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l'Fittiu LULA >isciiicii>,'>.—M.MPÜMI, [iiir iiiini'iiis I'I;IIVIM:II'-.—lii'MiicíM.f, "iSi-v.; si-ÍMiU-soiid rs. , c-^. ...

NLJ\I. 4i. ^íiclius 11 "i is.; trt-s iiii-Sf; -J^ i>.¡ M.'ÍÍ m.'jfs MADUll), i i DEOCTOiULÍ DI- 1 silü. un ;ifiip lili r-..—(iiin, l'rKiiTii-líiin) y KMUANJKÍKI. AiNU 1 ' .
•l:í is.; uu iu'ii) S(] ^^. lili ¡líiii 7 ]"''(is, — .\.«KÍIII:A Y A ' U , 10 |ii'*ii>.

i lio de Honia; |iero liasta el nionieiito en <pie escribimos rece que .se lia dirigido al Líbano en iiiisca ile los jefes
las presentes lineas la noticia no se lia conlij'inado. ilrnsos que se han nej;üdo á presentarse en Damasco
Las tropas de (laribaldi lian tomado la revanclia del [lara dar cuenta de su conducta ante el comisario de la
UEVISTÁ DE L V SEMANA. di-scalabro sufrido lielaule lie Cápua. Las del rey les ata- ¡•nerta, Fuad liajá Los jefes drusos, sabiendo la suerte
caron en las lineas de Casería , y fueron recbíizadas con que les esperaba , pues el comisario lleva plenos poileres
gran pérdida, liabiendo dejado ¿n poiler de los garibal- v lo.s ejerce castigando de un modo breve y sumario,
i'linos cen:a de ciiicii mil |>risÍoiieros , y teniemlo que r e - (•.s natural que se liavan resistido á presentarse en la ca-
I' lia i'euiliidii ya y ¡iiililioaiiu lirarseá l'.á|)ua. Vii'tor Manuel desde Ancona ba dado una pital de Siria, y lamíjien lo es que se refugien en los
'*ii Ks]iaíia la" aljjfiícioii de proclama á su ejército anunciániiole que va á entrar en montes ú opongan una obstinada i'csistencia á tas tropas.
Su Saiitiiiaii ('11 e! Cuiisilorio territorio napolitano. Ll acuerdo enl¡'e el rey del Pia- No duilamos del valor y de la superior láctica y disci-
,-rl'J'elll fie ' i S i|l' Sf'lilMllhl'C miiide V Garibaldi se maniliesta mascada dia ; y los mis- plina de los franceses ; pero tememos que el número y
(le ijue lialiiaNiiisfii la i'evis- mus periódicos que nos dieron la noticia de que _Ma/.zini, las dilicultades del clima y del terreno causen mas vicli-
la aüLeriiir. I.;i n'ilai-Tiiui lii'. Leiiru-Hollin v Simón Uernad babiau ido á Ñapóles, la m;is de las que habriu sido necesario sacrüicar si la cspe-
r-lti docuiiif;iitn se aLribiiye vienen aliora desminlienilo respecto délos dos últimos, y dicioii se linhiera ilispueslo de otro modo.
.(1 canicnal Anloiielli, do añaden iiui; el ]>rinierü lia sido düSlerratlo de la ca|t!tal de Al mismo tiempo que este número llegue á manos üe
qiiioii liL'iiius dadu en otra las Dos Sicilias. lista noticia liay que ponerla tandiieii en los lei'lores, llegará ¡irobablemente la corte á Madrid de
iH'asioii ;t iiiifsLros lectores euarenlL-na; v asi como no creímos que Li'iiru-Uollin y vuelta de su espedicion á las provincias catalanas y ara-
iili-'iinns a[tuiiles Iiiogi'áíicos. Siinoii Hernañl Ineraii á Ñapóles , tam|)rico creemos que gonesas. Dejáinosla en viaje para Lérida al terminar
l'.n él sf eoiideiia duramente Ma/.zini iiava sido deslerrado, cuando pi'ecisamente acaba nuestra última revista : en Manresn SS. M.M. se detuvie-
la invasión de los üstadus lie publicar im folleto ó maiiilieslo en que se adliiere al ron dos horas, y dice un cronista de la comitiva :—uTo-
lirograma de Italia v Victor Manuel, ilejando jiara ocasión das las calles estaban cuajadas de gente que ali'onahan el
píjiililiciuí |iiir lii^ li'ii|t;is jiianioiitiísas, la de Sicilia y mas oiiortuna la defensa de sus ¡deas re[iubl¡caiias. Si • aire, gritando: ¡Vira lii nñua ! ¡ Viva ¡a diiiastia de
Ñapóles [mv Gai-iljuliii, lu desirueciun du los tronos de Ma/.7,ini iia saliilo de Ñapóles, no habrá siilo en calillad : /iorbnn 1 ¡ IVíVí )iiii--slr(i inmírc ! ¡ Viran los rryrs caló-
Toscana, Módena y Furnia , !a agregación de las legacio- de desterrado.
nes, en una palaíjra, la anexión de la Italia á los domi- ' licüsly otras aclamaciones, y otras frases del mayo]'
nios de Viclor Manuel. Se omite, sin eniLiargo, la lor- Con la alocución de Su Sanlidad se ba recibido el dis- ' respeto' y de la mayor ternura.»
innla de escoiiuinion y se reliiiyií también liablar del •'iirso pronunciado jtor el conde de Cavoiir ante el par- Y todavía e! mismo escritor añade después piu'a roni-
i'nfuerzo que lian teniíln las tropas íranci'sasde Roma. En lamento de Tnrin con motivo de la invasión de las Mar- pletar el cuadro del entusiasmo de Maiiresa :
vista del ataijue ilelos jiiainonteses , Luis Napoleón relii'ó cas y la ümbria y ile los sucesos de la Italia en general. íiEn las calles habia elegantes trofeos con los iiondires
sil emljajaiior de Turin y aumentó hasta veinte y i'íneo ICn este discurso , notable por la moderación de su len- de todos los fuonarcas de Castilla y Aragón , v en muchas
mil lionibres las trojias que guarnecen ;i líoina y Civita- guaje , se reitera el ofrecimienlo de no atacar á Roma , casas se leian estas inscripciones : Vira la 'n-ina rira
Veceliia: sin títnbargo la alocución de Su Sitnüílad, reducida ni al Véneto. De manera (pie no hostilizándose á Roma la real favu'lia , vira Ui rasa di- /¡iirbuii.)> '
toda iÍdt'|ilorar los ataques que recibe el poiier temporal ni al Veimlo , una vez tomadas Cápua y Gaeta, qtie con- ICn los límites de Léi'iiia se iiresentú el gobernador
de la Sede apostólica, no hace mención de estos liecbos. tra fuerzas tan superiores como van á caer sobre ellas no • civil señor Negroárecihir ala comitiva. <>Pai'a marcar este
Dos puntos son los mas inijiorlantes que abraza esle [lueden sostenerse mucho tiempo, habrá terminado, como limiie, dice el corresponsal, la dii.ntacion había hecho
documento: (il uno es el auxilio que en él se pide á las ilii-e un periódico, el segundo acto del drama italiano. construir un arc(. en el que se leia esta inscnitcioii:
imtencias católicas para defender los dereclios temporales lia desaparecido ya uno de los obsláculos ipie se ¡ire- U-nda Irlmla a la rnna lonsiHuvioiíal.»
del papa como monarca de las provincias que basta aliora sentaban para la entrevisla de los monarcas de! Norte en En la ciudad el rccibimii-mn ha sido calificado |ior los
le lian estallo somelidus: aquí se da á entender que el Varsovia. La enqicratriz de Rusia ha parido : en cuanto ¡Tonistas de brillante, enlusiasla v cariñoso: «Cuando
sucorní de los veinte y cinco mil franceses que ocupan á li la caza tie osos v otras üeras á que debia asistir su los reyes se asomaron al halcón con el principe fueron
liorna no es considerado como suficiente por el gobierno augusto esposo antes ile la entrevista con sus colegas ios victoreados con delirio, y después de una brillante sere-
romano : el otro punto consiste en decir que en vista de monai-Cíis ile Austria y Mrusia, los periódicos no dicen si nata , y unos lindos fuegos artilicíales, terminó la fiesta
liis acUiídes circnnstaucias , el I'adre Santo se verá preci- se ha verilicado o no!' Ls probable que se haya realizado, I á las once de la noche.»
sado á adoptar medidas que |)ongan á cubierto su digni- V entonces las conlerencias se cetebranin en la semana I Al día siguiente salió la i-ói'tc pai-a Zaragoza. lín la fá-
dad; y aquí 5(1 [j^ creido ver una queja embozada contra i[ne vamos ;i entrar. Ya los periódicos belgas, rusos y
; lírica de \'illarroya la esperaban las autoridades; pero
los franceses yunu alusión á ladeterminacion que algunos luaisianos ban reducido {-onsiderablemente el valor que
aconsejaban ¿ Su Santidad de abandonar á Itoma y reti- coiUinuemos copinando; que meior que nosotros podría-
iilribuian los diarios austríacos á estas conferencias, y
rarse a cualquier otro punió de líurojia. Kn electo, el pronto los sucesos nos sacarán de dudas, mos describir la fiesta, la describen con todos sus porme-
jueves corrió la voz en la Bolsa de que el papa iiabia sa- ' ñores los susodichos verídicos cronistas. Habia el Diano
Una es|iediciün mista de tropas francesas y turcas pa- lie Zaragoza;
330 EL MUSEO UNIVERSAL.
<(A las ciiKío y nuülia cl ropiíjtio genera! He campanas palacios de mal gusto en que abjar sn parentela oira tu mas distraído rellexiones muy dolorosas: la via Apía,
V el estampillo "i!(-'l canon aiiiiiiciaroii la entriula de los que emiileando asi las reliquias de la antigüedad, utili- aquella suntuosa calle de se[iu!cros soberliios y liumildes,
regios viajeros: ahi'ian la man'lia dos piíjiieles dtí guardia zando las obras de arle como escombros que la sirvieran |iero todos dignos y artísticos , sin semejatUe en las cin-
civil rnoniada, dos de caltalleria, siguiendo la carroltíla de pavimento, esplotando los mas bellos y mas colosa- I dados modernas, que después de doce siglos de aban-
aliiei-la tirada por seis cahallos, en (|tH! iba toda la real les edificios del mundo como una cantera útil solo I dono ha vuelto á apan-cer á la luz del ilia, con sus dos
familia; á los estriljos dül rarriiaje iliaii los generales se- pai'a estraer miirmoles ya labrados, dcstruvendo los se- \ lilas de monumentos en una estension de casi cuatro
ñores ü'Donnoll y García: S. M. la reina vealia traje pulcros en busca de esculturas, apropiándose las <d)ras
lilani'o con listas ("olor ros;i, y mantilla lilaiica eon pun- mas asombrosas de pas;idas edades para darles un des- ' leguas , al paso (|ue ri;vela la grandeza de los hombres
tillas; el roy luiirorme de capitán general eon la yran tino que rechazan, remplazando las estatuas de los que tal hicieron , ins|)ira al que contein[iIa aquel sublime
rruz lie Carlos IH, y sus angnstos hijos trajes eotor liéroescon las de los santos, y escribiendo en cada mui'o, 'desierto tristes pensamienlos, al ver ¡qué queda de
rosa. en rada columna, en cada ¡liedra, el nombre de un pa)(a, ! aquel imelilo di' soberanos, cabeza del munilo!
