Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
que en medicina se refiere a toda sustancia con potencial para prevenir o curar
una enfermedad [...] En el lenguaje coloquial, el término suele referirse
concretamente a las sustancias psicoactivas y, a menudo, de forma aún más
concreta, a las drogas ilegales».5 Este término también se utiliza en el ámbito de
la medicina y farmacología, como sinónimo de «principio activo» o fármaco, tal
como refleja la definición de la OMS. Sin embargo, otros autores señalan que
«droga» es el término utilizado para referirse a una sustancia usada sin fines
terapéuticos, autoadministrada y con potencial de abuso o dependencia, o que
produce placer.
Las drogas más consumidas del mundo son el alcohol, la nicotina y la cafeína,
legales en la gran mayoría de países,11 además de otras sustancias generalmente
ilegales como derivados de los opiáceos y lasanfetaminas.12 La consideración del
azúcar como «droga adictiva» está sujeto a debate científico, en el contexto de
los trastornos de la conducta alimentaria.
Las drogas pueden causar, en mayor o menor intensidad, adicción y efectos
secundarios.
Muchas drogas son ilegales, prohibiéndose su uso incluso para ensayos clínicos u
otras aplicaciones médicas; existen tratados internacionales, como la Convención
Única sobre Estupefacientes, que prohíben ciertas sustancias de forma global.
Desde su ilegalización, a mediados del siglo XX, numerosos países,
destacandoEstados Unidos, iniciaron la llamada «guerra contra las drogas»
destinada a combatir el narcotráfico y la delincuencia organizada surgida de la
prohibición de estupefacientes.
Según la Real Academia Española, droga proviene del árabe
andalusí ḥaṭrúka (literalmente, 'charlatanería'). En el siglo XIV, se comenzó a
20
utilizar en los Países Bajos el término droog (seco), para referirse a las plantas y
especias que se ocupaban secas para usos medicinales. Posteriormente, los
ingleses utilizaron drug y los franceses drogue para referirse a los medicamentos.
En los Países Bajos, el término se siguió usando específicamente para referirse a
los productos de las plantas medicinales. En inglés, el término drug se usa en forma
genérica para referirse a principios activos y fármacos. En español, el término se
utiliza en el lenguaje común restrictivamente para referirse a sustancias con
potencial de abuso.
Existen pruebas de que el ser humano fue conocedor y usuario de ciertas plantas
con propiedades psicoactivas incluso antes de la formación de las primeras
civilizaciones, tal como es el caso del opio extraído de la adormidera. En todas
las civilizaciones, desde la asiria hasta la actual, el ser humano ha consumido todo
tipo de drogas por distintos motivos, religiosos, rituales, medicinales, hábitos o
costumbres, por distracción, hedonismo, etc.
Qué es la drogadicción ?
Podemos entender a la drogadicción, como aquella enfermedad que consiste en la
adicción o dependencia a ciertas sustancia tóxicas para nuestro organismo, las
cuales afectan en distintos grados a nuestro sistema nerviosos central, al igual que
varias de nuestras funciones cerebrales. Todo lo anteriormente manifestado,
produce efectos a nivel fisiológico y psíquico, que se manifiestan en alteraciones del
comportamiento, de las emociones, de el juicio y la percepción del medio ambiente
que nos rodea.
El consumos drogas, dependiendo del tipo en cuestión, lleva a que la persona
padezca de euforia y/o alucinaciones, y en los momentos de abstinencia se
experimenta desesperación, angustia y depresión. En algunos casos extremos de
drogadicción, el consumo de drogas puede llevar a la locura permanente y/o la
muerte de la persona.
Con respecto a la historia de la drogadicción, podemos señalar que el uso de las
drogas no es sólo una cuestión del presente o de décadas recientes, sino que
podemos encontrar sugerencias de su uso desde la prehistoria. En el siglo II
después de Cristo, los galenos utilizaban al opio, como una forma de aquietar el
dolor de los enfermos.
Asimismo, los derivados del cannabis, fueron utilizados hace muchísimos años
atrás. Es así, como varios siglos antes de la era actual, en China, Asiria y la India,
estos eran utilizados como una forma de alcanzar estados de éxtasis o supuestos
estados subliminales. Muchas culturas utilizaron las drogas con fines rituales, pero
en ambientes altamente controlados y sólo por personas especialmente
designadas. Por estos motivos no se conoce que existieran casos de dependencia
a estas substancias.
Más adelante, a mediados del siglo XIX, irrumpió con fuerza el consumo de la
morfina. Principalmente, por medio de la invención de la jeringa, en el año de 1850.
