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8.

- Alimentación de la vaca
lechera
La alimentación debe permitir al animal expresar su capacidad genética de producción dentro de
los límites fijados por la situación económica de la empresa. Una alimentación adecuada debe
considerar:

Los requerimientos del animal.


La disponibilidad y calidad de los alimentos
La necesidad de minimizar la excreción de contaminantes, en especial N y P.

En el ternero recién nacido el único estómago funcional es el abomaso; a la semana de edad el


ternero inicia el consumo de alimentos sólidos, los cuales causan el desarrollo del rumen. Un
aporte significativo del forraje a la nutrición del ternero no se puede esperar antes de los dos
meses, y el forraje debe ser suplementado con concentrados al menos hasta los seis meses. La
alimentación del ternero se trata en el capítulo 9.

8.1 Requerimientos

Para facilitar el análisis, se consideran en forma separada los requerimientos para


mantenimiento, crecimiento, lactancia y gestación.

8.1.1 Mantenimiento

El requerimiento de mantenimiento se determina según el tamaño del animal con ajustes para el
tipo, el nivel de actividad, la temperatura del ambiente y el estado fisiológico.

El requerimiento de energía para mantenimiento se da en calorías o en unidades de NDT por


unidad de peso metabólico (peso a la potencia 0.75) y es mayor en aproximadamente 14% en
vacas y 22% en vaquillas de razas lecheras europeas y en 8% en vacas de doble propósito
tropicales (criollas y cruzadas) que en vacas cebú.

El requerimiento de proteína para mantenimiento se expresa en gramos de proteína cruda o


metabólica y está en función de la proteína perdida en descamaciones de tejidos (piel, pelo,
pezuñas, tejido gastrointestinal), de la proteína en la orina y de la proteína de origen metabólico
en las heces, que depende de la materia indigerible consumida.

Los requerimientos se establecen para animales en estabulación, el ajuste por actividad se hace
según las condiciones de manejo. En pastoreo aumentan por la energía requerida por el animal
al caminar. En novillos Angus es de 9.0 y 16.6 kcal/km por cada 100 kg de peso vivo cuando los
animales caminaron en terreno plano y en pendiente de 6%, respectivamente (15). Más fácil es
estimar el requerimiento de acuerdo al área requerida para mantener una vaca (20)
0.75
ENm = a1p x Ax
0.75
a1p = requerimiento de mantenimiento en la zona
termoneutral (15-25ºC) por kg de peso metabólico.
Ax = 1.05+0.03 GU
GU = área para mantener una vaca seca de 500 kg, en acres (1 acre = 0.25 ha)

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Con esto se obtiene:

Sistema Aumento en el
Área requerimiento
pastoreo de EnM

Estabulado +0%
Pastoreo intensivo 0.20 ha +10%
Pastoreo semiextensivo 1.00 ha +35%
Pastoreo extensivo 2.00 ha +65%

El vacuno necesita mantener la temperatura corporal constante. El ajuste por las condiciones
climáticas está dado por la diferencia entre el calor perdido al aire y el calor producido por el
metabolismo del animal y por la digestión. Si la temperatura ambiente es baja (< 10ºC) la pérdida
es rápida y el animal tiene que generar calor adicional; si la temperatura es superior a > 18 -
20ºC, a medida que aumenta la temperatura disminuye la velocidad con la que se pierde el calor
y el animal tiene que activar mecanismos adicionales para aumentar la pérdida. En ambos casos
aumenta el requerimiento de energía para mantenimiento. La lactancia aumenta el requerimiento
de mantenimiento en 5 a 10% (37)

8.1.2 Crecimiento

El requerimiento para ganancia de peso depende de la cantidad de tejido acumulado y de su


composición, es decir de la relación grasa – proteína en la ganancia. En ganado lechero se
busca una ganancia moderada para que se engrase demasiado. La meta es que el animal pese
a la concepción y después del primer parto 55 y 80% del peso adulto de la raza,
respectivamente.

8.1.3 Lactancia

El requerimiento de energía y proteína para la producción de leche está determinado por el


volumen de leche y por su contenido de sólidos (grasa, proteína y lactosa).

8.1.4 Gestación

El requerimiento de energía y proteína para la gestación está dado por el desarrollo de la


placenta y del feto y es significativo a partir del día 190 de gestación, es decir en los últimos tres
meses, cuando generalmente el requerimiento para producción es bajo o nulo.

8.1.5 Tablas de requerimientos

Con base en los estudios sobre el requerimiento de nutrientes, se han preparado tablas de
requerimiento que le permiten al ganadero determinar la dieta óptima para sus animales, de
acuerdo a los resultados que desee obtener. Las tablas más conocidas en América son las del
Consejo Nacional de Investigación (NRC) de los EEUU. Otras son las del ARC de Inglaterra y del
INRA de Francia. Todas son revisadas periódicamente para ajustarlas al progreso de la ciencia.

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En 1989 el NRC publicó tablas de requerimiento. En 2001, y en reconocimiento de los múltiples
factores que afectan tanto los requerimientos como la digestibilidad y el aprovechamiento de los
nutrientes se prefirió incluir un Disco Compacto (CD) con un programa para computadora que
tiene los algoritmos necesarios para formular una dieta para cada nivel de producción según los
ingredientes de que se disponga.

En el Cuadro 8.1 se incluyen las tablas pues se estima que para las producciones que se
obtienen en el trópico ofrecen suficiente exactitud. Para el productor que desee afinar la
alimentación hay en el mercado varios programas para computadora. Para el trópico se adapta
bien el CNCPS (Cornell Net Carbohidrate and Protein System) de la Universidad de Cornell en
los EEUU que incluye una buena base de datos de forrajes tropicales.

En el caso de los minerales, además de suplir los requerimientos de cada elemento, es


necesario considerar las relaciones entre ellos, ya que éstas pueden afectar su absorción. Se
recomiendan las siguientes relaciones en la ración: Zn:Cu 4:1; Fe:Cu 40:1; K:Mg 1:1; Cu:Mo 6:1;
K:Na 3:1; N:S 1:1.

Una alimentación adecuada es la mejor vía para reducir los costos de producción. Esto incluye el
hecho de que, dentro de límites, a mayor es la producción, mayor la eficiencia de utilización de
los nutrientes ya que se reduce la proporción del mismo destinada a mantenimiento, (Cuadro
8.2).

8.2 Consumo de alimento

La cantidad de alimento que un animal consume depende de diversos factores, entre los cuales
se pueden mencionar su estado fisiológico, el clima, la digestibilidad y el tipo de alimento (Figura
8.1).

8.2.1 Estado fisiológico del animal

En términos generales, el animal ajusta el consumo de alimentos a sus necesidades de


nutrientes, es decir que una vaca en lactancia ingiere más alimentos que una seca. En la vaca
lechera la producción de leche es un proceso cíclico; desde el punto de vista nutricional se
pueden diferenciar en cada lactancia las siguientes etapas (Figura 8.2): Vaca recién secada (no
es indispensable); preparto; primeros días posparto, producción alta, producción media,
producción baja.

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Cuadro 8.1 Requerimientos diarios del ganado lechero (51).

P. Vivo Ganancia PC NDT ED EN L Ca P


kg g/día g kg Mcal Mcal g g

Vaquillas en Crecimiento
45 300 120 0.70 3.07 8 5
50 500 290 1.46 6.42 9 6
75 70 35 1.98 8.72 15 8
100 700 452 2.22 9.78 18 9
200 700 749 3.14 13.84 21 14
300 700 814 4.27 18.81 24 18
400 700 1070 5.44 24.00 25 20
500 600 1395 6.75 29.74 28 20
600 200 1805 8.20 36.50 28 21
Toretes en Crecimiento
100 800 448 1.96 8.66 18 10
200 1000 782 3.34 14.71 24 16
400 1000 1056 5.53 24.39 28 22
600 800 1438 7.25 31.95 29 21
800 800 2107 9.66 42.59 29 22
Mantenimiento de Toros Adultos
600 905 4.98 21.95 29 15
800 1123 6.18 27.24 32 20
100 1328 7.30 32.20 41 25
1200 1522 8.37 36.92 49 30
1300 1616 8.89 39.21 53 32
Mantenimiento de Vacas Adultas
400 318 3.13 13.80 7.16 16 11
500 364 3.70 16.32 8.46 20 14
600 406 4.24 18.71 9.70 24 17
700 449 4.76 21.00 10.89 28 20
800 486 5.26 23.21 12.03 32 23
Mantenimiento y Preñez (últimos 2 meses)
400 875 4.15 18.23 9.30 26 16
500 987 4.90 21.55 11.00 33 20
600 1074 5.62 24.71 12.61 39 24
700 1165 6.31 27.73 14.15 46 28
800 1254 6.90 30.65 15.64 53 32
Por cambio de peso durante la lactancia
1 kg pérdida -320 -2.17 -9.55
1 kg ganancia 320 2.26 9.66
Por kg de leche
Grasa %
3 78 0.280 1.23 0.64 2.7 1.7
4 90 0.322 1.42 0.74 3.2 2.0
5 101 0.364 1.61 0.83 3.7 2.3
5.5 107 0.385 1.70 0.88 3.9 2.4

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Cuadro 8.2. Requerimiento de energía por vaca/año y por kilogramo de leche, dependiendo de la producción.

