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Don JORGE PICASSO PERATA, desde muy joven alternaba su dedicación al derecho
con la agricultura, conjuntamente con sus hermanos José, Luis y Guillermo. Se dedicó
personalmente a la administración del fundo agrícola y supo mantener el auge y el
crecimiento de la heredad de su padre, quien desde siempre les enseñó con el ejemplo a
trabajar con mucha tensión y cariño, destacando en el comercio y la agricultura, en
especial el cultivo de la vid y la elaboración de los afamados vinos “Vista Alegre” y el
Pisco “Soldeica”; reconocidos por su calidad y prestigio bien ganados.
Don JORGE PICASSO PERATA, Presidente del Directorio de Bodegas Vista Alegre S.A.
a la que personal y diariamente dirigía, nos dejó un 25 de junio del 2001, para gozar del
descanso y la paz que se merece al lado del Señor, a punto de cumplir 94 años. Su
ejemplo de caballerosidad y coraje permanecerá vigente no solo para su familia y los que
tuvimos el privilegio de conocerlo y apreciarlo, sino que será un legado para la juventud y
las futuras generaciones.
A lo largo de su vida. Don JORGE PICASSO PERATA, asistió a numerosos certámenes
internacionales y de carácter nacional, disfrutando de innumerables éxitos y
reconocimientos, en el campo profesional, empresarial e institucional. En vida fue el
Director de diversas empresas agrícolas, mineras, industriales, financieras y de seguros.
También, de la Confederación Nacional de Comerciantes (CONACO) durante los años
1959, 1960 y 1961. Perteneció muchos años al Rotary Club Internacional donde
desempeñó importantes cargos. En merito a su contribución al desarrollo de la industria
vitivinícola fue distinguido por el Gobierno Argentino en 1959, por la Confederación de
Comerciante (CONACO) como “El Empresario del Año 1982”; el 05 de Agosto de 1988 el
Ministerio de Industria le impuso la condecoración “Orden al Mérito Empresarial” en el
grado de Gran Cruz; el 12 de Junio de 1996 recibió la Medalla al Mérito Industrial”,
otorgado por la Sociedad Nacional de Industrias con ocasión del Centenario de su
fundación y el 22 de Diciembre de 1997 la Cámara de Comercio de Lima lo distinguió con
la Medalla al Mérito Empresarial” y mucho más. Hoy Continúan con esta ardua y delicada
labor, sus hijos Jorge y Alfredo Picasso Salinas, quienes además de estar directamente
involucrados en el quehacer diario de la Bodega, han logrado acrecentar el buen prestigio
familiar con una Línea de Vinos Premium que lleva su apellido.
BODEGA
Poda
La campaña del pisco empieza mucho antes de que haya siquiera una sola uva en la
parra. Más o menos en agosto se podan las plantas. Esta poda consiste en sacar los
sarmientos viejos y dejar solo una cierta cantidad de yemas, porque si no se hace,
después la vid (al ser una especie rastrera) se desarrolla demasiado y, para explicarlo de
manera sencilla, se llena de hojas y ramas, perdiendo fuerza para producir los racimos de
uva, que son lo que interesa.
Una vez hecha la poda, las parras ya están preparadas para retoñar y dar lo mejor de sus
frutos en la campaña. El tiempo pasa y en octubre las plantas florean. En diciembre
empiezan a formarse los racimos. En el mes de enero, se hinchan y empiezan a colorear
lo que recibe el nombre de "envero"
Vendimia
Entre febrero y marzo se vendimia la uva. Se recogen los racimos cuando están en su
mejor momento y con el nivel de azúcar que el productor considera adecuado para su
pisco. Esta concentración de azúcar se mide con un aparato llamado refractómetro.
En la vendimia se cortan los racimos y se ponen en canastos. En algunos lugares se usan
todavía recuas de burros para llevar estos cestos cargados de uva a las bodegas. En
otros, la modernidad se impone y el traslado se hace en camión.
Quienes vendimian tienen que protegerse. El olor de los racimos maduros y el azúcar de
sus jugos atraen a cientos de abejas y los trabajadores deben estar atentos a las
picaduras.
