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LA OCUPACIÓN EXTRANJERA

AMBIENTE DE LA ÉPOCA
La guerra contra los aliados proseguía con toda intensidad y el Mcal López iniciaba una
nueva época de resistencia en la campaña que se denominó Pikysyry, las tropas brasileñas
ocuparon la abandonada Asunción luego de un intenso bombardeo, el primero de enero de
1.869 para luego ser sometida a un escandaloso saqueo.
Para entonces López había trasladado la capital del Py a Luque y cuando ésta comenzó a
correr peligro de ser ocupada, se constituyó la tercera en Piribebuy y por cuarta y última vez
en Villa de San Isidro de Curuguaty.
En la Asunción ocupaba, Caxias hizo cantar solemne Tedeum y declaró terminada la guerra,
después se retiró del comando de las tropas, sustituyéndole un joven príncipe, el Conde
D´eu.
Los paraguayos que entraron a Asunción tras los ejércitos aliados, convencidos también del
fin del ejército de López creyeron llegado el momento de constituir un Gobierno provisorio
para asumir la administración del devastado país. Para el efecto, nombraron una Comisión
representativa compuesta de los Señores Carlos Loizaga, Bernardo Valiente, José Díaz de
Bedoya y Félix Eguzquiza, a fin de gestionar ante los gobiernos aliados la organización del
mencionado gobierno.
La tarea, no se presentaba fácil pues entre los paraguayos se habían constituido dos
tendencias bien determinadas: una, encabezada por los hermanos Decoud conocida como
los “lesionados”, integrada por los baqueanos de los ejércitos aliados que alentaba el
propósito de obtener el concurso de hombres llegados del exterior después de la ocupación
de Asunción, la otra encabezada por don Cándido Bareiro, que había sido alto exponente de
la Administración López y arribo a la capital en los primeros meses de 1.869. A este último se
unieron rápidamente los antiguos funcionarios en el extranjero Don Félix Eguzquiza, Don
Carlos Saguier, los hermanos Cayos y Fulgencio Miltos, Juan A. Ayala y F. Rivas, también
contaría posteriormente con los ex jefes y oficiales del Mcal. El grupo de los Decoud no pudo
obtener adhesión de estos mismos compatriotas. Trazados estaban los dos grupos de
opinión que constituirían con el tiempo nuestros partidos tradicionales. Los “legionarios” de
los Decoud constituyeron “el gran club del pueblo” y los seguidores de Bareiro el PARTIDO
POPULAR, del que fue jefe o “club del pueblo”.
Debemos agregar que, mientras los primeros respondían a los argentinos, los segundos se
apoyaron en los brasileños. Siendo así era natural que el Ministro Paranhos alentara el
propósito de que se constituyera un gobierno de coalición entre ambas tendencias. Sin
embargo, debió resignarse a la formación de un gobierno totalmente legionario.
Finalmente la comisión reducida a Valiente, Díaz de Bedoya y Eguzquiza, por renuncia de
Loizaga se trasladó a Bs. As. Allí presentó un petitorio de los vecinos de As, acompañado de
una nota de fecha 29 de abril de 1.869, en la solicitan “De los Gobiernos Aliados el acuerdo
necesario para la Organización Popular de un Gobierno Provisorio de la RCA. del Paraguay”,
además decía la nota que “los objetivos de este Gobierno eran especiales como la situación
que atraviesa y se limita sus facultades para cooperar para la conclusión de la guerra: atender
las necesidades administrativas y preparar la reorganización de la RCA, creando los poderes
permanentes que han de celebrar los tratados necesarios o conducentes a restablecer las
buenas relaciones con las naciones aliadas, bajo el pie de la amistad mas fraternal e
inalterable”.
En el ambiente de la época se respiraba la corriente nauseabunda del colaboracionismo que
incidiría de manera considerable a transformar la mentalidad del pueblo paraguayo, ante
constructiva y creadora, en dependiente y derrotista. A esta corriente se opondría la que con
el tiempo habría de operar en nosotros la trasformación espiritual y material.
DESAVENENCIAS ALIADAS. EXIGENCIAS DE PARANHOS Y RESPUESTA DE
VARELA.
Para considerar el asunto planteado por la Comisión paraguaya se reunieron en Bs. As., por el
Brasil el Consejero José María Da Silva Paranhos; por la Argentina el Ministro de Relaciones
Exteriores Dr. Mariano Varela, y por el Uruguay el Dr. Adolfo Rodríguez.
Paranhos opinaba que el futuro gobierno provisorio del Paraguay tendría capacidad para
celebrar Tratados de Paz. En ese sentido dirigió a los Gobiernos Aliados un memorándum de
fecha 30 de abril en el que sostiene que el gobierno provisional debe aceptar desde luego las
condiciones de paz determinadas por el tratado del 1º de mayo de 1.865 “La Guerra actual
fue obra de un Gobierno que debía la vida a su propia voluntad y que por eso no tenia mas
normas de conducta de esa misma voluntad”.
El Canciller argentino no compartió la opinión de Paranhos, pues estimaba que la rogación
del Gobierno en el Paraguay, previsto por el Tratado, aun no había llegado, antes debía haber
sido vencido López, que todavía organizaba resistencia.
