeo para pro bar las politicas exterio res no rte americanas.
dttl_r que lo consegu1do es poco y el juicio debe extenderse a Na-
En cierta ocasión. el representante norteamericano invitó a los m iem 4

caones Untdas en su conjunto. Pero desde la pcrspectlva de la enorma-


bros que diferían con Estados Unidos a retirarse y "navegar lo mas
dad de las consecuencias con que esos problemas no resueltos amena-
!.an, sólo a las naciones individuales sino a la propia dvllaz.acaón. lejos posible de la costa'".
debe dedrse que lo poco que ha logrado Naciones Unidas e!\ La coutribución que Naciones Unidas puede realizar a la preserva·
meJor que nada. ción de la paz. a pes3r Jc la á s pera retórica de representantes norte·
mericanos. soviéticos y del tercer mundo, puede radicar en e l aprove-
chamiento de la coexistenCia de ambos bloques en el m1smo escenario
internacional, lo que permite un fluido uso de las t écnicas de la
NACIONES UNIDAS Y EL PROBLEMA DE LA PAZ macia tradicional. Naciones Unidas vendría a ser, po r asi decirlo, el
nuevo escenario para las viejas téc nicas de la diplomacia. Como lo se·
Según como lo concibe la Carta. Naciones Unidas adquiere unidad entre ñalaba el Secretario General en su informe anual d e 1955 :
las potencias y se limita a la presen•ació n de la paz entre las
med•anas y pequeñas potencias mediante la instrumentalidad de un Sólo hemos com enzado a hacer uso de las reales posibilidades de
aobierno de las grandes potencias. La nueva Naciones Unidas reconoce Naciones como e l representativo iustrurne nto para e l afloja-
rivalidad existente entre las dos superpotencias y se ocupa de coor- miento de las tensiones, la desconfianza y los malentendidos, y para
dmar los recursos y la politica de todos s us miembros a los efectos de el descubri111iento y d elineación de nuevos campos de común enten-
sobrellevar lo mejor posi ble sus respectivas políticas Las Naciones Uni- dimiento e interés . . . La diplomacia de conferencias puede ser pro.
das la Carla nació de la ilusión de que la paz enlr< las grandes po- vechosamentc complementada por la más tranquila daplornacia den·
h:nclas estaba asegurada : la nueva Naciones Unidas debe su existencia tro de U':lidas . ya sea directamente entre representantes
a la realidad de los conflictos entre ellas. de los diStintos gob1ernos o a través de contactos entre el Secretario
La que la nueva Naciones Unidas es capaz d e General y los represe ntantes de los gobiernos . . . Dentro del entra·
a la preservació n de la paz es. entonces. radicalmente diferente a la que de la_Carta exlsten muc has posibilidades. muc has de e llas pr,c-
tJcamc n te mexploradas, con amplias variantes en las prác ticas ...
se debía realizar la Naciones Unidas de la Carta. No existe evi- 4uc puedan lograrse importantes progresos e n los próximo!t>
der:cla alguna demostrar que Naciones Unidas haya evitado una anos en e l desarrollo de nuevas forma s de contacto, de nuevos mé-
gul.'rra. Pero. sm embargo. existe evidencia inequívoca para de mostrar todos de deliberació n y de nuevas técnicas de reconciliación. Con
que_t:on tribuyó materialmente al acortamiento de cinco guerras: Indo- tan sól? unos pequeños ajus tes se pueden adaptar a la estruc tura
nesia. en 1949; Paleslina, en 1949; Egipto, en 1956 y 1973. y Kas hm1r. de Nac1ones Unidas las discu siones importantes que se realizan nor -
en 1965. Fue capaz de logr ar esos resultados porque, como lo p reveta malmente fuera de su ámbito, con lo que se conseguiria s imultánea·
la Carta, las grandes potencias tenían un interés común e n acortar esas mente dotarla de mayor fo rtaleza y tomar fuerza de ella cuando
o, ninguna de ellas tenia interés en prolongarlas. En fue se necesario.
_Naciones Unidas podría ser capaz de volver a
cumplir una. func1ón de acortamiento de una guerra. "'La necesidad más imperiosa" -para citar la introducción del informe
El prop1o hecho de que la alianza occidental continúe junto al blo- anual del Secretario General de 1957-
que sov1ét1CO en e l marco virtualmente vado diseñado por la Carta es
un hecho no desprovisto de significación acerca de la habilidad de Na- · · . consiste hoy en dla en limar las asperezas de los conflictos entre
las nac1ones y no agudizarlos mis aún. Usada con propiedad , Na-
570 El problema de la paz

ciones Unidas puede realizar una diplomacia de conciliación mucho


más eficaz que cualquier otro medio de que puedan disponer los Es-
tados. Los más variados intereses y aspiraciones de todo el mundo
pueden reunirse en su recinto, en el campo común de la Carta. llay
confhctos que pueden persistir por largos periodos sin una solución
acordada y grupos de Estados pueden de fende r activamente intereses
NOVENA
especiales y regionales. Sin embargo, y a pesar de retroces os tempo-
rarios en tiempos en que las tensiones se agudizan. la tendencia de
Naciones Unidas se encamina a terminar con las diferencias y a bus-
car una solución que satisfaga todos los intereses y la aplicación de
PAR'TE
los principios de la Carta.

La nueva Naciones Unidas es hija de la guerra fria y ha nacido del


conflicto entre el Este y el Oeste. Al igual que con los conflictos entre
Gran Bretaña y Rusia en la Santa Alianza, al igual que con los conflictos
El Problema de la Paz:
entre Gran Bretaña y Francia en la Liga de las Naciones, del mismo
modo los conflictos entre Estados Unidos y la Unión Soviética en Na-
ciones Unidas se resuelven en parámetros de juicio y acción diametral-
La Paz por medio de la
mente opuestos, los que incapacitan virtualmente a la organización in-
ternacional para actuar en asuntos políticos. 'f ransfortnación
La experiencia ha demostrado que el intento de usar a Naciones
Unidas con el propósito de forzar acuerdos entre las superpotencias es
fútil y, a la postre. sólo consigue agravar los desacuerdos. La Carta la-
culta a Naciones Unidas -esto es, a Estados Unidos y a la Unión Sovié-
tica actuando de acuerdo- a evitar ¡,>uerras entre otros paises. Construi-
da sobre los cimientos de Estados Unidos y la Unión Soviética actuan-
do de acuerdo, la Naciones Unidas de la Carta resulta constitucional-
meo te incapaz de evitar una guerra entre ambas naciones y la nueva
Naciones Unidas sólo puede t-ealizar, en el mejor de los casos, una mo-
desta contribución para evitarla. Pero semejante guerra amenaza a
Estados Unidos, a la Unión So\'iética y a toda la humanidad. Y P""'
evitarla debemos encaminarnos a otro lugar diferente de Nactoncs
Unidas.
-

29
El Estado Mundial

Nuestra investigación sobre el problema de la paz internacional nos ba


dejado dos conclusiones: ningún intento por resolverlo mediante la li-
.de las aspiraciones nacionales de poder ha triunfado y, de hecho,
es 1mpos1ble que tenga éxito bajo las condiciones del moderno sistema
estatal. ¿Qué es, entonces, lo que cuenta para la inestabilidad de al paz
y el orden en la relación entre los Estados y qué es lo significativo para
la relativa estabilidad entre los mismos? Dicho de otro modo, ¿cuál de
los factores que hacen a la paz y al orden que debe existir entre las
naciones está faltando en la escena internacional? La repuesta parece
obvia: el propio Estado. · · ·
Las sociedades nacionales deben su paz y orden a la existencia de
un Estado que, dotado de poder supremo dentro del territorio nacional,
mantiene la paz y el orden. Esta era, por cierto, la doctrina de Hobbes,
quien sostenía que sin tal Estado las sociedades nacionales se asemeja-
rían a la escena internacional, con lo que la guerra "de cada hombre
contra cada hombre" 1 seria la condición universal de toda la humani-
dad. De esta premisa era lógicamente inevitable concluir que aquella paz
y orden entre las naciones sólo estaría asegurada dentro de un Estado
Mundial que comprendiera a todas las naciones de la tierra. Desde el
quebrantamiento del orden universal de la Edad Media, de tanto en
tanto, ha reaparecido esa conclusión.2
La experiencia de dos guerras mundiales en un cuarto de siglo y la
perspectiva de una tercera que se libraria con annas nucleares han
impartido a la idea de un Estado mundial una urgencia sin precedentes.
Lo que se requiere, según esa idea, para salvar al mundo de la auto-
destrucción no es la limitación del ejercicio de la soberanfa nacional
mediante obligaciones e la
rencia de las soberanfas de las nac1ones 1ndavaduales hacaa una auton-
dad mundial la que seria tan soberana sobre las naciones individuales
como éstas soberanas dentro de sus respectivos territorios. Las re-

1 Leviath4n. capitulo XIII.


2 lal ref€renciU del capitulo 23.
574 El probl•ma de la pa¿
El Estado 575
formas dentro de la sociedad internacional han fracasado y están con-
A no sólo es integrante de E 1, sino también del grupo relig1oso R,
denadas a fracasar. Por lo tanto, lo que se necesita es la transformación del grupo étnico y cultu ral C. Todos estos grupos hacen reclamos de leal-
rad1cal de la sociedad internacional de naciones soberanas en una co-
munidad supranacional de individualidades. tad y si quiere hacer justicia a todos ellos no puede identihcarse com-
pletamente con ninguno de ellos. Mientras actúa como integrante de
El argumento se apoya en la analogía con las sociedades nacionales.
Por lo tanto, nuestra primera tarea consiste en averiguar cómo se pre· E l. no puede olvidar que también tiene responsabilidades para con R.
serva el orden y la paz en las sociedades nacionales. Mientras se arroja a la lucha por los objetivos del P. no puede dejar de
recordar lo que debe a C. Este pluralismo de agrupamientos internos
y conflictos tiende a imprimir sobre todos los participantes la relativi-
dad de sus intereses y lealtades y mitigar así los choques entre los di·
CONDICIONES DE LA PAZ INTERNA ferentes grupos. Este pluralismo trae como consecuencia una economía
en la intensidad de las identificaciones, la cual debe repartirse a los
La paz entre los grupos sociales dentro de una nación reposa sobre una efectos de dar su parte a cada grupo y a cada conflicto.
doble base: la falta de propensión de los miembros de la sociedad a Más aún, mientras A, en tanto integrante de E 1, se opone a B. en
quebrar la paz y su incapacidad para hacerlo en el caso 'de que lo de- tanto mtegrante de E 2, puede hallarse en otro aspecto en el mismo
searan. Los individuos serian incapaces de quebrar la paz si un poder bando que B. ya que ambos pueden pertenecer a P. Dicho de otro modo,
total hace de tal intento una empresa sin esperanza. No se sentirán A y B son enemigos en la esfera económica, pero son amigos en el
tentados a hacerlo siempre que se den dos condiciones. Por una parte, campo político. Se oponen económicamente, pero están unidos politl-
deben experimentar lealtad hacia la sociedad como conjunto en un came?te. A y B también son integrantes de grupos religiosos, étnicos
grado mucho mayor que la que puedan sentir hacia una parte de ella. y regoonales, y así sucesivamente, y los dos pueden mantener similares
Por otra parte, deben estar en condiciones de esperar de la sociedad al relaciones de conflicto y asociación con cualquier cantidad de integran-
menos un a tisbo de justicia que satisfaga módicamente sus demandas. tes de esos grupos. Entonces, A no sólo se encuentra identificado
La presencia de estas tres condiciones -poder total, lealtades supra- mismo tiempo con una pluralidad de diferentes grupos sociales, sino
sectoriales, expectativa de justicia- es lo que hace posible la paz en que es, como integrante de esos diferentes grupos, simultáncin-
las naciones. La ausencia de esas condiciones en el campo internacional mente am1go y enemigo de cierto número de sus compañeros, en tanto
supone el peligro de guerra. r en cuanto ellos pertenecen a diferentes grupos de los cuales él es
mtegrante u oponente.
¿Cuáles son los factores que facilitan la presencia de estas condi-
ciones? ¿Y cuál es el papel que desempeña el Estado al respecto? Un . Este r?l plural de amigo u oponente que desempeña A con respecto
examen más minucioso de la interacción de las fuerzas sociales que a Cierto numero de sus compañeros le impone limitaciones en la amis-
contribuyen a la paz dentro de las naciones nos ayudará a responder tad_Y en No puede identificarse completamente con sus
estas preguntas. am1gos que también son sus oponentes económicos, sin expo-
nerse al nesgo de perder la lucha por las reivindicaciones económicas.
No puede llevar la lucha por las reivindicaciones económicas hasta el
Lealtades suprasectoriales extremo de exponerse a perder el apoyo político que necesita como
ontc;grante. su polltico. Si A desea ser oponente económico y
Las sociedades nacionales se componen de una multiplicidad de grupos amogo pohtoco al m1smo tiempo, debe cuidar de mantener ambos roles
sociales. Algunos de ellos son antagónicos en el sentido de que sus res- dentro de límite_s que no se interpongan entre si. Así, el solapamiento
pectivos objetivos son mutuamente excluyentes. Esa mutua exclusión los roles SOCiales desempeñados por diferentes miembros de la so-
en los objetivos es particularmente obvia en la esfera económica, donde tocnde a neutralizar los conflictos y a limitarlos dentro de espa-
un grupo puede reclamar compartir el producto económico con otro co_os tales que permitan a los miembros de la sociedad desempeñar sus
grupo que se niega a ello. Este problema de la distribución del produc- dofcrentes roles al mismo tiempo.
to económico es sólo una instancia espectacular de un fenómeno social . A y B no son solamente integrantes de grupos econó-
ubicuo. En semejantes conflictos se ven comprometidos partidos poli· mocos opositores y no sólo tienen las mismas filiaciones pollticas, para
ticos, entidades religiosas, grupos raciales, regiones y localidades. ¿Cómo n_o hablar de sociales a las que pertenecen,
se hace para evitar que esos conflictos degeneren en violencia? que por defm1coón tamboén son integrantes de la misma socoedad
Ante todo, el ciudadano A, que como integrante del grupo E 1 se Comparten un mismo lenguaje, las m"ismas costumbres
opone al ciudadano B en tanto integrante de otro grupo económico, les mosmos recuerdos históricos, la misma filosolia política y social
el E 2, es incapaz de identificarse completamente con E 1 y entregarle nllsmos símbo los Leen los mismos diarios, oyen los
toda su lealtad. Es incapaz de hacerlo por tres razones. progra'!'as de radoo, observan los mismos feriados y honran a los mis-
mos herces. Y, sobre todo, comparan a su propia nación con otras
576 El problema de la paz t:t Estada mundial 577

naciones y advienen cuánto más tienen en común entre si que con los
integrantes de otras naciones. Y. más particularmente, conveod·
dos de que las caracteristicas nacionales que tienen en común son su- Expectativa de justicia
J>C'riores en todos los asJ>C'CtOs importantes, eSJ>C'Cialmente en aquellos
de moralidad, a los que ostentan los intq¡rantes de las otras naciones. ¿Cómo hacen las sociedades nacionales para crear la expectaliva entre
Así A y 8 empiezan a sentir no sólo que pertenecen a la misma familia los grupos sociales hostiles de que ninguna de sus demandas será com-
nacional, sino también que por pertenecer a esa relación familiar tienen pletamente ignorada, sino que todas ellas tienen, al menos, la chance
algo más precioso en común, algo que aumenta su valor y los convierte de una satisfacción parcial? ¿Qué es lo que habilita a todos los grupos
en " mejores" hombres que sus homónimos extranjeros en todos los contendientes a aguardar por lo menos una aproximación a la justicia
aSJ>C'CtOS importantes. por parte de la sociedad nacional a la que pertenecen?
El respeto propio de A y 8, así como la estima en que se tienen, En las sociedades nacionales el problema de la justicia se plantea
está íntimamente conectado con el sentimiento de pertenencia a la .m. en dos niveles. Uno r.s .,¡ de los principios generales, que es compartido
ma comunidad nacional. Sus convicciones intelectuales y •us juicio• mo- por la sociedad en conjunto; el otro es el de Jos reclamos específicos
rales de'r ivan de esa pertenencia. Cuanta satisfacción vicaria a sus im- formulados por gmpos particulares. En el nivel de Jos principios gene-
pulsos de poder otorga esa pertenencia ya ha sido detalladamente ex- rales no se plantea ninguna amenaza a la paz, ya que todos están de
plicado.' Las lealtades con las cuales se adhieren a la nación son más acuerdo sobre los principios generales que definen el bien comun de
que el mero pago de una deuda de gratitud la sociedad. Principios tales como democracia, justicia social, igualdad
Son las verdaderas condiciones para esos benef1c1os; sólo Siendo ftel a y libertad de expresión no dan origen a conflictos que pongan en peli-
la nación adhiriendo a ella como a la fuente de todos' los bienes terre- gro la paz de la sociedad en tanto permanezcan en el reino de las abs-
nales, con ella, se experimentará como propia la tracc iones que definen la meta final de las conductas colectivas de
ridad de pertenecer a ella, la exaltación del orgullo nacional, los tnun- 1?. sociedad.
fos de la patria en competencia con otras naciones. Así, .1• l_'rotecctón Sin embargo, estas abstracciones se convierten en poderosas armas
de la nación contra la destrucción externa y la perturbación mterna es durante los conflictos sociales cuando sun esgri midas por grupos socia-
una tarea principaUsima de todos Jos ciudadanos. Del modo, la les que formulan sus reclauoos conflictivos en nombre de esos princi-
lealtad a la nación es el compromiso superior de todos los ctudadanos. pios. Eses reclamos enfrentan a la sociedad a un s upre mo desafío. La
Nada que amenace la coherencia de la nación puede tolerado. Los sociedad puede ignorar los reclamos de grupos pequeños y débiles sin
intereses, las ideas y las lealtades que no sean compaltbles con el tema poner en peligro la paz. Su cohesión social y monopolio de la violencia
de la unidad de la nación deben subordinársele. organizada son Jo suficientemente fuertes como para mantener el se-
Este asJ>C'CtO impone una limitación siempre presente al tipo .de sentimiento y la protesta de esos grupos pequeños y débiles sin que
problemas que han de separar a A y 8, mismo modo que también se vuelvan abiertamente contra el orden social. Pero la sociedad no
impone restricciones a Jos métodos medtante Jos que A Y 8 llevarira puede perma necer sorda a los reclamos de justicia provenientes de gru-
adelante la realización de sus propósitos. Sean cuales fuesen las mag- pos grandes y potencialmente poderosos sin exponerse al riesgo de re-
nitudes de sus conflictos, jamás habrán de recurrir a medidas que pue- voluc iones y guerras civiles, es decir, sin poner en peligro la paz y su
dan poner en peligro la coherencia de la nación. De este mod_o•.todos propia supervivencia como conjunto organizado.
los conflictos que se producen en una m•ción se encuentran hmatados Es en este punto donde interviene el intrincado mecanismo del
a Jos objetivos que se persiguen y a Jos medios que se han emplear cambio pacífico, otorgando a todos los grupos la o portunidad de snme-
para lograrlos. Es como si estu\•ieran integrados al denso teJido dt"l or· tcr sus recla mos de justicia al arbitraje de la opinión pública, de elec-
ganismo nacional, quien se encarga de dentro de llmttes c tones, del voto p arlamentario, de comisiones examinadoras y mecanis-
previstos. Junto con el pluralismo y el solapamtento de las lealtades mos análogos. Ya hemos reseñado el trabajo de estos mecani smos e n
sectoriales, está también la influencia limitativa de las lealtades na- otro contexto y a é l remitimos a nues tro lector' Esos mecani smos guían
cionales que constituye el primero de Jos tres factores que conforman los rec lamos conflic tivos de los distintos grupos sociales a través de
la paz en el interior de las naciones. ca na les pacíficos que les dan la oportunidad de ser escu chados y de
e ntre si por el reconocimiento de ac uerdo con reglas que
a todos por igual. Bajo las condiciones de esa contienda. nin-
gun grupo puede estar seguro de prevalecer en el largo plazo, pero todos
dios puede n confiar en la posibilidad de con,cguir, una u otra vez. a lgu·
nos pasos de ve ntaja en pos de la obte nción de la justicia .
oáptlulo l.

..
1 V.... el
Véase el capitulo 26 .
578 El problema de la paz
El F.srado mundial 579

una rara excepción que tenga que oponerse en tanto fuerza colectiva a
El poder total otra colectividad que amenace con perturbar la paz. El empleo de la
fuerza en los conflictos laborales es el más notorio ejemplo de esta
El tercer factor que contribuye a conservar la paz dentro de las socie- clase. Normalmente, la propia existencia, por parte de la sociedad, del
dades nacionales es el po der- total con que la sociedad puede sofocar monopolio de la violencia organizada, siempre dispuesta a intt-rvenir
en su comienzo mismo todos los intentos por perturbar la paz. Este en caso de necesidad, disuade las perturbaciones colectivas a la paL in-
poder total se manifiesta de dos modos diferentes: bajo la forma de lcrna. El propio hecho de su existencia hace innecesario que la organi·
fuerza material que monopoliza la violencia organizada y bajo la forma zación compulsiva de la sociedad tenga que actuar.
de una presión social irresistible. Además de este factor. y quizá superándolo en importancia, está la
El poder que está a disposición de la sociedad en forma de mono- enorme presión no organizada que la sociedad ejerce sobre sus inte-
polio de la violencia organizada se distingue por dos caracteristicas de grantes a los efectos de mantener la paz. Para escapar a esa presión,
cualquier otra forma de viPiencia. especialmente de la que se encuentra un gru"? tendria que levantar, dentro del contexto de la propia socie-
en la esfera internacional. dad nac1onal. una estructura social propia, más integrada, más compul·
La violencia organizada de las sociedades nacionales es, en cierta siva. que lealtades más intensas a las de la sociedad nacional
medida, uentral con respecto a los reclamos coRflictivos de los grupos en que mora. En nuestros tiempos, la intensidad del nacionalismo, su
sociales, en talllo éstos permanezcan dentro de los límites de la ley y en la religión polltica del universalismo nacionalista, la
empleen medios pacfficos. La doctrina liberal del siglo XIX sostenía ub1cu1dad de los modernos medíos masivos de comunicación y su con-
que la violencia organizada de la sociedad era completamente ueutral, trol por parte de un y relativamente hom01éneo grupo, son
manteniéndose por eucima de la turba de los intereses en conflicto y factores han rnult_lphcado y magnificado las presiones sociales que
dispuesta a ejercer la ley contra cualquiera que la violara. Coutra esa en las soc1cdades nacionales tienden a mantener los grupos disidentes
doctriua, el marxismo proclama que la violencia organizada de la so- dentro de los límites de la ley y la paz.
ciedad no es más que el arrua con la que las clases domiuantes mantie-
nen su dominio sobre las clases explotadas. En realidad, la organización
compulsiva de la sociedad uo puede ser completamente neutral pon¡ue, El rul del Estado
como hemos visto.' el orden legal que hace cumplir tampoco es com-
pletamente neutral y no puede menos que favorecer el statu c¡uo al que es.. la contrihución del Estado a_l de la paz interna?
debe su existencia. En caso de verse amenazado, el statu qun puede no rnás r¡ue otra denommactón de la organización compul-
coutar cou el apoyo de la organizacióu compulsiva de la sociedad. Siva de la soc1edad, del orden legal que determina las condiciones bajo
Siu embargo, es caracto:ristica peculiar de la organización compul- cuales la sociedad puede emplear su monopolio de la violencia orga-
siva de la sociedad el hecho de ser recurso en favor del statu quo, pero par.. la conservación del orden y la paz, Cuando en las páginas
a la larga no a favor de cualquier statu quo. La organización cumpul- antenores hahlado de la organización compulsiva v del orden
siva de la sociedad uorto:americana ·defendió el statu quo de 1800, de legal_de la soc1ellad, en realidad hemos estado hablando del.Estado. Sus
19fJO. de 1932 y de 1940. La organización compulsiva de la sociedad bri- func1ones el mantenimiento de la paz interna son triples. 1) El Es-
tánica ha apoyado sucesivaruente el statu quo del feudalismo, del capi· tado proporciona la legal de la sociedad nacional. De este
talismo y del socialismo. Pero puede ocurrir que uu particular statu ":J"du faculta los md1v1duos para sentir a la nación como un con-
quo sea ofensivo para las conviccioucs morales fuudamentales y para trmrum en el t1empo y en el espacio, como una personalidad en cuyo
Jos intereses vitales de una parte considerable de la población, y que los hom_bres actúan, que reclama y otorga servicios y dispensa
una parte i1uporraute de ios funcionarios eucargados de aplicar el orden benefiCios, a qu1en uno dirigir lealtades perl'Dnales que reciben
simpatice con su oposición uo comprometida al statu quo. En tal caso, muy pocos grupos SOCiales, excepto la familia y la iglesia. 2) El ·
el orden legal que incluye al slatu quo no será cum¡>lido. En Estados Estado proporciona la mayor parte de los organismos institucionalizados
Unidos, el trasfondo constitucional de la Guerra Civil y el destino ex- Y del camhio social. 3) El Estado provee los organismos para
perimentado por la prohibición ilustran este caso. el cumphm1ento de sus leyes.
La otra característica particular de la organización compulsiva de . N?s queda ahora por determinar cuán amportante resulta la con-
las sociedades nacionales es la exigüidad de la acción colectiva. Como tnbuclón del a. la paz interna. La respuesta a este interrogante
regla general, la organización compulsiva de las sociedades nacionales es doble. La c<mtnbuc1ón del Estado :a la paz interna es indispensable
mantiene la paz y el orden sólo contra infractores individuales. Resulta pero no t-s en si misma suficiente. '
_Oue no puede existir paz interna sin el Estado ya ha quedado im·
! Vl!ase el capitulo 24, último apartado. lo que hemos dicho acerca de los problemas del poder, del
<¡ulhbno de poder, y de la soberanía. Grupos sociales hostiles podrían
580 El p r-oblema de la paz El Es1ado muud1al 581

emplear Jos medios que estuviera n a su con el t in d\! logra r de la s gucrrac; civiles, Ouincy Wrigh t observa: " Guerras civiles tak·s
los ob jetivos que consideran vitales. Si ta les grupos sociales co utrolu- corno la de los hugono tes franceses de l s iglo xv1, la gue r ra brit á nica
ran los medios dt: la violencia risica. como hacen los sobl.' l a nos ele la s rosa s del s iglo xv y la guerra civil del siglo xvu , la gue rra de los
en sus relaciones , los emplearían de dos maneras diferentes. Ejcrccrlan t rein ta años la perspcc1iv:1 a le m a na , la gue rra desde
presión sobre sus oponentes des plegando lo que consideran como la perspec tiva españo la, la guerra c ivil norteameri cana y la rebe lió n
superioridad o los emplearían para la des t rucción de los m ed1os de vto- c hina clc l Taiping furron ruuc ho más costosas, tanto en vidas como e n
Jcncia física del oponente. En c ua lquiera de la'i dos alternativas, el pro- pénlillas ccouó m ícas . que las inrc ruacionales COt llc Jupu r ;.í m:as " .7
pósito de la vio lencia física consiste e n q ue brar la vo lunt ad del opo- La frecuencia y destructividad de las guerras de muestra que
nente para resistir las demandas de la o tra parte. fa exis tencia del Estado no basta para a segurar la paz int erior. La r azó n
La hi storia de las sociedades nacionales demu est ra q ue ningún gru- rc '\ idc e n la pro pia rmtura lcza de l Estado. Este no e s la c reació n art ificial
po polít ico, religioso, económico o regional ha sido capaz de res1s t1r de una convención con stitucional , concebida scgúu la image n de algu-
durante muc ho tie mpo la tentación de vehiculizar sus reclamos median- nos p ri ucipios de gobie rno abstra c tos y sobrei mpuestos a c ualqu1er so-
te métodos violentos, toda vez que pensó que podía hace r lo sin cie dad que pueda exis ti r. Por el co n trar io, el E s tado es parl e d e la so-
siados 1 iesgos. Po r m ás sólida ment e que los demás soc1a lcs dedad de la que l1a s urgido y p rospe ra y declina en la m edida e n que
hayan podido apoyar la cau sa de la paz, su elicaci.a .n.o sobre- la sociedad prospera o declina. Le jos de se r una e ntidad apart e . e l Es-
vivir de mas iado a la promesa de una rápida y dcfm1t1va v1ctona que la lado es creado po r la soc iedad .
violencia siempre ofrece a su poseedo r . Asi, las soc iedade s naciona les L, paz de una sociedad cuyos conflic tos intergrupa les no sean lirnl-
se ha n d esintegrado y dividido e n cie rto nUmero de unidades más tados . res tringidos y ne utral izados por· lcaHades supe riores. c uyos pro·
qucrias , ya fuese te mporaria o permanentemente , caUa que c.l Es- cesas de cambio social ya nn sustcutcn 1a expectativa de jus ticia de los
tado fu e incapaz de ruanteuc.:.•r e l monopolio de la violencia orgamzada grupos m ás im portan tes y c uyas fuerzas compulsivas rao organizadas ya
y de emplear con eficacia cua lquie r medio de que a':'n no seau suficientes para imponer conformidad a e sos gnrpos , 1a p az de
servara, con el fi n de m antene r la paz y a segurar s u propia superv1venc 1a: la l sociedad , dt:cíamos, uo puede ser asegurada por el Estado por más
Dado cualquiera que sea capaz de u sar la viole ncia . la u sará st fuerte que éste sea. Las fuerzas d estruct ivas ma ni festadas de ntro de la
considera que lo que está en j uego lo j u si ifica, es ne.c csan o un orga- sociedad bajo la forma d e luchas de clases, raciales, religios as , regio na-
nismo social Jo suficientemente fue rte com o para evitar e se u so. La les o puramente pulíticas irrumpirán en revoluciones, golpes de estado
sociedad podrá enconlrar suslilulos para la unidad legal que conduce y guerras civiles. El Estado no se enc uentra al margen de e s tas confla-
al Es1ado en el 1iempo y en el espacio y para los o rgamsmos del cam- graciones, coruo e l cuerpo de bomberos se mantiene al margen de los
bio social mediante los que el Es tado regu la la dinámica del proceso incendios . listo para una vez que han estallado . Juc vitable-
soc ia l. Pero la sociedad no podrá encontrar su stitutivos para el poder mc n lc. el Es1ado se verá envuelto en ellos en un doble sentido_ Po r o tra
de Leviatán, c uya propia presencia, e levándose por encima de los gru- parle. el Es tado es el objetivo principal de la revolución, cont ra la que
pos en conflicto, mantiene s us disputas de ntro de límites pacíficOs. debe defenderse mediarole el uso de la fuer7_a . Finalmente , los d isco·
El Estado es ind ispensa ble para el maute ninlit'ut o de la paz intt'rio1 : sos que afeclan a la sociedad tambiéro d ividen la orgar.ización compul-
ésle es el verdadero mensaje de la filosofía de llo bbes. Pero el Eswdo siva del Es lado. En ese punto o b ien el Es tad o dejará d e actuar como
por sf solo no p uede m a nt ener la paz interna: esa es la omisió u de cuerpo y s us rarlcs d iscordantes se unirá n a los grupos en conf"licto,
la filosofía de Ho bbcs. Que el pode r del Esudo es csencoa l. pero no con lo que la unidad d e l E stado se disolverá en guerra civil, o bien -y
s ufic iente, para m a nte ner la paz de las sociedades nacioua les q.ueda eslo es lo onás proba ble en nuestro tiem po en vista del m o nopolio del
mos tra do a t ravés de la experie ncia his tórica de las gu e r ras CIVIl es. Sa pode r efeclivo q ue la m oderna tec nulogia ha conferido al E s tado- los
sólo hubieran exis lido u nas pocas a lo largo d e un largo lra ono hislónco, a; unlos q ue dividen a l pueblo no sólu serán librados por el conjunto
podrían desprecia rse como las lógicas cxcepc ion.:s de 1oda regla : Son de la población, sinu también a lravés d e luchas intestinas dentro de
e mba rgo . de un total de doscientas setenta y ocho ! Jbl 3 d.as la organozación dd E s1ado baju la furma de go lpes de Eslado. cons pira-
cn lrc 1480 y 1941 , selenla y ocho -el 28 %- fueron guer ras covolcs. l::n- cione s y purgas.•
lrc 1840 y 1941 . la r roporción e nlre guerras civiles e inte rnacoo nale•
de dieciocho para Jas prime ras contra sesenta de las ult1mas, es
aproximad amente de uno a t res. En el pe riodo cnl re 1800 y 19 41 la s CI-
fra s d a n veintiocho guerras civi les y ochenta y c m co mt ernaca o nales. o
sc::t una proporción casi exacta de uno a tres.• Con respecto a lo o neroso

, <;¡utnr y Wright, A o! War, Untversity of Chicaco Press, Ctucago, 1942,


vol. I . ' ""'
5&2 El problema de la IH'l
El ESiado mundial Sal

sentimientos y el nacionales. habitualmente duran y por


ac umulación sucesiva conforman una política adecuada al pueblo
EL PROBLEMA DEL ESTADO MUNDIAL que la posee. pero que sería inútil aplicar a cualquie r otro pue-
blo con cuya na turaleza y circuns tancias no se hubiese desenvue lto
espontáneamente.
Nuestro análisis del problema de la paz interna ha demostrado que el
argumento de los defensores del Estado mundial es incontrovertible: Mili fijó s u po sición entre los extremos de e sas dos doctrinas. apro-
no puede haber paz internacional permanente sin un Estado que se su- vechándose "de la verdad que exi"e en cada una de ellas". Por una parte
perponga a los confines del mundo político. La cuestión a la que debe-
mos dirigir nuestra atención ahora tiene que ver con la manera en que . . . las instituciones politicas . . . son productos del hombre; deben
puede ser creado el Estado mundial. su origen y toda su existencia a la voluntad humana . .. Por otra par·
te. también debe tenerse presente que la maquinaria política no actua
por sí sola. De acuerdo con su origen, debe ser operada por hom-
na. neuelas ele pensamiento bres y aun por hombres ordinarios. Necesita no sólo su simple
aquiescencia, si no su participación activa y debe ajustarse según
En el primer capitulo de su Consideraciones sobre el gobierno repre- las capacidades y cualidades de aquellos hombres. Esto implica
sentativo, John Stuart Mili encara el mismo problema con respecto a tres condiciones. El pueblo para quien se elabora una forma de
gobierno debe querer aceptarla o, al menos, no debe disgustarle
las formas particulares de gobierno. Las dos "concepciones en conflicto tanto como para que oponga un obstáculo insuperable a su esta-
acerca de Jo que son las instituciones políticas", que Mili encuentra en Debe 1ener voluntad y capacidlld para hacer lo nece-
la base de todas las discusiones del problema, determinan también la sano a los efectos de sostenerla. Y debe tener voluntad y capaci-
discusión acerca de cómo crear un Estado mundial. Según una escuela dad para hacer lo requerido a los efectos de cumplir con estos pro-
de penumiento: pósllos . ·. . cumplir la:• condiciones de acción y las condiciones
de autohmnactón necesanas para mantener con vida la política
. .. el gobierno se concibe estrictamente con un arte práctico, que establecida ? para permitirle cumplir con sus fines, en cuya aptitud
no da Jugar a más preguntas que aquéllas que implican medios y basa su acctón.
fines. Las formas de gobierno se asimilan a cualesquiera otros expe- El fracaso de cualquiera de estas condiciones conv1erte a cual-
dientes para el logro de los objetivos humanos. En su conjunto son quier forma de gobierno - al margen de las ventajas que en otro
vistas como un problema de invención y de estructura. Al ser hechas sentido pueda ofrecer- en aplicable al caso de que se trate.
por el hombre se supone que el hombre tiene la opción de hacerlas
Q no y cómo y qué modelo serán hechas . . . mejor
forma de gobierno, persuadir a otras que es la meJOr y, La triple prueba del apoyo popular
hecho movilizarlos para insistir en tenerla, ése es el orden de tdeas
en la .:Oente de aquellos que adoptan este punto de vista de filosofía
política. Consideran a una constitución de la misma manera (pe r- Esta triple prueba, pensada para formas de gobierno especificas, bien
mitiéndose la diferencia de escala) que Jo harían con el arado a vapnr puede ser aplicada al Estado mundial. ¿los pueblos del mundo tienen
o a ·una máquina trilladora. voluntad suficiente como para aceptar un gobierno mundial o, al menos.
como para no oponer un obstáculo insuperable a su establecimiento?
La otra escuela de pensamiento ve al gobierno Estarían dispuestos y en condiciones de hacer todo lo necesario para
sostener un gobierno mundial? ¿Estarían dispuestos y en condiciones
. . . como una especie de producto y a l;a ciencia del de hacer --<> de abstenerse de hacer- lo que el gobierno mundial re-
bierno como una rama (por así dectrlo) de la htstona natural. Segun quiere de ellos para poder cumplir con sus propósitos? La respuesta a
ellos, las formas de gobierno no son cuestión d e ele.:ción. _Debemos estas preguntas está implicita en lo que hemos dicho antes con referen-
tomarlas, en Jo principal, como las Los. no
pueden ser construidos un No es- cia a los problemas del nacional•smo, del universalismo nacionalista, de
tán hechos, sino que crecen .. . Las mstttuctoncs pohucas funda- la y de la opinión pública mundial.' La respuesta
mentales de un pueblo son consideradas por esta escuela como una tambten esta tmphclla en lo que se ha dicho acerca de las condiciones
especie de crecimiento orgánico desprendido . de 1'!- y de para el mantenimiento de la paz interna . La respuesta está condenada
la vida de un pueblo, un producto de sus háb'.'os, mstmtos y de . sus a ser negativa.
deseos inconscientes, como algo escasamente vmculable con sus fmes
deliberados. Su voluntad no ha tenido más parte en el asunto que la Ninguna sociedad existente es equiparable al presunto Estado mun-
de enfrentarse a las necesidades del momo::nto con inventos del dial. lo que tenemos es una sociedad internacional de naciones sobe-
momento, Jos cuales, si .se encuentran en suficiente cohesión con los
' Vl!asc en especial el capitulo 11.

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584 El problema de la paz E l Estado mundial 585

ranas. No hay una soc iedad supranacional que compre nda a todos ninguna entidad política en cuyo nombre el hombre pueda actuar. Sólo
lo s miemUros indi\'iduales de todas las nacionrs y que , por lo hay o tras naciones junlo a la propia.
sea idéntica a la humanidad politicamente organizada. La más amplia Finahncutc, los pueblos del mun<lo no están dispuestos ni en capa-
sociedad e n la que muc hos hombres viven y ac túan durante nues lro cidad de hacer lo que requiere el Estado mundial de ellos para poder
riempo es la sociedad nacional. Corno hemos visto. la nacié n es '" cumplir con su Cinalidad. La primera finalidad de un Estado mundial
recep1ora de las más altas y seculares lealtades de l ho mbre . Más seria el mantenimiento de la paz mundial. Para ese fin, el Estado mun·
ella existen otras uacionc s. pero no una comunidad en cuyo nom- dial debería cumplir tres funciones: 1) le daría a la humanidad una
bre el hombre se sienta dis pues to a ac tuar in<.lcpcnd icntc mc nt c de lo personalidad legal que mamcndría la imagen de una humanidad unida;
que entiende como intereses d:! su propia nación. Los hombres están 2) creada Y mautendría en funciouamiento organismos para el cambio
dispuestos a dar comida, ropa y dinero a Jos necesitados haciendo abs- social mundial que permitieran a todos los grupos de la humanidad
tracción de su nacionalidad. Pero pre fieren mantener a los necesitado:; esperar por lo menos alguna satisfacción para sus reclaruos en con-
en el lugar donde se encuentran antes que permitirles que se traslade n flicto; 3) esta l> lcceria organismos compulsivos que enfrentarían c ual·
adonde Je.s plazca y, de este modo , puedan convertirse nuevamcnh.: en quier amenaza a la paz co11 una fortaleza insuperable. Se puede conceder
ciudadanos titiles. Pon¡ue mientras la ayuda iutcmacional es considerada la posibilidad, para la que existe apoyo en las encuestas de opinión
como compatible con el interés nacioual. la libertad de inmigración pública autes referidas." de que los pueblos del mundo apoyarían al
no lo cs. Bajo las actuales condiciones morales de la humani1ad. pocos Estado mundial en el cumplimiento de la función 1). Bastante se ha
hombres actuarían en nombre de un gobierno mundial si los intereses dic ho ya sobre la falta de apoyo para la función 3)." Permilasenos
de su propia nación -tal co1no ellos los couciben- requirieran un cnlonccs exa111i11ar brevemente las oportunidades de Jos pueblos del
curso de acción diferente. Por el contrario, la abrumadora mayoria mundo pa ra apoyar al Estado mundial en el cumplimiento de la fun-
colocaría lo que considera como beneficioso para su propia nación por ciún 2), la que, como sabe mos, es el alma m isma de las funciones de
eucima de todo lo demás. incluidos los iurcreses de un Estado muudial. mantenimiento de la paz para cualquier Estado.
Dicho de otro modo, los pue blos del mundo no e stán dispuestos a acep- No nos ocuparemos de l problema de cómo los diferentes pueblos
tar un gobierno mundial y la ins upe rable lealtad a la nación cons tituye del mundo estarán represe11tados en los organismos legislativos del
un obstáculo para su establecimiento. cambio social. La representación numérica seria obviamente inacep-
table para las razas bla11cas, darlo que de aplicarse colocaría al mundo
Los pueblos del mundo tampoco están y en condiciones
bajo el dominio de las razas de color. Cualquier tipo de representación
de hacer lo necesario para mantener un gobierno mundial en funcio-
que en violación del principio de mavoria tendiera a estabilizar la su-
narniento. Porque no están preparados para realizar esa revisión de
p remacía blanca en el muudo eufre.ntaría la oposición de las razas
todos los valores - uua re, ·olucióu 111oral y polillca sin precedentes,
de color. las que de ese modo estarian en pe rmanente inferioridad.
por que desplazaría a la nación de su trono y colocaria en él
Tampoco nos en la obvia imposibilidad de poner en tun-
a la organización política de la humanidad. Sólo están dispuestos y en
CIOIIamlenlo tales orgamsmos legisla tivos, aun en el caso de que fuera
condiciones de sanificarse y hasta morir si ello fuera preciso para que
pos 1blc Un parlame nto que representara pueblos de tan dife-
el gobierno nacional pueda seguir eu fuucionamienro. rentes conviCCIOnes morales, . intereses polilicos y capacidades para el
Las probabilidades están tan en favor de la nación que los hombres autogob1erno como los a me ncanos , los chinos, los indios v los rusos
que podrían estar dispuestos y en condiciones de sacrificarse y hasta dificilmcnte se encontrarían en aptitud de hacer de estas · diferencias
morir para que el Estado mundial llegara a funcionar ni siquiera tienen un conjunto opera tivo. Ninguno de sus grupos constituyentes se some-
la oportunidad de intentarlo el mundo tal como e stá organizado hoy
te ría voluntariamente al voto mayoritario de una asamblea legislativa
en día. El hombre <Jue quisiera oponerse a los intereses y a la polit1ca
así cons tituida. La ameuaza y la realidad de la guer ra civil pender(;¡
de su propia nación en beneficio de la humanidad y de su Estado
mundial, mediante ese acto oposición (al debilitar a su pro pia na- sobre tales instituciones. las que te ndrían que ree mplazar la ausencia
ción) podría fortalecer a la nación con la que su propio gobierno tal de conse nso moral y politico por la compulsión.
vez estuviese librando un combate mortal. En el mejor de los . Pcrmilascnos dos problemas concretos e n los que las
podría hacer de sí el mártir de sus propias convicciones asumiendo pos1c1o ncs de las diferentes nacioues tradicionalmente chocan: la inmi-
el castigo que la na<·ión rese rva a los Nada evidencia mejor gración y el comercio. Un Estado mundia l, como cualquier otro Estado
la ausencia de los requisitos sociales y morales para algo que se ase- federal, 110 puede abandonar la regulación de la migración inrerestaral.
meje a un Estado mundial que la paradoja moral de que un ho mbr<" El mi•mo debería regular es tos problemas. Incluso si la autoridad de
que quisiera actuar como ciudadano del mundo, po r las propias condi-
ciones del mundo, se a a c tuar como partidario de otra " Véas<i el capitulo 19, nota 17.
nación y como traidor de la propia. Por encima de la nació n no existe •1 Véase el capitulo 19, Ultimo apartado.