Kg leche/año a 4% 2,000 3,000 4,000


Req. mant./año 500 kg
peso vivo, Mcal ED 5,957 5,957 5,957
Req. producción, Mcal ED 2,840 4,260 5,680
Req. total Mcal ED 8,797 10,217 11,637
Prom. Mcal ED/kg leche, 4.20 3.41 2.91

Figura 8.1. Regulación del consumo.

Hacia el final de la lactancia y durante el período seco, el apetito se reduce debido al mayor
volumen del útero grávido (Cuadro 8.3). El impacto nutricional de la reducción en la capacidad
del rumen es compensado por un menor tiempo de retención del alimento, por una menor
secreción de tiroxina, lo cual reduce el metabolismo basal; por una inhibición del metabolismo de
la grasa parda por los esteroides sexuales que circulan en el plasma y por una absorción más
eficiente de aminoácidos (12).

8.2.2 Condición Corporal

Para evaluar el estado nutricional se ha popularizado la apreciación visual de la Condición


Corporal (CC), que es más rápida, barata y exacta que la determinación del peso o de la grasa
subcutánea. El peso fluctúa más lentamente que la condición corporal, pues inicialmente, cuando
el organismo consume grasa deposita agua. En vacas Holstein en el preparto (7 días antes), y
en la lactancia temprana (63 días) y en la tardía (269 días) se encontró que mientras el peso vivo
vacío permaneció relativamente constante con 462, 452 y 480 kg, respectivamente, el contenido
de energía del cuerpo varió ampliamente con 1,259, 885 y 1,227 Mcal/kg de peso,
respectivamente (1).

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Figura 8.2 Etapas de la lactancia y cambios en la producción, ingestión de alimento y de peso.

Cuadro 8.3. Ingestión de materia seca por vacas en el período preparto en porcentaje del peso vivo (39)

Peso vivo (%)


Tipo de vaca 21 días antes 7 días antes

Primer parto 1.70 1.23


≥ 2 partos 1.94 1.33

La condición corporal se evalúa en una escala de 1 a 5 en ganado lechero o de doble propósito,


en la cual una vaca con 1 está famélica y una con 5 excesivamente gorda (Cuadro 8.4 y Figura
8.3). La determinación de la CC se explica en las láminas adjuntas. La CC fluctúa a lo largo de la
lactancia. En una vaca de raza lechera la condición óptima al momento del parto debe ser de
3.50 ± 0.25, no debe bajar a menos de 2.75 a los 100 días y aumentar nuevamente hasta 3.50 al
momento de secado. En vacas de doble propósito la CC al parto debe ser de 4.00 y a los 100
días de 3.50.
Al comparar vacas de alta producción con una CC de 2.7 al parto y vacas con una CC de 3.7 se
encontró que las segundas produjeron 545 kg más de leche en los primeros 120 días de
lactancia, mientras que aquellas con una de 4.7 produjeron 300 kg menos (16). En una vaca con
una CC alta al parto el nivel de metabolitos oxidantes en la sangre es alto y aumenta el daño por
oxidación de los lípidos y otras moléculas de las membranas celulares, las que pierden
capacidad inmunológica (7).

8.2.3 Etapa de la Lactancia


Vaca recién secada. Asumiendo un periodo seco de 60 días, este periodo dura 39, durante los
cuales se ha recomendado que la vaca reciba una dieta a base de forraje a menos que haya
terminado la lactancia en un estado nutricional muy pobre. La falta de suplemento causa un
cambio en la flora ruminal.

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Como ya se ha dicho, las últimas investigaciones indican que en vacas de más de un parto este
periodo no es necesario y que las lactaciones se pueden alargar unos 20-30 días.

Cuadro 8.4. Relación entre la condición corporal de una vaca y el contenido de grasa de su cuerpo (20)

Puntos % grasa

1 5.0
2 13.5
3 22.5
4 31.0
5 40.0

Figura 8.3 Cambios en la Condición Corporal de una vaca de raza lechera y de doble propósito a lo largo
de la lactancia.

Debe evitarse un engorde excesivo. La ingestión de MS es menor cuanto más gordo está el
animal (4; Cuadro 8.5). Es decir que un animal gordo al parto tiene un apetito aun más
deprimido, justo en el momento en que más necesita comer y pierde así más peso después del
parto, lo que afecta la reproducción posterior y causa una mayor incidencia de retenciones de
placenta, mastitis y trastornos metabólicos como cetosis, fiebre de leche e hígados grasos (59;
25), así como una menor capacidad inmunológica (35).

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Cuadro 8.5. Consumo de alimento en función del grado de gordura (51)

Grasa en el cuerpo Condición Consumo


vacío, % corporal relativo

21.3 2.75 1.00


23.8 3.00 0.97
26.5 3.50 0.90
29.0 3.75 0.82
31.6 4.00 0.73

Algunos ensayos indican que la infusión en el rumen de unos 30 litros de agua con una sonda en
las 12 horas posparto aumenta el consumo de alimento en las semanas posteriores, con lo que
se reduce la pérdida de peso y aumenta la producción y la fertilidad, sin embargo, estos estudios
no se pudieron confirmar en el Zamorano (28).

La eficiencia de la utilización de la energía para la síntesis de leche cuando ésta es depositada


en el tejido y luego movilizada es de 82% de la eficiencia de cuando es utilizada directamente del
alimento (51), lo cual se explica por la energía consumida en los procesos de deposición y
remoción de grasa.

El efecto de la suplementación en el preparto es más marcado en vacas de alta producción (58).


La adición de propilen glicol como precursor de glucosa reduce la depresión del apetito y
aumenta el nivel de glucosa y de insulina en la sangre (53); aunque estudios en Alemania
indican que los beneficios económicos de esta práctica son dudosos (29).

Primeros días posparto. En esta etapa de 10 días de duración ocurren cambios profundos en el
metabolismo. De un metabolismo de deposición de tejido corporal y fetal pasa a uno en el cual
debe remover nutrientes para cubrir la demanda impuesta por la secreción de leche. La magnitud
del cambio se comprende si se considera que al final de la gestación el feto demanda 0.82 Mcal
ED y 115 g de proteína, mientras 10 kg de calostro demandan 11 Mcal y 140 g de proteína.

Durante esta etapa el apetito de la vaca es reducido y se reduce aun más cuando se presentan
complicaciones secundarias como fiebre de leche, mastitis o metritis, por lo que se requiere una
dieta de excelente calidad.

La mayoría de los trastornos metabólicos – fiebre de leche, cetosis, retención de placenta y


desplazamiento del abomaso – ocurren en las dos semanas posteriores al parto, y el origen de
algunos trastornos cuya manifestación clínica ocurre en una etapa posterior, se remonta
igualmente, a problemas al inicio de la lactancia. La inmunosupresión en esta etapa hace
igualmente que muchas de las enfermedades infecciosas se manifiestan clínicamente en la
misma etapa, tal es el caso de la mastitis, la salmonelosis y la paratuberculosis.

Producción alta. Este período dura más o menos hasta el día 80 de lactancia. El consumo
aumenta en 50-65% después del parto y alcanza su máximo entre las 8 y 12 semanas (3),
mientras que la producción llega a su máximo entre las 5 y 6 semanas; es decir que durante las
primeras 6 a 12 semanas de su lactancia, la vaca se encuentra en un balance nutricional
negativo, el cual compensa tomando de las reservas corporales que acumula hacia el final de la
lactancia y durante el período seco. En las primeras 12 semanas de lactancia una vaca de 5540-
600 kg puede movilizar para la síntesis de leche entre 1.5 y 2.0 kg/día de grasa y en total entre
55 y 70 kg así como unos 20 kg de proteína (44).

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En esta etapa la vaca pierde condición corporal y debe evitarse la tentación de ofrecer una dieta
demasiado rica en nutrientes ya que se corre el riesgo de inducir una acidosis. El requerimiento a
la dieta en esta etapa y en las siguientes se indica en el Cuadro 8.6.