Los referidos puntos de vistas fueron consignados en un protocolo de fecha 2 de junio de
1.869. Allí encontramos que el Plenipotenciario argentino dijo que estaba dispuesto a
concurrir para el establecimiento de un Gobierno paraguayo provisorio y que la divergencia
en el modo de considerar las relaciones de los Gobiernos aliados con dicho Gobierno no se
atribuya sino a un verdadero celo por el crédito e intereses comunes por la alianza.
El Plenipotenciario uruguayo compartió esta posición y rechazó la idea de aceptar el
compromiso de celebrar con el Gobierno Paraguayo Provisorio los ajustes definitivos de paz.
El Plenipotenciario brasileño, haciendo “plena justicia a las intenciones de los Gobiernos
Aliados”, se reafirmó en sus anteriores conclusiones.
EL GOBIERNO PROVISORIO
Evidente era que la Alianza por los intereses opuestos encontrados estaba lejos en reconocer
que no era posible crear el derecho de mandato, como tampoco la paz autentica, la paz
duradera, puede ser impuesta por la fuerza; el uno y la otra requirieron el consenso.
Previa discusiones se acordaron las condiciones bajo las cuales se reconocería al Gobierno
Provisorio el derecho a instalarse en el Paraguay. El 2 de junio de 1.869 se suscribió el
Protocolo, en el cual considera “Que el establecimiento del Gobierno Paraguayo amigo, no
altera, ni los propósitos ni los fines de la alianza, y deja subsistentes, y con la misma fuerza
los derechos de los beligerantes”, por tanto resuelve autorizar el establecimiento del
Gobierno Provisorio, reconocer y tratarlo como amigo, bajo las siguientes condiciones:
1. el Gobierno Provisorio del Paraguay, debe ser libremente nombrado por los
ciudadanos paraguayos, que se han libertado del Mcal. López
2. se constituye con personas que den garantías de estabilidad, paz y perfecta
inteligencia con los Gobiernos Aliados.
3. el Gobierno Provisorio se obligará a proceder de entero acuerdo con los aliados hasta
la terminación de la guerra con arreglo a las prescripciones del referido tratado
4. el Gobierno Paraguayo no podía tratar con el Mcal. López, porque del mismo modo
procederán los Gobiernos Aliados.
5. los Generales Aliados podrán ocupar los puntos que juzgue necesario y aprovecharse
de todos los recursos del país, salvo la propiedad particular, neutro o amiga, cuyo uso
dará derecho a indemnización.
6. el Gobierno Provisorio, a más de su acción política y administrativa, prestará todo el
recurso que le sea posible para las operaciones Militares de los Aliados
7. la jurisdicción civil y criminal del Gobierno Provisorio no se extenderá a los cuarteles,
campamentos, e individuos pertenecientes a los ejércitos aliados.
8. todos los individuos, navíos, víveres, forrajes y cualquier material pertenecientes a los
ejércitos aliados tendrán entrada y salida por el territorio de la RCA.
La Comisión Paraguaya naturalmente aceptó las condiciones precedentemente transcriptas y
con la autorización aliada, se reunió en As el Colegio Electoral el 5 de agosto de 1.869,
compuesto de 21 electores, eligiendo un triunvirato integrado por los Señores Cirilo A.
Rivarola, Carlos Loizaga, y José Díaz de Bedoya. Este gobierno tomó posesión de sus
funciones el 15 de agosto. Antes presentaron al Plenipotenciario argentino en Asunción, Dr.
José Roque Pérez, una declaración conjunta de aceptar “entera y plenamente” las
condiciones del 2 de junio.
EL PROBLEMA DE LA VILLA OCCIDENTAL.
El primer decreto de este gobierno; de fecha 17 de agosto, constituyó una afrenta al
heroísmo del pueblo paraguayo. Decía que el primero de los deberes de todo paraguayo en
estos momentos supremos de la patria, es contribuir para la completa victoria de la RCA y de
los Gobiernos Aliados acreedores a nuestro cordial agradecimiento, y que quienes
continuasen sirviendo “a la ominosa tiranía de Francisco Solano López, serán considerados y
punidos con todo rigor, como traidores de la nación y enemigos de la humanidad. Un
segundo decreto de la misma fecha, consignaba que el desnaturalizado paraguayo Francisco
S. López, queda fuera de la ley y para siempre arrojado al suelo paraguayo, como asesino de
su patria y enemigo del género humano”.
El Triunvirato a más de evitar medidas de carácter urgente pronto tuvo su primera seria
dificultad con la Argentina, fue a raíz de una actitud de un señor de nombre Eduardo A.
Hopkins que explotaba una industria de madera en Villa Occidental quien para evadir el pago
de impuesto a las autoridades paraguayas recurrió al Gral. Emilio Mitre, comandante del
Ejército Argentino expresándole que de acuerdo al Tratado de Alianza su industria estaba
asentada en el territorio argentino.
El Gral. Mitre paso al Gobierno Provisorio una comunicación con fecha 17 de noviembre de
1.869, que “habiéndole señor Hopkins recibido una intimación por la cual se le da
conocimiento de una resolución que saque patente para el establecimiento que tiene en el
Chaco, expresaba que el mismo es explosivamente argentino y que en él nada tiene que
hacer las autoridades paraguayas y que muy pronto mandará a la Villa Occidental, una
guarnición y un jefe a fin de que enarbole allí la bandera y establezca jurisdicción”.