Hay un punto que debemos señalar sobre la cosecha y la vendimia. Los productores de
pisco realmente serios y que por alguna razón no siembran su propia uva, sino que la
compran a otros, sólo aceptan lo que se llama potreros "vírgenes", es decir, sembríos en
los que no se ha recogido ni un solo racimo. Esto porque hay quienes siembran uva y la
venden para consumo de mesa, destinando al mercado sus mejores racimos y dejando lo
que queda, el resto y de menor calidad, para venderlo después a productores de pisco o
vino. Cuando sucede esto, se dice que es un potrero "pañado".
Entonces, si alguien compra la producción de un potrero virgen, quiere decir que nada ha
sido recogido de él y por tanto, la uva es de primera; mientras que si se compra uva de
potreros "pañados", de los que ya se han recogido los mejores racimos, el productor paga
menos pero obtiene uva de menor calidad.
Pisa o Prensa
La pisa en lagar a la manera tradicional se hace con los pies. En ella participan cuadrillas
de pisadores expertos en su labor. Cuando la uva se pisa de esta forma no hay peligro de
que se rompan las semillas, que contienen tanino y podrían amargar el mosto.
Pero si bien muchos productores usan este método tradicional, son también numerosos
los que optan por usar máquinas para el prensado de la uva, sobre todo cuando el
volumen de su producción es grande.
Hay algunas prensas mecánicas que tienen el problema de aplastar las pepas, lo que,
como ya dije, puede amargar el mosto, pero existen también otras de tipo neumático que
no tienen este inconveniente y dan resultados similares a los de la pisa tradicional.
El mosto fresco que se obtiene de la uva pisada o prensada pasa luego a la puntaya, una
poza a la que llega solamente líquido sin residuos sólidos, pues se filtra colocando una
doble canasta en la salida del canal. Por lo general, se deja "dormir" el mosto en la
puntaya de un día para otro.
Fermentación
El siguiente paso es la fermentación. El mosto de la puntaya se lleva a los recipientes en
los que se fermentará. Estos pueden ser cubas de fermentación, tinajas, botijas, pipas
mosteras o pipas de fermentación. Cada zona pisquera les da un nombre y características
propias. El mosto fresco se deja fermentar y empiezan a actuar las levaduras que
convierten el azúcar del zumo de uva en alcohol y dióxido de carbono. Éste es el principio
con el cual se hace el vino y por ende, también el pisco.
Conforme avanza la fermentación, va bajando el nivel de azúcar y subiendo el de alcohol,
lo mismo que la temperatura. El control de la fermentación debe ser cuidadoso, ya que si
hay problemas en esta parte del proceso, se puede afectar la calidad del pisco. Por ello,
los buenos productores prestan muchísima atención a este paso. Si la temperatura del
mosto sube excesivamente, se pierden los aromas. Si, por el contrario, es muy baja, la
fermentación no se lleva a cabo correctamente.
A lo largo de la historia del pisco, el control de la fermentación dependía únicamente del
cuidado del productor. Hoy se puede contar con modernos sistemas que permiten
controlar este proceso de manera muy precisa a través de medidores y enfriando los
recipientes de fermentación si fuera necesario. Otro método para controlar la elevación de
la temperatura es trasegar, es decir, pasar el mosto de una cuba a otra.
Terminada la fermentación, lo que se obtiene es un vino fresco y totalmente seco -pues
no tiene nada de azúcar- que no resulta agradable para beberlo, pero que una vez
destilado dará por resultado el maravilloso pisco que todos conocemos.
Destilación
El mosto ya fermentado se lleva al alambique. Se echa en la paila y se le aplica calor. El
líquido se calienta y llega a hervir, transformándose en vapor. Como el alcohol hierve
entre 78° y 80° C, mientras que el agua hierve a 100° C, los elementos volátiles, el
espíritu del pisco por decirlo de alguna manera, suben por el capitel y luego por el cuello
de cisne. Seguidamente los vapores son transportados hacia el serpentín, sumergido en
una poza con agua fría que recibe el nombre de alberca. El agua hace que el vapor se
condense y se convierta nuevamente en líquido. En eso consiste la destilación y a lo que
se obtiene después de este proceso los pisqueros le llamaN "chicharrón".
