Vous êtes sur la page 1sur 2

El transfuguismo y la “depuración” del

Congreso
En el Congreso de la República existe zozobra por el texto vigente del artículo 205
Ter de la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP). De acuerdo con esta norma,
los partidos políticos tienen prohibido recibir en sus bloques legislativos a los
diputados “tránsfugas”, es decir, aquellos que se cambien de partido político una vez
electos. Pero lo que más preocupa a los diputados es que el texto en discusión les
impide correr en la elección del año entrante.

Ante esta situación los diputados han intentado dar marcha atrás a dicha reforma
por dos caminos. Primero, el 11 de mayo pasado el diputado Linares Beltranena
presentó una iniciativa de ley que pretendía reformar varios artículos de la LEPP
(entre ellos el 205 Ter) debido a que los textos de 11 artículos que aprobaron en
2016 no fueron los que la Corte de Constitucionalidad (CC) dictaminó
favorablemente.

Ciertamente la redacción del 205 Ter sobre la que dictaminó la CC guarda ciertas
diferencias con la que se encuentra en vigor. El texto original establecía que la
prohibición de los bloques legislativos para recibir diputados que decidieran
cambiarse de partido político únicamente tendría vigencia dentro de los tres años
posteriores a la elección. Dado que se trata de un posible vicio de procedimiento, lo
propio sería que el Congreso someta a evaluación de la Corte de Constitucionalidad
el texto antes que efectuar esta reforma.

Por otra parte, el diputado Hernández Azmitia presentó una iniciativa de ley para
derogar el artículo 205 Ter de la LEPP. Dicha iniciativa es la 5442 y se presentó el
pasado 11 de junio y aun no cuenta con el dictamen de la comisión de asuntos
electorales del Congreso. De derogarse el artículo en discusión el transfuguismo
volvería a ser permitido de forma irrestricta.

Ante esta disyuntiva es preciso someter a discusión el transfuguismo como tal.


Algunos argumentan que imponer restricciones restringe la libertad de asociación
pues se “obliga” a un diputado a permanecer en un bloque legislativo determinado.
Sin embargo, el contraargumento es que en el modelo actual los diputados son
elegidos por listas cerradas, por lo tanto el elector realmente elige al partido y no al
diputado directamente. De hecho, cuando un diputado “tránsfuga” causa vacante le
sustituye el siguiente en la lista del partido que lo eligió y no del partido al que se
unió después de ser electo.

Por otro lado conviene hacer un examen más profundo de la conveniencia o no de la


práctica del transfuguismo. Para algunos el transfuguismo dota de un poder
excesivo al partido político en detrimento de las opiniones personales de los
diputados del bloque legislativo. Lo cierto es que para otros el transfuguismo genera
un mal incentivo para la consolidación de partidos políticos que canalicen las
demandas de los electores. Por lo anteriormente dicho, conviene comenzar a tratar
el tema con seriedad. El asunto da para muchos más análisis.

Vous aimerez peut-être aussi