Así surgió el problema de la Villa Occidental con la República Argentina, litigio que solo seria
resuelto en 1.878 mediante el arbitraje del Pdte. de los EE UU de América.
El 21 de noviembre el Gral. Mitre ocupó con sus tropas la Villa Occidental e izó la bandera
Argentina. La comunicación al Gobierno Provisorio del Paraguay llegó tres días después. La
respuesta tiene fecha 25 de noviembre y expresa lo siguiente: “El Gobierno Provisorio no
invoca las estipulaciones contenidas en el Tratado de la Triple Alianza, sin embargo creía que,
en cuanto a cuestiones de límites y a otros puntos, ese tratado no establece sino condiciones
que dependen de ajustes ulteriores entre todas las partes interesadas; ajustes a los que se
oponen el Gobierno Argentino volviendo al Periodo del Gobierno Permanente. Entendía en
lo que respecta al Chaco desde el Bermejo, no quería el Gobierno Argentino alterar el estado
ante bellum, en cuanto no se entrase a los ajustes que se refiere al mismo tratado.
No podía el Gobierno Provisorio creer que le seria recusado el derecho de ejercer jurisdicción
de una antigua población frontera de la capital de Rca. creada por los esfuerzos y capitales
de la nación paraguaya y de la cual tiene mucha necesidad para dar abrigo y alimento a una
parte de las familias llegadas del destierro y que se encuentran en esa capital con peligro de
salud pública y sin más medios de subsistencia que los que le puede ofrecer el Estado o la
caridad Pública.
No fue con el intento de asegurar derechos que siempre juzgo seguros en la justicia de los
aliados, sino para fines de interés público y urgente que el Gobierno Provisorio resolvió
establecer agente suyo en Villa Occidental, haciendo efectivas en aquel territorio las
disposiciones legales que hoy rigen a los demás puntos.
El Gobierno Provisorio estaba que los Aliados pensaran si es justo y político el acto que les
priva de una jurisdicción tan antigua como el mismo Paraguay, llamando la atención de los
Gobiernos Aliados, sobre los peligros que las poblaciones de la margen oriental del Paraguay
han de correr si se hiciese efectiva la negociación de su jurisdicción en el otro lado llamado
“Chaco”.
Expresa finalmente, “que espera del Gobierno argentino resolviera el incidente, de acuerdo
con lo expuesto en ella”.
El Canciller argentino, Dr. Mariano Varela, quien se encontraba accidentalmente en As., creyó
conveniente contestar desde Bs. As. al Gobierno Provisorio en fecha 27 de diciembre,
expresando que: “el proceder del Brigadier Gral. Emiliano Mitre ha sido aprobado
plenamente” y que, “la Rca. Argentina cree y sostiene que el territorio que se cuestiona le
pertenece exclusivamente y que la posesión por parte del Paraguay ha sido una usurpación a
nuestros derechos. El Gobierno Argentino ha sostenido en discusiones con el representante
de su majestad el embajador de Brasil, que la victoria no da derecho a las naciones aliadas,
para declarar por si límites suyos, los que el tratado señala. Cree que los limites deben ser
discutidos con el Gobierno que establezca el Paraguay, y que su fijación será establecidas en
los tratados que se celebren después de exhibidos por las partes contratantes, los títulos en
que cada uno apoye sus derechos.
Pocas veces se vio tanta contradicción en un documento diplomático pues mientras por un
lado se afirmaba que “la victoria no da derecho, por el otro se afirma que no toma lo que se
cree ser suyo por el derecho de la victoria”.
El Triunvirato trataría de encontrar un escape al compromiso que había asumido al aceptar el
Tratado Secreto de la Triple Alianza, con tratativas sostenidas en Asunción, del 24 al 31 de
mayo de 1.870, con los representantes de Argentina y Brasil, Gral. Julio de Vedia y Consejeros
Paranhos respectivamente. Lo primero era modificar el protocolo del 2 de junio de 1869, en
un nuevo protocolo que se utilizara como preliminar de la paz entre las naciones aliadas y el
Paraguay.
Los señores Carlos Loizaga y Cirilo A. Rivarola fueron invitados a proponer las alteraciones
convenientes del artículo 2° que expresa la aceptación del Tratado del 1° de mayo de 1.865,
propusieron y fue aceptado por el Plenipotenciario del Brasil y de modo ad referéndum por
el argentino el artículo 2° que decía que deja al Gobierno Paraguayo la plena libertad para
proponer y sustentar relativamente a los imites, cuando se tratare de los ajustes definitivos, lo
que estime conforme con los derechos de la República, no pudiendo deducirse que queda
resuelta esta importante cuestión territorial en los términos del Tratado de la Triple Alianza.
El plenipotenciario argentino convino en esa salvedad, que el gobierno argentino no quería
usar de su derecho de vencedor para resolver la cuestión de límites y si ventilaría por un
acuerdo amigable y en vista de los títulos de una y otra parte.
El plenipotenciario brasilero confirmo por su parte que no es la intención de los aliados
conquistar territorios por el derecho de la victoria, sino exigir solamente lo que es de su
perfecto derecho, respetando igualmente la integridad territorial de la República como se
declaro en el Tratado del 1 de mayo de 1.865
No habiendo podido el plenipotenciario oriental Dr. Adolfo Rodríguez, asistir a las
conferencias del acuerdo a que se refiere este protocolo, se ha convenido en solicitar al
gobierno oriental la confirmación de aquel acto de adhesión, al dársele conocimiento de
dichos arreglos.
