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REVISTA DIGITAL

Asunción, Paraguay • Mayo de 2017

A 100 años del nacimiento


de la mejor literatura paraguaya
Este año celebramos el centenario del
nacimiento del escritor que ha dado
más lumbre a las letras de Paraguay:
Augusto Roa Bastos, Premio Cervantes
1989. Pero a esta figura se suman otras
de importancia indiscutible dentro de
la literatura local: José María Rivarola
Matto, Hugo Rodríguez Alcalá, Epifanio
Méndez Fleitas y Juan Maidana.
Pykasu, la nueva revista de la Sociedad
de Escritores del Paraguay revisa la obra
de estos escritores fundamentales y
rescata resplandores de la misma.

Colaboraciones de José Vicente Peiró y Roxana Gardes de Fernández


Poemas de Ester de Izaguirre saludando su brillante paso
Un cuento en guaraní de Gilberto Ramírez Santacruz
Reseñas de dos libros de reciente aparición
Un recuento de la feliz andadura de la SEP
• REVISTA PYKASU - Consejo de Redacción: Bernardo Neri Farina, Javier Viveros, Susy Delgado - Diseño Gráfico: Claudia López •

S OC IEDAD D E ESC RITO RES D E L PARAGUAY


EDITORIAL
Rodríguez Alcalá, y el 18 de diciembre le
tocaría llegar las diez décadas a José Ma-
ría Rivarola Matto.

Poeta, narrador y ensayista, Rodríguez


Alcalá fue preceptor de toda una genera-
ción de escritoras que marcaron el defini-
tivo despertar de la mujer en la literatura
paraguaya.

Narrador, dramaturgo y ensayista, Riva-


rola Matto fue también un novelista fun-
dacional en el arranque de la narrativa de
alta gama en el Paraguay, con su Follaje en

Pykasu y el compromiso
los ojos, novela publicada el mismo año,
1952, que La babosa, de Gabriel Casaccia.

de seguir consolidando Y hay más centenarios. El 7 de abril pasa-


do se conmemoró el nacimiento, en 1917,

a la SEP
de Epifanio Méndez Fleitas, de quien
muchos recuerdan más su condición de
político, pero que aportó a las letras pa-
raguayas obras valiosas (ensayos) que
Bernardo Neri Farina explicaron, como solo pueden explicar
los protagonistas cercanos con criterio
Presidente amplio, los signos de un tiempo en la his-
toria de nuestro país. Además, Epifanio
La Sociedad de Escritores del Paraguay Este número está destinado, en buena nos dejó su poesía sencilla, inquieta y
(SEP) presenta el primer número de parte, a la celebración del centenario de punzante, musicalizada en melodías que
Pykasu, su revista, su vocera oficial en Augusto Roa Bastos, el pilar más sólido hasta hoy canta la gente.
términos de difusión masiva a partir de sobre el que debemos seguir construyen-
ahora. Este medio estará abierto a toda la do el edificio de nuestras letras. Y queda aún, entre otros centenarios que
membresía de la entidad en la búsqueda iremos anunciando este año, el de don
de cumplir con una de sus finalidades ex- También conmemoramos otros cente- Juan Maidana (Caraguatay, 10 de julio
presas: la difusión de nuestra literatura narios. El 25 de noviembre del 2017 se de 1917 – Asunción, 15 de diciembre de
en sus distintos géneros y modos. cumplirían los 100 años de vida de Hugo 1982), olvidado hoy pero cuya memoria

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EDITORIAL
rescataremos en la SEP. Es nada menos con su identidad, con su originalidad y e insoslayable para desarrollar acciones
que autor de la primera novela corta en su universalidad. culturales en todo el país.
verso en idioma guaraní, Mitâ rereha-
ha. Escribió poemas musicalizados por Pykasu, que abre sus páginas a las crea- Y nuestra acción ha trascendido al exte-
compositores de la jerarquía de Emi- ciones en castellano, en guaraní y algún rior, tal como lo demuestra el hecho de
lio Bobadilla Cáceres, Pedro Barboza y otro idioma ancestral de los que existen que el Ministerio de Cultura de Repú-
Agustín Barboza. en nuestro país, ayudará a conocernos blica Dominicana haya confiado en no-
mutuamente, a interactuar como escri- sotros, como entidad, para elaborar las
Con el aporte de la gente que compone tores, pues si no establecemos un cono- dos antologías, una de poesía y otra de
la Sociedad, le daremos una periodicidad cimiento interno profundo, difícilmente narrativa, que se publicaron en ocasión
concreta a nuestro medio, y el toque de podríamos exigir al mundo que nos reco- de la Feria Internacional del Libro de
jerarquía que debe resaltar en un perió- nozca como un colectivo creador. Santo Domingo, que este año está dedi-
dico de escritores. cada al Paraguay.
Desde su plataforma que por sí misma
Iremos anunciando, con el correr de los le da internacionalidad, Pykasu busca El lineamiento inicial sobre el cual se es-
días, la manera en que podrán hacer también convertirse en fuente de con- tructuró luego el programa final de la
llegar sus colaboraciones con el objeti- sulta abierta para el público en general, delegación paraguaya en la capital domi-
vo de publicarlas. especialmente para los estudiantes y los nicana, también fue ideado por la SEP, a
docentes, que hallarán en sus páginas in- través de su representación en la Comi-
Una atención especial tendrán nuestras formación, en cantidad y en calidad, que sión Nacional creada para ese fin, bajo la
filiales: Alto Paraná, Caaguazú e Itapúa, les abrirá una puerta al conocimiento de coordinación de la Secretaría Nacional
donde existen valores notables cuya po- nuestra literatura, de nuestra cultura y de Cultura.
tenciación y visibilización son importan- de sus cultores.
tes por lo que significarán para expandir Este conjunto de reconocimientos inter-
la literatura en toda la República. La revista informará de las actividades en nos y externos debemos tomarlo como
el seno de la Sociedad y de los proyectos un compromiso muy serio, de manera a
Asimismo, hay nuevas generaciones de que se irán concretando en los próximos actuar en consecuencia para que la Socie-
escritores que vienen apurando los pa- meses, que son muchos y muy variados dad de Escritores del Paraguay sea cada
sos para ocupar espacios de relevancia: en sus gamas y objetivos estratégicos. vez más fuerte y trascendente, y se cons-
gente que estudia, lee, escribe, compar- tituya en un instrumento útil para sus so-
te, intercambia críticas, mira al mundo, Hemos logrado, en la continuidad del cios y para la cultura en general.
trasciende ya desde antologías en el ex- trabajo de quienes nos precedieron en la
terior, en el proceso de evolucionar y conducción institucional, que la SEP sea
llegar a lo que constituye la asignatura reconocida en todos los niveles de nues-
pendiente de la literatura paraguaya: tra comunidad nacional, oficiales y pri-
instalarse en el mundo, ser reconocida vados, como una entidad fundamental

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HOMENAJES

Tres centenarios y una estricta justicia


Bernardo Neri Farina

Por coincidencia, al cumplirse 100 años del nacimiento de Augusto Roa Bastos los escritores tenemos
también otros centenarios para conmemorar. En el caso de este artículo conjunto, celebramos a Roa y con
él a Hugo Rodríguez Alcalá y José María Rivarola Matto. Desde luego que el nítido fulgor de don Augusto
ilumina como ninguno el Olimpo literario de nuestro país, pero don Hugo y don José María son faros cuya
potencia destella con propiedad en el follaje de nuestras letras. Los tres, con destacable coincidencia, han
dejado a las generaciones actuales la impronta de su conducta ciudadana. Son tres escritores que nos han
honrado y que nos honran. Y es de estricta justicia que en su centenario los conozcamos lo más posible y
sepamos por qué merecen vivir para siempre en nuestra memoria, en nuestro afecto y en nuestro respeto.

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HOMENAJES
Augusto Roa de Quevedo, Luis de Góngora, Pedro
Calderón de la Barca, Lope de Vega.
Bastos Estudió en la escuela República Argentina
y luego en el colegio San José. En 1931,
H ijo de don Lucio Roa Gómez y
de doña Lucía Bastos Filisbert,
Augusto José Antonio Roa Bastos nació
con 14 años de edad, escribió su primer
cuento, “Lucha hasta el alba”.
en Asunción, específicamente en el barrio
Villa Morra, el 13 de junio de 1917. En 1934, en plena Guerra del Chaco, se
alistó como voluntario en la Marina,
Esta breve semblanza, aparecida en el unidad en la que prestó servicios
aluvión de referencias a Roa Bastos con como enfermero.
motivo del centenario de su nacimiento,
busca puntualizar uno de los aspectos En 1937 escribió su primera novela,
que deben ser capitales en el análisis de “Fulgencio Miranda”, que ganó el Premio
su existencia íntegra: el del intelectual Ateneo Paraguayo de Asunción. El texto
comprometido con el destino de su país. se ha extraviado.
Su pensamiento y su acción, en el marco
de la más larga dictadura que vivió El año de 1940 lo encontró ya como
el Paraguay, nos dejan lecciones que periodista del diario El País, para el que
continúan vigentes en este cíclico devenir realizó una serie de reportajes sobre los
de infortunios políticos. yerbales del norte del Paraguay, con un
estilo que lo acercaban ya a Rafael Barrett.
Su primera niñez, Roa Bastos la vivió en
la localidad de Iturbe, adonde fue toda En 1942 apareció su primer poemario, “El
la familia ya que don Lucio consiguió un ruiseñor de la aurora”. En esos primeros
empleo en la azucarera del lugar. años de la década del 40 se relacionó con
Josefina Plá y Hérib Campos Cervera
En 1924 Augusto retornó a Asunción para en el grupo Vy’a Raity, que integrarían
vivir con su tío, monseñor Hermenegildo también el poeta Oscar Ferreiro y el
Roa, hermano de su padre, en cuya concertista de guitarra Cayo Sila Godoy.
biblioteca comenzó a conocer a sus
admirados exponentes del Siglo de Oro En 1945, apenas finalizada la Segunda
español: Miguel de Cervantes, Francisco Guerra Mundial, viajó a Europa invitado

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por el Consejo Británico. Estuvo en aquel tiempo era como decir, del mundo consolidado en Europa, especialmente en
Londres y en París, ciudades en las que literario de habla hispana. Francia y España, donde se había instalado
entrevistó a personalidades de la talla en 1976 tras dejar la Argentina sumida
del poeta español Luis Cernuda, Pablo Se vinculó además con el cine en su trabajo también entonces en una dictadura, la de
Casals, uno de los músicos españoles de guionista, lo que le dio también una la llamada junta militar liderada por el
más importantes del siglo XX; el célebre estabilidad económica que le posibilitó general Jorge Rafael Videla.
escritor francés André Malraux y al acrecentar su labor literaria.
general Charles de Gaulle. En 1984 el gobierno de Francia, presidido
En 1959 ganó el Premio de Narrativa por François Mitterrand, le otorgó la
En 1947, a raíz de su postura periodística Internacional de la Editorial Losada ciudadanía francesa y el Premio de los
crítica desde las páginas de El País ante la de Buenos Aires con su novela “Hijo Derechos Humanos, al mismo tiempo
dictadura del general Higinio Morínigo de hombre” (que se publicaría el año que lo nombró Oficial de la Orden de las
en los orígenes de la guerra civil de siguiente), en el despegue definitivo Artes y las Letras.
aquel año, Roa Bastos partió al exilio. hacia el gran narrador que fue.
Primero se refugió en la embajada del En 1986, en un momento cumbre de su
Brasil huyendo de la Policía y luego viajó A partir de ahí hay que cargarle su compromiso y su lucha contra la tiranía
a la Argentina. Allí recibió la ayuda de notable bibliografía, haciendo una de Stroessner, dio a conocer su célebre
escala reverencial en 1974 cuando lanzó “Carta abierta al pueblo paraguayo.
un paraguayo fundamental para todos
al mundo su colosal “Yo el Supremo”, Hacia la reconciliación nacional”, un
los paraguayos que llegaban al país
novela alrededor de la que críticos y documento que hay que preservar en la
vecino: el médico y poeta guaraní Carlos
escritores universales han sembrado memoria de la ciudadanía.
Federico Abente. Roa trabajó durante
todos los adjetivos laudatorios que a uno
un tiempo como corrector del diario
se le ocurra. Ese documento se abre diciendo: “En los
Clarín, el tabloide fundado en agosto de
momentos cada vez más difíciles y dramáticos
1945 y cuyo diseñador estrella era otro que vive nuestra sociedad, dividida desde hace
1982 fue un año clave en la vida de Roa:
paraguayo (hoy también olvidado): el largo tiempo en un enfrentamiento al parecer
el régimen stronista lo expulsó del país
artista gráfico villetano Andrés Guevara. con la excusa de que era un agente del inconciliable, me dirijo a mis conciudadanos
comunismo internacional y que instigaba de todos los sectores políticos, sociales y
Augusto realizó además otros trabajos a la juventud paraguaya a adherirse a esa culturales con este llamamiento que quiere
para mantenerse en Buenos Aires, hasta ideología. Lo tiraron, literalmente, en contribuir, aunque sea en mínima medida, a
que en 1953 la editorial Losada, una Clorinda sin documentos y sin dinero. la causa de la pacificación nacional”.
de las más prestigiosas de América, le
publicó su cuentiario “El trueno entre A partir de ahí comenzó a sistematizar En otro párrafo magistral de su Carta,
las hojas”, que le abrió las puertas del su lucha contra la dictadura stronista, que jamás pierde vigencia, Roa Bastos
mundo literario de la Argentina, que en sustentado ya en su prestigio de escritor, sostiene: “Debemos considerar que, en

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HOMENAJES
sociedades desequilibradas como las nuestras, En 1989 cayó la dictadura y Roa Bastos novela “Madame Sui”) alegaron no tener
la concentración del poder y su cristalización subió a la cumbre de su gloria al fondos (del mismo modo que el gobierno
en regímenes despóticos son tendencias que se otorgársele el Premio Cervantes. Ese año actual, hasta el momento, no ha aportado
imponen una y otra vez, inconteniblemente. también recibió el Premio Memorial de fondos para la celebración del centenario
Y esto, casi siempre, con el apoyo de sectores América Latina de San Pablo, Brasil, y de quien tanto aportó a su patria).
internos oligárquicos e, incluso, populares, fue nombrado Doctor Honoris Causa por
ganados por la demagogia de los que se la Universidad de Toulouse. Desde luego, alguien tan libre y crítico
imponen como hombres fuertes, o por las como Roa difícilmente podría despertar
presiones externas que el estado de crónica En la recepción del galardón cervantino simpatías en ciertos tipos de gobiernos.
dependencia de los centros imperiales genera afirmó: “La concesión del Premio Cervantes, Siempre fue incómodo para el poder.
y facilita”. en la iniciación de esta nueva época para mi
patria oprimida durante tanto tiempo, es En una entrevista que le concedió a
Y termina Roa apelando al compromiso para mí un hecho tan significativo que no Antonio V. Pecci en 1992, Roa describía
de los creadores: “La actividad creativa de puedo atribuirlo a la superstición de una la realidad atemporal del poder en el
los trabajadores de la cultura, entendida como mera casualidad”. Paraguay: “Tengo la sensación de que lo
arte y como trabajo, debe partir de la realidad que predomina en la lucha electoral es la
de su sociedad y de su historia. Los hombres Tras la caída de la dictadura, para lo cual ambición desmesurada del poder. Todos
de la cultura paraguaya sufren –como en él contribuyó a su modo, Augusto Roa quieren otra vez llegar al sillón de López y
otros países de América y del mundo– la Bastos acrecentó su compromiso con su desde ahí mandar. Yo creo que en el Paraguay
suerte de su colectividad desgarrada. Los que país. Puso a disposición 100 mil dólares no se trata de mandar solamente, sino de
han permanecido en el exilio interior como ganados con el Cervantes como inicio mandar al infierno las cosas terribles que
rehenes en libertad condicional y los que han para su gran proyecto nacional frustrado: tenemos, y recuperar las virtudes de nuestra
sido arrojados al exilio exterior o los que han la fundación Fundalibro Cervantes, una identidad profunda”.
tenido que huir en una fuga hacia adelante, entidad con la que soñaba combatir contra
deben volver a reunirse en este proyecto de “el analfabetismo cultural” mediante la Augusto Roa Bastos, el ciudadano
reencuentro nacional y dar, todos juntos, su creación de centros culturales en todo el comprometido, el escritor comprometido,
aporte a la transformación cultural, social y país, la apertura de bibliotecas y la edición nos sigue hablando desde su centenaria
política que el país necesita”. de libros de precio accesible para toda historia, con un clamor desmesurado
la gente, especialmente los jóvenes. No salido de su voz mesurada. Pocos
Roa contribuyó a hacer visible una tuvo el apoyo de ninguna entidad oficial paraguayos hicieron tanto por el
dictadura que era invisible para Europa ni privada. Los gobiernos posdictadura Paraguay como él.
y gran parte del mundo. Y eso minó la (pese a que Andrés Rodríguez le impuso
imagen de Alfredo Stroessner, a quien el collar de la Orden Nacional del Mérito y
ese emblemático año de 1986 rebautizó el Congreso Nacional le otorgó el Premio
como el Tiranosaurio. Nacional de Literatura en el 2005 por su

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Chaco como medida de castigo, pues se En Posadas escribió, en el año 1950, su
escapaba durante la noche del cuartel (la primera y única novela, “Follaje en los
Escuela Militar), para ir a dormir en su ojos”, que la publicó en 1952. En la men-
casa (frente a la iglesia de San Roque, so- cionada ciudad fronteriza argentina se
bre la calle Presidente Wilson, hoy Eligio ganaba la vida gracias a un barco que ad-
Ayala). En el Chaco prestó servicios has- quirió y con el cual transportaba diversos
ta el fin de la contienda. tipos de mercaderías. Su experiencia de
“embarcadizo” en el río Paraná la volcó
De regreso a Asunción se integró al mo- literariamente en “Follaje…”,
vimiento franquista (compuesto por se-
guidores del coronel Rafael Franco), que Esta novela, hoy casi olvidada, poco leí-
hizo la revolución de febrero de 1936 y da, es uno de los hitos importantes en la
que luego derivaría en el Partido Revo- narrativa paraguaya. Es también funda-
lucionario Febrerista que sería fundado cional, pues apareció casi al mismo tiem-
en Buenos Aires en 1952 y del cual for- po que ese texto capital que fue “La ba-
maría parte. bosa”, de Gabriel Casaccia.