no ha logrado liori'ar las letras S 1' O R , que resaltan La Roma ai-!nal bosca, sucia y oscura , con sus calles
»SS. MM.. conforme eslalia Luiunciado, se dirigieron al
templo del Pilar: en la puerta lialiia nna mesa con un con caractei'cs indelebles entre las ipie forman aquella estrechas, tortuosas y lóbregas; con sn profusión de
Santo Cristo que el señor ¡u'zoliispo lüó á liesar á las reales vai'iada cronoiogia; nna (|ue después de tantas convul- tenijilos v de eiiilicios eclesiásticos, lúgubres y sombríos;
personas que estaban de rnilillas, y ilespues entraron siones , después de tanlo ]Mllaje de los liárbaros antiguos con su abaniiono, con su falta de aceras, con su escaso y
bajo el pidió cm-riendo el clauslrn y pasando al altar ma- y modernos, f[ne de la cubierta de nn edificio, el mag- jiobre ainmbrailo si se esccplúa el Corso y las ccreanias
vor donde se canto ol Tc~])finn; allí se lialjia colocado nilico panteón de Aüri|]pa, han sacado bronce baslanle de la Plaza de ICsjiaña , con su ahundiiiicía de viadonas
guardia lie iilaliarderos : concluido pasaron á la santa ca- ]iara las enormes columnas de San l*edro y jiara la arti- vde santos en las esquinas, acomiiañados de la imlecisa
pilla, adoraron la sagrada imagen, siendo tid la ferviente llería de San .Angelo, y de solo otro edificio el jiasmoso luz de 111) farolillo, coino en imcslras ciiidadi's hasta el
devoción con i¡ue niicílra reina lle-JÓ liasla la del cielo y Coliseo, han sacado niaierial para varios palacios , aun siglo ,\V||, con su polil;icíon pobre, abandonada y pen^-
lien-a, í|iie la vinios abrazarse á la santa imagen y be- conserva en [lié esos ilos munumentos desaliando la acción zosa, con su enjambre de mendigos v de frailes mendi-
sarla re¡ietidas vei-es ; salieron des|>ues did templo en la de los siglos; otra que poniendo á contribuí-ion el tesoro cantes , con su ejército de eclesiáslieos de todas clases y
forma que liabian enirado , diiigiéiidose ;Í sn palacio , en de las artes griegíi v romana , los recursos del ai'le m o - trajes , con sus poin[)as religiosas, con su resto de inquí-
cuvo balcón se prcsenlaron SS. MM. que fueron recibi- ilerno y el dinero (íe toda la cristiandad, no ba sabido síiáon, con sus rosarios, con sus entierros formados por
das con grandes aclamaciones iior el inmenso pueblo levantar mas monumenlo, graride por su estension y no bultos de siníesiro aspecto que desfilan de noche por las
reunido alli y que pedía á voces ipie saliera el principe: jwr su buen gusto , f\m la liasílica de San Pedro, no ba calles como una legión de aparecidos, alumbrados por
S. -M. lo saco en sus liraxos , y el angelical niño saludaiía logradit reunir mas atractivo í[ue el de sus museos , en hachas y entonando los cánticos de la iglesia, lanzando
con la manecita, liasla rpie la misma reina, ipiilándole los cuales apenas le cabe mas gloria que haber saeailo ecos ilolienb's como si vagaran cerca de imo comitivas
el somlirerito de [laja i[ne llevaba, se lo puso en la mano del polvo las obras antiguas para ofrecerlas un lecho d(! almas en pena, oprimen el ánimo v le colocan vecino á
y con é! saluílab;i gi'acinsamenle, á la mnltituii, entre la conservador; una que Irajo de Crecía la traza de sus la etcrniílad.
que se bailaba cuanto Zaragoza encierra de elegante y monumentos, de l''.giplo sus obeliscos, ilel Asia su oro, (Guarnió se sitúa uno en medio del Fm'o Romano, el
noble, que no liabia temido i;l meterse en aíjuella inmen- de lodo el mundo las bellezas , conquistándole para ador- primer sitio liisldriM del mundo, donde dictaba sus leyes
sa confusión con tal de snlnilar á sus reyes; la iiondad narse con ellas ; otra que lo único bueno que ba hei'bo es id [iiieblo rey , lionde si' reimian sus comicios y se agru-
de la eseelsa reina tjue. presentaba sus bijos al pnel]lo dt'senterrai' v jieiier de pié lo qnií traído ilií Egiiilo , de paban sus tribunos ó centurias , donde resonaba la voz
reunido bajo los bali-oues, la cariño-^a sonrisa con que, Crecía y de foilo el mundo, cayó con el pueblo que lo de los oradores, el mándalo de los cijlisuCs, e! fallo de
saludaba repelidas veces , cunniovieron á cuaidos lo pi'C- trajo ; una rpie bace ir de remotos climas al artista , ¡wii'a los ]iretores y jueces, el velo de los iribunos, donde se
senciaron y los rpie no poilian gritar agitaban sus soui- estudiarían solo las ro[ias de la estatua lie mujiíi' eii',:on- proscribios >lario , donde abdicó Sila , donde se qneméi
lireros, gorras y pañuelos.» trada en la villa Adriana, ó el ilorso del lielvedere y con ol (-iierpo de tlésar; cuaiido se penetra en el Cajiitolio v
solo estas dos obras mntilaiias, tiene en perpi'lua discu- pe recoman aquellos muros, carcomidos ]ior el depósito
V.n los'dias sU'uienles se lian sucedido las fiestas sin sión á los intelígenles y les obliga á dcclarai' ipie en de sal r]ue allí tuvieron los hfirbaros de la inlad meilia, y
iiiteri'iipcion , altci'iianilo las de toros , teatros c ilumina- ]iimlo á escultm'a la ardigiiedad i'esolvíó lodos los pi'o- se llega á la escalera corlada , pero con un tramo for-
ciones con las visitas ;i santuarios, bosjiilales y estable- Í)!emas y dijo la nllíma jialahra did arte; oli'a rpie ha mado por los mismos pcldafios de la antigiiedad, la
cimientos beiiélicos. necesitado restaurar la cslátua de un cónsul [tara iiaecr imagiiiaciiin se trasporta por entero á la edad de Cice-
de ella, poniéndola nna llave en la mamt y una ani-eola rón y se es|»era encontrar por aquellos sitios algnn pa-
lie vuelta la corle en Madrid, parece que se disolverá en la caheza, la iJiágen de San Pedro, cuyo [lié de tricio ('I alguna dama con el airoso traje del ¡luidilo délos
el campamento de Toi'n'jon; y el :2;i se abrirán ias Cá- broni'e desgasta el (Jsculode la fe; tina qut! ci'eó ; otra iineblos,v enlristece pensar, que los ¡liés de, los liom-
maras. que no alcanza á imitar; una de quien boy cojiia aun l)resgi.yantes que subieron y bajaron por aquella escaleía
lil domingo último cclolinj sesión la Academia Esjia- cl nuuiilo la !egisl;;i;ion, la política, la filiicueiicia, la de [liedra, |iróxima á convertii'se en polvo, son hace
ñola, en la cual el senretnrio geiiend dio ciníiita^de las poesía , la ar([uitectura, la esculliira; otra que, á lii zaga siglos, menos (pie polvo, cenizas que la barbarie ba
tareas desempcñailas pm- esta corporación en el año aca- de t'jiropa, es la última en ensayar inezquínamentc los ¡irofanado y (]ue el viento ha esparcido para cubrir las
démico de Ifíiii) ;i IStjO. Ca principal y casi única ocupa- dos verdaderos adelaotos de los puehhis modernos : la generaciones de ahora.
ción de la Academia ha sido ciiinliiuar y discutir un nuevo iqilicacion del vapor y de la electricidad; una que aun
plan de larcas literarias. Los prospectos de obras presen- liace eslrcmecer al viajero que contempla sus ruinas, Cuando se atraviesan al anochecer algunos callejones
tados en jmita por los académicos han sido de seis t\ic- niidí'la Inlciigeneía y i'l puiicr ¡pie i'evela la nacinn ipie completamente ost'uros de la ciudad viviente y á la luz
cionarios : de Pi'ovincialismos, de Sinónimos, de Neolo- lal bí/o ; otiM que hace Minreir desileñosamenle al que menguada di'l farol que alumbi'a una madona se dislin-
gismos, lílimoliigico, lie voi:es apoyadas en auloriibides; y oliserva su caslíllnde San Angelo y su guardia sui/a coii giii'n IVailes (|iie van y vienen , se ti'o[ii(7.a con cofradías
(le la Itinia. También se ba preseiitado im iiroyiíclo para grcgíiescos españoles y carrik ingli's, con za|iatos de lazo que entonan salmos y oraciones, se re[)resenta uno ¡lor
\Á reini|tresÍon de la llií<loriii i/c la Onlrii de San Grrú- y casco romano; mía que !ia dejado en todo el coiili- entero el aspecto ipic ofreciiui nuestras ciiiilades en
niíiio, ipil' esci'ibió el padre Ira y José Sigiien/.a, que por ucnte caminos niagnificiis, juieiili's colosales, arcos so- tii'iii|io Je Felipe II, y no se siente uno bien en ai]uella
cierto se ba aiu'obado con los [irospeclos de los cuatro berbios ó ruinas magestuosas, qui' atcsliüiien á toilas atini'isfei'a, que parece iníliuda por el báhtn del Santo
primeros iliccionarios. Para la redacción y compilación las naciones y á ledas las eilades hasta el último día del CÜcio, y ve con gusto el encuentro de alguna de las
de estos se ban nombrado comisiones di^ cimo acadi'uii- niniido la civilización y la ]irepiiiiderai!cia lie Roma; otra numerosas patrullas de gendarmes y soldados franceses,
cus cada una. Para el etimológico la Academia ha reci- ipie para cnnservar su nrgaiiizacinn pide soldados, pi- (pie recorren las calles y que son mas útiles aun al estran-
bido materiales de gran valia, como el diccionario ana- lie limosna y pide socorro á |)ueblos ([ue no rcconoi:cn jero para desvanecer aquella pesadilla, en medio de la
lítico de voces cienl.ilicas y lílei'arias en imevi? loiniis la fe qui^ aliiuenia á la ciudad moderna; una que aun cual teme la [iresencia de los familiares il'í la Inquisición,
manuscritos, ohra póstmna del laborioso mahonés don conserva en pié las columnas y los arcos de friimfo, con (pie para proteger su jiersona de losataipies ipie dan allí
Vieeiilf! Alberdi y Vidal, y mas il<' diez mil papeletas del las viclorias desús águilas sobre todo el mundo escul- los ladrones , y'eso que la esladistica tiene calculadas sus
ihccidiiarío matriz que cslaoa cíoiqiitando nuestro enten- ])iilas en el mármol y en el broin;e; otra que tif^ne la hazañas á razón de dos asesinatos por nocbe.
iliilo amigo v\ malogrado don Rafael María Harall. iiandera de Sim I'eilro en manos de algunos suizos , á la Roma es, |nies, una pobliicion donde la ¡dea de la
El li'Litro del Circo desimes de ('aiii¡iitiiüiií' no ba dado sombra de la bandera tricolor que hace dominar el águila muerte domina loilas las iileas ; la ciudad antigua parece
sino zarzuelas ya vistas, en las cuales lucha con los r e - francesa desde (jvita-Vecchia á San Angelo , desde San conservar sus reslos solu ¡lara lestimunio de lo perece-
cuerdos de .lovellanos ipie las mas veces le son desfavo- Angelo al Vaticano; una ([ue .solo con sus minas ati"ie dero que es aquí abajo lodo, aun lo que mas liesalia la
raljles. Kl Piínci[ie ha pueslo en escena La Torre ilr diariamente millares de estranjcros, franceses, rusos, acción de los siglos; la nueva parece e,\islir solo para
IMicX, comedia buena [laia leída, m;ila para i'e[)resen[aila ingleses, alemanes, á llenai' las liuspederías y las huidas, , muestra de lo que era la .sociedail ipie vivía al rellejo del
jior quien no siqia hacer ivsidlar tos i'liistcs en queabunda las calles y las plazas, Ins icmitles y los salones de la ! brasero del Santo tilício, solo para servir de una especie
el diálogo. El [lúblico sin omiiargo rio y aplaude. Cu cindaii inodenia; otra que ha [lerdído hasta ios peregri- I de anlesahí al otro mundo.
cuaido á .lovellanos sigue concurrido ; la zarzuela Mi^ dos nos que la llcvali:i cmi los pies descalzos [lor ás[)eras ca- '
minos, el eniusiasmu de la devoi-íon ; nna que enviuíUa ; No basta ipie miciilras al eslremo ile una caite se oye
muicrcs salió la otra noche superioj-mentc desempeñada.