Este documento descubre la influencia del Brasil cuyas relaciones con la Argentina
comenzaron a adquirir contornos graves, debido al objetivo de frenar la expansión territorial
argentina hasta sus fronteras al norte del Rio Apa.
EL PROTOCOLO DE PAZ
Las tratativas argentino-brasileñas-paraguayas culminaron, con la firma del Protocolo del 20
de junio de 1.870 “declarando solemnemente terminada la guerra” y modificando las
estipulaciones del Protocolo del 2 de junio de 1.869 que establecía:
 Queda establecida la paz entre la Rca. del Paraguay y la Rca. Argentina, el Imperio del
Brasil y la Rca. Oriental.
 El Gobierno Provisorio de la República ratifica las declaraciones del Protocolo del 2 de
junio de 1.869 y el acepta el Tratado de la Triple Alianza celebrado en Bs. As., el 1 de
mayo, reservándose para los arreglos definitivos con el gobierno permanente las
modificaciones de este mismo Tratado que puede proponer el Gobierno paraguayo
en el interés de la República.
 El Gobierno paraguayo se reconoce obligado a la celebración de los Tratados a que se
refiere del 1º de mayo de 1.865 estableciendo que la navegación del Alto Paraná y el
Rio Paraguay en aguas de la república de ese nombre, queda franqueada a los
buques de guerra y mercantes de las naciones aliadas.
 Loa poderes aliados se complementen a no influir en la organización y elección del
Gobierno Permanente del Paraguay.
 Los Tratados a que se refiere el del 1° de mayo de 1.865, serán celebrados tan luego
de que se elija al Gobierno Permanente del Paraguay y el Gobierno Provisorio
promete que esa elección se verificaría a más tardar en 3 meses contados desde la
fecha del presente acuerdo
 En caso de demorarse la elección del Gobierno Permanente, los Gobiernos se
entenderán entre sí sobre la resolución que deban tomar para concluir los ajustes
definitivos de paz, los cuales no pueden quedar aplazados por mucho tiempo.
LA CONSTITUCIÓN DE 1.870.
Entre las medidas adoptadas por el Gobierno Provisorio se cuenta con el Decreto por el cual
se convoca a una Convención Nacional para elaborar la nueva Constitución Paraguaya. En
ocasión de la muerte del Mcal. López en Cerro Corá, se había lanzado un manifiesto diciendo
que “Pronto llegará el momento en que por elección libre de mandatarios dignos e
inspirados en nuestras desgracias, nos den una Constitución”.
Se procedió a la elección de los Diputados para la Convención Nacional en conflictos libres la
que inicio sus deliberaciones el 15 de agosto de 1.870 en el Cabildo de Asunción los
diputados, de las corrientes, correspondían a las Parroquias de la Capital y Departamentos de
la Campaña.
El 18 de noviembre fue sancionado con algunas modificaciones un Proyecto de Constitución
presentado por el Convencional José Segundo Decoud, fijándose el 25 de noviembre la
Ceremonia de su Juramento.
La nueva Carta Magna inspirada en la Constitución de la república Argentina consagrando
sus mismos principios liberales. El preámbulo decía que el Paraguay “Es y será libre e
independiente, se constituye en Rca. unitaria e indivisible y adopta para su Gobierno la forma
democrática representativa”.
Sus características esenciales fueron: el Poder Ejecutivo, a caro de un Presidente de la
República que duraba 4 años en su mandato, el Poder Legislativo con una Cámara de
Diputados y otra de Senadores, y el Poder Judicial con un Superior Tribunal de Justicia y
Juzgados inferiores”.
Para el nombramiento del 1° Presidente Constitución de la República, la Convención se
constituyó en cuerpo electoral recayendo la designación en Cirilo A. Rivarola. Este juro la
Nueva Constitución de 25 de noviembre asumiendo entonces sus funciones de 1er. Gobierno
Constitucional de la Post-Guerra.
El 10 de diciembre, la Convención celebro su última sesión y se considero disuelta.
NEGOCIACIONES DE LÍMITES CON EL BRASIL.
Para el Paraguay comenzaba su etapa más difícil de la historia diplomática, cual era hacer
frente a las demandas territoriales ya estipuladas en el Tratado del 1º de mayo de 1.865.
Este tratado tiene sus antecedentes y al revisarlos se comprendería mejor las posteriores
desinteligencias que se produjeron entre argentinos y bolivianos en el momento de la
repartición del botín.
Ya en 1.865 producida la derrota paraguaya en Uruguayana, el Ministro del Brasil José
Antonio Saraiba se dirigió por nota al Consejero Octaviano de Almeida Rosa, firmante del
Tratado de la Triple Alianza, para determinar la suerte del Paraguay y su Gobierno.
El Gobierno argentino llegó a proponer al Gobierno del Brasil un proyecto del Tratado de Paz
que impondría al Paraguay en la creencia de que la guerra no duraría tanto.
