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del conocimiento
Dr. Lic. Carlos García Pleyán
Consultor del Instituto de Planificación Física
R
eflexionar sobre desarrollo local y gestión te las posibilidades que tiene el lugar para producir
del conocimiento exige algunas precisiones sobre los nuevas riquezas. Se debaten criterios para una distri-
conceptos, de modo de saber de qué se está hablando. bución más equitativa de esos recursos, un consumo
Nuestra idea de desarrollo local conlleva, al menos, más racional, un intercambio más justo. Pero pronto
dos dimensiones. De una parte, el sustantivo “desa- surgen las preguntas: ¿son los recursos materiales los
rrollo” va más allá del mero crecimiento económico, únicos que pueden servir para impulsar el desarrollo?
al referirse a un desarrollo integral, multidimensional, ¿No debería considerarse el conocimiento como un
que cubre facetas no solo económicas, sino sociales, recurso esencial para ello? ¿No pueden el acceso y el
culturales, ambientales… En los últimos años se le ha uso de la información contribuir a reducir la pobreza
llamado también, en los medios internacionales, desa- y a mejorar la vida de la población?
rrollo humano (no se trataría solo de “tener más”, sino Las ideas que siguen pretenden examinar estas
de “vivir mejor”). De otra parte, el adjetivo “local” no preguntas y avanzar algunas ideas al respecto. Ade-
se refiere tanto a que se trata del desarrollo de un te- lantaremos seis tesis para iniciar el debate.
rritorio o de una zona específica, sino más bien que se
trata de un desarrollo de origen endógeno, con cierta 1. El conocimiento es un recurso especial.
autonomía, es decir, un desarrollo que está basado en
las propias potencialidades, en cierto modo, un auto- Se estudia la generación, el acceso a y la gestión
desarrollo. de los recursos materiales. ¿Serán los recursos inte-
Ahora bien, si queremos impulsar un desarrollo lo- lectuales susceptibles de un examen similar? Habría
cal, entendemos que la palanca esencial estará en desa- que comenzar reconociendo que el desarrollo de ca-
rrollar esencialmente las capacidades del lugar, tanto pacidades intelectuales tiene sus particularidades. Es
materiales como intelectuales. No se trata de regalar interesante constatar, por ejemplo, que si bien diez
pescados, sino de aprender a construir varas de pes- pesos distribuidos entre diez personas resultan a un
car. Muchas veces se ha criticado el asistencialismo, peso por persona, cuando se distribuyen diez ideas,
venga de donde venga, por los hábitos y mecanismos cada persona puede mantener íntegramente las diez
de dependencia que crea. Se estudian habitualmen- ideas. La sabiduría china lo expresa con su gracia tra-
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dicional y de modo más pintoresco: si dos personas to. A menudo atiborramos de datos nuestras presen-
intercambian un huevo, cada una se va con un huevo, taciones sin saber si el auditorio domina el contexto
mientras que si intercambian una idea, cada una se en el que esos datos significan algo. A veces recibi-
va con dos. Es claro que la gestión del conocimiento mos a expertos extranjeros que nos aportan informa-
se comporta de un modo distinto a la de los recursos ciones bien interesantes en su propio entorno, pero
materiales y merece un enfoque particular. La distri- absolutamente inutilizables en el nuestro. Podrán in-
bución divide los recursos materiales, mientras que crementar nuestro nivel informativo, pero no nuestro
multiplica los intelectuales. Hay que apoyarse en esta conocimiento útil, ni nuestras capacidades.
particularidad y distribuir al máximo las oportunida-
des de acceder al conocimiento. 3. Saber no es saber hacer.
2. Información no es conocimiento. Hay tanta distancia, entonces, entre información
y conocimiento como entre saber y saber hacer. Es
A menudo se piensa que el conocimiento no es enorme el trecho que va de saberse de memoria el có-
más que una acumulación de información y, por lo digo de tránsito o un manual de mecánica automotriz
tanto, que basta con llenar la cabeza de datos para a dominar la conducción de un vehículo. En este sen-
lograr que un alumno conozca algo o para que un tido, pueden diferenciarse dos tipos de conocimiento:
aprendiz sea un experto. Desde la óptica de la ges-
el explícito, que es el saber formalizado en procedi-
tión del conocimiento suele hacerse una distinción
mientos, normas o metodologías, y el tácito, que es
importante entre tres conceptos: los datos, la infor-
un saber hacer no formalizado, consistente en habili-
mación y el conocimiento.
dades, destrezas y talentos a menudo no reconocidos
Se consideran datos todos aquellos estímulos
como tales. El código del tránsito, como saber, como
exteriores, ruidos, señales, que no tienen un especial
conocimiento explícito, se puede transmitir a través
significado. En ese sentido, a menudo fechas históri-
de un libro. La práctica de conducción, como saber
cas, cifras económicas, datos climáticos, pueden que-
hacer, conocimiento tácito, consiste en habilidades
darse en nada más que ruido, si el que los recibe no
solo transmisibles en la práctica conjunta. No se pue-
conoce el contexto en el que se insertan esos datos,
de aprender a conducir por TV.
ni sabe cómo interpretarlos o utilizarlos. Realmen-
Esa diferencia entre metodologías y destrezas es
te, no le aportan ninguna información significativa
la que explica el contraste que a veces hemos vivido
o relevante.
La información consistiría, entonces, en grupos entre la transmisión fría de metodologías de trabajo
de datos con significado, lo que quiere decir que de- en un seminario o un curso académico y el aprendi-
ben poder pasar los filtros conceptuales y culturales zaje de habilidades, de saber hacer algo, en un taller
del que los recibe y, entonces, pueden significar algo donde se trabaja de conjunto con un experto en la
de acuerdo con ciertos criterios. Si usted le dice a un elaboración de algo. Hay una proporción importan-
cubano que es un yachayniyux, posiblemente quedará te de conocimiento (a menudo, tácito, no explícito)
perplejo, incluso algo inquieto. A un indígena ecua- que sólo se aprende “haciendo”, porque es muy difícil
toriano posiblemente le satisfaga que lo considere un de codificar y de explicar. Solo por poner un ejemplo:
experto, que es lo que significa esa palabra en que- ¿es posible imaginar cómo sería una metodología o un
chua. Para el cubano son sonidos, mero ruido, para el manual para aprender a montar bicicleta? Todos tene-
ecuatoriano es un elogio. mos ese conocimiento tácito que nos permite manejar
El conocimiento, en cambio, se caracterizaría por la bicicleta, pero que es bien difícil escribir.
tratarse de grupos de informaciones utilizables, no En términos algo más elaborados, el paso del co-
solo comprensibles, sino utilizables de algún modo en nocimiento tácito al explícito necesita de un pro-
la práctica. Ya no solo deberían superar las barreras ceso de sistematización o explicitación, mientras
conceptuales, sino también las prácticas del medio en que, en sentido contrario, se requiere de un proceso
el que se desenvuelve el que va a usar el conocimien- de interiorización del conocimiento explícito para