-
586 El problema de la pa< E l Estado mundial 587

un Estado mundial en es tos dOs aspectos estuviera car- imperio romano. Ese Es ta do mundial debió s u longevidad a dos inusua·
cunsc ripta por una cons tituchl n mundial. ¿existiría alguna oportunadad tes tr.\osformacioncs. Los conquis ta dores romanos transfo rmaron a los
de que eJ pueblo nortea mericano estuviera preparndo para entregar a conqu is tados en romanos ya fuera rccibiéndolns en la civilización dom t·
un gobierno mundial JKkteres como para a brir las ft onteras de Estados na nte como ciudadanos ro manos o d csarraigándolos de su civili.z ación
Unidos a la inmigraci<ln anual de, digamos, 100.000 rusos, 250.0011 clunos 11 a tiva y convirtiéndolos e n esclavos. Pero en el proceso ele conquista,
Y 200.000 indúes? ¿Y es probable que e l giJlJierno sov ié tico pe rmitie ra especia lme nte e n e l uumdo he lé n ico, el propio cnnqu i!>tador rom a no
la emigración anual de lll.600 rusos a Jos Estados Unidos? ¿El pueblo se trans rormó rehaeic udo su civilización a la image n d e la civi liza c tó n
norteamericano permitiría la importación de cualquier cauthlatJ de pro- del conquis tado . A t ravés ele este doble proceso de ama lgamieuto. Roma
ductos agticolas extranjeros que pudieran competir con los propios en creú uua nueva conn111id:-ul moral y po1ítica que se sob repouía a sus
iguales ténnin••s? ¿Existe alguna probabilidad de que los niSns pcnni- conquistas y era capaz tle dnr estabilidad al nuevo Estado. A esas dos
tieran la importación de bienes d e consumo más bara tos cpae pndaeran t rans[ormaciones debe ngregarse la ulterior circunstancia tle que tras
alterar su economía planificada y al mismo tiempo mina r la conhanza Ja conqui sta del nunulu rnet.literráneo, e l imperio rotnano !'.e expaudió
en su sistema político? Si todas estas preguntas deben contestarse nega· a los espac io s po líticame ute vacfn5, ocupados po r bárbaros cuyas
tivamente -como efectivamente deben serlo- ¿cómo puede esperarse Jiz.acioucs no urgoínicus se dcsi ut egraron ante e l irupac to tle la c ivih·
que un gobierno mundial pueda llegar a gobernar? ¿ De qué mo.to puede zación superior y mas atractiva d e l conquistador.
esperarse que un Estado mundial sea capaz rle resolver padficamente Muchos de los otros Estados mundiales se desintegraron tan rápi-
las tensiones entre naciones que amenazan la paz del mundo? damente como la corutuista que Jos habla edificado. Porque por debajo
No se puede eludir la conclusión de que la paz intcruacional no de la superestructura política y militar levan tada por la fuerza, las
puede ser permanente si n un Estarlo munrli:al y que éste no puede esta- sociedades nacionales seguían viviendo, cada una de ellas con sus pro-
blecerse bajo las condiciones morales, soc iales y política:; pios valores morales e intereses politicos y todas ellas tratando de sa-
del mundo. A la luz de lo que se ha dicho antes en este librn, tampoco cudirse el yugo del conquistador. Esos Estados mundiales no fueron
puede eludirse la conclusión de que en ningún período de la historia produc to del crecimiento natural de una comunidad mundial que se
moderna la civilización estuvo más necesitada de paz permaneute y, superponía a ellos, sino ama creación forzosa, artificialmente sobre-
por lo tanto, de un Estado muudial, y que en ningún período de la his- impuesta a una multiplicidad de sociedades nacionales indispuestas. Por
toria moderna las condiciones morales, sociales y polfticas del mundo suput:sto que es cierto CJUe el presunto Estado mundial de Napoleón
fueron menos favorables para el establecimiento de uu Estado mundial. fue destruido por las reservas intactas de Gran Bretaña y Rusia. Pero,
Tampoco se puede evitar, .fiualmente, la conclusión •le que, del m ismo cuando en 1812 ese imperio demostró por primera vez su debilidad
modo en que no puede haber Estado sin una sociedad dispuesta y en uaililar al fallar eu uua gran tarea de expansión, las sociedades nacio-
condiciones de sostenerlo, tampoco puede haber Estado mmulial sin uaJes de ' fue cslaha cou1puesto se reafirrnarou uujéudnse a Gran Bre-
una comunidad mundial dispuesta y en condiciones de sostenerlo. taña y a Rusia para ponerle fin.
Las comJuistas en menor escala, que sun incapaces de unir a las po-
blaciones de los conquistadores y los conc1uir.tados eu una nueva comu-
nidad, encaran e l riesgo uaenor de las revueltas y de un irrediuaible
DOS SOLUCJUNES FALS.lS Las relaciones ele Irlanda y Gran Bretaña y entre las na·
ciones de Europa oriental y Rusia son ejemplos de ello. Si e l conquis-
Entonces, ¿cómo puetle crearse un Estado mun•lial? Se han propuesto tador puede reunir una fuerza abrumadora, no surgirá ning\m peligro
dos soluciones: la conquista mundial y Jos ejemplos <le Suiza y la crea- para la paz a del conflicto de dos sociedades nacionales que
ción de Est:-ados Uuicfos por la Convención Cor.IStitnyente de 1787. vaven _dentro del tntsmo Estado. Sin ernbar¡:o, si la fuerza del pue bl<'
conqurslado no eslá en cnuaplela desproporción con la del conquiS·
lador, ente>nces un potencial estado de guerra civil socavará la fortaleza
La cotlf)llista llllllldinl del Esta do, aunc¡ue en las condicioues de Ja guerra moderna no pondrla
en pc ligw s u existencia." .
Totlns las estnactamas políticas históricas que han estado cerca de ser 'faJes son las vrobables consecuencias de conquistas limitadas que
Esta•lo mundial tienen una caracterlstica en comaín: un Estado pode- son auc:opaces dt: crear una nueva comunidad que las acornvaiae. De
roso la creó al con•111istar a los otros miembros de Jo que entonces era donde se deduce que un Esta!fo ruundial creado mediante conquistas
el uruodo polltico couocido. Muchos de esos Estados mundiales tuvieron Y carente del apoyo de una comuuidad mwadial sólo tiene posibilidades
otm eleuat'uto en couaa'au: la dificultad para sobrevivir más allá del
tiCIII!"> de vida de sus fundadores.
Par• este pwllo, ..SU. el capitulo Zl, apa&ttado "Guerra por uv....w w.
Eu Ja occidental, la única excepción a la regla es el
588 E::l prob lem a de la pCJ::.. El Es tado mundial 589

de mantener la paz dentro de sus fronteras s i puede crear y mantcnc¡· rancies po tt:nc ias rivales adyacentes a Suiza pensaron que era n1as
con1plcta Uisciplina y lealtad entre los millones de soldados y pu Hcias te ner a lo!-. s uizos como d e los pasos alpinos contra
ncce!t-a rios pa ra afirmar su dominio sobre uua humanidad desconte nta. tud as )a ¡; naciones en guer-ra que tratar de arrebatárselos a los s u1zos.
Serncjanfc Est.ado mundial s ería un mo ns truo lOtalitario con pies de Sill c 111bargo. es significativo que el equilibrio d e poder ejerció su
barro, c uya sola idea la imaginació n. inlluc ncia pro lcctura sólo mie ntras duró la ri validad cnlrc los pode rosos
vecinos s uizos . Las victorias napoleónicas en Italia destruyeron de in·
mediato esa pro tecció u y desde 17Y8 Suiza fue la presa desdicha da de
Los ejemplos de Suiza y Estados Unidos los e jérci tos conteudicntcs. También vale la pe na recordar que tnientras
Aus lria, Alc111ania e llalia se mantuvie ron unidas en la Triple Alianza,
Lo que parece deseable en un Es tado nauudial, Suiza parece haberlo eJ E stado m ayor ita liano propuso seis veces al Estado rnayor alemán
logrado -la c reación de un nuevo Es tado fede ral a partir de cierto ava nzar a través de Sui7..a era una ca mpaña conjunta contra Francia.
nún1ero de nacio nes soberanas cou lenguaje, cultura, hi s toria, lealtades Así que no fue un acto meramente de v o lunt ad expresada en un
y políticas propias- . Suiza fue capaz de uuir a vciutidós Estados so- acuerdo cons titucional , s ino un cierto número de peculiares y combi·
bera nos , que hablabau cuatro lenguas difcren les, en una sola orgam. uadas circuns laucias - únicas también- lo que hizo posible que Suiza OC\-
za.ció n política. ¿ Por qué las cas i ciento cincuenta nacio nes del mundo ciera y sobre viviera . Mientras esas circunstancias permitieron a SUiza
no son capaces eJe hace r lo mis mo? Adóptese una constitución fede ral sobrevivir e n medio de poderosos vecinos , no le permitieron mantener
corno lo hic iero n los suizos, m anté ngase hacia los demás el mismo com· la paz e ntre su s Es tados componentes. Dentro de un lapso menor a
portamiento que observaron Jos suizos y el proble ma del Estado mun· trescientos años, los Estados suizos libraron entre s í numerosas guerras
dial estará resuelto. El argumento parece persuasivo y frecuentemente menores y cinco guerras religiosas que invo lucraro n a prácticarnen te
es cirndo e n las discusiones populares. Sin embargo, se desintegra todos. la última de e llas en fecha tan reciente como 1847. Un gran nú-
cuando es confrontado con los hec hos de la historia suiza. me ro de revolucion es y golpes de Estado completa el panorama d::
Ante todo, el Estado suizo unificado dala de 1848. Antes de en· las luchas civiles.
lances, Jos Es lados suizos formaban una confederación que se parecía ¿Qué luz aporta . entonces, la historia de Suiza al problema de un
más a una exitosa Liga de Naciones o Naciones Unidas que a un simple Esta do mundial ? Podemos suscribir las conclusiones de Rappard en
Estado. Esa confcdcradón c reció a partir de cierto número permanente el sentido de que Suiza eu ta nto confederación tuvo una seguridad
de alia nzas celebradas entre Jos así llamados Cantones del busque y nacional limitada sólo en virtud de "especiales circunstancias aj enas a
algunos de los Cantones de la ciudad en el tran scurso del siglo XIV. s u pro pio rCgirnen ... En la medida en que la experiencia s uiza de cinco
Esas alianzas eran resultado de ciertos intereses idén ticos o comple mcn· siglos de sr.guridad colectiva puede entregar una lección a la generación
!arios que llevaron a Jos Es ta dos a unirse en defe nsa contra peligros actual. esta lección es claramente negativa. Confirma al mismo tie mpo
comunes . ¿Po r qué esas alianzas sobrevivieron a las circun s tancias cspe· las observaciones extraídas del pasado más reciente y las enseñanzas
cíficas que les die ron vida y Jlc¡.a rnn a a nudarse e n Jos lazos es trechos de l simple sentido común. En la medida en que la seguridad de la
de una confederació n con organismos comunes de gobierno? La res· sociedad internacional dependa solamente de la libre cooperación de
puesta a esta pregunta proporcionará la explicación a l fenó me no suizo. Estado s completamente soberanos habrá de ser necesariamente trágil"'."
1) Los trece miembros de la confederación origina l. que ocupaban Así, la experiencia suiza confirma nuestras propias conclusiones rela·
un territ o rio co nti guo, es labau unidos por una común oposició n al tivas a la fragilidad de la paz mediante limitac iones y enfatiza tanto
imperio germano y a Jos ha bsburgo, a quienes ha bían estado sometidos, la nece<idad como la dificultad de establecer un Estado por e ncima
de quie nes se libe rado e n un esfuerzo común y quie nes seguían de los E stados nacionales.
sicntlo Jos enemigos comunes d e todos ellos. 2) Las famosas victua ié:l::..
de los ejércitos >Uizos sobre los caba lleros en los siglos xrv y xv tuvieron El ejemplo del modo en q ue fue creado Estados Unidos a menudo
un. doble efect o . Du rant e siglo s es tablecieron la reputación de Jos suizos es citado como prueba de la posibilidad de crear un Estado mundial
co1no Jos m ás tem ibles so ldarlos de Euro pa y demostraron la virtu31 aqul y ahora mediante una convención constituyente. En realidad, el
inmunidad a los a taques extranjeros de los valles montañosos que eran ejemplo de Es tados Unidos sólo prueba la dependencia de una comu·
e l corazó n mismo <le la confe deración original. 3) Comparados ron nidad m o ral y política preexistente de cualquier Estado que pueda
durar.
Jos riesgos militares que implicaba un ataque a los suizos, Jos atrae·
rivos de la victoria result a ba n pequeños. En vista de la pobreza en Cuando la Convención constituyente se r eunió en 1787. los trece
recursos naturales d e esos valles, Jos atractivos eran excl usivamente eran soberanos en nombre antes que en realidad política. No
estralégicos, es decir, cons is tía n en e l control de algunos pasos alp10os const1tu.an t rece soberanías separadas a punto de unirse en una sola.
que unía n a Italia con el no rte de Europa. As í dura nt e cuatro siglos.
coro la ún.ca excepción s ignificativa de las guerras napoleónicas, las du Wt.llia!'l E . Rappu.rd. Crnq de Sécurité CoUective. (1Z9 l ·l 198 ) Libra.ine
'U;:l.;uell S&rcy, P..uts . HH5, pág. 594. '
590 El problema de la paz

Después de declarar su independencia de Gran Bretaña en 1776, la


soberanía había quedado en suspenso. Al eslablecer Jos Estados Unidos,
cambiaban una soberanía -la de la corona británica- por otra. Y
también cambiaban una lealtad común por otra. Todos ellos conser-
vaban eJ mismo lenguaje, la misma cultura, la misma herencia nacionaJ,
Jas mismas convicciones morales, los mismos intereses políticos que
poco antes habían sido puestos a prueba en una guerra revolucionaria
30
librada de acuerdo bajo un único comando. Las trece colonias formaban
una comunidad moral y política bajo la corona británica; lo probaron
Y fueron completamente conscientes de eJlo en su lucha común contra
Gran Bretaña y mantuvieron esa comunidad después que consiguieron La. Comunidad Mundial
su independencia. Como lo señalaba John Jay en el N! 2 de El Fede-
ralista:

... la Providencia se ha dignado entregar este país bien eslabonado


a un pueblo unido, un pueblo que desciende de los mismos anccs. Esta últ ima conclusión -que una comunidad mundial debe anteceder
Iros, que habla el mismo lenguaje, que profesa la misma religión, a un Estado mundial- ha sustentado dos esfuerzos encaminados a crear
que es afecto a Jos mismos principios de gobierno, que es muy dicha comunidad mundial: la Organización de las Naciones Unidas para
parecido en sus modales y costumbres y el que, uniendo su sabt· la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO según la sigla en inglés),
duría. armas y esfuerzos, luchando codo a codo una guerra larga
y sa ngrienta , noblemente estableció su libertad general y su inde- y los otros organismos especializados de Naciones Unidas.'
pendencia ...
Sentimientos similares han prevalecido en todos Jos órdenes
y clases entre nosotros. A todos los efectos generales, hemos sido
uniformemenle un solo pueblo. Cada ciudadano, se encuentre donde LA APROXIMACION CULTURAL: LA UNESCO
se encuentre, disfruta de Jos mismos derechos nacionales, de lo<
mismos privilegios y de la misma prolección. Como nación, hemos Según el arlículo de la constitución de la UNESCO:
hecho la paz y la guerra; como nación hemos vencido a nuestros
enemigos comunes; como nación hemos celebrado alianzas y Ira- Los propósitos de la Organización son los de contribuir a paz
lados, paclos y convenciones con dislinlos Estados.
y a la seguridad promoviendo la colaboració n enlre las
a través de la educación, la ciencia y la cultura, a fin de fomentar
Lo que hizo la Convención de Filadelria fue reemplazar una cons- el respeto universal por la justicia, por el predominio del derecho
titución, una soberanía, un Estado por otro, ambos descansando en y por los derechos humanos y libertades fundamentales, los que
la misma comunidad preexistente. La Convención no creó un Esta· son aplicables a todos los pueblos del mundo sin distinción de raza,
do donde antes había trece separados. Lejos de probar que un Estado sexo, lengua o religión, según lo establece la Carta de Naciones
puede ser creado mediante acuerdo sobre d texto de una constitución, Unidas.
la creación de Estados Unidos prueba la veracidad de dos proposiciones Para llevar a cabo estos propósitos la Organización :
formuladas antes: las guerras pueden ocurrir dentro de Jos Estados a) colaborará en las tareas para el conocimiento y comprensión
tanto como entre los Estados y Estados Unidos fue fundado sobre una mutuas entre Jos pueblos a través de Jos medios de comunicación
comunidad moral y política que la constitución no creó, sino que ya masivos, y con este fin recomendará tales acuerdos internado·
lenía existencia. La comunidad del pueblo norteamericano anlecede nales cuando puedan ser necesarios para promover la libre di·
fusión de las ideas por medio de la palabra y de la imagen;
al Estado norteamericano, del mismo modo que la comunidad mundial
b) dará nuevo impulso a la educación popular y a la propagación
debe anteceder al Estado mundial. de la cultura;
-mcdianle la colaboración con los Eslados miembro, a pe·
dido de éslos, para e l desarrollo de las actividades educativas;
-estableciendo la adecuada colaboración entre las naciones
a fin de promover la idea de igualdad de oportunidades en la

• En relación con ..te capitulo, lénpse en cuenta lo qlle fua dicho en el e&·
pltulo 7 acerca de la opinión publica mundial.
592 él p robiCIIICI d e la ÚJ co munidad numd1al 593

educación d rsc r iminaciún de ra1a , M .' XO o cual rp rit.•r o t m 111cn 1.1r los contac tos ent re miem bros de d is tintas naciones y les pcrmllcn
dih:rcnc bcit;n, económica o social; rccíprocaiiiCPtc, COIJi ribuycn a la c reación de uua couaunitlad
los u¡ct odus cdth.: ati vos adccuaJu, par:. prc- intc rn nciunal y a l ntantcniwic ulo de la paz. lmplíc ila en esta supos 1crón
Jlarar a uiri us Ud orbl..' a t:nc.tra r n... 1nhc.
se halla la de que las nacioues son nac ionalis tas y van a la guerra unas
renlcs n In libcr!n<.l;
cont ra olras pon¡uc aúu no se conocen suficientemente y porque o pe ran
e) ma nt e nd rá , iuc rc nu: ntará y difuudirá los conocimient os;
- ascgurand 0 b. pro tección y dd p :11 1imoniu e 11 d iferentes niveles educacionales y culturales. Pero ambas suposi·
histórico de la hum:Hlidad Cn librus. obras de arte y m onumcutos cioues son erróneas.
hi stórico s y cicutíficos. a la \ 'CZ que recom endará a las naciones
Jos convenios inh'rnaciona lcs;
- alentará la coopera ióu cnt rc na 1o ncs en todas ramas Uesarrollo cultural y paz
de la actividad iuldec lcal. iucluycndo el inlcrcnmbio d e p<·r·
sanas ac tiva s en los carupos de la educación . la ciencia y la Exis1c11 pueblos primitivos, comple!amcnle fallos de una educación
c ultura, así corno el inlcrcambio de publicaciones, objc los etc
int e rés a rtístico y c icnt ifico y o1rus de información ; i¡¡s lilucionalizada, que so11 gellcra lmenle amantes de la paz y receptivos
iuiciará ac.¡ucJJos m é todos de coopcracióu i nternacioual pe ns ados a la influencia de cuhuras foráneas has ta el punlo casi su1cida de In
parn dar a los pueblos de lodos los paises libre acceso n los auto11cgación. Ta111bié11 hay o lros pueblos, altamente educados e im·
materiales illlpresos y publicad os por cualquiera de ellos. p rcgnaclos d e la cultura clás ica, tales como los alemanes. quienes a
tra vés de la mnyor parle de su historia han sido nacionalistas y beli-
A fin de evaluar In conr ri bucióu quo: la IINESCO puede hacer en pro cosos. Los atenienses del siglo de Periclcs y los italianos del Renaci-
de la prese rvació n de la paz mundial, dcbcliiOS hacer !res dis tinciones : miento desarrollaron cuhuras s in parangón en la historia de la civi·
1) No nos concierne en primera ins tancia In contribució n que la lización occidenlal, y ambos fueron pueblos ran nacionalistas y mar·
UNESCO pueda hacer en favor de la difus ión y progreso de la cul!ur3 cia lcs e n ese periodo de su historia como en cualquier otro antes o
y la educación co1no fines en si mismos; 2) Tampoco es de nuestra dcspues de é l.
incumbencia la co111ribución que In UNESCCI pueda hacer para preservar También debemos decir que en la his toria de algunas naciones,
la paz int ernacional m ediante el hecho implícito d e la c?o!'eración rnles como . Gran Bretaña y Francia, periodos de exclus ivis mo nacio-
internacional ; este aspcclo del problema será H-alado en la ul!lma scc· n:llisla y polilicas lendienles a la guerra se alteman con otras cosmopo-
ció n del capírulo; 3) Si nos concierne la cues tión de lo que la UNESCU litas y pacificas, s in que haya correlación ninguna en estos cambiOS
puede hacer en favor de la preservación de la pnz inl ernaciona l . m e· con el desarrollo de la educación y la cul!ura. El pueblo chino tiene
diantc la promoc ión de la comprensión inlcrnacional, la educac10n Y una tradición de re speto hacia el saber superior a la de cualquier otro
las actividades educativas en general. pueblo. y analizando su historia podemos ver en ella logros cul!urales
Lo que declaró la Fundació n Carnegie para la Paz mayores a los de cualquier ot ro, al menos en cuauto a crcallvldad ;
en su evaluación d el programa de la UNESCO para 1948 - Por enc1ma es las alias cualidades de la educación y la cul!ura han hecho que los chi·
de wdo sus arlículos parliculares no csraban siempre, clara y obvia- nos vean con menosprecio a la profesión del soldado, así como a !odas
m ente, con la salvaguarda de la paz y la segunda<.!':'- las o! ras naciones. vasallos bárbaros del emperador chino , según creían
es aplicable a !odns las act ividades de la UNESCO. pese a sus n.1én1os aún n comienzos de l siglo XIX. Sin embargo, lodo esto no ha hecho al
inlrínsecos Es!e defecto 110 es cua lidad accíden!al de dc tcmunados pueblo chino menos nacionalista y más pacifico. La educación rusa ha
progr.Jmas . empr endidos por el organis mo, a los que se alcanzado en nuest ro tie mpo un al!o nivel de realización, mayor que
revisa r y a jus ta r. a fin de que c umplieran con s u funcwn en favo r <.le nunca, es pecialmente en las es feras de la alfabetización v la educación
la preser vación d e la pnz. Por el conlrario, d es congc.mro, técnica . pero !al excelencia no ha ejercido ninguna influ'cncia sobre ta
nacido de la misma filosufia que se halla en los c1m1cntos del or.gams mo receptividad de l pueblo ruso a ideas extranjeras o sobre la politica
y que empapa rodas sus actividades. A !al punto csro es aSI que al cxl crior de su gohie rno.
res umir las discus iones de la Conferen cia General, d 17 de nov1embrc E"os ejemplos. lo mados al azar. muestran que la can!idad y In
de 1952, el señor Jaime Torres Bode!, su di rector sallenlc, adv1r!ló calidad d e In educación y la cul!ura como tales son práctica mente irre·
"que el mayor peligro contra el "ual rkne que precaverse la UNESCO lcvanles en el problema de una comunidad mundial , pues ese problema
es el de la disipación d e sus esfuerzos". .. depende no de los conocimientos, la c reación y la apreciación de los
La filosofía de la UNESCO da por sentado que la edu cac1on (espc· va lores culluralcs s ino de una transformación moral y polf!ica d e di·
cinlmcnlc cua ndo apunla hncia la comprensió n in!ernncwnal), el mte•· mrn sioncs sin preccdenles.
cambio cullural y. genera l, !odas las actividades que !lcnden a me re·

l Conciltation. N• 438. febrero de 1948, pág. T1


594 El problema de la pot LA comunidad mundial 595

de una cultura homogé nea . Estas culturas tcnfan en común todo lo


esencial: lengua, religión , educación, literatura, arte, y pese a ello estas
Unidad cultural y paz culturas no crearon una verdadera comunidad , superpuesta a ellas , que
sirviera para contener estas te ndencias destruc tivas y las conduje ra
LD que se ha dicho de la educación y la cultura como tales puede vale r a una salida pacífica. Por lo tanto, ¿có mo podemos suponer que una
también para las actividade s e ducativas y culturales dirigidas al inter· comunidad scrncjante pueda crearse 1ncdiantc el intercambio entre cut·
cambio de los produc tos de cultu ras nacionales. La exis tencia turas , tan diversas ellas en todo con respecto a aquellas otras que eran
de una multitud de re laciones interpersonalcs que trascienden las fron- hotnogéneas, según demuestra la historia?
teras nacionales no nos da la solución a nuestro proble ma. Dicho más
claramente, la existencia de Jigas intclectualc'i y estéticas a través de
las fronteras nacionales no aporta nada que favorezca una comunidatJ Comprensión internacional y paz
mundial, pues una comunidad mundial con potencialidades polit1cas
es una comunidad de niveles morales y de acción política, no de inte· Es en el tercer propósito de la UNESCO, la comprensión internacional,
lccto y de sentimientos. Que una ililc intelectual en Estados Unidos donde Jlcga a su extremo la falacia básica que sostiene este organismo
disfrute de la música y la literatura rusa. y que Shakespeare no haya respec to de los asuntos illlernacionales. Allí se parte de la premisa de
sido desterrado de Jos escenarios rusos no tiene ninguna importancia que los conflic tos internacionales son el resultado de una deticiencm
para el problema que estamos discutiendo. El hecho de que miembros intelectual, de la ignoranc ia y de la carencia de juicio respecto de las
de diferentes naciones compartan las mismas experiencias intelectuales cualidades de los otros pueblos; si los norteamericanos solamente pu·
y estéticas no crea una sociedad, pues ello no origina acciones moral y dieran llegar a comprender a los rusos, y viceversa, se darian cuenta
polllicamenle relevantes por parle de Jos miembros de dichas naciones de cuáuto se parecen. cuánto tienen en común y qué pequeños son Jos
con respecto a aquellos que no dic has experiencias. mo tivos por los que disputan. Este argumento es doblemente engañoso.
Debemos tener presente que en un plano mucho mjs elevado que la experiencia individual, y t¡ue cualquiera puede repetir, nos mues-
el Intelectual y el estético, y con un objetivo claramente definido, las tra que una mayor amistad no va de la mano necesariamente con una
naciones occidentales, Rusia incluida. han compartido las mismas expe· mayor comprensión. Claro está que hay numerosos ejemplos según los
riendas por más de mil años. Han elevado sus oraciones al mismo cuales A ha comprendido erróneamente el carácter y los motivos de H,
Dios, han tenido las mismas creencias religiosas fundamentales, se han por lo que una aclaraci'ln de los hechos apartará Jos motivos del con·
visto ligadas por las mismas leyes morales y han tenido Jos mismos !licio. Pero ese no es el caso cuando A y 8 se ven comprometidos por
símbolos rituales. Esta comunidad de experiencias religiosas, allegada un conflicto en el que está en juego sus intereses vitales; A no lucha
a la personalidad total del individuo y a sus acciones mucho mjs lntt· contra 8 , en el caso de un conflicto por la obtención de beneficios eco-
mamente que cualquier otra experiencia supranacional, intelectual y nómicos, porque no comprende las intenciones de 8; más bien Jo hace
estética le pueda ofrecer, ha sido capaz de crear una especie de comu· porque los comprende demasiado bien. Muchos de los soldados norte·
nidad inlemacional, pero no lo suficientemente integrada como para americanos que fueron a Francia se sentían embargados por un senil·
hacer posible un Estado mundial. Por lo tanto, no podemos esperar que miento de amistad hacia el pueblo francés a quien no conocían; pero
las melodías de Tchaikovsky, las profundidades de Dostoievskv. el dis· tales sentimientos no sobrevivieron al choque con la realidad. Experien·
cemimiento de The Federalist y la imaginación de Moby Diclc, que das similares de muchos visitantes amistosos hacia Rusia son dema·
pueden ser compartidos por todos los norteamericanos y los rusos, siado conocidas y no necesitan mayor explicación.
sean suficientes para crear no sólo una pasajera comunidad de sentt- Entre aquellos que desde un principio se opusieron firmemente a
mientos, sino también una comunidad de valores morales y de acciones los objetivos de la política exterior del régimen nazi, aun bajo el riesgo
políticas que hagan a un lado las viejas lealtades y establezcan otras de llegar a una guerra, había quienes tenian un profundo conocimiento
nuevas. la .c ultura ge rmana; y fue p recisamente ese conocimiento el que Jos
la historia, por su parte, ha dado una respuesta inequívoca a h1zo unplacablcs enemigos de aquel régimen. De modo semejante.
cuestión. la unidad cultural, mucho más estrecha que la que cualqu1er le s a nalistas de la historia y la cultura rusas, aquellos que realmente
plan de la UNESCO puede lograr, ha coexistido con la gue.rra en todos corr. pren<.len. a Rusia y a los rusos. tienen como norma el permanecer
Jos períodos de la historia, sin mencionar a las guerras CIVIles, en las Igualmente ltnpermeablcs tanto a la historia pro como antirusea. Ellos
que, por definición, los contendientes son miembros de una misma conocen los objetivos tradicionales del expansionismo ruso tan bien
cultura nacional. las guerras entre las ciudades-Estado griegas, Jos c?mo los. tradicionales métodos de la diplomacia rusa, y si su compren-
conflictos bélicos de la Edad Media, las luchas italianas del Renact· Sión .hubtera tenido alguna influencia sobre el manejo de los asuntos
miento, las guerras de religión de los siglos · XVI y XVII, y aun las guerras ex teno res en .las . democra.cias .occidentales, la conducta de éstas segu·
del siglo XVIII en Jo que concierne a la élite, se libraron dentro del marco ramente habna s1do más mtehgente y exitosa de Jo que realmente t·ue.
596 E l proh/c,a d e la pal La comrmidad numdiat 591

Saber si tal compre nsió n hubiera permitido obtener mejores rclacoo nes ran por completo, y que los r usos pudier an apreciar a Mark Twam tan-
con la Unió n Sovié tica se mantit nc como una pregunta sin respuesta. lO como Jos norteamericanos a Gogol; aunque no arribaran a ese cstad &o,
Una política exterior inteligente y exi tosa depende de la comprensión , aún subsi>tiria entre Estados Unidos y la Unión Soviética el pro blema
tanto po r parle d e los rao rt ca mcrica nos como Ue los rusos, de lo que arnba'i de quién debería con trolar el Cercano Oriente, tal como subsiste hoy
na ciones son y desean. L.'l. raz e ntre Es tados Unidos y la Unión Sovié- día. En tant o los ho mbres continúen juzgando y actuando según sus
tica depende, en Ultinta in stancia, de si Jo que uno de ellos es y desea normas uacionalcs en lugar de atenerse a normas supranacionalcs ( y lo
es compatible con lo que el otn1 es y desea. pro pio puede decirse en cuanto a las lealtades) , la comunidad mundoal
lh ta obse rvación nos señala otru razonamiento engañoso que la seguirá exis tie ndo como un postulado que aguarda concreción.
UNESCO mantie ne acerca de Jos asuntos internacionales. El concepto
de que los connictos intenlacio nales pueden ser eliminatlos mediante
Ja comprensión int ernacional descansa en la suposición implícita de que LA APROXJI\IACION FUNCIONAL
los p roble mas 4ue dan lu gar a dichos conflictos nacen de una fa lta de
compren•ión, y que por lo tanto son imagi na rios y no habría ningún Los organismos especializados de Naciones Unidas
prnhlcma en la ac tualidad digno de mención como para enfrentar a una
nación contra otra nación. Nada podría estar más alejado de la verdad. ¿Como puede llevarse a cabo una transformación tal de normas y leal-
Todas las g randes gue rras que decidie ron e l curso de la historia y que tades? Los organismos especia lizados de Naciones Unidas han señalado
cambiaron la faz po lft ica de la T ierra estuvieron originadas po r cuestio- un camino . Son o rgauis mos aut óuomos que deben su e xistencia a acue r-
nes rea le s, no i111agiuaria s . La incógnita a la que pretendía hallarse re s· dos particulares signados entre varias nac iones , las cuales no son torzo-
puest a en estas grandes con vul siones era invariable: ¿Quién gobernará sarncutc las mi smas en cada organismo. Estos tienen sus pro pias cons-
y 4uién será gobernado ? ¿Quién será libre y quién sojuzgado? tituciones. s us propios presupuestos, s us propios c uerpos políticos y
¿Acaso es la irocomprc usión lo que hallamos en la raíz de las luchas adminis trativos. y cada organis mo tie ne una rncrnbrccía distinta. Los
entre griegos y persas, entre atenienses y macedonios, entre judíos y nombres de algunas de es tas agencia s de las Naciones Unidas son ind•·
romanos, cutre el e mperador y el Papa . entre ingleses y franceses a lo· ca tivos de las fuuciones que desempeñan: Organización lnte rnacto nal ,
nalc s de la Edad Media. e ntre turcos y austriacos, entre Na poleón Y Organización para la Agricultura y la Alime ntación, Banco Inte rnacional
Europa, e nt re Hitler y el mundo? ¿Acaso es la incomprensión ace rca de de Reconstrucción y Fomeu to, Fo ndo Monetario In ternacional, Unión
la cultura , el carácter y las intenciones de los oponentes el núcleo del l r.tcrnacional de Telcco ii iUIIicaciones, Unió n Posral Universal, O rgam ·
pro ble ma por el cual esas guerras se libraron sin que existieran verda- zació n de la Aviación Civil Jnternacioual, UNESCO, Organización Mun-
deras difer encias confl icti vas? ¿O 4uizá podenoos sostener , más bocn, dia l de la Salud.
que en muchas de estas lides fue precisamente la incomprensión de la Las capítulos IX y X de la C · · • de Naciones U u idas establecen las
cultura del con4uistador pote nc ial, s u ca rácter e intenciones, lo 4uc pre- relacion<·s orgánicas y fun cional , entre los or ganismos especializados
servó la paz por un tie mpo, pero que no bien se llegó a la couopreusoón y Naciones Unidas. La Carta e nfatiza. e n un grado desco nocido e n la
de es tos fac to res la guerra se h izo iuevitablc? Mientra s los atemeuses hi storia de la organización iu ternacional, acerca de la responsaboiJdad
r ecltazaron las advert eucias de Demóstenes, la amenaza de guerra se de Naciones Unidas en lo q ue concierne a los derechos y el bie nestar
mautuvo re mo ta; fue solo c uando, de masiado tarde para s u salvacó''"· del individuo, prescindiendo de su afiliación nacional; para e llo ha c rea-
llegaro n a la comprensió n de lo que significaba la dd impe- do en el Consejo Económico y Social un organismo especializado en lle-
rio macedó nico y s u política que la guerra se htzo mevttable. Este co-- va r a cabo esta responsabilidad . Así, el Consejo Econó mico y Socia l tie-
rrelato e ntre la comprensió n y la inevitabilida d del conflicto es una de ne la au torida d s ufic iente para concl uir acuerdos - y e n la cantodad
las melancólicas lecciones que la historia ha legado a la poste ndad : que estime necesario- con los o rganismos especializados, " definiendo
cuanto más concienzudame nte se compn:nde la posición, el carác ter Y los términos por m edio de los c ua les la agt•ncia concerniente habrá de
las intenciones del oponente , tanto más inevitable aparece e l conflicto. vincu larse con Naciones Unidas"' Naciones Unidas puede "hacer reco-
Prescindiendo de sus grandes mé ritos intrínsecos, el programa de mcmbciuncs pa ra lograr la coordinación en t re las políticas y las ac tivo-
la UNESCO es irrelevante en lo que respecta al problema de una comu- d:uks de los o rganis mos cspeci<Oiizados".' El Co nsejo Econó mico y So-
nidad mundial. puesto que su diagnóstico acerca de los obstáculos que cia l podrá turnar las medidas necesarias para obtener informes regula-
se oponen a una comunidad mundial es erróneo. El pro-- res y especiales de los o rganismos es pecializados y lle vará a cabo las
ble m a de la comunidad mundial es mo ral y pohtJco, y no mtelec tual Y rareas que le solici te n los miemb ros de Naciones Unidas y de los orga -
esté tico. La comunidad mundial es una comunidad de Y nimos cspccializados.s
de accioues políticas, no de dotes morales y de aprecJacJón estét1ca.
1 Artfculf" 6.1, 1".
pongamos que fa educación y la cultura tanto norteamencana com 4 Articulo 58; cr. también articulas 62, 63, parágrafo 2.
rusa pudieran elevarse al mismo nivel d e excelencia o que se amalgama- 5 Artfculo$ 64, GG, pará.:ra.Jo 2.
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El aiotema de Nacionn

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Comerenoa de las NKooo.lo


Ubre Cornerc.o y
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pera 11 Deurrcl'o !PNuOI

fondo de las Kaoonn l.hdu


.. Oeutralo de

de teStOnes
petmanemes y ad-hoe.

-- - - - - - - · ------------
600 E l proble!ma tle la pu l La comwridad m rmd ial 60 1

¿Cuál es la filosofía que refuerza las ac tivida des económicas y so- sn rg1r de la sat1sfacc1ón de neces1dades comunes co mpartidas por los
cia les de los organismos e specia lizados comprometidos con la coope ra. mtc mbrns de dtfcr·c nt es naciOnes Los organismos de Na·
ción de Unidas? ¿Qué impo rtancia debe atribuírsele a esta 11- ciuncs Unidas. que sirven a los pueblos Jc todo el m undo presc indie ndo
losofia e n e l problema de la comunidad internacional? So n e s tas c ues- ele la s fronteras nacional es, podrían c rea r. por e l mero hecho de su pro pia
tione s fundame nta les ace rca de los organ is mos especia lizados a las que ex is tencia y su desempeño, uua cornunitJatl de intereses, valoraciones Y
e l profesor Mitrany loa res po ndido, con gran brillo y persua,ión, de la acc io nes. En última in s tancia, si tales orgaui smos internacionales lueran
siguiente fonna : lo snficicntc mcntc numerosos y s irvieran a los ruás intpor tant es requcn ·
111 icnlos de los pueblos del orbe, las lealtades a estas instituc iones Y a
Si el ntal p roveniente de gue rras y conflic tos se origina en la di vJ· la coonuni<lad inle rnacional de la cual serían sus órganos podría s npe·
sión munJn eu unidades políticas a is ladas y compitiendo uuas rar las lealtades a las distintas sociedades nacionales y a sus institució-
con o tras, ¿podrá exorcizárscles simph.:mcn tc o n.·du- nes. Para <lemos lrar que un desarrollo semejante es fac tible aun bajo
ciendo las lineas di visorias? Cua lquier rcorga ni z.ac iün po lítica en las presentes condiciones, el profesor Mitrany resalta principalmente las
unichuies sep:1radas debe, tarde o tcmp rnno . produci r los mi s mos expe riencias aliadas durante la seguuda guerra ntUudial en el rnanejo
efec tos; cualqu ier s is tema internac ional que hay.1 de inlruduc ir
de organismos intenoacionalcs, tales como el Comité An glo-Ame ricano
e n un OHJndo nue vo Ltcbe produc ir el efecto opues to al de dis minuir
la d ivi s ión política . Tal corno puede preverse, sólo hay Jos form as de 1\la tcrias Primas y el Cen tro de Abas tecimientos al Medio OrielltC-
de alcan1.ar ese objetivo_ Una seria a través de un Estado lllUI1<lial Estos ejemplos enfocau Je manera pene trante e l problema surgido al
que podr ía hacer desaparecer a la fuel-La la s di visiones po líl icas. 1ratar la aproximación funcional.
Otra fo rnta sería la ya ex puesta en esl as p;.tginas, la que se nbicouia En tiem pos <le guerra las lealtades tanto a la causa como al interés
po r enc ima de las divisio nes polilicas por medio de un co njunt o d2 común e11 oblener la victoria sobre el enemigo se sobreponen a las di·
organ is 1110S y acti vidades inte ruacio na les, ett las c ua les y a través versas lea ltades nacionales y ello hace posible el éxito operacional de
de las cua le• los inte reses y la vitla de todas las naciones se inlc- los o rganismos internacionales de mayor importancia. En tiempos de
grariau de rna ut.• ra gradual. Es te e s e l catuhio fuJu.latnent al al c ual paz, parece pesar mucho más lo que la nación puede ofrecer al indiVI-
debe aspirar todo sis terna int c ruacioual que se precie de e ficaz, y
a l c u a l de be coutrihui r: hace r del gobierno int e rnacional 1111a CJIII duo que los bene ficios de rivados de los organismos internacionales,
dad cocxtensi va con las actividades inlemacionales. Debe preo- aunque ya es un hecho cada vez má' reconocido que los ciudadanos de
cupa rse ta nlo como le sea posible por las necesidades co munes qnc dis lintas naciones tienen ciertos intereses en común, tales co mo la su·
sean e videntes. mie ntras que debe insistir lo 1nenos posible sob re pe rvivenc ia física por medin de la erradicación de la guerra atómica y la
una nuidad social aún no reconoc ida co111u tal que se halle solo en no proliferación Je armas nucleare s , la protección del medio ambiente
estado la tente .. [De es ta forma ] la propia comunidad se conver- y la prosperidad económica mediante el control del comercio interna·
tirá en cue rpo vivo, no a través de u n aclo escrilo de fe sino por ciona l, e l sistema mone tario y las corporaciones multinacionales, t odo
medio de un desarrollo orgáuico activo . . . Esta te111lencia t rata de lo c ual sólo pue de realizarse partien<lo de moa base supranacionaL Mas
o rgan izar e l gobiemo a lo largo de liucas de uecesidades y fines es-
pecifico s, acordes con las condicioues ímpucslas por su tie mpo y pa rtic ula rme nt e, los conflictos de poder que se paran a las naciones y
lugar, cu vez de la lra dic!oua l organización basada en la divi sió n la inseguridad ljUC ellos crean, tornan a la identificación con la nación la
co ns titucional d e derechos y poderes co n sus propias jurisdiccio- inquie tud primordial de la mayor ia de los miembros de todas las na·
nes . _. Es la aproxiuoació u funcio nal .. . podria ayudar al desarro llo ciones. Es la nación quie n o frece a lus individuos su protección y la sa-
de tareas co utuues p(Jsi ti vas y construc tivas, as í coJno de hábi1os e tisfacción inmediata de sus n..:c cs idadcs materiales, g ratiticaciones que
intere ses cou1UIICS, con lo que las fron te ras pe rdc rian s u siguificado. cumple n las veces de sustitutos para sus anhelos de poder. Los orga·
sobrepasad a s tauto por e l crecimiento natural. de las actividade s co- nismus es pecializados J e las Naciones llnida s o [ recen -con algu11as pocas
munes como po r cJ accion a r de los o rgarus m0s adnunts lra ttvos
exce pciones esporádicas, tal como la asistencia de la Organizació n Mun·
comune s .6
dial de la Salud a l combatir una epidemia- esperanzas y satisfacciones
muy alejadas de la expe rie uci a direc ta del común de las ge ntes, y que
E s1a es, n ecesaria 111enr e . la fo rn.a e n la qut> las co111unida dcs c recen,
hace rse sentir sólo pur inte rmedio de los organismos nacJOna-
a sí co 1no la form a en que los gobie rnos surgen de las com unida de s. Ya
ILs, e n t:ol g rado que se hace muy arduo rastrear su origen internacio-
he m os vi s to que 1;¡ soberania fue un hecho antes de ser una teoria, y
nal. Cuando envia mos una ca rla a Ull país extranjero, ¿quié n piensa en
4 ue d pueblo no n ca meri ca no lonnó una ..:umun idad a nlc' ele c xi"ir agra decer a la Unió u Postal Universal la contribución que este organis-
como Esta do. Luego, ¿có111o puede crearse u11a comumdad donde no
Jr.O internacional realiza pa ra hacer posible dicha operación?
L'XÍ stc ui11guna?
De igual moJo, las contribuciones que los organismos funcionales
Siguie11do a l profesor Mitrany, una comunida d inte rnacional de be
inte rnac iuna lcs hace n eu pro d el bienestar d e los miembros de todas
las naciones se marchitan e n la oscuridad _ Lo que queda a ,la vista son
tt David Mítrany, A \Vcrking Peace System , National Peace Council, Londre..
4• ed., págs. 14, 15. 18. 28 . 34 y 35. Reproducido con autorización del auto r . los e normes co nflic tos políticos que dividen a las grandes naciones de
...
602 El problema de la pal La comunidad mundial 601

la Tierra y que amenazan el bienestar del perdedor, y aun su propia de los participes o en el organismo mismo, con las pretensiones leples
existencia. Esto no es cuestión proveniente de un falso enfoque nacido a la igualdad que todos los participantes reclaman.
de la i¡norancia; es más bien el reconocimiento del hecho innegable Estos procedimientos también son noveles -y a este respecto van
que, desde un punto de vista funcional, lo que el gobierno nacional hace más allá del modelo que proporcionan las nuevas Naciones Unidas-
o deja de hacer es mucho más importante para la satisfacción de las en el hecho de que tratan de borrar la distinción tradicional entre asun·
nece•idades del individuo que lo que el organismo internacional espe- tos domésticos e internacionales, y, a la vez, el igualmente tradicional
cializado hace o deja de hacer al respecto. Más importante que cual- principio de no intervención en los asuntos internos de otras naciones.
quier otra cosa es la capacidad del gobierno nacional para defender a La verdadera esencia de estos nuevos procedimientos es que ellos trans-
su territorio y a sus ciudadanos en contra de la agresión externa, y man· forman en asuntos de incumbencia internacional problemas tales como
timer la paz dentro de su territorio, asf como facilitar los procesos de la preparación militar, la productividad industrial, precios y aranceles,
cambio social. El menosprecio con que el público trata a los organismos todos los cuales están tradicionalmente considerados como incluidos en
internacionales especializados no es más que un exagerado rellejo del la jurisdicción exclusivamente doméstica de las naciones particulares.
papel secundario que ellos juegan en la solución de los problemas inter-
nacionales más importantes.
Esta última afirnaación es particularmente cierta cuando no hav La Orcanlsadón del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
ningún conflicto entre los intereses nacionales de una determinada na-
ción y los objetivos y operaciones de un organismo internacional especia- El tratado que estableció a la OTAN fue firmado el 4 de abril de 1\14'1
lizado. En caso de hacerse presente algún conflicto, el interés nacional por Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Gran BretaAa, Italia, Luxem-
prima por encima del objetivo internacional. Sab_ido esto, adquiere pro- burgo, Noruega, Paises Bajos, Portugal y Estados Unidos; Grecia y Tur·
fundo significado que, de los dos ¡¡randes antagonistas en la escena del qufa se unieron a la Organización en 1952; Alemania en 1955. El tratado
mundo político contemporáneo, uno, la Unión Soviética, tradicionalmen- establece el principio de la seguridad colectiva para sus miembros. Se-
te temerosa de intervenciones extranjeras y celosa de la integridad de gún el articulo 5, "un ataque armado en contra de uno o mis de ellos en
su sistema político y económico, haya ingresado sólo a tres de los nue- Europa o Norteamérica será considerado como un ataque contra to-
vos organismos especializados - la Organización Internacional del Tra- dos ..." y será resistido por todos. Este propósito general no distingue
bajo, la UNESCO, la Organización Meteorológica colabora a la OTAN de las alianzas tradicionales, ni tampoco lo hace el objetivo
con uno -la Organización Mundial de la Salud- y es m1embro de dos inmediato de incrementar el poderlo militar de los miembros. No obs-
que han existido por más de un siglo y que son los de índole meno;; tante, la OTAN persigue como propósitos más amplios el mantenimiento
política: la Unión Postal Universal, que se establec1ó en 1874, Y la de la estabilidad polltica y económica entre sus miembros, y el estable-
Unión Internacional de Telecomunicaciones, que reemplazó a las Umo- cimiento -de lazos más estrechos entre ellos, y está empeñada en lograr
nes lnternaciouales Telegráfica y Radiotelegráfica de 1865 y 1912 res- estos objetivos a través de una intrincada organización multinacional.
pectivamente. . El propósito de esta organización es dar una dirección central a las
Por Jo tanto, la respuesta a cómo puede ser una comumdad politicas militares y económicas de sus miembros sobre la base de
internacional por medio de una aproximación funcional reside en la es· acuerdos negociados entre ellos. En estos ambiciosos objetivos, asl como
fera de la política internacional. Esto se comprueba med1ante el anáh· en las técnicas empleadas para llevarlos a cabo, la OTAN se muestra
sis del papel que representan, y pueden representar, a_l re_specto, tres como un tipo de organización funcional, pues va mucho
clases distintas de organismos especializados: la Orgamzac1ón del 1 ra- mas allá de los Umues de una alianza tradicional.
tado del Atlántico Norte, las Comunidades Europeas, y los organ1smos La organización de la errAN está encabezada por el Consejo del
para la asistencia técnica y económica. Todos estos or_g anismos .ttenen Atlántico Norte, compuesto por funcionarios de los gabinetes de cada
algo en común: tratan de resolver un problema comun, que mnguno uno ac los Esta_dos miembros. El Consejo es el supremo cuerpo guber-
de Jos participantes podría solucionar por su pro_pio esfuer-zo, _Y lo hacen nativo de la OrAN; formula los programas de producción para sus
mediante la coordinación de las funciones técmcas en un mvel supra- m1embros; requerimientos presupuestarios; calidad y cantidad de las
nacional. Con tal fin utilizan y desarrollan los nuevos procedimientos de co nt ribucioncs militares, además de otros objetivos similares. En estas
gobierno internacional a los cuales ya nos hemos referido.' . . tareas Consejo es asistido por una plana mayor internacional bajo un
Estos procedimientos son novedosos en dos aspectos dtstmt?s- Las general, que es realmente un cuerpo internacional que trabaja
nuevas Naciones Unidas les han servido de modelo para comb1nar la exclusiVamente para la organización; es la burocracia civil y permanente
dirección central en la ejecución de su poHtica con acuerdos negociados de la OTAN.
respecto a la naturaleza de la política a seguir. De esta manera com- Bajo el Consejo operan varias entidades civiles y militares. La orga-
binan la superioridad fáctica de poder y recursos, que res1de en uno nización militar de _la OTAN está encabezada por el Comité Mi,ltar,
1 v...., el capitulo 211, 11ltlmoo d.,. apartadoe. compuesto por los ¡efes de Estado Mayor de las naciones miembros.
604 E l pro b lem a de la pa¡ lA com u nid ad m u ndial 605