En él “el territorio de la Argentina de dividiría del de Paraguay por la mitad del canal principal
de los ríos Paraná y Paraguay y desde los límites de la Argentina con el del Brasil en la
margen izquierda del Paraná hasta los límites con el mismo Imperio en la margen derecha
del Paraguay, que son la Bahía Negra”. Las islas de Apipé y del Atajo son reconocidas a la
Argentina y la del Yacyretá al Paraguay.
El gobierno del Brasil se expidió en fecha 30 de noviembre de 1865 confirmando la política
del mismo en el Rio de la Plata. En cuanto a los limites decía el Dictamen:”Fuese cual fuese el
Gobierno de Argentina siempre tuvo el propósito de anexionar al Paraguay ya por pacto
federativo, ya por alianza o por cualquier otra manera. Evitarlo fue el pensamiento del Brasil
para quien era importante no solo el mantenimiento de la independencia del Paraguay, sino
que este tuviese el territorio necesario para impedir el contacto inmediato entre la frontera
del Brasil y la Argentina. Lo que produce intensa pena es el art. 16 de la Alianza, que da a la
Confederación Argentina como dueña de la margen izquierda del Paraná hasta el Iguazú y de
toda la margen derecha del Río Paraguay hasta Bahía Negra, próximo al Fuerte Coimbra se
atribuye a la Confederación gran parte de la América del sur, sin atreverse nunca a manifestar
abiertamente sus aspiraciones. Ningún título podía alegar la Argentina a favor de la
pretensión, nunca le reconoció al Paraguay derecho alguno sino hasta el Bermejo.
Además del perjuicio que la pérdida de la importancia e independencia efectiva del Paraguay
ocasiona al Brasil, este sentirá daño en otros conceptos, la frontera de Coimbra y Miranda
solo tenía que temer la invasión paraguaya y de ahora en más temerá también la invasión
argentina.
Lo que al Brasil convenía es que la Argentina no tuviese ningún palmo de costa en el
Paraguay más arriba del Pilcomayo; que desde ahí hasta el Pan de azúcar perteneciese al
Paraguay y que más arriba de este punto fuese atribuida a Bolivia porque así lo exigen los
intereses de la navegación, comercio y seguridad del Brasil.
El Brasil después de servirse del Gobierno de Bs. As. para destruir al Paraguay, la intención es
traer a Bolivia para contrarrestar las concesiones hechas a Bolivia. En ambos casos el precio
ofrecido son tierras paraguayas.
NEGOCIACIONES EN BS. AS.
Los representantes de los Gobiernos Aliados se reunieron en Bs As en diciembre de 1.870
para discutir las bases de los ajustes de paz y limites con el Paraguay El Brasil representado
por Paranhos, la Argentina por Tejedor y el Uruguay por el Dr.
Rodríguez, lograron coincidir en los siguientes puntos:
1. Que los Gobiernos Aliados irán al Paraguay a negociar la paz de acuerdo con el
convenio preliminar del 20 de junio de 1.870.
2. Respecto a las cuestiones de límites y la demolición de las fortificaciones de Humaita,
resolver en definitiva después de conocer las pretensiones y títulos invocados por el
Paraguay, y según quedo establecido en el citado acuerdo.
NEGOCIACIONES EN ASUNCION: COTEGIPE Y QUINTANA NO PUEDEN LLEGAR
A UN ACUERDO.
De lo resuelto en Bs As, las conferencias se reiniciaron en As recién en noviembre de 1.871.
Represento al Brasil Juan Mauricio de Wanderley, Barón de Cotegipe y a la Argentina el Dr.
Manuel Quintana; la divergencia se mantuvo en lo referente de límites. Es este terreno, la
Argentina buscaba que el Brasil no se inmiscuyera en la cuestión de límites con el Paraguay
de modo de imponerle los que ya estaban fijados por el Tratado de la Alianza. Con ello
pasaba definitivamente al olvido la mentada frase de Varela de que “la victoria no da
derecho”
Para el plenipotenciario uruguayo sus instrucciones se limitaban a ofrecer buenos oficios si
los otros no pudieran concurrir a una conciliación amigable.
BRASIL SE DESLIGA DE SU COMPROMISO DE NO NEGOCIAR POR SEPARADO;
TRATADO LOIZAGA-COTEGIPE.
El Barón de Cotegipe pasó por alto todas las divergencias sostenidas por el plenipotenciario
argentino, y a pasar de su oposición, que pretendía sostener con la fuerza colectiva de la
Alianza sus pretendidos derechos sobre los territorios paraguayos reclamados, continuo
adelante sus negociaciones.
Efectivamente, el Dr. Quintana se retiro y el Barón de Cotegipe inicio inmediatamente las
negociaciones con el Paraguay.
El Tratado de Paz consta de 23 art. legisla sobre Paz y Amistad perpetua entre ambos países,
determina que los limites serán ajustados y definidos en un Tratado especial; reconocimiento
por parte del Paraguay de la indemnización de los gastos de la guerra del Imperio; la libertad
de navegación de los ríos desde su boca hasta los puertos habilitados, para navíos mercantes
y de guerra de países ribereños; respeto perpetuo de la independencia, soberanía e
integridad del Paraguay, restitución reciproca de los prisioneros de guerra, etc.