Lo primero en salir del alambique es la "cabeza". Esta porción tiene un contenido
alcohólico muy alto y un sabor cetónico, por lo tanto, no se utiliza. Luego empieza a salir
el pisco propiamente dicho. La destilación continúa y lo último que se obtiene del
alambique es la "cola", que tiene un bajo nivel de alcohol y carece de sabores y aromas
agradables.
Lo que se ha obtenido, una vez separadas la cabeza y la cola, es el pisco o "corazón".
Los momentos en que se separan la cabeza y la cola del corazón se llaman "corte". A lo
largo de la historia del pisco, el corte preciso ha sido una muestra de la pericia y arte del
destilador Un mal corte, que provoque que entren porciones de cabeza o cola al pisco, le
dará sabores indeseables. Cabeza y cola son llamados "puchos" y por tanto los
desagradables sabores que dan si entran en el pisco se conocen como "apuchados".
Actualmente la tecnología permite medir con exactitud el grado de alcohol que señala cuál
es el momento adecuado del corte, sin embargo, los productores de los mejores piscos
usan esto sólo como un indicador y confían esta delicada tarea a la nariz y paladar del
destilador, que es quien decide cuándo cortar. Como se ve, no hay nada que pueda
reemplazar al olfato y la experiencia.
Con respecto a los aparatos de destilación, el alambique consta de una olla, paila o
caldero donde se calienta el mosto; un capitel, cachimba o sombrero de moro por el que
suben los vapores; un conducto de forma estilizada llamado cuello de cisne; un serpentín
o condensador; y una alberca llena de agua, que actúa como medio refrigerante.
Pero para destilar no sólo se usan alambiques, sino también falcas. Éstas carecen de
capitel y cuello de cisne y en su lugar tienen bóveda y un cañón lateral que pasa
directamente a la alberca. Por su forma diferente, en la falca el vapor sale más fácilmente.
Un detalle curioso, y que puede llevar a confusión para el que no los conoce, es que en
Moquegua y Tacna al alambique le dicen falca.
Existe un tercer tipo de aparato para destilar: el alambique con calientavinos, en el que se
emplea la temperatura generada por los vapores para precalentar el mosto y de esa
manera ahorrar tiempo y combustible. El uso de este tipo de alambique requiere mucho
cuidado y precisión, ya que de lo contrario los mostos pueden oxidarse demasiado por el
excesivo calor y echar a perder el pisco.
Para calentar el mosto y llevarlo a ebullición, se usaba tradicionalmente la madera de
huarango o guarango. La leña de esta especie vegetal arde de forma pareja por un largo
tiempo. Son varios los productores que todavía la usan, algunos la combinan con otros
tipos de madera y otros la han reemplazado por sistemas a gas. El huarango ha estado
siempre íntimamente ligado al pisco pues con él se hacían también los usillos y horcones
de las prensas, así como las columnas y vigas de las más antiguas bodegas.
Los piscos destilados en alambique o en falca muestran algunas sutiles diferencias.
Según estudios sobre la elaboración de aguardientes, los aparatos de destilación como el
alambique, en el que los conductos por donde pasa el vapor son altos y voluminosos
(capitel y cuello de cisne), dan por resultado bebidas ricas en elementos volátiles
(aromas), pero con pocos elementos pesados (sabores). En la falca, que tiene estos
conductos bajos y poco voluminosos (bóveda y cañón), el aguardiente obtenido
presentará menos elementos volátiles y más bien será rico en elementos pesados.
Reposo y Embotellado
El pisco recién hecho o "corazón" se pone en cubas de reposo o botijas pisqueras. La
bebida debe reposar un mínimo de tres meses en recipientes de vidrio, acero inoxidable o
cualquier otro material que no altere sus características físicas, pues no hay que olvidar
que es alcohol y éste absorbe con gran facilidad olores y sabores. Luego del reposo, que
puede ser más prolongado, el pisco está listo para su embotellado.
