Vous êtes sur la page 1sur 10

(UAPA)

Asignatura

2014-2-2-PSI327-10-3 Evaluación De La Personalidad

Tema

Actividad II

Sustentado por:

Zoilo Espinal
Introducción

Trastornos de la personalidad Son un grupo de afecciones de salud mental


en las cuales una persona tiene un patrón prolongado de comportamientos,
emociones y pensamientos que es muy diferente a las expectativas de su
cultura. Estos comportamientos interfieren con la capacidad de la persona
para desempeñarse en las relaciones interpersonales, el trabajo y otros
escenarios.
Lee y analiza el tema Los Trastorno de Personalidad, del texto básico, luego:

Elabora un esquema que contenga:

-Definición de los trastornos

-Características

-Manifestaciones

Incluir los criterios del DSM-IV.

Definición de los trastornos

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

Un variado abanico de problemas psicológicos son los causantes de lo que se


conoce como "trastornos de la personalidad", conductas que, sin ser una
patología mental, limitan enormemente el equilibrio emocional de quienes los
padecen

La causa exacta de los trastornos de personalidad no se conoce, sin embargo,


se han planteado varias teorías que intentan explicarla. Los teóricos de la
biología creen que la causa de los trastornos de la personalidad son trastornos
cromosómicos o del sistema nervioso. Los teóricos de las ciencias sociales
creen que los trastornos de la personalidad se originan en los comportamientos
adquiridos y los teóricos psicodinámicos encuentran la explicación de las
causas en las deficiencias en el desarrollo del ego.

Los trastornos de la personalidad se diferencian de las transformaciones de la


personalidad por el momento y el modo de aparición. Son alteraciones del
desarrollo que aparecen en la infancia o la adolescencia y persisten en la
madurez. No son secundarios a otros trastornos mentales o lesiones
cerebrales, a pesar de que pueden preceder a otros trastornos o coexistir con
ellos. Por el contrario, la transformación de la personalidad es adquirida,
normalmente, durante la vida adulta, como consecuencia de situaciones
estresantes graves o prolongadas, de privaciones ambientales extremas, de
trastornos psiquiátricos graves o de lesiones o enfermedades cerebrales.

En las manifestaciones de las anomalías de la personalidad, las diferencias


culturales o regionales son importantes, pero son aún escasos los
conocimientos específicos en este área.

PAUTAS PARA EL DIAGNÓSTICO (CIE10)

Se requiere la presencia de una alteración de la personalidad no directamente


atribuible a una lesión o enfermedad cerebral importante, o a otros trastornos
psiquiátricos, que reúna las siguientes pautas:

a. Actitudes y comportamiento marcadamente faltos de armonía, que


afectan por lo general a varios aspectos de la personalidad, por ejemplo,
a la afectividad, a la excitabilidad, al control de los impulsos, a las
formas de percibir y de pensar y al estilo de relacionarse con los demás.
b. La forma de comportamiento anormal es duradera, de larga evolución y
no se limita a episodios concretos de enfermedad mental.
c. La forma de comportamiento anormal es generalizada y claramente
desadaptativa para un conjunto amplio de situaciones individuales y
sociales.
d. Las manifestaciones anteriores aparecen siempre durante la infancia o la
adolescencia y persisten en la madurez.
e. El trastorno conlleva un considerable malestar personal, aunque éste
puede también aparecer sólo en etapas avanzadas de su evolución.
f. El trastorno se acompaña, por lo general aunque no siempre, de un
deterioro significativo del rendimiento profesional y social.
Para diagnosticar la mayoría de los tipos citados más abajo, se requiere a
menudo la presencia de al menos tres de los rasgos o formas de
comportamiento que aparecen en su descripción.

A continuación describimos algunos de los tipos de trastornos de personalidad


y sus características:

 Antisocial
 Dependiente
 Esquizoide
 Histriónico
 Limítrofe (borderline)
 Narcisista
 Paranoide
 Trastorno por evitación

El término "trastorno " implica, desafortunadamente, una distinción entre


trastornos "mentales" y "físicos" (un anacronismo reduccionista del dualismo
mente/cuerpo). Los conocimientos actuales indican que hay mucho de "físico"
en los trastornos "mentales" y mucho de "mental" en los trastornos "físicos". El
problema planteado por el término trastornos "mentales" ha resultado ser más
patente que su solución, y, lamentablemente, el término persiste en el título
del DSM-IV, ya que no se ha encontrado una palabra adecuada que pueda
sustituirlo.