El tratado de Límites consta de 5 art y expresa el primero de ellos que: el territorio del Brasil
se divide con el de la RCA del Paraguay por el cauce o canal del Río Paraná, desde donde
comienza las posesiones brasileñas en la boca del Yguazú hasta el Salto Grande de las Siete
Caídas del mismo río Paraná.
Del Salto Grande de las Siete Caídas continúa la línea divisoria por la cumbre de la sierra
Mbaracayu hasta donde ella concluye.
De ahí sigue en línea recta, o que más se le aproxime por los terrenos más elevados a
encontrar la sierra de Amambay, prosigue por lo más alto de esta sierra, hasta la naciente
principal del Río APA, y baja por el canal de este, hasta su boca en la margen Oriental del río
Paraguay.
Todas las vertientes que corren para el Norte y este pertenecen al Brasil y las que corren el
Sur y Oeste pertenecen al Paraguay.
Cuando llego a Bs. As. la noticia de la firma de los Tratado entre Paraguay y Brasil, el
Gobierno Argentino se sintió no solamente desairado sino humillado.
El gobierno Argentino pretendió que el emperador no ratificara aquel Tratado que a su juicio
estatuía un verdadero protector unilateral sobre el Paraguay.
El Ministro Tejedor dirigió una nota a Brasil en la que le acusa de violar el Tratado del 1º de
mayo de 1.865 “por cuyo art. 6º los aliados se comprometieron a no negociar con el enemigo
común separadamente, ni firmar tratados de paz, tregua armisticio ni convención alguna,
para poner fin o suspender la guerra, sino de perfecto acuerdo de todos”.
El Brasil ratifico los términos mesurados pero enérgicos el Tratado de Asunción. La prensa
argentina, predico la guerra al Brasil; los diarios de Río hablaron de aplastar a la Argentina,
pero esta guerra no se produjo por el desgaste de ambos países en la campaña contra el
Paraguay.
Sin embargo la Argentina, agraviada por el Brasil reacciono contra el Paraguay. En enero de
1.872, el presidente Sarmiento nombro al Gral. Julio de Vedia como Gobernador del Chaco.
Al conocerse en As la mutilación de hecho de que era objeto la mitad de su territorio, el
Gobierno paraguayo elevo el tono de su protesta anterior en su nota el 18 de febrero que
establecía:
“El Gobierno del Paraguay en el deber de salvar sus derechos usurpados por un acto de las
fuerzas de las armas que emplea contra quien no puede resistir hace su protesta contra el
mundo civilizado y ante todas las naciones amigas contra el proceder incalificable del
gobierno argentino”, continua expresando que “en el territorio del Chaco ha pertenecido por
más de tres siglos al Paraguay, sin que RCA Argentina jamás pretendiese dicho territorio”.
LA DISCUSION SOBRE EL ARROLLO ESTRELLA.
Las discusiones que se suscitaron sobre el arrollo estrella tuvieron su causa en un equívoco
técnico. En 1.873, al hacerse la demarcación de las fronteras, se planteo un conflicto entre los
comisionados de ambos países en relación con la horqueta formada por aquel río y el arrollo
Estrella, su afluente. La Comisión Paraguaya sostenía que el brazo norte, debía ser
considerado por el verdadero río APA y que por su curso debía seguir, hasta sus nacientes, la
línea demarcatoria. La comisión del Brasil defendía el brazo Sur, no obstante la evidencia de
que se trataba solamente de un afluente, conocido con el nombre de Arrollo Estrella. La
divergencia se solucionó por el acuerdo del 7 de enero de 1.874. Y la línea siguió por donde
lo quería el Brasil, no por el río aceptado en el Tratado, sino por el arrollo de última hora.
PROPIEDAD DEL SALTO DEL GUAIRA
El Salto del Guaira o Salto Grande de las Siete Caídas como lo llama el Tratado de 1.872, es
un accidente acuático fluvial que se forma cuando el río Paraná que corre de Norte a Sur es
interceptado por la Cordillera del Mbaracayú, originándose un gran embalse que produce
numerosas caídas de aguas, de las cuales siete son las principales.
Casi hasta fine de la década de 1.960 el Paraguay y el Brasil se disputaron su propiedad en la
medida en que avanza la demarcación de las fronteras hasta ahora inconclusas.
Sobre el punto se produjeron dos tesis: La primera tesis pertenece a Efraín Cardozo, tesis
tradicional basada en los seculares y tratados vigentes con el Brasil que considera que el
dominio territorial y fluvial se extiende sobre el Salto del Guaira en la medida que será
determinada por los resultados de la demarcación y caracterización de la frontera. Sobre el
particular Cardozo expresaba: “Al firmarse el Tratado de 1.872 la situación posesoria era clara:
el Paraguay estaba en posesión de los de Salto de Guaira”.
“Al no convenirse nada en contrario en el tratado de 1.872, el Paraguay prosiguió en la
propiedad entera y legitima de todos los territorios y aguas de que expresamente no fue
despojado por dicho tratado, entre ellos los Saltos”.
La segunda tesis: pertenece al Dr. Juan José Soler, quien en cambio sostiene la copropiedad
del Salto. “Tesis aceptada por el Paraguay según instrucciones cursadas por la Chancillería
Nacional da la embajada del Paraguay en Río de Janeiro el 12 de junio de 1.963. Además, en
un mapa de la Constitución Nacional demarcadora de Límites del año 1.966 de línea roja de
la demarcaron ya no llega a la otra orilla sino que muere en el canal del río a la altura de la
primera caída”.