José María prosiguió sus estudios tras En “Follaje en los ojos”, siguiendo las
la Guerra del Chaco. En 1944 egresó huellas periodísticas y literarias de Ra-
como abogado por la Universidad Na- fael Barrett, José María describe la zona
cional. Los regímenes políticos de fines del Alto Paraná tal como él la conoció en
José María de los años 40 y comienzos de los 50 le la década de los años 40. Ya por entonces

Rivarola Matto
persiguieron tenazmente y sufrió va- dicha zona era como un imán para cierta
rios apresamientos. gente, tal como lo sería luego, por otros
motivos, desde los años 70.

N ació en Asunción el 18 de diciembre


de 1917 en el seno de una familia
de buen pasar. Su padre tenía campos y
Tras la guerra con Bolivia había publi-
cado algunos cuentos y el relato de una
excursión a remo realizada desde Asun-
obrajes en la zona de San Pedro. Hijo de ción, por Buenos Aires, hasta Montevi- Éste es un pueblo viejo, dos o más veces cen-
Octaviano Rivarola Bogarín y Victorina deo, que fue apareciendo por entregas en tenario, pero sin un rasgo de perennidad, una
Matto, fue dramaturgo, narrador, ensa- un diario local. sola piedra en que fundar la tradición, el re-
yista y periodista. cuerdo. Viejo porque viejo; mas sin haber sa-
En 1945 fue a trabajar al Alto Paraná, que lido nunca de la interinidad que inicia toda
Estudió en el Colegio San José y en 1934, entonces era una región casi impenetra- obra humana. Sus habitantes han venido de
cuando aún no llegaba a los 17 años de ble. Debido a los avatares de la guerra todas las regiones del país, y aun de lejanas
edad, fue movilizado para la Guerra del civil de 1947, se refugió en la Argentina. comarcas extranjeras: poquísimas personas

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mayores son oriundas de aquí. Todos vinie- de “El fin de Chipí González”, “La cabra del 40, no formó parte activa de grupo
ron arrastrados, perseguidos por la vida, a y la flor” contiene la recordada: “Su se- o cenáculo alguno, debido a que sus
buscar el olvido en este oculto trozo de campi- ñoría tiene miedo”. Como dramaturgo, actividades políticas y las persecucio-
ña que se han permitido las bravías selvas del José María Rivarola Matto le dio a su nes policiales casi no le permitían una
Alto Paraná. producción un fuerte contenido social vida sosegada.
y político, lo que le costó persecuciones
del régimen stronista. Su calidad intelectual sustentó asimis-
mo su lúcido sentido del humor, lo que
José María fue uno de los primeros pa- Publicó también varios ensayos como lo hizo temible para sus adversarios po-
raguayos en describir con notable cali- “Hipótesis física del tiempo” (1987), “Re- líticos. No dudaba en blandir su afilada
dad literaria aquella región enteramen- flexión sobre la violencia” (1993) y “La no espada dialéctica para rebatir con una
te primitiva: existencia física del tiempo” (1994). mordacidad exterminadora a quien se
atreviera a enfrentarse con él.
El Alto Paraná era entonces la aventura sal- Entre su libros, hay uno que pareciera
vaje, el inaccesible refugio de los fugados, los más bien un opúsculo, y que fue armado Para muchos, José María Rivarola Matto
de honor dañado, los avergonzados, o las víc- con artículos periodísticos entre nostálgi- entró en la leyenda de las letras para-
timas de la pobreza y la disimulada esclavi- cos y jocosos que publicó en el diario La guayas por un breve textito con el que
tud. Fuera del río había un único pique que Tribuna entre 1974 y 1976. El libro lleva el destrozó una pretendida ironía escrita
por vericuetos, en vecindad de fieras, indios y título de aquella serie con un agregado: por Ezequiel González Alsina en el dia-
capangas, salía a Yhu, avanzada de la civili- “La belle epoque y otras hodas”, edita- rio Patria, vocero del Partido Colorado
zación paraguaya. do por el propio autor en el año 1980. Tal y del stronismo duro. González Alsina
como le ocurriría años más tarde a Helio había catalogado al Partido Febrerista, en
Vera con sus diccionarios y ensayos joco- el cual militaba Rivarola Matto, de ser el
sos, ese librito le dio a José María Rivaro- “partido del tranvía” al aducir que todos
Rivarola Matto no insistió mucho en la la Matto más fama popular que toda su sus afiliados cabían en un vehículo de di-
narrativa. Tras su novela mencionada profunda producción literaria “seria”. cho tipo de transporte público.
publicó una colección de cuentos: “Mi
pariente el cocotero” (1974). Tuvo, en José María Rivarola Matto era un hombre El 27 de setiembre de 1979, José María
contrapartida, una notoria producción en culto, de singular perspicacia. Un obser- Rivarola Matto le respondió a González
teatro. En ese rubro se destacan sus obras vador sagaz de su tiempo y de su circuns- Alsina a través de un espacio reservado
“El fin de Chipí González (1965), “La ca- tancia. Eso se nota muy visiblemente en en el diario ABC Color, en un texto bajo
bra y la flor”, premiada en 1965 en el con- su producción dramatúrgica que se ganó el título de Aclaración. Dicho texto decía
curso teatral de Radio Cáritas; “La encru- el respeto de los iniciados en la materia. lo siguiente:
cijada del Espíritu Santo” (1972), también
galardonada en 1972, y “Tres obras y una Como escritor, y aunque estuvo en la “Con motivo de la Convención del Partido
promesa” (1983), antología que además franja etaria de la brillante Generación Febrerista, he vuelto a oír repetidas veces

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HOMENAJES
que formamos un grupúsculo mínimo que
entraba en un tranvía. Pensándolo con cui- Hugo Rodríguez
dado, creo la apreciación exagerada, es muy
posible que apretándonos un poco, con afán
Alcalá
de cooperar, aún pueda sobrar un pequeño es-
pacio donde quepan con holgura los lectores Hugo Rodríguez Alcalá nació el 25 de
de Patria, el diario de los hombres libres. En noviembre de 1917. Fue hijo de José Ro-
materia de tranvías, solo cabe la verdad”. Y dríguez Alcalá, inmigrante argentino
lo firmaba. En aquellos tiempos del stro- que escribió la primera novela publi-
nismo, había que tener coraje para hacer cada en el Paraguay: “Ignacia” (1905),
algo semejante. aunque había publicado antes otros dos Hugo cursó sus estudios en el Colegio
libros de relatos, y de Teresa Lamas Ca- Nacional y comenzó a escribir en algunos
Pero así era José María Rivarola Matto, rísimo, la primera mujer que publicó un periódicos estudiantiles.
escritor no tan fecundo pero lo suficien- libro en el Paraguay: “Tradiciones del
temente profundo para merecer la re- hogar” (1921). Se doctoró en Derecho y Ciencias Socia-
cordación que hoy no tiene en la medi- les por la Universidad Nacional de Asun-
da que se merece. Habría que propiciar Hugo formaba parte de un hogar cons- ción en 1943, y en Filosofía y Letras por
la reedición de “Follaje en los ojos”, que tituido por 6 hermanos: Hiram, Guido, la Universidad de Wisconsin, Madison,
hoy nos parecerá un poco ingenua vista Ramiro y Hugo (los varones) y Beatriz Estados Unidos, en 1953.
desde la óptica del siglo XXI, pero que es (también escritora) y María Teresa (casa-
un testimonio sólido y con conocimiento da con Edgar L. Ynsfrán y quien moriría Luego se radicó en los Estados Unidos
de causa de un tiempo histórico en el Pa- en 1945 a consecuencia de un parto). donde enseñó literatura durante casi 40
raguay. Y también habría que poner de años. Volvió al Paraguay a comienzos
nuevo en vigencia su producción teatral. Los cuatro hermanos Rodríguez Alca- de los años 80, para seguir trabajando fe-
Por ejemplo, “Su señoría tiene miedo” es lá-Lamas fueron a la guerra durante el cundamente en favor de la literatura de
una obra con una vigencia que no se ex- conflicto bélico con Bolivia. Hugo, el nuestro país.
tinguirá nunca. menor, solo tenía 15 años de edad cuan-
do comenzó la contienda. Debió solici- Muy joven aún, Hugo, hijo de escrito-
Bienvenido a nuestra rememoria, José tar un permiso especial de sus padres, res, se había dado a conocer como poeta
María Rivarola Matto. y lo obtuvo. Sirvió en una unidad de la desde las columnas de El Diario. En 1938
Sanidad Militar. Felizmente para la fa- editó “Poemas”. Su aparición fue reci-
Su biografía dice que falleció en Asun- milia, los cuatro volvieron de la guerra, bida con halagos por la crítica. Enrique
ción, el 13 de septiembre de 1998. Pero y fue su madre, doña Teresa, la que dio Bordenave dedicó páginas elogiosas al
hagamos que viva y que ante nuestros el discurso de bienvenida a los héroes joven poeta y Josefina Plá estudió el fon-
ojos, sus libros sean, a través de la lectu- en nombre de las madres respectivas de do y la forma de los versos juveniles de
ra, como follajes perennemente verdes. los combatientes. Rodríguez Alcalá.

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En 1939 Hugo publicó su poemario “Es- novela “Hijo de hombre”, titulado “Des- parte Elvio Romero, Josefina Pla, Hérib
tampas de la guerra”, con recuerdos de tinados”, fue inspirado por el poemario Campos Cervera y Augusto Roa Bastos,
la contienda del Chaco a la que había ido “Estampas de la guerra”, que Rodríguez entre otros.
con apenas 15 años de edad. Alcalá publicó cuando tenía apenas 22
años de edad. Luego de “Estampas…”, Hugo dio a co-
El prólogo de este libro fue escrito nada nocer otros poemarios: “Abril que cru-
menos que por el Dr. Cecilio Báez, quien Las siguientes estrofas del poema “El cho- za el mundo” (1960), “La dicha apenas
señala respecto a Rodríguez Alcalá y su fer dormido”, del poemario “Estampas de dicha” (1967); “La palabra de los días”
obra: “Su musa es retozona, sin abandonar la la guerra”, parecerían aseverar esa afir- (1967), “El canto del aljibe” (1973), “El
seriedad; no dispara saetas al adversario, por- mación. Quienes vieron la película “Hijo portón invisible (1983), “Visita de una
que ama al prójimo y le juzga como un her- de hombre”, titulada también “La sed”, sombra y otras sombras” (1983), “Terror
mano que, igual que los otros, ha husmeado pueden, de alguna forma, identificar en bajo la luna” (1985) “San Bernardino, his-
el polvo del desierto y con él la asafétida de los ella estos versos de Rodríguez Alcalá: toria, imagen, poesía”, en coautoría con
cuerpos muertos y de las miasmas pútridas”. su hermana Beatriz Rodríguez Alcalá de
González Oddone (1986).
Agregaba además el exigente Báez que El camión jadeaba
Rodríguez Alcalá “no escribe un poema he- sobre el largo camino; Otros poemarios son: “La casa en la mon-
roico, sino himnos a la confraternidad de uno viajaba un oficial hacia las líneas taña” (1996), “Romancero de Juan Lobo”
y otro pueblo”. y guiaba un chofer semidormido... (1998), “Romancero tierra adentro”
(1999), “Antología poética” (1999) “Ro-
El Presidente de la Victoria, Dr. Eusebio Vacilaban los párpados mancero de la Conquista” (2000).
Ayala, en carta fechada en Buenos Aires del fatigado conductor; y el ruido
el 10 de junio de 1939, escribió al poeta del motor parecía que se iba alejando, Un hecho importante en la trayectoria
sobre “Estampas de la Guerra” diciéndo- perdiéndose en la boca del abismo. poética de Hugo Rodríguez Alcalá fue el
le: “La guerra ha sido para su generación una reconocimiento internacional que logró.
excelente prueba de hombría; ojalá su pluma Una carta de Juan Ramón Jiménez dirigi-
conserve para la posteridad los rasgos vitales Esta conjunción de Roa y Rodríguez Alcalá da a él y fechada en Washington, el 1 de
de su grandeza”. nos habla de la interactividad que existía mayo de 1946, publicada en la edición de
en aquellas generaciones de creadores lite- Alcándara del poemario “El portón invi-
Una prestigiosa escritora, académica y rarios paraguayos que se sustentaban unos sible”, dice en uno de sus párrafos:
estudiosa de los escritores latinoamerica- a otros, se alimentaban espiritualmente
nos, la argentina Celia Correas de Zapa- unos a otros y se inspiraban unos a otros.
ta, al destacar la afinidad existente entre Sí, usted es un poeta, y si a usted le satisface
Augusto Roa Bastos y Hugo Rodríguez Poéticamente, Hugo Rodríguez Alcalá que un viejo aspirante a poeta, enamorado de
Alcalá, recordaba que el propio Roa se- perteneció a aquella fantástica Genera- la belleza se lo diga, se lo digo. Tiene usted el
ñaló alguna vez que el capítulo VII de su ción del 40, de la que también formaban latido y el acento y se mueve en la atmósfera

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 11


HOMENAJES
de los auténticos poetas, que en una forma o Toda esta trágica saga, tal como apuntara nuestra literatura: las mujeres tomaron
en otra, y sin preocupación de lo que trae la Cecilio Báez, no dejó en Hugo atisbos de entonces la vanguardia de la creación li-
moda de los tiempos ni el aplauso atolondra- rencor chauvinista, y siempre proclamó sus teraria en el Paraguay.
do, evaden sus poemas. Sus poemas son de los deseos de paz y armonía en Latinoamérica.
que alzan versos, como una fuente un chorro Hugo Rodríguez Alcalá es un grande de
antes de llegar a ella, antes de entrar en ellos. Paralelamente a la poesía, Hugo Rodrí- nuestras letras al que estamos olvidando
guez Alcalá dejó una vasta obra en narra- poco a poco, a quien ya no estudiamos,
La poesía de Hugo Rodríguez Alcalá tie- tiva, sobre todo en el género del cuento pese a que él se pasó buena parte de su
ne mucho de nostalgia salpicada por des- y el relato breve, en libros como: “Rela- vida estudiando a los escritores paragua-
tellos de tragedias. Su historia familiar tos del norte y del sur” (1983), “El ojo yos para visibilizar su obra.
tiene hondas raíces trágicas enterradas del bosque” (1992), “La doma del jaguar
en la Guerra Grande, muchas de las cua- (1995)” y “El dragón y la heroína” (1997). Un libro de Juan Manuel Marcos, “La
les ya relataba su madre, Teresa Lamas, poética de Hugo Rodríguez Alcalá: téc-
en su libro “Tradiciones del hogar”. En Una labor esencial de Hugo Rodríguez nica y estilo”, rescata su esencia y sus
una coincidencia tenebrosa, por ejemplo, Alcalá y que todos los paraguayos debe- formas de poeta, y felizmente le fue con-
ambos bisabuelos de Hugo (los abuelos mos agradecer por siempre, es su dedica- cedido el Premio Nacional de Literatura
de su madre, Teresa), José María Lamas ción a sistematizar la historia de nuestra en 1999. Fue miembro de la Academia
y Pedro Carísimo Jovellanos, murieron el literatura y de la literatura hispanoameri- Paraguaya de la Lengua Española y vi-
mismo día, 2 de mayo de 1866, en la mis- cana en general. En ese campo dejó obras cepresidente de la Sociedad de Escritores
ma batalla: Estero Bellaco. portentosas que han sustentado trabajos del Paraguay en 1991.
de investigación posteriores para el co-
El mismo Hugo, en la nota preliminar en nocimiento del proceso de las letras en Pero si hoy preguntáramos a algún estu-
su libro “Terror bajo la luna”, señala: “Mi nuestro país. Dejó en ese aspecto libros diante o algún joven universitario quién
infancia y mi adolescencia están llenas de evo- memorables frutos de estudios sistemáti- fue Hugo Rodríguez Alcalá, tal vez nos
caciones familiares de la primera epopeya. Y cos y de un rigor intelectual encomiable. llevaríamos la mala experiencia de un
la segunda epopeya comenzó, precisamente, al triste “no sé”, como respuesta.
comenzar mi adolescencia. En los años veinte Y para cerrar esta breve semblanza de
los abuelos, los viejos tíos, estaban inmersos Hugo Rodríguez Alcalá, hay que recor- Es por ello que la Sociedad de Escritores del
en la historia trágica de nuestra nación en la dar su obra magistral: el Taller de Cuento Paraguay, en el centenario de su nacimien-
segunda mitad del siglo XIX. ¡Cuántas veces Breve, inaugurado en 1983 tras su retor- to, rescata su memoria para que, parafra-
oí yo hablar de los dos bisabuelos que murie- no definitivo al Paraguay (aunque des- seando al Roa Bastos de “Hijo de Hombre”,
ron uno al lado de otro, el 2 de mayo de 1866, pués volvería a irse para morir en Buenos su recuerdo quede vivo en nosotros: por-
militando ambos en el Batallón 40! Cuántas Aires el 16 de noviembre del 2007). Ese que Hugo Rodríguez Alcalá fue cabal con
veces, siendo chico, oí decir que del caserón de Taller fue la génesis de una generación de la literatura del Paraguay, como creador,
mis mayores partieron para la guerra veinti- notables escritoras que protagonizaron como estudioso, como crítico y como gene-
dós deudos y que ninguno regresó”. una verdadera revolución de género en roso preceptor de vocaciones literarias.