bace siglos en un sudario eslá |)i'Oiila á entregar, siem|ire ', el cániico de los ihruntos , resuene al otro una escelente
quese cabecil sn inmenso se[iulcro, un testimonio de voz , enlonaiHloim trozo del Hurburo f/c Sí'f)7/« acom-
Por rxfa revista >/ la parte no firinada dr eslc nú- bronce ó i.k mármol para demostrar á los (pie corren á ¡lañado |(or una gnitarrilla; no basta que los romanos
mero, visitarle que palpita aun : oirá ipie , considerándose viva, líii¡,'an por su parte mas de lo ipuí espera el estraiijero,
NKMKSIII FIJUNANDEZ Cl'BsTA.
ni res|tira, ni si' mueve, ni se anima, ni presenta síntoma jiara ípiítar á las iglesias lo que les daría de imponente
alguii'ide vitalidad. una concurrencia llena de compuneíou que allí deja a m -
plio lugar á los ingleses, á los alemanes y á los rusos,
admirailores de las bellezas artísticas de aquellos templos
ROMA EIN 1800. y acude con afán á los teatros , á oír los cantos apasiona-
La muerte' se ba cernido sobre aquellas dos ciudades: dos di; La 7VÍU-ÍVI//(Í , opera que en meilio (le su rigo-
la Ronia antigua , la gran Uoma es una de esas mondas rismo permite la censura, con la sola condición de (¡ue
OJEXOA m. ACTI!\I.1DAD. egi]icias (|iie un misterio hacia imperecederas; la Uom;i no se anuncie con el titulo de la Kstraviuda, sino con
moderna, la pequeña rioiiia. parece destinada ápoorsuer- el de Violrla; las iglesias están mnv dislanles de tener
Ic : ;i ser un cadáver en ilescumposicion. (•1 aspecto prolimdamenle religioso que la ccncurrencia
Roma es una Ciudad doble, dos ciudades complela- Hay una coía común á lasdos ciudades; á la que tenia de fieles da á nuestras catedrales, y los lealrcis están al
menle distintas, dentro (U; un iniuen.so recinto: una que su caheza en el Ca|iilolio y ;\ la que la tenia en el Vatí- mismo lieiii|w mnv dístiinles de ofrecer la animación
cunliene los restos de la gran población nacida en el Pa- i'aiio ; á la que se fundó en el i'alatiuo y á la ([iie vive en propia de (ales sitios , en todos los pmdilos de Liiropa.
latino, déla qut> InndiJ Hómulo; otra que eslendi(ínilose el Canqio .Marcio; á la abandonaila de (as siiíte colinas y El mismo San Pedro , el primer templo de la cristian-
por las dos orillas del Tibor, se compone de las cuati'o- a l a actual de las márgenes deí Tiber: la tristeza, la dad, la catedral del orbe, con tuda su grandeza en di-
cientas iglesias. de los qumientns palacios v de las diez iili'ailelo perecí-lleras que son la vida y la ohra del mensiones, con toda su magnibc'.'iiaa en los detalles, es
mil viviendas que hirman la ciudad de lo's papas; una liombre, solo (pie esta lisonomia, común ¡i entrambas, mi vasto museo abierto a la admiración de los artistas,
con la cual no ban podido acatjar del todo, ni tantas in- nace de diferentes causas. pero no es un templo ipi'' obligue á !a admiración de
vasiones , ni tantos saqueos, ni tantos incendios, ni tan- La via triunfal, medio onlcrrada á trozos, intacta en Dios; en aquellas naves , siempre desiertas, falla un \iue-
las desgracias, ni tañías vicisitudes, ni tantos siglos, ni otros, con el pavina'iilo mismo que ¡jisaron tan grandes lilo prosternado, que llene su suelo con cultos entregado
tanlo ijai'harismo (le jiaile de los que, elevados de lanada hombres al subir al l^a[titolio por entre aipiellos magni- al recoi-dmieiilo v sn espacio eon el murmullo de la on\-
por ol nepotismo moilerno, han arrancado de magnilicos licos templos nieilio ile pié todavía , por bajo de aquellos cioii; ía cluf¡dad"entra alli á rayos vives; aipiello es infe-
monumentos los bronces v lo-i mármoles, para levantar arcos i:olosales de pié por eidero, producen en el espíri- rior á nuestras góticas catedrales, que hacen levantar los
KL MUSEO UNIVERSAL, 33:
ojos y «I ¡lima al cielii; atjuclln , oii inmlin dv. su yriindeia, perseverante de aquella maravilla, de inlluencia incesan- Entonces al sombrío palacio de Mujamid y de los Hen-
eslá "por bajo ili' las l)a^il¡als df Toledo y de Stivilla, co- le en aipiel suelo (devado por las ruinas, ipie lautos t e - Ganígas, cuyos aráíiigos iirimorcs, si los tuvo, eiiían-
m-'iizadns cu la ini.-iiia i''[in('a; t'idtari iuiiicllas bóvedas y soros debe encerrar aun bajo la capa (jue sirve de pavi- grentabau laidos recuerdos, y lan i'ecios alaipies lia-
aquellas vidriei'as iim- las ciiali'S dosli/.a iiiisteriosainenlií mento , de restauración inl'alígable é inb:ligenle, de lau- bian mallratado, reemplazó el actual en la lorma que
el sol sus rayos , uno á uno, iiroducieuiio esa dulru músi- tas bellezas como aquel recinto tiene para premiar diaria- tendría boy_ si oblas mez(|ninas y sin concierlo no Iiii-
ca lie los coioi'esiiue laii lijiíii se armoniza con la musirá mente el trabajo de (piien las busca. hieraii alterado la untad de su magestuoso plan , si tui
del üryaiio. ijuien liizo el clásico edilicio de San Pidilo de No está la i'ísiieranza, no eslá el porvenir de Homa hubiese venido al suelo en nuestros días su ¡tarte mas
Lúndres. no iiubiera eiiciinlrado diliculLad en liacer á denlro de sus límites actuales , sino dentro de los pasa- monumental, la grandiosa y elevada torre del A>i;jel que
San Pedro de Huma; los que levanlaron esle inmenso dos. Si, lo ([ue es imposible, se nmipiera la tradición dr le daba e\ aspecto de alcázar, y (jue, si bien ¡(diajadu
tem|ilo , ¡luisieroii liaeei- ;i Uios el preseide de una •iraii- laníos siglos y el catolicismo perdiera su cabeza, todavía en )7;ÍG, se erguía aunen 18:il á im(ionente altura.
de y riea i-asn . |ii'i-(i nu leiiian nada Í¡UO (i'^dii^le: mas podría conservarse Konia , siempre que supiera conservar Después d(! haber presenciado el alcázar la muerte de
iii/ü , mas si'iilia. ijiiien con íé ci'isliana cerró el erucüi'O sus ruinas: si toque es posible dentro de un tí'ruiino .lainie II acaecida en KtU, resonaban en líl en -i de julio
d e l u a i e d r a l de líúrKos , liue quien colocó, exae.lamentc masó menos remoto, conlínuando les papas con liunnr del mismo año los vítores ¡mr la proclama(íioii de Sancho
copiada, sobie la sunluosa cruz ile Miguel Anye!, la es imperecedero, con la soberanía es[)iiatnal, pierden su segundo hijo, ya que .taime el primogi^'nitu había
iiiaynilica lnhedü jiafíanii del panlcon de Ayri|)pa. el [ioder temporal, y siendo losjebísde la iglesia dejen trocado la púrpura por el sayal franciscano. Solo recuer-
San l'edro es lo único t|Ui- l;i llonia de hoy tiene ([ue de ser los reyes deUoma, la primera condición del po- dos de paz y inaus(?i!unibre"dejó Sancho en el palacio y
0[)0uer á la lioiiia antij^na ; laics bien, a(|uidla mulé le- der rpie los sustituya en el gobierno de aquel pais, la en el castillo de íiellver, enire los cuales com|iarl.ia su
vantada con desden á las arles venhKJei'anienle erislianas condición impuesta |ior toda la lüiropa civilizada, ú costa residencia al lado de su esposa Maria de Anjon , hija de
obedeció á una i'oslaui'aeion neo-cristiana y acabó |ior ser de sacrilicius , sí sacrüicios se piden , impuestos por las Cárlus 11 rey de Ñápeles.
una imitación f.'iie;^a, liiscordanle y talla de unidüil; los armas, sí á cosía de ellas hubiere de lograrse, sería la Víctima .iaime III de las astucias y marjuinaeíones de
pesados ¡litares de liramante, la cúpula co|iiada del ¡laii- conservación ihí los restos de la autigiieilad. Francia y Aragón , dejando prisionera á su liel Constanza
teon por liuonarrole, la pntlongiicion ile la cruz por Ma- lis que aquellas riquezas labradas con las conquistas en [loder de Pedro IV, su cuñado y perseguidor, vino
dei'na , la faeijada lie ('ste y ile líerrini, la iiiHifusiou de del continente no pertenecen snlo á los romanos; perte- el inforlnnado monarca á defender unos Estados (¡ue bí
aii(ii-iios interiores, forman un conjuiilo, eslensü como necen á todos los pueblos (pie las costearon , á todos los condenaba á perder la in¡(]nidad cubierta con (d numhrc
niuf^uiio, alio como que solo la gran pirámide de l'^yiplo (pie lieueii amor á lasarles; es ¡pie la multitud de estran- dejuslicía, y en 2.') de mayo de Kli;.¡ acampaba en Pa-
le cseede; pero no sujeto á las realas de un i^uslo severo: jeros, no cahilicos, (pie iliariamenle se agolpan á las giiera , dispuesto á rechazar el desembarco del invasor.
comparad el veuliuiaje y las pilastras de la pobre y vul- puertas del Vaticano, uo van allí desde remotos países Apenas el combate llegó á empezarse, cuando la traición
^nv facliada de San Pedro con el ingreso de! panteón . y [lai'a visitar el conjunUí de a^lunieradas construcciones, Iiiy.o tremolar en la torre mayor de palacio las barras
ved i]ué vale e! uno al lado del olfo: penetrad eu este grande y desordenado, cimfuso y ostentoso ipie forma aragonesas.
ediücio (pie hoy se titula Santa .María lie los Mártires y el palacio donde reside el Sumo Pontilice , sino [lara r e - En 31 de mayo entró el Ceremonioso rey de Aragón
veil si liie;jo encontráis en San l'edro el es|)irilu grave, correr V admirar lo mas rico y !o mas cidehní tU' la e s - eu el alcázar, visitando desde luego la caiiilía y arman-
severo, que es la prim-ipal condición de un leuqilo. cultura'antigua, cgiiicía, etrnsca, clásica y de las arles do en ella caballeros á varios de su acnnqiañainiento.
pero imsotros no soiuos artist;is sino viajiu'os desanto- restauradas, recogido y conservado allí en vastos i: ina- I)es(ie el -i de julio hasta (d 2li iU\ agosto de IJoi), Pe-
nzados, con el solo voto que da el seiiliinienlo de lo Ijelio; preciables museos: es ipie .se puede ser (ii'istíano, se dro IV habitó el palacio.
no hemos tenido la preletision ile añadir nuevas descrip- imede ser católico sin ir á besar la cruz l,»ir(tada sobre la Este palacio hospedó dos Vísces á don Alfonso V el
ciones á las iiiliuitas que se lian escrito; hemos tomado sandalia del \':i[>n; pero no se puede ser artista, no se piifüie Muiináninw conipnslador de Náiioles v dominador de
la palabra para contar (ii^ecisamenle las observaciones aprecia!' bien la humanidad sin ir á ¡iroslernarse ante el Ilaíia.
que no liayamos visto escritas en ninyuna parte ; algunas genio de la antigua Uoina.