Es más, a pesar de que este manual proporciona una clasificación de los


trastornos mentales, debe admitirse que no existe una definición que
especifique adecuadamente los límites del concepto "trastorno mental". El
término "trastorno mental", al igual que otros muchos términos en la medicina
y en la ciencia, carece de una definición operacional consistente que englobe
todas las posibilidades. Todas las enfermedades médicas se definen a partir de
diferentes niveles de abstracción -como patología estructural (p. ej., colitis
ulcerosa), forma de presentación de los síntomas (p. ej., migraña)., desviación
de la norma fisiológica (p. ej., hipertensión) y etiología (p. ej., neumonía
neumocócica)-. Los trastornos mentales han sido definidos también mediante
una gran variedad de conceptos (p. ej., malestar, descontrol, limitación,
incapacidad, inflexibilidad, irracionalidad, patrón sindrómico, etiología y
desviación estadística). Cada uno es un indicador útil para un tipo de trastorno
mental, pero ninguno equivale al concepto y cada caso requiere una definición
distinta.

A pesar de estas consideraciones, la definición de trastorno mental del DSM-IV


es la misma que la del DSM-III y la del DSM-III-R, ya que es tan útil como
cualquier otra definición y, además, ha permitido tomar decisiones sobre
alteraciones ubicadas entre la normalidad y la patología, que deberían ser
incluidas en el DSM-IV. En este manual cada trastorno mental es
conceptualizado como un síndrome o un patrón comportamental o psicológico
de significación clínica, que aparece asociado a un malestar (p. ej., dolor)., a
una discapacidad (p. ej., deterioro en una o más áreas de funcionamiento) o a
un riesgo significativamente aumentado de morir o de sufrir dolor,
discapacidad o pérdida de libertad. Además, este síndrome o patrón no debe
ser meramente una respuesta culturalmente aceptada a un acontecimiento
particular (p. ej., la muerte de un ser querido). Cualquiera que sea su causa,
debe considerarse como la manifestación individual de una disfunción
comportamental, psicológica o biológica. Ni el comportamiento desviado (p.
ej., político., religioso o sexual) ni los conflictos entre el individuo y la sociedad
son trastornos mentales, a no ser que la desviación o el conflicto sean
síntomas de una disfunción.

Una concepción errónea muy frecuente es pensar que la clasificación de los


trastornos mentales clasifica a las personas; lo que realmente hace es clasificar
los trastornos de las personas que los padecen. Por esta razón, el texto del
DSM-IV (al igual que el texto del DSM-III-R) evita el uso de expresiones como
un "esquizofrénico" o "un alcohólico" y emplea las frases "un individuo con
esquizofrenia" o "un individuo con dependencia del alcohol".

Característica de los trastornos

1.- INESTABILIDAD EN EL SENTIDO DE SÍ MISMO

Estas personas suelen tener una auto-imagen variable que generalmente se


basa en cómo son percibidos por los demás (ante una crítica se pueden sentir
“malos”, “ineptos”, “no válidos” y ante un piropo se pueden sentir “una buena
persona”, “alguien estupendo”, etc.).

RELACIONES INTERPERSONALES INESTABLES:

La formación de relaciones “intensas e inestables” es uno de los criterios


básicos para el diagnóstico del trastorno límite. Al mismo tiempo, es uno de los
aspectos más vulnerables de estas personas. Una persona con trastorno límite
de la personalidad puede necesitar a los demás de forma desesperada y a la
vez sentir la necesidad de evitar este contacto íntimo para evitar un mayor
daño emocional.

PROBLEMAS PARA “FUNCIONAR” O SACAR PROVECHO DE SUS HABILIDADES:

Muchas personas con trastorno límite de la personalidad son altamente


funcionales y poseen múltiples habilidades que no son capaces de utilizar con
éxito. Es decir, tienen capacidad para lograr lo que se proponen pero su
inestabilidad e inseguridad no les permite aprovechar su potencial y acaban
practicando “el autosabotaje”. En gran parte esto se debe a su dificultad para
autoobservarse y poder ver estas cualidades en ellos mismos.
ALTERNAR ENTRE SUSPICACIA Y EXTREMA INGENUIDAD

Las personas con este trastorno suelen actuar de formas muy diferentes. Es
muy conocida su tendencia a oscilar entre los extremos. Lo mismo ocurre con
la confianza; en momentos de estrés pueden desconfiar hasta límites
inimaginables, llegando a rozar la paranoia y en momentos en los que se
encuentran bien, pueden ser extremadamente ingenuos y confiar por completo
en la primera persona que se cruza en su camino. No es raro que un paciente
se lleve a un desconocido a su casa o a alguien que le dice estar pasando un
mal momento y no tener adónde ir o que le facilite su dirección y llaves de
casa para que se vayan a descansar un rato.