Cuadro 8.6. Recomendaciones sobre la composición de la dieta de la vaca lactante.

Fracción de la Días en lactancia


Dieta
0–80 81–200 >200

CHO's distintos a fibra, % MS 38-42 35-38 33-35


Proteína cruda, % MS 17-19 15-17 14-15
Fraccionamiento de la PC en %
no degradable en el rumen 38-40 36-38 32-36
degradable en el rumen 60-62 62-64 64-68
soluble 30-31 31-32 32-34

Producción media. Hasta el día 200 de lactancia. En esta etapa la vaca alcanza el máximo de
consumo de materia seca y debe ganar condición corporal.

Producción baja. Más de 200 días de lactancia. La vaca satisface fácilmente sus requerimientos
y la dieta debe formularse buscando maximizar el consumo de forrajes y que no haya una
acumulación excesiva de grasa.

Vacas de primer parto. Las vacas de primer parto pasan por las mismas etapas con la salvedad
de que debido a que debido a que todavía están creciendo tienen una demanda especialmente
alta de nutrientes.

8.2.2 Clima

Los vacunos de origen europeo reducen la ingestión de alimentos cuando la temperatura


sobrepasa los 26-28˚C (55); por ello se debe asegurar acceso al alimento en la noche y primeras
horas de la mañana cuando la temperatura es más baja. Se estima (51) una variación en el
consumo dependiendo de la temperatura ambiental entre 65 y 107% del consumo a 15˚C
(Cuadro 8.7).

En la época de lluvias y cuando el pasto es tierno, éste puede tener un contenido de humedad
tan alto, que el animal se sacia sin consumir toda la materia seca de que es capaz.

8.2.3 Composición, disponibilidad y tipo de alimento

La digestibilidad del alimento determina en gran medida su consumo; entre más digerible es,
más rápido es su paso por el tracto digestivo y más rápidamente siente hambre el animal.
Cuando los pastos maduran aumenta el contenido de elementos estructurales de baja
digestibilidad y disminuye su consumo (Cuadro 8.8).

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Con pastos muy tiernos y bajos en fibra a mediano plazo también disminuye el consumo debido
a la reducción en la rumia y a la acidosis que esto causa.

Cuadro 8.7. Variación en el consumo de alimento por una vaca lechera según la temperatura ambiente (51)

Temperatura °C Consumo relativo

35 sin enfriamiento nocturno 0.65


35 con enfriamiento nocturno 0.90
25 a 35 0.90
15 a 25 1.00
5 a 15 1.03
-5 a 5 1.05
-15 a -5 1.07

Cuadro 8.8. Efecto de la variedad y del estado de madurez en la digestibilidad y el consumo voluntario de
M.S. del pasto Guinea en Australia (48).
0.75
Días de Digestibilidad, % Consumo g/kg peso
Rebrote
Green panic Coloniao Green Panic Coloniao

28 62.0 62.2 69.2 69.0


63 47.4 53.4 47.6 50.5
91 47.7 50.2 42.3 43.4

En vacas en producción el consumo está limitado por el contenido de fibra de la dieta. En dietas
de ensilaje de maíz suplementado con concentrado la ingesta máxima de FND equivale a 1.25%
del peso del animal (45). En el Zamorano se han encontrado con ensilajes de maíz, sorgo y
pasto una ingesta de FND equivalente a 1.1 – 1.2 % del peso. En pastoreo en forrajes de clima
templado la ingesta es de 1.50 a 1.75% (33).

En una revisión de 21 reportes de la literatura sobre producción en pasturas de alto valor, se


encontró que el pH del rumen puede bajar a 5.8 sin afectar la producción. Por su interés para
condiciones de altura en el trópico, se reproducen en el Cuadro 8.9 los principales resultados del
análisis.

En épocas de lluvias intensas el contenido de agua del pasto puede aumentar a niveles que
afectan la ingestión de MS. En estos casos se puede ofrecer un suplemento de heno o ensilaje
para aumentarla y mantener la rumia y la salud del rumen.

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Cuadro 8.9. Promedio de 21 estudios sobre el valor nutricional y la producción de leche de vacas
alimentadas con pastos de clima templado (pastos de altura en el trópico; adaptado de (34)

Parámetro Promedio Rango

pH del rumen 6.15 5.6 – 6.7


Total AGV (mM) 128.7 89 – 182
Acetato (mM) 83.4 56 – 122
Propionato (mM) 26.5 18 – 36
Butirato (mM) 16.3 10 – 23
Leche, kg 19.0 9.5 – 29.9
Grasa, % 4.33 2.96 – 5.76
Proteína, % 3.29 74 – 4.03
Ingestión MS, kg 15.0 8.2 – 24.8
Digest. MO, % 79.4 68.6 – 85.0
FND en MS, % 40.4 25.4 – 52.8
Pasto en dieta, % 80.8 47 – 100

La palatabilidad y presentación física del alimento también influyen en el consumo; su efecto


sobre la velocidad de consumo del concentrado se indica en el Cuadro 8.10.

Cuadro 8.10 Efecto de la presentación sobre la velocidad de consumo del concentrado.

Presentación kg/minuto

Granulado 0.45 - 0.55


Polvo humedecido 0.45
Grano molido grueso 0.35
Polvo 0.20 - 0.25

En pastoreo la cantidad de materia presente por unidad de área y la estructura de las plantas
también inciden sobre el consumo (Figura 8.4). En climas templados se requiere una oferta
mínima de 2,000 kg/ha de MS para asegurar una ingestión mínima de 0.3 g MO/bocado y el
máximo de producción (32). Para el trópico de Australia, se recomienda una oferta mínima de
1,000 kg/ha de MS de hoja, equivalente a 2,500 a 4,000 kg/ha de MS total (14). La velocidad de
degradación en el rumen de los tallos de pastos tropicales es de unas 30-32 horas y la de las
hojas de 24, es decir que a mayor proporción de tallos en el forraje menor es el consumo (49).

En pastoreo en un día una vaca cubre una faja de 1–2 m de ancho y 3–5 km de largo, realiza
hasta 50-60 bocados por minuto y en cada uno ingiere entre 0.2 y 1.0 g de MS. El volumen de
cada bocado es de unos 800 cc, con una profundidad en la pastura de 4 a 6 cm (5). En las
pasturas de clima templado se tiene entre 10 y 400 kg de MS/ha/cm de altura y en las tropicales
entre 14 y 200, por lo que, a pesar de tener la misma cantidad de MS por unidad de área en
ambas pasturas (Cuadro 8.11), por bocado la vaca ingiere menos en el trópico.

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Figura 8.4 Efecto del tamaño del bocado sobre el tiempo de pastoreo y la producción de leche.

Cuadro 8.11 Índice de Área Foliar (IAF) y densidad del follaje de forrajes de climas tropicales y templados
(62)

Altura Densidad/IAF
Especie forrajera IAF cm cm/cm

Setaria anceps 8.5 80 0.121


Pennisetum typhoides 9.5 120 0.079
Desmodium intortum 5.5 50 0.110
S. anceps / D. intortum (1) 4.2 38 0.114
Lolium sp. 8.0 24 0.333
1 = Setaria anceps; Desmodium intortum

Los pastos bajos y densos son consumidos más fácilmente que los altos con las hojas dispersas
en diversos niveles y direcciones (Figura 8.5; Cuadro 8.12). En vacas Jersey se encontró que
cuando se trataron químicamente los pastos D. decumbens y C. gayana para obtener un
crecimiento bajo y denso, la ingestión de MO por bocado fue de 0.52 g; y cuando se trataron
para obtener una forma alta, de 0.40 g. En S. sphacelata se encontró una ingestión de 0.39
g/bocado cuando fue fertilizado con N, y de 0.13 cuando no lo fue. Igualmente encontró que el
número de bocados/día raramente excedía los 36,000 y que la ingestión total de alimento se
reducía cuando el contenido de MO por bocado era inferior a 0.30 g (62, 63).

Las vacas pueden compensar una baja ingestión por bocado aumentando el tiempo de pastoreo
y el número de bocados por minuto hasta un máximo de 15% (11). De los tres factores que
afectan el consumo: tiempo de pastoreo, bocados/minuto y alimento/bocado, el último factor es
el más determinante (9).

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Figura 8.5 Diferencias en la estructura de un pasto joven y uno maduro en la disponibiliudad de MS por
unidad de altura lo que incide en la ingestión de MS por bocado.