Este Comité a5Csora al Consejo en a suntos milita res. proyecta medidas des o pc rnn ('n la ac tua lidad bajo una a uto ridad e jecutiva común,
para la de fensa común y e s a s istido a su vez por el Esta do Mayor Milo- cidn como la Com isió n E u ropea , un parlamento común - la Asamblea-,
lar Internacional. E ste es responsable por la estra tegia general de la y un Tribuna l de Ju st icia común; un Consejo de Ministros '! u':'
de(cnsa del Atlá ntico No rte 'Y da las directiva s e instrucciones militares Econó mico y Sodal comple tan los ó r gan os. Puesto que las m sutuctanes .
a los va rios comandos de la OTAN. De ta les comandos el m ás impo r- comunes han se guido el pat rón de la Comunidad Europa del Carbón Y
tante es el Cuartel General Supre mo de las Fuerzas Aliadas en Europa, del Acero, e l aná lisis de ella nos servirá para dilucidar la estruc tura
mas conocido por su sigla en inglés: SHAPE. Bajo el Comandante Su- gubc rnamrnt a l.
premo Alia do en Europa tiene a su cargo la dirección de las fuerzas in- Comunida d Europ ea de l Car bón y del Acero fue crea da co n e l
tegra das en la Europa OccidentaL El SHAPE mismo es un verdadero pro pósito de es tablecer un me rcado único para la producción de carbón
orpnis mo internacional, al esta r co mpuesto por oficiales de alta gra· y de acero e ntre su s miembros. La Alta Autoridad, predecesora de la
duación de los diferentes Estados miembro. El Comandante Supremo Comis ió n Euro pea. fue el ó rgano ejecutivo de la Comunidad. Se supo-
recibe sus órdenes del Comité Militar, pero tiene como prerrogativa el nía q ue ac tuab a "con com ple ta independencia. en inte rés ge ne ral de la
acce>.<> directo a los jefe s de Es tado Mayor y a otros a lto s ofic ialc• de com u nidad ''. sin r ecibir in struccio nes de ningún gobie rno, por lo que
cualquiera de las naciones miembros . e ra realmente un ó rgano supranacional. Tenía e l pode r de tomar dccl·
La OTAN se muestra en sus propósitos como el más ambicioso de sionc.-;. o bligato rias respt'c to de los precios para e l carbón y el a ce ro , 1m·
los nuevos orga nismos especializados , pues comprende a la política mi- put·stos . multas por violaciones a sus órdenes, dirección de las •nver·
htar, económica y financiera de las naciones mie mbros , y tmta de llc\'ar sio ncs . créditos y prés tamos. La Asamblea Común se componía de n
adelante los nuevos p rocedimientos de gobierno internacional sostenién- miembros elegidos por los parlame ntos nacionales o por e lección
dose en un especifico campo técnico que tiene un propósito común. Si popu lar . Debia aprobar e l info rme a nual de la Alta Autoridad, y podia,
la OTAN a lcanzari o no su objetivo militar inmediato y sus mis amplios con dos te rc ios de los vo tos, o bliga r a la renu ncia de sus miembros. 1::1
y remotos planes soc:io-politicos depende de la fue rza relativa y de las Co nse jo de Ministros, compuesto por un representante por cada Estado
relaciones entre tres fac tores: ¿Cuin urgente considerarin los miem- m ie mb ro , se rvia de enlace entre la Alta Autoridad y los Estados miem-
bros de la OTAN que es el establecimie nto de un sistema defe nsivo uni- bro . y también com o control de la Alta Autoridad, pues to que para las
ficado ? ·Cuán importante s les parecen sus intereses nacionales particu- más im porta nt <•s decisio n es de ella se reque ría la concurrenc ia del Con-
lares enfrentados con la urgencia de e sa común tarea militar? Y. por sejo . El Tribuna l de Jus t icia fa llaba en las a pelaciones sobre las deci-
último, ¿qué innuencia tendrá el poderio norteamerica no sobre las re- sio nes to madas por la Alta Auto ridad y anulaba los actos incons tituc oo-
laciones que las politicas de los Estados miembro establecerán <!ntre do- na les de la Asa mblea Común y del Consejo de Ministros .
ch.a tarea militar común y esos intereses Dicho de ?tra La importanc ia d e toda s las Co munidades Europas como organau-
fonn:>, ¿ a cuil de las dos darán prioridad las políticas de los E sta- ciones fun ciona les se advierte mejor en e l propósito político que desean
dos miembro? . servir. Aparte de es fo rza rse por compensar, a través del e sfue rzo con-
Este juego entre un interés común supranaciooal, intereses nacto- junto. l.os ptird id a s de pode r q u e las distintas naciones europeas puedan
nale s particulares, y el poderio será e_l que dete rmone e xper ime ntar, las co munidades europeas constituyen un intento revo-
si la OTAN podrá o no lleva r a cabo su cometodo. El ¡uego de_los pro- luc ionario en la resoluc ió n de un problema político de larga data, pro-
meros fac tores es decisivo no sólo para el futuro de la OTAN sono ta m· ble m a q ue se carac teriza por dos hechos b ásicos. Uno rs la superioridad
bién para el éxito o el fracaso de los otros proyectos, que bajo la fonna nalllra l de Alem a nia entre las naciones de Europa y el otro es la mala
de c omun ida des europeas unifican a las naciones de Europa sobre bases d isposició n de esos países eu ropeos para a ceptar tal preponde rancia
func ionale s. nat ura l. La s co n vuls iones que ha n te nido lugar sobre el conti-
nen te desde 1870, a sí c o m o los pasos diplo mático s que las prece die ron,
Las eomunidada eii.I'Ope&S han s ido do mina das precisam ente por estos dos hechos.
Ta nt c a octes como d espués de la p ri m e ra gu erra mundia l , Francia
Las Comunidades Europeas consisten en la Comunidad Europea r ·oc·" ú e nfrent a rlos medi ante lus m é todos suge ridos por el equilibrio
Carbón y del Acero, la Comunidad (Mercad o Co· d t· nock r t:tl cumn hab b n sido en siglos a nte rio res. Tra·
mún) y en la Comunida d Europea d e Ene rgaa Atomoca ( E ura tom) . La tó el.- co111pcn• ar su p ro pi a debi lidad a través de un sis te ma de a lianzas
Comun idad Europea del Ca rbón y del Acero entró e n vogor el ZS de q ue co ntra b a la ncea r ía la n a tur al s uperio ridad de Alemania; pero Ira·
julio d e J952, mie ntra s que las otras d os comunidades c omenzaron a ca,(·· en inte nto s. en a mbas gue rras mundiales F ranc ia fue sal-
operar e l l! de e ne r o de 1958. Su es _la mosma, vada no r or " ' p ropia fu c n .a ni por la de su s a liados contine ntales ,
pues consiste en Alemania Occide ntal, Bélg¡c a , Francaa_. l.talta, Luxe m - si no por la in te r venc ió n d e Gran B reta ña y . m ás particularmente , d e
burgo y Jos Países Bajos. Sus órganos, originalme nte .s omalares Un idos. Este fra caso es o tro hecho que debemo s te n er prcsen-
independientes, s e fusionaron en 1967. En consecu e nc oa, las c omunoda tt' a l o:va lu:n· los r ies gos d <· las comunida des europea s .
....
606 El problema de la pa¿
La comunidad f:IJ7
comunidades cons tituyen una d esviación revolucio na na de
l?s trad•c•onaJc:s métodos media nte los cuales po tencias de m enor les son las relaciones e n tre la Co mis ión y el Consejo, organismo re pre-
ua han de oponerse a las mayores. En vez de contrarrestar CS..! SCII tativo de los gobie rnos afectados ? ¿Qué uso hará la Corte de sus
poder superior a través de un sistema de a lianzas, las podcn.:s , enorm es a l men os sobre el papel, con respecto a las activida-
otras de Europa Occidental tratan de atraer, por as í decir, a des d e la Comis ió n, la Asamblea y e l Co nsejo?
Alemania hac1a sus brazos a fin de desarmar-la v de volver inocuo el En segundo lugar, ¿cuá l es la di s tribució n del poder entre los orga-
poderío alemán. En otras palabras, las c ur*OpL·a.s nis mos de las comunidades y Jos go b iernos miembro? Conforme con el
son un_ ensayo de fusión de un poder superior con un infe rior, con el Estatut o, la Alta Autoridad como órgano ejecutivo de la Comunidad del
propóstto de crear un control común para una fuerza combinada. Uc Carbó n Y del Acero, por eje mplo. c umple sólo funciones primordial-
esta manera Europa Occidental supone que está capacitada para p re- mc nl c invcstigalivas y sus poderes son indirectos. Prácticame nte carece
v·' '"'r el uso que pueda hacerse de la superioridad germana con propó- de pode res administrativos directos d e ntro de los territorios de los pai-
sitos. hostiles, en e l sentido de crear una nueva hcgc- ses mie mbro. Su principal poder radica e n el campo de las invers tones,
monta de Alemama por encima del continente europeo . y aqu í su poder es de índole negativa, pues lo que hace es n egar las in-
Las comunidades europeas son igualmente revolucionarias en lo versiones. prést a mos y garantías para las naciones recalcitrantes. Pero,
que concierne a la manera en que tratan de llevar a cabo su objetivo. ¿qué p rocedimiento se debe seguir cuando esas recalcitrante s nac1ones
En otros tiempos, especialmente en el periodo entre las dos gue rras miembro no necesitan de tales préstamos o pueden obtenerlos en
mundiales, la unificación de Europa ya se había intentado desde arriba, otro lugar?
por así decirlo: se propuso o estableció una organización jurídica am- En tercer lugar. ¿cuál es el grado de unidad entre las naciones
pial; incluso se conformaron los marcos legales para ese gobie rno ge- miembro en los campos económico, militar y polltico? Dicho de otra
neral que demarcaban la me ta de esos empt•ños. El actual Conse jo de fo rma, ¿cuál es la relación entre esos deseos de comunidad de intereses
Europa, compuesto por un Comité de Ministros del E•terior y una e n cues tiones tales como el carbón, el acero. la energía atómica y el
Asamblea Consultiva de delega dos nacionales, se mu.!ve dentro de esa comercio , y los intereses de los paises miembro en la esfera de lo ec<>-
tradición. Pero las comunidades europeas parten, valga la e•presión, nó mico, lo militar y lo político? ¿Hasta qué punto, por ejemplo. las
desde el punto opuesto de la estructura prevista; se inician desde la insati s fec has as piraciones de todos los alemanes para lograr la reuni-
base en lugar de hacerlo desde la cima. Es!An empeñadas en crear una ficació n de su país, o las de Francia para alcanzar una posición nacional
unidad funcional dentro de una esfera de acción limitada, en la supo- dominante, obs taculizan las operaciones de las Comunidades? ¿Acaso
sición de que su actuación conducirá, en primer lugar, a una comuni- los interese s económicos de Francia y Alemania en las Comunidades son
dad de intereses dentro de esa esfera particular y que su ejemplo se
Jo sufi cie nt e me nte fue rtes como para contrarrestar y aun trascende r sus
difundirá a otros campos funcionales, tales como la agricultura, los inas t1s fcchas as piraciones nacionales?
transportes, la electricidad. las fuerzas militares. Finalmente, se espe ra
que esta serie de unidades funcionales propicie el crecimiento orgánico
de la unidad política. Una vez que todas las organizaciones funcionales
se han establecido como corresponde, la soberanía habrá sido transfe- Orcanismos para la asistencia económica y técnica
rida de hecho a un gobierno europeo común mediante pasos graduales
y sin que las naciones individuales caigan en la cuenta de ello. Tanto la OTAN como las Comunidades Europeas son organismos regi<>-
El é•ito de este proyecto depende de tres factores fundamentales, nales que se hallan relativamente adelantados en la consecución de sus
todos relacionados con los intereses nacionales de las naciones ind:·:: pro pósitos, en los asuntos que tratan y en sus procedimientos. Sin des-
duales y con la distribución del poder e ntre ellas. La prime ra cuestión med ro de ello, a ún son muy inferiores a muchos organismos funciona-
que se plantea al respecto es: ¿ Cuál es la distribución interna del poder les . a vanzados en estos aspectos por su carácter regional. Si tie-
dentro y entre Jos varios organismos de las comunidades europeas> nen exuo, habrán superado el obsoleto separatismo de la nación-Estado.
¿ Cuál es, por ejemplo, la composició n de la Comisión Europea ? ¿ Esta Pe ro s u contribución a la comunidad mundial continuará siendo una
integ rada por técnicos que sigue n un curso de acción indepe ndie nte c ues tión disc utible , pues . aún resta averiguar cuál será la política que
sobre la base de sus convicciones técnicas acerca de lo s mej o res mé to- Esas nuevas umdades regtonales supranacionales seguirán hacia el res to
dos en, digamos, la producción y la distribución del carbón y del a cero, d el m.undo.• Dadas las actuales condiciones de la política mundial, lo s
o a caso se trata de representantes de Jos gobiernos miembro, quizá no o rgant smos functonales de una regló n natural no pueden evitar el ser
bajo sus órdenes pero incapaces de olvidar los inte reses nacionales de arrastrados por los conmctos político s pendientes en uno u otro bando.
las naciones miembr o y su propia dedicación hacia ellos? Po r lo tanto, mie ntras ejercen una influencia comparativamente unifi-
¿Cuál es la relación entre la Comisión Europea y la Asamblea, esa .:a n te - en lo que respecta a la nació n -Estad<>- estos organismos tie-
representación pseudoparlamentaria de las naciones miembro? ¿Y c uá-
' Véast el capitulo primer apart..so.
608 El problema de la paz !.a com u ,idad m wrdia l 609

n e n, en lo que concierne a l objetivo último de una comunidad mund1al , ayuda. y el obj eto a la c u al se aplica. d eb e n prest arse a c rear una
y en el corto plazo :.ti menos , que fo rtalecer las fuerzas divergente s. con exión entre la ayuda y la polit ica del donante , de m o d o que sus _mé·
Los organismos para la asistencia económica y técnica impiden en r itos se reflejen sob re la última. Los casos e n que se ha doc ha
buena medida es ta ambivalencia del regio nalismo. pues la ay uda propor- conex ión a través de las politicas de a yuda externa de Nacion es Unodas
cionada por ellos es, a l menos potencialmente, d e alcance mund1al ; pero 0 de organismos de Occident e son más bien raros, y pued e d ecorse
son amorfos en s u materia prima, pro pós iaos y p rocedimie nt os. DI! e llo que son accidentales anles que p remeditad os; ni e l o bjeti vo ni lo s
se deduce que su influencia en la unificación del mundo, sobre una ba s•.; procedimientos. tal como exis te n en la ac tualidad, son conducentes al
funcio nal y en el corto plazo. será intangible, vagarosa y polít icamcntl! establecimiento de una conexión semejante.
ineficaz. Esta afirmación es ap licable a los t res grandes grupos d e orga· Los objetivos a que se dirige la ayuda económica y técnica abarcan
nismos de este tipo: los organi s mos especializados de las Nacio nes Um- toda clase d e n ecesidades personales y socia les, t anto e n el ca mpo de
das y la Junta d e As istencia Técnica, los establecid o s unil a teralmente la educación y la salud como e n el de la a dmini s tración pública y la
por la Unió n Soviética y E s tados Unidos. y los q ue proporciona la Co- energia hidroeléc trica. Esta proliferación de es fue rzos es enorme. no
munidad Britán ica d e Naciones bajo el Plan Colombo. Es tos orgam s- só lo con ¡-esp ccto a los o bjetivos mi s mos de esa ayuda sin o ta mbié n
mos han sido politicamente más eficaces cuando se han visto estrecha 4

en lo que se refiere a las fuent es d e las que e mana baj o la forma de


mente ligados a los interese"i políticos de una nación en pa r t icular, tal distintos organismos nacionales e internacionales. Ello obstaculiza a los
com o la Unión Soviética, consti tuyéndose por lo tanto en la negación, a l recipie ndarios pa ra poder a tribuir los bene ficios que reciben a una
m enos en el corto pl azo, del ideal de una comunidad mundial. fu ente supranacional en particular, y para transfonnar e sa fuente en un
Dejando de la do sus obvios aspec tos humanitarios, los fines que simbo lo d e benevolencia en la que tienen mayor interés que sus gobie r-
persig ue ta l programa de asistencia económ ica y técnica tie nen impllcan- nos nacionales, y a los que, por lo tanto , d eben trans fe rir s u s lealtades .
cbs política s m enos evidentes. Po rque las áreas subdesarrolladas políti· E s ta t ran sfer encia de lealtades nacionales se ve aún más entor 4

camentc más im rort antcs d e l mundo son aqué llas confo rmadas p or na- p ec ida po r los procedimientos pautados que siguen esos organismos.
dones no compro met idas. cu ya adhes ión es dbputarla p o r el y el Pres ta n ayuda, generalmente. sólo cuando le es requerida por los go-
Oestt-. Y en esa competencia la pro mesa de una vida m ejor es un arma biernos en lo particular. Ade más, e l propósito, la clase de a yuda y las
importa nte, y el h echo de proporcion ar esa vida mejor es más im - m oda lidades de su ejecución se hallan sujetas a los acuerdos realizados
p ortante aün .• entre el o rganismo y el gobierno recipiendario. Ba jo tales condiciones.
Pero lo que c rea lealtades políticas por parte de los recipiendarios e l orl'anismo a parece probablemente ante los r ecipiendarios individuales
n o es la ayuda como tal o s us benéfi co s resuhados, s ino la relación po- como un agente d e s us respectivos gobiernos. asis tiéndolo s por su propoa
sitiva que se establece en la mente d el reci piendario entre la ayuda y s us iniciativa y según sus propios proyectos. Tales apariencias tenderán
res ultados por un lad o, con la filo sotia política, el a fortalecer las lealtades nacionales y. de igual forma. a impedir la
político y los objeth·os del donante, por el otro. Es d ecir que si el r eci- transferencia de las lealtades nacionales al símbolo supranacional sobre
pie ndario continúa negándose a la filosofía polil ica, al sist ema y a los el cual fundamos el desarrollo d e una comunidad mundial. De lo hasta
objetivos del d o nante. a la ayuda que de é l ha recibido, se pie rden aquí ex puesto podemos ext raer la conclus ión d e que a s is tencia econó-
Jos efectos polít icos de e sa ayuda . Igual afir mació n puede hacer >c SI se mica y técnica, ta l como se halla concebida hoy día, dejará al problema
muestra impermeable al argumento d e que la ayuda recibida es una de la paz internacional, y en e l mejor de los casos, tal como lo e ncontró,
m a nifes tación nalu ral. s i no inevitable, de la fil osofía política, el s is tema Y en e l peor de ellos, contribuirá a empeorar lo s conflictos inte rnacio-
y los objetivos del donan te . As í. la ayuda económica y t écnica sera pol i- na les po r el fortal ecimiento de las lealtades nacionales de los individuos
ticamen t c inütil e n tanto el rec ipie ndario diga: "La a yuda e s buena. a través de las áreas s ubdesarrolladas d el mundo.
pe ro la política del do na nte es mala", o bien, " La a yuda e s buena, pero Come nzamo s p roponiendo que el primer paso hacia el arreglo pa-
la politic a de l d ona nte, bue na, m a la o indife rente, nada tiene que ve r cifico de los conflic tos inte rnacionales que pudieran conducir a la guerra
con e lla ...l0 era la creación de una comunidad inte rnacional como fundamento d e l
Para que p ueda eslablecerse una com unidad entre el d on ante y e l mundial. Encontramos que la c reación de una comunidad in-
recipiendario, los procedimientos a través de las cuales se o torga la tern:lcio nal presupone como mínimo la mo d e ración y la di sminuc ió n
de conflic los inte rnacionales ta nto com o que los inte reses d e
• veasc lo que rue dicho sobre este aspecto de la lucha por el dominio de m1c mbros :.1 favo r de la unificación p redominen por e ncima de los
las mentes de Jos hombres en el capitulo 20, segundo apartado . . mr crcscs d e las naciones mie mbro que prefieran la separación. ¿Cóm o
10 A los erectos d e simplificar y limitar el argumento a sus aspectos pollttcos
esencicles. suponemos aqul que la asistencia económica .Y técnica p uede n moderarse y dis minuirse esos conflictos intern acion a les? H e
recibida como un " bien" por parte del recJplendano. En realidad , tal asts· aqui el in lc rrog;l ntc fin a l que requie re nu estro examen.
tenct:l bien puede provocar tensiones psicológicas y dLSloques aoclales que
pueden c rear en el corto plazo más problemas de los que prctendla resolver
por lo tanto. puede Uepr a ser r echuada antes que bienvenida.
DECIMA
PARCfE
El Problema de la Paz:
La Paz mediante Acuerdos
3 _l
La Diplomacia

Vimos que la paz internacional no puede mantenerse por vías de la


limitación de la soberanía nacional, y hemos atribuido las razones de
esta imposibilidad a la propia naturaleza de las relaciones entre. las
naciones. Concluimos entonces que la paz internacional procurada me-
diante la transformación de la sociedad actual, integrada por naciones
soberanas, en un Estado mundial, es imposible dadas las condiciones
morales, sociales y políticas que prevalecen en nuestro tiempo. Si dicho
Estado mundial es inalcanzable en nuestro mundo, pese a ser indis-
pensable para la supervivencia del mismo, se hace necesario crear las
condiciones bajo las cuales no sea imposible ya desde un comienzo
el establecimiento del Estado mundial. Sugerimos, por lo tanto, y como
primer requisito para el surgimiento de tales condiciones, la modera-
ción y reducción de aquellos conflictos políticos que en nuestro tiempo
ponen a las dos superpotencias una contra la otra y traen a nuestra
memoria el espectro de una guerra apocalíptica. A este método para
establecer las precondiciones de una paz permanente lo denominaremos
paz por n1edio del ajuste; su instrumento es la diplomacia.

LAS CUATRO TAREAS DE LA DIPLO'M ACIA

Ya hemos subrayado la importancia superior que tiene la diplomacta


como elemento del poder nacional. La importancia de la diplomacia en
la preservación de la paz internacional no es más que un aspecto par·
ticular de esa función general; una diplomacia que concluye en la guerra
ha fracasado en su objetivo primario: la promoción de los intereses
nacionales por medios pacíficos. Esto ha sido siempre así y más par·
ticularmente en vista de las potencialidades destructivas de una guerra
total.
Tomada en su más amplio sentido, que comprende toda la esfera
de acción de la política exterior, la tarea de la diplomacia es cuádruple:
l) debe determinar sus objetivos a la luz del poder real y potencial-
614 El problema d e la paz. lA diplomaci!l 615

mente disponible para a lca nzar tales metas. 2) Debe evaluar los objc. tarsc a la alternativa de dar marcha atrás y reconocer su derrota o
tivos de otras naciones y su poder real y potencialmente disponible continuar avanzando y verse ante el riesgo de la guerra.
para alcanzar sus metas. 3 ) Debe determinar hasta qué punto estos Una nación que trata de seguir una política exterior inteligente Y
objetivos diferentes son compatibles entre si. 4) Debe em plea r los me· pacífica nv puede dejar de comparar sus propios objetivos los de
dios apropiados para la consecución de sus obje tivos. El lracaso en otras naciones a la luz de su compatibiJidad. Si son compatibles , no
cualquiera de es tas tareas puede comprometer e l é xito de la polftica se presentará ningún problema. Sí no son compatibles, la nación A debe
exterior y con ella la paz del mundo. de te rminar si sus objetivos son a tal punto vitales como para ser se·
Una nación que se fije objetivos sin contar con el poder indispcn· guidos a pesa r d e su incompatibilidad con los objetivos de B. Si se
sable para alcanzarlos puede enfrentarse repentinamente al riesgo de encuentra que los intereses vitales de A pueden permanecer a resguardo,
la guerra. Tal nación probablemente disipará su fuerza y no será lo aun s in aJcanzarsc esos objetivos. éstos de berán ser abandonados. Por
suficientemente fuerte en todos los puntos en conflicto a fin de disuadir otra parte. si A considera que los objetivos son esenciales para sus
a una nación hostil para que no la desafíe has ta más allá de lo sopor- intereses vitales , A de berá preguntarse en tonces si los obje tivos de B,
table. El fracaso de su política exterior puede obligar a una nación incompatibles con los suyos, son esenciales para los intereses vitales
a retroceder y a redefinir sus objetivos basándose en su poderío real. de B. Si la respuesta pareciera ser negativa, A debe tratar de inducir
Sin embargo, es más probable que, sometida a la presión de una inlla· a B a abandonar sus objetivos , ofreciéndole equivalentes no vitales
mada opinión pública, esa nació n se s ienta comprometida a seguir la para A. Dicho de otra forma: es med iante la negociación diplomática,
ruta hacia una meta inalcanzable, extremar todos sus recursos para a l ravés de las concesiones mutuas, como debe bu(.rarse el modo de
llegar a ella y , finalmente, confundiendo el interés nacional con esa meta, conciliar los intereses de A y B.
buscar en la guerra la solución de un problema que no puede ser re- Fina lmente, si los objetivos incompatibles de A y B resultaran ser
suelto por medios pacíficos. vitales para a mbos. aún puede buscarse un modo por el cual los inte-
Una nación también atraerá la guerra si su diplomacia hace una reses vitales de A y B puedan ser redefinidos y conciliados. haciéndose
evaluación errónea de los objetivos de otras naciones y del pode r de así a sus objetivos compatibles el uno con el otro. En este punto, sin
que disponen. Ya hemos señalado el error de confundir una política embargo -aun cuando ambas partes sigan políticas inteligentes y pa-
de statu quo con una política imperialista y viceversa, y de confundir cificas-. A y B se hallan peligrosamente cerca de un choque armado.
una clase de imperialismo con otro.' Una nación que confunde una La elección de los medios apropiados para alcanzar estos objetivos
política imperialista con una de statu quo se encontrará desprevenida es la tarea final de diplomacia inteligente que se halle empe ñada
para enfrentar la amenaza que envuelve a la politica de la otra nación en preservar la paz. Dichos medíos, a d isposición de la diplomacia, son
en lo que se refiere a su propia existencia. Su debilidad provocará la tres: la persuasión, el compromiso y la amenaza del uso de la fuerza.
agresión y puede hacer inevitable el conflicto armado. Una nación que Ninguna d iplomacia basada únicamente en la amenaza del uso de la
confunde la política de statu quo con una política imperialista atraera fuerza puede pretender ser tan inte ligente como pacífica. Asimismo,
mediante su desproporcionada reacción el mismo riesgo bélico que está ninguna diplomacia que se afirme tan sólo en la persuasión y el com-
tratando de evitar. Asl como A confunde la política de B como impe- promiso merece llamarse inteligente. Raramente (si es que llega a
rialista, también B puede confundir la reacción defensiva de A como ocurrir} la justificación en el m anejo de las relaciones exte-
imperialista. De esta suerte, ambos paises, intentando anticiparse a la riores de una gran potencia para utilizar uno solo de estos métodos,
imaginaria agresión de la contraparte, acudirán a las armas. De manera con exclusión de los demás. Generalmente, el representante diplomático
semejante, confundir un tipo de imperialismo con otro puede provocar de una gran potencia, a fin de poder servir tanto a los intereses de
una reacción desproporcionada y convocar al fantasma de la guerra. su país como a los de la naz, debe emplear la persuasión al mismo
En cuanto a la evaluación del poder de otras naciones, que se tiempo que sostiene las ventajas de un compromiso, e impresionar a
sobreestime o menosprecie puede resultar igualmente fatal para la causa la p arte contraria con la potencia militar de su patria.
de la paz. Al sobreestimar el poder de B, A puede preferir plegarse El arte de la diplomacia consiste en poner el apropiado
a las demandas de B hasta que, finalmente, A se vea impelida a luchar en el momento adecuado sobre cada uno de los medios a su disposición
por su propia existencia bajo condiciones por demás desfavorables. Al ya desc riptos. Una diplomacia que haya cumplido eficazmente sus otra•
menospreciar el poder de B, A puede confiarse en exceso en su preten- func iones puede fracasa r en la proyección del interés nacional y la pre-
dida superioridad; A puede efectuar demandas e imponer condiciones sen•ac íó n de la paz si se esfuerza en la persuasión cuando lo que re que-
a B bajo el supuesto de que éste es demasiado débil para resistirse. rían las circunstancias del caso eran concesiones mutuas. Una diplo-
Sin sospechar el verdadero poder de resistencia de B, A puede entren· macia que pone la mayoría de sus huevos en la canasta del compromiso
cuando d ebiera desplegar la fuerza militar de la nación, o amenaza
• Véanse el capitulo 5, apartado "Cómo detectar y contrarrestar una pallUca ron ésla e n momentos en que la situación política reclama más de la
Jmperfaliata" y el capitulo 7, apartado "Ideoloclu del lmperiall.smo" . pe rsuasión y e l compromiso, también se encaminará hacia el fracaso.
616 El problema de la pa¡_ LA diplomacia 617

mayoría de las m1s10nes diplomáticas se sienten a otrccer


a los miembros del gobierno ante el que se hallan .acredttadas, a. sus
INSTRUMENTOS DE LA DJPWI\IACIA colegas diplomáticos y a la alta sociedad de la capttal restden.
Esta costumbre, que ha sido objeto de muchos
en los paises democráticos, no es de manera pnmord1al la
las cuatro tareas de la diplomacia ya descriptas son los factores ba-
sicos que constituyen la polftica exterior en todo tiempo y lugar. Podria de un amor por el lujo por parte de los diplomáticos tomados tndtvt·
dualmcnte, sino que cumple una particular func1ón en lo que se con-
decirse que el cacique de una tribu primitiva que mantiene relaciones
políticas con una tribu vecina tendrá que Jlev::ar 3 cabo estas cuatro sid era una representación diplomática. _ _
funciones si obtener éxito y preservar la paz. La necesidad de
En tanto que procede como el animador de la reumón, el dtplo.
mático no actúa por sí mismo e n lo individual, como el rep.re-
la puesta en acción de estas funciones es tan vieja y extendida como la
política internacional misma. Tan sólo el de estas funciones scntante simbólico de su país. Es el embajador sovtéllco como tal quten
por dependencias organizadas es un hecho de origen relativamente invita a asistir a una recepción en conmemoración de la .
reciente. de Octubre de 1917; a través de él (su identidad carece de 1mportanc1a
parn los fines de este propósito simbólico) es la Sovtéllca quten
Dos son los instrumentos organizados de la diplomacia: los minis- agasaja. la que celebra y trata de imprestonar a sus tnvttados -así
terios del Exte rio r en las capitales de las respectivas naciones y los a aquellos a quienes sutilmente no ha invitado-- con su abundanc1a Y
representantes diplomáticos enviados por los m inisterios del Exterior generosidad. No es por accidente que en los años treinta, después que
a las capitales d e naciones extranjeras. El ministerio del Exterior es la la Unión Soviética había recuperado una importante, aunque sospe-
dependencia del gobierno encargada de dar forma, el cerebro de su chosa, posición en la Liga de las Naciones, las recepciones ofrecidas
política exterior, donde se acopia y se evalúan las impresiones del n1undo por las embajadas soviéticas a través de todo el mu':'do se htcteran
exterior. donde se formula política exterior. y de donde emanan los famosas por la magnificencia y por la canttdad y. cahdad de los .ali-
impulsos que los representantes diplomáticos transforman en una po- mentos y bebidas. El propósito de esta extravagancta no era el exhtbtr
lítica exterior efectiva. En tanto el ministerio del Exterior vendría a ante los habitantes burgueses de l mundo occidental el bienestar del
ser el cerebro de la política exterior, los representantes diplomáticos pueblo ruso, sino más bien compensar la inferioridad poUUca
son sus ojos, oídos y boca, sus dedos , tal como si fuesen sus encama- la Unión Soviética apenas habla dejado atrás y en la cual temta
ciones ambulantes. El diplomático cumple tres funciones básicas para volver a caer. Mediante estas instrucciones a sus representantes diplo-
su gobierno: simbólicas. legales y políticas. máticos para. que actuasen. en cuanto a festejos, como iguales si no
s uperiores a sus colegas del mundo capitalista, la Unión Soviética -
manera semejante al advenedizo que irrumpe en sociedad- se esfor-
Representación simbólica zaba en demostrar simbólicamente que, por lo menos, era tan buena
nación como cualquier otra.
El diplomático, es, en primera instancia, el representante simbólico
de su país. Como tal, él debe ejecutar conlinuamcnlc funciones. simbó-
licas y exponerse a funciones simbólicas por parte de otros dtplomá- Representación !eral
ticos y del gobierno extranjero ante el que se encuentra acreditado.
Estas funciones sirven , por una parte, para comprobar el presttgto que El diplomático también actúa como el representante legal de su go-
s u patria mantiene en el extranjero y, por ?Ira, que verifi- bierno. Es el agente legal de su gobierno en el mismo sentido en el
carse el prestigio con que observa su propta nactón al pats ante cuyo que una corporación privada instalada en Wilmington, Delaware, estA
gobierno se halla acreditado. Así, el embajador norteamcncano en representada legalmente por agentes en otros Estados y ciudades. Esto•
Londres, por ejemplo, representará al presidente de Umdos agentes actúan en nombre de esa ficción legal que denominamos cor-
en las funciones oficiales a las que sea invitado y en las que el mtsmo poración, hacen declaraciones que la obligan, finnan contratos y actúan
organice, tales como banquetes, recepciones y olras actividades seme- dentro de los límites fijados por el estatuto de la corporación como
jantes. Extiende y recibe felicitaciones y condolenctas en ocastones de si fuesen ella misma. De manera similar, el embajador norteamericano
alegria o pesadumbre de las respectivas naciones. Lleva a cabo las fun· en Londres desempeña en nombre del gobierno de Estados Unidos las
ciones simbólicas del ceremonial diplomático' funciones que la Constitución. las leyes de ese pals y las órdenes de
Como un ejemplo significativo de la función simbólica de la diplo- su gobierno le permiten llevar a cabo. Puede estar autorizado para firmar
macia, se ha hecho mención de las despilfarradoras recepciones que la un tratado o transmitir y recibir los documentos de ratificación me-
diante los cuales un tratado ya finnado entrará en vigor. Da protección
' v - el capitulo 6, primer apar1ado. a los ciudadanos norteamericanos en el extranjero. Puede representar
618 El problema de la pat lA diplomaci2 619

a Estados Unidos en una conferencia internacional o en los organismos ciales, quienes recaban información acerca de las tendencias econó-
de Naciones Unidas y ejercer el derecho de voto a nombre de su go- micas, desarrollo industrial y localización de industrias, particularmente
bierno, acorde con las instrucciones que haya recibido de éste. las relacionadas con la preparación militar. En estos y muchos otros
aspectos demasiados largos de enumerar, la precisión y veracidad de
los informes que un gobierno recibe de sus misiones diplomáticas en
Representación política el extranjero son indispensables para el correcto rumbo que han de
tomar sus decisiones.
El diplomático, juntamente con el ministerio del Exterior, son qu•e- En esta función de recopilar información, especialmente informa·
nes dan forma a la política exterior de su país. Esta es, en alto grado, ción secreta sobre la cual podría fundarse la política exterior de nuestra
su más importante función. Así como el ministerio del Exterior es el propia nación, se hallan las raíces de la diplomacia moderna. En la
nervio motor de la política exterior, los representanles diplomáticos Edad Media se daba por sentado que el enviado especial de un príncipe
son sus fibras exteriores que mantienen el tránsito en ambas direc- que viajaba por un país extranjero era un espía. Cuando en el transcurso
cionei, es decir entre el centro y el mundo exterior. del siglo xv los pequeños Estados italianos comenzaron a emplear re·
Sobre los hombros de los diplomáticos descansa el peso principal presentantes diplomáticos permanentes en sus relaciones con Estados
de cumplir por lo menos una de las cuatro tareas diplomáticas antes más poderosos, lo hicie ron primordialmente con el propósito de recibir
expuestas: deben evaluar los objetivos de otras naciones y el poder información oportuna acerca de las intenciones agresivas por parte
real y potencialmente disponible para la obtención de tales objetivos. de estos últimos. Aun cuando en el siglo xv1 las misiones diplomáticas
Con ese fin. deben informarse de los planes del gobierno ante el cual permanentes ya se habían generalizado, Jos diplomáticos eran conside-
están acreditados, sea mediante la requisitoria directa de los agentes rados comúnmente como un estorbo y un riesgo para el Estado receptor.
gubernamentales y lideres políticos, sea mediante la atenta lectura de A comienzos del siglo xvn Hugo Grotius, el fundador del derecho in-
la prensa y de otros portavoces de la opinión pública. Más aún, deben ternacional moderno, llegó al extremo de solicitar su abolición.
evaluar la influencia potencial que sobre la política gubernamental Los representantes diplomáticos no son meramente Jos ojos y los
pueden tener las corrientes de oposición dentro del gobierno, los par- oídos que informan sobre los sucesos del mundo exterior al nervio
tidos políticos y la opinión pública. motor de la política exterior, como si aquellos fueran la materia prima
Un diplomático extranjero destacado en Washington debe mantener de sus decisiones. Los representantes diplomáticos también son la boca
a su gobierno informado acerca de la actitud presente y futura de las y las manos a través de las cuales se transforman en palabras y ac-
diferentes ramas del gobierno de Estados Unidos con respecto a los ciones los impulsos emanados del nervio motor. Deben tr-.ltar de que la
problemas actuales de la política internacional. Debe evaluar la impor- gente entre la que ellos viven, y particularmente los portavoces de
tancia que, en el desarrollo de la política exterior, puedan tener las la opinión pública y sus líderes políticos, comprendan y, en la medida
diferentes personalidades en el gobierno o en los partidos pohticos. de lo posible, aprueben la política exterior que representan. Para esta
¿Qué posición adoptarán los diferentes candidatos presidenciales, en tarea de "vender" una política exterior, la atracción personal del diplo-
caso de ser elegidos, en lo que concierne a los problemas pendientes mático y su comprensión de la psicología del pueblo extranjero entre
en la política exterior? ¿Cuál es la influencia de cierto columnista o el cual se desenvuelve, son prerrequisitos esenciales.
comentarista sobre la política oficial y la opinión pública, y qué grado En el desempeño de sus funciones de persuasión, negociación y
de representatividad del pensamiento oficial y de las tendencias de la amenaza del uso de la fuerza -todo ello en bien de la preservación
opinión pública tienen sus artículos? Tales son algunas de las cues- de la paz- el representante diplomático juega un papel predominante.
tiones para las que el diplomático debe hallar respuesta. De la segu- Si bien su ministerio del Exterior puede darle instrucciones relativas
ridad de sus informes y de la pureza de sus juicios pueden depender a los objetivos que se persiguen y a los medios a emplearse, para la
el éxito o el fracaso de la política exterior de su gobierno y su capa- ejecución de estas instrucciones debe confiarse en el buen juicio y la
cidad para preservar la paz. habilidad del representante diplomático. El ministerio del Exterior puede
Cuando se llega a la evaluación del poderío real y potencial de una indicarle a su representante que haga uso de la persuasión o de la ame- ·
nación, lá misión diplomática toma el aspecto de una organización de naza o bien utilizar ambas tácticas simultáneamente, pero debe dejarse
alto vuelo y sub rosa. Oficiales de elevada graduación de las tuerzas a la discreción del representante la manera y el momento oportuno
armadas son asignados a las distintas misiones diplomáticas donde, de emplear tales técnicas. Cuán persuasivo podrá ser un argumento,
como agregados militares, navales o aéreos, son responsables de la reco- qué ventajas redituará un acuerdo negociado, qué impresión hará la
pilación, por cualquier medio a su alcance, de la información acerca amenaza del uso de la fuerza, qué grado de efectividad tendrá el éntasis
de los armamentos actuales o proyectados, nuevas armas, el potencial colocado sobre una u otra de estas técnicas, todo ello recae en las
bélico, la organización militar y los planes de guerra de los respectivos manos del diplomático, en las que se halla el poder de llevar a buen
paises. Sus servicios se complementan con los de Jos agregados comer- término su labor y evitar las peores consecuencias de una mala política
620 él problema de la paz lA diplom<JcÚJ 621

exterior. Hemos mencionado anteriormente las contribuciones cspcc· o abordar un avión al caer la noche para iniciar las negociaciones en
!aculares que han hecho diplomáticos para ampliar el poder Londres a la mañana siguiente. Cuando se hace necesario el realizar
de sus naciones.1 Sus contribuciones a la causa de la paz no son menos consullas directamente con su gobierno, un día es todo lo que necesita
importantes. para cruzar y volver a cruzar el Atlántico, presentar el informe de los
últimos acontecimientos y recibir las instrucciones pertinentes.
Hace poco más de un cuarto de siglo habrfa sido impensable que
Decadencia de la diplomacia e l secretario de Eslado se ausentase de Washington durante semanas
a fin de participar en una conferencia internacional o para visitar
Actualmente la diplomada ya no desempeña el papel, con frecuencia capitales extranjeras. Ahora, cuando se ausenta de la capital permanece
espectacular y brillante, y siempre importante , que tuvo 3 su cargo en contacto continuo con el Departamento de Estado a través del te·
desde fines de la guerra de los Treinta Años hasta los comienzos de lérono y de la radio, y, en caso de necesidad, un viaje durante la noche
la primera guerra mundial. la decadencia de la diplomacia se hizo lo traerá de vuelta a Washington. Es de esta manera como las nego-
presente con el fin de la primera guerra mundial. En los años veinte, ciaciones importantes son conducidas no por los representantes diplo-
unos pocos diplomáticos sobresalientes aún estaban capacitados para máticos sino por delegados especiales, que pueden ser los mismos
efectuar contribuciones importantes a la política exterior de sus paises. ministros de relaciones exteriores o altos funcionarios de dicha repar-
En la década que precedió a la segunda guerra mundial, la parte que tición o incluso técnicos expertos. La moderna tecnologja de las comu·
tocó a los diplomáticos en la conformación de la política exterior fue nicaciones ha hecho posible la "diplomacia de lanzadera".
aún más pequeña y la dcc..dencia de la diplomacia como técnica para
conducir los asuntos exteriores se hizo más y más patente. Desde la
conclusión de la segunda guerra mundial, la diplomacia ha perdido Descrédito de la diplomacia
su vitalidad, y sus funciones se han ido debilitando hasta un punto sin
precedentes en la historia del sistema del Estado moderno. Para explicar Sin embargo, estos adelantos tecnológicos no son los únicos respon·
esta decadencia debemos tener en cuenta cinco factores. sables del desuso en que han caído los métodos tradicionales de la
diplomacia. A la capacidad técnica que permite prescindir de los ser·
vicios de la diplomada debemos añadir la convicción de que deben
DrsarroUo de las comunicaciones suprimirse tales servicios, puesto que en nada contribuyen a la causa
de la paz, y que en realidad la ponen en peligro. Esta convicción creció
El m ás obvio de estos factores es el desarrollo de las comunicaciones sobre el mismo terreno que fomentó el concepto de la política del poder
modernas. La diplomacia debió su auge, en parte, a la ausencia de como un accidente de la h istoria que puede eliminarse a voluntad.•
rápidos medios de comunicación en un periodo en que los gobernantes Tanto esta convicción como este concepto reconocen la Intima re·
de los nuevos Estados territoriales mantenían relaciones políticas con- que existe entre la política del poder y las funciones de la diplo-
tinuas entre sí. Y también , en parte, la diplomacia debe su decadencia maCia, lo que es correcto. El surgimiento de la diplomacia como una
al desarrollo de medios de comunicación veloces y regulares tales como insthución coincide con el nacimiento de la nación· Estado y , por con·
satélites. aeronaves, radio, telégrafo, teletipo y el teléfono en comuni· s•gu•ente, con la aparición de las relaciones internacionales en su sen·
caciones de larga distancia. tido actual. El surgimiento contemporáneo de la diplomacia y del sis·
Cuando. en cualquier período previo a la primera guerra mundial, tema esta_tal moderno no es, sin mas que una mera coinci·
los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña deseaban S1 debe haber intercambio, del tipo que sea, entre todas las
negociaciones. les era indispensable tener representantes permanentes nac to?c.s soberanas , con e l propósito de crear y mantener cuando menos
en Londres y Washington. dotados de un alto grado de discreción, para un rmmmo de paz Y orden en los asuntos internacionales. las relac iones
conducir tales negociaciones. Estos representantes diplomáticos eran a que dan _Jugar deben ser conducidas mediante agentes permanentes.
necesarios porque las facilidades para transmitir de manera rápida y La. OJlOSICIOn a la d1plo":'acia y el descrédito en que ha caído no son
continua mensajes detallados eran muy engorrosas y, más particular· mo.s que una nlamfestnc1ón peculiar hacia el s istema estatal modt:rno
mente, porque el tiempo que llevaban los viajes para hacer consultas Y el tipu de política internacional a que ha conduc ido.
personales hacía imposible el mantener una negociación ininterrum· Es. una gran que , desde el punto de vista de la moral,
pida. Hoy en día un funcionario del Departamento de Estado necesita ha .temdo poca est1ma por el diplomático en el transcurso de la h is·
tan sólo del teléfono para conversar con su colega del Ministerio de tona moderna Y no sól? por aquellos que pensaron que habla un modo
Asuntos Exteriores o con el embajador norteamericano en Londres. más Simple para te rmmar con la lucha por e l poder en e l escenario

