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NACIONAL DE SAN
AGUSTÍN
FUENTE DE COBALTO
INTEGRANTES:
Flores Luque Gemely
Mendoza Zaa Katherin
PROFESOR:
José Vega Ramírez
ÁREA:
ESTRUCTURA DE LA MATERIA
Arequipa 2018
INTRODUCCIÓN
El uso cada vez mayor de la radiación gamma en diversas aplicaciones de las ciencias,
industria, medicina, agricultura, etc., es cada vez mayor la utilización de equipos y fuentes
selladas generadoras de radiaciones ionizantes, la utilización de estos equipos y fuentes
requiere contar con personal altamente calificado, ya que al pasar mayor tiempo de
exposición a estas radiaciones puede causar efectos muy nocivos para la salud humana.
Las aplicaciones Médicas más habituales de las fuentes radiactivas selladas son utilizadas
para el tratamiento de enfermedades y el diagnostico. La teleterapia donde se administran
dosis de radiación a una zona específica del cuerpo de un paciente con el único objetivo de
destruir tumores localizados. Su aplicación ha sido estudiada en muchos países de todo el
mundo forjando una experiencia clínica muy amplia tanto en teleterapia como en
braquiterapia donde se utiliza fuentes de Cobalto-60 y Cesio-137 que emiten radiación
gamma.
En 1938 el Co-60 fue descubierto por John Livingood y Glenn Seaborg en la Universidad
de California-Berkley, las muestras activadas de Livingood en un ciclotrón Y Seaborg separó
los elementos en isótopos de interés [3].
La primera publicación sobre el uso del Co-60 fue en junio de 1948 por William Myers, el
uso del Co-60 en forma de agujas radiactivas. Para la producción de las agujas radioactivas
de Co-60, se utilizó un alambre de aleación compuesto de 45% de cobalto y 55% de níquel,
denominado “Cobanic”, este fue el primer uso mundial de agujas radiactivas de Co-60 para
la terapia del cáncer.
En los años 1950-60, en los que se abrió la posibilidad de producir isótopos por activación
con neutrones, el Co-60 vino a complementar al Cs-137 como nucleído estándar en
radioterapia [2].
La invención del equipo de teleterapia con Co-60 por Harold E. Johns en Canadá en el año
1950, proporciono un gran impulso en la búsqueda de energías fotónicas superiores y coloca
la unidad de Cobalto en la vanguardia de la radioterapia por algunos años [5].
La primera máquina de radioterapia que utiliza el Co-60 con fines médicos es llamada
bomba de cobalto, se utilizó por primera vez en un paciente el 27 de octubre de 1951; el
equipo se encuentra actualmente en exposición en la University of Saskatchewan, tal como
lo menciona en su página, ubicada en la ciudad de Saskatoon – Canadá.
También se han utilizado en el ámbito clínico varios cientos de equipos de carga diferida de
alta tasa de dosis (HDR) con fuentes de Co-60 sobre todo en aplicaciones ginecológicas.
El desarrollo técnico de fuentes con actividad específica alta es el punto de partida de los
equipos de carga diferida remota con formas diferentes (esferas, semillas, alambres, etc.).
Los datos clínicos y los conceptos de dosis impartida para lograr resultados equivalentes en
aplicaciones de baja tasa de dosis (LDR) y alta tasa de dosis (HDR) han sido elaborados
empleando también fuentes de Co-60 [1].
1.FUENTES RADIACTIVAS.
El estudio detallado de las sustancias radiactivas ha demostrado que cada una de ellas están
constituida por un elemento y que su radiactividad se debe o una desintegración espontáneo
de los átomos, los que generan, a su vez, otros átomos según leyes definidas.
Los riesgos que estas fuentes representan, varían enormemente, dependiendo de factores
como los radionúclidos que se utilicen, la actividad de la fuente, factores físicos y químicos.
Ahora bien, las fuentes selladas rotas o con fugas, al igual que los materiales radiactivos
no sellados, pueden causar la contaminación del medio ambiente y la ingesta de
materiales radiactivos en el organismo humano, ya que la radiación actúa sobre el ADN
que se encuentra dentro de las células produciendo pequeñas roturas [4]. Estas roturas
evitan que las células cancerosas crezcan y se dividan, que a menudo causan la muerte. Puede
que también las células normales cercanas se afecten con la radiación, pero la mayoría se
recupera y vuelve a tener una función normal.
1.2 Radiactividad:
La radiactividad, puede ser definida como un fenómeno físico por el cual los núcleos de algunos
elementos químicos llamados radiactivos emiten energía o partículas en forma de radiación.