Cuadro 8.12 Efecto de la altura de una pastura sobre el consumo de vacas Holstein en pastoreo continuo
(24)

Estado fisiológico de las vacas

Secas En lactancia

Altura de la
Pastura, cm 5 9 5 9

mg MO/bocado 292 399 317 439


Bocados/min 61 59 65 59
Pastoreo min/día 510 419 607 528
kg MO/día 9.2 9.8 12.5 13.2

En vacas en estabulación a las que se les ofreció una mezcla de ensilaje de maíz y concentrado
se encontró que 8 horas son suficientes para obtener el máximo de producción. En promedio, los
animales pasaron 237 minutos/día comiendo y 509 minutos/día rumiando (18).

El consumo de los forrajes conservados es menor que el de los frescos. Los animales tienden a
consumir más MS cuando se han conservado en forma de heno que de ensilaje; en el caso del
ensilaje el consumo aumenta con su contenido de MS (Cuadro 8.13).

Cuadro 8.13 Influencia del contenido de materia seca sobre el consumo y el contenido de Nutrientes
Digeribles Totales (NDT) del ensilaje de maíz (30).

NDT %
MS Consumo
0.75
% kg MS/100 kg base fresca base seca

25.3 1.95 7.0 68.2


30.3 2.13 20.5 68.4
33.2 2.31 22.4 68.0

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La adición de 10 a 15% de heno o de paja al ensilaje aumenta la digestión de la fibra y la
producción; lo que se debe a un mayor tiempo de masticación y de rumia, y consecuentemente a
una mayor producción de saliva y a una mejor neutralización de los ácidos producidos en el
rumen. El menor consumo de ensilaje que de heno se debe en parte, al menor desarrollo de los
microorganismos del rumen, lo que se puede atribuir a que:

Parte de los carbohidratos de fácil fermentación son asimilados por los microorganismos que
acidifican el ensilaje.
El pH bajo del ensilaje reduce el pH del rumen, lo cual afecta a los microorganismos
presentes en él.

En resumen, el consumo de alimento es bastante variable. En el trópico se puede esperar que


en promedio una vaca consuma en MS como porcentaje de su peso vivo:

De un buen forraje verde tropical 1.6 a 2.0%


De un buen forraje verde de altura 1.8 a 2.2%

De un heno o ensilaje 0.1 a 0.4% menos


De una paja de cereales 1.0%

Además, el consumo varía a lo largo de la lactancia. En el caso de un pasto verde de altura


equivale a 1.5-2.0% de peso vivo en MS al inicio de la misma, y hasta 3.0-3.5% en la etapa de
máximo consumo. En ganado estabulado se estimula el apetito si se le ofrece alimento fresco a
discreción todo el tiempo (Figura 8.6).

8.3 Concentrados y otros suplementos

En términos generales, en los alimentos para rumiantes se diferencia entre forrajes y


concentrados. Los forrajes son voluminosos y fibrosos y en general la digestibilidad de la materia
orgánica (MO) es inferior a 65% en los tropicales, y a 75% en los de altura. Los concentrados,
como su nombre lo indica, contienen más energía y/o proteína y menos fibra por unidad de peso
y la digestibilidad de la MO es superior a 80%.

Figura 8.6 Tractor halando distribuidor de ración total y aditamento para aproximar el alimento.

Ganado Lechero - Alimentación


Los concentrados y otros suplementos como la urea se usan para complementar la dieta del
animal, corregir posibles deficiencias del forraje y permitirle así a la vaca producir el máximo de
leche.

Cuando se suplementa con concentrado, el efecto es progresivo: los primeros 1-2 kg no afectan
mayormente el consumo de forraje, y pueden incluso causar un aumento al favorecer el
desarrollo de los microorganismos del rumen. Con dosis altas el efecto de sustitución llega a ser
de 1:1; es decir, que por cada kilogramo de MS del concentrado se reduce en 1 kg el consumo
de MS del forraje.

En Honduras, en vacas Holstein, Pardo Suizo y Jersey en los primeros cinco meses de lactancia
alimentadas con ensilaje de sorgo o de guinea, heno y concentrado a partir de una producción
de 6.5 u 8.0 kg/día de leche con 4% de grasa, el consumo de forraje osciló entre 1.5 y 2.2% del
peso (Cuadro 8.14).

Cuadro 8.14 Consumo de alimento y producción de leche al 4% de grasa, de vacas alimentadas con ensilaje
de sorgo o de pasto guinea y suplementadas a partir de 6.5 y 8.0 kg de leche/día en el Zamorano, Honduras
(Vélez, sin pub.).

Concentrado a partir de
6.5 kg de leche/día 8 kg de leche/día

Parámetro Sorgo Guinea Sorgo Guinea

Consumo %
del PV de:
Ensilaje 1.65 1.28 1.96 1.37
Heno 0.21 0.22 0.22 0.23
Concentrado 1.67 2.12 1.49 1.83
Leche al 4%,
kg/día 19.40 20.74 15.84 18.84

La decisión de suplementar un animal dependerá de dos factores:

1 De su capacidad genética de producción y de la calidad del forraje. En términos generales, en


los trópicos de un buen forraje se puede esperar que una vaca cubra sus requerimientos de
mantenimiento y quede un excedente de nutrientes suficiente para producir 6 – 8 kg de leche
(52). Con forrajes de altura se puede esperar una producción de 12 a 18 kg. Solamente si el
animal manifiesta tener capacidad de producir más leche, debe dársele suplemento.

Teóricamente con 1 kg de concentrado se pueden producir al menos 2 kg de leche. Sin


embargo, esto sólo se obtiene con niveles bajos de suplementación, que no causen una
sustitución del forraje y depende además de la calidad del forraje. En Irlanda, con pastos de alta
calidad, se obtuvo una respuesta al concentrado entre 0.9 y 1.5 kg de leche por kilogramo de
concentrado (22). Con forrajes tropicales la sustitución se inicia a un nivel más alto de
suplementación. En Australia, con vacas Holstein en pastoreo de P. maximum y N. wightii, se
obtuvo una respuesta lineal en la producción hasta un nivel de 6 - 8 kg/día de concentrado (43).
El potencial genético del animal influye en su aprovechamiento; en Etiopía, con vacas Holstein x
Cebú alimentadas con heno se encontró una respuesta de 0.52 kg de leche por kilogramo de
concentrado, pero una sustitución mínima del forraje por el concentrado (21).

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Cuadro 8.15 Producción de leche de vacas Jersey en pastoreo suplementadas con diferentes niveles de
concentrado en Sur Africa (46)

Concentrado, kg/lactancia
0 720 1440 2160

Leche, kg/330 d 3543 4356 4565 4885


kg leche/kg conc. 0 1.25 0.78 0.54
Grasa, % 4.35 4.46 4.46 4.57
Proteína, % 3.53 3.57 3.56 3.58
Días entre partos 375 425 383 416

2 De la disponibilidad de suplementos y de su costo en relación con la leche. Es decir, que para


producir una cantidad determinada de leche se ofrecen dos alternativas: muchas vacas con baja
o mediana producción y alimentadas exclusivamente con forraje, o pocas vacas con alta
capacidad de producción y suplementadas. Datos de fincas en Ecuador, Guatemala y Honduras
sugieren que la primera alternativa es más interesante para el trópico.

8.3.1 Tipos de concentrados

Con la suplementación se busca balancear la dieta, así que su composición debe variar de
acuerdo al forraje disponible, usando granos, subproductos y suplementos minerales y
vitamínicos.

Los granos más usados en la alimentación son el maíz y el sorgo, aunque también se usa la
cebada, la avena y el trigo. Los granos tienen que ser molidos para asegurar su digestión, pues
el vacuno mastica poco al comer y aquellos granos que escapan a la rumia generalmente pasan
por el tracto digestivo intactos. El calor que se genera al peletizar el concentrado mejora la
digestibilidad del almidón.

El grano de trigo contiene 77% de almidón, el de maíz y sorgo 72%, el de la cebada y avena
57%. La degradación en el rumen del almidón de sorgo y de maíz es menor que la del de trigo,
cebada o avena. Se puede aumentar mediante el tratamiento con vapor y/o con presión
(rodillos), de 52 a 78% en el sorgo y de 75 a 85% en el maíz. Con el tratamiento se rompe la
matriz de proteína que cubre los granos del almidón que es especialmente resistente a la
penetración de humedad y de enzimas. La ENl aumenta en 21% en el caso del sorgo y 6% en el
de maíz (10). Como consecuencia de la mejor digestibilidad hay una mayor producción (13) y
absorción de P, con lo que disminuye su concentración en las heces.

El maíz, el sorgo y el trigo tienen un valor energético aproximadamente igual; el de la cebada y la


avena es un poco menor. Todos los granos son ricos en energía y fósforo y bajos en proteína y
calcio. En el caso del maíz, la mazorca entera tiene para los rumiantes el mismo valor energético
que el grano solo. Para ahorrar tiempo y costos de secado se puede ensilar la mazorca entera
cuando el grano está en estado lechoso.

