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Los novatos en la investigación es que son ingenuos con la información que leen.

Por ejemplo, los que se inician en internet creen que TODO está en internet, pero eso es falso. Hay mucha información
en la red, sin embargo, mucha de ella no sirve a la hora de hacer una investigación seria, erudita y universitaria. Lo
mismo que ocurre en una biblioteca, donde hay material primario, secundario y terciario, citable y no citable, en la red,
el fenómeno se multiplica en millones, por lo que hay que ser más cuidadoso.

Para que una investigación sea válida hay que aprender a discriminar las fuentes, y a veces, los principiantes creen que
todo lo que aparece en su pantalla después de hacer unos click en Google u otro buscador, es válido, lo que no es cierto.

En internet hay información:

1. Basura. Que es la mayoría de lo que circula en internet. Muchos Blogs son plagios o información de segunda
categoría. Muchos sitios web son de aficionados o de personas que por voluntad propia ponen información que
no es relevante para una investigación seria. Por lo tanto, lo primero que hay que descartar es la basura, pero,
debido a la gran cantidad de información que circula, este paso es el más difícil.
2. Divulgación. Este es otro tipo de información. No es erudita, pero al menos, no es vulgar. A veces procede de
sitios oficiales de organizaciones gubernamentales o educacionales, que en general se distinguen por sus
dominios .org (organizaciones) o, .edu (educación). La mayoría de esa información es confiable porque ha
pasado algunos filtros propios de instituciones que quieren que lo que aparezca en su web sea confiable. Otras
informaciones proceden de diarios o revistas en línea (magazine), que en general tienen información secundaria,
pero, no irrelevante.
3. Ideológica. No necesariamente es información basura, pero, en general, procede de personas interesadas en
transmitir un determinado punto de vista partidista. Puede ser político, religioso, sociológico o de cualquier área.
No siempre es información para desechar, pero hay que tener cuidado al revisar dicha información. Es prudente
establecer quién informa, y sobre qué bases, porque de otro modo, la información puede ser irrelevante para
una investigación seria.
4. Oficial. Es información que otorgan sitios oficiales ya sea de estados, ONG, organizaciones estatales, empresas,
universidades, instituciones seculares o religiosas. Es información confiable y útil en muchas investigaciones. No
es lo mismo, por ejemplo, consultar un sitio que hable sobre la Iglesia Católica que ir directamente a su sitio Web
del Vaticano o de una institución católica, evidentemente, en el segundo caso tendremos información primaria y
será mucho más confiable que las fuentes secundarias.
5. Erudita. Procede de investigadores que publican sus conclusiones directamente en línea o también de revistas
eruditas (journal). Muchos de estos sitios son pagos y hay que suscribirse o pagar por obtener la información.
Muchas universidades acceden a las bases de datos de erudición previa suscripción y ponen dicho servicio al
alcance de sus alumnos. Lamentablemente no todos los centros educativos han entendido la importancia que
tiene para hoy la información en línea y aún siguen apostando exclusivamente al servicio tradicional de
bibliotecas y hemerotecas.

Por lo tanto, lo primero que debe hacer un investigador cuando pretende utilizar internet es discriminar el tipo de
información. El lema es, separar la basura de lo relevante.

El mismo principio es válido para investigar en una biblioteca, no todo lo que contiene tiene el mismo valor referencial.
En Internet es posible encontrar numerosos sitios con artículos en línea, sin embargo, no todo lo que brilla es oro. No
todos lo que se encuentra es citable en un trabajo de investigación.

Para una investigación académica se precisan artículos que reúnan al menos las siguientes características:

1. Que sea un artículo fruto de una investigación.


2. Que el autor sea especialista en el tema.
3. Que haya sido sometido a referato. Es decir, que antes de ser publicado, el artículo fuera criticado por otros
especialistas. Eso se sabe en una revista, porque anuncia dos detalles que pueden señalar que el artículo ha sido
sometido a arbitraje de expertos:
a. Menciona la lista del comité científico asesor.
b. Menciona fecha de recepción del artículo y fecha de aceptación.
c. Menciona algún Índex especializado donde está indexada la revista.
4. Que sea publicado en un Journal académico, no en una revista de divulgación. Los Journal académicos se
distinguen por algunas de estas características.
a. Son publicados por una institución académica.
b. Tienen un comité editorial, es decir, no es una revista de una sola persona.
c. Tienen un comité científico asesor, que son quienes realizan las críticas a los artículos.
d. Someten sus artículos a referato ciego. Es decir, los que critican los artículos no conocen el nombre del
autor, y el autor, no sabe quiénes lo critican.
e. Son revistas indexadas. Es decir, han sido incluidas en algún Índex profesional.

El mismo criterio que vale para artículos de internet vale para artículos de revistas académicas en papel. No basta que un
artículo lo publique una revista de un centro de investigación o una universidad, debe reunir los requisitos mencionados
en el punto 3 y 4.

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