) 'V- el capitulo 1, _.udo " La callclod de la diplomada". • Véase el capitulo 3, apartado ""La depreciación del poder pollllco".
622 El problema de la paz La diplomacia 623

internacional. La reputación del diplomático como intrigante y desho- cas: la diplomacia mediante procedimientos parlamentarios. Los
nesto es tan vieja como la diplomacia misma. Bien conocida es la intcrna.ciouales que rectuieren solución son puestos en la agenda
definición de un diplomático, atribuida a Sir Henry Wotton, embajador de los cuerpos deliberativos de estas organizaciones. Los delegados de
inglés de comienzos del siglo XVII, según la cual es "un hombre honesto los diferentes gobiernos discuten los méritos del problema en debate
enviado al extranjero para mentir en favor de su país". Cuando Mcl· púhlico. Uua votación efectuada de acuerdo con la constitución del orga-
temieh recibió el informe sobre la muerte del embajador ruso ante el nisruo concluye la cuestión.
Congreso de Viena, se dice que exclamó: "Ah, ¿será cierto? ¿Cuál habrá Este método ya había sido empleado antes en conferencias espe-
sido el motivo?" ciales, tales como las Conferencias de Paz de La Haya de !899 y IY\.17.
La versión moderna de ese descrédito en que ha caído la diplo- Corno método superior para proceder en los prohlemas internacionales
macia se conecta con la especial importancia que tiene uno de los as- fue eutplcado por primera vez por la Sociedad de Naciones. Su utiliza-
pectos particulares de la técnica diplomática: el secreto. Durante y ción en esta organización fue, si n embargo, más aparente que real. Las
después de la primera guerra mundial se dio difusión al hecho de que discusiones públicas del Consejo y de la Asamblea de la Liga eran cui-
buena parte, si no la mayor, de la responsabilidad de esa guerra corres-
pondía a maquinaciones secretas de los diplomáticos; que el secreto dadosamente ensayadas, especialmente cuando los asuntos sometidos a
de las negociaciones diplomáticas era un relicto atávico y peligroso consideración eran de naturaleza política. La solución en la que todos
del pasado aristocrático, y que las negociaciones internacionales con- podían convenir era generalmente buscada y a menudo encontrada, por
ducidas y concluidas bajo la mirada vigilante de una opinión pública medio de los tradicionales carriles de las negociaciones secretas. las que
amante de la paz no podrían más que fortalecer la causa de la paz. precedían a las reuniones en público. Estas. por lo tanto, simplemente
Woodrow Wilson fue el más elocuente vocero de esta nueva Iito- daban a los delegados de las naciones interesadas la oportunidad parP
sofía acerca de los negocios internacionales. El preámbulo y el prime- exponer su posición para consumo público y para ratificar, siguiendo
ro de sus Catorce Puntos constituyen la manifestación clásica de la nue- las disposiciones del Pacto, la conclusión a que se había llegado en los
va filosofía. El preámbulo de los Catorce Puntos declara: acuerdos secretos.
Naciones Unidas, por el contrario, ha tomado seriamente los mé-
Será nuestro deseo y propósito que los procesos de paz. una vez que :odos parlamentarios para gestionar Jos asuntos diplomáticos. Ha desa·
se hallan iniciado. se hagan de manera totalmente transparente. y que rrollado los uuevos métodos de la diplomacia de Naciones Unidas, cuyo
ellos no involucrarán ni se permitirán en lo futuro acuerdos secre- propósito es el de reuuir, para cada uno de los casos sometidos a vota-
tos de ninguna naturaleza. Los días de conquista y de engrandeci- ción, la mayoría de los dos tercios que exige la Carta para todos los casos
miento han pasado; así también los tiempos de pactos secretos cele· so111etidos a votación aute la Asamblea General.• Hablando en general, a lo
brados en el interés de gobiernos particulares, y con probabilidades
de que en un momento inesperado trastornen la _paz mundial. Es que apunta la nueva diplonoacia de Naciones Unidas no es al arreglo de un
este hecho feliz, ahora claro ante los OJOS de cualquter hombre cuyos prohletna que divide a sus miembros, sino a la manera de lograr la mayo-
pensamientos ya no se demoran en una época muerta y superada, lo ría de lo> dos tercios necesarios para sobrepasar a la parte opuesta en la
que hace posible que toda nación cuyos propósitos sean compatibles votación. Es al voto a lo que se dirigen sus esfuerzos y en él culminan.
con la justicia y _la _paz del mundo reco':'ozca, ahor:' o en cualq':'oer La tendencia hacia los procedimientos parlamentarios públicos en
momento, los objetivos que tengan en vtstas. El _pnmer pt!ntn '1!ce:
" Abrir convenciones de paz. a las que se llegue abtertamente, después \'eZ de las negociaciones diplomáticas tradicionales, cuyo ejemplo típico
de las cuales no haya entendimientos internacionales privados de está dado por el funcionamiento de la Asamblea General de Naciones
ninguna naturaleza sino que la diplomacia siempre procederá fran- Unidas, también ha afectado a las conferencias internacionales de la
camente y a la vista del público".' postguerra, las que por su co111posición, resultados y objetivos, se aseme-
jau más a las reuuioues diplomáticas del siglo XIX y comienzos del
siglo xx. La Conferencia de Paz de París de 1946, que congregó a veintiún
La diplomacia mediante uaciones, actuó a la luz pública de la publicidad y duplicó en sus pro
procedimientos parlamentarios ccdimientos el tnodelo establecido por los organismos deliberativos
Nacioucs Unidas. Las cuuferencias de Ministros del Exterior. integradas
Fue debido a esta nueva filosofía que después de la primera guerra mun- por los cancilleres de Fraucia, Gran Bretaña, la Unión Soviética y Esta-
dial los estadistas del mundo comenzaron a apartarse de los modelos dos Unidos, y bajo el lega<lo de la segunda guerra mundial, hao deba·
establecidos en la diplomacia. Crearon en _la Sociedad de Naciones Y t i<lo sus problemas y realizado sus votaciones a plena luz o detrás de la
en Naciones Unidas más tarde un nuevo t1po de relactoncs doplomáll- transparente pantalla del semisecrcto que permitía al público segUtr

s Selected Addl es.seJ and Publtc Pcpers o/ Woodrow Wibon, editadOS por 11 Véase la exposición sobre la diplomacia de Naciones Unidas en el capitulo
Albert Bushn•ll Han, Bonl and Uv•ncht. Inc . Nueva York, 19tB, pqs. 241-48. 26, ultunos tlos apartados.
624 El problema de la pa¡ lA diplomacia 625

las principales fases del debate m ediante los reportes proporcionados dición y buena cantidad de brillantes logros en su haber. Los pocos
a la prensa por las diferentes delegaciones. diplomáticos de la vieja escuela que permanecieron en (unciones des-
cualquier forma, la fac ilidad de las comunicacio nes, la condena pués de la revolución, y los nuevos diplomáticos de talento que sur-
a la d1plomac1a secreta y la nueva diplomacia parlamentaria no son lO· gieron en las filas de los revolucionarios, tenían escasas oportunidades
talmente responsables por la desintegración de la diplomacia; existen para demostrar sus méritos. La hostilidad entre la Unión Soviética y la
otros factores adiciona les que compar ten la responsabilidad de tal mayorla de las demás naciones, así como el aislamiento resultante para
declmac•on: los peculiares - y fuera de tulla tradición- métodos de la Unión Soviética, obstacularizaron el normal desarrollo de relaciones
aprux.imación empleados por las dos superpotencias para tratar las diplomáticas
de la política internacional y la naturaleza misma de la po. Por lo demás, el diplomático ruso es el emisario de un gobierno
h11ca mund1al en la segunda mitad dd siglo xx. totalitario que castiga los fracasos -() inclusive la excesiva pondera-
ción en la interpretación de las órdenes superiores- con la pérdida de
su cargo, como mínimo. En consecuencia, los diplomáticos rusos pos-
Las superpotencias: recién llegadas revolucionarios han considerado tradicionalmente que su misión -más
a la diplomacia aún después de la segunda guerra mundial- consiste en la trasmisión
de las proposiciones de su gobierno, las que los otros gobiernos pueden
Durante sus años de formación , Estados Unidos se vio beneficiado por aceptar o rechazar corno mejor les parezca. Contraproposiciones y otros
los servicios de una diplomacia excepeionalmenlc brillante; pero desde clententos nuevos en Jas negociaciones requieren nuevas instrucciones
el periodo del presidente Jackson en adelante las eminentes cualidades del ministerio del Exterior. El contenido de estas nuevas instruccio-
de la diplomacia norleamt'ricana fueron desapareciendo al tiempo que nes es sometido nuevamente a los otros gobiernos, quienes lo aceptarán
desaparecían las condiciones que la hic ieron necesaria. Cuando al li· o rechazarán, y asf sucesivamente hasta que la paciencia de una u otra
nalizar la década de 1930 se manifestó nuevame nte la necesidad de una de las partes u de lodos quede exhausta. Semejante procedimiento des-
política exterior norteamericana activa, no había nada sobre qué cons· truye todas las virtudes de las negociaciones diplomáticas, tales como
truirla, con excepción de un mediocre exterior, la condena a la adaptación a situaciones novedosas, el uso inteligente de los efectos
la política del poder y a la diplomacia secreta - transformada s en m· psicológicos, retroceder o avanzar según lo requiera la situación, la
dignación moral contra las "naciones agresoras"- y la tradición de la persuasión, el quid pro quo del regateo y demás. las relaciones diplo-
política del "gr an garrote", que tan bien había funcionado en el he mis· máticas, tal cumu son practicadas por la nueva diplomacia rusa, en
ferio occidental. De esta manera, fueron solamente las improvisaciones nada se parecen tanto corno a una serie de órdenes militares trasmiti-
del preside nte Franklin D. Roosevelt, guiado en ocasiones por una das por el alto mando ministerio de Relaciones Exteriores- a los
comprensión intuitiva de las realidades internacionales, lo que pcrmi· comandantes de campo -los representantes diplomáticos- quienes a
tió que la política exterior norteamericana se mantuviera ajustada de su vez comunican al enemigo los términos para el acuerdo.
acuerdo con los intereses del país. Un diplomático cuyo interés primordial radica en mantener la apro ·
En ese periodo decisivo ni el secretario de Estado, ni tampoco tos bación de sus superiores usualmente se halla anhelante por informar
representantes diplomá ticos d es tacados en el extranjero ejercieron más lo que a estos últimos les gustarla oir, prescindiendo de la veracidad
que una influencia secundaria en la conducción de la política exterior de tal informe. Esta tendencia a doblegar la verdad para ajustarla a los
norteamericana. Cuando Roosevclt, quien durante doce años había con· deseos del ministerio del Exterior y pintar los hechos con colores faVG-
ducido la política exterior de su país prácticamente solo, desapareció rables se encuentra en todos los servicios diplomáticos.
del escenario, no quedaba ningún hombre o grupo de hombres capac1·
lados para recrear y dirigir la intrincada y sutil maquinaria mediante
la cual la diplomacia tradicional había dado protección pacífica y pro- La naturaleu de la política
movido los intereses nacionales. Tampoco podía ese pequeño grupo mundial oontemporinea
de hábiles y devotos servidores públicos, quienes sabían lo que era la
polftica exterior, contar con la comprensión pública y e l apoyo popular Lo que falta en esta explicación sobre la decadencia de la diplomacia en
en su difíc.il tarea a d esempeñar en los intrincados y racionales procc· nuestros tiempos nos es proporcionado por la naturaleza misma de la
dimientos de la polftica exterior, apoyo y comprensión sin los cuales , política mundial contemporánea. Imbuidos del espíritu de cruzada de
en una democracia, la política exterior no puede conducirse sin tro piezos. la rrueva fuerza mor11l del nacionalismo univenalista, y a la vez tenta·
Por rarones totalmente diferentes, la Unión Soviética ha cncor.- dos y amedreulados pur las potencialidades de una guerra total, dos su-
lr.ldo muchas dificultades para desarrollar los instrumentos adecuados perpotencias, los centros de dos gigantescos bloques de poder, se en-
para las relaciones diplomáticas. la r evolución bolchevique de 1917 frentan con inflexible oposición. No pueden retroceder sin renunciar a
destruyó el servicio diplomático ruso, que contaba con una larga tra· lo que consideran vital para ellos. No pueden avanzar sin arriesgarse a
626 El proble,ra de la paz

un combate La persuasió
compromi.; . T .n •. por 1o tanto, es equivalente a un ardid, el
significa la trarc•ón y la amenaza del empleo de la tuerza

la de las relaciones de poder entre Estados Unidos


potencias VI l:•ca. y dado el de ánimo con que estas dos super.
y
escaso con evan mutuas, la diplomacia cuenta con

r
. . campo de acc1ón Y t1ende a convertirse en obsoleta. Bajo tales
morales Y políticas no es la mentalidad sensitiva llexible
verútll . del diplomático, la que guía el destino de las sino
32
a rígida, implacable y tozuda del cruzado. La mentalidad
del_cruzado 1gnora la persuasión y el compromiso; sólo conoce la vic-
tona o la derrota.
. El moralista que se ha inyectado en el manejo de la po- El Futu ro de la Diplomacia
lítica extenor podrla hacer peligrar los intereses nacionales, racional-
mente de las naciones bajo cualquier circunstancia. Las
de rehg1ón de los siglos XVI y XVIII, las guerras napoleónicas en
el s1glo XVIII, la gue_rra fria que siguió a la segunda guerra mundial,
son C;UOs caracterishcos. El fanatismo se ha convertido en algo parti- ¿COMO PUEDE REVITALIZARSE LA DIPLOMACIA!
cutar:mente absurdo y autodestructivo en nuestra época. Este período
se d1stmgue de los precedentes por la necesidad que existe de una La revitalización de la diplomacia requiere la eliminación de los fact<>
reformulación de los intereses nacionales más que en términos exclu- res --<> de algunas de sus consecuencias, al menos-- causantes de la
sivos. Tradicionalmente, y aún hoy en una medida considerable, la sa- decadencia de las prácticas tradicionales de la diplomacia. A este res-
tisfacción de Jos intereses nacionales de A equivale a la insatisfacción pecto la prioridad corresponde al descrédito en que ha caldo la diple>
de los intereses nacionales de B. Por lo tanto, los intereses nacionales macia y su consecuencia; la diplomacia mediante procedimientos par·
de A pueden ser promovidos sólo bajo el riesgo de un conflicto con H. lamentarlos. En tanto que este descrédito sea únicamente el resultado
El moderno desarrollo tecnológico ha traído consigo un cambio funda- del descrédito de la polftica del poder, lo que hemos dicho acerca de
mental en este tipo de relaciones. Siempre ha ocurrido, en un grado este último deberla ser suficiente para aquél.' La diplomacia, indepen·
máximo, que determinados intereses nacionales de A no podían conse- dientemente de que pueda parecer a muchos un oficio poco atractivo
guirse más que a expensas de B; pero, aunque parezca paradójico, su moralmente, no es más que un síntoma de la lucha por el poder entre las
satisfacción también beneficiaba a B. Tomemos, como ejemplos espec· naciones soberanas, quienes tratan de mantener relaciones pacificas y
taculares, el control del poder pacifico del átomo, la no proliferación ordenadas entre ellas. Si hubiera alguna forma para desterrar la lucha
de armas nucleares, la supresión de la guerra nuclear, la producción y por el poder en el escenario internacional, la diplomacia desaparecería.
distribución de los recursos naturales tecnológicamente esenciales, la Si el orden, la anarqufa, la paz y la guerra no fuesen asuntos que les
adecuada producción y distribución de alimentos, el control del cree•· ·incumbieran a las naciones del mundo, ellas podrían prescindir de la
miento poblacional, la preservación del medio natural. La satisfacc•ou diplomac ia, prepararse para la guerra y esperar Jo mejor. Si las nacie>
de los intereses nacionales de A es, antes que nada, posible sólo me- nes que son soberanas, que son supremas dentro de sus territorios
diante la cooperación con B y, en segundo lugar, los beneficios de A no sin superior alguno, desean preservar la paz y el orden en sus relacie>
dependen de las desventajas de B sino de los beneficios que éste baya nes, deben tratar de persuadir, negociar y ejercer presión la una sobre
logrado. En otras palabras, los intereses nacionales de A sólo pueden la otra. Es decir, deben comprometerse a cultivar y confiar en los pro-
ser alcanzados mediante la satisfacción simultánea de los intereses na· cedimientos diplomáticos.
clonales de B . A fin de satisfacerlos, ellos deben trascender la exclusi· La nueva diplomacia parlamentaria no es un sustituto para estos
vidad de A y aceptar los intereses de B . ¡>roccdimicnlos. Por el contrario, tiende a agravar más que a mitigar
De esta suerte, la diplomacia tiene aquí una nueva tarea en la crea· los conflictos internacionales y deja la perspectiva de la paz más oscu-
clón y el sostenimiento de nuevas instituciones y procedimientos a tra· recida que iluminada. Tres cualidades esenciales de la nueva diplomacia
vés de Jos cuales se puede acceder a nuevos intereses comunes. Si la son las causantes de estos desdichados resultados; su publicidad, sus
tarea se hiciera sin esperanzas y la guerra fuese inevitable, este libro po- votos mayoritarios y su atomización de los problemas internacionales.
drla terminar aquí. Si la guerra no es inevitable, las condiciones para
revitalizar la diplomacia y promover su funcionamiento exitoso al ser·
vicio de la paz merecen ser consideradas. o Wase el capitulo 3, apartado "Depreciación del poder poiJtlco".
628 El probl<ma de la pa z El fu/uro de la diplomacia 629

ningún propietario con el inquilino; ninguna institución de alta ense-


ñanza con su personal. Ningún candidato a un puesto oficial n egociará
El vicio de la publicidad en publico con sus fiadores, ningún funcionario estatal con sus colegas,
ningún político con sus correligionarios. Luego, ¿cómo podemos espe-
Muchas de las confus io nes reinantes en la c uestión del problema de rar que las naciones esté n en posición y gustosas de actuar e n una tor-
secreta resultan del f¡-acaso en dislinguir dos aspectos ma que rec h azaría cualquier individuo?
d1stmtos del problema: entre "pactos abiertos" y "pactos a los que se La s ituación de inferioridad en que se pondrían las naciones que
entre publicidad para los resultados de las nego- publicitaran sus negociaciones se vc ria incrementada por el h echo de
diplomáticas y publicidad para las negociaciones diplomáti- que la audiencia testigo de e llas no sólo un limitado número de las
cas. Ciertamente que revelar los resultados de las negociaciones diplo- partes intaesadas sino de todo el mundo. Más específicamente, los res-
m áticas es un requisito de los princ ipios de la diplomacia , ya que sin pecti\'Os gobiernos negocian bajo la atenta mirada de sus propios pue-
ello no puede haber un control democrático de la poHtica exterior; sin b los y, especialmente en los casos en que son gobiernos e legidos demo-
embargo, la publicidad para las negociaciones en si mismas no es re- c rá ticamen le , a la vis ta de la oposición . Ningún gobierno que desea
querida por la democracia y va en contra de las demandas del sentido pe nnancccr en el poder o simplemente mantener e l respeto de su pue-
común; precisamente, con tan sólo un poco del sentido común que se blo. puede permitirse dar a publicidad parte de lo que ha declarado en un
deriva de la experiencia cotidiana se puede comprender que es impo- principio como justo y necesa rio, retractarse de una posición sostenida
sible negociar en público sobre cualquier c uestión en la que estén inte- originalmente aceptar al menos la justicia parcial de los reclamos de
resadas partes ajenas a las negociadoras. Esta imposibilidad deriva de la o tra parte. Héroes, y no t ratantes d e caballos, son los ídolos de la
la naturaleza misma de la negociación y del contexto social en el cual opinión pública. Esta, aunque teme a la guerra, exige a sus agentes
generalmente se desenvuelven las negociaciones. diplomáticos que actúen como héroes y que no cedan ante el enemigo,
Es una característica común a todas las negociaciones que se ini-
incluso bajo el riesgo de la guerra. y estigmatiza como débiles y trai-
cian con un máximum de demandas por ambas partes, las que luego se
dores a quienes se doblegan, aunque sea parcialmente, en bien de
van reduciendo a medida que tiene lugar d proceso de persuasión,
regateo y presione<, hasta hallarse todos en un nivel inferior a aquel de 1?
que hablan partido. La gracia salvadora de las negociaciones es el re- Además , la diplomacia tradicional solía llevar a cabo sus tran-
sultado que satisface las demandas de los litigantes, cuando menos has- sacciones, e n nada comprometían al orador o cuanto mucho sólo e n
la cierto punto, y que tiende a estrechar los vínculos de amistad e ntre a sus propósitos. En aquel tiempo. los fines de la diplomacia apun-
ambos mediante el acuerdo alcanzado, el que demuestra la existencia taban a promover con moderación Jos intereses nacionales y dejar
de intereses idént ic.os o complementarios que obran como lazo• de el camino expedito para un compromiso e n la forma de un acuerdo
unión. Por otra parte, el proceso que conduce al resultado final mues- ne¡!ociado. Palabras m esuradas v frases formales, usuales en esas tran-
tra a las partes desempeñando papeles que, de seguro, preferirían no sacciones. en nada comprometiac al orador o cuanto mucho solo en
fueran recordados por sus compañeros. Hay espectáculos más edih- aquello que él estaba dispuesto a admitir como válido. Estas frases y
cantes que la fanfarronería, la jactancia, el regateo y el engaño, la ver- form':'lidadcs son vacías, o en todo caso vagas, en c uanto a su signilicado
dadera debilidad y la fuerza pretendida, los c uales se condicen con una Y por lo . son pasibles a cualquier clase de interpretaciones que
subasta de cab a llos en la que se trata de alcanzar un buen precio. Pu- apoyen la polollca o acuerdo que fuere y que parezca finalmente ven-
blicitar tales negociaciones es algo casi equivalente a destruir, o perju- taJOSo . Tamboé n son corteses y, por consiguiente, facilitan que aquellos
dicar c uando menos. la posición de ambas partes en cualquier nego- que las utolozan pueda n entenderse entre si sin tener en cuenta la gra-
ciación futura en la que puedan verse comprometidas. •·cdad de los p roble mas que puedan separar a sus naciones. En suma,
No sólo sus posiciones para se verían afectadas; su status son el perfecto dd negociador sutil , cauteloso, moderado
social, su prestigio y su poderío deberán enfrentarse a daños irrepa- y concoloador.
rables si se publicitaran estas negociaciones, descubriendo sus debili- La diplomacia pública y sus patrocinadores sólo pueden sentir dcs-
dades y desenmascarando sus pretensiones. Los competidores en la p rcdo por semejante ins trumento, el cual suponen perteneciente a un
obtención de los beneficios que buscan los contendientes, se aprovecha- tiempo pasado de tiesura aristocrática e indiferencia moral. Los cru-
rán de lo que las negociaciones públicas les han revelado. Y lo harán zados del derec ho - y es lo que se supone deben ser los nuevos diplo-
no solamente en las negociaciones futuras con las respectivas partes mátocos- no hablan de esta form a. Ubicados en un escenario con el
sino también en sus cálculos, planes y disposiciones, relativos a las po- mundo c?mo a uditorio, e llos hablan más para el mundo que e ntre ellos.
tencialidades y c ualidades de todos los participes de la comp<!lencia. Su obJe llvo no e s el de persuadirse unos a o tros de que podrían en-
Es por todas estas rawnes que ningún vendedor querrá llevar a contrar un terreno común apropiado para llegar a un acuerdo, sino
cabo negociaciones públicas con un comprador en un mercado hbrc; conve ncer ni mundo y en particular a sus propias naciones de que ellos
630 El problema d e la paz E l futuro de la diplo..,aci.o. 631

están en Jo justo y sus oponentes equivocados, y que siempre perma- y de es ta mane ra acrecentó el poderio político del bloque occide ntal,
necerán como los firmes defensores del derecho. y pe rmitió que los países que apoyaban la acción de Nacro nes Umdas
Ningún hombre que haya adoptado ral posición ante los atentos e n Corea actuaran al unisono vis-3.-vis al bloque soviét ico . Aparte de la
ojos Y oídos del mundo puede llegar a un acuerdo a la vista del público contribudón indirec la en términos del inc remento del de una
s rn parecer un bufón y un bellaco. Debe atenerse a su palabra y debe de las partes, la votac ión en nada contribuyó a una solución negociada
hacerlo rigidantcntc "por princ ipio " , la lrasc favorita de la diplomacia del problema coreano. La cuestión se dirimió en el campo de batalla
abierta, antes que llegar al compromiso o la negociación. Debe defender y mediante negociaciones diplomática s entre Oriente y Oc c ide n te Y no
la pos ición inicialme nte asumida , tal como debe hacerlo la co ntraparte. en el recinto de la Asamblea General. La razón por la cual derrotar
Estando imposibilitadas a1nbas partes para n!tn>ecdcr o avanzar, sobre- a un o pone nte en un cuerpo deliberativo inte rnacional carc:ce de toda
viene un "fals a guerra" de posiciones. Ambos lados se oponen intlcxi· util idad e incluso pue de llegar a ser un cometido perverso (aparte de
bJemente entre sí, sabiendo cada uno que e l otro no se moverá porque st:r utilizado ocasionalmente para fortalecer a un grupo en par ticular).
no puede hacerlo. Para dar· ante el público a lguna apariencia de a c ti- se e ncue ntra en la naturaleza misma de la sociedad internacional en
vidad se bombardean con palabras huecas que exp lo tan ruidosamente contraposición a las sociedades nacionales.
y, como es de todos conocido, sin lograr ningún resultado. Es sólo en Cuando en el Congreso de Es tados Unidos una minoria es derro-
la mutua vituperación en lo que coinciden las mentes de los delegados. tada mediante el vo to. el problema se solud ona por el m o mento. Esto
Finalmente, cuando los delegados se separan, amargados y trustrados, puede hace rse por cuatro razones. las que se hallan ausen tes del es-
ellos llegan indignadamente, sin embargo, a un acuerdo de alguna es- cenario internacional.
pecie al menos en un punto: la otra parte se ha encerrado en la pro-
paganda. Ciertamente que ambas partes tienen razón. l. El voto mayoritario parhtmentario es parte integral de un sis-
Esta degene ración de las relaciones diplomáticas en un encuentro tema de disposiciones para efectuar cambios pacificos, cada uno de
propagandíst ico es, desde luego, la concomitancia inevitable de la pu- ellos capacitado para actua r como comple mento, o en apoyo. o como
blicidad de la nueva diplomacia. No es sólo que una diplomacia con- cor rec tivo de Jos demás. hallándose todos e llos limitados y coordinados
ducida públicamente sea incapaz de a lcanzar o aun de negociar para por la Constitución. La minoria y la mayoria del Congreso forman
llegar a un acuerdo, sino que cada reunión pública deja a los problemas una soc iedad integrada. Aparte de los c uerpos deliberativos que deciden
internacionales en peor estado del que se encontraban. Cada encuentro por mayoria de votos, la sociedad nac ional ha creado una se rie de
propagandístico fortalece la convicción de Jos diferentes delegados y mecanismos tales como el veto presidencial y la revisión judicial, me-
de sus naciones de que la razón está tota lmente de su lado y de que dia nte los c ual es el voto mayoritario puede ser dejado de lado y la
la otra parte está absolutamente equivocada . asf como que la brec ha minoria protegida contra el uso anticonstitucional y el empleo arbitrario
que Jos separa es demasiado profunda y ancha como para ser salvada del voto mayo ritario. Detrás de una d ecisión mayoritaria, así como de
mediante Jos métodos tradicionales de la diplomacia. Mucha sabiduría la minoría derrotada, se encuentra el poder político y moral de la co·
había en la petición que hizo el Secretario General de las Naciones mun idad nacional en su totalidad, preparado pa ra hacer cumplir la
Unidas en su informe de 1956, y reclaborada en la de 1959, para "dar dcci,ión de la mayoría y para protege r a la minoría en contra de la injus-
mayor énfasis a Naciones Uniclas como instrumento para la negocra- tici? y e! abuse.
ción de acuerdos, distinto al simple debate de problemas".
2. Los arbitrios para llevar a cabo el cambio pacífico que operan
den tro de la comunidad nac iona l conceden a la minoría la oportunidad
de conve r tirse en mayo ría e n algún momento futuro. Esa oportunidad es
EJ vicio de las decisiones mayoritarias
inheren te al me canismo de elecciones periódicas y a la dinámica
dd proceso social, Jos cuales s iempre producen nuevos realineamie ntos
Al mal forjado por la conducta pública de la diplomacia se agre ga el
intento de resolver los problemas mediante el vuto mayoritario. En y dis tribuciones de poder. E sta dinámica tambié n pre vé que una mt-
la Asamblea General de Naciones Unidas e ste método ha devenido noría en una a •amblca delibe rat i va nu sie mpre co ntinuará siendo
en el patrón por el cual cuan to menos las dos terceras partes de los minori<J cn todas aque llas cues tiones importantes para e lla. Un grupo
miembros votantes tratan de doblegar a las restantes. Resulta obvio puede se r una mino ría reli giosa. derrotada e n la votac ión de problemas
que este método de conducir los asuntos de la diplomacia no ha rea- de índole confesional, pe ro puede f ormar de la mayorla econó-
lizado ninguna contribución directa al arreglo pacifico de siquiera un mica q ue d eterm ina la legislac ión económica , y así e n lo demás.'
solo p.-oblema importante. Basta ver los resultados; por ejemplo, el
3. La relación numérica entre la minoría y la mayo ría es. por lo
bloque soviético fue derrotado una y otra vez en la cuestión de Corea;
menos, una aproxi mació n a la r eal del poder y los intc re•es
sin embargo, la votación de la Asamblea General fue importante en
la solución del problema sólo porque de mos tró la fortaleza del voto ' Véaoe también la exposrclón sobre cambio pacifico, en el capitulo l&.
632 El p roblmta de la P"l El futuro de la diplomacia 633

de la población en su totalidad. Cuando la Cá mara de Represen tantes blca General representa una fracción relativamente pequeña del poder
rtthaza un proyecto -<ligamos por 270 votos con tra 60-- podemos total de la comunidad de naciones. Una mayoría abrumadora que esté
supone r que es seguro que sólo una relativamente pequeña nlinoria compuesta por todas las pequeñas naciones de Africa, Asia, Europa Y
del pueblo no rteamericano se sien te identificada con la medida re· Amé rica Latina significa muy poco en términos de poder si se la com-
chazada para con el voto individual de Estados Unidos o la Unión Soviétic•.
El derrotar frecuentemente a una minoría poderosa en un orga-
4... Mientras que en el Congreso cada voto cuenta indivic.Jualrncnle nismo deliberativo internacional puede que sea un arma de valor en
no es menos cierto que, políticamente hablando todos los votos guerra fría, pero no contribuye a la preservación de la paz, pues la mi-
_tienen el mismo peso. El voto nega tivo del de un comité de noría no puede aceptar la d<.-cisión de la mayoría, y la mayoría no puede
Importancia , un industrial, un agricultor o un dirigcute obre ro con hacer cumplir su decisión sin llegar a la guerra. En el mejor de los
respecto a cierta legis lación que afecta los intereses de rcspcclivu grupo, casos, los procedimientos parlamentarios transferidos al escenario in-
puede tener un valor preponderante sobre las consccucnc i:ts polftic a!:, ternacional dejan las cosas tal como estaban: los problemas irresueltos
económicas o sociales que la mayoría deseaba que tuviera tal rncdida y las discusiones pendientes. En el peor de los casos, sin embargo, estos
legislativa. Con todo, aun el más poderoso voto individual en el Con- procedimientos envenenan el ambiente internacional y agravan los con-
greso representa só lo una pequeña fracción del poder total del pueblo flictos que llevan las semillas de la guerra. Proporcionan a la mayoria
norteamericano. la oportunidad de humillar públicamente a la minoría tan frecuente-
Ninguno de estos cuatro factores que ha.ccn posible la contribución mente como lo desee. Bajo la forma del veto, corolario del voto mayo-
del voto mayori tario en los pr"Ocesos de cambio pacifico internos opera ritario en una sociedad de naciones soberanas, estos procedimientos
en la escena internacional. proporcionan a la minoría un arma con la cual pueden obstruir la vo-
luntad de la mayorla e impedir el pleno funcionamiento del organismo
J. El voto mayorilario es e l único mecanismo existente, dentro del internacional. Ni la mayoría ni la minoría necesitan autolimitarse para
marco de Naciones Unidas, para el cambio pac ifico obliga torio. No percatarse de su responsabilidad ante la organización internacional o
hay ninguna constitución. ni veto presidencial. ni apelación judicial ante la humanidad, puesto que sea cual fuere e l lado en que vote, en
obligatoria, ni declaración de derechos que impongan liruitacioncs sus· favor o en contra, no puede influir en el curso de Jos acontecimientos.
tancia !es y de procedintiento sobre la mayoría y que protejan a 13 Si un grupo de naciones soberanas se dedica a derrotar habitualmente
minoda con tra la injus ticia y e l abuso. Tampoco hay una comunidad a otro grupo de soberanos mediante el voto, se verá complicado
que imponga cor·tapisas morales sobre la mayoría y la minorfa, como en un juego pueril que no puede llevar a cabo nada en favor del arreglo
tampoco la hay para obligar a una minoría recalcitrante a cumplir con pacifico de Jos conflictos internacionales, pero que más adelante puede
la decisió n de la mayoría. La mayoría puede derrotar a la minoría tantas conducir a la humanidad por el camino de la guerra.
veces como quiera y en las cuestiones que pre fiera. y la minoría puede
protegerse mediante el veto y su poder en contra de cualquier decisión
mayoritaria que quiera anular. El vicio de la fragmentación

2. Una mino ría en Estados Unidos se halla en posic ió n, en par· La decisión por voto mayoritario implica el tercero de los vacros qu.:
tic ular bajo las condiciones políticas actua les, de convertirse en una obstaculizan la revitalización de las prácticas de la diplomacia tradi-
ntinoría perrnanent c. Por la rnisma r·azón, su statu s minoritario puede cional: la fragmentación de los problemas internacionales. Por su natu·
ex tenderse a aque llas cuestiones de mayor importancia. El doble sis- raleza misma, el voto mayoritario se ciñe a un caso aislado. Los hechos
tema de bloques que domina la política mundial contemporánea - mo vi tales que deben resolverse mediante decisiones mayoritarias son
dificado por la posición independie nte de China y el Tercer Mundo-- separados artificialmente de los hechos que los preceden, acompañan
conduce a alineaciones permanentes a cada lado de la división . La y si)!uen, y son t ransformados en "casos" legales o en "problemas"
tensión existente e ntre los dos bloques transforma a la mayoría de políticos que deben ser resueltos como tales por la decisión mayoritaria.
las cuestiones en problemas políticos. Cuando tales cuestiones llegan E>tc procedimiento no es necesariamente nocivo en la esfera interna;
a la instanc ia del voto, los a dherente s a los d os blw.¡ Ul"S proba bkmentc aquí la decisión mayoritaria de un cuerpo deliberativo opera dentro
se dividí rán a lo largo de la línea que separa a los bloques. del contexto de un intrincado sistema de mecanismos para e l cambio
pacífico, complementándose, apoyándose y con tro lándose uno a otro,
3. La relación numérica entre una minoría y una mayoría de dos según lo requiera la sit uación, pero en todo caso a tono unos con otros
tercios e n la Asamblea General no se corresponde, obviamente, con e n c ierta medida, dando así a las decisiones individuales coherencia
la dislribucíón real del poder e inlc reses entre los miembros de Na· una con o l ra y con el sistema social en su totalidad.
ciones Unidas, ni el voto de Jos miembros más poderosos de la Asam· En la esfe ra internacional no existe tal sistema de factores inte-

-
634 El la paz
El futuro de la diplomaci<J 635
JTanaes. En consecuencia, seria particularmente inadecuado tomar un las conferoncias polfticas especiales del pt'riodo de la postguerra
"caso" o "problema" uno des pués de otro y tratar de ponerles lin han repetido el patrón de fragmentación fijado por la Liga de Naciones.
mediante una sucesión de votaciones mayoritarias. Un caso o problema Es tas conferencias han tratado, por ejemplo, los problema• de Corea,
tal como el del Medio Oriente o el de Berlfn tiene siempre una lase la unificación de Alemania o el desarme, pero en nin¡¡una de ellas se
particular y es la manifestación de una situación mucho mayor. Tal ha enfrentado el problema del cual todos estos casos son fases par-
caso o problema está enraizado en el pasado histórico y extiende sus ticulares y manifestaciones, y de cuya solución depende el arreglo de
ramificaciones más allá de la actualidad y hacia el futuro. Nuestro esos casos: el problema de las relaciones, a nivel 'superior, entre la
análisis de las relaciones entre las disputas y las tensiones nos ha dado Unión Soviética y Estados Unidos. Desde el momento en que no estaban
un indicio acerca de las relaciones que existen entre el fenómeno super· dispuestos a enfrentarse con el problema fundamental de la polllk:a
fic.ial de Jos conflictos internacionales y aquellos grandes e indefinidos internacional, ya no estaban capacitados para 50lucionar nin¡¡uno de
problemas que se hallan soterrados muy por debajo de la superlicie los problemas particulares sobre los que concentraron su atención.
de los acontecimientos diarios de la vida internacional.' Tratar estos Este fracaso de la diplomacia contemporánea, incluso para J_Iepr
casos y problemas tal como se presentan, y tratar de ponerles fin de a ver el problema de cuya solución depende el mantenimiento de la
acuerdo con el derecho internacional o la conveniencia política, es ma- paz, sin tan siquiera tratar de resolverlo, es el resultado Inevitable
nejar el fenómeno superficial y dejar los problemas fundamentales sin de los métodos que ha empleado. Una diplomacia que en vez de usar
ser tomados en consideración ni ser resuellos. La Loga de Nacoones términos conciliatorios con su contraparte se dirige al mundo de manera
cayó víctima de este vicio y Naciones Unidas no ha tenido en cuenta propagandística; que en vez de negociar con el acuerdo como objetlw
esta experiencia de su antecesora. se esfuerza por obtener el triunfo YUigar de las futiles decisiones ma-
Por ejemplo, no cabe duda de que la Liga de Naciones en yoritarias y dr los vetos obstruccionistas, que en lupr de enfrentarse al
Jo justo. según el derecho internacional, al expulsar de filas a la problema fundamental se satisface en la manipulación de los asuntos
Unión Soviética en 1939 debido a su ataque contra Fmlandoa. Pero los secundarios; una diplomacia semejante es más un riesgo que una ven-
problemas militares y poUticos con que la Unión Soviética taja en la causa de la paz.
al mundo no se iniciaron con su ataque a Finlandia ni finahzaron alh; Estos tres vicios esenciales de la diplomacia contemporánea se ven
fue Ja ienorancia de la Liga la que le hizo prerender que_ tal era _e l agravados por el mal uso que se hace de los modernos medios de comu-
caso y la que le hizo resolver el problema bajo tal . pretenstón. La hts- nicación. La conquista del tiempo y el espacio por parte de la tecnoiO!Ifa
toria ha demostrado la imprudencia de la de la L•ga, moderna ha reducido inevitablemente la importancia de la represen-
pues fue só lo la negativa de Suecia de permottr que tropas bntá"'':''" tación diplomática. Sin embargo, no ha hecho necesaria de ninsuna
manera la confusión de funciones entre el ministerio de Relaciones
y francesas atravesaran su te rritorio a fin de acudir en ayuda de l'tn-
landia, lo que libró a Gran Bretaña de hallarse en guerra con Exteriores y la representación diplomática, tan característica de la
Alemania y la Unión Soviética al ttempo: Soempre que la Loga diplomacia contemporánea. Un secretario de Estado o un ministro
del Exterior se hallan físicamente capacitados para mantener una conver-
de Naciones trataba de resolver situactones poHtocas presentadas como
sación con cualquier capital extranjera en unos pocos minutos mediante
problemas lc¡¡ales, podía mane jarlos como casos aoslados de acuerdo
las comunicaciones modernas, y llegar a ella en unos pocos d ias cuando
con las reglas aplicables del internacoonal y como fases
mucho. Es asl como se ha incrementado la tendencia de que los hom-
particulares de una situación poHtica ubicada en un novel :"ás al:o, bres responsables de la conducción de los asuntos exteriores asuman
lo ue re uería una solución en ese nivel para ajustarse a_ as regas
e( papel de embajadores itinerantes, corriendo de una conferencia a
del q arte qde la política. Por lo tanto, Jos politoco:; otra, deteniéndose momentáneamente en su ministerio entre conferen-
fueron resueltos -sólo poco más o menos y ftnalmente cias y empleando su tiempo allí en la preparación de la próxima reunión.
encarpetados- conforme con las reglas del ¡uego legal.l d . to Los hombres que se supone son el cerebro de la diplomacia, su nervio
. 1 Li a de Naciones ha resu ta o ser cter
que fue
tamboén para NaciOnes no _ .
f. allegarse a muchos de los problemas
líticos Naciones Unidas se ha roan·
motor, cumplen más bien con las funciones de nervio terminal. t:n
consecuencia se crea un vacío en el centro; no hay nadie que enfrente
presentados ante sus ' d • r la Sociedad de Naciones. los problemas mayores de la política internacional y vea los problemas
tenido apegada a la trad'.CJóndesta _ ce• para su ejercicio particulares como fases y de un todo. En lugar de ello ,
Estos casos han _proporctona o esa chicanerla que tan lre· cada especialista del ministerio del Exterior trata sólo con los problemas
mediante a la tradicional, pero sólo parlicula.-es pertenecientes a su especialidad, y la fragmentación en la
cuentemente e a do enfrentarse a los problemas políticos, conducción de los asuntos exteriores, a la que ya se prestan las técnicas
en raras ocastones mt_enta s us manifestacione s particulares. de la diplomacia contemporánea, se agrava considerablemente por la
de los cuales estas sJtuacJones son carencia de un director superior de los asuntos exteriores.