El reposo es un paso necesario y de gran importancia. Apenas destilado, el pisco es un
alcohol fresco, recién hecho, y por tanto puede resultar un poco áspero. Si bien los
productores y entendidos en los secretos de su elaboración reconocen inmediatamente si
el pisco ha salido bueno, muy bueno o realmente excelente, si un consumidor común y
corriente lo probara en ese momento, de seguro percibiría en él una estructura que
podríamos definir como agresiva o espinosa.
Cuando se lo deja reposar, los componentes del pisco se integran, se amalgaman en lo
que será su sabor y aroma finales, es decir, se redondea. Ya lo sabe entonces, si alguna
vez visita una bodega justo en el momento en el que están sacando pisco del alambique.
El pisco se embotella en vidrio transparente, para poder apreciar su limpidez. También
hay quienes lo hacen en recipientes de cerámica, que eran los que tradicionalmente se
usaban cuando se empezó a producir en la época colonial.
1. Las uvas se cosechan en cajas pequeñas para evitar cualquier “maltrato”. Vendimiadas en
su punto óptimo de maduración, llegan al lagar.
2. Pasan a una máquina que separa los granos del escobajo (parte verde del racimo).
3. Los granos casi enteros pasan a una prensa neumática que los “estruja”
suavemente (no los muele) para que liberen el jugo o mosto y la pulpa.
4. La uva prensada y su jugo son llevados a vasijas de acero inoxidable, madera o
cemento. Comienza la fermentación alcohólica (dura 4 a 10 días), proceso que se
produce porque las levaduras que naturalmente trae la uva, se alimentan de los
azúcares y los transforman en alcohol. Al mismo tiempo las sustancias contenidas
en la piel de las uvas tintas se difunden en el jugo. Este proceso se denomina
“maceración” y puede ser más o menos prolongado, según el tipo de vino que se
quiera elaborar. En el caso de las uvas blancas, después de la molienda se
realiza el desborre previo para eliminar los restos vegetales y las impurezas en
suspensión por sedimentación.
5. Finalizada la maceración, se escurre la parte líquida y se separa de los sólidos
(orujo).
6. Luego de la fermentación, todo vino exige cuidados hasta que llega a la botella.
Algunos han sido concebidos para la crianza, otros saldrán rápidamente al
mercado. Así se completa un proceso que nació en la viña y finalizará en su copa.
* Vinos rosados: nacen a partir de uvas tintas, sólo que durante el proceso de
vinificación el jugo permanece poco tiempo en contacto con las pieles coloreadas. Por
eso, el jugo no se tiñe completamente pero adquiere delicados matices y notas típicas de
aroma y sabor. Actualmente se está reposicionando el vino rosado a partir de ejemplares
elaborados con Syrah, Merlot, Malbec, entre otros.
PRODUCTOS
Notas de Cata
A la vista es de color rojo cereza y tonos intensos, como las cerezas maduras; en
boca es muy bien equilibrado, con tonos a fruta, vainilla, propios de su crianza en
barricas.
Ganador de la Gran Medalla de ORO en el Expo Vino 2005.
Acompaña platos en base a carnes rojas, pastas, quesos de sabores intensos,
además de ser un acompañante perfecto en toda buena conversación.
Temperatura de servicio recomendada de 16ºC a 18ºC.
Premio: Ganador de la Gran Medalla de ORO en el Expo Vino 2005.
Se recomienda descorchar 40 minutos antes del servicio, con la finalidad de darle
oportunidad a que el vino se exprese, se expanda y logre su mejor performance.
Temperatura recomendada entre 18°c y 20°C
VINO TINTO DON JORGE
Edición limitada de nuestra línea Premium Picasso, elaborado con uva Ancellotta de
origen italiano, adaptada al terruño iqueño con éxito.
La crianza en barrica de roble se realizó en veinticuatro meses, luego la crianza en botella
por un periodo de dieciocho meses.