Es un fenómeno físico que se caracteriza por la reorganización de los núcleos atómicos inestables.
La radiactividad es un fenómeno natural presente en la atmosfera (Por ejemplo carbón14), corteza
terrestre (Por ejemplo uranio - 238), nuestra alimentación (Por ejemplo potasio - 40) e, incluso, en
nuestro cuerpo ( Por ejemplo potasio - 40 y carbono - 14).Los átomos radiactivos también son
producidos artificialmente y pueden ser utilizados como trazadores o rastreadores de numerosos
procesos biológicos, químicos, físicos, geológicos, industriales, médicos, etc., que permiten ver el
interior de un organismo o un material sin perturbar su ciclo natural.
Modificar las propiedades mecánicas o químicas de los materiales: esterilizar alimentos, materiales
y equipos quirúrgicos, controlar plagas, diagnosticar y tratar ciertas enfermedades, e, incluso,
autentificar obras de arte. Además, las transformaciones nucleares liberan una gran cantidad de
energía, qué puede ser aprovechada para generar electricidad en las centrales nucleares.
1.3 ACTIVIDAD DE LA FUENTE RADIACTIVA
1.2.2.- Actividad
𝑡0 ⟶ 𝜆𝑁0 = 𝐴0
𝑡 ⟶ 𝜆𝑁 = 𝐴
𝐴 𝜆𝑁
= 𝜆𝑁 = 𝑒 −𝜆𝑡
𝐴0 0
A= 𝐴0 𝑒 −𝜆𝑡 (3)
𝑁 = 𝑁0 𝑒 −𝜆𝑡
𝑁0
Donde: 𝑁= y 𝑡 = 𝑇1/2
2
𝑁0
Luego: = 𝑁0 𝑒 −𝜆𝑇1/2
2
2 = 𝑒 −𝜆𝑇1/2
𝑙𝑛2 = 𝜆𝑇1/2
0,693
𝑇1/2 = [6]
𝜆
Si consideramos una muestra del material radiactivo que contiene un solo tipo de radionúclidos,
se sabe que el número N de núcleos disminuirá paulatinamente al trascurrir el tiempo y que al
desintegrarse se transformarán en otros nucleídos, dado que la actividad de la muestra es
proporcional al número de núcleos radiactivos entonces la actividad también disminuirá con el
trascurso del tiempo. Experimentalmente se demuestra que esto sucede si se mide la actividad de
tal muestra a intervalos de tiempo iguales y sucesivos, ya que se encuentra que sus valores
disminuyan reduciéndose cada vez en la misma proporción. La forma en que varía la actividad de
una muestra con respecto al tiempo es lo que se llama ley del decaimiento radiactivo y es una
variación de tipo exponencial.
El intervalo de tiempo que tiene que trascurrir para que la actividad se reduzca en una cierta
proporción depende del radionúclido y es una característica del mismo.
Cuando un núcleo atómico emite una partícula alfa, beta ó radiación gamma, el núcleo se
transforma en otro distinto, en este último caso se dice que ha tenido lugar a una
desintegración, este proceso se repite sucesivamente hasta que se obtiene un núcleo estable.
𝑑𝑁
= −𝜆𝑁 (1)
𝑑𝑡
Donde:
𝑁: Es el Número de núcleos existentes.
𝜆: La constante de desintegración radiactiva.
La constante de desintegración radiactiva λ, que es una característica propia de cada
sustancia radiactiva, si la constante radiactiva de una sustancia es grande la velocidad de
desintegración también lo es, cuanto mayor sea esta constante más radiactiva será la muestra
[5].
La integración de la anterior expresión se obtiene la ley de emisión radiactiva.
𝑁 𝑑𝑁 𝑡
Integrando: ∫𝑁 = −𝜆 ∫𝑡 𝑑𝑡
0 𝑁 0
𝑁
𝑙𝑛 (𝑁 ) = −𝜆𝑡
0
𝑁
= 𝑒 −𝜆𝑡
𝑁0
𝑁 = 𝑁0 𝑒 −𝜆𝑡 (2)
𝑛 → 𝑝 + 𝑒 − + 𝜐̅𝑒
𝐴 𝐴 −
𝑍𝑃 → 𝑍+1𝐷 +𝑒 + 𝜐̅𝑒 (1)
Un núcleo radiactivo rico en neutrones transforma un neutrón en protón y expulsa un
electrón y un antineutrino. Los neutrones libres (extra nucleares) en realidad se
descomponen en protones a través del proceso de desintegración 𝛽 − con un tiempo de vida
𝜏 de 11.24 min. Esta disminución es posible ya que la masa de reposo de neutrones excede
a la del protón.