Duraiilí! las sangrientas insurrecciones de los pueblos
de las impresiones ilesaulorizadas, pero propias nuestras, de la isla contra la ciudad , (pie de l-i:;() á \-ío:i se repi-
(¡ue recibimos á las orillas dei Tiber, con el desorden A. Ft;n>AM)i;z DK. LOS llios. tieron, el jefe de ellas Simón liallester estuvo ¡ircso en
que se preseiilaii en nuesti'a nu'inoria, después que he- la Torre liel Antid , liasta i¡ue salió de ella para el supli-
mos perdido i!e vista sus turbias ayuas, ni sii|uieracün cio en 14.'i7.
el ilesiliño fingido de loíiue consignan en el pa[]el los (|ue En 21 de agosto de lí.'ii) arribó á las ]ilayas inallor-
nosotros liemos archivado en la cabeza; sin sepai'anios KL ALC.VZMl JJlí MALLOUC.V. ftuínas el desventurado Ciirlos de Viana, hijo'de .Iaime II
(lelo (]ue hemos ofrecido <|ue serian estas líneas, una (le Aragón entonces reinante, y pasó á habitar el |]alacio
conversación sobre la Itouia ile hoy, necesitamos decir ICl eminente lrií-:toi'iador don ,los('> Maria Cuadrailo, an- que se convirtiij, gracias á la iid'aiiie suspicacia de su
algo mas ile sus monniuenfns: ;,acaso es posible hablar li^uo colaborador iW. El ¡'••'isaiiiU'ntij dit ta Sacian ipie madrastra, en cruel y ¡irolongado cautiverio.
sin nombrarlos, de a(|uclla ciudad esencialmente uiouu- (hrigia el malogrado (i ilustre iJalmcs, acaba de poner en iiPero 110 son ya alegres vítores ó prevcncinnes de
tnenl;d'.' ¿in-aso entra eu ella algún viajero c¡ue. liejainlo manos de la i'eiua un hellisimu íollelo (piií lleva e! titulo guerra y de seguridad , sino los alaridos de la revolución
á parle las liescripcioiies vulgares ya, no tenga una ob- ihi lU'futnhjs (¡d real palari'i di: MuHorca. triiiiifatile los que tuiiían el sosiego del [lalacio en la
sei'vai'ion i(ui' añadir á las ubservacioues de lodos los via- Coiiceptuiimos oiim'tuno apreciar el dibujo de aipiel larde del Hi ile marzo de i;¡2l. Mesnianilada muclieduin-
jei'os antcriiires? alcázar que eiubellecií el pl'eseille nÚuiei'O del MLSI.O, bre invade A [latio, rcclaiiiiuido á voz en grilo ja destitu-
Si la Roma moderna no tiene nada que poner eu paran eillrcsacundo los datos y sucesos mas interesa ni es (JUÍÍ se ción del virey don Maiiuid deCurrea, que pálido y ernuile
gíin con la Itiinuí antigua ; si las ritpiezys di! las (-ourpiis- liallan en la mencioiíada obnla, sucinta es verdad, jiero de sala en saia, sin valerlí: las concesiones arrancadas an-
rica en inter('S y helle/a literaria. terioi'nienle por los sublevados, altdica su aiiloridad y
las sií aprovci'Iiui'iiu incjor (pie las niVcndas lie la cristian-
dad, delacristiandadipieallí llevó y alli tiene el |}riinei'oro Tras siete meses de obstinado sitio los ])isaiios y pro- se embarca ocidlaiiKínle jiara Ibiza. La ijermanin de >hi-
traído [ior Colon de las ludias (Icciiienlales á l'ispaña, ;i Ks- venzales asallaron á Palma , y arrancando de sus bierles Ilorca importada de Nalfucia, y engendro casi ¡lósUnuo de
uaña(pie tanto nro ha añadido dcsiuies á aquel uru; si San murallas la media luna, clavaron eu ellas la enseña de las Cuiinimilaílrs de Castilla , se desenvuelve cim e.s|jaii-
í'eili'o, la maravilla inudi-rna. cede su |uies|o al panteón, al la i'edeiniiin. Desde el torreón mas alio df'l alcázar el in- Idsa ra[i¡dez: bien pronto desde estas vcnlaniis oiránse los
coliseo v á taiibts niominn'nbis ; si la ciudad lie los ¡lapas victo Uaimundo liereiiguer, conde de iiarcelona, anunció disparos y gríteiáa con (|ue asalta el [lueblo lus muros de
lan insigne victoria. Heliver y"sa(piea y mata á Ins nobles allí refugiados: bien
ha dejado periler los tiiejoii'S liempos, sin saber ó sin pronto el mismo jefe d(d actual tumulto Juan Cres]ií pe-
poder i-rear nada igual á la ^^illd;ld de los enqjei'adores, Pero aipiella conipiísla fue Uigaz, volvíijndose a apo- recerá en esa Turre del .\ngel, á manos de otro dicladur
lucra lie la ¡liiitiua dcsamillada por los genios ile llafai'l derar [irrintd de su antigui' reino los musulmanes. mas sanginnario y mas vioiiíiitf), y eiicriidecei'á la ma-
y Miguel Ángel, la ciudad actual tiene baslaiile con lie- V.\ restaurado at(^;izar re¿'obró su primitivo es|ilendor tanza, y romperiin lodo freno de ob(!dieiicia, y serán
iiar la misión (pie el tieui|iii y la siierie le li;ui coniiadn. Y inagnilíccncia bajo (d gobierno dti .Mohamed Aben rechazadas husliluicnte las gah^ras imperiales , [lara ren-
No importa ipie no acierte si(¡uiera ¡i dai' lui [iniilo de ilauiga. dirse |i(ir úlliino la ciudad, eslenuada tras de largo cerco,
vista á la misma basílica ile S;m I'ciiro; un iinpoi'la (pie Ilec(dira(ia otra vez Mallorca por el gran rey .lamifl I al pi'iipio virey es|)elido con tanto encono.))
no prosiga el dei'iMbo , laii acerladamrnlf; dis(iues!o [lor de AiMguii en :! I de iliciembrc de I :i-iíl, el joven rey >e
la repúhjica de 18 í-.s . du las casas (¡ue se echan encima alo|ó en el [lalacio de la Almiidiiina hasta el 28 (!(• oc!u- Vi'iiite años no habían transcurrido, cuando Malbu'ca
déla plaza magestuosa qu[! h sirve de vestíbulo y aventaja bre lie \-i:\\), eu iine se liizoá la vela iKiraJlalalufia. recibió cun ímisiiada [Kinipa á Carlos 1 de España qu.! se
en UIUCIKIS coi)ce[iliis a! icmplo mismo; nu importa ipie (diiao^liros(.' en 12 de .setiembre de f2i(i la corona- hospedó en el real palacio.
la polilai:Íon actual sea lan desiíuidad;i ib-sj misma, (pie se ción de .laiiiKí II de Mallorca y de Lsi-lanunuiidajle l'oix, Desde entonces, mas de tres siglos hace , basta que ha
resigne á permanecer estacionada , indil'crenle á lodos los hija del conde lUiger l'.eruañlo. á (piieii seis años atrás sido visiladu por doña Isabel II, ninguna |ilaiiLa r<''gia ha
adelantos, á todas las comeditlades (¡IK^ la civilización halda lomado por esposa. Krigida Mallorca en remo en pisado esle pavimento.
eslicudií, no ya en las capitales i]ii[)oi'tanles sino (;u las imion con las demás islas y con los Kslados del llose-
ciudades meilíanamcute cultas de i.unijia; nada de eslo lloii, Cerdaiia v Momlpeller, pensó proulo el nuevo mo-
importa Umio como el (jiie sepa consei'var los monumen- nai'caen coustrnirse un palacio (¡ue fuese no ya pesada
tos antiguos ; ;,|iara qué se ha de cuidar de ofrecer ali'ac- transitoria, sino i'esidencia lija lie su corle y digno
livos al viajero, mienlras el atraclivo de sus ruinas la ceiiiro de sus ddinimus. Ijn'pe/arou desile luego las LAS TRES NARANJAS Y ALGUNAS GOTAS DE AGUA.
asegura las visitas incesanles de bulos ios pueblos del obras, pues i-'n 1281 y 82 vivía .laiine 11 en id palacio
contineiile? episcopal mientras coiitinualwn a(iuellas , ¡lero suspen-
diólas en breve la t(!inpeslad que derribó al nucKinle
Seriamns inju'^tiis , y nunca üco-tumliramos á serlo con trono, y no vacumo libertador y amigo, sino cual liero IC.VtllUl CiUl-MAI.
voluntad dHlibei'aila. si no cunviuK'ramos en (pie los pon- conijuisiailor", trenndó en el alcázar el pendón aragonés,
tiíices han hecho iiiuchn por las anligiicdadcs en estos Kiecutor d.í la ambición v venganza de su moribundo
úlliintis liem|nis: pero lo seriamos lumbien si no dijera- Vivía eu Teherán la criatura mas me/.([uiiia y tacaña
padre, vino en í28;i Alonso III á ocuparlos Lstados ( e que ha nacido de mujer. Enlre los líeles hijos de Alí,
llKis que esle mucho un es bástanle: no es basbuite im, su lio, V rendida la ciudad y los mas fuertes castillos (e solo se ignora !o ÍJIK! debe ignorarse; del re.slo nadie
el estribo colosal de ladrillo puesbi ;i la parle eslerior M la isla, "la imió inseparablemente á su corona con la isla hace caso Wi.- iu\\ú la vazou de saber lodos á ciencia
Cídisco , mienlras las aguas penetran eu las galerías y se de Menorca, ganada á los moros por su esfuerzo. A cierta. p(n'mucho (pi(í te pesara, (pie Abu-Nazíb, con
filtran por los arcos amciiazaiuio íiundirlos, no es Íias~ Alfonso sucedió su hermano Jaime II el de Aragón, y su su audi'ujoso turlianle y su almalafa abigarrada ¡lor las
tanle haber hecho de! [laleon de Agrippa, niuebas visees primer acto fue vísilar á .Mallorca en agosto de J2.M , y
citado [)(í¡'o nii lant:is como se [ireseuta á nuestra memo- coiilirmar con ¡uramento su iiicor|iiiraeion á la monar- injurias de medio siglu, era el hnmbre de los ce(¡uies y
ria, la iglesia de Santa María délos Mártires, destru- quía ai-ügoncsa : los años trascurrían , lirmabanse tra- las rupias, y (¡ue no podía menos de alesorar medio
yendo el efecto del inagnitico fronloii de su fachada con tados , la Europa se pacilicaba v el despojo del rev de Golconda, donde, escepto i'd, nadie acertara á decir. Eu
tíos desatinados camiianaríos, niieiilras ¡lor el hueco de Mallorca parecía ya sancionado e irrevocable cnumio la su jardinillo de algmius pies se criaban las lUfijores na-
su lucerna llueve denti'o de la iglesia; no es bastante santa mediación diil ponliüce movió al de Aragón a re- ranjas de toda Persia, las (¡ue en canastillos de oro
conservar sin deslruirlos el arco de Jano, i|ue lia servido ¡larar su iniíisticía con su lio y á devolverle en 12Í)8 los esmaltados de pedrería, eran [¡resentadas sucesivamente
*1« modelo al de la Estrella de París y que hoy es un de- Estados. Recobró la isla á su buen rey, y en los doce y sin fallar una ¡lor sus servidores negros en la mesa
pí'isiiode imimndieias, los seiiul(;ros"(ie Cecilia Métela y años (¡ue disfrutó tndavia de su paternal gobierno, vio del shali poderoso, sombra de Alá en la lierra. Pero mv
de Cayo Ceslío , arruinándose el prímeio y entero el se- desenvolverse con mas vigor que nunca los gi^rmenes muy largo ipie tuviera el brazo y grandes fuesen las
gniído po|. |;i sola razón de su forma piramidal riísisteiile; (le su ¡Jrosiieridad y surgir del i-emovido suelo sus ins- riquezas «pie guardaban sos famosas arcas tie cedro y
no basta haber desenterrado y restaurado la Vía Apia, tituciones, sus villas y sus monumentos. inarlil incrustadas de oro, llegó un día en (¡ue fon la
no basta nada que no sea un trabajo de conservación frente eu el polvo le hicieron saber sus emisarios no
332 VX MUSEO ÜNIVIvííSAi..

F.NTilAU* riE I.A Ul;i>"A EN PALMA W. 11 \l,[,OlinA , Y \ n c n r i l ? r > T \ I , l.iíVANTADÍl T'OH VJ. WrNTAMir.NTfl.