1 Vh.se el capitulo 25. secundo apartado.


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6J6 El probl•ma d• la paz E l futuro de la diplomGcia 637

Cuatro retlas lundnmentales


LA PROMESA DE LA DIPWMACIA:
SUS NUEVE REGIAS '
La diplomacia deb• despo;arsc de su espiritu de Cmlada
La diplomacia podría revivir si se apartara de estos vicios, que
recientes casi han destruido su utilidad, y si restaurase .l as tecmcas Esra es la primera de las reglas que la diplomacia puede olvidar
que han dominado las mutuas entre las nac10ncs_ sólo a riesgo de guerra. Para decirlo e n palabras de William Graham
tiempo inmemoriaL Pero aun st htc1cra esto, la dapl? macaa habtta Cl m Summer:
plido con sólo una de las prccondiciones para Ia preser-
vación de la paz. La contribución de una diplomacia rcv11a hzada a la Si deseas la guerra, procúrate una doctrina. Las doctrinas son los
causa de la paz dependería de los métodos y propósitos de su_empleo. riranos más te rribles a los que e l hombre puede someterse, porque
El análisis de estos usos es la ultima tarea que nos hemos f1¡ado en las doctrinas se deslizan en la menle misma del hombre y lo vuelven
esta obra. . en con tra de s i. Los hombres c ivilizados han llevado a cabo sus más
Ya hemos formulado las cuatro tareas principales a las que una fauces batallas a causa de las doclrinas. La reconquista del Santo
.
política exterior debe avocarsc exllosamen te Pa ra poder promover
f el Sepulcro, "el equilibrio de poder", "no un dominio universal", "el
interés nacional y preservar la paz. Sólo nos queda volver a orm_u 1ar comercio sigue a la bandera", "quien controla la tierra controlará
el mar". " el lrono y el aliar", la revolución, la fe, estos son los ob-
estas tareas a la luz de los problemas especiales con que la . pohllca
jct ivos por los que los hombres han dado sus vidas . . . Cuando
mundial contemporánea se enfrenta a la diplomacia. una doclrina llega a tal grado de autoridad, su nombre se convierte
el sistema bipolar, que es el elemento y dlstmllvo e e n una m:eza que cualquier demagogo puede esgrimir en contra tu·
polltica mundial contemporánea, lleva cons•go potenc•ahdades que_P d ya en cualqu ier momento y por cualquter motivo. A fin de describir
den ser enormemente dañinas o sumamente provechosas. una doclrina debemos acudir al le nguaje teológico. Una doctrina
al filósofo francés Fénelon en el sentido de que _la opos_•c•óf era el es un arriculo de le. Es algo e n lo que estás obligado a creer, no
naciones aproximadamente iguales constituye el pa ue porque tengas algunos funda mentos racionales para crerr que es
uilibrio de poder. Hemos hallado que los resultados ne •cos q verdadera, sino porque pertenece a cie rta iglesia o grupo ... Una
esperaba del sistema bipolar han fracasado _lo que_ politica dentro de un Estado puede ser compre nsible; por ejemplo,
fue política de Estados Unidos a fines del siglo XVIII conseguir la
a la oposición existente entre Estados Unidos Y la Umon Sovlé t•ca. libre O¡Jvegación por el Missjssipi has ta desembocadura, aun
Por último vimos la causa principal de este amenazante aspecto a riesgo de llegar a una guerra con España. E sta polftica e ra justa
de la política .;.uodial contemporánea en bael_ carál y IL"n ía razón de ser; estaba fundada en nuestros intereses; tenía
ha b' do profundamente JO e . una forma precis3 y un p ropósi to definido. Una doctrina es un
rsaJ'camtay•laa moderna tecnología. Los efectos de la tecnolog•a principio abstracto; es necesariamente absoluta en su esfera de
bsmo uo1ve 1s . . · bl que permanece acción y abstrusa en sus términos; es una afirmación metafísica.
moderna no ueden desvirtuarse. La umca vana e .
Nunca t·s porque es absoluta, y los asuntos de los hom-
su1'eta a mani;ulación deliberada es la nueva fuerza _moral_del bres son condicionados y relativos en su tota lidad . . . Ahora, vol-
1. c•'onal•'sta El intento de revertir la tendencia hac1a la ¡u vie ndo a 1•• poht ica, en la abominación de lo que pue de ser
sa ISffiO na · · · (' d d be ponerse ""
1:"
medianhate00 e negativos, que
uua docll ina a b;irac ta dent ro del arte d e gobernar. Cualquier po-
marc
una diplomacia
. 1 nidad para preservar a
de una religión
1 lír ico o editor pLu.· de. en cualquier momento, ponerle una nueva
c"''ns ión. E l pueblo asicnre ante la doctrina y la apla ude porque
oye rt·p,•rirla a politicos y cdirorcs. y politicos y editores la repiten
sólo cuando no sea u 1 IU a . .
:::ltica encaminada a lograr la dominación umversal . po rque piensan que es popular. Y a sí sigue creciendo . . . Puede
siJ!nifica r algo, o nada, en c ualquie r rnomento, y nadie sabe qué
' a ld rá de ello . Es rás de acuerdo con ella en es le momento, dentro
d e lus vagos limites en los que s upones que está; por lo tanto.
IL·ndr;h que aprobarla n1;,.iiana c uando el Jnis nto título se utilice
p;.1ra cubrir de lo has oído o pensado. Si permites
qu,· una frase política llamativa s iga a delante y crezca, algún dla
des pe rlarás y la encontrarás ins ralada sobre ti , á rbitro de tu des-
tino contrn d c ua l te sen tirás impolcn tc. tal como los hombres
bleoer Wl3 U..ta exhaustiva da lu nol11llL'
• De modo aJ&UnO IOiamente aqueJJas que puocen tenor una e s tán indefensos ante las cleccpciones .. . ¡Qué puede ser más opuesto
dl IOIMtlcaa Na. p.._,nema.
eo!:eclal ntAclcln con la situación contempor'nea. al bue n gobierno y a l s cnrido c o m un que el propone r una afir-
, y - e1 capllulo 21, Ultimo opartado. mación abstracta que nu rk·nc relación precisa con nuestros inlc-
631 El problema de la PGl
.. El futuro de la diplomacia 639
reses ahora en juego, pero que contiene numerosas posibilidades
de producir complicaciones que no podemos prever. momento, macia defensora de la paz. Sólo entonces la diplomacia tendrá la opor·
pero que con toda se¡uridad nos pondrán en apnetos cuando tunidad de enfrentarse a los problemas políticos concretos que re-
surjan! • quieren de una solución pacifica. Si los objetivos de la politica exterior
no deben definirse en términos de una religión politica que abarque
En el comienzo mismo de la historia colonial, este conflicto entre a todo el mundo, ¿cómo deben definirse? Este es el pro blema funda-
el interés propio y el esplritu de cruzado fue claramente advertido, Y mental que debe resolverse una vez que las aspiraciones de los cruzados
decidido en favor del primero, por Iohn Winthrop, el primer gobernador del universalismo nacionalista hayan sido descartaclas.
de Massachusetts. Según las palabras del profesor Edmund S . Morgan:
Winthrop tuvo muchas más ocasiones para advertir cómo la bca·
terla extingula la tolerancia. También cómo impedla a los hombres Los o bietivos de l a política exterio r debe, definirse e, tt!rmmos
que viesen las realidades. Sabia que la economla de Nueva Ingla- del interés Placional, y deben ser apoyados con el poder adecuado
terra dependla del mundo exterior y su corazón se alborozaba cada
vez que una embarcación chapoteaba rumbo a Boston para llevar
bacalao a los mercados de Nueva Inglaterra, donde los _idólatras Esta es la segunda regla de una diplomac ia defensora de la paz. til
católicos romanos pagaban un buen dinero por él. Tamb1én sabia interés nacional de una nación amante de la paz sólo puede definirse
lo que un buen ministro de Relaciones debe saber: que en términos de seguridad nacional, y ésta, a su vez, debe ser definicl.a
esa celosa probidad ponla en pehgro su comumdad pro- como la integridad del territorio nacional y sus instituciones.•
duela un ciego e indiscriminado desafio a los males c1rcundautes.
Asl, cuando sus colegas se negaban a ayudar a Rhode lsland 11ue la seguridad nacional es el m ínimum irreductible que la diplomacia
luchaba contra los indios señaló que esto era un error en la pollt1ca debe defender con poder suficiente sin comprometerse. Pero la diplc>·
del Estado, porque aunque aquellos se encontraran "desesl?"rada- macia debe estar siempre alerta ante la transformación radical a que
mente equiYOCados y en una confuSión tal que sólo podria aca- ha sido sometida la seguridad nacional bajo el impacto de la era ató-
rrearles la ruina, si los indios lograban dom1narlos", esa derrota mica. Hasta el advenimiento de ésta, una nación podía usar su diplo-
significarla una gran ventaja para los indios y un peligro para todo
d pals. por las armas que se perderlan, por la pérdida de vidas macia para comprar su seguridad a expensas de otra nación. Hoy en
humanas, de ganado y de otras pertenecientes a alre- dla, a menos que haya un cambio radical en el eq uilibrio de poder
dedor de 120 familias. O si se velan obligados a procurar protecc1ón atómico en favor de una nación en par ticular, la diplomacia debe ha·
holandesa, que estaria lista a ser concedida, esto seria un gran cerlas seguras a todas si desea salvaguardar a una sola de la destrucción
inconveniente pa.r1 todos los ingleses, que tendrlan una parte tan atómica. Con el interés nacional definido en términos tan restrictivos
considerable del territorio en manos de extranjeros tan poderosos y trascendentales, la diplomacia debe observar la tercera regla.
como los holandeses.'
Las guerras de religión nos han mostrado que el intento de imponer
una religión. como la única y sobre el resto del mundo, es La diplomacia debe observar el políti co desde
un empello tan fútil como costoso. Fue necesaria una centuria de derra· el punto de vista de las otras naciones
mamiento de sangre casi sin precedentes en la historia, Y
barbarie, para convencer a los contendientes de que las dos rehg1ones "Nada es tan fatal para una nación como una autoparcialidad ex trema
podlan convivir en mutua tolerancia. Las dos religiones pollt1c":s de y la falta absoluta de consideración de lo que los otros naturalmente
hoy en dla han tomado el lugar de las . dos grandes esperan o temen".' ¿Cuáles son los intereses nacionales de otras na-
crstianas de los sialos xvt yxvn. ¿Necesitarán las rehg1ones pollllcas ciones en términos de seiUridad nacional, y son ellos compatibles con
de nuestro tiempo la lección de la guerra de Treinta AJ\os, o se librarán
los propios? La definición del interés nacional en términos de la segu-
a tiempo ellas mismas de sus aspiraciones universalistas que acabarán ridad nacional es mucho más sencilla. y los intereses de las dos nacio nes
inevitablemente en 11M guerra sin fin? en oposición serán compatibles más probablemente en un sistema bipo-
De la respuesta a esta pregunta depende la causa de la paz. Sólo
lar que en cualquier ot ro sistema de equilibrio de poder. El sistema bi·
si se la contesta afirmativamente puede desarrollarse un consenso moral
como hemos visto, es el más inseguro de todos desde el punto de
que surja de convicciones compartidas y valores comunes; un consenso
moral dentro del cual tendrá oportunidad de desarrollarse una dlplo- v1sta de la paz cuando ambos bloques se hallan en estado competitivo
en todo el mundo, y su ambición es inflamada por el fervor del cruzado
• "WII<" •UII!I• ot WIUMM Gn1Mm SIIM_,., Yllle UDinrstlJ New
un cumen má& extenso de estos ,-elenntcs problemu, vé&:5e el t%·
Tllc swrr ot Jolul Winlhrop.
uw.. 11rown ar eo.. - .. t151. pq.. 1 -. • Surte, "Rem&rka on the PoUcy of the Alliea wiLh Re&pect t:.
France 117Y3). Worb. IJUle, Drown •Co., Boston 1189, vol. IV, P'c. 44'1.
640 El problema de la paz. El /ulmo úe la d i plomacia 641

de una m isión universal .. "La \'ecindad, o aproximación de la situación, pin s in absurbcr estas regiones a la órbita del oponente . Para ejecutar
convierte a las naciones e n enemigos naturales"." estas tarea s no exi ste una fórmula establecida lis ta para su aplicación
Sin embargo, una vez que han definido sus intereses nacionales en automá tica. Sólo a través de un continuo proceso de a daptación. a po·
términos de seguridad na cional, pueden retroceder de sus posiciones ex· yadn por la firmeza y la autolimitación , puede llega r a conc retarse un
teriores ubicadas en las proximidades de la esfera de seguridad nacio- co rnprurniso acordado sobre problemas d e lipo secundario. S in embargo,
nal de la olra parle y re tirarse a sus respectivas esferas, a u tolimilándose es pos ible i11dicar a priori qué formas de a cercamiento facili tarán o en·
cada una a su órbita. E sas posiciones exteriores no agregan nada a la rorpccerán e l éxito de las políticas de compromiso.
seguridad nacio nal ; más bien son una carga, posiciones que no pueden Autcs que nad a , debemos d eslacar hasla qué grado e l éxito del
manlcncrse en caso de guerra. Cada bloque estará más seguro cuanto comprom iso -es decir, el acatamiento a la c uarta regla- depende del
más diJatada sea la distancia que separa ambas esferas de seguridad aca tam ient o a las o tras tres reglas, las que a su vez son interdepen--
nacional. Cada oponente puede trazar una línea muy dis tante una de dientcs. Así como el cumplimiento de la segunda regla depende de la
la otra, dejando bien claro que alcanzarla o incluso aproximárscle sig- realización de la primera, así la tercer a debe espera r que la anterior se
nificará la guerra. ¿Qué ocurrirá enlonces con el espacio interpuesto cun 1pla para llega r a su propia realización . Una nación sólo puede adop-
entre ambas líneas de demarcació n? En este punto se aplica la c uarta tar un punto de vista racional en lo que concierne a sus intereses nacio.
r egla de la diplomacia. ualc:s después que haya logrado separarse del espíritu del cruzado en
un c redo politico. Un Esla do puede cons ider a r los intereses nacionales
de la otra con objetividad sólo después de haberse asegurado en
Las naciones estar dispuestas a negociar en todas que s us propios intereses nacionales. Un compromiso so--
aqut!lla.s cut!s tio nes que no les son vitales ore cualq uter problema, por ínfimo que éste sea , será imposible de
a lcanzar en tanto a mbas partes no estén seguras de sus intereses nado.
Más allá de todo be neficio y usufructo humano, de cualquier virtud na lcs. Dt" esta m a nera, los Estados no pueden esperar cumplir con la
o acción prudente. todos Jos gobiernos se fundan en e l curnpro miso r egla si no hallan dispueslos a cumplir con las tres prec eden·
y en el trueque. Equilibramos inconveniente s ; damos y recibimos, les. fant o la moraltdad como la prudencia requieren el cumplimiento
resignamos ciertos de rechos para disfrutar de otros y optamos por de estas cuatro reglas fundamentales.
ser más bien ciudadanos felices antes que agudos querellantes. Del , . E l cumplimiento hace posible el compromiso. pero no asegura su
mi smo modo en que debemos resignar cierta libe rtad natu ral para cx.. lo . Para contraer ':1" compromiso, h echo posible a t ravés d el cumph·
gozar d e las ventajas civiles, así debemos sacrificar ciertas liberta- mtento de las tres pnmeras reglas. y tener una oportunidad de a lcanzar
des civiles e n favor de las ventajas que se derivan de la comunión el éxito. o tras c inco reglas d eben tenerse en cuenta.
y pertenencia a un gran imperio . como en toda transacción
limpia, lo comprado debe mantene r alguna proporción con Jo paga-
du. Nadie entregaría la preciada joya de su alma." Cinco prerrequisltos del compromiso
Renunciar al anrparo de derechos sin valor por la sustancia
Aquí la diplo macia se encuentra con su tarea más d ifícil. Para .las men- de una ventaja real
tes no obnubiladas por el ardor de l cruzado en pro de una rehgtón po-
Jitica y capaces de contemplar objetivamente los intereses eu ambos Una diplomacia que piensa en términos legalistas y propagandísticos se
bandos. la delimitació n de estos intereses vitales no parecería ser tarea halla tentada a insistir e n la fraseo logia de la ley, como
muy ardua. Llegar a un compromiso sobre problemas secundarios « un en su propta, y expues ta a perder de v ista las consecuen-
asunto diferente. Aquí la ta rea radica no en separar y de[ini r los tnte- ctas dtcha tnsislcncia puede tener para su propia nac ió n y para la
rcses que por su misma natura leza tienden hacia la separación y la Pues to que hay dcrechus que defender, esta clase de diplo-
definición, sinu en ma ntener en eq uilibrio los intereses que se tocan tnacta p1cnsa que el problema no puede solucionarse mediante un com-
en muchos puntos y que pueden es tar entrelazados de manera tal que pro nuso. Sm embargo, la opción que enfrenta el d iplomático no es
sea imposible separados. En una la bor inmensa permitir a la otra pa rte •.n.t rc legahdad e ilegalidad sino entre sabiduría política y desatino po-
ejerce r cierta influencia en esos espacios intermedios sin deja r que ltltco . ·:El pruble ma para mi -dijo Edmund Burke- no radica en st
sean absorbidos dentro de la ó rbi la de la parte opuesta. Tarea no menos usted .llene derecho para mantener a su pueblo en esa situación m isera-
vasta es la de mantener la influencia de la otra parle - tan pequeña ble, smo en saber no tiene inter és en hacerlo feliz. No es lo que un
como sea posi bll'- en las regiones cerca nas a la zona de seguridad pro- abogado que puedo hacer, sino lo que la humanidad, la
razón Y la ¡usttcta me dice n que debo hacer"."
•• Tht Fedcralísl, 6.
11 Edmund Burke, "Speech on lhe Coocillatlon wlth Americ&", loe. cit., vol. 2, U1e Cone&
illaeotion with the Colonies" (1775), T he w orlu ot Ed·
pj¡¡.. 1611. . '- e, 8 rown ., 1865, vol. 2. P'c. t40.

-
642 El problema de la pal
El {u/tiro de la diplomacia 643 -

de la guerra con Rusia y casi habían tenido éxito en impedir el estallido


No situarse nunca en una posición de la que no retirarse bélico. Hablan renunciado a su libertad de acción en favor de un aliado
sin püdida de prestigio y desde la cual no se pueda avantar sin débil empleó su control sobre sus políticas en beneficio de sus pro-
grandes riesgos pao" fines.

La violación de esta regla es, a menudo, una resultante de ignorar la


regla anterior. Una diplomacia que confunde el amparo del derecho Las f':'erlas armadas son instrumento de la polltica
legal con la realidad de la ventaja polllica es probable que se encuentre no sus conductores
en una posición en la que puede tener el derecho legal pero sin que l!
proporcione ningún rédito político. En otras palabras, un Estado puede Una pol!tica exterior exitosa y pacifica no es posible si no se observa es-
identificarse con una posición a la que puede o no tener derecho, inde- ta Ninguna nación puede seguir una polltica de compromiso si los
pendientemente de sus consecuencias pollticas. Y nuevamente se hac.: mahtares de terminan los fines y los medios de su polltica exterior. Las
dificil el compromiso. Una nación no puede retirarse de esa posición sin armadas son instrumentos de guerra; la política exterior, un
incurrir en una seria pérdida de prestigio. No puede avanzar desde esa de paz: Es verdad que los objetivos finales de la guerra y
posición sin exponerse a riesgos pollticos, quiz.ts hasta el riesgo de la de la pohtaca extenor son idénticos; ambos sirven al interés nacional.
guerra. Ese ímpetu desatinado para alcanzar insostenibles y, embargo, ambos difieren fundamentalmente en sus objetivos inme-
más en particular, la terca negativa a desembarazarse de ellas a tiempo, d_aatos, en los medios _que emplean y en la manera de pensar que man-
es el signo inequívoco de una diplomacia incompetente. Su ejemplo clá- tienen en el cumphm1ento de sus respectivas tareas.
sico se halla en la política de Napoleón 111 en las vísperas de la guerra El objetivo de la guerra es simple e incondicional: destruir la vo-
franco-prusial\a de 1870 y en las políticas de Austria y Alemania poco luntad c:ncmigo. Sus métodos son igualmente simples e incondicio-
antes de iniciarse la primera gue rra mundial. Un ejemplo sobresaliente nales; dangar la mayor cantidad de violencia posible sobre el sitio mis
contemporáneo puede verse en el involucramiento norteamericano en de las defensas del enemigo. Consecuentemente, el conduc-
lndochina. Estos ejemplos muestran también cuán estrechamente liga- tor debe _pensar en términos absolutos. Vive en el presente y en
dos se hallan el riesgo de la guerra y la violación de -esta regla. futuro anmedaato. El único problema ante él es cómo obtener victo-
nas de al manera más económica y rápida posible, y cómo evitar
la derrota.
No permitir jamás que un aliado débil tome El objetivo de la politica exterior es relativo y condicional: doble-
por nosotros gar: no destruir la voluntad de la contraparte, tanto como sea necesario
a hn de sus propios intereses vitales sin daiíar los del
Los Estados poderosos que olvidan las reglas precedentes son partic u- oponente. Los metodos de la polltica exterior son relativos y condicio-
larmente susceptibles de violar la presente. Ellos pierden su libertad n_ales: nc;> avanzar destruyendo los obstáculos que aparecen en el camino
de acción al identificar completamente sus intereses nacionales con los smo ante ellos, rodearlos, maniobrar a su :>lrededor, ablan:
del aliado débil. Seguro como está del apoyo de su poderoso amigo, el Y lentamente por medio de la persur.sión, la negocia-
aliado débil puede elegir los objetivos y métodos que mejor le conven- caon Y la pres1on. En consecuencia, la mentalidad del diplomático es
gan a su política exterior. La nación podérosa se encuentra entonces comphcada Y sut!l. O_b serva el problef1!8 qlll! debe manejar como un
con que debe apoyar intereses que no son los suyos y que no son vitales en la Y más allá de la. vlqtoria del mañana antici a
para él sino solamente para su aliado. las ancalculables pusabahdades del futuro. En palabra's de
El ejemplo clásico de la violación de esta regla puede hallarse en el
modo en que Turquía incitó a Gran Bretaña y Francia en vísperas de la solamente que la gloria de tomar ciudades y ganar
guerra r;!e Crimea, en 1853. El Concierto de Europa había convenido vir- Vata debe medar';'"_por la utilidad que resulta de tales victorias.
tualmente un compromiso que solucionaba el conflicto entre Rusia y que dan ponor a las armas pueden dar ve --enza a los
Tu1quía, cuando ésta, sabiendo que las potencias occidentales la apo- una nación. Ganar una batalla, tomar aca-
yarlan en una guerra con Rusia, hizo todo lo que pudo por provocar esa n a glona de un general y de un ejército . . . Pero la gloria una
guerra, involucrando de esta manera a Gran Bretaña y Francia en con- nacaón está en proporción a los fines que se propone a su interés
Y a su poderlo; a los. medios que emplea, a los fines q..;c se propone
tra de sus deseos. Fue asl que Turqula llegó tan lejos como decidir el Y a 1 vagor con que ejerce ambos.u
problema de la guerra o la paz por Gran Bretaña y Francia conforme
a sus propios intereses nacionales. Gran Bretaña y Francia tuvieron que
aceptar esa decisión pese a que sus intereses nacionales no requerían
:932, De/ence O/ !he Treatl! O/ Utrechl_ cambrld¡e Unlverslty Press.

-
644 El l!roblrma de la paz é l f u l w u clt: /u dt plo mucia 645

Entregar la conducción de los asuntos exteriores a los militares equi- El es tadista , por lo tanto, eslá obligado a no e ntregarse a las pa-
vale, Juego, a destruir las posibilidades de arribar a un compromiso Y s io nes po pulares ni rampoco a despreciarlas. Debe mantener un pru-
ceder así al enemigo la causa de la paz. La mentalidad militarista sabe den te equilibrio e ntre su adaptació n a ellas y la larca de disciplinarlas
cómo operar entre los absolutos de la victoria y la derrota, pero nada para que apoyen su política. En Wla palabra. debe dirigir. Debe eje-
sabe de ese maniobrar paciente, intrincado y sutil de la diplomacia, cutar la mayor hazaña del liderazgo: ajus tar sus \'e las a los VIentos de
cuyo propósito principal es precisamente el evitar los absolutos de la la pasión popular al tiempo que Jos util iza para conducir la nave del
victoria y la derrota y hallar con el otro bando el terreno intermedio Es tado hacia e l puerto de una bue na polilica cxtl"rinr, sigu iendo. sin
de un compromiso negociado. Una polftica exterior conducida por mt- e mbargo, un c urso indirecto y zigzagucante.
lilares acordes con las reglas del arte militar sólo pueden concluir en la
auerra. puesto que "nos preparamos para aquello que obtendremos"."
Para las naciones conscientes de las potencialidades de la guerra CONCLUSJON
moderna, la paz debe ser el objetivo de su pol/tica exterior. Esta debe
ser conducida de tal modo que haga posible la preservación de la paz El camino hacia la paz inte rnacional que hemos esbozado no puede
y no lleve al estallido inevitable de la guerra. En una sociedad de Es- rivalizar en cualidades de inspiración con la sencilla y fascinante tór-
tados ooberanos la fuerza militar es un instrumento nccesano de la mula que durante un s iglo y medio ha avivado la imaginación de un
política exterior. Sin embargo, tal instrumento no debe en mundo c ansado de guerra. Hay a lgo de espectacular en la sencillez
el dirigente de la política exterior. Así como la guerra se hbra a hn de radical d e una fórmula que de un vistazo parece poner fin a l p ro blema
hacer posible la paz, también la política exterior debe tratar_ de hacer de la guerra de una vez por todas. Esta ha sido la promesa de so lu·
posible que la paz sea pennanente. Para el co.rrec.to desempeno de am· cionc.-s tales como el libre comercio. el arbitraje, el desarme, la segu-
bas tareas es requisito indispensable la subordmac1ón. de _las autoridades ridad colec liva, el socialismo universal, e l gobierno internacional y el
militares ante las autoridades civiles, que son constatucJonalmente res- Estado mundial. Al menos para el común de la gente, no hay nada
ponsables por la conducción de Jos a•untos exteriores. de espectacular, fascinante o inspirado en la tarea diplomática.
Ya hemos indicado, sin embargo, que estas soluciones , desde e l
m om ento e n que se e nfre ntan al problema conc reto y no m e rame n te
El gobierno es el conductor de la opinidn a a lgunos de sus sínlomas, presuponen la ex istencia de una sociedad
pública, no su esclavo jnternacional integrada que de hecho no existe. Pa ra dar vida a tal
sociedad internacional y m a nte nerla viva, se r eq uieren las técn icas aco-
Aquellos responsables por la conducción de la polltica exterior no es.. modaticias de la diplomacia. Como la integración de la sociedad interna
tarán suficientemente capacitados para cumplir con Jos precedentes y su paz no se desar rollan de manera nada espectacular, y pasan casi
principios de la diplomacia si no tienen presente de manera constante inadvertidas las operacio nes diarias de las técnicas de a co m odación
este último principio. Ya se ha señalado más arriba, y con todo detalle," y cambio. según el ideal último de la vida internacional -esto es, tras-·
que Jos requisitos racionales de una buena política. no pueacn ccnder a una sociedad supranacional- debe esperarse su concreción
contar desde un principio con el apoyo de la opnuón publoca, . cuyas median te la realización de las técnicas de persuasión. negociación y pre·
preferencias son más emocionales que racionales. Esto es particular· sión, que son los tradicionales instrumentos de la diplomacia.
mente verdadero en una política exterior cuya mela es el compromiSO El lector que nos haya seguido hasta es te punto podrá preguntarse:
y que, por Jo tanto, debe acceder a algunos de Jos objetivos de la otra ¿Pero no ha fracasado la diplomacia en impedir la guerra en el pasa·
parte. y sacrificar algunos de Jos propios. Especialmente cuando . la do? A esta justa pregun ta pueden darse dos respuestas.
políttica exterior es conducida bajo condiciones de l:-. diplomacia h a fracasado much as veces y ha alca nza do el éxito
y está inspirada por el fervor de cruzado. de un" rehg1ón _pohllca, los otras tantas. Ha fracasado en ocasiones porque nadie deseaba
estadistas están siempre tentados a sacnflcar Jos requennnentos de que triunfase. Hemos vi sto c uán d ife re ntes en sus objetivos y en su s m é-
una buena polftica exterior a fin de obtener el aplauso de las masas. tc do$ t ra n las guerras limitadas del pasado con respecto a la guerra total
Por o tra parte, el estadista que defendiera la integridad . de estos de nues tro tiempo. Cuando la guerra era tenida como la ac tividad n o r -
requerimientos contra la más leve contaminación de la paSión _popu· mal de los reyes, la tarea de la diplornacia no consis tía en e vitarla , s ino
lar sellaría él mismo su propia condena como dmgente poliuco, Y en causarla en el momento propicio.
ello la ruina de su política exterior, ya que perderla e l apoyo popu· Por otra parte, cuando las naciones han empleado la diplo mac ta
lar que Jo colocó y mantiene en e l poder . con d propósito de evitar la guerra, a menudo han tenido éxito. El Con·
grcso de Berlín de 1878 constituye un ejemplo sobresaliente del éxito
" Wllllam Graham Swnmer, op. cit., IJÚ. 173. de una diplomacia para evitar la guerra en tiempos modernos. Median·
u Wua o1 capitulo 1, apartado "El problema del &IJ070 -lar".
646 El problema de la poz
El futuro de la diplomacia

le los medios pacíficos de una diplomacia de ajuste, el Congreso solu- cional que cualquiera de sus contemporáneos: Sir Winston Churclúll.
cionó, o por lo menos hiw factrble la solución, de los problcmlls que Vicm.Jo con interés la escena contemporánea en su discurso a la Ci·
habían separado a Gran Bretaña y Rusia desde la conclusión de las mara de los Comunes el 23 de enero de 1948 y preguntándose a si mis-
guerras napoleónicas. Durante la mayor parle del siglo XIX el conflicto mo: "¿Habrá Churchill convocó a la paz mediante el acuerdo
entre Gran Bretaña y Rusia sobre los Balcanes, los Dardanelos y el --como lo ha en casi cincuenta discursos desde que comen7.6 la
Mediterráneo Oriental pendían como una espada de Damoclcs sobre la
gucrrn fría- cuando dijo:
paz del mundo. Sin embargo, durante los cincuenta años posteriores
a la guerra de Crimea, aunque las hostilidades entre Gran Bretaña y Sólo me aventuré a decir que me parece que hay un peligro cierto si
Rusia amenazaron con romperse una y otra vez, nunca se llegó a la seguimos divagando por más tiempo. Pienso que el mejor método
ruptura abierta. El principal crédito por la preservación de la paz debe para evitar la guerra consiste en poner las cartas sobre la mesa,
concederse a las técnicas acomodaticias de una diplomacia que culmi- y lograr un acuerdo con Jos soviéticos antes de que sea demasiado
nó en el Congreso de Berlín. Cuando el Primer Ministro británico, Dis· larde. Quiero decir que las democracias de occidente, que natural-
raeli, regresó a Londres después del Congreso. declaró con orgullo que mento tendrían que unificarse lo antes posible, deberlan tomar la
!rala al hogar " paz . .. con honor". En realidad, habla traído la paz para iniciativa y plantear a la Unión Soviética el objetivo de llegar a
las generaciones siguientes también puesto que durante una centuria un acuerdo.
no ha habido guerra entre Gran Bretaña y Rusia. No es muy útil razonar con los comunistas. No obstante, es fac-
tible manejarse con ellos sobre bases honestas y realistas; mi ex-
Hemos reconocido, sin embargo. la situación precaria de la paz en periencia me dice que cumplirán la palabra empeñada mientras les
una sociedad integrada por naciones soberanas. El éxito continuo de convenga. lo que en este tema tan grave podría significar mucho
la diplomacia en mantener la paz depende, como hemos visto, de las tiempo. siempre que se solucionen Jos problemas ...
extraordinarias cualidades morales e intelectuales que todos Jos lideres Es muy grave -y es todo Jo que hoy voy a decir- dejar que
1 1 participantes deben poseer. Un error en la evaluación de uno de los los hechos se amontonen hasta que ocurra algo; porque ese algo
siempre ocurre y ya no es manejable.
elementos del poder nacional, cometido por uno u c.tro de Jos estadis-
tas principales, puede significar la diferencia entre la paz y la guerra. Considerando todos Jos hechos, me parece adecuado decir que
el mejor método para evitar la guerra consiste en que las democra-
Lo mismo puede decirse de un accidente que eche a perder un proyecto cias de occidente, en común acuerdo, decidan enfrentar al gobierno
o un cálculo de poder." soviético a través de procedimientos diplomáticos formales, con
La diplomacia es el mejor medio para mantener la paz que nos lodo su secreto y gravedad, hasta llegar a un acuerdo perdurable.
ofrece una sociedad de naciones soberanas, pero, y especialmente bajo Esto satisfaría Jos intereses de todos. Pero también debo recono-
las condiciones de la política mundial contemporánea y de la guerra este procedimiento tampoco garantizaría totalmente la erra-
moderna, aún no es suficiente. Sólo L'Wlndo las naciones hayan subor- dtcactón de la guerra. Pero al menos proporcionarla la oportunidad
de salir con vida de ella."
dinado a una autoridad superior Jos medios de destrucción que la tec-
nología moderna ha puesto en sus manos -cuando hayan cedido su
soberanía- la paz internacional podrá ser tan segura como la domés-
tica. La diplomacia puede hacer de la paz algo más seguro que la actual
y el Estado mundial podría hacer la paz más segura si las naciones
cumplieran con las reglas de la diplomacia.' Sin embargo, como no
puede haber paz permanente sin un Estado mundial. no puede haber
un Estado mundial sin los proces os diplomáticos para preservar la paz
y construir esa comunidad. Para que el Estado mundial sea algo más
que una oscura visión, deben revitalizarse Jos procesos de ajuste de la
diplomacia, mitigando y minimizando contlictos. Cualquiera que sea
nuestra concepción del estado final de Jos asuntos internacionales, todos
Jos hombres de buena voluntad pueden unirse en el 'reconocimiento de
esa necesidad y en la demanda de que se cumpla.
Si se necesi tara una autoridad para apoyar el concepto de la paz
internacional presentado en estas páginas, puede encontrarse en el con-
sejo del hombre que ha cometido menos errores en la polltica interna-

" Véase el capitulo 10, apartado "El cai'Kier aboolulo del poder", 7 el capitulo
14, primer apartado. DelloleJ IHauordJ, Hovae o/ Commmu, YO!. 4411, N• 41,
APEN.DICE ,

Carta de las )Xaciones Unidas

Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas


resueltos
a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la cuerra que dos veces
durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles,
a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad
y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mu-
jeres y de las naciones grandes y pequei\aa,
a crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto
a las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho
internacional,
a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto
más amplio de la libertad,

y con tales finalidades

a practicar la tolerancia y a convivir en paz como buenos vecinos,


a unir nuestras fuerzas para el mantenimiento de la paz y la seguridad interna-
cionales, a asegurar, mediante la aceptación de principios y la adopción de
métodos, que no se usará la fuerza armada sino en servicio del intenSa común, y
a emplear un mecanismo internacional para promover el progreso económico
y social de todos los pueblos,

hemos decidido aunar nuestros esfuerzos para realizar estos


designios
Por lo tanto, nuestros respectivos Gobiernos, por medio de representantes reu-
nidos en la ciudad de San Francisco que han exhibido sus plenos 'POderes, en-
contrados en buena y debida forma, han convenido en la presente Carta de 1a:s
Naciones Unidas, y por este acto establecen una organización internacional que
se denominará las Naciones Unidas.

Capítulo 1 PROPOSI'.fOS Y PRINCIPIOS

Artículo 1
Los Propósitos de las Naciones Unidas son:
l. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con fin: to-
mar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la
650 Apéndice
-
........ -
Carta de las Nac ionu UnidGs 651

paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la


paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios
de la justicia y del derecho internacional. el ajuste o arreglo de contro- Capitulo 2 MIEMBROS
versias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebran-
lamiemos de la paz; Articulo 3
2. Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el Son Miembros originarios de las Naciones Unidas los Estados que habien-
respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determi·
nación de los pueblos, y tomar otras medidas adecuadas para fortalecer do participado en la Conferencia 4e _las Naciones Unidas sobr_e
la paz universal; zación Internacional celebrada en San Francisco, o que habaendo fir-
mado previamente la Declaración de las Naciones Unidas de de enero
3. Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas de 1942, suscriben esta Carta y al ratifiquen de conformidad con el
internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y Articulo 110.
en el desarrollo y estimulo del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de Articulo 4
raza, sexo, idioma o religión; y
4. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por l . Podrán ser Miembros de las Naciones Unidas todos los demás
alcanzar estos propósitos comunes. Estados amantes de la paz que acepten las obligaciones consignadas en
esta Carta, y que, a juicio de la Organización , estén capacitados para
Articulo 2 cumplir dichas obligaciones y se hallen dispuestos a hacerlo.
Para la realización de los Propósitos consignados en el Articulo 1, la 2. La admisión de tales Estados como Miembros de las Naciones
Organización y sus Miembros procederán de acuerdo con los siguien- Unidas se efectuará por decisión de la Asamblea General a recomenda-
tes Principios: ción del Consejo de Seguridad.
l . La Organización está basada en el principio de la igualdad sobe-
rana de todos sus Miembros. Articulo S
2. Los Miembros de la Organización, a fin de asegurarse los dere- Todo Miembro de las Naciones Unidas que haya sido objeto de acción
chos y beneficios inherentes a su condición de tales, cumplirán de buena preventiva o coercitiva por parte del Consejo de Seguridad podrá ser sus-
fe las obligaciones contraídas por ellos de conformidad con esta Carta. pendida por la Asamblea General, del ejercicio de los derechos y privi-
3. Los Miembros de la Organización arreglarán sus controversias legios inherentes a sa calidad de Miembro. El ejercicio de tales dere-
intenoacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan chos y privilegios podrá ser restituido por el Consej o de Seguridad.
en peligro ni la paz y la seguridzd internacionales ni la justicia.
4. Los Miembros de la Organización, en sus relaciones interruu::aona- Artículo 6
les , se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra Todo Miembro de las Naciones Unidas que haya violado repetidamente
la integridad territorial o la independencia politica de cualquier Estado, los Principios contenidos en esta Carta podrá ser expulsado de la Orga-
o en cualquier otra for ma incompatible con los Propósitos de las Na- nización pór la Asamblea General a recomendación del Consejo de
cioner. Unidas. Seguridad.
5. Los Miembros de la Organización prestarán a ésta toda clase de
ayuda en cualquier acción que ejerza de conformidad con esta Carta, y
se abstendrán de dar ayud" a Estado alguno contra el cual la Organiza-
ción estuviere ejerciendo acción pr eventiva o coercitiva. Capitulo 3 ORGANOS
6. La Organización hará que los Estados que no son Miembros de
Articulo 7
las Naciones Unidas se conduzcan de acuerdo con estos Principios en
la medida que sea necesaria para mantener la paz y la seguridad inter- l. Se establecen como órganos principales de las Naciones Unidas:
f!acior.ales. una Gene;al, un Consejo de Seguridad, un Consejo Económico
7. Nmguua disposición de esta Carta aut(')fizará a las Naciones Uni- Y Socaal, un ConseJo de Administración Fiduciaria una Corte Interna-
das a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción cional de Justicia y una Secretaria. '
interna de los Estados, ui obligará a los Miembros a someter dichos asun- 2. Se podrá establecer, de acuenau con las disposiciones de la
tos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta; pero presente Carta, los órganos subsidiarios que se estimen necesarios.
este principio no se opone a la apilcación de las medidas coercitivas
prescritas en el Capitulo VII.
Carw eJ..: las Naciones Unid12s 653
652 Apindice

.•\rticulo 8 4. los poderes de la Asamblea General enumerados en e ste Artic ulo


La Organización no establecerá restricciones en cuanto a la elegibilidad no limitará n el alcance general del Articulo 10.
c.le hombres y mujeres para participar en conrlicioncs de igualdad Y en
cualquier carácter en las funciones de sus órganos principales Y sub- Articulo IZ
s idiarios. l. Mientras el Consejo de Seguridad esté desempeñando las tun·
c:iones que le asigna esta Carta con respecto a una controversia o satua-
ción, Ja Asamblea General no hará recomendació n alguna sobre tal con-
Capitulo 4 LA .\S.\1\IBLEA GENERAL troversia o situación, a no ser que lo solicite el Consejo d e Seguridad.
2. El Secretario General. con el consentimiento del Consejo de Se·
Composición guridad, informará a la Asamblea General, en cada período d e sesiones.
sobre todo asunto relativo al m an tcnitnic nto de la paz y la seguridad in-
.Jrticulo 9 ternaciona les que estuvie re t ratzmdo e l Con sejo de Seguridad, e inl o r-
l. La Asamblea General estará integrada por todos los Miembros de mará asimismo a la Asam blea Genera l. o a los Miembros de la s Naciones
las Naciones Unidas. Unidas si la Asamblea no reunida, tan pronto como el Consejo
2. Ningún Miembro podrá tener más de cinco representantes en la de 5<-guridad cese de trata r dichos asuntos.
General.
Articulo 1J
l. La Asamblea General promoverá estudios y hará reco m endacio-
Fu11c:iones y Poderes nes para los fines s iguientes:
a . fo mentar la cooperació n internacional en e l campo politico e
,lrt iculo 10 impulsar e l desarrollo progresivo del d e recho inte rnacional y su codt·
La Asamblea General podrá discutir cualesquiera asuntos o cuestiones ficación ;
dentro de los limites de esta Carta o que se refieran a los poderes y b. fomentar la cooperación inte rnacio na l en mat erias de carácter
funciones de cualquiera de los órganos creados por esta Carta. y salvo econó mico, social. c ultural, e ducativo y sanitario y ayudar a hacer efec·
lo dis puesto en el Articulo 12 podrá hacer recomendaciones sobre tales tivos los derechos humanos y las libertades fu ndame ntales de todo s. sin
asuntos o cuestiones a los Miembros de las Naciones Unidas o al <.:on- hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión.
sejo de Seguridad o a éste y a aquéllos. 2. los demás poderes. responsabilidades y funciones de la Asam-
blea Gene ral con relación a los asuntos que se me ncionan en el inciso b
11 del párrafo 1 precedente quedan enumerados en los Capítulos IX y X .
l. La Asamblea General podrá considerar los principios generales
de la cooperación en el mantenimiento de la paz y la seguridad interna· itrtlculo U
c ionales, incluso los princ ipios que rigen el desarme y la regulación de
Salvo lo .dispuesto en el Articulo 12, la Asamble a Gene ral podrá recomen·
los armamentos. y podrá también hacer recomendaciones respecto de
dar medtdas para el a rreglo pacífico de cualesquiera s ituaciones sea cual
tales principios " los Miembros o al Consejo de Seguridad o a éste y
fuere su ongen, que a juicio d e la Asamblea p ueda n perjudicar bienes·
;;uué llos.
2. La Asamblea General podrá discutir toda cuestión relativa al man· general o las relaciones amistosas entre naciones, incluso las situa·
tl•nimicnto d e la paz y la seguridad internacionales que presente a su c tones resulta ntes de una violación de las disposiciones de esta Carla
consideración cualquier Miembro de las Naciones Unidas o el Consejo que e nuncian los Propósitos y Principios d e las Naciones Unidas.
de Seguridad , o que un Estado que no es Miembro de las Naciones Um· Artículo 15
das presente de conformidad con el Ar ticulo 35, párrafo 2. y salvo lo
dispuesto en el Artículo 12. podrá hacer recomendaciones acerca de tales 1: La Asamblea General recibirá y considerará informes anuales y
cuestiones al Estado o Estados interesados o al Consejo de Seguridad del Con sejo de Seguridad . Estos informes comprenderán una
o a és te y a aquéllos. Toda cuestión de esta naturaleza con respecto a relactón de las que el Consejo de Seguridad h aya decidido
la c ual se requiera acción será referida al Consejo de Seguridad por la aphcar o haya aphcad o para mantener la paz y la seguridad interna-
Asamblea General antes o después de discutirla. Cionales.
3. La Asamblea General podrá llamar la atención del Consejo de 2. La Asamblea Gene ral recibirá y c onsiderará informes d e los
Seguridad hacia situaciones s usceptibles de poner en peligro la paz y la demás órganos d e las Naciones Unidas.
internaciona les.
Carta de las Naciones Unidas 655

Mi_e mbro vote si llegarto a la conclusión de que la mora sto deb<O a cir-
Articulo /6 cunstancias ajenas a la voluntad de dicho Miembro.
La A•amblca General desempeñará, con respecto al regrmen inttorna-
c ional <le adminis tración fiduciaria, las funciones quto se le atribuyen
conforme a los Capllulos XII y XIII , incluso la aprobación de los Procedinúento
acue nlus de administración fiduciaria de zonas no dtosignadas como
e si rntégícaa. Articulo 20
La Asamblea Gtoneral se reunirá anualmente en sesiones ordinarias y,
Articulo 17 cada vez que las circunstancias lo exijan , en sesiones extraordinarias.
l . La Asamblea G<Oneral examinará y aprobará el prtosupuesto de El Secretario Gtoneral convocará a sesiones extraordinarias a solicitud
la Organización. del Consejo de Seguridad o de la mayoría de los Miembros dto las Na-
2. los miembros sufragarán los gastos dto la Organización en la ciones Unidas.
proporción que determine la Asamblea Gentoral. Articulo 21
3. La Asamblea General considtorará y aprobará los arrtoglos finan-
c:ieros y presupuestarios que se celtobren con los organismos tospecia- La Asamblea General dictará su propio reglamento y elegirá su Presi-
lizados dto que trata tol Articulo 57 y examinará los presupuestos admi- dente para cada período de sesiones.
nis trativos dto tales organismos tospecializados con el fin dto hactor reco-
Articulo 22
mendaciones a los organismos correspondientes.
La Asamblea G<Oneral podrá establecer los organismos subsidiarios que
estime necesarios para el desempeño de sus funciones .
Votación

