Freud advirtió la necesidad de crear un esbozo auxiliar para hacer
comprensible o estructurar su teoría, y al mismo tiempo mantener un orden en la investigación. Creó para esto la metapsicología, estructura hipotética, que le sirvió para ir colocando los distintos elementos estructurales de su teoría en un conjunto coordinado. El sistema metapsicológico de Freud es una topografía del aparato psíquico. En la psiquis se hallan tres sistemas que Freud ha denominado y dividido topográficamente en el “inconsciente”, “preconsciente” y “consciente”. Cada uno de ellos con características determinadas. Dentro de estos tres campos de límites imprecisos, se considera la existencia de tres instancias o localizaciones, que actúan en distintos planos y que adquieren las características propias de ese nivel de la actividad psíquica son: el ello, el yo, y el superyó. El yo, por ejemplo, tiene una parte dentro del consciente, pero llega al preconsciente y al inconsciente. El ello, en cambio, está totalmente situado en el consciente y regido por las leyes de ese sistema. En suma, son campos de límites esfumados que tienen zonas fronterizas comunes. El sistema inconsciente El estudio de los contenidos de inconsciente permite mostrar que los actos mentales y sociales tienen una causa definida, siguen un propósito y son emocionalmente lógicos, aun cuando desde un punto de vista intelectual, aparentemente no sea así. El inconsciente, para el psicoanálisis, es un sistema en constante evolución y cargado de energía psíquica. Según el concepto de Freud, el inconsciente no es lo contrario del consciente. Por el contrario, es el grado preparatorio de consciente, y más exactamente aún: el verdadero, el real psiquismo. Las experiencias hipnóticas “A” y “B” de Barnheim habrán permitido demostrar que existe un inconsciente, un elemento que actúa por debajo de la consciencia, pero que es capaz de movilizar al sujeto sin que éste advierta el origen de su decisión. Stefan Zweing sostiene que el inconsciente no es de ninguna manera el residuo del alma, sino, por el contrario, su materia prima, de la que sólo una porción mínima alcanza la superficie iluminada de la consciencia; pero la parte principal, llamada inconsciente, que no se manifiesta no está por eso muerta o privada de dinamismo. Dotada de vida y acción influye en forma efectiva sobre nuestros pensamientos y sentimientos, representando el sector más plástico de nuestra existencia psíquica. Al modo de actuar del inconsciente se le denomina proceso primario, por ser la primera forma de actuación, la más primitiva del psiquismo. En el inconsciente hay que tomar en cuenta los siguientes mecanismos: a) _Desplazamiento: consiste en la movilización y cambio de lugar de una carga psíquica, un desplazamiento de la unidad a otra. Este fenómeno se produce generalmente en la histeria de angustia, es decir, en las fobias y en la neurosis obsesiva. b) _ La condensación: consiste en la unión de varios elementos separados que tienen determinada afinidad entre sí. Es la característica de la histeria de conversión en la que un síntoma puede ser la condensación de energía psíquica de varios elementos. c) _ La proyección: se produce generalmente en la paranoia en que el sujeto proyecta sus impulsos agresivos sobre otro u otros y luego se siente perseguido y acosado por esos mismos impulsos que él proyectó. d) _ La identificación o transferencia: mediante este proceso una persona se considera en cierta medida semejante a otra, el niño copia el modo de actuar del padre y este proceso de identificación parece ser la posibilidad de una mutua comprensión humana. El inconsciente tiene sus modos propios de actuar que constituyen en conjunto el proceso primario y son: a) _ Ausencia de cronología: en el inconsciente la cronología no existe. Careciendo de sentido cronológico el inconsciente no reconoce pasado ni futuro y tan solo un presente. Todas las tendencias son vividas por el inconsciente en el tiempo actual. b) _ Ausencia de concepto de contradicción: no opone reparo alguno a la coexistencia de sucesos antitéticos. Sus elementos no están coordinados y las contradicciones se dan simultáneamente, manteniendo su plena valencia, sin exhibirse, aun cuando sean de signo contrario. Pueden existir a la vez un sí y un no. Inconscientemente se pueden vivir en forma simultánea sentimientos de odio y de amor, sin que uno de los dos desplace o anule al otro ni siquiera en parte. c) _ Lenguaje simbólico: cuando el inconsciente tiene que decir, lo expresa en forma arcaica, utilizando símbolos. d) _ Igualdad de valores para la realidad interna y la externa o supremacía de la primera: la realidad interna en los psicóticos y neuróticos tiene tanto o más valor que la externa. El psicótico, que vive la fantasía de ser mujer, tiene en ella algo que es tanto o más valedero que su real personalidad. Por lo tanto, es perfectamente natural que actúe como tal. e) _Predominio del principio del placer: el hombre normal aprende a esperar a acomodarse para conseguir la satisfacción instintiva, en cambio, el neurótico y psicótico, que se encuentran dominados por el proceso primario, no pueden soportar el displacer. Dentro del sistema inconsciente es necesario tener encuentra una porción, que se halla integrada por elementos de una naturaleza tal que si llegaran a ser conscientes presentarían notables diferencias con los demás. Estos elementos diferentes, que no tienen un acceso libre del sistema consciente, constituyen lo que se denomina inconsciente reprimido. Todo lo reprimido tiene que permanecer inconsciente, pero no forma por sí solo todo el contenido de este sistema. Lo reprimido es, por lo tanto, una parte del inconsciente. El sistema pre consciente En la topografía hipotética del aparato psíquico creada por Freud, el sistema pre consciente se halla ubicado entre el consciente y el inconsciente. Su contenido está integrado en parte, por elementos procedentes de inconsciente, en paso hacia