12 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
HOMENAJES

Epifanio
fecundo entre sus aspiraciones y las imá-
genes de la realidad.

Méndez
Las melodías que cobraban vida en su guita-
rra llevaban en sí la impronta de sus sueños.
Las ideas de las letras que luego los poetas

Fleitas,
–Teodoro S. Mongelós, Mauricio Cardozo
Ocampo, Augusto Roa Bastos y otros-, ver-
tían al cauce de las palabras eran producto de
su inspiración y sus inquietudes de ciudadano

vivo en la alerta para expresar los sabores y sinsabores


de su país.

memoria de Joyas del cancionero popular como Che jaz-


mín, Che mbo’eharépe, Serenata, Kokue jára
purahéi, San Pedro del Paraná, Hekovia

su pueblo
techaga’u y otras llevan el inconfundible fue-
go del que dejó como herencia obras que han
de perdurar en el tiempo.

Como político, su carrera quedó trunca. Su


Mario Rubén Álvarez calidad de artista, en cambio, le concede el
más alto honor al que puede aspirar cual-
quier creador artístico: vivir en la memoria
Sin entrar a recorrer los sinuosos y ásperos te- de su pueblo.
rritorios de la escena política que transitó, con
una historia personal profundamente marcada
por el exilio en un extenso y doloroso tramo,
es oportuno recordar algunos aspectos de su
faceta de compositor y poeta.

A la par del centenario de Augusto Roa


Bastos, este año se recuerdan los 100
años del nacimiento de Epifanio Méndez
Heredero de la rica tradición de nuestro
pueblo, plasmó en sus obras algunos de sus
Fleitas. Nacido en San Solano, del distrito de rostros más significativos. La patria como
San Pedro del Paraná (departamento de Ita- quehacer individual y colectivo estuvo en
púa), el 7 de abril de 1917, fue un hombre el centro de sus creaciones. Sus compo-
bifronte: político y artista. siciones y letras nacían de ese encuentro

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 13


PERSPECTIVAS
N o se preocupen: no les voy a hablar de
la obra de Augusto Roa Bastos en tono
académico. Ni tampoco sobre algunas
de sus novelas como un crítico literario.
Ni les voy a revelar un descubrimiento.
Tampoco de las controversias de su
figura, esas que tanto gustan a la prensa
y tan poco a los investigadores y que
una vez reveladas y consultadas pasan
al olvido, o simplemente sirven para
confrontar distintos puntos de vista
acerca de los escritores paraguayos. No se
preocupen: les voy a contar algo mucho
más importante: el porqué se le debe
considerar como una carta de existencia
de la cultura paraguaya.

Ningún otro escritor de un país, Paraguay,


donde se sigue debatiendo si atender
a lo local es universal, alcanzó la fama

Augusto Roa Bastos:


internacional durante el siglo XX como
Augusto Roa Bastos. Nadie en esa “isla
rodeada de tierra” como él supo plasmar

la mejor tarjeta de visita el espíritu de su tierra y hacerlo accesible a


cualquier lector remoto haciendo gala de

de Paraguay
la máxima del escritor portugués Miguel
Torga: “lo universal es lo local sin muros
que lo rodeen”. Cualquiera podemos
imbuirnos en su absorción de la lengua,
José Vicente Peiró los mitos y las leyendas guaraníes, los
motivos argumentales del país y las
referencias a su panorama histórico. De
ello partió la conversión faulkneriana de
“Ningún otro escritor de un país, Paraguay, donde se sigue deba- Iturbe en la aldea mítica de Manorá, cuyo
tiendo si atender a lo local es universal, alcanzó la fama internacio- significado es “lugar para la muerte”, de
El fiscal y Contravida. Su pensamiento se
nal durante el siglo XX como Augusto Roa Bastos”

14 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
PERSPECTIVAS
forjó en las dualidades y contrastes sin
barreras del mundo capitalino y el rural,
la naturaleza y la tecnología, o el español
y el guaraní.

Conocí personalmente a Augusto


Roa Bastos en 1994. Vino a mi ciudad
porque participaba en un ciclo con una
conferencia mensual a cargo de un
escritor hispanoamericano, patrocinado a quien le comunica que está trabajando pensamiento mítico y el racional, el tema
por una caja de ahorros valenciana hoy o ha trabajado sobre su obra. Recuerdo del traidor y su cobardía, y un paisaje
extinta tras un latrocinio masivo de sus que me dio su teléfono de Toulouse. novelesco realmente admirable, con una
directivos y políticos representantes voz penetrante en la escritura sin caer en
de no se sabe qué, y con su cartera de Aquella conferencia fue un repaso experimentalismos vacuos. Entendí la
clientes absorbida por un banco catalán. exhaustivo a su obra publicada hasta elección de esta novela entre los quince
Le acompañaba el profesor Paco Tovar. entonces; una excelente manera de tener libros del siglo XX de la asignatura a leer
Ambos, a dúo, nos hablaron de la obra del una conciencia global de la creación de en cuatro meses y perdí la necesidad de
un maestro y el testimonio personal de saber el porqué.
único escritor paraguayo que podíamos
encontrar en las librerías españolas de su evolución. Podías tocar a un grande
aquellos años. Tampoco es que hoy en de las letras hispanoamericanas. Podías En un viaje a Madrid en 1992, cuando
aventurarte a fotografiarlo, pero ahí él se tardaba cinco horas en llegar desde
día haya muchos más.
no transigía. Pero lo más importante: Valencia en autobús, decidí llevarme
conocerlo personalmente. Yo el Supremo. Fue una torpeza. No se
Fue un placer inmortalizar este diálogo puede leer una novela tan compleja y con
en una vieja grabadora Sanyo que aún Había leído Hijo de hombre durante mi multitud de matices en un viaje tortuoso.
funciona. En una casete que desconozco carrera de Filología. En la asignatura de La abandoné. Dos meses después, ya
si funciona. Yo era un estudiante de Literatura Hispanoamericana. Desconocía en mi casa, emprendí su lectura y fue
doctorado que acababa de defender su por qué el profesor de la asignatura, un placer inenarrable. Ya no me pude
tesina titulada Análisis de El Fiscal de Antonio Lorente Medina, elegía una obra separar de Paraguay nunca más. Cada
Augusto Roa Bastos. He de reconocer que de alguien que no estaba entre los papas obra tiene su momento, su lugar, y no se
aquel acto me dejó la impresión de tener del boom o el posboom, y no a otros autores puede ni se debe elegirlos mal. Decía Cela
un ser humano de carne y hueso delante que admirábamos como Julio Cortázar, que las novelas son como el cocido: hay
de mí, nada de un escritor divo sino más José Donoso u Octavio Paz. El motivo días en que te puede sentar mal y otros
bien un poco acomplejado y cansado de la nunca lo supe, pero la lectura de la novela en que te puede sentar bien. Coincidí
gira que le estaba llevando por las capitales me dejó impresionado. Su delicadeza con el académico Francisco Rico en que
mediterráneas españolas. Me atendió con para reflejar la violencia, el mundo de en esa novela se apreciaba la experiencia
mucha amabilidad posteriormente, como las luchas humanas, de la fusión entre el de la poesía en el gozo de la palabra y la

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 15


PERSPECTIVAS
una imagen de Cristóbal Colón a añadir a Porque esa novela invitaba a ser un poco
las que ya poseía. Me permitió descubrir paraguayo y a solidarizarse con un país
que el héroe histórico, el que pasa a las maltratado; a revisar su historia, siempre
letras grandes de los anales, también era en el límite de ser engullido por los
un ser humano de carne y hueso. Que gigantes vecinos de Brasil y Argentina,
lloraba, sufría y que su heroísmo a veces pero que sobrevivió de manera heroica a
era causa de la necesidad y de la razón guerras y a dictadores. Y a su política.
incauta. O que la vida era un cúmulo de
casualidades provocadas por el azar y Y de historia pasada y presente trataba
por las relaciones humanas. La novela, esa novela. Del mariscal López y de
para algunos menor, tiene una riqueza y Stroessner. Del sufrimiento de un
unas claves internas más profundas de lo pueblo y de la venganza del intelectual
aparentado. contra un dictador que tenía abducido
multitud de dimensiones que el lenguaje a un pueblo conformista incapaz de
cobraba en su pluma, para encontrarnos Después de ese maravilloso cuento salir de su obsecuencia y rayano en la
con imágenes, imágenes por supuesto titulado “El baldío”, llegó “El sonámbu- inmoralidad. El anhelo del protagonista
semánticas que florecían, pero también lo”, incluido en un maravilloso libro de Félix Moral por asesinar a quien lo ha
imágenes fónicas. FMR, que para mí es una de las grandes tenido alejado del país es el símbolo
narraciones de Roa y seguramente un de la imposibilidad del intelectual
De aquel viaje, salí con un libro en mi largo avance de la novela El fiscal, con por conseguir objetivos políticos, lo
maleta: El trueno entre las hojas. En una la que empieza mi apego absoluto a la cual significa que Roa no reducía los
edición de Losada que vendía la librería literatura paraguaya. Dediqué mi tesina temas paraguayos al sentimiento de
Visor de Madrid. Fue mi siguiente a analizar la novela, que quizá se debería sus compatriotas sino a presupuestos
lectura. No era el libro primerizo de Roa haber llamado “El juez”, título que tendría asimilables universalmente.
Bastos, pero sí el que le había dado pátina más sentido. Quizá también la leí con la
de escritor de fuste. “Carpincheros”, el inmadurez del incipiente investigador La historia posterior ya se sabe: Contravida
relato que da título a la obra, “El viejo puesto que de Paraguay sólo seguía y Madame Sui. La primera sobre el
señor obispo”, “Pirulí”, “El prisionero” conociendo a esos futbolistas que venían eterno retorno, sobre la vida al revés, “a
o el estremecedor “La excavación”, me a jugar a España en los años setenta del contravida”, con el retorno al universo
explicaron que Paraguay también tenía siglo XX y que aparecían en los cromos mítico de Manorá. Aunque quizá es una
historias que contar. durante mi niñez. Pero con ella me ligué novela con muchas claves personales
a un país que, con sus virtudes y defectos sobre el país, después de un retorno
–muchas y muchos respectivamente-, con varias polémicas y rivalidades
Y partir de ahí, comenzó mi apego a
era fascinante. Ya no me pude escapar que le resultaban innecesarias. Entre
Paraguay. Vigilia del Almirante, la vuelta
de él. Sí: puedo afirmar que gracias a El ambas novelas, viajé por primera vez
de Roa a la novela después de casi dos
fiscal estoy aquí escribiendo estas líneas. a Paraguay, dos años después de haber
décadas de silencio en el género, me dio

16 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
PERSPECTIVAS
leído El fiscal. Y casualmente, él también acabado de comprender o para ser un porque ahora los jóvenes tienen otro
en aquel mes de agosto de 2015: acababa icono aprovechado por terceros. Hoy su tipo de folclore. Porque Augusto Roa
de volver de Toulouse para radicarse en obra se encuentra totalmente editada y es Bastos era hace una década una tarjeta
Asunción hasta el final de sus días. ampliamente conocida. Sin duda, quizá de visita que se pudo haber aprovechado
le falte un heredero internacional que sea en España y en Europa, pero su mundo
Al año siguiente, invitado por mi un estandarte de la literatura paraguaya quedó recluido en su país. Y creo que
buen amigo Carlos Villagra Marsal, en el exterior, como él fue, pero es un aún se está a tiempo para que lo sea.
coincidimos en el Hotel Guaraní. Es tema extraliterario. Lo importante es
curioso que un “antiroísta”, como quedarnos con su obra, leerla, revisarla, La literatura, como dijo otro diplomático
querían verme algunos, desayunara casi trabajarla y descubrir su riqueza. más sabio que hubo en España a mediados
todos los días con “su enemigo”. Pero así de los noventa, forma parte del Producto
es la vida: “una experiencia alucinante”, Al fin y al cabo, Montaigne escribió mors Interior Bruto de un país. Y no es mentira:
como él escribió en El Fiscal con respecto ultima linea rerum est y lo importante es en unos momentos donde la globalización
a la Historia. La realidad es que un qué deja uno en este mundo que merezca y lo “políticamente correcto” se han
investigador debe –y es su obligación la pena ser recordado. No morimos si engullido cualquier manifestación de
moral y profesional- conocer la verdad, algo dejamos. Y Augusto Roa Bastos pensamiento individual y “diferente”,
lo que ocurrió. Y hay que hablar con nos ha dejado un legado de incalculable muchísima gente con cultura suficiente
unos y con otros, con la derecha y con la valor que el Paraguay no ha sabido como para entender que el mundo es
izquierda. Si gusta o no lo descubierto, le aprovechar fuera de sus fronteras. Como ancho y ajeno desea conocer lo más
debe ser indiferente. Lo cierto es que Roa me dijo un diplomático una vez, prefería universal de cada país. Roa Bastos habla
me aclaró algunos puntos de la parte de una telefonista en la Embajada porque de lo paraguayo, de su pueblo, de sus
mi tesis doctoral dedicada a su novelística arreglaba los problemas en lugar de gentes. Pero habla para todo el mundo,
posterior a 1980. Porque el escritor un consejero cultural. La cultura como no sólo para los compatriotas.
necesita al investigador y el investigador si fuera un anillo de oro y diamantes
necesita al escritor. La dependencia es inservible para vivir. Buena forma Y no hay forma más obvia de comprobarlo
mutua y Augusto Roa Bastos es uno de de vender una gran imagen del país: que habiendo leído este artículo. Porque
los pocos escritores paraguayos que limitando su cultura a unas cuantas si Roa no hubiera presentado a su país
siempre lo entendió. guaranias y polcas exhibidas en festivales con unas formas atractivas para un lector
exclusivos para paraguayos, como si las europeo, yo no estaría escribiéndolo.
Los años pasaron. No deseo opinar sobre tierras de España no tuvieran folclore Nadie se acuerda ya de Chilavert fuera
lo ocurrido durante sus siete últimos suficiente, y bastante de él olvidado de Paraguay. Sí de Augusto Roa Bastos.
años de vida porque no dispongo de los
suficientes datos y percibí demasiadas
opiniones más personales que “Coincidí con el académico Francisco Rico en que en esa novela se
científicas. Lo cierto es que Roa Bastos apreciaba la experiencia de la poesía en el gozo de la palabra y la multi-
era demasiado gran escritor para ser tud de dimensiones que el lenguaje cobraba en su pluma…”

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 17


PERSPECTIVAS
El ethos de Augusto Roa Bastos, esa
particular forma de de ser y de situarse
en el mundo se delinea sobre el eje de un
profundo humanismo. Y si bien la lite-
ratura se le presentó siempre como una
“forma de vivir”, se trató de un conocer
al hombre en la integridad de sus expre-
siones y de transferir las formas simbóli-
cas propias de la cultura escindida. En la
situación de exilio -exterior o interior- por
el régimen político del totalitarismo de
Alfredo Stroessner, en un estado de sitio
permanente enmarcado en la “democra-
cia confiscada” por fraudes electorales,
en esa represión de guerra interna contra
la ciudadanía que no adhería al poder, el
intelectual profundiza magistralmente
su planteo ontológico sobre el ser hispa-
noamericano. El poder represivo interno,
coaccionado por las estructuras de domi-
nación del orden mundial, sólo aceptaba
expresiones funcionales a la dominación.
La cultura propia se ignoraba en la ideo-
logía de la colonización, en la visión ex-

La ética terior de la dependencia. La experiencia


roabastiana de ese extrañamiento, la si-
tuación de alienación: el “ver lo mío des-

de Augusto Roa Bastos de fuera de mí” en el exilio interior, se


expone en configuraciones magistrales

y su dignificar el espacio
que proponen la visión de lo oculto, el
conocimiento de la incertidumbre. Yo el
supremo, Vigilia del almirante, El fiscal son
símbolos de lo que se ignora. La metáfora
del desconocimiento de la figura históri-
Dra. Roxana Gardes de Fernández ca, o la metáfora del encubrimiento del
ser americano autóctono. Si en diversas
(Universidad Católica Argentina). Marzo de 2017. ocasiones advertí la alienación cultural