.-\rtlculo 18 Capítulo 5 EL CONSEJO DE SEGURID.\D


J. Cada P.litombro dto la Asamblea G<Oneral ttondrá un voto.
2. Las decisiones de la Asamblea General en cuestiones impor-
tantes se tomarán por el voto de una mayoría de dos ttorcios dto los Composición
miembros prtoscntes y votantes. Estas cuestiones comprenderin: re-
comendaciones relativas al mantenimiento de la paz y la segundad Artículo 23
internacionales, la elección de los miembros no permanentes del Consejo 1. El Consejo de Seguridad se compondrá de r¡uince miembros de
de Seguridad, la elección de los miembros Consejo . Econórruco Y las Naciones Unidas. La República de China, Francia, la Unión de las
Social la elección de Jos miembros del Conse¡o de Admmrstractón Ft- Repúblicas Socialistas Soviéticas, el Reino Unido de la Gran Bretalla
duciar.ia de conformidad con el inciso e, párrafo 1, del Artículo 86 •. la e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América, serán miembros
admisión de nuevos Miembros a las Naciones Unidas, la suspenstón permanentes del Consejo de Seguridad. La Asamblea General elegid
de Jos derechos y privilegios rle Jos la expul_sión de otros diez Miembros de las Naciones Unidas que serán miembros no
l.oros, las cuestiones relativas al funcionamtento rég•men de admi- permanentes del Consejo de Seguridad, prestando especial atención, en
nis tración fiduciaria y las cuestiones presupuestanas. primer término, a la contribución de los Miembros de las Naciona
J. las decisiones sobre otras cuestiones, incluso la determinación Unidas al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales y a
los demás propósitos de la Organización, como también a una distri-
de en rcgorias adicionales de cuestiones que deban por ma-
bución geográfica equitativa.
10,.¡¡¡ de dos tercios, se tomarán por la mayoría de los mtembros pre-
2. Los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad seran
scnll:s y votantes. elegidos por un período de dos años. En la primera elección de los
miembros no permanentes que se celebre después de hab<Orse aumen-
Articulo 19 tado de once a quince el número de miembros del Consejo de Segu-
El Miembro de las Naciones Unidas que esté en mora _en el pago de ridad, dos de los cuatro miembros nuevos serán elegidos por un periodo
sus cuotas finaucieras para Jos gastos de la Orgamzac1ón, _no tendrá de un año. Los miembros salientes no serán reelegibles para el pe-
voto en Ja Asamblea General cuando la suma adeudada sea 1gual su- riodo subsiguiente.
x:rior al total de las cuotas adeudadas por los dos anten?res 3. Cada miembro del Consejo de Seguridad tendrá un representante.
L.a Asamblea General podrá, sin embargo, permtltr que d1cho
, , ,, .;l.• J.J ArtiCIIIU 18
1 t l u ''" "' ' '' 11 ,, f'lllt. íl/ ¡-•ur 1•uto tic htli Na l. P.l Conse Jo de Scguritlad oc:r fo t•rr,..to lzad., d e modo que pueda
a. t lnldo•• "''" 1\·t h, tuh• ••lri , t '"n"-dn d l' In l u u d w1t.1 r co ul inu arncntc ' '" ft fl , ntlc m b •o d 4:f (A.m M: JU de
•u
l11
h at.•Uli! UI •tlt.J••:. ,,, ¡, ... .. ·11••' ''"
lhlllll f ' lh ' l In p t / \ ' J¡t "'' Nlllldnd IUh' lllfa • St: gurid.•d en 111dfJ rfton •c n tu rc prc.w:n lanU;. la !M!d é de l.a
, io•ttUh; .. , \ 1 h , ,H h" •' 11 \llh' ,,1 l h iMI IH' h \n lt llUIIIIH'C d e Or11r. raow cl6u.
t•U" ítloh "' ' '"l''' •lo• lntt h._• laupv th• ítqudln 2. l!l Consejo de Sq¡urlrJ"d c..c lchr ;u (a f<. UilK•nc> pcr l(xlrL:n e n lal
1 it 11 •'-''" '"'!''"''''' 11 ' '" ' " ' d ' 'uttM1jU lh· SqtUt' illful c uales t.ad o uno de SlU mu:rnhrcJ"\ Ai lo d ctt.ett . r c prc--
"'''' \'' ¡ ¡\ tlol " '"'"'' '"''o lit ,,,, ··· · ·f'•h h•' y l' tflh lplus dt• lnN Ntu IIUICS scul nr Jtt.u· un miembro de au o ru•r u tr(J reprcr.cn la nl.c capc.-
1l l t l olll '- l•'"' fh•ol ,,, .. t•h•t ' ,hh u, ul ( '''-' Jll\Ht l'l 1lt''if'lll· ci a llllc nt c
p 1 o •• d •' d , h¡u, tn llollll\t' ' •IIH"•hnl d,•ftuhht' 1' 11 lo i Cttl'lluh•!i VI . VIl. J. 1'.1 Con se Jo <le Scgurltl:uJ 1>0<Jrá u : lt-hrar r n LUUiclV
\'111 ,. '11 qukr n fue ra •le 1-. sed e de Or g;u·ul..r•c;: •6 n . que JU"L&ue rna•
t t,l t \ •u, ,q,, ,,,, hln.t r• '''"'"' 1' r. Ir. A.&tunhli·n pru n llprupllitlos pa ra fgcllr lnr su • h•bures .
, 11 , "h •ll inlnlllh' lio \' , 1 IIIUUIO fu'"f'VtU\rfO, fn(urmr tl
' l¡t h'..- A r ticulo 19

..,,,,,, ., El Cun•c Jo rh' SeMurltlnrl f'"'lr á c• la hlc c r 105 11rganl • mu 8 •ub •ldrarioa
(IUO cst lrru: ncct'ln rlu• p rora e l rlc•crnpcl\o d e sUll lundoncs .
t 11111 Mio'""" '-"' t h' 11u N'" h•Hi' " tlnt.li"' , ••uvt•·••r u .-u '-umplt r
¡11.11 .j ,, .1 1•1 t ' ••HM' i• • th• J¡l,lll ld u, l tlf• lh I H11•IH t n n l'S f n ( ' nlli\ . Ar llr:u/u JO
P. l fun•cJu rh: Segur ltJ:rd di tará " ' prroplo rc11la rnc nt••. 1 c u a l t-• ta·
1f lf¡ ,,, 1 hlt'l'Cr á d rné ludu rlc c lcglr su l'r c:slrl ·rol e .
t 111 •'-' l'' 'iHh'' •' • ,•1 lud••uh• ,, " '' "' p ru ·. y In
, ,. 11 , ¡, l¡u l lnh' l u u 1 ¡, ,u,lh'" , ••11 In 11 11'11••• ,1\o, viud ,\u Jti'"ihlr- ''" l"t' Ar t lr'u/o 11
1 li l huii UUIP \ \1 ' ' ' " ' 111i1t' ll dt•l 111111111tt IHu' llt IO'II ltiiiHUih'HIU \ , 1' 1 urr lr¡aoicr Mlcmlwu rlc l.r s Nndrruc' Unid a s '1"'' "'' sea del
¡ ,,,, •¡,. 111 i\lthl rr nd1 i\ ,, ,u , u • tl•'· ' " '' """" ' " ' ' ( 'umil d c_h · ( 'u u .. ,· Ju d e Sct;u r ldtul pcx ll á rarl l IJJUr S i ll LJc rcc ho .. Vflf U Cll la (hS·
1 , 1,\,¡,, " ' ·" ' " u qun u •l l••••' ,, , 1l h ""' .n. In ••lu h••l íh' h'n 1h• pl uut'lli ··ml on rlc lotln I' IICSI Iórr llcvntln nnlc e l c.,rr , c Jn ti. S w rritlatl
, ,, 111 , 1 .,.,, 11 n INi\n n IPN M k utl•atHi N.h IJnhtns 1'" ' " ,,, t' Nf n que lu K lnlcresc8 ' le M ic ruhr•• cfl! tá n at cc t ado l\ d e
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f\h 1 hl!lo' llf P 1 1¡\ llll -. 1 t ,,,, n ' t\II!IH f,\n '''' ltt !ll fU II UUI Wi tf HS, IIIU iltTf,

Artlr rrlu J2
l\1 .. raobrrr tic lnH Nud rrrocs que no lc rr¡Ja a " lcnlo e n ·1 (.;ufi "<'JU
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tl 11 u 1'1 1\• lntlo que IIIJ sea M lcn ohro <le Nacionc
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1 ( ,,t,1 lllh , 11 t,,11 ,h•l ( l'l l\\ ' f4 ' 1h 1 h ' lhh t\ \111 \ 1, lht rl1• lil'fllllldaJ., , ,.r¡\ hrvlla<lu o llllll lc lpar d crcd •u a volu en hn t1 Ís
• 1 ' "' .l. , \1, 1 \'1 •11:tr.•' i'' ,¡,, N ·u¡td,ul M\111\1 tll "'¡''""' odn t rvas ll rlldr.o conl ruvcrsla. lll orrscjo d e Sq¡nrldatl t'Sia·
1 1
,,, 1 , fl qdo nfil , , ¡ 1111 f dll lfhli'' pPI \\111 • u llltiiH II \ H Ch, llll l' \ 1 lufl•111h1 1h,
hk• ,., 1'" <:wl tlh loorr·• •1nc •·s llnrc jor•, las p ara la p:rrl lclpa Irin 11c lus
10
1 l 4, -, .f, 1 ¡, h•IH'Ii dt•' ( .1,, lilu\ l l(t¡I US 14.1 8 1
1 •11:o;los qrrt• nrJ No' 111 M lc rorb rtJS ele ¡,., Nudurrcs lltr ltl:.. ..
IH :.. \ I• •IH ._ " ' loUII ' " '" I'H I , 1 \"t •h t {\ llllt dt lhtt 1Hh•mh1•u 1
1
;lt• lt l 'l•• ¡,, 111 \ ilh'' t t11111 11\ \ ' 111 '"' tu,J,t'i h•\ 111 1 111ht \OC lll"ol \
, 11 ,,, 11 .t, , 11 ,11 , " '•' ' ,
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u , 11 hlil ,¡.,1 • \ tfllhllu VI \ ,t,·l 1''''' ,1
Cll¡tllulo 11 AICJtf:m .o l'At.:U'ICO UY. CCJN'I'ltOVI-:KijlJ\Ioi
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1111/.'rr/u JJ
l. L¡,, pnrl l! e n urm 1 lu c uyu
1'<111111' 1111 po•liljltl l'i l!lllllt' IIOIII ÍCIIIU de la Jllll. y 111 SCI!II Iidutl llllt' l •
C•r• de lu N.ao.... u..., .,.
. to de la paa y la iDtenwioneles, el Cooaejo decidirá ll
nacionales tratarán de buscarle ante mediante la neao- proceder de conformidad con el Anlculo l6 o ai ha de l'eCOIIIellclal
ciación, la investipcióo, la medaac1ón, la conclhación, el arbitraje, et :::. de arrq)o que considere apropiados,
arrealo judicial, el recurso a orsanismos o acuerdos regionales u otros
medios paclricos de su elección.
2. El Consejo de Seguridad, si lo estimare necesario, instará a las Attfcldo 31
JXlrles a que arreglen sus controversias por dichos medios. SID perjuicio de lo m loe artkulos 3l a ll d Conlejo
de poclri. si u( lo aolkiwa todas tu partes en' IID8 CODtr:o-
ArticlliO .U .ersJa, hacerles aeoomendadonea a efec:to de que ac Uesue a un an-epo
El Consejo de Seguridad podri investigar toda controversia, o tOda peclfíco
sit!IKión susceptible de COIIducir a fricción internacional o dar origen
a una controversia, a fin de determinar si la prolonaaclón de tal con-
troversia o situación puede poner en peligro el mantenimiento de la Capitulo 1 ACCION EN CASO DE AMENAZAS & lA P&Z.
paz y la seauridad Internacionales. qtJEBBAJIITAMIEN'I'OS DE LA. PA.Z O &Cl'OS DE &GitE8JON
Articulo JS
l . Todo ltiembro de las Naciones Unidas podri llevar cualquier• ArtkWD .J9
controversia, o cualquiera ütuación de la naturaleza expresada en el El Consejo de Seguridad determlnart la exiateGc!a de toda -
Artículo .U, a la atención del Consejo de Seguridad o de la Asamblea a la paz. quebrantamiento de la pu o acto de asresióo '/ hará rec:omen-
General daclones O decidlrt medidas acrin tomadas de COIIfonnidad CDII
2. Un Estado que no es Miembro de las Nacioaes Unidas podri loa Artfculoe 41 y 42 para mantener o restablecer la pu y la squridad
llevar a la atención del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General Internacionales.
toda controversia en que sea parte, si acepta de antemano, en lo relatiw
a la controversia, las oblipciones de arreglo pacífico establecidas en
esln Carta. A fin de evitar que la situación ac a¡rave, el Collsejo de Squridad,
J. El procedimiento que siga la Asamblea General con respecto a antes de hacer las recomendadcmes o decidir lu medidas de que trata
asw1tus que le sean presentados de acuerdo con este Articulo quedan\ el Articulo 39, podri instar a las partes Interesadas a que c:umplall
sujeto a las disposiciones de los Artículos 11 y 12. con las medidas provisionales que juzauc necesarias o IICOIUCjables.
Dichas medidas provisionales no perjudicar6n los las
Artículo 16 maciones o la poslción de las partes interesadas. El CoaleJO _de Sep
J. El Consejo de Seguri..tul podri, en cualquier estado en que se ridad tomari debida nota del incumplimiento de dichas medulas pro-
encuentre una controversia de la naturaleza de que trata el Articulo 33 vlaionales.
o una situación de índole semejante, recomendar los procedimientos
o métodos de ajuste que sean apropiados. Articulo 41
2. El Consejo de Seguridad deberá tomar en consideración todo El Consejo de Squridad podri decidir medidas que no impliquen
procedimiento que las partes hayan adoptado para el arreglo de la el uso de la fuerza armada han de emplearse para hacer sus
contro\'crsia.
decisiones, y podri Instar a los Miembros de las Umdas a
3. Al hacer recomendaciones de acuerdo con este Articulo, el Con· que apliquen dichas medidas, que podrin comprender la

rad::=·J
scjo de Seguridad deberá tomar también en consideración que las con· total o parcial de las relaciones económicas Y de las .
troversias de orden jurídico, por regla general, deben ser sometidas
por las partes a la Corte lutcrnacioual de Justicia, de conformidad ferroviarias, marftimas, aireas, postales, teJqráficaS.
con las del Estatuto de la otros medios de comunicación, asf como la ruptura de
plomáticu.
.4rÍiculo 37
Arrfcldo 42
l. Si las partes en una controversia de la naturaleza definida en
el Articulo 33 no logra1·en arreglarla por Jos medios indicados en dicho !i el Consejo de Seauridad estimare que las ¡oedklas,.!
Arllculo, la someterán al Consejo de Seguridad. nlcuto 41 pueden ser Inadecuadas o han cleDJOSI ares 1a ac:cióll
2. Si Consejo de Seguridad estimare que la continuación de eJercer, por medio de fuerua a&eas• ..-les o rerres squridad
controversia es susceptible de poner en peligro el manten!· sea necesaria para mantener o restableCer la bloqueOI
lnternac:¡onales. Tal Kd6n podri comprender demost .
660 Apéutlice Carta de: las Naciones Unidas 661

y otras op-.:racioncs ejecutadas por fuerzas aéreas. navales o terres tres seguridad internacionales, al empleo y comando de las fuerzas puestas
de Miembros de las Naciones Unic..las. a su dis posición , a la regulac ión de los armamentos y al posible desarme.
2. El Comito! de Estado Mayor estará integrado por los Jefes de
Articulo 4J Estado Mayor de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad
l . folios los Miembros de las Naciones Unidas, con el !in de con· o sus representantes. Todo Miembro de las Naciones Unidas que no
lribuir al manlcnimicnto de la paz y la seguridad internacionales, se esté permanentemente representado en el Comité será invitado por este
compronoeten a poner a disposición del Consejo de Seguridad, cuando a . asocoarse a labores cuando el desempeño eficiente de las fun-
és lc lo solicite, y de confonnidad con un convenio especial o con coones d el Comoté requiera la participación de dicho Miembro.
uios especiales, las fuc17.as armadas , la ayuda y las facilidades, incluso 3. El de Estado Mayor tendrá a su cargo, bajo la autoridad
d derecho de paso, que sean necesar ios para el propósito d e mantener del Conse¡o de Seguridad, la dirección estratégica d e todas las fuerzas
la paz y la seguridad internacionales. armadas puestas. a disposición del Consejo. Las cuestiones relativas
2. Dicho convenio o convenios fijarán el número y clase de las al comando de dachas fuerzas serán resueltas posteriormente.
fuerzas, su grado de preparación y su ubicación general, como también
4.. El Comité E stado Mayor, con autorización del Consejo de
la naturaleza de las facilidades y de la ayuda que habrán de darse. Segundad Y dcspues de consultar con los organismos regionales apro-
3. El convenio o convenios serán negociados a iniciativa del Con· poados, podrá establecer subcomités regionales.
sejo de Seguridad ran pronto como sea posible; serán concertados
entre el Consejo de Seguridad y Miembros individuales o entre el Con- Arliculo 48
sejo de Seguridad y grupos de Miembros, y estarán sujetos a ratifica-
ción por los Estados signatarios de acuerdo con sus respectivos proce- . l . La acción requerida para llevar a cabo las decisiones del Con-
de pa_ra el mantenimiento de la paz y la seguridad inter-
dimientos constitucionales.
nacaonales será e¡erctda por lodos los Miembros de las Naciones Unidas
ArtiCido 44 o por algunos de ellos, según lo determine el Consejo de Seguridad.
2. decisiones serán llevadas a cabo por los Miembros de
Cuando el Consejo de Seguridad haya decidido hacer uso de la fuerza, las Nacoones directame nte y mediante su acción en tos orga-
antes de requerir a un Miembro que no esté representado en él a que nosmos mternac oonalcs apropiados de que formen parte.
provea fuerzas armadas en cumplimiento de las obligaciones contraidas
en virtud del Articulo 43, invitará a dicho Miembro, si éste asi lo descare, Articado 49
a participar en las decisiones del Consejo de Seguridad relativas al
empleo de contingentes de fuerzas armadas de dicho Miembro. Los Miembros de las Naciones Unidas deberán prestarse avuda mutua
para llevar a cabo las medidas dispuestas por el Consejo Seguridad.
Artículo 45 Articulo 50
A fin de que la Organización pueda tomar medidas militares urgentes,
sus Miembros mantendrán contingentes de fuerzas aéreas nacionales Si el Consejo de Seguridad Iom d" .
contra un Estado, cualquier 1";¡e tdas prcventavas o
inmediatamente disponibles para la ejecución combinada de una acción dones Unidas, que confrontare s a o, sea o no de las Na-
coercitiva internacional. La potencia y el grado de preparación de estos ginados por la ejecució n de económtcos especiales ori-
contingentes y los planes para su acción combinada serán determinados, consultar al Consejo de Segu "d d as medtdas, tendrá el derecho de
de ntro de los líonitcs cstabclcidos en d convenio o convenios especiales blema!t fl a acerca de la solución de esos pro-
de q_u e trata el Artículo 43, por el Consejo de Seguridad con la ayuda
del Comité de Estado Mayor. Articulo 51
Articulo 46 Ninguna disposición de esta Carta b
de legitima defensa, individual 0 co%en?sca ará el derecho inmanente
Los planes para el empleo de la fuerza armada serán hechos por el
contra un Miembro de las Nacion en caso de ataque armadu
Conse jo d e Seguridad con la ayuda del Comité de Estado Mayor.
de Seguridad haya tomado las mesed'!dmdas, has ta_tanto que el Consejo
. • as ncccsanas para m 1
Arliculcc 4i paz y 1a segundad irotc rnacionalcs La d"d an encr 1a
bros e n c jc·rcicio del derecho d · . t as tomadas por los Miem-
l. Se establecerá un Comité de Estado Mayor para asesorar y asisltr 1
inmcdiatamcnte al Consejo d e defe nsa serán_
al Corosejo de Seg uridad en todas las cuestiones relativas a las nece-
sidades militares d e l Corosejo para el mantenimiento de la paz y la
alguna la autoridad y
sen te Carta para ejercer en c ual . • e
¿
no. afectaran en manera
onsc¡o con f_o rme a la prc-
quacr momento la acctó n que estime
662 A,«ndice C<Jrta de las Naciones Unid45 663

necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad


internacionales.
9 COOPERACION INTERNACIONAL ECONOI\IICA
Y SOCIAL
CAPITULO 8 .\CUERDOS REGIONALES
Articulo 55
Articulo 51 Con el propósito de crear las condiciones de estabilidad y bienestar
l. Ninguna disposición de esta Carta se opone a la existencia de necesarias para las relaciones pacificas y amistosas entre las naciones,
acuerdos u organismos regionales cuyo fin sea entender en los asuntos basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de
relativos al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales y la libre determinación de los pueblos, la Organización promoverá:
susceptibles de acción regional. siempre que dichos acuerdos u orga· a. niveles de vida más elevados, trabajo permanente para todos,
nismos, y sus actividades, sean compatibles con los Propósitos y Prin· y condiciones de progreso y desarrollo económico y social;
cipios de las Naciones Unidas. . b . la solución de problemas internacionales de carácter económico,
2. Los Miembros de las Naciones Unidas que sean partes en dichos social y sanitario, y de otros problemas conexos; y la cooperación ínter·
acuerdos o que constituyan dichos organismos. harán todos los esfuer· nacional en el orden cultural y educativo; y
zos posibles para lograr el arreglo pacifico de las controversias de
c . el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades
carácter local por medio de tales acuerdos u organismos regionales
fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo,
antes de someterlas al Consejo de Seguridad.
3. El Consejo de Seguridad promoverá el desarrollo del arreglo
idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y libertades.
pacifico de las controversias de carácter local por medio de dichos Artículo 56
acuerdos u organismos regionales, procediendo, bien a iniciativa de los
Estados interesados, bien a instancia del Consejo de Seguridad. Todos los Miembros se comprometen a tornar medidas conjunta o sepa·
4. Este Articulo no afecta en manera alguna la aplicación de los radamente, en cooperación con la Organización, para la realización de
Artículos 34 y 35. los propósitos consignados en el Articulo 55.

Articulo 53 Articulo 57
l. El Consejo de Seguridad utilizará dichos acuerdos u organismos . l. Los distintos organismos especializados establecidos por acuerdos
regionales, si a ello hubiere lugar, para aplicar medidas coercitivas mtergubernamentales, que tengan amplias atribuciones internacionales
bajo su autoridad. Sin embargo, no se aplicarán medidas coercitivas en en sus estatutos, y relativas a materias de carácter económico,
virtud de acuerdos regionales o por organismos regionales sin auto- SOCial, cultural, educativo, sanitario, y otras conexas, serán vinculados
rización del Consejo de Segurid3d, salvo que contra Estadoo con la Organización de acuerdo con las disposiciones del Articulo 63.
según se les define en el párrafo 2 de este Articulo, se tomen las me- . 2. Tales especializados así vinculados con la Organi·
didas dispuestas en virtud del Articulo 107 o en acuerdos regionales zac1ón se denom1narán en adelante "los organismos especializados" .
dirigidos contra la renovación de una polftica de agresión de parte
de dichos Estados. hasta tanto que a solicitud de los gobiernos intere· Articulo 5&
sados quede a cargo de la Organización la responsabilidad de preveqir
La Organizació_n hará recomendaciones con el objeto de coordinar las
nuevas agresiones de parte de aquellos Estados. normas d e acc1ón y las actividades de los organismos especializados.
2. El término " Estados enemigos" empleado en el párrafo 1 de este
Artículo se aplica a todo Estado que durante la segunda guerra mundial Articulo 59
haya sido enemigo de cualquiera de los signatarios de esta Carta.
La Organ!zación iniciará, cuando hubiere lugar, negociaciones entre los
Arlicuiu 54 Estados para crear los nuevos organismos especializados
que fueren necesanos para la realización de Jos propósitos enunciados
Se debe rá mantener en todo tiempo al Consejo de Seguridad plena· en el Articulo SS.
mente informado de las actividades emprendidas o proyectadas de con·
formidad con acuerdos regionales o por organismos regionales con el Articulo 60
propósito de mantener la paz y la seguridad internacionales.
La responsabilidad por el desempeño de las funciones de la Organización
sei\aladas en este Capítulo corresponderá a la Asamblea General y, bajo
664 .1p¿ndicc
Curta d e fas Nacim rcs Unidas 665
la autoridad de ésta. al Consejo Económico y Social, que dispondrá
a e ste efec to de las facultades expresadas en el Capítulo X.
Articulo 63
l. El Econó mico v Social podrá conc re tar con c ualquiera
dl' los cspcd alizad os de que trata el Art ículo 57, ac ue rdos
Capítulo 10 EL CONSEJO ECONU!\IICO Y SOCIAL po r medio de los cuales se es tablezcan las condiciones en que dichos
Composición organi smos hab rán de vincula rse con la Organización. Tales acuerdos
es tarán su jetos a la apro bación de la Asamblea General.
Articulo 6/ 2. El Consejo Económico y Social podrá coordinar las activid ad_es
l . El Consejo Económico y Social esta rá integrado por cincuenta de los o rganis mos especializados mediante con sultas con ellos y hactcn -
y cuatro Miembros de las Naciones Unidas elegidos por la Asamblea dolcs recome ndaciones. como también mediante recomendaciones a la
Genera J. Asamblea General y a Jos Miembros de las Naciones Unidas.
2. Salvo Jo prescrito en el párrafo 3, dieciocho miembros del Con-
sejo Económico y Social será n elegidos cada año po r un pe ríodo de tres Articulo 64
ailos. Los miembros salientes serán reelegibles para e J período subsi- l. El Consejo Económico y Social podrá tomar las m edidas apro-
guiente. piadas para o btene r info rmes periódicos de los organismos
3. En la prime ra elección que se ce lebre después de habe rse aumen- zados. Tambié n po drá hacer arreglos con los Miembros de bs Naciones
tado de veintis iete a cincuenta y cuatro el número de miembros del Con- Unidas y con los o rga nis mos es pecializados para obtener informes con
sejo Ec onómico y Social. además de Jos miembros que se elijan paro respecto a las medidas tomadas para hacer efectivas sus propias re-
su s tituir a }os nueve miembros cuyo mandato expire al final de ese año, come nd.,cioncs y las qu<' haga 1:• Asamblea General acerca de materias
se veintisiete miembros más. El mandato de nueve de estos vein- de la compe te ncia del Consejo.
ti sic tt! mie mbros adicio nales así elegidos expirará al cabo de un año 2. El Consejo Económico y Social podrá comunicar a la Asamblea
v e l de o tros nueve miembros una vez transcurridos dos años, cantor- General sus observaciones sobre dichos informes.
me a las disposiciones que dicte la Asamblea General.
4. Cada miembro del Consejo Económico y Social tendrá un re- Articulo 65
presentante
El Consejo Económico y Social podrá sum•mstrar información al Con-
sejo de Seguridad y deberá darle la ayuda que éste le solicite.
Funciones y Poderes
Articulo 66
Artic ulo 6Z l. El Consejo Económico y Socil\1 desempeñará las funciones que
J. El Consejo Económico y Social podrá hacer o iniciar estudios e caigan dentro de su competencia en relación con el cumplimiento de
infor·mes co n res pecto a asuntos internacionales dt: carácter económico, las recomendaciones de la Asamblea Gene ral.
social, cultural, educativo y sanitario, y otros asuntos conexos, y hacer 2. El Consejo Económico v Soc ial podrá prestar, con aprobación
recomendaciones sobre tales asuntos a la Asa mblea General, a los de la Asamblea General, los se rvicios que le soliciten los Miembros de
Micn1br os de las Nacione s Unidas y a los organismos ... las Naciones Unidas y los organismos especializados.
in lc rcs ados. 3. El Consejo Económico y Social desempeñará las demás !un-
2. El Consejo Ec onómico y Social podrá hacer recomendaciones ciones prescritas en otras partes de esta Carta o que le asignare la
co'n el objeto de promover el respet o a los derec hos humanos y a las Asamblt.:? General
libe rtades fundamentales de todos. y a la efectividad de tale• derechos
y libertades.
3. El Consejo Económico y Social podrá formular proyectos de Votación
co 11vc nció n con respec to a cuestiones de su competencia para somc-
Je rlos a la Asamblea General. Artic.,lo 67
4. El Consejo Econó mico y Social podrá convocar, conforme a las l. Cada m it·mbro del Consejo Económico y Social tendrá un voto.
reglas que prescriba la Organizac ión. conferencias internacionales S<'- 2. Las decisiones del Consejo Económico y Social se tomarán por
b rc a s untos de su cornpcl cncia. la mayoría de los miembros presentes y votanle•.
Carta de las Nacilme$ UrU44s 667

b. a desarrollar el gobierno propio, a tener debidamente en cuen-


ta las aspiraciones pollticas de los pueblos, y a ayudarlos en en el desen-
Proceclimiento volvimit'nto progresivo de sus libres Instituciones pollticas, de acuerdo
con las circunstancias especiales de cada territorio, de sus pueblos y
Articulo 68 de sus distintos grados de adelanto;
El Consejo Económico y Social invitará a cualquier Miembro de las c. a promover la paz y la seguridad internacionales;
Naciones Unidas a participar, sin derecho a voto, en deliberaciones d. a promover .medidas constructivas de desarrollo, estimular la
sobre cualquier asunto de particular interés para dicho Miembro. investigación, y cooperar unos con otros y, cuando y donde fuere del
caso, con orjanlsmos' internacionales especializados, para conseguir la
Articulo 70 realización práctica de los propósitos de carácter social, económico y
El Consejo Económico y Social podrá hacer arreglos para que repre· cienllfico expresados en este Articulo; y
sentantes de los organismos e•pecializados participen. sin derecho a e. a transmttir regularmente al Secretario General, a titulo infor·
voto, en sus deliberaciones y en las de las comisiones que establezca, mativo y dentro de los limites que la seguridad y consideraciones de
y para que sus propios representantes participan en las deliberaciones orden constitucional requieran, la infonnación estadística y de cual-
de aquellos organismos. quier otra naturaleza técnica que verse sobre las condiciooes econó-
micas, sociales y educativas de los territorios por los cuales son res-
Articulo 71 pectivamente responsables. que no sean de los territorios a que se re-
El Consejo Económico y Social podrá hacer arreglos adecuados para fieren los Capitulas XII y XIII de esta Carta.
celebrar consultas con organizaciones no gubernamentales que se ocu·
pen en asuntos de la competencia del Consejo. Podrán hacerse dichos Artículo 14
arreglos con organizaciones internacionales y, si a ello hubiere Jugar, Los Miembros de las Naciones Unidas convienen igualmente en que su
con organizaciones nacionales, previa consulta con el respectivo Miem· polltica con respecto a los territorios a que se refiere este Capitulo,
bro de las Naciones Unidas. no menos con respecto a sus territorios metropolitanos, deberi
fundarse en el principio general de la buena vecindad, teniendo debida·
Articulo 72 mente en cuenta los intereses y el bienestar del resto del mundo en
l. El Consejo Económico y Social dictari su propio reglamento, cuestiones de carácter social, económico y comercial.
el cual establecerá el método de elegir su Presidente.
2. El Consejo Económico y Social se reunirá cuando sea necesario
de acuerdo con su reglamento. el cual incluir.i disposiciones para la Capitulo 1% REGIMEN INTERNACIONAL DE ADMINISTBACION
convocación a sesiones cuando lo solicite una mayoría de sus miembros. FIDUCIARIA
Articulo 75
Capítulo XI DECLARACION RELATIVA A La Organización establecerá bajo su autoridad un répmen internacio-
NO AUTONOMOS nal de fiduciaria para la administración y vigilancia de
los terntonos que puedan colocarse bajo dicho rqimen en virtud de
Articulo 73 acuerdos especiales posteriores. A dichos territorios ae les deoominañ
Los Miembros de las Naciones Unidas que tengan o asuman la respon· "territorios fideicomelidos".
sabilidad de administrar territorios c uyos pueblos no hayan alcanzado
todavía la plenitud del gobierno propio, reconocen el principio de que Artículo 76
les intereses de los habitantes de esos territorios están por encima de to- Los objetivos búicos del régimen de administración fiduciaria de
do, como un encargo la obligación de promover en acuerdo con los Propósitos de las Naciones Unidas enunciados el
todo lo. posible, dentro del sistema de paz y de seguridad internado· Articulo 1 de esta Carta, serán:
nales establecido por esta Carta, el bient>star de los habitantes de esos a. fomentar la paz y la seguridad internacionales;
territorios. y asimismo se obligan: f>. el adelanto politico, económico, social y educativo de
a . a asegurar. con el debido respeto a la cultura de los pueblos los de los territorios fideicometidos, y su desarrollo pro-
respectivos. su adelanto político. económico, social y educativo, el justo gresivo hacta el gobierno propio o la independencia, teniéndose en cuen·
tratamiento de dichos pueblos y su protección contra todo abuso; la las circunstancias particulares de cada territorio y de sus pueblos
668 Apindiu ('a rta de las Naciotaes Unidas 669

y Jos deseos libremente expresados de Jos pueblos interesados, y segun 2. El párrafo 1 de este Articulo no será interpretado en el
se dispusiere en cada acuerdo sobre administración fiduciaria ; de que da motivo para demorar o diferir la negociación y celebraclon
c. promover el respeto a los derechos humanos y a las libertades de acuerdos para aplicar el régimen de administración fiducíaria a te-
fundamentales de lodos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, rritorios bajo mandato y otros territorios, conforme al Arlkulo 77 .
idioma o religión, asf como el reconocimiento de la interdependencia
de los pueblos del mundo; y Artíwlo 81
d. asegurar tratamiento igual para todos los Miembros de las Na· El acuerdo sobre administración riduciaria conte ndrá e n cada caso las
ciones Unidas y sus nacionales en materias de carácter social. econó- condiciones en que se administrará el territorio fideicometido, y desig-
mico y comercial, así como tratamiento igual para dichos nacionales nará la autoridad que ha de ejercer la administración. Dicha autoridad,
en la administración de la justicia, sin perjuicio de la realización de que en lo suce sivo se denominará la .. autoridad administradora ... podra
Jos objetivos arriba expuestos y con sujeción a las disposiciones del ser uno o más Estados o la misma Organización.
Articulo 80.
Articulo SZ
Artlcrllo 77 Podrán designarse en cualquier acuerdo sobre administración tiducia·
J. El régimen de administración fiduciaria se aplicará a los terri· ria, una o varias zonas estratégicas que comprendan parte o la to tali-
torios de las siguientes categorías que se colocaren bajo dicho régimen dad del territorio fideicometido a que se refiera el acuerdo, sin per-
por medio de los correspondientes acuerdos : juicio de los acuerdos especiales celebrados con arreglo al Articulo 43.
a. territorios actualmente bajo mandato.
Artículo IJJ
b. territorios que , como resultado de la segunda guerra mundial,
lucren segregados de Estados enemigos, y l. Todas las funciones de las Naciones Unidas relativas a zonas
estratégicas, incluso la de aprobar los términos de los acuerdos sobre
c. territorios voluntariamente colocados bajo este régimen por los
administración fiduciaria y de las modificaciones o reformas de los
Estados responsables de su administración. mismos, serán ejercidas por el Consejo de Seguridad.
2. Será objeto de acuerdo posterior el determinar cuáles territo- 2. Los objetivos básicos enunciados en el Articulo 76 serán aphca·
rios de las categorías anteriormente mencionadas serán colocados baJO bies a la población de cada zona estratégica.
el régimen de administración fiduciaria y en qué condiciones. J. Salvo las disposiciones de los acuerdos sobre administración
fiduciaria y sin perjuicio de las exigencias de la seguridad, el Consejo
Articulo 78 de Seguridad aprovechará la ayuda del Consejo de Administración 1'1·
El régimen de administración fiduciaria no se aplicará . a dudaría para desempeñar, en las zonas estratégicas, aquellas tunciones
que hayan adquirido la calidad de Miembros de las Umdas, de la Organización relativas a materias políticas. económicas. sociales
cuyas relaciones entre sí se basarán en el respeto al prmc1p10 de la y educativas que correspondan al régimen de administración fiduciaria.
igualdad soberana.
Articulo 84
Artículo 79 La autoridad administradora tendrá el deber de velar por que el terri·
Los términos de la administración fiduciaria para torio fideicometido contribuya al mantenimiento de la paz y la segu-
haya de colocarse bajo el régimen expresado, y ridad internacionales. Con tal fin , la autoridad administradora podrá ha-
0 reforma. deberán ser acordados por los Estados d1rectamente mte· cer uso de las fuerzas voluntarias, de las facilidades y de la ayuda del
resados, incluso la potencia mandataria en el .caso de terntonos baJO citado territorio, a efecto de cumplir con las obligaciones por e lla con-
maudato de un Miembro de las Naciones Umdas, y serán aprobados traídas a este respecto ante el Consejo de Seguridad, como también
según se dispone en los Artículos 83 y 85. para la defensa local y el mantenimiento de la ley y del orden dentro
del territorio fidcicometido.
Articulo 80
J. Salvo Jo que se convmoere en los especiales sobre Articulo 85
administración fiduciaria, y hasta tanto se concierten tales acuerdos, l. Las funciones de la Organización en lo que respecta a los acucr·
ninguna disposición de este Capítulo será interpre tada en el . sentodo dos sobre administración fiduciaria relativos a todas las zonas no dt:·
de que modifica en manera alguna los derechos de Es· signadas incluso la de aprobar los términos de los
tados o pueblos. o los términos de los mternac1onales acuerdos y las modificaciones o reformas de los mismos, serán ejerc idas
vigentes que sean parte Miembros de las NaciOnes Umdas. por la Asamblea General.
Carta de las Naciones Unidas 671

2. El Consejo de Administración Fiduciaria, bajo la autoridad de


la Asamblea C'.eneral, ayudará a áta en el desempello de las funciones
aqul enumeradas. Votación
Articulo 89
Capitulo 13 EL CONSEJO DE ADMINISTRACION FIDUCIARIA l. Cada miembro del Consejo de Administración Fiduciaria ten·
drá un voto.
Compaslelón 2. Las decisiones del Consejo de Administrllción Fiduciaria serán
tomadas por el voto de la mayorfa de los miembros presentes y votantes.
Articulo 86
J. El Consejo de Administración Fiduciaria estar' integrado por los
Miembros de las Naciones Unidas: Procedimiento
a . Jos Miembros que administren territorios fideicometidos;
b. los Miembros mencionados por su nombre en el Articulo 23 que Articulo 90
no estl!n administrando territorios fideicometidos; y l. El Consejo de Administración Fiduciaria dictan\ su propio regla-
c. tantos otros Miembros elegidos por periodos de tres allos por mento, el cual establecerá el método de elegir su Presidente.
la Asamblea cuantos sean necesarios para asegurar que el nú- 2. El Consejo de Administración Fiduciaria se reuninl cuando sea
mero total de miembros del Consejo de Administración Fiduciaria se necesario, según su reglamento. Este contendrá disposiciones sobre con-
<lívida por igual entre los· Miembros de las Naciones Unidas adlnirlt. vocación del Consejo a solicitud de la mayorfa de sus miembros.
tradores de tales territorios y Jos no administradores.
2. CAda miembro del Consejo de Administración Fiduciaria desig- Articulo 91
nan\ a una persona especialmente calificada para que los represente El Consejo de Administración Fiduciaria, cuando lo estime conveniente,
en el Consejo. se valdrá de la ayuda del Consejo Económico y Social y de la de los
organismos especializados con respecto a los asuntos de la respectiva
competencia de los mismos.

Articulo 87
En el desempelio de sus funciones, la Asamblea General y, bajo su auto- Capüulo lt LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA
ridad, el Consejo de Administración Fiduciaria, podrúl:
Articulo 92
a . considerar informes que les haya rendido la autoridad admi-
nistradora; La Corte Internacional de Justicia será el órgano judicial principal de
b. aceptar peticiones y examinarlas en consulta con la autoridad las Naciones Unidas; funcionarA de conformidad con el Estatuto anexo
administradora; que está basado en el de la Corte Permanente de Justicia ntemacionat'
c. disponer visitas periódicas a los territorios fideicometidos en Y que forma parte integrante de esta Carta. '
fechas convenidas con la autoridad administradora; y
d . tomar estas y otras medidas de conformidad con los tl!rminos Articulo 9J
de Jos acuerdos sobre administración fiduciaria. l. Todos los Miembros de las Naciones Unidas son ipso facto partes
en el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia.
Articulo 88 2. Un Estado que no sea Miembro de las Naciones Unidas podré
El Consejo de Administración Fiduciaria formulan\ un cuestionario llegar a ser parte en el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia,
l'Obre el adelanto político, económico, social y educativo de los habi- de acuerdo con las condiciones que determine en cada caso la Asamblea
tantes de cada territorio f1deicometido; y la autoridad administradora General a recomendación del Consejo de Seguridad.
de cada territorio fideicometido dentro de la competencia de la Asam- Articulo 94
blea General, rendirá a ésta un informe anual sobre la base de dicho
cuestionario. l. Cada Miembro de las Naciones Unidas se compromete a cum-
p lir la decisión de la Cor t e 1n t ernac1ona
· 1 d e Justicia en todo litigio
en que sea parte.
Carta de las Naciotii!S Unidas 61.\
672 Apindice
2. Si una de las partes en un litigio dejare de cumplir las obliga- Articulo l OO
ciones que le imponga un fallo de la Corte, la otra parte rccurnr 1. En el cumplimiento de sus deberes, el Secretario General Y el
al Consejo de Seguridad, el cual podnl, si lo cree ncccsano, hacer re- personal de la Secretaria no ni. recibirán de
comendaciones o dictar medidas con el objeto de que se lle\'e a efecto ningúu gobierno ni de ninguna autondad aJena a la Organazac aón, Y se
)a ejecución del fallo. abstendrán de actuar en forma alguna que sea incompatible con su
condició n de fundo narios internacionales responsables Unicamente an-
Articulo 9S te la Organiz.ación.
Ninguna de las disposiciones de esta Carta a 2. Cada uno de los Miembros de las Naciones Unidas se compro-
de las Naciones Unidas encomendar la soluc1ón de sus d1ferenc1as a me te a respetar el carácter exclusivamente internacional las fun-
otros tribunales en virtud de acuerdos ya existentes o que puedan con- ciones del Secretario General v del personal de la Secrctana, Y a no
certarse en el futuro. tratar de influir sobre e llos en-el desempeño de sus funciones.