Pero la tesis predominante en el Brasil sigue siendo la de que en Salto del Guaira le
pertenece íntegramente.
LAS NEGOCIACIONES PARAGUAYO-BRASILEÑAS.
En la parte denominada “Salto del Guaira del Río Paraná en un Río Internacional contiguo,
porque su margen izquierda pertenece al Brasil y su margen derecha al Paraguay. A pesar de
ello el gobierno del Brasil invoco para sí el dominio y soberanía exclusiva sobre el Salto del
Guairá o Sete Quedas”.
En enero de 1.964 mantuvieron una entrevista en “Tres Marías”, estado de Matto Grosso, los
presidentes Stroessner y Goulart del Paraguay y Brasil respectivamente resolviendo que era
interés para ambos países que la Comisión Mixta concluyera cuanto antes sus trabajos. Sin
embargo en junio de ese mismo año, un destacamento militar brasileño se instalo en el
trecho de 70 Km. de línea de limites no caracterizados aun, cuyos componentes manifestaron
a los miembros de la Comisión Paraguaya de Limites que tenían instrucciones de instalarse
en Puerto Renato.
La Chancillería paraguaya reclamo entonces una nota de fecha 25 de septiembre de 1.965
diciendo que el contingente militar brasileño no estaba instalado en Puerto Renato sino en la
zona donde la frontera debe ser caracterizada y los límites fijados mediante los últimos hitos
a ser colocados e inaugurados sobre las cumbres del Mbaracayú.
Seguidamente se analiza el contenido del Tratado de límites de 9 de enero de 1.872, los
trabajos cumplidos por la Comisión Mixta Demarcadora de Límites durante 1.872-1.874,
recuerda el Tratado de Límites Complementario firmado en río de Janeiro el 21 de mayo de
1.927 y el Protocolo de Instrucciones para la demarcación y caracterización de la frontera del
9 de mayo de 1.930 que crea una comisión mixta de demarcación y relimitación de fronteras,
que está en actividad y que había colocado e inaugurado 846 hitos de los cuales 341
corresponden a las líneas de cumbres del Mbaracayú, enumera los trabajos cumplidos por la
Comisión Mixta y termina reiterando su demanda de que el gobierno brasileño retire de la
zona no demarcada sus fuerzas militares de ocupación para hacer posible la solución pacifica
del diferendo de demarcación, que la Comisión mixta prosiga normalmente sus trabajos, y
que en caso de desacuerdo de ambos gobiernos se recurra a todos los medios de solución
pacificas de los conflictos internacionales, comenzando por las negociaciones directas.
ACTA DE FOZ DE YGUAZU.
La solución del diferendo en lo que al retiro de tropas se refiere, vino con la entrevista del
Canciller Raúl Sapena Pastor y Jaracy Magalhaes en Fóz de Yguazú, donde se firmo el acta de
Fóz el 22 de junio de 1.966 y acordaron en establecer desde ya que la energía eléctrica
eventualmente producida por los desniveles del río Paraná desde e inclusive el Salto del
Guaira hasta la boca del río Yguazú será dividida en partes iguales entre los dos países.
Si bien el Brasil ha variado en forma radical su posición con respecto a los recursos
hidráulicos del Salto del Guaira, ha mantenido en cambio, su firme posición en el diferendo
sobre demarcación y caracterización de un tramo de la línea fronteriza.
Brasil mantiene las siguientes pretensiones:
1. que la frontera común en esa parte, este demarcada desde 1.874
2. que la línea de frontera llegue hasta la quinta caída y surca el río Paraná dejando al
norte y al este, es decir al Brasil, el Salto
3. que el Salto del Guaira es de pertenencia exclusiva del Brasil y se haya íntegramente
situado en el territorio brasileño y sobre el que dice ejercer posesión desde hace casi
un siglo
4. que esos puntos no admitan discusión
TRATADO DE ITAIPU.
El 07 de junio de 1.971 se entrevistaron, el Gral. de Ejercito Alfredo Stroessner y el Pdte. del
Brasil Gral. de Ejercito Emilio Garrastazú Médicis, con motivo de inaugurarse el puente sobre
el río APA.
Poco después en abril de 1.973 el Pdte. Stroessner visitó Brasilia correspondiendo a una
invitación del Pdte. Garrastazú Médicis, en cuya oportunidad los Cancilleres del Paraguay y
Brasil, Raúl Sapena Pastos y Mario Gibson Barboza respectivamente firmaron el Tratado de
Itaipú el 26 de abril, a pesar de la tenaz oposición Argentina que en la víspera llego a
protestar violentamente contra el Brasil acusándole de no cumplir con sus compromisos
internacionales en torno a la obra de la represa brasileña de la isla Solteira sobre el río
Paraná. Así es como se firma el Tratado de la construcción de la mayor represa del mundo en
itaipú cortando las aguas del río Paraná.
La bancada Liberal produjo un dictamen en minoría aconsejando rechazar el pedido de
aprobación del Tratado, expresando la zona litigiosa del Salto del Guaira puede suscitarse
situaciones de hecho y conflictivas en perjuicio del legitimo interés paraguayo. También la
prensa independiente opuso numerosos reclamos que fueron objeto de controversias en el
ámbito nacional.