(íLUilusi! pitr üiUniiiW? i'iiii la-; ilüli'.iíini is ]i;ira:ii.is li^- un iilioni:i des.'iüjociiio, imiliitoiio y lúgubre, lí sallar Abu-Nazib llevó la mano al pomo de su puñal, pero
Abii-Na/,ií), inti'i[iii' su liin'.rl.n li;il)ia sidit niliailii sin ciini:i uu nnno al ciimp;is ile sus largos alaridos. I'ero i'elirándola con lentitud, (íulregóásu estraño i:om|>ariero
saberse cómo, yariadiüinii) (JIIÜ era in is íácil (íiii'oiiI,rar las llegó unmoniiuto en (pie volviéndose id avaro le dijo : — una de lastres naranjas que guaj'dabacumosu mejor teso-
í'-al)í!7,as lili Ins nilpaliles, qm; iiiiii snU naranja IÜI tmlii i(.\.()U-Na/.ib, ¿ves aijiiella ttenila que se apai'ece allá ro. E\ guia tornó de nuevo á su danza y á sus cantares eoi;
ci árlml. El (iríiiciiní can iirait asnm'jni ili' IDS visires y abajo?—y le señaló al Norle—pues con solo \m silbido mas brío (pie nunca, pero luomenlos después esclamó;
s;Ura[)aM, ciuil.iniui !'inm;ii¡(i m su larija pipa, sin ilir ' (¡UÍ; yo diese vetidriaii aquí gentes (pie por medio ile los u.Vbu-Nazib, desde aquí V(;Ü la gruta misteriosa ; guar-
la iiipn ir nmcslivi Jii itiilitíi)a''iii!i. procedimientos mas raros y caprícboños, liarían soltará da j)ara ti la íerei'ra de las n;!ranjas, porque la nccesüu-
Kl rol)(i ei'a falsu. I un hombre bombado basla el nlLnun ceqiií, por muy i'iis; pero au I es de ser el mas poderoso de los nacidos,
Hallábaín Alm-i\azib á la pueda ile su mistírahle es- giiar-ladns y por muy l'',jos que los tuviera. ¡ Uiablo de diime la segunda, y si asi no lo haces, adiós." V (lió tan
[iclunra . rniii'iuidas las alikicinruís lie la larile , arrella- st'd 1... ilann' nn:i de tus naranjas.n ¡irodigioso salto, que Abu-Nazüi le perdió de visla por
nado en su estera, y entreleniílo en repasar las enormes un rniinK-nlo ; y (•! avaro enti'Cgó dócilmente su naranja,
agallas lie un rosario íiirco, raiamio nyij una voí que le aunque la sed que lo di-voraba le bacía eom¡irender era
dücia ; (ihame tres naranjas de tn jardin." VolviOse aquella l'riila superior , en aquellos ínsiantes , á todas las
lentanienle , y viú cerca de sí una especie de ogrn forni- riquezas del universo. Y tornaron á andar basta que su
do y musculoso, meiiio desnudo, negro como el ('•hano. guia griló lleno de júbilo : <• ¡lióla aqní!» . y arrojándose
Ni siquiera le contesló. K\ ogro meneó enlonces un saco bruscamente al suelo , removió á uno \ oli-o lado'aquella
que despidió un sonido inelálico, Aliu-Nazili W- liizo lava abra.sadora , sirviéndose de sus iiianos (unno el mu^
con la cabeza una señal negativa; i^ntonces la criatura lino lebrel de La(;onia, hurlailo por el tejón, basta dejar
defoi'nie lo varió ante sus ojos , é inundó la eslera y los ver uiin ancha losa negra y sin esinalle; separóla, el ogro
pies del absorto avaro cnn un tnrliiun de preciosisinins y vióse entonces lóbrega la boca de un silo profundo,
y deslumbradores diamantes.—Tmlos son tuyos jior solas Aliu-Nazib miró primero á su coiiqiañero y después á la
tres tiaranjas de tu árlnd , le dijo , y por igual número l.e sima, pero no bien rozó en su boi'de la gro.sei'a [lunta de
daré caila dia OIIMS lautos diainiuiles basta que tn árbol su babucba, cuando el rugido roneo y Ibj'mídable de lui
quede sin IVulo.—Abu-Na/.ili, se lanzó sobre aquel (eso- líspanloso tigre le hizo retroceder asombrado, idislá úoí^-
ro como el li>on st^iiii'ulo sobre la girafa , y volvió luego eneadcnaiio, le dijo el negro con la mas fria calma, pei'o
con las tres mas mines naranjas que pudo encontrar. no le lemas, (pie yo le aparinré de tus ojos bajaniJo e)
primero; mas para ipie lú [lenetres en el recinto mara-
Asi sucedió siempre basta que llegó e! dia en que el villoso, has de arrojar delante de ti un don que de tus
árbol lift Mm-Na/.ib no ostentaba i'nlrc sus verdes ra- ropas no sea, ¡rarque está escrito: «Quien sin ofrenda
mas mas que las Ires últimas naranjas.—yabe, le dijo llegare, no salga mas.»
entonces, que mi ái'li,-,! ¡lo dará mas Irnto el año en (|ue
deje de comerme sus tres naranjas mas bellas; si te cedo Uicbo e,s(o, arrojó al pozo ima de sus dos naranjas, y
esUisultnnns, qniülani ¿I seco v yo ai'ruinado, porque desapareció tan ligero como ella. El buen Abu-Nazib iiu
asi esta esi:nto: muéstrame el'lu'iiar de donde estraes vaciló entre su puñal y su última nai'anja; lanzó esta
fu tesoro, y son tuyas después.—til vestiglo de nariz como sil guia , y una síibila claridad b; jjermitió dislin-
aplastada acepto sin vacilar, y ;„ni)ns parlieron bácia las giiír una escalera practicable y limpia. |ior la cual des-
fronteras de la India, llevando Abu-.Na/.ili por todo cendió cnn intrépido corazón", pero empuñada su arma
i'fiuiliaje una aguda gumía de Damasro cuiíiadosanienta bajo los dobleces de su almalafa.
recatada. ¡Ob, vista espléndida v deslumbradora! El subterráneo
Los pri[U''rosdias de marcha wmiwon v bebiei'on de era inmenso, y por lodas'partes brillaban hacinados como
1,1 poro ijuí^ !a liospilalii ad pnlirii y |¡¡,,.|.;¡i ,ie sus bci-- unos grandes' v triangulares montones de las piedras
nianns i-oin¡iarlió con ellos sin ijjter6s alguno, pero muv mas preciosas, ilabia oro liasta perderse de vista, piala
pi'onto vióse el avaro de seco corazón, perdido con su como para marchar sobre ella; delicadas estofas de ca-
guia entre un océano ile arena que abrasaba sus pies y chemira , marfil maravilloso , sedas suavísimas y aromá-
(¡ueniaba sus carnes. VA] vano buscó una sombra en qu'e ticas, resplandecientes joyeles, arneses cuajados de oj'o
Ijoder descansar á su abrigo, en vano una gota de agua v perlas blanquísimas. Alli se hallaba la bizarría europea
para refrescar sus labios seilientos; fiesiie que ponelra- con toda la riqueza de Orienle. Era aípicl, sin duda, al-
ron en el (Jcsíerlo su guia no íiacia masque cantaren guna , el paraíso de la codicia. Absorlo contemplaba el
D" liN HIÍT.Bi.O ESP.INO'.. —SICLT XIV.
EL MUSEO UNIVERSA! . :':-':]

Alli^ll DE IIUCNFO l.ia'A>"T,\IKI A l.A IIKINA KN l'ALílA Dli MAI.LOUCA l'Oll LDS
!lA.!0-IU;t-lKVK.S [)i; LA CVTLlIR.VI. HE liAUílLI.UNA.
VLCINOS DliL AllllAÜAL ÜE SANTA CATAL1.>-A.

avaro laiiLus ileílujiilirailiiras riinuv.iis, ciiatiilo la ¡icsaila del ilia, diríase lueyo i¡ue sus grandes ['¡que/.as ni-; lleva- ¡ly.ú el negro es pruilcnle coni i la abeja y valeroso a)iii3
inai¡D del negro tcüv'milolc en los hmnbros le lii/o salir tic ron á herir, y padecería mi fíloria. Agu-aua , Iráeme su el águila; por eso so valió de la traición cuando la vi'ó e s -
su rsliisis.—descuella Alni-Níi/.ií). IÍÍ ijijo, y escaLrlta calie/.a sin ipie nadie lu entienda.» Kntouces su liel negro conder su ai'ma de ilns íilos.»
Im-n , poique h; va tmiclio en ellu. i^ste, y mis (¡iie no vino :i este lugar de cl solo conocidn y... Ahu-Na/ih, no Al oir esto, el espíritu de Abu-Xa/;¡!i sufrió todas las
li;isv¡sln, i's el tesni'o ile lii rteñiir Ali;iriin-Aljitl-.M¡tv,a, !i! dejó concluir furioso Ciimo cl ieopardn hei'ido por mano coiígo.as de la ayniiia, ¡ jierdidos ios sesenta años de su
^halr [loijenwo ile la l'tirsia. Un lüa llariiri á su i'selavo y le ¡iies¡iurta, se laiizü sohi'e él [i;U'a clavarle su [lurial; pero dorada [Uiseria! rcr(i¡ay! cl avaro sin corazón y sin
ilijo; i(Ayuana, ini siei'vn Aljii-Na/.ilj es tin |iernt i]m mis ágil y robusto el negro, ie arran:ó de síis iléiiilcs talento , iMseia la nialicia de la serpiente y la astucia liel
se ali'ñviíá i'(íc¡bir das liolsas |ioi' cada friilo ilel ái'hol ¡jiie maiins aqiiella arma iiu'ili!, y siijetámlolo con su eeniílur, zorro y dirigicuilose al negro le dijo:—(tValicnlc Agu-
|ierleiieiu; á su aiim. La araña tjiie SIÍ lia lieiiciiido en las prosiguió con desden : —«Cuanto posee cl esclavo, perte- an Lt, el gran Tipu-Zaib, sullaii d(d Maisui', está en guer-
lleudas de la vinda y el íjnérl'ano , y cu cuyo ayuijon hay nece á su siinor. Abu-.\aíih U cueva de tu ¡anliit está ra con el tirano i!e laPersia: vamos, si h'Mjuiercs, á
sanare de otras vieliinas, tm pni'de ser casl.ifíada á la hi/, vacía, Inoro y las ¡liedras se hallai'áii aipii en hnívc. eni^onlrarlc, y serán nuestras cuantas maravillas nos cii'-
cundan. l!u/le libre , y yo
le edilicaré un jialaeio ilü
oro y diamantes, y te lo
llenaré de las mas hernio-
sas nuijercsde tu país y de
la lierra toila.ii
El buen Agu-aua laiizi)
una csli'cpitosa rarcajaila
dejando ver á Abu-Nazib
una doble lila de liieníes
mas blancos é incisivos f|uc
los de un ciíacal. Después
la pesaila cimitarra lirilli'i
en sus maniis y cayó sobre
su victima dejando escapar
un rugido salvaje. Hl avaro
i'Sfpiivó el Icrrililc i-'oljie v
foii i'iiánla alciiria no()Íri;i
luia VM/(jiie griliial mismo
liempü que el neijrn se
(iispoiiia á secundar: «¡lle-
tenle. Ayu-aual^iyápoco,
a|)aredó(;en-aiiaá ellos una
lilimca famasiiKi cuiílado-
samciile velada, V aiilc cu-
ya apaiáciDn milagrosa se
prosternó reverente el es-
CILIVO. ÍCiilDuces avanzando
hastaeljüilireviejii,su mis-
lerioso liberladur jiroruni-
piú en tales jialabras :
(i¡Abii-Nazib, Alá es gran-
de! ¿Itecuiíiilas el lüa en
qne, caminando por el de-
sierto tiesceiiiliste de lu
camello ¡tara derramar al-
gunas golas de agua entre
I s labios de una pobre
mujer es|in'aiittí y abando-
AI.CÁ/,AI1 DI; M A I L O U C A I>0>"Dt H A PtllTÍOCTADO \.K IIEINA.