Muchos de los adictos, comenzaban a utilizarla, como una manera de calmar sus
dolores fisiológicos, pero muchos terminaron siendo adictos a la misma.
Más adelante, ya en el siglo XX, aparecería la heroína y la cocaína. La heroína,
nace por como un derivado de la morfina, la cual fue utilizada como calmante,
durante la Primera Guerra Mundial. La heroína, en fuertes dosis, es mucho más
tóxica que la morfina y produce una dependencia física, bastante más fuerte que la
morfina. Es así, como la heroína, es la droga que causa la mayor cantidad de
muertes, por medio de sobredosis mortales.
Tolerancia
Las drogas interactúan directamente con el centro del placer del cerebro y cambian
el estado de ánimo independientemente de cuáles sean las circunstancias externas.
Eso permite evadir la realidad temporalmente.
Una vez pasado el efecto de la droga utilizada, suele producirse lo que podríamos
llamar un efecto rebote, en el que aparece el estado de ánimo opuesto para
compensar. Por ejemplo, si una persona ha utilizado una droga estimulante, el
cerebro compensa luego ese exceso de excitación volviéndose lento y deprimido
temporalmente, para volver después al estado normal.
El desarrollo de la tolerancia
Conforme se va utilizando una droga de manera habitual, el cuerpo empieza a tolerar
su efecto. Es decir, con la misma dosis, la persona nota un efecto menor. Eso sucede
porque, por una parte, se activa el sistema nervioso produciendo ese efecto rebote
con mayor rapidez; es decir, el cerebro se vuelve hipersensible a esa droga, dispuesto
a compensar su efecto lo antes posible. Por otra parte, el cuerpo metaboliza la droga
con mayor rapidez, de modo que esta permanece menos tiempo en el organismo,
produciendo un menor efecto.
Debido a la tolerancia, los adictos suelen necesitar cantidades de drogas cada vez
mayores para conseguir el efecto deseado.
Tolerancia cruzada
No es raro que se produzca también una tolerancia cruzada. Es decir, una persona
que abusa del alcohol y desarrolla tolerancia, puede desarrollar también tolerancia a
otras drogas similares (de efecto depresor), como los barbitúricos y las
benzodiacepinas, aunque no las haya consumido.
Por este motivo, si un alcohólico que lleva un tiempo sin beber utiliza
benzodiacepinas, éstas pueden generar a veces una recaída.
Convulsiones
Cuando una persona desarrolla tolerancia a una droga con un efecto depresor, como
las mencionadas antes, las neuronas se vuelven muy sensibles a cualquier
estimulación (debido a una alteración en el movimiento dentro y fuera de la célula del
calcio).
Este es el motivo por el que estas personas pueden tener convulsiones más
fácilmente que los demás. En cambio, en una persona sana y no alcohólica, las
convulsiones solo son desencadenadas por una estimulación muy intensa del cerebro
(capaz de superar los mecanismos reguladores de la membrana celular), que
produce episodios de descargas cerebrales no reguladas.
Los peligros de la tolerancia
Una misma droga tiene, por lo general, diversos efectos en el cuerpo y la tolerancia
a cada uno de sus efectos no se desarrolla del mismo modo. Por ejemplo,
la heroína tiene un efecto de euforia y la tolerancia a este efecto se produce con
rapidez. Al mismo tiempo, produce una depresión del reflejo respiratorio en el cerebro,
pero la tolerancia a este efecto ocurre más lentamente, si es que llega a ocurrir. Por
este motivo, la muerte por sobredosis es común en adictos a la heroína que van
aumentando la dosis para lograr el mismo efecto euforizante, produciéndose una
parada respiratoria.
La cocaína también produce un efecto euforizante, que el organismo empieza a
tolerar con rapidez. Al mismo tiempo, ocasiona un aumento de la frecuencia cardiaca
que puede llegar a provocar daños en el corazón cuando se va aumentando la dosis.
Un ejemplo de este efecto se remonta a los años 80, cuando el uso de cocaína
alcanzó su punto más alto. Hasta entonces, los ataques cardiacos en personas
jóvenes eran muy raros, pero en esta década empezaron a aparecer personas de
ventitantos años o incluso adolescentes en las salas de urgencia de los hospitales,
debido a los efectos de la cocaína en el corazón. Por tanto, la tolerancia hace que la
droga sea cada vez más peligrosa.
El síndrome de abstinencia
Cuando una persona deja de consumir la droga a la que es adicta, aparecen una
serie de síntomas que reciben el nombre de síndrome de abstinencia. Cuando ha
estado consumiendo drogas depresoras, como alcohol, aparecen síntomas como
temblores, ansiedad, irritabilidad y a veces reacciones psicóticas.