Si el grano tiene un contenido de humedad elevado; como alternativa al secado se le puede


conservar con urea o con ácidos orgánicos. La urea tiene la ventaja adicional de aumentar el
contenido de nitrógeno del grano. Para ello se mezcla el grano con 2% de su peso de urea (3-4%
de NH3) y se tapa con un plástico, con lo que se conserva por varios meses sin pérdidas.

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En el caso del sorgo su digestibilidad es mayor que la del grano seco (88% MS) y similar a la del
sorgo tratado a presión.

Igualmente se pueden conservar otros productos como los residuos de cervecería, los cuales por
su elevado contenido de agua se descomponen fácilmente. En el caso de los ácidos orgánicos el
más usado es el propiónico o ésteres del mismo a razón del 1%.

Los subproductos de agroindustrias usados en la alimentación de rumiantes son muy variados.


Entre ellos están los subproductos de molinería, los residuos de cervecería, la melaza de caña y
las tortas de oleaginosas. Su composición es variable según el proceso y es conveniente su
análisis antes de usarlos, además son frecuentes las adulteraciones, por ejemplo, de las tortas
de algodón y soya y del afrecho de arroz con sus respectivas cáscaras. Las vainas de soya
tienen un valor energético similar al del maíz, pero su adición a la torta de soya reduce el
contenido de PC.

La melaza de caña tiene alta aceptabilidad y buen valor energético; por la rápida fermentación
del azúcar que contiene, aumenta la población microbiana en el rumen cuando la dieta es rica en
Nitrógeno No Proteico (NNP), pero un exceso reduce la rumia por la falta de fibra. La yuca es
una excelente fuente de energía, si bien por su alto precio en algunos países su uso en la
alimentación animal no es rentable; el follaje es igualmente de alto valor (hasta 35% de PC), pero
la cantidad que produce es baja.

La adición de aceites vegetales aumenta la concentración de energía de la ración; pero da


resultados negativos cuando se excede el 6% de la misma. Para evitar problemas en el rumen
se puede adicionar hasta 3% de la MS en forma de sales de Ca de los ácidos grasos, las que se
conocen como grasas protegidas que son inertes en el pH neutro del rumen, pero se solubilizan
en el pH ácido del intestino.

El efecto negativo de la adición de grasa es menor cuando se dan semilla de algodón o de soya
molidas en forma gruesa lo que se debe a que la grasa contenida en las semillas se solubiliza
más lentamente en el rumen. Su uso es de interés en climas cálidos para compensar la
depresión del apetito causada por el calor.

Al someter las semillas de soya y de algodón a un tratamiento con calor a 130-150˚C en un


extrusor (aparato con un tornillo sinfín que muele el grano y lo calienta por la fricción que se
desarrolla) o en un horno a 141-146˚C por 30 minutos, se reduce la degradación de su proteína
en el rumen en alrededor de 50% (40) (Cuadro 8.16).

Cuadro 8.16 Efecto del tratamiento térmicos sobre el valor nutritivo de la soya en una dieta de 55% ensilaje de
maíz y 45% concentrado (66)

Ingestión Leche Digestibilidad, %


Ms kg/día kg/día
Tratamiento MS Grasa N

Control 16.6 16.0 65.9 71.1 72.3


Soya cruda 16.7 16.3 62.2 43.9 54.0
Soya tostada (1) 17.5 19.4 63.6 51.9 57.6
Soya tostada (2) 17.7 18.9 66.1 57.0 66.1
Soya tostada (3) 18.2 18.3 63.7 62.5 68.3
1 = soya entera; 2 = rajada; 3 = molida

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En las grasas se presenta el problema del enranciamiento oxidativo. El oxígeno forma peróxidos
en las uniones dobles de los ácidos grasos, los que a su vez atacan otros ácidos grasos en una
reacción en cadena que puede destruir además las vitaminas liposolubles y otros nutrientes.
Como resultado final se forman cetonas, aldehídos y ácidos orgánicos de cadena corta, que le
dan mal olor a la grasa; algunos de ellos son incluso tóxicos. La oxidación es catalizada por
iones metálicos, especialmente de cobre. En el rumen las grasas oxidadas reducen la
producción de microorganismos y la digestibilidad de la dieta (67).

Para evitar el enranciamiento se adicionan antioxidantes. Además, las grasas se deben


almacenar en recipientes limpios y por periodos no muy largos. En el caso de aceites se deben
evitar tuberías de cobre o bronce.

Además de aceite, la semilla de algodón tiene proteína y fibra altamente digestible. Si se da más
del 10% de la ración, disminuye el contenido de ácidos grasos de cadena media y aumenta el de
ácidos grasos con C18 en la grasa de la leche (8).

La semilla de algodón contiene gosipol (C30H30O8), un polifenol sumamente tóxico para los
monogástricos. Su contenido es menor en las variedades de fibra corta (Gossypium hirsutum)
con 0.5 – 0.7% que en las variedades de fibra larga (Pima, G. barbadense). En terneros el límite
es de 400 ppm (57) y en vaquillas se presentan síntomas de intoxicación cuando se da más de
15% de harina en la dieta. Para reducir su toxicidad se calienta la harina (lo que sucede cuando
el aceite de la semilla se extrae por presión o cuando se peletiza el concentrado) o se adiciona
hierro. En el adulto las reacciones en el rumen reducen su toxicidad, aunque 1 g/día es suficiente
para afectar la reproducción (60, 68). En toros y corderos, el gosipol daña el tejido germinal de
los testículos (56).

Cuando se da semilla deslintada hay una pérdida de la misma en las heces, por lo que su
digestibilidad es menor que la de la semilla con lint; aparentemente esta última flota en el rumen
y es regurgitada y rumiada más fácilmente. La digestibilidad de la semilla deslintada aumenta
cuando se muele (65).

Las semillas de leguminosas tienen factores antinutricionales que dificultan su uso en


monogástricos. En rumiantes, se han obtenido buenos resultados usando entre otros los
chícharos (Cicer arietinum), el frijol (Vicia faba) y las diferentes especies de Vigna, las cuales
tienen niveles muy bajos de inhibidores de la enzima gástrica tripsina.

En las semillas de oleaginosas y cereales, si la cosecha ocurre en condiciones húmedas y no se


secan rápidamente, o si se humedecen durante el almacenamiento, se desarrollan hongos
productores de diversas toxinas, algunas muy potentes como las aflatoxinas, las cuales son
cancerígenas.

Los residuos de la extracción de jugo de naranja, de piña y de tomate son excelentes fuentes de
energía con una digestibilidad de alrededor del 80%, pero bajos en PC con 5-7%. Por ser ricas
en pectinas pueden darse en cantidades relativamente altas sin afectar el pH del rumen. En
vacas de mediana producción, si se suplementa la proteína, pueden sustituir el concentrado (19)
mientras que en vacas de alta producción niveles elevados de ingestión reducen la producción y
el contenido de proteína (36).

Las plumas hidrolizadas (cocidas a presión o tratadas con enzimas) tienen 80-85% de PC y son
una buena fuente de proteína de baja degradabilidad en el rumen, y un suplemento excelente a
dietas ricas en N degradable.

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El estiércol de aves es una buena fuente de N (2 - 4% según el tipo), del cual aproximadamente
el 40% se encuentra como ácido úrico. El contenido de N baja y su digestibilidad se reduce
cuando el estiércol se calienta, lo que sucede cuando el contenido de humedad es alto. El
contenido de energía es moderado y oscila alrededor de 2.4 Mcal ED/kg de MS, y varía con el
tipo y la proporción de cama (Cuadro 8.17), la cantidad de concentrado caído y su grado de
mineralización (2) incluyeron hasta 17% de gallinaza de ponedoras enjauladas en la ración de
vacas Holstein a partir del día 90 de su lactancia, sin encontrar diferencias con el control que
recibió torta de algodón en la producción o en la composición de la leche y sus características
organolépticas.

Las heces de cerdo tienen un valor nutritivo inferior al de la gallinaza (50). Se han usado en
niveles de hasta 30% de la dieta de animales en crecimiento (54).

Cuadro 8.17 Efecto de la cama sobre la composición y la digestibilidad del estiércol de pollos de engorde
como alimento para vacunos (50).