33 i EL MUSEO UNIVERSAL.

naiUi J e sus IiiTinaiios? I'ui's ln; ;IÍ[II¡ |>ar <\m tu calicza ;,Y sabes por qué causa la maltrati? bajo un vasillo verde, que no ardía,
no caerá. AIHKÍIIÍI aiiciuiia inorilniinta ;i ([iiiüii tú salvaste de plomo una custodia
KL ? I I Ñ O .
con solc el ayiui fjuc cabe en v\ liLieco dü una uiaiio, era con varias torceduras,
ia luadre de laíjue ¡wy se siiiiitiuíiiel trono de tu señor, —¡No !o sabii! en medio de dos ángeles de barro,
y couio nunca se olvidó esla de tu nombre, su esposo HL Cu 11 A. ridicula ¡lurodía
i'na^;[iii[iúno le lia iiennilido ¡Jitüarte su <!o,iida. \ivirás, de los bellos (pie encantan las alturas;
Ahn-Nazil), pero couin:¡endo usle luyar terriljle, esla —Y tu madre ¿qué dccia,
voluntad de lu amo que jamás lo aLandoucs.» id pegarla.' pues lejos de ser guapos,
parecen los dos ángeles (ios saiMs.
Y así se verilieú. El. MNO.
Y allí... pero dejemos
Los ¡n-imeros dias vagó [«r ai|uclIos áinhitns reUicieii- —¡itíosmio, que me mala! !a descripción prolija
les V solitarios lal ve/, bascando salida, ¡lero enanilo vio de la cabana, y con el cura entremos
Hue" toda teiilativa era iníilii, ya no iicusú mas que en EL CLItA. y el niño, ipié euivú al par, de mala gana,
contemplar eouiii suyo a([uel pií'dai^o ilc riqnc/as mara- del párroco agarrado á la sotana.
villoso ; y se halló Uln liieu eiilre ellas, que se supo des- —;.V tu padre?
Quien viese aquel asilo
pués por su autiyno yola y bin'Iador el lie! A^iiU-aua, que KL MNO. silencioso y tranquilo,
solo saldría de allí para liabilar un mundo cuvÓcíelo i'uese con ínfulas de ermita,
de plata , el pavimento de oro , los árboles (íe esmeralda; — Llegó tu último \.\í\.n
diría (pie la paz en 0] babíla.
bis ríos diamantes , carliuni-dos , jarinlos y lopaeíos las Había en el acento inocente re|iasa en vo/. sonora
llores; lázuli las aves , zalir la raza brula , "y él su único del niño espresítm tal, y sentimiento , de rodillas las cuentas df^ un rosarle;
dueño. que el miiuslro de Dios suspenso í|ueda. recostada .Melebora, aparte gime;
Téngase, pues, por averiguado que la felíeiílad y lu ava- Miiábase al villano parece que la oprime
ricia ¡10 son tan aiiLip(idas,cnnio hasta aqni se ha creído. como ejeiu[)lnr cristiano, algún dolor agudo,
liemhre iie bien, prudente y laborioso, |ines la polire amenudo
JLAS ANTONIO S^ZA'nin?iiL.
marido liel y padre cariñoso. ambas manos ligeras
Deseando tener liiii|i¡a la conciencia estendidas se aplica á las caderas.
y al munilo dar eji'ui|j|o, -Iiislo será decir que el buen marido,
DETRAS DE LA. CHUZ EL DLVBLO. ¡ba una vez en la semana al templo; cuya virtud aspiívi á eleriias palmas,
y de la peníteneía lanzanilo un gran bostezo,
ante el severo tribunal, los ojos princí[iÍo díó á su i'czo
á la tierra bajando, en cuanto vio venir al pastor de almas.
IDILIO SATUUCd-llLiUXSCO.
postrábase de liiiiojos,
y unos g(d]ies de ¡nclio .se pcgab'i —iiSantos y buenos días, (dijo el t í o ,
Metido de soslayo hasta la ceja .saliendo al cura á recibir afable,
el Sfunhrero de leja , (pie al corazón mas duro ediüi-idia :
á ereei' en babblbis , y besanilü su mano venerable)
([uilaso! oportuno, si no bello; —¡líuenos días! —(el cura respondióle)
en casa el alzacuello; ya tenia, merced á los lorrazos,
rota media docena de costillas. ¿Qué tal va , tÍo inocente?
chaquetilla de cúbica, algo añeja;
jiantalnn de lo mismo , remangado; Al entrar en la iglesia, INOui;>TE.
de piel de cabra, cómodo calziidu; siempre con lentitud y pasos quedos,
alada á la cintura lomaba a^iua benilila; —Asi... tirando.
con galón la sotana , pero no con dos dedos I;L CLUA.
y sin manten ni ntra vestidura t:omo cualijuier humíl'je cris'ianíllnj —¿Y .Melebora?
iwv, aumentase el calor de ia mañana, síuo medio cuartillo INOCEME.
(le un monte |)or la rústica espesura, con la mano ren-ch;'.
la vista en el Hrevíai'ío fjue del rostrc ca\éi!dole á la ropa —Melcliora
por (irniltí bacíendo va su rezo diario , viíz ludio (|ue le poso hecho una sop;;. anda iiii peco iiialeja
solo y grave pasea Vi'rdad es, que señales no coi'serva la pobre; ella se queja
de la vecina aldea del singular ayuíin ha líeiiqio de dolores;
el párroco escclente, qile lia largo tiempo observa, ])ero por mas que loma
íi quien por bueno y sabio ama la gente. como no lo observó próginio alguno, cuanto le ha recetado don Toribío ,
ni surcan su semillante hondas arrugas; la enfermedad no doma,
Pobre, ¡lorípie á los pobres con nada encuentra alivio.»
con gftEi rosa [nano socorría ; liero iiiucliOH veciiios
sencillo, jHirqne apenas compremVia aseguran (pie come solo yerba; (tyendo esle discurso
la virtud i'vaiigélica ailnrnada otros, aniiqui' sin dalus, (pie lechugas, que la s;iiii;re le encieinle.
<U)u la pompa del inundo, berzas y cebnl|iiio>: la Piifi'niui bablai' |iret('nde ;
que es humo, sombra, nada; (|nien (cabimiuando su virtud ignota) pero la pune cido
iireve en [laladras, pródigo en acciones, supoiii' q u e s e a l r a c í dehidlola; el marido devoto,
(|ue con sus hi'iidicioMes y aiiii hay (|uíen, con malicia relinadn, mirándola algo vízcn
]ireinia gozoso el cielo; di/, que le viVi roi'r pan de cebada; sin que el cura lo vea ,
de sanlíil d moilelo; que para ¡nvcnlar menguas, y d;indni;i en un brazo tal pellizco
roca lirnie en su le perseveraiil.-'; nunca en el mundo radaii malas lem:nas. que á la débil mujer, á (juíen es¡ianla ,
á la amiiicínn y á la mentira estraño , Mas como uo (!slá magro,
jura tolla la gerde ahogóseie la voz en la gargaida.
cual pastor vii^ílaiite
el cura ap.icenlaha í^u rebaño. temerosa de llios, que el lio Inocente
Siguiendo á poco ralo otra vereda, eogei'da sin córner; ([Ue es un milagro, —A los santos por eso
iiuella la bbniila allniubra un milagro viviente mis sú|ilieas dirijo;
(|ue á nna vi rde alameda de abstinencia.,, ((ue pesa doce arroba.? (el tío Inoceiile, prosiguiendo, dijo;
conduce, donde fresca y grabí s-iuibra , de las (pie llaman ftabas. y añadió, dando un beso
que del so^ templa las ai'díentes llamas, VA, con vagNS razones, á San Hoque) en luí pena
árboles mil pomposos (pní tiene a|iaricínnes á esle le be jirometiiio una novena
dan con sus troncos y creciilas rimas. (le saíitos asegura; con dos misas, cada una di; seis reales:
Y allí, con losen aliño ]iero sospecha el cur.i. él de Melebora curará los males.
(pie cidire nial su cner|Ki delicailo, no sin dolor prormido.
que pretende engañar á Míos y al inundu. ílEI.CnOllA.
a[)areeióse lui niño
(le seis años, azules, claros ojos , Saliendo del espeso ii(isf[necillo — ¡Calla, bribón , laímailo,
alta iVctile {'spiuMosa, en i\ut', aiiid baii pájaros cantores, Irapacero, boiiiíire endino!
color siiavr' de leriipraiia ro.sa , jiiir un ¡irailo de ei'sped y de llores Sí á los bohíis basta boy has eugañadn ,
coronadas de rizos nalurüles ancho, vistoso y l'resco, habiendo al tin logrado
la sien y la mejilla vii'ginaes; llegábase á un retiro [liiitoresco que con ruedas couudgueii de molino ,
el cual, corriendo al coi'a, ron espanlu, al pié de una moidaña, supueslii (]ue lo quieres,
y á la solana asido donde , etitre agrestes ¡urnas y raudales yo les diré quien eres;
lie limpios y sonor s mauaiilíales , .si, yo se lo díré , no me bagas muecas
como si de algideii fuera [lerseyuído , asuma de liiocenle laivdiaña
trémulo esclama v ane^jailo rn llanto: para que calle, zorro,
(le secos tn'iicos y pagi/acaña. ni retuerzas el morro,
La babílaeiotí sencilla pnnpi' y;i se acabó mi sulVímieiito,
—'("Ven , señor cura, ven, que padre pega en su interior parece una capilla, y sí lio desembucho, aqui reviento.
a madre, y mailre llora. en que el lío Inocente rinde culi > Señor cura, usté se[ia
i unos )/eíl('.^• de liii lo, que mi marido ha IJOIUI ,
protiucto de sus manos pecadoras ]ior niiir de la tía Pe|ia
—¿Quién es tu madre? ([Ue en ellos ocuparen nniehasboras, la Chala, me ¡legaba como un loco,
y de papel pintado y si no viene su mercó , me mala,
El. KIKO. ipie pegíi á la pared con [iim inascailo. por mor, (;omo ya he díclio, de la Chata.
—¿Quién?.. Latía Melebora. Ln nene, según é l . es S:m .\iitonío, Que al pelo de lá ropa él no me loque,
alrededor liel cual lienden su vuelo y en los cielos en paz deje á San líoqne.
El. CLIU.
un murciélago, un buho y un mochuelo, El. CLIIA.
—¿Y tu jiadre? que son b's lenlacíones del demonio.
i:l. NlNO.
Figura otro á San Roque, —¿Quién es la Chata?
abogado bendito de la peste, MELCHORA.
—lis el lio con su calabazue'a y iialílroque;
Inocente. esculpida tan mal la eligíedecsle, —La bija
que, en vez de faz celeste, mas grande del defunto molinero,
KL CURA.
ei sanio li"ne ear.i de bodoque. ([ue paece una lambrija
—jAh! ¡ya caigo! i r é , bi^o mío. Allí un altar de corcho sostenía y tiene un ojo huero.
EL MUSEO UNIVERSAL. 335
si el sacristán entrando ))Con santas oraciones,
El, Ci:iiA.
prisnroso y siidamln, «descubra los ladrones,
—¿Quij dice ii todo esto fil lio Inocento? no hubiera dicho al cnra: —((¡Vengo muerto! "ó las cosas i'obaiias á este siervo.»
EL CURA.