Es un vino de color violáceo, con notas negras y azules, de cuerpo medio, acidez
equilibrada, con muy buen aroma a frutos rojos, maduros, higos secos, para muchos
aparece la nuez moscada y pimienta negra, logrando un vino tinto muy bien estructurado
y con un final largo en boca.
Acompaña principalmente carnes rojas, pastas y quesos. Se recomienda servirlo entre 15º
C y 18º C y disfrutarlo con la familia y amigos.
Notas de Cata
Mecenas Tinto, es un vino joven elaborado con uvas Malbec 90% y Cabernet Sauvignon
10%, de aspecto brillante, de color
rojo cereza y tonos intensos como las cerezas maduras; en boca es muy equilibrado con
tonos a fruta, es un excelente vino acompañando carnes rojas, pasta, quesos, así como
una agradable compañía en toda buena conversación, sírvalo entre 18°C y 20°C (entre 15
y 20 minutos en la refrigeradora) , se recomienda descorcharlo 30 minutos antes de
beberlo; para que usted disfrute el vino a plenitud, en su mayor expresión.
Mecenas Blanco, vino elaborado con mosto “flor” (es decir la primera prensada),
elaborado con uvas Chenin 80% y Pedro Jimenez 20%; es de color dorado claro y
brillante, con reflejos acerados y notas verdosas, en boca es afrutado y muy bien
equilibrado, acompaña todas clase de comidas en base a carnes blancas, pescados y
mariscos, quesos suaves y entremeses, Así como un excelente acompañante en toda
buena conversación; sírvalo entre 9 y 12 grados centígrados (entre 1 hora y hora y media
en la refrigeradora, nunca en el congelador estropeará el vino si lo hace).
Es una relación antiquísima, el vino acompaña a los hombres desde las civilizaciones más
antiguas; así como el arte (desde los griegos y romanos).
Ambos se aprecian con los sentidos, la vista, el olfato y el gusto Los colores y aromas del
vino son una obra de arte. En una conversación con clase, amena y alturada nunca falta
el vino; además la tertulia se vuelve más amigable.
El arte de por sí es una expresión creativa y espontánea que genera placer, al igual que el
placer que causa beber un vino, además de compartir.
El buen gusto por el vino Mecenas y el arte, son identificaciones de las personas cultas,
con clase; beben buscando el placer, no el efecto.
El vermouth es una bebida proveniente de un vino blanco, con una adición de extracto de
hierbas finas seleccionadas en maceración, ambos se mezclan para dar vida al Vermouth
Americano VA. Es un excelente aperitivo, se bebe puro o en cóctel, con aguas gaseosas
o sodas, puro, con hielo y listo. Se utiliza mucho en cóctel, en los bares, pubs,
restaurantes y demás, como también es infaltable en un buen bar de casa.
1.- Uva Quebranta 100% (7 kilos de uva por cada litro de Pisco)
2.- Fermentación e inmediatamente después DESTILACIÓN.
3.- Reposo por 3 años.
4.- Presentaciones desde 250ml, 750ml y 2 litros.
SOLDEICA Acholado, para que usted disfrute un Pisco Genuino de Altísima Calidad, en
cualquier ciudad del Perú y el mundo.
Es el Pisco Puro SOLDEICA, envasado en botellas artesanales, es una réplica del huaco
Pre-inca de la cultura Tiahuanaco, que se encuentra en el Museo de Historia de Ica. Es un
huaco Bifronte (dos caras: un hombre y una mujer).
Pisco Puro SOLDEICA Quebranta, envasado en botellas x 750ml forradas en cuero, con
labrado artesanal de nuestra etiqueta, de belleza y calidad indiscutible, infaltable en un
bar que se aprecie.
OPINION
Un joven fue nuestro guía, él nos llevó a recorrer los diferentes ambientes de la bodega, el
lugar donde se destila el pisco, el museo de los toneles y la parte del embotellado para
acabar en el mismo lugar que empezamos
BIBLIOGRAFIA
http://www.vistaalegre.com.pe/index.html
https://es.scribd.com/document/186081855/Bodega-Vista-Alegre
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA
VIAJE DE ESTUDIOS
: AYACUCHO – PERÚ
2018