18 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
PERSPECTIVAS
a través de enfoques limitados en sus la situación de extrañamiento cultural
sondeos; con relación a Roa Bastos esta que caracteriza a las democracias confis-
limitación investigativa se expuso con toda cadas por intereses extraños. La mirada
claridad cuando una investigadora nor- exterior ignora y aliena, encubre al ser
teamericana señaló a Roa Bastos como hispanoamericano mestizo. Es en ese
‘ejemplo de la simbiosis del escritor, in- contexto socio político donde el planteo
telectual y revolucionario’. En su estudio de Roa Bastos, su ética se delinea en la co-
-leído en un congreso internacional orga- herencia de una ontología y en el marco
nizado por el CELCIRP (Centro de Estu- de un humanismo irrenunciable. No pro-
dios de Literatura y Civilización del Río pone la literatura como un simple juego Roa Bastos partiendo al exilio en 1982, en una célebre
imagen captada por Jesús Ruíz Nestoza.
de la Plata) y la Universidad de Fordham estético, sino como un medio de expre-
y concretado en julio de 1998 en la ciudad sión de la realidad autóctona, los mitos, de Toulouse Le Mirail (Francia) y el de
de New York – la investigadora, sin acla- las creencias instituyéndose en eje de un la Universidad de Alcalá, delineando en
rar el concepto de revolucionario, instaló movimiento fundacional de liberación sus clases y conferencias un área de re-
la acción roabastiana en el campo semán- que exprese al hombre total, rescatando flexiones sobre el ser hispanoamericano.
tico de los conflictos armados e hizo re- el mundo cultural autóctono. Así desde
ferencia a dos acontecimientos históricos esta posición humanista, configurando la Y prestigió también el espacio cultu-
de Paraguay: la guerra del Chaco y la dialéctica cultural incomprensible desde ral de Buenos Aires desde 1947. Publicó
Revolución Paraguaya del 14 de marzo otras culturas, Roa Bastos considera que aquí, El trueno entre las hojas en 1953 e
1947. Esta tergiversación que asocia el el proceso de liberación no se dará por la Hijo de hombre en 1960. Expuso sus ma-
hacer cultural del escritor con el campo acción de las armas; sino por un proce- gistrales reflexiones sobre el ser america-
semántico de las guerras, este desvío se- so de movilización de conciencias “que no en artículos que prestigiaron el suple-
mántico se postula desde un enfoque que se genera lentamente y arduamente en mento “Cultura” del diario “La Nación”.
coincide con el punto de vista del poder el seno de nuestras sociedades domina- Brindó entrevistas y conferencias. El hito
imperante entonces en Paraguay. En el das”. Se propone en suma, como: “Un in- más saliente de esta exaltación que dig-
marco del totalitarismo de Stroessner “la jerto de médula en un pueblo atacado de nifica es la elección de Buenos Aires para
escritura podía ser considerada como una parálisis”. Una literatura que represente convocar por el SIJADEP (Secretariado In-
actividad peligrosamente subversiva”. “ese foco de energía colectiva que se con- ternacional de Juristas por la Amnistía y la
Paradojalmente desde esa posición ideo- densa en una particular visión de la vida Democracia en Paraguay) a la comunidad
lógica tan curiosamente coincidente con y del mundo”. El accionar de esta ética internacional. En abril de 1986, Roa Bas-
la del despotismo sostenido desde 1954 roabastiana, desde la reflexión ontológica tos propone un llamamiento al compro-
a 1989, la investigadora norteamericana a la propuesta de un nuevo humanismo, miso de la intelectualidad internacional
se propuso explicar las configuraciones dimensiona un espacio simbólico que instándola a “una toma de conciencia
de Roa Bastos. Ese estudio -enmarcado atrae y compromete a otros. En efecto, el sobre el cautiverio de este pueblo hispa-
en una ideología distinta que desconoce intelectual paraguayo exalta el espacio noamericano”. La convocatoria ética di-
el contexto socio/político/cultural hispa- en que actúa dignificándolo culturalmen- mensiona el espacio con los valores de la
noamericano- ejemplifica perfectamente te. Prestigió el espacio de la Universidad dignidad humana.

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 19


POESÍA
LA CASA YA NO ESTÁ
Calle Gral. Díaz entre Alberdi y 14 de mayo.
Asunción del Paraguay.

Yo nací en esa calle.


La casa ya no está.
Si he quedado al nacer adherida a sus muros,
ya soy arena repatriada al viento,
el suelo transformado en otro suelo;
pero aquellas miradas, las primeras,
las que iban descubriendo los mínimos misterios,
el guaraní que hablaba a las muñecas,
todo lo que pensaba cuando mamá-guasu
me contaba leyendas de fantasmas...
Yo no recuerdo nada y sin embargo
cuando vuelvo a mi tierra

Ester de Izaguirre llamados inaudibles me congregan


en torno a alguna mesa,
con un mantel intacto,
con guayabas maduras
Falleció en Buenos Aires, el pasado 9 de noviem- y naranjas tan vivas como días de sol.
bre de 2016 y la Sociedad de Escritores del Paraguay Porque hay allí una plaza, una oficina,
le rinde el homenaje sencillo pero pleno de gratitud nadie sabe al pasar por la vereda
y reconocimiento, con estas páginas en las que res- que el aire está completo,
catamos algunos poemas de su magnífica obra poé- que ya no cabe nada,
tica. Paraguaya de alma, aunque la vida la llevó a ni voces
residir en la vecina Argentina hasta sus últimos días, ni fatigas
su poesía guarda profundas huellas de su identifica- ni realidad
ción irrenunciable con el Paraguay, con su ñe’ẽ teete ni tiempo.
y con su teko arandu que ella guardó entre sus teso-
ros más preciados

20 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
POESÍA
DESIERTO AGUARDO
Tierra de libertad y de misterio Deja esa puerta abierta para que entren los nadies,
donde nada, ni el recuerdo, me limita. los mendigos,
Sólo queda en mi memoria el día seguro los soberanos de las madrugadas,
en que las cosas me echarán de menos. los que lamen los cristales de los cafés cerrados,
Siento mi propia ausencia y mi vacío los que cuentan la ignominia del minuto
porque soy esa mancha del futuro y olvidaron la luz de las estrellas.
Los que perdieron a Dios
que embriagará la cal de las paredes,
porque aprendieron a rezar poemas
porque será mi nombre
y nunca más volvieron a encontrarlo.
el sonido desierto de unos pasos Deja esa puerta abierta para que entren los nadies,
en la alfombrada calle del otoño. los que saben de cárceles distintas,
los que no terminaron de nacer
los que le llaman madre a la fatiga.
Deja esa puerta abierta para que entren los nadies,
mis aguardados
cómplices.
PRESENCIA
Van quedando los recuerdos
con perfil de salario arrebatado. DÓNDE ESTABAS
Yo te acercaba cada día
como una hostia hasta los labios secos, Dónde estabas
en un ritual de imágenes precisas que la vida se fue sin que te viera,
danzando alrededor de mis deseos. en qué resquicio sórdido del tiempo,
en qué mentira gris,
Pero después una palabra
en qué apariencia.
o un gesto ya confuso
Si volviera el verano
como un ladrón me arrebata el tiempo. y una señal del viento.
Hoy ya no tengo nada. Si todo fuera igual
Tu recuerdo es como una casa y descubriera en la arena
definitivamente abandonada alguna huella.
y tu verdad en ella es un fantasma Dónde estabas
que no podré encontrar sin haber muerto. que la vida se fue sin que te viera.

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 21


POESÍA
VIDA
Recuerdo y no sé a quién.
Quisiera regresar y no sé a dónde,
mientras la muerte lame las cortezas
que vamos arrojando por la borda.
RASTREO Todo es mar. Todo noche.
En qué isla lejana
quedó anclado tu nombre.
Soy dueña de un dolor que desconozco.
Yo sé que es un dolor y que es el mío,
Porque el amor es eso:
porque el espejo me devuelve hastío
descubrir los abismos y quedarnos
y hay brumas en el lago de mis ojos.
con los ojos malditos y despiertos.
Es lejano y antiguo como el rostro
Porque el amor es eso:
de la piedra agrietada en las montañas.
un confuso desafío
Con olvidos y máscaras extrañas
y un deseo ferviente
disfraza las imágenes que evoco.
de entregarse al olvido.
Yo rastreo las huellas de mis sueños
limpiándome los ojos empañados
que no me dejan ver cuando despierto.

Pero el dolor se oculta en mi garganta,


y en vez de hacerse llanto descubierto
se me vuelve torrente de palabras.

22 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
POESÍA
NIEVE SOBRE EL ÁRBOL SECO
Es un candelabro
en la fiesta fugaz de la montaña.
Me duele el blanco sobre el árbol muerto,
sus mentidos diamantes,
la ajena investidura del amor.
La prestada belleza que mañana
será murmullo de agua,
corazón del torrente,
otra vez tronco herido
y apenas pura rama vulnerada.
Mañana
solo árbol crucificado
sobre el Gólgota inútil del paisaje.
Me duele tanto resplandor de nieve
y esa pobre limosna del instante.

FIESTA
Tengo ganas de irme de la fiesta,
arrancarme el disfraz
y colgar mi cansancio en una percha.
Destruir en un brindis de miradas
la absoluta vanidad de la esperanza.
Huir sin saludar, sin dejar nada,
decir adiós a dos o tres personas,
las que encuentre de paso hacia la calle
y arrojarme a la noche
como una estrella más
irrescatable.

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 23


POESÍA

JUDAS
Soy Judas, el traidor, Convocaron a tantos para el drama,
y te di más que todos, Caifás, Anás, Herodes y Pilatos,
yo te di más que amor. por qué también a mí. Yo te quería.
Para ellos la merced del heroísmo Por qué habrán acuñado las monedas,
y la docilidad de serte fieles, por qué las profecías.
porque ellos no afrontaron tu mirada Por qué el árbol aciago
allá en Getsemaní. como un ojo hechicero reclamándome
Ojalá me hubieras dicho: "te comprendo, desde la sangre intacta de la Biblia.
lo estás haciendo bien. Ánimo, Judas". Soy Judas, el traidor,
Ellos navegaban en barcas el que mejor cumplió con su destino.
que el prodigio salvaba de mareas tenaces, El que entregó al que amaba. Por amarlo.
yo me hundí hasta tocar fondo en los abismos
de este mar de ser hombre y acordarse.
Todos vieron los clavos y lloraron,
yo te inmolé para que amanecieras.

24 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
GUARANIMEGUA
Mitã rerahaha
CAP. I V
Y rembe'ýpe

Hasẽhína mitãmi
peteĩ y rembe'ýpe.
Ojepyhéi pe ysyrýpe
mitã po'i pirumi.
Ha, peteĩ karai,
oho oja ijypýpe.
Oñe'ẽ chupe torýpe.
Ha pya'ete okirĩrĩ.

Hesaráimarõ vaicha
pe mitã imba'embyasýgui
opo'ẽ ijao ryepýgui
pe karai ombohasa:
virumi rehe oimo'ã
opótante taryrýigui,

sin título
vare'ami, ñembyahýigui
mba'e hasẽrõ guarã.

Pe karai oñandu
upe mitãre ima'ẽme
ojapo'i chupe haguére
Juan Maidana tuicha imbokavaju.
Hasýmarõ ijuhu
hekupytyrã mba'épe
kuimba'e reko'etépe
oñomongeta ñepyrũ.
Ñe’ẽpapára katupyry ohaiva’ekue iñapyrũha
mombe’urã puku guaraníme, ojeromandu’a avei ko
2017-pe, ojapo haguére 100 ary heñói hague ñane
retã Paraguáipe.

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 25


GUARANIMEGUA

Omyendávo porandu
pe karai ojapóva:
aguĩnteha oime hóga
pe mitãmi omombe'u.
Ndoguerekói sy ni ru.
Ipaíno rópe oikóva.
Imaĩna ja omanóma
hague avei omombe'u.

Mba'e rehe pa hasẽ


hembe hembe omombe'úvo.
Aipo imaína pyahúrõ
peteĩ ouhague.
Ha paíno he'i chupe:
"Péa he'iháicha reikóta.
Ahánirirõ rehóta.
Eikuaáke nde rape".

Upéva ára guive


oñemoĩrõ ho'úva.
Okarúrõnte okarúva.
¡Ha aníje ojerure!
Ndokarúi ra'e kuehe:
hi'asaje rasaitéma.
Ojekarupa riréma
oguãhẽ ñu guio ha'e.

26 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
GUARANIMEGUA
Upéi katu pyhare Oporandu karai
ojere jejokuaihágui jejokuaipyha rendúre
oñeno ikangyraságui kavaju áripa ñúre
ha pya'e opyta oke. oikomimiva avei.
Maĩna pyahu ñe'ẽte. Pépe ae mitãmi
"Okéva noñemombáyri". - ñemo'ã pe iporandúre -,
Ha upe ko'ẽ, jejokuáigui, osẽ pukavy ijurúre.
ndo'úi jey mba'eve. Ha: "Eee'a, upéarõ" he'i.

Avavépe namba'éi. Ha ou sapy'arei


Péicha oiko yma rasáma. pe karai mandu'ápe.
Ikangy. Ja ovavapáma. ¡Heta jey upe mitãme Kunu’ũ raitykuemi
Ha nomombe'ukuaái. ohechámava jepi!
Oguejymandivoi Kunu’ũ raity kuemírente hi’ãhóva
¡Aniangáje ipojái henda árigui upépe. pore’ỹme kurusúre che vy’a,
peteĩ mandi'o vorére! Oma'ẽ pe hovaitére. ñaimo’ã upéicha jave oñemondoróva
¡Osóvaerãje ijapére Ha péicha chupe he'i: che retégui hekove ha ikangypa.
herekua tejuruguái!
"Ndorohechávaitepa Mandu'árõ ja reíma ikane’õva
Upérõ ra'e opu'ã kavaju moñanihápe ombyatýva umi ohasáva'ekue mayma,
opyrũvaicha iñakãre. chave umi aikoháre. toryeta hembirerúvaicha ono’õva
Mba'asy hesa'ỹikuápe ¿Nandéi Juanchi oje'eha? ha oikutu che resa’ỹi tesayrã.
ojoká vaicha isyva. "Che" he'i otĩnunga
Ha omombe'úta mo'ã- Juanchi, ha, omaña yvyre. Hekove oguerekógui va'ekue
¬vo guãrã upe herekuápe, Ha mba'eve he'ive'ỹre mborayhu jasymi, omimbiha
ichavive'ỹ haguãje, osẽ oho sapy'a. pukavy ojajaipáva hese
hetarasa oñenupã. kunu’ũ akãvai raityrã.

Sapy'árõ ku oja oipe'ose


ñeinyrõ angapyhy jasymi
mborayhu mara’ỹ popyte
omo’ã katuetéva ichugui.

Peichahágui peteĩ árante iko’ẽma


oipyaha ñembyasy ávagui ao hũ
ha omonde che poravi ha upéi ohoitéva
rehe oiko techaga'úpe anga oñesũ. (1951)

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 27


GUARANIMEGUA
imandu’ávo hína he’iva hembirekóre
“che rogapypeguánte ha’e” ha “che ser-
vihamínte ko ha’e”. Upéicha aveí ojala-
vávo hína aipo ikuñangueraitáre he’íva
pukahápe “umívako ndaha’éi mba’eve,
che rembo váinante…” Heta py’arasy ha
py’aro ohejáva Anrróniko pe oiko hárupi
tapicha, tãi rasýre oñembohovái oñeñe’ẽ
hape hese.

Mamopiko, vy’arã ha arhelrã, oguahẽ


aveí oúvo Karlino henda saino yva-
te ári, kavaju herakuãiteva iñakuãha,
ha’e kuimba’emi ipy’aguasúva ha ha-
pichakuérape ombohory kuaáva ojoto-
pa sapy’ãro. Upéicha avei oguerokóva
osaingohápe pe ipohyiháicha ikuaren-
taikuátro demiguéso iku’áre, oike voi
ilajaitépe ha ayvúpe oikuave’ẽvo mokõrã
“parapití” pete’ĩ te’ĩ lo mitãme.

El Maltirón Karaí Atilano ovy’a oñemu hetáta ha-


guére ha pya’e pya’e ojayvy, ojeporeka
guaríre, omoklonklon omoĩnguévo ha
Gilberto Ramírez Santacruz ombohasakuévo peteĩ teĩme ikuartirã.

— Ñamyaky mba’e ñande ahy’o ani


oikarãietereíti ha ñamohyakuã aveí upe-
Mba’apo rire, kokuégui jeju rire, guevéroicha ha’eñomi, pe ohesape’ỹhape kuévo ñande apyngua –he’i Vito puka-
pytumby ho’a ñepyrũrupi, ijatypa jave lo lampiũ mbopi. hápe ha ipojái guaripólare.
mitã Tataypýpe pe taguato resay omon-
dykýta vove, oguahẽ ohovo avei volicho Peikuaa va’erã ko Anrróniko — Pytũmbaitéma voíngo ha ñam-
Kavure’í-pe upe ka’aru pytũ Anrróniko, mba’éichapa omboróva, ikãngueróva boysapy hapéma aveí, mba’e pejéra-
ojeheróva chupe “El maltirón” pe imal- karia’ymi hapicha kuerandi ha itajasú- mo, ñande raperã – he’i Kríspulo ikuã
tirõre voi ha karia’y ikangueróva oĩva va arriero pórtepe kuña kuerandi aveí. chã’ĩvo “ikuartíre”.
yvy apére. Oñe’ê’ỹre mavavépe oho ha’e Ha’ e ijehe oñementáva igalloha, hem-
oguapy oñemoha’eño pe koty ruguaitépe, bireko peteĩ ha heta ikuñaha. Upéicha

28 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
GUARANIMEGUA
--- Eru katu jasapy hese ha ñambo nohtrañái lo mitãme, ohenduvo oñe’ẽ
hypa huguaitépeve pya’e porã – oñapytĩ karãi Anrrónikope, opu’ã Karlino pohýi
chupe Vito ha ipojái vy’apópe imba’erãre. guasu ha oho mbeguekatu chupe, onohẽ
voi imboka guasu ha ojopy inambi rapó-
—Tou toúke, ko’a ko’ápe, ñe- re, pe iñakã otytýihaitépe.
kumbyhápe, ja’u ja’úke – heí karai Tele
omoñe’ẽnguévo Karlino gahtokue ha’e — Nde karaí volícho jára, egueru-
oikuaaháicha. mi ko karia’ýpe ijerurepy, ipy’a ra’ãme
tome’ẽmi oipotáva –he’i Karlíno ojeruré-
Upéicha ojapykuéri hysýi hikuái vo Atilánope ogueru haguã chupe havõ.
opu’ã ogueru iparapitirã ha omoñe’ẽva
vy’apópe aveí hikuái oikumby haguére — Na’ápe eha’ã…–he’i avei volícho
reiete Karlino pytúre. jára omo’ĩvo Anrrónikope ipoitépe havõ
ha ha’e ndoikuaái mba’épa ojapóta ko
Péicha háguinte, lo mitã ayvu apyté- ojejopýva ijapysáre mboka.
pe arapachakuéra oĩroguáicha apepu
rakãme, he’i sapy’a sapukáipe Anrró- — Ko’ãnga he’úke che irũ ndereipo-
nikope volícho jára Atilano: tairõ oveve ha isarambi ne akã apytu’ũ lo
mitã apytépe -omongyhyje chupe Karlíno
— ¿Mba’érepiko nderejúi reheka nde ha ojoso joso idemiguéso inambi jerére.
parapitirã, che irũ?
Anrróniko ho’a ijurukuépe, osysyi-
— Che nda’uséi ha nda’umoãi ave, páva pochýgui ha kyhyjepópe omoinge
péicha va’erã ramo ha’useve havõ mba’e ijurúpe havõ, tova vaípe oñepyrũ oisu’u
che– he’i Anrróniko oñe’ẽreitývo ha on- su’u ate’ỹva, oñamindu’u pe havõ hyjui-
chirívo ñorairõrã Karlínope. véva umi ao jejoheihápe. Hyjúipápeve
ijurúpe ho’uka chupe Karlíno anive ha-
Ha upe Karlíno katu kuimba’e imba’e guã omboro reiete hapichakuérandi.
porãva katui, ndohechareívai hapicha
rekotevẽ. Ha’e oikuaávo hapicha hasyha, Lo mitã katu osyrykuhápe oma’ẽva
ha’e upépe oñandu chupe. Ha’e oikuaávo ha pukavy ñemí Anrrónikore, ohe-
hapicha oĩha ka’i rãime, upépe ha’e oñe- cháva mba’éichaitépa pe arriero výro
presenta. Ha’e hapicha oipuruserõ hym- chuko oikumby havõ, ojoguaitévan-
baguéi, omohúntama ipértigo kuéra ha te lo mitãme pe kure mondápe, ijuru
oipuruka. Ha ipy’a guasu voi avei ojeo- ryjúietéva, omokañývami py’ỹi havõ
freséro pe okasión, nombopoíri mavavé- kuñanguéragui pe oikoha rupi ýpe
gui oenderesa haguã ikarẽva. Upévare Capi’ibary rembe’ýre. Dibujo de Roberto Goiriz

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 29


CUENTOS
¡Qué embestida pegó nuestra División
durante la Primera Ofensiva hacia Caran-
dayty! Creíamos que sería el último em-
pujonazo y que la cosa ya iba a terminar.
Pero faltaba mucho todavía. Meses y me-
ses de marcha, contramarchas y manio-
bras. De tanto andar agachados por los
montes esquivando las ramas bajas que
buscaban los ojos, nos habíamos olvida-
do de erguir la cabeza. Los montes y el
cansancio nos tenían doblados hacia ade-
lante. Y hacia adelante había que ir para
dar, ya en los mismos contrafuertes de la
cordillera, el jaque mate. Eso creíamos.
Al menos yo, y Peralta, y también Ortiz,
Martínez y el ruso. (¡Caramba! ¡Quién di-
ría que hayan pasado ya treinta años!)

Teníamos tanto polvo metido en los pul-


mones, en los tuétanos, en el cerebro, que

Tragochenko
Dibujo de Enzo Pertile
costaba mucho pensar claro.

Y había que seguir adelante, persiguien-


do, día tras día. Sin embargo, cuando or-
Hugo Rodríguez Alcalá denaban detenernos, en algún anochecer
menos caliente, el bosque se alegraba. Se
podía encender fuego bajo los aromitas.
El fresco de la anochecida hacía arder las
llamas. Las galletas redondas estallaban
Otro de nuestros homenajeados en este edición, Hugo Rodríguez quebradas por el revés de las cucharas.
Alcalá, narrador, poeta y ensayista, cifra fundamental de la literatu- Eran las únicas detonaciones. Ranchea-
ra paraguaya del siglo XX, que dejó junto a su vasta obra, una siem- ba la tropa. El enemigo estaba lejos, es-
bra que ha fructificado en una camada de brillantes figuras de las capando. Había que alcanzarlo, sí, den-
tro de uno o dos días para alguna vez
nuevas letras. Aquí, uno de sus cuentos, ilustrado con dibujos de atraparlo encerrándolo en un cerco duro
Pólvora y polvo, de Enzo Pertile. -el último- cuando las otras divisiones

30 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
CUENTOS
convergieran hacia el punto propicio Aquel hombrazo de Peralta, que era un Ortiz, que era petiso, tranquilo y blan-
cuya ubicación era todavía desconocida. bruto corajudo como él solo, tenía la ma- co, lo admiraba, y trataba de calmarlo.
Eso se vería después. No lo íbamos a de- nía de la limpieza. Entonces hacía sema- Para él, con tal de andar con el gran tipo
cidir nosotros. nas que no nos bañábamos. Nuestra ra- que era Peralta, copiándole su manera
ción de agua consistía en dos jarros por de caminar y dándole la razón en todo,
El fuego siempre lo encendía el ruso. No día. Y Peralta se quejaba del polvo, del las cosas estaban bien. Al moreno Mar-
quería ayuda de nadie. Él lo había en- sudor, de la ropa que no podía mudarse. tínez lo respetaba por lo de la guitarra.
cendido mil veces sobre la nieve y hasta Lo demás no le importaba. Tocaba mejor que nadie y tenía una voz
sobre el agua, decía. Muy fácil era encen- impresionante. Con Tragochenko era re-
derlo ahora sobre la arena. Los ordenan- —¡Vida más perra! —bufaba— ¡Si no tu- ticente. No le gustaba la caña y Trago-
zas sabían todo esto. Las llamas se le sa- viéramos esta porquería de polvo y hu- chenko lo obligaba a tomar con bromas
lían de entre los dedos como por magia. biera aunque fuera una aguada negra algo pesadas.
Y se formaba el círculo: Peralta, Ortiz, por ahí!
Martínez, el ruso y yo. Yo tenía veintiún, no veintidós años re-
cién cumplidos. Un chiquilín. Teniente 1º
de Infantería. ¿Infantería? Todos éramos
de Infantería. Hasta los de Caballería
eran jinetes de nombre, no más. Y nada
estaba motorizado. Ni los camiones. De
vez en cuando veíamos uno o dos. Ape-
nas podían alcanzarnos por aquellas pi-
cadas improvisadas o los arenales cal-
deados donde las ruedas se hundían por
encima de los ejes.

Todos los de nuestro grupo teníamos la


misma graduación y la misma edad. To-
dos menos el ruso. El ruso andaría por
los cuarenta y pico. Y era capitán. Y de
carrera, es claro. Nosotros de reserva. Él,
allá lejos, en su país, había llevado cha-
rreteras, espadas, casco. ¡Qué sé yo! Años
atrás, se entiende, cuando el Zar.

El monte se alegraba. Con el fuego la-


miendo la lata del cocido y el jarro de alu-
Dibujo de Enzo Pertile
minio en la mano, el ruso era otro. Pero

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 31


CUENTOS
él no tomaba cocido. Tenía algo mejor, nariz con luz roja como si se le encendie- —De los flacos como yo —decía— no tie-
siempre. Misterio cómo se las arreglaba. ra dentro un foquito. Entonces comenza- ne dónde agarrarse.
ba a contar cuentos.
—¡Bueno, muchachos, ahora a sentarse Y los bigotes amarillentos le flotaban so-
un rato y a charlar y a chupar antes, du- —Lo que pasó hoy al salir del pique bre la risa convulsiva.
rante y después de la cena! —solía decir. me recuerda... —decía dándose un golpe
Invariablemente. en la rodilla con la mano no ocupada por Una vez comenzado el póker, su edecán
el jarro- Lo de hoy me recuerda... -porque así llamaba a su ordenanza- nos
Yo no sé si todos ustedes oyeron que ha- presentaba un jarro lleno de caña que de
bía varios rusos peleando en el Chaco, a Y poco a poco ya no estábamos en aquel la mano de Peralta pasando rápidamen-
nuestro lado. En los diarios extranjeros monte ralo, ni cerca de aquella formación te por la de Ortiz, y con más demora por
se los llamó mercenarios. Mentira. ¡Qué de cactos ni sobre la arena cubierta de la de Martínez, llegaba hasta la mía. En
mercenarios ni qué niño muerto! Eran ramitas rotas. Veíamos el regimiento, el aquel tiempo la caña no me hacía daño.
militares de raza. El país que los recogió de él, contra un horizonte de nieve o de
cuando el éxodo estaba ahora en guerra. cúpulas panzudas. Las caras brillosas de Tragochenko nunca tomaba en nuestro
Y se ofrecieron. Se los aceptó, hasta a los sudor de los que escuchábamos se que- jarro. Y no por asco, no, ¡qué diablos!: te-
ya viejos. Se creyó que aquellos gringos daban serias y absortas. Sabía contar el nía uno propio, especial para él, que no
podrían ser útiles en servicios auxilia- ruso, Tragochenko. El prefijo -o lo que se agotaba nunca, decía, y que no presta-
res o para hacer mapas. No sé bien. ¿Pe- fuere- era nuestro. Lo de chenko era de ba a nadie para no sacarle la virtud.
lear sin hablar guaraní y con esa pinta, él, o sea, la otra mitad de su apellido ver-
algunos de ellos...? Pero resultaron para dadero. Los tragos de la caña que chu- —Si otro cualquier toma en mi jarro,
pelear. ¡Pucha si no resultaron! Pronto pábamos entonces, los únicos y muy se- ¡adiós! Y esta es una garantía no sólo
tuvieron comandos. Y se entendían bien guidos que conseguimos durante meses, para mí sino también para ustedes, seño-
con todos. Y sobre todo con la tropa, con eran también de él. res. Y soltaba aquella risa rusa que sólo se
los soldados rasos. interrumpía con los tragos.
—¡Hay que darle a lo bueno, Ortiz, hay
Nuestro ruso era nervioso, rubio, delga- que darle! —gritaba cuando Ortiz quería Apagado el fuego y consumida la ra-
dísimo, de estatura más que mediana. pasar el jarro sin probarlo. ción de caña nos dormíamos duros como
Ojos azules, muy azules y hundidos, se- troncos de quebracho hasta la nueva
parados por una nariz colorada, aguile- marcha. No era fácil despertarse. Cuan-
ña. Y el bigote amarillo tirando a blanco, do lo hacíamos ya andaban por ahí la voz
moviéndosele con la risa. Porque siem- Tragochenko nos traía sin falta la risa, las y la risa nerviosa de Tragochenko levan-
pre se estaba riendo y cuando empezaba barajas, la caña y los cuentos. Empujaba tando a su gente y cuidando que todo
a tomar se reía más todavía, se reía todo lejos nuestro cansancio porque no se can- estuviera listo, hasta el último cargador
el tiempo. Los tragos le sacaban los ojos saba nunca. de sus livianas. Después, cada uno de no-
un poco más afuera y le alumbraban la sotros seguía adelante en su batallón res-

32 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
CUENTOS
pectivo, por cañadones y por piques que saba, se defendía resuelto a escapar por ejércitos de la Santa Madre Rusia? Nadie
abríamos a machete, hacia Carandayty. alguna brecha abierta a fierro y plomo lo supo. Sabían a veneno, sin embargo,
derretido. Tragochenko debió haber oli- los primeros tragos de su vodka. Los
*** do algo porque se multiplicó de modo primeros; después la cosa era diferente.
increíble. Lo cierto es que el enemigo se Pero Ortiz esta vez se negó de plano a
Nos alejamos tanto de nuestras bases que creyó copado por fuerzas abrumadora- aceptar el jarro que le pasaba Peralta.
ni la radio del Comando nos alcanzaba. mente superiores y al segundo día de Para todos, menos para el ruso, resultaba
Eso se decía y era una manera de decir. O tanteos desesperados capituló. Fue una muy penoso levantarse al día siguiente y
algo peor y malintencionado. Pero lo de pequeña batalla en grande en que Peral- seguir la marcha.
la distancia era cierto. ta y el ruso se lucieron. Especialmente el
ruso, porque -después se lo dijimos- te- Sus recuerdos, por otra parte, se hacían
—Bueno, muchachos, ahora a sentarse nía sus razones... más vívidos que nunca con la abundan-
un rato y a charlar... cia del chuping.
No los voy a aburrir a ustedes con deta-
Tragochenko siempre llegaba el primero lles. Me limito a mencionar el botín: el —Estos tragos de hoy —dijo una noche
para formar el grupo a cada alto largo en parque sanitario de una División y, en- en que estaba bien tomado— me hacen
la marcha. Llegaba con su risa. Y el ede- tre muchos desinfectantes y algodones recordar unos que hace ya veinte años
cán con los jarros y las barajas. Pero una y vendas y cosas por el estilo, una gran probé en la aldea de Mestechki. ¡Qué
noche sólo vinieron las barajas. Se habían cantidad de latas de alcohol rectificado. brindis, señores! Fue en una especie de
vaciado las damajuanas que el ruso se Unas latas grandes, pintadas de rojo, castillo del general Ryabovich, un noble
agenciaba de algún modo. Tragochenko como la nariz del ruso. Y lo estoy viendo, viejo ya retirado del ejército. Mi regi-
estaba desesperado. Tenía los ojos más bailando alrededor de ellas, flaco, grotes- miento llegó a la aldea y el general, en-
hundidos que de costumbre y el bigote se co, frenético, feliz, a Tragochenko. terado, quiso invitar a todos los oficiales
le caía sin la risa ya sobre que apoyarse. de nuestra unidad. Era el nuestro -pura
*** casualidad- el mismo regimiento en que
Durante varias noches el edecán se sen- había servido cuando joven. La hija me-
tó en cuclillas a unos metros de su jefe, Había, claro, que rectificar lo rectificado. nor del general...
con los jarros listos como en espera de Así aseguraba el ruso. Es decir, convertir
un milagro que iría a alegrar la tertulia, en vodka aquellos espíritus demasiados —¡La hija! —lo interrumpió Peralta—.
ahora abstemia. ásperos. Tragochenko desapareció por ¡A vos nunca te interesó nada más que
dos días. ¿De dónde sacó el azúcar para el trago!
*** hacer azúcar quemada y naranjas para
emplear la cáscara en una receta que mi- El ruso, entonces, de improviso, inexpli-
Fueron Peralta y Tragochenko quienes, lagrosamente convirtió cada lata de rec- cablemente, comenzó a sollozar. El ede-
yendo en punta, coparon un destaca- tificado en lo que según él resultó una cán tuvo que sostenerle el jarro.
mento que al darse cuenta de lo que pa- vodka mejor que la tomada en todos los

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 33


CUENTOS
Yo no pude escuchar más y no llegué a y de la impedimenta. Vi a los artilleros truida. Teníamos que proteger los traba-
saber el final del cuento, aunque se lo destruir a hachazos las cureñas de los ca- jos de destrucción.
pregunté después a Peralta varias veces. ñones. Mi batallón y el de Peralta, en la
Peralta me cambiaba el tema. No supe confusión, se entremezclaron con la bate- Llegamos a toda marcha. Y allí encon-
nunca el final, digo, porque aquella noche ría mejor equipada del Grupo X. Peralta, tramos a Tragochenko, completamente
me quedé dormido bajo el aromita raquí- que era un gigante y no podía estar inac- borracho, defendiendo sus latas colora-
tico desde donde le oí a Tragochenko lo tivo, le sacó el hacha a un sargento e hizo das llenas de vodka. Martínez lo tomaba
del general, su hija y los brindis de Mes- pedazos de todo lo que era destruible en del brazo y trataba de llevárselo. El ruso
techki. Su vodka me golpeó demasiado varios Vickers y Schneiders. Él y yo ente- se deshizo varias veces de los insisten-
fuerte. Y ni el lloro del ruso, tan inespera- rramos después los cerrojos de las piezas. tes agarrones. Martínez no podía con él
do, me pudo mantener despierto. Mientras tanto, llovían morterazos sobre porque la borrachera le daba al ruso una
nosotros y una escuadrilla de aviones fuerza increíble. Los dos estaban furiosos.
*** nos derramaba chorros de bombas. El uno por el espectáculo que se daba a la
tropa y la urgencia de cumplir la orden.
En Algodonal se dio vuelta la tortilla. —¡No van a poder usar nunca nues- El otro porque no quería perder su licor.
Nuestra Unidad, dividida como estaba tros Vickers esos hijos...! —decía Peralta Entonces intervino Peralta. Tomó en vilo
en columnas ralas extendidas a lo lar- apisonando arena sobre los cerrojos ente- al ruso y lo llevó hacia el pique.
go de inmensas distancias como gomas rrados y cubriéndola después con ramas
que, de puro tensas, se van quedando sin secas. Estaba medio golpeado por una Tragochenko protestaba pataleando y
cuerpo, se vio de pronto copada por fuer- bomba de avión caída no muy lejos. echando espuma por la boca. Decía que la
zas superiores. orden era un error, una estupidez, y que
Era una mañana caliente. Entre nosotros las latas serían nuestra única salvación.
—¡En Algodonal! —gritaba el ruso— pasaban los camilleros llevando heridos.
¡En Algodonal! ¡Esto es sanitario! ¿Es que Pasaban continuamente. Corrimos a re- A una orden de Martínez los de la Plana
vuelve el alcohol al algodón? ¡No, jamás! forzar un camino atacado con furia. En Mayor hundieron las bayonetas en las la-
¡Tenemos que abrimos paso cueste lo que una camilla vimos pasar a Ortiz con un tas y la vodka salió a borbotones por los
cueste! balazo en la cara blanca, ahora sucia de agujeros formando un charco reverbe-
sangre y barro, y rota la mitad de la boca. rante. Tragochenko, preso en los brazos
Peleábamos como bárbaros, y sin mayor Le fingimos una confianza y un buen hu- enormes de Peralta, lloraba y maldecía
resultado. Ya en Ysyporendá la cosa ha- mor que no teníamos. Se nos estaban aca- en ruso, en castellano y hasta en su gua-
bía sido dura. Tenían tropas de refuerzo, bando las municiones. Se dio orden de raní chapurreado.
pero logramos salir del apuro. Ahora en no usar las automáticas más que cuando
Algodonal era peor. Pero fue en Yrenda- fuera indispensable. A eso de las tres de ***
güe donde la situación se hizo desespe- la tarde nos mandaron tomar un pique y
rada. Entonces el Comandante del Cuer- desembocar en un cañadón donde estaba Nos salvamos también aquella vez, pero no
po ordenó la destrucción de la artillería parte de la impedimenta, todavía no des- sin grandes pérdidas. Después de un tiem-

34 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
CUENTOS
po volvimos a la ofensiva. Carandayty cayó —¿Se lo puede llamar por teléfono? —¡Hoy no! Mañana. Hoy es el ani-
en nuestro poder. Cambiamos de clima. versario; hoy hace veinticinco años...
De la llanura desierta a la montaña todavía —¡Qué teléfono ni qué teléfono! ¡El pobre
más desierta, a no ser por los cóndores. no tiene más domicilio conocido que un —¿Veinticinco años de qué?
boliche de las afueras! Vive del pechazo.
Y terminó la guerra. Regresamos del fren- —De la pérdida ignominiosa de
te. Y pasaron varios años. De los cinco in- Clavado al mostrador, con un jarro gran- nuestra vodka. Hoy terminaré aquí de
separables habían muerto dos en la última de todo abollado en la mano -jarro que recuperar... de recuperar... lo derramado
campaña. Ortiz y Martínez. Veinticinco de pronto reconocí, de aluminio- Trago- en Yrendagüe...
años después de la paz —que tuvo mucho chenko peroraba en un grupo de borra-
de guerra— fui por negocios a Encarna- chos. Tenía ahora una barba larga y sucia. Babeaba. Le entró ataque de tos.
ción. Quería también conocer la ciudad y Vestía un irreconocible uniforme verde-
ver el río Paraná que no había visto nunca. olivo, que era un harapo. El cuero de las —... cuando bayonetearon las latas.
botas se veía descosido y lleno de parches.
En el muelle, el día de mi llegada, me Diciendo esto apuró el jarro que estaba
encontré con Peralta. Me reconoció en el —¡Tragochenko siempre en punta y medio lleno.
acto pero yo no pude identificarlo en se- siempre brindando!
guida. Había engordado mucho, mucho Y queriendo venirse hacia mí haciendo a
más que yo. Tenía el pelo gris y la cara Peralta lo abrazaba por la espalda y le de- un lado a Peralta con un codo para abra-
colorada y como hinchada. Hablamos de cía a gritos que adivinase quién era el que zarme con un solo brazo, el izquierdo, el
la guerra y sobre todo de la primera mar- venía a visitarlo con él, al boliche, «a su sin jarro, dio un paso en falso y cayó en-
cha hacia Carandayty, en 1934. Puesto de Comando». tre los pies de los borrachos.
—¿Y qué será de Tragochenko? —le pre- Cuando se libró de los brazotes de Pe- Era efectivamente el aniversario de
gunté cuando ya en casa de Peralta, su ralta, el ruso me echó una mirada in- Yrendagüe. Lo comprobamos después.
mujer, una correntina gorda y tranquila, segura con sus ojos azules cruzados de Tragochenko no volvió más en sí. Murió
nos cebaba el mate. rayitas rojas. ese mismo día sobre su último recuerdo,
con los harapos de su uniforme. Y con
—Está aquí en Encarnación, más viejo y —¡Vos también aquí... entierra-ca- las botas puestas. Con lo que le quedaba
más borracho... ñones y rompe-latas! —me dijo al cabo de las botas.
de un rato con una risa que ya no era la
—¡Aquí en Encarnación! de antes.

—Sí, hombre, aquí mismo, con su uni- —Vamos a mi hotel a charlar y a chu-
forme raído, sin presillas, es claro, y creo par antes durante y después de la cena (El Ojo del Bosque: Historias de gente varia /
que con las mismas botas de Yrendagüe. —le contesté con una sonrisa difícil. Historias de soldados, cuento, 1985)

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 35


ARTÍCULOS
En aquellos días, la ciudad era chica;
se le atribuía cien mil habitantes que nadie
había contado. Terminaba poco más allá
de la calle Brasil; se llegaba a Quinta por
barrancos y caminitos; la Avda. Carlos A.
López era esquema esfumado en varias
partes de su trayecto. Esa estrechez no
era mala, porque fácilmente se la podía
cruzar a pie, o colado en los ruidosos
tranvías de la C. A. L. T.

Estos eran salones sociales; los


ca- balleros cedían de buena gana sus
asientos a las damas, y aún les pagaban el
pa- saje. Iba el guarda a entregar el boleto
a la agraciada; ésta volvía la cabeza
simulando sorpresa; el otro; le rendía un
galerazo. Empezaba la charla, a gritos,
de extremo a extremo, en la cual con
frecuencia intervenían los otros pasajeros,

La Bellè Epoquè o festejaban las ocurrencias con alegres


risotadas. Los hombres se precipitaban
a dar dos timbrazos cuando las señoras
hacían señales de querer bajar, y a esas
José María Rivarola Matto de real importancia o encanto singular,
se les rendía el supremo homenaje de
parar aún a media cuadra. ¡Olé!

-I- Como la simetría es propia del Los niños de la clase media usaban
pensamiento, no he podido dejar de gorras; los pocos de primera, pajillas;
Con este nombre se conoce un perío- buscar similitud o contraste con esa todos medias largas y botines de caña alta.
do dorado de Europa anterior a la pri- época anterior a la Guerra del Chaco, Pero el ideal común era andar descalzo,
mera Guerra Europea. El viejo continen- que aún con turbulencias tenía sus cosa que se lograba generalmente, pues
te disfrutaba de paz, la mayor parte de encantos. Ya se sabe que la búsqueda tener más de un par de zapatos, era lujo
la riqueza y la superficie de la tierra, y el de la felicidad nos lleva con frecuencia de solemnidad.
ancho mar. Claro, entonces no se daba hacia tiempos perdidos.
cuenta de esa suma de bienes.

36 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
ARTÍCULOS
Aquellos eran empedrados para ma-
chos, todo lo que hace Corposanja para
empeorar las calles no se le puede com-
parar. Las piedras se tiraban casi al azar
para que fuesen acomodadas por los
raudales y los tropezones. La suprema
ventaja era que se podía jugar a las bo-
litas en una orografía llena de sorpresas.
Cuando los absortos participantes oían
venir traqueteando un auto allá a lo lejos,
echando vapor, y truenos por el escape,
a gritos se alertaban. Los chicos corrían a
las aceras como bandadas de gorriones. cachiporra, y les costaba una barbaridad agua, y de allí los izaban una a una para
Pasado el peligro volvían a la diversión, correr tras los mitaí embutidos en sus ser gustadas y celebradas por su incom-
ya que el próximo vehículo se haría espe- fieros zapatones, pobrecitos. Para lograr parable frescura. ¡Delicioso!
rar, o tal vez fuese una carreta carbonera, cierto orden callejero estaban los «par-
de famosa deshonestidad comercial. ticú» -bosquejo primitivo del refinado Las tertulias se prolongaban en las
pyragué- que aparecían de golpe detrás noches calurosas, silenciosas, saturadas
Se iba al cine, no por calidad, sino por de las esquinas sembrando el pavor en de perfumes de azahar y jazmines, que
cantidad. Los mitaí acudían al ruidoso la chiquilinada que buscaba refugio en embriagaban, y la brisa traía ráfagas de
matiné de la siesta, a sudar raudales, pre- cualquier casa del vecindario y allí que- orquestas de bailes que había por otros
firiendo una a otra sala, por el número de daba aterrada, a esperar que se alejase el barrios. Los galanes al despedirse de
actos que ofreciese. Si aquí daban 35, y disfrazado polizonte. sus compromisos, rumbeaban hacia la
en la otra 40, acá se venían, total todo era música, sin importarles el motivo de la
entre el detective, el bandido bigotito de En aquella época ir preso implica- celebración, ni quien fuese el dueño del
cara rufianesca y la muchacha. Y soquí, ba, además del ñaquyrá y el acá peró, jolgorio. La coladura era institucional, y
soquí. No ha cambiado la substancia. deshonra para el implicado y su fami- además, siempre se daba con algún pa-
lia. ¡Qué vergüenza! riente o conocido que saliese valedor.
Se jugaba al fútbol con pelotas de tra-
po; las de cuero eran sueños de rico. De allí Las económicas distracciones se ¡Qué tiempos! Había unos masiteros
el famoso «pelota yára», a pesar de que en- hacían visitándose recíprocamente los que vendían unas bombas doradas
tonces aún regía la regla con las de trapo. vecinos que se sentaban a conversar en de crema polvoreadas con azúcar, tan
las veredas. Había hielo, pero aún como sabrosas que sus deleitados gustadores
Los vigilantes usaban cascos colo- lujo difícil y costoso. Los sibaritas baja- las llamaban «bolas» que clerecía. Y
niales con una punta de bronce sobre la ban una canasta con botellas de caña y de una suerte de merengues conocidos
coronilla. No tenían otras armas que una cerveza a la profundidad de los pozos de como «suspiros de monja», o gases de

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 37


ARTÍCULOS
ídem, licor benedictino, etc. Entonces lo
excelente estaba cerca de Dios.

Los italianos siempre han considerado


sagrado su medio de ganarse la vida,
sea el que fuese. Uno de ellos se honraba
descargando letrinas. Era el terror de
serenatas y otras aves románticas que
revoloteaban por allí. Cuando Celauro
estaba de faena en una casa, nadie del
barrio podía dormir afuera. ¡Adiós la luna
y sus estrellas! Aparecía con sus barriles en
mitad de la noche y los cargaba metiendo
uno o dos borrachos en el pozo colector.
Alguien de la familia debía quedarse a
controlar si la carga era cumplida, pues era
truco de la empresa decir que había llevado
seis o diez barriles, cuando en realidad se
portaban cargas medias. ¡Ladrones! Fue entonces cuando Celauro, - II -
empinándose sobre sí mismo, lanzó
Cuando regresaba con sus carros esa exhortación que después corrió Con motivo de las remembranzas
desolaba zonas enteras de la ciudad, por el mundo entero repetida hasta el publicadas de aquellos buenos tiempos
disolvía tertulias, amargaba casorios, y cansancio por estadistas, demagogos, anteriores a la contienda del Chaco, han
hacía correr a cuanto peatón trajinase por oradores, economistas, hombres de surgido críticos que me han imputado
sus rutas. empresa. Hablando a la ciudad y el orbe, omisiones imperdonables. Trataré de
dijo: «¡Hay que obrar!». remediarme aún a riesgo de pesar a los
Pasó el tiempo, y la empresa demás.
fue tentada por los adelantos de Pasó a la historia.
la civilización. Importó un camión Entró la furia de la melena a la garsón.
atmosférico, casi inodoro, que podía ¡Qué bella época aquella! Las señoras hacían arrumacos y gambetas
operarse noche y día. De inmediato a sus perplejos padres y maridos para que
la gerencia advirtió la debilidad del les permitiesen cortarse las tradicionales
mercado. El camión quedaba ocioso por trenzas, que se peinaban por horas,
días y sus cuotas proyectadas para una y se despiojaban recíprocamente con
masiva producción, se hacían muy duras notorio placer y graciosa urbanidad.
de pagar. Algunas esperaban viajes o ausencias

38 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
ARTÍCULOS
para presentar el hecho consumado. campesino a visitar al procurador por
De regreso, unos gritos, otras burlas, y sus pleitos infinitos de filiación y tierras,
después, ¡qué comodidad! se convidaban a un sifón de soda water.
Los gases consiguientes eran signos de
También entró la moda de los colores bienestar, ¡qué prosperidad!
Tut ank amón, inspirados en la tumba
del famoso faraón egipcio, por entonces Las modernas chiquilinas creen que
descubierta. Muchos creían que se trata- fumar es señal presente de liberación
ba de la camiseta deportiva de un equi- femenina; ¡pavadas!, sus abuelas aspiraban
po japonés. furiosos poguazús capaces de espantar
mangas de langostas, y para hacerlos aún
Agotados los aljibes y depósitos de más fuertes, los guardaban en puchos por
agua de lluvia, los aguateros hacían de ventanas y rincones. Jamás tuvieron mal
la sequía su negocio. Se la compraba aliento, ni precisaron mentas.
por baldes para ponerla en cántaros en
algún lugar umbrío. Ya pocos usaban No había llegado la teoría de la
calabazas para beber, substituida por el sociedad de consumo; no se presionaba
jarro enlozado que servía en común a la a la gente para que compre, no había
familia, siervos y arrimados. El cántaro agencias publicitarias que inventaban el
se sacaba de noche a la luz de las estrellas día del padre, la madre, la abuela y tutti
que se hundían en la obscura y fresca quanti, que abruman al aturdido paisano
cavidad una a una, en su constante con más obligaciones. Entonces lo único Gloria- vaciló un momento, y contestó:
camino sideral, dejando sabor de misterio celebrado con estrenos era el 14 de mayo, «¡Pata!», y agregó con lógica de hierro,
incomparable. No era infrecuente que cuando se iba a cantar el himno a la Plaza «porque nosotros peleamos como leones
un viandante golpease a pedir de beber. Independencia. Se caminaba duro de cosas y ellos como gallinas». Esta clase de
Si era educado se sacaba el sombrero, almidonadas y nuevas, con la banderita patriotismo sólido, valdría por divisiones
sostenía el jarro con el dedito levantado, en la mano y la escarapela tricolor. en la guerra que vino después, pero a mí
y al terminar, arrojaba la sobra contra la me dejó desconfiado de las verdades de
pared. Los más higiénicos destinaban el Se usaba leer en voz alta para la la historia.
primero o el último sorbo a un enérgico audiencia menuda. Entusiasmaban
buche que expelían de media vuelta, los relatos de las hazañas de la Guerra La medicina adelantaba rápidamente:
secándose con la manga. Muchas gracias. Grande. Cierto día un oyente más agudo el sebo de vela tenía general aplicación
notando que cada batalla se peleaba para callos o pulmonías; ponerse
La gente cultivaba la virtud de la como nunca y se perdía como siempre, ventosas era ver sacar el mal; purgas y
abstinencia; había reparo de tomar preguntó: «¿Pero quién al fin ganó la enemas lo dejaban a uno lustroso por
licor en público. Cuando venía un guerra?». Mi tía -que Dios la tenga en su dentro. Para casos supremos estaba el

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 39


ARTÍCULOS
cogidos en infracción, o estacionados en
doble fila. La gran diversión era arrear
de madrugada cuantos se hallasen por la
calle, libres o liberados. No era tan fácil;
con frecuencia se daba con la dueña que
furiosa atizaba un mandiocazo, o lo que
tuviese a mano al diligente funcionario,
que debía escapar por el rabo o las orejas.
Recobraba al compañero intercambiando
pequeños grititos, palabrejas y explosivas
demostraciones de recíproco afecto.
¡Siempre ha habido el mbareté!