Artículo 96 Artlcrllo JO/


1. La Asamblea General o el Consejo de Seguridad solicl!ar l. El personal de la Secretaria será nombrado por e l Sec retario
de la Corte Internacional de Justicia que emita una opm1ón consult1va General de acuerdo con las reglas establecidas por la Asamblea General.
sobre cualquier cuestión jurldica. _ 2. Se asignará permanentemente personal adecuado al Consejo Eco-
2. Los otros órganos de las Naciones Unidas >: los orgamsmos es- nómico y Social, al Consejo de Administración Fiduciaria y, según . se
pecializados que en cualquier momento sean autonzados para por requiera, a otros órganos de las Naciones Unidas. Este personal for-
la Asamblea General, podnln igualmente de la Corte opm10nes mará parte de la Secretaría.
consultivas sobre cuestiones juridicas que surJan dentro de al esfera 3. la consideración primordial que se tendrá en cuenta al nombrar
de sus actividades. el personal de la Secretaría y al dete rminar las condiciones del servicio,
es la n ecesidad de asegurar el más alto grado de eficiencia, competencia
e integridad. Se dará debida consideración también a la importancia
C•pitulo 15 lA SECRETARIA de contratar el personal en forma de que haya la más amplia repre-
sentación geográfica posible.
Articulo 97
La Secretaría se compondrt de un Secretario General y del personal
que requiera la Organización. El Secretario sert nombrado Capítulo 16 DISPOSICIONES VARIAS
la Asamblea General a recomendación del ConseJO de Segundad. El
Secretario General será el más alto funcionario administrativo de la Articulo 102
Organización. l. Todo tratado y todo acuerdo internacional concertados por cua-
lesquiera Miembros de las Naciones Unidas después de e n trar en vigor
Articulo 98 esta Carta, serán registrados en la Secretaria y publicados por· ésta a
El Secretario General actuará como tal en todas las de . la la mayor breve dad posible.
Asamblea General, del Consejo de Seguridad, del ConseJO 2. Ninguna de las partes en un tratado o acuerdo internacional que
y Social y del Consejo de Admin_istración Fiduciaria, y no haya sido registrado conforme a las disposiciones del párrafo 1 de
las demás funciones que le encomtenden dichos órganos. El St'cretan? este Articulo, podrá invocar dicho tratado o acuerdo ante órgano alguno
General rendirá a la Asamblea General un informe anual sobre las acti- de Naciones Unidas.
vidades de la Organización.
Articulo 103
Artículo 99 En caso de conflicto entre las obligaciones contraidas por los Miembros
El Secretario General podrá llamar la atención del Consejo de de las Naciones Unidas en virtud de la presente Carta y sus obligaciones
dad hacia cualquier asunto que en su opinión pueda poner en peligro contraídas en virtud de cualquier otro convenio internacional, prevale-
el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. cerán las obligaciones impuestas por la presente Carta.
,...
674 Apbodice
Carla de lcu Nacionu Unidas 675

Articulo /04 de las dos terceras partes de los miembros de la Asamblea General
y ratiricadas, de conformidad con sus respectivos procedimientos cons-
La Organización gozará, en el territorio de cada uno de sus Miembros, titucionales, por las dos terceras partes de los Miembros de las Naciones
de la capacidad juridica que sea necesaria para el ejercicio de sus tun· Unidas, incluyendo a todos Jos miembros permanentes del Consejo de
clones y la realización de •us propósitos. Seguridad.
Art/r.ulo /05 Articulo 109
l. La Organización gozará, en el territorio de cada uno de sus Mlem· l. Se podrá celebrar una Conferencia General de los Miembros de
bros. de los privileaios e inmunidades necesarios para la realización de las Naciones Unidas con el propósito de revisar esta Carta, en la techa
sus propósitos. y Jugar que se determinen por el voto de las dos terceras partes de
2. l<>s representantes de Jos Miembros de la Organización y Jos fun· los miembros de la Asamblea General y por el voto de cualesquiera
cionarios de ésta, sozar4n asimismo de los privilegios e inmunidades nueve miembros del Consejo de Seguridad. Cada Miembro de las Na·
necesarios para desempel\ar con independencia sus funciones en reJa· dones Unidas tendrá un voto en la Conferencia.
ción con la Organización. 2. Toda modificación de esta Carta recomendada por el voto de
3. La Asamblea General podrá hacer recomendaciones con el objeto las dos terceras partes de la Conferencia entrará en vigor al ser rati·
de determinar los ponnenores de la aplicación de los párrafos 1 y 2 ficada de acuerdo con sus respectivos procedimientos constitucionales,
de este Articulo, o proponer convenciones a los Miembros de las Na- por las dos terceras partes de los Miembros de las Naciones Unidas.
clones Unidas con el mismo objeto. incluyendo a todos los miembros permanentes del Consejo de Segu-
ridad.
l . Si no se hubiere celebrado tal Conferencia antes de la décima
reunión anual de la Asamblea General después de entrar en vigor esta
Capitulo 17 ACUERDOS TRANSITORIOS SOBRE SEGURIDAD Carta. la proposición de convocar tal Conferencia seri puesta en la
agenda de dicha reunión de la Asamblea General, y la Conferencia serl\
Articulo /06 celebrada si así lo decidieren la mayorla de los miembros de la Asam·
Mientras entran en vigor los convenios especiales previstos en el Ar· blea General y siete miembros cualesquiera del Consejo de Seguridad.
liculo 43, que a juicio del Consejo de Squridad lo capaciten para
ejercer las atribuciones a que se refiere el Articulo 42, las partes en la
Declaración de las Cuatro Potencias finnada en Moscú el 30 de octubre Capí&ulo 19 RATJFICACION Y FIRMA
de 1943, y Francia, deberán, conforme a las disposiciones del párrafo S
de esa Declaración, celebrar consultas entre sl, y cuando a ello hubtere Articulo /JO
Jugar, con otros miembros de la Orpnización, a ti!' de acordar en
l. La presente Carta ser-4 ratificada por los Estados signatarios de
nombre de ésta la acción conjunta que fuere nfcesana para mantener
acuerdo con sus respectivos procedimientos constitucionales.
la paz y la seguridad internacionales. 2. Las ratificaciones ser4n entregadas para su depósito al Gobierno
de los Estados Unidos de América, el cual notificará cada depósito
Articulo /07 a todos los Estados signatarios asl como al Secretario General de la
Ninsuna de las disposiciones de esta Carta invalidar-4 o impedirá cual· Organización cuando haya sido designado.
quier acción ejercida o autorizada como de guerra 3. La presente Carta entrará en vigor tan pronto como hayan sido
mundial con respecto a un Est.do enemtgo de cualqwera de los signa· depositadas las ratificaciones de la República de China, Francia, la Unión
tarios de esta Carta durante la citada guerra, por los gobternos respon· de las Repúblicas Soc_ialistas Soviéticas, el Reino Unido de la Gran
sables de dicha acción. Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América, y por
la mayoria de los demás Estados signatarios. Acto seguido se dejari
constancia de las ratificaciones depositadas en un protocolo que ex·
Capítulo 18 KEFODIAS tenderá el Gobierno de los Estados Unidos de América, y del cual
lransmitir-4 copias a todos los Estados signatarios.
4. Los Estados signatarios de esta Carta que la ratifiquen después
Articulo /08 que haya entrado en vigor adquirirán la calidad de miembros originarios
Las reformas a la presente Carta entrarán en para todos los Miem· de las Naciones Unidas en la fecha del depósito de sus res pectivas
bros de las Naciones Unidas cuando hayan 11do adopladas por el voto ratificaciones.
Carta de las Naciones Unidas 671
676 Apéndice
Estado de admisión
Articulo 111 Canadá 9/11/45
La presente Carta, cuyos textos en chino, ruso, inglú y espailol Colombia 5/11/45
son igualmente auténticos, seni depositada en loa archivos del Gobierno Comoras 12/11175
de los Estados Unidos de América. Dicho Gobierno enviani copias debi· Congo 20/9/60
damente certificadas de la misma a los Gobiernos de los demás Estados Costa de Marfil 20/9/60
signatarios. Costa Rica 2/11/45
En fe de Jo cual los Representantes de los Gobiernos de las Naciones Cuba 24/10/45
Unidas han suscrito esta Carta. Chad 20/9/bO
Checoslovaquia 24/ 10/45
Firmada en la ciudad de San Francisco, a los veintiséis dlas del 24/10/ 45
mes de junio de mil novecientos cuarenta y cinco. Chile
China 24/ 10/ 45
Chipre 20/9/ bU
Dinamarca 24/10/45
Djibouti 20/9/77
Estados Integrantes de Naciones Unidas 18/12/711
Dominica
Fecha de admisión República Dominicana 24/10/45
Estado
Ecuador 21/12/45
Afgani6tán 19/ 11/46 Egipto' 24/10/45
Albania 14/ 12/ 55 El Salvador 24/10/45
República Democrática de Alemania 18/9/73 Emiratos Arabes Unidos 9/12/71
República Federal de Alemania 18/9/ 73 Espaila 14/12/55
Alto Volta 20/ 9/ bO Estados Unidos de América 24/10/45
1/12/76 Etiopla B/11/45
Autigua 11/11/til Fiji B / 10/70
Ara ui:. Saudita 24/ 10/ 45 Filipinas 24/10/45
Argelia 8/ 12/ 62 Finlandia 14/12/55
Argentina 24/ IU/ 45 Francia 24/10/45
Australia l / 11 / 45 Gabón 20/9/60
Austri? Gambia 21/9/65
Bahamas 18/9/73 Ghana 8/3/57
Ba hre in 21/9/71 Granada 17/9/74
Ba ugladesh 17/'J/l4 Grecia 25/10/45
Barbados 9/12/66 Guatemala 21/11/45
Bélgic?. 27/12/ 45 Guinea 12/12/58
Be lice 25 / 9/ til Guinea-Bissau 17/9/14
Bcnin 1 20/9/ bO Guinea Ecuatorial 12/11/611
Bhutá n 21 / 9/11 Guyana 20/9/66
Bi r mania 19/ 4/ 4ti Haitl 24/10/45
Bolivia 14/ 11 / 45 Honduras 17/1 2/45
Bo t swa n? 17/ 10/66 Hungrla 14/12/55
l.Jrasil 24/12/ 45 Imperio Centroafricano 20/9/60
Bulgari? 14/12/55 India 30/10_/45
Burundi 18/9/62
Biclo r r usi?. 24/10/ 45 z Eclpto 'f Siria fueron miembros oricinalea de Naciones Unidas desde el
Cabo Ve rde 16/9/15 :H de octubre ele 1945. Como resultado ele un Dlebiaclto rea.lludo 81 22 de lebrero
ele 1!1511, de la wúón de Egipto 1 Siria aur¡t6 la RepllbUca Arabe Unida. que se
Rc püblica Unida de l Camcrún 20/9/60 Incorporó a Naclonea Unida& como Eat.ado El 13 de octubre
1!161, Siria recuperó au alatus ele Eatado lnclependim1e '1 recobró su membrecia
Independiente m lfackxa Ullldaa.
t Ant i suamente Dah o mey.
Cuta • ,., N.-, U..W.. m
11dta • admisid..
11/9/50 Ñueva Zelandia 34/11/45
lncloaaia 1 24/10/45 ()aiÚ 1/11171
lrM ('aiJeS Bajos 10/12/45
11/11/45
lnq 14/U/55 raldsWI J0/9/41
lrlaDda
rapua Nueva au·mea
19/11/46 ranam' U/11/45
lllalldla 19/9/11 IO/I0/7S
lalu s.lom6a raraauaY 24/ll/45
ll/5/49
III'MI 14/t:l/55 Perú 31/10/45
Italia 11/9/62 Polonia 24/10/45
Jamak:a 11/t:l/56 Portupl 14/11/55
Jap6o 14/11/55 ()atar 21/9/11
JordaDia 14/11/55 llelno Unido 24/10/45
Democrttica.
16/12/63 Rumania 14/12/55
Jteo.ya 11/9/62
14/5/63 llwanda
Kuwalt 14/12/55 Samoa 15/1217•
lt.epúbUca Popular • Lao 1 San Kitta 11/11/62
17/10/66
Letolho 24/10/45 San Vicente y Gnnadjnu U/9/79
UbaJio Zl/9/13
U berta 2/11/45 Santa Luda
24110/45 Santo TOIM y Prúlcipc 16/9/15
l.uumbul'fll D/9/f/1
Madaplcar Senepl
1119m Seychelles 21/9/16
Maluia•
1/12/64 Slern Leona rl/9/61
Malawi
MaldiYu 21/9/65 Sinppur . 21/9/65
Siria 24/10/45
MaH
Malta 1/12/64 ScxnaUa 7JJ/9/fM
Marnaecoa 12/11/56 Sri Lanta 14/12/55
Mauric:lo 24/4/61 7/11/45
MauritanJa 27/10/61 Sudú U/11/!t
Máko 7/11/45 Suecia 19/ll/4t
MoDplia 27/10/61 Surinam 4/12/75
Morambique 16/9/75 Swazilandla 24/9/61
NepaJ 14/12/55 16/12/4t
Tailandla
NicaJ'acua 24/10/45 14/12/61
Tanzanla ' l»/9/ fl'
Nlpr '1:0/9/fiJ Toco
Nlaerta 7/10/fiM 11/9/62
Trinidad y Tobaao 12/11/!t
Noruep 27/11/45 Túnez 2/10/45
24/10/45
Ucrania 25/10/62
Upnda 24/10/45
Unión 11/12/45
Uru¡uay 1/1/11
Vanuata
610 A,bodico

Estado Fecha de adnrisid,


Venezuela
Vlct Nam 20/9/n
Yemen Democritico 14/12/67
Yugoslavia 24/10/45
Zaire
Zambia
Zimbabwe
20/9/tJAJ
l/12/64 Bibliografía
25/9/PJ

El propósito de esta bibliografía cons iste en dirigir al lector hacta la


literatura más importante y accesible sobre problemas generales de
politica internacional. Tres limitaciones afectan a ese propósito. Pri-
mero. la bibliografía es necesariamente selectiva. Segundo, la voluminosa
literatura que se ocupa de problemas especificos, en especial de una
nac iou o de que una región e n particular, no ha sido considerada. Tercero,
el énfas is p rinci pal recae en publicaciones en lengua inglesa.

PRIMERA PARTE

Sobre realismo político, véase


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ot Rcllltforu - - s-.. Cambridce Unlftnlty Cunbrlclp, ISla.
- . . . . ,, IITAHU'i' B ., a., COtlúmJIO"ITl' TlleorJ 111 ¡_,.,_¡ .lldallolu, J:acle-
......... -
........ · - R.,... Y-.. LIWe, Brown aDd BoRoll J 'J'o.
"Pr'oal 1-...-...J to Polltlcl: A Cbula" <!f ...
ndlpDo?", 1 . . - - Socta1 Sclnco J""""" XXVI, Kt 1, 11'11, A J ......
lloi&JntrNG, C. A. W., TM Not.re of llllurlatlolllll Soclclf, O . Bell ud Com, Loo-
JWoa J .. llcletltiftC Jfllft DI. " " - Pollllco, Unmn!Q o( Cl1lcaiO
1151 J
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J. r
B.uQ w .• l'rlloclpla IJIId ,.,.,,_. ot /filar·
- - PoiUico: Sdtded Allrod A. XDop(, N . - York, 1151 J UDI-
ftnlty "' Amenca. w-...-,
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KJDUHII, llaJnaU, n. Clllldrero 0/ U,lrt - 1M 0/ - - -· a.rt.
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-: "'-"t. a-too - • S.X., K . - Yottt. 11111 l..._._, -
aDd UloplaDiam 111 World .lrtl&ln", -.o ot Polltlca 1,
_:.:::
S&rr>. A-.n.. ....
Stoulr ot romg, l'ollcw. Pree
n. eruu ot ...._, Dll»
01 llllurlatloiiCII BdlltiOiu:
Murrn Yottt. 1m.

·--
ot 1/W A....- Aaodetnr ot Pollllcal IJIId Boctol S n. ...-.
. ,, a.no de 11112, :n-a.
s..mc. iiiJclua. J., - u "" Approlldr to ,..,.,._ . - .. Barftl'd
UDI...aty ..,._, 1112.
THOII,_, l!tanm'll W., - IJIId Bmerplrll _ . . ., N- Yottt
Unlftnlty rr-, K . - Yottt, 11182 J Unlftnlty o( America. Wuiiii>Poa.

- 1 M CrUII ot 1Vcwf4 PoiUica, - UDI...aty . _ ,


-.Pr1nco1aD. ...,._tri l.,.,_ Polltlca,
America. Wuii!DKtoD. 1112.
lftlllos.- Nurrn York,IJIId
1110 J UDiftnlty . _ o(
VDI....atJ

...................
· - .,..,_ _ Polltlca,-
Jlos*IDa ....... - · ua.

Para el studio de la politiea lntenuu:lonal, fta8e:


634 Biblioerafla
u

- Biblio¡rafia 635

latiON", en Joolllllon ad S«1<ritr. edJtado por AIODIDder de Coodo, Du1l:e UDI·


ftftiiJ " ' - · Duhnun, 1!1157.
V AGTO, Alnm, ' "lbe Unllecl S tales aod lile Ba1el>ce ot Power", Tlle lOM mol O/ lee,
SEGUNDA PARTE :1. M• f, aoriombre de IINI, fOI-41.

Para el concepto de poder político, Yéanse: Para la naturaleza reneral de la poUtica Internacional, además
de los Ubr-.. dtados en la Primera Parle, rianle:
illlnoN, LnuN: l'>NULIIDN, Loug 'J IIIAa.ta. R. lol., - ·· COII/Iiclo O/ l'oiDn 111 lfo-
, . _ , , GUGUIUIO, Tlle Pnnciplu O/ Por«r: Tlle Gnal PotUical CrVUo O/ HlllorJ,
dern Cullvre, Har¡>er .la Bnlthln, Muna Yort:, IIN7.
CUoso:wm:, ltuL "*• Wllr, l'oWICI OIICl ,._..., kl<cUou, Hoarl' Recnei"J Com-. G. P. PuiDUl'a Saoa, KUOft York. 1M2.
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Cun re5pecto a la depreciación del poder político, además de


105 siguientes libros, véanse Jos citados en la Primera Parte, en
e l rubro " Realismo Político":

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QUINTA PARTE

Para el problema general de las normas de conducta,

Sobre el problema de la moral internacional, véame:

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J
690 Bibliocrafúo Bibliocra/1<1 691

Para los problemas cenerales del dencho internacional,

Véanse también los libros de Carr, Morpnthau y Tbompaon


citados en la Primera Parte.

Sobre nacionalismo univel"!lalkta, consúl&ense los libros citados


ea la Tercera Parle bajo el rubro "nacionalismo".

Sobre opinión pública mundial, véanse:


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de las Naciones y la Carta de Naciones Unidas, véanse los libros BROWN. SnoM. N ew Fo rces i n Wor ld Potttict , Brooktn&s Jnstitutton ,
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Prlnceloo, M - JeneJ, um.
·

Sobre el problema de la comunidad mUDdiaJ, riause:

NOVENA PARTE

Sobn el problema del Es&ado mwulial, Yéanle:


Broo. rh.e ot ¡..,.,.,..._¡ la""'*"" - 1M -..uu. Ralllled
s.r=.·d::::: ,-;::.,:;·o.: rM Proca• ot l'oiUk* 1..,.,._, ru Probklll
o/ World Gor>n1rmftll, Hanard Unl-.itJ ,._, Cambrldp, IINI.
- . TM Eroluhon ot Dtplomatie llotllod, Coi>Mablo, 11M.
()MCKC"N, HDM*-M, PolUt.t 1Uid ICrWg/W}ln,.,, Ku Ruber, 11\mk::b, l . ..
I'Wo50N, B ., Dtplomoq In IM Nuclear Age, Hanard Uni'lenlly Com·
brtdee. Muaachuaetta, 1151.
RPLICll, M.uau.us D ., IJiternal:ioftal l..alo 41 4 /or DtploMac'J, lndepm·
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RctNICH, PAUL S ., S«Td Harcourt, B....:., and. ec.n:pan,, Nuna YOI'k,
11122.
RocK , VtNCKHT P ., A Slrol-vt o/ Scribaer'a SCW.., Muna
York, 1114.
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brldp, 1!1110 J O.luJ BooU, N - . York. 1113.
DECII\IA PARTE SrANID, JoHN, ArriCT'tca
W tnaton, Muen Yoñ, 1_,.
Polkll Slncc World W• JJ, Bott, 8.lDibut aDd
THATD, CKAIU:I W ., DiJJiornal, Barper • Brotben, Muna York, • •·
THOMPSOII, D.\YJD llana, E. J lkJGioa, A . , Patknu O/ Kepn, Paul,
Para el prolllellla de la diplomada, riame: Trench, Trubner ond Com- Lid., IM6.
WAnoo<, AIIAM, DI,.._, II<:GJraW·RW - Compaa:J, N - YO<k, 111:1.
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atty New Ha- y IAlndns, 1112.
Cilosario Histórico

:\dama, John
1735-1826. Segundo presidente de Estados Unidos (1797-1801). Fue uno de loa
comisionados para la pu en Prancta en 17Tl; también uno de los pstora del
TNtado de Parla (1783) que puso fin a la Guerra de Independencia en Norte-
américa. Enviado a Gran Bretaña (1'185-1788). Como presidente, Adama evitó
una ¡uerra con Francia mediante una poUtica conciliatoria y moderada.
Adama. Jobn Qulney
1767-1848. Sexto presidente de Eatadoa Unidos (1825-1828). Embajador en loa
Paises Bajos U79f-179'7) y en Prusia (179'1-1801); senador en Estados Unidos
U803-1808); embajador en Rusia (1808-181,); colaboró en la redacción del Tra-
tado de Gante (181,), que finalizó la ¡uerra de 1812 con Gran Bretafta; emba-
Jador en Gran Bretafta (1815-1817). Como de Estado (1817-1825), deaem-
peM un importante papel en la declaración· de la Doctrina Monroe.
Alabama, Demandas del
Demandaa efectuadas por Estados Unidos contra Inclaterra a causa de los
Inferidos, durante la ¡uerra civil norteamericana, a buquea del Norte por el
crucero confederado Alabczma, que habfa aido conatrutdo y alistado en Ingla-
terra. Los reclamos tuvieron solución finalmente en 1871 por medio de un tri-
bunal arbitral reunido en Ginebra.
Alej::ndro 1
Zar de Rusia U801-1825). El fracuo de la invuióo de Napoleón dejó a Alejandro
como uno de los mú podero.o. mooarcu de Europa. Inaptrado por una ex-
traña combinación de mlatictamo y reacción, fue el promotor de la Santa Allana.
Alejandro el Grande
Rey de Macedonia t336-323 a.C.). Uedlute la conquista mUltar de Tracia, IUrla
y Eppto, y la invulón de Persia y el norte de la India, Alejandro M convirtió
en el amo virtual del Medltelrineo, centro de la clvlltaclón.
Anceu. Normaa
1874-1967. Pacifista britúúco. Se hizo popular a través de .u famoso libro, Grcm
lhuión e1910), donde presentaba la fesla de que 1u ¡uerru no compensan J
Uepba a la inferencia de que u 1u naclone8 pudieran 80lamente darse cuenta
de ello no babrla mú ¡uerru.
An¡lo-Boer, Guerra
1899-1902. Guerra entre los británicos y los colonos de ortcen bolandá <llama-
dos boers> en Afrtca meridional.
Anibal
G.meral C&J'taCinM; (247-182 a.C.), inncllcS Italia mediante el cruce de lo. Alpes
durante la l8eiUfXIa perra pdn1ca (211;2»1 a.C.).
Aups&o
Hijo adoptivo y heredero de Julio C4§8ar. Primer eg!perador romano (27 a.C.-
14 d.CJ lo¡ró conquistar Italia, Afrtca, Cerdefta y • convirUcS en el
único cobemante del mundo romano de la derrota de Antonio J Cleo-
patra en la ba•alla de Acttwn C31 a.C.).
GloS4rio histórico 105
704 Glosario histórico
Bollnrbroke, llcnry St. Joa.. primer Yisconde ele
Au•terUb, BataUa de 1658- 1751. Escritor '1 .cadista couenador tnal'l.
En Aus teriUs (actualmente en Checo.lovaquta) Napoleón 1 derrotó en 1805 a
los ej4rcttos rusos 1 austriacos. Considerada la mú brillante de Ju vlc tortu
de Napoleón, esta batalla marcó la cU.splde desu fortuna.
Borboncs
Familia real. ortrJnada en FrancJa, con ramu que cobemaron Eapafta, 1u Doa
Slc lllas y Parma; en FrancJa cobemaron desde flnes del alelo XVI huta 1141,
llacon, Franela (VIIoc:onde de St. Al-) con excepción del periodo que va d..S. la Revolución Pranceaa huta la COD·
158!-IQI. Ftlóoofo lnelú. clus lón Ue la era napoleónica.
llallla de Coc:hlnoe BoK. S ubhu Oaandn
Parte de la costa au.r eJe CUba donde, en abril de 1961. un rrupo de refu¡rtada. 1897-1945. Nacionalista Indio, encarcelado por loo brttMicoo durante la -.w>d&
cubanoe montd una fracasada invasJ6n bajo 101 auspicios de Estados Unido..
llaldwla, Slanley
=r: 1 enca-
li67-UN7. Dtri•ente conservador británico; CancUler del Tesoro 0822-lt23J; Pri- Boxen, de loe
mer MJnJstro ( 1823-lu:H, 1824-18'21J, 1SJ35-1937). 1900. ataques contra extranjeros y cristlanoa en China Cespect.a.lmente
- lakmac:tonal de - y F-lo
en Peklnl, perpetrado» por una orpnlloac:ldn mW- aatlestran)era cooo-
ctda co m o IQ.S Bosers.
InaJtueión autónoma afiliada a lu Nacionn UnJdu. Su función consiste en
:.C:
Judeudu internackm&les .
Brland Kelloc, Pacto
Tratado. conocido lambl*> como Pacto de Parla. ftrmado • 11121 por Eot..oo.
Unid os y otras 43 naclonea, por el cual loo • . _ _ se compromotlen a ,...
llarbarrojl. ........ n unclsr a la IJilerr& como Instrumento de polltlca nacional J a bu8car la solu.
Apodo de l'ederlco I , Emperador del Sacro Importo Romano Germ.f.nlco J ReJ
de AJemanl& ( 1152·1181)). cola de Relaciona Estertores BriaDd.
fJ::
llarrtn, OUaiJe E. P.

-.-Lotllo
BrJclll, Jolla
115!-INO. Embajador franc:á . , llalla
181 J.l&n. Miembro del Parlamento brt-co. Donoclado def..,..... Uberü del mo-
vimiento reformlata de la el- meclla . , Inclat.rra.
11182-111M. Eoladlata franc:á. Como aúnlo&ro del Ezlertor (IIDU lra16 de fortaJe. BQce, Jame1
cer 1U .ntiiiC!oiMI de Praacta coa - · Gran Bretalla J la P8quofta Enteate.
1838·1m. Historiador lnelés, estadlata, dlplomitlc:o y Jurtac:onsulto. conoctdo
....... QoarlaA.
117f-IHI. Hlatortador y analista pollUco DOI'IMmericaDo.
como embajador en Eotadoo Unido& (IIIII'Hil3l.
-.I(OI- Buf'a Vecino, Polit.lca del

____,
11111·1WI. Eoladlata c:boc:o.lo..eo. Como Mlnlotro de - - U81a.
19361 J Primer Mlnlotro (1112J.If22), lUYO 1111& amplia ._¡>Uidad • ; . ,¡ar Frase con la que el pniOI<Ienlo l"ruukkln Delano - . . l t canctert.ó 111 poll-
laclón de la Pequofta Enlanta J . , la a1lama cbeca coa Francia. II'Ue eleclo pr• tlca, Iniciada duranta la admlnlstrac:IOo del p . - t e Hoowr, de ..UU la
llldente en 11135; • u11l6 dMpueo del Pacto de Kunlch U . .l; - .., ao- Intervención armada., ArMrk:a LatiDa, faoo...,_ UD proarama de c:oopoR·
blemo proriiiiOnAI durante la - - perra mUDdlal; - - . , , . . - t e en clón amlst.ou.
!Ne, ,.,undd poco clolpuM del IQipe de J:olado oomualsta de !NI.
Bukharln, Nlkolal 1
1888·1938. COmunllta ruso; Jefe teórico del partido c1espuá de la m,..rte c1o1
17...1132. Plldeolo J jurtac:onaulto qWI; fundador de la _..... utllltarlMa. Lenln; miembro del Polltburó; ejecutado durante 1U purps de 1831.

- - . e - p . . .. B11rke, EdmiiDd
1m. Conwc:ado por k» f1rrnaDt.oe del
llsó la cuerra de erun..
para
de Parla o•l. coa el Una·
k» WnJIInc» do! Trat.odo de San
q•• 1'129·1797. Eatadllta brtiMlco J fw.ofo polltk:o del COIIMrftdorlamo U\lltndo.
swano, 1m,.-to por - al Imperio Otomano • prtnclpk» de 1m. Buraa, lobn
1858·11143. Socialista brl-c:o J miembro del Parlamento UIJC.lell).
11a-1m. Senador aortMmertcano o•1e111 J bldpafo de Joba lfarahAIJ. su C&IJIOilft, JoiMI C.
rama como potlUco radica en el &pOJO que bW del lmperlallamo . , la poiiUC&
IDterMClonal '1 al 11101rlmlento • k» uunto. lnlemo.. 1783·1850. Estadllta J fU<*lfo poiiUco Det011110r de loo planta-
dores artstocrátlcoa del Sur y autor de la teorte constltuclooal de la IDnJJda·
. _ , . ,.. Olio . . . clón; secretario de Guerra UIIHI35l; Ylceprealdeale UIDS-11181; .cntario de
1115-111111. .EIIadlsta aleniM. Primer llfDIItro de Prulla OIIH171l J canctller de Estado UMHM5l .
Alemania (117J.18110); unltfc6 AlemaDia bajo la cooducclóa prualaD& • IDo del
Imperio AleaWl una de 1U , . . . - Cambon, lules M.
11145-1935. Dlplom6tlco fr&nCjje; bermano de Plerft Pau1 Emba¡.dor . ,
- . aa..te. 11:. los Estadoo Unidos durante la cuarn en Eape6a UD-1811'11,
leof. . DIJ>klm'tfco aon.mertcano. Embajadol' ID la Ullldn SovWtlca UIU- y en Alemania WlO'I·l•ltl .
115'11.
706 Glosario histórico
Glosario histórico 101
ea.-. l'lerro Pul
IM3-llrlf. Dlplorútlco lranoM; 1>ermuoo do 3uloe Cllmbdn. Como ombajtodor on

c.-1111'. Georp
=tT:-=:= ,.1"='!: -=
..
caernenc:eau. r.aeorce
1841·1!1211. Eatadlata rranceo, Primer M!nlatro en da. oculona (11)()8.111011, ltl7·
l!Jt9). En la Conferencia de Paz de Parts .e opuso a Woodrow Wtlson.

(11271.
miDiotn> - - d o Aauntoo
Cobdrn, R lchard
ltloiC-1065. Estadlata qWo, llder dal movimiento refonnlata liberal; npeclal·
me nte interesado en la promoción del Ubre comercio.

Empendor do
Corlee 11
Occ:- (101).11tl; rrt do .... !.......,. <'lll-l1t).
Cnlombo, Plaa de
Proyecto de la COmunklad. Brtttniea de Naciones, fiJado en 1151, para el d.-.
rrollo económico cooperattwo ea el sur 1 sureste de Aata.
lle7 do
car... v
Eacoc:la o Irlanda u-.1-l.

=;:r.mo n
Cnm..lft luternadonal del o..n.blo

:¡=
In-
11omano GermoiDico 1151f.1551l 1 <como
1 C'.onumlelad Europea de Deleaaa
Aborta<la acordada hocla 1M2 por Alemania, Pnncla, llalla, IMiclca,
CorJee vm lna Palaes Bajo& 1 Luembur¡o, con la tnt.enctón de crear una tu.rza defen-
lle7 do Pnmcla (lfl3.1411l. llalla . . 1tN; obUpdo a ntlrane por la liva eoruün.
Up que compnndla a Pemaado V do l!!opao1a. al emperador llulmlllaDo 1 do
Alemania. el papa Alejandro VI 1 loo .........,._ do MllM J VIIIOCia. CoDfode-lá del lUoiD
Llp <le prlnclpoa alemam8 formada on 11011 boljo ol prolectondo de Napolecln 1.
C..lallleiA-
Declaraclón do priDctploo n.- por a1 ..-.w - 7. a1
CotuoJo de AdmJftlat- Fldadarla
lnopocclona loo mandatoo de loe terrltorlw aün no coaforme a

...
.........; IDclula priDclp.... de a..-1'11111181:1dn - · opoolcldo a la - (lncluyen<lo otempro a loa mlembroe pormanentea del COnMjo de Squrtdadl.
lllcln, cloarme el¡ualdad de...,_, a l - J ataa malerlaa
c-to de lhrepa
Cner pu Internacional c.- ., 1lltl por roprooentanleo de O ron Brotalla, Pron·
de por ....,. . , ltl a.C. al f1Dallaar la lercÓtra cta. B<!lctca. too Pal- Baja., Lwrembur¡o, No.,_, SUK!a, otnaman:a, Ir·
,._... pWI1ca Utf.lM a.C.). lauda e Italia; en 19!10 oe le unieron G_.. J Turqula. El COnMjo llene como
propóolto, mediante laa tareu del da lllnlotroe del Ezterlor J la Aam·
ltollen .................. L••••abri'I'J, V...... blea Conoulllva, alcamar a formar w.. lederaclcln . . . . - -.

N-
178f.1122. - <XIIIMn'Odor brll*>lco. Secrotarlo ele Guerra (111l5, 110'1·1DI;
oec:rolarlo de Aamtoo Elderlo,... (111J.1CI21. CouMJ<> - J Social

eaaau- 1a o..- ceaaau- 111 6 ........ ele Onldu.


Zaru. de - <I'IG-1'1'1181. J:apandkl , , _ al lnlperlo .,.,, priDclpal·
meate e aponou de Turqula. Corea, Gttern . ,
lntclo<la ooo al ataque de Cona del Norte a con. del Sur (junlo de 11501 a
ca- (eiMa,....l trono clol paralelo de 3r.. la - dl'riaorla de pootcuorra !\le fiJada por un
:zst.1tl a.c. Eotad1llla romano, -"Co lmpiKable ele cartaco; ou lnlluencta acuenlo entro la O - - 'T l!:ot8doe Onlb. -Lu fUenu do N -
a,uckl a pro.ocer la tercera 111"'"' p<lalca. Unlclu, bajo o1 comaado de - Unldoe, ae unieron a laa de cor- del SUr
deapu61 que aqiMllaa aprobaran .a. reaoluclcln <25 de junlol lmpulaDdo a
Catoree Pllatoo
Fónnula del prealdente Wooclrow Wllloa referida a loa objeti'fw A11adoa '1 a
procrama pneral de pao, que tuera on el monoaje al eoncreoo cle1
un :uru:.:. ..
en uovlembre de 1150, cuando luenu ele Nacl.,._ UJI1du oe aproxlmarDil a la
frontera ele Manchurla. En 1151, la Unea ele combate eetaba ll\leYUIIellte Olla-
1 ele enero de lt11. l>lllzada en el paralelo 38. En Julio de 11153 ae concluJÓ UD annlotlclo.
a....... OoiDWo a. ConwUie, l'lerro
111().1161. Eotadlola llallaDo, primer ...-.... de Cenll6a <IIID-1-. 1-11611;
l1nó a cabo la unlllc:acldD polfllca de llalla.
1606-168t. Dramatur¡o '""'*·
CrtaMa, Guern ele
Ollar, J -
JC».U a.C. - J pneral romaDO, tundMDI' del romaDO. ...
a loe prlnclpadoa del Danubio bajo la pranlla conJunta do laa polen·cr..-
a-wlb. Karl - clas neutralizando el Mar Necro '1 compromeUendooe loo U¡nalariOI a r•·
1711).1831. a-ra! prulana J oec:rltor de - de Mtralella mWtar. su obra potar la Independencia e lntecrldad territorial da Turqula.
maatn, VOII ICrleg, IU'I'O una IJ'Ul lnfluiDcla taDto ID la Wcllca COIDO ID la
de la teorla de la ......... Crue(;, Eme:rtc
1590-l&ta. En Le N"""'"'"
Cpft (1623 Cnd lmaclnó UD conaojo de embajada.--.
repreoentantes ele todoo 101 monarcu J repúbllcao ooberanu, quienes luzca·
Glosario his tórico 709
708 Glosario histó rico

rlan las disputas Internacionales mecUante el voto mayoritario, haciendo obltp· Federico 11 (Federico el
to rtas sus decisiones.
CUatro Uberiadee S iete Ai'\os 0756·1763), hizo de Pruala la ntayor potencia militar de Europa.
En su mensaje al Concreso proponiendo el y Arriendo (6 rle enero
de l!Hl ) e l pres idente Franklin D. Rooseve1t atinnó que estas c uatro libertades Felipe 11
debLan r'einar en todo el mundo : de palabra, de cu1t01, contra la miseria, '1 con· Rey do Espalla, N6poleo 1 Slcllla !1556-1598) y (como hllpo 1) rey de POrtupl
tn. el mJedo. <IS80·1598l. La polltlca exterior de hllpo 11 oaluvo dlripda a preaorvar la llego.
Daaco, Guerra del
1932·1835. Guerra entre Bolivia y PAJ:qu&y por 1& posesión lle:l territorio del que acabó con la derrota de la Armada eapataola en 1581.
ChaCO.
Fftlelon,
Cllaml>orlaln, J-pll 1651-1715. Teóloco 1 escritor francto; anobfspo da C&mbrafs.
1836-18lf. Estadista b r i -. Como _,,..,t&rio de Colonias (1-111031 abogó
por 1a upans.tdn colonJaJ, IIU consolidación 1 reforma. l'lchte, Johaan GetWeb
1'762·11lf. nJ-fo alemúl.
Claaml>orlaln, NevUlo
111811-I!HO Estadista qJá· hijo de .Jooeph ChamberlaJn. Como Primer lfinlstro Fo<b, Ferd._
11937-INU fue el prindpaÍ defensor de la polltlca de " al*'teuamlento" hacia el 1115HII2V. Martacal de Prancla; deode mano do 1811, joto del Mando Unificado
Eje; se yJo oblicado a renunciar después de 1& derrota británica en Norue-¡a Aliado durante la primera cuerra mundial.
(abril do !IHOJ.
a-terfleld. Pblllp Do.--r Slaabopo, t• CeMe * Fondo Monetario lnteraadoaal.
O..anJzaclón au tónoma, afiliada deade 19f7 a las Nacionea Unidas; coopera
161H-IT73. Eatadl.lta y escritor ln&lés. estrecham en te con el Banco Internacioaal de Reconstrucción '1 Fomento; pre-
senta planes a fin de factutar el comercio internacional, reducir dealcuaJdadea
<.'bon'CIIlll, WlnoloD L. S . en el intercambio, J estabilizar el valor de la moneda.
1874-11165. Eatadl.lta y escritor britAnlco. Primer Lord del Almlrantaqo (1911·
1915, 1938-l!HOJ; tuvo -.arios puestoo de pblnete anta y después do la primera Fnnc:l- 1
ruerra mundial; Primer Ministro 11IHO-IIH5, 11151-111551. Rey do Prancia 11515-1547J.

Dem<lateMO Franciloco 11
JN-122 a e El máa erando de loa oradores preYino a loo atenlensea en U1timo emperado r del Sacro Imperio Romano Germ6nico (1792·1808); primer
sus Filip.iw (351 , 344, 341, a.C.l acerca da la amenaza de l"ffipo II de Yace- emperado r de Austria Ccomo Francisco I, 180t· l835); rey de Bohemia y Hun-
doma. quien conquistó Grecia en 331 a .C. ¡ria !17!12-18351.
Descarta, René Frallk.Un, BenJamin
IS96-1650. Filósofo francés.

Dlderol, l»ttla coón ; desempeñó un imporiante pope! en la Obtención del reconocimiento lran·
::
1713·1784. F'Jióoolo J hombre de letras francél. nueva repüblica U778l y en las necoci&ctones de paz con Gran Bretaña
Dlaraell, llenjamin (COade de lleacoaollelol)
Frreport, SJr ADdrew
180f·llllll Estadista y eocritor briUnlco; l'riiDH lllnlalro 011'1-111111, 187'-1&801.
Revitatfz6 el partido conwrvador ron una doble polltfca de lmporfallamo Y Uno de los creados por Ric hard Steele y Joseph Addlson como inhír-
reforma democñUca. en el d iario in&lH Spectat or,

Earlo¡ue 11
Charles de
Rey de l'rancla (1547-155111; continuó la lucha ele ou podre, l"rancclco 1, contra
el Emperador Corloo V y au hijo, hllpo 11 ele Eapafla. lBOO·I!J?O. Gene ral y e stad ista francés. En la segunda cuerra mundial se opuso al
armisllcio franco-alemán do liMO, huyó a Inalaterra y se convirtió en el Udor de
Eariquo VIII lus cornbatlentes france.40es y del cobierno provisional En la postiUf;rn.
ruc del partido nacionalista-d e rechista R .P .F. (R4uemblemmt du
Rey do ln¡laterra 0509-1547). Y en 1958 fue electo presidente de la Quinta República.
EJ;&otco• República de
Adherentes a la fflosoffa del O'ltoiclamo, fundada por Zenón a comlenZOI del
s i¡lo 111 a .C. Po tenc ia maritfma itallana, que alcamó la cima ele au luera ., el alelo XIV.
f'ue anexada a Francoa en 1805 y unificada con el reino de Cerdella en 1815.
EucenJo de Savoya Goellle, Jobann Wolrcanc von
1663-1736. El máa Jl1'llde coaductor mJJJtar ele ou tiempo 1 Jl&D utadlsta al
servicio do Austria. 1749. 1832. Poeta alemán, dramaturco y novelista.
Gorot. Nikolal V.
FAO
S J¡Ias do las palabras inclesal Food. and Agnculture Or(IOnioolllm.. V<!&se Or(IO· III09-i&52. Novelista y dramatur¡o nao.
nfzdci<1n do 141 Nac1onos Unfd4s fiiiTO 14 .Af7'1Cidlllr4 W 14 .Aii,.,.tación.
710 Glourio ltistdrico Glouuio llut6rico 711

G-Gunole,l'elllloa ... James. WUUam


Canc-kln del ejercicio '"&Oroeo dol poder nacional, derlndo ele un lamoeo 1142·1VIO. Plló&Ofo y peloOioao not1amerlceno.
o.forlamo dol 'lbeodonl lloc>enell: " Habla oua-te. pero Una
conuco un ,...,. aanote". Jar. Jobn
Grey, Edwanl, hlaw< . -
1111:1·111». Ealadlala brllú>loo. Como -relarlo ele Relac- - - llfiO$·
11161 Jucó UD Importante
o.-_ u.,.
en 1a formaclc!D ele 1a Triple ll:nteote.

del Tratado óa Parlo (1'1131.


..
oc poclo). Jelfe.-, Tloocuo
-...._
l>cUI
1743-IDI. Tercer p - ele - . - Unldoa (11111-101. - de la l)oc:1aft.
clcln óe la Inclepoodencla; aobemodor ele Vlralnla; olnló 011 el oancr-> Ooa&l-
.... nent.al; crucedló a Pnnk1ln como mlallllro m
Eabdo U7111J.I'Ial.
(17111; - - . 1 o de

-... . (lti3-15MI.
Jara& 111
11eJ do Gran Breta6a e IrlaDda U._1atll.

-···
1-INI. (1-11111. Jaop VI

--8al-.,r
11eJ ele Gran Breta6a U-1111121.

-- -.
115().1'!112. ..,. ele lllclaWTa. J:ococla • . . - (1-1'1021.

Otdlle.- .. eo...- 111) 1115-11111. PlldooCo -.uco ........


JII2'J.JOI7. ..,. c1e lncla&erta ncal01'71. llaal, l -
..
J m · l l ' l t . - J - - -·
1724-1104. PlldooCo a1emúL
llaoolüy, K a r i -

...
151M-UI:I3.
Alloo.
11eJ ele JJder ele ... OD la perra ele ... n.mg
-
IIISHII3t. Prlnclpel teórico aualro . - dol IIOCI8llamo.

· 0earae G.
IIIOf. D t p - e blalorlador - · . , la Unida SO
- ..uo-
1757·1104. Ealedlal.a nortamerlceno. Delopdo oo la COnnockln COnalituyonle La
vlóUca 08521.
tlaya, c.a.nc:- •
autor, Junlo con - J Jay, de ,.......,..1 ,..,.....
r.»ral donde puso el *>lUlo m la propoalckln ele UD coblemo omlrallsado;
Como del Ta- Tratados, l l r - por Ealadoa UDicl<» y olrao . . , . _ potendM, -
"'.f.'t=... =t;".:.":.-:
-- ..,.,_ J:
auerra larreatre, - - J o b l l p - da ... - · et.c.
Lanl, Plerra
1113-I!MS. Pollllco r . . - ; Primar lollalalro 01111-1132, 1135-1111111;- Yb1ua1
c ua nin&Dte ele Aualrla - • - a 1111; ele aua • .._ -pendonl del aot>terno da Vk:hy bajo l'ttaln UN2-I!MSI. Doopu6& da la - - c-rta
Sacro Imperio IIGmaDO Garmúllco da 1431 a IQ. muncllal fue eJecutado por - oaa loa - .
Hopl, Geor& Wllbolm Prteclridl Lenle, V. l .
I'T!0-1131. Pllóaofo alemin. rum; IUDdador del bolcbnlomo, la 'l'erc:oen
Hllfe...U.C, Kadalpll Laapoldo 1
1m·INI. Soclallala y aconomilta olemM; miDIItro da PlnanDa 111:13, lnl-111281. Rey de Bél&lca (1131-1111161.
Ho.,_,,_... Leopoldo 11
1518-18'11. inc*· Rey de IUiclca Ull65-1110111 .
Hodl, ConleU Locarno, Tratado. de
11'11-11155. SecretariO da IEatado norte&merlcanO UI:J3.1N41. 11125. lnclulan un tratado de prantla mutua da 1a1 lroaterao lraoc:o-alem&Da
y germano·belp llirmado por AIODWlla, PraDcla J COCl OraD Bretafla e
Julllu&o JDiemodoaal ele Acri<UIIara I talia como prantesl , varloo tratado& de arbitraje, y un tratado fraoc:o-polaco
Pundado en 110$, con el objeto de recopilar y difundir conoclmlenloe rei&Uooa y rronco-.checoslovaco para la uistencla mutua en caso de un ataque por
a la aartcullura. manta. Dieron lucar a un bre" periodo de buaDa voiUDiad
cido como el " -lritu de Locamo".
laallel 1 IAelle, Joloa
Reina da Inclaterra U5$1-UI031. 16:13·1704. Pilóaolo inc*·
712 GloS<Orio ltist6rico
GloS<Orio llist6rico 713

.-..a5. 0o11e.- e1e I.ullliaM uq.tau: - · oa1-111J6>. MeauJe de Dftpodlda


1718. Conoojoo •lol Georp Wuhlnaton a ... al ntlrarae
Lewe. All- del car1o cuando conclu,6 su MCUftdo IOblemo.
PacUiota - - Aldternkh, Princlpe -.DD
XIV 1773-18511. Ministro auatrlaco ele Relacton. - u-.11131), CaDclller
01121-1114111, tuvo woa - partk:lpodón en la coaforma<:lóft ele la diplo-
...,. ele .......... OMH7llil. macia europea durante 1aa II\IOrr&a oapoleónlc:u J lue el - cooductor
de Europa de 1115 a 1111.
111111. lohn Staari
...,. ele .......... (1715-1774). 1806-1873. FIIÓSO!O J economista u.Ha.
lllohaawtlll

._...,..._
...,. ele .........,. U77..l'ID). 1429-1111. Sult6n o1omano U4S1-1411l; complet6 la cooqulola del Imperio -
Uno; fundador del imperio otomaDo•
lllori<J, lollll, V - llori<J de Blacll.....
-

111111.1111. - . - ; flmdó o1 EoparU<¡ulata durante la primera 1838-1923. Estadlota Uberal lnc*: hombro de lootrM.

=
cuerra mUDdlal J . , . - a aa - en el Putldo COrmm1Ka AleaWI.
Mwllch,A.- . .

: ..
. _ . Gnqe. Da.tll , , . . _ - • _,... ., Setiembre de 11131. llan:aron el momento cumbro ele la polltlca ele
1163-1945. F..stacUst.a brt'*"«:o. Primer Min15t.ro durante la primera JClM!'rr& miento••. In&taterra, rep.--.- por Neo111e J J'raDcla. - la
DMIIIdlal.
• • , Ice, . . . . . . . J Gran Bntafla pnn1lzuca loa .,....,. lbnl..... .........., d. - - ..-
Hitler tomO todo a-.ionqula eo mano da 1. ..