PC Ceniza Dig. de la
Cama % % MS %

Viruta de pino 21.5 12.7 71.7


Viruta de caducifolias 20.9 12.0 72.4
Paja de maíz 22.0 19.3 71.8
Tuza molida 26.5 13.9 73.5
Paja de arroz 21.7 20.1 70.4
Cascarilla de arroz 19.7 32.5 52.5
Bagazo de caña 22.3 16.4 70.1
Paja de frijol 21.7 16.1 70.2
Cáscara de cacao 30.7 15.5 70.8
Cáscara de girasol 18.4 16.7 68.4
Cáscara de maní 24.7 19.6 66.7
Cáscara de café 19.6 17.4 69.5

La urea tiene una palatabilidad baja y para que sea aprovechada tiene que darse con una fuente
de carbohidratos fácilmente asimilables como melaza o cereales. Cantidades altas de urea
dadas en un intervalo corto de tiempo son tóxicas ya que el amoníaco se forma más rápido de lo
que lo pueden asimilar los microorganismos del rumen. Por lo general no se recomienda que la
urea supla más del 33% de la proteína total y en este caso hay que considerar además el aporte
de nitrógeno no proteico del forraje. Como los forrajes suelen ser bajos en azufre, cuando se da
urea se recomienda la adición de una fuente de este elemento como el sulfato de sodio (Na 2SO4;
sal Glauber) o de magnesio (MgSO4; sal de Epson).

Para limitar el consumo de urea y suplir otros nutrientes se usan los bloques multinutricionales a
los cuales, además de urea, se adiciona una fuente de energía de alta solubilidad y cemento
como agente endurecedor para limitar el consumo ya que obliga al ganado a lamer el bloque en
lugar de morderlo (Figura 8.7). Una fórmula que se usa en el Zamorano es:

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Melaza 30%
Harina de algodón, soya o maní 25%
Gallinaza (se ha usado madreado) 25%
Urea 5%
Cal 5%
Cemento 5%
Sal mineralizada 5%

Figura 8.7. Vaca consumiendo un bloque multinutricional

8.3.2 Problemas en el uso de concentrados

En vacas de alta producción que reciben dosis elevadas de concentrado una o dos veces al día,
se presentan descensos bruscos del pH en el rumen después de cada alimentación, los cuales
afectan la digestión. Una reducción del pH en el rumen de 6.5-7.0 a 6.0 reduce la digestibilidad
de la fibra en forma moderada, y una a menos de 6.0 lo hace en forma severa.

La distribución del concentrado en cuatro o más dosis diarias, en lugar de dos al día al momento
del ordeño, aumenta la producción de grasa y de proteína, reduce la incidencia de mastitis y
aumenta la fertilidad. Esto ya que se evita la liberación de endotoxinas causadas por una
acidosis crónica. En estabulación se puede obtener una mejor distribución del concentrado
mezclándolo con el forraje para así obtener una dieta única y una ingestión uniforme a lo largo
del día. Este sistema no se adecua a hatos pequeños por el alto costo del equipo y la necesidad
de dividir el hato en ordeño en dos o tres grupos según su producción, para evitar subalimentar o
sobrealimentar algunos animales.

Por otra parte, una buena alimentación permite compensar las deficiencias de la suplementación
dos veces al día, como lo demostró un estudio realizado entre las 50 mejores fincas lecheras del
estado de Minnesota (EEUU) en 1991 y en el cual no se encontró diferencia en la producción o
en la composición de la leche entre fincas que dieron ración total o forraje y concentrado por
separado (31).

Para reducir la acidosis se puede suplementar 0.75 a 1.50% de la dieta con bicarbonato de sodio
(NaHCO3) puro o combinado con óxido de magnesio (MgO), o con carbonato de potasio (K 2CO3)
o de sodio en relación uno a uno. En un análisis de los resultados al respecto, publicados en el
Journal of Dairy Science entre 1975 y 1985 se encontró en promedio un aumento en la
producción de leche y grasa y una mayor eficiencia de conversión del alimento (Cuadro 8.18).

Ganado Lechero - Alimentación


1
Cuadro 8.18 Efecto del uso de bicarbonato de sodio como neutralizante ruminal en la producción de leche
(17)

Consumo MS Leche Grasa


Tratamiento kg/día kg/día %

Control 18.20 28.70 3.43


2
Bicarbonato 18.60 29.20 3.51
1
De resultados publicados en el Journal of Dairy Science entre 1975 y 1985;
2
En promedio 150 g/vaca/día.

En el Reino Unido se usa el tratamiento de los cereales con 3-4% de NaOH (42). El NaOH se
mezcla seco con el grano y luego se adiciona 10% de agua; la mezcla se deja reaccionar por
8-10 días para evitar quemaduras del hocico o la lengua de las vacas. El grano tratado se
mezcla en el concentrado o se da solo. El tratamiento induce una mayor producción de saliva y
una fermentación más lenta en el rumen lo que reduce las oscilaciones en el pH del mismo.
Algunos reportes indican una mayor producción de leche (41) pero otros no (Cuadro 8.19). Entre
las desventajas están la destrucción completa de la vitamina E, y una digestibilidad ligeramente
menor (3-5%); además el NaOH es peligroso y en algunos países es muy caro.

Un problema poco estudiado en el trópico es el efecto de la diferencia en la velocidad con que


los diferentes alimentos son degradados en el rumen, lo que afecta la disponibilidad de
nutrientes para los microorganismos y con ello su eficiencia en digerir el alimento (Cuadro 8.20).
Igualmente se sabe poco del efecto de diferentes fuentes de energía como suplemento a forrajes
de baja calidad. Aparentemente, aquellas ricas en fibra como los granos de destilería (residuo de
la producción de etanol del maíz) son mejores para evitar una disminución en la digestión del
forraje, que las ricas en almidón, como el maíz (27).

Cuadro 8.19 Efecto de la adición al concentrado de bicarbonato de sodio o de sorgo tratado con NaOH sobre
la producción de vacas lecheras en Honduras (38)

Producción diaria
Leche 4% Grasa Proteína
Tratamiento kg % %

Bicarbonato 23.3 3.29 2.66


NaOH 25.1 3.67 2.54
Control 24.9 3.72 2.63

La suplementación con minerales debe considerar la alimentación que el animal recibe. Los
elementos que faltan con más frecuencia son cloro, sodio, calcio y fósforo. Fuente de Na y Cl es
la sal común. Las leguminosas son ricas en Ca mientras que las gramíneas tienden a ser pobres
en él. Una fuente excelente de Ca son la harina de huesos y las conchas de ostras; la primera
también contiene P; otras fuentes de este último elemento son el fosfato de amonio y el de sodio.
La cantidad de otros minerales requerida en la dieta es baja, la mejor forma de suplirlos es con
de mezclas en la sal que se ofrecen a discreción, a la vez que en el concentrado (Cuadro 8.21).

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Cuadro 8.20 Degradabilidad en el rumen de la Proteína Cruda (PC), del almidón y de la Fibra Detergente
Neutra (FDN) de algunos alimentos (64)

Degradación % no
Alimento Componente %/hora degradable

PC (%)
R. cervecería 25 5 65
T. soya 50 8 40
H. de pluma 89 1 76

Almidón (%)
Sorgo 65 4 41
Maíz 68 4 42
Cebada 56 24 7
Trigo 65 18 8
Yuca 76 17 6

FDN (%)
Ensilaje pasto 45-64 4-6 75-90
Ensilaje maíz 45 2 66

La suplementación con vitaminas del grupo B generalmente no es necesaria ya que son


sintetizadas en el rumen. Las vit. A y E pueden escasear cuando se da forraje seco por tiempo
prolongado. La suplementación con levaduras mejora la producción y la eficiencia de vacas bajo
estrés calórico (61). Los antibióticos monensina (Rumensin) o lasalocid (Bovatec) dados a vacas
preparto mejoran la Condición Corporal (CC) al parto y reducen el riesgo de cetosis al inicio de la
lactancia y aumentan la producción y la fertilidad al primer servicio (47,23).

Cuadro 8.21 Requerimiento de minerales de vacas adultas (51)

Mant. Prod. Eficiencia de


Elemento g/100 kg g/kg leche absorción %

Ca 1.60 1.22 40
P 0.20 0.90 70
2
Mg 0.30 0.15 50
Cl 2.30 1.15 90
K 3.90 1.50 90
Na 3.90 0.63 93
S 6.00 0.60 100
Co 1.00 0.00 100
Cu 1.21 0.15 5
1
I 0.60 0.00 100
Fe 24.00 1.00 10
Mn 0.20 0.03 1
1
Se 6.32 0.00 100
Zn 4.50 4.00 15
1
Total por día sin diferenciar por peso o producción
2
Oxido de Mg finamente molido

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8.4 Balance de raciones

A continuación se indican algunos procedimientos para balancear dietas sencillas. Si bien en la


actualidad muchos ganaderos tienen acceso a computadoras, es necesario comprender los
principios básicos involucrados, para poder analizar en forma crítica los resultados.