V no linijo mas. En el istante mismo
INOCKMK.
vinieron de esas lomas
—Digo íjiiü mi niiijfir Tiiiciiti! v rcinieiUo. —í'.ijné sucede, Perico? volanflo tres palomas,
MKLfJIOnA.
qne. (íii el altar (if! corcho se posaron;
EL SACRISTA^. V al decir mi mujer: «ya tengo cenai)
A el!;i le !i;ii-o n'jíiilns, ~ ( J u e han rob¡ido cu la iglesia. las li'esse Irasformaron
y ¿ lili quisicrii verme en cueros vivos; en vinageras. cáliz y patena.
•:'( su intij)']' ;'i |i;i!os EL c e HA. Saliendo el cnra a'pii de sus casilla^,
liis es|)iildiis íii rnide; caer hizo al villano de rodillas:
íi esii nio/;i le fía lo qiin le piíle, —;,Es cieno?
—Sella (le dijo) sella el laíiai inijiurn;
y (lia y IIOCIHÍ [JIISÜ séllalo , miserable hiriseo;
EL SACRISTÁN.
'Clin ellii cu el iiiolino, (pie es su casa : hunde en el polvo oscuro
y.qué estás liui^iendo allí? —Cierto. la lorp(! frente , en f¡ue grabada veo
i:i, c c i t A .
tu profunda maldad, qne hasta hnvcubriste
IKOCENTE.
con hipócrita manió,
—¡,Qu{' estoy iiacieiido? —¿(^itié falla? creyendo asi engañar al cielo santo.
^respondió el tio InoeiüiU!. á ffiipií/oues, ¡Ay de IÍ, si de vida
1.1. SACRISTÁN.
•sus muecas reílolilarido y aiiilorsiimes); no nimias!... (lue ya miro
.¡loma!... ¿i¡iié (juicres ([w. Iiaya?... estoy inolieinln. —l'na palena... tu pobre alma perdida
iMET.ClKMlA.
bajar á los inliernos,
1.1, eCRA. y en sus negras regiones
;Vuya! ¡ vava! ¡qué santo ! —Araba pronto. sutVir martirios bárbaros y elernos,
'Se iíealjú. íu que es liuv toilo lo canto, -\o premia Dios , castiga
•iiigaiiie usted su historia. F.l, SAI RISTAN. al que en los la[)ios tiene
Cuandiii'l cura dil'nuto, la virtuil como amiga,
{Dios le ti>ii^:a i'iisu f:liiria) — I n cáliz, las mejores siendo su corazón sepulcro lleno
•i'ia luiicerilc saerislau , y el iiillo vinageras, aquellas ile las llores... de vicios , de malilades y de cieno.»
1,111 lai'L'odi' liñas cni, V á nú me l'alta el juicio... ¡yo esloy tonta! Melcíiora con el niño*y el anciano
^jue (¡uilaha la fnni EL CURA. parliiisfí, por el sanio de su nombre
•del altar, y los cuartos del i-epiljo, jurando no vivir con aquel hombre
diiiiiielas liiiíDSuitas " N o l i a y que alligirse, Pedro; en el garlito, c]ue prometió malaria con su mano.
>e eclialiaii ¡la las áuiíuas lieudilas. si el cielo ños ayuda , Y el rústico devoto ,
El párravii una ve/, cerca apiislailo caerá, no tengas duda , <pie no quiere el subsidio
'le cogió cu el trc^-^ado, el autor ílel delilo. de sil iiirlnstria [lagar en un presidio ,
y s¡eui|>re il^'sde eiilouces Vamos, pues. Tia .Mclchora , ya hablaremos ; mala vii'udo la co.sa
le llunui malun purriin , lio Inocente, hasta luego... ¡á ver qué jiacenios! resuelve iioner píes en polvorosa ,
y algunos, iior sospechas, rapavérim. ó lomar (enal Iradiijo
Como él de todo sisa , cierto escritor francés, y nada lego)
•íiguaíja el vino ¡iiu'o do la misa, la villa dr don Dir¡ji).
—Por m i , sumiso callo;
y f'l viuoque s¡sal]:i ya puc .Melchora levantar el galla ,
.sautamenle dc-'^pnes se lo empiíudja; y snlaendo de t^no
(lUes auiii[ne se lignran que no bebe tirarme di' las greñas , Discurrid, ¡oÍi lectores!
•luueliisifuas personas... que ella apellida ni ;o de cigüeñas ; el lili lie este inocenlií desgraciado.
¡Señor, CORC mías monas! iiesde iilmra la penluiio, ¡(|ui* iniqnidadl eu;il jabalí acosado:
'Pero lo qncescnmer el polin.'inln, repito i]iie no chisto; ;.no lo aeerlais?... l'ues renegó, señores,
11(1 le viene di' casia; niiis snírió ]ior /níwjíros Jesucristo.» Y ¡'Olas ya sus religiosas trabas,
para aluiruvar hav veiri'S ijuc le hasta
con Ires ciiarliis y mi;iiio de un cahriht.'f \í\i i'sla cdiilian/.a cnnira nosotros sirve á Mulev-Álias.
¡lári'oeo v sacrisliui dejan la cho/.it
Al Ilegal'á cslc ¡ainto, cclniíido lucido y la envidialile pa/. ipiealli si' g(i/.a; Vi-:uri:uA lU;i/. ACCILIORA.
lie rahia [lor los iijos, ¡ñas ¡ay! (pie con su ausencia litihu olra dan
tomo la grana, i'ojos , "^' •' -•"
Saciíunas iliscipiinas el mai'ido,
siiltú el tiiK—(iMelchni'a, rpif te pego! de negro alainbi'e y de i:nrdci ili> azote;
Va .'íahes qnesuy minir-n y vieiiilo la inlenciuij ilel lutlentole,
io mismo ipiií un hnrregn; I-:SClíXAS Y CÜSTUMIÍllES MARÍTIMAS.
Slelcbora da un ebillidu ,
*pero ¡ay de liis cnslillas si iiifi i-anso'.n rec gese las fabLis
Melciiui'a. i|iie desprecia ;i la jiared volviéiniose de espaldas ,
y ve con gran cac!ia/.a V pone jior escudo I;N tiCQui: i'oii H K N I I I O . — I I K S H E I.A E : S I A M P A D E C O I ' A AL
la lempcsíad que arrecia , iil niño, que escurrirse hasta ella |;ndo: l'AUI í¡AVOR.
y el rayn ¡[wi: anu'ua/.a, piTO el lili, qne tiene iiiijn'Uis locos,
y que se jn/ga l'iu'rh', V[.
aparbíle dcalli de un siqjlamocos.
iiu escudo i'ii el iiiirroi'o mirando ,
declara á sii inariilo guerra ¡i inuerle, Para abreviar de s • venganza el plazo . ¡iiii'U . beruiosas mias; muy bien, perfeclisiinamenleí
''' intrépida prnsigiie iJi' esla suci'le ; las disciplinas, bárbaro, cnarbola; ^'ues1^os ojos han recobrado ya sit vivacidad , su l'uego y
Illas tanto con la furia si^ alorinla, su abígria; vuestros seniblanies, su animación, sus c o -
siKi.rniiiiA. que al Icvaiilar el hra/o liii'csy sus encantes ; viiesira resiiiraeion , su libertad , y
derriba de un codazo los móvimii'idos de vm-slro turgente y blanquísimo seno
—l'nes ;,y ciiandi» riiealcaliii.'? Inerte , sonoro v seco, lii calma V la unibirmidad (pie habían [)erdÍdo. ¡ Eslais
Iiunea jiislicia ainriiislró tW. Iialde: d a l l a r , que po'rdenlrn estaba hueco, verdailerainentc eneantadiu'as: i.os aii'cs puros (jue se
V amiqne son edsus á la geiili- iicullas . y de cajón servia ó ile alacena res|iiran sobre |;i enbiei'la de un buque en iiii;il¡odel Océa-
¡vo sé qiKi se ha cDiiiido tañías umitas! a vinageras , cáliz v jialeiia. no producen maravillosos eb'clos, que la higiene ¡lo apro-
liesiiidiü al pregoner.i
y quitó al secretario, —¡Aii, bribón! te cogí. .Melchnra csclanii vecha cii el grado i¡u(> debiera.
¡o [iropio (¡lie al lio Hilario —¿(liimii es Cí-ln , carapcVi) ;.Onereís ipie itoiiliuui'inus muestra revista de inspec-
•qne ll(!vaíja diiv, años de moníero, el rústieii i'es|iiin(le; ción? A bordo, |iues, las anclas, poi'ijiie tenemos que
lodos linos hemlili^s, pero ella á toilu i'srapc , cumplir eon una de las obras de misericordia y estamos
^iíiconii'íer diíÜlos; cual loro de Jarania pi'i'dieiido lieinpo. Doña Panilla, la jjneiia y recalada do
y no oyendo ra/ones, que sale del encierro, ña I'ánlila está enti'riiia. 1.a infeliz lia cínií^Ho/oíi/ p''svl<i-
'colocó, eii sil lugar, á Ires lirihones. corre, y ganando un cerro , ¡V suh'e íaiilo en estns nioincnlos! y el ex-ailininislra-
¡Dios losiTia, señor, y ellos se ÍÍ/K/Í/ÍÍÍÍ.' con voces tan rabiosas llama al cura, diir desaliñas de Castropnl ¡ sufre tanto tamlm'ii!... Y no
•JCnlonecs, cnu cauli'las y mislerins, que por |)oi'o no arroja la asadura. porque se lia/a mareado, no; |icro su queridisima con-
liicienin i[iié sé yo i[ué gidiqierios líl párro;'o recela, sorle se agita en el leidio de una manera leiriblií, se aho-
'q;i(' al primlii los veciniis iiu hari'milaii; al saci'istan de.s[i¡iic ga, le estorba lodo , lodo, pero es|)i'i:ialineiilií el pañuelo
inieiitras la hacienda escasa y bái'ia la cho/.a vuela ipie cubre los encantos de su abiiltadn seno v la liiurbi-
de los ciii'itro crecia : unido eon Meldiora, que delata dez provocativa ile sus hombros, y el capilan'iiel Itrtáin-
ya, al postre, no laltaha quien ilecia al f[ue robó sacrilego la plata. paH», á quien pocos marinos aveñtaian i'u hacer á las pa-
'malicioso;—u\ hilaco l'.l cual con alegría: .sageras los bonnres de la i-asa , no li'nieri; apartarse de su
¿sabéis >i se le lia iniierlo algún liu indiaiinV —(i¡Milagnili) repctia; lado, y el plinto del Itrhini ¡uní» . qn,' no ccile á su ¡efe
¿sabéis si le cayó laloici'ia'.'' ¡Milagi'o!ii y sin dejar el estribillo, enliuura y soiicituil [lara con el bello sexo, .seha clava-
Mas nadie sospcdiidia ile lii'ieeiite; que á los otros irrita v líiicocora , do frente ai cade de laeiirerma con un/jííWc'enla mann,
y,quién sospecliiiiiii liiihieraY see tuvo i)(í7íi,7)vaíj(/o nn cuarto de [lora : cual SI lucra la estatua de la conti-iiiplaciun. ¡Infeliz Ar-
Itues üunqiH' éi nilió mas (|oe ntalisriuirríi. diciendo por <-oniera gensola!... ¡ tristi' y sin veiiuira Argensola !...
¡robó lan simlauíentel...^ el milagro en ciieslion , de esla manera: Kn niareha , amigas mias , en marclia para que podáis
Aqui i'sclanii'i el marido, en mi tonillit volver cuanto antes á la cántara y visitéis á la enferma y
INOCESTE. cuidéis deque no se abra tanto'ese maliUlo jiañuelo, y
•entre si cania ó I ora :
—¡Que le pego, Melehora!'» —Asi que ff.sít^s salieron, si sois buenas, como In es|iero, si ti'iieis compasión di-l
V eogiendo una vara dije á .Melchora yo : (((.-orazon mió, que sufre, proi-urareis echar mano ademas ile lodas las
de fresno nmv JUixihle, Dtoiiia eslas ilisci¡i!in;is, armas quií tan bien sabéis manejar para llamar solire
por sus palabras duras )iv date un par i|e laudas de las linas , vuestros heeliizos la atención del ultra-celoso y desven-
•acaso la sentara iii-on uiiliu^iasnw y brio; lui'ailo Argensola hasta el punto de hacerle olvidar por
un poco las costuras. iimicntras pido ú los cielos yo, cu un verbo ) unos inslañtes ¡pie el capitán y el pilólo del ¡tclámj)aijo
;í:ít; KL .MUSíiü UNIVERSAL.