Si se trata de drogas estimulantes, los síntomas de abstinencia incluyen fatiga,
somnolencia, estado de ánimo deprimido y aumento del apetito.
Estos síntomas aparecen cuando la droga es eliminada del organismo. Si se utilizan
drogas que el cuerpo tiende a eliminar con rapidez, como el alcohol o la cocaína, los
síntomas aparecen también con rapidez, mientras que si se trata de drogas que se
eliminan lentamente, como la marihuana, los síntomas son más leves, puesto que el
cuerpo tiene tiempo de ir acostumbrándose poco a poco.
MITOS SOBRE LAS DROGAS EN GENERAL
Mito: Las drogas no son buenas ni malas, depende del uso que se haga de ellas.
Realidad: Las drogas (salvo los medicamentos correctamente utilizados) son
sustancias tóxicas y desde su primer consumo existe riesgo para la salud de la
persona que las consume.
Mito: Los efectos del “cristal” son distintos a los de las pastillas de éxtasis.
Realidad: Se trata de la misma sustancia, y los efectos de su consumo dependerán
de la concentración del principio activo, que puede variar en ambas formas de
presentación, de la dosis, de la forma de consumo, del contexto y de las
expectativas de los consumidores.
Mito: Mejora las relaciones con los demás ya que ayuda a desinhibirse.
Realidad: Su consumo abusivo produce irritabilidad y agresividad por lo que las
relaciones sociales del consumidor se deterioran.
Mito: Las relaciones sexuales bajo los efectos de la cocaína son más satisfactorias.
Realidad: El consumo habitual de cocaína disminuye el deseo sexual y ocasiona
problemas de erección y eyaculación en los varones pudiendo llegar a producir
impotencia e infertilidad.
Clases de drogas
- Los alucinógenos, son drogas que producen a quien las consume alteraciones en
la percepción de las cosas.
Heroína: Droga derivada de la morfina, pero cuatro veces más fuerte que esta.
Crack: Droga sintética, obtenida en laboratorio, que produce los mismos efectos que
la cocaína, pero es aún más peligrosa, ya que es totalmente sintética.
Morfina: Droga obtenida a partir del opio, sustancia obtenida de una planta
denominada adormidera.
Elije a tus amigos sabiamente. Los amigos verdaderos no pondrían la vida de otro
amigo en peligro presionándolo para que se drogue. Es posible que te preguntes:
¿Cómo puedo elegir un buen amigo? Simple. Observa a las personas y a sus
hábitos antes de hacerte su amigo. Asegúrate de que tengan códigos y que
parezcan honestos y de buena personalidad. De ese modo, antes de ser su amigo
ya podrás tener una idea de cómo son.
Los amigos verdaderos no te harán sentir mal por mantenerte alejado de las drogas.
Los amigos verdaderos te respetarán. Ellos quieren verte feliz y exitoso. Si uno de
tus “amigos” no comprende que las drogas no son buenas para ti, probablemente
debas reconsiderar si realmente es tu amigo.
Ayuda a tus amigos a evitar las drogas y las malas decisiones. Diles los pasos
sencillos que pueden seguir para evitarlas, y diles que realmente te preocupas por
ellos. Además, sé sincero con tus padres sobre las drogas. Si no puedes ayudarte
a ti mismo, de seguro ellos lo harán.
Haz preguntas y conoce las respuestas. Cuantas más preguntas hagas sobre las
drogas, más difícil será utilizarlas racionalmente. Así es que mantente informado
sobre las drogas, sobre lo que le hacen al organismo de las personas y sobre cómo
funcionan. El conocimiento es poder.
Recuerda que las llamadas “drogas blandas” también son drogas. Las drogas
como el alcohol, la marihuana y el tabaco, aunque sean más aceptadas
socialmente, siguen siendo drogas potentes. La Organización mundial de la salud
(OMS) estima que más de 2.5 millones de personas mueren a causa del alcohol
cada año.[3] Eso es mucha gente, aunque el alcohol sea legal para los adultos en
muchas partes del mundo. El punto aquí es recordar que incluso las drogas blandas,
o socialmente aceptadas, pueden ser dañinas.
Aprende a decirle “no” a las drogas de forma correcta. Decirle a las personas
que no quieres drogarte puede ser algo muy difícil. Querrás ser claro y no ofender
a nadie. Tómate un tiempo para pensar en cómo puedes decirle “no” a alguien que
intenta presionarte a probar drogas. A continuación verás algunos ejemplos para
empezar: