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INGENIERÍA CIVIL

COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA


(TEXTO ARGUMENTATIVO – “EL JUEZ Y LA VICTIMA”)

INTEGRANTES DEL GRUPO:


Pacheco Contreras Sergio Andrés
Romo Hurtado Holander Romeo
Raza Andrade Oscar Alejandro
Calderón Bladimir

GRUPO: 8
PARALELO: 3

AÑO 2017
EL JUEZ Y LA VÍCTIMA.

A partir del libro “Los Cuatro Acuerdos” leído en clase, los integrantes del grupo hemos
considerado los términos Juez y Víctima. El acuerdo al que llegamos fue el de tener un
juez interior y nos resistimos a la idea de una víctima que vive en el infierno. Ocurre que
el comportamiento y la toma de decisiones que tenemos a diario, a partir de un
subconsciente, es sentenciado por un “juez interior” y el resultado de esta toma de
decisiones es soportado por la víctima. A continuación, revisaremos cómo se forman
dichos conceptos y de qué manera podríamos revertir ese infierno.

A lo largo de nuestro crecimiento y dependiendo de la educación que nos inculquen


nuestros padres, se forma el juez interior. El juez interior es aquel que sentencia cada
decisión que tomamos donde la resolución que emite, según sea el caso, hace que nos
recompensemos o nos castiguemos. Esta responsabilidad es asumida por una víctima,
la que crea una inestabilidad emocional, trayendo consigo problemas.

Cuando tomamos una mala decisión, el juez dictamina una sentencia negativa, creando
así un auto-castigo. De una serie de sentencias negativas, la víctima cae en un infierno
de culpabilidad provocando que ésta tienda a mantenerse en él. Una vez en el infierno
la toma de decisiones se vuelve un trabajo difícil, incluso, hace que el tomar una
decisión, ya sea esta buena o mala, se ponga en tela de duda, volviendo otra vez al
calabozo del cual no podrá salir.

Nuestra vida está gobernada por el juez interior y así será hasta el fin de nuestros días.
Es importante que la víctima llegue a un acuerdo consigo misma para cambiar de visión.
El acuerdo propuesto tendrá como objetivo superar ese infierno y de este modo lograr
ese estado de “sueño personal” que lo denominaremos el cielo.

Queda claro la importancia de un acuerdo que nos ayudará a dejar aquel infierno que
nos castiga y nos hace sentir culpables por las decisiones que tomamos. Al final, el gran
trabajo de mantener ese acuerdo se convertirá en ley nuestra y podremos librarnos de
ese estado de auto-castigo. Por lo tanto, cada uno tiene el poder para desencadenarse
del infierno, dejar de ser víctima y que el juez interior falle a favor de nosotros.

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