J-
Alcanaó la cima de . . poderlo durude el reinado de Alejandro el Grande en
ol lll&lo III a.C.; . - - . - . cll'l!clido- J . - por Roma m la IOCUflda J Nac......_......._
primera oemw1a a.C. Miembroa del Partido Naclonalloclallsta de loll Trabajadoree Alelnama (ab,.
vlado bajo el IA!rmino .., _ ..., , lundado claapuéa da la primera cuerra mUDdlal
lbdolanW.N- J cohllucJdo por Hitler.
1-152'1. , - . , pollta> II&Uano. Napole6al
--.- 1789-11121. Emperador da Prancla (1-1115) .

p..-..:ta (1-1117).
=·:.,:m·': 'l: NapoloGn 111
1806·1873. Emperador ele Prancla (11152-11'10); oobriDo ele
preaidente de la Secunda llepo1bUca. clolapoá ele la
l. Como
da 1141, oe coo-
vtrtiO en dictador J luea<> en Empera6or; abdicó clolapoá da oer durotadD . ,
...-,u.. la CU"rra lranro-prualana (1870-1171) .
- . . . ele l o - a lo tarao de la frontera orkln1al ele Prancla; I"'ICfbb6 NapoiHalcaa, Guerraa
su nombre por Andnl lllaclDOt. ministro ,...,.. ele Guerra Ul22-1113f, 111211-IIJil, 17911-1815. Guerra& sootellldaa por Fral>cla -bajo la COIIdua:kiD mWtar J po1Wca
de Napoleón 1- cootra Inclalern. Aualria, Prusia, - J otro& pú.- _,_

H--· -= __..
peos en diversas ocaaiones J en dlatlntu coml>inllcloma. Ccncl..,....,.. Clllll la
coo lo que lnlc:laroa la - de Prancla . , 1110. derrota de Napoleóll en Waterloo.

-1-.1114.
· .ur.- ,.,_ oOclal na-ni J edüoe: formulO uaa cloc-
Nabru, Jawabarlal
1889·11164. Llder del mmlmleoto del coacr-o

-r-
tnoa del poder na-ni, la que ejerc16 eran lnllumacJa en Eatadol Unldos, Grao Nacaonal Indio deode 19211; primer ministro ele la India lnclepeodlente, 1111-liM.
Bretaila. Alemania, Japcla 1 - - Nle-he, Frlodrlda WJIIIela
184H900. Pilóoolo alemúL
Emperatrta ele Auotrla·HW111fla (1740-1780). Norlh, Freckrlell Nortll, ,, -
1732-17112. Primer mlniltro ln&lM ll'ml'llll2)•
...... llart
1111-11113. ........, 1 lilóoolo IOCial, quien aoent6 loa lundamenloa Nue•e Polendu, Tra&ado de 1aa
del 80elalilmo moclemo. 1922. Ealadoa Unidos, Gran Bnt.aiaa, Japóo J ot:nas 11e1a mlembroa 1M la Coafe-

-.1....
IIID·I·I. .Estadllta lraDa!ll; c:ardenal 1M la lciMI& C&t6Uca lklmana; Ulnlatro
r• ncla de WIUibin&ton oe comprometieron a respetar "la aoberanla la iDdepen-
'1 admlnlalraUva de China", J a ' maD1eDer el

PrepoDclerante U60-l.ll m el primer periodo del reinado da Lula XIV. Nilremberc. Jalldoa de
M?''? df l!ltS-1!147. Juicios aecuidos • loa Jeles ou.ia . . , , _ de "crlrnenes de .........
por un ·rrtbunal Militar Intemaclooal loatalada en :NUnmberw, Al..-. '
El acto por .. cual la J'lllaciOO .. ailtlmte .. el Sacro Imperio
Romano entra 1m Eltado J el Imperio ae tranatormó .., ama reladc!o N:te.
"medlala" a da la lnten:esióo ele 1m Ealado superlor, el que ..-16 Comité del Senado da Estados Unidos 01131-1131), por el
- - .. _ . . . -Uoado ...... coo el Imperio. Gerllld P. Nye Ulúota del Norte> y lormado para i n - . r 1aa acthldadea
de loo banqueros J los labricanles de durallle la primera cuerra

-
714 histórico G/ourio histórico 715

mundial. Le lniM'Nó priDclpalmeale e1 quJeMo rue..,., a Pánlcu, GllftTU


- con la ....,... babw. licio a lee de 1a lnt.erwDCicla
IOOienldu entre caruco
(tambi*l llamado " PIInl" por ..,. ............,.,,
popularidad d e - - oe retlejd ... la lecWJactdn noutn.·
qulftl controlaba el no.--18 de Atrk:a ., el - - ooc:1c1enta1. ., Roma.
ole,._.,- cuerra pllnlca: -.:ut a .C. 5eCW>da ....,... pllnlca: 21S.:IOI· a.C. Ter·
cer:a l'lerra pojnlca: 1•1441 a .C. COnciUJ11roD con la -rucd6o de Cartaao 1 el
=.._•,=.de W>llormar laa
auralmleuto de Roma como la mayor pcMnc1a del IDUIIdo occidental.
l)ulall..
ole ......,... a.tJ · · - ·rratolor o qulutacolumnlota. El término deriYa de Vldlnm Qulallnc, llder f ...
MUlada a laa Ul>ldu; e:.-. ., 11H7. Pn>Jeclada para apandlr el elata IIOfUeiO o¡ue a-,udó a Alemania en la prepanclda de la conqulota de N<>-
comen:lo loireo lnlemadoDal ., "-rlo mú ....,ro y -nlco. noep en I:HU ., fue nombrado Primer lollnlatro mú tarde. Ejecutado . , 1N5.
__
ltariae, .......
MU conoctda por IU alela lnclee&. PAO, fue -eclcla ., 111M con el objeti'lo IQJ.IIII!l. francés .
... ....Jorw ... """""*- ... la - rural, lmpulaar la produoclc!o ., la dwtrl·
bucldn ocrlcola ., - el nlftl ... Jlri"""" eloeloral
Troe !eJeS 11132, 116'7, IINl con 1aa que oe reformó el - electoral

--
Dk'u y arupllc.i el <lerecho al 'lOCo.
uwo • "la ..-.clda de un m&701' nivel l&nltarlo para a _ _... . ........rw. lllda •
-olelaLipoleN- permanente de 1o11 e n - de 1o11 prlnct¡.- del S.C.O Impelo ft.o.
mauo Germánico

...........
·-
Jllcbolleu, .t.rmaad .Jaa da ..-a., . _ ole
15:15-IGU. Eotadlala franale; dlrlcló el coblerno como m1nlatro (106-IIIG) de
.Luis XIII; CaroJenal de la Ialeala católica Romana.

...__, .....,.
. - 1.... IllplomWco F IKrltoc f . . -; ., - 11111-1117).
.,._..., , aollnplerre, - - Jolclere
1751-I'I'.H. Como llder de loa jacobinos -un crupo ntremláa republlcaDD- tue

·-·-J-
I'IM-11165. Secretario del Elterlor brltúúco 111131).1Nll; Primer lllnlltro 111155- el lultlp<k>r del r e . _ del ·rerror durante la rewolucldn fraoceaa y ae coa·
-.......- ...
1151).
Ylrtlcl •• •lrtual oJiclador de PruJcta, utoe de aer ejecutado.

...... --
1151. V - ole 1712-ITII. PUóeolo f ........
. . .ella!, u.r.-
Zar ole- 11-1'1251; - del mocJemo Eltado 1\100.

,__._
144!1-151f. Hlaturlador 1 cJiplom6tico ltaUano.

__ : ..
1'111-1150. Secnlarlo del 1 - - UID-112'11; PriiDet- 11Uf.ll35;
1Nl-1Mil. 1U liNO. COmemó con el at.que n100

=-:e:=.rr..::..
a PIDiaDdla (30 de n<membra de 1•1:

-
....

,..,_tú B.,.,.
--'"·--
1N4-1711. qw.; tllnclador de ........,.nnla. En IU K - - lapa C&rella, la ciudad de VlboJW, ..,. - naYal 1 d i - c:oo -
y ..,. poblaeldn de f50.1100 almaa.
...-teS l a - de unallp d e - . total dr 11.173 ru111aa
,.. ,...U • CIJA),...,..

.. .._
- CUJM dllputu podr!aD - UD trfbuDal llltermclcma1 de
.... M1-ID. Eullüd polltlaa ciD Eurqa
dOn del Imperio lloaw>o, extJDculdo .,
.,.,...,..,.. como -
m . Subalatk! buta el alelo
--
XVI como

,.. ,....,
'J'I"aladoo ele a.Uaaoe, DOIIClulcloe . , 1IDO -, 11121, ..U. a..cooloftlqula ....._. waa coomuldad europea, aw>r¡ue laa - de - . . . . . - DO .......-.
y Y.......'lla para la - _ . , del - quo ele IJII. ""'' ... - 'f'oda . . bnportallcla polltlaa -.,ancló • ....
IUit:aa de la ........ de loe 'f'reiDia Allaa (lllt.IJ4IJ " fue diiUalto . . 11111.

-·-·1'158-1a. -..u.ta

AlemaDia a

dOn,
a
-.. -

-.¡w.sa. ele una c:catereacla 11N5l - . . - um.sa., 1a Uoldn -


y Gran Bntalla . , PoUdam, Alemmla.
u-.11111, 1.,..111111.

ID IIUiol1dlld priDclpal . ,
III&DIIoe c1e OCUPIICida . . . . - - ruooa. brUúlcaa ., fraD.
. _ " al Conoejo Aliado de Cootrol; formuló loe W'ni:iiiiii ... la _
y .........,._ bajo loe que oe debla ooaduclr a
Alemania. EmiUó, coa la partlcl.,..:ida ele OliDa, ..,
........
ele . - a d a
SalaW'Iene. Oouloa l . c.. -

_,..,., Kubnt .t.rt1lllr 'h1MI


de
11151-17f3. Plkleofo I<JCial f.....,.. En su Pror«to l k - ,.,....,.... 117131 abocó
por auaa corte lut.ernada-.1 de arbltn.je, la reaWICia a la .,.rra_7 por una 1lp
de Esla<loo crtslianoa, unldoa por una a.Uaaoe perpetua de _.ndad mutua.
_.. *
IDH!Jl:J. Secretario de .t.IUntoa El:.lerloraa brlt.úllco bajo el . - ele IJ1a.
raell Utml-18all; pr;,_. 1o11n1atro (1115, 1-.1en, 1-.11112).
IIAJ,'l'
al Jepda.
Slcllol de Stral.eilc Arms Llmllatlona TaiU; 1 IICIIerdoa •tn.
Plerre J . Ealadoa Unl&. y la Uulcln SoriéUca refel1doa a la llmltaclcln de a aláemu
111111·11165. PIIÓ*>IO IIOCial r..-. de mlallea uUbaiÚIÜCOII 1 al armamento oetraWclco otenalwo.
.Pnted•I'Me ,._na a111erta lilde .t.iloa, G•rra *los
1756-1763. Guerra de alcance mundial libraú en Europa, AnM!rlca del Norte 1 la
PoUUca de Estados Unid<» Mela China, promulpda por el
oec.-rto ele Estado Jobn Hay eo 1 • bajo la forma de ootaa en'fladu a laa India , eutre Pnwcia, Austria, Rusia, Sajonia, Suecia y ( - 1'182) Espalla por
, . . . . - potendu 10llcllal>do la aquiJ>anclda de clerechos comercl&IM en China, w a lado, y Prusia, Gran Bretaita y llaliDonar por el otro; tuvo au ortceo eo 1aa
y ..-npllada por una oota ll1mllar do 11110 eo que apoyaba la rivalidades <olonlales entre Francia e Inclalerra y en la lucha que por la IUPr.
polltlca y la IDtecrt<Jad t.errttortal de China. macia en Alemania dlrlmlan Austria y Pruala.
Glosario hist6ri&o 717
716 GloS4rio histórico
por loe 1 - . _ . , .., - Alemania, Italia, loe PaU. Bajoc y Eapalia,
Sooabart, Weran tauto como uoa e-na dll protatanta contra
1113-IIH1 . Econorniata y ooc1ó1o1<> . - en ol - · 10...- luego TrUMtual . . .'-Mda ..... anllrll
fUertemente antlmanlsta y coac:1u7<1 ., al u.. --=a dol DOdonal aocJallmw. t.arnbWn como la corte UundlaJ. Eatableddo en 1821, conforme con
el Plk..1.u tle la Up de N..::tooes. oooclu)'Ó en 1845, cuando M transttrteron aua
1830-1903. Flldooto lncMo. /uucionM a la o..te - do .luaUcta - - por la Carta do Na-
!Mereberc, FrtU clones Unidaa.
1119:>1963. Eocrttor marxl.ota. Troppou, c.acw- ole
- G110rra ele la llr.!O. c:ormx:ada por -mlch. bajo loo ausplcloc de
h& Santa Allana, a Da de c:oamderar loll med.Ja. de suprlnúr loa lnantamlent.oe
V - Utreclll, TrtWIIIo 114.
llbeniM conua •• . _ de Slcllla y
llollly,_cle_
15«1-11141. Eatodlaa fi'IIDCOio. Su Gran l'r<>JWCtD !la .., ploa pua la f-raclón
de todu Jaa nadoneo cn.uanu.
Tnnloau. Dec-
Esbozaola por el -m.-.. ., un mensaje al Concrea<> Imano de
...:
c.--
- · · Wllllam G -
1N0-1910. SOCidiOCO y economista o o . . - ; do cleDclu po11Ucu •lel couuanislno la COIJiCII!'Sión de ayuda a lo. 1obiemos que tratan de
1 OOdalos en la Unlnnlclad de Yale. repeler la ''q:resida totalitaria...

r.ctlu, T1101dkla
c. 55-130. Hlatoriador romaoo.
c. 4611-100. 1 1 - .._ _

asus-----
Talkyraad, Clllu1n - de Vni...,Europeaoler.c-

--me-
175t-IIDII. lllnl8tro li'1IDCOio de Re- - (J'It'l-1'111, 1-110'7, 181t-1815l. do la Orpnlaclda zu._ de
Eax- a...fin111150
Or.oanizacidn -
COOpenr.lón
-- -
de -.rollar y liberalizar el Intercambio lnter-
!'eller6D, Cenfereacta . . europeH. La Unida, abora reempl.uada por el Acuerdo Monetario E u ropeo, per-
Reunión que Roosevelt, Cburchlll y BlaiJJa co1ebnroa m IIIU eo Tebo....,, I *; rultld la u w - de cualquier - COil loe- - -- - equilibrar
en ella se loeraron acuerdos sobre loo - y la . . . . . . . - de loe - . ,. <fiaute atranjo!ra oorrleDie
barcoc en Prancin u i como de las ope....,..._ coatra sus <feo•las
COD cualquier otro pala.

IJD16a ln&etUC'a-1 t1e ·r: E ' a..e.


·r en>era República hanceoa
Perduro deode 1a derrota de Prancla en 1a ,._.... (18'71) balta Creada para afirmar J fomentar la cooperación tntemaclonal en el procreso y
la formación del robleroo de Vk:by la . , . , . _ - - m liNO. ''"'' ncloua1 de todoa . _ medloo de telecomunicación. Pue eotableclda en 11134
CUI'IIU Wl& " " " " - do la Unido 'l'eleptilca lntemaclonal, -blec>da m 11115,
l'hlen, Loula -'dolphe con lA UDI<lo 1 - . -. lomuoda., 11101.
1'197-18'71. Estadlste, periodista e - - , __ Primer lllnlaU'o en tres Valola ro.tal VDI'Ia...
ocaslo•-· primer Presidente de la Tercel'a BepolbUr:a UITI-11'131. Establecida en 11'15 c:aa - - . u en Berna, Sula; en 1flt'l M con'rirtlcl eo
un orpnwno _.,.1._ de lall N - UDidu.
Tllalcsca, NlchoiM
1883-1941. Estadlste rumano. Como lllnJáro do - Elderio,.. 1112'1·1113111 11Dl6n
defendió la polftfca francesa de lfOIUrldad - 1 tilo . _ .., loo •"':'""-eeos Eslablec•<fa en I!IUi; fusloaada con la Unlóa TetearUica lntunaciooal para for-
de 1a Pequeña Enteote con Cbeco&lonqula '1 Y...,...'f'ia. mar la actual Ulllóa - de Telecomunlcaclonos.
T-ueYWe, .&leila de I 'Dlóco ·retecrállca l.tc•
1805-18511. Ealedlste francés, teclrlco politlco e - - J:loiopoMII de au Yialta
a Esled.,. unid.,. en 1831 escrlblcl lA n - Ufl35-lfHOI, un
Establecida on 1-. - O<pnladóo fue la primera unión publica Internacio-
nal importante. Lleaú a oer couoclda como la Unión de Tetecomunic.clones eo
penetrante de la natUJ'1lleZa de la domocracia oorteamericana 1 de la 1!134; actualmente es un orpnlomo .._-Jallaado de Jaa Naclolles Unidas.
democracia en cenera!.
VNilll-'
1'raJaDO lnclesu de Unll.ed Nallons Bellef lUid Rehabüllatlon Admlnlstratlon (Jid·
Emperador romano !98-1171. rnlnlatncldn de - 1JDidaa para el Socorro '1 la RellabWtaclclnl, funda·
da en 1945 para dar ayuda a loo pa1oea aaolado& por la lnternunpló sus
Tratados Sec1uldu1oa opel'aciones en Europa en 1947; se dlaolrió en J9U.
Tratados concluidos clespu<lo de la primera cuerra muodi&l, por loe cuales mu- VrbaDo 11
chos de los Estados de Europa central '1 M obllpban a protecer las
nunorlas ..xlstentes dentro de .... fronl.eru, la libertad de prac- Papa 110111-1011111.
ticar religión, hablar aus propios '1 edul:ar a - lújOI . , su cultura
minoritaria. La r.lp de NIICioM& • hl8o . - b l e por la Ylpncla de tales Vlrecht, 'fralado de
cJjusuJas.
Treinta AAoa, G•rra de loa
1618-IHI. Guerra cenera! europeoa, .llenda a C8!Jo
r1o aJ"ItWl; fu... .....,.,lalmente, una ......,.. de loe
aobre terrlto.
mbordl·
nados al Emperador y de las pot.enctas utraojeru -Prulcla, Suecia, Dlna·
marca, IncJaterra- contra d Sacro Imperio Bomm>o Germúúco rep,_.,tado
Valle!, -le
Concluye! la _ , . . de -
Frauclo por fncJaterra en
ole
U'IOI-171tl despuá de la denote de

11lt.l161. Fllo.oto '1 juriKonluHo IUiao; autoridad 10braaliente en derecho


lntemaclooal
718 Glosario histdrico

Vnoocla, lkpú.._ de
Una de lu crandes potenclu mariU.... de a •'-* XV J XVI, CUJOO
a la diplomacia en un eran Venecia .. unid al n1no

V - .::..c.- de
1822. UIUma de lu confe......,laa d - l a a por la
rrao decidió, pea a la opoak:lda del MCretarlo de
Allalwa; con..,.
cada pera cocwderar 1aa medldu a lomar ron la rnoluclda . , J:op.Aa. El Coo-
Exterlo,... JncW.,
INDICE
Cannlnc. ••lar
GEN_ERAL
un ejercito franca a reprimir la rewella.
vename., TreUdo •
El tra&ado principal con que coac1uJó la primera ,....... muncllal.
Vlderla
- de Iaclalerra UU'I-Itoll J EIDperetrla clo la India (ll'!l-1toll.
'=-"-

v-
V..... de
111H815. Conrennda de pu que a lu -ITU n a p o l -. . . la cual
lu crandes poUnclu - Auatrla, Ruala, Prulla, Grao - J .........,_ - -
ciaron laa clo - ajualea polltlcoa J tarri-.

1 -1m. Pllcleolo 1 -rltor


W...-,BaWJade
El> W -. Aualrla, I obbnlo . , Ja ,_ clo . . mú - "rlc-
torlu. Sell dlaa ca-puM Auatrla • ftla a c:a>clulr un umlotlc:lo.

......
lllllf-111:10. El mú infiUJMie
w-... ....-.
18111-1111. 1:1 -
critica f-ral apro- por
4rUooar · - , .•
1'1811-11152. llllllar J -
una----•
aocióJoco . -.

alemúl que ruora


...-r .........
eeteblecldo t.jo una -

briiMlco. Comandante clo -


l a - c1o

brtlúllcm
1 a l - en lu cuerraa oontra Hapoledn Ua-18151; pn6 . . mú , . _ "rlc-
torla en Waterloo U815l; Primer Ministro UDI-11131)); Secretario clo Aountoe
-
w -.

Exterloroe UIU-11351.
Watfalla. ,._de

pndomlnante . . J:uropL
=
-.".........
1.,._1.a.. p.raicloDle c1o Eolad<» u- Ut13-11121l .
,.._,, ,_
1472-1530. inlrl41a J cerdenal clo la IaiMia Católica Romana; Coaoejero
Privado 7 Lord Canciller clo Ellrlque VIII.
l'alla (o Crlmea), 4aoenloe de
Resulladoa de una reunión (19451 eotre -..elt, Cbwchlll 7 Stalin . , Yalta,
Crlmoa (URSSJ; el tezto completo DO tue melado bula IN?. .1:11 ella • f(Jaraa
los teml.inos de la ocupación de Alemania; ae prometla establecer una n...-.a
Polonia aobre buea democriUcu, adomú loa flrmanteo a dar ula-
tencia conjunta a la. Ubel:ll<la. c1o1 dominio nul, para
"elecciones Ubres", JOI>jemoa "correspnndimteo al - . ,
del pueblo". Dio a conocer una fórmula para la "rolaclón de lu crandes polell-
clas en Naciones Urúdu, y compromeUd a la Urúón .SO..Iétlca a entrar en la
cuerra contra el Japón a cambio de la ..Utuclón de aJcw>oe tarrtton.. perdi-
dos en la cuerra ruso-japonesa C190f-1905l, 1 a la operación CXIIljunla c:hlno-
soviétlca en el ferrocarril chlncH>I"Wntal.
Prefacio .. .... .......... ..... ........... ... ............. ........ 7

Primera parte: TEORIA Y PRACTICA DE LA POLITICA INTER-


NACIONAL ...... .. ................................ . .. · · · · · · · · · · 9
1. Una teoría realista de la política lnternacloñal ............. . 11
Seis pr·InClplOS
· · d e rea1·lSmO polí tlCO
· ............... · .. · · · · · · 12
2. La ciencia de la política Internacional ................... . 21
Comprensión de la política internacional ....... . .......... . 27
D"f · ·
1 erentes aproximaciOnes .. . ...... .. .................. . 27
Límites al entendimiento . ... .... ..... ................. . 29
Comprensión del problema de la paz internacional ......... . 35

Segunda parte: LA POLITICA INTERNACIONAL COMO LUCHA


POR EL PODER ........ . .. .. ... ....... . ... .... .... ... .. . . .... . 39
3. Poder político .... . ... . .... . . .. . .. ... . .... . .. .. .. . ..... .. .. . 41
¿Qué es el poder político? ............................... . 41
· Como medio para los fines de la nación ............... . 41
Su naturaleza: cuatro distinciones ............ . ....... . 42"
La depreciación del poder político . ....... . .. .. .. . .. . . ... . . 47
Dos causas de la depreciación del poder político ........... . 51
La filosofía del siglo XIX • .• . .. .•..••••••.• • •.••••• • ••• 51
La experiencia norteamericana . . .. .. ... ........ . . ..... . 52
La ciencia de la paz: una utopía contemporánea .......... . . 54
4. La lucha por el poder: política del statu quo ... . .... .. ... . 63

5. La lucha por el poder: imperialismo .. . ..... .. .. ... .... .. . 69


Lo que el imperialismo no es .............................. . 69
Teorías económicas del imperialismo ............... . ... . . . 73

Las teorías marxista, liberal y "demoníaca" .......... . 73

tipos de imperialismo ............ . ... . ...... . . · 71S

Tres incentivos para el imperialismo ... ... ....... . .. · · · 79


Tres metas del imperialismo ...... . .. ... ... .... · · · · · · · 81
Tres métodos del imperialismo . .. ......... . ...... · · · · · 83

Cómo detectar y enfrentar una política imperialista ...... . 89


El problema de la política: contención, concesión y temor 89
Su existencia .. . . . . .. .. . .. . .. .. .. . . . .. .. .. .. . . .. . . . .. .. 164
El carácter nacional ruso . . .. .. .. . .. . .. . .. .. .. .. .. . . .. . 166
El problema de la determinación . . .. . ... ... . . .. .. ... . . 94 Moral nacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
6. La lucha por d poder: la polltlca de pratl¡lo ... .. . ... .. . . 99 Su inestabilidad .. . .. .. . .. . .. . .. .. .. .. . .. . .. . .. .. .. . .. . 171
La calidad de la sociedad y del aobierno como lactara
Ceremonia l díplomAtico ... . . .. . . . .... . . . . . . .. . . .... . · · · .. · 100 decisivos . .. . .. . . . . .. . . . .. . . .. .. .. .. . . .. .. .. . .. .. .. .. .. 174
Desplieaue de la fueru militar ... .. . . .... ...... .. •.. . . . .. . 105 La calidad de la diplomacia .. .. . .. .. . .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. ITI
Dos objetivos de la política de prestigio . . . . . ... ... . . . . . . . . · 107 La calidad del p iemo .. .. . .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. . .. . 111
Trv corrupciones de la polltica de prestigio .. . . . 111
El problema del e<¡uilibrio entre los recunoa y la politlca 111
7. El elemnlto • lu poUtlcaa IDtenoadonala · · · 115 El problema del equilibrio entre los recunos . . . . . . . . . . 112
El problema del apoyo popular . .. . .. .. .. . . .. . .. . .. .. . 113
La naturaleza de las ideologías pollticas . ..... . . ........ · · · 115 Gobien10 interno y polltica exterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
ldeolotlas tlpicas de lu pollticas exteriores . .. . . . . . • . .. . · · . 119 11. Eftl..clóu del poder - - * - l .. .. . .. .. . .. .. .. .. . .. .. .. . .. . 191
ldeoloalas del statu quo ........ ..... .. . . .. . . .. . . . · · .. · 119 La tarea de evaluar . .. . . . . . .. .. . .. . .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. 1!11
ldeoloaias del imperialismo .. . . .. . . .. . . . . . . ... . . . . .... . 121
ldeoloaías ambiguas .. . . . .. .. .. . .. . . . . . . . . . · · · · · · · · · · · · 125 Errores llplcos en la evaluación .. . .. .. . . . . . .. . .. .. .. .. .. .. 194

El problema del reconocimiento .. ... . ... . .... . . . . . • · · · · .. · 128 El carAeter absoluto del poder .. . .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. 194
El carActer pennanente del poder . .. .. . .. .. . .. .. . .. .. . 197
IJI La falacia del factor único .. .. . . . . . .. . . .. .. .. .. . . .. . .. 200
Tercera pdrte: EL PODER NACIONAL . . . . • .•. . · · · . . . · · · · · · · · ·
l. La - - ... poda' - - * - l .... .. .... . .. . .... .. .. .... .. 133 Cuarta pdrte: LIMITACIONES AL PODER NACIONAL: EL EOUI·
133 I.JBRIO DEL PODER .. .. .. .. .. .. . .. . .. .. .. . .. . .. .. .. . .. . .. .. .. 207
¿ Qul! es el poder nacional? . . . . . ... . . . .. . . .... .. · .. · ·
Las ralees del nacionalismo moderno . . . . .. . . . ..... · · · · · · · · 136 11. El ..,umbrto del poder .. . .. .. • .. .. . .. .. .. . .. .. .. .. .. .. . .. . 209

Replique del nacionalismo: apariencia y realidad .. ... ·


lnsquridad personal y desintearación social . ... . · . .. · · · · · ·
137
139
- El e<¡uilibrio social .. . .. .. . .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. . 210
El equilibrio del poder como c:oocepto uniwrsal . . . . . . . . 210
El equilibrio del poder en la polltica intCl'D& . . . . • . • . . . . 212
'· llel poder . ......... . . . . .. . . 143
o o • • ••• • • • ••
Dos modelos principales del equilibrio del poder . . . . . . . . . . . 215
Geop'afla .... ... ..... . . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · • · · · · · · · · · · · 143
El modelo de la oposición directa .. .. .. . .. . .. . .. .. .. . .. 215
Recursos naturales .. . ...... . . . . . .. . · · .... · · .. · · .. · ........ · 143 El modelo de la competencia .. .. .. .. .. . .. . .. .. .. .. .. . 217
Corea y el e<JuiUbrio del poder .. .. . .. .. . .. .. .. . .. .. .. . 219
Alimentos . ...... . ... .. . . . . · · · · · · • ·· · · · ·· · · · ··· · ·· · · ·· · 146
Materias primas .. . ... .. ... . ... .... · · . · · · · · · .. · · · .. · · .. 1411 IJ. Dlfereuta utocloe del equWbdo ... ...... . . . . . . . . • . . . . . 221

Capacidad industrial .. . .. .. .. .... · .... · · .. · · · .. · · · .. .. · · .. 153 Divide y gobierna . .. . . . . . . . .. . .. . .. .. .. .. . .. .. .. . .. . .. . .. . 221

Aprestos militares .. ... .. . . . • . . . . . ... .• . . . •. . . ... · · · · · · · · · · 156 Compensaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222

Tecnolosla . . . . . .. .. . .. . . . ....... · · · · . . · · · · · · · · · · · · · · · · 156 Armamentos . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . • . . . . . . . . . . . 223


liderazgo ..... . ... .. . . . . . ... . . .... . .. .. . . . .. .. . . . . . ... . 158
15'1 Alianzas . . . . .. .. . . . . . . . . .. . . . . . . . .. . . . .. .. . .. . .. .. . .. .. . .. . 224
Cantidad y calidad de las Fuerus Armadas . . · · · · · · · · · ·
160 La naturaleza aeneral de las alianzas .. .. .. .. . .. .. .. . .. .. 224
Población .... .. .... .. .. .. .... .... .......... · · .... · .. ... · Alianzas venus dominio mWidial .. . . . . . .. . .. . .. . . . . . .. . 230
160 Alianzas venus contraallanzas .. . . . .. . . . . . .. .. . .. . .. .. . 232
Distribución . . . . . .. . . .. . . · · · · · • · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
Tendencias . . .... . . . .. . . . . . . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 163

-
Carácter nacional ....• . . ... . . . . .. · · · · · · · · · · .. 164
El sostenedor del equilibrio . . .... . ... ... . . . . . . . . . . . . .. . . .. . 237
La naturaleza general del derecho internacional .. . . . . .. . . . . . 323
13. La estruc:tura del equiUbrlo del poder 243 327
La función legislativa en el derecho internacional . .. . . . ... . .
Sistemas dominantes y dependientes .. . .... . . . .. . . . . . 243
Su carácter descentralizado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . .. 327
Cambios estructurales en el equilibrio del poder . . . . . . . . . 245
Interpretación y fuerza coactiva . .. . .. .. . .. . ... .. . . . · .. . · · · 33U
14. EvaluKicla del equilibrio del poder ........ .... ... . 247
La función j udicial en el derecho Internacional . . . . . . . . . . . . . 333
La incertidumbre del poder . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . 248
Jurisdicción compulsiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 334
La irrealidad del equilibrio del poder . . . . . • . . . . . . . . . .. . .. . . 253 Tribunales internacionales . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . 3311
El equilibrio del poder como ideología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257 El efecto de las decisiones judiciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 340
La imposición del derecho internacional . . . . • . . . . . . . . . . . . . • 342
La insuficiencia del equilibrio del poder . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
Su carácter descentralizado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 342
lnrtuencia !imitadora del consenso moral . . . . . . . . . . . . . . . 259
Consenso moral del muderno sistema estatal . . . . . . . . . . . 263
Tratados de garantla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 344
Seguridad colectiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 347
Articulo 16 del Pacto de la Llp de las Naciones . . . . . . . . . 347
Q11.inta parte: LIMITACIONES DEL PODER NACIONAL: MORAL Capítulo VIl de la Carta de Naciones Unidas . . . . . . . . . . . 351
INTERNACIONAL Y OPINION PUBLICA MUNDIAL . . . . . . . . . . . . 267
1'· La .aberaDfa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361
IS. La - . 1, lu .,..lumbres y eJ derecho como UmJtaeloaea al
poder .. .. ..... . ............. ... .. .. . ...... ....... .. ... .... . 269 La naturaleza genérica de la soberanla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361
... ..... . . ... ...... ... ... . . .. . .. .. .. . .. .. .. ... . . 275 Los sinónimos de la soberaola: indepelldeDcia, ipaaldad, UDa-
nimidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . .. .. . .. .. .. . . 364
La protección de la vida humana .. .. ...... .. .. ...... .. .. .. 276
Lo que la soberanía no es . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 366
Protección de la vida humana en tiempos de paz . ..•...• 276
Protección de la vida humana durante la guerra .. . . . . .. . 280 Cómo se pierde la soberanía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367
La condena moral de la guerra .... .. ...... .... .. .. .. 282
Moral internacional y guerra total . .. .... . . . . . .... . ... . 284 El voto mayoritario en los orpnismos lntemaciooales . . . 372

Moral uoivcn;al veraus univen;alismo nacionalista . . . . . • . .. . 287 ¿Es divisible la soberaola? .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 375

Etlca personal de la aristocracia internacional ... .. . . . . 21111 f1Grle: LA POLJTICA INTERNACIONAL EN EL MUNDO
Destrucción de la moral internacional .... .. . .. . . . . . .. . 291 CONTEMPORANEO .. . . .. . . . . . .. .. . . . . . .. . .. . . . . .. .. .. . .. .. .. . . 311
Destrucción de la sociedad internacional ........... . . . . 294
Triunfo del nacionalismo sobre el internacionalismo . . . . 296 Zl. La DUeVa fuerza - . 1 del UDI-nraallamo ....._.._ . . . . . • • 313
Traosfonnación del nacionalismo .. . ... . . . . . . . . .. . .. . . . 2911 Nacionalismo, viejo y nuevo . .. .. . . . . . .. .. . . . .. . .. .. .. .. .. . 313
Derechos humanos y moral internacional . . . . . . .. . . .. . . 3UZ
La lucha por la mente del hombre .. .. . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. 316
17. La ...... púiJIIc:a ........ .... .. ......... .. .. .. ........ .. . 309
; Tres principios de la propaganda .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 317
La unidad psicolótlica del mundo . .... . ...... . . .. .. .. . .. ... . 311
U. El nuevo equJUbrlo del poder .. . .. .. . . .. .. .. . .. .. .. .. .. .. . 395
La ambieüeclad de la unificación tecnológica . .. .... . . .. ... . 312
Inflexibilidad del nuevo equilibrio del poder . . . . . . . . . . . . . . . 395
La barrera del nacionalismo ..... .. . . . .. ..... . ...... . .. ... . 315
Reducción numérica de las araodes potencias . . . . . . . . . • . 395
Sexta pGrte: LIMITACIONES DEL PODER NACIONAL: EL DERE· La bipolaridad del poder .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 397
CHO INTERNACIONAL . . . ....... ... . ..... . ... . .. . ........ . . .. . 321 La tendencia hacia un sistema de dos bloques . . . . . . . . . . . 3911
1&. . _ priDclpaiB problema del derecho latemact.ai . . . . . . . 323 La desaparición del mediador .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. 399
El problema de una "tercera fuerza" . . . . . . . . . . . . . • . • . . . 4011

---
Desaparición de la frontera colonial , .. . . . . .. . . .. . .. . .. . . . . . 402 Una fuerza policiaca Internacional . . . . . . . . • 00 • • • • • • • • • • • • • • 503
La revolución colonial ... . . . .. ...... . ...... . . .... .. .... , . .. 406 u. El judklal .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. . .. . .. .. 507
La declinación de Occidente . . ...... 00 .. .. .. . 00 • 00 00 • 00 • • • •
La naturaleza de la función judicial . .. . . .. . . . .. . .. . .. . .. .. . 507
Potencialidad del s istema bipolar ........ . . 00 • •••••• • • 00 00 • 412 La naturaleza de los conmctos lnternaclonalea: tensiones y
disputas ... ...... . .... ... . .. . ...... . 51U
La posibilidad de su disolución
00 .. • • • • .. • • • • .. • • • • • • •

00 00 00 00 00 ... . 00 00 . 0 0 . 00 413
Continuación de la fria . .. .. 00 , . 00 • •• • • •• • 00... 414 Disputas puras ........................ . . 511 00. • • .. • .. • .. •

La nueva diplomacia . . . . .. .. ... ... .. .. . .... , . . . . . . . . . . 415 Disputas que Implican una tensión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sil
y coexisteocla pacifica . 00 • • 00 . ..... 00 00 • .. .. • • 421 Disputas que representan una tensión . . . . . . . . . • . . . . . . . . . 512
La ...... total .. ......... .. .. .... .. 00 00 00 00 . . 00 00 ... 00 00 .. 429 Limitaciones a la función judicial . . . . .. . .. . . .. .. .. .. . . . .. .. 514

Guerra de poblaciones totales ... .. ... ...... . .. .. 00 .... 00.. 431 u. c.mblo Jllldlkoo . .. . .. .. .. .. .. . . .. .. .. .. .. . .. .. . .. .. .. .. .. . 519

Guerra mediante poblaciones totales .. . ...... , . . . . . . . . . . . . . 435 El cambio pacifico dentro del Estado . ........... , . . . • . . . . . 519

Guerra contra poblac:lona totales .. ...... . ..... .... 00 • .. • • • 436 El cambio pacifico en el terreno Internacional . . . . . . . . . . . . . . . 523

La mecanización de la I'Jerra . . . . . . . . . . . . . . .. . . . .. . .. . . . . . 437 El Articulo 19 del Pacto de la Up de tu Naciones . . . . . . 524


La Carta de las Naciones Unidas . .. ......... . .. . ..... , . 525
La mecanización de las armas . . .. . . . . . . .. . . . . . .. . . . . .. 438
La mecanización de loa tnuasportes y tu comunlcaclooes 442 n. Gobte..- lnt.,_._. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 527

La perra por apuestas totales . . . ... 00 ....... 00 .. 00 • .. .. • • • 442 La Santa Alianza ......... . ... ... ... . . . .. 00 . .. 00 00 ... 00 .. 00 521

Mecanización total, ¡ruerra total y dominio total . . . . . . . . . . . . 446 Historia .. 00 ... . .. . .. . 00 00 • 00 ... . .... 00 .. .. . .. . .... . . 00 521
El JObiemo de tu ¡randes poteoclaa .. . .. .... 00 00 • .. • .. 529
EL PROBLEMA DE U PAZ: PAZ A TilAVES DE U
OctiiWI pt1rte:
Voble slpificado del statu quo . ... . .... 00 • • .. • .. • • • • • • 530
453 La paz, el orden y el interés nacional .. . .. . .. . . . .. . .. . . 532
LIMITACION .. .. .. . .. . . . . . . . ... .. . . .. . . ........ ... . .. . . .. .... .
El Concierto de Europa . ... . 00 ........... , • • .. • • • .. • • • 535
n . .,.__ ..... oo · o o · . . . . . .. . oo . . . . . . oo . . . . . . oo . . . . . . oo . . . . . . 455
La Up de laa Naciones . .... . ..... 00 ...... ..... 00 .. .. .... 536
El problema ele la paz en nuestro tiempo ... .. .155
Orpnlaclón .. . . . ... .. ... . . ... .. .. . .......
00 .... ..... ..

537 00 •• • 00 • • • ..

Historia del desarme .. 00 00 00 . .. ..... 00 .... 00 .. ... .. .... .. .


457 Doble slplficado del statu quo: Franela vs. Gran Breta6a 53'1
Tres debilidades de la Up de tu Naciones . . . . . . . . . . . . . 541
Los fracasos .. .. .. .. . . , ..... . . . . . • ... ... ... ... . . . ... . .. 451
Los &ltot ... o ••••••• •• • o • •• •••••• • o • • •••• • • •• • o ••••••• 461 JI. Gobleno ......_.....: NadoMa .,..... o •• • o . o . o o o o • • • • •• o 549

Cuatro problemas del dnarme . . .. . . . . . .. . .. ...... . ....... . 463 Naciones Unidas se¡ún la Carta .... . ..... ... .. . 00 . . .. • .. • .. 54'1

La proporción .. . ..... . 00 00 •• 00 • 00 •• 00 •• 00 00 .. .. . 00 .. ..
463 El aoblemo de las superpotencias .. .. . .. . .. .. . .. .. .. .. . 549
Patronea de distribución .... .... .... . . .. .. 00 . .. .
00

00
• •
470 Principios Indefinidos de justicia . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . 552
¿El deumle s1CJ1iflca la reducción de armamentos? .... . 473 Naciones Unidas. Realidad polltica . . . . .. ...... . . . .. . , . . . . . . 553
lEI desarme aipllfica la paz? 00 00 ....
00
•• 00 •• 00 .... .. .
475
Auae y declinación de la Asamblea General . . . . . . . . . . . . . 553
Control armamentista en la era nuclear ..... . .... . •. . . . • . . 479 Nuevos procedimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . 565
u. s.putdM .. . ... .. . . .. ...... o o o o • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . oo •OO
493 Naciones Unidas y el problema de la paz ... . .. .. .. .. .. .. .. . 561
Scfuriclad colecliYa o o .. o o o ... . o o •• o • o o o o o o o o .. o • o • o o • • • o •
493
Novelfll. parte: EL PROBLEMA DE U PAZ: U PAZ POR MEDIO
00

La prra ltaJo.eúope . . . . .. . . . . ...... . . ........ . . . . ... . 4911 DE U TRANSFORMACION ...... ... .. . .. 51l oo . . . . . . . . • . . . . . . . . . .

La ,uerra ele Corea .... .. .. . .. . . oo . . . . . . . . . . . . 00


... ..
00 SOl

.-....
1 a. m ...... _.., ....... ...... .. ..... ...... ....... ....... sn
CGadJdoDes de .. .-a lnten. .. .. .. .. • .. . . . .. . . .. . . . . .. • . .. 574 f
¡;Cómo pa.le reritallrane la diplomada? .. .. .. · · .. . . .. .. .. .

El vicio de la publk:icfad .. . . ...... · · .. • · .. · · .. .. · · .. .. · 62ll


El vicio de 1aa mayoritarias .. . .. .. . . .. .. . . .. . 6lO
El vicio de la frapw:DUICióa .. . . .. .... .. . .. .. ..... · . .. . 633
6'D

L.ltada . .. . .. . . . . . . . . . . .. ...... . .... 574 La prometa de la diplomada: sus nuevas resJaa ... . · .. .... . 636
Expectativa de justlcla . . . .. . • • • . . . • • • . • • . • . • • • • . . .. . . • . 577
.El poder total .. .. .. .. .. . .. . . . .. .. • .. • • . . . . . . • . .. • • .. • 571 Cuatro J:ellu .. .. .. .. . . . . . . . .. . . . .. . . . . 637
Bl rol del Estado .. .. . . .. . . .. . . .. . .. . . . . . • . . • . .. . • . . . . 579 Cinco prerrequisitoa del compromiso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 641

1!1 problema del Ea tildo IIIUIICÜIIl • • • • • • • • • .. • • • • • • • • • • • .. .. 512 ConcluUóo . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 645


Doe .scuelu de . .. . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . 512 APENDICE: Carta de las Naciones Unidas .. . • .. . .. .. . . .. . .. . .. . • 649
La triple prueba del apoyo popular .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 583 BIBUOGRAFL\ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . 611
Doe aolucloDea falus . .. . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 516 GLOSARIO IIISTORICO .. . .. . . . • . . . . .. .. . . .. . . . .. . . . .. . . . . . . . . . 70J
La conquista mundial .. . .. . .. .. . .. . . . . . . .. . . . .. . . . . . .. 516 INDICE GENEilAL • . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . 719
Loa ejemplos de Suiza J EaladrM UIIMic. • . . • . • . . . . . . .. . S8l
. . La - '1 1 _ . . .. .. .. . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . .. .. . .. .. . 591
La aprollimadón cultural: la UNESCO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 591
Desarrollo cultural J pa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . 591
Unidad cultural J paz . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . • . . . . . . • . 594
Comprenlióp internacioaal y paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 595
La aproximacióa funciolal . . . .. . • • • • . • • • . • • . • • • • • • • • . .. . . .. 597
Loa orpnismos especlai!Ddos de UDidas . . . . . • 597
La Orpnizrióa del Tratado del Ad6ntlco Norte (OfAtf) 60l
Las comunidadn europeas . . .. .. . .. . .. .. . .. . . . .. .. . . . . 604
Orpnismoa ¡.ra la asistencia ec:oo6mica y tKDica . . . . . . . MT1

Dkima parte: EL PROBLEMA DE LA PAZ: LA PAZ MEDIANTE


.. . .. ..... . ..... . .. . ... .. . ... . .. . • ... . ..• .. . . . ...... 611
JI. La . , . _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . • . . . • .. .. • . . .. . . . . . . . . 613
Las c:uatro tareas de la diplomada . . . .. . . .. . . .. .. . . . . . . .. . . . 613
Inatrumeotos de la diplomada .. .. . .. .. .. .. . . . . . . . . .. . . . . . 616
Reprncntacióa simbólica . . . . . • . . • • . • . . . • . • . . • . • . • .. . . . 616
lleprncn18CI6n poUtica . . . . . . . . .. . . . • • • . . • . . • • . . . . . . . . . 611
Decadencia de la dipaam.cla . . .. . .. .. . . .. .. . . . . . . .. . .. 62U
Desurollo de las comuniaciooa • • • • • • • • . . • . . . . . . . . .. . 620
Dacmllto de la diptom.d. . . . • .. • • • • • . .. • . . • • . • • • .. .. 621 Se terminó de imprimir
La medlule proralimlrntaa ..,w.-luiol 622 en Mayo de 1992
Las auperpoteDclu: recl6l tlepdaa a la dlplmwda . . . . . 624 en los Tollcns Gróficos úlir'af S.A.
La Daturale.ta de la polftica IIIUDdial Cllllltelllpcll . . . . . 625 Delpdo 834, Buenos Aires

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