8.4.1 Costo de materias primas

Una ración debe tener el menor costo posible sin sacrificar los requerimientos nutricionales del
animal en cuanto a concentración de nutrientes por unidad de MS, digestibilidad, palatabilidad e
higiene. Un sistema sencillo para comparar diversos alimentos de acuerdo al costo de la energía
y la proteína que contienen es:

1. Se seleccionan dos fuentes de alimento presentativas para la región, p. ej. Maíz y torta de
algodón.
2. Se establecen ecuaciones que incluyen el contenido de energía y de proteína así como su
costo:
Maíz:
ED mcal/kg x + PC kg/kg y = Costo por kilogramo de maíz

Torta de algodón:
ED mcal/kg x + PC kg/kg y = Costo por kilogramo de torta

Sustituyendo los contenidos de ED y PC en ambas ecuaciones se tiene:

Maíz: 3.40 x + 0.096 y = 0.396


T. algodón: 2.69 x + 0.36 y = 0.528

Resolviendo estas ecuaciones se obtiene:

x = 0.0867
y = 1.052

Estos valores se pueden usar para determinar el valor máximo que puede tener cualquier otro
producto para que su uso resulte económico. Así, para el caso de:

1. Torta de soya con: 3.48 mcal ED/kg y 44.8% PC


3.48 x 0.0867 + 0.448 x 1.052 = 0.77 por kg

2. Afrecho de trigo con: 2.77 mcal ED/kg y 16.8% PC


2.77 x 0.0867 + 0.168 x 1.052 = 0.42

Esto significa que 0.77 es el precio máximo a pagar por 1.0 kg de torta de soya para que resulte
competitivo con el de torta de algodón a 0.528; y que 0.42 es el precio máximo a pagar por 1.0
kg de afrecho para que pueda competir con el kilogramo de maíz a 0.396. Se han usado la
energía y la proteína por ser los nutrientes de los cuales se requieren mayores cantidades, pero
igualmente se pueden comparar fuentes de minerales o vitaminas.

Ganado Lechero - Alimentación


El sistema descrito tiene que ser usado con criterio ya que no contempla factores como el mayor
valor biológico de la torta de soya que la de algodón, o el mayor contenido de fibra del afrecho en
comparación con el maíz. El primer factor es de importancia para la formulación de dietas para
terneros lactantes, y el segundo cuando la dieta de la vaca contiene una alta cantidad de forrajes
maduros ricos en fibra.

8.4.2 Preparación de mezclas

En la alimentación del ganado frecuentemente es necesario preparar mezclas sencillas para


balancear una dieta, p. ej.: cuando se dispone de maíz o de sorgo, ya que ambos forrajes son
ricos en energía pero pobres en proteína. Para hallar el resultado se puede usar el método
algebraico o el del cuadrado de Pearson.

Por ejemplo: se tiene maíz con 8% de PC y se desea una mezcla de 18% de PC para lo cual se
usará torta de soya con 46% de PC. Si x es igual a la proporción de torta de soya y (1-x), a la de
maíz, la ecuación que se obtiene es la siguiente:

46 x + 8(1 - x) = 18
46 x + 8 - 8 x = 18
38 x = 10
x = 0.263
x = 26.3% de torta de soya
100 - 26.3 = 73.7% de maíz

En el método del cuadrado de Pearson se dibuja un cuadrado, en el centro se coloca la


concentración de PC deseada, en la esquina superior izquierda el contenido de PC de la torta de
soya, y en la esquina inferior izquierda el del maíz. Se resta en diagonal sin importar los
símbolos (+ o -) o sea 46-8=28, el cual se coloca en la esquina inferior derecha y 8-18=10 que se
coloca en la esquina superior derecha. Se suman ambos resultados y el total se coloca debajo
de cada uno de los resultados obtenidos en las esquinas de la derecha. Una mezcla que
contenga 10/38 de torta de soya y 28/38 de maíz tendrá 18% de PC. Para expresar los
resultados en porcentaje la operación es sencilla:

46 10/38
18

8 28/38

10/38 x 100 = 26.3% de torta de soya


28/38 x 100 = 73.7% de maíz

8.4.3 Balance manual de raciones

A continuación se un ejemplo de cómo balancear una ración. Para estimar los requerimientos se
han usado los valores del NRC reproducidos en el Cuadro 8.12; para la composición de los
alimentos se han usado las tablas del Anexo 8.1. Estas tablas sólo pueden servir como
referencia debido a los múltiples factores que influyen en el requerimiento del animal, en el valor
nutritivo de un forraje y en su consumo.

Balancear para una vaca cruzada con capacidad para producir 8 kg/día de leche con 4% grasa y
un peso de 450 kg, en pastoreo de pasto jaraguá en buenas condiciones.

Ganado Lechero - Alimentación


Requerimiento: ED Mcal PC kg Ca g Pg
Mantenimiento (20% sobre
valor en tablas para
la energía) 18.07 0.341 17 14
Producción 8 kg 11.36 0.696 29 24
Total 29.43 1.037 39 28

Consumo (2% del peso


vivo en MS = 9.0 kg) 24.12 0.621 48.7 12.6
Diferencia consumo
requerimiento -5.31 -0.416 +9.7 -15.4

A la dieta le falta energía, proteína y fósforo; la cantidad de leche que el animal puede producir
se obtiene:

ED Mcal PC kg
Consumo 24.12 0.621
Mantenimiento -18.07 -0.341
6.05 0.28

Sobran nutrientes para la producción:

Por la cantidad de ED: 6.05:1.42 = 4.26 kg de leche


Por la cantidad de PC: 0.28:0.087 = 3.22 kg de leche

Como la vaca sólo puede producir 3.2 kg/día, que es lo que le permite la proteína, utilizará el
exceso de energía (4.26-3.22 = 1.04 kg leche × 1.44 Mcal/kg = 1.5 Mcal) para depositar grasa.

Para el nivel de producción asumido, la suplementación puede hacerse con una mezcla de
melaza y urea o melaza y gallinaza. La melaza fresca tiene 2.37 Mcal ED/kg, para suplir el
faltante de energía se requieren 5.31/2.37 = 2.24 kg de melaza. La urea contiene 286% de PC y
se requieren: 0.416/2.86=0.15 kg. La urea debe disolverse primero en un poco de agua y luego
mezclarse con la melaza. Cuando se usa urea es recomendable tener a mano vinagre, que
suministrado oralmente, sirve de antídoto. El Ca y el P se suplen con sales minerales.

8.4.4 Uso de computadoras

La popularización de las computadoras ha permitido perfeccionar la formulación de raciones.


Con la programación lineal se pueden preparar mezclas considerando al mismo tiempo el
contenido de nutrientes en cada insumo, el costo de la unidad de nutrientes en cada uno y los
niveles mínimos y máximos a los cuales se deben incluir en la dieta, el precio, etc. (Cuadro 8.22).

Ello permite formular dietas de costo mínimo o de beneficio máximo. Los programas para
alimentación como el del NRC o el CNCPS consideran además la raza, el tamaño, la edad, la
producción, el estado fisiológico, el sistema de manejo, el clima y la composición de los
alimentos como factores que afectan el requerimiento y la ingestión de alimento.

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8.4.5 Problemas en la formulación de raciones

Determinar la cantidad de alimento consumido es uno de los factores más importantes para
balancear una dieta. Es relativamente fácil de determinar en el caso del concentrado o del heno,
pero es difícil cuando se da alimento voluminoso como en el caso del ensilaje, excepto si se
tiene un carro mezclador equipado con báscula.

En pastoreo el consumo sólo puede ser estimado en forma indirecta por medio de técnicas de
muestreo que miden la cantidad de forraje ofrecido antes, y el residuo después de que salen los
animales. Cuando se requiere una determinación más exacta se usan marcadores, es decir de
sustancias indigeribles como el cromo o los alcanos que se adicionan en cantidades conocidas a
la dieta; su determinación es laboriosa y está reservada actividades de investigación.

El valor nutritivo del alimento varía ampliamente de los valores promedios dados en las tablas.
En el caso de los granos, el clima y la fertilización del cultivo, la madurez al momento de la
cosecha, las condiciones de secado y de almacenamiento hacen variar su composición. En el
caso de los subproductos, interviene de una parte el proceso usado para su obtención y de otra
el problema de posibles adulteraciones. En el caso de los forrajes, su valor nutritivo varía
influenciado por la edad, la fertilidad del suelo, la fertilización, la temperatura, la precipitación y la
nubosidad. Lo que hace recomendable que el ganadero controle el valor nutritivo de los
alimentos que usa por medio de su análisis en el laboratorio; aunque también hay diferencias
entre laboratorios dependiendo del método que usan y de la exactitud con que trabajan.