𝑝 = 𝑛 + 𝑒 + + 𝜐𝑒
𝐴 𝐴 +
𝑍𝑃 = 𝑍−1𝐷+𝑒 + 𝜐𝑒 (2)
𝑝 + 𝑒 − = 𝑛 + 𝜐𝑒
𝐴 − 𝐴
𝑍𝑃+𝑒 = 𝑍−1𝐷 + 𝜐𝑒 (3)
Las partículas 𝛽 emitidas en la desintegración 𝛽 no son monoenergéticas, sino que exhiben una
distribución de energía cinética espectral continua con solo la energía cinética máxima (𝐸𝑒 )𝑚𝑎𝑥
correspondiente a la energía de desintegración 𝛽.
Esta aparente contravención de la ley de conservación de energía fue confundir a los físicos durante
muchos años hasta que en 1930 Wolfgang Pauli postuló la existencia del neutrino para explicar el
espectro continuo de electrones emitidos en la descomposición 𝛽. En 1934, Enrico Fermi amplió la
idea de neutrinos de Pauli y desarrolló una teoría de la desintegración 𝛽. La teoría incluye el neutrino
o el antineutrino como la tercera partícula que comparte la energía de decaimiento disponible y el
momento con la partícula 𝛽 y el núcleo de retroceso. Con la emisión de una tercera partícula, el
neutrino o antineutrino, el momento y la energía se pueden conservar en la desintegración 𝛽.
Se supone que el neutrino y el antineutrino tienen una masa de reposo esencialmente nula y se
mueven con la velocidad de la luz c, también que tienen solo interacciones débiles con los átomos
del absorbente y, por lo tanto, son extremadamente difíciles de detectar, ya que su carga es igual a
cero. Es obvio que la detección de una partícula relativista esencialmente sin masa, sin carga, que
solo experimenta interacciones débiles con la materia, es extremadamente difícil.
Las formas típicas de los espectros 𝛽 − y 𝛽 + se muestran en la figura 1. En general, los espectros
exhiben valores bajos a pequeñas energías cinéticas, alcanzan un máximo a cierta energía cinética, y
luego disminuyen con energía cinética hasta que alcanzan cero a una energía máxima (𝐸𝑒 ± )𝑚𝑎𝑥 que
corresponde a la energía 𝑄𝛽 , si descuidamos la pequeña energía de retroceso adquirida por el núcleo
de la hija.
Las formas de los espectros 𝛽 − y 𝛽 + difieren a bajas energías cinéticas debido a la carga de las
partículas 𝛽: los electrones en decaimiento el 𝛽 − son atraídos por el núcleo; los positrones en la
desintegración 𝛽 + son repelidos por el núcleo. Los efectos de carga causan un cambio de energía a
energías más bajas para los electrones y a energías más altas para los positrones, como se muestra
claramente en la figura 1.
Para su uso en los cálculos de dosimetría interna de las fuentes 𝛽, la energía efectiva (𝐸𝑒 )𝑒𝑓𝑓 de los
espectros de descomposición 𝛽 generalmente se estima como:
1
(𝐸𝛽 )𝑒𝑓𝑓 ≈ 3 (𝐸𝛽 )𝑚𝑎𝑥 (4)
Varios radionúclidos que se descomponen por beta negativo (𝛽 − ), se usan en medicina para
radioterapia de haz externo y braquiterapia. El nucleído padre se descompone por desintegración 𝛽 −
en un nucleído hijo excitado que instantáneamente o a través de un proceso de descomposición
metaestable se descompone en su estado fundamental y emite la energía de excitación en forma de
fotones de rayos 𝛾 . Estos fotones se usan luego para radioterapia.
Las características más importantes de los radionúclidos utilizados en la radioterapia de haz externo
son:
De los más de 3000 radionúclidos naturales o artificiales conocidos, solo unos pocos son adecuados
para su uso en radioterapia y prácticamente solo de Cobalto-60, con su alta energía de fotones (1.17
MeV y 1.33 MeV), alta actividad específica práctica (𝑎𝐶𝑜 ≈ 300 𝐶𝑖. 𝑔−1 ), y un tiempo relativamente
largo, la vida media (5,26 años) cumple con los requisitos de la fuente para la radioterapia de haz
externo.
DECAIMIENTO GAMMA 𝜸
FUENTE DE COBALTO.