El ejecutivo del corralón municipal alborotar familia, hacer correr sucios


pagaba presto por uno o dos infractores y desvestidos, espantar gatos, alarmar
entregados, pero cuando los mitaí perros, para terminar la abrumada
llegaban con una tropita, el muy ladrón travesía con un terrible cabezazo contra
empezaba a negociar. Sabía que en esos la baja puerta del fondo sumida en la
casos ya se habían organizado carreras, obscuridad. Al comedido convenía
saltos y otros inocentes pasatiempos, despedirse con alguna aparatosa mentira,
y aun a veces, mal aconsejados por aunque estuviese lívido de apremios; y
orín de impúberes que intercambiaban grandulones y chóferes de parada, traspuesto el portón, salir de estampida
vecinos sin dificultad, pues eran de uso unas sesiones de trasnoche para burros, a tirarse de cabeza en el primer baldío,
común los vasos nocturnos, algunos que hacían chillar a las comisiones de donde lo dejamos reventando y
con adornos, para damas, que ciertos moralidad. ¡Qué vergüenza! suspirando de placer.
depravados llamaban «el dichoso», por
lo que podían ver. Era entendido que los mozos y las ¡Qué bella época aquella!
señoritas bien, jamás iban de cuerpo, como
Los burros aún no tenían polcas, garrapatas sociales. Si un galán estaba
pero sí una numerosa comunidad. El de visita, no podía pedir que le dejasen
municipio urgido por sermones y ataques pasar a desahogarse, así se retorciese de
de prensa, debió tomar medidas para ansiedad. Había razones; como no era
limitar atropellos de los que andaban una posibilidad general el baño moderno,
sueltos revolviéndolo todo y consumando cada cual acomodaba lo que tuviese allá
ruidoso libertinaje. Pagaba cinquí a los lejos. Para llegar a eso, había que cruzar Los dibujos de este artículo
chicos que entregasen al corralón los toda la casa, sus vergonzantes pobrezas, son de Nico Espinosa

40 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
NOVEDADES

Las antologías Paraguái


Ñe’ẽ de Poesía y Narrativa
del Paraguay, elaboradas
por la Sociedad de Escrito-
res del Paraguay por encar-
go del Ministerio de Cultura
de República Dominicana
fueron presentadas en San-
to Domingo y próximamen-
te lo serán en Asunción. Los
libros ofrecen una muestra
de la literatura paraguaya
contemporánea, en un aba-
nico que abarca desde los
años 40 hasta la actualidad.
Estas antologías, uno de los
trabajos más desafiantes
que ha emprendido la ac-
tual Comisión Directiva de
la Sociedad de Escritores
Antologías de Poesía y del Paraguay, ya empeza-
ron a difundirse en la Feria

Narrativa del Paraguay Internacional del Libro de la


capital dominicana, ganan-
do nuevos lectores para la
presentará en breve la SEP literatura paraguaya.

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 41


NOVEDADES

El encargo para la elaboración de dos las de dedicar un importante espacio a junto presenta textos seleccionados de 38
antologías de poesía y narrativa del Para- las figuras consideradas clásicas dentro poetas –incluyendo cultores de la lengua
guay le llegó a la SEP a través de Ruth He- de la literatura paraguaya, en un rastreo guaraní- y 32 narradores, en sus dos vo-
rrera, Directora de la Feria Internacional que abarcaría desde los años 40 hasta la lúmenes, cada uno de los cuales tiene 390
del Libro de Santo Domingo, que desig- actualidad, así como el máximo de pági- páginas.
nó como invitado de honor de su edición nas que deberían tener los libros. Los an-
2017 al Paraguay, en el mes de noviembre tologadores de la SEP agregaron algunos En la presentación realizada en San-
de 2016. La SEP conformó un equipo de criterios relacionados con la trayectoria, to Domingo, el ministro de cultura Pedro
antologadores integrado por su presiden- la magnitud de la obra, las distinciones y Vergés destacó la alta calidad formal y de
te Bernardo Neri Farina, Javier Viveros reconocimientos obtenidos por los auto- contenido de las antologías presentadas,
y Susy Delgado, quienes acordaron las res a ser incluidos, e iniciaron su tarea de resaltando el significado del emprendi-
condiciones generales de las antologías compilación, selección y elaboración final miento y su importancia para el acerca-
con la mencionada funcionaria del Mi- de las antologías, todo lo cual insumió un miento cultural entre la República Domi-
nisterio de Cultura dominicano, como lapso aproximado de tres meses. El con- nicana y el Paraguay.

42 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
NOVEDADES
A su turno, el ministro de cultura de do Acosta, Mario Rubén Álvarez, Lilian
Paraguay, Fernando Griffith agradeció a Sosa, Miguelángel Meza y Mauro Lugo.
su par dominicano el emprendimiento
editorial que permitirá un mayor acerca- La antología de narrativa, por su par-
miento entre los pueblos allí representa- te, abarca desde el grupo al que pertene-
dos, un gesto más de los abundantes sig- ció Casaccia hasta nuestros días. Los au-
nos de hermandad recibidos en el marco tores incluidos en la muestra son los si-
de la FILSD. guientes: Gabriel Casaccia, Augusto Roa
Bastos, Hugo Rodríguez Alcalá, Ana Iris
Las antologías Paraguái Ñe’ë serán Chaves de Ferreiro, Mario Halley Mora,
presentadas próximamente en Asunción Juan Bautista Rivarola Matto, Sara Kar-
y distribuidas gratuitamente en las bi- lik, Alcibiades González Delvalle, Mari-
bliotecas, universidades, instituciones bel Barreto, Osvaldo González Real, Ra-
y centros culturales del país, así como a quel Saguier, Lita Pérez Cáceres, Chester
investigadores de la literatura paraguaya Swann, Yula Riquelme de Molinas, Au-
del país y del extranjero. gusto Casola, Renée Ferrer, Helio Vera,
Tadeo Zarratea, Guido Rodriguez Alcalá,
Los antologadores presentes en el Los antologados Raúl Silva Alonso, Bernardo Neri Fari-
acto, Susy Delgado y Javier Viveros fue- La antología de poesía incluye tex- na, Susana Gertopán, Esteban Bedoya,
ron presentados por el poeta y periodis- tos de 38 autores, escritos en castellano Lourdes Talavera, Gilberto Ramírez San-
ta Mario Rubén Álvarez, iniciando una y guaraní: Hérib Campos Cervera, Jose- tacruz, Milia Gayoso-Manzur, Mabel Pe-
conducción bilingüe muy celebrada por fina Plá, Oscar Ferreiro, Maybell Lebrón, drozo, Alejandro Hernández y von Eck-
los presentes. Delgado agradeció al Mi- Elvio Romero, Elsa Wiezell, José Luis stein, Irina Ráfols, José Pérez Reyes, Juan
nisterio de Cultura dominicano por el Appleyard, Ramiro Domínguez, Rubén Ramírez Biedermann y Javier Viveros.
encargo realizado a la SEP, señalando Bareiro Saguier, Carlos Villagra Marsal,
la gran importancia de estas antologías Luis María Martínez, Francisco Pérez
para un mejor conocimiento de las le- Maricevich, Esteban Cabañas, Gladys
tras paraguayas fuera de sus fronteras Carmagola, Jacobo Rauskin, Víctor Ca-
y refirió brevemente el proceso de ela- sartelli, Víctor-Jacinto Flecha, Moncho
boración de la antología de poesía. Por Azuaga, Victorio Suárez, Nila López,
su parte, Javier Viveros destacó el tra- Lourdes Espínola, Mario Casartelli, Ri-
bajo realizado sobre criterios bien de- cardo de la Vega Delfina Acosta, Mónica
terminados, asegurando que la muestra Laneri, Shirley Villalba, Carlos Bazza-
de narrativa ofrecida en el libro es sufi- no, María Eugenia Ayala, Giselle Capu-
cientemente representativa de la ficción to, Félix de Guarania, Gregorio Gómez
en prosa escrita en Paraguay, desde los Centurión, Carlos Martínez Gamba,
años 40 hasta la actualidad. Feliciano Acosta, Susy Delgado, Wilfri-

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 43


ENTREVISTAS
1.- La revista El Guajhú cumple un
ciclo de casi cuatro años de lanzar
un aullido más que literario en el
siempre árido territorio de la creación
artística y principalmente literaria en
el Paraguay. ¿Qué balance hacés sobre
esta experiencia, en base a lo publicado
y los efectos que ha generado?
Al comienzo, hacia finales del 2013, nos
habíamos propuesto tratar de satisfacer
la necesidad de un espacio físico donde
dar a conocer la creación literaria de
autores nacionales y contemporáneos,
y, al mismo tiempo, publicar ensayos
sobre literatura, gramática y lingüística,
un lugar donde sus editores pudiéramos
también volcar nuestra ansiosa sed de
escribir y encontrarnos con otras voces

“Encarar un proyecto desconocidas o dispersas, todo esto en


el marco de un trabajo colaborativo y
autogestivo. Varias de aquellas metas

literario aquí siempre es iniciales las alcanzamos con éxito y otras


fueron mutando o reinventándose por
el camino. El resultado fue gratificante,

una militancia” fuimos acertando en ir publicando los


números a la vez que interactuábamos
con los lectores y escritores en las tertulias

Andrés Colmán Gutiérrez de presentación, en Asunción se formó


en torno a El Guajhú una comunidad de
submundo ávida de literatura reciente.
Con el tiempo, descubrimos que hay
Hace casi cuatro años, El Guajhú desafiaba la experiencia difí- mucha gente interesada en compartir su
cil que han tenido siempre en nuestro país las revistas literarias. producción literaria.
Una de sus principales editoras, la poeta Giselle Caputo, hace una
evaluación del trecho andado y sus resultados.

44 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
ENTREVISTAS
quienes aportaban con sus trabajos, sin Guajhú reciba ayuda de instituciones, ni
recibir ninguna retribución económica, no de fuentes publicitarias.
sólo porque se los pedíamos, sino porque
comprendían y apostaban al trabajo Encarar un proyecto literario aquí siempre
autogestivo y porque encontraban en El es una militancia, que solo puede soste-
Guajhú un espacio de expresión creativa. nerse con mucha obstinación e impulsarse
Cada número es el reflejo de un gran desde la satisfacción que produce hacer lo
trabajo colectivo. Por otra parte, recibir que a uno le gusta y le divierte.
el empuje sincero de nuestros lectores en En Paraguay es imposible encarar la
todo este tiempo fue determinante. publicación de una revista literaria con
3.- ¿Cuáles fueron las principales fines comerciales. Estamos aún en la
dificultades que han debido enfrentar, etapa de la conquista, los escritores y los
a la hora de sostener una publicación editores debemos salir a cazar lectores.
como El Guajhú? ¿Es posible encarar La literatura no es el alimento favorito del
la edición de una revista literaria con pueblo paraguayo, es reducido el público
suficiente retorno económico y de que la consume porque son limitados los
satisfacciones en el contexto paraguayo, recursos de difusión y promoción de la
o necesariamente debe considerarse una literatura, fuera de los círculos de élite
acción quijotesca? no queda de otra que hacer autogestión,
la poca notoriedad que tiene la literatura
Nuestros principales obstáculos fueron nueva se logró gracias a iniciativas
más bien de índole operativo: congeniar autogestivas como las de las editoriales
los horarios entre los integrantes del equi-
po editorial, todos tenemos trabajos “for-
males”, familias, mascotas, etc., a veces
2.- En el editorial del primer número fue difícil y al mismo tiempo enriquecedor
planteaban el desafío de lograr una respetar nuestros tiempos emocionales.
retroalimentación con autores y
En lo económico, el proyecto se concibió
lectores, en el sentido del trabajo
sin fines de lucro, llegábamos con lo justo
colaborativo. ¿Cuánto se ha podido
para pagar las impresiones gracias a la
lograr de ese objetivo?
venta de las revistas y a los lectores que
Lo hemos logrado por completo. El las compraban con la doble intención de
Guajhú, desde sus inicios y hasta el leerlas y de colaborar con la supervivencia
final, vivió y sobrevivió únicamente del proyecto. Desde nuestros inicios
gracias a las colaboraciones de escritores, apostamos al trabajo colaborativo y
ilustradores y eventualmente fotógrafos, autogestivo, nunca pretendimos que El

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 45


ENTREVISTAS
cartoneras, el proyecto “Bien Cerca” símbolo quedará resonando en las
de Edu Barreto, Carlos Bazzano con su habitaciones donde El Guajhú se lea,
“Laboratorio de creación”, Sebastián o como un pequeño eco perruno en la
Ocampos con su revista digital y editorial historia cultural de Asunción.
“Y”, la gente de “Ediciones de la Ura”,
“Aponsíntesis”, etc. 5.- ¿Cuál es la visión que mantienen
actualmente sobre la creación literaria
4.- ¿Qué les motivó a elegir el nombre en Paraguay, en base a la experiencia de
del clásico cuento de Gabriel Casaccia haber publicado El Guajhú?
como denominación de la revista?
¿Cuánto de ese símbolo contenido en No creo que todos los integrantes de El
el nombre se ha mantenido a lo largo Guajhú tengamos una visión unificada
de la publicación? pero sí similar. Personalmente veo que
hay expresiones variadas, muchas de
Nos pareció representativo en cuanto que ellas riquísimas pero desconocidas,
con ese relato se inauguró el tratamiento porque no existen editoriales que
psicológico de los personajes dentro las auspicien o publicaciones que las
de la narrativa paraguaya y nosotros visibilicen masivamente y porque el
queríamos innovar, parecernos a un oficio de la creación literaria en Paraguay
guajhú que irrumpiera con fuerza en la es bastante miserable: hay pocos lectores
escena literaria, y nos mantuvimos todo y escasos espacios físicos de difusión
este tiempo haciendo algún modesto de la literatura. Las políticas públicas
ruido. En adelante, el sonido de ese son prácticamente inexistentes en este

campo. Si no se atienden estas demandas,


grandes voces nuevas seguirán pasando
desapercibidas. Existen valiosos esfuerzos
autogestivos, pero no están articulados en
pos de crear dinámicas de distribución y
promoción de libros, entonces la creación
literaria de las nuevas generaciones se
reduce a publicar con más éxito y de
manera under en redes sociales o en
antologías independientes que luego se
divulgan en espacios reducidos (ferias,
tertulias, etc.).

46 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
LIBROS
Fátima Aguilar abre su libro Semilla
con una anécdota que es clave para des-
cubrir el eje y el sentido del conjunto de
poemas que ella pone en nuestras ma-
nos. En un diálogo de amigas, ante una
pregunta que venía contextualizada
por realidades dolorosas que afectan a
nuestra sociedad y en especial a la mu-
jer, ella había respondido: “Lo que nos
toca es sembrar”.

Es lo que ella hace desde el prime-


ro hasta el último texto que reúne este
libro, y que se juega a convertirse en voz
múltiple. “Yo hablo para todas las ellas que
quieran escucharme” dice en su primer
poema, tomando un desafío dictado por
su conciencia y su sensibilidad. “Las ellas
que se quieren vivas y libres” son su des-
tinatario, pero también quienes hablan

Una palabra desde su palabra.

Nuestra autora va desmenuzando las

que se hace semilla iniquidades que sufre la mujer desde an-


tiguo y hasta nuestros días, iniquidades
diversas que empiezan en esas “cotidia-
nas dictaduras” que tienen sus raíces pro-
Susy Delgado fundas, y que de pronto se resumen en
una figura que es metáfora pero también
dolorosa daga que señala una realidad: “
Herencia de un Dios de los hombres que las
llama pecadoras”.
Para quienes llevamos varias déca- nes que nos siguen, hay vocaciones fuer-
das buscando esa palabra capaz de decir tes que inician la misma búsqueda y que Fátima Aguilar no ignora que las
nuestras verdades profundas, es realmen- en algunos casos se van convirtiendo en iniquidades humanas se extienden en
te estimulante ver que en las generacio- hermosas voces, sensibles y profundas. nuestra sociedad –por qué no, en nues-

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 47


LIBROS
teras y etiquetas estrictas, que impidan
a un lenguaje dialogar y mezclarse con
otros territorios. Y que la poesía es, al fin
y al cabo, nada más –pero nada menos-
que un modo del ser humano, de balbu-
cear sus profundas inquietudes.

tro mundo- hacia otros sectores, que en pudor y la intimidad, que deberían res- “Desaprenderé el miedo al fuego del in-
un momento se resumen en la figura de petarse en todos los seres humanos, y fierno –dice Fátima en otro de sus textos
los trabajadores: “El trabajador se ensucia que se han vuelto campo de violaciones, que alcanzan un intenso y muy logrado
el uniforme todos los días para que otro goce” con y sin metáforas. tono poético-./Me consumiré toda en el fue-
dice la autora, que desglosa los terrenos go incandescente de mi hoguera./ De esta ho-
de la discriminación que afecta induda- Es evidente que el terreno que transi- guera que soy,/ del fuego que me enciendo./
blemente a un amplio abanico de la po- ta esta palabra, está en la orilla o directa- Me hago cargo del dolor que supone/ prestar
blación. Y desemboca otra vez en el án- mente se codea, se mezcla sin ortodoxias, el cuerpo, el único cuerpo que tengo,/ a la re-
gulo que atañe a la mujer, para señalar con el alegato socio-político, en una línea volución de la ternura”.
las diferencias de trato y reconocimiento que se asume feminista sin vacilaciones.
que subsisten para hombres y mujeres. Por ello, y porque al parecer algunas opi- La semilla es una figura que alude
niones han señalado a la autora que esta claramente a un sueño que se persigue.
Este buceo sensible que hace la auto- voz no correspondería a la poesía, ella Como veterana buscadora de un sueño
ra a través de la palabra, y que tiene un responde sin temores, contraponiendo la que es hermano carnal del tuyo, com-
claro y asumido lenguaje de alegato hu- dura realidad a lo que idealmente suele parto contigo mi creencia de que la poe-
mano y social, alcanza momentos de una esperarse de la poesía: sía es un buen cauce para esa búsqueda.
notable intensidad poética, como en ese Al parecer ese camino no termina nunca,
poema que se dirige a una “señora” que “No es poesía caminar desesperada por pero lo importante es caminarlo, y vos
es muchas, muchísimas señoras, a quie- calles y palabras...” Reafirma en sentido lo estás iniciando con una sensibilidad
nes recomienda en un tono de ruego fra- de su palabra “ante un mundo adicto a la y una pasión que son armas poderosas
ternal que no desdeña la ironía: sangre”, para concluir, nuevamente con para avanzar. Vos esgrimiste la palabra
ironía: “Por supuesto que no es poesía/ Es como un arma para tu lucha. Eso es lo
“Cuídese, señora/ por favor, señora,/ apenas respirar”. que ha hecho siempre la poesía, desde
tenga cuidado con el amor,/ tenga cuidado la lucha primera y esencial de decir las
con el humor,/ porque hay humor que no ríe/ Es cierto, la palabra de Fátima camina verdades del alma, hasta la lucha que se
sino todo lo contrario,/ siembra muerte y en la cornisa. Pero si algo puede comen- lanza tras el sueño de cambiar el mundo.
destrucción”. Y más adelante, le advierte: tar sobre estas cosas quien esto escribe, Enhorabuena, Fátima, o sencillamente
Cuidado, que no se burlen “de su vientre/ es que los años de búsquedas, nutridas querida Fachu.
o de su vagina” señalando crudamente equivocaciones y milagrosos hallazgos
esos territorios que deberían ser los del le han enseñado, que no existen las fron- Del libro Semilla, Editorial Arandurã, 2017.