Cuadro 8.22 Cantidades máximas recomendadas de algunos productos usados para la formulación de
concentrados (6)

Insumo % max Insumo % max

Maíz 80 Sorgo 50
Centeno 80 Avena 80
Trigo 50 Afrecho de arroz 20
1
Afrecho de trigo 25 Res. Cervecería 25
Algodón entero 20 Harina algodón 25
Harina coco 50 Harina soya 50
2
Pulpa cítricos 25 Melaza 10
Urea 1.5
1
Residuos de cervecería
2
Si se desea que el concentrado fluya o se va a peletizar

En pastoreo el ganado selecciona las partes más nutritivas de las plantas (Cuadro 8.23), lo que
obliga a tomar muestras, no sólo del forraje ofrecido, sino también el residual para obtener una
idea real de la ingestión de nutrientes. En todo caso hay que tener en cuenta que los resultados
van a variar dependiendo del proceso de la muestra antes de analizarla, como el tiempo entre
colección y el secado, la temperatura de secado y, en el caso de la digestibilidad, el método
usado para determinarla.

Además, es necesario recordar la disminución de la digestibilidad a medida que aumenta el


consumo; generalmente la digestibilidad se determina con machos alimentados a niveles de
ingestión cercanos al de mantenimiento y no a 2 - 3 veces este nivel como es el caso de las
vacas en producción.

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8.5. Indicadores del estado nutricional

Los avances en el conocimiento de los procesos fisiológicos y en la tecnología han permitido


desarrollar algunas pruebas relativamente sencillas que indican posibles fallas en la nutrición de
los animales. Entre ellas están la determinación del pH del estiércol y de la orina, del contenido
de grasa en la leche y de urea en la sangre y en la leche. Las dos primeras se pueden realizar
en el campo, las otras dos requieren de ayuda en un laboratorio.

Cuadro 8.23 Capacidad de selección de hojas de Setaria sphacelata por vacas en pastoreo (9)

Días desde inicio del pastoreo


Setaria sphacelata 1 15

Pasto, kg MS/ha 7300 3600


Proporción de hojas verdes:
en la pastura 0.33 0.08
en la dieta 0.96 0.52

8.5.1. pH de las heces

El pH del estiércol fresco debe estar entre 6.3 y 6.8. Un pH menor a 6.0 indica que un exceso de
almidón se está escapando sin fermentar del rumen y está siendo fermentado en los intestinos,
lo que sugiere una posible acidosis. El diagnóstico de una acidosis es más seguro si las heces
son sueltas, de color claro y con burbujas.

8.5.2. pH de la orina

El pH de la orina reacciona en pocas horas a cualquier cambio fisiológico y es por ello un buen
instrumento para detectar problemas. En vacas en producción el pH de la orina debe estar entre
7.8 y 8.5; si es inferior a 7.8 hay problemas de acidosis ruminal, especialmente si es inferior a
7.0. En el preparto un pH superior a 8.5 es indicativo de una alcalosis debida mayormente a un
exceso de K o de proteína que limita la acción de la paratohormona de liberar Ca de los huesos y
retenerlo en los riñones; por lo que aumenta el riesgo de fiebre de leche posparto. En el preparto
el pH de la orina de vacas Holstein debe estar entre 6.2 y 6.8 y en vacas Jersey entre 5.8 y 6.3
(26). Para la determinación del pH se ofrecen equipos digitales portátiles de suficiente exactitud.

8.5.3. Proteína, urea y grasa en la leche

El contenido de proteína es un buen indicativo del nivel de energía en la dieta. Un nivel alto o
bajo de energía en la dieta se refleja en un contenido elevado o bajo de proteína en la leche. Al
inicio de la lactancia el contenido de proteína no debe ser menor en más de 0.3 a 0.4 unidades
porcentuales que el promedio de la lactancia, y al final no debe ser mayor en una cantidad
similar.

El contenido de urea en la leche tiene que verse en relación con el contenido de proteína en la
leche y de energía .en la dieta. El contenido de urea debe estar entre 15 y 30 mg/100 ml de
leche. Un nivel superior a 30 mg indica un exceso de proteína en la dieta y una sobrecarga del
hígado; un nivel inferior a 15 mg indica una falta de proteína

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El contenido de grasa en la leche es típico para cada raza, aunque fluctúa ligeramente a lo largo
de la lactancia, siendo más alto al inicio y al final de la misma. Un contenido de grasa elevado
indica que la dieta es pobre en energía y que el organismo está removiendo grasa que se
acumula en la leche en una cetosis subclínica.

Si el contenido de grasa disminuye o es inferior al de las fincas vecinas con vacas similares se
debe sospechar una falta de fibra en la ración. La relación grasa: proteína en la leche es otro
indicador del balance de la dieta como se muestra en el Cuadro 8.24.

Cuadro 8.24. Relación grasa:proteína en la leche como indicativo del balance energía: proteína en la dieta.

Relación
grasa: proteína Evaluación de la dieta

1.1-1.5 : 1 balanceada
> 1.5: 1 al inicio de la lactancia: movilización excesiva de gras (cetosis)
1.5 : 1 toda lactancia: exceso de fibra y falta de energía
< 1:1 : 1 falta de fibra, mucha energía

8.5.4. Rumia

La vaca debe rumiar al menos el mismo tiempo que toman en comer. Cuando están
descansando, al menos 50% debiera estar rumiando. En caso contrario, a la dieta le falta fibra.

8.5 5. Consistencia de las heces

Las heces de una vaca deben tener la forma de un huevo frito, con 2 ó 3 anillos. Si son muy
duras son consecuencias de una dieta demasiado rica en fibra y pobre en proteína. Cuando los
animales comen una dieta demasiado rica en humedad o proteína y pobre en fibra las heces son
blandas e incluso puede haber diarrea.

8.6 Estrategias de alimentación

De lo dicho anteriormente, se desprende que la estrategia de producción a seguir en el trópico


tiene que ser distinta a la que se puede seguir en clima templado.

En el segundo caso la producción de forraje por unidad de área no es muy alta (40-80 kg
MS/ha/día) pero ésta es de excelente calidad, lo que obliga a tener pocos animales, pero que
pueden ser de alta producción, mientras que en el trópico la producción de forraje es alta (> 100
kg MS/ha/día), pero su calidad es baja por lo que la estrategia es tener muchos animales por
unidad de área, aunque su producción individual no sea muy alta (Cuadro 8.25).

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Cuadro 8.25. Comparación de las estrategias para la producción de leche en clima templado o de altura y
en clima tropical

Producción Carga, vacas por


Clima por vaca unidad de área

Templado alta baja


Tropical baja alta

La baja producción por animal en el trópico es el resultado del conjunto de factores que afectan
la calidad del forraje y su consumo y a la vez al animal mismo:

Menor tamaño del animal y como consecuencia menor ingestión de alimento.


Menor digestibilidad del forraje, y así menor contenido de energía por unidad de MS y menor
consumo.
Mayor requerimiento de energía para mantenimiento.

Usando datos del Zamorano y de la literatura en el Cuadro 8.26 se compara la producción


hipotética de una vaca Holstein en clima templado y tropical. Considerando los factores
mencionados resulta que del pasto en el primer caso una vaca puede producir unos 17 kg/día y
en el segundo 7 kg. Si para evitar trastornos fisiológicos se limita la suplementación con
concentrado a 40% de la MS de la dieta y se asume que debido al efecto sustitutivo de
concentrado por forraje, se obtiene 1.8 kg de leche por kilogramo de concentrado; la producción
promedio posible en clima templado y tropical, es de 32 y 15 kg/día, respectivamente, lo que
concuerda bastante bien con los resultados obtenidos en hatos bien manejados.

Cuadro 8.24 Estimado de la producción posible en clima templado y tropical por una vaca Holstein (1).

Clima
Tropical Templado

Peso vivo, kg 500 650


EB, Mcal/kg 4.10 4.10
Digest del forraje, % 60 70
ED, Mcal/kg 2.46 2.87
Consumo MS forraje, g/kg 18 22
Consumo ED, Mcal 22.14 41.04
Req. mant, Mcal ED 16.32 19.86
Sobran, Mcal 5.82 21.18
Mcal/kg leche 1.32 1.32
Leche del pasto, kg 4.41 16.05
Concentrado, kg 6.00 9.53
Leche del concentrado, kg 10.80 17.15
Leche total, kg 15.21 33.20
1 = asume: concentrado 40% de la MS total; 1.8 kg de leche por kg de concentrado

Ganado Lechero - Alimentación


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