•'n''ari*a(le sustituirle eu este li'übajo , es á sacar del ma''


uniis cuandis haUií's ú cubos de agua, arrojarlos con fuer^
RSPOSICION DK riXTlUAS. /a sobre la cubierta, después de barrida y deslrasleada,
frotándola con los cepillns que al intento se emplean v
basta tVoláiidola con ÍWVU-.Í ruaudn la necesidad lo e\igi\
contiiiuaniio después d balden basta í[ue sale por los im-
bornales, mezi-laila con v\ agua toda es|iecie ile basura
que pueda entrar [iiu" i'llus.
l'orel portalón de cstribur... ¡IJuél ;,osliabl(j jtur ven-
tura en griego? íüi los buques las palaliras derecha é iz-
quierda son palabras eslrañas que no se usan Jamás para
referir la posición de los objetos. .Suponed un plano ver-
lii-al ilimitado (pie corle el duque lie proa á po]ia divi-
diéndole eu dos parles iguales; lodo lo que se baila den-
tro ú fiiei"! lie !a eniliarcaeioná la dei'eidia de este plano,
para el (pie mira de po[ia ¡i pi'oa, cslá ó lia sucedido á
i-slvihar y á hdhiir ciiautd se baila d sucede en la [larb'
opuesta ; asi se ilice , la obra niñería di' babor , el porta-
lón de estribor, etc., etc. V os doy'. bermo.sas UIÍLIS. la
esplicacion lie estos dos términos ijel vocabulario inariti-
nm , porí[ue los usaré muy á menudo en el curso de este
insignilicanle Irahajo y no ijuiero i\\{t', al leerle os ipieileis
en ajTinas.
Otros dos términos, ([iie debo daros á conocer |ior la
misma razón, se i'm[tlean también por los hombres de mar
para referir á su buquií la posición de tos objetos esterío-
res y en particular la de oíros buqu(.'s. Entre dos embar-
caciones, la (pie se halla mas [ii'éxima á la linea que s i -
gue el viento, leniendo la proa hacia A ¡ninto por (londe
este sale, está á bniiovenlo de la otra, y por el contrario
esla so baila á mlavciilD de a([uella. t'n lju(tue gana (\
pierile barlovento cuanto mas se aproxima ó se desvia de
aipiella linea; en el primer caso sus velas reciben el viento
nías ó menos de través, basla el punto de tocar ó de no
iiillamarse á su impulso; en el segundo , lo van recibien-
do cada vez mas de lleno basta que el buque sigue ia
misma dirección que el viento, en cuyo caso se dice que
mfcíja en ¡lupa , asi como ruando le'corta en un ángulo
mas ó menos agudo se dice ([ue va 6 niimiii de. boUita,
1/ i'i iirt ¡ari¡(i cuando sus velas le J'ecibcn casi de lleno.
Iba á deciros, licrniusas mias, cuaniio me permití esla
digresión , ipie i'Sjiero no será perdida, que |ior el porla-
Vn\ lie estribor, fuera d(d cual .se coloca una escala iie
maillera ¡i de i'iierda según las circunstancias y (pie des-
cansa ciuilra el distado del hu([ue , entran en este por lo
general las ¡lersonas estrañas á su equipaje, y cuando
son de distinción salen á recibirlas á él el capitán ó el
([lie baga á liordo sus veces para darles la mano al saltar
sobre cubierta.
.\ la longitud de un buque tomada desde proa á popa
sobre el puente se le ilenoniína su eslora y á su ancbura
manga, asi como se llama puntal á la altura del casco v
ilitinda á la elevación de los [lalos, y se dice tantos piíj's
de eslora , de quilla , de luiuiga 6 de puntal, (íspresion
la segunda con que se espi'esa la longitud lomada en la
[larte inferior i'i en la quilla. Ya sabéis, por(pie esto lo
—i\o, el (l(!l lailo lii'iie iiinjoi' uiiuxo. y liiirii'limlu jungo con [u Cí.rtiiinjp. sabe todo el mundo, que la f|uilla de una emiiarcacion
es, hablando en términos vulgares, una gran pieza de
madera del largo del buque y ile pié y medio de ancbu-
ra [iróximaineiite que sobresi'de á manera de cucbilla eu
csliíii al lado de su Jiiiijer. lis iiiiii obra di¡ eariilad CUMIO , tera (iemasíadü , si las aguas del Océano se convierten t-n la [larte inferior del casco y sobre la cual descansa loda
otra ciialqiiieni y vosotras parecüis kionas y car¡ta(ÍvjLs I altas montañas impelitlas por el viento con demasiada la armazón de la nave,
í'ii firado Ijeniieó. violencia, las olas destruyen esa débil barrera que se opo-
Ya que recorrimos el lodo de la cubiei'ta con la vista
¿Os sniu'f'is? ¿accedéis á mis súplicas?... ¡ Feliz y ven- ne á sumarcba deslruclora, inundan la cubierta y al y sin movernos de aqui, prin(-ipiarenios á examinar lie
limisodotí Romiíaldn!... I'ero vamos , vamos, y ya (|ue • barirn de luqia á proa llevándose cuantos objetos se e n -
cerca y uno por uno los objetos que mas deben llamar
estamos en la popa , priiicipinremos por ella iiiiesli'a n-- : cuentran sobre ella, por bien trincados que se hallen; y la atención ile las gentes estrañas á la vida del mar.
vista V coiii¡miaremos visitaiHlo el liergauliii liasla ipie j av del pobre marinero que eu estos momentos terri-
Esa pequeña embarcación colgada fuera de la popa v
f! castilio de ¡iroa delcnga imoPlros pasos. I bles , V demasiado frecuenles por desgracia, no lia tenido pendiente por sus dos eslremos de dos |iiezas de madera,
Laeiibierla óel puente ile un Iniípie puesto en marcha | tiempo para asegurarse de tirme en alguno de los apa-
denominadas píwí/íi/t's, que arranciin de los ángulos del
présenla, desde el punto (pii; ocupamos, un admiralili^ ' i'cios, porque su cnerjiose encontrará momentos después buque prolongándose unos dos pies liácia úiera. es el
yolpe de vista, líse movimiento continuo {pie las cahe/.a- sumido en el l'ondo del Océano! bote, lasegimda de las pequeñas emiiarcacioues del bu-
das V los b;dances la ini[irinien, liaciéndoiios creer que De día, de noche, que un so! abrasador caiga á [ilomo (¡ue y la que hace un servicio mas conlinuu entre esle v
se liimde á cada paso bajo nnesü'os [liés ó rpie se eleva en sobre el buipic, míe los trios de una baja latitud hielen la tieri'a, nnuo que es el destinado á fraer y llevar lii
aeliUui de condueirnos á la ref^iones etéreas cuando las los li(|uidos á bordo, (pie la lluvia caiga á torrentes, que gente. Cuando se quiere echar al agua, no liav mas
olas son ¡df^un lauto firuesas; la Ibrma especial y la <;o!"- la tempestad se desencadene, y cruja el trueno y ruja que aflojar ó arriar los aparejos ú las cuerdas iÍe que
facion de cuantos objetos se hallan sobi'e su sñperlicie; ¡ la tem|iestad sobre sus cabezas" y se rasguen las nubes está pendiente y se cae por su propio peso. I^or lo gene-
i'l constante aleteo de las velas bajas , la a^-itacion de esi' i al desjieilirel rayo, el marinero permanece sobre cubierta ral se entran en él uno ó dos hombres que van arriando
cúmulo de cuerdas ó iiinurjus (pie euelyan sobre ella por sin el menor abrigo que le |)onga á cubierto del furor de las cuerdas y que le conducen luego al '•oslado.
todas parles , el movimiento ÍU: los marineros que corren los desencadenaiios elementos ni del rigor de las estacio-
iliiun punto ;i otro para ejeeular las maniíibras, eu s i - La tablazón , de forma im tanto ovalada de ordinario,
lencio unas veces , eiitonaiulo otras monritonas caiilurias ! ues. Solo en tiempos muy bonancibles y de escesivo ca- cu que termina el buque ¡iii!' la ]iarle ¡losterioi' se llama
para uniformar la acción de sus esfuer/.os; la iumenpidad I los se cubre el puente con un toldo para impedir que los la eslampa de pO|ia. Iin bis bmnies gi'aiides se abren en
del OeOiuio (lue [lor lodas partes se de-scubre , y hasta la I abrasailores rayos del sol se{¡uen las estrechas tablas que olla las ventanas que deben dar luz á la cámara iirincipal;
pureza del anx: i¡ue sobre ella se irsiiira , unida' al cons- ' le fiirmaii v avnilcn sus costuras. pero en el lidámpaí/u y en todas las emharcaiíiones de
lante recbiuar de los palos v al incesaule i'iíasqiiido del I I'regmúais ¡lor dónde .sale el agua cuando la cubierta su porte , y con mayor razón en las mas pe(|ueñas , está
aparejo, todo, lodo contribuye á liarla un aspecto e n - se inunda'.' Esos agujeros de dos pulgadas próximamente completíunénte cerrada y se coloca en ella con letras de
cantador. de diámetro (]ue veis de Ireebo en trecho en el arranque relieve, ó solamente pintadas, el nombre del buque v
de la obra muerta y que llaman abordo los mí/wf/in/f.'», el puei'tn á que pertenece.
Esa débil muralla de madera que la circunda , y cuya dan salida á las aguas, cuando son en corta cantidad ; si Las dos eslremidades laterales de la eslamjia , que so-
rievaciou no escode por la ref;ular di' cuairo pies en hu- su volumen es grande, la obra muerta tiene un portalón bresalen algo mas que el coslado del buipie, se denomi-
iptes como el ¡k-Um¡iu(jo , se llama la obra ¡n iieriti v es á caiia costado, casi en ia mitad i!el hiKpie, se abren para nan las alelas, y se dice que tal ó cual punto ú objeto
|;i única defensa que tienen los marinenis eonira la 1m- ilai'las pronto salida ; y cuando lo ajtremiaute y peligroso está po]' la aleta de estribor LI ile babor , cuando se baila
¡it'luosidad de las olas, cuando estas no son miiv crecidas, de las circunslancias no dan tiempo á que se ejecute esla por la popa del buijue á la derecha o á la iwpiierda.
V A único amparo para no caerse al a-ua en las violentas O|ieracion, se rompe con las hacbas un trozo de esta mu-
.«acuilidas ipie la marejada imprime al buque, ó cuando ralla que se repara ó compone después cuando el tiempo (Se cuttUmiaia.i
este indina ilcmasiado uno de sus costados al ceñir el lo ¡«rmite.
vieiilo, ó cuando , cogiendn osle al límonel despreveiú- Ll C.\i'.TA^ li'.lU¡Uilu.
Observad, queridas mías, cuan aseado está todo el
(lii, ciioca con violencia y de costado sobre sus velas d e - puente , (¡ué ordenados todos los objetos que sobre él se
masiado tirantes. f „ ^ cnentran y cuan blancas y lini]iias todas sus tablas, de
Con tiempos bonaucililes y mar bella, la obra muert;i pino de Holanda por lo general. DIRlíCTOli, 1). J. CASPAR.
desempeña perfectamente su misión protectora ; cuando La jii'imer faena á que el maiÑuero se entrega al aban-
<>| mar se inquieta ülyun tanto, contiene también el í m - donar de madrugíida su leciiü y tanto en puerto ó en KiiiTun HESI'O.NSABLK U. JOSÉ HUHI.^IJUI. UEGAÍPUI V lluic,
ni'tu de la marejada y resiste sus embales; pero si se al- EüiTunEa. WABIÍID : ('fiiKciPE, i, iHtiU.
bahia como en alta mar, siempre que la marejada no se

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