48 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
LIBROS
que hace préstamos léxicos y tiene calcos
sintácticos del castellano. Hay vocablos
del idioma de Cervantes que adquieren
auténtica carta de naturaleza, el guaraní
paraguayo los asimila, los sumerge en el
horizonte de sucesos de su ortografía y de
su sintaxis. Citemos unos pocos ejemplos
de esto: aperdeva’ekue, reñembodelikadose,
kállere, iselósa, ajatropella, netrraisionárõ,
dehkonosidoite. Tadeo Zarratea, es un
académico de la lengua guaraní y en
su lucha por el desarrollo de la misma
propone el grafema /X/ para asimilar los
hispanismos al guaraní paraguayo, en
este caso específico el sonido de la jota
española, algo que no es reflejado por
letra alguna del alfabeto guaraní actual.
Es por ello que en el cuento nos hallamos
con vocablos como: trráxe, xuntahápe,
arxélva, oñantoxáma, axéno, xuraménto,

Algunas consideraciones
lexítimo, itrravaxoitemihína, éxe, xárro,
xuventu, entre otros.

sobre “Elfinadorã”* Afirma Mieke Bal que la focalización


es el medio de manipulación más
importante, más sutil y más penetrante.
En este cuento se hace uso de la
Javier Viveros focalización interna, pues el narrador
filtra su mirada a través de una mente
(jviveros@sep.org.py) figural, esto es, el punto de vista
corresponde al de un personaje, con todas
las limitaciones espacio-temporales y
Es nuestro objetivo explayarnos —en de infidelidad que termina en la muerte cognitivas que esto conlleva. El narrador
unos pocos párrafos— sobre este cuento del marido celoso por parte del “cuerno”. es del tipo autodiegético, su función
de Tadeo Zarratea que forma parte de su Está escrito en guaraní paraguayo, el que es vocal y de personaje y es al mismo
libro Arandu ka’aty, el texto narra un caso habla el hombre de la calle, esa lengua tiempo protagonista de los hechos que

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 49


LIBROS
De belleza violenta y salvaje, bala es el mensajero que se envía hacia
Elfinadorã es una pieza de gran eficacia un destinatario, y en este caso con un
narrativa. El narrador dirige su mensaje de muerte.
discurso a un narratario que tal vez
está frente a él, sentado también sobre Elfinadorã es la historia de un adulte-
la circunferencia de un tronco, en el rio y un crimen. Es el crimen y el casti-
monte, esto puede intuirse por la frase go, pero no un castigo del criminal, sino
“ndéve hagũére amombe’úta”, puede el de la víctima. Un castigo doble, pues
verse que —aunque innominado— aparte de portar y soportar en la cabeza
el narratario-personaje está allí, el peso de la cornamenta que le adjudi-
participante del mismo nivel diegético ca la sabiduría popular, tuvo que entrar
que quien dio muerte a Elfinadorã. En en la muerte y encontrar la segunda fe-
el impetuoso decurso de su discurso, cha de su epitafio en manos de quien se
el narrador hace uso de una de las acostaba con su mujer. El narrador, que
distorsiones de orden, de la analepsis ha matado a su semejante, reflexiona so-
(flashback), para enterar al narratario bre ese hecho:
del encadenamiento de hechos que lo
condujo hasta su situación actual. la nde rapicha jukáko hasy;
péva mba’e nderasýva. Rei eréta
Con su propio revólver, Elfinadorã aháta ajuka sapy’aite ha aju.
es ultimado. El revólver de calibre 38 es Nda’upeichaihína.
descrito minuciosamente y sobre él se
suelta esta frase señorial: Umívape niko la En el enfrentamiento, el narrador
vríngo vodóke rejokuaiseháicha rejokuáita. del cuento estuvo primeramente en
Destella la belleza de la metáfora “vríngo desventaja, desarmado como Juan
vodóke”: la bala de plomo es el bodoque Dahlmann en el borgeano cuento “El
de los gringos y el revólver es su hondita. sur”, pero no hizo falta la presencia del
Es también digno de mencionar el uso gaucho estático que le tirara una daga.
inteligente del verbo tal como lo hacía Era innecesario puesto que el narrador
Borges, en cuyos textos había personajes es “mitã kapilléro avei” y sabe que al
que “conversaban un truco” o “discutían acercarse al oponente queda neutra-
cuenta. Al utilizar la primera persona una motocicleta”. En la oración lizada su ventaja armada, porque así
aumenta el grado de ilusión mimética, el mencionada, el verbo es jokuái (ocupar, pues “nande tíroi”. En la confrontación
discurso llega menos mediatizado hasta emplear). Rejokuaiseháicha rejokuáita cuerpo a cuerpo el arma estalla de súbito
el lector; a ello también contribuye el la vríngo vodóke upe 38-pe. La bala es dando muerte a Elfinadorã, quien por otra
empleo oportuno del discurso restituido. retratada cual si fuese el dios Hermes; la parte“ni pe ikuñáme ko nda’ijukýi”.

50 SO CI E DA D D E E S C R I TO R E S D E L PA R AG UAY
LIBROS

Hay en el cuento una exaltación táci- ético radical, sino que simplemente su La narrativa en guaraní está todavía
ta del coraje. El valor como valor máxi- escala de valores es distinta a la usual en en pañales, se halla en pleno carreteo,
mo. Para el narrador, la muerte en una estos tiempos. El narrador del cuento se pronta a levantar vuelo. Y para reforzar
competencia entre machos es un resul- duele de haber dado muerte al marido este aserto señalaremos que son apenas
tado esperable y comprensible. Arriéro de la mujer ajena, se arrepiente del adul- tres las novelas escritas íntegramente en
léi. Es como si su arandu ka’aty lo llevara terio, pero le duele más el haber perdido la lengua de Félix Fernández. Por eso, es
a comprender que la moral no es más su valle como consecuencia de ello. Que muy llamativo que en etapa tan amaneci-
que una construcción social, y a definir el origen de todo haya sido por haberse da se haya dado ya la aparición fulguran-
en base a ese conocimiento su escala de metido con una mujer casada y ya de te y feliz de esta joya de 24 quilates que es
valores. (La moral es parte fundamental una edad atardecida, que ese haya con- Elfinadorã de Tadeo Zarratea.
de todo orden social: un individuo así, stituido su pasaje hacia el ostracismo,
que ha desvelado sus ojos girando el ros- hacia el abandono forzoso del terruño en
tro en el interior de la caverna platónica, una eterna huida de las autoridades, ese Del libro LOS DOS MEJORES CUENTOS
puede resultar peligroso en el seno de es para él el dolor mayor: la pérdida de PARAGUAYOS - EN LAS DOS LENGUAS
una sociedad). Aunque es preciso ad- su patria chica, el lugar en el que viven OFICIALES DEL PARAGUAY, Tadeo Zarratea,
vertir que no es el suyo un escepticismo sus afectos. Servilibro, 2017

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RECOMENDACIONES
En el texto informativo que rescatamos,
la DINAPI comienza recordando que:
“Formar una industria creativa con
bases sólidas que permita a los artistas
y creativos vivir de sus trabajos es
posible. El Derecho de Autor y los
Derechos Conexos son herramientas
fundamentales para formalizar y
fortalecer la comercialización de las
producciones culturales”.

“Los Derechos de Autor y Derechos


Conexos –continúa diciendo el texto-
ofrecen al creador un abanico de
posibilidades para obtener regalías con
la distribución o reproducción de sus
obras, y le ofrece respaldo en casos de
divulgaciones o copias no autorizadas
y plagios”. Y explica cómo registrar una
obra escrita en la Dirección Nacional de

El necesario registro Propiedad Intelectual:

Los pasos del registro

de las obras literarias 1. El primer paso es presentar la docu-


mentación inicial en la oficina de la
“Dirección General de Derecho de
Una de las preocupaciones importantes que deberían tener Autor y Derechos Conexos” (España
N° 317 c/ Estados Unidos). Los docu-
los escritores es registrar sus obras en la Dirección Nacional de mentos a tener en cuenta son:
Propiedad Intelectual. La realidad nos muestra que no siempre
es así, pero sin embargo, en las conversaciones sobre el tema, la • La solicitud de registro (llenada o
necesidad y conveniencia de hacerlo son destacadas. La DINAPI completada en computadora o ma-
nualmente), en tres copias (podría
ha elaborado una lista de 5 pasos a seguir, que nosotros rescata- ser un original y dos fotocopias).
mos aquí, por su gran importancia. Descargar solicitud de registro.

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RECOMENDACIONES
• La obra impresa a ser depositada 4. Acercá a la Dirección General de De- Los trámites pueden ser realizados por
(espiralada o encarpetada, 4 cua- recho de Autor y Derechos Conexos el autor o su representante, a través de
tro ejemplares si la obra es editada; las tres publicaciones del edicto, sin una simple autorización.
1 un ejemplar si la obra es inédita). recortarlas, de tal manera a que se
aprecien las fechas de publicación y Para más información sobre Derecho de
• Fotocopia simple de cédula de en qué diario fueron hechas. También Autor y Derechos Conexos, llamá al 021
identidad. adjuntá la orden de publicación ori- 210977 interno 275.
ginal o una fotocopia de la misma.
2. Una vez presentada la documenta- Con esto se te proveerá una contrase-
ción, abonar la tasa, cuyo costo es un ña para reclamar el “Título de Con-
jornal (Gs. 75.558) para el registro de cesión del Registro”, que es el certifi-
hasta diez obras. cado de propiedad de la obra.

3. Es momento de declarar pública- 5. Podrás retirar el Título de Concesión


mente que tu obra te pertenece. Se te del Registro una vez transcurridos
facilitará un modelo de edicto, que treinta días hábiles luego de la última
deberás publicarlo por tres días con- fecha de publicación del edicto, si en
secutivos en algún diario de gran cir- dicho periodo de tiempo no existie-
culación o especializado. re oposición al registro.

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RECUENTOS

La SEP hace camino


al andar… * El 11 de octubre, fecha en que se ce-
lebra el Día del Poeta Paraguayo y el 29º.
Aniversario de la Sociedad de Escritores
* La Semana y el Día de la Lengua ción de destacados poetas que escriben del Paraguay, se realizó un lucido acto en
Guaraní motivaron la primera activi- en nuestra lengua vernácula: Felicia- la sala Ruy Díaz de Guzmán de la Man-
dad pública de la directiva actual de la no Acosta, Miguel Ángel Meza, Lilian zana de la Rivera, que desbordó de asis-
SEP. El encuentro tuvo dos momentos: Sosa, Mario Rubén Álvarez, Damián tentes. Música y poesía se mezclaron con
Una charla de Javier Viveros sobre la Cabrera, Susy Delgado, Carlos Bazza- un emotivo homenaje a Carlos Villagra
poesía que se escribe hoy en guaraní, no y Estela Asilvera. La poesía guaraní Marsal, en el que también se recordaron
y un recital que contó con la participa- mostró todo su esplendor. a las grandes figuras de nuestra poesía.

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RECUENTOS

* Palabra de Roa fue el título que se * Alba Eiragi Duarte, poeta y lide- * Antologías Regionales Bilingües,
dio a la propuesta lanzada como saludo resa ava guaraní, fue presentada y salu- el proyecto de difusión de las voces li-
al Año del Centenario de Augusto Roa dada como integrante de la Sociedad de terarias emergentes del interior del país,
Bastos el 13 de enero de 2017. Nuevamen- Escritores del Paraguay, el 17 de febrero lanzado por la Secretaría Nacional de
te fue la Manzana de la Rivera, pero esta de 2017, en la Casa Bicentenario Augusto Cultura con la conducción de Susy Del-
vez en la Biblioteca que lleva el nombre Roa Bastos. Y el acto, primero en su géne- gado, viene desarrollándose en localida-
del autor homenajeado, donde se reunió ro, se constituyó en noticia destacada de des como Ciudad del Este y Filadelfia,
un multidudinario público para escuchar la prensa local. con el apoyo de la SEP. El ciclo llegará
los textos escogidos del mayor escritor este año a otras comunidades.
paraguayo, leídos por conocidas figuras
del ámbito literario y artístico local.

Revista D igital • Edición Nº 1 • Mayo d e 2 0 17 55


RECUENTOS

* Dos antologías de poesía y narra- * Los poetas indígenas Brígido Boga- * Un Taller de Guiones tuvo a su
tiva, Paraguái Ñe’ẽ I y Paraguái Ñe’ẽ II do y Alba Eiragi Duarte protagonizaron cargo el escritor Javier Viveros, vicepre-
fueron elaboradas por un equipo confor- un singular y lucido encuentro, el 6 de sidente de la SEP en la Feria Internacio-
mado por la SEP, por encargo de la or- abril de 2017, en la Libroferia organizada nal del Libro de Caacupé. Numerosos in-
ganización de la Feria Internacional del por CAPEL, con la conducción de Mar- teresados en el tema se reunieron a escu-
Libro de Santo Domingo, que tuvo como cos Ibáñez. La poesía indígena de autoría char la exposición que abarcó un análisis
invitado especial de este año al Paraguay. reconocida se abre paso paulatinamente de los elementos del género, la mecánica
La literatura paraguaya va conquistando en nuestro país. del relato y una clase práctica del guion
nuevos espacios de reconocimiento. de historietas.

* Palabra de Roa, la propuesta de la


* Un Homenaje a Rubén Bareiro SEP que busca destacar la columna ver- * El Portal de la Sociedad de Escri-
Saguier, en el primer aniversario del fa- tebral del rico legado de Augusto Roa tores del Paraguay ya es una realidad y
llecimiento del destacado escritor, se rea- Bastos, ya es demandada desde varios a medida que vaya conociéndose en el
lizó en Villeta, el 25 de marzo de 2017. El lugares. La misma se hizo presente en la ámbito nacional como en el internacio-
emotivo encuentro contó con la partici- Feria Internacional del Libro de Caacupé, nal, se constituirá en un espacio impor-
pación de un importante grupo de escri- el 8 de abril de 2017, con la participación tante de difusión de las figuras de la li-
tores y la comunidad local que se dio cita de conocidos escritores asociados que se teratura paraguaya.
para recordar al poeta. dieron cita en la nueva muestra librera de
la ciudad cordillerana.

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RECUENTOS

*El Premio Municipal de Literatura *Un centenario múltiple es el que *El centenario de Juan Rulfo, el gran
de Encarnación fue lanzado oficialmen- puso en el tapete la Sociedad de Escri- escritor mexicano, tampoco se puede ob-
te el 24 de marzo, concretando una idea tores del Paraguay, al recordar que este viar este año. La Sociedad de Escritores
generada por la Sociedad de Escritores año suman sus nombres al de Augusto del Paraguay considera que este 2017
del Paraguay y realizada por la SEP Filial Roa Bastos, Hugo Rodríguez Alcalá, José ofrece una magnífica oportunidad para
Itapúa. Abriendo caminos a la literatura María Rivarola Matto y Juan Maidana, establecer un paralelismo entre dos figu-
del interior. figuras que cultivaron con brillos singu- ras que marcaron profundamente la lite-
lares el arte de la palabra. El gesto está ratura latinoamericana y que se admira-
siendo asumido justicieramente por las ban mutuamente: Roa y Rulfo. Y prepara
ferias del libro locales. el escenario en que se realizará esta parti-
*El anteproyecto de Ley del Libro, cular y significativa conmemoración.
base para un importante instrumento de
promoción del libro paraguayo, fue pre-
sentado por la Multisectorial del Libro,
que integra la SEP, al senador Adolfo Fe-
rreiro, a fines de 2016.

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RECUENTOS

*Clotilde Cabral y Juan Manuel Marcos, *En abril, en un hito importante para la
apreciados miembros de la Sociedad de literatura paraguaya, nuestra compa-
Escritores del Paraguay, han sido elegi- ñera Susy Delgado presentó en París
dos para recibir el prestigioso galardón “Kirirīñe’ẽ joapy - Échos du silence”, una
de Maestros del Arte que otorga el Cen- antología trilingüe de su poesía. Luego,
tro Cultural de la República El Cabildo, en Universidad Bordeaux Montaigne,
un reconocimiento que celebramos. presentó su ponencia “Traducir el guara-
ní o cómo se desteje el arcoiris”.

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