El Co-60 es un isotopo radiactivo que se usa con fines médicos por su energía y alta actividad
específica y emisor de rayos gamma, se produce a partir de Cobalto-59 que se coloca en el
flujo de neutrones de un reactor nuclear. Los átomos de Cobalto-59 más un neutrón se
transforma en cobalto-60, que luego se coloca dentro de una capsula de acero inoxidable y
sellado con soldadura, esta capsula se coloca en un doble encapsulado para evitar cualquier
fuga durante su uso, para que pueda resistir temperaturas altas por posibles incendios en el
edificio o centro clínico. El cobalto-60 tiene una vida media de 5.3 años, Los rayos gamma
que produce son muy penetrantes [3].
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena, el Co-
60 es -junto con el Cesio-137- la mejor fuente de radiación gama debido a su elevada energía
y sus largos períodos de semi-desintegración. En todo caso, el cesio-137 se usa sólo en
pequeñas cantidades para radiar sangre y para esterilizar insectos, mientras que la mayoría
de las instalaciones de procesamiento de radiaciones industriales y médicas utilizan cobalto-
60.
Según el OIEA, existen en el mundo unas 2.400 instalaciones de teleterapia que utilizan el
cobalto-60, que al ser aplicado a determinadas partes del cuerpo elimina las células que más
rápidamente crecen, como en el caso de las cancerígenas.
El cobalto-60 sirve además para esterilizar equipos médicos, para radiografías industriales y
para irradiar alimentos, entre otros usos, es altamente tóxico y peligroso, y la exposición a
esta sustancia durante unos pocos minutos puede causar la muerte. Según un reciente informe
técnico del OIEA, existen varios desafíos relacionados con el uso industrial y médico de
fuentes altamente radiactivas, y en particular del cobalto-60, entre esos problemas se incluye
el número limitado de proveedores de esos materiales, así como preocupaciones de seguridad
y con el transporte de esas fuentes (A.R.N 2000).
59 60
27𝐶𝑜 + 10𝑛 ⟶ 27𝐶𝑜 +𝛾
Los neutrones debido a que no poseen carga eléctrica son muy eficaces en la penetración de
los núcleos y la producción de reacciones nucleares (Baltas D et al., 2007).
60 60
27𝐶𝑜 ⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗⃗
5.26 𝑎ñ𝑜𝑠 28𝑁𝑖 + 𝑒 − + 𝜈̅𝑒 + 𝑄𝛽 (2.82 𝑀𝑒𝑉)
Las fuentes de Co – 60 sus actividades son del orden de 200 TBq a 400 TBq
𝑄𝛽 = {{𝑀( 60 60
27𝐶𝑜) + 𝑀( 28𝑁𝑖 )}}𝑐
2
𝑀𝑒𝑉
𝑄𝛽 = {59.933922𝜇 − 59.930791𝜇 }931.5 = 2.82 𝑀𝑒𝑉
𝜇
El Co-60 se desintegra en partículas beta (emite dos electrones) que se desintegra casi
totalmente 100% al estado excitado de Ni-60, la energía generada del Co-60 al estado de Ni-
60 es Q = 2.829 MeV.
La desexcitación al estado excitado de Ni-60 produce principalmente a través de la emisión
de rayos gamma donde se libera dos energías dominante de 1,1732 y 1,332 MeV, cada una
con una intensidad absoluta de aproximadamente 100%.
En promedio, se emiten 2 fotones por desintegración, la partícula beta principal tiene una
energía máxima de 0.318 MeV, una energía media de 0.1 MeV y una intensidad absoluta del
99.9%.
La partícula beta de energía más alta tiene una energía máxima de 1,48MeV y una energía
media de 0,63 MeV con una probabilidad de emisión de 0,12%. Debido a las energías
relativamente bajas de los electrones emitidos estas partículas son absorbidas por el
encapsulamiento de la fuente.
[2] Henschke UK, Hilaris BS, Mahan GD. Remote afterloading with intracavitary
applicators. Radiology 1964
[3] Baltas D, Sakelliou L, Zamboglou N. The physics of modern brachytherapy for oncology.
New York: Taylor & Francis; 2007.
[4] Khune M, Riballo E, Rief N, Rothamm K, et al; A double-strand break repair defect in
ATM-deficient cells contributes to radiosensitivity. Cancer Res 2004;64:500.
[5] E. B. Podgorsak; Radiation Oncology Physics. A Handbook for Teachers and Students.
International Atomic Energy Agency (IAEA). Vienna, 2005. Pag. 130,131,53.