No obstante el Poder Ejecutivo promulgo la Ley Nº 389, del 11 de julio de 1.973y la
ratificación de instrumentos se produjo el 13 de agosto de 1.973. La instalación del ente
binacional se produjo en Fóz el 27 de mayo de 1.974.
UN ANALISIS GEOPOLITICO.
El geopolítico, ha tenido relevancia a partir del accionar permanentemente de los ex aliados
sobre los partidos políticos fundados en 1.887.
Apenas iniciado el periodo de la post- guerra en 1.870, constantes fueron las crisis políticas,
revolucionarios y golpes de estado que caracterizaron la larga anarquía en la que nos
precipitaron la intervención alternativa del Brasil y la Argentina en pos de la lucha
hegemónica lo que imponía, desde luego, era lograr una amplia salida al este brasileño para
liberarnos de la dependencia rioplatense. En este empeño estuvo el Gral. Bernardino
Caballero, que siendo Pdte. De la RCA entre 1.880-1.886 intento construir el ferrocarril Trans
Continental entre Asunción y Santos.
Un proyecto similar afloro los años 20 pero por iniciativa del Brasil que sanciono una ley para
el efecto, El Dr. Eusebio Ayala, estadista de notable visión continental, avizoró la importancia
de la obra y alentó decididamente el proyecto.
Lamentablemente una guerra civil lo alejo de la Presidencia de la Rca. y el país volvió a
sumirse en la anarquía.
El Dr. Eligio Ayala, recompuso las fuerzas sociales y las finanzas de la patria tuvo que avocarse
íntegramente a preparar el país, para enfrentar un nuevo desafió de supervivencia: La Guerra
de Chaco.
Terminada esta en 1.935, se intento nuevamente romper la de pendencia fluvial que nos
obliga a una y exclusiva vía de comunicación con el mundo a través del plata. Ahora la
iniciativa correspondió al gobierno del Gral. Estigarribia al iniciar el trazado de la ruta del este
(que hoy lleva su nombre), para cuyo efecto logro un préstamo estadounidense.
Se construyo así el primer tramo a Barrero Grande (hoy E. Ayala) y hubiera continuado de no
sobrevenir su trágica muerte el 7 de septiembre de 1.940. Sin embargo se mantuvo firme en
la conciencia ciudadana era la necesidad de abrir las puertas de la tierra hacia el este y hacia
el mar para romper la dependencia platina y el enclaustramiento geopolítico.
En mayo de 1.941 el Pdte. del Brasil, el Dr. Getulino Vargas, parecería dar un nuevo giro de la
política brasileña al visitar Asunción, iniciando desde la perspectiva del Novo Estado una
visión y un enfoque diferente sobre la política a seguir con el Paraguay.
El Pdte. Vargas traía numerosos proyectos de acuerdos y convenios que encontraran firmes
receptividad en el Pdte. Higinio Morinigo, firmándose sucesivamente los siguientes:
Convención para la construcción y explotación del ferrocarril de Concepción a Pedro Juan
Caballero, convenio de intercambio cultural, y los convenios sobre intercambios de libros y
publicaciones sobre concesiones de créditos recíprocos destinados a facilitar el intercambio
comercial.
La trascendental visita al Pdte. Vargas cambio un signo geopolítico, a partir de entonces se
inicio el eficiente y semanal servicio del correo aéreo militar brasileño. Desde Asunción
viajaban becarios, funcionarios y turistas de la capital Carioca, nos llegaban técnicos,
diplomáticos y material para el fomento de la educación y la cultura. A partir de entonces no
solo desfilaron en nuestra capital diplomáticos de la categoría de un Francisco Negrao de
Lima (posteriormente canciller de Brasil), sino de alegados militares de prestigio de Gobery
de Cauto, el más ilustre geopolítico de Latinoamérica.
LA FUNDACION DE CIUDAD “PUERTO PRESIDENTE STROESSNER” ACTUAL
CIUDAD DEL ESTE.
El 3 de febrero de 1.956, se funda la ciudad bajo la advocación de San Blas paterno del
Paraguay, para prever desarrollo de Caaguazú, Alto Paraná, regiones por la que cruza la ruta
internacional que desemboca en el actual puente internacional, rompiéndose así las trabas
económicas y políticas que oponía el gobierno de Bs. As. a nuestra única salida portuaria.
LA ACTUAL RENEGOCIACION DEL TRATADO DE ITAIPU.
A 17 años de la vigencia del Tratado del Itaipú suscrito el 26 de abril de 1.973, comenzaron a
inquietarse por el supuesto incumplimiento por parte del Brasil por al demora en el pago de
royalties y compensaciones al Paraguay. La Cámara de Diputados por iniciativa de su
comisión de relaciones exteriores se hizo eco de la inquietud y en una memorable sesión
extraordinaria del 21 de agosto de 1.990 aprobó por consenso una declaración en que insta a
la Chancillería paraguaya para que plantee la renegociación del Tratado comprometiendo
todo su apoyo político el éxito de tan delicada gestión de interés nacional.
Pero a los 8 días de la declaración parlamentaria el Pdte. Andrés Rodríguez declaró que no
existe necesidad de renegociar el Tratado, cuya negociación en todo caso, tendría que venir
en su oportunidad.

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