RECURRIR AL PENSAMIENTO MÁGICO

Muchas personas con trastorno límite de la personalidad recurren a este tipo


de pensamientos con frecuencia. Es como un sentimiento de "solo tengo que
tener eso" para que todo vaya bien. Es decir, pensar que una persona, lugar,
cosa, conducta o idea puede hacer que los problemas desaparezcan de forma
instantánea o hacer que la persona se sienta feliz y/o segura. Los
pensamientos mágicos más frecuentes suelen tener relación con que "otros
arreglen su malestar". Por ejemplo, la persona con trastorno límite de la
personalidad puede pensar que lo único que necesita es a alguien que le
acompañe o a alguien a quien dar todo ese cariño que tiene para dar, que sólo
tiene que encontrar a la amiga de su vida o al compañero ideal. La persona
"mágica" puede ser una persona conocida, alguien con quien conecta en un día
de buen rollo, una persona que se encuentra por la calle desvalida y sin lugar
adónde ir o alguien que le echa una mano en medio de algún follón nocturno.

1. Sentimientos de no ser querido o defectuoso: “Nadie me querría si me


conociera de verdad”; “Nadie podría querer a alguien como yo”, "Si me
conocen de verdad se darán cuenta de lo terrible que soy".
2. Sensación de inutilidad o de "no ser apto para": "No sé hacer nada bien",
"Soy un completo desastre".
3. Sensación de dependencia: “No puedo valerme por mi mismo, necesito a
alguien en quien apoyarme”; “Si no me acompañas, seguro que me sale
mal”.
4. Sensación de ser ignorado, abandonado u olvidado: “Estaré solo, nadie
estará ahí para mí”; “Si dejo de hacerme cortes, tengo miedo de que se
olviden de mi”, "quién podría acordarse de llamar a alguien como yo".
5. Sensación de pérdida de control: “No me puedo controlar”; “Me dejé
llevar, es algo que escapa a mi control”, "si me equivoco la habré
fastidiado por completo".
6. Falta de confianza en uno mismo y/o en sus propias decisiones: “Si no
hago lo que quieren los demás, me abandonarán o atacarán”; “Si le digo
lo que pienso de verdad, pensará que soy un estúpido”.
7. Desconfianza o suspicacia en relación a otras personas: “Las personas
me harán daño, atacarán o se aprovecharán de mí”; “Seguro que me
trata bien porque quiere algo de mí”; “Me debo proteger de los demás”.
8. Terror a ser arrastrados, engañados o traicionados por sus emociones:
“Debo controlar mis emociones o algo terrible ocurrirá”; “No le puedo
demostrar lo mucho que me he alegrado de verle o no volverá”, "si sabe
lo que siento de verdad pensará que estoy loco".
9. Autocastigo o Autosabotaje: “Soy una mala persona, merezco ser
castigado”; “Si soy así de infeliz es porque me lo merezco”, “solo
encuentro una explicación a este malestar que siento: yo me lo provoco,
por lo tanto, merezco sufrir”.

Manifestaciones
El trastorno de personalidad provoca una gran inestabilidad afectiva y
conductual, que altera y perturba muchas áreas de la vida (formativa, laboral,
afectiva, relacional) del paciente y de las personas con las que convive. Puede
haber otras complicaciones asociadas, como trastornos del estado de ánimo,
de la alimentación, drogodependencias, etc., que agravan el problema.

Estado de ánimo cambiante, viviendo fases de tranquilidad y sosiego, y al


momento siguiente, y sin que medie circunstancia alguna, se viven repentinos
ataques de ira o ansiedad.

Dudas constantes sobre sí mismo, sobre su valía como persona o sobre su


capacidad de afrontar el futuro, lo que se va a reflejar en cambios continuos de
aficiones e intereses, y en una menor implicación en actividades que requieren
un esfuerzo continuado durante un largo plazo.

Sentimientos crónicos de vacío e inutilidad, debidos a una devaluada


percepción de su identidad, en comparación con la de los demás.

Relaciones interpersonales intensas y con continuas rupturas, debido a la


inestabilidad en su forma de ver a los demás, lo que le lleva en ocasiones a
idealizar a alguien, para luego devaluarlo con la misma intensidad.

Comportamientos extremos que ponen en riesgo la propia vida, motivados por


su impulsividad y la búsqueda de sentido, lo que puede llevar incluso a
intentos de suicidio.

Vous aimerez peut-être aussi